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Indumentaria femenina en España

Indumentaria femenina en España es el conjunto, evolución y expresión del vestido de mujer a lo largo de la historia española. Parte de precedentes con marcada personalidad desde la sofisticada estética oriental de la mujer ibera a las funcionales vestimentas de hispanorromanas y visigodas, las aportaciones de la cultura mozárabe estudiadas ya por Gómez-Moreno y Sánchez-Albornoz, y las señas de identidad del vestido románico y gótico. Todo ello configuraría a partir del Renacimiento, la personalidad 'española' en la historia del traje femenino.

La maja vestida pintada por Francisco de Goya en la primera década del siglo XIX. Complementa el vestido blanco y trasparente ceñido a la cintura con gran lazo rosa (de gusto francés y por tanto ajeno a la vestimenta típica de los majos) con chaquetilla corta o bolero, de mangas anaranjadas con los puños rematados con encaje negro y unos escarpines de seda dorados y de punta afilada.[1]Museo del Prado (Madrid, España).

Las colecciones españolas de trajes

Además de la iconografía producida por los distintos pueblos que componen la nación española y de los ejemplos conservados en instituciones y museos de sus diferentes autonomías, una de las fuentes más específicas sobre la indumentaria en España fueron las "colecciones españolas de trajes" que se editaron a partir de la segunda mitad del siglo XVIII.

La primera colección española de trajes, una colección de 86 estampas del grabador Juan de la Cruz Cano y Olmedilla, data de 1777. Obra concebida como un magno catálogo, continuó publicándose hasta 1788 con el título de Colección de trajes de España, tanto antiguos como modernos, que comprehende todos los de sus dominios, pero quedaría inconclusa con la muerte del autor.[2]​ Para los dibujos contó con la colaboración de su sobrino Manuel de la Cruz, Antonio Carnicero, Luis Paret y otros artistas menos conocidos,[3]​ y reunía un conjunto muy amplio de trajes de los diferentes estratos sociales desde el pueblo más humilde a la más soberbia nobleza.

Otras colecciones complementarias que pueden citarse fueron la publicada por Cesare Vecellio en 1794, con 48 estampas dedicadas al traje español, dentro de la Colección de trajes que usan todas las naciones conocidas hasta el siglo XVI, dibujadas por Ticiano y Cesar, su hermano,[4]​ o el catálogo de grabados del coleccionista y anticuario francés François Roger de Gaignières.

A la zaga de estas colecciones iconográficas, están otros manuales más modestos como por ejemplo la Monografía del traje escrita e ilustrada por José Puiggari, y publicada en Barcelona en 1886.[5]​ Otra referencia interesante se encuentra en las colecciones de artículos costumbristas de la mitad del siglo XIX, obras como Los españoles pintados por sí mismos o la titulada Las españolas pintadas por los españoles (1871-72), en la que colaboraron escritores de la categoría de Galdós (con dos artículos); en este grupo puede incluirse Las mujeres españolas, portuguesas, y americanas, en la que colaboraron Pedro Antonio de Alarcón, Juan Valera o el marqués de Molins.[6]

Periodos precedentes

 
Gran Dama Oferente, escultura íbera en piedra caliza (altura: 135 cm, anchura: 39 cm, profundidad: 38 cm), procedente del yacimiento del Cerro de los Santos, en Montealegre del Castillo (provincia de Albacete, Castilla-La Mancha); siglos V al IV a. C. Museo Arqueológico Nacional de España.

Muy diferentes pueblos, culturas y civilizaciones fueron conformando en la península ibérica y los archipiélagos que en el siglo XXI constituyen el territorio español, la que a partir del siglo XV se podrá llamar historia del vestido de mujer en España.

Paleolítico

El primer indicio de vestimenta femenina en la Península ibérica aparece en las imágenes rupestres de las Cuevas de El Cogul (Lérida), donde unas estilizadas mujeres exhiben unas curiosas 'faldas' o pampanillas de pieles. Los investigadores señalan la existencia en ese periodo primitivo de prendas de esparto (vestidos, sandalias, gorros) fabricadas con técnicas de cestería, anterior a la tejeduría.[7]

Periodo prerromano

Valiosos restos arqueológicos como la Dama de Baza, la Dama oferente y la Dama de Elche dan una idea del vestido de la mujer ibera, básicamente compuesto por camisas, túnicas y mantos, complejos tocados y grandes pendientes.[a]​ El claro supuesto de que las damas representadas son diosas o personas de la alta nobleza excluye que la suntuosidad de los adornos de pasamanería, joyas, diademas, grandes rodetes trenzados y mitras cónicas que componen los tocados, fueran lujos cotidianos y comunes a todas las mujeres. Sí parece claro el uso de la túnica larga y manga recortada (una interior y otra exterior, cubiertas ambas con un manto de abrigo), ocasionalmente decoradas con cenefas, ajedrezados rojiblancos, flecos e iconografía procedente de la influencia de etruscos, griegos y cartagineses.[8]

Periodo romano

Con muchas coincidencias con el vestido masculino, la indumentaria de la mujer en la Hispania Romana se puede ordenar en tres grupos principales:[9]

  • Túnicas, de diversos tejidos y ceñidas al pecho con la amplia variedad de corsés romanos: «fascia», «amictorium», «mammillare», «strophium», «pectoralis» y «taenia». Los modelos femeninos de túnica eran más largos que los vestidos por el hombre, con mayor colorido y decoración (por lo general una banda púrpura o dorada bajando desde el cuello hasta los pies).[10]
  • Stolas, más amplias que las túnicas, con o sin mangas y ceñidas con un cinturón, emparentadas con tipos de manto característicos de esta civilización, como la ancha «palla» rectangular (que en ocasiones le servía a la mujer para cubrirse la cabeza), el «peplum» abrochado a la espalda con una fíbula y también ceñido con cinturón, o el ligero «supparum».
  • Complementos, esencialmente joyas (broches, fíbulas, diademas, tiaras, brazaletes, collares, anillos y pendientes muy variados), un «mantus», o manguito para calentarse las manos, y calzado de piel más fina y más adornado que el masculino.

Periodo medieval

Dejando a un lado la escasa información y documentación sobre la indumentaria femenina entre los visigodos,[b][11]​ la circunstancia más influyente para la mujer de la Península en la Alta Edad Media fue la invasión árabe; ello determinará la mutua influencia y fusión de elementos del vestido femenino entre el Califato y los reinos cristianos a lo largo de ocho siglos de convivencia.[12][c]​ Son guía esencial en este aspecto, la iconografía recogida en la década de 1940 por Sánchez Albornoz y el arqueólogo Gómez Moreno, a partir de la Miniaturas Mozárabes conservadas en los códices manuscritos conocidos como el conjunto de Beatos y el Glosario de Menéndez Pidal del Poema del Mio Cid.[13]​ En términos generales, la indumentaria femenina solo diferirá de la masculina, por su carácter talar que progresivamente además de cubrir los pies llegará a arrastrar por el suelo (traído al siglo XXI, se explicaría con la frase: 'se llevan las tallas muy largas').

Alto medioevo

Fruto de la fusión progresiva de la herencia romano-visigoda, la moda bizantina aportada por las peregrinaciones y el comercio, y el desarrollo de la cultura mozárabe, se pueden destacar algunos aspectos de la personalidad de lo hispano en el vestido de la mujer, más allá de piezas clásicas como el largo brial femenino (que evolucionarán hacia la salla encordada de las clases distinguidas castellanas y la gonela aragonesa, el "pellizón" o "piel" y los mantos, y un calzado mixto compuesto por modelos atados con cintas y polainas, y botas o borceguíes, muchas veces puntiagudos.[14]​ Es importante señalar que a la moda mozárabe se le debe la innovación de los trajes bicolores, que aparecieron en la península ibérica bastante antes que en el resto del continente Europeo.[15]

A partir del siglo XIII, el comercio de lanas con Inglaterra y Flandes,[16]​ permitiría que en el periodo gótico influyesen en el resto de Europa prendas como las camisas labradas y en general los tejidos árabes, hispanomusulmanes y mudéjares.[17]​ Esta línea de producción recorrió las sucesivas etapas: califal (con los dos periodos, omeya de influencia persa, y sasánida), almorávide y almohade (con interesante decoración de lacería de inspiración africana y copta). Como una etapa consecuente pero independiente a la vez, se manifiesta la moda derivada de la cultura y los tejidos mudéjares en una decoración poblada de elementos de la heráldica, castillos, águilas, leones, lises y algunos símbolos islámicos como los motivos geométricos, vegetales o las estrellas de ocho puntas.

Los tocados
  • El tocado, de origen bizantino del periodo románico que, cubriendo la cabeza, cuello y hombros, podía descender hasta el pecho.
  • Tocado 'español' que enmarca el rostro con tiras de tela rizada y se sujeta con un bonete.
  • Tocados "puramente españoles", como el que presenta "elementos laterales cónicos o planos" por encima de la copa, o el tocado "casi cilíndrico", más alto que el birrete masculino. Excelentes ejemplos de ambos modelos se encontraron en el convento burgalés de Las Huelgas. Hay que anotar también que, como signo de permanencia de la estética musulmana, estos tocados 'españoles' se combinaban a menudo con "tocas o bandas rizadas de tela" que a modo de velo llegaban a tapar parte del rostro.[18]
  • Tocado del periodo tardío (siglos XII al XIV), tras las cruzadas, similar a un turbante, a partir de una larga y estrecha pieza de tela enrollada a la cabeza.
  • Tocado de una sola pieza dejando el cuello a la vista o cubriéndolo con otro complementario, también del románico tardío y que se conservaría hasta finales del siglo XV).[14]
Bordados y tejidos

Una técnica heredada de periodos anteriores permitía el bordado en lanas, linos y sedas combinados con metales, generando diversos tipos de punto:

  1. punto estirado o bordado llano,
  2. «opus consutum» o de aplicación,
  3. «opus plumetis» o «plumarium»,
  4. punto de apariencia enarenada llamado «opus pulvinarium»;
  5. bordado ajedrezado a dos caras, formando ondas;
  6. y los llamados 'puntos de figuras'.

Un ejemplo del bordado románico, fruto de la colaboración de talleres cristianos y musulmanes, es el forro del arca de las reliquias de san Isidoro (hacia 1063). Tejido en lino, muestra un bordado "estirado" con figuras zoomorfas y círculos tangentes en una decoración en red.[19]

Bajo medioevo

Todos los investigadores coinciden en resaltar la invasión -una de las primeras- del gusto francés (Occitano, Franco y Flamenco) en la moda de los reinos de la Península en el umbral del Renacimiento. La indumentaria femenina se hace más femenina aunque sin llegar a producir siluetas sinuosas. La mujer del siglo XIV muestra su torso ceñido por vestidos que marcan el pecho y muy escotados mostrando la garganta, clavículas y hombros.[20]​ Completan la indumentaria cotardias y gardacós, así como la costumbre de alargar con colas los vestidos 'de encima', alargamiento que recibiría el nombre de faldas.[d]

En este periodo de transición de los siglo XIV y XV, la pieza más original del traje femenino 'español' fue la mantonina o mantonet catalano-aragonés, como su nombre anuncia, manto corto que cubría las caderas. Otra nota distintiva del gusto general europeo fue la conservación del uso de la cofia, en especial un modelo con larga cola y cubierta con cintas entrelazadas, quedando el pelo recogido en una trenza bajo esta funda.[21]​ Otro complemento autóctono fueron las tecas, original tocado que llegaba a cubrir la cara y evidente origen.[22]

José Puiggari en su Monografía del traje, hace una descripción general de la indumentaria femenina en la segunda mitad del siglo XIV con estos términos:[23]

"Las señoras y aldeanas españolas, ponían á sus camisas cabezones y puñales, colleras ó collaradas: atábanse las calzas ó medias con ligas: traían corpiños, jubones y guarda-cuerpos, sayas, quízas rabilargas, pellotes, goneles, briales, garnachas y delantales; mantones, cofias, cabezales, frontaleras, guirnaldas y coronas, redecillas, tocas, prendederos, velos, crespinas, el peinado á la castellana en Cataluña, etc."
José Puiggari (1886)

Historia del vestido de mujer en España

Renacimiento

“Viste saya sobre saya
mantellín de tornasol
camisa con oro y perlas
bordada en el cabezón.
En la su boca muy linda
lleva un poco de dulzor,
en la su cara tan blanca
un poquito de arrebol,
y en los sus ojuelos garzos
lleva un poco alcohol.”
Antonio Ruiz de Santillana “La brisa de amor“ (siglo XVI)

Así cantaba y describía el trovador Ruiz de Santillana[24]​ a la hija de Jaime I de Aragón, en el escenario sagrado de un oficio litúrgico,[25]​ exponiendo una línea de maquillaje y moda que nada tendría que envidiar a las propuestas de un blogg de belleza del siglo XXI.

Durante el siglo XV, el vestido de mujer continuó bajo las influencias del gusto francés hasta su último cuarto. No obstante hay que mencionar la aparición de prendas semiinteriores como el cos (corpiño o especie de jubón femenino), y las "faldetas" o faldillas. A partir de la segunda mitad del siglo se impone el uso de la basquiña junto al gonete.[26]​ También aparecen los monjiles, prendas asexuadas, amplias, cortas y flotantes, y su par talar, el hábito. En cuanto a la vestimenta 'de encima' en las mujeres, se han clasificado con ciertas dificultades de identificación piezas como la aljuba (que será luego la "sobresaya"), la cota y la ropa (vestido hasta el suelo con varios cortes en las faldas).[27]

Resulta curioso que con la apropiación de elementos del vestuario masculino, en conjunto, la silueta femenina evolucionó desde una figura menuda en la que se resaltaban no obstante las caderas, la cintura, cuello y hombros, hacia una más estilizada a partir de 1440, con la cintura más alta de lo natural aumentando el simbolismo del vientre con la ayuda de bandas o cinturones de seda -como el "tejillo"-, o de fajas superficiales. También de forma progresiva los escotes fueron descendiendo hasta casi alcanzar la cintura,[28]​ como ocurrió en la segunda mitad del siglo XV, cuando el vestido de la mujer española -cuya figura de pecho abombado y talle largo, opuesta a la moda de la época, sugería cierta masculinidad- presenta novedades importantes tales como los manguitos (cubriendo los antebrazos) y el recurso del verdugado (aros forrados cosidos a la falda) que sugerían formas acampanadas.[29]​ Este elemento revolucionario en el vestir femenino sería el precedente del «farthingale» inglés y recursos posteriores como el "tontillo", el miriñaque o el guardainfante.[30]

Moda y privilegio

Es necesario insistir en recordar que, en su conjunto, los estudios sobre la indumentaria histórica en general quedan limitados a una crónica del traje de las clases privilegiadas cortesanas. El pueblo llano, labradores, obreros y artesanos, de entrada "no tenían derecho a vestir como los miembros de las clases superiores", ni por supuesto posibilidades; se concedía cierta permisividad a los más significados representantes de gremios económicamente fuertes como el de los mercaderes o el de algunos artesanos y artistas (pintores de corte, actores singulares o muy populares, para quienes la justicia "hacía la vista gorda"). La indumentaria de la gente humilde, es decir la inmensa mayoría del país, apenas cambió con el paso de los siglos. Otro grupos con vestimenta particular o marginal fueron los judíos y moriscos, pero en medio de una complicada legislación que fluctuaba peligrosamente según épocas y reinados, pasando de la prohibición total -o la expulsión física como en el caso de los primeros- a una cierta permisividad en el caso de las comunidades moriscas.[31]

Sobretodos y tocados españoles del XV al XVI

La riqueza y variedad de estas las prendas de exterior en el renacimiento español y su influencia en la moda europea del siglo XVI, al igual que los variados tocados femeninos, hacen necesaria una clasificación:[32]

  1. El mantillo fabricado con poca tela pero que llegaba a cubrir todo el cuerpo; muy habitual.
  2. El mantonet, corto manto similar a la mantonina.
  3. La hopa, manto común para hombres y mujeres, lujoso y con mangas opcionalmente 'perdidas'.
  4. También 'unisex' fueron la loba, el tabardo y el capuz. Con el tiempo, el capuz perdió la "capilla" y aparecieron las "maneras", aberturas de la "loba" para sacar los brazos, un signo de identidad de la indumentaria femenina española que acabaría imponiéndose en la moda europea del siglo XVI.[e]

En cuanto a los tocados, a excepción de en las doncellas, fueron elemento esencial indispensable -habida cuenta de la costumbre de la mujer renacentista europea de llevar cubierta la cabeza-, recogiendo influencias de Borgoña y los estados que luego compondrían Italia.[32][33]

  • Tocas: confeccionadas habitualmente en lino, holanda y sedas finas. A partir de una cierta edad muchas mujeres usaban tocas trasparentes sobre la cofia (quizá como signo de rango o riqueza).
  • Cofias o albanegas: confeccionadas con las mismas telas que las tocas, aunque con un corte más elaborado que se adaptaba a la forma de la cabeza. De entre los diversos modelos, sobresale la cofia de tranzado (con a) que aparece al final del siglo XIV, provista de una cola en la que podía introducirse la trenza, por lo general adornada con cintas. Entre las cofias de red, asimismo originadas en el siglo XIV, están las "crespinas" -hechas con hilos de oro, plata y perlas- y los "capillejos" de seda.[34]
  • La garlandas, que solían usarse junto con la toca. Un modelo evolucionado de origen francés y muy desarrollado entre 1450 y 1470 era el "tocado de cuernos" con armadura de "trufas" y cubierto de velos.[34]​ Modesta fantasía que anticipaba la visión de la cabeza de la mujer como un postre exótico que prosperaría en los siglos siguientes (pudiendo decirse que alcanzó su zenit con Carmen Miranda).
  • Tocados, como los "chapeles" o las "tiras de cabeza" (adornos imitando diademas), que enmarcaban el rostro de la mujer española renacentista reforzando el peinado típico del cabello liso tapando parte de las mejillas.[34]​ Muy frecuente en la iconografía de las reinas y cortesanas europeas del siglo XVI es la llamada toca de papos (con una imagen similar a la que en el siglo XXI ofrecen las orejeras de diadema con sus abultados pompones).[35]

El lujo y fray Hernando de Talavera

Innopinado cronista de la moda española del siglo XV, fue el confesor y consejero de Isabel la Católica; como ha quedado patente en sus diatribas expresadas así en su Tratado del vestir, del calzar y del comer, publicado en 1477:

(cita en castellano antiguo, se respeta la ortografía original)

"Y a quien podrá dezir las mu-eev-dangas de las faldetas y diuersidades de muchas; y muchas maneras de los briales de fustán, de paño, de seda y, a las vezes, de brocado; de las cortapisas; de las alhorzas, ya chamorras ya francesas; de las faldas, quando muy luegas quando muy cortas, y aun quando redondas, y aquello era bueno; de las aliubas, cotas, balandranes, marlotas y tauardos de paño, de peña, de lino y de seda; de las cintas y texillos de diuersas maneras labrados y guarnecidos; y de los redondeles y por demases y mantos con gonelas del otro tiempo; y de los mantos lombardos y seuillanos, quando cintados quando cayrelados."
Hernando de Talavera

Siglo XVI

 
Catalina Micaela de Austria, hija de Felipe II e Isabel de Valois, pintada por Sánchez Coello hacia 1585. Viste "salla castellana entera" de seda, de mangas redondas, abiertas y unidas con puntas por encima de las manguillas brocadas (de las que sobresalen los puños de encaje). Adornan el cuerpo, collarín, botones y cinturón de orfebrería. La lechuguilla llega a tapar las orejas y toca su peinado con un bonete enjoyado de perlas. Posa una mano en un mueble -significando su alto nacimiento- mientras la otra sujeta unos guantes, símbolo de femineidad.

El siglo XVI, con la expansión que caracterizó los reinados de Carlos I y su hijo Felipe II, supuso la hegemonía del traje español en la vieja Europa y en la nueva América. Aunque en general se trató de una vestimenta de tono grave y severo, no estuvo reñida con el lujo; se estilizaron las líneas del cuerpo llevándolas a formas rectas y geométricas, para los dos sexos.[36]

Lo más significativo de este periodo fue la necesidad de distorsionar la anatomía femenina, proceso que se conseguiría gracias a dos prendas: el cuerpo y el verdugado.[37][f]​ En el peor de los casos estos castigos de la moda impedían sentarse y respirar, además de requerir una pequeña corte de sirvientas y camareras para instalar, mantener y desinstalar su funcionalidad. La alternativa en el vestido de la mujer o traje de vestir 'a cuerpo' fue la saya que evolucionó de prenda de una pieza a dos piezas independientes pero por lo general confeccionadas con las mismas telas, adornos, etc., aunque también podía combinarse el sayo alto -y sin escote- con la basquiña.[38]​ Otra prenda procedente de la indumentaria masculina que a través de la moda española pasaría a los Países Bajos, fue la ropa de mujer, una especie de sobretodo.

La Contrarreforma, sostenida y animada por Felipe II impuso su ley en la vestimenta de las mujeres de la corte española: desaparecieron por completo los escotes, relevados por altos cuellos de lechuguillas, erróneamente considerados gorgueras,[39]​, que fueron creciendo a medida que avanzaba el siglo hasta ser tan grandes que necesitaban un armazón de alambre, llamado "rebato" (como puede apreciarse en algunos retratos femeninos de Sánchez Coello). Y mientras los cuellos subían las faldas bajaban hasta cubrir por completo los pies de la mujer, incluso estando sentada, siendo terrible falta de etiqueta que esto sucediera.[39]

Catálogo de excepción de la indumentaria de la mujer española de este siglo y el siguiente son las salas dedicadas en el Museo del Prado de Madrid a la corte de los austrias. Y como no menos 'excepcional revistero' de usos y costumbres en el vestir de los menos ricos en ese mismo periodo, Miguel de Cervantes dejó su aguda crónica en las páginas del Quijote.[40]

Siglo XVII

Con el ocaso de la casa de Austria, la ropa cortesana de la mujer se somete al dictado de la moda francesa. Los cónicos y rígidos verdugados perduran hasta casi la mitad del siglo dando paso al guardainfantes de origen francés. Los enormes "cuellos" de encajes o "lechuguillas", comunes en hombres y mujeres y tan criticados por Quevedo y tan habituales en los cuadros del Greco, obligaron al peinado femenino a construirse hacia arriba, predominando el pelo rizado.[41]​ Un paseo por la pintura de Velázquez y Claudio Coello permite hacerse una idea bastante completa de los usos y costumbres indumentarios de las mujeres de la realeza y la nobleza antes de la instauración de los borbones en la corte española.[42][43]

Pasarela Velázquez

Siglo XVIII

La indumentaria femenina a partir del siglo XVIII permite el estudio de dos modas que se acabarán fundiendo, de un lado el vestido a la francesa traído por la dinastía de los monarcas borbones y sus esposas, y de otra parte la vestimenta defendida por las clases populares, que en la capital del reino, Madrid, representaban las manolas y majas con sus basquiñas de alegre colorido, las "chaquetillas de caireles" y las castizas mantillas. Un siglo después el Marqués de Lozoya lo expresaba así: "La dualidad de la España del siglo XVIII se refleja vivamente en la indumentaria. En tanto que las clases elevadas esperan con impaciencia el figurín de Francia, el pueblo se apega cada vez más a sus trajes castizos. Es el siglo de oro de los atavíos populares y regionales, y muchos, en estos momentos, adquieren su forma definitiva."[46]

Inicialmente, en la corte, palacios y academias las damas se sometieron al "panier", hijo de verdugados y guardainfantes del siglo anterior, que al entrar en España perdió su nombre francés para conocerse como tontillo y más tarde como "chillón" (debido el ruido que al moverse hacía su armazón de varillas de hierro y madera.[46]​ La obra de Francisco de Goya ofrece un catálogo completo de la evolución del vestido femenino entre el último cuarto del siglo XVIII y los primeros años del siglo XIX.[47]

Pasarela Goya

Siglo XIX

La moda femenina en los primeros años del siglo XIX reparte sus atenciones a la moda inglesa, el traje Neoclásico (liberando a la mujer -temporalmente- de corsés y tontillos) y la creciente presencia del majismo que tendría una gran repercusión internacional gracias a los viajeros del Romanticismo.[g]​ Tras el estancamiento general que supuso el reinado de Fernando VII, la larga presencia en la titularidad del gobierno de Isabel II (1833-1868)y la regente María Cristina (1885-1902), marcaron la pauta en el vestido del sector adinerado del país.[48]​ Así quedan retratados en gran parte de la obra de Federico de Madrazo, mientras la sobriedad en el vestido de las clases medias hay que buscarlo en los cuadros de Esquivel. Para acercarse al vestido femenino más modesto y el traje rural es muy interesante la obra de Valeriano Domínguez Bécquer, el hermano del famoso poeta romántico.

El último tercio del Diecinueve, el árbitro de la moda que muy pronto se convertirá en la "alta costura" se rindió a la moda francesa del polisón y la 'cintura de avispa'.[49]​ A la emperatriz francesa de cuna española Eugenia de Montijo le debe la mujer del siglo XX la promoción y difusión de la crinolina que al cruzar los Pirineos se convirtió en miriñaque.[50]​ Puede resultar curioso recoger las opiniones que el Diario Oficial de Avisos exponía sobre este hijo del tontillo y nieto del guardainfante:[51]

"¿Quién duda que el miriñaque bien hecho y con buena forma viste muy bien y con elegancia? ¿Quién duda que es cómodo porque evita el llevar cuatro o cinco pares de enaguas que tanto molestan por el mucho peso?¿Y quién puede dudar que es económico, porque evita el lavar, planchar y almidonar tantas enaguas?"
Diario de Avisos de Madrid

Revistas, pintores y cartelistas

En la década de 1830 hacen su aparición en España las primeras revistas de moda, que en países como Inglaterra y Francia ya existían hacía medio siglo. Así, en publicaciones como El Correo de la Damas o el Semanario Pintoresco Español se incluían algunas cromolitografías sobre moda para ambos sexos, que luego se ampliaron en semanarios como La Psiquis, La Mariposa (en Madrid), El Guadalhorce, de Málaga, o El Cisne de Valencia.[50]

Siguiendo ese ejemplo, pero ya a caballo entre el siglo XIX y el XX, un escaparate de excepción sobre la moda femenina y valiosa documentación son los catálogos de publicaciones como La Ilustración Española y Americana o Blanco y Negro, y una parte importante de la obra de pintores como Anglada Camarasa, Ramón Casas, Valeriano Domínguez Bécquer, Francisco Iturrino, Raimundo Madrazo, Julio Romero de Torres, Joaquín Sorolla, Santiago Rusiñol, Ignacio Zuloaga o el propio Picasso. En el campo más específico de la moda y el diseño sobresalen artistas como Mariano Fortuny Madrazo (1871-1949) o cronistas visuales como Rafael de Penagos (1889-1954) y una larga lista de dibujantes-cartelistas como Bujados, Bartolozzi, Pepito Zamora, Eduardo García Benito, Carlos Sáenz de Tejada o José Loygorri.[52]

Siglo XX

 
Auxiliar de vuelo de la compañía aérea Iberia con el uniforme diseñado por Manuel Pertegaz en 1968 (hasta 1972).[53]

El siglo veinte español, a pesar de una guerra civil y la repercusión de dos Guerras Mundiales, a efectos de vestimenta fue -como en otros muchos aspectos- el siglo de la liberación para la mujer. En sus primeros años, siguiendo la pauta europea, la moda española se liberó del corsé y, de un modo contundente y definitivo, de la tradicional supremacía de la moda masculina. La nueva moda femenina, aún partiendo de una estética andrógina, dio alas de la fantasía de una serie de modistos y diseñadores -más o menos hijos de la tierra- de reconocida repercusión internacional: Fortuny Madrazo, Cristóbal Balenciaga, Pedro Rodríguez, Carmen Mir, Manuel Pertegaz, Paco Rabanne, (además de firmas como Santa Eulalia o El Dique Flotante), y con la continuidad de sastres del ecuador del siglo como Elio Berhanyer, Adolfo Domínguez, Margarita Nuez, Antonio Miró, Francis Montesinos, Manuel Piña, Teresa Ramallal, Jordi Cuesta, Antonio Alvarado, Ruiz de la Prada, Sybilla; seguidos en las últimas décadas del siglo por otro rosario de nombres: Elena Benarroch, María Barros, Paco Casado, Lydia Delgado, Manuel Fernández, Josep Font, Purificación García, Pedro Morago, Pedro del Hierro, Jesús del Pozo, Nacho Ruiz, Ángel Schlesser, José Tomás, Antonio Pernas, David Valls, Robert Verdú, Roberto Verino, Victorio & Lucchino, Manolo Blahnik, y un variopinto etcétera.[h][54]​ Todos ellos no pudieron evitar sin embargo, que el auténtico árbitro de la moda fuese el Séptimo Arte a través de la multitudinaria cadena de pasarelas de las salas de cine.[55][56]

Decálogo de la moda femenina española en el siglo XX

  1. Eliminación del corsé (hacia 1908).[57]
  2. La silueta "en ese" es sustituida por la silueta recta y la verticalidad.
  3. El clasicismo de Mariano Fortuny, las secuelas de la «Belle Époque», el vanguardismo geométrico de Sonia Delaunay y la alternativa del traje sastre de Coco Chanel.
  4. El cambio del papel de la mujer en la sociedad y los movimientos de liberación.[58]
  5. La influencia del cine en la vestimenta de la clase media.
  6. El paréntesis del la postguerra española.
  7. La expansión y dictado de las firmas de alta costura.
  8. Catálogos, revistas de modas y pasarelas.
  9. De la industria del «prêt-à-porter» a la dictadura de las marcas.
  10. Los alternativos: hippies, punkies, yuppies y demás tribus.[59]

De Balenciaga a las secuelas del «prêt-à-porter»

Marcando el ecuador del siglo, Cristóbal Balenciaga (1895-1972), hijo de una costurera y definido por Coco Chanel como "el único capaz de diseñar, cortar y coser un modelo", fue un modisto creativo amante de la perfección[60]​ y uno de los pocos que rechazó la imposición del «prêt-à-porter». Inventor de la "falda balón", el "vestido saco" y la silueta baby-doll, entre sus clientas hay que mencionar a Marlene Dietrich, Greta Garbo, la reina Fabiola de Bélgica, la nieta más famosa de Franco Carmen Martínez-Bordiú y compañías como Air France.[61]

Siguiendo la estela de Balenciaga, otros diseñadores como Pertegaz, Rabanne o Benhanyer, alternaron el exclusivismo de la "alta cultura" y las «boutiques» con los nuevos requerimientos de la moda juvenil, los grandes almacenes y el mencionado «prêt-à-porter», punta de lanza de las alternativas industriales de la moda (para ambos sexos).[62]

En el folclore

 
Joaquín Sorolla y Bastida Indumentaria lagarterana (1912). Trajes tradicionales de Lagartera (Toledo, España).

Con elementos (prendas y complementos) comunes por lo general y muy exclusivos en algunos casos, el vestido de la mujer, en su vertiente tradicional y más popular, ha determinado en buena medida la personalidad indumentaria de muchos de los pueblos de España.[63]​ Entre las prendas comunes destacan faldas, corpiños, pañuelos, mantones -y sus variantes-, delantales de diario y festivos, y como sobretodo característico, la mantilla (en muchos casos como prenda de respeto formando parte de los tocados), confeccionada en diversos tejidos, por lo general negra o en tonos oscuros, y ocasionalmente sujeta con peineta.[64][i]

Glosario

Una selección muy elemental de algunas prendas y complementos básicos en el vestido de la mujer española, compone el siguiente glosario:[65][66][67][68]

  • Albanega, desde el siglo XV, adorno de fantasía ajustado a la cabeza a modo de toca. Forma parte de la variopinta familia de tocados de origen mozárabe e influencia musulmana, como el "alfiniame", o los "alharemes" y los "almaizares", semejantes a turbantes del siglo XV español, usados también por los hombres.[69]
  • Almexía, túnica mozárabe del traje femenino.[70]
  • Arracadas, aretes o pendientes (desde la Edad Antigua).
  • Basquiña, presente en la indumentaria femenina española desde el siglo XV, combinada con el "gonete" y desde la segunda mitad del siglo XVI con el jubón.[71]​ En el vestido popular se convirtió en la típica falda exterior fruncida en la cintura, que con el tiempo fue modificando su forma, tejido, decoración y uso. A partir del siglo XIX, se llamó así la falda de color negro usada para salir a la calle.
  • Berta, seductora banda de encaje o tela que remata el escote del traje, típica del siglo XIX.[72]
  • Bolero, prenda de busto, corta e inspirada en las chaquetillas de los toreros, muy adornada con bordados y popular desde la década de 1930. Son famosos el que luce la Maja vestida de Goya, y el diseñado por Balenciaga en 1940, bordado con cabujones de azabache.[73]
  • Chapel, tocado formando una diadema, típico del siglo XV.
  • Chapín o chapines, de origen español desde el siglo XV,[74]​ lujoso calzado forrado con telas ricas, sin punta ni talón y provisto de una suela de corcho para dar mayor estatura a la mujer que lo llevaba.
  • Camisa margomada,[75]​ y mangas "cosedizas" -de quitar y poner- con ribetes. Elementos del traje gótico (siglo XIII), caracterizados por la decoración en la parte alta de la manga de guarniciones o margomaduras rectangulares.[76]
  • Corsé o «corset», especie de fajado para aplanar el busto o para destacarlo, alto por delante y escotado por detrás, fue concebido en la Edad media y muy extendido a partir del Renacimiento. En el siglo XVI eran de láminas de metal forradas para no herir la piel.[77]
  • Gonete, pieza de influencia italiana («gonna» es saya), similar al zagalejo, que cubría el cuerpo hasta poco más abajo de la cintura.[27]
  • Manteo de debajo, falda interior confeccionada con bayeta o paño de lana basta, solapada por delante y muy usada en el medio campesino español, como alternativa de la saya o para abrigo por debajo de la basquiña. Con el tiempo su uso en la indumentario popular lo convirtió en falda exterior.[76]
  • Mantilla, prenda de paño, blonda o de otros tejidos y larga tradición no solo en Madrid sino en toda España, utilizado por la mujer para cubrirse la cabeza o protegerse del frío (con posibles reminiscencias en la población árabe de la península ibérica). Fabricado en seda, lana u otro tejido, adquirió cierta fantasía desde el siglo XVIII hasta el último tercio del siglo XIX.
  • Mantón, pieza de abrigo que se lleva sobre los hombros, tanto en España como en Hispanoamérica, alcanza el rango de manto lujoso y se conserva como objeto de la indumentaria tradicional hasta el siglo XX, a veces asociado o identificado con otras prendas como la mantilla y distintos tipos de chal.[78]
  • Mantón de Manila, amplio mantón cuadrado de seda decorado en colores vivos con flores, pájaros o fantasías, y rematado en todo su perímetro por flecos. De origen chino,[79]​ se hizo muy popular durante el siglo XVIII en España e Hispanoamérica como complemento del vestuario femenino, quedando asociado a la mujer andaluza, la manola madrileña, el flamenco y en general el casticismo en la geografía universal de influencia hispana.[80]
  • Miriñaque, como la crinolina, fue un ingenio interior para dar cuerpo a las faldas gracias a un conjunto de aros flexibles y por tanto heredero del guardainfante.
  • Mitón, complemento femenino compuesto por una pieza enrejada que cubre el brazo del codo a la mano (hasta la mitad del pulgar y el comienzo de los otros dedos). Tiene antecedentes en los manguitos renacentistas y paralelismo con el mangot levantino-catalán.[76]
  • «Panier», heredero en el siglo XVIII del "verdugado" renacentista y el guardainfante, como ellos servía para ahuecar las faldas; puede considerarse sinónimo de miriñaque, "tontillo" y "chillón".
  • Pelliza, desde el siglo XVIII, capa amplia y con capucha, ribete de piel y aberturas para los brazos (herederas de las maneras medievales). Fue adoptada en la vestimenta masculina para uniformes militares.
  • Pellizón o piel, túnica más corta que el brial, con mangas estrechas que se abren al llegar a la altura de la muñeca y adornada con cenefas y bandas de influencia bizantina. Recibe tal nombre por estar forado con armiño, conejo o cordero, pieles que quedaban ocultas bajo un forro de tela.
  • Pellote, 'traje gótico de encima', de uso mixto y típico de la indumentaria en España a partir desde el siglo XIII al XV; lo caracterizan las dos aberturas a los lados que dejan ver las caderas y parte del tronco. Un modelo ejemplar es el pellote de Leonor de Castilla (hacia 1244), compartiendo decoración con su saya, pero con dos franjas con inscripciones cúficas en la parte inferior.
  • Peineta, complemento ornamental para el pelo, originalmente fabricado de carey.
  • Refajo, falda de la vestimenta tradicional común en la Meseta Central española, la cornisa Cantábrica, el Levante y Andalucía. Se distinguen algunas variedades típicas como el refajo de listas, el de recortes, el de lentejuelas y el más burdo y popular de lana.[81]
  • Verdugado, especie de falda provista de aros -"verdugos"- forrados cosidos por su parte externa creando un cuerpo de campana. Se registra su aparición hacia 1468,[82]​ y serían el modelo para otros 'inventos', como el guardainfante, el panier, el tontillo, el miriñaque o crinolina y el polisón.

Véase también

Notas

  1. Para documentar este periodo, Sousa Congosto recomienda los estudios de Alfaro-Giner (1997), Bandera (1978-9) y Blasco (1977), sobre la mujer ibérica y su atuendo.
  2. En sus Etimologías, san Isidoro dejó noticia de un manto, el «amiculum», y un tocado, el «capitulare», y el dato importante de que las doncellas llevasen el pelo suelto, moda que perduraría en la península ibérica durante varios siglos.
  3. Para documentar el periodo medieval, tanto Sousa como Albizua recomiendan el trabajo de Carmen Bernis Indumentaria Medieval Española (1956).
  4. Galicismos, por cotardie y gardecorps.
  5. No parece que exista ninguna relación de estas maneras (de manos) en el vestir, con el término manierismo (del italiano «maniere») que definiría gran parte de la estética del arte en la Europa del siglo XVI al XVII, con la expresividad y lo artificioso como formas de "amaneramiento".
  6. El cuerpo, ideado para comprimir el pecho hasta el límite soportable (lo que solía llevar a frecuentes desvanecimientos), era un tipo de corsé forrado de tela basta y bordeado de alambre, que alargaba el talle; iba sobre la camisa y el "corpeçuelo", quedando apuntado encima de la falda. El verdugado, por su parte, recurso antiguo que reaparecería al ser autorizado por las Cortes de Valladolid en 1537, creaba un espacio acampanado bajo la falda acentuando el efecto de 'cintura de avispa'. Se conservó en las ceremonias cortesanas hasta mediados del siglo XVII.
  7. Viajeros franceses como los dos Dumas, Gautier o Manet, el danés Andersen, y una larga lista de ociosos y curiosos procedentes de los diversos territorios alemanes, y en especial obras como las litografías de Achille Devéria impusieron en Europa el 'exotismo de los españoles' representado por capas, mantillas, peinetas, abanicos y tocados 'a la española'.
  8. Entre los ilustradores y dibujantes de ese periodo más cercano, cabe apuntar los nombres de Alicia Malesani, Iván Soldo y Arturo Elena, Jordi Labanda, Carmen García Huerta, Paula Sanz Caballero, Marcela Gutiérrez, Sandra Suy, Marta Riera, Ana Juan, Fernando Vicente, Gabriel Moreno, José Luis Merino, Berto Martínez, Montse Bernal, Óscar Giménez...
  9. Para el capítulo de la indumentaria tradicional son interesantes los estudios publicados por Isabel Oyarzábal, Manuel Comba, Concha Casado Lobato, Romero Cárdenas y César Justel (ver bibliografía al pie de esta entrada de Wikipedia).

Referencias

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  13. Albizua, 2006, pp. 295-298.
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  32. Sousa, 2007, pp. 106-7.
  33. Citando a Carmen Bernis, de su Indumentaria medieval española (págs. 38 a 41)
  34. Sousa, 2007, p. 107.
  35. Sousa, 2007, p. 133.
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Enlaces externos

  •   Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobre Indumentaria en España.
  •   Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobre Vestimenta española.
  • Página web oficial del Museo del Traje
  • El Museo del Traje en Google Art Project
  • Blogg especializado en historia de la vestimenta «Opus incertum hispanicus»
  •   Datos: Q21003091

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Indumentaria femenina en Espana es el conjunto evolucion y expresion del vestido de mujer a lo largo de la historia espanola Parte de precedentes con marcada personalidad desde la sofisticada estetica oriental de la mujer ibera a las funcionales vestimentas de hispanorromanas y visigodas las aportaciones de la cultura mozarabe estudiadas ya por Gomez Moreno y Sanchez Albornoz y las senas de identidad del vestido romanico y gotico Todo ello configuraria a partir del Renacimiento la personalidad espanola en la historia del traje femenino La maja vestida pintada por Francisco de Goya en la primera decada del siglo XIX Complementa el vestido blanco y trasparente cenido a la cintura con gran lazo rosa de gusto frances y por tanto ajeno a la vestimenta tipica de los majos con chaquetilla corta o bolero de mangas anaranjadas con los punos rematados con encaje negro y unos escarpines de seda dorados y de punta afilada 1 Museo del Prado Madrid Espana Indice 1 Las colecciones espanolas de trajes 2 Periodos precedentes 3 Paleolitico 3 1 Periodo prerromano 3 2 Periodo romano 3 3 Periodo medieval 3 3 1 Alto medioevo 3 3 1 1 Los tocados 3 3 1 2 Bordados y tejidos 3 3 2 Bajo medioevo 4 Historia del vestido de mujer en Espana 4 1 Renacimiento 4 2 Moda y privilegio 4 2 1 Sobretodos y tocados espanoles del XV al XVI 4 2 2 El lujo y fray Hernando de Talavera 4 3 Siglo XVI 4 4 Siglo XVII 4 4 1 Pasarela Velazquez 4 5 Siglo XVIII 4 5 1 Pasarela Goya 4 6 Siglo XIX 4 6 1 Revistas pintores y cartelistas 4 7 Siglo XX 4 7 1 Decalogo de la moda femenina espanola en el siglo XX 4 7 2 De Balenciaga a las secuelas del pret a porter 5 En el folclore 6 Glosario 7 Vease tambien 8 Notas 9 Referencias 10 Bibliografia 11 Enlaces externosLas colecciones espanolas de trajes EditarAdemas de la iconografia producida por los distintos pueblos que componen la nacion espanola y de los ejemplos conservados en instituciones y museos de sus diferentes autonomias una de las fuentes mas especificas sobre la indumentaria en Espana fueron las colecciones espanolas de trajes que se editaron a partir de la segunda mitad del siglo XVIII La primera coleccion espanola de trajes una coleccion de 86 estampas del grabador Juan de la Cruz Cano y Olmedilla data de 1777 Obra concebida como un magno catalogo continuo publicandose hasta 1788 con el titulo de Coleccion de trajes de Espana tanto antiguos como modernos que comprehende todos los de sus dominios pero quedaria inconclusa con la muerte del autor 2 Para los dibujos conto con la colaboracion de su sobrino Manuel de la Cruz Antonio Carnicero Luis Paret y otros artistas menos conocidos 3 y reunia un conjunto muy amplio de trajes de los diferentes estratos sociales desde el pueblo mas humilde a la mas soberbia nobleza Otras colecciones complementarias que pueden citarse fueron la publicada por Cesare Vecellio en 1794 con 48 estampas dedicadas al traje espanol dentro de la Coleccion de trajes que usan todas las naciones conocidas hasta el siglo XVI dibujadas por Ticiano y Cesar su hermano 4 o el catalogo de grabados del coleccionista y anticuario frances Francois Roger de Gaignieres A la zaga de estas colecciones iconograficas estan otros manuales mas modestos como por ejemplo la Monografia del traje escrita e ilustrada por Jose Puiggari y publicada en Barcelona en 1886 5 Otra referencia interesante se encuentra en las colecciones de articulos costumbristas de la mitad del siglo XIX obras como Los espanoles pintados por si mismos o la titulada Las espanolas pintadas por los espanoles 1871 72 en la que colaboraron escritores de la categoria de Galdos con dos articulos en este grupo puede incluirse Las mujeres espanolas portuguesas y americanas en la que colaboraron Pedro Antonio de Alarcon Juan Valera o el marques de Molins 6 Periodos precedentes Editar Gran Dama Oferente escultura ibera en piedra caliza altura 135 cm anchura 39 cm profundidad 38 cm procedente del yacimiento del Cerro de los Santos en Montealegre del Castillo provincia de Albacete Castilla La Mancha siglos V al IV a C Museo Arqueologico Nacional de Espana Muy diferentes pueblos culturas y civilizaciones fueron conformando en la peninsula iberica y los archipielagos que en el siglo XXI constituyen el territorio espanol la que a partir del siglo XV se podra llamar historia del vestido de mujer en Espana Paleolitico EditarEl primer indicio de vestimenta femenina en la Peninsula iberica aparece en las imagenes rupestres de las Cuevas de El Cogul Lerida donde unas estilizadas mujeres exhiben unas curiosas faldas o pampanillas de pieles Los investigadores senalan la existencia en ese periodo primitivo de prendas de esparto vestidos sandalias gorros fabricadas con tecnicas de cesteria anterior a la tejeduria 7 Periodo prerromano Editar Valiosos restos arqueologicos como la Dama de Baza la Dama oferente y la Dama de Elche dan una idea del vestido de la mujer ibera basicamente compuesto por camisas tunicas y mantos complejos tocados y grandes pendientes a El claro supuesto de que las damas representadas son diosas o personas de la alta nobleza excluye que la suntuosidad de los adornos de pasamaneria joyas diademas grandes rodetes trenzados y mitras conicas que componen los tocados fueran lujos cotidianos y comunes a todas las mujeres Si parece claro el uso de la tunica larga y manga recortada una interior y otra exterior cubiertas ambas con un manto de abrigo ocasionalmente decoradas con cenefas ajedrezados rojiblancos flecos e iconografia procedente de la influencia de etruscos griegos y cartagineses 8 Periodo romano Editar Con muchas coincidencias con el vestido masculino la indumentaria de la mujer en la Hispania Romana se puede ordenar en tres grupos principales 9 Tunicas de diversos tejidos y cenidas al pecho con la amplia variedad de corses romanos fascia amictorium mammillare strophium pectoralis y taenia Los modelos femeninos de tunica eran mas largos que los vestidos por el hombre con mayor colorido y decoracion por lo general una banda purpura o dorada bajando desde el cuello hasta los pies 10 Stolas mas amplias que las tunicas con o sin mangas y cenidas con un cinturon emparentadas con tipos de manto caracteristicos de esta civilizacion como la ancha palla rectangular que en ocasiones le servia a la mujer para cubrirse la cabeza el peplum abrochado a la espalda con una fibula y tambien cenido con cinturon o el ligero supparum Complementos esencialmente joyas broches fibulas diademas tiaras brazaletes collares anillos y pendientes muy variados un mantus o manguito para calentarse las manos y calzado de piel mas fina y mas adornado que el masculino Periodo medieval Editar Dejando a un lado la escasa informacion y documentacion sobre la indumentaria femenina entre los visigodos b 11 la circunstancia mas influyente para la mujer de la Peninsula en la Alta Edad Media fue la invasion arabe ello determinara la mutua influencia y fusion de elementos del vestido femenino entre el Califato y los reinos cristianos a lo largo de ocho siglos de convivencia 12 c Son guia esencial en este aspecto la iconografia recogida en la decada de 1940 por Sanchez Albornoz y el arqueologo Gomez Moreno a partir de la Miniaturas Mozarabes conservadas en los codices manuscritos conocidos como el conjunto de Beatos y el Glosario de Menendez Pidal del Poema del Mio Cid 13 En terminos generales la indumentaria femenina solo diferira de la masculina por su caracter talar que progresivamente ademas de cubrir los pies llegara a arrastrar por el suelo traido al siglo XXI se explicaria con la frase se llevan las tallas muy largas Alto medioevo Editar Fruto de la fusion progresiva de la herencia romano visigoda la moda bizantina aportada por las peregrinaciones y el comercio y el desarrollo de la cultura mozarabe se pueden destacar algunos aspectos de la personalidad de lo hispano en el vestido de la mujer mas alla de piezas clasicas como el largo brial femenino que evolucionaran hacia la salla encordada de las clases distinguidas castellanas y la gonela aragonesa el pellizon o piel y los mantos y un calzado mixto compuesto por modelos atados con cintas y polainas y botas o borceguies muchas veces puntiagudos 14 Es importante senalar que a la moda mozarabe se le debe la innovacion de los trajes bicolores que aparecieron en la peninsula iberica bastante antes que en el resto del continente Europeo 15 A partir del siglo XIII el comercio de lanas con Inglaterra y Flandes 16 permitiria que en el periodo gotico influyesen en el resto de Europa prendas como las camisas labradas y en general los tejidos arabes hispanomusulmanes y mudejares 17 Esta linea de produccion recorrio las sucesivas etapas califal con los dos periodos omeya de influencia persa y sasanida almoravide y almohade con interesante decoracion de laceria de inspiracion africana y copta Como una etapa consecuente pero independiente a la vez se manifiesta la moda derivada de la cultura y los tejidos mudejares en una decoracion poblada de elementos de la heraldica castillos aguilas leones lises y algunos simbolos islamicos como los motivos geometricos vegetales o las estrellas de ocho puntas Los tocados Editar El tocado de origen bizantino del periodo romanico que cubriendo la cabeza cuello y hombros podia descender hasta el pecho Tocado espanol que enmarca el rostro con tiras de tela rizada y se sujeta con un bonete Tocados puramente espanoles como el que presenta elementos laterales conicos o planos por encima de la copa o el tocado casi cilindrico mas alto que el birrete masculino Excelentes ejemplos de ambos modelos se encontraron en el convento burgales de Las Huelgas Hay que anotar tambien que como signo de permanencia de la estetica musulmana estos tocados espanoles se combinaban a menudo con tocas o bandas rizadas de tela que a modo de velo llegaban a tapar parte del rostro 18 Tocado del periodo tardio siglos XII al XIV tras las cruzadas similar a un turbante a partir de una larga y estrecha pieza de tela enrollada a la cabeza Tocado de una sola pieza dejando el cuello a la vista o cubriendolo con otro complementario tambien del romanico tardio y que se conservaria hasta finales del siglo XV 14 Bordados y tejidos Editar Una tecnica heredada de periodos anteriores permitia el bordado en lanas linos y sedas combinados con metales generando diversos tipos de punto punto estirado o bordado llano opus consutum o de aplicacion opus plumetis o plumarium punto de apariencia enarenada llamado opus pulvinarium bordado ajedrezado a dos caras formando ondas y los llamados puntos de figuras Un ejemplo del bordado romanico fruto de la colaboracion de talleres cristianos y musulmanes es el forro del arca de las reliquias de san Isidoro hacia 1063 Tejido en lino muestra un bordado estirado con figuras zoomorfas y circulos tangentes en una decoracion en red 19 Bajo medioevo Editar Todos los investigadores coinciden en resaltar la invasion una de las primeras del gusto frances Occitano Franco y Flamenco en la moda de los reinos de la Peninsula en el umbral del Renacimiento La indumentaria femenina se hace mas femenina aunque sin llegar a producir siluetas sinuosas La mujer del siglo XIV muestra su torso cenido por vestidos que marcan el pecho y muy escotados mostrando la garganta claviculas y hombros 20 Completan la indumentaria cotardias y gardacos asi como la costumbre de alargar con colas los vestidos de encima alargamiento que recibiria el nombre de faldas d En este periodo de transicion de los siglo XIV y XV la pieza mas original del traje femenino espanol fue la mantonina o mantonet catalano aragones como su nombre anuncia manto corto que cubria las caderas Otra nota distintiva del gusto general europeo fue la conservacion del uso de la cofia en especial un modelo con larga cola y cubierta con cintas entrelazadas quedando el pelo recogido en una trenza bajo esta funda 21 Otro complemento autoctono fueron las tecas original tocado que llegaba a cubrir la cara y evidente origen 22 Jose Puiggari en su Monografia del traje hace una descripcion general de la indumentaria femenina en la segunda mitad del siglo XIV con estos terminos 23 Las senoras y aldeanas espanolas ponian a sus camisas cabezones y punales colleras o collaradas atabanse las calzas o medias con ligas traian corpinos jubones y guarda cuerpos sayas quizas rabilargas pellotes goneles briales garnachas y delantales mantones cofias cabezales frontaleras guirnaldas y coronas redecillas tocas prendederos velos crespinas el peinado a la castellana en Cataluna etc Jose Puiggari 1886 Historia del vestido de mujer en Espana EditarRenacimiento Editar Viste saya sobre saya mantellin de tornasol camisa con oro y perlas bordada en el cabezon En la su boca muy linda lleva un poco de dulzor en la su cara tan blanca un poquito de arrebol y en los sus ojuelos garzos lleva un poco alcohol Antonio Ruiz de Santillana La brisa de amor siglo XVI Asi cantaba y describia el trovador Ruiz de Santillana 24 a la hija de Jaime I de Aragon en el escenario sagrado de un oficio liturgico 25 exponiendo una linea de maquillaje y moda que nada tendria que envidiar a las propuestas de un blogg de belleza del siglo XXI Durante el siglo XV el vestido de mujer continuo bajo las influencias del gusto frances hasta su ultimo cuarto No obstante hay que mencionar la aparicion de prendas semiinteriores como el cos corpino o especie de jubon femenino y las faldetas o faldillas A partir de la segunda mitad del siglo se impone el uso de la basquina junto al gonete 26 Tambien aparecen los monjiles prendas asexuadas amplias cortas y flotantes y su par talar el habito En cuanto a la vestimenta de encima en las mujeres se han clasificado con ciertas dificultades de identificacion piezas como la aljuba que sera luego la sobresaya la cota y la ropa vestido hasta el suelo con varios cortes en las faldas 27 Resulta curioso que con la apropiacion de elementos del vestuario masculino en conjunto la silueta femenina evoluciono desde una figura menuda en la que se resaltaban no obstante las caderas la cintura cuello y hombros hacia una mas estilizada a partir de 1440 con la cintura mas alta de lo natural aumentando el simbolismo del vientre con la ayuda de bandas o cinturones de seda como el tejillo o de fajas superficiales Tambien de forma progresiva los escotes fueron descendiendo hasta casi alcanzar la cintura 28 como ocurrio en la segunda mitad del siglo XV cuando el vestido de la mujer espanola cuya figura de pecho abombado y talle largo opuesta a la moda de la epoca sugeria cierta masculinidad presenta novedades importantes tales como los manguitos cubriendo los antebrazos y el recurso del verdugado aros forrados cosidos a la falda que sugerian formas acampanadas 29 Este elemento revolucionario en el vestir femenino seria el precedente del farthingale ingles y recursos posteriores como el tontillo el mirinaque o el guardainfante 30 Moda y privilegio Editar Es necesario insistir en recordar que en su conjunto los estudios sobre la indumentaria historica en general quedan limitados a una cronica del traje de las clases privilegiadas cortesanas El pueblo llano labradores obreros y artesanos de entrada no tenian derecho a vestir como los miembros de las clases superiores ni por supuesto posibilidades se concedia cierta permisividad a los mas significados representantes de gremios economicamente fuertes como el de los mercaderes o el de algunos artesanos y artistas pintores de corte actores singulares o muy populares para quienes la justicia hacia la vista gorda La indumentaria de la gente humilde es decir la inmensa mayoria del pais apenas cambio con el paso de los siglos Otro grupos con vestimenta particular o marginal fueron los judios y moriscos pero en medio de una complicada legislacion que fluctuaba peligrosamente segun epocas y reinados pasando de la prohibicion total o la expulsion fisica como en el caso de los primeros a una cierta permisividad en el caso de las comunidades moriscas 31 Sobretodos y tocados espanoles del XV al XVI Editar La riqueza y variedad de estas las prendas de exterior en el renacimiento espanol y su influencia en la moda europea del siglo XVI al igual que los variados tocados femeninos hacen necesaria una clasificacion 32 El mantillo fabricado con poca tela pero que llegaba a cubrir todo el cuerpo muy habitual El mantonet corto manto similar a la mantonina La hopa manto comun para hombres y mujeres lujoso y con mangas opcionalmente perdidas Tambien unisex fueron la loba el tabardo y el capuz Con el tiempo el capuz perdio la capilla y aparecieron las maneras aberturas de la loba para sacar los brazos un signo de identidad de la indumentaria femenina espanola que acabaria imponiendose en la moda europea del siglo XVI e En cuanto a los tocados a excepcion de en las doncellas fueron elemento esencial indispensable habida cuenta de la costumbre de la mujer renacentista europea de llevar cubierta la cabeza recogiendo influencias de Borgona y los estados que luego compondrian Italia 32 33 Tocas confeccionadas habitualmente en lino holanda y sedas finas A partir de una cierta edad muchas mujeres usaban tocas trasparentes sobre la cofia quiza como signo de rango o riqueza Cofias o albanegas confeccionadas con las mismas telas que las tocas aunque con un corte mas elaborado que se adaptaba a la forma de la cabeza De entre los diversos modelos sobresale la cofia de tranzado con a que aparece al final del siglo XIV provista de una cola en la que podia introducirse la trenza por lo general adornada con cintas Entre las cofias de red asimismo originadas en el siglo XIV estan las crespinas hechas con hilos de oro plata y perlas y los capillejos de seda 34 La garlandas que solian usarse junto con la toca Un modelo evolucionado de origen frances y muy desarrollado entre 1450 y 1470 era el tocado de cuernos con armadura de trufas y cubierto de velos 34 Modesta fantasia que anticipaba la vision de la cabeza de la mujer como un postre exotico que prosperaria en los siglos siguientes pudiendo decirse que alcanzo su zenit con Carmen Miranda Tocados como los chapeles o las tiras de cabeza adornos imitando diademas que enmarcaban el rostro de la mujer espanola renacentista reforzando el peinado tipico del cabello liso tapando parte de las mejillas 34 Muy frecuente en la iconografia de las reinas y cortesanas europeas del siglo XVI es la llamada toca de papos con una imagen similar a la que en el siglo XXI ofrecen las orejeras de diadema con sus abultados pompones 35 El lujo y fray Hernando de Talavera Editar Innopinado cronista de la moda espanola del siglo XV fue el confesor y consejero de Isabel la Catolica como ha quedado patente en sus diatribas expresadas asi en su Tratado del vestir del calzar y del comer publicado en 1477 cita en castellano antiguo se respeta la ortografia original Y a quien podra dezir las mu eev dangas de las faldetas y diuersidades de muchas y muchas maneras de los briales de fustan de pano de seda y a las vezes de brocado de las cortapisas de las alhorzas ya chamorras ya francesas de las faldas quando muy luegas quando muy cortas y aun quando redondas y aquello era bueno de las aliubas cotas balandranes marlotas y tauardos de pano de pena de lino y de seda de las cintas y texillos de diuersas maneras labrados y guarnecidos y de los redondeles y por demases y mantos con gonelas del otro tiempo y de los mantos lombardos y seuillanos quando cintados quando cayrelados Hernando de Talavera Siglo XVI Editar Catalina Micaela de Austria hija de Felipe II e Isabel de Valois pintada por Sanchez Coello hacia 1585 Viste salla castellana entera de seda de mangas redondas abiertas y unidas con puntas por encima de las manguillas brocadas de las que sobresalen los punos de encaje Adornan el cuerpo collarin botones y cinturon de orfebreria La lechuguilla llega a tapar las orejas y toca su peinado con un bonete enjoyado de perlas Posa una mano en un mueble significando su alto nacimiento mientras la otra sujeta unos guantes simbolo de femineidad El siglo XVI con la expansion que caracterizo los reinados de Carlos I y su hijo Felipe II supuso la hegemonia del traje espanol en la vieja Europa y en la nueva America Aunque en general se trato de una vestimenta de tono grave y severo no estuvo renida con el lujo se estilizaron las lineas del cuerpo llevandolas a formas rectas y geometricas para los dos sexos 36 Lo mas significativo de este periodo fue la necesidad de distorsionar la anatomia femenina proceso que se conseguiria gracias a dos prendas el cuerpo y el verdugado 37 f En el peor de los casos estos castigos de la moda impedian sentarse y respirar ademas de requerir una pequena corte de sirvientas y camareras para instalar mantener y desinstalar su funcionalidad La alternativa en el vestido de la mujer o traje de vestir a cuerpo fue la saya que evoluciono de prenda de una pieza a dos piezas independientes pero por lo general confeccionadas con las mismas telas adornos etc aunque tambien podia combinarse el sayo alto y sin escote con la basquina 38 Otra prenda procedente de la indumentaria masculina que a traves de la moda espanola pasaria a los Paises Bajos fue la ropa de mujer una especie de sobretodo La Contrarreforma sostenida y animada por Felipe II impuso su ley en la vestimenta de las mujeres de la corte espanola desaparecieron por completo los escotes relevados por altos cuellos de lechuguillas erroneamente considerados gorgueras 39 que fueron creciendo a medida que avanzaba el siglo hasta ser tan grandes que necesitaban un armazon de alambre llamado rebato como puede apreciarse en algunos retratos femeninos de Sanchez Coello Y mientras los cuellos subian las faldas bajaban hasta cubrir por completo los pies de la mujer incluso estando sentada siendo terrible falta de etiqueta que esto sucediera 39 Catalogo de excepcion de la indumentaria de la mujer espanola de este siglo y el siguiente son las salas dedicadas en el Museo del Prado de Madrid a la corte de los austrias Y como no menos excepcional revistero de usos y costumbres en el vestir de los menos ricos en ese mismo periodo Miguel de Cervantes dejo su aguda cronica en las paginas del Quijote 40 Siglo XVII Editar Con el ocaso de la casa de Austria la ropa cortesana de la mujer se somete al dictado de la moda francesa Los conicos y rigidos verdugados perduran hasta casi la mitad del siglo dando paso al guardainfantes de origen frances Los enormes cuellos de encajes o lechuguillas comunes en hombres y mujeres y tan criticados por Quevedo y tan habituales en los cuadros del Greco obligaron al peinado femenino a construirse hacia arriba predominando el pelo rizado 41 Un paseo por la pintura de Velazquez y Claudio Coello permite hacerse una idea bastante completa de los usos y costumbres indumentarios de las mujeres de la realeza y la nobleza antes de la instauracion de los borbones en la corte espanola 42 43 Pasarela Velazquez Editar Antonia de Ipenarrieta y Galdos y su hijo don Luis 1631 con un ejemplo de uno de los ultimos verdugados bajo la saya entera de cuerpo abotonado y mangas redondas traje de aceitera 44 La infanta Maria Teresa de Espana 1652 con apretado corse y abultado guardainfante bajo el vestido imitado con el llamado peinado de guardainfante 45 Mujer con mantilla ca 1640 con cuello caido a la valona y la popular mantilla negra Resulta palpable el parecido con La dama del abanico de la Coleccion Wallace La costurera 1635 1643 una mirada humana de Velazquez al sector de la produccion con licencias en el vestir mas alla de los imperativos de la Contrarreforma Siglo XVIII Editar La indumentaria femenina a partir del siglo XVIII permite el estudio de dos modas que se acabaran fundiendo de un lado el vestido a la francesa traido por la dinastia de los monarcas borbones y sus esposas y de otra parte la vestimenta defendida por las clases populares que en la capital del reino Madrid representaban las manolas y majas con sus basquinas de alegre colorido las chaquetillas de caireles y las castizas mantillas Un siglo despues el Marques de Lozoya lo expresaba asi La dualidad de la Espana del siglo XVIII se refleja vivamente en la indumentaria En tanto que las clases elevadas esperan con impaciencia el figurin de Francia el pueblo se apega cada vez mas a sus trajes castizos Es el siglo de oro de los atavios populares y regionales y muchos en estos momentos adquieren su forma definitiva 46 Inicialmente en la corte palacios y academias las damas se sometieron al panier hijo de verdugados y guardainfantes del siglo anterior que al entrar en Espana perdio su nombre frances para conocerse como tontillo y mas tarde como chillon debido el ruido que al moverse hacia su armazon de varillas de hierro y madera 46 La obra de Francisco de Goya ofrece un catalogo completo de la evolucion del vestido femenino entre el ultimo cuarto del siglo XVIII y los primeros anos del siglo XIX 47 Pasarela Goya Editar Joven con dos rosas marquesa de Lazan hacia 1790 La actriz Antonia Zarate ca 1811 Museo del Ermitage Teresa Sureda ca 1805 Galeria Nacional de Arte Isabel Porcel ca 1805 Galeria Nacional de Londres Siglo XIX Editar La moda femenina en los primeros anos del siglo XIX reparte sus atenciones a la moda inglesa el traje Neoclasico liberando a la mujer temporalmente de corses y tontillos y la creciente presencia del majismo que tendria una gran repercusion internacional gracias a los viajeros del Romanticismo g Tras el estancamiento general que supuso el reinado de Fernando VII la larga presencia en la titularidad del gobierno de Isabel II 1833 1868 y la regente Maria Cristina 1885 1902 marcaron la pauta en el vestido del sector adinerado del pais 48 Asi quedan retratados en gran parte de la obra de Federico de Madrazo mientras la sobriedad en el vestido de las clases medias hay que buscarlo en los cuadros de Esquivel Para acercarse al vestido femenino mas modesto y el traje rural es muy interesante la obra de Valeriano Dominguez Becquer el hermano del famoso poeta romantico El ultimo tercio del Diecinueve el arbitro de la moda que muy pronto se convertira en la alta costura se rindio a la moda francesa del polison y la cintura de avispa 49 A la emperatriz francesa de cuna espanola Eugenia de Montijo le debe la mujer del siglo XX la promocion y difusion de la crinolina que al cruzar los Pirineos se convirtio en mirinaque 50 Puede resultar curioso recoger las opiniones que el Diario Oficial de Avisos exponia sobre este hijo del tontillo y nieto del guardainfante 51 Quien duda que el mirinaque bien hecho y con buena forma viste muy bien y con elegancia Quien duda que es comodo porque evita el llevar cuatro o cinco pares de enaguas que tanto molestan por el mucho peso Y quien puede dudar que es economico porque evita el lavar planchar y almidonar tantas enaguas Diario de Avisos de Madrid Revistas pintores y cartelistas Editar En la decada de 1830 hacen su aparicion en Espana las primeras revistas de moda que en paises como Inglaterra y Francia ya existian hacia medio siglo Asi en publicaciones como El Correo de la Damas o el Semanario Pintoresco Espanol se incluian algunas cromolitografias sobre moda para ambos sexos que luego se ampliaron en semanarios como La Psiquis La Mariposa en Madrid El Guadalhorce de Malaga o El Cisne de Valencia 50 Siguiendo ese ejemplo pero ya a caballo entre el siglo XIX y el XX un escaparate de excepcion sobre la moda femenina y valiosa documentacion son los catalogos de publicaciones como La Ilustracion Espanola y Americana o Blanco y Negro y una parte importante de la obra de pintores como Anglada Camarasa Ramon Casas Valeriano Dominguez Becquer Francisco Iturrino Raimundo Madrazo Julio Romero de Torres Joaquin Sorolla Santiago Rusinol Ignacio Zuloaga o el propio Picasso En el campo mas especifico de la moda y el diseno sobresalen artistas como Mariano Fortuny Madrazo 1871 1949 o cronistas visuales como Rafael de Penagos 1889 1954 y una larga lista de dibujantes cartelistas como Bujados Bartolozzi Pepito Zamora Eduardo Garcia Benito Carlos Saenz de Tejada o Jose Loygorri 52 Siglo XX Editar Auxiliar de vuelo de la compania aerea Iberia con el uniforme disenado por Manuel Pertegaz en 1968 hasta 1972 53 El siglo veinte espanol a pesar de una guerra civil y la repercusion de dos Guerras Mundiales a efectos de vestimenta fue como en otros muchos aspectos el siglo de la liberacion para la mujer En sus primeros anos siguiendo la pauta europea la moda espanola se libero del corse y de un modo contundente y definitivo de la tradicional supremacia de la moda masculina La nueva moda femenina aun partiendo de una estetica androgina dio alas de la fantasia de una serie de modistos y disenadores mas o menos hijos de la tierra de reconocida repercusion internacional Fortuny Madrazo Cristobal Balenciaga Pedro Rodriguez Carmen Mir Manuel Pertegaz Paco Rabanne ademas de firmas como Santa Eulalia o El Dique Flotante y con la continuidad de sastres del ecuador del siglo como Elio Berhanyer Adolfo Dominguez Margarita Nuez Antonio Miro Francis Montesinos Manuel Pina Teresa Ramallal Jordi Cuesta Antonio Alvarado Ruiz de la Prada Sybilla seguidos en las ultimas decadas del siglo por otro rosario de nombres Elena Benarroch Maria Barros Paco Casado Lydia Delgado Manuel Fernandez Josep Font Purificacion Garcia Pedro Morago Pedro del Hierro Jesus del Pozo Nacho Ruiz Angel Schlesser Jose Tomas Antonio Pernas David Valls Robert Verdu Roberto Verino Victorio amp Lucchino Manolo Blahnik y un variopinto etcetera h 54 Todos ellos no pudieron evitar sin embargo que el autentico arbitro de la moda fuese el Septimo Arte a traves de la multitudinaria cadena de pasarelas de las salas de cine 55 56 Decalogo de la moda femenina espanola en el siglo XX Editar Eliminacion del corse hacia 1908 57 La silueta en ese es sustituida por la silueta recta y la verticalidad El clasicismo de Mariano Fortuny las secuelas de la Belle Epoque el vanguardismo geometrico de Sonia Delaunay y la alternativa del traje sastre de Coco Chanel El cambio del papel de la mujer en la sociedad y los movimientos de liberacion 58 La influencia del cine en la vestimenta de la clase media El parentesis del la postguerra espanola La expansion y dictado de las firmas de alta costura Catalogos revistas de modas y pasarelas De la industria del pret a porter a la dictadura de las marcas Los alternativos hippies punkies yuppies y demas tribus 59 De Balenciaga a las secuelas del pret a porter Editar Marcando el ecuador del siglo Cristobal Balenciaga 1895 1972 hijo de una costurera y definido por Coco Chanel como el unico capaz de disenar cortar y coser un modelo fue un modisto creativo amante de la perfeccion 60 y uno de los pocos que rechazo la imposicion del pret a porter Inventor de la falda balon el vestido saco y la silueta baby doll entre sus clientas hay que mencionar a Marlene Dietrich Greta Garbo la reina Fabiola de Belgica la nieta mas famosa de Franco Carmen Martinez Bordiu y companias como Air France 61 Siguiendo la estela de Balenciaga otros disenadores como Pertegaz Rabanne o Benhanyer alternaron el exclusivismo de la alta cultura y las boutiques con los nuevos requerimientos de la moda juvenil los grandes almacenes y el mencionado pret a porter punta de lanza de las alternativas industriales de la moda para ambos sexos 62 En el folclore Editar Joaquin Sorolla y Bastida Indumentaria lagarterana 1912 Trajes tradicionales de Lagartera Toledo Espana Con elementos prendas y complementos comunes por lo general y muy exclusivos en algunos casos el vestido de la mujer en su vertiente tradicional y mas popular ha determinado en buena medida la personalidad indumentaria de muchos de los pueblos de Espana 63 Entre las prendas comunes destacan faldas corpinos panuelos mantones y sus variantes delantales de diario y festivos y como sobretodo caracteristico la mantilla en muchos casos como prenda de respeto formando parte de los tocados confeccionada en diversos tejidos por lo general negra o en tonos oscuros y ocasionalmente sujeta con peineta 64 i Glosario EditarUna seleccion muy elemental de algunas prendas y complementos basicos en el vestido de la mujer espanola compone el siguiente glosario 65 66 67 68 Albanega desde el siglo XV adorno de fantasia ajustado a la cabeza a modo de toca Forma parte de la variopinta familia de tocados de origen mozarabe e influencia musulmana como el alfiniame o los alharemes y los almaizares semejantes a turbantes del siglo XV espanol usados tambien por los hombres 69 Almexia tunica mozarabe del traje femenino 70 Arracadas aretes o pendientes desde la Edad Antigua Basquina presente en la indumentaria femenina espanola desde el siglo XV combinada con el gonete y desde la segunda mitad del siglo XVI con el jubon 71 En el vestido popular se convirtio en la tipica falda exterior fruncida en la cintura que con el tiempo fue modificando su forma tejido decoracion y uso A partir del siglo XIX se llamo asi la falda de color negro usada para salir a la calle Berta seductora banda de encaje o tela que remata el escote del traje tipica del siglo XIX 72 Bolero prenda de busto corta e inspirada en las chaquetillas de los toreros muy adornada con bordados y popular desde la decada de 1930 Son famosos el que luce la Maja vestida de Goya y el disenado por Balenciaga en 1940 bordado con cabujones de azabache 73 Chapel tocado formando una diadema tipico del siglo XV Chapin o chapines de origen espanol desde el siglo XV 74 lujoso calzado forrado con telas ricas sin punta ni talon y provisto de una suela de corcho para dar mayor estatura a la mujer que lo llevaba Camisa margomada 75 y mangas cosedizas de quitar y poner con ribetes Elementos del traje gotico siglo XIII caracterizados por la decoracion en la parte alta de la manga de guarniciones o margomaduras rectangulares 76 Corse o corset especie de fajado para aplanar el busto o para destacarlo alto por delante y escotado por detras fue concebido en la Edad media y muy extendido a partir del Renacimiento En el siglo XVI eran de laminas de metal forradas para no herir la piel 77 Gonete pieza de influencia italiana gonna es saya similar al zagalejo que cubria el cuerpo hasta poco mas abajo de la cintura 27 Manteo de debajo falda interior confeccionada con bayeta o pano de lana basta solapada por delante y muy usada en el medio campesino espanol como alternativa de la saya o para abrigo por debajo de la basquina Con el tiempo su uso en la indumentario popular lo convirtio en falda exterior 76 Mantilla prenda de pano blonda o de otros tejidos y larga tradicion no solo en Madrid sino en toda Espana utilizado por la mujer para cubrirse la cabeza o protegerse del frio con posibles reminiscencias en la poblacion arabe de la peninsula iberica Fabricado en seda lana u otro tejido adquirio cierta fantasia desde el siglo XVIII hasta el ultimo tercio del siglo XIX Manton pieza de abrigo que se lleva sobre los hombros tanto en Espana como en Hispanoamerica alcanza el rango de manto lujoso y se conserva como objeto de la indumentaria tradicional hasta el siglo XX a veces asociado o identificado con otras prendas como la mantilla y distintos tipos de chal 78 Manton de Manila amplio manton cuadrado de seda decorado en colores vivos con flores pajaros o fantasias y rematado en todo su perimetro por flecos De origen chino 79 se hizo muy popular durante el siglo XVIII en Espana e Hispanoamerica como complemento del vestuario femenino quedando asociado a la mujer andaluza la manola madrilena el flamenco y en general el casticismo en la geografia universal de influencia hispana 80 Mirinaque como la crinolina fue un ingenio interior para dar cuerpo a las faldas gracias a un conjunto de aros flexibles y por tanto heredero del guardainfante Miton complemento femenino compuesto por una pieza enrejada que cubre el brazo del codo a la mano hasta la mitad del pulgar y el comienzo de los otros dedos Tiene antecedentes en los manguitos renacentistas y paralelismo con el mangot levantino catalan 76 Panier heredero en el siglo XVIII del verdugado renacentista y el guardainfante como ellos servia para ahuecar las faldas puede considerarse sinonimo de mirinaque tontillo y chillon Pelliza desde el siglo XVIII capa amplia y con capucha ribete de piel y aberturas para los brazos herederas de las maneras medievales Fue adoptada en la vestimenta masculina para uniformes militares Pellizon o piel tunica mas corta que el brial con mangas estrechas que se abren al llegar a la altura de la muneca y adornada con cenefas y bandas de influencia bizantina Recibe tal nombre por estar forado con armino conejo o cordero pieles que quedaban ocultas bajo un forro de tela Pellote traje gotico de encima de uso mixto y tipico de la indumentaria en Espana a partir desde el siglo XIII al XV lo caracterizan las dos aberturas a los lados que dejan ver las caderas y parte del tronco Un modelo ejemplar es el pellote de Leonor de Castilla hacia 1244 compartiendo decoracion con su saya pero con dos franjas con inscripciones cuficas en la parte inferior Peineta complemento ornamental para el pelo originalmente fabricado de carey Refajo falda de la vestimenta tradicional comun en la Meseta Central espanola la cornisa Cantabrica el Levante y Andalucia Se distinguen algunas variedades tipicas como el refajo de listas el de recortes el de lentejuelas y el mas burdo y popular de lana 81 Verdugado especie de falda provista de aros verdugos forrados cosidos por su parte externa creando un cuerpo de campana Se registra su aparicion hacia 1468 82 y serian el modelo para otros inventos como el guardainfante el panier el tontillo el mirinaque o crinolina y el polison Vease tambien EditarTraje espanol Museos textiles y de la indumentaria de Espana Museo del Traje en Madrid que conserva los fondos del Museo del Traje Regional e Historico 1927 1934 y del Museo del Pueblo Espanol 1934 1993 Museo de Telas Medievales de Burgos en el Monasterio de las Huelgas Reales Burgos Espana con una coleccion de indumentaria civil medieval femenina masculina e infantil de los siglos XI XII y XIII Historia de la modaNotas Editar Para documentar este periodo Sousa Congosto recomienda los estudios de Alfaro Giner 1997 Bandera 1978 9 y Blasco 1977 sobre la mujer iberica y su atuendo En sus Etimologias san Isidoro dejo noticia de un manto el amiculum y un tocado el capitulare y el dato importante de que las doncellas llevasen el pelo suelto moda que perduraria en la peninsula iberica durante varios siglos Para documentar el periodo medieval tanto Sousa como Albizua recomiendan el trabajo de Carmen Bernis Indumentaria Medieval Espanola 1956 Galicismos por cotardie y gardecorps No parece que exista ninguna relacion de estas maneras de manos en el vestir con el termino manierismo del italiano maniere que definiria gran parte de la estetica del arte en la Europa del siglo XVI al XVII con la expresividad y lo artificioso como formas de amaneramiento El cuerpo ideado para comprimir el pecho hasta el limite soportable lo que solia llevar a frecuentes desvanecimientos era un tipo de corse forrado de tela basta y bordeado de alambre que alargaba el talle iba sobre la camisa y el corpecuelo quedando apuntado encima de la falda El verdugado por su parte recurso antiguo que reapareceria al ser autorizado por las Cortes de Valladolid en 1537 creaba un espacio acampanado bajo la falda acentuando el efecto de cintura de avispa Se conservo en las ceremonias cortesanas hasta mediados del siglo XVII Viajeros franceses como los dos Dumas Gautier o Manet el danes Andersen y una larga lista de ociosos y curiosos procedentes de los diversos territorios alemanes y en especial obras como las litografias de Achille Deveria impusieron en Europa el exotismo de los espanoles representado por capas mantillas peinetas abanicos y tocados a la espanola Entre los ilustradores y dibujantes de ese periodo mas cercano cabe apuntar los nombres de Alicia Malesani Ivan Soldo y Arturo Elena Jordi Labanda Carmen Garcia Huerta Paula Sanz Caballero Marcela Gutierrez Sandra Suy Marta Riera Ana Juan Fernando Vicente Gabriel Moreno Jose Luis Merino Berto Martinez Montse Bernal oscar Gimenez Para el capitulo de la indumentaria tradicional son interesantes los estudios publicados por Isabel Oyarzabal Manuel Comba Concha Casado Lobato Romero Cardenas y Cesar Justel ver bibliografia al pie de esta entrada de Wikipedia Referencias Editar Gomez de la Serna Ramon 1958 Goya Madrid Espasa Calpe pp 114 124 Ficha 179 Cruz Cano y Olmedilla Juan de la 1734 1790 Biblioteca nacional de Espana Consultado el 23 de marzo de 2015 Ficha Biblioteca Digital d Historia de l Art Hispanic Archivado desde el original el 23 de septiembre de 2015 Consultado el 10 de junio de 2015 Antonio Rodriguez 1801 pp XV XVI Puiggari Jose 1886 Hermanos Bastinos ed Monografia historica e iconografica del traje facsimil 2009 Extramuros Ed S L Sevilla 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