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Casticismo madrileño

Casticismo madrileño (a veces asociado al término madrileñismo)[1][2]​ es el conjunto de características de identidad cultural que se generaron en la capital de España en el siglo xviii produciendo un modelo de carácter no cosmopolita.[3]​ Modelo que, definido ya en los últimos años de aquel siglo, y tras afirmarse en la vestimenta, usos y costumbres de los madrileños y arraigar en especial en las clases obreras y el folclore local, fue glosado por la literatura del siglo xix.[4]

Representación de la verbena de la Paloma, en la azulejería con orla talaverana, de un local en la calle Martín de los Heros, 59-bis, de Madrid.

El ‘casticismo madrileño’ está asociado a la tipología del «majo», el «manolo», el «chulapo», y el «chispero» (con sus pares femeninos naturales).[5]​ Entre los grandes referentes del fenómeno castizo en Madrid,[6]​ habría que destacar la personalidad y obra de Don Ramón de la Cruz, Francisco de Goya, Mesonero Romanos, Benito Pérez Galdós, Pedro de Répide, Carlos Arniches[7]​ o Ramón Gómez de la Serna.

Míticamente localizado en barrios como Lavapiés, cuna de la ‘majeza’ y la «manolería» según Mesonero,[8]​ o Chamberí,[9]​ «territorio chispero», los ‘madrileños castizos’ quedaron minuciosamente retratados en populares zarzuelas como La verbena de la Paloma, La revoltosa, Agua, azucarillos y aguardiente y La Gran Vía.[10][11][12]​ Distintos autores han llamado la atención sobre el perfil localista del ‘casticismo madrileño’,[13]​ sin apreciar quizá que esa ‘chulería’ de sentirse el centro,[14]​ no ya de un imperio, sino del mundo, sellaba –en su megalomanía cultural e inocentemente pueblerina– su absoluta abstracción de todo lo que no fuera Madrid.[15][16]​ Expresado con la síntesis no menos castiza de una greguería:[17]

Una pedrada en la Puerta del Sol mueve ondas concéntricas en toda la laguna de España.
Ramón Gómez de la Serna (1957)

Picaresca versus casticismo

Era mi deseo desarrollar más por extenso la idea de que los casticismos reflexivos, conscientes y definidos, los que se buscan en el pasado histórico ó á partir de él persisten no más que en el presente también histórico, no son más que instrumentos de empobrecimiento espiritual de un pueblo.[a]
—Miguel de Unamuno

A pesar de los esfuerzos de los ilustrados del siglo xviii,[b][18]​ y los escritores costumbristas del siglo xix, el ‘casticismo madrileño’ es de raíz inculta y popular,[19]​ como ha estudiado José Deleito en varias obras dedicadas a la corte de los Austrias españoles del Madrid de siglo xvii.[20]​ Capital e imperio sustentado en su base, la clase social más baja, por una complementaria ‘corte de pícaros’, «desarrapados y pobres de mayor o menor solemnidad».

Los hábitos de holganza y violencia generales, y la relajación de costumbres, favorecieron enormemente el desarrollo del hampa en todos los dominios de la Monarquía española; pero de modo singular en Madrid, que atraía con los reflejos del cortesano esplendor a los vividores y parásitos de todas las procedencias y cataduras. De Alemania, Países Bajos, Francia e Italia venían lisiados e inválidos, atraídos por la pródiga caridad española, para ejercer el pordiosero y las malas artes que le eran conexas. Otros eran francamente malhechores, que acudían con planes de robo. Cuarenta mil extranjeros llegó a contar Madrid. De esa suerte, la capital de España quedó convertida en Corte de los milagros (…) Como refugio natural de esta población equívoca y de acarreo, y también de menestrales, artesanos y gente de bronce (precursora de la manolería que inmortalizaron Goya y Ramón de la Cruz), eran famosos algunos ventorrillos, tabernas y bodegones de los arrabales y extramuros, correspondientes a la actual barriada de Lavapiés.
José Deleito

Pícaros, manolos, castizos y otras ‘tribus urbanas’

Atribuyéndole el título de cuna del fenómeno del casticismo madrileño,[21]​ cronistas como Mesonero o Répide, coinciden con Ramón de la Cruz en relacionar el barrio de Lavapiés y sus primitivos habitantes en el arrabal de la Villa de los Austrias, con los vecinos de origen hebreo y su necesidad de hacer "ostentación de cristianos nuevos", materializada en el gesto bautismal de poner el nombre de Manuel a sus primogénitos.[22]​ Prescindiendo de lo legendario de la propuesta, el barrio de los Manueles se convirtió en el barrio de los Manolos y por extensión de las Manolas y de la "manolería" en general, vecinos a su vez de los «majos castizos», así llamados por su relación con los "mayos", costumbre festiva de adornar el «mayo» y elegir la «maya» el día de Santiago el Verde. Un pintoresco conjunto humano que protagonizará la obra más festiva de Francisco de Goya. Abundando en el registro de antiguas ‘tribus urbanas’, rivales de manolos y majos serían a su vez los chisperos o "tiznaos" del gremio de herreros que con el tiempo se reuniría en los barrios altos del otro lado de la cerca, en lo que luego será el castizo Chamberí. Del conjunto resultante saldrían «los chulos y chulapos, chulas y chulapas», con una etimología que Répide sugiere de origen árabe («chaul» en esa lengua denomina al «mozo o muchacho»), y que ya en el siglo xviii Diego de Torres Villarroel menciona en sus Sueños morales componiendo una metáfora que parece dejar claro el origen de otra de las singularidades del ‘casticismo madrileño’: el piropo.[23]

"Encendióse el mozo yesca a los primeros relámpagos del aire de la chula".
Diego de Torres Villarroel

Bohemia y casticismo

La bohemia madrileña –minuciosa y tendenciosamente glosada en sus memorias por Rafael Cansinos-Assens–,[24]​ tardía respecto a la alemana o la francesa, y por tanto fuera ya de los planteamientos filosófico-morales del Romanticismo,[c]​ parece sugerida por ciertos personajes de la obra de Galdós localizada en el Madrid de la segunda mitad del siglo diecinueve. El tema no pasó desapercibido a los maestros del 98; y así, mientras Unamuno lo glosa con vocación nacionalista (o fatalista) en su ensayo En torno al casticismo, Pío Baroja o Ramón del Valle-Inclán produjeron algunas de las mejores páginas literarias dedicadas al casticismo madrileño. Baste evocar personajes o tipos imborrables como el ciego Max Estrella, o en la novelística de Baroja, el crisol de tipos de Las noches del Buen Retiro (1934), como los ‘Chepa’, ‘Espadita’, ‘Marinero’, ‘Payaso’, ‘Capitán’ o ‘Piripitipi’, del círculo de pícaros de «Beltrán el farolero».[25]

En esta línea, más culta, pretenciosa e intelectual, algunos autores convocan la existencia de una veta castiza metropolitana y cosmopolita con raíces en el Renacimiento italiano –aunque no queda clara su limitación al «todo Madrid». Así, José Carlos Mainer, en su estudio-prólogo a Casticismo, Nacionalismo y Vanguardia: (antología, 1927-1935) de Ernesto Giménez Caballero:

Casticismo y cosmopolitismo unidos, al modo en que se había practicado tan brillantemente en «esa Italia mediterránea, ridícula, fracasada y superficial de nuestros mayores. Esa Italia que sólo conocíamos por el bel canto y la filología románica», pero que, sin embargo, nos suministraba la clave de nuestro porvenir. Y así, por los grandes investigadores de la literatura italiana valdría un Ramón Menéndez Pidal; Ortega y Gasset haría el papel de Benedetto Croce; Eugenio d’Ors actuaría de D’Annunzio, y Lorenzo Luzuriaga tendría que ser Gentile; y Ramón Gómez de la Serna, Marinetti y Bontempelli a la vez; Baroja y Azorín, por su parte, serían como Pirandello, «regionalistas como punto de partida en su obra y elevadores del conocimiento nacional de una tierra» (es decir, strapaesani y stracittadini), y de Curzio Malaparte haría, sin duda, Miguel de Unamuno.

Casticismo versus heroísmo

No explican antropólogos ni historiadores –al menos los consultados– de qué modo el pícaro devino en héroe.[26][27]​ Pero sí lo explica la obra de Goya;[28]​ hay saltos culturales cuya comprensión racional parece reservada a los genios. Lo cierto es que la cultura del engaño alumbró en dramáticos fogonazos la apasionada entrega del héroe popular (léase «héroe del pueblo» o «pueblo heroico»).[29]​ Casi todos los autores, historiadores, sociólogos, cronistas, etc., coinciden en subrayar el carácter despolitizado del ‘casticismo madrileño’ (muy a pesar de que uno de sus referentes históricos son las jornadas del 2 y el 3 de mayo de 1808). Despolitizado, sí, probablemente por la propia esencia irracional de lo popular en sus acciones históricas. Sea como fuere, los madrileños, con su ‘casticismo’ como estigma, volverían a protagonizar un episodio heroico y bastante más dilatado, pues si en la Guerra de Independencia Española el gesto de casta duró dos días, en la Guerra Civil española duró casi tres años.[30]​ Al grito de no pasarán, el pueblo de Madrid (el mismo pueblo humilde, atávico e irracional desde la perspectiva historicista) se transmutó una vez más en «pueblo heroico» para plantarle cara a un ejército militarmente organizado y pertrechado.[31]​ Un pueblo, caprichoso quizá, que en 1808 no había querido aceptar la insolencia de ver partir a sus gobernantes, y que en 1937 volvió a quedarse solo cuando el gobierno de la Segunda República Española se trasladó a Valencia.[32]

Lejos quedan de estos presupuestos las tesis de Mesonero y Larra. Los nuevos cronistas de su historia, héroes derrotados y más o menos desconocidos pero solidarios en su desdicha, escribirán su propio cuadro de costumbres durante cuarenta años de exilio.[33]

Iconografía y casticismo

 
Fuente de la Cibeles.

Gracias a la voluntad reformadora de Carlos III (considerado el rey alcalde de Madrid), monarca absoluto, ilustrado y educado en Italia, la que fuera capital de un «imperio en el que no se ponía el sol» estrenó en pleno siglo xviii una iconografía de identidad propia (como una marca, un logo o un sello en la mercadología contemporánea). Así, la Puerta de Alcalá y la Cibeles se convertirían en símbolo urbano universal o seña de identidad de Madrid, como luego ocurriría en otras grandes capitales del mundo, con la Torre Eiffel en París, la Sagrada Familia en Barcelona, o la panorámica de Manhattan desde el Hudson o la Estatua de la Libertad, en Nueva York. La comparación, que puede resultar tan desproporcionada como pretenciosa, lo es precisamente por definición característica del casticismo y la chulería madrileños, cuyo argumento sería que «París necesita una singular torre de hierro. A Madrid le basta con una puerta de piedra.» …Como tantas otras, cabría añadir. Así mismo, la Cibeles parece más susceptible de comparación con la Sirenita de Copenhague o el Manneken Pis de Bruselas, que con la Libertad de Nueva York, otro símbolo «ultrafrancés», como glosando a la Cibeles apuntaba, no sin sutileza ampurdanesa, Josep Pla, corresponsal catalán en el Madrid de 1921, quien escribió en su dietario esta curiosa observación, síntesis de iconografía y casticismo madrileño:[34]

Centra el espacio la fuente de la Cibeles, que es una de las estatuas que gustan más a los madrileños y que forma la plaza de la Cibeles. (…) La Cibeles es, en esta ciudad, un símbolo –un símbolo de qué, no se sabe muy bien, y, por lo tanto, un símbolo máximo–. Es un testimonio de fines del xviii, ultrafrancés, y por eso debe ser por lo que es tan madrileño –cosas de la historia y de la vida.
Josep Pla

Todavía mediada la década de 1980, Ana Belén, una actriz que poco antes (1979) había interpretado el papel de la Fortunata galdosiana en la serie de televisión Fortunata y Jacinta, situó la cumbre de su carrera discográfica cantando una canción dedicada a la Puerta de Alcalá,[d]​ que el inextinguible casticismo de la capital española convertiría en himno.[35]

Fígaro, Fortunata y Max Estrella

La herencia de la picaresca del siglo diecisiete, sustancialmente mezclada con la historia de la villa de Madrid deja una sustanciosa baraja de tipos castizos. Sacando tres cartas al azar, aparecen, Fígaro, Fortunata y Max Estrella. Suficiente para un esbozo:

  • Críticos, galdosistas e hispanistas parecen estar de acuerdo en aceptar el protagonismo y singularidad de Fortunata en el contexto general de la novela más conocida de Galdós, que una vez más ha elegido a una mujer para tejer su ideología vital en el espacio literario.[36]​ Una mujer que representa además a ese "pueblo" que "posee las verdades grandes y en bloque", que sobrevive, miserable y castizo, en el "Cuarto Estado" de la capital de España, y que constituye "lo esencial de la Humanidad, la materia prima".[37]​ Su aparición en la escena de la novela es casi teatral:[38]
La moza tenía pañuelo azul claro por la cabeza y un mantón sobre los hombros, y en el momento de ver al Delfín, se infló con él, quiero decir, que hizo ese característico arqueo de brazos y alzamiento de hombros con que las madrileñas del pueblo se agasajan dentro del mantón, movimiento que les da cierta semejanza con una gallina que esponja su plumaje y se ahueca para volver luego a su volumen natural.
Benito Pérez Galdós Fortunata y Jacinta
  • Max Estrella, mendigo, filósofo y ciego, antítesis del «neocasticismo ‘hidalgo’ que había puesto de moda el propio Valle-Inclán» con su marqués de Bradomín,[39]​ fija la idea universal de un casticismo madrileño hijo de Larra y de Goya filtrado por los espejos deformantes del callejón del Gato.[40][41]
  • Para muchos estudiosos, Fígaro, el seudónimo favorito de Larra, representaría la antítesis del ‘casticismo madrileño’. Sin embargo muchos de sus quizá mal llamados artículos de costumbres describen con ojo crítico rasgos esenciales de una galería de tipos madrileños, una galería y una mirada que antes fueron privilegio de un Goya y después lo serían de un Galdós. Apunta Max Aub que a esa mirada de Larra, «lúcidamente patriótica»,[42]​ se debe quizá la más sutil y certera definición del ‘casticismo madrileño’:[e][43][44]
Escribir como escribimos en Madrid, es tomar una apuntación, es escribir un libro de memorias, es realizar un monólogo desesperante y triste, para uno solo. Escribir en Madrid es llorar, es buscar voz sin encontrarla, como en una pesadilla abrumadora y violenta. Porque no escribe uno siquiera para los suyos. ¿Quiénes son los suyos? ¿Quién oye aquí?
Mariano José de Larra (1836)

Escenarios

 
Grupo de madrileños en la extinta romería de la Cara de Dios (1898).

El casticismo madrileño, más proclive a la escena de género (o al cuadro de costumbres) que a la reflexión unamuniana, ha germinado a lo largo de los siglos en una variada sucesión de escenarios —tan heterogéneos como intensos en ocasiones—.[45]​ De entre los más tópicos, cronistas e historiadores coinciden en diferenciar:[46]

  1. Las verbenas, romerías y fiestas patronales, entre las más populares, las de San Cayetano y San Lorenzo, San Isidro y la Paloma;[f]las Mayas, Santiago el Verde y la verbena de San Antonio de la Florida;
  2. Los festejos sangrientos, herederos del saltimbanqui minoico y del auto de fe de plaza y Corte —tan madrileño, aunque no exclusivo—,[g][47]​ es decir, las corridas de toros,[48]​ elemento gráfico excepcional del escaparate castizo goyesco;[28]
  3. Las ferias, mercados y mercadillos.[49]
  4. Las tertulias de café, coda natural de las noches de teatro, cuna del esperpento y la greguería.
  5. Además de los escenarios populares metropolitanos y más o menos oficiales en la ciudad de Madrid,[50]​ con fenómenos tan históricos como los corrales o tan endémicos como el teatro por horas y los teatros de verano.[51]
  6. También, y como un «hongo misterioso», brota el ‘casticismo madrileño’ en las Revoluciones, aunque no queda claro su origen, heroico en apariencia o quizá simplemente bárbaro «…cuando no cumplís el deber primordial de poner en la materia que labráis el doble cuño de vuestra inteligencia y de vuestro corazón. (…) y os zambullís en la barbarie casticista, que pretende hacer algo por la mera renuncia de lo universal»,[h]​ (siempre y cuando la historiografía acepte las propuestas retóricas de un Abel Martín o su discípulo Juan de Mairena).[52]

En la música

A pesar de ser considerado por los melómanos como un baile universal, parece irreversible la conclusión de que el chotis es el baile madrileño por excelencia.[i][53]​ También destacan, en la historia musical del casticismo de la capital de España, un puñado de canciones protagonizadas por floristas, publicadas en el siglo veinte: La violetera, Clavelitos o Los nardos de la revista Las leandras, estrenada en 1931; todas ells recuperadas en el musical Por la calle de Alcalá, de 1983.

En otro orden musical, algunos autores y críticos —en el colmo quizá de la “egomanía”— han querido relacionar fenómenos efímeros como la llamada Movida madrileña, con el «nuevo casticismo tribalista».[54][55]

Fecha de caducidad

Desde mediado el siglo veinte y de forma periódica, los más diversos analistas, comentaristas, periodistas y protosociólogos, emiten sus propuestas y juicios sobre la permanencia o extinción —indistintamente y según los gustos o las tesis— del fenómeno del ‘casticismo madrileño’.[56]​ Un rumor sordo parece acompañar al caos, en tanto las reflexiones ya clásicas de un Fernando Fernán Gómez o un Luis Carandell libran batalla perdida con las conclusiones sin retorno de los Umbral, los Alpuente o hispanistas como Edward Baker.[57]

Véase también

Notas

  1. Sobre el marasmo actual de España (cap. VI)
  2. Gaspar Gómez de la Serna, en su estudio sobre Francisco de Goya (1969) en la España de la Ilustración, describe la llegada del pintor al Madrid de 1773 —«eje de la operación ilustrada, meta del joven Goya y centro de la inmensa Monarquía» española— como una villa llena «de pretendientes que manejaban con esperanza incansable la Guía de solicitantes para hallar un empleo en la Corte; de forasteros que se alojaban como podían, porque no había más posadas públicas o mesones que los contados del Caballero (de Gracia), de Los Paños, de La Media Luna, de Paredes, de la Torrecilla, del Peine, de San Blas, del Toro y alguno más, que no bastaban ni con mucho para acomodar a toda aquella población flotante. Sí abundaban en cambio las llamadas posadas secretas, es decir, casas particulares que admitían uno o dos huéspedes y se reconocían desde la calle por un papel amarrado a una esquina del balcón, y en donde por cinco reales se podía mal vivir.»
  3. A excepción quizá de heterónimos de Larra como Andrés Niporesas o el propio Fígaro.
  4. Compuesta en 1986 por Luis Mendo y Bernardo Fuster, líderes del grupo madrileño Suburbano.
  5. Del artículo "Horas de invierno" publicado en "El Español. Diario de las Doctrinas y los Intereses Sociales", n.º 420; el domingo 25 de diciembre de 1836.
  6. ¿Dónde vas con mantón de Manila?

    ¿Dónde vas con vestido chiné?
    A lucirme y a ver la verbena,
    Y a meterme en la cama después.

    ¿Y si a mí no me diera la gana
    De que fueras del brazo con él?
    Pues me iría con él de verbena

    Y a los toros de Carabanchel.
  7. Comenta Joseph Pérez en su estudio sobre la Inquisición española que unos días antes de la ‘celebración’ de un auto de fe, se leía una proclama pública en la que se invitaba a la población a asistir a él. Y cita como ejemplo el bando que en el de Madrid de 1680 leyó el pregonero leyó por calles y plazas:
    Se informa a los habitantes de Madrid, sede de la corte de Su Majestad, de que el Santo Oficio de la Inquisición de la villa y reino de Toledo celebrará un auto de fe público en la plaza Mayor, el domingo 30 de junio; con esta ocasión, el soberano pontífice concede gracias especiales e indulgencias a todos los que asistan.
  8. Juan de Mairena, en el Diario de Madrid, el 20 de enero de 1935.
  9. Como la propia esencia del casticismo madrileño sugiere, el chotis «se baila en una baldosa, sin desplazamientos, donde la pareja gira sobre su eje», una suerte de danza estática, egocéntrica, ajena al resto del universo.

Referencias

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  4. Simón Díaz, 1994, p. 67.
  5. Alvar Ezquerra , Manuel (2011). Diccionario de madrileñismos. La Librería. ISBN 9788498731088. 
  6. Gea, 2002, p. 135.
  7. Arniches (Montero Padilla), 2004, p. prólogo.
  8. Mesonero, 1861, pp. I:189-197.
  9. Mesonero, 1861, pp. II:289-299.
  10. Alier, Roger (1982). El libro de la zarzuela. Barcelona: Ediciones Daimon. ISBN 84-231-2677-3. 
  11. Espín Templado, María del Pilar (2008). «Federico Chueca y el casticismo madrileño». Revista de música (Scherzo) (Año nº 23, Nº 232): 126-131. ISSN 0213-4802. 
  12. Barrera, 1983.
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  14. Deleito, 1942.
  15. Baroja, Julio Caro (1978). «VII». Los Baroja (2ª edición). Madrid: Taurus. pp. 87 y ss. ISBN 8430620508. «Yo soy madrileño. Amo a Madrid como ciudad. (...) No soy un castizo, un madrileñista cultivador del tipismo. Pero creo que si Madrid ha tenido genio no es ahora con su aspecto de ciudad sudamericana, sino cuando era un lugarón y corte a la vez.» 
  16. Carandell, 1995.
  17. Ramón Gómez, 1988, p. 94.
  18. Gaspar Gómez, 1969, p. 31.
  19. Deleito, 1988, pp. 10-13 y 48-55.
  20. Deleito, 2005, pp. 177-180.
  21. Mesonero, 1861, pp. 194-197.
  22. Gea, 2002, p. 153.
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  26. Caro Baroja, 1980, pp. 291-315.
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  57. Fraguas, Rafael (24 de octubre de 2003). «Más casticismo, no gracias». El País. Consultado el 13 de abril de 2017. «A juicio de Baker, "mientras el Madrid capital del Estado lo fue todo, la proyección cultural de la ciudad 'no abarcaba más de seis kilómetros desde la Puerta del Sol', según la cita de Ortega y Gasset. La dualidad entre villa y corte fue el origen de los problemas", subraya. A propósito de si existe un casticismo madrileño no reaccionario, el profesor neoyorquino responde: "Sinceramente, creo que no, pese a que en algún momento la zarzuela tuvo un tono popular".» 

Bibliografía

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casticismo, madrileño, veces, asociado, término, madrileñismo, conjunto, características, identidad, cultural, generaron, capital, españa, siglo, xviii, produciendo, modelo, carácter, cosmopolita, modelo, definido, últimos, años, aquel, siglo, tras, afirmarse,. Casticismo madrileno a veces asociado al termino madrilenismo 1 2 es el conjunto de caracteristicas de identidad cultural que se generaron en la capital de Espana en el siglo xviii produciendo un modelo de caracter no cosmopolita 3 Modelo que definido ya en los ultimos anos de aquel siglo y tras afirmarse en la vestimenta usos y costumbres de los madrilenos y arraigar en especial en las clases obreras y el folclore local fue glosado por la literatura del siglo xix 4 Representacion de la verbena de la Paloma en la azulejeria con orla talaverana de un local en la calle Martin de los Heros 59 bis de Madrid El casticismo madrileno esta asociado a la tipologia del majo el manolo el chulapo y el chispero con sus pares femeninos naturales 5 Entre los grandes referentes del fenomeno castizo en Madrid 6 habria que destacar la personalidad y obra de Don Ramon de la Cruz Francisco de Goya Mesonero Romanos Benito Perez Galdos Pedro de Repide Carlos Arniches 7 o Ramon Gomez de la Serna Miticamente localizado en barrios como Lavapies cuna de la majeza y la manoleria segun Mesonero 8 o Chamberi 9 territorio chispero los madrilenos castizos quedaron minuciosamente retratados en populares zarzuelas como La verbena de la Paloma La revoltosa Agua azucarillos y aguardiente y La Gran Via 10 11 12 Distintos autores han llamado la atencion sobre el perfil localista del casticismo madrileno 13 sin apreciar quiza que esa chuleria de sentirse el centro 14 no ya de un imperio sino del mundo sellaba en su megalomania cultural e inocentemente pueblerina su absoluta abstraccion de todo lo que no fuera Madrid 15 16 Expresado con la sintesis no menos castiza de una gregueria 17 Una pedrada en la Puerta del Sol mueve ondas concentricas en toda la laguna de Espana Ramon Gomez de la Serna 1957 Indice 1 Picaresca versus casticismo 2 Picaros manolos castizos y otras tribus urbanas 3 Bohemia y casticismo 4 Casticismo versus heroismo 5 Iconografia y casticismo 5 1 Figaro Fortunata y Max Estrella 6 Escenarios 7 En la musica 8 Fecha de caducidad 9 Vease tambien 10 Notas 11 Referencias 12 Bibliografia 13 Enlaces externosPicaresca versus casticismo EditarEra mi deseo desarrollar mas por extenso la idea de que los casticismos reflexivos conscientes y definidos los que se buscan en el pasado historico o a partir de el persisten no mas que en el presente tambien historico no son mas que instrumentos de empobrecimiento espiritual de un pueblo a Miguel de UnamunoA pesar de los esfuerzos de los ilustrados del siglo xviii b 18 y los escritores costumbristas del siglo xix el casticismo madrileno es de raiz inculta y popular 19 como ha estudiado Jose Deleito en varias obras dedicadas a la corte de los Austrias espanoles del Madrid de siglo xvii 20 Capital e imperio sustentado en su base la clase social mas baja por una complementaria corte de picaros desarrapados y pobres de mayor o menor solemnidad Los habitos de holganza y violencia generales y la relajacion de costumbres favorecieron enormemente el desarrollo del hampa en todos los dominios de la Monarquia espanola pero de modo singular en Madrid que atraia con los reflejos del cortesano esplendor a los vividores y parasitos de todas las procedencias y cataduras De Alemania Paises Bajos Francia e Italia venian lisiados e invalidos atraidos por la prodiga caridad espanola para ejercer el pordiosero y las malas artes que le eran conexas Otros eran francamente malhechores que acudian con planes de robo Cuarenta mil extranjeros llego a contar Madrid De esa suerte la capital de Espana quedo convertida en Corte de los milagros Como refugio natural de esta poblacion equivoca y de acarreo y tambien de menestrales artesanos y gente de bronce precursora de la manoleria que inmortalizaron Goya y Ramon de la Cruz eran famosos algunos ventorrillos tabernas y bodegones de los arrabales y extramuros correspondientes a la actual barriada de Lavapies Jose DeleitoPicaros manolos castizos y otras tribus urbanas EditarAtribuyendole el titulo de cuna del fenomeno del casticismo madrileno 21 cronistas como Mesonero o Repide coinciden con Ramon de la Cruz en relacionar el barrio de Lavapies y sus primitivos habitantes en el arrabal de la Villa de los Austrias con los vecinos de origen hebreo y su necesidad de hacer ostentacion de cristianos nuevos materializada en el gesto bautismal de poner el nombre de Manuel a sus primogenitos 22 Prescindiendo de lo legendario de la propuesta el barrio de los Manueles se convirtio en el barrio de los Manolos y por extension de las Manolas y de la manoleria en general vecinos a su vez de los majos castizos asi llamados por su relacion con los mayos costumbre festiva de adornar el mayo y elegir la maya el dia de Santiago el Verde Un pintoresco conjunto humano que protagonizara la obra mas festiva de Francisco de Goya Abundando en el registro de antiguas tribus urbanas rivales de manolos y majos serian a su vez los chisperos o tiznaos del gremio de herreros que con el tiempo se reuniria en los barrios altos del otro lado de la cerca en lo que luego sera el castizo Chamberi Del conjunto resultante saldrian los chulos y chulapos chulas y chulapas con una etimologia que Repide sugiere de origen arabe chaul en esa lengua denomina al mozo o muchacho y que ya en el siglo xviii Diego de Torres Villarroel menciona en sus Suenos morales componiendo una metafora que parece dejar claro el origen de otra de las singularidades del casticismo madrileno el piropo 23 Encendiose el mozo yesca a los primeros relampagos del aire de la chula Diego de Torres VillarroelBohemia y casticismo EditarLa bohemia madrilena minuciosa y tendenciosamente glosada en sus memorias por Rafael Cansinos Assens 24 tardia respecto a la alemana o la francesa y por tanto fuera ya de los planteamientos filosofico morales del Romanticismo c parece sugerida por ciertos personajes de la obra de Galdos localizada en el Madrid de la segunda mitad del siglo diecinueve El tema no paso desapercibido a los maestros del 98 y asi mientras Unamuno lo glosa con vocacion nacionalista o fatalista en su ensayo En torno al casticismo Pio Baroja o Ramon del Valle Inclan produjeron algunas de las mejores paginas literarias dedicadas al casticismo madrileno Baste evocar personajes o tipos imborrables como el ciego Max Estrella o en la novelistica de Baroja el crisol de tipos de Las noches del Buen Retiro 1934 como los Chepa Espadita Marinero Payaso Capitan o Piripitipi del circulo de picaros de Beltran el farolero 25 En esta linea mas culta pretenciosa e intelectual algunos autores convocan la existencia de una veta castiza metropolitana y cosmopolita con raices en el Renacimiento italiano aunque no queda clara su limitacion al todo Madrid Asi Jose Carlos Mainer en su estudio prologo a Casticismo Nacionalismo y Vanguardia antologia 1927 1935 de Ernesto Gimenez Caballero Casticismo y cosmopolitismo unidos al modo en que se habia practicado tan brillantemente en esa Italia mediterranea ridicula fracasada y superficial de nuestros mayores Esa Italia que solo conociamos por el bel canto y la filologia romanica pero que sin embargo nos suministraba la clave de nuestro porvenir Y asi por los grandes investigadores de la literatura italiana valdria un Ramon Menendez Pidal Ortega y Gasset haria el papel de Benedetto Croce Eugenio d Ors actuaria de D Annunzio y Lorenzo Luzuriaga tendria que ser Gentile y Ramon Gomez de la Serna Marinetti y Bontempelli a la vez Baroja y Azorin por su parte serian como Pirandello regionalistas como punto de partida en su obra y elevadores del conocimiento nacional de una tierra es decir strapaesani y stracittadini y de Curzio Malaparte haria sin duda Miguel de Unamuno Casticismo versus heroismo EditarNo explican antropologos ni historiadores al menos los consultados de que modo el picaro devino en heroe 26 27 Pero si lo explica la obra de Goya 28 hay saltos culturales cuya comprension racional parece reservada a los genios Lo cierto es que la cultura del engano alumbro en dramaticos fogonazos la apasionada entrega del heroe popular lease heroe del pueblo o pueblo heroico 29 Casi todos los autores historiadores sociologos cronistas etc coinciden en subrayar el caracter despolitizado del casticismo madrileno muy a pesar de que uno de sus referentes historicos son las jornadas del 2 y el 3 de mayo de 1808 Despolitizado si probablemente por la propia esencia irracional de lo popular en sus acciones historicas Sea como fuere los madrilenos con su casticismo como estigma volverian a protagonizar un episodio heroico y bastante mas dilatado pues si en la Guerra de Independencia Espanola el gesto de casta duro dos dias en la Guerra Civil espanola duro casi tres anos 30 Al grito de no pasaran el pueblo de Madrid el mismo pueblo humilde atavico e irracional desde la perspectiva historicista se transmuto una vez mas en pueblo heroico para plantarle cara a un ejercito militarmente organizado y pertrechado 31 Un pueblo caprichoso quiza que en 1808 no habia querido aceptar la insolencia de ver partir a sus gobernantes y que en 1937 volvio a quedarse solo cuando el gobierno de la Segunda Republica Espanola se traslado a Valencia 32 Lejos quedan de estos presupuestos las tesis de Mesonero y Larra Los nuevos cronistas de su historia heroes derrotados y mas o menos desconocidos pero solidarios en su desdicha escribiran su propio cuadro de costumbres durante cuarenta anos de exilio 33 Iconografia y casticismo Editar Fuente de la Cibeles Gracias a la voluntad reformadora de Carlos III considerado el rey alcalde de Madrid monarca absoluto ilustrado y educado en Italia la que fuera capital de un imperio en el que no se ponia el sol estreno en pleno siglo xviii una iconografia de identidad propia como una marca un logo o un sello en la mercadologia contemporanea Asi la Puerta de Alcala y la Cibeles se convertirian en simbolo urbano universal o sena de identidad de Madrid como luego ocurriria en otras grandes capitales del mundo con la Torre Eiffel en Paris la Sagrada Familia en Barcelona o la panoramica de Manhattan desde el Hudson o la Estatua de la Libertad en Nueva York La comparacion que puede resultar tan desproporcionada como pretenciosa lo es precisamente por definicion caracteristica del casticismo y la chuleria madrilenos cuyo argumento seria que Paris necesita una singular torre de hierro A Madrid le basta con una puerta de piedra Como tantas otras cabria anadir Asi mismo la Cibeles parece mas susceptible de comparacion con la Sirenita de Copenhague o el Manneken Pis de Bruselas que con la Libertad de Nueva York otro simbolo ultrafrances como glosando a la Cibeles apuntaba no sin sutileza ampurdanesa Josep Pla corresponsal catalan en el Madrid de 1921 quien escribio en su dietario esta curiosa observacion sintesis de iconografia y casticismo madrileno 34 Centra el espacio la fuente de la Cibeles que es una de las estatuas que gustan mas a los madrilenos y que forma la plaza de la Cibeles La Cibeles es en esta ciudad un simbolo un simbolo de que no se sabe muy bien y por lo tanto un simbolo maximo Es un testimonio de fines del xviii ultrafrances y por eso debe ser por lo que es tan madrileno cosas de la historia y de la vida Josep Pla Todavia mediada la decada de 1980 Ana Belen una actriz que poco antes 1979 habia interpretado el papel de la Fortunata galdosiana en la serie de television Fortunata y Jacinta situo la cumbre de su carrera discografica cantando una cancion dedicada a la Puerta de Alcala d que el inextinguible casticismo de la capital espanola convertiria en himno 35 Figaro Fortunata y Max Estrella Editar La herencia de la picaresca del siglo diecisiete sustancialmente mezclada con la historia de la villa de Madrid deja una sustanciosa baraja de tipos castizos Sacando tres cartas al azar aparecen Figaro Fortunata y Max Estrella Suficiente para un esbozo Criticos galdosistas e hispanistas parecen estar de acuerdo en aceptar el protagonismo y singularidad de Fortunata en el contexto general de la novela mas conocida de Galdos que una vez mas ha elegido a una mujer para tejer su ideologia vital en el espacio literario 36 Una mujer que representa ademas a ese pueblo que posee las verdades grandes y en bloque que sobrevive miserable y castizo en el Cuarto Estado de la capital de Espana y que constituye lo esencial de la Humanidad la materia prima 37 Su aparicion en la escena de la novela es casi teatral 38 La moza tenia panuelo azul claro por la cabeza y un manton sobre los hombros y en el momento de ver al Delfin se inflo con el quiero decir que hizo ese caracteristico arqueo de brazos y alzamiento de hombros con que las madrilenas del pueblo se agasajan dentro del manton movimiento que les da cierta semejanza con una gallina que esponja su plumaje y se ahueca para volver luego a su volumen natural Benito Perez Galdos Fortunata y Jacinta Max Estrella mendigo filosofo y ciego antitesis del neocasticismo hidalgo que habia puesto de moda el propio Valle Inclan con su marques de Bradomin 39 fija la idea universal de un casticismo madrileno hijo de Larra y de Goya filtrado por los espejos deformantes del callejon del Gato 40 41 Para muchos estudiosos Figaro el seudonimo favorito de Larra representaria la antitesis del casticismo madrileno Sin embargo muchos de sus quiza mal llamados articulos de costumbres describen con ojo critico rasgos esenciales de una galeria de tipos madrilenos una galeria y una mirada que antes fueron privilegio de un Goya y despues lo serian de un Galdos Apunta Max Aub que a esa mirada de Larra lucidamente patriotica 42 se debe quiza la mas sutil y certera definicion del casticismo madrileno e 43 44 Escribir como escribimos en Madrid es tomar una apuntacion es escribir un libro de memorias es realizar un monologo desesperante y triste para uno solo Escribir en Madrid es llorar es buscar voz sin encontrarla como en una pesadilla abrumadora y violenta Porque no escribe uno siquiera para los suyos Quienes son los suyos Quien oye aqui Mariano Jose de Larra 1836 Escenarios Editar Grupo de madrilenos en la extinta romeria de la Cara de Dios 1898 El casticismo madrileno mas proclive a la escena de genero o al cuadro de costumbres que a la reflexion unamuniana ha germinado a lo largo de los siglos en una variada sucesion de escenarios tan heterogeneos como intensos en ocasiones 45 De entre los mas topicos cronistas e historiadores coinciden en diferenciar 46 Las verbenas romerias y fiestas patronales entre las mas populares las de San Cayetano y San Lorenzo San Isidro y la Paloma f las Mayas Santiago el Verde y la verbena de San Antonio de la Florida Los festejos sangrientos herederos del saltimbanqui minoico y del auto de fe de plaza y Corte tan madrileno aunque no exclusivo g 47 es decir las corridas de toros 48 elemento grafico excepcional del escaparate castizo goyesco 28 Las ferias mercados y mercadillos 49 Las tertulias de cafe coda natural de las noches de teatro cuna del esperpento y la gregueria Ademas de los escenarios populares metropolitanos y mas o menos oficiales en la ciudad de Madrid 50 con fenomenos tan historicos como los corrales o tan endemicos como el teatro por horas y los teatros de verano 51 Tambien y como un hongo misterioso brota el casticismo madrileno en las Revoluciones aunque no queda claro su origen heroico en apariencia o quiza simplemente barbaro cuando no cumplis el deber primordial de poner en la materia que labrais el doble cuno de vuestra inteligencia y de vuestro corazon y os zambullis en la barbarie casticista que pretende hacer algo por la mera renuncia de lo universal h siempre y cuando la historiografia acepte las propuestas retoricas de un Abel Martin o su discipulo Juan de Mairena 52 En la musica EditarA pesar de ser considerado por los melomanos como un baile universal parece irreversible la conclusion de que el chotis es el baile madrileno por excelencia i 53 Tambien destacan en la historia musical del casticismo de la capital de Espana un punado de canciones protagonizadas por floristas publicadas en el siglo veinte La violetera Clavelitos o Los nardos de la revista Las leandras estrenada en 1931 todas ells recuperadas en el musical Por la calle de Alcala de 1983 En otro orden musical algunos autores y criticos en el colmo quiza de la egomania han querido relacionar fenomenos efimeros como la llamada Movida madrilena con el nuevo casticismo tribalista 54 55 Fecha de caducidad EditarDesde mediado el siglo veinte y de forma periodica los mas diversos analistas comentaristas periodistas y protosociologos emiten sus propuestas y juicios sobre la permanencia o extincion indistintamente y segun los gustos o las tesis del fenomeno del casticismo madrileno 56 Un rumor sordo parece acompanar al caos en tanto las reflexiones ya clasicas de un Fernando Fernan Gomez o un Luis Carandell libran batalla perdida con las conclusiones sin retorno de los Umbral los Alpuente o hispanistas como Edward Baker 57 Vease tambien EditarIndumentaria tradicional de Madrid Madrid galdosiano Madrid goyesco Historia de Madrid Wikimedia Commons alberga una galeria multimedia sobre Escenas populares madrilenas 1860 1923 Notas Editar Sobre el marasmo actual de Espana cap VI Gaspar Gomez de la Serna en su estudio sobre Francisco de Goya 1969 en la Espana de la Ilustracion describe la llegada del pintor al Madrid de 1773 eje de la operacion ilustrada meta del joven Goya y centro de la inmensa Monarquia espanola como una villa llena de pretendientes que manejaban con esperanza incansable la Guia de solicitantes para hallar un empleo en la Corte de forasteros que se alojaban como podian porque no habia mas posadas publicas o mesones que los contados del Caballero de Gracia de Los Panos de La Media Luna de Paredes de la Torrecilla del Peine de San Blas del Toro y alguno mas que no bastaban ni con mucho para acomodar a toda aquella poblacion flotante Si abundaban en cambio las llamadas posadas secretas es decir casas particulares que admitian uno o dos huespedes y se reconocian desde la calle por un papel amarrado a una esquina del balcon y en donde por cinco reales se podia mal vivir A excepcion quiza de heteronimos de Larra como Andres Niporesas o el propio Figaro Compuesta en 1986 por Luis Mendo y Bernardo Fuster lideres del grupo madrileno Suburbano Del articulo Horas de invierno publicado en El Espanol Diario de las Doctrinas y los Intereses Sociales n º 420 el domingo 25 de diciembre de 1836 Donde vas con manton de Manila Donde vas con vestido chine A lucirme y a ver la verbena Y a meterme en la cama despues Y si a mi no me diera la gana De que fueras del brazo con el Pues me iria con el de verbena Y a los toros de Carabanchel Comenta Joseph Perez en su estudio sobre la Inquisicion espanola que unos dias antes de la celebracion de un auto de fe se leia una proclama publica en la que se invitaba a la poblacion a asistir a el Y cita como ejemplo el bando que en el de Madrid de 1680 leyo el pregonero leyo por calles y plazas Se informa a los habitantes de Madrid sede de la corte de Su Majestad de que el Santo Oficio de la Inquisicion de la villa y reino de Toledo celebrara un auto de fe publico en la plaza Mayor el domingo 30 de junio con esta ocasion el soberano pontifice concede gracias especiales e indulgencias a todos los que asistan Juan de Mairena en el Diario de Madrid el 20 de enero de 1935 Como la propia esencia del casticismo madrileno sugiere el chotis se baila en una baldosa sin desplazamientos donde la pareja gira sobre su eje una suerte de danza estatica egocentrica ajena al resto del universo Referencias Editar Huerta Calvo Javier 1994 En la prehistoria del Madrid castizo Estudios sobre Carlos Arniches coord por Juan A Rios Carratala en Dialnet p 151 161 ISBN 84 7784 102 0 Consultado el 12 de abril de 2017 1994 Madrilenismo DLE Consultado el 9 de abril de 2017 Amor o apego a lo madrileno Caro Baroja 1980 pp 11 y 61 77 Simon Diaz 1994 p 67 Alvar Ezquerra 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madrileno Amo a Madrid como ciudad No soy un castizo un madrilenista cultivador del tipismo Pero creo que si Madrid ha tenido genio no es ahora con su aspecto de ciudad sudamericana sino cuando era un lugaron y corte a la vez Carandell 1995 Ramon Gomez 1988 p 94 Gaspar Gomez 1969 p 31 Deleito 1988 pp 10 13 y 48 55 Deleito 2005 pp 177 180 Mesonero 1861 pp 194 197 Gea 2002 p 153 de Repide 2011 pp 353 a 355 Cansinos Assens 2005 Baroja Pio 1934 Espasa Calpe 1972 ed Las noches del Buen Retiro Madrid Austral p 51 y ss ejemplo cita Caro Baroja 1980 pp 291 315 Gimenez Caballero 2005 pp 59 y 212 a b Calvo Serraller 1997 Gaspar Gomez 1969 pp 199 203 Martinez Reverte Jorge M 2004 Critica ed La Batalla de Madrid 1ª edicion Barcelona ISBN 978 84 8432 871 1 Lopezarias German 1986 El Madrid del No pasaran Madrid Avapies pp 11 13 ISBN 8486280168 Un Madrid insolito donde se dieron cita los mayores absurdos y donde en la anarquia de la guerra el miedo se ensenoreo del animo de todos haciendo heroes a la 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segun la cita de Ortega y Gasset La dualidad entre villa y corte fue el origen de los problemas subraya A proposito de si existe un casticismo madrileno no reaccionario el profesor neoyorquino responde Sinceramente creo que no pese a que en algun momento la zarzuela tuvo un tono popular Bibliografia EditarArniches Carlos Jose Montero Padilla ed Del Madrid castizo 2004 edicion Madrid Catedra ISBN 978 84 376 0143 4 Consultado el 9 de abril de 2017 Caro Baroja Julio 1980 Temas castizos Madrid Akal ISBN 9788470901027 Consultado el 10 de abril de 2017 Barrera Antonio 1983 Cronicas del genero chico y de un Madrid divertido Madrid El Avapies ISBN 84 86280 02 8 Calvo Serraller Francisco 1997 Homenaje a Francisco de Goya y Ramon Gomez de la Serna Circulo de Lectores Cansinos Assens Rafael 2005 La novela de un literato 3 tomos Madrid Alianza Archivado desde digital el original el 11 de abril de 2017 Consultado el 10 de abril de 2017 Carandell Luis 1995 Madrid Madrid Alianza ISBN 978 84 206 4676 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