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Rafael Maroto

Rafael Maroto Yserns (Lorca, España, 15 de octubre de 1783-Valparaíso, Chile, 25 de agosto de 1853) fue un general y noble español que participó en diversos conflictos militares en España y en Chile.

Rafael Maroto

Rafael Maroto con su nieta Margarita Borgoño, cuadro de Raymond Monvoisin.
Información personal
Nombre de nacimiento Rafael Maroto Yserns
Nacimiento 15 de octubre de 1783
Lorca, Murcia, Reino de España
Fallecimiento 25 de agosto de 1853 (69 años)
Valparaíso, República de Chile
Nacionalidad Española
Familia
Padres Rafael Maroto
Margarita Isern
Cónyuge Antonia Cortés García
Hijos Manuel María Rafael
María del Carmen Agustina
Margarita Antonia
Justa María Mercedes Rufina
Rafael Abdón Ignacio
Víctor
Cándida
Faustino
Información profesional
Ocupación Político y militar
Rango militar General
Conflictos Guerra de la Independencia Española y Primera guerra carlista
Título Conde de Casa Maroto
Distinciones

Hijo de Rafael Maroto, natural de Zamora, (militar e hijo de militar, con el grado de capitán y al que retirado ya del servicio le otorgaron importantes destinos en la vida civil, uno de los cuales fue el de administrativo de Visitador de Rentas en Lorca), y de Margarita Isern, natural de Barcelona. Fue bautizado en la iglesia parroquial de San Cristóbal, donde se conservó la partida de bautismo, documento que sirvió a sus biógrafos para aclarar detalles de su familia. Maroto vivió durante su niñez en la calle Mayor del Barrio de San Cristóbal, frente a la plaza de la Estrella.

Se casó en Chile en 1816 con Antonia Cortés García, chilena, con la que tuvo siete hijos. Antonia y dos de sus hijas fallecieron en 1830, en un naufragio cuando viajaban rumbo a Chile.

A los 18 años intervino en los conflictos y campañas de Godoy conocidos como Guerra de las Naranjas. Intervino en la Guerra de la Independencia Española, durante la que fue herido y hecho prisionero en Zaragoza. Recibió un destino en Perú y más tarde luchó en la guerra contra los independentistas chilenos siendo derrotado por el Ejército de los Andes liderado por el capitán general argentino José de San Martín en la Batalla de Chacabuco en el año 1817. En España participó también en la Primera Guerra Carlista y fue uno de los firmantes junto con el general liberal Espartero del Convenio de Vergara (también llamado Abrazo de Vergara), que puso fin a la guerra civil entre carlistas e isabelinos, con victoria de estos últimos.

Maroto militar

A los once años partió hacia Cartagena en la provincia de Murcia donde ingresó como cadete subalterno menor de edad en el Regimiento de Infantería Asturias, en 1794, ascendiendo a segundo subteniente el 15 de junio de 1798.

Campaña de Portugal

A los 18 años fue enviado a la defensa del Departamento de Ferrol en la provincia de La Coruña y desde allí asistió a las campañas que sostuvo Godoy contra los portugueses que mantuvieron su apoyo a los ingleses en contra de Napoleón. Los ingleses habían desembarcado a la altura de Grana (A Graña) y las campañas se desarrollaron del 25 al 26 de agosto de 1800. Por los méritos demostrados en estas operaciones le concedieron un escudo de honor. Después siguió durante dos años agregado a la marina en el Departamento de Ferrol y más tarde regresó a su cuerpo del regimiento Asturias. El 15 de octubre de 1806 obtuvo el grado militar de teniente.

Guerra de la Independencia española

Rafael Maroto participó también como militar en esta guerra contra el ejército de Napoleón. Los franceses atacaron la plaza de Valencia el 28 de junio de 1808. Maroto defendió la ciudad con las baterías que tenía a su cargo, de santa Catalina y de Torres de Cuarte (este era el nombre que se le daba en la época). Obligó a retirarse al enemigo en una hazaña bélica, por lo que fue reconocido como benemérito a la patria y se le concedió un escudo de honor.

El 23 de noviembre intervino en la batalla de Tudela, el 24 de diciembre, en los ataques de Monte Torrero y Casa Blanca en Zaragoza (o Casablanca) y poco después hizo una salida a la bayoneta para desalojar al enemigo que había tomado estos arrabales.

Con el grado de capitán (ascendió el 8 de septiembre de ese mismo año), Maroto participó también en el sitio de Zaragoza en 1809. Tuvo el mando en el reducto del Pilar, en las baterías de San José, Puerta Quemada y Tenerías. Realizó salidas desde dichas baterías, recibiendo en una ocasión una bala de fusil. Cuando la ciudad de Zaragoza capituló, Maroto fue hecho prisionero de guerra por los franceses, pero tuvo ocasión de fugarse. Por sus hazañas bélicas en Zaragoza recibió un escudo de distinción que llevaba el lema: Recompensa del valor y patriotismo. Fue declarado benemérito de la patria en grado heroico y eminente. Ascendió a teniente coronel el 9 de marzo de este año.

En 1811 estaba destinado en el regimiento de infantería de línea de Valencia. Se ocupó el 24 y 25 de octubre de la defensa a los ataques contra Puzol, alturas del castillo de Sagunto, inmediaciones de Murviedro, y el día 25 de octubre de 1812 de las líneas del Grau, Montolivet y Cuarte, de la línea de Valencia, y de todo el sitio de esta ciudad. Cuando esta plaza capituló, fue hecho prisionero, junto con su regimiento y de nuevo tuvo la oportunidad de fugarse. Tras estos eventos fue destinado al mando del depósito general de tropas con destino a Ultramar.

En América

 
La Batalla de Rancagua en donde Maroto participó en la toma de la plaza.

El 16 de noviembre de 1813 se le nombró coronel del Regimiento Talavera de la Reina y al frente de su unidad se hizo a la vela para el Perú el 25 de diciembre del mismo año y el 24 de abril de 1814 desembarcaba en el Callao para socorrer al virrey José Fernando de Abascal y Sousa, que trabajaba arduamente para mantener bajo control español su virreinato y los territorios aledaños. Maroto y sus tropas, puestos a las órdenes del brigadier Mariano Osorio, fueron enviados a Chile, hacia donde embarcaron el 19 de julio de 1814, llegando a la base naval de Talcahuano, núcleo de la actividad realista, el 13 de agosto. Osorio logró organizar con los criollos realistas un ejército de maniobra de unos cinco mil hombres, de los que prácticamente los únicos españoles eran las tropas de maroto

El 1 de octubre los insurgentes presentaron batalla en Rancagua para tratar de impedir que los expedicionarios tomasen Santiago de Chile. Maroto, con el desprecio que muchos de los oficiales recién llegados a América solían mostrar hacia sus oponentes, mandó atacar a sus tropas las fortificaciones del enemigo sin molestarse en enviar avanzadas ni guerrillas. El resultado fue que «los talaveras» (así llamados), acribillados por las descargas, hubieron de retirarse con cuantiosas pérdidas. Al día siguiente Bernardo O’Higgins logró abrirse paso a través de las tropas realistas y retirarse hacia la capital, donde sus oponentes entraron sin resistencia pocos días más tarde. Fuera porque consideraba que se había conducido torpemente en la batalla, fuera por otras razones que desconocemos, lo cierto es que cuando Osorio envío al virrey Abascal la lista de oficiales que debían ser ascendidos tras las últimas victorias el nombre de Maroto se encontraba en ella, pero el portador de la lista llevaba instrucciones reservadas para hacer saber a Abascal que Osorio consideraba que Maroto no debía ser ascendido. Cuando andando los meses Maroto tuvo noticia de que la lista que se había enviado a Madrid iba sin su nombre cursó a Abascal la reclamación oportuna, y este, a quien no había gustado la poco clara forma de proceder de Osorio, acabó dándole la razón el 10 de mayo de 1815 y reconociéndole el grado de brigadier con antigüedad de 8 de noviembre de 1814.

Durante su estancia en Santiago, Maroto entró en relaciones con Antonia Cortés, perteneciente a una rica y noble familia de la oligarquía local, con quien contrajo matrimonio a finales de marzo de 1815, justo antes de abandonar Santiago, donde parece no se encontraba excesivamente a gusto. Acto seguido Maroto, al frente de dos compañías, se dirigió a Arica para auxiliar la campaña de Joaquín de la Pezuela en el Alto Perú. El 15 de junio se unió a sus tropas pero no continuó mucho tiempo con él, pues por motivos que desconocemos Pezuela le mando formar causa y le envío a Lima. El proceso se interrumpió debido a la mediación de Abascal, que convenció a Pezuela de que no merecía la pena seguir adelante. Tras pasar algún tiempo en Lima, Maroto regresó a Chile, cuya capitanía general había recaído en las manos del mariscal de campo Francisco Casimiro Marcó del Pont, con quien no tardó en indisponerse.

A principios de febrero de 1817 las tropas del Ejército de los Andes de las Provincias Unidas del Río de la Plata, al mando del general argentino José de San Martín, cruzaron los Andes para acabar con el dominio español en Chile. Ante la dispersión de las fuerzas realistas Maroto propuso abandonar la capital y retirarse hacia el Sur, donde podrían mantenerse y obtener recursos para una nueva campaña. La junta militar convocada por Marcó el 8 de febrero hizo suyo el parecer de Maroto, pero a la mañana siguiente el capitán general cambió de parecer y ordenó a Maroto presentar batalla en Chacabuco. La noche anterior al combate Antonio Quintanilla, que más tarde se distinguiría extraordinariamente en la defensa de Chiloé, comento con otro oficial que las posiciones estaban mal elegidas, y que dada la posición de los insurgentes las fuerzas realistas deberían retirarse unas leguas y ocupar los altos de Colina: «Maroto oía esta conversación de una habitación inmediata y su orgullo y presunción no pudieron o le permitieron oírme, pues llamó a un ayudante con aquella voz bronca que tenía y dijo que pusiese una orden general de pena de la vida al que dijese que convenía retirarse». Aunque Maroto y sus tropas lucharon con valor la batalla se convirtió en una completa derrota. Maroto, que logró escapar merced a la velocidad de su caballo, fue ligeramente herido en la retirada.

Tras celebrar una nueva junta militar en Santiago, Maroto, su mujer, y la mayor parte de las tropas se dirigieron a Valparaíso, donde embarcaron para el Perú. Pezuela, el nuevo virrey, que no sentía gran aprecio por Maroto, consideró sin embargo que «si no dirigió con acierto la desgraciada batalla de Chacabuco, al menos se portó con el valor y serenidad propios de un español y pundonoroso oficial», por lo que le guardo las debidas consideraciones. Maroto fue entonces destinado al Cuzco al frente del par de compañías del Talavera que habían quedado en el Perú, con instrucciones para organizar un nuevo batallón. Descontento con todo y con todos,[1]​ el 22 de febrero de 1818 se le confió el puesto de Presidente y Comandante General de la ciudad y provincia de Charcas, en el Alto Perú, ciudad alejada por entonces de la guerra, pero en la que ejerció una notable labor administrativa. Ocurrida en España la revolución de 1820, Maroto, una vez hubo recibido las oportunas órdenes, proclamó la Constitución[2]​ en Charcas el 23 de octubre de 1820. Allí nacieron y fueron bautizados cuatro de sus hijos: Manuel María Rafael, María del Carmen Agustina, Margarita Antonia y Justa María Mercedes Rufina. Más tarde nacerían Rafael Abdón Ignacio, Víctor, Cándida y Faustino, hijo este último de una criada con la que mantuvo relaciones durante su estancia en Asturias, y al que no reconoció, pero a quien hubo de pasar pensión debido a la denuncia formulada por su madre.

El 1 de enero de 1821 se sublevó la guarnición de Potosí, contra la que marchó Maroto, derrotando a los insurgentes y haciéndose con la ciudad. Sin embargo, al llegar el general Pedro Antonio Olañeta, que como lugarteniente del virrey ejercía su autoridad en todo el Alto Perú, le ordenó volverse a Charcas, lo que dio lugar a una acalorada discusión con Maroto, que acabó cumpliendo las órdenes recibidas. Las desavenencias entre ambos se hicieron aún mayores cuando durante la breve invasión del Alto Perú por Andrés de Santa Cruz. Maroto se negó a cumplir las órdenes de Olañeta, que representó acaloradamente en su contra al virrey La Serna, aduciendo, entre otras cosas, que «desde que este señor puso los pies en América, no ha hecho más que fomentar la insubordinación y expresarse mal contra las autoridades». El virrey, que no confiaba en exceso en Olañeta, optó por promover a ambos a Mariscales de Campo, pese a que el papel jugado por Olañeta en la campaña había sido limitado, y el de Maroto nulo. Las desavenencias entre Maroto y Olañeta culminaron e 1824, cuando Olañeta, que se había propuesto restablecer el régimen absolutista en el Perú, como ya lo estaba en España, marchó con sus tropas contra él, obligándole a abandonar sus posiciones. Pese a los intentos de diálogo del Virrey la cuestión degeneró en una guerra civil que debilitó a las tropas realistas y permitió la pérdida del Perú.[3]​ Maroto fue entonces nombrado por La Serna jefe de una de las tres divisiones que al mando del general José de Canterac debía hacer frente a la invasión de Antonio José de Sucre. Tras la acción de Junín Maroto mantuvo fuertes disensiones con Canterac y acabó dimitiendo, pues consideraba que la retirada de las fuerzas realistas se estaba llevando a cabo de forma inadecuada. Nombrado gobernador de Puno allí le sorprendió la capitulación de Ayacucho, en la que quedó comprendido. En compañía de La Serna y otros oficiales, Maroto y su familia embarcaron en la fragata francesa Hernestine, que arribó a Burdeos a mediados de 1825.

De nuevo en España

Tras su regreso de América el 1 de julio de 1825 fue encomendado al ejército de Castilla la Vieja con residencia en Valladolid donde estaba la Capitanía General. El 1 de septiembre de ese año, el capitán general le nombró jefe organizador para restablecer el orden con el mando de las armas y en los voluntarios realistas del principado de Asturias. Más tarde, el 11 de julio de 1828 se le destinó por Real Orden al cuartel de Pamplona. El 21 de junio de 1829, el rey le concedió el cuartel en el Ejército de Castilla la Nueva con residencia en Madrid. El 15 de marzo de 1832 fue nombrado comandante general de la provincia de Toledo, puesto al que renunció el 31 de octubre, según nos cuenta, porque habiendo sido requerido por el conde de Negri para que apoyase una sublevación al frente de sus tropas, consideró que antes de actuar contra el gobierno debía romper todos sus vínculos con el mismo. Por este mismo motivo se negó a aceptar el cargo que se le confirió el 5 de enero de 1833 de segundo cabo y comandante general de las provincias vascongadas.

La causa carlista

 
Álbum de las tropas carlistas del norte. Madrid, s/f.

Maroto cuenta en el documento titulado "Manifiesto razonado de las causas del convenio de Vergara", cómo y por qué se unió a la causa carlista. Insiste en que no fue el deseo de medrar, pues su posición social y profesional y el futuro que le esperaba eran de gran fortuna. Asegura que tomó la decisión de seguir al pretendiente de la corona don Carlos, hermano del rey Fernando VII y tío de la futura reina Isabel II por pensar que era lo mejor para España pues creyó más oportuno el posible reinado de don Carlos que el de una niña de tres años cuya minoría de edad traería consigo una regencia poco clara (a su entender). Maroto por aquel entonces tenía más fe en la persona de don Carlos, en la que veía las cualidades de principios religiosos, sistema ordenado y económico en su propia casa y observancia de las leyes. También el propio Maroto confiesa que al seguir a un príncipe proscrito estaba casi seguro del fracaso y de que las victorias que se conseguirían serían pobres, de un terreno palmo a palmo, poco extenso, sin grandes y espectaculares avances y que además ellos no serían tratados como auténticos militares sino como bandoleros y traidores.

Primeros pasos

Maroto se encontraba en Toledo con el cargo de comandante general de la provincia cuando recibió la visita de Ignacio de Negri y Mendizábal, conde de Negri, uno de los primeros personajes conspiradores carlistas de 1833. Después de la entrevista, Maroto dedicó un tiempo a considerar la causa de los revolucionarios y finalmente optó con toda calma y convencimiento por unirse a ellos. Se le pidió que, dada su posición y estando al frente de una guarnición, diera allí mismo un golpe militar, lo que habría servido de gran apoyo. Rafael Maroto era un hombre estricto y leal y no le pareció ético lo que le proponían. No quiso que su alistamiento en las filas carlistas se iniciara con una traición a la bandera que había jurado, ni con una huida. Eligió seguir los pasos legalmente y comenzó por dimitir de su cargo y posición en la comandancia general. Una vez roto este vínculo, nada le impidió pasarse al otro bando.

Marchó a Madrid donde Negri le dio instrucciones y donde se estaba preparando formalmente el partido carlista. En Madrid tuvieron lugar las primeras reuniones de comités revolucionarios. El rey Fernando VII estaba ya gravemente enfermo y su muerte próxima. Propuso entonces Maroto a Don Carlos que se intentase un pronunciamiento para proclamarle regente durante la enfermedad de su hermano, pero el Infante se opuso a la idea “y los que la propusieron no fueron creídos leales servidores, porque no vestían hábitos o sotana, porque decían que en las cosas de la tierra era menester hacer algo para que el cielo ayudase”. El gobierno detectó las conspiraciones y un gran número de personas comprometidas fueron encarceladas. Maroto no sólo se salvó de estas primeras persecuciones sino que fue nombrado comandante general, segundo cabo, de las provincias vascongadas, cargo al que renunció de inmediato. Este proceder no fue bien acogido por el gobierno que averiguó las nuevas ideas del general debido a las investigaciones realizadas tras la sublevación del coronel Juan Campos y España y determinó su arresto allí mismo, en el ministerio donde él acababa de presentar personalmente y con toda formalidad su renuncia.

Los calabozos y las fugas

Fue conducido a la cárcel permaneciendo en un calabozo durante ocho meses a lo largo de los cuales enfermó de gravedad, perdió casi del todo la vista y se quedó completamente calvo. Desde esta primera prisión, Maroto se vio desterrado a Sevilla y allí pudo obtener el traslado a Granada (donde se encontraba su familia) decidido a rehacer su vida y ocuparse de los suyos. Pasado algún tiempo le informaron en secreto que sería nuevamente preso y trasladado a un calabozo de Ceuta. Fue entonces cuando Maroto preparó rápidamente la fuga, disfrazado, ayudado física y económicamente por amigos y acompañado y guiado en el viaje por unos contrabandistas.

Desde Granada se dirigió a Madrid, de allí a Extremadura, de donde salió en dirección a Valencia, donde fletó un barco que debía llevarle a Gibraltar pero que terminó en Algeciras. Por fin llegó a Gibraltar y desde esta plaza se dirigió a los pocos días a Portugal donde se encontraba don Carlos junto a un pequeño y variado séquito. Estaban con él algunos generales, militares de otras graduaciones, eclesiásticos y personas varias. Uno de los individuos que más influencia tenía en las decisiones del aspirante era el obispo de León Joaquín Abarca, nombrado Ministro de la Guerra, consejero y favorito. Los historiadores afirman que este personaje no tenía dotes ni conocimientos militares y que no pasaba de ser un hábil cortesano con el talento de agradar a los príncipes.

En Portugal Maroto demostró a don Carlos su pericia como militar experto y como persona leal y sin ambiciones cortesanas. Y fue en Portugal donde Maroto se vio implicado en los primeros encuentros bélicos con las tropas reales seguidoras de la causa isabelina, salvando de emboscadas y batallas inútiles a don Carlos y sus seguidores (que pasaban unos momentos cruciales de estado errante y dubitativo) y organizando constantes fugas necesarias por lo mal que se estaba llevando el plan militar. Tras los fracasos de los carlistas en Portugal y ayudados por el comisionado inglés, el coronel Wylde, que había sido enviado por la corona inglesa como observador y testigo, el aspirante, su séquito y algunos militares entre los que se encontraba Maroto embarcaron en el puerto de Lisboa a bordo del navío HMS Donegal que les conduciría a Inglaterra.

Llegada a las filas carlistas

Maroto salió de Inglaterra unos días después de que lo hiciera el séquito del aspirante, pero ante su sorpresa fue detenido y arrestado en Calais y desde allí fue conducido a París donde le encarcelaron contra todo derecho de gentes, pues no había motivo ni por delito ni por falta de documentación. Cuando al poco tiempo obtuvo la libertad pidió el pasaporte para marchar a Italia, pero se detuvo un tiempo en Niza para recuperar la salud y planear la manera de entrar en España en lugar de dirigirse a Italia. Pudo atravesar sin dificultad el sur de Francia y llegar a Burdeos y desde allí se dirigió a Navarra, ayudado y protegido por los seguidores carlistas franceses.

Al llegar al territorio controlado por los carlistas, Maroto fue muy bien recibido por el Pretendiente, que le sentó en numerosas ocasiones a su mesa y trató de darle un mando de responsabilidad, lo que no pudo lograrse debido a la oposición de Zumalacárregui, que siempre vio a Maroto con prevención. Cuando este fue herido en Bilbao, Maroto recibió la orden directa de don Carlos de reemplazarle y tomar el mando de su ejército. Sin embargo la orden escrita, manipulada, fue confusa y casi contraria: le mandaban que permaneciese en el ejército pero a las órdenes de Eraso, general mariscal de campo, hasta que, por razones de salud, esta persona se retirase del ejército del Norte. Se le decía que tuviera paciencia y que en el entretanto observase las acciones de dicho general que podían ser sospechosas. Dado su carácter serio y de auténtico militar, Maroto pudo granjearse en esta etapa la amistad y confianza de los combatientes, en especial de los soldados.

Se enfrentó por primera vez con el general Baldomero Espartero en el Sitio de Bilbao; esta plaza estaba decidida a rendirse a los carlistas si las tropas de Espartero no conseguían prestarles ayuda. Ambos ejércitos la sitiaron durante unos días. En esas circunstancias llegó el general carlista Vicente González Moreno, que a la muerte de Zumalacárregui (el 25 de junio de 1835), había recibido el nombramiento para el mando del ejército del Norte, aun cuando había sido prometido a Maroto (no debe olvidarse que antes de empezar la guerra Maroto era sólo mariscal de campo y Moreno teniente general). El general Moreno no era un buen estratega y además demostró pronto su antipatía y animadversión hacia Maroto, hecho este que se tradujo en una serie de actos poco afortunados desde el punto de vista militar. Las órdenes de este general en el enfrentamiento con Espartero no consiguieron otra cosa que la supremacía de las fuerzas isabelinas que entraron en la plaza de Bilbao sin la menor oposición.

Maroto general del ejército de Vizcaya

 
Mujeres huyendo en Guetaria del Sitio de Bilbao.

Tras unos meses de inactividad militar, en que le fue preciso seguir el cortejo de don Carlos en plan cortesano, Maroto fue nombrado comandante general de las fuerzas del señorío de Vizcaya cuyo cargo estaba vacante a causa de la prisión del marqués de Valdespina y Zabala. Una vez al frente de este ejército, estudió el modo de sacar el mayor partido posible poniendo en marcha una buena organización y disciplina militar. Obtuvo gran ayuda de la diputación del Señorío y de los hombres de los batallones. Con el ejército a punto, marchó sobre la plaza de Bilbao, tomó la ría, cortó la comunicación y obstruyó todas las salidas, todo sin emplear la artillería de la que carecía en absoluto. Obtuvo considerables ventajas en escaramuzas sostenidas contra las fuerzas británicas que habían desembarcado para apoyar la causa de la reina. El general Maroto siguió defendiendo su emplazamiento alrededor de Bilbao como pudo y pidió artillería y refuerzos que nunca llegaron sino todo lo contrario, pues le separaron dos batallones que fueron enviados a la línea de San Sebastián.

Estando así las cosas, llegó Espartero con un gran ejército. El enfrentamiento fue en los altos de Arrigorriaga donde dominó el ejército carlista consiguiendo que Espartero se retirase a Bilbao precipitadamente y con desorden.

La plaza de Bilbao era muy importante pero la falta de unión entre las huestes carlistas impedía la toma de la ciudad siguiendo un sistema puramente militar. Las rivalidades y la falta de sentido militar de la mayoría de los mandos hacía imposible llevar a cabo la estrategia que Maroto proponía. A los pocos días recibió la orden de que entregara el mando al brigadier Sarasa y que permaneciera a la espera de nuevo destino. La guerra continuó su rumbo, impidiendo a los carlistas una marcha favorable, por las intrigas y desavenencias habidas entre sus propios jefes y generales.

Maroto jefe de las fuerzas de Cataluña

El nuevo destino fue en las fuerzas de Cataluña, lo que probablemente fuera consecuencia de sus maniobras contra el teniente general Nazario Eguía, que había sustituido a González Moreno al frente del ejército del Norte. El viaje hasta llegar a Cataluña fue arduo y costoso. Desde Bayona llegó a Marsella para acceder después a los Pirineos atravesándolos a pie, soportando tormentas, lluvias y vendavales, acompañado de dos hombres que le servían de guía.

Al llegar al Principado, Maroto se hizo cargo de un ejército que no llegaba a los once mil hombres, y cuya instrucción, si de tal puede hablarse, dejaba mucho que desear. El 7 de septiembre Maroto dio comienzo al asedio de Prats de Llusanés, que se vio obligado a abandonar ante la derrota de las fuerzas que trataron de impedir la llegada de una columna de socorro. Sin desanimarse por ello, dedicó los días siguientes a instruir los batallones que estaban a sus inmediatas órdenes,[4]

«y estableció en ellos tan rigurosa disciplina en ocho días... que no se vio mejor en la División de vanguardia, formada después por el conde de España»

Sin embargo, el 4 de octubre era derrotado y muerto en San Quirico de Besora el barón de Ortafá, su segundo, en una acción cuyo resultado fue atribuido por los catalanes a no haber sido socorrido a tiempo por Maroto.

Mas no fue la oposición de los jefes catalanes lo que motivó la salida de Maroto de Cataluña, sino el hecho de considerarse traicionado por no haber recibido los recursos con que esperaba poder contar cuando abandonó Navarra. Así, tras efectuar al intendente Díaz de Labandero peticiones de armamento y uniformes totalmente imposibles de cumplir, Maroto abandonó Cataluña el 5 de octubre con el pretexto de marchar a ver a don Carlos para notificarle la verdadera situación de la guerra en aquel territorio, cumpliendo así.[5]

«mi propósito de dejar el mando de las fuerzas catalanas... no siendo de mi carácter llevar una vida desastrosa y digna sólo de un capitán de bandoleros»

Los catalanes abominaron de un jefe que les había dejado abandonados, y en la corte de don Carlos no se vio con buenos ojos a quien no parecía haberse esforzado todo lo posible en cumplir la misión que le había sido encomendada.

En su viaje de regreso se vio envuelto en nuevas aventuras por Francia donde estuvo encarcelado en Perpiñán y Tours, hasta que pudo fugarse con el auxilio de su ayudante de campo José Burdeos y algunos legitimistas.

La defensa de Estella

Don Carlos le llamó otra vez para organizar las tropas del ejército y Maroto accedió. Puso en orden los batallones ampliando sus filas con soldados dispersos. Restableció la disciplina y mandó construir trincheras y obras de fortificación que cubrieron la ciudad de Estella, dando órdenes severas para recaudar toda clase de subsistencias. Además hizo una campaña para alentar el espíritu público.

Planeó la defensa de Estella y su zona, ordenando el desalojo de los pueblos por donde se suponía que habría de pasar el ejército de Espartero que se sabía estaba decidido a la toma de esta ciudad. Maroto consiguió la retirada de este general con lo que aumentaron los ánimos y la esperanza de su gente.

La idea de Maroto era conservar todas las provincias vascongadas (así se llamaban en la época) como punto de apoyo y residencia de la futura corte de don Carlos hasta que se le abrieran las puertas de Madrid. Para ello trató de ponerse en contacto con el general Cabrera para establecer una línea de operaciones por el Alto Aragón. Formó 5 batallones, aumentó la caballería (haciendo contratas de caballos extranjeros) y durante un tiempo dirigió escaramuzas, defensas y ataques contra las tropas realistas por tierras navarras.

Nuevas conspiraciones, denuncias y desavenencias llegaron a convertirse en una conjura para llevar a cabo el asesinato de Maroto, pero el asunto no prosperó. Su más encarnizado enemigo en esta época fue el carlista José Arias Teijeiro, nombrado por el aspirante, subsecretario de Gracia y Justicia. Firmó muchas sentencias de muerte de los principales generales, acusándoles de sedición. Eran los generales a los que se llamaba despectivamente de carta y compás, reputados también de masones.

Los fusilamientos de Estella

 
Recreación artística de los fusilamientos de Estella. Publicada por vez primera a la obra Galería Militar Contemporánea de 1846.

Maroto envió a Estella al emisario Carmona (que también conspiraba contra él) que debía comunicar sus órdenes al militar Francisco García, cabecilla de la conspiración contra Maroto en esta ciudad. Este militar había sido Comisario de Guerra durante el reinado de Fernando VII y ahora pertenecía al grupo de Teijeiro, enemigos del general Maroto, dispuesto en Estella a insubordinar a las tropas y desobedecer las órdenes de su general. Se les acusaba de sedición. Las órdenes de Maroto era que le esperasen en un determinado lugar, con el regimiento en pleno para poderle arengar. Las crónicas que cuentan estos acontecimientos narran que Maroto entró en Estella en compañía de su escolta, aunque otras fuerzas le seguían a distancia. Las calles estaban vacías y Francisco García esperaba en su casa, haciendo caso omiso de las órdenes recibidas con anterioridad. A las 8 de la noche Maroto recibió la noticia de que García había sido arrestado por su gente (la gente de Maroto), cuando preparaba la huida disfrazado de cura. El ejército de Estella apoyaba a su general y no acataba más órdenes que las suyas, cosa que dio gran seguridad a Maroto. Después de este arresto fue hecho prisionero también el emisario Carmona y los seguidores de Francisco García. La sedición militar de todos ellos fue comprobada públicamente. Anteriormente habían sido arrestados los generales Juan Antonio Guergué, Francisco García y Pablo Sanz Baeza, más el intendente Úriz.

Se les encerró en el castillo del Puy junto con otros sediciosos y el 18 de febrero de 1839 fue ejecutada la orden de fusilamiento. Fueron fusilados los generales Pablo Sanz y Baeza, Juan Antonio Guergué y Francisco García, el oficial Luis Antonio Ibáñez, el brigadier Teodoro Carmona y el intendente Francisco Javier Uriz.[6]

Después de los hechos, Maroto escribió a don Carlos una detallada carta con información sobre las conspiraciones y desavenencias en el seno mismo de los carlistas del norte, así como una denuncia sobre la suerte que corrían en aquellos momentos los jefes militares beneméritos a la sazón encerrados en prisiones. Al mismo tiempo que hizo llegar dicha carta a su destinatario, dio a conocer al público el documento por medio de la imprenta.

Todos estos acontecimientos fueron recogidos y escritos por el militar de la época Manuel Lassala y Soleras en un libro que llevaba el larguísimo título de: Historia del partido carlista, de sus divisiones, de su gobierno, de sus ideas, y del convenio de Vergara: con noticias biográficas que dan a conocer cuales han sido don Carlos, sus generales, sus favoritos y principales ministros.

Por su parte, Pío Baroja, en su obra Aviraneta o la vida de un conspirador, narra así lo sucedido en Estella:

«Un día corrió el rumor de que Maroto se acercaba al pueblo con sus tropas... Estos rumores eran ciertos. Maroto estaba ya a las puertas de la ciudad. A media tarde empezaron a entrar en Estella los soldados del generalísimo. El general García hizo la baladronada de asomarse al balcón de su casa y no le saludó ni se presentó a él. Decían que los batallones navarros estaban tomando posiciones... para oponerse al avance de Maroto, pero no era verdad. De madrugada pasaron por las armas a los generales navarros Guergué, García, Sanz y Carmona. Los fusilaron en una era detrás de la Casa del prior, de espaldas y arrodillados, como a los traidores»

Reacciones

A raíz de estos hechos, Teixeiro redactó un decreto que el aspirante firmó. En este documento don Carlos declinaba toda responsabilidad de los hechos, acusaba a Maroto de crímenes y arbitrariedades y amenazaba a quienes le apoyaban: […] Separado ya del mando del ejército lo declaro traidor, como a cualquiera que después de esta declaración, a que quiero se dé la mayor publicidad, le auxilie u obedezca. […]. Sin embargo los comandantes de los batallones de Estella presentaron sus respetos y lealtad a Maroto, desobedeciendo el decreto.

Maroto mandó reunir a los batallones en el camino real que iba de Vitoria a Pamplona (en total más de 7000 hombres). En medio de un respetuoso silencio ordenó leer en voz alta el decreto acusatorio. Al concluir, se ofreció para que cumplieran con lo que sus conciencias les dictaran. Pero fue aclamado y vitoreado con un gran griterío tanto por los soldados como por sus jefes entre los que se encontraba el conde Negri. Al final del acto, Maroto correspondió con esta frase: He triunfado de la arbitrariedad, injusticia y obcecación de un príncipe, y la historia me juzgará en su día.

Los carlistas Urbiztondo, Silvestre, Izarbe y el conde Negri se entrevistaron con don Carlos haciéndole ver que la actuación de Maroto como militar había sido la correcta, después de lo cual, el príncipe firmó un nuevo decreto en el que se retractaba del anterior, se mandaba recoger y quemar los ejemplares del manifiesto publicado y se devolvía a Maroto el honor militar. Además fueron desterrados 25 individuos, (militares, clérigos y civiles) implicados en los ataques a Maroto. Fueron conducidos a Francia por los comisionados general Urbiztondo, coronel Leandro Eguía, teniente coronel Rafael Erausquin, custodiados por una compañía alavesa.

El partido marotista

A pesar de los hechos anteriores, no cesaron las intrigas y hostilidades entre los enemigos y los seguidores de Maroto. Así las cosas, surgió y creció un partido llamado marotista, fieles todos a la causa carlista pero opuestos a cómo se estaba llevando la guerra.

Preliminares para el Convenio

Después del fracaso de la Expedición Real, el general Espartero recibió un oficio firmado por el secretario del despacho de guerra del gobierno de la reina Isabel II en que se le facultaba para la terminación de la guerra y para el gasto de 25 millones de reales en las tramitaciones. El general Alaix en nombre de Espartero, comunicó a Maroto dicho oficio. Este insistió en que haría lo que fuera mejor para el bien de España. Se decidió una entrevista entre los dos generales oponentes que tuvo lugar en la ermita de san Antolín de Abadiano cerca de Durango. A la conferencia de Abadiano asistieron también el coronel inglés Wylde como observador, dada la mediación que en el conflicto había jugado Inglaterra desde tiempo atrás, y el brigadier Francisco Linage, secretario de Espartero. Pero las negociaciones quedaron rotas por el asunto de los fueros: Maroto había prometido defenderlos y Espartero alegó que eran opuestos a la Constitución.

En aquellos momentos ambos ejércitos se encontraban enfrentados y preparados pero no entraron en acción. Al poco Espartero insistió en las negociaciones. Los jefes presentes en la lectura del manifiesto decidieron nombrar una comisión para acordar con él la negociación. La Torre y Urbiztondo marcharon al frente de la comisión (sin Maroto) y formalizaron con Espartero el convenio, cuyo primer escrito no tenía todavía la firma de Maroto, aunque todo lo que se exponía era en su nombre. Más tarde Espartero enviaría una copia a Maroto con el ruego de que la firmara formalmente.

El artículo primero del acuerdo estaba relacionado con los fueros y en él se decía que

«El capitán general don Baldomero Espartero recomendará con interés al gobierno el cumplimiento de su oferta de comprometerse formalmente a proponer a las cortes la concesión o modificación de los fueros.»

A pesar de haber sido firmado el convenio por tantos altos jefes, los batallones navarros sobre todo, sintieron una cierta repugnancia, desconfianza y descontento, incluso hubo oficiales que intentaron la sublevación.

31 de agosto de 1839

En Vergara esperaba el general Espartero con las tropas constitucionales. Cuando llegaron los batallones y escuadrones castellanos, más los vizcaínos y guipuzcoanos, Espartero les arengó y les dio a elegir entre permanecer al servicio de la reina o volverse a sus casas. Según cuentan los historiadores, todos decidieron la adhesión al convenio.

Después fue la arenga de Rafael Maroto:

«Voluntarios y pueblos vascongados, nadie más entusiasta que yo para sostener los derechos al trono de las Españas a favor del señor don Carlos María Isidro de Borbón cuando me pronuncié, pero ninguno más convencido por la experiencia de multitud de acontecimientos, de que jamás podría este príncipe hacer la felicidad de mi patria, único estímulo de mi corazón. […]»

Las arengas de Maroto y de Espartero constan en acta y se conservan debidamente.

En el Cuartel General de Vergara, el 1º de septiembre de 1839, Espartero arengó por última vez a los pueblos vascongados y navarros, les notificó la paz firmada en los campos de Vergara y la incorporación de los ejércitos a su mando:

«El general don Rafael Maroto y las divisiones Vizcaína, Guipuzcoana y Castellana, que sólo han recibido desaires y tristes desengaños del pretendido rey han escuchado ya la voz de paz y se han unido al ejército de mi mando para terminar la guerra.»

Terminada la contienda, se le revalidó la graduación de teniente general y se le nombró Ministro del Supremo Tribunal de Guerra y Marina.

Últimos años

 
Vindicación del General Maroto y manifiesto razonado de las causas del Convenio de Vergara, de los fusilamientos de Estella y demás sucesos notables que les precedieron justificados con cincuenta documentos, inéditos los más. Madrid, 1846. Primera edición de la Vindicación de Maroto escrita por Antonio Pirala.

El 11 de septiembre de 1846 emprendió el regreso a Chile, donde conservaba algunas propiedades, desembarcando en Valparaíso el 22 de diciembre y estableciéndose en la hacienda que su difunta esposa tenía en Concón. Su muerte tuvo lugar en Valparaíso el 25 de agosto de 1853, ciudad a la que se había trasladado durante su última enfermedad en busca de cuidados más apropiados y en cuyo cementerio fue enterrado bajo una lápida que hacía constar su condición de teniente general del ejército español y sus títulos nobiliarios de vizconde de Elgueta y conde de Casa Maroto. Posteriormente, y con motivo de los actos conmemorativos de la batalla de Chacabuco sus restos fueron trasladados al Panteón de Jefes y Oficiales del Ejército de Chile el 2 de junio de 1918 y ubicados en el nicho número 77 con la siguiente inscripción: «El Ejército de Chile al brigadier del Ejército español D. Rafael Maroto».

Rafael Maroto es una figura controvertida. Algunos historiadores tachan de traición hacia la causa carlista su intervención en la paz de Vergara y otros opinan que fue un acto inteligente y bien llevado, aduciendo que el ejército del pretendiente se encontraba casi extinguido y sin salida. Sin embargo, un vistazo a los estados de fuerzas que incluye Antonio Pirala en su Historia de la Guerra Civil y de los Partidos Liberal y Carlista para 1839 no parece secundar esta segunda opinión.

Hoja de servicios

Año Día y mes Empleo
1794 1 de abril Ingresó como cadete subalterno menor de edad en el Regimiento de Infantería de Asturias.
1798 15 de junio Fue nombrado Segundo subteniente.
1801 23 de octubre Tiene el grado de Primer subteniente
1806 15 de octubre Es nombrado Teniente
1808 8 de septiembre Asciende a Capitán
1809 9 de marzo Ascenso a Teniente Coronel
1811 6 de diciembre Se le nombra Sargento Mayor
1813 16 de noviembre Asciende a Coronel
1814 8 de noviembre Brigadier
1823 5 de octubre Mariscal de Campo
1832 Comandante General de la provincia de Toledo
1836 Comandante general de las fuerzas del Señorío de Vizcaya
1839 En virtud del Convenio de Vergara se le revalida el cargo de Teniente General obtenido en 1834 al incorporarse a las filas de don Carlos en Portugal

Condecoraciones

Maroto y los Episodios Nacionales

En los Episodios nacionales de Benito Pérez Galdós se hace mención a la figura del general Maroto en varias novelas.

Odiaba cordialmente a Maroto, no por mal militar, que no lo era, ni por desafecto a su causa, sino porque en cierta ocasión de apuro, atravesando la frontera de Portugal, había soltado D. Rafael en los regios oídos la interjección más común en bocas españolas, desacato que el meticuloso Rey no perdonó nunca..
Vergara cap. XXVI
Otro de los que abandonaron a media tarde la regia morada fue D. Rafael Maroto, figura de primera magnitud en el carlismo, que abrazó con ardor desde los primeros días del cisma dinástico.
De Oñate a La Granja, cap. XX
Algunos tuvimos el proyecto de proclamar la Constitución en el Perú; pero el traidor de Maroto se opuso.
Un faccioso más y algunos frailes menos

Bibliografía consultada para este artículo

  • Arizaga, J.M. de: Memoria militar y política sobre la guerra de Navarra, los fusilamientos de Estella, y los principales acontecimientos que determinaron el fin de la causa de D. Carlos Isidro de Borbón, Madrid, Imprenta de D. Vicente de Lalama, 1840.
  • Bullón de Mendoza, Alfonso: La Primera Guerra Carlista, Madrid, Actas, 1992
  • Bullón de Mendoza, Alfonso: “Don Carlos y Maroto”, Aportes, 29 (1995), pp. 79-94.
  • Chamorro y Baquerizo, Pedro: Estado Mayor General del Ejército Español. Sección tenientes generales, pp. 41 y ss.
  • Ferrer, Melchor: Historia del Tradicionalismo Español, tomos II-XVII.
  • PIRALA y CRIADO, Antonio. Vindicación del general Maroto y manifiesto razonado de las causas del Convenio de Vergara. Urgoiti editores, Pamplona 2005. ISBN 84-933398-8-1
  • Pirala y Criado, Antonio: Historia del Convenio de Vergara. Enciclopedia Moderna del Señor Mellado. Madrid 1852.
  • Pirala y Criado, Antonio: Historia de la guerra civil y de los partidos liberal y carlista. Madrid. Mellado. 1858-56. Cinco tomos.
  • RESUMEN histórico de la campaña sostenida en el territorio Vasco Navarro a nombre de Don Carlos de Borbón de 1833 a 1839, e Impugnación del libro que sale a la luz con el título de "Vindicación del General Maroto", Madrid, Imp. de José C. de la Peña, 1846-1847, 2 vols.
  • Torres Marín, Manuel: Chacabuco y Vergara. Sino y camino del teniente general Rafael Maroto Yserns, Santiago de Chile, Editorial Andrés Bello, 1981.



Otras fuentes

Véase también

Enlaces externos

  •   Wikisource contiene obras originales de o sobre Rafael Maroto.
  • Biografía de Rafael Maroto Ibern

Notas

  1. Correspondencia de Rafael Maroto
  2. La Constitución Gaditana había sido abolida por Fernando VII y durante su reinado sólo estuvo vigente durante los tres años del Trienio Liberal
  3. Las refriegas en España con ocasión de los cambios en la dirección política que tomaba a cada momento el reinado de Fernando VII influyó decisivamente entre los militares llamados «realistas», afines al absolutismo y los «constitucionalistas» leales a los liberales y a la Constitución de 1812.
  4. Noticia de la última guerra civil, op. cit. p. 101
  5. Pirala Criado: Vindicación, op. cit. p. 92
  6. Carlos Santacara, La primera guerra carlista vista por los británicos, 1833-1840 (Madrid: Ed. Antonio Machado, 2015), p. 298.
  •   Datos: Q3120467
  •   Multimedia: Rafael Maroto

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Rafael Maroto Yserns Lorca Espana 15 de octubre de 1783 Valparaiso Chile 25 de agosto de 1853 fue un general y noble espanol que participo en diversos conflictos militares en Espana y en Chile Rafael MarotoRafael Maroto con su nieta Margarita Borgono cuadro de Raymond Monvoisin Informacion personalNombre de nacimientoRafael Maroto YsernsNacimiento15 de octubre de 1783 Lorca Murcia Reino de EspanaFallecimiento25 de agosto de 1853 69 anos Valparaiso Republica de ChileNacionalidadEspanolaFamiliaPadresRafael MarotoMargarita IsernConyugeAntonia Cortes GarciaHijosManuel Maria RafaelMaria del Carmen AgustinaMargarita AntoniaJusta Maria Mercedes RufinaRafael Abdon IgnacioVictorCandidaFaustinoInformacion profesionalOcupacionPolitico y militarRango militarGeneralConflictosGuerra de la Independencia Espanola y Primera guerra carlistaTituloConde de Casa MarotoDistincionesGran Cruz de la Orden de Isabel la Catolica editar datos en Wikidata Hijo de Rafael Maroto natural de Zamora militar e hijo de militar con el grado de capitan y al que retirado ya del servicio le otorgaron importantes destinos en la vida civil uno de los cuales fue el de administrativo de Visitador de Rentas en Lorca y de Margarita Isern natural de Barcelona Fue bautizado en la iglesia parroquial de San Cristobal donde se conservo la partida de bautismo documento que sirvio a sus biografos para aclarar detalles de su familia Maroto vivio durante su ninez en la calle Mayor del Barrio de San Cristobal frente a la plaza de la Estrella Se caso en Chile en 1816 con Antonia Cortes Garcia chilena con la que tuvo siete hijos Antonia y dos de sus hijas fallecieron en 1830 en un naufragio cuando viajaban rumbo a Chile A los 18 anos intervino en los conflictos y campanas de Godoy conocidos como Guerra de las Naranjas Intervino en la Guerra de la Independencia Espanola durante la que fue herido y hecho prisionero en Zaragoza Recibio un destino en Peru y mas tarde lucho en la guerra contra los independentistas chilenos siendo derrotado por el Ejercito de los Andes liderado por el capitan general argentino Jose de San Martin en la Batalla de Chacabuco en el ano 1817 En Espana participo tambien en la Primera Guerra Carlista y fue uno de los firmantes junto con el general liberal Espartero del Convenio de Vergara tambien llamado Abrazo de Vergara que puso fin a la guerra civil entre carlistas e isabelinos con victoria de estos ultimos Indice 1 Maroto militar 1 1 Campana de Portugal 1 2 Guerra de la Independencia espanola 1 3 En America 1 4 De nuevo en Espana 2 La causa carlista 2 1 Primeros pasos 2 2 Los calabozos y las fugas 2 3 Llegada a las filas carlistas 2 4 Maroto general del ejercito de Vizcaya 2 5 Maroto jefe de las fuerzas de Cataluna 2 6 La defensa de Estella 2 7 Los fusilamientos de Estella 2 8 Reacciones 2 9 El partido marotista 2 10 Preliminares para el Convenio 2 11 31 de agosto de 1839 3 Ultimos anos 4 Hoja de servicios 5 Condecoraciones 6 Maroto y los Episodios Nacionales 6 1 Bibliografia consultada para este articulo 6 2 Otras fuentes 6 3 Vease tambien 7 Enlaces externos 8 NotasMaroto militar EditarA los once anos partio hacia Cartagena en la provincia de Murcia donde ingreso como cadete subalterno menor de edad en el Regimiento de Infanteria Asturias en 1794 ascendiendo a segundo subteniente el 15 de junio de 1798 Campana de Portugal Editar A los 18 anos fue enviado a la defensa del Departamento de Ferrol en la provincia de La Coruna y desde alli asistio a las campanas que sostuvo Godoy contra los portugueses que mantuvieron su apoyo a los ingleses en contra de Napoleon Los ingleses habian desembarcado a la altura de Grana A Grana y las campanas se desarrollaron del 25 al 26 de agosto de 1800 Por los meritos demostrados en estas operaciones le concedieron un escudo de honor Despues siguio durante dos anos agregado a la marina en el Departamento de Ferrol y mas tarde regreso a su cuerpo del regimiento Asturias El 15 de octubre de 1806 obtuvo el grado militar de teniente Guerra de la Independencia espanola Editar Rafael Maroto participo tambien como militar en esta guerra contra el ejercito de Napoleon Los franceses atacaron la plaza de Valencia el 28 de junio de 1808 Maroto defendio la ciudad con las baterias que tenia a su cargo de santa Catalina y de Torres de Cuarte este era el nombre que se le daba en la epoca Obligo a retirarse al enemigo en una hazana belica por lo que fue reconocido como benemerito a la patria y se le concedio un escudo de honor El 23 de noviembre intervino en la batalla de Tudela el 24 de diciembre en los ataques de Monte Torrero y Casa Blanca en Zaragoza o Casablanca y poco despues hizo una salida a la bayoneta para desalojar al enemigo que habia tomado estos arrabales Con el grado de capitan ascendio el 8 de septiembre de ese mismo ano Maroto participo tambien en el sitio de Zaragoza en 1809 Tuvo el mando en el reducto del Pilar en las baterias de San Jose Puerta Quemada y Tenerias Realizo salidas desde dichas baterias recibiendo en una ocasion una bala de fusil Cuando la ciudad de Zaragoza capitulo Maroto fue hecho prisionero de guerra por los franceses pero tuvo ocasion de fugarse Por sus hazanas belicas en Zaragoza recibio un escudo de distincion que llevaba el lema Recompensa del valor y patriotismo Fue declarado benemerito de la patria en grado heroico y eminente Ascendio a teniente coronel el 9 de marzo de este ano En 1811 estaba destinado en el regimiento de infanteria de linea de Valencia Se ocupo el 24 y 25 de octubre de la defensa a los ataques contra Puzol alturas del castillo de Sagunto inmediaciones de Murviedro y el dia 25 de octubre de 1812 de las lineas del Grau Montolivet y Cuarte de la linea de Valencia y de todo el sitio de esta ciudad Cuando esta plaza capitulo fue hecho prisionero junto con su regimiento y de nuevo tuvo la oportunidad de fugarse Tras estos eventos fue destinado al mando del deposito general de tropas con destino a Ultramar En America Editar La Batalla de Rancagua en donde Maroto participo en la toma de la plaza El 16 de noviembre de 1813 se le nombro coronel del Regimiento Talavera de la Reina y al frente de su unidad se hizo a la vela para el Peru el 25 de diciembre del mismo ano y el 24 de abril de 1814 desembarcaba en el Callao para socorrer al virrey Jose Fernando de Abascal y Sousa que trabajaba arduamente para mantener bajo control espanol su virreinato y los territorios aledanos Maroto y sus tropas puestos a las ordenes del brigadier Mariano Osorio fueron enviados a Chile hacia donde embarcaron el 19 de julio de 1814 llegando a la base naval de Talcahuano nucleo de la actividad realista el 13 de agosto Osorio logro organizar con los criollos realistas un ejercito de maniobra de unos cinco mil hombres de los que practicamente los unicos espanoles eran las tropas de marotoEl 1 de octubre los insurgentes presentaron batalla en Rancagua para tratar de impedir que los expedicionarios tomasen Santiago de Chile Maroto con el desprecio que muchos de los oficiales recien llegados a America solian mostrar hacia sus oponentes mando atacar a sus tropas las fortificaciones del enemigo sin molestarse en enviar avanzadas ni guerrillas El resultado fue que los talaveras asi llamados acribillados por las descargas hubieron de retirarse con cuantiosas perdidas Al dia siguiente Bernardo O Higgins logro abrirse paso a traves de las tropas realistas y retirarse hacia la capital donde sus oponentes entraron sin resistencia pocos dias mas tarde Fuera porque consideraba que se habia conducido torpemente en la batalla fuera por otras razones que desconocemos lo cierto es que cuando Osorio envio al virrey Abascal la lista de oficiales que debian ser ascendidos tras las ultimas victorias el nombre de Maroto se encontraba en ella pero el portador de la lista llevaba instrucciones reservadas para hacer saber a Abascal que Osorio consideraba que Maroto no debia ser ascendido Cuando andando los meses Maroto tuvo noticia de que la lista que se habia enviado a Madrid iba sin su nombre curso a Abascal la reclamacion oportuna y este a quien no habia gustado la poco clara forma de proceder de Osorio acabo dandole la razon el 10 de mayo de 1815 y reconociendole el grado de brigadier con antiguedad de 8 de noviembre de 1814 Durante su estancia en Santiago Maroto entro en relaciones con Antonia Cortes perteneciente a una rica y noble familia de la oligarquia local con quien contrajo matrimonio a finales de marzo de 1815 justo antes de abandonar Santiago donde parece no se encontraba excesivamente a gusto Acto seguido Maroto al frente de dos companias se dirigio a Arica para auxiliar la campana de Joaquin de la Pezuela en el Alto Peru El 15 de junio se unio a sus tropas pero no continuo mucho tiempo con el pues por motivos que desconocemos Pezuela le mando formar causa y le envio a Lima El proceso se interrumpio debido a la mediacion de Abascal que convencio a Pezuela de que no merecia la pena seguir adelante Tras pasar algun tiempo en Lima Maroto regreso a Chile cuya capitania general habia recaido en las manos del mariscal de campo Francisco Casimiro Marco del Pont con quien no tardo en indisponerse A principios de febrero de 1817 las tropas del Ejercito de los Andes de las Provincias Unidas del Rio de la Plata al mando del general argentino Jose de San Martin cruzaron los Andes para acabar con el dominio espanol en Chile Ante la dispersion de las fuerzas realistas Maroto propuso abandonar la capital y retirarse hacia el Sur donde podrian mantenerse y obtener recursos para una nueva campana La junta militar convocada por Marco el 8 de febrero hizo suyo el parecer de Maroto pero a la manana siguiente el capitan general cambio de parecer y ordeno a Maroto presentar batalla en Chacabuco La noche anterior al combate Antonio Quintanilla que mas tarde se distinguiria extraordinariamente en la defensa de Chiloe comento con otro oficial que las posiciones estaban mal elegidas y que dada la posicion de los insurgentes las fuerzas realistas deberian retirarse unas leguas y ocupar los altos de Colina Maroto oia esta conversacion de una habitacion inmediata y su orgullo y presuncion no pudieron o le permitieron oirme pues llamo a un ayudante con aquella voz bronca que tenia y dijo que pusiese una orden general de pena de la vida al que dijese que convenia retirarse Aunque Maroto y sus tropas lucharon con valor la batalla se convirtio en una completa derrota Maroto que logro escapar merced a la velocidad de su caballo fue ligeramente herido en la retirada Tras celebrar una nueva junta militar en Santiago Maroto su mujer y la mayor parte de las tropas se dirigieron a Valparaiso donde embarcaron para el Peru Pezuela el nuevo virrey que no sentia gran aprecio por Maroto considero sin embargo que si no dirigio con acierto la desgraciada batalla de Chacabuco al menos se porto con el valor y serenidad propios de un espanol y pundonoroso oficial por lo que le guardo las debidas consideraciones Maroto fue entonces destinado al Cuzco al frente del par de companias del Talavera que habian quedado en el Peru con instrucciones para organizar un nuevo batallon Descontento con todo y con todos 1 el 22 de febrero de 1818 se le confio el puesto de Presidente y Comandante General de la ciudad y provincia de Charcas en el Alto Peru ciudad alejada por entonces de la guerra pero en la que ejercio una notable labor administrativa Ocurrida en Espana la revolucion de 1820 Maroto una vez hubo recibido las oportunas ordenes proclamo la Constitucion 2 en Charcas el 23 de octubre de 1820 Alli nacieron y fueron bautizados cuatro de sus hijos Manuel Maria Rafael Maria del Carmen Agustina Margarita Antonia y Justa Maria Mercedes Rufina Mas tarde nacerian Rafael Abdon Ignacio Victor Candida y Faustino hijo este ultimo de una criada con la que mantuvo relaciones durante su estancia en Asturias y al que no reconocio pero a quien hubo de pasar pension debido a la denuncia formulada por su madre El 1 de enero de 1821 se sublevo la guarnicion de Potosi contra la que marcho Maroto derrotando a los insurgentes y haciendose con la ciudad Sin embargo al llegar el general Pedro Antonio Olaneta que como lugarteniente del virrey ejercia su autoridad en todo el Alto Peru le ordeno volverse a Charcas lo que dio lugar a una acalorada discusion con Maroto que acabo cumpliendo las ordenes recibidas Las desavenencias entre ambos se hicieron aun mayores cuando durante la breve invasion del Alto Peru por Andres de Santa Cruz Maroto se nego a cumplir las ordenes de Olaneta que represento acaloradamente en su contra al virrey La Serna aduciendo entre otras cosas que desde que este senor puso los pies en America no ha hecho mas que fomentar la insubordinacion y expresarse mal contra las autoridades El virrey que no confiaba en exceso en Olaneta opto por promover a ambos a Mariscales de Campo pese a que el papel jugado por Olaneta en la campana habia sido limitado y el de Maroto nulo Las desavenencias entre Maroto y Olaneta culminaron e 1824 cuando Olaneta que se habia propuesto restablecer el regimen absolutista en el Peru como ya lo estaba en Espana marcho con sus tropas contra el obligandole a abandonar sus posiciones Pese a los intentos de dialogo del Virrey la cuestion degenero en una guerra civil que debilito a las tropas realistas y permitio la perdida del Peru 3 Maroto fue entonces nombrado por La Serna jefe de una de las tres divisiones que al mando del general Jose de Canterac debia hacer frente a la invasion de Antonio Jose de Sucre Tras la accion de Junin Maroto mantuvo fuertes disensiones con Canterac y acabo dimitiendo pues consideraba que la retirada de las fuerzas realistas se estaba llevando a cabo de forma inadecuada Nombrado gobernador de Puno alli le sorprendio la capitulacion de Ayacucho en la que quedo comprendido En compania de La Serna y otros oficiales Maroto y su familia embarcaron en la fragata francesa Hernestine que arribo a Burdeos a mediados de 1825 De nuevo en Espana Editar Tras su regreso de America el 1 de julio de 1825 fue encomendado al ejercito de Castilla la Vieja con residencia en Valladolid donde estaba la Capitania General El 1 de septiembre de ese ano el capitan general le nombro jefe organizador para restablecer el orden con el mando de las armas y en los voluntarios realistas del principado de Asturias Mas tarde el 11 de julio de 1828 se le destino por Real Orden al cuartel de Pamplona El 21 de junio de 1829 el rey le concedio el cuartel en el Ejercito de Castilla la Nueva con residencia en Madrid El 15 de marzo de 1832 fue nombrado comandante general de la provincia de Toledo puesto al que renuncio el 31 de octubre segun nos cuenta porque habiendo sido requerido por el conde de Negri para que apoyase una sublevacion al frente de sus tropas considero que antes de actuar contra el gobierno debia romper todos sus vinculos con el mismo Por este mismo motivo se nego a aceptar el cargo que se le confirio el 5 de enero de 1833 de segundo cabo y comandante general de las provincias vascongadas La causa carlista Editar Album de las tropas carlistas del norte Madrid s f Maroto cuenta en el documento titulado Manifiesto razonado de las causas del convenio de Vergara como y por que se unio a la causa carlista Insiste en que no fue el deseo de medrar pues su posicion social y profesional y el futuro que le esperaba eran de gran fortuna Asegura que tomo la decision de seguir al pretendiente de la corona don Carlos hermano del rey Fernando VII y tio de la futura reina Isabel II por pensar que era lo mejor para Espana pues creyo mas oportuno el posible reinado de don Carlos que el de una nina de tres anos cuya minoria de edad traeria consigo una regencia poco clara a su entender Maroto por aquel entonces tenia mas fe en la persona de don Carlos en la que veia las cualidades de principios religiosos sistema ordenado y economico en su propia casa y observancia de las leyes Tambien el propio Maroto confiesa que al seguir a un principe proscrito estaba casi seguro del fracaso y de que las victorias que se conseguirian serian pobres de un terreno palmo a palmo poco extenso sin grandes y espectaculares avances y que ademas ellos no serian tratados como autenticos militares sino como bandoleros y traidores Primeros pasos Editar Maroto se encontraba en Toledo con el cargo de comandante general de la provincia cuando recibio la visita de Ignacio de Negri y Mendizabal conde de Negri uno de los primeros personajes conspiradores carlistas de 1833 Despues de la entrevista Maroto dedico un tiempo a considerar la causa de los revolucionarios y finalmente opto con toda calma y convencimiento por unirse a ellos Se le pidio que dada su posicion y estando al frente de una guarnicion diera alli mismo un golpe militar lo que habria servido de gran apoyo Rafael Maroto era un hombre estricto y leal y no le parecio etico lo que le proponian No quiso que su alistamiento en las filas carlistas se iniciara con una traicion a la bandera que habia jurado ni con una huida Eligio seguir los pasos legalmente y comenzo por dimitir de su cargo y posicion en la comandancia general Una vez roto este vinculo nada le impidio pasarse al otro bando Marcho a Madrid donde Negri le dio instrucciones y donde se estaba preparando formalmente el partido carlista En Madrid tuvieron lugar las primeras reuniones de comites revolucionarios El rey Fernando VII estaba ya gravemente enfermo y su muerte proxima Propuso entonces Maroto a Don Carlos que se intentase un pronunciamiento para proclamarle regente durante la enfermedad de su hermano pero el Infante se opuso a la idea y los que la propusieron no fueron creidos leales servidores porque no vestian habitos o sotana porque decian que en las cosas de la tierra era menester hacer algo para que el cielo ayudase El gobierno detecto las conspiraciones y un gran numero de personas comprometidas fueron encarceladas Maroto no solo se salvo de estas primeras persecuciones sino que fue nombrado comandante general segundo cabo de las provincias vascongadas cargo al que renuncio de inmediato Este proceder no fue bien acogido por el gobierno que averiguo las nuevas ideas del general debido a las investigaciones realizadas tras la sublevacion del coronel Juan Campos y Espana y determino su arresto alli mismo en el ministerio donde el acababa de presentar personalmente y con toda formalidad su renuncia Los calabozos y las fugas Editar Fue conducido a la carcel permaneciendo en un calabozo durante ocho meses a lo largo de los cuales enfermo de gravedad perdio casi del todo la vista y se quedo completamente calvo Desde esta primera prision Maroto se vio desterrado a Sevilla y alli pudo obtener el traslado a Granada donde se encontraba su familia decidido a rehacer su vida y ocuparse de los suyos Pasado algun tiempo le informaron en secreto que seria nuevamente preso y trasladado a un calabozo de Ceuta Fue entonces cuando Maroto preparo rapidamente la fuga disfrazado ayudado fisica y economicamente por amigos y acompanado y guiado en el viaje por unos contrabandistas Desde Granada se dirigio a Madrid de alli a Extremadura de donde salio en direccion a Valencia donde fleto un barco que debia llevarle a Gibraltar pero que termino en Algeciras Por fin llego a Gibraltar y desde esta plaza se dirigio a los pocos dias a Portugal donde se encontraba don Carlos junto a un pequeno y variado sequito Estaban con el algunos generales militares de otras graduaciones eclesiasticos y personas varias Uno de los individuos que mas influencia tenia en las decisiones del aspirante era el obispo de Leon Joaquin Abarca nombrado Ministro de la Guerra consejero y favorito Los historiadores afirman que este personaje no tenia dotes ni conocimientos militares y que no pasaba de ser un habil cortesano con el talento de agradar a los principes En Portugal Maroto demostro a don Carlos su pericia como militar experto y como persona leal y sin ambiciones cortesanas Y fue en Portugal donde Maroto se vio implicado en los primeros encuentros belicos con las tropas reales seguidoras de la causa isabelina salvando de emboscadas y batallas inutiles a don Carlos y sus seguidores que pasaban unos momentos cruciales de estado errante y dubitativo y organizando constantes fugas necesarias por lo mal que se estaba llevando el plan militar Tras los fracasos de los carlistas en Portugal y ayudados por el comisionado ingles el coronel Wylde que habia sido enviado por la corona inglesa como observador y testigo el aspirante su sequito y algunos militares entre los que se encontraba Maroto embarcaron en el puerto de Lisboa a bordo del navio HMS Donegal que les conduciria a Inglaterra Llegada a las filas carlistas Editar Maroto salio de Inglaterra unos dias despues de que lo hiciera el sequito del aspirante pero ante su sorpresa fue detenido y arrestado en Calais y desde alli fue conducido a Paris donde le encarcelaron contra todo derecho de gentes pues no habia motivo ni por delito ni por falta de documentacion Cuando al poco tiempo obtuvo la libertad pidio el pasaporte para marchar a Italia pero se detuvo un tiempo en Niza para recuperar la salud y planear la manera de entrar en Espana en lugar de dirigirse a Italia Pudo atravesar sin dificultad el sur de Francia y llegar a Burdeos y desde alli se dirigio a Navarra ayudado y protegido por los seguidores carlistas franceses Al llegar al territorio controlado por los carlistas Maroto fue muy bien recibido por el Pretendiente que le sento en numerosas ocasiones a su mesa y trato de darle un mando de responsabilidad lo que no pudo lograrse debido a la oposicion de Zumalacarregui que siempre vio a Maroto con prevencion Cuando este fue herido en Bilbao Maroto recibio la orden directa de don Carlos de reemplazarle y tomar el mando de su ejercito Sin embargo la orden escrita manipulada fue confusa y casi contraria le mandaban que permaneciese en el ejercito pero a las ordenes de Eraso general mariscal de campo hasta que por razones de salud esta persona se retirase del ejercito del Norte Se le decia que tuviera paciencia y que en el entretanto observase las acciones de dicho general que podian ser sospechosas Dado su caracter serio y de autentico militar Maroto pudo granjearse en esta etapa la amistad y confianza de los combatientes en especial de los soldados Se enfrento por primera vez con el general Baldomero Espartero en el Sitio de Bilbao esta plaza estaba decidida a rendirse a los carlistas si las tropas de Espartero no conseguian prestarles ayuda Ambos ejercitos la sitiaron durante unos dias En esas circunstancias llego el general carlista Vicente Gonzalez Moreno que a la muerte de Zumalacarregui el 25 de junio de 1835 habia recibido el nombramiento para el mando del ejercito del Norte aun cuando habia sido prometido a Maroto no debe olvidarse que antes de empezar la guerra Maroto era solo mariscal de campo y Moreno teniente general El general Moreno no era un buen estratega y ademas demostro pronto su antipatia y animadversion hacia Maroto hecho este que se tradujo en una serie de actos poco afortunados desde el punto de vista militar Las ordenes de este general en el enfrentamiento con Espartero no consiguieron otra cosa que la supremacia de las fuerzas isabelinas que entraron en la plaza de Bilbao sin la menor oposicion Maroto general del ejercito de Vizcaya Editar Mujeres huyendo en Guetaria del Sitio de Bilbao Tras unos meses de inactividad militar en que le fue preciso seguir el cortejo de don Carlos en plan cortesano Maroto fue nombrado comandante general de las fuerzas del senorio de Vizcaya cuyo cargo estaba vacante a causa de la prision del marques de Valdespina y Zabala Una vez al frente de este ejercito estudio el modo de sacar el mayor partido posible poniendo en marcha una buena organizacion y disciplina militar Obtuvo gran ayuda de la diputacion del Senorio y de los hombres de los batallones Con el ejercito a punto marcho sobre la plaza de Bilbao tomo la ria corto la comunicacion y obstruyo todas las salidas todo sin emplear la artilleria de la que carecia en absoluto Obtuvo considerables ventajas en escaramuzas sostenidas contra las fuerzas britanicas que habian desembarcado para apoyar la causa de la reina El general Maroto siguio defendiendo su emplazamiento alrededor de Bilbao como pudo y pidio artilleria y refuerzos que nunca llegaron sino todo lo contrario pues le separaron dos batallones que fueron enviados a la linea de San Sebastian Estando asi las cosas llego Espartero con un gran ejercito El enfrentamiento fue en los altos de Arrigorriaga donde domino el ejercito carlista consiguiendo que Espartero se retirase a Bilbao precipitadamente y con desorden La plaza de Bilbao era muy importante pero la falta de union entre las huestes carlistas impedia la toma de la ciudad siguiendo un sistema puramente militar Las rivalidades y la falta de sentido militar de la mayoria de los mandos hacia imposible llevar a cabo la estrategia que Maroto proponia A los pocos dias recibio la orden de que entregara el mando al brigadier Sarasa y que permaneciera a la espera de nuevo destino La guerra continuo su rumbo impidiendo a los carlistas una marcha favorable por las intrigas y desavenencias habidas entre sus propios jefes y generales Maroto jefe de las fuerzas de Cataluna Editar El nuevo destino fue en las fuerzas de Cataluna lo que probablemente fuera consecuencia de sus maniobras contra el teniente general Nazario Eguia que habia sustituido a Gonzalez Moreno al frente del ejercito del Norte El viaje hasta llegar a Cataluna fue arduo y costoso Desde Bayona llego a Marsella para acceder despues a los Pirineos atravesandolos a pie soportando tormentas lluvias y vendavales acompanado de dos hombres que le servian de guia Al llegar al Principado Maroto se hizo cargo de un ejercito que no llegaba a los once mil hombres y cuya instruccion si de tal puede hablarse dejaba mucho que desear El 7 de septiembre Maroto dio comienzo al asedio de Prats de Llusanes que se vio obligado a abandonar ante la derrota de las fuerzas que trataron de impedir la llegada de una columna de socorro Sin desanimarse por ello dedico los dias siguientes a instruir los batallones que estaban a sus inmediatas ordenes 4 y establecio en ellos tan rigurosa disciplina en ocho dias que no se vio mejor en la Division de vanguardia formada despues por el conde de Espana Sin embargo el 4 de octubre era derrotado y muerto en San Quirico de Besora el baron de Ortafa su segundo en una accion cuyo resultado fue atribuido por los catalanes a no haber sido socorrido a tiempo por Maroto Mas no fue la oposicion de los jefes catalanes lo que motivo la salida de Maroto de Cataluna sino el hecho de considerarse traicionado por no haber recibido los recursos con que esperaba poder contar cuando abandono Navarra Asi tras efectuar al intendente Diaz de Labandero peticiones de armamento y uniformes totalmente imposibles de cumplir Maroto abandono Cataluna el 5 de octubre con el pretexto de marchar a ver a don Carlos para notificarle la verdadera situacion de la guerra en aquel territorio cumpliendo asi 5 mi proposito de dejar el mando de las fuerzas catalanas no siendo de mi caracter llevar una vida desastrosa y digna solo de un capitan de bandoleros Los catalanes abominaron de un jefe que les habia dejado abandonados y en la corte de don Carlos no se vio con buenos ojos a quien no parecia haberse esforzado todo lo posible en cumplir la mision que le habia sido encomendada En su viaje de regreso se vio envuelto en nuevas aventuras por Francia donde estuvo encarcelado en Perpinan y Tours hasta que pudo fugarse con el auxilio de su ayudante de campo Jose Burdeos y algunos legitimistas La defensa de Estella Editar Don Carlos le llamo otra vez para organizar las tropas del ejercito y Maroto accedio Puso en orden los batallones ampliando sus filas con soldados dispersos Restablecio la disciplina y mando construir trincheras y obras de fortificacion que cubrieron la ciudad de Estella dando ordenes severas para recaudar toda clase de subsistencias Ademas hizo una campana para alentar el espiritu publico Planeo la defensa de Estella y su zona ordenando el desalojo de los pueblos por donde se suponia que habria de pasar el ejercito de Espartero que se sabia estaba decidido a la toma de esta ciudad Maroto consiguio la retirada de este general con lo que aumentaron los animos y la esperanza de su gente La idea de Maroto era conservar todas las provincias vascongadas asi se llamaban en la epoca como punto de apoyo y residencia de la futura corte de don Carlos hasta que se le abrieran las puertas de Madrid Para ello trato de ponerse en contacto con el general Cabrera para establecer una linea de operaciones por el Alto Aragon Formo 5 batallones aumento la caballeria haciendo contratas de caballos extranjeros y durante un tiempo dirigio escaramuzas defensas y ataques contra las tropas realistas por tierras navarras Nuevas conspiraciones denuncias y desavenencias llegaron a convertirse en una conjura para llevar a cabo el asesinato de Maroto pero el asunto no prospero Su mas encarnizado enemigo en esta epoca fue el carlista Jose Arias Teijeiro nombrado por el aspirante subsecretario de Gracia y Justicia Firmo muchas sentencias de muerte de los principales generales acusandoles de sedicion Eran los generales a los que se llamaba despectivamente de carta y compas reputados tambien de masones Los fusilamientos de Estella Editar Recreacion artistica de los fusilamientos de Estella Publicada por vez primera a la obra Galeria Militar Contemporanea de 1846 Maroto envio a Estella al emisario Carmona que tambien conspiraba contra el que debia comunicar sus ordenes al militar Francisco Garcia cabecilla de la conspiracion contra Maroto en esta ciudad Este militar habia sido Comisario de Guerra durante el reinado de Fernando VII y ahora pertenecia al grupo de Teijeiro enemigos del general Maroto dispuesto en Estella a insubordinar a las tropas y desobedecer las ordenes de su general Se les acusaba de sedicion Las ordenes de Maroto era que le esperasen en un determinado lugar con el regimiento en pleno para poderle arengar Las cronicas que cuentan estos acontecimientos narran que Maroto entro en Estella en compania de su escolta aunque otras fuerzas le seguian a distancia Las calles estaban vacias y Francisco Garcia esperaba en su casa haciendo caso omiso de las ordenes recibidas con anterioridad A las 8 de la noche Maroto recibio la noticia de que Garcia habia sido arrestado por su gente la gente de Maroto cuando preparaba la huida disfrazado de cura El ejercito de Estella apoyaba a su general y no acataba mas ordenes que las suyas cosa que dio gran seguridad a Maroto Despues de este arresto fue hecho prisionero tambien el emisario Carmona y los seguidores de Francisco Garcia La sedicion militar de todos ellos fue comprobada publicamente Anteriormente habian sido arrestados los generales Juan Antonio Guergue Francisco Garcia y Pablo Sanz Baeza mas el intendente Uriz Se les encerro en el castillo del Puy junto con otros sediciosos y el 18 de febrero de 1839 fue ejecutada la orden de fusilamiento Fueron fusilados los generales Pablo Sanz y Baeza Juan Antonio Guergue y Francisco Garcia el oficial Luis Antonio Ibanez el brigadier Teodoro Carmona y el intendente Francisco Javier Uriz 6 Despues de los hechos Maroto escribio a don Carlos una detallada carta con informacion sobre las conspiraciones y desavenencias en el seno mismo de los carlistas del norte asi como una denuncia sobre la suerte que corrian en aquellos momentos los jefes militares benemeritos a la sazon encerrados en prisiones Al mismo tiempo que hizo llegar dicha carta a su destinatario dio a conocer al publico el documento por medio de la imprenta Todos estos acontecimientos fueron recogidos y escritos por el militar de la epoca Manuel Lassala y Soleras en un libro que llevaba el larguisimo titulo de Historia del partido carlista de sus divisiones de su gobierno de sus ideas y del convenio de Vergara con noticias biograficas que dan a conocer cuales han sido don Carlos sus generales sus favoritos y principales ministros Por su parte Pio Baroja en su obra Aviraneta o la vida de un conspirador narra asi lo sucedido en Estella Un dia corrio el rumor de que Maroto se acercaba al pueblo con sus tropas Estos rumores eran ciertos Maroto estaba ya a las puertas de la ciudad A media tarde empezaron a entrar en Estella los soldados del generalisimo El general Garcia hizo la baladronada de asomarse al balcon de su casa y no le saludo ni se presento a el Decian que los batallones navarros estaban tomando posiciones para oponerse al avance de Maroto pero no era verdad De madrugada pasaron por las armas a los generales navarros Guergue Garcia Sanz y Carmona Los fusilaron en una era detras de la Casa del prior de espaldas y arrodillados como a los traidores Reacciones Editar A raiz de estos hechos Teixeiro redacto un decreto que el aspirante firmo En este documento don Carlos declinaba toda responsabilidad de los hechos acusaba a Maroto de crimenes y arbitrariedades y amenazaba a quienes le apoyaban Separado ya del mando del ejercito lo declaro traidor como a cualquiera que despues de esta declaracion a que quiero se de la mayor publicidad le auxilie u obedezca Sin embargo los comandantes de los batallones de Estella presentaron sus respetos y lealtad a Maroto desobedeciendo el decreto Maroto mando reunir a los batallones en el camino real que iba de Vitoria a Pamplona en total mas de 7000 hombres En medio de un respetuoso silencio ordeno leer en voz alta el decreto acusatorio Al concluir se ofrecio para que cumplieran con lo que sus conciencias les dictaran Pero fue aclamado y vitoreado con un gran griterio tanto por los soldados como por sus jefes entre los que se encontraba el conde Negri Al final del acto Maroto correspondio con esta frase He triunfado de la arbitrariedad injusticia y obcecacion de un principe y la historia me juzgara en su dia Los carlistas Urbiztondo Silvestre Izarbe y el conde Negri se entrevistaron con don Carlos haciendole ver que la actuacion de Maroto como militar habia sido la correcta despues de lo cual el principe firmo un nuevo decreto en el que se retractaba del anterior se mandaba recoger y quemar los ejemplares del manifiesto publicado y se devolvia a Maroto el honor militar Ademas fueron desterrados 25 individuos militares clerigos y civiles implicados en los ataques a Maroto Fueron conducidos a Francia por los comisionados general Urbiztondo coronel Leandro Eguia teniente coronel Rafael Erausquin custodiados por una compania alavesa El partido marotista Editar A pesar de los hechos anteriores no cesaron las intrigas y hostilidades entre los enemigos y los seguidores de Maroto Asi las cosas surgio y crecio un partido llamado marotista fieles todos a la causa carlista pero opuestos a como se estaba llevando la guerra Preliminares para el Convenio Editar Articulo relacionado Convenio de VergaraDespues del fracaso de la Expedicion Real el general Espartero recibio un oficio firmado por el secretario del despacho de guerra del gobierno de la reina Isabel II en que se le facultaba para la terminacion de la guerra y para el gasto de 25 millones de reales en las tramitaciones El general Alaix en nombre de Espartero comunico a Maroto dicho oficio Este insistio en que haria lo que fuera mejor para el bien de Espana Se decidio una entrevista entre los dos generales oponentes que tuvo lugar en la ermita de san Antolin de Abadiano cerca de Durango A la conferencia de Abadiano asistieron tambien el coronel ingles Wylde como observador dada la mediacion que en el conflicto habia jugado Inglaterra desde tiempo atras y el brigadier Francisco Linage secretario de Espartero Pero las negociaciones quedaron rotas por el asunto de los fueros Maroto habia prometido defenderlos y Espartero alego que eran opuestos a la Constitucion En aquellos momentos ambos ejercitos se encontraban enfrentados y preparados pero no entraron en accion Al poco Espartero insistio en las negociaciones Los jefes presentes en la lectura del manifiesto decidieron nombrar una comision para acordar con el la negociacion La Torre y Urbiztondo marcharon al frente de la comision sin Maroto y formalizaron con Espartero el convenio cuyo primer escrito no tenia todavia la firma de Maroto aunque todo lo que se exponia era en su nombre Mas tarde Espartero enviaria una copia a Maroto con el ruego de que la firmara formalmente El articulo primero del acuerdo estaba relacionado con los fueros y en el se decia que El capitan general don Baldomero Espartero recomendara con interes al gobierno el cumplimiento de su oferta de comprometerse formalmente a proponer a las cortes la concesion o modificacion de los fueros A pesar de haber sido firmado el convenio por tantos altos jefes los batallones navarros sobre todo sintieron una cierta repugnancia desconfianza y descontento incluso hubo oficiales que intentaron la sublevacion 31 de agosto de 1839 Editar En Vergara esperaba el general Espartero con las tropas constitucionales Cuando llegaron los batallones y escuadrones castellanos mas los vizcainos y guipuzcoanos Espartero les arengo y les dio a elegir entre permanecer al servicio de la reina o volverse a sus casas Segun cuentan los historiadores todos decidieron la adhesion al convenio Despues fue la arenga de Rafael Maroto Voluntarios y pueblos vascongados nadie mas entusiasta que yo para sostener los derechos al trono de las Espanas a favor del senor don Carlos Maria Isidro de Borbon cuando me pronuncie pero ninguno mas convencido por la experiencia de multitud de acontecimientos de que jamas podria este principe hacer la felicidad de mi patria unico estimulo de mi corazon Las arengas de Maroto y de Espartero constan en acta y se conservan debidamente En el Cuartel General de Vergara el 1º de septiembre de 1839 Espartero arengo por ultima vez a los pueblos vascongados y navarros les notifico la paz firmada en los campos de Vergara y la incorporacion de los ejercitos a su mando El general don Rafael Maroto y las divisiones Vizcaina Guipuzcoana y Castellana que solo han recibido desaires y tristes desenganos del pretendido rey han escuchado ya la voz de paz y se han unido al ejercito de mi mando para terminar la guerra Terminada la contienda se le revalido la graduacion de teniente general y se le nombro Ministro del Supremo Tribunal de Guerra y Marina Ultimos anos Editar Vindicacion del General Maroto y manifiesto razonado de las causas del Convenio de Vergara de los fusilamientos de Estella y demas sucesos notables que les precedieron justificados con cincuenta documentos ineditos los mas Madrid 1846 Primera edicion de la Vindicacion de Maroto escrita por Antonio Pirala El 11 de septiembre de 1846 emprendio el regreso a Chile donde conservaba algunas propiedades desembarcando en Valparaiso el 22 de diciembre y estableciendose en la hacienda que su difunta esposa tenia en Concon Su muerte tuvo lugar en Valparaiso el 25 de agosto de 1853 ciudad a la que se habia trasladado durante su ultima enfermedad en busca de cuidados mas apropiados y en cuyo cementerio fue enterrado bajo una lapida que hacia constar su condicion de teniente general del ejercito espanol y sus titulos nobiliarios de vizconde de Elgueta y conde de Casa Maroto Posteriormente y con motivo de los actos conmemorativos de la batalla de Chacabuco sus restos fueron trasladados al Panteon de Jefes y Oficiales del Ejercito de Chile el 2 de junio de 1918 y ubicados en el nicho numero 77 con la siguiente inscripcion El Ejercito de Chile al brigadier del Ejercito espanol D Rafael Maroto Rafael Maroto es una figura controvertida Algunos historiadores tachan de traicion hacia la causa carlista su intervencion en la paz de Vergara y otros opinan que fue un acto inteligente y bien llevado aduciendo que el ejercito del pretendiente se encontraba casi extinguido y sin salida Sin embargo un vistazo a los estados de fuerzas que incluye Antonio Pirala en su Historia de la Guerra Civil y de los Partidos Liberal y Carlista para 1839 no parece secundar esta segunda opinion Hoja de servicios EditarAno Dia y mes Empleo1794 1 de abril Ingreso como cadete subalterno menor de edad en el Regimiento de Infanteria de Asturias 1798 15 de junio Fue nombrado Segundo subteniente 1801 23 de octubre Tiene el grado de Primer subteniente1806 15 de octubre Es nombrado Teniente1808 8 de septiembre Asciende a Capitan1809 9 de marzo Ascenso a Teniente Coronel1811 6 de diciembre Se le nombra Sargento Mayor1813 16 de noviembre Asciende a Coronel1814 8 de noviembre Brigadier1823 5 de octubre Mariscal de Campo1832 Comandante General de la provincia de Toledo1836 Comandante general de las fuerzas del Senorio de Vizcaya1839 En virtud del Convenio de Vergara se le revalida el cargo de Teniente General obtenido en 1834 al incorporarse a las filas de don Carlos en PortugalCondecoraciones EditarGran cruz de la Orden de Isabel la Catolica concedida el 6 de febrero de 1827 por el rey Fernando VII Caballero de la Orden de San Hermenegildo Cruces y diplomas de distincion por la defensa de Zaragoza y su segundo sitio Tres escudos de distincion por las campanas en la Guerra de la Independencia Espanola Maroto y los Episodios Nacionales EditarEn los Episodios nacionales de Benito Perez Galdos se hace mencion a la figura del general Maroto en varias novelas Odiaba cordialmente a Maroto no por mal militar que no lo era ni por desafecto a su causa sino porque en cierta ocasion de apuro atravesando la frontera de Portugal habia soltado D Rafael en los regios oidos la interjeccion mas comun en bocas espanolas desacato que el meticuloso Rey no perdono nunca Vergara cap XXVI Otro de los que abandonaron a media tarde la regia morada fue D Rafael Maroto figura de primera magnitud en el carlismo que abrazo con ardor desde los primeros dias del cisma dinastico De Onate a La Granja cap XX Algunos tuvimos el proyecto de proclamar la Constitucion en el Peru pero el traidor de Maroto se opuso Un faccioso mas y algunos frailes menos Bibliografia consultada para este articulo Editar Arizaga J M de Memoria militar y politica sobre la guerra de Navarra los fusilamientos de Estella y los principales acontecimientos que determinaron el fin de la causa de D Carlos Isidro de Borbon Madrid Imprenta de D Vicente de Lalama 1840 Bullon de Mendoza Alfonso La Primera Guerra Carlista Madrid Actas 1992 Bullon de Mendoza Alfonso Don Carlos y Maroto Aportes 29 1995 pp 79 94 Chamorro y Baquerizo Pedro Estado Mayor General del Ejercito Espanol Seccion tenientes generales pp 41 y ss Ferrer Melchor Historia del Tradicionalismo Espanol tomos II XVII PIRALA y CRIADO Antonio Vindicacion del general Maroto y manifiesto razonado de las causas del Convenio de Vergara Urgoiti editores Pamplona 2005 ISBN 84 933398 8 1 Pirala y Criado Antonio Historia del Convenio de Vergara Enciclopedia Moderna del Senor Mellado Madrid 1852 Pirala y Criado Antonio Historia de la guerra civil y de los partidos liberal y carlista Madrid Mellado 1858 56 Cinco tomos RESUMEN historico de la campana sostenida en el territorio Vasco Navarro a nombre de Don Carlos de Borbon de 1833 a 1839 e Impugnacion del libro que sale a la luz con el titulo de Vindicacion del General Maroto Madrid Imp de Jose C de la Pena 1846 1847 2 vols Torres Marin Manuel Chacabuco y Vergara Sino y camino del teniente general Rafael Maroto Yserns Santiago de Chile Editorial Andres Bello 1981 Predecesor Mariano Osorio General en Jefe del Ejercito espanol de Chile1815 1817 Sucesor Jose Ordonez Otras fuentes Editar Documentacion del expediente militar de Rafael Maroto facilitada por el Archivo General Militar de Segovia febrero de 2006 a peticion de Lourdes Cardenal Vease tambien Editar Batalla de Ayacucho Batalla de Junin Conferencias de Miraflores Expedicion Libertadora del Peru Desembarco de San Martin Independencia del Peru Primer Congreso Constituyente del Peru de 1822 Casa MarotoEnlaces externos Editar Wikisource contiene obras originales de o sobre Rafael Maroto Asi lo hicimos Como se hizo el documental sobre los Fusilamientos de Estella Biografia de Rafael Maroto Ibern Biografia de Rafael Maroto IbernNotas Editar Correspondencia de Rafael Maroto La Constitucion Gaditana habia sido abolida por Fernando VII y durante su reinado solo estuvo vigente durante los tres anos del Trienio Liberal Las refriegas en Espana con ocasion de los cambios en la direccion politica que tomaba a cada momento el reinado de Fernando VII influyo decisivamente entre los militares llamados realistas afines al absolutismo y los constitucionalistas leales a los liberales y a la Constitucion de 1812 Noticia de la ultima guerra civil op cit p 101 Pirala Criado Vindicacion op cit p 92 Carlos Santacara La primera guerra carlista vista por los britanicos 1833 1840 Madrid Ed Antonio Machado 2015 p 298 Wikimedia Commons alberga una categoria multimedia sobre Rafael Maroto Datos Q3120467 Multimedia Rafael MarotoObtenido de https es wikipedia org w index php title Rafael Maroto amp oldid 135757426, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

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