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Abate Marchena

José Marchena y Ruiz de Cueto (Utrera, 18 de noviembre de 1768-Madrid, 31 de enero de 1821), más conocido por el sobrenombre de Abate Marchena que recibió durante los últimos meses de su vida, «sin que se sepa por qué y sin que él rechazara tal apelativo», a pesar de que ni era ni había sido nunca miembro del clero,[1]​ fue un político liberal y afrancesado, escritor, publicista, erudito y traductor español.

José Marchena y Ruiz de Cueto
Información personal
Nacimiento 18 de noviembre de 1768
Utrera (España)
Fallecimiento 31 de enero de 1821 (52 años)
Madrid (España)
Nacionalidad Española
Educación
Educado en Universidad de Salamanca
Información profesional
Ocupación Escritor, traductor, crítico literario, periodista y poeta
Seudónimo Abate Marchena

Pasó la mayor parte de su vida exiliado en Francia, a donde se marchó para escapar de la Inquisición y donde tuvo una participación muy activa en la vida política e intelectual de la República y del Imperio napoleónico, colaborando con personajes tan destacados como Brissot y Sieyès y siendo encarcelado en varias ocasiones y durante breve tiempo deportado a Suiza. Volvió a España en 1808 con el nuevo rey José I Bonaparte, ocupando diversos cargos en su administración, y tuvo que abandonarla de nuevo tras la derrota del ejército francés en la Guerra de Independencia. Después de un segundo exilio en Francia volvió a España tras el pronunciamiento del general Riego, con la idea de participar en la vida política española, pero la muerte lo sorprendió a los pocos meses de su regreso.

Su actividad intelectual abarcó los campos de la economía política -era un firme partidario del liberalismo de Adam Smith-, la filosofía -gran admirador de Voltaire y de Rousseau- la literatura, la política o la religión. Y también fue uno de los traductores españoles más influyentes del primer cuarto del siglo XIX, a quien se deben la primera traducción castellana del Contrato Social y de otros libros de Rousseau, además de versiones de obras de Molière, Montesquieu, Voltaire, Volney y Lucrecio, algunas de las cuales han conocido repetidas ediciones durante los siglos XIX y XX.

Como ha escrito su principal biógrafo,

"Marchena ejemplifica los riesgos que entrañaba un compromiso intelectual y político como el suyo en una época de convulsión y de cambio. Aunque algunos de sus biógrafos le hayan atribuido un carácter voluble e inestable, fue más bien su constancia en la defensa de ciertos principios revolucionarios -soberanía nacional, libertad económica, tolerancia religiosa- lo que le hizo quedar atrapado en un entorno histórico que evolucionaba de forma vertiginosa e imprevisible".[2]

Biografía

Fue hijo único de Antonio Marchena Jiménez, abogado y rico propietario de Sevilla, quien había pensado destinarlo a la carrera eclesiástica -y parece que en su niñez dio muestras de una gran devoción-. Cursó la enseñanza secundaria en Madrid, donde estudió filosofía, lógica, metafísica y lengua hebrea -el latín y el griego ya los dominaba- y en 1784 ingresó en la Universidad de Salamanca.[3]​ Según otras fuentes el padre de Marchena también era fiscal del Consejo de Castilla. La secundaria en Madrid la cursó en los Reales Estudios de San Isidro y lo que estudió en Salamanca, donde se graduó de bachiller en 1788, fueron leyes.

Activista ilustrado (1787-1792)

 
Juan Meléndez Valdés, retratado por Goya en 1797.

Fue en Salamanca donde conoció a algunos profesores y a alumnos de ideas ilustradas, como Juan Meléndez Valdés, Ramón de Salas y Cortés o Diego Muñoz Torrero. Allí leyó a los principales filósofos ilustrados -Mably, Helvétius, Montesquieu, Locke, Adam Smith, Voltaire, y sobre todo al "divino Rousseau", como él mismo lo llamó- cuyas obras estaban prohibidas en España pero circulaban por la ciudad.[3]​ Parece que fue concretamente Juan Meléndez Valdés quien le despertó su vocación literaria y lo animó a componer poesía.

El primer fruto de las lecturas de los filósofos ilustrados fue una gacetilla anónima que publicó Marchena en 1787 con el título de El Observador, un compendio de la filosofía de la Ilustración, junto con algunos retazos de sátira social y crítica teatral. La primera entrega terminaba con la frase: «Yo aborrezco todo empeño que coarte la libertad». Como era de suponer enseguida el periódico tuvo problemas con la Inquisición y fue finalmente prohibido, por lo que ocho de las catorce entregas que Marchena ya había redactado quedaron inéditas. En el dictamen del censor del Santo Oficio se decía: «Contiene doctrina falsa, errónea, temeraria, que ofende a los oídos piadosos, inductiva al puro materialismo, y con imágenes obscenas».[4]​ Al parecer Marchena fue encausado el año de la aparición de El Observador por la Inquisición por poseer libros prohibidos y por proposiciones heréticas. Por otro lado, El Observador acredita ya a su autor como un ardiente admirador de la cultura francesa, singularmente de Voltaire.

De Salamanca pasó a Madrid, donde escribió, entre otras poesías amorosas y políticas, la Oda a la Revolución francesa, poco después de la toma de la Bastilla el 14 de julio de 1789, que según Menéndez y Pelayo, son «los más antiguos versos de propaganda revolucionaria compuestos en España».[5]

Exilio en Francia (1792-1808)

En abril de 1792 se marcha a Francia, pero las razones que le llevaron a tomar esta decisión que iba a determinar el resto de su vida no están claras. Influyó sin duda la difusión clandestina de sus escritos y las secuelas de sus problemas con la Inquisición, pero también la muerte de su madre y su desesperada situación económica, que lo llevó a solicitar al Conde de Aranda, entonces ministro de Estado de Carlos IV, una pensión o un empleo por encontrarse «absolutamente sin medios para subsistir» -la petición la acompañó de un manuscrito sobre la educación pública-. Durante unos meses residió en Bayona, donde entró en contacto con un pequeño grupo de activistas revolucionarios españoles y donde desarrolló una gran actividad, interviniendo en las sesiones de la Sociedad de Amigos de la Constitución y redactando gacetas y proclamas en francés y en español que eran introducidas clandestinamente en España -y algunas llegaron incluso a América-.[6]​ En agosto de ese año, con Miguel Rubín de Celis, publica la Gaceta de la libertad y de la igualdad, que introducen clandestinamente en España y en octubre redacta la proclama A la nación española.

La fama de Marchena llega a París y a principios de 1793 es llamado por el gobierno revolucionario de los girondinos de Brissot junto con otros dos activistas españoles de Bayona, Juan Antonio Carrese y José Hevia. LLega a la capital el 7 de marzo, solo mes y medio después de la ejecución del rey Luis XVI tras la proclamación de la I República en septiembre del año anterior, y una de las primeras misiones que le encomiendan es la traducción del manifiesto de la Convención francesa a los pueblos de Europa, que se será difundido profusamente en España.[7]​ Al poco tiempo entra al servicio del Ministerio de Asuntos Exteriores francés gracias a una recomendación de Brissot al ministro Lebrun-Tondu.[8]​ Su función era la de redactar propaganda revolucionaria destinada a ser difundida en España.

Tras la caída de los girondinos el 31 de mayo de 1793 sufrió la persecución de los jacobinos, con Robespierre a la cabeza, y pasará catorce meses en prisión. Después de una serie de peripecias dramáticas había sido capturado en Burdeos, conducido a la capital y recluido en la prisión de la Conciergerie. Durante su estancia en la cárcel se cuenta que además de leer la Guía de pecadores de fray Luis de Granada -lo que resulta muy contradictorio para un volteriano como Marchena-, se dedicó junto con otros girondinos a mortificar a un monje benedictino que compartía celda con ellos, "inventando una nueva religión en honor a un dios al que llamaron Ibrascha, al que dedicaban cánticos y oraciones grotescas para desesperación de aquel monje" -lo que concuerda más con su bien ganada fama de blasfemo y sacrílego-.[9]

Algunos meses después de la caída de los jacobinos el 9 Termidor (julio de 1794) fue liberado de la prisión junto con los girondinos que no habían sido guillotinados durante el Terror, a los que Marchena llamó "mártires de la libertad" y a los que intentó sumarse en una carta dirigida desde la cárcel al fiscal de la República en la que le pedía ser ajusticiado junto a ellos.[10]

Tras su liberación colaboró con el nuevo régimen de los termidorianos que le había concedido un empleo burocrático como compensación por las penalidades sufridas durante la "dictadura de la libertad" de Maximilien Robespierre. Pero pronto perdió el empleo cuando comenzó a publicar escritos en forma de artículos, folletos y pasquines en los que criticaba especialmente el proyecto de nueva Constitución, que sería aprobada en septiembre de 1795 y que daría nacimiento al régimen del Directorio. Para Marchena el proyecto tenía demasiadas reminiscencias jacobinas porque era centralista -no federal-, no establecía una nítida división de poderes y tampoco garantizaba plenamente los derechos ciudadanos -especialmente, el de propiedad-. Así pues, "para el «nuevo» Marchena el giro hacia la moderación experimentado por el país tras la caída de Robespierre era todavía insuficiente", y esto es lo que explica la buena acogida que encontraron sus escritos entre los sectores republicanos más conservadores e incluso entre los monárquicos constitucionales -para los que Marchena pidió la amnistía-. Así Marchena se convirtió en un personaje de la vida política parisina, y también se ganó numerosos enemigos y detractores que lanzaron contra él todo tipo de amenazas y de acusaciones, que en muchas ocasiones incluían referencias a su aspecto físico y su falta de aseo personal. Un miembro del Directorio que fue objeto de las ácidas críticas de Marchena lo recordó años después destacando también sus cualidades:

En un cuerpo débil y enclenque escondía, bajo un exterior sucio y repulsivo, un alma ardiente y enérgica, extensos conocimientos, un entusiasmo desinteresado por la libertad y talento para el panfleto.[11]

Uno de sus panfletos titulado José Marchena aux assemblées primaires motivó que el grupo en el poder tratara de asimilarlo, como haría con otros republicanos conservadores, con la oposición monárquica: poco después de la insurrección realista del 13 vendimiario, Marchena fue detenido bajo la acusación de ser uno de sus instigadores, cuando realmente había tratado de evitarla. Liberado en un primer momento, fue de nuevo detenido a los pocos días y a principios de 1796 fue desterrado a Suiza junto con el general Francisco de Miranda.

En el camino a Suiza fue objeto de vejaciones y humillaciones, como la de ir todo el viaje amarrado a la cola de un caballo. Cuando llegó buscó refugio en la casa de la escritora y salonnière Madame de Staël, cuyo salón parisino había frecuentado tiempo atrás, pero aquella no quiso saber nada de él. Al final vuelve clandestinamente a París y en febrero de 1797 consigue regularizar su situación en Francia. A partir de aquel momento decide permanecer alejado de la lucha política y dedicarse al estudio. "De esa época data su pasión por las matemáticas, en las que le inició su amigo el ingeniero español José María Lanz, vecino suyo en la parisina calle de Rohan. Paradojas de aquellos tiempos de transición, mientras Lanz vivía tranquilamente en París con una beca del gobierno de Manuel Godoy, dedicado a sus estudios científicos y sin ser molestado por nadie, Marchena llevaba la incierta vida de un proscrito, con sus bienes embargados en España, al borde de la indigencia y con el riesgo de que un nuevo paso en falso en su país de asilo le devolviera a la cárcel o al destierro".[12]

Ese mismo año 1797 publica el opúsculo Essai de Théologie en el que según el embajador español en París justificaba el ateísmo y una revista de pensamiento titulada Le Spectateur Français, escrita casi exclusivamente por él mismo, en la que trata temas de economía política, relaciones internacionales y literatura, y de la que llegó a publicar seis números -hasta abril de 1797-. Sin embargo, no cumplió su propósito de apartarse de la vida política y en la revista fue introduciendo artículos en los que criticaba al gobierno y a la mayoría de los periódicos de París, escritos, según él, por "hombres despreciables", "panfletos miserables" e "insectos venenosos". Por ello fue detenido y estuvo a punto de ser deportado a ultramar, aunque, después de unas semanas, fue puesto en libertad. Pero a finales de 1798 fue de nuevo detenido. En la denuncia de la policía se le describe de forma poco favorable: «Muy pequeño de estatura, cara delgada y muy morena, color aceitunado, los ojos vivos y el aspecto atrevido». Logró evitar de nuevo la deportación pero pasó seis meses en prisión hasta que fue puesto en libertad en junio de 1799.[13]

 
Emmanuel Joseph Sieyès (1817), por Jacques-Louis David.

La suerte de Marchena cambió con el golpe del 18 Brumario que llevó al poder a Napoleón Bonaparte en noviembre de 1799. Al parecer Marchena jugó algún papel en la preparación del golpe -tal vez escribiendo proclamas- debido a la estrecha relación que mantuvo en aquellos meses con el cerebro del mismo, el abate Sieyès. Gracias a este, precisamente, obtuvo un empleo civil adscrito al ejército del Rin, lo que le aseguró "una vida menos precaria" según el propio Marchena. Así en 1800 pasó varios meses en tierras alemanas y en Suiza a las órdenes del general Moreau integrado en su estado mayor como inspector de contribuciones, cargo que desempeñó con gran eficacia, además de realizar ciertos trabajos estadísticos que le encomendaron sus superiores. Durante esos meses aprendió rápidamente alemán y perfeccionó su inglés y aún tuvo tiempo de perpetrar una divertida broma literaria que aumentó su fama de personaje ocurrente.

Se trataba de la publicación en Basilea del Fragmentum Petronii, un supuesto fragmento del Satiricón de Petronio encontrado en un monasterio, que en realidad había escrito Marchena, al igual que las notas que lo acompañaban -que constituían un verdadero tratado de erotismo en los que desarrolló sus vastos conocimientos teóricos y prácticos sobre el tema, pues Marchena, según uno de sus contemporáneos, conocía misterios del amor "ignorados por los antiguos"-. Su latín era tan perfecto que engañó a los expertos que lo consideraron auténtico.[14]

En 1801 volvió a París tan pobre como se había ido un año antes. Desde entonces hasta 1808 vivió allí entregado al estudio -incluso de la literatura hindú-, a la escritura y a la traducción de obras inglesas e italianas al francés y al castellano. Además colabora en la revista Décade Philosophique que tuvo una gran influencia en el campo de la pedagogía y de la lingüística. Por encargo de una publicación parisina escribe un amplio ensayo sobre el País Vasco y sus fueros. También remite varias poesías a dos revistas españolas, una sevillana y otra madrileña, que las publican con sus iniciales.[15]​ Las revistas son el Correo de Sevilla y las Variedades de Ciencias, Artes y Literatura que dirige Manuel José Quintana en Madrid. En 1806 trata de hacer pasar como verdaderos también unos falsos poemas de Catulo, sin tanta suerte como tuvo con el fragmento de Petronio.

Vuelta a España: al servicio de José I Bonaparte (1808-1814)

 

Después de dieciséis años de exilio volvió a España con el ejército francés que invadió el país, al principio como miembro del aparato de propaganda a las órdenes del general Joaquín Murat. Tras las abdicaciones de Bayona, pasó a ser un alto funcionario de la monarquía de José I Bonaparte, concretamente en el Ministerio del Interior, una especie de superministerio, desde el cual influyó en la política económica del gobierno josefino defendiendo "la libertad de mercado", incluso cuando en los primeros meses de 1812 hubo hambre en Madrid por el desabastecimiento. Además fue director o redactor de varios periódicos defensores de la monarquía de José I y publicó numerosos textos de propaganda de forma anónima.[16]​ Uno de los periódicos de los que fue director durante un breve periodo de 1810 fue el Correo político y militar de Córdoba.

Su apoyo a la monarquía de José I le hizo objeto de burlas por los defensores de los derechos de Fernando VII en las que se referían a su aspecto físico, como en el folleto anónimo aparecido en Córdoba con el título Descripción físico-moral de los tres satélites del tirano que acompañaban al intruso José la primera vez que entró en Córdoba:

Marchena: presencia y aspecto

de mono, canoso,
flaco y enamorado como él mismo;
jorobado, cuerpo torcido,
nariz aguileña, patituerto,
vivaracho de ojos, aunque corto de vista,

de mal color y peor semblante.[17]

Durante este período no abandonó su actividad como traductor -tradujo las comedias de Molière al castellano por encargo del rey José I- y como escritor, sorprendiendo con la publicación de una Oda a Cristo crucificado ya que en ella, abandonando su ateísmo, reivindicaba una concepción liberal del cristianismo, resumida en la frase «Que no quiera [Cristo] que al hombre el hombre oprima». También sorprende que en este período actuara como censor y que en uno de los dictámenes sobre una Geografía elemental escribiera que la obra no contenía cosa alguna «contra las leyes de la nación, ni contra la religión nacional y contra las buenas costumbres».[18]

Nuevo exilio y nuevo retorno (1814-1821)

Abandonó el país con la corte del rey José Bonaparte, residiendo sucesivamente en Perpiñán, Nimes y Montpellier. En este segundo exilio, debido a que los Borbones también habían sido restaurados en Francia, su único modo de subsistencia fue dedicarse a la traducción de los clásicos del pensamiento ilustrado, que como estaban prohibidos en España pero tenían una gran demanda los editores franceses quisieron sacar partido de ese mercado clandestino.[19]​ Así tradujo el Emilio, o la Educación de Rousseau (Burdeos, Pedro Beaume, 1817), las Cartas persas de Montesquieu (Nîmes, P. Durand-Bellé, 1818) y las Novelas de Voltaire (Burdeos, Pedro Beaume, 1819), entre otros muchos textos ilustrados y liberales.

Durante esos años escribió su obra de mayor extensión, Lecciones de filosofía moral y elocuencia (Burdeos, 1820), que era una antología de la literatura española precedida de una larga introducción en la que hizo una reflexión sobre la moderna historia de España.[20]​ En la introducción de esa obra, llamada Discurso sobre la literatura española, aunque rigurosamente clasicista y abominador de la intolerancia ideológica del clero, admite del movimiento romántico el postulado de que la literatura es emanación y reflejo del espíritu y costumbres de un pueblo. También escribe un poema sobre Eloísa y Abelardo y diversas composiciones en que ataca la intolerancia española, y la tragedia Polixena.

Asimismo dedicó tiempo a redactar proclamas y manifiestos contra el absolutismo de Fernando VII, diferenciándose así de la mayoría del resto de afrancesados que buscaban reconciliarse con el rey, y además colaboró con los liberales exiliados en sus conspiraciones para reinstaurar la Constitución de 1812, lo que le causó problemas con la justicia francesa.[20]

 
Retrato de Rafael del Riego.

Cuando triunfó el pronunciamiento de Riego y se restableció la Monarquía Constitucional volvió a España inmediatamente, viviendo entre Sevilla y Madrid. Entonces es cuando se le empieza a conocer como abate Marchena, "sin que se sepa por qué y sin que él rechazara tal apelativo", a pesar de que ni era ni había sido nunca miembro del clero. Y al volver apoya las posiciones de los liberales "exaltados" en consonancia con la radicalización que habían experimentado sus ideas políticas desde su salida de España en 1814 -en lo que también se diferencia de la mayoría de los afrancesados que se sumaron al liberalismo "moderado"-. Recuperando sus raíces girondinas apoya la Constitución de 1812 y elogia la figura de Rafael del Riego y «demás restauradores de la libertad».[21]

En cuanto a la cuestión religiosa Marchena abandonó el ateísmo de sus años en Francia para adoptar el deísmo que lo enlaza con la Ilustración. Así para Marchena, según lo expuso en un discurso pronunciado a finales de 1820 en la Sociedad Patriótica de Sevilla en apoyo de la Ley sobre extinción de monacales y reforma de regulares que se acababa de aprobar, la religión y sus ministros deben quedar sujetos al poder del Estado, como expresión de la voluntad de la nación y como único garante del bien social, defendiendo, pues, una posición laicista:

Conviene, por tanto, que los ministros de la religión nacional dependan, lo más que fuere posible, de los magistrados, que éstos no los pierdan un instante de vista para cerciorarse del contenido de sus doctrinas; no porque sea incumbencia de la potestad civil averiguar si el camino por donde conducen al cielo es el más derecho y seguro, que eso fuera profanar las aras, empero sí para convencerse de que su predicación conspira a la felicidad de los individuos de mancomún con las leyes y que no hay divergencia, ni mucho menos oposición, en las máximas de vida que la legislación y la religión prescriben.[22]

Sus últimos escritos redactados en Sevilla a finales de 1820 también reflejan su idea radical del liberalismo, por lo que recibe el calificativo de "anarquista" y de "hereje" por parte de los sectores más reaccionarios. En una carta con fecha del 6 de diciembre de 1820 les contesta:

¿Quién se ha de persuadir a que yo soy un enemigo de la libertad cuando tantas persecuciones he sufrido por su causa, [...] un anarquista, cuando por espacio de diez y seis meses en mi primera juventud me vi encerrado en los calabozos del jacobinismo? [...] Mas nunca los excesos del populacho me harán olvidar los imprescriptibles derechos del pueblo; siempre sabré arrostrar la prepotencia de los magnates, lidiando por la libertad de mi patria.[23]

Unas semanas después, el 31 de enero de 1821, moría en Madrid en casa de su amigo Juan MacCrohon, sin dejar «bienes de que poder testar».[23]

Memoria histórica

Durante el siglo XIX prevaleció en la memoria histórica del abate Marchena la leyenda de un personaje excéntrico y novelesco que él mismo fomentó con anécdotas como la de tomar durante cierto tiempo como mascota a un jabalí que lo acompañaba a todas partes. Solo fue reconocida su enorme labor como traductor, y sus obras fueron reeditadas a lo largo de todo el siglo "no siempre fieles a la primera versión y en las que a veces se omitía incluso su nombre como traductor". Sus versiones de los grandes autores ilustrados franceses -Voltaire, Montesquieu, Rousseau- lo hicieron muy conocido en los medios intelectuales republicanos y progresistas; escritores como Benito Pérez Galdós y Pío Baroja lo citan en alguna de sus novelas históricas, y Vicente Blasco Ibáñez lo convirtió en protagonista de su novela La explosión. Paradójicamente su obra como escritor empezó a ser conocida gracias a Menéndez y Pelayo -quien calificó a Marchena como "propagandista de impiedad, con celo de misionero y de apóstol, corruptor de una gran parte de la juventud española por medio siglo largo, sectario intransigente y fanático... de influencia diabólica" y que "según relación de sus contemporáneos, era pequeñísimo de estatura, muy moreno y horriblemente feo, en términos que más que persona humana parecía un sátiro de las selvas"- que publicó entre 1892 y 1896 sus Obras literarias, aunque con una tirada de unos escasos quinientos ejemplares, de los que se pusieron a la venta la mitad.[24]

A principios del siglo XX Marchena ya no era solo un extraordinario traductor sino un personaje que para la derecha era un hereje, masón y hasta jacobino, símbolo de la "anti-España", mientras para la izquierda era el principal divulgador del pensamiento de Rousseau, reconocido especialmente en los medios anarquistas. El hecho fue que el abate Marchena adquirió cierta notoriedad como para que una amplia y bien documentada biografía fuera incluida en la primera edición de la Enciclopedia Universal Ilustrada publicada por Espasa-Calpe en 1916.[25]

La recuperación histórica de la figura de Marchena se produjo en los años 70 del siglo XX, entre el final del franquismo y el inicio de la transición, gracias principalmente a la labor de dos historiadores españoles, Antonio Elorza y Alberto Gil Novales, y de varios hispanistas, recuperación que culmina al final de la década siguiente con la publicación en 1989 de la investigación de Juan Francisco Fuentes, José Marchena (1768-1821). Biografía política e intelectual, y en 1990 con el libro del escritor y periodista José Manuel Fajardo, La epopeya de los locos. Españoles en la Revolución francesa, que reconstruye su vida, junto con la de otros exiliados, en la Francia revolucionaria -poco antes Fernando Díaz Plaja había publicado en 1986 una biografía sobre Marchena, que a juicio de Juan Francisco Fuentes es "la más descabellada biografía que se haya escrito sobre el pobre Marchena, plagada de errores, inexactitudes y puras invenciones"-. Más recientemente Juan Goytisolo ha reivindicado su figura -y la de otro erudito liberal, Blanco White- como estandarte de la España heterodoxa de todos los tiempos en su Carajicomedia publicada en el año 2000.[26]

Esta es la valoración que hace de Marchena su principal biógrafo Juan Francisco Fuentes:

A pesar de sus prevenciones contra los «desenfrenos de la más loca democracia» y de sus muchos desengaños, su línea de conducta se mantuvo constante en la defensa de un cambio histórico que, fracasado el Despotismo ilustrado y posteriormente el proyecto histórico que encarnó José I, sólo podía realizarse mediante una revolución política. Fue, sin duda, uno de los españoles que mejor entendió la trascendencia de aquel momento histórico, a caballo entre los siglos XVIII y XIX, y uno de los pocos que llegó al sacrificio personal como contribución al advenimiento de esa nueva era, verdadera Arcadia histórica, en la que, según sus palabras, los vicios serían «raros y las virtudes comunes».
No quiere esto decir que su trayectoria fuera siempre intachable ni rectilínea. Pero, a su peculiar manera, fue un hombre íntegro y lúcido, al margen de sus contradicciones, de sus extravagancias y de alguna que otra traición a sus principios, inevitable tributo a esas «flaquezas de la humanidad» de las que, según llegó a decir él mismo de Don Quijote, «nuca puede quedar inmune un mísero mortal».[27]

Referencias

  1. Fuentes, 2000, pp. 52, 65.
  2. Fuentes, 2000, pp. 52-53.
  3. Fuentes, 2000, p. 53.
  4. Fuentes, 2000, pp. 53-54.
  5. Fuentes, 2000, p. 54.
  6. Fuentes, 2000, pp. 55-56.
  7. Fuentes, 2000, p. 56.
  8. Cf. Brissot de Warville, Jacques-Pierre, Mémoires de Brissot, membre de l'Assemblée législative et de la Convention nationale, sur ses contemporains et la Révolution française, publiés par son fils, París, Ladvocat, 1832, Tomo 4, p. 324.
  9. Fuentes, 2000, pp. 56-57.
  10. Fuentes, 2000, p. 57.
  11. Fuentes, 2000, pp. 57-58.
  12. Fuentes, 2000, p. 59.
  13. Fuentes, 2000, pp. 60-61.
  14. Fuentes, 2000, pp. 61-62.
  15. Fuentes, 2000, pp. 62-63.
  16. Fuentes, 2000, p. 63.
  17. Fuentes, 2000, p. 49.
  18. Fuentes, 2000, pp. 63-64.
  19. Fuentes, 2000, pp. 64-65.
  20. Fuentes, 2000, p. 65.
  21. Fuentes, 2000, pp. 65-66.
  22. La Parra López, 1998, p. 54.
  23. Fuentes, 2000, p. 66.
  24. Fuentes, 2000, pp. 67-68.
  25. Fuentes, 2000, p. 68.
  26. Fuentes, 2000, pp. 69-70.
  27. Fuentes, 2000, p. 70.

Bibliografía

Enlaces externos

  •   Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobre Abate Marchena.
  •   Wikisource en español contiene obras originales de Abate Marchena.
  • Point de gouvernement révolutionnaire ou Observations sur le projêt de décret présenté par Thibaudeau à la séance du 7 Floréal en la Biblioteca Nacional de Francia
  • Quelques réflexions sur les fugitifs français depuis le 2 septembre en la Biblioteca Nacional de Francia
  • J. Marchena aux assemblées primaires en la Biblioteca Nacional de Francia
  • Fragmentum Petronii (edición de 1800)
  • Fragmentum Petronii (edición de 1865)
  • Description géographique et historique des trois provinces dites Vascongades en la Biblioteca Nacional de Francia
  • Lecciones de filosofía moral y elocuencia; Tomo I, Tomo II
  • Obras literarias de D. José Marchena (el Abate Marchena) recogidas de manuscritos y raros impresos con un estudio crítico-biográfico del doctor D. Marcelino Menéndez y Pelayo; Tomo I, Tomo II
  • Rinaldo Froldi, Proclamas, manifiestos y escritos políticos de José Marchena, en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes
  •   Datos: Q3182028
  •   Multimedia: José Marchena
  •   Textos: Autor:José Marchena

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Jose Marchena y Ruiz de Cueto Utrera 18 de noviembre de 1768 Madrid 31 de enero de 1821 mas conocido por el sobrenombre de Abate Marchena que recibio durante los ultimos meses de su vida sin que se sepa por que y sin que el rechazara tal apelativo a pesar de que ni era ni habia sido nunca miembro del clero 1 fue un politico liberal y afrancesado escritor publicista erudito y traductor espanol Jose Marchena y Ruiz de CuetoInformacion personalNacimiento18 de noviembre de 1768 Utrera Espana Fallecimiento31 de enero de 1821 52 anos Madrid Espana NacionalidadEspanolaEducacionEducado enUniversidad de SalamancaInformacion profesionalOcupacionEscritor traductor critico literario periodista y poetaSeudonimoAbate Marchena editar datos en Wikidata Paso la mayor parte de su vida exiliado en Francia a donde se marcho para escapar de la Inquisicion y donde tuvo una participacion muy activa en la vida politica e intelectual de la Republica y del Imperio napoleonico colaborando con personajes tan destacados como Brissot y Sieyes y siendo encarcelado en varias ocasiones y durante breve tiempo deportado a Suiza Volvio a Espana en 1808 con el nuevo rey Jose I Bonaparte ocupando diversos cargos en su administracion y tuvo que abandonarla de nuevo tras la derrota del ejercito frances en la Guerra de Independencia Despues de un segundo exilio en Francia volvio a Espana tras el pronunciamiento del general Riego con la idea de participar en la vida politica espanola pero la muerte lo sorprendio a los pocos meses de su regreso Su actividad intelectual abarco los campos de la economia politica era un firme partidario del liberalismo de Adam Smith la filosofia gran admirador de Voltaire y de Rousseau la literatura la politica o la religion Y tambien fue uno de los traductores espanoles mas influyentes del primer cuarto del siglo XIX a quien se deben la primera traduccion castellana del Contrato Social y de otros libros de Rousseau ademas de versiones de obras de Moliere Montesquieu Voltaire Volney y Lucrecio algunas de las cuales han conocido repetidas ediciones durante los siglos XIX y XX Como ha escrito su principal biografo Marchena ejemplifica los riesgos que entranaba un compromiso intelectual y politico como el suyo en una epoca de convulsion y de cambio Aunque algunos de sus biografos le hayan atribuido un caracter voluble e inestable fue mas bien su constancia en la defensa de ciertos principios revolucionarios soberania nacional libertad economica tolerancia religiosa lo que le hizo quedar atrapado en un entorno historico que evolucionaba de forma vertiginosa e imprevisible 2 Indice 1 Biografia 1 1 Activista ilustrado 1787 1792 1 2 Exilio en Francia 1792 1808 1 3 Vuelta a Espana al servicio de Jose I Bonaparte 1808 1814 1 4 Nuevo exilio y nuevo retorno 1814 1821 2 Memoria historica 3 Referencias 4 Bibliografia 5 Enlaces externosBiografia EditarFue hijo unico de Antonio Marchena Jimenez abogado y rico propietario de Sevilla quien habia pensado destinarlo a la carrera eclesiastica y parece que en su ninez dio muestras de una gran devocion Curso la ensenanza secundaria en Madrid donde estudio filosofia logica metafisica y lengua hebrea el latin y el griego ya los dominaba y en 1784 ingreso en la Universidad de Salamanca 3 Segun otras fuentes el padre de Marchena tambien era fiscal del Consejo de Castilla La secundaria en Madrid la curso en los Reales Estudios de San Isidro y lo que estudio en Salamanca donde se graduo de bachiller en 1788 fueron leyes Activista ilustrado 1787 1792 Editar Juan Melendez Valdes retratado por Goya en 1797 Fue en Salamanca donde conocio a algunos profesores y a alumnos de ideas ilustradas como Juan Melendez Valdes Ramon de Salas y Cortes o Diego Munoz Torrero Alli leyo a los principales filosofos ilustrados Mably Helvetius Montesquieu Locke Adam Smith Voltaire y sobre todo al divino Rousseau como el mismo lo llamo cuyas obras estaban prohibidas en Espana pero circulaban por la ciudad 3 Parece que fue concretamente Juan Melendez Valdes quien le desperto su vocacion literaria y lo animo a componer poesia El primer fruto de las lecturas de los filosofos ilustrados fue una gacetilla anonima que publico Marchena en 1787 con el titulo de El Observador un compendio de la filosofia de la Ilustracion junto con algunos retazos de satira social y critica teatral La primera entrega terminaba con la frase Yo aborrezco todo empeno que coarte la libertad Como era de suponer enseguida el periodico tuvo problemas con la Inquisicion y fue finalmente prohibido por lo que ocho de las catorce entregas que Marchena ya habia redactado quedaron ineditas En el dictamen del censor del Santo Oficio se decia Contiene doctrina falsa erronea temeraria que ofende a los oidos piadosos inductiva al puro materialismo y con imagenes obscenas 4 Al parecer Marchena fue encausado el ano de la aparicion de El Observador por la Inquisicion por poseer libros prohibidos y por proposiciones hereticas Por otro lado El Observador acredita ya a su autor como un ardiente admirador de la cultura francesa singularmente de Voltaire De Salamanca paso a Madrid donde escribio entre otras poesias amorosas y politicas la Oda a la Revolucion francesa poco despues de la toma de la Bastilla el 14 de julio de 1789 que segun Menendez y Pelayo son los mas antiguos versos de propaganda revolucionaria compuestos en Espana 5 Exilio en Francia 1792 1808 Editar En abril de 1792 se marcha a Francia pero las razones que le llevaron a tomar esta decision que iba a determinar el resto de su vida no estan claras Influyo sin duda la difusion clandestina de sus escritos y las secuelas de sus problemas con la Inquisicion pero tambien la muerte de su madre y su desesperada situacion economica que lo llevo a solicitar al Conde de Aranda entonces ministro de Estado de Carlos IV una pension o un empleo por encontrarse absolutamente sin medios para subsistir la peticion la acompano de un manuscrito sobre la educacion publica Durante unos meses residio en Bayona donde entro en contacto con un pequeno grupo de activistas revolucionarios espanoles y donde desarrollo una gran actividad interviniendo en las sesiones de la Sociedad de Amigos de la Constitucion y redactando gacetas y proclamas en frances y en espanol que eran introducidas clandestinamente en Espana y algunas llegaron incluso a America 6 En agosto de ese ano con Miguel Rubin de Celis publica la Gaceta de la libertad y de la igualdad que introducen clandestinamente en Espana y en octubre redacta la proclama A la nacion espanola Jacques Pierre Brissot La fama de Marchena llega a Paris y a principios de 1793 es llamado por el gobierno revolucionario de los girondinos de Brissot junto con otros dos activistas espanoles de Bayona Juan Antonio Carrese y Jose Hevia LLega a la capital el 7 de marzo solo mes y medio despues de la ejecucion del rey Luis XVI tras la proclamacion de la I Republica en septiembre del ano anterior y una de las primeras misiones que le encomiendan es la traduccion del manifiesto de la Convencion francesa a los pueblos de Europa que se sera difundido profusamente en Espana 7 Al poco tiempo entra al servicio del Ministerio de Asuntos Exteriores frances gracias a una recomendacion de Brissot al ministro Lebrun Tondu 8 Su funcion era la de redactar propaganda revolucionaria destinada a ser difundida en Espana Tras la caida de los girondinos el 31 de mayo de 1793 sufrio la persecucion de los jacobinos con Robespierre a la cabeza y pasara catorce meses en prision Despues de una serie de peripecias dramaticas habia sido capturado en Burdeos conducido a la capital y recluido en la prision de la Conciergerie Durante su estancia en la carcel se cuenta que ademas de leer la Guia de pecadores de fray Luis de Granada lo que resulta muy contradictorio para un volteriano como Marchena se dedico junto con otros girondinos a mortificar a un monje benedictino que compartia celda con ellos inventando una nueva religion en honor a un dios al que llamaron Ibrascha al que dedicaban canticos y oraciones grotescas para desesperacion de aquel monje lo que concuerda mas con su bien ganada fama de blasfemo y sacrilego 9 Algunos meses despues de la caida de los jacobinos el 9 Termidor julio de 1794 fue liberado de la prision junto con los girondinos que no habian sido guillotinados durante el Terror a los que Marchena llamo martires de la libertad y a los que intento sumarse en una carta dirigida desde la carcel al fiscal de la Republica en la que le pedia ser ajusticiado junto a ellos 10 Tras su liberacion colaboro con el nuevo regimen de los termidorianos que le habia concedido un empleo burocratico como compensacion por las penalidades sufridas durante la dictadura de la libertad de Maximilien Robespierre Pero pronto perdio el empleo cuando comenzo a publicar escritos en forma de articulos folletos y pasquines en los que criticaba especialmente el proyecto de nueva Constitucion que seria aprobada en septiembre de 1795 y que daria nacimiento al regimen del Directorio Para Marchena el proyecto tenia demasiadas reminiscencias jacobinas porque era centralista no federal no establecia una nitida division de poderes y tampoco garantizaba plenamente los derechos ciudadanos especialmente el de propiedad Asi pues para el nuevo Marchena el giro hacia la moderacion experimentado por el pais tras la caida de Robespierre era todavia insuficiente y esto es lo que explica la buena acogida que encontraron sus escritos entre los sectores republicanos mas conservadores e incluso entre los monarquicos constitucionales para los que Marchena pidio la amnistia Asi Marchena se convirtio en un personaje de la vida politica parisina y tambien se gano numerosos enemigos y detractores que lanzaron contra el todo tipo de amenazas y de acusaciones que en muchas ocasiones incluian referencias a su aspecto fisico y su falta de aseo personal Un miembro del Directorio que fue objeto de las acidas criticas de Marchena lo recordo anos despues destacando tambien sus cualidades En un cuerpo debil y enclenque escondia bajo un exterior sucio y repulsivo un alma ardiente y energica extensos conocimientos un entusiasmo desinteresado por la libertad y talento para el panfleto 11 Uno de sus panfletos titulado Jose Marchena aux assemblees primaires motivo que el grupo en el poder tratara de asimilarlo como haria con otros republicanos conservadores con la oposicion monarquica poco despues de la insurreccion realista del 13 vendimiario Marchena fue detenido bajo la acusacion de ser uno de sus instigadores cuando realmente habia tratado de evitarla Liberado en un primer momento fue de nuevo detenido a los pocos dias y a principios de 1796 fue desterrado a Suiza junto con el general Francisco de Miranda En el camino a Suiza fue objeto de vejaciones y humillaciones como la de ir todo el viaje amarrado a la cola de un caballo Cuando llego busco refugio en la casa de la escritora y salonniere Madame de Stael cuyo salon parisino habia frecuentado tiempo atras pero aquella no quiso saber nada de el Al final vuelve clandestinamente a Paris y en febrero de 1797 consigue regularizar su situacion en Francia A partir de aquel momento decide permanecer alejado de la lucha politica y dedicarse al estudio De esa epoca data su pasion por las matematicas en las que le inicio su amigo el ingeniero espanol Jose Maria Lanz vecino suyo en la parisina calle de Rohan Paradojas de aquellos tiempos de transicion mientras Lanz vivia tranquilamente en Paris con una beca del gobierno de Manuel Godoy dedicado a sus estudios cientificos y sin ser molestado por nadie Marchena llevaba la incierta vida de un proscrito con sus bienes embargados en Espana al borde de la indigencia y con el riesgo de que un nuevo paso en falso en su pais de asilo le devolviera a la carcel o al destierro 12 Ese mismo ano 1797 publica el opusculo Essai de Theologie en el que segun el embajador espanol en Paris justificaba el ateismo y una revista de pensamiento titulada Le Spectateur Francais escrita casi exclusivamente por el mismo en la que trata temas de economia politica relaciones internacionales y literatura y de la que llego a publicar seis numeros hasta abril de 1797 Sin embargo no cumplio su proposito de apartarse de la vida politica y en la revista fue introduciendo articulos en los que criticaba al gobierno y a la mayoria de los periodicos de Paris escritos segun el por hombres despreciables panfletos miserables e insectos venenosos Por ello fue detenido y estuvo a punto de ser deportado a ultramar aunque despues de unas semanas fue puesto en libertad Pero a finales de 1798 fue de nuevo detenido En la denuncia de la policia se le describe de forma poco favorable Muy pequeno de estatura cara delgada y muy morena color aceitunado los ojos vivos y el aspecto atrevido Logro evitar de nuevo la deportacion pero paso seis meses en prision hasta que fue puesto en libertad en junio de 1799 13 Emmanuel Joseph Sieyes 1817 por Jacques Louis David La suerte de Marchena cambio con el golpe del 18 Brumario que llevo al poder a Napoleon Bonaparte en noviembre de 1799 Al parecer Marchena jugo algun papel en la preparacion del golpe tal vez escribiendo proclamas debido a la estrecha relacion que mantuvo en aquellos meses con el cerebro del mismo el abate Sieyes Gracias a este precisamente obtuvo un empleo civil adscrito al ejercito del Rin lo que le aseguro una vida menos precaria segun el propio Marchena Asi en 1800 paso varios meses en tierras alemanas y en Suiza a las ordenes del general Moreau integrado en su estado mayor como inspector de contribuciones cargo que desempeno con gran eficacia ademas de realizar ciertos trabajos estadisticos que le encomendaron sus superiores Durante esos meses aprendio rapidamente aleman y perfecciono su ingles y aun tuvo tiempo de perpetrar una divertida broma literaria que aumento su fama de personaje ocurrente Se trataba de la publicacion en Basilea del Fragmentum Petronii un supuesto fragmento del Satiricon de Petronio encontrado en un monasterio que en realidad habia escrito Marchena al igual que las notas que lo acompanaban que constituian un verdadero tratado de erotismo en los que desarrollo sus vastos conocimientos teoricos y practicos sobre el tema pues Marchena segun uno de sus contemporaneos conocia misterios del amor ignorados por los antiguos Su latin era tan perfecto que engano a los expertos que lo consideraron autentico 14 En 1801 volvio a Paris tan pobre como se habia ido un ano antes Desde entonces hasta 1808 vivio alli entregado al estudio incluso de la literatura hindu a la escritura y a la traduccion de obras inglesas e italianas al frances y al castellano Ademas colabora en la revista Decade Philosophique que tuvo una gran influencia en el campo de la pedagogia y de la linguistica Por encargo de una publicacion parisina escribe un amplio ensayo sobre el Pais Vasco y sus fueros Tambien remite varias poesias a dos revistas espanolas una sevillana y otra madrilena que las publican con sus iniciales 15 Las revistas son el Correo de Sevilla y las Variedades de Ciencias Artes y Literatura que dirige Manuel Jose Quintana en Madrid En 1806 trata de hacer pasar como verdaderos tambien unos falsos poemas de Catulo sin tanta suerte como tuvo con el fragmento de Petronio Vuelta a Espana al servicio de Jose I Bonaparte 1808 1814 Editar Retrato de Jose I Bonaparte por Francois Gerard c 1808 Despues de dieciseis anos de exilio volvio a Espana con el ejercito frances que invadio el pais al principio como miembro del aparato de propaganda a las ordenes del general Joaquin Murat Tras las abdicaciones de Bayona paso a ser un alto funcionario de la monarquia de Jose I Bonaparte concretamente en el Ministerio del Interior una especie de superministerio desde el cual influyo en la politica economica del gobierno josefino defendiendo la libertad de mercado incluso cuando en los primeros meses de 1812 hubo hambre en Madrid por el desabastecimiento Ademas fue director o redactor de varios periodicos defensores de la monarquia de Jose I y publico numerosos textos de propaganda de forma anonima 16 Uno de los periodicos de los que fue director durante un breve periodo de 1810 fue el Correo politico y militar de Cordoba Su apoyo a la monarquia de Jose I le hizo objeto de burlas por los defensores de los derechos de Fernando VII en las que se referian a su aspecto fisico como en el folleto anonimo aparecido en Cordoba con el titulo Descripcion fisico moral de los tres satelites del tirano que acompanaban al intruso Jose la primera vez que entro en Cordoba Marchena presencia y aspectode mono canoso flaco y enamorado como el mismo jorobado cuerpo torcido nariz aguilena patituerto vivaracho de ojos aunque corto de vista de mal color y peor semblante 17 Durante este periodo no abandono su actividad como traductor tradujo las comedias de Moliere al castellano por encargo del rey Jose I y como escritor sorprendiendo con la publicacion de una Oda a Cristo crucificado ya que en ella abandonando su ateismo reivindicaba una concepcion liberal del cristianismo resumida en la frase Que no quiera Cristo que al hombre el hombre oprima Tambien sorprende que en este periodo actuara como censor y que en uno de los dictamenes sobre una Geografia elemental escribiera que la obra no contenia cosa alguna contra las leyes de la nacion ni contra la religion nacional y contra las buenas costumbres 18 Nuevo exilio y nuevo retorno 1814 1821 Editar Abandono el pais con la corte del rey Jose Bonaparte residiendo sucesivamente en Perpinan Nimes y Montpellier En este segundo exilio debido a que los Borbones tambien habian sido restaurados en Francia su unico modo de subsistencia fue dedicarse a la traduccion de los clasicos del pensamiento ilustrado que como estaban prohibidos en Espana pero tenian una gran demanda los editores franceses quisieron sacar partido de ese mercado clandestino 19 Asi tradujo el Emilio o la Educacion de Rousseau Burdeos Pedro Beaume 1817 las Cartas persas de Montesquieu Nimes P Durand Belle 1818 y las Novelas de Voltaire Burdeos Pedro Beaume 1819 entre otros muchos textos ilustrados y liberales Durante esos anos escribio su obra de mayor extension Lecciones de filosofia moral y elocuencia Burdeos 1820 que era una antologia de la literatura espanola precedida de una larga introduccion en la que hizo una reflexion sobre la moderna historia de Espana 20 En la introduccion de esa obra llamada Discurso sobre la literatura espanola aunque rigurosamente clasicista y abominador de la intolerancia ideologica del clero admite del movimiento romantico el postulado de que la literatura es emanacion y reflejo del espiritu y costumbres de un pueblo Tambien escribe un poema sobre Eloisa y Abelardo y diversas composiciones en que ataca la intolerancia espanola y la tragedia Polixena Asimismo dedico tiempo a redactar proclamas y manifiestos contra el absolutismo de Fernando VII diferenciandose asi de la mayoria del resto de afrancesados que buscaban reconciliarse con el rey y ademas colaboro con los liberales exiliados en sus conspiraciones para reinstaurar la Constitucion de 1812 lo que le causo problemas con la justicia francesa 20 Retrato de Rafael del Riego Cuando triunfo el pronunciamiento de Riego y se restablecio la Monarquia Constitucional volvio a Espana inmediatamente viviendo entre Sevilla y Madrid Entonces es cuando se le empieza a conocer como abate Marchena sin que se sepa por que y sin que el rechazara tal apelativo a pesar de que ni era ni habia sido nunca miembro del clero Y al volver apoya las posiciones de los liberales exaltados en consonancia con la radicalizacion que habian experimentado sus ideas politicas desde su salida de Espana en 1814 en lo que tambien se diferencia de la mayoria de los afrancesados que se sumaron al liberalismo moderado Recuperando sus raices girondinas apoya la Constitucion de 1812 y elogia la figura de Rafael del Riego y demas restauradores de la libertad 21 En cuanto a la cuestion religiosa Marchena abandono el ateismo de sus anos en Francia para adoptar el deismo que lo enlaza con la Ilustracion Asi para Marchena segun lo expuso en un discurso pronunciado a finales de 1820 en la Sociedad Patriotica de Sevilla en apoyo de la Ley sobre extincion de monacales y reforma de regulares que se acababa de aprobar la religion y sus ministros deben quedar sujetos al poder del Estado como expresion de la voluntad de la nacion y como unico garante del bien social defendiendo pues una posicion laicista Conviene por tanto que los ministros de la religion nacional dependan lo mas que fuere posible de los magistrados que estos no los pierdan un instante de vista para cerciorarse del contenido de sus doctrinas no porque sea incumbencia de la potestad civil averiguar si el camino por donde conducen al cielo es el mas derecho y seguro que eso fuera profanar las aras empero si para convencerse de que su predicacion conspira a la felicidad de los individuos de mancomun con las leyes y que no hay divergencia ni mucho menos oposicion en las maximas de vida que la legislacion y la religion prescriben 22 Sus ultimos escritos redactados en Sevilla a finales de 1820 tambien reflejan su idea radical del liberalismo por lo que recibe el calificativo de anarquista y de hereje por parte de los sectores mas reaccionarios En una carta con fecha del 6 de diciembre de 1820 les contesta Quien se ha de persuadir a que yo soy un enemigo de la libertad cuando tantas persecuciones he sufrido por su causa un anarquista cuando por espacio de diez y seis meses en mi primera juventud me vi encerrado en los calabozos del jacobinismo Mas nunca los excesos del populacho me haran olvidar los imprescriptibles derechos del pueblo siempre sabre arrostrar la prepotencia de los magnates lidiando por la libertad de mi patria 23 Unas semanas despues el 31 de enero de 1821 moria en Madrid en casa de su amigo Juan MacCrohon sin dejar bienes de que poder testar 23 Memoria historica EditarDurante el siglo XIX prevalecio en la memoria historica del abate Marchena la leyenda de un personaje excentrico y novelesco que el mismo fomento con anecdotas como la de tomar durante cierto tiempo como mascota a un jabali que lo acompanaba a todas partes Solo fue reconocida su enorme labor como traductor y sus obras fueron reeditadas a lo largo de todo el siglo no siempre fieles a la primera version y en las que a veces se omitia incluso su nombre como traductor Sus versiones de los grandes autores ilustrados franceses Voltaire Montesquieu Rousseau lo hicieron muy conocido en los medios intelectuales republicanos y progresistas escritores como Benito Perez Galdos y Pio Baroja lo citan en alguna de sus novelas historicas y Vicente Blasco Ibanez lo convirtio en protagonista de su novela La explosion Paradojicamente su obra como escritor empezo a ser conocida gracias a Menendez y Pelayo quien califico a Marchena como propagandista de impiedad con celo de misionero y de apostol corruptor de una gran parte de la juventud espanola por medio siglo largo sectario intransigente y fanatico de influencia diabolica y que segun relacion de sus contemporaneos era pequenisimo de estatura muy moreno y horriblemente feo en terminos que mas que persona humana parecia un satiro de las selvas que publico entre 1892 y 1896 sus Obras literarias aunque con una tirada de unos escasos quinientos ejemplares de los que se pusieron a la venta la mitad 24 A principios del siglo XX Marchena ya no era solo un extraordinario traductor sino un personaje que para la derecha era un hereje mason y hasta jacobino simbolo de la anti Espana mientras para la izquierda era el principal divulgador del pensamiento de Rousseau reconocido especialmente en los medios anarquistas El hecho fue que el abate Marchena adquirio cierta notoriedad como para que una amplia y bien documentada biografia fuera incluida en la primera edicion de la Enciclopedia Universal Ilustrada publicada por Espasa Calpe en 1916 25 La recuperacion historica de la figura de Marchena se produjo en los anos 70 del siglo XX entre el final del franquismo y el inicio de la transicion gracias principalmente a la labor de dos historiadores espanoles Antonio Elorza y Alberto Gil Novales y de varios hispanistas recuperacion que culmina al final de la decada siguiente con la publicacion en 1989 de la investigacion de Juan Francisco Fuentes Jose Marchena 1768 1821 Biografia politica e intelectual y en 1990 con el libro del escritor y periodista Jose Manuel Fajardo La epopeya de los locos Espanoles en la Revolucion francesa que reconstruye su vida junto con la de otros exiliados en la Francia revolucionaria poco antes Fernando Diaz Plaja habia publicado en 1986 una biografia sobre Marchena que a juicio de Juan Francisco Fuentes es la mas descabellada biografia que se haya escrito sobre el pobre Marchena plagada de errores inexactitudes y puras invenciones Mas recientemente Juan Goytisolo ha reivindicado su figura y la de otro erudito liberal Blanco White como estandarte de la Espana heterodoxa de todos los tiempos en su Carajicomedia publicada en el ano 2000 26 Esta es la valoracion que hace de Marchena su principal biografo Juan Francisco Fuentes A pesar de sus prevenciones contra los desenfrenos de la mas loca democracia y de sus muchos desenganos su linea de conducta se mantuvo constante en la defensa de un cambio historico que fracasado el Despotismo ilustrado y posteriormente el proyecto historico que encarno Jose I solo podia realizarse mediante una revolucion politica Fue sin duda uno de los espanoles que mejor entendio la trascendencia de aquel momento historico a caballo entre los siglos XVIII y XIX y uno de los pocos que llego al sacrificio personal como contribucion al advenimiento de esa nueva era verdadera Arcadia historica en la que segun sus palabras los vicios serian raros y las virtudes comunes No quiere esto decir que su trayectoria fuera siempre intachable ni rectilinea Pero a su peculiar manera fue un hombre integro y lucido al margen de sus contradicciones de sus extravagancias y de alguna que otra traicion a sus principios inevitable tributo a esas flaquezas de la humanidad de las que segun llego a decir el mismo de Don Quijote nuca puede quedar inmune un misero mortal 27 Referencias Editar Fuentes 2000 pp 52 65 Fuentes 2000 pp 52 53 a b Fuentes 2000 p 53 Fuentes 2000 pp 53 54 Fuentes 2000 p 54 Fuentes 2000 pp 55 56 Fuentes 2000 p 56 Cf Brissot de Warville Jacques Pierre Memoires de Brissot membre de l Assemblee legislative et de la Convention nationale sur ses contemporains et la Revolution francaise publies par son fils Paris Ladvocat 1832 Tomo 4 p 324 Fuentes 2000 pp 56 57 Fuentes 2000 p 57 Fuentes 2000 pp 57 58 Fuentes 2000 p 59 Fuentes 2000 pp 60 61 Fuentes 2000 pp 61 62 Fuentes 2000 pp 62 63 Fuentes 2000 p 63 Fuentes 2000 p 49 Fuentes 2000 pp 63 64 Fuentes 2000 pp 64 65 a b Fuentes 2000 p 65 Fuentes 2000 pp 65 66 La Parra Lopez 1998 p 54 a b Fuentes 2000 p 66 Fuentes 2000 pp 67 68 Fuentes 2000 p 68 Fuentes 2000 pp 69 70 Fuentes 2000 p 70 Bibliografia EditarFuentes Juan Francisco Jose Marchena biografia politica e intelectual Barcelona Critica 1989 Fuentes Juan Francisco 2000 Jose Marchena 1768 1821 Leyenda y realidad de un abate revolucionario En Burdiel Isabel Perez Ledesma Manuel eds Liberales agitadores y conspiradores Biografias heterodoxas del siglo XIX Madrid Espasa Calpe ISBN 84 239 6048 X Gil Novales Alberto dir Diccionario biografico del Trienio Liberal Jose Marchena Polixena Edicion critica y estudio introductorio de Manuel Garcia Garcia Sevilla La Maquina China Editorial 2007 ISBN 978 84 933 6837 1 La Parra Lopez Emilio 1998 Los inicios del anticlericalismo espanol contemporaneo 1750 1833 En La Parra Lopez Emilio Suarez Cortina Manuel eds El anticlericalismo espanol contemporaneo Madrid Biblioteca Nueva ISBN 84 7030 532 8 Enlaces externos Editar Wikimedia Commons alberga una categoria multimedia sobre Abate Marchena Wikisource en espanol contiene obras originales de Abate Marchena Point de gouvernement revolutionnaire ou Observations sur le projet de decret presente par Thibaudeau a la seance du 7 Floreal en la Biblioteca Nacional de Francia Quelques reflexions sur les fugitifs francais depuis le 2 septembre en la Biblioteca Nacional de Francia J Marchena aux assemblees primaires en la Biblioteca Nacional de Francia Fragmentum Petronii edicion de 1800 Fragmentum Petronii edicion de 1865 Description geographique et historique des trois provinces dites Vascongades en la Biblioteca Nacional de Francia Lecciones de filosofia moral y elocuencia Tomo I Tomo II Obras literarias de D Jose Marchena el Abate Marchena recogidas de manuscritos y raros impresos con un estudio critico biografico del doctor D Marcelino Menendez y Pelayo Tomo I Tomo II Rinaldo Froldi Proclamas manifiestos y escritos politicos de Jose Marchena en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes Datos Q3182028 Multimedia Jose Marchena Textos Autor Jose MarchenaObtenido de https es wikipedia org w index php title Abate Marchena amp oldid 135710877, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

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