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Revolución oriental

La Revolución Oriental comenzó el 28 de febrero de 1811 con el llamado Grito de Asencio, la expulsión de los realistas españoles del Virreinato del Río de la Plata y el triunfo en la Batalla de las Piedras del ejército patriota al mando de José Gervasio Artigas. Culmina en 1820, con el fin del ciclo artiguista, con la derrota en la Batalla de Tacuarembó, el "Acuerdo de Tres Árboles" y el exilio de Artigas en Paraguay.

A su inicio, se la asocia con la creación de las Provincias Unidas del Río de la Plata (1810) y la posterior fundación de la Provincia Oriental (1813). Inicialmente tuvo un carácter autonomista como confederación, ya expresamente sostenido en las llamadas «Instrucciones del año XIII» que llevaban los diputados orientales a la Asamblea General Constituyente reunida en Buenos Aires en 1813. Hasta ese momento no se había planteado la luz que daría para crear, en parte del territorio de la Banda Oriental, un país independiente de las demás provincias del Virreinato.

Sin embargo, en la lucha por resistir las imposiciones del gobierno de Buenos Aires y la consiguiente aspiración a lograr su autonomía política, fue gestándose un sentimiento particularista y nacionalista (denominado la «orientalidad» que tiene sus raíces en el Éxodo Oriental) que terminó siendo uno de los factores determinantes al fundamentar la separación posterior en 1828, que tendría como consecuencia el nacimiento del Estado Oriental del Uruguay.

La Revolución de Mayo

En mayo de 1810 la Junta de Sevilla y el virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros fue forzado a la convocatoria de un Cabildo Abierto que se pronunció en su contra. De los 50.000 habitantes, solo 5.000 eran considerados como «vecinos», pero fueron convocados solo 500, de los que concurrieron la mitad puesto que los contingentes de patricios tendieron un cerco «negando el paso a los vecinos honrados y franqueándolo a los de la confabulación», según denunciaría después Cisneros.

Las aproximadamente 260 personas que participaron , representaban a las máximas autoridades virreinales (Real Audiencia, dignidades eclesiásticas, jefes militares), al Consulado de Comercio, al Tribunal de Cuentas, a los altos directores y jerarcas administrativos y a los párrocos eclesiásticos. Los restantes eran vecinos destacados quienes, ya sea por su apellido ilustre o por su floreciente situación económica, asistieron al congreso del 22 de mayo.

A las 9 de la mañana el escribano, declaró constituido el Congreso General Extraordinario que ponía énfasis en la unidad e indivisibilidad de la monarquía española; Cisneros dejaba en claro que toda decisión que no atendiese esta premisa estaría viciada de nulidad. En cuanto comenzaron los debates se apreció que había dos grandes posturas claramente diferenciadas y enfrentadas: quienes, negando autoridad al Consejo de Regencia constituido en la metrópoli, hablaban de acefalía y propiciaban la sustitución del virrey por una autoridad elegida por los criollos, y quienes buscaban dilatar o impedir todo cambio, congelando la situación. Muy pronto se hizo evidente que el llamado "partido criollo" reunía una amplia mayoría y que la suerte del virrey estaba echada.

No se tomaron actas de la reunión, por lo que se hace difícil la reconstrucción de las intervenciones. Esta ha debido realizarse sobre la base de las memorias de los protagonistas, lo que hace que existan grandes contradicciones. Hubo discursos sorprendentes, como el del exgobernador de Montevideo, general Pascual Ruiz Huidobro, quien se alineó a favor de los cambios y propuso la deposición del virrey y la asunción del poder por el Cabildo de Buenos Aires, único exponente, a su juicio, de la soberanía popular. Algunos expusieron posiciones extremistas, como la atribuida por Cornelio Saavedra (en sus memorias) al obispo Lué, quien habría dicho que mientras existiese un español libre, debería ejercer el poder antes que el primero de los americanos. Pero las intervenciones básicas, aquellas que definieron los lineamientos del debate, fueron las del doctor Juan José Castelli, la del fiscal de lo civil de la Real Audiencia, doctor Manuel Genaro de Villota, y la del doctor Juan José Paso.

Intervención de Castell

La intervención de Juan José Castelli constituyó la base de lo que se llamaría luego el Dogma de Mayo, el fundamento teórico de la revolución. Con la caída en prisión de Fernando VII y la defección de la regencia que quedara en su lugar —dijo Castelli— se produjo una situación de acefalía y, de acuerdo con la teoría clásica de la monarquía usufructuaria, la soberanía había retrovertido al pueblo, a la entera nación. El pueblo de España había ejercido dicha soberanía a través de las juntas locales y, más tarde, de la Junta Central Gubernativa de Sevilla. Esta, emanación directa de la voluntad popular, tenía un poder gubernativo legítimo, pero de ninguna manera poderes constituyentes; podía mandar, pero no disponer quién ejercería el poder en caso de su disolución. Al producirse esta, la soberanía tornaba una vez más al pueblo, y se hacía necesaria una nueva manifestación de su voluntad. Por lo tanto, la autoridad del Consejo de Regencia era nula, y particularmente lo era en América, ya que los ciudadanos de las colonias no habían participado en absoluto de su constitución. De todo esto infirió Castelli su premisa básica: los ciudadanos de las colonias americanas, cuyos derechos son esencialmente iguales a los de los peninsulares, han readquirido así la prerrogativa de ejercer libremente su soberanía.

Al mismo tiempo —siguió diciendo— al caducar la autoridad del rey y desaparecer sus organismos depositarios temporales, la potestad de los virreyes y restantes autoridades subalternas también ha cesado. El poder de las instituciones de gobierno dependientes de la Corona es un reflejo directo de esta; por lo tanto, es lógico concluir que al extinguirse la autoridad básica, desaparecen también los poderes que de ella emanan. En particular la del virrey Cisneros, que había sido designado por un organismo —la Junta Central Gubernativa— que ya no existía.

Como conclusión de su medular intervención, Castelli sostuvo que la situación del momento era de acefalía; que la autoridad del virrey y demás instituciones locales había caducado y que el pueblo criollo estaba en condiciones de ejercer su soberanía, dándose el gobierno que mejor conviniese. En su opinión, debía constituirse una junta autónoma de gobierno.

Intervención de Villota

De las exposiciones hostiles a esta postura destacó, por su coherencia, la del fiscal Villota. Este partió del reconocimiento de la situación de acefalía, con los mismos fundamentos que había empleado Castelli, y admitió la retroversión de la soberanía al pueblo; pero sostuvo que esa soberanía era única e indivisible, y que debía expresarse en las Cortes del Reino, como organismo representativo de todo el pueblo español. Ello no había podido materializarse aún por las dificultades derivadas de la ocupación extranjera, y se había transado en la constitución del Consejo de Regencia; pero este, aún admitiendo las objeciones de Castelli, había tenido el reconocimiento posterior de los españoles peninsulares, lo que legitimaba su poder. Por lo tanto –concluyó– es necesario acatar la autoridad de las instituciones vigentes hasta que se puedan reunir las Cortes del Reino, sede única de la soberanía, las que determinarían el rumbo a tomar. Con lógica implacable, negó Villota que aquella reunión de ciudadanos de Buenos Aires pudiera tomar decisión alguna sobre la vigencia o caducidad de instituciones que trascendían el marco de la capital virreinal y comprometían a todos los ciudadanos del territorio; si los porteños podían ejercer su soberanía en ese caso, idéntico derecho tenían los habitantes de las provincias del extenso virreinato, lo que provocaría la desintegración política de la nación española. Su propuesta fue, entonces, mantener la vigencia transitoria de las autoridades hasta que se pudieran reunir las Cortes del Reino o, en el peor de los casos, hasta que hubiera condiciones para reunir un congreso de todo el virreinato.

Intervención de Paso

El otro discurso determinante fue el del abogado doctor Juan José Paso, un hombre que jugaría un papel muy destacado en los años inmediatos dentro de la política del Río de la Plata. Paso coincidió en lo esencial con Castelli, y sostuvo que la situación de ese momento era de acefalía, por lo que se hacía necesaria una expresión de la soberanía popular. Pero la novedad estribó en la respuesta a la fuerte objeción de Villota sobre el derecho de los ciudadanos de Buenos Aires a tomar medidas sobre autoridades cuya jurisdicción trascendía ampliamente el marco urbano. Así como en una situación de crisis familiar —dijo— corresponde al hermano mayor hacerse cargo de los intereses de los menores, así Buenos Aires, "hermana mayor" de las otras provincias del virreinato (por ser la capital), debía investir la representación provisoria de éstas (sus "hermanas menores") hasta que pudiera reunirse una asamblea provincial en la que todos pudieran hacer oír sus opiniones. La muy discutible tesis de la "hermana mayor" —que pasó a formar parte del Dogma de Mayo— encierra la génesis de lo que será la postura política del unitarismo, basada en la necesidad de instalar un gobierno fuerte y centralizado en Buenos Aires, sede de la "civilización" enfrentada a la "barbarie" provincial. Contra esta tesis política se alzará más tarde el vigoroso movimiento provincial autonomista conocido como federalismo.

Todas estas argumentaciones de corte jurídico trataban de justificar posiciones políticas bien diferenciadas; unos, los criollos, pretendían imponer la inmediata caducidad de las autoridades virreinales y su ascenso directo al poder político, mientras los otros —los defensores del sistema colonial— procuraban ganar tiempo impidiendo todo cambio en el statu quo.

Finalizados los debates, se propuso a votación la siguiente fórmula: "Si se ha de subrogar otra autoridad a la superior que obtiene el Eximo. Sr. Virrey dependiente de la soberanía que se ejerza legítimamente a nombre del señor don Fernando VII, y en quien”. El procedimiento de emisión y cómputo de los sufragios no podía ser más engorroso, ya que cada votante podía proponer la fórmula que mejor le pareciese, y fue necesario hacer un complejo trabajo de clasificación. Fue imposible realizar el escrutinio esa misma noche, y se decidió citar al Congreso para una nueva reunión al otro día, 23 de mayo, a las tres de la tarde. Dicha reunión debió ser suspendida, pues a la hora fijada aún no se disponía de los resultados de la votación. La tarea de clasificar y contar los sufragios estaba a cargo del Cabildo, que sesionaba a puertas cerradas. Por fin, a la noche del 23, se obtuvieron las cifras definitivas: 69 votos a favor de la continuidad del virrey y 155 votos por su sustitución. La fórmula mayoritaria, propuesta por el comandante militar Cornelio Saavedra, constaba de los siguientes pasos:

  1. Cesa en el mando el virrey don Baltasar Hidalgo de Cisneros.
  2. El poder recae transitoriamente en el Cabildo de Buenos Aires, emanación directa de la soberanía popular de la ciudad.
  3. El Cabildo debe nombrar inmediatamente una junta provisoria de gobierno.
  4. Dicha junta ejercerá el mando con el compromiso de convocar, a la brevedad posible, un congreso de diputados de todas las provincias del virreinato, a efectos de tomar resoluciones definitivas sobre el futuro político de estos territorios.

Se trataba de la consagración total de la teoría de Castelli y Paso sobre la nulidad del Consejo de Regencia y de las autoridades coloniales, y de la función de Buenos Aires como "hermana mayor" de las demás provincias. El Partido Criollo había triunfado.
El Cabildo, compuesto mayoritariamente por elementos conservadores, intentó conciliar posturas por medio de la conformación de una junta de gobierno que presidiría el virrey, imitando el ejemplo de la Junta de Montevideo de 1808 con ocasión de la destitución del gobernador Elío. El día 24 se fue en estas negociaciones; inicialmente el Cabildo emitió una resolución según la cual continuaría en su cargo el virrey acompañado de una junta de gobierno; pero la cerrada oposición de los comandantes militares a esta fórmula determinó que se la sustituyese por otra que creaba una junta presidida por don Baltasar Hidalgo de Cisneros. Al llegar la noche el Cabildo convocó a dicha junta, que llegó a reunirse, y pretendió someterla a un reglamento que establecía que la autoridad de esta quedaría subordinada a la de aquel (es decir, la junta debía obedecer al Cabildo, aberración jurídica, pues aquella tenía jurisdicción en todo el territorio y este solo en la ciudad de Buenos Aires). Pero Castelli, que la integraba y se había erigido en portavoz principal del Partido Criollo, consideró que todo aquello era una maniobra tendiente a desconocer el pronunciamiento del día anterior y sostuvo la nulidad de lo actuado. La brevísima junta, entonces, decidió disolverse y devolver el mando al Cabildo.

Lo cierto es que, a pesar de sus denuncias y protestas, el virrey fue sustituido por una Junta Provisoria —conocida como Junta de Mayo— presidida por Cornelio Saavedra; en definitiva, 250 vecinos que supuestamente encarnaban el mandato soberano. Elaborado por Mariano Moreno —que a diferencia de Saavedra era partidario de la revolución en términos absolutos—, el documento en el cual se pautan los contenidos del viraje político tiene algunos pasajes que hablan por sí solos:

Jamás se han echado los cimientos de una nueva república, de otro modo que por el rigor, el castigo y la sangre de todos aquellos miembros que pudieran impedir su progreso (...) Si nos pintan a la Libertad ciega y armada de un puñal, es porque ningún estado envejecido o de provincias puede regenerarse sin verter arroyos de sangre (...) Todos los enemigos que caigan en poder de la patria y que sean de importancia por su jerarquía administrativa o militar, por su riqueza, por su influjo o por su talento, deben ser decapitados (...) Los bandos y mandatos públicos deben ser muy sanguinarios y muy ejecutivos.

Por fin el Cabildo avaló la creación de una junta, luego de ciertas presiones a dicha institución. French y Beruti la hicieron, en un documento que estaba formado por unos 400 ciudadanos, y el Cabildo se limitó a oficializar la propuesta. Quedó así integrada la llamada Junta de Mayo, primer gobierno autónomo del Río de la Plata.

La reacción montevideana

Una de las primeras preocupaciones de la Junta de Mayo fue la de lograr el acatamiento a su autoridad por parte de Montevideo (que seguía estando bajo el control español), la ciudad comercial que rivalizaba con Buenos Aires. A esos efectos fue enviado el capitán Martín Galain, que era portador de un oficio de la Junta de Mayo, que aparecía esbozada la tesis jurídica que había llevado a su creación:[1]

(...) pues no pudiendo ya sostenerse la unidad constitucional sino por medio de una representación que concentre los votos de los pueblos, alentara contra el Estado cualquiera que resiste este medio producido por la triste situación de la península, y único para proveer legítimamente una autoridad que ejerza la representación del señor Fernando VII y vale sobre la guarda de sus augustos derechos, por una nueva inauguración que salve las incertidumbres en que está envuelta la verdadera representación de la soberanía.[2]

A ello, el capitán Galain portaba también un oficio del depuesto virrey Cisneros al gobernador Joaquín de Soria, en que se le informaba lo acaecido y concluía que:


(...) considerándolo el medio adoptado por ese pueblo (Buenos Aires); como dirigido a conservar estos dominios a su legítimo dueño don Fernando VII, esperaba que contribuiría por su parte al logro de tan altos fines para lo que tanto interesa: el orden, la subordinación y unión de voluntades que deben manifestarse, enviando inmediatamente a la capital los diputados autorizados con los necesarios poderes para que, en junta general, determinen lo que deba practicarse.[3]

Este oficio, del depuesto virrey Cisneros, que se manifestaba en acuerdo con lo dispuesto por la Junta de Mayo, vale aclarar que más tarde el mismo Cisneros denunciaría ese texto como “arrancado por medio de una coacción”.[4]

El 1 de junio de 1810 se reunió en Montevideo un cabildo abierto en el cual participaron los principales miembros de la sociedad: autoridades civiles, militares y eclesiásticas, y “la parte más sana del vecindario” (el patriciado comercial y saladerista), además del enviado porteño Galain. Allí, y luego de una apasionada discusión, se decidió el principio de acatar la autoridad de la Junta de Buenos Aires, pero con condiciones, y se nombró una comisión para que redactara el pliego que las contuviera.[4]

Pero en la noche del 1 o del 2 de junio anclaba el bergantín “Nuevo Filipino”, portador de abultadas y falsas noticias que hablaban de grandes triunfos de las tropas comandadas por el Consejo de Regencia y del retroceso de los franceses en toda España.[5]

Esto provocó un cambio radical en la situación, y el día 2 se volvió a reunir el Cabildo Abierto. Llevados los pliegos ante el Ayuntamiento reunido en Cabildo Abierto, el 2 de junio “un grito general de la Asamblea determinó que se reconociese al Consejo de Regencia y se suspendiese toda deliberación sobre el nombramiento de Diputado y demás puntos acordados en la sesión anterior, hasta ver los resultados de dichas noticias en la Capital”.[5]​ A pesar de que la Asamblea determinó revocar lo aprobado el día anterior y reconocer la autoridad del Consejo de Regencia, se decidió también acatar la autoridad de la Junta de Buenos Aires siempre que esta reconociera la regencia peninsular, lo que equivalía indudablemente a una negativa.

Simultáneamente se recibían noticias de Buenos Aires, por parte de los emigrados desconformes con las disposiciones de la Junta, que asignaban un carácter revolucionario e independentista al nuevo Gobierno y ponían en duda la autenticidad de la carta de Cisneros a Soria, del 27 de mayo.

Fracasada la misión Galain, la Junta envió a una de sus principales figuras, el doctor Juan José Paso, que llegó a Montevideo el 13 de junio. Era portador de un largo oficio de su gobierno en el que se mantenía una posición ambigua frente al Consejo de Regencia y se instaba a mantener la unidad política platense.

Cuando Paso desembarcó fue alojado extramuros, prohibiéndosele la entrada a la ciudad. Las calles estaban llenas de marinos y de piezas de artillería, y parecía como si la ciudad se preparase para la guerra. Pese a todo, el Cabildo recibió a Paso en sesión cerrada, el mismo día 13 de junio, pero se pospuso a lo que decidiera un cabildo abierto que se realizaría el día 15. Mientras tanto el diplomático porteño debía permanecer extramuros.[4]

El día previsto se desarrolló en Cabildo Abierto; los integrantes eran generalmente los mismos integrantes de la Asamblea de 15 antes, ante el que hizo Paso una exposición que duró 45 minutos. Dando lectura al ya mencionado oficio de la Junta, del día 8. El Dr. Paso informó al Cabildo Abierto sobre lo ocurrido en Buenos Aires, los propósitos que presagiaba la Junta y los motivos para no reconocer la Regencia, solicitando la unión del pueblo de Montevideo con la Capital. Pero sus palabras fueron interrumpidas constantemente por gritos e insultos provenientes del sector organizado por Salazar.[4]

Cuando hubo finalizado, pidió la palabra del propio Salazar, quien sostuvo con vehemencia la legitimidad del Consejo de Regencia y criticó las medidas adoptadas por Buenos Aires. Finalizó su intervención coincidiendo con Paso en que era de mayor importancia conservar, en aquella coyuntura, la unidad platense, pero debía hacerse por medio de un cambio de Buenos Aires y no por un cambio de Montevideo. Es su apoyo habló luego el prestigioso comerciante Mateo Magariños. La posición juntista solo fue defendida por el padre José Manuel Pérez Castellano, un fernandista partidario de la autonomía gubernativa de los criollos; su valiente postura le valió una sanción por parte de las autoridades montevideanas.[4]

Por fin, la situación de Paso, acusado de traidor e insultado de manera cada vez más agresiva por un sector de los cabildantes, se hizo insostenible, y el enviado porteño se retiró, protegido por el coronel Murgunido. El Cabildo Abierto decidió entonces mantener en todos sus términos la resolución del 2 de junio. Y luego prosiguió por reconocer el día 16 de junio el Consejo de Regencia.

Antes de regresar, Paso realizó un último intento en la noche del 16 de junio, tratando por última vez de modificar la actitud de los jefes de Montevideo, demostrándoles con exhibición de documentos, el propósito de Portugal de apoderarse de la ciudad, pero esta nueva tentativa fracasó frente a la firme actitud de los jefes españoles.

Había, sin embargo, un sector de la población que miraba con simpatía la causa autonomista e independentista. El 12 de julio estalló un motín militar dirigido por los oficiales Prudencio Murguiondo y Juan Balbín González Vallejo e inspirado por Pedro Feliciano Cavia. Los amotinados se atrincheraron en la Ciudadela y exigieron, además de reivindicaciones profesionales y económicas, la destitución de Salazar y del capitán Ponce de León. El movimiento fue desbaratado por el gobernador Soria; Murguiondo y Vallejo fueron aprisionados, y Sainz de Cavia escapó a Buenos Aires.

Esta reacción tan negativa por parte de Montevideo hacia la Junta de Mayo se puede entender debido primero al gran contingente militar español, como los veteranos del “Fijo”, los batallones de Artillería, el Batallón de Ingenieros y el imperante cuerpo de Marina, integrados, en su inmensa mayoría, por españoles europeos, sin arraigo en la textura socioeconómica de la Banda Oriental.[5]

Por otra parte se encuentran el grupo de “gente principal, del vecindario y del comercio de esta Ciudad”, siendo hombres que ostentaban un gran poder y riqueza en la sociedad oriental de ese entonces y que mantenían el monopolio sobre algunos productos esenciales de la Banda Oriental controlando la exportación, gran parte de la importación y el importante tráfico de esclavos. Entre ellos se destacan, Batlle y Carreó, Berro y Errazquin, Sáenz de la Maza, Agell y otros. Gravitaba poderosamente en su actitud, la rivalidad comercial con Buenos Aires, en cuya disputa Montevideo había contado, en general, con la protección de las autoridades peninsulares, y en particular después de las invasiones inglesas. La Junta Porteña era para ellos la entronización política de los competidores en el tráfico mercantil del Río de la Plata y la amenazante perspectiva de perder el importante papel del comercio montevideano con Buenos Aires, manteniéndose así fieles a las autoridades españolas.[5]​ Durante los meses de julio y septiembre, la autoridad de Montevideo correspondió a Salazar, hombre que impulsaría una serie de medidas políticas, militares y fiscales buscando pacificar a la campaña oriental y subyugarla bajo el poder de Montevideo con el objetivo cumplir la vieja aspiración montevideana de unificar al territorio de la Banda Oriental bajo su único dominio.

El poderoso e influyente comandante Salazar también adoptó medidas para incrementar el poderío marítimo de la plaza, confiando en que la mejor defensa de esta era el dominios de los ríos. En septiembre escribía a España que “la salvación de América depende de esta plaza”[5]​ y solicitaba se enviaran urgentes auxilios, “porque esta Banda no da para sostener a los empleados y mucho menos para los gastos de tropas y expediciones”.[5]​ Asimismo, y por su influjo, se estudió un régimen de supresión de los privilegios de que gozaba el comercio con puertos extranjeros. Montevideo y Colonia - se convirtieron desde entonces en los principales bastiones en que se afirmaba la obediencia al Consejo de Regencia.


En las villas de la Gobernación de Montevideo, como San José, San Juan Bautista y Guadalupe, se desconoció a la Junta en consonancia con su capital, mientras que en Colonia, Maldonado, Soriano y Rosario del Colla, todas dependientes directamente de Buenos Aires, se acató a la Junta. También prestaron acatamiento a la Junta los comandantes militares Bernabé Zermeño (de la Fortaleza de Santa Teresa), Joaquín de Paz (de Melo) y Francisco Redruello (de Belén).[6]​ Excepto Belén, las demás poblaciones cayeron luego bajo el control de los realistas de Montevideo.

Bloqueo de Buenos Aires

A partir del 3 de septiembre se declaró bloqueado el puerto de Buenos Aires y se envió al capitán de fragata José Primo de Rivera y Ortiz de Pinedo con 9 buques de guerra. El comandante de la estación naval británica, el comodoro Robert Elliot resolvió reconocer la acción de Montevideo, lo que provocó el reclamo de la Junta (que lo consideraba contrario a derecho) y de parte de los comerciantes ingleses, reclamo que fue trasladado por el comandante de la Mistletoe, Roberto Ramsay, al encargado de negocios británico en Río de Janeiro, Lord Strangford.

El 10 de septiembre la flota se presentó frente al puerto de Buenos Aires. Al anochecer destacó sus faluchos y capturó dos lanchas de tráfico con lo que se dio por bloqueada la ciudad. La noche del 16 de septiembre un fuerte pampero provocó una extraordinaria bajante que alejó la flota bloqueadora y provocó que los buques vararan y debieran ser apuntalados. En Buenos Aires se iniciaron preparativos para atacarlos con caballería y balsas artilladas, pero demorada la decisión por temor a una súbita creciente no se inició movimiento alguno. Esa madrugada efectivamente las aguas volvieron a su cauce y el día 21 el bloque se restableció reforzado con la corbeta Diamante.

Ramsay regresó el 10 de octubre con pliegos del vicealmirante Miguel de Courcy, jefe de la estación naval del Brasil, en los cuales desaprobaba el proceder de Elliot y le ordenaba dirigirse a Maldonado, lo que hizo efectivo el 15 de octubre, con lo cual Ramsay quedó al mando de la flotilla en el Plata hasta tanto llegara el mismo de Courcy. El 11 de octubre al ser apresados buques británicos, Ramsay dirigió su pequeño buque contra la capitana realista, la Mercurio, y le dio un últimatum para su liberación. Primo de Rivera cedió ante la amenaza con lo cual, de hecho, el bloqueo quedó suspendido.

Medidas tomadas por los realistas en Montevideo

Producida la fractura de la unidad administrativa del Río de la Plata, Montevideo debió resolver, además de la cuestiones gubernativas anexas a su separación de la antigua capital virreinal, las económicas y fiscales consistentes en atender “la manutención de la tropa y otros empleados”, proveer los gastos requeridos para preparar la guerra contra los “insurgentes” de Buenos Aires, cuyas escaramuzas iniciales ya se habían producido, e incluso recaudar auxilios para enviar a España, empeñada en la guerra de independencia contra Napoleón.

El 24 de agosto, el Gobernador Soria transmitía al Cabildo la orden recibida de España en el sentido de que los americanos debían auxiliar al Estado en sus apremios. Se implementaron los “Donativos Patrióticos” qué consistían en la creación de comisiones encargadas de recoger casa por casa las contribuciones voluntarias de los pobladores, sistema que se aplicó no solo en Montevideo, sino también en las villas y pueblos del interior. Cabildos y comandantes militares tuvieron a su cargo esta tarea, habiéndose cometido a los últimos “recolectar el producto de todos los ramos de la Hacienda Pública”.[5]​ Los resultados, no obstante las reiteraciones de los perdimientos y la órdenes, no fueron suficientemente satisfactorias.

Los vecinos que han tenido voluntad – informa el Cabildo de Soriano al Comandante de Colonia, Ramón del Pino -, que han esforzado con lo que han podido atendiendo la calamidad y circunstancias del tiempo, pero varios se han encogido, y no han querido entender sus manos para tan laudable fin.

Simultáneamente el Gobernador Soria resolvió recurrir a la propiedad como fuente de recursos. El 23 de agosto se hizo saber a los Alcaldes, Cabildos y Comandantes Militares que debía procederse a un examen de las tierras realengas en poder de poseedores con “títulos imperfectos o de ocupantes precarios”. A estos efectos se citaría y emplazaría por bando, a fijarse en todos los parajes públicos, a los poseedores, para que exhibieran los justificativos de los trámites de denuncia incompleta en el plazo determinante de cuarenta días.

Esta disposición, ya sugerida en otras oportunidades, al considerarse el problema del “Arreglo de los Campos” causaba una tremenda perturbación en el régimen de tenencia de la tierra, y fue resistida en toda la campaña. Pese a ello, Vigodet, a poco de hacerse cargo del gobierno, reiteró el 20 de octubre, con singular energía, los términos del Bando:

Habiéndose notado que muchos vecinos de esta ciudad y de toda la Banda Oriental, que por ahora esta bajo la jurisdicción de este gobierno, han mirado con notable abandono el auto de comparendo que antecede para entrar en moderada composición con S.M. sobre los terrenos realengos que ocupan, creyendo tal vez que el Gobierno tolerara tan criminal proceder, pues a más de exigirlo así la seguridad de sus posesiones lo demanda impresionantemente el socorro de la Patria, que es la suprema Ley del Estado: libérense circulares a todos los comisionados y jefes militares de la campaña comprendidos en toda esta Banda con los insertos necesarios, para que haciendo notorio en la forma más solemne en sus respectivos Partidos, por segunda vez, comparezcan sin más dilación y fijándoseles el perentorio término de treinta días bajo las penas de que por su omisión, y silencio, quedaran sin derecho alguno de preferencia y sin acción la posesión adquirida por dilatada que sea y que admitidas a otros las denuncias de los terrenos que ocupan, propios de S.M., se les admitirá a moderada composición, y libraran los títulos de propiedad, y con ellos se les pondrá en tranquila posesión, lanzando a los resistentes y omisos a los llamamientos y emplazamientos de este Gobierno; y para que sea más solemne a todos los habitantes y existentes de esta Ciudad y su jurisdicción, se fijaran edictos, en los lugares acostumbrados, quedando razón de todo por el actuario para constancia y que dore los efectos que haya lugar.[7]

Las actividades fiscales implementadas por Soria y luego repetidas por Vigodet resultaron contraproducentes para los intereses que defendían. Viendo en cada criollo un conspirador en potencia, envió a la campaña unas “partidas tranquilizadoras[4]​ que actuaron con extremo rigor y crueldad contra los reales o presuntos simpatizantes del gobierno porteño.

La Llegada de Elío

El 7 de octubre de 1810 llegó a Montevideo desde España Gaspar de Vigodet, nombrado nuevo gobernador de Montevideo, y el 12 de enero de 1811 lo hizo Francisco Javier de Elío, que regresaba con el título de virrey del Río de la Plata. Elío, que había sido extremadamente popular en 1808 como defensor del autonomismo montevideano, seguía siendo un patriota español, enemigo mortal de la idea divisionista. Evitó ir a Buenos Aires y se instaló en Montevideo, desde donde ofició al gobierno de Buenos Aires exigiendo el reconocimiento de su dignidad virreinal. La Junta Grande respondió, con intransigencia, que “el solo título de virrey ofende la razón y el buen sentido”.[4]​ Fiel a su estilo directo, Elío declaró entonces “rebelde y revolucionaria[4]​ a la junta porteña y estableció como capital provisoria del virreinato a Montevideo (12 de febrero de 1811).

La política del virrey no alteró las grandes líneas trazadas por el anterior gobernador Soria, más bien las profundizó. Cerró los puertos orientales a los barcos porteños, reforzó las milicias en varias regiones del territorio, mantuvo las “partidas tranquilizadoras”, confirmó los bandos de Soria sobre la regularización de tierras ocupadas y los “donativos patrióticos”,[5]​ y estableció, además, un empréstito forzoso que debían pagar todos los ciudadanos (clero, comerciantes, empleados, etc.) y que sería devuelto cuando se recibieran auxilios financieros de Perú o España. Contando con el respaldo del capitán Juan Ángel Michelena, que estaba al frente de una flota que patrullaba el río Uruguay. Estas medidas represivas adoptadas por Soria y Elío desde Montevideo, como las anteriores, determinaron que la imagen del gobierno de Montevideo se deteriorase entre amplios sectores de la población rural. La radicalidad de Elío superó incluso al propio Salazar, que pasó a liderar el ala “moderada” de los españolistas y a alejarse cada vez más del virrey.

Como medida propagandística, el gobierno de Montevideo decidió sacar un periódico que pudiera contrarrestar la predica revolucionaria de la Gazeta de Buenos Ayres.[4]​ En septiembre de 1810 la princesa Carlota Joaquina de Borbón envió de regalo una imprenta a la capital de la Banda Oriental, y con ella se imprimió durante varios meses La Gaceta de Montevideo, que fuera dirigida sucesivamente por Nicolás Herrera y por el fray Cirilo Alameda.[4]

Estallido de la Revolución Oriental

 
Inicio de la revolución oriental. La mañana de Asencio. Óleo de Carlos María Herrera.

El espíritu de la campaña era definitivamente levantisco, en especial luego de la Revolución de Mayo y de las medidas represivas adoptadas por Soria y por Elío desde Montevideo. Joaquín Suárez, con destacadas figuras del patriciado criollo, realizaba reuniones conspirativas, con el fin de promover la revolución en la Banda Oriental. Algunos autores mencionan a la Conspiración de Casa Blanca (actual Departamento de Paysandú), abortada por Michelena el 11 de febrero de 1811, sin embargo autores más críticos piensan que nunca existió.[8]

El 15 de febrero, luego de un supuesto altercado con el brigadier Vicente Muesas, el capitán Artigas abandonó su guarnición de Colonia junto al teniente Rafael Hortiguera y al cura párroco de Colonia, Enrique de la Peña, y se dirigió a Santa Fe y luego a Buenos Aires para ofrecer sus servicios a la Junta. El 28 de febrero de 1811 dos caudillos locales, Venancio Benavídez y Pedro Viera, se pronunciaron a favor del gobierno revolucionario de Buenos Aires a orillas del arroyo Asencio, ubicado en el actual Departamento de Soriano, a unos 10 km de la entonces Capilla de Mercedes. Ese Grito de Asencio ha sido considerado tradicionalmente el principio de la Revolución oriental, aunque el comandante de Belén (bajo dependencia de Misiones), teniente de milicias Francisco Redruello, adhirió a la revolución en 1810 y se mantuvo libre de la acción de los realistas de Montevideo, lo que fue confirmado por su pedido órdenes al gobernador de Misiones, Rocamora, el 10 de agosto de 1810 ante las acciones de Montevideo sobre Colonia y otras localidades orientales,[9]​ quedando a cubierto de un ataque por barco debido a los saltos Grande y Chico del río Uruguay que interrumpían la navegación a la altura de Salto. Una carta de Rocamora a la Junta, con fecha 20 de noviembre de 1810, confirma que Belén se hallaba en su obediencia.[10]​ El 4 de marzo de 1811 Redruello escribió a Belgrano pidiéndole auxilio para los sublevados en Asencio,[11]​ fecha que algunos autores han tomado como día de la insurrección de Belén.

El Grito de Asencio y la subsiguiente toma de Mercedes y de Soriano fueron el inicio de un levantamiento general en la campaña al que un documento artiguista denominaría más tarde como “admirable alarma”.[12]

Así es como Pedro Ojeda reclutó fuerzas al norte del Río Negro; Manuel Francisco Artigas y Andrés Latorre en Florida; Fernando Otorgués, capataz de la estancia real del Cerro, constituyó la División de Dragones de la Libertad, formada por los orilleros de Montevideo, el Pantanoso, el Miguelete y el Cerro. Joaquín Suárez en Canelones, Tomás García de Zúñiga y Warnes en Santa Lucía, los Haedo en Maldonado, los Rivera en Durazno, Lavalleja en Minas, Manuel Artigas en Casupá y Santa Lucía, Blas Basualdo y Baltasar Ojeda en Tacuarembó, Baltasar Vargas (conocido como Baltavargas) en Arroyo Grande, como muchos otros más que se sumaron a la revolución.[4]

Faltaba el caudillo integrador, que sería Artigas. El 6 de febrero llegó a Buenos Aires, donde fue nombrado teniente coronel al mando de las fuerzas que pudiera reunir y subordinado directamente a José Rondeau, quien asumió el 1 de mayo como comandante de la campaña de la Banda Oriental al ser destituido Belgrano a causa de la Revolución del 5 y 6 de abril de 1811. La Junta le dio a Artigas una magra ayuda material inmediata de 200 pesos y 164 blandengues. El 9 de marzo inició el retorno llegando el día 15 La Bajada y el 24 de marzo a Concepción del Uruguay.[13]​ El 9 de abril desembarcó con sus tropas entre Las Vacas y la Calera de las Huérfanas.[14]​ Días después se encontraba en Mercedes, donde casi toda la Banda Oriental estaba en armas, excepto Colonia, Montevideo y otros pueblos que tenían alguna guarnición.

Mientras que en Montevideo, Elío al principio no le dio gran importancia al alzamiento de la campaña oriental entera. Su desenfoque e ignorancia del verdadero estado de aquella, explican el menosprecio y la relativa indiferencia con los que enfrentó los primeros pasos de la revolución. Él mismo expresó en un informe del 18 de marzo al secretario de Estado:

Al principio creí que solo eran algunas partidas de ladrones, pero luego se han reunido y capitaneados por oficiales que han desertado de las tropas de mi mando, con muchos soldados de las mismas y una multitud de gente de esta, desnudas y sin domicilio, que llaman “gauchos”, forman varios cuerpos; han atacado varias poblaciones abiertas, han quitado los comandantes, han amarrado a todo europeo, les han saqueado su casa, y cate V.E. ya abierta una guerra clara contra todo español.[5]

Cuando los hechos habían disipado toda duda sobre la gravedad del alzamiento, otras voces, desde el campo regentista, fueron muy cáusticas en el juzgamiento de las medidas de Elío, que miró –dice Salazar– “con desprecio”,[15]​ las primeras noticias del levantamiento, en “la falsa creencia de que los habitantes se hallaban en el mismo estado de sumisión y apocamiento que anteriormente”.[15]​ Actuaba –agrega el mismo Salazar– “bajo el errado concepto de que cincuenta hombres determinados acabarían con una insurrección de miles, prácticos en el país y favorecidos por todos sus habitantes”.[15]

Luego de su llegada a Mercedes, estableció su Cuartel General en dicho lugar,[16]​ organizando y acelerando desde allí la movilización y la concentración de las milicias. El primer cuidado de Artigas es consolidar el foco inicial, tratando de evitar la excesiva dispersión de las fuerzas, según estaba sucediendo porque la libre iniciativa de los caudillos no estaba orientada por un comando centralizado. Tal situación ponía en peligro a la seguridad y el poder de la revolución.

Para ese momento, los revolucionarios ya estaban ocupando prácticamente toda la campaña de la Banda Oriental, dejando reducidos a los españoles en prácticamente tres puestos fortificados situados al sur: Montevideo, cuyo comando ejercía el virrey Francisco Javier de Elío, Colonia del Sacramento, a cargo de Gaspar de Vigodet, y Maldonado, ocupada por el coronel Viana.

Mientras que la organización de los revolucionarios estaba en vías de ejecución, dado que Artigas trataba de concentrar a todas las fuerzas rebeldes en un solo lugar, operación que se fue haciendo paulatinamente, según el progreso de las partidas de vanguardia artiguista. Artigas toma como base para la organización del ejército oriental, su encuadramiento e instrucción, las tropas veteranas de Blandengues y milicias.

A mediados de abril, Manuel Belgrano, que fuera llamado a Buenos Aires para rendir cuentas de su derrota en la Expedición al Paraguay, nombra a Artigas Segundo Jefe Interno del Ejército de Operaciones de la Banda Oriental, según lo comunica a la Junta en su oficio datado en Mercedes el 27 de abril de 1811. La Junta Grande, en cambio, designa segundo jefe a Rondeau, quien recién llegará a Mercedes a principios de mayo. De acuerdo con las órdenes que había recibido la Junta, Belgrano nombra a Artigas Comandante Principal de las Milicias Patrióticas.[15][17]​ El 7 de mayo, a requerimiento de Rondeau, Artigas eleva la siguiente relación de fuerza:

Operan bajo mi mando 1113 hombres que tengo distribuidos en varios puntos, con el fin de que sigan los buenos afectos que han producido el movimiento general de esta campaña.

Al pueblo de Minas y Maldonado guarnecen 300 hombres al mando de don Manuel Artigas, con orden de avanzarse hasta Pando; otros 160, al mando del capitán don Baltasar Vargas, corren desde el Canelón hasta el Cortado, y 200 más al mando de don Antonio Pérez, se aproximan hasta el mismo campamento enemigo que actualmente se halla en Las Piedras, y se compone sus fuerzas de 800 hombres con 4 piezas de artillería de 2 y 4. Estos insurgentes al mando de Posadas, […] han acabado con las vacas lecheras, y comienzan ya a sentir la falta de víveres, que no pueden adquirir en razón de que nuestras partidas los oprimen por todas partes. Con esta fecha, he comisionado a don Fernando Otorgués para que tome la caballada y el ganado de la Estancia del Rey, único refugio en que podrían tener esperanzas nuestros enemigos, y para ello lleva 50 hombres.

La demás fuerza hasta los 1113 hombres detallados, se hallan reunidos en un campamento que tengo fortificado sobre este río Santa Lucía, a la banda del sud.[18]

Entre tanto, el 20 de abril, las milicias orientales destacadas en la zona del Oeste, unos 400 hombres al mando de Venancio Benavídez, se apoderan del pueblo del El Colla (actual ciudad uruguaya de Rosario) entregado por sus defensores luego de un parlamento en donde se les dieron solo unos minutos para rendirse a discreción[15]​ y en seguida ocuparon las villas de Víboras y Espinillo. Casi simultáneamente fuerzas reunidas por Manuel Antonio Artigas, los hermanos Quinteros y los hermanos Vargas, desalojaron de villa de Porongos, a la guarnición que era fiel a los realistas.

Antes de iniciar las operaciones ofensivas sobre Montevideo, Artigas establece el orden en los pueblos de Arroyo de la China (actual Concepción del Uruguay), Paysandú y Mercedes, a fin de consolidar su retaguardia y organizar las fuerzas y los medios para obtención de recursos. Elío, con sus errores estratégicos y con su actitud inicialmente pasiva y confiada, contribuye al éxito de la Revolución. Al dividir sus fuerzas destacando inicialmente débiles partidas que son fácilmente batidas por los criollos, exalta la moral de estos y favorece la deserción de los partidarios del movimiento que había en sus filas. Por otro lado, estas partidas se ocupan de guarnecer pueblos de escasa importancia militar, en vez de ocupar puntos neurálgicos para las comunicaciones y reunión del enemigo. Por restarle importancia al movimiento subversivo asume una actitud pasiva, y actúa con lentitud y da tiempo a la organización y concentración de las fuerzas orientales.

Estos desaciertos son agravados por las medidas que adopta al enterarse de los primeros éxitos de la revolución, las que revelan su poco tacto administrativo y la desorientación de la que es presa. También mandó levantar una horca en la Plaza Mayor de Montevideo para que en ella “expiasen con prontitud su crimen los traidores a su Rey y a su patria”.[19]​ Las “Instrucciones” que expidió, el 19 de abril, para los comandantes de cuerpos encargados de vigilar la campaña, son minuciosas la descripción de las medidas represivas:

Reunirá sus fuerzas cuando lo considere oportuno para atacar a algún crecido número de traidores que puedan reunirse: en este caso obrara según las circunstancias, y conforme a su celo y honor, par extinguir semejante clase de malévolos… se proveerá de caballos extrayendo todos cuanto tengan en sus estancias los insurgentes… siempre que se pueda aprehender cualesquiera de los que llevan armás en contra de nuestro monarca, se le asegurara y será conducido a esta plaza; y si se le pillase en el acto de hacer fuego contra las nuestras, con una justificación ante los oficiales y dándole una hora de término, será ahorcado y colgado en el sitio donde cometió este crimen… todo ganado o hacienda perteneciente a sujeto que este en armás con los levantados, será arrendada, y hecha conducir a esta plaza, para que sea vendida, de ella sea un tercio para los aprehensores al instante, y los dos tercios para la real hacienda.[20]
 
Los monjes franciscanos fueron expulsados por los realistas de la ciudad de Montevideo, por simpatizar con la causa revolucionaria. Al echarlos de la urbe los realistas les dijeron a los monjes: "Váyanse con sus amigos, los gauchos".

Entre las medidas poco populares están las de instalar una horca, expulsar a los Franciscanos, expulsar a 40 familias criollas vinculadas con los sitiadores, liberar a los malhechores para que combatan a los rebeldes, aplicar la intriga y la represalia como medidas coercitivas, y confiscar las ventas de propiedades pertenecientes a los emigrados y revolucionarios. Ante la ineficacia de estos recursos y ante la gravedad de la situación recién se da cuenta Elío de cómo había socavado España su poder militar al incorporar numerosos criollos a su ejército.

Para atender las necesidades de la defensa de la Plaza de Montevideo el Gobernador Elío trata de organizar nuevas fuerzas constituidas solamente por españoles, tal como el Batallón de Comercio, cuyo Jefe era el Gobernador de la Plaza, con un Estado Mayor, dos Ayudantes y el número de compañías que se pudiera reunir.

Del crítico estado de la Plaza da cuenta el propio Elío en sus numerosos documentos conservados en el Archivo General de Indias.[18]

No obstante con sus éxitos iniciales, Artigas actúa con prudencia, por no contar con suficiente autoridad otorgada por la Junta. Mientras personalmente se ocupa de la organización de las fuerzas patrióticas de Mercedes, confió a su primo Manuel Antonio Artigas el mando de las fuerzas reunidas en Arroyo Grande por los hermanos Bragas y Miguel Quinteros, ordenándoles que se dirigieran sobre Montevideo, construyéndose así en la vanguardia del ejército Oriental.

El 20 de abril, por la tarde, cae El Colla (actual ciudad de Rosario) en poder de Venancio Benavídez, quien remite los prisioneros a Mercedes. El 23 de abril, desde esta última ciudad, Belgrano le informa a la Junta de Buenos Aires: "Mañana sale el Teniente Coronel don José Artigas, Segundo Jefe Interino del Ejército con una partida a estrechar a los enemigos."[21]

El 25, las fuerzas de Benavídez que venían de ocupar "el Colla", junto con las del Capitán Manuel Antonio Artigas que había recuperado Porongos, siguen su camino hacia San José.

Manuel Antonio Artigas inicia sus movimientos siguiendo las alturas de la Cuchilla Grande, teniendo el primer encuentro con las fuerzas realistas en Paso del Rey.

Tras un duro combate los realistas se retiran sobre la Villa de San José, donde se organizan defensivamente. El día 22 de agosto los orientales atacan la villa sin éxito, debiendo retirarse a las alturas inmediatas y reponer el sitio, en espera de refuerzos, que llegan el día 25 de agosto al mando de Benavídez, En tales circunstancias los patriotas atacan la villas y se produce la Batalla de San José, que tras un sangriento combate las tropas orientales vencen sobre las tropas Realistas y la logran ocupar.

En el El Colla, las fuerzas al mando de Manuel Francisco Artigas,[21]​ obtuvieron en pocos días, el dominio de extensas zonas. El 24 de abril ocuparon la villa Concepción de las Minas; el 28, San Carlos, donde había revelado al bando revolucionario, el capitán Juan Correa; el 23, sitiaban Maldonado, la que se entregó de inmediato, capitulando el Jefe de la plaza, Francisco Javier de Viana y ajustando este las condiciones de la rendición efectuadas en 5 de mayo. Como “el señor Viana no puede seguir en el mando de esta plaza por las condiciones achacosas de su salud”,[15]​ Manuel Francisco Artigas puso “a la cabeza de dicho pueblo en lo militar[15]​ al citado capitán Correa, “en atención de su patriotismo”.[15][22]

Manuel Francisco Artigas envió por entonces una partida al mando del comandante Pedro Gervasio Pérez para tomar el Fuerte de Santa Teresa; cumplida esa misión, la misma fuerza pasó a ocupar la villa de Rocha, el 7 de mayo.

Realizadas estas operaciones, hizo saber a Rondeau que marchaba en dirección a Pando, al frente de unos trescientos hombres “con el objeto de estrechar a Montevideo cortándole los víveres y los auxilios”,[15]​ y reclamando, asimismo, se le expidiera “un título legítimo que acredite la realidad de mi comisión… para que se caracterice en toda la dignidad y energía qué deben tener las capitulaciones y demás providencias que he dado desde mi entrada al pueblo de Minas”.[15]​ Rondeau dio amplia satisfacción al pedido del jefe oriental, auxiliándole con municiones, y expidiéndole “el Despacho provisional de Teniente Coronel de la milicia patriótica, nombrándole Comandante de todas las que reunía, en la inteligencia que debe operar bajo la dirección de su hermano don José, a quién V.E. ha nombrado Jefe General de ella”,[15]​ según le comunicaba a la junta bonaerense.

La Batalla de las Piedras

 
Rendición de Posadas en Las Piedras, óleo de Juan Manuel Blanes. Momento en el cual Artigas dice su celebre frase "Curad a los heridos, clemencia para los vencidos".

En los primeros días de mayo, Artigas parte con el grueso de sus fuerzas de San José, en marcha hacia Montevideo, según lo había comunicado a la Junta de Buenos Aires en su oficio de fecha de 21 de abril.

Se evidencia que el plan operativo de Artigas es necesariamente ofensivo y consistía en marchar lo más rápidamente hacia Montevideo, con la finalidad de reducir este foco de resistencia, e impedir que se organizara o recibiera refuerzos.[18]

Elío, viendo que los progresos de los revolucionarios amenazaban cercarle entre los muros de Montevideo, cifró, entonces, todas sus esperanzas en una acción militar decisiva, que confió al Capitán de Fragata José Posadas con una fuerza de 1230 hombres, establecido con sus fuerzas en Las Piedras y desplegó su mayor diligencia en proveerlo de armas, municiones y recursos de alimentos.[15]

Las milicias criollas alcanzaban en total unos 2000 hombres, la mitad de los cuales, a las órdenes de Benavides, se hallaban empeñados en el propósito de ocupar Colonia del Sacramento, al amparo de cuyas fortificaciones se había acogido Vigodet.
Artigas, con las fuerzas de su mando, se ubicó estratégicamente en Canelones, el 12 de mayo, dispuesto a vigilar las fuerzas montevideanas acampadas en Las Piedras. Allí las lluvias lo mantuvieron inactivo hasta el día 16. Entretanto, su hermano Manuel Francisco burlaba una partida regentista y lograba incorporársele con 304 hombres, en la tarde del 17, en el campamento ubicado en las puntas del Canelón Chico. Alcanzaron, entonces, los efectivos artiguistas, a 400 infantes y 600 caballos.

El día 18 amaneció sereno”,[15]​ despachó Artigas. “Algunas partidas de observación sobre el campo enemigo”,[15]​ distante un par de leguas y a eso de las 9 de la mañana comenzó el combate: Artigas ordenó al capitán Antonio Pérez —que cubría el ala derecha— que con su caballería, atrajese la atención del enemigo y lo introdujera a abandonar la ventajosa posición que ocupaba en una loma, donde tenía cuatro piezas de artillería, dos obuses y un cañón. “La situación ventajosa de los enemigos, la superioridad de su artillería y el exceso de su infantería sobre la nuestra, hacían la victoria muy difícil…”,[15]​ pero los soldados patriotas, combatiendo con enorme arrojo lograron desalojarlos, obligándolos a replegarse hacia Las Piedras. Entró a jugar en ese momento la última parte del plan táctico de Artigas, consistente en un movimiento envolvente de caballería, que cargó por los flancos y cortó la retirada de los regentistas, quienes “quedaron encerrados en un círculo bastante estrecho”,[15]​ trabándose un vivo combate “pero después de una rigurosa resistencia se rindieron los contrarios quedando el campo de batalla para nosotros”.[15]

De inmediato, Artigas comisión a su ayudante, Eusebio Valdenegro, para ocupar la población, donde se encontraban unos 140 hombres, con un cañón y el parque de artillería, rindiéndose aquellos rápidamente.[23]

 
La Batalla de las Piedras por Diógenes Hequet.

La batalla, comenzada a las 11 de la mañana del 18 de mayo y concluida a ponerse el sol, fue desastrosa para los realistas, cuyas fuerzas, en total, estimó Artigas en 1230 hombres; en recuento de pérdidas comprende 150 bajas, entre muertos y heridos; y 482 prisioneros, incluidos 23 oficiales, entre los cuales el propio comandante en jefe, capitán de fragata, José Posadas.[23]

Los regentistas, perdido el único ejército con que podían contar, quedaron encerrados en Montevideo y Colonia.
El mismo día y poco después Benavídez había llegado frente a la segunda ciudad sitiada, Colonia del Sacramento, dirigiendo de inmediato, un oficio “al pueblo y a los jueces de Colonia” exhortándolos a la unión y reconocimiento del Gobierno legítimo de Buenos Aires e intimándoles la rendición de la plaza en término de media hora.[15]​ La “multitud de barcos” de que disponía Vigodet impidieron el “pronto ataque”, hasta que se supieron los resultados de la Batalla de las Piedras, y por el desamparo en que había quedado la capital, los hizo retirarse, dejando desamparada a la ciudad de Colonia del Sacramento. Muy pocos días después, más precisamente el 27 de mayo, Colonia del Sacramento caía en manos de los revolucionarios.

El triunfo de la Batalla de Las Piedras dio a las milicias artiguistas el dominio total de la campaña. Las fuerzas regentistas ya no habían de contar con los medios para imponerse al ejército campesino que se había alzado contra su autoridad. El infatigable Salazar califica, en dos oportunidades distintas, de “pérdida irreparable” y de “cruel catástrofe”, pues en ella se perdió “toda la Marina” que es el “principal apoyo de la plaza”.[24]​ Y nadie se muestra más exaltado y elocuente que él para juzgar los efectos de la batalla:

"La sola noticia de que las tropas de Buenos Aires tenían sitiado el baluarte de la América, a la que sus papeles públicos añadían tomando, reanimó el entusiasmo de las Provincias a favor de la independencia, de Chile, y no dudaré en afirmar que hasta el mismo reino de Lima se ha resentido de tan funesta nueva, pero lo que no se puede dudarse es que ella ocasionó el que el Paraguay adoptase unirse al de Buenos Aires, como lo hizo. Sin por de fuera consiguieron los enemigos estas grandes ventajas, en esta Banda lograron atraer a su partido a todos los pueblos, y quitándonos cuantos auxilios sacábamos de ellos, reducirnos a solo el recinto de la plaza y a la mayor miseria y pobreza por mucho tiempo."[15]

No fue menor la repercusión en Buenos Aires, en donde la victoriosa acción contribuyó a restablecer el fervor revolucionario, muy decaído por el fracaso de Belgrano en Paraguay y por la lentitud del frente altoperuano.[5]​ La Junta unitaria confirió entonces a Artigas el “empleo de coronel del Cuerpo de Blandengues de la frontera de Montevideo”; y decretó ascensos a los oficiales que valientemente se habían comportado en las acciones de la Batalla de San José y Las Piedras.[25]

Después de la batalla, Artigas destaca patrullas de exploración hacia el Arroyo Miguelete, con la finalidad de explotar al máximo su éxito. Dichas patrullas llegan el día 19 al arroyo Seco y reciben proposiciones para el canje de prisioneros.

El primer Sitio de Montevideo

Aprovechando el efecto de la moral de su victoria, Artigas exige la rendición de Montevideo. Rechazada esta, la somete a un estrecho sitio privándola de recursos y estableciendo sus huestes en el Cerrito.

Su propósito era atacar la plaza, para aprovechar el estado de depresión moral en que se encontraban sus defensores. No pudo hacerlo por recibir órdenes contrarias de Rondeau, que se incorpora al sitio con sus fuerzas y Estado Mayor el 1 de junio.[26]

Artigas conocía de buena fuente la situación precaria de Montevideo que contaba con pocas reservas en víveres y leña. El trigo almacenado, por ejemplo, alcanzaba para poco más de dos meses, en consecuencia, sometida a un estrecho sitio, no podría resistir por mucho tiempo.

Entre las primeras medidas que adopta Artigas está la sustracción de caballos para restar a los españoles medios de movilidad, con lo que quedan reducidas las salidas de los sitiados. Artigas conocía perfectamente la organización defensiva de Montevideo y su precario estado de conservación en algunos sectores. No ignoraba que estaba perfectamente artillada la muralla, con sus 16 baterías, incluidas las de la Ciudadela. La situación de los sitiados fue empeorando día a día, por lo cual Elío se decidió a solicitar ayuda de la princesa Carlota a la sazón en Río de Janeiro.

Los españoles eran dueños de los ríos, dando fuertes ataques dirigidos por el valiente y activo capitán español Michelena que contaba con unos 600 a 1000 hombres de desembarco. Sus activos cruceros bloqueaban las líneas de comunicaciones de Artigas con Buenos Aires, tomando por tierra hasta Santa Fe, atravesando el río Paraná en la bajada, y luego todo Entre Ríos hasta el Arroyo de la China, para cruzar el Río Uruguay y continuar por tierra hasta Mercedes. Por lo que las líneas de comunicaciones entre las fuerzas artiguistas y el gobierno de Buenos Aires eran sumamente largas, expuestas y tenían numerosos puntos sensibles.

Cuando Vigodet el 27 de mayo abandona Montevideo, siguiendo órdenes de Elío, estas líneas de comunicación seguían inseguras por la actividad de los cruceros españoles.
Inicialmente la escuadra española de Michelena era dueña de los mares, pues había vencido a la primera escuadrilla argentina mandada por Juan Bautista Azopardo en San Nicolás de los Arroyos y bombardeando a Buenos Aires, amenazado con un nuevo ataque si no se levantaba el sitio de Montevideo. Elío por intermedio de dos parientes de Artigas (Manuel Villagrán y Antonio Pereira) le ofrece el grado de General, una elevada cantidad de dinero y la Jefatura de la Campaña Oriental.
Artigas considera un insulto a su dignidad personal tales proposiciones y rechaza indignado a los emisarios.[27]

La Primera Invasión Portuguesa

En julio de 1811, los portugueses, en ayuda de Elío, invaden la Banda Oriental a órdenes del Capitán General de Río Grande do Sul, Diego de Souza, apoderándose de la villa de Melo el día 23 de julio. Antes de penetrar en el territorio, publica un manifiesto sobre “las puras y leales intenciones de su Majestad Real que era pacificar las tierras de Su Majestad Católica y no conquistarlas”.[18]​ Diego de Souza reunió un ejército que se llamó “ejército Pacificador de la Banda Oriental”, que totalizaba unos 4000 hombres.

Dividió sus fuerzas en dos columnas: una al mando del Mariscal Manuel Marques, compuesta por un Batallón de Infantería de Río Grande do Sul, dos escuadrones de Legionarios de San Pablo y uno de Milicia.

La otra compuesta al mando del Mariscal Joaquín Javier Curado compuesta de dos batallones de infantería, 2 baterías montadas de la Legión de San Pablo, 1 regimiento de dragones y 1 escuadrón de milicias de Río Pardo y 1 compañía de lanceros guaraníes.

Concentró la primera columna en las proximidades de Bagé (en las alturas).

La segunda de las márgenes del Ibirapuitan en San Diego. Para atender la defensa de Misiones Orientales, nombra al Coronel Juan de Dios Menna Barreto, a quien da las tropas necesarias para cumplir su misión.

Recibida la orden de socorrer a Elío, inicia desde San Diego la marcha hacia Montevideo, el 17 de julio de 1811, tomando inicialmente hacia el Sur, penetrando a la Banda Oriental por la invasión del Río Yaguarón. Se proponía atacar la frontera de Santa Teresa, cuando sus defensores la abandonan el 5 de septiembre. El 3 de octubre prosigue su marcha hacia el oeste, sin encontrar resistencia, llegando a Maldonado a mediados de octubre, donde establece su Cuartel General.

Armisticio de Octubre

Fue en Río de Janeiro el 20 de octubre de 1811 donde tuvo lugar la negociación para un arreglo general de la crisis del Plata. Allí la diplomacia británica, bajo la experta conducción de Lord Strangford, impuso al fin los objetivos de su política: restablecer la paz entre los gobiernos planteases —y acaso también en el Alto Perú— mediante un “statu quo” que dejara en suspenso la disputa entre los “juntistas porteños” y “regentistas” montevideanos. Esto tenía como fin dejar expeditos los medios para que el libre comercio fuera garantizado a los comerciantes británicos y para que se pudiera desarrollar el tráfico mercantil sin sobresaltos ni problemas.

A fines de agosto la Junta Grande envió ante Elío comisionados a fin de o de gestionar un armisticio, dada la grave situación política de las Provincias Unidas del Río de la Plata y las derrotas sufridas en el norte por los ejércitos revolucionarios. Estas negociaciones fracasan porque Elío exigía el abandono total de la Banda Oriental, como condición para cualquier arreglo.

Ante esta actitud de intransigencia los comisionados porteños, pulsan el ambiente del campo sitiador, reuniendo una Junta de Vecinos que, convocada por Rondeau, se reúne en el Cuartel General, situado en la panadería de Vidal.

Las asambleas

Asamblea de la Panadería de Vidal

El 10 de septiembre de 1811 se reunieron los vecinos de extramuros de Montevideo con una delegación del gobierno de Buenos Aires integrada por Deán Funes, Juan José Paso, Manuel de Sarratea y otros. La concurrencia a dicha reunión realizada en la panadería de Vidal,[28]​ situada sobre la actual calle Joaquín Requena, no excedió las 100.[28]​ Los representantes juntistas dieron cuenta de lo tratado en el momento con el gobernador Elío y explicaron los desastres del Ejército en las zonas del Alto Perú, así como del peligro que significaba el avance portugués. Los orientales expresaron que el sitio no se podía levantar hasta que la Junta escuchara su parecer.[28]

Los delegados del gobierno dieron sus razones para firmar el armisticio y garantizaron –verbalmente– a los orientales que no sufrirían represalias, pero estos se manifestaron radicalmente contrarios a la medida proyectada por los delegados porteños y afirmaron que estaban dispuestos a continuar la lucha por sí mismos.

Mientras que el 7 de octubre de 1811 Elío y Buenos Aires llegan a un acuerdo que será aprobado más tarde.

Asamblea de la Chacra de la Paraguaya

El 10 de octubre, en un paraje conocido como la quinta (o chacra) La Paraguaya, situada en el actual emplazamiento del Parque Central, hubo una segunda reunión de vecinos con José Julián Pérez, representante del Triunvirato en negociaciones con Elío. Pese a que este prometió a los asistentes (cuyo número se ignora, pero que parece haber sido mayor que en la ocasión previa) “toda clase de socorros” , la opinión pública unánime no cambio: los orientales se comprometían a mantener el sitio por sus propios medios,[29]​ comandados por Artigas. El caudillo parece haber tenido en esta ocasión, un protagonismo señalado y así, Artigas explica su intervención en el debate de la dicha Asamblea:

Yo entonces reconociendo la fuerza de su expresión, y conciliando mi opinión política sobre el particular con mis deberes, respeté las decisiones de la superioridad, sin olvidar mi carácter de ciudadano; sin desconocer el imperio de la subordinación, recordé cuanto debía a mis compaisanos. Testigo de sus sacrificios, me era imposible mirar su suerte con indiferencia, y no me detuve en asegurar, del modo más positivo, cuanto repugnaba se los abandonase en un todo. Esto mismo había hecho ya conocer al Sr. Representante, y me negué absolutamente desde el principio a entender en unos tratados que consideré siempre inconciliables con nuestras fatigas, muy bastantes a conservar el germen de las continuas disensiones entre nosotros y la Corte del Brasil y muy capaces, por sí solos, de causar la dificultad en el arreglo de nuestro sistema continental (…).[5]

Estas palabras confirman el disgusto y el rechazo que desde el principio exteriorizo Artigas respecto a la alternativa de un abandono total del sitio a la venganza de sus enemigos.

Seguidamente representaron –sigue Artigas-, los conciudadanos que de ninguna manera podían serle admisibles los artículos de la negociación; que del ejército auxiliador retornase a la capital (Buenos Aires) si así se lo ordenaba aquella superioridad; y declarándome su general en jefe protestaron no dejar la guerra en esta Banda, hasta extinguir de ella a sus opresores o morir dando con su sangre, el mayor triunfo a la libertad.[5]

En este suceso Artigas empezó a tener una importancia preponderante, convirtiéndose a partir de este momento en una gran autoridad política entre los orientales, que, de alguna manera, fue reconocido como jefe por los mismos asistentes, pese a que término por recomendar el acatamiento del armisticio.

Asamblea de San José

Los orientales se vieron obligados a aceptar las tentativas del gobierno de Buenos Aires, o bien iniciar el Éxodo. Se refugiaron en su Jefe para que este los condujera hasta el exilio, los defendiera de su esperanza, expresara su rebeldía.

Refiriéndose Artigas a la noticia de la ratificación del Armisticio que tuvieron los orientales, el 23 de octubre, dice:

Marchamos los sitiadores en retirada hasta San José y allí precisados los bravos orientales a recibir el gran galope que hizo la prueba de su constancia; el gobierno de Buenos Aires ratificó el tratado en todas sus partes: (…) por él (…) se priva de un asilo a las almás libres en toda la Banda Oriental y por el (…) se entregan Pueblos enterós a la dominación de aquél mismo señor Elío, bajo cuyo yugo gimieron.[5]

Al conocerse esta grave novedad entre las familias acampadas en la reviera del río San José y las milicias orientales, se produjo una gran conmoción, que determinó la realización de una Asamblea espontánea. El propio Jefe de los Orientales descubriría la agitación de los ánimos y la angustia de su pueblo, ante este gran dilema:

En esa crisis terrible y violenta abandonada la familia, perdidos los intereses, acabado todo auxilio, sin recursos, entregados solos a sí mismos, ¿Qué podía esperarse de los orientales, sino que, luchando con sus infortunios, cediesen al fin al peso de ellos, y víctimas de sus mismos sentimientos mordieran otra vez el duro freno que con un impulso glorioso habían arrojado lejos de sí?[5]

Analizaría también el Jefe Oriental las consecuencias de la ratificación del Armisticio, en particular en lo relativo a la situación en que quedaban los orientales, manifestando:

(…) un Pueblo sin cabeza, tal era el Pueblo Oriental, bajo el cetro de la tiranía (…) después de la ratificación de los tratados de Octubre (Armisticio), el entonces pudo constituirse y se construyó, sino bajo las formas más o menos propias, al menos bajo las más legales.[30]

Según Artigas fue así que la Asamblea tomo sus tres resoluciones: En conclusión: la primera resolución en esta Asamblea sancionaba los artículos hechos entre el gobierno porteño y Montevideo. En segundo lugar, se debía detener la Invasión Portuguesa. En tercer lugar, se hacía referencia al inicio del Éxodo Oriental y la necesidad de exiliarse para poder seguir viviendo.

  • Protestaron que jamás protestaran la necesaria expresión de su voluntad para sancionar los (artículos) que el gobierno auxiliador había ratificado.
  • …la protesta de no dejar las armas de la mano hasta no haya evacuado el país (el invasor portugués) y pueden ellos gozar una libertad por la que vieron derramar la sangre de sus hijos, recibiendo con valor su postrer aliento.
  • Determinaron gustosos dejar los pocos intereses que les restan a su país, y trasladándose con sus familias a cualquier punto donde puedan ser libres a pesar de trabajos, miserias y toda clase de males.[31]

El Éxodo Oriental

En ese clima de frustración y derrota quedó de manifiesto la voluntad de los orientales de reanudar el combate apenas las circunstancias lo permitieran. De inmediato Artigas al frente de 3.000 soldados retomó su camino hacia en Norte, y un alto número de civiles lo acompañó. El caudillo se opuso a esta emigración masiva en un principio, pero luego ordenó levantar un registro de las familias e individuos que lo seguían.

Protagonistas del suceso

Veinticinco familias (sobre 880; el 3%) tienen muchos esclavos (más de cinco) y sus bienes promedian los 700 pesos por persona; allí están los Artigas –don Martín llevaba 3 carretas y 8 esclavos suyos-, Pablo Preafán, el padre de Rivera, con 7 carruajes y 16 esclavos (…); 130 familias (14%) tienen varios esclavos (hasta 5) y bienes que promedian los 125 pesos por persona; 450 familias (52%) llevaban un transporte con su mobiliario, sin tener esclavos (sus bienes promedian los 50 pesos; en la clase media, integrada por ‘ocupantes’ de tierras); 270 (31%) no tienen esclavos ni llevan transportes, carecen de bienes; se contabilizan en total 500 esclavos (el 12% de la población computada). Son cifras incompletas, pues Artigas advierte que no se computan, además de la tropa, ni los hombres ‘sueltos’ ni las familias que acampan distantes ni ‘los que van llegando’.

En total el censo realizado por Artigas contabiliza un total de 4.435 personas y 846 carruajes, pero en opinión general de los historiadores, al no contabilizarse los ejércitos ni las personas que se sumaban al acontecimiento general en el camino (“los que van llegando”) ni demás, se llega a un número aproximado a las 16.000 personas o más.

Participaron personas de todas las clases sociales que se movían en las condiciones materiales más precarias.

Cada día miro con admiración sus rasgos singulares de heroicidad y constancia; unos, quemando sus casas y los muebles que no podían conducir; otros, caminando leguas a pie (…); mujeres ancianas, viejos decrépitos, párvulos inocentes acompañan esta marcha, manifestando todos la mayor energía y resignación, en medio de todas las privaciones.[32]

Rumbo y cronología del camino

1811

1812

  • 10 de junio: Artigas instala su campamento en el Ayuí (Entre Ríos).

Sucesos en el camino

Entre el 11 y 13 de noviembre la caravana (que se extendía 50 km, según algunas fuentes) cruzó el río Negro por el Paso del Yapeyú (aguas abajo de la actual represa de Palmar); hacia el 15 de noviembre estaban en Paysandú donde Artigas es designado “Teniente Gobernador, Justicia Mayor, y Capitán de Guerra de Yapeyú”. De Paysandú, partieron el 21; el 7 de diciembre llegaron al río Daymán y el 10 iniciaron el cruce del río Uruguay por el Salto Chico, en una empresa particularmente dura y sacrificada.

El 7 de diciembre de 1811 Artigas dirige un oficio al Gobierno del Paraguay, haciendo una reseña histórica de los sucesos ocurridos desde la insurrección hasta el levantamiento del primer sitio. Desvirtúa las críticas realizadas contra la revolución por Elío en sus proclamas, diciendo que contaba con los más caracterizados vecinos, muchos de ellos acaudalados. No eran, así pues, los depravados ni los bandoleros quienes luchaban por la causa oriental. Se queja, por otra parte, de la actitud indecisa de Buenos Aires que malograba oportunidades favorables y parecía ignorar el sacrificio de los orientales.

Dicho Oficio lo llevó el Capitán Juan Francisco Arias, a quien se entregó también instrucciones para el cumplimiento de su misión. Esta misión tenía por finalidad obtener la colaboración moral y material del Paraguay. Disgustado con Buenos Aires, Artigas busca contacto con la otra provincia poderosa del Virreinato. Entre los auxilios solicitados figuran tabaco, yerba mate, lienzos, etc., señalando su deseo de iniciar de inmediato las hostilidades contra los portugueses que no cumplen el armisticio, robando y desolando la campaña.[18]

Desde su campamento en el río Daymán, Artigas destacó a Otorgués hacia las Misiones Occidentales con 800 hombres, un Escuadrón de Voluntarios, 3 Compañías que comandaba Rivera, y algunas milicias misioneras.

Tras breve resistencia, ocupa y guarnece los pueblos de Yapeyú y La Cruz, que habían sido ocupados por fuerzas portuguesas pertenecientes al Coronel Juan de Dios Mena Barreto (I). Diego de Souza presenta una reclamación ante la Junta de Buenos Aires, para exigir que tanto su Gobierno como el de Montevideo, reconocieran la situación de sus tropas, y tomaran medidas contra Artigas que sumía una actitud de resistencia, al no evacuar totalmente el territorio Oriental, por lo conforme en el Armisticio. El 16 de marzo de 1812, marcha Diego de Souza hacia Paysandú, acampando luego en la desembocadura del Arroyo de San Francisco en el Río Uruguay, donde se atrinchera.

Vigodet, (quien había quedado como Capitán General de Montevideo, al embarcarse Elío para España), se dirigió reiteradamente al Gobierno de Buenos Aires exigiendo que Artigas cumpliera el artículo 6.º del armisticio de octubre, que era el de desalojar la Banda Oriental. Para acallar tales protestas, Artigas cruzó el Río Uruguay y se estableció en la costa de occidental del río, donde permaneció 3 meses en espera de la reanudación de las hostilidades, ya que Vigodet había denunciado el armisticio.

Ya en territorio de Entre Ríos, actual Argentina, permanecieron acampados hasta abril y luego se instalaron en la desembocadura del arroyo Ayuí Grande.

En el Ayuí

Extremadamente duras fueron las condiciones de vida de todos los emigrantes del éxodo oriental en el campamento artiguista del Ayuí. Todas las fuentes coinciden en destacar la precariedad de la vida que debieron llevar quienes optaron por seguir a Artigas después del armisticio de octubre. En sus constantes solicitudes de ayuda (a Buenos Aires, a la junta de gobierno de Paraguay) el caudillo insiste en la escasez de víveres, ropas, armas, municiones, etcétera.

Toda esta costa del Uruguay está poblada de familias que salieron de Montevideo; unas bajo las carretas, otras bajo los árboles, y todas las inclemencias del tiempo, pero con tanta conformidad y gusto que causa admiración y da ejemplo. El ejército se compone de cuatro a cinco mil hombres armados con fusiles, carabinas y lanzas (y) cuatrocientos indios charrúas armados con flechas y bolas.[4]

Todo el periodo del Ayuí resulta fermental para la maduración de lo que sería luego la concepción federal de Artigas y para definir las características sociales del artiguismo. Allí se definirá la separación definitiva de Artigas respecto de los gobiernos de Buenos Aires, allí comenzara el caudillo a comprender que los sectores más necesitados y humildes serían también los más fieles. Allí comenzarán sus contactos con las provincias del litoral del Uruguay y el Paraná, que constituirán más tarde su principal zona de influencia.

A las ingentes tareas que demandaba su doble condición de jefe de los orientales y gobernador de Yapeyú (creación de un hospital de campaña, celebración de oficios religiosos, incursiones a la Banda Oriental en persecución de depredadores portugueses) Artigas sumó una actividad positiva ambiciosa e intensa. Mantuvo contacto con algunos jefes y caudillos de Entre Ríos y Corrientes, procurando organizar una acción conjunta contra las correrías portuguesas.

Mientras la respuesta del gobierno paraguayo llegaba, Paraguay se limitó a enviar a su vez a Francisco Bartolomé Laguardia, que trajo tabaco, yerba mate y buenas palabras. A pesar de que esto apaciguaba las necesidades de los orientales que se encontraban en el Ayui, el Jefe de los Orientales, pretendía un mayor compromiso por parte del aislado gobierno de Paraguay. Un oficio de Artigas a la junta paraguaya en abril de 1812 critica esta política y adquiere, a la luz de trágicos hechos posteriores, resonancias de fúnebre predicción:

Si la acción general se pierde (…) ¿de qué le servirá a la provincia del Paraguay haberse mantenido a la defensiva? El gemido y el llanto llenaran toda la América y su inundación llegara precisamente a este territorio. Estruendo de cadenas volverá a resonar en todas partes y ese sabio gobierno no verá en precisión de sentirlo en torno de sin poderlo remediar ya.[4]

Sarratea

La asidua actividad diplomática de Artigas desde el Ayuí no podía sino molestar al gobierno de Buenos Aires, que comenzó a ver en el caudillo oriental un insubordinado a su causa libertadora. Tanta importancia dio el Triunvirato a la actuación de Artigas, que decidió enviar a uno de sus miembros, Manuel de Sarratea, con el preciso objetivo de controlar la situación.

Nombrado “General en Jefe del Ejército de Oriente y Capitán General de la Banda Oriental del Paraná", Sarratea se instaló en la margen occidental del río Uruguay, a la altura del Salto Chico, a una legua del campamento artiguista en el Ayuí. 

Sarratea, representante de la burguesía porteña liberal y anglófila, tenía entre sus objetivos combatir la influencia de Artigas por todos los medios posibles. Habiéndose instalado con todo lujo en el Salto Chico, realizó una visita al campamento de Artigas. Este, en actitud significativa, ofreció al Triunvirato la dimisión de todos sus cargos políticos y militares y expresó el deseo de conservar solo el de Jefe de los Orientales, pero Sarratea no aceptó esta dimisión (su objetivo era desprestigiarlo y no provocar su ruptura con Buenos Aires mientras conservara su popularidad).

Respondiendo a las quejas de sus jefes contra Artigas por el relajamiento de la disciplina de las tropas, una de las medidas tomadas por Sarratea en el Salto Chico fue tomar a su mando las fuerzas nacionales que estaban en el campamento de Artigas: Regimiento de Dragones de Patria, al mando de Rondeau; Regimiento N° 6 de Pardos y Morenos, al mando de Soler; Regimiento de Granaderos de Fernando VII, al mando de Terrada; Regimiento de la Estrella, al mando de French.

El choque sobrevino cuando Sarratea, a través del oriental Francisco Javier de Viana, que era su jefe de Estado Mayor, trató de dividir las fuerzas militares de Artigas y subsumirlas dentro del ejército de Oriente. Está claro que el caudillo no podía aceptar semejante reorganización, cosa que lo habría privado de toda fuerza. El Regimiento de Blandengues de Montevideo, de 800 soldados al mando de Ventura Vázquez, se pasó al campamento de Sarratea y fue declarado nacional, dándole el N° 4.

Artigas reclamó la devolución de las fuerzas orientales, pero Sarratea se negó. Con el apoyo de sus oficiales, Artigas se negó a cumplir órdenes y dejó claro que consideraba al Ejército de Oriente como auxiliador, distinto y separado del propio. Ante esta rebeldía Sarratea tenía dos caminos: o abrir un conflicto de consecuencias imprevisibles o valerse de la diplomacia. Optó por esta segunda vía, y comenzó por ofrecer cargos y ventajas a quienes abandonaran a Artigas y pasaran a residir en su campamento. Tuvo relativo éxito, y algunos destacados colaboradores del caudillo lo abandonaron, entre ellos Pedro Viera (el héroe del Grito de Asencio), Baltasar Vargas, Eusebio Valdenegro, Ventura Vázquez, Bartolomé Hidalgo, Manuel Calleros, Santiago Figueredo, Santiago Vázquez, Joaquín Suárez y otros. Pasaron al campamento nacional una división de caballería oriental de 800 hombres al mando de Baltazar Vargas y una división de infantería oriental de 700 hombres al mando del comandante Viera.

A pesar de que la histografía uruguaya suele darle epítetos de traidores a estos hombres que decidieron abandonar el campamento artiguista, se debe de tomar en cuenta la difícil condición de vida y de miseria que existía en el campamento del Ayuí, y después de todo Sarratea no era un enemigo, sino un jefe nacional superior. Artigas, sin embargo, sufrió mucho después de estas deserciones; Ramón de Cáceres, testigo directo de estos hechos, señalaba que partir de este momento “tuvo predilección por los gauchos, pues le he oído decir que había encontrado más virtud en ellos que entre los hombres de educación”. 

También hubo fidelidades a Artigas: Miguel Barreiro, Fernando Otorgués, Tomás García de Zúñiga, José Llupes, Francisco Sierra y otros destacados artiguistas pretendieron romper de inmediato con Sarratea y designar una junta de gobierno del pueblo oriental, a la que Artigas se opuso radicalmente, ordenando incluso la prisión de Barreiro y Otorgués. Esto motivó que los responsables de la iniciativa le recordaran que su calidad de jefe provenía de una decisión popular y que si esa era la voluntad de la mayoría, el debía acatarla.

El ejército artiguista quedó reducido a un millar de hombres: División al mando de Manuel Artigas, con 900 hombres; División al mando de Ojeda, con 400 hombres; un piquete de blandengues, con 70 hombres; una compañía de blandengues al mando del capitán Tejera, con 80 hombres.

Gaspar de Vigodet, capitán general que había quedado al mando de las tropas realistas en Montevideo, después de que Elío recibiera la orden de retornar a España y transformar de hecho el virreinato en una capitanía general, era un hombre combativo y optimista, y no demostró mayor interés en mantener vigente el armisticio de octubre de 1811. Por su parte, el gobierno del Triunvirato, una vez desaparecida la amenaza de la intervención de Portugal por el Tratado Rademaker-Herrera, abrió unas negociaciones con Montevideo que, de hecho, significaban una denuncia del mencionado acuerdo; en agosto de 1812 se propuso a Vigodet que aceptara la autoridad del gobierno de Buenos Aires a cambio de una serie de garantías (respecto a cargos y propiedades, representación en el Congreso provincial, etcétera). Todo se hacía en nombre de Fernando VII y para conservar la unidad “de la nación española”. Vigodet contestó a esas propuestas “las desecha el honor, las condena la justicia y las execra el carácter español, que no sabe, sin envilecerse, permitir se le propongan traiciones a su Rey y a su Nación”. De inmediato, el Triunvirato consideró reabiertas las hostilidades y ordenó a Sarratea dirigirse hasta Montevideo; la orden, desde luego, comprendía a Artigas, que no la necesitaba para volver a la lucha si las condiciones estaban dadas.

El Segundo Sitio

 
Encuentro entre las tropas de Artigas y Rondeau.

La vanguardia de las tropas de Sarratea, a las órdenes de los coroneles Ventura Vázquez —Jefe de los Blandengues—, French y Soler, cruzó el río por el paso de Vera, seguida, tiempo después, por el grueso de las fuerzas, que, a mediados de septiembre, también vadeaban el río Uruguay, en un lento movimiento, debido a las numerosas familias que retornaban a sus hogares, y las que fue necesario escoltar. Rondeau a su vez cruzaba por el paso de Mercedes, dirigiéndose rectamente hacia la ciudad de Montevideo, estimulado por las órdenes de Sarratea, que quería prevenir —con la formalización del asedio— la alternativa de una nueva disposición del Gobierno para evacuar la Provincia Oriental.

La demorosa tramitación de estos movimientos de las tropas de Sarratea facilitó el agrupamiento de las partidas sueltas de gauchos errantes que, refugiados en los bosques, para eludir la acción represiva de las “partidas tranquilizadoras” enviadas por Vigodet para atacar a los pequeños focos rebeldes que seguían causando desorden y que decidieron no abandonar la Banda Oriental, estos gauchos “errantes” cuyo jefe principal era José Culta habían prolongado una guerra de recursos, en perjuicio más directo de los escasos hacendados habitantes de la campaña, que verían saqueados sus establecimientos y faenadas sus haciendas. Luego de ataques posteriores a las tropas realistas, el 1 de octubre de 1812 las fuerzas irregulares del caudillo oriental José García Culta con 200 hombres reimplantaban el sitio de Montevideo. El 20 de octubre llegaron las fuerzas de Rondeau para formalizar el sitio a la plaza, tomando posiciones definitivas a tiro de cañón de sus murallas.

Se produjeron, entonces, frecuentes guerrillas entre los destacamentos de los sitiados y avanzadas del ejército patriota; pero sin empeñar una acción decisiva. Sin embargo, la lógica euforia del éxito, muy parcial, logrado por los regentistas en una escaramuza del Arroyo Seco y algunos otros factores propios de los dos bandos hizo propicia la situación para enfrentar una próxima batalla. Así, se libró, el 31 de diciembre, la acción de la Batalla del Cerrito, que presenciaron los habitantes de la ciudad, en sus variadísimas alternativas, desde miradores y azoteas. La fogosidad y el coraje del propio Rondeau dieron la victoria, superando vacilaciones iniciales del comando y éxitos parciales de los españoles, que llegaron a hacer flamear, fugazmente, su bandera, en la cumbre, de donde fueron desalojados, después de una carga de bayoneta y un tremendo combate cuerpo a cuerpo.

En ese combate murió el brigadier Vicente Muesas, el responsable del pasaje de Artigas a la causa revolucionaria.
El 8 de octubre de 1812, un pronunciamiento cívico-militar derrocó en Buenos Aires al primer Triunvirato y lo sustituyó por un segundo que integraban Juan José Paso, Antonio Álvarez Jonte y Nicolás Rodríguez Peña. Sarratea dejaba entonces de ser miembro del gobierno, pero se le mantuvieron sus responsabilidades militares. El Segundo Triunvirato encargó a Carlos María de Alvear entrevistarse con Artigas en procura de un acuerdo, pero Alvear tuvo un accidente y no pudo comunicarse con el caudillo sino por carta, y sin consecuencias. Sarratea, por otra parte, había dicho a Alvear que Artigas era intratable y que había que librarse de él, pues era posible incluso que estuviese en contacto con los españoles.

En el camino hacia Montevideo, y a orillas del río Yi, la situación hizo crisis; enterado Artigas de la conducta de Sarratea y de la imagen que había difundido entre los hombres del nuevo gobierno, y habiendo recibido información de que incluso se preparaba un atentado contra su vida, adoptó medidas de guerra contra el general (separó sus tropas del parque) y le envió un oficio que él mismo llamaría más tarde “Precisión del Yi”. En él realizaba una larga relación de agravios y exigía su remoción del mando. Fue esta la primera ruptura de Artigas con la diligencia porteña. El texto artiguista contenía una de sus más repetidas definiciones:

La cuestión es sólo entre la libertad y el despotismo. Nuestros opresores, no por su patria, sino por serlo, forman el objeto de nuestro odio.

Sarratea se sintió incapaz de afrontar un conflicto con el caudillo oriental e intentó llegar a un acuerdo por mediación de algunas personalidades de prestigio; pero al mismo tiempo, preparaba su asesinato, para lo cual contó con el apoyo de Santiago Vázquez. La conspiración fue un fracaso, porque eligieron mal a quien debía realizarla: Fernando Otorgués, primo de Artigas y cercano colaborador. Este, un criollo burlón y astuto, fingió seguir el juego y solo lo puso de manifiesto una vez que hubo sacado a los conspiradores “muchas onzas”. Santiago Vázquez, incluso, llegó a enviarle un par de pistolas con las que debía cumplir con su misión.

Entretanto, Artigas había llegado, el 8 de enero de 1813, a un acuerdo con los enviados de Sarratea: el llamado Pacto del Yi. Por este se establecía que el jefe porteño resignara el mando militar, que se retirara junto a algunos de sus jefes (los ex artiguistas Valdenegro, Viera, Ventura Vázquez y otros), que Artigas tendría el mando militar de todas las fuerzas orientales y que las tropas porteñas tendrían el carácter de “auxiliadoras”. Sarratea dijo que sus enviados se habían extralimitado en sus atribuciones y declaró a Artigas “Traidor de la Patria”. Pero, abandonado incluso por sus propios hombres, el 21 de febrero de 1813 transmitió el mando a Rondeau y se marchó a Buenos Aires.

Paralelamente a estos hechos, Artigas procuró aclarar sus relaciones con el nuevo gobierno de Buenos Aires a través de la llamada misión García de Zúñiga. Tomás García de Zúñiga, uno de los principales colaboradores en ese momento debía hacerse escuchar por el Triunvirato y hacerles conocer directamente las causas de su conflicto con Sarratea. Reiteraba las exigencias estipuladas en el pacto del Yi y contenía algunas definiciones de corte federal:

La soberanía particular de los pueblos será precisamente declarada y ostentada como objetivo de nuestra revolución.

Superado el problema con Sarratea, Artigas y su gente se incorporaron al segundo sitio de Montevideo el 26 de febrero de 1813. De inmediato el caudillo debió de atender la elección de los diputados orientales que debían de representar a la Provincia en la Asamblea General de las provincias que había comenzado a sesionar en Buenos Aires.

La Asamblea General de 1813

Como ya se ha señalado, el verdadero impulsor de la política del Primer Triunvirato fue Bernardino Rivadavia, una de las figuras más controvertidas de la historia argentina pero también, indudablemente, uno de los políticos más creativos y capaces del período. Como responsable del gobierno de las Provincias Unidas, Rivadavia desarrolló una acción reformista ambiciosa y de largos alcances; modificó profundamente la organización militar, creó un Reglamento de Justicia, tomó medidas de difusión de la enseñanza, fundó un museo de historia natural, prohibió el ingreso de negros esclavos (que obtenían su libertad por el solo hecho de pisar territorio provincial), reglamentó la acción del clero y de la administración y un larguísimo etcétera. Desde el punto de vista económico siguió una política librecambista derogando impuestos, autorizando la salida de moneda en metálico y favoreciendo en todo lo posible el comercio con Inglaterra. Se opuso a una declaratoria de la independencia que consideraba "prematura" (de acuerdo a la opinión del ministro británico lord Strangford) y amenazó a Belgrano cuando este desplegó lo que sería más tarde la bandera argentina. Fue drástico en la represión a los españolistas (llamados "sarracenos") y ordenó la ejecución de Martín de Álzaga, el héroe de las invasiones inglesas, al descubrir una presunta conspiración liderada por este.

En cuanto a la marcha de la guerra anticolonial, cosechó muchos más fracasos que éxitos; en la Banda Oriental firmó con Elío el armisticio de octubre de 1811, cuyas gravísimas consecuencias ya se han estudiado. Logró por fin la retirada de los portugueses a través del Tratado Rademaker-Herrera, pero esto revelaba en definitiva que el armisticio de octubre no se había cumplido a cabalidad. Belgrano obtuvo la victoria de Tucumán con el Ejército del Norte, pero lo hizo contraviniendo órdenes expresas del gobierno, que le había ordenado retirarse.

Más allá de su talento y su incansable actividad, las reformas de Rivadavia estaban más inspiradas en un liberalismo utópico y ultramontano que en la dura realidad del territorio. Por ello, concitó mucha más opresión que apoyo.

En definitiva, Rivadavia defraudó a las provincias con su cerrado centralismo (y con ello dio impulso, a su pesar, al federalismo), defraudó a los artesanos y empleados de clase baja porteña, defraudó a los liberales radicales (no declaró la independencia ni logró reunir el tan anunciado congreso provincial) y defraudó a los jefes militares. Generó, en fin, un poderoso movimiento que terminaría por derrocarlo.

Actuaban por entonces, en Buenos Aires, dos organizaciones políticas: la Logia de Lautaro y La Sociedad Patriótica. La Logia Lautaro, creada por algunos jóvenes del patriciado que habían estudiado en Europa (José de San Martín y Carlos de Alvear, los principales), era una organización secreta organizada al estilo másónico. Pretendía imponer una línea política basada en dos grandes principios: Independencia y Constitución. La Sociedad Patriótica, en cambio, era una institución legal que editaba un periódico llamado El Grito del Sud y que preconizaba los mismos principios que la logia. De hecho, actuó como fachada legal de esta. La personalidad más destacada de la Sociedad Patriótica fue el periodista y escritor Bernardo Monteagudo, un mulato culto y astuto, de rica actuación posterior en la revolución americana.

La creciente discrepancia de la Logia Lautaro y la Sociedad Patriótica con la política de Rivadavia fue gestando una conspiración. La victoria de Belgrano en Tucumán en contra de las órdenes del secretario del Triunvirato (que demostraba que era posible derrotar a los españoles y lograr la independencia) y las maniobras de Rivadavia para controlar la Asamblea Provincial reunida el 6 de octubre en Buenos Aires fueron los factores que precipitaron los hechos. El 8 de octubre de 1812 el Regimiento Granaderos de a Caballo, que comandaba el coronel José de San Martín, se declaró en rebeldía, exigiendo la dimisión del gobierno y la convocatoria de un nuevo cabildo abierto. Este se reunió de inmediato y a él acudió Bernardo Monteagudo con una "petición" rubricada con 400 firmás, en la que se pedía el cese del Triunvirato, la disolución de la Asamblea, la reasunción de la soberanía por el Cabildo, el nombramiento de un nuevo gobierno y la inmediata convocatoria de una nueva asamblea provincial "que decida de un modo digno los grandes negocios de la comunidad". Se daba al Cabildo Abierto veinte minutos para aceptar o rechazar el documento.

Para ese entonces, Rivadavia y sus principales colaboradores (Juan Martín de Pueyrredón, Manuel José García) se habían escondido. El Cabildo, después de algunas negociaciones y bajo la presión de Bernardo de Monteagudo y las tropas de San Martín y Alvear, decidió designar un nuevo poder ejecutivo tripartito; lo integraron Juan José Paso, Nicolás Rodríguez Peña (un antiguo "jacobino") y Antonio Álvarez Jonte. En ese mismo acto el Cabildo aprobó un reglamento que debía ai alai el nuevo gobierno y que prescribía, entre otras cosas, que este debía convocar una asamblea general de las provincias dentro del lapso de tres meses “precisa e indispensablemente”. Dicha asamblea tenía como objetivo central redactar una constitución provisoria y tendría un poder tan extenso “como quieran darle los pueblos”. Si bien no se hablaba directamente de independencia, en la fórmula de juramento que se prescribía para los miembros del Triunvirato se eliminaba toda referencia a España y a Fernando VII.

La Asamblea se reunió por fin, con toda pompa, el 31 de enero de 1813. Previamente se había aprobado un procedimiento al cual los pueblos debían ajustarse para la elección de sus representantes, y que resultaba bastante complejo. A medida que se fuese cumpliendo, los diputados provinciales se irían integrando al cuerpo. La primera medida de este fue elegir un presidente, y el nombramiento recayó en Carlos de Alvear por el lapso de un mes.

Alvear, joven militar de 24 años, era nacido en las Misiones Orientales, pero su mentalidad era la propia de un porteño centralista. Apuesto y carismático, su temperamento soberbio y sus tendencias autoritarias le enajenaron rápidamente muchas simpatías. Su actuación en la política rioplatense sería larga y muy destacada, y lo vinculó con frecuencia a la Banda Oriental. Cuando fue elegido presidente de la Asamblea General se hallaba estrechamente ligado a José de San Martín (una versión de la época afirmaba incluso que eran medio hermanos), pero ambos hombres, diametralmente opuestos en temperamento y objetivos, no tardarían en separarse. San Martín, nacido en Yapeyú, es una de las figuras más importantes de la historia de América. Personalidad austera y de extrema rectitud, fue el gran conductor militar de la revolución, y su impresionante cruce de los Andes fue decisivo para terminar con el dominio español en América. Carente de ambiciones políticas, era monárquico moderado; pero se mantuvo al margen de las luchas entre unitarios y federales, aunque sus simpatías por estos últimos fueron aumentando con el tiempo.

Muy pronto se definieron, en el seno de la Asamblea, dos grandes tendencias; los "conservadores", o "alvearistas" (siete diputados) y los "independentistas", o "sanmartinianos" (cuatro). La mayoría, sin embargo (13 diputados), pertenecía al grupo peyorativamente llamado de los "esclavos", sin opinión definida y tendentes a apoyar a uno u a otro según los casos. La diferencia entre unos y otros se dio respecto a la oportunidad y forma de la declaratoria de independencia; los alvearistas, muy vinculados por intereses de clase a Inglaterra, no querían distanciarse de la política de esta, que desaconsejaba por "prematura" una definición al respecto, que le crearía problemas diplomáticos con España, su aliada. Los sanmartinianos, en cambio, estaban integrados fundamentalmente por delegados del interior, y preconizaban un inmediato pronunciamiento independentista. Es evidente que esta diferencia no era sino la punta del iceberg de una distancia mucho mayor, la que separaba irreversiblemente la concepción autonomista e integración del esquema centralista impulsado por la oligarquía de Buenos Aires según la dicotomía "civilización" contra "barbarie". En este panorama quedan claras las razones que llevaron a la Asamblea, dominada por los alvearistas (en gran parte porque San Martín nunca hizo pesar su prestigio personal en la lucha interna), a rechazar a los diputados orientales elegidos en el Congreso de abril de 1813, los que hubieran reforzado considerablemente a la otra facción.

La Asamblea General instalada en 1813 funcionó hasta que fue disuelta por el motín de Fontezuelas, en marzo de 1815. En ese período, ni declaró la independencia ni aprobó una constitución, lo que revela no solo su fracaso sino las dudas y vacilaciones del patriciado porteño, que llegó a controlarla de forma total. Sin embargo, a su acción se debieron algunas medidas importantes, como el establecimiento de la libertad de vientres (no nacerían más esclavos), la ilegalización general de encomiendas, mitas, yanaconazgos y otras formas de servidumbre indígena, la abolición de los títulos de nobleza, la supresión del Tribunal de la Inquisición, la prohibición del empleo de tormentos y la independencia eclesiástica.

El Congreso de Tres Cruces

El llamado Congreso de Tres Cruces –conocido también como Congreso de Abril– sesionó entre los días 5 y 21 de abril de 1813 en la quinta de Manuel José Sáinz de Cavia, en el paraje extramuros –hoy día barrio– de Tres Cruces, en Montevideo. Los convocados eran diputados que representaban los pueblos de la Provincia Oriental; se desconoce el número exacto de asistentes y apenas es de conocimiento histórico los nombres de algunos de ellos. La importancia del Congreso fue de capital importancia en el desarrollo del artiguismo, ya que sentó las bases de las ideas federalistas y republicanas de José Artigas.

Se conoce que, en realidad, el cenáculo debió comenzar el 3 de abril, sin embargo se pospuso hasta el 5 debido a las malas condiciones climáticas. El acta levantada aquel día –comienzo de sesiones– decía que se encontraban en el Congreso “Los diputados de cada uno de los pueblos de la Banda Oriental del Uruguay”. Este aspecto ha causado polémica entre algunos historiadores, pues han reincidido en el hecho de que, al parecer, los diputados eran –en su práctica totalidad– terratenientes, gente del patriciado y comerciantes, lo que provocaría como consecuencia de que las políticas sociales a adoptar por el programa Artiguista estuviesen excluidas de la discusión, según esta interpretación.

El simposio celebró solo dos juntas generales –o plenarios–, una el 5 de abril y la otra el 21, fechas de inicio y de cierre de la asamblea respectivamente. El día inicial, Artigas leyó la legendaria Oración Inaugural redactada por Miguel Barreiro, secretario y familiar vinculado estrechamente al caudillo. Dicha oración refleja fielmente la fuerza del pensamiento liberal y democrático de Artigas, plasmado y recordado para siempre en, quizá, la frase que hizo célebre al Jefe de los Orientales:

Mi autoridad emana de vosotros y ella cesa ante vuestra presencia soberana

A continuación, Artigas expuso las finalidades del Congreso: “La asamblea tantas veces anunciada –la Asamblea Constituyente de Buenos Aires– empezó sus sesiones (…). Su reconocimiento nos ha sido ordenado. Resolver sobre este particular ha dado motivo a esta congregación”. Se aconsejó el reconocimiento de la Asamblea Constituyente –lo que finalmente se aprobó– aunque condicionado a un pacto, en lo que Artigas fue claro y determinante: “Ni por asomo se trata de una separación nacional”. Una vez terminado el discurso los diputados tuvieron la libertad de debatir.

El pacto finalmente aprobado contenía ocho ítems que debían cumplir las autoridades constituyentes porteñas, que, en lo esencial, contenían una serie de aspiraciones orientales que nunca oyeron eco en Buenos Aires, encomendadas anteriormente por el caudillo a Tomás García de Zúñiga. Dichas pretensiones eran: el desagravio a Artigas y al pueblo oriental por las ofensas de Manuel de Sarratea, un aval del no abandono al asedio de Montevideo y de recibir pertrechos bélicos para la prosecución de la lucha, y el reembolso por parte de Sarratea de las armas robadas por este al Cuerpo de Blandengues. Las disposiciones 6.ª y 7.ª contienen los aspectos esenciales del convenio:

Disposición Sexta:: Será reconocida la confederación defensivo ofensiva de esta Banda con el resto de las Provincias Unidas, renunciando cualquiera de ellas a la subyugación a que se ha dado lugar por la conducta de este anterior gobierno.
Disposición Séptima: En consecuencia de dicha confederación se dejará a esta Banda en la plena libertad que ha adquirido como provincia compuesta de pueblos libres; pero queda desde ahora sujeta a la Constitución que emane y resulte del Soberano Congreso de la Nación (...).

Según el estatuto aprobado por la Asamblea de Buenos Aires –que desconocía la condición de provincia de la Banda Oriental– preveía un proceder especial para esta en materia de designación de diputados: Se podían elegir solo dos, uno por Montevideo y otro por Maldonado. Sin embargo, el Congreso de Tres Cruces, a su vez, desconoció estas disposiciones y creó otras propias, basadas en el antiguo derecho colonial. Según esta nueva resolución, se elegirían dos diputados por la cabeza de provincia (Montevideo) y uno que represente a su respectiva villa con Cabildo (Santo Domingo de Soriano y Guadalupe de los Canelones, actual ciudad de Canelones) además de un único emisario de poblaciones que contasen con “medio cabildo”; o sea, San Juan Bautista –actual Santa Lucía– y San José de Mayo, logrando la Banda Oriental una representación total de cinco congresistas.

Acatando las nuevas disposiciones orientales y contradiciendo las porteñas, fueron elegidos Mateo Vidal y Dámaso Antonio Larrañaga por Montevideo, Felipe Santiago Cardoso por Guadalupe de los Canelones y Dámaso Gómez Fonseca por Maldonado, Francisco Bruno Rivarola por Santo Domingo de Soriano y el único representante de San José de Mayo y San Juan Bautista: Marcos Salcedo.

Según la costumbre, los diputados fueron suministrados con un conjunto de instrucciones, las célebres Instrucciones del año XIII; uno de los escritos esenciales del artiguismo. Según las investigaciones históricas, no se halló prueba alguna de que las Instrucciones fuesen debatidas por el Congreso antes y durante su redacción, por lo que se tiende a pensar que fueron una empresa realizada exclusivamente por obra y pensamiento de Artigas.

En la sesión correspondiente al 20 de abril, los congresales denominaron los miembros constituyentes de un Consejo o Gobierno que velase por la recuperación y proyección de la economía oriental, siéndole otorgadas la responsabilidad de varias tareas cuyo norte común era el ya mencionado. Se trataba de los albores del denominado Gobierno Económico de Canelones. A modo de paréntesis, dicha sesión se caracterizó por asemejarse a la llamada democracia directa, practicada por los antiguos griegos en el ágora, ya que en ella no solo intervinieron los representantes que conformaron el Congreso el 5 de abril, sino que arribaron para participar en él varios ciudadanos de Montevideo y de otros puntos de la geografía oriental.

Anterior a la maceración del consejo –más precisamente el 19 de abril–, Artigas firmó tres tratados con José Rondeau –representante del gobierno de Buenos Aires–, titulados “Convención de la Provincia Oriental”, “Pretensiones de la Provincia Oriental” y “Pretensiones de las Tropas Orientales”; en los que reitera y afirma su postura y la de los congresales ya expresa en el pacto debatido, y finalmente aprobado, de la convención inaugural del 5 de abril.

Los documentos –al igual que las aspiraciones representadas por Tomás García de Zúñiga– fueron cuestionados y, en la práctica, nunca acatados por las autoridades bonaerenses. Ello se debía a que los orientales habían resuelto no emplear el método designado por los jerarcas porteños para la designación de los diputados, en lo que derivó –como consecuencia– que de los cinco diputados electos, solo Dámaso Gómez Fonseca y Dámaso Antonio Larrañaga (los designados por Maldonado y Montevideo respectivamente, como se preveía en la reglamentación bonaerense) fuesen reconocidos e incorporados. Además, en los mencionados textos se declaraba a Artigas como el Jefe de los Orientales, algo nunca aceptado por Buenos Aires. 

Con respecto al rechazo del resto de los representantes de la Banda Oriental en la Asamblea Constituyente bonaerense, la razón última de ello fue la defensa que proclamaban del sistema federalista artiguista, ya que otros diputados –pese a estar mal elegidos, como se ha mencionado– al poseer algunas diferencias, menores o mayores con el federalismo de Artigas, fueron finalmente aceptados.

En ese contexto, el caudillo oriental ordenó al diputado Felipe Santiago Cardoso a idear y desarrollar una campaña de acusación y propaganda sobre la postura de la Asamblea Constituyente en lo que respecta a las demás provincias, y debió pagar por ello con su detención y posterior confinamiento, por orden del gobierno. Larrañaga, desarrollando una labor de mediación ante las cada vez más tirantes relaciones entre Buenos Aires y Artigas, finalmente logró convencer a este último de la congruencia de convocar a una nueva asamblea que regularice el sistema de designación de diputados –Asamblea de Capilla Maciel– y los constituyentes porteños finalmente accedieron a darle a la Banda Oriental una representación de hasta cuatro diputados.

Pese a la intensa labor de Larrañaga en cuanto a la lima de asperezas entre Artigas y Buenos Aires, que dio algunos frutos, es evidente que la convergencia total entre las dos partes estaba muy lejos de ser alcanzada. Ello iría, con el devenir de los hechos posteriores, cada vez más en aumento. Es que, esencialmente, de una orilla y de otra del Río de la Plata se manejaban puntos de vista diametralmente opuestos: mientras que para el Gobierno bonaerense Artigas era un mero jefe militar díscolo, el pueblo oriental lo consideraba el Protector de un pueblo soberano e independiente.

Las Instrucciones del año XIII

Las Instrucciones del año XIII son un conjunto de veinte artículos, de contenido político e ideológico, que sintetizan la esencia fundamental de las ideas del artiguismo, así como contienen las bases elementales del proceso emancipador, llevado a cabo por José Gervasio Artigas en el contexto de la Revolución Oriental.

El acta que contiene los numerales conocidos como Instrucciones del año XIII fueron elaborados durante el transcurso del Congreso de Tres Cruces, convocado por el caudillo oriental tras su regreso del Ayuí, una vez finalizado el Éxodo Oriental. La finalidad de la asamblea era establecer las bases normativas por las que, una vez obtenida la independencia, se regiría la Provincia Oriental. La intención de Artigas, como ya se ha explicado, no consistía en plantear la separación de la antigua Banda Oriental como un Estado independiente, sino todo lo contrario; incluirla –en calidad de provincia– dentro del nuevo Estado que se estaba forjando en la Asamblea Constituyente de Buenos Aires. Para ello, Artigas organizó una elección, dentro del seno del Congreso, de cinco representantes orientales en la Asamblea Constituyente que planteen allí los pensamientos e ideas políticas de Artigas, plasmadas en las Instrucciones.

Se cree que Miguel Barreiro –sobrino, secretario y personaje muy cercano a Artigas– redactó las Instrucciones, basándose fuertemente en manuscritos y obras procedentes de Estados Unidos, primer país de América en lograr la emancipación colonial, en 1776. Entre los documentos inspiratorios figuraban traducciones del Acta de Independencia, el Acta de Confederación y los ensayos de Thomas Paine Sentido común y La independencia de la costa firme justificada por Thomas Paine treinta años ha, este último contenía a su vez textos de las constituciones estaduales de Estados Unidos. Además, en la confección del documento también se utilizaron antiguas normas españolas de derecho como fuente.

De los veinte puntos que componen las Instrucciones, poseen especial importancia los primeros tres artículos, transcritos a continuación:

Primeramente pedirá la declaración de la independencia absoluta de estas colonias, que ellas están absueltas de toda obligación de fidelidad a la Corona de España, y a la familia de los Borbones, y que toda conexión política entre ellas y el Estado de España es, y debe ser, totalmente disuelta.
Artículo Segundo: No admitirá otro sistema que el de confederación para el pacto recíproco con las provincias que formen nuestro Estado.
Artículo Tercero: Promoverá la libertad civil y religiosa en toda su extensión imaginable.

Una vez llegados a Buenos Aires los emisarios orientales con la versión definitiva de las Instrucciones, presentando la propuesta que contenía el acta a la Asamblea Constituyente, esta rechazó a los delegados y sus propuestas mediante el pretexto de que no fueron elegidos mediante la implementación del sistema exigido por la asamblea bonaerense, que implicaba menos representación oriental en la misma. Sin embargo, el real motivo del repudio se hallaba en las Instrucciones, ya que la mayoría del conciliábulo planteaba la institución de un sistema de gobierno unitario con base en Buenos Aires, algo que Artigas descartaba de plano; no solo por una traición a sus principios federalistas, sino también por violar uno de los puntos del acta:

Artículo Decimonoveno: Que precisa e indispensablemente, sea fuera de Buenos Aires donde resida el sitio del gobierno de las Provincias Unidas.

Este artículo establece la posición que defendían los revolucionarios orientales sobre el llamado Centralismo Porteño y la vieja rivalidad entre Montevideo y Buenos Aires expresada en la lucha de puertos. Para Buenos Aires, Artigas y su federalismo comenzó a ser visto como un muro que interrumpía sus intereses, y por lo tanto lo consideraban como un díscolo militar insubordinado antes que el jefe civil de su pueblo. Posteriormente, las rispideces entre orientales y bonaerenses se agravarían.


Los planteamientos propuestos por Artigas en las Instrucciones del año XIII, contradecían altamente al ideario político de la dirigencia porteña, que se basaba en principios totalmente distintos. Para esta, incluso en sus elementos más lucidos y honestamente liberales, el Estado debía organizarse según principios de jerarquización política que contemplaran la “natural” división social. Eso solo era posible estableciendo un gobierno centralizado y poderoso, al cual debían subordinarse las provincias previo acuerdo de participación de este. El desarrollo solo era posible en esta concepción, si existía una clase dirigente provista de poderes capaces de crear una legislación justa, equilibrada y racional, a la que todos debían someterse para entrar en el sendero del progreso, la cultura y la prosperidad. Esta dirigencia debía, por supuesto, surgir de la clase ilustrada, que en su gran mayoría residía en las ciudades, y particularmente en Buenos Aires. La ciudad, vinculada a las corrientes económicas, intelectuales y políticas del mundo, representaba la “civilización” frente a una “barbarie” provincial de reminiscencias feudales que era necesario, precisamente, “civilizar”.

Frente a esta idea se alzaba la visión federal, más amplia y democrática, basada en los derechos de las comunidades y la idea de que una nación solo podía construirse con la aportación igualitaria de todos sus sectores sociales. Una visión enraizada en un concepto de igualdad profundamente sentido por la población humilde del medio rural, que repetía como un sonsonete que “naide es más que naide” y que rechazaba la idea de que la conducción debía estar monopolizada por los ilustrados y los doctores. Ante la pretensión hegemónica de estos, instalados mayoritariamente en Buenos Aires, el federalismo, a la vez integrador y celoso de la defensa de los derechos de los pueblos, aparece como una necesidad inevitable. Artigas lo concibió no solo por sus lecturas de textos norteamericanos, sino por su experiencia de los tremendos hechos de 1811, en el curso de los cuales los derechos de su pueblo oriental fueron desconocidos en aras de intereses extraños, que se pretendían superiores.

El programa político de las Instrucciones del año XIII era, entonces, totalmente inasumible por los hombres que dirigían los destinos de la naciente comunidad política platense. Su pretensión de una igualdad provincial, que de alguna forma apuntaba a una equidad de derechos por encima de las clases, parecía un sinsentido irracional para Rivadavia, Sarratea o Alvear, significaba poner en el mismo plano a la “civilización" y la barbarie”. Y los caudillos líderes que lo impulsaban, comenzando por Artigas, eran, en la concepción de ellos, “anarquistas”, en el sentido de favorecedores del caos, de enemigos del centralismo civilizador. El entendimiento era imposible. Los que lo intentaron como José San Martín, terminaron marginados y frustrados. Estos dos idearios políticos altamente antagónicos pronto conllevarían a una mayor ruptura entre Artigas y el gobierno de Buenos Aires.

Gobierno Económico de Canelones

Considerado prioritario por José Artigas, el denominado Gobierno Económico de Canelones surgió en la Oración inaugural del Congreso de Tres Cruces, celebrado en abril de 1813. Dado su carácter prioritario, el día 20 de abril de aquel año —un día antes de finalizar el Congreso— ya se constituyó formalmente en Villa de Guadalupe, actual ciudad de Canelones; ya que Montevideo se encontraba sitiada por las tropas del Jefe de los Orientales y su entonces aliado, José Rondeau, pues la ciudad amurallada aún estaba bajo control español.

Acudieron a la primera junta del Gobierno Económico los habitantes de extramuros de Montevideo, quienes, en una particular muestra de democracia directa —se asemejaba más a una asamblea popular que a un gobierno propiamente dicho— se eligieron a los diez miembros permanentes del Consejo y a su jefe. Estos fueron Santiago Sierra, Francisco Plá, León Pérez, José Revuelta, Tomás García de Zúñiga, Juan José Durán, José Gallegos y Miguel Barreiro; los dos últimos escribano y secretario del presidente, que a la postre resultó ser Artigas. Sin embargo, el caudillo oriental declinó aceptar el cargo y finalmente Bruno Méndez ejerció funciones.

Muchos textos históricos suelen ignorar o darle relativa poca importancia a una de las primeras medidas del Gobierno, que no fue sino la Declaratoria de Independencia de la Provincia Oriental. Dicha proclamación —que no era de carácter secesionista, ya que en ese momento la viabilidad de Uruguay como país independiente ni siquiera se había formulado— era, prácticamente, una traducción de uno de los numerosos textos que Artigas poseía sobre la experiencia federalista estadounidense: la Constitución particular del estado de Massachusetts. El juramento, dispuesto a los miembros del Gobierno, comenzaba así:

¿Juráis que esta provincia por derecho debe ser un Estado libre, soberano e independiente, y que debe ser reprobada toda adhesión, sujeción y obediencia al rey, reina, príncipe, emperador y gobierno español y a todo poder extranjero cualquiera que sea?

El Congreso de Tucumán, tres años más tarde, instó a las provincias federales –Oriental, Misiones, Misiones Orientales, Corrientes, Entre Ríos, Santa Fe– a intervenir en el mismo con el objeto de declarar la independencia (se hizo finalmente el 9 de julio de 1816), Artigas mencionó que “Esta provincia —la Oriental— hace tiempo ya que proclamó su independencia”; refiriéndose sin lugar a dudas a la declaración emancipadora del Gobierno Económico.

Dicho Gobierno ejerció sus funciones –entre las que estaban la recaudación de impuestos, la administración de la Justicia, fomento de las actividades agropecuarias y ganaderas, gerenciamiento y disponibilidad de los bienes de los emigrados, abastecimiento del Ejército y difusión de la vacuna antivariólica– hasta que fue relegado y finalmente disuelto por el Congreso de Capilla Maciel, efectuado entre el 8 y el 10 de diciembre de 1813. Sin embargo, más allá de la efímera existencia del Gobierno Económico —apenas ocho meses— merece particular destaque la efectividad de la obra administrativa artiguista, lo que la absuelve de su carácter modesto.

El Congreso de Capilla Maciel

Surgido como consecuencia del rechazo de los diputados orientales en la Asamblea Constituyente de 1813, celebrada en Buenos Aires, el Congreso de Capilla Maciel se efectuó por influencia de Dámaso Antonio Larrañaga sobre José Artigas, entre los días 8 y 10 de diciembre de 1813. El objetivo fue, entonces, corregir esa falta, lo que explica la breve duración del conciliábulo.

Tras considerar la propuesta de Larrañaga, Artigas designó a José Rondeau como organizador del mismo, e instaron a los pueblos de la Provincia Oriental a elegir sus respectivos representantes. Como se ha mencionado, el congreso se reunió el 8 de diciembre de 1813 en la Capilla del Niño Jesús, más conocida como Capilla Maciel –ya que se encontraba situada en la quinta del entonces extinto filántropo Francisco Antonio Maciel–, sita en las márgenes del arroyo Miguelete, en Montevideo. Se presentaron a la misma 20 delegados que representaban a 23 pueblos, y se designó como secretario de la asamblea a Tomás García de Zúñiga y como presidente a Rondeau debido a su “conocida moderación y prudencia”, lo que demuestra la estima y confianza que por aquel entonces el caudillo oriental le daba.

El 9 de diciembre de 1813, los congresistas eligieron tres representantes de la Provincia Oriental a la asamblea provincial, que resultaron ser Dámaso Antonio Larrañaga, Luis Chorroarín y Marcos Salcedo –todos ellos sacerdotes– a los que se les sumaba Dámaso Gómez Fonseca, quien ya estaba en Buenos Aires con el objeto de integrarse a la asamblea. Aquel mismo día, además, fue seleccionado un nuevo gobierno para la Provincia Oriental, decisión que ignoró completamente la existencia del Gobierno Económico de Canelones que se encargaba de las funciones administrativas y de contralor de la provincia, designado el 20 de abril de aquel mismo año en el Congreso de Tres Cruces. Sin embargo Tomás García de Zúñiga, integrante de dicho gobierno, no realizó al parecer objeción alguna y aceptó el nuevo cargo que le fue impuesto.

Este episodio revela la contradicción existente –y por ende, un incuestionable desconocimiento– entre lo resuelto en el Congreso de Tres Cruces y en el de Capilla Maciel, algo que Artigas no había premeditado ni tampoco deseaba que sucediera. Además dejó entrever un cambio de actitud en personajes que hasta el momento habían cooperado con el caudillo, como por ejemplo Tomás García de Zúñiga, Juan José Durán y José Rondeau, en el caso de este último también involucraba a un evidente doble juego.

Al día siguiente —10 de diciembre—, el congreso se encontraba preparando las actas que contenían las decisiones resueltas para su signatura, cuando de improviso el oficial artiguista Gorgonio Aguiar se hace presente con un oficio del mismo Artigas, en el que establecía como revocadas todas aquellas decisiones tomadas en la junta por contradecirse con las decisiones surgidas en el Congreso de Tres Cruces, las que consideraba no solo válidas sino también en plena vigencia. El oficio continuaba indicando el derecho a los delegados a contradecir las decisiones del congreso anterior, “pero debéis tener la prudencia de examinarlas”, y finalizaba con una indicación en la cual se exhortaba a los congresistas a suspender las sesiones hasta recibir confirmación de sus delegantes. Según términos de Artigas:

Suspended vuestras sesiones, ciudadanos electores; yo voy a escribir a los pueblos y entonces veré si su voluntad es la misma que se ostenta en el congreso de vuestra representación. De lo contrario, yo os hago responsables delante de los mismos pueblos de la continuación del abuso que hacéis de su confianza. (...) Cualquier determinación que adelantéis en contrario, la desconoceré abiertamente y vosotros responderéis a los pueblos del escándalo.

Tras el recibo del oficio por parte de los congresales, la reacción posterior a la lectura del mismo fue de molestia y confusión. El disgusto fue tal, incluso, que uno de los congresistas, Francisco Martínez –representante de Soriano– interrogó: “¿Quién era Don José Artigas para dar leyes o prescribir reglas a los representantes de los pueblos?”. Además, declaró que “si se hubiera sabido lo que contenía (el oficio) debía no haberse abierto, pero ya que se ha leído, soy del parecer que no se le conteste”. Finalmente se decidió contestarle al caudillo, declarándole “que no se hacía innovación alguna” en lo decretado, y se disolvió el congreso. Como consecuencia, Artigas cumplió su palabra e inició la Marcha Secreta que involucraba la rotura final de relaciones con las autoridades de Buenos Aires y el proclamado desconocimiento de lo resuelto en el Congreso de Capilla Maciel.

Muchos historiadores, artiguistas inclusive, destacan en esta junta el desatino de la petición de Artigas sobre la suspensión de las deliberaciones mientras escribía a cada uno de los pueblos con el objeto de saber su coincidencia con lo resuelto; sin mencionar la rápida omisión de lo resuelto en el Congreso de Tres Cruces. Además, existen señas de que la junta se apartó de la falta de presión que debían tener los concejales para deliberar con absoluta libertad. José Manuel Pérez Castellano, sacerdote que participó del consejo, escribió en su Relación Historial que “Aunque —Rondeau— hubiera concurrido sin tropa al congreso, venía acompañado de un ayudante que se quedó a la puerta, del lado de afuera, y a la menor contraseña podía llamar de alguna parte cercana a ocho o diez Dragones que con sus sables no hubieran dejado títere con cabeza”.

La “Marcha Secreta

Luego de finalizado el Congreso de Capilla Maciel, con su autoridad seriamente menoscabada por una asamblea representativa de los pueblos orientales que lo había ignorado, Artigas adoptó una serie de graves decisiones. La primera de ellas fue abandonar el sitio de Montevideo, lo que implicaba la ruptura total con las autoridades revolucionarias de Buenos Aires. El 20 de enero de 1814, de noche y en silencio, el caudillo se retiró con el grueso de sus tropas; dejó sin embargo, como fuerzas de observación, a dos regimientos mandados por Manuel Vicente Pagola y su hermano Manuel Francisco Artigas, dejando así desguarnecida el ala izquierda de la línea sitiadora. Artigas marcha hacia el N acampando en la calera de García, sobre el río Santa Lucía Chico en situación de expectativa. Allí se le incorporan casi todas las fuerzas orientales que totalizan unos 3.000 hombres. Artigas denomina a este acto “marcha secreta”.

De allí se dirige Artigas al NE, atravesando el Río Negro, próximo a la barra de Salsipuedes y continuando luego hacia Batoví para establecer por último su Cuartel General en Belén donde llega en los últimos días de mayo o primeros de abril y comienza una vasta campaña de extensión del federalismo en las provincias del litoral argentino, en particular Entre Ríos y Santa Fe. A partir de ese momento la dimensión del caudillo del Jefe de los Orientales trascendería de manera creciente el ámbito provincial para adquirir significación en una vasta zona del territorio de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Su rápida marcha hacia el NE estaba impuesta por las informaciones que poseía Artigas referente a las concentraciones de fuerzas porteñas en Corrientes, Entre Ríos y Santa Fe.

Lleva así inmediatamente sus fuerzas al campo estratégico, con la finalidad de situarse en una posición central para actuar en una forma ventajosa contra sus enemigos, mientras se mantiene a salvo de cualquier ataque sorpresivo. De esta manera logra una superioridad estratégica indudable, que él se encarga de acentuar mediante la actuación de destacamentos ofensivos hábilmente comandados y mejor situados.

Guerra entre Artigas y el Directorio

Para hostilizar a las tropas porteñas al mando de Rondeau que se encontraban sitiando Montevideo, Artigas dejó a Rivera, quien debía impedir la llegada de ganados y caballos para abastecer al ejército sitiador, quitándole sus medios de movilidad y subsistencia. Rivera ocupa el Paso de la Arena en Santa Lucía, interceptando un importante camino que iba a las zonas de abastecimiento.

Con el objetivo de cortar todas las vías de comunicación terrestre de las fuerzas porteñas que sitiaban Montevideo. Artigas deja a Otorgués en Fray Bentos, con misión de hacer demostraciones sobre las costas del Río Uruguay, constituyendo una verdadera amenaza de invasión. Su misión incluía la posibilidad de poder cooperar, en cualquier momento, en las operaciones que llevaran a cabo en Entre Ríos. Como lo establece Gregorio F. Rodríguez, Artigas se retiró del sitio para estar “en el seno de sus recursos y poder actuar de acuerdo a sus principios”. Momentáneamente las provincias del litoral argentino pasaran a ocupar el centro de gravedad de sus actividades, en el seno de las cuales encuentran amplio apoyo sus ideas federales.

La retirada de las fuerzas artiguistas del sitio de Montevideo y las subsiguientes acciones hostiles de Artigas hacia el gobierno Porteño provocó inmediatas reacciones; los españoles de Montevideo enviaron una delegación ante el caudillo proponiéndole pasarse a su causa (misión Larroba-Costa), a la que dio una cortes pero firme negativa. Luego de la retirada de las tropas artiguistas en la “marcha secreta” también causó la reacción del Director Gervasio de Posadas (tío de Carlos de Alvear) que declaró en un documento el 11 de febrero a Artigas infame, privado de sus empleos, fuera de la ley y enemigo de la patria al tiempo que prometía 6.000 pesos a quien lo entregara vivo o muerto. Luego de eso Artigas desde su campamento en Belén abre las hostilidades contra el Directorio Porteño. Según lo establecen los escritores Arce y Vitale Delmonte en su obra “Artigas” (página 29), dicho documento ya estaba proyectado antes de esa fecha y se esperaba solo un pretexto para hacerlo público, tal como lo prueban unos manuscritos sin firma que se conservan en el Archivo General de la Nación Argentina.

Como reacción al decreto de Posadas, Artigas declara la guerra al Directorio y subleva las provincias del litoral, fomentando el levantamiento de las milicias entrerrianas y correntinas que defendían el río Paraná y el río Uruguay contra las incursiones de las tropas de desembarco de Michelena.

El gobierno porteño destaca contra Artigas una expedición al mando del Coronel Eduardo Kaunitz de Holmberg, formada por tres núcleos principales:
La columna a cargo del coronel Holmberg (gran táctico europeo que solo tuvo derrotas en América), que se hallaba en Santa Fe desde diciembre de 1813, las fuerzas del Comandante Hilarión de la Quintana que se encontraban en el Arroyo de la China y las tropas del Intendente Bernardo Pérez y Planes en Corrientes.

Todo indicaba pues que dicha fuerzas se proponían concentrarse en Entre Ríos para invadir la Banda Oriental y terminar con Artigas, según instrucciones reservadas de fecha 4 de febrero. Ante esta difícil situación, Artigas toma las siguientes disposiciones para batir aisladamente los tres núcleos y evitar que se reúnan; entre sus disposiciones ordena que Otorgués, que estaba en la región de Fray Bentos cruce rápidamente a Entre Ríos para atacar a Hilarión de la Quintana, para rechazar a Holmberg contara con la acción de Hereñu actuando en enlace con Otorgués, contra Pérez y Planes comisionó a Blas Basualdo, quien actuó en combinación con tropas paraguayas y por último para felicitar los movimientos oficia al Gobernador de Corrientes José León Domínguez.

Otorgués derrotó al gobernador Hilarión de la Quintana en la Batalla del Paso de Gualeguaychú en febrero de 1814. El 20 de febrero de 1814 Hereñu, que era el comandante de la Villa de Paraná, reconoció a Artigas como Protector de los Pueblos Libres desconociendo la dependencia de la Tenencia de Gobierno de Santa Fe a la cual estaba sujeta Entre Ríos desde 1810 y estableció de hecho la autonomía de la provincia. Posadas ordenó al barón Eduardo Kaunitz de Holmberg que alistara 400 soldados con artillería en Santa Fe y pasara a Entre Ríos a reunir sus fuerzas con las del comandante general de Entre Ríos, Hilarión de la Quintana. Holmberg llevaba instrucciones de apoderarse como fuera de Artigas y fusilarlo de inmediato.

Holmberg imprudentemente se lanzó a un rápido avance hacia el interior de la provincia, con el resultado de que sus fuerzas, predominantemente milicianos santafesinos, desertaron en el camino. Llegó a Gualeguay, donde recibió la noticia de que el caudillo Hereñu había ocupado la Bajada del Paraná. Regresó rápidamente y fue derrotado por Hereñu el 22 de febrero en el combate de El Espinillo en colaboración con el jefe artiguista Andrés Latorre. Fue tomado prisionero pero, para su sorpresa, Artigas no solo no lo hizo fusilar, sino que lo puso en libertad unos días más tarde. Entre los prisioneros liberados ese día estaba el capitán Estanislao López.

Los realistas de Montevideo creyeron contar con Artigas para su causa enviando una delegación ante el Protector proponiéndole pasarse a su causa (misión Larroba-Costa), a la que dio una respuesta cortés pero negativa. Rechazando todas las ofertas realistas, que le prometían cargos militares y hasta dinero con tal de que abandonara la causa de la independencia.

La provincia de Misiones estaba gobernada por el general unitario Bernardo Pérez Planes, que tenía constantes problemas con las autoridades paraguayas. A este territorio Artigas envió a Blas Basualdo, uno de los principales jefes de ese tiempo, quien ocupó el pueblo correntino de Curuzú Cuatiá derrotando luego a las fuerzas de Pérez Planes en el pueblo misionero de Concepción y en la Batalla de La Cruz el 19 de marzo, con lo que los federales pasaron a controlar las áreas occidentales de la Provincia de Misiones, que vinculaba el litoral del Paraná al Paraguay.

La derrota unitaria en Misiones tuvo repercusión inmediata en la Provincia de Corrientes, donde un pronunciamiento federal dirigido por el teniente de milicias Juan Bautista Méndez, derrocó al gobernador unitario Domínguez.

Con apenas unas escaramuzas y una sola batalla, Artigas y sus partidarios dominaron Entre Ríos. El caudillo nombró a Hereñu (o Ereñu) comandante de Paraná y a Blas Basualdo como comandante del río Uruguay.

Por esa misma época, Otorgués y José Antonio Berdún recorrieron el interior de la provincia Oriental, logrando que todos los pueblos alejados de Montevideo se pronunciaran por el federalismo. En las mismas villas cercanas a esa ciudad, San José, Canelones, Trinidad y Durazno, el pueblo apoyaba a Artigas.

En tres meses, Artigas había logrado controlar cuatro provincias.

Tercera campaña de la expedición a la Banda Oriental

Como consecuencia de estas victorias artiguistas, el Director Gervasio Antonio de Posadas inició distintas gestiones diplomáticas. El 7 de marzo de 1814, Posadas incorporó la Provincia Oriental a las Provincias Unidas del Río de la Plata, legitimando así el mantenimiento del Ejército de operaciones sobre Montevideo (lo que significaba no reconocer el Congreso de Abril ni al artiguismo en general) y determinó que la Provincia Oriental fuera gobernada por un gobernador intendente unitario, cargo para el que fue designado Nicolás Rodríguez Peña. Este fue sustituido casi de inmediato por Miguel Estanislao Soler, un militar de gran prestigio personal, casado con una familiar de Manuel Oribe.

Para terminar con la resistencia artiguista, intentó un nuevo armisticio con Vigodet, que finalmente fracasó. Temiendo que Artigas aceptara las insinuaciones de Vigodet, envió ante el Jefe de los Orientales una misión del fray Mariano Amaro y el teniente coronel Francisco Candioti (Comandante del Regimiento de Cívicos de Santa Fe). Los comisionados tomaron contacto con Artigas en Belén, llegando a un acuerdo el 23 de abril de 1814, con el cual se aceptaban ciertas demandas de Artigas, cesándose las hostilidades, restableciéndose el honor y dignidad de Artigas, se reconocía la autonomía de la Provincia Oriental, prestándole además apoyo militar y económico. En tal sentido el ejército Auxiliar se retiraría por Colonia hacia Buenos Aires, menos un regimiento de infantería, 100 artilleros con sus pertrechos, municiones y 2 piezas. Esta ayuda se realizó a cuenta de mayores auxilios a prestarse cuando la situación lo permitiera.

La escuadra de Buenos Aires que bloqueara el puerto de Montevideo y actuara en enlace con las fuerzas orientales que sitiaran la plaza por tierra.[33]​ Posadas rechazó dicho pacto, por ser opuesto a sus designios, alguno de cuyos motivos figuran en el documento inserto, la obra La Diplomacia de la Patria Vieja, página 150; Observación al Plan de Reconciliación y Pacificación.

Fracasadas estas negociaciones, continuaban las hostilidades. Las tropas artiguistas al mando de Blas Basualdo, habían ocupado Curuzú Cuatiá, marchando hacia el noreste. En la Banda Oriental los destacamentos artiguistas hostilizaban sin cesar la retaguardia de las fuerzas sitiadoras arrebatándoles el ganado que servía para su alimentación y la caballada, su principal medio de movilidad. Tal osadía desplegaron las partidas a órdenes de Fructuoso Rivera que Rondeau se vio precisado a reunir sus ganados y caballadas en el Cerro, bajo la custodia del Regimiento de Granaderos a Caballo. Mientras que en Montevideo, en la línea sitiada en los primeros meses de 1814 la situación de los montevideanos distaba mucho de ser satisfactoria. Las posibilidades de la ciudad dependían en gran parte del mantenimiento del tránsito marítimo, para poder abastecerse, dado que estaban sitiados por tierra.

Gestiones de Fernando Otorgués, hicieron que las naves regentistas zarparan desde Montevideo rumbo a Soriano, por lo cual dejaban a Montevideo desprotegida de cualquier ataque naval, fue así que el almirante Guillermo Brown, respondiendo a los mandamientos del Directorio, bloqueó el puerto de Montevideo el 20 de abril, dejando a la plaza desabastecida tanto por tierra como por mar. Luego de eso, la escuadra regentista que se encontraba rumbo a Soriano, se enteró del bloqueo por parte de Brown, y no vaciló en volver a Montevideo, para presentar batalla a los juntistas. El 14 de mayo regresaron los regentistas al Puerto de Montevideo y luego de algunas acciones navales menores, que les fueron favorables fueron totalmente derrotados en el Combate naval del Buceo el 17 de mayo de 1814.

Luego de esa victoria, el director de las Provincias Unidas, Gervasio de Posadas sustituyó al jefe sitiador José Rondeau por su sobrino Carlos María de Alvear al frente de las fuerzas sitiadoras. De esa manera, el orgulloso y joven general Alvear, se hacía con una victoria, que en realidad no había trabajado. Rondeau resignado por su esfuerzo sin valor, aceptó el despojo, pero no lo olvidó.

Por fin Gaspar de Vigodet, gobernador de Montevideo y máxima autoridad desde que el virrey Francisco Javier de Elío declarara abolido el Virreinato del Río de la Plata y regresara a España en noviembre de 1811,[cita requerida] comprendió que la resistencia era imposible y pidió condiciones de rendición, acosado por el hambre, las enfermedades y la falta de pertrechos. Tuvo que vencer la resistencia de los “emancipados”, que querían resistir hasta el final. El gobernador puso duras condiciones, que Alvear aceptó sin protestas: la ciudad se entregaba al gobierno revolucionario “en depósito”, y el gobierno de Buenos Aires debía aceptar que pertenecía a la monarquía española, al igual que el resto de las Provincias Unidas, y debía comprometerse a no izar otro pabellón que no fuera el español. Se respetarían la persona y los bienes de quienes hubieron combatido a favor del gobierno colonial, se permitiría la salida hacia España de todas las fuerzas armadas y de todos los que quisieran irse y no se retirarían las armas que quedaban en la ciudad. El armisticio se firmó el 20 de junio de 1814 y el 22 las tropas de Alvear entraron en Montevideo. Se iniciaba el periodo que la historiografía uruguaya, nombraría por unanimidad como “dominación porteña”.

Alvear no respetó ninguna de las cláusulas de rendición, a excepción, de permitir la retirada de las tropas españolas, y empezó a gobernar en Montevideo el gobernador designado por el Directorio antes dicho, Miguel Estanislao Soler. Los nuevos gobernantes, inspirados por Alvear, actuaron como un ejército de ocupación: destituyeron al Cabildo y digitaron otro que les era afín; anularon el Consulado de Comercio que habían establecido los españoles después de la ruptura con Buenos Aires y lo sustituyeron por un funcionario que ellos pudieran controlar (el designado fue Jerónimo Pío Bianchi. Todos los barcos “enemigos o neutrales” que estaban en el puerto fueron declarados “buena presa” (o sea, botín de guerra) y sus dueños debían pagar un cuarto de su valor entregados en muchos casos por los integrantes del nuevo régimen. Los españoles que permanecieron en la ciudad fueron discriminados y se les prohibió reunirse, comerciar, tener empleos públicos y hasta andar a caballo sin autorización; la falta a cualquiera de esas disposiciones era castigada con la muerte.

Mientras que por esas épocas, para entorpecer más las comunicaciones de los ocupantes porteños con la campaña, Artigas hizo ocupar todos los pasos al norte de Montevideo, aislando así las fuerzas porteñas. De tal situación da cuenta Alvear en su oficio del 29 de agosto, dirigido al Director Supremo de las Provincias Unidas, a quien le solicita refuerzos a fin de atender dos frentes: el aprovisionamiento de Montevideo y la lucha contra Artigas.

Ocupada la ciudad Alvear planeó la dominación de la campaña de la Banda Oriental, invitando a Otorgués que estaba en Las Piedras, a hacer la paz, aprovechando esta circunstancia para sorprenderlo y derrotarlo completamente el 25 de junio. Otorgués había sido destacado por Artigas a fin de que reclamara a las fuerzas porteñas la entrega de la plaza. El 9 de julio, Alvear por el Gobierno de Buenos Aires y García de Zúñiga, Barreiro y Manuel Calleros por Artigas, celebraron en el Fuerte un acuerdo sobre las siguientes bases: rehabilitación del Jefe de los Orientales (que Posadas haría efectiva en su decreto del 17 de agosto), reconocimiento de Artigas como comandante general de la Campaña y Fronteras de la Provincia Oriental, reconocimiento de Gobierno de las Provincias Unidas, nueva designación de diputados a la Asamblea General Constituyente; se pondría el Regimiento de Blandengues a órdenes de Artigas y se abandonarían las pretensiones artiguistas sobre Entre Ríos.

Artigas confirmó y ratificó el día 18 este documento.[34]​ Una vez firmado este acuerdo Alvear regresó a Buenos Aires, pero a causa de malentendidos en el cumplimiento de sus cláusulas, regresó por vía Colonia para abrir las hostilidades contra Artigas. Posiblemente Alvear no pensó nunca en cumplir el citado acuerdo, sino tan solo diferir el problema hasta la llegada de refuerzos. Algunos autores establecen que este embarque fue una comedia fraguada para engañar y sorprender a las tropas artiguistas. En septiembre de 1814 Alvear desembarcó en Colonia con una división de unos 1300 hombres. Estas fuerzas se sumarían a las que el gobernador de Montevideo Miguel Estanislao Soler mandara presuntamente comandadas por él, constituidas por 1200 hombres y 4 piezas de artillería. Esta columna se puso en marcha el 9 de septiembre, con destino a la calera de García en el Paso de la Arena.

El plan de Alvear para derrotar a Artigas, consistía en avanzar rápidamente hasta el centro de la Banda Oriental, con un ejército poderoso ocupando los pasos del Río Negro e interceptando las comunicaciones entre Artigas y Otorgués, tratando de evitar que se unieran. Estas operaciones serían complementadas por los coroneles Juan José Viamonte, Eusebio Valdenegro, Blas Pico, que ocuparían los pasos del Río Uruguay impidiendo las comunicaciones de Artigas con el coronel Blas Basualdo, jefe de los Blandengues. Una vez interpuesto entre las posiciones orientales, batiría a cada uno por separado. En primer lugar atacaría a Otorgués en el Sur, luego Artigas y Rivera en el Norte, para finalizar haciendo atacar a Blas Basualdo por Valdenegro al oeste del Río Uruguay.

Dichos planes parecieron tener aliento luego de la victoria de las fuerzas del directorio en la Batalla de Marmarajá dirigidas por Manuel Dorrego, pero se vieron totalmente frustradas luego de la derrota que sufrieron en el transcurso de la Batalla de Guayabos a manos del general Fructuoso Rivera, por la cual, luego de ésta, las fuerzas directoriales se vieron obligadas a evacuar la Provincia Oriental desde el puerto de Montevideo.

La Liga Federal

 
En rojo, la Liga de los Pueblos Libres en 1815, parte de las Provincias Unidas del Río de la Plata
 
A la Liga Federal comúnmente se la nombraba como “El Protectorado”.

La Liga Federal —también conocida como Liga de los Pueblos Libres o Unión de los Pueblos Libres— fue una entidad territorial creada —no así consolidada— por José Gervasio Artigas, que abarcaba la provincia Oriental y las actuales provincias argentinas de Entre Ríos, Corrientes, Santa Fe, Misiones y Córdoba, así como las Misiones Orientales.

El caudillo oriental José Gervasio Artigas concibió al sistema federalista de gobierno como el mejor a adoptar una vez adquirida la independencia de la metrópolis, es decir, España. Por ello, tras el Congreso de Abril de 1813 Artigas proclamó la independencia de la Provincia Oriental, aunque siendo extremadamente claro: “ Ni por asomo se trata de una separación nacional”. Lo que el caudillo deseaba era integrar a su recién emancipada Provincia Oriental al movimiento revolucionario bonaerense, que estaba planteando la creación de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Por tal motivo envió representantes hacia la Asamblea Constituyente —que deliberaba en Buenos Aires— con las Instrucciones del año XIII, documento elaborado durante el Congreso de Abril que plasma las bases teóricas sobre las ideas de Artigas; resumidas en tres pilares fundamentales: Independencia, República y Federación.

Sin embargo, los diputados porteños no admitieron a sus pares orientales, con el supuesto de estar mal elegidos según su sistema de elección, que Artigas desestimó por considerarlo inadecuado. En realidad, se aduce que este rechazo tuvo motivos políticos: Buenos Aires veía al federalismo como una teoría discordante, mientras que Artigas lo consideraba, por el contrario, como garantía de la unidad de una nación. Esta ruptura con Buenos Aires obligó a Artigas a crear un proyecto independiente del suyo, que contemplase sus ambiciones federalistas: la Liga Federal. El Jefe de los Orientales planteaba que la futura nación a concebir debía estar compuesta por una especie de pactos interprovinciales; es decir, un gobierno local competente a cada provincia que se ocupe de sus asuntos internos, ya que creía que este era el aspecto esencial para proteger la “soberanía particular de los pueblos”.

Entonces, cada provincia o unidad administrativa debía poseer, además de su gobierno, su respectiva constitución y hasta su propio ejército, ya que Artigas creía en “el derecho de los pueblos a guardar y tener armas”.

Sin embargo, la autonomía provincial estaría limitada por un gobierno central, que se encargaría de administrar los asuntos comunes a todo el conjunto, que estaría basado en una constitución; los pactos interprovinciales que se mencionan anteriormente. Todo esto demuestra la influencia que tuvo en Artigas la experiencia independentista y federalista estadounidense, ya que poseía varios textos de la misma (como la Declaratoria de Independencia y la Constitución de los Estados Unidos, así como las constituciones particulares de algunos estados y un buen acervo de la obra de Thomas Paine), además de basarse en la antigua tradición foral hispánica. La interrogante a resolver es si Artigas planteaba un Estado federal o una confederación de Estados, pregunta algo baldía e intempestiva para nuestro tiempo. 
 
Primer pabellón de la Liga Federal.

Con respecto a los aspectos económicos, el caudillo oriental se mostró en desacuerdo con el sistema monopólico de los tiempos coloniales, e influido por el liberalismo, adoptó la política de librecambio. Sin embargo, con el pasar del tiempo ese liberalismo inicial mutaría en un posterior proteccionismo, que se haría cada vez más marcado, expresión de ello fue el Reglamento de Aduanas de 1815. Un ejemplo fue el desarrollo en las provincias del interior de una industria artesanal que competía en desventaja con respecto a los productos importados de Europa. Entonces Artigas, prestando particular atención a ese hecho planteó el gravamen fiscal a los productos importados con el fin de favorecer la industria local, lo que a su vez le granjeó más dificultades con Buenos Aires, además de aumentar la hostilidad hacia su persona por parte de Inglaterra y enajenar las simpatías de la burguesía mercantil montevideana.

La extensión del federalismo artiguista por todas las provincias del interior, que incluso llegó a tener fuerza en lugares alejados como La Rioja y Santiago del Estero (la situación era compleja, un ejemplo de ello: el caudillo santiagueño Juan Francisco Borges no ofreció fuerzas para combatir a los realistas que atacaban desde el norte y amenazaban desde el oeste; ante las peligrosas circunstancias para los independentistas el General Manuel Belgrano envió a Gregorio Aráoz de Lamadrid a resolver el caso, Lamadrid fusiló a Borges pese a que Belgrano había otorgado un indulto para el caudillo santiagueño), determinó que la base social que apoyaba y alentaba su aplicación estuviese constituida por indígenas y gauchos, población rural y desposeída por excelencia.

Población rural por excelencia ya que Montevideo sentía cada vez más antipatía por el proyecto artiguista. En un comienzo se alió al caudillo por colisión de intereses mutuos con Buenos Aires, pero la política proteccionista, sus ataques contra la propiedad privada y la falta de observación a las jerarquías sociales de una ciudad patricia como Montevideo desdibujaron su enemistad. 

En tanto, Artigas apoyó recíprocamente a las masas campesinas que lo seguían con su Reglamento Provisorio para Fomento de la Campaña y Seguridad de sus Hacendados, de 1815, en el cual se autorizaba la expropiación de terrenos a los “malos europeos y peores americanos”, para posteriormente ser repartidos entre el pobrerío rural que lo seguía, bajo el lema de que “los más infelices serán los más privilegiados”.

Además, defendió la idea de la universalidad de la enseñanza sin distinción de clases sociales o etnias, e incluso intentó crear reservaciones indígenas autónomas, gobernadas por sus habitantes. Todo esto se tradujo en el efecto popular que tendría el movimiento bajo sus consignas de reivindicación social, que a su vez lo alejaba más de las clases altas que en un comienzo apoyaron al caudillo. En ese contexto, Artigas convocó a un congreso en la ciudad de Concepción del Uruguay, conocido como Congreso de Oriente, el 29 de junio de 1815. En él sus integrantes anunciaron “la unidad federal de todos los pueblos e independencia no sólo de España sino de todo poder extranjero (...)”. 

El apogeo de la Revolución

Durante 1815 y hasta junio de 1816, la Revolución Oriental viviría su máximo apogeo. José Gervasio Artigas, el líder del levantamiento, impulsaría cambios sociales, políticos y económicos que revolucionarían totalmente la realidad de la Banda Oriental y la Liga Federal.

Fundaciones de Pueblos

Purificación, la Capital de la Liga Federal

Unos cien kilómetros al norte de la ciudad de Paysandú, cerca de la desembocadura del arroyo Hervidero, que desagua en el río Uruguay, y a unos siete kilómetros de la llamada Meseta de Artigas, el caudillo tenía el cuartel general de sus tropas. En las proximidades de este creó un establecimiento de internación de sospechosos y desafectos, que allí permanecieran hasta ser “purificados”, de donde, al parecer, surgió el nombre que terminó por designar todo el asentamiento. Se supone que esa denominación fue adoptada por el padre José Benito Monterroso, por entonces el secretario más estrechamente ligado al caudillo, quien a su vez lo habría tomado de los “campos de purificación” creados en España por las Cortes de Cádiz, en 1812, como centros de interacción de ciudadanos de opinión bonapartista. En la época, el paraje era conocido como Chapicoi, su nombre original guaraní, o como Castillo de Bautista. Se le nombraba también como Artigones, o Purificación de Artigones. En mayo de 1815 el caudillo estableció allí su cuartel general, después de una breve estancia en Paysandú, y el caserío que lo rodeo se fue construyendo espontáneamente. Las ventajas de la situación geográfica eran evidentes, como punto equidistante de Montevideo y Buenos Aires, ventana abierta sobre las llanuras litoraleñas en las que reinaba el federalismo. La población civil vivía en tolderías o ranchos de paja y terrón, y las únicas construcciones de material parecen haber sido el rancho que habitaba el propio Artigas y la iglesia, construida en 1816 y que contenía una imagen de la Purísima Concepción enviada por el Cabildo de Montevideo. En el establecimiento de detención los internados se dedicaban a tareas rurales bajo estrecha vigilancia, y no existe constancia alguna que fueran sometidos a torturas o malos tratos, como afirmaban los enemigos del artiguismo. Todo el recinto estaba aislado por tres fosos de la profundidad de un hombre y defendido por cinco baterías de artillería. En su momento de mayor esplendor parece haber albergado a 1.500 o 2.000 habitantes. Algunos de los cuales producían corambre, astas, sebo, crin y maderas que eran comercializadas básicamente con Montevideo. La casa de Artigas es descripta, por John Parish Robertson y por Dámáso Antonio Larrañaga en su Viaje de Montevideo a Paysandú, como amplia y acogedora, aunque casi carente de muebles. Pegado a ella había un rancho que servía como cocina.

John Parish Robertson era un comerciante inglés con espíritu aventurero que había venido al Río de la Plata con las Invasiones Inglesas de 1806, cuando contaba con 15 años, y que, más tarde, junto a su hermano William, recorrió ampliamente toda el área, incluido el Paraguay, en aquellos años turbulentos, haciendo negocios. Pudo considerarse feliz de haber podido sobrevivir y narrar luego sus experiencias. En los primeros meses de 1815 viajaba en barco desde Buenos Aires a Asunción cuando fue interceptado y aprisionado por soldados de Artigas.

El Artiguismo en Montevideo y el Cabildo Gobernador

Los guerreros artiguistas, que habían cumplido cuatro años ininterrumpidos de lucha y sacrificio, soportando los abusos y las hostilizaciones de las tropas portuguesas convocadas por los realistas montevideanos, y que habían sufrido, ellos y sus antepasados, el desprecio, la persecución y la explotación, veían llegado el momento de su revancha histórica. Desde el principio se sucedieron las quejas por las acciones destempladas, a veces brutales, de los nuevos ocupantes. Los soldados artiguistas bebían en las tabernas y se marchaban gritando: “¡Paga la Patria!”, y se acusaba a Otorgués de organizar bailes de asistencia obligatoria en los que se vejaba a las señoritas y damás montevideanas. Artigas había nombrado a Otorgués Gobernador Político y Militar de la plaza. Las funciones gubernativas de corte municipal quedaban a cargo del Cabildo, cuya integración se había renovado. Desde Purificación, Artigas ejercía una suerte de vigilancia paternalista y severa. La primera diferencia de importancia que se dio en el seno de esta distribución del poder tuvo que ver con el tratamiento que había de darse a los españoles, término que tenía una significación netamente política: los que habían actuado del lado de las autoridades coloniales; debe recordarse que por entonces circulaba información sobre el envió de la expedición reconquistadora a cargo del general Morillo, enviada por el rey Fernando VII, y que se presumía que su destino sería el Río de la Plata. La guerra anticolonial no estaba concluida ni mucho menos. El 7 de marzo el nuevo alcalde de primer voto, Tomás García de Zúñiga, dictó un bando que aseguraba igualdad de derechos entre españoles y americanos, cualquiera que hubiera sido su postura en las luchas anteriores. Al mismo tiempo, el Cabildo permitía libremente la emigración de quienes quisieran marcharse, lo que habilitó a muchos “empecinados” del período anterior para marcharse hacia Río de Janeiro o hacia la misma España. Esta disposición y esta conducta chocaron frontalmente con la que derivaba del gobernador, que el 2 de marzo había prohibido a los españoles “mezclarse pública o privadamente en los negocios políticos de la provincia, bajo pena de fusilamiento”; pena que se hacía extensiva a “quien lo supiera y no lo delate”. Semejante intransigencia provenía del mismo Artigas, que ordenó, con fecha 25 de marzo, que “todo español que hubiera vuelto a estos pueblos y sus jurisdicciones” luego de la caída de Montevideo en mano de los porteños, “deberá reembarcarse inmediatamente para Buenos Aires” so pena de la pérdida total de sus bienes. El 3 de mayo, con el pretexto de que algunos españolistas mostraban júbilo ante la presunta inminente llegada de la expedición reconquistadora y miraban desde sus azoteas el horizonte con catalejos esperando ver los barcos, Otorgués dispuso el arresto de todos “los españoles europeos que se hallaron en esta plaza durante el primero o segundo sitio”. Semejantes medidas cayeron pésimamente en el seno de la población, incluso en aquella parte que no se veía afectada directamente, pues prácticamente todos los montevideanos tenían amigos o parientes entre los “españoles europeos”. Las relaciones entre el Cabildo y el gobernador se fueron deteriorando.

Había, sin embargo, una fracción del Cabildo que apoyaba esta dureza de tratamiento, y por razones que poco tenían que ver con la lealtad; algunos personajes vinculados al comercio aspiraban a hacerse cargo de los privilegios de los que habían disfrutado los españoles, y por ello respaldaban la política artiguista. Uno de ellos era Lucas J. Obes, personaje de notoria jerarquía, abogado y comerciante, que se ganó la confianza de Otorgués. De esta forma, un círculo de hombres de negocios fue consiguiendo interesantes privilegios: Pablo Pérez logró el monopolio de la provisión de pan al ejército; su primo Lorenzo J. Pérez lo obtuvo en préstamos de dinero, Manuel Pérez consiguió el de abastecimiento de verduras y León Pérez el de carne. Todos los beneficiarios eran, además, parientes de Otorgués, lo que daban a todo el asunto un carácter nepótico. El almacén de Juan Correa, muy amigo del caudillo artiguista, abrió una cuenta corriente para que los soldados se vistiesen y aprovisionasen a discreción y de forma gratuita; luego pasaba abultadas cuentas al flamante Consulado de Comercio de Montevideo, que autorizaba esos pagos. Y sucede que el presidente de dicho Consulado era el propio Juan Correa, que hacia así un negocio redondo a pagarse a sí mismo lo que devengaban las tropas de su almacén. Al decretarse la secularización de los diezmos – recibidos antes por las autoridades eclesiásticas y, a partir de una disposición del Cabildo, administrados por las autoridades civiles-, que con frecuencia se pagaban con trigo, el cuerpo municipal ordenó que esa cantidad de trigo fuese repartido entre “los panaderos patriotas”, que obtenían de esa forma materia prima prácticamente gratis. De esta disposición se benefició directamente Lucas J. Obes.

Cuando Artigas se enteró de estas maniobras, y supo de las discordancias entre el Cabildo y Otorgués, dispuso la separación de este del cargo y lo envió a la frontera a vigilar los movimientos de los portugueses. Con fecha 10 de mayo, Otorgués comunicó al Cabildo la decisión del Protector, y ello generó una rebelión organizada por quienes perdían así los privilegios conseguidos. Un grupo de ciudadanos, con la tolerancia de la fuerza armada, irrumpió en el Cabildo y exigió la renuncia de este y la permanencia de Otorgués en su puesto de gobernador. Ante esa situación, virtualmente un golpe de Estado, el Cabildo dimitió y se designó un congreso electoral que debía elegir nuevos cabildantes, y que fue presidido por Lucas J. Obes.

Dicho congreso eligió a los nuevos regidores dejando fuera a Tomás García de Zúñiga y Felipe Santiago Cardazo, que se suponía eran los más hostiles a Otorgués. El nuevo Cabildo creó entonces una junta de vigilancia encabezada por Lucas Obes que, el 19 de mayo, dictó un bando draconiano por el cual se establecía que todos los españoles debían pasar, en un plazo de tres días, por la sala de Junta a consignar su nombre y demás datos; solo si era expresamente autorizado por el organismo podía un ciudadano español seguir residiendo en la ciudad, de lo contrario debía emigrar y perdía todos sus bienes. El mismo día Otorgués, que seguía actuando como gobernador contra la expresa disposición de Artigas, ordenó a los comandantes militares de los pueblos que confiscaran los bienes de los emigrados. El 21 de mayo llegó un furibundo oficio de Artigas, enterado de la desobediencia de sus disposiciones, por el cual renunciaba a su autoridad “después de que mis providencias no son respetadas ni merecen la pública aprobación”. Nunca quedará cabalmente claro a qué autoridad renunciaba Artigas (en sí, nunca renunció), pero sí está claro que esa dimisión causó una repercusión de enorme importancia sobre todos los orientales. El Cabildo envió a Antolín Reyna y a Dámaso Antonio Larrañaga a entrevistarse con el caudillo. Calmados los ánimos del caudillo y retirada su renuncia, ya no hubo desobediencias: Otorgués dejó el cargo y marchó hacia la frontera el 20 de junio, y el Cabildo de Montevideo se hizo cargo del control de la ciudad y de los territorios del interior de la provincia, con el título de Cabildo Gobernador. El 9 de julio el caudillo nombró como comandante militar de Montevideo a Fructuoso Rivera que llegó a la ciudad pocos días después, a pie y con sus bártulos en un carrito, en actitud de total acatamiento a las autoridades civiles. Para evitar que se reprodujesen hechos como los anteriores, que habían revelado las dificultades de Artigas para seguir el devenir de los hechos desde tan lejos, este designó a su secretario Miguel Barreiro como delegado, con la expresa misión de oficiar de nexo entre el cuartel general de Purificación y la ciudad.

La nueva etapa corrigió algunos de los principales vicios de la etapa anterior; Rivera reprimió severamente los abusos de la soldadesca, Barreiro terminó con las prebendas y privilegios indebidos (Lucas Obes, Juan Correa, Juan María Pérez y Antolín Reyna fueron internados en Purificación; (este último escapó, y sus bienes fueron confiscados) y la situación tendió a normalizarse. Sin embargo, pronto surgieron nuevas desinteligencias entre el caudillo, los regidores y su propio delegado, que tuvieron como fundamento la creciente severidad del Protector y el sesgo radical que confirió a algunos temas, en especial al que tiene que ver con la situación de los españoles y el problema de tierras.

Las primares diferencias surgieron cuando Artigas, desde Purificación, hizo aún más estrecho el cerco que había forjado contra los españoles. Con fecha 28 de junio envió un oficio al Cabildo ordenando que fueran remitidos a Purificación todos los españoles europeos reconocidamente enemigos de la revolución. Complementó esta medida el 8 de julio al ordenar el retorno de todos los emigrados después de la toma de Montevideo por los orientales en el plazo máximo de dos meses con peligro de tener una confiscación de los bienes. El carácter “iliberal” – como lo calificó con acierto Cándido Joanicó – era evidente: si los españoles permanecían en el exterior, sus bienes serían confiscados, si retornaban, se les internaría en Purificación. Esta radicalidad estaba motivada por el peligro de la llegada de la expedición reconquistadora de Motillo, que finalmente fue a otras regiones del continente, pero molestaba, como se ha señalado, de manera notable la mentalidad del común de los montevideanos. Por otra parte, también es claro que el caudillo tenía ya en la cabeza la solución que daría al problema de la tierra en su reglamento del mes de julio, y quería disponer de la mayor cantidad de tierra que le fuera posible. Aunque ya no acontecían los abusos y excesos de la época anterior, el dominio artiguista era crecientemente percibido por una parte cada vez más extensa de la población de la capital como una tiranía.

La renuncia del Cabildo a obedecer estas órdenes determinó que la correspondencia del caudillo adquiriera un tono cada vez más autoritario. Ya había advertido, al ordenar la sustitución de autoridades, que los “padres de la Patria” debían ser “más inexorables por su deber. De lo contrario aun me sobran fuerzas para firmar su exterminio”. Y en julio, escribía a Rivera en estos términos:

Dígame Ud. por Dios, en qué consiste que los europeos no salen de ese pueblo, y que han tanta inacción en el que no advierto un solo rasgo que me inspire confianza. El gobierno me muele con representaciones, pretextando mil conveniencias, los particulares lo mismo; de modo que me hacen creer que entrando en esa plaza todo se contamina. De aquí nace la falta de uniformidad en la opinión. Unos acribillan a otros con sarrecenismo y esparanismo, todo se entorpece y la causa es la que padece. Con esta fecha doy mi última providencia y digo al Cabildo y a Barreiro lo conveniente; y si no veo un pronto y eficaz remedio, aguárdeme el día menos pensado en esa. Pienso ir sin ser sentido, y verá Ud. si me arreo por delante al gobierno, a los sarracenos, a los porteños y a tanto malandrín que no sirven más que para entorpecer los negocios. Ya estoy tan aburrido que verá Ud. cómo hago una alcaldada y empiezan los hombres a trabajar con más brío.

Las formas liberales del Protector en 1813 poco a poco se fueron quedando a un lado, y el caudillo aparecía cada vez más autoritario. En este clima de creciente desencuentro entre la acción del Cabildo – y del propio Miguel Barreiro – y el caudillo, se adoptaron sin embargo algunas medidas importantes: el territorio provincial se dividió en 6 departamentos, se reorganizó el Consulado de Comercio, se tomaron medidas contra el sacrificio de vientres vacunos y fuga de ganados hacia Portugal por vía del contrabando, se difundió la vacuna antivariólica, se fundó la primera biblioteca pública (sobre la donación de libros realizada por el padre José Manuel Pérez Castellanos), cuyo director fue Dámaso Antonio Larrañaga, y se fundaron dos escuelas públicas y gratuitas, una en Montevideo y otra en Purificación. Se fundó la Casa de Comedias, inaugurada con una obra de Bartolomé Hidalgo titulada Sentimientos de un patriota.

El Reglamento de Tierras

El Cabildo Gobernador, necesitado de fondos, había seguido una política fiscal muy severa que provocaba la disconformidad de los comerciantes e industriales. A la misma se opuso Artigas (“la sola voz contribución me hace temblar”, llegó a escribir), pero en compensación, estrechó al máximo el cerco sobre los extranjeros y orientales enemigos de la revolución a efectos de hacerse con una importante masa de bienes raíces. Se ordenó decomisar los buques de extranjeros que estaban en la bahía cargados de cueros y otros efectos y se ordenó la expropiación del ganado perteneciente a los emigrados. Con esta base económica el caudillo abordó el viejo problema del “Arreglo de los campos”, en lo que se considera su medida económica y social más trascendente. La propiedad de enormes latifundios por parte de destacados personajes de Montevideo, el fenómeno de los pequeños productores rurales que trabajaban en los campos que no les pertenecían a título de meros ocupantes y la falta de definición de la propiedad de los ganados eran fenómenos que se arrastraban desde tiempos de la Colonia, y que el gobierno de Montevideo de aquella época había tratado de “arreglar” a través de la acción de Félix de Azara, del que Artigas había sido colaborador. A estas indefiniciones había que agregar la situación de extrema inseguridad reinante en la campaña, recorrida por gauchos sin ocupación fija y, desde el estallido de la revolución, por partidas de desertores y gente armada que campaneaba por sus fueros. Artigas abordó este tema fundamental, porque de él dependía en gran proporción la sociedad que iba a crearse, con dos objetivos básicos: primero, generar condiciones de seguridad que permitieran el normal desarrollo de las faenas rurales, y el segundo, asentar en la tierra a los gauchos y demás población trashumante y convertirlos en pequeños productores. Para que ello fuera posible, era necesario contar con una masa de tierra a repartir, con ganado e instrumentos de labranza y con la decisión política de desconocer el derecho de propiedad que sobre esas tierras y ese ganado tenían los enemigos de la revolución. Este objetivo social fue uno de los fundamentos esenciales del acoso del caudillo a los españoles y demás desafectos.

En línea de acción, expresada en el Reglamento provisorio de 1815 de la campaña y seguridad de sus hacendados aprobado en Purificación por Artigas el 10 de septiembre de 1815, generó, más allá de sus disposiciones concretas y de la polémica sobre su aplicación, una gran distancia entre dos concepciones del proceso revolucionario. Por un lado, las de las clases altas de Montevideo, que veían en él la emancipación del yugo colonial, pero que pretendían mantener, con mínimos cambios, la estructura social preexistente, que les permitiera conservar sus privilegios. Y por el otro, la de la población rural en armas, que aspiraba legítimamente a una redistribución de los bienes, y en particular de la tierra, para mejorar su situación en la nueva sociedad. Esta dicotomía se centró básicamente en la propiedad, para aquellos, esta era, de acuerdo con las concepciones del liberalismo burgués y revolucionario, uno de los más sagrados derechos naturales del hombre, y debía ser respetada por encima de toda consideración. De ahí que la expropiación forzosa de los bienes de españoles en Montevideo. Para las clases postergadas del medio rural, en cambio, no tenía sentido el combate contra los “godos” (realistas montevideanos) si, expulsados estos, iban a seguir viviendo como antes. La revolución, y aunque difícilmente se lo plantearían en estos términos, debía significar una alteración social profunda de la estructura colonial. Por ello, la aspiración del reglamento terminó por separar de manera definitiva a Artigas, respecto de los propietarios y comerciantes que en un principio lo habían acompañado.

La base del plan de Artigas consistió en utilizar los bienes de los enemigos “no sólo los españoles sino de todos aquellos que se opusieran abiertamente al proceso revolucionario” y repartirlos entre la población rural, a efectos de aferrarlos a la tierra, darles un lugar en el sistema social que se estaba creando y hacer que tuvieran algo propio que defender.

El reglamento artiguista puede dividirse, al comprender su estudio, en dos partes, perfectamente diferenciadas en su denominación: por un lado, el fomento de la campaña, y por el otro, la seguridad de sus hacendados.

El texto comienza con una división administrativa de la provincia (o de la parte de ella situada al sur del Río Negro) y la creación de una burocracia jerarquizada encargada de aplicar las disposiciones. Ese territorio se dividía en cuatro circunscripciones administrativas (luego ampliadas a cinco); en cada una de ellas se nombraban jueces pedáneos que vigilaran la distribución de las tierras y los demás instrumentos y el cumplimiento de las obligaciones establecidas por parte de los beneficiarios. Estos jueces eran dependientes de los subtenientes de provincia, los cuales, a su vez, dependían del alcalde provincial, y este del Cabildo Gobernador.

Se constituía luego una masa de tierra a repartir formada por las tierras realengas (o sea, de propiedad pública) y las expropiadas a “todos aquellos emigrados, malos europeos y peores americanos”, salvo que hubiesen recibido el beneficio de un indulto. Se incluían todos los terrenos desde 1811 hasta la entrada de los orientales en Montevideo (1815) hubiesen sido vendidos o donados por los sucesivos gobiernos; si la venta hubiese sido hecha en beneficio de extranjeros, se dispondría de todo el terreno; si se hubiese hecho, en cambio, a favor de un oriental, se compensaría a su propietario expropiado con una suerte de estancia. Por estas expropiaciones no se pagaba indemnización alguna, pero se especificaba que si el confiscado tenía hijos, se reservaría a estos lo necesario para su manutención. El ganado de las tierras decomisadas serviría al mismo fin, al igual que aquel que no tuviese dueño establecido.

Esta tierra y estos ganados serán repartidos sin costo a favor de quienes se presentaran como aspirantes. El orden de preferencia esta claramente especificado en un pasaje que ha sido comentado y elogiado de manera abundante:

El Sr. Alcalde Provincial y demás subalternos […] revisarán, cada uno en su respectiva jurisdicción, los terrenos disponibles y los sujetos dignos de esta gracia, con la prevención de que los más infelices serán los más privilegiados. En consecuencia, los negros libres, los zambos de igual clase, los indios y los criollos pobres, todos podrán ser agraciados con suertes de estancia si con su trabajo y hombría de bien propenden a su felicidad y a la de la provincia.

Se establece luego que tendrán preferencia las viudas pobres con hijos, los casados a los solteros y los americanos a cualquier extranjero. Este criterio de preferencias de carácter eminentemente social ha sido presentado como la expresión máxima del Artigas revolucionario y justiciero. En realidad el Reglamento no hace sino recoger una vieja fórmula del derecho español, aplicado cuando se procuraba probar un área determinada. Lo que le confiere, sin duda, carácter revolucionario no es la mera enunciación de esa fórmula, sino las circunstancias particulares del caso: aquí no se trataba de fomentar la población de territorios vírgenes, sino que se estaban expropiando tierras de personas concretas y repartiéndoselas entre los pobres. Es ese factor lo que explica la renuencia del Cabildo Gobernador a cumplir estas disposiciones del Reglamento y la convicción de la clase propietaria de que se estaba frente a un despojo liso y llano (Francisco Bauzá más de medio siglo más tarde, todavía empleaba este calificativo). El traslado de la propiedad de amplias áreas de tierra desde sus antiguos dueños confiscados al poblerío rural adquiere un carácter revolucionario que no se puede desconocer. Conviene observar también que los esclavos quedaban fuera de todo beneficio (se había de los “negros libres” y de los “zambos de igual clase”). Su indiferencia ante la institución de la esclavitud es la más seria contradicción del Artigas revolucionario. Cada beneficiado recibiría una suerte de estancia, que comprenderá una legua y media de frente por dos de fondo (unas 10.800 cuadras). Estas medidas no serían tomadas en sentido estricto, sino que podrían modificarse de tal forma de asegurar linderos fijos que evitaran problemas y aguadas para todos. Junto a la tierra cada beneficiario recibirá siempre sin costo, un número de cabezas de ganado no especificado (las que se pudieran reunir, repartidas “con igualdad”) y otros instrumentos de labranza. A su vez, el favorecido debía cumplir ciertas exigencias: en el término de dos meses debía constituir un rancho y dos corrales, con un mes de tolerancia. La omisión determinaba la pérdida del beneficio. Por supuesto, "los bienes recibidos no se podrán vender ni enajenar hasta el arreglo formal de la provincia". Hasta aquí, lo que hace al fomento de la campaña. La seguridad de los hacendados estaba protegida por la creación de un cuerpo de policía de campaña. En cada circunscripción esta fuerza estaría compuesta como mínimo por ocho soldados y un sargento dependientes del alcalde provincial, y de cuatro soldados y un cabo a las órdenes de cada teniente de provincia. Le tocaría al Cabildo decidir en cada caso si esta tropa se integraría con vecinos “que deberán mudarse mensualmente” o con soldados profesionales. El objetivo de la policía de campaña será el de desterrar a los vagabundos y aprehender malhechores y desertores. Los vagos serían remitidos al cuartel general “para el servicio de las armás”. Cualquiera que cometiese “algún homicidio, hurto o violencia con cualquier vecino de su jurisdicción” sería remitido al gobierno de Montevideo para ser juzgado.

Aplicación del Reglamento

Durante mucho tiempo se sostuvo en la historiografía uruguaya que el Reglamento había despertado poco interés entre la población, e incluso se suponía que se habían presentado escaso número de personas a los registros de posibles beneficiarios. Los historiadores uruguayos Lucía Sala de Touron, Julio Carlos Rodríguez y Nelson de la Torre han demostrado que no fue así, y que pese a que la aplicación de la ley artiguista fue muy breve en el tiempo, dejó en la sociedad rural oriental una marca profunda.

La población acudió a la llamada de la disposición agraria, y los interesados en recibir los beneficios fueron muchos; pero la distribución chocó con serias resistencias que dificultaron su aplicación. Por su parte, los estancieros criollos, que aspiraban a aumentar sus propiedades con las tierras de los emigrados, se constituyeron en una Junta de Hacendados e hicieron valer su influencia sobre el Cabildo para demorar y distorsionar el cumplimiento de las disposiciones artiguistas. Y por el otro, el propio Cabildo, que “recibió el Reglamento con fría y afectada aprobación”, demoró hasta donde le fue posible con el preciso objetivo de que la distribución de las tierras fuera lenta y escasa. Miguel Barreiro —delegado personal de Artigas— secundó este proceder, lo que le fue enajenando la confianza del caudillo. El Reglamento se aprobó el 10 de septiembre de 1815, y hasta noviembre del mismo año el Cabildo no designó a los funcionarios responsables de su aplicación. Estos fueron: Juan de León como alcalde Provincial, y Raimundo González, Manuel Durán, Manuel Cabral e Hilario Pintos como Subtenientes de la Provincia. A esta tardanza se sumó la defensa que el cuerpo hizo de algunos confiscados a los que consideraba neutrales y susceptibles de regresar al territorio oriental, cosa que si se probase cierta les permitiría recuperar sus bienes. Las tierras, entonces, se repartieron con morosidad e irregularidad. Una de las maniobras más comunes fue la de aceptar un arreglo entre el emigrado susceptible de confiscación y un personaje insospechable de la sociedad montevideana que aparecía como comprador o beneficiario de una donación de esas tierras. De esta forma, se las quitaba de circulación como repartibles.

Esa postura del Cabildo, expresión notoria de la disconformidad de sus integrantes respecto a la solución artiguista, distorsionó toda la aplicación de la misma; ya que ante la injustificada tardanza, los caudillos rurales artiguistas comenzaron a repartir tierras por su cuenta, al margen muchas veces de las propias disposiciones del Reglamento.

En tanto, Artigas se encontraba cada vez más radicalizado ante la actitud de los organismos de Montevideo, a los que con razones lo suficientemente valederas consideraba casi responsables de un boicot. Entonces se pronunció sistemáticamente en respaldo de esos repartos irregulares, logrando que el tema adquiriese un carácter caótico totalmente evitable. Uno de los casos más notorios de repartos irregulares tuvo como protagonista a Encarnación Benítez, caudillo artiguista de los pagos de Soriano. Ramón de Cáceres, protagonista de los hechos, lo narraba así:

Era un pardo muy grueso, cuya figura imponía respeto, o temor. Usaba bota de medio pie y estiraba con los dedos sobre el estribo. Quisiera detallar su traje y maneras, pero me parece demasiada minuciosidad. Me contentaré con decir que, a pesar de que yo era un oficial de Artigas, le tuve miedo."[4]

Dada la tardanza con la cual Manuel Durán se hizo cargo de sus funciones, Benítez comenzó a repartir tierra y ganado entre los suyos. Es en este reparto donde se hallan campos pertenecientes a Julián de Gregorio Espinosa, un hacendado que tenía estrecha amistad con Fructuoso Rivera. Espinosa había adquirido campos por donación de Melchor Albín, un emigrado españolista que había integrado las “partidas tranquilizadoras” en tiempos de Vigodet. El Cabildo, informado de esta situación, ordenó el desalojo de los beneficiarios y la devolución de los bienes a quien decía ser su propietario, considerado un patriota y defendido por Rivera. Encarnación hizo escribir entonces una carta a Artigas que según el historiador uruguayo Maiztegui Casas, esta carta es mejor que una biblioteca entera el para entender el concepto de los desposeídos terminan por entonces de la revolución que cargaban sobre sus espaldas:

El clamor general es: nosotros hemos defendido la patria y las haciendas de la campaña, hemos perdido cuanto teníamos, hemos expuesto nuestras vidas (…) ¿Y es posible que los que desde el padre hasta el último negro en todo nos han perseguido y procurado de todos modos nuestro exterminio, sigan ellos disfrutando su mala conducta y antipatriótica versación, sean estos enemigos declarados del sistema los que ganan después de habernos hecho la guerra y tratarnos como enemigos?, ¿Son ellos los que ganan y nosotros los que perdemos? (…) El asunto es que V.E. me diga si la devolución de los campos usurpados por los Albines es de su voluntad o no; y si el Cabildo de Montevideo procede de acuerdo con V.E. o no."[4]

Esta presunta hostilidad entre algunos caudillos artiguistas como Benítez y el pueblo rural se puede entender debido a la rústica fuerza primitiva de algunos de los caudillos artiguistas, que a pesar de ser fieles a la causa lo eran también en su indisciplina y en su alzamiento, contrarios de las disposiciones del Reglamento y el mandato de las autoridades patricias de Montevideo.

Un oficio del Cabildo Gobernador, exponiendo sus quejas contra Benítez a Artigas, muestra claramente la visión de los hacendados sobre la aplicación de este polémico Reglamento de tierras denotando claramente el conflicto preexistente entre el Cabildo doctoral y el caudillaje rural y también es un vívido registro de los conflictos de Encarnación y los hacendados:

al frente de un tropel de hombres, perseguidos por sus desórdenes, o por vagos o por sus crímenes, atraviesa los campos, destroza las haciendas, desola las poblaciones, aterra al vecino y distribuye ganados y tierras a su arbitrio (…) El arreglo de la campaña (…) le es imposible verificar mientras subsista en ella, el desertor Encarnación y los forajidos que le acompañan.”[5]

Sin lugar a dudas, gracias principalmente a la acción de estos caudillos artiguistas este período de apogeo de la revolución es reconocido por una gran parte de la histografia uruguaya como la “dictadura paisana”. Un episodio que resulta apropiado nombrar y que da crédito absoluto a este nombre de “dictadura paisana” es el momento de la muerte de Encarnación Benítez que murió combatiendo contra los portugueses. La historiadora uruguaya Ana Ribeiro en su libro El Caudillo y el Dictador transcribe el parte del oficial portugués que le dio muerte que figura en el Archivo Artigas, cuya elocuencia merece transcribirse:

A pocos días de mi llegada traté de sorprender la división del caudillo Encarnación Benítez, azote y terror de la Colonia y de todos los pueblos de la margen izquierda del río Uruguay. Revestido este asesino de los poderes de Artigas asolaba la campaña con sus degollaciones, cuya historia no puede oírse sin horror. Tomé mis medidas y al amanecer del 25 me halle sobre su campo en la costa del río de San Juan. Se puso en defensa con su destacamento de 140 soldados de caballería, pero nuestros escuadrones los arrollaron y batieron en pocos minutos. Encarnación, un fraile que lo acompañaba en sus correrías y algunos soldados quedaron en el campo; los demás fueron prisioneros, a excepción de unos pocos que se escondieron en el bosque. V.E. no podrá formar una idea del contento y alegría de este pueblo y de todos sus habitantes por la muerte de Encarnación y destrucción de sus fuerzas. El pueblo se iluminó por tres días y todos corrieron con placer a ver el cadáver de aquel monstruo; tal era el terror que había infundido en estas comarcas la barbaridad de este hombre sanguinario.

Algunos escritores aseveran que esta es una nueva versión de la llamada "Leyenda Negra" antiartiguista,[35]​ pero lo que es cierto es que los oficiales portugueses luego de las batallas en sus oficios cuando describían las cifras de pérdidas del bando portugués y del bando artiguista estas cifras solían ser altamente desproporcionadas. Como tal lo demuestra el historiador Eduardo Acevedo Díaz, ya que según los partes de batalla portugueses unos 1000 artiguistas fueron muertos o capturados en la campaña de las Misiones Orientales y 2 en las filas portuguesas; 280 muertos en lbirocay y 2 portugueses; en la batalla de Carumbé murieron 600 orientales y 26 portugueses, cifras que son —lógicamente— absolutamente risibles. A pesar de esto, es de suponer que existía una gran problemática entre el pueblerío rural y algunos caudillos artiguistas que adoptaban medidas totalmente contraproducentes y totalitarias que resultaban perjudiciales a la causa revolucionaria.

Reglamento de aduanas

 
Parte del Reglamento de Aduanas.

El intento más serio de construir una política económica común en el Protectorado la realizó Artigas con su aprobación del Reglamento Provisional de Aranceles, o Reglamento de Aduanas, aprobado el 9 de septiembre de 1815 en Purificación.

En este el caudillo consolidó un cambio de criterio que la realidad le había demostrado como necesario en materia comercial. Del libre comercio predominante en las Instrucciones del año XIII, paso a un definido proteccionismo, que definirá la política de todos los gobiernos federales del área hasta la ley de Rosas de 1835. Esta evolución señala el pasaje del caudillo provincial que era Artigas en 1813 al gobernante de un área amplísima que llegaba hasta zonas muy alejadas de los puertos, en las que existía un desarrollo artesanal que creía necesario proteger.

El Reglamento establecía que en los puertos de la Confederación (Liga Federal) la tasa por importación de las mercaderías extranjeras sería del 25% sobre su valor de venta. Si los artículos eran de consumo popular (tabaco negro, papel, azúcar, carbón de piedra, losa, vidrios) pagarían un 15%; en cambio, si eran competitivos con lo que se fabricaba en la zona los aranceles oscilarían entre un 30 y 40% (caldos y aceites, ropas hechas, calzado, etcétera). Si los productos eran importados de algún país americano el arancel bajaba verticalmente al 4%; un 5% pagarían productos provenientes de otras regiones de las Provincias Unidas que fueran competitivos con la producción local (nueces y pasas de San Juan, lienzos y algodón de La Rioja y Catamarca, yerba y tabaco del Paraguay, ponchos, jergas, aperos, harinas y trigos. Algunos productos estaban libres de todo arancel y podían introducirse libremente, por considerarse de gran necesidad: máquinas e instrumentos de ciencia y arte, libros, imprentas, pólvora (aunque José Artigas construyó una fábrica de pólvora en Misiones para terminar con la dependencia de este producto), azufre, salitre, medicinas, armas, plata y oro.

Las exportaciones estaban gravadas con un 4% de impuesto con excepción de los cueros, que pagarían un 6% más un real por unidad. La exportación de objetos de plata y oro se recargaba con un 8%; lo mismo pagarían los cueros de nutrias y venados, el sebo, los cueros y las chapas. Se podrían exportar libremente, sin pagar arancel, las harinas y galletas fabricadas en el área. Se establecía que los buques que hubieran pagado las tasas correspondientes en cualquiera de los puertos del protectorado quedarían eximidos de pagarlas nuevamente en otros. Reyes Abadie, Bruschera y Tabaré Melogno, en su obra El ciclo artiguista, afirman que se creaba así una unión aduanera que ascendía a las provincias de la Liga Federal de la categoría de alianza ofensivo-defensiva a la de unidad económica. Todo este tráfico comercial se canalizaba a través de los puertos de la Banda Oriental, y fundamentalmente a través de Montevideo, que vivió en aquellos meses momentos de gran prosperidad.

Las políticas para los pueblos indígenas

La resistencia de las oligarquías blancas urbanas a la integración del indígena, mezcla confusa de desprecio y terror no era solo patrimonio del patriciado de las capitales portuarias. Fue este un punto donde no existió siempre entendimiento entre Artigas y los caudillos militares del litoral, singularmente con los de las zonas correntinas y santafecinas. El recuerdo de las antiguas tropelías de las tribus salvajes y las fuerzas artiguistas, causaba rechazo y prevención, en la cual se estrellaban las buenas razones de Artigas.

El 3 de mayo de 1815 escribía al Gobernador de Corrientes, indicando las pautas para una nueva conducta.

El derrotismo, despilfarro y corrupción de los administradores de los pueblos de los indios, legado que pesaba sobre las reducciones indianas desde los inicios de la colonización, conductas que el Protector no las creía extrañas, por ser, “conductas tan inveteradas” (conductas tan arraigadas), que ya era necesario de una vez y por todas borrar, en la inteligencia de que “lo que dicta la razón y la justicia es que los indios nombren los administradores ellos mismos” según el mismo Artigas. Importa más que la medida —y la recomendación al Gobernador de que visitase personalmente las reducciones, para inspeccionarlas y “servirle de satisfacción y de consuelo al ver los pueblos su dependencia en sosiego”— las razones en que se funda:

Yo deseo que los indios, en sus pueblos, se gobiernen por sí, para que cuiden sus intereses como nosotros los nuestros. Así experimentaran la felicidad práctica y saldrán de aquel estado de aniquilamiento a que los sujeta la desgracia. Recordemos que ellos tienen el principal derecho y que seria una degradación vergonzosa para nosotros, mantenerlos en aquella exclusión vergonzosa que hasta hoy han padecido, por ser indianos. Acordémonos de su pasada infelicidad y si esta los agobio tanto, que han degenerado de su carácter noble y generóso, enseñémosles nosotros a ser hombres señores de sí mismos. Para ellos demos la mayor importancia a sus negocios. Si faltan a sus deberes, castígueseles; servirá para; servirá para que los demás se enmienden, tomen amor a la Patria, a sus pueblos y a sus semejantes.

Las palabras, pronto se convertirían en obras. En 1816, el Protector iniciaba en Purificación un ensayo de nucleamiento y colonización, con indígenas guaycurúes y abipones, tribus ambas procedentes del norte chaqueño. El 22 de junio ya estaban los guaycurúes “reducidos a nuestra sociedad”, ya en esa fecha, llegaban al Cuartel General cuatrocientos indios abipones “con sus correspondientes familias y sus cuatro caciques”, a los que “he podido traer” —dice Artigas— por intermedio de su “principal José Benavídez”. El 2 de enero, había escrito al Gobernador de Corrientes, comunicándole el propósito del tal José Benavídez de “recoger sus familias del otro lado y traer todos los naturales que puedan y quieran pasarse a esta Banda”, pidiéndole, entre tanto, “se le asigne un lugar donde pueda permanecer con sus naturales y sus familias, sin prejuicio del vecindario y con utilidad de ellos propios”. En la nota del 9 de enero, replica a las quejas del Gobernador, e informa que ya marcharon algunos a la otra Banda para atraer los futuros colonos. “Si mi influjo llegase a tanto, agrega, que todos quisieran venirse, y los admitiría gustosamente. V.S. hágales esta insinuación, que yo cumpliré con mi deber”; si, en cambio, continúan en sus correrías, el Gobierno debe reducirlos. Pero, sentenciosamente, agrega, trazando un esquema vigoroso de las posibilidades de colonizar con la mano de obra indígena sobre los yermos campos de los enemigos:

Cuando los indios pasan del otro lado es por vía de refugio y no de hostilización. En tal caso ellos estarán sujetos a la ley que V.S. quiera indicarles, no con bajeza y con un orden posible a que ellos queden remediados y la Provincia con esos brazos más a robustecer su industria, su labranza y su fomento. Todo consiste en las sabias disposiciones del Gobierno. Los indios, aunque salvajes, no desconocen el bien y aunque con trabajo, al fin bendecirán la mano que los conduce al seno de la felicidad, mudando de religión y costumbres. Este es el primer deber de un magistrado, que piensa en cimentar la pública felicidad. (...) V.S., encargado de ella, podrá, de tantos enemigos como tiene el sistema y emigrados, señalarles un terreno de esos individuos donde se alimentasen y viviesen bajo un arreglo, siendo útiles a si y a la Provincia, según llevo indicado. V.S. adopte todos los medios que exige la prudencia y la conmiseración con los infelices y hallará en los resultados, el futuro de su beneficencia.

Además de constituir pueblos para la población indígena el Caudillo pidió al Cabildo Gobernador que les enviase “útiles de labranza, arados, azadas, algunos picos y palas, igualmente algunas hachas, para que empiecen estos infelices a formar sus poblaciones y emprender sus tareas”, debido a estas políticas, un gran número de indígenas emigro hacia la Banda Oriental, a pesar de las dificultades imperantes, propiciadas por algunas autoridades.

El ocaso de la Revolución

Invasión Luso-Brasileña

 
Embarquement des troupes a Prahia Grande pour I´Expedition contra Monte Video (1816), de Jean-Baptiste Debret, muestra como el rey Juan VI pasa revista a sus tropas destinadas a la invasión de la Banda Oriental, el día de su cumpleaños.

Portugal, históricamente, siempre ha tenido intenciones de hacerse con el territorio de la Banda Oriental desde los inicios mismos de la colonización de América del Sur. Desde la signatura del Tratado de Tordesillas de 1494 —donde los lusitanos aprovecharon el desconocimiento sobre la ubicación exacta de la línea demarcatoria, que separaba las posesiones de ambos imperios, para extenderse continuamente hacia el Sur y hasta el Oeste—, continuando con la fundación en 1680 de Colonia del Sacramento por parte del portugués Manuel Lobo e incluso la conquista de las Misiones Orientales por parte del guerrillero José Francisco Borges do Canto en 1801, mientras se desarrollaba la guerra de las Naranjas.

Sin embargo, esta incursión tuvo sus particularidades respecto de sus predecesoras. Primeramente, no fue efectuada por el Imperio portugués propiamente dicho sino por el Reino Unido de Portugal, Brasil y Algarve, denominación que recibieron los dominios lusitanos tras el Congreso de Viena de 1815. En dicho Estado, más precisamente en Río de Janeiro, se hallaba asentada la corte portuguesa tras la mudanza de 1808 desde Lisboa. Este hecho cambió sustancialmente la visión geopolítica de los gobernantes luso-brasileños, quienes vieron con buenos ojos la ocupación de la Banda Oriental con el fin de darle una salida marítima a los productos del Sur del imperio, entre otras causas.

En el período temporal que va desde 1812 —cuando, tras la efectivización del Tratado Rademaker-Herrera, las tropas portuguesas que solicitó el virrey Francisco Javier de Elío se retiran de la Banda Oriental— hasta 1816, cuando se inicia la Invasión Luso-Brasileña, Artigas se había convertido en el principal líder de la Banda Oriental y una de las cabezas más importantes dentro de la constituida Liga Federal. Río de Janeiro no veía estos sucesos con buenos ojos; de hecho, consideraban que la vorágine que vivía la Banda Oriental, sumado al extremismo de Artigas, eran causales más que suficientes para incursionar militarmente. El Reglamento Provisorio de Tierras de 1815 —por el cual se decomisaban las tierras de los "malos europeos y peores americanos", es decir, los enemigos de la Revolución— dio el golpe final para que los luso-brasileños ejecutasen finalmente la irrupción militar.

El contraste entre ambas fuerzas era abismal. Carlos Federico Lecor, comandante de las fuerzas incursionistas, poseía bajo su mando entre 12.000 a 16.000 hombres. Cabe destacar que una cantidad considerable de estos soldados (unos 5.000 portugueses) poseían ya experiencia previa en las Guerras Napoleónicas. Artigas, en cambio, contaba con 6.000 hombres, los cuales no eran soldados profesionales sino básicamente indígenas y gauchos armados. La incursión comenzó en agosto de 1816, cuando una vanguardia al mando de Pinto de Araújo ingresó al territorio oriental. Este contingente se dividió en dos columnas: la Columna del Este, comandada por el mariscal Silveira, y la Columna del Norte, dirigida por el general Curado. Junto con ellos marchaba Lecor con 6.000 hombres más hacia Montevideo, siendo acompañado simultáneamente por una flota naval que tenía igual destino. Asimismo, Lecor dejó 2.000 hombres apostados en la frontera como refuerzo.

Ante este panorama, Artigas decidió ejecutar una táctica contraofensiva llevando la guerra a territorio luso-brasileño, más precisamente a las Misiones Orientales. Además, contaba con el apoyo del cónsul de Estados Unidos, Thomas Lloyd Halsey, quien emitió patentes de corsario a varios buques artiguistas. Dichas embarcaciones actuaron en el mar Caribe, Mediterráneo y el Atlántico contra el tráfico mercantil español y portugués.

En un comienzo la argucia artiguista dio resultados, reflejados estos en las victorias de Andrés Guazurary y José Antonio Berdún en la batalla de Santa Ana. La perspectiva mejoraría para los soldados luso-brasileños en las batallas de San Borja, Ibirocahy, India Muerta y Carumbé, y los soldados artiguistas, aunque quisieron revertir la situación con victorias como las de Sauce y Pablo Páez, no lo pudieron lograr.

En Buenos Aires, en tanto, el gobierno dirigido por Juan Martín de Pueyrredón tampoco veía con buenos ojos la influencia de Artigas en las provincias de la Liga Federal y su intransigencia ante el gobierno que encarnaba. Por ello, consideró a la invasión como un buen elemento neutralizador de Artigas y su influjo. Muestra de ello es el episodio en el cual el gobierno artiguista de Montevideo, representado por Miguel Barreiro, y el Cabildo enviaron a dos emisarios —Juan Francisco Giró y Juan José Durán— a Buenos Aires para solicitarle a Pueyrredón su amparo a la lucha artiguista. El gobernador porteño les ofreció un tratado mediante el cual enviaba ayuda para Artigas si este reconocía su autoridad, es decir, correspondería a abandonar la lucha por la autonomía federalista. Giró y Durán lo firmaron, pero Artigas desconoció el tratado argumentando que:

El Jefe de los Orientales ha manifestado en todo tiempo que ama demasiado a su patria, para sacrificar este rico patrimonio de los orientales al bajo precio de la necesidad.
José Gervasio Artigas, 26 de diciembre de 1816.

Estos términos, extremistas y ofensivos para Durán y Giró, determinó que se alejaran de su causa. 1817 no traería buenasnuevas para el ejército artiguista, ya que las derrotas se continuaban sucediendo. Muestra de ello son las batallas de Arapey y Catalán, además de la entrada de Lecor en Montevideo, quien fue recibido con honores por parte de Dámaso Antonio Larrañaga y Jerónimo Pío Bianqui, el 20 de enero de ese año. Sin embargo, los revolucionarios continuaban dando muestras de resistencia en la campaña oriental, donde se sometió a los ocupantes a la guerra de guerrillas y la Guerra de Recursos —desabastecimiento de Montevideo y las tropas luso-brasileñas—.

En agosto de 1817, Artigas firmó en Purificación con el diplomático inglés Edward Frankland un Tratado de Libre Comercio, mediante el cual se establecía dicho régimen entre "los vasallos de Su Majestad Británica y puertos de la Banda Oriental del Río de la Plata". Lo que pretendía Artigas con este convenio era terminar con el control que ambicionaba Buenos Aires sobre los ríos interiores, como el Uruguay y el Paraná. Artigas no se encontraba entonces en su mejor momento anímico, debido a las derrotas sufridas y la ida de algunos caudillos que colaboraban con su causa hacia Pueyrredón. De este hecho testimonia esta carta:

La situación de Artigas en la actualidad se presenta tan peligrosa como se lo exponía en mi última carta; la mayoría de sus principales oficiales están descontentos y en secreta comunicación con este gobierno (Buenos Aires), y si los portugueses comienzan la próxima campaña con energía es difícil saber cómo se defenderá. Artigas habló con desaliento de su situación al oficial que envié con la carta. Lamentó haber abandonado a los españoles, pero dijo que sus dados estaban echados y, de acuerdo con sus ideas, rehusó toda sugestión del gobierno portugués para ganarlo a sus intereses.
Comodoro William Bowles al Almirantazgo Británico, agosto de 1817.

Sin embargo, pese a esta situación y de tentativas luso-brasileñas de colaborar con su causa —como testimonia la correspondencia de Bowles—, Artigas aún contaba con el apoyo de caudillos como Francisco Ramírez y Estanislao López. Finalmente, el 13 de noviembre de 1817 oficializó, por medio de una nota redactada probablemente por José Benito Monterroso, la lucha a dos frentes: contra los luso-brasileños y contra los bonaerenses de Pueyrredón.

Hablaré por esta vez y hablaré para siempre. Vuestra Excelencia es responsable ante la Patria de su inacción y perfidia contra los intereses generales. Algún día se levantará ese tribunal severo de la Nación, y administrará justicia equitativa y recta para todos.
José Gervasio Artigas, oficio de noviembre de 1817.
 
La Ilha das Cobras, situada al Suroeste de la ciudad de Río de Janeiro, sirvió de prisión para los oficiales artiguistas capturados, como Bernabé Rivera, Andrés Guazurary y Juan Antonio Lavalleja.

Entre tanto, las bajas continuaban. Continuaba la fuga de jefes artiguistas, desmoralizados por la obstinación de Artigas, y otros como Bernabé Rivera, Fernando Otorgués, Juan Antonio Lavalleja y Andrés Guazurary continuaban fieles, pero se encontraban encarcelados en la Ilha das Cobras, en Río de Janeiro. Sin embargo, pese a encontrarse diezmados como estaban, las fuerzas artiguistas lograron algunas victorias como la de Guaviyú, Chapicuy y Queguay Chico, llevadas a cabo entre mayo y julio de 1818, donde Fructuoso Rivera jugó un papel capital. Rivera, un combatiente particularmente virtuoso, realizó la Retirada del Rabón —donde, superado enormemente por el número de combarientes luso-brasileños, pudo retirarse perdiendo solo seis hombres tras diez horas de combate— pero fue finalmente derrotado en la batalla de Arroyo Grande.

Un año después, en 1819, las tropas artiguistas se encontraban en franca depauperación. Solo resistían en el Norte de la Banda Oriental, y desde allí Artigas intentó un nuevo contraataque a las Misiones Orientales hasta que, en la batalla de Santa María, venció a las tropas luso-brasileñas. Un mes después, en enero de 1820, se desató la batalla de Tacuarembó, que marcaría el principio del fin de la Revolución Oriental. Los 2.000 soldados que comandaba el artiguista Andrés Latorre, fueron derrotados, lo que tuvo consecuencias nefastas para los patriotas, ya que tras esa batalla el ejército de ocupación acabaron con la resistencia en la Banda Oriental. Fructuoso Rivera, el único jefe de importancia que aún se encontraba en territorio oriental, pero rodeado por el enemigo, negoció con el jefe del invasor, Bento Manuel Ribeiro, en marzo de aquel año. Así resulta, el Acuerdo de Tres Árboles, a orillas del río Queguay Grande, del paraje Tres Árboles (en los actuales campos de la estancia Buen Retiro, en las cercanías de Pueblo Morató, Departamento de Paysandú). Don Frutos, quien había licenciado a parte de su ejército patrio, para evitar un enfrentamiento inútil, le propone para garantizar la paz de la Provincia Oriental, que a los orientales no se les quitara la tierra y que a él, se lo designase jefe de la campaña. La población, ya cansada de la lucha y con los recursos agotados, acogió favorablemente, que Carlos Federico Lecor, aceptara la propuesta de Rivera. Las consecuencias de la guerra fueron gravísimas: según estimaciones, por lo menos el 6% de la población de la Banda Oriental —4.000 personas, de un total estimado de 65.000 habitantes— fallecieron en la contienda.

Guerra entre Artigas y Ramírez

El 27 de febrero de 1820 Ramírez envió a Artigas una carta en términos afectuosos, en la cual incluía el texto del Tratado de Pilar y le decía que la alegría de este pueblo y su reconocimiento hacia el autor de tantos bienes es inexplicable. Pero casi al mismo tiempo, Ramírez escribía a su medio hermano Ricardo López Jordán (padre):

Usted conoce las aspiraciones del general Artigas y el partido que tiene en nuestra provincia. Su presencia, aun después de los continuos desgraciados sucesos de la Banda Oriental podrían influir contra la tranquilidad. Procure usted por cuantos medios aconseje la prudencia conservar en el ejército los auxiliares de Corrientes, atrayéndolos, pagándoles y haciéndoseles ver que se les lleva al sacrificio por una guerra civil cuando, quedando en nuestras banderas, todo será paz y trabajar por la verdadera causa.[36]

Al mismo tiempo Ramírez ordenó detener el envió de 240 fusiles que Artigas enviaba a Corrientes. Bien sabía el caudillo entrerriano que el Protector no iba a aceptar buenamente el acuerdo que acababa de signar y que dejaba a los orientales prácticamente desválidos en manos de los invasores. Artigas estuvo a la altura de sus antecedentes, respondió con una carta violentísima, en la que acusaba directamente a su hasta entonces aliado y subordinado de traición:

El objeto y fines de la convención del Pilar celebrada por V.S. sin mi autorización y conocimiento no han sido otros que confabularse con los enemigos de los pueblos libres para destruir su obra y atacar al jefe supremo que ellos se han dado para que los protegiese, y esto sin hacer mérito de muchos otros pormenores maliciosos que contienen las cláusulas de esa inicua convención, y que prueban la apostasía y la traición de V.S. [...] He de prevenirle que si no retrocede en el camino criminal que ha tomado, me veré obligado a usar la fuerza, pues yo también tengo que arrepentirme de haberlo elegido a V.S. y de haberlo propuesto al amor de los pueblos libres para que hoy tenga los medios de traicionarme.[36]

Ramírez, que estaba preparado para la contingencia, respondió en términos no menos duros:

¿Qué especie de poderes tiene V.S. de los pueblos federales para darles la ley a su antojo, para introducir fuerza armada cuando no se le pide y para intervenir como árbitro soberano de ellos, o fue solo uno de los jefes de la Liga? ¿Por qué ha de tenernos en una tutela vergonzosa? [...] ¿Por qué extraña a V.S. que no se declarase la guerra a Portugal?. O V.S. no conoce el estado actual de los pueblos, o traiciona sus propios sentimientos. ¿Cuál es la fuerza efectiva y disponible en Buenos Aires y las demás provincias para emprender nuevas empresas después de la aniquilación a que las condujo una fracción horrorosa y atrevida? ¿Que interés hay en hacer esa guerra ahora y en hacerla abiertamente? ¿O cree V.S. que por restituirle una provincia que ha perdido han de exponerse todas las demás con inoportunidad? Aguarde V.S. la reunión del congreso, que ya se hubiera celebrado de no hallar entorpecimiento de su parte, y no quiera que sea una declaración formal con una nación limítrofe [...] la obra de dos o tres pueblos.[36][37]

Las acciones militares en Entre Ríos

Artigas se instaló en abril en el campamento de Ávalos (cerca de Curuzú Cuatiá) en donde recibió la noticia del Tratado del Pilar e intentó respaldarse firmando el Pacto de Ávalos con los gobiernos de Corrientes y Misiones (24 de abril de 1820), que tuvo una existencia mucho más formal que real, y debió emprender su última campaña con fuerzas menguadas. Por Corrientes asistieron el gobernador Juan Bautista Méndez y el alcalde de 2.° voto del Cabildo de Corrientes, Domingo Rodríguez Méndez; por Misiones, el comandante general Francisco Javier Sití y en representación del Cabildo de Asunción del Cambay, Miguel Ariyú; y por la Banda Oriental, el comandante Gorgonio Aguiar y el propio jefe de los Orientales, José Artigas.

Artigas se hizo designar jefe de las fuerzas que deben sostener una guerra ofensiva y defensiva por la libertad e independencia de estas provincias y Protector de los Pueblos de la Liga Federal, con poder para hacer la guerra y proclamar la paz. Armó un ejército de 3.000 jinetes. Le declaró la guerra a Ramírez el 8 de mayo y avanzó sobre Entre Ríos. Ante los preparativos militares de Artigas, Ramírez regresó a Entre Ríos desde Buenos Aires, de la que partió el 23 de mayo publicando un manifiesto diciendo que salía de Buenos Aires:

(...) para escarmentar a un enemigo orgulloso que intentaba ocupar el territorio de Entre Ríos insolentado por los mismos fratricidas que quisieron ver sofocados en el Continente todo género de libertad.[38]

Lo conminaba finalmente a abandonar Entre Ríos, que no lo quiere y no lo recibirá sino como un americano que busca su refugio sujetándose a las leyes y al gobierno que ella tiene, negándole derecho para inmiscuirse en el gobierno de territorios que tenían sus autoridades naturales.

La intención de Artigas era ocupar Concepción del Uruguay, punto estratégico frente a la Banda Oriental. Ramírez, resuelto a evitar el avance de Artigas hacia Concepción del Uruguay, salió de Paraná con una división de caballería pasando el río Gualeguay por la zona de Villaguay. Destacó fuerzas de observación sobre el Arroyo Grande al mando de Gervasio Correa, mientras que Artigas ordenó al comandante misionero Francisco Javier Sití que avanzara sobre Entre Ríos con 1.500 hombres. Las dos vanguardias chocaron en el Combate de Arroyo Grande con resultados favorables a los artiguistas, por lo que Ramírez repasó el río Gualeguay y se situó en la zona de Las Guachas. El triunfo de su vanguardia permitió que Artigas tomara Concepción del Uruguay, que fue saqueada por sus soldados.

El 13 de junio Artigas y Ramírez chocaron en la Batalla de Las Guachas, cerca del río Gualeguay (Departamento Tala), batalla que Ramírez juzgó de resultado indeciso y Artigas como un triunfo propio, ya que Ramírez se retiró a Paraná. Pero este logró rehacerse gracias a las tropas y las armás que el gobierno de Sarratea le proporcionó desde Buenos Aires, cuyo núcleo eran 220 cívicos, al mando del comandante Lucio Norberto Mansilla.[39]​ Ramírez reunió 700 hombres de caballería y tres piezas de artillería y esperó la llegada de Artigas en una posición favorable en las afueras de Paraná.

El 24 de junio de 1820 se produjo la Batalla de la Bajada del Paraná: Ramírez colocó una línea de infantería y artillería al mando de Mansilla en una posición fija, desde donde podían tirar sin temer el ataque de la caballería de Artigas. A continuación, los jinetes de Artigas fueron llevados por dos veces hasta las filas de la infantería y fueron destruidos. Finalmente, los coroneles López Jordán, Gregorio Píriz, Pedro Barrenechea y Juan León Solas atacaron de lleno el campamento de los correntinos, misioneros y orientales, obligándolos a huir.

Tras su derrota, Artigas se situó luego cerca del arroyo Sauce de Luna en espera de la llegada de tropas correntinas y el repligue de algunas de las guarniciones que había dejado, mientras Ramírez enviaba emisarios a toda la provincia para reunir tropas y hostigar a las fuerzas de Artigas.

En junio de 1820 San Antonio del Salto Chico (actual Concordia) sufrió un éxodo total de sus moradores guaraníes, partidarios todos de Artigas, ante la derrota de su líder. Estos se refugiaron en la vecina orilla de la Banda Oriental atraídos por el exjefe artiguista de Mandisoví, Domingo Manduré, quien se había pasado al bando portugués y recibido de Lecor el grado de teniente coronel y comandante de un pueblo de emigrados guaraníes.[40]

Ramírez partió de Paraná con 1000 jinetes y 300 infantes a las órdenes de Mansilla en dirección al campamento de Artigas en Sauce de Luna, derrotando el 17 de julio en el Combate de Sauce de Luna, cerca del río Gualeguay, a las fuerzas correntinas al mando de López "Chico"; y el 22 de julio logró derrotar al misionero Perú Cutí, quien contaba con 300 hombres en el Combate del Rincón de los Yuquerís. Pocos días después batió al misionero Matías Abacú en el Combate de Mandisoví. Artigas pasó el río Mocoretá perseguido por Ramírez.

Las acciones militares en Corrientes

El 25 de julio Francisco Javier Sití, quien fuera lugarteniente de Andrés Guazurary y desde el 5 de marzo de 1820 era el comandante general interino de la Provincia de Misiones, se pasó al bando de Ramírez, firmando el 28 de julio el Acuerdo de Mocoretá, donde reconoció a Ramírez la dirección de la provincia de Misiones, incluyendo a Mandisoví, que desde agosto de 1819 tenía un alcalde guaraní dependiente del comandante de Misiones y un comandante militar para los criollos dependiente de Entre Ríos.[41]

Tras recibir la incorporación de Sití, Ramírez volvió a derrotar al correntino López "Chico" en el Combate de Mocoretá el 24 de julio, quien protegía con 400 hombres el camino hacia el campamento de Artigas.

El 27 de julio, Ramírez derrotó una vez más a Artigas en la Batalla de Las Tunas, en la que hizo un inteligente uso de la artillería al mando del comandante Mansilla. El propio Artigas escapó en ancas de su primogénito Manuel, siendo derrotado al día siguiente en el Combate de Osamentas.

Ramírez atacó el propio campamento de Artigas en Ávalos, cerca de Curuzú Cuatiá. Allí, el caudillo oriental aún estaba al frente aún de 600 hombres, y con apoyo del exgobernador Juan Bautista Méndez, intentó un último combate. Pero fue derrotado completamente el 29 de julio por Ramírez, Píriz, Casco y el cacique Sití, que habían sido hombres suyos, en la Batalla de Ávalos. En Ávalos cayeron prisioneros sus mejores oficiales y su secretario José Benito Monterroso, a quien Ramírez obligó a cumplir idénticas funciones a su servicio. Artigas salió de allí con solo 12 hombres. También pasaron a poder de Ramírez toda la artillería de Artigas, armas y municiones, 25 carretas y 500 bueyes.

A fines de julio había iniciado su avance por el río Paraná la flota que Sarratea le había suministrado a Ramírez, al mando del comandante Manuel Monteverde, que logró evadir un bombardeo frente a Esquina y tomó el puerto de Goya. El 3 de agosto la escuadra se apoderó en el río Corriente de los lanchones y buques de Pedro Campbell.[42]​ El capitán irlandés se vio obligado a retirarse a pie hasta Corrientes.

En sus memorias, Ramón de Cáceres recordaba que:

Era tal el prestigio de este hombre que después de destruido en Ávalos y cuando creíamos que ya no podía rehacerse, en su tránsito por Misiones, salían los indios a pedirle la bendición y lo seguían como en procesión con sus familias, abandonando sus casas, sus sementeras y sus animales. Así fue que en ocho días había reunido ochocientos hombres, con que sitiaba Cambay.[43]

Ramírez llegó la capital misionera (Nuestra Señora de la Asunción del Cambay) que estaba siendo sitiada por Artigas con 800 hombres. Allí se hallaba Sití, con 600 misioneros resistiendo a Artigas, que estaba indignado por el cambio de bando del comandante de Misiones. Las fuerzas de Ramírez, al mando del comandante Píriz, llegaron por sorpresa, venciendo en el Combate del Cambay el 20 de septiembre de 1820 la resistencia de los dragones comandados por Matías Abucú.

Esta fue la última acción militar de Artigas: derrotado definitivamente, quedó rodeado por Ramírez, los portugueses y los Esteros del Iberá. En permanente huida hacia el norte por el territorio de Misiones, perseguido de cerca por Píriz y por Sití, se acercó a la frontera del Paraguay con 150 hombres.

El exilio de Artigas

Las autoridades portuguesas ofrecieron una amnistía a Artigas, con la condición de ser confinado en Río de Janeiro, pero la rechazó, lo mismo que el ofrecimiento del cónsul estadounidense en Montevideo, quien puso a su disposición los medios para trasladarse a los Estados Unidos.[44]

Mientras sus segundos perseguían a Artigas por todo el territorio misionero, Ramírez ocupó la ciudad de Corrientes, hizo arrestar a Pedro Campbell y a Mariano Vera, y se hizo nombrar gobernador.

Artigas llegó hasta Candelaria, entonces en poder paraguayo. El 5 de septiembre de 1820 cruzó el río Paraná hacia Itapuá con un centenar de fieles y desde allí envió su espada y una carta al dictador Gaspar Rodríguez de Francia, pidiéndole que se le permitiera ingresar al Paraguay con su gente en calidad de refugiado.

El dictador paraguayo aceptó con la prescripción de que no podían acompañarlo grupos mayores de 25 personas, por lo que Artigas licenció a sus fuerzas. Al dirigirse a Asunción, Artigas llevaba por única compañía la de dos sargentos y un sirviente, el Negro Ansina, que lo acompañaría hasta su muerte. Rodríguez de Francia lo tuvo confinado un tiempo en una celda de un convento, y luego lo destinó a San Isidro de Curuguaty.

Final de la Revolución Oriental

Culminaba así el duro, prolongado y fulgurante Ciclo Artiguista, que con la derrota del ejército de la Provincia Oriental en la batalla de Tacuarembó, el "Acuerdo de Tres Árboles" y con el Jefe de los Orientales y Protector de los Pueblos Libres, José Gervasio Artigas, exiliado en Paraguay, el año 1820, marca el fin de la Revolución Oriental (1811 - 1820).

Véase también

Referencias

  1. Antecedentes para estudiar la personalidad y la obra de José de San Martín, Volumen 3, pág. 54. Autor: Augusto Barcia Trelles. Editor: A. López, 1943
  2. Oficio de la Junta Grande al Cabildo de Montevideo, de 27 de mayo de 1810. Libro de Pablo Blanco Acevedo, “La Junta de Mayo y el Cabildo de Montevideo” en “Estudios Históricos”, (Montevideo, 1956) Págs. 58-59
  3. Oficio del ex-Virrey Cisneros al gobernador Soria, de 27 de mayo de 1810. Libro: Blanco Acevedo, “El Gobierno Colonial” cit,. Pág. 265
  4. Lincoln R. Maiztegui Casas (2004). Orientales una historia Política del Uruguay 1. De los orígenes a 1865. Buenos Aires: Grupo Planeta. ISBN 950-49-1330-X. 
  5. Washington Reyes Abadie, Oscar H. Bruschera y Tabaré Melogno (1975). El Ciclo Artiguista, tomo II. Montevideo: Cordón. 
  6. Evolución económica de la Banda Oriental, Volumen 1, pág. 206. Autores: Lucía Sala de Touron, Julio C. Rodríguez, Nelson de la Torre. Editor: Ediciones Pueblos Unidos, 1968
  7. Pivel Devoto (1952). Raíces coloniales de la Revolución Oriental de 1811. Montevideo: Ediciones de los Talleres Gráficos A. Monteverde y Cía. 
  8. La Revolución de 1811 en la Banda Oriental. Pág. 133. Autores: Junta Departamental de Montevideo, Instituto Histórico y Geográfico del Uruguay. Editor: Junta Departamental de Montevideo, 1962
  9. La Banda Oriental y la Gaceta de Buenos Aires. Pág. 6. Autor: José Torre Revello. Editor: s.l., 1963
  10. La Revolución de 1811 en la Banda Oriental. Pág. 23. Autores: Montevideo (Uruguay). Junta Departamental, Instituto Histórico y Geográfico del Uruguay. Editor: Junta Departamental de Montevideo, 1962
  11. Revista del Instituto Histórico y Geográfico del Uruguay, Volumen 5, pág. 55. Autor. Instituto Histórico y Geográfico del Uruguay. Editor: El Instituto, 1926
  12. . Montevideo. 2001. Archivado desde el original el 23 de mayo de 2008. Consultado el consultado en 2008. 
  13. La Emancipación oriental: antología gráfica y literaria. Pág. 39. Autor: Efraín Quesada. Editor: Ediciones de la Plaza, 1980
  14. Manual de historia de la República Oriental del Uruguay, Volúmenes 1-2, pág. 217. Autor: Santiago Bollo. Editor: A. Barreiro y Ramos, 1897
  15. «Archivo Artigas. Tomo IV. Página 301 - 400». Montevideo. 1953. Consultado el consultado en 2008.  (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial, la primera versión y la última).
  16. El punto de Mercedes era considerado de especial importancia por los jefes españoles. El plan de Vigodet, entusiastamente apoyado por Michelena era atacar este punto “céntrico para los inicuos”, con lo que la campaña de Montevideo, como la de Maldonado, se verían libres. Ver: Carta de Juan Ángel Michelena a José María Salazar, Colonia del Sacramento 23 de abril de 1811, [Archivo Artigas, cit. Tomo IV, página 816 [1] (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial, la primera versión y la última)..
  17. El cambio obedeció a derivaciones del movimiento del 5 y 6, ocurrido en Buenos Aires, y Belgrano estuvo a punto de “obedecer pero no cumplir” la orden. Facundo Acre, en “Antecedentes”, citados, señala que ya había logrado reunir un ejército de más de 3.000 hombres y concebido un plan de acción por el que Manuel Artigas operaría en el N, José Artigas, con 500 hombres, en el Centro, y Benavídez, con 800 hombres atacaría la Colonia del Sacramento. Agrega que con su logro persiguió superar algunas disensiones entre los caudillos orientales y entre estos y algunos jefes porteños. Belgrano, con su buena fe, trató de inducir a Vigodet, y Michena a que abandonaran “el partido inicuo de la guerra civil en que tan infelizmente los ha envuelto un hombre sin autoridad, sin representación legítima y que sería eternamente objeto de execración”, como dice refiriéndose a Elío, en su oficio del 27 de abril, dirigido a Vidoget. Ver: Archivo Artigas, Tomo IV, pag. 334 [2] (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial, la primera versión y la última).
  18. Capitán Edison Alonso Rodríguez (1954). Artigas Aspectos Militares del Héroe. Montevideo: Florensa & Lafon. 
  19. Francisco Bauzá (1929). Historia de la Dominación Española en el Uruguay. Montevideo: Ediciones de los Talleres Gráficos El Demócrata. 
  20. “Instrucción que observara el Comandante del cuerpo destinado al celo de la campaña en los parajes que se designan. Montevideo, 19 de abril de 1811. (La Gaceta de Buenos Aires, cit. Tomo II, páginas 466- 468)
  21. . Montevideo. 2001. Archivado desde el original el 21 de mayo de 2008. Consultado el consultado en 2008. 
  22. En tal ocasión Manuel Francisco Artigas exigió al Cabildo y vecinos, el siguiente juramento: “¿Juráis defender los derechos bajo vuestra palabra de honor de la Exima. Junta de la capital de Buenos Aires como que defiende y sostiene los verdaderos y legítimos de nuestro Rey señor don Fernando VII?”: Respondieron: si juramos. ¿Juráis no obedecer ni auxiliar al Gobierno de Montevideo.) Respondieron que ni tomaran las armás contra la capital de Buenos Aires ni auxiliaran en modo alguno la plaza de Montevideo. Si así lo hacéis Dios os lo premiara y si no, el os demandara, cuya diligencia se anota para la debida constancia (de) que doy fe, yo el público Escribano de este Cabildo”
  23. «Archivo Artigas. Tomo IV. Página 401 - 500». Montevideo. 1953. Consultado el consultado en 2008. 
  24. Oficios de José María Salazar al Secretario de Estado y del Despacho Universal de Marina, del 19 de mayo y del 19 de noviembre de 1811. “Archivo Artigas”, Tomo IV, Págs., 395 – 397 y 370 - 875. [3] (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial, la primera versión y la última).
  25. Le obsequió además con una carabina que el jefe oriental agradeció en conceptuosa nota, y le remitió una espada, donada por el Capitán del Puerto, Martín Thompson, para ser entregada a Artigas en homenaje por su triunfo
  26. . Japón. 2012. Archivado desde el original el 25 de febrero de 2009. Consultado el consultado en 2008. 
  27. Esta proposición que rechazó Artigas, por parte de los españoles, como muchas más que se le hicieron a Artigas y este las rechazó tajantemente, demuestra indudablemente que Artigas servía a sus ideales y no a meras ambiciones personales como aseveran varios textos Unitarios de la época.
  28. «Primera reunión de los Orientales». Montevideo. 2001. Consultado el consultado en 2008. 
  29. «El preludio del Éxodo». Montevideo. 2001. Consultado el consultado en 2008. 
  30. Artigas a Sarratea, Ayuí, 10 de agosto de 1812. Edmundo M. Narancio, “Origen del Estado Oriental”, cit., Pág. 26
  31. Oficio de Artigas a la Junta del Paraguay del 7 de diciembre de 1811, citado, en “Archivo Artigas”, Tomo VI, páginas 77-78
  32. Libro “Orientales” tomo 1, de Lincoln Maztegui Casas
  33. La Diplomacia de la Patria Vieja. Archivo General de la Nación Argentina, página 147
  34. La Diplomacia de la Patria Vieja. Archivo General de la Nación Argentina, página 156
  35. Maiztegui Casas
  36. CARTAS DE FRANCISCO RAMÍREZ
  37. [Manual de historia de la República Oriental del Uruguay Autor Santiago Bollo]
  38. En cumplimiento de la cláusula secreta del Tratado del Pilar, en calidad de custodio del armamento que se entregaba. Posiblemente estuviera allí para asegurarse de que Ramírez enfrentara y derrotara a Artigas, a quien los porteños nunca perdonaron su rebeldía. Posteriormente sirvió para debilitar a Ramírez y tras su muerte gobernó la provincia casi como un delegado del gobierno porteño.
  39. Diario Cambio (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial, la primera versión y la última).
  40. Revista del Rio de la plata: Periódico mensual de historia y literatura
  41. LA INVASIÓN LUSO-BRASILEÑA, El final
  42. . Archivado desde el original el 24 de septiembre de 2017. Consultado el 4 de julio de 2008. 
  •   Datos: Q4126475

revolución, oriental, revolución, oriental, comenzó, febrero, 1811, llamado, grito, asencio, expulsión, realistas, españoles, virreinato, río, plata, triunfo, batalla, piedras, ejército, patriota, mando, josé, gervasio, artigas, culmina, 1820, ciclo, artiguist. La Revolucion Oriental comenzo el 28 de febrero de 1811 con el llamado Grito de Asencio la expulsion de los realistas espanoles del Virreinato del Rio de la Plata y el triunfo en la Batalla de las Piedras del ejercito patriota al mando de Jose Gervasio Artigas Culmina en 1820 con el fin del ciclo artiguista con la derrota en la Batalla de Tacuarembo el Acuerdo de Tres Arboles y el exilio de Artigas en Paraguay Artigas en la puerta de la Ciudadela cuadro de Juan Manuel Blanes 1884 A su inicio se la asocia con la creacion de las Provincias Unidas del Rio de la Plata 1810 y la posterior fundacion de la Provincia Oriental 1813 Inicialmente tuvo un caracter autonomista como confederacion ya expresamente sostenido en las llamadas Instrucciones del ano XIII que llevaban los diputados orientales a la Asamblea General Constituyente reunida en Buenos Aires en 1813 Hasta ese momento no se habia planteado la luz que daria para crear en parte del territorio de la Banda Oriental un pais independiente de las demas provincias del Virreinato Sin embargo en la lucha por resistir las imposiciones del gobierno de Buenos Aires y la consiguiente aspiracion a lograr su autonomia politica fue gestandose un sentimiento particularista y nacionalista denominado la orientalidad que tiene sus raices en el Exodo Oriental que termino siendo uno de los factores determinantes al fundamentar la separacion posterior en 1828 que tendria como consecuencia el nacimiento del Estado Oriental del Uruguay Indice 1 La Revolucion de Mayo 1 1 Intervencion de Castell 1 2 Intervencion de Villota 1 3 Intervencion de Paso 2 La reaccion montevideana 3 Bloqueo de Buenos Aires 4 Medidas tomadas por los realistas en Montevideo 5 La Llegada de Elio 6 Estallido de la Revolucion Oriental 6 1 La Batalla de las Piedras 6 2 El primer Sitio de Montevideo 6 3 La Primera Invasion Portuguesa 6 4 Armisticio de Octubre 6 5 Las asambleas 6 5 1 Asamblea de la Panaderia de Vidal 6 5 2 Asamblea de la Chacra de la Paraguaya 6 5 3 Asamblea de San Jose 6 6 El Exodo Oriental 6 6 1 Protagonistas del suceso 6 6 2 Rumbo y cronologia del camino 6 6 3 Sucesos en el camino 6 7 En el Ayui 6 8 Sarratea 6 9 El Segundo Sitio 6 10 La Asamblea General de 1813 6 11 El Congreso de Tres Cruces 6 11 1 Las Instrucciones del ano XIII 6 11 2 Gobierno Economico de Canelones 6 12 El Congreso de Capilla Maciel 6 13 La Marcha Secreta 6 14 Guerra entre Artigas y el Directorio 6 15 Tercera campana de la expedicion a la Banda Oriental 6 16 La Liga Federal 7 El apogeo de la Revolucion 7 1 Fundaciones de Pueblos 7 1 1 Purificacion la Capital de la Liga Federal 7 2 El Artiguismo en Montevideo y el Cabildo Gobernador 7 3 El Reglamento de Tierras 7 3 1 Aplicacion del Reglamento 7 4 Reglamento de aduanas 7 5 Las politicas para los pueblos indigenas 8 El ocaso de la Revolucion 8 1 Invasion Luso Brasilena 8 2 Guerra entre Artigas y Ramirez 8 2 1 Las acciones militares en Entre Rios 8 2 2 Las acciones militares en Corrientes 8 2 3 El exilio de Artigas 8 2 4 Final de la Revolucion Oriental 9 Vease tambien 10 ReferenciasLa Revolucion de Mayo EditarEn mayo de 1810 la Junta de Sevilla y el virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros fue forzado a la convocatoria de un Cabildo Abierto que se pronuncio en su contra De los 50 000 habitantes solo 5 000 eran considerados como vecinos pero fueron convocados solo 500 de los que concurrieron la mitad puesto que los contingentes de patricios tendieron un cerco negando el paso a los vecinos honrados y franqueandolo a los de la confabulacion segun denunciaria despues Cisneros Las aproximadamente 260 personas que participaron representaban a las maximas autoridades virreinales Real Audiencia dignidades eclesiasticas jefes militares al Consulado de Comercio al Tribunal de Cuentas a los altos directores y jerarcas administrativos y a los parrocos eclesiasticos Los restantes eran vecinos destacados quienes ya sea por su apellido ilustre o por su floreciente situacion economica asistieron al congreso del 22 de mayo A las 9 de la manana el escribano declaro constituido el Congreso General Extraordinario que ponia enfasis en la unidad e indivisibilidad de la monarquia espanola Cisneros dejaba en claro que toda decision que no atendiese esta premisa estaria viciada de nulidad En cuanto comenzaron los debates se aprecio que habia dos grandes posturas claramente diferenciadas y enfrentadas quienes negando autoridad al Consejo de Regencia constituido en la metropoli hablaban de acefalia y propiciaban la sustitucion del virrey por una autoridad elegida por los criollos y quienes buscaban dilatar o impedir todo cambio congelando la situacion Muy pronto se hizo evidente que el llamado partido criollo reunia una amplia mayoria y que la suerte del virrey estaba echada No se tomaron actas de la reunion por lo que se hace dificil la reconstruccion de las intervenciones Esta ha debido realizarse sobre la base de las memorias de los protagonistas lo que hace que existan grandes contradicciones Hubo discursos sorprendentes como el del exgobernador de Montevideo general Pascual Ruiz Huidobro quien se alineo a favor de los cambios y propuso la deposicion del virrey y la asuncion del poder por el Cabildo de Buenos Aires unico exponente a su juicio de la soberania popular Algunos expusieron posiciones extremistas como la atribuida por Cornelio Saavedra en sus memorias al obispo Lue quien habria dicho que mientras existiese un espanol libre deberia ejercer el poder antes que el primero de los americanos Pero las intervenciones basicas aquellas que definieron los lineamientos del debate fueron las del doctor Juan Jose Castelli la del fiscal de lo civil de la Real Audiencia doctor Manuel Genaro de Villota y la del doctor Juan Jose Paso Intervencion de Castell Editar La intervencion de Juan Jose Castelli constituyo la base de lo que se llamaria luego el Dogma de Mayo el fundamento teorico de la revolucion Con la caida en prision de Fernando VII y la defeccion de la regencia que quedara en su lugar dijo Castelli se produjo una situacion de acefalia y de acuerdo con la teoria clasica de la monarquia usufructuaria la soberania habia retrovertido al pueblo a la entera nacion El pueblo de Espana habia ejercido dicha soberania a traves de las juntas locales y mas tarde de la Junta Central Gubernativa de Sevilla Esta emanacion directa de la voluntad popular tenia un poder gubernativo legitimo pero de ninguna manera poderes constituyentes podia mandar pero no disponer quien ejerceria el poder en caso de su disolucion Al producirse esta la soberania tornaba una vez mas al pueblo y se hacia necesaria una nueva manifestacion de su voluntad Por lo tanto la autoridad del Consejo de Regencia era nula y particularmente lo era en America ya que los ciudadanos de las colonias no habian participado en absoluto de su constitucion De todo esto infirio Castelli su premisa basica los ciudadanos de las colonias americanas cuyos derechos son esencialmente iguales a los de los peninsulares han readquirido asi la prerrogativa de ejercer libremente su soberania Al mismo tiempo siguio diciendo al caducar la autoridad del rey y desaparecer sus organismos depositarios temporales la potestad de los virreyes y restantes autoridades subalternas tambien ha cesado El poder de las instituciones de gobierno dependientes de la Corona es un reflejo directo de esta por lo tanto es logico concluir que al extinguirse la autoridad basica desaparecen tambien los poderes que de ella emanan En particular la del virrey Cisneros que habia sido designado por un organismo la Junta Central Gubernativa que ya no existia Como conclusion de su medular intervencion Castelli sostuvo que la situacion del momento era de acefalia que la autoridad del virrey y demas instituciones locales habia caducado y que el pueblo criollo estaba en condiciones de ejercer su soberania dandose el gobierno que mejor conviniese En su opinion debia constituirse una junta autonoma de gobierno Intervencion de Villota Editar De las exposiciones hostiles a esta postura destaco por su coherencia la del fiscal Villota Este partio del reconocimiento de la situacion de acefalia con los mismos fundamentos que habia empleado Castelli y admitio la retroversion de la soberania al pueblo pero sostuvo que esa soberania era unica e indivisible y que debia expresarse en las Cortes del Reino como organismo representativo de todo el pueblo espanol Ello no habia podido materializarse aun por las dificultades derivadas de la ocupacion extranjera y se habia transado en la constitucion del Consejo de Regencia pero este aun admitiendo las objeciones de Castelli habia tenido el reconocimiento posterior de los espanoles peninsulares lo que legitimaba su poder Por lo tanto concluyo es necesario acatar la autoridad de las instituciones vigentes hasta que se puedan reunir las Cortes del Reino sede unica de la soberania las que determinarian el rumbo a tomar Con logica implacable nego Villota que aquella reunion de ciudadanos de Buenos Aires pudiera tomar decision alguna sobre la vigencia o caducidad de instituciones que trascendian el marco de la capital virreinal y comprometian a todos los ciudadanos del territorio si los portenos podian ejercer su soberania en ese caso identico derecho tenian los habitantes de las provincias del extenso virreinato lo que provocaria la desintegracion politica de la nacion espanola Su propuesta fue entonces mantener la vigencia transitoria de las autoridades hasta que se pudieran reunir las Cortes del Reino o en el peor de los casos hasta que hubiera condiciones para reunir un congreso de todo el virreinato Intervencion de Paso Editar El otro discurso determinante fue el del abogado doctor Juan Jose Paso un hombre que jugaria un papel muy destacado en los anos inmediatos dentro de la politica del Rio de la Plata Paso coincidio en lo esencial con Castelli y sostuvo que la situacion de ese momento era de acefalia por lo que se hacia necesaria una expresion de la soberania popular Pero la novedad estribo en la respuesta a la fuerte objecion de Villota sobre el derecho de los ciudadanos de Buenos Aires a tomar medidas sobre autoridades cuya jurisdiccion trascendia ampliamente el marco urbano Asi como en una situacion de crisis familiar dijo corresponde al hermano mayor hacerse cargo de los intereses de los menores asi Buenos Aires hermana mayor de las otras provincias del virreinato por ser la capital debia investir la representacion provisoria de estas sus hermanas menores hasta que pudiera reunirse una asamblea provincial en la que todos pudieran hacer oir sus opiniones La muy discutible tesis de la hermana mayor que paso a formar parte del Dogma de Mayo encierra la genesis de lo que sera la postura politica del unitarismo basada en la necesidad de instalar un gobierno fuerte y centralizado en Buenos Aires sede de la civilizacion enfrentada a la barbarie provincial Contra esta tesis politica se alzara mas tarde el vigoroso movimiento provincial autonomista conocido como federalismo Todas estas argumentaciones de corte juridico trataban de justificar posiciones politicas bien diferenciadas unos los criollos pretendian imponer la inmediata caducidad de las autoridades virreinales y su ascenso directo al poder politico mientras los otros los defensores del sistema colonial procuraban ganar tiempo impidiendo todo cambio en el statu quo Finalizados los debates se propuso a votacion la siguiente formula Si se ha de subrogar otra autoridad a la superior que obtiene el Eximo Sr Virrey dependiente de la soberania que se ejerza legitimamente a nombre del senor don Fernando VII y en quien El procedimiento de emision y computo de los sufragios no podia ser mas engorroso ya que cada votante podia proponer la formula que mejor le pareciese y fue necesario hacer un complejo trabajo de clasificacion Fue imposible realizar el escrutinio esa misma noche y se decidio citar al Congreso para una nueva reunion al otro dia 23 de mayo a las tres de la tarde Dicha reunion debio ser suspendida pues a la hora fijada aun no se disponia de los resultados de la votacion La tarea de clasificar y contar los sufragios estaba a cargo del Cabildo que sesionaba a puertas cerradas Por fin a la noche del 23 se obtuvieron las cifras definitivas 69 votos a favor de la continuidad del virrey y 155 votos por su sustitucion La formula mayoritaria propuesta por el comandante militar Cornelio Saavedra constaba de los siguientes pasos Cesa en el mando el virrey don Baltasar Hidalgo de Cisneros El poder recae transitoriamente en el Cabildo de Buenos Aires emanacion directa de la soberania popular de la ciudad El Cabildo debe nombrar inmediatamente una junta provisoria de gobierno Dicha junta ejercera el mando con el compromiso de convocar a la brevedad posible un congreso de diputados de todas las provincias del virreinato a efectos de tomar resoluciones definitivas sobre el futuro politico de estos territorios Se trataba de la consagracion total de la teoria de Castelli y Paso sobre la nulidad del Consejo de Regencia y de las autoridades coloniales y de la funcion de Buenos Aires como hermana mayor de las demas provincias El Partido Criollo habia triunfado El Cabildo compuesto mayoritariamente por elementos conservadores intento conciliar posturas por medio de la conformacion de una junta de gobierno que presidiria el virrey imitando el ejemplo de la Junta de Montevideo de 1808 con ocasion de la destitucion del gobernador Elio El dia 24 se fue en estas negociaciones inicialmente el Cabildo emitio una resolucion segun la cual continuaria en su cargo el virrey acompanado de una junta de gobierno pero la cerrada oposicion de los comandantes militares a esta formula determino que se la sustituyese por otra que creaba una junta presidida por don Baltasar Hidalgo de Cisneros Al llegar la noche el Cabildo convoco a dicha junta que llego a reunirse y pretendio someterla a un reglamento que establecia que la autoridad de esta quedaria subordinada a la de aquel es decir la junta debia obedecer al Cabildo aberracion juridica pues aquella tenia jurisdiccion en todo el territorio y este solo en la ciudad de Buenos Aires Pero Castelli que la integraba y se habia erigido en portavoz principal del Partido Criollo considero que todo aquello era una maniobra tendiente a desconocer el pronunciamiento del dia anterior y sostuvo la nulidad de lo actuado La brevisima junta entonces decidio disolverse y devolver el mando al Cabildo Lo cierto es que a pesar de sus denuncias y protestas el virrey fue sustituido por una Junta Provisoria conocida como Junta de Mayo presidida por Cornelio Saavedra en definitiva 250 vecinos que supuestamente encarnaban el mandato soberano Elaborado por Mariano Moreno que a diferencia de Saavedra era partidario de la revolucion en terminos absolutos el documento en el cual se pautan los contenidos del viraje politico tiene algunos pasajes que hablan por si solos Jamas se han echado los cimientos de una nueva republica de otro modo que por el rigor el castigo y la sangre de todos aquellos miembros que pudieran impedir su progreso Si nos pintan a la Libertad ciega y armada de un punal es porque ningun estado envejecido o de provincias puede regenerarse sin verter arroyos de sangre Todos los enemigos que caigan en poder de la patria y que sean de importancia por su jerarquia administrativa o militar por su riqueza por su influjo o por su talento deben ser decapitados Los bandos y mandatos publicos deben ser muy sanguinarios y muy ejecutivos Por fin el Cabildo avalo la creacion de una junta luego de ciertas presiones a dicha institucion French y Beruti la hicieron en un documento que estaba formado por unos 400 ciudadanos y el Cabildo se limito a oficializar la propuesta Quedo asi integrada la llamada Junta de Mayo primer gobierno autonomo del Rio de la Plata La reaccion montevideana EditarUna de las primeras preocupaciones de la Junta de Mayo fue la de lograr el acatamiento a su autoridad por parte de Montevideo que seguia estando bajo el control espanol la ciudad comercial que rivalizaba con Buenos Aires A esos efectos fue enviado el capitan Martin Galain que era portador de un oficio de la Junta de Mayo que aparecia esbozada la tesis juridica que habia llevado a su creacion 1 pues no pudiendo ya sostenerse la unidad constitucional sino por medio de una representacion que concentre los votos de los pueblos alentara contra el Estado cualquiera que resiste este medio producido por la triste situacion de la peninsula y unico para proveer legitimamente una autoridad que ejerza la representacion del senor Fernando VII y vale sobre la guarda de sus augustos derechos por una nueva inauguracion que salve las incertidumbres en que esta envuelta la verdadera representacion de la soberania 2 A ello el capitan Galain portaba tambien un oficio del depuesto virrey Cisneros al gobernador Joaquin de Soria en que se le informaba lo acaecido y concluia que considerandolo el medio adoptado por ese pueblo Buenos Aires como dirigido a conservar estos dominios a su legitimo dueno don Fernando VII esperaba que contribuiria por su parte al logro de tan altos fines para lo que tanto interesa el orden la subordinacion y union de voluntades que deben manifestarse enviando inmediatamente a la capital los diputados autorizados con los necesarios poderes para que en junta general determinen lo que deba practicarse 3 Este oficio del depuesto virrey Cisneros que se manifestaba en acuerdo con lo dispuesto por la Junta de Mayo vale aclarar que mas tarde el mismo Cisneros denunciaria ese texto como arrancado por medio de una coaccion 4 El 1 de junio de 1810 se reunio en Montevideo un cabildo abierto en el cual participaron los principales miembros de la sociedad autoridades civiles militares y eclesiasticas y la parte mas sana del vecindario el patriciado comercial y saladerista ademas del enviado porteno Galain Alli y luego de una apasionada discusion se decidio el principio de acatar la autoridad de la Junta de Buenos Aires pero con condiciones y se nombro una comision para que redactara el pliego que las contuviera 4 Pero en la noche del 1 o del 2 de junio anclaba el bergantin Nuevo Filipino portador de abultadas y falsas noticias que hablaban de grandes triunfos de las tropas comandadas por el Consejo de Regencia y del retroceso de los franceses en toda Espana 5 Esto provoco un cambio radical en la situacion y el dia 2 se volvio a reunir el Cabildo Abierto Llevados los pliegos ante el Ayuntamiento reunido en Cabildo Abierto el 2 de junio un grito general de la Asamblea determino que se reconociese al Consejo de Regencia y se suspendiese toda deliberacion sobre el nombramiento de Diputado y demas puntos acordados en la sesion anterior hasta ver los resultados de dichas noticias en la Capital 5 A pesar de que la Asamblea determino revocar lo aprobado el dia anterior y reconocer la autoridad del Consejo de Regencia se decidio tambien acatar la autoridad de la Junta de Buenos Aires siempre que esta reconociera la regencia peninsular lo que equivalia indudablemente a una negativa Simultaneamente se recibian noticias de Buenos Aires por parte de los emigrados desconformes con las disposiciones de la Junta que asignaban un caracter revolucionario e independentista al nuevo Gobierno y ponian en duda la autenticidad de la carta de Cisneros a Soria del 27 de mayo Fracasada la mision Galain la Junta envio a una de sus principales figuras el doctor Juan Jose Paso que llego a Montevideo el 13 de junio Era portador de un largo oficio de su gobierno en el que se mantenia una posicion ambigua frente al Consejo de Regencia y se instaba a mantener la unidad politica platense Cuando Paso desembarco fue alojado extramuros prohibiendosele la entrada a la ciudad Las calles estaban llenas de marinos y de piezas de artilleria y parecia como si la ciudad se preparase para la guerra Pese a todo el Cabildo recibio a Paso en sesion cerrada el mismo dia 13 de junio pero se pospuso a lo que decidiera un cabildo abierto que se realizaria el dia 15 Mientras tanto el diplomatico porteno debia permanecer extramuros 4 El dia previsto se desarrollo en Cabildo Abierto los integrantes eran generalmente los mismos integrantes de la Asamblea de 15 antes ante el que hizo Paso una exposicion que duro 45 minutos Dando lectura al ya mencionado oficio de la Junta del dia 8 El Dr Paso informo al Cabildo Abierto sobre lo ocurrido en Buenos Aires los propositos que presagiaba la Junta y los motivos para no reconocer la Regencia solicitando la union del pueblo de Montevideo con la Capital Pero sus palabras fueron interrumpidas constantemente por gritos e insultos provenientes del sector organizado por Salazar 4 Cuando hubo finalizado pidio la palabra del propio Salazar quien sostuvo con vehemencia la legitimidad del Consejo de Regencia y critico las medidas adoptadas por Buenos Aires Finalizo su intervencion coincidiendo con Paso en que era de mayor importancia conservar en aquella coyuntura la unidad platense pero debia hacerse por medio de un cambio de Buenos Aires y no por un cambio de Montevideo Es su apoyo hablo luego el prestigioso comerciante Mateo Magarinos La posicion juntista solo fue defendida por el padre Jose Manuel Perez Castellano un fernandista partidario de la autonomia gubernativa de los criollos su valiente postura le valio una sancion por parte de las autoridades montevideanas 4 Por fin la situacion de Paso acusado de traidor e insultado de manera cada vez mas agresiva por un sector de los cabildantes se hizo insostenible y el enviado porteno se retiro protegido por el coronel Murgunido El Cabildo Abierto decidio entonces mantener en todos sus terminos la resolucion del 2 de junio Y luego prosiguio por reconocer el dia 16 de junio el Consejo de Regencia Antes de regresar Paso realizo un ultimo intento en la noche del 16 de junio tratando por ultima vez de modificar la actitud de los jefes de Montevideo demostrandoles con exhibicion de documentos el proposito de Portugal de apoderarse de la ciudad pero esta nueva tentativa fracaso frente a la firme actitud de los jefes espanoles Habia sin embargo un sector de la poblacion que miraba con simpatia la causa autonomista e independentista El 12 de julio estallo un motin militar dirigido por los oficiales Prudencio Murguiondo y Juan Balbin Gonzalez Vallejo e inspirado por Pedro Feliciano Cavia Los amotinados se atrincheraron en la Ciudadela y exigieron ademas de reivindicaciones profesionales y economicas la destitucion de Salazar y del capitan Ponce de Leon El movimiento fue desbaratado por el gobernador Soria Murguiondo y Vallejo fueron aprisionados y Sainz de Cavia escapo a Buenos Aires Esta reaccion tan negativa por parte de Montevideo hacia la Junta de Mayo se puede entender debido primero al gran contingente militar espanol como los veteranos del Fijo los batallones de Artilleria el Batallon de Ingenieros y el imperante cuerpo de Marina integrados en su inmensa mayoria por espanoles europeos sin arraigo en la textura socioeconomica de la Banda Oriental 5 Por otra parte se encuentran el grupo de gente principal del vecindario y del comercio de esta Ciudad siendo hombres que ostentaban un gran poder y riqueza en la sociedad oriental de ese entonces y que mantenian el monopolio sobre algunos productos esenciales de la Banda Oriental controlando la exportacion gran parte de la importacion y el importante trafico de esclavos Entre ellos se destacan Batlle y Carreo Berro y Errazquin Saenz de la Maza Agell y otros Gravitaba poderosamente en su actitud la rivalidad comercial con Buenos Aires en cuya disputa Montevideo habia contado en general con la proteccion de las autoridades peninsulares y en particular despues de las invasiones inglesas La Junta Portena era para ellos la entronizacion politica de los competidores en el trafico mercantil del Rio de la Plata y la amenazante perspectiva de perder el importante papel del comercio montevideano con Buenos Aires manteniendose asi fieles a las autoridades espanolas 5 Durante los meses de julio y septiembre la autoridad de Montevideo correspondio a Salazar hombre que impulsaria una serie de medidas politicas militares y fiscales buscando pacificar a la campana oriental y subyugarla bajo el poder de Montevideo con el objetivo cumplir la vieja aspiracion montevideana de unificar al territorio de la Banda Oriental bajo su unico dominio El poderoso e influyente comandante Salazar tambien adopto medidas para incrementar el poderio maritimo de la plaza confiando en que la mejor defensa de esta era el dominios de los rios En septiembre escribia a Espana que la salvacion de America depende de esta plaza 5 y solicitaba se enviaran urgentes auxilios porque esta Banda no da para sostener a los empleados y mucho menos para los gastos de tropas y expediciones 5 Asimismo y por su influjo se estudio un regimen de supresion de los privilegios de que gozaba el comercio con puertos extranjeros Montevideo y Colonia se convirtieron desde entonces en los principales bastiones en que se afirmaba la obediencia al Consejo de Regencia En las villas de la Gobernacion de Montevideo como San Jose San Juan Bautista y Guadalupe se desconocio a la Junta en consonancia con su capital mientras que en Colonia Maldonado Soriano y Rosario del Colla todas dependientes directamente de Buenos Aires se acato a la Junta Tambien prestaron acatamiento a la Junta los comandantes militares Bernabe Zermeno de la Fortaleza de Santa Teresa Joaquin de Paz de Melo y Francisco Redruello de Belen 6 Excepto Belen las demas poblaciones cayeron luego bajo el control de los realistas de Montevideo Bloqueo de Buenos Aires EditarArticulo principal Primer bloqueo de Buenos Aires A partir del 3 de septiembre se declaro bloqueado el puerto de Buenos Aires y se envio al capitan de fragata Jose Primo de Rivera y Ortiz de Pinedo con 9 buques de guerra El comandante de la estacion naval britanica el comodoro Robert Elliot resolvio reconocer la accion de Montevideo lo que provoco el reclamo de la Junta que lo consideraba contrario a derecho y de parte de los comerciantes ingleses reclamo que fue trasladado por el comandante de la Mistletoe Roberto Ramsay al encargado de negocios britanico en Rio de Janeiro Lord Strangford El 10 de septiembre la flota se presento frente al puerto de Buenos Aires Al anochecer destaco sus faluchos y capturo dos lanchas de trafico con lo que se dio por bloqueada la ciudad La noche del 16 de septiembre un fuerte pampero provoco una extraordinaria bajante que alejo la flota bloqueadora y provoco que los buques vararan y debieran ser apuntalados En Buenos Aires se iniciaron preparativos para atacarlos con caballeria y balsas artilladas pero demorada la decision por temor a una subita creciente no se inicio movimiento alguno Esa madrugada efectivamente las aguas volvieron a su cauce y el dia 21 el bloque se restablecio reforzado con la corbeta Diamante Ramsay regreso el 10 de octubre con pliegos del vicealmirante Miguel de Courcy jefe de la estacion naval del Brasil en los cuales desaprobaba el proceder de Elliot y le ordenaba dirigirse a Maldonado lo que hizo efectivo el 15 de octubre con lo cual Ramsay quedo al mando de la flotilla en el Plata hasta tanto llegara el mismo de Courcy El 11 de octubre al ser apresados buques britanicos Ramsay dirigio su pequeno buque contra la capitana realista la Mercurio y le dio un ultimatum para su liberacion Primo de Rivera cedio ante la amenaza con lo cual de hecho el bloqueo quedo suspendido Medidas tomadas por los realistas en Montevideo EditarProducida la fractura de la unidad administrativa del Rio de la Plata Montevideo debio resolver ademas de la cuestiones gubernativas anexas a su separacion de la antigua capital virreinal las economicas y fiscales consistentes en atender la manutencion de la tropa y otros empleados proveer los gastos requeridos para preparar la guerra contra los insurgentes de Buenos Aires cuyas escaramuzas iniciales ya se habian producido e incluso recaudar auxilios para enviar a Espana empenada en la guerra de independencia contra Napoleon El 24 de agosto el Gobernador Soria transmitia al Cabildo la orden recibida de Espana en el sentido de que los americanos debian auxiliar al Estado en sus apremios Se implementaron los Donativos Patrioticos que consistian en la creacion de comisiones encargadas de recoger casa por casa las contribuciones voluntarias de los pobladores sistema que se aplico no solo en Montevideo sino tambien en las villas y pueblos del interior Cabildos y comandantes militares tuvieron a su cargo esta tarea habiendose cometido a los ultimos recolectar el producto de todos los ramos de la Hacienda Publica 5 Los resultados no obstante las reiteraciones de los perdimientos y la ordenes no fueron suficientemente satisfactorias Los vecinos que han tenido voluntad informa el Cabildo de Soriano al Comandante de Colonia Ramon del Pino que han esforzado con lo que han podido atendiendo la calamidad y circunstancias del tiempo pero varios se han encogido y no han querido entender sus manos para tan laudable fin Simultaneamente el Gobernador Soria resolvio recurrir a la propiedad como fuente de recursos El 23 de agosto se hizo saber a los Alcaldes Cabildos y Comandantes Militares que debia procederse a un examen de las tierras realengas en poder de poseedores con titulos imperfectos o de ocupantes precarios A estos efectos se citaria y emplazaria por bando a fijarse en todos los parajes publicos a los poseedores para que exhibieran los justificativos de los tramites de denuncia incompleta en el plazo determinante de cuarenta dias Esta disposicion ya sugerida en otras oportunidades al considerarse el problema del Arreglo de los Campos causaba una tremenda perturbacion en el regimen de tenencia de la tierra y fue resistida en toda la campana Pese a ello Vigodet a poco de hacerse cargo del gobierno reitero el 20 de octubre con singular energia los terminos del Bando Habiendose notado que muchos vecinos de esta ciudad y de toda la Banda Oriental que por ahora esta bajo la jurisdiccion de este gobierno han mirado con notable abandono el auto de comparendo que antecede para entrar en moderada composicion con S M sobre los terrenos realengos que ocupan creyendo tal vez que el Gobierno tolerara tan criminal proceder pues a mas de exigirlo asi la seguridad de sus posesiones lo demanda impresionantemente el socorro de la Patria que es la suprema Ley del Estado liberense circulares a todos los comisionados y jefes militares de la campana comprendidos en toda esta Banda con los insertos necesarios para que haciendo notorio en la forma mas solemne en sus respectivos Partidos por segunda vez comparezcan sin mas dilacion y fijandoseles el perentorio termino de treinta dias bajo las penas de que por su omision y silencio quedaran sin derecho alguno de preferencia y sin accion la posesion adquirida por dilatada que sea y que admitidas a otros las denuncias de los terrenos que ocupan propios de S M se les admitira a moderada composicion y libraran los titulos de propiedad y con ellos se les pondra en tranquila posesion lanzando a los resistentes y omisos a los llamamientos y emplazamientos de este Gobierno y para que sea mas solemne a todos los habitantes y existentes de esta Ciudad y su jurisdiccion se fijaran edictos en los lugares acostumbrados quedando razon de todo por el actuario para constancia y que dore los efectos que haya lugar 7 Las actividades fiscales implementadas por Soria y luego repetidas por Vigodet resultaron contraproducentes para los intereses que defendian Viendo en cada criollo un conspirador en potencia envio a la campana unas partidas tranquilizadoras 4 que actuaron con extremo rigor y crueldad contra los reales o presuntos simpatizantes del gobierno porteno La Llegada de Elio EditarEl 7 de octubre de 1810 llego a Montevideo desde Espana Gaspar de Vigodet nombrado nuevo gobernador de Montevideo y el 12 de enero de 1811 lo hizo Francisco Javier de Elio que regresaba con el titulo de virrey del Rio de la Plata Elio que habia sido extremadamente popular en 1808 como defensor del autonomismo montevideano seguia siendo un patriota espanol enemigo mortal de la idea divisionista Evito ir a Buenos Aires y se instalo en Montevideo desde donde oficio al gobierno de Buenos Aires exigiendo el reconocimiento de su dignidad virreinal La Junta Grande respondio con intransigencia que el solo titulo de virrey ofende la razon y el buen sentido 4 Fiel a su estilo directo Elio declaro entonces rebelde y revolucionaria 4 a la junta portena y establecio como capital provisoria del virreinato a Montevideo 12 de febrero de 1811 La politica del virrey no altero las grandes lineas trazadas por el anterior gobernador Soria mas bien las profundizo Cerro los puertos orientales a los barcos portenos reforzo las milicias en varias regiones del territorio mantuvo las partidas tranquilizadoras confirmo los bandos de Soria sobre la regularizacion de tierras ocupadas y los donativos patrioticos 5 y establecio ademas un emprestito forzoso que debian pagar todos los ciudadanos clero comerciantes empleados etc y que seria devuelto cuando se recibieran auxilios financieros de Peru o Espana Contando con el respaldo del capitan Juan Angel Michelena que estaba al frente de una flota que patrullaba el rio Uruguay Estas medidas represivas adoptadas por Soria y Elio desde Montevideo como las anteriores determinaron que la imagen del gobierno de Montevideo se deteriorase entre amplios sectores de la poblacion rural La radicalidad de Elio supero incluso al propio Salazar que paso a liderar el ala moderada de los espanolistas y a alejarse cada vez mas del virrey Como medida propagandistica el gobierno de Montevideo decidio sacar un periodico que pudiera contrarrestar la predica revolucionaria de la Gazeta de Buenos Ayres 4 En septiembre de 1810 la princesa Carlota Joaquina de Borbon envio de regalo una imprenta a la capital de la Banda Oriental y con ella se imprimio durante varios meses La Gaceta de Montevideo que fuera dirigida sucesivamente por Nicolas Herrera y por el fray Cirilo Alameda 4 Estallido de la Revolucion Oriental Editar Inicio de la revolucion oriental La manana de Asencio oleo de Carlos Maria Herrera El espiritu de la campana era definitivamente levantisco en especial luego de la Revolucion de Mayo y de las medidas represivas adoptadas por Soria y por Elio desde Montevideo Joaquin Suarez con destacadas figuras del patriciado criollo realizaba reuniones conspirativas con el fin de promover la revolucion en la Banda Oriental Algunos autores mencionan a la Conspiracion de Casa Blanca actual Departamento de Paysandu abortada por Michelena el 11 de febrero de 1811 sin embargo autores mas criticos piensan que nunca existio 8 El 15 de febrero luego de un supuesto altercado con el brigadier Vicente Muesas el capitan Artigas abandono su guarnicion de Colonia junto al teniente Rafael Hortiguera y al cura parroco de Colonia Enrique de la Pena y se dirigio a Santa Fe y luego a Buenos Aires para ofrecer sus servicios a la Junta El 28 de febrero de 1811 dos caudillos locales Venancio Benavidez y Pedro Viera se pronunciaron a favor del gobierno revolucionario de Buenos Aires a orillas del arroyo Asencio ubicado en el actual Departamento de Soriano a unos 10 km de la entonces Capilla de Mercedes Ese Grito de Asencio ha sido considerado tradicionalmente el principio de la Revolucion oriental aunque el comandante de Belen bajo dependencia de Misiones teniente de milicias Francisco Redruello adhirio a la revolucion en 1810 y se mantuvo libre de la accion de los realistas de Montevideo lo que fue confirmado por su pedido ordenes al gobernador de Misiones Rocamora el 10 de agosto de 1810 ante las acciones de Montevideo sobre Colonia y otras localidades orientales 9 quedando a cubierto de un ataque por barco debido a los saltos Grande y Chico del rio Uruguay que interrumpian la navegacion a la altura de Salto Una carta de Rocamora a la Junta con fecha 20 de noviembre de 1810 confirma que Belen se hallaba en su obediencia 10 El 4 de marzo de 1811 Redruello escribio a Belgrano pidiendole auxilio para los sublevados en Asencio 11 fecha que algunos autores han tomado como dia de la insurreccion de Belen El Grito de Asencio y la subsiguiente toma de Mercedes y de Soriano fueron el inicio de un levantamiento general en la campana al que un documento artiguista denominaria mas tarde como admirable alarma 12 Asi es como Pedro Ojeda recluto fuerzas al norte del Rio Negro Manuel Francisco Artigas y Andres Latorre en Florida Fernando Otorgues capataz de la estancia real del Cerro constituyo la Division de Dragones de la Libertad formada por los orilleros de Montevideo el Pantanoso el Miguelete y el Cerro Joaquin Suarez en Canelones Tomas Garcia de Zuniga y Warnes en Santa Lucia los Haedo en Maldonado los Rivera en Durazno Lavalleja en Minas Manuel Artigas en Casupa y Santa Lucia Blas Basualdo y Baltasar Ojeda en Tacuarembo Baltasar Vargas conocido como Baltavargas en Arroyo Grande como muchos otros mas que se sumaron a la revolucion 4 Faltaba el caudillo integrador que seria Artigas El 6 de febrero llego a Buenos Aires donde fue nombrado teniente coronel al mando de las fuerzas que pudiera reunir y subordinado directamente a Jose Rondeau quien asumio el 1 de mayo como comandante de la campana de la Banda Oriental al ser destituido Belgrano a causa de la Revolucion del 5 y 6 de abril de 1811 La Junta le dio a Artigas una magra ayuda material inmediata de 200 pesos y 164 blandengues El 9 de marzo inicio el retorno llegando el dia 15 La Bajada y el 24 de marzo a Concepcion del Uruguay 13 El 9 de abril desembarco con sus tropas entre Las Vacas y la Calera de las Huerfanas 14 Dias despues se encontraba en Mercedes donde casi toda la Banda Oriental estaba en armas excepto Colonia Montevideo y otros pueblos que tenian alguna guarnicion Mientras que en Montevideo Elio al principio no le dio gran importancia al alzamiento de la campana oriental entera Su desenfoque e ignorancia del verdadero estado de aquella explican el menosprecio y la relativa indiferencia con los que enfrento los primeros pasos de la revolucion El mismo expreso en un informe del 18 de marzo al secretario de Estado Al principio crei que solo eran algunas partidas de ladrones pero luego se han reunido y capitaneados por oficiales que han desertado de las tropas de mi mando con muchos soldados de las mismas y una multitud de gente de esta desnudas y sin domicilio que llaman gauchos forman varios cuerpos han atacado varias poblaciones abiertas han quitado los comandantes han amarrado a todo europeo les han saqueado su casa y cate V E ya abierta una guerra clara contra todo espanol 5 Cuando los hechos habian disipado toda duda sobre la gravedad del alzamiento otras voces desde el campo regentista fueron muy causticas en el juzgamiento de las medidas de Elio que miro dice Salazar con desprecio 15 las primeras noticias del levantamiento en la falsa creencia de que los habitantes se hallaban en el mismo estado de sumision y apocamiento que anteriormente 15 Actuaba agrega el mismo Salazar bajo el errado concepto de que cincuenta hombres determinados acabarian con una insurreccion de miles practicos en el pais y favorecidos por todos sus habitantes 15 Luego de su llegada a Mercedes establecio su Cuartel General en dicho lugar 16 organizando y acelerando desde alli la movilizacion y la concentracion de las milicias El primer cuidado de Artigas es consolidar el foco inicial tratando de evitar la excesiva dispersion de las fuerzas segun estaba sucediendo porque la libre iniciativa de los caudillos no estaba orientada por un comando centralizado Tal situacion ponia en peligro a la seguridad y el poder de la revolucion Para ese momento los revolucionarios ya estaban ocupando practicamente toda la campana de la Banda Oriental dejando reducidos a los espanoles en practicamente tres puestos fortificados situados al sur Montevideo cuyo comando ejercia el virrey Francisco Javier de Elio Colonia del Sacramento a cargo de Gaspar de Vigodet y Maldonado ocupada por el coronel Viana Mientras que la organizacion de los revolucionarios estaba en vias de ejecucion dado que Artigas trataba de concentrar a todas las fuerzas rebeldes en un solo lugar operacion que se fue haciendo paulatinamente segun el progreso de las partidas de vanguardia artiguista Artigas toma como base para la organizacion del ejercito oriental su encuadramiento e instruccion las tropas veteranas de Blandengues y milicias A mediados de abril Manuel Belgrano que fuera llamado a Buenos Aires para rendir cuentas de su derrota en la Expedicion al Paraguay nombra a Artigas Segundo Jefe Interno del Ejercito de Operaciones de la Banda Oriental segun lo comunica a la Junta en su oficio datado en Mercedes el 27 de abril de 1811 La Junta Grande en cambio designa segundo jefe a Rondeau quien recien llegara a Mercedes a principios de mayo De acuerdo con las ordenes que habia recibido la Junta Belgrano nombra a Artigas Comandante Principal de las Milicias Patrioticas 15 17 El 7 de mayo a requerimiento de Rondeau Artigas eleva la siguiente relacion de fuerza Operan bajo mi mando 1113 hombres que tengo distribuidos en varios puntos con el fin de que sigan los buenos afectos que han producido el movimiento general de esta campana Al pueblo de Minas y Maldonado guarnecen 300 hombres al mando de don Manuel Artigas con orden de avanzarse hasta Pando otros 160 al mando del capitan don Baltasar Vargas corren desde el Canelon hasta el Cortado y 200 mas al mando de don Antonio Perez se aproximan hasta el mismo campamento enemigo que actualmente se halla en Las Piedras y se compone sus fuerzas de 800 hombres con 4 piezas de artilleria de 2 y 4 Estos insurgentes al mando de Posadas han acabado con las vacas lecheras y comienzan ya a sentir la falta de viveres que no pueden adquirir en razon de que nuestras partidas los oprimen por todas partes Con esta fecha he comisionado a don Fernando Otorgues para que tome la caballada y el ganado de la Estancia del Rey unico refugio en que podrian tener esperanzas nuestros enemigos y para ello lleva 50 hombres La demas fuerza hasta los 1113 hombres detallados se hallan reunidos en un campamento que tengo fortificado sobre este rio Santa Lucia a la banda del sud 18 Entre tanto el 20 de abril las milicias orientales destacadas en la zona del Oeste unos 400 hombres al mando de Venancio Benavidez se apoderan del pueblo del El Colla actual ciudad uruguaya de Rosario entregado por sus defensores luego de un parlamento en donde se les dieron solo unos minutos para rendirse a discrecion 15 y en seguida ocuparon las villas de Viboras y Espinillo Casi simultaneamente fuerzas reunidas por Manuel Antonio Artigas los hermanos Quinteros y los hermanos Vargas desalojaron de villa de Porongos a la guarnicion que era fiel a los realistas Antes de iniciar las operaciones ofensivas sobre Montevideo Artigas establece el orden en los pueblos de Arroyo de la China actual Concepcion del Uruguay Paysandu y Mercedes a fin de consolidar su retaguardia y organizar las fuerzas y los medios para obtencion de recursos Elio con sus errores estrategicos y con su actitud inicialmente pasiva y confiada contribuye al exito de la Revolucion Al dividir sus fuerzas destacando inicialmente debiles partidas que son facilmente batidas por los criollos exalta la moral de estos y favorece la desercion de los partidarios del movimiento que habia en sus filas Por otro lado estas partidas se ocupan de guarnecer pueblos de escasa importancia militar en vez de ocupar puntos neuralgicos para las comunicaciones y reunion del enemigo Por restarle importancia al movimiento subversivo asume una actitud pasiva y actua con lentitud y da tiempo a la organizacion y concentracion de las fuerzas orientales Estos desaciertos son agravados por las medidas que adopta al enterarse de los primeros exitos de la revolucion las que revelan su poco tacto administrativo y la desorientacion de la que es presa Tambien mando levantar una horca en la Plaza Mayor de Montevideo para que en ella expiasen con prontitud su crimen los traidores a su Rey y a su patria 19 Las Instrucciones que expidio el 19 de abril para los comandantes de cuerpos encargados de vigilar la campana son minuciosas la descripcion de las medidas represivas Reunira sus fuerzas cuando lo considere oportuno para atacar a algun crecido numero de traidores que puedan reunirse en este caso obrara segun las circunstancias y conforme a su celo y honor par extinguir semejante clase de malevolos se proveera de caballos extrayendo todos cuanto tengan en sus estancias los insurgentes siempre que se pueda aprehender cualesquiera de los que llevan armas en contra de nuestro monarca se le asegurara y sera conducido a esta plaza y si se le pillase en el acto de hacer fuego contra las nuestras con una justificacion ante los oficiales y dandole una hora de termino sera ahorcado y colgado en el sitio donde cometio este crimen todo ganado o hacienda perteneciente a sujeto que este en armas con los levantados sera arrendada y hecha conducir a esta plaza para que sea vendida de ella sea un tercio para los aprehensores al instante y los dos tercios para la real hacienda 20 Los monjes franciscanos fueron expulsados por los realistas de la ciudad de Montevideo por simpatizar con la causa revolucionaria Al echarlos de la urbe los realistas les dijeron a los monjes Vayanse con sus amigos los gauchos Entre las medidas poco populares estan las de instalar una horca expulsar a los Franciscanos expulsar a 40 familias criollas vinculadas con los sitiadores liberar a los malhechores para que combatan a los rebeldes aplicar la intriga y la represalia como medidas coercitivas y confiscar las ventas de propiedades pertenecientes a los emigrados y revolucionarios Ante la ineficacia de estos recursos y ante la gravedad de la situacion recien se da cuenta Elio de como habia socavado Espana su poder militar al incorporar numerosos criollos a su ejercito Para atender las necesidades de la defensa de la Plaza de Montevideo el Gobernador Elio trata de organizar nuevas fuerzas constituidas solamente por espanoles tal como el Batallon de Comercio cuyo Jefe era el Gobernador de la Plaza con un Estado Mayor dos Ayudantes y el numero de companias que se pudiera reunir Del critico estado de la Plaza da cuenta el propio Elio en sus numerosos documentos conservados en el Archivo General de Indias 18 No obstante con sus exitos iniciales Artigas actua con prudencia por no contar con suficiente autoridad otorgada por la Junta Mientras personalmente se ocupa de la organizacion de las fuerzas patrioticas de Mercedes confio a su primo Manuel Antonio Artigas el mando de las fuerzas reunidas en Arroyo Grande por los hermanos Bragas y Miguel Quinteros ordenandoles que se dirigieran sobre Montevideo construyendose asi en la vanguardia del ejercito Oriental El 20 de abril por la tarde cae El Colla actual ciudad de Rosario en poder de Venancio Benavidez quien remite los prisioneros a Mercedes El 23 de abril desde esta ultima ciudad Belgrano le informa a la Junta de Buenos Aires Manana sale el Teniente Coronel don Jose Artigas Segundo Jefe Interino del Ejercito con una partida a estrechar a los enemigos 21 El 25 las fuerzas de Benavidez que venian de ocupar el Colla junto con las del Capitan Manuel Antonio Artigas que habia recuperado Porongos siguen su camino hacia San Jose Manuel Antonio Artigas inicia sus movimientos siguiendo las alturas de la Cuchilla Grande teniendo el primer encuentro con las fuerzas realistas en Paso del Rey Tras un duro combate los realistas se retiran sobre la Villa de San Jose donde se organizan defensivamente El dia 22 de agosto los orientales atacan la villa sin exito debiendo retirarse a las alturas inmediatas y reponer el sitio en espera de refuerzos que llegan el dia 25 de agosto al mando de Benavidez En tales circunstancias los patriotas atacan la villas y se produce la Batalla de San Jose que tras un sangriento combate las tropas orientales vencen sobre las tropas Realistas y la logran ocupar En el El Colla las fuerzas al mando de Manuel Francisco Artigas 21 obtuvieron en pocos dias el dominio de extensas zonas El 24 de abril ocuparon la villa Concepcion de las Minas el 28 San Carlos donde habia revelado al bando revolucionario el capitan Juan Correa el 23 sitiaban Maldonado la que se entrego de inmediato capitulando el Jefe de la plaza Francisco Javier de Viana y ajustando este las condiciones de la rendicion efectuadas en 5 de mayo Como el senor Viana no puede seguir en el mando de esta plaza por las condiciones achacosas de su salud 15 Manuel Francisco Artigas puso a la cabeza de dicho pueblo en lo militar 15 al citado capitan Correa en atencion de su patriotismo 15 22 Manuel Francisco Artigas envio por entonces una partida al mando del comandante Pedro Gervasio Perez para tomar el Fuerte de Santa Teresa cumplida esa mision la misma fuerza paso a ocupar la villa de Rocha el 7 de mayo Realizadas estas operaciones hizo saber a Rondeau que marchaba en direccion a Pando al frente de unos trescientos hombres con el objeto de estrechar a Montevideo cortandole los viveres y los auxilios 15 y reclamando asimismo se le expidiera un titulo legitimo que acredite la realidad de mi comision para que se caracterice en toda la dignidad y energia que deben tener las capitulaciones y demas providencias que he dado desde mi entrada al pueblo de Minas 15 Rondeau dio amplia satisfaccion al pedido del jefe oriental auxiliandole con municiones y expidiendole el Despacho provisional de Teniente Coronel de la milicia patriotica nombrandole Comandante de todas las que reunia en la inteligencia que debe operar bajo la direccion de su hermano don Jose a quien V E ha nombrado Jefe General de ella 15 segun le comunicaba a la junta bonaerense La Batalla de las Piedras Editar Articulo principal Batalla de las Piedras Rendicion de Posadas en Las Piedras oleo de Juan Manuel Blanes Momento en el cual Artigas dice su celebre frase Curad a los heridos clemencia para los vencidos En los primeros dias de mayo Artigas parte con el grueso de sus fuerzas de San Jose en marcha hacia Montevideo segun lo habia comunicado a la Junta de Buenos Aires en su oficio de fecha de 21 de abril Se evidencia que el plan operativo de Artigas es necesariamente ofensivo y consistia en marchar lo mas rapidamente hacia Montevideo con la finalidad de reducir este foco de resistencia e impedir que se organizara o recibiera refuerzos 18 Elio viendo que los progresos de los revolucionarios amenazaban cercarle entre los muros de Montevideo cifro entonces todas sus esperanzas en una accion militar decisiva que confio al Capitan de Fragata Jose Posadas con una fuerza de 1230 hombres establecido con sus fuerzas en Las Piedras y desplego su mayor diligencia en proveerlo de armas municiones y recursos de alimentos 15 Las milicias criollas alcanzaban en total unos 2000 hombres la mitad de los cuales a las ordenes de Benavides se hallaban empenados en el proposito de ocupar Colonia del Sacramento al amparo de cuyas fortificaciones se habia acogido Vigodet Artigas con las fuerzas de su mando se ubico estrategicamente en Canelones el 12 de mayo dispuesto a vigilar las fuerzas montevideanas acampadas en Las Piedras Alli las lluvias lo mantuvieron inactivo hasta el dia 16 Entretanto su hermano Manuel Francisco burlaba una partida regentista y lograba incorporarsele con 304 hombres en la tarde del 17 en el campamento ubicado en las puntas del Canelon Chico Alcanzaron entonces los efectivos artiguistas a 400 infantes y 600 caballos El dia 18 amanecio sereno 15 despacho Artigas Algunas partidas de observacion sobre el campo enemigo 15 distante un par de leguas y a eso de las 9 de la manana comenzo el combate Artigas ordeno al capitan Antonio Perez que cubria el ala derecha que con su caballeria atrajese la atencion del enemigo y lo introdujera a abandonar la ventajosa posicion que ocupaba en una loma donde tenia cuatro piezas de artilleria dos obuses y un canon La situacion ventajosa de los enemigos la superioridad de su artilleria y el exceso de su infanteria sobre la nuestra hacian la victoria muy dificil 15 pero los soldados patriotas combatiendo con enorme arrojo lograron desalojarlos obligandolos a replegarse hacia Las Piedras Entro a jugar en ese momento la ultima parte del plan tactico de Artigas consistente en un movimiento envolvente de caballeria que cargo por los flancos y corto la retirada de los regentistas quienes quedaron encerrados en un circulo bastante estrecho 15 trabandose un vivo combate pero despues de una rigurosa resistencia se rindieron los contrarios quedando el campo de batalla para nosotros 15 De inmediato Artigas comision a su ayudante Eusebio Valdenegro para ocupar la poblacion donde se encontraban unos 140 hombres con un canon y el parque de artilleria rindiendose aquellos rapidamente 23 La Batalla de las Piedras por Diogenes Hequet La batalla comenzada a las 11 de la manana del 18 de mayo y concluida a ponerse el sol fue desastrosa para los realistas cuyas fuerzas en total estimo Artigas en 1230 hombres en recuento de perdidas comprende 150 bajas entre muertos y heridos y 482 prisioneros incluidos 23 oficiales entre los cuales el propio comandante en jefe capitan de fragata Jose Posadas 23 Los regentistas perdido el unico ejercito con que podian contar quedaron encerrados en Montevideo y Colonia El mismo dia y poco despues Benavidez habia llegado frente a la segunda ciudad sitiada Colonia del Sacramento dirigiendo de inmediato un oficio al pueblo y a los jueces de Colonia exhortandolos a la union y reconocimiento del Gobierno legitimo de Buenos Aires e intimandoles la rendicion de la plaza en termino de media hora 15 La multitud de barcos de que disponia Vigodet impidieron el pronto ataque hasta que se supieron los resultados de la Batalla de las Piedras y por el desamparo en que habia quedado la capital los hizo retirarse dejando desamparada a la ciudad de Colonia del Sacramento Muy pocos dias despues mas precisamente el 27 de mayo Colonia del Sacramento caia en manos de los revolucionarios El triunfo de la Batalla de Las Piedras dio a las milicias artiguistas el dominio total de la campana Las fuerzas regentistas ya no habian de contar con los medios para imponerse al ejercito campesino que se habia alzado contra su autoridad El infatigable Salazar califica en dos oportunidades distintas de perdida irreparable y de cruel catastrofe pues en ella se perdio toda la Marina que es el principal apoyo de la plaza 24 Y nadie se muestra mas exaltado y elocuente que el para juzgar los efectos de la batalla La sola noticia de que las tropas de Buenos Aires tenian sitiado el baluarte de la America a la que sus papeles publicos anadian tomando reanimo el entusiasmo de las Provincias a favor de la independencia de Chile y no dudare en afirmar que hasta el mismo reino de Lima se ha resentido de tan funesta nueva pero lo que no se puede dudarse es que ella ocasiono el que el Paraguay adoptase unirse al de Buenos Aires como lo hizo Sin por de fuera consiguieron los enemigos estas grandes ventajas en esta Banda lograron atraer a su partido a todos los pueblos y quitandonos cuantos auxilios sacabamos de ellos reducirnos a solo el recinto de la plaza y a la mayor miseria y pobreza por mucho tiempo 15 No fue menor la repercusion en Buenos Aires en donde la victoriosa accion contribuyo a restablecer el fervor revolucionario muy decaido por el fracaso de Belgrano en Paraguay y por la lentitud del frente altoperuano 5 La Junta unitaria confirio entonces a Artigas el empleo de coronel del Cuerpo de Blandengues de la frontera de Montevideo y decreto ascensos a los oficiales que valientemente se habian comportado en las acciones de la Batalla de San Jose y Las Piedras 25 Despues de la batalla Artigas destaca patrullas de exploracion hacia el Arroyo Miguelete con la finalidad de explotar al maximo su exito Dichas patrullas llegan el dia 19 al arroyo Seco y reciben proposiciones para el canje de prisioneros El primer Sitio de Montevideo Editar Articulo principal Sitio de Montevideo 1811 Aprovechando el efecto de la moral de su victoria Artigas exige la rendicion de Montevideo Rechazada esta la somete a un estrecho sitio privandola de recursos y estableciendo sus huestes en el Cerrito Su proposito era atacar la plaza para aprovechar el estado de depresion moral en que se encontraban sus defensores No pudo hacerlo por recibir ordenes contrarias de Rondeau que se incorpora al sitio con sus fuerzas y Estado Mayor el 1 de junio 26 Artigas conocia de buena fuente la situacion precaria de Montevideo que contaba con pocas reservas en viveres y lena El trigo almacenado por ejemplo alcanzaba para poco mas de dos meses en consecuencia sometida a un estrecho sitio no podria resistir por mucho tiempo Entre las primeras medidas que adopta Artigas esta la sustraccion de caballos para restar a los espanoles medios de movilidad con lo que quedan reducidas las salidas de los sitiados Artigas conocia perfectamente la organizacion defensiva de Montevideo y su precario estado de conservacion en algunos sectores No ignoraba que estaba perfectamente artillada la muralla con sus 16 baterias incluidas las de la Ciudadela La situacion de los sitiados fue empeorando dia a dia por lo cual Elio se decidio a solicitar ayuda de la princesa Carlota a la sazon en Rio de Janeiro Los espanoles eran duenos de los rios dando fuertes ataques dirigidos por el valiente y activo capitan espanol Michelena que contaba con unos 600 a 1000 hombres de desembarco Sus activos cruceros bloqueaban las lineas de comunicaciones de Artigas con Buenos Aires tomando por tierra hasta Santa Fe atravesando el rio Parana en la bajada y luego todo Entre Rios hasta el Arroyo de la China para cruzar el Rio Uruguay y continuar por tierra hasta Mercedes Por lo que las lineas de comunicaciones entre las fuerzas artiguistas y el gobierno de Buenos Aires eran sumamente largas expuestas y tenian numerosos puntos sensibles Cuando Vigodet el 27 de mayo abandona Montevideo siguiendo ordenes de Elio estas lineas de comunicacion seguian inseguras por la actividad de los cruceros espanoles Inicialmente la escuadra espanola de Michelena era duena de los mares pues habia vencido a la primera escuadrilla argentina mandada por Juan Bautista Azopardo en San Nicolas de los Arroyos y bombardeando a Buenos Aires amenazado con un nuevo ataque si no se levantaba el sitio de Montevideo Elio por intermedio de dos parientes de Artigas Manuel Villagran y Antonio Pereira le ofrece el grado de General una elevada cantidad de dinero y la Jefatura de la Campana Oriental Artigas considera un insulto a su dignidad personal tales proposiciones y rechaza indignado a los emisarios 27 La Primera Invasion Portuguesa Editar Articulo principal Invasion portuguesa de 1811 En julio de 1811 los portugueses en ayuda de Elio invaden la Banda Oriental a ordenes del Capitan General de Rio Grande do Sul Diego de Souza apoderandose de la villa de Melo el dia 23 de julio Antes de penetrar en el territorio publica un manifiesto sobre las puras y leales intenciones de su Majestad Real que era pacificar las tierras de Su Majestad Catolica y no conquistarlas 18 Diego de Souza reunio un ejercito que se llamo ejercito Pacificador de la Banda Oriental que totalizaba unos 4000 hombres Dividio sus fuerzas en dos columnas una al mando del Mariscal Manuel Marques compuesta por un Batallon de Infanteria de Rio Grande do Sul dos escuadrones de Legionarios de San Pablo y uno de Milicia La otra compuesta al mando del Mariscal Joaquin Javier Curado compuesta de dos batallones de infanteria 2 baterias montadas de la Legion de San Pablo 1 regimiento de dragones y 1 escuadron de milicias de Rio Pardo y 1 compania de lanceros guaranies Concentro la primera columna en las proximidades de Bage en las alturas La segunda de las margenes del Ibirapuitan en San Diego Para atender la defensa de Misiones Orientales nombra al Coronel Juan de Dios Menna Barreto a quien da las tropas necesarias para cumplir su mision Recibida la orden de socorrer a Elio inicia desde San Diego la marcha hacia Montevideo el 17 de julio de 1811 tomando inicialmente hacia el Sur penetrando a la Banda Oriental por la invasion del Rio Yaguaron Se proponia atacar la frontera de Santa Teresa cuando sus defensores la abandonan el 5 de septiembre El 3 de octubre prosigue su marcha hacia el oeste sin encontrar resistencia llegando a Maldonado a mediados de octubre donde establece su Cuartel General Armisticio de Octubre Editar Fue en Rio de Janeiro el 20 de octubre de 1811 donde tuvo lugar la negociacion para un arreglo general de la crisis del Plata Alli la diplomacia britanica bajo la experta conduccion de Lord Strangford impuso al fin los objetivos de su politica restablecer la paz entre los gobiernos planteases y acaso tambien en el Alto Peru mediante un statu quo que dejara en suspenso la disputa entre los juntistas portenos y regentistas montevideanos Esto tenia como fin dejar expeditos los medios para que el libre comercio fuera garantizado a los comerciantes britanicos y para que se pudiera desarrollar el trafico mercantil sin sobresaltos ni problemas A fines de agosto la Junta Grande envio ante Elio comisionados a fin de o de gestionar un armisticio dada la grave situacion politica de las Provincias Unidas del Rio de la Plata y las derrotas sufridas en el norte por los ejercitos revolucionarios Estas negociaciones fracasan porque Elio exigia el abandono total de la Banda Oriental como condicion para cualquier arreglo Ante esta actitud de intransigencia los comisionados portenos pulsan el ambiente del campo sitiador reuniendo una Junta de Vecinos que convocada por Rondeau se reune en el Cuartel General situado en la panaderia de Vidal Las asambleas Editar Asamblea de la Panaderia de Vidal Editar El 10 de septiembre de 1811 se reunieron los vecinos de extramuros de Montevideo con una delegacion del gobierno de Buenos Aires integrada por Dean Funes Juan Jose Paso Manuel de Sarratea y otros La concurrencia a dicha reunion realizada en la panaderia de Vidal 28 situada sobre la actual calle Joaquin Requena no excedio las 100 28 Los representantes juntistas dieron cuenta de lo tratado en el momento con el gobernador Elio y explicaron los desastres del Ejercito en las zonas del Alto Peru asi como del peligro que significaba el avance portugues Los orientales expresaron que el sitio no se podia levantar hasta que la Junta escuchara su parecer 28 Los delegados del gobierno dieron sus razones para firmar el armisticio y garantizaron verbalmente a los orientales que no sufririan represalias pero estos se manifestaron radicalmente contrarios a la medida proyectada por los delegados portenos y afirmaron que estaban dispuestos a continuar la lucha por si mismos Mientras que el 7 de octubre de 1811 Elio y Buenos Aires llegan a un acuerdo que sera aprobado mas tarde Asamblea de la Chacra de la Paraguaya Editar El 10 de octubre en un paraje conocido como la quinta o chacra La Paraguaya situada en el actual emplazamiento del Parque Central hubo una segunda reunion de vecinos con Jose Julian Perez representante del Triunvirato en negociaciones con Elio Pese a que este prometio a los asistentes cuyo numero se ignora pero que parece haber sido mayor que en la ocasion previa toda clase de socorros la opinion publica unanime no cambio los orientales se comprometian a mantener el sitio por sus propios medios 29 comandados por Artigas El caudillo parece haber tenido en esta ocasion un protagonismo senalado y asi Artigas explica su intervencion en el debate de la dicha Asamblea Yo entonces reconociendo la fuerza de su expresion y conciliando mi opinion politica sobre el particular con mis deberes respete las decisiones de la superioridad sin olvidar mi caracter de ciudadano sin desconocer el imperio de la subordinacion recorde cuanto debia a mis compaisanos Testigo de sus sacrificios me era imposible mirar su suerte con indiferencia y no me detuve en asegurar del modo mas positivo cuanto repugnaba se los abandonase en un todo Esto mismo habia hecho ya conocer al Sr Representante y me negue absolutamente desde el principio a entender en unos tratados que considere siempre inconciliables con nuestras fatigas muy bastantes a conservar el germen de las continuas disensiones entre nosotros y la Corte del Brasil y muy capaces por si solos de causar la dificultad en el arreglo de nuestro sistema continental 5 Estas palabras confirman el disgusto y el rechazo que desde el principio exteriorizo Artigas respecto a la alternativa de un abandono total del sitio a la venganza de sus enemigos Seguidamente representaron sigue Artigas los conciudadanos que de ninguna manera podian serle admisibles los articulos de la negociacion que del ejercito auxiliador retornase a la capital Buenos Aires si asi se lo ordenaba aquella superioridad y declarandome su general en jefe protestaron no dejar la guerra en esta Banda hasta extinguir de ella a sus opresores o morir dando con su sangre el mayor triunfo a la libertad 5 En este suceso Artigas empezo a tener una importancia preponderante convirtiendose a partir de este momento en una gran autoridad politica entre los orientales que de alguna manera fue reconocido como jefe por los mismos asistentes pese a que termino por recomendar el acatamiento del armisticio Asamblea de San Jose Editar Los orientales se vieron obligados a aceptar las tentativas del gobierno de Buenos Aires o bien iniciar el Exodo Se refugiaron en su Jefe para que este los condujera hasta el exilio los defendiera de su esperanza expresara su rebeldia Refiriendose Artigas a la noticia de la ratificacion del Armisticio que tuvieron los orientales el 23 de octubre dice Marchamos los sitiadores en retirada hasta San Jose y alli precisados los bravos orientales a recibir el gran galope que hizo la prueba de su constancia el gobierno de Buenos Aires ratifico el tratado en todas sus partes por el se priva de un asilo a las almas libres en toda la Banda Oriental y por el se entregan Pueblos enteros a la dominacion de aquel mismo senor Elio bajo cuyo yugo gimieron 5 Al conocerse esta grave novedad entre las familias acampadas en la reviera del rio San Jose y las milicias orientales se produjo una gran conmocion que determino la realizacion de una Asamblea espontanea El propio Jefe de los Orientales descubriria la agitacion de los animos y la angustia de su pueblo ante este gran dilema En esa crisis terrible y violenta abandonada la familia perdidos los intereses acabado todo auxilio sin recursos entregados solos a si mismos Que podia esperarse de los orientales sino que luchando con sus infortunios cediesen al fin al peso de ellos y victimas de sus mismos sentimientos mordieran otra vez el duro freno que con un impulso glorioso habian arrojado lejos de si 5 Analizaria tambien el Jefe Oriental las consecuencias de la ratificacion del Armisticio en particular en lo relativo a la situacion en que quedaban los orientales manifestando un Pueblo sin cabeza tal era el Pueblo Oriental bajo el cetro de la tirania despues de la ratificacion de los tratados de Octubre Armisticio el entonces pudo constituirse y se construyo sino bajo las formas mas o menos propias al menos bajo las mas legales 30 Segun Artigas fue asi que la Asamblea tomo sus tres resoluciones En conclusion la primera resolucion en esta Asamblea sancionaba los articulos hechos entre el gobierno porteno y Montevideo En segundo lugar se debia detener la Invasion Portuguesa En tercer lugar se hacia referencia al inicio del Exodo Oriental y la necesidad de exiliarse para poder seguir viviendo Protestaron que jamas protestaran la necesaria expresion de su voluntad para sancionar los articulos que el gobierno auxiliador habia ratificado la protesta de no dejar las armas de la mano hasta no haya evacuado el pais el invasor portugues y pueden ellos gozar una libertad por la que vieron derramar la sangre de sus hijos recibiendo con valor su postrer aliento Determinaron gustosos dejar los pocos intereses que les restan a su pais y trasladandose con sus familias a cualquier punto donde puedan ser libres a pesar de trabajos miserias y toda clase de males 31 El Exodo Oriental Editar Articulo principal Exodo oriental En ese clima de frustracion y derrota quedo de manifiesto la voluntad de los orientales de reanudar el combate apenas las circunstancias lo permitieran De inmediato Artigas al frente de 3 000 soldados retomo su camino hacia en Norte y un alto numero de civiles lo acompano El caudillo se opuso a esta emigracion masiva en un principio pero luego ordeno levantar un registro de las familias e individuos que lo seguian Protagonistas del suceso Editar Veinticinco familias sobre 880 el 3 tienen muchos esclavos mas de cinco y sus bienes promedian los 700 pesos por persona alli estan los Artigas don Martin llevaba 3 carretas y 8 esclavos suyos Pablo Preafan el padre de Rivera con 7 carruajes y 16 esclavos 130 familias 14 tienen varios esclavos hasta 5 y bienes que promedian los 125 pesos por persona 450 familias 52 llevaban un transporte con su mobiliario sin tener esclavos sus bienes promedian los 50 pesos en la clase media integrada por ocupantes de tierras 270 31 no tienen esclavos ni llevan transportes carecen de bienes se contabilizan en total 500 esclavos el 12 de la poblacion computada Son cifras incompletas pues Artigas advierte que no se computan ademas de la tropa ni los hombres sueltos ni las familias que acampan distantes ni los que van llegando Carlos Machado En total el censo realizado por Artigas contabiliza un total de 4 435 personas y 846 carruajes pero en opinion general de los historiadores al no contabilizarse los ejercitos ni las personas que se sumaban al acontecimiento general en el camino los que van llegando ni demas se llega a un numero aproximado a las 16 000 personas o mas Participaron personas de todas las clases sociales que se movian en las condiciones materiales mas precarias Cada dia miro con admiracion sus rasgos singulares de heroicidad y constancia unos quemando sus casas y los muebles que no podian conducir otros caminando leguas a pie mujeres ancianas viejos decrepitos parvulos inocentes acompanan esta marcha manifestando todos la mayor energia y resignacion en medio de todas las privaciones 32 Rumbo y cronologia del camino Editar 181112 de octubre se levanta el sitio a Montevideo 14 de octubre comienza el cruce del rio Santa Lucia y se dirigen hacia San Jose 23 de octubre en el paso de la Arena San Jose Artigas se entera de que Buenos Aires y los espanoles firmaron la paz por lo que el territorio de la Banda Oriental vuelve a jurisdiccion espanola Decide marcharse y buena parte de la poblacion oriental lo acompana al exilio 30 de octubre cruzan arroyo Grande actual limite entre los departamentos de Soriano y Flores 2 de noviembre cruzan arroyo Perdido departamento de Soriano 3 de noviembre cruzan arroyo Cololo departamento de Soriano 11 al 13 de noviembre vadean el rio Negro en el Paso del Yapeyu 14 de noviembre llegan al cuartel general en arroyo Negro actual limite entre los departamentos de Rio Negro y Paysandu 24 de noviembre llegan a Paysandu 1 de diciembre acampan a orillas del arroyo Quebracho departamento de Paysandu 3 de diciembre cruzan el arroyo Chapicuy departamento de Paysandu 7 de diciembre cruzan el rio Dayman limite entre los departamentos de Salto y Paysandu 10 de diciembre las familias inician el cruce del rio Uruguay Salto 1812 10 de junio Artigas instala su campamento en el Ayui Entre Rios Sucesos en el camino Editar Entre el 11 y 13 de noviembre la caravana que se extendia 50 km segun algunas fuentes cruzo el rio Negro por el Paso del Yapeyu aguas abajo de la actual represa de Palmar hacia el 15 de noviembre estaban en Paysandu donde Artigas es designado Teniente Gobernador Justicia Mayor y Capitan de Guerra de Yapeyu De Paysandu partieron el 21 el 7 de diciembre llegaron al rio Dayman y el 10 iniciaron el cruce del rio Uruguay por el Salto Chico en una empresa particularmente dura y sacrificada El 7 de diciembre de 1811 Artigas dirige un oficio al Gobierno del Paraguay haciendo una resena historica de los sucesos ocurridos desde la insurreccion hasta el levantamiento del primer sitio Desvirtua las criticas realizadas contra la revolucion por Elio en sus proclamas diciendo que contaba con los mas caracterizados vecinos muchos de ellos acaudalados No eran asi pues los depravados ni los bandoleros quienes luchaban por la causa oriental Se queja por otra parte de la actitud indecisa de Buenos Aires que malograba oportunidades favorables y parecia ignorar el sacrificio de los orientales Dicho Oficio lo llevo el Capitan Juan Francisco Arias a quien se entrego tambien instrucciones para el cumplimiento de su mision Esta mision tenia por finalidad obtener la colaboracion moral y material del Paraguay Disgustado con Buenos Aires Artigas busca contacto con la otra provincia poderosa del Virreinato Entre los auxilios solicitados figuran tabaco yerba mate lienzos etc senalando su deseo de iniciar de inmediato las hostilidades contra los portugueses que no cumplen el armisticio robando y desolando la campana 18 Desde su campamento en el rio Dayman Artigas destaco a Otorgues hacia las Misiones Occidentales con 800 hombres un Escuadron de Voluntarios 3 Companias que comandaba Rivera y algunas milicias misioneras Tras breve resistencia ocupa y guarnece los pueblos de Yapeyu y La Cruz que habian sido ocupados por fuerzas portuguesas pertenecientes al Coronel Juan de Dios Mena Barreto I Diego de Souza presenta una reclamacion ante la Junta de Buenos Aires para exigir que tanto su Gobierno como el de Montevideo reconocieran la situacion de sus tropas y tomaran medidas contra Artigas que sumia una actitud de resistencia al no evacuar totalmente el territorio Oriental por lo conforme en el Armisticio El 16 de marzo de 1812 marcha Diego de Souza hacia Paysandu acampando luego en la desembocadura del Arroyo de San Francisco en el Rio Uruguay donde se atrinchera Vigodet quien habia quedado como Capitan General de Montevideo al embarcarse Elio para Espana se dirigio reiteradamente al Gobierno de Buenos Aires exigiendo que Artigas cumpliera el articulo 6 º del armisticio de octubre que era el de desalojar la Banda Oriental Para acallar tales protestas Artigas cruzo el Rio Uruguay y se establecio en la costa de occidental del rio donde permanecio 3 meses en espera de la reanudacion de las hostilidades ya que Vigodet habia denunciado el armisticio Ya en territorio de Entre Rios actual Argentina permanecieron acampados hasta abril y luego se instalaron en la desembocadura del arroyo Ayui Grande En el Ayui Editar Extremadamente duras fueron las condiciones de vida de todos los emigrantes del exodo oriental en el campamento artiguista del Ayui Todas las fuentes coinciden en destacar la precariedad de la vida que debieron llevar quienes optaron por seguir a Artigas despues del armisticio de octubre En sus constantes solicitudes de ayuda a Buenos Aires a la junta de gobierno de Paraguay el caudillo insiste en la escasez de viveres ropas armas municiones etcetera Toda esta costa del Uruguay esta poblada de familias que salieron de Montevideo unas bajo las carretas otras bajo los arboles y todas las inclemencias del tiempo pero con tanta conformidad y gusto que causa admiracion y da ejemplo El ejercito se compone de cuatro a cinco mil hombres armados con fusiles carabinas y lanzas y cuatrocientos indios charruas armados con flechas y bolas 4 Todo el periodo del Ayui resulta fermental para la maduracion de lo que seria luego la concepcion federal de Artigas y para definir las caracteristicas sociales del artiguismo Alli se definira la separacion definitiva de Artigas respecto de los gobiernos de Buenos Aires alli comenzara el caudillo a comprender que los sectores mas necesitados y humildes serian tambien los mas fieles Alli comenzaran sus contactos con las provincias del litoral del Uruguay y el Parana que constituiran mas tarde su principal zona de influencia A las ingentes tareas que demandaba su doble condicion de jefe de los orientales y gobernador de Yapeyu creacion de un hospital de campana celebracion de oficios religiosos incursiones a la Banda Oriental en persecucion de depredadores portugueses Artigas sumo una actividad positiva ambiciosa e intensa Mantuvo contacto con algunos jefes y caudillos de Entre Rios y Corrientes procurando organizar una accion conjunta contra las correrias portuguesas Mientras la respuesta del gobierno paraguayo llegaba Paraguay se limito a enviar a su vez a Francisco Bartolome Laguardia que trajo tabaco yerba mate y buenas palabras A pesar de que esto apaciguaba las necesidades de los orientales que se encontraban en el Ayui el Jefe de los Orientales pretendia un mayor compromiso por parte del aislado gobierno de Paraguay Un oficio de Artigas a la junta paraguaya en abril de 1812 critica esta politica y adquiere a la luz de tragicos hechos posteriores resonancias de funebre prediccion Si la accion general se pierde de que le servira a la provincia del Paraguay haberse mantenido a la defensiva El gemido y el llanto llenaran toda la America y su inundacion llegara precisamente a este territorio Estruendo de cadenas volvera a resonar en todas partes y ese sabio gobierno no vera en precision de sentirlo en torno de sin poderlo remediar ya 4 Sarratea Editar La asidua actividad diplomatica de Artigas desde el Ayui no podia sino molestar al gobierno de Buenos Aires que comenzo a ver en el caudillo oriental un insubordinado a su causa libertadora Tanta importancia dio el Triunvirato a la actuacion de Artigas que decidio enviar a uno de sus miembros Manuel de Sarratea con el preciso objetivo de controlar la situacion Nombrado General en Jefe del Ejercito de Oriente y Capitan General de la Banda Oriental del Parana Sarratea se instalo en la margen occidental del rio Uruguay a la altura del Salto Chico a una legua del campamento artiguista en el Ayui Sarratea representante de la burguesia portena liberal y anglofila tenia entre sus objetivos combatir la influencia de Artigas por todos los medios posibles Habiendose instalado con todo lujo en el Salto Chico realizo una visita al campamento de Artigas Este en actitud significativa ofrecio al Triunvirato la dimision de todos sus cargos politicos y militares y expreso el deseo de conservar solo el de Jefe de los Orientales pero Sarratea no acepto esta dimision su objetivo era desprestigiarlo y no provocar su ruptura con Buenos Aires mientras conservara su popularidad Respondiendo a las quejas de sus jefes contra Artigas por el relajamiento de la disciplina de las tropas una de las medidas tomadas por Sarratea en el Salto Chico fue tomar a su mando las fuerzas nacionales que estaban en el campamento de Artigas Regimiento de Dragones de Patria al mando de Rondeau Regimiento N 6 de Pardos y Morenos al mando de Soler Regimiento de Granaderos de Fernando VII al mando de Terrada Regimiento de la Estrella al mando de French El choque sobrevino cuando Sarratea a traves del oriental Francisco Javier de Viana que era su jefe de Estado Mayor trato de dividir las fuerzas militares de Artigas y subsumirlas dentro del ejercito de Oriente Esta claro que el caudillo no podia aceptar semejante reorganizacion cosa que lo habria privado de toda fuerza El Regimiento de Blandengues de Montevideo de 800 soldados al mando de Ventura Vazquez se paso al campamento de Sarratea y fue declarado nacional dandole el N 4 Artigas reclamo la devolucion de las fuerzas orientales pero Sarratea se nego Con el apoyo de sus oficiales Artigas se nego a cumplir ordenes y dejo claro que consideraba al Ejercito de Oriente como auxiliador distinto y separado del propio Ante esta rebeldia Sarratea tenia dos caminos o abrir un conflicto de consecuencias imprevisibles o valerse de la diplomacia Opto por esta segunda via y comenzo por ofrecer cargos y ventajas a quienes abandonaran a Artigas y pasaran a residir en su campamento Tuvo relativo exito y algunos destacados colaboradores del caudillo lo abandonaron entre ellos Pedro Viera el heroe del Grito de Asencio Baltasar Vargas Eusebio Valdenegro Ventura Vazquez Bartolome Hidalgo Manuel Calleros Santiago Figueredo Santiago Vazquez Joaquin Suarez y otros Pasaron al campamento nacional una division de caballeria oriental de 800 hombres al mando de Baltazar Vargas y una division de infanteria oriental de 700 hombres al mando del comandante Viera A pesar de que la histografia uruguaya suele darle epitetos de traidores a estos hombres que decidieron abandonar el campamento artiguista se debe de tomar en cuenta la dificil condicion de vida y de miseria que existia en el campamento del Ayui y despues de todo Sarratea no era un enemigo sino un jefe nacional superior Artigas sin embargo sufrio mucho despues de estas deserciones Ramon de Caceres testigo directo de estos hechos senalaba que partir de este momento tuvo predileccion por los gauchos pues le he oido decir que habia encontrado mas virtud en ellos que entre los hombres de educacion Tambien hubo fidelidades a Artigas Miguel Barreiro Fernando Otorgues Tomas Garcia de Zuniga Jose Llupes Francisco Sierra y otros destacados artiguistas pretendieron romper de inmediato con Sarratea y designar una junta de gobierno del pueblo oriental a la que Artigas se opuso radicalmente ordenando incluso la prision de Barreiro y Otorgues Esto motivo que los responsables de la iniciativa le recordaran que su calidad de jefe provenia de una decision popular y que si esa era la voluntad de la mayoria el debia acatarla El ejercito artiguista quedo reducido a un millar de hombres Division al mando de Manuel Artigas con 900 hombres Division al mando de Ojeda con 400 hombres un piquete de blandengues con 70 hombres una compania de blandengues al mando del capitan Tejera con 80 hombres Gaspar de Vigodet capitan general que habia quedado al mando de las tropas realistas en Montevideo despues de que Elio recibiera la orden de retornar a Espana y transformar de hecho el virreinato en una capitania general era un hombre combativo y optimista y no demostro mayor interes en mantener vigente el armisticio de octubre de 1811 Por su parte el gobierno del Triunvirato una vez desaparecida la amenaza de la intervencion de Portugal por el Tratado Rademaker Herrera abrio unas negociaciones con Montevideo que de hecho significaban una denuncia del mencionado acuerdo en agosto de 1812 se propuso a Vigodet que aceptara la autoridad del gobierno de Buenos Aires a cambio de una serie de garantias respecto a cargos y propiedades representacion en el Congreso provincial etcetera Todo se hacia en nombre de Fernando VII y para conservar la unidad de la nacion espanola Vigodet contesto a esas propuestas las desecha el honor las condena la justicia y las execra el caracter espanol que no sabe sin envilecerse permitir se le propongan traiciones a su Rey y a su Nacion De inmediato el Triunvirato considero reabiertas las hostilidades y ordeno a Sarratea dirigirse hasta Montevideo la orden desde luego comprendia a Artigas que no la necesitaba para volver a la lucha si las condiciones estaban dadas El Segundo Sitio Editar Encuentro entre las tropas de Artigas y Rondeau La vanguardia de las tropas de Sarratea a las ordenes de los coroneles Ventura Vazquez Jefe de los Blandengues French y Soler cruzo el rio por el paso de Vera seguida tiempo despues por el grueso de las fuerzas que a mediados de septiembre tambien vadeaban el rio Uruguay en un lento movimiento debido a las numerosas familias que retornaban a sus hogares y las que fue necesario escoltar Rondeau a su vez cruzaba por el paso de Mercedes dirigiendose rectamente hacia la ciudad de Montevideo estimulado por las ordenes de Sarratea que queria prevenir con la formalizacion del asedio la alternativa de una nueva disposicion del Gobierno para evacuar la Provincia Oriental La demorosa tramitacion de estos movimientos de las tropas de Sarratea facilito el agrupamiento de las partidas sueltas de gauchos errantes que refugiados en los bosques para eludir la accion represiva de las partidas tranquilizadoras enviadas por Vigodet para atacar a los pequenos focos rebeldes que seguian causando desorden y que decidieron no abandonar la Banda Oriental estos gauchos errantes cuyo jefe principal era Jose Culta habian prolongado una guerra de recursos en perjuicio mas directo de los escasos hacendados habitantes de la campana que verian saqueados sus establecimientos y faenadas sus haciendas Luego de ataques posteriores a las tropas realistas el 1 de octubre de 1812 las fuerzas irregulares del caudillo oriental Jose Garcia Culta con 200 hombres reimplantaban el sitio de Montevideo El 20 de octubre llegaron las fuerzas de Rondeau para formalizar el sitio a la plaza tomando posiciones definitivas a tiro de canon de sus murallas Se produjeron entonces frecuentes guerrillas entre los destacamentos de los sitiados y avanzadas del ejercito patriota pero sin empenar una accion decisiva Sin embargo la logica euforia del exito muy parcial logrado por los regentistas en una escaramuza del Arroyo Seco y algunos otros factores propios de los dos bandos hizo propicia la situacion para enfrentar una proxima batalla Asi se libro el 31 de diciembre la accion de la Batalla del Cerrito que presenciaron los habitantes de la ciudad en sus variadisimas alternativas desde miradores y azoteas La fogosidad y el coraje del propio Rondeau dieron la victoria superando vacilaciones iniciales del comando y exitos parciales de los espanoles que llegaron a hacer flamear fugazmente su bandera en la cumbre de donde fueron desalojados despues de una carga de bayoneta y un tremendo combate cuerpo a cuerpo En ese combate murio el brigadier Vicente Muesas el responsable del pasaje de Artigas a la causa revolucionaria El 8 de octubre de 1812 un pronunciamiento civico militar derroco en Buenos Aires al primer Triunvirato y lo sustituyo por un segundo que integraban Juan Jose Paso Antonio Alvarez Jonte y Nicolas Rodriguez Pena Sarratea dejaba entonces de ser miembro del gobierno pero se le mantuvieron sus responsabilidades militares El Segundo Triunvirato encargo a Carlos Maria de Alvear entrevistarse con Artigas en procura de un acuerdo pero Alvear tuvo un accidente y no pudo comunicarse con el caudillo sino por carta y sin consecuencias Sarratea por otra parte habia dicho a Alvear que Artigas era intratable y que habia que librarse de el pues era posible incluso que estuviese en contacto con los espanoles En el camino hacia Montevideo y a orillas del rio Yi la situacion hizo crisis enterado Artigas de la conducta de Sarratea y de la imagen que habia difundido entre los hombres del nuevo gobierno y habiendo recibido informacion de que incluso se preparaba un atentado contra su vida adopto medidas de guerra contra el general separo sus tropas del parque y le envio un oficio que el mismo llamaria mas tarde Precision del Yi En el realizaba una larga relacion de agravios y exigia su remocion del mando Fue esta la primera ruptura de Artigas con la diligencia portena El texto artiguista contenia una de sus mas repetidas definiciones La cuestion es solo entre la libertad y el despotismo Nuestros opresores no por su patria sino por serlo forman el objeto de nuestro odio Sarratea se sintio incapaz de afrontar un conflicto con el caudillo oriental e intento llegar a un acuerdo por mediacion de algunas personalidades de prestigio pero al mismo tiempo preparaba su asesinato para lo cual conto con el apoyo de Santiago Vazquez La conspiracion fue un fracaso porque eligieron mal a quien debia realizarla Fernando Otorgues primo de Artigas y cercano colaborador Este un criollo burlon y astuto fingio seguir el juego y solo lo puso de manifiesto una vez que hubo sacado a los conspiradores muchas onzas Santiago Vazquez incluso llego a enviarle un par de pistolas con las que debia cumplir con su mision Entretanto Artigas habia llegado el 8 de enero de 1813 a un acuerdo con los enviados de Sarratea el llamado Pacto del Yi Por este se establecia que el jefe porteno resignara el mando militar que se retirara junto a algunos de sus jefes los ex artiguistas Valdenegro Viera Ventura Vazquez y otros que Artigas tendria el mando militar de todas las fuerzas orientales y que las tropas portenas tendrian el caracter de auxiliadoras Sarratea dijo que sus enviados se habian extralimitado en sus atribuciones y declaro a Artigas Traidor de la Patria Pero abandonado incluso por sus propios hombres el 21 de febrero de 1813 transmitio el mando a Rondeau y se marcho a Buenos Aires Paralelamente a estos hechos Artigas procuro aclarar sus relaciones con el nuevo gobierno de Buenos Aires a traves de la llamada mision Garcia de Zuniga Tomas Garcia de Zuniga uno de los principales colaboradores en ese momento debia hacerse escuchar por el Triunvirato y hacerles conocer directamente las causas de su conflicto con Sarratea Reiteraba las exigencias estipuladas en el pacto del Yi y contenia algunas definiciones de corte federal La soberania particular de los pueblos sera precisamente declarada y ostentada como objetivo de nuestra revolucion Superado el problema con Sarratea Artigas y su gente se incorporaron al segundo sitio de Montevideo el 26 de febrero de 1813 De inmediato el caudillo debio de atender la eleccion de los diputados orientales que debian de representar a la Provincia en la Asamblea General de las provincias que habia comenzado a sesionar en Buenos Aires La Asamblea General de 1813 Editar Articulo principal Asamblea del Ano XIII Como ya se ha senalado el verdadero impulsor de la politica del Primer Triunvirato fue Bernardino Rivadavia una de las figuras mas controvertidas de la historia argentina pero tambien indudablemente uno de los politicos mas creativos y capaces del periodo Como responsable del gobierno de las Provincias Unidas Rivadavia desarrollo una accion reformista ambiciosa y de largos alcances modifico profundamente la organizacion militar creo un Reglamento de Justicia tomo medidas de difusion de la ensenanza fundo un museo de historia natural prohibio el ingreso de negros esclavos que obtenian su libertad por el solo hecho de pisar territorio provincial reglamento la accion del clero y de la administracion y un larguisimo etcetera Desde el punto de vista economico siguio una politica librecambista derogando impuestos autorizando la salida de moneda en metalico y favoreciendo en todo lo posible el comercio con Inglaterra Se opuso a una declaratoria de la independencia que consideraba prematura de acuerdo a la opinion del ministro britanico lord Strangford y amenazo a Belgrano cuando este desplego lo que seria mas tarde la bandera argentina Fue drastico en la represion a los espanolistas llamados sarracenos y ordeno la ejecucion de Martin de Alzaga el heroe de las invasiones inglesas al descubrir una presunta conspiracion liderada por este En cuanto a la marcha de la guerra anticolonial cosecho muchos mas fracasos que exitos en la Banda Oriental firmo con Elio el armisticio de octubre de 1811 cuyas gravisimas consecuencias ya se han estudiado Logro por fin la retirada de los portugueses a traves del Tratado Rademaker Herrera pero esto revelaba en definitiva que el armisticio de octubre no se habia cumplido a cabalidad Belgrano obtuvo la victoria de Tucuman con el Ejercito del Norte pero lo hizo contraviniendo ordenes expresas del gobierno que le habia ordenado retirarse Mas alla de su talento y su incansable actividad las reformas de Rivadavia estaban mas inspiradas en un liberalismo utopico y ultramontano que en la dura realidad del territorio Por ello concito mucha mas opresion que apoyo En definitiva Rivadavia defraudo a las provincias con su cerrado centralismo y con ello dio impulso a su pesar al federalismo defraudo a los artesanos y empleados de clase baja portena defraudo a los liberales radicales no declaro la independencia ni logro reunir el tan anunciado congreso provincial y defraudo a los jefes militares Genero en fin un poderoso movimiento que terminaria por derrocarlo Actuaban por entonces en Buenos Aires dos organizaciones politicas la Logia de Lautaro y La Sociedad Patriotica La Logia Lautaro creada por algunos jovenes del patriciado que habian estudiado en Europa Jose de San Martin y Carlos de Alvear los principales era una organizacion secreta organizada al estilo masonico Pretendia imponer una linea politica basada en dos grandes principios Independencia y Constitucion La Sociedad Patriotica en cambio era una institucion legal que editaba un periodico llamado El Grito del Sud y que preconizaba los mismos principios que la logia De hecho actuo como fachada legal de esta La personalidad mas destacada de la Sociedad Patriotica fue el periodista y escritor Bernardo Monteagudo un mulato culto y astuto de rica actuacion posterior en la revolucion americana La creciente discrepancia de la Logia Lautaro y la Sociedad Patriotica con la politica de Rivadavia fue gestando una conspiracion La victoria de Belgrano en Tucuman en contra de las ordenes del secretario del Triunvirato que demostraba que era posible derrotar a los espanoles y lograr la independencia y las maniobras de Rivadavia para controlar la Asamblea Provincial reunida el 6 de octubre en Buenos Aires fueron los factores que precipitaron los hechos El 8 de octubre de 1812 el Regimiento Granaderos de a Caballo que comandaba el coronel Jose de San Martin se declaro en rebeldia exigiendo la dimision del gobierno y la convocatoria de un nuevo cabildo abierto Este se reunio de inmediato y a el acudio Bernardo Monteagudo con una peticion rubricada con 400 firmas en la que se pedia el cese del Triunvirato la disolucion de la Asamblea la reasuncion de la soberania por el Cabildo el nombramiento de un nuevo gobierno y la inmediata convocatoria de una nueva asamblea provincial que decida de un modo digno los grandes negocios de la comunidad Se daba al Cabildo Abierto veinte minutos para aceptar o rechazar el documento Para ese entonces Rivadavia y sus principales colaboradores Juan Martin de Pueyrredon Manuel Jose Garcia se habian escondido El Cabildo despues de algunas negociaciones y bajo la presion de Bernardo de Monteagudo y las tropas de San Martin y Alvear decidio designar un nuevo poder ejecutivo tripartito lo integraron Juan Jose Paso Nicolas Rodriguez Pena un antiguo jacobino y Antonio Alvarez Jonte En ese mismo acto el Cabildo aprobo un reglamento que debia ai alai el nuevo gobierno y que prescribia entre otras cosas que este debia convocar una asamblea general de las provincias dentro del lapso de tres meses precisa e indispensablemente Dicha asamblea tenia como objetivo central redactar una constitucion provisoria y tendria un poder tan extenso como quieran darle los pueblos Si bien no se hablaba directamente de independencia en la formula de juramento que se prescribia para los miembros del Triunvirato se eliminaba toda referencia a Espana y a Fernando VII La Asamblea se reunio por fin con toda pompa el 31 de enero de 1813 Previamente se habia aprobado un procedimiento al cual los pueblos debian ajustarse para la eleccion de sus representantes y que resultaba bastante complejo A medida que se fuese cumpliendo los diputados provinciales se irian integrando al cuerpo La primera medida de este fue elegir un presidente y el nombramiento recayo en Carlos de Alvear por el lapso de un mes Alvear joven militar de 24 anos era nacido en las Misiones Orientales pero su mentalidad era la propia de un porteno centralista Apuesto y carismatico su temperamento soberbio y sus tendencias autoritarias le enajenaron rapidamente muchas simpatias Su actuacion en la politica rioplatense seria larga y muy destacada y lo vinculo con frecuencia a la Banda Oriental Cuando fue elegido presidente de la Asamblea General se hallaba estrechamente ligado a Jose de San Martin una version de la epoca afirmaba incluso que eran medio hermanos pero ambos hombres diametralmente opuestos en temperamento y objetivos no tardarian en separarse San Martin nacido en Yapeyu es una de las figuras mas importantes de la historia de America Personalidad austera y de extrema rectitud fue el gran conductor militar de la revolucion y su impresionante cruce de los Andes fue decisivo para terminar con el dominio espanol en America Carente de ambiciones politicas era monarquico moderado pero se mantuvo al margen de las luchas entre unitarios y federales aunque sus simpatias por estos ultimos fueron aumentando con el tiempo Muy pronto se definieron en el seno de la Asamblea dos grandes tendencias los conservadores o alvearistas siete diputados y los independentistas o sanmartinianos cuatro La mayoria sin embargo 13 diputados pertenecia al grupo peyorativamente llamado de los esclavos sin opinion definida y tendentes a apoyar a uno u a otro segun los casos La diferencia entre unos y otros se dio respecto a la oportunidad y forma de la declaratoria de independencia los alvearistas muy vinculados por intereses de clase a Inglaterra no querian distanciarse de la politica de esta que desaconsejaba por prematura una definicion al respecto que le crearia problemas diplomaticos con Espana su aliada Los sanmartinianos en cambio estaban integrados fundamentalmente por delegados del interior y preconizaban un inmediato pronunciamiento independentista Es evidente que esta diferencia no era sino la punta del iceberg de una distancia mucho mayor la que separaba irreversiblemente la concepcion autonomista e integracion del esquema centralista impulsado por la oligarquia de Buenos Aires segun la dicotomia civilizacion contra barbarie En este panorama quedan claras las razones que llevaron a la Asamblea dominada por los alvearistas en gran parte porque San Martin nunca hizo pesar su prestigio personal en la lucha interna a rechazar a los diputados orientales elegidos en el Congreso de abril de 1813 los que hubieran reforzado considerablemente a la otra faccion La Asamblea General instalada en 1813 funciono hasta que fue disuelta por el motin de Fontezuelas en marzo de 1815 En ese periodo ni declaro la independencia ni aprobo una constitucion lo que revela no solo su fracaso sino las dudas y vacilaciones del patriciado porteno que llego a controlarla de forma total Sin embargo a su accion se debieron algunas medidas importantes como el establecimiento de la libertad de vientres no nacerian mas esclavos la ilegalizacion general de encomiendas mitas yanaconazgos y otras formas de servidumbre indigena la abolicion de los titulos de nobleza la supresion del Tribunal de la Inquisicion la prohibicion del empleo de tormentos y la independencia eclesiastica El Congreso de Tres Cruces Editar Articulo principal Congreso de Tres Cruces El llamado Congreso de Tres Cruces conocido tambien como Congreso de Abril sesiono entre los dias 5 y 21 de abril de 1813 en la quinta de Manuel Jose Sainz de Cavia en el paraje extramuros hoy dia barrio de Tres Cruces en Montevideo Los convocados eran diputados que representaban los pueblos de la Provincia Oriental se desconoce el numero exacto de asistentes y apenas es de conocimiento historico los nombres de algunos de ellos La importancia del Congreso fue de capital importancia en el desarrollo del artiguismo ya que sento las bases de las ideas federalistas y republicanas de Jose Artigas Se conoce que en realidad el cenaculo debio comenzar el 3 de abril sin embargo se pospuso hasta el 5 debido a las malas condiciones climaticas El acta levantada aquel dia comienzo de sesiones decia que se encontraban en el Congreso Los diputados de cada uno de los pueblos de la Banda Oriental del Uruguay Este aspecto ha causado polemica entre algunos historiadores pues han reincidido en el hecho de que al parecer los diputados eran en su practica totalidad terratenientes gente del patriciado y comerciantes lo que provocaria como consecuencia de que las politicas sociales a adoptar por el programa Artiguista estuviesen excluidas de la discusion segun esta interpretacion El simposio celebro solo dos juntas generales o plenarios una el 5 de abril y la otra el 21 fechas de inicio y de cierre de la asamblea respectivamente El dia inicial Artigas leyo la legendaria Oracion Inaugural redactada por Miguel Barreiro secretario y familiar vinculado estrechamente al caudillo Dicha oracion refleja fielmente la fuerza del pensamiento liberal y democratico de Artigas plasmado y recordado para siempre en quiza la frase que hizo celebre al Jefe de los Orientales Mi autoridad emana de vosotros y ella cesa ante vuestra presencia soberana A continuacion Artigas expuso las finalidades del Congreso La asamblea tantas veces anunciada la Asamblea Constituyente de Buenos Aires empezo sus sesiones Su reconocimiento nos ha sido ordenado Resolver sobre este particular ha dado motivo a esta congregacion Se aconsejo el reconocimiento de la Asamblea Constituyente lo que finalmente se aprobo aunque condicionado a un pacto en lo que Artigas fue claro y determinante Ni por asomo se trata de una separacion nacional Una vez terminado el discurso los diputados tuvieron la libertad de debatir El pacto finalmente aprobado contenia ocho items que debian cumplir las autoridades constituyentes portenas que en lo esencial contenian una serie de aspiraciones orientales que nunca oyeron eco en Buenos Aires encomendadas anteriormente por el caudillo a Tomas Garcia de Zuniga Dichas pretensiones eran el desagravio a Artigas y al pueblo oriental por las ofensas de Manuel de Sarratea un aval del no abandono al asedio de Montevideo y de recibir pertrechos belicos para la prosecucion de la lucha y el reembolso por parte de Sarratea de las armas robadas por este al Cuerpo de Blandengues Las disposiciones 6 ª y 7 ª contienen los aspectos esenciales del convenio Disposicion Sexta Sera reconocida la confederacion defensivo ofensiva de esta Banda con el resto de las Provincias Unidas renunciando cualquiera de ellas a la subyugacion a que se ha dado lugar por la conducta de este anterior gobierno Disposicion Septima En consecuencia de dicha confederacion se dejara a esta Banda en la plena libertad que ha adquirido como provincia compuesta de pueblos libres pero queda desde ahora sujeta a la Constitucion que emane y resulte del Soberano Congreso de la Nacion Segun el estatuto aprobado por la Asamblea de Buenos Aires que desconocia la condicion de provincia de la Banda Oriental preveia un proceder especial para esta en materia de designacion de diputados Se podian elegir solo dos uno por Montevideo y otro por Maldonado Sin embargo el Congreso de Tres Cruces a su vez desconocio estas disposiciones y creo otras propias basadas en el antiguo derecho colonial Segun esta nueva resolucion se elegirian dos diputados por la cabeza de provincia Montevideo y uno que represente a su respectiva villa con Cabildo Santo Domingo de Soriano y Guadalupe de los Canelones actual ciudad de Canelones ademas de un unico emisario de poblaciones que contasen con medio cabildo o sea San Juan Bautista actual Santa Lucia y San Jose de Mayo logrando la Banda Oriental una representacion total de cinco congresistas Acatando las nuevas disposiciones orientales y contradiciendo las portenas fueron elegidos Mateo Vidal y Damaso Antonio Larranaga por Montevideo Felipe Santiago Cardoso por Guadalupe de los Canelones y Damaso Gomez Fonseca por Maldonado Francisco Bruno Rivarola por Santo Domingo de Soriano y el unico representante de San Jose de Mayo y San Juan Bautista Marcos Salcedo Segun la costumbre los diputados fueron suministrados con un conjunto de instrucciones las celebres Instrucciones del ano XIII uno de los escritos esenciales del artiguismo Segun las investigaciones historicas no se hallo prueba alguna de que las Instrucciones fuesen debatidas por el Congreso antes y durante su redaccion por lo que se tiende a pensar que fueron una empresa realizada exclusivamente por obra y pensamiento de Artigas En la sesion correspondiente al 20 de abril los congresales denominaron los miembros constituyentes de un Consejo o Gobierno que velase por la recuperacion y proyeccion de la economia oriental siendole otorgadas la responsabilidad de varias tareas cuyo norte comun era el ya mencionado Se trataba de los albores del denominado Gobierno Economico de Canelones A modo de parentesis dicha sesion se caracterizo por asemejarse a la llamada democracia directa practicada por los antiguos griegos en el agora ya que en ella no solo intervinieron los representantes que conformaron el Congreso el 5 de abril sino que arribaron para participar en el varios ciudadanos de Montevideo y de otros puntos de la geografia oriental Anterior a la maceracion del consejo mas precisamente el 19 de abril Artigas firmo tres tratados con Jose Rondeau representante del gobierno de Buenos Aires titulados Convencion de la Provincia Oriental Pretensiones de la Provincia Oriental y Pretensiones de las Tropas Orientales en los que reitera y afirma su postura y la de los congresales ya expresa en el pacto debatido y finalmente aprobado de la convencion inaugural del 5 de abril Los documentos al igual que las aspiraciones representadas por Tomas Garcia de Zuniga fueron cuestionados y en la practica nunca acatados por las autoridades bonaerenses Ello se debia a que los orientales habian resuelto no emplear el metodo designado por los jerarcas portenos para la designacion de los diputados en lo que derivo como consecuencia que de los cinco diputados electos solo Damaso Gomez Fonseca y Damaso Antonio Larranaga los designados por Maldonado y Montevideo respectivamente como se preveia en la reglamentacion bonaerense fuesen reconocidos e incorporados Ademas en los mencionados textos se declaraba a Artigas como el Jefe de los Orientales algo nunca aceptado por Buenos Aires Con respecto al rechazo del resto de los representantes de la Banda Oriental en la Asamblea Constituyente bonaerense la razon ultima de ello fue la defensa que proclamaban del sistema federalista artiguista ya que otros diputados pese a estar mal elegidos como se ha mencionado al poseer algunas diferencias menores o mayores con el federalismo de Artigas fueron finalmente aceptados En ese contexto el caudillo oriental ordeno al diputado Felipe Santiago Cardoso a idear y desarrollar una campana de acusacion y propaganda sobre la postura de la Asamblea Constituyente en lo que respecta a las demas provincias y debio pagar por ello con su detencion y posterior confinamiento por orden del gobierno Larranaga desarrollando una labor de mediacion ante las cada vez mas tirantes relaciones entre Buenos Aires y Artigas finalmente logro convencer a este ultimo de la congruencia de convocar a una nueva asamblea que regularice el sistema de designacion de diputados Asamblea de Capilla Maciel y los constituyentes portenos finalmente accedieron a darle a la Banda Oriental una representacion de hasta cuatro diputados Pese a la intensa labor de Larranaga en cuanto a la lima de asperezas entre Artigas y Buenos Aires que dio algunos frutos es evidente que la convergencia total entre las dos partes estaba muy lejos de ser alcanzada Ello iria con el devenir de los hechos posteriores cada vez mas en aumento Es que esencialmente de una orilla y de otra del Rio de la Plata se manejaban puntos de vista diametralmente opuestos mientras que para el Gobierno bonaerense Artigas era un mero jefe militar discolo el pueblo oriental lo consideraba el Protector de un pueblo soberano e independiente Las Instrucciones del ano XIII Editar Articulo principal Instrucciones del ano XIII Las Instrucciones del ano XIII son un conjunto de veinte articulos de contenido politico e ideologico que sintetizan la esencia fundamental de las ideas del artiguismo asi como contienen las bases elementales del proceso emancipador llevado a cabo por Jose Gervasio Artigas en el contexto de la Revolucion Oriental El acta que contiene los numerales conocidos como Instrucciones del ano XIII fueron elaborados durante el transcurso del Congreso de Tres Cruces convocado por el caudillo oriental tras su regreso del Ayui una vez finalizado el Exodo Oriental La finalidad de la asamblea era establecer las bases normativas por las que una vez obtenida la independencia se regiria la Provincia Oriental La intencion de Artigas como ya se ha explicado no consistia en plantear la separacion de la antigua Banda Oriental como un Estado independiente sino todo lo contrario incluirla en calidad de provincia dentro del nuevo Estado que se estaba forjando en la Asamblea Constituyente de Buenos Aires Para ello Artigas organizo una eleccion dentro del seno del Congreso de cinco representantes orientales en la Asamblea Constituyente que planteen alli los pensamientos e ideas politicas de Artigas plasmadas en las Instrucciones Se cree que Miguel Barreiro sobrino secretario y personaje muy cercano a Artigas redacto las Instrucciones basandose fuertemente en manuscritos y obras procedentes de Estados Unidos primer pais de America en lograr la emancipacion colonial en 1776 Entre los documentos inspiratorios figuraban traducciones del Acta de Independencia el Acta de Confederacion y los ensayos de Thomas Paine Sentido comun y La independencia de la costa firme justificada por Thomas Paine treinta anos ha este ultimo contenia a su vez textos de las constituciones estaduales de Estados Unidos Ademas en la confeccion del documento tambien se utilizaron antiguas normas espanolas de derecho como fuente De los veinte puntos que componen las Instrucciones poseen especial importancia los primeros tres articulos transcritos a continuacion Primeramente pedira la declaracion de la independencia absoluta de estas colonias que ellas estan absueltas de toda obligacion de fidelidad a la Corona de Espana y a la familia de los Borbones y que toda conexion politica entre ellas y el Estado de Espana es y debe ser totalmente disuelta Articulo Segundo No admitira otro sistema que el de confederacion para el pacto reciproco con las provincias que formen nuestro Estado Articulo Tercero Promovera la libertad civil y religiosa en toda su extension imaginable Una vez llegados a Buenos Aires los emisarios orientales con la version definitiva de las Instrucciones presentando la propuesta que contenia el acta a la Asamblea Constituyente esta rechazo a los delegados y sus propuestas mediante el pretexto de que no fueron elegidos mediante la implementacion del sistema exigido por la asamblea bonaerense que implicaba menos representacion oriental en la misma Sin embargo el real motivo del repudio se hallaba en las Instrucciones ya que la mayoria del conciliabulo planteaba la institucion de un sistema de gobierno unitario con base en Buenos Aires algo que Artigas descartaba de plano no solo por una traicion a sus principios federalistas sino tambien por violar uno de los puntos del acta Articulo Decimonoveno Que precisa e indispensablemente sea fuera de Buenos Aires donde resida el sitio del gobierno de las Provincias Unidas Este articulo establece la posicion que defendian los revolucionarios orientales sobre el llamado Centralismo Porteno y la vieja rivalidad entre Montevideo y Buenos Aires expresada en la lucha de puertos Para Buenos Aires Artigas y su federalismo comenzo a ser visto como un muro que interrumpia sus intereses y por lo tanto lo consideraban como un discolo militar insubordinado antes que el jefe civil de su pueblo Posteriormente las rispideces entre orientales y bonaerenses se agravarian Los planteamientos propuestos por Artigas en las Instrucciones del ano XIII contradecian altamente al ideario politico de la dirigencia portena que se basaba en principios totalmente distintos Para esta incluso en sus elementos mas lucidos y honestamente liberales el Estado debia organizarse segun principios de jerarquizacion politica que contemplaran la natural division social Eso solo era posible estableciendo un gobierno centralizado y poderoso al cual debian subordinarse las provincias previo acuerdo de participacion de este El desarrollo solo era posible en esta concepcion si existia una clase dirigente provista de poderes capaces de crear una legislacion justa equilibrada y racional a la que todos debian someterse para entrar en el sendero del progreso la cultura y la prosperidad Esta dirigencia debia por supuesto surgir de la clase ilustrada que en su gran mayoria residia en las ciudades y particularmente en Buenos Aires La ciudad vinculada a las corrientes economicas intelectuales y politicas del mundo representaba la civilizacion frente a una barbarie provincial de reminiscencias feudales que era necesario precisamente civilizar Frente a esta idea se alzaba la vision federal mas amplia y democratica basada en los derechos de las comunidades y la idea de que una nacion solo podia construirse con la aportacion igualitaria de todos sus sectores sociales Una vision enraizada en un concepto de igualdad profundamente sentido por la poblacion humilde del medio rural que repetia como un sonsonete que naide es mas que naide y que rechazaba la idea de que la conduccion debia estar monopolizada por los ilustrados y los doctores Ante la pretension hegemonica de estos instalados mayoritariamente en Buenos Aires el federalismo a la vez integrador y celoso de la defensa de los derechos de los pueblos aparece como una necesidad inevitable Artigas lo concibio no solo por sus lecturas de textos norteamericanos sino por su experiencia de los tremendos hechos de 1811 en el curso de los cuales los derechos de su pueblo oriental fueron desconocidos en aras de intereses extranos que se pretendian superiores El programa politico de las Instrucciones del ano XIII era entonces totalmente inasumible por los hombres que dirigian los destinos de la naciente comunidad politica platense Su pretension de una igualdad provincial que de alguna forma apuntaba a una equidad de derechos por encima de las clases parecia un sinsentido irracional para Rivadavia Sarratea o Alvear significaba poner en el mismo plano a la civilizacion y la barbarie Y los caudillos lideres que lo impulsaban comenzando por Artigas eran en la concepcion de ellos anarquistas en el sentido de favorecedores del caos de enemigos del centralismo civilizador El entendimiento era imposible Los que lo intentaron como Jose San Martin terminaron marginados y frustrados Estos dos idearios politicos altamente antagonicos pronto conllevarian a una mayor ruptura entre Artigas y el gobierno de Buenos Aires Gobierno Economico de Canelones Editar Considerado prioritario por Jose Artigas el denominado Gobierno Economico de Canelones surgio en la Oracion inaugural del Congreso de Tres Cruces celebrado en abril de 1813 Dado su caracter prioritario el dia 20 de abril de aquel ano un dia antes de finalizar el Congreso ya se constituyo formalmente en Villa de Guadalupe actual ciudad de Canelones ya que Montevideo se encontraba sitiada por las tropas del Jefe de los Orientales y su entonces aliado Jose Rondeau pues la ciudad amurallada aun estaba bajo control espanol Acudieron a la primera junta del Gobierno Economico los habitantes de extramuros de Montevideo quienes en una particular muestra de democracia directa se asemejaba mas a una asamblea popular que a un gobierno propiamente dicho se eligieron a los diez miembros permanentes del Consejo y a su jefe Estos fueron Santiago Sierra Francisco Pla Leon Perez Jose Revuelta Tomas Garcia de Zuniga Juan Jose Duran Jose Gallegos y Miguel Barreiro los dos ultimos escribano y secretario del presidente que a la postre resulto ser Artigas Sin embargo el caudillo oriental declino aceptar el cargo y finalmente Bruno Mendez ejercio funciones Muchos textos historicos suelen ignorar o darle relativa poca importancia a una de las primeras medidas del Gobierno que no fue sino la Declaratoria de Independencia de la Provincia Oriental Dicha proclamacion que no era de caracter secesionista ya que en ese momento la viabilidad de Uruguay como pais independiente ni siquiera se habia formulado era practicamente una traduccion de uno de los numerosos textos que Artigas poseia sobre la experiencia federalista estadounidense la Constitucion particular del estado de Massachusetts El juramento dispuesto a los miembros del Gobierno comenzaba asi Jurais que esta provincia por derecho debe ser un Estado libre soberano e independiente y que debe ser reprobada toda adhesion sujecion y obediencia al rey reina principe emperador y gobierno espanol y a todo poder extranjero cualquiera que sea El Congreso de Tucuman tres anos mas tarde insto a las provincias federales Oriental Misiones Misiones Orientales Corrientes Entre Rios Santa Fe a intervenir en el mismo con el objeto de declarar la independencia se hizo finalmente el 9 de julio de 1816 Artigas menciono que Esta provincia la Oriental hace tiempo ya que proclamo su independencia refiriendose sin lugar a dudas a la declaracion emancipadora del Gobierno Economico Dicho Gobierno ejercio sus funciones entre las que estaban la recaudacion de impuestos la administracion de la Justicia fomento de las actividades agropecuarias y ganaderas gerenciamiento y disponibilidad de los bienes de los emigrados abastecimiento del Ejercito y difusion de la vacuna antivariolica hasta que fue relegado y finalmente disuelto por el Congreso de Capilla Maciel efectuado entre el 8 y el 10 de diciembre de 1813 Sin embargo mas alla de la efimera existencia del Gobierno Economico apenas ocho meses merece particular destaque la efectividad de la obra administrativa artiguista lo que la absuelve de su caracter modesto El Congreso de Capilla Maciel Editar Articulo principal Congreso de Capilla Maciel Surgido como consecuencia del rechazo de los diputados orientales en la Asamblea Constituyente de 1813 celebrada en Buenos Aires el Congreso de Capilla Maciel se efectuo por influencia de Damaso Antonio Larranaga sobre Jose Artigas entre los dias 8 y 10 de diciembre de 1813 El objetivo fue entonces corregir esa falta lo que explica la breve duracion del conciliabulo Tras considerar la propuesta de Larranaga Artigas designo a Jose Rondeau como organizador del mismo e instaron a los pueblos de la Provincia Oriental a elegir sus respectivos representantes Como se ha mencionado el congreso se reunio el 8 de diciembre de 1813 en la Capilla del Nino Jesus mas conocida como Capilla Maciel ya que se encontraba situada en la quinta del entonces extinto filantropo Francisco Antonio Maciel sita en las margenes del arroyo Miguelete en Montevideo Se presentaron a la misma 20 delegados que representaban a 23 pueblos y se designo como secretario de la asamblea a Tomas Garcia de Zuniga y como presidente a Rondeau debido a su conocida moderacion y prudencia lo que demuestra la estima y confianza que por aquel entonces el caudillo oriental le daba El 9 de diciembre de 1813 los congresistas eligieron tres representantes de la Provincia Oriental a la asamblea provincial que resultaron ser Damaso Antonio Larranaga Luis Chorroarin y Marcos Salcedo todos ellos sacerdotes a los que se les sumaba Damaso Gomez Fonseca quien ya estaba en Buenos Aires con el objeto de integrarse a la asamblea Aquel mismo dia ademas fue seleccionado un nuevo gobierno para la Provincia Oriental decision que ignoro completamente la existencia del Gobierno Economico de Canelones que se encargaba de las funciones administrativas y de contralor de la provincia designado el 20 de abril de aquel mismo ano en el Congreso de Tres Cruces Sin embargo Tomas Garcia de Zuniga integrante de dicho gobierno no realizo al parecer objecion alguna y acepto el nuevo cargo que le fue impuesto Este episodio revela la contradiccion existente y por ende un incuestionable desconocimiento entre lo resuelto en el Congreso de Tres Cruces y en el de Capilla Maciel algo que Artigas no habia premeditado ni tampoco deseaba que sucediera Ademas dejo entrever un cambio de actitud en personajes que hasta el momento habian cooperado con el caudillo como por ejemplo Tomas Garcia de Zuniga Juan Jose Duran y Jose Rondeau en el caso de este ultimo tambien involucraba a un evidente doble juego Al dia siguiente 10 de diciembre el congreso se encontraba preparando las actas que contenian las decisiones resueltas para su signatura cuando de improviso el oficial artiguista Gorgonio Aguiar se hace presente con un oficio del mismo Artigas en el que establecia como revocadas todas aquellas decisiones tomadas en la junta por contradecirse con las decisiones surgidas en el Congreso de Tres Cruces las que consideraba no solo validas sino tambien en plena vigencia El oficio continuaba indicando el derecho a los delegados a contradecir las decisiones del congreso anterior pero debeis tener la prudencia de examinarlas y finalizaba con una indicacion en la cual se exhortaba a los congresistas a suspender las sesiones hasta recibir confirmacion de sus delegantes Segun terminos de Artigas Suspended vuestras sesiones ciudadanos electores yo voy a escribir a los pueblos y entonces vere si su voluntad es la misma que se ostenta en el congreso de vuestra representacion De lo contrario yo os hago responsables delante de los mismos pueblos de la continuacion del abuso que haceis de su confianza Cualquier determinacion que adelanteis en contrario la desconocere abiertamente y vosotros respondereis a los pueblos del escandalo Tras el recibo del oficio por parte de los congresales la reaccion posterior a la lectura del mismo fue de molestia y confusion El disgusto fue tal incluso que uno de los congresistas Francisco Martinez representante de Soriano interrogo Quien era Don Jose Artigas para dar leyes o prescribir reglas a los representantes de los pueblos Ademas declaro que si se hubiera sabido lo que contenia el oficio debia no haberse abierto pero ya que se ha leido soy del parecer que no se le conteste Finalmente se decidio contestarle al caudillo declarandole que no se hacia innovacion alguna en lo decretado y se disolvio el congreso Como consecuencia Artigas cumplio su palabra e inicio la Marcha Secreta que involucraba la rotura final de relaciones con las autoridades de Buenos Aires y el proclamado desconocimiento de lo resuelto en el Congreso de Capilla Maciel Muchos historiadores artiguistas inclusive destacan en esta junta el desatino de la peticion de Artigas sobre la suspension de las deliberaciones mientras escribia a cada uno de los pueblos con el objeto de saber su coincidencia con lo resuelto sin mencionar la rapida omision de lo resuelto en el Congreso de Tres Cruces Ademas existen senas de que la junta se aparto de la falta de presion que debian tener los concejales para deliberar con absoluta libertad Jose Manuel Perez Castellano sacerdote que participo del consejo escribio en su Relacion Historial que Aunque Rondeau hubiera concurrido sin tropa al congreso venia acompanado de un ayudante que se quedo a la puerta del lado de afuera y a la menor contrasena podia llamar de alguna parte cercana a ocho o diez Dragones que con sus sables no hubieran dejado titere con cabeza La Marcha Secreta Editar Luego de finalizado el Congreso de Capilla Maciel con su autoridad seriamente menoscabada por una asamblea representativa de los pueblos orientales que lo habia ignorado Artigas adopto una serie de graves decisiones La primera de ellas fue abandonar el sitio de Montevideo lo que implicaba la ruptura total con las autoridades revolucionarias de Buenos Aires El 20 de enero de 1814 de noche y en silencio el caudillo se retiro con el grueso de sus tropas dejo sin embargo como fuerzas de observacion a dos regimientos mandados por Manuel Vicente Pagola y su hermano Manuel Francisco Artigas dejando asi desguarnecida el ala izquierda de la linea sitiadora Artigas marcha hacia el N acampando en la calera de Garcia sobre el rio Santa Lucia Chico en situacion de expectativa Alli se le incorporan casi todas las fuerzas orientales que totalizan unos 3 000 hombres Artigas denomina a este acto marcha secreta De alli se dirige Artigas al NE atravesando el Rio Negro proximo a la barra de Salsipuedes y continuando luego hacia Batovi para establecer por ultimo su Cuartel General en Belen donde llega en los ultimos dias de mayo o primeros de abril y comienza una vasta campana de extension del federalismo en las provincias del litoral argentino en particular Entre Rios y Santa Fe A partir de ese momento la dimension del caudillo del Jefe de los Orientales trascenderia de manera creciente el ambito provincial para adquirir significacion en una vasta zona del territorio de las Provincias Unidas del Rio de la Plata Su rapida marcha hacia el NE estaba impuesta por las informaciones que poseia Artigas referente a las concentraciones de fuerzas portenas en Corrientes Entre Rios y Santa Fe Lleva asi inmediatamente sus fuerzas al campo estrategico con la finalidad de situarse en una posicion central para actuar en una forma ventajosa contra sus enemigos mientras se mantiene a salvo de cualquier ataque sorpresivo De esta manera logra una superioridad estrategica indudable que el se encarga de acentuar mediante la actuacion de destacamentos ofensivos habilmente comandados y mejor situados Guerra entre Artigas y el Directorio Editar Articulo principal Guerra entre Artigas y el Directorio Para hostilizar a las tropas portenas al mando de Rondeau que se encontraban sitiando Montevideo Artigas dejo a Rivera quien debia impedir la llegada de ganados y caballos para abastecer al ejercito sitiador quitandole sus medios de movilidad y subsistencia Rivera ocupa el Paso de la Arena en Santa Lucia interceptando un importante camino que iba a las zonas de abastecimiento Con el objetivo de cortar todas las vias de comunicacion terrestre de las fuerzas portenas que sitiaban Montevideo Artigas deja a Otorgues en Fray Bentos con mision de hacer demostraciones sobre las costas del Rio Uruguay constituyendo una verdadera amenaza de invasion Su mision incluia la posibilidad de poder cooperar en cualquier momento en las operaciones que llevaran a cabo en Entre Rios Como lo establece Gregorio F Rodriguez Artigas se retiro del sitio para estar en el seno de sus recursos y poder actuar de acuerdo a sus principios Momentaneamente las provincias del litoral argentino pasaran a ocupar el centro de gravedad de sus actividades en el seno de las cuales encuentran amplio apoyo sus ideas federales La retirada de las fuerzas artiguistas del sitio de Montevideo y las subsiguientes acciones hostiles de Artigas hacia el gobierno Porteno provoco inmediatas reacciones los espanoles de Montevideo enviaron una delegacion ante el caudillo proponiendole pasarse a su causa mision Larroba Costa a la que dio una cortes pero firme negativa Luego de la retirada de las tropas artiguistas en la marcha secreta tambien causo la reaccion del Director Gervasio de Posadas tio de Carlos de Alvear que declaro en un documento el 11 de febrero a Artigas infame privado de sus empleos fuera de la ley y enemigo de la patria al tiempo que prometia 6 000 pesos a quien lo entregara vivo o muerto Luego de eso Artigas desde su campamento en Belen abre las hostilidades contra el Directorio Porteno Segun lo establecen los escritores Arce y Vitale Delmonte en su obra Artigas pagina 29 dicho documento ya estaba proyectado antes de esa fecha y se esperaba solo un pretexto para hacerlo publico tal como lo prueban unos manuscritos sin firma que se conservan en el Archivo General de la Nacion Argentina Como reaccion al decreto de Posadas Artigas declara la guerra al Directorio y subleva las provincias del litoral fomentando el levantamiento de las milicias entrerrianas y correntinas que defendian el rio Parana y el rio Uruguay contra las incursiones de las tropas de desembarco de Michelena El gobierno porteno destaca contra Artigas una expedicion al mando del Coronel Eduardo Kaunitz de Holmberg formada por tres nucleos principales La columna a cargo del coronel Holmberg gran tactico europeo que solo tuvo derrotas en America que se hallaba en Santa Fe desde diciembre de 1813 las fuerzas del Comandante Hilarion de la Quintana que se encontraban en el Arroyo de la China y las tropas del Intendente Bernardo Perez y Planes en Corrientes Todo indicaba pues que dicha fuerzas se proponian concentrarse en Entre Rios para invadir la Banda Oriental y terminar con Artigas segun instrucciones reservadas de fecha 4 de febrero Ante esta dificil situacion Artigas toma las siguientes disposiciones para batir aisladamente los tres nucleos y evitar que se reunan entre sus disposiciones ordena que Otorgues que estaba en la region de Fray Bentos cruce rapidamente a Entre Rios para atacar a Hilarion de la Quintana para rechazar a Holmberg contara con la accion de Herenu actuando en enlace con Otorgues contra Perez y Planes comisiono a Blas Basualdo quien actuo en combinacion con tropas paraguayas y por ultimo para felicitar los movimientos oficia al Gobernador de Corrientes Jose Leon Dominguez Otorgues derroto al gobernador Hilarion de la Quintana en la Batalla del Paso de Gualeguaychu en febrero de 1814 El 20 de febrero de 1814 Herenu que era el comandante de la Villa de Parana reconocio a Artigas como Protector de los Pueblos Libres desconociendo la dependencia de la Tenencia de Gobierno de Santa Fe a la cual estaba sujeta Entre Rios desde 1810 y establecio de hecho la autonomia de la provincia Posadas ordeno al baron Eduardo Kaunitz de Holmberg que alistara 400 soldados con artilleria en Santa Fe y pasara a Entre Rios a reunir sus fuerzas con las del comandante general de Entre Rios Hilarion de la Quintana Holmberg llevaba instrucciones de apoderarse como fuera de Artigas y fusilarlo de inmediato Holmberg imprudentemente se lanzo a un rapido avance hacia el interior de la provincia con el resultado de que sus fuerzas predominantemente milicianos santafesinos desertaron en el camino Llego a Gualeguay donde recibio la noticia de que el caudillo Herenu habia ocupado la Bajada del Parana Regreso rapidamente y fue derrotado por Herenu el 22 de febrero en el combate de El Espinillo en colaboracion con el jefe artiguista Andres Latorre Fue tomado prisionero pero para su sorpresa Artigas no solo no lo hizo fusilar sino que lo puso en libertad unos dias mas tarde Entre los prisioneros liberados ese dia estaba el capitan Estanislao Lopez Los realistas de Montevideo creyeron contar con Artigas para su causa enviando una delegacion ante el Protector proponiendole pasarse a su causa mision Larroba Costa a la que dio una respuesta cortes pero negativa Rechazando todas las ofertas realistas que le prometian cargos militares y hasta dinero con tal de que abandonara la causa de la independencia La provincia de Misiones estaba gobernada por el general unitario Bernardo Perez Planes que tenia constantes problemas con las autoridades paraguayas A este territorio Artigas envio a Blas Basualdo uno de los principales jefes de ese tiempo quien ocupo el pueblo correntino de Curuzu Cuatia derrotando luego a las fuerzas de Perez Planes en el pueblo misionero de Concepcion y en la Batalla de La Cruz el 19 de marzo con lo que los federales pasaron a controlar las areas occidentales de la Provincia de Misiones que vinculaba el litoral del Parana al Paraguay La derrota unitaria en Misiones tuvo repercusion inmediata en la Provincia de Corrientes donde un pronunciamiento federal dirigido por el teniente de milicias Juan Bautista Mendez derroco al gobernador unitario Dominguez Con apenas unas escaramuzas y una sola batalla Artigas y sus partidarios dominaron Entre Rios El caudillo nombro a Herenu o Erenu comandante de Parana y a Blas Basualdo como comandante del rio Uruguay Por esa misma epoca Otorgues y Jose Antonio Berdun recorrieron el interior de la provincia Oriental logrando que todos los pueblos alejados de Montevideo se pronunciaran por el federalismo En las mismas villas cercanas a esa ciudad San Jose Canelones Trinidad y Durazno el pueblo apoyaba a Artigas En tres meses Artigas habia logrado controlar cuatro provincias Tercera campana de la expedicion a la Banda Oriental Editar Como consecuencia de estas victorias artiguistas el Director Gervasio Antonio de Posadas inicio distintas gestiones diplomaticas El 7 de marzo de 1814 Posadas incorporo la Provincia Oriental a las Provincias Unidas del Rio de la Plata legitimando asi el mantenimiento del Ejercito de operaciones sobre Montevideo lo que significaba no reconocer el Congreso de Abril ni al artiguismo en general y determino que la Provincia Oriental fuera gobernada por un gobernador intendente unitario cargo para el que fue designado Nicolas Rodriguez Pena Este fue sustituido casi de inmediato por Miguel Estanislao Soler un militar de gran prestigio personal casado con una familiar de Manuel Oribe Para terminar con la resistencia artiguista intento un nuevo armisticio con Vigodet que finalmente fracaso Temiendo que Artigas aceptara las insinuaciones de Vigodet envio ante el Jefe de los Orientales una mision del fray Mariano Amaro y el teniente coronel Francisco Candioti Comandante del Regimiento de Civicos de Santa Fe Los comisionados tomaron contacto con Artigas en Belen llegando a un acuerdo el 23 de abril de 1814 con el cual se aceptaban ciertas demandas de Artigas cesandose las hostilidades restableciendose el honor y dignidad de Artigas se reconocia la autonomia de la Provincia Oriental prestandole ademas apoyo militar y economico En tal sentido el ejercito Auxiliar se retiraria por Colonia hacia Buenos Aires menos un regimiento de infanteria 100 artilleros con sus pertrechos municiones y 2 piezas Esta ayuda se realizo a cuenta de mayores auxilios a prestarse cuando la situacion lo permitiera La escuadra de Buenos Aires que bloqueara el puerto de Montevideo y actuara en enlace con las fuerzas orientales que sitiaran la plaza por tierra 33 Posadas rechazo dicho pacto por ser opuesto a sus designios alguno de cuyos motivos figuran en el documento inserto la obra La Diplomacia de la Patria Vieja pagina 150 Observacion al Plan de Reconciliacion y Pacificacion Fracasadas estas negociaciones continuaban las hostilidades Las tropas artiguistas al mando de Blas Basualdo habian ocupado Curuzu Cuatia marchando hacia el noreste En la Banda Oriental los destacamentos artiguistas hostilizaban sin cesar la retaguardia de las fuerzas sitiadoras arrebatandoles el ganado que servia para su alimentacion y la caballada su principal medio de movilidad Tal osadia desplegaron las partidas a ordenes de Fructuoso Rivera que Rondeau se vio precisado a reunir sus ganados y caballadas en el Cerro bajo la custodia del Regimiento de Granaderos a Caballo Mientras que en Montevideo en la linea sitiada en los primeros meses de 1814 la situacion de los montevideanos distaba mucho de ser satisfactoria Las posibilidades de la ciudad dependian en gran parte del mantenimiento del transito maritimo para poder abastecerse dado que estaban sitiados por tierra Gestiones de Fernando Otorgues hicieron que las naves regentistas zarparan desde Montevideo rumbo a Soriano por lo cual dejaban a Montevideo desprotegida de cualquier ataque naval fue asi que el almirante Guillermo Brown respondiendo a los mandamientos del Directorio bloqueo el puerto de Montevideo el 20 de abril dejando a la plaza desabastecida tanto por tierra como por mar Luego de eso la escuadra regentista que se encontraba rumbo a Soriano se entero del bloqueo por parte de Brown y no vacilo en volver a Montevideo para presentar batalla a los juntistas El 14 de mayo regresaron los regentistas al Puerto de Montevideo y luego de algunas acciones navales menores que les fueron favorables fueron totalmente derrotados en el Combate naval del Buceo el 17 de mayo de 1814 Luego de esa victoria el director de las Provincias Unidas Gervasio de Posadas sustituyo al jefe sitiador Jose Rondeau por su sobrino Carlos Maria de Alvear al frente de las fuerzas sitiadoras De esa manera el orgulloso y joven general Alvear se hacia con una victoria que en realidad no habia trabajado Rondeau resignado por su esfuerzo sin valor acepto el despojo pero no lo olvido Por fin Gaspar de Vigodet gobernador de Montevideo y maxima autoridad desde que el virrey Francisco Javier de Elio declarara abolido el Virreinato del Rio de la Plata y regresara a Espana en noviembre de 1811 cita requerida comprendio que la resistencia era imposible y pidio condiciones de rendicion acosado por el hambre las enfermedades y la falta de pertrechos Tuvo que vencer la resistencia de los emancipados que querian resistir hasta el final El gobernador puso duras condiciones que Alvear acepto sin protestas la ciudad se entregaba al gobierno revolucionario en deposito y el gobierno de Buenos Aires debia aceptar que pertenecia a la monarquia espanola al igual que el resto de las Provincias Unidas y debia comprometerse a no izar otro pabellon que no fuera el espanol Se respetarian la persona y los bienes de quienes hubieron combatido a favor del gobierno colonial se permitiria la salida hacia Espana de todas las fuerzas armadas y de todos los que quisieran irse y no se retirarian las armas que quedaban en la ciudad El armisticio se firmo el 20 de junio de 1814 y el 22 las tropas de Alvear entraron en Montevideo Se iniciaba el periodo que la historiografia uruguaya nombraria por unanimidad como dominacion portena Alvear no respeto ninguna de las clausulas de rendicion a excepcion de permitir la retirada de las tropas espanolas y empezo a gobernar en Montevideo el gobernador designado por el Directorio antes dicho Miguel Estanislao Soler Los nuevos gobernantes inspirados por Alvear actuaron como un ejercito de ocupacion destituyeron al Cabildo y digitaron otro que les era afin anularon el Consulado de Comercio que habian establecido los espanoles despues de la ruptura con Buenos Aires y lo sustituyeron por un funcionario que ellos pudieran controlar el designado fue Jeronimo Pio Bianchi Todos los barcos enemigos o neutrales que estaban en el puerto fueron declarados buena presa o sea botin de guerra y sus duenos debian pagar un cuarto de su valor entregados en muchos casos por los integrantes del nuevo regimen Los espanoles que permanecieron en la ciudad fueron discriminados y se les prohibio reunirse comerciar tener empleos publicos y hasta andar a caballo sin autorizacion la falta a cualquiera de esas disposiciones era castigada con la muerte Mientras que por esas epocas para entorpecer mas las comunicaciones de los ocupantes portenos con la campana Artigas hizo ocupar todos los pasos al norte de Montevideo aislando asi las fuerzas portenas De tal situacion da cuenta Alvear en su oficio del 29 de agosto dirigido al Director Supremo de las Provincias Unidas a quien le solicita refuerzos a fin de atender dos frentes el aprovisionamiento de Montevideo y la lucha contra Artigas Ocupada la ciudad Alvear planeo la dominacion de la campana de la Banda Oriental invitando a Otorgues que estaba en Las Piedras a hacer la paz aprovechando esta circunstancia para sorprenderlo y derrotarlo completamente el 25 de junio Otorgues habia sido destacado por Artigas a fin de que reclamara a las fuerzas portenas la entrega de la plaza El 9 de julio Alvear por el Gobierno de Buenos Aires y Garcia de Zuniga Barreiro y Manuel Calleros por Artigas celebraron en el Fuerte un acuerdo sobre las siguientes bases rehabilitacion del Jefe de los Orientales que Posadas haria efectiva en su decreto del 17 de agosto reconocimiento de Artigas como comandante general de la Campana y Fronteras de la Provincia Oriental reconocimiento de Gobierno de las Provincias Unidas nueva designacion de diputados a la Asamblea General Constituyente se pondria el Regimiento de Blandengues a ordenes de Artigas y se abandonarian las pretensiones artiguistas sobre Entre Rios Artigas confirmo y ratifico el dia 18 este documento 34 Una vez firmado este acuerdo Alvear regreso a Buenos Aires pero a causa de malentendidos en el cumplimiento de sus clausulas regreso por via Colonia para abrir las hostilidades contra Artigas Posiblemente Alvear no penso nunca en cumplir el citado acuerdo sino tan solo diferir el problema hasta la llegada de refuerzos Algunos autores establecen que este embarque fue una comedia fraguada para enganar y sorprender a las tropas artiguistas En septiembre de 1814 Alvear desembarco en Colonia con una division de unos 1300 hombres Estas fuerzas se sumarian a las que el gobernador de Montevideo Miguel Estanislao Soler mandara presuntamente comandadas por el constituidas por 1200 hombres y 4 piezas de artilleria Esta columna se puso en marcha el 9 de septiembre con destino a la calera de Garcia en el Paso de la Arena El plan de Alvear para derrotar a Artigas consistia en avanzar rapidamente hasta el centro de la Banda Oriental con un ejercito poderoso ocupando los pasos del Rio Negro e interceptando las comunicaciones entre Artigas y Otorgues tratando de evitar que se unieran Estas operaciones serian complementadas por los coroneles Juan Jose Viamonte Eusebio Valdenegro Blas Pico que ocuparian los pasos del Rio Uruguay impidiendo las comunicaciones de Artigas con el coronel Blas Basualdo jefe de los Blandengues Una vez interpuesto entre las posiciones orientales batiria a cada uno por separado En primer lugar atacaria a Otorgues en el Sur luego Artigas y Rivera en el Norte para finalizar haciendo atacar a Blas Basualdo por Valdenegro al oeste del Rio Uruguay Dichos planes parecieron tener aliento luego de la victoria de las fuerzas del directorio en la Batalla de Marmaraja dirigidas por Manuel Dorrego pero se vieron totalmente frustradas luego de la derrota que sufrieron en el transcurso de la Batalla de Guayabos a manos del general Fructuoso Rivera por la cual luego de esta las fuerzas directoriales se vieron obligadas a evacuar la Provincia Oriental desde el puerto de Montevideo La Liga Federal Editar Articulo principal Liga Federal En rojo la Liga de los Pueblos Libres en 1815 parte de las Provincias Unidas del Rio de la Plata A la Liga Federal comunmente se la nombraba como El Protectorado La Liga Federal tambien conocida como Liga de los Pueblos Libres o Union de los Pueblos Libres fue una entidad territorial creada no asi consolidada por Jose Gervasio Artigas que abarcaba la provincia Oriental y las actuales provincias argentinas de Entre Rios Corrientes Santa Fe Misiones y Cordoba asi como las Misiones Orientales El caudillo oriental Jose Gervasio Artigas concibio al sistema federalista de gobierno como el mejor a adoptar una vez adquirida la independencia de la metropolis es decir Espana Por ello tras el Congreso de Abril de 1813 Artigas proclamo la independencia de la Provincia Oriental aunque siendo extremadamente claro Ni por asomo se trata de una separacion nacional Lo que el caudillo deseaba era integrar a su recien emancipada Provincia Oriental al movimiento revolucionario bonaerense que estaba planteando la creacion de las Provincias Unidas del Rio de la Plata Por tal motivo envio representantes hacia la Asamblea Constituyente que deliberaba en Buenos Aires con las Instrucciones del ano XIII documento elaborado durante el Congreso de Abril que plasma las bases teoricas sobre las ideas de Artigas resumidas en tres pilares fundamentales Independencia Republica y Federacion Sin embargo los diputados portenos no admitieron a sus pares orientales con el supuesto de estar mal elegidos segun su sistema de eleccion que Artigas desestimo por considerarlo inadecuado En realidad se aduce que este rechazo tuvo motivos politicos Buenos Aires veia al federalismo como una teoria discordante mientras que Artigas lo consideraba por el contrario como garantia de la unidad de una nacion Esta ruptura con Buenos Aires obligo a Artigas a crear un proyecto independiente del suyo que contemplase sus ambiciones federalistas la Liga Federal El Jefe de los Orientales planteaba que la futura nacion a concebir debia estar compuesta por una especie de pactos interprovinciales es decir un gobierno local competente a cada provincia que se ocupe de sus asuntos internos ya que creia que este era el aspecto esencial para proteger la soberania particular de los pueblos Entonces cada provincia o unidad administrativa debia poseer ademas de su gobierno su respectiva constitucion y hasta su propio ejercito ya que Artigas creia en el derecho de los pueblos a guardar y tener armas Sin embargo la autonomia provincial estaria limitada por un gobierno central que se encargaria de administrar los asuntos comunes a todo el conjunto que estaria basado en una constitucion los pactos interprovinciales que se mencionan anteriormente Todo esto demuestra la influencia que tuvo en Artigas la experiencia independentista y federalista estadounidense ya que poseia varios textos de la misma como la Declaratoria de Independencia y la Constitucion de los Estados Unidos asi como las constituciones particulares de algunos estados y un buen acervo de la obra de Thomas Paine ademas de basarse en la antigua tradicion foral hispanica La interrogante a resolver es si Artigas planteaba un Estado federal o una confederacion de Estados pregunta algo baldia e intempestiva para nuestro tiempo Primer pabellon de la Liga Federal Con respecto a los aspectos economicos el caudillo oriental se mostro en desacuerdo con el sistema monopolico de los tiempos coloniales e influido por el liberalismo adopto la politica de librecambio Sin embargo con el pasar del tiempo ese liberalismo inicial mutaria en un posterior proteccionismo que se haria cada vez mas marcado expresion de ello fue el Reglamento de Aduanas de 1815 Un ejemplo fue el desarrollo en las provincias del interior de una industria artesanal que competia en desventaja con respecto a los productos importados de Europa Entonces Artigas prestando particular atencion a ese hecho planteo el gravamen fiscal a los productos importados con el fin de favorecer la industria local lo que a su vez le granjeo mas dificultades con Buenos Aires ademas de aumentar la hostilidad hacia su persona por parte de Inglaterra y enajenar las simpatias de la burguesia mercantil montevideana La extension del federalismo artiguista por todas las provincias del interior que incluso llego a tener fuerza en lugares alejados como La Rioja y Santiago del Estero la situacion era compleja un ejemplo de ello el caudillo santiagueno Juan Francisco Borges no ofrecio fuerzas para combatir a los realistas que atacaban desde el norte y amenazaban desde el oeste ante las peligrosas circunstancias para los independentistas el General Manuel Belgrano envio a Gregorio Araoz de Lamadrid a resolver el caso Lamadrid fusilo a Borges pese a que Belgrano habia otorgado un indulto para el caudillo santiagueno determino que la base social que apoyaba y alentaba su aplicacion estuviese constituida por indigenas y gauchos poblacion rural y desposeida por excelencia Poblacion rural por excelencia ya que Montevideo sentia cada vez mas antipatia por el proyecto artiguista En un comienzo se alio al caudillo por colision de intereses mutuos con Buenos Aires pero la politica proteccionista sus ataques contra la propiedad privada y la falta de observacion a las jerarquias sociales de una ciudad patricia como Montevideo desdibujaron su enemistad En tanto Artigas apoyo reciprocamente a las masas campesinas que lo seguian con su Reglamento Provisorio para Fomento de la Campana y Seguridad de sus Hacendados de 1815 en el cual se autorizaba la expropiacion de terrenos a los malos europeos y peores americanos para posteriormente ser repartidos entre el pobrerio rural que lo seguia bajo el lema de que los mas infelices seran los mas privilegiados Ademas defendio la idea de la universalidad de la ensenanza sin distincion de clases sociales o etnias e incluso intento crear reservaciones indigenas autonomas gobernadas por sus habitantes Todo esto se tradujo en el efecto popular que tendria el movimiento bajo sus consignas de reivindicacion social que a su vez lo alejaba mas de las clases altas que en un comienzo apoyaron al caudillo En ese contexto Artigas convoco a un congreso en la ciudad de Concepcion del Uruguay conocido como Congreso de Oriente el 29 de junio de 1815 En el sus integrantes anunciaron la unidad federal de todos los pueblos e independencia no solo de Espana sino de todo poder extranjero El apogeo de la Revolucion EditarDurante 1815 y hasta junio de 1816 la Revolucion Oriental viviria su maximo apogeo Jose Gervasio Artigas el lider del levantamiento impulsaria cambios sociales politicos y economicos que revolucionarian totalmente la realidad de la Banda Oriental y la Liga Federal Fundaciones de Pueblos Editar Purificacion la Capital de la Liga Federal Editar Unos cien kilometros al norte de la ciudad de Paysandu cerca de la desembocadura del arroyo Hervidero que desagua en el rio Uruguay y a unos siete kilometros de la llamada Meseta de Artigas el caudillo tenia el cuartel general de sus tropas En las proximidades de este creo un establecimiento de internacion de sospechosos y desafectos que alli permanecieran hasta ser purificados de donde al parecer surgio el nombre que termino por designar todo el asentamiento Se supone que esa denominacion fue adoptada por el padre Jose Benito Monterroso por entonces el secretario mas estrechamente ligado al caudillo quien a su vez lo habria tomado de los campos de purificacion creados en Espana por las Cortes de Cadiz en 1812 como centros de interaccion de ciudadanos de opinion bonapartista En la epoca el paraje era conocido como Chapicoi su nombre original guarani o como Castillo de Bautista Se le nombraba tambien como Artigones o Purificacion de Artigones En mayo de 1815 el caudillo establecio alli su cuartel general despues de una breve estancia en Paysandu y el caserio que lo rodeo se fue construyendo espontaneamente Las ventajas de la situacion geografica eran evidentes como punto equidistante de Montevideo y Buenos Aires ventana abierta sobre las llanuras litoralenas en las que reinaba el federalismo La poblacion civil vivia en tolderias o ranchos de paja y terron y las unicas construcciones de material parecen haber sido el rancho que habitaba el propio Artigas y la iglesia construida en 1816 y que contenia una imagen de la Purisima Concepcion enviada por el Cabildo de Montevideo En el establecimiento de detencion los internados se dedicaban a tareas rurales bajo estrecha vigilancia y no existe constancia alguna que fueran sometidos a torturas o malos tratos como afirmaban los enemigos del artiguismo Todo el recinto estaba aislado por tres fosos de la profundidad de un hombre y defendido por cinco baterias de artilleria En su momento de mayor esplendor parece haber albergado a 1 500 o 2 000 habitantes Algunos de los cuales producian corambre astas sebo crin y maderas que eran comercializadas basicamente con Montevideo La casa de Artigas es descripta por John Parish Robertson y por Damaso Antonio Larranaga en su Viaje de Montevideo a Paysandu como amplia y acogedora aunque casi carente de muebles Pegado a ella habia un rancho que servia como cocina John Parish Robertson era un comerciante ingles con espiritu aventurero que habia venido al Rio de la Plata con las Invasiones Inglesas de 1806 cuando contaba con 15 anos y que mas tarde junto a su hermano William recorrio ampliamente toda el area incluido el Paraguay en aquellos anos turbulentos haciendo negocios Pudo considerarse feliz de haber podido sobrevivir y narrar luego sus experiencias En los primeros meses de 1815 viajaba en barco desde Buenos Aires a Asuncion cuando fue interceptado y aprisionado por soldados de Artigas El Artiguismo en Montevideo y el Cabildo Gobernador Editar Los guerreros artiguistas que habian cumplido cuatro anos ininterrumpidos de lucha y sacrificio soportando los abusos y las hostilizaciones de las tropas portuguesas convocadas por los realistas montevideanos y que habian sufrido ellos y sus antepasados el desprecio la persecucion y la explotacion veian llegado el momento de su revancha historica Desde el principio se sucedieron las quejas por las acciones destempladas a veces brutales de los nuevos ocupantes Los soldados artiguistas bebian en las tabernas y se marchaban gritando Paga la Patria y se acusaba a Otorgues de organizar bailes de asistencia obligatoria en los que se vejaba a las senoritas y damas montevideanas Artigas habia nombrado a Otorgues Gobernador Politico y Militar de la plaza Las funciones gubernativas de corte municipal quedaban a cargo del Cabildo cuya integracion se habia renovado Desde Purificacion Artigas ejercia una suerte de vigilancia paternalista y severa La primera diferencia de importancia que se dio en el seno de esta distribucion del poder tuvo que ver con el tratamiento que habia de darse a los espanoles termino que tenia una significacion netamente politica los que habian actuado del lado de las autoridades coloniales debe recordarse que por entonces circulaba informacion sobre el envio de la expedicion reconquistadora a cargo del general Morillo enviada por el rey Fernando VII y que se presumia que su destino seria el Rio de la Plata La guerra anticolonial no estaba concluida ni mucho menos El 7 de marzo el nuevo alcalde de primer voto Tomas Garcia de Zuniga dicto un bando que aseguraba igualdad de derechos entre espanoles y americanos cualquiera que hubiera sido su postura en las luchas anteriores Al mismo tiempo el Cabildo permitia libremente la emigracion de quienes quisieran marcharse lo que habilito a muchos empecinados del periodo anterior para marcharse hacia Rio de Janeiro o hacia la misma Espana Esta disposicion y esta conducta chocaron frontalmente con la que derivaba del gobernador que el 2 de marzo habia prohibido a los espanoles mezclarse publica o privadamente en los negocios politicos de la provincia bajo pena de fusilamiento pena que se hacia extensiva a quien lo supiera y no lo delate Semejante intransigencia provenia del mismo Artigas que ordeno con fecha 25 de marzo que todo espanol que hubiera vuelto a estos pueblos y sus jurisdicciones luego de la caida de Montevideo en mano de los portenos debera reembarcarse inmediatamente para Buenos Aires so pena de la perdida total de sus bienes El 3 de mayo con el pretexto de que algunos espanolistas mostraban jubilo ante la presunta inminente llegada de la expedicion reconquistadora y miraban desde sus azoteas el horizonte con catalejos esperando ver los barcos Otorgues dispuso el arresto de todos los espanoles europeos que se hallaron en esta plaza durante el primero o segundo sitio Semejantes medidas cayeron pesimamente en el seno de la poblacion incluso en aquella parte que no se veia afectada directamente pues practicamente todos los montevideanos tenian amigos o parientes entre los espanoles europeos Las relaciones entre el Cabildo y el gobernador se fueron deteriorando Habia sin embargo una fraccion del Cabildo que apoyaba esta dureza de tratamiento y por razones que poco tenian que ver con la lealtad algunos personajes vinculados al comercio aspiraban a hacerse cargo de los privilegios de los que habian disfrutado los espanoles y por ello respaldaban la politica artiguista Uno de ellos era Lucas J Obes personaje de notoria jerarquia abogado y comerciante que se gano la confianza de Otorgues De esta forma un circulo de hombres de negocios fue consiguiendo interesantes privilegios Pablo Perez logro el monopolio de la provision de pan al ejercito su primo Lorenzo J Perez lo obtuvo en prestamos de dinero Manuel Perez consiguio el de abastecimiento de verduras y Leon Perez el de carne Todos los beneficiarios eran ademas parientes de Otorgues lo que daban a todo el asunto un caracter nepotico El almacen de Juan Correa muy amigo del caudillo artiguista abrio una cuenta corriente para que los soldados se vistiesen y aprovisionasen a discrecion y de forma gratuita luego pasaba abultadas cuentas al flamante Consulado de Comercio de Montevideo que autorizaba esos pagos Y sucede que el presidente de dicho Consulado era el propio Juan Correa que hacia asi un negocio redondo a pagarse a si mismo lo que devengaban las tropas de su almacen Al decretarse la secularizacion de los diezmos recibidos antes por las autoridades eclesiasticas y a partir de una disposicion del Cabildo administrados por las autoridades civiles que con frecuencia se pagaban con trigo el cuerpo municipal ordeno que esa cantidad de trigo fuese repartido entre los panaderos patriotas que obtenian de esa forma materia prima practicamente gratis De esta disposicion se beneficio directamente Lucas J Obes Cuando Artigas se entero de estas maniobras y supo de las discordancias entre el Cabildo y Otorgues dispuso la separacion de este del cargo y lo envio a la frontera a vigilar los movimientos de los portugueses Con fecha 10 de mayo Otorgues comunico al Cabildo la decision del Protector y ello genero una rebelion organizada por quienes perdian asi los privilegios conseguidos Un grupo de ciudadanos con la tolerancia de la fuerza armada irrumpio en el Cabildo y exigio la renuncia de este y la permanencia de Otorgues en su puesto de gobernador Ante esa situacion virtualmente un golpe de Estado el Cabildo dimitio y se designo un congreso electoral que debia elegir nuevos cabildantes y que fue presidido por Lucas J Obes Dicho congreso eligio a los nuevos regidores dejando fuera a Tomas Garcia de Zuniga y Felipe Santiago Cardazo que se suponia eran los mas hostiles a Otorgues El nuevo Cabildo creo entonces una junta de vigilancia encabezada por Lucas Obes que el 19 de mayo dicto un bando draconiano por el cual se establecia que todos los espanoles debian pasar en un plazo de tres dias por la sala de Junta a consignar su nombre y demas datos solo si era expresamente autorizado por el organismo podia un ciudadano espanol seguir residiendo en la ciudad de lo contrario debia emigrar y perdia todos sus bienes El mismo dia Otorgues que seguia actuando como gobernador contra la expresa disposicion de Artigas ordeno a los comandantes militares de los pueblos que confiscaran los bienes de los emigrados El 21 de mayo llego un furibundo oficio de Artigas enterado de la desobediencia de sus disposiciones por el cual renunciaba a su autoridad despues de que mis providencias no son respetadas ni merecen la publica aprobacion Nunca quedara cabalmente claro a que autoridad renunciaba Artigas en si nunca renuncio pero si esta claro que esa dimision causo una repercusion de enorme importancia sobre todos los orientales El Cabildo envio a Antolin Reyna y a Damaso Antonio Larranaga a entrevistarse con el caudillo Calmados los animos del caudillo y retirada su renuncia ya no hubo desobediencias Otorgues dejo el cargo y marcho hacia la frontera el 20 de junio y el Cabildo de Montevideo se hizo cargo del control de la ciudad y de los territorios del interior de la provincia con el titulo de Cabildo Gobernador El 9 de julio el caudillo nombro como comandante militar de Montevideo a Fructuoso Rivera que llego a la ciudad pocos dias despues a pie y con sus bartulos en un carrito en actitud de total acatamiento a las autoridades civiles Para evitar que se reprodujesen hechos como los anteriores que habian revelado las dificultades de Artigas para seguir el devenir de los hechos desde tan lejos este designo a su secretario Miguel Barreiro como delegado con la expresa mision de oficiar de nexo entre el cuartel general de Purificacion y la ciudad La nueva etapa corrigio algunos de los principales vicios de la etapa anterior Rivera reprimio severamente los abusos de la soldadesca Barreiro termino con las prebendas y privilegios indebidos Lucas Obes Juan Correa Juan Maria Perez y Antolin Reyna fueron internados en Purificacion este ultimo escapo y sus bienes fueron confiscados y la situacion tendio a normalizarse Sin embargo pronto surgieron nuevas desinteligencias entre el caudillo los regidores y su propio delegado que tuvieron como fundamento la creciente severidad del Protector y el sesgo radical que confirio a algunos temas en especial al que tiene que ver con la situacion de los espanoles y el problema de tierras Las primares diferencias surgieron cuando Artigas desde Purificacion hizo aun mas estrecho el cerco que habia forjado contra los espanoles Con fecha 28 de junio envio un oficio al Cabildo ordenando que fueran remitidos a Purificacion todos los espanoles europeos reconocidamente enemigos de la revolucion Complemento esta medida el 8 de julio al ordenar el retorno de todos los emigrados despues de la toma de Montevideo por los orientales en el plazo maximo de dos meses con peligro de tener una confiscacion de los bienes El caracter iliberal como lo califico con acierto Candido Joanico era evidente si los espanoles permanecian en el exterior sus bienes serian confiscados si retornaban se les internaria en Purificacion Esta radicalidad estaba motivada por el peligro de la llegada de la expedicion reconquistadora de Motillo que finalmente fue a otras regiones del continente pero molestaba como se ha senalado de manera notable la mentalidad del comun de los montevideanos Por otra parte tambien es claro que el caudillo tenia ya en la cabeza la solucion que daria al problema de la tierra en su reglamento del mes de julio y queria disponer de la mayor cantidad de tierra que le fuera posible Aunque ya no acontecian los abusos y excesos de la epoca anterior el dominio artiguista era crecientemente percibido por una parte cada vez mas extensa de la poblacion de la capital como una tirania La renuncia del Cabildo a obedecer estas ordenes determino que la correspondencia del caudillo adquiriera un tono cada vez mas autoritario Ya habia advertido al ordenar la sustitucion de autoridades que los padres de la Patria debian ser mas inexorables por su deber De lo contrario aun me sobran fuerzas para firmar su exterminio Y en julio escribia a Rivera en estos terminos Digame Ud por Dios en que consiste que los europeos no salen de ese pueblo y que han tanta inaccion en el que no advierto un solo rasgo que me inspire confianza El gobierno me muele con representaciones pretextando mil conveniencias los particulares lo mismo de modo que me hacen creer que entrando en esa plaza todo se contamina De aqui nace la falta de uniformidad en la opinion Unos acribillan a otros con sarrecenismo y esparanismo todo se entorpece y la causa es la que padece Con esta fecha doy mi ultima providencia y digo al Cabildo y a Barreiro lo conveniente y si no veo un pronto y eficaz remedio aguardeme el dia menos pensado en esa Pienso ir sin ser sentido y vera Ud si me arreo por delante al gobierno a los sarracenos a los portenos y a tanto malandrin que no sirven mas que para entorpecer los negocios Ya estoy tan aburrido que vera Ud como hago una alcaldada y empiezan los hombres a trabajar con mas brio Las formas liberales del Protector en 1813 poco a poco se fueron quedando a un lado y el caudillo aparecia cada vez mas autoritario En este clima de creciente desencuentro entre la accion del Cabildo y del propio Miguel Barreiro y el caudillo se adoptaron sin embargo algunas medidas importantes el territorio provincial se dividio en 6 departamentos se reorganizo el Consulado de Comercio se tomaron medidas contra el sacrificio de vientres vacunos y fuga de ganados hacia Portugal por via del contrabando se difundio la vacuna antivariolica se fundo la primera biblioteca publica sobre la donacion de libros realizada por el padre Jose Manuel Perez Castellanos cuyo director fue Damaso Antonio Larranaga y se fundaron dos escuelas publicas y gratuitas una en Montevideo y otra en Purificacion Se fundo la Casa de Comedias inaugurada con una obra de Bartolome Hidalgo titulada Sentimientos de un patriota El Reglamento de Tierras Editar Articulo principal Reglamento provisorio de 1815 de la campana y seguridad de sus hacendados El Cabildo Gobernador necesitado de fondos habia seguido una politica fiscal muy severa que provocaba la disconformidad de los comerciantes e industriales A la misma se opuso Artigas la sola voz contribucion me hace temblar llego a escribir pero en compensacion estrecho al maximo el cerco sobre los extranjeros y orientales enemigos de la revolucion a efectos de hacerse con una importante masa de bienes raices Se ordeno decomisar los buques de extranjeros que estaban en la bahia cargados de cueros y otros efectos y se ordeno la expropiacion del ganado perteneciente a los emigrados Con esta base economica el caudillo abordo el viejo problema del Arreglo de los campos en lo que se considera su medida economica y social mas trascendente La propiedad de enormes latifundios por parte de destacados personajes de Montevideo el fenomeno de los pequenos productores rurales que trabajaban en los campos que no les pertenecian a titulo de meros ocupantes y la falta de definicion de la propiedad de los ganados eran fenomenos que se arrastraban desde tiempos de la Colonia y que el gobierno de Montevideo de aquella epoca habia tratado de arreglar a traves de la accion de Felix de Azara del que Artigas habia sido colaborador A estas indefiniciones habia que agregar la situacion de extrema inseguridad reinante en la campana recorrida por gauchos sin ocupacion fija y desde el estallido de la revolucion por partidas de desertores y gente armada que campaneaba por sus fueros Artigas abordo este tema fundamental porque de el dependia en gran proporcion la sociedad que iba a crearse con dos objetivos basicos primero generar condiciones de seguridad que permitieran el normal desarrollo de las faenas rurales y el segundo asentar en la tierra a los gauchos y demas poblacion trashumante y convertirlos en pequenos productores Para que ello fuera posible era necesario contar con una masa de tierra a repartir con ganado e instrumentos de labranza y con la decision politica de desconocer el derecho de propiedad que sobre esas tierras y ese ganado tenian los enemigos de la revolucion Este objetivo social fue uno de los fundamentos esenciales del acoso del caudillo a los espanoles y demas desafectos En linea de accion expresada en el Reglamento provisorio de 1815 de la campana y seguridad de sus hacendados aprobado en Purificacion por Artigas el 10 de septiembre de 1815 genero mas alla de sus disposiciones concretas y de la polemica sobre su aplicacion una gran distancia entre dos concepciones del proceso revolucionario Por un lado las de las clases altas de Montevideo que veian en el la emancipacion del yugo colonial pero que pretendian mantener con minimos cambios la estructura social preexistente que les permitiera conservar sus privilegios Y por el otro la de la poblacion rural en armas que aspiraba legitimamente a una redistribucion de los bienes y en particular de la tierra para mejorar su situacion en la nueva sociedad Esta dicotomia se centro basicamente en la propiedad para aquellos esta era de acuerdo con las concepciones del liberalismo burgues y revolucionario uno de los mas sagrados derechos naturales del hombre y debia ser respetada por encima de toda consideracion De ahi que la expropiacion forzosa de los bienes de espanoles en Montevideo Para las clases postergadas del medio rural en cambio no tenia sentido el combate contra los godos realistas montevideanos si expulsados estos iban a seguir viviendo como antes La revolucion y aunque dificilmente se lo plantearian en estos terminos debia significar una alteracion social profunda de la estructura colonial Por ello la aspiracion del reglamento termino por separar de manera definitiva a Artigas respecto de los propietarios y comerciantes que en un principio lo habian acompanado La base del plan de Artigas consistio en utilizar los bienes de los enemigos no solo los espanoles sino de todos aquellos que se opusieran abiertamente al proceso revolucionario y repartirlos entre la poblacion rural a efectos de aferrarlos a la tierra darles un lugar en el sistema social que se estaba creando y hacer que tuvieran algo propio que defender El reglamento artiguista puede dividirse al comprender su estudio en dos partes perfectamente diferenciadas en su denominacion por un lado el fomento de la campana y por el otro la seguridad de sus hacendados El texto comienza con una division administrativa de la provincia o de la parte de ella situada al sur del Rio Negro y la creacion de una burocracia jerarquizada encargada de aplicar las disposiciones Ese territorio se dividia en cuatro circunscripciones administrativas luego ampliadas a cinco en cada una de ellas se nombraban jueces pedaneos que vigilaran la distribucion de las tierras y los demas instrumentos y el cumplimiento de las obligaciones establecidas por parte de los beneficiarios Estos jueces eran dependientes de los subtenientes de provincia los cuales a su vez dependian del alcalde provincial y este del Cabildo Gobernador Se constituia luego una masa de tierra a repartir formada por las tierras realengas o sea de propiedad publica y las expropiadas a todos aquellos emigrados malos europeos y peores americanos salvo que hubiesen recibido el beneficio de un indulto Se incluian todos los terrenos desde 1811 hasta la entrada de los orientales en Montevideo 1815 hubiesen sido vendidos o donados por los sucesivos gobiernos si la venta hubiese sido hecha en beneficio de extranjeros se dispondria de todo el terreno si se hubiese hecho en cambio a favor de un oriental se compensaria a su propietario expropiado con una suerte de estancia Por estas expropiaciones no se pagaba indemnizacion alguna pero se especificaba que si el confiscado tenia hijos se reservaria a estos lo necesario para su manutencion El ganado de las tierras decomisadas serviria al mismo fin al igual que aquel que no tuviese dueno establecido Esta tierra y estos ganados seran repartidos sin costo a favor de quienes se presentaran como aspirantes El orden de preferencia esta claramente especificado en un pasaje que ha sido comentado y elogiado de manera abundante El Sr Alcalde Provincial y demas subalternos revisaran cada uno en su respectiva jurisdiccion los terrenos disponibles y los sujetos dignos de esta gracia con la prevencion de que los mas infelices seran los mas privilegiados En consecuencia los negros libres los zambos de igual clase los indios y los criollos pobres todos podran ser agraciados con suertes de estancia si con su trabajo y hombria de bien propenden a su felicidad y a la de la provincia Se establece luego que tendran preferencia las viudas pobres con hijos los casados a los solteros y los americanos a cualquier extranjero Este criterio de preferencias de caracter eminentemente social ha sido presentado como la expresion maxima del Artigas revolucionario y justiciero En realidad el Reglamento no hace sino recoger una vieja formula del derecho espanol aplicado cuando se procuraba probar un area determinada Lo que le confiere sin duda caracter revolucionario no es la mera enunciacion de esa formula sino las circunstancias particulares del caso aqui no se trataba de fomentar la poblacion de territorios virgenes sino que se estaban expropiando tierras de personas concretas y repartiendoselas entre los pobres Es ese factor lo que explica la renuencia del Cabildo Gobernador a cumplir estas disposiciones del Reglamento y la conviccion de la clase propietaria de que se estaba frente a un despojo liso y llano Francisco Bauza mas de medio siglo mas tarde todavia empleaba este calificativo El traslado de la propiedad de amplias areas de tierra desde sus antiguos duenos confiscados al poblerio rural adquiere un caracter revolucionario que no se puede desconocer Conviene observar tambien que los esclavos quedaban fuera de todo beneficio se habia de los negros libres y de los zambos de igual clase Su indiferencia ante la institucion de la esclavitud es la mas seria contradiccion del Artigas revolucionario Cada beneficiado recibiria una suerte de estancia que comprendera una legua y media de frente por dos de fondo unas 10 800 cuadras Estas medidas no serian tomadas en sentido estricto sino que podrian modificarse de tal forma de asegurar linderos fijos que evitaran problemas y aguadas para todos Junto a la tierra cada beneficiario recibira siempre sin costo un numero de cabezas de ganado no especificado las que se pudieran reunir repartidas con igualdad y otros instrumentos de labranza A su vez el favorecido debia cumplir ciertas exigencias en el termino de dos meses debia constituir un rancho y dos corrales con un mes de tolerancia La omision determinaba la perdida del beneficio Por supuesto los bienes recibidos no se podran vender ni enajenar hasta el arreglo formal de la provincia Hasta aqui lo que hace al fomento de la campana La seguridad de los hacendados estaba protegida por la creacion de un cuerpo de policia de campana En cada circunscripcion esta fuerza estaria compuesta como minimo por ocho soldados y un sargento dependientes del alcalde provincial y de cuatro soldados y un cabo a las ordenes de cada teniente de provincia Le tocaria al Cabildo decidir en cada caso si esta tropa se integraria con vecinos que deberan mudarse mensualmente o con soldados profesionales El objetivo de la policia de campana sera el de desterrar a los vagabundos y aprehender malhechores y desertores Los vagos serian remitidos al cuartel general para el servicio de las armas Cualquiera que cometiese algun homicidio hurto o violencia con cualquier vecino de su jurisdiccion seria remitido al gobierno de Montevideo para ser juzgado Aplicacion del Reglamento Editar Durante mucho tiempo se sostuvo en la historiografia uruguaya que el Reglamento habia despertado poco interes entre la poblacion e incluso se suponia que se habian presentado escaso numero de personas a los registros de posibles beneficiarios Los historiadores uruguayos Lucia Sala de Touron Julio Carlos Rodriguez y Nelson de la Torre han demostrado que no fue asi y que pese a que la aplicacion de la ley artiguista fue muy breve en el tiempo dejo en la sociedad rural oriental una marca profunda La poblacion acudio a la llamada de la disposicion agraria y los interesados en recibir los beneficios fueron muchos pero la distribucion choco con serias resistencias que dificultaron su aplicacion Por su parte los estancieros criollos que aspiraban a aumentar sus propiedades con las tierras de los emigrados se constituyeron en una Junta de Hacendados e hicieron valer su influencia sobre el Cabildo para demorar y distorsionar el cumplimiento de las disposiciones artiguistas Y por el otro el propio Cabildo que recibio el Reglamento con fria y afectada aprobacion demoro hasta donde le fue posible con el preciso objetivo de que la distribucion de las tierras fuera lenta y escasa Miguel Barreiro delegado personal de Artigas secundo este proceder lo que le fue enajenando la confianza del caudillo El Reglamento se aprobo el 10 de septiembre de 1815 y hasta noviembre del mismo ano el Cabildo no designo a los funcionarios responsables de su aplicacion Estos fueron Juan de Leon como alcalde Provincial y Raimundo Gonzalez Manuel Duran Manuel Cabral e Hilario Pintos como Subtenientes de la Provincia A esta tardanza se sumo la defensa que el cuerpo hizo de algunos confiscados a los que consideraba neutrales y susceptibles de regresar al territorio oriental cosa que si se probase cierta les permitiria recuperar sus bienes Las tierras entonces se repartieron con morosidad e irregularidad Una de las maniobras mas comunes fue la de aceptar un arreglo entre el emigrado susceptible de confiscacion y un personaje insospechable de la sociedad montevideana que aparecia como comprador o beneficiario de una donacion de esas tierras De esta forma se las quitaba de circulacion como repartibles Esa postura del Cabildo expresion notoria de la disconformidad de sus integrantes respecto a la solucion artiguista distorsiono toda la aplicacion de la misma ya que ante la injustificada tardanza los caudillos rurales artiguistas comenzaron a repartir tierras por su cuenta al margen muchas veces de las propias disposiciones del Reglamento En tanto Artigas se encontraba cada vez mas radicalizado ante la actitud de los organismos de Montevideo a los que con razones lo suficientemente valederas consideraba casi responsables de un boicot Entonces se pronuncio sistematicamente en respaldo de esos repartos irregulares logrando que el tema adquiriese un caracter caotico totalmente evitable Uno de los casos mas notorios de repartos irregulares tuvo como protagonista a Encarnacion Benitez caudillo artiguista de los pagos de Soriano Ramon de Caceres protagonista de los hechos lo narraba asi Era un pardo muy grueso cuya figura imponia respeto o temor Usaba bota de medio pie y estiraba con los dedos sobre el estribo Quisiera detallar su traje y maneras pero me parece demasiada minuciosidad Me contentare con decir que a pesar de que yo era un oficial de Artigas le tuve miedo 4 Dada la tardanza con la cual Manuel Duran se hizo cargo de sus funciones Benitez comenzo a repartir tierra y ganado entre los suyos Es en este reparto donde se hallan campos pertenecientes a Julian de Gregorio Espinosa un hacendado que tenia estrecha amistad con Fructuoso Rivera Espinosa habia adquirido campos por donacion de Melchor Albin un emigrado espanolista que habia integrado las partidas tranquilizadoras en tiempos de Vigodet El Cabildo informado de esta situacion ordeno el desalojo de los beneficiarios y la devolucion de los bienes a quien decia ser su propietario considerado un patriota y defendido por Rivera Encarnacion hizo escribir entonces una carta a Artigas que segun el historiador uruguayo Maiztegui Casas esta carta es mejor que una biblioteca entera el para entender el concepto de los desposeidos terminan por entonces de la revolucion que cargaban sobre sus espaldas El clamor general es nosotros hemos defendido la patria y las haciendas de la campana hemos perdido cuanto teniamos hemos expuesto nuestras vidas Y es posible que los que desde el padre hasta el ultimo negro en todo nos han perseguido y procurado de todos modos nuestro exterminio sigan ellos disfrutando su mala conducta y antipatriotica versacion sean estos enemigos declarados del sistema los que ganan despues de habernos hecho la guerra y tratarnos como enemigos Son ellos los que ganan y nosotros los que perdemos El asunto es que V E me diga si la devolucion de los campos usurpados por los Albines es de su voluntad o no y si el Cabildo de Montevideo procede de acuerdo con V E o no 4 Esta presunta hostilidad entre algunos caudillos artiguistas como Benitez y el pueblo rural se puede entender debido a la rustica fuerza primitiva de algunos de los caudillos artiguistas que a pesar de ser fieles a la causa lo eran tambien en su indisciplina y en su alzamiento contrarios de las disposiciones del Reglamento y el mandato de las autoridades patricias de Montevideo Un oficio del Cabildo Gobernador exponiendo sus quejas contra Benitez a Artigas muestra claramente la vision de los hacendados sobre la aplicacion de este polemico Reglamento de tierras denotando claramente el conflicto preexistente entre el Cabildo doctoral y el caudillaje rural y tambien es un vivido registro de los conflictos de Encarnacion y los hacendados al frente de un tropel de hombres perseguidos por sus desordenes o por vagos o por sus crimenes atraviesa los campos destroza las haciendas desola las poblaciones aterra al vecino y distribuye ganados y tierras a su arbitrio El arreglo de la campana le es imposible verificar mientras subsista en ella el desertor Encarnacion y los forajidos que le acompanan 5 Sin lugar a dudas gracias principalmente a la accion de estos caudillos artiguistas este periodo de apogeo de la revolucion es reconocido por una gran parte de la histografia uruguaya como la dictadura paisana Un episodio que resulta apropiado nombrar y que da credito absoluto a este nombre de dictadura paisana es el momento de la muerte de Encarnacion Benitez que murio combatiendo contra los portugueses La historiadora uruguaya Ana Ribeiro en su libro El Caudillo y el Dictador transcribe el parte del oficial portugues que le dio muerte que figura en el Archivo Artigas cuya elocuencia merece transcribirse A pocos dias de mi llegada trate de sorprender la division del caudillo Encarnacion Benitez azote y terror de la Colonia y de todos los pueblos de la margen izquierda del rio Uruguay Revestido este asesino de los poderes de Artigas asolaba la campana con sus degollaciones cuya historia no puede oirse sin horror Tome mis medidas y al amanecer del 25 me halle sobre su campo en la costa del rio de San Juan Se puso en defensa con su destacamento de 140 soldados de caballeria pero nuestros escuadrones los arrollaron y batieron en pocos minutos Encarnacion un fraile que lo acompanaba en sus correrias y algunos soldados quedaron en el campo los demas fueron prisioneros a excepcion de unos pocos que se escondieron en el bosque V E no podra formar una idea del contento y alegria de este pueblo y de todos sus habitantes por la muerte de Encarnacion y destruccion de sus fuerzas El pueblo se ilumino por tres dias y todos corrieron con placer a ver el cadaver de aquel monstruo tal era el terror que habia infundido en estas comarcas la barbaridad de este hombre sanguinario Algunos escritores aseveran que esta es una nueva version de la llamada Leyenda Negra antiartiguista 35 pero lo que es cierto es que los oficiales portugueses luego de las batallas en sus oficios cuando describian las cifras de perdidas del bando portugues y del bando artiguista estas cifras solian ser altamente desproporcionadas Como tal lo demuestra el historiador Eduardo Acevedo Diaz ya que segun los partes de batalla portugueses unos 1000 artiguistas fueron muertos o capturados en la campana de las Misiones Orientales y 2 en las filas portuguesas 280 muertos en lbirocay y 2 portugueses en la batalla de Carumbe murieron 600 orientales y 26 portugueses cifras que son logicamente absolutamente risibles A pesar de esto es de suponer que existia una gran problematica entre el pueblerio rural y algunos caudillos artiguistas que adoptaban medidas totalmente contraproducentes y totalitarias que resultaban perjudiciales a la causa revolucionaria Reglamento de aduanas Editar Parte del Reglamento de Aduanas Articulo principal Reglamento Provisorio de derechos aduaneros Uruguay El intento mas serio de construir una politica economica comun en el Protectorado la realizo Artigas con su aprobacion del Reglamento Provisional de Aranceles o Reglamento de Aduanas aprobado el 9 de septiembre de 1815 en Purificacion En este el caudillo consolido un cambio de criterio que la realidad le habia demostrado como necesario en materia comercial Del libre comercio predominante en las Instrucciones del ano XIII paso a un definido proteccionismo que definira la politica de todos los gobiernos federales del area hasta la ley de Rosas de 1835 Esta evolucion senala el pasaje del caudillo provincial que era Artigas en 1813 al gobernante de un area amplisima que llegaba hasta zonas muy alejadas de los puertos en las que existia un desarrollo artesanal que creia necesario proteger El Reglamento establecia que en los puertos de la Confederacion Liga Federal la tasa por importacion de las mercaderias extranjeras seria del 25 sobre su valor de venta Si los articulos eran de consumo popular tabaco negro papel azucar carbon de piedra losa vidrios pagarian un 15 en cambio si eran competitivos con lo que se fabricaba en la zona los aranceles oscilarian entre un 30 y 40 caldos y aceites ropas hechas calzado etcetera Si los productos eran importados de algun pais americano el arancel bajaba verticalmente al 4 un 5 pagarian productos provenientes de otras regiones de las Provincias Unidas que fueran competitivos con la produccion local nueces y pasas de San Juan lienzos y algodon de La Rioja y Catamarca yerba y tabaco del Paraguay ponchos jergas aperos harinas y trigos Algunos productos estaban libres de todo arancel y podian introducirse libremente por considerarse de gran necesidad maquinas e instrumentos de ciencia y arte libros imprentas polvora aunque Jose Artigas construyo una fabrica de polvora en Misiones para terminar con la dependencia de este producto azufre salitre medicinas armas plata y oro Las exportaciones estaban gravadas con un 4 de impuesto con excepcion de los cueros que pagarian un 6 mas un real por unidad La exportacion de objetos de plata y oro se recargaba con un 8 lo mismo pagarian los cueros de nutrias y venados el sebo los cueros y las chapas Se podrian exportar libremente sin pagar arancel las harinas y galletas fabricadas en el area Se establecia que los buques que hubieran pagado las tasas correspondientes en cualquiera de los puertos del protectorado quedarian eximidos de pagarlas nuevamente en otros Reyes Abadie Bruschera y Tabare Melogno en su obra El ciclo artiguista afirman que se creaba asi una union aduanera que ascendia a las provincias de la Liga Federal de la categoria de alianza ofensivo defensiva a la de unidad economica Todo este trafico comercial se canalizaba a traves de los puertos de la Banda Oriental y fundamentalmente a traves de Montevideo que vivio en aquellos meses momentos de gran prosperidad Las politicas para los pueblos indigenas Editar La resistencia de las oligarquias blancas urbanas a la integracion del indigena mezcla confusa de desprecio y terror no era solo patrimonio del patriciado de las capitales portuarias Fue este un punto donde no existio siempre entendimiento entre Artigas y los caudillos militares del litoral singularmente con los de las zonas correntinas y santafecinas El recuerdo de las antiguas tropelias de las tribus salvajes y las fuerzas artiguistas causaba rechazo y prevencion en la cual se estrellaban las buenas razones de Artigas El 3 de mayo de 1815 escribia al Gobernador de Corrientes indicando las pautas para una nueva conducta El derrotismo despilfarro y corrupcion de los administradores de los pueblos de los indios legado que pesaba sobre las reducciones indianas desde los inicios de la colonizacion conductas que el Protector no las creia extranas por ser conductas tan inveteradas conductas tan arraigadas que ya era necesario de una vez y por todas borrar en la inteligencia de que lo que dicta la razon y la justicia es que los indios nombren los administradores ellos mismos segun el mismo Artigas Importa mas que la medida y la recomendacion al Gobernador de que visitase personalmente las reducciones para inspeccionarlas y servirle de satisfaccion y de consuelo al ver los pueblos su dependencia en sosiego las razones en que se funda Yo deseo que los indios en sus pueblos se gobiernen por si para que cuiden sus intereses como nosotros los nuestros Asi experimentaran la felicidad practica y saldran de aquel estado de aniquilamiento a que los sujeta la desgracia Recordemos que ellos tienen el principal derecho y que seria una degradacion vergonzosa para nosotros mantenerlos en aquella exclusion vergonzosa que hasta hoy han padecido por ser indianos Acordemonos de su pasada infelicidad y si esta los agobio tanto que han degenerado de su caracter noble y generoso ensenemosles nosotros a ser hombres senores de si mismos Para ellos demos la mayor importancia a sus negocios Si faltan a sus deberes castigueseles servira para servira para que los demas se enmienden tomen amor a la Patria a sus pueblos y a sus semejantes Las palabras pronto se convertirian en obras En 1816 el Protector iniciaba en Purificacion un ensayo de nucleamiento y colonizacion con indigenas guaycurues y abipones tribus ambas procedentes del norte chaqueno El 22 de junio ya estaban los guaycurues reducidos a nuestra sociedad ya en esa fecha llegaban al Cuartel General cuatrocientos indios abipones con sus correspondientes familias y sus cuatro caciques a los que he podido traer dice Artigas por intermedio de su principal Jose Benavidez El 2 de enero habia escrito al Gobernador de Corrientes comunicandole el proposito del tal Jose Benavidez de recoger sus familias del otro lado y traer todos los naturales que puedan y quieran pasarse a esta Banda pidiendole entre tanto se le asigne un lugar donde pueda permanecer con sus naturales y sus familias sin prejuicio del vecindario y con utilidad de ellos propios En la nota del 9 de enero replica a las quejas del Gobernador e informa que ya marcharon algunos a la otra Banda para atraer los futuros colonos Si mi influjo llegase a tanto agrega que todos quisieran venirse y los admitiria gustosamente V S hagales esta insinuacion que yo cumplire con mi deber si en cambio continuan en sus correrias el Gobierno debe reducirlos Pero sentenciosamente agrega trazando un esquema vigoroso de las posibilidades de colonizar con la mano de obra indigena sobre los yermos campos de los enemigos Cuando los indios pasan del otro lado es por via de refugio y no de hostilizacion En tal caso ellos estaran sujetos a la ley que V S quiera indicarles no con bajeza y con un orden posible a que ellos queden remediados y la Provincia con esos brazos mas a robustecer su industria su labranza y su fomento Todo consiste en las sabias disposiciones del Gobierno Los indios aunque salvajes no desconocen el bien y aunque con trabajo al fin bendeciran la mano que los conduce al seno de la felicidad mudando de religion y costumbres Este es el primer deber de un magistrado que piensa en cimentar la publica felicidad V S encargado de ella podra de tantos enemigos como tiene el sistema y emigrados senalarles un terreno de esos individuos donde se alimentasen y viviesen bajo un arreglo siendo utiles a si y a la Provincia segun llevo indicado V S adopte todos los medios que exige la prudencia y la conmiseracion con los infelices y hallara en los resultados el futuro de su beneficencia Ademas de constituir pueblos para la poblacion indigena el Caudillo pidio al Cabildo Gobernador que les enviase utiles de labranza arados azadas algunos picos y palas igualmente algunas hachas para que empiecen estos infelices a formar sus poblaciones y emprender sus tareas debido a estas politicas un gran numero de indigenas emigro hacia la Banda Oriental a pesar de las dificultades imperantes propiciadas por algunas autoridades El ocaso de la Revolucion EditarInvasion Luso Brasilena Editar Articulo principal Invasion Luso Brasilena Embarquement des troupes a Prahia Grande pour I Expedition contra Monte Video 1816 de Jean Baptiste Debret muestra como el rey Juan VI pasa revista a sus tropas destinadas a la invasion de la Banda Oriental el dia de su cumpleanos Portugal historicamente siempre ha tenido intenciones de hacerse con el territorio de la Banda Oriental desde los inicios mismos de la colonizacion de America del Sur Desde la signatura del Tratado de Tordesillas de 1494 donde los lusitanos aprovecharon el desconocimiento sobre la ubicacion exacta de la linea demarcatoria que separaba las posesiones de ambos imperios para extenderse continuamente hacia el Sur y hasta el Oeste continuando con la fundacion en 1680 de Colonia del Sacramento por parte del portugues Manuel Lobo e incluso la conquista de las Misiones Orientales por parte del guerrillero Jose Francisco Borges do Canto en 1801 mientras se desarrollaba la guerra de las Naranjas Sin embargo esta incursion tuvo sus particularidades respecto de sus predecesoras Primeramente no fue efectuada por el Imperio portugues propiamente dicho sino por el Reino Unido de Portugal Brasil y Algarve denominacion que recibieron los dominios lusitanos tras el Congreso de Viena de 1815 En dicho Estado mas precisamente en Rio de Janeiro se hallaba asentada la corte portuguesa tras la mudanza de 1808 desde Lisboa Este hecho cambio sustancialmente la vision geopolitica de los gobernantes luso brasilenos quienes vieron con buenos ojos la ocupacion de la Banda Oriental con el fin de darle una salida maritima a los productos del Sur del imperio entre otras causas En el periodo temporal que va desde 1812 cuando tras la efectivizacion del Tratado Rademaker Herrera las tropas portuguesas que solicito el virrey Francisco Javier de Elio se retiran de la Banda Oriental hasta 1816 cuando se inicia la Invasion Luso Brasilena Artigas se habia convertido en el principal lider de la Banda Oriental y una de las cabezas mas importantes dentro de la constituida Liga Federal Rio de Janeiro no veia estos sucesos con buenos ojos de hecho consideraban que la voragine que vivia la Banda Oriental sumado al extremismo de Artigas eran causales mas que suficientes para incursionar militarmente El Reglamento Provisorio de Tierras de 1815 por el cual se decomisaban las tierras de los malos europeos y peores americanos es decir los enemigos de la Revolucion dio el golpe final para que los luso brasilenos ejecutasen finalmente la irrupcion militar El contraste entre ambas fuerzas era abismal Carlos Federico Lecor comandante de las fuerzas incursionistas poseia bajo su mando entre 12 000 a 16 000 hombres Cabe destacar que una cantidad considerable de estos soldados unos 5 000 portugueses poseian ya experiencia previa en las Guerras Napoleonicas Artigas en cambio contaba con 6 000 hombres los cuales no eran soldados profesionales sino basicamente indigenas y gauchos armados La incursion comenzo en agosto de 1816 cuando una vanguardia al mando de Pinto de Araujo ingreso al territorio oriental Este contingente se dividio en dos columnas la Columna del Este comandada por el mariscal Silveira y la Columna del Norte dirigida por el general Curado Junto con ellos marchaba Lecor con 6 000 hombres mas hacia Montevideo siendo acompanado simultaneamente por una flota naval que tenia igual destino Asimismo Lecor dejo 2 000 hombres apostados en la frontera como refuerzo Ante este panorama Artigas decidio ejecutar una tactica contraofensiva llevando la guerra a territorio luso brasileno mas precisamente a las Misiones Orientales Ademas contaba con el apoyo del consul de Estados Unidos Thomas Lloyd Halsey quien emitio patentes de corsario a varios buques artiguistas Dichas embarcaciones actuaron en el mar Caribe Mediterraneo y el Atlantico contra el trafico mercantil espanol y portugues En un comienzo la argucia artiguista dio resultados reflejados estos en las victorias de Andres Guazurary y Jose Antonio Berdun en la batalla de Santa Ana La perspectiva mejoraria para los soldados luso brasilenos en las batallas de San Borja Ibirocahy India Muerta y Carumbe y los soldados artiguistas aunque quisieron revertir la situacion con victorias como las de Sauce y Pablo Paez no lo pudieron lograr En Buenos Aires en tanto el gobierno dirigido por Juan Martin de Pueyrredon tampoco veia con buenos ojos la influencia de Artigas en las provincias de la Liga Federal y su intransigencia ante el gobierno que encarnaba Por ello considero a la invasion como un buen elemento neutralizador de Artigas y su influjo Muestra de ello es el episodio en el cual el gobierno artiguista de Montevideo representado por Miguel Barreiro y el Cabildo enviaron a dos emisarios Juan Francisco Giro y Juan Jose Duran a Buenos Aires para solicitarle a Pueyrredon su amparo a la lucha artiguista El gobernador porteno les ofrecio un tratado mediante el cual enviaba ayuda para Artigas si este reconocia su autoridad es decir corresponderia a abandonar la lucha por la autonomia federalista Giro y Duran lo firmaron pero Artigas desconocio el tratado argumentando que El Jefe de los Orientales ha manifestado en todo tiempo que ama demasiado a su patria para sacrificar este rico patrimonio de los orientales al bajo precio de la necesidad Jose Gervasio Artigas 26 de diciembre de 1816 Estos terminos extremistas y ofensivos para Duran y Giro determino que se alejaran de su causa 1817 no traeria buenasnuevas para el ejercito artiguista ya que las derrotas se continuaban sucediendo Muestra de ello son las batallas de Arapey y Catalan ademas de la entrada de Lecor en Montevideo quien fue recibido con honores por parte de Damaso Antonio Larranaga y Jeronimo Pio Bianqui el 20 de enero de ese ano Sin embargo los revolucionarios continuaban dando muestras de resistencia en la campana oriental donde se sometio a los ocupantes a la guerra de guerrillas y la Guerra de Recursos desabastecimiento de Montevideo y las tropas luso brasilenas En agosto de 1817 Artigas firmo en Purificacion con el diplomatico ingles Edward Frankland un Tratado de Libre Comercio mediante el cual se establecia dicho regimen entre los vasallos de Su Majestad Britanica y puertos de la Banda Oriental del Rio de la Plata Lo que pretendia Artigas con este convenio era terminar con el control que ambicionaba Buenos Aires sobre los rios interiores como el Uruguay y el Parana Artigas no se encontraba entonces en su mejor momento animico debido a las derrotas sufridas y la ida de algunos caudillos que colaboraban con su causa hacia Pueyrredon De este hecho testimonia esta carta La situacion de Artigas en la actualidad se presenta tan peligrosa como se lo exponia en mi ultima carta la mayoria de sus principales oficiales estan descontentos y en secreta comunicacion con este gobierno Buenos Aires y si los portugueses comienzan la proxima campana con energia es dificil saber como se defendera Artigas hablo con desaliento de su situacion al oficial que envie con la carta Lamento haber abandonado a los espanoles pero dijo que sus dados estaban echados y de acuerdo con sus ideas rehuso toda sugestion del gobierno portugues para ganarlo a sus intereses Comodoro William Bowles al Almirantazgo Britanico agosto de 1817 Sin embargo pese a esta situacion y de tentativas luso brasilenas de colaborar con su causa como testimonia la correspondencia de Bowles Artigas aun contaba con el apoyo de caudillos como Francisco Ramirez y Estanislao Lopez Finalmente el 13 de noviembre de 1817 oficializo por medio de una nota redactada probablemente por Jose Benito Monterroso la lucha a dos frentes contra los luso brasilenos y contra los bonaerenses de Pueyrredon Hablare por esta vez y hablare para siempre Vuestra Excelencia es responsable ante la Patria de su inaccion y perfidia contra los intereses generales Algun dia se levantara ese tribunal severo de la Nacion y administrara justicia equitativa y recta para todos Jose Gervasio Artigas oficio de noviembre de 1817 La Ilha das Cobras situada al Suroeste de la ciudad de Rio de Janeiro sirvio de prision para los oficiales artiguistas capturados como Bernabe Rivera Andres Guazurary y Juan Antonio Lavalleja Entre tanto las bajas continuaban Continuaba la fuga de jefes artiguistas desmoralizados por la obstinacion de Artigas y otros como Bernabe Rivera Fernando Otorgues Juan Antonio Lavalleja y Andres Guazurary continuaban fieles pero se encontraban encarcelados en la Ilha das Cobras en Rio de Janeiro Sin embargo pese a encontrarse diezmados como estaban las fuerzas artiguistas lograron algunas victorias como la de Guaviyu Chapicuy y Queguay Chico llevadas a cabo entre mayo y julio de 1818 donde Fructuoso Rivera jugo un papel capital Rivera un combatiente particularmente virtuoso realizo la Retirada del Rabon donde superado enormemente por el numero de combarientes luso brasilenos pudo retirarse perdiendo solo seis hombres tras diez horas de combate pero fue finalmente derrotado en la batalla de Arroyo Grande Un ano despues en 1819 las tropas artiguistas se encontraban en franca depauperacion Solo resistian en el Norte de la Banda Oriental y desde alli Artigas intento un nuevo contraataque a las Misiones Orientales hasta que en la batalla de Santa Maria vencio a las tropas luso brasilenas Un mes despues en enero de 1820 se desato la batalla de Tacuarembo que marcaria el principio del fin de la Revolucion Oriental Los 2 000 soldados que comandaba el artiguista Andres Latorre fueron derrotados lo que tuvo consecuencias nefastas para los patriotas ya que tras esa batalla el ejercito de ocupacion acabaron con la resistencia en la Banda Oriental Fructuoso Rivera el unico jefe de importancia que aun se encontraba en territorio oriental pero rodeado por el enemigo negocio con el jefe del invasor Bento Manuel Ribeiro en marzo de aquel ano Asi resulta el Acuerdo de Tres Arboles a orillas del rio Queguay Grande del paraje Tres Arboles en los actuales campos de la estancia Buen Retiro en las cercanias de Pueblo Morato Departamento de Paysandu Don Frutos quien habia licenciado a parte de su ejercito patrio para evitar un enfrentamiento inutil le propone para garantizar la paz de la Provincia Oriental que a los orientales no se les quitara la tierra y que a el se lo designase jefe de la campana La poblacion ya cansada de la lucha y con los recursos agotados acogio favorablemente que Carlos Federico Lecor aceptara la propuesta de Rivera Las consecuencias de la guerra fueron gravisimas segun estimaciones por lo menos el 6 de la poblacion de la Banda Oriental 4 000 personas de un total estimado de 65 000 habitantes fallecieron en la contienda Guerra entre Artigas y Ramirez Editar Articulo principal Guerra entre Artigas y Ramirez El 27 de febrero de 1820 Ramirez envio a Artigas una carta en terminos afectuosos en la cual incluia el texto del Tratado de Pilar y le decia que la alegria de este pueblo y su reconocimiento hacia el autor de tantos bienes es inexplicable Pero casi al mismo tiempo Ramirez escribia a su medio hermano Ricardo Lopez Jordan padre Usted conoce las aspiraciones del general Artigas y el partido que tiene en nuestra provincia Su presencia aun despues de los continuos desgraciados sucesos de la Banda Oriental podrian influir contra la tranquilidad Procure usted por cuantos medios aconseje la prudencia conservar en el ejercito los auxiliares de Corrientes atrayendolos pagandoles y haciendoseles ver que se les lleva al sacrificio por una guerra civil cuando quedando en nuestras banderas todo sera paz y trabajar por la verdadera causa 36 Al mismo tiempo Ramirez ordeno detener el envio de 240 fusiles que Artigas enviaba a Corrientes Bien sabia el caudillo entrerriano que el Protector no iba a aceptar buenamente el acuerdo que acababa de signar y que dejaba a los orientales practicamente desvalidos en manos de los invasores Artigas estuvo a la altura de sus antecedentes respondio con una carta violentisima en la que acusaba directamente a su hasta entonces aliado y subordinado de traicion El objeto y fines de la convencion del Pilar celebrada por V S sin mi autorizacion y conocimiento no han sido otros que confabularse con los enemigos de los pueblos libres para destruir su obra y atacar al jefe supremo que ellos se han dado para que los protegiese y esto sin hacer merito de muchos otros pormenores maliciosos que contienen las clausulas de esa inicua convencion y que prueban la apostasia y la traicion de V S He de prevenirle que si no retrocede en el camino criminal que ha tomado me vere obligado a usar la fuerza pues yo tambien tengo que arrepentirme de haberlo elegido a V S y de haberlo propuesto al amor de los pueblos libres para que hoy tenga los medios de traicionarme 36 Ramirez que estaba preparado para la contingencia respondio en terminos no menos duros Que especie de poderes tiene V S de los pueblos federales para darles la ley a su antojo para introducir fuerza armada cuando no se le pide y para intervenir como arbitro soberano de ellos o fue solo uno de los jefes de la Liga Por que ha de tenernos en una tutela vergonzosa Por que extrana a V S que no se declarase la guerra a Portugal O V S no conoce el estado actual de los pueblos o traiciona sus propios sentimientos Cual es la fuerza efectiva y disponible en Buenos Aires y las demas provincias para emprender nuevas empresas despues de la aniquilacion a que las condujo una fraccion horrorosa y atrevida Que interes hay en hacer esa guerra ahora y en hacerla abiertamente O cree V S que por restituirle una provincia que ha perdido han de exponerse todas las demas con inoportunidad Aguarde V S la reunion del congreso que ya se hubiera celebrado de no hallar entorpecimiento de su parte y no quiera que sea una declaracion formal con una nacion limitrofe la obra de dos o tres pueblos 36 37 Las acciones militares en Entre Rios Editar Artigas se instalo en abril en el campamento de Avalos cerca de Curuzu Cuatia en donde recibio la noticia del Tratado del Pilar e intento respaldarse firmando el Pacto de Avalos con los gobiernos de Corrientes y Misiones 24 de abril de 1820 que tuvo una existencia mucho mas formal que real y debio emprender su ultima campana con fuerzas menguadas Por Corrientes asistieron el gobernador Juan Bautista Mendez y el alcalde de 2 voto del Cabildo de Corrientes Domingo Rodriguez Mendez por Misiones el comandante general Francisco Javier Siti y en representacion del Cabildo de Asuncion del Cambay Miguel Ariyu y por la Banda Oriental el comandante Gorgonio Aguiar y el propio jefe de los Orientales Jose Artigas Artigas se hizo designar jefe de las fuerzas que deben sostener una guerra ofensiva y defensiva por la libertad e independencia de estas provincias y Protector de los Pueblos de la Liga Federal con poder para hacer la guerra y proclamar la paz Armo un ejercito de 3 000 jinetes Le declaro la guerra a Ramirez el 8 de mayo y avanzo sobre Entre Rios Ante los preparativos militares de Artigas Ramirez regreso a Entre Rios desde Buenos Aires de la que partio el 23 de mayo publicando un manifiesto diciendo que salia de Buenos Aires para escarmentar a un enemigo orgulloso que intentaba ocupar el territorio de Entre Rios insolentado por los mismos fratricidas que quisieron ver sofocados en el Continente todo genero de libertad 38 Lo conminaba finalmente a abandonar Entre Rios que no lo quiere y no lo recibira sino como un americano que busca su refugio sujetandose a las leyes y al gobierno que ella tiene negandole derecho para inmiscuirse en el gobierno de territorios que tenian sus autoridades naturales La intencion de Artigas era ocupar Concepcion del Uruguay punto estrategico frente a la Banda Oriental Ramirez resuelto a evitar el avance de Artigas hacia Concepcion del Uruguay salio de Parana con una division de caballeria pasando el rio Gualeguay por la zona de Villaguay Destaco fuerzas de observacion sobre el Arroyo Grande al mando de Gervasio Correa mientras que Artigas ordeno al comandante misionero Francisco Javier Siti que avanzara sobre Entre Rios con 1 500 hombres Las dos vanguardias chocaron en el Combate de Arroyo Grande con resultados favorables a los artiguistas por lo que Ramirez repaso el rio Gualeguay y se situo en la zona de Las Guachas El triunfo de su vanguardia permitio que Artigas tomara Concepcion del Uruguay que fue saqueada por sus soldados El 13 de junio Artigas y Ramirez chocaron en la Batalla de Las Guachas cerca del rio Gualeguay Departamento Tala batalla que Ramirez juzgo de resultado indeciso y Artigas como un triunfo propio ya que Ramirez se retiro a Parana Pero este logro rehacerse gracias a las tropas y las armas que el gobierno de Sarratea le proporciono desde Buenos Aires cuyo nucleo eran 220 civicos al mando del comandante Lucio Norberto Mansilla 39 Ramirez reunio 700 hombres de caballeria y tres piezas de artilleria y espero la llegada de Artigas en una posicion favorable en las afueras de Parana El 24 de junio de 1820 se produjo la Batalla de la Bajada del Parana Ramirez coloco una linea de infanteria y artilleria al mando de Mansilla en una posicion fija desde donde podian tirar sin temer el ataque de la caballeria de Artigas A continuacion los jinetes de Artigas fueron llevados por dos veces hasta las filas de la infanteria y fueron destruidos Finalmente los coroneles Lopez Jordan Gregorio Piriz Pedro Barrenechea y Juan Leon Solas atacaron de lleno el campamento de los correntinos misioneros y orientales obligandolos a huir Tras su derrota Artigas se situo luego cerca del arroyo Sauce de Luna en espera de la llegada de tropas correntinas y el repligue de algunas de las guarniciones que habia dejado mientras Ramirez enviaba emisarios a toda la provincia para reunir tropas y hostigar a las fuerzas de Artigas En junio de 1820 San Antonio del Salto Chico actual Concordia sufrio un exodo total de sus moradores guaranies partidarios todos de Artigas ante la derrota de su lider Estos se refugiaron en la vecina orilla de la Banda Oriental atraidos por el exjefe artiguista de Mandisovi Domingo Mandure quien se habia pasado al bando portugues y recibido de Lecor el grado de teniente coronel y comandante de un pueblo de emigrados guaranies 40 Ramirez partio de Parana con 1000 jinetes y 300 infantes a las ordenes de Mansilla en direccion al campamento de Artigas en Sauce de Luna derrotando el 17 de julio en el Combate de Sauce de Luna cerca del rio Gualeguay a las fuerzas correntinas al mando de Lopez Chico y el 22 de julio logro derrotar al misionero Peru Cuti quien contaba con 300 hombres en el Combate del Rincon de los Yuqueris Pocos dias despues batio al misionero Matias Abacu en el Combate de Mandisovi Artigas paso el rio Mocoreta perseguido por Ramirez Las acciones militares en Corrientes Editar El 25 de julio Francisco Javier Siti quien fuera lugarteniente de Andres Guazurary y desde el 5 de marzo de 1820 era el comandante general interino de la Provincia de Misiones se paso al bando de Ramirez firmando el 28 de julio el Acuerdo de Mocoreta donde reconocio a Ramirez la direccion de la provincia de Misiones incluyendo a Mandisovi que desde agosto de 1819 tenia un alcalde guarani dependiente del comandante de Misiones y un comandante militar para los criollos dependiente de Entre Rios 41 Tras recibir la incorporacion de Siti Ramirez volvio a derrotar al correntino Lopez Chico en el Combate de Mocoreta el 24 de julio quien protegia con 400 hombres el camino hacia el campamento de Artigas El 27 de julio Ramirez derroto una vez mas a Artigas en la Batalla de Las Tunas en la que hizo un inteligente uso de la artilleria al mando del comandante Mansilla El propio Artigas escapo en ancas de su primogenito Manuel siendo derrotado al dia siguiente en el Combate de Osamentas Ramirez ataco el propio campamento de Artigas en Avalos cerca de Curuzu Cuatia Alli el caudillo oriental aun estaba al frente aun de 600 hombres y con apoyo del exgobernador Juan Bautista Mendez intento un ultimo combate Pero fue derrotado completamente el 29 de julio por Ramirez Piriz Casco y el cacique Siti que habian sido hombres suyos en la Batalla de Avalos En Avalos cayeron prisioneros sus mejores oficiales y su secretario Jose Benito Monterroso a quien Ramirez obligo a cumplir identicas funciones a su servicio Artigas salio de alli con solo 12 hombres Tambien pasaron a poder de Ramirez toda la artilleria de Artigas armas y municiones 25 carretas y 500 bueyes A fines de julio habia iniciado su avance por el rio Parana la flota que Sarratea le habia suministrado a Ramirez al mando del comandante Manuel Monteverde que logro evadir un bombardeo frente a Esquina y tomo el puerto de Goya El 3 de agosto la escuadra se apodero en el rio Corriente de los lanchones y buques de Pedro Campbell 42 El capitan irlandes se vio obligado a retirarse a pie hasta Corrientes En sus memorias Ramon de Caceres recordaba que Era tal el prestigio de este hombre que despues de destruido en Avalos y cuando creiamos que ya no podia rehacerse en su transito por Misiones salian los indios a pedirle la bendicion y lo seguian como en procesion con sus familias abandonando sus casas sus sementeras y sus animales Asi fue que en ocho dias habia reunido ochocientos hombres con que sitiaba Cambay 43 Ramirez llego la capital misionera Nuestra Senora de la Asuncion del Cambay que estaba siendo sitiada por Artigas con 800 hombres Alli se hallaba Siti con 600 misioneros resistiendo a Artigas que estaba indignado por el cambio de bando del comandante de Misiones Las fuerzas de Ramirez al mando del comandante Piriz llegaron por sorpresa venciendo en el Combate del Cambay el 20 de septiembre de 1820 la resistencia de los dragones comandados por Matias Abucu Esta fue la ultima accion militar de Artigas derrotado definitivamente quedo rodeado por Ramirez los portugueses y los Esteros del Ibera En permanente huida hacia el norte por el territorio de Misiones perseguido de cerca por Piriz y por Siti se acerco a la frontera del Paraguay con 150 hombres El exilio de Artigas Editar Las autoridades portuguesas ofrecieron una amnistia a Artigas con la condicion de ser confinado en Rio de Janeiro pero la rechazo lo mismo que el ofrecimiento del consul estadounidense en Montevideo quien puso a su disposicion los medios para trasladarse a los Estados Unidos 44 Mientras sus segundos perseguian a Artigas por todo el territorio misionero Ramirez ocupo la ciudad de Corrientes hizo arrestar a Pedro Campbell y a Mariano Vera y se hizo nombrar gobernador Artigas llego hasta Candelaria entonces en poder paraguayo El 5 de septiembre de 1820 cruzo el rio Parana hacia Itapua con un centenar de fieles y desde alli envio su espada y una carta al dictador Gaspar Rodriguez de Francia pidiendole que se le permitiera ingresar al Paraguay con su gente en calidad de refugiado El dictador paraguayo acepto con la prescripcion de que no podian acompanarlo grupos mayores de 25 personas por lo que Artigas licencio a sus fuerzas Al dirigirse a Asuncion Artigas llevaba por unica compania la de dos sargentos y un sirviente el Negro Ansina que lo acompanaria hasta su muerte Rodriguez de Francia lo tuvo confinado un tiempo en una celda de un convento y luego lo destino a San Isidro de Curuguaty Final de la Revolucion Oriental Editar Culminaba asi el duro prolongado y fulgurante Ciclo Artiguista que con la derrota del ejercito de la Provincia Oriental en la batalla de Tacuarembo el Acuerdo de Tres Arboles y con el Jefe de los Orientales y Protector de los Pueblos Libres Jose Gervasio Artigas exiliado en Paraguay el ano 1820 marca el fin de la Revolucion Oriental 1811 1820 Vease tambien EditarExpediciones Libertadoras a la Banda Oriental Guerras civiles argentinas Artigas Protector de los Pueblos LibresReferencias Editar Antecedentes para estudiar la personalidad y la obra de Jose de San Martin Volumen 3 pag 54 Autor Augusto Barcia Trelles Editor A Lopez 1943 Oficio de la Junta Grande al Cabildo de Montevideo de 27 de mayo de 1810 Libro de Pablo Blanco Acevedo La Junta de Mayo y el Cabildo de Montevideo en Estudios Historicos Montevideo 1956 Pags 58 59 Oficio del ex Virrey Cisneros al gobernador Soria de 27 de mayo de 1810 Libro Blanco Acevedo El Gobierno Colonial cit Pag 265 a b c d e f g h i j k l m n n Lincoln R Maiztegui Casas 2004 Orientales una historia Politica del Uruguay 1 De los origenes a 1865 Buenos Aires Grupo Planeta ISBN 950 49 1330 X a b c d e f g h i j k l m n n Washington Reyes Abadie Oscar H Bruschera y Tabare Melogno 1975 El Ciclo Artiguista tomo II Montevideo Cordon Evolucion economica de la Banda Oriental Volumen 1 pag 206 Autores Lucia Sala de Touron Julio C Rodriguez Nelson de la Torre Editor Ediciones Pueblos Unidos 1968 Pivel Devoto 1952 Raices coloniales de la Revolucion Oriental de 1811 Montevideo Ediciones de los Talleres Graficos A Monteverde y Cia La Revolucion de 1811 en la Banda Oriental Pag 133 Autores Junta Departamental de Montevideo Instituto Historico y Geografico del Uruguay Editor Junta Departamental de Montevideo 1962 La Banda Oriental y la Gaceta de Buenos Aires Pag 6 Autor Jose Torre Revello Editor s l 1963 La Revolucion de 1811 en la Banda Oriental Pag 23 Autores Montevideo Uruguay Junta Departamental Instituto Historico y Geografico del Uruguay Editor Junta Departamental de Montevideo 1962 Revista del Instituto Historico y Geografico del Uruguay Volumen 5 pag 55 Autor Instituto Historico y Geografico del Uruguay Editor El Instituto 1926 El Grito de Asencio El inicio de la revolucion Montevideo 2001 Archivado desde el original el 23 de mayo de 2008 Consultado el consultado en 2008 La Emancipacion oriental antologia grafica y literaria Pag 39 Autor Efrain Quesada Editor Ediciones de la Plaza 1980 Manual de historia de la Republica Oriental del Uruguay Volumenes 1 2 pag 217 Autor Santiago Bollo Editor A Barreiro y Ramos 1897 a b c d e f g h i j k l m n n o p q r Archivo Artigas Tomo IV Pagina 301 400 Montevideo 1953 Consultado el consultado en 2008 enlace roto disponible en Internet Archive vease el historial la primera version y la ultima El punto de Mercedes era considerado de especial importancia por los jefes espanoles El plan de Vigodet entusiastamente apoyado por Michelena era atacar este punto centrico para los inicuos con lo que la campana de Montevideo como la de Maldonado se verian libres Ver Carta de Juan Angel Michelena a Jose Maria Salazar Colonia del Sacramento 23 de abril de 1811 Archivo Artigas cit Tomo IV pagina 816 1 enlace roto disponible en Internet Archive vease el historial la primera version y la ultima El cambio obedecio a derivaciones del movimiento del 5 y 6 ocurrido en Buenos Aires y Belgrano estuvo a punto de obedecer pero no cumplir la orden Facundo Acre en Antecedentes citados senala que ya habia logrado reunir un ejercito de mas de 3 000 hombres y concebido un plan de accion por el que Manuel Artigas operaria en el N Jose Artigas con 500 hombres en el Centro y Benavidez con 800 hombres atacaria la Colonia del Sacramento Agrega que con su logro persiguio superar algunas disensiones entre los caudillos orientales y entre estos y algunos jefes portenos Belgrano con su buena fe trato de inducir a Vigodet y Michena a que abandonaran el partido inicuo de la guerra civil en que tan infelizmente los ha envuelto un hombre sin autoridad sin representacion legitima y que seria eternamente objeto de execracion como dice refiriendose a Elio en su oficio del 27 de abril dirigido a Vidoget Ver Archivo Artigas Tomo IV pag 334 2 enlace roto disponible en Internet Archive vease el historial la primera version y la ultima a b c d e Capitan Edison Alonso Rodriguez 1954 Artigas Aspectos Militares del Heroe Montevideo Florensa amp Lafon Francisco Bauza 1929 Historia de la Dominacion Espanola en el Uruguay Montevideo Ediciones de los Talleres Graficos El Democrata Instruccion que observara el Comandante del cuerpo destinado al celo de la campana en los parajes que se designan Montevideo 19 de abril de 1811 La Gaceta de Buenos Aires cit Tomo II paginas 466 468 a b El Colla paso del Rey y San Jose Montevideo 2001 Archivado desde el original el 21 de mayo de 2008 Consultado el consultado en 2008 En tal ocasion Manuel Francisco Artigas exigio al Cabildo y vecinos el siguiente juramento Jurais defender los derechos bajo vuestra palabra de honor de la Exima Junta de la capital de Buenos Aires como que defiende y sostiene los verdaderos y legitimos de nuestro Rey senor don Fernando VII Respondieron si juramos Jurais no obedecer ni auxiliar al Gobierno de Montevideo Respondieron que ni tomaran las armas contra la capital de Buenos Aires ni auxiliaran en modo alguno la plaza de Montevideo Si asi lo haceis Dios os lo premiara y si no el os demandara cuya diligencia se anota para la debida constancia de que doy fe yo el publico Escribano de este Cabildo a b Archivo Artigas Tomo IV Pagina 401 500 Montevideo 1953 Consultado el consultado en 2008 Oficios de Jose Maria Salazar al Secretario de Estado y del Despacho Universal de Marina del 19 de mayo y del 19 de noviembre de 1811 Archivo Artigas Tomo IV Pags 395 397 y 370 875 3 enlace roto disponible en Internet Archive vease el historial la primera version y la ultima Le obsequio ademas con una carabina que el jefe oriental agradecio en conceptuosa nota y le remitio una espada donada por el Capitan del Puerto Martin Thompson para ser entregada a Artigas en homenaje por su triunfo Primer Sitio a Hong Kong Japon 2012 Archivado desde el original el 25 de febrero de 2009 Consultado el consultado en 2008 Esta proposicion que rechazo Artigas por parte de los espanoles como muchas mas que se le hicieron a Artigas y este las rechazo tajantemente demuestra indudablemente que Artigas servia a sus ideales y no a meras ambiciones personales como aseveran varios textos Unitarios de la epoca a b c Primera reunion de los Orientales Montevideo 2001 Consultado el consultado en 2008 El preludio del Exodo Montevideo 2001 Consultado el consultado en 2008 Artigas a Sarratea Ayui 10 de agosto de 1812 Edmundo M Narancio Origen del Estado Oriental cit Pag 26 Oficio de Artigas a la Junta del Paraguay del 7 de diciembre de 1811 citado en Archivo Artigas Tomo VI paginas 77 78 4 Libro Orientales tomo 1 de Lincoln Maztegui Casas La Diplomacia de la Patria Vieja Archivo General de la Nacion Argentina pagina 147 La Diplomacia de la Patria Vieja Archivo General de la Nacion Argentina pagina 156 Dossier El mate enfrenta al liberalismo a b c Maiztegui Casas CARTAS DE FRANCISCO RAMIREZ Manual de historia de la Republica Oriental del Uruguay Autor Santiago Bollo En cumplimiento de la clausula secreta del Tratado del Pilar en calidad de custodio del armamento que se entregaba Posiblemente estuviera alli para asegurarse de que Ramirez enfrentara y derrotara a Artigas a quien los portenos nunca perdonaron su rebeldia Posteriormente sirvio para debilitar a Ramirez y tras su muerte goberno la provincia casi como un delegado del gobierno porteno Diario Cambio enlace roto disponible en Internet Archive vease el historial la primera version y la ultima Misiones desde 1819 hasta 1870 Revista del Rio de la plata Periodico mensual de historia y literatura LA INVASIoN LUSO BRASILENA El final Oni escuelas Archivado desde el original el 24 de septiembre de 2017 Consultado el 4 de julio de 2008 Datos Q4126475 Obtenido de https es wikipedia org w index php title Revolucion oriental amp oldid 151500437, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

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