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Directorio militar de Primo de Rivera

El Directorio militar de Primo de Rivera constituye la primera etapa de la Dictadura de Primo de Rivera instaurada en España durante el reinado de Alfonso XIII tras el triunfo del Golpe de Estado de Primo de Rivera del 13-15 de septiembre de 1923. Directorio militar fue el nombre que se dio a la institución integrada exclusivamente por militares (ocho generales y un contralmirante) que bajo la presidencia del general Miguel Primo de Rivera debía asesorarle en las funciones de gobierno y en la promulgación de los decretos que tendrían fuerza de ley —las Cortes elegidas en abril de 1923 fueron clausuradas—. En diciembre de 1925 el Directorio militar fue sustituido por un gobierno en el que había militares y civiles presidido también por Primo de Rivera, que será conocido como Directorio civil, y que constituye la segunda y última etapa de la Dictadura primorriverista que finalizó en enero de 1930.

Alfonso XIII junto al general Miguel Primo de Rivera después de su nombramiento como Jefe del Gobierno y Presidente del Directorio militar

El régimen del Directorio Militar, como otros regímenes militares corporativos instaurados en Europa oriental y meridional en el periodo de entreguerras, se diferenció del fascismo —establecido en Italia tras la marcha sobre Roma de octubre de 1922— en que era un sistema de partido único pero tutelado desde el poder y en que el aparato del Estado siguió controlado por las viejas clases dominantes que solo permitían unos cambios limitados. Sin embargo, según el historiador Eduardo González Calleja, «la dictadura primorriverista también guardó algunas semejanzas con el fascismo», como el corporativismo.[1]

Durante esta primera etapa la Dictadura cosechó dos grandes éxitos: la solución del problema de Marruecos (incluido el asunto de las responsabilidades a las que se les dio carpetazo) y el restablecimiento del orden público en Cataluña (dos cuestiones en las que había naufragado la «vieja política» de los partidos del turno). Encarrilados estos dos problemas, la «dictadura con rey», como la ha denominado el historiador Santos Juliá, se planteó su continuidad con la fundación de un régimen político nuevo, de tipo autoritario, basado en un «partido único» —la Unión Patriótica— al modo de la Italia fascista.[2]

El nacimiento del Directorio militar editar

 
De izquierda a derecha (en negrita los generales miembros del Directorio militar y entre paréntesis el número de la región militar a la que representan; en cursiva, los cuatro generales miembros del Cuadrilátero): el general Primo de Rivera, el rey Alfonso XIII, y el general José Cavalcanti de Alburquerque, en primera fila; el general Antonio Mayandía Gómez (5ª), el general Federico Berenguer Fusté y general Leopoldo Saro Marín, en segunda fila; el general Antonio Dabán Vallejo, el general Francisco Ruiz del Portal (7ª) y el general Luis Navarro y Alonso de Celada (3ª), en tercera fila; el general Luis Hermosa y Kith (2ª), el general Dalmiro Rodríguez Pedré (4ª), el general Adolfo Vallespinosa Vior (1ª), el general Francisco Gómez-Jordana Sousa (6ª), y el general Mario Muslera y Planes (8ª), en última fila.

Desde el desastre del 98 se produjo en España una creciente interferencia del Ejército en la vida política. Dos momentos claves de esta actitud pretoriana del Ejército fueron la crisis del Cu-Cut! de 1905 —el asalto por oficiales de la guarnición de Barcelona de la redacción y los talleres de esta publicación satírica nacionalista en respuesta a una viñeta sobre el Ejército— y que condujo a la Ley de Jurisdicciones de 1906, y la crisis española de 1917 en la que cobraron un especial protagonismo las autodenominadas Juntas de Defensa, integradas exclusivamente por militares. La culminación de ese proceso fue el golpe de Estado de Primo de Rivera del 13 de septiembre de 1923, que fue, según el historiador Eduardo González Calleja, «la primera intervención corporativa de las Fuerzas Armadas», que a diferencia de los pronunciamientos del siglo XIX, dio nacimiento al «primer régimen auténticamente pretoriano de nuestra historia –el Directorio Militar-, trasladando los valores y las actitudes del Ejército al conjunto de la vida pública».[3]

Cuando el 15 de septiembre de 1923 se reunieron Primo de Rivera y el rey Alfonso XIII en el Palacio de Oriente acordaron una fórmula que guardara las apariencias de la legalidad constitucional. Primo de Rivera sería nombrado «Jefe del Gobierno» y «ministro único», asistido por un Directorio militar, formado por ocho generales de brigada, uno en representación de cada región militar, y un contralmirante, Antonio Magaz y Pers, marqués de Magaz, en representación de la Armada.[4]

La Gaceta de Madrid del día siguiente publicó el Real Decreto, firmado por el rey y refrendado por el ministro de Gracia y Justicia Antonio López Muñoz, de nuevo para guardar la apariencia de legalidad, que decía: «Vengo en nombrar jefe del Gobierno al teniente general D. Miguel Primo de Rivera y Orbaneja, marqués de Estella».[5]​ En el mismo número de la Gaceta de Madrid del 16 de septiembre aparecía el primer real decreto que Primo de Rivera había presentado a la firma al rey, por el que se creaba un Directorio militar presidido por él y que tendría «todas las facultades, iniciativas y responsabilidades inherentes a un Gobierno en conjunto, pero con una firma única» y que se proponía «constituir un breve paréntesis en la marcha constitucional de España». En su Exposición, que fue difundida por la prensa con el titular Un decreto histórico, se decía:[6]

EXPOSICIÓN
Señor: Nombrado por Vuestra Majestad con el encargo de formar Gobierno en momentos difíciles para el país, que yo he contribuido a provocar inspirándome en los más altos sentimientos patrios, sería cobarde deserción vacilar en la aceptación del puesto que lleva consigo tantas responsabilidades y obliga a tan fatigoso e incesante trabajo. Pero Vuestra Majestad sabe bien que ni yo, ni las personas que conmigo han propagado y proclamado el nuevo régimen, nos creemos capacitados para el desempeño concreto de las carteras ministeriales, y que era y sigue nuestro propósito constituir un breve paréntesis en la marcha constitucional de España, para establecerla tan pronto como ofreciéndonos el país hombres no contagiados de los vicios que a las organizaciones políticas imputamos, podamos nosotros ofrecerlos a Vuestra Majestad para que se restablezca pronto la normalidad. Por eso me permito ofrecer a Vuestra Majestad la formación de un Directorio militar, presidido por mí, que sin la adjudicación de carteras ni categorías de ministros, tenga todas las facultades, iniciativas y responsabilidades inherentes a un Gobierno en conjunto, pero con una firma única, que yo someteré a Vuestra Majestad; por lo cual debo ser el único que ante Vuestra Majestad y el notario mayor del Reino, y con toda unción y patriotismo que el solemne acto requiere, hinque la rodilla en tierra ante los Santos Evangelios, jurando lealtad a la Patria y al Rey y al propósito de restablecer el imperio de la Constitución tan pronto Vuestra Majestad acepte el Gobierno que le proponga. Bajo este aspecto, Seños, nos ha recibido el país con clamorosa acogida y confortable esperanza; y creemos un deber elemental modificar la esencia de nuestra actuación, que no puede tener ante la Historia y la Patria otra justificación que el desinterés y el patriotismo. Madrid, 15 de septiembre de 1923.
Señor: A.L.R.P. de V.M. Miguel Primo de Rivera.

En el artículo 1º del Real Decreto se confería a Primo de Rivera el cargo de «Presidente del Directorio militar encargado de la Gobernación del Estado, con poderes para proponerme cuantos decretos convengan a la salud pública, los que tendrán fuerza de ley». En el artículo 2º se establecía que el Directorio estaría formado por su presidente y ocho generales de brigada, uno por cada región militar, más un contralmirante de la Armada. En el 3º que quien pasaría a la firma los decretos sería el presidente del Directorio, «con facultades de Ministro único», y «asesorándose previamente del Directorio». En el 4º se suprimían los cargos de Presidente del Consejo de Ministros, Ministros de la Corona y Subsecretarios, excepto los Subsecretarios de Estado y Guerra.[5]

El día 17 la Gaceta de Madrid publicó la disolución del Congreso de los Diputados y de la parte electiva del Senado, de acuerdo con la facultad que le confería al rey el artículo 32 de la Constitución, aunque con la obligación de convocarlos de nuevo antes de tres meses. Cumplido el plazo el 12 de noviembre los presidentes del Congreso y del Senado, Melquiades Álvarez y el conde de Romanones, respectivamente, se presentaron ante el rey para que reuniera las Cortes, recordándole que ese era su deber como monarca constitucional. La respuesta que recibieron fue su destitución inmediata de los dos cargos que ostentaban. Primo de Rivera lo justificó con estas palabras:[7]

El país no se impresiona ya con películas de esencias liberales y democráticas; quiere orden, trabajo y economía.

El 21 de diciembre de 1923 se llevó a cabo la primera reorganización del Directorio que quedó constituido como una estructura colegiada, por lo que los generales que lo integraban podían asumir la competencia de una cartera ministerial, que hasta entonces había correspondido a Primo de Rivera, como «ministro único». También se restableció el cargo de subsecretario, que hasta entonces solo había ejercido el general Severiano Martínez Anido en el Ministerio de Gobernación, y con la facultad de participar en las reuniones del Directorio. Un nuevo paso hacia la conversión del Directorio en un gobierno de facto se dio en junio de 1924 cuando los miembros del Directorio pudieron firmar los decretos entregados al rey para su aprobación —una facultad que hasta entonces había correspondido en exclusiva a Primo de Rivera—.[7]

El estado de excepción permanente y el restablecimiento de la «paz social» editar

La militarización del orden público editar

El restablecimiento del «orden», que los sublevados consideraban quebrantado, fue el objetivo más inmediato. El método expeditivo utilizado fue poner esa tarea en manos del Ejército, que gozó, según Eduardo González Calleja, de «un poder omnímodo, no controlado por ninguna asamblea, libre de la responsabilidad política exigible a un Gobierno parlamentario, y potenciado hasta la arbitrariedad por la suspensión de la Constitución y la virtual desaparición de las normas inherentes a las libertades públicas». De esta forma, concluye González Calleja, la Dictadura transformó «la vida pública española en un estado de excepción permanente».[8]

Tras la declaración en toda España del estado de guerra, que se mantuvo hasta el final del Directorio militar en diciembre de 1925,[9]​ la siguiente medida que dictó Primo de Rivera para la militarización del «orden público» fue la sustitución de las autoridades provinciales y locales (gobernadores civiles, alcaldes, presidentes de las diputaciones) por militares —a partir de abril de 1924 los gobernadores provinciales serán sustituidos progresivamente por personal civil, aunque algunas de sus funciones más importantes, como la censura o el orden público, permanecieron en manos de autoridades militares—.[10]​ Después atribuyó a la jurisdicción militar los «delitos políticos» (incluidos el de ostentar banderas no nacionales o utilizar en actos oficiales lenguas no castellanas)[11]​ y buena parte de los delitos comunes como el robo a mano armada en comercios y bancos, el manejo de explosivos y los de traición y lesa majestad.[12]

Los encargados de aplicar la política de «orden público» fueron los dos máximos responsables del mismo durante los años más oscuros del pistolerismo en Barcelona: el que fuera gobernador civil, general Severiano Martínez Anido, nombrado subsecretario del Ministerio de Gobernación; y el que fuera su jefe de policía, el general Miguel Arlegui que ocupó la restablecida Dirección General de Seguridad, de la que dependían los Cuerpos de Vigilancia y Seguridad. Por otro lado la Guardia Civil recuperó su tradicional autonomía, y los gobernadores civiles no tuvieron mando sobre ella.[13]

La declaración del estado de guerra y el resto de medidas de militarización del orden público y de restricción de los derechos y libertades consiguió reducir el número de atentados —entre 1923 y 1928 hubo 51 atentados, frente a los 1.259 de 1919-1923— y se redujo el número de huelgas, aunque se debió también al crecimiento económico que se vivió en los «felices años veinte».[14]

El Somatén editar

Otra de las decisiones del Directorio que también tuvo que ver con el orden público, y una de las primeras que acordó, fue un real decreto de 17 de septiembre, por el que se extendió la institución catalana del Somatén a todas las provincias de España.[15]​ Según el Real Decreto el Somatén Nacional, que fue el nombre oficial que recibió, sería reclutado en el plazo de un mes por los capitanes generales, quedando al mando de un General de Brigada. En el Decreto, Primo de Rivera explicaba que el Somatén no solo era una fuerza auxiliar para el mantenimiento del orden público sino también un «acicate de los espíritus» para estimular la colaboración ciudadana con el nuevo régimen. A pesar de que Primo de Rivera en un discurso pronunciado ante Mussolini el 21 de noviembre de 1923 pretendió equipararlo con los «camisas negras» fascistas, el somatén «era un cuerpo armado de burgueses de orden, creado desde, por y para el poder», aunque también se integraron en él obreros procedentes de los Sindicatos Libres. Como dijo Primo de Rivera, el Somatén «tiene por lema paz, justicia y orden, que son los tres postulados de la verdadera democracia».[16]

Para estimular el alistamiento de los varones mayores de 23 años e impulsar el apoyo social a la institución se organizaron innumerables actos cívicos, todos siguiendo un mismo ritual.[17]​ El Somatén tuvo un notable protagonismo en la policía de las buenas costumbres ocupándose de establecer un determinado comportamiento cívico burgués conservador, con un fuerte componente religioso.[18]​ En la práctica se puede diferenciar entre el Somatén rural, dirigido a la represión de los delitos comunes, como los hurtos, del Somatén urbano que actuaba bajo la tutela del Ejército y la Policía en la represión de los llamados «delitos sociales», como las huelgas.[19]​ Sin embargo, el Somatén progresivamente se convirtió en «un simple adorno coreográfico de los fastos del régimen, desfilando con sus distintivos, armamento y banderas en toda fiesta o conmemoración oficial que requiriera su presencia», afirma González Calleja.[20]

Restricción de los derechos y libertades: la censura editar

Con la Constitución de 1876 suspendida quedaron sin efecto las garantías de los derechos y libertades. Una de las que fue sometida a un control más estrecho fue la libertad de expresión. El mismo día del nombramiento del Directorio militar, el 15 de septiembre de 1923, se estableció la más estricta censura de prensa. Según Eduardo González Calleja, «quedaba prohibida casi cualquier crítica al gobierno, sus hombres o sus instituciones; la alusión a toda medida persecutoria desencadenada por la Dictadura contra sus presuntos enemigos; la apología de cualquier tendencia regionalista; la noticia de la declaración de huelgas y de su desarrollo, de alteraciones de orden público, atracos, crímenes, escándalos, pornografía o chantajes; el comentario de los problemas de subsistencias, combustibles o comunicaciones; la información detallada de los consejos de guerra o de temas militares referentes a Marruecos o Tánger; los ataques, bromas, ironías o caricaturas sobre personas o gobiernos extranjeros; la inserción de artículos sobre la situación en Rusia (en cambio, el fascismo gozó de un comprensible trato de favor) o el comentario de noticias sobre la Sociedad de Naciones contrarias a los intereses españoles». Las sanciones a los que infringieran estas normas podían ir desde una multa de 250 pesetas a la suspensión de la publicación. Fueron numerosos los diarios sujetos a multas o suspensiones, en especial Heraldo de Madrid, «el diario más perseguido por el régimen», y aparecieran espacios en blanco en sus páginas o rayas negras eliminando párrafos enteros. De esta forma los periódicos dejaron de ser órganos de opinión. Una prueba del impacto que tuvo la censura es el hecho de que los 41 diarios que se publicaban en Madrid en 1920 pasaran a 16 el último año de la Dictadura.[21]

En 1924 se centralizó el control de los periódicos en la Oficina de Información y Censura, presidida inicialmente por el coronel Pedro Rico Parada, que al año siguiente pasó a ser el director del diario La Nación, el órgano de la Unión Patriótica, y más tarde por el teniente coronel Eduardo López Vidal, que escribió artículos bajo el seudónimo de Celedonio de la Iglesia.[22]

Otro de los derechos que fue seriamente limitado fue el de reunión al haberse declarado el estado de guerra.[23]​ Además el gobierno podía trasladar a jueces y a funcionarios judiciales lo que dejó sin efecto la división de poderes y la independencia del poder judicial, con la consiguiente indefensión de las personas físicas y jurídicas frente a los actos de la Administración.[24]

Represión del anarconsindicalismo editar

A los pocos días de consumar el golpe de Estado el nuevo Directorio militar definió cuál iba ser su política respecto de las organizaciones obreras: «Asociaciones obreras, sí, para fines de cultura, de protección y de mutualismo e, incluso, de sana política, pero no de resistencia y pugna con la producción».[25]​ La aplicación de este principio explica en gran medida el distinto trato que recibieron la anarcosindicalista CNT y la socialista UGT. Primo de Rivera intentó atraerse a los socialistas, provocando una división en su seno entre los partidarios de la colaboración con la Dictadura, encabezados por Julián Besteiro, Francisco Largo Caballero y Manuel Llaneza, y los contrarios, liderados por Indalecio Prieto y Fernando de los Ríos. Ganó la postura de los primeros y los socialistas se integraron en el Consejo de Trabajo como consecuencia de la absorción por este nuevo organismo del Instituto de Reformas Sociales, e incluso Largo Caballero formó parte del Consejo de Estado, lo que provocó la dimisión de Prieto de la ejecutiva del PSOE.[14]​ En cambio, la política de la Dictadura respecto de la CNT fue una represión implacable.[26]

Las primeras medidas que tomó el Directorio militar estuvieron encaminadas a controlar a los Sindicatos Únicos de la CNT, dominantes en Cataluña, al exigir que presentaran sus estatutos, registros y libros de contabilidad, lo que también sirvió de coartada para cerrar sedes societarias y encarcelar y desterrar sin juicio a sus dirigentes, valiéndose las autoridades militares de los poderes que les confería la declaración del estado de guerra. Ante esta presión muchas organizaciones obreras, como la Federación local barcelonesa de la CNT, optaron por pasar a la clandestinidad. En Sevilla fueron detenidos y desterrados Pedro Vallina y varios miembros más del Comité Nacional de la CNT, que se había trasladado a esa ciudad andaluza en agosto de 1923. Una de las consecuencias de la «virtual clandestinidad en que estaba sumida la dirección cenetista» fue la radicalización de la misma.[27]

En mayo de 1924, aprovechando la oportunidad que le brindó el asesinato del verdugo de Barcelona el 7 de mayo, la Dictadura prohibió los Sindicatos Únicos —y el diario de la CNT Solidaridad Obrera fue cerrado—, lo que supuso el hundimiento de la CNT, especialmente en Cataluña ya que allí estaba muy debilitada a causa de la acción de los Sindicatos Libres, la brutal represión, el pistolerismo y las pugnas internas de los «años de plomo» (1919-1923).[28]​ Al mes siguiente, junio de 1924, era detenido el nuevo Comité Nacional de CNT establecido en Zaragoza, «lo que impidió de forma permanente el funcionamiento regular del sindicato a escala nacional».[29]

El «descuaje del caciquismo» editar

Primo de Rivera se consideró a sí mismo el «cirujano de hierro» que debía lograr el «descuaje del caciquismo» del que había hablado Joaquín Costa a principios de siglo.[30]​ Como ha señalado González Calleja, la retórica regeneracionista impregnaba el Manifiesto con el que Primo de Rivera justificó el golpe de Estado y pocos días después declaraba a la prensa:[31]

Vamos a ver lo que nueve hombres de buena voluntad, trabajando intensamente durante nueve o diez horas diarias, pueden hacer en el espacio de noventa días.

Junto con el restablecimiento de la «paz social», el otro gran objetivo asignado a las nuevas autoridades militares provinciales y locales fue «regenerar» la vida pública desmantelando las redes caciquiles, una vez que la «oligarquía» de los políticos del turno ya había sido desalojada del poder —además se creó una Junta militar especial que dilucidaría las presuntas irregularidades cometidas por diputados y senadores en los últimos cinco años—.[32]​ Los nuevos gobernadores civiles, todos ellos militares, fueron encargados de investigar los casos de corrupción, admitiéndose al principio las denuncias anónimas, y para auxiliar a los gobernadores se nombraron en cada partido judicial delegados gubernativos, también militares —más de ochocientas corporaciones locales fueron investigadas y se incoaron más de cien expedientes por haberse detectado irregularidades en ellas; 152 secretarios de ayuntamiento fueron destituidos—.[33][34]

Los delegados gubernativos editar

La nueva figura del delegado gubernativo fue creada por una Real Decreto de 20 de octubre de 1923 en cuyo artículo 1º se decía:[35]

Por cada cabeza de partido judicial, y como delegados de los gobernadores civiles de las provincias, se designará un jefe o capitán del Ejército, que informará a aquéllos de las deficiencias funcionales de los Ayuntamientos que constituyan el partido judicial correspondiente, proponiendo los remedios adecuados e impulsando en los pueblos las corrientes de la nueva vida ciudadana.

Sin embargo, en la práctica la medida de nombrar los delegados gubernativos fue «poco efectiva» porque entre ellos «también se dieron casos de corrupción» «e incluso algunos se convirtieron en auténticos caciques».[36]​ Fueron criticados incluso por los propios políticos de la Dictadura, como José Calvo Sotelo, que escribió que a menudo convirtieron sus demarcaciones en reinos de taifas, coto exento que ellos regían a su antojo, en detrimento de la autoridad del gobernador civil, sobre todo cuando el que detentaba el cargo era un civil. El republicano Eduardo Ortega y Gasset fue más lejos cuando dijo que España se hallaba así subyugada a un régimen similar al del protectorado africano, puesto que la misión de los delegados gubernativos no era distinta de la de los administradores de la cábilas marroquíes. También fueron criticados por las autoridades locales, entre otras razones, porque parte del salario, su alojamiento y gastos de representación corrían a cargo de las arcas municipales y porque abusaban de sus competencias. Por todo ello el Directorio decidió reducir sus funciones y su número, pasando en enero de 1925 de 426 a 138, y se les puso bajo las órdenes estrictas de los gobernadores civiles (en 1927 quedaron reducidos a 72, trabajando como asesores de los gobernadores civiles).[37]

El Estatuto Municipal de 1924 y el Estatuto Provincial de 1925 editar

La reforma política a nivel local culminó con la promulgación del Estatuto Municipal de 1924, impulsado por el entonces director general de Administración Local, el antiguo maurista José Calvo Sotelo. En el preámbulo del Estatuto se decía que «el Estado para ser democrático ha de apoyarse en municipios libres», pero los alcaldes siguieron siendo designados por el Gobierno, y no elegidos por los vecinos.[30]

Otro paso en «descuaje del caciquismo» fue la disolución de las diputaciones provinciales en enero de 1924, a excepción de las del País Vasco y de Navarra. Los gobernadores civiles quedaron encargados de nombrar a sus nuevos miembros entre profesionales liberales y empresarios, lo que provocó la desafección de los miembros de la Lliga Regionalista encabezados por Josep Puig i Cadafalch, quien en un principio había creído en la buena voluntad regionalista de Primo de Rivera, ya que los designados para las cuatro diputaciones catalanas, como en los ayuntamientos, fueron españolistas, procedentes en su mayoría de la Unión Monárquica Nacional.[38]

Sin embargo, según Eduardo González Calleja, «la Dictadura no logró erradicar el caciquismo, sino cambiar los titulares de los feudos». Además, a pesar de que «sus decisiones tuvieron un importante eco propagandístico que permitió apuntalar la popularidad del régimen», «el carácter intervencionista del conjunto de la política dictatorial incrementó la burocracia, y con ella el trato de favor a los afines, la acumulación abusiva de cargos y las compensaciones salariales con gastos de representación, bonos, etc. No se logró, en definitiva, una auténtica reforma de la administración local o provincial, sino la pervivencia de actitudes clientelares maquilladas con medidas cosméticas de carácter disciplinario contra las actuaciones corruptas o antipatrióticas más flagrantes».[39]​ En realidad, «la razón fundamental de la crisis del caciquismo durante el período de la Dictadura fue la marginación del poder durante tanto tiempo de los partidos del turno», aunque muchos caciques encontraron refugio en el partido único de la Dictadura, la Unión Patriótica.[40]

Las relaciones con la Iglesia editar

En el proyecto «regeneracionista» de Primo de Rivera la religión católica desempeñaba un papel muy importante, de ahí que desde el primer momento proclamara la defensa de los intereses morales y materiales de la Iglesia, como se pudo comprobar en el discurso ultramontano que pronunció el rey Alfonso XIII en noviembre de 1923 ante el Papa Pío IX en Roma:[41]

Si un día… la fe exigiera a los católicos los mayores sacrificios; y si, en defensa de la perseguida, nuevo Urbano II, levantarais una Cruzada contra los enemigos de nuestra santa religión, España y su rey, fidelísimos a vuestros mandatos, jamás desertarían del puesto de honor que sus gloriosas tradiciones señalan

Una de las primeras medidas que tomó Primo de Rivera fue renunciar en marzo de 1924 a la intervención del Estado en el nombramiento de los obispos de las diócesis españolas, una prerrogativa —el Real Patronato— que siempre habían ejercido los gobiernos de la Restauración. El resultado fue que las sedes vacantes fueron ocupadas por obispos integristas, entre los que destacó Pedro Segura que con solo 46 años ocupó la sede primada de Toledo y en 1927 fue nombrado cardenal.[42]​ El único conflicto que tuvo la Dictadura con la Iglesia católica fue con motivo de la resistencia de los obispos catalanes, encabezados por el arzobispo de Tarragona, Francesc Vidal i Barraquer, y por el obispo de Barcelona Josep Miralles, a ordenar a los párrocos que predicaran en castellano.[43]

La Unión Patriótica: un partido «apolítico» editar

 
General Miguel Primo de Rivera.

Algunos meses después de la instauración de la Dictadura de Primo de Rivera en septiembre de 1923, el dictador comenzó a fraguar la idea de que no era suficiente para «regenerar» el país poner fin a la «oligarquía» y «descuajar el caciquismo», como se había propuesto, sino que también era necesaria una «política nueva», que se apoyara en «gentes de ideas sanas» y en los hombres «de buena fe» que formarían un «partido político, pero apolítico, que ejerce una acción político-administrativa».[30]​ Una fuerza política, que no definiera los objetivos ni las políticas a aplicar, sino que se hiciera cargo de la administración del Estado llevando a la práctica el lema regeneracionista de «menos política, más administración».[2]

Como punto de partida para construir la nueva organización política, Primo de Rivera primero pensó en La Traza, un grupúsculo barcelonés imitador del fascismo, pero tras su viaje a Italia en noviembre de 1923 se decantó por las organizaciones promovidas por la derecha católica y que darían nacimiento a la Unión Patriótica Castellana (UPC), una fuerza política que intentaba seguir los pasos del católico Partito Popolare Italiano.[44]​ El primer presidente de la UPC fue el profesor católico Eduardo Callejo, muy próximo a Ángel Herrera, fundador y promotor de la Asociación Católica Nacional de Propagandistas, y su ideario inicial era un catolicismo tradicionalista y corporativista, defensor de la propiedad y de los valores agrarios.[45]

El 5 de abril de 1924 Primo de Rivera escribió una circular a los delegados gubernativos en la que les incitaba a «unir y organizar a todos los hombres de buena voluntad a fin de prepararles para cuando el Directorio haya realizado su misión». Diez días después el dictador trazaba las líneas básicas de su proyecto: construir un «partido político pero que en el fondo es apolítico en el sentido corriente de la palabra», que intentaría «unir y organizar a todos los españoles de buena voluntad» e «ideas sanas» en los principios de la «Religión, Patria y Monarquía» —muy cercanos al trilema carlista Dios, Patria y Rey—. En consecuencia la nueva organización no tendría ideología, sería incompatible con la Constitución de 1876, vigente hasta entonces, y su papel consistiría en «excitar el espíritu de ciudadanía con objeto de que las Uniones lleguen a formar una mayoría parlamentaria en la cual pueda confiar el Rey y que sea el primer paso para la normalidad constitucional».[46]​ El 29 de abril dio instrucciones a los gobernadores civiles «para organizar las nuevas huestes ciudadanas» creando comités upetistas, muchos de los cuales fueron designados para formar los nuevos ayuntamientos según la normativa del Estatuto Municipal de 1924 recién aprobado.[47]​ Así pues, la Unión Patriótica fue un partido «organizado desde el poder y por el poder», como escribió el ministro de la Dictadura José Calvo Sotelo.[48]

Primo de Rivera definió la Unión Patriótica como «un partido central, monárquico, templado y serenamente democrático». Uno de sus ideólogos, el escritor José María Pemán, se preocupó de diferenciarlo del fascismo y afirmó que el Estado que defendía la Unión Patriótica era el «tradicional socialcristiano», y que además renegaba del sufragio universal que consideraba «un gran error».[49]​ En el partido se integraron personas procedentes de la derecha tradicional católica (antiliberal y antidemocrática), del «maurismo» y de otros sectores conservadores, «apolíticos» de todo tipo y también simples oportunistas.[50]

La base de la Unión Patriótica fue fundamentalmente local y provincial, y la Junta Directiva Nacional creada en 1926 nunca tuvo unas funciones muy precisas. Más importante como aglutinante del partido fue el papel del diario La Nación, el órgano de prensa de la Unión Patriótica sostenido con fondos de la Administración.[51]

Por otro lado, la eficacia de la Unión Patriótica en el «descuaje del caciquismo» fue en realidad reducida, porque «incorporó en sus filas a muchos antiguos caciques y permitió la creación de nuevos cacicazgos», como en el caso de la provincia de Cádiz, cuna de Primo de Rivera, «donde la práctica totalidad de los caciques tradicionales se integraron en la Unión Patriótica».[49]

El reforzamiento del nacionalismo español y la lucha contra el «separatismo» editar

Del «sano regionalismo» al «españolismo» editar

En el Manifiesto del 13 de septiembre se hacía referencia a la «descarada propaganda separatista» como una de las justificaciones del golpe. Cinco días después el Directorio promulgaba el Decreto de 18 de septiembre de 1923 contra el «separatismo», que castigaba con severas penas los «delitos contra la seguridad y la unidad de la Patria», juzgados por tribunales militares. Así pues, la Dictadura se decantó desde el primer momento por «un nacionalismo español autoritario y beligerante. Los símbolos y las entidades afines a los otros nacionalismos fueron perseguidos. La censura redujo a la mínima expresión no sólo la prensa democrática y obrera, sino también las publicaciones en otras lenguas. Las actividades políticas fueran severamente limitadas y, en general, nacionalismos subestatales y regionalismos entraron en un forzado eclipse, que duraría hasta 1929».[52]

Sin embargo al principio pareció que Primo de Rivera apoyaba el «sano regionalismo» y llegó a encargar pocos días después del golpe de Estado a las diputaciones forales vascas que redactaran un proyecto de Estatuto, tarea que cumplió la Diputación Foral de Guipúzcoa que lo presentó a finales de diciembre de 1923. Pero la Diputación Foral de Vizcaya, dominada por la Liga de Acción Monárquica, se opuso y se abandonó el proyecto.[53]​ Asimismo, Primo de Rivera declaró el 12 de octubre que se proponía suprimir «las 49 pequeñas administraciones provinciales» sustituyéndolas por 10, 12 o 14 regiones dotadas de «todo aquello que dentro de la unidad de la tierra sea posible conceder». Esta política se vio confirmada con el ofrecimiento que hizo la Dictadura a los nacionalistas gallegos conservadores de una Mancomunidad gallega a cambio de su colaboración con la política del régimen. Una oferta similar se hizo a los regionalistas valencianos y aragoneses. En marzo de 1924 se aprobó en Santiago el anteproyecto de Mancomunidad gallega redactado por Vicente Risco y Antonio Losada Diéguez, pero entonces el impulso «regionalista» de la Dictadura había desaparecido.[54]

El 13 de enero de 1924 Primo de Rivera decretó la disolución de las diputaciones provinciales a excepción de las forales, del País Vasco y de Navarra, como ya había hecho con los ayuntamientos tres meses antes. Los gobernadores civiles quedaron encargados de nombrar a sus nuevos miembros entre profesionales liberales, mayores contribuyentes y directivos de corporaciones culturales, industriales y profesionales. Las nuevas Diputaciones debían informar de los problemas de funcionamiento que detectaran y proponer los remedios.[55]

El nombramiento de señalados «españolistas», procedentes en su mayoría de la Unión Monárquica Nacioonal, al frente de las diputaciones catalanas, como ya había sucedido con los ayuntamientos, provocó la desafección de los miembros de la Lliga Regionalista encabezados por Josep Puig i Cadafalch, quien en un principio había creído en la buena voluntad regionalista de Primo de Rivera.[38]

Primo de Rivera encargó la tarea de reformar el sistema jurídico-administrativo de ayuntamientos y diputaciones provinciales al joven abogado José Calvo Sotelo, un político conservador procedente del maurismo, al que puso al frente de la Dirección General de Administración Local. Calvo Sotelo nombró un equipo de exmauristas y de católicos de derechas, como José María Gil Robles, el conde de Vallellano, Josep Pi i Suñer, Miquel Vidal i Guardiola y Luis Jordana de Pozas que colaboraron en la elaboración del Estatuto Municipal de 1924 y en el Estatuto Provincial de 1925.[56][57]

En una larga nota oficiosa que acompañó a la promulgación del Estatuto Provincial Primo de Rivera reconoció que había cambiado de opinión sobre el «regionalismo», pues antes pensaba que este podía ser positivo para la regeneración de España, pero ahora se había dado cuenta de que «reconstruir desde el poder la región, reforzar su personalidad, exaltar el orgullo diferenciativo entre unas y otras es contribuir a deshacer la gran obra de la unidad nacional, es iniciar la disgregación, para la que siempre hay estímulo en la soberbia o el egoísmo de los hombres».[56]

La represión de la lengua y la cultura popular catalana editar

El programa «nacionalizador» también alcanzó a la escuela donde se debía impartir una enseñanza a la vez «patriótica» y religiosa. El 27 de octubre de 1923 se publicó una circular de la Dirección General de Enseñanza Primaria en la que se recordaba a los maestros y a los inspectores su deber de «enseñar la lengua castellana en sus respectivas escuelas y de dar las enseñanzas en el mismo idioma». Meses más tarde se otorgó a los inspectores la potestad de cerrar los centros o suspender a los maestros que no cumplieran esa orden. El 13 de octubre de 1925 se ordenó a los directores de los centros educativos —y también a los rectores de las Universidades— que vigilasen la difusión de «doctrinas antisociales o contra la unidad de la Patria que puedan ser expuestas por algunos profesores o maestros dentro de sus clases, procediendo desde luego con el mayor rigor a la formación del oportuno expediente previa suspensión de empleo y medio sueldo, si hubiera indicios suficientes de culpabilidad». Asimismo debían retirar los libros que no estuvieran escritos en castellano o que contuvieran doctrinas contrarias a la unidad de la patria, suspendiendo de empleo y sueldo al maestro que los utilizara.[58]

En Cataluña, pronto se hizo patente la equivocación de la Lliga Regionalista de apoyar el golpe de Primo de Rivera, ya que este llevó a cabo inmediatamente una política de persecución del catalanismo. Entre otras medidas se prohibió el catalán en los actos oficiales, se intentó suprimir el uso de catalán en los sermones y en las ceremonias religiosas, se impuso el castellano como única lengua administrativa, se castellanizaron y cambiaron los topónimos catalanes, se boicotearon los Jocs Florals (que hubieron de celebrarse en el exterior), se prohibió izar la bandera catalana, se limitó el baile de sardanas, se persiguió a instituciones profesionales, sindicales y deportivas simplemente por usar el catalán, etc.[59]​ Esta política generó numerosos conflictos con diversas instituciones catalanas y entidades catalanistas que se resistían a aceptarla, y muchas de ellas acabaron siendo clausuradas temporal o definitivamente. Fue el caso, por ejemplo, de algunos locales de la Lliga Regionalista que fueron cerrados y el de su periódico La Veu de Catalunya que fue suspendido temporalmente.[59]

En enero de 1924 Primo de Rivera se reunió en Barcelona con algunos dirigentes políticos catalanes pero solo consiguió el apoyo de la españolista Unión Monárquica Nacional, cuyo líder Alfonso Sala Argemí pasó a presidir la Mancomunitat tras la dimisión de Puig i Cadafalch. Sin embargo, Sala acabó enfrentándose a las autoridades militares de Cataluña y protestando por carta a Primo de Rivera. Así cuando el 12 de marzo de 1925 se aprobó el Estatuto Provincial de 1925, que en la práctica prohibía la Mancomunitat, Sala dimitió.[60]

Tras la desaparición de la Mancomunitat, las declaraciones de Primo de Rivera sobre la cultura, la identidad, el idioma y las instituciones de Cataluña fueron creciendo en virulencia, manifestándose totalmente contrario a cualquier tipo de autonomía regional. Como ha señalado la historiadora Genoveva García Queipo de Llano, «Primo de Rivera ofendió no sólo a grupos políticos sino a la totalidad de la sociedad catalana».[61]​ Así se fue produciendo un distanciamiento cada vez mayor entre Cataluña y la Dictadura, aumentando progresivamente los conflictos. Acció Catalana llevó el «caso catalán» a la Sociedad de Naciones y Francesc Macià, un antiguo militar fundador de Estat Catalá, se convirtió en el símbolo de la resistencia de Cataluña a la Dictadura.[59]

La represión del nacionalismo vasco editar

La Dictadura también reprimió con dureza al nacionalismo vasco, especialmente al sector más radical que dominaba entonces el Partido Nacionalista Vasco (PNV), mientras que el sector moderado había formado su propia organización, la Comunión Nacionalista Vasca. Solo una semana después de su formación el Directorio militar cerró Aberri, el diario oficioso del PNV, y ordenó a la guardia civil que clausurara los batzokis y demás centros y sociedades del PNV, que quedó ilegalizado de facto. En cambio la CNV fue relativamente tolerada. En 1924 su organización de Guipúzcoa rechazó el separatismo y suspendió voluntariamente su actividad política, mientras que «el sindicato SOV aceptó participar en los Comités Paritarios de la Dictadura, y se alió con otros sindicatos para derrotar a la UGT».[62]

Tanto el PNV como la CNV se centraron a partir de entonces en el fomento de las actividades religiosas (romerías), de tiempo libre (excursionismo), culturales (danza, teatro, música, fomento del euskera) o deportivas (fútbol y ciclismo).[63]

La pacificación de Marruecos editar

Del «abandonismo» al desembarco de Alhucemas editar

Respecto al «problema de Marruecos» el general Primo de Rivera siempre había manifestado una postura «abandonista»,[59]​ así que ordenó el repliegue de las tropas a la franja litoral del Protectorado español de Marruecos, con el consiguiente malestar del sector «africanista» del Ejército. Entre ellos se encontraba el teniente coronel Francisco Franco que escribió varios artículos en la Revista de Tropas Coloniales, en defensa del colonialismo español. Una de las razones de fondo de la oposición al «abandono» de Marruecos estribaba en que el repliegue suponía el final de los rápidos ascensos por «méritos de guerra», lo que había permitido a los oficiales destinados en África ascender más rápidamente que los que estaban en las guarniciones peninsulares. Era el caso del propio teniente coronel Franco, que cuando se graduó solicitó destino en el Ejército de África (en los «regulares», primero en Melilla y después en Ceuta), y en solo cinco años (de 1912 a 1917) ascendió de teniente a comandante por méritos de guerra. Cuando el teniente coronel Millán Astray organizó en 1920 la Legión Extranjera (siguiendo el modelo francés) nombró al comandante Franco al frente de uno de sus batallones. En 1922, Franco publicó Marruecos, diario de una Bandera, donde contó su experiencia en la Legión. Ese mismo año los medios conservadores, como el diario ABC, lo pusieran como ejemplo de «soldado», ante la campaña antimilitarista que se desató tras el «desastre de Annual». En 1923 ocupaba la jefatura de la Legión y era ascendido a teniente coronel. Cuando, finalmente, Primo de Rivera se decidió a reanudar la guerra de Marruecos el teniente coronel Franco, como otros oficiales «africanistas», cambiaron su actitud y se hicieron acérrimos partidarios de la Dictadura. El teniente coronel Franco ascendió en solo tres años a coronel y de coronel a general. Tenía 33 años de edad. Si no hubiera habido guerra aún sería capitán, afirma el historiador Gabriel Cardona.[64]

En marzo de 1924 Primo de Rivera mandó retirar las tropas de la zona de Yebala y Xauen lo que permitiría acortar las líneas. Pero el repliegue se hizo en muy malas condiciones climatológicas y fue aprovechado por Abd el-Krim, el líder de la autoproclamada República del Rif, para lanzar una ofensiva, por lo que la operación fue una catástrofe. Hubo más bajas que las producidas en el desastre de Annual de tres años antes, aunque con un número inferior de muertos, y Abd el-Krim se apoderó de buena parte del protectorado español.[65]​ Primo de Rivera logró ocultar a la opinión pública la magnitud del desastre gracias a la censura[66]​ pero en octubre de 1924 tuvo que asumir personalmente el cargo de Alto Comisario Español en Marruecos. Solo el error de los rebeldes rifeños de atacar las posiciones francesas en la primavera de 1925 permitió a Primo de Rivera salvar la situación.[65]

 
Desembarco de Alhucemas, septiembre de 1925

En efecto, el ataque de Abd el-Krim a las zonas de Marruecos bajo protectorado francés fue suficiente para que Francia por primera vez se mostrara dispuesta a colaborar con España para poner fin a la rebelión rifeña.[67]​ De esta colaboración surgió el proyecto del desembarco de Alhucemas que tuvo lugar en septiembre de 1925 y fue un completo éxito pues cogió al enemigo por la espalda y partió en dos la zona controlada por los rebeldes. Así en abril de 1926, Abd el-Krim solicitaba entablar negociaciones y al año siguiente Marruecos estaba completamente pacificado, dejando de ser un problema para España.[67]​ En su obsesión por no caer en manos del ejército español, Abd el-Krim se entregó a los franceses que lo deportaron a la isla Reunión.[66]

Según Genoveva García Queipo de Llano,[67]

La victoria de Marruecos fue, sin duda, el triunfo más espectacular del gobierno de Primo de Rivera, y sentó las bases de la política exterior de la Dictadura en el futuro. La voluntad de permanencia en el poder del general Primo de Rivera a partir del año 1925, a pesar de que él mismo había indicado la provisionalidad de su régimen, fue precisamente que hubiera solucionado un problema que había sido la pesadilla de todos los gobernantes españoles desde el año 1898

La cuestión de las responsabilidades editar

Clausurado el parlamento e incautada la documentación de la Comisión de Responsabilidades, los procesos de los militares acusados por el desastre de Annual quedaron bajo la jurisdicción del Consejo Supremo de Guerra y Marina. El 25 de febrero fue absuelto el general Cavalcanti, miembro del Cuadrilátero, lo que provocó que el presidente del Consejo Supremo, el general Aguilera, dimitiera. Cuatro meses después, el 19 de junio, se inició el juicio contra el general Dámaso Berenguer y otros generales, jefes y oficiales implicados en el desastre de Annual. Dámaso Berenguer fue obligado a abandonar el servicio activo, pero el resto de encausados o fueron absueltos o sufrieron condenas leves. En julio de 1927 Primo de Rivera amnistió a Berenguer y al resto de los condenados. De esta forma, según González Calleja, «se dio por zanjada la división del Ejército por el enojoso asunto de las responsabilidades».[68]​ Como ha señalado Santos Juliá, «entregada la dirección de la guerra a las africanistas carecía de sentido seguir con el enojoso asunto de las responsabilidades, al que se dio definitivo carpetazo».[69]

Composición editar

Composición del Gobierno[70]
Cargo Titular Inicio Fin Partido Político
Presidente del Directorio Militar Miguel Primo de Rivera   15 de septiembre de 1923 3 de diciembre de 1925 Militar
Vicepresidente y vocal de Marina Antonio Magaz y Pers, conde de Magaz   15 de septiembre de 1923 3 de diciembre de 1925 Militar
Vocal de la I Región Militar Adolfo Vallespinosa y Vioz   15 de septiembre de 1923 3 de diciembre de 1925 Militar
Vocal de la II Región Militar Luis Hermosa y Kith   15 de septiembre de 1923 3 de diciembre de 1925 Militar
Vocal de la III Región Militar Luis Navarro y Alonso de Celada   15 de septiembre de 1923 3 de diciembre de 1925 Militar
Vocal de la IV Región Militar Dalmiro Rodríguez Pedré   15 de septiembre de 1923 3 de diciembre de 1925 Militar
Vocal de la V Región Militar Antonio Mayandía Gómez   15 de septiembre de 1923 3 de diciembre de 1925 Militar
Vocal de la VI Región Militar Francisco Gómez-Jordana Sousa   15 de septiembre de 1923 3 de diciembre de 1925 Militar
Vocal de la VII Región Militar Francisco Ruiz del Portal   15 de septiembre de 1923 3 de diciembre de 1925 Militar
Vocal de la VIII Región Militar Mario Muslera Perales 15 de septiembre de 1923 3 de diciembre de 1925 Militar

Responsables de los ministerios suprimidos editar

Composición del Gobierno[70]
Cargo Titular Inicio Fin Partido Político
Presidencia del Consejo Carlos Fort y Morales de los Ríos 18 de septiembre de 1923 3 de diciembre de 1925 Militar
Responsable de Estado Fernando Espinosa de los Monteros y Bermejillo 15 de septiembre de 1923 3 de diciembre de 1925 Diplomático
Responsable de Gracia y Justicia Fernando Cadalso Manzano 17 de septiembre de 1923 21 de diciembre de 1923 Abogado
Ernesto Jiménez Sánchez 21 de diciembre de 1923 22 de enero de 1924 Magistrado
Francisco García-Goyena y Alzugaray 22 de enero de 1924 3 de diciembre de 1925 Jurista
Responsable de Guerra Luis Bermúdez de Castro y Tomás 15 de septiembre de 1923 4 de julio de 1924 Militar
Juan O’Donnell y Vargas 4 de julio de 1924 3 de diciembre de 1925 Militar
Responsable de Hacienda Enrique Illana y Sánchez de Vargas 17 de septiembre de 1923 21 de diciembre de 1923 Político
Carlos Vergara Caillaux 21 de diciembre de 1923 25 de febrero de 1924 Abogado
José Corral y Larre 25 de febrero de 1924 3 de diciembre de 1925 Político
Responsable de Marina Gabriel Antón Iboleón 15 de septiembre de 1923 5 de febrero de 1924 Militar
Federico Ibáñez Valera (interino) 5 de febrero de 1924 12 de febrero de 1924 Militar
Ignacio Pintado y Gough 12 de febrero de 1924 25 de mayo de 1924 Militar
Honorio Cornejo y Carvajal 25 de mayo de 1924 3 de diciembre de 1925 Militar
Responsable de la Gobernación Millán Millán de Priego 17 de septiembre de 1923 22 de septiembre de 1923 Abogado
Severiano Martínez Anido 22 de septiembre de 1923 3 de diciembre de 1925 Militar
Responsable de Fomento José Vicente Arche 17 de septiembre de 1923 21 de diciembre de 1923
Pedro Vives y Vich 21 de diciembre de 1923 3 de diciembre de 1925 Ingeniero
Responsable de Instrucción Pública y Bellas Artes Alfonso Pérez Gómez-Nieva 17 de septiembre de 1923 21 de diciembre de 1923 Escritor
Javier García de Leániz 21 de diciembre de 1923 3 de diciembre de 1925 Jurista
Responsable de Trabajo, Comercio e Industria Alejandro García Martín 17 de septiembre de 1923 21 de diciembre de 1923
Juan Flórez Posada 21 de diciembre de 1923 7 de febrero de 1924 Ingeniero
Eduardo Aunós Pérez 7 de febrero de 1924 3 de diciembre de 1925 Político



Predecesor:
V Gobierno de Manuel García Prieto
 
15 de septiembre de 1923-3 de diciembre de 1925
Sucesor:
Directorio Civil

Referencias editar

  1. González Calleja, 2005, pp. 20-21.
  2. Juliá, 1999, p. 65.
  3. González Calleja, 2005, pp. 18-19.
  4. Tusell, 2003, p. 25.
  5. «Gaceta de Madrid, 16 de septiembre de 1923». 
  6. Morodo, 1973, p. 31.
  7. González Calleja, 2005, pp. 46-47.
  8. González Calleja, 2005, pp. 53-54.
  9. González Calleja, 2005, p. 54.
  10. González Calleja, 2005, p. 70.
  11. Juliá, 1999, p. 64.
  12. González Calleja, 2005, pp. 57-58.
  13. González Calleja, 2005, pp. 58-59.
  14. García Queipo de Llano, 1997, p. 120.
  15. Barrio Alonso, 2004, p. 77.
  16. González Calleja, 2005, pp. 164-165.
  17. González Calleja, 2005, pp. 166-167.
  18. González Calleja, 2005, pp. 165; 170.
  19. González Calleja, 2005, p. 166.
  20. González Calleja, 2005, p. 170.
  21. González Calleja, 2005, pp. 54-56.
  22. González Calleja, 2005, p. 55.
  23. González Calleja, 2005, p. 57.
  24. González Calleja, 2005, pp. 67-68.
  25. Tavera, 1984, p. 62.
  26. García Queipo de Llano, 1997, p. 121.
  27. González Calleja, 2005, pp. 335-337.
  28. Tavera, 1984, pp. 62-64.
  29. González Calleja, 2005, p. 338.
  30. García Queipo de Llano, 1997, p. 102.
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  49. García Queipo de Llano, 1997, p. 104.
  50. Barrio Alonso, 2004, p. 78.
  51. Barrio Alonso, 2004, p. 79.
  52. De la Granja, Beramendi y Anguera, 2001, p. 60.
  53. González Calleja, 2005, pp. 133; 136.
  54. González Calleja, 2005, p. 135.
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  56. Ben-Ami, 2012, p. 185.
  57. González Calleja, 2005, p. 130.
  58. González Calleja, 2005.
  59. García Queipo de Llano, 1997, p. 108.
  60. García Queipo de Llano, 1997, p. 106.
  61. García Queipo de Llano, 1997, pp. 106-108.
  62. González Calleja, 2005, p. 358.
  63. González Calleja, 2005, pp. 356-357.
  64. Cardona, 2003, pp. 18-24.
  65. García Queipo de Llano, 1997, pp. 108-110.
  66. Barrio Alonso, 2004.
  67. García Queipo de Llano, 1997, p. 110.
  68. González Calleja, 2005, p. 64.
  69. Juliá, 1999, pp. 64-65.
  70. Orden de los ministerios en función de preferencia por creación

Bibliografía editar

  •   Datos: Q16141502

directorio, militar, primo, rivera, constituye, primera, etapa, dictadura, primo, rivera, instaurada, españa, durante, reinado, alfonso, xiii, tras, triunfo, golpe, estado, primo, rivera, septiembre, 1923, directorio, militar, nombre, institución, integrada, e. El Directorio militar de Primo de Rivera constituye la primera etapa de la Dictadura de Primo de Rivera instaurada en Espana durante el reinado de Alfonso XIII tras el triunfo del Golpe de Estado de Primo de Rivera del 13 15 de septiembre de 1923 Directorio militar fue el nombre que se dio a la institucion integrada exclusivamente por militares ocho generales y un contralmirante que bajo la presidencia del general Miguel Primo de Rivera debia asesorarle en las funciones de gobierno y en la promulgacion de los decretos que tendrian fuerza de ley las Cortes elegidas en abril de 1923 fueron clausuradas En diciembre de 1925 el Directorio militar fue sustituido por un gobierno en el que habia militares y civiles presidido tambien por Primo de Rivera que sera conocido como Directorio civil y que constituye la segunda y ultima etapa de la Dictadura primorriverista que finalizo en enero de 1930 Alfonso XIII junto al general Miguel Primo de Rivera despues de su nombramiento como Jefe del Gobierno y Presidente del Directorio militarEl regimen del Directorio Militar como otros regimenes militares corporativos instaurados en Europa oriental y meridional en el periodo de entreguerras se diferencio del fascismo establecido en Italia tras la marcha sobre Roma de octubre de 1922 en que era un sistema de partido unico pero tutelado desde el poder y en que el aparato del Estado siguio controlado por las viejas clases dominantes que solo permitian unos cambios limitados Sin embargo segun el historiador Eduardo Gonzalez Calleja la dictadura primorriverista tambien guardo algunas semejanzas con el fascismo como el corporativismo 1 Durante esta primera etapa la Dictadura cosecho dos grandes exitos la solucion del problema de Marruecos incluido el asunto de las responsabilidades a las que se les dio carpetazo y el restablecimiento del orden publico en Cataluna dos cuestiones en las que habia naufragado la vieja politica de los partidos del turno Encarrilados estos dos problemas la dictadura con rey como la ha denominado el historiador Santos Julia se planteo su continuidad con la fundacion de un regimen politico nuevo de tipo autoritario basado en un partido unico la Union Patriotica al modo de la Italia fascista 2 Indice 1 El nacimiento del Directorio militar 2 El estado de excepcion permanente y el restablecimiento de la paz social 2 1 La militarizacion del orden publico 2 2 El Somaten 2 3 Restriccion de los derechos y libertades la censura 2 4 Represion del anarconsindicalismo 3 El descuaje del caciquismo 3 1 Los delegados gubernativos 3 2 El Estatuto Municipal de 1924 y el Estatuto Provincial de 1925 4 Las relaciones con la Iglesia 5 La Union Patriotica un partido apolitico 6 El reforzamiento del nacionalismo espanol y la lucha contra el separatismo 6 1 Del sano regionalismo al espanolismo 6 2 La represion de la lengua y la cultura popular catalana 6 3 La represion del nacionalismo vasco 7 La pacificacion de Marruecos 7 1 Del abandonismo al desembarco de Alhucemas 7 2 La cuestion de las responsabilidades 8 Composicion 8 1 Responsables de los ministerios suprimidos 9 Referencias 10 BibliografiaEl nacimiento del Directorio militar editar nbsp De izquierda a derecha en negrita los generales miembros del Directorio militar y entre parentesis el numero de la region militar a la que representan en cursiva los cuatro generales miembros del Cuadrilatero el general Primo de Rivera el rey Alfonso XIII y el general Jose Cavalcanti de Alburquerque en primera fila el general Antonio Mayandia Gomez 5ª el general Federico Berenguer Fuste y general Leopoldo Saro Marin en segunda fila el general Antonio Daban Vallejo el general Francisco Ruiz del Portal 7ª y el general Luis Navarro y Alonso de Celada 3ª en tercera fila el general Luis Hermosa y Kith 2ª el general Dalmiro Rodriguez Pedre 4ª el general Adolfo Vallespinosa Vior 1ª el general Francisco Gomez Jordana Sousa 6ª y el general Mario Muslera y Planes 8ª en ultima fila Desde el desastre del 98 se produjo en Espana una creciente interferencia del Ejercito en la vida politica Dos momentos claves de esta actitud pretoriana del Ejercito fueron la crisis del Cu Cut de 1905 el asalto por oficiales de la guarnicion de Barcelona de la redaccion y los talleres de esta publicacion satirica nacionalista en respuesta a una vineta sobre el Ejercito y que condujo a la Ley de Jurisdicciones de 1906 y la crisis espanola de 1917 en la que cobraron un especial protagonismo las autodenominadas Juntas de Defensa integradas exclusivamente por militares La culminacion de ese proceso fue el golpe de Estado de Primo de Rivera del 13 de septiembre de 1923 que fue segun el historiador Eduardo Gonzalez Calleja la primera intervencion corporativa de las Fuerzas Armadas que a diferencia de los pronunciamientos del siglo XIX dio nacimiento al primer regimen autenticamente pretoriano de nuestra historia el Directorio Militar trasladando los valores y las actitudes del Ejercito al conjunto de la vida publica 3 Cuando el 15 de septiembre de 1923 se reunieron Primo de Rivera y el rey Alfonso XIII en el Palacio de Oriente acordaron una formula que guardara las apariencias de la legalidad constitucional Primo de Rivera seria nombrado Jefe del Gobierno y ministro unico asistido por un Directorio militar formado por ocho generales de brigada uno en representacion de cada region militar y un contralmirante Antonio Magaz y Pers marques de Magaz en representacion de la Armada 4 La Gaceta de Madrid del dia siguiente publico el Real Decreto firmado por el rey y refrendado por el ministro de Gracia y Justicia Antonio Lopez Munoz de nuevo para guardar la apariencia de legalidad que decia Vengo en nombrar jefe del Gobierno al teniente general D Miguel Primo de Rivera y Orbaneja marques de Estella 5 En el mismo numero de la Gaceta de Madrid del 16 de septiembre aparecia el primer real decreto que Primo de Rivera habia presentado a la firma al rey por el que se creaba un Directorio militar presidido por el y que tendria todas las facultades iniciativas y responsabilidades inherentes a un Gobierno en conjunto pero con una firma unica y que se proponia constituir un breve parentesis en la marcha constitucional de Espana En su Exposicion que fue difundida por la prensa con el titular Un decreto historico se decia 6 EXPOSICIoNSenor Nombrado por Vuestra Majestad con el encargo de formar Gobierno en momentos dificiles para el pais que yo he contribuido a provocar inspirandome en los mas altos sentimientos patrios seria cobarde desercion vacilar en la aceptacion del puesto que lleva consigo tantas responsabilidades y obliga a tan fatigoso e incesante trabajo Pero Vuestra Majestad sabe bien que ni yo ni las personas que conmigo han propagado y proclamado el nuevo regimen nos creemos capacitados para el desempeno concreto de las carteras ministeriales y que era y sigue nuestro proposito constituir un breve parentesis en la marcha constitucional de Espana para establecerla tan pronto como ofreciendonos el pais hombres no contagiados de los vicios que a las organizaciones politicas imputamos podamos nosotros ofrecerlos a Vuestra Majestad para que se restablezca pronto la normalidad Por eso me permito ofrecer a Vuestra Majestad la formacion de un Directorio militar presidido por mi que sin la adjudicacion de carteras ni categorias de ministros tenga todas las facultades iniciativas y responsabilidades inherentes a un Gobierno en conjunto pero con una firma unica que yo sometere a Vuestra Majestad por lo cual debo ser el unico que ante Vuestra Majestad y el notario mayor del Reino y con toda uncion y patriotismo que el solemne acto requiere hinque la rodilla en tierra ante los Santos Evangelios jurando lealtad a la Patria y al Rey y al proposito de restablecer el imperio de la Constitucion tan pronto Vuestra Majestad acepte el Gobierno que le proponga Bajo este aspecto Senos nos ha recibido el pais con clamorosa acogida y confortable esperanza y creemos un deber elemental modificar la esencia de nuestra actuacion que no puede tener ante la Historia y la Patria otra justificacion que el desinteres y el patriotismo Madrid 15 de septiembre de 1923 Senor A L R P de V M Miguel Primo de Rivera En el articulo 1º del Real Decreto se conferia a Primo de Rivera el cargo de Presidente del Directorio militar encargado de la Gobernacion del Estado con poderes para proponerme cuantos decretos convengan a la salud publica los que tendran fuerza de ley En el articulo 2º se establecia que el Directorio estaria formado por su presidente y ocho generales de brigada uno por cada region militar mas un contralmirante de la Armada En el 3º que quien pasaria a la firma los decretos seria el presidente del Directorio con facultades de Ministro unico y asesorandose previamente del Directorio En el 4º se suprimian los cargos de Presidente del Consejo de Ministros Ministros de la Corona y Subsecretarios excepto los Subsecretarios de Estado y Guerra 5 El dia 17 la Gaceta de Madrid publico la disolucion del Congreso de los Diputados y de la parte electiva del Senado de acuerdo con la facultad que le conferia al rey el articulo 32 de la Constitucion aunque con la obligacion de convocarlos de nuevo antes de tres meses Cumplido el plazo el 12 de noviembre los presidentes del Congreso y del Senado Melquiades Alvarez y el conde de Romanones respectivamente se presentaron ante el rey para que reuniera las Cortes recordandole que ese era su deber como monarca constitucional La respuesta que recibieron fue su destitucion inmediata de los dos cargos que ostentaban Primo de Rivera lo justifico con estas palabras 7 El pais no se impresiona ya con peliculas de esencias liberales y democraticas quiere orden trabajo y economia El 21 de diciembre de 1923 se llevo a cabo la primera reorganizacion del Directorio que quedo constituido como una estructura colegiada por lo que los generales que lo integraban podian asumir la competencia de una cartera ministerial que hasta entonces habia correspondido a Primo de Rivera como ministro unico Tambien se restablecio el cargo de subsecretario que hasta entonces solo habia ejercido el general Severiano Martinez Anido en el Ministerio de Gobernacion y con la facultad de participar en las reuniones del Directorio Un nuevo paso hacia la conversion del Directorio en un gobierno de facto se dio en junio de 1924 cuando los miembros del Directorio pudieron firmar los decretos entregados al rey para su aprobacion una facultad que hasta entonces habia correspondido en exclusiva a Primo de Rivera 7 El estado de excepcion permanente y el restablecimiento de la paz social editarLa militarizacion del orden publico editar El restablecimiento del orden que los sublevados consideraban quebrantado fue el objetivo mas inmediato El metodo expeditivo utilizado fue poner esa tarea en manos del Ejercito que gozo segun Eduardo Gonzalez Calleja de un poder omnimodo no controlado por ninguna asamblea libre de la responsabilidad politica exigible a un Gobierno parlamentario y potenciado hasta la arbitrariedad por la suspension de la Constitucion y la virtual desaparicion de las normas inherentes a las libertades publicas De esta forma concluye Gonzalez Calleja la Dictadura transformo la vida publica espanola en un estado de excepcion permanente 8 Tras la declaracion en toda Espana del estado de guerra que se mantuvo hasta el final del Directorio militar en diciembre de 1925 9 la siguiente medida que dicto Primo de Rivera para la militarizacion del orden publico fue la sustitucion de las autoridades provinciales y locales gobernadores civiles alcaldes presidentes de las diputaciones por militares a partir de abril de 1924 los gobernadores provinciales seran sustituidos progresivamente por personal civil aunque algunas de sus funciones mas importantes como la censura o el orden publico permanecieron en manos de autoridades militares 10 Despues atribuyo a la jurisdiccion militar los delitos politicos incluidos el de ostentar banderas no nacionales o utilizar en actos oficiales lenguas no castellanas 11 y buena parte de los delitos comunes como el robo a mano armada en comercios y bancos el manejo de explosivos y los de traicion y lesa majestad 12 Los encargados de aplicar la politica de orden publico fueron los dos maximos responsables del mismo durante los anos mas oscuros del pistolerismo en Barcelona el que fuera gobernador civil general Severiano Martinez Anido nombrado subsecretario del Ministerio de Gobernacion y el que fuera su jefe de policia el general Miguel Arlegui que ocupo la restablecida Direccion General de Seguridad de la que dependian los Cuerpos de Vigilancia y Seguridad Por otro lado la Guardia Civil recupero su tradicional autonomia y los gobernadores civiles no tuvieron mando sobre ella 13 La declaracion del estado de guerra y el resto de medidas de militarizacion del orden publico y de restriccion de los derechos y libertades consiguio reducir el numero de atentados entre 1923 y 1928 hubo 51 atentados frente a los 1 259 de 1919 1923 y se redujo el numero de huelgas aunque se debio tambien al crecimiento economico que se vivio en los felices anos veinte 14 El Somaten editar Otra de las decisiones del Directorio que tambien tuvo que ver con el orden publico y una de las primeras que acordo fue un real decreto de 17 de septiembre por el que se extendio la institucion catalana del Somaten a todas las provincias de Espana 15 Segun el Real Decreto el Somaten Nacional que fue el nombre oficial que recibio seria reclutado en el plazo de un mes por los capitanes generales quedando al mando de un General de Brigada En el Decreto Primo de Rivera explicaba que el Somaten no solo era una fuerza auxiliar para el mantenimiento del orden publico sino tambien un acicate de los espiritus para estimular la colaboracion ciudadana con el nuevo regimen A pesar de que Primo de Rivera en un discurso pronunciado ante Mussolini el 21 de noviembre de 1923 pretendio equipararlo con los camisas negras fascistas el somaten era un cuerpo armado de burgueses de orden creado desde por y para el poder aunque tambien se integraron en el obreros procedentes de los Sindicatos Libres Como dijo Primo de Rivera el Somaten tiene por lema paz justicia y orden que son los tres postulados de la verdadera democracia 16 Para estimular el alistamiento de los varones mayores de 23 anos e impulsar el apoyo social a la institucion se organizaron innumerables actos civicos todos siguiendo un mismo ritual 17 El Somaten tuvo un notable protagonismo en la policia de las buenas costumbres ocupandose de establecer un determinado comportamiento civico burgues conservador con un fuerte componente religioso 18 En la practica se puede diferenciar entre el Somaten rural dirigido a la represion de los delitos comunes como los hurtos del Somaten urbano que actuaba bajo la tutela del Ejercito y la Policia en la represion de los llamados delitos sociales como las huelgas 19 Sin embargo el Somaten progresivamente se convirtio en un simple adorno coreografico de los fastos del regimen desfilando con sus distintivos armamento y banderas en toda fiesta o conmemoracion oficial que requiriera su presencia afirma Gonzalez Calleja 20 Restriccion de los derechos y libertades la censura editar Con la Constitucion de 1876 suspendida quedaron sin efecto las garantias de los derechos y libertades Una de las que fue sometida a un control mas estrecho fue la libertad de expresion El mismo dia del nombramiento del Directorio militar el 15 de septiembre de 1923 se establecio la mas estricta censura de prensa Segun Eduardo Gonzalez Calleja quedaba prohibida casi cualquier critica al gobierno sus hombres o sus instituciones la alusion a toda medida persecutoria desencadenada por la Dictadura contra sus presuntos enemigos la apologia de cualquier tendencia regionalista la noticia de la declaracion de huelgas y de su desarrollo de alteraciones de orden publico atracos crimenes escandalos pornografia o chantajes el comentario de los problemas de subsistencias combustibles o comunicaciones la informacion detallada de los consejos de guerra o de temas militares referentes a Marruecos o Tanger los ataques bromas ironias o caricaturas sobre personas o gobiernos extranjeros la insercion de articulos sobre la situacion en Rusia en cambio el fascismo gozo de un comprensible trato de favor o el comentario de noticias sobre la Sociedad de Naciones contrarias a los intereses espanoles Las sanciones a los que infringieran estas normas podian ir desde una multa de 250 pesetas a la suspension de la publicacion Fueron numerosos los diarios sujetos a multas o suspensiones en especial Heraldo de Madrid el diario mas perseguido por el regimen y aparecieran espacios en blanco en sus paginas o rayas negras eliminando parrafos enteros De esta forma los periodicos dejaron de ser organos de opinion Una prueba del impacto que tuvo la censura es el hecho de que los 41 diarios que se publicaban en Madrid en 1920 pasaran a 16 el ultimo ano de la Dictadura 21 En 1924 se centralizo el control de los periodicos en la Oficina de Informacion y Censura presidida inicialmente por el coronel Pedro Rico Parada que al ano siguiente paso a ser el director del diario La Nacion el organo de la Union Patriotica y mas tarde por el teniente coronel Eduardo Lopez Vidal que escribio articulos bajo el seudonimo de Celedonio de la Iglesia 22 Otro de los derechos que fue seriamente limitado fue el de reunion al haberse declarado el estado de guerra 23 Ademas el gobierno podia trasladar a jueces y a funcionarios judiciales lo que dejo sin efecto la division de poderes y la independencia del poder judicial con la consiguiente indefension de las personas fisicas y juridicas frente a los actos de la Administracion 24 Represion del anarconsindicalismo editar Articulo principal CNT AIT A los pocos dias de consumar el golpe de Estado el nuevo Directorio militar definio cual iba ser su politica respecto de las organizaciones obreras Asociaciones obreras si para fines de cultura de proteccion y de mutualismo e incluso de sana politica pero no de resistencia y pugna con la produccion 25 La aplicacion de este principio explica en gran medida el distinto trato que recibieron la anarcosindicalista CNT y la socialista UGT Primo de Rivera intento atraerse a los socialistas provocando una division en su seno entre los partidarios de la colaboracion con la Dictadura encabezados por Julian Besteiro Francisco Largo Caballero y Manuel Llaneza y los contrarios liderados por Indalecio Prieto y Fernando de los Rios Gano la postura de los primeros y los socialistas se integraron en el Consejo de Trabajo como consecuencia de la absorcion por este nuevo organismo del Instituto de Reformas Sociales e incluso Largo Caballero formo parte del Consejo de Estado lo que provoco la dimision de Prieto de la ejecutiva del PSOE 14 En cambio la politica de la Dictadura respecto de la CNT fue una represion implacable 26 Las primeras medidas que tomo el Directorio militar estuvieron encaminadas a controlar a los Sindicatos Unicos de la CNT dominantes en Cataluna al exigir que presentaran sus estatutos registros y libros de contabilidad lo que tambien sirvio de coartada para cerrar sedes societarias y encarcelar y desterrar sin juicio a sus dirigentes valiendose las autoridades militares de los poderes que les conferia la declaracion del estado de guerra Ante esta presion muchas organizaciones obreras como la Federacion local barcelonesa de la CNT optaron por pasar a la clandestinidad En Sevilla fueron detenidos y desterrados Pedro Vallina y varios miembros mas del Comite Nacional de la CNT que se habia trasladado a esa ciudad andaluza en agosto de 1923 Una de las consecuencias de la virtual clandestinidad en que estaba sumida la direccion cenetista fue la radicalizacion de la misma 27 En mayo de 1924 aprovechando la oportunidad que le brindo el asesinato del verdugo de Barcelona el 7 de mayo la Dictadura prohibio los Sindicatos Unicos y el diario de la CNT Solidaridad Obrera fue cerrado lo que supuso el hundimiento de la CNT especialmente en Cataluna ya que alli estaba muy debilitada a causa de la accion de los Sindicatos Libres la brutal represion el pistolerismo y las pugnas internas de los anos de plomo 1919 1923 28 Al mes siguiente junio de 1924 era detenido el nuevo Comite Nacional de CNT establecido en Zaragoza lo que impidio de forma permanente el funcionamiento regular del sindicato a escala nacional 29 El descuaje del caciquismo editarPrimo de Rivera se considero a si mismo el cirujano de hierro que debia lograr el descuaje del caciquismo del que habia hablado Joaquin Costa a principios de siglo 30 Como ha senalado Gonzalez Calleja la retorica regeneracionista impregnaba el Manifiesto con el que Primo de Rivera justifico el golpe de Estado y pocos dias despues declaraba a la prensa 31 Vamos a ver lo que nueve hombres de buena voluntad trabajando intensamente durante nueve o diez horas diarias pueden hacer en el espacio de noventa dias Junto con el restablecimiento de la paz social el otro gran objetivo asignado a las nuevas autoridades militares provinciales y locales fue regenerar la vida publica desmantelando las redes caciquiles una vez que la oligarquia de los politicos del turno ya habia sido desalojada del poder ademas se creo una Junta militar especial que dilucidaria las presuntas irregularidades cometidas por diputados y senadores en los ultimos cinco anos 32 Los nuevos gobernadores civiles todos ellos militares fueron encargados de investigar los casos de corrupcion admitiendose al principio las denuncias anonimas y para auxiliar a los gobernadores se nombraron en cada partido judicial delegados gubernativos tambien militares mas de ochocientas corporaciones locales fueron investigadas y se incoaron mas de cien expedientes por haberse detectado irregularidades en ellas 152 secretarios de ayuntamiento fueron destituidos 33 34 Los delegados gubernativos editar La nueva figura del delegado gubernativo fue creada por una Real Decreto de 20 de octubre de 1923 en cuyo articulo 1º se decia 35 Por cada cabeza de partido judicial y como delegados de los gobernadores civiles de las provincias se designara un jefe o capitan del Ejercito que informara a aquellos de las deficiencias funcionales de los Ayuntamientos que constituyan el partido judicial correspondiente proponiendo los remedios adecuados e impulsando en los pueblos las corrientes de la nueva vida ciudadana Sin embargo en la practica la medida de nombrar los delegados gubernativos fue poco efectiva porque entre ellos tambien se dieron casos de corrupcion e incluso algunos se convirtieron en autenticos caciques 36 Fueron criticados incluso por los propios politicos de la Dictadura como Jose Calvo Sotelo que escribio que a menudo convirtieron sus demarcaciones en reinos de taifas coto exento que ellos regian a su antojo en detrimento de la autoridad del gobernador civil sobre todo cuando el que detentaba el cargo era un civil El republicano Eduardo Ortega y Gasset fue mas lejos cuando dijo que Espana se hallaba asi subyugada a un regimen similar al del protectorado africano puesto que la mision de los delegados gubernativos no era distinta de la de los administradores de la cabilas marroquies Tambien fueron criticados por las autoridades locales entre otras razones porque parte del salario su alojamiento y gastos de representacion corrian a cargo de las arcas municipales y porque abusaban de sus competencias Por todo ello el Directorio decidio reducir sus funciones y su numero pasando en enero de 1925 de 426 a 138 y se les puso bajo las ordenes estrictas de los gobernadores civiles en 1927 quedaron reducidos a 72 trabajando como asesores de los gobernadores civiles 37 El Estatuto Municipal de 1924 y el Estatuto Provincial de 1925 editar Articulos principales Estatuto Municipal de 1924y Estatuto Provincial de 1925 La reforma politica a nivel local culmino con la promulgacion del Estatuto Municipal de 1924 impulsado por el entonces director general de Administracion Local el antiguo maurista Jose Calvo Sotelo En el preambulo del Estatuto se decia que el Estado para ser democratico ha de apoyarse en municipios libres pero los alcaldes siguieron siendo designados por el Gobierno y no elegidos por los vecinos 30 Otro paso en descuaje del caciquismo fue la disolucion de las diputaciones provinciales en enero de 1924 a excepcion de las del Pais Vasco y de Navarra Los gobernadores civiles quedaron encargados de nombrar a sus nuevos miembros entre profesionales liberales y empresarios lo que provoco la desafeccion de los miembros de la Lliga Regionalista encabezados por Josep Puig i Cadafalch quien en un principio habia creido en la buena voluntad regionalista de Primo de Rivera ya que los designados para las cuatro diputaciones catalanas como en los ayuntamientos fueron espanolistas procedentes en su mayoria de la Union Monarquica Nacional 38 Sin embargo segun Eduardo Gonzalez Calleja la Dictadura no logro erradicar el caciquismo sino cambiar los titulares de los feudos Ademas a pesar de que sus decisiones tuvieron un importante eco propagandistico que permitio apuntalar la popularidad del regimen el caracter intervencionista del conjunto de la politica dictatorial incremento la burocracia y con ella el trato de favor a los afines la acumulacion abusiva de cargos y las compensaciones salariales con gastos de representacion bonos etc No se logro en definitiva una autentica reforma de la administracion local o provincial sino la pervivencia de actitudes clientelares maquilladas con medidas cosmeticas de caracter disciplinario contra las actuaciones corruptas o antipatrioticas mas flagrantes 39 En realidad la razon fundamental de la crisis del caciquismo durante el periodo de la Dictadura fue la marginacion del poder durante tanto tiempo de los partidos del turno aunque muchos caciques encontraron refugio en el partido unico de la Dictadura la Union Patriotica 40 Las relaciones con la Iglesia editarEn el proyecto regeneracionista de Primo de Rivera la religion catolica desempenaba un papel muy importante de ahi que desde el primer momento proclamara la defensa de los intereses morales y materiales de la Iglesia como se pudo comprobar en el discurso ultramontano que pronuncio el rey Alfonso XIII en noviembre de 1923 ante el Papa Pio IX en Roma 41 Si un dia la fe exigiera a los catolicos los mayores sacrificios y si en defensa de la perseguida nuevo Urbano II levantarais una Cruzada contra los enemigos de nuestra santa religion Espana y su rey fidelisimos a vuestros mandatos jamas desertarian del puesto de honor que sus gloriosas tradiciones senalan Una de las primeras medidas que tomo Primo de Rivera fue renunciar en marzo de 1924 a la intervencion del Estado en el nombramiento de los obispos de las diocesis espanolas una prerrogativa el Real Patronato que siempre habian ejercido los gobiernos de la Restauracion El resultado fue que las sedes vacantes fueron ocupadas por obispos integristas entre los que destaco Pedro Segura que con solo 46 anos ocupo la sede primada de Toledo y en 1927 fue nombrado cardenal 42 El unico conflicto que tuvo la Dictadura con la Iglesia catolica fue con motivo de la resistencia de los obispos catalanes encabezados por el arzobispo de Tarragona Francesc Vidal i Barraquer y por el obispo de Barcelona Josep Miralles a ordenar a los parrocos que predicaran en castellano 43 La Union Patriotica un partido apolitico editarArticulo principal Union Patriotica Espana nbsp General Miguel Primo de Rivera Algunos meses despues de la instauracion de la Dictadura de Primo de Rivera en septiembre de 1923 el dictador comenzo a fraguar la idea de que no era suficiente para regenerar el pais poner fin a la oligarquia y descuajar el caciquismo como se habia propuesto sino que tambien era necesaria una politica nueva que se apoyara en gentes de ideas sanas y en los hombres de buena fe que formarian un partido politico pero apolitico que ejerce una accion politico administrativa 30 Una fuerza politica que no definiera los objetivos ni las politicas a aplicar sino que se hiciera cargo de la administracion del Estado llevando a la practica el lema regeneracionista de menos politica mas administracion 2 Como punto de partida para construir la nueva organizacion politica Primo de Rivera primero penso en La Traza un grupusculo barcelones imitador del fascismo pero tras su viaje a Italia en noviembre de 1923 se decanto por las organizaciones promovidas por la derecha catolica y que darian nacimiento a la Union Patriotica Castellana UPC una fuerza politica que intentaba seguir los pasos del catolico Partito Popolare Italiano 44 El primer presidente de la UPC fue el profesor catolico Eduardo Callejo muy proximo a Angel Herrera fundador y promotor de la Asociacion Catolica Nacional de Propagandistas y su ideario inicial era un catolicismo tradicionalista y corporativista defensor de la propiedad y de los valores agrarios 45 El 5 de abril de 1924 Primo de Rivera escribio una circular a los delegados gubernativos en la que les incitaba a unir y organizar a todos los hombres de buena voluntad a fin de prepararles para cuando el Directorio haya realizado su mision Diez dias despues el dictador trazaba las lineas basicas de su proyecto construir un partido politico pero que en el fondo es apolitico en el sentido corriente de la palabra que intentaria unir y organizar a todos los espanoles de buena voluntad e ideas sanas en los principios de la Religion Patria y Monarquia muy cercanos al trilema carlista Dios Patria y Rey En consecuencia la nueva organizacion no tendria ideologia seria incompatible con la Constitucion de 1876 vigente hasta entonces y su papel consistiria en excitar el espiritu de ciudadania con objeto de que las Uniones lleguen a formar una mayoria parlamentaria en la cual pueda confiar el Rey y que sea el primer paso para la normalidad constitucional 46 El 29 de abril dio instrucciones a los gobernadores civiles para organizar las nuevas huestes ciudadanas creando comites upetistas muchos de los cuales fueron designados para formar los nuevos ayuntamientos segun la normativa del Estatuto Municipal de 1924 recien aprobado 47 Asi pues la Union Patriotica fue un partido organizado desde el poder y por el poder como escribio el ministro de la Dictadura Jose Calvo Sotelo 48 Primo de Rivera definio la Union Patriotica como un partido central monarquico templado y serenamente democratico Uno de sus ideologos el escritor Jose Maria Peman se preocupo de diferenciarlo del fascismo y afirmo que el Estado que defendia la Union Patriotica era el tradicional socialcristiano y que ademas renegaba del sufragio universal que consideraba un gran error 49 En el partido se integraron personas procedentes de la derecha tradicional catolica antiliberal y antidemocratica del maurismo y de otros sectores conservadores apoliticos de todo tipo y tambien simples oportunistas 50 La base de la Union Patriotica fue fundamentalmente local y provincial y la Junta Directiva Nacional creada en 1926 nunca tuvo unas funciones muy precisas Mas importante como aglutinante del partido fue el papel del diario La Nacion el organo de prensa de la Union Patriotica sostenido con fondos de la Administracion 51 Por otro lado la eficacia de la Union Patriotica en el descuaje del caciquismo fue en realidad reducida porque incorporo en sus filas a muchos antiguos caciques y permitio la creacion de nuevos cacicazgos como en el caso de la provincia de Cadiz cuna de Primo de Rivera donde la practica totalidad de los caciques tradicionales se integraron en la Union Patriotica 49 El reforzamiento del nacionalismo espanol y la lucha contra el separatismo editarDel sano regionalismo al espanolismo editar Articulo principal Estatuto Provincial de 1925 En el Manifiesto del 13 de septiembre se hacia referencia a la descarada propaganda separatista como una de las justificaciones del golpe Cinco dias despues el Directorio promulgaba el Decreto de 18 de septiembre de 1923 contra el separatismo que castigaba con severas penas los delitos contra la seguridad y la unidad de la Patria juzgados por tribunales militares Asi pues la Dictadura se decanto desde el primer momento por un nacionalismo espanol autoritario y beligerante Los simbolos y las entidades afines a los otros nacionalismos fueron perseguidos La censura redujo a la minima expresion no solo la prensa democratica y obrera sino tambien las publicaciones en otras lenguas Las actividades politicas fueran severamente limitadas y en general nacionalismos subestatales y regionalismos entraron en un forzado eclipse que duraria hasta 1929 52 Sin embargo al principio parecio que Primo de Rivera apoyaba el sano regionalismo y llego a encargar pocos dias despues del golpe de Estado a las diputaciones forales vascas que redactaran un proyecto de Estatuto tarea que cumplio la Diputacion Foral de Guipuzcoa que lo presento a finales de diciembre de 1923 Pero la Diputacion Foral de Vizcaya dominada por la Liga de Accion Monarquica se opuso y se abandono el proyecto 53 Asimismo Primo de Rivera declaro el 12 de octubre que se proponia suprimir las 49 pequenas administraciones provinciales sustituyendolas por 10 12 o 14 regiones dotadas de todo aquello que dentro de la unidad de la tierra sea posible conceder Esta politica se vio confirmada con el ofrecimiento que hizo la Dictadura a los nacionalistas gallegos conservadores de una Mancomunidad gallega a cambio de su colaboracion con la politica del regimen Una oferta similar se hizo a los regionalistas valencianos y aragoneses En marzo de 1924 se aprobo en Santiago el anteproyecto de Mancomunidad gallega redactado por Vicente Risco y Antonio Losada Dieguez pero entonces el impulso regionalista de la Dictadura habia desaparecido 54 El 13 de enero de 1924 Primo de Rivera decreto la disolucion de las diputaciones provinciales a excepcion de las forales del Pais Vasco y de Navarra como ya habia hecho con los ayuntamientos tres meses antes Los gobernadores civiles quedaron encargados de nombrar a sus nuevos miembros entre profesionales liberales mayores contribuyentes y directivos de corporaciones culturales industriales y profesionales Las nuevas Diputaciones debian informar de los problemas de funcionamiento que detectaran y proponer los remedios 55 El nombramiento de senalados espanolistas procedentes en su mayoria de la Union Monarquica Nacioonal al frente de las diputaciones catalanas como ya habia sucedido con los ayuntamientos provoco la desafeccion de los miembros de la Lliga Regionalista encabezados por Josep Puig i Cadafalch quien en un principio habia creido en la buena voluntad regionalista de Primo de Rivera 38 Primo de Rivera encargo la tarea de reformar el sistema juridico administrativo de ayuntamientos y diputaciones provinciales al joven abogado Jose Calvo Sotelo un politico conservador procedente del maurismo al que puso al frente de la Direccion General de Administracion Local Calvo Sotelo nombro un equipo de exmauristas y de catolicos de derechas como Jose Maria Gil Robles el conde de Vallellano Josep Pi i Suner Miquel Vidal i Guardiola y Luis Jordana de Pozas que colaboraron en la elaboracion del Estatuto Municipal de 1924 y en el Estatuto Provincial de 1925 56 57 En una larga nota oficiosa que acompano a la promulgacion del Estatuto Provincial Primo de Rivera reconocio que habia cambiado de opinion sobre el regionalismo pues antes pensaba que este podia ser positivo para la regeneracion de Espana pero ahora se habia dado cuenta de que reconstruir desde el poder la region reforzar su personalidad exaltar el orgullo diferenciativo entre unas y otras es contribuir a deshacer la gran obra de la unidad nacional es iniciar la disgregacion para la que siempre hay estimulo en la soberbia o el egoismo de los hombres 56 La represion de la lengua y la cultura popular catalana editar Articulo principal Dictadura de Primo de Rivera en Cataluna El programa nacionalizador tambien alcanzo a la escuela donde se debia impartir una ensenanza a la vez patriotica y religiosa El 27 de octubre de 1923 se publico una circular de la Direccion General de Ensenanza Primaria en la que se recordaba a los maestros y a los inspectores su deber de ensenar la lengua castellana en sus respectivas escuelas y de dar las ensenanzas en el mismo idioma Meses mas tarde se otorgo a los inspectores la potestad de cerrar los centros o suspender a los maestros que no cumplieran esa orden El 13 de octubre de 1925 se ordeno a los directores de los centros educativos y tambien a los rectores de las Universidades que vigilasen la difusion de doctrinas antisociales o contra la unidad de la Patria que puedan ser expuestas por algunos profesores o maestros dentro de sus clases procediendo desde luego con el mayor rigor a la formacion del oportuno expediente previa suspension de empleo y medio sueldo si hubiera indicios suficientes de culpabilidad Asimismo debian retirar los libros que no estuvieran escritos en castellano o que contuvieran doctrinas contrarias a la unidad de la patria suspendiendo de empleo y sueldo al maestro que los utilizara 58 En Cataluna pronto se hizo patente la equivocacion de la Lliga Regionalista de apoyar el golpe de Primo de Rivera ya que este llevo a cabo inmediatamente una politica de persecucion del catalanismo Entre otras medidas se prohibio el catalan en los actos oficiales se intento suprimir el uso de catalan en los sermones y en las ceremonias religiosas se impuso el castellano como unica lengua administrativa se castellanizaron y cambiaron los toponimos catalanes se boicotearon los Jocs Florals que hubieron de celebrarse en el exterior se prohibio izar la bandera catalana se limito el baile de sardanas se persiguio a instituciones profesionales sindicales y deportivas simplemente por usar el catalan etc 59 Esta politica genero numerosos conflictos con diversas instituciones catalanas y entidades catalanistas que se resistian a aceptarla y muchas de ellas acabaron siendo clausuradas temporal o definitivamente Fue el caso por ejemplo de algunos locales de la Lliga Regionalista que fueron cerrados y el de su periodico La Veu de Catalunya que fue suspendido temporalmente 59 En enero de 1924 Primo de Rivera se reunio en Barcelona con algunos dirigentes politicos catalanes pero solo consiguio el apoyo de la espanolista Union Monarquica Nacional cuyo lider Alfonso Sala Argemi paso a presidir la Mancomunitat tras la dimision de Puig i Cadafalch Sin embargo Sala acabo enfrentandose a las autoridades militares de Cataluna y protestando por carta a Primo de Rivera Asi cuando el 12 de marzo de 1925 se aprobo el Estatuto Provincial de 1925 que en la practica prohibia la Mancomunitat Sala dimitio 60 Tras la desaparicion de la Mancomunitat las declaraciones de Primo de Rivera sobre la cultura la identidad el idioma y las instituciones de Cataluna fueron creciendo en virulencia manifestandose totalmente contrario a cualquier tipo de autonomia regional Como ha senalado la historiadora Genoveva Garcia Queipo de Llano Primo de Rivera ofendio no solo a grupos politicos sino a la totalidad de la sociedad catalana 61 Asi se fue produciendo un distanciamiento cada vez mayor entre Cataluna y la Dictadura aumentando progresivamente los conflictos Accio Catalana llevo el caso catalan a la Sociedad de Naciones y Francesc Macia un antiguo militar fundador de Estat Catala se convirtio en el simbolo de la resistencia de Cataluna a la Dictadura 59 La represion del nacionalismo vasco editar La Dictadura tambien reprimio con dureza al nacionalismo vasco especialmente al sector mas radical que dominaba entonces el Partido Nacionalista Vasco PNV mientras que el sector moderado habia formado su propia organizacion la Comunion Nacionalista Vasca Solo una semana despues de su formacion el Directorio militar cerro Aberri el diario oficioso del PNV y ordeno a la guardia civil que clausurara los batzokis y demas centros y sociedades del PNV que quedo ilegalizado de facto En cambio la CNV fue relativamente tolerada En 1924 su organizacion de Guipuzcoa rechazo el separatismo y suspendio voluntariamente su actividad politica mientras que el sindicato SOV acepto participar en los Comites Paritarios de la Dictadura y se alio con otros sindicatos para derrotar a la UGT 62 Tanto el PNV como la CNV se centraron a partir de entonces en el fomento de las actividades religiosas romerias de tiempo libre excursionismo culturales danza teatro musica fomento del euskera o deportivas futbol y ciclismo 63 La pacificacion de Marruecos editarDel abandonismo al desembarco de Alhucemas editar Respecto al problema de Marruecos el general Primo de Rivera siempre habia manifestado una postura abandonista 59 asi que ordeno el repliegue de las tropas a la franja litoral del Protectorado espanol de Marruecos con el consiguiente malestar del sector africanista del Ejercito Entre ellos se encontraba el teniente coronel Francisco Franco que escribio varios articulos en la Revista de Tropas Coloniales en defensa del colonialismo espanol Una de las razones de fondo de la oposicion al abandono de Marruecos estribaba en que el repliegue suponia el final de los rapidos ascensos por meritos de guerra lo que habia permitido a los oficiales destinados en Africa ascender mas rapidamente que los que estaban en las guarniciones peninsulares Era el caso del propio teniente coronel Franco que cuando se graduo solicito destino en el Ejercito de Africa en los regulares primero en Melilla y despues en Ceuta y en solo cinco anos de 1912 a 1917 ascendio de teniente a comandante por meritos de guerra Cuando el teniente coronel Millan Astray organizo en 1920 la Legion Extranjera siguiendo el modelo frances nombro al comandante Franco al frente de uno de sus batallones En 1922 Franco publico Marruecos diario de una Bandera donde conto su experiencia en la Legion Ese mismo ano los medios conservadores como el diario ABC lo pusieran como ejemplo de soldado ante la campana antimilitarista que se desato tras el desastre de Annual En 1923 ocupaba la jefatura de la Legion y era ascendido a teniente coronel Cuando finalmente Primo de Rivera se decidio a reanudar la guerra de Marruecos el teniente coronel Franco como otros oficiales africanistas cambiaron su actitud y se hicieron acerrimos partidarios de la Dictadura El teniente coronel Franco ascendio en solo tres anos a coronel y de coronel a general Tenia 33 anos de edad Si no hubiera habido guerra aun seria capitan afirma el historiador Gabriel Cardona 64 En marzo de 1924 Primo de Rivera mando retirar las tropas de la zona de Yebala y Xauen lo que permitiria acortar las lineas Pero el repliegue se hizo en muy malas condiciones climatologicas y fue aprovechado por Abd el Krim el lider de la autoproclamada Republica del Rif para lanzar una ofensiva por lo que la operacion fue una catastrofe Hubo mas bajas que las producidas en el desastre de Annual de tres anos antes aunque con un numero inferior de muertos y Abd el Krim se apodero de buena parte del protectorado espanol 65 Primo de Rivera logro ocultar a la opinion publica la magnitud del desastre gracias a la censura 66 pero en octubre de 1924 tuvo que asumir personalmente el cargo de Alto Comisario Espanol en Marruecos Solo el error de los rebeldes rifenos de atacar las posiciones francesas en la primavera de 1925 permitio a Primo de Rivera salvar la situacion 65 nbsp Desembarco de Alhucemas septiembre de 1925En efecto el ataque de Abd el Krim a las zonas de Marruecos bajo protectorado frances fue suficiente para que Francia por primera vez se mostrara dispuesta a colaborar con Espana para poner fin a la rebelion rifena 67 De esta colaboracion surgio el proyecto del desembarco de Alhucemas que tuvo lugar en septiembre de 1925 y fue un completo exito pues cogio al enemigo por la espalda y partio en dos la zona controlada por los rebeldes Asi en abril de 1926 Abd el Krim solicitaba entablar negociaciones y al ano siguiente Marruecos estaba completamente pacificado dejando de ser un problema para Espana 67 En su obsesion por no caer en manos del ejercito espanol Abd el Krim se entrego a los franceses que lo deportaron a la isla Reunion 66 Segun Genoveva Garcia Queipo de Llano 67 La victoria de Marruecos fue sin duda el triunfo mas espectacular del gobierno de Primo de Rivera y sento las bases de la politica exterior de la Dictadura en el futuro La voluntad de permanencia en el poder del general Primo de Rivera a partir del ano 1925 a pesar de que el mismo habia indicado la provisionalidad de su regimen fue precisamente que hubiera solucionado un problema que habia sido la pesadilla de todos los gobernantes espanoles desde el ano 1898 La cuestion de las responsabilidades editar Clausurado el parlamento e incautada la documentacion de la Comision de Responsabilidades los procesos de los militares acusados por el desastre de Annual quedaron bajo la jurisdiccion del Consejo Supremo de Guerra y Marina El 25 de febrero fue absuelto el general Cavalcanti miembro del Cuadrilatero lo que provoco que el presidente del Consejo Supremo el general Aguilera dimitiera Cuatro meses despues el 19 de junio se inicio el juicio contra el general Damaso Berenguer y otros generales jefes y oficiales implicados en el desastre de Annual Damaso Berenguer fue obligado a abandonar el servicio activo pero el resto de encausados o fueron absueltos o sufrieron condenas leves En julio de 1927 Primo de Rivera amnistio a Berenguer y al resto de los condenados De esta forma segun Gonzalez Calleja se dio por zanjada la division del Ejercito por el enojoso asunto de las responsabilidades 68 Como ha senalado Santos Julia entregada la direccion de la guerra a las africanistas carecia de sentido seguir con el enojoso asunto de las responsabilidades al que se dio definitivo carpetazo 69 Composicion editarComposicion del Gobierno 70 Cargo Titular Inicio Fin Partido PoliticoPresidente del Directorio Militar Miguel Primo de Rivera nbsp 15 de septiembre de 1923 3 de diciembre de 1925 MilitarVicepresidente y vocal de Marina Antonio Magaz y Pers conde de Magaz nbsp 15 de septiembre de 1923 3 de diciembre de 1925 MilitarVocal de la I Region Militar Adolfo Vallespinosa y Vioz nbsp 15 de septiembre de 1923 3 de diciembre de 1925 MilitarVocal de la II Region Militar Luis Hermosa y Kith nbsp 15 de septiembre de 1923 3 de diciembre de 1925 MilitarVocal de la III Region Militar Luis Navarro y Alonso de Celada nbsp 15 de septiembre de 1923 3 de diciembre de 1925 MilitarVocal de la IV Region Militar Dalmiro Rodriguez Pedre nbsp 15 de septiembre de 1923 3 de diciembre de 1925 MilitarVocal de la V Region Militar Antonio Mayandia Gomez nbsp 15 de septiembre de 1923 3 de diciembre de 1925 MilitarVocal de la VI Region Militar Francisco Gomez Jordana Sousa nbsp 15 de septiembre de 1923 3 de diciembre de 1925 MilitarVocal de la VII Region Militar Francisco Ruiz del Portal nbsp 15 de septiembre de 1923 3 de diciembre de 1925 MilitarVocal de la VIII Region Militar Mario Muslera Perales 15 de septiembre de 1923 3 de diciembre de 1925 MilitarResponsables de los ministerios suprimidos editar Composicion del Gobierno 70 Cargo Titular Inicio Fin Partido PoliticoPresidencia del Consejo Carlos Fort y Morales de los Rios 18 de septiembre de 1923 3 de diciembre de 1925 MilitarResponsable de Estado Fernando Espinosa de los Monteros y Bermejillo 15 de septiembre de 1923 3 de diciembre de 1925 DiplomaticoResponsable de Gracia y Justicia Fernando Cadalso Manzano 17 de septiembre de 1923 21 de diciembre de 1923 AbogadoErnesto Jimenez Sanchez 21 de diciembre de 1923 22 de enero de 1924 MagistradoFrancisco Garcia Goyena y Alzugaray 22 de enero de 1924 3 de diciembre de 1925 JuristaResponsable de Guerra Luis Bermudez de Castro y Tomas 15 de septiembre de 1923 4 de julio de 1924 MilitarJuan O Donnell y Vargas 4 de julio de 1924 3 de diciembre de 1925 MilitarResponsable de Hacienda Enrique Illana y Sanchez de Vargas 17 de septiembre de 1923 21 de diciembre de 1923 PoliticoCarlos Vergara Caillaux 21 de diciembre de 1923 25 de febrero de 1924 AbogadoJose Corral y Larre 25 de febrero de 1924 3 de diciembre de 1925 PoliticoResponsable de Marina Gabriel Anton Iboleon 15 de septiembre de 1923 5 de febrero de 1924 MilitarFederico Ibanez Valera interino 5 de febrero de 1924 12 de febrero de 1924 MilitarIgnacio Pintado y Gough 12 de febrero de 1924 25 de mayo de 1924 MilitarHonorio Cornejo y Carvajal 25 de mayo de 1924 3 de diciembre de 1925 MilitarResponsable de la Gobernacion Millan Millan de Priego 17 de septiembre de 1923 22 de septiembre de 1923 AbogadoSeveriano Martinez Anido 22 de septiembre de 1923 3 de diciembre de 1925 MilitarResponsable de Fomento Jose Vicente Arche 17 de septiembre de 1923 21 de diciembre de 1923Pedro Vives y Vich 21 de diciembre de 1923 3 de diciembre de 1925 IngenieroResponsable de Instruccion Publica y Bellas Artes Alfonso Perez Gomez Nieva 17 de septiembre de 1923 21 de diciembre de 1923 EscritorJavier Garcia de Leaniz 21 de diciembre de 1923 3 de diciembre de 1925 JuristaResponsable de Trabajo Comercio e Industria Alejandro Garcia Martin 17 de septiembre de 1923 21 de diciembre de 1923Juan Florez Posada 21 de diciembre de 1923 7 de febrero de 1924 IngenieroEduardo Aunos Perez 7 de febrero de 1924 3 de diciembre de 1925 Politico Predecesor V Gobierno de Manuel Garcia Prieto nbsp 15 de septiembre de 1923 3 de diciembre de 1925 Sucesor Directorio CivilReferencias editar Gonzalez Calleja 2005 pp 20 21 a b Julia 1999 p 65 Gonzalez Calleja 2005 pp 18 19 Tusell 2003 p 25 a b Gaceta de Madrid 16 de septiembre de 1923 Morodo 1973 p 31 a b Gonzalez Calleja 2005 pp 46 47 Gonzalez Calleja 2005 pp 53 54 Gonzalez Calleja 2005 p 54 Gonzalez Calleja 2005 p 70 Julia 1999 p 64 Gonzalez Calleja 2005 pp 57 58 Gonzalez Calleja 2005 pp 58 59 a b Garcia Queipo de Llano 1997 p 120 Barrio Alonso 2004 p 77 Gonzalez Calleja 2005 pp 164 165 Gonzalez Calleja 2005 pp 166 167 Gonzalez Calleja 2005 pp 165 170 Gonzalez Calleja 2005 p 166 Gonzalez Calleja 2005 p 170 Gonzalez Calleja 2005 pp 54 56 Gonzalez Calleja 2005 p 55 Gonzalez Calleja 2005 p 57 Gonzalez Calleja 2005 pp 67 68 Tavera 1984 p 62 Garcia Queipo de Llano 1997 p 121 Gonzalez Calleja 2005 pp 335 337 Tavera 1984 pp 62 64 Gonzalez Calleja 2005 p 338 a b c Garcia Queipo de Llano 1997 p 102 Gonzalez Calleja 2005 p 63 Gonzalez Calleja 2005 pp 63 64 Barrio Alonso 2004 p 75 Gonzalez Calleja 2005 p 65 Gonzalez Calleja 2005 p 71 Garcia Queipo de Llano 1997 p 100 Gonzalez Calleja 2005 pp 73 74 a b Barrio Alonso 2004 pp 76 77 Gonzalez Calleja 2005 p 66 Garcia Queipo de Llano 1997 p 105 Gonzalez Calleja 2005 pp 94 95 Gonzalez Calleja 2005 p 95 Gonzalez Calleja 2005 pp 96 97 Gonzalez Calleja 2005 pp 177 178 Gonzalez Calleja 2005 p 178 Gonzalez Calleja 2005 pp 179 180 Gonzalez Calleja 2005 p 180 Garcia Queipo de Llano 1997 pp 104 105 a b Garcia Queipo de Llano 1997 p 104 Barrio Alonso 2004 p 78 Barrio Alonso 2004 p 79 De la Granja Beramendi y Anguera 2001 p 60 Gonzalez Calleja 2005 pp 133 136 Gonzalez Calleja 2005 p 135 Gonzalez Calleja 2005 pp 132 133 a b Ben Ami 2012 p 185 Gonzalez Calleja 2005 p 130 Gonzalez Calleja 2005 a b c d Garcia Queipo de Llano 1997 p 108 Garcia Queipo de Llano 1997 p 106 Garcia Queipo de Llano 1997 pp 106 108 Gonzalez Calleja 2005 p 358 Gonzalez Calleja 2005 pp 356 357 Cardona 2003 pp 18 24 a b Garcia Queipo de Llano 1997 pp 108 110 a b Barrio Alonso 2004 a b c Garcia Queipo de Llano 1997 p 110 Gonzalez Calleja 2005 p 64 Julia 1999 pp 64 65 a b Orden de los ministerios en funcion de preferencia por creacionBibliografia editarBarrio Alonso Angeles 2004 La modernizacion de Espana 1917 1939 Politica y sociedad Madrid Sintesis ISBN 84 9756 223 2 Ben Ami Shlomo 2012 1983 El cirujano de hierro La dictadura de Primo de Rivera 1923 1930 Fascism from above Dictathorship of Primo de Rivera in Spain Barcelona RBA ISBN 978 84 9006 161 9 De la Granja Jose Luis Beramendi Justo Anguera Pere 2001 La Espana de los nacionalismos y las autonomias Madrid Sintesis ISBN 84 7738 918 7 Cardona Gabriel 2003 El joven Franco Como se forja un dictador Clio 16 18 24 Garcia Queipo de Llano Genoveva 1997 El reinado de Alfonso XIII La modernizacion fallida Madrid Historia 16 ISBN 84 7679 318 9 Gonzalez Calleja Eduardo 2005 La Espana de Primo de Rivera La modernizacion autoritaria 1923 1930 Madrid Alianza Editorial ISBN 84 206 4724 1 Julia Santos 1999 Un siglo de Espana Politica y sociedad Madrid Marcial Pons ISBN 84 9537903 1 Morodo Raul 1973 El 18 Brumario espanol La Dictadura de Primo de Rivera Triunfo 572 22 31 Tavera Susanna 1984 Els anarcosindicalistes catalans i la dictadura L Avenc en catalan 72 Tusell Javier 2003 Primo de Rivera El golpe La Aventura de la Historia 59 nbsp Datos Q16141502 Obtenido de https es wikipedia org w index php title Directorio militar de Primo de Rivera amp oldid 155403032, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

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