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Batalla de Tucumán

La batalla de Tucumán fue un enfrentamiento armado librado el 24 y 25 de septiembre de 1812 en las inmediaciones de la ciudad de San Miguel de Tucumán, durante la segunda expedición auxiliadora al Alto Perú en el curso de la Guerra de la Independencia Argentina. El Ejército del Norte, al mando del general Manuel Belgrano a quien secundara el coronel Eustoquio Díaz Vélez en su carácter de mayor general, derrotó a las tropas realistas del brigadier Juan Pío Tristán, que lo doblaban en número, deteniendo el avance realista sobre el noroeste argentino. Junto con la batalla de Salta, que tuvo lugar el 20 de febrero de 1813, el triunfo de Tucumán permitió a los rioplatenses o argentinos confirmar los límites de la región bajo su control.

Batalla de Tucumán
Guerra de Independencia de la Argentina
Parte de guerras de independencia hispanoamericanas

La Batalla de Tucumán, pintura de Francisco Fortuny (1865-1942)
Fecha 24-25 de septiembre de 1812
Lugar San Miguel de Tucumán
Coordenadas 26°50′15″S 65°13′01″O / -26.83741111, -65.21696111
Resultado Decisiva victoria patriota
Beligerantes
Comandantes
Fuerzas en combate
1600[1]​-1800[2]​tropas
~800 infantes[3]
~1000 jinetes[3]
4 piezas de artillería[4]
3000 tropas[1]
~2000 infantes[3]
~1000 jinetes[3]
13 piezas de artillería[1]
Bajas
65 muertos[5]
187 heridos[5]
453 muertos[5]
354[1]​-687[5]​prisioneros
8[1]​-13[5]​piezas de artillería capturadas
Mapa animado de la revolución hispanoamericana (1808-1825):
     Territorios bajo control realista.     Territorios bajo control de movimientos independentistas.     Territorios bajo control de la Gran Colombia.     España bajo ocupación francesa.     España durante la revolución liberal.     Zonas sin un gobierno claro.

Antecedentes

La región del Alto Perú, el Altiplano de la actual Bolivia, estaba nuevamente en manos de los realistas o «godos» —partidarios del rey de España— desde la derrota de la batalla de Huaqui, en la que el inexperto revolucionario porteño Juan José Castelli no pudo hacer frente a las tropas del peruano realista Pío Tristán quien, al mando de un ejército de tres mil hombres, avanzaba hacia el sur.

Las órdenes del Primer Triunvirato habían puesto a Manuel Belgrano al frente del Ejército del Norte el 27 de febrero de 1812. Instalado su cuartel general en San Salvador de Jujuy, Belgrano intentaba reanimar la moral del ejército patriota derrotado en la Batalla de Huaqui. Fue con ese ánimo que, el 25 de mayo enarboló en San Salvador de Jujuy la bandera que había creado meses atrás, y la hizo bendecir en la Catedral jujeña por el canónigo Juan Ignacio Gorriti.

Pronto notó que no estaba en condiciones de defender adecuadamente la plaza, y —por orden del Triunvirato— el 23 de agosto ordenó la retirada masiva de toda la población de Jujuy, a la que se sumaron salteños y tarijeños, hacia el centro de la actual Argentina, en el llamado Éxodo Jujeño. Civiles y militares se replegaron, arrasando a su paso e incendiando todo lo que pudiera dar cobijo o ser útil a los realistas. Cuando los españoles entraron, hallaron la ciudad solitaria y sin habitantes:

Estaba desierta y desmantelada, y espantado del aspecto tristísimo de aquellos hogares desamparados y de aquellas calles mudas y tristes después de la agradable animación de otros tiempos

Tristán escribió a Goyeneche:

Belgrano es imperdonable…

La orden del Triunvirato era que el Ejército del Norte se hiciese fuerte en Córdoba. Sin embargo, Belgrano se detuvo en Tucumán, donde la población estuvo dispuesta a sumarse al ejército. La victoria el 3 de septiembre en el combate de Las Piedras entre su retaguardia, comandada por Díaz Vélez, y dos columnas de avanzada de la tropa de Tristán confirmó su propósito; logró prender al jefe de la columna, el coronel Huici y una veintena de soldados. Despachó a Juan Ramón Balcarce hacia la ciudad, ordenándole reclutar y entrenar en la medida de lo posible un cuerpo de caballería a partir de los milicianos locales, con cartas para la rica y poderosa familia Aráoz, dos de cuyos integrantes, Eustoquio Díaz Vélez y Gregorio Aráoz de Lamadrid, prestaban servicios bajo su mando como mayor general o segundo jefe y teniente respectivamente.

La gran decisión: replegarse o dar batalla

La misión de Balcarce, unida a los rumores de que la tropa se retiraba hasta Córdoba, causó comprensible alarma en la ciudad de Tucumán. Tañeron las campanas del Cabildo y el cuerpo, en sesión pública, dispuso enviar tres representantes —los oficiales Bernabé Aráoz y Rudecindo Alvarado y el eclesiástico doctor Pedro Miguel Aráoz— ante Manuel Belgrano, para pedirle que diera batalla a los españoles en Tucumán. Bernabé Aráoz sería más tarde varias veces gobernador de la provincia de Tucumán, y Pedro Miguel Aráoz, doctor en los dos derechos y cura vicario de la entonces Iglesia Matriz —la actual Catedral de San Miguel de Tucumán— sería diputado al Congreso de Tucumán.

El 9 de septiembre, el éxodo acantonó en la Encrucijada, un paraje ubicado a 36 km de la ciudad de Tucumán. Allí recibió a la comisión de autoridades tucumanas que le pusieron a disposición hombres, pertrechos y dinero. Este gesto patriótico fue el último fundamento que la conciencia de Belgrano necesitaba para modificar una orden a todas luces deshonrosa.[6]

Gregorio Aráoz de Lamadrid sostuvo que la decisión de Belgrano de proseguir su retroceso hacia el sur

alarmó tanto a los tucumanos que, se presentó su gobernador Bernabé Aráoz, acompañado de mi tío el Dr. Pedro Miguel Aráoz, que era el cura y vicario, así como muchas familias conocidas, a pedir al señor general que no los abandonasen y ofrecerle, que alarmarían toda la Provincia y correrían la suerte que les deparase una batalla cuya demanda fue apoyada muy eficazmente por mi primo, el mayor general Díaz Vélez, por el teniente coronel Juan Ramón Balcarce, que se hallaba en aquella ciudad encargado de la instrucción de las milicias por el Superior Gobierno, y en fin por varios jefes y entre ellos por el teniente coronel Manuel Dorrego, que había sanado ya de sus heridas.[7]

En el ejército, tres oficiales fueron decisivos para frenar el retroceso y dar batalla en Tucumán: Díaz Vélez, Balcarce y Manuel Dorrego.

Belgrano, el 12 de septiembre, ofició a Buenos Aires:

Son muy apuradas las circunstancias, y no hallo otro medio que esponerme á una nueva accion: los enemigos vienen siguéndonos. El trabajo es muy grande; si me retiro y me cargan, todo se pierde, y con ella nuestro total crédito. La gente de esta jurisdicción se ha decidido á sacrificarse con nosotros, si se trata de defenderla y de no, no nos seguirán y lo abandonarán todo, pienso aprovecharme de su espíritu público y energía para contener al enemigo, si me es dable, ó para ganar tiempo a fin de que se salve cuanto pertenece al Estado. Cualquiera de los dos objetivos que consiga es un triunfo y no hay otro arbitrio que esperarse. Acaso la suerte de la guerra nos sea favorable, animados como están los soldados y deseosos de distinguirse en una nueva acción. Es de necesidad aprovechar tan nobles sentimientos, que son obra del cielo, que tal vez empieza á protegernos para humillar la soberbia con que vienen los enemigos, con la esperanza de hacer tremolar sus banderas en esa capital. Nada dejaré por hacer. Nuestra situación es terrible, y veo que la patria exige de nosotros el último sacrificio para contener los desastres que la amenazan.[8]

Al llegar a Tucumán el 13 de septiembre, Belgrano encontró a Balcarce con 400 hombres —sin uniformes y armados solo con lanzas, pero bien organizados— y a la ciudad dispuesta a ofrecerle apoyo; Belgrano, según muchos historiadores, no buscaba más que ese pretexto para desobedecer la orden de retirada. Les dijo que se quedaría si su fuerza era engrosada con mil quinientos hombres de caballería, y si el vecindario le aportaba veinte mil pesos plata para la tropa, cantidades que la comisión ofreció duplicar. Decidió ignorar por lo tanto las intimaciones del Triunvirato y hacerse fuerte allí.

Las tropas armaron campamento precisamente en el centro de la ciudad, frente al Cabildo, es decir, en la actual Plaza Independencia, que por aquel tiempo se la llamaba Plaza Mayor, y era solo un descampado sin parquizar[9]

Los principales vecinos tucumanos fueron los encargados en alistar gentes para aumentar el número del ejército, también sumaron caballadas y proporcionaron ganado y alimento para el mantenimiento de los defensores.

Llegaron contingentes reducidos de Catamarca —conducidos por Bernardino Ahumada y Barros—, de Santiago del Estero y también jinetes desde el Alto Perú -comandados por Manuel Ascensio Padilla- que formaron la escolta de Belgrano.

Mientras tanto, el ejército realista avanzaba con dificultad, al no hallar en el terreno arrasado medios o instalaciones para cobijarse o reaprovisionarse; partidas irregulares organizadas por Díaz Vélez con los gauchos jujeños, salteños y tarijeños y el ejército de Belgrano los hostigaban constantemente. No fue hasta el 23 de septiembre cuando, desde el paraje de Los Nogales, donde avistó Tucumán, recibió Tristán noticia de que el Ejército del Norte estaba acampado en la plaza y dispuesto a darle allí batalla.

La batalla

En la mañana del 24 de septiembre de 1812, día de la batalla, el general Belgrano estuvo orando largo rato ante el altar de la Virgen, e incluso la tradición cuenta que solicitó la realización de un milagro a través de su intercesión. En esos mismos momentos, Tristán ordenó la marcha hacia la ciudad. Algunas fuentes indican que, en lugar de tomar el camino directo, rodeó la plaza desde el sur, intentando prevenir una posible huida de los patriotas en dirección a Santiago del Estero. Otras afirman que en el paraje de Los Pocitos se encontró repentinamente con los campos incendiados por orden del teniente de Dragones Lamadrid, natural de la zona, que contaba con la velocidad del fuego avivado por el viento del sur para desordenar la columna española. En todo caso, utilizó el viejo Camino Real del Perú para poner frente a la ciudad a una legua de ésta, en el paraje del Manantial.

Mientras tanto, y aprovechando la confusión provocada por el fuego, Belgrano —que había dispuesto al alba sus tropas al norte de la ciudad— había cambiado su frente hacia el oeste, contando con una visión clara de las maniobras de Tristán, y plantó cara a este en un terreno escabroso y desparejo, llamado el Campo de las Carreras. La rápida embestida sobre el flanco de Tristán apenas dio tiempo a este de reorganizar su frente y ordenar montar la artillería.

Belgrano había dispuesto la caballería en dos alas: la derecha, al mando de Balcarce, era más numerosa —contaba con la tropa gaucha recién reclutada— que la izquierda, al mando del coronel Eustoquio Díaz Vélez.

La infantería estaba dividida en tres columnas, comandadas por el coronel José Superí la izquierda, el capitán Ignacio Warnes la central y el capitán Carlos Forest la derecha, junto a la cual una sección de Dragones apoyaba la caballería. Una cuarta columna de reserva estaba al mando del teniente coronel Manuel Dorrego; el barón Eduardo Kaunitz de Holmberg comandaba la artillería, ubicada entre las columnas de a pie —demasiado dividida entre las mismas para ser efectiva— siendo su ayudante de campo el teniente José María Paz.

Fue la artillería revolucionaria la que inició el combate, bombardeando los batallones realistas de Cotabambas y Abancay, que respondieron cargando a la bayoneta. Belgranó ordenó responder con la carga de la infantería de Warnes, acompañada de la reserva de caballería del capitán Antonio Rodríguez, mientras que la caballería de Balcarce cargaba sobre el flanco izquierdo de Tristán; la carga tuvo un efecto formidable. Lanza en ristre, avanzaron haciendo sonar sus guardamontes y con tal ímpetu que la caballería de Tarija se desbandó a su paso, retrocediendo sobre su propia infantería y desorganizándola hasta tal punto que sin encontrar casi resistencia la caballería tucumana alcanzó la retaguardia del ejército enemigo.

Es imposible saber qué efecto hubieran podido tener de cargar desde ese sitio, en un movimiento de pinzas; compuesta en general por hombres de campo e ignorantes de la disciplina militar, buena parte de la caballería gaucha rompió la formación para apoderarse de las mulas cargadas con los avíos, incluyendo fuertes sumas en metales preciosos, del ejército realista. Con ello lo privaron también de sus reservas de munición y de provisiones, con las que se retiraron del campo de batalla. Solo la sección de Dragones que le daba apoyo y la caballería regular al mando de Balcarce mantuvieron el frente, pero junto con la pérdida de su equipaje ello bastó para confundir y desorganizar esa ala.

Mientras tanto, al otro lado del frente el resultado era muy distinto: pese a la presencia del mismo Belgrano, el avance de caballería e infantería de los realistas fue imparable, tomando prisionero al coronel José Superí. Sin embargo, la firmeza de la columna central permitió a los patriotas recuperar terreno y recobrar a Superí, pero los avances desiguales fraccionaron el frente, haciendo la batalla confusa, incomprensible para sus comandantes y dejando en buena medida las acciones a cargo de los oficiales que encabezaban cada unidad.

La providencial aparición de una enorme manga de langostas, que se abatieron sobre los pajonales, confundió a los soldados y oscureció la visión, acabando de descomponer el frente. Las versiones tradicionales refieren que fue tal la confusión sembrada por aquel enjambre de langostas que hizo parecer a los ojos de las fuerzas españoles, un número muy superior de tropas patriotas, lo que habría provocado su retirada en la confusión.

Si bien Belgrano había sido arrastrado por el desbande de un sector de su tropa fuera del escenario de las acciones, el campo de batalla quedó en manos de la infantería patriota. Al observar que se había quedado sola y sin las tropas de la caballería, Díaz Vélez logró tomar -junto con un grupo de infantería de Manuel Dorrego- el parque de artillería de Tristán, con treinta y nueve carretas cargadas de armas, municiones, parte de los cañones y centenares de prisioneros. Tomaron, además, las banderas de los regimientos Cotabambas, Abancay y Real de Lima. Luego, con la ayuda de las tropas de la reserva y llevándose también a los heridos, Díaz Vélez hizo replegar ordenadamente la infantería hacia la ciudad de San Miguel de Tucumán, colocándola en los fosos y trincheras que se habían abierto allí. También reorganizó la artillería y apostó tiradores en los techos y esquinas, convirtiendo a la ciudad en una plaza inexpugnable. Encerrado en ella, protegido por las fosas, Díaz Vélez aguardó expectante el resultado de las acciones de Belgrano y Tristán.

Belgrano, a su vez, desconocedor del resultado se retiró del campo central y acampando en el Ricón de Marlopa, intentaba recomponer su tropa cuando encontró al coronel José Moldes, quien había desempeñado el grueso de las funciones de observación. Díaz Vélez envió al teniente Paz en busca de Belgrano, el que le transmitió al general que regresara de inmediato porque la batalla había sido ganada y que su presencia era necesaria para asegurar el triunfo definitivo de las armas patriotas, tomando las decisiones que correspondían.[10]​A través de Paz se localizó lo que quedaba de la caballería en el campo. Se les sumó poco después Balcarce, quien también se atrevió en calificar de victoria la situación, juzgando que el campo cubierto de cadáveres y despojos españoles era indicio del resultado, aunque desconocía por completo el estado de la infantería y de la ciudad. Reordenar la hueste le llevó el resto de la tarde a Belgrano. El general inmediatamente ordenó la marcha hacia la ciudad para conectarse con Díaz Vélez, quien había asegurado el triunfo de los patriotas.

Tristán, temeroso de lo que podía esperarle a sus tropas dentro de la ciudad, optó por amagar un par de entradas, pero ordenó la retirada ante los primeros disparos enemigos. Hizo un último intento por la vía diplomática, intimando a Díaz Vélez a rendirse en un plazo de dos horas, bajo amenaza de incendiar la ciudad. Díaz Vélez le respondió con vehemencia, invitándolo a que se atreviera, ya que las tropas de la Patria eran vencedoras y que había adentro 354 prisioneros, 120 mujeres, 18 carretas de bueyes, todas las municiones de fusil y cañón, 8 piezas de artillería, 32 oficiales y 3 capellanes tomados al ejército realista. Agregó que, de ser necesario, degollaría a los prisioneros, entre los que se encontraban cuatro coroneles. En la nota que Díaz Vélez le dirigió al jefe realista, el 24 de septiembre de 1812, le manifestó asimismo:

Si V.S. se halla con la energía de que se lisongea para atacar, tema en el resultado los consiguientes de unas armas vencedoras justamente irritadas. Nuestra caballería en número superior a las fuerzas de V.S., al mando de mi digno General en Jefe el señor Brigadier Don Manuel Belgrano, que corta a V.S. toda retirada, concluirá el corto resto de los despojos que quedan a su mando; y solo serán sus ruinas el cuadro en que se eleve el estandarte de nuestra libertad [...](Partes oficiales y documentos relativos a la guerra de la independencia argentina, 1900, p. 188)

Tristán no se atrevió a cumplir con su amenaza y pernoctó fuera, dudando acerca del curso a seguir; por la mañana encontró a la tropa de Belgrano a sus espaldas, que lo intimó a rendirse por medio del arrogante coronel Moldes. El jefe realista contestó, rechazando la oferta, que "las armas del rey no se rinden". A continuación se replegó con todo su ejército hacia Salta, mientras 600 hombres al mando de Díaz Vélez le hostigaba su retaguardia en su huida al norte, logrando tomar muchos prisioneros y rescatar también algunos que habían hecho las tropas realistas.

Consecuencias

Militares

 
La Pirámide de la Ciudadela de Tucumán en conmemoración de la batalla de Tucumán.
 
San Miguel de Tucumán en 1812: Cabildo e iglesia de San Francisco. (Óleo actual de Gerardo Flores Ivaldi).

La batalla de Tucumán fue la victoria más importante obtenida por los ejércitos patriotas en la Guerra de la Independencia Argentina.

Las batallas de Tucumán y Salta, son las únicas de carácter campal dadas contra los españoles en el territorio de Argentina.

Para el historiador Bartolomé Mitre

Lo que hace más gloriosa esta batalla fue no tanto el heroísmo de las tropas y la resolución de su general, cuanto la inmensa influencia que tuvo en los destinos de la revolución americana. En Tucumán salvóse no sólo la revolución argentina, sino que puede decirse contribuyó de una manera muy directa y eficaz al triunfo de la independencia americana. Si Belgrano, obedeciendo las órdenes del gobierno, se retira (o si no se gana la batalla), las provincias del Norte se pierden para siempre, como se perdió el Alto Perú para la República Argentina.

Para su colega Vicente Fidel López esta batalla fue

la más criolla de todas cuantas batallas se han dado en el territorio argentino.

El material abandonado por los españoles y recuperado por Eustoquio Díaz Vélez y Manuel Dorrego —13 cañones, 358 fusiles, 39 carretas, 70 cajas de municiones y 87 tiendas de campaña— serviría al Ejército del Norte durante toda su campaña. 450 realistas perdieron su vida en el combate y otros 690, entre oficiales y soldados, fueron capturados en condición de prisioneros, entre estos los coroneles Pedro Barreda, Mariano Peralta, Antonio Suárez y José Antonio Álvarez Sotomayor. Por su parte, los defensores solo tuvieron 80 muertos y 200 heridos. Quedaron destruidos los regimientos y cuerpos militares de Cotabamba, Paruro, Abancay y parte del Real de Lima.

El 29 de septiembre de 1812, Belgrano escribió al Superior Gobierno de las Provincias Unidas del Río de la Plata el parte oficial de la gloriosa acción del día 24 de septiembre, calificando a la batalla de Tucumán como

...el Sepulcro de la Tiranía...

Moldes y Holmberg abandonaron el Ejército por desinteligencias con Belgrano, pero se le sumó Juan Antonio Álvarez de Arenales, con quien Belgrano emprendería el 12 de enero la marcha hacia Salta, donde los realistas se habían hecho fuertes.

La victoria consolidó la obra de la Revolución de Mayo y alejó momentáneamente el peligro de un verdadero desastre. Si el ejército patriota se hubiera retirado, las provincias del norte se hubiesen perdido para siempre y el enemigo, dueño de un extenso territorio, habría llegado hasta Córdoba, donde le hubiera sido más fácil obtener la cooperación de los realistas de la Banda Oriental y de las tropas portuguesas del Brasil.

Religiosas

La batalla de Tucumán tuvo asimismo consecuencias en el aspecto religioso, ya que acentuó la devoción del pueblo y gobierno del país hacia la Virgen María a través de su advocación como la Virgen de la Merced.

Desde los tiempos hispánicos, en 1687, la Virgen de la Merced había sido nombrada por el Cabildo de San Miguel de Tucumán Patrona y Abogada de la ciudad.[11]

Pero es a partir de la victoria de Tucumán cuando la devoción a Nuestra Señora de La Merced adquiere una solemnidad particular asumida por el pueblo, las autoridades y los jefes patrios, quienes —rompiendo con los vínculos políticos con España— no rompieron con la tradición religiosa mariana. El 24 de septiembre de 1812, luego de la batalla de Tucumán, el general Belgrano le atribuyó a la Virgen de la Mercedes su intercesión y la nombró Patrona.

El 27 de octubre de 1812 se celebró una misa de acción de gracias; en la procesión que llevaba la estatua de esta Virgen, Belgrano depositó su bastón de mando entre los cordones del ropaje de la imagen, proclamándola en agradecimiento como Generala del Ejército Argentino. Ese mismo día comunicó al gobierno de Buenos Aires

La Patria puede gloriarse de la completa victoria que han obtenido sus armas en el día 24 del corriente, día de Nuestra Señora de las Mercedes, bajo cuya protección nos pusimos.

Políticas

El triunfo tuvo también importantes consecuencias políticas, por cuanto Belgrano —que contaba con la simpatía de la Logia Lautaro— había derrotado al invasor contrariando las disposiciones del gobierno y demostrando el acierto de los opositores, cuando pedían auxilios para remitir al Ejército del Norte.

En la madrugada del 5 de octubre se recibió en Buenos Aires el primer parte de la extraordinaria victoria.

El extraordinario que arribó a esta ciudad en la mañana del 5 de octubre llenó improvisamente de aquel júbilo y placer inexplicable que producen las grandes victorias decisivas de la fortuna y de la libertad común. Las salvas de artillería, los repiques generales de las campanas, los alegres vivas anunciaron luego la prosperidad de las armas de la patria.[12]
 
Escudo honorífico otorgado a la tropa tras la victoria de la batalla de Tucumán.[13]

A los tres días de conocerse la noticia, el Primer Triunvirato fue derribado.

El Segundo Triunvirato concedió a los integrantes del ejército el uso de un distintivo con la inscripción:

LA PATRIA A SU DEFENSOR EN TUCUMÁN

También dispuso que los soldados recibieran una charretera en hilo blanco y celeste y los sargentos un cordón de lana con los mismos colores.[14]

Otra disposición fue que los nombres de los soldados figurasen en el libro de honor de los respectivos Cabildos de Buenos Aires y Tucumán. Belgrano fue designado Capitán General, pero rehusó el ascenso con suma modestia.

El doctor Bernardo de Monteagudo, en la sesión pública de la Sociedad Patriótica llevada a cabo el 29 de octubre de 1812, sostuvo que

El grande y augusto deber que nos impone la memoria de las víctimas sacrificadas el 24 de septiembre, es declarar y sostener la Independencia de América ... de no haberse producido ese triunfo, los realistas ya estarían en Córdoba, y los enemigos interiores acelerarían el momento de nuestra desolación. ... Jurad la Independencia, sostenedla con vuestra sangre, enarbolad su pabellón, y estas serán las exequias más dignas de los mártires de Tucumán.

Monumento a la batalla de Tucumán

Como consecuencia de la celebración de los doscientos años de la batalla de Tucumán, en Argentina han surgido voces a favor de la construcción de un monumento conmemorativo ya que dicho país no ha erigido aún una obra de características monumentales que honre la decisiva victoria de las armas patriotas acaecida en esa batalla.[15][16]

Reconocimiento en la filatelia

En 2012, el Correo Argentino emitió una estampilla conmemorativa del Bicentenario de la Batalla con un valor facial de 2,50 pesos. Formaba parte de una serie junto a otra de igual valor que rendía tributo al Bicentenario del Éxodo Jujeño.

Su fecha de emisión fue el 16 de junio de 2012 y dimensiones 44x34 mm. Impresión cuatricolor y dentado 13 1⁄2.

La representación del combate está tomada de un óleo de Tomás de Villar que se encuentra en el Museo Enrique Udaondo, en la ciudad de Luján, titulada “El Gral. Belgrano al mando del ejército del Norte durante la batalla de Tucumán”[17]

Referencias

  1. Sir Woodbine Parish (1853). Buenos Aires y las provincias del Rio de la Plata: desde su descubrimiento y conquista por los Españoles. Tomo II. Buenos Aires: Imprenta de Mayo, pp. 157.
  2. Alejandro M. Rabinovich (2009). "La gloria, esa plaga de nuestra pobre América del Sud". Nuevo Mundo Nuevos Mundos.
  3. La Batalla de Tucumán
  4. La Gazeta - Batalla de Tucumán
  5. Marturet, Carlos María (2020). «La Batalla de Tucumán». En Asociación Belgraniana de la Ciudad de Buenos Aires, ed. Revista Belgranianos. Nº 2 Septiembre. p. 38. Consultado el 5 de septiembre de 2020. 
  6. Aráoz de La Madrid, Gregorio. Memorias. Citado por Bustos Thames, Juan Pablo. Crónica de la Batalla de Tucumán (I Parte). . Archivado desde el original el 25 de enero de 2013. Consultado el 21 de febrero de 2013. 
  7. Mitre, Bartolomé. Historia de Belgrano. Volumen 2. Ledouux y Ca. Buenos Aires. 1859. P. 41/2.
  8. Yanicelli, Luis H. (2020). «Esperando la Batalla». En Asociación Belgraniana de la Ciudad de Buenos Aires, ed. Revista Belgranianos. Nº 2 Septiembre. p. 29. Consultado el 5 de septiembre de 2020. 
  9. López Rouges, Manuel. La Anarquía Tucumana y la guerra civil. Editorial Dunken. 2014.ISBN: 9789870274544. P. 21.
  10. «Iglesia de Nuestra Señora de la Merced, en Tucumán». Consultado el 19 de noviembre de 2009. 
  11. Rossi Belgrano, Alejandro (2020). «Buenos Aires y la noticia del triunfo en Tucumán». En Asociación Belgraniana de la Ciudad de Buenos Aires, ed. Revista Belgranianos. Nº 2 Septiembre. p. 54. Consultado el 5 de septiembre de 2020. 
  12. Réplica realizada por Regimientosdeamerica.com
  13. Rossi Belgrano, Mariana (2020). «La Patria a su Defensor en Tucumán». En Asociación Belgraniana de la Ciudad de Buenos Aires, ed. Revista Belgranianos. Nº 2 Septiembre. p. 8. Consultado el 5 de septiembre de 2020. 
  14. Comisión Permanente de Homenaje al General Eustoquio Díaz Vélez. "A pesar que en 2012 se cumplió el Bicentenario de esta decisiva batalla, y si bien resultó ser una fecha más que significativa para que el pueblo y gobierno argentinos iniciaran los trabajos en pro de la construcción del monumento y saldaran esta deuda que lleva un retraso de doscientos años, nada se ha hecho hasta el momento."
  15. Picchio, Jorge Manuel. Batalla de Tucumán. Una deuda de doscientos años. Diario Época. Martes 24/09/2013. "Contestes con un antiguo reclamo, apoyamos el pedido para saldar la deuda que tiene la Nación Argentina con Tucumán, pues no ha erigido aun, un monumento que honre la decisiva victoria de las armas patriotas acaecidas en la Batalla de Tucumán." . Archivado desde el original el 19 de marzo de 2014. Consultado el 18 de marzo de 2014. 
  16. Rossi Belgrano, Juan Carlos (2020). «La Batalla de Tucumán en la Filatelia». En Asociación Belgraniana de la Ciudad de Buenos Aires, ed. Revista Belgranianos. Nº 2 Septiembre. p. 8. Consultado el 5 de septiembre de 2020. 

Enlaces externos

  •   Wikisource contiene obras originales de o sobre Batalla de Tucumán.
  • La Batalla RVJ 6


  •   Datos: Q2890270
  •   Multimedia: Battle of Tucumán

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La batalla de Tucuman fue un enfrentamiento armado librado el 24 y 25 de septiembre de 1812 en las inmediaciones de la ciudad de San Miguel de Tucuman durante la segunda expedicion auxiliadora al Alto Peru en el curso de la Guerra de la Independencia Argentina El Ejercito del Norte al mando del general Manuel Belgrano a quien secundara el coronel Eustoquio Diaz Velez en su caracter de mayor general derroto a las tropas realistas del brigadier Juan Pio Tristan que lo doblaban en numero deteniendo el avance realista sobre el noroeste argentino Junto con la batalla de Salta que tuvo lugar el 20 de febrero de 1813 el triunfo de Tucuman permitio a los rioplatenses o argentinos confirmar los limites de la region bajo su control Batalla de TucumanGuerra de Independencia de la ArgentinaParte de guerras de independencia hispanoamericanasLa Batalla de Tucuman pintura de Francisco Fortuny 1865 1942 Fecha24 25 de septiembre de 1812LugarSan Miguel de TucumanCoordenadas26 50 15 S 65 13 01 O 26 83741111 65 21696111ResultadoDecisiva victoria patriotaBeligerantesProvincias Unidas del Rio de la Plata Reino de EspanaComandantesManuel Belgrano Juan Pio TristanFuerzas en combate1600 1 1800 2 tropas 800 infantes 3 1000 jinetes 3 4 piezas de artilleria 4 3000 tropas 1 2000 infantes 3 1000 jinetes 3 13 piezas de artilleria 1 Bajas65 muertos 5 187 heridos 5 453 muertos 5 354 1 687 5 prisioneros8 1 13 5 piezas de artilleria capturadas editar datos en Wikidata Mapa animado de la revolucion hispanoamericana 1808 1825 Territorios bajo control realista Territorios bajo control de movimientos independentistas Territorios bajo control de la Gran Colombia Espana bajo ocupacion francesa Espana durante la revolucion liberal Zonas sin un gobierno claro Indice 1 Antecedentes 2 La gran decision replegarse o dar batalla 3 La batalla 4 Consecuencias 4 1 Militares 4 2 Religiosas 4 3 Politicas 5 Monumento a la batalla de Tucuman 6 Reconocimiento en la filatelia 7 Referencias 8 Enlaces externosAntecedentes EditarLa region del Alto Peru el Altiplano de la actual Bolivia estaba nuevamente en manos de los realistas o godos partidarios del rey de Espana desde la derrota de la batalla de Huaqui en la que el inexperto revolucionario porteno Juan Jose Castelli no pudo hacer frente a las tropas del peruano realista Pio Tristan quien al mando de un ejercito de tres mil hombres avanzaba hacia el sur Las ordenes del Primer Triunvirato habian puesto a Manuel Belgrano al frente del Ejercito del Norte el 27 de febrero de 1812 Instalado su cuartel general en San Salvador de Jujuy Belgrano intentaba reanimar la moral del ejercito patriota derrotado en la Batalla de Huaqui Fue con ese animo que el 25 de mayo enarbolo en San Salvador de Jujuy la bandera que habia creado meses atras y la hizo bendecir en la Catedral jujena por el canonigo Juan Ignacio Gorriti Pronto noto que no estaba en condiciones de defender adecuadamente la plaza y por orden del Triunvirato el 23 de agosto ordeno la retirada masiva de toda la poblacion de Jujuy a la que se sumaron saltenos y tarijenos hacia el centro de la actual Argentina en el llamado Exodo Jujeno Civiles y militares se replegaron arrasando a su paso e incendiando todo lo que pudiera dar cobijo o ser util a los realistas Cuando los espanoles entraron hallaron la ciudad solitaria y sin habitantes Estaba desierta y desmantelada y espantado del aspecto tristisimo de aquellos hogares desamparados y de aquellas calles mudas y tristes despues de la agradable animacion de otros tiempos Tristan escribio a Goyeneche Belgrano es imperdonable La orden del Triunvirato era que el Ejercito del Norte se hiciese fuerte en Cordoba Sin embargo Belgrano se detuvo en Tucuman donde la poblacion estuvo dispuesta a sumarse al ejercito La victoria el 3 de septiembre en el combate de Las Piedras entre su retaguardia comandada por Diaz Velez y dos columnas de avanzada de la tropa de Tristan confirmo su proposito logro prender al jefe de la columna el coronel Huici y una veintena de soldados Despacho a Juan Ramon Balcarce hacia la ciudad ordenandole reclutar y entrenar en la medida de lo posible un cuerpo de caballeria a partir de los milicianos locales con cartas para la rica y poderosa familia Araoz dos de cuyos integrantes Eustoquio Diaz Velez y Gregorio Araoz de Lamadrid prestaban servicios bajo su mando como mayor general o segundo jefe y teniente respectivamente La gran decision replegarse o dar batalla EditarLa mision de Balcarce unida a los rumores de que la tropa se retiraba hasta Cordoba causo comprensible alarma en la ciudad de Tucuman Taneron las campanas del Cabildo y el cuerpo en sesion publica dispuso enviar tres representantes los oficiales Bernabe Araoz y Rudecindo Alvarado y el eclesiastico doctor Pedro Miguel Araoz ante Manuel Belgrano para pedirle que diera batalla a los espanoles en Tucuman Bernabe Araoz seria mas tarde varias veces gobernador de la provincia de Tucuman y Pedro Miguel Araoz doctor en los dos derechos y cura vicario de la entonces Iglesia Matriz la actual Catedral de San Miguel de Tucuman seria diputado al Congreso de Tucuman El 9 de septiembre el exodo acantono en la Encrucijada un paraje ubicado a 36 km de la ciudad de Tucuman Alli recibio a la comision de autoridades tucumanas que le pusieron a disposicion hombres pertrechos y dinero Este gesto patriotico fue el ultimo fundamento que la conciencia de Belgrano necesitaba para modificar una orden a todas luces deshonrosa 6 Gregorio Araoz de Lamadrid sostuvo que la decision de Belgrano de proseguir su retroceso hacia el sur alarmo tanto a los tucumanos que se presento su gobernador Bernabe Araoz acompanado de mi tio el Dr Pedro Miguel Araoz que era el cura y vicario asi como muchas familias conocidas a pedir al senor general que no los abandonasen y ofrecerle que alarmarian toda la Provincia y correrian la suerte que les deparase una batalla cuya demanda fue apoyada muy eficazmente por mi primo el mayor general Diaz Velez por el teniente coronel Juan Ramon Balcarce que se hallaba en aquella ciudad encargado de la instruccion de las milicias por el Superior Gobierno y en fin por varios jefes y entre ellos por el teniente coronel Manuel Dorrego que habia sanado ya de sus heridas 7 En el ejercito tres oficiales fueron decisivos para frenar el retroceso y dar batalla en Tucuman Diaz Velez Balcarce y Manuel Dorrego Belgrano el 12 de septiembre oficio a Buenos Aires Son muy apuradas las circunstancias y no hallo otro medio que esponerme a una nueva accion los enemigos vienen siguendonos El trabajo es muy grande si me retiro y me cargan todo se pierde y con ella nuestro total credito La gente de esta jurisdiccion se ha decidido a sacrificarse con nosotros si se trata de defenderla y de no no nos seguiran y lo abandonaran todo pienso aprovecharme de su espiritu publico y energia para contener al enemigo si me es dable o para ganar tiempo a fin de que se salve cuanto pertenece al Estado Cualquiera de los dos objetivos que consiga es un triunfo y no hay otro arbitrio que esperarse Acaso la suerte de la guerra nos sea favorable animados como estan los soldados y deseosos de distinguirse en una nueva accion Es de necesidad aprovechar tan nobles sentimientos que son obra del cielo que tal vez empieza a protegernos para humillar la soberbia con que vienen los enemigos con la esperanza de hacer tremolar sus banderas en esa capital Nada dejare por hacer Nuestra situacion es terrible y veo que la patria exige de nosotros el ultimo sacrificio para contener los desastres que la amenazan 8 Al llegar a Tucuman el 13 de septiembre Belgrano encontro a Balcarce con 400 hombres sin uniformes y armados solo con lanzas pero bien organizados y a la ciudad dispuesta a ofrecerle apoyo Belgrano segun muchos historiadores no buscaba mas que ese pretexto para desobedecer la orden de retirada Les dijo que se quedaria si su fuerza era engrosada con mil quinientos hombres de caballeria y si el vecindario le aportaba veinte mil pesos plata para la tropa cantidades que la comision ofrecio duplicar Decidio ignorar por lo tanto las intimaciones del Triunvirato y hacerse fuerte alli Las tropas armaron campamento precisamente en el centro de la ciudad frente al Cabildo es decir en la actual Plaza Independencia que por aquel tiempo se la llamaba Plaza Mayor y era solo un descampado sin parquizar 9 Los principales vecinos tucumanos fueron los encargados en alistar gentes para aumentar el numero del ejercito tambien sumaron caballadas y proporcionaron ganado y alimento para el mantenimiento de los defensores Llegaron contingentes reducidos de Catamarca conducidos por Bernardino Ahumada y Barros de Santiago del Estero y tambien jinetes desde el Alto Peru comandados por Manuel Ascensio Padilla que formaron la escolta de Belgrano Mientras tanto el ejercito realista avanzaba con dificultad al no hallar en el terreno arrasado medios o instalaciones para cobijarse o reaprovisionarse partidas irregulares organizadas por Diaz Velez con los gauchos jujenos saltenos y tarijenos y el ejercito de Belgrano los hostigaban constantemente No fue hasta el 23 de septiembre cuando desde el paraje de Los Nogales donde avisto Tucuman recibio Tristan noticia de que el Ejercito del Norte estaba acampado en la plaza y dispuesto a darle alli batalla La batalla EditarEn la manana del 24 de septiembre de 1812 dia de la batalla el general Belgrano estuvo orando largo rato ante el altar de la Virgen e incluso la tradicion cuenta que solicito la realizacion de un milagro a traves de su intercesion En esos mismos momentos Tristan ordeno la marcha hacia la ciudad Algunas fuentes indican que en lugar de tomar el camino directo rodeo la plaza desde el sur intentando prevenir una posible huida de los patriotas en direccion a Santiago del Estero Otras afirman que en el paraje de Los Pocitos se encontro repentinamente con los campos incendiados por orden del teniente de Dragones Lamadrid natural de la zona que contaba con la velocidad del fuego avivado por el viento del sur para desordenar la columna espanola En todo caso utilizo el viejo Camino Real del Peru para poner frente a la ciudad a una legua de esta en el paraje del Manantial Mientras tanto y aprovechando la confusion provocada por el fuego Belgrano que habia dispuesto al alba sus tropas al norte de la ciudad habia cambiado su frente hacia el oeste contando con una vision clara de las maniobras de Tristan y planto cara a este en un terreno escabroso y desparejo llamado el Campo de las Carreras La rapida embestida sobre el flanco de Tristan apenas dio tiempo a este de reorganizar su frente y ordenar montar la artilleria Belgrano habia dispuesto la caballeria en dos alas la derecha al mando de Balcarce era mas numerosa contaba con la tropa gaucha recien reclutada que la izquierda al mando del coronel Eustoquio Diaz Velez La infanteria estaba dividida en tres columnas comandadas por el coronel Jose Superi la izquierda el capitan Ignacio Warnes la central y el capitan Carlos Forest la derecha junto a la cual una seccion de Dragones apoyaba la caballeria Una cuarta columna de reserva estaba al mando del teniente coronel Manuel Dorrego el baron Eduardo Kaunitz de Holmberg comandaba la artilleria ubicada entre las columnas de a pie demasiado dividida entre las mismas para ser efectiva siendo su ayudante de campo el teniente Jose Maria Paz Fue la artilleria revolucionaria la que inicio el combate bombardeando los batallones realistas de Cotabambas y Abancay que respondieron cargando a la bayoneta Belgrano ordeno responder con la carga de la infanteria de Warnes acompanada de la reserva de caballeria del capitan Antonio Rodriguez mientras que la caballeria de Balcarce cargaba sobre el flanco izquierdo de Tristan la carga tuvo un efecto formidable Lanza en ristre avanzaron haciendo sonar sus guardamontes y con tal impetu que la caballeria de Tarija se desbando a su paso retrocediendo sobre su propia infanteria y desorganizandola hasta tal punto que sin encontrar casi resistencia la caballeria tucumana alcanzo la retaguardia del ejercito enemigo Es imposible saber que efecto hubieran podido tener de cargar desde ese sitio en un movimiento de pinzas compuesta en general por hombres de campo e ignorantes de la disciplina militar buena parte de la caballeria gaucha rompio la formacion para apoderarse de las mulas cargadas con los avios incluyendo fuertes sumas en metales preciosos del ejercito realista Con ello lo privaron tambien de sus reservas de municion y de provisiones con las que se retiraron del campo de batalla Solo la seccion de Dragones que le daba apoyo y la caballeria regular al mando de Balcarce mantuvieron el frente pero junto con la perdida de su equipaje ello basto para confundir y desorganizar esa ala Mientras tanto al otro lado del frente el resultado era muy distinto pese a la presencia del mismo Belgrano el avance de caballeria e infanteria de los realistas fue imparable tomando prisionero al coronel Jose Superi Sin embargo la firmeza de la columna central permitio a los patriotas recuperar terreno y recobrar a Superi pero los avances desiguales fraccionaron el frente haciendo la batalla confusa incomprensible para sus comandantes y dejando en buena medida las acciones a cargo de los oficiales que encabezaban cada unidad La providencial aparicion de una enorme manga de langostas que se abatieron sobre los pajonales confundio a los soldados y oscurecio la vision acabando de descomponer el frente Las versiones tradicionales refieren que fue tal la confusion sembrada por aquel enjambre de langostas que hizo parecer a los ojos de las fuerzas espanoles un numero muy superior de tropas patriotas lo que habria provocado su retirada en la confusion Si bien Belgrano habia sido arrastrado por el desbande de un sector de su tropa fuera del escenario de las acciones el campo de batalla quedo en manos de la infanteria patriota Al observar que se habia quedado sola y sin las tropas de la caballeria Diaz Velez logro tomar junto con un grupo de infanteria de Manuel Dorrego el parque de artilleria de Tristan con treinta y nueve carretas cargadas de armas municiones parte de los canones y centenares de prisioneros Tomaron ademas las banderas de los regimientos Cotabambas Abancay y Real de Lima Luego con la ayuda de las tropas de la reserva y llevandose tambien a los heridos Diaz Velez hizo replegar ordenadamente la infanteria hacia la ciudad de San Miguel de Tucuman colocandola en los fosos y trincheras que se habian abierto alli Tambien reorganizo la artilleria y aposto tiradores en los techos y esquinas convirtiendo a la ciudad en una plaza inexpugnable Encerrado en ella protegido por las fosas Diaz Velez aguardo expectante el resultado de las acciones de Belgrano y Tristan Belgrano a su vez desconocedor del resultado se retiro del campo central y acampando en el Ricon de Marlopa intentaba recomponer su tropa cuando encontro al coronel Jose Moldes quien habia desempenado el grueso de las funciones de observacion Diaz Velez envio al teniente Paz en busca de Belgrano el que le transmitio al general que regresara de inmediato porque la batalla habia sido ganada y que su presencia era necesaria para asegurar el triunfo definitivo de las armas patriotas tomando las decisiones que correspondian 10 A traves de Paz se localizo lo que quedaba de la caballeria en el campo Se les sumo poco despues Balcarce quien tambien se atrevio en calificar de victoria la situacion juzgando que el campo cubierto de cadaveres y despojos espanoles era indicio del resultado aunque desconocia por completo el estado de la infanteria y de la ciudad Reordenar la hueste le llevo el resto de la tarde a Belgrano El general inmediatamente ordeno la marcha hacia la ciudad para conectarse con Diaz Velez quien habia asegurado el triunfo de los patriotas Tristan temeroso de lo que podia esperarle a sus tropas dentro de la ciudad opto por amagar un par de entradas pero ordeno la retirada ante los primeros disparos enemigos Hizo un ultimo intento por la via diplomatica intimando a Diaz Velez a rendirse en un plazo de dos horas bajo amenaza de incendiar la ciudad Diaz Velez le respondio con vehemencia invitandolo a que se atreviera ya que las tropas de la Patria eran vencedoras y que habia adentro 354 prisioneros 120 mujeres 18 carretas de bueyes todas las municiones de fusil y canon 8 piezas de artilleria 32 oficiales y 3 capellanes tomados al ejercito realista Agrego que de ser necesario degollaria a los prisioneros entre los que se encontraban cuatro coroneles En la nota que Diaz Velez le dirigio al jefe realista el 24 de septiembre de 1812 le manifesto asimismo Si V S se halla con la energia de que se lisongea para atacar tema en el resultado los consiguientes de unas armas vencedoras justamente irritadas Nuestra caballeria en numero superior a las fuerzas de V S al mando de mi digno General en Jefe el senor Brigadier Don Manuel Belgrano que corta a V S toda retirada concluira el corto resto de los despojos que quedan a su mando y solo seran sus ruinas el cuadro en que se eleve el estandarte de nuestra libertad Partes oficiales y documentos relativos a la guerra de la independencia argentina 1900 p 188 Tristan no se atrevio a cumplir con su amenaza y pernocto fuera dudando acerca del curso a seguir por la manana encontro a la tropa de Belgrano a sus espaldas que lo intimo a rendirse por medio del arrogante coronel Moldes El jefe realista contesto rechazando la oferta que las armas del rey no se rinden A continuacion se replego con todo su ejercito hacia Salta mientras 600 hombres al mando de Diaz Velez le hostigaba su retaguardia en su huida al norte logrando tomar muchos prisioneros y rescatar tambien algunos que habian hecho las tropas realistas Consecuencias EditarMilitares Editar La Piramide de la Ciudadela de Tucuman en conmemoracion de la batalla de Tucuman San Miguel de Tucuman en 1812 Cabildo e iglesia de San Francisco oleo actual de Gerardo Flores Ivaldi La batalla de Tucuman fue la victoria mas importante obtenida por los ejercitos patriotas en la Guerra de la Independencia Argentina Las batallas de Tucuman y Salta son las unicas de caracter campal dadas contra los espanoles en el territorio de Argentina Para el historiador Bartolome Mitre Lo que hace mas gloriosa esta batalla fue no tanto el heroismo de las tropas y la resolucion de su general cuanto la inmensa influencia que tuvo en los destinos de la revolucion americana En Tucuman salvose no solo la revolucion argentina sino que puede decirse contribuyo de una manera muy directa y eficaz al triunfo de la independencia americana Si Belgrano obedeciendo las ordenes del gobierno se retira o si no se gana la batalla las provincias del Norte se pierden para siempre como se perdio el Alto Peru para la Republica Argentina Para su colega Vicente Fidel Lopez esta batalla fue la mas criolla de todas cuantas batallas se han dado en el territorio argentino El material abandonado por los espanoles y recuperado por Eustoquio Diaz Velez y Manuel Dorrego 13 canones 358 fusiles 39 carretas 70 cajas de municiones y 87 tiendas de campana serviria al Ejercito del Norte durante toda su campana 450 realistas perdieron su vida en el combate y otros 690 entre oficiales y soldados fueron capturados en condicion de prisioneros entre estos los coroneles Pedro Barreda Mariano Peralta Antonio Suarez y Jose Antonio Alvarez Sotomayor Por su parte los defensores solo tuvieron 80 muertos y 200 heridos Quedaron destruidos los regimientos y cuerpos militares de Cotabamba Paruro Abancay y parte del Real de Lima El 29 de septiembre de 1812 Belgrano escribio al Superior Gobierno de las Provincias Unidas del Rio de la Plata el parte oficial de la gloriosa accion del dia 24 de septiembre calificando a la batalla de Tucuman como el Sepulcro de la Tirania Moldes y Holmberg abandonaron el Ejercito por desinteligencias con Belgrano pero se le sumo Juan Antonio Alvarez de Arenales con quien Belgrano emprenderia el 12 de enero la marcha hacia Salta donde los realistas se habian hecho fuertes La victoria consolido la obra de la Revolucion de Mayo y alejo momentaneamente el peligro de un verdadero desastre Si el ejercito patriota se hubiera retirado las provincias del norte se hubiesen perdido para siempre y el enemigo dueno de un extenso territorio habria llegado hasta Cordoba donde le hubiera sido mas facil obtener la cooperacion de los realistas de la Banda Oriental y de las tropas portuguesas del Brasil Religiosas Editar Iglesia de Nuestra Senora de la Merced La batalla de Tucuman tuvo asimismo consecuencias en el aspecto religioso ya que acentuo la devocion del pueblo y gobierno del pais hacia la Virgen Maria a traves de su advocacion como la Virgen de la Merced Desde los tiempos hispanicos en 1687 la Virgen de la Merced habia sido nombrada por el Cabildo de San Miguel de Tucuman Patrona y Abogada de la ciudad 11 Pero es a partir de la victoria de Tucuman cuando la devocion a Nuestra Senora de La Merced adquiere una solemnidad particular asumida por el pueblo las autoridades y los jefes patrios quienes rompiendo con los vinculos politicos con Espana no rompieron con la tradicion religiosa mariana El 24 de septiembre de 1812 luego de la batalla de Tucuman el general Belgrano le atribuyo a la Virgen de la Mercedes su intercesion y la nombro Patrona El 27 de octubre de 1812 se celebro una misa de accion de gracias en la procesion que llevaba la estatua de esta Virgen Belgrano deposito su baston de mando entre los cordones del ropaje de la imagen proclamandola en agradecimiento como Generala del Ejercito Argentino Ese mismo dia comunico al gobierno de Buenos Aires La Patria puede gloriarse de la completa victoria que han obtenido sus armas en el dia 24 del corriente dia de Nuestra Senora de las Mercedes bajo cuya proteccion nos pusimos Politicas Editar El triunfo tuvo tambien importantes consecuencias politicas por cuanto Belgrano que contaba con la simpatia de la Logia Lautaro habia derrotado al invasor contrariando las disposiciones del gobierno y demostrando el acierto de los opositores cuando pedian auxilios para remitir al Ejercito del Norte En la madrugada del 5 de octubre se recibio en Buenos Aires el primer parte de la extraordinaria victoria El extraordinario que arribo a esta ciudad en la manana del 5 de octubre lleno improvisamente de aquel jubilo y placer inexplicable que producen las grandes victorias decisivas de la fortuna y de la libertad comun Las salvas de artilleria los repiques generales de las campanas los alegres vivas anunciaron luego la prosperidad de las armas de la patria 12 Escudo honorifico otorgado a la tropa tras la victoria de la batalla de Tucuman 13 A los tres dias de conocerse la noticia el Primer Triunvirato fue derribado El Segundo Triunvirato concedio a los integrantes del ejercito el uso de un distintivo con la inscripcion LA PATRIA A SU DEFENSOR EN TUCUMAN Tambien dispuso que los soldados recibieran una charretera en hilo blanco y celeste y los sargentos un cordon de lana con los mismos colores 14 Otra disposicion fue que los nombres de los soldados figurasen en el libro de honor de los respectivos Cabildos de Buenos Aires y Tucuman Belgrano fue designado Capitan General pero rehuso el ascenso con suma modestia El doctor Bernardo de Monteagudo en la sesion publica de la Sociedad Patriotica llevada a cabo el 29 de octubre de 1812 sostuvo que El grande y augusto deber que nos impone la memoria de las victimas sacrificadas el 24 de septiembre es declarar y sostener la Independencia de America de no haberse producido ese triunfo los realistas ya estarian en Cordoba y los enemigos interiores acelerarian el momento de nuestra desolacion Jurad la Independencia sostenedla con vuestra sangre enarbolad su pabellon y estas seran las exequias mas dignas de los martires de Tucuman Monumento a la batalla de Tucuman EditarComo consecuencia de la celebracion de los doscientos anos de la batalla de Tucuman en Argentina han surgido voces a favor de la construccion de un monumento conmemorativo ya que dicho pais no ha erigido aun una obra de caracteristicas monumentales que honre la decisiva victoria de las armas patriotas acaecida en esa batalla 15 16 Reconocimiento en la filatelia EditarEn 2012 el Correo Argentino emitio una estampilla conmemorativa del Bicentenario de la Batalla con un valor facial de 2 50 pesos Formaba parte de una serie junto a otra de igual valor que rendia tributo al Bicentenario del Exodo Jujeno Su fecha de emision fue el 16 de junio de 2012 y dimensiones 44x34 mm Impresion cuatricolor y dentado 13 1 2 La representacion del combate esta tomada de un oleo de Tomas de Villar que se encuentra en el Museo Enrique Udaondo en la ciudad de Lujan titulada El Gral Belgrano al mando del ejercito del Norte durante la batalla de Tucuman 17 Referencias Editar a b c d e Sir Woodbine Parish 1853 Buenos Aires y las provincias del Rio de la Plata desde su descubrimiento y conquista por los Espanoles Tomo II Buenos Aires Imprenta de Mayo pp 157 Alejandro M Rabinovich 2009 La gloria esa plaga de nuestra pobre America del Sud Nuevo Mundo Nuevos Mundos a b c d Biblioteca de Armas La Batalla de Tucuman a b c d e La Gazeta Batalla de Tucuman Marturet Carlos Maria 2020 La Batalla de Tucuman En Asociacion Belgraniana de la Ciudad de Buenos Aires ed Revista Belgranianos Nº 2 Septiembre p 38 Consultado el 5 de septiembre de 2020 Araoz de La Madrid Gregorio Memorias Citado por Bustos Thames Juan Pablo Cronica de la Batalla de Tucuman I Parte Copia archivada Archivado desde el original el 25 de enero de 2013 Consultado el 21 de febrero de 2013 Mitre Bartolome Historia de Belgrano Volumen 2 Ledouux y Ca Buenos Aires 1859 P 41 2 Yanicelli Luis H 2020 Esperando la Batalla En Asociacion Belgraniana de la Ciudad de Buenos Aires ed Revista Belgranianos Nº 2 Septiembre p 29 Consultado el 5 de septiembre de 2020 Lopez Rouges Manuel La Anarquia Tucumana y la guerra civil Editorial Dunken 2014 ISBN 9789870274544 P 21 Iglesia de Nuestra Senora de la Merced en Tucuman Consultado el 19 de noviembre de 2009 Rossi Belgrano Alejandro 2020 Buenos Aires y la noticia del triunfo en Tucuman En Asociacion Belgraniana de la Ciudad de Buenos Aires ed Revista Belgranianos Nº 2 Septiembre p 54 Consultado el 5 de septiembre de 2020 Replica realizada por Regimientosdeamerica com Rossi Belgrano Mariana 2020 La Patria a su Defensor en Tucuman En Asociacion Belgraniana de la Ciudad de Buenos Aires ed Revista Belgranianos Nº 2 Septiembre p 8 Consultado el 5 de septiembre de 2020 Comision Permanente de Homenaje al General Eustoquio Diaz Velez A pesar que en 2012 se cumplio el Bicentenario de esta decisiva batalla y si bien resulto ser una fecha mas que significativa para que el pueblo y gobierno argentinos iniciaran los trabajos en pro de la construccion del monumento y saldaran esta deuda que lleva un retraso de doscientos anos nada se ha hecho hasta el momento Picchio Jorge Manuel Batalla de Tucuman Una deuda de doscientos anos Diario Epoca Martes 24 09 2013 Contestes con un antiguo reclamo apoyamos el pedido para saldar la deuda que tiene la Nacion Argentina con Tucuman pues no ha erigido aun un monumento que honre la decisiva victoria de las armas patriotas acaecidas en la Batalla de Tucuman Copia archivada Archivado desde el original el 19 de marzo de 2014 Consultado el 18 de marzo de 2014 Rossi Belgrano Juan Carlos 2020 La Batalla de Tucuman en la Filatelia En Asociacion Belgraniana de la Ciudad de Buenos Aires ed Revista Belgranianos Nº 2 Septiembre p 8 Consultado el 5 de septiembre de 2020 Enlaces externos Editar Wikisource contiene obras originales de o sobre Batalla de Tucuman La Batalla RVJ 6 Datos Q2890270 Multimedia Battle of Tucuman Obtenido de https es wikipedia org w index php title Batalla de Tucuman amp oldid 137883624, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

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