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Cuestión religiosa en la Segunda República Española

La cuestión religiosa en la Segunda República Española es el conflicto que surgió entre la jerarquía de la Iglesia católica en España y los sectores sociales que la apoyaban, por un lado, partidarios de mantener la posición que ostentaba durante la Monarquía; y los gobiernos y partidos que defendían la radical separación de la Iglesia y el Estado tal como quedó plasmada la constitución de 1931, especialmente en el artículo 3 («España no tiene religión oficial"») y sobre todo en el polémico artículo 26 (que entre otras cosas prohibía los colegios de las órdenes religiosas), y que sería desarrollado por la Ley de Congregaciones Religiosas de 1933.

Portada del almanaque correspondiente a 1932 de la revista satírica La Traca, publicado nada más aprobarse la Constitución de 1931, en la que se declaraba el carácter laico del Estado.

La cuestión religiosa en España

A partir de la aprobación del Concordato de 1851, durante el reinado de Isabel II, y de la política aplicada por la Monarquía de la Restauración, la Iglesia católica recuperó gran parte del poder ideológico y social que había ostentado antes de la Revolución Liberal, que puso fin a sus privilegios, disolvió las órdenes religiosas masculinas y desamortizó la mayor parte de sus bienes. Así la presencia de la Iglesia católica desde 1875 se hizo sentir en todos los ámbitos de la vida social que “la política de la Monarquía restaurada le había entregado: cárceles, hospitales, cuarteles, cementerios, sacralización de espacios públicos, moral pública y privada y, sobre todo, colegios de primera y segunda enseñanza”.[1]​ Y este peso abrumador de la Iglesia católica y de sus instituciones se acentuó aún más a partir de 1923 con la Dictadura de Primo de Rivera que convirtió al catolicismo en uno de los fundamentos del “nuevo régimen” que quería construir. El lema del partido único de la Dictadura, Unión Patriótica fue “Patria, Religión y Monarquía”.[2]​ Según los datos del Instituto Estadístico a 31 de diciembre de 1930 en España había 20 467 religiosos varones distribuidos en 1015 conventos y monasterios y 60 695 mujeres en 3871 casas de religiosas, y en los últimos siete años, durante la Dictadura se había producido un incremento de 3257 varones y 119 comunidades masculinas y 6090 mujeres y 277 comunidades femeninas más.[3]​ Setenta años antes, en 1859, había en España 41 conventos de religiosos (con 719 frailes profesos) y 866 conventos de religiosas (con 12 990 monjas profesas).[4]

La hegemonía que consiguió la Iglesia católica en el terreno educativo fue posible gracias a la Ley Moyano de 1857 que aplicó las concesiones que se hicieron a la Iglesia católica en este campo en el Concordato de 1851 y, sobre todo, gracias a la permisividad de los gobiernos de la Restauración para que las órdenes religiosas, mientras se paralizaban las construcciones de escuelas e institutos para la enseñanza pública, extendieran sus colegios, muchos de ellos fundados por las órdenes dedicadas a la enseñanza que habían sido expulsadas de Francia por la Tercera República, especialmente después de que el gobierno de Émile Combes aplicara con el máximo rigor la Ley de Asociaciones de 1901, disolviendo un buen número de órdenes y congregaciones religiosas, y promulgara la Ley de 1904 que les prohibía el ejercicio de la enseñanza.[5]​ En España, por el contrario, la Ley de Asociaciones de 1887 no fue aplicada a las órdenes religiosas y éstas proliferaron englobadas todas ellas en la disposición del Concordato de 1851 que permitía la existencia de dos órdenes religiosas masculinas y una tercera “a determinar”. El político conservador Antonio Maura lo confirmó en el Congreso de Diputados (sesión de 16 de julio de 1901):

«Han pasado largos años viendo establecerse Ordenes religiosas, viendo cruzar por la calle a los religiosos con sus hábitos y, sin embargo, a nadie se le ha ocurrido que fuesen esos actos ilegales, ni que constituyeran extralimitación el autorizarlas y el consentirlas ... Y la evidencia es que, por unánime consentimiento de todos, un año y otro año ha quedado consolidado el derecho de las Ordenes religiosas y es tarde para arrepentirse»[6]

Cuando los gobiernos de la Restauración quisieron reaccionar contra el “clericalismo” perdieron la batalla. La Ley del candado de 1911 promovida por el gobierno del liberal José Canalejas, que pretendía frenar el crecimiento de las órdenes religiosas, no fue aplicada. La Dictadura de Primo de Rivera cerró definitivamente las puertas a cualquier política que pretendiera cambiar el “statu quo” de la Iglesia católica en España.[1]​ Por el contrario, en Francia la República había promulgado la Ley de 1905 de separación de la Iglesia y el Estado culminando así la construcción del Estado laico. Ese fue el modelo que tuvieron presente la mayoría de los republicanos y los socialistas españoles cuando se proclamó la Segunda República.

El socialista Luis Jiménez de Asúa, presidente de la Comisión de Constitución que redactó el proyecto de Constitución, afirmó en una de sus intervenciones ante el pleno de las Cortes Constituyentes, que la “cuestión religiosa”

«ha surgido del fondo del ánima española y se ha situado en primer plano, y no ha sido, ciertamente, culpa nuestra. En la memoria de todos está la manera cómo los representantes de la Iglesia se adscribieron al sostenimiento de la Dictadura y dieron con esto –ya venían dándolo desde antes- un carácter político a una actuación que debió quedar sometida al fuero íntimo»

Las propuestas republicanas sobre la cuestión religiosa

Los partidos republicanos y el partido socialista integrados en el Gobierno Provisional que se formó en España tras la caída de la Monarquía el 14 de abril de 1931 estaban completamente de acuerdo en que uno de los principios básicos del nuevo régimen republicano habría de ser la completa separación de la Iglesia y el Estado poniendo fin así a más de cien años de confesionalidad del Estado. Pero discrepaban sobre el alcance que debía tener la secularización. A grandes rasgos se puede decir que existían dos propuestas:[7]

 
Niceto Alcalá-Zamora
  • La postura mayoritaria era la defendida por el resto de partidos republicanos y por el PSOE que pretendían ir mucho más lejos al propugnar un anticlericalismo radical que no solo abogaba por la secularización del Estado, sino también de la sociedad, justificándolo por el daño que había causado el clericalismo en la historia de España, al convertirse en el principal obstáculo para su progreso y modernización (en lo que coincidían con el movimiento librepensador y con la masonería).[9]​ Según los republicanos de izquierda y los socialistas había que privar a la Iglesia de los medios con que ejercía su hegemonía social y cultural, y sobre todo el más importante: la educación. Así pues su programa incluía la supresión del presupuesto de culto y clero, el matrimonio civil y el divorcio, la secularización de los cementerios y la medida más contundente: la disolución de las órdenes religiosas, y especialmente los jesuitas, y la nacionalización de sus bienes, sustituyendo los colegios religiosos que aquellas regentaban por una escuela “única” y laica. “Más que una Iglesia libre en un Estado libre se buscaría el sometimiento de la primera al segundo en aras del bien público”.[10]​ Este anticlericalismo radical, que también defendían los anarquistas, se vio acompañado como justificación de una cierta demagogia clerófoba que identificaba a los eclesiásticos, especialmente a los miembros del clero regular, como los enemigos del pueblo.[10]​ En esta propuesta más radical existían matices importantes entre los partidos que la defendían, desde los menos intransigentes como el Grupo de Acción Republicana de Manuel Azaña (que por ejemplo no exigían la disolución de las órdenes religiosas aunque sí la prohibición de la enseñanza) hasta las posturas más extremistas representadas por los radical-socialistas de Álvaro de Albornoz (que estaba cercano al anticlericalismo antirreligioso) y de Marcelino Domingo y por los socialistas (con la excepción del moderado Fernando de los Ríos), que parecían competir con los radical-socialistas a ver quien hacía propuestas aún más intransigentes. El Partido Republicano Radical de Alejandro Lerroux ahora mantenía una postura ambigua respecto de la “cuestión religiosa” aunque en su programa “oficial” todavía mantenía el anticlericalismo extremo que le había definido desde sus inicios.[11]

La política religiosa inicial del Gobierno Provisional y la respuesta católica

Con la proclamación de la Segunda República Española, el nuevo orden constitucional debía amparar la libertad de cultos y desarrollar un proceso de secularización que permitiera superar la tradicional identificación entre el Estado y la Iglesia católica, uno de los elementos clave de legitimación de la monarquía. "Los republicanos anunciaron su determinación de crear un sistema de escuelas laicas, introducir el divorcio, secularizar los cementerios y los hospitales y reducir en gran medida, si no eliminar, el número de órdenes religiosas establecidas en España".[12]

Sin embargo, las primeras decisiones del Gobierno Provisional sobre la secularización del Estado fueron muy moderadas, en sintonía con la decisión de poner a su frente al católico liberal Niceto Alcalá Zamora y nombrar en la cartera clave de Gobernación, a su compañero de la Derecha Liberal Republicana, el también católico Miguel Maura. En el artículo 3º del Estatuto jurídico del Gobierno Provisional, promulgado el mismo día 14 de abril de 1931, y hecho público al día siguiente en el diario oficial, la Gaceta de Madrid, se proclamó la libertad de cultos:

El Gobierno provisional hace pública su decisión de respetar de manera plena la conciencia individual mediante la libertad de creencias y cultos, sin que el Estado, en momento alguno, pueda pedir al ciudadano revelación de sus convicciones religiosas.[13]

En aplicación de esta declaración en las tres semanas siguientes el Gobierno aprobó algunas medidas secularizadoras poco importantes, pero significativas, como la “disolución de la órdenes militares, supresión de la obligatoriedad de asistencia a actos religiosos en cárceles y cuarteles [22 de abril y 19 de abril, respectivamente], prohibición de participación oficial en actos religiosos [Circular del Ministro de la Gobernación del 17 de abril], fin de las exenciones tributarias a la Iglesia, privación de sus derechos a la Confederación Nacional Católico-Agraria, etc. Entre todas, quizá la medida más destacada fue el decreto de 6 de mayo declarando voluntaria la enseñanza religiosa”.[14]​ Por un decreto de 5 de mayo se privó a la Iglesia católica su representación en los Consejos de Instrucción Pública, con lo que la jerarquía católica ya no pudo intervenir en la elaboración de los planes de estudios, un derecho del que venía disfrutando desde hacía mucho tiempo.[15]​ Además se prohibió la asistencia a actos religiosos de los militares no siendo a título personal y se suspendieron las festividades de los Patronos de Armas y Cuerpos del Ejército. Por último se modificó la ley electoral de 1907 para que los sacerdotes pudieran presentarse como candidatos en las elecciones.[16]

Al mismo tiempo el Gobierno Provisional inició los contactos con el nuncio Federico Tedeschini para asegurarle que el Gobierno hasta que no se aprobara la nueva Constitución respetaría el Concordato de 1851 y a cambio la Iglesia debía dar muestras de que acataba el nuevo régimen. Así el día 24 de abril el nuncio envió un telegrama a todos los obispos en el que les transmitía el «deseo de la Santa Sede» de que «recomend[asen] a los sacerdotes, a los religiosos y a los fieles de su[s] diócesis que respet[ase]n los poderes constituidos y obede[ciese]n a ellos para el mantenimiento del orden y para el bien común».[13]​ Junto al nuncio, el otro miembro de la jerarquía eclesiástica que encarnó esta actitud conciliadora hacia la República fue el cardenal arzobispo de Tarragona Francisco Vidal y Barraquer, que ya había realizado algunos gestos de deferencia hacia las nuevas autoridades como su visita al presidente de la Generalidad de Cataluña Francesc Macià, el día 18 de abril, o como el envío el día 22 de una carta de saludo y felicitación al Gobierno provisional de la República por parte de la conferencia de obispos catalanes.[17]​ Otro prelado que estaba en la misma línea era el cardenal arzobispo de Sevilla, Eustaquio Ilundáin y Esteban, y el diario católico que la apoyaba era El Debate, dirigido por Ángel Herrera, fundador de la Asociación Católica Nacional de Propagandistas, que al día siguiente de la proclamación de la República había manifestado en el editorial publicado en primera página, aunque acompañado de un retrato y de un “homenaje al Rey Alfonso XIII”: “La República es la forma de gobierno ‘de hecho’ en nuestro país. En consecuencia, nuestro deber es acatarla. (…) Y no le acataremos pasivamente… le acataremos de un modo leal, activo, poniendo cuanto podamos para ayudarle en su cometido”.[18]

Sin embargo un sector numeroso del episcopado estaba compuesto por obispos integristas (muchos de ellos nombrados durante la Dictadura de Primo de Rivera) que no estaban dispuestos a transigir con la República a la que consideraban una desgracia. La cabeza visible de ese grupo era el Cardenal Primado y arzobispo de Toledo, Pedro Segura, que ya se había manifestado claramente contrario a la República antes y durante la campaña de las elecciones municipales del 12 de abril de 1931, afirmando que la República era obra de los “enemigos de la Iglesia y el orden social”, por lo que estaba justificado la formación de un “compacto frente unido” en defensa de la Monarquía y de la Iglesia católica.[19]​Ya en su primera intervención desde el púlpito después del 14 de abril se refirió a la República como un castigo divino,[20]​ lo que levantó las iras de la prensa republicana, señalándolo como el símbolo del clericalismo monárquico, y provocó el envío de una nota de protesta del gobierno a la nunciatura. Pero el pronunciamiento de mayor trascendencia del Cardenal Segura se produjo el día 1 de mayo cuando hizo pública una pastoral en la que, tras abordar la situación española en un tono catastrofista, hacía un agradecido elogio de la monarquía y del destronado monarca Alfonso XIII, “quien, a lo largo de su reinado, supo conservar la antigua tradición de fe y piedad de sus mayores”.[21][22]​ La prensa republicana interpretó la pastoral como una incitación a los fieles a unirse para salvar los derechos amenazados de la iglesia y los partidos y organizaciones de izquierda la consideraron una declaración de guerra, incrementando el sentimiento anticlerical de muchos ciudadanos.[23]​ El Gobierno Provisional presentó una nota de "serena y enérgica" protesta al Nuncio Federico Tedeschini por lo que consideraba una intervención en política del Cardenal Primado, "cuando no hostilidad al régimen republicano", y pidió que fuera apartado de su cargo. La prensa, por su lado, arreciaba en su campaña contra Segura.[24]

La quema de conventos de mayo

En la mañana del domingo 10 de mayo de 1931 se inauguraba en la calle Alcalá de Madrid el Círculo Monárquico Independiente, fundado por el director del diario monárquico ABC, Juan Ignacio Luca de Tena, que acababa de regresar de Londres donde se había entrevistado con el exrey Alfonso XIII con el objetivo de formar un comité electoral del que surgiera una candidatura monárquica para presentarla en las elecciones a Cortes Constituyentes que se iban a celebrar al mes siguiente. Durante el acto, los monárquicos provocaron a los viandantes haciendo sonar la "Marcha Real" en un gramófono y lanzando pasquines de El Murciélago en el que se llamaba a "hacer la vida imposible a esta caricatura de República".[25]

En la calle dos nuevos invitados que acababan de llegar, al parecer, sostuvieron una discusión política con el taxista que los había traído que era republicano, a la que se unieron varios transeúntes. La discusión se convirtió en un altercado y ardieron tres coches aparcados frente al Círculo, cuyos dirigentes pidieron la protección de la fuerza pública. En seguida corrió el rumor por la ciudad de que un taxista republicano había sido asesinado por unos monárquicos, y una multitud se congregó ante la sede del diario ABC en la calle Serrano, donde tuvo que intervenir la Guardia Civil, que disparó contra los que intentaban asaltar y quemar el edificio causando varios heridos y dos muertos, uno de ellos un niño.[26]

Una manifestación se dirigió entonces a la sede de la Dirección General de Seguridad donde exigieron la dimisión del ministro de la Gobernación Miguel Maura (que había acudido personalmente a la sede del Círculo Monárquico para calmar los ánimos y donde había sido recibido por los republicanos al grito de ¡Maura, no!, rememorando el rechazo a la actuación de su padre, Antonio Maura, durante la Semana Trágica de 1909). Al mismo tiempo grupos de exaltados quemaban un quiosco del diario católico El Debate, apedreaban el casino militar y rompían los escaparates de una librería católica. Además a las ocho de la tarde algunas armerías eran asaltadas y se producían disparos contra una unidad montada de la Guardia Civil. Hacia la medianoche un exaltado disparó contra la multitud congregada en la Puerta del Sol hiriendo a una persona y luego fue linchado.[27]​ Esa misma noche el ministro de la Gobernación Miguel Maura quiso desplegar a la Guardia Civil pero sus compañeros de gobierno, encabezados por el Presidente Niceto Alcalá Zamora y por el ministro de la Guerra Manuel Azaña, se opusieron, reacios a emplear a las fuerzas de orden público contra el "pueblo" y restando importancia a los hechos.[28]​ Maura también usó como argumento que había recibido una información de un capitán del ejército de que algunos jóvenes del Ateneo de Madrid estaban preparándose para quemas edificios religiosos al día siguiente, a lo que Manuel Azaña le contestó, según cuenta Maura en sus memorias, que eran «tonterías» y añadió, que, en caso de ser cierto lo que se preparaba, sería una muestra de «justicia inmanente».[29]

Cuando el gobierno estaba reunido a primeras horas de la mañana del lunes 11 de mayo le llegó la noticia de que la Casa de Profesa de los jesuitas estaba ardiendo. El ministro de la Gobernación Miguel Maura de nuevo intentó sacar a la calle a la Guardia Civil para restablecer el orden pero al igual que la noche anterior se encontró con la oposición del resto del gabinete y especialmente de Manuel Azaña, quien, según Maura, llegó a manifestar que todos los conventos de Madrid no valen la vida de un republicano y amenazó con dimitir si hay un solo herido en Madrid por esa estupidez. A otro ministro, según Maura, le hizo gracia que fuesen los jesuitas los primeros en pagar «tributo» al «pueblo soberano». El que presentó su dimisión -que luego retiraría- fue Maura que abandonó la sede de la Presidencia del Gobierno.[30]​ La inacción del gobierno permitió que los sublevados quemaran más de una decena de edificios religiosos. Por la tarde, por fin, el Gobierno declaró el estado de guerra en Madrid y a medida que las tropas fueron ocupando la capital, los incendios cesaron. Al día siguiente, martes 12 de mayo, mientras Madrid recuperaba la calma, la quema de conventos y de otros edificios religiosos se extendía a otras poblaciones del este y el sur peninsular (los sucesos más graves se produjeron en Málaga). Por el contrario, allí donde los gobernadores civiles y los alcaldes actuaron con contundencia no hubo incendios.[31]

No se sabe con absoluta certeza quién quemó los alrededor de cien edificios religiosos que ardieron total o parcialmente aquellos días (además de la destrucción de objetos del patrimonio artístico y litúrgico y la profanación de algunos cementerios de conventos), y durante los cuales murieron varias personas y otras resultaron heridas,[32]​ pero la hipótesis más admitida es que los incendiarios fueron elementos de extrema izquierda republicana y anarquista que pretendían presionar al Gobierno Provisional para que llevara a cabo la «revolución» que significaba ante todo arrancar de cuajo el «clericalismo».[33]​ Sin embargo lo que sí que está clara fue la irresponsabilidad del gobierno en el manejo de la situación, que solo se explica, además de por una difusa simpatía que pudieran sentir algunos ministros por los alborotadores, por “una mezcla de perplejidad, error de cálculo, debilidad y miedo a la impopularidad derivada del empleo de la fuerza contra el pueblo”.[34]​ En esta misma línea explicativa se manifiesta el historiador Gabriel Jackson que señala que la "mayoría de los ministros" no quería que "el nuevo régimen comenzara su existencia disparando contra españoles" convencidos de que "las masas odiarían a un Gobierno que recurriera a la guardia civil ante las primeras señales de un motín".[35]​ El propio presidente Niceto Alcalá Zamora en una alocución radiada el mismo día 11 justificó implícitamente la actitud del gobierno diciendo que se había evitado un baño de sangre. También el Papa Pío XI el 17 de mayo se referiría a la “gravísima” responsabilidad de los que no habían “impedido oportunamente” que los sucesos se produjeran.[32]

La izquierda republicana y los socialistas hablaron de la existencia de una conspiración monárquica y clerical e interpretaron los hechos como un “aviso para el Gobierno Provisional” sobre la política moderada que había llevado hasta esos momentos. El pueblo “dotado de fino instinto”, aseguró El Socialista, se había adelantado al Gobierno en la defensa del régimen. El órgano cenetista Solidaridad Obrera fue el que más insistió en la intervención popular en los hechos y en relacionarlos con un movimiento justiciero frente al «afeminamiento político» del Gobierno, que «ha[bía] dejado de ser un Gobierno revolucionario para convertirse en uno de los tantos Gobiernos liberales de la monarquía».[34]​ Las logias masónicas también expresaron al gobierno su descontento por su contemporización con los elementos conservadores, clericales y monárquicos. Entre los que apoyaban al gobierno Provisional los únicos que claramente condenaron lo sucedido y se opusieron a la interpretación que estaban haciendo de los sucesos la izquierda republicana y los socialistas fueron los intelectuales de la Agrupación al Servicio de la República que criticaron duramente que se considerara una expresión de la democracia los actos vandálicos de una “multitud caótica e informe” y ponían en duda que incendiar edificios religiosos fuera una demostración de “verdadero celo republicano”.[36]

La tensión entre la República y la Iglesia católica

El gobierno se sumó a la interpretación de la izquierda republicana y de los socialistas y por eso ordenó la suspensión de la publicación del diario católico El Debate y del monárquico ABC, así como la detención de varios significados monárquicos (que semanas después serían absueltos por los tribunales, lo que provocó una dura reacción de la prensa de izquierdas que lo consideró una nueva y vergonzosa maniobra monárquica).[37]​ El gobierno llegó a acordar incluso la expulsión de los jesuitas aunque finalmente no se consumó.[29]​ Y en ese contexto se produjo la expulsión de España el 17 de mayo del obispo integrista de Vitoria Mateo Múgica, por negarse a suspender el viaje pastoral que tenía previsto realizar a Bilbao donde el gobierno temía que con motivo de su visita se produjeran incidentes entre los carlistas y los nacionalistas vascos que compartían su oposición a la República y su defensa del clericalismo, y los republicanos y los socialistas anticlericales.[38]

El Gobierno Provisional aprobó también algunas medidas dirigidas a asegurar la separación de la Iglesia y el Estado sin esperar a la reunión de las Cortes Constituyentes. El 13 de mayo una circular de la Dirección General de Enseñanza Primaria concretaba el decreto de 6 de mayo que había declarado voluntaria la enseñanza religiosa. En ella, además de establecer que sería necesaria una manifestación expresa de los padres en la matrícula indicando que deseaban recibirla, se ordenaba la retirada de crucifijos de las aulas donde hubiese alumnos que no recibieran enseñanza religiosa. El 21 de mayo un decreto declaraba obligatorio el título de maestro para ejercer la enseñanza, lo que afectaba especialmente a los colegios religiosos ya que los frailes y monjas que impartían las clases carecían del mismo. El 22 de mayo otro decreto reconocía la libertad de cultos y la libertad de conciencia en la escuela y otra disposición prohibía a los religiosos “enajenar inmuebles y objetos artísticos, arqueológicos o históricos” sin permiso de la administración.[39]

El "caso Segura"

 
Cardenal Pedro Segura

La Iglesia católica, que en general había reaccionado con moderación a los incendios de mayo, criticó todas estas medidas laicistas, especialmente la retirada de los crucifijos de las aulas donde hubiera alumnos que no querían recibir enseñanza religiosa, y sobre todo el decreto de 22 de mayo que provocó incluso la protesta del Nuncio asegurando que no era legal legislar sobre libertad de cultos o enseñanza religiosa en las escuelas sin tener en cuenta el Concordato de 1851.[39]​ El 30 de mayo el Vaticano negó el placet al recién nombrado embajador de España, Luis de Zulueta.[40]​ La reacción más radical partió de nuevo del cardenal Segura que el 3 de junio en Roma, donde se encontraba desde el 12 de mayo, hizo pública una pastoral en la que se recogía “la penosísima impresión que les había producido ciertas disposiciones gubernativas” a los obispos y todos los agravios que a su juicio había padecido la Iglesia hasta esos momentos, incluido el último decreto, del que no aceptaban que la enseñanza religiosa desapareciera de la escuela pública, poniendo de manifiesto el antiliberalismo que la Iglesia católica seguía manteniendo.[41]​ La pastoral del cardenal Segura de nuevo desató las iras de la prensa republicana y socialista que la calificó de “intromisión intolerable”. El Gobierno Provisional expresó al Vaticano su deseo de que el cardenal no retornase a España y que fuese destituido de la sede de Toledo. En estas circunstancias el cardenal Segura volvió inesperadamente a España el 11 de junio y fue detenido tres días después por orden del gobierno en Guadalajara, y el día 15 fue expulsado del país. De este hecho quedó una famosa foto que dio la vuelta al mundo con el cardenal abandonando el convento de los paúles de Guadalajara rodeado de policías y guardias civiles, que se presentó como "prueba" de la "persecución" que estaba padeciendo la Iglesia católica en España.[42]​ El Cardenal Segura no volvería a España hasta después de iniciada la guerra civil[38]​ Al día siguiente se celebró en la plaza de toros de Pamplona un gran mitin católico para protestar contra la expulsión del cardenal.[40]

El "caso Echeguren"

Dos meses después, y en pleno debate en las Cortes Constituyentes recién abiertas sobre la nueva Constitución en el que la “cuestión religiosa” estaba siendo la más polémica, se producía un nuevo incidente que enturbió aún más las relaciones de la República y la Iglesia católica y en el que el Cardenal Segura volvía a ser protagonista. El día 17 de agosto entre la documentación incautada al vicario de Vitoria, Justo Echeguren, que había sido detenido tres días antes en la frontera hispano francesa por la policía, se encontraron unas instrucciones del Cardenal Segura a todas las diócesis en las que se facultaba a los obispos a vender bienes eclesiásticos en caso de necesidad. "Pero lo considerado más grave por el gobierno era que, a tal circular, acompañaba un dictamen del abogado Rafael Martín Lázaro, firmado en fecha tan temprana como el 8 de mayo, que aconsejaba la transferencia por parte de la Iglesia de sus bienes inmuebles a seglares y la colocación de bienes muebles en títulos de deuda extranjeros, es decir, invitaba a la fuga de capitales", todo ello para eludir una posible expropiación por parte del Estado.[43]​ La respuesta inmediata del Gobierno Provisional, después de descartar la ruptura de las relaciones diplomáticas con la Santa Sede, fue la publicación el 20 de agosto de un decreto en el que se suspendían las facultades de venta y enajenación de los bienes y derechos de todo tipo de la Iglesia católica y de las órdenes religiosas. En el preámbulo se intentó suavizar la medida haciendo referencia a “los esfuerzos notorios que ha[bían] realizado elementos destacados de la Iglesia española” para mantener su lealtad al nuevo régimen, aludiendo así al sector conciliador encabezado por el cardenal Francisco Vidal y Barraquer y el Nuncio frente al intransigente sector integrista encabezado por el cardenal Segura. Por otro lado, el decreto fue acompañado por la suspensión de una decena de periódicos católicos del País Vasco y de Navarra que se habían significado por sus proclamas antirrepublicanas y que fueron acusados por el gobierno de hacer llamamientos a la rebelión armada contra la República.[44]

La Constitución de 1931

La propuesta de la ponencia de la Comisión Constitucional

 
Ángel Ossorio y Gallardo

Una Comisión Jurídica Asesora nombrada por el Gobierno Provisional y presidida por el jurista católico liberal Angel Ossorio y Gallardo redactó un anteproyecto de Constitución en el que la solución dada a la “cuestión religiosa” respondía a los principios del laicismo liberal: se establecía la separación de la Iglesia y el Estado pero se reconocía un estatus especial a la Iglesia católica al considerarla “Corporación de Derecho Público” y también la libertad de conciencia, con la única limitación del “respeto debido a las exigencias de la moral pública”, y la libertad de cultos, tanto privada como públicamente.[45]

Pero el anteproyecto de la Comisión Jurídica Asesora fue rechazado por la Iglesia católica y, aunque por motivos diametralmente opuestos, por la mayoría de las Cortes Constituyentes integrada por los partidos republicanos de izquierda y el partido socialista, todos ellos defensores de un anticlericalismo radical. Así la Comisión Constitucional presidida por el socialista Luis Jiménez de Asúa elaboró un nuevo proyecto de Constitución que dio a conocer el 18 de agosto de 1931, en el cual, después de establecer en el artículo 3 la completa separación de la Iglesia y el Estado con la misma fórmula propuesta por la Comisión Jurídica Asesora (“No existe religión de Estado”, aunque finalmente fue modificada por la más moderada de “El Estado español no tiene religión oficial”), recogía la máxima aspiración anticlerical desde hacía un siglo: la supresión de las órdenes religiosas (y la consiguiente nacionalización de sus bienes).[46]​ Además se suprimía el reconocimiento especial de la Iglesia católica y desaparecía su consideración como “Corporación de Derecho Público” y se prohibía expresamente cualquier auxilio económico por parte del Estado. También se limitaba la libertad de cultos al interior de los templos. Por último se establecía la “escuela única” del Estado, por lo que la actividad educativa de la Iglesia quedaría limitada a enseñar sus “respectivas” doctrinas en sus “propios” establecimientos.[47]

Mientras tanto, al margen de las Cortes, dos miembros del Gobierno Provisional, su presidente, el republicano liberal Niceto Alcalá Zamora, y el ministro de Justicia, el socialista Fernando de los Ríos, alcanzaban el 14 de septiembre, después de una difícil negociación, unos “puntos de conciliación” con el Nuncio Tedeschini y el Cardenal Vidal y Barraquer, que encabezaban el sector “posibilista” de la jerarquía eclesiástica que estaba dispuesta a aceptar la aconfesionalidad del Estado y la renuncia progresiva a vivir del presupuesto de “culto y clero”, a cambio de que se le reconociera su relevancia social, mediante la firma de un Concordato o de un ‘modus vivendi’ entre la Iglesia y el Estado, no fueran disueltas las órdenes religiosas y se aceptase la “libertad de enseñanza” (es decir, que los colegios religiosos pudieran continuar como hasta entonces). Pero Alcalá-Zamora y Fernando de los Ríos no pudieron hacer valer estos "puntos de conciliación" con la Iglesia católica por la oposición del resto del gobierno y de la mayoría de las Cortes.[48]

El debate del artículo 26 de la Constitución

Como ya señaló hace tiempo el historiador Gabriel Jackson "el debate sobre el artículo 26 fue el primer conflicto revolucionario en la historia de la joven República"[49]​ Durante el debate los radical-socialistas y los socialistas se opusieron vehementemente a cualquier modificación de la propuesta de la Comisión,[50]​ mientras que los diputados de Acción Republicana, el partido del ministro de la Guerra Manuel Azaña pretendían “suavizarla”. Por su parte la Derecha Liberal Republicana (desde julio de 1931, Partido Republicano Progresista) de Niceto Alcalá-Zamora y la Agrupación al Servicio de la República pretendían recuperar la propuesta inicial de la Comisión Jurídica Asesora.[51]​ El Partido Republicano Radical mantenía de nuevo una posición ambigua, ya que mientras su portavoz inicialmente apoyó la propuesta de la ponencia, su líder Alejandro Lerroux se mostraba dispuesto a transigir, aproximando su postura a la de la Derecha Liberal Republicana, aunque manteniendo un notable diferencia con ella: la prohibición del ejercicio de la enseñanza a las órdenes religiosas.[52]

Los diputados de la derecha católica (la Minoría Agraria, donde se integraban los diputados agrarios de José Martínez de Velasco y los cinco diputados de Acción Nacional de José María Gil Robles y la Minoría vasco-navarra, que comprendía a carlistas, integristas y nacionalistas vascos, que entre ambas sumaban tan solo 40 diputados de un total de 468) se opusieron acaloradamente al "ataque a los derechos de la Iglesia” y defendieron la confesionalidad católica del Estado.[53]​ En defensa de la línea católica “posibilista” preconizada por el Cardenal Vidal y Barraquer, intervino, entre otros, el líder de Acción Nacional José María Gil Robles que, después de recordar el rechazo de los católicos al principio de la libertad de conciencia, se mostró dispuesto a aceptar, con matices, la declaración del laicismo del Estado, siempre que se reconocieran los “derechos de la Iglesia”, incluidos los de las órdenes religiosas,[54]​ aunque su intervención concluyó, después de afirmar que el proyecto constitucional era un "proyecto de persecución religiosa", con una advertencia: "que desde el momento en que se aprobara un texto de esta naturaleza, por nuestra parte declararíamos abierto un nuevo periodo constituyente".[55]​</ref>|}}

En la mañana del martes 13 de octubre se reunió la Comisión Constitucional para introducir enmiendas en el artículo 26 (el 24 en el proyecto) que satisficieran a los grupos, como Acción Republicana o el Partido Republicano Radical, que apoyaban al Gobierno Provisional pero que se habían mostrado partidarios de “suavizar” el proyecto (en ningún momento se planteó la opción de aceptar los puntos de vista de la derecha católica “posibilista”, ni de la derecha republicana). Sin embargo, tanto los radical-socialistas como los socialistas siguieron defendiendo la redacción inicial.[56]​ El desacuerdo se resolvió finalmente gracias a la intervención de Manuel Azaña en el pleno que se celebró por la tarde en el que pronunció la famosa frase “España ha dejado de ser católica”, que más adelante, sacada de su contexto, sería utilizada por la derecha antirrepublicana como la “prueba” de que el proyecto de Azaña era “descristianizar” España (en realidad a lo que se refería Azaña era a que el catolicismo había dejado de ser el elemento definidor de la cultura española y que por tanto se tenía que proceder a la completa y radical separación de la Iglesia y el Estado).[57]

La premisa de este problema [religioso], hoy político, la formulo yo de esta manera: España ha dejado de ser católica: el problema político consiguiente es organizar el Estado en forma tal que quede adecuado a esta fase nueva e histórica del pueblo español. (...) En este asunto, Sres. Diputados, hay un drama muy grande, apasionante, insoluble. Nosotros tenemos, de una parte, la obligación de respetar la libertad de conciencia, naturalmente sin exceptuar la conciencia cristiana; pero tenemos también, de otra parte, el deber de poner a salvo la República y el Estado.[58]

Azaña en su intervención apoyó la nueva redacción del texto de la ponencia que eliminaba la supresión de las órdenes religiosas y a cambio ofreció la limitación de sus actividades incluida la prohibición de ejercer la enseñanza (lo que sería regulado en una futura ley de congregaciones a aprobar por las Cortes Constituyentes) y la disolución de la orden religiosa más odiada por los anticlericales, los jesuitas (identificados con el antiliberalismo más reaccionario).[59]​ Posteriormente se incluyó otra concesión demandada por los socialistas: que la partida del presupuesto destinada al clero desaparecería en el plazo de dos años.

«Yo digo que, en el orden de las ciencias morales y políticas, la obligación de las Ordenes religiosas católicas, en virtud de su dogma, es enseñar todo lo que es contrario a los principios en que se funda el Estado moderno... [Por eso] ni mi partido ni yo, en su nombre, suscribiremos una cláusula legislativa en virtud de la cual siga entregado a las Ordenes religiosas el servicio de la enseñanza. Eso, jamás. Yo lo siento mucho; pero esta es la verdadera defensa de la República... A mí que no me vengan a decir que esto es contrario a la libertad porque esto es una cuestión de salud pública»[60]

La propuesta de Azaña fue finalmente aprobada con los votos favorables de los socialistas y de los republicanos de izquierda (a excepción de los radical-socialistas que se abstuvieron, pues seguían defendiendo el texto original de la ponencia), y también de los diputados del Partido Republicano Radical, mientras que la Agrupación al Servicio de la República se abstenía por considerar que la propuesta era demasiado radical, y el Partido Republicano Progresista (la antigua Derecha Liberal Republicana de Alcalá-Zamora y Maura), la derecha monárquica y la derecha católica votaban en contra. En total 178 votos a favor y 59 en contra. Inmediatamente las minorías agraria y vasco-navarra junto con otros diputados católicos anunciaron su retirada de las Cortes en señal de protesta, hasta que terminaran los debates constitucionales.[61]

La aprobación del artículo 26 (el 24 en el proyecto) provocó una grave crisis política porque el presidente del Gobierno Provisional Niceto Alcalá-Zamora y el ministro de la Gobernación Miguel Maura presentaron su dimisión al estar en completo desacuerdo con su contenido. Manuel Azaña, el político que había conseguido aglutinar a las partidos republicanos de centro-derecha y de izquierda y al partido socialista en el espinoso tema de la cuestión religiosa, aunque fuera a costa de dejar fuera a la derecha tanto la republicana como la monárquica y católica, fue el nuevo presidente del Gobierno Provisional.[62]

Tras la retirada de la Minoría Agraria y de la Minoría vasco-navarra, que se habían opuesto a la libertad de cultos, al reconocimiento del divorcio porque atentaba contra la familia, y a la escuela "única" y laica, porque era contraria a la "libertad de enseñanza", y tras la resolución de la disputa principal, la aprobación del resto de artículos de la Constitución relacionados con la cuestión religiosa fue mucho menos conflictiva y, paradójicamente, se “suavizaron” algunos aspectos de la redacción original del proyecto de la Comisión. Así de la prohibición del culto fuera de los templos (establecida en el artículo 25 de la ponencia) se pasó a la tolerancia a “las manifestaciones públicas del culto” aunque bajo el control del gobierno que era quien podía autorizarlas (art. 27 en la nueva redacción, en el que se mantuvo la secularización de los cementerios). En el reconocimiento del derecho al divorcio (Art. 41 de la ponencia) se limitó a decir que el matrimonio podría disolverse por “mutuo disenso o a petición de ambos cónyuges, con alegación en este caso de justa causa” (Art. 43 en la nueva redacción, en el que también se reconoció la igualdad legal entre los hijos tenidos dentro o fuera del matrimonio), lo que fue desarrollado en la Ley de Divorcio de 1932. Por último, la propuesta de establecer la escuela laica y “única”, lo que era interpretado como que el Estado detentaría el monopolio de la enseñanza, se pasó a la escuela laica y “unificada” (de significado mucho más ambiguo), manteniéndose la limitación de la actividad educativa de la Iglesia a “enseñar sus respectivas doctrinas en sus propios establecimientos”, bajo la inspección del Estado (Art. 48).[63]​ El artículo 49 dejaba la puerta abierta a la enseñanza privada, al determinar que las "condiciones en que se podrá autorizar" las establecerá una futura "ley de Instrucción pública".[64]​</ref>

La respuesta de la Iglesia y del movimiento católico

Tanto la Iglesia católica como las organizaciones vinculadas a ella reaccionaron enérgicamente contra la solución que se había dado a la cuestión religiosa en la Constitución. Tanto los católicos “posibilistas” como los integristas interpretaron el contenido del artículo 26 como una “medida persecutoria” contra la Iglesia y como una “declaración de guerra a los católicos”. Solo tres días después de que fuera aprobado el artículo el papa Pío XI envió un telegrama a todos los obispos españoles en el que protestaba “enérgicamente” por todas “las múltiples ofensas inferidas a los derechos sagrados de la Iglesia, que son los derechos de Dios y de las almas”, lo que fue apoyado por los prelados afirmando que el laicismo privaba al hombre de la “verdad y la ley de Cristo”.[65]​ Una vez aprobada la Constitución los obispos españoles hicieron público a finales de diciembre de 1931 un documento colectivo de protesta por el trato dado a la Iglesia católica a pesar de haber «dado pruebas evidentes y abnegadas de moderación, paciencia y generosidad, evitando... cuanto pudiera parecer un acto de hostilidad a la República». En el documento se acusaba a las Cortes Constituyentes de haber actuado con "criterio sectario" y haber acordado una "solución de venganza" fruto del "absoluto laicismo de Estado" que ponía a la Iglesia "en materias que le son de su exclusiva competencia, bajo [la] dominación del poder civil":[66]

Desde el mismo momento en que se aprobó el artículo 26 se inició una campaña de movilizaciones y de protestas de los católicos a favor de la revisión de la Constitución, cuya primera media había sido la retirada de las Cortes de los diputados de la derecha católica (de la Minoría Agraria y de la Minoría vasco-navarra), que declararon haber “llegado al límite de [su] transigencia”.

La intransigencia de las Cortes y su divorcio del sentir del pueblo, manifestados en el criterio relativo a la propiedad, la familia, la enseñanza y aun a los fundamentos mismos de la ordenación social... ha culminado en los preceptos relativos a la cuestión religiosa. El acuerdo de los núcleos de mayoría dio por resultado la redacción de un artículo netamente persecutorio, disfrazado con apariencias de medida salvadora del régimen. (...) Denegado a la Iglesia católica y a sus instituciones un régimen de derecho común de simple ciudadanía, con quebranto de los más elementales derechos del hombre... la Constitución que va a aprobarse no puede ser nuestra. (...) Nosotros levantamos ya desde ahora, dentro de la ley, la bandera de su revisión. Si en las Cortes nos desentedemos del problema, lo llevamos sin rebozo ante la opinión en una intensa campaña que desde ahora iniciamos. (...) Dirigimos a los católicos un llamamiento enérgico y apremiante a la acción. La Constitución política, nutrida de espíritu sectario, no existe para nosotros. Frente a ella, todos unidos como hermanos. (...) El esfuerzo que estérilmente habríamos de desarrollar en la elaboración de una Constitución antirreligiosa y antisocial, lo emplearemos en mover a la opinión contra ella.

[67]

Asimismo se convirtió a Acción Nacional en una organización política estable para que en torno a ella se formara una candidatura católica a las elecciones, que se pensaba que se iban a celebrar tras aprobarse la Constitución (como le dijo José María Gil Robles, líder de Acción Nacional, al cardenal Vidal y Barraquer: “No hay más camino que el de las elecciones: traer las derechas al Parlamento una minoría suficientemente fuerte que permitiera más adelante "un acuerdo con otras fueras parlamentarias (grupo Lerroux, por ejemplo)”).[68][69]​ La campaña de movilización revisionista católica adoptó un tono de cruzada, porque lo que estaba en juego, según el director de El Debate, Angel Herrera, era “comunismo o civilización cristiana”.[70]​ La campaña católica fue respondida con una movilización de la izquierda republicana y socialista, que contó con el apoyo del gobierno y de algunas autoridades locales, en defensa del laicismo y de lo que creían era un intento de destruir la República, produciéndose algunos enfrenamientos graves entre clericales y anticlericales, como los que ocurrieron en Bilbao en enero de 1932, donde hubo tres muertos y se incendió un convento.[71]

Valoración final

Por primera vez en la historia del constitucionalismo español se implantó un Estado laico, superando por fin la secular oposición clerical a que se introdujera cualquier medida secularizadora que pudiera poner en riesgo la unidad católica de España. Sin embargo, los constituyentes, a diferencia del "problema catalán" en que optaron por una "fórmula de concordia" que se plasmó en el "Estado integral" que hizo posible el Estatuto de Autonomía de Cataluña de 1932, en el "problema religioso" optaron por una "fórmula de confrontación". "A los nacionalistas catalanes se les proponía una vía de integración en el Estado español; a las confesiones religiosas se les propuso el artículo 26, 'verdadero punto neurálgico de la Constitución", como observó Pérez Serrano, con la taxativa prohibición del ejercicio de la industria, el comercio y la enseñanza".[72]

Es indudable que el constituyente de 1931 adoptó una actitud beligerante contra la presencia de la Iglesia en todos los ámbitos de la vida social que el concordato de 1851 y la política de la Monarquía restaurada le había entregado: cárceles, hospitales, cuarteles, cementerios, sacralización de espacios públicos, moral pública y privada, y, sobre todo, colegios de primera y segunda enseñanza... Era momento, a juicio de los constituyentes, de que la República española acometiera el problema que la República francesa había resuelto treinta años antes [bajo el gobierno de Émile Combes] y que en España no había hecho más que agravarse.

Así pues, la izquierda republicana y socialista, con el apoyo final del Partido Republicano Radical, impusieron su modelo anticlerical radical y no buscaron el consenso ni siquiera con la derecha católica republicana y mucho menos con la derecha católica “posibilista” (con la derecha monárquica e integrista antirrepublicana el consenso era absolutamente imposible). De esta forma se produjo una fractura social y política entre el “pueblo republicano” y el “pueblo de Dios” (dos entidades mutuamente excluyentes)[73]​ que dificultó enormemente la consolidación del régimen republicano.

Muchos de aquellos ciudadanos católicos que habían votado por las candidaturas republicanas en 1931 –y que hemos de pensar que no fueron pocos- se sintieron desilusionados por falta de sensibilidad de los padres de la patria hacia sus creencias más íntimas y algunas de sus instituciones más queridas. Y ello en un momento en que los católicos estaban dispuestos a ceder, incluida parte de su jerarquía, terreno a los laicizadores. A partir de entonces, bastantes comenzarían a desidentificarse con un proyecto de República que ya no consideraban suyo. En cuanto a los otros católicos, aquellos católicos no republicanos que habían permanecido en la expectación, la indiferencia o el anonadamiento tras la proclamación del nuevo régimen, la nueva Constitución y su posterior desarrollo y aplicación los harían experimentar una sacudida y salir de su pasividad en defensa de la religión que creían injustamente atacada y hasta perseguida. La bandera de la religión, de hecho, sirvió para agrupar a las derechas en torno a la CEDA con el propósito de revisar y reformar la ley fundamental en un sentido contrasecularizador. A la postre, la solución dada a la secular cuestión religiosa española no la resolvería, sino que exacerbaría aún más, dividiendo a la comunidad política en dos polos difícilmente conciliables y perpetuando un viejo factor más de fractura en aquella fracturada sociedad española de los años treinta.[74]
Al menos por lo que se refería a la cuestión religiosa, las principales exigencias de la revolución republicana habían encontrado un lugar más o menos significativo dentro del articulado constitucional. (...) Si la Constitución era una carta de principios al servicio de un proyecto político inspirado por los valores y la ideología de la izquierda no era por casualidad, sino porque desde tiempo atrás, y en especial desde las elecciones generales de junio, se había dado por bueno que... el nuevo régimen, para ser verdaderamente una República de los republicanos, tenía que dotarse de unas instituciones y unos contenidos de reforma radical que respondieran a las exigencias de modernización formuladas por la izquierda: “La República, dijo Azaña años más tarde [14 de julio de 1935], no es una mera enunciación de principios políticos o de doctrina política (...), sino un instrumento de reforma sustancial del Estado y de la sociedad”.[75]

La política religiosa del gobierno de Manuel Azaña durante el primer bienio

A partir de la aprobación de la Constitución el gobierno republicano-socialista promulgó una serie decretos y propuso unas leyes para su aprobación por las Cortes que hicieran efectiva la aconfesionalidad del Estado y que permitieran que éste asumiera aquellas funciones administrativas y sociales que la Iglesia católica había desempeñado hasta entonces. La primera medida que tomó fue el decreto de 23 de enero de 1932 que daba cumplimiento a lo dispuesto en el artículo 26 de la Constitución: la disolución de la orden de los jesuitas y la nacionalización de la mayor parte de sus bienes (colegios y residencias, especialmente), que pasaron a ser gestionados por un Patronato.[76]

El problema que se le planteó al Gobierno fue que la mayoría de las propiedades no figuraban a nombre de los jesuitas, sino que pertenecían a hombres de paja o a sociedades. El Gobierno pudo identificar unas 33 escuelas, 47 residencias y 79 edificios urbanos que esperaba utilizar como escuelas, pero pronto se vio frustrada esa pretensión porque los jesuitas plantearon numerosos recursos ante los tribunales (uno de sus abogados fue el líder de Acción Nacional José María Gil Robles) que demostraban que ellos eran simplemente los inquilinos de los inmuebles, pero no los propietarios. Al final el Gobierno pudo hacerse con una docena de edificios, pero la legalidad de su ocupación continuaba pendiente de los tribunales y de la eventual compensación que tendría que ser pagada. El decreto no expulsaba a los jesuitas del país, como ya sucedió en tiempos de Carlos III, sino que les daba la oportunidad de permanecer en España si se desvinculaban de la Compañía. Pero los jesuitas decidieron por propio acuerdo retirar a muchos de sus sacerdotes más jóvenes, lo que fue dado a conocer en la prensa mundial como la “expulsión de los jesuitas”.[77]

Cumpliendo otro mandato constitucional, siete días después, el decreto de 30 de enero de 1932 secularizaba los cementerios (la mayoría de ellos estaban administrados por iglesias parroquiales o por cofradías), que pasaron a ser propiedad de los ayuntamientos que fueron los que a partir de entonces asumieron su gestión. Asimismo los entierros católicos fueron considerados manifestaciones públicas del culto, por lo que de acuerdo con el artículo 27 de la Constitución, tenían que ser autorizados por los alcaldes, quienes podían establecer las normas por las que deberían regirse e incluso gravarlos con impuestos.[78]

La secularización de los cementerios en algunos lugares dio lugar a ceremonias públicas presididas por los alcaldes acompañados por la banda municipal tocando La Marsellesa, y allí donde existían, se procedía al derribo de las vallas que separaban las tumbas de los que no habían querido ser enterrados según el rito católico del resto de cementerio. Además había discursos en los que decía que el matrimonio y el entierro civiles eran signos de “cultura”, mientras que las ceremonias religiosas eran signos de superstición.[79]

Pocos días después, el 2 de febrero de 1932, las Cortes aprobaban la ley de divorcio que sentaba el principio de que la disolución del contrato matrimonial era una potestad del Estado no de la Iglesia católica, que hasta entonces había detentado su monopolio (con las "nulidades matrimoniales" de los tribunales eclesiásticos).[80]​ Gabriel Jackson atribuye “el hecho asombroso” de la escasez de casos de divorcio (solo hubo unas 7.000 demandas y se dictaron unas 3.500 sentencias favorables) a que “los españoles de todas clases eran intensamente conservadores en esta materia”.[81]

La Ley de Confesiones y Congregaciones Religiosas

El momento de mayor confrontación entre el gobierno y la Iglesia católica fue la presentación y el debate de la Ley de Confesiones y Congregaciones Religiosas que tuvo lugar en los primeros meses de 1933. Así, el 25 de mayo de 1933, cuando ya había sido aprobada por las Cortes aunque faltaba la firma del presidente Alcalá-Zamora, los cardenales y obispos españoles, encabezados por el nuevo cardenal primado Isidro Gomá y Tomás (nombrado por Roma el mes anterior), hacían pública una carta episcopal que consideraba la ley “un duro ultraje a los derechos divinos de la Iglesia”, condenaba "todas las injerencias y restricciones con que esta ley de agresiva excepción pone a la Iglesia bajo el dominio del poder civil" y llamaba a la movilización de los católicos. El 3 de junio, al mismo día en que se promulgaba la ley mediante su publicación den la Gaceta de Madrid,[82]​ se hacía pública una encíclica del Papa Pío XI (Dilectisima Nobis) en la que condenaba el "espíritu anticristiano" del régimen español, afirmando que la Ley de Congregaciones “nunca podrá ser invocada contra los derechos imprescriptibles de la Iglesia”, y de nuevo llamaba a la movilización contra la República. En la Encíclica se decía:

ante la amenaza de daños tan enormes, recomendamos vivamente a los católicos de España que, dejando a un lado recriminaciones y lamentos y subordinando al bien común de la patria y de la religión todo otro ideal, se unan todos, disciplinados, para la defensa de la fe y para alejar los peligros que amenazan a la misma sociedad civil.[83]

Enrique Herrera, hermano de Ángel Herrera y dirigente de la Federación de Amigos de la Enseñanza, calificó el escenario creado por la Ley de “guerra civil de la cultura”.[84]

La ley de Congregaciones desarrollaba los artículos 26 y 27 de la Constitución y establecía que las órdenes y congregaciones religiosas debían inscribirse en un Registro especial del Ministerio de Justicia; reglamentaba el culto público; suprimía la dotación de "culto y clero” del Estado y eliminaba otros subsidios oficiales; nacionalizaba parte del patrimonio eclesiástico (templos, monasterios, seminarios, etc.) aunque quedaban a disposición de la Iglesia; atribuía al Estado la potestad de vetar determinados nombramientos religiosos; y por último, establecía el cierre de los centros de enseñanza católicos de secundaria para el 1º de octubre y los de primaria para el 31 de diciembre de 1933.[85]

Para dar cabida en la red pública a los 20.000 alumnos de Segunda Enseñanza y los 350.000 de Primaria que cursaban sus estudios en colegios religiosos (295 centros de secundaria atendidos por 2.050 profesores, y cerca de 5000 de primaria), el Gobierno confiaba en tener preparadas para finales de 1933 7000 nuevas escuelas, con 10.000 maestros que serían formados mediante cursillos especiales, y 20 nuevos institutos de Bachillerato, y seguir luego creando escuelas a un ritmo de 4000 por año. El plan de construcciones para la Educación Secundaria se fue cumpliendo, pero no así para la Educación Primaria, ya que fueron muchos los Ayuntamientos que no abrieron las escuelas previstas, por falta de fondos fundamentalmente o porque no quisieron colaborar, lo que causó una gran incertidumbre en las familias. Finalmente no se produciría el cierre de los colegios religiosos porque el nuevo gobierno de centro-derecha surgido de las elecciones de noviembre de 1933 suspendió la aplicación de la ley.[80]

La política educativa

 
Escudo de una Escuela Nacional de Niñas

Desde el 14 de abril, una de las prioridades del gobierno provisional había sido ampliar el número de escuelas primarias públicas, para poner fin a una de las lacras de la sociedad española, el todavía elevado analfabetismo (en 1931 las estimaciones oscilaban entre el 30 y el 50% de la población total). Existían unas 35.000 escuelas servidas por una plantilla de 36.680 maestros y maestras, que daban clase a cerca de dos millones de niños. Para atender al más de millón y medio de niños que no iban a la escuela el Estado calculaba que necesitaría construir unas 27.000 nuevas escuelas, a un ritmo de 5000 escuelas nuevas cada año. Así el ministro de Instrucción Pública, el radical-socialista Marcelino Domingo, y el director general de Enseñanza Primaria, el socialista Rodolfo Llopis pusieron en marcha un ambicioso programa de construcciones escolares, en los que los municipios debían proporcionar los solares y hacerse cargo entre el 25 o 50 % del coste de la construcción, ocupándose del resto el Estado que también pagaría el sueldo de los maestros una vez la escuela comenzara a funcionar (y con un aumento del sueldo de un 15%). A finales de 1932 el nuevo ministro de Instrucción Pública, el socialista Fernando de los Ríos, comunicó a las Cortes que se habían construido o habilitado casi 10.000 escuelas, y que se esperaban alcanzar las 27.000 necesarias en un plazo de cinco años, con un coste de unos 400 millones de pesetas. Pero este plan no pudo cumplirse por falta de recursos debido a la caída de los ingresos de la Hacienda Pública a causa de la depresión económica y a la política de equilibrio presupuestario decidida por el gobierno.[86]

Lo que por otro lado hacía más difícil cumplir con la Ley de Congregaciones que había establecido el cierre de los colegios de primaria religiosos para el 31 de diciembre de 1933, y el cálculo que había hecho el ministerio era que para atender a los 350.000 niños de esos colegios sería necesario construir a toda prisa unas 7000 escuelas más. Y no solo existía el problema presupuestario sino la falta de colaboración de los ayuntamiento gobernados por la derecha monárquica y católica que no ofrecían ni solares ni locales para las nuevas escuelas (por ejemplo Guipúzcoa donde se calculaba que se necesitarían 355 nuevas escuelas, los ayuntamientos solo habían ofrecido 56). Además en muchas localidades rurales los padres se negaban a la coeducación y reclamaban clases separadas para niños y para niños. Y cuando fueron retirados los crucifijos que colgaban de las paredes de las clases, muchas familias respondieron haciendo que sus hijos llevaran grandes crucifijos pendientes o intentaron forzar a los maestros a que asistieran a misa.[87]

En el verano de 1933 la República puso en marcha “el más notable de sus experimentos” educativos: las misiones pedagógicas. Era una iniciativa del crítico de arte Manuel Bartolomé Cossío, ligado a la Institución Libre de Enseñanza, que quería llevar “el aliento del progreso” a los pueblos más aislados y atrasados de España. Así profesores y estudiantes, la mayoría de ellos de la Universidad de Madrid, se fueron a las aldeas con reproducciones de pinturas célebres y con discos y películas, y sobre escenarios improvisados representaban obras de teatro de Lope de Vega y de Calderón de la Barca. Asimismo llevaban libros y medicinas y ayudaban a construir escuelas. En este proyecto también participó el grupo teatral La Barraca, creado por Federico García Lorca.[88]

La oposición de los católicos: el nacimiento de la CEDA

 
Logo de la CEDA

La hostilidad de Iglesia católica y de los sectores que la apoyaban a la declaración de la aconfesionalidad del Estado y al política secularizadora radical que emprendió el gobierno republicano-socialista presidido por Manuel Azaña, dio nacimiento al catolicismo político, que logró construir a partir de Acción Nacional (a partir de marzo de 1932 llamada Acción Popular) un gran partido de masas que fue la CEDA, aunque esto no se habría producido sin la dirección, el discurso ideológico y los recursos organizativos de la Iglesia católica. Esta confederación de partidos aglutinaba no solo a las oligarquías del antiguo régimen sino a miles de agricultores medios y pobres dirigidos políticamente por miembros de las clases medias urbanas, que a su vez se sentían perjudicadas por las políticas reformistas de la coalición de izquierda, como determinados sectores profesionales y funcionariales, tanto civiles como militares, o círculos intelectuales vinculados a la tradición conservadora. Y todos ellos veían con horror el laicismo del Estado y con miedo el ascenso de la clase obrera. Como ha señalado Santos Juliá:[89]

El nuevo partido católico inició su actividad buscando una confrontación directa con el gobierno en los dos puntos que podían servir para atraer mayor afiliación: los republicanos eran calificados de fríos perseguidores de la Iglesia, y, en consecuencia, enemigos de la Patria, y a los socialistas se les presentaba como enemigos de la propiedad, de la familia y el orden. Fue así como Acción Popular, y desde su congreso fundacional de febrero y marzo de 1933, la CEDA, lograron una audiencia de masas vinculando la defensa de la religión católica a la lucha por la propiedad como fundamento del orden social

La «rectificación» de los gobiernos radical-cedistas del segundo bienio

La primera batalla de la política religiosa de los gobiernos radicales se centró en los haberes del clero. El Gobierno era consciente de que si se aplicaba estrictamente la Constitución de 1931, según la cual el presupuesto del clero tendría que ser suprimido durante el ejercicio de 1934, se dejaría a los párrocos más pobres (los rurales) sin ingresos (un problema que también se planteó el gobierno de Manuel Azaña pero que no llegó a resolver).

Así el gobierno aprobó un proyecto de ley por el que los clérigos que trabajaban en parroquias de menos de 3000 habitantes y que tenían más de 40 años en 1931, recibirían dos tercios de su sueldo de 1931. Pero cuando el gobierno lo llevó al parlamento en enero de 1934 la izquierda lo acusó de poner en práctica una política “antirrepublicana”, y la CEDA también lo rechazó, aunque por las razones contrarias, porque consideraba que la ayuda económica propuesta era demasiado escasa, una decepción que era compartida por los sectores más moderados de la Iglesia católica encabezados por el cardenal Vidal y Barraquer. Los radicales hicieron algunas concesiones como incluir las poblaciones de más de 3000 habitantes y al final los cedistas apoyaron el proyecto (aunque seguía estando “muy alejado” de sus expectativas) y la ley fue aprobada el 4 de abril de 1934. El diario El Socialista publicó al día siguiente: «desde ayer no cabe hacer ninguna distinción entre el partido radical y el que acaudilla el señor Gil Robles. Con concesiones de este tipo lo que no durará cuatro meses será la República... Si la República ha de vivir como vive al presente, preferimos que se muera». Los radical-socialistas manifestaron que la ley ponía la «pureza del régimen republicano» en peligro. Por su parte la derecha monárquica exigía el restablecimiento del presupuesto del clero de 1931 en su totalidad.[90]

La segunda batalla de la política religiosa se desarrolló en el campo de la enseñanza. El gobierno radical era consciente de que la sustitución de las escuelas privadas religiosas por escuelas públicas, prevista para enero de 1934 en el caso de la enseñanza primaria, planteaba graves problemas administrativos y presupuestarios a la vista de la falta de dinero, escuelas y maestros. Por ejemplo, el ayuntamiento de Cádiz calculó que las 130 aulas que harían falta para el municipio costarían unas 665.000 pesetas, pero el dinero que recibió del gobierno a través de un crédito extraordinario fueron 100.000 pesetas. Una opción que tenía el gobierno era la expropiación de los edificios de las escuelas religiosas para convertirlos en escuelas públicas, pero esa opción era inaceptable para la CEDA, su aliada parlamentaria, que consideraba la enseñanza «una cuestión vital, en la que no podremos de ningún modo retroceder» y además los radicales seguían apostando por la integración de la derecha católica “accidentalista” en la República. Así, el gobierno de Lerroux presentó el 31 de diciembre de 1933 un proyecto de ley que prorrogaba los plazos para la sustitución de la enseñanza primaria, aunque el gobierno seguiría construyendo escuelas públicas (y subió el sueldo a los maestros). Además, como la Constitución de 1931 permitía la escuela privada, la Iglesia católica hubiera podido mantener muchas de sus escuelas abiertas porque muchas las había puesto a nombre de mutualidades escolares.[91]

Que los radicales no eran exactamente unos “títeres” de la derecha, como afirmaba la izquierda, lo demostró el nuevo plan de bachillerato que en el verano de 1934 presentó Filiberto Villalobos, ministro de educación del gobierno Samper, un plan que estaba inspirado en la pedagogía de la Institución Libre de Enseñanza que por ello enfureció a la CEDA, además de porque, en cumplimiento de la Constitución de 1931, excluía la enseñanza de la religión. Aunque El Socialista acusó a Villalobos de consentir que el Ministerio fuera «invadido» por los jesuitas, el gasto en educación en los años 1934 y 1935 aumentó por encima incluso del nivel del primer bienio.[92]

Los gobiernos radicales fueron receptivos a la “reclamación” presentada por la Iglesia católica a finales de febrero de 1934, por «las extralimitaciones reiteradamente cometidas por muchas autoridades locales contra el libre ejercicio del culto católico, en particular por lo que se refiere a los entierros católicos y a los Viáticos, y al empleo de las campanas». Aunque en muchas localidades no se había puesto ninguna traba a las celebraciones católicas fuera de los templos (que la Constitución de 1931 no prohibía, sino que las sometía a un régimen de autorizaciones), con la llegada de los radicales al poder la presencia pública del culto católico en la calle se incrementó notablemente, aunque de forma desigual (por ejemplo en Málaga y en Córdoba las procesiones de la Semana Santa de 1934 no salieron a la calle). Por otro lado, los gobiernos radicales devolvieron bienes a los jesuitas, al parecer los que habían sido incautados ilegalmente, y exceptuaron cuatro institutos religiosos de la aplicación de la Ley de Confesiones y Congregaciones, dos de las cuales eran órdenes dedicadas a actividades caritativas.[93]

El último aspecto de la política religiosa de los gobiernos radicales fue, a la vez, el que llevaron más en secreto: el intento de negociar un concordato con el Vaticano. El gobierno de Lerroux ya manifestó en su presentación que algún tipo de acuerdo con Roma era fundamental, aunque sin incluir la revisión de la Constitución, para poder integrar dentro de la República no solo a la derecha católica “accidentalista” sino a la gran mayoría de los católicos. Tras restablecerse las relaciones diplomáticas con la Santa Sede, en junio de 1934 se iniciaron los contactos que se mantuvieron en secreto y sin que interviniera en ellos la CEDA. Pero el Vaticano exigió la revisión sustancial de la “legislación antirreligiosa” que había causado “graves daños” a la Iglesia en España, por lo que fue imposible el acuerdo. El gobierno propuso entonces alcanzar un modus vivendi, pero el Vaticano y la Iglesia española, encabezada por el integrista Isidro Gomá, también se opusieron, si previamente no se revisaba la Constitución. Tras la derrota de la Revolución de octubre de 1934 la postura intransigente del Vaticano y de la jerarquía eclesiástica española se acentuó por lo que el acuerdo fue ya imposible. Se apostó todo a que la CEDA ocupara la presidencia del gobierno y cambiara la Constitución.[94]

La interpretación de la derecha católica de la "Revolución de Octubre"

El diario El Debate, vinculado a la derecha católica "accidentalista" de la CEDA, (al igual que otros diarios de la derecha como ABC, portavoz de la derecha antirrepublicana y antidemocrática de Renovación Española) calificó a los revolucionarios de Asturias como “fieras”, como seres no humanos cuyo único instinto era solo matar y destruir, por lo que su destino final era estar muertos o presos.[95]

El elemento esencial sobre el que giró esta percepción derechista de la "Revolución de Octubre" fue el considerarla como obra de la “Anti-España”, de la “Anti-Patria”, en una visión “mítico-simbólica” en la que se identificaba el Bien con la Patria, España, contra la que lucha el Mal, la Anti-Patria o Anti-España, definiendo a la Patria desde un punto de vista esencialista como algo ajeno a la voluntad de los ciudadanos e indentificándola con los valores y las ideas de la derecha.[96]​ En cambio la acción represiva de las tropas que sofocaron la sublevación es apenas mencionada. Las destrucciones en “Asturias, la mártir”, y sobre todo en “Oviedo, la mártir” se atribuían exclusivamente a los revolucionarios.[97]

Por último la derecha antirrepublicana aprovechó la insurrección de las izquierdas para incitar a una "revolución auténtica y salvadora para España". Para esta extrema derecha la revolución “rojo-separatista” de Octubre, como la llamaron, fue la comprobación de que la “revolución antiespañola” estaba en marcha y de que solo podía ser vencida por la fuerza. Honorio Maura escribe en ABC el 20 de octubre:[98]

La revolución auténtica y salvadora para España... la buena, la santa, la definitiva, la que puede devolver a España días de paz, de gloria y de prosperidad... ha empezado. Y hay que continuarla y llegar hasta el fin. Hay que barrer todo lo que sea antipatria, extranjerismo, doctrina exótica (...). Nosotros somos nosotros (...) De cruces y espadas está hecho nuestro pasado, y en la cruz y las espadas tiene que cimentarse nuestro porvenir. Es nuestro destino español
 
Imagen exterior de la cámara santa y la cripta de santa Leocadia que fue dinamitada durante la Revolución de Asturias.

Uno de los pocos clérigos que hicieron una interpretación diferente de lo que había sucedido en Asturias fue el canónigo de la catedral de Oviedo, Maximiliano Arboleya, y ello a pesar de que entre los 40 sacerdotes y religiosos asesinados por los revolucionarios se encontraban varios compañeros suyos del cabildo, como Aurelio Gago, que era también prefecto de Estudios del Seminario diocesano.[99]

En una especie de "manifiesto" que preparó para el Grupo de la Democracia Cristiana que sirviese de orientación a los católicos españoles conmocionados especialmente por la muerte de 40 religiosos y por los más de cincuenta edificios religiosos incendiados o saqueados (entre ellos el Palacio Episcopal, el Seminario Diocesano, en el que ardió su biblioteca, la Cámara Santa de la Catedral de Oviedo, de la que Arboleya era el deán de su cabildo) durante la "Comuna Obrera" asturiana, Arboleya hizo el siguiente diagnóstico sobre la situación del mundo obrero en relación con la Iglesia y sus organizaciones sociales:[100]

Por razones que no tengo para qué especificar aquí aunque ello resultaría harto fácil, nuestros obreros y empleados, por lo general, dan como cierto:
a) Que la Iglesia católica, y consiguientemente cuantos por ella trabajan y se dejan inspirar, son los defensores acérrimos del Capitalismo opresor y enemigos natos de la clase obrera.
b) Que los sindicatos llamados "católicos" tienen como exclusiva finalidad la defensa de la Iglesia y el Capitalismo, haciendo a los sindicatos cada día más sumisos y resignados frente a esos sus dos supuestos y temidos enemigos.
Guste o no y por absurdo que parezca a quienes desconocen los verdaderos orígenes de mentalidad semejante, esa es la de casi todos nuestros trabajadores. Y, después de lo visto y palpado en Asturias, bien podemos afirmar que hoy el odio feroz a la Iglesia es muy superior al que inspira el Capitalismo. Basta para afirmarlo rotundamente fijarse en la clase de personas perseguidas y asesinadas y de edificios destruidos por la dinamita o por el fuego.

Arboleya estaba convencido de que si hubiesen seguido el sindicalismo católico "puro" (sin interferencias de la patronal), como que él llevaba años defendiendo, la tragedia asturiana se podría haber evitado, por lo que pensaba que los católicos también tenían alguna responsabilidad en lo sucedido. Pero ni la Iglesia católica ni la derecha católica en absoluto lo entendieron así y solo pensaban en la represión como remedio contra la revolución.[101]​</ref>

Pero la Iglesia no rectificó su política social y siguió insistiendo en la vía del sindicato católico vinculado a los patronos. Angel Herrera, presidente de Acción Católica, inició una campaña por toda España para presentar como modelo de "obrero católico y patriótico" a Vicente Madera, líder del fracasado sindicato católico de la Hullera Asturiana, un ejemplo típico del sindicalismo católico que rayaba con el amarillismo, y que el día 5 de octubre había defendido con las armas, junto con 25 compañeros, la sede social del sindicato en la villa de Moreda cuando los revolucionarios intentaron tomarla, y al final había conseguido escapar aprovechando la noche (cuatro resistentes murieron en el intercambio de disparos).[102][103]​ En una carta dirigida a su amigo Severino Aznar Arboleya critica esta forma de reaccionar de la Iglesia católica:[104]

Creerá usted, acaso, que ante tal desastre se oyen voces sensatas pidiendo el abandono del camino que nos condujo a él... Pues se equivoca. Unas cuantas soluciones simplistas -cortar algunas cabezas, castigar a los rebeldes, proceder a un completo desarme... material, etc.- y pare usted de contar. Todos se aprestan a moverse, pero para caminar más deprisa por el mencionado camino. Ya tenemos de nuevo a Vicente Madera Peña hecho un héroe y un salvador, ya tenemos la política en la Federación Agraria y un fantástico Secretariado Social que se funda sin plan y sin preparación alguna.
Nadie, absolutamente nadie, se para a preguntar si este atroz movimiento criminal revolucionario de cerca de 50.000 hombres no tiene más explicación que la consabida malsana propaganda socialista; nadie piensa en que también puede haber tremendas responsabilidades por parte nuestra.

Otros católicos se acordaron de Arboleya, de sus fracasos y de sus predicciones. Don Luigi Sturzo, líder exiliado del Partito Popolare Italiano escribió en un periódico de Friburgo un homenaje a los "demócrata cristianos" españoles Severino Aznar, Angel Ossorio y Gallardo y el "canónigo Arboleya":[105]

Si se les hubiera escuchado, los católicos españoles no pasarían hoy, a los ojos de los obreros, como defensores de los patronos incluso de los injustos

En la misma línea se expresó el canónigo de la catedral de Valladolid, Alberto Onaindía, que publicó un artículo el 23 de octubre de 1934 en el diario Euskadi, de Bilbao, en el que afirmaba que Arboleya para las clases conservadoras nunca había sido otra cosa que el "cura socialista y el canónigo rojo". Asimismo José de Artetxe escribió a finales de octubre un artículo en El Día, de San Sebastián, en el que afirmaba:

Los dolorosos sucesos de Asturias están previstos claramente, y para vergüenza de los católicos de aquella región, en las obras escritas por la pluma ardorosa de un gran propagandista católico social -Arboleya Martínez, canónigo de la Catedral de Oviedo- que desde hace más de treinta años clamaba en el desierto de la incomprensión profetizando claramente esto de ahora, que los sordos o cosa peor que le rodeaban se empeñaban en no querer vislumbrar

El gobierno del Frente Popular en paz (febrero-julio de 1936)

Durante el gobierno en paz del Frente Popular se produjo un aumento de la violencia política. La “estrategia de la tensión” protagonizada por los pistoleros falangistas que fue respondida por las organizaciones de izquierda, junto con el crecimiento de las organizaciones juveniles paramilitares tanto entre la derecha (milicias falangistas, requetés carlistas) como entre la izquierda (milicias de las juventudes socialistas, comunistas y anarquistas), y entre los nacionalistas vascos y catalanes (milicias de Esquerra Republicana de Cataluña y milicias del PNV), aunque no estaban armadas y su mayor actividad principal era desfilar, provocó la percepción entre parte de la opinión pública, especialmente la conservadora y católica, de que el gobierno del Frente Popular no era capaz de mantener el orden público, lo que servía de justificación para el "golpe de fuerza" militar que se estaba preparando.[106]​ A esta percepción también contribuyó la prensa católica y monárquica que incitaba a la rebelión frente al “desorden” que atribuía al “Gobierno tiránico del Frente Popular”, “enemigo de Dios y de la Iglesia”, aprovechando que la confrontación entre clericalismo y anticlericalismo volvió al primer plano tras las elecciones de febrero con continuas disputas sobre asuntos simbólicos, como el tañido de campanas o las manifestaciones del culto fuera de las iglesias, como procesiones o entierros católicos.[107]

El estudio más completo realizado hasta ahora sobre las víctimas mortales como resultado de la violencia política entre febrero y julio de 1936 registra un total de 189 incidentes y 262 muertos, de ellos 112 causados por la intervención de las fuerzas de orden público. De las 262 víctimas, 148 serían militantes de la izquierda, 50 de la derecha, 19 de las fuerzas de orden público y 45 sin identificar. Entre ellas no hay ni un solo sacerdote o religioso. Por otro lado ese mismo estudio constata que el número de víctimas mortales causadas por la violencia política disminuyó sensiblemente en junio y julio, con 24 y 15 víctimas mortales respectivamente (el mes más cruento fue marzo con 93 muertos).[108]

La división de la CEDA

La CEDA tras las elecciones de febrero de 1936 no consiguió articular una política única y clara bajo un liderazgo único. "Por diferencias internas entre sus ala moderada (encabezada por Manuel Giménez Fernández y por Luis Lucia) y radical (encabezada por José María Gil Robles) y por presiones externas procedentes de la derecha subversiva la CEDA se mostró indecisa respecto al grado de compromiso que estaba dispuesta a asumir en la defensa de las instituciones republicanas". Y Giménez Fernández y Lucia no lograron que su partido se comprometiera en apoyar a la República y a la democracia. "De esta forma, el gobierno [del Frente Popular] fue hostigado desde la derecha por una envalentonada oposición monárquica que arrastraba ya con fuerza a los católicos".[109]

El sector de la CEDA encabezado por José María Gil Robles se decantó cada vez más por el boicot a las instituciones republicanas y por el apoyo a la vía defendida por la derecha monárquica del Bloque Nacional de José Calvo Sotelo que propugnaba abiertamente la ruptura violenta del orden constitucional mediante un golpe de estado militar en cuya preparación ya estaban colaborando (por su parte los monárquicos carlistas aceleraron la formación de sus milicias requetés con vistas al alzamiento militar con cuyos dirigentes mantenían contactos). Con Calvo Sotelo y Gil Robles a la cabeza los diputados de la derecha antirrepublicana convirtieron el Congreso de los Diputados en un “campo de batalla” con intervenciones provocadoras que dieron lugar a duros enfrentamientos dialécticos con la izquierda, que tuvieron un impacto público desastroso para la estabilidad de la República, ya que proyectaban una imagen de “desgobierno” que alimentó la “estrategia de la tensión” que se estaba produciendo en la calle.[110]

La Guerra Civil (1936-1939)

Durante la Guerra Civil Española la Iglesia católica desempeñó un papel muy diferente en los dos bandos en conflicto pues mientras en la zona republicana más de 6000 miembros del clero católico fueron asesinados y los templos fueron cerrados y el culto perseguido, en la zona sublevada la Iglesia católica española apoyó con entusiasmo la "causa nacional" calificando la guerra como una "cruzada" o "guerra santa" en defensa de la religión, dando así al bando sublevado y a su jefe supremo el "Generalísimo" Franco una legitimidad religiosa de la que carecía al principio.

La zona sublevada: del pronunciamiento a la "Cruzada"

La motivación religiosa no aparece en ninguno de los bandos de pronunciamiento del golpe de estado en España de julio de 1936 (tampoco en el que el general Franco proclamó el estado de guerra en Canarias), ni en la declaración programática de la Junta de Defensa Nacional del 24 de julio se alude a la religión ("es un manifiesto contrarrevolucionario, anticomunista y antiseparatista, en defensa del orden").[111]

Sin embargo el conflicto pronto tomó un cariz religioso. A pesar de que la Iglesia católica española no participó en la preparación del golpe, "no es temerario decir que, en el ambiente tenso de la primavera de 1936, la casi totalidad de los obispos deseaban una intervención del Ejército que pusiera fin a tal estado de cosas".[112]​ Por otro lado José María Gil Robles, el líder del partido católico la CEDA que durante las elecciones de febrero de 1936 había sido apoyado por la jerarquía eclesiástica española y por el Vaticano, entregó al general Mola unas semanas antes del golpe medio millón de pesetas de los fondos del partido "para los primeros gastos del movimiento militar... salvador de España".[113]

La “sacralización” del pronunciamiento, la conversión del golpe de estado en una “cruzada” o “guerra santa” en defensa de la religión, se produjo rápidamente, lo que resultó muy oportuno para legitimar y maquillar el golpe militar, aunque “no fueron los sublevados quienes solicitaron la adhesión de la Iglesia, sino que fue ésta la que muy pronto se les entregó en cuerpo y alma”.[114]​ En Navarra el clero no solo apoyó con entusiasmo a los sublevados sino que muchos sacerdotes se ofrecieron como voluntarios para combatir en las columnas de requetés carlistas que se dirigían a Madrid o a Guipúzcoa.[115]​ Y la "sacralización" se acentuó sobre todo cuando comenzaron a llegar a la zona sublevada las primeras noticias de la "salvaje persecución religiosa" que se había desencadenado en la zona republicana, donde el alzamiento militar había fracasado.[116]

Enseguida los militares sublevados que en sus bandos de pronunciamiento no adujeron la defensa de la religión la utilizaron como justificación de su alzamiento. En el discurso radiado de agosto de 1936 el general Mola (en el que se refirió a la “quinta columna” interior que iba a tomar Madrid) explicó lo que pretendían los sublevados:[117]

Se nos pregunta del otro lado que a dónde vamos. Es fácil, y ya lo hemos repetido muchas veces. A imponer el orden, a dar pan y trabajo a todos los españoles y a hacer justicia por igual, y luego, sobre las ruinas que el Frente Popular deje –sangre, fuego y lágrimas- edificar un Estado grande, fuerte y poderoso que ha de tener por galardón y remate allá en la altura una cruz de amplios brazos, señal de protección para todos. Cruz sacada de los escombros de la España que fue, pues es la cruz, símbolo de nuestra religión y nuestra fe, lo único que ha quedado a salvo entre tanta barbarie que intenta teñir para siempre las aguas de nuestros ríos con el carmín glorioso y valiente de la sangre española

El general Cabanellas, conocido masón y presidente de la Junta de Defensa Nacional, el 16 de agosto en la carta que acreditaba a Antonio Magaz como agente confidencial ante el Vaticano, hablaba de un “movimiento nacional que tanto tiene de cruzada religiosa como de rescate de la Patria frente a la tiranía de Moscú”. Pero no solo los militares sino también numerosos eclesiásticos y laicos católicos proclamaron de forma entusiasta que la guerra que estaba llevando a cabo el bando sublevado era una cruzada. Fray Justo Pérez de Urbel le dijo al general Millán Astray que el objetivo de la guerra era “rescatar a España para Dios”. José María Pemán escribió: “el humo del incienso y el humo del cañón, que sube hasta las plantas de Dios, son una misma voluntad vertical de afirmar una fe y sobre ella salvar un mundo y restaurar una civilización”. Más tarde, en 1938, publicó el “Poema de la Bestia y el Ángel”, tal vez el texto más representativo de la idea de “cruzada” aplicada a la guerra civil.[118]

El problema del País Vasco
 
El lehendakari Aguirre en el exilio francés (abril de 1939).

El Partido Nacionalista Vasco (PNV), un partido católico, no se sumó al movimiento militar sino que permaneció fiel a la República (el 1 de octubre de 1936 las Cortes españolas de la República aprobaron el Estatuto de Autonomía del País Vasco, formándose a continuación un gobierno vasco presidido por el peneuvista José Antonio Aguirre) por lo que en el País Vasco republicano (que comprendía Vizcaya y una pequeña parte de Guipúzcoa) no hubo persecución religiosa (aunque en los primeros momentos algunos sacerdotes fueron asesinados por extremistas de izquierda), ninguna iglesia fue incendiada ni clausurada y el culto católico se desarrolló con normalidad. El mantenimiento del católico PNV dentro del bando republicano echaba por tierra la concepción de la guerra civil como una "cruzada" defendida por el bando sublevado, lo que motivó que el 6 de agosto de 1936 el obispo de Vitoria (cuya diócesis abarcaba entonces también Vizcaya y Guipúzcoa, además de Álava) Mateo Múgica y el obispo de Pamplona Marcelino Olaechea, publicaran conjuntamente una "Instrucción Pastoral" (que en realidad había sido escrita por el cardenal primado de Toledo Isidro Gomá) en la que instaban a los nacionalistas vascos a que pusieran fin a su colaboración con la República.[119]​ Los argumentos que aparecen en ella son similares a los que utilizó el cardenal Gomá en su subsiguiente polémica con los nacionalistas vascos, y particularmente con el lehendakari José Antonio Aguirre en su Respuesta obligada: Carta abierta al Sr. D. José Antonio Aguirre hecha pública en enero de 1937:[120]

No es lícito, en ninguna forma, en ningún terreno, y menos en la forma cruentísima de la guerra, última razón que tienen los pueblos para imponer su razón, fraccionar las fuerzas católicas ante el común enemigo... Menos lícito, mejor, absolutamente ilícito es, después de dividir, sumarse al enemigo para combatir al hermano, promiscuando el ideal de Cristo con el de Belial, entre los que no hay compostura posible... Llega la ilicitud a la monstruosidad cuando el enemigo es este monstruo moderno, el marxismo o comunismo, hidra de siete cabezas, síntesis de toda herejía, opuesto diametralmente al cristianismo en su doctrina religiosa, política, social y económica...
...Cuente los miles que han sido villanamente asesinados en las tierras todavía dominadas por los rojos. Es endeble su catolicismo en este punto, señor Aguirre, que no se rebela ante esta montaña de cuerpos exánimes, santificados por la unción sacerdotal y que han sido profanados por el instinto infrahumano de los aliados de usted; que no le deja ver más que una docena larga, catorce, según lista oficial —menos del dos por mil— que han sucumbido víctimas de posibles extravíos políticos, aún concediendo que hubiese habido extravío en la forma de juzgarlos.

Los sacerdotes a los que hace referencia el cardenal Gomá y cuya muerte en cierta forma justifica ("han sucumbido víctimas de posibles extravíos políticos, aún concediendo que hubiese habido extravío en la forma de juzgarlos", dice Gomá), fueron asesinados en las primeras semanas de la guerra por los "nacionales", y no por los "rojos", por ser "separatistas", lo que motivó las protestas del obispo de Vitoria Mateo Múgica Urrestarazu. La respuesta de la Junta de Defensa Nacional fue exigir al Vaticano que fuera destituido de su obispado y abandonara España, a pesar de haber apoyado el "alzamiento" y haber suscrito la "Instrucción Pastoral" del 6 de agosto. Después de dos meses de presiones y amenazas, el Vaticano ordenó finalmente el 14 de octubre de 1936 al obispo Múgica que abandonara Vitoria y España.[121]​ El obispo Múgica, como el cardenal Vidal y Barraquer, se negó a suscribir la "Carta colectiva del Episcopado Español" de 1 de julio de 1937 que fue hecha pública al mes siguiente porque en ella se decía que la represión en la "España nacional" se regía por el principio de justicia.[122]

La represión que los sublevados ejercieron en el País Vasco recién ocupado también incluyó a numerosos sacerdotes vascos "separatistas" que fueron encarcelados por el delito de "rebelión". El delegado papal en la "España nacional" monseñor Ildebrando Antoniutti, aunque colaboró activamente con la propaganda franquista antivasca, intervino en favor de algunos de los miembros del clero presos, como unos religiosos pasionistas confinados en Vitoria y unos sesenta sacerdotes y religiosos encarcelados en Bilbao. También hizo gestiones con obispos del sur de España para que recibieran en sus diócesis a sacerdotes vascos a quienes las autoridades franquistas no permitían que ejercieran su ministerio en el País Vasco.[123]

La persecución religiosa en la zona republicana

 
Milicianos vestidos con ropas litúrgicas tras el saqueo de una iglesia. Madrid, 1936

Sobre todo durante los primeros meses de la guerra en la zona republicana se desató una "salvaje persecución religiosa" con asesinatos, incendios y saqueos cuyos autores fueron "los extremistas, los incontrolados y los delincuentes comunes salidos de las cárceles que se les sumaron", todo ello inmerso en la ola de violencia desatada contra las personas y las instituciones que representaban el "orden burgués" que quería destruir la revolución social española de 1936 que se produjo en la zona donde el alzamiento militar fracasó.[116]​ "Durante varios meses bastaba que alguien fuera identificado como sacerdote, religioso o simplemente cristiano militante, miembro de alguna organización apostólica o piadosa para que fuera ejecutado sin proceso".[124]​ Los revolucionarios opuestos al golpe militar equiparaban a la Iglesia Española con la derecha. Ante esta barbarie, durante la que también se saqueó y prendió fuego a iglesias, conventos y monasterios, la Iglesia confió en los sublevados para defender su causa y «devolver la nación al seno de la Iglesia».

En cuanto al número de víctimas las autoridades del bando sublevado hablaron de "400.000 hermanos nuestros martirizados por los enemigos de Dios" o de "centenares de miles" de "víctimas cobardemente asesinadas, en primer término por su fe religiosa". Un folleto de propaganda franquista editado en París en 1937 cifró el número en 16.750 sacerdotes y el 80% de los miembros de las órdenes religiosas. Estas cifras se mantuvieron como las oficiales durante las dos primeras décadas de la dictadura franquista hasta que en 1961 el sacerdote Antonio Montero Moreno (que después sería obispo de Badajoz) publicó el único estudio sistemático y serio que se ha realizado hasta ahora, citando por sus nombres a las víctimas. Según ese estudio titulado Historia de la persecución religiosa en España 1936-1939[125]​ fueron asesinados en la zona republicana 12 obispos,[126]​ 4.184 sacerdotes seculares, 2.365 religiosos y 263 monjas.[127]​ En el libro Montero Moreno afirma: «En toda la historia de la Iglesia universal no hay un solo precedente, ni siquiera en las persecuciones romanas, del sacrificio sangriento, en poco más de un semestre, de doce obispos, cuatro mil sacerdotes y más de dos mil religiosos.»[128]​ Queda pendiente conocer el número de los seglares católicos que fueron asesinados no por lo que supuestamente hubieran hecho individualmente sino por pertenecer a una asociación confesional católica o meramente por ser católicos practicantes, "tarea mucho más laboriosa y delicada, porque se entremezclan las razones religiosas con las políticas o, como en muchos casos sucedió, con simples venganzas personales. La razón principal de esta confusión fue la pretensión del franquismo de presentar a todos los muertos de su bando como caídos por Dios y por España".<[129]​ Nada más terminar la guerra las autoridades franquistas abrieron un macroproceso llamado Causa General que englobaba todos los crímenes cometidos por los "rojos". Se acumularon declaraciones e interrogatorios que ocuparon miles de legajos, "pero finalmente [la Causa General] se arrinconó sin hacer uso de lo averiguado porque los resultados obtenidos fueron muy inferiores a las expectativas".<[129]

Lo que las investigaciones posteriores a la de Montero Moreno han aclarado es que el mayor número de asesinatos se produjo entre julio y septiembre de 1936 cuando los miembros del clero eran apresados y ejecutados sin ningún tipo de juicio. A partir de la última fecha comenzaron a funcionar los tribunales populares bajo el impulso del nuevo gobierno de Largo Caballero que dieron unas mínimas garantías jurídicas a los detenidos y las condenas solían acabar con penas de prisión y no con la muerte. Tras los sucesos de mayo de 1937 y la formación del gobierno de Juan Negrín en el que el ministerio de justicia fue ocupado por el católico del PNV Manuel de Irujo cesaron completamente los asesinatos y la mayoría de los sacerdotes que estaban en prisión fueron puestos en libertad. Sin embargo, la prohibición del culto público católico continuó así como otras medidas revolucionarias. Solo al final de la guerra con la desbandada del ejército republicano hacia la frontera francesa volvieron a producirse nuevas víctimas entre los miembros del clero, entre las que destaca el obispo de Teruel Anselmo Polanco Fontecha.[130]​ Así pues, según el historiador y monje benedictino Hilari Raguer, "no se puede negar la trágica realidad de las matanzas del verano del 36, pero es confusionario pretender que el terror hubiera durado hasta el final de la guerra".[130]

En cuanto a las causas alegadas por los revolucionarios para los asesinatos del clero la más frecuente fue que desde las iglesias y los campanarios se había disparado contra las milicias leales a la República o contra "el pueblo", una afirmación de la que no se pudo demostrar ni un solo caso, pero que los miembros de los comités revolucionarios creían firmemente porque se identificaba a la Iglesia con las derechas y se hacía caso de las "informaciones" y de las soflamas anticlericales de determinados periódicos. Por ejemplo, el diario de la CNT Solidaridad Obrera justificó la matanza de los Hermanos de San de Dios del Hospital de San Pablo de Barcelona con la absurda y nunca probada afirmación de que éstos habían administrado intencionadamente inyecciones letales a los enfermos o heridos.[131]

Las autoridades republicanas (especialmente los gobiernos autónomos de Cataluña y del País Vasco) intentaron evitar los asesinatos de sacerdotes y religiosos, y en general de las personas de derechas y de militares. En el País Vasco el gobierno de José Antonio Aguirre consiguió dominar la situación y allí no hubo persecución religiosa. En Cataluña, a pesar de que el poder efectivo lo tenían los cientos de comités revolucionarios fundamentalmente anarquistas que habían surgido tras la derrota de la sublevación del 19 de julio, la Generalidad presidida por Lluís Companys consiguió poner a salvo a miles de personas de derechas amenazadas, y entre ellas numerosos sacerdotes (empezando por la cabeza de la Iglesia en Cataluña, el arzobispo de Tarragona cardenal Vidal y Barraquer que había sido detenido por un grupo de milicianos) y religiosos (entre ellos 2.142 monjas),[132]​ concediéndoles pasaportes y fletando barcos franceses e italianos para que pudieran huir al extranjero. Precisamente las autoridades y los políticos catalanes que más habían participado en esta tarea también tuvieron que abandonar Cataluña a causa de las amenazas que recibieron de los comités anarquistas, como fue el caso del diputado de Unión Democrática de Cataluña Manuel Carrasco Formiguera, que acabaría siendo fusilado por los franquistas. Otra de las personas que destacó en Cataluña en la labor de salvar a eclesiásticos y a personas de derechas en el verano de 1936 fue el sindicalista anarquista moderado Joan Peiró, que sería ministro de Industria en el gobierno de Largo Caballero. Peiró escribió en aquellos meses iniciales de la guerra numerosos artículos en el periódico Llibertat de Mataró en los que denunció los asesinatos de "sacerdotes y religiosos únicamente porque lo eran". Peiró, como Carrasco Formiguera, acabó siendo fusilado por los franquistas.[133]​ Por otro lado, el dirigente nacionalista vasco Manuel Irujo cuando visitó Barcelona manifestó por la radio que la persecución religiosa que se estaba produciendo era indigna de la tradición democrática de Cataluña.[134]​ Y el lehendakari José Antonio Aguirre en el discurso que pronunció ante las Cortes Españolas reunidas en Madrid para aprobar el Estatuto de Autonomía del País Vasco dijo:[134]

Condenamos con toda energía -pues no tenemos más remedio que condenar, aunque comprendamos muchas veces los excesos propios de las muchedumbres- todo lo que suponga la quema de nuestras iglesias, donde quiera que ellas se encuentren, porque nuestra fe tiene ámbitos universales, así como la muerte de personas por el solo hecho de tener cierto carácter y una determinada significación

Sin embargo, a pesar de todas estas iniciativas, la Iglesia y el culto católico en la zona republicana, excepto en el País Vasco, habían desaparecido. En un informe interno presentado ante el Consejo de Ministros el 7 de enero de 1937 el ministro católico sin cartera del PNV Manuel Irujo denunció que en el "territorio leal" "todas las iglesias se han cerrado al culto, el cual ha quedado total y absolutamente suspendido" (y "en las iglesias han sido instalados depósitos de todas clases, mercados, garajes, cuadras, cuarteles, refugios...") y "una gran parte de los templos, en Cataluña con carácter de normalidad, se incendiaron", además de que "los altares, imágenes y objetos de culto, salvo muy contadas excepciones, han sido destruidos, los más con vilipendio". Asimismo, afirmaba Irujo, "todos los conventos han sido desalojados y suspendida la vida religiosa en los mismos" y "sus edificios, objetos de culto y bienes de todas clases fueron incendiados, saqueados, ocupados o derruidos". "Sacerdotes y religiosos han sido detenidos, sometidos a prisión y fusilados sin formación de causa por miles, hechos que, si bien amenguados, continúan aún, no tan sólo en la población rural, donde se les ha dado caza y muerte de modo salvaje, sino en las poblaciones. Madrid y Barcelona y las restantes grandes ciudades suman por cientos los presos en sus cárceles sin otra causa conocida que su carácter de sacerdote o religioso". Por último, Irujo denunciaba que se había llegado a la prohibición absoluta de imágenes y objetos de culto en las casas particulares y que cuando la policía efectuaba registros en ellas, destruía "con escarnio y violencia imágenes, estampas, libros religiosos y cuanto con el culto se relaciona o lo recuerde".[135]​ Acabado su informe Irujo pidió al resto de miembros del gobierno de Largo Caballero que aprobaran el restablecimiento de la libertad de conciencia y de la libertad de cultos reconocida en la vigente Constitución de 1931, pero su propuesta fue rechazada por unanimidad por entender que la opinión pública lo desaprobaría debido al alineamiento de la Iglesia católica con el bando sublevado, además de aducir el viejo (y falso) argumento, pero muy extendido, de que desde los templos se había disparado contra las fuerzas leales y contra "el pueblo".[136]

El País Vasco, la excepción

En el País Vasco republicano no hubo persecución religiosa (aunque en los primeros momentos algunos sacerdotes fueron asesinados por extremistas de izquierda), ninguna iglesia fue incendiada ni clausurada y el culto católico se desarrolló con normalidad. La razón fue que el Partido Nacionalista Vasco (PNV), un partido católico, no se sumó al movimiento militar sino que permaneció fiel a la República (un miembro del PNV, Manuel Irujo, se incorporó al gobierno de Largo Caballero en septiembre de 1936 como ministro sin cartera, y el 1 de octubre las Cortes españolas de la República aprobaron el Estatuto de Autonomía del País Vasco, formándose a continuación un gobierno vasco presidido por el peneuvista José Antonio Aguirre).[119]​ De hecho en el País Vasco en las primeras semanas de la guerra diecisiete sacerdotes vascos nacionalistas fueron asesinados por los "nacionales", y no por los "rojos", por ser "separatistas", lo que motivó la expulsión de la "España nacional" del obispo de Vitoria Mateo Múgica Urrestarazu por haber protestado hasta la Junta de Defensa Nacional del bando sublevado.[121]​ La represión que los sublevados ejercieron en el País Vasco recién ocupado también incluyó a numerosos sacerdotes vascos "separatistas" que fueron encarcelados por el delito de "rebelión".[123]

Referencias

  1. Juliá, 2009, p. 80.
  2. Ben-Ami, Shlomo (2012). El cirujano de hierro. La dictadura de Primo de Rivera (1923-1930). (Fascism from above: Dictathorship of Primo de Rivera in Spain, 1983). Barcelona: RBA. pp. 103-109. ISBN 978-84-9006-161-9. 
  3. Juliá, 2009, p. 455.
  4. Artola, Miguel (1978). La burguesía revolucionaria (1808-1874). Historia de España Alfaguara V. 1ª edición: 1973 (6ª edición). Madrid: Alfaguara-Alianza Editorial. pp. 141-142. ISBN 84-206-2046-7. 
  5. Lalouette, Jacqueline (1997). «El anticlericalismo en Francia, 1877-1914». En Rafael Cruz, ed. El anticlericalismo. Madrid: Marcial Pons (Rev. Ayer, nº 27). pp. 34-38. 
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  7. De la Cueva Merino, 2009, pp. 28-29.
  8. De la Cueva Merino, 2009, p. 28.
  9. De la Cueva Merino, 2009, p. 28. «Sería inexacto y probablemente incorrecto sobrevalorar el papel de la masonería en la configuración de una cultura política republicana de signo laicizador o, más aún, en la delineación de programas secularizadores para la propia República»
  10. De la Cueva Merino, 2009, p. 29.
  11. De la Cueva Merino, 2009, p. 34-39.
  12. Jackson, 1976, p. 47.
  13. De la Cueva Merino, 1998, p. 215.
  14. De la Cueva Merino, 1998, pp. 224-225.
  15. Juliá, 2009, p. 31.
  16. Álvarez Tardío, 2002, p. 87.
  17. De la Cueva Merino, 1998, p. 216. «Ambos sabían que la instalación en el poder de los republicanos significaba que éstos, antes o después, habrían de llevar a cabo la política anticlerical que siempre habían propugnado. Ambos confiaban en la prudencia, la deferencia y la negociación, más que en el enfrentamiento, para reducir al mínimo los efectos de esa política»
  18. Álvarez Tardío, 2002, pp. 93-94.
  19. Álvarez Tardío, 2002, p. 79.
  20. De la Cueva Merino, 1998, p. 215. «Lo que dijo el cardenal en la primera «sabatina» de la catedral de Toledo tras el 14 de abril no está del todo claro. La prensa republicana lo acusaba de haberse despachado en términos como éstos: «Que la ira de Dios caiga sobre España si la República persevera.» Los periódicos católicos -y algún otro como Ahora- negaron la verdad de estas acusaciones, si bien parece que Segura se refirió a las circunstancias españolas del momento como un castigo divino»
  21. Casanova, 2007, p. 23.
  22. Jackson, 1976. «En la carta Segura se refería repetidamente a las graves conmociones y amenazas de anarquía a que España se veía expuesta. Aunque la Iglesia no se preocupaba de formas de régimen, deseaba expresar la gratitud de la Iglesia a S.M., por haber consagrado España al Sagrado Corazón de Jesús y por haber preservado las tradiciones de piedad de sus antepasados. Apeló a las mujeres de España para que organizaran una cruzada de oraciones y sacrificios para defender la Iglesia contra los muchos ataques a sus derechos. Recordó el ejemplo de Baviera en 1919, cuando la población católica salvó al país de una breve ocupación bolchevique, sugiriendo, por tanto, por su analogía, que el Gobierno provisional era de la misma categoría que el régimen comunista de la breve revolución bávara»
  23. Álvarez Tardío, 2002, pp. 97-98. «Desde finales de abril [los socialistas y la izquierda republicana más extrema] exigieron al Gobierno la suspensión del Primado, por considerar sus pastorales como una actividad política intolerable. No se dijo nada sobre el comportamiento de otros prelados. (Se explicaría así que gran parte de la opinión pública pensara que la iglesia en bloque estaba conspirando contra la República)»
  24. Álvarez Tardío, 2002, p. 97.
  25. González Calleja, 2011, pp. 28-30.
  26. Álvarez Tardío, 2002, pp. 100-101.
  27. González Calleja, 2011, pp. 30-31.
  28. Álvarez Tardío, 2002, p. 102.
  29. De la Cueva Merino, 1998, p. 221.
  30. De la Cueva Merino, 1998, pp. 219-221.
  31. Álvarez Tardío, 2002, p. 104.
  32. Álvarez Tardío, 2002, pp. 105-106.
  33. De la Cueva Merino, 1998, p. 220. «El incendio de edificios religiosos era una manera simbólica y expeditiva de hacer efectiva la anhelada destrucción del poder clerical, que por medios políticos no llegaba, y de así avanzar, mediante el fuego purificador, hacia la regeneración de España. Bastó la provocación monárquica y el ambiente creado en torno a Segura y otros clérigos refractarios para que saltase la chispa y se produjese la acción de los exasperados revolucionarios»
  34. De la Cueva Merino, 2009, p. 220.
  35. Jackson, 1976, p. 51. «Los socialistas, especialmente, consideraban a la guardia civil como enemiga de la clase trabajadora, un enemigo peor, bien considerado, que la propia Monarquía. Los liberales opinaban que el pueblo español, aun en sus actos más deplorables, había sido más v´citima que verdugo. La República debía dirigir al pueblo tan sólo por la persuasión»
  36. Álvarez Tardío, 2002, pp. 108-109.
  37. Álvarez Tardío, 2002, p. 103.
  38. De la Cueva Merino, 1998, p. 224.
  39. Álvarez Tardío, 2002, p. 115.
  40. Jackson, 1976, p. 52.
  41. Álvarez Tardío, 2002, p. 116. «Los obispos se habían reunido el 9 de mayo en Madrid para tomar una decisión sobre la política a seguir si el Gobierno aprobaba por decreto las medidas de secularización que reclamaba la izquierda. La conferencia de metropolitanos aprobó dos textos, uno dirigido a los fieles que debería ser publicado en el boletín de Toledo y otro que era una protesta al Gobierno por los agravios cometidos hasta entonces contra la Iglesia. A diferencia de Segura, Vidal y Barraquer no deseaba que el segundo se hiciera público -por razones de oportunidad pero también de fondo-. Convenció a sus compañeros y logró que pasara todo el complicado mes de mayo sin que se publicara ninguno de los dos. Pero al final Segura, que estaba en el extranjero desde el 11 de mayo, decidió publicar el segundo por su cuenta y riesgo. Lo hizo además fechándolo en Roma, de tal forma que, como temía Vidal, aquel documento acabó siendo interpretado por los republicanos como la oposición del Vaticano a la política del Gobierno Provisional»
  42. Casanova, 2007, p. 24.
  43. De la Cueva Merino, 1998, p. 225.
  44. Álvarez Tardío, 2002, pp. 143-145.
  45. Álvarez Tardío, 2002, p. 152. «No se dijo en qué consistía lo de “moral pública” ni quién habría de interpretar dicha corrección, si serían los jueces o también podrían hacerlo las autoridades municipales»
  46. De la Cueva Merino, 2009, pp. 40-41.
  47. Álvarez Tardío, 2002, p. 153.
  48. De la Cueva Merino, 2009, pp. 41-42.
  49. Jackson, 1976, p. 62.
  50. De la Cueva Merino, 1998, p. 235.
  51. De la Cueva Merino, 2009, p. 42.
  52. Álvarez Tardío, 2002, p. 158.
  53. De la Cueva Merino, 1998, p. 228.
  54. Álvarez Tardío, 2002, p. 181-182.
  55. Juliá, 2009, pp. 441.
  56. Álvarez Tardío, 2002, p. 183-185.
  57. Álvarez Tardío, 2002, p. 187. «Su “España ha dejado de ser católica” tenía una fácil traducción: España, desde el punto de vista político y constitucional, no era ya un país confesional, por lo que el Estado debía organizarse conforme a esa nueva necesidad política. Poco importaba que en España hubiera más o menos católicos; lo importante era que la política del Estado no podía responder a una concepción católica de la nación y de sus instituciones»
  58. Juliá, 2009, pp. 459; 463-464.
  59. Álvarez Tardío, 2002, p. 189. «[A Azaña] no parecieron importarle demasiado los costes de esa opción: arrinconar a la derecha republicana y despreciar la integración pacífica de los católicos en el nuevo régimen»
  60. Juliá, 2009, pp. 465-466.
  61. Álvarez Tardío, 2002, pp. 190-192.
  62. Álvarez Tardío, 2002, pp. 191-192.
  63. De la Cueva Merino, 1998, pp. 192-194.
  64. Juliá, 2009, pp. 101.
  65. Álvarez Tardío, 2002, pp. 198; 204-205.
  66. Verdoy, Alfredo (2009). «Una República sin religiosos: la Ley de Confesiones y Congregaciones religiosas». En Julio de la Cueva y Feliciano Montero (eds.), ed. Laicismo y catolicismo. El conflicto político-religioso en la Segunda República. Alcalá de Henares: Universidad de Alcalá. pp. 354-355. 
  67. Juliá, 2009, pp. 469-470.
  68. Álvarez Tardío, 2002, pp. 198-199.
  69. Juliá, 2009, p. 81. «Un partido movilizado por la exigencia de una reforma constitucional era algo nuevo en el sistema político español: desde el Concordato de 1851... los gobiernos trataban de los privilegios de la Iglesia con los obispos, que a su vez mantenían bajo control a las huestes más belicosas de los movimientos seglares, como fue el caso con el tradicionalismo carlista. Pero ahora, por vez primera, los obispos habían perdido a su interlocutor gubernamental y, con la experiencia de la movilización desde arriba adquirida en los años de la Dictadura de Primo de Rivera, decidieron lanzar una movilización por abajo»
  70. Álvarez Tardío, 2002, pp. 201-202.
  71. Álvarez Tardío, 2002, pp. 206-207.
  72. Juliá, 2009, pp. 77-79.
  73. Cruz, 2006.
  74. De la Cueva Merino, 2009, pp. 44-45.
  75. Álvarez Tardío, 2002, p. 195.
  76. Gil Pecharromán, 1997, p. 40.
  77. Jackson, 1976, pp. 70-72.
  78. Gil Pecharromán, 1997, pp. 40-42.
  79. Jackson, 1976, pp. 68; 70.
  80. Gil Pecharromán, 1997, p. 42.
  81. Jackson, 1976, p. 68.
  82. Gaceta de Madrid, n. 154, de 3 de junio, páginas 1651-1653, una corrección de errores fue publicada en la Gaceta del día siguiente
  83. Gil Pecharromán, 1997, pp. 42-44.
  84. Casanova, 2007, p. 45.
  85. Jackson, 1976, p. 109.
  86. Jackson, 1976, pp. 73-74.
  87. Jackson, 1976, p. 7.
  88. Jackson, 1976, pp. 111-112.
  89. Juliá, 2009, pp. 96-97.
  90. Townson, 2009, pp. 79-81.
  91. Townson, 2009, pp. 82-84.
  92. Townson, 2009, pp. 84-85.
  93. Townson, 2009, pp. 85-86.
  94. Townson, 2009, pp. 87-90.
  95. Calero, 1985, pp. 162-163.
  96. Calero, 1985, pp. 165-167.
  97. Calero, 1985, p. 169.
  98. Calero, 1985, pp. 174-176.
  99. Benavides, 1985, pp. 257-258.
  100. Benavides, 1985, pp. 265-266.
  101. Benavides, 1985, p. 262. «Represión que debía empezar por el castigo ejemplar de los jefes de la insurrección, muchos de los cuales se encontraban entonces en prisión; pero que debía continuar por la censura drástica de la expresión de su ideología revolucionaria. Tanto en la prensa como en el Parlamento se criticó con dureza la debilidad de las autoridades en estos terrenos»
  102. Benavides, 1985, pp. 264-265. «Los acontecimientos de Moreda, por muy heroicos que fueran, no dejaban de ser un capítulo triste en la más reciente historia del proletariado asturiano. Un puñado de hombres que, acorralados por sus compañeros de trabajo, se ven obligados a disparar sobre ellos... Eso era todo. Por otra parte, aquello nada tenía que ver con el sindicalismo. Al contrario; el haber puesto al descubierto que el supuesto sindicato estaba convertido en un pequeño arsenal y el haberse defendido durante un buen rato a "tiro limpio", no era precisamente una carta de recomendación para convertir tales hombres en apóstoles sindicalistas»
  103. Shubert, Adrian (1985). pp. 243-244. «El 11 de diciembre de 1934 la Confederación Nacional de Sindicatos Obreros Católicos organizó en Madrid una representación teatral para rendir honores a los obreros de Moreda; dos meses después, el 3 de febrero de 1935, se rindió homenaje a Madera en un acontecimiento celebrado en el Teatro de la Zarzuela, en el curso del cual fue presentado como un "caudillo" y se le ofrecieron 35.000 pesetas, recaudadas por suscripción popular».  Falta el |título= (ayuda)
  104. Benavides, 1985, p. 262.
  105. Benavides, 1985, p. 260.
  106. Gil Pecharromán, 1997, pp. 130-131.
  107. Casanova, 2007, p. 171.
  108. Cruz, 2006, p. 167.
  109. Juliá, 2009, pp. 112-116.
  110. Gil Pecharromán, 1997, pp. 127-128.
  111. Raguer, 2001, p. 78.
  112. Raguer, 2001, p. 84. «Hubo algún eclesiástico próximo a militares que alentaba a los golpistas que pensaban sublevarse, y hasta hubo alguno que recogía fondos para los gastos de la preparación (era el caso de alguien del entorno del obispo de Barcelona, Irurita»
  113. Raguer, 2001, p. 85.
  114. Raguer, 2001, pp. 83-84.
  115. Raguer, 2001, p. 88.
  116. Raguer, 2001, p. 84.
  117. Raguer, 2001, pp. 86-87.
  118. Raguer, 2001, pp. 87-88.
  119. Raguer, 2001, pp. 205-206.
  120. . Gráficas Bescansa, Pamplona, 1937.
  121. Raguer, 2001, pp. 367-369.
  122. Raguer, 2001, p. 158.
  123. Raguer, 2001, p. 250.
  124. Raguer, 2001, p. 175.
  125. Montero Moreno, Antonio (1999) [1961]. Historia de la persecución religiosa en España. 1936-1939. (2ª edición). Madrid (España): BAC. p. 762. ISBN 84-7914-383-5. 
  126. Los obispos asesinados fueron: Florentino Asensio Barroso, obispo de Barbastro (1877-1936); Eustaquio Nieto Martín, obispo de Sigüenza (1866-1936); Miguel Serra Sucarrats, obispo de Segorbe (1868-1936); Manuel Basulto Jiménez, obispo de Jaén (1869-1936); Manuel Medina Olmos, obispo de Guadix (1869-1936); Cruz Laplana y Laguna, obispo de Cuenca (1875-1936); Manuel Irurita Almándoz, obispo de Barcelona (1876-1936); Salvio Huix Miralpeix, obispo de Lérida (1877-1936); Manuel Borrás Ferré, obispo auxiliar de Tarragona (1880-1936); Narciso de Esténaga Echevarría, obispo de Ciudad Real (1882-1936); Juan de Dios Ponce y Pozo, administrador apostólico de Orihuela (1878-1936); Diego Ventaja Milán, obispo de Almería (1880-1936) y Anselmo Polanco Fontecha, obispo de Teruel (1881-1939).
  127. Raguer, 2001, pp. 175-176.
  128. The Hagiography Circle. «Martyrs of the Religious Persecution during the Spanish Civil War (1936-39)». The Hagiography Circle-An Online Resource of Contemporary Hagiography (en inglés). Consultado el 3 de mayo de 2011. 
  129. Raguer, 2001, p. 177.
  130. Raguer, 2001, p. 178.
  131. Raguer, 2001, pp. 178-179.
  132. Raguer, 2001, p. 203.
  133. Raguer, 2001, pp. 198-201.
  134. Raguer, 2001, p. 322.
  135. Raguer, 2001, p. 323.
  136. Raguer, 2001, p. 324.

Bibliografía

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Enlaces externos

  •  Wikisource dispone del texto de la Ley de Confesiones y Congregaciones religiosas de 2 de junio de 1933
  •   Wikimedia Commons alberga imágenes sobre el Anticlericalismo en la Segunda República Española.
    •   Datos: Q5794065

cuestión, religiosa, segunda, república, española, cuestión, religiosa, segunda, república, española, conflicto, surgió, entre, jerarquía, iglesia, católica, españa, sectores, sociales, apoyaban, lado, partidarios, mantener, posición, ostentaba, durante, monar. La cuestion religiosa en la Segunda Republica Espanola es el conflicto que surgio entre la jerarquia de la Iglesia catolica en Espana y los sectores sociales que la apoyaban por un lado partidarios de mantener la posicion que ostentaba durante la Monarquia y los gobiernos y partidos que defendian la radical separacion de la Iglesia y el Estado tal como quedo plasmada la constitucion de 1931 especialmente en el articulo 3 Espana no tiene religion oficial y sobre todo en el polemico articulo 26 que entre otras cosas prohibia los colegios de las ordenes religiosas y que seria desarrollado por la Ley de Congregaciones Religiosas de 1933 Portada del almanaque correspondiente a 1932 de la revista satirica La Traca publicado nada mas aprobarse la Constitucion de 1931 en la que se declaraba el caracter laico del Estado Indice 1 La cuestion religiosa en Espana 2 Las propuestas republicanas sobre la cuestion religiosa 3 La politica religiosa inicial del Gobierno Provisional y la respuesta catolica 3 1 La quema de conventos de mayo 3 2 La tension entre la Republica y la Iglesia catolica 3 2 1 El caso Segura 3 2 2 El caso Echeguren 4 La Constitucion de 1931 4 1 La propuesta de la ponencia de la Comision Constitucional 4 2 El debate del articulo 26 de la Constitucion 4 3 La respuesta de la Iglesia y del movimiento catolico 4 4 Valoracion final 5 La politica religiosa del gobierno de Manuel Azana durante el primer bienio 5 1 La Ley de Confesiones y Congregaciones Religiosas 5 2 La politica educativa 5 3 La oposicion de los catolicos el nacimiento de la CEDA 6 La rectificacion de los gobiernos radical cedistas del segundo bienio 6 1 La interpretacion de la derecha catolica de la Revolucion de Octubre 7 El gobierno del Frente Popular en paz febrero julio de 1936 7 1 La division de la CEDA 8 La Guerra Civil 1936 1939 8 1 La zona sublevada del pronunciamiento a la Cruzada 8 2 La persecucion religiosa en la zona republicana 9 Referencias 10 Bibliografia 11 Enlaces externosLa cuestion religiosa en Espana EditarArticulo principal Cuestion religiosa A partir de la aprobacion del Concordato de 1851 durante el reinado de Isabel II y de la politica aplicada por la Monarquia de la Restauracion la Iglesia catolica recupero gran parte del poder ideologico y social que habia ostentado antes de la Revolucion Liberal que puso fin a sus privilegios disolvio las ordenes religiosas masculinas y desamortizo la mayor parte de sus bienes Asi la presencia de la Iglesia catolica desde 1875 se hizo sentir en todos los ambitos de la vida social que la politica de la Monarquia restaurada le habia entregado carceles hospitales cuarteles cementerios sacralizacion de espacios publicos moral publica y privada y sobre todo colegios de primera y segunda ensenanza 1 Y este peso abrumador de la Iglesia catolica y de sus instituciones se acentuo aun mas a partir de 1923 con la Dictadura de Primo de Rivera que convirtio al catolicismo en uno de los fundamentos del nuevo regimen que queria construir El lema del partido unico de la Dictadura Union Patriotica fue Patria Religion y Monarquia 2 Segun los datos del Instituto Estadistico a 31 de diciembre de 1930 en Espana habia 20 467 religiosos varones distribuidos en 1015 conventos y monasterios y 60 695 mujeres en 3871 casas de religiosas y en los ultimos siete anos durante la Dictadura se habia producido un incremento de 3257 varones y 119 comunidades masculinas y 6090 mujeres y 277 comunidades femeninas mas 3 Setenta anos antes en 1859 habia en Espana 41 conventos de religiosos con 719 frailes profesos y 866 conventos de religiosas con 12 990 monjas profesas 4 La hegemonia que consiguio la Iglesia catolica en el terreno educativo fue posible gracias a la Ley Moyano de 1857 que aplico las concesiones que se hicieron a la Iglesia catolica en este campo en el Concordato de 1851 y sobre todo gracias a la permisividad de los gobiernos de la Restauracion para que las ordenes religiosas mientras se paralizaban las construcciones de escuelas e institutos para la ensenanza publica extendieran sus colegios muchos de ellos fundados por las ordenes dedicadas a la ensenanza que habian sido expulsadas de Francia por la Tercera Republica especialmente despues de que el gobierno de Emile Combes aplicara con el maximo rigor la Ley de Asociaciones de 1901 disolviendo un buen numero de ordenes y congregaciones religiosas y promulgara la Ley de 1904 que les prohibia el ejercicio de la ensenanza 5 En Espana por el contrario la Ley de Asociaciones de 1887 no fue aplicada a las ordenes religiosas y estas proliferaron englobadas todas ellas en la disposicion del Concordato de 1851 que permitia la existencia de dos ordenes religiosas masculinas y una tercera a determinar El politico conservador Antonio Maura lo confirmo en el Congreso de Diputados sesion de 16 de julio de 1901 Han pasado largos anos viendo establecerse Ordenes religiosas viendo cruzar por la calle a los religiosos con sus habitos y sin embargo a nadie se le ha ocurrido que fuesen esos actos ilegales ni que constituyeran extralimitacion el autorizarlas y el consentirlas Y la evidencia es que por unanime consentimiento de todos un ano y otro ano ha quedado consolidado el derecho de las Ordenes religiosas y es tarde para arrepentirse 6 Cuando los gobiernos de la Restauracion quisieron reaccionar contra el clericalismo perdieron la batalla La Ley del candado de 1911 promovida por el gobierno del liberal Jose Canalejas que pretendia frenar el crecimiento de las ordenes religiosas no fue aplicada La Dictadura de Primo de Rivera cerro definitivamente las puertas a cualquier politica que pretendiera cambiar el statu quo de la Iglesia catolica en Espana 1 Por el contrario en Francia la Republica habia promulgado la Ley de 1905 de separacion de la Iglesia y el Estado culminando asi la construccion del Estado laico Ese fue el modelo que tuvieron presente la mayoria de los republicanos y los socialistas espanoles cuando se proclamo la Segunda Republica El socialista Luis Jimenez de Asua presidente de la Comision de Constitucion que redacto el proyecto de Constitucion afirmo en una de sus intervenciones ante el pleno de las Cortes Constituyentes que la cuestion religiosa ha surgido del fondo del anima espanola y se ha situado en primer plano y no ha sido ciertamente culpa nuestra En la memoria de todos esta la manera como los representantes de la Iglesia se adscribieron al sostenimiento de la Dictadura y dieron con esto ya venian dandolo desde antes un caracter politico a una actuacion que debio quedar sometida al fuero intimo Las propuestas republicanas sobre la cuestion religiosa EditarLos partidos republicanos y el partido socialista integrados en el Gobierno Provisional que se formo en Espana tras la caida de la Monarquia el 14 de abril de 1931 estaban completamente de acuerdo en que uno de los principios basicos del nuevo regimen republicano habria de ser la completa separacion de la Iglesia y el Estado poniendo fin asi a mas de cien anos de confesionalidad del Estado Pero discrepaban sobre el alcance que debia tener la secularizacion A grandes rasgos se puede decir que existian dos propuestas 7 Niceto Alcala Zamora La minoritaria liderada por la Derecha Liberal Republicana de Niceto Alcala Zamora y Miguel Maura y apoyada desde fuera del gobierno por los intelectuales de la Agrupacion al Servicio de la Republica que defendia un anticlericalismo o laicismo moderado que propugnaba la secularizacion del Estado mediante un proceso gradual de separacion de la Iglesia y el Estado pero no de la sociedad siguiendo la maxima liberal acunada por el catolico liberal del siglo XIX Charles de Montalembert La Iglesia libre en el Estado libre Pensaban que proclamando la libertad de cultos y privando a la Iglesia de los privilegios que habia conseguido bajo la Restauracion y sobre todo durante su ultima etapa la Dictadura de Primo de Rivera perderia la posicion de predominio de que disfrutaba en la Espana de 1930 En cuanto al tema fundamental de la educacion no se oponian a la existencia de colegios religiosos y por tanto defendian la libertad de ensenanza y la escuela neutra respetuosa con las creencias religiosas de cada uno y confiaban en la iniciativa social siguiendo el modelo de la Institucion Libre de Ensenanza 8 La postura mayoritaria era la defendida por el resto de partidos republicanos y por el PSOE que pretendian ir mucho mas lejos al propugnar un anticlericalismo radical que no solo abogaba por la secularizacion del Estado sino tambien de la sociedad justificandolo por el dano que habia causado el clericalismo en la historia de Espana al convertirse en el principal obstaculo para su progreso y modernizacion en lo que coincidian con el movimiento librepensador y con la masoneria 9 Segun los republicanos de izquierda y los socialistas habia que privar a la Iglesia de los medios con que ejercia su hegemonia social y cultural y sobre todo el mas importante la educacion Asi pues su programa incluia la supresion del presupuesto de culto y clero el matrimonio civil y el divorcio la secularizacion de los cementerios y la medida mas contundente la disolucion de las ordenes religiosas y especialmente los jesuitas y la nacionalizacion de sus bienes sustituyendo los colegios religiosos que aquellas regentaban por una escuela unica y laica Mas que una Iglesia libre en un Estado libre se buscaria el sometimiento de la primera al segundo en aras del bien publico 10 Este anticlericalismo radical que tambien defendian los anarquistas se vio acompanado como justificacion de una cierta demagogia clerofoba que identificaba a los eclesiasticos especialmente a los miembros del clero regular como los enemigos del pueblo 10 En esta propuesta mas radical existian matices importantes entre los partidos que la defendian desde los menos intransigentes como el Grupo de Accion Republicana de Manuel Azana que por ejemplo no exigian la disolucion de las ordenes religiosas aunque si la prohibicion de la ensenanza hasta las posturas mas extremistas representadas por los radical socialistas de Alvaro de Albornoz que estaba cercano al anticlericalismo antirreligioso y de Marcelino Domingo y por los socialistas con la excepcion del moderado Fernando de los Rios que parecian competir con los radical socialistas a ver quien hacia propuestas aun mas intransigentes El Partido Republicano Radical de Alejandro Lerroux ahora mantenia una postura ambigua respecto de la cuestion religiosa aunque en su programa oficial todavia mantenia el anticlericalismo extremo que le habia definido desde sus inicios 11 La politica religiosa inicial del Gobierno Provisional y la respuesta catolica EditarCon la proclamacion de la Segunda Republica Espanola el nuevo orden constitucional debia amparar la libertad de cultos y desarrollar un proceso de secularizacion que permitiera superar la tradicional identificacion entre el Estado y la Iglesia catolica uno de los elementos clave de legitimacion de la monarquia Los republicanos anunciaron su determinacion de crear un sistema de escuelas laicas introducir el divorcio secularizar los cementerios y los hospitales y reducir en gran medida si no eliminar el numero de ordenes religiosas establecidas en Espana 12 Sin embargo las primeras decisiones del Gobierno Provisional sobre la secularizacion del Estado fueron muy moderadas en sintonia con la decision de poner a su frente al catolico liberal Niceto Alcala Zamora y nombrar en la cartera clave de Gobernacion a su companero de la Derecha Liberal Republicana el tambien catolico Miguel Maura En el articulo 3º del Estatuto juridico del Gobierno Provisional promulgado el mismo dia 14 de abril de 1931 y hecho publico al dia siguiente en el diario oficial la Gaceta de Madrid se proclamo la libertad de cultos El Gobierno provisional hace publica su decision de respetar de manera plena la conciencia individual mediante la libertad de creencias y cultos sin que el Estado en momento alguno pueda pedir al ciudadano revelacion de sus convicciones religiosas 13 En aplicacion de esta declaracion en las tres semanas siguientes el Gobierno aprobo algunas medidas secularizadoras poco importantes pero significativas como la disolucion de la ordenes militares supresion de la obligatoriedad de asistencia a actos religiosos en carceles y cuarteles 22 de abril y 19 de abril respectivamente prohibicion de participacion oficial en actos religiosos Circular del Ministro de la Gobernacion del 17 de abril fin de las exenciones tributarias a la Iglesia privacion de sus derechos a la Confederacion Nacional Catolico Agraria etc Entre todas quiza la medida mas destacada fue el decreto de 6 de mayo declarando voluntaria la ensenanza religiosa 14 Por un decreto de 5 de mayo se privo a la Iglesia catolica su representacion en los Consejos de Instruccion Publica con lo que la jerarquia catolica ya no pudo intervenir en la elaboracion de los planes de estudios un derecho del que venia disfrutando desde hacia mucho tiempo 15 Ademas se prohibio la asistencia a actos religiosos de los militares no siendo a titulo personal y se suspendieron las festividades de los Patronos de Armas y Cuerpos del Ejercito Por ultimo se modifico la ley electoral de 1907 para que los sacerdotes pudieran presentarse como candidatos en las elecciones 16 Al mismo tiempo el Gobierno Provisional inicio los contactos con el nuncio Federico Tedeschini para asegurarle que el Gobierno hasta que no se aprobara la nueva Constitucion respetaria el Concordato de 1851 y a cambio la Iglesia debia dar muestras de que acataba el nuevo regimen Asi el dia 24 de abril el nuncio envio un telegrama a todos los obispos en el que les transmitia el deseo de la Santa Sede de que recomend asen a los sacerdotes a los religiosos y a los fieles de su s diocesis que respet ase n los poderes constituidos y obede ciese n a ellos para el mantenimiento del orden y para el bien comun 13 Junto al nuncio el otro miembro de la jerarquia eclesiastica que encarno esta actitud conciliadora hacia la Republica fue el cardenal arzobispo de Tarragona Francisco Vidal y Barraquer que ya habia realizado algunos gestos de deferencia hacia las nuevas autoridades como su visita al presidente de la Generalidad de Cataluna Francesc Macia el dia 18 de abril o como el envio el dia 22 de una carta de saludo y felicitacion al Gobierno provisional de la Republica por parte de la conferencia de obispos catalanes 17 Otro prelado que estaba en la misma linea era el cardenal arzobispo de Sevilla Eustaquio Ilundain y Esteban y el diario catolico que la apoyaba era El Debate dirigido por Angel Herrera fundador de la Asociacion Catolica Nacional de Propagandistas que al dia siguiente de la proclamacion de la Republica habia manifestado en el editorial publicado en primera pagina aunque acompanado de un retrato y de un homenaje al Rey Alfonso XIII La Republica es la forma de gobierno de hecho en nuestro pais En consecuencia nuestro deber es acatarla Y no le acataremos pasivamente le acataremos de un modo leal activo poniendo cuanto podamos para ayudarle en su cometido 18 Sin embargo un sector numeroso del episcopado estaba compuesto por obispos integristas muchos de ellos nombrados durante la Dictadura de Primo de Rivera que no estaban dispuestos a transigir con la Republica a la que consideraban una desgracia La cabeza visible de ese grupo era el Cardenal Primado y arzobispo de Toledo Pedro Segura que ya se habia manifestado claramente contrario a la Republica antes y durante la campana de las elecciones municipales del 12 de abril de 1931 afirmando que la Republica era obra de los enemigos de la Iglesia y el orden social por lo que estaba justificado la formacion de un compacto frente unido en defensa de la Monarquia y de la Iglesia catolica 19 Ya en su primera intervencion desde el pulpito despues del 14 de abril se refirio a la Republica como un castigo divino 20 lo que levanto las iras de la prensa republicana senalandolo como el simbolo del clericalismo monarquico y provoco el envio de una nota de protesta del gobierno a la nunciatura Pero el pronunciamiento de mayor trascendencia del Cardenal Segura se produjo el dia 1 de mayo cuando hizo publica una pastoral en la que tras abordar la situacion espanola en un tono catastrofista hacia un agradecido elogio de la monarquia y del destronado monarca Alfonso XIII quien a lo largo de su reinado supo conservar la antigua tradicion de fe y piedad de sus mayores 21 22 La prensa republicana interpreto la pastoral como una incitacion a los fieles a unirse para salvar los derechos amenazados de la iglesia y los partidos y organizaciones de izquierda la consideraron una declaracion de guerra incrementando el sentimiento anticlerical de muchos ciudadanos 23 El Gobierno Provisional presento una nota de serena y energica protesta al Nuncio Federico Tedeschini por lo que consideraba una intervencion en politica del Cardenal Primado cuando no hostilidad al regimen republicano y pidio que fuera apartado de su cargo La prensa por su lado arreciaba en su campana contra Segura 24 La quema de conventos de mayo Editar Articulo principal Quema de conventos de 1931 en Espana En la manana del domingo 10 de mayo de 1931 se inauguraba en la calle Alcala de Madrid el Circulo Monarquico Independiente fundado por el director del diario monarquico ABC Juan Ignacio Luca de Tena que acababa de regresar de Londres donde se habia entrevistado con el exrey Alfonso XIII con el objetivo de formar un comite electoral del que surgiera una candidatura monarquica para presentarla en las elecciones a Cortes Constituyentes que se iban a celebrar al mes siguiente Durante el acto los monarquicos provocaron a los viandantes haciendo sonar la Marcha Real en un gramofono y lanzando pasquines de El Murcielago en el que se llamaba a hacer la vida imposible a esta caricatura de Republica 25 En la calle dos nuevos invitados que acababan de llegar al parecer sostuvieron una discusion politica con el taxista que los habia traido que era republicano a la que se unieron varios transeuntes La discusion se convirtio en un altercado y ardieron tres coches aparcados frente al Circulo cuyos dirigentes pidieron la proteccion de la fuerza publica En seguida corrio el rumor por la ciudad de que un taxista republicano habia sido asesinado por unos monarquicos y una multitud se congrego ante la sede del diario ABC en la calle Serrano donde tuvo que intervenir la Guardia Civil que disparo contra los que intentaban asaltar y quemar el edificio causando varios heridos y dos muertos uno de ellos un nino 26 Una manifestacion se dirigio entonces a la sede de la Direccion General de Seguridad donde exigieron la dimision del ministro de la Gobernacion Miguel Maura que habia acudido personalmente a la sede del Circulo Monarquico para calmar los animos y donde habia sido recibido por los republicanos al grito de Maura no rememorando el rechazo a la actuacion de su padre Antonio Maura durante la Semana Tragica de 1909 Al mismo tiempo grupos de exaltados quemaban un quiosco del diario catolico El Debate apedreaban el casino militar y rompian los escaparates de una libreria catolica Ademas a las ocho de la tarde algunas armerias eran asaltadas y se producian disparos contra una unidad montada de la Guardia Civil Hacia la medianoche un exaltado disparo contra la multitud congregada en la Puerta del Sol hiriendo a una persona y luego fue linchado 27 Esa misma noche el ministro de la Gobernacion Miguel Maura quiso desplegar a la Guardia Civil pero sus companeros de gobierno encabezados por el Presidente Niceto Alcala Zamora y por el ministro de la Guerra Manuel Azana se opusieron reacios a emplear a las fuerzas de orden publico contra el pueblo y restando importancia a los hechos 28 Maura tambien uso como argumento que habia recibido una informacion de un capitan del ejercito de que algunos jovenes del Ateneo de Madrid estaban preparandose para quemas edificios religiosos al dia siguiente a lo que Manuel Azana le contesto segun cuenta Maura en sus memorias que eran tonterias y anadio que en caso de ser cierto lo que se preparaba seria una muestra de justicia inmanente 29 Cuando el gobierno estaba reunido a primeras horas de la manana del lunes 11 de mayo le llego la noticia de que la Casa de Profesa de los jesuitas estaba ardiendo El ministro de la Gobernacion Miguel Maura de nuevo intento sacar a la calle a la Guardia Civil para restablecer el orden pero al igual que la noche anterior se encontro con la oposicion del resto del gabinete y especialmente de Manuel Azana quien segun Maura llego a manifestar que todos los conventos de Madrid no valen la vida de un republicano y amenazo con dimitir si hay un solo herido en Madrid por esa estupidez A otro ministro segun Maura le hizo gracia que fuesen los jesuitas los primeros en pagar tributo al pueblo soberano El que presento su dimision que luego retiraria fue Maura que abandono la sede de la Presidencia del Gobierno 30 La inaccion del gobierno permitio que los sublevados quemaran mas de una decena de edificios religiosos Por la tarde por fin el Gobierno declaro el estado de guerra en Madrid y a medida que las tropas fueron ocupando la capital los incendios cesaron Al dia siguiente martes 12 de mayo mientras Madrid recuperaba la calma la quema de conventos y de otros edificios religiosos se extendia a otras poblaciones del este y el sur peninsular los sucesos mas graves se produjeron en Malaga Por el contrario alli donde los gobernadores civiles y los alcaldes actuaron con contundencia no hubo incendios 31 No se sabe con absoluta certeza quien quemo los alrededor de cien edificios religiosos que ardieron total o parcialmente aquellos dias ademas de la destruccion de objetos del patrimonio artistico y liturgico y la profanacion de algunos cementerios de conventos y durante los cuales murieron varias personas y otras resultaron heridas 32 pero la hipotesis mas admitida es que los incendiarios fueron elementos de extrema izquierda republicana y anarquista que pretendian presionar al Gobierno Provisional para que llevara a cabo la revolucion que significaba ante todo arrancar de cuajo el clericalismo 33 Sin embargo lo que si que esta clara fue la irresponsabilidad del gobierno en el manejo de la situacion que solo se explica ademas de por una difusa simpatia que pudieran sentir algunos ministros por los alborotadores por una mezcla de perplejidad error de calculo debilidad y miedo a la impopularidad derivada del empleo de la fuerza contra el pueblo 34 En esta misma linea explicativa se manifiesta el historiador Gabriel Jackson que senala que la mayoria de los ministros no queria que el nuevo regimen comenzara su existencia disparando contra espanoles convencidos de que las masas odiarian a un Gobierno que recurriera a la guardia civil ante las primeras senales de un motin 35 El propio presidente Niceto Alcala Zamora en una alocucion radiada el mismo dia 11 justifico implicitamente la actitud del gobierno diciendo que se habia evitado un bano de sangre Tambien el Papa Pio XI el 17 de mayo se referiria a la gravisima responsabilidad de los que no habian impedido oportunamente que los sucesos se produjeran 32 La izquierda republicana y los socialistas hablaron de la existencia de una conspiracion monarquica y clerical e interpretaron los hechos como un aviso para el Gobierno Provisional sobre la politica moderada que habia llevado hasta esos momentos El pueblo dotado de fino instinto aseguro El Socialista se habia adelantado al Gobierno en la defensa del regimen El organo cenetista Solidaridad Obrera fue el que mas insistio en la intervencion popular en los hechos y en relacionarlos con un movimiento justiciero frente al afeminamiento politico del Gobierno que ha bia dejado de ser un Gobierno revolucionario para convertirse en uno de los tantos Gobiernos liberales de la monarquia 34 Las logias masonicas tambien expresaron al gobierno su descontento por su contemporizacion con los elementos conservadores clericales y monarquicos Entre los que apoyaban al gobierno Provisional los unicos que claramente condenaron lo sucedido y se opusieron a la interpretacion que estaban haciendo de los sucesos la izquierda republicana y los socialistas fueron los intelectuales de la Agrupacion al Servicio de la Republica que criticaron duramente que se considerara una expresion de la democracia los actos vandalicos de una multitud caotica e informe y ponian en duda que incendiar edificios religiosos fuera una demostracion de verdadero celo republicano 36 La tension entre la Republica y la Iglesia catolica Editar El gobierno se sumo a la interpretacion de la izquierda republicana y de los socialistas y por eso ordeno la suspension de la publicacion del diario catolico El Debate y del monarquico ABC asi como la detencion de varios significados monarquicos que semanas despues serian absueltos por los tribunales lo que provoco una dura reaccion de la prensa de izquierdas que lo considero una nueva y vergonzosa maniobra monarquica 37 El gobierno llego a acordar incluso la expulsion de los jesuitas aunque finalmente no se consumo 29 Y en ese contexto se produjo la expulsion de Espana el 17 de mayo del obispo integrista de Vitoria Mateo Mugica por negarse a suspender el viaje pastoral que tenia previsto realizar a Bilbao donde el gobierno temia que con motivo de su visita se produjeran incidentes entre los carlistas y los nacionalistas vascos que compartian su oposicion a la Republica y su defensa del clericalismo y los republicanos y los socialistas anticlericales 38 El Gobierno Provisional aprobo tambien algunas medidas dirigidas a asegurar la separacion de la Iglesia y el Estado sin esperar a la reunion de las Cortes Constituyentes El 13 de mayo una circular de la Direccion General de Ensenanza Primaria concretaba el decreto de 6 de mayo que habia declarado voluntaria la ensenanza religiosa En ella ademas de establecer que seria necesaria una manifestacion expresa de los padres en la matricula indicando que deseaban recibirla se ordenaba la retirada de crucifijos de las aulas donde hubiese alumnos que no recibieran ensenanza religiosa El 21 de mayo un decreto declaraba obligatorio el titulo de maestro para ejercer la ensenanza lo que afectaba especialmente a los colegios religiosos ya que los frailes y monjas que impartian las clases carecian del mismo El 22 de mayo otro decreto reconocia la libertad de cultos y la libertad de conciencia en la escuela y otra disposicion prohibia a los religiosos enajenar inmuebles y objetos artisticos arqueologicos o historicos sin permiso de la administracion 39 El caso Segura Editar Cardenal Pedro Segura La Iglesia catolica que en general habia reaccionado con moderacion a los incendios de mayo critico todas estas medidas laicistas especialmente la retirada de los crucifijos de las aulas donde hubiera alumnos que no querian recibir ensenanza religiosa y sobre todo el decreto de 22 de mayo que provoco incluso la protesta del Nuncio asegurando que no era legal legislar sobre libertad de cultos o ensenanza religiosa en las escuelas sin tener en cuenta el Concordato de 1851 39 El 30 de mayo el Vaticano nego el placet al recien nombrado embajador de Espana Luis de Zulueta 40 La reaccion mas radical partio de nuevo del cardenal Segura que el 3 de junio en Roma donde se encontraba desde el 12 de mayo hizo publica una pastoral en la que se recogia la penosisima impresion que les habia producido ciertas disposiciones gubernativas a los obispos y todos los agravios que a su juicio habia padecido la Iglesia hasta esos momentos incluido el ultimo decreto del que no aceptaban que la ensenanza religiosa desapareciera de la escuela publica poniendo de manifiesto el antiliberalismo que la Iglesia catolica seguia manteniendo 41 La pastoral del cardenal Segura de nuevo desato las iras de la prensa republicana y socialista que la califico de intromision intolerable El Gobierno Provisional expreso al Vaticano su deseo de que el cardenal no retornase a Espana y que fuese destituido de la sede de Toledo En estas circunstancias el cardenal Segura volvio inesperadamente a Espana el 11 de junio y fue detenido tres dias despues por orden del gobierno en Guadalajara y el dia 15 fue expulsado del pais De este hecho quedo una famosa foto que dio la vuelta al mundo con el cardenal abandonando el convento de los paules de Guadalajara rodeado de policias y guardias civiles que se presento como prueba de la persecucion que estaba padeciendo la Iglesia catolica en Espana 42 El Cardenal Segura no volveria a Espana hasta despues de iniciada la guerra civil 38 Al dia siguiente se celebro en la plaza de toros de Pamplona un gran mitin catolico para protestar contra la expulsion del cardenal 40 El caso Echeguren Editar Dos meses despues y en pleno debate en las Cortes Constituyentes recien abiertas sobre la nueva Constitucion en el que la cuestion religiosa estaba siendo la mas polemica se producia un nuevo incidente que enturbio aun mas las relaciones de la Republica y la Iglesia catolica y en el que el Cardenal Segura volvia a ser protagonista El dia 17 de agosto entre la documentacion incautada al vicario de Vitoria Justo Echeguren que habia sido detenido tres dias antes en la frontera hispano francesa por la policia se encontraron unas instrucciones del Cardenal Segura a todas las diocesis en las que se facultaba a los obispos a vender bienes eclesiasticos en caso de necesidad Pero lo considerado mas grave por el gobierno era que a tal circular acompanaba un dictamen del abogado Rafael Martin Lazaro firmado en fecha tan temprana como el 8 de mayo que aconsejaba la transferencia por parte de la Iglesia de sus bienes inmuebles a seglares y la colocacion de bienes muebles en titulos de deuda extranjeros es decir invitaba a la fuga de capitales todo ello para eludir una posible expropiacion por parte del Estado 43 La respuesta inmediata del Gobierno Provisional despues de descartar la ruptura de las relaciones diplomaticas con la Santa Sede fue la publicacion el 20 de agosto de un decreto en el que se suspendian las facultades de venta y enajenacion de los bienes y derechos de todo tipo de la Iglesia catolica y de las ordenes religiosas En el preambulo se intento suavizar la medida haciendo referencia a los esfuerzos notorios que ha bian realizado elementos destacados de la Iglesia espanola para mantener su lealtad al nuevo regimen aludiendo asi al sector conciliador encabezado por el cardenal Francisco Vidal y Barraquer y el Nuncio frente al intransigente sector integrista encabezado por el cardenal Segura Por otro lado el decreto fue acompanado por la suspension de una decena de periodicos catolicos del Pais Vasco y de Navarra que se habian significado por sus proclamas antirrepublicanas y que fueron acusados por el gobierno de hacer llamamientos a la rebelion armada contra la Republica 44 La Constitucion de 1931 EditarLa propuesta de la ponencia de la Comision Constitucional Editar Angel Ossorio y Gallardo Una Comision Juridica Asesora nombrada por el Gobierno Provisional y presidida por el jurista catolico liberal Angel Ossorio y Gallardo redacto un anteproyecto de Constitucion en el que la solucion dada a la cuestion religiosa respondia a los principios del laicismo liberal se establecia la separacion de la Iglesia y el Estado pero se reconocia un estatus especial a la Iglesia catolica al considerarla Corporacion de Derecho Publico y tambien la libertad de conciencia con la unica limitacion del respeto debido a las exigencias de la moral publica y la libertad de cultos tanto privada como publicamente 45 Pero el anteproyecto de la Comision Juridica Asesora fue rechazado por la Iglesia catolica y aunque por motivos diametralmente opuestos por la mayoria de las Cortes Constituyentes integrada por los partidos republicanos de izquierda y el partido socialista todos ellos defensores de un anticlericalismo radical Asi la Comision Constitucional presidida por el socialista Luis Jimenez de Asua elaboro un nuevo proyecto de Constitucion que dio a conocer el 18 de agosto de 1931 en el cual despues de establecer en el articulo 3 la completa separacion de la Iglesia y el Estado con la misma formula propuesta por la Comision Juridica Asesora No existe religion de Estado aunque finalmente fue modificada por la mas moderada de El Estado espanol no tiene religion oficial recogia la maxima aspiracion anticlerical desde hacia un siglo la supresion de las ordenes religiosas y la consiguiente nacionalizacion de sus bienes 46 Ademas se suprimia el reconocimiento especial de la Iglesia catolica y desaparecia su consideracion como Corporacion de Derecho Publico y se prohibia expresamente cualquier auxilio economico por parte del Estado Tambien se limitaba la libertad de cultos al interior de los templos Por ultimo se establecia la escuela unica del Estado por lo que la actividad educativa de la Iglesia quedaria limitada a ensenar sus respectivas doctrinas en sus propios establecimientos 47 Mientras tanto al margen de las Cortes dos miembros del Gobierno Provisional su presidente el republicano liberal Niceto Alcala Zamora y el ministro de Justicia el socialista Fernando de los Rios alcanzaban el 14 de septiembre despues de una dificil negociacion unos puntos de conciliacion con el Nuncio Tedeschini y el Cardenal Vidal y Barraquer que encabezaban el sector posibilista de la jerarquia eclesiastica que estaba dispuesta a aceptar la aconfesionalidad del Estado y la renuncia progresiva a vivir del presupuesto de culto y clero a cambio de que se le reconociera su relevancia social mediante la firma de un Concordato o de un modus vivendi entre la Iglesia y el Estado no fueran disueltas las ordenes religiosas y se aceptase la libertad de ensenanza es decir que los colegios religiosos pudieran continuar como hasta entonces Pero Alcala Zamora y Fernando de los Rios no pudieron hacer valer estos puntos de conciliacion con la Iglesia catolica por la oposicion del resto del gobierno y de la mayoria de las Cortes 48 El debate del articulo 26 de la Constitucion Editar Como ya senalo hace tiempo el historiador Gabriel Jackson el debate sobre el articulo 26 fue el primer conflicto revolucionario en la historia de la joven Republica 49 Durante el debate los radical socialistas y los socialistas se opusieron vehementemente a cualquier modificacion de la propuesta de la Comision 50 mientras que los diputados de Accion Republicana el partido del ministro de la Guerra Manuel Azana pretendian suavizarla Por su parte la Derecha Liberal Republicana desde julio de 1931 Partido Republicano Progresista de Niceto Alcala Zamora y la Agrupacion al Servicio de la Republica pretendian recuperar la propuesta inicial de la Comision Juridica Asesora 51 El Partido Republicano Radical mantenia de nuevo una posicion ambigua ya que mientras su portavoz inicialmente apoyo la propuesta de la ponencia su lider Alejandro Lerroux se mostraba dispuesto a transigir aproximando su postura a la de la Derecha Liberal Republicana aunque manteniendo un notable diferencia con ella la prohibicion del ejercicio de la ensenanza a las ordenes religiosas 52 Los diputados de la derecha catolica la Minoria Agraria donde se integraban los diputados agrarios de Jose Martinez de Velasco y los cinco diputados de Accion Nacional de Jose Maria Gil Robles y la Minoria vasco navarra que comprendia a carlistas integristas y nacionalistas vascos que entre ambas sumaban tan solo 40 diputados de un total de 468 se opusieron acaloradamente al ataque a los derechos de la Iglesia y defendieron la confesionalidad catolica del Estado 53 En defensa de la linea catolica posibilista preconizada por el Cardenal Vidal y Barraquer intervino entre otros el lider de Accion Nacional Jose Maria Gil Robles que despues de recordar el rechazo de los catolicos al principio de la libertad de conciencia se mostro dispuesto a aceptar con matices la declaracion del laicismo del Estado siempre que se reconocieran los derechos de la Iglesia incluidos los de las ordenes religiosas 54 aunque su intervencion concluyo despues de afirmar que el proyecto constitucional era un proyecto de persecucion religiosa con una advertencia que desde el momento en que se aprobara un texto de esta naturaleza por nuestra parte declarariamos abierto un nuevo periodo constituyente 55 lt ref gt En la manana del martes 13 de octubre se reunio la Comision Constitucional para introducir enmiendas en el articulo 26 el 24 en el proyecto que satisficieran a los grupos como Accion Republicana o el Partido Republicano Radical que apoyaban al Gobierno Provisional pero que se habian mostrado partidarios de suavizar el proyecto en ningun momento se planteo la opcion de aceptar los puntos de vista de la derecha catolica posibilista ni de la derecha republicana Sin embargo tanto los radical socialistas como los socialistas siguieron defendiendo la redaccion inicial 56 El desacuerdo se resolvio finalmente gracias a la intervencion de Manuel Azana en el pleno que se celebro por la tarde en el que pronuncio la famosa frase Espana ha dejado de ser catolica que mas adelante sacada de su contexto seria utilizada por la derecha antirrepublicana como la prueba de que el proyecto de Azana era descristianizar Espana en realidad a lo que se referia Azana era a que el catolicismo habia dejado de ser el elemento definidor de la cultura espanola y que por tanto se tenia que proceder a la completa y radical separacion de la Iglesia y el Estado 57 La premisa de este problema religioso hoy politico la formulo yo de esta manera Espana ha dejado de ser catolica el problema politico consiguiente es organizar el Estado en forma tal que quede adecuado a esta fase nueva e historica del pueblo espanol En este asunto Sres Diputados hay un drama muy grande apasionante insoluble Nosotros tenemos de una parte la obligacion de respetar la libertad de conciencia naturalmente sin exceptuar la conciencia cristiana pero tenemos tambien de otra parte el deber de poner a salvo la Republica y el Estado 58 Azana en su intervencion apoyo la nueva redaccion del texto de la ponencia que eliminaba la supresion de las ordenes religiosas y a cambio ofrecio la limitacion de sus actividades incluida la prohibicion de ejercer la ensenanza lo que seria regulado en una futura ley de congregaciones a aprobar por las Cortes Constituyentes y la disolucion de la orden religiosa mas odiada por los anticlericales los jesuitas identificados con el antiliberalismo mas reaccionario 59 Posteriormente se incluyo otra concesion demandada por los socialistas que la partida del presupuesto destinada al clero desapareceria en el plazo de dos anos Yo digo que en el orden de las ciencias morales y politicas la obligacion de las Ordenes religiosas catolicas en virtud de su dogma es ensenar todo lo que es contrario a los principios en que se funda el Estado moderno Por eso ni mi partido ni yo en su nombre suscribiremos una clausula legislativa en virtud de la cual siga entregado a las Ordenes religiosas el servicio de la ensenanza Eso jamas Yo lo siento mucho pero esta es la verdadera defensa de la Republica A mi que no me vengan a decir que esto es contrario a la libertad porque esto es una cuestion de salud publica 60 La propuesta de Azana fue finalmente aprobada con los votos favorables de los socialistas y de los republicanos de izquierda a excepcion de los radical socialistas que se abstuvieron pues seguian defendiendo el texto original de la ponencia y tambien de los diputados del Partido Republicano Radical mientras que la Agrupacion al Servicio de la Republica se abstenia por considerar que la propuesta era demasiado radical y el Partido Republicano Progresista la antigua Derecha Liberal Republicana de Alcala Zamora y Maura la derecha monarquica y la derecha catolica votaban en contra En total 178 votos a favor y 59 en contra Inmediatamente las minorias agraria y vasco navarra junto con otros diputados catolicos anunciaron su retirada de las Cortes en senal de protesta hasta que terminaran los debates constitucionales 61 La aprobacion del articulo 26 el 24 en el proyecto provoco una grave crisis politica porque el presidente del Gobierno Provisional Niceto Alcala Zamora y el ministro de la Gobernacion Miguel Maura presentaron su dimision al estar en completo desacuerdo con su contenido Manuel Azana el politico que habia conseguido aglutinar a las partidos republicanos de centro derecha y de izquierda y al partido socialista en el espinoso tema de la cuestion religiosa aunque fuera a costa de dejar fuera a la derecha tanto la republicana como la monarquica y catolica fue el nuevo presidente del Gobierno Provisional 62 Tras la retirada de la Minoria Agraria y de la Minoria vasco navarra que se habian opuesto a la libertad de cultos al reconocimiento del divorcio porque atentaba contra la familia y a la escuela unica y laica porque era contraria a la libertad de ensenanza y tras la resolucion de la disputa principal la aprobacion del resto de articulos de la Constitucion relacionados con la cuestion religiosa fue mucho menos conflictiva y paradojicamente se suavizaron algunos aspectos de la redaccion original del proyecto de la Comision Asi de la prohibicion del culto fuera de los templos establecida en el articulo 25 de la ponencia se paso a la tolerancia a las manifestaciones publicas del culto aunque bajo el control del gobierno que era quien podia autorizarlas art 27 en la nueva redaccion en el que se mantuvo la secularizacion de los cementerios En el reconocimiento del derecho al divorcio Art 41 de la ponencia se limito a decir que el matrimonio podria disolverse por mutuo disenso o a peticion de ambos conyuges con alegacion en este caso de justa causa Art 43 en la nueva redaccion en el que tambien se reconocio la igualdad legal entre los hijos tenidos dentro o fuera del matrimonio lo que fue desarrollado en la Ley de Divorcio de 1932 Por ultimo la propuesta de establecer la escuela laica y unica lo que era interpretado como que el Estado detentaria el monopolio de la ensenanza se paso a la escuela laica y unificada de significado mucho mas ambiguo manteniendose la limitacion de la actividad educativa de la Iglesia a ensenar sus respectivas doctrinas en sus propios establecimientos bajo la inspeccion del Estado Art 48 63 El articulo 49 dejaba la puerta abierta a la ensenanza privada al determinar que las condiciones en que se podra autorizar las establecera una futura ley de Instruccion publica 64 lt ref gt La respuesta de la Iglesia y del movimiento catolico Editar Tanto la Iglesia catolica como las organizaciones vinculadas a ella reaccionaron energicamente contra la solucion que se habia dado a la cuestion religiosa en la Constitucion Tanto los catolicos posibilistas como los integristas interpretaron el contenido del articulo 26 como una medida persecutoria contra la Iglesia y como una declaracion de guerra a los catolicos Solo tres dias despues de que fuera aprobado el articulo el papa Pio XI envio un telegrama a todos los obispos espanoles en el que protestaba energicamente por todas las multiples ofensas inferidas a los derechos sagrados de la Iglesia que son los derechos de Dios y de las almas lo que fue apoyado por los prelados afirmando que el laicismo privaba al hombre de la verdad y la ley de Cristo 65 Una vez aprobada la Constitucion los obispos espanoles hicieron publico a finales de diciembre de 1931 un documento colectivo de protesta por el trato dado a la Iglesia catolica a pesar de haber dado pruebas evidentes y abnegadas de moderacion paciencia y generosidad evitando cuanto pudiera parecer un acto de hostilidad a la Republica En el documento se acusaba a las Cortes Constituyentes de haber actuado con criterio sectario y haber acordado una solucion de venganza fruto del absoluto laicismo de Estado que ponia a la Iglesia en materias que le son de su exclusiva competencia bajo la dominacion del poder civil 66 Desde el mismo momento en que se aprobo el articulo 26 se inicio una campana de movilizaciones y de protestas de los catolicos a favor de la revision de la Constitucion cuya primera media habia sido la retirada de las Cortes de los diputados de la derecha catolica de la Minoria Agraria y de la Minoria vasco navarra que declararon haber llegado al limite de su transigencia La intransigencia de las Cortes y su divorcio del sentir del pueblo manifestados en el criterio relativo a la propiedad la familia la ensenanza y aun a los fundamentos mismos de la ordenacion social ha culminado en los preceptos relativos a la cuestion religiosa El acuerdo de los nucleos de mayoria dio por resultado la redaccion de un articulo netamente persecutorio disfrazado con apariencias de medida salvadora del regimen Denegado a la Iglesia catolica y a sus instituciones un regimen de derecho comun de simple ciudadania con quebranto de los mas elementales derechos del hombre la Constitucion que va a aprobarse no puede ser nuestra Nosotros levantamos ya desde ahora dentro de la ley la bandera de su revision Si en las Cortes nos desentedemos del problema lo llevamos sin rebozo ante la opinion en una intensa campana que desde ahora iniciamos Dirigimos a los catolicos un llamamiento energico y apremiante a la accion La Constitucion politica nutrida de espiritu sectario no existe para nosotros Frente a ella todos unidos como hermanos El esfuerzo que esterilmente habriamos de desarrollar en la elaboracion de una Constitucion antirreligiosa y antisocial lo emplearemos en mover a la opinion contra ella 67 Asimismo se convirtio a Accion Nacional en una organizacion politica estable para que en torno a ella se formara una candidatura catolica a las elecciones que se pensaba que se iban a celebrar tras aprobarse la Constitucion como le dijo Jose Maria Gil Robles lider de Accion Nacional al cardenal Vidal y Barraquer No hay mas camino que el de las elecciones traer las derechas al Parlamento una minoria suficientemente fuerte que permitiera mas adelante un acuerdo con otras fueras parlamentarias grupo Lerroux por ejemplo 68 69 La campana de movilizacion revisionista catolica adopto un tono de cruzada porque lo que estaba en juego segun el director de El Debate Angel Herrera era comunismo o civilizacion cristiana 70 La campana catolica fue respondida con una movilizacion de la izquierda republicana y socialista que conto con el apoyo del gobierno y de algunas autoridades locales en defensa del laicismo y de lo que creian era un intento de destruir la Republica produciendose algunos enfrenamientos graves entre clericales y anticlericales como los que ocurrieron en Bilbao en enero de 1932 donde hubo tres muertos y se incendio un convento 71 Valoracion final Editar Por primera vez en la historia del constitucionalismo espanol se implanto un Estado laico superando por fin la secular oposicion clerical a que se introdujera cualquier medida secularizadora que pudiera poner en riesgo la unidad catolica de Espana Sin embargo los constituyentes a diferencia del problema catalan en que optaron por una formula de concordia que se plasmo en el Estado integral que hizo posible el Estatuto de Autonomia de Cataluna de 1932 en el problema religioso optaron por una formula de confrontacion A los nacionalistas catalanes se les proponia una via de integracion en el Estado espanol a las confesiones religiosas se les propuso el articulo 26 verdadero punto neuralgico de la Constitucion como observo Perez Serrano con la taxativa prohibicion del ejercicio de la industria el comercio y la ensenanza 72 Es indudable que el constituyente de 1931 adopto una actitud beligerante contra la presencia de la Iglesia en todos los ambitos de la vida social que el concordato de 1851 y la politica de la Monarquia restaurada le habia entregado carceles hospitales cuarteles cementerios sacralizacion de espacios publicos moral publica y privada y sobre todo colegios de primera y segunda ensenanza Era momento a juicio de los constituyentes de que la Republica espanola acometiera el problema que la Republica francesa habia resuelto treinta anos antes bajo el gobierno de Emile Combes y que en Espana no habia hecho mas que agravarse Asi pues la izquierda republicana y socialista con el apoyo final del Partido Republicano Radical impusieron su modelo anticlerical radical y no buscaron el consenso ni siquiera con la derecha catolica republicana y mucho menos con la derecha catolica posibilista con la derecha monarquica e integrista antirrepublicana el consenso era absolutamente imposible De esta forma se produjo una fractura social y politica entre el pueblo republicano y el pueblo de Dios dos entidades mutuamente excluyentes 73 que dificulto enormemente la consolidacion del regimen republicano Muchos de aquellos ciudadanos catolicos que habian votado por las candidaturas republicanas en 1931 y que hemos de pensar que no fueron pocos se sintieron desilusionados por falta de sensibilidad de los padres de la patria hacia sus creencias mas intimas y algunas de sus instituciones mas queridas Y ello en un momento en que los catolicos estaban dispuestos a ceder incluida parte de su jerarquia terreno a los laicizadores A partir de entonces bastantes comenzarian a desidentificarse con un proyecto de Republica que ya no consideraban suyo En cuanto a los otros catolicos aquellos catolicos no republicanos que habian permanecido en la expectacion la indiferencia o el anonadamiento tras la proclamacion del nuevo regimen la nueva Constitucion y su posterior desarrollo y aplicacion los harian experimentar una sacudida y salir de su pasividad en defensa de la religion que creian injustamente atacada y hasta perseguida La bandera de la religion de hecho sirvio para agrupar a las derechas en torno a la CEDA con el proposito de revisar y reformar la ley fundamental en un sentido contrasecularizador A la postre la solucion dada a la secular cuestion religiosa espanola no la resolveria sino que exacerbaria aun mas dividiendo a la comunidad politica en dos polos dificilmente conciliables y perpetuando un viejo factor mas de fractura en aquella fracturada sociedad espanola de los anos treinta 74 Al menos por lo que se referia a la cuestion religiosa las principales exigencias de la revolucion republicana habian encontrado un lugar mas o menos significativo dentro del articulado constitucional Si la Constitucion era una carta de principios al servicio de un proyecto politico inspirado por los valores y la ideologia de la izquierda no era por casualidad sino porque desde tiempo atras y en especial desde las elecciones generales de junio se habia dado por bueno que el nuevo regimen para ser verdaderamente una Republica de los republicanos tenia que dotarse de unas instituciones y unos contenidos de reforma radical que respondieran a las exigencias de modernizacion formuladas por la izquierda La Republica dijo Azana anos mas tarde 14 de julio de 1935 no es una mera enunciacion de principios politicos o de doctrina politica sino un instrumento de reforma sustancial del Estado y de la sociedad 75 La politica religiosa del gobierno de Manuel Azana durante el primer bienio EditarVease tambien Primer bienio de la Segunda Republica Espanola A partir de la aprobacion de la Constitucion el gobierno republicano socialista promulgo una serie decretos y propuso unas leyes para su aprobacion por las Cortes que hicieran efectiva la aconfesionalidad del Estado y que permitieran que este asumiera aquellas funciones administrativas y sociales que la Iglesia catolica habia desempenado hasta entonces La primera medida que tomo fue el decreto de 23 de enero de 1932 que daba cumplimiento a lo dispuesto en el articulo 26 de la Constitucion la disolucion de la orden de los jesuitas y la nacionalizacion de la mayor parte de sus bienes colegios y residencias especialmente que pasaron a ser gestionados por un Patronato 76 El problema que se le planteo al Gobierno fue que la mayoria de las propiedades no figuraban a nombre de los jesuitas sino que pertenecian a hombres de paja o a sociedades El Gobierno pudo identificar unas 33 escuelas 47 residencias y 79 edificios urbanos que esperaba utilizar como escuelas pero pronto se vio frustrada esa pretension porque los jesuitas plantearon numerosos recursos ante los tribunales uno de sus abogados fue el lider de Accion Nacional Jose Maria Gil Robles que demostraban que ellos eran simplemente los inquilinos de los inmuebles pero no los propietarios Al final el Gobierno pudo hacerse con una docena de edificios pero la legalidad de su ocupacion continuaba pendiente de los tribunales y de la eventual compensacion que tendria que ser pagada El decreto no expulsaba a los jesuitas del pais como ya sucedio en tiempos de Carlos III sino que les daba la oportunidad de permanecer en Espana si se desvinculaban de la Compania Pero los jesuitas decidieron por propio acuerdo retirar a muchos de sus sacerdotes mas jovenes lo que fue dado a conocer en la prensa mundial como la expulsion de los jesuitas 77 Cumpliendo otro mandato constitucional siete dias despues el decreto de 30 de enero de 1932 secularizaba los cementerios la mayoria de ellos estaban administrados por iglesias parroquiales o por cofradias que pasaron a ser propiedad de los ayuntamientos que fueron los que a partir de entonces asumieron su gestion Asimismo los entierros catolicos fueron considerados manifestaciones publicas del culto por lo que de acuerdo con el articulo 27 de la Constitucion tenian que ser autorizados por los alcaldes quienes podian establecer las normas por las que deberian regirse e incluso gravarlos con impuestos 78 La secularizacion de los cementerios en algunos lugares dio lugar a ceremonias publicas presididas por los alcaldes acompanados por la banda municipal tocando La Marsellesa y alli donde existian se procedia al derribo de las vallas que separaban las tumbas de los que no habian querido ser enterrados segun el rito catolico del resto de cementerio Ademas habia discursos en los que decia que el matrimonio y el entierro civiles eran signos de cultura mientras que las ceremonias religiosas eran signos de supersticion 79 Pocos dias despues el 2 de febrero de 1932 las Cortes aprobaban la ley de divorcio que sentaba el principio de que la disolucion del contrato matrimonial era una potestad del Estado no de la Iglesia catolica que hasta entonces habia detentado su monopolio con las nulidades matrimoniales de los tribunales eclesiasticos 80 Gabriel Jackson atribuye el hecho asombroso de la escasez de casos de divorcio solo hubo unas 7 000 demandas y se dictaron unas 3 500 sentencias favorables a que los espanoles de todas clases eran intensamente conservadores en esta materia 81 La Ley de Confesiones y Congregaciones Religiosas Editar El momento de mayor confrontacion entre el gobierno y la Iglesia catolica fue la presentacion y el debate de la Ley de Confesiones y Congregaciones Religiosas que tuvo lugar en los primeros meses de 1933 Asi el 25 de mayo de 1933 cuando ya habia sido aprobada por las Cortes aunque faltaba la firma del presidente Alcala Zamora los cardenales y obispos espanoles encabezados por el nuevo cardenal primado Isidro Goma y Tomas nombrado por Roma el mes anterior hacian publica una carta episcopal que consideraba la ley un duro ultraje a los derechos divinos de la Iglesia condenaba todas las injerencias y restricciones con que esta ley de agresiva excepcion pone a la Iglesia bajo el dominio del poder civil y llamaba a la movilizacion de los catolicos El 3 de junio al mismo dia en que se promulgaba la ley mediante su publicacion den la Gaceta de Madrid 82 se hacia publica una enciclica del Papa Pio XI Dilectisima Nobis en la que condenaba el espiritu anticristiano del regimen espanol afirmando que la Ley de Congregaciones nunca podra ser invocada contra los derechos imprescriptibles de la Iglesia y de nuevo llamaba a la movilizacion contra la Republica En la Enciclica se decia ante la amenaza de danos tan enormes recomendamos vivamente a los catolicos de Espana que dejando a un lado recriminaciones y lamentos y subordinando al bien comun de la patria y de la religion todo otro ideal se unan todos disciplinados para la defensa de la fe y para alejar los peligros que amenazan a la misma sociedad civil 83 Enrique Herrera hermano de Angel Herrera y dirigente de la Federacion de Amigos de la Ensenanza califico el escenario creado por la Ley de guerra civil de la cultura 84 La ley de Congregaciones desarrollaba los articulos 26 y 27 de la Constitucion y establecia que las ordenes y congregaciones religiosas debian inscribirse en un Registro especial del Ministerio de Justicia reglamentaba el culto publico suprimia la dotacion de culto y clero del Estado y eliminaba otros subsidios oficiales nacionalizaba parte del patrimonio eclesiastico templos monasterios seminarios etc aunque quedaban a disposicion de la Iglesia atribuia al Estado la potestad de vetar determinados nombramientos religiosos y por ultimo establecia el cierre de los centros de ensenanza catolicos de secundaria para el 1º de octubre y los de primaria para el 31 de diciembre de 1933 85 Para dar cabida en la red publica a los 20 000 alumnos de Segunda Ensenanza y los 350 000 de Primaria que cursaban sus estudios en colegios religiosos 295 centros de secundaria atendidos por 2 050 profesores y cerca de 5000 de primaria el Gobierno confiaba en tener preparadas para finales de 1933 7000 nuevas escuelas con 10 000 maestros que serian formados mediante cursillos especiales y 20 nuevos institutos de Bachillerato y seguir luego creando escuelas a un ritmo de 4000 por ano El plan de construcciones para la Educacion Secundaria se fue cumpliendo pero no asi para la Educacion Primaria ya que fueron muchos los Ayuntamientos que no abrieron las escuelas previstas por falta de fondos fundamentalmente o porque no quisieron colaborar lo que causo una gran incertidumbre en las familias Finalmente no se produciria el cierre de los colegios religiosos porque el nuevo gobierno de centro derecha surgido de las elecciones de noviembre de 1933 suspendio la aplicacion de la ley 80 La politica educativa Editar Escudo de una Escuela Nacional de Ninas Desde el 14 de abril una de las prioridades del gobierno provisional habia sido ampliar el numero de escuelas primarias publicas para poner fin a una de las lacras de la sociedad espanola el todavia elevado analfabetismo en 1931 las estimaciones oscilaban entre el 30 y el 50 de la poblacion total Existian unas 35 000 escuelas servidas por una plantilla de 36 680 maestros y maestras que daban clase a cerca de dos millones de ninos Para atender al mas de millon y medio de ninos que no iban a la escuela el Estado calculaba que necesitaria construir unas 27 000 nuevas escuelas a un ritmo de 5000 escuelas nuevas cada ano Asi el ministro de Instruccion Publica el radical socialista Marcelino Domingo y el director general de Ensenanza Primaria el socialista Rodolfo Llopis pusieron en marcha un ambicioso programa de construcciones escolares en los que los municipios debian proporcionar los solares y hacerse cargo entre el 25 o 50 del coste de la construccion ocupandose del resto el Estado que tambien pagaria el sueldo de los maestros una vez la escuela comenzara a funcionar y con un aumento del sueldo de un 15 A finales de 1932 el nuevo ministro de Instruccion Publica el socialista Fernando de los Rios comunico a las Cortes que se habian construido o habilitado casi 10 000 escuelas y que se esperaban alcanzar las 27 000 necesarias en un plazo de cinco anos con un coste de unos 400 millones de pesetas Pero este plan no pudo cumplirse por falta de recursos debido a la caida de los ingresos de la Hacienda Publica a causa de la depresion economica y a la politica de equilibrio presupuestario decidida por el gobierno 86 Lo que por otro lado hacia mas dificil cumplir con la Ley de Congregaciones que habia establecido el cierre de los colegios de primaria religiosos para el 31 de diciembre de 1933 y el calculo que habia hecho el ministerio era que para atender a los 350 000 ninos de esos colegios seria necesario construir a toda prisa unas 7000 escuelas mas Y no solo existia el problema presupuestario sino la falta de colaboracion de los ayuntamiento gobernados por la derecha monarquica y catolica que no ofrecian ni solares ni locales para las nuevas escuelas por ejemplo Guipuzcoa donde se calculaba que se necesitarian 355 nuevas escuelas los ayuntamientos solo habian ofrecido 56 Ademas en muchas localidades rurales los padres se negaban a la coeducacion y reclamaban clases separadas para ninos y para ninos Y cuando fueron retirados los crucifijos que colgaban de las paredes de las clases muchas familias respondieron haciendo que sus hijos llevaran grandes crucifijos pendientes o intentaron forzar a los maestros a que asistieran a misa 87 En el verano de 1933 la Republica puso en marcha el mas notable de sus experimentos educativos las misiones pedagogicas Era una iniciativa del critico de arte Manuel Bartolome Cossio ligado a la Institucion Libre de Ensenanza que queria llevar el aliento del progreso a los pueblos mas aislados y atrasados de Espana Asi profesores y estudiantes la mayoria de ellos de la Universidad de Madrid se fueron a las aldeas con reproducciones de pinturas celebres y con discos y peliculas y sobre escenarios improvisados representaban obras de teatro de Lope de Vega y de Calderon de la Barca Asimismo llevaban libros y medicinas y ayudaban a construir escuelas En este proyecto tambien participo el grupo teatral La Barraca creado por Federico Garcia Lorca 88 La oposicion de los catolicos el nacimiento de la CEDA Editar Logo de la CEDA La hostilidad de Iglesia catolica y de los sectores que la apoyaban a la declaracion de la aconfesionalidad del Estado y al politica secularizadora radical que emprendio el gobierno republicano socialista presidido por Manuel Azana dio nacimiento al catolicismo politico que logro construir a partir de Accion Nacional a partir de marzo de 1932 llamada Accion Popular un gran partido de masas que fue la CEDA aunque esto no se habria producido sin la direccion el discurso ideologico y los recursos organizativos de la Iglesia catolica Esta confederacion de partidos aglutinaba no solo a las oligarquias del antiguo regimen sino a miles de agricultores medios y pobres dirigidos politicamente por miembros de las clases medias urbanas que a su vez se sentian perjudicadas por las politicas reformistas de la coalicion de izquierda como determinados sectores profesionales y funcionariales tanto civiles como militares o circulos intelectuales vinculados a la tradicion conservadora Y todos ellos veian con horror el laicismo del Estado y con miedo el ascenso de la clase obrera Como ha senalado Santos Julia 89 El nuevo partido catolico inicio su actividad buscando una confrontacion directa con el gobierno en los dos puntos que podian servir para atraer mayor afiliacion los republicanos eran calificados de frios perseguidores de la Iglesia y en consecuencia enemigos de la Patria y a los socialistas se les presentaba como enemigos de la propiedad de la familia y el orden Fue asi como Accion Popular y desde su congreso fundacional de febrero y marzo de 1933 la CEDA lograron una audiencia de masas vinculando la defensa de la religion catolica a la lucha por la propiedad como fundamento del orden socialLa rectificacion de los gobiernos radical cedistas del segundo bienio EditarVease tambien Segundo bienio de la Segunda Republica Espanola La primera batalla de la politica religiosa de los gobiernos radicales se centro en los haberes del clero El Gobierno era consciente de que si se aplicaba estrictamente la Constitucion de 1931 segun la cual el presupuesto del clero tendria que ser suprimido durante el ejercicio de 1934 se dejaria a los parrocos mas pobres los rurales sin ingresos un problema que tambien se planteo el gobierno de Manuel Azana pero que no llego a resolver Asi el gobierno aprobo un proyecto de ley por el que los clerigos que trabajaban en parroquias de menos de 3000 habitantes y que tenian mas de 40 anos en 1931 recibirian dos tercios de su sueldo de 1931 Pero cuando el gobierno lo llevo al parlamento en enero de 1934 la izquierda lo acuso de poner en practica una politica antirrepublicana y la CEDA tambien lo rechazo aunque por las razones contrarias porque consideraba que la ayuda economica propuesta era demasiado escasa una decepcion que era compartida por los sectores mas moderados de la Iglesia catolica encabezados por el cardenal Vidal y Barraquer Los radicales hicieron algunas concesiones como incluir las poblaciones de mas de 3000 habitantes y al final los cedistas apoyaron el proyecto aunque seguia estando muy alejado de sus expectativas y la ley fue aprobada el 4 de abril de 1934 El diario El Socialista publico al dia siguiente desde ayer no cabe hacer ninguna distincion entre el partido radical y el que acaudilla el senor Gil Robles Con concesiones de este tipo lo que no durara cuatro meses sera la Republica Si la Republica ha de vivir como vive al presente preferimos que se muera Los radical socialistas manifestaron que la ley ponia la pureza del regimen republicano en peligro Por su parte la derecha monarquica exigia el restablecimiento del presupuesto del clero de 1931 en su totalidad 90 La segunda batalla de la politica religiosa se desarrollo en el campo de la ensenanza El gobierno radical era consciente de que la sustitucion de las escuelas privadas religiosas por escuelas publicas prevista para enero de 1934 en el caso de la ensenanza primaria planteaba graves problemas administrativos y presupuestarios a la vista de la falta de dinero escuelas y maestros Por ejemplo el ayuntamiento de Cadiz calculo que las 130 aulas que harian falta para el municipio costarian unas 665 000 pesetas pero el dinero que recibio del gobierno a traves de un credito extraordinario fueron 100 000 pesetas Una opcion que tenia el gobierno era la expropiacion de los edificios de las escuelas religiosas para convertirlos en escuelas publicas pero esa opcion era inaceptable para la CEDA su aliada parlamentaria que consideraba la ensenanza una cuestion vital en la que no podremos de ningun modo retroceder y ademas los radicales seguian apostando por la integracion de la derecha catolica accidentalista en la Republica Asi el gobierno de Lerroux presento el 31 de diciembre de 1933 un proyecto de ley que prorrogaba los plazos para la sustitucion de la ensenanza primaria aunque el gobierno seguiria construyendo escuelas publicas y subio el sueldo a los maestros Ademas como la Constitucion de 1931 permitia la escuela privada la Iglesia catolica hubiera podido mantener muchas de sus escuelas abiertas porque muchas las habia puesto a nombre de mutualidades escolares 91 Que los radicales no eran exactamente unos titeres de la derecha como afirmaba la izquierda lo demostro el nuevo plan de bachillerato que en el verano de 1934 presento Filiberto Villalobos ministro de educacion del gobierno Samper un plan que estaba inspirado en la pedagogia de la Institucion Libre de Ensenanza que por ello enfurecio a la CEDA ademas de porque en cumplimiento de la Constitucion de 1931 excluia la ensenanza de la religion Aunque El Socialista acuso a Villalobos de consentir que el Ministerio fuera invadido por los jesuitas el gasto en educacion en los anos 1934 y 1935 aumento por encima incluso del nivel del primer bienio 92 Los gobiernos radicales fueron receptivos a la reclamacion presentada por la Iglesia catolica a finales de febrero de 1934 por las extralimitaciones reiteradamente cometidas por muchas autoridades locales contra el libre ejercicio del culto catolico en particular por lo que se refiere a los entierros catolicos y a los Viaticos y al empleo de las campanas Aunque en muchas localidades no se habia puesto ninguna traba a las celebraciones catolicas fuera de los templos que la Constitucion de 1931 no prohibia sino que las sometia a un regimen de autorizaciones con la llegada de los radicales al poder la presencia publica del culto catolico en la calle se incremento notablemente aunque de forma desigual por ejemplo en Malaga y en Cordoba las procesiones de la Semana Santa de 1934 no salieron a la calle Por otro lado los gobiernos radicales devolvieron bienes a los jesuitas al parecer los que habian sido incautados ilegalmente y exceptuaron cuatro institutos religiosos de la aplicacion de la Ley de Confesiones y Congregaciones dos de las cuales eran ordenes dedicadas a actividades caritativas 93 El ultimo aspecto de la politica religiosa de los gobiernos radicales fue a la vez el que llevaron mas en secreto el intento de negociar un concordato con el Vaticano El gobierno de Lerroux ya manifesto en su presentacion que algun tipo de acuerdo con Roma era fundamental aunque sin incluir la revision de la Constitucion para poder integrar dentro de la Republica no solo a la derecha catolica accidentalista sino a la gran mayoria de los catolicos Tras restablecerse las relaciones diplomaticas con la Santa Sede en junio de 1934 se iniciaron los contactos que se mantuvieron en secreto y sin que interviniera en ellos la CEDA Pero el Vaticano exigio la revision sustancial de la legislacion antirreligiosa que habia causado graves danos a la Iglesia en Espana por lo que fue imposible el acuerdo El gobierno propuso entonces alcanzar un modus vivendi pero el Vaticano y la Iglesia espanola encabezada por el integrista Isidro Goma tambien se opusieron si previamente no se revisaba la Constitucion Tras la derrota de la Revolucion de octubre de 1934 la postura intransigente del Vaticano y de la jerarquia eclesiastica espanola se acentuo por lo que el acuerdo fue ya imposible Se aposto todo a que la CEDA ocupara la presidencia del gobierno y cambiara la Constitucion 94 La interpretacion de la derecha catolica de la Revolucion de Octubre Editar El diario El Debate vinculado a la derecha catolica accidentalista de la CEDA al igual que otros diarios de la derecha como ABC portavoz de la derecha antirrepublicana y antidemocratica de Renovacion Espanola califico a los revolucionarios de Asturias como fieras como seres no humanos cuyo unico instinto era solo matar y destruir por lo que su destino final era estar muertos o presos 95 El elemento esencial sobre el que giro esta percepcion derechista de la Revolucion de Octubre fue el considerarla como obra de la Anti Espana de la Anti Patria en una vision mitico simbolica en la que se identificaba el Bien con la Patria Espana contra la que lucha el Mal la Anti Patria o Anti Espana definiendo a la Patria desde un punto de vista esencialista como algo ajeno a la voluntad de los ciudadanos e indentificandola con los valores y las ideas de la derecha 96 En cambio la accion represiva de las tropas que sofocaron la sublevacion es apenas mencionada Las destrucciones en Asturias la martir y sobre todo en Oviedo la martir se atribuian exclusivamente a los revolucionarios 97 Por ultimo la derecha antirrepublicana aprovecho la insurreccion de las izquierdas para incitar a una revolucion autentica y salvadora para Espana Para esta extrema derecha la revolucion rojo separatista de Octubre como la llamaron fue la comprobacion de que la revolucion antiespanola estaba en marcha y de que solo podia ser vencida por la fuerza Honorio Maura escribe en ABC el 20 de octubre 98 La revolucion autentica y salvadora para Espana la buena la santa la definitiva la que puede devolver a Espana dias de paz de gloria y de prosperidad ha empezado Y hay que continuarla y llegar hasta el fin Hay que barrer todo lo que sea antipatria extranjerismo doctrina exotica Nosotros somos nosotros De cruces y espadas esta hecho nuestro pasado y en la cruz y las espadas tiene que cimentarse nuestro porvenir Es nuestro destino espanol Imagen exterior de la camara santa y la cripta de santa Leocadia que fue dinamitada durante la Revolucion de Asturias Uno de los pocos clerigos que hicieron una interpretacion diferente de lo que habia sucedido en Asturias fue el canonigo de la catedral de Oviedo Maximiliano Arboleya y ello a pesar de que entre los 40 sacerdotes y religiosos asesinados por los revolucionarios se encontraban varios companeros suyos del cabildo como Aurelio Gago que era tambien prefecto de Estudios del Seminario diocesano 99 En una especie de manifiesto que preparo para el Grupo de la Democracia Cristiana que sirviese de orientacion a los catolicos espanoles conmocionados especialmente por la muerte de 40 religiosos y por los mas de cincuenta edificios religiosos incendiados o saqueados entre ellos el Palacio Episcopal el Seminario Diocesano en el que ardio su biblioteca la Camara Santa de la Catedral de Oviedo de la que Arboleya era el dean de su cabildo durante la Comuna Obrera asturiana Arboleya hizo el siguiente diagnostico sobre la situacion del mundo obrero en relacion con la Iglesia y sus organizaciones sociales 100 Por razones que no tengo para que especificar aqui aunque ello resultaria harto facil nuestros obreros y empleados por lo general dan como cierto a Que la Iglesia catolica y consiguientemente cuantos por ella trabajan y se dejan inspirar son los defensores acerrimos del Capitalismo opresor y enemigos natos de la clase obrera b Que los sindicatos llamados catolicos tienen como exclusiva finalidad la defensa de la Iglesia y el Capitalismo haciendo a los sindicatos cada dia mas sumisos y resignados frente a esos sus dos supuestos y temidos enemigos Guste o no y por absurdo que parezca a quienes desconocen los verdaderos origenes de mentalidad semejante esa es la de casi todos nuestros trabajadores Y despues de lo visto y palpado en Asturias bien podemos afirmar que hoy el odio feroz a la Iglesia es muy superior al que inspira el Capitalismo Basta para afirmarlo rotundamente fijarse en la clase de personas perseguidas y asesinadas y de edificios destruidos por la dinamita o por el fuego Arboleya estaba convencido de que si hubiesen seguido el sindicalismo catolico puro sin interferencias de la patronal como que el llevaba anos defendiendo la tragedia asturiana se podria haber evitado por lo que pensaba que los catolicos tambien tenian alguna responsabilidad en lo sucedido Pero ni la Iglesia catolica ni la derecha catolica en absoluto lo entendieron asi y solo pensaban en la represion como remedio contra la revolucion 101 lt ref gt Pero la Iglesia no rectifico su politica social y siguio insistiendo en la via del sindicato catolico vinculado a los patronos Angel Herrera presidente de Accion Catolica inicio una campana por toda Espana para presentar como modelo de obrero catolico y patriotico a Vicente Madera lider del fracasado sindicato catolico de la Hullera Asturiana un ejemplo tipico del sindicalismo catolico que rayaba con el amarillismo y que el dia 5 de octubre habia defendido con las armas junto con 25 companeros la sede social del sindicato en la villa de Moreda cuando los revolucionarios intentaron tomarla y al final habia conseguido escapar aprovechando la noche cuatro resistentes murieron en el intercambio de disparos 102 103 En una carta dirigida a su amigo Severino Aznar Arboleya critica esta forma de reaccionar de la Iglesia catolica 104 Creera usted acaso que ante tal desastre se oyen voces sensatas pidiendo el abandono del camino que nos condujo a el Pues se equivoca Unas cuantas soluciones simplistas cortar algunas cabezas castigar a los rebeldes proceder a un completo desarme material etc y pare usted de contar Todos se aprestan a moverse pero para caminar mas deprisa por el mencionado camino Ya tenemos de nuevo a Vicente Madera Pena hecho un heroe y un salvador ya tenemos la politica en la Federacion Agraria y un fantastico Secretariado Social que se funda sin plan y sin preparacion alguna Nadie absolutamente nadie se para a preguntar si este atroz movimiento criminal revolucionario de cerca de 50 000 hombres no tiene mas explicacion que la consabida malsana propaganda socialista nadie piensa en que tambien puede haber tremendas responsabilidades por parte nuestra Otros catolicos se acordaron de Arboleya de sus fracasos y de sus predicciones Don Luigi Sturzo lider exiliado del Partito Popolare Italiano escribio en un periodico de Friburgo un homenaje a los democrata cristianos espanoles Severino Aznar Angel Ossorio y Gallardo y el canonigo Arboleya 105 Si se les hubiera escuchado los catolicos espanoles no pasarian hoy a los ojos de los obreros como defensores de los patronos incluso de los injustos En la misma linea se expreso el canonigo de la catedral de Valladolid Alberto Onaindia que publico un articulo el 23 de octubre de 1934 en el diario Euskadi de Bilbao en el que afirmaba que Arboleya para las clases conservadoras nunca habia sido otra cosa que el cura socialista y el canonigo rojo Asimismo Jose de Artetxe escribio a finales de octubre un articulo en El Dia de San Sebastian en el que afirmaba Los dolorosos sucesos de Asturias estan previstos claramente y para verguenza de los catolicos de aquella region en las obras escritas por la pluma ardorosa de un gran propagandista catolico social Arboleya Martinez canonigo de la Catedral de Oviedo que desde hace mas de treinta anos clamaba en el desierto de la incomprension profetizando claramente esto de ahora que los sordos o cosa peor que le rodeaban se empenaban en no querer vislumbrarEl gobierno del Frente Popular en paz febrero julio de 1936 EditarDurante el gobierno en paz del Frente Popular se produjo un aumento de la violencia politica La estrategia de la tension protagonizada por los pistoleros falangistas que fue respondida por las organizaciones de izquierda junto con el crecimiento de las organizaciones juveniles paramilitares tanto entre la derecha milicias falangistas requetes carlistas como entre la izquierda milicias de las juventudes socialistas comunistas y anarquistas y entre los nacionalistas vascos y catalanes milicias de Esquerra Republicana de Cataluna y milicias del PNV aunque no estaban armadas y su mayor actividad principal era desfilar provoco la percepcion entre parte de la opinion publica especialmente la conservadora y catolica de que el gobierno del Frente Popular no era capaz de mantener el orden publico lo que servia de justificacion para el golpe de fuerza militar que se estaba preparando 106 A esta percepcion tambien contribuyo la prensa catolica y monarquica que incitaba a la rebelion frente al desorden que atribuia al Gobierno tiranico del Frente Popular enemigo de Dios y de la Iglesia aprovechando que la confrontacion entre clericalismo y anticlericalismo volvio al primer plano tras las elecciones de febrero con continuas disputas sobre asuntos simbolicos como el tanido de campanas o las manifestaciones del culto fuera de las iglesias como procesiones o entierros catolicos 107 El estudio mas completo realizado hasta ahora sobre las victimas mortales como resultado de la violencia politica entre febrero y julio de 1936 registra un total de 189 incidentes y 262 muertos de ellos 112 causados por la intervencion de las fuerzas de orden publico De las 262 victimas 148 serian militantes de la izquierda 50 de la derecha 19 de las fuerzas de orden publico y 45 sin identificar Entre ellas no hay ni un solo sacerdote o religioso Por otro lado ese mismo estudio constata que el numero de victimas mortales causadas por la violencia politica disminuyo sensiblemente en junio y julio con 24 y 15 victimas mortales respectivamente el mes mas cruento fue marzo con 93 muertos 108 La division de la CEDA Editar La CEDA tras las elecciones de febrero de 1936 no consiguio articular una politica unica y clara bajo un liderazgo unico Por diferencias internas entre sus ala moderada encabezada por Manuel Gimenez Fernandez y por Luis Lucia y radical encabezada por Jose Maria Gil Robles y por presiones externas procedentes de la derecha subversiva la CEDA se mostro indecisa respecto al grado de compromiso que estaba dispuesta a asumir en la defensa de las instituciones republicanas Y Gimenez Fernandez y Lucia no lograron que su partido se comprometiera en apoyar a la Republica y a la democracia De esta forma el gobierno del Frente Popular fue hostigado desde la derecha por una envalentonada oposicion monarquica que arrastraba ya con fuerza a los catolicos 109 El sector de la CEDA encabezado por Jose Maria Gil Robles se decanto cada vez mas por el boicot a las instituciones republicanas y por el apoyo a la via defendida por la derecha monarquica del Bloque Nacional de Jose Calvo Sotelo que propugnaba abiertamente la ruptura violenta del orden constitucional mediante un golpe de estado militar en cuya preparacion ya estaban colaborando por su parte los monarquicos carlistas aceleraron la formacion de sus milicias requetes con vistas al alzamiento militar con cuyos dirigentes mantenian contactos Con Calvo Sotelo y Gil Robles a la cabeza los diputados de la derecha antirrepublicana convirtieron el Congreso de los Diputados en un campo de batalla con intervenciones provocadoras que dieron lugar a duros enfrentamientos dialecticos con la izquierda que tuvieron un impacto publico desastroso para la estabilidad de la Republica ya que proyectaban una imagen de desgobierno que alimento la estrategia de la tension que se estaba produciendo en la calle 110 La Guerra Civil 1936 1939 EditarArticulo principal Iglesia catolica y Guerra Civil Espanola Durante la Guerra Civil Espanola la Iglesia catolica desempeno un papel muy diferente en los dos bandos en conflicto pues mientras en la zona republicana mas de 6000 miembros del clero catolico fueron asesinados y los templos fueron cerrados y el culto perseguido en la zona sublevada la Iglesia catolica espanola apoyo con entusiasmo la causa nacional calificando la guerra como una cruzada o guerra santa en defensa de la religion dando asi al bando sublevado y a su jefe supremo el Generalisimo Franco una legitimidad religiosa de la que carecia al principio La zona sublevada del pronunciamiento a la Cruzada Editar La motivacion religiosa no aparece en ninguno de los bandos de pronunciamiento del golpe de estado en Espana de julio de 1936 tampoco en el que el general Franco proclamo el estado de guerra en Canarias ni en la declaracion programatica de la Junta de Defensa Nacional del 24 de julio se alude a la religion es un manifiesto contrarrevolucionario anticomunista y antiseparatista en defensa del orden 111 Sin embargo el conflicto pronto tomo un cariz religioso A pesar de que la Iglesia catolica espanola no participo en la preparacion del golpe no es temerario decir que en el ambiente tenso de la primavera de 1936 la casi totalidad de los obispos deseaban una intervencion del Ejercito que pusiera fin a tal estado de cosas 112 Por otro lado Jose Maria Gil Robles el lider del partido catolico la CEDA que durante las elecciones de febrero de 1936 habia sido apoyado por la jerarquia eclesiastica espanola y por el Vaticano entrego al general Mola unas semanas antes del golpe medio millon de pesetas de los fondos del partido para los primeros gastos del movimiento militar salvador de Espana 113 La sacralizacion del pronunciamiento la conversion del golpe de estado en una cruzada o guerra santa en defensa de la religion se produjo rapidamente lo que resulto muy oportuno para legitimar y maquillar el golpe militar aunque no fueron los sublevados quienes solicitaron la adhesion de la Iglesia sino que fue esta la que muy pronto se les entrego en cuerpo y alma 114 En Navarra el clero no solo apoyo con entusiasmo a los sublevados sino que muchos sacerdotes se ofrecieron como voluntarios para combatir en las columnas de requetes carlistas que se dirigian a Madrid o a Guipuzcoa 115 Y la sacralizacion se acentuo sobre todo cuando comenzaron a llegar a la zona sublevada las primeras noticias de la salvaje persecucion religiosa que se habia desencadenado en la zona republicana donde el alzamiento militar habia fracasado 116 Enseguida los militares sublevados que en sus bandos de pronunciamiento no adujeron la defensa de la religion la utilizaron como justificacion de su alzamiento En el discurso radiado de agosto de 1936 el general Mola en el que se refirio a la quinta columna interior que iba a tomar Madrid explico lo que pretendian los sublevados 117 Se nos pregunta del otro lado que a donde vamos Es facil y ya lo hemos repetido muchas veces A imponer el orden a dar pan y trabajo a todos los espanoles y a hacer justicia por igual y luego sobre las ruinas que el Frente Popular deje sangre fuego y lagrimas edificar un Estado grande fuerte y poderoso que ha de tener por galardon y remate alla en la altura una cruz de amplios brazos senal de proteccion para todos Cruz sacada de los escombros de la Espana que fue pues es la cruz simbolo de nuestra religion y nuestra fe lo unico que ha quedado a salvo entre tanta barbarie que intenta tenir para siempre las aguas de nuestros rios con el carmin glorioso y valiente de la sangre espanola El general Cabanellas conocido mason y presidente de la Junta de Defensa Nacional el 16 de agosto en la carta que acreditaba a Antonio Magaz como agente confidencial ante el Vaticano hablaba de un movimiento nacional que tanto tiene de cruzada religiosa como de rescate de la Patria frente a la tirania de Moscu Pero no solo los militares sino tambien numerosos eclesiasticos y laicos catolicos proclamaron de forma entusiasta que la guerra que estaba llevando a cabo el bando sublevado era una cruzada Fray Justo Perez de Urbel le dijo al general Millan Astray que el objetivo de la guerra era rescatar a Espana para Dios Jose Maria Peman escribio el humo del incienso y el humo del canon que sube hasta las plantas de Dios son una misma voluntad vertical de afirmar una fe y sobre ella salvar un mundo y restaurar una civilizacion Mas tarde en 1938 publico el Poema de la Bestia y el Angel tal vez el texto mas representativo de la idea de cruzada aplicada a la guerra civil 118 El problema del Pais Vasco El lehendakari Aguirre en el exilio frances abril de 1939 El Partido Nacionalista Vasco PNV un partido catolico no se sumo al movimiento militar sino que permanecio fiel a la Republica el 1 de octubre de 1936 las Cortes espanolas de la Republica aprobaron el Estatuto de Autonomia del Pais Vasco formandose a continuacion un gobierno vasco presidido por el peneuvista Jose Antonio Aguirre por lo que en el Pais Vasco republicano que comprendia Vizcaya y una pequena parte de Guipuzcoa no hubo persecucion religiosa aunque en los primeros momentos algunos sacerdotes fueron asesinados por extremistas de izquierda ninguna iglesia fue incendiada ni clausurada y el culto catolico se desarrollo con normalidad El mantenimiento del catolico PNV dentro del bando republicano echaba por tierra la concepcion de la guerra civil como una cruzada defendida por el bando sublevado lo que motivo que el 6 de agosto de 1936 el obispo de Vitoria cuya diocesis abarcaba entonces tambien Vizcaya y Guipuzcoa ademas de Alava Mateo Mugica y el obispo de Pamplona Marcelino Olaechea publicaran conjuntamente una Instruccion Pastoral que en realidad habia sido escrita por el cardenal primado de Toledo Isidro Goma en la que instaban a los nacionalistas vascos a que pusieran fin a su colaboracion con la Republica 119 Los argumentos que aparecen en ella son similares a los que utilizo el cardenal Goma en su subsiguiente polemica con los nacionalistas vascos y particularmente con el lehendakari Jose Antonio Aguirre en su Respuesta obligada Carta abierta al Sr D Jose Antonio Aguirre hecha publica en enero de 1937 120 No es licito en ninguna forma en ningun terreno y menos en la forma cruentisima de la guerra ultima razon que tienen los pueblos para imponer su razon fraccionar las fuerzas catolicas ante el comun enemigo Menos licito mejor absolutamente ilicito es despues de dividir sumarse al enemigo para combatir al hermano promiscuando el ideal de Cristo con el de Belial entre los que no hay compostura posible Llega la ilicitud a la monstruosidad cuando el enemigo es este monstruo moderno el marxismo o comunismo hidra de siete cabezas sintesis de toda herejia opuesto diametralmente al cristianismo en su doctrina religiosa politica social y economica Cuente los miles que han sido villanamente asesinados en las tierras todavia dominadas por los rojos Es endeble su catolicismo en este punto senor Aguirre que no se rebela ante esta montana de cuerpos exanimes santificados por la uncion sacerdotal y que han sido profanados por el instinto infrahumano de los aliados de usted que no le deja ver mas que una docena larga catorce segun lista oficial menos del dos por mil que han sucumbido victimas de posibles extravios politicos aun concediendo que hubiese habido extravio en la forma de juzgarlos Los sacerdotes a los que hace referencia el cardenal Goma y cuya muerte en cierta forma justifica han sucumbido victimas de posibles extravios politicos aun concediendo que hubiese habido extravio en la forma de juzgarlos dice Goma fueron asesinados en las primeras semanas de la guerra por los nacionales y no por los rojos por ser separatistas lo que motivo las protestas del obispo de Vitoria Mateo Mugica Urrestarazu La respuesta de la Junta de Defensa Nacional fue exigir al Vaticano que fuera destituido de su obispado y abandonara Espana a pesar de haber apoyado el alzamiento y haber suscrito la Instruccion Pastoral del 6 de agosto Despues de dos meses de presiones y amenazas el Vaticano ordeno finalmente el 14 de octubre de 1936 al obispo Mugica que abandonara Vitoria y Espana 121 El obispo Mugica como el cardenal Vidal y Barraquer se nego a suscribir la Carta colectiva del Episcopado Espanol de 1 de julio de 1937 que fue hecha publica al mes siguiente porque en ella se decia que la represion en la Espana nacional se regia por el principio de justicia 122 La represion que los sublevados ejercieron en el Pais Vasco recien ocupado tambien incluyo a numerosos sacerdotes vascos separatistas que fueron encarcelados por el delito de rebelion El delegado papal en la Espana nacional monsenor Ildebrando Antoniutti aunque colaboro activamente con la propaganda franquista antivasca intervino en favor de algunos de los miembros del clero presos como unos religiosos pasionistas confinados en Vitoria y unos sesenta sacerdotes y religiosos encarcelados en Bilbao Tambien hizo gestiones con obispos del sur de Espana para que recibieran en sus diocesis a sacerdotes vascos a quienes las autoridades franquistas no permitian que ejercieran su ministerio en el Pais Vasco 123 La persecucion religiosa en la zona republicana Editar Milicianos vestidos con ropas liturgicas tras el saqueo de una iglesia Madrid 1936 Sobre todo durante los primeros meses de la guerra en la zona republicana se desato una salvaje persecucion religiosa con asesinatos incendios y saqueos cuyos autores fueron los extremistas los incontrolados y los delincuentes comunes salidos de las carceles que se les sumaron todo ello inmerso en la ola de violencia desatada contra las personas y las instituciones que representaban el orden burgues que queria destruir la revolucion social espanola de 1936 que se produjo en la zona donde el alzamiento militar fracaso 116 Durante varios meses bastaba que alguien fuera identificado como sacerdote religioso o simplemente cristiano militante miembro de alguna organizacion apostolica o piadosa para que fuera ejecutado sin proceso 124 Los revolucionarios opuestos al golpe militar equiparaban a la Iglesia Espanola con la derecha Ante esta barbarie durante la que tambien se saqueo y prendio fuego a iglesias conventos y monasterios la Iglesia confio en los sublevados para defender su causa y devolver la nacion al seno de la Iglesia En cuanto al numero de victimas las autoridades del bando sublevado hablaron de 400 000 hermanos nuestros martirizados por los enemigos de Dios o de centenares de miles de victimas cobardemente asesinadas en primer termino por su fe religiosa Un folleto de propaganda franquista editado en Paris en 1937 cifro el numero en 16 750 sacerdotes y el 80 de los miembros de las ordenes religiosas Estas cifras se mantuvieron como las oficiales durante las dos primeras decadas de la dictadura franquista hasta que en 1961 el sacerdote Antonio Montero Moreno que despues seria obispo de Badajoz publico el unico estudio sistematico y serio que se ha realizado hasta ahora citando por sus nombres a las victimas Segun ese estudio titulado Historia de la persecucion religiosa en Espana 1936 1939 125 fueron asesinados en la zona republicana 12 obispos 126 4 184 sacerdotes seculares 2 365 religiosos y 263 monjas 127 En el libro Montero Moreno afirma En toda la historia de la Iglesia universal no hay un solo precedente ni siquiera en las persecuciones romanas del sacrificio sangriento en poco mas de un semestre de doce obispos cuatro mil sacerdotes y mas de dos mil religiosos 128 Queda pendiente conocer el numero de los seglares catolicos que fueron asesinados no por lo que supuestamente hubieran hecho individualmente sino por pertenecer a una asociacion confesional catolica o meramente por ser catolicos practicantes tarea mucho mas laboriosa y delicada porque se entremezclan las razones religiosas con las politicas o como en muchos casos sucedio con simples venganzas personales La razon principal de esta confusion fue la pretension del franquismo de presentar a todos los muertos de su bando como caidos por Dios y por Espana lt 129 Nada mas terminar la guerra las autoridades franquistas abrieron un macroproceso llamado Causa General que englobaba todos los crimenes cometidos por los rojos Se acumularon declaraciones e interrogatorios que ocuparon miles de legajos pero finalmente la Causa General se arrincono sin hacer uso de lo averiguado porque los resultados obtenidos fueron muy inferiores a las expectativas lt 129 Lo que las investigaciones posteriores a la de Montero Moreno han aclarado es que el mayor numero de asesinatos se produjo entre julio y septiembre de 1936 cuando los miembros del clero eran apresados y ejecutados sin ningun tipo de juicio A partir de la ultima fecha comenzaron a funcionar los tribunales populares bajo el impulso del nuevo gobierno de Largo Caballero que dieron unas minimas garantias juridicas a los detenidos y las condenas solian acabar con penas de prision y no con la muerte Tras los sucesos de mayo de 1937 y la formacion del gobierno de Juan Negrin en el que el ministerio de justicia fue ocupado por el catolico del PNV Manuel de Irujo cesaron completamente los asesinatos y la mayoria de los sacerdotes que estaban en prision fueron puestos en libertad Sin embargo la prohibicion del culto publico catolico continuo asi como otras medidas revolucionarias Solo al final de la guerra con la desbandada del ejercito republicano hacia la frontera francesa volvieron a producirse nuevas victimas entre los miembros del clero entre las que destaca el obispo de Teruel Anselmo Polanco Fontecha 130 Asi pues segun el historiador y monje benedictino Hilari Raguer no se puede negar la tragica realidad de las matanzas del verano del 36 pero es confusionario pretender que el terror hubiera durado hasta el final de la guerra 130 En cuanto a las causas alegadas por los revolucionarios para los asesinatos del clero la mas frecuente fue que desde las iglesias y los campanarios se habia disparado contra las milicias leales a la Republica o contra el pueblo una afirmacion de la que no se pudo demostrar ni un solo caso pero que los miembros de los comites revolucionarios creian firmemente porque se identificaba a la Iglesia con las derechas y se hacia caso de las informaciones y de las soflamas anticlericales de determinados periodicos Por ejemplo el diario de la CNT Solidaridad Obrera justifico la matanza de los Hermanos de San de Dios del Hospital de San Pablo de Barcelona con la absurda y nunca probada afirmacion de que estos habian administrado intencionadamente inyecciones letales a los enfermos o heridos 131 Las autoridades republicanas especialmente los gobiernos autonomos de Cataluna y del Pais Vasco intentaron evitar los asesinatos de sacerdotes y religiosos y en general de las personas de derechas y de militares En el Pais Vasco el gobierno de Jose Antonio Aguirre consiguio dominar la situacion y alli no hubo persecucion religiosa En Cataluna a pesar de que el poder efectivo lo tenian los cientos de comites revolucionarios fundamentalmente anarquistas que habian surgido tras la derrota de la sublevacion del 19 de julio la Generalidad presidida por Lluis Companys consiguio poner a salvo a miles de personas de derechas amenazadas y entre ellas numerosos sacerdotes empezando por la cabeza de la Iglesia en Cataluna el arzobispo de Tarragona cardenal Vidal y Barraquer que habia sido detenido por un grupo de milicianos y religiosos entre ellos 2 142 monjas 132 concediendoles pasaportes y fletando barcos franceses e italianos para que pudieran huir al extranjero Precisamente las autoridades y los politicos catalanes que mas habian participado en esta tarea tambien tuvieron que abandonar Cataluna a causa de las amenazas que recibieron de los comites anarquistas como fue el caso del diputado de Union Democratica de Cataluna Manuel Carrasco Formiguera que acabaria siendo fusilado por los franquistas Otra de las personas que destaco en Cataluna en la labor de salvar a eclesiasticos y a personas de derechas en el verano de 1936 fue el sindicalista anarquista moderado Joan Peiro que seria ministro de Industria en el gobierno de Largo Caballero Peiro escribio en aquellos meses iniciales de la guerra numerosos articulos en el periodico Llibertat de Mataro en los que denuncio los asesinatos de sacerdotes y religiosos unicamente porque lo eran Peiro como Carrasco Formiguera acabo siendo fusilado por los franquistas 133 Por otro lado el dirigente nacionalista vasco Manuel Irujo cuando visito Barcelona manifesto por la radio que la persecucion religiosa que se estaba produciendo era indigna de la tradicion democratica de Cataluna 134 Y el lehendakari Jose Antonio Aguirre en el discurso que pronuncio ante las Cortes Espanolas reunidas en Madrid para aprobar el Estatuto de Autonomia del Pais Vasco dijo 134 Condenamos con toda energia pues no tenemos mas remedio que condenar aunque comprendamos muchas veces los excesos propios de las muchedumbres todo lo que suponga la quema de nuestras iglesias donde quiera que ellas se encuentren porque nuestra fe tiene ambitos universales asi como la muerte de personas por el solo hecho de tener cierto caracter y una determinada significacion Sin embargo a pesar de todas estas iniciativas la Iglesia y el culto catolico en la zona republicana excepto en el Pais Vasco habian desaparecido En un informe interno presentado ante el Consejo de Ministros el 7 de enero de 1937 el ministro catolico sin cartera del PNV Manuel Irujo denuncio que en el territorio leal todas las iglesias se han cerrado al culto el cual ha quedado total y absolutamente suspendido y en las iglesias han sido instalados depositos de todas clases mercados garajes cuadras cuarteles refugios y una gran parte de los templos en Cataluna con caracter de normalidad se incendiaron ademas de que los altares imagenes y objetos de culto salvo muy contadas excepciones han sido destruidos los mas con vilipendio Asimismo afirmaba Irujo todos los conventos han sido desalojados y suspendida la vida religiosa en los mismos y sus edificios objetos de culto y bienes de todas clases fueron incendiados saqueados ocupados o derruidos Sacerdotes y religiosos han sido detenidos sometidos a prision y fusilados sin formacion de causa por miles hechos que si bien amenguados continuan aun no tan solo en la poblacion rural donde se les ha dado caza y muerte de modo salvaje sino en las poblaciones Madrid y Barcelona y las restantes grandes ciudades suman por cientos los presos en sus carceles sin otra causa conocida que su caracter de sacerdote o religioso Por ultimo Irujo denunciaba que se habia llegado a la prohibicion absoluta de imagenes y objetos de culto en las casas particulares y que cuando la policia efectuaba registros en ellas destruia con escarnio y violencia imagenes estampas libros religiosos y cuanto con el culto se relaciona o lo recuerde 135 Acabado su informe Irujo pidio al resto de miembros del gobierno de Largo Caballero que aprobaran el restablecimiento de la libertad de conciencia y de la libertad de cultos reconocida en la vigente Constitucion de 1931 pero su propuesta fue rechazada por unanimidad por entender que la opinion publica lo desaprobaria debido al alineamiento de la Iglesia catolica con el bando sublevado ademas de aducir el viejo y falso argumento pero muy extendido de que desde los templos se habia disparado contra las fuerzas leales y contra el pueblo 136 El Pais Vasco la excepcionEn el Pais Vasco republicano no hubo persecucion religiosa aunque en los primeros momentos algunos sacerdotes fueron asesinados por extremistas de izquierda ninguna iglesia fue incendiada ni clausurada y el culto catolico se desarrollo con normalidad La razon fue que el Partido Nacionalista Vasco PNV un partido catolico no se sumo al movimiento militar sino que permanecio fiel a la Republica un miembro del PNV Manuel Irujo se incorporo al gobierno de Largo Caballero en septiembre de 1936 como ministro sin cartera y el 1 de octubre las Cortes espanolas de la Republica aprobaron el Estatuto de Autonomia del Pais Vasco formandose a continuacion un gobierno vasco presidido por el peneuvista Jose Antonio Aguirre 119 De hecho en el Pais Vasco en las primeras semanas de la guerra diecisiete sacerdotes vascos nacionalistas fueron asesinados por los nacionales y no por los rojos por ser separatistas lo que motivo la expulsion de la Espana nacional del obispo de Vitoria Mateo Mugica Urrestarazu por haber protestado hasta la Junta de Defensa Nacional del bando sublevado 121 La represion que los sublevados ejercieron en el Pais Vasco recien ocupado tambien incluyo a numerosos sacerdotes vascos separatistas que fueron encarcelados por el delito de rebelion 123 Referencias Editar a b Julia 2009 p 80 Ben Ami Shlomo 2012 El cirujano de hierro La dictadura de Primo de Rivera 1923 1930 Fascism from above Dictathorship of Primo de Rivera in Spain 1983 Barcelona RBA pp 103 109 ISBN 978 84 9006 161 9 Julia 2009 p 455 Artola Miguel 1978 La burguesia revolucionaria 1808 1874 Historia de Espana Alfaguara V 1ª edicion 1973 6ª edicion Madrid Alfaguara Alianza Editorial pp 141 142 ISBN 84 206 2046 7 Lalouette Jacqueline 1997 El anticlericalismo en Francia 1877 1914 En Rafael Cruz ed El anticlericalismo Madrid Marcial Pons Rev Ayer nº 27 pp 34 38 Lopez Alarcon Mariano Repercusion de la Ley de Asociaciones de 24 de diciembre de 1964 en el regimen juridico de las entidades eclesiasticas Consultado el 12 de abril de 2012 De la Cueva Merino 2009 pp 28 29 De la Cueva Merino 2009 p 28 De la Cueva Merino 2009 p 28 Seria inexacto y probablemente incorrecto sobrevalorar el papel de la masoneria en la configuracion de una cultura politica republicana de signo laicizador o mas aun en la delineacion de programas secularizadores para la propia Republica a b De la Cueva Merino 2009 p 29 De la Cueva Merino 2009 p 34 39 Jackson 1976 p 47 a b De la Cueva Merino 1998 p 215 De la Cueva Merino 1998 pp 224 225 Julia 2009 p 31 Alvarez Tardio 2002 p 87 De la Cueva Merino 1998 p 216 Ambos sabian que la instalacion en el poder de los republicanos significaba que estos antes o despues habrian de llevar a cabo la politica anticlerical que siempre habian propugnado Ambos confiaban en la prudencia la deferencia y la negociacion mas que en el enfrentamiento para reducir al minimo los efectos de esa politica Alvarez Tardio 2002 pp 93 94 Alvarez Tardio 2002 p 79 De la Cueva Merino 1998 p 215 Lo que dijo el cardenal en la primera sabatina de la catedral de Toledo tras el 14 de abril no esta del todo claro La prensa republicana lo acusaba de haberse despachado en terminos como estos Que la ira de Dios caiga sobre Espana si la Republica persevera Los periodicos catolicos y algun otro como Ahora negaron la verdad de estas acusaciones si bien parece que Segura se refirio a las circunstancias espanolas del momento como un castigo divino Casanova 2007 p 23 Jackson 1976 En la carta Segura se referia repetidamente a las graves conmociones y amenazas de anarquia a que Espana se veia expuesta Aunque la Iglesia no se preocupaba de formas de regimen deseaba expresar la gratitud de la Iglesia a S M por haber consagrado Espana al Sagrado Corazon de Jesus y por haber preservado las tradiciones de piedad de sus antepasados Apelo a las mujeres de Espana para que organizaran una cruzada de oraciones y sacrificios para defender la Iglesia contra los muchos ataques a sus derechos Recordo el ejemplo de Baviera en 1919 cuando la poblacion catolica salvo al pais de una breve ocupacion bolchevique sugiriendo por tanto por su analogia que el Gobierno provisional era de la misma categoria que el regimen comunista de la breve revolucion bavara Alvarez Tardio 2002 pp 97 98 Desde finales de abril los socialistas y la izquierda republicana mas extrema exigieron al Gobierno la suspension del Primado por considerar sus pastorales como una actividad politica intolerable No se dijo nada sobre el comportamiento de otros prelados Se explicaria asi que gran parte de la opinion publica pensara que la iglesia en bloque estaba conspirando contra la Republica Alvarez Tardio 2002 p 97 Gonzalez Calleja 2011 pp 28 30 Alvarez Tardio 2002 pp 100 101 Gonzalez Calleja 2011 pp 30 31 Alvarez Tardio 2002 p 102 a b De la Cueva Merino 1998 p 221 De la Cueva Merino 1998 pp 219 221 Alvarez Tardio 2002 p 104 a b Alvarez Tardio 2002 pp 105 106 De la Cueva Merino 1998 p 220 El incendio de edificios religiosos era una manera simbolica y expeditiva de hacer efectiva la anhelada destruccion del poder clerical que por medios politicos no llegaba y de asi avanzar mediante el fuego purificador hacia la regeneracion de Espana Basto la provocacion monarquica y el ambiente creado en torno a Segura y otros clerigos refractarios para que saltase la chispa y se produjese la accion de los exasperados revolucionarios a b De la Cueva Merino 2009 p 220 Jackson 1976 p 51 Los socialistas especialmente consideraban a la guardia civil como enemiga de la clase trabajadora un enemigo peor bien considerado que la propia Monarquia Los liberales opinaban que el pueblo espanol aun en sus actos mas deplorables habia sido mas v citima que verdugo La Republica debia dirigir al pueblo tan solo por la persuasion Alvarez Tardio 2002 pp 108 109 Alvarez Tardio 2002 p 103 a b De la Cueva Merino 1998 p 224 a b Alvarez Tardio 2002 p 115 a b Jackson 1976 p 52 Alvarez Tardio 2002 p 116 Los obispos se habian reunido el 9 de mayo en Madrid para tomar una decision sobre la politica a seguir si el Gobierno aprobaba por decreto las medidas de secularizacion que reclamaba la izquierda La conferencia de metropolitanos aprobo dos textos uno dirigido a los fieles que deberia ser publicado en el boletin de Toledo y otro que era una protesta al Gobierno por los agravios cometidos hasta entonces contra la Iglesia A diferencia de Segura Vidal y Barraquer no deseaba que el segundo se hiciera publico por razones de oportunidad pero tambien de fondo Convencio a sus companeros y logro que pasara todo el complicado mes de mayo sin que se publicara ninguno de los dos Pero al final Segura que estaba en el extranjero desde el 11 de mayo decidio publicar el segundo por su cuenta y riesgo Lo hizo ademas fechandolo en Roma de tal forma que como temia Vidal aquel documento acabo siendo interpretado por los republicanos como la oposicion del Vaticano a la politica del Gobierno Provisional Casanova 2007 p 24 De la Cueva Merino 1998 p 225 Alvarez Tardio 2002 pp 143 145 Alvarez Tardio 2002 p 152 No se dijo en que consistia lo de moral publica ni quien habria de interpretar dicha correccion si serian los jueces o tambien podrian hacerlo las autoridades municipales De la Cueva Merino 2009 pp 40 41 Alvarez Tardio 2002 p 153 De la Cueva Merino 2009 pp 41 42 Jackson 1976 p 62 De la Cueva Merino 1998 p 235 De la Cueva Merino 2009 p 42 Alvarez Tardio 2002 p 158 De la Cueva Merino 1998 p 228 Alvarez Tardio 2002 p 181 182 Julia 2009 pp 441 Alvarez Tardio 2002 p 183 185 Alvarez Tardio 2002 p 187 Su Espana ha dejado de ser catolica tenia una facil traduccion Espana desde el punto de vista politico y constitucional no era ya un pais confesional por lo que el Estado debia organizarse conforme a esa nueva necesidad politica Poco importaba que en Espana hubiera mas o menos catolicos lo importante era que la politica del Estado no podia responder a una concepcion catolica de la nacion y de sus instituciones Julia 2009 pp 459 463 464 Alvarez Tardio 2002 p 189 A Azana no parecieron importarle demasiado los costes de esa opcion arrinconar a la derecha republicana y despreciar la integracion pacifica de los catolicos en el nuevo regimen Julia 2009 pp 465 466 Alvarez Tardio 2002 pp 190 192 Alvarez Tardio 2002 pp 191 192 De la Cueva Merino 1998 pp 192 194 Julia 2009 pp 101 Alvarez Tardio 2002 pp 198 204 205 Verdoy Alfredo 2009 Una Republica sin religiosos la Ley de Confesiones y Congregaciones religiosas En Julio de la Cueva y Feliciano Montero eds ed Laicismo y catolicismo El conflicto politico religioso en la Segunda Republica Alcala de Henares Universidad de Alcala pp 354 355 Julia 2009 pp 469 470 Alvarez Tardio 2002 pp 198 199 Julia 2009 p 81 Un partido movilizado por la exigencia de una reforma constitucional era algo nuevo en el sistema politico espanol desde el Concordato de 1851 los gobiernos trataban de los privilegios de la Iglesia con los obispos que a su vez mantenian bajo control a las huestes mas belicosas de los movimientos seglares como fue el caso con el tradicionalismo carlista Pero ahora por vez primera los obispos habian perdido a su interlocutor gubernamental y con la experiencia de la movilizacion desde arriba adquirida en los anos de la Dictadura de Primo de Rivera decidieron lanzar una movilizacion por abajo Alvarez Tardio 2002 pp 201 202 Alvarez Tardio 2002 pp 206 207 Julia 2009 pp 77 79 Cruz 2006 De la Cueva Merino 2009 pp 44 45 Alvarez Tardio 2002 p 195 Gil Pecharroman 1997 p 40 Jackson 1976 pp 70 72 Gil Pecharroman 1997 pp 40 42 Jackson 1976 pp 68 70 a b Gil Pecharroman 1997 p 42 Jackson 1976 p 68 Gaceta de Madrid n 154 de 3 de junio paginas 1651 1653 una correccion de errores fue publicada en la Gaceta del dia siguiente Gil Pecharroman 1997 pp 42 44 Casanova 2007 p 45 Jackson 1976 p 109 Jackson 1976 pp 73 74 Jackson 1976 p 7 Jackson 1976 pp 111 112 Julia 2009 pp 96 97 Townson 2009 pp 79 81 Townson 2009 pp 82 84 Townson 2009 pp 84 85 Townson 2009 pp 85 86 Townson 2009 pp 87 90 Calero 1985 pp 162 163 Calero 1985 pp 165 167 Calero 1985 p 169 Calero 1985 pp 174 176 Benavides 1985 pp 257 258 Benavides 1985 pp 265 266 Benavides 1985 p 262 Represion que debia empezar por el castigo ejemplar de los jefes de la insurreccion muchos de los cuales se encontraban entonces en prision pero que debia continuar por la censura drastica de la expresion de su ideologia revolucionaria Tanto en la prensa como en el Parlamento se critico con dureza la debilidad de las autoridades en estos terrenos Benavides 1985 pp 264 265 Los acontecimientos de Moreda por muy heroicos que fueran no dejaban de ser un capitulo triste en la mas reciente historia del proletariado asturiano Un punado de hombres que acorralados por sus companeros de trabajo se ven obligados a disparar sobre ellos Eso era todo Por otra parte aquello nada tenia que ver con el sindicalismo Al contrario el haber puesto al descubierto que el supuesto sindicato estaba convertido en un pequeno arsenal y el haberse defendido durante un buen rato a tiro limpio no era precisamente una carta de recomendacion para convertir tales hombres en apostoles sindicalistas Shubert Adrian 1985 pp 243 244 El 11 de diciembre de 1934 la Confederacion Nacional de Sindicatos Obreros Catolicos organizo en Madrid una representacion teatral para rendir honores a los obreros de Moreda dos meses despues el 3 de febrero de 1935 se rindio homenaje a Madera en un acontecimiento celebrado en el Teatro de la Zarzuela en el curso del cual fue presentado como un caudillo y se le ofrecieron 35 000 pesetas recaudadas por suscripcion popular Falta el titulo ayuda Benavides 1985 p 262 Benavides 1985 p 260 Gil Pecharroman 1997 pp 130 131 Casanova 2007 p 171 Cruz 2006 p 167 Julia 2009 pp 112 116 Gil Pecharroman 1997 pp 127 128 Raguer 2001 p 78 Raguer 2001 p 84 Hubo algun eclesiastico proximo a militares que alentaba a los golpistas que pensaban sublevarse y hasta hubo alguno que recogia fondos para los gastos de la preparacion era el caso de alguien del entorno del obispo de Barcelona Irurita Raguer 2001 p 85 Raguer 2001 pp 83 84 Raguer 2001 p 88 a b Raguer 2001 p 84 Raguer 2001 pp 86 87 Raguer 2001 pp 87 88 a b Raguer 2001 pp 205 206 Respuesta obligada Carta abierta Al Sr D Jose Antonio Aguirre por el Emmo Sr Dr D Isidro Goma Tomas Cardenal Arzobispo de Toledo Graficas Bescansa Pamplona 1937 a b Raguer 2001 pp 367 369 Raguer 2001 p 158 a b Raguer 2001 p 250 Raguer 2001 p 175 Montero Moreno Antonio 1999 1961 Historia de la persecucion religiosa en Espana 1936 1939 2ª edicion Madrid Espana BAC p 762 ISBN 84 7914 383 5 Los obispos asesinados fueron Florentino Asensio Barroso obispo de Barbastro 1877 1936 Eustaquio Nieto Martin obispo de Siguenza 1866 1936 Miguel Serra Sucarrats obispo de Segorbe 1868 1936 Manuel Basulto Jimenez obispo de Jaen 1869 1936 Manuel Medina Olmos obispo de Guadix 1869 1936 Cruz Laplana y Laguna obispo de Cuenca 1875 1936 Manuel Irurita Almandoz obispo de Barcelona 1876 1936 Salvio Huix Miralpeix obispo de Lerida 1877 1936 Manuel Borras Ferre obispo auxiliar de Tarragona 1880 1936 Narciso de Estenaga Echevarria obispo de Ciudad Real 1882 1936 Juan de Dios Ponce y Pozo administrador apostolico de Orihuela 1878 1936 Diego Ventaja Milan obispo de Almeria 1880 1936 y Anselmo Polanco Fontecha obispo de Teruel 1881 1939 Raguer 2001 pp 175 176 The Hagiography Circle Martyrs of the Religious Persecution during the Spanish Civil War 1936 39 The Hagiography Circle An Online Resource of Contemporary Hagiography en ingles Consultado el 3 de mayo de 2011 a b Raguer 2001 p 177 a b Raguer 2001 p 178 Raguer 2001 pp 178 179 Raguer 2001 p 203 Raguer 2001 pp 198 201 a b Raguer 2001 p 322 Raguer 2001 p 323 Raguer 2001 p 324 Bibliografia EditarAlvarez Tardio Manuel 2002 Anticlericalismo y libertad de conciencia Politica y religion en la Segunda Republica Espanola Madrid Centro de Estudios Politicos y Constitucionales ISBN 84 259 1202 4 Benavides Domingo 1985 Maximiliano Arboleya y su interpretacion de la Revolucion de Octubre En Gabriel Jackson y otros ed Octubre 1934 Cincuenta anos para la reflexion Madrid Siglo XXI ISBN 84 323 0515 4 Calero Antonio Mª 1985 Octubre visto por la derecha En Gabriel Jackson y otros ed Octubre 1934 Cincuenta anos para la reflexion Madrid Siglo XXI ISBN 84 323 0515 4 Casanova Julian 2007 Republica y Guerra Civil Vol 8 de la Historia de Espana dirigida por Josep Fontana y Ramon Villares Barcelona Critica Marcial Pons ISBN 978 84 8432 878 0 Cruz Rafael 2006 En el nombre del pueblo Republica rebelion y guerra en la Espana de 1936 Madrid Siglo XXI ISBN 84 323 1230 4 De la Cueva Merino Julio 1998 El anticlericalismo en la Segunda Republica y la Guerra Civil En Emilio La Parra Lopez y Manuel Suarez Cortina eds ed El anticlericalismo espanol contemporaneo Madrid Biblioteca Nueva ISBN 84 7030 532 8 De la Cueva Merino Julio 2009 Hacia la Republica laica proyectos secularizadores para el Estado republicano En Julio de la Cueva y Feliciano Montero eds ed Laicismo y catolicismo El conflicto politico religioso en la Segunda Republica Alcala de Henares Universidad de Alcala ISBN 978 84 8138 848 0 Gil Pecharroman Julio 1997 La Segunda Republica Esperanzas y frustraciones Madrid Historia 16 ISBN 84 7679 319 7 Gonzalez Calleja Eduardo 2011 Contrarrevolucionarios Radicalizacion violenta de las derechas durante la Segunda Republica Madrid Alianza Editorial ISBN 978 84 206 6455 2 Jackson Gabriel 1976 La Republica Espanola y la Guerra Civil 1931 1939 The Spanish Republic and the Civil War 1931 1939 Princeton 1965 2ª edicion Barcelona Critica ISBN 84 7423 006 3 Julia Santos 2009 La Constitucion de 1931 Madrid Iustel ISBN 978 84 9890 083 5 Raguer Hilari 2001 La polvora y el incienso La Iglesia y la Guerra Civil espanola 1936 1939 Barcelona Peninsula ISBN 978 84 8307 848 8 Townson Nigel 2009 Vendidos al clericalismo La politica religiosa de los radicales en el segundo bienio 1933 1935 En Julio de la Cueva y Feliciano Montero ed Laicismo y catolicismo El conflicto politico religioso en la Segunda Republica Alcala de Henares Universidad de Alcala de Henares ISBN 978 84 8138 848 0 Enlaces externos Editar Wikisource dispone del texto de la Ley de Confesiones y Congregaciones religiosas de 2 de junio de 1933 Wikimedia Commons alberga imagenes sobre el Anticlericalismo en la Segunda Republica Espanola Datos Q5794065Obtenido de https es wikipedia org w index php title Cuestion religiosa en la Segunda Republica Espanola amp oldid 135100086, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

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