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Cuento de terror

El cuento de terror (también conocido como cuento de horror o cuento de miedo, y en ciertos países de Sudamérica, cuento de suspenso), considerado en sentido estricto, es toda aquella composición literaria breve, generalmente de corte fantástico, cuyo principal objetivo parece ser provocar el escalofrío, la inquietud o el desasosiego en el lector, definición que no excluye en el autor otras pretensiones artísticas y literarias.

La revista Weird Tales (Cuentos de miedo o cuentos extraños, en inglés), portada del número correspondiente a septiembre de 1952.

Introducción

El estudioso franco-estadounidense Jacques Barzun, en The Penguin Encyclopedia of Horror and the Supernatural [Enciclopedia Penguin del horror y lo sobrenatural], afirma que «el interés por este tipo de historias cabe interpretarlo como un intento práctico de introducir un orden y estructura en la imaginación, endureciendo así el alma contra sus amenazas: en una palabra, estos cuentos se usan como antídoto».[1]

De parecida opinión es el célebre escritor estadounidense de horror Stephen King, quien, en su largo estudio Danza macabra, declaró: «¿Por qué motivo van a sacarse de la nada cosas horribles, cuando hay tanto horror real en el mundo? La respuesta parece ser que inventamos horrores para ayudar a hacer frente a los reales. Sirviéndonos de la portentosa imaginación humana, nos aferramos a esos mismos elementos que introducen discordia y destrucción, a fin de convertirlos en herramientas de desmantelamiento de sí mismos».[2]

El historiador del terror español Rafael Llopis escribe en su Historia natural de los cuentos de miedo: «Al hablar de cuento de terror o cuento de miedo me refiero a un género literario cuya finalidad primordial es producir, como decía Walter Scott, "un agradable estremecimiento de terror sobrenatural". Me refiero a un tipo de relato cuya materia prima no es tanto la muerte en sí como lo que haya o pueda haber después de la muerte: lo sobrenatural, la vivencia del Más Allá».[3]​ En uno de sus prólogos, Llopis define asimismo: «Los cuentos de miedo constituyen una expresión de lo numinoso cuando ya no se cree en su existencia objetiva».[4]

Por su parte, la escritora estadounidense Joyce Carol Oates, asimismo cultivadora del género, sostuvo en su ensayo lovecraftiano "The King of Weird": «En escritores como Henry James o Edith Wharton, que experimentaron con la literatura de modelo gótico, este tipo de relato puede ser compensatorio de una vida de aburrimiento y prohibiciones, mientras que en otros, señaladamente Edgar Allan Poe y H. P. Lovecraft, el cuento gótico sugiere más bien una forma de autobiografía psíquica».[5]

Contexto

Un cuento de terror sería, por tanto, un relato literario y no oral, ya que, si bien existe una amplia y antiquísima tradición de cuentos con dichos contenidos, probablemente por tratarse de relatos transmitidos de boca en boca, nunca han recibido otra denominación que la de cuentos o leyendas a secas. Ni siquiera cuentos infantiles, aunque de índole terrorífica (e inscritos en la tradición oral en su día), como “La Cenicienta”, de Charles Perrault, o “Caperucita Roja” y “Blancanieves”, de los Hermanos Grimm, reciben la denominación de cuentos de terror, que parece haber sido acuñada expresamente para las obras mayores del género aparecidas entre los siglos XIX y XX.

 
”Blancanieves en su ataúd”, Theodor Hosemann, 1867. ¿Cuento de hadas o de miedo?

En su ensayo "Un tratado sobre cuentos de horror", el crítico estadounidense Edmund Wilson sostiene que los primeros grandes cuentistas del género fueron aquellos que pretendieron «un nivel literario» más allá del «entretenimiento popular»: Hawthorne, Poe, Melville y Gógol. Y continúa: «El primer cuento corto de horror realmente grande apareció a principios o mitad del siglo XIX cuando la escuela de la novela gótica había alcanzado alguna sofisticación y estaba adoptando los métodos del realismo. Esos cuatro autores escribieron cuentos que eran a la vez cuentos de horror y fábulas psicológicas o morales. No estaban interesados en apariciones por sí mismas; sabían que sus demonios eran símbolos, y sabían lo que estaban haciendo con esos símbolos».[6]

El estudioso británico del género, David Punter, en su obra The Literature of Terror. A History of Gothic Fictions from 1765 to the Present Day, relaciona estrechamente el término "terror" con la narrativa gótica de procedencia anglosajona: «[...] de Lewis a Conan Doyle, de Mary Shelley a Ambrose Bierce, de Dickens a J. G. Ballard, en todos los cuales hallamos rastros de lo gótico. Los conceptos de "gótico" y "terror" han aparecido entrelazados a lo largo de la historia de la literatura y lo que se precisa es una investigación de cómo y por qué tal ha llegado a ser el caso».[7]

Según el especialista estadounidense Jack Sullivan, muchos críticos literarios proponen que la Edad de Oro del cuento de fantasmas[8]​ se dio a partir del período de decadencia de la novela gótica, en la década de 1830, y duró hasta el inicio de la Primera Guerra Mundial. Sullivan sostiene que las obras de Edgar Allan Poe y Sheridan Le Fanu inauguraron dicha Edad de Oro.[9]

El cuento tradicional

Para Vladimir Propp, el cuento solo puede denominarse como tal si es fantástico (maravilloso): el estudio del cuento popular o folklórico solo puede aplicarse «cuando se trata de los cuentos maravillosos, los cuentos "en el sentido propio de esta palabra"».[10]​ De esta manera, Propp parece defender que el cuento de miedo, como tal cuento, nunca puede ser realista.

Si, estrictamente hablando, hemos de considerar el cuento de terror como relato literario, la definición más amplia confunde, sin embargo, en muchos casos el cuento de terror (más bien el cuento de miedo) con el mero cuento tradicional, y tradicional en el sentido de ancestral.

Se conocen cuentos de miedo desde siempre, desde la más remota antigüedad: «El cuento de horror es tan antiguo como el pensamiento y el habla humanos», manifestó H. P. Lovecraft.[11]​ Y para Edmund Wilson, como veremos más adelante, el cuento de miedo, de por sí, tiene carácter «anticuado». Este tipo de historias o leyendas se alimenta primordialmente de los diversos miedos naturales del hombre: la muerte, las enfermedades y epidemias, crímenes y desgracias de todo tipo, catástrofes naturales... Según Rafael Llopis, «los cuentos de terror natural se basan más o menos directamente en el miedo a la muerte, especialmente a una muerte atroz, [...] más allá de esa frontera se extiende el dominio de lo que los anglosajones entienden por "cuentos de lo sobrenatural", que se basan en el miedo al Más Allá».[3]

Relatado por los viejos del lugar al amor del fuego en noches propicias, el cuento de miedo es elemento típico del folklore de los pueblos, y ha sido sin duda una de las primeras formas culturales de la humanidad, tan antigua como la épica, la magia y la religión, de las cuales igualmente se nutría. Pensemos en los dioses y demonios, los buenos y malos espíritus, los monstruos, leviatanes, magos y adivinos que, a través de los mitos, leyendas, epopeyas y epopeyas mitológicas, han asustado al hombre a lo largo de toda la Antigüedad, en culturas tan dispares como las de la India, Japón, Mesopotamia, América del Sur, Antigua Grecia, pueblos nórdicos, celtas, etc.

 
Odiseo ante Escila y Caribdis, de Johann Heinrich Füssli.

En la literatura de la Grecia clásica, por ejemplo, encontramos elementos que diríase ya prefiguran algunos aspectos del relato de terror. El último canto de la Ilíada, que trata sobre el rescate del cadáver de Héctor, está impregnado de una atmósfera casi sobrenatural, muy cercana al cuento de fantasmas, en la que el dios Hermes se comporta como un espectro poderoso, omnipresente y protector. En la parte central de la Odisea nos adentramos en un mundo y en una geografía imaginarios, a veces fantasmagóricos, con amenazas tales como la de la diosa Circe (cuya descripción coincide con la de las brujas arquetípicas de toda la literatura posterior), y monstruos antropófagos como Escila, Caribdis y Polifemo.

El antropólogo escocés James George Frazer recoge a lo largo de su obra capital, La rama dorada, cientos de cuentos y leyendas, con especial atención a los tabúes de todo tipo, procedentes de todas las partes del mundo y de todas las épocas. Uno de los mitos más antiguos en este sentido es el que Fraser llama alma externada, vinculado con la muerte y la resurrección.

Fábulas de esta clase están difundidas extensamente en el mundo, y del número y la variedad de incidentes y detalles de que está revestida la idea principal podemos deducir que la idea de un alma externada es una de las que han tenido más fuerte arraigo en la mentalidad de los hombres en una etapa histórica primitiva. Los cuentos populares son un fidedigno reflejo del mundo tal como apareció ante la mente primitiva y podemos estar seguros de que una idea que se encuentre corrientemente en ellos, por absurda que nos parezca, debió ser alguna vez artículo de fe corriente. Esta convicción, en lo que se refiere al supuesto poder de separar el alma del cuerpo por un tiempo más o menos largo, se corrobora ampliamente por una comparación de los cuentos populares en cuestión con las creencias y prácticas actuales de los salvajes.[12]

En el cuento de miedo popular se entrecomilla de alguna manera al Mal, buscando atemorizar con él a las buenas gentes, a fin de exorcizarlo, o quizá solo por advertir de sus peligros. Así, el cuento de miedo llega en muchos aspectos a confundirse en la forma y en el fondo con las citadas expresiones originales del espíritu colectivo (¿no supone la propia Biblia un buen muestrario de relatos terroríficos?), cosa que no es de extrañar, dados los resortes anímicos tan sutiles que suelen remover en el lector o en la audiencia sus espinosos contenidos.

 
Un trol escandinavo. (Theodor Kittelsen, 1911).

En la Edad Media las crónicas y anales oficiales y oficiosos aparecen salpicados de todo tipo de datos, supersticiones y consejas que versan sobre ogros, aparecidos, brujas, duendes, vampiros, hombres lobo y otros seres y animales malditos. En todos los países se ha asustado siempre a los niños con los demonios indígenas respectivos, y más en concreto en los de habla hispana, con las distintas variantes de El Coco, el Hombre del saco, el Chupacabras y el Sacamantecas. Las antiguas herejías, la larga tradición de la alquimia, las ciencias ocultas y las sectas prohibidas, inspiraron igualmente multitud de fábulas y narraciones orales y escritas, largas y cortas, unas tirando a lo didáctico y benévolo y otras directamente a lo terrible; historias genuinas y deformadas en infinitas versiones, y dirigidas a un público en el que no se diferenciaban las edades.

Tanto si se elevaban por los aires sobre escobas como sobre machos cabríos, el volar podía ser peligroso para las brujas..., ya que el tañido de la campana de una iglesia podía derribar su aéreo vehículo. Una bruja llamada Lucrezia fue quemada después de confesar que, cuando regresaba del sabbat, su demonio la arrojó sin contemplaciones al oír el toque del Angelus.
Historia de la brujería (1971), de Frank Donovan[13]

En relación con el tema central de este artículo, es decir, la derivación literaria del terror popular, el ya citado Edmund Wilson, al final de la Segunda Guerra Mundial, habló de lo que él llamaba «horror homeopático»:

Entonces, ¿cuál es el motivo —en estos días en que una solitaria casa de campo probablemente está equipada con luz eléctrica, radio y teléfono— de nuestro regreso a esos cuentos anticuados? Bastan, creo, dos razones: primera, la añoranza de místicas experiencias que siempre parecen manifestarse durante períodos de confusión social, cuando el progreso político está bloqueado: tan pronto como sentimos que nuestro mundo propio nos ha fallado, tratamos de encontrar evidencias de otros mundos; segunda, el instinto de inocularnos contra el pánico de los horrores reales desatados en la tierra —Gestapo y G.P.U., ataques de tanques y bombardeos aéreos, casas equipadas con trampas— por medio de inyecciones de horror imaginario, lo cual nos tranquiliza con la pasajera ilusión de que las fuerzas del crimen y la locura puedan ser domadas y obligadas a proveernos con un simple entretenimiento dramático. Hasta tratamos de hacerlas agradables y divertidas, como en Arsénico por compasión, que difícilmente hubiera podido hacerse popular o siquiera ponerse en escena durante cualquier otro periodo de nuestra historia.
De “Un tratado sobre cuentos de horror” (1944)[14]

Y sobre este terror literario (y ciñéndonos en todo momento a la literatura occidental), difícilmente se entiende el hecho de que, pese a tratarse de una modalidad con tan venerables precedentes y que ha contado entre sus cultivadores con algunos de los mejores escritores, tanto en Occidente como en el Oriente, de todas las épocas, hoy en día se trate al objeto de este artículo con una cierta distancia, sin duda despectiva, como vulgar literatura de género, fenómeno debido tal vez a las connotaciones negativas adquiridas por el contacto, en los últimos años, con cierto tipo de cine y otras manifestaciones audiovisuales de baja calidad y peor gusto (el subgénero conocido como gore, de origen anglosajón).[15]

Técnica

Dejando aparte las fuentes tradicionales, nutridas de la cultura y la historia de los pueblos, el cuento de terror literario trata de vérselas y hacerse eco de esos espantos mucho más personales que nos persiguen y agobian a través de las pesadillas. Un cuento de terror no supone, en realidad, más que un intento de recrear con fines catárticos (si bien no falta quien afirme que sádicos) tales mundos oníricos, con todo lo de estrambótico y siniestro que contienen, aunque acatando siempre unas determinadas reglas. Sólo hay una salvedad: al final, llegada la necesidad, no le asiste a uno el recurso de despertarse.

Como producto artístico, el cuento de miedo se ve constreñido, pues, por una normativa procedimental característica. Vladimir Propp afirma tajantemente: «Todos los cuentos maravillosos pertenecen al mismo tipo en lo que concierne a su estructura». Esto es, que parecidos esquemas (Propp los llama "funciones") se repiten una y otra vez: "Uno de los miembros de la familia se aleja de la casa", "Recae sobre el protagonista una prohibición", "Se transgrede la prohibición", "El agresor intenta engañar a su víctima para apoderarse de ella o de sus bienes", "La víctima se deja engañar y ayuda así a su enemigo a su pesar", etc.;[16]​ esquemas similares, y aún más sencillos —el tema de fondo siempre es el mismo, el enfrentamiento al Mal—, se dan en el cuento literario de terror.

Adolfo Bioy Casares, por su parte, en el prólogo a la Antología de la literatura fantástica, cita leyes generales, por un lado, y especiales (para cada cuento específico), por otro.[17]​ Pero son tres los elementos o exigencias fundamentales que se admiten comúnmente como requisitos a cumplir. En primer lugar, ha de verificarse un cuidado muy especial en el diseño del clima, la atmósfera que rodea los siniestros acontecimientos de marras, aspecto este en el cual los grandes autores se evidencian a menudo como auténticos virtuosos. «La atmósfera es siempre el elemento más importante, por cuanto el criterio final de la autenticidad no reside en urdir la trama, sino en la creación de una impresión determinada».[18]

El cuentista suele asimismo trabajar con gran detalle el desarrollo narrativo, la gradación de efectos, es decir, la estructura secuencial de la historia, de manera que contribuya en todo lo posible a la suspensión de la incredulidad del lector, a la verosimilitud (tan apreciada o más que la propia originalidad por Poe); lo que se pretende suscitar en el lector es el miedo, y está de sobra demostrado que a tal efecto prima una mecánica lenta y gradual.

En el cuento propiamente dicho —donde no hay espacio para desarrollar caracteres o para una gran profusión y variedad incidental—, la mera construcción se requiere mucho más imperiosamente que en la novela. En esta última, una trama defectuosa puede escapar a la observación, cosa que jamás ocurrirá en un cuento. Empero, la mayoría de nuestros cuentistas desdeña la distinción. Parecen empezar sus relatos sin saber cómo van a terminar; y, por lo general, sus finales —como otros tantos gobiernos de Trínculo—, parecen haber olvidado sus comienzos.
Marginalia, de Edgar A. Poe[19]

Todo cuento de terror, finalmente, como se ha dicho, resulta en un pequeño tratado sobre el Mal en alguno de sus infinitos rostros y formas, por lo que, en principio, conviene obviar toda otra consideración, moralista o sensible, a la hora de abordar su ejecución o su lectura.

Bioy Casares, aunque refiriéndose a la literatura fantástica, añade otro factor de obviedad fundamental: la sorpresa, que, además de argumental, puede ser verbal (por la terminología utilizada), e incluso de puntuación.[20]

Caracterización y tipos

Los auténticos cuentos macabros cuentan con algo más que un misterioso asesino, unos huesos ensangrentados o unos espectros agitando sus cadenas según la vieja regla. Pues debe respirarse en ellos una determinada atmósfera de expectación e inexplicable temor ante lo ignoto y el más allá; han de estar presentes unas fuerzas desconocidas (...) la maligna y específica suspensión o la derrota de las leyes desde siempre vigentes de la Naturaleza, que representan nuestra única salvaguardia contra los asaltos del caos y los demonios del espacio insondable.

En Lovecraft parece haberse inspirado para su definición el ya citado Rafael Llopis, médico y estudioso español del género, autor de la Historia natural de los cuentos de miedo y responsable de algunas de las, hoy por hoy, más importantes antologías aparecidas en lengua castellana (Los Mitos de Cthulhu, Antología de cuentos de terror...):

Lo que caracteriza al verdadero cuento de miedo es la aparición de un elemento sobrenatural e inexplicable, totalmente irreductible al universo conocido, que rompe los esquemas conceptuales vigentes e insinúa la existencia de leyes y dimensiones que no podemos ni intentar comprender, so pena de sufrir graves cortocircuitos cerebrales.[21]

He aquí una referencia clara al cuento de terror literario, aunque parece más bien restringirse al modelo y espíritu del propio Lovecraft. Pero lo que habría que destacar sin duda es el elemento sobrenatural, hoy también conocido como paranormal.

Llopis, por otra parte, hace oscilar el género de la novela larga al relato breve, de lo irreal al realismo, del realismo al onirismo, del cuento al informe técnico, del informe técnico a la ciencia-ficción, de ésta al misticismo, etc., en sucesivas oleadas.[22]

El escritor y especialista británico L. P. Hartley describía una de sus variedades, el cuento de fantasmas, como «la forma más exigente del arte literario».[23]

Los compiladores Michael Cox y R. A. Gilbert (Historias de fantasmas de la literatura inglesa, Edhasa), acerca de esta misma variedad, sostienen que

Los protagonistas fantasmales deben actuar con intencionalidad; sus acciones, o las consecuencias de las mismas, deben constituir el tema central del relato, en lugar de las acciones de los vivos. Y, lo más importante, todo fantasma, sea humano, animal o cadáver reanimado, debe estar indiscutiblemente muerto.
Prólogo de Historias de fantasmas de la literatura inglesa[24]

La escritora estadounidense Edith Wharton escribió en el prólogo a una edición de sus relatos:

Los espectros, para manifestarse, requieren dos condiciones contrarias a la mentalidad moderna: silencio y continuidad. [...] Es más afortunado para un espectro ser vívidamente imaginado que pobremente percibido; y nadie sabe mejor que él lo difícil que es ponerlo en palabras imprecisas, aunque suficientemente transparentes. [...] pero no debemos permitir que la moral intervenga en la apreciación de un relato de fantasmas. Para su efecto, debe depender únicamente de lo que podríamos llamar su cualidad termométrica; si nos produce un frío estremecimiento que nos recorre la espina dorsal, ha cumplido su misión, y lo ha hecho bien. Pero no existe regla fija sobre el medio de producir este estremecimiento.
Prólogo a Relatos de fantasmas (1937)[25]

El antologista norteamericano David G. Hartwell (responsable, entre otras contribuciones, de la antología The dark descent, publicado como El gran libro del terror por Ed. Martínez Roca) afirma que al final de un cuento de terror, el lector se queda con una nueva percepción de la naturaleza de la realidad, y divide la literatura de terror en tres corrientes: 1. La alegoría moral (relatos sobrenaturales). 2. La metáfora psicológica (psicopatologías varias), y 3. Lo fantástico (la moderna mezcla de ambas).[26]

El escritor y estudioso del cuento Enrique Anderson Imbert (Teoría y técnica del cuento, 1979) se queja de las clasificaciones habituales:

Algunas clasificaciones son demasiado abstractas. Roger Caillois ha propuesto que se prepare una tabla teórica y de ahí se deduzcan y prevean los temas actuales y posibles, de la misma manera que de la tabla de propiedades químicas de Mendeliev se pudieron predecir elementos hasta entonces desconocidos. Otras clasificaciones son demasiado concretas. Enumeran todas las variantes temáticas que les vienen a las mientes. Si en la tabla general se habla de seres inexistentes, en la enumeración concreta se habla de dioses, ángeles, hadas, duendes, gigantes, monstruos, brujas, fantasmas, vampiros, licántropos, esqueletos, larvas y así ad nauseam. (...) por prolijas que sean las listas de temas siempre quedan cuentos que no se dejan clasificar. Los del subgénero de la ciencia-ficción son los que más se resisten.[27]

Anteriormente, los escritores y compiladores argentinos Jorge Luis Borges, Silvina Ocampo y Adolfo Bioy Casares, a juzgar por el principio de selección que pareció animarlos a la hora de reunir los materiales de su célebre Antología de la literatura fantástica (1940), habían hecho coincidir en gran medida el relato fantástico con el de terror, lo que no ayuda precisamente como guía a aquellos con vocación clasificadora. Bioy Casares afirmaba en el prólogo de la obra citada que no hay un tipo de cuento fantástico, sino muchos. Lo mismo puede aplicarse al cuento de terror. Tan absurdo parece ya dividirlo en cuentos de vampiros, de fantasmas, de muertos vivientes, etc., como atender a criterios puramente técnicos o estructurales para su estudio. El grado de complejidad y sofisticación literarias en este campo concreto (como en cualquier otra manifestación artística, a la vuelta del siglo XX, lo que en música ha dado lugar, por ejemplo, a lo que se conoce como mestizaje) ha llegado a tal punto que difícilmente resultará verosímil —meramente productivo— otro criterio de selección que el meramente histórico.

Historia

Antecedentes

Los antecedentes inmediatos del formato breve, como tal, hay que buscarlos, no obstante, en el largo, más en concreto en la llamada novela gótica (véase literatura de terror gótico), que floreció en la segunda mitad del siglo XVIII y primera del XIX, en tierra de nadie entre racionalismo y romanticismo. Los grandes novelistas góticos, inspirados principalmente en el romanticismo alemán y en autores como Daniel Defoe, S. T. Coleridge, el Marqués de Sade, así como en los demonios de Goethe y los fantasmas de Shakespeare, entendieron por sobrenatural un tétrico submundo poblado de nobles atrabiliarios, espectros aulladores y monjas ensangrentadas, pululando preferentemente por lóbregas catacumbas de castillos medievales marcados por alguna oscura maldición, convenientemente subrayada a cada paso por rayos, truenos y centellas de tormenta.

 

El inglés Horace Walpole fue el padre de la exitosa serie (El castillo de Otranto, 1764). Años más tarde, tuvo como destacados continuadores a William Beckford (Vathek, 1786), Ann Radcliffe (Los misterios de Udolfo, 1794), Matthew G. Lewis (El monje, 1796) y Charles Maturin (Melmoth el errabundo, 1820), sin olvidar a la que fue precursora de la ciencia-ficción Mary Shelley (Frankenstein o el moderno Prometeo, de 1817). También cabría mencionar aquí la novela Manuscrito encontrado en Zaragoza (1805), del polaco Jan Potocki. (Para más información, véase el artículo correspondiente: Novela de terror.)

La parte baja del castillo estaba recorrida por varios claustros intrincados, y no resultaba fácil para alguien tan ansioso dar con la puerta que se abría a la caverna. Un terrible silencio reinaba en aquellas regiones subterráneas, salvo, de vez en cuando, algunas corrientes de aire que golpeaban las puertas que ella había franqueado, y cuyos goznes, al rechinar, proyectaban su eco por aquel largo laberinto de oscuridad. Cada murmullo le producía un nuevo terror, pero aún temía más escuchar la voz airada de Manfredo urgiendo a sus criados a perseguirla.
El castillo de Otranto, de Horace Walpole[28]

Primeras muestras

Entre los primeros cuentistas propiamente dichos, es preciso nombrar al alemán E.T.A. Hoffmann (1776-1822), a quien Lovecraft llegó a tachar de ligero y extravagante, pero cuyo talento pionero anticipó muchos de los temas y formas que dominarían en años posteriores, incluyendo la ciencia-ficción, a través de títulos como “El magnetizador”, “El hombre de arena” o “Los autómatas”.

El francés Charles Nodier (1780-1844), bibliotecario de enorme prestigio en su tiempo, además de filósofo, científico y alborotador político, a raíz de su devoción por Hoffmann, dejó a la posteridad un nutrido ramillete de obritas repletas de brujas, vampiros y espectros varios, a medias entresacados de la tradición popular y de su propia cosecha. En ellas se aúnan la sencillez de diseño y el delicioso sonsonete del viejo cuento de aparecidos: “El vampiro Arnold-Paul”, “El espectro de Olivier”, “Las aventuras de Thibaud de la Jacquière”, “El tesoro del diablo”.

Los huéspedes infernales comenzaron entonces a mover las mesas, a aullar, a mirar por las ventanas, adoptando formas de osos, lobos, gatos, y de hombres terribles, en cuyas manos se veían vasos llenos de vino, pescados y carne cocida y asada.
“Historia de una aparición de demonios y espectros en 1609”, de Charles Nodier[29]
 
Gustavo Adolfo Bécquer, autor de las Leyendas.

Escritores netamente románticos como Théophile Gautier (“La muerta enamorada”), Prosper Mérimée (“La venus de Ille”), Walter Scott (“La habitación tapizada”), Víctor Hugo (“Hans de Islandia”), Washington Irving (“La leyenda de Sleepy Hollow”) y el Barón de la Motte-Fouqué (“Ondina”, novela corta), se sintieron pronto atraídos por la nueva corriente, contribuyendo de una u otra forma y con desigual fortuna a la misma, si bien ninguno de ellos cultivó con asiduidad el cuento de terror propiamente dicho.

Algo posterior, en España, el romántico tardío Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870) fue muy aclamado por sus Leyendas, las cuales contienen algunos cuentos de miedo de extraordinario mérito (“El Monte de las Ánimas”, “El miserere”, “Maese Pérez el organista”...).

[...] refirió cosas horribles. Entre otras, asegura que vio a los esqueletos de los antiguos templarios y de los nobles de Soria enterrados en el atrio de la capilla levantarse al punto de la oración con un estrépito horrible, y, caballeros sobre osamentas de corceles, perseguir como a una fiera a una mujer hermosa, pálida y desmelenada, que con los pies desnudos y sangrientos, y arrojando gritos de horror, daba vueltas alrededor de la tumba de Alonso.
“El Monte de las Ánimas”, de Gustavo A. Bécquer[30]

Los grandes clásicos

El norteamericano Edgar Allan Poe (1809-1849) y el irlandés Joseph Sheridan Le Fanu (1818-1873) son comúnmente considerados los dos autores que abrieron camino en el género. De Le Fanu se dice que es el fundador del relato de fantasmas (ghost story) moderno en Gran Bretaña (“El fantasma de la Señora Crowl”, “Té verde”, “El vigilante”, “Dickon el diablo”...), modalidad que tanta repercusión tendría luego en la época victoriana. Pero lo que lo asemeja a Poe es el novedoso tratamiento que da al fenómeno maléfico. La fácil explicación racional, y aún más, el desenlace moralista positivo (la mano de la Providencia Divina surgiendo de un modo u otro al final para poner las cosas, al monstruo, al bueno y al malo, en su sitio) serán desterrados definitivamente por estos autores. Ambos, además, inaugurarán el llamado terror psicológico, más atento a la atmósfera de la historia y a medir los efectos emocionales que al mero susto.

 
Imagen de Edgar Allan Poe.

Con Poe, el cuento de terror alcanzará sus más altas cimas muy pronto, hacia los años 30 del siglo XIX, periodo que vio nacer el cuento como género autónomo, al decir de Cortázar.[31]​ El norteamericano es maestro absoluto del género porque, en primer lugar, siguiendo al propio Cortázar, lo es de la técnica del relato breve en sí. Por un lado su gran instinto narrativo (que ya reconocía su detractor R. L. Stevenson[32]​) y por otro su gran bagaje poético, lo indujeron a incorporar a un ámbito que él determinó muy exigente y especializado, elementos sin embargo muy dispares, procedentes de las artes plásticas, de la música, de la misma poesía, a los que incorporaba incluso los efectos distorsionantes de los alucinógenos.

Decidió a la vez que era preciso despojar al relato de todo elemento narrativo accesorio, alejándolo de la prolijidad novelística. Sobraba todo aquello que no contribuyera al efecto puntual deseado; así, de entrada, en sus cuentos no tienen cabida las citadas consideraciones sociales, morales, religiosas: «Comprendió que la eficacia de un cuento depende de su intensidad como acaecimiento puro, es decir, que todo comentario al acaecimiento en sí [...] debe ser radicalmente suprimido».[33]​ En sus poderosas fantasmagorías no se trasluce otra cosa que una imaginación y una inteligencia portentosas rígidamente al servicio de un designio artístico. Poe no se fundamentó en una tradición específica. Ante las acusaciones que se le dirigían de tratar de imitar a los alemanes, afirmó: «Ese terror no viene de Alemania, sino del alma».[34]

Ningún otro autor, anterior o posterior, ha sabido evocar como él una atmósfera malsana y de pesadilla, hilvanar las escenas con tan infernal habilidad, culminar las historias con tan sonora consistencia; retratar «los efectos de la condenación», según Van Wyck Brooks: «Desde los días de los alquimistas nadie ha producido como Poe los efectos de la condenación, nadie ha tenido más conciencia de estar condenado. En sus páginas no se siente jamás el hálito de la vida; ocurren crímenes que no repercuten en la conciencia humana, se oyen risas sin sonido, hay llanto sin lágrimas, belleza sin amor, amor sin hijos. [...] Es un mundo silencioso, frío, arrasado, lunático, estéril, un brezal del diablo. Y solo lo impregna una sensación de intolerable remordimiento».[35]

De Poe afirmó su seguidor Lovecraft: «Realizó lo que nadie había realizado o podía haber realizado, y a él debemos la novela de horror moderna en su estado final y perfecto».[36]​ (Títulos: “El gato negro”, “La caída de la Casa Usher”, “El barril de amontillado”, “El corazón delator”, "La Cita".)

Durante todo un día de otoño, triste, oscuro, silencioso, cuando las nubes se cernían bajas y pesadas en el cielo, crucé solo, a caballo, una región singularmente lúgubre del país; y, al fin, al acercarse las sombras de la noche, me encontré a la vista de la melancólica Casa Usher. No sé cómo fue, pero a la primera mirada que eché al edificio invadió mi espíritu un sentimiento de insoportable tristeza. Digo insoportable porque no lo atemperaba ninguno de esos sentimientos semiagradables por ser poéticos, con los cuales recibe el espíritu aun las más austeras imágenes naturales de lo desolado o lo terrible.
“La caída de la Casa Usher”, de Edgar A. Poe[37]

Al igual que Herman Melville, el propio Poe alabó a su contemporáneo y compatriota Nathaniel Hawthorne (1804-1864) como hombre de genio (reseña de Twice-Told Tales, de Hawthorne). Este autor, aunque gran estilista, se hallaba muy lastrado por el rígido puritanismo en que se formó (un pariente suyo fue juez en los procesos contra la brujería celebrados en Salem), y no supo o no quiso transmitir a sus historias ni la fuerza ni el desgarro artístico que admiran en aquel. (Títulos: “Wakefield”, “El velo negro del predicador”, “El experimento del Dr. Heidegger”.)

En Francia, los alsacianos Erckmann y Chatrian, nacidos en 1822 y 1826, respectivamente, cultivaron un estilo campechano muy eficaz, con grandes influencias alemanas (“Hugo el lobo”, “El burgomaestre embotellado”).

Pero es al también francés Guy de Maupassant (1850-1893), discípulo de Flaubert y admirador de Poe, a quien debe la literatura europea de terror algunas de sus mejores piezas. Sus hondas convicciones naturalistas generaron, probablemente, los acusados tintes emocionales presentes en sus mejores cuentos. Sus temas fueron el pánico, la soledad, la locura, la perdición. (Títulos: “El Horla”, “¿Quién sabe?”, “La cabellera”, “¿Loco?”)

El terror recuperó con el periodista norteamericano Ambrose Bierce (1842-1914?) toda la garra y la intensidad que había desarrollado Poe en sus orígenes. En sus arrebatadoras fantasías, muchas de ellas ambientadas en la Guerra de Secesión americana, el terror pánico acecha siempre en las cercanías, y en el momento de desatarse parece decidido a devorar vivos literalmente a los personajes. (Títulos: “La cosa maldita”, “La muerte de Halpin Frayser”, “Un habitante de Carcosa”, “La ventana tapiada”...).

Observé con estupor que nada me resultaba familiar. A mi alrededor se extendía una inmensa llanura desierta, barrida por el viento, cubierta de yerbas altas y marchitas que se agitaban y silbaban bajo la brisa de otoño, mensajera de Dios sabe qué misterios e inquietudes. A largos intervalos, veía unas rocas que emergían del suelo con formas extrañas y fúnebres colores.
“Un habitante de Carcosa”, de Ambrose Bierce[38]

Pleno desarrollo

Partiendo del contemporáneo de Poe, Charles Dickens, quien aportó joyas como “La casa encantada” o “El guardavías”, en la segunda mitad del siglo XIX el terror encontró un grupo de dignísimos cultivadores entre los más importantes novelistas de la época: Robert Louis Stevenson (“Markheim”), Rudyard Kipling (“El rickshaw fantasma”), Arthur Conan Doyle (“El parásito”), H. G. Wells (“El difunto míster Elvesham”), Henry James (“Los amigos de los amigos”), Bram Stoker (“El entierro de las ratas”)...

Él me miró fija y valerosamente.
—¿Qué es lo que se ha alterado?
—Otra persona se ha interpuesto entre nosotros.
Sólo necesitó reflexionar un instante.
—No voy a fingir que no sé a quién te refieres. —Sonrió, apiadándose de mi aberración, pero con la intención de ser amable.— ¡Una mujer muerta y enterrada!
—Está enterrada, pero no está muerta. Está muerta para el mundo... y está muerta para mí. Pero no está muerta para ti.
—¿Quieres que volvamos a discutir nuestras versiones de cómo se me presentó aquella noche?
“Los amigos de los amigos”, de Henry James[39]
 

El cuento de fantasmas en sí viviría su apogeo en la época victoriana y en los comienzos del siglo XX, alcanzando niveles nunca vistos de calidad y sofisticación. La lista de representantes ingleses es interminable: Saki (“El narrador de fábulas”), Margaret Oliphant (“La puerta abierta”, novela corta), Vernon Lee (“Una voz perversa”), E. F. Benson (“El cuarto de la torre”), Richard Middleton (“En el camino de Brighton”), L. P. Hartley (“Tres o cuatro a cenar”), H. Russell Wakefield (“El triunfo de la muerte”), M. P. Shiel (“La mansión de los ruidos”), Hugh Walpole (“El fantasmita”)...

De este periodo es preciso destacar a cuatro autores: M. R. James, Arthur Machen, Algernon Blackwood y Walter de la Mare, con quienes culmina el cuento de fantasmas victoriano.

M. R. James (1862-1936), erudito y profesor universitario, fue gran amante de la obra de Le Fanu, a quien consideraba el más grande escritor de lo sobrenatural. Sus espectros, criaturas siempre extrañas e inesperadas que unas veces escapan de profundos escondrijos excavados en cementerios y catedrales y otras se confunden con la luz diurna y los objetos más familiares, prefiguran muchos de los horrores cotidianos que las generaciones posteriores pondrían de moda. (Títulos: “El sitial del coro”, “Silba y acudiré”, “El álbum del canónigo Alberico”.)

El galés Arthur Machen (1863-1947) fue el autor que enterró definitivamente los exhaustos horrores góticos. Encontró su principal fuente de inspiración en las antiguas leyendas romanas y celtas de su tierra. Al intentar una especie de neopaganismo, anticipó la teogonía macabra desarrollada por su seguidor más notable, H. P. Lovecraft. (Títulos: “La pirámide ardiente”, “El pueblo blanco”, “Los tres impostores”.)

Algernon Blackwood (1869-1951) es un gran cultivador del misterio fantasmagórico, pero en ocasiones aporta al género un elemento desconocido hasta el momento, como es el horror enmarcado en majestuosos parajes de naturaleza virgen, adornado de connotaciones paganas (en esto se equiparará a Machen). (Títulos: “El Wendigo”, “Los sauces”, “La casa vacía”, “Culto secreto”.)

Por lo que Simpson puede recordar, fue un movimiento violento, como de algo que se arrastraba en el interior de la tienda, lo que le despertó y le hizo darse cuenta de que su compañero estaba sentado, muy tieso, junto a él. Estaba temblando. Debían de haber pasado varias horas, porque el pálido resplandor del alba recortaba su silueta contra la tela de la tienda. Esta vez no lloraba; temblaba como una hoja, y su temblor lo sentía él a través de la manta. Défago se había arrebujado contra él, en busca de protección, huyendo de algo que aparentemente se escondía junto a la entrada de la tienda.
“El Wendigo”, de Algernon Blackwood[40]

Walter de la Mare (1873-1956), también poeta y antologista de prestigio, fue uno de los mejores estilistas del género, maestro del terror psicológico y urdidor de extrañas y sutiles tramas protagonizadas por los sueños, la ansiedad y una callada desesperación. (Títulos: “La tía de Seaton”, “La orgía: un idilio”, “Todos los santos”, “La trompeta”.)

Uno de los más conocidos cuentistas europeos de terror de esta época fue el belga Jean Ray (1887-1964), autor de la novela Malpertuis y de varios libros de cuentos del género (Les derniers contes de Canterbury, Le livre des fantômes), destacados por Rafael Llopis en su Historia natural de los cuentos de miedo.[41]​ (Títulos: “El terror rosa”, “La calleja tenebrosa”, “La mano de Goetz von Berlichingen”.)

Edmund Wilson incluye en esta etapa a Franz Kafka, cuyos cuentos «son al mismo tiempo sátiras de la burguesía y visiones de horror moral; narraciones que son lógicas y dominan nuestra atención y fantasías que generan más escalofríos que toda la combinación de Algernon Blackwood y M. R. James juntos. Un maestro puede hacer que parezca más horrible ser perseguido por dos pelotitas que por el espíritu de un maligno caballero templario, y más natural convertirse en una cucaracha que ser mordido por una araña diabólica».[42]

Lovecraft y compañía

H. P. Lovecraft (1890-1937), norteamericano de Providence, es reconocido por la crítica, junto a Poe, como el máximo exponente del cuento de terror. Su aportación más importante fue el llamado cuento materialista de terror. Mezclando el espanto con la ciencia-ficción, se trata de una narración de horror cósmico que propone una nueva mitología plena de escalofriantes dioses y monstruosidades arquetípicos; se ha dicho que se trata de la última mitología que ha conocido Occidente: los Mitos de Cthulhu.[43]​ Devoto de Poe, sus otras fuentes conocidas son el fantástico y enigmático mundo de los sueños, la historia y el paisaje de Nueva Inglaterra, su tierra, y un selecto grupo de autores de su predilección: William Hope Hodgson (“Una voz en la noche”), Lord Dunsany (“El pobre Bill”), Arthur Machen, Algernon Blackwood, et alii. (Títulos: “El horror de Dunwich”, “La sombra sobre Innsmouth”, “En la noche de los tiempos”, “El clérigo malvado”...).

Acurrucado dentro del ataúd secular, rodeado por el denso cortejo de pura pesadilla de los enormes y entumecidos murciélagos, yacía la osamenta que mi amigo y yo habíamos profanado, pero ya no eran los huesos tranquilos y limpios que allí habíamos encontrado aquella noche funesta, sino un esqueleto cubierto de sangre coagulada y de jirones de carne y cabellos ajenos, que me miraba hondamente con sus órbitas fosforescentes y con los maxilares ensangrentados y retorcidos: ¡La mueca de mi inevitable condenación!

Pese a sus hábitos e idiosincrasia saturninos, Lovecraft conoció en vida una nutrida camarilla de imitadores y seguidores que formaron con él el llamado Círculo de Lovecraft. Entre estos se encuentran algunos de los más sólidos cuentistas de esa generación: Robert Bloch (“El vampiro estelar”), Fritz Leiber (“El expreso de Belsen”), Frank Belknap Long (“Los visitantes de otoño”), Clark Ashton Smith (“Estirpe de la cripta”), August Derleth (“El sello de R'lyeh”), Robert E. Howard (“La piedra negra”)...

Otros grandes cuentistas estadounidenses, nacidos entre 1854 y 1889: R. W. Chambers (“El signo amarillo”), F. Marion Crawford (“La litera de arriba”), Edith Wharton (“La campanilla de la doncella”) y el prolífico escritor de la revista Weird Tales, Seabury Quinn (“El último hombre”).

Los últimos años

En el mundo anglosajón

Señala Rafael Llopis que la época que él denomina neoterrorífica, datable en el primer tercio del siglo XX (Lovecraft y similares), «en la que el muerto deja paso a entes arcaicos, espíritus de la naturaleza, dioses antiguos que reclaman su poder y amenazan con destruir la mente con grandes dosis de pavor sagrado, fascinación y mysterium tremendum, [...] termina por desembocar en la ciencia-ficción, en cuyo seno sigue evolucionando». Y finalmente, tras diversas vicisitudes, «los cuentos de terror sangriendo y macabro, de vísceras y monstruos sádicos, constituyen una degradación de la línea evolutiva del cuento de miedo (infraterrorífica)».[45]​ Por otra parte, a partir de los años 70 del siglo XX, se registran dos fenómenos significativos. En primer lugar, el terror literario muestra una acusada inclinación a la novela larga en detrimento del cuento. Además, se ha generalizado la llamada «banalización del terror», según advierte el historiador de este género S. T. Joshi, citando al editor estadounidense Stefan Dziemianowicz. Esta tendencia está muy relacionada con el gore (véase cine gore) y se aprecia aún más notoriamente en el medio televisivo.[46]

Entre los más conocidos autores contemporáneos, en su mayoría norteamericanos, hay que mencionar a Robert Aickman (“Las espadas”), T. E. D. Klein (“Los hijos del reino”), Dan Simmons (“El río Estigia fluye corriente arriba”), Ramsey Campbell (“La camada”), Peter Straub (“La esposa del general”), Dean Koontz (“Terra Phobia”), Theodore Sturgeon (“Segmento brillante”), los clásicos Richard Matheson (“A través de los canales”) y Ray Bradbury (“Y la roca gritó”), el joven (en los 80) y rompedor Clive Barker (“Terror”) y el omnipresente e irregular Stephen King (“La niebla”). Casi todos estos autores han cultivado con acierto la ciencia-ficción, especialmente Bradbury y Matheson.

El motivo era evidente, pero al principio la mente de Randy se negó a aceptarlo... Era demasiado imposible, demasiado demencialmente grotesco. Mientras miraba, algo tiraba del pie de Deke en el espacio entre dos de las tablas que formaban la superficie de la balsa acuática. Entonces vio el brillo opaco de la cosa negra, más allá del talón y los dedos del pie derecho sutilmente deformado de Deke; un brillo opaco en el que se movían giratorios y malévolos colores. La cosa se había apoderado del pie. («¡Mi pie!», gritó Deke, como para confirmar esta deducción elemental. «¡Mi pie, oh, mi pie, mi PIEEE!»).
“La balsa”, de Stephen King[47]

Aquí puede mencionarse además a dos importantes escritoras de dicha nacionalidad: la ya fallecida Shirley Jackson (“El hermoso desconocido”) y Joyce Carol Oates (“El rey del bingo”).

Entre los autores actuales de mayor relevancia, S. T. Joshi ha destacado en varias ocasiones a los estadounidenses Thomas Ligotti (Noctuario) y Caitlín R. Kiernan (“La Peau Verte”).[48]

En español

Según Rafael Llopis, que sigue en esto al cubano Rogelio Llopis, «la literatura fantástica hispanoamericana, en primer lugar, no es gótica; es además sumamente ecléctica; pretende, por último, ampliar la percepción de la realidad. [...] incluye el humor, la sátira, el surrealismo, el realismo, el onirismo, y también lo terrorífico, lo cual recuerda mucho al concepto de le fantastique».[49]​ La influencia de la literatura fantástica anglosajona se observa, sin embargo, muy señaladamente en la obra de los argentinos Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares, a partir de las primeras décadas del siglo XX. Aunque el subgénero de cuento gótico o de terror no fue el más desarrollado por estos autores y por sus continuadores (Silvina Ocampo, Juan Rodolfo Wilcock...), sí lo es el llamado cuento fantástico, que normalmente trata de recrear un proceso de extrañamiento operado en la vida cotidiana, mostrándose un punto de vista de la realidad poco corriente, a menudo con visos de terror a partir de esta situación.

Por tal motivo, en la obra de Borges y Bioy se rinde culto a los por ellos considerados maestros de la narrativa breve: Edgar Allan Poe, R. L. Stevenson, G. K. Chesterton, Lord Dunsany, Nathaniel Hawthorne, Henry James, lo que se advierte en las colecciones que editaron en los años 50, en Buenos Aires, que incluyen a éstos y otros muchos autores ingleses y estadounidenses de terror, del género policial y de misterio.

 
El argentino Julio Cortázar.

De habla hispana, cabe mentar como auténticos especialistas en el cuento de miedo, a tres continuadores de Edgar Allan Poe en castellano, el peruano Clemente Palma (1872-1946, colección Cuentos malévolos), el uruguayo Horacio Quiroga (1878-1937: “El síncope blanco”) y el argentino Julio Cortázar (1914-1984): “Casa tomada”, “Todos los fuegos el fuego”, “La noche boca arriba”...

El mexicano Carlos Fuentes ha dedicado varias obras al género (“Aura”, Cumpleaños”, Inquieta compañía). Otro mexicano, el gran cuentista Juan Rulfo (1918-1986), pionero del realismo mágico, es considerado a veces escritor de terror, aparte de por su novela de espectros Pedro Páramo, por relatos breves como “Luvina” o “Talpa”. También han contribuido al género a lo largo del siglo XX los argentinos Leopoldo Lugones (“La loba”) y Santiago Dabove (“Ser polvo”), el cubano Virgilio Piñera (“La carne”), el uruguayo Felisberto Hernández (colección La casa inundada), el venezolano Salvador Garmendia (“Claves”) y el mexicano Juan José Arreola (“La migala”), entre otros.

Oyó gritar, un grito ronco que rebotaba en las paredes. Otro grito, acabando en un quejido. Era él que gritaba en las tinieblas, gritaba porque estaba vivo, todo su cuerpo se defendía con el grito de lo que iba a venir, del final inevitable. Pensó en sus compañeros que llenarían otras mazmorras, y en los que ascendían ya los peldaños del sacrificio. Gritó de nuevo sofocadamente, casi no podía abrir la boca, tenía las mandíbulas agarrotadas y a la vez como si fueran de goma y se abrieran lentamente, con un esfuerzo interminable. El chirriar de los cerrojos lo sacudió como un látigo. Convulso, retorciéndose, luchó por zafarse de las cuerdas que se le hundían en la carne.
“La noche boca arriba”, de Julio Cortázar[50]

En España, aparte del ya mencionado Bécquer, a lo largo de los siglos XIX y XX, escribieron cuentos de miedo, entre otros, autores destacados como Agustín Pérez Zaragoza (colección Galería fúnebre de espectros y sombras ensangrentadas), Emilia Pardo Bazán (“La resucitada”), Pedro Antonio de Alarcón (“La mujer alta”), Wenceslao Fernández Flórez (“El claro en el bosque”), Pío Baroja (“Médium”), Miguel de Unamuno (“El que se enterró”) y Noel Clarasó (“Más allá de la muerte”). Y más modernamente: Emilio Carrere (“La casa de la cruz”), Joan Perucho (colección Aparicions i fantasmes), Alfonso Sastre (colección Las noches lúgubres), Juan Benet (“Catálisis”), Leopoldo María Panero (“El lugar del hijo”), José María Merino (“Los libros vacíos”), Javier Marías (“No más amores”), Luis Mateo Díez (“Los males menores”), Cristina Fernández Cubas (“El ángulo del horror”), Pilar Pedraza (“Anfiteatro”), José María Latorre (“La noche de Cagliostro”), Gregorio Morales (“El devorador de sombras”), Ángel Olgoso (“Los demonios del lugar”).

Otros autores españoles se hallaban inscritos en la desaparecida (2016) Asociación Española de Escritores de Terror, “Nocte”, la cual agrupaba a más de sesenta miembros.

En la Historia natural de los cuentos de miedo, se asignan varios rasgos distintivos a la actual literatura de terror en España, algunos de los cuales pueden observarse asimismo en Hispanoamérica: falta de una tradición vernácula; confusión con "lo fantástico"; resabios de la antigua censura, prejuicios y subestimación por motivos culturales y religiosos; políticas académicas y editoriales poco positivas, etc.[51]

Oí un coche. Luego, otra vez los lejanos ladridos de Cabala. Abrí precipitadamente la bolsa, tomé el cadáver y lo coloqué en la cuna. Estaba más amoratado aún, frío y marchito como una reliquia antigua. Corrí a la bay window y miré a la calle. Todo permanecía en su habitual inmovilidad, aterido, como una ciudad dormida en un recodo del tiempo. Era un trozo olvidado del mundo, un lugar inmerso en devastada soledad, lo que se ofrecía a mis ojos.
“El devorador de sombras”, de Gregorio Morales[52]
Publicaciones en español

Las editoriales en castellano nunca han parecido muy dispuestas a fomentar el género entre las nuevas generaciones de escritores. No obstante, concretamente en España, desde los años 60 del siglo XX, no han dejado de aparecer antologías de relatos macabros procedentes de poderosos sellos editoriales anglosajones, prefiriéndose la importación del material a la creación vernácula. Tenemos así las múltiples ediciones en rústica de Editorial Bruguera (Las mejores historias insólitas, Las mejores historias de ultratumba, Las mejores historias de fantasmas...), a cargo de compiladores de prestigio en la materia como Kurt Singer, Forrest J. Ackerman o A. van Hageland; las innumerables novelitas tipo "pulp" publicadas en dicha editorial a cargo de autores de referencia españoles como Rafael Barberán Domínguez (pseudónimo: Ralph Barby) y Miguel Oliveros Tovar (Keith Luger); así como las también numerosas aportaciones de otras editoriales como Minotauro, Grijalbo, Molino, Acervo, Ultramar, Géminis, Fontamara, Versal, Uve, Siruela, Vértice, etc, alguna de ellas ya desaparecida.

De Alianza Editorial contamos con las cuidadas selecciones de Rafael Llopis antes citadas, traducidas por él mismo con la ayuda del traductor y gran especialista Francisco Torres Oliver (Premio Nacional de Traducción), quien desarrolló desde entonces, por su cuenta, una intensa y brillante labor en este campo. Editorial Edhasa publicó en 1989 la canónica Historias de fantasmas de la literatura inglesa, de Cox y Gilbert. Ed. Martínez Roca había sacado en 1977 la también excelente Relatos maestros de terror y misterio, editada por Agustí Bartra. Esta misma editorial, en los años 80 y 90, ofertó nutridas selecciones de revistas norteamericanas de importancia, como Twilight Zone (Dimensión Desconocida), que suponen un amplio muestrario de las últimas y eclécticas tendencias. Más recientemente, de la especializada Editorial Valdemar, junto a otros muchos títulos, Felices pesadillas, en dos generosos volúmenes, y han surgido iniciativas nuevas como las protagonizadas por las editoriales Jaguar, Saco de Huesos, Factoría de Ideas, Salto de Página, Páginas de Espuma, La Biblioteca de Babel, etc.

Hitos del género

Tomando como referencia los títulos que se acaban de citar, podría aventurarse una lista selecta de cuentos de terror, considerando la especial atención que han recibido tradicionalmente por parte de antologistas y críticos:

El gato negro”, “La caída de la casa Usher”, “El barril de amontillado”, “El corazón delator”, de Edgar Allan Poe. “El horror de Dunwich”; “La sombra sobre Innsmouth”, de Lovecraft. "El Horla", de Maupassant. “Un terror sagrado”, “La ventana tapiada”, de Ambrose Bierce. “El rincón alegre”, de Henry James. *“El enemigo”, de Chejov. “Té verde”, de Sheridan Le Fanu. “El armario”, de Thomas Mann. “La pata de mono”, de W. W. Jacobs. “Silba y acudiré”, de M. R. James. “El guardavías”, de Dickens. “Las ratas del cementerio”, de Henry Kuttner. *“Una rosa para Emily”, de Faulkner. *“Luvina”, de Juan Rulfo. *“El médico rural”, de Kafka. *“Las hermanas”, de Joyce. “El fumador de pipa”, de Martin Armstrong. “El burlado”, de Jack London. “Vinum Sabbati” ( o “El polvo blanco”), “El gran dios Pan”, de Arthur Machen. “Janet, la del cuello torcido”, de Stevenson. “El Wendigo”, de Algernon Blackwood. “La casa del juez”, de Bram Stoker. “Casa tomada”, de Julio Cortázar. “La balsa”, de Stephen King.

(*Antologados como cuentos de misterio y terror por Agustí Bartra en la citada colección.[53]​)

La lista puede ampliarse indefinidamente:

Ligeia”, “Berenice”, “El retrato oval”, “La verdad sobre el caso del señor Valdemar” de Edgar Allan Poe. “El ser en el umbral”, “El que susurra en la oscuridad”, “La sombra fuera del tiempo”, “La llamada de Cthulhu”, “Las ratas en las paredes”, “El sabueso”, de Lovecraft. “La noche”, de Maupassant. “La renta espectral”, de Henry James. “Schalken el pintor”, “El fantasma de la señora Crowl”, de Sheridan Le Fanu. “El conde Magnus”, “El maleficio de las runas”, “Panorama desde la colina”, “Mr. Humphreys y su herencia”, “El diario de Mr. Poynter”, “Los sitiales de la catedral de Barchester”, “El grabado”, de M. R. James. “El pueblo blanco”, “El sello negro”, “La pirámide resplandeciente”, “N”, de Arthur Machen. “Olalla”, “El ladrón de cadáveres”, de Stevenson. “Los sauces”, “Antiguas brujerías”, “Descenso a Egipto”, de Algernon Blackwood. “La habitación de la torre”, de E. F. Benson. “El hijo”, “El espectro”, “El almohadón de plumas”, “La gallina degollada”, de Horacio Quiroga. “Circe”, “Cartas de mamá”, “La noche boca arriba”, “Las babas del diablo”, de Julio Cortázar. “Crouch End”, “Soy la puerta”, “A veces vuelven”, de Stephen King. “La novia”, de M. P. Shiel. “La trama celeste”, “En memoria de Paulina”, de Adolfo Bioy Casares. “La puerta en el muro”, de H. G. Wells. “¿Qué es esto?”, de Fitz James O'Brien. “La nave abandonada”, “La nave de piedra”, de William Hope Hodgson. “El vampiro”, de John William Polidori, “El osito de felpa del profesor”, de Theodore Sturgeon. “Los veraneantes”, de Shirley Jackson. “El joven Goodman Brown”, “La hija de Rappaccini”, de Nathaniel Hawthorne. “John Barrington Cowles”, de Arthur Conan Doyle. “La marca de la bestia”, “La extraña cabalgada de Morrowbie Jukes”, de Rudyard Kipling. “El beso”, de Gustavo Adolfo Bécquer. “La araña”, de H. H. Ewers. “Porque la sangre es vida” de F. Marion Crawford. “Vera”, de Villiers de L´Isle-Adam. “La familia del vurdalak”, de Alekséi Nikoláyevich Tolstói. “Hijo del alma”, de Emilia Pardo Bazán. “El jardín del Montarto”, “Era una presencia muerta”, de Noel Clarasó. “El grano de la granada”, de Edith Wharton. “El olor”, de P. McGrath. “Ovando”, de J. Kincaid. “Mirad allí arriba”, de H. Russell Wakefield. “El patio”, “La tercera expedición”, “Los hombres de la Tierra”, de Ray Bradbury. “Lord Mountdrago”, de William Somerset Maugham. “Bethmoora”, “La oficina de cambio de males”, de Lord Dunsany. “De profundis”, de Walter de la Mare. “Los perros de Tíndalos”, de Frank Belknap Long. “La reina muerta”, de Robert Coover. “El papel amarillo”, de Charlotte P. Gilman. “El valle de lo perdido”, de Robert E. Howard. “El escultor de gárgolas”, “El final de la historia”, de Clark Ashton Smith. “Voces quedas en Passenham”, de T. H. White. “Los cicerones”, de Robert Aickman. “Fullcircle”, de John Buchan. “Et in sempiternum pereant”, de Charles Williams. “El monje negro”, de Antón Chéjov. "Los tres desconocidos", "El brazo marchito", de Thomas Hardy...

Véase también

Bibliografía

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  • VV. AA.: Los mitos de Cthulhu (Rafael Llopis, ed. e intr.). Alianza, 1976.
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Referencias

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  3. Llopis, 13
  4. James, M. R.; Llopis, Rafael (prólogo) (1973). Trece historias de fantasmas. Madrid: Alianza. p. 7. ISBN 84-206-1486-6. 
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  8. Conviene precisar que, en inglés, coloquialmente el ghost story [ghost: fantasma] puede referirse a todo tipo de relato terrorífico, como puede verse en la segunda acepción del Merriam-Webster Dictionary: «Relato basado en la imaginación más que en la realidad». «Definición de "ghost story"». Merriam-Webster Dictionary (en inglés). Consultado el 24 de agosto de 2014. 
  9. Sullivan, Jack, et al. (1986). «Golden Age of the Ghost Story». The Penguin Encyclopedia of Horror and the Supernatural (en inglés). New York: Viking Press. p. 174-6. ISBN 0-670-80902-0. 
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  12. J. G. Frazer: La rama dorada, versión Pdf. edición Fondo Cultura Económica, 1981 ISBN 84-375-0194-6 - Acceso 14/06/2013: «La rama dorada, vid. pp. 750 y ss.». 
  13. Donovan, 65
  14. Wilson, 148-9
  15. Historia natural de los cuentos de miedo, pp. 324-6
  16. Propp, 35-74
  17. op. cit., p. 8
  18. Lovecraft, 163
  19. Ensayos y críticas, p. 256
  20. op. cit., p. 9
  21. Prólogo de Antología de cuentos de terror. 1. De Daniel Defoe a Edgar Allan Poe, p. 9
  22. Ibíd., p. 12
  23. citado en introd. Historias de fantasmas de la literatura inglesa, p. 10
  24. Ibíd.
  25. Edith Wharton: Relatos de fantasmas. Alianza Editorial, Madrid, 1978. ISBN 84-206-3041-1, pp. 11-3
  26. El gran libro del terror, pp. 17 y ss.
  27. Teoría y técnica del cuento, p. 175
  28. Horace Walpole: El castillo de Otranto, www.todoebook.net - Acceso 21/12/2012: «El castillo de Otranto». 
  29. Charles Nodier: Infernaliana. Ed. Valdemar, Madrid, 1988 - ISBN 84-7702-012-4, pp. 71-2
  30. Gustavo Adolfo Bécquer, Rimas y leyendas, Círculo de Lectores, Barcelona, 1969, Dep. legal 17176-62, p. 177
  31. Cortázar en la introducción a Ensayos y críticas de Edgar A. Poe, p. 34
  32. Stevenson, Robert Louis (1983). Ensayos literarios. Madrid: Hiperión. ISBN 84-7517-086-2, p. 115
  33. Cortázar en op. cit., p. 34
  34. Prólogo al libro poeano Cuentos de lo grotesco y arabesco, citado por Cortázar, en op. cit. p. 43; dicha afirmación de Poe ha sido corroborada prácticamente por toda la crítica especializada.
  35. Citado por Cortázar en op. cit., p. 44
  36. Lovecraft, 199
  37. Cuentos. 1, p. 317
  38. Los mitos de Cthulhu, p. 65
  39. Historias de fantasmas de la literatura inglesa. 1, p. 279
  40. Los mitos de Cthulhu, pp. 122-3
  41. Llopis, 245-6
  42. Wilson, 155-6
  43. Llopis, introducción a Los Mitos de Cthulhu, p. 16
  44. Necronomicon II. Barral, 1976, p. 155
  45. Llopis, 289-0
  46. Historia natural de los cuentos de miedo, pp. 317 y 326-7
  47. VV.AA. Horror - 2, Ed. Martínez Roca, Barcelona, 1986, ISBN 84-270-1068-9, p. 127
  48. Cfr. Dead Reckonings (No. 6, Volume 2009, pp. 28-30)
  49. Llopis, 253
  50. Cortázar, Julio: Los relatos - 1. Ritos. Alianza Editorial, Madrid, 1976, ISBN 84-206-1615-X, p. 13
  51. Historia natural de los cuentos de miedo, p. 331
  52. Cuentos de terror, Ed. Grijalbo, p. 135
  53. VV. AA.: Relatos maestros de terror y misterio. Agustí Bartra, ed. Ed. Martínez Roca, 1977.
  •   Datos: Q15919135

cuento, terror, cuento, terror, también, conocido, como, cuento, horror, cuento, miedo, ciertos, países, sudamérica, cuento, suspenso, considerado, sentido, estricto, toda, aquella, composición, literaria, breve, generalmente, corte, fantástico, cuyo, principa. El cuento de terror tambien conocido como cuento de horror o cuento de miedo y en ciertos paises de Sudamerica cuento de suspenso considerado en sentido estricto es toda aquella composicion literaria breve generalmente de corte fantastico cuyo principal objetivo parece ser provocar el escalofrio la inquietud o el desasosiego en el lector definicion que no excluye en el autor otras pretensiones artisticas y literarias La revista Weird Tales Cuentos de miedo o cuentos extranos en ingles portada del numero correspondiente a septiembre de 1952 Indice 1 Introduccion 1 1 Contexto 1 2 El cuento tradicional 1 3 Tecnica 1 4 Caracterizacion y tipos 2 Historia 2 1 Antecedentes 2 2 Primeras muestras 2 3 Los grandes clasicos 2 4 Pleno desarrollo 2 5 Lovecraft y compania 2 6 Los ultimos anos 2 6 1 En el mundo anglosajon 2 6 2 En espanol 2 6 2 1 Publicaciones en espanol 3 Hitos del genero 4 Vease tambien 5 Bibliografia 6 ReferenciasIntroduccion EditarEl estudioso franco estadounidense Jacques Barzun en The Penguin Encyclopedia of Horror and the Supernatural Enciclopedia Penguin del horror y lo sobrenatural afirma que el interes por este tipo de historias cabe interpretarlo como un intento practico de introducir un orden y estructura en la imaginacion endureciendo asi el alma contra sus amenazas en una palabra estos cuentos se usan como antidoto 1 De parecida opinion es el celebre escritor estadounidense de horror Stephen King quien en su largo estudio Danza macabra declaro Por que motivo van a sacarse de la nada cosas horribles cuando hay tanto horror real en el mundo La respuesta parece ser que inventamos horrores para ayudar a hacer frente a los reales Sirviendonos de la portentosa imaginacion humana nos aferramos a esos mismos elementos que introducen discordia y destruccion a fin de convertirlos en herramientas de desmantelamiento de si mismos 2 El historiador del terror espanol Rafael Llopis escribe en su Historia natural de los cuentos de miedo Al hablar de cuento de terror o cuento de miedo me refiero a un genero literario cuya finalidad primordial es producir como decia Walter Scott un agradable estremecimiento de terror sobrenatural Me refiero a un tipo de relato cuya materia prima no es tanto la muerte en si como lo que haya o pueda haber despues de la muerte lo sobrenatural la vivencia del Mas Alla 3 En uno de sus prologos Llopis define asimismo Los cuentos de miedo constituyen una expresion de lo numinoso cuando ya no se cree en su existencia objetiva 4 Por su parte la escritora estadounidense Joyce Carol Oates asimismo cultivadora del genero sostuvo en su ensayo lovecraftiano The King of Weird En escritores como Henry James o Edith Wharton que experimentaron con la literatura de modelo gotico este tipo de relato puede ser compensatorio de una vida de aburrimiento y prohibiciones mientras que en otros senaladamente Edgar Allan Poe y H P Lovecraft el cuento gotico sugiere mas bien una forma de autobiografia psiquica 5 Contexto Editar Un cuento de terror seria por tanto un relato literario y no oral ya que si bien existe una amplia y antiquisima tradicion de cuentos con dichos contenidos probablemente por tratarse de relatos transmitidos de boca en boca nunca han recibido otra denominacion que la de cuentos o leyendas a secas Ni siquiera cuentos infantiles aunque de indole terrorifica e inscritos en la tradicion oral en su dia como La Cenicienta de Charles Perrault o Caperucita Roja y Blancanieves de los Hermanos Grimm reciben la denominacion de cuentos de terror que parece haber sido acunada expresamente para las obras mayores del genero aparecidas entre los siglos XIX y XX Blancanieves en su ataud Theodor Hosemann 1867 Cuento de hadas o de miedo En su ensayo Un tratado sobre cuentos de horror el critico estadounidense Edmund Wilson sostiene que los primeros grandes cuentistas del genero fueron aquellos que pretendieron un nivel literario mas alla del entretenimiento popular Hawthorne Poe Melville y Gogol Y continua El primer cuento corto de horror realmente grande aparecio a principios o mitad del siglo XIX cuando la escuela de la novela gotica habia alcanzado alguna sofisticacion y estaba adoptando los metodos del realismo Esos cuatro autores escribieron cuentos que eran a la vez cuentos de horror y fabulas psicologicas o morales No estaban interesados en apariciones por si mismas sabian que sus demonios eran simbolos y sabian lo que estaban haciendo con esos simbolos 6 El estudioso britanico del genero David Punter en su obra The Literature of Terror A History of Gothic Fictions from 1765 to the Present Day relaciona estrechamente el termino terror con la narrativa gotica de procedencia anglosajona de Lewis a Conan Doyle de Mary Shelley a Ambrose Bierce de Dickens a J G Ballard en todos los cuales hallamos rastros de lo gotico Los conceptos de gotico y terror han aparecido entrelazados a lo largo de la historia de la literatura y lo que se precisa es una investigacion de como y por que tal ha llegado a ser el caso 7 Segun el especialista estadounidense Jack Sullivan muchos criticos literarios proponen que la Edad de Oro del cuento de fantasmas 8 se dio a partir del periodo de decadencia de la novela gotica en la decada de 1830 y duro hasta el inicio de la Primera Guerra Mundial Sullivan sostiene que las obras de Edgar Allan Poe y Sheridan Le Fanu inauguraron dicha Edad de Oro 9 El cuento tradicional Editar Para Vladimir Propp el cuento solo puede denominarse como tal si es fantastico maravilloso el estudio del cuento popular o folklorico solo puede aplicarse cuando se trata de los cuentos maravillosos los cuentos en el sentido propio de esta palabra 10 De esta manera Propp parece defender que el cuento de miedo como tal cuento nunca puede ser realista Si estrictamente hablando hemos de considerar el cuento de terror como relato literario la definicion mas amplia confunde sin embargo en muchos casos el cuento de terror mas bien el cuento de miedo con el mero cuento tradicional y tradicional en el sentido de ancestral Se conocen cuentos de miedo desde siempre desde la mas remota antiguedad El cuento de horror es tan antiguo como el pensamiento y el habla humanos manifesto H P Lovecraft 11 Y para Edmund Wilson como veremos mas adelante el cuento de miedo de por si tiene caracter anticuado Este tipo de historias o leyendas se alimenta primordialmente de los diversos miedos naturales del hombre la muerte las enfermedades y epidemias crimenes y desgracias de todo tipo catastrofes naturales Segun Rafael Llopis los cuentos de terror natural se basan mas o menos directamente en el miedo a la muerte especialmente a una muerte atroz mas alla de esa frontera se extiende el dominio de lo que los anglosajones entienden por cuentos de lo sobrenatural que se basan en el miedo al Mas Alla 3 Relatado por los viejos del lugar al amor del fuego en noches propicias el cuento de miedo es elemento tipico del folklore de los pueblos y ha sido sin duda una de las primeras formas culturales de la humanidad tan antigua como la epica la magia y la religion de las cuales igualmente se nutria Pensemos en los dioses y demonios los buenos y malos espiritus los monstruos leviatanes magos y adivinos que a traves de los mitos leyendas epopeyas y epopeyas mitologicas han asustado al hombre a lo largo de toda la Antiguedad en culturas tan dispares como las de la India Japon Mesopotamia America del Sur Antigua Grecia pueblos nordicos celtas etc Odiseo ante Escila y Caribdis de Johann Heinrich Fussli En la literatura de la Grecia clasica por ejemplo encontramos elementos que diriase ya prefiguran algunos aspectos del relato de terror El ultimo canto de la Iliada que trata sobre el rescate del cadaver de Hector esta impregnado de una atmosfera casi sobrenatural muy cercana al cuento de fantasmas en la que el dios Hermes se comporta como un espectro poderoso omnipresente y protector En la parte central de la Odisea nos adentramos en un mundo y en una geografia imaginarios a veces fantasmagoricos con amenazas tales como la de la diosa Circe cuya descripcion coincide con la de las brujas arquetipicas de toda la literatura posterior y monstruos antropofagos como Escila Caribdis y Polifemo El antropologo escoces James George Frazer recoge a lo largo de su obra capital La rama dorada cientos de cuentos y leyendas con especial atencion a los tabues de todo tipo procedentes de todas las partes del mundo y de todas las epocas Uno de los mitos mas antiguos en este sentido es el que Fraser llama alma externada vinculado con la muerte y la resurreccion Fabulas de esta clase estan difundidas extensamente en el mundo y del numero y la variedad de incidentes y detalles de que esta revestida la idea principal podemos deducir que la idea de un alma externada es una de las que han tenido mas fuerte arraigo en la mentalidad de los hombres en una etapa historica primitiva Los cuentos populares son un fidedigno reflejo del mundo tal como aparecio ante la mente primitiva y podemos estar seguros de que una idea que se encuentre corrientemente en ellos por absurda que nos parezca debio ser alguna vez articulo de fe corriente Esta conviccion en lo que se refiere al supuesto poder de separar el alma del cuerpo por un tiempo mas o menos largo se corrobora ampliamente por una comparacion de los cuentos populares en cuestion con las creencias y practicas actuales de los salvajes 12 En el cuento de miedo popular se entrecomilla de alguna manera al Mal buscando atemorizar con el a las buenas gentes a fin de exorcizarlo o quiza solo por advertir de sus peligros Asi el cuento de miedo llega en muchos aspectos a confundirse en la forma y en el fondo con las citadas expresiones originales del espiritu colectivo no supone la propia Biblia un buen muestrario de relatos terrorificos cosa que no es de extranar dados los resortes animicos tan sutiles que suelen remover en el lector o en la audiencia sus espinosos contenidos Un trol escandinavo Theodor Kittelsen 1911 En la Edad Media las cronicas y anales oficiales y oficiosos aparecen salpicados de todo tipo de datos supersticiones y consejas que versan sobre ogros aparecidos brujas duendes vampiros hombres lobo y otros seres y animales malditos En todos los paises se ha asustado siempre a los ninos con los demonios indigenas respectivos y mas en concreto en los de habla hispana con las distintas variantes de El Coco el Hombre del saco el Chupacabras y el Sacamantecas Las antiguas herejias la larga tradicion de la alquimia las ciencias ocultas y las sectas prohibidas inspiraron igualmente multitud de fabulas y narraciones orales y escritas largas y cortas unas tirando a lo didactico y benevolo y otras directamente a lo terrible historias genuinas y deformadas en infinitas versiones y dirigidas a un publico en el que no se diferenciaban las edades Tanto si se elevaban por los aires sobre escobas como sobre machos cabrios el volar podia ser peligroso para las brujas ya que el tanido de la campana de una iglesia podia derribar su aereo vehiculo Una bruja llamada Lucrezia fue quemada despues de confesar que cuando regresaba del sabbat su demonio la arrojo sin contemplaciones al oir el toque del Angelus Historia de la brujeria 1971 de Frank Donovan 13 En relacion con el tema central de este articulo es decir la derivacion literaria del terror popular el ya citado Edmund Wilson al final de la Segunda Guerra Mundial hablo de lo que el llamaba horror homeopatico Entonces cual es el motivo en estos dias en que una solitaria casa de campo probablemente esta equipada con luz electrica radio y telefono de nuestro regreso a esos cuentos anticuados Bastan creo dos razones primera la anoranza de misticas experiencias que siempre parecen manifestarse durante periodos de confusion social cuando el progreso politico esta bloqueado tan pronto como sentimos que nuestro mundo propio nos ha fallado tratamos de encontrar evidencias de otros mundos segunda el instinto de inocularnos contra el panico de los horrores reales desatados en la tierra Gestapo y G P U ataques de tanques y bombardeos aereos casas equipadas con trampas por medio de inyecciones de horror imaginario lo cual nos tranquiliza con la pasajera ilusion de que las fuerzas del crimen y la locura puedan ser domadas y obligadas a proveernos con un simple entretenimiento dramatico Hasta tratamos de hacerlas agradables y divertidas como en Arsenico por compasion que dificilmente hubiera podido hacerse popular o siquiera ponerse en escena durante cualquier otro periodo de nuestra historia De Un tratado sobre cuentos de horror 1944 14 Y sobre este terror literario y cinendonos en todo momento a la literatura occidental dificilmente se entiende el hecho de que pese a tratarse de una modalidad con tan venerables precedentes y que ha contado entre sus cultivadores con algunos de los mejores escritores tanto en Occidente como en el Oriente de todas las epocas hoy en dia se trate al objeto de este articulo con una cierta distancia sin duda despectiva como vulgar literatura de genero fenomeno debido tal vez a las connotaciones negativas adquiridas por el contacto en los ultimos anos con cierto tipo de cine y otras manifestaciones audiovisuales de baja calidad y peor gusto el subgenero conocido como gore de origen anglosajon 15 Tecnica Editar Dejando aparte las fuentes tradicionales nutridas de la cultura y la historia de los pueblos el cuento de terror literario trata de verselas y hacerse eco de esos espantos mucho mas personales que nos persiguen y agobian a traves de las pesadillas Un cuento de terror no supone en realidad mas que un intento de recrear con fines catarticos si bien no falta quien afirme que sadicos tales mundos oniricos con todo lo de estrambotico y siniestro que contienen aunque acatando siempre unas determinadas reglas Solo hay una salvedad al final llegada la necesidad no le asiste a uno el recurso de despertarse Como producto artistico el cuento de miedo se ve constrenido pues por una normativa procedimental caracteristica Vladimir Propp afirma tajantemente Todos los cuentos maravillosos pertenecen al mismo tipo en lo que concierne a su estructura Esto es que parecidos esquemas Propp los llama funciones se repiten una y otra vez Uno de los miembros de la familia se aleja de la casa Recae sobre el protagonista una prohibicion Se transgrede la prohibicion El agresor intenta enganar a su victima para apoderarse de ella o de sus bienes La victima se deja enganar y ayuda asi a su enemigo a su pesar etc 16 esquemas similares y aun mas sencillos el tema de fondo siempre es el mismo el enfrentamiento al Mal se dan en el cuento literario de terror Adolfo Bioy Casares por su parte en el prologo a la Antologia de la literatura fantastica cita leyes generales por un lado y especiales para cada cuento especifico por otro 17 Pero son tres los elementos o exigencias fundamentales que se admiten comunmente como requisitos a cumplir En primer lugar ha de verificarse un cuidado muy especial en el diseno del clima la atmosfera que rodea los siniestros acontecimientos de marras aspecto este en el cual los grandes autores se evidencian a menudo como autenticos virtuosos La atmosfera es siempre el elemento mas importante por cuanto el criterio final de la autenticidad no reside en urdir la trama sino en la creacion de una impresion determinada 18 El cuentista suele asimismo trabajar con gran detalle el desarrollo narrativo la gradacion de efectos es decir la estructura secuencial de la historia de manera que contribuya en todo lo posible a la suspension de la incredulidad del lector a la verosimilitud tan apreciada o mas que la propia originalidad por Poe lo que se pretende suscitar en el lector es el miedo y esta de sobra demostrado que a tal efecto prima una mecanica lenta y gradual En el cuento propiamente dicho donde no hay espacio para desarrollar caracteres o para una gran profusion y variedad incidental la mera construccion se requiere mucho mas imperiosamente que en la novela En esta ultima una trama defectuosa puede escapar a la observacion cosa que jamas ocurrira en un cuento Empero la mayoria de nuestros cuentistas desdena la distincion Parecen empezar sus relatos sin saber como van a terminar y por lo general sus finales como otros tantos gobiernos de Trinculo parecen haber olvidado sus comienzos Marginalia de Edgar A Poe 19 Todo cuento de terror finalmente como se ha dicho resulta en un pequeno tratado sobre el Mal en alguno de sus infinitos rostros y formas por lo que en principio conviene obviar toda otra consideracion moralista o sensible a la hora de abordar su ejecucion o su lectura Bioy Casares aunque refiriendose a la literatura fantastica anade otro factor de obviedad fundamental la sorpresa que ademas de argumental puede ser verbal por la terminologia utilizada e incluso de puntuacion 20 Caracterizacion y tipos Editar Los autenticos cuentos macabros cuentan con algo mas que un misterioso asesino unos huesos ensangrentados o unos espectros agitando sus cadenas segun la vieja regla Pues debe respirarse en ellos una determinada atmosfera de expectacion e inexplicable temor ante lo ignoto y el mas alla han de estar presentes unas fuerzas desconocidas la maligna y especifica suspension o la derrota de las leyes desde siempre vigentes de la Naturaleza que representan nuestra unica salvaguardia contra los asaltos del caos y los demonios del espacio insondable El horror sobrenatural en la literatura de H P Lovecraft 18 En Lovecraft parece haberse inspirado para su definicion el ya citado Rafael Llopis medico y estudioso espanol del genero autor de la Historia natural de los cuentos de miedo y responsable de algunas de las hoy por hoy mas importantes antologias aparecidas en lengua castellana Los Mitos de Cthulhu Antologia de cuentos de terror Lo que caracteriza al verdadero cuento de miedo es la aparicion de un elemento sobrenatural e inexplicable totalmente irreductible al universo conocido que rompe los esquemas conceptuales vigentes e insinua la existencia de leyes y dimensiones que no podemos ni intentar comprender so pena de sufrir graves cortocircuitos cerebrales 21 He aqui una referencia clara al cuento de terror literario aunque parece mas bien restringirse al modelo y espiritu del propio Lovecraft Pero lo que habria que destacar sin duda es el elemento sobrenatural hoy tambien conocido como paranormal Llopis por otra parte hace oscilar el genero de la novela larga al relato breve de lo irreal al realismo del realismo al onirismo del cuento al informe tecnico del informe tecnico a la ciencia ficcion de esta al misticismo etc en sucesivas oleadas 22 El escritor y especialista britanico L P Hartley describia una de sus variedades el cuento de fantasmas como la forma mas exigente del arte literario 23 Los compiladores Michael Cox y R A Gilbert Historias de fantasmas de la literatura inglesa Edhasa acerca de esta misma variedad sostienen que Los protagonistas fantasmales deben actuar con intencionalidad sus acciones o las consecuencias de las mismas deben constituir el tema central del relato en lugar de las acciones de los vivos Y lo mas importante todo fantasma sea humano animal o cadaver reanimado debe estar indiscutiblemente muerto Prologo de Historias de fantasmas de la literatura inglesa 24 Edith Wharton en 1907 La escritora estadounidense Edith Wharton escribio en el prologo a una edicion de sus relatos Los espectros para manifestarse requieren dos condiciones contrarias a la mentalidad moderna silencio y continuidad Es mas afortunado para un espectro ser vividamente imaginado que pobremente percibido y nadie sabe mejor que el lo dificil que es ponerlo en palabras imprecisas aunque suficientemente transparentes pero no debemos permitir que la moral intervenga en la apreciacion de un relato de fantasmas Para su efecto debe depender unicamente de lo que podriamos llamar su cualidad termometrica si nos produce un frio estremecimiento que nos recorre la espina dorsal ha cumplido su mision y lo ha hecho bien Pero no existe regla fija sobre el medio de producir este estremecimiento Prologo a Relatos de fantasmas 1937 25 El antologista norteamericano David G Hartwell responsable entre otras contribuciones de la antologia The dark descent publicado como El gran libro del terror por Ed Martinez Roca afirma que al final de un cuento de terror el lector se queda con una nueva percepcion de la naturaleza de la realidad y divide la literatura de terror en tres corrientes 1 La alegoria moral relatos sobrenaturales 2 La metafora psicologica psicopatologias varias y 3 Lo fantastico la moderna mezcla de ambas 26 El escritor y estudioso del cuento Enrique Anderson Imbert Teoria y tecnica del cuento 1979 se queja de las clasificaciones habituales Algunas clasificaciones son demasiado abstractas Roger Caillois ha propuesto que se prepare una tabla teorica y de ahi se deduzcan y prevean los temas actuales y posibles de la misma manera que de la tabla de propiedades quimicas de Mendeliev se pudieron predecir elementos hasta entonces desconocidos Otras clasificaciones son demasiado concretas Enumeran todas las variantes tematicas que les vienen a las mientes Si en la tabla general se habla de seres inexistentes en la enumeracion concreta se habla de dioses angeles hadas duendes gigantes monstruos brujas fantasmas vampiros licantropos esqueletos larvas y asi ad nauseam por prolijas que sean las listas de temas siempre quedan cuentos que no se dejan clasificar Los del subgenero de la ciencia ficcion son los que mas se resisten 27 Anteriormente los escritores y compiladores argentinos Jorge Luis Borges Silvina Ocampo y Adolfo Bioy Casares a juzgar por el principio de seleccion que parecio animarlos a la hora de reunir los materiales de su celebre Antologia de la literatura fantastica 1940 habian hecho coincidir en gran medida el relato fantastico con el de terror lo que no ayuda precisamente como guia a aquellos con vocacion clasificadora Bioy Casares afirmaba en el prologo de la obra citada que no hay un tipo de cuento fantastico sino muchos Lo mismo puede aplicarse al cuento de terror Tan absurdo parece ya dividirlo en cuentos de vampiros de fantasmas de muertos vivientes etc como atender a criterios puramente tecnicos o estructurales para su estudio El grado de complejidad y sofisticacion literarias en este campo concreto como en cualquier otra manifestacion artistica a la vuelta del siglo XX lo que en musica ha dado lugar por ejemplo a lo que se conoce como mestizaje ha llegado a tal punto que dificilmente resultara verosimil meramente productivo otro criterio de seleccion que el meramente historico Historia EditarAntecedentes Editar Los antecedentes inmediatos del formato breve como tal hay que buscarlos no obstante en el largo mas en concreto en la llamada novela gotica vease literatura de terror gotico que florecio en la segunda mitad del siglo XVIII y primera del XIX en tierra de nadie entre racionalismo y romanticismo Los grandes novelistas goticos inspirados principalmente en el romanticismo aleman y en autores como Daniel Defoe S T Coleridge el Marques de Sade asi como en los demonios de Goethe y los fantasmas de Shakespeare entendieron por sobrenatural un tetrico submundo poblado de nobles atrabiliarios espectros aulladores y monjas ensangrentadas pululando preferentemente por lobregas catacumbas de castillos medievales marcados por alguna oscura maldicion convenientemente subrayada a cada paso por rayos truenos y centellas de tormenta Horace Walpole pionero de la novela gotica El ingles Horace Walpole fue el padre de la exitosa serie El castillo de Otranto 1764 Anos mas tarde tuvo como destacados continuadores a William Beckford Vathek 1786 Ann Radcliffe Los misterios de Udolfo 1794 Matthew G Lewis El monje 1796 y Charles Maturin Melmoth el errabundo 1820 sin olvidar a la que fue precursora de la ciencia ficcion Mary Shelley Frankenstein o el moderno Prometeo de 1817 Tambien cabria mencionar aqui la novela Manuscrito encontrado en Zaragoza 1805 del polaco Jan Potocki Para mas informacion vease el articulo correspondiente Novela de terror La parte baja del castillo estaba recorrida por varios claustros intrincados y no resultaba facil para alguien tan ansioso dar con la puerta que se abria a la caverna Un terrible silencio reinaba en aquellas regiones subterraneas salvo de vez en cuando algunas corrientes de aire que golpeaban las puertas que ella habia franqueado y cuyos goznes al rechinar proyectaban su eco por aquel largo laberinto de oscuridad Cada murmullo le producia un nuevo terror pero aun temia mas escuchar la voz airada de Manfredo urgiendo a sus criados a perseguirla El castillo de Otranto de Horace Walpole 28 Primeras muestras Editar Entre los primeros cuentistas propiamente dichos es preciso nombrar al aleman E T A Hoffmann 1776 1822 a quien Lovecraft llego a tachar de ligero y extravagante pero cuyo talento pionero anticipo muchos de los temas y formas que dominarian en anos posteriores incluyendo la ciencia ficcion a traves de titulos como El magnetizador El hombre de arena o Los automatas El frances Charles Nodier 1780 1844 bibliotecario de enorme prestigio en su tiempo ademas de filosofo cientifico y alborotador politico a raiz de su devocion por Hoffmann dejo a la posteridad un nutrido ramillete de obritas repletas de brujas vampiros y espectros varios a medias entresacados de la tradicion popular y de su propia cosecha En ellas se aunan la sencillez de diseno y el delicioso sonsonete del viejo cuento de aparecidos El vampiro Arnold Paul El espectro de Olivier Las aventuras de Thibaud de la Jacquiere El tesoro del diablo Los huespedes infernales comenzaron entonces a mover las mesas a aullar a mirar por las ventanas adoptando formas de osos lobos gatos y de hombres terribles en cuyas manos se veian vasos llenos de vino pescados y carne cocida y asada Historia de una aparicion de demonios y espectros en 1609 de Charles Nodier 29 Gustavo Adolfo Becquer autor de las Leyendas Escritores netamente romanticos como Theophile Gautier La muerta enamorada Prosper Merimee La venus de Ille Walter Scott La habitacion tapizada Victor Hugo Hans de Islandia Washington Irving La leyenda de Sleepy Hollow y el Baron de la Motte Fouque Ondina novela corta se sintieron pronto atraidos por la nueva corriente contribuyendo de una u otra forma y con desigual fortuna a la misma si bien ninguno de ellos cultivo con asiduidad el cuento de terror propiamente dicho Algo posterior en Espana el romantico tardio Gustavo Adolfo Becquer 1836 1870 fue muy aclamado por sus Leyendas las cuales contienen algunos cuentos de miedo de extraordinario merito El Monte de las Animas El miserere Maese Perez el organista refirio cosas horribles Entre otras asegura que vio a los esqueletos de los antiguos templarios y de los nobles de Soria enterrados en el atrio de la capilla levantarse al punto de la oracion con un estrepito horrible y caballeros sobre osamentas de corceles perseguir como a una fiera a una mujer hermosa palida y desmelenada que con los pies desnudos y sangrientos y arrojando gritos de horror daba vueltas alrededor de la tumba de Alonso El Monte de las Animas de Gustavo A Becquer 30 Los grandes clasicos Editar El norteamericano Edgar Allan Poe 1809 1849 y el irlandes Joseph Sheridan Le Fanu 1818 1873 son comunmente considerados los dos autores que abrieron camino en el genero De Le Fanu se dice que es el fundador del relato de fantasmas ghost story moderno en Gran Bretana El fantasma de la Senora Crowl Te verde El vigilante Dickon el diablo modalidad que tanta repercusion tendria luego en la epoca victoriana Pero lo que lo asemeja a Poe es el novedoso tratamiento que da al fenomeno malefico La facil explicacion racional y aun mas el desenlace moralista positivo la mano de la Providencia Divina surgiendo de un modo u otro al final para poner las cosas al monstruo al bueno y al malo en su sitio seran desterrados definitivamente por estos autores Ambos ademas inauguraran el llamado terror psicologico mas atento a la atmosfera de la historia y a medir los efectos emocionales que al mero susto Imagen de Edgar Allan Poe Con Poe el cuento de terror alcanzara sus mas altas cimas muy pronto hacia los anos 30 del siglo XIX periodo que vio nacer el cuento como genero autonomo al decir de Cortazar 31 El norteamericano es maestro absoluto del genero porque en primer lugar siguiendo al propio Cortazar lo es de la tecnica del relato breve en si Por un lado su gran instinto narrativo que ya reconocia su detractor R L Stevenson 32 y por otro su gran bagaje poetico lo indujeron a incorporar a un ambito que el determino muy exigente y especializado elementos sin embargo muy dispares procedentes de las artes plasticas de la musica de la misma poesia a los que incorporaba incluso los efectos distorsionantes de los alucinogenos Decidio a la vez que era preciso despojar al relato de todo elemento narrativo accesorio alejandolo de la prolijidad novelistica Sobraba todo aquello que no contribuyera al efecto puntual deseado asi de entrada en sus cuentos no tienen cabida las citadas consideraciones sociales morales religiosas Comprendio que la eficacia de un cuento depende de su intensidad como acaecimiento puro es decir que todo comentario al acaecimiento en si debe ser radicalmente suprimido 33 En sus poderosas fantasmagorias no se trasluce otra cosa que una imaginacion y una inteligencia portentosas rigidamente al servicio de un designio artistico Poe no se fundamento en una tradicion especifica Ante las acusaciones que se le dirigian de tratar de imitar a los alemanes afirmo Ese terror no viene de Alemania sino del alma 34 Ningun otro autor anterior o posterior ha sabido evocar como el una atmosfera malsana y de pesadilla hilvanar las escenas con tan infernal habilidad culminar las historias con tan sonora consistencia retratar los efectos de la condenacion segun Van Wyck Brooks Desde los dias de los alquimistas nadie ha producido como Poe los efectos de la condenacion nadie ha tenido mas conciencia de estar condenado En sus paginas no se siente jamas el halito de la vida ocurren crimenes que no repercuten en la conciencia humana se oyen risas sin sonido hay llanto sin lagrimas belleza sin amor amor sin hijos Es un mundo silencioso frio arrasado lunatico esteril un brezal del diablo Y solo lo impregna una sensacion de intolerable remordimiento 35 De Poe afirmo su seguidor Lovecraft Realizo lo que nadie habia realizado o podia haber realizado y a el debemos la novela de horror moderna en su estado final y perfecto 36 Titulos El gato negro La caida de la Casa Usher El barril de amontillado El corazon delator La Cita Durante todo un dia de otono triste oscuro silencioso cuando las nubes se cernian bajas y pesadas en el cielo cruce solo a caballo una region singularmente lugubre del pais y al fin al acercarse las sombras de la noche me encontre a la vista de la melancolica Casa Usher No se como fue pero a la primera mirada que eche al edificio invadio mi espiritu un sentimiento de insoportable tristeza Digo insoportable porque no lo atemperaba ninguno de esos sentimientos semiagradables por ser poeticos con los cuales recibe el espiritu aun las mas austeras imagenes naturales de lo desolado o lo terrible La caida de la Casa Usher de Edgar A Poe 37 Al igual que Herman Melville el propio Poe alabo a su contemporaneo y compatriota Nathaniel Hawthorne 1804 1864 como hombre de genio resena de Twice Told Tales de Hawthorne Este autor aunque gran estilista se hallaba muy lastrado por el rigido puritanismo en que se formo un pariente suyo fue juez en los procesos contra la brujeria celebrados en Salem y no supo o no quiso transmitir a sus historias ni la fuerza ni el desgarro artistico que admiran en aquel Titulos Wakefield El velo negro del predicador El experimento del Dr Heidegger En Francia los alsacianos Erckmann y Chatrian nacidos en 1822 y 1826 respectivamente cultivaron un estilo campechano muy eficaz con grandes influencias alemanas Hugo el lobo El burgomaestre embotellado Guy de Maupassant Pero es al tambien frances Guy de Maupassant 1850 1893 discipulo de Flaubert y admirador de Poe a quien debe la literatura europea de terror algunas de sus mejores piezas Sus hondas convicciones naturalistas generaron probablemente los acusados tintes emocionales presentes en sus mejores cuentos Sus temas fueron el panico la soledad la locura la perdicion Titulos El Horla Quien sabe La cabellera Loco El terror recupero con el periodista norteamericano Ambrose Bierce 1842 1914 toda la garra y la intensidad que habia desarrollado Poe en sus origenes En sus arrebatadoras fantasias muchas de ellas ambientadas en la Guerra de Secesion americana el terror panico acecha siempre en las cercanias y en el momento de desatarse parece decidido a devorar vivos literalmente a los personajes Titulos La cosa maldita La muerte de Halpin Frayser Un habitante de Carcosa La ventana tapiada Observe con estupor que nada me resultaba familiar A mi alrededor se extendia una inmensa llanura desierta barrida por el viento cubierta de yerbas altas y marchitas que se agitaban y silbaban bajo la brisa de otono mensajera de Dios sabe que misterios e inquietudes A largos intervalos veia unas rocas que emergian del suelo con formas extranas y funebres colores Un habitante de Carcosa de Ambrose Bierce 38 Pleno desarrollo Editar Partiendo del contemporaneo de Poe Charles Dickens quien aporto joyas como La casa encantada o El guardavias en la segunda mitad del siglo XIX el terror encontro un grupo de dignisimos cultivadores entre los mas importantes novelistas de la epoca Robert Louis Stevenson Markheim Rudyard Kipling El rickshaw fantasma Arthur Conan Doyle El parasito H G Wells El difunto mister Elvesham Henry James Los amigos de los amigos Bram Stoker El entierro de las ratas El me miro fija y valerosamente Que es lo que se ha alterado Otra persona se ha interpuesto entre nosotros Solo necesito reflexionar un instante No voy a fingir que no se a quien te refieres Sonrio apiadandose de mi aberracion pero con la intencion de ser amable Una mujer muerta y enterrada Esta enterrada pero no esta muerta Esta muerta para el mundo y esta muerta para mi Pero no esta muerta para ti Quieres que volvamos a discutir nuestras versiones de como se me presento aquella noche Los amigos de los amigos de Henry James 39 Hector Hugh Munro Saki El cuento de fantasmas en si viviria su apogeo en la epoca victoriana y en los comienzos del siglo XX alcanzando niveles nunca vistos de calidad y sofisticacion La lista de representantes ingleses es interminable Saki El narrador de fabulas Margaret Oliphant La puerta abierta novela corta Vernon Lee Una voz perversa E F Benson El cuarto de la torre Richard Middleton En el camino de Brighton L P Hartley Tres o cuatro a cenar H Russell Wakefield El triunfo de la muerte M P Shiel La mansion de los ruidos Hugh Walpole El fantasmita De este periodo es preciso destacar a cuatro autores M R James Arthur Machen Algernon Blackwood y Walter de la Mare con quienes culmina el cuento de fantasmas victoriano M R James 1862 1936 erudito y profesor universitario fue gran amante de la obra de Le Fanu a quien consideraba el mas grande escritor de lo sobrenatural Sus espectros criaturas siempre extranas e inesperadas que unas veces escapan de profundos escondrijos excavados en cementerios y catedrales y otras se confunden con la luz diurna y los objetos mas familiares prefiguran muchos de los horrores cotidianos que las generaciones posteriores pondrian de moda Titulos El sitial del coro Silba y acudire El album del canonigo Alberico El gales Arthur Machen 1863 1947 fue el autor que enterro definitivamente los exhaustos horrores goticos Encontro su principal fuente de inspiracion en las antiguas leyendas romanas y celtas de su tierra Al intentar una especie de neopaganismo anticipo la teogonia macabra desarrollada por su seguidor mas notable H P Lovecraft Titulos La piramide ardiente El pueblo blanco Los tres impostores Algernon Blackwood 1869 1951 es un gran cultivador del misterio fantasmagorico pero en ocasiones aporta al genero un elemento desconocido hasta el momento como es el horror enmarcado en majestuosos parajes de naturaleza virgen adornado de connotaciones paganas en esto se equiparara a Machen Titulos El Wendigo Los sauces La casa vacia Culto secreto Por lo que Simpson puede recordar fue un movimiento violento como de algo que se arrastraba en el interior de la tienda lo que le desperto y le hizo darse cuenta de que su companero estaba sentado muy tieso junto a el Estaba temblando Debian de haber pasado varias horas porque el palido resplandor del alba recortaba su silueta contra la tela de la tienda Esta vez no lloraba temblaba como una hoja y su temblor lo sentia el a traves de la manta Defago se habia arrebujado contra el en busca de proteccion huyendo de algo que aparentemente se escondia junto a la entrada de la tienda El Wendigo de Algernon Blackwood 40 Walter de la Mare 1873 1956 tambien poeta y antologista de prestigio fue uno de los mejores estilistas del genero maestro del terror psicologico y urdidor de extranas y sutiles tramas protagonizadas por los suenos la ansiedad y una callada desesperacion Titulos La tia de Seaton La orgia un idilio Todos los santos La trompeta Uno de los mas conocidos cuentistas europeos de terror de esta epoca fue el belga Jean Ray 1887 1964 autor de la novela Malpertuis y de varios libros de cuentos del genero Les derniers contes de Canterbury Le livre des fantomes destacados por Rafael Llopis en su Historia natural de los cuentos de miedo 41 Titulos El terror rosa La calleja tenebrosa La mano de Goetz von Berlichingen Edmund Wilson incluye en esta etapa a Franz Kafka cuyos cuentos son al mismo tiempo satiras de la burguesia y visiones de horror moral narraciones que son logicas y dominan nuestra atencion y fantasias que generan mas escalofrios que toda la combinacion de Algernon Blackwood y M R James juntos Un maestro puede hacer que parezca mas horrible ser perseguido por dos pelotitas que por el espiritu de un maligno caballero templario y mas natural convertirse en una cucaracha que ser mordido por una arana diabolica 42 Lovecraft y compania Editar H P Lovecraft H P Lovecraft 1890 1937 norteamericano de Providence es reconocido por la critica junto a Poe como el maximo exponente del cuento de terror Su aportacion mas importante fue el llamado cuento materialista de terror Mezclando el espanto con la ciencia ficcion se trata de una narracion de horror cosmico que propone una nueva mitologia plena de escalofriantes dioses y monstruosidades arquetipicos se ha dicho que se trata de la ultima mitologia que ha conocido Occidente los Mitos de Cthulhu 43 Devoto de Poe sus otras fuentes conocidas son el fantastico y enigmatico mundo de los suenos la historia y el paisaje de Nueva Inglaterra su tierra y un selecto grupo de autores de su predileccion William Hope Hodgson Una voz en la noche Lord Dunsany El pobre Bill Arthur Machen Algernon Blackwood et alii Titulos El horror de Dunwich La sombra sobre Innsmouth En la noche de los tiempos El clerigo malvado Acurrucado dentro del ataud secular rodeado por el denso cortejo de pura pesadilla de los enormes y entumecidos murcielagos yacia la osamenta que mi amigo y yo habiamos profanado pero ya no eran los huesos tranquilos y limpios que alli habiamos encontrado aquella noche funesta sino un esqueleto cubierto de sangre coagulada y de jirones de carne y cabellos ajenos que me miraba hondamente con sus orbitas fosforescentes y con los maxilares ensangrentados y retorcidos La mueca de mi inevitable condenacion El sabueso de H P Lovecraft 44 Pese a sus habitos e idiosincrasia saturninos Lovecraft conocio en vida una nutrida camarilla de imitadores y seguidores que formaron con el el llamado Circulo de Lovecraft Entre estos se encuentran algunos de los mas solidos cuentistas de esa generacion Robert Bloch El vampiro estelar Fritz Leiber El expreso de Belsen Frank Belknap Long Los visitantes de otono Clark Ashton Smith Estirpe de la cripta August Derleth El sello de R lyeh Robert E Howard La piedra negra Otros grandes cuentistas estadounidenses nacidos entre 1854 y 1889 R W Chambers El signo amarillo F Marion Crawford La litera de arriba Edith Wharton La campanilla de la doncella y el prolifico escritor de la revista Weird Tales Seabury Quinn El ultimo hombre Los ultimos anos Editar En el mundo anglosajon Editar Stephen King Senala Rafael Llopis que la epoca que el denomina neoterrorifica datable en el primer tercio del siglo XX Lovecraft y similares en la que el muerto deja paso a entes arcaicos espiritus de la naturaleza dioses antiguos que reclaman su poder y amenazan con destruir la mente con grandes dosis de pavor sagrado fascinacion y mysterium tremendum termina por desembocar en la ciencia ficcion en cuyo seno sigue evolucionando Y finalmente tras diversas vicisitudes los cuentos de terror sangriendo y macabro de visceras y monstruos sadicos constituyen una degradacion de la linea evolutiva del cuento de miedo infraterrorifica 45 Por otra parte a partir de los anos 70 del siglo XX se registran dos fenomenos significativos En primer lugar el terror literario muestra una acusada inclinacion a la novela larga en detrimento del cuento Ademas se ha generalizado la llamada banalizacion del terror segun advierte el historiador de este genero S T Joshi citando al editor estadounidense Stefan Dziemianowicz Esta tendencia esta muy relacionada con el gore vease cine gore y se aprecia aun mas notoriamente en el medio televisivo 46 Entre los mas conocidos autores contemporaneos en su mayoria norteamericanos hay que mencionar a Robert Aickman Las espadas T E D Klein Los hijos del reino Dan Simmons El rio Estigia fluye corriente arriba Ramsey Campbell La camada Peter Straub La esposa del general Dean Koontz Terra Phobia Theodore Sturgeon Segmento brillante los clasicos Richard Matheson A traves de los canales y Ray Bradbury Y la roca grito el joven en los 80 y rompedor Clive Barker Terror y el omnipresente e irregular Stephen King La niebla Casi todos estos autores han cultivado con acierto la ciencia ficcion especialmente Bradbury y Matheson El motivo era evidente pero al principio la mente de Randy se nego a aceptarlo Era demasiado imposible demasiado demencialmente grotesco Mientras miraba algo tiraba del pie de Deke en el espacio entre dos de las tablas que formaban la superficie de la balsa acuatica Entonces vio el brillo opaco de la cosa negra mas alla del talon y los dedos del pie derecho sutilmente deformado de Deke un brillo opaco en el que se movian giratorios y malevolos colores La cosa se habia apoderado del pie Mi pie grito Deke como para confirmar esta deduccion elemental Mi pie oh mi pie mi PIEEE La balsa de Stephen King 47 Aqui puede mencionarse ademas a dos importantes escritoras de dicha nacionalidad la ya fallecida Shirley Jackson El hermoso desconocido y Joyce Carol Oates El rey del bingo Entre los autores actuales de mayor relevancia S T Joshi ha destacado en varias ocasiones a los estadounidenses Thomas Ligotti Noctuario y Caitlin R Kiernan La Peau Verte 48 En espanol Editar Segun Rafael Llopis que sigue en esto al cubano Rogelio Llopis la literatura fantastica hispanoamericana en primer lugar no es gotica es ademas sumamente eclectica pretende por ultimo ampliar la percepcion de la realidad incluye el humor la satira el surrealismo el realismo el onirismo y tambien lo terrorifico lo cual recuerda mucho al concepto de le fantastique 49 La influencia de la literatura fantastica anglosajona se observa sin embargo muy senaladamente en la obra de los argentinos Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares a partir de las primeras decadas del siglo XX Aunque el subgenero de cuento gotico o de terror no fue el mas desarrollado por estos autores y por sus continuadores Silvina Ocampo Juan Rodolfo Wilcock si lo es el llamado cuento fantastico que normalmente trata de recrear un proceso de extranamiento operado en la vida cotidiana mostrandose un punto de vista de la realidad poco corriente a menudo con visos de terror a partir de esta situacion Por tal motivo en la obra de Borges y Bioy se rinde culto a los por ellos considerados maestros de la narrativa breve Edgar Allan Poe R L Stevenson G K Chesterton Lord Dunsany Nathaniel Hawthorne Henry James lo que se advierte en las colecciones que editaron en los anos 50 en Buenos Aires que incluyen a estos y otros muchos autores ingleses y estadounidenses de terror del genero policial y de misterio El argentino Julio Cortazar De habla hispana cabe mentar como autenticos especialistas en el cuento de miedo a tres continuadores de Edgar Allan Poe en castellano el peruano Clemente Palma 1872 1946 coleccion Cuentos malevolos el uruguayo Horacio Quiroga 1878 1937 El sincope blanco y el argentino Julio Cortazar 1914 1984 Casa tomada Todos los fuegos el fuego La noche boca arriba El mexicano Carlos Fuentes ha dedicado varias obras al genero Aura Cumpleanos Inquieta compania Otro mexicano el gran cuentista Juan Rulfo 1918 1986 pionero del realismo magico es considerado a veces escritor de terror aparte de por su novela de espectros Pedro Paramo por relatos breves como Luvina o Talpa Tambien han contribuido al genero a lo largo del siglo XX los argentinos Leopoldo Lugones La loba y Santiago Dabove Ser polvo el cubano Virgilio Pinera La carne el uruguayo Felisberto Hernandez coleccion La casa inundada el venezolano Salvador Garmendia Claves y el mexicano Juan Jose Arreola La migala entre otros Oyo gritar un grito ronco que rebotaba en las paredes Otro grito acabando en un quejido Era el que gritaba en las tinieblas gritaba porque estaba vivo todo su cuerpo se defendia con el grito de lo que iba a venir del final inevitable Penso en sus companeros que llenarian otras mazmorras y en los que ascendian ya los peldanos del sacrificio Grito de nuevo sofocadamente casi no podia abrir la boca tenia las mandibulas agarrotadas y a la vez como si fueran de goma y se abrieran lentamente con un esfuerzo interminable El chirriar de los cerrojos lo sacudio como un latigo Convulso retorciendose lucho por zafarse de las cuerdas que se le hundian en la carne La noche boca arriba de Julio Cortazar 50 En Espana aparte del ya mencionado Becquer a lo largo de los siglos XIX y XX escribieron cuentos de miedo entre otros autores destacados como Agustin Perez Zaragoza coleccion Galeria funebre de espectros y sombras ensangrentadas Emilia Pardo Bazan La resucitada Pedro Antonio de Alarcon La mujer alta Wenceslao Fernandez Florez El claro en el bosque Pio Baroja Medium Miguel de Unamuno El que se enterro y Noel Claraso Mas alla de la muerte Y mas modernamente Emilio Carrere La casa de la cruz Joan Perucho coleccion Aparicions i fantasmes Alfonso Sastre coleccion Las noches lugubres Juan Benet Catalisis Leopoldo Maria Panero El lugar del hijo Jose Maria Merino Los libros vacios Javier Marias No mas amores Luis Mateo Diez Los males menores Cristina Fernandez Cubas El angulo del horror Pilar Pedraza Anfiteatro Jose Maria Latorre La noche de Cagliostro Gregorio Morales El devorador de sombras Angel Olgoso Los demonios del lugar Otros autores espanoles se hallaban inscritos en la desaparecida 2016 Asociacion Espanola de Escritores de Terror Nocte la cual agrupaba a mas de sesenta miembros En la Historia natural de los cuentos de miedo se asignan varios rasgos distintivos a la actual literatura de terror en Espana algunos de los cuales pueden observarse asimismo en Hispanoamerica falta de una tradicion vernacula confusion con lo fantastico resabios de la antigua censura prejuicios y subestimacion por motivos culturales y religiosos politicas academicas y editoriales poco positivas etc 51 Oi un coche Luego otra vez los lejanos ladridos de Cabala Abri precipitadamente la bolsa tome el cadaver y lo coloque en la cuna Estaba mas amoratado aun frio y marchito como una reliquia antigua Corri a la bay window y mire a la calle Todo permanecia en su habitual inmovilidad aterido como una ciudad dormida en un recodo del tiempo Era un trozo olvidado del mundo un lugar inmerso en devastada soledad lo que se ofrecia a mis ojos El devorador de sombras de Gregorio Morales 52 Publicaciones en espanol Editar Las editoriales en castellano nunca han parecido muy dispuestas a fomentar el genero entre las nuevas generaciones de escritores No obstante concretamente en Espana desde los anos 60 del siglo XX no han dejado de aparecer antologias de relatos macabros procedentes de poderosos sellos editoriales anglosajones prefiriendose la importacion del material a la creacion vernacula Tenemos asi las multiples ediciones en rustica de Editorial Bruguera Las mejores historias insolitas Las mejores historias de ultratumba Las mejores historias de fantasmas a cargo de compiladores de prestigio en la materia como Kurt Singer Forrest J Ackerman o A van Hageland las innumerables novelitas tipo pulp publicadas en dicha editorial a cargo de autores de referencia espanoles como Rafael Barberan Dominguez pseudonimo Ralph Barby y Miguel Oliveros Tovar Keith Luger asi como las tambien numerosas aportaciones de otras editoriales como Minotauro Grijalbo Molino Acervo Ultramar Geminis Fontamara Versal Uve Siruela Vertice etc alguna de ellas ya desaparecida De Alianza Editorial contamos con las cuidadas selecciones de Rafael Llopis antes citadas traducidas por el mismo con la ayuda del traductor y gran especialista Francisco Torres Oliver Premio Nacional de Traduccion quien desarrollo desde entonces por su cuenta una intensa y brillante labor en este campo Editorial Edhasa publico en 1989 la canonica Historias de fantasmas de la literatura inglesa de Cox y Gilbert Ed Martinez Roca habia sacado en 1977 la tambien excelente Relatos maestros de terror y misterio editada por Agusti Bartra Esta misma editorial en los anos 80 y 90 oferto nutridas selecciones de revistas norteamericanas de importancia como Twilight Zone Dimension Desconocida que suponen un amplio muestrario de las ultimas y eclecticas tendencias Mas recientemente de la especializada Editorial Valdemar junto a otros muchos titulos Felices pesadillas en dos generosos volumenes y han surgido iniciativas nuevas como las protagonizadas por las editoriales Jaguar Saco de Huesos Factoria de Ideas Salto de Pagina Paginas de Espuma La Biblioteca de Babel etc Hitos del genero EditarTomando como referencia los titulos que se acaban de citar podria aventurarse una lista selecta de cuentos de terror considerando la especial atencion que han recibido tradicionalmente por parte de antologistas y criticos El gato negro La caida de la casa Usher El barril de amontillado El corazon delator de Edgar Allan Poe El horror de Dunwich La sombra sobre Innsmouth de Lovecraft El Horla de Maupassant Un terror sagrado La ventana tapiada de Ambrose Bierce El rincon alegre de Henry James El enemigo de Chejov Te verde de Sheridan Le Fanu El armario de Thomas Mann La pata de mono de W W Jacobs Silba y acudire de M R James El guardavias de Dickens Las ratas del cementerio de Henry Kuttner Una rosa para Emily de Faulkner Luvina de Juan Rulfo El medico rural de Kafka Las hermanas de Joyce El fumador de pipa de Martin Armstrong El burlado de Jack London Vinum Sabbati o El polvo blanco El gran dios Pan de Arthur Machen Janet la del cuello torcido de Stevenson El Wendigo de Algernon Blackwood La casa del juez de Bram Stoker Casa tomada de Julio Cortazar La balsa de Stephen King Antologados como cuentos de misterio y terror por Agusti Bartra en la citada coleccion 53 La lista puede ampliarse indefinidamente Ligeia Berenice El retrato oval La verdad sobre el caso del senor Valdemar de Edgar Allan Poe El ser en el umbral El que susurra en la oscuridad La sombra fuera del tiempo La llamada de Cthulhu Las ratas en las paredes El sabueso de Lovecraft La noche de Maupassant La renta espectral de Henry James Schalken el pintor El fantasma de la senora Crowl de Sheridan Le Fanu El conde Magnus El maleficio de las runas Panorama desde la colina Mr Humphreys y su herencia El diario de Mr Poynter Los sitiales de la catedral de Barchester El grabado de M R James El pueblo blanco El sello negro La piramide resplandeciente N de Arthur Machen Olalla El ladron de cadaveres de Stevenson Los sauces Antiguas brujerias Descenso a Egipto de Algernon Blackwood La habitacion de la torre de E F Benson El hijo El espectro El almohadon de plumas La gallina degollada de Horacio Quiroga Circe Cartas de mama La noche boca arriba Las babas del diablo de Julio Cortazar Crouch End Soy la puerta A veces vuelven de Stephen King La novia de M P Shiel La trama celeste En memoria de Paulina de Adolfo Bioy Casares La puerta en el muro de H G Wells Que es esto de Fitz James O Brien La nave abandonada La nave de piedra de William Hope Hodgson El vampiro de John William Polidori El osito de felpa del profesor de Theodore Sturgeon Los veraneantes de Shirley Jackson El joven Goodman Brown La hija de Rappaccini de Nathaniel Hawthorne John Barrington Cowles de Arthur Conan Doyle La marca de la bestia La extrana cabalgada de Morrowbie Jukes de Rudyard Kipling El beso de Gustavo Adolfo Becquer La arana de H H Ewers Porque la sangre es vida de F Marion Crawford Vera de Villiers de L Isle Adam La familia del vurdalak de Aleksei Nikolayevich Tolstoi Hijo del alma de Emilia Pardo Bazan El jardin del Montarto Era una presencia muerta de Noel Claraso El grano de la granada de Edith Wharton El olor de P McGrath Ovando de J Kincaid Mirad alli arriba de H Russell Wakefield El patio La tercera expedicion Los hombres de la Tierra de Ray Bradbury Lord Mountdrago de William Somerset Maugham Bethmoora La oficina de cambio de males de Lord Dunsany De profundis de Walter de la Mare Los perros de Tindalos de Frank Belknap Long La reina muerta de Robert Coover El papel amarillo de Charlotte P Gilman El valle de lo perdido de Robert E Howard El escultor de gargolas El final de la historia de Clark Ashton Smith Voces quedas en Passenham de T H White Los cicerones de Robert Aickman Fullcircle de John Buchan Et in sempiternum pereant de Charles Williams El monje negro de Anton Chejov Los tres desconocidos El brazo marchito de Thomas Hardy Vease tambien EditarCuento de fantasmas Novela gotica Novela de terror Cine de terror Cinematografia de terror goticoBibliografia EditarAnderson Imbert Enrique Teoria y tecnica del cuento Ariel 1992 Donovan Frank Historia de la brujeria Alianza Editorial 1988 Frazer J G La rama dorada Fondo de Cultura Economica 1981 Joshi S T The Modern Weird Tale McFarland 2001 Llopis Rafael Historia natural de los cuentos de miedo corregida de la edicion de 1974 por el autor y puesta al dia por Jose L Fernandez Ediciones Fuentetaja Madrid 2013 Lovecraft H P El horror sobrenatural en la literatura en Necronomicon II Barral 1976 Tambien en Valdemar Alianza y EDAF Martinez de Mingo Luis Miedo y literatura EDAF 2004 Poe Edgar A Cuentos 1 y 2 Julio Cortazar ed intr y notas Alianza 1975 77 Poe Edgar A Ensayos y criticas Julio Cortazar ed Alianza 1973 Propp Vladimir Morfologia del cuento Akal 1998 Sullivan Jack Barzun Jacques et al The Penguin Encyclopedia of Horror and the Supernatural Viking Press New York 1986 Isbn 0 670 80902 0 VV AA Varios Autores Aguas negras Alberto Manguel ed Alianza Ed 1999 VV AA Antologia critica del cuento hispanoamericano del siglo XX Jose Miguel Oviedo ed Alianza 2003 VV AA Antologia de cuentos de terror 3 tomos Rafael Llopis ed Alianza 1982 VV AA Antologia de fantasmas Antonio Ballesteros ed Ed Jaguar 2003 VV AA Antologia de la literatura fantastica Borges Bioy Casares y Ocampo eds Edhasa 1981 VV AA Antologia espanola de literatura fantastica Alejo Martinez ed Valdemar 1996 VV AA Cuentos de terror Fernando Valls ed Grijalbo Barcelona 1989 VV AA Cuentos unicos Javier Marias ed Debolsillo 2007 VV AA El gran libro del terror David G Hartwell ed Martinez Roca 1989 VV AA El horror segun Lovecraft J A Molina Foix ed Ed Siruela 2003 VV AA El vampiro Siruela 2006 VV AA Felices pesadillas Valdemar 2003 VV AA Historias de fantasmas de la literatura inglesa 2 vol M Cox amp R A Gilbert eds Ed Edhasa 1989 VV AA Horror Seleccion 2 Kurt Singer ed Bruguera 1976 VV AA Horror Seleccion 6 Kurt Singer ed Bruguera 1976 VV AA Horror 1 7 Coleccion Gran Super Terror 7 vol Martinez Roca 1986 1990 VV AA La realidad oculta Cuentos fantasticos espanoles del siglo XX David Roas y Ana Casas eds Menoscuarto 2008 VV AA Las mejores historias de fantasmas A van Hageland ed Bruguera 1973 VV AA Las mejores historias de horror Forrest J Ackerman ed Bruguera 1969 VV AA Las mejores historias de ultratumba A van Hageland ed Bruguera 1973 VV AA Las mejores historias insolitas Ed Bruguera 1974 VV AA Las mejores historias siniestras Laurette Naomi Pizer ed Bruguera 1968 VV AA Los mejores relatos fantasticos de habla hispana Joan Estruch ed Alfaguara 2002 VV AA Los mitos de Cthulhu Rafael Llopis ed e intr Alianza 1976 VV AA Los nuevos goticos Minotauro 2000 VV AA Malos suenos Valdemar 2004 VV AA Relatos maestros de terror y misterio Agusti Bartra ed Ed Martinez Roca 1977 VV AA Segundo gran libro del terror Kirby McCauley ed Martinez Roca 1990 Wilson Edmund Cronica literaria Barral Barcelona 1972 Dep legal B 13211 1972Referencias Editar Barzun Jacques et al 1986 Introduction The art and appeal of the ghostly and ghastly The Penguin Encyclopedia of Horror and the Supernatural en ingles New York Viking Press p xix ISBN 0 670 80902 0 Trad libre Why do you want to make up horrible things when there is so much real horror in the world The answer seems to be that we make up horrors to help us cope with the real ones With the endless inventiveness of humankind we grasp the very elements which are so divisive and destructive and try to turn them into tools to dismantle themselves King Stephen Danse Macabre Google books en ingles p 13 Consultado el 21 de septiembre de 2014 a b Llopis 13 James M R Llopis Rafael prologo 1973 Trece historias de fantasmas Madrid Alianza p 7 ISBN 84 206 1486 6 Trad libre In writers like Henry James and Edith Wharton who experimented with gothic forms of fiction the gothic tale may compensate for a conventional restrictive life in others notably Edgar Allan Poe and H P Lovecraft the gothic tale would seem to be a form of psychic autobiography Oates Joyce Carol 31 de octubre de 1996 The King of Weird The New York Review of Books en ingles 43 17 Consultado el 1 de julio de 2014 Wilson Edmund 1972 Cronica literaria Barcelona Barral Editores Dep legal B 13211 1972 pp 150 151 Punter David 1980 Chapter 1 Introductory dimensions of Gothic The Literature of Terror en ingles New York Longman Group Ltd pp 14 15 ISBN 0 582 48920 2 Conviene precisar que en ingles coloquialmente el ghost story ghost fantasma puede referirse a todo tipo de relato terrorifico como puede verse en la segunda acepcion del Merriam Webster Dictionary Relato basado en la imaginacion mas que en la realidad Definicion de ghost story Merriam Webster Dictionary en ingles Consultado el 24 de agosto de 2014 Sullivan Jack et al 1986 Golden Age of the Ghost Story The Penguin Encyclopedia of Horror and the Supernatural en ingles New York Viking Press p 174 6 ISBN 0 670 80902 0 Propp 13 Lovecraft 164 J G Frazer La rama dorada version Pdf edicion Fondo Cultura Economica 1981 ISBN 84 375 0194 6 Acceso 14 06 2013 La rama dorada vid pp 750 y ss Donovan 65 Wilson 148 9 Historia natural de los cuentos de miedo pp 324 6 Propp 35 74 op cit p 8 a b Lovecraft 163 Ensayos y criticas p 256 op cit p 9 Prologo de Antologia de cuentos de terror 1 De Daniel Defoe a Edgar Allan Poe p 9 Ibid p 12 citado en introd Historias de fantasmas de la literatura inglesa p 10 Ibid Edith Wharton Relatos de fantasmas Alianza Editorial Madrid 1978 ISBN 84 206 3041 1 pp 11 3 El gran libro del terror pp 17 y ss Teoria y tecnica del cuento p 175 Horace Walpole El castillo de Otranto www todoebook net Acceso 21 12 2012 El castillo de Otranto Charles Nodier Infernaliana Ed Valdemar Madrid 1988 ISBN 84 7702 012 4 pp 71 2 Gustavo Adolfo Becquer Rimas y leyendas Circulo de Lectores Barcelona 1969 Dep legal 17176 62 p 177 Cortazar en la introduccion a Ensayos y criticas de Edgar A Poe p 34 Stevenson Robert Louis 1983 Ensayos literarios Madrid Hiperion ISBN 84 7517 086 2 p 115 Cortazar en op cit p 34 Prologo al libro poeano Cuentos de lo grotesco y arabesco citado por Cortazar en op cit p 43 dicha afirmacion de Poe ha sido corroborada practicamente por toda la critica especializada Citado por Cortazar en op cit p 44 Lovecraft 199 Cuentos 1 p 317 Los mitos de Cthulhu p 65 Historias de fantasmas de la literatura inglesa 1 p 279 Los mitos de Cthulhu pp 122 3 Llopis 245 6 Wilson 155 6 Llopis introduccion a Los Mitos de Cthulhu p 16 Necronomicon II Barral 1976 p 155 Llopis 289 0 Historia natural de los cuentos de miedo pp 317 y 326 7 VV AA Horror 2 Ed Martinez Roca Barcelona 1986 ISBN 84 270 1068 9 p 127 Cfr Dead Reckonings No 6 Volume 2009 pp 28 30 Llopis 253 Cortazar Julio Los relatos 1 Ritos Alianza Editorial Madrid 1976 ISBN 84 206 1615 X p 13 Historia natural de los cuentos de miedo p 331 Cuentos de terror Ed Grijalbo p 135 VV AA Relatos maestros de terror y misterio Agusti Bartra ed Ed Martinez Roca 1977 Datos Q15919135Obtenido de https es wikipedia org w index php title Cuento de terror amp oldid 136510345, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

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