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Expulsión de los moriscos

La expulsión de los moriscos de España fue ordenada por el rey Felipe III y llevada a cabo de forma escalonada entre 1609 y 1613. Los primeros moriscos expulsados fueron los del Reino de Valencia (el decreto se hizo público el 22 de septiembre de 1609), a los que siguieron los de Andalucía (10 de enero de 1610), Extremadura y las dos Castillas (10 de julio de 1610), en la Corona de Castilla, y los de la Corona de Aragón (29 de mayo de 1610). Los últimos expulsados fueron los del Reino de Murcia, primero los de origen granadino (8 de octubre de 1610), y más tarde los del valle de Ricote y el resto de moriscos antiguos (octubre de 1613). Tras la promulgación de los decretos de expulsión, se celebró el 25 de marzo de 1611 en Madrid una procesión de acción de gracias «a la que asistió S. M. vestido de blanco, muy galán», según relató un cronista.[1]​ En total fueron expulsadas unas 350 000 personas, la mayoría de ellas de los reinos de Valencia y de Aragón que fueron los más afectados, ya que perdieron un tercio y un sexto de su población, respectivamente.

Embarque de moriscos en el Grao de Valencia, pintado en 1616 por Pere Oromig.

Antecedentes

La población morisca consistía en unas 325 000 personas en un país de unos 8,5 millones de habitantes. Estaban concentrados en los reinos de Aragón, en el que constituían un 20 % de la población, y de Valencia, donde representaban un 33 % del total de habitantes, mientras que en la corona de Castilla estaban más dispersos, llegando en algunos casos, aunque excepcionales, a concentrarse en torno al 50 % de la población, como en Villarrubia de los Ojos, según investigó Trevor J. Dadson; en este ejemplo concreto, el ejercicio efectivo de la desobediencia civil impidió su desarraigo.[2]​ A esto hay que añadir el aumento de la población morisca, especialmente en el reino de Valencia, donde había aumentado de 19 800 a 30 000 familias en solo 30 años, lo que inquietó tanto a las autoridades, que decidieron suspender el censo para no asustarse con la progresión que iba siempre presentando.[3]​ Sin embargo, el hispanista holandés Govert Westerveld afirma haber demostrado mediante árboles genealógicos que el crecimiento de la población morisca no era bastante superior al de la cristiana vieja, como se creía. Las tierras ricas y los centros urbanos de esos reinos eran mayormente cristianos viejos, mientras que los moriscos ocupaban la mayor parte de las tierras pobres y se concentraban en los suburbios de las ciudades, dedicados a las únicas tareas que las leyes les dejaban practicar: la albañilería, la agricultura, la medicina y algunas ramas de la artesanía, ya que los gremios cristianos fueron estrictamente exclusores de los moriscos.

En Castilla la situación era muy distinta: de una población de seis millones de personas, entre los moriscos sumaban unos 100 000 habitantes. Debido a este porcentaje mucho menor de población morisca, posiblemente el resentimiento por parte de los cristianos viejos hacia los moriscos fuera menor que en la corona de Aragón.

Un gran número de eclesiásticos apoyaban la opción de dar tiempo, una opción en parte apoyada por Roma, pues consideraban que una total conversión requería de una prolongada asimilación en las creencias y sociedad cristianas. La nobleza aragonesa y valenciana era partidaria de dejar las cosas como estaban, pues estos eran los grupos que más se beneficiaban de la mano de obra morisca en sus tierras. El campesinado, sin embargo, los veía con resentimiento y los consideraba rivales.

Causas

 
La Expulsión de los Moriscos, dibujo de Vicente Carducho. (Gabinete de Dibujos y Estampas del Museo del Prado, Madrid).

Como han destacado Antonio Domínguez Ortiz y Bernard Vincent, la expulsión de los moriscos es un problema histórico «intrincado por la multiplicidad de factores y porque, a pesar de que poseemos abundante documentación de primera mano, las razones que inclinaron finalmente a la Corona hacia la solución más drástica no están bien aclaradas, ni acaso lo estén nunca».[4]

Entre las causas que se han aportado para explicar la expulsión figuran las siguientes:

  • La mayoría de la población morisca, tras más de un siglo de su conversión forzada al cristianismo, continuaba siendo un grupo social aparte, a pesar de que, excepto en Valencia, la mayoría de las comunidades habían perdido el uso de la lengua árabe en favor de las lenguas romances,[5]​ y de que su conocimiento del dogma y los ritos del islam, religión que practicaban en secreto, era en general muy pobre.
  • Tras la rebelión de las Alpujarras (1568-1571), protagonizada por moriscos granadinos, los menos aculturados, fue tomando cada vez mayor peso la opinión de que esta minoría religiosa constituía un verdadero problema político que podía poner en riesgo la continuidad de la Monarquía Hispánica. Esta opinión se veía reforzada por las numerosas incursiones de piratas berberiscos, que en ocasiones eran facilitadas o festejadas por la población morisca y que asolaban continuamente toda la costa mediterránea. Los moriscos empezaron a ser considerados una quinta columna, y unos potenciales aliados de turcos y franceses.
  • El temor de una posible colaboración entre la población morisca y el Imperio turco otomano en contra de la España cristiana. Cabe destacar que los turcos suponían la mayor amenaza para los intereses de la Corona Española y nunca se llegaron a conseguir grandes victorias contra los mismos, de ahí que una alianza entre moriscos y turcos, los primeros presionando desde la propia España y los últimos desde el Mediterráneo, podría haber resultado fatal.
  • El comienzo de una etapa de recesión en 1604 derivada de una disminución en la llegada de recursos de América. La reducción de los estándares de vida pudo llevar a la población cristiana a acentuar su resentimiento respecto de los moriscos.
  • Una radicalización en el pensamiento de muchos gobernantes tras el fracaso por acabar con el protestantismo en los Países Bajos.
  • El intento de acabar con la idea que corría por Europa sobre la discutible cristiandad de España a causa de la permanencia de los moriscos. Con esta decisión se acababa con el proceso homogeneizador que había comenzado con la expulsión de los judíos y ratificaba la cristiandad de los reinos de España. Aunque esta no era la opinión popular, que solo la veía con cierto resentimiento por competencia de recursos y trabajo. De hecho, Domínguez Ortiz y Bernard Vincent, afirman que «hay que descartar que el motivo fundamental [de la expulsión] fuera la presión de la opinión pública. Es verdad que en conjunto esta no les era favorable; pero peticiones masivas en pro de la expulsión no se encuentran ni en las Cortes ni en la literatura de la época; solo se pide que se ponga coto a ciertos desmanes, que se reprima el bandolerismo, que se les impida el acceso a ciertas profesiones... Las peticiones en pro de su expulsión solo partieron de contados individuos».[6]​ Las opiniones acerca de la política a seguir respecto de los moriscos se encontraban muy divididas entre los que consideraban que se debía dar tiempo a su cristianización y los que proponían medidas extremas, como la expulsión.

El humanista Antonio de Nebrija, por su parte, percibía en su De bello Granatensi que los moriscos se habían aislado aún más tras la caída de Granada al ver el hundimiento de toda una forma de vida: «Se entregaron a sí mismos y a todas sus cosas, tan sagradas para ellos como profanas para nosotros».[7]

Precedentes inmediatos de la expulsión

 
Francisco Gómez de Sandoval, marqués de Denia y duque de Lerma, valido de Felipe III de España.

Felipe III, al poco tiempo de acceder al trono en 1598 tras la muerte de su padre Felipe II, realizó un viaje al Reino de Valencia acompañado de su valido Francisco Gómez de Sandoval, marqués de Denia y duque de Lerma, gran señor de moriscos y portavoz de la nobleza valenciana opuesta a la expulsión. Cuando se marchó de allí en mayo de 1599 el rey escribió una carta al arzobispo de Valencia y patriarca de Antioquía, Juan de Ribera -un firme partidario de la expulsión- en la que le daba instrucciones precisas para la evangelización de los moriscos mediante la predicación y la difusión de un catecismo que había escrito su antecesor en el arzobispado. Estas instrucciones fueron acompañadas de un edicto de gracia expedido por el inquisidor general.[8]

Pero la evangelización se realizó con excesivo celo inquisidor ya que los predicadores que envió el patriarca Ribera a las poblaciones moriscas mezclaron las exhortaciones para que se convirtieran con las amenazas y además redujo unilateralmente el plazo del edicto de gracia de dos años a uno, lo que le fue recriminado por el Consejo de Estado que aconsejó moderación pues «no convenía decir a los moriscos antes de tiempo su perdición» –como afirmó la junta de Madrid que se ocupaba del tema- y que ordenó que fueran recogidos los edictos amenazadores de Ribera que habían causado inquietud entre los moriscos.[9]

Por otro lado, en la corte había un sector partidario de las medidas extremas debido a las relaciones que mantenían los moriscos con el rey de Francia, por lo que enfocaban el «problema morisco» desde una perspectiva exclusivamente político-militar —en una reunión del Consejo de Estado de 1599 se llegó a proponer que los varones moriscos fueran enviados a servir como galeotes en la Armada Real y sus haciendas confiscadas, y que las mujeres y los ancianos fuesen remitidos al norte de África, mientras que los niños quedarían en seminarios para ser educados en la fe católica—.[9]

Uno de los clérigos que más batalló a favor de la expulsión fue el dominico Jaime Bleda, autor de la Defensio fidei in causa neophytorum… y de la Corónica de los moros de España (Valencia, 1618) y que fue nombrado por el arzobispo de Valencia Ribera párroco de la localidad morisca de Corbera.[10]​ Asimismo el arzobispo Ribera envió dos memoriales al rey en los que insistía también en la expulsión. En el primero, fechado a finales de 1601, afirmaba que si no se expulsaba a los moriscos «he de ver en mis días la pérdida de España». En el segundo, de enero de 1602, los calificaba de «herejes pertinaces y traidores a la Corona Real», pero en él hacía una «tan curiosa como absurda» distinción entre los moriscos de señorío, que era el caso de la inmensa mayoría de los moriscos valencianos y aragoneses, y los de realengo, la mayoría de los castellanos, que estaban sueltos, por lo que solo pedía la expulsión de estos últimos –conservando el rey los que quisiera para el servicio de las galeras o para trabajar en las minas de Almadén, lo cual podría hacer «sin escrúpulo alguno de conciencia»-, ya que los primeros podían ser finalmente convertidos gracias a la perseverancia de sus señores. «Lo inconsecuente de esta actitud salta a la vista y sólo cabe achacarla a las presiones que ejercerían las clases altas valencianas sobre el Patriarca, y a su propio convencimiento de las ruinosas consecuencias que tendría para aquel reino una decisión a la vez deseada y temida», afirman Domínguez Ortiz y Bernard Vincent.[11]

Uno de los miembros del sector moderado de la corte que apoyaba la política de Felipe III, en concreto el confesor real fray Jerónimo Javierre, criticó en enero de 1607 la propuesta de expulsión del patriarca Ribera y lo hizo implícitamente responsable del fracaso de la evangelización de los moriscos valencianos:[12]

que la resolución que V.M. ha tomado es muy conforme a su santo celo, y atento a que el arzobispo patriarca es de diferente opinión, y de todo punto desconfiado de la conversión de aquella gente, convendrá escribirle que, no obstante que a él le parezca lo contrario, está V.M. resuelto a que para mayor justificación y que no que quede escrúpulo de no haberse hecho todas las diligencias posibles, se vuelva a la instrucción, y se provean para ello sacerdotes y religiosos doctos y ejemplares, porque se entiende que por no serlo muchos de los que por lo pasado se ocuparon de este ministerio, en lugar de hacer provecho hicieron daño…

Esta misma postura moderada fue reiterada por una junta reunida en octubre de 1607 –uno de cuyos miembros afirmó: «pues se envían religiosos a la China, Japón y otras partes solo por celo de convertir almas, mucha más razón será que se envíen a Aragón y Valencia, donde los señores son causa de que los moriscos sean tan ruines por lo mucho que les favorecen y disimulan y se aprovechan de ellos»- lo que demuestra que en aquel momento la idea predominante en la corte de Madrid era la proseguir con la «instrucción» de los moriscos, pero solo unos meses después, el 30 de enero de 1608, el Consejo de Estado resolvió lo contrario y propuso su expulsión sin explicar los motivos de su cambio de actitud. La clave, según Domínguez Ortiz y Bernard Vincent, estuvo en el cambio de opinión del valido, el duque de Lerma, que arrastró a los demás miembros del Consejo y que se debió a que los señores de los moriscos, como el propio duque, iban a recibir «los bienes muebles y raíces de los mismos vasallos en recompensa de la pérdida que tendrán».[13]

Henry Kamen comparte la idea de que el cambio de actitud del duque de Lerma fue clave en la decisión de la expulsión, destacando asimismo que se produjo después de haber presentado al Consejo de Estado la propuesta de que los señores de moriscos, como él, fueran compensados por las pérdidas que iban a sufrir con las propiedades de los moriscos expulsados. Pero añade otro como motivo: «la preocupación por la seguridad». «Parecía que la población morisca estaba creciendo de una manera incontrolable: entre Alicante y Valencia, por un lado, y Zaragoza, por otro, una vasta masa de 200.000 almas moriscas parecían amenazar la España cristiana».[14]

 
Retrato de la reina Margarita de Austria (1609)

También pudo influir el conocimiento que se tuvo de los tratos que mantenían los moriscos valencianos con representantes del rey de Francia Enrique IV para llevar a cabo una sublevación general gracias a las armas que desembarcarían naves francesas en el Grao de Valencia o en el puerto de Denia. Pero estos planes, según Domínguez Ortiz y Bernard Vincent, eran demasiado fantásticos para que el rey de Francia los tomara en serio, por lo que puede dudarse que su conocimiento fuera decisivo a la hora de decretar la expulsión. Así pues, según estos historiadores, «el porqué del cambio de actitud del duque de Lerma queda sin explicar; tal vez cuando dio con la fórmula mágica de la incautación de bienes pensó que podía agradar a la reina [firme partidaria de la expulsión], con la que estaba en relaciones difíciles, con una medida que no le costaba nada e incluso podría serle provechosa. Conociendo al personaje se hace difícil creer que tomase una decisión importante sin que hubiese dinero por medio. Los motivos últimos y recónditos son de los que no dejan huella en la documentación. En todo caso se trató de una decisión personal no exigida por ninguna fatalidad histórica».[15]

Según Domínguez Ortiz y Benard Vincent, en la decisión de Felipe III no solo influyó el parecer de su valido el duque de Lerma y del Consejo de Estado, sino también el de la reina Margarita de Austria de quien en sus honras fúnebres el prior del convento de San Agustín de Granada dijo que profesaba un «odio santo» a los moriscos y que «la execución de la mayor empresa que ha visto España, donde el interés que rendían estos malditos a los potentados, cuyos vasallos eran, luchaba con su ida y expulsión, y de que no prevaleciese la mayor parte debemos a nuestra serenísima Reina».[16]

La expulsión tardó en ponerse en práctica más de un año porque una decisión tan grave había que justificarla. Como se iba aplicar en primer lugar a los moriscos del Reino de Valencia se reunió el 22 de noviembre de 1608 una junta en la capital del reino presidida por el virrey y a la que asistieron el arzobispo de Valencia y los obispos de Orihuela, Segorbe y Tortosa. Las deliberaciones se prolongaron hasta marzo de 1609 y durante las mismas se pidió la opinión de varios teólogos. Pero la Junta acordó, en contra del parecer del valido y del arzobispo de Valencia, que se continuara con la campaña de evangelización y no respaldó la expulsión. Sin embargo, el rey decidió proseguir con los preparativos de la expulsión para evitar que siguieran con «sus traiciones».[17]

La firme decisión de la Corona de acabar con la minoría morisca lo demuestra que los decretos de expulsión de los diferentes reinos incluyeron a los moriscos que estaban presos de la Inquisición que fueron liberados y embarcados. Así lo relató un morisco refugiado en Túnez:[18]

El rey de los infieles ordenó también expulsar a los que estaban en prisión, incluso a los que estaban preparados para ser quemados.

Desarrollo de la expulsión

Reino de Valencia

 
Expulsión de los moriscos en el puerto de Denia, pintado en 1613 por Vicente Mostre.

El 4 de abril de 1609 el Consejo de Estado tomó la decisión de expulsar a los moriscos del Reino de Valencia, pero el acuerdo no se hizo público inmediatamente para mantener en secreto los preparativos. Se ordenó concentrar las cincuenta galeras de Italia en Mallorca con unos cuatro mil soldados a bordo y se movilizó la caballería de Castilla para que vigilara la frontera con el reino. Al mismo tiempo, se encomendó a los galeones de la flota del Océano la vigilancia de las costas de África. Este despliegue no pasó desapercibido y alertó a los señores de moriscos valencianos que, inmediatamente, se reunieron con el virrey, quien les dijo que nada podía hacer. Entonces decidieron que dos miembros del brazo militar de las Cortes valencianas fueran a Madrid para pedir la revocación de la orden de expulsión. Allí expusieron la ruina que les amenazaba y dijeron que si la orden se mantenía «Su Majestad les señalase otro [reino] que pudiesen conquistar para vivir conforme a su condición con hacienda, o morir peleando, que era harto más honroso que no a manos de pobreza». Sin embargo, cuando conocieron las cláusulas del decreto que iba a publicarse abandonaron a los moriscos a su suerte, colocándose «al lado del Poder Real» y convirtiéndose en «sus auxiliares más eficaces», según un cronista de la época. La razón de este cambio de opinión, según reflejó el mismo autor, fue que en el decreto se establecía «que los bienes muebles que no pudiesen llevar consigo los moriscos, y todos los raíces, se aplicarían a su beneficio como indemnización».[19]

 
Lápida conmemorativa relativa a la expulsión de los moriscos. Museo San Pío V de Valencia.

El decreto de expulsión, hecho público por el virrey de Valencia, Luis Carrillo de Toledo, el 22 de septiembre de 1609, concedía un plazo de tres días para que todos los moriscos se dirigieran a los lugares que se les ordenase llevando consigo lo que pudieran de sus bienes, y amenazaba con la pena de muerte a aquellos que escondieran o destruyeran el resto «por cuanto S.M. ha tenido por bien hacer merced de estas haciendas, raíces y muebles que no puedan llevar consigo, a los señores cuyos vasallos fueren». Solo quedaban exceptuadas de la expulsión seis familias de cada cien, que serían designadas por los señores entre las que más muestras dieran de ser cristianas, y cuya misión sería «conservar las casas, ingenios de azúcar, cosechas de arroz y regadíos, y dar noticia a los nuevos pobladores que vinieren», aunque esta excepción fue finalmente revocada y entre los propios moriscos halló escaso eco. Asimismo, se permitía quedarse a los moriscas casadas con cristianos viejos y que tuvieran hijos menores de seis años, «pero si el padre fuere morisco y ella cristiana vieja, él será expelido, y los hijos menores de seis años quedarán con las madres». También se establecía que «para que entiendan los moriscos que la intención de S.M. es echarlos sólo de sus reinos, y que no se les hace vejación en el viaje, y que se les pone en tierra en la costa Berbería [...] que diez de los dichos moriscos que se embarcaren en el primer viaje vuelvan para que den noticia dello a los demás».[20]

Hubo señores que se comportaron dignamente y llegaron incluso a acompañar a sus vasallos moriscos a los barcos, pero otros, como el conde de Cocentaina, se aprovecharon de la situación y les robaron todos sus bienes, incluso los de uso personal, ropas, joyas y vestidos. A las extorsiones de algunos señores se sumaron los asaltos por bandas de cristianos viejos que los insultaron, les robaron y en algunos casos los asesinaron en su viaje a los puertos de embarque. No hubo ninguna reacción de piedad hacia los moriscos como las que se produjeron en la Corona de Castilla.[21]​ Así lo recogió el poeta Gaspar Aguilar, aunque exagera cuando menciona las «riquezas y tesoros», ya que la mayoría se vieron obligados a malvender los bienes que poseían y no se les permitió enajenar su ganado, su grano ni su aceite, que quedó en beneficio de los señores:[22]

Un esquadrón de moras y de moros
va de todos oyendo mil ultrajes;
ellos con las riquezas y tesoros,
ellas con los adornos y los trajes.
Las viejas con tristezas y con lloros
van haciendo pucheros y visajes,
cargadas todas con alhajas viles,
de ollas, sartenes, cántaros, candiles.
Un viejo lleva un niño de la mano,
otro va al pecho de su madre cara,
otro, fuerte varón como el Troyano,
en llevar a su padre no repara.
 
Cuadro de 1864 de Francisco Domingo Marqués que falsea la realidad de la expulsión de los moriscos para ensalzar la figura de Juan de Ribera, cuyo papel en la misma fue bien diferente, ya que «puso todo su empeño en que no quedase ni la menor semilla de la odiada secta [de Mahoma]».[23]

Entre octubre de 1609 y enero de 1610 los moriscos fueron embarcados en las galeras reales y en buques particulares que tuvieron que costear los miembros más ricos de su comunidad. Del puerto de Alicante partieron unos 30 000; del de Denia, cerca de 50 000; del Grao de Valencia, unos 18 000; del de Vinaroz, más de 15 000; y del de Moncófar, cerca de 6000. En total fueron expulsados unos 120 000 moriscos, aunque en esta cifra se incluyen los que embarcaron con posterioridad a enero de 1610 y los que siguieron la vía terrestre por Francia.[22]

Las exacciones que padecieron, unidas a las noticias que llegaban del norte de Berbería de que allí no estaban siendo bien acogidos, provocó la rebelión de unos veinte mil moriscos de las comarcas de La Marina Alta que se concentraron en las montañas próximas a Callosa de Ensarriá, siendo duramente reprimidos por un tercio desembarcado en Denia, por las milicias locales y por voluntarios atraídos por el botín. Así describió el cronista Gaspar Escolano aquellos hechos:[24]

En la sierra de Pop se hallaron gran cantidad de cuerpos muertos; los demás llegaron a tan increíble miseria que no sólo los padres por hambre daban sus hijos a los cristianos que conocían, más aún, los vendían a los soldados extranjeros por una cuaderna de pan y por un puñado de higos. Por los caminos los llevaban medio arrastrando a la embarcación y les quitaban los hijos y las mujeres, y aún la ropa que traían vestida; y llegaban tan desvalijados, que unos medio desnudos y otros desnudos del todo se arrojaban al mar por llegar a embarcarse...
 
Cuadro de Vicente Mostre (1613) sobre la sublevación morisca de la Muela de Cortes.

Varios miles de moriscos de la zona montañosa del interior de Valencia, junto a la frontera con Castilla, también se rebelaron y se hicieron fuertes en la muela de Cortes donde eligieron como jefe a un morisco rico de Catadau. Pero fueron fácilmente derrotados por los tercios que habían llegado de Italia para asegurar la operación, aunque ya estaban siendo diezmados por el hambre y la sed. No se sabe cuantos moriscos murieron, y solo se conoce que los tres mil supervivientes fueron embarcados. Su cabecilla fue ejecutado en Valencia. Murió afirmando que era cristiano.[25]

Para acabar con los moriscos rebeldes huidos el virrey publicó un bando en que ofrecía «a cualesquier personas que salieren en persecución de los dichos moros sesenta libras por cada uno que presentaren vivo y treinta por cada cabeza que entregaren de los que mataren.. Y si acaso las personas que los trajeren vivos quisieren más que sean sus esclavos, tenemos por bien dárselos por tales, y concederles facultad para que como tales esclavos los puedan luego herrar».[26]

Corona de Castilla (excepto el reino de Murcia)

La orden de expulsión de los moriscos de Andalucía fue hecha pública el 10 de enero de 1610 y en ella aparecían dos diferencias respecto del decreto de expulsión de los moriscos del Reino de Valencia. La primera era que los moriscos podían vender todos sus bienes muebles —sus bienes raíces pasaban a la Real Hacienda— aunque no podían sacar su valor en oro, plata, joyas o letras de cambio, sino en «mercadurías no prohibidas» que pagarían sus correspondientes derechos de aduana, lo que era presentado como una muestra de la benevolencia del rey, ya que, según el bando, «pudiera justamente mandar confiscar y aplicar a mi hacienda todos los bienes muebles y rayces de los dichos moriscos como bienes proditores de crimen laesa Majestad Divina y Humana». La segunda diferencia es que se obligaba a los padres a abandonar a los niños menores de siete años, a menos que fuesen a tierra de cristianos, lo que determinó que muchos dieran un largo rodeo por Francia o por Italia antes de llegar al norte de África. Sin embargo, muchos niños tuvieron que ser abandonados por los padres que no pudieron costearse tan largo viaje.[27]

 
Desembarco de los moriscos en el Puerto de Orán, pintado en 1613 por Vicente Mostre, Fundación Bancaja de Valencia.

Del reino de Granada fueron expulsados unos dos mil moriscos,[28]​ los pocos que quedaron después de la deportación de más de 60 000 moriscos granadinos[29]​ que siguió a la fracasada rebelión de las Alpujarras. En dicha guerra murieron, además, según el embajador veneciano Leonardo Donato, una tercera parte de los moriscos que habitaban la región.[30]​ Extensas zonas de las actuales provincias de Almería, Granada y Málaga habían quedado despobladas (de los 400 pueblos de la región, solo se había conseguido repoblar 270 en aquel momento).[31]​ En el reino de Jaén los moriscos eran más numerosos como consecuencia de que allí habían sido deportados varios miles de moriscos granadinos tras la rebelión de las Alpujarras. Lo mismo sucedía en el reino de Córdoba y en el reino de Sevilla. Entre los tres totalizaron unos 30 000 moriscos que fueron embarcados en su mayoría en los puertos de Málaga y Sevilla, teniendo que abonar los gastos del viaje a los dueños de los barcos —que hicieron un buen negocio ya que les cobraron el doble de lo habitual—, «porque la Corona, que se iba a beneficiar con el producto de sus fincas, no tuvo siquiera el gesto de pagar el coste de la operación».[32]​ Un cronista relató más tarde:[33]

Todos lloraban y no hubiera corazón que no enterneciera en ver arrancar tantas casas y desterrar tantos cuitados, con la consideración de que iban muchos inocentes, como el tiempo ha mostrado.

La orden de expulsión de los moriscos de Extremadura y de las dos Castillas, que eran unos 45 000 —en su mayoría procedentes de familias de origen granadino deportadas en 1571—, se hizo pública el 10 de julio de 1610, pero ya desde finales de 1609 había comenzado una emigración espontánea que fue alentada desde el gobierno mediante una real cédula en la que se decía que puesto que «los de dicha nación que habitan en los reinos de Castilla la Vieja, Nueva, Extremadura y la Mancha se han inquietado y dado ocasión a pensar que tienen gana de irse a vivir fuera de estos reinos, pues han comenzado a disponer de sus haciendas, vendiéndolas por mucho menos de lo que valen, y no siendo mi intención que ninguno de ellos viva en ellos contra su voluntad», se les daba licencia para que en plazo de treinta días vendieran sus bienes muebles y sacar el producto en «mercadurías» o en dinero, aunque en este último caso la Real Hacienda se quedaría con la mitad. Además se les señalaba, sin nombrarlo, que se dirigieran al Reino de Francia, pasando por Burgos, donde pagarían un derecho de salida, y cruzando la frontera por Irún. Los que salieron acogiéndose a esta real cédula lo hicieron en condiciones mucho mejores que los que fueron expulsados tras la publicación de la orden de 10 de julio de 1610, que en su mayoría fueron embarcados en Cartagena rumbo a Argel.[34]

La expulsión de los moriscos de la Corona de Castilla fue una tarea más ardua, puesto que estaban mucho más dispersos tras haber sido repartidos en 1571 por los diferentes reinos de la Corona después de la rebelión de las Alpujarras. Así, en Castilla la expulsión duró tres años (de 1611 a 1614). Sin embargo, algunos permanecieron como esclavos, mezclados con los cautivos berberiscos.[35]

Reino de Aragón

En el Reino de Aragón los moriscos, unos 70 000, representaban un sexto de la población total y en muchas zonas, especialmente en las vegas de regadío del Ebro y sus afluentes, donde eran vasallos de señorío, eran mayoría. Mantenían malas relaciones con la población cristiana vieja, aunque estaban más asimilados que los del Reino de Valencia ya que no hablaban árabe y parece que entre ellos había más cristianos sinceros. Cuando conocieron la expulsión de los moriscos de Valencia y de Castilla comenzaron los incidentes, el abandono de sus tareas agrícolas y algunos malvendieron sus bienes y emigraron al reino de Francia.[36]

 
La expulsión de los moriscos (1894), de Gabriel Puig Roda.

El 18 de abril de 1610 el rey Felipe III firmó la orden de expulsión, aunque ésta no se hizo pública hasta el 29 de mayo, para realizar en secreto los preparativos de la misma. Las condiciones de la expulsión eran las mismas que las del decreto del Reino de Valencia del año anterior. Según los registros oficiales 22 532 salieron del reino por los pasos fronterizos pirenaicos y el resto, 38 286, embarcaron en Los Alfaques.[36]​ Pedro Aznar Cardona en Expulsión justificada de los moriscos españoles y suma de las excelencias christianas de nuestro Rey D. Felipe Tercero deste nombre (Huesca, 1612) relató así la salida de los moriscos aragoneses:[37]

En orden de procesión desordenada, mezclados los de a pie con los de a caballo, yendo unos entre otros, reventando de dolor y de lágrimas, llevando grande estruendo y confusa vocería, cargados de sus hijos y mujeres, de sus enfermos, viejos y niños, llenos de polvo, sudando y carleando, los unos en carros, apretados allí con sus personas, alhajas y baratijas; [...] Unos iban a pie, rotos, mal vestidos, calzados con una esparteña y un zapato, otros con sus capas al cuello, otros con sus fardelillos y otros con diversos envoltorios y líos, todos saludando a los que los miraban diciéndoles: El Señor les ende guarde. Señores, queden con Dios.

Principado de Cataluña

La orden de expulsión de los moriscos se firmó a la vez que la del reino de Aragón, el 18 de abril de 1610, pero su repercusión fue mínima porque la población morisca del Principado de Cataluña no llegaba a las cinco o seis mil personas, y muchas de ellas pudieron quedarse gracias a los certificados de buena conducta que les expidió el obispo de Tortosa. Los del resto de Cataluña, especialmente los asentados en el curso inferior del río Segre fueron expulsados. La decisión del rey fue aplaudida por los consellers de la ciudad de Barcelona que le enviaron una carta de felicitación «por la santa resolución que había tomado».[38]

Reino de Murcia

La orden de expulsión fue hecha pública el 8 de octubre de 1610 y, en principio, solo se refería a los moriscos granadinos que habían sido deportados allí tras la Rebelión de las Alpujarras (1568-1571). Los demás, conocidos como los del valle de Ricote por habitar esa parte de la vega del río Segura, encomienda de la Orden de Santiago, quedaron exceptuados debido a los buenos informes de que se disponía sobre su sincera conversión al cristianismo. Pero justo un año después, el 8 de octubre de 1611, Felipe III decretó su expulsión y de los demás moriscos antiguos del reino de Murcia, lo que levantó numerosas protestas por ser considerados auténticos cristianos. Los moriscos del valle de Ricote, mostraron su rechazo a esta orden realizando procesiones, penitencias, oraciones públicas y otras manifestaciones de piedad cristiana. La orden fuera aplazada, pero dos años después, en octubre de 1613, se procedió a la expulsión de los 2500 moriscos de Ricote junto con el resto de los moriscos antiguos, que sumaron en total unos seis o siete mil. Fueron embarcados en Cartagena rumbo a Italia y Francia. Los que hicieron escala en Baleares pidieron que les dejaran quedarse, pero el virrey recibió instrucciones severas de la corte de Madrid para que no lo permitiera. Algunas moriscas para evitar la expulsión se casaron con cristianos viejos.[39]

 
Ilustración del Quijote que muestra el encuentro de Sancho Panza con el morisco Ricote

Como han señalado Domínguez Ortiz y Bernad Vincent, «tal rigor debió suscitar ya entonces reprobación de parte de muchas personas que se preguntarían cómo podían significar un peligro para el Estado aquellos pobres restos de la minoría morisca, y con qué fundamentos teológicos se podía expulsar a vasallos bautizados que querían vivir como cristianos. [...] Que Cervantes diera el nombre de Ricote al protagonista de un célebre episodio del Quijote no puede ser una casualidad; refleja el efecto que produjo la fase final de un hecho que apasionó a la opinión.»[40]​ Según Márquez Villanueva,[¿dónde?] «el topónimo Ricote quedó desde entonces revestido de un aura de fatalidad y punto final [...] Cervantes quiso que su noble personaje fuera un recuerdo vivo del último y tristísimo capítulo de aquella expulsión que veía ensalzar a su alrededor como una gloriosa hazaña».

Consecuencias

Conocemos con bastante precisión el número de moriscos que fueron expulsados gracias al estudio de los registros oficiales que realizó el historiador francés Henri Lapeyre (Géographie de l'Espagne morisque, París, 1959).[41][42]

Valencia 117 464
Aragón 60 818
Cataluña 3716
Castilla y Extremadura 44 625
Murcia 13 552
Andalucía occidental 29 939
Granada 2026
TOTAL 270 140

Sin embargo, el mismo Lapeyre reconoce que estas cifras son incompletas en lo que se refiere a Murcia y a Andalucía, por lo que otros historiadores, como Antonio Domínguez Ortiz amplían la cifra hasta las 300 000 personas.[41]​ Henry Kamen también da esa cifra de 300 000 expulsados, de una población peninsular estimada en 320 000 moriscos.[43]

El Consejo de Castilla evaluó la expulsión en 1619 y concluyó que no había tenido efectos económicos para el país. Esto es cierto para el reino de Castilla, ya que algunos estudiosos del fenómeno no han encontrado consecuencias económicas en los sectores donde la población morisca era menos importante. De hecho, el quebranto demográfico no podía compararse, ni de lejos, al medio millón de víctimas de la gran peste de 1598-1602, cinco veces más que el número de moriscos expulsados en dicho reino. Sin embargo, en el Reino de Valencia supuso un abandono de los campos y un vacío en ciertos sectores al no poder la población cristiana ocupar el gran espacio dejado por la numerosa población morisca. En efecto, se estima que en el momento de la expulsión un 33% de los habitantes del Reino de Valencia eran moriscos, y algunas comarcas del norte de Alicante perdieron a prácticamente toda su población, que tanto en esta como en otras zonas fue necesario reponer con incentivos a la repoblación desde otros puntos de España.

La expulsión de un 4% de la población puede parecer de poca importancia, pero hay que considerar que la población morisca era una parte importante de la masa trabajadora, pues no constituían nobles, hidalgos, ni soldados. Por tanto, esto supuso una merma en la recaudación de impuestos, y para las zonas más afectadas (Valencia y Aragón) tuvo unos efectos despobladores que duraron décadas y causaron un vacío importante en el artesanado, producción de telas, comercio y trabajadores del campo. Muchos campesinos cristianos, además, veían cómo las tierras dejadas por la población morisca pasaban a manos de la nobleza, la cual pretendía que el campesinado las explotase a cambio de unos alquileres y condiciones abusivas para recuperar sus «pérdidas» a corto plazo.

Por otra parte, la expulsión volvió más inseguras las comunicaciones por tierra y mar: convirtió a algunos campesinos moriscos en bandoleros rebeldes refugiados en las montañas (los llamados monfíes), cuando no en aliados y espías de la piratería berberisca que ya en el siglo XVI habían encabezado Barbarroja y Dragut. Como entonces, los descendientes de estos corsarios berberiscos habían acogido a los emigrados de las guerras moriscas y de la expulsión entre sus hombres usándolos para infiltrarse en las costas mediterráneas españolas y saquearlas regularmente (también las europeas: de la capital de Islandia se llevaron a 400 islandeses, incluso mujeres y niños, que vendieron como esclavos)[44]​ y esta costumbre perduró durante cerca de un siglo también después de la expulsión, de forma que el temor a la «bajada del Turco» llegó a ser un tópico conversacional en el Siglo de Oro. Altea, Villajoyosa y Calpe fueron especialmente castigadas entre otros lugares.[45]​ Los tres mil moriscos de Hornachos, en Extremadura, fueron expulsados íntegramente y fundaron en Salé, junto a Rabat, la República corsaria de Salé.[46]​ Entre los piratas moriscos españoles que saquearon la costa española en busca de riquezas y esclavos pueden mencionarse, por ejemplo, Alonso de Aguilar, el «Joraique», el granadino Mami Arráez o Manuel de Guadiana.

Cronología

  • 711. Inicio de la conquista de la península ibérica por el Califato omeya.
  • 1492. Rendición del Reino nazarí de Granada, dando fin a la Reconquista, en cuya capitulación se respetaba la religión islámica de sus habitantes.
  • 1499. Primeros intentos de conversión forzosa de los granadinos por parte del cardenal Cisneros.
  • 1501-02. Pragmática de conversión forzosa del cardenal Cisneros dando a elegir a los musulmanes adultos del reino de Castilla y León entre el exilio y la conversión: los mudéjares del Medievo pasaron a ser así pura y llanamente moriscos.
  • 1504. Fetua de Orán, en la que un muftí sunní morisco aconseja a los moriscos españoles abjurar superficialmente e internamente practicar el criptoislamismo.
  • 1516. Se les fuerza a abandonar su vestimenta y costumbres, aunque la medida queda en suspenso por espacio de diez años
  • 1525-26. Conversión por edicto de los moriscos de Aragón y Valencia.
  • 1526. Rebelión de Espadán, en la sierra del mismo nombre cerca de Segorbe, al sur de la provincia actual de Castellón.
  • 1556. Doctrina cristiana en lengua arábiga-castellana compuesta e impresa por mandato del Ilustrísimo y Reverendísimo Señor D. Martín Pérez de Ayala, Arzobispo de Valencia, para instrucción de los nuevamente convertidos del Reyno. Valencia: Juan Mey, 1556; reimpresa en Valencia, Pedro Patricio Mey, 1599.
  • 1562. Una junta compuesta de eclesiásticos, juristas y miembros del Santo Oficio prohíbe a los granadinos el uso de la lengua árabe.
  • 1563. Se ordena y ejecuta el desarme de los moriscos valencianos.
  • 1566. Una pragmática prohíbe los escritos en caracteres árabes.[47]
  • 1568. El catedrático granadino de la Universidad de Salamanca Bartolomé Barrientos escribe su tragedia De Illiberritanorum Maurorum Seditione
  • 1569-70. Rebelión de las Alpujarras y guerras de Granada. Más de 60 000 moriscos granadinos[29]​ son reasentados y dispersados por tierras del norte de la Corona de Castilla.
  • 1571, 7 de octubre. Batalla de Lepanto ganada por la Liga Santa, liderada por España, contra el Imperio otomano.
  • 1575. Son desarmados los moriscos aragoneses.
  • 1588-95. Aparecen en Granada los falsos plomos del Sacromonte y los manuscritos de la Torre Turpiana, intento desesperado de un grupo de moriscos de legitimar su estancia en España.
  • 1599. Se reimprime el Catecismo para instrucción de los nuevamente convertidos de moros del obispo de Valencia Martín Pérez de Ayala. Valencia: Pedro Patricio Mey, 1599, corregido y mejorado, a instancias del arzobispo Juan de Ribera.
  • 1609, 9 de abril. El duque de Lerma firma la expulsión de los moriscos de todos los reinos de España.
  • 1609, 30 de septiembre. Empieza la expulsión de los moriscos valencianos.
  • 1609, 20 de octubre. Se produce una rebelión morisca contra la expulsión, pero los rebeldes son reducidos en noviembre.
  • 1610. Se expulsa a los moriscos aragoneses.
  • 1610, septiembre. Se expulsa a los moriscos catalanes.
  • 1610. Gaspar Aguilar publica en Valencia los ocho cantos de su poema Expulsión de los moros
  • 1611-14. Se expulsa a los moriscos de tierras de Castilla.

Vindicación posterior de los moriscos

Ya antes de la expulsión existía en los Estados peninsulares de la Monarquía Hispánica un sentimiento de maurofilia plasmada en la literatura a través de géneros literarios como el romance morisco y la novela morisca; esta última cuenta de hecho con dos obras maestras: la Historia del Abencerraje y la hermosa Jarifa y la Historia de Ozmín y Daraja incluida por Mateo Alemán en su Guzmán de Alfarache (1599). El cardenal Richelieu, enemigo declarado de la Monarquía Hispánica con la que mantuvo varias guerras, escribió en sus memorias que la expulsión de los moriscos constituía «el acto más bárbaro de la historia del hombre». Por el contrario, Cervantes pone en boca de un personaje del Quijote, el morisco Ricote, la alabanza de la decisión de Felipe III «de echar frutos venenosos de España, ya limpia, ya desembarazada de los temores en que nuestra muchedumbre la tenía. ¡Heroica resolución del gran Filipo Tercero, e inaudita prudencia en haberla encargado al tal don Bernardino de Velasco!»,[43][48]​ aunque en ese pasaje del libro señalaba igualmente las consecuencias humanas de la expulsión de los moriscos. En efecto, Cervantes está apuntando también al Valle de Ricote en Murcia, emporio de una población de moriscos que habían quedado muy asimilados tras siglos de convivencia pacífica con los cristianos, como recuerdan oportunamente Vicente Lloréns y Francisco Márquez Villanueva: «Ricote era lo mismo que decir toda la crueldad inútil de la expulsión de unos españoles por otros españoles»,[49]​ parecería insinuarnos Cervantes entre líneas.[50]​ Sin embargo, más trabajo ha costado a la crítica deshacer la posterior diatriba antimorisca cervantina del perro Berganza contenida en El coloquio de los perros (1613).[51]

Por otra parte, el humanista judeoconverso y antiescolástico Pedro de Valencia, discípulo y testamentario del hebraísta Benito Arias Montano, escribió con su Tratado acerca de los moriscos de España, inédito hasta 1979, la defensa mejor argumentada de la causa de los expulsos —«El destierro es pena grande y viene a tocar a mayor número de personas y entre ellos a muchos niños inocentes y ha hemos propuesto como fundamento firmísimo que ninguna cosa injusta y con que Dios Nuestro Señor se ofende será útil y de buen suceso para el reino»—.[52]​ Igualmente, el Diálogo de consuelo por la expulsión de los moriscos (Pamplona, 1613) de Juan Ripol se singulariza por contener argumentados ambos puntos de vista y sostener una dura crítica al proceso de evangelización y al despoblamiento y crisis económica que causó la medida.

La expulsión, pintada por Velázquez

En 1627, la expulsión de los moriscos fue representada por Diego Velázquez en forma de alegoría, en un gran cuadro que contribuyó a afianzar al pintor sevillano como artista importante en la corte de Madrid. Este cuadro lo realizó a raíz de una competición entre varios pintores, de la cual Velázquez salió ganador. Desgraciadamente el cuadro se perdió en el incendio del Alcázar de Madrid en 1734, y no se conocen copias de él; únicamente nos han llegado descripciones, según las cuales Felipe III aparecía junto a una matrona (personificación de España) y un grupo de moriscos en actitud de derrota. Afortunadamente, el historiador estadounidense William B. Jordan descubrió y adquirió en 1988 un pequeño lienzo con la efigie de Felipe III, luego identificado como estudio previo para el gran cuadro, y lo depositó en el Museo del Prado en 2017.

Véase también

Referencias

  1. Domínguez Ortiz y Vincent, 1993, p. 198.
  2. Dadson, Trevor J. (2007). Los moriscos de Villarubia de los Ojos (siglos xv-xviii). Historia de una minoría asimilada, expulsada y reintegrada. Madrid-Frankfurt am Main: Iberoamericana–Vervuert. «En los casos en que se igualaba el límite del cincuenta por ciento fue prácticamente imposible expulsarlos, ya que se hallaban bien integrados con la masa de población cristiana en forma de matrimonios mixtos que acogían a ancianos y enfermos y propiciaban su regreso para que se volvieran a instalar. Hasta tres veces se los expulsó de Villarrubia y siempre regresaron: primero a Francia, después a Marruecos y luego en persona por el propio Conde de Salazar, quien ya no se fiaba ni de sus propios servidores, pero siempre volvieron, incluso a pie, y el pueblo los acogía.» 
  3. Lafuente, 1862, p. 201.
  4. Domínguez Ortiz y Vincent, 1993, p. 159.
  5. Anes y Álvarez de Castrillón, Gonzalo (2004). Las tres culturas. Madrid: Real Academia de la Historia. p. 48. OCLC 614885773. «Tanto en Castilla como en Aragón los mudéjares hablaban corrientemente la lengua romance a fines de la Edad Media. No así en Valencia, cuyos musulmantes tenían contactos más continuos con Granada y el Magreb». 
  6. Domínguez Ortiz y Vincent, 1993, p. 160.
  7. Se, omniaque sua tam sacra, quam profana nobis tradiderunt, Elio Antonio de Nebrija, Guerra de Granada (De bello Granatensi), ed., introducción y notas de María Luisa Arribas. Madrid: UNED, 1990, pp. 98-99.
  8. Domínguez Ortiz y Vincent, 1993, pp. 164-165.
  9. Domínguez Ortiz y Vincent, 1993, p. 166.
  10. Domínguez Ortiz y Vincent, 1993, pp. 160-161.
  11. Domínguez Ortiz y Vincent, 1993, p. 167.
  12. Domínguez Ortiz y Vincent, 1993, p. 170.
  13. Domínguez Ortiz y Vincent, 1993, pp. 170-171.
  14. Kamen, 2011, p. 219.
  15. Domínguez Ortiz y Vincent, 1993, pp. 173-175.
  16. Domínguez Ortiz y Vincent, 1993, pp. 161-162.
  17. Domínguez Ortiz y Vincent, 1993, pp. 171-172.
  18. Domínguez Ortiz y Vincent, 1993, pp. 247-248.
  19. Domínguez Ortiz y Vincent, 1993, pp. 179-180.
  20. Domínguez Ortiz y Vincent, 1993, pp. 180-181,185.
  21. Domínguez Ortiz y Vincent, 1993, p. 181.
  22. Domínguez Ortiz y Vincent, 1993, pp. 182-183.
  23. Domínguez Ortiz y Vincent, 1993, p. 186.
  24. Domínguez Ortiz y Vincent, 1993, pp. 184-185.
  25. Domínguez Ortiz y Vincent, 1993, pp. 183-184.
  26. Domínguez Ortiz y Vincent, 1993, p. 185.
  27. Domínguez Ortiz y Vincent, 1993, pp. 186-187.
  28. Domínguez Ortiz y Vincent, 1993, p. 188.
  29. Domínguez Ortiz, 1964, p. 114.
  30. Lapeyre, 2011, p. 14.
  31. Domínguez Ortiz, 1964, p. 118.
  32. Domínguez Ortiz y Vincent, 1993, pp. 188-190.
  33. Domínguez Ortiz y Vincent, 1993, p. 189.
  34. Domínguez Ortiz y Vincent, 1993, pp. 191-192.
  35. Domínguez Ortiz, 1964, p. 116.
  36. Domínguez Ortiz y Vincent, 1993, pp. 194-195.
  37. Domínguez Ortiz y Vincent, 1993, p. 196.
  38. Domínguez Ortiz y Vincent, 1993, pp. 196-197.
  39. Domínguez Ortiz y Vincent, 1993, pp. 197-199.
  40. Domínguez Ortiz y Vincent, 1993, pp. 199-200.
  41. Domínguez Ortiz y Vincent, 1993, p. 200.
  42. Lapeyre, Henri (2011). Geografía de la España morisca. Universitat de València. p. 218. ISBN 9788437084138. 
  43. Kamen, 2011, p. 220.
  44. Entrevista al historiador Bartolomé Benassar, en Ideal de Granada, 15 de mayo de 2009: Hubo moriscos que por rebeldía se hicieron piratas
  45. Incursiones y ataques más importantes.
  46. Javier Gómez, en El Mundo, 29 de noviembre de 2009, número 737: La república pirata de los 3000 moriscos extremeños
  47. Juan Antonio Frago Gracia, "Literatura navarro-aragonesa", en VV. AA., Historia de las literaturas hispánicas no castellanas, coord. por José María Díez Borque. Madrid: Taurus, 1980, p. 239.
  48. Cervantes (1850), pp. 640-641
  49. Vid. Francisco Márquez Villanueva, Personajes y temas del Quijote. Madrid: Taurus, 1975, p. 256 y también su El problema morisco (desde otras laderas). Madrid: Libertarias, 1991 y Moros, moriscos y turcos de Cervantes. Barcelona: Edicions Bellaterra, 2010. En cuanto a Vicente Lloréns, Historia y ficción en el Quijote. Palma de Mallorca: Papeles de Son Armadans, 1963.
  50. Francisco Márquez Villanueva recuerda que la diatriba antimorisca de fray Marcos de Guadalajara y Javier se titula, muy acorde, Prodición y destierro de los moros de Castilla hasta el valle de Ricote (Pamplona, 1614).
  51. Maestro, Jesús G. «Cervantes y los moriscos Sobre la invidencia e irresponsabilidad de la crítica literaria, que actúa como abogada defensora de una irrealidad». 
  52. Kamen, 2011, p. 221.

Bibliografía

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Enlaces externos

  •   Datos: Q2345573
  •   Multimedia: Expulsion of the Moriscos

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La expulsion de los moriscos de Espana fue ordenada por el rey Felipe III y llevada a cabo de forma escalonada entre 1609 y 1613 Los primeros moriscos expulsados fueron los del Reino de Valencia el decreto se hizo publico el 22 de septiembre de 1609 a los que siguieron los de Andalucia 10 de enero de 1610 Extremadura y las dos Castillas 10 de julio de 1610 en la Corona de Castilla y los de la Corona de Aragon 29 de mayo de 1610 Los ultimos expulsados fueron los del Reino de Murcia primero los de origen granadino 8 de octubre de 1610 y mas tarde los del valle de Ricote y el resto de moriscos antiguos octubre de 1613 Tras la promulgacion de los decretos de expulsion se celebro el 25 de marzo de 1611 en Madrid una procesion de accion de gracias a la que asistio S M vestido de blanco muy galan segun relato un cronista 1 En total fueron expulsadas unas 350 000 personas la mayoria de ellas de los reinos de Valencia y de Aragon que fueron los mas afectados ya que perdieron un tercio y un sexto de su poblacion respectivamente Embarque de moriscos en el Grao de Valencia pintado en 1616 por Pere Oromig Indice 1 Antecedentes 2 Causas 2 1 Precedentes inmediatos de la expulsion 3 Desarrollo de la expulsion 3 1 Reino de Valencia 3 2 Corona de Castilla excepto el reino de Murcia 3 3 Reino de Aragon 3 4 Principado de Cataluna 3 5 Reino de Murcia 4 Consecuencias 5 Cronologia 6 Vindicacion posterior de los moriscos 7 La expulsion pintada por Velazquez 8 Vease tambien 9 Referencias 10 Bibliografia 11 Enlaces externosAntecedentes EditarArticulo principal Historia de los moriscos La poblacion morisca consistia en unas 325 000 personas en un pais de unos 8 5 millones de habitantes Estaban concentrados en los reinos de Aragon en el que constituian un 20 de la poblacion y de Valencia donde representaban un 33 del total de habitantes mientras que en la corona de Castilla estaban mas dispersos llegando en algunos casos aunque excepcionales a concentrarse en torno al 50 de la poblacion como en Villarrubia de los Ojos segun investigo Trevor J Dadson en este ejemplo concreto el ejercicio efectivo de la desobediencia civil impidio su desarraigo 2 A esto hay que anadir el aumento de la poblacion morisca especialmente en el reino de Valencia donde habia aumentado de 19 800 a 30 000 familias en solo 30 anos lo que inquieto tanto a las autoridades que decidieron suspender el censo para no asustarse con la progresion que iba siempre presentando 3 Sin embargo el hispanista holandes Govert Westerveld afirma haber demostrado mediante arboles genealogicos que el crecimiento de la poblacion morisca no era bastante superior al de la cristiana vieja como se creia Las tierras ricas y los centros urbanos de esos reinos eran mayormente cristianos viejos mientras que los moriscos ocupaban la mayor parte de las tierras pobres y se concentraban en los suburbios de las ciudades dedicados a las unicas tareas que las leyes les dejaban practicar la albanileria la agricultura la medicina y algunas ramas de la artesania ya que los gremios cristianos fueron estrictamente exclusores de los moriscos En Castilla la situacion era muy distinta de una poblacion de seis millones de personas entre los moriscos sumaban unos 100 000 habitantes Debido a este porcentaje mucho menor de poblacion morisca posiblemente el resentimiento por parte de los cristianos viejos hacia los moriscos fuera menor que en la corona de Aragon Un gran numero de eclesiasticos apoyaban la opcion de dar tiempo una opcion en parte apoyada por Roma pues consideraban que una total conversion requeria de una prolongada asimilacion en las creencias y sociedad cristianas La nobleza aragonesa y valenciana era partidaria de dejar las cosas como estaban pues estos eran los grupos que mas se beneficiaban de la mano de obra morisca en sus tierras El campesinado sin embargo los veia con resentimiento y los consideraba rivales Causas Editar La Expulsion de los Moriscos dibujo de Vicente Carducho Gabinete de Dibujos y Estampas del Museo del Prado Madrid Como han destacado Antonio Dominguez Ortiz y Bernard Vincent la expulsion de los moriscos es un problema historico intrincado por la multiplicidad de factores y porque a pesar de que poseemos abundante documentacion de primera mano las razones que inclinaron finalmente a la Corona hacia la solucion mas drastica no estan bien aclaradas ni acaso lo esten nunca 4 Entre las causas que se han aportado para explicar la expulsion figuran las siguientes La mayoria de la poblacion morisca tras mas de un siglo de su conversion forzada al cristianismo continuaba siendo un grupo social aparte a pesar de que excepto en Valencia la mayoria de las comunidades habian perdido el uso de la lengua arabe en favor de las lenguas romances 5 y de que su conocimiento del dogma y los ritos del islam religion que practicaban en secreto era en general muy pobre Tras la rebelion de las Alpujarras 1568 1571 protagonizada por moriscos granadinos los menos aculturados fue tomando cada vez mayor peso la opinion de que esta minoria religiosa constituia un verdadero problema politico que podia poner en riesgo la continuidad de la Monarquia Hispanica Esta opinion se veia reforzada por las numerosas incursiones de piratas berberiscos que en ocasiones eran facilitadas o festejadas por la poblacion morisca y que asolaban continuamente toda la costa mediterranea Los moriscos empezaron a ser considerados una quinta columna y unos potenciales aliados de turcos y franceses El temor de una posible colaboracion entre la poblacion morisca y el Imperio turco otomano en contra de la Espana cristiana Cabe destacar que los turcos suponian la mayor amenaza para los intereses de la Corona Espanola y nunca se llegaron a conseguir grandes victorias contra los mismos de ahi que una alianza entre moriscos y turcos los primeros presionando desde la propia Espana y los ultimos desde el Mediterraneo podria haber resultado fatal El comienzo de una etapa de recesion en 1604 derivada de una disminucion en la llegada de recursos de America La reduccion de los estandares de vida pudo llevar a la poblacion cristiana a acentuar su resentimiento respecto de los moriscos Una radicalizacion en el pensamiento de muchos gobernantes tras el fracaso por acabar con el protestantismo en los Paises Bajos El intento de acabar con la idea que corria por Europa sobre la discutible cristiandad de Espana a causa de la permanencia de los moriscos Con esta decision se acababa con el proceso homogeneizador que habia comenzado con la expulsion de los judios y ratificaba la cristiandad de los reinos de Espana Aunque esta no era la opinion popular que solo la veia con cierto resentimiento por competencia de recursos y trabajo De hecho Dominguez Ortiz y Bernard Vincent afirman que hay que descartar que el motivo fundamental de la expulsion fuera la presion de la opinion publica Es verdad que en conjunto esta no les era favorable pero peticiones masivas en pro de la expulsion no se encuentran ni en las Cortes ni en la literatura de la epoca solo se pide que se ponga coto a ciertos desmanes que se reprima el bandolerismo que se les impida el acceso a ciertas profesiones Las peticiones en pro de su expulsion solo partieron de contados individuos 6 Las opiniones acerca de la politica a seguir respecto de los moriscos se encontraban muy divididas entre los que consideraban que se debia dar tiempo a su cristianizacion y los que proponian medidas extremas como la expulsion El humanista Antonio de Nebrija por su parte percibia en su De bello Granatensi que los moriscos se habian aislado aun mas tras la caida de Granada al ver el hundimiento de toda una forma de vida Se entregaron a si mismos y a todas sus cosas tan sagradas para ellos como profanas para nosotros 7 Precedentes inmediatos de la expulsion Editar Francisco Gomez de Sandoval marques de Denia y duque de Lerma valido de Felipe III de Espana Felipe III al poco tiempo de acceder al trono en 1598 tras la muerte de su padre Felipe II realizo un viaje al Reino de Valencia acompanado de su valido Francisco Gomez de Sandoval marques de Denia y duque de Lerma gran senor de moriscos y portavoz de la nobleza valenciana opuesta a la expulsion Cuando se marcho de alli en mayo de 1599 el rey escribio una carta al arzobispo de Valencia y patriarca de Antioquia Juan de Ribera un firme partidario de la expulsion en la que le daba instrucciones precisas para la evangelizacion de los moriscos mediante la predicacion y la difusion de un catecismo que habia escrito su antecesor en el arzobispado Estas instrucciones fueron acompanadas de un edicto de gracia expedido por el inquisidor general 8 Pero la evangelizacion se realizo con excesivo celo inquisidor ya que los predicadores que envio el patriarca Ribera a las poblaciones moriscas mezclaron las exhortaciones para que se convirtieran con las amenazas y ademas redujo unilateralmente el plazo del edicto de gracia de dos anos a uno lo que le fue recriminado por el Consejo de Estado que aconsejo moderacion pues no convenia decir a los moriscos antes de tiempo su perdicion como afirmo la junta de Madrid que se ocupaba del tema y que ordeno que fueran recogidos los edictos amenazadores de Ribera que habian causado inquietud entre los moriscos 9 Por otro lado en la corte habia un sector partidario de las medidas extremas debido a las relaciones que mantenian los moriscos con el rey de Francia por lo que enfocaban el problema morisco desde una perspectiva exclusivamente politico militar en una reunion del Consejo de Estado de 1599 se llego a proponer que los varones moriscos fueran enviados a servir como galeotes en la Armada Real y sus haciendas confiscadas y que las mujeres y los ancianos fuesen remitidos al norte de Africa mientras que los ninos quedarian en seminarios para ser educados en la fe catolica 9 Juan de Ribera arzobispo de Valencia Uno de los clerigos que mas batallo a favor de la expulsion fue el dominico Jaime Bleda autor de la Defensio fidei in causa neophytorum y de la Coronica de los moros de Espana Valencia 1618 y que fue nombrado por el arzobispo de Valencia Ribera parroco de la localidad morisca de Corbera 10 Asimismo el arzobispo Ribera envio dos memoriales al rey en los que insistia tambien en la expulsion En el primero fechado a finales de 1601 afirmaba que si no se expulsaba a los moriscos he de ver en mis dias la perdida de Espana En el segundo de enero de 1602 los calificaba de herejes pertinaces y traidores a la Corona Real pero en el hacia una tan curiosa como absurda distincion entre los moriscos de senorio que era el caso de la inmensa mayoria de los moriscos valencianos y aragoneses y los de realengo la mayoria de los castellanos que estaban sueltos por lo que solo pedia la expulsion de estos ultimos conservando el rey los que quisiera para el servicio de las galeras o para trabajar en las minas de Almaden lo cual podria hacer sin escrupulo alguno de conciencia ya que los primeros podian ser finalmente convertidos gracias a la perseverancia de sus senores Lo inconsecuente de esta actitud salta a la vista y solo cabe achacarla a las presiones que ejercerian las clases altas valencianas sobre el Patriarca y a su propio convencimiento de las ruinosas consecuencias que tendria para aquel reino una decision a la vez deseada y temida afirman Dominguez Ortiz y Bernard Vincent 11 Uno de los miembros del sector moderado de la corte que apoyaba la politica de Felipe III en concreto el confesor real fray Jeronimo Javierre critico en enero de 1607 la propuesta de expulsion del patriarca Ribera y lo hizo implicitamente responsable del fracaso de la evangelizacion de los moriscos valencianos 12 que la resolucion que V M ha tomado es muy conforme a su santo celo y atento a que el arzobispo patriarca es de diferente opinion y de todo punto desconfiado de la conversion de aquella gente convendra escribirle que no obstante que a el le parezca lo contrario esta V M resuelto a que para mayor justificacion y que no que quede escrupulo de no haberse hecho todas las diligencias posibles se vuelva a la instruccion y se provean para ello sacerdotes y religiosos doctos y ejemplares porque se entiende que por no serlo muchos de los que por lo pasado se ocuparon de este ministerio en lugar de hacer provecho hicieron dano Esta misma postura moderada fue reiterada por una junta reunida en octubre de 1607 uno de cuyos miembros afirmo pues se envian religiosos a la China Japon y otras partes solo por celo de convertir almas mucha mas razon sera que se envien a Aragon y Valencia donde los senores son causa de que los moriscos sean tan ruines por lo mucho que les favorecen y disimulan y se aprovechan de ellos lo que demuestra que en aquel momento la idea predominante en la corte de Madrid era la proseguir con la instruccion de los moriscos pero solo unos meses despues el 30 de enero de 1608 el Consejo de Estado resolvio lo contrario y propuso su expulsion sin explicar los motivos de su cambio de actitud La clave segun Dominguez Ortiz y Bernard Vincent estuvo en el cambio de opinion del valido el duque de Lerma que arrastro a los demas miembros del Consejo y que se debio a que los senores de los moriscos como el propio duque iban a recibir los bienes muebles y raices de los mismos vasallos en recompensa de la perdida que tendran 13 Henry Kamen comparte la idea de que el cambio de actitud del duque de Lerma fue clave en la decision de la expulsion destacando asimismo que se produjo despues de haber presentado al Consejo de Estado la propuesta de que los senores de moriscos como el fueran compensados por las perdidas que iban a sufrir con las propiedades de los moriscos expulsados Pero anade otro como motivo la preocupacion por la seguridad Parecia que la poblacion morisca estaba creciendo de una manera incontrolable entre Alicante y Valencia por un lado y Zaragoza por otro una vasta masa de 200 000 almas moriscas parecian amenazar la Espana cristiana 14 Retrato de la reina Margarita de Austria 1609 Retrato de Felipe III de Espana por Velazquez Tambien pudo influir el conocimiento que se tuvo de los tratos que mantenian los moriscos valencianos con representantes del rey de Francia Enrique IV para llevar a cabo una sublevacion general gracias a las armas que desembarcarian naves francesas en el Grao de Valencia o en el puerto de Denia Pero estos planes segun Dominguez Ortiz y Bernard Vincent eran demasiado fantasticos para que el rey de Francia los tomara en serio por lo que puede dudarse que su conocimiento fuera decisivo a la hora de decretar la expulsion Asi pues segun estos historiadores el porque del cambio de actitud del duque de Lerma queda sin explicar tal vez cuando dio con la formula magica de la incautacion de bienes penso que podia agradar a la reina firme partidaria de la expulsion con la que estaba en relaciones dificiles con una medida que no le costaba nada e incluso podria serle provechosa Conociendo al personaje se hace dificil creer que tomase una decision importante sin que hubiese dinero por medio Los motivos ultimos y reconditos son de los que no dejan huella en la documentacion En todo caso se trato de una decision personal no exigida por ninguna fatalidad historica 15 Segun Dominguez Ortiz y Benard Vincent en la decision de Felipe III no solo influyo el parecer de su valido el duque de Lerma y del Consejo de Estado sino tambien el de la reina Margarita de Austria de quien en sus honras funebres el prior del convento de San Agustin de Granada dijo que profesaba un odio santo a los moriscos y que la execucion de la mayor empresa que ha visto Espana donde el interes que rendian estos malditos a los potentados cuyos vasallos eran luchaba con su ida y expulsion y de que no prevaleciese la mayor parte debemos a nuestra serenisima Reina 16 La expulsion tardo en ponerse en practica mas de un ano porque una decision tan grave habia que justificarla Como se iba aplicar en primer lugar a los moriscos del Reino de Valencia se reunio el 22 de noviembre de 1608 una junta en la capital del reino presidida por el virrey y a la que asistieron el arzobispo de Valencia y los obispos de Orihuela Segorbe y Tortosa Las deliberaciones se prolongaron hasta marzo de 1609 y durante las mismas se pidio la opinion de varios teologos Pero la Junta acordo en contra del parecer del valido y del arzobispo de Valencia que se continuara con la campana de evangelizacion y no respaldo la expulsion Sin embargo el rey decidio proseguir con los preparativos de la expulsion para evitar que siguieran con sus traiciones 17 La firme decision de la Corona de acabar con la minoria morisca lo demuestra que los decretos de expulsion de los diferentes reinos incluyeron a los moriscos que estaban presos de la Inquisicion que fueron liberados y embarcados Asi lo relato un morisco refugiado en Tunez 18 El rey de los infieles ordeno tambien expulsar a los que estaban en prision incluso a los que estaban preparados para ser quemados Desarrollo de la expulsion EditarReino de Valencia Editar Expulsion de los moriscos en el puerto de Denia pintado en 1613 por Vicente Mostre El 4 de abril de 1609 el Consejo de Estado tomo la decision de expulsar a los moriscos del Reino de Valencia pero el acuerdo no se hizo publico inmediatamente para mantener en secreto los preparativos Se ordeno concentrar las cincuenta galeras de Italia en Mallorca con unos cuatro mil soldados a bordo y se movilizo la caballeria de Castilla para que vigilara la frontera con el reino Al mismo tiempo se encomendo a los galeones de la flota del Oceano la vigilancia de las costas de Africa Este despliegue no paso desapercibido y alerto a los senores de moriscos valencianos que inmediatamente se reunieron con el virrey quien les dijo que nada podia hacer Entonces decidieron que dos miembros del brazo militar de las Cortes valencianas fueran a Madrid para pedir la revocacion de la orden de expulsion Alli expusieron la ruina que les amenazaba y dijeron que si la orden se mantenia Su Majestad les senalase otro reino que pudiesen conquistar para vivir conforme a su condicion con hacienda o morir peleando que era harto mas honroso que no a manos de pobreza Sin embargo cuando conocieron las clausulas del decreto que iba a publicarse abandonaron a los moriscos a su suerte colocandose al lado del Poder Real y convirtiendose en sus auxiliares mas eficaces segun un cronista de la epoca La razon de este cambio de opinion segun reflejo el mismo autor fue que en el decreto se establecia que los bienes muebles que no pudiesen llevar consigo los moriscos y todos los raices se aplicarian a su beneficio como indemnizacion 19 Lapida conmemorativa relativa a la expulsion de los moriscos Museo San Pio V de Valencia El decreto de expulsion hecho publico por el virrey de Valencia Luis Carrillo de Toledo el 22 de septiembre de 1609 concedia un plazo de tres dias para que todos los moriscos se dirigieran a los lugares que se les ordenase llevando consigo lo que pudieran de sus bienes y amenazaba con la pena de muerte a aquellos que escondieran o destruyeran el resto por cuanto S M ha tenido por bien hacer merced de estas haciendas raices y muebles que no puedan llevar consigo a los senores cuyos vasallos fueren Solo quedaban exceptuadas de la expulsion seis familias de cada cien que serian designadas por los senores entre las que mas muestras dieran de ser cristianas y cuya mision seria conservar las casas ingenios de azucar cosechas de arroz y regadios y dar noticia a los nuevos pobladores que vinieren aunque esta excepcion fue finalmente revocada y entre los propios moriscos hallo escaso eco Asimismo se permitia quedarse a los moriscas casadas con cristianos viejos y que tuvieran hijos menores de seis anos pero si el padre fuere morisco y ella cristiana vieja el sera expelido y los hijos menores de seis anos quedaran con las madres Tambien se establecia que para que entiendan los moriscos que la intencion de S M es echarlos solo de sus reinos y que no se les hace vejacion en el viaje y que se les pone en tierra en la costa Berberia que diez de los dichos moriscos que se embarcaren en el primer viaje vuelvan para que den noticia dello a los demas 20 Hubo senores que se comportaron dignamente y llegaron incluso a acompanar a sus vasallos moriscos a los barcos pero otros como el conde de Cocentaina se aprovecharon de la situacion y les robaron todos sus bienes incluso los de uso personal ropas joyas y vestidos A las extorsiones de algunos senores se sumaron los asaltos por bandas de cristianos viejos que los insultaron les robaron y en algunos casos los asesinaron en su viaje a los puertos de embarque No hubo ninguna reaccion de piedad hacia los moriscos como las que se produjeron en la Corona de Castilla 21 Asi lo recogio el poeta Gaspar Aguilar aunque exagera cuando menciona las riquezas y tesoros ya que la mayoria se vieron obligados a malvender los bienes que poseian y no se les permitio enajenar su ganado su grano ni su aceite que quedo en beneficio de los senores 22 Un esquadron de moras y de morosva de todos oyendo mil ultrajes ellos con las riquezas y tesoros ellas con los adornos y los trajes Las viejas con tristezas y con llorosvan haciendo pucheros y visajes cargadas todas con alhajas viles de ollas sartenes cantaros candiles Un viejo lleva un nino de la mano otro va al pecho de su madre cara otro fuerte varon como el Troyano en llevar a su padre no repara Cuadro de 1864 de Francisco Domingo Marques que falsea la realidad de la expulsion de los moriscos para ensalzar la figura de Juan de Ribera cuyo papel en la misma fue bien diferente ya que puso todo su empeno en que no quedase ni la menor semilla de la odiada secta de Mahoma 23 Entre octubre de 1609 y enero de 1610 los moriscos fueron embarcados en las galeras reales y en buques particulares que tuvieron que costear los miembros mas ricos de su comunidad Del puerto de Alicante partieron unos 30 000 del de Denia cerca de 50 000 del Grao de Valencia unos 18 000 del de Vinaroz mas de 15 000 y del de Moncofar cerca de 6000 En total fueron expulsados unos 120 000 moriscos aunque en esta cifra se incluyen los que embarcaron con posterioridad a enero de 1610 y los que siguieron la via terrestre por Francia 22 Las exacciones que padecieron unidas a las noticias que llegaban del norte de Berberia de que alli no estaban siendo bien acogidos provoco la rebelion de unos veinte mil moriscos de las comarcas de La Marina Alta que se concentraron en las montanas proximas a Callosa de Ensarria siendo duramente reprimidos por un tercio desembarcado en Denia por las milicias locales y por voluntarios atraidos por el botin Asi describio el cronista Gaspar Escolano aquellos hechos 24 En la sierra de Pop se hallaron gran cantidad de cuerpos muertos los demas llegaron a tan increible miseria que no solo los padres por hambre daban sus hijos a los cristianos que conocian mas aun los vendian a los soldados extranjeros por una cuaderna de pan y por un punado de higos Por los caminos los llevaban medio arrastrando a la embarcacion y les quitaban los hijos y las mujeres y aun la ropa que traian vestida y llegaban tan desvalijados que unos medio desnudos y otros desnudos del todo se arrojaban al mar por llegar a embarcarse Cuadro de Vicente Mostre 1613 sobre la sublevacion morisca de la Muela de Cortes Varios miles de moriscos de la zona montanosa del interior de Valencia junto a la frontera con Castilla tambien se rebelaron y se hicieron fuertes en la muela de Cortes donde eligieron como jefe a un morisco rico de Catadau Pero fueron facilmente derrotados por los tercios que habian llegado de Italia para asegurar la operacion aunque ya estaban siendo diezmados por el hambre y la sed No se sabe cuantos moriscos murieron y solo se conoce que los tres mil supervivientes fueron embarcados Su cabecilla fue ejecutado en Valencia Murio afirmando que era cristiano 25 Para acabar con los moriscos rebeldes huidos el virrey publico un bando en que ofrecia a cualesquier personas que salieren en persecucion de los dichos moros sesenta libras por cada uno que presentaren vivo y treinta por cada cabeza que entregaren de los que mataren Y si acaso las personas que los trajeren vivos quisieren mas que sean sus esclavos tenemos por bien darselos por tales y concederles facultad para que como tales esclavos los puedan luego herrar 26 Corona de Castilla excepto el reino de Murcia Editar La orden de expulsion de los moriscos de Andalucia fue hecha publica el 10 de enero de 1610 y en ella aparecian dos diferencias respecto del decreto de expulsion de los moriscos del Reino de Valencia La primera era que los moriscos podian vender todos sus bienes muebles sus bienes raices pasaban a la Real Hacienda aunque no podian sacar su valor en oro plata joyas o letras de cambio sino en mercadurias no prohibidas que pagarian sus correspondientes derechos de aduana lo que era presentado como una muestra de la benevolencia del rey ya que segun el bando pudiera justamente mandar confiscar y aplicar a mi hacienda todos los bienes muebles y rayces de los dichos moriscos como bienes proditores de crimen laesa Majestad Divina y Humana La segunda diferencia es que se obligaba a los padres a abandonar a los ninos menores de siete anos a menos que fuesen a tierra de cristianos lo que determino que muchos dieran un largo rodeo por Francia o por Italia antes de llegar al norte de Africa Sin embargo muchos ninos tuvieron que ser abandonados por los padres que no pudieron costearse tan largo viaje 27 Desembarco de los moriscos en el Puerto de Oran pintado en 1613 por Vicente Mostre Fundacion Bancaja de Valencia Del reino de Granada fueron expulsados unos dos mil moriscos 28 los pocos que quedaron despues de la deportacion de mas de 60 000 moriscos granadinos 29 que siguio a la fracasada rebelion de las Alpujarras En dicha guerra murieron ademas segun el embajador veneciano Leonardo Donato una tercera parte de los moriscos que habitaban la region 30 Extensas zonas de las actuales provincias de Almeria Granada y Malaga habian quedado despobladas de los 400 pueblos de la region solo se habia conseguido repoblar 270 en aquel momento 31 En el reino de Jaen los moriscos eran mas numerosos como consecuencia de que alli habian sido deportados varios miles de moriscos granadinos tras la rebelion de las Alpujarras Lo mismo sucedia en el reino de Cordoba y en el reino de Sevilla Entre los tres totalizaron unos 30 000 moriscos que fueron embarcados en su mayoria en los puertos de Malaga y Sevilla teniendo que abonar los gastos del viaje a los duenos de los barcos que hicieron un buen negocio ya que les cobraron el doble de lo habitual porque la Corona que se iba a beneficiar con el producto de sus fincas no tuvo siquiera el gesto de pagar el coste de la operacion 32 Un cronista relato mas tarde 33 Todos lloraban y no hubiera corazon que no enterneciera en ver arrancar tantas casas y desterrar tantos cuitados con la consideracion de que iban muchos inocentes como el tiempo ha mostrado La orden de expulsion de los moriscos de Extremadura y de las dos Castillas que eran unos 45 000 en su mayoria procedentes de familias de origen granadino deportadas en 1571 se hizo publica el 10 de julio de 1610 pero ya desde finales de 1609 habia comenzado una emigracion espontanea que fue alentada desde el gobierno mediante una real cedula en la que se decia que puesto que los de dicha nacion que habitan en los reinos de Castilla la Vieja Nueva Extremadura y la Mancha se han inquietado y dado ocasion a pensar que tienen gana de irse a vivir fuera de estos reinos pues han comenzado a disponer de sus haciendas vendiendolas por mucho menos de lo que valen y no siendo mi intencion que ninguno de ellos viva en ellos contra su voluntad se les daba licencia para que en plazo de treinta dias vendieran sus bienes muebles y sacar el producto en mercadurias o en dinero aunque en este ultimo caso la Real Hacienda se quedaria con la mitad Ademas se les senalaba sin nombrarlo que se dirigieran al Reino de Francia pasando por Burgos donde pagarian un derecho de salida y cruzando la frontera por Irun Los que salieron acogiendose a esta real cedula lo hicieron en condiciones mucho mejores que los que fueron expulsados tras la publicacion de la orden de 10 de julio de 1610 que en su mayoria fueron embarcados en Cartagena rumbo a Argel 34 La expulsion de los moriscos de la Corona de Castilla fue una tarea mas ardua puesto que estaban mucho mas dispersos tras haber sido repartidos en 1571 por los diferentes reinos de la Corona despues de la rebelion de las Alpujarras Asi en Castilla la expulsion duro tres anos de 1611 a 1614 Sin embargo algunos permanecieron como esclavos mezclados con los cautivos berberiscos 35 Reino de Aragon Editar En el Reino de Aragon los moriscos unos 70 000 representaban un sexto de la poblacion total y en muchas zonas especialmente en las vegas de regadio del Ebro y sus afluentes donde eran vasallos de senorio eran mayoria Mantenian malas relaciones con la poblacion cristiana vieja aunque estaban mas asimilados que los del Reino de Valencia ya que no hablaban arabe y parece que entre ellos habia mas cristianos sinceros Cuando conocieron la expulsion de los moriscos de Valencia y de Castilla comenzaron los incidentes el abandono de sus tareas agricolas y algunos malvendieron sus bienes y emigraron al reino de Francia 36 La expulsion de los moriscos 1894 de Gabriel Puig Roda El 18 de abril de 1610 el rey Felipe III firmo la orden de expulsion aunque esta no se hizo publica hasta el 29 de mayo para realizar en secreto los preparativos de la misma Las condiciones de la expulsion eran las mismas que las del decreto del Reino de Valencia del ano anterior Segun los registros oficiales 22 532 salieron del reino por los pasos fronterizos pirenaicos y el resto 38 286 embarcaron en Los Alfaques 36 Pedro Aznar Cardona en Expulsion justificada de los moriscos espanoles y suma de las excelencias christianas de nuestro Rey D Felipe Tercero deste nombre Huesca 1612 relato asi la salida de los moriscos aragoneses 37 En orden de procesion desordenada mezclados los de a pie con los de a caballo yendo unos entre otros reventando de dolor y de lagrimas llevando grande estruendo y confusa voceria cargados de sus hijos y mujeres de sus enfermos viejos y ninos llenos de polvo sudando y carleando los unos en carros apretados alli con sus personas alhajas y baratijas Unos iban a pie rotos mal vestidos calzados con una espartena y un zapato otros con sus capas al cuello otros con sus fardelillos y otros con diversos envoltorios y lios todos saludando a los que los miraban diciendoles El Senor les ende guarde Senores queden con Dios Principado de Cataluna Editar La orden de expulsion de los moriscos se firmo a la vez que la del reino de Aragon el 18 de abril de 1610 pero su repercusion fue minima porque la poblacion morisca del Principado de Cataluna no llegaba a las cinco o seis mil personas y muchas de ellas pudieron quedarse gracias a los certificados de buena conducta que les expidio el obispo de Tortosa Los del resto de Cataluna especialmente los asentados en el curso inferior del rio Segre fueron expulsados La decision del rey fue aplaudida por los consellers de la ciudad de Barcelona que le enviaron una carta de felicitacion por la santa resolucion que habia tomado 38 Reino de Murcia Editar La orden de expulsion fue hecha publica el 8 de octubre de 1610 y en principio solo se referia a los moriscos granadinos que habian sido deportados alli tras la Rebelion de las Alpujarras 1568 1571 Los demas conocidos como los del valle de Ricote por habitar esa parte de la vega del rio Segura encomienda de la Orden de Santiago quedaron exceptuados debido a los buenos informes de que se disponia sobre su sincera conversion al cristianismo Pero justo un ano despues el 8 de octubre de 1611 Felipe III decreto su expulsion y de los demas moriscos antiguos del reino de Murcia lo que levanto numerosas protestas por ser considerados autenticos cristianos Los moriscos del valle de Ricote mostraron su rechazo a esta orden realizando procesiones penitencias oraciones publicas y otras manifestaciones de piedad cristiana La orden fuera aplazada pero dos anos despues en octubre de 1613 se procedio a la expulsion de los 2500 moriscos de Ricote junto con el resto de los moriscos antiguos que sumaron en total unos seis o siete mil Fueron embarcados en Cartagena rumbo a Italia y Francia Los que hicieron escala en Baleares pidieron que les dejaran quedarse pero el virrey recibio instrucciones severas de la corte de Madrid para que no lo permitiera Algunas moriscas para evitar la expulsion se casaron con cristianos viejos 39 Ilustracion del Quijote que muestra el encuentro de Sancho Panza con el morisco Ricote Como han senalado Dominguez Ortiz y Bernad Vincent tal rigor debio suscitar ya entonces reprobacion de parte de muchas personas que se preguntarian como podian significar un peligro para el Estado aquellos pobres restos de la minoria morisca y con que fundamentos teologicos se podia expulsar a vasallos bautizados que querian vivir como cristianos Que Cervantes diera el nombre de Ricote al protagonista de un celebre episodio del Quijote no puede ser una casualidad refleja el efecto que produjo la fase final de un hecho que apasiono a la opinion 40 Segun Marquez Villanueva donde el toponimo Ricote quedo desde entonces revestido de un aura de fatalidad y punto final Cervantes quiso que su noble personaje fuera un recuerdo vivo del ultimo y tristisimo capitulo de aquella expulsion que veia ensalzar a su alrededor como una gloriosa hazana Consecuencias EditarArticulo principal Consecuencias de la expulsion de los moriscos Vease tambien Diaspora morisca Conocemos con bastante precision el numero de moriscos que fueron expulsados gracias al estudio de los registros oficiales que realizo el historiador frances Henri Lapeyre Geographie de l Espagne morisque Paris 1959 41 42 Valencia 117 464Aragon 60 818Cataluna 3716Castilla y Extremadura 44 625Murcia 13 552Andalucia occidental 29 939Granada 2026TOTAL 270 140Sin embargo el mismo Lapeyre reconoce que estas cifras son incompletas en lo que se refiere a Murcia y a Andalucia por lo que otros historiadores como Antonio Dominguez Ortiz amplian la cifra hasta las 300 000 personas 41 Henry Kamen tambien da esa cifra de 300 000 expulsados de una poblacion peninsular estimada en 320 000 moriscos 43 El Consejo de Castilla evaluo la expulsion en 1619 y concluyo que no habia tenido efectos economicos para el pais Esto es cierto para el reino de Castilla ya que algunos estudiosos del fenomeno no han encontrado consecuencias economicas en los sectores donde la poblacion morisca era menos importante De hecho el quebranto demografico no podia compararse ni de lejos al medio millon de victimas de la gran peste de 1598 1602 cinco veces mas que el numero de moriscos expulsados en dicho reino Sin embargo en el Reino de Valencia supuso un abandono de los campos y un vacio en ciertos sectores al no poder la poblacion cristiana ocupar el gran espacio dejado por la numerosa poblacion morisca En efecto se estima que en el momento de la expulsion un 33 de los habitantes del Reino de Valencia eran moriscos y algunas comarcas del norte de Alicante perdieron a practicamente toda su poblacion que tanto en esta como en otras zonas fue necesario reponer con incentivos a la repoblacion desde otros puntos de Espana La expulsion de un 4 de la poblacion puede parecer de poca importancia pero hay que considerar que la poblacion morisca era una parte importante de la masa trabajadora pues no constituian nobles hidalgos ni soldados Por tanto esto supuso una merma en la recaudacion de impuestos y para las zonas mas afectadas Valencia y Aragon tuvo unos efectos despobladores que duraron decadas y causaron un vacio importante en el artesanado produccion de telas comercio y trabajadores del campo Muchos campesinos cristianos ademas veian como las tierras dejadas por la poblacion morisca pasaban a manos de la nobleza la cual pretendia que el campesinado las explotase a cambio de unos alquileres y condiciones abusivas para recuperar sus perdidas a corto plazo Por otra parte la expulsion volvio mas inseguras las comunicaciones por tierra y mar convirtio a algunos campesinos moriscos en bandoleros rebeldes refugiados en las montanas los llamados monfies cuando no en aliados y espias de la pirateria berberisca que ya en el siglo XVI habian encabezado Barbarroja y Dragut Como entonces los descendientes de estos corsarios berberiscos habian acogido a los emigrados de las guerras moriscas y de la expulsion entre sus hombres usandolos para infiltrarse en las costas mediterraneas espanolas y saquearlas regularmente tambien las europeas de la capital de Islandia se llevaron a 400 islandeses incluso mujeres y ninos que vendieron como esclavos 44 y esta costumbre perduro durante cerca de un siglo tambien despues de la expulsion de forma que el temor a la bajada del Turco llego a ser un topico conversacional en el Siglo de Oro Altea Villajoyosa y Calpe fueron especialmente castigadas entre otros lugares 45 Los tres mil moriscos de Hornachos en Extremadura fueron expulsados integramente y fundaron en Sale junto a Rabat la Republica corsaria de Sale 46 Entre los piratas moriscos espanoles que saquearon la costa espanola en busca de riquezas y esclavos pueden mencionarse por ejemplo Alonso de Aguilar el Joraique el granadino Mami Arraez o Manuel de Guadiana Cronologia Editar711 Inicio de la conquista de la peninsula iberica por el Califato omeya 1492 Rendicion del Reino nazari de Granada dando fin a la Reconquista en cuya capitulacion se respetaba la religion islamica de sus habitantes 1499 Primeros intentos de conversion forzosa de los granadinos por parte del cardenal Cisneros 1501 02 Pragmatica de conversion forzosa del cardenal Cisneros dando a elegir a los musulmanes adultos del reino de Castilla y Leon entre el exilio y la conversion los mudejares del Medievo pasaron a ser asi pura y llanamente moriscos 1504 Fetua de Oran en la que un mufti sunni morisco aconseja a los moriscos espanoles abjurar superficialmente e internamente practicar el criptoislamismo 1516 Se les fuerza a abandonar su vestimenta y costumbres aunque la medida queda en suspenso por espacio de diez anos 1525 26 Conversion por edicto de los moriscos de Aragon y Valencia 1526 Rebelion de Espadan en la sierra del mismo nombre cerca de Segorbe al sur de la provincia actual de Castellon 1556 Doctrina cristiana en lengua arabiga castellana compuesta e impresa por mandato del Ilustrisimo y Reverendisimo Senor D Martin Perez de Ayala Arzobispo de Valencia para instruccion de los nuevamente convertidos del Reyno Valencia Juan Mey 1556 reimpresa en Valencia Pedro Patricio Mey 1599 1562 Una junta compuesta de eclesiasticos juristas y miembros del Santo Oficio prohibe a los granadinos el uso de la lengua arabe 1563 Se ordena y ejecuta el desarme de los moriscos valencianos 1566 Una pragmatica prohibe los escritos en caracteres arabes 47 1568 El catedratico granadino de la Universidad de Salamanca Bartolome Barrientos escribe su tragedia De Illiberritanorum Maurorum Seditione 1569 70 Rebelion de las Alpujarras y guerras de Granada Mas de 60 000 moriscos granadinos 29 son reasentados y dispersados por tierras del norte de la Corona de Castilla 1571 7 de octubre Batalla de Lepanto ganada por la Liga Santa liderada por Espana contra el Imperio otomano 1575 Son desarmados los moriscos aragoneses 1588 95 Aparecen en Granada los falsos plomos del Sacromonte y los manuscritos de la Torre Turpiana intento desesperado de un grupo de moriscos de legitimar su estancia en Espana 1599 Se reimprime el Catecismo para instruccion de los nuevamente convertidos de moros del obispo de Valencia Martin Perez de Ayala Valencia Pedro Patricio Mey 1599 corregido y mejorado a instancias del arzobispo Juan de Ribera 1609 9 de abril El duque de Lerma firma la expulsion de los moriscos de todos los reinos de Espana 1609 30 de septiembre Empieza la expulsion de los moriscos valencianos 1609 20 de octubre Se produce una rebelion morisca contra la expulsion pero los rebeldes son reducidos en noviembre 1610 Se expulsa a los moriscos aragoneses 1610 septiembre Se expulsa a los moriscos catalanes 1610 Gaspar Aguilar publica en Valencia los ocho cantos de su poema Expulsion de los moros 1611 14 Se expulsa a los moriscos de tierras de Castilla Vindicacion posterior de los moriscos EditarYa antes de la expulsion existia en los Estados peninsulares de la Monarquia Hispanica un sentimiento de maurofilia plasmada en la literatura a traves de generos literarios como el romance morisco y la novela morisca esta ultima cuenta de hecho con dos obras maestras la Historia del Abencerraje y la hermosa Jarifa y la Historia de Ozmin y Daraja incluida por Mateo Aleman en su Guzman de Alfarache 1599 El cardenal Richelieu enemigo declarado de la Monarquia Hispanica con la que mantuvo varias guerras escribio en sus memorias que la expulsion de los moriscos constituia el acto mas barbaro de la historia del hombre Por el contrario Cervantes pone en boca de un personaje del Quijote el morisco Ricote la alabanza de la decision de Felipe III de echar frutos venenosos de Espana ya limpia ya desembarazada de los temores en que nuestra muchedumbre la tenia Heroica resolucion del gran Filipo Tercero e inaudita prudencia en haberla encargado al tal don Bernardino de Velasco 43 48 aunque en ese pasaje del libro senalaba igualmente las consecuencias humanas de la expulsion de los moriscos En efecto Cervantes esta apuntando tambien al Valle de Ricote en Murcia emporio de una poblacion de moriscos que habian quedado muy asimilados tras siglos de convivencia pacifica con los cristianos como recuerdan oportunamente Vicente Llorens y Francisco Marquez Villanueva Ricote era lo mismo que decir toda la crueldad inutil de la expulsion de unos espanoles por otros espanoles 49 pareceria insinuarnos Cervantes entre lineas 50 Sin embargo mas trabajo ha costado a la critica deshacer la posterior diatriba antimorisca cervantina del perro Berganza contenida en El coloquio de los perros 1613 51 Por otra parte el humanista judeoconverso y antiescolastico Pedro de Valencia discipulo y testamentario del hebraista Benito Arias Montano escribio con su Tratado acerca de los moriscos de Espana inedito hasta 1979 la defensa mejor argumentada de la causa de los expulsos El destierro es pena grande y viene a tocar a mayor numero de personas y entre ellos a muchos ninos inocentes y ha hemos propuesto como fundamento firmisimo que ninguna cosa injusta y con que Dios Nuestro Senor se ofende sera util y de buen suceso para el reino 52 Igualmente el Dialogo de consuelo por la expulsion de los moriscos Pamplona 1613 de Juan Ripol se singulariza por contener argumentados ambos puntos de vista y sostener una dura critica al proceso de evangelizacion y al despoblamiento y crisis economica que causo la medida La expulsion pintada por Velazquez EditarEn 1627 la expulsion de los moriscos fue representada por Diego Velazquez en forma de alegoria en un gran cuadro que contribuyo a afianzar al pintor sevillano como artista importante en la corte de Madrid Este cuadro lo realizo a raiz de una competicion entre varios pintores de la cual Velazquez salio ganador Desgraciadamente el cuadro se perdio en el incendio del Alcazar de Madrid en 1734 y no se conocen copias de el unicamente nos han llegado descripciones segun las cuales Felipe III aparecia junto a una matrona personificacion de Espana y un grupo de moriscos en actitud de derrota Afortunadamente el historiador estadounidense William B Jordan descubrio y adquirio en 1988 un pequeno lienzo con la efigie de Felipe III luego identificado como estudio previo para el gran cuadro y lo deposito en el Museo del Prado en 2017 Vease tambien EditarDiaspora morisca Historia de los moriscos Evolucion demografica de Espana en la epoca precensal Rebelion de Espadan Rebelion de las Alpujarras Plomos del SacromonteReferencias Editar Dominguez Ortiz y Vincent 1993 p 198 Dadson Trevor J 2007 Los moriscos de Villarubia de los Ojos siglos xv xviii Historia de una minoria asimilada expulsada y reintegrada Madrid Frankfurt am Main Iberoamericana Vervuert En los casos en que se igualaba el limite del cincuenta por ciento fue practicamente imposible expulsarlos ya que se hallaban bien integrados con la masa de poblacion cristiana en forma de matrimonios mixtos que acogian a ancianos y enfermos y propiciaban su regreso para que se volvieran a instalar Hasta tres veces se los expulso de Villarrubia y siempre regresaron primero a Francia despues a Marruecos y luego en persona por el propio Conde de Salazar quien ya no se fiaba ni de sus propios servidores pero siempre volvieron incluso a pie y el pueblo los acogia Lafuente 1862 p 201 Dominguez Ortiz y Vincent 1993 p 159 Anes y Alvarez de Castrillon Gonzalo 2004 Las tres culturas Madrid Real Academia de la Historia p 48 OCLC 614885773 Tanto en Castilla como en Aragon los mudejares hablaban corrientemente la lengua romance a fines de la Edad Media No asi en Valencia cuyos musulmantes tenian contactos mas continuos con Granada y el Magreb Dominguez Ortiz y Vincent 1993 p 160 Se omniaque sua tam sacra quam profana nobis tradiderunt Elio Antonio de Nebrija Guerra de Granada De bello Granatensi ed introduccion y notas de Maria Luisa Arribas Madrid UNED 1990 pp 98 99 Dominguez Ortiz y Vincent 1993 pp 164 165 a b Dominguez Ortiz y Vincent 1993 p 166 Dominguez Ortiz y Vincent 1993 pp 160 161 Dominguez Ortiz y Vincent 1993 p 167 Dominguez Ortiz y Vincent 1993 p 170 Dominguez Ortiz y Vincent 1993 pp 170 171 Kamen 2011 p 219 Dominguez Ortiz y Vincent 1993 pp 173 175 Dominguez Ortiz y Vincent 1993 pp 161 162 Dominguez Ortiz y Vincent 1993 pp 171 172 Dominguez Ortiz y Vincent 1993 pp 247 248 Dominguez Ortiz y Vincent 1993 pp 179 180 Dominguez Ortiz y Vincent 1993 pp 180 181 185 Dominguez Ortiz y Vincent 1993 p 181 a b Dominguez Ortiz y Vincent 1993 pp 182 183 Dominguez Ortiz y Vincent 1993 p 186 Dominguez Ortiz y Vincent 1993 pp 184 185 Dominguez Ortiz y Vincent 1993 pp 183 184 Dominguez Ortiz y Vincent 1993 p 185 Dominguez Ortiz y Vincent 1993 pp 186 187 Dominguez Ortiz y Vincent 1993 p 188 a b Dominguez Ortiz 1964 p 114 Lapeyre 2011 p 14 Dominguez Ortiz 1964 p 118 Dominguez Ortiz y Vincent 1993 pp 188 190 Dominguez Ortiz y Vincent 1993 p 189 Dominguez Ortiz y Vincent 1993 pp 191 192 Dominguez Ortiz 1964 p 116 a b Dominguez Ortiz y Vincent 1993 pp 194 195 Dominguez Ortiz y Vincent 1993 p 196 Dominguez Ortiz y Vincent 1993 pp 196 197 Dominguez Ortiz y Vincent 1993 pp 197 199 Dominguez Ortiz y Vincent 1993 pp 199 200 a b Dominguez Ortiz y Vincent 1993 p 200 Lapeyre Henri 2011 Geografia de la Espana morisca Universitat de Valencia p 218 ISBN 9788437084138 a b Kamen 2011 p 220 Entrevista al historiador Bartolome Benassar en Ideal de Granada 15 de mayo de 2009 Hubo moriscos que por rebeldia se hicieron piratas Incursiones y ataques mas importantes Javier Gomez en El Mundo 29 de noviembre de 2009 numero 737 La republica pirata de los 3000 moriscos extremenos Juan Antonio Frago Gracia Literatura navarro aragonesa en VV AA Historia de las literaturas hispanicas no castellanas coord por Jose Maria Diez Borque Madrid Taurus 1980 p 239 Cervantes 1850 pp 640 641 Vid Francisco Marquez Villanueva Personajes y temas del Quijote Madrid Taurus 1975 p 256 y tambien su El problema morisco desde otras laderas Madrid Libertarias 1991 y Moros moriscos y turcos de Cervantes Barcelona Edicions Bellaterra 2010 En cuanto a Vicente Llorens Historia y ficcion en el Quijote Palma de Mallorca Papeles de Son Armadans 1963 Francisco Marquez Villanueva recuerda que la diatriba antimorisca de fray Marcos de Guadalajara y Javier se titula muy acorde Prodicion y destierro de los moros de Castilla hasta el valle de Ricote Pamplona 1614 Maestro Jesus G Cervantes y los moriscos Sobre la invidencia e irresponsabilidad de la critica literaria que actua como abogada defensora de una irrealidad Kamen 2011 p 221 Bibliografia EditarBarrios Aguilera Miguel La convivencia negada Historia de los moriscos del Reino de Granada Comares 2008 2 ª ed Barrios Aguilera Miguel La suerte de los vencidos Estudios y reflexiones sobre la cuestion morisca Granada Universidad de Granada 2009 Benitez Sanchez Blanco Rafael Heroicas decisiones La Monarquia Catolica y los moriscos valencianos Institucio Alfons el Magnanim Valencia 2001 Bernabe Pons Luis F Los moriscos conflicto expulsion y diaspora Catarata Madrid 2009 Boeglin Michel Entre la Cruz y el Coran Los moriscos en Sevilla 1570 1613 Instituto Cultural de las Artes de Sevilla Sevilla 2010 Candau Chacon Maria L Los moriscos en el espejo del tiempo Universidad de Huelva Huelva 1997 Caro Baroja Julio 2000 1976 Los moriscos del Reino de Granada Ensayo de historia social 5ª edicion Madrid Istmo ISBN 84 7090 076 5 Carrasco Rafael Deportados en nombre de Dios La expulsion de los moriscos cuarto centenario de una ignominia Barcelona Ediciones Destino 2009 Cervantes Saavedra Miguel de 1850 El ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha Con la vida de Cervantes Paris Baudry Dadson Trevor J Los moriscos de Villarubia de los Ojos siglos xv xviii Historia de una minoria asimilada expulsada y reintegrada Madrid Frankfurt am Main Iberoamericana Vervuert 2007 Dominguez Ortiz Antonio 1964 Los moriscos granadinos antes de su definitiva expulsion Miscelanea de estudios arabes y hebraicos Seccion Arabe Islam Vol 12 13 113 128 ISSN 1696 5868 Dominguez Ortiz Antonio Vincent Bernard 1993 1979 Historia de los moriscos Vida y tragedia de una minoria Madrid Alianza Editorial ISBN 84 206 2415 2 Epalza Mikel de Los moriscos antes y despues de la expulsion Mapfre 1992 Falcones Ildefonso La Mano de Fatima novela historica GRIJALBO 2009 Kamen Henry 2011 1999 La Inquisicion Espanola Una revision historica 3ª edicion Barcelona Critica ISBN 978 84 9892 198 4 Kimmel Seth Tener al lobo por las orejas Polemicas sobre coercion y conversion hasta la expulsion de los moriscos Madrid Marcial Pons Historia 2020 Lafuente Modesto 1862 Historia general de Espana Vol 8 p 201 Lapeyre Henry 2011 Geografia de la Espana morisca Universitat de Valencia ISBN 978 84 370 8413 8 Maranon Gregorio Expulsion y diaspora de los moriscos espanoles Santillana Ediciones 2004 ISBN 84 306 0550 9 Marquez Villanueva Francisco El problema morisco desde otras laderas Libertarias Moliner Prada Antonio Barrios Aguilera Manuel Benitez Sanchez Blanco Rafael Bramon Planas Dolors de Bunes Ibarra Miguel Angel Candau Chacon Mª Luisa Ciscar Pallares Eugenio Colas Latorre Gregorio Fernandez Terricabras Ignasi Perceval Jose Mª Sanchez Ramos Valeriano Serrano Martin Eliseo La expulsion de los Moriscos Nabla Ediciones 2009 ISBN 978 84 92461 38 7 Vincent Bernard El rio morisco Valencia Universidad de Valencia 2006 Westerveld Govert Miguel de Cervantes Saavedra Ana Felix y el morisco Ricote del Valle de Ricote en Don Quijote II del ano 1615 capitulos 54 55 63 64 y 65 Academia de Estudios Humanisticos de Blanca Valle de Ricote 2007 Westerveld Govert Blanca El Ricote de Don Quijote Expulsion y regreso de los Moriscos del Ultimo Enclave Islamico mas grande de Espana Prologo de Francisco Marquez Villanueva Blanca 2001 Enlaces externos Editar La expulsion de los moriscos Documentos RNE RNE 2010 03 04 min 53 58 http www rtve es mediateca audios 20100403 expulsion moriscos documentos rne 537684 shtml Portal consagrado a la literatura morisca y aljamiada de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes La expulsion de los musulmanes de Espana enlace roto disponible en Internet Archive vease el historial la primera version y la ultima por Roger Boase Revista Alif Nun nº 68 febrero de 2009 Moros y judios emision del 27 de febr del 2009 de Musica antigua programa de Radio Clasica Datos Q2345573 Multimedia Expulsion of the Moriscos Obtenido de https es wikipedia org w index php title Expulsion de los moriscos amp oldid 140233336, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

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