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Ignacio de Antioquía

Ignacio de Antioquía (en griego: Ἰγνάτιος Ἀντιοχείας) (Siria, Imperio romano, 35 - Roma, entre 108 y 110) es uno de los padres de la Iglesia y, más concretamente, uno de los padres apostólicos por su cercanía cronológica con el tiempo de los apóstoles.[3]​ Fue el primero en aplicar el adjetivo «católica» a la Iglesia.[4]

San Ignacio de Antioquía

Icono que representa a Ignacio devorado por las fieras.

Obispo de Antioquía
68-100/107
Predecesor Evodio
Sucesor Heros o Herodión

Otros títulos Padre de la Iglesia y mártir
Culto público
CanonizaciónCulto inmemorial
Festividad
Atributos Cadenas y leones
Venerado en Iglesia católica
Iglesia ortodoxa
Iglesia copta
Iglesia siriaca
Santuario Basílica de San Clemente de Letrán, Roma
Información personal
Nombre San Ignacio de Antioquía
Nacimiento c. 35[1][2]
Siria (provincia romana)
Fallecimiento entre 108 y 110[1][2]
Roma

Es autor de siete cartas que redactó en el transcurso de unas pocas semanas, mientras era conducido desde Siria a Roma para ser ejecutado o, como él mismo escribió:

... para ser trigo de Dios, molido por los dientes de las fieras y convertido en pan puro de Cristo.
Ignacio de Antioquía, Ad Rom. 4, 1.

Su arresto y ejecución se produjeron a comienzos del siglo II. Aparte de eso, solo se sabe que fue obispo de la ciudad de Antioquía de Siria. El conocimiento sobre Ignacio se centra, por tanto, en el final de su vida, pero ello basta para hacer de él uno de los padres apostólicos mejor conocidos. Ignacio es un mártir del cristianismo y uno de los santos de la Iglesia católica y de la Iglesia ortodoxa, que celebran su festividad el 17 de octubre[5]​ y el 20 de diciembre,[6]​ respectivamente.

El descubrimiento y la identificación de las cartas de Ignacio se produjeron a lo largo de los siglos XVI y XVII, tras un arduo y polémico proceso. La temática «procatólica» de las cartas soliviantó los ánimos de teólogos protestantes como Juan Calvino, que las impugnaron enérgicamente. La polémica entre católicos y protestantes continuó hasta el siglo XIX, en que se alcanzó un consenso sobre cuántas cartas, cuáles y en qué medida fueron escritas realmente por Ignacio. Desde entonces, la opinión mayoritaria, pero no indiscutida, es que Ignacio escribió cartas a las comunidades cristianas de Éfeso, Magnesia del Meandro, Trales, Roma, Filadelfia y Esmirna, además de una carta personal al obispo Policarpo de Esmirna, otro «padre de la Iglesia» y también «padre apostólico». Los escritos de Ignacio están próximos en el tiempo a la redacción de los evangelios y una parte de la investigación ignaciana está centrada en esclarecer su relación con ellos. Las cartas ofrecen, además, valiosos indicios sobre la situación de las comunidades cristianas a finales del siglo I y comienzos del siglo II.


Las fuentes

 
Ireneo de Lyon, una de las fuentes de información sobre Ignacio.

La información sobre la vida de Ignacio proviene principalmente de sus cartas. A través de ellas se conocen algunos datos fundamentales de su persona, como que era obispo de Antioquía o que fue condenado a morir en Roma. También se deduce de su lectura la dramática y difícil circunstancia en la que fueron redactadas.

Pues cuando oísteis que venía encadenado desde Siria en el nombre de Aquel que es nuestra esperanza, y que esperaba por vuestras oraciones llegar a Roma y triunfar sobre las fieras, y con ello hacerme discípulo, vinisteis a verme con premura...
Ad Eph. 2, 2[7]

Ignacio no pretendía informar en sus escritos sobre una situación que sus interlocutores ya conocían de primera mano, sino ofrecer consejo y reflexión. Pero las informaciones fragmentarias que sobre sí mismo fue dejando en sus cartas se han convertido, con el paso de los siglos y la ausencia de otras fuentes, en apuntes de inapreciable valor. Sus escritos no tienen, por tanto, un carácter biográfico, sino circunstancial, y hablan del encuentro de un obispo cristiano condenado a muerte y una comunidad de cristianos que, atraída por su fama, salió a su paso a recibirle y hacer más llevadero su camino.

... incluso las iglesias que no estaban en el camino me escoltaban de pueblo en pueblo...
Ad Rom. 9, 3[7]

Las cartas de Ignacio fueron el fruto de esos encuentros y testimonian sus preocupaciones y su gratitud. Si en un primer momento Ignacio fue recordado por su persona y por su historia, hoy se le recuerda principalmente por sus cartas. Sin ellas, apenas quedaría de él más que una leyenda.

Una segunda fuente de información proviene de reseñas consignadas en las obras de diversos autores eclesiásticos, en su mayor parte padres de la Iglesia. Estos Padres, que conocían las cartas de Ignacio, transcribieron en sus propias obras fragmentos de ellas, añadiendo en ocasiones noticias independientes, recibidas seguramente a través de alguna tradición. Se debe a Eusebio de Cesarea (principios del siglo IV)[8]​ el resumen más completo y verosímil de ellas. Antes de Eusebio, se conservan los testimonios, más bien casuales, de Policarpo de Esmirna, Ireneo de Lyon y Orígenes. Después de él, hay que mencionar la obra de dos antioquenos, paisanos de Ignacio: Juan Crisóstomo a finales del siglo IV y Teodoreto de Ciro en el siglo V. Estos dos últimos autores, aunque tardíos, se beneficiaron todavía de la tradición local de la ciudad. Más allá del siglo V y lejos de Antioquía ya no se han encontrado noticias fiables. El testimonio de Eusebio de Cesarea suele prevalecer en la opinión de los eruditos y esto ha sido así en líneas generales desde que comenzaran en el siglo XVI las disputas entre católicos y protestantes.

Existe un tercer grupo de documentos que acompañan la cuestión ignaciana a modo de apéndices. Carecen en general de fiabilidad histórica pero no de interés. Existe un relato tardío de su martirio, conocido como el Martirio colbertino,[9]​ que reconstruye con ciertas dosis de imaginación el viaje de Siria a Roma y donde se señala el 20 de diciembre como la fecha del martirio.[10]​ Más importante es que, dentro de ese relato, se encontró en el año 1646 la versión griega de una de las cartas de Ignacio. Además del Martirio colbertino, se conservan cartas apócrifas de propósito diverso que simulan haber sido escritas o recibidas por Ignacio durante su viaje a Roma y que la crítica considera espurias de forma unánime.

De todas estas fuentes, se desprende una exigua «Vida de Ignacio» que tiene su parte especulativa pero que es todo cuanto hay. Tan importante como eso es, sin embargo, que dicha vida está inmersa en un contexto histórico que la sostiene y da profundidad. Junto a Ignacio, hay lugares, sucesos y gentes que estaban presentes en la mente de aquellos que vivieron esos momentos y que proyectan la vida de Ignacio en el complejo horizonte del cristianismo primitivo. Ese horizonte es hoy del máximo interés, ya que los escritos de los padres apostólicos son el primer lugar donde se pueden escudriñar la influencia y el grado de formación de los evangelios.

Las cartas

 
Martirio de Ignacio de Antioquía.

Atendiendo al lugar desde el que fueron redactadas, las cartas de Ignacio se dividen en dos grupos: las cuatro cartas de Esmirna y las tres cartas de Alejandría de Tróade. El lugar de redacción se deduce en todos los casos del contenido.[11]​ Cierta lógica relaciona los destinatarios y el lugar de redacción porque tres de las cartas de Esmirna fueron enviadas a localidades próximas,[12]​ mientras que dos de las cartas de Tróade fueron enviadas a la propia Esmirna,[13]​ de donde Ignacio acababa de partir. Las cartas de Esmirna son anteriores a las de Tróade, pero dentro de cada grupo se desconoce el orden de redacción. Se suele asumir el «orden eusebiano», que no es otro que el utilizado por Eusebio de Cesarea al redactar su reseña sobre Ignacio y que es el siguiente: la «Carta a los efesios» (Ad Eph.), la «Carta a los magnesios», (Ad Magn.), la «Carta a los tralianos» (Ad Tral.), la «Carta a los romanos» (Ad Rom.), la «Carta a los filadelfianos» (Ad Phil.), la «Carta a los esmirniotas» (Ad Smyrn.) y, por último, la «Carta a Policarpo» (Ad Pol.), un escrito personal dirigido a Policarpo de Esmirna, obispo de dicha ciudad a la sazón.

Atendiendo al propósito de la redacción, las cartas se dividen también en dos grupos: por una parte, las seis cartas asiáticas[14]​ y, por otra, la singular «Carta a los romanos». Las primeras fueron escritas a las Iglesias del Asia Menor con dos propósitos bien definidos, siendo el primero exhortarlas a mantener la unidad interna y la segunda prevenirlas contra ciertas enseñanzas docéticas y judaizantes. La uniformidad de los planteamientos de Ignacio sugiere la existencia de un conflicto generalizado en esta parte del Asia Menor, como si toda la región estuviese atravesando circunstancias similares. La otra carta fue dirigida motu proprio a la Iglesia de Roma para rogar a sus miembros que no intercedieran por él.

En un plano formal, los escritos de Ignacio son muy diferentes de los de Clemente de Roma. Las cartas de Ignacio están redactadas con un estilo libre y ardoroso que violenta el lenguaje con audaces construcciones que no se ciñen a las formas retóricas convencionales. Comienzan con un prescripto oriental, estructurado en forma de nomen-cognomen:

Ignacio, también llamado «Teoforo», a la Iglesia de...

Este prescripto es tan característico de Ignacio que no solo comienzan así las cartas auténticas sino también las que escribieron después algunos falsarios. «Teoforo», término griego que significa «el portador de Dios», podría ser un sobrenombre o cognomen utilizado por Ignacio siguiendo los usos de la época.[15]​ También podría ser una forma de referirse a sí mismo como discípulo de Cristo, ya que lo utiliza igualmente en una carta con ese otro sentido.

... vosotros sois compañeros de camino, portadores de Dios (teoforo)...
Ad Eph. 9, 2.

Vicente de Beauvais afirmaba siglos después, llevado del entusiasmo, que la razón de ese sobrenombre era que Ignacio tenía escrito en su corazón el nombre de Cristo, con letras de oro, cosa que, según él, se descubrió al recoger los pedazos de su cuerpo desgarrado por las fieras.

Vida y obra

 
Bernabé, el apóstol, según la tradición, uno de los fundadores de la comunidad cristiana de Antioquía de la que Ignacio llegó a ser obispo.

No se sabe en qué año nació Ignacio ni tampoco en qué lugar. Se desconoce todo sobre su familia y las circunstancias en las cuales conoció el cristianismo. Se ignora también cuál fue su trayectoria dentro de la Iglesia. Una leyenda del siglo X le supone discípulo de Jesucristo en la persona del niño que aparece como protagonista en el pasaje bíblico de Mateo 18.[16]

Él llamó a un niño, lo puso en medio de ellos y dijo: Os aseguro que si no os hacéis como niños, no entraréis en el Reino de los Cielos.

La primera noticia de sólida apariencia es que fue obispo de la ciudad de Antioquía. Lo afirma el propio Ignacio en una de sus cartas.[18]​ Lo aseveran Eusebio[19]​ y otros Padres de la Iglesia, y así se le considera actualmente. Es un dato relevante, pues el episcopado de Antioquía era uno de los más prestigiosos de la cristiandad.

Antioquía de Siria, conocida también como Antioquía del Orontes, Antioquía «la Grande» o Antioquía «la Bella», era en aquella época una de las principales ciudades del Imperio romano y la tercera urbe más poblada, después de Roma y Alejandría. Su población se calcula en doscientos mil o incluso medio millón de habitantes. No tenía buena reputación pues gran parte de su economía estaba orientada al ocio y el disfrute. Su carácter libre y cosmopolita atraía a muchas gentes que emigraban de diversos lugares trayendo las costumbres y creencias de su lugar de origen. Se sabe por Flavio Josefo[20]​ que había en la ciudad una sinagoga judía numerosa y antigua[21]​ que gozaba de privilegios especiales.

Poco después de la muerte de Jesucristo, y marginados de esa sinagoga, se fundó en Antioquía otra comunidad religiosa, integrada por judeocristianos helenistas expulsados de Jerusalén. Según la tradición Bernabé, el apóstol, se encontraba entre ellos. Años después, Bernabé habría atraído a la ciudad a Pablo de Tarso, que pasó allí una parte prolongada de su vida, dejando una profunda huella de la que Ignacio es deudor. Pablo y Bernabé promovieron en Antioquía un cristianismo cuya práctica no exigía el cumplimiento de ciertos preceptos de la Ley judía para los gentiles. Este cristianismo de cuño paulino estaba dirigido a la población greco-pagana de la ciudad y, en la medida en que se incluyó a estos gentiles en el pueblo de Dios en plena igualdad y participación en el culto, la nueva comunidad se situó cada vez más al margen de la antigua sinagoga. Las tensiones entre la sinagoga judía y la iglesia cristiana por cuenta de la observancia de la Ley condujeron a una ruptura que quedó significada con el nombre dado a la nueva comunidad. Según los Hechos de los Apóstoles (Hch 11, 26), Antioquía fue el primer lugar donde «los discípulos fueron llamados cristianos», probablemente de manera despectiva, aunque esto no permite deducir, como se hace frecuentemente, que los discípulos de Jesús eran ya vistos como una entidad separada del judaísmo.[22]​ Con esa denominación, acuñada en el exterior de los círculos cristianos, se constató la aparición de una «tertium genus», un tercer género de gentes que no eran judíos pero tampoco paganos. Posteriormente, el modelo paganocristiano practicado en Antioquía fue exportado por Pablo a otras ciudades del imperio formando de esta manera comunidades de cristianos gentiles. Se puede decir por eso que Antioquía es «madre de las iglesias de la gentilidad».

Condena a muerte

 
Busto de Trajano, conservado en la Gliptoteca de Múnich.

Ignacio era obispo de Antioquía cuando fue condenado a muerte en tiempos de Trajano acusado, es de suponer, de profesar el cristianismo.[23]​ En sus cartas, Ignacio se describe a sí mismo utilizando el término griego «katakritos» (condenado a muerte), lo que no aclara las circunstancias de su detención. En otros lugares afirma llevar cadenas «por causa del Nombre» (Ad Eph. 1, 2), refiriéndose a Jesucristo. A finales del siglo XIX, Joseph Barber Lightfoot pensaba que Ignacio había sido detenido en el transcurso de una persecución en contra de los cristianos. Sin embargo, el hecho de que en la correspondencia de Ignacio no se encuentren referencias al respecto y que su principal preocupación parezca ser la organización de las iglesias a las que escribe ha llevado a postular asimismo que Ignacio pudo ser detenido a causa de un enfrentamiento habido dentro de la comunidad antioquena entre dos grupos o facciones cristianas representantes de órdenes eclesiales distintos: los así llamados «ministeriales» y los «carismáticos».[24]​ Como obispo de Antioquía, Ignacio pertenecería a la clase ministerial y la tensión con esos elementos carismáticos pudo generar un conflicto de tal magnitud que las autoridades de la ciudad detuvieran a Ignacio para solucionarlo. Eso explicaría la insistencia con que aboga en sus cartas por mantener la unidad en torno a la jerarquía eclesiástica.

... corred a una con la voluntad del obispo.
Ad Eph. 4, 1

La falta de noticias fidedignas sobre su detención incentivó la fantasía del autor del Martirio colbertino, que ideó un diálogo ficticio entre Ignacio y el emperador Trajano. En ese diálogo, escenificado en la misma Antioquía, Trajano pregunta con arrogancia:

¿Quién eres tú, demonio miserable, que desobedeces mis mandatos...?[25]

La respuesta de Ignacio es la que cabría esperar de él.

Nadie llama miserable al portador de Dios, al «Teoforo».[25]

Trajano, contrariado, le sentencia a muerte.

Traslado a Roma

 
El Coliseo romano, donde iba a ser conducido Ignacio.

Aunque fue condenado en Siria y pudo ser ejecutado allí, se ordenó su traslado a Roma. No está clara la razón o necesidad de ese traslado ni el estatus jurídico que tuvo Ignacio durante el proceso. Se han propuesto varias explicaciones, pero ninguna goza de demasiado crédito. La primera y más sencilla afirma que Ignacio era ciudadano romano y que fue llevado a Roma para que pudiese ejercer su derecho de apelación ante el emperador. En la literatura cristiana, se narraba ya el precedente de Pablo de Tarso, que ejerció dicho derecho al ser detenido en Jerusalén (Hch 25, 11) y fue, consiguientemente, trasladado a Roma. Sin embargo, en el caso de Ignacio no resulta plausible pensar, aun admitiendo su ciudadanía, que tuviese intención de apelar al emperador porque, según se desprende de sus cartas, Ignacio deseaba ser arrojado a las fieras y, en su «Carta a los romanos», ruega incluso a la comunidad de Roma que no interceda por él, lo que es evidencia de una sentencia ya emitida. Otra dificultad es que la Lex Julia de vi publica proveía que el apelante no debía ser encadenado. Los Hechos de los Apóstoles narran que, cuando Pablo se declaró ciudadano romano, los soldados le retiraron inmediatamente las cadenas, temerosos por haber infringido la ley (Hch 22, 29). En el caso de Ignacio, sin embargo, él mismo se describe en sus cartas como un «encadenado» (gr: desmios), llegando a usar la materialidad de esas cadenas como recurso poético:

... de Aquél por el que llevo cadenas, perlas espirituales con las que, ojalá, pueda resucitar.
Ad Eph. 11, 2

Otra explicación que se ha propuesto es que Ignacio formase parte de un tributo al emperador Trajano, enviado para participar en los espectáculos romanos en calidad de alimento. Se presume que quizás hubiese en esos momentos una fuerte demanda de prisioneros a causa de los fastos organizados en Roma para celebrar la victoria contra los Dacios. Sin embargo, un solo prisionero no sería un presente de valor. A fin de cuentas, Ignacio no era más que el líder local de un grupo religioso ilegal. Aunque es cierto que viajó con más gente, algunos asistentes suyos, en sus cartas no se mencionan otros prisioneros. Además, en el supuesto de que Ignacio hubiese formado parte de un nutrido grupo de reos, resulta difícil explicar la libertad de movimientos de que gozó durante el viaje. Una tercera hipótesis afirma que Ignacio fue trasladado a Roma a causa de una situación legal excepcional motivada por la ausencia del gobernador de Siria, única autoridad con potestad para condenar a muerte. En ese caso, el legado habría ordenado el traslado de Ignacio con objeto de que su condena fuese confirmada por el mismo emperador.[26]

A finales del siglo IV, Juan Crisóstomo especulaba sobre el asunto de una forma menos jurídica afirmando que llevar a Ignacio a Roma fue un ardid del demonio:

Y además de aquella primera astucia, añadió el diablo otra maquinación que fue que los obispos no sufrieran el martirio en las ciudades que presidían sino en otras bien lejanas, pretendiendo con ello que les faltase el auxilio de los suyos por morir en el extranjero, pero también agotarlos con las fatigas del viaje. Y eso fue exactamente lo que hizo con nuestro santo.
Panegírico de Juan Crisóstomo.[27]

De Antioquía a Esmirna

 
Vidriera sur de la catedral católica de San Canicio de Kilkenny representando el pasaje de Mateo 18.

La ruta seguida por Ignacio desde Antioquía es incierta. El Martirio colbertino describe sucintamente que Ignacio embarcó en la vecina Seleucia y llegó directamente a Esmirna, «después de grandes fatigas». Esta ruta directa por mar, sin embargo, hay que descartarla porque se sabe a ciencia cierta que Ignacio pasó por la localidad de Filadelfia, sita en el interior del continente. Otra posibilidad es que la comitiva hubiese partido a pie desde Antioquía y, al llegar a la altura de Tarso, hubiese cruzado las Puertas Cilicias hacia el interior del territorio para progresar, una vez evitadas las difíciles estribaciones de la costa, por las llanuras de Anatolia hasta la mencionada Filadelfia. De las cartas de Ignacio tan solo este fragmento redactado en Esmirna permite hacer alguna inferencia:

Desde Siria vengo luchando día y noche, por tierra y por mar, con diez leopardos, diez soldados que me encadenan.
Ad Rom. 5, 1

Si se interpreta de forma literal la expresión «... por tierra y por mar...», cabe concluir que el grupo de Ignacio embarcó, en efecto, en Seleucia e hizo una parte del viaje por mar. Por alguna razón, desembarcaron en Atilla y cruzaron los montes hasta el enclave de Laodicea. Desde allí, podrían haber descendido por el valle del río Meandro hasta la costera ciudad de Éfeso. Sin embargo, siguieron hacia Hierápolis, con objeto de cambiar de valle y llegar a Esmirna, ciudad situada algo más al norte y, por tanto, más cerca de Tróade, la puerta hacia Europa.[28]

La custodia de Ignacio fue encargada, como él mismo cuenta, a una decuria de soldados de los que dice que: «cuantas más bondades recibían, peores se volvían» (Ad Rom. 5, 1). No debían de tratarle con muchos miramientos a juzgar por este otro comentario: «... con sus malos tratos me voy haciendo discípulo» (Ad Rom. 5, 1). La expresión griega deka leopardis («diez leopardos») que utiliza para describirlos puede referirse al carácter rudo y salvaje de sus guardias, pero también se especula con la posibilidad de que fuese el nombre de algún regimiento romano o una alusión a esas pieles de animales con las que algunos soldados se cubrían la cabeza. Se da la circunstancia, anecdótica quizá, de que es la primera vez que se utiliza la palabra «leopardo» en la literatura griega y la latina.

Sea que el viaje a Esmirna se llevase a cabo por tierra o por mar, es seguro que la comitiva de Ignacio y sus «diez leopardos» pasó por la localidad de Filadelfia. Allí había una comunidad cristiana estable a la que Ignacio se refirió después como: «la que ha alcanzado misericordia y está asentada con firmeza en Dios, y se regocija en la pasión de nuestro Señor y tiene plena certeza en su resurrección» (Ad Phil Intr.). Estando allí, habló con los filadelfios, asistió a celebraciones y disputó con unas gentes por cuestiones de doctrina.[29]​ Después de la estancia en Filadelfia, la comitiva prosiguió el camino hasta la cercana Esmirna, pasando por Sardes.

Esmirna

 
Foto satélite del golfo de Esmirna.

Esmirna, situada en la costa occidental del país, era en aquel tiempo un populoso puerto de mar y paso de algunas rutas comerciales. En la época de Ignacio, su obispo era Policarpo, que recibió a Ignacio en nombre de la iglesia de los esmirniotas. Según el Martirio colbertino, ambos «habían sido en otro tiempo discípulos u oyentes del Apóstol Juan», posibilidad que Jerónimo de Estridón también considera. El discipulado joánico de Policarpo es confirmado sin ambages por Ireneo de Lyon y se tiene por histórico, pero el de Ignacio es más controvertido. A pesar de que el lenguaje de Ignacio demuestra cierta familiaridad con el de Juan, no hay indicios de que fuese discípulo suyo, ni mucho menos, condiscípulo de Policarpo. De hecho, lo que se trasluce de las cartas es que Policarpo y él se conocieron precisamente entonces. El aprecio que llegaron a profesarse se trasluce en la carta postrer de Ignacio a Policarpo y también en la carta de Policarpo a los filipenses, donde este recaba preocupado noticias sobre Ignacio.

Durante su estancia en la ciudad, las iglesias vecinas de Éfeso, Magnesia del Meandro y Trales enviaron delegaciones para saludar a Ignacio y atender sus necesidades. Ignacio habló con ellas y tuvo así noticia de la existencia de disensiones y heterodoxias en la zona. A consecuencia de ello, redactó tres cartas: «A los efesios», «A los magnesios» y «A los tralianos» y las entregó a las respectivas delegaciones para que fuesen leídas en la «ekklesia» o asamblea. Su intención al escribirlas era combatir las «falsas doctrinas» que, según él, amenazaban a las comunidades y reforzar con su apoyo la autoridad de los obispos locales. El hecho mismo de escribir cartas tenía ciertas resonancias históricas, pues en aquel tiempo era conocida la carta que Pablo de Tarso había escrito a los efesios medio siglo antes.[30]

Carta a los efesios

 
Casa de la Virgen María a las afueras de Éfeso.

La delegación de Éfeso estaba encabezada por su obispo Onésimo, del que no se sabe nada. Se ha especulado que este Onésimo podría ser el mismo que se nombra en la Epístola a Filemón, escrita por Pablo de Tarso. Según esta hipótesis, Onésimo sería el esclavo de Filemón por el que intercedió Pablo décadas antes, que luego habría progresado hasta convertirse en el obispo de la importante iglesia de Éfeso. Ignacio no se hace eco de esta remota posibilidad y solo dice de él que era «indescriptible en la caridad» (Ad Eph. 1, 3). Le acompañaban en la embajada «Burro, Euplo y Frontón» (Ad Eph. 2, 1), además de un tal «Krocos». Burro era un diácono de Éfeso que conocía, paradójicamente, el difícil arte de la escritura. Ignacio, que en la carta le llama «compañero de esclavitud», solicitó a los efesios que lo dejasen a su servicio como secretario (Ad Eph. 2, 1), cosa que en efecto ocurrió, según se desprende de cartas posteriores (Ad Phil. 11, 2) (Ad Smyrn. 12, 1).

La iglesia de Éfeso tenía una profunda relación con Pablo de Tarso ya que, tiempo atrás, el apóstol había predicado en la ciudad con pena de prisión incluida, dejando allí no solo una comunidad estable y un recuerdo duradero de su paso sino, además, una carta dirigida a ellos, la Epístola a los efesios. Ignacio demuestra conocer todo esto cuando les dice: «vosotros, que fuisteis compañeros de Pablo en la iniciación de los misterios» (Ad Eph. 12, 2). Su conocimiento de la epístola se deja notar en el saludo de la carta, lleno de resonancias.

Ἰγνάτιος ὁ καὶ Θεοφόρος, τῇ εὐλογημένῃ ἐν μεγέθει θεοῦ πατρὸς πληρώματι, τῇ προωρισμένῃ πρὸ αἰώνων εἶναι διὰ παντὸς εἰς δόξαν παράμονον ἄτρεπτον, ἡνωμένῃ καὶ ἐκλελεγμένῃ ἐν πάθει ἀληθινῷ, ἐν θελήματι τοῦ πατρὸς καὶ Ἰησοῦ Χριστοῦ τοῦ θεοῦ ἡμῶν, τῇ ἐκκλησίᾳ τῇ ἀξιομακρίστῳ, τῇ οὔσῃ ἐν Ἐφέσῳ τῆς Ἀσίας, πλεῖστα ἐν Ἰησοῦ Χριστῷ καὶ ἐν ἀμώμῳ χαρᾷ χαίρειν.
Ignacio, el también (llamado) «portador de Dios» (Teoforo), a la que (recibe) bendición en la gran plenitud de Dios Padre, la predeterminada antes de los siglos para una gloria eterna, unida y llamada en sufrimiento verdadero, por la voluntad del Padre y Jesucristo, del Dios nuestro, a la Iglesia digna de gran bienaventuranza, la que se encuentra en Éfeso de Asia, gran gozo en Jesucristo en la alegría inmaculada.
Ad Eph. Intr.

La comunidad de Éfeso estaba dividida y la autoridad de su obispo era cuestionada. La carta de Ignacio debía leerse ante los miembros de la asamblea como un llamamiento a la unidad, entendida en este caso como unidad en torno al obispo, también presente: «os conviene correr a una con la voluntad del obispo» (Ad Eph. 4, 1). La unidad, según Ignacio, empezaba ya por el presbiterio o colegio de ancianos, que debían armonizar con el obispo «como las cuerdas con la cítara» (Ad Eph. 4, 1). Esta metáfora musical alcanzaba asimismo al resto de la asamblea, que debía cantar a coro, con una única voz, «al Padre, por medio de Jesucristo» (Ad Eph. 4, 2). Ignacio añade al carácter disciplinar de sus recomendaciones una interpretación espiritual del episcopado: «… es necesario considerar al obispo como al Señor mismo» (Ad Eph. 6, 1), pensamiento que desarrollará después, en otras cartas.

No solo la unidad de los efesios preocupaba a Ignacio. También la presencia de heterodoxias: «He sabido que han pasado algunos que querían sembrar mala doctrina (Ad Eph. 9, 1)». Ignacio los llama «perros rabiosos que muerden a traición» (Ad Eph. 7, 1). La doctrina concreta que estos tales enseñaban no se menciona explícitamente y solo se puede inferir indirectamente de la respuesta de Ignacio. Quizás enseñaban que Jesús era solo un hombre nacido de María y elegido por Dios como Mesías, o quizás enseñaban que, por el contrario, era verdadero Dios pero que no había existido «en la carne», es decir, en forma humana, sino solo en apariencia. La respuesta de Ignacio rechaza ambas cristologías resaltando a un tiempo la naturaleza humana y divina de Cristo:

εἷς ἰατρός ἐστιν, σαρκικός τε καὶ πνευματικός, γεννητὸς καὶ ἀγέννητος, ἐν ἀνθρώπῳ θεός, ἐν θανάτῳ ζωὴ ἀληθινή, καὶ ἐκ Μαριας καὶ ἐκ θεοῦ, πρῶτον παθητὸς καὶ τότε ἀπαθής, Ἰησοῦς Χριστὸς ὁ κύριος ἡμῶν.
Hay un médico, carnal y espiritual, creado e increado, en hombre Dios, en muerte vida verdadera, y (nacido de) de María y de Dios, primero pasible y luego impasible, Jesucristo, el Señor nuestro.
Ad Eph. 7, 2

La respuesta a esta heterodoxia que los cristianos de Éfeso parecen haber rechazado lo podemos constatar en : «(...) pero no les habéis permitido sembrarla entre vosotros, tapasteis vuestros oídos para no recibir lo que ellos siembran (Ad Eph. 9, 1)». Esta respuesta no es simplemente doctrinal, sino que Ignacio pide oraciones por aquellos que esparcen esta mala doctrina para que, viendo el buen ejemplo de los cristianos de Éfeso, se lleguen a convertir. Es ante todo, el buen ejemplo, la santidad de la Iglesia de Éfeso, la respuesta a esta herejía que se expande:

"Orad sin cesar" por los otros hombres, porque hay en ellos esperanza de arrepentirse, para que lleguen a Dios. Permitidles, pues, al menos por vuestras obras, ser vuestros discípulos. Frente a sus iras, vosotros sed mansos; a sus jactancias, vosotros sed humildes; a sus blasfemias, vosotros mostrad vuestras oraciones; a sus errores, vosotros sed "firmes en la fe"; a su fiereza, vosotros sed apacibles, sin buscar imitarlos.
Ad Eph. 10, 1.2

Con respecto a la virginidad de María, la epístola es uno de los más antiguos e importantes testimonios patrísticos:

Al príncipe de este mundo le ha sido ocultada la virginidad de María, y su alumbramiento, al igual que la muerte del Señor: tres misterios sonoros, que fueron realizados en el silencio de Dios.
Ad Eph. 19, 1

Un pasaje singular de la carta es el Himno de la estrella. Llámase así a una recitación de carácter poético contenida en el capítulo XIX que habla de la aparición de una estrella en el cielo capaz de ocultar con su brillo el esplendor del resto de los astros. El pasaje parece inspirarse en el sueño de José y recuerda la narración de la Epifanía contenida en el Evangelio de Mateo.

Un astro brilló en el cielo más que todos los demás astros, y su luz era inenarrable, su novedad causaba admiración; el resto de astros con el sol y la luna hicieron coro con este astro, que los superó a todos con su luz. Había agitación (por saber) de dónde (venía algo tan) distinto a los demás. (Ad Eph. 19, 2)
He aquí que unos magos vinieron del oriente a Jerusalén, preguntando: —¿Dónde está el rey de los Judíos, que ha nacido? Porque hemos visto su estrella en el oriente y hemos venido para adorarle... Y he aquí la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegó y se detuvo sobre donde estaba el niño. Al ver la estrella, se regocijaron con gran alegría. Cuando entraron en la casa, vieron al niño con María su madre, y postrándose le adoraron. Entonces abrieron sus tesoros y le ofrecieron presentes de oro, incienso y mirra.
Evangelio de Mateo.

Se supone que el Himno de la estrella era una oración preexistente, o bien una parte de ella, que Ignacio cita de memoria al hilo de su carta. Tal vez fuese alguna fórmula litúrgica o un mero poema literario.

La carta a los efesios, a pesar de ser la más extensa, debió de parecerle insuficiente. Casi al final, Ignacio se comprometió a enviar otro escrito donde debía desvelarles «el designio divino sobre el hombre nuevo, que es Jesucristo» (Ad Eph. 20, 1). Parece, sin embargo, que no pudo realizar su propósito. Por el momento había que redactar otras dos cartas más e Ignacio se despide de los efesios, pidiéndoles una oración por «la Iglesia de Siria» (Ad Eph. 21, 2).

Carta a los magnesios

 
Tetradracma de plata de la ciudad de Magnesia del Meandro.

La Carta a los magnesios es el escrito segundo dentro del orden citado por Eusebio de Cesarea (HE III,36). Fue redactada durante la visita de la delegación de Magnesia del Meandro y en presencia de la de Éfeso (Ad Magn. 15, 1). La embajada de los magnesios estaba compuesta por el obispo Damas, los presbíteros Basso y Apolonio y el diácono Zósimo, a quien Ignacio llama de nuevo «compañero de esclavitud» (Ad Magn. 2, 1). La comunidad de Magnesia estaba inmersa en un conflicto similar al de los efesios. Por una parte, el obispo Damas era muy joven y aunque, según Ignacio, los presbíteros no se aprovechaban de esa circunstancia (Ad Magn. 3, 1), otros «prescindían de él» (Ad Magn. 4, 1) y se reunían por su cuenta. Ignacio exhorta a los magnesios para que hagan todo «en la concordia de Dios», y añade: «con el obispo presidiendo en el lugar de Dios» (Ad Magn. 6, 1). De aquellos carismáticos que actuaban al margen de la jerarquía local dice: «No parecen tener la conciencia limpia, pues no se reúnen válidamente» (Ad Magn. 4, 1). La eclesiología de Ignacio es rica en metáforas. El obispo es presentado como imagen del Padre, el presbiterio es llamado «asamblea de los apóstoles» (Ad Magn. 6, 1) o «senado de Dios» (Ad Tral. 3, 1) y de los diáconos dice que son servidores de la Iglesia al servicio de Jesucristo y que fueron establecidos por la voluntad de Dios. La expresión «compañero de esclavitud», que utiliza Ignacio para referirse a ellos, aparece en cuatro cartas.[31]​ No se sabe la razón de su uso. Se ha especulado al respecto que quizás Ignacio no fuese realmente el obispo de Siria sino un diácono de allí. Se aduce en favor de esta posibilidad el hecho de que Ignacio declare en otras cartas que es «el último de la Iglesia de Siria», y añada asimismo que no es digno de pertenecer a ella.[32]​ Sin embargo, esto choca frontalmente con alguna información contenida en la carta a los romanos.

Además de exhortar a la unidad, Ignacio previene a los magnesios contra doctrinas judaizantes, extrapolando tal vez su experiencia al frente de la Iglesia antioquena. Ignacio es duro en el fondo y en la forma. Trata al judaísmo de «viejos cuentos», tildándolo de «inútil» (Ad Magn. 8, 1). También lo considera «mala levadura, anticuada y agria» (Ad Magn. 10, 2). Frente al modo de vida judío, contrapone él la vida en Cristo, diciendo: «Es absurdo hablar de Jesucristo y vivir al modo judío» (Ad Magn. 10, 3). De Cristo afirma que es «la Palabra de Dios salida del Silencio» (Ad Magn. 8, 1). Al igual que hiciese en la carta a los efesios, Ignacio termina pidiendo con preocupación a los magnesios que recen por la Iglesia de Siria «para que Dios se digne hacer caer sobre ella su rocío» (Ad Magn. 14, 1).

Carta a los tralianos

 
Mapa de la zona con las ciudades de Éfeso, Magnesia del Meandro, Trales y Esmirna.

La Carta a los tralianos es la tercera dentro del orden dado por Eusebio. Al igual que las anteriores fue escrita en Esmirna (Ad Tral. 12, 1) en compañía de representantes de Éfeso y de esta ciudad (Ad Tral. 13, 1). La delegación de Trales estaba bajo la autoridad del obispo Polibio, que tal vez acudió solo, dado que en la carta no se mencionan otros nombres. Los problemas de la Iglesia de Trales eran diferentes. Aunque no faltan en la carta exhortaciones a la unidad (comunión con el Papa, los Obispos; también confianza en la sus sacerdotes y diáconos), no parece que hubiese, como ocurría en Éfeso o Magnesia, un desafío concreto contra la autoridad. La comunidad parecía tranquila pero debía estar atenta de las «hierbas extrañas» o herejías (Ad Tral. 6, 1). Si en las otras comunidades había controversias derivadas de la animadversión mutua entre judíos y cristianos, en Trales la hierba extraña, o «veneno mortal» (Ad Tral. 6, 2) que dice Ignacio, es una doctrina, fruto del sincretismo griego, conocida como docetismo. El docetismo, del griego dókesis, que significa «apariencia», era una creencia que, ante la imposibilidad de conciliar que Jesucristo pudiera ser Dios y sufrir la abominable muerte en la cruz, afirmaba que tal sufrimiento y tal muerte habían sido solo «aparentes». Para refutar esta doctrina, Ignacio refuerza la humanidad e historicidad de Jesús diciendo que nació «verdaderamente», que sufrió «verdaderamente», que fue crucificado «verdaderamente» y que resucitó «verdaderamente» (Ad Tral. 9, 1). Además de eso, ofrece unos sucintos datos biográficos sobre la persona de Jesús que era «del linaje de David e hijo de María» (Ad Tral. 9, 1) y que, como inapreciable argumento, «comía y bebía» (Ad Tral. 9, 1). La argumentación de Ignacio se entrelazaba con su propia situación como condenado a muerte ya que, si la muerte de Jesucristo había sido solo «aparente», carecía de sentido morir «verdaderamente» por él. Para Ignacio, la muerte y resurrección de Cristo es lo que daba sentido a la suya. Por eso dice que, de ser cierta la doctrina doceta, «moría inútilmente» (Ad Tral. 10). Como las otras cartas, también esta termina pidiendo a los tralianos que recen por la Iglesia de Siria.

Carta a los romanos

 
Recreación idealizada de unos mártires cristianos momentos antes de ser echados a la arena.

La visita de las tres delegaciones se saldó con la redacción de tres cartas, pero la actividad de Ignacio en Esmirna no se detuvo ahí. Nueve días antes de las calendas de septiembre (Ad Rom. 10, 3), un 24 de agosto,[33]​ Ignacio escribió el más importante de sus escritos: la «Carta a los romanos». Esta carta es singular por varios motivos. Es la única dirigida a una comunidad no asiática y la única también que no contiene exhortaciones a la unidad ni previene contra herejías. Ignacio estaba preocupado ante la posibilidad de que la Iglesia de Roma moviese sus influencias para librarle de las fieras. Su deseo era morir,[34]​ no porque la muerte fuese en sí algo deseable, sino porque consideraba que, a través de ella, había de alcanzar, por imitación, a Cristo: «Permitidme imitar la pasión de mi Dios» (Ad Rom. 6, 3). Estaba dispuesto a soportarlo todo: «Fuego y cruz, manadas de fieras, quebrantamientos de huesos, descoyuntamiento de miembros, trituramiento del cuerpo, atroces torturas del diablo vengan sobre mí con tal de alcanzar a Jesucristo» (Ad Rom. 5, 1). El cuerpo era, para él, prescindible y, con la muerte, su espíritu había de liberarse: «Cuando el mundo no vea mi cuerpo, seré en verdad discípulo» (Ad Rom. 4, 2); «si sufro el martirio, seré un liberto de Jesucristo y en él resucitaré» (Ad Rom. 4, 3); «cuando eso suceda seré un hombre (Ad Rom. 6, 2)». Ese alcanzar a Cristo tenía su parte de anhelo místico: «Busco a Aquel que murió por nosotros, quiero a Aquel que resucitó por nosotros» (Ad Rom. 6, 1); «dejadme alcanzar la luz pura» (Ad Rom. 6, 1); «... un agua viva habla dentro de mí y me dice: Ven al Padre.» (Ad Rom. 7, 2). Más que un final, la muerte representaba para él una transformación radical y positiva:

Trigo soy de Dios, molido por los dientes de las fieras, y convertido en pan puro de Cristo (Ad Rom. 4, 1),[35]

O también un nuevo nacimiento: «Mi parto es inminente» (Ad Rom. 6, 1); «¡bello es que el sol de mi vida se vuelva hacia Dios a fin de que en él yo amanezca!» (Ad Rom. 2, 2).

Más allá de este aspecto místico y martirial, la carta a los romanos es importante también porque atañe a un tema sensible de debate entre los cristianos católicos, protestantes y ortodoxos, a saber, el primado de Roma en los primeros siglos del cristianismo. En un principio, las iglesias cristianas estaban organizadas como núcleos más o menos independientes entre las que sobresalían, a modo de hermanos mayores, aquellas ubicadas en las ciudades importantes. Los cristianos católicos consideran que la iglesia de Roma era en aquella época la más importante de todas y que el obispo de Roma era reconocido ya como el papa de la cristiandad, en virtud de ser el sucesor de San Pedro. Ortodoxos y protestantes no dudan de la importancia de Roma pero creen que, en la antigüedad, las iglesias estaban organizadas como una federación de la cual Roma y su obispo serían, como mucho, primus inter pares. A la luz de este conflicto, más bien tardío en la historia de la Iglesia, la carta de Ignacio a los romanos se ha convertido en un arma arrojadiza. Diversos pasajes se arguyen para sustentar que dicho primado era reconocido ya desde época temprana. Uno de ellos es el propio saludo de la carta, el más extenso de los redactados por Ignacio.

Ἰγνάτιος, ὁ καὶ Θεοφόρος, τῇ ἠλεημένῃ ἐν μεγαλειότητι πατρὸς ὑψίστου καὶ Ἰησοῦ Χριστοῦ τοῦ μόνου υἱοῦ αὐτοῦ ἐκκλησίᾳ ἠγαπημένῃ καὶ πεφωτισμένῃ ἐν θελήματι τοῦ θελήσαντος τὰ πάντα, ἃ ἔστιν, κατὰ ἀγάπην Ἰησοῦ Χριστοῦ, τοῦ θεοῦ ἡμῶν, ἥτις καὶ προκάθηται ἐν τόπῳ χωρίου ῾Ρωμαίων, ἀξιόθεος, ἀξιεπίτευκτος, ἀξιοπρεπής, ἀξιομακάριστος, ἀξιέπαινος, ἀξίαγνος καὶ προκαθημένη τῆς ἀγάπης, χριστώνομος, πατρώνυμος, ἣν καὶ ἀσπάζομαι ἐν ὀνόματι Ἰησοῦ Χριστοῦ, υἱοῦ πατρός· κατὰ σάρκα καὶ πνεῦμα ἡνωμένοις πάσῃ ἐντολῇ αὐτοῦ, πεπληρωμένοις χάριτος θεοῦ ἀδιακρίτως καὶ ἀποδιϋλισμένοις ἀπὸ παντὸς ἀλλοτρίου χρώματος πλεῖστα ἐν Ἰησοῦ Χριστῷ, τῷ θεῷ ἡμῶν, ἀμώμως χαίρειν.
Ignacio, el también (llamado) «portador de Dios» (o Teóforo), a la perdonada en la magnanimidad del Altísimo Padre y de Jesucristo, su único Hijo, a la iglesia amada e iluminada en la voluntad de quien ha querido todo lo que es según el amor de Jesucristo, el Dios nuestro; a la que preside en la región de los romanos, digna de Dios, digna de honor, digna de bienaventuranza, digna de alabanza, digna de ser favorecida, digna de inocencia, que preside en el amor, la que posee la ley de Cristo (y) el nombre del Padre, a ella la beso (en saludo) en el nombre de Jesucristo, hijo del Padre: unidos según la carne y el espíritu en todo mandato de Él, llenos de la gracia de Dios, indivisa y separada de cualquier color diverso, les deseo en Jesucristo, el Dios nuestro, abundante gozo...
Ad Rom. Intr.

Que, para Ignacio, la iglesia de Roma era la más importante de todas a las que escribe se desprende de la extensión y calidad de su alabanza. Estas expresiones son únicas dentro de la correspondencia ignaciana. Otro pasaje de la carta que parece otorgar cierta preeminencia intelectual a Roma es el siguiente: «Nunca habéis envidiado a nadie, a otros habéis enseñado» (Ad Rom. 3, 1). Es posible que Ignacio se esté refiriendo aquí a la carta de Clemente a los corintios, pero no se puede asegurar. En cualquier caso no se dejaría con ello el asunto, porque la carta de Clemente es aducida también como prueba del primado de la Iglesia romana. Por último, el tutelaje romano parece indicado por el siguiente pasaje: «... acordaos de la iglesia de Siria que, en mi lugar, tiene a Dios como pastor. Sólo Jesucristo y vuestro amor desempeñarán el oficio de obispo» (Ad Rom. 9, 1).

Pero no son tan solo el saludo o algunos comentarios aislados los que demuestran la singularidad de esta carta. Ya desde el comienzo, Ignacio adopta una actitud diferente, lejos de la perspectiva de maestro que había utilizado anteriormente. La «Carta a los romanos» es un ruego humilde donde la jerarquía se difumina e Ignacio se despoja de su autoridad.

No os doy órdenes como Pedro y Pablo. Ellos eran apóstoles. Yo, un condenado a muerte. (Ad Rom. 4, 3).[36]

No ha pasado desapercibido el hecho de que en la carta a los romanos no figura el nombre de ningún obispo. Sobre ello se ha especulado que el episcopado monárquico propugnado por Ignacio para las Iglesias de Asia podría ser un modelo típico de Asia y que, en concreto, en la comunidad de Roma podría no haber eso que Ignacio llama obispo o supervisor,[37]​ o bien podría haber varios formando un colegio sin que uno de ellos pudiese significarse como el «obispo de Roma», es decir, como un sucesor monárquico de San Pedro a quién considerar como papa. El problema y la virtud de las cartas de Ignacio es que aparecen como un hito aislado de la literatura cristiana y hay poco material para contrastar las diversas interpretaciones que permiten.

De las cartas de san Ignacio esta es la más importante por su contenido y su testimonio de cristiano para afrontar la muerte. Esta carta se puede dividir en 10 puntos aquí presentamos un resumen. 1. Temo vuestra caridad: porque no me cause daño, porque a vosotros es fácil hacer lo que queráis, pero, para mi es difícil alcanzar a Dios, a menos que seáis clemente conmigo. 2. Mientras está el altar preparado: no me concedáis otras cosas del que yo sea derramado como una libación a Dios. 3. A otros habéis enseñado: rogad solo, que yo tenga poder por dentro y por fuera de modo que no solo pueda decirlo sino también desearlo, que pueda no solo ser llamado cristiano, sino serlo de verdad. 4. Soy trigo de Dios: dejadme que sea entregado a las fieras puesto que por ellas puedo llegar a Dios soy el trigo de Dios, y soy molido por las dentellas de las fieras para que pueda ser llamado pan puro. 5. Atado a diez leopardos: a pesar de los maltratos y los ataques de los leopardos pasó a ser de modo más completo un discípulo; no por eso estoy justificado. 6. Mi partida es inminente: anhela unirse por completo a Dios; espera ansioso nacer a la vida eterna. 7. Mi amor ha sido crucificado: pide que no intervengan en contra de su voluntad, aunque el de boca por debilidad lo pida; demanda, más bien, que sigan las instrucciones de la carta. 8. No quiero vivir según los hombres: no desea vivir la vida humana, y pide a la comunidad que eleve súplicas en su favor para que lo consiga. 9. Por pastor a Dios: va formulando su despedida y pide oraciones para la iglesia de Siria afirmando que en su lugar tendrá a Dios como pastor, también tiene presente a las demás Iglesias. 10. Palabras de despedida: está en Esmirna camino a Roma y anuncia que está cerca. Me despido adiós hasta el fin en la constancia de Jesucristo.

De Esmirna a Tróade

 
Localización de la Tróade.

En algún momento posterior a ese 24 de agosto en que se redactó la «Carta a los romanos», la expedición partió de Esmirna hacia el norte, camino de la Tróade. Este territorio, enclave siglos atrás de la mítica Troya, estaba situado en la esquina noroccidental del territorio asiático, frente a las costas greco-macedonias. Su capital era el importante puerto de Tróade, Troas o Alejandría Troas que, en el siglo I, era un lugar de tránsito entre Asia y Europa. El pasaje entre los dos continentes se realizaba en un trayecto por mar de 230 km que hacía escala en la isla de Samotracia. La travesía terminaba en Neápolis de Macedonia, puerto de la vecina Filipos desde donde el camino hacia Roma era casi directo. En lo referente a la tradición cristiana, Tróade era conocida por ser el lugar donde San Pablo tuvo el sueño que le hizo cruzar a Europa, según afirman los Hechos de los Apóstoles (Hch 16, 9-10). También en Tróade supone la tradición que se incorporó a su expedición el evangelista Lucas, ya que en este punto de dicho relato comienzan los fragmentos narrados en primera persona del plural.[38]

Del trayecto hasta Tróade no se conserva ninguna noticia, ni siquiera en las cartas. El Martirio colbertino comenta únicamente que, como los soldados apremiaban, se hicieron a la mar en Esmirna y arribaron a Troas. A pesar del silencio de las fuentes, se deduce de la correspondencia que viajaban con él varias personas. Es el caso de Filón, diácono de Cilicia que, según Ignacio, «me sirve en el ministerio de Dios» (Ad Phil. 11, 1), el de Reo Agatopodo «que me sigue desde Siria renunciando a su vida» (Ad Phil. 11, 1) y el del diácono Burro, cuya presencia está atestiguada porque redactará las restantes cartas de Ignacio. En la ciudad de Tróade había una comunidad cristiana o, cuando menos, algunos hermanos,[39]​ que debieron de recibirle. Estando allí, redactó tres cartas más que completan el número de siete que se le atribuyen. Son: «A los filadelfios», «A los esmirniotas», y la «Carta a Policarpo».

Carta a los filadelfios

Ignacio había pasado por Filadelfia durante el viaje que, por tierra y por mar (Ad Rom. 5, 1), le había llevado hasta Esmirna. Lo ocurrido en esa localidad se conoce únicamente por la carta que luego les dirigió desde Tróade y en la que aborda, como hiciese antes con los efesios, magnesios y tralianos, los problemas de la comunidad. La diferencia radica esta vez en que Ignacio conoció la situación de primera mano y en que él, a su vez, era conocido por los filadelfios: «... no se podrá decir que fui gravoso a nadie...» (Ad Phil. 6, 3). La «Carta a los filadelfios» denota, como las otras, problemas de unidad y doctrina: «Huid de la división y de las malas doctrinas» (Ad Phil. 2, 1). Algunos celebraban la eucaristía por su cuenta y otros profesaban alguna forma de judaísmo. Cuando estos mismos le preguntaron en qué archivos estaba consignado el evangelio que él predicaba, Ignacio respondió: «Mi archivo es Jesucristo, su cruz, su muerte, su resurrección y la fe que, de él, me viene» (Ad Phil. 8, 2). También afirma en la carta: «Es mejor escuchar el cristianismo de labios de un circunciso que el judaísmo de labios de un incircunciso» (Ad Phil. 6, 1).

El hecho de que tantas comunidades de Asia vivieran inmersas en conflictos doctrinales ha suscitado un debate, vivo aún hoy, sobre el número y la naturaleza de las doctrinas combatidas por Ignacio. Es difícil explicar que todas las comunidades de Asia referidas por Ignacio padeciesen al mismo tiempo estos problemas. Al examinar las cartas, se perciben en cada una de ellas matices doctrinales específicos. Así, mientras la carta a los tralianos desarrolla una polémica antidoceta, en Magnesia y Filadelfia arremete contra el judaísmo. Esto ha llevado a formular la hipótesis de que en Asia coexistían dos grupos o tendencias opuestas al cristianismo defendido por Ignacio. También se ha supuesto la existencia de un único grupo con características mezcladas, o incluso tres grupos de opositores. La enérgica reacción de Ignacio podría representar, a su vez, la posición y el estatus de la Iglesia antioquena, caracterizada por una avanzada unidad eclesial (episcopado monárquico) y su endémica aversión al judaísmo.

Estando en Tróade, Ignacio recibió una noticia tranquilizadora de la que da cuenta en la carta: la Iglesia de Siria «ha encontrado la paz» y, por ello, ruega a los filadelfios que escojan a un diácono para que vaya como embajador a Siria y se alegre con ellos (Ad Phil. 10, 1).

Carta a los esmirniotas

La carta a la comunidad de Esmirna (Turquía) fue enviada desde la ciudad de Tróade. Pertenece al segundo grupo de las cartas redactas camino al martirio. En ella felicita a la comunidad por la fortaleza de su fe y también aborda algunos de los problemas que la comunidad enfrentaba por ser este un tiempo de muchas herejías y confusiones.

La primera parte de la carta revela que en esta comunidad circulaban doctrinas próximas al docetismo –herejía del siglo I que veía en la Encarnación de Cristo tan solo una apariencia– por eso insiste en que toda la vida de Cristo, desde su Encarnación hasta su Muerte y Resurrección es verdadera y no simple apariencia. San Ignacio se pone a sí mismo como testigo de esta verdad:

Porque si solo en apariencia fueron hechas todas estas cosas por nuestro Señor, luego también yo estoy cargado de cadenas en apariencia. ¿Por qué, entonces, me he entregado yo a la muerte?
Ad Smyrn. 4, 2

El lenguaje de la carta es muy duro contra todos aquellos que niegan la verdadera humanidad de Cristo. Pues si los mismos ángeles son juzgados si no creen en la sangre de Jesucristo, también lo serán aquellos que no escucharon las profecías ni la ley de Moisés, ni el Evangelio.

No me pareció bien escribir sus nombres, siendo infieles. Hasta ni me acontezca recordarlos si quiera…
Ad Smyrn. 5, 3

Quienes no son capaces de reconocer a Cristo como verdadero Dios y verdadero hombre, tampoco serán capaces de reconocer que la Eucaristía es el Cuerpo y la Sangre de Jesús:

Los que profesan doctrinas ajenas a la gracia de Jesucristo [...] se apartan de la eucaristía y de la oración, porque no confiesan que la eucaristía es la carne de nuestro Salvador Jesucristo, la misma que padeció por nuestros pecados, la misma que, por su bondad, resucitóla el Padre.
Ad Smyrn. 6,2-7,1

Además, el autor da testimonio de la jerarquía tripartita: episcopado monárquico, presbiterado y diaconado. Seguidamente exhorta a la obediencia a los obispos, pidiendo encarecidamente la unidad en la fe e insistiendo en el hecho de que el obispo es el dispensador de los misterios de Dios, por lo que ni el bautismo, ni el ágape, ni la Eucaristía pueden celebrarse sin él.

San Ignacio es el primero en referirse a los fieles colectivamente como la «Iglesia Católica». «Católico» es un término griego que significa «universal».

Donde está el obispo está la comunidad, así como donde está Jesucristo está la Iglesia católica (καθολικη εκκλησια)
Ad Smyrn. 8, 2

La carta termina con saludos y agradecimientos para la comunidad y los conocidos de Ignacio en Esmirna y hace una nueva alusión a la paz alcanzada por la Iglesia en Antioquía (Siria) luego de que las persecuciones cesaron.

Carta a Policarpo

 
Policarpo, obispo de Esmirna, Padre Apóstólico, amigo y discípulo de Ignacio.

La «Carta a Policarpo» es el único de los escritos de Ignacio que está dirigido a una persona y no a una comunidad. Impresionado por el joven obispo, Ignacio le escribió desde Tróade una carta de exhortación. Es la carta que una persona camino de la muerte dirige a otra que tiene una vida por delante y una tarea que cumplir al frente de su Iglesia. Es una relación de consejos muy variados destinados a preparar a Policarpo para su labor episcopal.

Sé prudente como la serpiente, puro como la paloma (Ad Pol. 2, 2). Sé sobrio como un atleta (Ad Pol. 2, 3). Dedícate a la oración (Ad Pol. 1, 3). Pide más conocimiento (Ad Pol. 1, 3). Mantente firme como un yunque (Ad Pol. 3, 1). Sé más diligente (Ad Pol. 3, 2). Observa los tiempos (Ad Pol. 3, 2).

El conflicto de la Iglesia de Siria está presente en todas las cartas de Ignacio, primero como petición de ruego a las iglesias y luego como exhortación a la alegría en las siguientes. Se desconoce qué clase de conflicto tenían en Siria ni si tenía relación con el cautiverio de Ignacio. Esto ha dado lugar a diversas especulaciones. La primera de ellas es la teoría de la persecución, que habría continuado tras la detención de Ignacio y que, estando en Tróade, habría cesado.[40]​ La paz se habría conseguido, por tanto, frente a una circunstancia externa de carácter hostil. Contra esta posibilidad se arguye la falta de referencias directas a dicha persecución en la correspondencia de Ignacio.

En otro sentido, se presume que esta paz se refiere al proceso de elección del sucesor de Ignacio al frente de la Iglesia de Antioquía, proceso que estaría teniendo lugar durante el viaje de Ignacio, o también que podría referirse al fin de cierta disensión interna habida en aquella Iglesia. El final de la carta revela urgencia en su redacción.

No podré escribir a las otras iglesias porque, inesperadamente, zarpo de Tróade a Neápolis.
Ad Pol. 8, 1.

Estas palabras y un rosario de apresurados saludos, escritos sin el orden de una mesurada redacción, son las últimas palabras conocidas de Ignacio.

La muerte de Ignacio

 
Antigua ruta de la Vía Egnatia.

Tróade era el embarque natural hacia Macedonia, en concreto hacia Neápolis, puerto de Filipos. La ciudad de Filipos estaba enclavada en la Vía Egnatia, principal arteria del imperio oriental y camino más corto entre Roma y Bizancio. Dicha calzada cruzaba la provincia de Macedonia, pasando por su capital Tesalónica, para luego separarse de la costa del mar Egeo y atravesar los montes Balcanes hasta Dirraquio, sito ya en la costa adriática, frente a Italia. Desde Dirraquio, una ruta marítima enlazaba con el puerto de Brindisi, en el talón de la península itálica, del que partía la Vía Apia directamente hacia Roma. Se sabe por una carta de Policarpo de Esmirna que Ignacio pasó por Filipos, pero su huella se pierde poco después. Al cruzar de Asia a Europa, Ignacio traspuso también la frontera entre la noticia histórica y la suposición. Es de imaginar que siguió los caminos establecidos y que finalmente llegó a Roma. Tal vez lo hizo por mar, rodeando la península itálica, como narra el Martirio colbertino, llenando con imaginación la ignorancia de lo sucedido. Y quizá sea verdad eso de que «respondía con alegría a los apremios de los guardias».[41]​ De su final, fácilmente imaginable, el Martirio dice:

Era el día aquél, ése que los latinos llaman el terciodécimo antes de las calendas de enero [20 de diciembre]. La concurrencia era copiosa, como es costumbre en esas fechas, y el santo fue expuesto a las fieras carniceras. Echado a ellas, cumpliose al momento por gracia de Dios el deseo del mártir Ignacio. Sólo quedaron las partes más duras, que fueron recogidas por los hermanos y llevadas como reliquias a Antioquía donde descansan en una cápsula, tesoro inestimable.
Martirio colbertino 6.4.

El regreso de los restos de Ignacio hasta su ciudad era recordado siglos después por Juan Crisóstomo, que clamaba junto a su sepulcro:

Una vez que en Roma alcanzó el cielo, volvió a nosotros coronado. Si ellos recogieron su sangre, vosotros honráis sus reliquias. Y si ellos le vieron vencer, vosotros le tenéis aquí para siempre. Y con ello se vio la generosidad de Dios, que quiso conceder de una vez un mártir a dos ciudades.[42]

Ignacio bien pudo morir un 20 de diciembre, pero no se sabe en absoluto de qué año. Eusebio data su martirio en el año décimo del reinado de Trajano (98-117), es decir, en el año 107, pero actualmente los investigadores manejan un arco temporal de una década. En cualquier caso, el periplo de Ignacio alcanzó suficiente relevancia como para ser recordado. La Iglesia ortodoxa mantiene el 20 de diciembre para celebrar la conmemoración litúrgica. La Iglesia católica prefiere el 17 de octubre. Pero su huella no acaba ahí, sino que se transmite en la obra de otros padres de la Iglesia.

Ignacio y la Biblia

 
Miniatura representando a San Juan, con su característica águila, escribiendo el Evangelio.

Una de las cuestiones vitales de la literatura cristiana es decidir el tiempo en que fueron redactados los evangelios porque de ello depende su grado de historicidad. Un evangelio que, en lo esencial, se hubiese formado poco después de la muerte de Jesús de Nazaret sería un testigo más fiable que uno formado cien años después de su muerte. Importante también es la identificación de los ámbitos geográficos y culturales donde se formó cada evangelio. La visión clásica de unos evangelios escritos por un único autor inspirado ha sido desplazada gradualmente por una imagen más difusa donde los evangelios se desarrollan progresivamente en el seno de ciertas comunidades y tradiciones. Toda teoría sobre la formación de los evangelios ha de tener en cuenta las huellas objetivas que estos dejaron en los escritores de la época. Las obras de los padres apostólicos son cronológicamente el primer lugar donde se pueden buscar estos indicios ya que, dentro de la incertidumbre típica que afecta a su datación, son escritos más o menos contemporáneos. Otro aspecto que se estudia con interés es el uso que los autores cristianos hacen del Antiguo Testamento. Así, mientras Clemente de Roma trufa su Carta a los corintios con numerosas citas veterotestamentarias, en el caso de Ignacio, este uso es escaso, actitud consecuente con su beligerante paganocristianismo.

Las cartas de Ignacio muestran afinidad con el primer evangelio, el de Mateo, y también con el cuarto, el de Juan. También aparecen huellas de algunas cartas de Pablo. La relación con el primer evangelio es formal y se arguye por la existencia de vocabulario y citas literales comunes a uno y otro. La más clara, pero no la única,[43]​ es una que figura en la «Carta a los esmirniotas» y que parece una cita textual sacada de Mateo 3, 15. El texto bíblico se sitúa a orillas del río Jordán, donde Jesús de Nazaret se acerca para recibir el bautismo de manos del Juan el Bautista. Juan se niega en un principio a bautizarle y Jesús le insta a ello diciendo:

Déjame hacer ahora, pues conviene que cumplamos toda justicia (Mt 3, 15).

Por otra parte, la introducción de la «Carta a los esmirniotas» dice:

... llenos de certeza en nuestro Señor, que es de la estirpe de David, hijo de Dios por la voluntad de Dios, nacido de una virgen y bautizado por Juan para que toda justicia sea cumplida… (Ad Smyrn. 1, 1).

Citas como esta sugieren que Ignacio pudo tener entre sus manos un ejemplar del Evangelio de Mateo, por lo que las cartas del mártir constituirían un terminus ante quem para dicho evangelio, haciendo difícil su trasposición a la segunda centuria, como sugieren algunas teorías. La segunda consecuencia es que reforzaría la hipótesis del origen sirio de este evangelio, insinuado también por otros escritos como la Didaché. Algunos rasgos de Ignacio no son, sin embargo, nada mateanos. Ignacio no sigue, por ejemplo, la costumbre de Mateo de interpretar la escritura ni aducirla a favor de cumplimientos proféticos.

La relación con el cuarto evangelio es más compleja y todavía hoy no existe un acuerdo entre los investigadores. No es posible señalar cita alguna que permita afirmar taxativamente que Ignacio tuvo entre sus manos un documento similar en su forma al Evangelio de Juan. Sin embargo, las expresiones que utiliza Ignacio sobre la eucaristía, el Logos y el Espíritu Santo son tan propias de Juan que solo cabe concluir que Ignacio participó de manera íntima en las tradiciones joánicas que cristalizaron en el cuarto evangelio. Este asunto empezó a estudiarse a mediados del siglo XIX y, desde entonces, ha sido una de las cuestiones más disputadas acerca de Ignacio.[44]​ Un siglo más tarde, y después de varias décadas disputando, un erudito resumía la situación en estos términos:

… el eco del pensamiento de Juan [en las cartas de Ignacio] es tan sorprendente, son tan propios de él ciertos giros expresivos, que el lector con un bagaje del cuarto evangelio no tiene más remedio que preguntarse: ¿de dónde viene este marcado paralelismo?[45]

Por su parte, las cartas de Pablo están muy presentes en las de Ignacio, en especial la Primera epístola a los corintios y la Epístola a los efesios. Menos presencia tienen la Epístola a los romanos, la Epístola a los gálatas, la Segunda epístola a los corintios y las Epístolas pastorales.

Ignacio en los padres de la Iglesia

La estela de Ignacio en la literatura cristiana, además de larga, empieza de forma inmediata. Tras el embarque en Tróade, Policarpo escribió una carta, quizá dos,[46]​ a la comunidad de Filipos. Con ella respondía a una solicitud de los filipenses que querían disponer de una copia de la correspondencia de Ignacio. Policarpo recababa, además, noticias:

Ἐγράψατέ μοι καὶ ὑμεῖς καὶ Ἰγνάτιος, ἵν’, ἐάν τις ἀπέρχηται εἰς Σρίαν, καὶ τὰ παρ’ ὑμῶν ἀποκομίσῃ γράμματα· ὅπερ ποιήσω, ἐὰν λάβω καιρὸν εὔθετον, εἴτε ἐγώ, εἴτε ὃν πέμπω πρεσβεύσοντα καὶ περὶ ὑμῶν. 2. τὰς ἐπιστολὰς Ἰγνατίου τὰς περμφθείσας ἡμῖν ὑπ’ αὐτοῦ καὶ ἄλλας, ὅσας εἴχομεν παρ’ ἡμῖν, ἐπέμψαμεν ὑμῖν, καθὼς ἐνετείλασθε· αἵτινες ὑποτεταγμέναι εἰσὶν τῇ ἐπιστολῇ ταύτῃ, ἐξ ὧν μεγάλα ὠφεληθῆναι δυνήσεσθε. περιέχουσιν γὰρ πίστιν καὶ ὑπομονὴν καὶ πᾶσαν οἰκοδομὴν τὴν εἰς τὸν κύριον ἡμῶν ἀνήκουσαν. Et de ipso Ignatio et de his, qui cum eo sunt, quod certius agnoveritis significate.
Me habéis escrito, tanto vosotros como Ignacio, para que, si alguno fuese a Siria, llevase también consigo vuestras cartas: lo haré si encuentro el tiempo oportuno sea personalmente sea por medio de un embajador que envío por vosotros. Os enviaré también, tal como habéis solicitado, las cartas de Ignacio: las que nos envió a nosotros, así como las demás que poseemos. Estas mismas vienen a continuación [debajo] de esta carta. De ellas podéis sacar gran provecho. Contienen fe y perseverancia y toda edificación que se refiere a nuestro Señor. Y del mismo Ignacio y de aquellos que están con él, dad a conocer lo que lleguéis a saber con certeza.
Ad Flp. 13

Esta carta enlaza las biografías de Ignacio y Policarpo más allá de su aspecto histórico, pues las investigaciones posteriores han tenido que considerar las interdependencias. Aquellos que han negado la autenticidad de las cartas de Ignacio se han visto obligados a negar también la de Policarpo. Sucede además que la tradición textual de la «Carta a los filipenses» ha dado pie a interminables discusiones desde el siglo XVII porque algunos capítulos se conservan en el original griego pero otros se conocen solo por una traducción latina que arroja dudas interpretativas sobre el tiempo verbal de los sucesos. Así mientras en el capítulo 9 habla en pasado: «… visteis con vuestros ojos a Ignacio» (Ad Flp. 9, 1), la cita del capítulo 13 concluye con una frase latina en tiempo presente. «Dadme noticias de Ignacio y de aquellos que con él están.» (Ad Flp. 13). De cualquier modo, esta «Carta a los filipenses» es el testimonio más antiguo que se conserva.

La siguiente mención es obra de un testigo indirecto pero igualmente privilegiado que había conocido en su juventud a Policarpo. En su obra «Adversus haereses», Ireneo de Lyon menciona a Ignacio y transcribe un fragmento de su «Carta a los romanos» (Ad Rom. 4, 1).

Y por esto también la aflicción es necesaria para los que se salvan, para que algunos, al ser despedazados y amasados, por la paciencia, con el Verbo de Dios y horneados al fuego, sean dignos del banquete del Reino, como dijo uno de los condenados al testimonio (dado) a Dios ante las fieras: «yo soy trigo de Dios y soy despedazado por los dientes de la fieras para ser encontrado cual pan puro de Dios» (Adversus haereses V, 28, 4).

Más tarde, en el siglo III, Orígenes menciona a Ignacio en la Homilía VI sobre el Evangelio de Lucas y cita un pasaje de su «Carta a los efesios» (Ad Eph. 19, 1), ofreciendo además un dato biográfico que no viene en las cartas.

Bellamente se escribe en una de las cartas de un mártir. Me refiero a Ignacio que fue segundo obispo de Antioquía, después del bienaventurado Pedro: (Homilías al Evangelio de Lucas VI, 4) (PG 13, 1814).[47]

Todos estos testimonios llegaron a manos de Eusebio de Cesarea, que los consignó debidamente en su obra. También tuvo en su poder una copia de las cartas, según se desprende de los fragmentos que transcribe. Eusebio habla de Ignacio en dos capítulos de su «Historia Eclesiástica».[48]​ El primero de los textos es una referencia muy breve sobre el orden de sucesión en la Iglesia de Antioquía. Si Orígenes afirmaba que Ignacio fue el segundo obispo después de Pedro, Eusebio confirma que fue el segundo, pero no después de Pedro, sino de Evodio de Antioquía (HE III, 22), y lo matiza en su Crónica añadiendo que la sucesión se produjo alrededor del año 70 d. C. No está claro, sin embargo, el orden que ocupó Ignacio en la línea de sucesión de la cátedra episcopal antioquena, ya que el mismo Eusebio parece contradecirse en otro lugar de su obra (HE III, 36). Relacionada con esta cuestión está la apostolicidad de Ignacio, dignidad con la que se distinguía a los primeros cristianos que habían sido discípulos directos de los apóstoles. Eusebio de Cesarea afirma que Ignacio era muy conocido en su época (HE III, 22), incluso «el varón más célebre» (HE III, 36) pero no llegó a pronunciarse sobre su apostolicidad.[49]​ Autores posteriores sí lo hicieron, aunque cada cual a su manera. Según Teodoreto de Ciro, Ignacio recibió la sucesión directamente de Pedro,[50]​ pero su paisano Juan Crisóstomo asegura que fue consagrado por Pedro y por Pablo. Las Constituciones apostólicas parten por el medio y afirman que Evodio fue ordenado por Pedro e Ignacio por Pablo. Todo esto ha dado lugar a interminables discusiones. El otro pasaje de Eusebio describe el viaje de Ignacio, enumera sus cartas en el orden en que se conocen hoy y recoge los testimonios conocidos. El pasaje de Eusebio es, por tanto, el más completo de todos y resume casi todo lo que se sabe.

Durante el tiempo de su presbiterio en Antioquía, Juan Crisóstomo compuso un idealizado panegírico que fue declamado junto al sepulcro del mártir. La prosa bárbara de Ignacio no debió de parecerle adecuada para tal discurso, porque solo cita un pasaje de sus cartas (Ad Rom. 5, 2). El panegírico de Crisóstomo no se caracteriza por su rigor histórico, pero da idea de las tradiciones que circulaban en la ciudad. Otro antioqueno, algo posterior, es Teodoreto de Ciro, quien cita extensos pasajes de las cartas en su obra Eranistes («Mendigo»), compuesta para refutar la doctrina monofisita.[51]​ La obra de Teodoreto de Ciro tuvo un papel decisivo para dirimir la autenticidad de las cartas de Ignacio.

También habla de Ignacio, entre otros, Jerónimo de Estridón (De viris illustribus 16), que no leyó nunca las cartas y repite la información de Eusebio adornándola según su peculiar estilo. Así por ejemplo, Jerónimo imagina que la frase «frumentum dei sum...» («trigo soy de Dios…») fue pronunciada por Ignacio en el circo romano, enfrente de las fieras, poco antes de morir.

Tradición textual

 
Basílica B vista del suroeste, y acrópolis al fondo, en la localidad de Filipos.

Después de la muerte de Ignacio, lo único que de él quedó fueron sus escritos y la memoria viva de los que le habían conocido. La iglesia de Filipos quiso disponer de una copia de sus cartas. El resto de las iglesias debió de hacer lo mismo. De esta forma, y al igual que había sucedido medio siglo antes con las cartas de Pablo, se formaron diferentes colecciones. Con el paso de los siglos, el recuerdo y la figura de Ignacio adquirieron claros visos de fantasía. Aparecieron leyendas y supuestas actas martiriales que completaban con imaginación los huecos que dejaba la historia. Las copias de sus cartas, presumiblemente exactas al principio, se diversificaron progresivamente a base de enmiendas, traducciones, interpolaciones y supresiones. De esta forma se formaron varias recensiones que el azar dispersó geográficamente hasta lugares tan remotos como las islas británicas. En algún momento de la confusa Edad Media, se perdieron las cartas de Ignacio en todas y cada una de sus versiones, y fueron sustituidas por piadosas invenciones pseudoepigráficas. Durante varios siglos, el único resto de su obra fueron los fragmentos consignados por los padres de la Iglesia.

Al igual que con tantas obras de la antigüedad, la invención de la imprenta a mediados del siglo XV dio comienzo a un proceso de fijación de los textos originales que, en el caso de Ignacio, fue extremadamente lento y se prolongó hasta mediados del siglo XVII. La razón es que hasta esas fechas no se descubrieron las versiones manejadas por los padres de la Iglesia y no se conocieron antes porque, hasta esa fecha, nadie tuvo la ocurrencia de buscarlas. La aceptación de las cartas de Ignacio fue un proceso polémico que tuvo enfrentados a teólogos católicos y protestantes hasta finales del siglo XIX. La polémica, hoy sostenida por eruditos, no se centra tanto en la autenticidad de las cartas como en otras cuestiones.

La recensión medieval

 
El cardenal católico César Baronio.

Durante la Edad Media circuló una colección de cuatro cartas latinas atribuidas a Ignacio, ninguna de las cuales era mencionada por los autores antiguos. Lo único cierto sobre ellas es que ya se conocían en el siglo XII y que, a pesar de ser latinas, pasaron por ser traducciones de cartas griegas. La primera de ellas se intitulaba «Epistola Ignatii ad sanctum Iohanem Evangelistam», es decir, «Epístola de Ignacio a San Juan Evangelista» y, en ella, el supuesto Ignacio expresaba su deseo de ver a la Virgen María (Mariam Iesu). La segunda carta tenía los mismos protagonistas y en ella Ignacio participaba a Juan su proyecto de ir a Jerusalén para ver a la Virgen y también al venerable Santiago, llamado el Justo. La tercera, de apenas unas líneas, era una carta de Ignacio a la propia María para pedirle consuelo. La cuarta no es ni más ni menos que la pretendida respuesta de la Virgen María a Ignacio.

Carta de la Virgen María a Ignacio.

La humilde esclava de Jesucristo a Ignacio, amado condiscípulo:

Cuantas cosas has oído y aprendido de Juan acerca de Jesús son auténticas. Créelas, permanece en ellas, y mantén firmemente la promesa del cristianismo que has asumido y que tanto tus costumbres como tu vida sean coherentes con ella. Iré junto con Juan (para) visitarte a ti y a quienes están contigo. Mantente en pie y actúa valerosamente en la fe, que no te turbe la austeridad de la persecución, sino que tu espíritu sea fuerte y exulte en Dios, tu salvación. Amén.

Estas cartas fueron publicadas por primera vez en 1495 y su autenticidad ya fue descartada por dos prominentes figuras del catolicismo del siglo XVI: los cardenales Baronio y Belarmino.

La recensión larga

 
Estatua de Juan Calvino, uno de los detractores protestantes de la recensión larga de las cartas.

Tres años después de la publicación de la recensión medieval, en 1498, fue publicada otra colección independiente de cartas, conocida hoy como la «recensión larga». Esta colección estaba compuesta de trece cartas escritas en latín, las siete que citaba Eusebio y otras seis desconocidas hasta entonces. Venían en el siguiente orden: «Carta de María de Casobolos a Ignacio», «Carta de Ignacio a María de Casobolos», «Carta a los tralianos», «Carta a los magnesios», «Carta a los tarsenses», «Carta a los filipenses», «Carta a los filadelfios», «Carta a los esmirniotas», «Carta a Policarpo», «Carta a los antioquenos», «Carta a Herón», «Carta a los efesios» y «Carta a los romanos».

  • Carta de María de Casobolos a Ignacio: La autora de la carta es, supuestamente, una mujer que se declara en el saludo «prosélita de Jesucristo» y se dirige a Ignacio como obispo de la Iglesia apostólica de Antioquía para reclamarle la presencia de un tal «Maris», obispo de Neápolis del Zarbo, que también es mencionado en otras cartas apócrifas, y de un presbítero de Casobolos llamado Eulogio. El resto de la carta es una argumentación encaminada a disipar la posible objeción de que estas dos personas eran demasiado jóvenes. El autor/autora de la carta arguye poniendo como ejemplo la juventud de algunos personajes del Antiguo Testamento, en concreto de Samuel, Daniel, Jeremías, Salomón, Josías y David. La carta no contiene elemento alguno que permita suponer la época o circunstancia que pretende simular. Hay que esperar a la fingida respuesta de Ignacio para saberlo.
  • Carta de Ignacio a María de Casobolos: Al igual que otras cartas apócrifas, la pretendida respuesta de Ignacio imita el característico prescripto ignaciano: «Ignacio, también llamado Teoforo...». En la carta, Ignacio responde afirmativamente a la petición de María, alabando su razonamiento (3, 2). En el capítulo 2, este Ignacio se declara «llevado y traído con destierros, cárceles y cadenas» y en espera de su padecimiento final. La carta de Ignacio simula, por tanto, haber sido redactada durante el trayecto a Roma, es decir en torno al 107. Sin embargo, en el capítulo IV se afirma que Clemente romano acaba de acceder al «papado», dato anacrónico porque Clemente llevaba muerto por entonces unos años.
  • Carta a los tarsenses: Es la primera de varias cartas que simulan haber sido escritas desde la ciudad de Filipos (10, 2) y que, por lo tanto, serían posteriores a la correspondencia ignaciana auténtica. Además de la imitación del saludo, la carta a los tarsenses comienza plagiando un fragmento de la carta a los romanos: «Desde Siria a Roma vengo luchando con fieras...» y expone varios lugares comunes de la correspondencia auténtica para hacer más creíble la autoría. En la carta, se desarrolla una polémica contra diversas doctrinas que, a semejanza de lo ocurrido en Trales o Magnesia, habrían llegado a la ciudad de Tarso. La filiación tarsense de San Pablo es mencionada en el capítulo 2, 2. Del mismo Pablo dice que «llevaba en su carne los estigmas de Cristo». En el capítulo 3, el autor se hace eco de algunas tradiciones martirológicas como que Simón Pedro fue crucificado, Pablo y Santiago decapitados, Juan desterrado a la isla de Patmos y Esteban apedreado. El autor, a diferencia del auténtico Ignacio, utiliza en su exposición abundantes citas del Evangelio de Juan. Termina con la típica enumeración de los saludos.
  • Carta a los filipenses: La carta simula haber sido escrita desde la localidad de Regio (15, 2). En ella, el supuesto Ignacio aborda diferentes temas de la teología cristiana. Desarrolla una profesión de fe de carácter trinitario (2, 4) apoyándose en citas bíblicas como Mateo 28, 19. La cristología del autor reafirma la humanidad y la divinidad de Jesús, achacando al demonio (4, 1) las creencias que niegan una u otra. El capítulo 8 realiza una enumeración de pasajes de la infancia de Jesús, provenientes de Mateo y Lucas. La liturgia es bastante moderna, pues ruega que se respeten la cuaresma y la semana de Pasión (13, 3).
  • Carta a los antioquenos: Se trata de una carta apócrifa que simula haber sido escrita después de que la Iglesia de Antioquía hubiese encontrado la paz (1, 1). Afirma estar escrita también desde la macedónica Filipos (14, 1), después, por tanto, de la estación de Tróade. Comienza con el prescriptivo nomen-cognomen «Ignacio, también llamado Teoforo...» (si no es Teoforo, no es Ignacio) y saluda a la comunidad de Antioquía como aquella que recibió primero la denominación de cristiana, aludiendo a Hch 11, 26. El autor desarrolla en la carta una polémica contra «todo extravío judaico y pagano» (1, 2), más contra el primero que contra el segundo, apoyándose en pasajes correspondientes a un canon bíblico muy formado. Utiliza varios pasajes del Génesis, Isaías y el Deuteronomio para sustentar la tesis de que Cristo había sido anunciado por los profetas. Utiliza también pasajes perfectamente reconocibles del Evangelio de Juan (Jn 1, 1-3) y, de hecho, utiliza explícitamente el anacronismo «evangelistas» (4, 1). Cita también pasajes de las cartas de Pablo y Pedro. En el capítulo 5 utiliza la expresión joánica «anticristo». El autor, y sus destinatarios, parecen estar al tanto de la tradición eusebiana sobre Evodio, pues la mencionan en 7, 1. Además de la imitación del prescripto ignaciano, los elementos de simulación utilizados son la mención de las cadenas (1, 1; 7, 2) y la condenación (5, 2), la paráfrasis de algunas expresiones típicamente ignacianas (6, 1; 11, 2), la mención también de los obispos Onésimo, Damas, Polibio y Policarpo y de los diáconos Filón y Agatópodo, conocidos todos por las cartas auténticas.
  • Carta a Herón: Es otra carta apócrifa escrita supuestamente desde la macedónica Filipos (8, 1). Herón es presentado como un diácono de Antioquía al que Ignacio da una serie de consejos, entre ellos que «nadie desprecie su juventud», coincidiendo también en el consejo dado a María de Casobolos, a quien por otra parte menciona junto a Maris, el supuesto obisbo de Neápolis del Zarbo. Por último, le insta a dirigir con acierto la Iglesia de Antioquía.

En el siglo XVI, comenzó la discusión en torno a la autenticidad de las cartas al encontrarse anacronismos diversos y desviaciones respecto de las citas ofrecidas por los padres de la Iglesia. La autenticidad fue objeto de un interminable debate entre teólogos católicos y protestantes, porque la veracidad de dichas cartas sugería la existencia de una eclesiología temprana, estructurada según la jerarquía tripartita de corte católico: episcopado, presbiteriado y diaconado. La coincidencia de la posición de Ignacio con las tesis católicas hizo que los protestantes consideraran sus cartas como una impostura. Así, mientras los cardenales católicos Baronio y Belarmino las aceptaron como auténticas,[52]​ teólogos protestantes como Juan Calvino las impugnaron enérgicamente. La posibilidad de que las interpolaciones se hubiesen vertido en la traducción del griego al latín quedó descartada cuando, en 1557, Valentín Hartung publicó una versión griega de la recensión larga, que incluía las doce cartas editadas previamente en latín. Entre las dos posturas extremas, autenticidad completa y falsedad completa, hubo críticos como Schultes o Nicolás Vedel (Vedelius) que plantearon la veracidad sola de las siete cartas mencionadas por Eusebio, considerando empero que habían sido fuertemente interpoladas. Vedelius publicó las cartas de Ignacio en 1623 separándolas en dos grupos: las siete cartas del grupo eusebiano y las cinco espurias. Si bien esta hipótesis era correcta, la cuestión permaneció viva igualmente y a menudo ligada a problemas doctrinales.

La recensión media

 
James Ussher, descubridor de la versión latina de la recensión media.

En el siglo XVII, el arzobispo anglicano de Armagh, James Ussher, realizó una comparación detallada entre las cartas de la recensión larga y los textos transcritos en las obras de Eusebio de Cesarea y Teodoreto de Ciro, resaltando las diferencias existentes. Sin embargo, Ussher tenía noticia de que algunos escritores ingleses de los siglos anteriores citaban a Ignacio según los usos antiguos y no como aparecía en el texto de la recensión larga. Supuso entonces que en las Islas Británicas circulaba una versión autóctona de las cartas, más breve que la del continente y con un contenido más ajustado al de los textos patrísticos. Ussher buscó por las bibliotecas de Inglaterra y localizó dos manuscritos latinos: el «Caiensus 395» y el «Monticutianus», que portaban otra versión de las cartas de Ignacio. Al comparar esta versión de las islas con la que venía del continente (la recensión larga), Ussher constató dos diferencias esenciales:

  • Las siete cartas citadas por Eusebio eran más cortas en esta nueva versión y justamente faltaban en ellas los elementos anacrónicos que sustentaban la impugnación protestante.
  • El orden de las cartas era distinto. En el continente, las cartas eusebianas y no eusebianas estaban mezcladas como aparentando un origen unitario. En las islas, sin embargo, las cartas no-eusebianas estaban todas juntas después de las eusebianas, como si hubiesen sido compiladas en un momento posterior.

Ussher concluyó acertadamente que las únicas cartas auténticas eran las mencionadas por Eusebio y que las demás eran una impostura. Sin embargo, y por alguna razón que no se entiende, Ussher dio por falsa la «Carta a Policarpo» a pesar de que esta última también era mencionada por Eusebio. Las cartas fueron publicadas en 1644 y conforman lo que actualmente se conoce como la «recensión media». Sin embargo, la situación no era aún satisfactoria, porque las cartas de Ussher eran una traducción latina que podía haber sufrido modificaciones y no había ningún original griego con el que cotejarlas. Este punto quedó subsanado dos años después. En 1646, Isaac Voss (Vossius) publicó a partir del «Codex Mediceus Laurentianus» una versión griega de las seis cartas asiáticas de Ignacio. El códice laurentiniano estaba, sin embargo, incompleto y faltaba la «Carta a los romanos». Esta última tardó unas décadas en aparecer y fue localizada en 1689 por Ruinart en un códice colbertino, el Parisinus Graecus 1451, conservado hoy en la Biblioteca Nacional de París. Dicho manuscrito contenía un relato sobre el martirio de Ignacio e, insertada en él, estaba la «Carta a los romanos». Dicho relato se conoce hoy como el Martirio colbertino. La recensión media quedó entonces conformada por las siete cartas eusebianas, que ahora se conocían en una versión griega y otra latina, coincidentes en lo esencial. Como suele ocurrir en la tradición textual, el descubrimiento de las cartas griegas, idioma en que fueron escritas, restó importancia a las traducciones latinas, que pasaron a ser subsidiarias de ellas.[53]​ Al compararlas con la recensión larga, se confirmó la existencia de numerosas interpolaciones y asimismo el origen apócrifo de las otras cartas. En cualquier caso, su autenticidad siguió cuestionándose durante los siguientes dos siglos debido a la teología pro-católica que contenían. El asunto se complicó más si cabe cuando, en 1845, apareció de manera inopinada una tercera recensión.

La recensión breve

Durante los primeros siglos, la literatura cristiana se desarrolló principalmente en griego y latín pero, a medida que se extendía el cristianismo, los diversos textos fueron traducidos a otras lenguas como el etíope, el siríaco, el árabe, el armenio, el georgiano o el copto. En el siglo XIX, se encontraron en oriente varios manuscritos en estos idiomas que ayudaron a los eruditos a contrastar y completar los distintos panoramas de la tradición textual. En 1845, un investigador británico llamado William Cureton publicó una recensión de las cartas a los efesios, a los romanos y al obispo Policarpo, obtenida a partir de tres manuscritos siríacos y que tenían un texto más corto incluso que la recensión media. Los manuscritos transmisores eran el «British Museum Add. 12175», que contenía solo la «Carta a Policarpo», y los manuscritos «British Museum Add. 14618» y «British Museum Add. 17192», que contenían las tres cartas mencionadas. Cureton postuló que las cartas ahora publicadas eran las únicas auténticas y lo eran en la forma transmitida por estos manuscritos. Esta nueva versión de las cartas fue conocida como la «recensión breve». Con la publicación de estos nuevos materiales, arreció la discusión sobre la autenticidad de las cartas ignacianas, que ya duraba siglos. Esta vez, sin embargo, la polémica se desarrolló en el ámbito de la naciente erudición cristiana que por aquellos tiempos se estaba consolidando al albor de los nuevos logros científicos.

El consenso

En el último cuarto del siglo XIX, eruditos como Zahn, Funk, Lightfoot y Adolf von Harnack defendieron la autenticidad única de la «recensión media», alegando diversos motivos para descartar las otras dos. En contra de la recensión larga se esgrimieron estas razones:

  • La persona que escribió las cartas espurias de la recensión larga es la misma que hizo las interpolaciones en las cartas auténticas, pues todas ellas contienen expresiones, nombres, personajes, oficios y rasgos de estilo propios, además de cierta abundancia de citas bíblicas, ajenos al resto de escritos de Ignacio.
  • La recensión larga no pudo componerse antes del siglo IV ni después de él, pues su autor demuestra conocer la conversión de Constantino el Grande (312 d. C.) y las polémicas arrianas de ese siglo y desconocer, sin embargo, las disputas cristológicas acaecidas en el siglo siguiente.
  • Las citas sobre Ignacio anteriores al siglo IV siguen la recensión media (o quizá la corta), lo que sugiere que los padres de la Iglesia prenicenos[54]​ no conocieron en absoluto la recensión larga. Para encontrar citas de la recensión larga, es necesario esperar al siglo VI.
  • En cuanto a la tradición textual, los manuscritos con las cartas interpoladas intercalaban entre ellas las cartas espurias como para disimularlas, mientras que en los transmisores de la recensión media dichas cartas estaban anexadas al final, lo que sugiere la existencia de dos colecciones independientes.

Por todo ello se concluyó que la recensión larga fue una empresa realizada por un escritor tardío con intereses apolinaristas. En cuanto a la recensión breve de Cureton, fue descartada por otros motivos:

  • La falta de coherencia y conexión de las ideas hacía más fácil considerarla como un epítome o resumen de una versión siríaca de la recensión media que una traducción de una recensión breve escrita en el griego original. Se sabe además que dicha recensión media siríaca existió porque a partir de ella se elaboró una traducción al armenio.
  • En cuanto a las citas, Eusebio de Cesarea solo conoció la recensión media, presumiblemente a través de algún manuscrito de la biblioteca de Orígenes en Cesarea de Palestina. Este último citó también a Ignacio siguiendo la recensión media.[55]

Después de los exhaustivos trabajos de estos autores, se llegó a admitir finalmente la autenticidad de la recensión media, opinión que se ha mantenido hasta el día de hoy excepto por los cuestionamientos heterogéneos de algunos autores como Reinoud Weijenborg (1969), Josep Rius Camps (1977) y Robert Joly (1979), que elaboraron llamativas teorías al respecto. Durante las últimas décadas, la cuestión no ha sufrido variaciones significativas. Los estudios asumen la autenticidad de la «recensión media» y se centran en dilucidar cuestiones especializadas. Las ediciones impresas se hacen eco del consenso, recogiendo el texto griego de esa recensión media que es el mejor que, hoy por hoy, se conserva de las cartas de Ignacio de Antioquía.


Predecesor:
Evodio
Obispo de Antioquía
68-100/107
Sucesor:
Herón de Antioquía

Véase también

Notas

  1. McNary-Zal, Bernadette (2009). «Ignatius of Antioch (c.35-c.110)». En Markham, Ian S., ed. The Blackwell Companion to the Theologians (en inglés). Vol. 1. West Sussex, Reino Unido: Wiley-Blackwell. p. 116. ISBN 978-1-4051-3507-8. 
  2. Lydon, John (2009). «Transmission of the charism: a major challenge for Catholic education». International Studies in Catholic Education (en inglés) 1 (1): 42-58. «[...] Ignatius of Antioch (c. 35-110 CE) [...]». 
  3. «Se llaman Padres Apostólicos los escritores cristianos del siglo I o principios del siglo II, cuyas enseñanzas pueden considerarse como eco bastante directo de la predicación de los Apóstoles...» (Quasten 2004:50)
  4. «Hoy es fiesta de San Ignacio de Antioquía, primero en decir “Católica” a la Iglesia». www.aciprensa.com. Consultado el 21 de abril de 2020. 
  5. Así consta en el santoral de la Archidiócesis de Madrid el 2 de abril de 2010 en Wayback Machine.. También en esta web, que incluye una piadosa biografía. Este otro santoral se encuentra ubicado en una web turística de Ciudad Real.
  6. «The Eastern Churches generally prefer 20 December.», obtenido de esta página que tiene un apartado de bibliografía con buenas referencias.
  7. Paráfrasis del texto.
  8. Eusebio de Cesarea es un padre de la Iglesia del siglo IV, autor de una obra llamada Historia Eclesiástica, que representa la primera, y con frecuencia única, fuente de información sobre el cristianismo anteniceno.
  9. Recibe el nombre por el códice Colbertinus 460 en que se encontró. Dicho códice se encuentra actualmente en la Biblioteca Nacional de París y está referido como Codex Graecus 1451. (Ayán 1991:42)
  10. El Martirio colbertino dice: «... el día 13 antes de las calendas de enero...» (Ruiz Bueno 1979:577)
  11. En su carta a los efesios, por ejemplo, dice Ignacio casi al final: «... y aquellos que enviasteis a Esmirna, desde donde os escribo...» (Ad Eph. 21.1). Algo parecido sucede en el resto de su correspondencia.
  12. Éfeso, Magnesia del Meandro y Trales.
  13. A los esmirniotas y A Policarpo.
  14. Efesios, magnesios, tralianos, filadelfianos, esmirniotas y «A Policarpo».
  15. La utilización de varios nombres, cada uno en un idioma, era una práctica común. Un ejemplo es el par de nombres Saulo (hebreo) Paulo (griego) utilizados por Pablo de Tarso. Ignacio, por su parte, es la helenización del nombre latino «Egnatius» (Ruiz Bueno 1979:379). Según esto, Teoforo podría ser el cognomen griego.
  16. La leyenda es relatada por Simón Metafraste, historiador y hagiógrafo bizantino del siglo X (Ruiz Bueno 1979:379) y está basada en una acentuación diferente del cognomen de Ignacio. Si Teoforo significa «el portador de Dios», Teóforo (acentuado así en griego) se convierte en una voz pasiva que significa «el que ha sido llevado por Dios». (Ayán 1991:103)
  17. Adaptación de Wikisource.
  18. Ignacio de Antioquía, Ad Rom. 2, 2)
  19. Eusebio de Cesárea, HE III, 22.
  20. Flavio josefo, Bel. Iud. 7, 46.
  21. La sinagoga existía desde el siglo III a. C., en que Antioquía fue fundada por Seleuco I Nicanor, rey de la dinastía seléucida. (Ayán 2000:195)
  22. Aguirre, Rafael (2021). Así empezó el cristianismo. Verbo Divino. p. 36. ISBN 978-84-9073-161-1. 
  23. En esa época, la doctrina legal era que los cristianos no debían ser perseguidos de oficio. Sin embargo, si alguno confesaba serlo, debía ser condenado.
  24. Cronológicamente, las primeras comunidades cristianas tuvieron una organización de tipo carismático donde la dirección espiritual estaba a cargo de personas de prominente magisterio que apostolaban de manera itinerante. Las cartas de Pablo de Tarso, escritas a mediados del siglo I, muestran este tipo de apostolado y asimismo una organización eclesial muy primitiva. La carta a los Tesalonicenses, por ejemplo, es dirigida de manera general a una asamblea (gr. ekklesia) (1 Tes 1,1). La primera carta a los corintios menciona a algunos carismáticos como Apolo de Corinto. En la carta a los Gálatas se polemiza con predicadores judeocristianos externos, llegados a esas comunidades. La Didaché, escrita quizá poco después, prescribía reglas elementales de hospitalidad para estos apóstoles «carismáticos»:
    Recibid a todo apóstol o profeta que llegue a vosotros. No debe permanecer más de un día. Si es necesario, que se quede dos. Si se queda tres, es un falso profeta.
    Did. 11. 4-5

    Años después de la predicación paulina surgieron jerarquías locales estables de tipo «ministerial» (obispos, presbíteros y diáconos) al lado de la itinerancia «carismática» típica del periodo anterior. Esta organización ministerial aparece plenamente desarrollada en las cartas de Ignacio y su marcada consonancia con la eclesiología católica fue uno de los motivos que arguyeron los teólogos protestantes de la reforma para impugnar las cartas.

  25. Martirio colbertino, 3 (Ruiz Bueno 1979:571)
  26. La hipótesis fue formulada en 1976 por Davies.
  27. Ruiz Bueno 1979:625.
  28. Ver el mapa elaborado por Lightfoot. (Lightfoot 1889:725)
  29. Una cuestión difícil que suscitan las cartas de Ignacio es cómo conciliar la libertad que tuvo en Filadelfia con su estatus de prisionero.
  30. Actualmente los investigadores están divididos sobre la autoría de Pablo, pero esas dudas parecen ajenas a la consideración que el escrito tenía en tiempos de Ignacio.
  31. Ad Eph. 2, 1, Ad Magn. 2, Ad Phil. 4 y Ad Smyrn. 12, 2. (Ayán 2000:236)
  32. Ad Eph. 21, 2, Ad Magn. 14, Ad Tral. 13, 1, Ad Rom. 9, 2, Ad Smyrn. 11, 1
  33. Como en la carta no consta el año de redacción, se da la paradoja de que se conoce el día, pero no el año en que la escribió. «... the year unfortunately missing...» (Musurillo 1961:103).
  34. A los efesios, por ejemplo, les había dicho: «Yo soy vuestra basura y me ofrezco en sacrificio por vosotros» (Ad Eph. 8, 1). Se llamaba basura a los criminales que eran sacrificados a los dioses para expiar los pecados de la comunidad (Ayán 1991:113). A los romanos dice: «... voluntariamente muero por Dios...» (Ad Rom. 4, 1).
  35. Esta metáfora se encuentra presente en otros escritos martiriales (Ayán 2002:264).
  36. Esta frase, por otra parte, «convierte a Ignacio en un testigo importante de la estancia final de los santos Pedro y Pablo en Roma...» (Quasten 2004:79), tema sobre el cual ha habido muchas especulaciones.
  37. Obispo proviene del término griego epíscopos que alude al que supervisa algo.
  38. Los Hechos de los Apóstoles contienen pasajes en tercera persona y en primera persona del plural (Fragmentos Wir). El tránsito de unos a otros es brusco. Por ejemplo, primero dice: «... y pasando por Misia, bajaron a Tróade» (Hch 16, 8) y dos versículos después cambia la perspectiva de la narración: «Luego que Pablo tuvo la visión, buscamos la manera de pasar a Macedonia» (Hch 16, 10). Como este escrito se atribuye al evangelista Lucas, se colige que Lucas se incorporó en Tróade a la expedición de Pablo.
  39. «... os saluda el amor de los hermanos que están en Tróade...» (Ad Phil. 11, 2; Ad Smyrn. 12, 1)
  40. Esta hipótesis fue defendida entre otros por J. B. Lighfoot (Schlatter 1984:465).
  41. Martirio colbertino, 5,1.
  42. Ruiz Bueno 1979:628 (paráfrasis del texto)
  43. Consultar la tabla comparativa en Trevett 1984:62
  44. Un botón de muestra sobre la discusión. La dependencia de las cartas de Ignacio fue señalada por Friedrich Bleek en 1862. En 1866, J. J. Van Oosterzee afirmó que Ignacio utilizaba expresiones que se encuentran solo en el cuarto evangelio. En 1877, Holtzmann negó la dependencia respecto a Juan del Pastor de Hermas y la Epístola de Bernabé pero dejó abierta la posibilidad a Ignacio. En 1887, A. Plummer, alegó que la obra de Ignacio contiene alusiones del Evangelio que faltan en efecto en otros padres apostólicos. En 1889, Lightfoot dijo que si bien Ignacio participaba de las enseñanzas de Juan, su corazón mostraba apego hacia el ejemplo de Pablo. Al mismo tiempo, Wescoott apenas encontraba un puñado de coincidencias entre el lenguaje de Juan y el de Ignacio y limitaba las referencias al Nuevo Testamento a las cartas de Pablo. Decía también que los pasajes que se aducen demuestran que Ignacio estaba familiarizado con la forma de pensar de Juan, pero no necesariamente que conociese su evangelio. En 1889, Theodor Zahn escribió sobre este tema insistiendo en que Ignacio estaba familiarizado con el pensamiento de Juan. En 1894, Von der Goltz realizó un estudio exhaustivo. Primero estudió las afinidades espirituales entre ambos autores: concepción de la persona de Cristo, la vida cristiana afincada en la fe y el amor, su actitud hacia el judaísmo. Después planteó la cuestión de si Ignacio conocía el avanzado cristianismo que se practicaba en Asia Menor o si llegó a concepciones similares de manera independiente. Después estudió las dependencias literarias de Ignacio con los sinópticos y concluyó que no existe dependencia literaria. Un año después, el jesuíta Heinrich Boese y Alfred Resch concluyeron, cada uno por su lado, exactamente lo contrario: Ignacio conocía claramente el cuarto evangelio. En 1897, Adolf von Harnack consideró improbable pero no imposible que Ignacio lo conociese. También señaló la posibilidad de que Ignacio hubiese estado previamente en Asia. En 1898, Friedrich Loofs dijo que Ignacio conocía el evangelio y que estaba familiarizado con la misión de Juan en Asia. En 1899, Camerlynck criticó el requerimiento de identidad formal y, a partir de la conexión doctrinal, concluyó que era probable que Ignacio conociese y usase el cuarto evangelio, aunque fuese difícil estar seguros. En ese mismo año, H. R. Reynolds concluía que se encontraban trazas de este evangelio desde Éfeso hasta Antioquía. Con el nuevo siglo, apenas cambió el panorama y se siguió afirmando cada cosa y su contraria (Burghardt 1940).
  45. (Burghardt 1940b:2)
  46. La carta transmitida podría ser una fusión de dos escritos previos.
  47. (Ruiz Bueno 1979:382).
  48. Cf. HE III, 22 el 29 de febrero de 2008 en Wayback Machine. y HE III, 36 el 29 de febrero de 2008 en Wayback Machine..
  49. Sí lo hizo sobre otros Padres Apostólicos como Clemente de Roma, Policarpo de Esmirna y Papías de Hierápolis.
  50. Lo afirma la Enciclopedia católica cuando dice: «Theodoret ("Dial. Immutab.", I, IV, 33a, París, 1642) is the authority for the statement that St. Peter appointed Ignatius to the See of Antioch.», todo ello aquí.
  51. «El tratado es de un valor inestimable por citar 238 pasajes de 88 distintas fuentes patrísticas» (Quasten 2004b:607).
  52. «... Baronio en sus Annales ad an. 109, n 19 y Belarmino en su De scriptoribus ecclesiasticis...» (Ruiz Bueno 1979:441).
  53. Las ediciones modernas utilizan las versiones griegas e ignoran las latinas.
  54. Es decir, anteriores al Concilio de Nicea I del año 325 d. C.
  55. En la recensión media, el capítulo 19 de la «Carta a los efesios» comienza diciendo: Y quedó oculta... (Kai...) mientras que la recensión breve omite el Y... (Kai...) inicial. Orígenes cita a Ignacio utilizando todas las palabras de la recensión media (Ayán 1991:47).

Bibliografía

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  • Ignacio de Antioquía en Early Chuch
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  • Carta a los Efesios, por Ignacio de Antioquía En Cristianismo Primitivo.
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ignacio, antioquía, griego, Ἰγνάτιος, Ἀντιοχείας, siria, imperio, romano, roma, entre, padres, iglesia, más, concretamente, padres, apostólicos, cercanía, cronológica, tiempo, apóstoles, primero, aplicar, adjetivo, católica, iglesia, icono, representa, ignacio. Ignacio de Antioquia en griego Ἰgnatios Ἀntioxeias Siria Imperio romano 35 Roma entre 108 y 110 es uno de los padres de la Iglesia y mas concretamente uno de los padres apostolicos por su cercania cronologica con el tiempo de los apostoles 3 Fue el primero en aplicar el adjetivo catolica a la Iglesia 4 San Ignacio de AntioquiaIcono que representa a Ignacio devorado por las fieras Obispo de Antioquia68 100 107PredecesorEvodioSucesorHeros o HerodionOtros titulosPadre de la Iglesia y martirCulto publicoCanonizacion Culto inmemorialFestividadRito romano 17 de octubre novus ordo1 de febrero vetus ordo Ritos bizantino y copto 20 de diciembre Calendario juliano Rito siriaco 17 de octubreAtributosCadenas y leonesVenerado enIglesia catolicaIglesia ortodoxaIglesia coptaIglesia siriacaSantuarioBasilica de San Clemente de Letran RomaInformacion personalNombreSan Ignacio de AntioquiaNacimientoc 35 1 2 Siria provincia romana Fallecimientoentre 108 y 110 1 2 Roma editar datos en Wikidata Es autor de siete cartas que redacto en el transcurso de unas pocas semanas mientras era conducido desde Siria a Roma para ser ejecutado o como el mismo escribio para ser trigo de Dios molido por los dientes de las fieras y convertido en pan puro de Cristo Ignacio de Antioquia Ad Rom 4 1 Su arresto y ejecucion se produjeron a comienzos del siglo II Aparte de eso solo se sabe que fue obispo de la ciudad de Antioquia de Siria El conocimiento sobre Ignacio se centra por tanto en el final de su vida pero ello basta para hacer de el uno de los padres apostolicos mejor conocidos Ignacio es un martir del cristianismo y uno de los santos de la Iglesia catolica y de la Iglesia ortodoxa que celebran su festividad el 17 de octubre 5 y el 20 de diciembre 6 respectivamente El descubrimiento y la identificacion de las cartas de Ignacio se produjeron a lo largo de los siglos XVI y XVII tras un arduo y polemico proceso La tematica procatolica de las cartas solivianto los animos de teologos protestantes como Juan Calvino que las impugnaron energicamente La polemica entre catolicos y protestantes continuo hasta el siglo XIX en que se alcanzo un consenso sobre cuantas cartas cuales y en que medida fueron escritas realmente por Ignacio Desde entonces la opinion mayoritaria pero no indiscutida es que Ignacio escribio cartas a las comunidades cristianas de Efeso Magnesia del Meandro Trales Roma Filadelfia y Esmirna ademas de una carta personal al obispo Policarpo de Esmirna otro padre de la Iglesia y tambien padre apostolico Los escritos de Ignacio estan proximos en el tiempo a la redaccion de los evangelios y una parte de la investigacion ignaciana esta centrada en esclarecer su relacion con ellos Las cartas ofrecen ademas valiosos indicios sobre la situacion de las comunidades cristianas a finales del siglo I y comienzos del siglo II Indice 1 Las fuentes 2 Las cartas 3 Vida y obra 3 1 Condena a muerte 3 2 Traslado a Roma 3 3 De Antioquia a Esmirna 3 4 Esmirna 3 5 Carta a los efesios 3 6 Carta a los magnesios 3 7 Carta a los tralianos 3 8 Carta a los romanos 3 9 De Esmirna a Troade 3 10 Carta a los filadelfios 3 11 Carta a los esmirniotas 3 12 Carta a Policarpo 3 13 La muerte de Ignacio 4 Ignacio y la Biblia 5 Ignacio en los padres de la Iglesia 6 Tradicion textual 6 1 La recension medieval 6 2 La recension larga 6 3 La recension media 6 4 La recension breve 6 5 El consenso 7 Vease tambien 8 Notas 9 Bibliografia 10 Enlaces externosLas fuentes Editar Ireneo de Lyon una de las fuentes de informacion sobre Ignacio La informacion sobre la vida de Ignacio proviene principalmente de sus cartas A traves de ellas se conocen algunos datos fundamentales de su persona como que era obispo de Antioquia o que fue condenado a morir en Roma Tambien se deduce de su lectura la dramatica y dificil circunstancia en la que fueron redactadas Pues cuando oisteis que venia encadenado desde Siria en el nombre de Aquel que es nuestra esperanza y que esperaba por vuestras oraciones llegar a Roma y triunfar sobre las fieras y con ello hacerme discipulo vinisteis a verme con premura Ad Eph 2 2 7 Ignacio no pretendia informar en sus escritos sobre una situacion que sus interlocutores ya conocian de primera mano sino ofrecer consejo y reflexion Pero las informaciones fragmentarias que sobre si mismo fue dejando en sus cartas se han convertido con el paso de los siglos y la ausencia de otras fuentes en apuntes de inapreciable valor Sus escritos no tienen por tanto un caracter biografico sino circunstancial y hablan del encuentro de un obispo cristiano condenado a muerte y una comunidad de cristianos que atraida por su fama salio a su paso a recibirle y hacer mas llevadero su camino incluso las iglesias que no estaban en el camino me escoltaban de pueblo en pueblo Ad Rom 9 3 7 Las cartas de Ignacio fueron el fruto de esos encuentros y testimonian sus preocupaciones y su gratitud Si en un primer momento Ignacio fue recordado por su persona y por su historia hoy se le recuerda principalmente por sus cartas Sin ellas apenas quedaria de el mas que una leyenda Una segunda fuente de informacion proviene de resenas consignadas en las obras de diversos autores eclesiasticos en su mayor parte padres de la Iglesia Estos Padres que conocian las cartas de Ignacio transcribieron en sus propias obras fragmentos de ellas anadiendo en ocasiones noticias independientes recibidas seguramente a traves de alguna tradicion Se debe a Eusebio de Cesarea principios del siglo IV 8 el resumen mas completo y verosimil de ellas Antes de Eusebio se conservan los testimonios mas bien casuales de Policarpo de Esmirna Ireneo de Lyon y Origenes Despues de el hay que mencionar la obra de dos antioquenos paisanos de Ignacio Juan Crisostomo a finales del siglo IV y Teodoreto de Ciro en el siglo V Estos dos ultimos autores aunque tardios se beneficiaron todavia de la tradicion local de la ciudad Mas alla del siglo V y lejos de Antioquia ya no se han encontrado noticias fiables El testimonio de Eusebio de Cesarea suele prevalecer en la opinion de los eruditos y esto ha sido asi en lineas generales desde que comenzaran en el siglo XVI las disputas entre catolicos y protestantes Existe un tercer grupo de documentos que acompanan la cuestion ignaciana a modo de apendices Carecen en general de fiabilidad historica pero no de interes Existe un relato tardio de su martirio conocido como el Martirio colbertino 9 que reconstruye con ciertas dosis de imaginacion el viaje de Siria a Roma y donde se senala el 20 de diciembre como la fecha del martirio 10 Mas importante es que dentro de ese relato se encontro en el ano 1646 la version griega de una de las cartas de Ignacio Ademas del Martirio colbertino se conservan cartas apocrifas de proposito diverso que simulan haber sido escritas o recibidas por Ignacio durante su viaje a Roma y que la critica considera espurias de forma unanime De todas estas fuentes se desprende una exigua Vida de Ignacio que tiene su parte especulativa pero que es todo cuanto hay Tan importante como eso es sin embargo que dicha vida esta inmersa en un contexto historico que la sostiene y da profundidad Junto a Ignacio hay lugares sucesos y gentes que estaban presentes en la mente de aquellos que vivieron esos momentos y que proyectan la vida de Ignacio en el complejo horizonte del cristianismo primitivo Ese horizonte es hoy del maximo interes ya que los escritos de los padres apostolicos son el primer lugar donde se pueden escudrinar la influencia y el grado de formacion de los evangelios Las cartas Editar Martirio de Ignacio de Antioquia Atendiendo al lugar desde el que fueron redactadas las cartas de Ignacio se dividen en dos grupos las cuatro cartas de Esmirna y las tres cartas de Alejandria de Troade El lugar de redaccion se deduce en todos los casos del contenido 11 Cierta logica relaciona los destinatarios y el lugar de redaccion porque tres de las cartas de Esmirna fueron enviadas a localidades proximas 12 mientras que dos de las cartas de Troade fueron enviadas a la propia Esmirna 13 de donde Ignacio acababa de partir Las cartas de Esmirna son anteriores a las de Troade pero dentro de cada grupo se desconoce el orden de redaccion Se suele asumir el orden eusebiano que no es otro que el utilizado por Eusebio de Cesarea al redactar su resena sobre Ignacio y que es el siguiente la Carta a los efesios Ad Eph la Carta a los magnesios Ad Magn la Carta a los tralianos Ad Tral la Carta a los romanos Ad Rom la Carta a los filadelfianos Ad Phil la Carta a los esmirniotas Ad Smyrn y por ultimo la Carta a Policarpo Ad Pol un escrito personal dirigido a Policarpo de Esmirna obispo de dicha ciudad a la sazon Atendiendo al proposito de la redaccion las cartas se dividen tambien en dos grupos por una parte las seis cartas asiaticas 14 y por otra la singular Carta a los romanos Las primeras fueron escritas a las Iglesias del Asia Menor con dos propositos bien definidos siendo el primero exhortarlas a mantener la unidad interna y la segunda prevenirlas contra ciertas ensenanzas doceticas y judaizantes La uniformidad de los planteamientos de Ignacio sugiere la existencia de un conflicto generalizado en esta parte del Asia Menor como si toda la region estuviese atravesando circunstancias similares La otra carta fue dirigida motu proprio a la Iglesia de Roma para rogar a sus miembros que no intercedieran por el En un plano formal los escritos de Ignacio son muy diferentes de los de Clemente de Roma Las cartas de Ignacio estan redactadas con un estilo libre y ardoroso que violenta el lenguaje con audaces construcciones que no se cinen a las formas retoricas convencionales Comienzan con un prescripto oriental estructurado en forma de nomen cognomen Ignacio tambien llamado Teoforo a la Iglesia de Este prescripto es tan caracteristico de Ignacio que no solo comienzan asi las cartas autenticas sino tambien las que escribieron despues algunos falsarios Teoforo termino griego que significa el portador de Dios podria ser un sobrenombre o cognomen utilizado por Ignacio siguiendo los usos de la epoca 15 Tambien podria ser una forma de referirse a si mismo como discipulo de Cristo ya que lo utiliza igualmente en una carta con ese otro sentido vosotros sois companeros de camino portadores de Dios teoforo Ad Eph 9 2 Vicente de Beauvais afirmaba siglos despues llevado del entusiasmo que la razon de ese sobrenombre era que Ignacio tenia escrito en su corazon el nombre de Cristo con letras de oro cosa que segun el se descubrio al recoger los pedazos de su cuerpo desgarrado por las fieras Vida y obra Editar Bernabe el apostol segun la tradicion uno de los fundadores de la comunidad cristiana de Antioquia de la que Ignacio llego a ser obispo No se sabe en que ano nacio Ignacio ni tampoco en que lugar Se desconoce todo sobre su familia y las circunstancias en las cuales conocio el cristianismo Se ignora tambien cual fue su trayectoria dentro de la Iglesia Una leyenda del siglo X le supone discipulo de Jesucristo en la persona del nino que aparece como protagonista en el pasaje biblico de Mateo 18 16 El llamo a un nino lo puso en medio de ellos y dijo Os aseguro que si no os haceis como ninos no entrareis en el Reino de los Cielos Evangelio de Mateo 18 17 La primera noticia de solida apariencia es que fue obispo de la ciudad de Antioquia Lo afirma el propio Ignacio en una de sus cartas 18 Lo aseveran Eusebio 19 y otros Padres de la Iglesia y asi se le considera actualmente Es un dato relevante pues el episcopado de Antioquia era uno de los mas prestigiosos de la cristiandad Antioquia de Siria conocida tambien como Antioquia del Orontes Antioquia la Grande o Antioquia la Bella era en aquella epoca una de las principales ciudades del Imperio romano y la tercera urbe mas poblada despues de Roma y Alejandria Su poblacion se calcula en doscientos mil o incluso medio millon de habitantes No tenia buena reputacion pues gran parte de su economia estaba orientada al ocio y el disfrute Su caracter libre y cosmopolita atraia a muchas gentes que emigraban de diversos lugares trayendo las costumbres y creencias de su lugar de origen Se sabe por Flavio Josefo 20 que habia en la ciudad una sinagoga judia numerosa y antigua 21 que gozaba de privilegios especiales Poco despues de la muerte de Jesucristo y marginados de esa sinagoga se fundo en Antioquia otra comunidad religiosa integrada por judeocristianos helenistas expulsados de Jerusalen Segun la tradicion Bernabe el apostol se encontraba entre ellos Anos despues Bernabe habria atraido a la ciudad a Pablo de Tarso que paso alli una parte prolongada de su vida dejando una profunda huella de la que Ignacio es deudor Pablo y Bernabe promovieron en Antioquia un cristianismo cuya practica no exigia el cumplimiento de ciertos preceptos de la Ley judia para los gentiles Este cristianismo de cuno paulino estaba dirigido a la poblacion greco pagana de la ciudad y en la medida en que se incluyo a estos gentiles en el pueblo de Dios en plena igualdad y participacion en el culto la nueva comunidad se situo cada vez mas al margen de la antigua sinagoga Las tensiones entre la sinagoga judia y la iglesia cristiana por cuenta de la observancia de la Ley condujeron a una ruptura que quedo significada con el nombre dado a la nueva comunidad Segun los Hechos de los Apostoles Hch 11 26 Antioquia fue el primer lugar donde los discipulos fueron llamados cristianos probablemente de manera despectiva aunque esto no permite deducir como se hace frecuentemente que los discipulos de Jesus eran ya vistos como una entidad separada del judaismo 22 Con esa denominacion acunada en el exterior de los circulos cristianos se constato la aparicion de una tertium genus un tercer genero de gentes que no eran judios pero tampoco paganos Posteriormente el modelo paganocristiano practicado en Antioquia fue exportado por Pablo a otras ciudades del imperio formando de esta manera comunidades de cristianos gentiles Se puede decir por eso que Antioquia es madre de las iglesias de la gentilidad Condena a muerte Editar Busto de Trajano conservado en la Gliptoteca de Munich Ignacio era obispo de Antioquia cuando fue condenado a muerte en tiempos de Trajano acusado es de suponer de profesar el cristianismo 23 En sus cartas Ignacio se describe a si mismo utilizando el termino griego katakritos condenado a muerte lo que no aclara las circunstancias de su detencion En otros lugares afirma llevar cadenas por causa del Nombre Ad Eph 1 2 refiriendose a Jesucristo A finales del siglo XIX Joseph Barber Lightfoot pensaba que Ignacio habia sido detenido en el transcurso de una persecucion en contra de los cristianos Sin embargo el hecho de que en la correspondencia de Ignacio no se encuentren referencias al respecto y que su principal preocupacion parezca ser la organizacion de las iglesias a las que escribe ha llevado a postular asimismo que Ignacio pudo ser detenido a causa de un enfrentamiento habido dentro de la comunidad antioquena entre dos grupos o facciones cristianas representantes de ordenes eclesiales distintos los asi llamados ministeriales y los carismaticos 24 Como obispo de Antioquia Ignacio perteneceria a la clase ministerial y la tension con esos elementos carismaticos pudo generar un conflicto de tal magnitud que las autoridades de la ciudad detuvieran a Ignacio para solucionarlo Eso explicaria la insistencia con que aboga en sus cartas por mantener la unidad en torno a la jerarquia eclesiastica corred a una con la voluntad del obispo Ad Eph 4 1 La falta de noticias fidedignas sobre su detencion incentivo la fantasia del autor del Martirio colbertino que ideo un dialogo ficticio entre Ignacio y el emperador Trajano En ese dialogo escenificado en la misma Antioquia Trajano pregunta con arrogancia Quien eres tu demonio miserable que desobedeces mis mandatos 25 La respuesta de Ignacio es la que cabria esperar de el Nadie llama miserable al portador de Dios al Teoforo 25 Trajano contrariado le sentencia a muerte Traslado a Roma Editar El Coliseo romano donde iba a ser conducido Ignacio Aunque fue condenado en Siria y pudo ser ejecutado alli se ordeno su traslado a Roma No esta clara la razon o necesidad de ese traslado ni el estatus juridico que tuvo Ignacio durante el proceso Se han propuesto varias explicaciones pero ninguna goza de demasiado credito La primera y mas sencilla afirma que Ignacio era ciudadano romano y que fue llevado a Roma para que pudiese ejercer su derecho de apelacion ante el emperador En la literatura cristiana se narraba ya el precedente de Pablo de Tarso que ejercio dicho derecho al ser detenido en Jerusalen Hch 25 11 y fue consiguientemente trasladado a Roma Sin embargo en el caso de Ignacio no resulta plausible pensar aun admitiendo su ciudadania que tuviese intencion de apelar al emperador porque segun se desprende de sus cartas Ignacio deseaba ser arrojado a las fieras y en su Carta a los romanos ruega incluso a la comunidad de Roma que no interceda por el lo que es evidencia de una sentencia ya emitida Otra dificultad es que la Lex Julia de vi publica proveia que el apelante no debia ser encadenado Los Hechos de los Apostoles narran que cuando Pablo se declaro ciudadano romano los soldados le retiraron inmediatamente las cadenas temerosos por haber infringido la ley Hch 22 29 En el caso de Ignacio sin embargo el mismo se describe en sus cartas como un encadenado gr desmios llegando a usar la materialidad de esas cadenas como recurso poetico de Aquel por el que llevo cadenas perlas espirituales con las que ojala pueda resucitar Ad Eph 11 2 Otra explicacion que se ha propuesto es que Ignacio formase parte de un tributo al emperador Trajano enviado para participar en los espectaculos romanos en calidad de alimento Se presume que quizas hubiese en esos momentos una fuerte demanda de prisioneros a causa de los fastos organizados en Roma para celebrar la victoria contra los Dacios Sin embargo un solo prisionero no seria un presente de valor A fin de cuentas Ignacio no era mas que el lider local de un grupo religioso ilegal Aunque es cierto que viajo con mas gente algunos asistentes suyos en sus cartas no se mencionan otros prisioneros Ademas en el supuesto de que Ignacio hubiese formado parte de un nutrido grupo de reos resulta dificil explicar la libertad de movimientos de que gozo durante el viaje Una tercera hipotesis afirma que Ignacio fue trasladado a Roma a causa de una situacion legal excepcional motivada por la ausencia del gobernador de Siria unica autoridad con potestad para condenar a muerte En ese caso el legado habria ordenado el traslado de Ignacio con objeto de que su condena fuese confirmada por el mismo emperador 26 A finales del siglo IV Juan Crisostomo especulaba sobre el asunto de una forma menos juridica afirmando que llevar a Ignacio a Roma fue un ardid del demonio Y ademas de aquella primera astucia anadio el diablo otra maquinacion que fue que los obispos no sufrieran el martirio en las ciudades que presidian sino en otras bien lejanas pretendiendo con ello que les faltase el auxilio de los suyos por morir en el extranjero pero tambien agotarlos con las fatigas del viaje Y eso fue exactamente lo que hizo con nuestro santo Panegirico de Juan Crisostomo 27 De Antioquia a Esmirna Editar Vidriera sur de la catedral catolica de San Canicio de Kilkenny representando el pasaje de Mateo 18 La ruta seguida por Ignacio desde Antioquia es incierta El Martirio colbertino describe sucintamente que Ignacio embarco en la vecina Seleucia y llego directamente a Esmirna despues de grandes fatigas Esta ruta directa por mar sin embargo hay que descartarla porque se sabe a ciencia cierta que Ignacio paso por la localidad de Filadelfia sita en el interior del continente Otra posibilidad es que la comitiva hubiese partido a pie desde Antioquia y al llegar a la altura de Tarso hubiese cruzado las Puertas Cilicias hacia el interior del territorio para progresar una vez evitadas las dificiles estribaciones de la costa por las llanuras de Anatolia hasta la mencionada Filadelfia De las cartas de Ignacio tan solo este fragmento redactado en Esmirna permite hacer alguna inferencia Desde Siria vengo luchando dia y noche por tierra y por mar con diez leopardos diez soldados que me encadenan Ad Rom 5 1 Si se interpreta de forma literal la expresion por tierra y por mar cabe concluir que el grupo de Ignacio embarco en efecto en Seleucia e hizo una parte del viaje por mar Por alguna razon desembarcaron en Atilla y cruzaron los montes hasta el enclave de Laodicea Desde alli podrian haber descendido por el valle del rio Meandro hasta la costera ciudad de Efeso Sin embargo siguieron hacia Hierapolis con objeto de cambiar de valle y llegar a Esmirna ciudad situada algo mas al norte y por tanto mas cerca de Troade la puerta hacia Europa 28 La custodia de Ignacio fue encargada como el mismo cuenta a una decuria de soldados de los que dice que cuantas mas bondades recibian peores se volvian Ad Rom 5 1 No debian de tratarle con muchos miramientos a juzgar por este otro comentario con sus malos tratos me voy haciendo discipulo Ad Rom 5 1 La expresion griega deka leopardis diez leopardos que utiliza para describirlos puede referirse al caracter rudo y salvaje de sus guardias pero tambien se especula con la posibilidad de que fuese el nombre de algun regimiento romano o una alusion a esas pieles de animales con las que algunos soldados se cubrian la cabeza Se da la circunstancia anecdotica quiza de que es la primera vez que se utiliza la palabra leopardo en la literatura griega y la latina Sea que el viaje a Esmirna se llevase a cabo por tierra o por mar es seguro que la comitiva de Ignacio y sus diez leopardos paso por la localidad de Filadelfia Alli habia una comunidad cristiana estable a la que Ignacio se refirio despues como la que ha alcanzado misericordia y esta asentada con firmeza en Dios y se regocija en la pasion de nuestro Senor y tiene plena certeza en su resurreccion Ad Phil Intr Estando alli hablo con los filadelfios asistio a celebraciones y disputo con unas gentes por cuestiones de doctrina 29 Despues de la estancia en Filadelfia la comitiva prosiguio el camino hasta la cercana Esmirna pasando por Sardes Esmirna Editar Foto satelite del golfo de Esmirna Esmirna situada en la costa occidental del pais era en aquel tiempo un populoso puerto de mar y paso de algunas rutas comerciales En la epoca de Ignacio su obispo era Policarpo que recibio a Ignacio en nombre de la iglesia de los esmirniotas Segun el Martirio colbertino ambos habian sido en otro tiempo discipulos u oyentes del Apostol Juan posibilidad que Jeronimo de Estridon tambien considera El discipulado joanico de Policarpo es confirmado sin ambages por Ireneo de Lyon y se tiene por historico pero el de Ignacio es mas controvertido A pesar de que el lenguaje de Ignacio demuestra cierta familiaridad con el de Juan no hay indicios de que fuese discipulo suyo ni mucho menos condiscipulo de Policarpo De hecho lo que se trasluce de las cartas es que Policarpo y el se conocieron precisamente entonces El aprecio que llegaron a profesarse se trasluce en la carta postrer de Ignacio a Policarpo y tambien en la carta de Policarpo a los filipenses donde este recaba preocupado noticias sobre Ignacio Durante su estancia en la ciudad las iglesias vecinas de Efeso Magnesia del Meandro y Trales enviaron delegaciones para saludar a Ignacio y atender sus necesidades Ignacio hablo con ellas y tuvo asi noticia de la existencia de disensiones y heterodoxias en la zona A consecuencia de ello redacto tres cartas A los efesios A los magnesios y A los tralianos y las entrego a las respectivas delegaciones para que fuesen leidas en la ekklesia o asamblea Su intencion al escribirlas era combatir las falsas doctrinas que segun el amenazaban a las comunidades y reforzar con su apoyo la autoridad de los obispos locales El hecho mismo de escribir cartas tenia ciertas resonancias historicas pues en aquel tiempo era conocida la carta que Pablo de Tarso habia escrito a los efesios medio siglo antes 30 Carta a los efesios Editar Casa de la Virgen Maria a las afueras de Efeso La delegacion de Efeso estaba encabezada por su obispo Onesimo del que no se sabe nada Se ha especulado que este Onesimo podria ser el mismo que se nombra en la Epistola a Filemon escrita por Pablo de Tarso Segun esta hipotesis Onesimo seria el esclavo de Filemon por el que intercedio Pablo decadas antes que luego habria progresado hasta convertirse en el obispo de la importante iglesia de Efeso Ignacio no se hace eco de esta remota posibilidad y solo dice de el que era indescriptible en la caridad Ad Eph 1 3 Le acompanaban en la embajada Burro Euplo y Fronton Ad Eph 2 1 ademas de un tal Krocos Burro era un diacono de Efeso que conocia paradojicamente el dificil arte de la escritura Ignacio que en la carta le llama companero de esclavitud solicito a los efesios que lo dejasen a su servicio como secretario Ad Eph 2 1 cosa que en efecto ocurrio segun se desprende de cartas posteriores Ad Phil 11 2 Ad Smyrn 12 1 La iglesia de Efeso tenia una profunda relacion con Pablo de Tarso ya que tiempo atras el apostol habia predicado en la ciudad con pena de prision incluida dejando alli no solo una comunidad estable y un recuerdo duradero de su paso sino ademas una carta dirigida a ellos la Epistola a los efesios Ignacio demuestra conocer todo esto cuando les dice vosotros que fuisteis companeros de Pablo en la iniciacion de los misterios Ad Eph 12 2 Su conocimiento de la epistola se deja notar en el saludo de la carta lleno de resonancias Ἰgnatios ὁ kaὶ 8eoforos tῇ eὐloghmenῃ ἐn mege8ei 8eoῦ patrὸs plhrwmati tῇ prowrismenῃ prὸ aἰwnwn eἶnai diὰ pantὸs eἰs do3an paramonon ἄtrepton ἡnwmenῃ kaὶ ἐklelegmenῃ ἐn pa8ei ἀlh8inῷ ἐn 8elhmati toῦ patrὸs kaὶ Ἰhsoῦ Xristoῦ toῦ 8eoῦ ἡmῶn tῇ ἐkklhsiᾳ tῇ ἀ3iomakristῳ tῇ oὔsῃ ἐn Ἐfesῳ tῆs Ἀsias pleῖsta ἐn Ἰhsoῦ Xristῷ kaὶ ἐn ἀmwmῳ xarᾷ xairein Ignacio el tambien llamado portador de Dios Teoforo a la que recibe bendicion en la gran plenitud de Dios Padre la predeterminada antes de los siglos para una gloria eterna unida y llamada en sufrimiento verdadero por la voluntad del Padre y Jesucristo del Dios nuestro a la Iglesia digna de gran bienaventuranza la que se encuentra en Efeso de Asia gran gozo en Jesucristo en la alegria inmaculada Ad Eph Intr La comunidad de Efeso estaba dividida y la autoridad de su obispo era cuestionada La carta de Ignacio debia leerse ante los miembros de la asamblea como un llamamiento a la unidad entendida en este caso como unidad en torno al obispo tambien presente os conviene correr a una con la voluntad del obispo Ad Eph 4 1 La unidad segun Ignacio empezaba ya por el presbiterio o colegio de ancianos que debian armonizar con el obispo como las cuerdas con la citara Ad Eph 4 1 Esta metafora musical alcanzaba asimismo al resto de la asamblea que debia cantar a coro con una unica voz al Padre por medio de Jesucristo Ad Eph 4 2 Ignacio anade al caracter disciplinar de sus recomendaciones una interpretacion espiritual del episcopado es necesario considerar al obispo como al Senor mismo Ad Eph 6 1 pensamiento que desarrollara despues en otras cartas No solo la unidad de los efesios preocupaba a Ignacio Tambien la presencia de heterodoxias He sabido que han pasado algunos que querian sembrar mala doctrina Ad Eph 9 1 Ignacio los llama perros rabiosos que muerden a traicion Ad Eph 7 1 La doctrina concreta que estos tales ensenaban no se menciona explicitamente y solo se puede inferir indirectamente de la respuesta de Ignacio Quizas ensenaban que Jesus era solo un hombre nacido de Maria y elegido por Dios como Mesias o quizas ensenaban que por el contrario era verdadero Dios pero que no habia existido en la carne es decir en forma humana sino solo en apariencia La respuesta de Ignacio rechaza ambas cristologias resaltando a un tiempo la naturaleza humana y divina de Cristo eἷs ἰatros ἐstin sarkikos te kaὶ pneymatikos gennhtὸs kaὶ ἀgennhtos ἐn ἀn8rwpῳ 8eos ἐn 8anatῳ zwὴ ἀlh8inh kaὶ ἐk Marias kaὶ ἐk 8eoῦ prῶton pa8htὸs kaὶ tote ἀpa8hs Ἰhsoῦs Xristὸs ὁ kyrios ἡmῶn Hay un medico carnal y espiritual creado e increado en hombre Dios en muerte vida verdadera y nacido de de Maria y de Dios primero pasible y luego impasible Jesucristo el Senor nuestro Ad Eph 7 2 La respuesta a esta heterodoxia que los cristianos de Efeso parecen haber rechazado lo podemos constatar en pero no les habeis permitido sembrarla entre vosotros tapasteis vuestros oidos para no recibir lo que ellos siembran Ad Eph 9 1 Esta respuesta no es simplemente doctrinal sino que Ignacio pide oraciones por aquellos que esparcen esta mala doctrina para que viendo el buen ejemplo de los cristianos de Efeso se lleguen a convertir Es ante todo el buen ejemplo la santidad de la Iglesia de Efeso la respuesta a esta herejia que se expande Orad sin cesar por los otros hombres porque hay en ellos esperanza de arrepentirse para que lleguen a Dios Permitidles pues al menos por vuestras obras ser vuestros discipulos Frente a sus iras vosotros sed mansos a sus jactancias vosotros sed humildes a sus blasfemias vosotros mostrad vuestras oraciones a sus errores vosotros sed firmes en la fe a su fiereza vosotros sed apacibles sin buscar imitarlos Ad Eph 10 1 2 Con respecto a la virginidad de Maria la epistola es uno de los mas antiguos e importantes testimonios patristicos Al principe de este mundo le ha sido ocultada la virginidad de Maria y su alumbramiento al igual que la muerte del Senor tres misterios sonoros que fueron realizados en el silencio de Dios Ad Eph 19 1 Un pasaje singular de la carta es el Himno de la estrella Llamase asi a una recitacion de caracter poetico contenida en el capitulo XIX que habla de la aparicion de una estrella en el cielo capaz de ocultar con su brillo el esplendor del resto de los astros El pasaje parece inspirarse en el sueno de Jose y recuerda la narracion de la Epifania contenida en el Evangelio de Mateo Un astro brillo en el cielo mas que todos los demas astros y su luz era inenarrable su novedad causaba admiracion el resto de astros con el sol y la luna hicieron coro con este astro que los supero a todos con su luz Habia agitacion por saber de donde venia algo tan distinto a los demas Ad Eph 19 2 He aqui que unos magos vinieron del oriente a Jerusalen preguntando Donde esta el rey de los Judios que ha nacido Porque hemos visto su estrella en el oriente y hemos venido para adorarle Y he aqui la estrella que habian visto en el oriente iba delante de ellos hasta que llego y se detuvo sobre donde estaba el nino Al ver la estrella se regocijaron con gran alegria Cuando entraron en la casa vieron al nino con Maria su madre y postrandose le adoraron Entonces abrieron sus tesoros y le ofrecieron presentes de oro incienso y mirra Evangelio de Mateo Se supone que el Himno de la estrella era una oracion preexistente o bien una parte de ella que Ignacio cita de memoria al hilo de su carta Tal vez fuese alguna formula liturgica o un mero poema literario La carta a los efesios a pesar de ser la mas extensa debio de parecerle insuficiente Casi al final Ignacio se comprometio a enviar otro escrito donde debia desvelarles el designio divino sobre el hombre nuevo que es Jesucristo Ad Eph 20 1 Parece sin embargo que no pudo realizar su proposito Por el momento habia que redactar otras dos cartas mas e Ignacio se despide de los efesios pidiendoles una oracion por la Iglesia de Siria Ad Eph 21 2 Carta a los magnesios Editar Tetradracma de plata de la ciudad de Magnesia del Meandro La Carta a los magnesios es el escrito segundo dentro del orden citado por Eusebio de Cesarea HE III 36 Fue redactada durante la visita de la delegacion de Magnesia del Meandro y en presencia de la de Efeso Ad Magn 15 1 La embajada de los magnesios estaba compuesta por el obispo Damas los presbiteros Basso y Apolonio y el diacono Zosimo a quien Ignacio llama de nuevo companero de esclavitud Ad Magn 2 1 La comunidad de Magnesia estaba inmersa en un conflicto similar al de los efesios Por una parte el obispo Damas era muy joven y aunque segun Ignacio los presbiteros no se aprovechaban de esa circunstancia Ad Magn 3 1 otros prescindian de el Ad Magn 4 1 y se reunian por su cuenta Ignacio exhorta a los magnesios para que hagan todo en la concordia de Dios y anade con el obispo presidiendo en el lugar de Dios Ad Magn 6 1 De aquellos carismaticos que actuaban al margen de la jerarquia local dice No parecen tener la conciencia limpia pues no se reunen validamente Ad Magn 4 1 La eclesiologia de Ignacio es rica en metaforas El obispo es presentado como imagen del Padre el presbiterio es llamado asamblea de los apostoles Ad Magn 6 1 o senado de Dios Ad Tral 3 1 y de los diaconos dice que son servidores de la Iglesia al servicio de Jesucristo y que fueron establecidos por la voluntad de Dios La expresion companero de esclavitud que utiliza Ignacio para referirse a ellos aparece en cuatro cartas 31 No se sabe la razon de su uso Se ha especulado al respecto que quizas Ignacio no fuese realmente el obispo de Siria sino un diacono de alli Se aduce en favor de esta posibilidad el hecho de que Ignacio declare en otras cartas que es el ultimo de la Iglesia de Siria y anada asimismo que no es digno de pertenecer a ella 32 Sin embargo esto choca frontalmente con alguna informacion contenida en la carta a los romanos Ademas de exhortar a la unidad Ignacio previene a los magnesios contra doctrinas judaizantes extrapolando tal vez su experiencia al frente de la Iglesia antioquena Ignacio es duro en el fondo y en la forma Trata al judaismo de viejos cuentos tildandolo de inutil Ad Magn 8 1 Tambien lo considera mala levadura anticuada y agria Ad Magn 10 2 Frente al modo de vida judio contrapone el la vida en Cristo diciendo Es absurdo hablar de Jesucristo y vivir al modo judio Ad Magn 10 3 De Cristo afirma que es la Palabra de Dios salida del Silencio Ad Magn 8 1 Al igual que hiciese en la carta a los efesios Ignacio termina pidiendo con preocupacion a los magnesios que recen por la Iglesia de Siria para que Dios se digne hacer caer sobre ella su rocio Ad Magn 14 1 Carta a los tralianos Editar Mapa de la zona con las ciudades de Efeso Magnesia del Meandro Trales y Esmirna La Carta a los tralianos es la tercera dentro del orden dado por Eusebio Al igual que las anteriores fue escrita en Esmirna Ad Tral 12 1 en compania de representantes de Efeso y de esta ciudad Ad Tral 13 1 La delegacion de Trales estaba bajo la autoridad del obispo Polibio que tal vez acudio solo dado que en la carta no se mencionan otros nombres Los problemas de la Iglesia de Trales eran diferentes Aunque no faltan en la carta exhortaciones a la unidad comunion con el Papa los Obispos tambien confianza en la sus sacerdotes y diaconos no parece que hubiese como ocurria en Efeso o Magnesia un desafio concreto contra la autoridad La comunidad parecia tranquila pero debia estar atenta de las hierbas extranas o herejias Ad Tral 6 1 Si en las otras comunidades habia controversias derivadas de la animadversion mutua entre judios y cristianos en Trales la hierba extrana o veneno mortal Ad Tral 6 2 que dice Ignacio es una doctrina fruto del sincretismo griego conocida como docetismo El docetismo del griego dokesis que significa apariencia era una creencia que ante la imposibilidad de conciliar que Jesucristo pudiera ser Dios y sufrir la abominable muerte en la cruz afirmaba que tal sufrimiento y tal muerte habian sido solo aparentes Para refutar esta doctrina Ignacio refuerza la humanidad e historicidad de Jesus diciendo que nacio verdaderamente que sufrio verdaderamente que fue crucificado verdaderamente y que resucito verdaderamente Ad Tral 9 1 Ademas de eso ofrece unos sucintos datos biograficos sobre la persona de Jesus que era del linaje de David e hijo de Maria Ad Tral 9 1 y que como inapreciable argumento comia y bebia Ad Tral 9 1 La argumentacion de Ignacio se entrelazaba con su propia situacion como condenado a muerte ya que si la muerte de Jesucristo habia sido solo aparente carecia de sentido morir verdaderamente por el Para Ignacio la muerte y resurreccion de Cristo es lo que daba sentido a la suya Por eso dice que de ser cierta la doctrina doceta moria inutilmente Ad Tral 10 Como las otras cartas tambien esta termina pidiendo a los tralianos que recen por la Iglesia de Siria Carta a los romanos Editar Recreacion idealizada de unos martires cristianos momentos antes de ser echados a la arena La visita de las tres delegaciones se saldo con la redaccion de tres cartas pero la actividad de Ignacio en Esmirna no se detuvo ahi Nueve dias antes de las calendas de septiembre Ad Rom 10 3 un 24 de agosto 33 Ignacio escribio el mas importante de sus escritos la Carta a los romanos Esta carta es singular por varios motivos Es la unica dirigida a una comunidad no asiatica y la unica tambien que no contiene exhortaciones a la unidad ni previene contra herejias Ignacio estaba preocupado ante la posibilidad de que la Iglesia de Roma moviese sus influencias para librarle de las fieras Su deseo era morir 34 no porque la muerte fuese en si algo deseable sino porque consideraba que a traves de ella habia de alcanzar por imitacion a Cristo Permitidme imitar la pasion de mi Dios Ad Rom 6 3 Estaba dispuesto a soportarlo todo Fuego y cruz manadas de fieras quebrantamientos de huesos descoyuntamiento de miembros trituramiento del cuerpo atroces torturas del diablo vengan sobre mi con tal de alcanzar a Jesucristo Ad Rom 5 1 El cuerpo era para el prescindible y con la muerte su espiritu habia de liberarse Cuando el mundo no vea mi cuerpo sere en verdad discipulo Ad Rom 4 2 si sufro el martirio sere un liberto de Jesucristo y en el resucitare Ad Rom 4 3 cuando eso suceda sere un hombre Ad Rom 6 2 Ese alcanzar a Cristo tenia su parte de anhelo mistico Busco a Aquel que murio por nosotros quiero a Aquel que resucito por nosotros Ad Rom 6 1 dejadme alcanzar la luz pura Ad Rom 6 1 un agua viva habla dentro de mi y me dice Ven al Padre Ad Rom 7 2 Mas que un final la muerte representaba para el una transformacion radical y positiva Trigo soy de Dios molido por los dientes de las fieras y convertido en pan puro de Cristo Ad Rom 4 1 35 O tambien un nuevo nacimiento Mi parto es inminente Ad Rom 6 1 bello es que el sol de mi vida se vuelva hacia Dios a fin de que en el yo amanezca Ad Rom 2 2 Mas alla de este aspecto mistico y martirial la carta a los romanos es importante tambien porque atane a un tema sensible de debate entre los cristianos catolicos protestantes y ortodoxos a saber el primado de Roma en los primeros siglos del cristianismo En un principio las iglesias cristianas estaban organizadas como nucleos mas o menos independientes entre las que sobresalian a modo de hermanos mayores aquellas ubicadas en las ciudades importantes Los cristianos catolicos consideran que la iglesia de Roma era en aquella epoca la mas importante de todas y que el obispo de Roma era reconocido ya como el papa de la cristiandad en virtud de ser el sucesor de San Pedro Ortodoxos y protestantes no dudan de la importancia de Roma pero creen que en la antiguedad las iglesias estaban organizadas como una federacion de la cual Roma y su obispo serian como mucho primus inter pares A la luz de este conflicto mas bien tardio en la historia de la Iglesia la carta de Ignacio a los romanos se ha convertido en un arma arrojadiza Diversos pasajes se arguyen para sustentar que dicho primado era reconocido ya desde epoca temprana Uno de ellos es el propio saludo de la carta el mas extenso de los redactados por Ignacio Ἰgnatios ὁ kaὶ 8eoforos tῇ ἠlehmenῃ ἐn megaleiothti patrὸs ὑpsistoy kaὶ Ἰhsoῦ Xristoῦ toῦ monoy yἱoῦ aὐtoῦ ἐkklhsiᾳ ἠgaphmenῃ kaὶ pefwtismenῃ ἐn 8elhmati toῦ 8elhsantos tὰ panta ἃ ἔstin katὰ ἀgaphn Ἰhsoῦ Xristoῦ toῦ 8eoῦ ἡmῶn ἥtis kaὶ proka8htai ἐn topῳ xwrioy Rwmaiwn ἀ3io8eos ἀ3iepiteyktos ἀ3ioprephs ἀ3iomakaristos ἀ3iepainos ἀ3iagnos kaὶ proka8hmenh tῆs ἀgaphs xristwnomos patrwnymos ἣn kaὶ ἀspazomai ἐn ὀnomati Ἰhsoῦ Xristoῦ yἱoῦ patros katὰ sarka kaὶ pneῦma ἡnwmenois pasῃ ἐntolῇ aὐtoῦ peplhrwmenois xaritos 8eoῦ ἀdiakritws kaὶ ἀpodiylismenois ἀpὸ pantὸs ἀllotrioy xrwmatos pleῖsta ἐn Ἰhsoῦ Xristῷ tῷ 8eῷ ἡmῶn ἀmwmws xairein Ignacio el tambien llamado portador de Dios o Teoforo a la perdonada en la magnanimidad del Altisimo Padre y de Jesucristo su unico Hijo a la iglesia amada e iluminada en la voluntad de quien ha querido todo lo que es segun el amor de Jesucristo el Dios nuestro a la que preside en la region de los romanos digna de Dios digna de honor digna de bienaventuranza digna de alabanza digna de ser favorecida digna de inocencia que preside en el amor la que posee la ley de Cristo y el nombre del Padre a ella la beso en saludo en el nombre de Jesucristo hijo del Padre unidos segun la carne y el espiritu en todo mandato de El llenos de la gracia de Dios indivisa y separada de cualquier color diverso les deseo en Jesucristo el Dios nuestro abundante gozo Ad Rom Intr Que para Ignacio la iglesia de Roma era la mas importante de todas a las que escribe se desprende de la extension y calidad de su alabanza Estas expresiones son unicas dentro de la correspondencia ignaciana Otro pasaje de la carta que parece otorgar cierta preeminencia intelectual a Roma es el siguiente Nunca habeis envidiado a nadie a otros habeis ensenado Ad Rom 3 1 Es posible que Ignacio se este refiriendo aqui a la carta de Clemente a los corintios pero no se puede asegurar En cualquier caso no se dejaria con ello el asunto porque la carta de Clemente es aducida tambien como prueba del primado de la Iglesia romana Por ultimo el tutelaje romano parece indicado por el siguiente pasaje acordaos de la iglesia de Siria que en mi lugar tiene a Dios como pastor Solo Jesucristo y vuestro amor desempenaran el oficio de obispo Ad Rom 9 1 Pero no son tan solo el saludo o algunos comentarios aislados los que demuestran la singularidad de esta carta Ya desde el comienzo Ignacio adopta una actitud diferente lejos de la perspectiva de maestro que habia utilizado anteriormente La Carta a los romanos es un ruego humilde donde la jerarquia se difumina e Ignacio se despoja de su autoridad No os doy ordenes como Pedro y Pablo Ellos eran apostoles Yo un condenado a muerte Ad Rom 4 3 36 No ha pasado desapercibido el hecho de que en la carta a los romanos no figura el nombre de ningun obispo Sobre ello se ha especulado que el episcopado monarquico propugnado por Ignacio para las Iglesias de Asia podria ser un modelo tipico de Asia y que en concreto en la comunidad de Roma podria no haber eso que Ignacio llama obispo o supervisor 37 o bien podria haber varios formando un colegio sin que uno de ellos pudiese significarse como el obispo de Roma es decir como un sucesor monarquico de San Pedro a quien considerar como papa El problema y la virtud de las cartas de Ignacio es que aparecen como un hito aislado de la literatura cristiana y hay poco material para contrastar las diversas interpretaciones que permiten De las cartas de san Ignacio esta es la mas importante por su contenido y su testimonio de cristiano para afrontar la muerte Esta carta se puede dividir en 10 puntos aqui presentamos un resumen 1 Temo vuestra caridad porque no me cause dano porque a vosotros es facil hacer lo que querais pero para mi es dificil alcanzar a Dios a menos que seais clemente conmigo 2 Mientras esta el altar preparado no me concedais otras cosas del que yo sea derramado como una libacion a Dios 3 A otros habeis ensenado rogad solo que yo tenga poder por dentro y por fuera de modo que no solo pueda decirlo sino tambien desearlo que pueda no solo ser llamado cristiano sino serlo de verdad 4 Soy trigo de Dios dejadme que sea entregado a las fieras puesto que por ellas puedo llegar a Dios soy el trigo de Dios y soy molido por las dentellas de las fieras para que pueda ser llamado pan puro 5 Atado a diez leopardos a pesar de los maltratos y los ataques de los leopardos paso a ser de modo mas completo un discipulo no por eso estoy justificado 6 Mi partida es inminente anhela unirse por completo a Dios espera ansioso nacer a la vida eterna 7 Mi amor ha sido crucificado pide que no intervengan en contra de su voluntad aunque el de boca por debilidad lo pida demanda mas bien que sigan las instrucciones de la carta 8 No quiero vivir segun los hombres no desea vivir la vida humana y pide a la comunidad que eleve suplicas en su favor para que lo consiga 9 Por pastor a Dios va formulando su despedida y pide oraciones para la iglesia de Siria afirmando que en su lugar tendra a Dios como pastor tambien tiene presente a las demas Iglesias 10 Palabras de despedida esta en Esmirna camino a Roma y anuncia que esta cerca Me despido adios hasta el fin en la constancia de Jesucristo De Esmirna a Troade Editar Localizacion de la Troade En algun momento posterior a ese 24 de agosto en que se redacto la Carta a los romanos la expedicion partio de Esmirna hacia el norte camino de la Troade Este territorio enclave siglos atras de la mitica Troya estaba situado en la esquina noroccidental del territorio asiatico frente a las costas greco macedonias Su capital era el importante puerto de Troade Troas o Alejandria Troas que en el siglo I era un lugar de transito entre Asia y Europa El pasaje entre los dos continentes se realizaba en un trayecto por mar de 230 km que hacia escala en la isla de Samotracia La travesia terminaba en Neapolis de Macedonia puerto de la vecina Filipos desde donde el camino hacia Roma era casi directo En lo referente a la tradicion cristiana Troade era conocida por ser el lugar donde San Pablo tuvo el sueno que le hizo cruzar a Europa segun afirman los Hechos de los Apostoles Hch 16 9 10 Tambien en Troade supone la tradicion que se incorporo a su expedicion el evangelista Lucas ya que en este punto de dicho relato comienzan los fragmentos narrados en primera persona del plural 38 Del trayecto hasta Troade no se conserva ninguna noticia ni siquiera en las cartas El Martirio colbertino comenta unicamente que como los soldados apremiaban se hicieron a la mar en Esmirna y arribaron a Troas A pesar del silencio de las fuentes se deduce de la correspondencia que viajaban con el varias personas Es el caso de Filon diacono de Cilicia que segun Ignacio me sirve en el ministerio de Dios Ad Phil 11 1 el de Reo Agatopodo que me sigue desde Siria renunciando a su vida Ad Phil 11 1 y el del diacono Burro cuya presencia esta atestiguada porque redactara las restantes cartas de Ignacio En la ciudad de Troade habia una comunidad cristiana o cuando menos algunos hermanos 39 que debieron de recibirle Estando alli redacto tres cartas mas que completan el numero de siete que se le atribuyen Son A los filadelfios A los esmirniotas y la Carta a Policarpo Carta a los filadelfios Editar Ignacio habia pasado por Filadelfia durante el viaje que por tierra y por mar Ad Rom 5 1 le habia llevado hasta Esmirna Lo ocurrido en esa localidad se conoce unicamente por la carta que luego les dirigio desde Troade y en la que aborda como hiciese antes con los efesios magnesios y tralianos los problemas de la comunidad La diferencia radica esta vez en que Ignacio conocio la situacion de primera mano y en que el a su vez era conocido por los filadelfios no se podra decir que fui gravoso a nadie Ad Phil 6 3 La Carta a los filadelfios denota como las otras problemas de unidad y doctrina Huid de la division y de las malas doctrinas Ad Phil 2 1 Algunos celebraban la eucaristia por su cuenta y otros profesaban alguna forma de judaismo Cuando estos mismos le preguntaron en que archivos estaba consignado el evangelio que el predicaba Ignacio respondio Mi archivo es Jesucristo su cruz su muerte su resurreccion y la fe que de el me viene Ad Phil 8 2 Tambien afirma en la carta Es mejor escuchar el cristianismo de labios de un circunciso que el judaismo de labios de un incircunciso Ad Phil 6 1 El hecho de que tantas comunidades de Asia vivieran inmersas en conflictos doctrinales ha suscitado un debate vivo aun hoy sobre el numero y la naturaleza de las doctrinas combatidas por Ignacio Es dificil explicar que todas las comunidades de Asia referidas por Ignacio padeciesen al mismo tiempo estos problemas Al examinar las cartas se perciben en cada una de ellas matices doctrinales especificos Asi mientras la carta a los tralianos desarrolla una polemica antidoceta en Magnesia y Filadelfia arremete contra el judaismo Esto ha llevado a formular la hipotesis de que en Asia coexistian dos grupos o tendencias opuestas al cristianismo defendido por Ignacio Tambien se ha supuesto la existencia de un unico grupo con caracteristicas mezcladas o incluso tres grupos de opositores La energica reaccion de Ignacio podria representar a su vez la posicion y el estatus de la Iglesia antioquena caracterizada por una avanzada unidad eclesial episcopado monarquico y su endemica aversion al judaismo Estando en Troade Ignacio recibio una noticia tranquilizadora de la que da cuenta en la carta la Iglesia de Siria ha encontrado la paz y por ello ruega a los filadelfios que escojan a un diacono para que vaya como embajador a Siria y se alegre con ellos Ad Phil 10 1 Carta a los esmirniotas Editar La carta a la comunidad de Esmirna Turquia fue enviada desde la ciudad de Troade Pertenece al segundo grupo de las cartas redactas camino al martirio En ella felicita a la comunidad por la fortaleza de su fe y tambien aborda algunos de los problemas que la comunidad enfrentaba por ser este un tiempo de muchas herejias y confusiones La primera parte de la carta revela que en esta comunidad circulaban doctrinas proximas al docetismo herejia del siglo I que veia en la Encarnacion de Cristo tan solo una apariencia por eso insiste en que toda la vida de Cristo desde su Encarnacion hasta su Muerte y Resurreccion es verdadera y no simple apariencia San Ignacio se pone a si mismo como testigo de esta verdad Porque si solo en apariencia fueron hechas todas estas cosas por nuestro Senor luego tambien yo estoy cargado de cadenas en apariencia Por que entonces me he entregado yo a la muerte Ad Smyrn 4 2 El lenguaje de la carta es muy duro contra todos aquellos que niegan la verdadera humanidad de Cristo Pues si los mismos angeles son juzgados si no creen en la sangre de Jesucristo tambien lo seran aquellos que no escucharon las profecias ni la ley de Moises ni el Evangelio No me parecio bien escribir sus nombres siendo infieles Hasta ni me acontezca recordarlos si quiera Ad Smyrn 5 3 Quienes no son capaces de reconocer a Cristo como verdadero Dios y verdadero hombre tampoco seran capaces de reconocer que la Eucaristia es el Cuerpo y la Sangre de Jesus Los que profesan doctrinas ajenas a la gracia de Jesucristo se apartan de la eucaristia y de la oracion porque no confiesan que la eucaristia es la carne de nuestro Salvador Jesucristo la misma que padecio por nuestros pecados la misma que por su bondad resucitola el Padre Ad Smyrn 6 2 7 1 Ademas el autor da testimonio de la jerarquia tripartita episcopado monarquico presbiterado y diaconado Seguidamente exhorta a la obediencia a los obispos pidiendo encarecidamente la unidad en la fe e insistiendo en el hecho de que el obispo es el dispensador de los misterios de Dios por lo que ni el bautismo ni el agape ni la Eucaristia pueden celebrarse sin el San Ignacio es el primero en referirse a los fieles colectivamente como la Iglesia Catolica Catolico es un termino griego que significa universal Donde esta el obispo esta la comunidad asi como donde esta Jesucristo esta la Iglesia catolica ka8olikh ekklhsia Ad Smyrn 8 2 La carta termina con saludos y agradecimientos para la comunidad y los conocidos de Ignacio en Esmirna y hace una nueva alusion a la paz alcanzada por la Iglesia en Antioquia Siria luego de que las persecuciones cesaron Carta a Policarpo Editar Policarpo obispo de Esmirna Padre Apostolico amigo y discipulo de Ignacio La Carta a Policarpo es el unico de los escritos de Ignacio que esta dirigido a una persona y no a una comunidad Impresionado por el joven obispo Ignacio le escribio desde Troade una carta de exhortacion Es la carta que una persona camino de la muerte dirige a otra que tiene una vida por delante y una tarea que cumplir al frente de su Iglesia Es una relacion de consejos muy variados destinados a preparar a Policarpo para su labor episcopal Se prudente como la serpiente puro como la paloma Ad Pol 2 2 Se sobrio como un atleta Ad Pol 2 3 Dedicate a la oracion Ad Pol 1 3 Pide mas conocimiento Ad Pol 1 3 Mantente firme como un yunque Ad Pol 3 1 Se mas diligente Ad Pol 3 2 Observa los tiempos Ad Pol 3 2 El conflicto de la Iglesia de Siria esta presente en todas las cartas de Ignacio primero como peticion de ruego a las iglesias y luego como exhortacion a la alegria en las siguientes Se desconoce que clase de conflicto tenian en Siria ni si tenia relacion con el cautiverio de Ignacio Esto ha dado lugar a diversas especulaciones La primera de ellas es la teoria de la persecucion que habria continuado tras la detencion de Ignacio y que estando en Troade habria cesado 40 La paz se habria conseguido por tanto frente a una circunstancia externa de caracter hostil Contra esta posibilidad se arguye la falta de referencias directas a dicha persecucion en la correspondencia de Ignacio En otro sentido se presume que esta paz se refiere al proceso de eleccion del sucesor de Ignacio al frente de la Iglesia de Antioquia proceso que estaria teniendo lugar durante el viaje de Ignacio o tambien que podria referirse al fin de cierta disension interna habida en aquella Iglesia El final de la carta revela urgencia en su redaccion No podre escribir a las otras iglesias porque inesperadamente zarpo de Troade a Neapolis Ad Pol 8 1 Estas palabras y un rosario de apresurados saludos escritos sin el orden de una mesurada redaccion son las ultimas palabras conocidas de Ignacio La muerte de Ignacio Editar Antigua ruta de la Via Egnatia Troade era el embarque natural hacia Macedonia en concreto hacia Neapolis puerto de Filipos La ciudad de Filipos estaba enclavada en la Via Egnatia principal arteria del imperio oriental y camino mas corto entre Roma y Bizancio Dicha calzada cruzaba la provincia de Macedonia pasando por su capital Tesalonica para luego separarse de la costa del mar Egeo y atravesar los montes Balcanes hasta Dirraquio sito ya en la costa adriatica frente a Italia Desde Dirraquio una ruta maritima enlazaba con el puerto de Brindisi en el talon de la peninsula italica del que partia la Via Apia directamente hacia Roma Se sabe por una carta de Policarpo de Esmirna que Ignacio paso por Filipos pero su huella se pierde poco despues Al cruzar de Asia a Europa Ignacio traspuso tambien la frontera entre la noticia historica y la suposicion Es de imaginar que siguio los caminos establecidos y que finalmente llego a Roma Tal vez lo hizo por mar rodeando la peninsula italica como narra el Martirio colbertino llenando con imaginacion la ignorancia de lo sucedido Y quiza sea verdad eso de que respondia con alegria a los apremios de los guardias 41 De su final facilmente imaginable el Martirio dice Era el dia aquel ese que los latinos llaman el terciodecimo antes de las calendas de enero 20 de diciembre La concurrencia era copiosa como es costumbre en esas fechas y el santo fue expuesto a las fieras carniceras Echado a ellas cumpliose al momento por gracia de Dios el deseo del martir Ignacio Solo quedaron las partes mas duras que fueron recogidas por los hermanos y llevadas como reliquias a Antioquia donde descansan en una capsula tesoro inestimable Martirio colbertino 6 4 El regreso de los restos de Ignacio hasta su ciudad era recordado siglos despues por Juan Crisostomo que clamaba junto a su sepulcro Una vez que en Roma alcanzo el cielo volvio a nosotros coronado Si ellos recogieron su sangre vosotros honrais sus reliquias Y si ellos le vieron vencer vosotros le teneis aqui para siempre Y con ello se vio la generosidad de Dios que quiso conceder de una vez un martir a dos ciudades 42 Ignacio bien pudo morir un 20 de diciembre pero no se sabe en absoluto de que ano Eusebio data su martirio en el ano decimo del reinado de Trajano 98 117 es decir en el ano 107 pero actualmente los investigadores manejan un arco temporal de una decada En cualquier caso el periplo de Ignacio alcanzo suficiente relevancia como para ser recordado La Iglesia ortodoxa mantiene el 20 de diciembre para celebrar la conmemoracion liturgica La Iglesia catolica prefiere el 17 de octubre Pero su huella no acaba ahi sino que se transmite en la obra de otros padres de la Iglesia Ignacio y la Biblia Editar Miniatura representando a San Juan con su caracteristica aguila escribiendo el Evangelio Una de las cuestiones vitales de la literatura cristiana es decidir el tiempo en que fueron redactados los evangelios porque de ello depende su grado de historicidad Un evangelio que en lo esencial se hubiese formado poco despues de la muerte de Jesus de Nazaret seria un testigo mas fiable que uno formado cien anos despues de su muerte Importante tambien es la identificacion de los ambitos geograficos y culturales donde se formo cada evangelio La vision clasica de unos evangelios escritos por un unico autor inspirado ha sido desplazada gradualmente por una imagen mas difusa donde los evangelios se desarrollan progresivamente en el seno de ciertas comunidades y tradiciones Toda teoria sobre la formacion de los evangelios ha de tener en cuenta las huellas objetivas que estos dejaron en los escritores de la epoca Las obras de los padres apostolicos son cronologicamente el primer lugar donde se pueden buscar estos indicios ya que dentro de la incertidumbre tipica que afecta a su datacion son escritos mas o menos contemporaneos Otro aspecto que se estudia con interes es el uso que los autores cristianos hacen del Antiguo Testamento Asi mientras Clemente de Roma trufa su Carta a los corintios con numerosas citas veterotestamentarias en el caso de Ignacio este uso es escaso actitud consecuente con su beligerante paganocristianismo Las cartas de Ignacio muestran afinidad con el primer evangelio el de Mateo y tambien con el cuarto el de Juan Tambien aparecen huellas de algunas cartas de Pablo La relacion con el primer evangelio es formal y se arguye por la existencia de vocabulario y citas literales comunes a uno y otro La mas clara pero no la unica 43 es una que figura en la Carta a los esmirniotas y que parece una cita textual sacada de Mateo 3 15 El texto biblico se situa a orillas del rio Jordan donde Jesus de Nazaret se acerca para recibir el bautismo de manos del Juan el Bautista Juan se niega en un principio a bautizarle y Jesus le insta a ello diciendo Dejame hacer ahora pues conviene que cumplamos toda justicia Mt 3 15 Por otra parte la introduccion de la Carta a los esmirniotas dice llenos de certeza en nuestro Senor que es de la estirpe de David hijo de Dios por la voluntad de Dios nacido de una virgen y bautizado por Juan para que toda justicia sea cumplida Ad Smyrn 1 1 Citas como esta sugieren que Ignacio pudo tener entre sus manos un ejemplar del Evangelio de Mateo por lo que las cartas del martir constituirian un terminus ante quem para dicho evangelio haciendo dificil su trasposicion a la segunda centuria como sugieren algunas teorias La segunda consecuencia es que reforzaria la hipotesis del origen sirio de este evangelio insinuado tambien por otros escritos como la Didache Algunos rasgos de Ignacio no son sin embargo nada mateanos Ignacio no sigue por ejemplo la costumbre de Mateo de interpretar la escritura ni aducirla a favor de cumplimientos profeticos La relacion con el cuarto evangelio es mas compleja y todavia hoy no existe un acuerdo entre los investigadores No es posible senalar cita alguna que permita afirmar taxativamente que Ignacio tuvo entre sus manos un documento similar en su forma al Evangelio de Juan Sin embargo las expresiones que utiliza Ignacio sobre la eucaristia el Logos y el Espiritu Santo son tan propias de Juan que solo cabe concluir que Ignacio participo de manera intima en las tradiciones joanicas que cristalizaron en el cuarto evangelio Este asunto empezo a estudiarse a mediados del siglo XIX y desde entonces ha sido una de las cuestiones mas disputadas acerca de Ignacio 44 Un siglo mas tarde y despues de varias decadas disputando un erudito resumia la situacion en estos terminos el eco del pensamiento de Juan en las cartas de Ignacio es tan sorprendente son tan propios de el ciertos giros expresivos que el lector con un bagaje del cuarto evangelio no tiene mas remedio que preguntarse de donde viene este marcado paralelismo 45 Por su parte las cartas de Pablo estan muy presentes en las de Ignacio en especial la Primera epistola a los corintios y la Epistola a los efesios Menos presencia tienen la Epistola a los romanos la Epistola a los galatas la Segunda epistola a los corintios y las Epistolas pastorales Ignacio en los padres de la Iglesia EditarLa estela de Ignacio en la literatura cristiana ademas de larga empieza de forma inmediata Tras el embarque en Troade Policarpo escribio una carta quiza dos 46 a la comunidad de Filipos Con ella respondia a una solicitud de los filipenses que querian disponer de una copia de la correspondencia de Ignacio Policarpo recababa ademas noticias Ἐgrapsate moi kaὶ ὑmeῖs kaὶ Ἰgnatios ἵn ἐan tis ἀperxhtai eἰs Srian kaὶ tὰ par ὑmῶn ἀpokomisῃ grammata ὅper poihsw ἐὰn labw kairὸn eὔ8eton eἴte ἐgw eἴte ὃn pempw presbeysonta kaὶ perὶ ὑmῶn 2 tὰs ἐpistolὰs Ἰgnatioy tὰs permf8eisas ἡmῖn ὑp aὐtoῦ kaὶ ἄllas ὅsas eἴxomen par ἡmῖn ἐpempsamen ὑmῖn ka8ὼs ἐneteilas8e aἵtines ὑpotetagmenai eἰsὶn tῇ ἐpistolῇ taytῃ ἐ3 ὧn megala ὠfelh8ῆnai dynhses8e periexoysin gὰr pistin kaὶ ὑpomonὴn kaὶ pᾶsan oἰkodomὴn tὴn eἰs tὸn kyrion ἡmῶn ἀnhkoysan Et de ipso Ignatio et de his qui cum eo sunt quod certius agnoveritis significate Me habeis escrito tanto vosotros como Ignacio para que si alguno fuese a Siria llevase tambien consigo vuestras cartas lo hare si encuentro el tiempo oportuno sea personalmente sea por medio de un embajador que envio por vosotros Os enviare tambien tal como habeis solicitado las cartas de Ignacio las que nos envio a nosotros asi como las demas que poseemos Estas mismas vienen a continuacion debajo de esta carta De ellas podeis sacar gran provecho Contienen fe y perseverancia y toda edificacion que se refiere a nuestro Senor Y del mismo Ignacio y de aquellos que estan con el dad a conocer lo que llegueis a saber con certeza Ad Flp 13 Esta carta enlaza las biografias de Ignacio y Policarpo mas alla de su aspecto historico pues las investigaciones posteriores han tenido que considerar las interdependencias Aquellos que han negado la autenticidad de las cartas de Ignacio se han visto obligados a negar tambien la de Policarpo Sucede ademas que la tradicion textual de la Carta a los filipenses ha dado pie a interminables discusiones desde el siglo XVII porque algunos capitulos se conservan en el original griego pero otros se conocen solo por una traduccion latina que arroja dudas interpretativas sobre el tiempo verbal de los sucesos Asi mientras en el capitulo 9 habla en pasado visteis con vuestros ojos a Ignacio Ad Flp 9 1 la cita del capitulo 13 concluye con una frase latina en tiempo presente Dadme noticias de Ignacio y de aquellos que con el estan Ad Flp 13 De cualquier modo esta Carta a los filipenses es el testimonio mas antiguo que se conserva La siguiente mencion es obra de un testigo indirecto pero igualmente privilegiado que habia conocido en su juventud a Policarpo En su obra Adversus haereses Ireneo de Lyon menciona a Ignacio y transcribe un fragmento de su Carta a los romanos Ad Rom 4 1 Y por esto tambien la afliccion es necesaria para los que se salvan para que algunos al ser despedazados y amasados por la paciencia con el Verbo de Dios y horneados al fuego sean dignos del banquete del Reino como dijo uno de los condenados al testimonio dado a Dios ante las fieras yo soy trigo de Dios y soy despedazado por los dientes de la fieras para ser encontrado cual pan puro de Dios Adversus haereses V 28 4 Mas tarde en el siglo III Origenes menciona a Ignacio en la Homilia VI sobre el Evangelio de Lucas y cita un pasaje de su Carta a los efesios Ad Eph 19 1 ofreciendo ademas un dato biografico que no viene en las cartas Bellamente se escribe en una de las cartas de un martir Me refiero a Ignacio que fue segundo obispo de Antioquia despues del bienaventurado Pedro Homilias al Evangelio de Lucas VI 4 PG 13 1814 47 Todos estos testimonios llegaron a manos de Eusebio de Cesarea que los consigno debidamente en su obra Tambien tuvo en su poder una copia de las cartas segun se desprende de los fragmentos que transcribe Eusebio habla de Ignacio en dos capitulos de su Historia Eclesiastica 48 El primero de los textos es una referencia muy breve sobre el orden de sucesion en la Iglesia de Antioquia Si Origenes afirmaba que Ignacio fue el segundo obispo despues de Pedro Eusebio confirma que fue el segundo pero no despues de Pedro sino de Evodio de Antioquia HE III 22 y lo matiza en su Cronica anadiendo que la sucesion se produjo alrededor del ano 70 d C No esta claro sin embargo el orden que ocupo Ignacio en la linea de sucesion de la catedra episcopal antioquena ya que el mismo Eusebio parece contradecirse en otro lugar de su obra HE III 36 Relacionada con esta cuestion esta la apostolicidad de Ignacio dignidad con la que se distinguia a los primeros cristianos que habian sido discipulos directos de los apostoles Eusebio de Cesarea afirma que Ignacio era muy conocido en su epoca HE III 22 incluso el varon mas celebre HE III 36 pero no llego a pronunciarse sobre su apostolicidad 49 Autores posteriores si lo hicieron aunque cada cual a su manera Segun Teodoreto de Ciro Ignacio recibio la sucesion directamente de Pedro 50 pero su paisano Juan Crisostomo asegura que fue consagrado por Pedro y por Pablo Las Constituciones apostolicas parten por el medio y afirman que Evodio fue ordenado por Pedro e Ignacio por Pablo Todo esto ha dado lugar a interminables discusiones El otro pasaje de Eusebio describe el viaje de Ignacio enumera sus cartas en el orden en que se conocen hoy y recoge los testimonios conocidos El pasaje de Eusebio es por tanto el mas completo de todos y resume casi todo lo que se sabe Durante el tiempo de su presbiterio en Antioquia Juan Crisostomo compuso un idealizado panegirico que fue declamado junto al sepulcro del martir La prosa barbara de Ignacio no debio de parecerle adecuada para tal discurso porque solo cita un pasaje de sus cartas Ad Rom 5 2 El panegirico de Crisostomo no se caracteriza por su rigor historico pero da idea de las tradiciones que circulaban en la ciudad Otro antioqueno algo posterior es Teodoreto de Ciro quien cita extensos pasajes de las cartas en su obra Eranistes Mendigo compuesta para refutar la doctrina monofisita 51 La obra de Teodoreto de Ciro tuvo un papel decisivo para dirimir la autenticidad de las cartas de Ignacio Tambien habla de Ignacio entre otros Jeronimo de Estridon De viris illustribus 16 que no leyo nunca las cartas y repite la informacion de Eusebio adornandola segun su peculiar estilo Asi por ejemplo Jeronimo imagina que la frase frumentum dei sum trigo soy de Dios fue pronunciada por Ignacio en el circo romano enfrente de las fieras poco antes de morir Tradicion textual Editar Basilica B vista del suroeste y acropolis al fondo en la localidad de Filipos Despues de la muerte de Ignacio lo unico que de el quedo fueron sus escritos y la memoria viva de los que le habian conocido La iglesia de Filipos quiso disponer de una copia de sus cartas El resto de las iglesias debio de hacer lo mismo De esta forma y al igual que habia sucedido medio siglo antes con las cartas de Pablo se formaron diferentes colecciones Con el paso de los siglos el recuerdo y la figura de Ignacio adquirieron claros visos de fantasia Aparecieron leyendas y supuestas actas martiriales que completaban con imaginacion los huecos que dejaba la historia Las copias de sus cartas presumiblemente exactas al principio se diversificaron progresivamente a base de enmiendas traducciones interpolaciones y supresiones De esta forma se formaron varias recensiones que el azar disperso geograficamente hasta lugares tan remotos como las islas britanicas En algun momento de la confusa Edad Media se perdieron las cartas de Ignacio en todas y cada una de sus versiones y fueron sustituidas por piadosas invenciones pseudoepigraficas Durante varios siglos el unico resto de su obra fueron los fragmentos consignados por los padres de la Iglesia Al igual que con tantas obras de la antiguedad la invencion de la imprenta a mediados del siglo XV dio comienzo a un proceso de fijacion de los textos originales que en el caso de Ignacio fue extremadamente lento y se prolongo hasta mediados del siglo XVII La razon es que hasta esas fechas no se descubrieron las versiones manejadas por los padres de la Iglesia y no se conocieron antes porque hasta esa fecha nadie tuvo la ocurrencia de buscarlas La aceptacion de las cartas de Ignacio fue un proceso polemico que tuvo enfrentados a teologos catolicos y protestantes hasta finales del siglo XIX La polemica hoy sostenida por eruditos no se centra tanto en la autenticidad de las cartas como en otras cuestiones La recension medieval Editar El cardenal catolico Cesar Baronio Durante la Edad Media circulo una coleccion de cuatro cartas latinas atribuidas a Ignacio ninguna de las cuales era mencionada por los autores antiguos Lo unico cierto sobre ellas es que ya se conocian en el siglo XII y que a pesar de ser latinas pasaron por ser traducciones de cartas griegas La primera de ellas se intitulaba Epistola Ignatii ad sanctum Iohanem Evangelistam es decir Epistola de Ignacio a San Juan Evangelista y en ella el supuesto Ignacio expresaba su deseo de ver a la Virgen Maria Mariam Iesu La segunda carta tenia los mismos protagonistas y en ella Ignacio participaba a Juan su proyecto de ir a Jerusalen para ver a la Virgen y tambien al venerable Santiago llamado el Justo La tercera de apenas unas lineas era una carta de Ignacio a la propia Maria para pedirle consuelo La cuarta no es ni mas ni menos que la pretendida respuesta de la Virgen Maria a Ignacio Carta de la Virgen Maria a Ignacio La humilde esclava de Jesucristo a Ignacio amado condiscipulo Cuantas cosas has oido y aprendido de Juan acerca de Jesus son autenticas Creelas permanece en ellas y manten firmemente la promesa del cristianismo que has asumido y que tanto tus costumbres como tu vida sean coherentes con ella Ire junto con Juan para visitarte a ti y a quienes estan contigo Mantente en pie y actua valerosamente en la fe que no te turbe la austeridad de la persecucion sino que tu espiritu sea fuerte y exulte en Dios tu salvacion Amen Estas cartas fueron publicadas por primera vez en 1495 y su autenticidad ya fue descartada por dos prominentes figuras del catolicismo del siglo XVI los cardenales Baronio y Belarmino La recension larga Editar Estatua de Juan Calvino uno de los detractores protestantes de la recension larga de las cartas Tres anos despues de la publicacion de la recension medieval en 1498 fue publicada otra coleccion independiente de cartas conocida hoy como la recension larga Esta coleccion estaba compuesta de trece cartas escritas en latin las siete que citaba Eusebio y otras seis desconocidas hasta entonces Venian en el siguiente orden Carta de Maria de Casobolos a Ignacio Carta de Ignacio a Maria de Casobolos Carta a los tralianos Carta a los magnesios Carta a los tarsenses Carta a los filipenses Carta a los filadelfios Carta a los esmirniotas Carta a Policarpo Carta a los antioquenos Carta a Heron Carta a los efesios y Carta a los romanos Carta de Maria de Casobolos a Ignacio La autora de la carta es supuestamente una mujer que se declara en el saludo proselita de Jesucristo y se dirige a Ignacio como obispo de la Iglesia apostolica de Antioquia para reclamarle la presencia de un tal Maris obispo de Neapolis del Zarbo que tambien es mencionado en otras cartas apocrifas y de un presbitero de Casobolos llamado Eulogio El resto de la carta es una argumentacion encaminada a disipar la posible objecion de que estas dos personas eran demasiado jovenes El autor autora de la carta arguye poniendo como ejemplo la juventud de algunos personajes del Antiguo Testamento en concreto de Samuel Daniel Jeremias Salomon Josias y David La carta no contiene elemento alguno que permita suponer la epoca o circunstancia que pretende simular Hay que esperar a la fingida respuesta de Ignacio para saberlo Carta de Ignacio a Maria de Casobolos Al igual que otras cartas apocrifas la pretendida respuesta de Ignacio imita el caracteristico prescripto ignaciano Ignacio tambien llamado Teoforo En la carta Ignacio responde afirmativamente a la peticion de Maria alabando su razonamiento 3 2 En el capitulo 2 este Ignacio se declara llevado y traido con destierros carceles y cadenas y en espera de su padecimiento final La carta de Ignacio simula por tanto haber sido redactada durante el trayecto a Roma es decir en torno al 107 Sin embargo en el capitulo IV se afirma que Clemente romano acaba de acceder al papado dato anacronico porque Clemente llevaba muerto por entonces unos anos Carta a los tarsenses Es la primera de varias cartas que simulan haber sido escritas desde la ciudad de Filipos 10 2 y que por lo tanto serian posteriores a la correspondencia ignaciana autentica Ademas de la imitacion del saludo la carta a los tarsenses comienza plagiando un fragmento de la carta a los romanos Desde Siria a Roma vengo luchando con fieras y expone varios lugares comunes de la correspondencia autentica para hacer mas creible la autoria En la carta se desarrolla una polemica contra diversas doctrinas que a semejanza de lo ocurrido en Trales o Magnesia habrian llegado a la ciudad de Tarso La filiacion tarsense de San Pablo es mencionada en el capitulo 2 2 Del mismo Pablo dice que llevaba en su carne los estigmas de Cristo En el capitulo 3 el autor se hace eco de algunas tradiciones martirologicas como que Simon Pedro fue crucificado Pablo y Santiago decapitados Juan desterrado a la isla de Patmos y Esteban apedreado El autor a diferencia del autentico Ignacio utiliza en su exposicion abundantes citas del Evangelio de Juan Termina con la tipica enumeracion de los saludos Carta a los filipenses La carta simula haber sido escrita desde la localidad de Regio 15 2 En ella el supuesto Ignacio aborda diferentes temas de la teologia cristiana Desarrolla una profesion de fe de caracter trinitario 2 4 apoyandose en citas biblicas como Mateo 28 19 La cristologia del autor reafirma la humanidad y la divinidad de Jesus achacando al demonio 4 1 las creencias que niegan una u otra El capitulo 8 realiza una enumeracion de pasajes de la infancia de Jesus provenientes de Mateo y Lucas La liturgia es bastante moderna pues ruega que se respeten la cuaresma y la semana de Pasion 13 3 Carta a los antioquenos Se trata de una carta apocrifa que simula haber sido escrita despues de que la Iglesia de Antioquia hubiese encontrado la paz 1 1 Afirma estar escrita tambien desde la macedonica Filipos 14 1 despues por tanto de la estacion de Troade Comienza con el prescriptivo nomen cognomen Ignacio tambien llamado Teoforo si no es Teoforo no es Ignacio y saluda a la comunidad de Antioquia como aquella que recibio primero la denominacion de cristiana aludiendo a Hch 11 26 El autor desarrolla en la carta una polemica contra todo extravio judaico y pagano 1 2 mas contra el primero que contra el segundo apoyandose en pasajes correspondientes a un canon biblico muy formado Utiliza varios pasajes del Genesis Isaias y el Deuteronomio para sustentar la tesis de que Cristo habia sido anunciado por los profetas Utiliza tambien pasajes perfectamente reconocibles del Evangelio de Juan Jn 1 1 3 y de hecho utiliza explicitamente el anacronismo evangelistas 4 1 Cita tambien pasajes de las cartas de Pablo y Pedro En el capitulo 5 utiliza la expresion joanica anticristo El autor y sus destinatarios parecen estar al tanto de la tradicion eusebiana sobre Evodio pues la mencionan en 7 1 Ademas de la imitacion del prescripto ignaciano los elementos de simulacion utilizados son la mencion de las cadenas 1 1 7 2 y la condenacion 5 2 la parafrasis de algunas expresiones tipicamente ignacianas 6 1 11 2 la mencion tambien de los obispos Onesimo Damas Polibio y Policarpo y de los diaconos Filon y Agatopodo conocidos todos por las cartas autenticas Carta a Heron Es otra carta apocrifa escrita supuestamente desde la macedonica Filipos 8 1 Heron es presentado como un diacono de Antioquia al que Ignacio da una serie de consejos entre ellos que nadie desprecie su juventud coincidiendo tambien en el consejo dado a Maria de Casobolos a quien por otra parte menciona junto a Maris el supuesto obisbo de Neapolis del Zarbo Por ultimo le insta a dirigir con acierto la Iglesia de Antioquia En el siglo XVI comenzo la discusion en torno a la autenticidad de las cartas al encontrarse anacronismos diversos y desviaciones respecto de las citas ofrecidas por los padres de la Iglesia La autenticidad fue objeto de un interminable debate entre teologos catolicos y protestantes porque la veracidad de dichas cartas sugeria la existencia de una eclesiologia temprana estructurada segun la jerarquia tripartita de corte catolico episcopado presbiteriado y diaconado La coincidencia de la posicion de Ignacio con las tesis catolicas hizo que los protestantes consideraran sus cartas como una impostura Asi mientras los cardenales catolicos Baronio y Belarmino las aceptaron como autenticas 52 teologos protestantes como Juan Calvino las impugnaron energicamente La posibilidad de que las interpolaciones se hubiesen vertido en la traduccion del griego al latin quedo descartada cuando en 1557 Valentin Hartung publico una version griega de la recension larga que incluia las doce cartas editadas previamente en latin Entre las dos posturas extremas autenticidad completa y falsedad completa hubo criticos como Schultes o Nicolas Vedel Vedelius que plantearon la veracidad sola de las siete cartas mencionadas por Eusebio considerando empero que habian sido fuertemente interpoladas Vedelius publico las cartas de Ignacio en 1623 separandolas en dos grupos las siete cartas del grupo eusebiano y las cinco espurias Si bien esta hipotesis era correcta la cuestion permanecio viva igualmente y a menudo ligada a problemas doctrinales La recension media Editar James Ussher descubridor de la version latina de la recension media En el siglo XVII el arzobispo anglicano de Armagh James Ussher realizo una comparacion detallada entre las cartas de la recension larga y los textos transcritos en las obras de Eusebio de Cesarea y Teodoreto de Ciro resaltando las diferencias existentes Sin embargo Ussher tenia noticia de que algunos escritores ingleses de los siglos anteriores citaban a Ignacio segun los usos antiguos y no como aparecia en el texto de la recension larga Supuso entonces que en las Islas Britanicas circulaba una version autoctona de las cartas mas breve que la del continente y con un contenido mas ajustado al de los textos patristicos Ussher busco por las bibliotecas de Inglaterra y localizo dos manuscritos latinos el Caiensus 395 y el Monticutianus que portaban otra version de las cartas de Ignacio Al comparar esta version de las islas con la que venia del continente la recension larga Ussher constato dos diferencias esenciales Las siete cartas citadas por Eusebio eran mas cortas en esta nueva version y justamente faltaban en ellas los elementos anacronicos que sustentaban la impugnacion protestante El orden de las cartas era distinto En el continente las cartas eusebianas y no eusebianas estaban mezcladas como aparentando un origen unitario En las islas sin embargo las cartas no eusebianas estaban todas juntas despues de las eusebianas como si hubiesen sido compiladas en un momento posterior Ussher concluyo acertadamente que las unicas cartas autenticas eran las mencionadas por Eusebio y que las demas eran una impostura Sin embargo y por alguna razon que no se entiende Ussher dio por falsa la Carta a Policarpo a pesar de que esta ultima tambien era mencionada por Eusebio Las cartas fueron publicadas en 1644 y conforman lo que actualmente se conoce como la recension media Sin embargo la situacion no era aun satisfactoria porque las cartas de Ussher eran una traduccion latina que podia haber sufrido modificaciones y no habia ningun original griego con el que cotejarlas Este punto quedo subsanado dos anos despues En 1646 Isaac Voss Vossius publico a partir del Codex Mediceus Laurentianus una version griega de las seis cartas asiaticas de Ignacio El codice laurentiniano estaba sin embargo incompleto y faltaba la Carta a los romanos Esta ultima tardo unas decadas en aparecer y fue localizada en 1689 por Ruinart en un codice colbertino el Parisinus Graecus 1451 conservado hoy en la Biblioteca Nacional de Paris Dicho manuscrito contenia un relato sobre el martirio de Ignacio e insertada en el estaba la Carta a los romanos Dicho relato se conoce hoy como el Martirio colbertino La recension media quedo entonces conformada por las siete cartas eusebianas que ahora se conocian en una version griega y otra latina coincidentes en lo esencial Como suele ocurrir en la tradicion textual el descubrimiento de las cartas griegas idioma en que fueron escritas resto importancia a las traducciones latinas que pasaron a ser subsidiarias de ellas 53 Al compararlas con la recension larga se confirmo la existencia de numerosas interpolaciones y asimismo el origen apocrifo de las otras cartas En cualquier caso su autenticidad siguio cuestionandose durante los siguientes dos siglos debido a la teologia pro catolica que contenian El asunto se complico mas si cabe cuando en 1845 aparecio de manera inopinada una tercera recension La recension breve Editar Durante los primeros siglos la literatura cristiana se desarrollo principalmente en griego y latin pero a medida que se extendia el cristianismo los diversos textos fueron traducidos a otras lenguas como el etiope el siriaco el arabe el armenio el georgiano o el copto En el siglo XIX se encontraron en oriente varios manuscritos en estos idiomas que ayudaron a los eruditos a contrastar y completar los distintos panoramas de la tradicion textual En 1845 un investigador britanico llamado William Cureton publico una recension de las cartas a los efesios a los romanos y al obispo Policarpo obtenida a partir de tres manuscritos siriacos y que tenian un texto mas corto incluso que la recension media Los manuscritos transmisores eran el British Museum Add 12175 que contenia solo la Carta a Policarpo y los manuscritos British Museum Add 14618 y British Museum Add 17192 que contenian las tres cartas mencionadas Cureton postulo que las cartas ahora publicadas eran las unicas autenticas y lo eran en la forma transmitida por estos manuscritos Esta nueva version de las cartas fue conocida como la recension breve Con la publicacion de estos nuevos materiales arrecio la discusion sobre la autenticidad de las cartas ignacianas que ya duraba siglos Esta vez sin embargo la polemica se desarrollo en el ambito de la naciente erudicion cristiana que por aquellos tiempos se estaba consolidando al albor de los nuevos logros cientificos El consenso Editar Adolf von Harnack En el ultimo cuarto del siglo XIX eruditos como Zahn Funk Lightfoot y Adolf von Harnack defendieron la autenticidad unica de la recension media alegando diversos motivos para descartar las otras dos En contra de la recension larga se esgrimieron estas razones La persona que escribio las cartas espurias de la recension larga es la misma que hizo las interpolaciones en las cartas autenticas pues todas ellas contienen expresiones nombres personajes oficios y rasgos de estilo propios ademas de cierta abundancia de citas biblicas ajenos al resto de escritos de Ignacio La recension larga no pudo componerse antes del siglo IV ni despues de el pues su autor demuestra conocer la conversion de Constantino el Grande 312 d C y las polemicas arrianas de ese siglo y desconocer sin embargo las disputas cristologicas acaecidas en el siglo siguiente El falsario tiene estrechas dependencias con las Constituciones apostolicas obra del siglo IV Las citas sobre Ignacio anteriores al siglo IV siguen la recension media o quiza la corta lo que sugiere que los padres de la Iglesia prenicenos 54 no conocieron en absoluto la recension larga Para encontrar citas de la recension larga es necesario esperar al siglo VI En cuanto a la tradicion textual los manuscritos con las cartas interpoladas intercalaban entre ellas las cartas espurias como para disimularlas mientras que en los transmisores de la recension media dichas cartas estaban anexadas al final lo que sugiere la existencia de dos colecciones independientes Por todo ello se concluyo que la recension larga fue una empresa realizada por un escritor tardio con intereses apolinaristas En cuanto a la recension breve de Cureton fue descartada por otros motivos La falta de coherencia y conexion de las ideas hacia mas facil considerarla como un epitome o resumen de una version siriaca de la recension media que una traduccion de una recension breve escrita en el griego original Se sabe ademas que dicha recension media siriaca existio porque a partir de ella se elaboro una traduccion al armenio En cuanto a las citas Eusebio de Cesarea solo conocio la recension media presumiblemente a traves de algun manuscrito de la biblioteca de Origenes en Cesarea de Palestina Este ultimo cito tambien a Ignacio siguiendo la recension media 55 Despues de los exhaustivos trabajos de estos autores se llego a admitir finalmente la autenticidad de la recension media opinion que se ha mantenido hasta el dia de hoy excepto por los cuestionamientos heterogeneos de algunos autores como Reinoud Weijenborg 1969 Josep Rius Camps 1977 y Robert Joly 1979 que elaboraron llamativas teorias al respecto Durante las ultimas decadas la cuestion no ha sufrido variaciones significativas Los estudios asumen la autenticidad de la recension media y se centran en dilucidar cuestiones especializadas Las ediciones impresas se hacen eco del consenso recogiendo el texto griego de esa recension media que es el mejor que hoy por hoy se conserva de las cartas de Ignacio de Antioquia Predecesor Evodio Obispo de Antioquia68 100 107 Sucesor Heron de AntioquiaVease tambien EditarPatrologia Padres apostolicos Policarpo de EsmirnaNotas Editar a b McNary Zal Bernadette 2009 Ignatius of Antioch c 35 c 110 En Markham Ian S ed The Blackwell Companion to the Theologians en ingles Vol 1 West Sussex Reino Unido Wiley Blackwell p 116 ISBN 978 1 4051 3507 8 a b Lydon John 2009 Transmission of the charism a major challenge for Catholic education International Studies in Catholic Education en ingles 1 1 42 58 Ignatius of Antioch c 35 110 CE Se llaman Padres Apostolicos los escritores cristianos del siglo I o principios del siglo II cuyas ensenanzas pueden considerarse como eco bastante directo de la predicacion de los Apostoles Quasten 2004 50 Hoy es fiesta de San Ignacio de Antioquia primero en decir Catolica a la Iglesia www aciprensa com Consultado el 21 de abril de 2020 Asi consta en el santoral de la Archidiocesis de Madrid Archivado el 2 de abril de 2010 en Wayback Machine Tambien en esta web que incluye una piadosa biografia Este otro santoral se encuentra ubicado en una web turistica de Ciudad Real The Eastern Churches generally prefer 20 December obtenido de esta pagina que tiene un apartado de bibliografia con buenas referencias a b Parafrasis del texto Eusebio de Cesarea es un padre de la Iglesia del siglo IV autor de una obra llamada Historia Eclesiastica que representa la primera y con frecuencia unica fuente de informacion sobre el cristianismo anteniceno Recibe el nombre por el codice Colbertinus 460 en que se encontro Dicho codice se encuentra actualmente en la Biblioteca Nacional de Paris y esta referido como Codex Graecus 1451 Ayan 1991 42 El Martirio colbertino dice el dia 13 antes de las calendas de enero Ruiz Bueno 1979 577 En su carta a los efesios por ejemplo dice Ignacio casi al final y aquellos que enviasteis a Esmirna desde donde os escribo Ad Eph 21 1 Algo parecido sucede en el resto de su correspondencia Efeso Magnesia del Meandro y Trales A los esmirniotas y A Policarpo Efesios magnesios tralianos filadelfianos esmirniotas y A Policarpo La utilizacion de varios nombres cada uno en un idioma era una practica comun Un ejemplo es el par de nombres Saulo hebreo Paulo griego utilizados por Pablo de Tarso Ignacio por su parte es la helenizacion del nombre latino Egnatius Ruiz Bueno 1979 379 Segun esto Teoforo podria ser el cognomen griego La leyenda es relatada por Simon Metafraste historiador y hagiografo bizantino del siglo X Ruiz Bueno 1979 379 y esta basada en una acentuacion diferente del cognomen de Ignacio Si Teoforo significa el portador de Dios Teoforo acentuado asi en griego se convierte en una voz pasiva que significa el que ha sido llevado por Dios Ayan 1991 103 Adaptacion de Wikisource Ignacio de Antioquia Ad Rom 2 2 Eusebio de Cesarea HE III 22 Flavio josefo Bel Iud 7 46 La sinagoga existia desde el siglo III a C en que Antioquia fue fundada por Seleuco I Nicanor rey de la dinastia seleucida Ayan 2000 195 Aguirre Rafael 2021 Asi empezo el cristianismo Verbo Divino p 36 ISBN 978 84 9073 161 1 En esa epoca la doctrina legal era que los cristianos no debian ser perseguidos de oficio Sin embargo si alguno confesaba serlo debia ser condenado Cronologicamente las primeras comunidades cristianas tuvieron una organizacion de tipo carismatico donde la direccion espiritual estaba a cargo de personas de prominente magisterio que apostolaban de manera itinerante Las cartas de Pablo de Tarso escritas a mediados del siglo I muestran este tipo de apostolado y asimismo una organizacion eclesial muy primitiva La carta a los Tesalonicenses por ejemplo es dirigida de manera general a una asamblea gr ekklesia 1 Tes 1 1 La primera carta a los corintios menciona a algunos carismaticos como Apolo de Corinto En la carta a los Galatas se polemiza con predicadores judeocristianos externos llegados a esas comunidades La Didache escrita quiza poco despues prescribia reglas elementales de hospitalidad para estos apostoles carismaticos Recibid a todo apostol o profeta que llegue a vosotros No debe permanecer mas de un dia Si es necesario que se quede dos Si se queda tres es un falso profeta Did 11 4 5 Anos despues de la predicacion paulina surgieron jerarquias locales estables de tipo ministerial obispos presbiteros y diaconos al lado de la itinerancia carismatica tipica del periodo anterior Esta organizacion ministerial aparece plenamente desarrollada en las cartas de Ignacio y su marcada consonancia con la eclesiologia catolica fue uno de los motivos que arguyeron los teologos protestantes de la reforma para impugnar las cartas a b Martirio colbertino 3 Ruiz Bueno 1979 571 La hipotesis fue formulada en 1976 por Davies Ruiz Bueno 1979 625 Ver el mapa elaborado por Lightfoot Lightfoot 1889 725 Una cuestion dificil que suscitan las cartas de Ignacio es como conciliar la libertad que tuvo en Filadelfia con su estatus de prisionero Actualmente los investigadores estan divididos sobre la autoria de Pablo pero esas dudas parecen ajenas a la consideracion que el escrito tenia en tiempos de Ignacio Ad Eph 2 1 Ad Magn 2 Ad Phil 4 y Ad Smyrn 12 2 Ayan 2000 236 Ad Eph 21 2 Ad Magn 14 Ad Tral 13 1 Ad Rom 9 2 Ad Smyrn 11 1 Como en la carta no consta el ano de redaccion se da la paradoja de que se conoce el dia pero no el ano en que la escribio the year unfortunately missing Musurillo 1961 103 A los efesios por ejemplo les habia dicho Yo soy vuestra basura y me ofrezco en sacrificio por vosotros Ad Eph 8 1 Se llamaba basura a los criminales que eran sacrificados a los dioses para expiar los pecados de la comunidad Ayan 1991 113 A los romanos dice voluntariamente muero por Dios Ad Rom 4 1 Esta metafora se encuentra presente en otros escritos martiriales Ayan 2002 264 Esta frase por otra parte convierte a Ignacio en un testigo importante de la estancia final de los santos Pedro y Pablo en Roma Quasten 2004 79 tema sobre el cual ha habido muchas especulaciones Obispo proviene del termino griego episcopos que alude al que supervisa algo Los Hechos de los Apostoles contienen pasajes en tercera persona y en primera persona del plural Fragmentos Wir El transito de unos a otros es brusco Por ejemplo primero dice y pasando por Misia bajaron a Troade Hch 16 8 y dos versiculos despues cambia la perspectiva de la narracion Luego que Pablo tuvo la vision buscamos la manera de pasar a Macedonia Hch 16 10 Como este escrito se atribuye al evangelista Lucas se colige que Lucas se incorporo en Troade a la expedicion de Pablo os saluda el amor de los hermanos que estan en Troade Ad Phil 11 2 Ad Smyrn 12 1 Esta hipotesis fue defendida entre otros por J B Lighfoot Schlatter 1984 465 Martirio colbertino 5 1 Ruiz Bueno 1979 628 parafrasis del texto Consultar la tabla comparativa en Trevett 1984 62 Un boton de muestra sobre la discusion La dependencia de las cartas de Ignacio fue senalada por Friedrich Bleek en 1862 En 1866 J J Van Oosterzee afirmo que Ignacio utilizaba expresiones que se encuentran solo en el cuarto evangelio En 1877 Holtzmann nego la dependencia respecto a Juan del Pastor de Hermas y la Epistola de Bernabe pero dejo abierta la posibilidad a Ignacio En 1887 A Plummer alego que la obra de Ignacio contiene alusiones del Evangelio que faltan en efecto en otros padres apostolicos En 1889 Lightfoot dijo que si bien Ignacio participaba de las ensenanzas de Juan su corazon mostraba apego hacia el ejemplo de Pablo Al mismo tiempo Wescoott apenas encontraba un punado de coincidencias entre el lenguaje de Juan y el de Ignacio y limitaba las referencias al Nuevo Testamento a las cartas de Pablo Decia tambien que los pasajes que se aducen demuestran que Ignacio estaba familiarizado con la forma de pensar de Juan pero no necesariamente que conociese su evangelio En 1889 Theodor Zahn escribio sobre este tema insistiendo en que Ignacio estaba familiarizado con el pensamiento de Juan En 1894 Von der Goltz realizo un estudio exhaustivo Primero estudio las afinidades espirituales entre ambos autores concepcion de la persona de Cristo la vida cristiana afincada en la fe y el amor su actitud hacia el judaismo Despues planteo la cuestion de si Ignacio conocia el avanzado cristianismo que se practicaba en Asia Menor o si llego a concepciones similares de manera independiente Despues estudio las dependencias literarias de Ignacio con los sinopticos y concluyo que no existe dependencia literaria Un ano despues el jesuita Heinrich Boese y Alfred Resch concluyeron cada uno por su lado exactamente lo contrario Ignacio conocia claramente el cuarto evangelio En 1897 Adolf von Harnack considero improbable pero no imposible que Ignacio lo conociese Tambien senalo la posibilidad de que Ignacio hubiese estado previamente en Asia En 1898 Friedrich Loofs dijo que Ignacio conocia el evangelio y que estaba familiarizado con la mision de Juan en Asia En 1899 Camerlynck critico el requerimiento de identidad formal y a partir de la conexion doctrinal concluyo que era probable que Ignacio conociese y usase el cuarto evangelio aunque fuese dificil estar seguros En ese mismo ano H R Reynolds concluia que se encontraban trazas de este evangelio desde Efeso hasta Antioquia Con el nuevo siglo apenas cambio el panorama y se siguio afirmando cada cosa y su contraria Burghardt 1940 Burghardt 1940b 2 La carta transmitida podria ser una fusion de dos escritos previos Ruiz Bueno 1979 382 Cf HE III 22 Archivado el 29 de febrero de 2008 en Wayback Machine y HE III 36 Archivado el 29 de febrero de 2008 en Wayback Machine Si lo hizo sobre otros Padres Apostolicos como Clemente de Roma Policarpo de Esmirna y Papias de Hierapolis Lo afirma la Enciclopedia catolica cuando dice Theodoret Dial Immutab I IV 33a Paris 1642 is the authority for the statement that St Peter appointed Ignatius to the See of Antioch todo ello aqui El tratado es de un valor inestimable por citar 238 pasajes de 88 distintas fuentes patristicas Quasten 2004b 607 Baronio en sus Annales ad an 109 n 19 y Belarmino en su De scriptoribus ecclesiasticis Ruiz Bueno 1979 441 Las ediciones modernas utilizan las versiones griegas e ignoran las latinas Es decir anteriores al Concilio de Nicea I del ano 325 d C En la recension media el capitulo 19 de la Carta a los efesios comienza diciendo Y quedo oculta Kai mientras que la recension breve omite el Y Kai inicial Origenes cita a Ignacio utilizando todas las palabras de la recension media Ayan 1991 47 Bibliografia EditarAyan Juan Jose 1991 Introduccion traduccion y notas en Ignacio de Antioquia Policarpo de Esmirna Carta de la Iglesia de Esmirna Madrid Ed Ciudad Nueva col Fuentes Patristicas n º 1 ISBN 84 86987 26 1 Ayan Juan Jose 2000 Padres apostolicos Biblioteca de Patristica ISBN 84 89651 83 3 Barnard L W 1963 The background of St Ignatius of Antioch en Vigiliae Christianae 17 p 193 Becker Jurgen 2007 Pablo el Apostol de los paganos Ed Sigueme ISBN 8430112760 Bornkamm Gunther 2002 Pablo de Tarso Ed Sigueme ISBN 84 301 0775 4 Burghardt Walter J 1940 Did Saint Ignatius of Antioch know the fourth gospel I en Theological Studies 1 pp 1 26 Burghardt Walter J 1940 Did Saint Ignatius of Antioch know the fourth gospel II en Theological Studies 1 pp 130 156 Burke Patrick 1970 The monarchical episcopate at the end of the first century en Journal of Ecumenical Studies 7 pp 499 518 Davies Stevan L 1976 The Predicament of Ignatius of Antioch en Vigiliae Christianae 30 p 175 De Vito Joseph 1974 The Leopards of Ignatius of Antioch en The Classical Bulletin p 63 Donahue Paul J 1978 Jewish Christianity in the letters of Ignatius of Antioch en Vigiliae Christianae 32 p 81 Foster Paul 2006 The epistles of Ignatius of Antioch part I en The Expository Times vol 117 n º 12 pp 487 495 Foster Paul 2006 The epistles of Ignatius of Antioch part II en The Expository Times vol 118 n º 1 pp 2 11 Lightfoot J B 1889 The apostolic fathers part II MacMillan amp Co Lightfoot J B Harmer J R 2003 Apostolic Fathers Kessinger Publishing ISBN 0 7661 6498 5 Masson Herve 1989 Manual de herejias Editorial RIALP ISBN 84 321 2517 2 p 124 Musurilo Herbert 1961 Ignatius of Antioch Gnostic or essene A note on recent work en Theological Studies 22 1 p 103 Nunn H P V 1946 The Epistles of Ignatius en The Evangelical Quarterly 18 4 pp 262 272 Quasten Johannes 2004 Patrologia I Biblioteca de Autores Cristianos ISBN 84 7914 029 1 Quasten Johannes 2004 Patrologia II Biblioteca de Autores Cristianos ISBN 84 7914 125 5 Ruiz Bueno Daniel 1979 Padres apostolicos Biblioteca de Autores Cristianos ISBN 84 220 0151 9 Schlatter Fredric W 1984 The restoration of peace in Ignatius en Journal of Theological Studies 35 pp 465 469 Stander H F 1989 The Starhymn in the Epistle of Ignatius to the Ephesians en Vigiliae Christianae 43 p 209 Sumney Jerry 1993 Those Who Ignorantly Deny Him The Opponents of Ignatius of Antioch en Journal of Early Christian Studies vol 1 n º 4 p 345 Trevett Christine 1984 Approaching Matthew from the second century the under used Ignatian correspondence en Journal for the Study of the New Testament n º 20 59 67 Trevett Christine 1989 Ignatius to the Romans en Vigiliae Christianae 43 p 35 Trevijano Ramon 2004 Patrologia Biblioteca de Autores Cristianos ISBN 84 7914 366 5Enlaces externos Editar Wikimedia Commons alberga una categoria multimedia sobre Ignacio de Antioquia Wikiquote alberga frases celebres de o sobre Ignacio de Antioquia Texto de las epistolas en castellano Las siete cartas genuinas en la patrologia de Migne enlace a un archivo de extension pdf en griego y latin Las cartas interpoladas en la patrologia de Migne enlace a un archivo de extension pdf en griego y latin Las cartas atribuidas en la patrologia de Migne enlace a un archivo de extension pdf en griego y latin Comentario de Quasten Sobre Ignacio de Antioquia Contiene la carta a los Efesios San Ignacio de Antioquia en la web PrimerosCristianos com HE III 22 HE III 36 Ignacio de Antioquia en la Enciclopedia catolica Ignacio de Antioquia en Early Chuch Ignacio de Antioquia en Encyclopedia Ante nicene Fathers La recepcion del Nuevo Testamento en los Padres de la Iglesia en ingles Carta a los Efesios por Ignacio de Antioquia En Cristianismo Primitivo Textos en griego en Wikisource Datos Q44170 Multimedia Ignatius of Antioch Citas celebres Ignacio de Antioquia Obtenido de https es wikipedia org w index php title Ignacio de Antioquia amp oldid 141329699, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

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