Noviazgo
El noviazgo es la condición de los novios,[1] es decir, una relación amorosa mantenida entre dos personas con la posible intención de matrimonio,[2] es un proceso por el cual dos personas desarrollan una asociación íntima más allá de la amistad.
Actividades y características antropológicas
A su actividad se le puede denominar «salir» (frecuentar, por motivos amorosos o amistosos, el trato de otra persona, fuera de su domicilio),[3] «hablar» (tener relaciones amorosas con otra persona),[4] o «ligar» (entablar relaciones amorosas o sexuales pasajeras).[5] En el contexto previo al noviazgo se realiza el cortejo, la actividad denominada «tontear» (dar los primeros pasos en la relación amorosa),[6] coqueteo o flirteo (juego amoroso que no se formaliza, dar señales sin comprometerse)[7] y las citas («quedar»[8] - dating en el uso anglosajón contemporáneo, en la costumbre japonesa, 見合い miai-[9]), que son los encuentros con propósito de conocerse; en caso de quedar conformes en entablar la relación,[10] se considera que la pareja se ha «ennoviado» («echarse novio» o novia).[11]
Si las demostraciones afectivas de intimidad física (physical intimacy) entre los novios superan el nivel de ir cogidos de la mano (holding hands), de las simples caricias, besos y abrazos, e incluso del magreo («meter mano» o petting), y llegan al coito, la relación de noviazgo se denomina prematrimonial (extramatrimonial si alguno de ellos está casado con otra persona) y tradicionalmente concubinato, amancebamiento o barraganía (a tal clase de novios se les llamaba «amantes»); aunque recientemente se han introducido nuevos conceptos con las denominaciones amigos con derechos, amigovios o follamigos,[12] en los que el requisito de la fidelidad no se da por supuesto (relaciones abiertas). En la moral tradicional cualquiera de esos planteamientos se consideran «proposiciones deshonestas».[13]
La formalización de la relación de noviazgo es el «compromiso» o petición de mano, una ceremonia que,[14] según distintas costumbres, debe hacer el novio ante la familia de la novia o bien ante la propia novia (de forma tópica, hincando una rodilla, y ofreciéndole un anillo de pedida o de compromiso). A partir de ese momento a los novios se les denomina «prometidos». Entendido el compromiso como «desposorio» o «esponsales»,[15] puede tener valor jurídico, pero es únicamente un paso previo a la celebración de las nupcias (boda o casamiento), que es posible romper (ruptura del compromiso) incluso unilateralmente o en el último momento («al pie del altar»), dejando «plantado» a uno de los desposados («compuesto y sin novio» o novia).
Cada cultura y época tiene distintas características antropológicas que se expresan en el noviazgo; particularmente el papel que se da a los propios novios, que en muchos casos no tienen ninguna iniciativa en la relación, siendo resultado de negociaciones familiares, de los buenos oficios de un casamentero o de estudios de compatibilidad astrológica (astrological compatibility, sinastria -synastry-, sincronicidad, compatibilidad interpersonal -interpersonal compatibility-), que conducen a un matrimonio concertado (no debe confundirse con un matrimonio forzado). En cambio, los novios tienen todo el protagonismo en el ideal del amor romántico, en el que se supone que hay una atracción inicial, «amor a primera vista» o «flechazo», o al menos una búsqueda voluntaria de la pareja. En ciertas culturas hay rituales de rapto de la novia, de compra de la novia o, por el contrario, el pago de una dote.
En los ambientes sociales más puritanos (los propios de la denominada moral victoriana), a los novios no se les consentía estar juntos a solas, debiéndose acompañar de una «carabina» o chaperón. En los años del nacionalcatolicismo en España (los cuarenta y cincuenta del siglo XX) provocaba escándalo el «baile agarrado».[16] En una fecha tan tardía como 1975, el estudio sociológio FOESSA obtenía rechazos de un 27% a que una pareja de novios paseara por un sitio solitario, de un 64% a que se besara en público, un 68% a que hiciera el amor (incluso si unos «novios van en serio»), un 51% a que un chico no llegue virgen al matrimonio y un 80% a que una chica no llegue virgen al matrimonio.[17]
Algunas relaciones afectivas se plantean como platónicas, al menos en teoría, como fue el amor cortés de los trovadores medievales (chevalier servant) y el chichisbeo o «cortejo» del siglo XVIII.[18]
El retraso de la edad del matrimonio y, como consecuencia, los noviazgos prolongados, han sido calificados como «la verdadera arma anticonceptiva de la Europa clásica». Frente a la costumbre tradicional de matrimonios en torno a los 17 años, en el siglo XVII la edad del matrimonio en Europa noroccidental se situó en torno a los 20 años; al mismo tiempo, se observan comportamientos nupciales distintos según la riqueza: el matrimonio tardío es más propio de las clases populares que de las clases altas.[19]
Etimología
Mientras que para «noviazgo» el DRAE no indica etimología, para novio/novia indica que viene de latín novius, y este de novus («nuevo»). No obstante, su posible relación con una palabra muy próxima: «nupcias» (del latín nuptiae), no está muy claramente definida; siendo según algunas fuentes derivada de nubus, el velo («nube») de la novia, y esta compartiría el origen por asociación (nova nupta). Más propiamente parece que el latín nupta sea el participio pasado femenino de nubere (casarse, tomar marido), verbo derivado del preindoeuropeo *sneubh- («casarse»), que origina también vocablos en otros idiomas indoeuropeos: el griego nymphe («novia»), el eslavo eclesiástico snubiti («amar», «cortejar»), el checo snoubiti («buscar marido») y el eslovaco zasnubit («prometerse en matrimonio»).[20] Del mismo origen son las palabras latinas connubium («matrimonio») y nubilis («núbil», la edad a la que puede contraerse matrimonio -marriageable age, nubilité, majorité matrimoniale, ehemündigkeit, en cambio, el término italiano nubilato se aplica al celibato femenino-, véase también edad de consentimiento sexual), mientras que connubialis, conubialis o coniugalis («conyugal») viene de iungo («juntar»).[21]
Noviazgo gitano
En la cultura gitana tradicional, el matrimonio se concierta por las familias de los novios (llegamiento) y se hace público con una fiesta (pedimento), muy a menudo en edad infantil, aunque no se consume hasta llegar a una edad que se considera apropiada para comenzar la convivencia matrimonial, tras otra fiesta a la que se convoca a toda la familia extensa (boda gitana). No son infrecuentes las relaciones que no se ajustan a este modelo, considerándose que la pareja se ha «escapado» para vivir juntos, lo que da o no lugar a conflictos según pueda o no ser admitido por las familias. El cortejo gitano se denomina «roneo».[22]
Banquete de una boda gitana, de Alessandro Magnasco, ca. 1730-1735
Regalo de bodas a una chica gitana, Inglaterra, 1885
Boda gitana, Bulgaria, 1936
Noviazgo en las clases altas en la Inglaterra del siglo XIX
Las novelas románticas de las hermanas Brontë o Jane Austen (y producciones actuales, como la serie Bridgerton) reflejan los usos sociales de las clases altas en la Inglaterra de comienzos del siglo XIX: a lo largo de season o "temporada", las "debutantes" (mujeres jóvenes que llegaban a la edad de su "puesta de largo") y los varones solteros de distintas edades se enfrentaban a lo que Lord Byron denominó marriage marts ("mercado matrimonial"), incluyendo fiestas y bailes en que se consentía el acercamiento, y posteriores citas que podían desembocar en pedidas de mano.[23]
Noviazgo en Estados Unidos en el siglo XX, según Jason King
En la «guía católica práctica»[24] que Jason King, un sacerdote estadounidense, hace del noviazgo (dating —«citas»— en el título inglés original), se indica que este concepto, tal como se entiende en el contexto cultural del público al que se dirige, no existió hasta el siglo XX; no había ningún estado de «transición» entre la soltería y el matrimonio. Se llamaba novio/a al recién casado[25] y por extensión al participante de la ceremonia de casamiento, incluso antes de concluida la ceremonia.[26]
A principios del siglo XX, era el varón quien tomaba la decisión de conocer a una mujer soltera, la cual típicamente vivía en su casa paterna. El interesado se presentaba frente a los padres y, si estos lo autorizaban, podía conversar con la joven. Esta visita consistía en una charla a cierta distancia bajo supervisión de los padres y en casa de estos. De la continuidad y exclusividad de las visitas se entendía la cercanía del matrimonio.[27]
Según la misma fuente, el noviazgo, como una relación con una duración considerable, aparece en los años 1920 y 1930, y durante la primera mitad del siglo XX, estaba fuertemente vinculado al matrimonio.[28] En esta época, el novio/a tiene las características de «prometido/a». Con el acceso al automóvil por parte de las nuevas clases medias de esos países, el noviazgo pasó de tener lugar en la casa y de ser supervisada por la familia de la mujer, a tener lugar en el auto del varón y a centrarse en actividades (bailar, ir al cine, etc) pagadas con el dinero del varón ya que no era usual que las mujeres trabajaran.[29]
En los años 60, de la mano de la revolución sexual, especialmente con la difusión de los métodos anticonceptivos, se difumina la relación entre noviazgo y matrimonio.[30]
Características actuales
Una definición del noviazgo tal y como se entiende actualmente en la sociedad occidental de Latinoamérica puede ser:
«...una relación social explícitamente acordada entre dos personas para acompañarse en las actividades recreativas y sociales, y en la cual se expresan sentimientos amorosos y emocionales a través de la palabra y los contactos corporales».[31]
Para describir las relaciones de pareja actuales, Luis Miguel Lazo López, identifica dos modelos, uno que llama tradicional, relacionado con el amor romántico, la fidelidad, la lealtad, el compromiso y el noviazgo y otro que llama liberador, relacionado con relaciones temporales, casuales y centradas en la búsqueda del placer donde prima la autonomía y la ruptura del orden tradicional. Dado que, según Anthony Giddens, la vida moderna presenta continuidades y discontinuidades, la continuidad hace posible la coexistencia de ambos modelos en el imaginario de los jóvenes, aunque, en el mencionado estudio, situado en una ciudad de más de 300 mil habitantes, el autor detecta que el discurso liberador es hegemónico.[32]
Por otro lado, Verónica Vázquez García y Roberto Castro, cuyo estudio está situado en el medio rural, afirman que, si bien ha habido cambios en cuanto a la espontaneidad, la duración y la cantidad de relaciones, se mantienen patrones desiguales de poder entre los géneros tales como presiones sexuales hacia las mujeres, sentido de propiedad sobre el cuerpo de las mujeres, control de los desplazamientos y salidas de las mujeres e imposición masculina de la decisión de unirse.[33] Todos estos, elementos que nada tienen que ver con un modelo liberador; más bien están vinculados al carácter de prevalencia masculina de los noviazgos del pasado.
Las características del noviazgo y otras relaciones de pareja actuales, pueden ser extraídas de un estudio de campo realizado por José María Romo Martínez. El cual se llevó a cabo sobre jóvenes estudiantes universitarios de ambos sexos con edades entre 18 y 26 años.[34]
- Cantidad de relaciones: la mayoría de los entrevistados ha tenido por lo menos una relación en noviazgo, las cuales han durado de 10 meses a más de 4 años.
- Intensidad: Algunos se refieren a sus relaciones en buenos términos con añoranza y ensueño, otros, en cambio, las valoran como desastrosas, tempestuosas cargadas de celos, de sentimientos posesivos y de las cuales siguen dolidos.
- Duración: Se registraron relaciones de noviazgo de corta duración, de apenas un par de semanas o meses hasta relaciones de 4 o 5 años. Hay casos en que se combinaban relaciones breves con extensas de manera consecutiva o simultánea.
- Formalidad: Hay relaciones de pareja llamadas «serias» o «formales», para lo cual es necesario expresar una especie de pacto de exclusividad y continuidad y que la relación sea pública, especialmente frente a las familias. Por otro lado, existen relaciones de amistad o informales relacionadas con la sexualidad o el contacto físico. Muchos valoran fuertemente las relaciones formales. En cuanto a las relaciones informales, para unos parecieran ser más atractivas, mientras que otros no las descartan.
- Finalidad: Algunos buscan pareja para pasarlo bien, por el bienestar y la satisfacción que les brinda e incluso para evitar el aburrimiento. Esta finalidad ha sido muy criticada, pero es la que más se practica. La finalidad de otros es que se trate de una preparación para el matrimonio.
- Sexualidad: Hay algunos que ven el sexo como importante en la pareja. Otros ven bien la práctica de relaciones sexuales pero con reservas, como las que tiene que ver con el cuidado ante las enfermedades de trasmisión sexual o el embarazo, o bien, siempre y cuando haya amor de por medio. Y otros que el noviazgo ha de ser casto para la preparación al matrimonio, ya que es un periodo de prueba.
- Sentido de propiedad: El sentido de pertenencia es una manera distinta de expresar los celos o inseguridad que sientes cuando tu pareja esta con alguien más, específicamente con personas del mismo sexo que tú o distinto al de tu pareja. Para evitar que esto lleve al rompimiento es mejor hablar con la pareja y/o también intentar socializar más con sus amigos y reducir tu inseguridad.
Violencia
Novia de guerra y matrimonios temporales en el yihadismo
El concepto de «novia de guerra» se utilizó ampliamente en los países anglosajones durante las dos guerras mundiales del siglo XX, aunque responde a un arquetipo universal, el de los novios que, antes de que él deba partir por largo tiempo, se casan fugazmente, o en secreto, o se conceden una noche de despedida.
... Le pregunta el capitán / ¿por qué tienes tanta pena? / ¿es por padre, o es por madre, / o es por alguien de tu tierra? /.../ es que me he casado ayer / y hoy me traen para la guerraRomance del quintado, popular, tiene distintas versiones.[35]
El yihadismo ha utilizado tradiciones islámicas de «matrimonio temporal» (Mut'ah, en el sunnismo, y Nikah Misyar, en el chiismo) para justificar la explotación sexual de jóvenes a las que se podría considerar cautivas o captadas.[cita requerida]
Diccionario de cama
La ocupación de los países colonizados daba la oportunidad a los colonizadores de entablar relaciones con jóvenes indígenas, que además del vínculo afectivo servían como un puente cultural, aunque no era habitual que llegaran a convertirse en un matrimonio formal. Es paradigmática la relación entre Hernán Cortés y Malinche (quien, además de cónyuge informal y consejera, ejercía de «lengua», es decir traductora). Para referirse a estas mujeres (ningún tipo de relación entre una «mujer blanca» y un indígena varón era concebible socialmente), en la colonización británica se utilizó la denominación eufemística «diccionario de cama» (bed dictionary).[36]
La ocupación alemana de Francia durante la Segunda Guerra Mundial también originó muchas relaciones entre soldados alemanes y jóvenes francesas. Tras la derrota alemana, fueron consideradas «colaboracionistas» y sometidas a todo tipo de humillaciones.
Novias por correo y por retrato
En algunas circunstancias, especialmente con la colonización y emigración europea a otros continentes (emigración a América, a Australia, etc.), o con la emigración asiática (china, japonesa, coreana); se realizaban noviazgos a distancia sin contacto entre los futuros esposos, conociéndose la costumbre como novia por correo y novia por retrato. Ya en época más reciente se producen ofertas de novias procedentes de países menos desarrollados, con la condición de exóticas, bellas o sumisas, para novios de países más ricos que las prefieren a las que podrían encontrar en su entorno. Se suele considerar una forma de explotación sexual, trata de personas o esclavismo moderno; y en otros casos, un fraude romántico.[37][38][39]
En ocasiones, las casas reales europeas enviaban un retrato pictórico del novio o de la novia con motivo de las negociaciones matrimoniales.
Los novios de El Mojón
La alfarería en El Mojón (Teguise, isla de Lanzarote) produce tradicionalmente unas figurillas de barro cocido con el nombre de «los novios», que representan una pareja desnuda con los órganos sexuales exagerados, que se han relacionado con esculturas semejantes encontradas en yacimientos arqueológicos.
Véase también
- La novia (desambiguación)
- apareamiento
- atracción interpersonal
- atracción física
- carta de amor
- codependencia
- cónyuge
- despedida de soltero
- infatuación
- limerencia
- pareja de hecho
- relación social
- religión y sexualidad
- soltería
- traje de novio
- vestido de novia
- Obras pictóricas o literarias
- Retrato de Giovanni Arnolfini y su esposa, cuadro de Van Eyck, 1434 (se especula sobre el si representa el momento del matrimonio, que podría haberse efectuado años después)
- La novia judía, cuadro de Rembrandt, 1666
- Los novios, novela de Manzoni, 1842
- La novia de Frankenstein, película de 1931
- El novio de la muerte, himno de la Legión Española
- Novia que te vea
- Somos novios, canción de Armando Manzanero, 1968
- Los novios, pintura de Antonio López García, 1955[40]
- Los amantes, pintura de Pablo Picasso, 1923[41]
- Topónimos de nombre similar
- Novío, población del municipio A Fonsagrada, provincia de Lugo (España)
- Noviales, población del municipio de Montejo de Tiermes, provincia de Soria (España)
Bibliografía
- Avas, María Noel y Bidegain, Nicole. Formas de estar juntos/juntas. Explorando la vida en pareja de las personas jóvenes, desde una perspectiva de género y de diversidad sexual En Mirada Joven – revista de divulgación científica. n.º 1 – 2011. Ministerio de Desarrollo social. Instituto Nacional de la Juventud – Uruguay. Pág. 21-40
- Zaffaroni, Adriana y otros. VIII Reunión de Antropología del MERCOSUR (RAM) – 2009 «Diversidad y poder en América Latina»
- Adam, Barry. Departamento de Sociología y Antropología, Universidad de Windsor, Ontario, Canadá
- Ruiz BecerriL, Diego. Relaciones de pareja. En Revista de Educación. n.º 325 (mayo-agosto de 2001) pp 49-55 Vista previa disponible en Google Books
- Hernández González, Joaquín. Las relaciones afectivas en el bachillerato como parte de la identidad estudiantil. (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial, la primera versión y la última). En comie.org.mx
- Regueillet, Anne-Gaelle. Norma sexual y comportamientos cotidianos en los diez primeros años del franquismo: noviazgo y sexualidad Hispania, LXIV/3, num. 218 (2004)
- Bibliografía de orientación cristiana
- King, Jason E. Op. Cit.
- Fenoy, Eugenio y Abad, Javier. Amor y matrimonio. Palabra, 2001 – 347 páginas. Vista prievia disponible en Google Books
- Morrow, T.G. Noviazgo cristiano en un mundo super-sexualizado Ediciones Rialp, 2008 – 224 páginas Vista previa disponible en Google Books
- Fuidio Choca, Walter Relaciones prematrimoniales. ¿Expresión de amor o pérdida de sentido? en es.catholic.net
- Vico, José. Preparando el amor en pareja: El noviazgo en Liberación sexual y ética cristiana, c.5, Ed. San Pablo, Madrid, 1999, 195-226.
Literatura clásica
Los géneros clásicos de la novela bizantina y la novela pastoril (novelas griegas como Quéreas y Calírroe, Habrócomes y Antía, Leucipa y Clitofonte, Teágenes y Cariclea, Dafnis y Cloe; y sus imitadores modernos), así como el de la novela rosa (un género posterior, de consideración peyorativa) desarrollan el tema literario del amor imposible que, tras superar dificultades, separaciones y esperas, finalmente es alcanzado gracias a la abnegación de los amantes y a la justicia poética (omnia vincit Amor). El tema no se limita a estos géneros, y aparece profusamente en todo tipo de producciones literarias y en relación con los distintos planteamientos literarios de la relación amorosa: el amor a primera vista, la atracción, la seducción (La Regenta, Clarín, 1884-1885), el amor correspondido o no correspondido (Werther, de Goethe, 1774), el fin del amor —la ruptura, el abandono (Ne me quitte pas, Jacques Brel, 1959), el desengaño—, el triángulo amoroso (Fortunata y Jacinta, Galdós, 1887), los celos (Otelo, Shakespeare, A secreto agravio, secreta venganza y otros «dramas de honor» de Calderón), el amor adulterino (Madame Bovary, Flaubert, 1856), el amor furtivo, el amor prohibido (Romeo y Julieta, Shakespeare, 1597), el amor ilícito (Lolita, Nabokov, 1955), etc.[42]
- Don Quijote de la Mancha, de Cervantes, 1605 y 1615 (no tanto la relación deseada del protagonista con Dulcinea, sino las historias secundarias intercaladas)
Es este Basilio un zagal vecino del mesmo lugar de Quiteria, el cual tenía su casa pared y medio de la de los padres de Quiteria, de donde tomó ocasión el amor de renovar al mundo los ya olvidados amores de Píramo y Tisbe; porque Basilio se enamoró de Quiteria desde sus tiernos y primeros años, y ella fue correspondiendo a su deseo con mil honestos favores, tanto, que se contaban por entretenimiento en el pueblo los amores de los dos niños Basilio y Quiteria. Fue creciendo la edad, y acordó el padre de Quiteria de estorbar a Basilio la ordinaria entrada que en su casa tenía; y por quitarse de andar receloso y lleno de sospechas, ordenó de casar a su hija con el rico Camacho, no pareciéndole ser bien casarla con Basilio, que no tenía tantos bienes de fortuna como de naturaleza.Segunda parte, capítulo XIX[43]
- El Cid, de Corneille, 1636
- Julia, o la nueva Eloísa, de Rousseau, 1761
- El sí de las niñas, de Moratín, 1806
... Cuéntale los novios que dejaste en Madrid cuando tenías doce años, y los que has adquirido en el convento al lado de aquella santa mujer. Díselo para que se tranquilice... [el sentido es irónico, ha de entenderse que ambas cosas son imposibles]Escena V[44]
- Sentido y sensibilidad, Jane Austen, 1811
- Los amantes de Teruel (varias versiones, la más famosa, de Hartzenbusch, 1837)
... lo que sé de buena tinta / y sobre ello á hablaros vengo, / es que con la vecindad / los niños se conocieron, / que Diego quiere á Isabel / y que Isabel quiere á Diego. / Vos lo sabeis, yo lo sé, / y pues los dos lo sabemos, / cásense si estais conforme, / y en paz y todos contentos.Versión musical, del Maestro Arrieta, con letra de Eugenio Blasco, 1867[45]
- Los novios, de Manzoni, 1842
- Historia de dos ciudades (novela), de Dickens, 1859
- Cyrano de Bergerac (teatro), de Rostand, 1897
- Doña Luz, de Juan Valera, 1879[46]
En los lugares andaluces, nada hay que pasme tanto como una boda repentina. Por allí todo suele hacerse con mucha pausa. ... donde más se extrema en Andalucía el hacer tiempo es en los noviazgos. Contribuye a esto, por un lado, la prudencia, que, reconociendo lo grave y trascendental del matrimonio, nos aconseja de continuo: antes que te cases, mira lo que haces. Y contribuye mucho más, por otro lado, que este mirar lo que se hace es sumamente divertido; es el mejor modo de matar o de hacer tiempo; es una grata ocupación, que se proporciona quien no tiene ninguna, y que no bien se casa se queda sin ella.De aquí, sin duda, los interminables noviazgos de mi tierra, en los cuales además se dan los más bellos ejemplos de firme constancia que pueden registrar las historias de amor. Noviazgos hay que empiezan cuando el novio está con el dómine aprendiendo latín, pasas a través de las humanidades, de las leyes o de la medicina, y no terminan en boda hasta que el novio es juez de primera instancia o médico titular. Durante todo este tiempo, los novios se escriben cuando están ausentes; y cuando están en el mismo pueblo, se ven en misa por la mañana, se vuelven a ver dos o tres veces más durante el día, suelen pelar la pava[47] durante la siesta, vuelven a verse por la tarde en el paseo, van a la misma tertulia desde las ocho a las once de la noche, y ya, después de cenar, reinciden en verse y en hablarse por la reja, y hay noches en que se quedan pelando la pava otra vez, y mascando hierro, hasta que despunta en Oriente la aurora de los dedos de rosa.
- Bodas de sangre, de García Lorca, 1933
Madre: ... A mí me habían dicho que la muchacha tuvo novio hace tiempo.Vecina: Tendría ella quince años. Él se casó ya hace dos años con una prima de ella, por cierto. Nadie se acuerda del noviazgo.
Madre: ¿Cómo te acuerdas tú?
Vecina: ¡Me haces unas preguntas...!
Madre: A cada uno le gusta enterarse de lo que le duele. ¿Quién fue el novio?
Vecina: Leonardo.
Madre: ¿Qué Leonardo?
Vecina: Leonardo, el de los Félix.
Madre: (Levantándose)¡De los Félix!
Vecina: Mujer, ¿qué culpa tiene Leonardo de nada? Él tenía ocho años cuando las cuestiones.Acto primero - Cuadro primero[48]
- Elegía a Josefína Fenoll (la novia de Ramón Sijé), Miguel Hernández, 1936
(En Orihuela, su pueblo y el mío, se ha quedado novia por casar la panadera de pan más trabajado y fino, que le han muerto la pareja del ya imposible esposo.) ... No tienes ya en el mundo quien te quiera, / y ya tus desventuras y las mías / no tienen compañero, compañera. / Tórtola compañera de sus días, / que le dabas tus dedos cereales / y en su voz tu silencio entretenías. /.../ Como una buena fiebre iba a tu lado, / como un rayo dispuesto a ser herida, / como un lirio de olor precipitado. / Y sólo queda ya de tanta vida / un cadáver de cera desmayada / y un silencio de abeja detenida. / ¿Dónde tienes en esto la mirada / si no es descarriada por el suelo, / si no es por la mejilla trastornada? / Novia sin novio, novia sin consuelo, / te advierto entre barrancos y huracanes / tan extensa y tan sola como el cielo. / Corazón de relámpagos y afanes, / paginaba los libros de tus rosas, / apacentaba el hato de tus panes. / Ibas a ser la flor de las esposas, / y a pasos de relámpago tu esposo / se te va de las manos harinosas. /.../ Levántate: te esperan tus zapatos / junto a los suyos muertos en tu cama, / y la lluviosa pena en sus retratos / desde cuyos presidios te reclama.[49]
- Tiempo de silencio, de Martín Santos, 1962
mi pobre niña... cuando su desgracia, se quedó soltera por falta de padre o de hermano mayor que obligara al cochino del novio a dar la cara, aunque -la verdad- yo casi me he alegrado del abandono porque era un hombre imposible que la hubiera hecho desgraciada y la hubiera hecho caer hasta lo más bajo.
Canción y zarzuela
- Ya se van los pastores (tradicional)
Ya se van los pastores a la Extremadura; / ya se queda la sierra triste y oscura. / Ya se van los pastores, ya se van marchando; / más de cuatro zagalas quedan llorando.[50]
- Agua, azucarillos y aguardiente, libreto de Miguel Ramos Carrión y música de Federico Chueca, 1897
Vals-Cuarteto (Serafín, Asia, Doña Simona, Pepa)Sera. ¿Está dormida?
Asia. Dormida está
Pepa. (Ya puede asegurarse / que hoy vigilará.)
Sera. Yo te adoro, mi dulce ilusión, / y tu imagen grabada aquí está: / al momento / nos casamos / cuando tenga permiso de papá.
Pepa. (¡Ja, ja, ja!)
Sera. Si entra pronto papá en el poder...
Pepa. (Ilusiones del pobre señor.)
Sera. Al instante, / muy campante, / me voy a una provincia / de gobernador.
Pepa. (¡Huy qué horror!)
Asia. Yo quiero saber / si antes de todo eso / seré tu mujer.
Sera. Claro está que sí.
Asia. Es que pasa el tiempo / y estamos así.
Sim. (Este pillastrón / está haciendo el paso / de la seducción.)
Pepa. (¡Vaya una ocasión / pa pintar un cuadro / pa la Exposición!)
Asia. Yo tu esclava constante seré / y mi amor tuyo siempre será, / que un volcán hay en mi pecho / y en su lava / por ti abrasado está.
Pepa. ¡Allá va! (Como si le pidieran agua.)
Sera. Eres digna, por tu educación, / de ocupar una gran posición / y serás gobernadora / de Cuenca o de Zamora / o de Castellón.
Sim. (¡Bribón!)
Sera. ¡Tú eres vida / de mi alma, / tú eres alma / de mi ser! (Yendo a abrazarla.)
Asia. Quita, deja, / que nos mira / desde el puesto / la mujer.
...
Asia. ¡Ay, qué feliz que voy a ser / cuando seamos marido y mujer!
Sera. Tú mi consuelo constante serás.
Pepa. (Si no lo es de los demás.)
Sera. ¡Oh qué placer! ¡Oh qué ilusión! / ¡Tú eres encanto de mi corazón; / tú haces que loco me vuelva por ti / siempre que a tu lado me veo así! / ¡Te amo!
Asia. ¡Me ama!
(Doña Simona [ronca] estrepitosamente.)
Pepa. ¡Agua!
- Cartita de amor, de Niña Pastori (álbum Eres luz, 1998)
Échame una mano, prima / que viene mi novio a verme. / Estoy tan nerviosa que / no se que vesti[d]o ponerme.
Correspondencia
En el género epistolar tienen un gran peso las cartas que se intercambian los novios o cartas de amor, y que en el caso de que no sepan leer y escribir, han de hacer esos servicios otra persona, con lo que se ve afectada la expresión de la intimidad.[51]
- Sigmund Freud, Cartas a la novia, 1882-1886
Filmografía
- Rebelde sin causa, Nicholas Ray, 1955
- Las chicas de la Cruz Roja, Rafael Salvia, 1958
- El pisito, Marco Fereri, 1959
- El día de los enamorados, Fernando Palacios, 1959
- Jules y Jim, François Truffaut, 1962
- Paseo por el amor y la muerte, John Huston, 1969
- Annie Hall, Woody Allen, 1997
- Grease, Randal Kleiser, 1978
- La mujer del teniente francés, Karel Reisz, 1981
- When Harry Met Sally..., Rob Reiner, 1989
Notas
- Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española. «Definición de “noviazgo”». Diccionario de la lengua española (23.ª edición).
- Real Academia Española (2014). «Definición de “novio”». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). Madrid: Espasa.
- Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española. «salir». Diccionario de la lengua española (23.ª edición).
- Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española. «hablar». Diccionario de la lengua española (23.ª edición).
- Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española. «ligar». Diccionario de la lengua española (23.ª edición).
- Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española. «tontear». Diccionario de la lengua española (23.ª edición).
- Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española. «flirteo». Diccionario de la lengua española (23.ª edición).
- «Concertar una cita», acepción 8 Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española. «quedar». Diccionario de la lengua española (23.ª edición).
- Applbaum, Kalman D. “Marriage with the Proper Stranger: Arranged Marriage in Metropolitan Japan.” Ethnology 34.1 (1995): 37-51. Fuente citada en Miai
- «Entablar»: «dar comienzo a una conversación, batalla, amistad, etc. - Disponer, preparar, emprender una pretensión, negocio o dependencia». Acepciones 2 y 3 Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española. «entablar». Diccionario de la lengua española (23.ª edición).
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- Texto
- Poeticus - Carlos Fenoll multimedia.centenario
- La melodía se usa también como carillón. Citado en Ana María Matute, Todos mis cuentos
- Antonio Castillo y Verónica Sierra (dirs.), Cinco siglos de cartas: historia y prácticas epistolares en las épocas modena y contemporánea
Enlaces externos
- Wikcionario tiene definiciones y otra información sobre noviazgo.
- Wikimedia Commons alberga una galería multimedia sobre Noviazgo.