Español costeño (Colombia)
El español costeño es un conjunto de dialectos que forman parte de las variedades caribeñas del idioma español que se hablan en la Costa Caribe colombiana, al norte del país, la cual limita con el Mar Caribe. Se extiende a través de una gran llanura solo interrumpida por la Sierra Nevada de Santa Marta y por ondulaciones leves (que no superan los mil metros) como los Montes de María y la serranía de Makuira, desde la península de La Guajira hasta el norte de los departamentos del Chocó y Antioquia, los cuales poseen extensas costas en el mar Caribe. El dialecto es utilizado en la región comprendida por los departamentos de La Guajira, Magdalena, Atlántico, Sucre, Córdoba, Bolivar , las tres cuartas partes septentrionales del departamento del Cesar y pequeñas extensiones del norte de los departamentos de Santander y Norte de Santander, además de la zona del Urabá. El español costeño colombiano es coloquialmente denominado costeñol, término creado por el escritor corozalero José Elías Cury Lambraño.[1]
Fonética
Presenta rasgos comunes al español hablado en América como el seseo, y características semejantes a las de otros dialectos caribeños como el yeísmo, la aspiración de la s final de sílaba en posición anteconsonántica (costa - [ˈkoh.ta]), la pérdida de la s final absoluta (camas - [ˈka.ma]), la pérdida de la r final absoluta (dormir - [doɾˈmi]), la pérdida de la d final absoluta (maldad - [malˈda]), la caída de la d intervocálica de sílabas finales, como en los participios (comido - /koˈmi.o/, la jota se realiza como una aspiración suave ([h]), a veces casi desaparece, completamente diferente de la articulación velar de la [x] española), y ocurren numerosas ablaciones (para - [pa], donde - [ˈon.de], nada - [na], adelante - [aˈlan.te]). Se destaca también la marcada nasalidad de las vocales que anteceden a las consonantes nasales. La n en posición final absoluta se realiza como una nasal velar: timón - [tiˈmoŋ].
La característica fonética que permite dividir la región en dos es la presencia de la geminación de las consonantes posteriores a las líquidas r y l, y la pérdida de éstas, fenómeno conocido coloquialmente como “golpear”. Por ejemplo, [ˈkad.do] por caldo, [ˈat.to] por alto, [ˈgop.pe] por golpe o [ˈkag.gar] por cargar. Este fenómeno se presenta desde Sabanalarga (Atlántico) hacia el sur hasta el departamento de Córdoba, cubriendo la mitad meridional del departamento del Atlántico, la parte noroccidental del departamento de Bolívar, la región occidental ribereña del Magdalena, las zonas costeras (norte) de los departamentos de Chocó y Antioquia y la totalidad de los departamentos de Sucre y de Córdoba. No se presenta en los departamentos de la Guajira, Cesar, norte y oriente del Magdalena y mitad norte del Atlántico. El fenómeno también se presenta en países como Cuba, Panamá o Puerto Rico.
Otro rasgo característico del español costeño es la realización de la africada postalveolar sorda /t͡ʃ/ (ch) como una oclusiva palatal sorda [c]: 'cachera' se pronunciaría [kaˈceɾa] y chimba se pronunciaría [ˈcimba].
En el norte del Cesar y en el sur de la Guajira se observa la realización oclusiva de la b intervocálica: cabe - [ˈka.be] y no [ˈka.βe], como es normal en la mayoría de los dialectos del español. Las consonantes b, g y d se realizan oclusivas después de las líquidas r y l (incluso donde se “golpea”): carbón - [kaɾˈboŋ], sordo - [soɾ.do], cargar - [kaɾˈga], cuelga - [ˈkwel.ga]. Nunca se realizan fricativas como en ciertas regiones de América como México o el interior de Colombia: [kaɾˈβon], [ˈsoɾ.ðo], [kaɾˈɰaɾ], [ˈkwel.ɰa].
La d final absoluta se realiza siempre oclusiva, nunca fricativa como en otras regiones de América como México o el interior de Colombia: libertad - [li.βeɾˈtat] o [li.βeɾˈta], nunca [li.βeɾˈtað].
Morfosintaxis
Como casi todo el español hablado en América, ustedes se utiliza como pronombre de segunda persona de plural, así como sus formas objeto (los, les) y su adjetivo posesivo (sus, de ustedes). Tú y usted (en situaciones formales) son utilizados para la segunda persona del singular.
No se presentan ni leísmo, ni loísmo ni laísmo. Como en muchas partes de Hispanoamérica, se presenta la pluralización del pronombre objeto directo de tercera persona del singular cuando el objeto indirecto son varias personas: Yo se los dije por Yo se lo dije (en estos casos, el pronombre objeto indirecto les se cambia en español por se para evitar la cacofonía).
Los adjetivos posesivos son frecuentemente reemplazados por construcciones perifrásicas análogas con la preposición de: de él, de ella, de ustedes, de nosotros. Por ejemplo, el carro de nosotros (y no el carro nuestro o nuestro carro), la casa de él (y no la casa suya o su casa).
Como es común en el mundo hispanohablante, el futuro es reemplazado por la construcción perifrásica del presente continuo ir a + infinitivo: Voy a comer en lugar del futuro simple: Comeré.
En la Costa Caribe se utiliza principalmente el tuteo. El tratamiento de usted se deja solo para dirigirse a personas mayores o que ostentan alguna dignidad como las autoridades, los jefes o los profesores. Incurrir en una confusión en este aspecto puede considerarse una falta de respeto. Se tratan de tú, en general, las personas de edades similares, los esposos, los novios, los hermanos, los abuelos hacia los nietos, los amigos, los compañeros de trabajo. Pero un niño siempre tratará de usted a una persona mayor, por ejemplo, un nieto al abuelo, un alumno de primaria o de secundaria a su profesor. También se usa el tratamiento de usted en situaciones formales, para poner distancia entre las personas o para expresar gravedad.
En la región del sur de La Guajira y norte del Cesar se presenta el uso de las formas verbales correspondientes al voseo, en una forma semejante a la usada en Zulia, Venezuela, pero sin voseo pronominal: Y tú, ¿para dónde vais?, ¿Queréis, Juan?, Aquí tenéis a tu chiche en temple.
Los diminutivos en -ico, -ica, -illo, -illa tienden a ser reemplazados por –ito, -ita: florecita, murito, chiquito, burrito.
Subdialectos o variantes
- Costeño general. Mitad septentrional del departamento del Atlántico, departamento del Magdalena (excepto la zona ribereña occidental), norte de la Guajira, mitad meridional del Cesar. Sus epicentros son las ciudades de Barranquilla y Santa Marta. La única diferencia es la entonación o acento de cada región.[1]
- Sabanero. Comprende principalmente las sabanas de Bolívar, Sucre y Córdoba, desde los Montes de María hasta el Urabá, sus epicentros son las ciudades de Sincelejo, Montería y El Carmen de Bolívar.[1]
- Surguajiro y norcesarense. Desde la mitad meridional de la Guajira hasta la mitad septentrional del Cesar. Sus epicentros son Valledupar y Riohacha. Presenta el uso de las formas verbales correspondientes al voseo de ciertas regiones de América: Y tú, ¿para dónde vais?, ¿Queréis, Juan?, Aquí tenéis a tu chiche en temple. Presenta una entonación igual al dialecto norguajiro y pocas diferencias en cuanto al léxico con respecto al costeño general.[1]
- Cartagenero. Comprende a Cartagena de Indias y sus municipios circunvecinos.[1]
Véase también
Referencias
- ↑ Caro y Cuervo, Instituto (1983). Instituto Caro y Cuervo, ed. Atlas lingüístico-etnográfico de Colombia. ISSN 0040-604X.
Bibliografía
- Buesa Oliver, Tomás and Flórez, Luis. Atlas lingüístico-etnográfico de Colombia. Instituto Caro y Cuervo, Bogotá, 1981-1983.
- Costeñismos colombianos. Pedro María Revollo. Barranquilla, Talleres gráficos de la Ed. Mejoras, 1942. 320 pp.
- SUNDHEIM, Adolfo. Vocabulario costeño o lexicografía de la región septentrional de la República de Colombia. Librería Cervantes, 1922. 656 pp.
- Mackenzie, Ian (2001), A Linguistic Introduction to Spanish: LINCOM Studies in Romance Linguistics 35, Newcastle: University of Newcastle upon Tyne.
- Zamora Munné, Juan y Guitart, Jorge: Dialectología Hispanoamericana. Teoría-Descripción-Historia, Salamanca, Ediciones Almar, 1982.
Enlaces externos
del Lexicon del Valle de Upar, por Consuelo Araújo Noguera.
[1] El español hablado en Barranquilla, por José David Villalobos