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Minoría de edad de Isabel II

La minoría de edad de Isabel II es el período de la historia de España durante el cual Isabel II, a la muerte de su padre Fernando VII, reinó bajo la institución de la regencia de su madre primero, María Cristina de Borbón y del general Baldomero Espartero después, abarcando casi diez años de su reinado, desde el 29 de septiembre 1833 hasta el 23 de julio de 1843, cuando Isabel fue declarada mayor de edad.

Isabel II, de niña (anónimo).

A la muerte de Fernando VII el 29 de septiembre de 1833, su esposa, María Cristina de Borbón, asumió de inmediato la regencia en nombre de su hija, Isabel II, y prometió a los liberales una política distinta a la del fallecido rey. Parte de la sociedad española estaba expectante ante un posible cambio en el reinado que se iniciaba y que incorporase al país los modelos de corte liberal que se desarrollaban en algunas naciones de Europa. La Guerra Carlista y los enfrentamientos entre los liberales del Partido moderado y los del Partido Progresista culminarán con el ascenso a la Jefatura del Estado del general Baldomero Espartero mientras dure la minoría de edad de la futura reina, Isabel II, en un periodo convulso plagado de crisis gubernamentales e inestabilidad social.

La situación en Europa

En Gran Bretaña, Guillermo IV inicia profundas reformas liberales y el Parlamento es el verdadero motor político de la vida del país. Tras la derrota de España en la batalla de Trafalgar, la extensión del que será poco más tarde el Imperio británico inicia su andadura, sobre todo a partir de 1837 con el ascenso al trono de la Reina Victoria. La democracia se asienta en el país como un modelo incuestionado.

En el continente, disuelta la Santa Alianza desde 1830, Francia había derrocado al absolutismo con la caída de Carlos X y establecido una monarquía constitucional en la persona de Luis Felipe de Orleans, bajo cuyo mandato se impulsa la revolución industrial y la burguesía toma las riendas de la economía nacional.

El absolutismo queda relegado a Prusia, Rusia e Austria, si bien en el primero los impulsos de unificación con la Unión Aduanera de Alemania, alimentados por los liberales, que no cesarán en obtener éxitos parciales en el terreno comercial, abrirán las fronteras y procurarán avances en la nueva sociedad preindustrial.

La Primera Guerra Carlista

 
El frente en su momento álgido.

La muerte de Fernando VII provoca una serie de levantamientos y la proclamación de Don Carlos como rey. Los alzamientos están liderados por militares absolutistas que habían sido retirados del ejército o incluso procesados. El primero en alzarse es Manuel Martín González, seguido por Verasategui, Santos Ladrón y Zumalacárregui. Se inicia una cruenta guerra civil caracterizada por la escasa localización geográfica, ya que se desarrolla en País Vasco y Navarra y en algunos pequeños focos en Cataluña, Aragón y Valencia.

Los bandos

A grandes rasgos se puede definir esta Primera Guerra Carlista como el medio para decidir la continuidad del Antiguo Régimen o el triunfo del liberalismo.

El carlismo defiende el absolutismo. Entre sus filas están la baja nobleza rural, el clero bajo vasco y campesinos vascos y navarros. Los carlistas se unen bajo el grito de «Dios, Patria y Fueros» (la defensa de los Fueros comienza en 1834 por medio de una imposición de la Diputación de Vizcaya a Don Carlos).

Los liberales están liderados por la reina regente María Cristina de Borbón. En un principio son liberales moderados, pero más adelante hay también progresistas. Se pueden considerar liberales las clases medias ilustradas, que tienen que acabar con el Antiguo Régimen.

El desarrollo de la Guerra

Los alzamientos carlistas de 1833 están seguidos por la creación de juntas o gobiernos locales. Cuando Don Carlos vuelve a España en 1834, intenta crear un gobierno con la Administración Central en País Vasco y Navarra que se convertiría en gobierno nacional finalizada la Guerra. Los carlistas utilizaron la guerrilla por su conocimiento del medio rural y porque las ciudades son liberales. La Primera Guerra Carlista es un enfrentamiento campo-ciudad que tiene tres etapas, de dos años cada una:

 
Álbum de las tropas carlistas del norte.
  • 1.ª etapa (1833-1835): es dominada por Zumalacárregui, carlista. El ejército liberal es mermado por la guerrilla, lo que obliga a María Cristina a llamar a filas a los progresistas. Don Carlos se plantea en 1835 el asalto de Bilbao, pero Zumalacárregui no apoya este plan porque sabe que la artillería carlista no aguantaría un asedio. Al final el asalto es un fracaso y Zumalacárregui muere.
  • 2.ª etapa (1835-1837): Zumalacárregui es sustituido por Cabrera. Ambos bandos optan por el control. Luis Fernández de Córdoba, liberal, intenta crear una línea de contención para aislar a los carlistas, pero esta línea obligaría a cubrir más de 500 km (kilómetros), una zona demasiado extensa. Los carlistas intentan aliviar la presión en País Vasco y Navarra con operaciones en Cataluña y Aragón, aunque no lo consiguen y el resto de la Guerra solo se libra en País Vasco y Navarra.
  • 3.ª etapa (1837-1839): desde 1837 la Guerra ya está prácticamente decidida a favor de los liberales. Dentro del bando carlista surge una división entre los que optan por rendirse y firmar la paz; y los intransigentes que quieren seguir luchando. Al final el general Maroto acuerda con los liberales el Convenio de Vergara en agosto de 1839, lo que pone fin a la Guerra, aunque Don Carlos seguiría luchando unos meses más. Además de la paz, el acuerdo asegura la continuidad de los Fueros y permite la integración de los militares carlistas en el ejército regular real.

El personaje más favorecido es el general Espartero, conocido tras su victoria en Luchana como el «Espadón de Luchana». Consigue una gran presencia política y social y un título nobiliario que le convierte en Grande de España, y era Duque de la Victoria. María Cristina reina hasta 1843, año en que la princesa Isabel es nombrada mayor de edad y empieza a reinar con trece años.

La regencia de María Cristina

 
María Cristina de Borbón-Dos Sicilias retratada por Vicente López.

La controversia de la sucesión

Artículo relacionado: Pragmática Sanción de 1830

Durante el reinado de Felipe V se había establecido la exclusión de las mujeres en la línea sucesoria mediante la llamada Ley Sálica. Esta norma había sido revocada en 1789 por Carlos IV, mediante un decreto que no llegó a promulgarse. El 29 de marzo de 1830, mediante la Pragmática Sanción, Fernando VII lo elevó al rango de ley. Ello no fue obstáculo, sin embargo, para que Carlos María Isidro, hermano de Fernando, reclamara sus derechos al trono de España. Fernando VII había previsto la controversia que se adivinaba, y, queriendo el trono para su hija primogénita, la futura Isabel II, nombró Regente a su esposa María Cristina, desterrando a su hermano Carlos por negarse a reconocer como heredera a Isabel.

Antes de morir el Rey, la futura Regente había conseguido separar a los militares partidarios de Carlos de las jefaturas del ejército y se había garantizado el apoyo de los liberales en el exilio, así como el de Francia e Inglaterra. No obstante, Carlos se proclamó Rey de España el 1 de octubre de 1833 con el nombre de Carlos V; contaba con el apoyo expreso de la corona portuguesa, entonces en manos de D. Miguel I, y el silencio cómplice de Austria, Prusia y Rusia. Las tropas españolas invadieron Portugal en un intento de castigar el apoyo al carlismo pero con la mediación de Inglaterra, Carlos se exilió a Gran Bretaña, de donde escaparía en 1834 para presentarse entre Navarra y el País Vasco y acaudillar la Guerra Carlista.

Los primeros gabinetes

En 1832, había sido nombrado Presidente del Consejo de Ministros Francisco Cea Bermúdez, vinculado al ala más derechista de los moderados, que inició tímidas reformas administrativas pero que carecía de capacidad e interés para facilitar la incorporación de muchos antiguos ilustrados y liberales al nuevo modelo de desarrollo económico y político. Entre las reformas del gabinete de Cea Bermúdez destacó una nueva división de España en provincias, promovida por el Secretario de Estado de Fomento, Javier de Burgos, destinada a mejorar la administración que, con algunos retoques, se mantiene en la actualidad. La ausencia de sintonía entre el liberalismo económico y político y el Gobierno llevó a que la Regente cesara a Cea Bermúdez y al nombramiento de Martínez de la Rosa como nuevo Presidente, en enero de 1834. El nuevo presidente debió hacer frente a la Guerra Carlista, iniciada por los partidarios del pretendiente en el País Vasco, Navarra, Cataluña y Aragón fundamentalmente.

 
Francisco Martínez de la Rosa en un cuadro conservado en el Ateneo de Madrid.

Martínez de la Rosa, que había retornado del exilio, trató de aplicar una reforma del clero y promulgó el Estatuto Real en 1834. A modo de carta otorgada, disimulaba el espíritu liberal para no alterar a los seguidores del Antiguo Régimen, dejando sin aclarar si la soberanía nacional residía en el Rey o en las Cortes. El equilibrio político que supuso esta indeterminación terminó por no contentar a unos ni a otros. Al mismo tiempo, el clima de enfrentamiento se intensificó a causa de las intrigas de la Regente contra los liberales y una epidemia de cólera que asoló España de sur a norte, generando el bulo de que la Iglesia había envenenado los pozos y canales en los que Madrid se abastecía de agua potable. Los asaltos a conventos e iglesias no se hicieron esperar. Acosado por unos y otros e incapaz de gobernar, Martínez de la Rosa dimitió en junio de 1835.

El Estatuto Real de 1834

La Guerra Carlista obliga a María Cristina de Borbón a transformar el régimen para mantenerse en el trono. Este cambio consiste en otorgar poderes a los liberales, con lo cual sucede que la esposa del rey español más absolutista es la que abre el camino del liberalismo.

En 1832, Fernando VII se recupera de una enfermedad y nombra un nuevo gabinete de gobierno liderado por Cea Bermúdez, que gobierna hasta 1834 y lleva a cabo algunas reformas, bastante conservadoras y dirigidas por el rey. Las reformas no son bien recibidas ni por los absolutistas ni por los liberales.

Tras la muerte de Fernando VII en 1833, varias personas cercanas a la reina insinúan la necesidad de unas nuevas Cortes y un nuevo gobierno, aunque luego María Cristina solo designa un nuevo gobierno a cargo de Francisco Martínez de la Rosa, que encabeza un gobierno liberal moderado que debe crear un marco constitucional aceptable para la Corona. Los progresistas no apoyan a Martínez de la Rosa, al que apodan «Rosita la pastelera». Aunque Martínez de la Rosa pueda parecer conservador, en su momento fue una auténtica revolución, pues la monarquía renuncia al monopolio del poder. El Estatuto Real también es una especie de transacción entre monarquía y liberales para agradecer el apoyo durante la Guerra.

En la práctica el Estatuto Real da a la Corona un gran margen de actuación, pues nombra directamente a muchos diputados en las Cortes y el resto son elegidos solo por los más ricos. El poder ejecutivo es de la reina y el legislativo es de la reina y las Cortes. Las ilusiones liberales se hunden al ver las escasas concesiones que les da la Corona.

El Estatuto Real establece dos cámaras. En una están los representantes no elegidos, los Grandes de España, que entran en las Cortes directamente. Esta cámara de no elegidos es el Estamento de Próceres. La otra cámara, de diputados elegidos bajo sufragio censitario, es el Estamento de Procuradores. Solo les eligen unos 16 000 hombres. El Estatuto Real establece que las Cortes voten impuestos pero no les da la iniciativa legislativa sin el apoyo de la Corona, que tiene además el poder ejecutivo.

Los progresistas no se rinden y utilizan resquicios legales del Estatuto Real para hacer reformas. Se ven favorecidos por los malos resultados de los liberales en los primeros años de la Guerra Carlista, lo que obliga a María Cristina a hacer concesiones. Entre las reformas progresistas están la aprobación de algunos derechos del individuo (libertad, igualdad, propiedad, independencia judicial y responsabilidad ministerial). Al final los progresistas presionan cada vez más a María Cristina, hasta que en 1835 la regente designa un gobierno liberal progresista.

El impulso de los liberales y la llegada al poder de los progresistas

Los progresistas llegan al poder mediante la insurrección, con revueltas durante todo el verano de 1835 lideradas por las Juntas y las Milicias. Dada la anarquía del país, la reina regente se ve obligada a nombrar un gobierno progresista, a cargo de Juan Álvarez Mendizábal, que inicia rápidamente una serie de reformas que llevarían a España a convertirse en un Estado más moderno.

El primer objetivo de Mendizábal es conseguir dinero para aumentar los efectivos militares de los liberales y para saldar la deuda pública que el Estado había contraído con los que habían invertido en el Estado. La solución de Mendizábal es la desamortización de los bienes del clero regular y su venta, aunque los estamentos privilegiados se oponen y presionan a María Cristina para que destituya a Mendizábal. La reina accede y echa a Mendizábal, pero se da otro alzamiento violento en verano de 1836 para que vuelva un gobierno progresista: el Motín de La Granja. Se crea un nuevo gobierno progresista en el que Mendizábal es solo Ministro de Hacienda.

Reformas progresistas (1835-1837)

El gran protagonista es Mendizábal. En 1823, tras el Trienio Liberal, se había exiliado. Durante su exilio en Europa entró en contacto con las ideas más liberales. Tiene una nueva concepción jurídica del derecho de propiedad basada en las teorías de Adam Smith y en las teorías capitalistas. Según Mendizábal, para hacer de España un país liberal, económica y políticamente hablando, se tienen que dar los siguientes pasos: la eliminación del régimen señorial, la desvinculación de las tierras (acabar con el mayorazgo), y la desamortización eclesiástica y civil. Entonces se podría realizar la revolución agrícola, con un aumento de rendimiento que produciría excedente para invertir en la industria.

El régimen señorial es eliminado en agosto de 1837. Los señores pierden la jurisdicción, pero conservan la propiedad de la tierra si demuestran que es suya. Los señoríos se convierten en explotaciones capitalistas. También se elimina el mayorazgo, por lo que muchos nobles mejoran su situación económica vendiendo tierras.

Lo más importante es la desamortización eclesiástica, que se lleva a cabo mediante la «Ley del voto de confianza», para tomar decisiones sobre la guerra sin necesidad de decidirlas en las Cortes. La desamortización se realiza mediante un decreto sin debate en las Cortes. Mendizábal aprovecha para reformar el clero regular, con dos decretos.

El primero, de febrero de 1836, es el Decreto de Extinción de Regulares, que establece la eliminación universal de las órdenes del clero regular varón. Solo se salvan los colegios de misioneros y las órdenes hospitalarias. Con respecto al clero regular femenino, se decreta la supresión de conventos y, en algunos, se fija una comunidad máxima de veinte monjas. Además se prohíbe la coexistencia de dos conventos de la misma orden dentro del mismo núcleo de población; y también se prohíbe admitir novicias y que los hermanos sean sacerdotes. Los que eran sacerdotes son ahora párrocos del clero secular, y a los hermanos legos se les deja en la sociedad civil, sin compensación. Todas las posesiones de las órdenes eliminadas y reformadas pasan a ser bienes nacionales.

El segundo decreto, de marzo de 1836, es el Decreto de venta de bienes nacionales. Mendizábal argumenta que resuelve el problema de la Hacienda salvando deuda pública; justifica una reforma socioeconómica basada en el libre mercado, fomentando el interés individual; y dice que esta venta de bienes crearía un grupo amplio de apoyo a la causa isabelina.

Después de este decreto se establece el sistema de venta de bienes nacionales. Se rechaza el sistema de venta a plazos, que es la única posibilidad para los colonos de ser propietarios; y se aprueba el sistema de subasta pública, en el que solo participan los más ricos. Cuanto mayor es la puja, más se libera la deuda pública.

Toda esta acción reformadora va acompañada de una serie de leyes que aseguran el libre mercado. Para ello, se da libertad en la forma de explotación de la tierra y libre circulación de bienes agropecuarios e industriales; se eliminan los derechos de la Mesta, entre los que se encuentran el de libre paso y libre pasto; se dan permisos para vallar explotaciones agrícolas; se da libertad en los contratos de arrendamiento sobre tierras; se dan libertad de almacenamiento y precio (controlado solo por oferta y demanda).

Los liberales se sintieron fuertes y se movilizaron en manifestaciones de protesta por toda la península que en muchas ocasiones se convirtieron en graves altercados. La prensa, de marcada tendencia progresista, no ahorró críticas al Gobierno y se mostró favorable a un sistema más democrático, con un mayor papel del parlamentarismo. La Regente, no obstante, ofreció la Jefatura del Gobierno a José María Queipo de Llano, quien, tres meses después de aceptar, presentó su dimisión a causa de los violentos enfrentamientos que se produjeron en Barcelona y de un levantamiento que formó juntas revolucionarias similares a las del período de la Guerra de la independencia. Estas juntas se unieron a la Milicia Nacional y tomaron el control de distintas provincias. Los revolucionarios presentaron a la Regente un pliego de condiciones en el que exigían una ampliación de la Milicia, libertad de prensa, una revisión de la normativa electoral que permitiese el acceso al voto a más cabezas de familia, y la convocatoria de Cortes Generales.

 
El alzamiento carlista marcará todo el periodo de las regencias y dificultará la tarea de los gobiernos liberales. Dibujo del paso del Infante Don Carlos por Navarra en 1833.

María Cristina se sintió obligada a otorgar el gobierno a Mendizábal, en un intento por paliar la grave crisis y hacer un gesto a los progresistas. Consciente el nuevo Presidente de la situación, llegó a un acuerdo con los liberales: las juntas revolucionarias debían disolverse e integrarse en el organigrama administrativo del Estado, dentro de las diputaciones provinciales, a cambio de las reformas políticas y económicas que se comprometía a llevar a cabo. Obtuvo de las Cortes poderes extraordinarios para llevar adelante reformas en el sistema que se concretaron en una modificación sustancial de la hacienda pública y el sistema fiscal para garantizar un Estado saneado capaz de afrontar sus obligaciones, atender los empréstitos y obtener nuevos créditos, además de la desamortización de buena parte de los bienes de la Iglesia católica, con la finalidad de permitir allegar al comercio bienes hasta entonces improductivos.

Entre las medidas que pretendía llevar a cabo Mendizábal se encontraba una amplia remodelación del ejército, que incluía como primer paso un cambio en los altos mandos, muy vinculados a los sectores más reaccionarios. Aunque los efectivos militares aumentaron a 75 000 nuevos hombres y se destinó a la Guerra Carlista una mayor aportación de 20 millones de pesetas, la reordenación no gustó a la Regente, quien a causa de ella perdía autoridad en las fuerzas armadas. Destituido Mendizábal tras una campaña de desprestigio, fue nombrado Presidente del Consejo de Ministros Francisco Javier de Istúriz, un progresista que había regresado del exilio y había evolucionado hacia posiciones mucho más moderadas y contrarias al proceso de desamortización, colocándose como hombre de la camarilla de la Regente. Tras disolver las Cortes en busca de unas nuevas que le legitimaran y apoyasen una constitución distinta del Estatuto Real, aún más conservadora, sus deseos se vieron abruptamente interrumpidos por el Motín de la Granja de San Ildefonso que pretendía y obtuvo que la Regente restituyera la Constitución de 1812 y derogase el Estatuto. Istúriz cesó el 14 de agosto de 1836, apenas tres meses después de su nombramiento.

 
Alegoría de la Constitución española de 1812. Cuadro de Francisco de Goya y Lucientes que se conserva en el Museo de Estocolmo.

El nuevo Presidente del Gobierno fue José María Calatrava, que nombró Ministro de Hacienda a Mendizábal, en una línea continuista. Este aprovechó para concluir el proceso desamortizador y la supresión de los diezmos. Calatrava impulsó una política social que le permitió aprobar la primera ley de España que reguló y reconoció la libertad de imprenta. Pero la labor más importante fue la adecuación de la Constitución de 1812 a la nueva realidad en la que se había comprometido por Real Decreto la Regente durante el Motín de la Granja, con la aprobación de la Constitución de 1837.

Constitución de 1837

 
Constitución española de 1837.

Tras el Motín de La Granja, el gobierno progresista convoca unas Cortes extraordinarias constituyentes, que tienen dos opciones; reformar la Constitución de 1812 o crear una nueva. Esto daría lugar a la Constitución de 1837, que conllevaría un nuevo sistema político hasta 1844. Además, las reformas que plantea dan lugar a una sociedad clasista. El partido progresista, «heredero directo» de los doceañistas, se propone la reforma de la Constitución de 1812, pero en realidad da nacimiento a una Constitución nueva que quiere ser de consenso y por tanto aceptable para los moderados. Este moderantismo se ve a la hora de decidir la forma de gobierno, porque eligen una monarquía constitucional de carácter liberal doctrinario: el papel ejecutivo de la Corona es reforzado. Solo están de acuerdo con los doceañistas en la proclamación de la soberanía nacional, de la cual surge la constitución sin actuación de la Corona. Pero la afirmación del principio de la soberanía nacional no se hace en el articulado, como ocurría en la Constitución de 1812, sino que aparece en el preámbulo.

La Constitución de 1837 establece unas Cortes bicamerales: el Senado, designado por la reina; y la Cámara Baja, elegida por sufragio censitario. La Corona puede disolver las Cortes, en las que actúa como moderadora, y vetar las leyes. Es el primer poder del Estado, aunque tiene poderes limitados por las Cortes, que están en un plano inferior.

Las razones que llevan a los progresistas a hacer esta constitución han dado lugar a un debate en la historiografía. Una de las ideas más seguidas es que los progresistas, con todo el poder, rompen el exclusivismo político entre progresistas y moderados, crean una constitución transaccional, para que tenga cabida la Corona. Esta teoría considera la Constitución de 1837 como el precedente de la canovista de 1876. Es seguida por Suanzes-Carpeña y Miguel de Artola.

Otra idea de algunos historiadores es que el exclusivismo es accidental, y que los progresistas no se atrevieron a plantear otro sistema que fuera distinto a la monarquía constitucional. No pensaron ni en monarquía parlamentaria ni en república. Esta segunda idea es defendida por Javier Tusell.

Otra tercera propuesta dice que en el fondo el partido moderado y el progresista defienden lo mismo, son iguales, y que lo único que les diferencia es el ritmo de las reformas. En cuanto al modelo social que defienden, es una España mesocrática, de propietarios capitalistas y libre mercado.

Al margen de este debate sobre la Constitución de 1837, el gran problema del liberalismo es el atraso económico del país, por lo que la clase media es muy débil. El liberalismo tiene enemigos por la derecha, los absolutistas; y por la izquierda, los partidarios de una revolución social. Mientras tanto, lo único que interesa a los liberales es mantener lo que han conseguido. Progresistas y moderados saben que el orden no se puede mantener sobre un parlamento inseguro con muchas alternancias, por lo que optan por fortalecer el poder ejecutivo, lo que ofrece dos posibilidades: un régimen autoritario en manos de un militar o fortalecer la Corona. Dentro de la segunda opción los progresistas contemplan una monarquía con todos los poderes, pero quieren como rey a alguien a quien poder controlar.

Aunque en principio se trataba de reformar la Constitución de 1812, la de 1837 fue una Constitución completamente nueva, elaborada sobre la base de un cierto consenso que procuraba superar la discusión entre progresistas y moderados respecto a la cuestión de la soberanía nacional. El texto, muy corto, reconoció el poder legislativo a las Cortes —en un sistema bicameral con el Congreso de los Diputados y el Senado— junto al Rey, a quien correspondían las prerrogativas propias del Jefe del Estado y del poder ejecutivo, y que delegó más tarde en la Presidencia del Consejo de ministros, pero reservándose gran capacidad de maniobra, como la disolución de las Cámaras. El texto amparaba la libertad de imprenta, entre otros derechos individuales.

Los carlistas a las puertas de Madrid

La Constitución se elaboró mientras los carlistas habían tomado Segovia y se encontraban a las puertas de Madrid. Azara dimitió poco después de aprobarse la Constitución.

Desde 1833, los carlistas estaban en guerra contra los cristinos. Se habían hecho fuertes en el País Vasco, Navarra y Cataluña, fundamentalmente, con un apoyo inicial de unos 70 000 hombres, aunque los alzados en armas eran muchos menos. El 14 de noviembre de 1833, las Juntas de Álava y Vizcaya nombraron a Tomás de Zumalacárregui jefe de sus ejércitos. El ejército cristino contaba en ese momento con unos 115 000 hombres, aunque solo unos 50 000 se encontraban con capacidad de combatir. En el futuro se debió movilizar a cerca de medio millón para enfrentarse victorioso a las tropas carlistas. El Infante Don Carlos, fugado de su exilio inglés, se instaló entre Navarra y el País Vasco, y desde allí dirigió la contienda, fijando la capital en Estella.

Tras los éxitos iniciales, Zumalacárregui perdió la Batalla de Mendaza el 12 de diciembre de 1834 y se retiró hasta una nueva incursión en la primavera de 1835 que obligó a los seguidores de la Regente a situarse más allá del río Ebro. Durante el sitio de Bilbao, el 15 de junio de ese año, Zumalacárregui sufrió heridas de combate que le provocaron la muerte días más tarde. En el verano de 1835, los isabelinos al mando del general Fernández de Córdova trataron de aislar a los carlistas en el norte pero solo consiguieron mantener el control de las ciudades más importantes.

La muerte de Zumalacárregui provocó una estabilización de los frentes, salvo la incursión de 1837 hasta las puertas de Madrid. El general Baldomero Espartero fue el encargado de dirigir a las tropas fieles a la Regente y evitar la acometida de la Expedición Real que se aproximó a Madrid, hasta que el 29 de agosto de 1839, firmó la paz con el general carlista Rafael Maroto en lo que se conoce como el Abrazo de Vergara.

Las formaciones políticas en pugna

El Partido Progresista defendía una soberanía nacional que residiera únicamente en las Cortes Generales, lo que les ponía enfrente de las tesis monárquicas, aunque su intención no fuera la instauración de una República. Organizó una Milicia Nacional muy contestada por los moderados que veían en ella el fin del ejército de los notables. En materia económica, se apoyaron en las tesis de Mendizábal y Flórez Estrada, con los procesos desamortizadores, la abolición de los mayorazgos y la apertura del comercio y el librecambismo.

En 1849, se formó el Partido Democrático, más ambicioso que los progresistas y que pretendía el sufragio universal masculino frente al sufragio censitario, la legalización de las incipientes organizaciones obreras y un reparto justo de la tierra para los agricultores, ya que la desamortización había cambiado de manos los bienes pero no había aportado tierra a los campesinos.

Los moderados se presentaban como los que contenían a los liberales en su afán de destruir la monarquía y el Antiguo Régimen. Sus miembros eran en su mayoría nobles, aristócratas, altos funcionarios, abogados y miembros de la Corte y el clero. Se atribuían un concepto de soberanía nacional compartido entre el Rey y las Cortes con unos pretendidos «derechos históricos» y «costumbres antiguas».

El trienio moderado (1837-1840)

Bien fuera por la ofensiva carlista o por la propia debilidad de los partidos políticos o por ambos fenómenos, la sucesión de Calatrava llevó a la Presidencia del Consejo de Ministros a tres hombres del ala más moderada del liberalismo en menos de un año.

El primero fue Eusebio Bardají Azara, que accedió tras la renuncia al cargo de Espartero, quien prefirió seguir la campaña militar, y obtuvo aún más prestigio al bajar de Navarra con sus hombres para defender la capital de las tropas carlistas del general Juan Antonio de Zaratiegui, al que venció. Azara dimitió, descontento con la posición de la Regente, que trataba por todos los medios de granjearse las simpatías de los hombres de Espartero. Le siguieron en el cargo Narciso de Heredia y Bernardino Fernández de Velasco. No obstante, el 9 de diciembre de 1838, fue nombrado Evaristo Pérez de Castro. El nuevo presidente estableció reformas en la administración local que permitieron cierto nivel de intervencionismo estatal, y al mismo tiempo trató de conciliar los aspectos más negativos de la desamortización de Mendizábal con la Santa Sede, especialmente receloso con la Corona española desde la muerte de Fernando VII.

La «revolución de 1840» y el fin de la regencia de María Cristina

 
Evaristo Pérez de Castro, presidente del gobierno moderado que impulsó la Ley de Ayuntamientos de 1840

La idea de la alternancia pacífica en el poder entre moderados y progresistas sustentada en la Constitución de 1837 se frustró cuando el gobierno moderado de Evaristo Pérez de Castro presentó un proyecto de Ley de Ayuntamientos en el que el nombramiento del alcalde correspondía al gobierno que lo escogería entre los concejales electos, lo que, según los progresistas, era contrario al artículo 70 de la Constitución («Para el gobierno de los pueblos habrá Ayuntamientos nombrados por los vecinos a quienes la ley conceda este derecho»), por lo que los progresistas recurrieron a la presión popular durante el debate de la ley —una algarada en Madrid terminó con la invasión de las tribunas del hemiciclo del Congreso de los Diputados desde donde se gritó e insultó a los diputados moderados— y, cuando la ley fue aprobada sin admitir sus enmiendas, optaron por el retraimiento y abandonaron la Cámara, con lo que cuestionaron la legitimidad a las Cortes. Inmediatamente, los progresistas iniciaron una campaña para que la regente María Cristina no sancionara la ley bajo la amenaza de no acatarla -es decir, bajo la amenaza de la rebelión- y cuando vieron que la regente estaba dispuesta a firmarla dirigieron sus peticiones al general Baldomero Espartero, el personaje más popular del momento tras su triunfo en la Primera Guerra Carlista y que se mostraba más próximo al progresismo que al moderantismo, para que evitara la promulgación de esa ley contraria al «espíritu de la Constitución de 1837».[1]

La radical oposición de los progresistas a la Ley de Ayuntamientos —hasta el punto que les hizo abandonar la «vía legal» para optar por la «vía revolucionaria»— se debió, según Jorge Vilches, a la importancia que tenía la figura del alcalde en la elaboración del censo electoral —el ayuntamiento era el que daba las cédulas electorales— y en la organización, dirección y composición de la Milicia Nacional, lo que les hacía temer a los progresistas que sus posibilidades de acceder al gobierno mediante las elecciones serían prácticamente nulas, además de que se pondría en manos de los moderados la milicia cuya existencia para los progresistas era esencial para la «vigilancia de los derechos del pueblo».[1]

La Regente era consciente de que el sistema se encontraba en una grave crisis y se trasladó a Barcelona en unas pretendidas vacaciones con Isabel para aliviar las dolencias dermatológicas de la niña y se entrevistó con Espartero. Este para aceptar la Presidencia del Consejo de Ministros exigió que María Cristina no sancionara la Ley de Ayuntamientos, así que cuando el 15 de julio de 1840 firmó la ley, porque dar marcha atrás en algo que ya había anunciado públicamente que iba a hacer supondría el sometimiento a Espartero, este le presentó la renuncia de todos sus grados, empleos, títulos y condecoraciones. El gobierno de Pérez de Castro dimitió el 18 de julio siendo sustituido el 28 de agosto, después de tres fugaces gobiernos, por otro moderado presidido por Modesto Cortázar.[2]

 
Agustín Fernando Muñoz y Sánchez, marido morganático de la regente María Cristina de Borbón.

En Barcelona y Madrid se sucedieron los altercados entre moderados y progresistas, entre partidarios de la Regente y de Espartero. En esta situación María Cristina no consideró conveniente permanecer en una Barcelona regida por los progresistas y donde no había encontrado el apoyo que esperaba y se trasladó a Valencia. Espartero trató de aparentar que defendía a la Regente, con lo que el 22 de julio dictó un bando en el que declaraba el estado de sitio en Barcelona que fue levantado el 26 de agosto.

A partir del 1 de septiembre de 1840 estallaron revueltas progresistas por toda España en las que se formaron «juntas revolucionarias» que desafiaron la autoridad del gobierno. La primera en constituirse fue la de Madrid encabezada por el propio Ayuntamiento que publicó un manifiesto en el que justificaba su rebelión como una defensa de la amenazada, según ellos, Constitución de 1837 y en el que exigían que se suspendiera la promulgación de la ley de Ayuntamientos, se disolvieran las Cortes y se nombrara un gobierno «compuesto por hombres decididos».[3]

Entonces María Cristina ordenó al general Espartero que reprimiera la rebelión —que sería conocida también como la «revolución de 1840»— pero este se negó, por lo que la regente no tuvo más remedio que aceptar el nuevo gobierno presidido por el general Espartero y compuesto de progresistas. El programa que presentó no solo contemplaba la suspensión de la aplicación de la ley de Ayuntamientos y la disolución de las Cortes sino la renuncia de María Cristina a la Regencia. En el escrito que envió a la regente se decía: «Hay Señora, quien cree que Vuestra Majestad no puede seguir gobernando la nación, cuya confianza dicen ha perdido, por otras causas que deben serle conocidas mediante la publicidad que se les ha dado», en referencia al matrimonio secreto de María Cristina con Agustín Fernando Muñoz y Sánchez contraído tres meses después de la muerte de su esposo, el rey Fernando VII. «María Cristina entendió que había perdido toda su autoridad y que su continuidad como regente hacía peligrar el trono de su hija, por lo que renunció a la Regencia, pidiendo a Espartero que se encargara de la misma».[4]​ Era el 12 de octubre de 1840.

La regencia de Espartero

Con la llegada del general Espartero al poder tras la «revolución de 1840», el gobierno de España es ocupado por primera vez por un militar, situación que se haría frecuente a lo largo de los siglos XIX y XX.

Proceso de formación

Esta regencia viene marcada por dos hechos importantes: en 1840, tras la Primera Guerra Carlista, se da un alzamiento revolucionario que quita a María Cristina de la regencia; y en 1843, con trece años, la princesa Isabel es declarada mayor de edad y empieza a reinar. Es un periodo progresista, pues sigue vigente la Constitución de 1837, en la que hay un gran dominio de la jefatura de Estado, en manos del general Espartero, nacido en la provincia de Ciudad Real a finales del siglo XVIII de familia más bien humilde (su padre era artesano y él era el menor de ocho hermanos). Ante las escasas perspectivas de futuro, ingresó en un convento dominico. El estallido de la Guerra de Independencia hace que abandone el convento y se haga militar. En un principio forma parte del cuerpo de ingenieros, pero lo deja porque era muy elitista y no podría ascender. Pasa al cuerpo de infantería, donde no importaba tanto el origen social. Al terminar la Guerra de Independencia se une a las expediciones militares que van a América para acabar con los independentismos y allí consigue un rápido ascenso, hasta llegar a ser brigadier, que equivale a general.

Cuando vuelve a España, en plena Década Ominosa, tiene una gran reputación pero no tiene fortuna. Su situación económica cambia al casarse con una aristócrata, Jacinta Martínez Sicilia, que también le sitúa en los estratos más altos de la sociedad. Cuando se inicia la Primera Guerra Carlista, Espartero se une a los liberales. Su objetivo es convertirse en comandante de los ejércitos del norte, cargo al que llega en 1836, nombrado por Mendizábal, tras demostrar su valía en Luchana. Entonces goza de un título nobiliario propio: Conde de Luchana. A partir de entonces, María Cristina está tutelada en temas de guerra por Espartero, situación que se refuerza cuando se firma la Paz de Vergara en 1839. Este éxito le da otro título nobiliario: duque de la Victoria.

En 1840,es puesto en el trono por el partido progresista como nuevo regente hasta 1843. Desde 1854 a 1856,es presidente del gobierno del Bienio Progresista. En los años 60 del siglo XIX está retirado de la política, y tras el destronamiento de Isabel II a finales de la década un sector de los liberales le ofrece ser rey de España, cargo que no acepta. Amadeo le otorga el título de Príncipe de Vergara, con tratamiento de Alteza Real.

Dentro de la regencia se distinguen dos fases: el proceso de formación y el desarrollo de la regencia. En el proceso de formación hay que destacar que tras la expulsión de María Cristina se plantea una discusión entre dos posibles regencias. Unos proponen una regencia unitaria y otros una regencia de tres personas. Se puede decir que los unitarios son los progresistas más conservadores y los trinitarios los más radicales, que quieren debilitar el poder de la jefatura de Estado. Los trinitarios son mayoría en las Cortes, pero la votación final es entre Congreso y Senado, más conservador. Espartero debe su regencia a los senadores moderados.

Desarrollo de la regencia de Espartero

Ya establecido como regente en 1841, Espartero retoma las reformas pendientes desde 1837. En primer lugar, sigue con la desamortización, que afectaría al clero secular. Dentro de esta desamortización, además de nacionalizar bienes de la Iglesia, también nacionaliza impuestos de la Iglesia, como el diezmo. Esto supone un enfrentamiento directo con la Iglesia, una ruptura diplomática entre Roma y España (el papa es Gregorio XVI) y el aislamiento de Espartero en Europa respecto a las potencias más conservadoras, pues solo es apoyado por Inglaterra.

La segunda reforma de Espartero es la Cuestión Foral. Se hace un Decreto de Ley, llamado Ley de centralización administrativa, que conlleva la eliminación de los fueros, lo que causa un conflicto con los carlistas, que habían firmado la Paz de Vergara con la condición de mantener los Fueros, y también provoca el inicio de una conspiración de los militares moderados, aliados con carlistas.

Las reformas de Espartero desembocan en un conflicto continuo entre 1842 y 1843. Espartero debe hacer frente a tres líneas de oposición:

 
Diego de León y Navarrete.
  • Las conspiraciones moderadas, con el apoyo de María Cristina, que originan un levantamiento en octubre de 1841 que pretendía ser simultáneo en País Vasco y Madrid, donde Diego de León tiene que llegar al palacio real, secuestrar a la princesa Isabel y llevarla al País Vasco. El plan no funciona, porque Diego de León fracasa y además es condenado a muerte, con lo que Espartero incumple la regla de no fusilar a generales. Los intentos de sublevación de los moderados no acaban, pero siguen fracasando hasta 1843. Los artífices son el general Leopoldo O'Donnell, presidente de la Orden Militar Española, subvencionada por María Cristina; y el general Narváez, que era el cerebro de las operaciones. A finales de 1841 y principios de 1842 se producen en Barcelona alzamientos juntistas, como consecuencia de un acuerdo comercial librecambista entre España e Inglaterra que era perjudicial para la industria textil catalana. Son alzamientos de carácter democrático y republicano que reivindicaban una sociedad de clases. Estos alzamientos no son controlados por el gobierno y se dan situaciones de anarquía en Barcelona. Espartero establece el estado de sitio y bombardea la ciudad en 1842. El bombardeo supone una caída en la popularidad de Espartero.
  • Espartero también encuentra oposición en su propio partido, una oposición liderada por los miembros civiles del progresismo. Son grupos muy personalistas entre los que destacan las facciones de Manuel Cortina, Salustiano Olózaga, y el grupo más fuerte, los progresistas puros y trinitarios, encabezados por Joaquín María López y Fermín Caballero. Esta oposición merma la popularidad de Espartero mediante las críticas en la prensa. Acusaban a Espartero de anglófilo, autoritario y usurpador del trono, alegando que Espartero quería llegar a ser rey.

El desgaste de estas líneas de oposición tiene su fruto en mayo de 1842, cuando se produce una moción de censura que acaba con el gobierno «esparterista» de Antonio González. En 1843 acaba finalmente la regencia de Espartero, pues tras la moción de censura sube al poder Joaquín María López, que intenta llevar a cabo una reforma constitucional que daría lugar a una monarquía parlamentaria. Espartero no admite esta reforma y Joaquín María López dimite, y en verano de 1843 se da un alzamiento militar contra Espartero en el que se unen los líderes civiles progresistas, los moderados y los carlistas. El gran favorecido del alzamiento es el general Narváez, convertido en Capitán General de Madrid y que llegaría a jefe de gobierno.

Lo primero que hacen los moderados es convocar elecciones, en las que ganan. Dichas Cortes declaran mayor de edad con 13 años a la princesa Isabel, que empieza su reinado personal.

La asunción de la regencia

Espartero para llegar al poder se apoyó en las «juntas revolucionarias» de la «revolución de 1840», pero la vía concreta que se adoptó —que la Junta de Madrid diera unilateralmente a Espartero la facultad de formar gobierno— dividió a los progresistas porque un sector de ellos había pedido que se formara una Junta Central con representantes de las juntas provinciales que fuera la que acordara cómo se organizaría el gobierno. Una vez formado el gobierno de Espartero, los antiguos defensores de la formación de una Junta Central, llamados por ello «centralistas», defendieron que la Regencia estuviera formada por tres personas —por lo que también fueron conocidos como «trinitarios»— para así restar poder a Espartero, frente a los que defendían que fuera una sola persona, el general Espartero —por lo que también fueron conocidos como «unitarios».[5]

Así pues, en realidad, Espartero no ejerció oficialmente la regencia hasta el 8 de mayo de 1841, por acuerdo de las Cortes, con el apoyo de los «unitarios», la fracción progresista encabezada por Joaquín María López. Con anterioridad, la regencia había sido desempeñada por el Gobierno en pleno, reunido en Consejo de Ministros, tal y como determinaba la Constitución. Hasta esa fecha, la regencia tuvo carácter provisional. La división de los progresistas entre «unitarios» y «trinitarios», según prefiriesen que la regencia estuviese en manos de una o tres personas, tenía un sentido político más allá de las meras fórmulas legales. El grupo de los «trinitarios» estaba constituido por liberales recelosos de la autoridad que se le conferiría a Espartero si se le otorgaba en exclusiva la regencia.

Los problemas de gobierno

La división de los progresistas se trasladó a las Cortes que se constituyeron tras las elecciones de febrero de 1841 pues allí estaban representados los progresistas «radicales» encabezados por Joaquín María López y los «templados» dirigidos por Salustiano de Olózaga y Manuel Cortina, que entre ambos tenían la mayoría en el Congreso de los Diputados, frente a los diputados claramente vinculados al regente, los «esparteristas». Para contrarrestar la posible oposición progresista en la Cámara baja Espartero llenó de «esparteristas» el Senado, utilizando los poderes que le confería a la Corona la Constitución de 1837.[5]​ Asimismo Espartero se rodeó de militares más afectos a su persona que a la causa liberal, lo que propició la contestación de algunos sectores que veían en la actitud del general más un proyecto de dictadura militar que de construcción del régimen liberal.

La Regencia de Espartero contó con la oposición de los moderados, encabezados por O'Donnell y Narváez. Ante la imposibilidad de éstos de acceder al poder mediante sufragio, optaron por la vía expeditiva de los pronunciamientos militares, para lo cual contaron con la ayuda de la anterior regente, María Cristina, exiliada en París. Los pronunciamientos se sucedieron desde octubre de 1841, cuando O'Donnell se alzó en Pamplona y otros generales en Zaragoza y el País Vasco, al tiempo que se producían sublevaciones civiles de carácter republicano, la mayoría de ellas en las grandes ciudades.

Las intentonas militares no eran consideradas como auténticos golpes de estado sino como una forma de extender la actividad política en una sociedad ajena a las intrigas del poder. En todos los casos, se recibía un apoyo civil puntual, en zonas concretas, pero jamás se aplicó una depuración de las responsabilidades por parte del gobierno. No obstante, algunas sublevaciones se saldaron con el fusilamiento de sus cabecillas, como fue el caso de los moderados Montes de Oca y Borso de Carminati.

Desde julio de 1842, Espartero ejerció un poder más autoritario. Ante la oposición de las Cortes, optó por disolverlas. En Barcelona se produjo una sublevación cívica por la política algodonera en la que se enfrentaban los librecambistas y los proteccionistas, con el asalto a la ciudadela. Los militares abandonaron la mayoría de los puestos de la ciudad y debieron refugiarse en el Castillo de Montjuích, desde donde se bombardeó la ciudad el 3 de diciembre.

Mientras, durante todo este periodo, en Palacio reinaba una serie de conjuras internas por la educación de la joven reina, para quien Espartero había nombrado nuevos preceptores: Argüelles y la condesa de Espoz y Mina —primero aya y luego camarera real—, que se enfrentaron a las personalidades que seguían en contacto con la Regente, como fue el caso de la marquesa de Santa Cruz o Inés de Blake.[6]

El fin de la regencia de Espartero

 
Revueltas contra Espartero en Barcelona que provocaron el bombardeo de la ciudad.

Tras el bombardeo de Barcelona en 1842, la oposición al regente fue a más, incluso dentro de sus propias filas como antiguos compañeros de armas y el propio Joaquín María López.

Después de las elecciones de marzo de 1843 Espartero intentó conciliarse con los progresistas y propuso a los líderes del sector «templado» Olózaga y Cortina que formaran gobierno y cuando éstos se negaron se lo propuso al líder de los progresistas «radicales» Joaquín María López. Pero este, que no consiguió incluir entre sus ministros ni a Olózaga ni a Cortina, presentó un programa de gobierno que incluía la declaración de mayoría de edad de Isabel II —aunque solo tenía doce años—, lo que significaba poner fin a la Regencia de Espartero, y la «reconciliación nacional», que incluía una amnistía por delitos políticos.[7]

El gobierno de Joaquín María López, que se había constituido el 9 de mayo, duró solo diez días. Al mismo tiempo, los generales afines a los moderados O'Donnell y Narváez se habían hecho con el control de buena parte del ejército desde su exilio. En Andalucía, moderados y liberales se conjuraron para derribar el régimen pronunciándose en su contra. Narváez se alzó en armas, junto a otros, el 11 de junio. Cuando ambos bandos se encontraron en Torrejón de Ardoz el 22 de julio, Espartero ya había perdido el poder, pues la sublevación se había extendido a Cataluña, Galicia, Valencia y Zaragoza. Espartero huyó a Cádiz y se embarcó en el crucero británico Meteor, rumbo a Londres.

La mayoría de edad de Isabel II y el inicio de la década moderada

 
Isabel II a la edad de 15 años

El exilio de Espartero produjo un vacío político. Joaquín María López fue restituido por las Cortes en el puesto de Jefe de Gobierno el 23 de julio y para acabar con el Senado donde los «esparteristas» tenían las mayoría lo disolvió y convocó elecciones para renovarlo totalmente —lo que violaba el artículo 19 de la Constitución de 1837 que solamente permitía hacerlo con un tercio del mismo—. Asimismo, nombró el Ayuntamiento y la Diputación de Madrid —lo que también suponía violar la Constitución— para evitar que en unas elecciones los «esparteristas» pudieran copar ambas instituciones —López lo justificó así: «cuando se pelea por la existencia, el principio de conservación es el que descuella sobre todos: se hace lo que con el enfermo a quien se amputa para que viva»[8]​—.

En septiembre de 1843, se celebraron elecciones a Cortes en las que progresistas y moderados se presentaron en coalición en lo que se llamó «partido parlamentario», pero los moderados obtuvieron más escaños que los progresistas, que además seguían divididos entre «templados» y «radicales» por lo que carecían de un único liderazgo. Las Cortes aprobaron que Isabell II sería proclamada mayor de edad anticipadamente en cuanto cumpliera al mes siguiente los 13 años de edad. El 10 de noviembre de 1843 juró la Constitución y a continuación siguiendo los usos parlamentarios el gobierno de José María López dimitió. El encargo de formar gobierno lo recibió Salustiano de Olózaga, el líder del sector «templado» del progresismo.[8]

El primer revés que sufrió el nuevo gobierno fue que su candidato a presidir el Congreso de Diputados, el anterior primer ministro Joaquín María López, fue derrotado por el candidato del Partido Moderado Pedro José Pidal, que no solo recibió los votos de su partido sino los del sector «radical» de los progresistas encabezado en aquel momento por Pascual Madoz y Fermín Caballero, a los que se sumó el «templado» Manuel Cortina. Cuando se presentó la segunda dificultad, sacar adelante la Ley de Ayuntamientos, Olózaga recurrió a la reina para que disolviera las Cortes y convocara nuevas elecciones que le proporcionaran una Cámara adicta, en vez de presentar la dimisión al haber perdido la confianza de las Cortes. Fue entonces cuando se produjo el «incidente Olózaga» que conmocionó la vida política ya que el presidente del gobierno fue acusado por los moderados de haber forzado a la reina a firmar los decretos de disolución y convocatoria de Cortes. Olózaga a pesar de proclamar su inocencia no tuvo más remedio que dimitir y el nuevo presidente fue el moderado Luis González Bravo que convocó elecciones para enero de 1844 con el acuerdo de los progresistas, a pesar de que el gobierno nada más llegar al poder a principios de diciembre había vuelto a poner en vigor la Ley de Ayuntamientos de 1840 —que había dado lugar a la progresista «revolución de 1840» que terminó con la regencia de María Cristina y la asunción de la misma por el general Espartero.[9]

Las elecciones de enero de 1844 fueron ganadas por los moderados, lo que provocó levantamientos progresistas en varias provincias en febrero y marzo denunciando la influencia del gobierno en las mismas. Así los líderes progresistas Cortina, Madoz y Caballero fueron encarcelados durante seis meses —Olózaga no fue detenido porque se encontraba en Lisboa, y Joaquín María López permaneció escondido hasta que sus compañeros salieron de prisión—. En mayo, el general Narváez asumió la presidencia del gobierno, inaugurando la llamada Década moderada (1844-1854), diez años en los que el Partido Moderado detentó en exclusiva el poder gracias al apoyo de la Corona, sin que los progresistas tuvieran la más mínima oportunidad para acceder al gobierno.[10]

Véase también

Referencias

  1. Vilches, 2001, p. 32.
  2. Vilches, 2001, pp. 33-34.
  3. Vilches, 2001, pp. 34-35. «Este esquema revolucionario era el modelo de la revolución juntera: por un desacuerdo político se erigían juntas provinciales que, ante la debilidad del Estado y a veces con la colaboración de sus representantes políticos o militares, asumían la soberanía en su territorio, produciéndose el acuerdo entre ellas para el levantamiento de una Junta Central como representación de la soberanía nacional. El juntismo, asumido como instrumento por la izquierda liberal, fue un medio revolucionario para obtener el poder, un instrumento para la construcción de abajo arriba de un nuevo orden, que permaneció en la conciencia de la gente»
  4. Vilches, 2001, p. 35. «El golpe de Estado estaba consumado: la oposición a la política gubernamental había llevado al retraimiento de los progresistas, luego a la insurrección juntista cuestionando la legitimidad institucional, y, finalmente, a la asunción por el general Espartero del poder por su propia voluntad»
  5. Vilches, 2001, p. 36.
  6. Burdiel, Isabel. Isabel II: no se puede reinar inocentemente. Madrid, Espasa, 2004.
  7. Vilches, 2001, p. 37.
  8. Vilches, 2001, pp. 37-38.
  9. Vilches, 2001, pp. 38-39.
  10. Vilches, 2001, p. 39.

Bibliografía

  • ALONSO BAQUER, M.: El modelo español de pronunciamiento, Madrid, 1983.
  • CARR, Raymond: Historia de España. Ed. Carr y Península. Barcelona, 2001.
  • CHRISTIANSEN, E.: Los orígenes del poder militar en España. 1808-1854, Madrid, Ed. Aguilar, 1974.
  • FERNÁNDEZ SEBASTIÁN, J.: Diccionario político y social del siglo XIX español, Madrid, 2002.
  • FONTANA, Josep: La revolución liberal. Política y Hacienda en 1833-1845, Madrid, 1977.
  • TOMÁS VILLARROYA, J.: El sistema político del Estatuto Real, Madrid, 1968.
  • TOMÁS Y VALIENTE, Francisco: El marco político de la desamortización en España, Barcelona, 1971.
  • Vilches, Jorge (2001). Progreso y Libertad. El Partido Progresista en la Revolución Liberal Española. Madrid: Alianza Editorial. ISBN 84-206-6768-4. 

Enlaces externos

  •   Wikisource contiene obras originales de o sobre Minoría de edad de Isabel II.
  •   Wikisource contiene obras originales de o sobre Minoría de edad de Isabel II.
  •   Wikisource contiene obras originales de o sobre Minoría de edad de Isabel II.
  • Cronología de las Regencias


Predecesor:
Reinado de Fernando VII
 
Periodos de la Historia de España

Minoría de edad de Isabel II
Sucesor:
Reinado de Isabel II
  •   Datos: Q6017754

minoría, edad, isabel, minoría, edad, isabel, período, historia, españa, durante, cual, isabel, muerte, padre, fernando, reinó, bajo, institución, regencia, madre, primero, maría, cristina, borbón, general, baldomero, espartero, después, abarcando, casi, diez,. La minoria de edad de Isabel II es el periodo de la historia de Espana durante el cual Isabel II a la muerte de su padre Fernando VII reino bajo la institucion de la regencia de su madre primero Maria Cristina de Borbon y del general Baldomero Espartero despues abarcando casi diez anos de su reinado desde el 29 de septiembre 1833 hasta el 23 de julio de 1843 cuando Isabel fue declarada mayor de edad Isabel II de nina anonimo A la muerte de Fernando VII el 29 de septiembre de 1833 su esposa Maria Cristina de Borbon asumio de inmediato la regencia en nombre de su hija Isabel II y prometio a los liberales una politica distinta a la del fallecido rey Parte de la sociedad espanola estaba expectante ante un posible cambio en el reinado que se iniciaba y que incorporase al pais los modelos de corte liberal que se desarrollaban en algunas naciones de Europa La Guerra Carlista y los enfrentamientos entre los liberales del Partido moderado y los del Partido Progresista culminaran con el ascenso a la Jefatura del Estado del general Baldomero Espartero mientras dure la minoria de edad de la futura reina Isabel II en un periodo convulso plagado de crisis gubernamentales e inestabilidad social Indice 1 La situacion en Europa 2 La Primera Guerra Carlista 2 1 Los bandos 2 2 El desarrollo de la Guerra 3 La regencia de Maria Cristina 3 1 La controversia de la sucesion 3 2 Los primeros gabinetes 3 3 El Estatuto Real de 1834 3 4 El impulso de los liberales y la llegada al poder de los progresistas 3 5 Reformas progresistas 1835 1837 3 6 Constitucion de 1837 3 7 Los carlistas a las puertas de Madrid 3 8 Las formaciones politicas en pugna 3 9 El trienio moderado 1837 1840 3 10 La revolucion de 1840 y el fin de la regencia de Maria Cristina 4 La regencia de Espartero 4 1 Proceso de formacion 4 2 Desarrollo de la regencia de Espartero 4 3 La asuncion de la regencia 4 4 Los problemas de gobierno 4 5 El fin de la regencia de Espartero 5 La mayoria de edad de Isabel II y el inicio de la decada moderada 6 Vease tambien 7 Referencias 7 1 Bibliografia 8 Enlaces externosLa situacion en Europa EditarEn Gran Bretana Guillermo IV inicia profundas reformas liberales y el Parlamento es el verdadero motor politico de la vida del pais Tras la derrota de Espana en la batalla de Trafalgar la extension del que sera poco mas tarde el Imperio britanico inicia su andadura sobre todo a partir de 1837 con el ascenso al trono de la Reina Victoria La democracia se asienta en el pais como un modelo incuestionado En el continente disuelta la Santa Alianza desde 1830 Francia habia derrocado al absolutismo con la caida de Carlos X y establecido una monarquia constitucional en la persona de Luis Felipe de Orleans bajo cuyo mandato se impulsa la revolucion industrial y la burguesia toma las riendas de la economia nacional El absolutismo queda relegado a Prusia Rusia e Austria si bien en el primero los impulsos de unificacion con la Union Aduanera de Alemania alimentados por los liberales que no cesaran en obtener exitos parciales en el terreno comercial abriran las fronteras y procuraran avances en la nueva sociedad preindustrial La Primera Guerra Carlista Editar El frente en su momento algido Articulo principal Primera Guerra Carlista La muerte de Fernando VII provoca una serie de levantamientos y la proclamacion de Don Carlos como rey Los alzamientos estan liderados por militares absolutistas que habian sido retirados del ejercito o incluso procesados El primero en alzarse es Manuel Martin Gonzalez seguido por Verasategui Santos Ladron y Zumalacarregui Se inicia una cruenta guerra civil caracterizada por la escasa localizacion geografica ya que se desarrolla en Pais Vasco y Navarra y en algunos pequenos focos en Cataluna Aragon y Valencia Los bandos Editar A grandes rasgos se puede definir esta Primera Guerra Carlista como el medio para decidir la continuidad del Antiguo Regimen o el triunfo del liberalismo El carlismo defiende el absolutismo Entre sus filas estan la baja nobleza rural el clero bajo vasco y campesinos vascos y navarros Los carlistas se unen bajo el grito de Dios Patria y Fueros la defensa de los Fueros comienza en 1834 por medio de una imposicion de la Diputacion de Vizcaya a Don Carlos Los liberales estan liderados por la reina regente Maria Cristina de Borbon En un principio son liberales moderados pero mas adelante hay tambien progresistas Se pueden considerar liberales las clases medias ilustradas que tienen que acabar con el Antiguo Regimen El desarrollo de la Guerra Editar Los alzamientos carlistas de 1833 estan seguidos por la creacion de juntas o gobiernos locales Cuando Don Carlos vuelve a Espana en 1834 intenta crear un gobierno con la Administracion Central en Pais Vasco y Navarra que se convertiria en gobierno nacional finalizada la Guerra Los carlistas utilizaron la guerrilla por su conocimiento del medio rural y porque las ciudades son liberales La Primera Guerra Carlista es un enfrentamiento campo ciudad que tiene tres etapas de dos anos cada una Album de las tropas carlistas del norte 1 ª etapa 1833 1835 es dominada por Zumalacarregui carlista El ejercito liberal es mermado por la guerrilla lo que obliga a Maria Cristina a llamar a filas a los progresistas Don Carlos se plantea en 1835 el asalto de Bilbao pero Zumalacarregui no apoya este plan porque sabe que la artilleria carlista no aguantaria un asedio Al final el asalto es un fracaso y Zumalacarregui muere 2 ª etapa 1835 1837 Zumalacarregui es sustituido por Cabrera Ambos bandos optan por el control Luis Fernandez de Cordoba liberal intenta crear una linea de contencion para aislar a los carlistas pero esta linea obligaria a cubrir mas de 500 km kilometros una zona demasiado extensa Los carlistas intentan aliviar la presion en Pais Vasco y Navarra con operaciones en Cataluna y Aragon aunque no lo consiguen y el resto de la Guerra solo se libra en Pais Vasco y Navarra 3 ª etapa 1837 1839 desde 1837 la Guerra ya esta practicamente decidida a favor de los liberales Dentro del bando carlista surge una division entre los que optan por rendirse y firmar la paz y los intransigentes que quieren seguir luchando Al final el general Maroto acuerda con los liberales el Convenio de Vergara en agosto de 1839 lo que pone fin a la Guerra aunque Don Carlos seguiria luchando unos meses mas Ademas de la paz el acuerdo asegura la continuidad de los Fueros y permite la integracion de los militares carlistas en el ejercito regular real El personaje mas favorecido es el general Espartero conocido tras su victoria en Luchana como el Espadon de Luchana Consigue una gran presencia politica y social y un titulo nobiliario que le convierte en Grande de Espana y era Duque de la Victoria Maria Cristina reina hasta 1843 ano en que la princesa Isabel es nombrada mayor de edad y empieza a reinar con trece anos La regencia de Maria Cristina EditarArticulo principal Regencia de Maria Cristina de Borbon Maria Cristina de Borbon Dos Sicilias retratada por Vicente Lopez La controversia de la sucesion Editar Articulo relacionado Pragmatica Sancion de 1830Durante el reinado de Felipe V se habia establecido la exclusion de las mujeres en la linea sucesoria mediante la llamada Ley Salica Esta norma habia sido revocada en 1789 por Carlos IV mediante un decreto que no llego a promulgarse El 29 de marzo de 1830 mediante la Pragmatica Sancion Fernando VII lo elevo al rango de ley Ello no fue obstaculo sin embargo para que Carlos Maria Isidro hermano de Fernando reclamara sus derechos al trono de Espana Fernando VII habia previsto la controversia que se adivinaba y queriendo el trono para su hija primogenita la futura Isabel II nombro Regente a su esposa Maria Cristina desterrando a su hermano Carlos por negarse a reconocer como heredera a Isabel Antes de morir el Rey la futura Regente habia conseguido separar a los militares partidarios de Carlos de las jefaturas del ejercito y se habia garantizado el apoyo de los liberales en el exilio asi como el de Francia e Inglaterra No obstante Carlos se proclamo Rey de Espana el 1 de octubre de 1833 con el nombre de Carlos V contaba con el apoyo expreso de la corona portuguesa entonces en manos de D Miguel I y el silencio complice de Austria Prusia y Rusia Las tropas espanolas invadieron Portugal en un intento de castigar el apoyo al carlismo pero con la mediacion de Inglaterra Carlos se exilio a Gran Bretana de donde escaparia en 1834 para presentarse entre Navarra y el Pais Vasco y acaudillar la Guerra Carlista Los primeros gabinetes Editar En 1832 habia sido nombrado Presidente del Consejo de Ministros Francisco Cea Bermudez vinculado al ala mas derechista de los moderados que inicio timidas reformas administrativas pero que carecia de capacidad e interes para facilitar la incorporacion de muchos antiguos ilustrados y liberales al nuevo modelo de desarrollo economico y politico Entre las reformas del gabinete de Cea Bermudez destaco una nueva division de Espana en provincias promovida por el Secretario de Estado de Fomento Javier de Burgos destinada a mejorar la administracion que con algunos retoques se mantiene en la actualidad La ausencia de sintonia entre el liberalismo economico y politico y el Gobierno llevo a que la Regente cesara a Cea Bermudez y al nombramiento de Martinez de la Rosa como nuevo Presidente en enero de 1834 El nuevo presidente debio hacer frente a la Guerra Carlista iniciada por los partidarios del pretendiente en el Pais Vasco Navarra Cataluna y Aragon fundamentalmente Francisco Martinez de la Rosa en un cuadro conservado en el Ateneo de Madrid Martinez de la Rosa que habia retornado del exilio trato de aplicar una reforma del clero y promulgo el Estatuto Real en 1834 A modo de carta otorgada disimulaba el espiritu liberal para no alterar a los seguidores del Antiguo Regimen dejando sin aclarar si la soberania nacional residia en el Rey o en las Cortes El equilibrio politico que supuso esta indeterminacion termino por no contentar a unos ni a otros Al mismo tiempo el clima de enfrentamiento se intensifico a causa de las intrigas de la Regente contra los liberales y una epidemia de colera que asolo Espana de sur a norte generando el bulo de que la Iglesia habia envenenado los pozos y canales en los que Madrid se abastecia de agua potable Los asaltos a conventos e iglesias no se hicieron esperar Acosado por unos y otros e incapaz de gobernar Martinez de la Rosa dimitio en junio de 1835 El Estatuto Real de 1834 Editar Articulo principal Estatuto Real de 1834 La Guerra Carlista obliga a Maria Cristina de Borbon a transformar el regimen para mantenerse en el trono Este cambio consiste en otorgar poderes a los liberales con lo cual sucede que la esposa del rey espanol mas absolutista es la que abre el camino del liberalismo En 1832 Fernando VII se recupera de una enfermedad y nombra un nuevo gabinete de gobierno liderado por Cea Bermudez que gobierna hasta 1834 y lleva a cabo algunas reformas bastante conservadoras y dirigidas por el rey Las reformas no son bien recibidas ni por los absolutistas ni por los liberales Tras la muerte de Fernando VII en 1833 varias personas cercanas a la reina insinuan la necesidad de unas nuevas Cortes y un nuevo gobierno aunque luego Maria Cristina solo designa un nuevo gobierno a cargo de Francisco Martinez de la Rosa que encabeza un gobierno liberal moderado que debe crear un marco constitucional aceptable para la Corona Los progresistas no apoyan a Martinez de la Rosa al que apodan Rosita la pastelera Aunque Martinez de la Rosa pueda parecer conservador en su momento fue una autentica revolucion pues la monarquia renuncia al monopolio del poder El Estatuto Real tambien es una especie de transaccion entre monarquia y liberales para agradecer el apoyo durante la Guerra En la practica el Estatuto Real da a la Corona un gran margen de actuacion pues nombra directamente a muchos diputados en las Cortes y el resto son elegidos solo por los mas ricos El poder ejecutivo es de la reina y el legislativo es de la reina y las Cortes Las ilusiones liberales se hunden al ver las escasas concesiones que les da la Corona El Estatuto Real establece dos camaras En una estan los representantes no elegidos los Grandes de Espana que entran en las Cortes directamente Esta camara de no elegidos es el Estamento de Proceres La otra camara de diputados elegidos bajo sufragio censitario es el Estamento de Procuradores Solo les eligen unos 16 000 hombres El Estatuto Real establece que las Cortes voten impuestos pero no les da la iniciativa legislativa sin el apoyo de la Corona que tiene ademas el poder ejecutivo Los progresistas no se rinden y utilizan resquicios legales del Estatuto Real para hacer reformas Se ven favorecidos por los malos resultados de los liberales en los primeros anos de la Guerra Carlista lo que obliga a Maria Cristina a hacer concesiones Entre las reformas progresistas estan la aprobacion de algunos derechos del individuo libertad igualdad propiedad independencia judicial y responsabilidad ministerial Al final los progresistas presionan cada vez mas a Maria Cristina hasta que en 1835 la regente designa un gobierno liberal progresista El impulso de los liberales y la llegada al poder de los progresistas Editar Los progresistas llegan al poder mediante la insurreccion con revueltas durante todo el verano de 1835 lideradas por las Juntas y las Milicias Dada la anarquia del pais la reina regente se ve obligada a nombrar un gobierno progresista a cargo de Juan Alvarez Mendizabal que inicia rapidamente una serie de reformas que llevarian a Espana a convertirse en un Estado mas moderno El primer objetivo de Mendizabal es conseguir dinero para aumentar los efectivos militares de los liberales y para saldar la deuda publica que el Estado habia contraido con los que habian invertido en el Estado La solucion de Mendizabal es la desamortizacion de los bienes del clero regular y su venta aunque los estamentos privilegiados se oponen y presionan a Maria Cristina para que destituya a Mendizabal La reina accede y echa a Mendizabal pero se da otro alzamiento violento en verano de 1836 para que vuelva un gobierno progresista el Motin de La Granja Se crea un nuevo gobierno progresista en el que Mendizabal es solo Ministro de Hacienda Reformas progresistas 1835 1837 Editar El gran protagonista es Mendizabal En 1823 tras el Trienio Liberal se habia exiliado Durante su exilio en Europa entro en contacto con las ideas mas liberales Tiene una nueva concepcion juridica del derecho de propiedad basada en las teorias de Adam Smith y en las teorias capitalistas Segun Mendizabal para hacer de Espana un pais liberal economica y politicamente hablando se tienen que dar los siguientes pasos la eliminacion del regimen senorial la desvinculacion de las tierras acabar con el mayorazgo y la desamortizacion eclesiastica y civil Entonces se podria realizar la revolucion agricola con un aumento de rendimiento que produciria excedente para invertir en la industria El regimen senorial es eliminado en agosto de 1837 Los senores pierden la jurisdiccion pero conservan la propiedad de la tierra si demuestran que es suya Los senorios se convierten en explotaciones capitalistas Tambien se elimina el mayorazgo por lo que muchos nobles mejoran su situacion economica vendiendo tierras Lo mas importante es la desamortizacion eclesiastica que se lleva a cabo mediante la Ley del voto de confianza para tomar decisiones sobre la guerra sin necesidad de decidirlas en las Cortes La desamortizacion se realiza mediante un decreto sin debate en las Cortes Mendizabal aprovecha para reformar el clero regular con dos decretos El primero de febrero de 1836 es el Decreto de Extincion de Regulares que establece la eliminacion universal de las ordenes del clero regular varon Solo se salvan los colegios de misioneros y las ordenes hospitalarias Con respecto al clero regular femenino se decreta la supresion de conventos y en algunos se fija una comunidad maxima de veinte monjas Ademas se prohibe la coexistencia de dos conventos de la misma orden dentro del mismo nucleo de poblacion y tambien se prohibe admitir novicias y que los hermanos sean sacerdotes Los que eran sacerdotes son ahora parrocos del clero secular y a los hermanos legos se les deja en la sociedad civil sin compensacion Todas las posesiones de las ordenes eliminadas y reformadas pasan a ser bienes nacionales El segundo decreto de marzo de 1836 es el Decreto de venta de bienes nacionales Mendizabal argumenta que resuelve el problema de la Hacienda salvando deuda publica justifica una reforma socioeconomica basada en el libre mercado fomentando el interes individual y dice que esta venta de bienes crearia un grupo amplio de apoyo a la causa isabelina Despues de este decreto se establece el sistema de venta de bienes nacionales Se rechaza el sistema de venta a plazos que es la unica posibilidad para los colonos de ser propietarios y se aprueba el sistema de subasta publica en el que solo participan los mas ricos Cuanto mayor es la puja mas se libera la deuda publica Toda esta accion reformadora va acompanada de una serie de leyes que aseguran el libre mercado Para ello se da libertad en la forma de explotacion de la tierra y libre circulacion de bienes agropecuarios e industriales se eliminan los derechos de la Mesta entre los que se encuentran el de libre paso y libre pasto se dan permisos para vallar explotaciones agricolas se da libertad en los contratos de arrendamiento sobre tierras se dan libertad de almacenamiento y precio controlado solo por oferta y demanda Los liberales se sintieron fuertes y se movilizaron en manifestaciones de protesta por toda la peninsula que en muchas ocasiones se convirtieron en graves altercados La prensa de marcada tendencia progresista no ahorro criticas al Gobierno y se mostro favorable a un sistema mas democratico con un mayor papel del parlamentarismo La Regente no obstante ofrecio la Jefatura del Gobierno a Jose Maria Queipo de Llano quien tres meses despues de aceptar presento su dimision a causa de los violentos enfrentamientos que se produjeron en Barcelona y de un levantamiento que formo juntas revolucionarias similares a las del periodo de la Guerra de la independencia Estas juntas se unieron a la Milicia Nacional y tomaron el control de distintas provincias Los revolucionarios presentaron a la Regente un pliego de condiciones en el que exigian una ampliacion de la Milicia libertad de prensa una revision de la normativa electoral que permitiese el acceso al voto a mas cabezas de familia y la convocatoria de Cortes Generales El alzamiento carlista marcara todo el periodo de las regencias y dificultara la tarea de los gobiernos liberales Dibujo del paso del Infante Don Carlos por Navarra en 1833 Maria Cristina se sintio obligada a otorgar el gobierno a Mendizabal en un intento por paliar la grave crisis y hacer un gesto a los progresistas Consciente el nuevo Presidente de la situacion llego a un acuerdo con los liberales las juntas revolucionarias debian disolverse e integrarse en el organigrama administrativo del Estado dentro de las diputaciones provinciales a cambio de las reformas politicas y economicas que se comprometia a llevar a cabo Obtuvo de las Cortes poderes extraordinarios para llevar adelante reformas en el sistema que se concretaron en una modificacion sustancial de la hacienda publica y el sistema fiscal para garantizar un Estado saneado capaz de afrontar sus obligaciones atender los emprestitos y obtener nuevos creditos ademas de la desamortizacion de buena parte de los bienes de la Iglesia catolica con la finalidad de permitir allegar al comercio bienes hasta entonces improductivos Entre las medidas que pretendia llevar a cabo Mendizabal se encontraba una amplia remodelacion del ejercito que incluia como primer paso un cambio en los altos mandos muy vinculados a los sectores mas reaccionarios Aunque los efectivos militares aumentaron a 75 000 nuevos hombres y se destino a la Guerra Carlista una mayor aportacion de 20 millones de pesetas la reordenacion no gusto a la Regente quien a causa de ella perdia autoridad en las fuerzas armadas Destituido Mendizabal tras una campana de desprestigio fue nombrado Presidente del Consejo de Ministros Francisco Javier de Isturiz un progresista que habia regresado del exilio y habia evolucionado hacia posiciones mucho mas moderadas y contrarias al proceso de desamortizacion colocandose como hombre de la camarilla de la Regente Tras disolver las Cortes en busca de unas nuevas que le legitimaran y apoyasen una constitucion distinta del Estatuto Real aun mas conservadora sus deseos se vieron abruptamente interrumpidos por el Motin de la Granja de San Ildefonso que pretendia y obtuvo que la Regente restituyera la Constitucion de 1812 y derogase el Estatuto Isturiz ceso el 14 de agosto de 1836 apenas tres meses despues de su nombramiento Alegoria de la Constitucion espanola de 1812 Cuadro de Francisco de Goya y Lucientes que se conserva en el Museo de Estocolmo El nuevo Presidente del Gobierno fue Jose Maria Calatrava que nombro Ministro de Hacienda a Mendizabal en una linea continuista Este aprovecho para concluir el proceso desamortizador y la supresion de los diezmos Calatrava impulso una politica social que le permitio aprobar la primera ley de Espana que regulo y reconocio la libertad de imprenta Pero la labor mas importante fue la adecuacion de la Constitucion de 1812 a la nueva realidad en la que se habia comprometido por Real Decreto la Regente durante el Motin de la Granja con la aprobacion de la Constitucion de 1837 Constitucion de 1837 Editar Articulo principal Constitucion espanola de 1837 Constitucion espanola de 1837 Tras el Motin de La Granja el gobierno progresista convoca unas Cortes extraordinarias constituyentes que tienen dos opciones reformar la Constitucion de 1812 o crear una nueva Esto daria lugar a la Constitucion de 1837 que conllevaria un nuevo sistema politico hasta 1844 Ademas las reformas que plantea dan lugar a una sociedad clasista El partido progresista heredero directo de los doceanistas se propone la reforma de la Constitucion de 1812 pero en realidad da nacimiento a una Constitucion nueva que quiere ser de consenso y por tanto aceptable para los moderados Este moderantismo se ve a la hora de decidir la forma de gobierno porque eligen una monarquia constitucional de caracter liberal doctrinario el papel ejecutivo de la Corona es reforzado Solo estan de acuerdo con los doceanistas en la proclamacion de la soberania nacional de la cual surge la constitucion sin actuacion de la Corona Pero la afirmacion del principio de la soberania nacional no se hace en el articulado como ocurria en la Constitucion de 1812 sino que aparece en el preambulo La Constitucion de 1837 establece unas Cortes bicamerales el Senado designado por la reina y la Camara Baja elegida por sufragio censitario La Corona puede disolver las Cortes en las que actua como moderadora y vetar las leyes Es el primer poder del Estado aunque tiene poderes limitados por las Cortes que estan en un plano inferior Las razones que llevan a los progresistas a hacer esta constitucion han dado lugar a un debate en la historiografia Una de las ideas mas seguidas es que los progresistas con todo el poder rompen el exclusivismo politico entre progresistas y moderados crean una constitucion transaccional para que tenga cabida la Corona Esta teoria considera la Constitucion de 1837 como el precedente de la canovista de 1876 Es seguida por Suanzes Carpena y Miguel de Artola Otra idea de algunos historiadores es que el exclusivismo es accidental y que los progresistas no se atrevieron a plantear otro sistema que fuera distinto a la monarquia constitucional No pensaron ni en monarquia parlamentaria ni en republica Esta segunda idea es defendida por Javier Tusell Otra tercera propuesta dice que en el fondo el partido moderado y el progresista defienden lo mismo son iguales y que lo unico que les diferencia es el ritmo de las reformas En cuanto al modelo social que defienden es una Espana mesocratica de propietarios capitalistas y libre mercado Al margen de este debate sobre la Constitucion de 1837 el gran problema del liberalismo es el atraso economico del pais por lo que la clase media es muy debil El liberalismo tiene enemigos por la derecha los absolutistas y por la izquierda los partidarios de una revolucion social Mientras tanto lo unico que interesa a los liberales es mantener lo que han conseguido Progresistas y moderados saben que el orden no se puede mantener sobre un parlamento inseguro con muchas alternancias por lo que optan por fortalecer el poder ejecutivo lo que ofrece dos posibilidades un regimen autoritario en manos de un militar o fortalecer la Corona Dentro de la segunda opcion los progresistas contemplan una monarquia con todos los poderes pero quieren como rey a alguien a quien poder controlar Aunque en principio se trataba de reformar la Constitucion de 1812 la de 1837 fue una Constitucion completamente nueva elaborada sobre la base de un cierto consenso que procuraba superar la discusion entre progresistas y moderados respecto a la cuestion de la soberania nacional El texto muy corto reconocio el poder legislativo a las Cortes en un sistema bicameral con el Congreso de los Diputados y el Senado junto al Rey a quien correspondian las prerrogativas propias del Jefe del Estado y del poder ejecutivo y que delego mas tarde en la Presidencia del Consejo de ministros pero reservandose gran capacidad de maniobra como la disolucion de las Camaras El texto amparaba la libertad de imprenta entre otros derechos individuales Los carlistas a las puertas de Madrid Editar Articulo principal Primera Guerra Carlista La Constitucion se elaboro mientras los carlistas habian tomado Segovia y se encontraban a las puertas de Madrid Azara dimitio poco despues de aprobarse la Constitucion El Infante Don Carlos Desde 1833 los carlistas estaban en guerra contra los cristinos Se habian hecho fuertes en el Pais Vasco Navarra y Cataluna fundamentalmente con un apoyo inicial de unos 70 000 hombres aunque los alzados en armas eran muchos menos El 14 de noviembre de 1833 las Juntas de Alava y Vizcaya nombraron a Tomas de Zumalacarregui jefe de sus ejercitos El ejercito cristino contaba en ese momento con unos 115 000 hombres aunque solo unos 50 000 se encontraban con capacidad de combatir En el futuro se debio movilizar a cerca de medio millon para enfrentarse victorioso a las tropas carlistas El Infante Don Carlos fugado de su exilio ingles se instalo entre Navarra y el Pais Vasco y desde alli dirigio la contienda fijando la capital en Estella Tras los exitos iniciales Zumalacarregui perdio la Batalla de Mendaza el 12 de diciembre de 1834 y se retiro hasta una nueva incursion en la primavera de 1835 que obligo a los seguidores de la Regente a situarse mas alla del rio Ebro Durante el sitio de Bilbao el 15 de junio de ese ano Zumalacarregui sufrio heridas de combate que le provocaron la muerte dias mas tarde En el verano de 1835 los isabelinos al mando del general Fernandez de Cordova trataron de aislar a los carlistas en el norte pero solo consiguieron mantener el control de las ciudades mas importantes La muerte de Zumalacarregui provoco una estabilizacion de los frentes salvo la incursion de 1837 hasta las puertas de Madrid El general Baldomero Espartero fue el encargado de dirigir a las tropas fieles a la Regente y evitar la acometida de la Expedicion Real que se aproximo a Madrid hasta que el 29 de agosto de 1839 firmo la paz con el general carlista Rafael Maroto en lo que se conoce como el Abrazo de Vergara Las formaciones politicas en pugna Editar El Partido Progresista defendia una soberania nacional que residiera unicamente en las Cortes Generales lo que les ponia enfrente de las tesis monarquicas aunque su intencion no fuera la instauracion de una Republica Organizo una Milicia Nacional muy contestada por los moderados que veian en ella el fin del ejercito de los notables En materia economica se apoyaron en las tesis de Mendizabal y Florez Estrada con los procesos desamortizadores la abolicion de los mayorazgos y la apertura del comercio y el librecambismo En 1849 se formo el Partido Democratico mas ambicioso que los progresistas y que pretendia el sufragio universal masculino frente al sufragio censitario la legalizacion de las incipientes organizaciones obreras y un reparto justo de la tierra para los agricultores ya que la desamortizacion habia cambiado de manos los bienes pero no habia aportado tierra a los campesinos Los moderados se presentaban como los que contenian a los liberales en su afan de destruir la monarquia y el Antiguo Regimen Sus miembros eran en su mayoria nobles aristocratas altos funcionarios abogados y miembros de la Corte y el clero Se atribuian un concepto de soberania nacional compartido entre el Rey y las Cortes con unos pretendidos derechos historicos y costumbres antiguas El trienio moderado 1837 1840 Editar Bien fuera por la ofensiva carlista o por la propia debilidad de los partidos politicos o por ambos fenomenos la sucesion de Calatrava llevo a la Presidencia del Consejo de Ministros a tres hombres del ala mas moderada del liberalismo en menos de un ano El primero fue Eusebio Bardaji Azara que accedio tras la renuncia al cargo de Espartero quien prefirio seguir la campana militar y obtuvo aun mas prestigio al bajar de Navarra con sus hombres para defender la capital de las tropas carlistas del general Juan Antonio de Zaratiegui al que vencio Azara dimitio descontento con la posicion de la Regente que trataba por todos los medios de granjearse las simpatias de los hombres de Espartero Le siguieron en el cargo Narciso de Heredia y Bernardino Fernandez de Velasco No obstante el 9 de diciembre de 1838 fue nombrado Evaristo Perez de Castro El nuevo presidente establecio reformas en la administracion local que permitieron cierto nivel de intervencionismo estatal y al mismo tiempo trato de conciliar los aspectos mas negativos de la desamortizacion de Mendizabal con la Santa Sede especialmente receloso con la Corona espanola desde la muerte de Fernando VII La revolucion de 1840 y el fin de la regencia de Maria Cristina Editar Evaristo Perez de Castro presidente del gobierno moderado que impulso la Ley de Ayuntamientos de 1840 La idea de la alternancia pacifica en el poder entre moderados y progresistas sustentada en la Constitucion de 1837 se frustro cuando el gobierno moderado de Evaristo Perez de Castro presento un proyecto de Ley de Ayuntamientos en el que el nombramiento del alcalde correspondia al gobierno que lo escogeria entre los concejales electos lo que segun los progresistas era contrario al articulo 70 de la Constitucion Para el gobierno de los pueblos habra Ayuntamientos nombrados por los vecinos a quienes la ley conceda este derecho por lo que los progresistas recurrieron a la presion popular durante el debate de la ley una algarada en Madrid termino con la invasion de las tribunas del hemiciclo del Congreso de los Diputados desde donde se grito e insulto a los diputados moderados y cuando la ley fue aprobada sin admitir sus enmiendas optaron por el retraimiento y abandonaron la Camara con lo que cuestionaron la legitimidad a las Cortes Inmediatamente los progresistas iniciaron una campana para que la regente Maria Cristina no sancionara la ley bajo la amenaza de no acatarla es decir bajo la amenaza de la rebelion y cuando vieron que la regente estaba dispuesta a firmarla dirigieron sus peticiones al general Baldomero Espartero el personaje mas popular del momento tras su triunfo en la Primera Guerra Carlista y que se mostraba mas proximo al progresismo que al moderantismo para que evitara la promulgacion de esa ley contraria al espiritu de la Constitucion de 1837 1 La radical oposicion de los progresistas a la Ley de Ayuntamientos hasta el punto que les hizo abandonar la via legal para optar por la via revolucionaria se debio segun Jorge Vilches a la importancia que tenia la figura del alcalde en la elaboracion del censo electoral el ayuntamiento era el que daba las cedulas electorales y en la organizacion direccion y composicion de la Milicia Nacional lo que les hacia temer a los progresistas que sus posibilidades de acceder al gobierno mediante las elecciones serian practicamente nulas ademas de que se pondria en manos de los moderados la milicia cuya existencia para los progresistas era esencial para la vigilancia de los derechos del pueblo 1 La Regente era consciente de que el sistema se encontraba en una grave crisis y se traslado a Barcelona en unas pretendidas vacaciones con Isabel para aliviar las dolencias dermatologicas de la nina y se entrevisto con Espartero Este para aceptar la Presidencia del Consejo de Ministros exigio que Maria Cristina no sancionara la Ley de Ayuntamientos asi que cuando el 15 de julio de 1840 firmo la ley porque dar marcha atras en algo que ya habia anunciado publicamente que iba a hacer supondria el sometimiento a Espartero este le presento la renuncia de todos sus grados empleos titulos y condecoraciones El gobierno de Perez de Castro dimitio el 18 de julio siendo sustituido el 28 de agosto despues de tres fugaces gobiernos por otro moderado presidido por Modesto Cortazar 2 Agustin Fernando Munoz y Sanchez marido morganatico de la regente Maria Cristina de Borbon En Barcelona y Madrid se sucedieron los altercados entre moderados y progresistas entre partidarios de la Regente y de Espartero En esta situacion Maria Cristina no considero conveniente permanecer en una Barcelona regida por los progresistas y donde no habia encontrado el apoyo que esperaba y se traslado a Valencia Espartero trato de aparentar que defendia a la Regente con lo que el 22 de julio dicto un bando en el que declaraba el estado de sitio en Barcelona que fue levantado el 26 de agosto A partir del 1 de septiembre de 1840 estallaron revueltas progresistas por toda Espana en las que se formaron juntas revolucionarias que desafiaron la autoridad del gobierno La primera en constituirse fue la de Madrid encabezada por el propio Ayuntamiento que publico un manifiesto en el que justificaba su rebelion como una defensa de la amenazada segun ellos Constitucion de 1837 y en el que exigian que se suspendiera la promulgacion de la ley de Ayuntamientos se disolvieran las Cortes y se nombrara un gobierno compuesto por hombres decididos 3 Entonces Maria Cristina ordeno al general Espartero que reprimiera la rebelion que seria conocida tambien como la revolucion de 1840 pero este se nego por lo que la regente no tuvo mas remedio que aceptar el nuevo gobierno presidido por el general Espartero y compuesto de progresistas El programa que presento no solo contemplaba la suspension de la aplicacion de la ley de Ayuntamientos y la disolucion de las Cortes sino la renuncia de Maria Cristina a la Regencia En el escrito que envio a la regente se decia Hay Senora quien cree que Vuestra Majestad no puede seguir gobernando la nacion cuya confianza dicen ha perdido por otras causas que deben serle conocidas mediante la publicidad que se les ha dado en referencia al matrimonio secreto de Maria Cristina con Agustin Fernando Munoz y Sanchez contraido tres meses despues de la muerte de su esposo el rey Fernando VII Maria Cristina entendio que habia perdido toda su autoridad y que su continuidad como regente hacia peligrar el trono de su hija por lo que renuncio a la Regencia pidiendo a Espartero que se encargara de la misma 4 Era el 12 de octubre de 1840 La regencia de Espartero EditarArticulo principal Regencia de Espartero General Baldomero Espartero Con la llegada del general Espartero al poder tras la revolucion de 1840 el gobierno de Espana es ocupado por primera vez por un militar situacion que se haria frecuente a lo largo de los siglos XIX y XX Proceso de formacion Editar Esta regencia viene marcada por dos hechos importantes en 1840 tras la Primera Guerra Carlista se da un alzamiento revolucionario que quita a Maria Cristina de la regencia y en 1843 con trece anos la princesa Isabel es declarada mayor de edad y empieza a reinar Es un periodo progresista pues sigue vigente la Constitucion de 1837 en la que hay un gran dominio de la jefatura de Estado en manos del general Espartero nacido en la provincia de Ciudad Real a finales del siglo XVIII de familia mas bien humilde su padre era artesano y el era el menor de ocho hermanos Ante las escasas perspectivas de futuro ingreso en un convento dominico El estallido de la Guerra de Independencia hace que abandone el convento y se haga militar En un principio forma parte del cuerpo de ingenieros pero lo deja porque era muy elitista y no podria ascender Pasa al cuerpo de infanteria donde no importaba tanto el origen social Al terminar la Guerra de Independencia se une a las expediciones militares que van a America para acabar con los independentismos y alli consigue un rapido ascenso hasta llegar a ser brigadier que equivale a general Cuando vuelve a Espana en plena Decada Ominosa tiene una gran reputacion pero no tiene fortuna Su situacion economica cambia al casarse con una aristocrata Jacinta Martinez Sicilia que tambien le situa en los estratos mas altos de la sociedad Cuando se inicia la Primera Guerra Carlista Espartero se une a los liberales Su objetivo es convertirse en comandante de los ejercitos del norte cargo al que llega en 1836 nombrado por Mendizabal tras demostrar su valia en Luchana Entonces goza de un titulo nobiliario propio Conde de Luchana A partir de entonces Maria Cristina esta tutelada en temas de guerra por Espartero situacion que se refuerza cuando se firma la Paz de Vergara en 1839 Este exito le da otro titulo nobiliario duque de la Victoria En 1840 es puesto en el trono por el partido progresista como nuevo regente hasta 1843 Desde 1854 a 1856 es presidente del gobierno del Bienio Progresista En los anos 60 del siglo XIX esta retirado de la politica y tras el destronamiento de Isabel II a finales de la decada un sector de los liberales le ofrece ser rey de Espana cargo que no acepta Amadeo le otorga el titulo de Principe de Vergara con tratamiento de Alteza Real Dentro de la regencia se distinguen dos fases el proceso de formacion y el desarrollo de la regencia En el proceso de formacion hay que destacar que tras la expulsion de Maria Cristina se plantea una discusion entre dos posibles regencias Unos proponen una regencia unitaria y otros una regencia de tres personas Se puede decir que los unitarios son los progresistas mas conservadores y los trinitarios los mas radicales que quieren debilitar el poder de la jefatura de Estado Los trinitarios son mayoria en las Cortes pero la votacion final es entre Congreso y Senado mas conservador Espartero debe su regencia a los senadores moderados Desarrollo de la regencia de Espartero Editar Ya establecido como regente en 1841 Espartero retoma las reformas pendientes desde 1837 En primer lugar sigue con la desamortizacion que afectaria al clero secular Dentro de esta desamortizacion ademas de nacionalizar bienes de la Iglesia tambien nacionaliza impuestos de la Iglesia como el diezmo Esto supone un enfrentamiento directo con la Iglesia una ruptura diplomatica entre Roma y Espana el papa es Gregorio XVI y el aislamiento de Espartero en Europa respecto a las potencias mas conservadoras pues solo es apoyado por Inglaterra La segunda reforma de Espartero es la Cuestion Foral Se hace un Decreto de Ley llamado Ley de centralizacion administrativa que conlleva la eliminacion de los fueros lo que causa un conflicto con los carlistas que habian firmado la Paz de Vergara con la condicion de mantener los Fueros y tambien provoca el inicio de una conspiracion de los militares moderados aliados con carlistas Las reformas de Espartero desembocan en un conflicto continuo entre 1842 y 1843 Espartero debe hacer frente a tres lineas de oposicion Diego de Leon y Navarrete Las conspiraciones moderadas con el apoyo de Maria Cristina que originan un levantamiento en octubre de 1841 que pretendia ser simultaneo en Pais Vasco y Madrid donde Diego de Leon tiene que llegar al palacio real secuestrar a la princesa Isabel y llevarla al Pais Vasco El plan no funciona porque Diego de Leon fracasa y ademas es condenado a muerte con lo que Espartero incumple la regla de no fusilar a generales Los intentos de sublevacion de los moderados no acaban pero siguen fracasando hasta 1843 Los artifices son el general Leopoldo O Donnell presidente de la Orden Militar Espanola subvencionada por Maria Cristina y el general Narvaez que era el cerebro de las operaciones A finales de 1841 y principios de 1842 se producen en Barcelona alzamientos juntistas como consecuencia de un acuerdo comercial librecambista entre Espana e Inglaterra que era perjudicial para la industria textil catalana Son alzamientos de caracter democratico y republicano que reivindicaban una sociedad de clases Estos alzamientos no son controlados por el gobierno y se dan situaciones de anarquia en Barcelona Espartero establece el estado de sitio y bombardea la ciudad en 1842 El bombardeo supone una caida en la popularidad de Espartero Espartero tambien encuentra oposicion en su propio partido una oposicion liderada por los miembros civiles del progresismo Son grupos muy personalistas entre los que destacan las facciones de Manuel Cortina Salustiano Olozaga y el grupo mas fuerte los progresistas puros y trinitarios encabezados por Joaquin Maria Lopez y Fermin Caballero Esta oposicion merma la popularidad de Espartero mediante las criticas en la prensa Acusaban a Espartero de anglofilo autoritario y usurpador del trono alegando que Espartero queria llegar a ser rey El desgaste de estas lineas de oposicion tiene su fruto en mayo de 1842 cuando se produce una mocion de censura que acaba con el gobierno esparterista de Antonio Gonzalez En 1843 acaba finalmente la regencia de Espartero pues tras la mocion de censura sube al poder Joaquin Maria Lopez que intenta llevar a cabo una reforma constitucional que daria lugar a una monarquia parlamentaria Espartero no admite esta reforma y Joaquin Maria Lopez dimite y en verano de 1843 se da un alzamiento militar contra Espartero en el que se unen los lideres civiles progresistas los moderados y los carlistas El gran favorecido del alzamiento es el general Narvaez convertido en Capitan General de Madrid y que llegaria a jefe de gobierno Lo primero que hacen los moderados es convocar elecciones en las que ganan Dichas Cortes declaran mayor de edad con 13 anos a la princesa Isabel que empieza su reinado personal La asuncion de la regencia Editar Espartero para llegar al poder se apoyo en las juntas revolucionarias de la revolucion de 1840 pero la via concreta que se adopto que la Junta de Madrid diera unilateralmente a Espartero la facultad de formar gobierno dividio a los progresistas porque un sector de ellos habia pedido que se formara una Junta Central con representantes de las juntas provinciales que fuera la que acordara como se organizaria el gobierno Una vez formado el gobierno de Espartero los antiguos defensores de la formacion de una Junta Central llamados por ello centralistas defendieron que la Regencia estuviera formada por tres personas por lo que tambien fueron conocidos como trinitarios para asi restar poder a Espartero frente a los que defendian que fuera una sola persona el general Espartero por lo que tambien fueron conocidos como unitarios 5 Asi pues en realidad Espartero no ejercio oficialmente la regencia hasta el 8 de mayo de 1841 por acuerdo de las Cortes con el apoyo de los unitarios la fraccion progresista encabezada por Joaquin Maria Lopez Con anterioridad la regencia habia sido desempenada por el Gobierno en pleno reunido en Consejo de Ministros tal y como determinaba la Constitucion Hasta esa fecha la regencia tuvo caracter provisional La division de los progresistas entre unitarios y trinitarios segun prefiriesen que la regencia estuviese en manos de una o tres personas tenia un sentido politico mas alla de las meras formulas legales El grupo de los trinitarios estaba constituido por liberales recelosos de la autoridad que se le conferiria a Espartero si se le otorgaba en exclusiva la regencia Los problemas de gobierno Editar Ramon Maria Narvaez primer duque de Valencia Vicente Lopez Portana Museo de Bellas Artes de Valencia La division de los progresistas se traslado a las Cortes que se constituyeron tras las elecciones de febrero de 1841 pues alli estaban representados los progresistas radicales encabezados por Joaquin Maria Lopez y los templados dirigidos por Salustiano de Olozaga y Manuel Cortina que entre ambos tenian la mayoria en el Congreso de los Diputados frente a los diputados claramente vinculados al regente los esparteristas Para contrarrestar la posible oposicion progresista en la Camara baja Espartero lleno de esparteristas el Senado utilizando los poderes que le conferia a la Corona la Constitucion de 1837 5 Asimismo Espartero se rodeo de militares mas afectos a su persona que a la causa liberal lo que propicio la contestacion de algunos sectores que veian en la actitud del general mas un proyecto de dictadura militar que de construccion del regimen liberal La Regencia de Espartero conto con la oposicion de los moderados encabezados por O Donnell y Narvaez Ante la imposibilidad de estos de acceder al poder mediante sufragio optaron por la via expeditiva de los pronunciamientos militares para lo cual contaron con la ayuda de la anterior regente Maria Cristina exiliada en Paris Los pronunciamientos se sucedieron desde octubre de 1841 cuando O Donnell se alzo en Pamplona y otros generales en Zaragoza y el Pais Vasco al tiempo que se producian sublevaciones civiles de caracter republicano la mayoria de ellas en las grandes ciudades Las intentonas militares no eran consideradas como autenticos golpes de estado sino como una forma de extender la actividad politica en una sociedad ajena a las intrigas del poder En todos los casos se recibia un apoyo civil puntual en zonas concretas pero jamas se aplico una depuracion de las responsabilidades por parte del gobierno No obstante algunas sublevaciones se saldaron con el fusilamiento de sus cabecillas como fue el caso de los moderados Montes de Oca y Borso de Carminati Desde julio de 1842 Espartero ejercio un poder mas autoritario Ante la oposicion de las Cortes opto por disolverlas En Barcelona se produjo una sublevacion civica por la politica algodonera en la que se enfrentaban los librecambistas y los proteccionistas con el asalto a la ciudadela Los militares abandonaron la mayoria de los puestos de la ciudad y debieron refugiarse en el Castillo de Montjuich desde donde se bombardeo la ciudad el 3 de diciembre Mientras durante todo este periodo en Palacio reinaba una serie de conjuras internas por la educacion de la joven reina para quien Espartero habia nombrado nuevos preceptores Arguelles y la condesa de Espoz y Mina primero aya y luego camarera real que se enfrentaron a las personalidades que seguian en contacto con la Regente como fue el caso de la marquesa de Santa Cruz o Ines de Blake 6 El fin de la regencia de Espartero Editar Revueltas contra Espartero en Barcelona que provocaron el bombardeo de la ciudad Tras el bombardeo de Barcelona en 1842 la oposicion al regente fue a mas incluso dentro de sus propias filas como antiguos companeros de armas y el propio Joaquin Maria Lopez Despues de las elecciones de marzo de 1843 Espartero intento conciliarse con los progresistas y propuso a los lideres del sector templado Olozaga y Cortina que formaran gobierno y cuando estos se negaron se lo propuso al lider de los progresistas radicales Joaquin Maria Lopez Pero este que no consiguio incluir entre sus ministros ni a Olozaga ni a Cortina presento un programa de gobierno que incluia la declaracion de mayoria de edad de Isabel II aunque solo tenia doce anos lo que significaba poner fin a la Regencia de Espartero y la reconciliacion nacional que incluia una amnistia por delitos politicos 7 El gobierno de Joaquin Maria Lopez que se habia constituido el 9 de mayo duro solo diez dias Al mismo tiempo los generales afines a los moderados O Donnell y Narvaez se habian hecho con el control de buena parte del ejercito desde su exilio En Andalucia moderados y liberales se conjuraron para derribar el regimen pronunciandose en su contra Narvaez se alzo en armas junto a otros el 11 de junio Cuando ambos bandos se encontraron en Torrejon de Ardoz el 22 de julio Espartero ya habia perdido el poder pues la sublevacion se habia extendido a Cataluna Galicia Valencia y Zaragoza Espartero huyo a Cadiz y se embarco en el crucero britanico Meteor rumbo a Londres La mayoria de edad de Isabel II y el inicio de la decada moderada Editar Isabel II a la edad de 15 anos El exilio de Espartero produjo un vacio politico Joaquin Maria Lopez fue restituido por las Cortes en el puesto de Jefe de Gobierno el 23 de julio y para acabar con el Senado donde los esparteristas tenian las mayoria lo disolvio y convoco elecciones para renovarlo totalmente lo que violaba el articulo 19 de la Constitucion de 1837 que solamente permitia hacerlo con un tercio del mismo Asimismo nombro el Ayuntamiento y la Diputacion de Madrid lo que tambien suponia violar la Constitucion para evitar que en unas elecciones los esparteristas pudieran copar ambas instituciones Lopez lo justifico asi cuando se pelea por la existencia el principio de conservacion es el que descuella sobre todos se hace lo que con el enfermo a quien se amputa para que viva 8 En septiembre de 1843 se celebraron elecciones a Cortes en las que progresistas y moderados se presentaron en coalicion en lo que se llamo partido parlamentario pero los moderados obtuvieron mas escanos que los progresistas que ademas seguian divididos entre templados y radicales por lo que carecian de un unico liderazgo Las Cortes aprobaron que Isabell II seria proclamada mayor de edad anticipadamente en cuanto cumpliera al mes siguiente los 13 anos de edad El 10 de noviembre de 1843 juro la Constitucion y a continuacion siguiendo los usos parlamentarios el gobierno de Jose Maria Lopez dimitio El encargo de formar gobierno lo recibio Salustiano de Olozaga el lider del sector templado del progresismo 8 Retrato de Salustiano de Olozaga oleo de Antonio Gisbert Perez en 1872 Congreso de los Diputados El primer reves que sufrio el nuevo gobierno fue que su candidato a presidir el Congreso de Diputados el anterior primer ministro Joaquin Maria Lopez fue derrotado por el candidato del Partido Moderado Pedro Jose Pidal que no solo recibio los votos de su partido sino los del sector radical de los progresistas encabezado en aquel momento por Pascual Madoz y Fermin Caballero a los que se sumo el templado Manuel Cortina Cuando se presento la segunda dificultad sacar adelante la Ley de Ayuntamientos Olozaga recurrio a la reina para que disolviera las Cortes y convocara nuevas elecciones que le proporcionaran una Camara adicta en vez de presentar la dimision al haber perdido la confianza de las Cortes Fue entonces cuando se produjo el incidente Olozaga que conmociono la vida politica ya que el presidente del gobierno fue acusado por los moderados de haber forzado a la reina a firmar los decretos de disolucion y convocatoria de Cortes Olozaga a pesar de proclamar su inocencia no tuvo mas remedio que dimitir y el nuevo presidente fue el moderado Luis Gonzalez Bravo que convoco elecciones para enero de 1844 con el acuerdo de los progresistas a pesar de que el gobierno nada mas llegar al poder a principios de diciembre habia vuelto a poner en vigor la Ley de Ayuntamientos de 1840 que habia dado lugar a la progresista revolucion de 1840 que termino con la regencia de Maria Cristina y la asuncion de la misma por el general Espartero 9 Las elecciones de enero de 1844 fueron ganadas por los moderados lo que provoco levantamientos progresistas en varias provincias en febrero y marzo denunciando la influencia del gobierno en las mismas Asi los lideres progresistas Cortina Madoz y Caballero fueron encarcelados durante seis meses Olozaga no fue detenido porque se encontraba en Lisboa y Joaquin Maria Lopez permanecio escondido hasta que sus companeros salieron de prision En mayo el general Narvaez asumio la presidencia del gobierno inaugurando la llamada Decada moderada 1844 1854 diez anos en los que el Partido Moderado detento en exclusiva el poder gracias al apoyo de la Corona sin que los progresistas tuvieran la mas minima oportunidad para acceder al gobierno 10 Vease tambien EditarBaldomero Espartero Isabel II de Espana Maria Cristina de Borbon Reinado de Isabel II de Espana Bibliografia del Reinado de Isabel IIReferencias Editar a b Vilches 2001 p 32 Vilches 2001 pp 33 34 Vilches 2001 pp 34 35 Este esquema revolucionario era el modelo de la revolucion juntera por un desacuerdo politico se erigian juntas provinciales que ante la debilidad del Estado y a veces con la colaboracion de sus representantes politicos o militares asumian la soberania en su territorio produciendose el acuerdo entre ellas para el levantamiento de una Junta Central como representacion de la soberania nacional El juntismo asumido como instrumento por la izquierda liberal fue un medio revolucionario para obtener el poder un instrumento para la construccion de abajo arriba de un nuevo orden que permanecio en la conciencia de la gente Vilches 2001 p 35 El golpe de Estado estaba consumado la oposicion a la politica gubernamental habia llevado al retraimiento de los progresistas luego a la insurreccion juntista cuestionando la legitimidad institucional y finalmente a la asuncion por el general Espartero del poder por su propia voluntad a b Vilches 2001 p 36 Burdiel Isabel Isabel II no se puede reinar inocentemente Madrid Espasa 2004 Vilches 2001 p 37 a b Vilches 2001 pp 37 38 Vilches 2001 pp 38 39 Vilches 2001 p 39 Bibliografia Editar ALONSO BAQUER M El modelo espanol de pronunciamiento Madrid 1983 CARR Raymond Historia de Espana Ed Carr y Peninsula Barcelona 2001 CHRISTIANSEN E Los origenes del poder militar en Espana 1808 1854 Madrid Ed Aguilar 1974 FERNANDEZ SEBASTIAN J Diccionario politico y social del siglo XIX espanol Madrid 2002 FONTANA Josep La revolucion liberal Politica y Hacienda en 1833 1845 Madrid 1977 TOMAS VILLARROYA J El sistema politico del Estatuto Real Madrid 1968 TOMAS Y VALIENTE Francisco El marco politico de la desamortizacion en Espana Barcelona 1971 Vilches Jorge 2001 Progreso y Libertad El Partido Progresista en la Revolucion Liberal Espanola Madrid Alianza Editorial ISBN 84 206 6768 4 Enlaces externos Editar Wikisource contiene obras originales de o sobre Minoria de edad de Isabel II Wikisource contiene obras originales de o sobre Minoria de edad de Isabel II Wikisource contiene obras originales de o sobre Minoria de edad de Isabel II Cronologia de las Regencias Portal web sobre la Casa de Borbon Predecesor Reinado de Fernando VII Periodos de la Historia de EspanaMinoria de edad de Isabel II Sucesor Reinado de Isabel II Datos Q6017754Obtenido de https es wikipedia org w index php title Minoria de edad de Isabel II amp oldid 135491696, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

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