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Primera guerra carlista

La primera guerra carlista fue una guerra civil que se desarrolló en España entre 1833 y 1840 entre los carlistas, partidarios del infante Carlos María Isidro de Borbón y de un régimen absolutista, y los isabelinos o cristinos, defensores de Isabel II y de la regente María Cristina de Borbón, cuyo gobierno fue originalmente absolutista moderado y acabó convirtiéndose en liberal para obtener el apoyo popular. Antiguamente fue conocida por la historiografía española como guerra de los Siete Años o primera guerra civil.[10]

Primera guerra carlista
Parte de Guerras carlistas
Fecha 2 de octubre de 1833[1]​-6 de julio de 1840
Lugar España
Resultado Victoria isabelina o liberal
Beligerantes
Carlistas:
Españoles leales a Carlos María Isidro de Borbón
Voluntarios extranjeros

Apoyo económico de:[2]

Isabelinos o cristinos:
Españoles leales a Isabel II

Apoyados por:

Comandantes
Fuerzas en combate
30 000 carlistas (1838)[4] 500 000 movilizados durante la guerra[5]
100 000[4]​-265 000[6]​ cristinos (1838)
10 000 Legión Auxiliar Británica[7]
5000 División Auxiliar Francesa
Bajas
Muertos:
60 000[8]​-80 000[9]​carlistas
Muertos:
66 000 cristinos
2400 británicos
7800 franceses
50 portugueses[8]
80 000 en total[9]

Origen

 
El infante Carlos María Isidro, autoproclamado rey con el nombre de Carlos V

La guerra la planteó Carlos María Isidro, hermano de Fernando VII, por la cuestión sucesoria, ya que había sido el heredero durante el reinado de su hermano Fernando, debido a que este, tras tres matrimonios, carecía de descendencia. Sin embargo, el nuevo matrimonio del rey y el embarazo de la reina abren una nueva posibilidad de sucesión.

En marzo de 1830, seis meses antes del nacimiento de Isabel II, el rey publica la Pragmática Sanción de Carlos IV aprobada por las Cortes de 1789, que dejaba sin efecto el Reglamento de 10 de mayo de 1713 que excluía la sucesión femenina al trono hasta agotar la descendencia masculina de Felipe V. Se restablecía así el derecho sucesorio tradicional castellano, recogido en Las Partidas, según el cual podían acceder al trono las hijas del rey difunto en caso de morir el monarca sin hijos varones. El rey volvió a derogar la Pragmática Sanción en 1832, mientras se hallaba enfermo, pero tras mejorar su salud, la puso de nuevo en vigor a finales de año.

No obstante, Carlos María Isidro no reconoció a Isabel como princesa de Asturias por considerar despótica e ilegal aquella promulgación, que no contó con el concurso de las Cortes, y cuando Fernando murió el 29 de septiembre de 1833 e Isabel fue proclamada reina bajo la regencia de su madre, María Cristina de Borbón-Dos Sicilias, Carlos hizo público en el Manifiesto de Abrantes que mantenía sus derechos dinásticos, llevando al país a una gran guerra civil.

Pero la cuestión dinástica no fue la única razón de la guerra. Tras la guerra de la Independencia, Fernando VII había abolido la Constitución de 1812, pero después del Trienio Liberal (1820-1823), el rey no volvió a restaurar la Inquisición, y en los últimos años de su reinado permitió ciertas reformas para atraerse a los sectores liberales, lo que produjo la desafección de los realistas más exaltados o apostólicos, que antes de la guerra ya se habían acercado al infante Carlos, partidario de sus ideas.

Donde estaban mejor organizados los realistas precarlistas era en Castilla la Vieja, Extremadura y Andalucía,[11]​ pero donde finalmente triunfó con mayor fuerza el alzamiento carlista fue en la mayor parte de las Provincias Vascongadas y Navarra, ya que la legislación foral, que dejaba la subinspección de los cuerpos en manos de las respectivas diputaciones, había permitido que los Voluntarios Realistas no fueran purgados allí como en el resto de España.[12]​ Aunque algunos sostuvieron después que el deseo de conservar los fueros había sido un factor movilizador importante del carlismo en el norte, Juan Antonio de Zaratiegui, ayudante y secretario del general Zumalacárregui, dejó escrito en 1845 que era un error afirmar que los navarros habían tomado las armas para defender sus fueros, ya que en 1833 estaban plenamente vigentes. En su obra «Vida y hechos de don Tomás de Zumalacárregui» Zaratiegui aseguraba poder demostrar que el alzamiento en Navarra no tuvo otro objeto que la defensa de los derechos a la corona de España del infante Carlos María Isidro y protestaba contra los que sostuviesen lo contrario.[13]

En cuanto al apoyo popular, según Antonio Pirala, donde mayor era la fermentación de los ánimos en favor de Don Carlos era en gran parte de Castilla la Vieja, Tortosa, y en la montaña de Cataluña.[14]

Contendientes

 
Estandarte Real o de la Generalísima, principal bandera carlista de la primera guerra bordada por María Francisca de Braganza.[15]

El campo y las pequeñas ciudades del País Vasco y Navarra apoyaron mayoritariamente al pretendiente Carlos debido a su tradicionalismo foral, gracias al apoyo que le dio el bajo clero local. Muchos autores han especulado con la posibilidad de que la causa carlista en el País Vasco y Navarra fuese fundamentalmente foralista. No existe consenso en este análisis, puesto que otros autores rebaten esta interpretación, haciendo la principal razón del apoyo vasconavarro al influjo del clero en la sociedad.

Sobre esta cuestión expresó Mateo Benigno de Moraza en su discurso ante el Congreso de Diputados el 13 de julio de 1876:

Para el país vascongado no podía buscarse un resorte que hiriese más viva, más delicada y más sensiblemente las fibras de su corazón, tan religioso y católico, y no puede negarse que en la guerra ha tenido la cuestión religiosa la única influencia en mi país; ninguna otra en la casi universalidad de mis paisanos ha podido inclinarles a la guerra; pero los Fueros no han sido la causa.

La jerarquía eclesiástica se mantuvo ambigua, aunque una parte importante del clero (como por ejemplo, el famoso Cura Merino) se unió a los carlistas.

En el otro bando, los liberales y moderados se unieron para apoyar a María Cristina y a su hija Isabel. Controlaban las principales instituciones del Estado, la mayoría del ejército y todas las ciudades importantes. Los liberales recibieron apoyo del Reino Unido, Portugal y Francia en forma de créditos para el tesoro y de fuerzas militares. Los británicos enviaron la Legión Auxiliar Británica, cuerpo de voluntarios al mando del general George Lacy Evans, en tanto que la Royal Navy realizaba funciones de bloqueo. Los portugueses enviaron una división auxiliar bajo el mando del Barón das Antas y los franceses la División Auxiliar Francesa además de colaborar en el control de la frontera y de las costas españolas.

Fases de la guerra

Teniendo en cuenta las acciones llevadas a cabo por uno y otro bando podemos destacar tres grandes fases en la contienda:

Ofensiva carlista

 
Lancero del escuadrón de Álava hacia 1836. Grabado de Charles Vanceller.

La primera fase tiene lugar en el comienzo de la guerra. Son los carlistas quienes, guiados por líderes más eficientes, organizan a las tropas en los principales territorios que dominan (el norte, Cataluña y el Maestrazgo). Cabe destacar la actuación de líderes como Zumalacárregui en el norte. Fue importante también la labor de Juan Antonio Guergué en Cataluña, que unificó las partidas catalanas. La fase comienza en 1833 y termina en 1835 con la muerte de Zumalacárregui. El carlismo puso en jaque al gobierno cristino y logró extenderse por todo el norte de la península.

Repliegue carlista

La fase comienza en 1835 y termina en 1837. Los cristinos (partidarios de Isabel) logran una mayor coordinación y consolidan su posición dentro del territorio carlista. Famosa por las numerosas expediciones carlistas, siendo las más importantes la de Miguel Gómez Damas en 1836, que recorrió toda España y la Expedición Real, encabezada por Carlos María Isidro en persona, que amenazó en 1837 la capital. El fracaso de dicha expedición supuso el desastre de la última gran tentativa carlista. La acción más importante fue el sitio de Bilbao de 1836, que acabó con una nueva derrota carlista gracias a las fuerzas de apoyo encabezadas por el capitán Salvador Quero. Destaca la aparición en favor de don Carlos de Ramón Cabrera en el Maestrazgo, que causó serios problemas a los cristinos hasta el final de la guerra.

Agotamiento del carlismo

Tras la batalla de Luchana los carlistas pierden la oportunidad de tomar Bilbao y una de las últimas ocasiones de poder ganar la guerra. Supone también su derrota en Bilbao la creación de una facción carlista que apoya el fin de la guerra, viendo improbable ya la victoria. Se limitan los absolutistas desde entonces a defender el territorio que aún controlan hasta que la falta de efectivos y las convulsiones dentro de la corte del infante obligan en 1839 a firmar la paz, a pesar de que un sector carlista y el propio don Carlos no aceptasen el convenio de Vergara, teniendo que ir al exilio, a la espera de una nueva oportunidad. Cabrera seguirá al frente del Maestrazgo un año más, ya con la causa del pretendiente carlista muy debilitada. Destaca Espartero como cabeza indiscutible de las fuerzas cristinas.

La guerra

 
El frente en su momento álgido

La guerra en el frente del norte

Finales

Tras la muerte de Fernando VII, el pretendiente Carlos nombró a Joaquín Abarca como ministro universal e hizo un llamamiento al ejército y a las autoridades para que se sumaran a su causa, pero con escasa repercusión. En el ámbito internacional tan solo el rey Miguel I de Portugal lo reconoció, lo que llevó a la ruptura diplomática entre España y Portugal. En los primeros días de octubre se sucedieron las insurrecciones en varios puntos de España, protagonizadas por agrupaciones locales de Voluntarios Realistas, en general con poco éxito, excepto en el País Vasco, Navarra y Logroño, pero sin llegar a controlar más que por poco tiempo las ciudades de dichos territorios.

Las sublevaciones no tuvieron el apoyo del ejército. Así, el general Ladrón de Cegama, sin mando en Valladolid (residencia de la Capitanía General de Castilla la Vieja), y el coronel Tomás de Zumalacárregui, retirado pero viviendo en la plaza fuerte de Pamplona, huyeron de sus lugares de residencia para pronunciarse sin arrastrar consigo fuerza alguna de las guarniciones de las plazas en las que se encontraban. La guerra se considera como comenzada cuando el general Ladrón de Cegama proclamó rey al infante don Carlos con el nombre de Carlos V el 6 de octubre de 1833 en Tricio (La Rioja), apoderándose con los voluntarios sublevados de Logroño y pasando a Navarra a unirse con los sublevados de esta provincia. La unión de estos voluntarios en Navarra fue el embrión de las tropas de las que se hizo cargo Tomás de Zumalacárregui y que hicieron posible que la guerra durase siete años.

Quesada - Zumalacárregui

 
El general carlista Tomás de Zumalacárregui.

Las fuerzas carlistas del norte quedaron centradas en la figura de Tomás de Zumalacárregui, que organizó en poco tiempo un ejército carlista en Navarra, al que también se unieron los carlistas vascos debilitados tras la expedición de Pedro Sarsfield.

Zumalacárregui equipó a sus hombres con armas tomadas a los ejércitos cristinos en el campo de batalla o en ataques contra fábricas o convoyes, y consciente de su inferioridad numérica y armamentística reprodujo la táctica guerrillera que conocía desde la Guerra de Independencia, amparándose en lo accidentado del relieve y en el apoyo de gran parte de la población civil. El 7 de diciembre de 1833, las diputaciones de Vizcaya y de Álava le nombraron jefe de las tropas de estas provincias. Muy popular entre sus soldados (le llamaban "Tío Tomás"), no dudó en mostrarse cruel en la represión de los liberales ni en emplear el terror para mantener controlado el territorio.

Rodil - Zumalacárregui

Durante el año 1834 se sucedieron las victorias carlistas en importantes acciones, como el asalto a un convoy de armas entre Logroño y Cenicero, las acciones de Alegría de Álava y Venta de Echavarri. Pero para los carlistas el año acabó con una derrota en la batalla de Mendaza y la prudente retirada en la batalla de Arquijas.

Espoz y Mina -Zumalacárregui

Pero en marzo y abril de 1835, con la Acción de Larremiar contra Francisco Espoz y Mina, Zumalacárregui volvió a participar con éxito.

Valdés - Zumalacárregui

Con la Acción de Artaza contra Gerónimo Valdés, Zumalacárregui deshizo la tropa cristina que se vio obligada a desmantelar todas las estratégicas guarniciones (Maeztu, Alsasua, Elizondo, Santesteban, Urdax, entre otras), quedando como únicas guarniciones las de las capitales de las provincias vascongadas, Pamplona y algunos puertos de la costa. El grueso del ejército cristino se retiró a la orilla sur del Ebro. Animado por sus éxitos militares y por la necesidad de obtener financiación y reconocimiento internacional, el pretendiente le ordenó tomar Bilbao, a pesar de la opinión contraria de Zumalacárregui, que hubiera preferido atacar Vitoria y desde allí abrirse camino hacia Madrid. La operación comenzó con éxito, al abrirse paso hacia Bilbao al vencer al general Espartero en el Puerto de Descarga, comenzando a sitiar la capital vizcaína el 10 de junio de 1835; pero, herido Zumalacárregui cuando observaba las operaciones, falleció el 24 de junio de 1835

Fernández de Córdova - Eguía

En octubre de 1835 Nazario Eguía asumió el puesto de general en jefe de las tropas carlistas en el País Vasco y Navarra. Durante su mandato el ejército carlista aumentó sus efectivos hasta llegar a los 36 000 hombres.

Fernández de Córdova - Villarreal

Bruno Villarreal, sucesor de Nazario Eguía, se caracterizó por fomentar las expediciones fuera del territorio carlista.

Espartero - Villarreal

En octubre de 1836 tuvo lugar el segundo sitio de Bilbao, que fracasó a los cinco días y en noviembre un tercer intento que duró mes y medio y que fracasó ante la defensa de Baldomero Espartero,

Espartero - Príncipe Sebastián

El fracaso ante Bilbao de los carlistas provocó el nombramiento de Sebastián Gabriel de Borbón y Braganza como general en jefe de los carlistas, el cual en marzo de 1837 venció a las tropas liberales en la batalla de Oriamendi. Mientras tanto los sectores más radicales del carlismo se habían hecho con el control político, acrecentado tras la Expedición Real.

Espartero - Guergué

Juan Antonio Guergué se hizo con el mando del ejército hasta junio de 1838.

Espartero - Maroto

Tras la batalla de Peñacerrada, Guergué fue sustituido por Rafael Maroto, quien reorganizó el ejército y mandó fusilar en febrero de 1839 a Guergué y a otros militares acusados de conspirar en su contra al tiempo que intentaba conseguir del pretendiente la destitución de sus adversarios, por lo que fue destituido a su vez por Don Carlos, aunque pocos días después fue restituido en su puesto por el pretendiente, que accedió a sus demandas.

Maroto negoció con el gobierno de Isabel II sin el apoyo del pretendiente y con la oposición de parte de sus tropas y el 29 de agosto de 1839 Espartero y oficiales carlistas, representantes de Maroto, firman el Convenio de Oñate que puso fin a la guerra en el norte de España, confirmado con el conocido como Abrazo de Vergara entre Maroto y Espartero el 31 de agosto. El 14 de septiembre de 1839 el pretendiente carlista y sus tropas que le permanecían fieles cruzaron la frontera francesa y la guerra terminó en el frente norte.

Frente de Castilla

En Castilla la Vieja, fue en Burgos y Soria dónde más éxito tuvo la insurrección, movilizando un total de 10 000 hombres al mando de Jerónimo Merino e Ignacio Alonso Cuevillas. En Cataluña, en abril de 1834, entró una partida procedente del Maestrazgo al mando de Manuel Carnicer, pero fracasó. A pesar de eso, se mantuvieron movilizadas numerosas partidas guerrilleras.

 
El carlismo en Aragón

Frente Aragón y Valencia

El 13 de noviembre de 1833 los carlistas obtienen una importante victoria: Morella se subleva y enarbola el estandarte de Carlos V. Carlos Victoria, comandante de la plaza de Morella, hace salir a las tropas de la ciudad con una treta, pues desconfia de la guarnición. Cierra las puertas de la ciudad y junto con Rafael Ram de Viu y Pueyo (barón de Herbés) al que le cede el mando por ser persona de más prestigio en la zona y Manuel Carnicer se suman al bando carlista. Pese a este acto las tropas gubernamentales se ponen en movimiento y mandan hacia Morella una importante columna dirigida por el brigadier Rafael Horé Díaz. Los carlistas ante esa amenaza huyen de Morella a principios de diciembre. Después el barón de Herbés y otros líderes carlistas son apresados en Calanda y fusilados el 27 de diciembre. Pese a esto la llama de la rebelión se había encendido en las tierras del Maestrazgo y el Ebro puesto que otros líderes como Manuel Carnicer, Quílez y Cabrera continuaron luchando.

 
Fusilamientos de Burjasot por parte de los carlistas a las órdenes de Cabrera, tras la llamada «Acción del Pla del Pou» (2 de abril de 1837).[16][17]​ Estos hechos, respecto de los cuales la propaganda liberal llegó a hablar de una orgía carlista sobre los cadáveres,[18]​ podrían haber sucedido no tanto en Burjasot sino en Paterna.[19]

Las partidas del Maestrazgo y Aragón eligieron a Manuel Carnicer como su jefe en febrero de 1834. Tras ser delatado fue fusilado en Miranda de Ebro en abril de 1835 tomó el mando su segundo, Ramón Cabrera, quien dio ánimos a las fuerzas carlistas, pero sin que dichas fuerzas fueran lo suficientemente numerosas como para obtener una victoria decisiva sobre las fuerzas liberales, de forma que en 1836 Evaristo de San Miguel conquistaba para los isabelinos Cantavieja.

En 1837, Cabrera consigue reconquistar el territorio perdido y en enero de 1838 conquista Morella, a la que convierte en capital de su administración, extendiendo su territorio por Aragón, norte de Valencia y sur de Cataluña. Sin embargo, el fin de la guerra en el norte hizo que Espartero llegara a Zaragoza al frente de 44.000 hombres en octubre de 1839 y estableciera su cuartel general en Mas de las Matas. Cabrera consigue mantener la resistencia hasta el 30 de mayo de 1840 cuándo Espartero conquistó Morella y Cabrera se dirigió a Berga.

Frente de Cataluña

En Cataluña las numerosas partidas actuaban sin coordinación. El mando del Pretendiente envió un contingente de fuerzas del territorio carlista vasco-navarro, seleccionado entre los más experimentados batallones de los que disponía, en agosto de 1835 bajo el mando de Juan Antonio Guergué formado por 2.700 hombres con la misión de organizar el frente en Cataluña. Llegado a su destino Guergué, consiguió agrupar una numerosa fuerza, intentanto tomar Olot pero fracasando en el intento. Seguidamente Guergué organizó las tropas carlistas catalanas en un documento oficial que se enviaría al rey y a los cabecillas respectivos. En el mismo documento él pone de manifiesto que las tropas con las que cuenta son unas 19.000 descontando las traídas por él. Sin embargo estos datos son poco fiables debido a que dan un número alto de guerrillas no identificadas. Pese a esto el número debía ser muy alto.Tras la marcha de Guergué de Cataluña asumieron el mando Ignacio Brujó y Rafael Maroto. Este estuvo poco tiempo (unos meses), creó confusión y tuvo muchas derrotas así que en diciembre de 1836 fue sustituido por Blas María Royo de León que había sido jefe del estado mayor de la expedición Guergué. Royo logró victorias importantes cómo el desastre de Oliver y la conquista de Solsona. En 1837 se hizo con el mando uno de los miembros de la Expedición Real, Juan Antonio de Urbiztondo, quien conquistó Berga en julio y la convirtió en la capital del carlismo catalán.

Los problemas entre la Junta de gobierno de Berga y Urbiztondo llevaron al nombramiento de José Segarra y posteriormente, en julio de 1838, al del Conde de España, que se esforzó en modernizar sus tropas al tiempo que se aproximaba a los sectores más radicales del carlismo, lo que provocó el descontento de la oficialidad carlista, que solicitaron su destitución al pretendiente, lo que consiguieron en octubre. La llegada de combatientes carlistas procedentes del frente norte tras la firma del Convenio de Oñate consiguió prolongar la guerra en Cataluña unos meses más hasta que las últimas tropas carlistas dirigidas por Cabrera cruzaron la frontera francesa el 6 de julio de 1840.

Castilla la Vieja y Castilla la Nueva

En ambas Castillas los movimientos carlistas también existieron. Fueron más importantes en Castilla la Vieja. En las zonas cercanas a las provincias Vascongadas y Navarra, los carlistas, bajo la presión de las tropas isabelinas, acabaron amparándose en los carlistas vasco-navarros, formando los batallones castellanos. Sus jefes más importantes fueron Balmaseda, Basilio García, Jerónimo Merino y Cuevillas. Organizaron correrías por el territorio controlado por el bando isabelino, llegando en ocasiones hasta La Mancha. Los húsares de Ontoria, una unidad selecta formada por expertos jinetes castellanos y dirigida por Balmaseda, fue la unidad más importante de caballería castellana que terminó combatiendo con Cabrera. No pudiendo cruzar el Ebro en la fase final al caer el Maestrazgo en manos de Espartero, intentaron huir a Francia dando el rodeo por Cuenca, Soria, Burgos, La Rioja y Navarra, desolando con sus tropelías y robos las poblaciones que atravesaban. Gran parte de ellos fueron finalmente interceptados en Navarra, cuando Cabrera hacía ya tiempo que se encontraba en Francia y, por lo tanto, la guerra había finalizado. Por ello fueron considerados como bandoleros y ejecutados.

En Castilla la Nueva los movimientos carlistas se centraron en Ciudad Real y en las zonas próximas a Cabrera (Cuenca), y también Albacete. La partida más importante de la región fue la de los hermanos Palillos. Esta partida estaba formada por jinetes en su mayor parte y llegó a ser numerosa comparada con las demás partidas manchegas, que nunca fueron muy superiores a un par de centenares de hombres.

Frente de la provincia de Ciudad Real

En la provincia se formaron más de un centenar de partidas, algunas con apenas una decena de hombres y otras superando varios centenares. Tres son las causas de esta proliferación: a) Dada la orografía montañosa y el tránsito a través de la provincia de las comunicaciones Madrid-Andalucía, desde tiempo muy atrás el bandolerismo estaba muy desarrollado. b) Estas circunstancias fueron base para que durante la guerra de la Independencia se creasen numerosas partidas guerrilleras con gran actividad. c) La provincia, muy depauperada, con la tierra prácticamente en poder de unas pocas personas, no solo producía pobreza en las gentes que trabajaban el campo sino también en las localidades donde los zapateros, sastres y demás oficios tenían unos ingresos muy bajos ya que sus clientes, los trabajadores del campo, carecían de dinero. Las experiencias del bandolerismo, las de las guerrillas independentistas, la pobreza de los habitantes y las quintas que se llevaban a tantos hombres jóvenes que estaban aportando economía familiar, hizo que los jefes carlistas encontrasen con facilidad personas tanto en el campo como en las ciudades para engrosar sus filas. Ocurría también con frecuencia que pequeñas partidas admitían el indulto, se reincorporaban a sus quehaceres, volviendo pero de nuevo poco tiempo después a formar parte de una partida. El gobierno solo en ocasiones pudo destinar tropas regulares suficientes para combatir a las partidas, siendo fuerzas irregulares formadas por voluntarios locales, encuadrados genéricamente en el concepto de "Milicianos Nacionales", los que sostuvieron el peso principal de lucha contra las partidas aunque con escaso éxito ya que incluso meses después de concluida la guerra estuvieron activas varias de ellas durante un tiempo. Algunas volvieron a convertirse en bandoleras, quedando su persecución en manos de la recién creada Guardia Civil.

El movimiento carlista nunca tuvo unidad de mando y de administración ni conservó territorio en el que hubiese podido instalar sus cuarteles, almacenes, cuadras de caballos, depósitos de heridos y prisioneros, manteniéndose continuamente en movimiento por la provincia, asaltando pueblos y refugiándose en las montañas. En ocasiones se unían varias pequeñas partidas para realizar un ataque a una localidad importante o a un convoy que circulaba por la carretera Madrid - Andalucía. Al llegar a la provincia las expediciones de Gómez y Basilio García, formaron parte de ellas mientras se mantuvieron en la provincia, algunas marcharon con ellas a provincias vecinas, incluso unos pocos hombres las acompañaron a su vuelta al territorio vasco-navarro.[20]

Expediciones carlistas

Desde el territorio vasco-navarro dominado por los carlistas se realizaron expediciones con los objetivos principales: a) Fomentar la guerra en territorios en los que el carlismo tenía poca, incluso nula actividad. b) Deshacerse durante algún tiempo de contingentes a los que era problemático dar mantenimiento y paga. c) Obligar a que tropas isabelinas que cercaban su territorio tuviesen que marchar tras las expediciones, aliviándose la presión sobre el frente vasco-navarro.

Las expediciones más importantes fueron:

  • Primera expedición de Basilio García (1834)
  • Segunda expedición de Basilio García (1835)
  • Expedición de Guergué (1835)
  • Tercera Expedición de Basilio García (1836)
  • Expedición de Gómez (1836)
  • Expedición Real (1837)
  • Expedición de Zaratiegui (1837)
  • Cuarta expedición de Basilio García (1837-1838)
  • Expedición de Negri (1839)
Expedición de Gómez (1836)
 
Ataque y toma de Almadén por los carlistas (octubre de 1836)

En junio de 1836, Miguel Gómez Damas, al frente de 3500 hombres, parte desde Amurrio hacia Asturias y Galicia para alentar los focos carlistas que supone allí establecidos, pero a pesar de que consigue entrar sin lucha en Oviedo y Santiago de Compostela, no logra controlar estos territorios ya que no encuentra interés suficiente por la causa carlista en la población y es sometido a persecución por tropas isabelinas que llegan desde Navarra y Castilla la Vieja. Por propia iniciativa, en contra de las órdenes recibidas, se dirige en agosto hacia Andalucía y durante la marcha entra en León, Palencia y Albacete. En Andalucía toma Córdoba y Almadén de la Plata, hecho este último que causa una inesperada baja en la Bolsa londinense. Llega a San Roque ya que tiene intención de adquirir calzado en Gibraltar pero desde el Peñón le impiden con cañonazos acercarse aunque son muchos los ingleses, incluso con sus mujeres, los que salen del recinto británico para ver de cerca a los carlistas ya que su correría por la geografía hispánica es tema muy aireado por la prensa europea. Batido una y otra vez, aunque sin ser excesivamente dañado por las columnas isabelinas que le persiguen, en diciembre de 1836 consigue regresar a Vizcaya.

Expedición Real (1837)

La Expedición Real, motivada por las supuestas negociaciones que se estaban realizando entre Carlos y María Cristina, salió de Navarra en mayo de 1837 con 12 000 hombres al frente del pretendiente Carlos hacia Aragón, Cataluña, Valencia, Teruel y finalmente Madrid, de dónde se retiraron de manera inesperada, llegando al territorio carlista del norte en octubre de 1837. Tras la expedición Carlos marginó a los elementos más moderados del carlismo.

Batallas y acciones

  • Acción de Vargas. 3 de noviembre de 1833. Vencen los liberales de Iriarte a Ibarrola y Villalobos.
  • Acción de Maials. 10 de abril de 1834. Vencen los liberales de Carratalá y Bretón a Carnicer.
  • Acción de las Peñas de San Fausto. 19 de agosto de 1834. Vencen los carlistas de Zumalacárregui a Carandolet.
  • Acción de Alegría de Álava. 27 de octubre de 1834. Vencen los carlistas de Zumalacárregui sobre O´Doyle.
  • Acción de la Venta de Echavarri. 28 de octubre de 1834. Vencen los carlistas de Zumalacárregui sobre Osma.
  • Mendaza. 12 de diciembre de 1834. Vencen liberales de Córdova sobre Zumalacárregui.
  • Primera Batalla de Arquijas. 15 de diciembre de 1834. Indecisa.
  • Acción de Artaza. 20 al 22 de abril de 1835. Vencen los carlistas de Zumalacárregui sobre Jerónimo Valdés.
  • Mendigorría. 16 de julio de 1835. Vencen liberales de Córdova sobre González Moreno.
  • Arlabán. 16 a 17 de enero de 1836. Indecisa.
  • Villarrobledo. 20 de septiembre de 1836. Vencen los liberales.
  • Majaceite. 23 de noviembre de 1836. Vencen liberales de Narváez sobre Gómez Damas
  • Luchana. 24 de diciembre de 1836. Vencen liberales de Espartero.
  • Acción de Las Cabrillas. 18 de febrero de 1837. Campos de Buñol. Crehuet-Cabrera.
  • Oriamendi. 10 al 16 de marzo de 1837. Vencen carlistas del infante Sebastián sobre Lacy Evans.
  • Huesca. 24 de mayo de 1837. Vencen carlistas del infante Sebastián sobre Iribarren.
  • Barbastro. 2 de junio de 1837. Vencen carlistas del infante Sebastián sobre Oráa.
  • Chiva. 15 de julio de 1837. Vencen liberales de Oráa sobre el infante Sebastián.
  • Villar de los Navarros. 24 de agosto de 1837. Vencen carlistas del infante Sebastián sobre Buerens.
  • Peñacerrada. 20 a 22 de junio de 1838. Vencen liberales de Espartero sobre Guergué.
  • Conquista de Morella. 26 de enero de 1838. Vencen carlistas de Cabrera sobre el gobernador Bruno Portillo.
  • Morella. 24 de julio a 24 de agosto de 1838. Vencen carlistas de Cabrera sobre Oraa.
  • Maella. 1 de octubre de 1838. Vencen carlistas de Cabrera sobre Pardiñas.
  • Cheste. 2 de diciembre de 1838. Vencen liberales de Pezuela sobre Forcadell.
  • Ramales y Guardamino. 27 de abril al 13 de mayo de 1839. Vencen liberales de Espartero sobre Maroto.
  • Toma de Morella. Vencen los liberales de Espartero. Última batalla de la guerra.

Extranjeros

Fueron numerosos los extranjeros que se alistaron en el bando carlista, siendo a destacar los que publicaron sus vivencias de la guerra: el inglés Charles Frederick Henningsen, los franceses Alfonso Barrés de Molard, Alexis Sabatier y Louis Xavier Auguet de Saint-Sylvain y los alemanes Augusto von Goeben, Adolfo Loning, Félix Lichnowsky y Guillermo von Rahden. Entre los extranjeros que combatieron en el bando liberal cabe citar a Frederick Hardman, inglés que se alistó en la Legión Auxiliar Británica y que publicó un libro que recogió sus vivencias e impresiones de la guerra. John Francis Bacon, cónsul británico en Bilbao durante los años 1830 a 1837, escribió dos libros en los que relata sus experiencias durante la primera guerra carlista, entre ellas los sitios de Bilbao.

Desde el punto de vista diplomático. un inglés participó activamente para humanizar la guerra (Lord Elliot) y otro para terminarla (Lord John Hay).

Ejército liberal

  • Regimientos de infantería de línea
  • Regimientos de infantería ligera
  • Regimientos de infantería de milicias provinciales
  • Guardia real de infantería. Cuatro regimientos de dos batallones
  • Regimiento de granaderos provinciales de la guardia real
  • Regimiento de cazadores de la guardia real provincial
  • Regimiento de ingenieros de la guardia real
  • Artillería montada de la guardia real
  • Artillería de línea de la guardia real
  • Regimiento de granaderos a caballo de la guardia real
  • Regimiento de lanceros de la guardia real
  • Regimiento de cazadores de la guardia real
  • Regimiento de coraceros de la guardia real
  • Húsares de la Princesa
  • Caballería de línea
  • Caballería ligera
  • Flanqueadores de Isabel II
  • Cuerpo franco navarro de caballería
  • Peseteros
  • Voluntarios de Burgos (1200 plazas)

Ejército carlista

Tropa carlista del Norte

  • Guardia de honor de infantería.
  • Guardia de honor de caballería.
  • Escolta del Estandarte.
  • Escuadrón de Jefes y Oficiales.
  • Batallón de voluntarios distinguidos de Madrid.
  • Infantería navarra. Doce batallones de 800 plazas.
  • Guías de Navarra. Un batallón de 800 plazas.
  • Lanceros de Navarra. Cuatro escuadrones.
  • Infantería guipuzcoana. Ocho batallones de 1000 plazas.
  • Escuadrón de Guipúzcoa. 100 caballos.
  • Infantería alavesa. Siete batallones de 800 plazas.
  • Batallón de Guías de Álava. Un batallón de 800 plazas.
  • Escuadrón de Álava. 120 caballos.
  • Infantería vizcaína. Nueve batallones de 900 plazas.
  • Escuadrón de Vizcaya. 90 caballos mandados por un comandante.
  • Infantería castellana. Cuatro batallones de 800 plazas.
  • Caballería castellana. Tres regimientos de lanceros.
  • Batallón de granaderos del ejército. 800 plazas.
  • Artillería de batalla y montaña.
  • Artillería de batir.
  • Zapadores. Cuatro compañías, una en cada provincia.
  • Húsares de Arlabán. 100 caballos
  • Tres batallones cántabros de 900 plazas.
  • Aduaneros.

Ejército Real de Aragón, Valencia y Murcia

  • 1.ª Brigada de Tortosa. 1.º, 2.º y 3.er batallón de Tortosa de 800 plazas.
  • 2.ª Brigada de Tortosa. 1.º, 2.º y 3.er batallón de Mora de Ebro de 750 plazas.
  • 1.ª Brigada de Aragón. Guías de Aragón, 5.º y Tiradores de Aragón de 700 plazas.
  • 2.ª Brigada de Aragón. 4.º, 6.º, 7.º, y 8.º de Aragón de 850 plazas.
  • 3.ª Brigada de Aragón. 1.º, 2.º y 3.er batallón de Aragón de 700 plazas.
  • 1.ª Brigada de Valencia. 1.º, 2.º y 3.er batallón de Valencia de 800 plazas.
  • 2.ª Brigada de Valencia. 4.º, 5.º, 6.º y 7.º batallón de Valencia de 850 plazas.
  • 1.ª Brigada de Murcia. 1.º y 2.º del Cid de 800 plazas.
  • 2.ª Brigada de Murcia. 3.º del Cid y Guías del Conde de Morella de 800 plazas.
  • 1.er Regimiento de lanceros de Aragón de 250 plazas.
  • 2.º Regimiento de lanceros de Tortosa de 490 plazas.
  • 3.er Regimiento de lanceros de Aragón de 350 plazas.
  • 1.er Regimiento de lanceros de Valencia de 360 plazas.
  • 1.er Regimiento de lanceros del Cid de 280 plazas.
  • 1.er Batallón de artillería de 500 plazas.
  • Compañías del tren de 150 plazas.
  • Compañía de Zapadores de 390 plazas.
  • Compañías de Miñones de Cabrera 100 plazas.
  • Ordenanzas de Cabrera 100 plazas.
  • Guías de Cabrera 100 plazas.

Ejército Real de Cataluña

División de Gerona

  • 1.ª Brigada
  • 2.ª Brigada
  • Batallón de guías 400 plazas
  • Escuadrón de lanceros 50 plazas

División de Lérida

  • 1.ª Brigada
  • 2.ª Brigada

División de Manresa o del Centro

  • 1.ª Brigada
  • 2.ª Brigada
  • Partidas sueltas (caballería e infantería)

División del Campo de Tarragona

  • 8 Batallones de 500 plazas

Partidas varias

  • Sin datos organizativos, total de 3838 hombres entre infantes y jinetes

Canciones

  • Viva la paz, viva la unión, viva la paz y don Carlos de Borbón. Carlista.
  • Duro tiene el corazón don Carlos, viejo cruel y solo seis años cuenta niña inocente Isabel. Cristina.

Véase también

Referencias

  1. Bullón de Mendoza, 1992, p. 302.
  2. Bullón de Mendoza, 1992, p. 586.
  3. Bullón de Mendoza, 1992, p. 588.
  4. Clodfelter, Micheal (2002). Warfare and armed conflicts: a statistical reference to casualty and other figures, 1500-2000. Jefferson: McFarland, pp. 197. ISBN 978-0-78641-204-4.
  5. Payne, Stanley G. & Javier Tusell (1996). La Guerra Civil: una nueva visión del conflicto que dividió España. Temas de Hoy, pp. 19. ISBN 9788478806522.
    De una población de unos trece millones, el Gobierno liberal llegó a movilizar hasta medio millón de hombres, mientras los carlistas — que no contaban con los recursos financieros del Estado ni con una base geográfica amplia — reclinaron probablemente a una tercera parte de esa cantidad.
  6. Mas Hernández, Rafael (2003). La presencia militar en las ciudades: orígenes y desarrollo del espacio urbano militar en España. Los Libros de la Catarata, pp. 28. ISBN 9788483191620.
  7. Buchanan, Tom (1997). Britain and the Spanish Civil War. Cambridge: Cambridge University Press, pp. 11. ISBN 978-0-52145-569-5.
  8. De re Militari. Muertos en Guerras, Dictaduras y Genocidios. Capítulo VI.
  9. Payne, 1996: 19.
    El ejército regular perdió 66.000 soldados, cifra a la que se deben añadir pérdidas menores entre los milicianos (además de unas 2.800 bajas entre los voluntarios británicos), de modo que las fuerzas liberales tuvieron al menos 80.000 víctimas y los carlistas probablemente otro tanto.
  10. Enciclopedia universal ilustrada europeo-americana. Tomo 45. Espasa-Calpe. 1921. p. 1490. 
  11. Bullón de Mendoza, 1991, p. 116.
  12. Bullón de Mendoza, 1991, p. 129.
  13. Zaratiegui, Juan Antonio (1845). Vida y hechos de don Tomás de Zumalacárregui. Madrid: Imprenta de D. José de Rebolledo y Compañía. p. 13. 
  14. Bullón de Mendoza, 1991, p. 16.
  15. «Estandarte real o de la Generalísima». El Estandarte Real: 16. Abril de 1889. 
  16. Cabello, Santa Cruz y Temprado, 2006, pp. 114-115.
  17. Calbo y Rochina de Castro, 1845, p. 281.
  18. Rodríguez Vices, 1989, p. 26.
  19. Caridad Salvador,, p. 72.
  20. Manuela Asensio Rubio. El Carlismo en la provincia de Ciudad Real. Ciudad Real 1987. ISBN 84-505-5082-3.

Bibliografía

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  • Bullón de Mendoza, Alfonso (1986). La Expedición Real: Auge y ocaso de Don Carlos. Arca de la Alianza Cultural. ISBN 84-86593-00-X. 
  • Jordi Canal: El carlismo, Madrid 2000.
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  • José Extramiana: Historia de las guerras carlistas, San Sebastián (1978-1979).
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  • José María Jover (dir): Historia de España XXXIV. La era isabelina y el Sexenio Democrático (1834-1874), Madrid 1988.
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  • Cabello, Francisco; Santa Cruz, Francisco; Temprado, Ramón María (2006) [1845]. Pedro Rújula, ed. Historia de la guerra última en Aragón y Valencia. Zaragoza: Institución «Fernando el Católico». ISBN 84-7820-828-3. 
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  • Rodríguez Vives, Conxa (1989). Ramon Cabrera, a l'exili (en catalán). L'Abadia de Montserrat. ISBN 84-7826-029-3. 

Enlaces externos

  • David Odalric de Caixal i Mata. Rutas con Historia, ed. «Primera Guerra Carlista 1833-1840». 
  •   Wikimedia Commons alberga una galería multimedia sobre Primera guerra carlista.
  •   Datos: Q2341073
  •   Multimedia: First Carlist War

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La primera guerra carlista fue una guerra civil que se desarrollo en Espana entre 1833 y 1840 entre los carlistas partidarios del infante Carlos Maria Isidro de Borbon y de un regimen absolutista y los isabelinos o cristinos defensores de Isabel II y de la regente Maria Cristina de Borbon cuyo gobierno fue originalmente absolutista moderado y acabo convirtiendose en liberal para obtener el apoyo popular Antiguamente fue conocida por la historiografia espanola como guerra de los Siete Anos o primera guerra civil 10 Primera guerra carlistaParte de Guerras carlistasFecha2 de octubre de 1833 1 6 de julio de 1840LugarEspanaResultadoVictoria isabelina o liberalBeligerantesCarlistas Espanoles leales a Carlos Maria Isidro de BorbonVoluntarios extranjeros Apoyo economico de 2 Imperio Austriaco Prusia Imperio ruso Isabelinos o cristinos Espanoles leales a Isabel IIApoyados por Reino Unido 3 Francia 3 PortugalComandantesTomas de Zumalacarregui Ramon CabreraNazario EguiaJuan Antonio de ZaratieguiJose Miguel Sagastibeltza Bruno VillarrealRafael MarotoJose BorgesManuel Carnicer Miguel Gomez DamasSebastian de Borbon Vicente Genaro de QuesadaJose Ramon Rodil y CampilloFrancisco Espoz y MinaLuis Fernandez de CordobaRafael de Ceballos Escalera y OconMarcelino OraaBaldomero Espartero Ramon de Meer y KindelanFuerzas en combate30 000 carlistas 1838 4 500 000 movilizados durante la guerra 5 100 000 4 265 000 6 cristinos 1838 10 000 Legion Auxiliar Britanica 7 5000 Division Auxiliar FrancesaBajasMuertos 60 000 8 80 000 9 carlistas Muertos 66 000 cristinos 2400 britanicos 7800 franceses 50 portugueses 8 80 000 en total 9 editar datos en Wikidata Indice 1 Origen 2 Contendientes 3 Fases de la guerra 3 1 Ofensiva carlista 3 2 Repliegue carlista 3 3 Agotamiento del carlismo 4 La guerra 4 1 La guerra en el frente del norte 4 1 1 Finales 4 1 2 Quesada Zumalacarregui 4 1 3 Rodil Zumalacarregui 4 1 4 Espoz y Mina Zumalacarregui 4 1 5 Valdes Zumalacarregui 4 1 6 Fernandez de Cordova Eguia 4 1 7 Fernandez de Cordova Villarreal 4 1 8 Espartero Villarreal 4 1 9 Espartero Principe Sebastian 4 1 10 Espartero Guergue 4 1 11 Espartero Maroto 4 2 Frente de Castilla 4 3 Frente Aragon y Valencia 4 4 Frente de Cataluna 4 5 Castilla la Vieja y Castilla la Nueva 4 6 Frente de la provincia de Ciudad Real 5 Expediciones carlistas 6 Batallas y acciones 7 Extranjeros 8 Ejercito liberal 9 Ejercito carlista 10 Canciones 11 Vease tambien 12 Referencias 13 Bibliografia 14 Enlaces externosOrigen Editar El infante Carlos Maria Isidro autoproclamado rey con el nombre de Carlos V La guerra la planteo Carlos Maria Isidro hermano de Fernando VII por la cuestion sucesoria ya que habia sido el heredero durante el reinado de su hermano Fernando debido a que este tras tres matrimonios carecia de descendencia Sin embargo el nuevo matrimonio del rey y el embarazo de la reina abren una nueva posibilidad de sucesion En marzo de 1830 seis meses antes del nacimiento de Isabel II el rey publica la Pragmatica Sancion de Carlos IV aprobada por las Cortes de 1789 que dejaba sin efecto el Reglamento de 10 de mayo de 1713 que excluia la sucesion femenina al trono hasta agotar la descendencia masculina de Felipe V Se restablecia asi el derecho sucesorio tradicional castellano recogido en Las Partidas segun el cual podian acceder al trono las hijas del rey difunto en caso de morir el monarca sin hijos varones El rey volvio a derogar la Pragmatica Sancion en 1832 mientras se hallaba enfermo pero tras mejorar su salud la puso de nuevo en vigor a finales de ano No obstante Carlos Maria Isidro no reconocio a Isabel como princesa de Asturias por considerar despotica e ilegal aquella promulgacion que no conto con el concurso de las Cortes y cuando Fernando murio el 29 de septiembre de 1833 e Isabel fue proclamada reina bajo la regencia de su madre Maria Cristina de Borbon Dos Sicilias Carlos hizo publico en el Manifiesto de Abrantes que mantenia sus derechos dinasticos llevando al pais a una gran guerra civil Pero la cuestion dinastica no fue la unica razon de la guerra Tras la guerra de la Independencia Fernando VII habia abolido la Constitucion de 1812 pero despues del Trienio Liberal 1820 1823 el rey no volvio a restaurar la Inquisicion y en los ultimos anos de su reinado permitio ciertas reformas para atraerse a los sectores liberales lo que produjo la desafeccion de los realistas mas exaltados o apostolicos que antes de la guerra ya se habian acercado al infante Carlos partidario de sus ideas Donde estaban mejor organizados los realistas precarlistas era en Castilla la Vieja Extremadura y Andalucia 11 pero donde finalmente triunfo con mayor fuerza el alzamiento carlista fue en la mayor parte de las Provincias Vascongadas y Navarra ya que la legislacion foral que dejaba la subinspeccion de los cuerpos en manos de las respectivas diputaciones habia permitido que los Voluntarios Realistas no fueran purgados alli como en el resto de Espana 12 Aunque algunos sostuvieron despues que el deseo de conservar los fueros habia sido un factor movilizador importante del carlismo en el norte Juan Antonio de Zaratiegui ayudante y secretario del general Zumalacarregui dejo escrito en 1845 que era un error afirmar que los navarros habian tomado las armas para defender sus fueros ya que en 1833 estaban plenamente vigentes En su obra Vida y hechos de don Tomas de Zumalacarregui Zaratiegui aseguraba poder demostrar que el alzamiento en Navarra no tuvo otro objeto que la defensa de los derechos a la corona de Espana del infante Carlos Maria Isidro y protestaba contra los que sostuviesen lo contrario 13 En cuanto al apoyo popular segun Antonio Pirala donde mayor era la fermentacion de los animos en favor de Don Carlos era en gran parte de Castilla la Vieja Tortosa y en la montana de Cataluna 14 Contendientes Editar Estandarte Real o de la Generalisima principal bandera carlista de la primera guerra bordada por Maria Francisca de Braganza 15 El campo y las pequenas ciudades del Pais Vasco y Navarra apoyaron mayoritariamente al pretendiente Carlos debido a su tradicionalismo foral gracias al apoyo que le dio el bajo clero local Muchos autores han especulado con la posibilidad de que la causa carlista en el Pais Vasco y Navarra fuese fundamentalmente foralista No existe consenso en este analisis puesto que otros autores rebaten esta interpretacion haciendo la principal razon del apoyo vasconavarro al influjo del clero en la sociedad Sobre esta cuestion expreso Mateo Benigno de Moraza en su discurso ante el Congreso de Diputados el 13 de julio de 1876 Para el pais vascongado no podia buscarse un resorte que hiriese mas viva mas delicada y mas sensiblemente las fibras de su corazon tan religioso y catolico y no puede negarse que en la guerra ha tenido la cuestion religiosa la unica influencia en mi pais ninguna otra en la casi universalidad de mis paisanos ha podido inclinarles a la guerra pero los Fueros no han sido la causa La jerarquia eclesiastica se mantuvo ambigua aunque una parte importante del clero como por ejemplo el famoso Cura Merino se unio a los carlistas En el otro bando los liberales y moderados se unieron para apoyar a Maria Cristina y a su hija Isabel Controlaban las principales instituciones del Estado la mayoria del ejercito y todas las ciudades importantes Los liberales recibieron apoyo del Reino Unido Portugal y Francia en forma de creditos para el tesoro y de fuerzas militares Los britanicos enviaron la Legion Auxiliar Britanica cuerpo de voluntarios al mando del general George Lacy Evans en tanto que la Royal Navy realizaba funciones de bloqueo Los portugueses enviaron una division auxiliar bajo el mando del Baron das Antas y los franceses la Division Auxiliar Francesa ademas de colaborar en el control de la frontera y de las costas espanolas Fases de la guerra EditarTeniendo en cuenta las acciones llevadas a cabo por uno y otro bando podemos destacar tres grandes fases en la contienda Ofensiva carlista Editar Lancero del escuadron de Alava hacia 1836 Grabado de Charles Vanceller La primera fase tiene lugar en el comienzo de la guerra Son los carlistas quienes guiados por lideres mas eficientes organizan a las tropas en los principales territorios que dominan el norte Cataluna y el Maestrazgo Cabe destacar la actuacion de lideres como Zumalacarregui en el norte Fue importante tambien la labor de Juan Antonio Guergue en Cataluna que unifico las partidas catalanas La fase comienza en 1833 y termina en 1835 con la muerte de Zumalacarregui El carlismo puso en jaque al gobierno cristino y logro extenderse por todo el norte de la peninsula Repliegue carlista Editar La fase comienza en 1835 y termina en 1837 Los cristinos partidarios de Isabel logran una mayor coordinacion y consolidan su posicion dentro del territorio carlista Famosa por las numerosas expediciones carlistas siendo las mas importantes la de Miguel Gomez Damas en 1836 que recorrio toda Espana y la Expedicion Real encabezada por Carlos Maria Isidro en persona que amenazo en 1837 la capital El fracaso de dicha expedicion supuso el desastre de la ultima gran tentativa carlista La accion mas importante fue el sitio de Bilbao de 1836 que acabo con una nueva derrota carlista gracias a las fuerzas de apoyo encabezadas por el capitan Salvador Quero Destaca la aparicion en favor de don Carlos de Ramon Cabrera en el Maestrazgo que causo serios problemas a los cristinos hasta el final de la guerra Agotamiento del carlismo Editar Tras la batalla de Luchana los carlistas pierden la oportunidad de tomar Bilbao y una de las ultimas ocasiones de poder ganar la guerra Supone tambien su derrota en Bilbao la creacion de una faccion carlista que apoya el fin de la guerra viendo improbable ya la victoria Se limitan los absolutistas desde entonces a defender el territorio que aun controlan hasta que la falta de efectivos y las convulsiones dentro de la corte del infante obligan en 1839 a firmar la paz a pesar de que un sector carlista y el propio don Carlos no aceptasen el convenio de Vergara teniendo que ir al exilio a la espera de una nueva oportunidad Cabrera seguira al frente del Maestrazgo un ano mas ya con la causa del pretendiente carlista muy debilitada Destaca Espartero como cabeza indiscutible de las fuerzas cristinas La guerra Editar El frente en su momento algido La guerra en el frente del norte Editar Finales Editar Tras la muerte de Fernando VII el pretendiente Carlos nombro a Joaquin Abarca como ministro universal e hizo un llamamiento al ejercito y a las autoridades para que se sumaran a su causa pero con escasa repercusion En el ambito internacional tan solo el rey Miguel I de Portugal lo reconocio lo que llevo a la ruptura diplomatica entre Espana y Portugal En los primeros dias de octubre se sucedieron las insurrecciones en varios puntos de Espana protagonizadas por agrupaciones locales de Voluntarios Realistas en general con poco exito excepto en el Pais Vasco Navarra y Logrono pero sin llegar a controlar mas que por poco tiempo las ciudades de dichos territorios Las sublevaciones no tuvieron el apoyo del ejercito Asi el general Ladron de Cegama sin mando en Valladolid residencia de la Capitania General de Castilla la Vieja y el coronel Tomas de Zumalacarregui retirado pero viviendo en la plaza fuerte de Pamplona huyeron de sus lugares de residencia para pronunciarse sin arrastrar consigo fuerza alguna de las guarniciones de las plazas en las que se encontraban La guerra se considera como comenzada cuando el general Ladron de Cegama proclamo rey al infante don Carlos con el nombre de Carlos V el 6 de octubre de 1833 en Tricio La Rioja apoderandose con los voluntarios sublevados de Logrono y pasando a Navarra a unirse con los sublevados de esta provincia La union de estos voluntarios en Navarra fue el embrion de las tropas de las que se hizo cargo Tomas de Zumalacarregui y que hicieron posible que la guerra durase siete anos Quesada Zumalacarregui Editar El general carlista Tomas de Zumalacarregui Las fuerzas carlistas del norte quedaron centradas en la figura de Tomas de Zumalacarregui que organizo en poco tiempo un ejercito carlista en Navarra al que tambien se unieron los carlistas vascos debilitados tras la expedicion de Pedro Sarsfield Zumalacarregui equipo a sus hombres con armas tomadas a los ejercitos cristinos en el campo de batalla o en ataques contra fabricas o convoyes y consciente de su inferioridad numerica y armamentistica reprodujo la tactica guerrillera que conocia desde la Guerra de Independencia amparandose en lo accidentado del relieve y en el apoyo de gran parte de la poblacion civil El 7 de diciembre de 1833 las diputaciones de Vizcaya y de Alava le nombraron jefe de las tropas de estas provincias Muy popular entre sus soldados le llamaban Tio Tomas no dudo en mostrarse cruel en la represion de los liberales ni en emplear el terror para mantener controlado el territorio Rodil Zumalacarregui Editar Durante el ano 1834 se sucedieron las victorias carlistas en importantes acciones como el asalto a un convoy de armas entre Logrono y Cenicero las acciones de Alegria de Alava y Venta de Echavarri Pero para los carlistas el ano acabo con una derrota en la batalla de Mendaza y la prudente retirada en la batalla de Arquijas Espoz y Mina Zumalacarregui Editar Pero en marzo y abril de 1835 con la Accion de Larremiar contra Francisco Espoz y Mina Zumalacarregui volvio a participar con exito Valdes Zumalacarregui Editar Con la Accion de Artaza contra Geronimo Valdes Zumalacarregui deshizo la tropa cristina que se vio obligada a desmantelar todas las estrategicas guarniciones Maeztu Alsasua Elizondo Santesteban Urdax entre otras quedando como unicas guarniciones las de las capitales de las provincias vascongadas Pamplona y algunos puertos de la costa El grueso del ejercito cristino se retiro a la orilla sur del Ebro Animado por sus exitos militares y por la necesidad de obtener financiacion y reconocimiento internacional el pretendiente le ordeno tomar Bilbao a pesar de la opinion contraria de Zumalacarregui que hubiera preferido atacar Vitoria y desde alli abrirse camino hacia Madrid La operacion comenzo con exito al abrirse paso hacia Bilbao al vencer al general Espartero en el Puerto de Descarga comenzando a sitiar la capital vizcaina el 10 de junio de 1835 pero herido Zumalacarregui cuando observaba las operaciones fallecio el 24 de junio de 1835 Fernandez de Cordova Eguia Editar En octubre de 1835 Nazario Eguia asumio el puesto de general en jefe de las tropas carlistas en el Pais Vasco y Navarra Durante su mandato el ejercito carlista aumento sus efectivos hasta llegar a los 36 000 hombres Fernandez de Cordova Villarreal Editar Bruno Villarreal sucesor de Nazario Eguia se caracterizo por fomentar las expediciones fuera del territorio carlista Espartero Villarreal Editar En octubre de 1836 tuvo lugar el segundo sitio de Bilbao que fracaso a los cinco dias y en noviembre un tercer intento que duro mes y medio y que fracaso ante la defensa de Baldomero Espartero Espartero Principe Sebastian Editar El fracaso ante Bilbao de los carlistas provoco el nombramiento de Sebastian Gabriel de Borbon y Braganza como general en jefe de los carlistas el cual en marzo de 1837 vencio a las tropas liberales en la batalla de Oriamendi Mientras tanto los sectores mas radicales del carlismo se habian hecho con el control politico acrecentado tras la Expedicion Real Espartero Guergue Editar Juan Antonio Guergue se hizo con el mando del ejercito hasta junio de 1838 Espartero Maroto Editar Tras la batalla de Penacerrada Guergue fue sustituido por Rafael Maroto quien reorganizo el ejercito y mando fusilar en febrero de 1839 a Guergue y a otros militares acusados de conspirar en su contra al tiempo que intentaba conseguir del pretendiente la destitucion de sus adversarios por lo que fue destituido a su vez por Don Carlos aunque pocos dias despues fue restituido en su puesto por el pretendiente que accedio a sus demandas Maroto negocio con el gobierno de Isabel II sin el apoyo del pretendiente y con la oposicion de parte de sus tropas y el 29 de agosto de 1839 Espartero y oficiales carlistas representantes de Maroto firman el Convenio de Onate que puso fin a la guerra en el norte de Espana confirmado con el conocido como Abrazo de Vergara entre Maroto y Espartero el 31 de agosto El 14 de septiembre de 1839 el pretendiente carlista y sus tropas que le permanecian fieles cruzaron la frontera francesa y la guerra termino en el frente norte Frente de Castilla Editar En Castilla la Vieja fue en Burgos y Soria donde mas exito tuvo la insurreccion movilizando un total de 10 000 hombres al mando de Jeronimo Merino e Ignacio Alonso Cuevillas En Cataluna en abril de 1834 entro una partida procedente del Maestrazgo al mando de Manuel Carnicer pero fracaso A pesar de eso se mantuvieron movilizadas numerosas partidas guerrilleras El carlismo en Aragon Frente Aragon y Valencia Editar El 13 de noviembre de 1833 los carlistas obtienen una importante victoria Morella se subleva y enarbola el estandarte de Carlos V Carlos Victoria comandante de la plaza de Morella hace salir a las tropas de la ciudad con una treta pues desconfia de la guarnicion Cierra las puertas de la ciudad y junto con Rafael Ram de Viu y Pueyo baron de Herbes al que le cede el mando por ser persona de mas prestigio en la zona y Manuel Carnicer se suman al bando carlista Pese a este acto las tropas gubernamentales se ponen en movimiento y mandan hacia Morella una importante columna dirigida por el brigadier Rafael Hore Diaz Los carlistas ante esa amenaza huyen de Morella a principios de diciembre Despues el baron de Herbes y otros lideres carlistas son apresados en Calanda y fusilados el 27 de diciembre Pese a esto la llama de la rebelion se habia encendido en las tierras del Maestrazgo y el Ebro puesto que otros lideres como Manuel Carnicer Quilez y Cabrera continuaron luchando Fusilamientos de Burjasot por parte de los carlistas a las ordenes de Cabrera tras la llamada Accion del Pla del Pou 2 de abril de 1837 16 17 Estos hechos respecto de los cuales la propaganda liberal llego a hablar de una orgia carlista sobre los cadaveres 18 podrian haber sucedido no tanto en Burjasot sino en Paterna 19 Las partidas del Maestrazgo y Aragon eligieron a Manuel Carnicer como su jefe en febrero de 1834 Tras ser delatado fue fusilado en Miranda de Ebro en abril de 1835 tomo el mando su segundo Ramon Cabrera quien dio animos a las fuerzas carlistas pero sin que dichas fuerzas fueran lo suficientemente numerosas como para obtener una victoria decisiva sobre las fuerzas liberales de forma que en 1836 Evaristo de San Miguel conquistaba para los isabelinos Cantavieja En 1837 Cabrera consigue reconquistar el territorio perdido y en enero de 1838 conquista Morella a la que convierte en capital de su administracion extendiendo su territorio por Aragon norte de Valencia y sur de Cataluna Sin embargo el fin de la guerra en el norte hizo que Espartero llegara a Zaragoza al frente de 44 000 hombres en octubre de 1839 y estableciera su cuartel general en Mas de las Matas Cabrera consigue mantener la resistencia hasta el 30 de mayo de 1840 cuando Espartero conquisto Morella y Cabrera se dirigio a Berga Frente de Cataluna Editar En Cataluna las numerosas partidas actuaban sin coordinacion El mando del Pretendiente envio un contingente de fuerzas del territorio carlista vasco navarro seleccionado entre los mas experimentados batallones de los que disponia en agosto de 1835 bajo el mando de Juan Antonio Guergue formado por 2 700 hombres con la mision de organizar el frente en Cataluna Llegado a su destino Guergue consiguio agrupar una numerosa fuerza intentanto tomar Olot pero fracasando en el intento Seguidamente Guergue organizo las tropas carlistas catalanas en un documento oficial que se enviaria al rey y a los cabecillas respectivos En el mismo documento el pone de manifiesto que las tropas con las que cuenta son unas 19 000 descontando las traidas por el Sin embargo estos datos son poco fiables debido a que dan un numero alto de guerrillas no identificadas Pese a esto el numero debia ser muy alto Tras la marcha de Guergue de Cataluna asumieron el mando Ignacio Brujo y Rafael Maroto Este estuvo poco tiempo unos meses creo confusion y tuvo muchas derrotas asi que en diciembre de 1836 fue sustituido por Blas Maria Royo de Leon que habia sido jefe del estado mayor de la expedicion Guergue Royo logro victorias importantes como el desastre de Oliver y la conquista de Solsona En 1837 se hizo con el mando uno de los miembros de la Expedicion Real Juan Antonio de Urbiztondo quien conquisto Berga en julio y la convirtio en la capital del carlismo catalan Daguerrotipo de Ramon Cabrera Los problemas entre la Junta de gobierno de Berga y Urbiztondo llevaron al nombramiento de Jose Segarra y posteriormente en julio de 1838 al del Conde de Espana que se esforzo en modernizar sus tropas al tiempo que se aproximaba a los sectores mas radicales del carlismo lo que provoco el descontento de la oficialidad carlista que solicitaron su destitucion al pretendiente lo que consiguieron en octubre La llegada de combatientes carlistas procedentes del frente norte tras la firma del Convenio de Onate consiguio prolongar la guerra en Cataluna unos meses mas hasta que las ultimas tropas carlistas dirigidas por Cabrera cruzaron la frontera francesa el 6 de julio de 1840 Castilla la Vieja y Castilla la Nueva Editar En ambas Castillas los movimientos carlistas tambien existieron Fueron mas importantes en Castilla la Vieja En las zonas cercanas a las provincias Vascongadas y Navarra los carlistas bajo la presion de las tropas isabelinas acabaron amparandose en los carlistas vasco navarros formando los batallones castellanos Sus jefes mas importantes fueron Balmaseda Basilio Garcia Jeronimo Merino y Cuevillas Organizaron correrias por el territorio controlado por el bando isabelino llegando en ocasiones hasta La Mancha Los husares de Ontoria una unidad selecta formada por expertos jinetes castellanos y dirigida por Balmaseda fue la unidad mas importante de caballeria castellana que termino combatiendo con Cabrera No pudiendo cruzar el Ebro en la fase final al caer el Maestrazgo en manos de Espartero intentaron huir a Francia dando el rodeo por Cuenca Soria Burgos La Rioja y Navarra desolando con sus tropelias y robos las poblaciones que atravesaban Gran parte de ellos fueron finalmente interceptados en Navarra cuando Cabrera hacia ya tiempo que se encontraba en Francia y por lo tanto la guerra habia finalizado Por ello fueron considerados como bandoleros y ejecutados En Castilla la Nueva los movimientos carlistas se centraron en Ciudad Real y en las zonas proximas a Cabrera Cuenca y tambien Albacete La partida mas importante de la region fue la de los hermanos Palillos Esta partida estaba formada por jinetes en su mayor parte y llego a ser numerosa comparada con las demas partidas manchegas que nunca fueron muy superiores a un par de centenares de hombres Frente de la provincia de Ciudad Real Editar En la provincia se formaron mas de un centenar de partidas algunas con apenas una decena de hombres y otras superando varios centenares Tres son las causas de esta proliferacion a Dada la orografia montanosa y el transito a traves de la provincia de las comunicaciones Madrid Andalucia desde tiempo muy atras el bandolerismo estaba muy desarrollado b Estas circunstancias fueron base para que durante la guerra de la Independencia se creasen numerosas partidas guerrilleras con gran actividad c La provincia muy depauperada con la tierra practicamente en poder de unas pocas personas no solo producia pobreza en las gentes que trabajaban el campo sino tambien en las localidades donde los zapateros sastres y demas oficios tenian unos ingresos muy bajos ya que sus clientes los trabajadores del campo carecian de dinero Las experiencias del bandolerismo las de las guerrillas independentistas la pobreza de los habitantes y las quintas que se llevaban a tantos hombres jovenes que estaban aportando economia familiar hizo que los jefes carlistas encontrasen con facilidad personas tanto en el campo como en las ciudades para engrosar sus filas Ocurria tambien con frecuencia que pequenas partidas admitian el indulto se reincorporaban a sus quehaceres volviendo pero de nuevo poco tiempo despues a formar parte de una partida El gobierno solo en ocasiones pudo destinar tropas regulares suficientes para combatir a las partidas siendo fuerzas irregulares formadas por voluntarios locales encuadrados genericamente en el concepto de Milicianos Nacionales los que sostuvieron el peso principal de lucha contra las partidas aunque con escaso exito ya que incluso meses despues de concluida la guerra estuvieron activas varias de ellas durante un tiempo Algunas volvieron a convertirse en bandoleras quedando su persecucion en manos de la recien creada Guardia Civil El movimiento carlista nunca tuvo unidad de mando y de administracion ni conservo territorio en el que hubiese podido instalar sus cuarteles almacenes cuadras de caballos depositos de heridos y prisioneros manteniendose continuamente en movimiento por la provincia asaltando pueblos y refugiandose en las montanas En ocasiones se unian varias pequenas partidas para realizar un ataque a una localidad importante o a un convoy que circulaba por la carretera Madrid Andalucia Al llegar a la provincia las expediciones de Gomez y Basilio Garcia formaron parte de ellas mientras se mantuvieron en la provincia algunas marcharon con ellas a provincias vecinas incluso unos pocos hombres las acompanaron a su vuelta al territorio vasco navarro 20 Expediciones carlistas EditarDesde el territorio vasco navarro dominado por los carlistas se realizaron expediciones con los objetivos principales a Fomentar la guerra en territorios en los que el carlismo tenia poca incluso nula actividad b Deshacerse durante algun tiempo de contingentes a los que era problematico dar mantenimiento y paga c Obligar a que tropas isabelinas que cercaban su territorio tuviesen que marchar tras las expediciones aliviandose la presion sobre el frente vasco navarro Las expediciones mas importantes fueron Primera expedicion de Basilio Garcia 1834 Segunda expedicion de Basilio Garcia 1835 Expedicion de Guergue 1835 Tercera Expedicion de Basilio Garcia 1836 Expedicion de Gomez 1836 Expedicion Real 1837 Expedicion de Zaratiegui 1837 Cuarta expedicion de Basilio Garcia 1837 1838 Expedicion de Negri 1839 Expedicion de Gomez 1836 Ataque y toma de Almaden por los carlistas octubre de 1836 En junio de 1836 Miguel Gomez Damas al frente de 3500 hombres parte desde Amurrio hacia Asturias y Galicia para alentar los focos carlistas que supone alli establecidos pero a pesar de que consigue entrar sin lucha en Oviedo y Santiago de Compostela no logra controlar estos territorios ya que no encuentra interes suficiente por la causa carlista en la poblacion y es sometido a persecucion por tropas isabelinas que llegan desde Navarra y Castilla la Vieja Por propia iniciativa en contra de las ordenes recibidas se dirige en agosto hacia Andalucia y durante la marcha entra en Leon Palencia y Albacete En Andalucia toma Cordoba y Almaden de la Plata hecho este ultimo que causa una inesperada baja en la Bolsa londinense Llega a San Roque ya que tiene intencion de adquirir calzado en Gibraltar pero desde el Penon le impiden con canonazos acercarse aunque son muchos los ingleses incluso con sus mujeres los que salen del recinto britanico para ver de cerca a los carlistas ya que su correria por la geografia hispanica es tema muy aireado por la prensa europea Batido una y otra vez aunque sin ser excesivamente danado por las columnas isabelinas que le persiguen en diciembre de 1836 consigue regresar a Vizcaya Expedicion Real 1837 La Expedicion Real motivada por las supuestas negociaciones que se estaban realizando entre Carlos y Maria Cristina salio de Navarra en mayo de 1837 con 12 000 hombres al frente del pretendiente Carlos hacia Aragon Cataluna Valencia Teruel y finalmente Madrid de donde se retiraron de manera inesperada llegando al territorio carlista del norte en octubre de 1837 Tras la expedicion Carlos margino a los elementos mas moderados del carlismo Batallas y acciones EditarAccion de Vargas 3 de noviembre de 1833 Vencen los liberales de Iriarte a Ibarrola y Villalobos Accion de Maials 10 de abril de 1834 Vencen los liberales de Carratala y Breton a Carnicer Accion de las Penas de San Fausto 19 de agosto de 1834 Vencen los carlistas de Zumalacarregui a Carandolet Accion de Alegria de Alava 27 de octubre de 1834 Vencen los carlistas de Zumalacarregui sobre O Doyle Accion de la Venta de Echavarri 28 de octubre de 1834 Vencen los carlistas de Zumalacarregui sobre Osma Mendaza 12 de diciembre de 1834 Vencen liberales de Cordova sobre Zumalacarregui Primera Batalla de Arquijas 15 de diciembre de 1834 Indecisa Accion de Artaza 20 al 22 de abril de 1835 Vencen los carlistas de Zumalacarregui sobre Jeronimo Valdes Mendigorria 16 de julio de 1835 Vencen liberales de Cordova sobre Gonzalez Moreno Arlaban 16 a 17 de enero de 1836 Indecisa Villarrobledo 20 de septiembre de 1836 Vencen los liberales Majaceite 23 de noviembre de 1836 Vencen liberales de Narvaez sobre Gomez Damas Luchana 24 de diciembre de 1836 Vencen liberales de Espartero Accion de Las Cabrillas 18 de febrero de 1837 Campos de Bunol Crehuet Cabrera Oriamendi 10 al 16 de marzo de 1837 Vencen carlistas del infante Sebastian sobre Lacy Evans Huesca 24 de mayo de 1837 Vencen carlistas del infante Sebastian sobre Iribarren Barbastro 2 de junio de 1837 Vencen carlistas del infante Sebastian sobre Oraa Chiva 15 de julio de 1837 Vencen liberales de Oraa sobre el infante Sebastian Villar de los Navarros 24 de agosto de 1837 Vencen carlistas del infante Sebastian sobre Buerens Penacerrada 20 a 22 de junio de 1838 Vencen liberales de Espartero sobre Guergue Conquista de Morella 26 de enero de 1838 Vencen carlistas de Cabrera sobre el gobernador Bruno Portillo Morella 24 de julio a 24 de agosto de 1838 Vencen carlistas de Cabrera sobre Oraa Maella 1 de octubre de 1838 Vencen carlistas de Cabrera sobre Pardinas Cheste 2 de diciembre de 1838 Vencen liberales de Pezuela sobre Forcadell Ramales y Guardamino 27 de abril al 13 de mayo de 1839 Vencen liberales de Espartero sobre Maroto Toma de Morella Vencen los liberales de Espartero Ultima batalla de la guerra Extranjeros EditarFueron numerosos los extranjeros que se alistaron en el bando carlista siendo a destacar los que publicaron sus vivencias de la guerra el ingles Charles Frederick Henningsen los franceses Alfonso Barres de Molard Alexis Sabatier y Louis Xavier Auguet de Saint Sylvain y los alemanes Augusto von Goeben Adolfo Loning Felix Lichnowsky y Guillermo von Rahden Entre los extranjeros que combatieron en el bando liberal cabe citar a Frederick Hardman ingles que se alisto en la Legion Auxiliar Britanica y que publico un libro que recogio sus vivencias e impresiones de la guerra John Francis Bacon consul britanico en Bilbao durante los anos 1830 a 1837 escribio dos libros en los que relata sus experiencias durante la primera guerra carlista entre ellas los sitios de Bilbao Desde el punto de vista diplomatico un ingles participo activamente para humanizar la guerra Lord Elliot y otro para terminarla Lord John Hay Ejercito liberal EditarRegimientos de infanteria de linea Regimientos de infanteria ligera Regimientos de infanteria de milicias provinciales Guardia real de infanteria Cuatro regimientos de dos batallones Regimiento de granaderos provinciales de la guardia real Regimiento de cazadores de la guardia real provincial Regimiento de ingenieros de la guardia real Artilleria montada de la guardia real Artilleria de linea de la guardia real Regimiento de granaderos a caballo de la guardia real Regimiento de lanceros de la guardia real Regimiento de cazadores de la guardia real Regimiento de coraceros de la guardia real Husares de la Princesa Caballeria de linea Caballeria ligera Flanqueadores de Isabel II Cuerpo franco navarro de caballeria Peseteros Voluntarios de Burgos 1200 plazas Ejercito carlista EditarTropa carlista del Norte Guardia de honor de infanteria Guardia de honor de caballeria Escolta del Estandarte Escuadron de Jefes y Oficiales Batallon de voluntarios distinguidos de Madrid Infanteria navarra Doce batallones de 800 plazas Guias de Navarra Un batallon de 800 plazas Lanceros de Navarra Cuatro escuadrones Infanteria guipuzcoana Ocho batallones de 1000 plazas Escuadron de Guipuzcoa 100 caballos Infanteria alavesa Siete batallones de 800 plazas Batallon de Guias de Alava Un batallon de 800 plazas Escuadron de Alava 120 caballos Infanteria vizcaina Nueve batallones de 900 plazas Escuadron de Vizcaya 90 caballos mandados por un comandante Infanteria castellana Cuatro batallones de 800 plazas Caballeria castellana Tres regimientos de lanceros Batallon de granaderos del ejercito 800 plazas Artilleria de batalla y montana Artilleria de batir Zapadores Cuatro companias una en cada provincia Husares de Arlaban 100 caballos Tres batallones cantabros de 900 plazas Aduaneros Ejercito Real de Aragon Valencia y Murcia 1 ª Brigada de Tortosa 1 º 2 º y 3 er batallon de Tortosa de 800 plazas 2 ª Brigada de Tortosa 1 º 2 º y 3 er batallon de Mora de Ebro de 750 plazas 1 ª Brigada de Aragon Guias de Aragon 5 º y Tiradores de Aragon de 700 plazas 2 ª Brigada de Aragon 4 º 6 º 7 º y 8 º de Aragon de 850 plazas 3 ª Brigada de Aragon 1 º 2 º y 3 er batallon de Aragon de 700 plazas 1 ª Brigada de Valencia 1 º 2 º y 3 er batallon de Valencia de 800 plazas 2 ª Brigada de Valencia 4 º 5 º 6 º y 7 º batallon de Valencia de 850 plazas 1 ª Brigada de Murcia 1 º y 2 º del Cid de 800 plazas 2 ª Brigada de Murcia 3 º del Cid y Guias del Conde de Morella de 800 plazas 1 er Regimiento de lanceros de Aragon de 250 plazas 2 º Regimiento de lanceros de Tortosa de 490 plazas 3 er Regimiento de lanceros de Aragon de 350 plazas 1 er Regimiento de lanceros de Valencia de 360 plazas 1 er Regimiento de lanceros del Cid de 280 plazas 1 er Batallon de artilleria de 500 plazas Companias del tren de 150 plazas Compania de Zapadores de 390 plazas Companias de Minones de Cabrera 100 plazas Ordenanzas de Cabrera 100 plazas Guias de Cabrera 100 plazas Ejercito Real de CatalunaDivision de Gerona 1 ª Brigada 2 ª Brigada Batallon de guias 400 plazas Escuadron de lanceros 50 plazasDivision de Lerida 1 ª Brigada 2 ª BrigadaDivision de Manresa o del Centro 1 ª Brigada 2 ª Brigada Partidas sueltas caballeria e infanteria Division del Campo de Tarragona 8 Batallones de 500 plazasPartidas varias Sin datos organizativos total de 3838 hombres entre infantes y jinetesCanciones EditarViva la paz viva la union viva la paz y don Carlos de Borbon Carlista Duro tiene el corazon don Carlos viejo cruel y solo seis anos cuenta nina inocente Isabel Cristina Vease tambien EditarPase Foral Convenio lord Elliot Peseteros Tropa liberal Tropa carlista Historia del constitucionalismo espanol Fusilamientos de Heredia Escuadron de Vizcaya Lanceros de Navarra Guardia de honor de infanteria Aduaneros Guias de Navarra CincomarzadaReferencias Editar Bullon de Mendoza 1992 p 302 Bullon de Mendoza 1992 p 586 a b Bullon de Mendoza 1992 p 588 a b Clodfelter Micheal 2002 Warfare and armed conflicts a statistical reference to casualty and other figures 1500 2000 Jefferson McFarland pp 197 ISBN 978 0 78641 204 4 Payne Stanley G amp Javier Tusell 1996 La Guerra Civil una nueva vision del conflicto que dividio Espana Temas de Hoy pp 19 ISBN 9788478806522 De una poblacion de unos trece millones el Gobierno liberal llego a movilizar hasta medio millon de hombres mientras los carlistas que no contaban con los recursos financieros del Estado ni con una base geografica amplia reclinaron probablemente a una tercera parte de esa cantidad Mas Hernandez Rafael 2003 La presencia militar en las ciudades origenes y desarrollo del espacio urbano militar en Espana Los Libros de la Catarata pp 28 ISBN 9788483191620 Buchanan Tom 1997 Britain and the Spanish Civil War Cambridge Cambridge University Press pp 11 ISBN 978 0 52145 569 5 a b De re Militari Muertos en Guerras Dictaduras y Genocidios Capitulo VI a b Payne 1996 19 El ejercito regular perdio 66 000 soldados cifra a la que se deben anadir perdidas menores entre los milicianos ademas de unas 2 800 bajas entre los voluntarios britanicos de modo que las fuerzas liberales tuvieron al menos 80 000 victimas y los carlistas probablemente otro tanto Enciclopedia universal ilustrada europeo americana Tomo 45 Espasa Calpe 1921 p 1490 Bullon de Mendoza 1991 p 116 Bullon de Mendoza 1991 p 129 Zaratiegui Juan Antonio 1845 Vida y hechos de don Tomas de Zumalacarregui Madrid Imprenta de D Jose de Rebolledo y Compania p 13 Bullon de Mendoza 1991 p 16 Estandarte real o de la Generalisima El Estandarte Real 16 Abril de 1889 Cabello Santa Cruz y Temprado 2006 pp 114 115 Calbo y Rochina de Castro 1845 p 281 Rodriguez Vices 1989 p 26 Caridad Salvador p 72 Manuela Asensio Rubio El Carlismo en la provincia de Ciudad Real Ciudad Real 1987 ISBN 84 505 5082 3 Bibliografia EditarBuenaventura de Cordoba Vida militar y politica de Cabrera Madrid 1845 Bullon de Mendoza Alfonso 1991 La Primera Guerra Carlista Universidad Complutense de Madrid enlace roto disponible en Internet Archive vease el historial la primera version y la ultima Bullon de Mendoza Alfonso 1992 La primera guerra carlista Actas ISBN 84 87863 08 6 Bullon de Mendoza Alfonso 1986 La Expedicion Real Auge y ocaso de Don Carlos Arca de la Alianza Cultural ISBN 84 86593 00 X Jordi Canal El carlismo Madrid 2000 Carlos Canales La Primera Guerra Carlista 1833 1840 uniformes armas y banderas Ristre Madrid 2006 John Coverdale The Basque Phase of Spain s First Carlist War Princeton 1984 Jose Extramiana Historia de las guerras carlistas San Sebastian 1978 1979 Melchor Ferrer Historia del tradicionalismo espanol Sevilla 30 vol 1941 1979 Jose Maria Jover dir Historia de Espana XXXIV La era isabelina y el Sexenio Democratico 1834 1874 Madrid 1988 Josep Maria Mundet La Primera guerra carlina a Catalunya Historia militar i politica Barcelona 1990 Joan Josep Rovira Climent Rutas Carlistas Editorial Episteme Barcelona 2008 Antonio Pirala Historia de la guerra civil y de los partidos liberal y carlista Madrid 1984 Album de las tropas carlistas del norte Madrid sin ano 184 Cabello Francisco Santa Cruz Francisco Temprado Ramon Maria 2006 1845 Pedro Rujula ed Historia de la guerra ultima en Aragon y Valencia Zaragoza Institucion Fernando el Catolico ISBN 84 7820 828 3 Calbo y Rochina de Castro Damaso 1845 Historia de Cabrera y de la guerra civil en Aragon Valencia y Murcia Madrid Imprenta de Benito Hortelano y Compania Caridad Salvador Antonio 2014 Cabrera y compania los jefes del carlismo en el frente del Maestrazgo 1833 1840 Zaragoza Institucion Fernando el Catolico ISBN 978 84 9911 294 7 Rodriguez Vives Conxa 1989 Ramon Cabrera a l exili en catalan L Abadia de Montserrat ISBN 84 7826 029 3 Enlaces externos EditarDavid Odalric de Caixal i Mata Rutas con Historia ed Primera Guerra Carlista 1833 1840 Wikimedia Commons alberga una galeria multimedia sobre Primera guerra carlista Datos Q2341073 Multimedia First Carlist War Obtenido de https es wikipedia org w index php title Primera guerra carlista amp oldid 140116683, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

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