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Las mocedades del Cid

Las mocedades del Cid es una obra teatral escrita por Guillén de Castro entre 1605[1]​ y 1615 de carácter histórico-legendario, inspirada en el ciclo de romances sobre el Cid, cuyo tema principal es la gestación del héroe desde su mocedad hasta el máximo encumbramiento como gran guerrero, buen vasallo, perfecto cristiano y amante e hijo ejemplar.

Portada de Las mocedades del Cid.

Ha sido considerada tradicionalmente por la crítica como la obra cumbre de Guillén de Castro. La intriga desciende de una cadena que conecta la épica tardía de las Mocedades de Rodrigo y las crónicas alfonsíes con el romancero y de ahí se refunde en la tradición dramática de utilizar las leyendas históricas para crear un teatro nacional, labor que se debe tanto a Lope de Vega como a Guillén de Castro. Las mocedades del Cid representa ejemplarmente esta refundición de materiales legendarios, cronísticos y del romancero en la dramaturgia del Siglo de Oro.[2]

Esta obra gozó de difusión universal gracias a la versión que de ella hizo Pierre Corneille en Le Cid en 1636. El dramaturgo francés sigue de cerca la trama de Las mocedades, traduciendo versos enteros del autor español.[3]​ La tragedia de Corneille ha sido el punto de partida de posteriores recreaciones literarias, musicales y fílmicas.

Sinopsis

 
La primera hazaña del Cid obra de Juan Vicens Cots. En ella Rodrigo presenta a su padre Diego Laínez la cabeza del Conde Lozano. El tono de la escena sería inimaginable en el Siglo de Oro.

Rodrigo, admirado por la infanta Urraca y doña Jimena, es armado caballero con todos los honores por el rey Fernando I de Castilla. Poco después, el ya anciano padre de Rodrigo, Diego Laínez, sufre la afrenta deshonrosa de una bofetada por parte del arrogante conde Lozano, padre de Jimena. Diego Laínez pide a su hijo que limpie su honra matando al conde Lozano. El joven Rodrigo lo hace, con lo que arruina la posible unión con Jimena, pese a que ambos se saben enamorados.

Rodrigo va a casa de Jimena y le ruega que le quite la vida vengando con ello a su padre, pero la joven es incapaz de hacerlo. Sin embargo, la influencia de Jimena ante el rey provoca que Rodrigo sea castigado y parte a buscar fortuna ganando batallas ante cuatro reyes moros, que lo reconocen como «mio Cid», esto es «mi señor». Uno de los reyes musulmanes es enviado como heraldo ante el rey de Castilla y el propio Fernando I adopta para el Cid este apelativo.

Continúa Jimena pidiendo castigo para el Cid y sus quejas se expresan con los versos del «romance de doña Lambra», plagado de imágenes líricas que comparan al Cid con un gavilán y a ella con una paloma. Mientras tanto el Cid ha emprendido peregrinación a Santiago, a quien ofreció sus victorias. En una escena en la que el de Vivar aparece con un rosario en la mano es puesto a prueba por un leproso que al cabo resulta ser san Lázaro. El santo le insufla su aliento divino y predice su futuro como héroe invicto y ganador de batallas después de muerto. El mismo Lázaro le ordena volver ante el rey por un asunto urgente, pues el rey de Aragón ha enviado a su campeón para defender en combate singular la plaza de Calahorra. El vencedor de la justa obtendrá, además, la mano y dote de Jimena. El Cid vence y se consuma la unión con Jimena y el encumbramiento del héroe castellano.[4]

Estructura

Acto I Acto II Acto III
Rodrigo es armado caballero con todos los honores (v v. 1-129)[5] Quejas de Jimena pidiendo justicia al rey ( v v. 866-1037) Urraca renuncia al amor del Cid y se queja de su hermano Sancho al rey (v v. 1821-1926)
Consejo real. Afrenta del conde Lozano a Diego Laínez (v v. 130-305) Rodrigo va a casa de Jimena y le ofrece su cabeza (v v. 1038-1208) Carta del rey de Aragón por la disputa de Calahorra (v v. 1917-1972)
Diego Laínez pide a Rodrigo que limpie su honra mancillada (v v. 306-517) Diego Laínez reúne una mesnada y Rodrigo parte a ganar cinco batallas (v v. 1209-1284) Tercera queja de Jimena que ordena pregonar que se casará con quien traiga la cabeza del Cid (v v. 1973-2114)
Monólogo de Rodrigo (v v. 518-585) Galanteo de Rodrigo y Urraca en la casa de campo (v v. 1285-1428) El Cid peregrino a Santiago. Encuentro con el leproso/san Lázaro (v v. 2115-2358)
Rodrigo mata al conde Lozano (v v. 586-865) Victoria sobre cuatro reyes moros (v v. 1429-1516) Consejo real sobre la disputa de la plaza de Calahorra (v v. 2359-2458)
Premonición de su propia muerte del infante Sancho (v v. 1517-1626) Desafío de Martín González, embajador del rey de Aragón (v v. 2459-2718)
Embajada de los reyes moros vasallos del Cid al rey Fernando (v v. 1627-1712) Reparto del reino entre los infantes (v v. 2719-2894)
Segunda queja de Jimena al rey y destierro del Cid (v v. 1713-1820) Desenlace. Llega el Cid, vence a Martín González y se casa con Jimena. (v v. 2894-3004)

Fuentes

La base principal de la primera comedia de Las mocedades del Cid la constituye el ciclo de romances que recreaba los episodios de la vida del Cid. Guillén de Castro refunde al menos doce (otros muchos son tenidos en cuenta) y los integra en la obra manteniendo muchos de sus versos, con lo que los romances insertos eran perfectamente reconocibles por el espectador de la época.

Si los romances constituyen el material fundamental del contenido de la pieza dramática, una segunda fuente en importancia la constituyen las refundiciones cronísticas impresas en el Siglo de Oro, si bien no se ha podido determinar si el autor las manejó como fuentes directas. Pudo haber, además romances o crónicas que no han llegado hasta nosotros. En cualquier caso el contenido de las crónicas le aportan aspectos relacionados con la cohesión estructural entre las distintas secuencias construidas, las más de las veces, en torno a la adaptación de un romance bien conocido.

En dos casos: la embajada de Martín González en nombre del rey de Aragón (vv. 2379 y ss.) y el encuentro entre Rodrigo y su padre (vv. 1254 y ss.), hay detalles extraídos del cantar de las Mocedades de Rodrigo, sin que se hayan podido documentar fuentes intermedias.[6]​ No parece probable, empero, que Guillén de Castro tuviera acceso al texto del viejo cantar, y pudo conocer estos episodios por haber sido desgajados en romances hoy perdidos o refundiciones posteriores de la gesta que no han llegado hasta nosotros.

Mucho menor es la posible influencia de la épica culta renacentista en la que solo el poema Los hechos del Cid pudo prestar algún elemento, aunque este supuesto está puesto en duda por la crítica más reciente.[7]

Épica y crónicas

La génesis de las leyendas desarrolladas en torno a las mocedades o juventud del Cid están atestiguadas al menos desde la segunda mitad del siglo XIII en alusiones al héroe de crónicas medievales que tratan del reinado de Fernando I el Magno desde época alfonsí.

El primer relato completo de una leyenda ya conformada, no obstante, aparece a comienzos del siglo XIV y de él dan testimonio la Crónica de Castilla (o Crónica de los reyes de Castilla) y la Crónica de 1344. Este material narrativo no se basa en crónicas anteriores, sino que son la prosificación de una cantar de gesta perdido conocido como *Gesta de las mocedades de Rodrigo y su datación se sitúa hacia 1300. Posteriormente refundido por un clérigo da lugar en 1360 a las Mocedades de Rodrigo, del que conservamos 1164 versos.

Sin embargo los escritores del Siglo de Oro no conocieron las crónicas ni los cantares de gesta, que no tuvieron difusión escrita hasta los comienzos de la Filología en el siglo XIX. La recepción de las mocedades del joven Rodrigo se debe a refundiciones de crónicas impresas en el siglo XVI y al romancero, tanto viejo como nuevo.

Entre las compilaciones de crónicas impresas que contienen la materia cidiana destaca la Crónica particular del Cid, impresa en Burgos en 1512 y que se basa en el relato que ofrece la Crónica de Castilla, que a su vez está tomado, en lo que respecta a la juventud del héroe, de la *Gesta de las mocedades de Rodrigo perdida. Esta crónica tuvo varias ediciones en el siglo XVI. Se presenta como un relato unitario que unifica una biografía del Cid a partir de esta crónica y reconstruye todas las etapas legendarias de su vida: las mocedades de Rodrigo, para el periodo de formación con Fernando I; la etapa del cerco de Zamora, para su servicio como alférez en la corte de Sancho II de Castilla y las refundiciones cronísticas a partir del periodo narrado en el Cantar de mio Cid para la madurez del héroe. Otra crónica impresa muy reeditada —diecinueve veces entre 1494 y 1618— es la Crónica popular del Cid, basada en un compendio de crónicas titulado Crónica de España abreviada, de mosén Diego de Valera.

El otro texto cronístico de importancia en la difusión de la leyenda del Cid es la Crónica de España (1541), del cronista real Florián de Ocampo, llamada por ello también Crónica ocampiana. Se trataba de una prolija compilación de crónicas que en la época se consideraba directamente redactada por Alfonso X, por lo que se le daba gran credibilidad. Su versión de las mocedades coincide casi en todo con la de la Crónica particular del Cid.

Caso distinto es el de la presencia en la obra guilleniana del poema épico culto renacentista de Diego Jiménez de Ayllón Los famosos y heroicos hechos del invencible y esforzado caballero, honra y flor de las Españas, el Cid Ruy Díaz de Vivar, publicado en 1568 y reeditado en 1579, conocido como Los famosos hechos del Cid o simplemente, Los hechos del Cid; un poema ariostesco y caballeresco escrito en octavas reales. Algunas situaciones de la comedia de Guillén de Castro remiten a episodios análogos de Los famosos hechos del Cid, sobre todo en los ámbitos palaciegos del conflicto entre Rodrigo y el Conde.

Romances

Desde el siglo XIII, como se dijo, se atestigua la gestación de noticias, dichos y leyendas en torno a la juventud de Rodrigo, material que luego se ha denominado como «mocedades del Cid». Se trataba de colmar las lagunas existentes en la formación y primeros pasos del héroe. Las noticias sobre esta etapa aparecen en la Primera crónica general de Alfonso X y en la Crónica de veinte reyes, donde se dice refiriéndose a Fernando I de Castilla:

Este fue el primero rey que don Fernando oviese nombre e fue llamado por sobrenombre Magno [...] e aun llámanle en las cançiones par de emperador.

Este texto de la Crónica de veinte reyes atestigua cómo en el siglo XIV existe el cantar de gesta perdido (*Gesta de las mocedades) y quizá los primeros romances que se disgregaron de él y a uno y a otros se podría aludir con «en las cançiones».[8]

En todo caso, lo cierto es que el principal medio difusor de la leyenda de las mocedades del Cid en los siglos XVI y XVII es el romancero, que se propagaba oralmente, en pliegos sueltos (la llamada «literatura de cordel») y en cancioneros y romanceros impresos.

Las colecciones impresas de romances sobre el Cid buscaban unificar, basándose en crónicas como la de Florián de Ocampo, los episodios divergentes que sobre la vida del héroe ofrecían los romances tradicionales, y así, Juan de Escobar, publica en 1605 en Lisboa la Historia del muy noble y valeroso caballero el Cid Ruy Díez de Vivar, en romances, en lenguaje antiguo, conocida como Historia y romancero del Cid, que fue la fuente principal de la que se nutre la versión de Las mocedades del Cid de Guillén de Castro.

Los romances que utiliza Guillén de Castro, sin embargo, están tomados de distintas recopilaciones de romances nuevos. Antes de 1551 Lorenzo de Sepúlveda publica en Amberes sus Romances nuevos sacados de historias antiguas de la Crónica de España, basada, como su título indica, en la Crónica de Ocampo.[9]​ De esta obra parecen proceder elementos de los romances «En Zamora estaba el rey», «Ya se parte don Rodrigo» y «Sobre Calahorra esa villa», insertos por Guillén de Castro en los episodios de la embajada de los reyes moros vasallos del Cid (acto II, vv. 1627-1712), de la romería del Cid a Santiago y del consejo sobre el reto por Calahorra (acto III, vv. 2115-2458) respectivamente. Remite a la recopilación de Juan de Timoneda,[10]​ por otro caso, el romance «Ese buen Diego Laínez», de donde obtiene el motivo del mordisco del padre al Cid en el dedo para someterlo a una prueba de valor (acto I, vv. 130-305). Por fin, del Romancero general (Madrid, 1600) o de sus fuentes inmediatas deben provenir «Consolando al noble viejo» y «Sentado está el señor rey», fundidos en los episodios del desafío de Rodrigo al conde Lozano (acto I vv. 518-585) y de la segunda queja de Jimena ante el rey Fernando (acto II, vv. 1713-1820).

Pero la colección que más presente tiene Guillén de Castro es, asimismo, la que con más coherencia romanceaba la biografía del Cid, la citada Historia y Romancero del Cid, de Juan de Escobar que salió publicada en Lisboa en 1605 y en Alcalá de Henares en 1612. El orden cronológico, estructural y causal que adopta esta obra es el mismo (con leves variantes) que el que usa la comedia de Las mocedades del Cid.

En total, al menos doce romances quedan insertos (adaptándolos según las circunstancias) en el desarrollo de la trama de toda la comedia en su primera parte. Cinco en el primer acto («Afuera, afuera Rodrigo», «Cuidando Diego Laínez», «Ese buen Diego Laínez», «Pensativo estaba el Cid» y «Consolando al noble viejo»), cuatro en el segundo («Grande rumor se levanta», «Reyes moros en Castilla», «En Zamora estaba el rey» y «Sentado está el señor rey») y tres en el tercero («En Burgos está el buen rey», «Ya se parte don Rodrigo»[11]​ y «Sobre Calahorra esa villa»). Todos ellos eran perfectamente identificables por el público, que en esa época conocía bien el romancero, pues se mantienen muchos de sus versos —salvo pequeñas modificaciones— y, sobre todo, el verso inicial o epígrafe, incluso aun cuando no respondía a las necesidades de la representación dramática, como es el caso del «Sentado está el señor rey», pues era evidente que el personaje real aparecía sentado en su trono (véase el verso 1713, ed. de Arata, 1996).

Teatro

El dramaturgo Juan de la Cueva, en 1579, había representado en Sevilla su obra teatral La muerte del rey don Sancho y reto de Zamora, sobre la etapa de Rodrigo como alférez de Sancho II de Castilla que recrea la Comedia segunda de las mocedades del Cid.

Entre 1575 y 1580 se escribió la Segunda parte de los hechos del Cid que sí aborda la etapa de la primera comedia de Las mocedades de Guillén. Narra la guerra entre Fernando I y el emperador de Alemania, las quejas de Jimena, el reparto del Reino y la batalla de Golpejera, episodio este último con el que nuestro autor inicia la Segunda comedia. Está dividida en cuatro jornadas y, por las alusiones del texto, había una Primera parte... que dramatizaba la infancia de Rodrigo, la muerte del conde y la victoria sobre cinco reyes moros.

En 1603 aparece publicada Las hazañas del Cid en un volumen atribuida a Lope de Vega, pero en realidad de autor desconocido. Se centra en la toma de Valencia y la muerte del héroe.

Todas ellas se basan en una mera yuxtaposición de episodios que no llegan a construir una auténtica intriga. Si Guillén de Castro conoció estas obras debieron servirle como ejemplo para superar.

Análisis

De carácter histórico-legendario ha sido considerada tradicionalmente por la crítica como la obra cumbre de Guillén de Castro. La intriga desciende de una cadena que conecta la épica tardía de las Mocedades de Rodrigo y las crónicas alfonsíes con el romancero y de ahí se refunde en la tradición dramática de utilizar las leyendas históricas para crear un teatro nacional, labor que debemos tanto a Lope de Vega como a Guillén de Castro. Las mocedades del Cid representa ejemplarmente esta refundición de materiales legendarios, cronísticos y del romancero en la dramaturgia del Siglo de Oro.[2]

La obra gozó de difusión universal gracias a la versión que de ella hizo Pierre Corneille en Le Cid en 1636. Corneille reproduce la trama sin apenas cambios, plagiando versos enteros del autor español.[3]​ La tragedia francesa ha sido el punto de partida de posteriores recreaciones literarias y fílmicas.

Tradicionalmente la crítica ha postulado dos interpretaciones de la obra. La primera postura, heredada de la crítica francesa y de la romántica, considera que el núcleo que la estructura es la pasión amorosa entre Rodrigo y Jimena y el conflicto con el honor que impide que se desarrollen estos amores. Matiza esta visión Joaquín Casalduero[12]​ para quien «el conflicto entre el amor y honor sirve de base al tema de la obra: lo que cuesta ser noble».

La segunda, más habitual entre la crítica hispánica reciente, está representada por Ruiz Ramón,[13]​ para quien el eje central es el realce del Cid como héroe ejemplar y no el conflicto amor-honra entre este y Jimena.

Sebold, por su parte, en un artículo de 1968[14]​ ve la obra como una hagiografía contrarreformista en paralelo constante con el episodio bíblico de David y Goliat y llega a considerar toda la comedia como una reinterpretación «a lo divino» de esta leyenda del Antiguo Testamento (Libro primero de Samuel, 17), basándose en lo axilar del episodio del «gafo» o leproso, que al cabo resulta ser san Lázaro.

En Las mocedades del Cid de Guillén de Castro el triángulo amoroso en el que Jimena y Urraca compiten por el amor de Rodrigo (tema central en Corneille) queda muy pronto difuminado ante la renuncia de Urraca a luchar por el amor del Cid. En Guillén el tema central es la gestación del héroe castellano, que es exaltado desde el principio por el rey y la corte y posteriormente supera todas las pruebas a las que se ve abocado con honor y virtud. La entereza del héroe (y también de Jimena) y la nobleza de sus valores y actos es lo que destaca por encima de todo, pues el Cid es buen hijo, buen vasallo, excelente guerrero y perfecto cristiano.

También se realza la autoridad del monarca Fernando I, ya maduro y experto, y el nacimiento y consolidación del destino de Castilla. El rey debe sofocar disturbios entre la nobleza, luchar contra Aragón y los reyes moros y solventar las rencillas internas entre los herederos García, Alfonso, Sancho, Urraca y Elvira, conflictos que serán tratados en la Segunda parte de las mocedades del Cid y que, en vida de Fernando, en la Comedia primera, aparecen larvados.

Jimena, por su parte, es un gran carácter. No pudiendo amar al matador de su padre, sin embargo, le reconoce que había actuado como pedía el desagravio de su honor y no puede actuar contra él, enamorada como está, pese a su valor. La obra explicita que si Rodrigo hubiera evitado vengar la humillación recibida por su padre, también habría perdido la estimación y el amor de Jimena.

La obra contiene abundantes pasajes de gran vigor poético y emocionado lirismo, como se puede apreciar en el monólogo de Rodrigo en que, tras conocer la afrenta sufrida por su padre, se dispone a reparar la ofensa, consciente de la desgracia que en los amores de Jimena tal acto puede ocasionar:

Suspenso, de afligido,
estoy, Fortuna, ¿es cierto lo que veo?
¡Tan en mi daño ha sido
tu mudanza, que es tuya y no la creo!
¿Posible pudo ser que permitiese
tu inclemencia que fuese
mi padre el ofendido, ¡extraña pena!
y el ofensor... el padre de Jimena?
¿Qué haré, suerte atrevida,
si él es el alma que me dio la vida?
¿Qué haré (¡terrible calma!)
si ella es la vida que me tiene el alma?
Mezclar quisiera, en confianza tuya,
mi sangre con la suya,
¿y he de verter su sangre? ¡brava pena!
¿yo he de matar al padre de Jimena?


Mas ya ofende esta duda
al santo honor que mi opinión sustenta;
razón es que sacuda
de amor el yugo, y la cerviz exenta,
acuda a lo que soy; que habiendo sido
mi padre el ofendido,
poco importa que fuese ¡amarga pena!
el ofensor el padre de Jimena.
[...]
Todo es poco, todo es nada
en descuento de un agravio,
el primero que se ha hecho
a la sangre de Laín Calvo.
Las mocedades del Cid, vv. 518-541 y 554-557
ed. de Stefano Arata, Barcelona, Crítica, 1996.

Se unen en Las mocedades del Cid los temas de honor y deber, de amor y razón de estado, en una visión sobre todo exaltadora de las cualidades del héroe, que se manifiestan en un conjunto de actitudes ejemplares para con su rey, su padre, su deber y su amada. Corneille, en cambio, hace hincapié en la intriga amorosa y ve al Cid sobre todo como un galán. La obra ha sido representada con frecuencia en todas las épocas y es la principal responsable de la fama perdurable de Guillén de Castro.

Las mocedades del Cid tiene una continuación titulada frecuentemente Las hazañas del Cid a partir del título Segunda de las hazañas del Cid con que aparece en el índice de su Primera parte de las comedias de don Guillem de Castro (Valencia, Felipe Mey, 1618).[15]​ Sin embargo Sturgis E. Leavitt[16]​ opina que debido a que en esta obra el protagonismo recae en Sancho II y Urraca, perdiendo protagonismo Rodrigo, el título no sería adecuado. Esta segunda parte retoma tramas iniciadas en la primera parte de Las mocedades del Cid, como la rivalidad entre los hermanos Urraca y Sancho II y lo narrado en el ciclo legendario del cerco de Zamora, con la muerte a traición de este rey a manos de Vellido Dolfos.

El Cid como personaje teatral

Cuando el Cid sube a las tablas en 1579, con la obra La muerte del rey don Sancho y reto de Zamora de Juan de la Cueva, el romancero había dotado al personaje de matices humanos y cortesanos más allá de la idealización épica de sus hazañas que crónicas y romances conllevaban. Además de sus tradicionales virtudes de fortitudo y sapientia que caracterizaban al valiente guerrero medieval, el Cid va afianzando su característica mesura para llegar a ser un cauteloso y sagaz político al modo en que dibujaban en el Siglo de Oro a un influyente consejero real tratados de filosofía moral desde El príncipe de Maquiavelo hasta El héroe, El político o El discreto de Baltasar Gracián. Ejemplo de esta novedosa psicología para el personaje cidiano es El honrador de su padre, del dramaturgo Juan Bautista Diamante, obra publicada solo dos años después de la muerte de Gracián.

Y también en Guillén de Castro era notable la altura como cortesano político y prudente del Cid, rasgos que se acentúan en la Segunda comedia de las mocedades del Cid. En esta segunda parte el héroe castellano se muestra menos bélico, implicado en los graves conflictos por la sucesión del reino que se dan en la materia del cerco de Zamora, que incluye el legendario episodio de la «Jura de Santa Gadea», sembrando de inquietud la coronación de Alfonso VI y tiñendo de sombras la recientemente conseguida unificación de sus tierras. Este hilo argumental dejaría un cauce abierto a una continuación a partir del inevitable destierro del Cid, que hubiera enlazado con la etapa de madurez del héroe sobre la que versa el Cantar de mio Cid.

Pero no solo bastaba con adoptar los nuevos modelos políticos y cortesanos. Para que el Cid aparezca como personaje de la comedia nueva que triunfa con Lope de Vega debió adaptarse a la tipología del galán de comedia. Guillén lo hace partiendo del conflicto galante establecido por los amores celosos de Urraca y Jimena hacia el héroe, y muestra clara de este carácter es su escena de requiebros y galanura con Urraca asomada al balcón de su casa de campo en los versos 1285 a 1428 del acto segundo de la primera parte de la comedia.

Por último han de recordarse otros rasgos añadidos al personaje central del drama guilleniano, como son su caracterización «a lo divino» como cristiano ejemplar en la escena del gafo/san Lázaro (v v. 2115-2358), una faceta comprensible en la pía mentalidad de la Contrarreforma, aunque ya desde sus más tempranas representaciones los autores teatrales han tendido a suprimir este episodio como ajeno a la cabal comprensión de la obra. No obstante, el estudio de Sebold (1968) promovía esta secuencia y este rasgo como central en la caracterización psicológica del Cid de Guillén de Castro.

Ediciones

Ediciones antiguas

  • Primera Parte de las comedias de don Guillén de Castro natural de la ciudad de Valencia, Valencia, Felipe Mey, 1618.[17]

PRIMERA PARTE / DE LAS COMEDIAS / DE DON GVILLEM DE CASTRO / NATVRAL DE LA CIVDAD DE VALENCIA. / Las Comedias que van en este libro son las siguientes. / 1. El Perfecto Cauallero. / 2. El Conde Alarcos. / 3. La Humildad soberuia. / 4. Don Quixote de la Mancha. / 5. Las Mocedades del Cid, primera. / 6. Segunda de las hazañas del Cid. / 7. El Desengaño dichoso. / 8. El Conde Dirlos. / 9. Los Mal Casados de Valencia. / 10. El Nacimiento de Montesinos. / 11. El Curioso impertinente. / 12. La de Progne, y Filomena. / Año [escudo] 1618. / CON LICENCIA, / En Valencia, en la Impresión de Felipe Mey, / junto a San Esteuan.

Manuscrito de la primera parte de Las mocedades del Cid concebido para uso de compañías teatrales de la época, probablemente del siglo XVII. Contiene indicación del copista «Joanes A. Plaza me escripsit» y anotaciones, enmiendas, tachaduras, versos alterados y escenas suprimidas debido a su uso para la escena.

Ediciones modernas

Ediciones en obras completas y compilaciones

  • Comedias de Don Guillén de Castro y Bellvís, 3 vols., ed. Cayetano Alberto de la Barrera, Tomo I, Madrid, 1861. (Comprende las comedias: El nacimiento de Montesinos, El conde Alarcos, El conde de Irlos, El amor constante, El perfecto caballero, Las Maravillas de Babilonia, El nieto de su padre, El pretender con pobreza, Engañarse engañando, La piedad en la justicia, El prodigio de los montes, y Las Mocedades del Cid I y II.)
  • Obras de Don Guillén de Castro y Bellvís, ed. Eduardo Juliá Martínez, Madrid, Real Academia Española-Imprenta de la Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, 1925-1927, (Biblioteca Selecta de Clásicos españoles, primera serie). La edición compila 42 comedias, contando con las de probable atribución.
  • Obras completas. Vol. I, ed. Joan Oleza, Madrid, «Fundación J. A. Castro» - Akal, 1997.
  • Primera Parte de las comedias de Don Guillén de Castro, ed. Carmen Simón Palmer, Madrid, Chadwyck-Healey, 1998 (CD-Rom Teatro Español del Siglo de Oro)].

Ediciones sueltas

  • Première partie de mocedades del Cid, de Guillén de Castro, ed. Ernest Mérimée, E. Privat, Toulouse, 1890.
  • Las mocedades del Cid (dos comedias, Comedia primera y Comedia segunda), ed. Víctor Said Armesto, Madrid, Espasa Calpe, (Clásicos Castellanos, 15), 1962. 1ª ed. en «La lectura», 1913.
  • Las mocedades del Cid, ed. Eduardo Juliá Martínez, Zaragoza, Ebro, 1940 (Biblioteca Clásica Ebro, 16). [reimp. 1942, 1960, 1965, 1970 y 1982].
  • Las mocedades del Cid, ed. de Luciano García Lorenzo, Madrid, Cátedra, 1978 (reimpreso varias veces).
  • Las mocedades del Cid. Comedia primera, ed., pról. y notas de Stefano Arata, estudio preliminar de Aurora Egido, Barcelona, Crítica, 1996 (Biblioteca Clásica, 59). ISBN 84-7423-767-X

Grabaciones

  • [Las mocedades del Cid], adaptación, dirección y realización de Juan Guerrero Zamora, Madrid, Dial Discos, D.L., 1981, (Colección Teatro Clásico Español). [Grabación sonora, 2 casetes: estéreo. Es una coproducción de Radio Nacional de España y el Ministerio de Cultura, Secretaría General. Técnica Sonido Dolby].

Representaciones

Entre las representaciones que se han montado de la obra, puede mencionarse la que en el año 1968 se llevó a afecto en el Teatro Español de Madrid, en versión de José García Nieto y José Hierro, dirigida por Miguel Narros e interpretada por Guillermo Marín, Andrés Mejuto, Berta Riaza, Julieta Serrano, José Luis Pellicena, Agustín González, Ana Belén, José María Guillén y Víctor Valverde.[18]

Volvió a representarse sobre el mismo escenario 29 años después, en versión dirigida por Gustavo Pérez Puig e interpretada por Juan Carlos Naya, Lola Baldrich, Luis Prendes, Arturo López, Manuel Torremocha, Maruchi León y Ana María Vidal.[19]

Notas

  1. La fecha post quem más autorizada actualmente es 1605 por ser la de publicación del Romancero e Historia del Cid de Juan de Escobar (Lisboa, 1605) que contiene varios romances utilizados directamente por Guillén de Castro como fuente de su obra. Véase:
    S. Arata reconoce claramente el papel que desempeñó en los antecedentes de la pieza La Historia y Romancero del Cid, de Juan de Escobar, Lisboa 1605, edición que sigue desconociendo C. Faliu en 1989, a pesar de su publicación por Antonio Rodríguez-Moñino, en 1973 (Madrid, Castalia). S. Arata atribuye como término post quem de la redacción de la pieza de Guillén la fecha de publicación de aquella importante recopilación de romances (que fue tema de estudio de nuestra tesis no publicada, El «Romancero e Historia del Cid» de Juan de Escobar, 1605, Toulouse-LeMirail, 1977).
    Françoise Cazal, op. cit., págs. 93-123.


    Véase también en el prólogo a la edición de 1996 de Las mocedades de Rodrigo de Stefano Arata:

    En lo que a nuestra comedia se refiere, si la fecha ante quem de 1615 resulta verosímil, el término post quem tiene que anitciparse a 1605, año en que se publica la Historia y Romancero del Cid de Juan de Escobar, libro que tuvo cierta importancia en la génesis de la obra, y que Bruerton por error pensaba publicado sólo siete años más tarde.
    Stefano Arata, «Prólogo», op. cit., págs. XXXII-XXXIII.
  2. Mesonero Romanos ya hablaba del «buen instinto [de Guillén de Castro] de apoderarse de los asuntos históricos y caballerescos nacionales más propios para excitar la simpatía del público español, calcándolos sobre nuestros antiguos romanceros, e impregnándolos en su mismo colorido» en Dramáticos contemporáneos a Lope de Vega, Madrid, Biblioteca de Autores Españoles, 1951 (1ª edición de 1857), pág. XXIX. Apud Gemma Domingo Carvajal, op. cit., cap. II, pág. 39. el 28 de abril de 2014 en Wayback Machine.
  3. Cfr. Francisco Ruiz Ramón, Historia del teatro español (Desde sus orígenes hasta 1900), Madrid, Cátedra, 1988, pág. 178.
  4. Ambos episodios, la aparición del santo como leproso durante el peregrinaje a Santiago en preparación para el combate singular por Calahorra, se recogen también en la cuarta parte de la Crónica de España que mandó componer el sereníssimo Rey don Alfonso llamado el Sabio, recopilada o compuesta por Florián de Ocampo y publicada en 1541 (en Zamora, por Agustín de Paz y Juan Ricardo, a costa de Juan de Spinosa, mercader de libros), y en numerosas ediciones sucesivas.
  5. la cita de versos refiere siempre a la edición de Stefano Arata, Las mocedades del Cid. Comedia primera, Barcelona, Crítica, 1996 (Biblioteca Clásica, 59). ISBN 84-7423-767-X
  6. Véanse las notas a los versos 1254 y 2359 y sus comentarios complementarios en las págs 52 y 160 (notas ad hoc) en la edición citada de Stefano Arata.
  7. Cfr. «Prólogo» a la ed. de S. Arata, op. cit., págs. L-LI.
  8. Montaner Frutos (1988, págs. 432-434) analiza estas referencias y postula la gestación de un material folclórico heterogéneo a lo largo del siglo XIII y un único cantar perdido (*Gesta de las mocedades de Rodrigo) de c. 1300. En cuanto a la referencia de la Crónica de veinte reyes, donde otras lecciones de esta cita traen «cantares», afirma que dada la proximidad cronológica de dicha crónica con la Crónica particular del Cid (que proviene de la Crónica de Castilla), la referencia de esta crónica ya alude al cantar de gesta perdido de las mocedades.
  9. Lorenzo de Sepúlveda, Romances nuevos sacados de historias antiguas de la Crónica de España, Amberes, Juan Steelfio, 1551.
  10. Juan de Timoneda, Rosa de romances, Valencia, 1573. Hay ed. facs. de A. Rodríguez Moñino y D. Devoto, Castalia, Valencia, 1963.
  11. Sobre la filiación de este romance de la obra de Lorenzo de Sepúlveda y no del «Celebradas ya las bodas», que lo refunde, en Historia y Romancero del Cid de Juan de Escobar para el episodio del gafo o leproso, véase en la página 166 de la edición de Stefano Arata la nota a los versos 2114-2358.
  12. Joaquín Casalduero, «Guillén de Castro. Primera comedia de las mocedades del Cid», en Estudios sobre el teatro español, Madrid, Gredos, 1962, pág. 47
  13. Francisco Ruiz Ramón, Historia del teatro español (Desde sus orígenes hasta 1900), Madrid, Cátedra, 1988, pág. 178.
  14. Russell P. Sebold, «Un David español, o "galán divino". El Cid contrarreformista de Guillén de Castro», Homage to J. M. Hill, Valencia, Castalia, 1968, págs. 217-242.
  15. Véase Arata, pról. a su ed. cit., pág. XXIV, nota 4:
    Sobre el título exacto de las dos comedias del díptico cidiano existe cierta confusión ya en las ediciones antiguas. En las emisiones de 1618 y 1621, las portadas de las dos piezas rezaban: Las mocedades del Cid. Comedia primera y Las mocedades del Cid. Comedia segunda. Sin embargo, en la tabla del volumen se habla de Las mocedades del Cid. Primera y segunda de las hazañas del Cid. Cabe sospechar que el título Las hazañas del Cid no es el originario, y fue introducido por el editor, que quiso diferenciar las dos piezas en el índice, y ajustar algo más el título de la segunda pieza a su argumento. También los estudiosos, a partir de E. Mérimée (1890), suelen indicar la segunda comedia con el título de Las hazañas del Cid
    Stefano Arata, «Prólogo», ed. cit., pág. XXXIV, nota 4.
    Tras ello Arata (Pról. a ed. cit. 1996, pág. XXXIV y nota 4, y pág. XLIV y nota 18) pasa a señalar que existe otra comedia anónima de 1603 (falsamente atribuida a Lope de Vega, a cuyo nombre se publicó) titulada también Las hazañas del Cid y que relata la conquista de Valencia. Este título, pues, podría originar equívocos.
  16. Leavitt, Sturgis E., «Una comedia sin paralelo. Las hazañas del Cid», Homenaje a William L. Fichter, Madrid, Castalia, 1971, págs. 429-438.
  17. Existe una segunda emisión con fecha de 1621 de esta edición (cuyo ejemplar se conserva en la Biblioteca Nacional de Francia, sign. Rés.p.Yg.19) que consiste en el mismo texto sustituyendo la portada por una nueva a la que se añaden nuevos preliminares y dedicatoria. Véase Arata, pról. a su ed. cit., pág. LXIX.
  18. Diario ABC, ed. (17 de noviembre de 1968). «"Las mocedades del Cid" en el Español». 
  19. Diario ABC, ed. (14 de marzo de 1997). «El Cid de "Las mocedades" llega al Español». 

Bibliografía

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Enlaces externos

  • Edición digital de Las mocedades del Cid de Guillén de Castro. (Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes).
  • Anejos, Domingo Carvajal, G., loc. cit.
  • Bibliografía exhaustiva de los manuscritos y ediciones existentes de las obras de Guillén de Castro (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial, la primera versión y la última)., loc. cit.
  • Representación de la adaptación de Juan Guerrero Zamora ofrecida por TVE el 18 de sept. de 1966 en Estudio 1, con dirección del adaptador y actuación de Ramón Durán (el Rey), Miguel Palenzuela (el Cid), Victorico Fuentes (Arias Gonzalo), Vicente Vega (Paransules), Manuel Torremocha (el Conde Lozano), José María Escuer (Diego Laínez), Antonio B. Berni (Hernán Díaz), Federico Contreras (Bermudo), Ángela María Torres (Doña Urraca), Nuria Torray (Jimena), Antonio Acebal (Criado 1º), Guillermo Carmona (Criado 2º), Rafael Guerrero (el Príncipe Sancho), María Dolores Díaz (Elvira) y Fernando S. Polack (el Rey Moro).
    • Otra copia.
    • Otra copia: 1; 2.
  •   Datos: Q2882637

mocedades, obra, teatral, escrita, guillén, castro, entre, 1605, 1615, carácter, histórico, legendario, inspirada, ciclo, romances, sobre, cuyo, tema, principal, gestación, héroe, desde, mocedad, hasta, máximo, encumbramiento, como, gran, guerrero, buen, vasal. Las mocedades del Cid es una obra teatral escrita por Guillen de Castro entre 1605 1 y 1615 de caracter historico legendario inspirada en el ciclo de romances sobre el Cid cuyo tema principal es la gestacion del heroe desde su mocedad hasta el maximo encumbramiento como gran guerrero buen vasallo perfecto cristiano y amante e hijo ejemplar Portada de Las mocedades del Cid Ha sido considerada tradicionalmente por la critica como la obra cumbre de Guillen de Castro La intriga desciende de una cadena que conecta la epica tardia de las Mocedades de Rodrigo y las cronicas alfonsies con el romancero y de ahi se refunde en la tradicion dramatica de utilizar las leyendas historicas para crear un teatro nacional labor que se debe tanto a Lope de Vega como a Guillen de Castro Las mocedades del Cid representa ejemplarmente esta refundicion de materiales legendarios cronisticos y del romancero en la dramaturgia del Siglo de Oro 2 Esta obra gozo de difusion universal gracias a la version que de ella hizo Pierre Corneille en Le Cid en 1636 El dramaturgo frances sigue de cerca la trama de Las mocedades traduciendo versos enteros del autor espanol 3 La tragedia de Corneille ha sido el punto de partida de posteriores recreaciones literarias musicales y filmicas Indice 1 Sinopsis 2 Estructura 3 Fuentes 3 1 Epica y cronicas 3 2 Romances 3 3 Teatro 4 Analisis 4 1 El Cid como personaje teatral 5 Ediciones 5 1 Ediciones antiguas 5 2 Ediciones modernas 5 2 1 Ediciones en obras completas y compilaciones 5 2 2 Ediciones sueltas 5 2 3 Grabaciones 6 Representaciones 7 Notas 8 Bibliografia 9 Enlaces externosSinopsis Editar La primera hazana del Cid obra de Juan Vicens Cots En ella Rodrigo presenta a su padre Diego Lainez la cabeza del Conde Lozano El tono de la escena seria inimaginable en el Siglo de Oro Rodrigo admirado por la infanta Urraca y dona Jimena es armado caballero con todos los honores por el rey Fernando I de Castilla Poco despues el ya anciano padre de Rodrigo Diego Lainez sufre la afrenta deshonrosa de una bofetada por parte del arrogante conde Lozano padre de Jimena Diego Lainez pide a su hijo que limpie su honra matando al conde Lozano El joven Rodrigo lo hace con lo que arruina la posible union con Jimena pese a que ambos se saben enamorados Rodrigo va a casa de Jimena y le ruega que le quite la vida vengando con ello a su padre pero la joven es incapaz de hacerlo Sin embargo la influencia de Jimena ante el rey provoca que Rodrigo sea castigado y parte a buscar fortuna ganando batallas ante cuatro reyes moros que lo reconocen como mio Cid esto es mi senor Uno de los reyes musulmanes es enviado como heraldo ante el rey de Castilla y el propio Fernando I adopta para el Cid este apelativo Continua Jimena pidiendo castigo para el Cid y sus quejas se expresan con los versos del romance de dona Lambra plagado de imagenes liricas que comparan al Cid con un gavilan y a ella con una paloma Mientras tanto el Cid ha emprendido peregrinacion a Santiago a quien ofrecio sus victorias En una escena en la que el de Vivar aparece con un rosario en la mano es puesto a prueba por un leproso que al cabo resulta ser san Lazaro El santo le insufla su aliento divino y predice su futuro como heroe invicto y ganador de batallas despues de muerto El mismo Lazaro le ordena volver ante el rey por un asunto urgente pues el rey de Aragon ha enviado a su campeon para defender en combate singular la plaza de Calahorra El vencedor de la justa obtendra ademas la mano y dote de Jimena El Cid vence y se consuma la union con Jimena y el encumbramiento del heroe castellano 4 Estructura EditarActo I Acto II Acto IIIRodrigo es armado caballero con todos los honores v v 1 129 5 Quejas de Jimena pidiendo justicia al rey v v 866 1037 Urraca renuncia al amor del Cid y se queja de su hermano Sancho al rey v v 1821 1926 Consejo real Afrenta del conde Lozano a Diego Lainez v v 130 305 Rodrigo va a casa de Jimena y le ofrece su cabeza v v 1038 1208 Carta del rey de Aragon por la disputa de Calahorra v v 1917 1972 Diego Lainez pide a Rodrigo que limpie su honra mancillada v v 306 517 Diego Lainez reune una mesnada y Rodrigo parte a ganar cinco batallas v v 1209 1284 Tercera queja de Jimena que ordena pregonar que se casara con quien traiga la cabeza del Cid v v 1973 2114 Monologo de Rodrigo v v 518 585 Galanteo de Rodrigo y Urraca en la casa de campo v v 1285 1428 El Cid peregrino a Santiago Encuentro con el leproso san Lazaro v v 2115 2358 Rodrigo mata al conde Lozano v v 586 865 Victoria sobre cuatro reyes moros v v 1429 1516 Consejo real sobre la disputa de la plaza de Calahorra v v 2359 2458 Premonicion de su propia muerte del infante Sancho v v 1517 1626 Desafio de Martin Gonzalez embajador del rey de Aragon v v 2459 2718 Embajada de los reyes moros vasallos del Cid al rey Fernando v v 1627 1712 Reparto del reino entre los infantes v v 2719 2894 Segunda queja de Jimena al rey y destierro del Cid v v 1713 1820 Desenlace Llega el Cid vence a Martin Gonzalez y se casa con Jimena v v 2894 3004 Fuentes EditarLa base principal de la primera comedia de Las mocedades del Cid la constituye el ciclo de romances que recreaba los episodios de la vida del Cid Guillen de Castro refunde al menos doce otros muchos son tenidos en cuenta y los integra en la obra manteniendo muchos de sus versos con lo que los romances insertos eran perfectamente reconocibles por el espectador de la epoca Si los romances constituyen el material fundamental del contenido de la pieza dramatica una segunda fuente en importancia la constituyen las refundiciones cronisticas impresas en el Siglo de Oro si bien no se ha podido determinar si el autor las manejo como fuentes directas Pudo haber ademas romances o cronicas que no han llegado hasta nosotros En cualquier caso el contenido de las cronicas le aportan aspectos relacionados con la cohesion estructural entre las distintas secuencias construidas las mas de las veces en torno a la adaptacion de un romance bien conocido En dos casos la embajada de Martin Gonzalez en nombre del rey de Aragon vv 2379 y ss y el encuentro entre Rodrigo y su padre vv 1254 y ss hay detalles extraidos del cantar de las Mocedades de Rodrigo sin que se hayan podido documentar fuentes intermedias 6 No parece probable empero que Guillen de Castro tuviera acceso al texto del viejo cantar y pudo conocer estos episodios por haber sido desgajados en romances hoy perdidos o refundiciones posteriores de la gesta que no han llegado hasta nosotros Mucho menor es la posible influencia de la epica culta renacentista en la que solo el poema Los hechos del Cid pudo prestar algun elemento aunque este supuesto esta puesto en duda por la critica mas reciente 7 Epica y cronicas Editar La genesis de las leyendas desarrolladas en torno a las mocedades o juventud del Cid estan atestiguadas al menos desde la segunda mitad del siglo XIII en alusiones al heroe de cronicas medievales que tratan del reinado de Fernando I el Magno desde epoca alfonsi El primer relato completo de una leyenda ya conformada no obstante aparece a comienzos del siglo XIV y de el dan testimonio la Cronica de Castilla o Cronica de los reyes de Castilla y la Cronica de 1344 Este material narrativo no se basa en cronicas anteriores sino que son la prosificacion de una cantar de gesta perdido conocido como Gesta de las mocedades de Rodrigo y su datacion se situa hacia 1300 Posteriormente refundido por un clerigo da lugar en 1360 a las Mocedades de Rodrigo del que conservamos 1164 versos Sin embargo los escritores del Siglo de Oro no conocieron las cronicas ni los cantares de gesta que no tuvieron difusion escrita hasta los comienzos de la Filologia en el siglo XIX La recepcion de las mocedades del joven Rodrigo se debe a refundiciones de cronicas impresas en el siglo XVI y al romancero tanto viejo como nuevo Entre las compilaciones de cronicas impresas que contienen la materia cidiana destaca la Cronica particular del Cid impresa en Burgos en 1512 y que se basa en el relato que ofrece la Cronica de Castilla que a su vez esta tomado en lo que respecta a la juventud del heroe de la Gesta de las mocedades de Rodrigo perdida Esta cronica tuvo varias ediciones en el siglo XVI Se presenta como un relato unitario que unifica una biografia del Cid a partir de esta cronica y reconstruye todas las etapas legendarias de su vida las mocedades de Rodrigo para el periodo de formacion con Fernando I la etapa del cerco de Zamora para su servicio como alferez en la corte de Sancho II de Castilla y las refundiciones cronisticas a partir del periodo narrado en el Cantar de mio Cid para la madurez del heroe Otra cronica impresa muy reeditada diecinueve veces entre 1494 y 1618 es la Cronica popular del Cid basada en un compendio de cronicas titulado Cronica de Espana abreviada de mosen Diego de Valera El otro texto cronistico de importancia en la difusion de la leyenda del Cid es la Cronica de Espana 1541 del cronista real Florian de Ocampo llamada por ello tambien Cronica ocampiana Se trataba de una prolija compilacion de cronicas que en la epoca se consideraba directamente redactada por Alfonso X por lo que se le daba gran credibilidad Su version de las mocedades coincide casi en todo con la de la Cronica particular del Cid Caso distinto es el de la presencia en la obra guilleniana del poema epico culto renacentista de Diego Jimenez de Ayllon Los famosos y heroicos hechos del invencible y esforzado caballero honra y flor de las Espanas el Cid Ruy Diaz de Vivar publicado en 1568 y reeditado en 1579 conocido como Los famosos hechos del Cid o simplemente Los hechos del Cid un poema ariostesco y caballeresco escrito en octavas reales Algunas situaciones de la comedia de Guillen de Castro remiten a episodios analogos de Los famosos hechos del Cid sobre todo en los ambitos palaciegos del conflicto entre Rodrigo y el Conde Romances Editar Desde el siglo XIII como se dijo se atestigua la gestacion de noticias dichos y leyendas en torno a la juventud de Rodrigo material que luego se ha denominado como mocedades del Cid Se trataba de colmar las lagunas existentes en la formacion y primeros pasos del heroe Las noticias sobre esta etapa aparecen en la Primera cronica general de Alfonso X y en la Cronica de veinte reyes donde se dice refiriendose a Fernando I de Castilla Este fue el primero rey que don Fernando oviese nombre e fue llamado por sobrenombre Magno e aun llamanle en las canciones par de emperador Este texto de la Cronica de veinte reyes atestigua como en el siglo XIV existe el cantar de gesta perdido Gesta de las mocedades y quiza los primeros romances que se disgregaron de el y a uno y a otros se podria aludir con en las canciones 8 En todo caso lo cierto es que el principal medio difusor de la leyenda de las mocedades del Cid en los siglos XVI y XVII es el romancero que se propagaba oralmente en pliegos sueltos la llamada literatura de cordel y en cancioneros y romanceros impresos Las colecciones impresas de romances sobre el Cid buscaban unificar basandose en cronicas como la de Florian de Ocampo los episodios divergentes que sobre la vida del heroe ofrecian los romances tradicionales y asi Juan de Escobar publica en 1605 en Lisboa la Historia del muy noble y valeroso caballero el Cid Ruy Diez de Vivar en romances en lenguaje antiguo conocida como Historia y romancero del Cid que fue la fuente principal de la que se nutre la version de Las mocedades del Cid de Guillen de Castro Los romances que utiliza Guillen de Castro sin embargo estan tomados de distintas recopilaciones de romances nuevos Antes de 1551 Lorenzo de Sepulveda publica en Amberes sus Romances nuevos sacados de historias antiguas de la Cronica de Espana basada como su titulo indica en la Cronica de Ocampo 9 De esta obra parecen proceder elementos de los romances En Zamora estaba el rey Ya se parte don Rodrigo y Sobre Calahorra esa villa insertos por Guillen de Castro en los episodios de la embajada de los reyes moros vasallos del Cid acto II vv 1627 1712 de la romeria del Cid a Santiago y del consejo sobre el reto por Calahorra acto III vv 2115 2458 respectivamente Remite a la recopilacion de Juan de Timoneda 10 por otro caso el romance Ese buen Diego Lainez de donde obtiene el motivo del mordisco del padre al Cid en el dedo para someterlo a una prueba de valor acto I vv 130 305 Por fin del Romancero general Madrid 1600 o de sus fuentes inmediatas deben provenir Consolando al noble viejo y Sentado esta el senor rey fundidos en los episodios del desafio de Rodrigo al conde Lozano acto I vv 518 585 y de la segunda queja de Jimena ante el rey Fernando acto II vv 1713 1820 Pero la coleccion que mas presente tiene Guillen de Castro es asimismo la que con mas coherencia romanceaba la biografia del Cid la citada Historia y Romancero del Cid de Juan de Escobar que salio publicada en Lisboa en 1605 y en Alcala de Henares en 1612 El orden cronologico estructural y causal que adopta esta obra es el mismo con leves variantes que el que usa la comedia de Las mocedades del Cid En total al menos doce romances quedan insertos adaptandolos segun las circunstancias en el desarrollo de la trama de toda la comedia en su primera parte Cinco en el primer acto Afuera afuera Rodrigo Cuidando Diego Lainez Ese buen Diego Lainez Pensativo estaba el Cid y Consolando al noble viejo cuatro en el segundo Grande rumor se levanta Reyes moros en Castilla En Zamora estaba el rey y Sentado esta el senor rey y tres en el tercero En Burgos esta el buen rey Ya se parte don Rodrigo 11 y Sobre Calahorra esa villa Todos ellos eran perfectamente identificables por el publico que en esa epoca conocia bien el romancero pues se mantienen muchos de sus versos salvo pequenas modificaciones y sobre todo el verso inicial o epigrafe incluso aun cuando no respondia a las necesidades de la representacion dramatica como es el caso del Sentado esta el senor rey pues era evidente que el personaje real aparecia sentado en su trono vease el verso 1713 ed de Arata 1996 Teatro Editar El dramaturgo Juan de la Cueva en 1579 habia representado en Sevilla su obra teatral La muerte del rey don Sancho y reto de Zamora sobre la etapa de Rodrigo como alferez de Sancho II de Castilla que recrea la Comedia segunda de las mocedades del Cid Entre 1575 y 1580 se escribio la Segunda parte de los hechos del Cid que si aborda la etapa de la primera comedia de Las mocedades de Guillen Narra la guerra entre Fernando I y el emperador de Alemania las quejas de Jimena el reparto del Reino y la batalla de Golpejera episodio este ultimo con el que nuestro autor inicia la Segunda comedia Esta dividida en cuatro jornadas y por las alusiones del texto habia una Primera parte que dramatizaba la infancia de Rodrigo la muerte del conde y la victoria sobre cinco reyes moros En 1603 aparece publicada Las hazanas del Cid en un volumen atribuida a Lope de Vega pero en realidad de autor desconocido Se centra en la toma de Valencia y la muerte del heroe Todas ellas se basan en una mera yuxtaposicion de episodios que no llegan a construir una autentica intriga Si Guillen de Castro conocio estas obras debieron servirle como ejemplo para superar Analisis EditarDe caracter historico legendario ha sido considerada tradicionalmente por la critica como la obra cumbre de Guillen de Castro La intriga desciende de una cadena que conecta la epica tardia de las Mocedades de Rodrigo y las cronicas alfonsies con el romancero y de ahi se refunde en la tradicion dramatica de utilizar las leyendas historicas para crear un teatro nacional labor que debemos tanto a Lope de Vega como a Guillen de Castro Las mocedades del Cid representa ejemplarmente esta refundicion de materiales legendarios cronisticos y del romancero en la dramaturgia del Siglo de Oro 2 La obra gozo de difusion universal gracias a la version que de ella hizo Pierre Corneille en Le Cid en 1636 Corneille reproduce la trama sin apenas cambios plagiando versos enteros del autor espanol 3 La tragedia francesa ha sido el punto de partida de posteriores recreaciones literarias y filmicas Tradicionalmente la critica ha postulado dos interpretaciones de la obra La primera postura heredada de la critica francesa y de la romantica considera que el nucleo que la estructura es la pasion amorosa entre Rodrigo y Jimena y el conflicto con el honor que impide que se desarrollen estos amores Matiza esta vision Joaquin Casalduero 12 para quien el conflicto entre el amor y honor sirve de base al tema de la obra lo que cuesta ser noble La segunda mas habitual entre la critica hispanica reciente esta representada por Ruiz Ramon 13 para quien el eje central es el realce del Cid como heroe ejemplar y no el conflicto amor honra entre este y Jimena Sebold por su parte en un articulo de 1968 14 ve la obra como una hagiografia contrarreformista en paralelo constante con el episodio biblico de David y Goliat y llega a considerar toda la comedia como una reinterpretacion a lo divino de esta leyenda del Antiguo Testamento Libro primero de Samuel 17 basandose en lo axilar del episodio del gafo o leproso que al cabo resulta ser san Lazaro En Las mocedades del Cid de Guillen de Castro el triangulo amoroso en el que Jimena y Urraca compiten por el amor de Rodrigo tema central en Corneille queda muy pronto difuminado ante la renuncia de Urraca a luchar por el amor del Cid En Guillen el tema central es la gestacion del heroe castellano que es exaltado desde el principio por el rey y la corte y posteriormente supera todas las pruebas a las que se ve abocado con honor y virtud La entereza del heroe y tambien de Jimena y la nobleza de sus valores y actos es lo que destaca por encima de todo pues el Cid es buen hijo buen vasallo excelente guerrero y perfecto cristiano Tambien se realza la autoridad del monarca Fernando I ya maduro y experto y el nacimiento y consolidacion del destino de Castilla El rey debe sofocar disturbios entre la nobleza luchar contra Aragon y los reyes moros y solventar las rencillas internas entre los herederos Garcia Alfonso Sancho Urraca y Elvira conflictos que seran tratados en la Segunda parte de las mocedades del Cid y que en vida de Fernando en la Comedia primera aparecen larvados Jimena por su parte es un gran caracter No pudiendo amar al matador de su padre sin embargo le reconoce que habia actuado como pedia el desagravio de su honor y no puede actuar contra el enamorada como esta pese a su valor La obra explicita que si Rodrigo hubiera evitado vengar la humillacion recibida por su padre tambien habria perdido la estimacion y el amor de Jimena La obra contiene abundantes pasajes de gran vigor poetico y emocionado lirismo como se puede apreciar en el monologo de Rodrigo en que tras conocer la afrenta sufrida por su padre se dispone a reparar la ofensa consciente de la desgracia que en los amores de Jimena tal acto puede ocasionar Suspenso de afligido estoy Fortuna es cierto lo que veo Tan en mi dano ha sido tu mudanza que es tuya y no la creo Posible pudo ser que permitiese tu inclemencia que fuese mi padre el ofendido extrana pena y el ofensor el padre de Jimena Que hare suerte atrevida si el es el alma que me dio la vida Que hare terrible calma si ella es la vida que me tiene el alma Mezclar quisiera en confianza tuya mi sangre con la suya y he de verter su sangre brava pena yo he de matar al padre de Jimena Mas ya ofende esta duda al santo honor que mi opinion sustenta razon es que sacuda de amor el yugo y la cerviz exenta acuda a lo que soy que habiendo sido mi padre el ofendido poco importa que fuese amarga pena el ofensor el padre de Jimena dd dd Todo es poco todo es nada en descuento de un agravio el primero que se ha hecho a la sangre de Lain Calvo Las mocedades del Cid vv 518 541 y 554 557ed de Stefano Arata Barcelona Critica 1996 Se unen en Las mocedades del Cid los temas de honor y deber de amor y razon de estado en una vision sobre todo exaltadora de las cualidades del heroe que se manifiestan en un conjunto de actitudes ejemplares para con su rey su padre su deber y su amada Corneille en cambio hace hincapie en la intriga amorosa y ve al Cid sobre todo como un galan La obra ha sido representada con frecuencia en todas las epocas y es la principal responsable de la fama perdurable de Guillen de Castro Las mocedades del Cid tiene una continuacion titulada frecuentemente Las hazanas del Cid a partir del titulo Segunda de las hazanas del Cid con que aparece en el indice de su Primera parte de las comedias de don Guillem de Castro Valencia Felipe Mey 1618 15 Sin embargo Sturgis E Leavitt 16 opina que debido a que en esta obra el protagonismo recae en Sancho II y Urraca perdiendo protagonismo Rodrigo el titulo no seria adecuado Esta segunda parte retoma tramas iniciadas en la primera parte de Las mocedades del Cid como la rivalidad entre los hermanos Urraca y Sancho II y lo narrado en el ciclo legendario del cerco de Zamora con la muerte a traicion de este rey a manos de Vellido Dolfos El Cid como personaje teatral Editar Cuando el Cid sube a las tablas en 1579 con la obra La muerte del rey don Sancho y reto de Zamora de Juan de la Cueva el romancero habia dotado al personaje de matices humanos y cortesanos mas alla de la idealizacion epica de sus hazanas que cronicas y romances conllevaban Ademas de sus tradicionales virtudes de fortitudo y sapientia que caracterizaban al valiente guerrero medieval el Cid va afianzando su caracteristica mesura para llegar a ser un cauteloso y sagaz politico al modo en que dibujaban en el Siglo de Oro a un influyente consejero real tratados de filosofia moral desde El principe de Maquiavelo hasta El heroe El politico o El discreto de Baltasar Gracian Ejemplo de esta novedosa psicologia para el personaje cidiano es El honrador de su padre del dramaturgo Juan Bautista Diamante obra publicada solo dos anos despues de la muerte de Gracian Y tambien en Guillen de Castro era notable la altura como cortesano politico y prudente del Cid rasgos que se acentuan en la Segunda comedia de las mocedades del Cid En esta segunda parte el heroe castellano se muestra menos belico implicado en los graves conflictos por la sucesion del reino que se dan en la materia del cerco de Zamora que incluye el legendario episodio de la Jura de Santa Gadea sembrando de inquietud la coronacion de Alfonso VI y tinendo de sombras la recientemente conseguida unificacion de sus tierras Este hilo argumental dejaria un cauce abierto a una continuacion a partir del inevitable destierro del Cid que hubiera enlazado con la etapa de madurez del heroe sobre la que versa el Cantar de mio Cid Pero no solo bastaba con adoptar los nuevos modelos politicos y cortesanos Para que el Cid aparezca como personaje de la comedia nueva que triunfa con Lope de Vega debio adaptarse a la tipologia del galan de comedia Guillen lo hace partiendo del conflicto galante establecido por los amores celosos de Urraca y Jimena hacia el heroe y muestra clara de este caracter es su escena de requiebros y galanura con Urraca asomada al balcon de su casa de campo en los versos 1285 a 1428 del acto segundo de la primera parte de la comedia Por ultimo han de recordarse otros rasgos anadidos al personaje central del drama guilleniano como son su caracterizacion a lo divino como cristiano ejemplar en la escena del gafo san Lazaro v v 2115 2358 una faceta comprensible en la pia mentalidad de la Contrarreforma aunque ya desde sus mas tempranas representaciones los autores teatrales han tendido a suprimir este episodio como ajeno a la cabal comprension de la obra No obstante el estudio de Sebold 1968 promovia esta secuencia y este rasgo como central en la caracterizacion psicologica del Cid de Guillen de Castro Ediciones EditarEdiciones antiguas Editar Primera Parte de las comedias de don Guillen de Castro natural de la ciudad de Valencia Valencia Felipe Mey 1618 17 PRIMERA PARTE DE LAS COMEDIAS DE DON GVILLEM DE CASTRO NATVRAL DE LA CIVDAD DE VALENCIA Las Comedias que van en este libro son las siguientes 1 El Perfecto Cauallero 2 El Conde Alarcos 3 La Humildad soberuia 4 Don Quixote de la Mancha 5 Las Mocedades del Cid primera 6 Segunda de las hazanas del Cid 7 El Desengano dichoso 8 El Conde Dirlos 9 Los Mal Casados de Valencia 10 El Nacimiento de Montesinos 11 El Curioso impertinente 12 La de Progne y Filomena Ano escudo 1618 CON LICENCIA En Valencia en la Impresion de Felipe Mey junto a San Esteuan La fosa sic comedia de las mozedades del Zid Ms 17168 de la Biblioteca Nacional de Espana Manuscrito de la primera parte de Las mocedades del Cid concebido para uso de companias teatrales de la epoca probablemente del siglo XVII Contiene indicacion del copista Joanes A Plaza me escripsit y anotaciones enmiendas tachaduras versos alterados y escenas suprimidas debido a su uso para la escena Ediciones modernas Editar Ediciones en obras completas y compilaciones Editar Comedias de Don Guillen de Castro y Bellvis 3 vols ed Cayetano Alberto de la Barrera Tomo I Madrid 1861 Comprende las comedias El nacimiento de Montesinos El conde Alarcos El conde de Irlos El amor constante El perfecto caballero Las Maravillas de Babilonia El nieto de su padre El pretender con pobreza Enganarse enganando La piedad en la justicia El prodigio de los montes y Las Mocedades del Cid I y II Obras de Don Guillen de Castro y Bellvis ed Eduardo Julia Martinez Madrid Real Academia Espanola Imprenta de la Revista de Archivos Bibliotecas y Museos 1925 1927 Biblioteca Selecta de Clasicos espanoles primera serie La edicion compila 42 comedias contando con las de probable atribucion Obras completas Vol I ed Joan Oleza Madrid Fundacion J A Castro Akal 1997 Primera Parte de las comedias de Don Guillen de Castro ed Carmen Simon Palmer Madrid Chadwyck Healey 1998 CD Rom Teatro Espanol del Siglo de Oro Ediciones sueltas Editar Premiere partie de mocedades del Cid de Guillen de Castro ed Ernest Merimee E Privat Toulouse 1890 Las mocedades del Cid dos comedias Comedia primera y Comedia segunda ed Victor Said Armesto Madrid Espasa Calpe Clasicos Castellanos 15 1962 1ª ed en La lectura 1913 Las mocedades del Cid ed Eduardo Julia Martinez Zaragoza Ebro 1940 Biblioteca Clasica Ebro 16 reimp 1942 1960 1965 1970 y 1982 Las mocedades del Cid ed de Luciano Garcia Lorenzo Madrid Catedra 1978 reimpreso varias veces Las mocedades del Cid Comedia primera ed prol y notas de Stefano Arata estudio preliminar de Aurora Egido Barcelona Critica 1996 Biblioteca Clasica 59 ISBN 84 7423 767 XGrabaciones Editar Las mocedades del Cid adaptacion direccion y realizacion de Juan Guerrero Zamora Madrid Dial Discos D L 1981 Coleccion Teatro Clasico Espanol Grabacion sonora 2 casetes estereo Es una coproduccion de Radio Nacional de Espana y el Ministerio de Cultura Secretaria General Tecnica Sonido Dolby Representaciones EditarEntre las representaciones que se han montado de la obra puede mencionarse la que en el ano 1968 se llevo a afecto en el Teatro Espanol de Madrid en version de Jose Garcia Nieto y Jose Hierro dirigida por Miguel Narros e interpretada por Guillermo Marin Andres Mejuto Berta Riaza Julieta Serrano Jose Luis Pellicena Agustin Gonzalez Ana Belen Jose Maria Guillen y Victor Valverde 18 Volvio a representarse sobre el mismo escenario 29 anos despues en version dirigida por Gustavo Perez Puig e interpretada por Juan Carlos Naya Lola Baldrich Luis Prendes Arturo Lopez Manuel Torremocha Maruchi Leon y Ana Maria Vidal 19 Notas Editar La fecha post quem mas autorizada actualmente es 1605 por ser la de publicacion del Romancero e Historia del Cid de Juan de Escobar Lisboa 1605 que contiene varios romances utilizados directamente por Guillen de Castro como fuente de su obra Vease S Arata reconoce claramente el papel que desempeno en los antecedentes de la pieza La Historia y Romancero del Cid de Juan de Escobar Lisboa 1605 edicion que sigue desconociendo C Faliu en 1989 a pesar de su publicacion por Antonio Rodriguez Monino en 1973 Madrid Castalia S Arata atribuye como termino post quem de la redaccion de la pieza de Guillen la fecha de publicacion de aquella importante recopilacion de romances que fue tema de estudio de nuestra tesis no publicada El Romancero e Historia del Cid de Juan de Escobar 1605 Toulouse LeMirail 1977 Francoise Cazal op cit pags 93 123 Vease tambien en el prologo a la edicion de 1996 de Las mocedades de Rodrigo de Stefano Arata En lo que a nuestra comedia se refiere si la fecha ante quem de 1615 resulta verosimil el termino post quem tiene que anitciparse a 1605 ano en que se publica la Historia y Romancero del Cid de Juan de Escobar libro que tuvo cierta importancia en la genesis de la obra y que Bruerton por error pensaba publicado solo siete anos mas tarde Stefano Arata Prologo op cit pags XXXII XXXIII a b Mesonero Romanos ya hablaba del buen instinto de Guillen de Castro de apoderarse de los asuntos historicos y caballerescos nacionales mas propios para excitar la simpatia del publico espanol calcandolos sobre nuestros antiguos romanceros e impregnandolos en su mismo colorido en Dramaticos contemporaneos a Lope de Vega Madrid Biblioteca de Autores Espanoles 1951 1ª edicion de 1857 pag XXIX Apud Gemma Domingo Carvajal op cit cap II pag 39 Archivado el 28 de abril de 2014 en Wayback Machine a b Cfr Francisco Ruiz Ramon Historia del teatro espanol Desde sus origenes hasta 1900 Madrid Catedra 1988 pag 178 Ambos episodios la aparicion del santo como leproso durante el peregrinaje a Santiago en preparacion para el combate singular por Calahorra se recogen tambien en la cuarta parte de la Cronica de Espana que mando componer el serenissimo Rey don Alfonso llamado el Sabio recopilada o compuesta por Florian de Ocampo y publicada en 1541 en Zamora por Agustin de Paz y Juan Ricardo a costa de Juan de Spinosa mercader de libros y en numerosas ediciones sucesivas la cita de versos refiere siempre a la edicion de Stefano Arata Las mocedades del Cid Comedia primera Barcelona Critica 1996 Biblioteca Clasica 59 ISBN 84 7423 767 X Veanse las notas a los versos 1254 y 2359 y sus comentarios complementarios en las pags 52 y 160 notas ad hoc en la edicion citada de Stefano Arata Cfr Prologo a la ed de S Arata op cit pags L LI Montaner Frutos 1988 pags 432 434 analiza estas referencias y postula la gestacion de un material folclorico heterogeneo a lo largo del siglo XIII y un unico cantar perdido Gesta de las mocedades de Rodrigo de c 1300 En cuanto a la referencia de la Cronica de veinte reyes donde otras lecciones de esta cita traen cantares afirma que dada la proximidad cronologica de dicha cronica con la Cronica particular del Cid que proviene de la Cronica de Castilla la referencia de esta cronica ya alude al cantar de gesta perdido de las mocedades Lorenzo de Sepulveda Romances nuevos sacados de historias antiguas de la Cronica de Espana Amberes Juan Steelfio 1551 Juan de Timoneda Rosa de romances Valencia 1573 Hay ed facs de A Rodriguez Monino y D Devoto Castalia Valencia 1963 Sobre la filiacion de este romance de la obra de Lorenzo de Sepulveda y no del Celebradas ya las bodas que lo refunde en Historia y Romancero del Cid de Juan de Escobar para el episodio del gafo o leproso vease en la pagina 166 de la edicion de Stefano Arata la nota a los versos 2114 2358 Joaquin Casalduero Guillen de Castro Primera comedia de las mocedades del Cid en Estudios sobre el teatro espanol Madrid Gredos 1962 pag 47 Francisco Ruiz Ramon Historia del teatro espanol Desde sus origenes hasta 1900 Madrid Catedra 1988 pag 178 Russell P Sebold Un David espanol o galan divino El Cid contrarreformista de Guillen de Castro Homage to J M Hill Valencia Castalia 1968 pags 217 242 Vease Arata prol a su ed cit pag XXIV nota 4 Sobre el titulo exacto de las dos comedias del diptico cidiano existe cierta confusion ya en las ediciones antiguas En las emisiones de 1618 y 1621 las portadas de las dos piezas rezaban Las mocedades del Cid Comedia primera y Las mocedades del Cid Comedia segunda Sin embargo en la tabla del volumen se habla de Las mocedades del Cid Primera y segunda de las hazanas del Cid Cabe sospechar que el titulo Las hazanas del Cid no es el originario y fue introducido por el editor que quiso diferenciar las dos piezas en el indice y ajustar algo mas el titulo de la segunda pieza a su argumento Tambien los estudiosos a partir de E Merimee 1890 suelen indicar la segunda comedia con el titulo de Las hazanas del CidStefano Arata Prologo ed cit pag XXXIV nota 4 Tras ello Arata Prol a ed cit 1996 pag XXXIV y nota 4 y pag XLIV y nota 18 pasa a senalar que existe otra comedia anonima de 1603 falsamente atribuida a Lope de Vega a cuyo nombre se publico titulada tambien Las hazanas del Cid y que relata la conquista de Valencia Este titulo pues podria originar equivocos Leavitt Sturgis E Una comedia sin paralelo Las hazanas del Cid Homenaje a William L Fichter Madrid Castalia 1971 pags 429 438 Existe una segunda emision con fecha de 1621 de esta edicion cuyo ejemplar se conserva en la Biblioteca Nacional de Francia sign Res p Yg 19 que consiste en el mismo texto sustituyendo la portada por una nueva a la que se anaden nuevos preliminares y dedicatoria Vease Arata prol a su ed cit pag LXIX Diario ABC ed 17 de noviembre de 1968 Las mocedades del Cid en el Espanol Diario ABC ed 14 de marzo de 1997 El Cid de Las mocedades llega al Espanol Bibliografia EditarARATA Stefano Prologo a Las mocedades del Cid Comedia primera ed prol y notas de Stefano Arata estudio preliminar de Aurora Egido Barcelona Critica 1996 Biblioteca Clasica 59 pags IX LXXXII ISBN 84 7423 767 X ALBORG Juan Luis Historia de la literatura espanola Vol II Epoca barroca Madrid Gredos 1987 1ª ed 1967 pags 335 344 CAZAL Francoise Romancero y reescritura dramatica Las Mocedades del Cid Criticon 72 Universidad de Toulouse Le Mirail 1998 pags 93 123 1 DOMINGO CARVAJAL Gemma Tipologia de los personajes en la dramaturgia de Guillen de Castro y Bellvis 1569 1631 Universidad de Barcelona 2006 Tesis doctoral ISBN 84 689 7477 3 2 EGIDO Aurora Estudio preliminar en ed cit de Stefano Arata de Las mocedades del Cid pags IX XXVII ISBN 84 7423 767 X FALIU LACOURT Christiane Un dramaturge espagnol du Siecle d Or Guillen de Castro Universite de Toulouse Le Mirail 1989 FLOECK Wilfried Las mocedades del Cid von Guillen de Castro und Le Cid von Corneille Ein neuer Vergleich Romanischen Seminar der Universitat Bonn 1969 FROLDI Rinaldo Lope de Vega y la formacion de la comedia Madrid Anaya 1973 la primera version en italiano es de 1962 GARCIA LORENZO Luciano El teatro de Guillen de Castro Barcelona Planeta 1976 MESONERO ROMANOS Ramon de Dramaticos contemporaneos a Lope de Vega Madrid Biblioteca de Autores Espanoles 1951 1ª edicion de 1857 MONTANER FRUTOS Alberto La Gesta de las mocedades de Rodrigo y la Cronica particular del Cid en V Beltran ed Actas del I Congreso de la Asociacion Hispanica de Literatura Medieval Santiago de Compostela 1985 Barcelona PPU 1988 pags 431 444 ISBN 84 7665 251 8 Politica historia y drama en el cerco de Zamora La Comedia segunda de las mocedades del Cid de Guillen de Castro Zaragoza Universidad de Zaragoza 1989 OLEZA Joan Introduccion a Guillen de Castro Obras completas Madrid Fundacion J A Castro Akal 1997 Tomo I pags I XXXV 3 RAMOS Juan Luis Guillen de Castro en la comedia barroca J Oleza ed Teatro y practicas escenicas II la Comedia London Tamesis Books 1986 1ª ed 1983 pags 229 248 ROCA FRANQUESA Jose Mª Un dramaturgo de la Edad de Oro Guillen de Castro Notas a un sector de su teatro RFE XXVIII 1944 pags 378 427 RUIZ RAMoN Francisco Historia del teatro espanol Desde sus origenes hasta 1900 Madrid Catedra 1988 pags 175 179 ISBN 84 376 0190 8 SAID ARMESTO Victor Prefacio a su ed de Guillen de Castro Las mocedades del Cid dos comedias Primera y Segunda parte de Las mocedades del Cid Madrid Espasa Calpe Clasicos Castellanos 15 1962 pags VII XXX SEBOLD Russell P Un David espanol o galan divino El Cid contrarreformista de Guillen de Castro Homage to J M Hill Castalia Valencia 1968 pags 217 242 WEIGER Jhon G Hacia la comedia De los valencianos a Lope Barcelona Planeta 1978 WILSON William E Guillen de Castro New York Twayne Publishers 1973 WILSON Edward M y Duncan MOIR Historia de la literatura espanola vol 3 Siglo de Oro teatro Barcelona Ariel 1985 6ª ed rev pags 138 140 ISBN 84 344 8354 8Enlaces externos EditarEdicion digital de Las mocedades del Cid de Guillen de Castro Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes Ediciones mas accesibles de todas sus obras y documentos completos historicos acerca de Guillen de Castro mas una cronologia y un estudio onomastico Anejos Domingo Carvajal G loc cit Bibliografia exhaustiva de los manuscritos y ediciones existentes de las obras de Guillen de Castro enlace roto disponible en Internet Archive vease el historial la primera version y la ultima loc cit Representacion de la adaptacion de Juan Guerrero Zamora ofrecida por TVE el 18 de sept de 1966 en Estudio 1 con direccion del adaptador y actuacion de Ramon Duran el Rey Miguel Palenzuela el Cid Victorico Fuentes Arias Gonzalo Vicente Vega Paransules Manuel Torremocha el Conde Lozano Jose Maria Escuer Diego Lainez Antonio B Berni Hernan Diaz Federico Contreras Bermudo Angela Maria Torres Dona Urraca Nuria Torray Jimena Antonio Acebal Criado 1º Guillermo Carmona Criado 2º Rafael Guerrero el Principe Sancho Maria Dolores Diaz Elvira y Fernando S Polack el Rey Moro Otra copia Otra copia 1 2 Datos Q2882637Obtenido de https es wikipedia org w index php title Las mocedades del Cid amp oldid 134683277, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

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