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Indumentaria tradicional de Madrid

La indumentaria tradicional de Madrid es el conjunto de vestimenta, trajes y complementos que se han llevado en la ciudad de Madrid desde su designación como capital de España, y su evolución a lo largo de los siglos.[1]

Dibujo (alegoría del Madrid de la segunda mitad del siglo XIX) con varios tipos castizos ante el Café Suizo (a la derecha de la imagen puede verse un cartel de la proclamación de la República Federal que sitúa la época en 1873).

Buena parte del conjunto de la obra de los pintores y grabadores vecinos del Madrid del Siglo de Oro, la Ilustración, el periodo romántico y el Madrid galdosiano, han dejado una rica documentación visual de la evolución del vestir y las modas en la capital de España. Entre los referentes de más excepcional factura hay que mencionar los tipos recogidos en la obra de Francisco de Goya, hasta el punto de identificarse así el modo de vestir de los llamados luego personajes goyescos de sus cartones para tapices y sus series de Caprichos o escenas taurinas.[2][3]

Historiografía

Además de la iconografía producida durante cinco siglos y de los ejemplos conservados en instituciones como el Museo de Artes y Tradiciones Populares, instalado desde 2010 en una corrala de la calle de Carlos Arniches junto al Rastro de Madrid,[4][5]​ una de las fuentes más completas e interesantes sobre la indumentaria tradicional típica de la capital de España y las poblaciones de su entorno geográfico, han sido las "colecciones españolas de trajes" que se pusieron de moda en la segunda mitad del siglo XVIII.

La primera colección española de trajes, una colección de 86 estampas del grabador Juan de la Cruz Cano y Olmedilla, data de 1777. Obra concebida como un magno catálogo, continuó publicándose hasta 1788 con el título de Colección de trajes de España, tanto antiguos como modernos, que comprehende todos los de sus dominios, pero quedaría inconclusa con la muerte del autor.[6]​ Para los dibujos contó con la colaboración de su sobrino Manuel de la Cruz, Antonio Carnicero, Luis Paret y otros artistas menos conocidos,[7]​ y reunía un conjunto muy amplio de trajes de los diferentes estratos sociales desde el pueblo más humilde a la más soberbia nobleza.

En 1794 se publicó en el mercado español otro interesante referente, obra de Cesare Vecellio, con 48 estampas dedicadas al traje español, dentro de la Colección de trages que usan todas las naciones conocidas hasta el siglo XVI, dibujadas por Ticiano y Cesar, su hermano, en varios tomos. Obras complementarias en ese periodo del cambio de siglo serían también: la Bestimenta que usan los contabandistas españoles, dibujada y grabada por Marcos Téllez, y toda una serie de estampas críticas o satíricas que ironizaban sobre la moda.[nota 1][8]

Antonio Rodríguez

 
Estampa de Antonio Rodríguez, publicada en 1801, representando el modo de vestir de un mozo de tahona en el Madrid del umbral del siglo XIX.

Otro conjunto interesante entre las ediciones de colecciones de trajes son las 38 estampas que realizó Antonio Rodríguez sobre tipos madrileños muy variados (desde elegantes damas y caballeros hasta humildes menestrales y mendigos de ambos sexos). Una obra que ha sido impresa en diferentes y numerosas ediciones, a la que cabría añadir otras catorce estampas sueltas, que probablemente formaron parte de una serie que quedó inacabada. El mismo autor publicaría en 1804 otra colección de estampas, ahora ya con el título específico de Modas de Madrid. [9]

Evolución histórica

 
Vestido de gala de una dama de la corte española hacia 1530. Ilustración de Christoph Weiditz, para el Trachtenbuch (Museo Nacional Germano).

Pueden diferenciarse varios segmentos históricos básicos en la evolución de la indumentaria tradicional en Madrid. Un primer periodo de fusión, simbiosis de las tres culturas -castellana, judía y árabe-, común al reinado de la Casa de Austria en lo político y al Siglo de Oro Español en lo cultural, que en lo que a trajes y modos de vestir atañe podría definirse como periodo de negro, sobrio, elegante y 'socialmente oscuro'. La Casa de Borbón y la asimilación del comercio con las posesiones de Ultramar, sin llegar a suponer una ruptura en la indumentaria tradicional, aportaron cierta variedad y fantasía que a lo largo del siglo XVIII pudo desembocar en el vestir madrileño en una estética mixta de lo castellano y lo foráneo, que representada en el traje de majo y maja, se conocería luego como estilo goyesco. La moda francesa, fruto de su Revolución,[10]​ daría como resultado un segundo gran periodo de fusión representado en su fase de formación por la moda Ilustrada y la subsiguiente moda importada de la Europa romántica. Obsérvese que a partir del siglo XIX ya se puede hablar efectivamente de modas, a la vez que el fenómeno de la indumentaria tradicional de los habitantes de Madrid se 'socializaba'.[11]​ El último periodo que puede todavía aceptar la denominación de tradicional -en lo que a usos y costumbres en el vestir corresponde- se extiende a lo largo del siglo XX, aunque solo se puede hablar de modo tradicional de vestir de los madrileños en la primera mitad de ese siglo. El resto aún no es Historia.

De 'Magerit' a capital de un imperio

La población mixta de castellanos viejos, judíos y moriscos que vio cómo su modesta villa recibía el título de capital de las Españas no ha dejado grandes ejemplos de su indumentaria, pero los estudiosos del tema coinciden en suponer una mezcolanza de prendas sobrias y oscuras (de los castellanos) con otras más ricas en color y diseños (de los judíos) y la tradicional vestimenta de los moriscos redimidos y cristianos nuevos. De los supervivientes de la aljama madrileña tras los ajustes de cuentas de los Reyes Católicos, queda alguna orientación en relación a su vestimenta en los Libros de Acuerdos del Concejo madrileño (1464-1600) y en obras como las Contribuciones documentales a la historia de Madrid, de Agustín Millares Carlo. Un estudio de José Castellanos sobre el Madrid de los Reyes Católicos, recoge párrafos como aquel en el que se advierte a la comunidad sefardí que "non tengan nin vendan paños nin otras cosas en casas nin en tiendas, guardando la ley de Toledo, salvo los moros que van a labrar a las casas, que pueden comer donde labran, como es costumbre".[12]​ De ellos se pueden sacar escasas conclusiones, pero sí confirmar la coexistencia en una política de estricto apartheid que parece conllevar la supervivencia de una indumentaria tradicional profundamente enraizada; es notable la paradoja de que a pesar de ello, elementos de la tradición árabe como los zaragüelles usados por los hombres y el velo usado por las mujeres para cubrirse la cabeza o el rostro, se hicieran extensivos -no solo en Madrid- al común de los habitantes de la península.[10]

Para hacerse una idea del vestir de los castellanos viejos en el Madrid que iba a recibir el 'privilegio' capitalino de manos del nieto de los católicos Reyes, pueden valer estas directrices del Concejo municipal en la indumentaria con motivo de las honras fúnebres por el fallecimiento del príncipe don Juan: "los porteros del Ayuntamiento llevaban ropones de xerga con sus capillas; los regidores vestían una loba con cola e capirote e ropón (para cuya confección eran necesarias veinte varas de paño de a cient maravedís la vara y quarenta de xerga). Tras estas honras fúnebres era obligatorio el luto, es decir que ninguna persona non sea osado de traer bonete de color, nin ninguna mujer de quitar las tocas negros. Las escasas referencias pictóricas del pueblo de Madrid en tan lejanas fechas (siglos XVI e inicio del XVII) dan la impresión, en lo que a la indumentaria corresponde, de que siempre había una honra fúnebre que respetar y un luto que mantener.[13]​ Mucha más documentación se conserva de la indumentaria de la Corte española y del clero afincado en los conventos de Madrid y demás instituciones eclesiásticas o administradas por la Iglesia. Pero la influencia de la vestimenta de los ricos en la del pueblo llano aún tardaría en llegar.[14]

El traje castellano

Enraizado en la fusión de las tres culturas (cristiana, judía y árabe), puede hablarse del traje castellano, común en el medio rural de la provincia de Madrid, y que fue imponiendo algunas de sus características en el modo de vestir de la capital a medida que fue incrementándose el éxodo de campesinos a la villa y corte.[15]

Mujeres

En el caso de la mujer, el esquema de la vestimenta básica incluía:

  1. Para la ropa interior: camisas, chambras de dormir, justillos, corsés y sobrecorsés, en lo que corresponde al busto. Y pololos, enaguas, refajos y faldas de abajo (o sobreenaguas), como elementos del talle.
  2. Para la ropa externa: se cubría el busto con chambras y blusas, diversos tipos y modelos de mantones, mantoncillos, pañuelos de talle y, como elementos elegantes, con las toquillas y el mantón de Manila. La cabeza, además de cubrirse con los aludidos mantos y mantillas, podía tocarse con una amplia variedad de pañuelos y sobreros. En cuanto al talle: faldas, faltriqueras y delantales.[16]
  • Descripción genérica de una mujer con traje castellano típico: un manteo bordado con sobrefalda y enaguas bordadas, medias caladas, mantón bordado y alfombrado o, en su defecto, mantón de "milflores" típico de la Serranía madrileña. Lo complementa el zapato negro con lazo, y un sencillo peinado consistente en un moño partido, a veces con "rodetes" o "moño de picaporte" según sea la zona de la Serranía o de la Campiña.

Hombres

La vestimenta básica de un hombre, en contra de lo que pudiera suponerse, era más sencilla en prendas interiores y más amplia en el vestido exterior.

  1. La ropa interior del varón se reducía a camisolas, camisetas, calzoncillo y fajas blancas.
  2. En el exterior, el busto del hombre podía cubrirse con camisas, chalecos, blusas, chaquetas, trajes, chaquetones y pellizas, capas, mantas de campo, jersys y, como complemento, pañuelos de cuello. El talle varonil disponía de pantalones, zajones, correíllas y fajas. Para la cabeza había boinas y viseras, sombreros de muy variados y distintos tipos, monteras, pasamontañas, tapabocas y bufandas.
  3. También pueden incluirse dentro de la vestimenta varonil, las alforjas y los zurrones.[17]
  • De modo genérico, un hombre ataviado con cierto esmero (no en traje de trabajo o faena), puede describirse así: calza las típicas alpargatas, albarcas de cuero o zapato negro para las grandes celebraciones y festividades. Se cubre con un terno compuesto de pantalón hasta la rodilla de paño marrón o negro, chaleco bordado con adornos de plata y camisa de punto bordada, ya sea de punto segoviano o del bordado de Lagartera. Encima de todo ello, viste chaqueta y pañuelo "de hierbas", la tradicional capa castellana (o española), o la manta arriera. Puede ir tocado de sombrero calañés y suele ser preceptiva la faja bordada, generalmente negra, roja o blanca.[18]

Calzado

Con elementos comunes a los dos sexos -con cierta preponderancia para el masculino-, el traje castellano dispone de medias y calcetines, peales, abarcas, alpargatas, chanclos o zocos, botines, botas y borceguíes, zapatos, o leguis y polainas.[19][20]

Fusión goyesca

 
Personajes con indumentaria goyesca en el baile-juego de La gallina ciega, pintados por Goya en 1789. Museo del Prado (Madrid).

Puede considerarse así el traje usado en Madrid desde la segunda mitad del siglo XVIII hasta mediados del siglo XIX y que fue adoptado por las clases altas copiándolo de los trajes populares, siguiendo en parte las consignas de sobriedad y populismo exportadas a toda Europa por la Revolución Francesa.[21][22]

Fundiendo recursos tradicionales en el vestir comunes a gran parte de las regiones de España con modas extranjeras traídas por la nobleza y las casas reales, el sin embargo inconfundible 'traje goyesco' hace gala de una riqueza y variedad casi abrumadoras. Simplificando mucho:

 
Autorretrato de Goya con tricornio.

La mujer 'goyesca' luce un corpiño ajustado en tejidos ricos (casi siempre terciopelos) muy escotado y un pañuelo, pañoleta, chal o mantón que lo envuelve o cubre parcialmente; camisa de mangas con farol en los hombros y luego ajustadas; redecilla a la cabeza o pelo con caprichosos peinados y adornos de cintas (del tipo caramba); conjunto de faldas de vuelo desde la cintura, y ocasionalmente, mandil. Los más trabajados van bordados, tanto la falda como el corpiño. Complementos habituales son la toquilla y la peineta.[23]

El majo u hombre goyesco viste esencialmente camisa blanca, fajín, chaquetilla corta abotonada y adornada con bordados (o chaleco); pañuelo al cuello haciendo juego con el fajín; pantalón ajustado y llega hasta debajo de las rodillas, mostrando las calzas o medias blancas. También usa redecilla bordada negra a la cabeza, rematada por una borla o "madroño" en su extremo. Se complementa con la capa castellana (o española) y la manta, y diferentes tipos de tricornio para adornar o proteger la cabeza.

Ilustrados y románticos

Esquilache y la moda

 
Grabado de los momentos previos al motín de Esquilache de 1766. Los madrileños cambian a regañadientes su capa larga y sombrero chambergo por la capa corta y el sombrero de tres picos.

Una de las convulsiones históricas de carácter social que afectaría a la moda en el vestir de los madrileños del siglo XVIII fue el edicto y subsiguiente motín de 1766, que pretendió prohibir el uso de la capa larga y el sombrero chambergo, imponiendo la capa corta y el sombrero de tres picos.[24][10]

Vestimenta de interior

El Romanticismo, en la médula espinal del siglo XX, supuso para ropa interior de la mujer el primer gran paso hacia la fantasía y la variedad.[25]​ El Museo del romanticismo de Madrid, conserva algunas colecciones ejemplares de la moda indumentaria durante ese periodo en la capital española.[26]

En un curioso relato de 1867, titulado La Mariposa, puede leerse este sugerente encabezado:

Nací en la muy noble corte de Madrid en el año de gracia de 1863, y bautizado con el nombre de Miriñaque de nesgas. Fui concebido en una tienda de la calle de la Montera (...). Salí de la tienda en piezas separadas y fui a parar a las delicadas manos de una modesta 'miriñaquera'

El Madrid galdosiano

La crónica viva -y superviviente- del modo de vestir de los vecinos de Madrid quedó referida con objetividad y generosidad en la obra de dos escritores: Ramón de Mesonero Romanos y Benito Pérez Galdos,[27]​ entre otros muchos (desde Lope de Vega a Don Ramón de la Cruz), aunque quizá con menos volumen documental.[28]

Sirva como ejemplo la cita de Galdós en el segundo libro de los Episodios Nacionales, La Corte de Carlos IV, cuando el joven protagonista (Gabriel de Araceli) describe así a la condesa de X, alias Amaranta:

"...No conservo cabal memoria de sus vestidos. Al acordarme de Amaranta, me parece que los encajes negros de una voluminosa mantilla, prendida entre los dientes de la más fastuosa peineta, dejan ver por entre sus mil recortes e intersticios el brillo de un raso carmesí, que en los hombros y en las bocamangas vuelve a perderse entre la negra espuma de otros encajes, bolillos y alamares. La basquiña del mismo raso carmesí y tan estrecha y ceñida como el uso del tiempo exigía, permite adivinar la hermosa estatua que cubre; y de las rodillas abajo el mismo follaje negro y la cuajada y espesa pasamanería terminan el traje, dejando ver los zapatos, cuyas respingadas puntas aparecen o se ocultan como encantadores animalitos que juegan bajo la falda. Este accidente hasta llega a ser un lenguaje cuando Amaranta, atenta a la conversación, aumenta con el encanto de su palabra los demás encantos, y añade a todas las elocuencias de su persona la elocuencia de su abanico".[29]

Tipos galdosianos vistos por Gustave Doré en 1862

De majos, castizos y manolos a "chulapos"

Desde mediados del siglo XX se ha tendido a confundir la tradicional indumentaria madrileña con una variante localista del traje típico, la ropa más o menos "castiza" de los chulapos y chulapas (también llamados manolos y manolas, herederos cosmopolitas de majos y majas del siglo XIX).

Fijado por populares zarzuelas y sainetes de finales del siglo XIX y principios del siglo XX , como La verbena de la Paloma, el traje, de modo esquemático y tópico se presenta así: los "Felipes" o "pichis" lucen chaquetilla o chaleco -con imprescindible clavel en la solapa-, pantalones oscuros y ajustados, gorra a cuadros blanquinegros (la parpusa cañí), botines y pañuelo blanco al cuello. Las "Mari Pepas" o "Palomas" llevan el pelo recogido en un moño alto que cubren con un pañuelo a la cabeza -que las hace más altas y coronadas- que adornan indefectiblemente con clavel rojo o blanco; el torso cubierto por blusa blanca y ajustada, y de cintura para abajo con falda de lunares, o la opción del vestido completo de lunares desde la garganta hasta los pies; como complemento castizo más singular, la mantilla o el mantón de Manila.

Breve glosario

Siguiendo algunos manuales y estudios sobre la historia de la vestimenta en España[30]​ y la indumentaria tradicional,[31]​ pueden describirse prendas y complementos básicos como pudieron ser:[32]

  • Alpargata, calzado popular por excelencia, con suela de esparto (cuerda y cáñamo), puntera y talón de tela de loneta que servían para ajustar el talón y los dedos de los pies, que quedada fijada con un juego de cintas (vetas) cruzadas sobre el empeine y el tobillo. Se ha fijado su origen en la época de la ocupación musulmana.
  • Basquiña, era una falda exterior común en el traje de corte como en el popular, fruncida en la cintura, que con el tiempo fue modificando su forma, tejido, decoración y uso. A partir del siglo XIX, solo se llama así la falda de color negro que se usa para salir a la calle.
  • Blusa, prenda que se impuso en el siglo XIX como un tipo de camisa holgada, que llegaba de los hombros hasta debajo de la cintura, abierta por delante en su totalidad o bien hasta la mitad, y ajustada a la cadera con una vuelta o una cinta. También podía remeterse bajo la faja.
  • Calzones o calzas de hombre, prenda de origen renacentista similar al leotardo, pero que solo abarcaba de la cintura a las rodillas.
  • Bragas -prendas que no se corresponden con lo que luego se llamaría así-, eran unos complementos de lana o algodón que podían cubrir el pie y la pierna (bragas o medias) o solo la pierna (bragas redondas y taloneras). Se tejían a mano.
  • Calzón se llamó a partir de un momento a la "pieza con dos perneras unidas en la parte superior en una sola pieza que se va estrechando progresivamente hacia los rodillas y sujeta con una tira a modo de cinturón con la suficiente amplitud para permitir los movimientos del cuerpo". Disponía en la parte inferior de las perneras de unas aberturas que podían cerrarse con botones o vetas, cubriendo las rodillas. Podía vestirse como prenda aislada o a juego con la chaqueta. Dependiendo de su uso podía estar tejida de lana, algodón o seda.
  • Camisa, era la prenda interior de lino o algodón de manga larga y muy ancha, que, fruncida, podía llegar a cubrir desde los hombros hasta las rodillas. Se cerraba en el cuello con botones.
  • Capa, prenda de abrigo por excelencia, larga y suelta, con grandes vuelos y sin mangas. Podía llegar hasta los tobillos y ocasionalmente disponer de un capín o esclavina superpuesto a la altura de los hombros que llegaba hasta los codos. Fabricada en diversos tejidos, desde el paño al terciopelo.
  • Casaca, una prenda entallada, con largos faldones hasta las corvas y abierta por delante, que se ponía sobre la camisa y la chupa. Dichos picos, alas o faldones, similares a los del frac, podían estar armados con varillas o rellenos que les daban cierta rigidez.[nota 2]​ Tanto los faldones como las mangas se estrecharon de modo progresivo hasta quedar ceñidos. En el caso de las mujeres, la casaca era una prenda más corta de mangas y de faldillas, aunque inspirada en la masculina, disponía también de pliegues y abertura en la espalda.
  • Cofia o 'redecilla', típica en la vestimenta de los majos, consistía en una funda, bien de red o de tela, que quedaba ajustada a la cabeza para recogerse el pelo. El modelo más típico de la estética goyesca estaba decorado con borlas en la punta y un gran lazo en la parte superior.
  • Chaleco, pieza sin mangas y con escote para el busto, que se abrocha de arriba abajo. El modelo más elegante solía disponer de un cuello con tirilla alta acompañado de solapas triangulares, botones de latón o plata, tejidos de sedas vistosa y terciopelos con rayas flores u otro tipo de dibujos.
  • Chupa, era una prenda de abrigo, bien ajustada con botones delanteros, para vestir sobre la camisa y debajo de la casaca. A veces podía tener mangas y el largo varió con el tiempo: primero llegaba hasta casi la rodilla y poco a poco fue acortándose. Puede considerarse el precedente del chaleco -sin mangas y solo hasta la cintura. Caso de llevar cuello, es triangular o rectangular, y se puede adornar con pasamanería, cordones y borlas.
  • Faja, lienzo o tira de entre 30 y 50 cm de ancha y unos dos metros de largo, tejida en algodón, lana o seda de variado colorido y dibujos (rayas, rombos, espiguillas). Indispensable para sujetar los zaragüelles o pantalones y proteger la zona lumbar.
  • Jaqueta,[33]​ la tradicional casaca de tela acolchada y solapas de los majos, bien ajustada al talle y con faldones cortos que dejaban las piernas al descubierto. Se llevaba sobre el jubón.
  • Jubón, prenda interior masculina rellena de algodón, lana o borra y ceñida a los brazos y al busto. Se llevaba sobre la camisa y sus mangas tenían la peculiaridad de estar confeccionadas de forma independiente. El jubón femenino se llevaba siempre como prenda exterior.
  • Ligas, tiras de casi un metro y rematadas a veces con borlas o flecos, que se colocaban en la pierna como sujeción donde terminaba la calza, rodeándola hasta anudarla con un lazo. Fabricadas en tela, las más finas podían ser de seda.
  • Mantilla, complemento de paño, blonda o de otros tejidos y larga tradición no solo en Madrid sino en toda España, utilizado por la mujer para cubrirse la cabeza o protegerse del frío (con posibles reminiscencias en la población árabe de la península ibérica). Fabricado en seda, lana u otro tejido, adquirió cierta fantasía desde el siglo XVIII hasta el último tercio del siglo XIX.
  • Mitón, complemento femenino compuesto por una pieza enrejada que cubre el brazo del codo a la mano (hasta la mitad del pulgar y el comienzo de los otros dedos).
  • Muselina, era un tejido de algodón en ligamento tafetán. Fino e imitando a la seda gracias a la delgadez de sus hilos que hizo posible la hiladora de 1779, inventada por Samuel Crompton.
  • Pantalón largo, prenda que tomo la estructura del calzón corto alargándose de forma recta hasta los tobillos, y que comenzó a usarse en el siglo XIX, complementándose con blusas, chalecos y "jupeses".
  • Vestido camisa se llamaba al vestido entero y de amplio escote, con la peculiar característica de su talle alto marcado bajo el pecho. La falda volaba suelta, por lo general confeccionada en muselina de algodón. Aparece en la vestimenta femenina desde finales del siglo XVIII al inicio del XIX.
  • Zapato, calzado de cierto lujo, por lo general de color negro, con suela de cuero y el resto de piel o de algún tejido, era característica su lengüeta alta adornada con un lazo o hebilla.
  • Zaragüelles, calzones de lino o algodón de dos perneras muy anchas ceñidos a la cintura por una cinta. Cubrían desde las rodillas a la cintura, con un cuadrado de tela a la altura de la entrepierna para a darle holgura. El tradicional «saragüell» blanco, podía cubrirse en invierno con otro más corto de lana negra.

Véase también

Notas

  1. En el Museo Municipal de Madrid se conservan algunas tan sugerentes como las subtituladas "Petimetra en el Prado de Madrid" o "El perfecto currutaco".
  2. Imagínese un pingüino o el atuendo tradicional de Groucho Marx.

Referencias

  1. González Casarrubios, 2003, pp. 23-25.
  2. Gaspar Gómez de la Serna: Goya y su España. Alianza Editorial, Madrid, 1969. ISBN 978-84-206-1185-3
  3. Caro Baroja, Julio (1980). «Los Majos». En AKAL, ed. Temas castizos. Itsmo. pp. 23-75. ISBN 9788470901027. Consultado el 8 de mayo de 2015. 
  4. Sitio del Centro Cultural Consultado en enero de 2015
  5. Video del museo y Centro Cultural La Corrala de la Universidad Autónoma de Madrid (1'43") Consultado en enero de 2015
  6. «Ficha 179. Cruz Cano y Olmedilla, Juan de la (1734-1790)». Biblioteca nacional de España. Consultado el 23 de marzo de 2015. 
  7. . Biblioteca Digital d'Història de l'Art Hispànic. Archivado desde el original el 23 de septiembre de 2015. Consultado el 26 de abril de 2015. 
  8. Antonio Rodríguez, 1801, pp. XV-XVI.
  9. Antonio Rodríguez, 1801, pp. XVIII-XIX.
  10. González Casarrubios, 2003, p. 18.
  11. González Casarrubios, 2003, p. 19.
  12. Castellanos, 2005, pp. 95-9.
  13. Castellanos, 2005, pp. 139-140.
  14. Hencinarys (29 de marzo de 2015). «La moda española en el Siglo de Oro (Exposición 2015)». Opus Incertum. Consultado el 1 de mayo de 2015. 
  15. González Casarrubios, 2003, p. 56.
  16. González Casarrubios, 2003, pp. 56-57.
  17. González Casarrubios, 2003, p. 57.
  18. Sousa, 2007, pp. 180-187.
  19. Hencinarys (29 de marzo de 2015). «Significado de «legui» en el DRAE». Opus Incertum. Consultado el 1 de mayo de 2015. 
  20. González Casarrubios, 2003, p. 58.
  21. Moda 1808, 2015.
  22. Rodrigo, Antonina (1987). «VII». Figuras y estampas del Madrid goyesco. Madrid: El Avapiés. pp. 83-107. ISBN 8486280222. 
  23. Gómez del Val, Raquel. «Traje de maja». Museo del Traje. Consultado el 1 de mayo de 2015. 
  24. Macías Delgado , Jacinta (1988). «El Motín de Esquilache a la luz de los documentos». Centro de Estudios Constitucionales. ISBN 8425907985. 
  25. Pena, Pablo. «Romanticismo (1825-1870): Ropa interior femenina». Historia del Traje. Consultado el 9 de mayo de 2015. 
  26. Torres González, Begoña. «Museo del Romanticismo: Itinerario». Museo del Romanticismo. Consultado el 9 de mayo de 2015. 
  27. González Casarrubios, 2003, p. 25.
  28. . «Basquiña». Centro Virtual Cervantes. Consultado el 1 de mayo de 2015. 
  29. Pérez Galdós, Benito. Episodio Nacional n.º 2 serie 1. La Corte de Carlos IV. Cap.V.
  30. Gutiérrez García, 2005, p. glosario.
  31. González Casarrubios, 2003, pp. 139-157.
  32. Sousa, 2007, pp. 289-302 y 443-473.
  33. Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española. «jaqueta». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). Consultado el 4 de junio de 2015. 

Bibliografía

  • Castellanos, José Manuel (2005). El Madrid de los Reyes Católicos. Madrid: La Librería. ISBN 8496470105. 
  • Gaspar y Roig (1851). «Los españoles pintados por sí mismos». Consultado el 28 de abril de 2015. 
  • González Casarrubios, Consolación (2003). «Indumentaria popular». Indumentaria, música y danza popular en la Comunidad de Madrid (vol. I). Madrid: Comunidad de Madrid, Consejería de la Artes. Dirección General de Promoción Cultural. pp. 15 - 159. ISBN 8445125044. 
  • Gutiérrez García, María Ángeles. «Literatura y moda: la indumentaria femenina a través de la novela española del siglo XIX». Universidad de Murcia: Revista tonosdigital n.º 9 (junio 2005). Consultado el 23 de mayo de 2015. 
  • Rodrigo, Antonina (1987). Figuras y estampas del Madrid goyesco. Madrid: El Avapiés. 
  • Martínez, María Luisa (1994). Fundación Amigos de Madrid, ed. Bibliografía de Madrid. La Librería. ISBN 848729071X. 
  • Rodríguez, Antonio (1801). Juan Carrete Parrondo, ed. Tipos y modas de Madrid en 1801 (1989 edición). Madrid: Exmo Ayuntamiento de Madrid. ISBN 8478120696. «La colección de trajes de Antonio Rodríguez». 
  • Sáez Piñuela, María José (1962). «La moda en la Corte de Felipe II». Instituto de Estudio Madrileños (cuadernillo) (Madrid). 
  • de Sousa Congosto, Francisco (2007). AKAL, ed. Introducción a la historia de la indumentaria en España. Madrid: Itsmo. p. 462. ISBN 978-84-7090-429-5. 
  • . «Moda en torno a 1808». Museo del Traje. Consultado el 27 de abril de 2015. 

Enlaces externos

  •   Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobre Indumentaria tradicional de Madrid.
  • Sitio web oficial del Museo del Traje
  • El Museo del Traje en Google Art Project
  •   Datos: Q6151540
  •   Multimedia: Traditional costumes of Madrid

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La indumentaria tradicional de Madrid es el conjunto de vestimenta trajes y complementos que se han llevado en la ciudad de Madrid desde su designacion como capital de Espana y su evolucion a lo largo de los siglos 1 Dibujo alegoria del Madrid de la segunda mitad del siglo XIX con varios tipos castizos ante el Cafe Suizo a la derecha de la imagen puede verse un cartel de la proclamacion de la Republica Federal que situa la epoca en 1873 Buena parte del conjunto de la obra de los pintores y grabadores vecinos del Madrid del Siglo de Oro la Ilustracion el periodo romantico y el Madrid galdosiano han dejado una rica documentacion visual de la evolucion del vestir y las modas en la capital de Espana Entre los referentes de mas excepcional factura hay que mencionar los tipos recogidos en la obra de Francisco de Goya hasta el punto de identificarse asi el modo de vestir de los llamados luego personajes goyescos de sus cartones para tapices y sus series de Caprichos o escenas taurinas 2 3 Indice 1 Historiografia 1 1 Antonio Rodriguez 2 Evolucion historica 2 1 De Magerit a capital de un imperio 2 2 El traje castellano 2 2 1 Mujeres 2 2 2 Hombres 2 2 3 Calzado 2 3 Fusion goyesca 2 4 Ilustrados y romanticos 2 4 1 Esquilache y la moda 2 4 2 Vestimenta de interior 2 5 El Madrid galdosiano 2 5 1 Tipos galdosianos vistos por Gustave Dore en 1862 2 5 2 De majos castizos y manolos a chulapos 3 Breve glosario 4 Vease tambien 5 Notas 6 Referencias 7 Bibliografia 8 Enlaces externosHistoriografia EditarAdemas de la iconografia producida durante cinco siglos y de los ejemplos conservados en instituciones como el Museo de Artes y Tradiciones Populares instalado desde 2010 en una corrala de la calle de Carlos Arniches junto al Rastro de Madrid 4 5 una de las fuentes mas completas e interesantes sobre la indumentaria tradicional tipica de la capital de Espana y las poblaciones de su entorno geografico han sido las colecciones espanolas de trajes que se pusieron de moda en la segunda mitad del siglo XVIII La primera coleccion espanola de trajes una coleccion de 86 estampas del grabador Juan de la Cruz Cano y Olmedilla data de 1777 Obra concebida como un magno catalogo continuo publicandose hasta 1788 con el titulo de Coleccion de trajes de Espana tanto antiguos como modernos que comprehende todos los de sus dominios pero quedaria inconclusa con la muerte del autor 6 Para los dibujos conto con la colaboracion de su sobrino Manuel de la Cruz Antonio Carnicero Luis Paret y otros artistas menos conocidos 7 y reunia un conjunto muy amplio de trajes de los diferentes estratos sociales desde el pueblo mas humilde a la mas soberbia nobleza En 1794 se publico en el mercado espanol otro interesante referente obra de Cesare Vecellio con 48 estampas dedicadas al traje espanol dentro de la Coleccion de trages que usan todas las naciones conocidas hasta el siglo XVI dibujadas por Ticiano y Cesar su hermano en varios tomos Obras complementarias en ese periodo del cambio de siglo serian tambien la Bestimenta que usan los contabandistas espanoles dibujada y grabada por Marcos Tellez y toda una serie de estampas criticas o satiricas que ironizaban sobre la moda nota 1 8 Antonio Rodriguez Editar Estampa de Antonio Rodriguez publicada en 1801 representando el modo de vestir de un mozo de tahona en el Madrid del umbral del siglo XIX Otro conjunto interesante entre las ediciones de colecciones de trajes son las 38 estampas que realizo Antonio Rodriguez sobre tipos madrilenos muy variados desde elegantes damas y caballeros hasta humildes menestrales y mendigos de ambos sexos Una obra que ha sido impresa en diferentes y numerosas ediciones a la que cabria anadir otras catorce estampas sueltas que probablemente formaron parte de una serie que quedo inacabada El mismo autor publicaria en 1804 otra coleccion de estampas ahora ya con el titulo especifico de Modas de Madrid 9 Evolucion historica Editar Vestido de gala de una dama de la corte espanola hacia 1530 Ilustracion de Christoph Weiditz para el Trachtenbuch Museo Nacional Germano Pueden diferenciarse varios segmentos historicos basicos en la evolucion de la indumentaria tradicional en Madrid Un primer periodo de fusion simbiosis de las tres culturas castellana judia y arabe comun al reinado de la Casa de Austria en lo politico y al Siglo de Oro Espanol en lo cultural que en lo que a trajes y modos de vestir atane podria definirse como periodo de negro sobrio elegante y socialmente oscuro La Casa de Borbon y la asimilacion del comercio con las posesiones de Ultramar sin llegar a suponer una ruptura en la indumentaria tradicional aportaron cierta variedad y fantasia que a lo largo del siglo XVIII pudo desembocar en el vestir madrileno en una estetica mixta de lo castellano y lo foraneo que representada en el traje de majo y maja se conoceria luego como estilo goyesco La moda francesa fruto de su Revolucion 10 daria como resultado un segundo gran periodo de fusion representado en su fase de formacion por la moda Ilustrada y la subsiguiente moda importada de la Europa romantica Observese que a partir del siglo XIX ya se puede hablar efectivamente de modas a la vez que el fenomeno de la indumentaria tradicional de los habitantes de Madrid se socializaba 11 El ultimo periodo que puede todavia aceptar la denominacion de tradicional en lo que a usos y costumbres en el vestir corresponde se extiende a lo largo del siglo XX aunque solo se puede hablar de modo tradicional de vestir de los madrilenos en la primera mitad de ese siglo El resto aun no es Historia De Magerit a capital de un imperio Editar La poblacion mixta de castellanos viejos judios y moriscos que vio como su modesta villa recibia el titulo de capital de las Espanas no ha dejado grandes ejemplos de su indumentaria pero los estudiosos del tema coinciden en suponer una mezcolanza de prendas sobrias y oscuras de los castellanos con otras mas ricas en color y disenos de los judios y la tradicional vestimenta de los moriscos redimidos y cristianos nuevos De los supervivientes de la aljama madrilena tras los ajustes de cuentas de los Reyes Catolicos queda alguna orientacion en relacion a su vestimenta en los Libros de Acuerdos del Concejo madrileno 1464 1600 y en obras como las Contribuciones documentales a la historia de Madrid de Agustin Millares Carlo Un estudio de Jose Castellanos sobre el Madrid de los Reyes Catolicos recoge parrafos como aquel en el que se advierte a la comunidad sefardi que non tengan nin vendan panos nin otras cosas en casas nin en tiendas guardando la ley de Toledo salvo los moros que van a labrar a las casas que pueden comer donde labran como es costumbre 12 De ellos se pueden sacar escasas conclusiones pero si confirmar la coexistencia en una politica de estricto apartheid que parece conllevar la supervivencia de una indumentaria tradicional profundamente enraizada es notable la paradoja de que a pesar de ello elementos de la tradicion arabe como los zaraguelles usados por los hombres y el velo usado por las mujeres para cubrirse la cabeza o el rostro se hicieran extensivos no solo en Madrid al comun de los habitantes de la peninsula 10 Para hacerse una idea del vestir de los castellanos viejos en el Madrid que iba a recibir el privilegio capitalino de manos del nieto de los catolicos Reyes pueden valer estas directrices del Concejo municipal en la indumentaria con motivo de las honras funebres por el fallecimiento del principe don Juan los porteros del Ayuntamiento llevaban ropones de xerga con sus capillas los regidores vestian una loba con cola e capirote e ropon para cuya confeccion eran necesarias veinte varas de pano de a cient maravedis la vara y quarenta de xerga Tras estas honras funebres era obligatorio el luto es decir que ninguna persona non sea osado de traer bonete de color nin ninguna mujer de quitar las tocas negros Las escasas referencias pictoricas del pueblo de Madrid en tan lejanas fechas siglos XVI e inicio del XVII dan la impresion en lo que a la indumentaria corresponde de que siempre habia una honra funebre que respetar y un luto que mantener 13 Mucha mas documentacion se conserva de la indumentaria de la Corte espanola y del clero afincado en los conventos de Madrid y demas instituciones eclesiasticas o administradas por la Iglesia Pero la influencia de la vestimenta de los ricos en la del pueblo llano aun tardaria en llegar 14 El traje castellano Editar Enraizado en la fusion de las tres culturas cristiana judia y arabe puede hablarse del traje castellano comun en el medio rural de la provincia de Madrid y que fue imponiendo algunas de sus caracteristicas en el modo de vestir de la capital a medida que fue incrementandose el exodo de campesinos a la villa y corte 15 Mujeres Editar En el caso de la mujer el esquema de la vestimenta basica incluia Para la ropa interior camisas chambras de dormir justillos corses y sobrecorses en lo que corresponde al busto Y pololos enaguas refajos y faldas de abajo o sobreenaguas como elementos del talle Para la ropa externa se cubria el busto con chambras y blusas diversos tipos y modelos de mantones mantoncillos panuelos de talle y como elementos elegantes con las toquillas y el manton de Manila La cabeza ademas de cubrirse con los aludidos mantos y mantillas podia tocarse con una amplia variedad de panuelos y sobreros En cuanto al talle faldas faltriqueras y delantales 16 Descripcion generica de una mujer con traje castellano tipico un manteo bordado con sobrefalda y enaguas bordadas medias caladas manton bordado y alfombrado o en su defecto manton de milflores tipico de la Serrania madrilena Lo complementa el zapato negro con lazo y un sencillo peinado consistente en un mono partido a veces con rodetes o mono de picaporte segun sea la zona de la Serrania o de la Campina Hombres Editar La vestimenta basica de un hombre en contra de lo que pudiera suponerse era mas sencilla en prendas interiores y mas amplia en el vestido exterior La ropa interior del varon se reducia a camisolas camisetas calzoncillo y fajas blancas En el exterior el busto del hombre podia cubrirse con camisas chalecos blusas chaquetas trajes chaquetones y pellizas capas mantas de campo jersys y como complemento panuelos de cuello El talle varonil disponia de pantalones zajones correillas y fajas Para la cabeza habia boinas y viseras sombreros de muy variados y distintos tipos monteras pasamontanas tapabocas y bufandas Tambien pueden incluirse dentro de la vestimenta varonil las alforjas y los zurrones 17 De modo generico un hombre ataviado con cierto esmero no en traje de trabajo o faena puede describirse asi calza las tipicas alpargatas albarcas de cuero o zapato negro para las grandes celebraciones y festividades Se cubre con un terno compuesto de pantalon hasta la rodilla de pano marron o negro chaleco bordado con adornos de plata y camisa de punto bordada ya sea de punto segoviano o del bordado de Lagartera Encima de todo ello viste chaqueta y panuelo de hierbas la tradicional capa castellana o espanola o la manta arriera Puede ir tocado de sombrero calanes y suele ser preceptiva la faja bordada generalmente negra roja o blanca 18 Calzado Editar Con elementos comunes a los dos sexos con cierta preponderancia para el masculino el traje castellano dispone de medias y calcetines peales abarcas alpargatas chanclos o zocos botines botas y borceguies zapatos o leguis y polainas 19 20 Fusion goyesca Editar Personajes con indumentaria goyesca en el baile juego de La gallina ciega pintados por Goya en 1789 Museo del Prado Madrid Puede considerarse asi el traje usado en Madrid desde la segunda mitad del siglo XVIII hasta mediados del siglo XIX y que fue adoptado por las clases altas copiandolo de los trajes populares siguiendo en parte las consignas de sobriedad y populismo exportadas a toda Europa por la Revolucion Francesa 21 22 Fundiendo recursos tradicionales en el vestir comunes a gran parte de las regiones de Espana con modas extranjeras traidas por la nobleza y las casas reales el sin embargo inconfundible traje goyesco hace gala de una riqueza y variedad casi abrumadoras Simplificando mucho Autorretrato de Goya con tricornio La mujer goyesca luce un corpino ajustado en tejidos ricos casi siempre terciopelos muy escotado y un panuelo panoleta chal o manton que lo envuelve o cubre parcialmente camisa de mangas con farol en los hombros y luego ajustadas redecilla a la cabeza o pelo con caprichosos peinados y adornos de cintas del tipo caramba conjunto de faldas de vuelo desde la cintura y ocasionalmente mandil Los mas trabajados van bordados tanto la falda como el corpino Complementos habituales son la toquilla y la peineta 23 El majo u hombre goyesco viste esencialmente camisa blanca fajin chaquetilla corta abotonada y adornada con bordados o chaleco panuelo al cuello haciendo juego con el fajin pantalon ajustado y llega hasta debajo de las rodillas mostrando las calzas o medias blancas Tambien usa redecilla bordada negra a la cabeza rematada por una borla o madrono en su extremo Se complementa con la capa castellana o espanola y la manta y diferentes tipos de tricornio para adornar o proteger la cabeza Ilustrados y romanticos Editar Esquilache y la moda Editar Grabado de los momentos previos al motin de Esquilache de 1766 Los madrilenos cambian a reganadientes su capa larga y sombrero chambergo por la capa corta y el sombrero de tres picos Articulo principal Motin de Esquilache Una de las convulsiones historicas de caracter social que afectaria a la moda en el vestir de los madrilenos del siglo XVIII fue el edicto y subsiguiente motin de 1766 que pretendio prohibir el uso de la capa larga y el sombrero chambergo imponiendo la capa corta y el sombrero de tres picos 24 10 Vestimenta de interior Editar El Romanticismo en la medula espinal del siglo XX supuso para ropa interior de la mujer el primer gran paso hacia la fantasia y la variedad 25 El Museo del romanticismo de Madrid conserva algunas colecciones ejemplares de la moda indumentaria durante ese periodo en la capital espanola 26 En un curioso relato de 1867 titulado La Mariposa puede leerse este sugerente encabezado Naci en la muy noble corte de Madrid en el ano de gracia de 1863 y bautizado con el nombre de Mirinaque de nesgas Fui concebido en una tienda de la calle de la Montera Sali de la tienda en piezas separadas y fui a parar a las delicadas manos de una modesta mirinaquera El Madrid galdosiano Editar Articulo principal Madrid galdosiano La cronica viva y superviviente del modo de vestir de los vecinos de Madrid quedo referida con objetividad y generosidad en la obra de dos escritores Ramon de Mesonero Romanos y Benito Perez Galdos 27 entre otros muchos desde Lope de Vega a Don Ramon de la Cruz aunque quiza con menos volumen documental 28 Sirva como ejemplo la cita de Galdos en el segundo libro de los Episodios Nacionales La Corte de Carlos IV cuando el joven protagonista Gabriel de Araceli describe asi a la condesa de X alias Amaranta No conservo cabal memoria de sus vestidos Al acordarme de Amaranta me parece que los encajes negros de una voluminosa mantilla prendida entre los dientes de la mas fastuosa peineta dejan ver por entre sus mil recortes e intersticios el brillo de un raso carmesi que en los hombros y en las bocamangas vuelve a perderse entre la negra espuma de otros encajes bolillos y alamares La basquina del mismo raso carmesi y tan estrecha y cenida como el uso del tiempo exigia permite adivinar la hermosa estatua que cubre y de las rodillas abajo el mismo follaje negro y la cuajada y espesa pasamaneria terminan el traje dejando ver los zapatos cuyas respingadas puntas aparecen o se ocultan como encantadores animalitos que juegan bajo la falda Este accidente hasta llega a ser un lenguaje cuando Amaranta atenta a la conversacion aumenta con el encanto de su palabra los demas encantos y anade a todas las elocuencias de su persona la elocuencia de su abanico 29 Tipos galdosianos vistos por Gustave Dore en 1862 Editar Dos tipos tocados con montera Vestimenta en los gremios madrilenos de estereros aguadores etc Majos y jugadores en una taberna del Rastro Una castanera de las calles de Madrid De majos castizos y manolos a chulapos Editar Desde mediados del siglo XX se ha tendido a confundir la tradicional indumentaria madrilena con una variante localista del traje tipico la ropa mas o menos castiza de los chulapos y chulapas tambien llamados manolos y manolas herederos cosmopolitas de majos y majas del siglo XIX Fijado por populares zarzuelas y sainetes de finales del siglo XIX y principios del siglo XX como La verbena de la Paloma el traje de modo esquematico y topico se presenta asi los Felipes o pichis lucen chaquetilla o chaleco con imprescindible clavel en la solapa pantalones oscuros y ajustados gorra a cuadros blanquinegros la parpusa cani botines y panuelo blanco al cuello Las Mari Pepas o Palomas llevan el pelo recogido en un mono alto que cubren con un panuelo a la cabeza que las hace mas altas y coronadas que adornan indefectiblemente con clavel rojo o blanco el torso cubierto por blusa blanca y ajustada y de cintura para abajo con falda de lunares o la opcion del vestido completo de lunares desde la garganta hasta los pies como complemento castizo mas singular la mantilla o el manton de Manila Breve glosario EditarSiguiendo algunos manuales y estudios sobre la historia de la vestimenta en Espana 30 y la indumentaria tradicional 31 pueden describirse prendas y complementos basicos como pudieron ser 32 Alpargata calzado popular por excelencia con suela de esparto cuerda y canamo puntera y talon de tela de loneta que servian para ajustar el talon y los dedos de los pies que quedada fijada con un juego de cintas vetas cruzadas sobre el empeine y el tobillo Se ha fijado su origen en la epoca de la ocupacion musulmana Basquina era una falda exterior comun en el traje de corte como en el popular fruncida en la cintura que con el tiempo fue modificando su forma tejido decoracion y uso A partir del siglo XIX solo se llama asi la falda de color negro que se usa para salir a la calle Blusa prenda que se impuso en el siglo XIX como un tipo de camisa holgada que llegaba de los hombros hasta debajo de la cintura abierta por delante en su totalidad o bien hasta la mitad y ajustada a la cadera con una vuelta o una cinta Tambien podia remeterse bajo la faja Calzones o calzas de hombre prenda de origen renacentista similar al leotardo pero que solo abarcaba de la cintura a las rodillas Bragas prendas que no se corresponden con lo que luego se llamaria asi eran unos complementos de lana o algodon que podian cubrir el pie y la pierna bragas o medias o solo la pierna bragas redondas y taloneras Se tejian a mano Calzon se llamo a partir de un momento a la pieza con dos perneras unidas en la parte superior en una sola pieza que se va estrechando progresivamente hacia los rodillas y sujeta con una tira a modo de cinturon con la suficiente amplitud para permitir los movimientos del cuerpo Disponia en la parte inferior de las perneras de unas aberturas que podian cerrarse con botones o vetas cubriendo las rodillas Podia vestirse como prenda aislada o a juego con la chaqueta Dependiendo de su uso podia estar tejida de lana algodon o seda Camisa era la prenda interior de lino o algodon de manga larga y muy ancha que fruncida podia llegar a cubrir desde los hombros hasta las rodillas Se cerraba en el cuello con botones Capa prenda de abrigo por excelencia larga y suelta con grandes vuelos y sin mangas Podia llegar hasta los tobillos y ocasionalmente disponer de un capin o esclavina superpuesto a la altura de los hombros que llegaba hasta los codos Fabricada en diversos tejidos desde el pano al terciopelo Casaca una prenda entallada con largos faldones hasta las corvas y abierta por delante que se ponia sobre la camisa y la chupa Dichos picos alas o faldones similares a los del frac podian estar armados con varillas o rellenos que les daban cierta rigidez nota 2 Tanto los faldones como las mangas se estrecharon de modo progresivo hasta quedar cenidos En el caso de las mujeres la casaca era una prenda mas corta de mangas y de faldillas aunque inspirada en la masculina disponia tambien de pliegues y abertura en la espalda Cofia o redecilla tipica en la vestimenta de los majos consistia en una funda bien de red o de tela que quedaba ajustada a la cabeza para recogerse el pelo El modelo mas tipico de la estetica goyesca estaba decorado con borlas en la punta y un gran lazo en la parte superior Chaleco pieza sin mangas y con escote para el busto que se abrocha de arriba abajo El modelo mas elegante solia disponer de un cuello con tirilla alta acompanado de solapas triangulares botones de laton o plata tejidos de sedas vistosa y terciopelos con rayas flores u otro tipo de dibujos Chupa era una prenda de abrigo bien ajustada con botones delanteros para vestir sobre la camisa y debajo de la casaca A veces podia tener mangas y el largo vario con el tiempo primero llegaba hasta casi la rodilla y poco a poco fue acortandose Puede considerarse el precedente del chaleco sin mangas y solo hasta la cintura Caso de llevar cuello es triangular o rectangular y se puede adornar con pasamaneria cordones y borlas Faja lienzo o tira de entre 30 y 50 cm de ancha y unos dos metros de largo tejida en algodon lana o seda de variado colorido y dibujos rayas rombos espiguillas Indispensable para sujetar los zaraguelles o pantalones y proteger la zona lumbar Jaqueta 33 la tradicional casaca de tela acolchada y solapas de los majos bien ajustada al talle y con faldones cortos que dejaban las piernas al descubierto Se llevaba sobre el jubon Jubon prenda interior masculina rellena de algodon lana o borra y cenida a los brazos y al busto Se llevaba sobre la camisa y sus mangas tenian la peculiaridad de estar confeccionadas de forma independiente El jubon femenino se llevaba siempre como prenda exterior Ligas tiras de casi un metro y rematadas a veces con borlas o flecos que se colocaban en la pierna como sujecion donde terminaba la calza rodeandola hasta anudarla con un lazo Fabricadas en tela las mas finas podian ser de seda Mantilla complemento de pano blonda o de otros tejidos y larga tradicion no solo en Madrid sino en toda Espana utilizado por la mujer para cubrirse la cabeza o protegerse del frio con posibles reminiscencias en la poblacion arabe de la peninsula iberica Fabricado en seda lana u otro tejido adquirio cierta fantasia desde el siglo XVIII hasta el ultimo tercio del siglo XIX Miton complemento femenino compuesto por una pieza enrejada que cubre el brazo del codo a la mano hasta la mitad del pulgar y el comienzo de los otros dedos Muselina era un tejido de algodon en ligamento tafetan Fino e imitando a la seda gracias a la delgadez de sus hilos que hizo posible la hiladora de 1779 inventada por Samuel Crompton Pantalon largo prenda que tomo la estructura del calzon corto alargandose de forma recta hasta los tobillos y que comenzo a usarse en el siglo XIX complementandose con blusas chalecos y jupeses Vestido camisa se llamaba al vestido entero y de amplio escote con la peculiar caracteristica de su talle alto marcado bajo el pecho La falda volaba suelta por lo general confeccionada en muselina de algodon Aparece en la vestimenta femenina desde finales del siglo XVIII al inicio del XIX Zapato calzado de cierto lujo por lo general de color negro con suela de cuero y el resto de piel o de algun tejido era caracteristica su lengueta alta adornada con un lazo o hebilla Zaraguelles calzones de lino o algodon de dos perneras muy anchas cenidos a la cintura por una cinta Cubrian desde las rodillas a la cintura con un cuadrado de tela a la altura de la entrepierna para a darle holgura El tradicional saraguell blanco podia cubrirse en invierno con otro mas corto de lana negra Vease tambien EditarChispero Casticismo madrileno Manolo Museo del Traje en Madrid que conserva los fondos del Museo del Traje Regional e Historico 1927 1934 y del Museo del Pueblo Espanol 1934 1993 Notas Editar En el Museo Municipal de Madrid se conservan algunas tan sugerentes como las subtituladas Petimetra en el Prado de Madrid o El perfecto currutaco Imaginese un pinguino o el atuendo tradicional de Groucho Marx Referencias Editar Gonzalez Casarrubios 2003 pp 23 25 Gaspar Gomez de la Serna Goya y su Espana Alianza Editorial Madrid 1969 ISBN 978 84 206 1185 3 Caro Baroja Julio 1980 Los Majos En AKAL ed Temas castizos Itsmo pp 23 75 ISBN 9788470901027 Consultado el 8 de mayo de 2015 Sitio del Centro Cultural Consultado en enero de 2015 Video del museo y Centro Cultural La Corrala de la Universidad Autonoma de Madrid 1 43 Consultado en enero de 2015 Ficha 179 Cruz Cano y Olmedilla Juan de la 1734 1790 Biblioteca nacional de Espana Consultado el 23 de marzo de 2015 Ficha Biblioteca Digital d Historia de l Art Hispanic Archivado desde el original el 23 de 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Editar Wikimedia Commons alberga una categoria multimedia sobre Indumentaria tradicional de Madrid Sitio web oficial del Museo del Traje El Museo del Traje en Google Art Project Datos Q6151540 Multimedia Traditional costumes of MadridObtenido de https es wikipedia org w index php title Indumentaria tradicional de Madrid amp oldid 126109361, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

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