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Amor a los enemigos

El amor a los enemigos como extensión del amor al prójimo destaca entre las exigencias más novedosas y graves presentadas por el cristianismo desde sus inicios.[1][2][3]​ El Evangelio de Mateo (5, 38-48) y el de Lucas (6, 27-36) ponen esta enseñanza en labios de Jesús de Nazaret.

Le sermon sur la montagne (El sermón de la montaña, 1895-1897), obra del francés James Tissot (1836-1902), ubicada en el Museo Brooklyn. El Evangelio de Mateo ubica la enseñanza del amor a los enemigos en el marco del sermón del Monte pronunciado por Jesús de Nazaret.
Habéis oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos y rogad por los que os persiguen, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir el sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos. Pues si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa váis a tener? ¿No hacen eso mismo también los publicanos? Y si no saludáis más que a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de particular? ¿No hacen eso mismo también los gentiles?[a]
Evangelio de Mateo 5, 43-47
Pero yo os digo a los que me escucháis: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os odien, bendecid a los que os maldigan, rogad por los que os difamen.[b]
Evangelio de Lucas 6, 27-28

Además, aparecen alusiones a la exigencia de amar a los enemigos en tres de las cartas auténticas de Pablo de Tarso: en orden cronológico, la Primera epístola a los tesalonicenses (5,15), la Primera epístola a los corintios (4,12), y la Epístola a los romanos (12,14.17.20),[4]​ como así también en la Didaché (1, 3),[5]​ el escrito de los Padres apostólicos probablemente más antiguo.

El precepto del amor a los enemigos fue valorado casi de forma unánime por las principales corrientes del cristianismo primitivo y por los Padres de la Iglesia como una enseñanza fundamental,[6]​ y los estudiosos actuales lo consideran como auténtico del Jesús histórico,[7][8][9][10][11]​ y característico de él: «amor a los enemigos, extranjeros y desclasados como cima del mandamiento del amor».[7]

En varias civilizaciones, religiones y corrientes filosóficas se verificó la existencia de consejos o enseñanzas tendientes al trato benevolente de los enemigos.[12][13][14]​ Sin embargo, la radicalidad de las palabras de Jesús de Nazaret —quien otorga al amor a los enemigos el carácter de mandato—, sumada al perdón y excusa de sus propios enemigos durante su crucifixión, distinguen su mensaje de todas las concepciones anteriores.[1][15]

Antecedentes y marco de situación

Babilonios, egipcios, griegos y romanos

John Nolland propuso algunos posibles precedentes históricos del precepto de amar a los enemigos.[12]​ En los Consejos de la sabiduría de la literatura asirio-babilónica se sugiere el apartamiento de los altercados y la pacificación de los enemigos.[16]​ La obra egipcia Instrucciones de Amenemope (5, 3-6; 22, 3-8) aconseja la misericordia hacia los enemigos o rivales.[17]

En la Antigua Grecia regía en general la idea fundamental de hacer el daño a los enemigos, principio enunciado por distintos poetas, oradores y filósofos renombrados.[18]

  • Hesíodo (siglo VIII a. C.) recomendó en su obra Trabajos y días (libro 1): «Invita a tus convites a quien te quiere y rechaza al enemigo».[19]
  • Píndaro (c. 518-438 a. C.) escribió: «Seré amistoso con el amigo, y, como el lobo, seguiré al enemigo por sus torcidos caminos» (Pítica 2, 83-83).[20]
 
Busto antiguo que representa a Séneca. Este filósofo romano exhortó a la ausencia de represalias y a las buenas obras hacia los enemigos.
  • Lisias (458-380 a. C.) señaló: «[...] creo que está naturalmente dispuesto que los enemigos hagan mal y los amigos bien [...]» (En pro del soldadoPro milite—, 20).[21]
  • Platón (c. 427-347 a. C.) formuló en su Menón (71E): «Hacer el bien a los amigos, hacer el mal a los enemigos» («tous men philous eu poiein, tous d'echthrous kakis»).[22]​ Así, las palabras de Platón son un ejemplo de lo que el teólogo y académico suizo Ulrich Luz denominó «la ética vulgar del principio de retribución» o «la ética vulgar helenista de pagar con la misma moneda: el amor con amor y el odio con odio».[23]

Sin embargo, esta concepción no fue uniforme. En la Historia de la Guerra del Peloponeso Pericles insistió en vencer a los enemigos mediante la magnanimidad y la tolerancia.[24]

Aunque con limitaciones, la idea del amor a los enemigos tuvo algunos antecedentes en el mundo romano: en ciertas obras de la escuela cínica,[25]​ y en los escritos de Séneca.[13]​ En su tratado De Beneficiis (IV, 26, 1), Séneca pone en boca de su interlocutor imaginario la misma idea que aparece en el Evangelio de Lucas (6, 35):[14]

Nuestro adversario dirá: «Si quieres imitar a los dioses, entonces tienes que hacer el bien tanto a los ingratos como a los agradecidos, porque el sol brilla tanto sobre el malvado como sobre el bueno, y el mar está abierto también para los piratas».
Séneca, De Beneficiis IV, 26, 1

En el judaísmo hasta el siglo I

 
En la Antigüedad, la ley del Talión o del «ojo por ojo» dominó buena parte del comportamiento del ser humano frente a sus enemigos.
 
Llanto del profeta Jeremías en las ruinas de Jerusalén, de Iliá Repin. Galería estatal Tretiakov, Moscú. Siendo una personalidad de gran sensibilidad, Jeremías se vio envuelto en tragedias personales y colectivas que acabaron por generarle gritos de dolor y diálogos interiores contra sus enemigos.

El precepto del amor al prójimo se expresa en Levítico 19,18 pero, a diferencia de lo observado en otros pueblos, no aparece de forma explícita en el pueblo de Israel ningún precepto de «odiar al enemigo», ni en el Antiguo Testamento, ni en la enseñanza rabínica tal como esta se conservó.[26]​ Para Morton Smith, resulta comprensible que el odio al enemigo no se mencionara explícitamente en el Antiguo Testamento como un mandato: no hace falta enseñar a nadie a odiar a sus enemigos.[27]

En el Libro del Eclesiástico se encuentra un pasaje en el que se ordena hacer el bien solamente a los buenos:[14]

Si haces el bien, mira a quien lo haces, y por tus beneficios recibirás favor. Haz bien al piadoso; hallarás recompensa, si no de él, al menos del Altísimo. No habrá bienes para el que en el mal persiste, ni para quien no agradece la limosna. Da al hombre piadoso y del pecador no te cuides. Haz bien al humilde y no des al impío; niégale su pan, no se lo des, para que no llegue con ello a dominarte. Pues un mal duplicado encontrarías por todos los bienes que le hubieres hecho. Que también el Altísimo odia a los pecadores, y de los impíos tomará venganza. Da al hombre de bien, y del pecador no te cuides.[c]
Eclesiástico 12, 1-7

En ciertos pasajes de los Libros proféticos se piden castigos sobre los enemigos y los que obran el mal.[28]

Estate atento a mí, Yahveh, y oye lo que dicen mis contricantes [...] Recuerda cuando yo me ponía en tu presencia para hablar en bien de ellos, para apartar tu cólera de ellos. Por tanto, entrega a sus hijos al hambre y desángralos a filo de espada; queden sus mujeres sin hijos y viudas, sean sus varones asesinados, sus mancebos acuchillados en la guerra. Óigase griterío en sus casas, cuando traigas sobre ellos pillaje repentino. Porque han cavado una hoya para prenderme, y trampas han escondido para mis pies.[d]
Jeremías 18, 19-22

Entre los Libros sapiensales, algunos Salmos enfatizan el pedido de castigo y exterminio de los enemigos:[14][29]

¡Dios de las venganzas, Yahveh, Dios de las venganzas, aparece! ¡Levántate, juez de la tierra, da su merecido a los soberbios![e]
Salmo 94, 1-2
¿No odio, Yahveh, a quienes te odian? ¿No me asquean los que se alzan contra ti? Con odio colmado los odio, son para mí enemigos.[f]
Salmo 139, 21-22

En general, esos salmos no identifican un enemigo preciso. Del contexto surge que se trata de enemigos muy variados: políticos opresores, conquistadores, explotadores, perseguidores, prepotentes, todos ellos signos del carácter conflictivo de un mundo carente de verdad, de gratuidad y de altruismo.[30]

Mucho más numerosos son los textos del Antiguo Testamento que, sin hablar de odio a los enemigos, limitan el ejercicio del amor a Israel y excluyen de él a los enemigos de Dios, por ejemplo, los paganos. Pero en otros pasajes del Antiguo Testamento se ordena comportarse bondadosamente con los enemigos.[14]

Si encuentras el buey de tu enemigo o su asno extraviado, se lo llevarás. Si ves caído bajo la carga el asno del que te aborrece, no rehúses tu ayuda. Acude a ayudarle.[g]
Éxodo 23, 4-5
Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber [...][h]
Proverbios 25, 21
 
Destrucción del Templo de Jerusalén (1867), obra de Francesco Hayez que se conserva en la Galería de la Academia de Venecia. La destrucción de la ciudad y del templo en el año 70 fue un punto culminante de un período de luchas y rebeliones judías en tiempos de fragmentación social y religiosa en Judea y Galilea, reflejada en el surgimiento de sectas y partidos políticos hostiles y enemigos entre sí.[31]

Cabe notar que en ambos pasajes, el imperativo de mantener un comportamiento bondadoso parece aplicar únicamente a un enemigo privado, porque ambas exhortaciones se formulan en singular («tu enemigo»). Por otra parte, en un pasaje del Nuevo Testamento aparece una antítesis sobre lo que se inculcaba hasta entonces: el amor que se había de practicar con el prójimo y el odio a los enemigos:

Habéis oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo.
Mateo 5, 43

Theissen y Merz sugieren que podría tratarse de una referencia directa a los compromisos de los esenios. En la sociedad judía, los esenios constituían un grupo que combinaba el amor ferviente a los miembros de la propia comunidad con el odio a los otros, de lo que existe clara constancia en las fuentes.[32]​ La praxis de los esenios de Qumrán se resumía en la regla que prescribía «amar a los hijos de la luz... y odiar a todos los hijos de las tinieblas» (1QS 1, 9-10),[33][34]​ interpretación que no era de su exclusividad.[35]​ Según Theissen y Merz, en la tradición del Antiguo Testamento existía sin dudas el compromiso de odiar a los enemigos, por ser «enemigos de Dios».[32]​ El historiador y político romano Tácito (c. 55-120) escribió que los judíos eran prontos a la misericordia y caritativos entre sí, pero que odiaban como enemigos mortales a todos los demás que no eran de su gente (Historiae V, 5).[36]​ Como hipótesis alternativa, las palabras «Habéis oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo» podrían haber sido tomadas simplemente de la sabiduría popular y, por lo tanto, haber sido conocidas por los oyentes de Jesús y por la audiencia del evangelista Mateo.[37]

El amor a los enemigos en el cristianismo de origen

La inmensa mayoría de los estudiosos coinciden en señalar que la exigencia del amor a los enemigos fue una enseñanza novedosa y representativa del Jesús histórico,[3][7][8][10][11]​ que no se dio en ninguna otra enseñanza moral.[9][38]​ Incluso los críticos más radicales de los textos sinópticos —como Rudolf Karl Bultmann y Herbert Braun—[39]​ consideraron que el amor a los enemigos fue un mandato propio y característico de la predicación de Jesús,[40]​ y una de las áreas en que Jesús radicalizó las demandas de la Torá.[41]

El biblista Joseph A. Fitzmyer considera que el aspecto novedoso del amor a los enemigos en Jesús de Nazaret es su carácter de mandato. Esa radicalidad distingue las palabras de Jesús de Nazaret de todas las concepciones anteriores.[15]​ En palabras del profesor Salvador Vergés, «en una historia comparada de las religiones se puede constatar que ninguna de ellas presenta nada parecido».[42]

Fuentes y alcances de los textos evangélicos

En el Evangelio de Mateo 5, 44 y en el Evangelio de Lucas 6, 27 se encuentra una repetición exacta del mandamiento de Jesús de Nazaret en griego koiné:[43]

Original griego Transliteración Traducción
ἀγαπᾶτε τοὺς ἐχθροὺς ὑμῶν agapate tous echthrous hymōn amad a vuestros enemigos

Entre aquellos biblistas actuales que aceptan la existencia de la hipotética fuente Q como antecedente del Evangelio de Mateo y del Evangelio de Lucas, la gran mayoría considera que los pasajes en que Jesús de Nazaret hace referencia al amor a los enemigos provienen de esa fuente.

 
Los improperios, de Gerard van Honthorst (ca. 1617). Según los Evangelios canónicos, la práctica de Jesús de Nazaret del amor a sus enemigos fue el denominador común durante su proceso y su ejecución en la cruz.
Se discute si la parábola del buen samaritano puede atribuirse a Jesús; pero la tradición Q sobre el amor a los enemigos, elaborada en Mateo 5, 38-48 y en Lucas 6, 27-36, es considerada generalmente como auténtica. El material común, procedente de Q, abarca una exhortación (en imperativo plural) a amar a los enemigos y orar por los perseguidores (Mateo 5, 44; Lucas 6, 27s) [...] En el contexto del amor a los enemigos figuraban, además, en Q los dichos sobre la renuncia a la venganza, que Lucas recoge como ejemplos concretos de amor de los enemigos (6, 29s), mientras que Mateo los convierte en una antítesis superadora del ius talionis del Antiguo Testamento y los antepone al tema del amor a los enemigos (6, 38-42). Tales dichos exigen una respuesta paradójica que va más allá de la mera paciencia ante la injusticia, sin defenderse: dar al enemigo más de lo que ha reclamado.[7]
Theissen y Merz, El Jesús histórico

Para la comunidad en que se habría conformado la fuente Q, el mandato de amar a los enemigos podría significar el rechazo del odio que propugnaban los zelotes y los esenios y la superación del amor dirigido únicamente al prójimo.[44]

En los pasajes de los evangelios se menciona el término «enemigos» en plural, por lo que se interpreta que la expresión no debe limitarse a algún enemigo personal,[45]​ sino que incluye además a la relación entre grupos, con lo que supera claramente las exigencias del Antiguo Testamento.[46]​ Se trata de un imperativo cuya aplicación se extiende a los opositores religiosos y a los políticos déspotas.[47]

Actitud de Jesús de Nazaret con sus enemigos

En los evangelios canónicos, los enemigos de Jesús de Nazaret se concentraron en las figuras de los fariseos, escribas y saduceos, con quienes discutió ásperamente.[48]​ Se trata de grupos religiosos que desarrollaron una escalada de acciones contra él:[49]

 
La crucifixión por los romanos (1887), obra de Vasily Vereshchagin. Según el Evangelio de Lucas, Jesús de Nazaret excusó a sus enemigos durante su crucifixión: «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen».
  • Lo acecharon para poder denunciarlo a las autoridades religiosas y civiles, lo espiaron en la calle, en las casas, en la sinagoga y en el templo de Jerusalén.[i]
  • Le demandaron que realizara algún prodigio para ponerlo a prueba.[j]
  • Le hicieron preguntas capciosas para que su respuesta lo comprometiera.[k]
  • Desde antes que hubiera un juicio, tuvieron intención de matarlo,[l]​ y en diferentes momentos planearon acabar con él.[m]
  • Los principales sacerdotes y fariseos ordenaron a quienes supieran dónde estaba él que les avisase para arrestarlo.[n]​ Incluso Jesús llegó a dirigirse directamente a los que querían matarlo en el templo durante las fiestas.[o]
  • En el punto culminante de tensión con los líderes judíos, Jesús los denunció como «guías ciegos», «hipócritas», «sepulcros blanqueados» y «raza de víboras», por aparecer como maestros y pastores cuando en realidad no lo eran.[p]
  • Los enemigos se valieron entonces de la traición de uno de sus seguidores más próximos para aprehenderlo, a cambio de dinero,[q]​ y sin que la gente lo advirtiera.[r]
  • Ante el tribunal judío, buscaron un testimonio que constituyera acusación suficiente contra él, pero muchos testificaron falsamente y sus testimonios no coincidían.[s]
  • Ante el tribunal romano y para lograr su crucifixión, sus enemigos buscaron influir sobre la administración de justicia del prefecto Poncio Pilato.[t]
  • Terminaron por pedir a gritos su muerte en la cruz.[u]

Durante su ejecución, Jesús los perdonó y excusó,[1][v]​ lo que se considera en el cristianismo un grado de perdón superior a la mera renuncia a toda venganza.[50]

Así, en la tradición judía y en la Biblia cristiana se puede concluir una evolución en cinco etapas referida al comportamiento hacia los enemigos:[51]

  1. La venganza sin límites (Génesis 4, 15.24);
  2. La ley del talión, o de la venganza limitada (Deuteronomio 19, 16-21);
  3. La regla de plata: «No hagas a nadie lo que a ti te desagrada» (Tobías 4, 15; Hilel, Shabbat 31a —Talmud babilónico—);
  4. La regla de oro (Mateo 7, 12), más positiva que la regla de plata, porque propone hacer el bien;
  5. El amor a los enemigos, el nivel más elevado, que Viviano considera «una invitación al heroísmo moral».[51]

El amor a los enemigos en la Iglesia primitiva

Luego de Jesús, el precepto del amor a los enemigos apareció citado con frecuencia inusual en la prédica de la Iglesia primitiva. Sin referirlo directamente, en los escritos de san Pablo se verifican posibles reminiscencias de ese mandato,[52]​ en tres de sus cartas auténticas. Según comentó el Apóstol en la Primera epístola a los corintios, él siguió en su propia persona el precepto de bendecir a quienes lo insultaban, de soportar la persecución y de responder con bondad ante la difamación:

Primera epístola a los tesalonicenses 5,15
Primera epístola a los corintios 4,12
Epístola a los romanos 12,14.17.20
Mirad que nadie devuelva a otro mal por mal, antes bien, procurad siempre el bien mutuo y el de todos.[w] Nos fatigamos trabajando con nuestras manos. Si nos insultan, bendecimos. Si nos persiguen lo soportamos. Si nos difaman respondemos con bondad.[x] Bendecid a los que os persiguen, no maldigáis. [...] Sin devolver a nadie mal por mal; procurando el bien ante todos los hombres; [...] si tu enemigo tiene hambre dale de comer; y si tiene sed, dale de beber [...][y]

También la Primera epístola de Pedro evoca el mandato de Jesús:[52]

No devolváis mal por mal, ni insulto por insulto; por el contrario, bendecid, pues habéis sido llamados a heredar la bendición.[z]
I Pedro 3, 9

Con frases de similar tenor aparece en la Didaché,[5]​ el escrito de los Padres apostólicos probablemente más antiguo:

Y de estos preceptos la enseñanza es ésta: Bendecid a los que os maldicen y rogad por vuestros enemigos, y ayunad por los que os persiguen. Porque ¿qué gracia hay en que améis a los que os aman? ¿No hacen esto también los gentiles? Vosotros amad a los que os odian, y no tengáis enemigos.
Didaché 1,3

Justino Mártir (Apol. I, 15, 9: «τι καινον») y Tertuliano (De Patiencia, 6: «principale praeceptum») citan expresamente el precepto del amor a los enemigos, y consideran que es lo nuevo y propio del cristianismo,[52]​ una ley fundamental.[53]​ También se menciona en la Segunda epístola de Clemente (13-14).[53]

Significado y alcances del amor a los enemigos

Identificación de los enemigos

 
Detalle de La crucifixión (c. 1515), de Matthias Grünewald. «No resulta fácil amar a un enemigo de verdad, a alguien que ha destrozado algo muy valioso en nuestra vida.» (José María Cabodevilla)

Según William Klassen, algunos autores argumentaron que, al referirse a los enemigos, Jesús de Nazaret apuntó con sus ilustraciones a la vida personal y que la doctrina no se debe aplicar a la enemistad internacional o cívica, mientras que otros estudiosos en número creciente están convencidos de que el término «enemigo» se aplica en un sentido más amplio.[54]

Según Antonio Royo Marín, son enemigos de una persona:

  • todos aquellos que le hicieron una verdadera injuria y no la han reparado aún;
  • aquellos que odian a esa persona; y
  • los que generan una antipatía justa por motivos racionales (v.gr. por ser un mal ejemplo).[29]

Theissen y Merz señalan que el mandato de Jesús de Nazaret de amar a los enemigos no hace referencia únicamente a un enemigo personal, sino que incluye también a los enemigos como grupo.[45]​ En tal sentido el mandamiento abarca a quienes detentan el poder de perseguir y discriminar.[55]

José María Cabodevilla expresa de forma vívida la dificultad del amor a los enemigos, al identificarlos simplemente con aquellos que han «destrozado algo muy valioso en nuestra vida»:

Amar al adversario. No es fácil. Los que han tenido un verdadero enemigo lo saben bien, no aquellos otros que hablan de enemigos refiriéndose a quienes su vanidad o su envidia reputa como tales. No resulta fácil amar a un enemigo de verdad, a alguien que ha destrozado algo muy valioso en nuestra vida. Porque no es cuestión de pura benignidad, esta no basta. Hace falta amar de otra manera. El mal obliga al amor a hacerse sobrenatural, lo mismo que el misterio exige de la inteligencia que florezca en fe, en virtud sobrenatural. No puede el perdón sincero, el perdón cristiano, proceder de la indolencia, ni del temor, ni del afán egoísta de tranquilidad. Este perdón cristiano no ha de andar mendigando satisfacciones: que nuestro ofensor, por ejemplo, se humille ante nosotros [...][56]
José María Cabodevilla

El amor a los enemigos en la moral cristiana

Álvarez Tabares consideró el texto de Mateo 5,43-48 sobre el amor a los enemigos como «la máxima ética de mayor exigencia para los cristianos venidos del judaísmo».[57]​ Para Paul Ricoeur, el amor a los enemigos desborda cualquier imperativo ético normativo y constituye un «mandato supra-ético».[58]​ Como explica el Catecismo de la Iglesia Católica, el mandato de amar a los enemigos es incompatible con el odio al enemigo en cuanto persona, pero no con el odio al mal que hace en cuanto enemigo.[59]

El mandato evangélico no implica no tener enemigos: el propio Jesús no se hizo ilusiones acerca de los fariseos o de Herodes.[1]​ El amor no suprime la calidad de enemigos que puedan detentar los opresores, ni la radicalidad del combate contra ellos.[60]​ El ejercicio del amor a los enemigos, a diferencia del amor de amistad, no proviene de la esfera del sentimiento: no se puede sentir afecto por obligación, y menos hacia alguien que resulta naturalmente odioso por no mostrar ningún costado de amabilidad perceptible a los sentidos.[61]​ El amor a los enemigos que prescribe el mandato de Jesús atañe exclusivamente a la voluntad, el único campo que permanece en la total responsabilidad y albedrío de cada ser humano.[61]Agustín de Hipona formula las razones para amar a todos, independientemente de la simpatía que se les tenga:

El que ama a los hombres ha de amarlos o porque son justos o para que sean justos.[62]
San Agustín, De Trinitate, Libro VIII, 6, 9

Luis H. Rivas indicó que la enseñanza de Jesús de Nazaret no se enfoca en la solución de problemas específicos. No se trata de un «modelo» a repetir de forma automática con independencia de las circunstancias, sino de un principio rector y orientativo a tener en consideración por parte de aquellos que buscan seguir las enseñanzas de Jesús.[63]​ En palabras de Agustín de Hipona:

A esta perfección deben tender todos los fieles... pero no toda la multitud posee este bien tan grande.
San Agustín, Enchiridion, LXXIII

El deseo del justo castigo

Siguiendo a Tomás de Aquino, Royo Marín señala que, reunidas las debidas circunstancias, no se puede tachar de inmoral el deseo del justo castigo del culpable, porque los malechores se animarían a persistir en sus maldades y tropelías si quedaran siempre impunes, lo que acarraría trastornos graves a la convivencia en paz de la sociedad.[64]​ El mismo autor indica que en el marco del cristianismo no es moralmente lícito ejercitar la venganza por propia autoridad, aunque se puede buscar la reparación de la injuria y frenar o cohibir al delincuente en el acto delictivo. Pero en ningún caso es moralmente lícito tomar la justicia por mano propia, a no ser que la legítima autoridad encargada de administrarla no pueda imponer la reparación. Sobre esta base, es moralmente lícito abrir pleito y recurrir a la autoridad pública encargada de la administración de justicia, para pedir el castigo de un enemigo al que se considera malhechor, deponiendo todo odio interior y buscando únicamente el bien del culpable y de la sociedad, y la reparación de los derechos conculcados.[64]​ Por otra parte, Alfonso María de Ligorio es más riguroso en cuanto al deseo de castigo, por parecerle que apenas puede tenerse tal intención sin que se coloree con algo de odio o de enemistad, ya que un ser humano no suele manifestar el mismo celo por el castigo de los demás culpables, sino solo por los que lo han ofendido a él, lo cual resulta muy sospechoso.[65]

El amor a los enemigos en la literatura

La novela Don Quijote de la Mancha presenta el amor a los enemigos como algo que no entra en el marco de la ley natural, y que es característico del cristianismo.[66]​ Entre los «sermones» que Don Quijote pronuncia como caballero andante con autoridad propia se cuenta el discurso sobre el amor a los enemigos (II, 27).[67]

En La vida de Lazarillo de Tormes se menciona el amor a los enemigos como «el mandamiento de Dios más dificultoso».[68]

En su obra La cuna y la sepultura, Francisco de Quevedo escribe «cuán agradecida cosa es amar a los enemigos» que tanto se aborrecen.

De aquí debes colegir cuán agradecida cosa es amar á los enemigos, que tú aborreces tanto. Y en realidad de verdad ni tú sabes cuál es tu amigo, ni cuál es tu enemigo; antes lo entiendes todo al revés. Llamas amigo al que te presta para el juego, al que te acompaña en casa de la ramera, al que te divierte y entretiene, al que come y cena contigo, al que te hace espaldas y al que te alaba. Y enemigo llamas al que no haciendo nada desto, dice mal de ti y te reprehende, y va á la mano en todo: siendo al revés, que este es amigo tuyo, pues es amigo de tu alma, que eres tú, y el otro es enemigo tuyo, y amigo de tu hacienda, apetito y perdición [...][69]

Referencias

  1. Beauchamp (1978). «Enemigo», en: Vocabulario de teología bíblica, p. 275. «Este mandamiento destaca entre las exigencias más nuevas de Jesús. [...] Le dieron muerte, y él en la cruz los perdonó (Lucas 23, 24). [...] El cristiano que perdona no se hace ilusiones acerca del mundo en que vive, como tampoco Jesús se hacía ilusiones acerca de los fariseos y de Herodes
  2. Jeremias, Joachim (1974). Teología del Nuevo Testamento. I. La predicación de Jesús. Salamanca: Ediciones Sígueme. p. 251. ISBN 84-301-0556-5. «El mandamiento de amar a los enemigos constituye el punto culminante de estas superaciones. [...] las exigencias más graves de Jesús (v.g., el amor a los enemigos).» 
  3. Álvarez Tabares (2010). El amor a los enemigos, p. 156 «[...] se considera como lo propio y nuevo en el cristianismo respecto a sus competidores del judaísmo y el mundo helenístico [...]»
  4. Meier, John P. (1998). Un judío marginal. Nueva visión del Jesús histórico. Tomo I: Las raíces del problema y la persona. Estella, Navarra: Editorial Verbo Divino. p. 70. ISBN 84-8169-203-4. 
  5. de la Fuente, E. B. (octubre-diciembre de 2001). «La teología y el testimonio de la caridad». Teología de la Caridad: Cien números de Corintios XIII (100). p. 85. ISBN 84-8440-266-5. «La Didaché, un documento cristiano elaborado a lo largo de la segunda mitad del siglo primero, comienza recogiendo las exigencias evangélicas referidas al amor al prójimo (incluso se recuerda «amad a los que os aborrecen») [...]». 
  6. Beyschlag, Karlmann (1977). «Zur Geschichte der Bergpredigt in der Alten Kirche». Zeitschrift für Theologie und Kirche 74 (3): 291-322. Consultado el 29 de octubre de 2015.  Beyschlag señala al gnosticismo como la única excepción a la aceptación temprana de este mandato por parte del cristianismo. En cambio, el precepto de amar a los enemigos fue aceptado por Marción.
  7. Theissen y Merz (1999). El Jesús histórico, p. 435.
  8. Fitzmyer (1987). El Evangelio según Lucas, p. 610: «[...] las palabras de Jesús (sobre el amor a los enemigos) que en general se consideran auténticas [...]»
  9. Vidal Manzanares, César (1993). El primer evangelio: el documento Q. Barcelona: Planeta. p. 113. ISBN 84-08-00205-8. «[...] el amor debería hacerse extensivo a los enemigos (Q 6, 27). No cabe duda de que esta enseñanza es propia de Jesús y no se da en ninguna otra enseñanza moral. Como mucho, tanto judíos como no–judíos habían llegado a la fórmula, por otro lado admirable, de «no hagas a otro lo que no deseas que te hagan a ti». No es extraño porque, a fin de cuentas, ¿quién tiene deseo –no digamos capacidad humana– de amar a sus enemigos? Pero la enseñanza de Jesús iba mucho más allá. Implicaba amar al enemigo, hacer el bien a los que nos aborrecen, bendecir a los que nos maldicen, orar por los que nos denigran y renunciar a todo tipo de violencia incluida la defensiva. [...] a juzgar por las fuentes, se corresponde con una interpretación rigurosamente exacta de la enseñanza de Jesús.» 
  10. Vidal, Marciano (2007). Orientaciones éticas para tiempos inciertos: entre la Escila del relativismo y la Caribdis del fundamentalismo. Desclée de Brouwer. p. 81. ISBN 978-84-330-2117-5. «Podemos preguntarnos si, reconocido el trabajo redaccional que ha realizado el evangelista, el contenido de esta motivación se remonta en lo esencial, hasta el Jesús histórico. Se puede pensar con bastante seguridad que la propuesta del amor a los enemigos es auténticamente jesuánica. En cuanto a la motivación, existen indicios que avalan esa misma condición.» 
  11. Holmén, Tom (2001). Jesus and Jewish Covenant Thinking. Leiden/Boston/Köln: Brill. p. 273. ISBN 90-04-11935-3. Consultado el 29 de octubre de 2015. «[...] Jesus rather than the early church initiated the motif and, naturally, the command it goes with. [...] In sum, I thus think that the command to love one's enemies may safely be held as genuinely Jesuanic.»  Tom Holmén indica además una sucesión de autores que adhieren a la postura de que este mandato es propio del Jesús histórico: Victor Paul Furnish (1972), Dieter Lührmann (1972), Luise Schottroff (1975), John Piper (1979), Wolfgang Huber (1982), Gerd Theissen (1989), Gordon Zerbe (1993), Robert W. Funk & Roy W. Hoover (1996), Hubert Meisinger (1996), William Klassen (1999).
  12. Nolland, John (2005). The Gospel of Matthew: a commentary on the Greek text. Grand Rapids, Míchigan: Wm. B. Eerdmans Publishing Company. p. 267. ISBN 978-0-8028-2389-2. 
  13. Piper, John (1979). 'Love Your Enemies': Jesus' love command in the Synoptic Gospels and in the early christian paraenesis. Libro derivado de la tesis doctoral en Estudios del Nuevo Testamento, en la Universidad de Múnich. Cambridge: Cambridge University Press. p. 24. ISBN 0-521-22056-4. «Séneca exhorta a la ausencia de represalias y a las buenas obras hacia los enemigos. En ocasiones, este comportamiento se basa en una imitación de los dioses. En esto está muy cerca del Nuevo Testamento.» 
  14. Rivas (2015). Amen a sus enemigos, p. 48.
  15. Fitzmyer (1987). El Evangelio según Lucas, p. 610: «La diferencia entre estas concepciones y la palabra de Jesús [...] consiste en que la doctrina en labios de Jesús, adquiere forma de mandato.»
  16. Lambert, Wilfred G. (1996). Babylonian Wisdom Literature. Winona Lake, Indiana: Eisenbrauns. p. 96. ISBN 0-931464-94-3. Consultado el 29 de octubre de 2015. 
  17. Shupak, Nili (2015). «The contribution of Egyptian wisdom to the study of the biblical wisdom literature». En Sneed, Mark R., ed. Was There a Wisdom Tradition? New Prospects in Israelite Wisdom Studies. Atlanta, Georgia: SBL Press. p. 291. ISBN 978-1-62837-099-7. 
  18. Para revisiones del material, ver: Waldmann, M. (1902). Die Feindesliebe in der antiken Welt und im Christ entum. Vienna. pp. 19-88. ; Dihle, A. (1962). Die goldene Regel. Göttingen: Vandenhoeck und Ruprecht. pp. 8–12.80-109. 
  19. Hesíodo (1990). Corbera Lloveras, María Antonia, ed. Poemas Hesiódicos. Madrid: Akal. p. 101. ISBN 84-7600-401-X. Consultado el 29 de octubre de 2015. 
  20. Píndaro (1991). Píticas. México D. F.: Universidad Nacional Autónoma de México. p. XXVII. ISBN 968-36-2193-7. Consultado el 29 de octubre de 2015. 
  21. Lisias (1992). «En pro del soldado». Discursos. vol. I. Madrid: Consejo Superior de Investigaciones Científicas. p. 186. ISBN 84-00-03189-X. Consultado el 29 de octubre de 2015. 
  22. Barbaglio, Giuseppe (2009). Jesús de Nazaret y Pablo de Tarso. Salamanca: Secretariado Trinitario. p. 284. ISBN 978-84-96488-31-1. 
  23. Luz (1993). El evangelio según san Mateo, p. 428.
  24. Tucídides (1989). Macía Aparicio, Luis M., ed. Historia de la guerra del Peloponeso. Libro IV, 19, 1-4 (Volumen 12 de Akal Clásica). Madrid: Akal. ISBN 84-7600-356-0. Consultado el 29 de octubre de 2015. 
  25. Piper, John (1979). 'Love Your Enemies': Jesus' Love Command in the Synoptic Gospels and in the erly christian paraenesis. Libro derivado de la tesis doctoral en Estudios del Nuevo Testamento, en la Universidad de Múnich. Cambridge: Cambridge University Press. p. 26. ISBN 0-521-22056-4.  Epícteto encomia el amor al enemigo en un cínico, y en sus Discursos III.22.81, 82, manifiesta preocupación por el bienestar de sus enemigos.
  26. Strack, H. L.; Billerbeck, P. (1922-1961). Kommentar zum Neuen Testament aus Talmud und Midrasch. Vol. 1. Múnich. pp. 353-368. 
  27. Smith, Morton (1952). «Mt. 5.43: 'Hate Thine Enemy'.». The Harvard Theological Review 45 (1): 71-73. 
  28. Rivas (2015). Amen a sus enemigos, p. 49.
  29. Royo Marín (1979). Teología moral para seglares, I, p. 385.
  30. Martini, Carlo María (2004). Orar con los Salmos. 8ª reimpresión. Bogotá: San Pablo. p. 48. ISBN 958-607-005-0. Consultado el 29 de octubre de 2015. 
  31. Krell, Yehuda (2014). Páginas de odio. Historia del antisemitismo. Buenos Aires: Editorial Dunken. p. 28. Consultado el 29 de octubre de 2015. 
  32. Theissen y Merz (1999). El Jesús histórico, p. 646.
  33. Dodd, C. H. (1977). El fundador del cristianismo (3ª edición). Barcelona: Herder. p. 84. ISBN 84-254-0939-X. «[...] aquellos sectarios fanáticos, cuyo Manual de disciplina (hallado entre los rollos del mar Muerto) les prescribía "amar a todos los hijos de la luz ...y odiar a todos los hijos de las tinieblas, a cada uno según su culpa". Pudo muy bien tratarse de alguna enseñanza de esta clase por la que Jesús dijera: "Habéis oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos."». 
  34. Pagola, José Antonio (2013). Jesús. Aproximación histórica. Buenos Aires: PPC Cono Sur. pp. 270-271. ISBN 978-987-1931-32-3. 
  35. Sabugal, Santos (2007). Abbá - la oración del Señor (2ª edición). Madrid: Caparrós editores. p. 683. ISBN 978-84-96282-17-9. Consultado el 29 de octubre de 2015. «[...] la praxis de los esenios de Qumrán, cuya regla prescribe "amar a los hijos de la luz... y odiar a todos los hijos de las tinieblas" (1QS 1,9-10). Una interpretación, por lo demás, no exclusiva de aquellos sectarios.» 
  36. Tácito (1999). Tapia Zúñiga, José (introducción, traducción y notas), ed. Historiae. Liber V, 5. México, D. F.: Universidad Nacional Autónoma de México. ISBN 968-36-7817-3. «[...] misericordia in promptu, sed adversus omnis alios hostile odium.» 
  37. Klassen, William (1998). «The Authenticity of the Command: "Love your enemies"». En Chilton, Bruce David; Evans, Craig A., ed. Authenticating the Words of Jesus (en inglés). Leiden-Boston-Colonia: Brill. p. 407. ISBN 90-04-11301-0. Consultado el 29 de octubre de 2015. «The formula "Be good to (or love) your friends and hate your enemies" was very widespread in the ancient world and occurs in many layers of documentation. Rather than look in vain throughout Jewish sources, including Qumran, for these exact words, we should simply treat them as a part of general folk wisdom which Jesus' listeners had heard and which were well known to Matthew's audience as well.» 
  38. Klassen, William (1998). «The Authenticity of the Command: "Love your enemies"». En Chilton, Bruce David; Evans, Craig A., ed. Authenticating the Words of Jesus (en inglés). Leiden-Boston-Colonia: Brill. p. 388. ISBN 90-04-11301-0. Consultado el 29 de octubre de 2015. «I believe with greater certainty that the command comes from Jesus than I do that the illustrations do.» 
  39. Bruner, Frederick Dale (2004). Matthew: A Commentary. Vol. 1: The Christbook, Matthew 1-12. Gran Rapids, Míchigan: William B. Eerdmans Publishing Co. p. 267. ISBN 0-8028-1118-3. Consultado el 19 de noviembre de 2015. 
  40. Bultmann, R. K. (1976 (1921)). History of the Synoptic Tradition, 105. San Francisco: Harper. ISBN 0-06-061172-3.  Bultmann señaló que si en algún lugar podemos encontrar lo que es característico de la predicación de Jesús es en su mandato de amar a los enemigos («[...] if anywhere we can find what is characteristic in the preaching of Jesus [...]»".
  41. Braun, H. (1960). «Hebt die heutige neutestamentlich-exegetische Forschung den Kanon auf?». Gesammelte Studien zum Neuen Testament und seiner Umwelt. Luth. Verlagshaus. pp. 310-324. 
  42. Vergés, Salvador (1981). La conversión cristiana en Pablo. Salamanca: Ediciones Secretariado Trinitario. p. 218. ISBN 84-85376-31-5. Consultado el 29 de octubre de 2015. 
  43. Fitzmyer (1987). El Evangelio según Lucas, p. 610: «[...] una réplica exacta [...]»
  44. Álvarez Tabares (2010). El amor a los enemigos, p. 157.
  45. Theissen y Merz (1999). El Jesús histórico, p. 190: «La expresión no ha de restringirse a los enemigos personales dentro de la propia hermandad, como si se tolerase el odio hacia los enemigos del grupo; así no habría ninguna diferencia entre el cristiano y el pagano o el publicano (5,46-47). El "vecino" es el que pertenece al propio grupo o parentela: pueblo o ciudad, religión o nación, tribu o raza. En muchos idiomas se utiliza la misma palabra para designar al «extranjero», «forastero» o «enemigo». En Mateo se especifica que el enemigo es el perseguidor, probable reflejo de la experiencia de la Iglesia primitiva; Lucas dice "los que os maltratan" (6,27).»
  46. Theissen y Merz (1999). El Jesús histórico, p. 436: «El doble plural de la exhortación «amad a vuestros enemigos» hace referencia a la relación entre grupos. Esto sorprende, porque los precursores judíos en derecho casuístico y en sabiduría presentan la forma singular (cf., por ejemplo, Ex 23, 4s: "Cuando encuentres extraviado el toro o el asno de tu enemigo"...; Prov 25, 21s: "Si tu enemigo tiene hambre...").»
  47. Theissen y Merz (1999). El Jesús histórico, p. 436: «El imperativo no es válido solo para el enemigo privado (como entiende S. Schulz, Ethik, 45), sino a todos los enemigos, incluidos los adversarios religiosos y los opresores políticos.»
  48. Piñero, Antonio (2006). Guía para entender el Nuevo Testamento. Madrid: Editorial Trotta. p. 190. ISBN 84-8164-832-9. 
  49. Asiaín, Justo (1980). Inseguridad, riesgo y paz en la vida y el mensaje de Jesús (1ª edición). Buenos Aires: Ediciones Carlos Lohlé. pp. 32-36. 
  50. Cabodevilla (1986). Discurso del padrenuestro. Ruegos y preguntas, pp. 337-341. Cabodevilla menciona diferentes grados de perdón: «Renunciar a toda venganza, devolver bien por mal, excusar, asumir la culpa del otro, olvidar, seguir amando. [...] La caridad no piensa así por falta de experiencia, sino al contrario, por un exceso de lucidez, de penetración. Madame de Stael decía que quien supiera comprenderlo todo, querría perdonarlo todo. Allí donde el mundo solo percibe un delito, el perdón rastrea las huellas de un atenuante que lo explica todo en profundidad.»
  51. Viviano, Benedict T. (2004). «Evangelio según Mateo». En Brown, Raymond E.; Fitzmyer, Joseph A.; Murphy, Roland E., eds. Nuevo Comentario Bíblico San Jerónimo. Nuevo Testamento y artículos temáticos. Estella, Navarra: Editorial Verbo Divino. p. 87. ISBN 84-8169-470-3. 
  52. Luz (1993). El evangelio según san Mateo, p. 421.
  53. Luz (1993). El evangelio según san Mateo, p. 431.
  54. Klassen, William (1997). Freedman, David Noel, ed. The Anchor Bible Dictionary. Vol. 4. Nueva York: Doubleday. pp. 387-392. 
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  56. Cabodevilla (2004). Cristo vivo, p. 501.
  57. Álvarez Tabares (2010). El amor a los enemigos, p. 145.
  58. Ricoeur, Paul (1993). Amor y justicia. Madrid: Caparros Editores. p. 30. 
  59. Catecismo de la Iglesia católica, §1933. 1992. 
  60. Tamayo-Acosta, Juan José (1990). La Teología de la liberación. Antología del pensamiento político, social y económico de América Latina, volumen 10. Ediciones de Cultura Hispánica. p. 172. ISBN 978-84-723-2540-1. 
  61. Cabodevilla (2004). Cristo vivo, p. 656.
  62. Agustín de Hipona (1956). Obras de san Agustín. Tomo V: Tratado de la Santísima Trinidad (2ª edición). Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos. p. 525. Consultado el 29 de octubre de 2015. 
  63. Rivas (2015). Al que te pega en una mejilla, p. 51.
  64. Royo Marín (1979). Teología moral para seglares, I, p. 387.
  65. de Ligorio, Alphonso M. (1832). Homo apostolicus instructus in sua vocatione audiendas confessiones sive praxis et instructio confessariorum I. Tractatus Quartus, 17. p. 211. «Facillimum est ut eorum erga justitiam amor sit coloratus praetextus ad tegendam propriae vindictae cupiditatem.» ; ver además: de Liguori, Alfonso M. (1905). Opera moralia: Theologia moralis. Typ. Vaticana. p. 324. Consultado el 29 de octubre de 2015. 
  66. Muñoz Iglesias, Salvador (1989). Lo religioso en El Quijote. Toledo: Estudio teológico de san Ildefonso. p. 261. ISBN 84-404-4280-7. 
  67. Delgado, Mariano (2006). «El cristianismo místico y mesiánico del “Quijote”». Anuario de Historia de la Iglesia (15): 221-236. 
  68. Anónimo (1554). La vida de Lazarillo de Tormes, y de sus fortunas y adversidades. Las cien mejores obras de la literatura española, volumen 9. Madrid: Editorial Ibero-africano-americana. p. 134. 
  69. Quevedo, Francisco de (1859). Obras de D. Francisco de Quevedo. Biblioteca de autores españoles desde la formación del lenguaje hasta nuestros días. Tomo II. Madrid: M. Rivadeneira. p. 86. Consultado el 29 de octubre de 2015. 

Citas bíblicas

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  2. Escuela bíblica de Jerusalén (1976). Biblia de Jerusalén (edición española). Bilbao: Desclée de Brouwer. p. 1467. ISBN 84-330-0022-5. 
  3. Escuela bíblica de Jerusalén (1976). Biblia de Jerusalén (edición española). Bilbao: Desclée de Brouwer. pp. 971-972. ISBN 84-330-0022-5. 
  4. Escuela bíblica de Jerusalén (1976). Biblia de Jerusalén (edición española). Bilbao: Desclée de Brouwer. p. 1154. ISBN 84-330-0022-5. 
  5. Escuela bíblica de Jerusalén (1976). Biblia de Jerusalén (edición española). Bilbao: Desclée de Brouwer. p. 803. ISBN 84-330-0022-5. 
  6. Escuela bíblica de Jerusalén (1976). Biblia de Jerusalén (edición española). Bilbao: Desclée de Brouwer. p. 845. ISBN 84-330-0022-5. 
  7. Escuela bíblica de Jerusalén (1976). Biblia de Jerusalén (edición española). Bilbao: Desclée de Brouwer. p. 94. ISBN 84-330-0022-5. 
  8. Escuela bíblica de Jerusalén (1976). Biblia de Jerusalén (edición española). Bilbao: Desclée de Brouwer. p. 889. ISBN 84-330-0022-5. 
  9. Lucas 6:6-11; Lucas 11:53-54
  10. Mateo 12:38-39
  11. Mateo 15:1-9; Mateo 19:3; Juan 8:5-6
  12. Juan 5:18; Juan 7:25-26
  13. Mateo 12:14; Mateo 26:3-5
  14. Juan 11:57
  15. Juan 7:19-22
  16. Mateo 23:1-33
  17. Mateo 26:14-16; Mateo 26:47-50; Marcos 14:14-16; Marcos 14:43-46; Juan 18:1-12
  18. Lucas 22:3-6
  19. Mateo 26:59-60; Marcos 14:55-59
  20. Juan 18:29-32
  21. Juan 19:14-16; Mateo 27:20-23; Marcos 15:11-15; Lucas 23:20-23
  22. Lucas 23:34
  23. Escuela bíblica de Jerusalén (1976). Biblia de Jerusalén (edición española). Bilbao: Desclée de Brouwer. p. 1696. ISBN 84-330-0022-5. 
  24. Escuela bíblica de Jerusalén (1976). Biblia de Jerusalén (edición española). Bilbao: Desclée de Brouwer. p. 1637. ISBN 84-330-0022-5. 
  25. Escuela bíblica de Jerusalén (1976). Biblia de Jerusalén (edición española). Bilbao: Desclée de Brouwer. p. 1627. ISBN 84-330-0022-5. 
  26. Escuela bíblica de Jerusalén (1976). Biblia de Jerusalén (edición española). Bilbao: Desclée de Brouwer. p. 1744. ISBN 84-330-0022-5. 

Bibliografía

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  •   Datos: Q474976

amor, enemigos, amor, enemigos, como, extensión, amor, prójimo, destaca, entre, exigencias, más, novedosas, graves, presentadas, cristianismo, desde, inicios, evangelio, mateo, lucas, ponen, esta, enseñanza, labios, jesús, nazaret, sermon, montagne, sermón, mo. El amor a los enemigos como extension del amor al projimo destaca entre las exigencias mas novedosas y graves presentadas por el cristianismo desde sus inicios 1 2 3 El Evangelio de Mateo 5 38 48 y el de Lucas 6 27 36 ponen esta ensenanza en labios de Jesus de Nazaret Le sermon sur la montagne El sermon de la montana 1895 1897 obra del frances James Tissot 1836 1902 ubicada en el Museo Brooklyn El Evangelio de Mateo ubica la ensenanza del amor a los enemigos en el marco del sermon del Monte pronunciado por Jesus de Nazaret Habeis oido que se dijo Amaras a tu projimo y odiaras a tu enemigo Pero yo os digo Amad a vuestros enemigos y rogad por los que os persiguen para que seais hijos de vuestro Padre celestial que hace salir el sol sobre malos y buenos y llover sobre justos e injustos Pues si amais a los que os aman que recompensa vais a tener No hacen eso mismo tambien los publicanos Y si no saludais mas que a vuestros hermanos que haceis de particular No hacen eso mismo tambien los gentiles a Evangelio de Mateo 5 43 47 Pero yo os digo a los que me escuchais Amad a vuestros enemigos haced bien a los que os odien bendecid a los que os maldigan rogad por los que os difamen b Evangelio de Lucas 6 27 28 Ademas aparecen alusiones a la exigencia de amar a los enemigos en tres de las cartas autenticas de Pablo de Tarso en orden cronologico la Primera epistola a los tesalonicenses 5 15 la Primera epistola a los corintios 4 12 y la Epistola a los romanos 12 14 17 20 4 como asi tambien en la Didache 1 3 5 el escrito de los Padres apostolicos probablemente mas antiguo El precepto del amor a los enemigos fue valorado casi de forma unanime por las principales corrientes del cristianismo primitivo y por los Padres de la Iglesia como una ensenanza fundamental 6 y los estudiosos actuales lo consideran como autentico del Jesus historico 7 8 9 10 11 y caracteristico de el amor a los enemigos extranjeros y desclasados como cima del mandamiento del amor 7 En varias civilizaciones religiones y corrientes filosoficas se verifico la existencia de consejos o ensenanzas tendientes al trato benevolente de los enemigos 12 13 14 Sin embargo la radicalidad de las palabras de Jesus de Nazaret quien otorga al amor a los enemigos el caracter de mandato sumada al perdon y excusa de sus propios enemigos durante su crucifixion distinguen su mensaje de todas las concepciones anteriores 1 15 Indice 1 Antecedentes y marco de situacion 1 1 Babilonios egipcios griegos y romanos 1 2 En el judaismo hasta el siglo I 2 El amor a los enemigos en el cristianismo de origen 2 1 Fuentes y alcances de los textos evangelicos 2 2 Actitud de Jesus de Nazaret con sus enemigos 2 3 El amor a los enemigos en la Iglesia primitiva 3 Significado y alcances del amor a los enemigos 3 1 Identificacion de los enemigos 3 2 El amor a los enemigos en la moral cristiana 3 2 1 El deseo del justo castigo 4 El amor a los enemigos en la literatura 5 Referencias 6 Citas biblicas 7 BibliografiaAntecedentes y marco de situacion EditarBabilonios egipcios griegos y romanos Editar John Nolland propuso algunos posibles precedentes historicos del precepto de amar a los enemigos 12 En los Consejos de la sabiduria de la literatura asirio babilonica se sugiere el apartamiento de los altercados y la pacificacion de los enemigos 16 La obra egipcia Instrucciones de Amenemope 5 3 6 22 3 8 aconseja la misericordia hacia los enemigos o rivales 17 En la Antigua Grecia regia en general la idea fundamental de hacer el dano a los enemigos principio enunciado por distintos poetas oradores y filosofos renombrados 18 Hesiodo siglo VIII a C recomendo en su obra Trabajos y dias libro 1 Invita a tus convites a quien te quiere y rechaza al enemigo 19 Pindaro c 518 438 a C escribio Sere amistoso con el amigo y como el lobo seguire al enemigo por sus torcidos caminos Pitica 2 83 83 20 Busto antiguo que representa a Seneca Este filosofo romano exhorto a la ausencia de represalias y a las buenas obras hacia los enemigos Lisias 458 380 a C senalo creo que esta naturalmente dispuesto que los enemigos hagan mal y los amigos bien En pro del soldado Pro milite 20 21 Platon c 427 347 a C formulo en su Menon 71E Hacer el bien a los amigos hacer el mal a los enemigos tous men philous eu poiein tous d echthrous kakis 22 Asi las palabras de Platon son un ejemplo de lo que el teologo y academico suizo Ulrich Luz denomino la etica vulgar del principio de retribucion o la etica vulgar helenista de pagar con la misma moneda el amor con amor y el odio con odio 23 Sin embargo esta concepcion no fue uniforme En la Historia de la Guerra del Peloponeso Pericles insistio en vencer a los enemigos mediante la magnanimidad y la tolerancia 24 Aunque con limitaciones la idea del amor a los enemigos tuvo algunos antecedentes en el mundo romano en ciertas obras de la escuela cinica 25 y en los escritos de Seneca 13 En su tratado De Beneficiis IV 26 1 Seneca pone en boca de su interlocutor imaginario la misma idea que aparece en el Evangelio de Lucas 6 35 14 Nuestro adversario dira Si quieres imitar a los dioses entonces tienes que hacer el bien tanto a los ingratos como a los agradecidos porque el sol brilla tanto sobre el malvado como sobre el bueno y el mar esta abierto tambien para los piratas Seneca De Beneficiis IV 26 1 En el judaismo hasta el siglo I Editar En la Antiguedad la ley del Talion o del ojo por ojo domino buena parte del comportamiento del ser humano frente a sus enemigos Llanto del profeta Jeremias en las ruinas de Jerusalen de Ilia Repin Galeria estatal Tretiakov Moscu Siendo una personalidad de gran sensibilidad Jeremias se vio envuelto en tragedias personales y colectivas que acabaron por generarle gritos de dolor y dialogos interiores contra sus enemigos El precepto del amor al projimo se expresa en Levitico 19 18 pero a diferencia de lo observado en otros pueblos no aparece de forma explicita en el pueblo de Israel ningun precepto de odiar al enemigo ni en el Antiguo Testamento ni en la ensenanza rabinica tal como esta se conservo 26 Para Morton Smith resulta comprensible que el odio al enemigo no se mencionara explicitamente en el Antiguo Testamento como un mandato no hace falta ensenar a nadie a odiar a sus enemigos 27 En el Libro del Eclesiastico se encuentra un pasaje en el que se ordena hacer el bien solamente a los buenos 14 Si haces el bien mira a quien lo haces y por tus beneficios recibiras favor Haz bien al piadoso hallaras recompensa si no de el al menos del Altisimo No habra bienes para el que en el mal persiste ni para quien no agradece la limosna Da al hombre piadoso y del pecador no te cuides Haz bien al humilde y no des al impio niegale su pan no se lo des para que no llegue con ello a dominarte Pues un mal duplicado encontrarias por todos los bienes que le hubieres hecho Que tambien el Altisimo odia a los pecadores y de los impios tomara venganza Da al hombre de bien y del pecador no te cuides c Eclesiastico 12 1 7 En ciertos pasajes de los Libros profeticos se piden castigos sobre los enemigos y los que obran el mal 28 Estate atento a mi Yahveh y oye lo que dicen mis contricantes Recuerda cuando yo me ponia en tu presencia para hablar en bien de ellos para apartar tu colera de ellos Por tanto entrega a sus hijos al hambre y desangralos a filo de espada queden sus mujeres sin hijos y viudas sean sus varones asesinados sus mancebos acuchillados en la guerra oigase griterio en sus casas cuando traigas sobre ellos pillaje repentino Porque han cavado una hoya para prenderme y trampas han escondido para mis pies d Jeremias 18 19 22 Entre los Libros sapiensales algunos Salmos enfatizan el pedido de castigo y exterminio de los enemigos 14 29 Dios de las venganzas Yahveh Dios de las venganzas aparece Levantate juez de la tierra da su merecido a los soberbios e Salmo 94 1 2 No odio Yahveh a quienes te odian No me asquean los que se alzan contra ti Con odio colmado los odio son para mi enemigos f Salmo 139 21 22 En general esos salmos no identifican un enemigo preciso Del contexto surge que se trata de enemigos muy variados politicos opresores conquistadores explotadores perseguidores prepotentes todos ellos signos del caracter conflictivo de un mundo carente de verdad de gratuidad y de altruismo 30 Mucho mas numerosos son los textos del Antiguo Testamento que sin hablar de odio a los enemigos limitan el ejercicio del amor a Israel y excluyen de el a los enemigos de Dios por ejemplo los paganos Pero en otros pasajes del Antiguo Testamento se ordena comportarse bondadosamente con los enemigos 14 Si encuentras el buey de tu enemigo o su asno extraviado se lo llevaras Si ves caido bajo la carga el asno del que te aborrece no rehuses tu ayuda Acude a ayudarle g Exodo 23 4 5 Si tu enemigo tiene hambre dale de comer si tiene sed dale de beber h Proverbios 25 21 Destruccion del Templo de Jerusalen 1867 obra de Francesco Hayez que se conserva en la Galeria de la Academia de Venecia La destruccion de la ciudad y del templo en el ano 70 fue un punto culminante de un periodo de luchas y rebeliones judias en tiempos de fragmentacion social y religiosa en Judea y Galilea reflejada en el surgimiento de sectas y partidos politicos hostiles y enemigos entre si 31 Cabe notar que en ambos pasajes el imperativo de mantener un comportamiento bondadoso parece aplicar unicamente a un enemigo privado porque ambas exhortaciones se formulan en singular tu enemigo Por otra parte en un pasaje del Nuevo Testamento aparece una antitesis sobre lo que se inculcaba hasta entonces el amor que se habia de practicar con el projimo y el odio a los enemigos Habeis oido que se dijo Amaras a tu projimo y odiaras a tu enemigo Mateo 5 43 Theissen y Merz sugieren que podria tratarse de una referencia directa a los compromisos de los esenios En la sociedad judia los esenios constituian un grupo que combinaba el amor ferviente a los miembros de la propia comunidad con el odio a los otros de lo que existe clara constancia en las fuentes 32 La praxis de los esenios de Qumran se resumia en la regla que prescribia amar a los hijos de la luz y odiar a todos los hijos de las tinieblas 1QS 1 9 10 33 34 interpretacion que no era de su exclusividad 35 Segun Theissen y Merz en la tradicion del Antiguo Testamento existia sin dudas el compromiso de odiar a los enemigos por ser enemigos de Dios 32 El historiador y politico romano Tacito c 55 120 escribio que los judios eran prontos a la misericordia y caritativos entre si pero que odiaban como enemigos mortales a todos los demas que no eran de su gente Historiae V 5 36 Como hipotesis alternativa las palabras Habeis oido que se dijo Amaras a tu projimo y odiaras a tu enemigo podrian haber sido tomadas simplemente de la sabiduria popular y por lo tanto haber sido conocidas por los oyentes de Jesus y por la audiencia del evangelista Mateo 37 El amor a los enemigos en el cristianismo de origen EditarLa inmensa mayoria de los estudiosos coinciden en senalar que la exigencia del amor a los enemigos fue una ensenanza novedosa y representativa del Jesus historico 3 7 8 10 11 que no se dio en ninguna otra ensenanza moral 9 38 Incluso los criticos mas radicales de los textos sinopticos como Rudolf Karl Bultmann y Herbert Braun 39 consideraron que el amor a los enemigos fue un mandato propio y caracteristico de la predicacion de Jesus 40 y una de las areas en que Jesus radicalizo las demandas de la Tora 41 El biblista Joseph A Fitzmyer considera que el aspecto novedoso del amor a los enemigos en Jesus de Nazaret es su caracter de mandato Esa radicalidad distingue las palabras de Jesus de Nazaret de todas las concepciones anteriores 15 En palabras del profesor Salvador Verges en una historia comparada de las religiones se puede constatar que ninguna de ellas presenta nada parecido 42 Fuentes y alcances de los textos evangelicos Editar En el Evangelio de Mateo 5 44 y en el Evangelio de Lucas 6 27 se encuentra una repeticion exacta del mandamiento de Jesus de Nazaret en griego koine 43 Original griego Transliteracion Traduccionἀgapᾶte toὺs ἐx8roὺs ὑmῶn agapate tous echthrous hymōn amad a vuestros enemigos Entre aquellos biblistas actuales que aceptan la existencia de la hipotetica fuente Q como antecedente del Evangelio de Mateo y del Evangelio de Lucas la gran mayoria considera que los pasajes en que Jesus de Nazaret hace referencia al amor a los enemigos provienen de esa fuente Los improperios de Gerard van Honthorst ca 1617 Segun los Evangelios canonicos la practica de Jesus de Nazaret del amor a sus enemigos fue el denominador comun durante su proceso y su ejecucion en la cruz Se discute si la parabola del buen samaritano puede atribuirse a Jesus pero la tradicion Q sobre el amor a los enemigos elaborada en Mateo 5 38 48 y en Lucas 6 27 36 es considerada generalmente como autentica El material comun procedente de Q abarca una exhortacion en imperativo plural a amar a los enemigos y orar por los perseguidores Mateo 5 44 Lucas 6 27s En el contexto del amor a los enemigos figuraban ademas en Q los dichos sobre la renuncia a la venganza que Lucas recoge como ejemplos concretos de amor de los enemigos 6 29s mientras que Mateo los convierte en una antitesis superadora del ius talionis del Antiguo Testamento y los antepone al tema del amor a los enemigos 6 38 42 Tales dichos exigen una respuesta paradojica que va mas alla de la mera paciencia ante la injusticia sin defenderse dar al enemigo mas de lo que ha reclamado 7 Theissen y Merz El Jesus historico Para la comunidad en que se habria conformado la fuente Q el mandato de amar a los enemigos podria significar el rechazo del odio que propugnaban los zelotes y los esenios y la superacion del amor dirigido unicamente al projimo 44 En los pasajes de los evangelios se menciona el termino enemigos en plural por lo que se interpreta que la expresion no debe limitarse a algun enemigo personal 45 sino que incluye ademas a la relacion entre grupos con lo que supera claramente las exigencias del Antiguo Testamento 46 Se trata de un imperativo cuya aplicacion se extiende a los opositores religiosos y a los politicos despotas 47 Actitud de Jesus de Nazaret con sus enemigos Editar En los evangelios canonicos los enemigos de Jesus de Nazaret se concentraron en las figuras de los fariseos escribas y saduceos con quienes discutio asperamente 48 Se trata de grupos religiosos que desarrollaron una escalada de acciones contra el 49 La crucifixion por los romanos 1887 obra de Vasily Vereshchagin Segun el Evangelio de Lucas Jesus de Nazaret excuso a sus enemigos durante su crucifixion Padre perdonalos porque no saben lo que hacen Lo acecharon para poder denunciarlo a las autoridades religiosas y civiles lo espiaron en la calle en las casas en la sinagoga y en el templo de Jerusalen i Le demandaron que realizara algun prodigio para ponerlo a prueba j Le hicieron preguntas capciosas para que su respuesta lo comprometiera k Desde antes que hubiera un juicio tuvieron intencion de matarlo l y en diferentes momentos planearon acabar con el m Los principales sacerdotes y fariseos ordenaron a quienes supieran donde estaba el que les avisase para arrestarlo n Incluso Jesus llego a dirigirse directamente a los que querian matarlo en el templo durante las fiestas o En el punto culminante de tension con los lideres judios Jesus los denuncio como guias ciegos hipocritas sepulcros blanqueados y raza de viboras por aparecer como maestros y pastores cuando en realidad no lo eran p Los enemigos se valieron entonces de la traicion de uno de sus seguidores mas proximos para aprehenderlo a cambio de dinero q y sin que la gente lo advirtiera r Ante el tribunal judio buscaron un testimonio que constituyera acusacion suficiente contra el pero muchos testificaron falsamente y sus testimonios no coincidian s Ante el tribunal romano y para lograr su crucifixion sus enemigos buscaron influir sobre la administracion de justicia del prefecto Poncio Pilato t Terminaron por pedir a gritos su muerte en la cruz u Durante su ejecucion Jesus los perdono y excuso 1 v lo que se considera en el cristianismo un grado de perdon superior a la mera renuncia a toda venganza 50 Asi en la tradicion judia y en la Biblia cristiana se puede concluir una evolucion en cinco etapas referida al comportamiento hacia los enemigos 51 La venganza sin limites Genesis 4 15 24 La ley del talion o de la venganza limitada Deuteronomio 19 16 21 La regla de plata No hagas a nadie lo que a ti te desagrada Tobias 4 15 Hilel Shabbat 31a Talmud babilonico La regla de oro Mateo 7 12 mas positiva que la regla de plata porque propone hacer el bien El amor a los enemigos el nivel mas elevado que Viviano considera una invitacion al heroismo moral 51 El amor a los enemigos en la Iglesia primitiva Editar Luego de Jesus el precepto del amor a los enemigos aparecio citado con frecuencia inusual en la predica de la Iglesia primitiva Sin referirlo directamente en los escritos de san Pablo se verifican posibles reminiscencias de ese mandato 52 en tres de sus cartas autenticas Segun comento el Apostol en la Primera epistola a los corintios el siguio en su propia persona el precepto de bendecir a quienes lo insultaban de soportar la persecucion y de responder con bondad ante la difamacion Primera epistola a los tesalonicenses 5 15 Primera epistola a los corintios 4 12 Epistola a los romanos 12 14 17 20Mirad que nadie devuelva a otro mal por mal antes bien procurad siempre el bien mutuo y el de todos w Nos fatigamos trabajando con nuestras manos Si nos insultan bendecimos Si nos persiguen lo soportamos Si nos difaman respondemos con bondad x Bendecid a los que os persiguen no maldigais Sin devolver a nadie mal por mal procurando el bien ante todos los hombres si tu enemigo tiene hambre dale de comer y si tiene sed dale de beber y Tambien la Primera epistola de Pedro evoca el mandato de Jesus 52 No devolvais mal por mal ni insulto por insulto por el contrario bendecid pues habeis sido llamados a heredar la bendicion z I Pedro 3 9 Con frases de similar tenor aparece en la Didache 5 el escrito de los Padres apostolicos probablemente mas antiguo Y de estos preceptos la ensenanza es esta Bendecid a los que os maldicen y rogad por vuestros enemigos y ayunad por los que os persiguen Porque que gracia hay en que ameis a los que os aman No hacen esto tambien los gentiles Vosotros amad a los que os odian y no tengais enemigos Didache 1 3 Justino Martir Apol I 15 9 ti kainon y Tertuliano De Patiencia 6 principale praeceptum citan expresamente el precepto del amor a los enemigos y consideran que es lo nuevo y propio del cristianismo 52 una ley fundamental 53 Tambien se menciona en la Segunda epistola de Clemente 13 14 53 Significado y alcances del amor a los enemigos EditarIdentificacion de los enemigos Editar Detalle de La crucifixion c 1515 de Matthias Grunewald No resulta facil amar a un enemigo de verdad a alguien que ha destrozado algo muy valioso en nuestra vida Jose Maria Cabodevilla Segun William Klassen algunos autores argumentaron que al referirse a los enemigos Jesus de Nazaret apunto con sus ilustraciones a la vida personal y que la doctrina no se debe aplicar a la enemistad internacional o civica mientras que otros estudiosos en numero creciente estan convencidos de que el termino enemigo se aplica en un sentido mas amplio 54 Segun Antonio Royo Marin son enemigos de una persona todos aquellos que le hicieron una verdadera injuria y no la han reparado aun aquellos que odian a esa persona y los que generan una antipatia justa por motivos racionales v gr por ser un mal ejemplo 29 Theissen y Merz senalan que el mandato de Jesus de Nazaret de amar a los enemigos no hace referencia unicamente a un enemigo personal sino que incluye tambien a los enemigos como grupo 45 En tal sentido el mandamiento abarca a quienes detentan el poder de perseguir y discriminar 55 Jose Maria Cabodevilla expresa de forma vivida la dificultad del amor a los enemigos al identificarlos simplemente con aquellos que han destrozado algo muy valioso en nuestra vida Amar al adversario No es facil Los que han tenido un verdadero enemigo lo saben bien no aquellos otros que hablan de enemigos refiriendose a quienes su vanidad o su envidia reputa como tales No resulta facil amar a un enemigo de verdad a alguien que ha destrozado algo muy valioso en nuestra vida Porque no es cuestion de pura benignidad esta no basta Hace falta amar de otra manera El mal obliga al amor a hacerse sobrenatural lo mismo que el misterio exige de la inteligencia que florezca en fe en virtud sobrenatural No puede el perdon sincero el perdon cristiano proceder de la indolencia ni del temor ni del afan egoista de tranquilidad Este perdon cristiano no ha de andar mendigando satisfacciones que nuestro ofensor por ejemplo se humille ante nosotros 56 Jose Maria Cabodevilla El amor a los enemigos en la moral cristiana Editar Alvarez Tabares considero el texto de Mateo 5 43 48 sobre el amor a los enemigos como la maxima etica de mayor exigencia para los cristianos venidos del judaismo 57 Para Paul Ricoeur el amor a los enemigos desborda cualquier imperativo etico normativo y constituye un mandato supra etico 58 Como explica el Catecismo de la Iglesia Catolica el mandato de amar a los enemigos es incompatible con el odio al enemigo en cuanto persona pero no con el odio al mal que hace en cuanto enemigo 59 El mandato evangelico no implica no tener enemigos el propio Jesus no se hizo ilusiones acerca de los fariseos o de Herodes 1 El amor no suprime la calidad de enemigos que puedan detentar los opresores ni la radicalidad del combate contra ellos 60 El ejercicio del amor a los enemigos a diferencia del amor de amistad no proviene de la esfera del sentimiento no se puede sentir afecto por obligacion y menos hacia alguien que resulta naturalmente odioso por no mostrar ningun costado de amabilidad perceptible a los sentidos 61 El amor a los enemigos que prescribe el mandato de Jesus atane exclusivamente a la voluntad el unico campo que permanece en la total responsabilidad y albedrio de cada ser humano 61 Agustin de Hipona formula las razones para amar a todos independientemente de la simpatia que se les tenga El que ama a los hombres ha de amarlos o porque son justos o para que sean justos 62 San Agustin De Trinitate Libro VIII 6 9 Luis H Rivas indico que la ensenanza de Jesus de Nazaret no se enfoca en la solucion de problemas especificos No se trata de un modelo a repetir de forma automatica con independencia de las circunstancias sino de un principio rector y orientativo a tener en consideracion por parte de aquellos que buscan seguir las ensenanzas de Jesus 63 En palabras de Agustin de Hipona A esta perfeccion deben tender todos los fieles pero no toda la multitud posee este bien tan grande San Agustin Enchiridion LXXIII El deseo del justo castigo Editar Siguiendo a Tomas de Aquino Royo Marin senala que reunidas las debidas circunstancias no se puede tachar de inmoral el deseo del justo castigo del culpable porque los malechores se animarian a persistir en sus maldades y tropelias si quedaran siempre impunes lo que acarraria trastornos graves a la convivencia en paz de la sociedad 64 El mismo autor indica que en el marco del cristianismo no es moralmente licito ejercitar la venganza por propia autoridad aunque se puede buscar la reparacion de la injuria y frenar o cohibir al delincuente en el acto delictivo Pero en ningun caso es moralmente licito tomar la justicia por mano propia a no ser que la legitima autoridad encargada de administrarla no pueda imponer la reparacion Sobre esta base es moralmente licito abrir pleito y recurrir a la autoridad publica encargada de la administracion de justicia para pedir el castigo de un enemigo al que se considera malhechor deponiendo todo odio interior y buscando unicamente el bien del culpable y de la sociedad y la reparacion de los derechos conculcados 64 Por otra parte Alfonso Maria de Ligorio es mas riguroso en cuanto al deseo de castigo por parecerle que apenas puede tenerse tal intencion sin que se coloree con algo de odio o de enemistad ya que un ser humano no suele manifestar el mismo celo por el castigo de los demas culpables sino solo por los que lo han ofendido a el lo cual resulta muy sospechoso 65 El amor a los enemigos en la literatura EditarLa novela Don Quijote de la Mancha presenta el amor a los enemigos como algo que no entra en el marco de la ley natural y que es caracteristico del cristianismo 66 Entre los sermones que Don Quijote pronuncia como caballero andante con autoridad propia se cuenta el discurso sobre el amor a los enemigos II 27 67 En La vida de Lazarillo de Tormes se menciona el amor a los enemigos como el mandamiento de Dios mas dificultoso 68 En su obra La cuna y la sepultura Francisco de Quevedo escribe cuan agradecida cosa es amar a los enemigos que tanto se aborrecen De aqui debes colegir cuan agradecida cosa es amar a los enemigos que tu aborreces tanto Y en realidad de verdad ni tu sabes cual es tu amigo ni cual es tu enemigo antes lo entiendes todo al reves Llamas amigo al que te presta para el juego al que te acompana en casa de la ramera al que te divierte y entretiene al que come y cena contigo al que te hace espaldas y al que te alaba Y enemigo llamas al que no haciendo nada desto dice mal de ti y te reprehende y va a la mano en todo siendo al reves que este es amigo tuyo pues es amigo de tu alma que eres tu y el otro es enemigo tuyo y amigo de tu hacienda apetito y perdicion 69 Referencias Editar a b c d Beauchamp 1978 Enemigo en Vocabulario de teologia biblica p 275 Este mandamiento destaca entre las exigencias mas nuevas de Jesus Le dieron muerte y el en la cruz los perdono Lucas 23 24 El cristiano que perdona no se hace ilusiones acerca del mundo en que vive como tampoco Jesus se hacia ilusiones acerca de los fariseos y de Herodes Jeremias Joachim 1974 Teologia del Nuevo Testamento I La predicacion de Jesus Salamanca Ediciones Sigueme p 251 ISBN 84 301 0556 5 El mandamiento de amar a los enemigos constituye el punto culminante de estas superaciones las exigencias mas graves de Jesus v g el amor a los enemigos a b Alvarez Tabares 2010 El amor a los enemigos p 156 se considera como lo propio y nuevo en el cristianismo respecto a sus competidores del judaismo y el mundo helenistico Meier John P 1998 Un judio marginal Nueva vision del Jesus historico Tomo I Las raices del problema y la persona Estella Navarra Editorial Verbo Divino p 70 ISBN 84 8169 203 4 a b de la Fuente E B octubre diciembre de 2001 La teologia y el testimonio de la caridad Teologia de la Caridad Cien numeros de Corintios XIII 100 p 85 ISBN 84 8440 266 5 La Didache un documento cristiano elaborado a lo largo de la segunda mitad del siglo primero comienza recogiendo las exigencias evangelicas referidas al amor al projimo incluso se recuerda amad a los que os aborrecen Beyschlag Karlmann 1977 Zur Geschichte der Bergpredigt in der Alten Kirche Zeitschrift fur Theologie und Kirche 74 3 291 322 Consultado el 29 de octubre de 2015 Beyschlag senala al gnosticismo como la unica excepcion a la aceptacion temprana de este mandato por parte del cristianismo En cambio el precepto de amar a los enemigos fue aceptado por Marcion a b c d Theissen y Merz 1999 El Jesus historico p 435 a b Fitzmyer 1987 El Evangelio segun Lucas p 610 las palabras de Jesus sobre el amor a los enemigos que en general se consideran autenticas a b Vidal Manzanares Cesar 1993 El primer evangelio el documento Q Barcelona Planeta p 113 ISBN 84 08 00205 8 el amor deberia hacerse extensivo a los enemigos Q 6 27 No cabe duda de que esta ensenanza es propia de Jesus y no se da en ninguna otra ensenanza moral Como mucho tanto judios como no judios habian llegado a la formula por otro lado admirable de no hagas a otro lo que no deseas que te hagan a ti No es extrano porque a fin de cuentas quien tiene deseo no digamos capacidad humana de amar a sus enemigos Pero la ensenanza de Jesus iba mucho mas alla Implicaba amar al enemigo hacer el bien a los que nos aborrecen bendecir a los que nos maldicen orar por los que nos denigran y renunciar a todo tipo de violencia incluida la defensiva a juzgar por las fuentes se corresponde con una interpretacion rigurosamente exacta de la ensenanza de Jesus a b Vidal Marciano 2007 Orientaciones eticas para tiempos inciertos entre la Escila del relativismo y la Caribdis del fundamentalismo Desclee de Brouwer p 81 ISBN 978 84 330 2117 5 Podemos preguntarnos si reconocido el trabajo redaccional que ha realizado el evangelista el contenido de esta motivacion se remonta en lo esencial hasta el Jesus historico Se puede pensar con bastante seguridad que la propuesta del amor a los enemigos es autenticamente jesuanica En cuanto a la motivacion existen indicios que avalan esa misma condicion a b Holmen Tom 2001 Jesus and Jewish Covenant Thinking Leiden Boston Koln Brill p 273 ISBN 90 04 11935 3 Consultado el 29 de octubre de 2015 Jesus rather than the early church initiated the motif and naturally the command it goes with In sum I thus think that the command to love one s enemies may safely be held as genuinely Jesuanic Tom Holmen indica ademas una sucesion de autores que adhieren a la postura de que este mandato es propio del Jesus historico Victor Paul Furnish 1972 Dieter Luhrmann 1972 Luise Schottroff 1975 John Piper 1979 Wolfgang Huber 1982 Gerd Theissen 1989 Gordon Zerbe 1993 Robert W Funk amp Roy W Hoover 1996 Hubert Meisinger 1996 William Klassen 1999 a b Nolland John 2005 The Gospel of Matthew a commentary on the Greek text Grand Rapids Michigan Wm B Eerdmans Publishing Company p 267 ISBN 978 0 8028 2389 2 a b Piper John 1979 Love Your Enemies Jesus love command in the Synoptic Gospels and in the early christian paraenesis Libro derivado de la tesis doctoral en Estudios del Nuevo Testamento en la Universidad de Munich Cambridge Cambridge University Press p 24 ISBN 0 521 22056 4 Seneca exhorta a la ausencia de represalias y a las buenas obras hacia los enemigos En ocasiones este comportamiento se basa en una imitacion de los dioses En esto esta muy cerca del Nuevo Testamento a b c d e Rivas 2015 Amen a sus enemigos p 48 a b Fitzmyer 1987 El Evangelio segun Lucas p 610 La diferencia entre estas concepciones y la palabra de Jesus consiste en que la doctrina en labios de Jesus adquiere forma de mandato Lambert Wilfred G 1996 Babylonian Wisdom Literature Winona Lake Indiana Eisenbrauns p 96 ISBN 0 931464 94 3 Consultado el 29 de octubre de 2015 Shupak Nili 2015 The contribution of Egyptian wisdom to the study of the biblical wisdom literature En Sneed Mark R ed Was There a Wisdom Tradition New Prospects in Israelite Wisdom Studies Atlanta Georgia SBL Press p 291 ISBN 978 1 62837 099 7 Para revisiones del material ver Waldmann M 1902 Die Feindesliebe in der antiken Welt und im Christ entum Vienna pp 19 88 Dihle A 1962 Die goldene Regel Gottingen Vandenhoeck und Ruprecht pp 8 12 80 109 Hesiodo 1990 Corbera Lloveras Maria Antonia ed Poemas Hesiodicos Madrid Akal p 101 ISBN 84 7600 401 X Consultado el 29 de octubre de 2015 Pindaro 1991 Piticas Mexico D F Universidad Nacional Autonoma de Mexico p XXVII ISBN 968 36 2193 7 Consultado el 29 de octubre de 2015 Lisias 1992 En pro del soldado Discursos vol I Madrid Consejo Superior de Investigaciones Cientificas p 186 ISBN 84 00 03189 X Consultado el 29 de octubre de 2015 Barbaglio Giuseppe 2009 Jesus de Nazaret y Pablo de Tarso Salamanca Secretariado Trinitario p 284 ISBN 978 84 96488 31 1 Luz 1993 El evangelio segun san Mateo p 428 Tucidides 1989 Macia Aparicio Luis M ed Historia de la guerra del Peloponeso Libro IV 19 1 4 Volumen 12 de Akal Clasica Madrid Akal ISBN 84 7600 356 0 Consultado el 29 de octubre de 2015 Piper John 1979 Love Your Enemies Jesus Love Command in the Synoptic Gospels and in the erly christian paraenesis Libro derivado de la tesis doctoral en Estudios del Nuevo Testamento en la Universidad de Munich Cambridge Cambridge University Press p 26 ISBN 0 521 22056 4 Epicteto encomia el amor al enemigo en un cinico y en sus Discursos III 22 81 82 manifiesta preocupacion por el bienestar de sus enemigos Strack H L Billerbeck P 1922 1961 Kommentar zum Neuen Testament aus Talmud und Midrasch Vol 1 Munich pp 353 368 Smith Morton 1952 Mt 5 43 Hate Thine Enemy The Harvard Theological Review 45 1 71 73 Rivas 2015 Amen a sus enemigos p 49 a b Royo Marin 1979 Teologia moral para seglares I p 385 Martini Carlo Maria 2004 Orar con los Salmos 8ª reimpresion Bogota San Pablo p 48 ISBN 958 607 005 0 Consultado el 29 de octubre de 2015 Krell Yehuda 2014 Paginas de odio Historia del antisemitismo Buenos Aires Editorial Dunken p 28 Consultado el 29 de octubre de 2015 a b Theissen y Merz 1999 El Jesus historico p 646 Dodd C H 1977 El fundador del cristianismo 3ª edicion Barcelona Herder p 84 ISBN 84 254 0939 X aquellos sectarios fanaticos cuyo Manual de disciplina hallado entre los rollos del mar Muerto les prescribia amar a todos los hijos de la luz y odiar a todos los hijos de las tinieblas a cada uno segun su culpa Pudo muy bien tratarse de alguna ensenanza de esta clase por la que Jesus dijera Habeis oido que se dijo Amaras a tu projimo y odiaras a tu enemigo Pero yo os digo Amad a vuestros enemigos Pagola Jose Antonio 2013 Jesus Aproximacion historica Buenos Aires PPC Cono Sur pp 270 271 ISBN 978 987 1931 32 3 Sabugal Santos 2007 Abba la oracion del Senor 2ª edicion Madrid Caparros editores p 683 ISBN 978 84 96282 17 9 Consultado el 29 de octubre de 2015 la praxis de los esenios de Qumran cuya regla prescribe amar a los hijos de la luz y odiar a todos los hijos de las tinieblas 1QS 1 9 10 Una interpretacion por lo demas no exclusiva de aquellos sectarios Tacito 1999 Tapia Zuniga Jose introduccion traduccion y notas ed Historiae Liber V 5 Mexico D F Universidad Nacional Autonoma de Mexico ISBN 968 36 7817 3 misericordia in promptu sed adversus omnis alios hostile odium Klassen William 1998 The Authenticity of the Command Love your enemies En Chilton Bruce David Evans Craig A ed Authenticating the Words of Jesus en ingles Leiden Boston Colonia Brill p 407 ISBN 90 04 11301 0 Consultado el 29 de octubre de 2015 The formula Be good to or love your friends and hate your enemies was very widespread in the ancient world and occurs in many layers of documentation Rather than look in vain throughout Jewish sources including Qumran for these exact words we should simply treat them as a part of general folk wisdom which Jesus listeners had heard and which were well known to Matthew s audience as well Klassen William 1998 The Authenticity of the Command Love your enemies En Chilton Bruce David Evans Craig A ed Authenticating the Words of Jesus en ingles Leiden Boston Colonia Brill p 388 ISBN 90 04 11301 0 Consultado el 29 de octubre de 2015 I believe with greater certainty that the command comes from Jesus than I do that the illustrations do Bruner Frederick Dale 2004 Matthew A Commentary Vol 1 The Christbook Matthew 1 12 Gran Rapids Michigan William B Eerdmans Publishing Co p 267 ISBN 0 8028 1118 3 Consultado el 19 de noviembre de 2015 Bultmann R K 1976 1921 History of the Synoptic Tradition 105 San Francisco Harper ISBN 0 06 061172 3 Bultmann senalo que si en algun lugar podemos encontrar lo que es caracteristico de la predicacion de Jesus es en su mandato de amar a los enemigos if anywhere we can find what is characteristic in the preaching of Jesus Braun H 1960 Hebt die heutige neutestamentlich exegetische Forschung den Kanon auf Gesammelte Studien zum Neuen Testament und seiner Umwelt Luth Verlagshaus pp 310 324 Verges Salvador 1981 La conversion cristiana en Pablo Salamanca Ediciones Secretariado Trinitario p 218 ISBN 84 85376 31 5 Consultado el 29 de octubre de 2015 Fitzmyer 1987 El Evangelio segun Lucas p 610 una replica exacta Alvarez Tabares 2010 El amor a los enemigos p 157 a b Theissen y Merz 1999 El Jesus historico p 190 La expresion no ha de restringirse a los enemigos personales dentro de la propia hermandad como si se tolerase el odio hacia los enemigos del grupo asi no habria ninguna diferencia entre el cristiano y el pagano o el publicano 5 46 47 El vecino es el que pertenece al propio grupo o parentela pueblo o ciudad religion o nacion tribu o raza En muchos idiomas se utiliza la misma palabra para designar al extranjero forastero o enemigo En Mateo se especifica que el enemigo es el perseguidor probable reflejo de la experiencia de la Iglesia primitiva Lucas dice los que os maltratan 6 27 Theissen y Merz 1999 El Jesus historico p 436 El doble plural de la exhortacion amad a vuestros enemigos hace referencia a la relacion entre grupos Esto sorprende porque los precursores judios en derecho casuistico y en sabiduria presentan la forma singular cf por ejemplo Ex 23 4s Cuando encuentres extraviado el toro o el asno de tu enemigo Prov 25 21s Si tu enemigo tiene hambre Theissen y Merz 1999 El Jesus historico p 436 El imperativo no es valido solo para el enemigo privado como entiende S Schulz Ethik 45 sino a todos los enemigos incluidos los adversarios religiosos y los opresores politicos Pinero Antonio 2006 Guia para entender el Nuevo Testamento Madrid Editorial Trotta p 190 ISBN 84 8164 832 9 Asiain Justo 1980 Inseguridad riesgo y paz en la vida y el mensaje de Jesus 1ª edicion Buenos Aires Ediciones Carlos Lohle pp 32 36 Cabodevilla 1986 Discurso del padrenuestro Ruegos y preguntas pp 337 341 Cabodevilla menciona diferentes grados de perdon Renunciar a toda venganza devolver bien por mal excusar asumir la culpa del otro olvidar seguir amando La caridad no piensa asi por falta de experiencia sino al contrario por un exceso de lucidez de penetracion Madame de Stael decia que quien supiera comprenderlo todo querria perdonarlo todo Alli donde el mundo solo percibe un delito el perdon rastrea las huellas de un atenuante que lo explica todo en profundidad a b Viviano Benedict T 2004 Evangelio segun Mateo En Brown Raymond E Fitzmyer Joseph A Murphy Roland E eds Nuevo Comentario Biblico San Jeronimo Nuevo Testamento y articulos tematicos Estella Navarra Editorial Verbo Divino p 87 ISBN 84 8169 470 3 a b c Luz 1993 El evangelio segun san Mateo p 421 a b Luz 1993 El evangelio segun san Mateo p 431 Klassen William 1997 Freedman David Noel ed The Anchor Bible Dictionary Vol 4 Nueva York Doubleday pp 387 392 Alvarez Tabares Omar Julian 2013 Doctrina moral en los primeros cristianos Kenosis Universidad Catolica de Oriente 1 1 49 67 Consultado el 4 de junio de 2018 Cabodevilla 2004 Cristo vivo p 501 Alvarez Tabares 2010 El amor a los enemigos p 145 Ricoeur Paul 1993 Amor y justicia Madrid Caparros Editores p 30 Catecismo de la Iglesia catolica 1933 1992 Tamayo Acosta Juan Jose 1990 La Teologia de la liberacion Antologia del pensamiento politico social y economico de America Latina volumen 10 Ediciones de Cultura Hispanica p 172 ISBN 978 84 723 2540 1 a b Cabodevilla 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fortunas y adversidades Las cien mejores obras de la literatura espanola volumen 9 Madrid Editorial Ibero africano americana p 134 Quevedo Francisco de 1859 Obras de D Francisco de Quevedo Biblioteca de autores espanoles desde la formacion del lenguaje hasta nuestros dias Tomo II Madrid M Rivadeneira p 86 Consultado el 29 de octubre de 2015 Citas biblicas Editar Escuela biblica de Jerusalen 1976 Biblia de Jerusalen edicion espanola Bilbao Desclee de Brouwer p 1395 ISBN 84 330 0022 5 Escuela biblica de Jerusalen 1976 Biblia de Jerusalen edicion espanola Bilbao Desclee de Brouwer p 1467 ISBN 84 330 0022 5 Escuela biblica de Jerusalen 1976 Biblia de Jerusalen edicion espanola Bilbao Desclee de Brouwer pp 971 972 ISBN 84 330 0022 5 Escuela biblica de Jerusalen 1976 Biblia de Jerusalen edicion espanola Bilbao Desclee de Brouwer p 1154 ISBN 84 330 0022 5 Escuela biblica de Jerusalen 1976 Biblia de Jerusalen edicion espanola Bilbao Desclee de Brouwer p 803 ISBN 84 330 0022 5 Escuela biblica de Jerusalen 1976 Biblia de Jerusalen edicion espanola Bilbao Desclee de Brouwer p 845 ISBN 84 330 0022 5 Escuela biblica de Jerusalen 1976 Biblia de Jerusalen edicion espanola Bilbao Desclee de Brouwer p 94 ISBN 84 330 0022 5 Escuela biblica de Jerusalen 1976 Biblia de Jerusalen edicion espanola Bilbao Desclee de Brouwer p 889 ISBN 84 330 0022 5 Lucas 6 6 11 Lucas 11 53 54 Mateo 12 38 39 Mateo 15 1 9 Mateo 19 3 Juan 8 5 6 Juan 5 18 Juan 7 25 26 Mateo 12 14 Mateo 26 3 5 Juan 11 57 Juan 7 19 22 Mateo 23 1 33 Mateo 26 14 16 Mateo 26 47 50 Marcos 14 14 16 Marcos 14 43 46 Juan 18 1 12 Lucas 22 3 6 Mateo 26 59 60 Marcos 14 55 59 Juan 18 29 32 Juan 19 14 16 Mateo 27 20 23 Marcos 15 11 15 Lucas 23 20 23 Lucas 23 34 Escuela biblica de Jerusalen 1976 Biblia de Jerusalen edicion espanola Bilbao Desclee de Brouwer p 1696 ISBN 84 330 0022 5 Escuela biblica de Jerusalen 1976 Biblia de Jerusalen edicion espanola Bilbao Desclee de Brouwer p 1637 ISBN 84 330 0022 5 Escuela biblica de Jerusalen 1976 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español

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