fbpx
Wikipedia

Guerra en la Antigua Grecia

Guerra en la Grecia Antigua es el término usado para describir los enfrentamientos entre las polis griegas (las ciudades estado de la Antigua Grecia), entre la revolución hoplítica del siglo VIII a. C. y la emergencia del imperio macedonio en el siglo IV a. C.

Guerreros griegos.

Pocas civilizaciones fueron tan belicosas como las polis griegas, a pesar de que fueron sociedades poco militarizadas hasta el siglo IV a. C. Los templos tienen representaciones en sus frontones y sus frisos con dioses con indumentaria de hoplita. Los vasos cerámicos glorifican las filas de la falange. Las estelas funerarias representan las muertes de los soldados de infantería. Platón utiliza a menudo el modelo de la guerra para ilustrar sus teorías de la virtud y del conocimiento y extrae frecuentemente sus ejemplos de la experiencia militar personal de Sócrates. Para Heródoto, Tucídides o Jenofonte, era aparentemente inconcebible relatar otras cosas. Para Sócrates, matar hombres guerreando por Atenas no se oponía a la práctica de la dialéctica o de la reflexión abstracta.[1]

Organización

La guerra griega antigua estuvo dominada en tierra por la formación de la falange, una profunda línea formada por hoplitas equipados con escudos, lanzas y espadas. El hoplita recibe su nombre de la palabra griega "hoplon", palabra genérica para designar a las armas, (en específico el hoplon o escudo que utilizaban estos) ; de ahí la palabra "panoplia"(todas las armas). A día de hoy mucha gente cree que la palabra "hoplon" significa escudo; cuando la palabra para el mismo sería "aspis". El plan de la falange consistía básicamente en avanzar hacia el enemigo con la lanza de cada falangita extendida hacia el enemigo. Cuando la falange llegaba al alcance de las espadas, los falangitas sacaban las suyas y empezaban a luchar. Si los arqueros enemigos disparaban flechas a la falange, los falangitas levantaban sus escudos, puesto que la unidad era esencial para su defensa. La falange griega era la mejor infantería, demostrada por la victoria ateniense en Maratón. Diez mil hoplitas atenienses organizados en una falange, derrotaron a un ejército persa muy superior en número, de unos 26 000 hombres; los soldados atenienses sufrieron escasas pérdidas. Otro tipo de soldado era el peltasta, que pertenecía a la infantería ligera y estaba equipado principalmente con varias jabalinas. Los peltastas eran usados normalmente para las escaramuzas.

El antiguo reino de Macedonia perfeccionó la falange con el uso de las, inusitadamente largas, sarissas. Además de la formación de la falange, los macedonios bajo el rey Filipo II comenzaron a usar escuadrones de caballería ordenados y unidades tácticas de escaramuzadores en la batalla.

Otro cambio introducido por Filipo II fue la creación y el mantenimiento de un ejército profesional. Antes, las falanges griegas habían estado compuestas por soldados-ciudadanos. Los ejércitos profesionales, sin embargo, muy entrenados fueron la norma; especialmente después de que el hijo de Filipo, Alejandro III, conquistara el vasto imperio persa y, a su muerte, dejara varios estados a los diádocos. No fue hasta la evolución de la falange al estilo más flexible de la legión romana, en organización y equipamiento, y combinado con el más ampliamente difundido uso de la caballería ligera, cuando la falange griega perdió en el campo de batalla. Otra forma de falange, la falange oblicua, se empleó cuando los ejércitos enfrentados intentaban flanquear a la falange, o atacar los lados vulnerables. Para defenderse contra dicha maniobra, las alas derecha y central de la falange se fusionaban con el ala izquierda para formar una falange de cincuenta hombres de fondo.

En torno a la época de las guerras médicas, los griegos (y especialmente los atenienses) tuvieron la idea de armar barcos y luchar en el mar. La embarcación de combate griega básica era el trirreme, con tres hileras de remos en cada lado para aumentar la velocidad y la maniobrabilidad. La estrategia ateniense en los combates navales demostró su éxito en la batalla de Salamina, donde una pequeña flota ateniense basada en el principio de chocar, quemar y capturar las embarcaciones enemigas, venció completamente a la flota persa.

Después de la derrota de los persas en el mar Egeo, los atenienses usaron su marina como defensa contra los piratas y los otros peligros, en un esfuerzo de promover el comercio dentro de la confederación de Delos. La guerra naval fue decisiva en la guerra del Peloponeso, cuando la estrategia de Atenas se convirtió otra vez en superioridad naval y los atenienses intentaron encerrarse dentro de sus Muros Largos y utilizar su flota para bloquear los puertos de los aliados de Esparta, limitando el comercio. Después de la arriesgada aventura militar en Sicilia, Atenas perdió una gran parte de su flota y muchos de sus mejores soldados. Los espartanos aprovecharon este golpe aplastando y creando rápidamente su propia marina con el apoyo de Persia. Con un incuestionable ejército de tierra y una marina pasable, Esparta incitó a muchas colonias atenienses a rebelarse, privando a Atenas de los fondos necesarios para construir más barcos. No pasó mucho tiempo antes de que Esparta tomara Atenas, derribara los muros de la ciudad y la saqueara.

 
Guerrero desnudo portando una lanza con el brazo levantado. Bronce del siglo VIII a. C., Staatliche Antikensammlungen de Múnich.

El soldado-ciudadano

Un ciudadano era, por definición, un soldado. Y el grado de cualificación política del ciudadano era el que determinaba su grado de cualificación militar. A las clases sociales más altas les correspondían los cargos superiores.

En la Atenas del siglo V a. C., los pentacosiomedimnos,[2]​ los miembros de la primera clase tenían el privilego de la trierarquía, la liturgia principal, que les encargaba armar la flota. Los caballeros se elegían entre los hippeis,[2][3]​ los miembros de la segunda clase. Y para pertenecer a la falange de los hoplitas debían formar parte de los zeugitas,[4]​ la tercera clase.

El buen soldado era el propietario de tierras. No solo porque no se podía ocultar a la codicia de los enemigos, sino principalmente porque trabajar la tierra, según Jenofonte, era una escuela de virtud para el ciudadano, en la que adquiría las cualidades de vigilancia, fuerza y justicia que forman la base del espíritu militar.

El buen soldado era también padre de familia, porque la preocupación por conservar la libertad de sus hijos era otro buen motivo para combatir.

El imperialismo ateniense

 
Imperio ateniense hacia el 450 a. C.

Atenas, después de las guerras médicas en las que contribuyó más que ninguna ciudad a la derrota de los invasores, trataba de atribuirse la hegemonía y de conservarla después, al margen de las aspiraciones independistas de las ciudades aliadas y de hecho dominadas por Atenas, al margen también de la hostilidad de Esparta y de sus aliados del Peloponeso, que no podían admitir la supremacía ateniense.

Para establecer y conservar el dominio sobre las islas del mar Egeo y muchas de las ciudades marítimas de la costa de Asia Menor, para garantizar su abastecimiento de cereales, que, procedentes en gran parte del Ponto Euxino[5]​ debían atravesar los estrechos, Atenas necesitaba una numerosa flota comercial y una poderosa marina de guerra.
Sabemos que, desde la decisiva acción de Temístocles en los años anteriores a Salamina (480 a. C.), la talasocracia ateniense dominó efectivamente toda la cuenca oriental del Mediterráneo hasta el desastre del 404 a. C.[6]

En el siglo IV a. C., Atenas intentará mantener el dominio del mar, que perdió sobre todo a partir del 377 a. C., año en que creó la Segunda Liga ateniense.

Por otra parte, durante toda la época antigua Atenas necesitó un ejército de tierra para hacer frente a los ataques de sus vecinos de Beocia y del Peloponeso y, llegado el caso, para atacarles en su propio territorio.
No obstante, Atenas se limitaba casi siempre a defenderse de los hoplitas de Esparta y Tebas.
Cuando Ifícrates proponga un reparto de la hegemonía entre ambas ciudades para que cesen las rivalidades funestas entre Atenas y Esparta, considerará con la mayor naturalidad asociar el poder naval de Atenas con el poder terrestre de los lacedemonios.

El ejército espartano

 
Hoplita espartano.

Este poder terrestre de Esparta se basaba en primer lugar en un sistema educativo desde la infancia totalmente orientado a la preparación para la guerra. De los 16 a los 20 años, el adolescente se convertía en irene de primer, segundo, tercer o cuarto año. El «irenado» correspondía a la efebía ática, con la diferencia de que esta era más breve, dos años tan solo.

A los 20 años, todo espartano se incorporaba al ejército activo, pero su formación militar no había finalizado. La educación de los espartanos se prolongaba hasta la edad madura.[7]​ De los 20 a los 30 años, estos jóvenes guerreros seguían viviendo, aunque estuvieran casados, con sus «camaradas de tienda» y continuaban comiendo todos juntos (sisitias). Todavía no se les permitía el acceso al ágora, ni podían ejercer sus derechos políticos. Para ellos la vida familiar no podía empezar hasta después de los 30 años, pero alterada además por la costumbre de esas comidas en grupo. A los 60 años, el espartano quedaba al fin liberado del servicio militar y podía formar parte del Senado (Gerusía). Pero seguía pasando mucho tiempo en los gimnasios vigilando los ejercicios de los niños y las luchas de los irenes.

El ejército espartano, mandado por uno de los dos reyes que vigilaban a menudo los éforos, estaba compuesto únicamente por los hoplitas, ciudadanos de pleno derecho o periecos.

Esta infantería pesada estaba dividida en cinco regimientos (mores o moras), mandados por los polemarcos, a cuya orden estaban los locagós, jefes de batallón, los pentecontarcas, comandantes de compañía, y los enomotarcas, jefes de sección.

Las distintas unidades maniobraban con tal flexibilidad que provocaron la admiración del ateniense Jenofonte, sobre todo por pasar de la formación de marcha en columna a la formación en línea: un movimiento de conversión ponía al instante a todas las secciones a la altura de la sección de cabeza, que se había detenido; si en ese momento hubiera aparecido por detrás una tropa enemiga, cada fila habría llevado a cabo una sabia contramarcha para que los mejores soldados estuvieran siempre frente al enemigo en primera línea.[8]

Los hoplitas de Esparta se distinguían a simple vista de los de otras ciudades por el color de su túnica y por su cabellera. Sus túnicas eran de color escarlata para que, según decían, «la sangre no se notara», mientras que en el ejército ateniense, por ejemplo, solo el traje de los oficiales estaba adornado con franjas púrpuras. LLevaban el pelo largo, lo que en la Grecia de Pericles era un arcaísmo.

Antes de la batalla limpiaban y cuidaban esa cabellera que, por lo general, debían llevar bastante descuidada. Antes de la batalla de las Termópilas, un jinete persa enviado por Jerjes como observador al campo de Leónidas I consiguió sorprender a los soldados espartanos «algunos de los cuales, nos dice Heródoto, se dedicaban a realizar ejercicios, mientras que otros se peinaban».[9]

Esparta tenía plena confianza en sus hoplitas, decididos a morir in situ antes que retroceder. Tenía una caballería muy exigua.[10]

En el campo la disciplina era muy estricta, y la menor falta se castigaba con bastonazos. Las faltas graves suponían la muerte o la degradación militar y la pérdida de los derechos cívicos.

La única debilidad de Esparta desde el punto de vista militar (debilidad que a la larga fue mortal) era la falta de hombres, la oligantropía. Sus hoplitas eran admirables, pero escasos. La casta de «los Iguales» (homoioi), cuya existencia material estaba ligada a las propiedades rurales (cleroi) cultivadas en su provecho por las clases inferiores, era sumamente cerrada y, por egoísmo, limitaba el número de hijos, hasta el punto de que la pérdida en las batallas la redujeron sin cesar y terminaron por aniquilarla literalmente.
En Platea, en el 479 a. C., había 5000 hoplitas espartanos (acompañados por 5000 hoplitas periecos y por una multitud de 35 000 ilotas ligeramente armados);[11]​ un siglo después, en Leuctra en el 371 a. C., habría ya tan solo 700 hoplitas espartanos.[12]

Sin embargo, los hoplitas de Esparta siguieron siendo, a causa de su perfecto entrenamiento y de su sentido del honor y de la disciplina, y a pesar de su reducido número, los dueños indiscutibles de los campos de batalla, hasta el momento preciso de la batalla de Leuctra, donde fueron vencidos por el ejército tebano de Epaminondas.

El ejército beocio

 
Epaminondas: reformador del ejército beocio.

Los beocios siempre tuvieron una de las mejores caballerías de Grecia.[10]​Sus hoplitas no llevaban el escudo redondo habitual, sino un escudo ligeramente ensanchado por ambos lados.[13]

En el siglo IV a. C., Górgidas creó el famoso «batallón sagrado» de Tebas, una tropa de élite de 300 hombres nada más, pero concebida como una «unidad de choque». Los hoplitas de este batallón eran parejas de amantes. En Tebas, cuando un joven llegaba a la edad de enrolarse, era su erastés quien le regalaba su equipo militar completo, la panoplia[14]

Epaminondas logró por fin dominar la táctica de los lacedemonios mediante un nuevo sistema de combate: el ataque en orden oblicuo, y así es como pudo vencer a los guerreros de Esparta.

Teniendo en cuenta la afirmación de las Helénicas de Oxirrinco 11, 4, en el sentido de que cada una de las once partes de la Liga Beocia aportó 1000 hoplitas y 100 soldados de caballería a la batalla de Delio (424 a. C.), se trataría aproximadamente de los dos tercios de las fuerzas hoplíticas y de casi toda la caballería.

La profundidad (báthos) de la formación era un rasgo característico de la falange hoplítica tebana. En el caso de la batalla de Delio formaron «con una profundidad de veinticinco escudos» (ep' aspídas dè pénte mèn kaì eíkosi), en una formación cerrada de veinticinco en fondo, y el pasaje en que Tucídides informa de esta batalla[15]​ es la primera mención de la profundidad de la falange tebana que se mostraría tan efectiva en el siglo IV a. C.

En Jenofonte[16]​ se lee que los tebanos, en la batalla de Leuctra, formaron «con una profundidad de no menos de cincuenta escudos» (la primera indicación de Jenofonte respecto a la gran innovación táctica de Epaminondas, la falange oblicua [loxē phálanx]), que reforzaba en profundidad y colocaba los mejores elementos en el ala izquierda, convirtiéndola en la principal fuerza de choque, contrariamente a lo que era habitual.

Organización militar de Atenas: la efebía

 
Efebo acompañado por su perro, intentado amaestrar a su caballo por medio de un bocado de metal, desaparecido hoy. Bajorrelieve romano de mármol, inspirado en los modelos clásicos griegos, c. 125.

En Atenas, la infancia y el comienzo de la adolescencia se desarrollaban con mayor libertad y en condiciones muy diferentes a Esparta.

El joven ateniense se ejercitaba con regularidad en la palestra, bajo la dirección del pedotriba, y la gimnasia era una preparación normal para el oficio de las armas: la lucha, la carrera, el salto y el lanzamiento del disco desarrollaban la fuerza física y la elasticidad. En cuanto a la quinta prueba del pentatlón, el lanzamiento de jabalina, se trataba ya de un ejercicio puramente militar.

Para los hombres adultos, que habían superado ya la edad de la efebía (griego antiguo, ἡ ἐφηβία), la gimnasia constituía el mejor medio de mantenerse en forma y de entrenarse entre dos campañas. En el siglo V a. C., la mayoría de los atenienses de todas las edades proseguían con este entrenamiento que les mantenía preparados para soportar las fatigas militares.

A partir del siglo IV a. C.,[17]​ hubo cierto relajamiento en la práctica del deporte. En esa época fue precisamente cuando las ciudades griegas trataron de confiar a soldados mercenarios la tarea de defenderlos, a cambio de un sueldo, mientras que antes de la guerra del Peloponeso, los ejércitos griegos estaban compuestos casi exclusivamente por ciudadanos.

Todo ateniense tenía que servir a su polis de los 18 a los 60 años. De los 18 a los 20, era efebo. En este momento realizaba su aprendizaje militar.

De los 20 a los 50 años, como «hoplita del catálogo (lista de reclutamiento)» o como jinete, formaba parte del ejército activo, alguna de cuyas clases, y a veces todas, se movilizaban al comienzo de la campaña militar fuera del país (éxodos).

De los 50 a los 60 años pasaba a ser veterano, los presbytatoi, que con los efebos y los metecos de cualquier edad integraban una especie de ejército territorial encargado de defender las fronteras y las plazas fuertes del Ática.

En tiempos de paz, el grueso del ejército solo era una milicia disponible, excepto los efebos, que durante dos años estaban ocupados por entero en sus ejercicios y, por esa misma razón, exentos de cualquier deber político o incluso de comparecer ante la justicia. Eran ciudadanos desde el momento de su ingreso en la efebía, pero no ejercían sus derechos hasta que habían transcurrido esos dos años.

El ateniense pasaba, pues, 42 años de servicio, y cada una de estas 42 clases se designaban con el nombre de un héroe epónimo. Los ciudadanos que habían llegado a los 60 años quedaban liberados de toda obligación militar y se convertían en diaitetas, árbitros públicos, algo parecido a los «jueces de paz».[18]

Al inicio de la guerra del Peloponeso en el 431 a. C., Atenas poseía un ejército activo de 13 000 hoplitas y 1000 jinetes, así como un ejército territorial de 1400 efebos, 2500 veteranos y 9500 metecos, unos 27 400 hombres.[19]

A pesar de una teoría de origen alemán que ha prevalecido durante largo tiempo, es cierto que en el siglo V a. C. existía la efebía. Los hoplitas de Maratón habían recibido seguramente una formación militar. Solo cabe preguntarse si a partir de ese momento todos los atenienses estaban obligados a pasar por la efebía, es decir, si la clase humilde, los tetes, que eran sobre todo remeros de la flota, estaban exentos de ella. Aristóteles nos describe con detalle la institución en el siglo IV a. C., que tal vez no había sufrido cambios importantes desde la época de Pericles.

A comienzos del año ático, en el mes de Hecatombeon, los jóvenes atenienses de 18 años se inscribían como demotas, esto es, como miembros del demo de su padre. La asamblea del demo comprobaba su edad y decidía mediante votación si eran hijos legítimos y de condición libre. Cualquier impugnación suponía su remisión ante un tribunal de la Heliea, y el joven convicto de impostura era vendido inmediatamente por el Estado como esclavo.

Más tarde la Boulé sometía a los efebos a un nuevo examen. Las aptitudes físicas de los jóvenes las valoraban, sin duda alguna, bien la asamblea del demo, bien la Boulé en un consejo de revisión e incluso un tribunal en caso de impugnación.[20]

En el templo de la diosa Aglauro, al norte de la Acrópolis, los efebos prestaban más tarde este juramento, con la mano extendida sobre el altar:

No deshonraré las armas sagradas que llevo; no abandonaré a mi camarada de lucha; combatiré por la defensa de los santuarios del Estado, y transmitiré a la posteridad no una patria empequeñecida, sino más grande, más poderosa, en la medida de mis fuerzas y con la ayuda de todos. Obedeceré a los magistrados, a las leyes establecidas y las que se instituyan debidamente; si alguien intentara abolirlas, se lo impediré con todas mis fuerzas y con la ayuda de todos. Honraré los cultos de mis padres. Tomo como testigos a las divinidades: Aglauro, Hestia, Enio, Enialio, Ares y Atenea, Areia, Zeus, Talo, Auxo, Hegemones, Heracles, los Límites de la patria, los Trigos, las Cebadas, las Viñas, los Olivos y las Higueras.[21]
 
Sacrificio de una cabra: siete efebos (a la izquierda), dos hombres barbudos (sacerdotes o magistrados) y un criado, depositan ofrendas sobre el altar; la diosa (a la derecha, tal vez Deméter) sujeta un cetro y una fíala con ónfalo. Mármol Pentélico, final del siglo IV a. C.

Esta lista de divinidades, sobre todo Aglauro, Talo, Auxo, y la inclusión de los límites y de los frutos del Ática tenían un carácter arcaico muy evidente: dicha fórmula de juramento es seguramente anterior al siglo V a. C.

Para dirigir a los efebos, el pueblo elegía a un sofronista (censor) por tribu, de una lista de tres nombres elegidos por los padres de los efebos, y un cosmeta (director), jefe de todo el cuerpo efébico. Él nombraba también a los instructores de los efebos (pedotribas) y a los maestros especiales que les enseñaban a luchar como hoplitas (hoplomaquia), a tirar con el arco y lanzar la jabalina: en la época de Aristóteles se había añadido un instructor para maniobrar la catapulta, recientemente inventada.[22]​ El traje distintivo de los efebos, la clámide, parece haber sido, en su caso, negra.

El año de servicio se iniciaba dos meses después del comienzo del año civil, en Boedromion. Cosmeta y sofronistas empezaban por llevar a sus efebos a visitar los santuarios del Ática (que deberán defender), luego acudían a El Pireo donde estaban acuartelados, unos en Muniquia, otros en la Acté.

El sofronista recibía dinero para los efebos de su tribu (cuatro óbolos por cabeza y día) y compraba lo necesario para la alimentación de todos, pues comían por tribus.[23]

Tal vez se hacía ya entonces la división entre infantería y caballería, en esta escuela de efebía, pero no es seguro. El cosmeta debía preocuparse por convertir a los efebos en buenos jinetes y enseñarles a lanzar la saeta desde el caballo.[24]

De este modo transcurría el primer año, al final del cual se celebraba en el teatro una asamblea del pueblo, donde se pasaba revista a los efebos en movimientos de orden cerrado. En ese momento el Estado les daba un escudo y una lanza, hacían marchas militares por el Ática y estaban acuartelados en las fortalezas.[25]

Durante ese segundo año, los efebos se comportaban como peripoloi,[26]​ esto es, como soldados patrulleros en torno a las fortalezas de Eléuteras, de Filé y de Ramnunte.

En Ramnunte,[27]​unas inscripciones del siglo IV a. C. permiten evocar la vida de los efebos y sus relaciones con la población local. Los ejercicios de los efebos requerían un elevado consumo de aceite y los ciudadanos de Ramnunte contribuían con sus propios fondos, con una generosidad que les suponía agradecimiento y honores (coronas) otorgados por los efebos y sus jefes.

El pequeño teatro de Ramnunte tenía una animación especial gracias a la presencia de los efebos: Sentados en los lugares de honor (de la proedría), los magistrados del demo y los oficiales de la guardia participaban en los espectáculos que allí se celebraban, sobre todo concursos de comedias.

Panoplia

El hoplita tenía una panoplia formada por armas defensivas y ofensivas.

Armas defensivas

El casco ático del siglo V a. C. (cranos) era menos pesado que el de épocas anteriores y estaba adornado con una cimera menos molesta. Por encima de un gorro de fieltro estaba formado por una semiesfera metálica cubierta por una cimera que adopta la misma curva, y por protectores de mejillas articulados, a veces también con nasal y un protector de nuca.

 
Coraza.

La coraza (thorax), casi siempre de bronce, estaba formada por dos piezas, anterior y posterior, unidas por dos grapas o ganchos. Terminaba un poco más abajo de la cintura, dejando los muslos al descubierto casi por completo. Con frecuencia estaba adornada con dibujos o con líneas que subrayaban los músculos del tórax. Otras veces llevaban una especie de jubón de cuero o lino, reforzado por láminas de metal.

Las piernas las llevaban cubiertas desde la rodilla al tobillo por unas canilleras de bronce (cnémidas), cuyo uso fue desapareciendo a lo largo del siglo V a. C.

El escudo (aspís) ático, a diferencia del escudo ensanchando lateralmente de los beocios, solía ser redondo y de bronce, de unos 90 cm de diámetro. También podía estar formado por discos de piel de buey cosidos unos con otros, sujetos por una montura de madera o metal y adornados en la cara externa con placas de metal. La cara exterior era siempre convexa y llevaba en el centro un saliente (ómfalos) adornado a veces con cabezas de Gorgona, que tenían un valor religioso (apotropaico), protección contra la mala suerte, u otros símbolos (episemas). Esta decoración podía ser bastante rica, sin rivalizar, sin embargo, con la del escudo de Aquiles, obra del dios Hefesto.

La cara interna constaba de una o dos empuñaduras por las que el hoplita metía la mano y el brazo izquierdo. Fuera de la batalla, se pasaba por estas empuñaduras una correa que permitía colgar el escudo al hombro mediante un talabarte.

Armas ofensivas

 

Las armas ofensivas varían menos desde la época de Homero que el equipo defensivo. Seguían siendo la lanza y la espada.

La lanza (dóry), arma de choque, era una larga vara de madera, de unos 2 m, en uno de cuyos extremos había una punta de metal, a veces plana en forma de hoja, otras veces maciza, en forma de pirámide muy alargada. El asta, de madera de fresno por lo general, estaba cubierta de bandas de cuero en la parte por la que se sujetaba. En la parte inferior tenía un regatón metálico destinado a servir de contrapeso a la punta que, en algunos casos también era puntiaguda, de forma que la lanza se pudiera utilizar por los dos extremos.

La espada (xifos) no era una simple daga, sino un arma de guerra que podía sustituir a la lanza en el combate directo, en el cuerpo a cuerpo. La espada del hoplita tenía una hoja rectilínea con doble filo. Podía tener una longitud total, puño incluido, de 60 cm. Se llevaba colgada del hombro izquierdo mediante un talabarte. Después de las Guerras Médicas, el hoplita utilizaba asimismo una espada corta, tan solo un poco más larga que un puñal.

Los ejércitos griegos tenían igualmente tropas ligeras carentes de equipo defensivo, excepto a veces un pequeño escudo, como los honderos, lanzadores de jabalina (acontistas) y arqueros, y en el siglo IV a. C., los sirvientes de un arma nueva llamada catapulta.

La honda (sfendoné) estaba compuesta por dos cordoncillos de lana o de crin a los que se sujetaba un bolsillo de cuero donde se colocaba una piedra o una pelota de arcilla, de plomo o de bronce en forma de huso. El tirador imprimía al conjunto un rápido movimiento giratorio y luego lanzaba el extremo de uno de los cordones. La piedra o pelota lanzada por la fuerza centrípeta llegaba incluso a una distancia de casi 200 m.

La jabalina de guerra (acontion), una especie de lanza de reducidas dimensiones, estaba provista de un propulsor.

Las tropas terrestres de Atenas

Bajo el mando supremo del arconte polemarco, y más tarde de los estrategos, el cuerpo de los hoplitas atenienses estaba dividido en diez unidades, que incluían a la infantería de las diez tribus, mandadas a su vez por los diez taxiarcas, oficiales elegidos por el pueblo, cuyos mantos estaban bordados con anchas franjas púrpura.[28]​Cada taxiarca designaba a los jefes de compañía (locagós).

 
Arquero escita.

El estratego ateniense Ifícrates creó en el siglo IV a. C. un cuerpo de peltastas a los que dio un equipo más ligero que el del hoplita. El peltasta es solo un hoplita más ligero. Sus armas ofensivas eran la lanza y la espada.

Antes de las Guerras Médicas había en Atenas arqueros (toxotai) con traje escita que posiblemente eran atenienses vestidos así. Todavía, en Maratón, en el 490 a. C., el ejército ateniense no contaba ni con arqueros ni con jinetes, pero los numerosos arqueros y jinetes del ejército de Jerjes II obligaron a Atenas a formar cuerpos de estas tropas.[29]

En Salamina y en Platea lucharon arqueros atenienses (480-479 a. C.). En la época de la Guerra del Peloponeso, alcanzaron a ser un efectivo de 1600 hombres. Estos arqueros se reclutaron entre los ciudadanos más pobres, los (tetes). Llevaban el arco tradicional de doble curva.

En este cuerpo de arqueros a pie, y también en el de arqueros a caballo (hipotoxotai), había que distinguir con cuidado a los arqueros escitas, comprados por primera vez por Atenas cuando creó la Confederación de Delos en el 477 a. C. Estos esclavos actuaban como policía en Atenas, sobre todo en los tribunales, en la Ekklesía y en las asambleas de toda naturaleza. No eran soldados, sino policías.

 
Jinetes del friso del Partenón.

Después de Maratón se creó asimismo un cuerpo de jinetes, que primero tuvo 300, luego 600 y finalmente 1000 caballos.

Este cuerpo se reclutaba entre las dos clases más acomodadas, la segunda de las cuales se llamaba precisamente la clase de los caballeros (hippeis). El Estado no aportaba el caballo, y la cría caballar era un privilegio de los atenienses ricos. Sus hijos tenían ocasión desde muy temprano de hacer cabriolas en los prados de Colono o en la ciudad, en las procesiones; llegaban a la edad militar siendo ya expertos en equitación.

El hiparco,[30]​ jefe supremo de la caballería ateniense, elegido por el pueblo para un año, era el que reclutaba a los jinetes al final de la efebía. Pero esta elección la tenía que confirmar la Boulé, que cada año pasaba revista (dokimasia) a los jinetes y a sus caballos. El hiparco tenía bajo su mando a los diez filarcas que mandaban el escuadrón de una tribu, es decir, a unos 100 hombres.[31]

El jinete ateniense iba armado con dos lanzas y una espada, por lo general curvada como un sable (kopis). No llevaba la coraza del hoplita y el escudo más que para los desfiles, y las cnémidas de bronce, que hubieran herido los costados de su montura, se sustituyeron por altas botas de cuero. En una época se vistió como los jinetes tracios: grueso manto de lana, rodilleras y gorro de zorro. Montaba a pelo, sin silla ni estribos, y el caballo estaba tan solo enjaezado, sin protección.

En el siglo IV a. C., el equipo de caballería tendió a ser más pesado, y Jenofonte aconseja a los jinetes que lleven una coraza a medida y manoplas,[32]​ y que protejan a su caballo, sobre todo bajo el vientre, con un acolchado.

Los jinetes compartían cierta tendencia laconizante y se dejaban crecer el pelo igual que los espartanos. Aparecen en el friso de las Panateneas en el Partenón.

En la comedia Los caballeros, Aristófanes los representa con una simpatía evidente, aunque no carente de ironía, como valientes aferrados a las viejas costumbres y al conservadurismo oligárquico, enemigos naturales de Cleón.

El ejército ateniense incluía también toda clase de servicios auxiliares, como el de los correos (hemerodromos), que para cumplir sus misiones de contacto o llevar noticias a Atenas debían ser capaces de correr durante todo un día (hemera) antes de entregar el mensaje a otro corredor.[33]

Igualmente había médicos para cuidar a los heridos, como en el ejército de Agamenón en Troya, y adivinos, cuya función era muy importante.

Para transmitir con rapidez las noticias importantes, los griegos no solo utilizaban correos, sino también señales luminosas (realizadas con antorchas y hogueras) que, gracias a los relevos, constituían una verdadera red de «telegrafía óptica».[34]

Carácter religioso de la guerra

En Atenas sobre todo, el juramento de los efebos y su visita a los santuarios daba un carácter religioso a la entrada en la carrera de las armas.

En los ejércitos de todas las ciudades griegas había numerosos ritos que jalonaban el comienzo de cada campaña militar y las distintas etapas de la guerra.

Antes de decidir una guerra, se consultaba a los dioses dirigiéndose, por ejemplo, al oráculo de Apolo Pitio, o incluso a los oráculos o adivinos locales.

Una vez decidida la guerra, no se rompían las hostilidades hasta que el heraldo, personaje investido de un carácter sagrado, hubiera procedido a la declaración solemne de guerra. Llegado el caso, el heraldo también llevaba las propuestas de tregua o de paz. La declaración de guerra entre dos polis se caracterizaba jurídicamente por la interrupción de toda relación entre ambas, a través de los heraldos (akerictí).

En cuanto el ejército estaba preparado para partir, no podía ponerse en camino cualquier día. Los espartanos llegaron a Maratón después de la batalla, porque un escrúpulo religioso les prohibía entrar en campaña antes de la luna llena.
La expedición a Sicilia, iniciada un día nefasto, terminó en catástrofe.

En el momento en que el ejército estaba listo par la marcha, su jefe ofrecía un sacrificio y pronunciaba una oración.

Si era devoto, como Nicias, tenía mucho cuidado en no olvidar las imágenes de los dioses de Atenas y un altar portátil donde ardía el fuego perpetuo de la ciudad. Asimismo llevaba con él varios adivinos, pues durante la campaña no se podía adoptar ninguna decisión importante sin consultar previamente a los dioses.

Cuando los dos ejércitos estaban ya alineados frente a frente para la batalla, en cada campo el jefe, asistido por los adivinos, dirigía a los dioses unas plegarias consagrándoles las personas y los bienes de los enemigos. También inmolaban víctimas y los adivinos trataban de descifrar los presagios en sus entrañas.

Podía ocurrir que uno de los adversarios iniciara la acción y que el otro no intentara defenderse, si los dioses no se habían pronunciado con claridad: en Platea, el ejército espartano, inmóvil, con las armas a los pies y el escudo en el suelo, recibió una lluvia de flechas mientras esperaba que los dioses hablaran.[35]

 

En la lucha, los dioses y los héroes no abandonaban a sus fieles, sino que luchaban con ellos. En la batalla de Maratón contra los persas, muchos soldados atenienses creyeron ver a Teseo en armas, que se lanzaba a la cabeza contra los bárbaros.[36]

En época homérica, solo se hacían prisioneros para inmolarlos después, ya que los dioses tenían derecho a ese sacrificio humano, excepto cuando se esperaba obtener un rescate del cautivo.

Todavía en época clásica era frecuente matar sin piedad a los enemigos vencidos en el mismo campo de batalla e incluso después de la batalla cuando se habían rendido. Se remataba a los heridos.

Cuando se tomaba una ciudad, se pasaba a cuchillo a las mujeres, a los ancianos y a los niños. Se vendía como esclavos a quienes se perdonaba la vida.

Esta era la guerra, consagrada, o más bien, impuesta por la religión. El vencedor tenía el deber de enterrar a sus muertos y de conceder una tregua a los vencidos, para que pudieran hacer lo mismo.

A los enemigos muertos y a los prisioneros se les quitaban las armas. Amontonadas en el campo de batalla o agrupadas sobre troncos de árboles, constituían el trofeo sagrado y objeto de culto que se dedicaba a los dioses. Ese maniquí cubierto de armas se consideraba una estatua divina.

Erigir el trofeo era mostrarse victorioso. Tras un combate de resultado incierto, podía ocurrir que ambos adversarios erigieran un trofeo.[37]

En la época clásica no se consagraba a los dioses la totalidad del trofeo, sino solo una décima parte (decate), el diezmo. Éste es el origen de monumentos a menudo fastuosos que se apiñaban a lo largo de las vías sagradas de los santuarios panhelénicos, como en Delfos, y ante los cuales se escandalizaría Plutarco, sacerdote de Apolo Pitio:

Esos monumentos en los que el dios está rodeado por todas partes de primicias y diezmos, que son producto de matanzas, de guerras y de saqueos, y ese templo lleno de despojos y botines tomados a los griegos, ¿podemos ver todo eso sin indignarnos? ¿Cómo podemos no apiadarnos de los helenos cuando leemos en bellas ofrendas inscripciones tan vergonzosas como éstas: «Brásidas y los acantos con los despojos de los atenienses», «los atenienses con los despojos de los corintios», «los focenses con los despojos de los tesalios»?[38]

Así como durante la campaña se arrasaban las tierras del enemigo y parecía normal arrancar las cosechas y talar los árboles, incluso los olivos, del mismo modo, tras la victoria, el territorio enemigo pertenecía al vencedor, que podía destruir las casas y hacer desaparecer cualquier signo de vida en esa tierra.

Cuando se firmaba un tratado de paz, los dioses presidían este acto solemne. En la fórmula del juramento se les nombraba como garantes y este juramento quedaba sellado con un sacrificio.

Estrategia y táctica

 
Reconstrucción moderna de una formación de falange hoplítica. En realidad el equipo no era uniforme (con la notable excepción de Esparta), puesto que cada soldado se procuraba su propia panoplia y la decoraba a su voluntad.

Cada ciudadano movilizado debía poner en su zurrón o más bien en su cesta (plecos) algo para alimentarse durante tres días; sobre todo pan, queso, aceitunas, cebolla y ajo. Esta es la razón por la cual Aristófanes habla a menudo de ese macuto que huele a cebolla y que simbolizaba todas las incomodidades de la vida militar.[39]

La mayoría de las batallas campales de la época clásica eran choques brutales de falanges que se atacaban de frente a la carrera, cantando el peán en cuanto la trompeta daba la señal de ataque, como hicieron los atenienses en Maratón: se apresuraban para reducir el tiempo durante el cual podían causar bajas las armas arrojadizas lanzadas por las tropas ligeras del enemigo, y también para que el choque de las lanzas fuera más violento e irresistible.

Incluso los lacedemonios, los griegos más famosos por la forma de realizar las maniobras, y los mejor entrenados, se ponían en formación antes de atacar al enemigo y la conservaban mientras duraba la acción, salvo en casos de absoluta necesidad, pues cualquier cambio de táctica en contacto con el adversario era peligroso.

La lucha se decidía en acciones individuales, en monomaquias o duelos yuxtapuestos.

La estrategia seguía siendo muy elemental, al menos hasta la época de Ifícrates y Epaminondas.

La formación habitual entre los espartanos era de ocho filas en fondo y cada hombre ocupaba aproximadamente un metro cuadrado, excepto si los jefes ordenaban apretar filas y luchar codo a codo, escudo contra escudo.

La aparición de la caballería después de Maratón cambió un poco el aspecto de las batallas. Estaba encargada de las misiones de reconocimiento y de toma de contacto.

En el 394 a. C. delante de Corinto, el joven ateniense Dexíleo pereció con otros cuatro jinetes en una misión sumamente peligrosa que se les había confiado. Su monumento funerario en el cementerio del Cerámico lo representa matando con su lanza a un enemigo al que pisotea su caballo.[40]

La caballería servía también para perseguir, para matar a los enemigos huidos. En medio de los soldados de infantería que huían, sobre todo los hoplitas con su pesado equipo, solo un hombre tan valiente y dueño de sí mismo como Sócrates tenía alguna posibilidad de salvarse.[41]

Desde que en el 480 a. C., las tropas de Jerjes II tomaron y saquearon Atenas, se construyeron y reforzaron las murallas, gracias sobre todo a Temístocles.

La arquitectura militar haría grandes progresos en el siglo IV a. C., como demuestran las ruinas de Mesene.

Las distintas fortalezas del Ática solo tenían una función secundaria, y la de Ramnunte, por ejemplo, que empezó siendo un simple puesto de observación, no merece en realidad el nombre de ciudadela hasta poco después de las obras iniciadas hacia el 412 a. C., durante la Guerra de Decelia.[42]

Como los ejércitos del siglo V a. C. no disponían apenas de máquinas de sitiar eficaces, resultaba muy difícil tomar por la fuerza las ciudades bien fortificadas. Durante la guerra del Peloponeso, que duró casi 30 años, los lacedemonios y sus aliados, a pesar de que asolaron el Ática en diversas ocasiones, ni siquiera intentaran asaltar el conjunto poderosamente defendido que constituían Atenas y El Pireo, unidos por los Muros Largos.

Tan solo una escalada por sorpresa o el bloqueo por hambre de los sitiados podía poner fin a la resistencia de una ciudad decidida a defenderse. Algunas veces era la traición la que abría sus puertas.

Para acortar los periodos de asedio y reducir a los sitiados por la sed, los asaltantes no dudaban en interceptar las aguas, procedimiento que, sin embargo, lo prohibía la anfictionía délfica.[43]

En el siglo IV a. C., Eneas el Táctico escribió una obra, que se ha conservado, sobre el arte de defender una plaza sitiada. En ella se encuentran toda clase de consejos minuciosos sobre el cierre y la vigilancia de las puertas, las consignas y las señales, los puestos de observación que se deben establecer, las salidas que hay que hacer, las rondas, las máquinas de asedio que empezaban a aparecer y las máquinas con las que los asediados podrían contrarrestar su acción, la manera de incendiar las máquinas de los saltantes, los medios de impedir la escalada, es decir, todas las argucias que se podían utilizar para disuadir al enemigo.

Eneas recomendaba también, en las noches oscuras y tormentosas, atar fuera de la muralla perros que descubran desde lejos a los espías y a los tránsfugas, y se sabe que los perros jugaron un papel nada desdeñable en la protección de las fortalezas.

El siglo IV a. C. es un siglo de transición y de rápido avance en el arte militar. La falange macedonia y el desarrollo del arte de los asedios (poliorcética) darán a las guerras del periodo helenístico un aspecto distinto y alejado del de las batallas de la Ilíada.

La flota de guerra ateniense

 
Reconstrucción de trirremes griegos.

En el mar es donde Atenas era más poderosa porque en el siglo V a. C. ejercía una verdadera talasocracia. Y sin embargo, en el 490 a. C., el año de la batalla de Maratón, todavía no poseía una flota digna de ese nombre, como tampoco tenía caballería.

Fue Temístocles quien impulsó el poder naval de Atenas. Comprendió, sin esperar a que el oráculo de la Pitia dijera que «sólo sería inexpugnable una muralla de madera», que la ciudad necesitaba muchos barcos de guerra para defenderse contra la flota de Egina y sobre todo contra la flota de Jerjes.

Fue él el que transformó a numerosos hoplitas atenienses en soldados de marina y marineros, hasta el punto de que más tarde se le acusó de haber convertido a nobles guerreros en viles remeros.[44]

Aprovechando el descubrimiento de un nuevo filón, más rico, en las minas de plata de Laurión, logró que los atenienses, en vez de repartirse los beneficios de la explotación —quizás 100 o incluso 200 talentos— , prestaran a los 100 ciudadanos más ricos medios para construir trirremes.[45]

Por otra parte, inició importantes obras en El Pireo, que sustituyó como puerto a la ensenada de Falero. Se acondicionaron y fortificaron las dársenas de Zea y Muniquia. Las construcciones y todos los preparativos necesarios se llevaron a cabo con tal rapidez que en el año 480 a. C., en la batalla de Salamina, Atenas pudo alinear 147 barcos de guerra dispuestos a hacerse a la mar, y otros 53 se mantenían de reserva, lo que hace una flota total de 200 trieres.

Gracias a los recursos del tributo pagado por las ciudades dominadas por el poder ateniense, esta flota aumentará todavía más a lo largo del siglo V.

En los siglos V a. C. y IV, contará normalmente con unos 300 o 400 trirremes, cantidad más que suficiente para garantizar el domino de Atenas sobre el mar Egeo y los estrechos.

Trierarquía y táctica naval

La organización de la trierarquía (literalmente: mando de la triere) también surgió al parecer en tiempos de Temístocles. Era una liturgia, como por ejemplo, la coregía.

Los strategoi designaban cada año a los trierarcas entre los ciudadanos capaces de soportar esta costosa carga, y no entre los mejores marinos, pues aunque el Estado aportaba el casco y, tal vez, los aparejos del navío, así como la tripulación, el trierarca debía realizar grandes gastos: debía instalar los aparejos por su propia cuenta, completarlos si era necesario y velar por su mantenimiento, así como realizar las reparaciones necesarias durante la campaña.

Él mandaba en el barco, pero el piloto, jefe de la tripulación que estaba a sus órdenes, era un marino con experiencia que le aconsejaba técnicamente cuando era necesario.

Hacia el final de la guerra del Peloponeso, los ciudadanos estaban demasiado empobrecidos para poder soportar la carga de la trierarquía. Entonces se permitió que dos sintrierarcas se asociaran para compartir los gastos de un solo trirreme. Cada uno de ellos mandaba el barco durante seis meses.

En el siglo IV a. C. la situación económica aún se agravó más y se ideó el sistema de simmorías para repartir con más equidad este oneroso servicio público.

La mayor parte de los remeros atenienses eran de la clase más humilde, thetes, a veces metecos e incluso -cuando se necesitaban hombres- esclavos a quienes se prometía la libertad si se comportaban adecuadamente. Solo para equipar 200 trirremes hacían falta más de 40 000 hombres. La paga diaria pasó de 3 óbolos a una dracma.

La partida de una flota ateniense en El Pireo era un gran espectáculo, sobre todo cuando se trataba de una expedición militar tan importante con la que navegó hacia Sicilia en verano del 415 a. C.:

Los atenienses y algunos aliados que se encontraban en Atenas bajaron al Pireo en el día señalado, al alba y se embarcaron para hacerse a la mar. Con ellos también bajaron, todos aquellos que quedaban en la ciudad, ciudadanos y extranjeros. Durante el trayecto sus esperanzas se mezclaban con lágrimas. No obstante, ante el despliegue de fuerza, dada la importancia de todos los efectivos que tenían a la vista, recobraban la confianza.

Los trierarcas de la ciudad habían cuidado con todo esmero la flota, sin reparar en gastos, y el Estado había asignado a cada hombre de la tripulación una dracma diaria, aportando también sesenta unidades rápidas de barcos sin equipar, más cuarenta transportes de tropas con un personal bien seleccionado para los servicios; los trierarcas por su parte añadieron una prima complementaria a la paga asignada por el Estado para los remeros de la primera hilera (tranitas) y para los oficiales, y también habían decorado y acondicionado las naves con suntuosidad; ninguno de ellos había reparado en gastos para que su barco se distinguiera por su hermoso aspecto y por su velocidad al desplazarse.

Cuando se terminó el embarque y se hubo colocado todo el material en su sitio, la trompeta ordenó silencio. Era el momento de las plegarias antes de la marcha: se hicieron, pero no sobre cada navío por separado, sino todos al mismo tiempo, al oír la voz del heraldo. En toda la armada se había mezclado el vino en las cráteras: soldados y jefes hicieron las libaciones con copas de oro y plata. También en tierra se sumaron a las plegarias la multitud de ciudadanos y todos los que se encontraban allí por amistad. Una vez cantado el peán y hechas las libaciones, la flota salió del puerto, al principio con los navíos en fila, pero luego rivalizaron ya hasta Egina para ver cuál era más rápido.[46]

Pero enseguida acudirá el trirreme Salaminia, dedicado especialmente, igual que la Paralia,[47]​ a los mensajes oficiales del Estado, para entregar a Alcibíades, uno de los tres comandantes en jefe, la orden de volver a Atenas para responder a una acusación de sacrilegio, y la orgullosa armada terminará sufriendo un desastre total.

Para el estudio de la táctica y la estrategia marítimas son muy instructivos los capítulos del Libro VII de la Historia de la Guerra del Peloponeso de Tucídides, en los que el historiador cuenta las batallas navales ante Siracusa, que causaron la pérdida de esta numerosa y espléndida flota.

La estrategia naval era un arte muy difícil. Los atenienses lo dominaban, del mismo modo que los espartanos no tenían rival en las maniobras de los hoplitas.

El objetivo era embestir el flanco de los navíos enemigos. Para lograrlo, primero había que romper y envolver (periplous)la escuadra contraria y sembrar la confusión. Una maniobra peligrosa era la que consistía en pasar a toda velocidad a lo largo de un barco enemigo: al llegar a su altura, el agresor retiraba sus remos y con su espolón de proa rompía en pedazos los del adversario, que entonces se convertía en una presa fácil.

Para realizar en el mar semejantes maniobras de precisión, era necesario tener tripulaciones muy bien entrenadas. Jenofonte cuenta cómo, en el siglo IV a. C., Ifícrates, el creador de los peltastas, que también fue un gran almirante (navarco) formaba al navegar al personal de su flota:

Primero dejaba en su sitio las grandes velas como si fuera a combatir(...) Con frecuencia también, al acercarse a la costa donde la flota debía comer, a mediodía o por la noche, dirigía la cabeza de la escuadra hacia alta mar, cuando se acercaba al punto de desembarco, para luego ordenar una conversión que colocaba la proa de los trirremes frente a la orilla y, cuando se daba la señal, los dejaba partir, tratando todos de llegar los primeros a tierra; entonces era un gran premio llegar los primeros para buscar agua, y ser los primeros en comer. En la navegación diurna, al dar una señal, colocaba la escuadra unas veces en columna, otras en línea.[48]

En este texto se ve lo cerca de la costa que solían navegar las flotas griegas, pues los marineros comían en tierra con frecuencia.

Los muertos y los inválidos de guerra

 
Monumento a los muertos de la tribu Erecteida, h. 460-459 a. C.

En Esparta, a los guerreros muertos en combate se les sepultaba envueltos en su manto escarlata, que les servía de mortaja, y se les cubría de ramas de olivo. Sus tumbas tenían escrito su nombre, mientras que las tumbas de los demás lacedemonios eran anónimas.[49]

En Atenas, después de cada campaña se llevaban piadosamente a la ciudad los restos de los guerreros muertos y se les hacían funerales nacionales:

Tres días antes de las exequias, se alza una tienda bajo la cual se depositan los restos de los muertos y todo el mundo tiene que llevar ofrendas a su familiar muerto (casi siempre vendas de lana, coronas y guirnaldas de flores y de hojas, ramas o vasos funerarios). En la comitiva son conducidos por los carros con los féretros de ciprés, uno por cada tribu. Al mismo tiempo se lleva un lecho vacío y adornado en honor de los desaparecidos. Los ciudadanos y los extranjeros que lo desean forma parte del cortejo. Las mujeres rodean el féretro y lanzan gemidos. Los féretros se depositan en un monumento público, erigido en el barrio más bello de la ciudad (el Cerámico), y un orador elegido por el Estado pronuncia el elogio que ensalza el valor de los muertos.[50]

En el 431 a. C. fue el propio Pericles quien pronunció este epitafio logos, cuyo recuerdo ha transmitido Tucídides.

En el monumento funerario, los nombres de los muertos se grababan por tribu, debajo de un título muy simple: «Lista de los atenienses muertos en tal campaña, de la tribu Erectea...», pero a menudo también un breve poema, un epigrama funerario exaltaba su heroísmo.

La polis se hacía cargo de los huérfanos de guerra y garantizaba su manutención hasta la efebía. Entonces tenía lugar en la fiesta de las Grandes Dionisias, en el teatro, la entrega solemne de la armadura completa (panoplia) que el Estado ofrecía a cada huérfano.

En el momento en que se van a presentar las tragedias, el heraldo se adelanta, presenta a los huérfanos cuyos padres murieron en la guerra, adolescentes vestidos con el equipo de hoplita, y pronuncia la más bella proclama: «El pueblo ha educado hasta la adolescencia a estos jóvenes cuyos padres murieron como valientes guerreros; ahora los arma con esta armadura completa, deja que cada cual prosiga su carrera, encomendándoles a la Buena fortuna, y los invita ocupar la primera fila (proedría) en el teatro».[51]
 
Laomedonte agonizante, figura E-XI del frontón este del templo de Afea, c. 505-500 a. C.

En cuanto a los atenienses que han sobrevivido a las heridas pero que están inválidos o enfermos, la polis también les presta ayuda: una ley, atribuida a Pisístrato, ordena que la ciudad se haga cargo de alimentar a los mutilados de guerra.[52]

Hay que distinguir esta ley de la que concedía una pensión diaria de dos óbolos a todos los enfermos civiles que carecían de recursos:[53]​ el inválido para el que Lisias escribió un alegato no es, desde luego, un inválido de guerra, porque en ese caso, cómo sacaría a relucir sus méritos militares en el momento en que se habla de suprimirle la pensión.[54]

La guerra entre griegos

Los hoplitas atenienses de Maratón, los de Esparta en las Termópilas y en Platea, los marineros y los epibatas de Atenas en Salamina salvaron a Grecia: sin ellos la civilización griega hubiera perecido sin desarrollarse, la Hélade se hubiera convertido en una satrapía persa.

Pero después de las Guerras Médicas, Grecia volvió contra sí misma toda su energía y su experiencia guerreras. Uno de los episodios más atroces y más significativos de la guerra del Peloponeso es el de Melos, en el 416 a. C. Esta pequeña isla doria del mar Egeo cometió el error, a los ojos de los atenienses, de querer ser neutral entre «los dos grandes» que entonces estaban en guerra. Hay que leer en Tucídides el trágico diálogo de los enviados atenienses y de los magistrados de Melos.

Los melios no cedieron y el ejército ateniense sitió Melos durante más de un año, pues la resistencia de ese puñado de hombres, celosos de su independencia, fue heroica: en una incursión mataron a muchos sitiadores. Los atenienses se vieron obligados a enviar refuerzos y ese fue el fin, que Tucídides cuenta en pocas palabras:

Se sitió la plaza con más refuerzos, hubo una traición y los habitantes se rindieron a la voluntad de los atenienses. Estos mataron a todos los hombres en edad de llevar armas y vendieron como esclavos a las mujeres y los niños.[55]

Y los melios eran griegos, no bárbaros.

Matanzas como esta y las pérdidas en las luchas terrestres y marítimas debilitaron a Grecia y la dejaron sin hombres hasta el punto de que, en el siglo siguiente (siglo IV a. C.), para defender la ciudad tuvieron que contratar cada vez más a mercenarios, es decir, soldados extranjeros que ya no luchaban por patriotismo como ciudadanos, sino tan solo para vivir a cambio de una paga.

Ya en el 399 a. C. los «diez mil» griegos de la Anábasis, entre los que figuraba el ateniense Jenofonte, que contará sus hazañas, eran soldados de oficio que ponían su espada al servicio de quien les pagara mejor: su historia saca a la luz las funestas consecuencias de una larga guerra que dejó a los antiguos combatientes reducidos a enrolarse en cualquier parte como mercenarios.

Pero estos aventureros pronto no tendrán que cruzar el mar para ganarse la vida y ponerse al servicio de un príncipe persa: las propias ciudades de Grecia, entre las que volvían a surgir discrepancias, se disputarán sus servicios a precio de oro.

En vano Demóstenes exhortará a menudo a sus conciudadanos para que suban ellos mismos a los trirremes y sirvan como hoplitas: contra Filipo II prefirieron casi siempre recurrir a los mercenarios, y al final se decidieron, cuando ya era demasiado tarde, y fue en Queronea (338 a. C.) donde las mejores tropas de Atenas y de Tebas sucumbieron bajo la falange macedonia.[56]

Las luchas fratricidas entre griegos privaron a la Hélade poco a poco de sus mejores hombres, ofreciendo con ello una presa lista a los conquistadores macedonios, y más tarde a los romanos.

Consideraciones historiográficas

Para el historiador moderno[57]​ no es como para los antiguos a los que les movía otras motivaciones, que radicaban en componer una obra destacada por sus cualidades estéticas y literarias que primaban sobre la exactitud, la precisión o la fidelidad. La búsqueda de un equilibrio formal se aliaba a la del detalle pintoresco e impresionante.

A estas dificultades se añaden la rareza o ausencia de datos de cifras dignos de confianza, los efectivos de los ejércitos, el número de muertos y de prisioneros en una batalla, en la cual se presentaba la eventual oportunidad de la conquista de una ciudad, han sido raramente utilizados sin reservas, ya que la magnificación literaria era la regla. En cualquier caso, ya en la Antigüedad, la investigación sobre el número de efectivos, presentaban obstáculos insalvables. Las estimaciones actuales que a menudo se ofrecen son mera especulación.

En cuanto a los datos topográficos y geográficos, Heródoto, Tucídides, Jenofonte, Polibio, los historiadores de Alejandro Magno y otros, se esforzaron por dar indicaciones lo más precisas posibles sobre el campo de batalla y sobre el terreno de las operaciones. En el caso más favorable, estos autores podrían beneficiarse de un conocimiento de primera mano de algunos lugares en los que se desarrollaron los acontecimientos que describían, pero no es la norma general. Se exigían a sí mismos menos sobre el momento y la cronología de la batalla que en determinar con alguna precisión el emplazamiento de esta, sobre lo que se tropezaban con considerables dificultades. Uno de los méritos de los historiadores de finales del siglo XIX y de comienzos del XX, por citar a algunos relevantes, Hans Delbrück, Johannes Kromayer,[58]​ Georges Veith,[59]​ o el clasicista estadounidense W. Kendrick Pritchett († 1998), es haber intentado fijar las fases de la batalla sobre el terreno. En ausencia de mapas, planos, de documentación iconográfica precisa, es difícil si no imposible representar un combate de la Antigüedad, donde entraban en liza hoplitas, jinetes, etc. Los relatos de los historiadores antiguos se basan en el testimonio de los espectadores o de los actores más o menos bien informados, más o menos competentes, más o menos imparciales. Era raro que hubiesen asistido en persona a los sucesos narrados, por lo que son tachados de parciales e inexactos por los historiadores modernos. Un historiador versado en geografía, topografía, etnología, estrategia, y a la vez buen narrador, son cualidades que solo tal vez Tucídides podría reunir, aunque sus relatos no son ni podían ser exhaustivos. Incluido el historiador que hacía de lo racional un instrumento de análisis privilegiado, como Tucídides, la calidad de la composición y el estilo imponían obligaciones que perjudicaban ciertos pasajes.

Véase también

Notas y referencias

  1. Davis Hanson, Victor, (1999). Les guerres grecques, 1400-146 av. J.-C., traducción de Laurent Bury, París: Autrement, Le Club Du Livre, prólogo. ISBN 978-28-626-0972-0.
  2. Aristóteles, Constitución de los atenienses, 7.3.
  3. .
  4. Stockton, D., The Classical Athenian Democracy , p. 7.
  5. Demóstenes, Contra Leptines, 31-33
  6. Labarbe, Jules, La loi navale de Thémistocle. Les Belles Letres, 1957
  7. Plutarco, Vida de Licurgo, 24.
  8. Jenofonte, República de los lacedemonios, 11, 5-10.
  9. Heródoto, vii.208
  10. Spence, I. G. The Cavalry of Classical Greece. A Social and Military History. Oxford, 1993.
  11. Heródoto, ix.28
  12. Jenofonte, Helénicas, vi, 4, 15.
  13. L. Lacroix, Le bouclier, emblème des Béotiens. Revue belge de philologie et d'histoire, 36, 1958, pp. 5-30.
  14. Plutarco, Erótico, 761 b; Henri-Irénée Marrou, L'histoire de l'éducation dans l'antiquité, Paris, Le Seuil, 1948, p. 57.
  15. Tucídides, IV, 94.
  16. Jenofonte, Helénicas, vi.4.12.
  17. Jenofonte, Helénicas, vi.1.5
  18. Aristóteles, Constitución de los atenienses, 53.5.
  19. Tucídides, ii.13.6-9; Arnold Wycombe Gomme, Antony Andrewes y Kenneth James Dover, A Historical Commentary on Thucydides, vol. ii, p.53-54, Oxford University Press (1962), (ISBN 978-0-19-814003-0)
  20. Aristófanes, Las avispas, 578.
  21. Licurgo de Atenas, Contra Leócrates, 77.2; L. Robert, Études épigraphiques et philologuiques, p. 296-307; O. W. Reinmuth, The Ephebic Inscriptions of the Fourth Century B.C., Leiden Brill, Leyde, 1971.
  22. Aristóteles, Constitución de los atenienses, 42.3; Charles Victor Daremberg y Edmond Saglio, Dictionnaire des Antiquités grecques et romaines
  23. Aristóteles, Constitución de los atenienses, 42.3
  24. A. Martin, Les cavaliers athéniens
  25. Aristóteles, Constitución de los atenienses, 42.4
  26. Pierre Sigler, Péripoloi et péripolarques en Grèce ancienne, UPPA (mémoire d’histoire), 2005
  27. L. Robert, Hellenica, X, p. 283-292; J. Pouilloux, La forteresse de Rhamnonte, p. 81-82
  28. Aristófanes, La paz, v. 303 y 1171 y 1173
  29. A. Plassar, Les archers d'Athènes. Revue des Études grecques, 26, p. 202
  30. Guntiñas Tuñón, Orlando (1984). Jenofonte, El jefe de la caballería. Madrid: Editorial Gredos S.A. ISBN 84-249-0963-1. ,
  31. I. G. Spence, The Cavalry of Classical Greece. A Social and Military History. Oxford, 1993.
  32. Jenofonte, De la equitación, 12.5
  33. H. Bengtson, Aus der Lebensgeschichte eines griechischen Distanzläufers, p. 35-39
  34. Tucídides, ii.94.1; Esquilo, Agamenón, v.8 y sigs.
  35. Heródoto, ix.61-62
  36. Plutarco, Vida de Teseo, 35.
  37. Gilbert Charles-Picard, Les trophées romains; contribution à l'histoire de la religion et de l'art triomphal de Rome, Ed. de Boccard, 1957, p.13-64
  38. Plutarco, Sobre los oráculos de la Pitia, cap.15
  39. Aristófanes, La paz, v.528-529
  40. G. Fougére, Athénes, p. 143; Marcus. N. Tod, A selection of greek historical inscriptions. From 403 to 323 B.C., II, Oxford, 1962, p. 104-105.
  41. Platón, El Banquete, 221 a-b.
  42. J. Pouillon, La forteresse de Rhamnonte, p. 9-66
  43. Esquines, Sobre la embajada, 115.
  44. Plutarco, Vida de Temístocles, 4
  45. Labarbe, Jules, La loi navale de Thémistocle, Les Belles Lettres, 1957, p. 42.
  46. Tucídides, Historia de la Guerra del Peloponeso, iv,30-32,2
  47. Jenofonte, Helénicas, vi.2.27-30.
  48. Jenofonte, Helénicas VI, 2, 27-30
  49. Plutarco, Vida de Licurgo, 27.2-3; Flaceliére, Robert, Revue des Études grecques, 61, 1948, p. 403-405.
  50. Tucídides, Historia de la Guerra del Peloponeso, ii.34
  51. Esquines, Contra Ctesifonte, 154.
  52. Plutarco, Vida de Solón, 31
  53. Aristóteles, Constitución de los atenienses, 49.4.
  54. Lisias, En favor del inválido
  55. Tucídides v. 84-116
  56. CFawkwell, 1978, pp. 146-156.
  57. Ducrey, pp. 62-64.
  58. Johannes Kromayer & Georg Veith.Antike Schlachtfelder in Griechenland. Bausteine zu einer antiken Kriegsgeschichte ... Mit ... Karten ... und Tafeln, 4 Bände, reeditado en 2010. Cf. de los mismos autores Von Marathon bis Chaeronea Wagner & Debes (1926)
  59. Antike Schlachtfelder: Bausteine Zu Einer Antiken Kriegsgeschichte (1901)

Bibliografía

  • Cawkwell, George (1978). Philip II of Macedon (en inglés). Londres: Faber & Faber. ISBN 0-571-10958-6. 
  • Ducrey, Pierre. Guerre et guerriers dans la Grèce antique, Hachette Littératures, coll. Pluriel, Paris, 1999 (réédition), ISBN 2-01-278986-2.
  • Fernández Nieto, F. J., Los reglamentos militares griegos y la justicia castrense en época helenística, Symposion, 1995.
  • Garlan, Yvon, La Guerra en la antigüedad, Alderabán Ediciones, 2003, ISBN 84-95414-31-7.
  • Hackett, John Winthrop. Warfare in the Ancient World, Checkmark Books, 1990.
  • Hanson, Victor Davis, Le modèle occidental de la guerre, Belles Lettres, coll. Histoire, Paris, 1990, ISBN 2-251-38004-3.
  • Humble, Richard, Warfare in the Ancient World, 1980.
  • Labarbe, Jules, La loi navale de Thémistocle, Les Belles Lettres, 1957.
  • Pimouguet-Pedarros, I., L'apparition des premiers engins balistiques dans le monde grec et hellénisé: un état de la question, REA 102, 2000.
  • Snodgrass, Anthony M., Arms and armors of the Greeks, Londres, 1967.

Enlaces externos

  • Los Prómachoi Homéricos y la Formación Cerrada en la Épica Griega
  • Jinetes en Grecia y sus ecos en la cultura ibérica
  •   Datos: Q2918232

guerra, antigua, grecia, guerra, grecia, antigua, término, usado, para, describir, enfrentamientos, entre, polis, griegas, ciudades, estado, antigua, grecia, entre, revolución, hoplítica, siglo, viii, emergencia, imperio, macedonio, siglo, guerreros, griegos, . Guerra en la Grecia Antigua es el termino usado para describir los enfrentamientos entre las polis griegas las ciudades estado de la Antigua Grecia entre la revolucion hoplitica del siglo VIII a C y la emergencia del imperio macedonio en el siglo IV a C Guerreros griegos Pocas civilizaciones fueron tan belicosas como las polis griegas a pesar de que fueron sociedades poco militarizadas hasta el siglo IV a C Los templos tienen representaciones en sus frontones y sus frisos con dioses con indumentaria de hoplita Los vasos ceramicos glorifican las filas de la falange Las estelas funerarias representan las muertes de los soldados de infanteria Platon utiliza a menudo el modelo de la guerra para ilustrar sus teorias de la virtud y del conocimiento y extrae frecuentemente sus ejemplos de la experiencia militar personal de Socrates Para Herodoto Tucidides o Jenofonte era aparentemente inconcebible relatar otras cosas Para Socrates matar hombres guerreando por Atenas no se oponia a la practica de la dialectica o de la reflexion abstracta 1 Indice 1 Organizacion 2 El soldado ciudadano 3 El imperialismo ateniense 4 El ejercito espartano 5 El ejercito beocio 6 Organizacion militar de Atenas la efebia 7 Panoplia 7 1 Armas defensivas 7 2 Armas ofensivas 8 Las tropas terrestres de Atenas 9 Caracter religioso de la guerra 10 Estrategia y tactica 11 La flota de guerra ateniense 12 Trierarquia y tactica naval 13 Los muertos y los invalidos de guerra 14 La guerra entre griegos 15 Consideraciones historiograficas 16 Vease tambien 17 Notas y referencias 18 Bibliografia 19 Enlaces externosOrganizacion EditarLa guerra griega antigua estuvo dominada en tierra por la formacion de la falange una profunda linea formada por hoplitas equipados con escudos lanzas y espadas El hoplita recibe su nombre de la palabra griega hoplon palabra generica para designar a las armas en especifico el hoplon o escudo que utilizaban estos de ahi la palabra panoplia todas las armas A dia de hoy mucha gente cree que la palabra hoplon significa escudo cuando la palabra para el mismo seria aspis El plan de la falange consistia basicamente en avanzar hacia el enemigo con la lanza de cada falangita extendida hacia el enemigo Cuando la falange llegaba al alcance de las espadas los falangitas sacaban las suyas y empezaban a luchar Si los arqueros enemigos disparaban flechas a la falange los falangitas levantaban sus escudos puesto que la unidad era esencial para su defensa La falange griega era la mejor infanteria demostrada por la victoria ateniense en Maraton Diez mil hoplitas atenienses organizados en una falange derrotaron a un ejercito persa muy superior en numero de unos 26 000 hombres los soldados atenienses sufrieron escasas perdidas Otro tipo de soldado era el peltasta que pertenecia a la infanteria ligera y estaba equipado principalmente con varias jabalinas Los peltastas eran usados normalmente para las escaramuzas El antiguo reino de Macedonia perfecciono la falange con el uso de las inusitadamente largas sarissas Ademas de la formacion de la falange los macedonios bajo el rey Filipo II comenzaron a usar escuadrones de caballeria ordenados y unidades tacticas de escaramuzadores en la batalla Otro cambio introducido por Filipo II fue la creacion y el mantenimiento de un ejercito profesional Antes las falanges griegas habian estado compuestas por soldados ciudadanos Los ejercitos profesionales sin embargo muy entrenados fueron la norma especialmente despues de que el hijo de Filipo Alejandro III conquistara el vasto imperio persa y a su muerte dejara varios estados a los diadocos No fue hasta la evolucion de la falange al estilo mas flexible de la legion romana en organizacion y equipamiento y combinado con el mas ampliamente difundido uso de la caballeria ligera cuando la falange griega perdio en el campo de batalla Otra forma de falange la falange oblicua se empleo cuando los ejercitos enfrentados intentaban flanquear a la falange o atacar los lados vulnerables Para defenderse contra dicha maniobra las alas derecha y central de la falange se fusionaban con el ala izquierda para formar una falange de cincuenta hombres de fondo En torno a la epoca de las guerras medicas los griegos y especialmente los atenienses tuvieron la idea de armar barcos y luchar en el mar La embarcacion de combate griega basica era el trirreme con tres hileras de remos en cada lado para aumentar la velocidad y la maniobrabilidad La estrategia ateniense en los combates navales demostro su exito en la batalla de Salamina donde una pequena flota ateniense basada en el principio de chocar quemar y capturar las embarcaciones enemigas vencio completamente a la flota persa Despues de la derrota de los persas en el mar Egeo los atenienses usaron su marina como defensa contra los piratas y los otros peligros en un esfuerzo de promover el comercio dentro de la confederacion de Delos La guerra naval fue decisiva en la guerra del Peloponeso cuando la estrategia de Atenas se convirtio otra vez en superioridad naval y los atenienses intentaron encerrarse dentro de sus Muros Largos y utilizar su flota para bloquear los puertos de los aliados de Esparta limitando el comercio Despues de la arriesgada aventura militar en Sicilia Atenas perdio una gran parte de su flota y muchos de sus mejores soldados Los espartanos aprovecharon este golpe aplastando y creando rapidamente su propia marina con el apoyo de Persia Con un incuestionable ejercito de tierra y una marina pasable Esparta incito a muchas colonias atenienses a rebelarse privando a Atenas de los fondos necesarios para construir mas barcos No paso mucho tiempo antes de que Esparta tomara Atenas derribara los muros de la ciudad y la saqueara Guerrero desnudo portando una lanza con el brazo levantado Bronce del siglo VIII a C Staatliche Antikensammlungen de Munich El soldado ciudadano EditarUn ciudadano era por definicion un soldado Y el grado de cualificacion politica del ciudadano era el que determinaba su grado de cualificacion militar A las clases sociales mas altas les correspondian los cargos superiores En la Atenas del siglo V a C los pentacosiomedimnos 2 los miembros de la primera clase tenian el privilego de la trierarquia la liturgia principal que les encargaba armar la flota Los caballeros se elegian entre loshippeis 2 3 los miembros de la segunda clase Y para pertenecer a la falange de los hoplitas debian formar parte de los zeugitas 4 la tercera clase Articulo principal Sistema hoplitico El buen soldado era el propietario de tierras No solo porque no se podia ocultar a la codicia de los enemigos sino principalmente porque trabajar la tierra segun Jenofonte era una escuela de virtud para el ciudadano en la que adquiria las cualidades de vigilancia fuerza y justicia que forman la base del espiritu militar El buen soldado era tambien padre de familia porque la preocupacion por conservar la libertad de sus hijos era otro buen motivo para combatir El imperialismo ateniense EditarArticulo principal Siglo de Pericles Imperio ateniense hacia el 450 a C Atenas despues de las guerras medicas en las que contribuyo mas que ninguna ciudad a la derrota de los invasores trataba de atribuirse la hegemonia y de conservarla despues al margen de las aspiraciones independistas de las ciudades aliadas y de hecho dominadas por Atenas al margen tambien de la hostilidad de Esparta y de sus aliados del Peloponeso que no podian admitir la supremacia ateniense Para establecer y conservar el dominio sobre las islas del mar Egeo y muchas de las ciudades maritimas de la costa de Asia Menor para garantizar su abastecimiento de cereales que procedentes en gran parte del Ponto Euxino 5 debian atravesar los estrechos Atenas necesitaba una numerosa flota comercial y una poderosa marina de guerra Sabemos que desde la decisiva accion de Temistocles en los anos anteriores a Salamina 480 a C la talasocracia ateniense domino efectivamente toda la cuenca oriental del Mediterraneo hasta el desastre del 404 a C 6 En el siglo IV a C Atenas intentara mantener el dominio del mar que perdio sobre todo a partir del 377 a C ano en que creo la Segunda Liga ateniense Por otra parte durante toda la epoca antigua Atenas necesito un ejercito de tierra para hacer frente a los ataques de sus vecinos de Beocia y del Peloponeso y llegado el caso para atacarles en su propio territorio No obstante Atenas se limitaba casi siempre a defenderse de los hoplitas de Esparta y Tebas Cuando Ificrates proponga un reparto de la hegemonia entre ambas ciudades para que cesen las rivalidades funestas entre Atenas y Esparta considerara con la mayor naturalidad asociar el poder naval de Atenas con el poder terrestre de los lacedemonios El ejercito espartano Editar Hoplita espartano Articulo principal Ejercito espartano Este poder terrestre de Esparta se basaba en primer lugar en un sistema educativo desde la infancia totalmente orientado a la preparacion para la guerra De los 16 a los 20 anos el adolescente se convertia en irene de primer segundo tercer o cuarto ano El irenado correspondia a la efebia atica con la diferencia de que esta era mas breve dos anos tan solo A los 20 anos todo espartano se incorporaba al ejercito activo pero su formacion militar no habia finalizado La educacion de los espartanos se prolongaba hasta la edad madura 7 De los 20 a los 30 anos estos jovenes guerreros seguian viviendo aunque estuvieran casados con sus camaradas de tienda y continuaban comiendo todos juntos sisitias Todavia no se les permitia el acceso al agora ni podian ejercer sus derechos politicos Para ellos la vida familiar no podia empezar hasta despues de los 30 anos pero alterada ademas por la costumbre de esas comidas en grupo A los 60 anos el espartano quedaba al fin liberado del servicio militar y podia formar parte del Senado Gerusia Pero seguia pasando mucho tiempo en los gimnasios vigilando los ejercicios de los ninos y las luchas de los irenes El ejercito espartano mandado por uno de los dos reyes que vigilaban a menudo los eforos estaba compuesto unicamente por los hoplitas ciudadanos de pleno derecho o periecos Esta infanteria pesada estaba dividida en cinco regimientos mores o moras mandados por los polemarcos a cuya orden estaban los locagos jefes de batallon los pentecontarcas comandantes de compania y los enomotarcas jefes de seccion Las distintas unidades maniobraban con tal flexibilidad que provocaron la admiracion del ateniense Jenofonte sobre todo por pasar de la formacion de marcha en columna a la formacion en linea un movimiento de conversion ponia al instante a todas las secciones a la altura de la seccion de cabeza que se habia detenido si en ese momento hubiera aparecido por detras una tropa enemiga cada fila habria llevado a cabo una sabia contramarcha para que los mejores soldados estuvieran siempre frente al enemigo en primera linea 8 Los hoplitas de Esparta se distinguian a simple vista de los de otras ciudades por el color de su tunica y por su cabellera Sus tunicas eran de color escarlata para que segun decian la sangre no se notara mientras que en el ejercito ateniense por ejemplo solo el traje de los oficiales estaba adornado con franjas purpuras LLevaban el pelo largo lo que en la Grecia de Pericles era un arcaismo Antes de la batalla limpiaban y cuidaban esa cabellera que por lo general debian llevar bastante descuidada Antes de la batalla de las Termopilas un jinete persa enviado por Jerjes como observador al campo de Leonidas I consiguio sorprender a los soldados espartanos algunos de los cuales nos dice Herodoto se dedicaban a realizar ejercicios mientras que otros se peinaban 9 Esparta tenia plena confianza en sus hoplitas decididos a morir in situ antes que retroceder Tenia una caballeria muy exigua 10 En el campo la disciplina era muy estricta y la menor falta se castigaba con bastonazos Las faltas graves suponian la muerte o la degradacion militar y la perdida de los derechos civicos La unica debilidad de Esparta desde el punto de vista militar debilidad que a la larga fue mortal era la falta de hombres la oligantropia Sus hoplitas eran admirables pero escasos La casta de los Iguales homoioi cuya existencia material estaba ligada a las propiedades rurales cleroi cultivadas en su provecho por las clases inferiores era sumamente cerrada y por egoismo limitaba el numero de hijos hasta el punto de que la perdida en las batallas la redujeron sin cesar y terminaron por aniquilarla literalmente En Platea en el 479 a C habia 5000 hoplitas espartanos acompanados por 5000 hoplitas periecos y por una multitud de 35 000 ilotas ligeramente armados 11 un siglo despues en Leuctra en el 371 a C habria ya tan solo 700 hoplitas espartanos 12 Sin embargo los hoplitas de Esparta siguieron siendo a causa de su perfecto entrenamiento y de su sentido del honor y de la disciplina y a pesar de su reducido numero los duenos indiscutibles de los campos de batalla hasta el momento preciso de la batalla de Leuctra donde fueron vencidos por el ejercito tebano de Epaminondas El ejercito beocio EditarArticulo principal Hegemonia tebana Epaminondas reformador del ejercito beocio Los beocios siempre tuvieron una de las mejores caballerias de Grecia 10 Sus hoplitas no llevaban el escudo redondo habitual sino un escudo ligeramente ensanchado por ambos lados 13 En el siglo IV a C Gorgidas creo el famoso batallon sagrado de Tebas una tropa de elite de 300 hombres nada mas pero concebida como una unidad de choque Los hoplitas de este batallon eran parejas de amantes En Tebas cuando un joven llegaba a la edad de enrolarse era su erastes quien le regalaba su equipo militar completo la panoplia 14 Epaminondas logro por fin dominar la tactica de los lacedemonios mediante un nuevo sistema de combate el ataque en orden oblicuo y asi es como pudo vencer a los guerreros de Esparta Teniendo en cuenta la afirmacion de las Helenicas de Oxirrinco 11 4 en el sentido de que cada una de las once partes de la Liga Beocia aporto 1000 hoplitas y 100 soldados de caballeria a la batalla de Delio 424 a C se trataria aproximadamente de los dos tercios de las fuerzas hopliticas y de casi toda la caballeria La profundidad bathos de la formacion era un rasgo caracteristico de la falange hoplitica tebana En el caso de la batalla de Delio formaron con una profundidad de veinticinco escudos ep aspidas de pente men kai eikosi en una formacion cerrada de veinticinco en fondo y el pasaje en que Tucidides informa de esta batalla 15 es la primera mencion de la profundidad de la falange tebana que se mostraria tan efectiva en el siglo IV a C En Jenofonte 16 se lee que los tebanos en la batalla de Leuctra formaron con una profundidad de no menos de cincuenta escudos la primera indicacion de Jenofonte respecto a la gran innovacion tactica de Epaminondas la falange oblicua loxe phalanx que reforzaba en profundidad y colocaba los mejores elementos en el ala izquierda convirtiendola en la principal fuerza de choque contrariamente a lo que era habitual Organizacion militar de Atenas la efebia Editar Efebo acompanado por su perro intentado amaestrar a su caballo por medio de un bocado de metal desaparecido hoy Bajorrelieve romano de marmol inspirado en los modelos clasicos griegos c 125 Articulo principal Ejercito ateniense En Atenas la infancia y el comienzo de la adolescencia se desarrollaban con mayor libertad y en condiciones muy diferentes a Esparta El joven ateniense se ejercitaba con regularidad en la palestra bajo la direccion del pedotriba y la gimnasia era una preparacion normal para el oficio de las armas la lucha la carrera el salto y el lanzamiento del disco desarrollaban la fuerza fisica y la elasticidad En cuanto a la quinta prueba del pentatlon el lanzamiento de jabalina se trataba ya de un ejercicio puramente militar Para los hombres adultos que habian superado ya la edad de la efebia griego antiguo ἡ ἐfhbia la gimnasia constituia el mejor medio de mantenerse en forma y de entrenarse entre dos campanas En el siglo V a C la mayoria de los atenienses de todas las edades proseguian con este entrenamiento que les mantenia preparados para soportar las fatigas militares A partir del siglo IV a C 17 hubo cierto relajamiento en la practica del deporte En esa epoca fue precisamente cuando las ciudades griegas trataron de confiar a soldados mercenarios la tarea de defenderlos a cambio de un sueldo mientras que antes de la guerra del Peloponeso los ejercitos griegos estaban compuestos casi exclusivamente por ciudadanos Todo ateniense tenia que servir a su polis de los 18 a los 60 anos De los 18 a los 20 era efebo En este momento realizaba su aprendizaje militar De los 20 a los 50 anos como hoplita del catalogo lista de reclutamiento o como jinete formaba parte del ejercito activo alguna de cuyas clases y a veces todas se movilizaban al comienzo de la campana militar fuera del pais exodos De los 50 a los 60 anos pasaba a ser veterano los presbytatoi que con los efebos y los metecos de cualquier edad integraban una especie de ejercito territorial encargado de defender las fronteras y las plazas fuertes del Atica En tiempos de paz el grueso del ejercito solo era una milicia disponible excepto los efebos que durante dos anos estaban ocupados por entero en sus ejercicios y por esa misma razon exentos de cualquier deber politico o incluso de comparecer ante la justicia Eran ciudadanos desde el momento de su ingreso en la efebia pero no ejercian sus derechos hasta que habian transcurrido esos dos anos El ateniense pasaba pues 42 anos de servicio y cada una de estas 42 clases se designaban con el nombre de un heroe eponimo Los ciudadanos que habian llegado a los 60 anos quedaban liberados de toda obligacion militar y se convertian en diaitetas arbitros publicos algo parecido a los jueces de paz 18 Al inicio de la guerra del Peloponeso en el 431 a C Atenas poseia un ejercito activo de 13 000 hoplitas y 1000 jinetes asi como un ejercito territorial de 1400 efebos 2500 veteranos y 9500 metecos unos 27 400 hombres 19 A pesar de una teoria de origen aleman que ha prevalecido durante largo tiempo es cierto que en el siglo V a C existia la efebia Los hoplitas de Maraton habian recibido seguramente una formacion militar Solo cabe preguntarse si a partir de ese momento todos los atenienses estaban obligados a pasar por la efebia es decir si la clase humilde los tetes que eran sobre todo remeros de la flota estaban exentos de ella Aristoteles nos describe con detalle la institucion en el siglo IV a C que tal vez no habia sufrido cambios importantes desde la epoca de Pericles A comienzos del ano atico en el mes de Hecatombeon los jovenes atenienses de 18 anos se inscribian como demotas esto es como miembros del demo de su padre La asamblea del demo comprobaba su edad y decidia mediante votacion si eran hijos legitimos y de condicion libre Cualquier impugnacion suponia su remision ante un tribunal de la Heliea y el joven convicto de impostura era vendido inmediatamente por el Estado como esclavo Mas tarde la Boule sometia a los efebos a un nuevo examen Las aptitudes fisicas de los jovenes las valoraban sin duda alguna bien la asamblea del demo bien la Boule en un consejo de revision e incluso un tribunal en caso de impugnacion 20 En el templo de la diosa Aglauro al norte de la Acropolis los efebos prestaban mas tarde este juramento con la mano extendida sobre el altar No deshonrare las armas sagradas que llevo no abandonare a mi camarada de lucha combatire por la defensa de los santuarios del Estado y transmitire a la posteridad no una patria empequenecida sino mas grande mas poderosa en la medida de mis fuerzas y con la ayuda de todos Obedecere a los magistrados a las leyes establecidas y las que se instituyan debidamente si alguien intentara abolirlas se lo impedire con todas mis fuerzas y con la ayuda de todos Honrare los cultos de mis padres Tomo como testigos a las divinidades Aglauro Hestia Enio Enialio Ares y Atenea Areia Zeus Talo Auxo Hegemones Heracles los Limites de la patria los Trigos las Cebadas las Vinas los Olivos y las Higueras 21 Sacrificio de una cabra siete efebos a la izquierda dos hombres barbudos sacerdotes o magistrados y un criado depositan ofrendas sobre el altar la diosa a la derecha tal vez Demeter sujeta un cetro y una fiala con onfalo Marmol Pentelico final del siglo IV a C Esta lista de divinidades sobre todo Aglauro Talo Auxo y la inclusion de los limites y de los frutos del Atica tenian un caracter arcaico muy evidente dicha formula de juramento es seguramente anterior al siglo V a C Para dirigir a los efebos el pueblo elegia a un sofronista censor por tribu de una lista de tres nombres elegidos por los padres de los efebos y un cosmeta director jefe de todo el cuerpo efebico El nombraba tambien a los instructores de los efebos pedotribas y a los maestros especiales que les ensenaban a luchar como hoplitas hoplomaquia a tirar con el arco y lanzar la jabalina en la epoca de Aristoteles se habia anadido un instructor para maniobrar la catapulta recientemente inventada 22 El traje distintivo de los efebos la clamide parece haber sido en su caso negra El ano de servicio se iniciaba dos meses despues del comienzo del ano civil en Boedromion Cosmeta y sofronistas empezaban por llevar a sus efebos a visitar los santuarios del Atica que deberan defender luego acudian a El Pireo donde estaban acuartelados unos en Muniquia otros en la Acte El sofronista recibia dinero para los efebos de su tribu cuatro obolos por cabeza y dia y compraba lo necesario para la alimentacion de todos pues comian por tribus 23 Tal vez se hacia ya entonces la division entre infanteria y caballeria en esta escuela de efebia pero no es seguro El cosmeta debia preocuparse por convertir a los efebos en buenos jinetes y ensenarles a lanzar la saeta desde el caballo 24 De este modo transcurria el primer ano al final del cual se celebraba en el teatro una asamblea del pueblo donde se pasaba revista a los efebos en movimientos de orden cerrado En ese momento el Estado les daba un escudo y una lanza hacian marchas militares por el Atica y estaban acuartelados en las fortalezas 25 Durante ese segundo ano los efebos se comportaban como peripoloi 26 esto es como soldados patrulleros en torno a las fortalezas de Eleuteras de File y de Ramnunte En Ramnunte 27 unas inscripciones del siglo IV a C permiten evocar la vida de los efebos y sus relaciones con la poblacion local Los ejercicios de los efebos requerian un elevado consumo de aceite y los ciudadanos de Ramnunte contribuian con sus propios fondos con una generosidad que les suponia agradecimiento y honores coronas otorgados por los efebos y sus jefes El pequeno teatro de Ramnunte tenia una animacion especial gracias a la presencia de los efebos Sentados en los lugares de honor de la proedria los magistrados del demo y los oficiales de la guardia participaban en los espectaculos que alli se celebraban sobre todo concursos de comedias Panoplia Editar Casco corintio El hoplita tenia una panoplia formada por armas defensivas y ofensivas Armas defensivas Editar El casco atico del siglo V a C cranos era menos pesado que el de epocas anteriores y estaba adornado con una cimera menos molesta Por encima de un gorro de fieltro estaba formado por una semiesfera metalica cubierta por una cimera que adopta la misma curva y por protectores de mejillas articulados a veces tambien con nasal y un protector de nuca Coraza La coraza thorax casi siempre de bronce estaba formada por dos piezas anterior y posterior unidas por dos grapas o ganchos Terminaba un poco mas abajo de la cintura dejando los muslos al descubierto casi por completo Con frecuencia estaba adornada con dibujos o con lineas que subrayaban los musculos del torax Otras veces llevaban una especie de jubon de cuero o lino reforzado por laminas de metal Las piernas las llevaban cubiertas desde la rodilla al tobillo por unas canilleras de bronce cnemidas cuyo uso fue desapareciendo a lo largo del siglo V a C El escudo aspis atico a diferencia del escudo ensanchando lateralmente de los beocios solia ser redondo y de bronce de unos 90 cm de diametro Tambien podia estar formado por discos de piel de buey cosidos unos con otros sujetos por una montura de madera o metal y adornados en la cara externa con placas de metal La cara exterior era siempre convexa y llevaba en el centro un saliente omfalos adornado a veces con cabezas de Gorgona que tenian un valor religioso apotropaico proteccion contra la mala suerte u otros simbolos episemas Esta decoracion podia ser bastante rica sin rivalizar sin embargo con la del escudo de Aquiles obra del dios Hefesto La cara interna constaba de una o dos empunaduras por las que el hoplita metia la mano y el brazo izquierdo Fuera de la batalla se pasaba por estas empunaduras una correa que permitia colgar el escudo al hombro mediante un talabarte Armas ofensivas Editar Las armas ofensivas varian menos desde la epoca de Homero que el equipo defensivo Seguian siendo la lanza y la espada La lanza dory arma de choque era una larga vara de madera de unos 2 m en uno de cuyos extremos habia una punta de metal a veces plana en forma de hoja otras veces maciza en forma de piramide muy alargada El asta de madera de fresno por lo general estaba cubierta de bandas de cuero en la parte por la que se sujetaba En la parte inferior tenia un regaton metalico destinado a servir de contrapeso a la punta que en algunos casos tambien era puntiaguda de forma que la lanza se pudiera utilizar por los dos extremos La espada xifos no era una simple daga sino un arma de guerra que podia sustituir a la lanza en el combate directo en el cuerpo a cuerpo La espada del hoplita tenia una hoja rectilinea con doble filo Podia tener una longitud total puno incluido de 60 cm Se llevaba colgada del hombro izquierdo mediante un talabarte Despues de las Guerras Medicas el hoplita utilizaba asimismo una espada corta tan solo un poco mas larga que un punal Los ejercitos griegos tenian igualmente tropas ligeras carentes de equipo defensivo excepto a veces un pequeno escudo como los honderos lanzadores de jabalina acontistas y arqueros y en el siglo IV a C los sirvientes de un arma nueva llamada catapulta La honda sfendone estaba compuesta por dos cordoncillos de lana o de crin a los que se sujetaba un bolsillo de cuero donde se colocaba una piedra o una pelota de arcilla de plomo o de bronce en forma de huso El tirador imprimia al conjunto un rapido movimiento giratorio y luego lanzaba el extremo de uno de los cordones La piedra o pelota lanzada por la fuerza centripeta llegaba incluso a una distancia de casi 200 m La jabalina de guerra acontion una especie de lanza de reducidas dimensiones estaba provista de un propulsor Las tropas terrestres de Atenas EditarBajo el mando supremo del arconte polemarco y mas tarde de los estrategos el cuerpo de los hoplitas atenienses estaba dividido en diez unidades que incluian a la infanteria de las diez tribus mandadas a su vez por los diez taxiarcas oficiales elegidos por el pueblo cuyos mantos estaban bordados con anchas franjas purpura 28 Cada taxiarca designaba a los jefes de compania locagos Arquero escita El estratego ateniense Ificrates creo en el siglo IV a C un cuerpo de peltastas a los que dio un equipo mas ligero que el del hoplita El peltasta es solo un hoplita mas ligero Sus armas ofensivas eran la lanza y la espada Antes de las Guerras Medicas habia en Atenas arqueros toxotai con traje escita que posiblemente eran atenienses vestidos asi Todavia en Maraton en el 490 a C el ejercito ateniense no contaba ni con arqueros ni con jinetes pero los numerosos arqueros y jinetes del ejercito de Jerjes II obligaron a Atenas a formar cuerpos de estas tropas 29 En Salamina y en Platea lucharon arqueros atenienses 480 479 a C En la epoca de la Guerra del Peloponeso alcanzaron a ser un efectivo de 1600 hombres Estos arqueros se reclutaron entre los ciudadanos mas pobres los tetes Llevaban el arco tradicional de doble curva En este cuerpo de arqueros a pie y tambien en el de arqueros a caballo hipotoxotai habia que distinguir con cuidado a los arqueros escitas comprados por primera vez por Atenas cuando creo la Confederacion de Delos en el 477 a C Estos esclavos actuaban como policia en Atenas sobre todo en los tribunales en la Ekklesia y en las asambleas de toda naturaleza No eran soldados sino policias Jinetes del friso del Partenon Despues de Maraton se creo asimismo un cuerpo de jinetes que primero tuvo 300 luego 600 y finalmente 1000 caballos Este cuerpo se reclutaba entre las dos clases mas acomodadas la segunda de las cuales se llamaba precisamente la clase de los caballeros hippeis El Estado no aportaba el caballo y la cria caballar era un privilegio de los atenienses ricos Sus hijos tenian ocasion desde muy temprano de hacer cabriolas en los prados de Colono o en la ciudad en las procesiones llegaban a la edad militar siendo ya expertos en equitacion El hiparco 30 jefe supremo de la caballeria ateniense elegido por el pueblo para un ano era el que reclutaba a los jinetes al final de la efebia Pero esta eleccion la tenia que confirmar la Boule que cada ano pasaba revista dokimasia a los jinetes y a sus caballos El hiparco tenia bajo su mando a los diez filarcas que mandaban el escuadron de una tribu es decir a unos 100 hombres 31 El jinete ateniense iba armado con dos lanzas y una espada por lo general curvada como un sable kopis No llevaba la coraza del hoplita y el escudo mas que para los desfiles y las cnemidas de bronce que hubieran herido los costados de su montura se sustituyeron por altas botas de cuero En una epoca se vistio como los jinetes tracios grueso manto de lana rodilleras y gorro de zorro Montaba a pelo sin silla ni estribos y el caballo estaba tan solo enjaezado sin proteccion En el siglo IV a C el equipo de caballeria tendio a ser mas pesado y Jenofonte aconseja a los jinetes que lleven una coraza a medida y manoplas 32 y que protejan a su caballo sobre todo bajo el vientre con un acolchado Los jinetes compartian cierta tendencia laconizante y se dejaban crecer el pelo igual que los espartanos Aparecen en el friso de las Panateneas en el Partenon En la comedia Los caballeros Aristofanes los representa con una simpatia evidente aunque no carente de ironia como valientes aferrados a las viejas costumbres y al conservadurismo oligarquico enemigos naturales de Cleon El ejercito ateniense incluia tambien toda clase de servicios auxiliares como el de los correos hemerodromos que para cumplir sus misiones de contacto o llevar noticias a Atenas debian ser capaces de correr durante todo un dia hemera antes de entregar el mensaje a otro corredor 33 Igualmente habia medicos para cuidar a los heridos como en el ejercito de Agamenon en Troya y adivinos cuya funcion era muy importante Para transmitir con rapidez las noticias importantes los griegos no solo utilizaban correos sino tambien senales luminosas realizadas con antorchas y hogueras que gracias a los relevos constituian una verdadera red de telegrafia optica 34 Caracter religioso de la guerra EditarEn Atenas sobre todo el juramento de los efebos y su visita a los santuarios daba un caracter religioso a la entrada en la carrera de las armas En los ejercitos de todas las ciudades griegas habia numerosos ritos que jalonaban el comienzo de cada campana militar y las distintas etapas de la guerra Antes de decidir una guerra se consultaba a los dioses dirigiendose por ejemplo al oraculo de Apolo Pitio o incluso a los oraculos o adivinos locales Una vez decidida la guerra no se rompian las hostilidades hasta que el heraldo personaje investido de un caracter sagrado hubiera procedido a la declaracion solemne de guerra Llegado el caso el heraldo tambien llevaba las propuestas de tregua o de paz La declaracion de guerra entre dos polis se caracterizaba juridicamente por la interrupcion de toda relacion entre ambas a traves de los heraldos akericti En cuanto el ejercito estaba preparado para partir no podia ponerse en camino cualquier dia Los espartanos llegaron a Maraton despues de la batalla porque un escrupulo religioso les prohibia entrar en campana antes de la luna llena La expedicion a Sicilia iniciada un dia nefasto termino en catastrofe En el momento en que el ejercito estaba listo par la marcha su jefe ofrecia un sacrificio y pronunciaba una oracion Si era devoto como Nicias tenia mucho cuidado en no olvidar las imagenes de los dioses de Atenas y un altar portatil donde ardia el fuego perpetuo de la ciudad Asimismo llevaba con el varios adivinos pues durante la campana no se podia adoptar ninguna decision importante sin consultar previamente a los dioses Cuando los dos ejercitos estaban ya alineados frente a frente para la batalla en cada campo el jefe asistido por los adivinos dirigia a los dioses unas plegarias consagrandoles las personas y los bienes de los enemigos Tambien inmolaban victimas y los adivinos trataban de descifrar los presagios en sus entranas Podia ocurrir que uno de los adversarios iniciara la accion y que el otro no intentara defenderse si los dioses no se habian pronunciado con claridad en Platea el ejercito espartano inmovil con las armas a los pies y el escudo en el suelo recibio una lluvia de flechas mientras esperaba que los dioses hablaran 35 Neoptolemo mata a Priamo En la lucha los dioses y los heroes no abandonaban a sus fieles sino que luchaban con ellos En la batalla de Maraton contra los persas muchos soldados atenienses creyeron ver a Teseo en armas que se lanzaba a la cabeza contra los barbaros 36 En epoca homerica solo se hacian prisioneros para inmolarlos despues ya que los dioses tenian derecho a ese sacrificio humano excepto cuando se esperaba obtener un rescate del cautivo Todavia en epoca clasica era frecuente matar sin piedad a los enemigos vencidos en el mismo campo de batalla e incluso despues de la batalla cuando se habian rendido Se remataba a los heridos Cuando se tomaba una ciudad se pasaba a cuchillo a las mujeres a los ancianos y a los ninos Se vendia como esclavos a quienes se perdonaba la vida Esta era la guerra consagrada o mas bien impuesta por la religion El vencedor tenia el deber de enterrar a sus muertos y de conceder una tregua a los vencidos para que pudieran hacer lo mismo A los enemigos muertos y a los prisioneros se les quitaban las armas Amontonadas en el campo de batalla o agrupadas sobre troncos de arboles constituian el trofeo sagrado y objeto de culto que se dedicaba a los dioses Ese maniqui cubierto de armas se consideraba una estatua divina Erigir el trofeo era mostrarse victorioso Tras un combate de resultado incierto podia ocurrir que ambos adversarios erigieran un trofeo 37 En la epoca clasica no se consagraba a los dioses la totalidad del trofeo sino solo una decima parte decate el diezmo Este es el origen de monumentos a menudo fastuosos que se apinaban a lo largo de las vias sagradas de los santuarios panhelenicos como en Delfos y ante los cuales se escandalizaria Plutarco sacerdote de Apolo Pitio Esos monumentos en los que el dios esta rodeado por todas partes de primicias y diezmos que son producto de matanzas de guerras y de saqueos y ese templo lleno de despojos y botines tomados a los griegos podemos ver todo eso sin indignarnos Como podemos no apiadarnos de los helenos cuando leemos en bellas ofrendas inscripciones tan vergonzosas como estas Brasidas y los acantos con los despojos de los atenienses los atenienses con los despojos de los corintios los focenses con los despojos de los tesalios 38 Asi como durante la campana se arrasaban las tierras del enemigo y parecia normal arrancar las cosechas y talar los arboles incluso los olivos del mismo modo tras la victoria el territorio enemigo pertenecia al vencedor que podia destruir las casas y hacer desaparecer cualquier signo de vida en esa tierra Cuando se firmaba un tratado de paz los dioses presidian este acto solemne En la formula del juramento se les nombraba como garantes y este juramento quedaba sellado con un sacrificio Estrategia y tactica Editar Reconstruccion moderna de una formacion de falange hoplitica En realidad el equipo no era uniforme con la notable excepcion de Esparta puesto que cada soldado se procuraba su propia panoplia y la decoraba a su voluntad Cada ciudadano movilizado debia poner en su zurron o mas bien en su cesta plecos algo para alimentarse durante tres dias sobre todo pan queso aceitunas cebolla y ajo Esta es la razon por la cual Aristofanes habla a menudo de ese macuto que huele a cebolla y que simbolizaba todas las incomodidades de la vida militar 39 La mayoria de las batallas campales de la epoca clasica eran choques brutales de falanges que se atacaban de frente a la carrera cantando el pean en cuanto la trompeta daba la senal de ataque como hicieron los atenienses en Maraton se apresuraban para reducir el tiempo durante el cual podian causar bajas las armas arrojadizas lanzadas por las tropas ligeras del enemigo y tambien para que el choque de las lanzas fuera mas violento e irresistible Incluso los lacedemonios los griegos mas famosos por la forma de realizar las maniobras y los mejor entrenados se ponian en formacion antes de atacar al enemigo y la conservaban mientras duraba la accion salvo en casos de absoluta necesidad pues cualquier cambio de tactica en contacto con el adversario era peligroso La lucha se decidia en acciones individuales en monomaquias o duelos yuxtapuestos La estrategia seguia siendo muy elemental al menos hasta la epoca de Ificrates y Epaminondas La formacion habitual entre los espartanos era de ocho filas en fondo y cada hombre ocupaba aproximadamente un metro cuadrado excepto si los jefes ordenaban apretar filas y luchar codo a codo escudo contra escudo La aparicion de la caballeria despues de Maraton cambio un poco el aspecto de las batallas Estaba encargada de las misiones de reconocimiento y de toma de contacto En el 394 a C delante de Corinto el joven ateniense Dexileo perecio con otros cuatro jinetes en una mision sumamente peligrosa que se les habia confiado Su monumento funerario en el cementerio del Ceramico lo representa matando con su lanza a un enemigo al que pisotea su caballo 40 La caballeria servia tambien para perseguir para matar a los enemigos huidos En medio de los soldados de infanteria que huian sobre todo los hoplitas con su pesado equipo solo un hombre tan valiente y dueno de si mismo como Socrates tenia alguna posibilidad de salvarse 41 Desde que en el 480 a C las tropas de Jerjes II tomaron y saquearon Atenas se construyeron y reforzaron las murallas gracias sobre todo a Temistocles La arquitectura militar haria grandes progresos en el siglo IV a C como demuestran las ruinas de Mesene Las distintas fortalezas del Atica solo tenian una funcion secundaria y la de Ramnunte por ejemplo que empezo siendo un simple puesto de observacion no merece en realidad el nombre de ciudadela hasta poco despues de las obras iniciadas hacia el 412 a C durante la Guerra de Decelia 42 Como los ejercitos del siglo V a C no disponian apenas de maquinas de sitiar eficaces resultaba muy dificil tomar por la fuerza las ciudades bien fortificadas Durante la guerra del Peloponeso que duro casi 30 anos los lacedemonios y sus aliados a pesar de que asolaron el Atica en diversas ocasiones ni siquiera intentaran asaltar el conjunto poderosamente defendido que constituian Atenas y El Pireo unidos por los Muros Largos Tan solo una escalada por sorpresa o el bloqueo por hambre de los sitiados podia poner fin a la resistencia de una ciudad decidida a defenderse Algunas veces era la traicion la que abria sus puertas Para acortar los periodos de asedio y reducir a los sitiados por la sed los asaltantes no dudaban en interceptar las aguas procedimiento que sin embargo lo prohibia la anfictionia delfica 43 En el siglo IV a C Eneas el Tactico escribio una obra que se ha conservado sobre el arte de defender una plaza sitiada En ella se encuentran toda clase de consejos minuciosos sobre el cierre y la vigilancia de las puertas las consignas y las senales los puestos de observacion que se deben establecer las salidas que hay que hacer las rondas las maquinas de asedio que empezaban a aparecer y las maquinas con las que los asediados podrian contrarrestar su accion la manera de incendiar las maquinas de los saltantes los medios de impedir la escalada es decir todas las argucias que se podian utilizar para disuadir al enemigo Eneas recomendaba tambien en las noches oscuras y tormentosas atar fuera de la muralla perros que descubran desde lejos a los espias y a los transfugas y se sabe que los perros jugaron un papel nada desdenable en la proteccion de las fortalezas El siglo IV a C es un siglo de transicion y de rapido avance en el arte militar La falange macedonia y el desarrollo del arte de los asedios poliorcetica daran a las guerras del periodo helenistico un aspecto distinto y alejado del de las batallas de la Iliada Articulo principal El asedio en la antigua GreciaLa flota de guerra ateniense Editar Reconstruccion de trirremes griegos En el mar es donde Atenas era mas poderosa porque en el siglo V a C ejercia una verdadera talasocracia Y sin embargo en el 490 a C el ano de la batalla de Maraton todavia no poseia una flota digna de ese nombre como tampoco tenia caballeria Fue Temistocles quien impulso el poder naval de Atenas Comprendio sin esperar a que el oraculo de la Pitia dijera que solo seria inexpugnable una muralla de madera que la ciudad necesitaba muchos barcos de guerra para defenderse contra la flota de Egina y sobre todo contra la flota de Jerjes Fue el el que transformo a numerosos hoplitas atenienses en soldados de marina y marineros hasta el punto de que mas tarde se le acuso de haber convertido a nobles guerreros en viles remeros 44 Aprovechando el descubrimiento de un nuevo filon mas rico en las minas de plata de Laurion logro que los atenienses en vez de repartirse los beneficios de la explotacion quizas 100 o incluso 200 talentos prestaran a los 100 ciudadanos mas ricos medios para construir trirremes 45 Por otra parte inicio importantes obras en El Pireo que sustituyo como puerto a la ensenada de Falero Se acondicionaron y fortificaron las darsenas de Zea y Muniquia Las construcciones y todos los preparativos necesarios se llevaron a cabo con tal rapidez que en el ano 480 a C en la batalla de Salamina Atenas pudo alinear 147 barcos de guerra dispuestos a hacerse a la mar y otros 53 se mantenian de reserva lo que hace una flota total de 200 trieres Gracias a los recursos del tributo pagado por las ciudades dominadas por el poder ateniense esta flota aumentara todavia mas a lo largo del siglo V En los siglos V a C y IV contara normalmente con unos 300 o 400 trirremes cantidad mas que suficiente para garantizar el domino de Atenas sobre el mar Egeo y los estrechos Trierarquia y tactica naval EditarArticulo principal Trierarquia La organizacion de la trierarquia literalmente mando de la triere tambien surgio al parecer en tiempos de Temistocles Era una liturgia como por ejemplo la coregia Los strategoi designaban cada ano a los trierarcas entre los ciudadanos capaces de soportar esta costosa carga y no entre los mejores marinos pues aunque el Estado aportaba el casco y tal vez los aparejos del navio asi como la tripulacion el trierarca debia realizar grandes gastos debia instalar los aparejos por su propia cuenta completarlos si era necesario y velar por su mantenimiento asi como realizar las reparaciones necesarias durante la campana El mandaba en el barco pero el piloto jefe de la tripulacion que estaba a sus ordenes era un marino con experiencia que le aconsejaba tecnicamente cuando era necesario Hacia el final de la guerra del Peloponeso los ciudadanos estaban demasiado empobrecidos para poder soportar la carga de la trierarquia Entonces se permitio que dos sintrierarcas se asociaran para compartir los gastos de un solo trirreme Cada uno de ellos mandaba el barco durante seis meses En el siglo IV a C la situacion economica aun se agravo mas y se ideo el sistema de simmorias para repartir con mas equidad este oneroso servicio publico La mayor parte de los remeros atenienses eran de la clase mas humilde thetes a veces metecos e incluso cuando se necesitaban hombres esclavos a quienes se prometia la libertad si se comportaban adecuadamente Solo para equipar 200 trirremes hacian falta mas de 40 000 hombres La paga diaria paso de 3 obolos a una dracma La partida de una flota ateniense en El Pireo era un gran espectaculo sobre todo cuando se trataba de una expedicion militar tan importante con la que navego hacia Sicilia en verano del 415 a C Los atenienses y algunos aliados que se encontraban en Atenas bajaron al Pireo en el dia senalado al alba y se embarcaron para hacerse a la mar Con ellos tambien bajaron todos aquellos que quedaban en la ciudad ciudadanos y extranjeros Durante el trayecto sus esperanzas se mezclaban con lagrimas No obstante ante el despliegue de fuerza dada la importancia de todos los efectivos que tenian a la vista recobraban la confianza Los trierarcas de la ciudad habian cuidado con todo esmero la flota sin reparar en gastos y el Estado habia asignado a cada hombre de la tripulacion una dracma diaria aportando tambien sesenta unidades rapidas de barcos sin equipar mas cuarenta transportes de tropas con un personal bien seleccionado para los servicios los trierarcas por su parte anadieron una prima complementaria a la paga asignada por el Estado para los remeros de la primera hilera tranitas y para los oficiales y tambien habian decorado y acondicionado las naves con suntuosidad ninguno de ellos habia reparado en gastos para que su barco se distinguiera por su hermoso aspecto y por su velocidad al desplazarse Cuando se termino el embarque y se hubo colocado todo el material en su sitio la trompeta ordeno silencio Era el momento de las plegarias antes de la marcha se hicieron pero no sobre cada navio por separado sino todos al mismo tiempo al oir la voz del heraldo En toda la armada se habia mezclado el vino en las crateras soldados y jefes hicieron las libaciones con copas de oro y plata Tambien en tierra se sumaron a las plegarias la multitud de ciudadanos y todos los que se encontraban alli por amistad Una vez cantado el pean y hechas las libaciones la flota salio del puerto al principio con los navios en fila pero luego rivalizaron ya hasta Egina para ver cual era mas rapido 46 Pero enseguida acudira el trirreme Salaminia dedicado especialmente igual que la Paralia 47 a los mensajes oficiales del Estado para entregar a Alcibiades uno de los tres comandantes en jefe la orden de volver a Atenas para responder a una acusacion de sacrilegio y la orgullosa armada terminara sufriendo un desastre total Para el estudio de la tactica y la estrategia maritimas son muy instructivos los capitulos del Libro VII de la Historia de la Guerra del Peloponeso de Tucidides en los que el historiador cuenta las batallas navales ante Siracusa que causaron la perdida de esta numerosa y esplendida flota La estrategia naval era un arte muy dificil Los atenienses lo dominaban del mismo modo que los espartanos no tenian rival en las maniobras de los hoplitas El objetivo era embestir el flanco de los navios enemigos Para lograrlo primero habia que romper y envolver periplous la escuadra contraria y sembrar la confusion Una maniobra peligrosa era la que consistia en pasar a toda velocidad a lo largo de un barco enemigo al llegar a su altura el agresor retiraba sus remos y con su espolon de proa rompia en pedazos los del adversario que entonces se convertia en una presa facil Para realizar en el mar semejantes maniobras de precision era necesario tener tripulaciones muy bien entrenadas Jenofonte cuenta como en el siglo IV a C Ificrates el creador de los peltastas que tambien fue un gran almirante navarco formaba al navegar al personal de su flota Primero dejaba en su sitio las grandes velas como si fuera a combatir Con frecuencia tambien al acercarse a la costa donde la flota debia comer a mediodia o por la noche dirigia la cabeza de la escuadra hacia alta mar cuando se acercaba al punto de desembarco para luego ordenar una conversion que colocaba la proa de los trirremes frente a la orilla y cuando se daba la senal los dejaba partir tratando todos de llegar los primeros a tierra entonces era un gran premio llegar los primeros para buscar agua y ser los primeros en comer En la navegacion diurna al dar una senal colocaba la escuadra unas veces en columna otras en linea 48 En este texto se ve lo cerca de la costa que solian navegar las flotas griegas pues los marineros comian en tierra con frecuencia Los muertos y los invalidos de guerra Editar Monumento a los muertos de la tribu Erecteida h 460 459 a C En Esparta a los guerreros muertos en combate se les sepultaba envueltos en su manto escarlata que les servia de mortaja y se les cubria de ramas de olivo Sus tumbas tenian escrito su nombre mientras que las tumbas de los demas lacedemonios eran anonimas 49 En Atenas despues de cada campana se llevaban piadosamente a la ciudad los restos de los guerreros muertos y se les hacian funerales nacionales Tres dias antes de las exequias se alza una tienda bajo la cual se depositan los restos de los muertos y todo el mundo tiene que llevar ofrendas a su familiar muerto casi siempre vendas de lana coronas y guirnaldas de flores y de hojas ramas o vasos funerarios En la comitiva son conducidos por los carros con los feretros de cipres uno por cada tribu Al mismo tiempo se lleva un lecho vacio y adornado en honor de los desaparecidos Los ciudadanos y los extranjeros que lo desean forma parte del cortejo Las mujeres rodean el feretro y lanzan gemidos Los feretros se depositan en un monumento publico erigido en el barrio mas bello de la ciudad el Ceramico y un orador elegido por el Estado pronuncia el elogio que ensalza el valor de los muertos 50 En el 431 a C fue el propio Pericles quien pronuncio este epitafio logos cuyo recuerdo ha transmitido Tucidides En el monumento funerario los nombres de los muertos se grababan por tribu debajo de un titulo muy simple Lista de los atenienses muertos en tal campana de la tribu Erectea pero a menudo tambien un breve poema un epigrama funerario exaltaba su heroismo La polis se hacia cargo de los huerfanos de guerra y garantizaba su manutencion hasta la efebia Entonces tenia lugar en la fiesta de las Grandes Dionisias en el teatro la entrega solemne de la armadura completa panoplia que el Estado ofrecia a cada huerfano En el momento en que se van a presentar las tragedias el heraldo se adelanta presenta a los huerfanos cuyos padres murieron en la guerra adolescentes vestidos con el equipo de hoplita y pronuncia la mas bella proclama El pueblo ha educado hasta la adolescencia a estos jovenes cuyos padres murieron como valientes guerreros ahora los arma con esta armadura completa deja que cada cual prosiga su carrera encomendandoles a la Buena fortuna y los invita ocupar la primera fila proedria en el teatro 51 Laomedonte agonizante figura E XI del fronton este del templo de Afea c 505 500 a C En cuanto a los atenienses que han sobrevivido a las heridas pero que estan invalidos o enfermos la polis tambien les presta ayuda una ley atribuida a Pisistrato ordena que la ciudad se haga cargo de alimentar a los mutilados de guerra 52 Hay que distinguir esta ley de la que concedia una pension diaria de dos obolos a todos los enfermos civiles que carecian de recursos 53 el invalido para el que Lisias escribio un alegato no es desde luego un invalido de guerra porque en ese caso como sacaria a relucir sus meritos militares en el momento en que se habla de suprimirle la pension 54 La guerra entre griegos EditarLos hoplitas atenienses de Maraton los de Esparta en las Termopilas y en Platea los marineros y los epibatas de Atenas en Salamina salvaron a Grecia sin ellos la civilizacion griega hubiera perecido sin desarrollarse la Helade se hubiera convertido en una satrapia persa Pero despues de las Guerras Medicas Grecia volvio contra si misma toda su energia y su experiencia guerreras Uno de los episodios mas atroces y mas significativos de la guerra del Peloponeso es el de Melos en el 416 a C Esta pequena isla doria del mar Egeo cometio el error a los ojos de los atenienses de querer ser neutral entre los dos grandes que entonces estaban en guerra Hay que leer en Tucidides el tragico dialogo de los enviados atenienses y de los magistrados de Melos Los melios no cedieron y el ejercito ateniense sitio Melos durante mas de un ano pues la resistencia de ese punado de hombres celosos de su independencia fue heroica en una incursion mataron a muchos sitiadores Los atenienses se vieron obligados a enviar refuerzos y ese fue el fin que Tucidides cuenta en pocas palabras Se sitio la plaza con mas refuerzos hubo una traicion y los habitantes se rindieron a la voluntad de los atenienses Estos mataron a todos los hombres en edad de llevar armas y vendieron como esclavos a las mujeres y los ninos 55 Y los melios eran griegos no barbaros Matanzas como esta y las perdidas en las luchas terrestres y maritimas debilitaron a Grecia y la dejaron sin hombres hasta el punto de que en el siglo siguiente siglo IV a C para defender la ciudad tuvieron que contratar cada vez mas a mercenarios es decir soldados extranjeros que ya no luchaban por patriotismo como ciudadanos sino tan solo para vivir a cambio de una paga Ya en el 399 a C los diez mil griegos de la Anabasis entre los que figuraba el ateniense Jenofonte que contara sus hazanas eran soldados de oficio que ponian su espada al servicio de quien les pagara mejor su historia saca a la luz las funestas consecuencias de una larga guerra que dejo a los antiguos combatientes reducidos a enrolarse en cualquier parte como mercenarios Articulo principal Los mercenarios Pero estos aventureros pronto no tendran que cruzar el mar para ganarse la vida y ponerse al servicio de un principe persa las propias ciudades de Grecia entre las que volvian a surgir discrepancias se disputaran sus servicios a precio de oro En vano Demostenes exhortara a menudo a sus conciudadanos para que suban ellos mismos a los trirremes y sirvan como hoplitas contra Filipo II prefirieron casi siempre recurrir a los mercenarios y al final se decidieron cuando ya era demasiado tarde y fue en Queronea 338 a C donde las mejores tropas de Atenas y de Tebas sucumbieron bajo la falange macedonia 56 Las luchas fratricidas entre griegos privaron a la Helade poco a poco de sus mejores hombres ofreciendo con ello una presa lista a los conquistadores macedonios y mas tarde a los romanos Consideraciones historiograficas EditarPara el historiador moderno 57 no es como para los antiguos a los que les movia otras motivaciones que radicaban en componer una obra destacada por sus cualidades esteticas y literarias que primaban sobre la exactitud la precision o la fidelidad La busqueda de un equilibrio formal se aliaba a la del detalle pintoresco e impresionante A estas dificultades se anaden la rareza o ausencia de datos de cifras dignos de confianza los efectivos de los ejercitos el numero de muertos y de prisioneros en una batalla en la cual se presentaba la eventual oportunidad de la conquista de una ciudad han sido raramente utilizados sin reservas ya que la magnificacion literaria era la regla En cualquier caso ya en la Antiguedad la investigacion sobre el numero de efectivos presentaban obstaculos insalvables Las estimaciones actuales que a menudo se ofrecen son mera especulacion En cuanto a los datos topograficos y geograficos Herodoto Tucidides Jenofonte Polibio los historiadores de Alejandro Magno y otros se esforzaron por dar indicaciones lo mas precisas posibles sobre el campo de batalla y sobre el terreno de las operaciones En el caso mas favorable estos autores podrian beneficiarse de un conocimiento de primera mano de algunos lugares en los que se desarrollaron los acontecimientos que describian pero no es la norma general Se exigian a si mismos menos sobre el momento y la cronologia de la batalla que en determinar con alguna precision el emplazamiento de esta sobre lo que se tropezaban con considerables dificultades Uno de los meritos de los historiadores de finales del siglo XIX y de comienzos del XX por citar a algunos relevantes Hans Delbruck Johannes Kromayer 58 Georges Veith 59 o el clasicista estadounidense W Kendrick Pritchett 1998 es haber intentado fijar las fases de la batalla sobre el terreno En ausencia de mapas planos de documentacion iconografica precisa es dificil si no imposible representar un combate de la Antiguedad donde entraban en liza hoplitas jinetes etc Los relatos de los historiadores antiguos se basan en el testimonio de los espectadores o de los actores mas o menos bien informados mas o menos competentes mas o menos imparciales Era raro que hubiesen asistido en persona a los sucesos narrados por lo que son tachados de parciales e inexactos por los historiadores modernos Un historiador versado en geografia topografia etnologia estrategia y a la vez buen narrador son cualidades que solo tal vez Tucidides podria reunir aunque sus relatos no son ni podian ser exhaustivos Incluido el historiador que hacia de lo racional un instrumento de analisis privilegiado como Tucidides la calidad de la composicion y el estilo imponian obligaciones que perjudicaban ciertos pasajes Vease tambien EditarProioxis y Palioxis Falange Falange macedonia Expedicion a Sicilia Guerras Medicas Primera Guerra Medica Segunda Guerra Medica Guerra del Peloponeso Guerra arquidamica Expedicion a Sicilia Guerra de Decelia Historia de Herodoto Historia de la Guerra del Peloponeso Helenicas de Jenofonte Biblioteca historica de Diodoro Siculo Guerra de Corinto Liga del Peloponeso Confederacion de Delos Liga Beocia Liga de Corinto Hegemonia tebana Marina de guerra en la Antigua Grecia Asedio en la Antigua Grecia Ejercito macedonio Arquitectura militar en la Antigua GreciaNotas y referencias Editar Davis Hanson Victor 1999 Les guerres grecques 1400 146 av J C traduccion de Laurent Bury Paris Autrement Le Club Du Livre prologo ISBN 978 28 626 0972 0 a b Aristoteles Constitucion de los atenienses 7 3 Stewart Michael People Places amp Things Hippeis 1 Greek Mythology From the Iliad to the Fall of the Last Tyrant Stockton D The Classical Athenian Democracy p 7 Demostenes Contra Leptines 31 33 Labarbe Jules La loi navale de Themistocle Les Belles Letres 1957 Plutarco Vida de Licurgo 24 Jenofonte Republica de los lacedemonios 11 5 10 Herodoto vii 208 a b Spence I G The Cavalry of Classical Greece A Social and Military History Oxford 1993 Herodoto ix 28 Jenofonte Helenicas vi 4 15 L Lacroix Le bouclier embleme des Beotiens Revue belge de philologie et d histoire 36 1958 pp 5 30 Plutarco Erotico 761 b Henri Irenee Marrou L histoire de l education dans l antiquite Paris Le Seuil 1948 p 57 Tucidides IV 94 Jenofonte Helenicas vi 4 12 Jenofonte Helenicas vi 1 5 Aristoteles Constitucion de los atenienses 53 5 Tucidides ii 13 6 9 Arnold Wycombe Gomme Antony Andrewes y Kenneth James Dover A Historical Commentary on Thucydides vol ii p 53 54 Oxford University Press 1962 ISBN 978 0 19 814003 0 Aristofanes Las avispas 578 Licurgo de Atenas Contra Leocrates 77 2 L Robert Etudes epigraphiques et philologuiques p 296 307 O W Reinmuth The Ephebic Inscriptions of the Fourth Century B C Leiden Brill Leyde 1971 Aristoteles Constitucion de los atenienses 42 3 Charles Victor Daremberg y Edmond Saglio Dictionnaire des Antiquites grecques et romaines Aristoteles Constitucion de los atenienses 42 3 A Martin Les cavaliers atheniens Aristoteles Constitucion de los atenienses 42 4 Pierre Sigler Peripoloi et peripolarques en Grece ancienne UPPA memoire d histoire 2005 L Robert Hellenica X p 283 292 J Pouilloux La forteresse de Rhamnonte p 81 82 Aristofanes La paz v 303 y 1171 y 1173 A Plassar Les archers d Athenes Revue des Etudes grecques 26 p 202 Guntinas Tunon Orlando 1984 Jenofonte El jefe de la caballeria Madrid Editorial Gredos S A ISBN 84 249 0963 1 I G Spence The Cavalry of Classical Greece A Social and Military History Oxford 1993 Jenofonte De la equitacion 12 5 H Bengtson Aus der Lebensgeschichte eines griechischen Distanzlaufers p 35 39 Tucidides ii 94 1 Esquilo Agamenon v 8 y sigs Herodoto ix 61 62 Plutarco Vida de Teseo 35 Gilbert Charles Picard Les trophees romains contribution a l histoire de la religion et de l art triomphal de Rome Ed de Boccard 1957 p 13 64 Plutarco Sobre los oraculos de la Pitia cap 15 Aristofanes La paz v 528 529 G Fougere Athenes p 143 Marcus N Tod A selection of greek historical inscriptions From 403 to 323 B C II Oxford 1962 p 104 105 Platon El Banquete 221 a b J Pouillon La forteresse de Rhamnonte p 9 66 Esquines Sobre la embajada 115 Plutarco Vida de Temistocles 4 Labarbe Jules La loi navale de Themistocle Les Belles Lettres 1957 p 42 Tucidides Historia de la Guerra del Peloponeso iv 30 32 2 Jenofonte Helenicas vi 2 27 30 Jenofonte Helenicas VI 2 27 30 Plutarco Vida de Licurgo 27 2 3 Flaceliere Robert Revue des Etudes grecques 61 1948 p 403 405 Tucidides Historia de la Guerra del Peloponeso ii 34 Esquines Contra Ctesifonte 154 Plutarco Vida de Solon 31 Aristoteles Constitucion de los atenienses 49 4 Lisias En favor del invalido Tucidides v 84 116 CFawkwell 1978 pp 146 156 Ducrey pp 62 64 Johannes Kromayer amp Georg Veith Antike Schlachtfelder in Griechenland Bausteine zu einer antiken Kriegsgeschichte Mit Karten und Tafeln 4 Bande reeditado en 2010 Cf de los mismos autores Von Marathon bis Chaeronea Wagner amp Debes 1926 Antike Schlachtfelder Bausteine Zu Einer Antiken Kriegsgeschichte 1901 Bibliografia EditarCawkwell George 1978 Philip II of Macedon en ingles Londres Faber amp Faber ISBN 0 571 10958 6 Ducrey Pierre Guerre et guerriers dans la Grece antique Hachette Litteratures coll Pluriel Paris 1999 reedition ISBN 2 01 278986 2 Fernandez Nieto F J Los reglamentos militares griegos y la justicia castrense en epoca helenistica Symposion 1995 Garlan Yvon La Guerra en la antiguedad Alderaban Ediciones 2003 ISBN 84 95414 31 7 Hackett John Winthrop Warfare in the Ancient World Checkmark Books 1990 Hanson Victor Davis Le modele occidental de la guerre Belles Lettres coll Histoire Paris 1990 ISBN 2 251 38004 3 Humble Richard Warfare in the Ancient World 1980 Labarbe Jules La loi navale de Themistocle Les Belles Lettres 1957 Pimouguet Pedarros I L apparition des premiers engins balistiques dans le monde grec et hellenise un etat de la question REA 102 2000 Snodgrass Anthony M Arms and armors of the Greeks Londres 1967 Enlaces externos EditarLos Promachoi Homericos y la Formacion Cerrada en la Epica Griega Jinetes en Grecia y sus ecos en la cultura iberica Datos Q2918232Obtenido de https es wikipedia org w index php title Guerra en la Antigua Grecia amp oldid 137448745, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

español

, española, descargar, gratis, descargar gratis, mp3, video, mp4, 3gp, jpg, jpeg, gif, png, imagen, música, canción, película, libro, juego, juegos