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Guerra de sucesión española en Cataluña

La guerra de sucesión española en Cataluña es el relato de lo sucedido en el Principado de Cataluña durante la guerra de sucesión española, en la que Cataluña, como el resto de territorios de la Corona de Aragón, se decantó en favor del Archiduque Carlos, quien fue reconocido en Barcelona en 1705 como rey de la España con el título de Carlos III, y allí situó su corte. La fidelidad de Cataluña a la causa austracista la convertirá en el último reducto —junto con el reino de Mallorca— de la resistencia al avance de Felipe V, incluso después de que se hubieran firmado los tratados de Utrecht-Rastatt (1713-1714) que pusieron fin a la guerra en Europa. Tras la capitulación de Barcelona el 12 de septiembre de 1714 el rey promulgó el Decreto de Nueva Planta que abrió una nueva etapa en la historia de Cataluña.

Asalto final de las tropas borbónicas sobre Barcelona el 11 de septiembre de 1714.

Felipe V en Cataluña: las Cortes de Barcelona de 1701-1702 y el inicio de la guerra

En su testamento Carlos II nombró a Felipe de Borbón, duque de Anjou y nieto del rey de Francia Luis XIV, como su sucesor. En enero de 1701, un mes antes de llegar a Madrid para ocupar el trono, Felipe anunció la celebración de Cortes en Cataluña, que iría acompañada de la jura de las Constituciones catalanas. Parece que fue su abuelo el rey de Francia, Luis XIV, quien le aconsejó que lo hiciera para «hacer ver a aquellos pueblos de naturaleza inquieta y celosos de sus privilegios que no tenía intención de suprimirlos».[1]

Nada más llegar a Barcelona, Felipe juró las Constituciones catalanas el 4 de octubre de 1701 y pocos días después abrió las sesiones de las Cortes catalanas.[2]​ Durante las mismas los diputados y las instituciones catalanas defendieron el pactismo y el constitucionalismo que caracterizaban las relaciones entre el rey y sus vasallos en el Principado, afirmando que «en Cataluña quien hace las leyes es el rey con la corte» y que «en las Cortes se disponen justísimas leyes con las cuales se asegura la justicia de los reyes y la obediencia de los vasallos».[3]

 
Constituciones, Capítulos de corte y Actos de corte aprobados por las Cortes catalanas de 1701-1702.

Las Cortes se clausuraron a principios de enero de 1702, con la aprobación previa de un donativo al rey de un millón y medio de libras —que al virrey conde de Palma le pareció demasiado reducido—. El rey hizo importantes concesiones (la creación del Tribunal de Contrafacciones; el envío a América de dos barcos al año sin pasar por el monopolio castellano; la libre exportación de vino, aguardiente y productos agrícolas a los puertos peninsulares sin recargo; el establecimiento de aranceles para los vinos, los aguardientes y los tejidos extranjeros) y, según Joaquim Albareda, "el pactismo salió claramente fortalecido" aunque el monarca no cedió en los dos temas más importantes: ni en la cuestión de los alojamientos ni en el del control de la insaculación de los miembros de la Diputación del General de Cataluña y del Consejo de Ciento. Un destacado austracista como Feliu de la Peña reconoció que las Constituciones y capítulos de corte aprobados eran «las más favorables que había conseguido la Provincia», lo que fue muy criticado por un felipista castellano: «todo fue confirmar privilegios y añadir otros que alentaban a la insolencia porque los catalanes creen que todo va bien gobernado gozando ellos de muchos fueros», ofreciendo a cambio un «regular donativo, no muy largo».[4]

No hubo demasiados problemas para fijar la cantidad, el conflicto se produjo a la hora de establecer los medios que se habían de aplicar a la recaudación. Finalmente se establecieron diversos recursos, como el estanco del tabaco, el repartimiento entre los «fogatges» y el catastro —una imposición sobre la riqueza, pero de pago municipal, no personal—. Sin embargo, el donativo quedó limitado, pues el rey debía satisfacer una importante cantidad en concepto de «greuges». No se sabe lo que verdaderamente llegó a percibir Felipe V. De todos modos, aunque las necesidades económicas eran muchas y urgentes, el donativo no era lo más importante para el rey, por encima del dinero otorgado estaba el entendimiento político, el haber logrado evitar algunas de las concesiones solicitadas, como la constitución de las desinsaculaciones, y el éxito de haber conseguido concluir las cortes.[5]

Mientras se celebraban las Cortes comenzó la guerra de sucesión española por lo que tras su clausura, Felipe V (IV de Aragón) embarcó en Barcelona el 8 de abril de 1702 hacia el reino de Nápoles.

El triunfo del austracismo en Cataluña (1702-1705)

El nacimiento del "partido austracista"

Tras la marcha de Felipe V se produjeron los primeros conflictos entre las instituciones catalanas y los oficiales reales encabezados por el virrey. El que tuvo mayor resonancia fue el que se produjo en octubre de 1702 con motivo de la orden de expulsión del comerciante y ciudadano honrado Arnold de Jager, junto con su familia, por ser de origen holandés (Holanda formaba parte de la Gran Alianza antiborbónica) aunque residía en Barcelona desde 1661, lo que fue respondido por la Conferencia de los Tres Comunes con la petición de la reunión del recién creado Tribunal de Contrafacciones porque consideraba que la orden violaba las Constituciones de Cataluña. Finalmente el rey desde Italia revocó el destierro, a pesar de que el Consejo de Estado se opuso porque «no quedará V. Magd. obedecido en nada».[6]

Este conflicto coincidió con el crecimiento de los apoyos al "partido austracista" y del sentimiento antifrancés —el cónsul protestó porque los franceses eran insultados con gritos como «oin, oin, gabacho puerco» y apedreados en las calles—. Un general francés afirmó que la mayoría de la gente, especialmente en Barcelona, era contraria a Felipe V y los «realistas» eran señalados con el dedo y la gente rehuía su compañía. El propio Luis XIV se quejó de que no había «orden ni gobierno en Cataluña» —«se ha llegado a tal extremo que en Barcelona se habla públicamente a favor del emperador»— y lo achacó a «las leyes obtenidas en las últimas Cortes», gracias a las cuales «la gente de dicha provincia es cada vez más insolente... y no reconocen la autoridad real». Este ambiente cada vez más hostil a Felipe V también se debió a la represión ejercida por el nuevo virrey Velasco contra las personas sospechosas de ser favorables a la causa del Archiduque Carlos.[7]

Como Barcelona estaba estrechamente vigilada por los oficiales del virrey, el primer núcleo activo austracista surgió en el interior de Cataluña, en la Plana de Vich —de ahí el nombre que recibieron sus miembros de vigatans, apodo que luego se extendería al conjunto de los partidarios del Archiduque Carlos—. Los vigatans prepararon el ambiente para realizar un movimiento armado, persiguiendo a los felipistas motejándolos de botiflers o gabachos, y llegando incluso a retirar el retrato de Felipe V de la "casa de la vila" de Vich.[8]

El fracasado desembarco austracista de 1704

 
El príncipe Jorge de Darmstadt. Felipe V lo destituyó como virrey de Cataluña por su vinculación con la Casa de Austria —que no lo había reconocido como rey— y en abril de 1701 lo expulsó de sus dominios.[9]​ Durante los tres años en que había desempeñado el cargo de virrey de Cataluña, el príncipe de Darmstadt había alcanzado una gran popularidad gracias al apoyo que había dado a las reivindicaciones de las instituciones catalanas, como la de recuperar el control de la insaculación para la designación de los miembros de la Diputación del General y del Consejo de Ciento, dos de los Tres Comunes de Cataluña, o intentar resolver el controvertido tema de los alojamientos de tropas en el Principado. También le había granjeado muchos apoyos la reclamación de más medios para defender Cataluña de los ataques franceses y la decisión de aumentar los aranceles de los tejidos de lana y de seda franceses para proteger la manufactura catalana. Llegó a asistir incluso a una de las reuniones de la «Academia de los Desconfiados» que agrupaba a los miembros de la élite catalana más firmes partidarios de la Casa de Austria, en un momento en que en la corte de Madrid se dilucidaba quien sería el sucesor de Carlos II.[10]

El príncipe Jorge de Damstadt, antiguo virrey de Cataluña durante cuyo mandato se había ganado las simpatía de las instituciones y de las élites catalanas, tras su destitución por Felipe V se había convertido en uno de los principales valedores de la causa austracista, por lo que acompañó al archiduque Carlos a Lisboa en marzo de 1704 y allí fue nombrado vicario de la Corona de Aragón, siendo destinado junto con el almirante George Rooke a bordo de la flota angloholandesa del Mediterráneo. En aquel momento Darmstadt mantenía contactos con el "partido austracista" de Cataluña que iba ganando cada vez más adeptos.[11]

El 27 de mayo de 1704 la escuadra de 30 barcos ingleses y 18 holandeses, comandados por el almirante George Rooke y con Jorge de Darmstadt al frente, se presentó ante Barcelona a la espera de que se produjera el alzamiento austracista de la ciudad. Pero los implicados en la sublevación fallaron y tampoco las instituciones catalanas actuaron, a pesar de sus simpatías por la causa del Archiduque, adoptando en cambio una actitud temerosa y servil ante el virrey.[12]

"Harto de esperar una respuesta y molesto por la ambigüedad de las instituciones catalanas [que se debatían entre una admiración incuestionable hacia Darmstadt y la fidelidad debida a Felipe V, máxime cuando la amenaza de represión por parte del virrey Velasco era incontrovertible], Darmstadt bombardeó la ciudad, desconcertando a sus partidarios". También ordenó que desembarcara un contingente de 2.600 soldados en la desembocadura del río Besós, pero esto tampoco logró disipar los temores de los austracistas y el alzamiento de la ciudad nunca se produjo, por lo que los soldados reembarcaron y la flota aliada abandonó las aguas de Barcelona.[13]

La escalada represiva del virrey felipista Velasco

El virrey Velasco dedujo de unos documentos encontrados al austracista Josep Duran —que había sido uno de los enlaces del príncipe de Darmstadt— que era la Conferencia de los Tres Comunes, presidida por el deán y canónigo de Tarragona Buenaventura de Lanuça, «la oficina donde se formó la conspiración antecedente» y señalaba al brazo militar de Cataluña como «la parte más poderosa y dominante» de aquella. Procedió entonces a encarcelar a muchos sospechosos, la mayoría de ellos miembros de la Conferencia de los Tres Comunes, entre los cuales se encontraban uno de los líderes del austracismo catalán, Narcís Feliu de la Penya, el jefe de los vigatans Jaume Puig de Perafita y miembros de las principales familias de la nobleza catalana, lo que hizo que muchos indecisos se decantaran ya claramente a favor del Archiduque, incrementándose así los miembros del "partido austracista", todo lo contrario de lo que pretendía el virrey. No pudo detener a una parte de los conjurados porque habían embarcado con Darmstadt rumbo a Lisboa —participando en la toma de Gibraltar— donde se reunieron con el Archiduque. Velasco también ordenó requisar las estampas, efigies, cuadros e imágenes de Jorge de Darmstadt. La espiral represiva continuó al año siguiente, durante el cual fueron detenidos jueces de la Audiencia de Cataluña y miembros del Consejo de Ciento, así como el obispo de Barcelona Benet Sala Caramany. Finalmente el virrey Velasco ordenó la supresión de la Conferencia de los Tres Comunes.[14]

El Pacto de Génova de junio de 1705 y el proyecto austracista

En ese contexto de persecución del austracismo catalán fue en el que se produjo la firma el 20 de junio de 1705 del pacto de Génova entre el Reino de Inglaterra y Cataluña con el objetivo de derrocar a Felipe V y hacer rey al Archiduque Carlos, a cambio de mantener las leyes e instituciones catalanas.

En marzo de 1705 la reina Ana de Inglaterra había nombrado como comisionado suyo a Mitford Crowe, un comerciante de aguardiente afincado en el Principado de Cataluña, «para contratar una alianza entre nosotros y el mencionado Principado o cualquier otra provincia de España» y le dio instrucciones para que negociara con algún representante de las instituciones catalanas «habiendo sido informada de que la gente de Cataluña se sentía inclinada a liberarse del yugo que Francia le ha impuesto y sustraerse al poder del duque de Anjou para volver a la obediencia de la Casa de Austria».[15]

Crowe, como no pudo entrevistarse con ningún representante de las instituciones catalanas a causa de la campaña represiva del virrey felipista Velasco, contactó con el grupo de los vigatans para que firmaran la alianza anglocatalana en nombre del Principado.[16]​ Los vigatans se reunieran el 17 de mayo de 1705 en Vich donde acordaron otorgar plenos poderes al joven noble Antonio Peguera (Antoni de Peguera i d'Aimeric) y al abogado Domingo Perera (Domènec Perera) para que firmaran el tratado con Inglaterra en nombre de los catalanes.[15]

Según el acuerdo rubricado en Génova el 20 de junio de 1705 por Peguera y Parera, en nombre del Principado de Cataluña, y por Crowe como comisionado de la reina, Inglaterra se comprometía a hacer desembarcar en la costa española 8.000 soldados de infantería y 2.000 de caballería de las fuerzas de la Gran Alianza y a entregar 12.000 fusiles con su correspondiente munición para armar a las fuerzas catalanas. A cambio Cataluña reconocería a Carlos de Austria como legítimo rey de España y el nuevo rey debería jurar y mantener las leyes catalanas.[15]

En el texto del tratado se puede apreciar el ideario del austracismo catalán —y en general del resto de estados de la Corona de Aragón— que estaba basado en la defensa del modelo pactista y "constitucionalista" de las relaciones entre el soberano y sus súbditos, que anteponía la fidelidad a la "patria" —la defensa de las «libertades, leyes y derechos de la patria»— a la fidelidad al rey si este violaba las leyes e instituciones propias que la caracterizaban y definían.[17]​ Así en el tratado se alude 17 veces a las Constituciones catalanas y a su defensa, lo que contrasta con la política represiva de los virreyes nombrados por Felipe V —que por otro lado se quejaban de «lo que estrechan sus Constituciones», refiriéndose al poder efectivo que tenían en el Principado—.[18]

La rebelión catalana de 1705 no fue espontánea ni popular en su origen, sino que expresaba los objetivos políticos de la clase dirigente. Barcelona albergaba una élite urbana cohesionada, producto de la mezcla de la oligarquía de Barcelona con la aristocracia tradicional y consolidada gracias al renacimiento de la economía catalana a partir del decenio de 1680. A su vez, esto generó los ambiciosos proyectos del abogado Narcís Feliu de la Penya, cuyo llamamiento a una reorientación del comercio catalán, que tenía que apartarse de los mercados tradicionales del Mediterráneo para dirigirse hacia América, reflejaba la participación creciente en el comercio colonial y se basaba fundamentalmente no en la industria de Barcelona, dominada por el régimen gremial, sino en los productos exportables del sector rural y en las pequeñas ciudades de la costa. Para la élite catalana, la Guerra de Sucesión era la oportunidad de explotar la posición de Cataluña y de vender su alianza al mejor postor
John Lynch[19]
La guerra de 1705 no fue una mera defensa de los fueros, sino que estaba dirigida a servir a los intereses de la élite comerciante catalana, deseosa de promover a Barcelona como la capital de los negocios de España, un centro de comercio libre, una nueva metrópoli de comercio colonial y de iniciativas económicas. No trataban de conseguir la secesión de Cataluña ni el desmembramiento de España; al contrario, luchaban por incorporar el modelo catalán en una España unida y liberada del dominio de Francia
John Lynch.[19]

Barcelona proclama a Carlos III el Archiduque (octubre de 1705)

 
Sitio de Barcelona de septiembre de 1705 por las tropas aliadas al mando del conde de Peterborough

Los vigatans cumplieron su parte del pacto de Génova y desde la Plana de Vich, que ya controlaban desde la primavera de 1705, fueron extendiendo la rebelión en favor del Archiduque por las comarcas vecinas del interior del Principado. Lo mismo hizo la familia Nebot de Riudoms desde el Campo de Tarragona, así como Antoni Desvalls, Marqués de Poal, desde las comarcas de Lérida, y Joan Esteve y el doctor Francesc Carreu, desde Seo de Urgel. Los sublevados iban vestidos con distintivos imperiales y a principios de octubre de 1705 se habían adueñado prácticamente de todo el Principado, excepto de Barcelona donde seguía dominando la situación el virrey felipista Francisco Antonio Fernández de Velasco y Tovar.[20]

Por su parte el archiduque Carlos, en cumplimiento de lo acordado en Génova, embarcó en Lisboa rumbo a Cataluña. La flota aliada estaba compuesta por 180 barcos, 9.000 soldados ingleses, neerlandeses y austríacos y 800 caballos bajo las órdenes del conde de Peterborough, el neerlandés Shrattenbach y Jorge de Darmstadt. El 17 de agosto la escuadra se detenía en Altea donde el archiduque fue proclamado Rey, extendiéndose la revuelta austracista valenciana de los maulets liderada por el general Juan Bautista Basset y Ramos.

La flota llegó a Barcelona el 22 de agosto de 1705 cuando estaba en pleno apogeo la revuelta austracista. Pocos días después desembarcaban unos 17.000 soldados aliados y comenzaba el sitio de Barcelona, al que se sumaron los vigatans, que por otro lado tomaron represalias contra felipistas que vivían fuera de la ciudad y contra casas de jesuitas, que apoyaban a Felipe V. El ataque a Barcelona se inició con la batalla de Montjuic, en la que perdió la vida el príncipe de Darmstadt, y nada más capturar el castillo de Montjuic, los aliados comenzaron el 15 de septiembre el bombardeo de la ciudad desde allí.[21]

Barcelona, rodeada de las tropas aliadas capituló el 9 de octubre, a causa también de la revuelta popular iniciada en el barrio de la Ribera ante el temor de que el virrey Velasco se llevara a los prisioneros acusados de conspiración. Cuando entraron las tropas de Peterborough hubo vivas a la patria y a la libertad y a Carlos III. Gracias a la intervención del Consejo de Ciento el virrey Velasco y algunos felipistas destacados lograron salvar la vida. Cuando el Archiduque Carlos, Carlos III, entró en Barcelona el 22 de octubre se le hizo entrega de las capitulaciones de la rendición en las que se insistía en que fueran respetadas las Constituciones catalanas y las disposiciones de las últimas Cortes catalanas reunidas por Felipe V en 1701-1702, en clara referencia a lo acordado en el Pacto de Génova.[21]

Carlos III el Archiduque el 7 de noviembre de 1705 juró las constituciones catalanas y a continuación convocó las Cortes.[22]

La Cataluña austracista

Las Cortes de 1705-1706 y el gobierno de Carlos III

 
Actos de las Cortes de 1705.

El ambiente en el que desarrollaron las Cortes de 1705-1706 fue completamente diferente al de las Cortes anteriores presididas por Felipe V. Carlos III el Archiduque recibió a los Tres Comunes de Cataluña y nombró en los puestos clave de la nueva Real Audiencia a austracistas reconocidos, y como secretario personal suyo a Ramon de Vilana Perlas y como mediador con los tres brazos de las Cortes, a Narcís Feliu de la Penya, dos de los miembros más prominentes del austracismo catalán.[23]

En el terreno económico se aprobaron importantes medidas, algunas de las cuales desarrollaron lo acordado en las Cortes de 1701, y que estaban a medio camino entre el «líbero comercio» y el proteccionismo de la producción agraria y manufacturera catalanas —singularmente ante Francia, el rival comercial del Principado—, aunque muchos de los logros alcanzados no llegaron a ponerse en práctica a causa de la guerra y de la derrota final del austracismo. No menos importantes fueron los acuerdos en el terreno político, en su mayoría dirigidos a lograr un mayor control sobre las autoridades reales y señoriales.[24]​ En cuanto a los dos temas más controvertidos en las Cortes de 1701-1702, sobre los que Felipe V se negó a hacer ningún tipo de concesión, se acordó que las tropas vivieran en cuarteles y no en casas particulares y en cuanto a las insaculaciones la Corona dejaría de elaborar las listas aunque se reservaba algunas prerrogativas.[24]​ Por otro lado, se reconoció jurídicamente a la Conferencia de los Tres Comunes prohibida por el virrey felipista Velasco, que se convirtió en un órgano asesor.[25]

El campo más innovador de los acuerdos de las Cortes fue el referido a la protección de los derechos individuales y al imperio de la ley, produciéndose, según el historiador Joaquim Albareda, "un avance notable en el ámbito de las garantías de la libertad civil": se prohibió a los oficiales reales abrir investigaciones o procesar a los integrantes de la Diputación del General, del brazo militar y de los consejos municipales; se consagró el principio del secreto de la correspondencia; se prohibió que los oficiales reales pudieran detener a los habitantes del Principado sin causa legítima, y se estableció además que después de quince días pudieran recuperar la libertad si no eran juzgados, así como se reconoció el derecho del inculpado a la defensa; por último, se delimitaron las atribuciones de la Real Audiencia para frenar los abusos de jueces, abogados, escribanos o notarios.[26]

A cambio de las concesiones hechas por Carlos III el Archiduque, las Cortes aprobaron un donativo de dos millones de libras —a pagar en diez años—, una cantidad muy debajo de las expectativas del rey. Además tanto la Diputación del General como el Consejo de Ciento tenían que crear y sufragar cada uno un regimiento de 500 hombres.[27]

Según el historiador Joaquim Albareda, las Cortes de 1705-1706, junto las anteriores de 1701-1702, supusieron "una auténtica puesta al día del constitucionalismo" tras el recorte experimentado tras la Guerra de los Segadores. "Las Constituciones se revelaban, de este modo, como un mecanismo eficaz para regir la sociedad catalana, adaptándose a sus demandas, lejos de haberse convertido en un marco jurídico anquilosado y marchito por el paso del tiempo", afirma Albareda.[28]​ Sin embargo, las constituciones políticas, como las económicas, no fueron respetadas por Carlos III el Archiduque. Debido a la falta endémica de recursos para mantener su ejército, no aplicó lo aprobado sobre alojamientos de tropas y contribuciones de guerra y siguió controlando la insaculación de la Diputación del General y del Consejo de Ciento, a lo que se sumó la persecución implacable que sufrieron los partidarios de la causa borbónica. "Estos problemas, sumados a los rigores de la guerra, a la penuria económica y a los abusos cometidos por los ejércitos de uno y otro bando, sumieron a los catalanes en el desencanto y la desesperación", afirma Joaquim Albareda.[29]

Ofensivas y contraofensivas borbónicas y austracistas (1707-1711)

 
El Archiduque Carlos hacia 1707

Tras la victoria borbónica en la batalla de Almansa del 25 de abril de 1707 las tropas aliadas se retiraron hacia Cataluña por lo que Felipe V puso someter sin apenas resistencia al Reino de Valencia y al Reino de Aragón —que perdieron sus fueros e instituciones propias por el Decreto de Nueva Planta de finales de junio de 1707—. Mientras las tropas borbónicas del duque de Berwick ocupaban Valencia, las comandadas por el duque de Orleans se apoderaban de Zaragoza el 25 de mayo, y desde allí se dirigieron hacia Lérida que fue tomada a principios de noviembre, ciudad en la que los borbónicos, como ya había sucedido en otras localidades valencianas y aragonesas, emprendieron una terrible represión contra los austracistas, incluidos los simples sospechosos. "A partir de aquel momento, se agravaron los problemas de manutención de los soldados aliados y se multiplicaron los conflictos a raíz de los abusos que éstos cometían sobre una población exhausta y desmoralizada".[30]

A principios de 1708 Carlos III recibió el refuerzo de 6.000 soldados imperiales que desembarcaron en Barcelona, pero no pudo impedir que los borbónicos tomaran Tortosa el 10 de julio, casi al mismo tiempo que caían Denia y Alicante, los últimos reductos de la resistencia austracista en el reino de Valencia.[30]

En 1709 la ofensiva borbónica sobre Cataluña no pudo continuar porque Luis XIV, que había comenzado a negociar con los aliados el final de la guerra (Preliminares de La Haya), ordenó la retirada del ejército francés que combatía en la península ibérica en apoyo de su nieto Felipe V. Esta situación intentó ser aprovechada por Carlos III el Archiduque para iniciar una ofensiva desde Cataluña en la primavera de 1710 con la finalidad de ocupar Madrid por segunda vez —la primera había tenido lugar en 1706—. El 27 de julio el ejército aliado al mando de Guido von Starhemberg y James Stanhope derrotaban a los borbónicos en la batalla de Almenar y casi un mes después, el 20 de agosto, al ejército del marqués de Bay en la batalla de Zaragoza. Tras esta victoria el reino de Aragón volvió a manos de los austracistas y Carlos III cumplió su promesa de restablecer sus fueros, Carlos III hizo su segunda entrada en Madrid el 28 de septiembre, pero un mes después la abandonaba debido a la falta de apoyos y a la hostilidad con que se encontró.[31]

Durante la retirada del ejército aliado de Madrid llegó la noticia de que un ejército francés de quince mil hombres al mando del duque de Noailles había llegado a Perpiñán y se disponía a cruzar la frontera. Carlos III se adelantó para llegar cuanto antes a Barcelona y se dice que cuando llegó a tierras aragonesas exclamó: «Ya estoy en mi reino».[32]​ Mientras tanto el 3 de diciembre Felipe V entraba de nuevo en Madrid y sus tropas al mando del duque de Vendôme emprendían la persecución de los ejércitos aliados de Stanhope y de Starhemberg que se retiraban hacia Aragón, "faltas de recursos y libradas al pillaje". El primero fue derrotado el 6 de diciembre en la batalla de Brihuega y el segundo al día siguiente en la batalla de Villaviciosa. Con estas dos victorias borbónicas la guerra en la península ibérica dio un vuelco decisivo a favor de Felipe V.[33]​ Así describió Luis XIV la nueva situación creada por las victorias felipistas:[34]

Mi alegría ha sido inmensa... [Las victorias de Felipe V suponen] el giro decisivo de toda la guerra de Sucesión: el trono de mi nieto al fin asegurado, el archiduque desanimado... el partido moderado de Londres confirmado en su deseo de paz

A principios de enero de 1711 Felipe V volvía a ocupar el reino de Aragón,[35]​ mientras Carlos III no llegaba a tiempo a Cataluña para impedir que las tropas francesas del duque de Noailles cruzaran los Pirineos en dirección a Gerona, ciudad que indefensa tuvo que capitular el 23 de enero de 1711.[36]​ A partir de esa conquista las tropas borbónicas ejercieron sobre los territorios que ocupaban lo que un historiador ha llamado «auténtico terrorismo militar» (represión, intimidaciones, represalias, exigencias de contribuciones de guerra, etc.), aunque las tropas de voluntarios catalanes también cometieron todo tipo de abusos, lo que dio lugar a las protestas de la Conferencia de los Tres Comunes. Finalmente el reconstruido ejército imperial de Starhemberg pudo contener el avance borbónico en la batalla de Prats del Rei, estabilizándose así el frente.[37]

La derrota de Cataluña (1712-1714)

La retirada británica (1712)

 
Henry St John, 1.er Vizconde de Bolingbroke. Atribuido a Alexis Simon Belle, c. 1712. National Portrait Gallery, Londres, NPG 593.

Las victorias borbónicas de Brihuega y de Villaviciosa de diciembre de 1710 dieron argumentos al nuevo gobierno británico tory, que había salido de las elecciones celebradas en otoño de ese año, para defender su política de poner fin a la guerra lo más rápidamente posible. Así ese mismo mes el secretario de estado Henry St John, vizconde de Bolingbroke ofreció un acuerdo de paz a Luis XIV en base al reconocimiento de Felipe V como rey de España, si éste renunciaba a la Corona de Francia, y a cambio de Gibraltar, de Menorca y de importantes concesiones territoriales y comerciales en América, y del reconocimiento por el rey de Francia de la línea sucesoria protestante de la Corona británica en la persona de Jorge de Hannover.[34]

El argumento definitivo para el giro respecto de la guerra lo encontró el gobierno británico el 17 de abril de 1711 cuando la muerte del emperador José I de Austria hizo que la Corona Imperial pasara al pretendiente Carlos III el Archiduque. Según el gobierno tory, la prioridad ahora era evitar la constitución de una monarquía universal de los Habsburgo.[38]​ Así se aceleraron las negociaciones secretas entre británicos y franceses que en pocos meses llegaban a buen puerto, quedando plasmado el acuerdo en tres documentos que prefiguraron los tratados posteriores de Utrecht de 1713.[39]

El 27 de septiembre de 1711 Carlos abandonaba Barcelona para ser coronado emperador con el nombre de Carlos VI (la ceremonia tuvo lugar el 22 de diciembre en Fráncfort del Meno) dejando a su esposa Isabel Cristina de Brunswick como su lugarteniente y capitán general de Cataluña y gobernadora de los demás reinos de España, para demostrar su «paternal amor» hacia sus fieles vasallos de la monarquía hispánica.[40]

En enero de 1712 se iniciaron en la ciudad holandesa de Utrecht las negociaciones que debían poner punto final a la guerra de sucesión española. Enseguida los plenipotenciarios de las monarquías y estados presentes fueron conscientes de la perfecta sintonía que existía entre las delegaciones de Luis XIV y de la reina Ana de Inglaterra. Esto se hizo patente mucho antes de que se firmara el primer tratado, cuando el 17 de julio de 1712 Gran Bretaña y Francia proclamaron la suspensión de las hostilidades en la guerra. En consecuencia las tropas británicas desplegadas de Cataluña embarcaron a finales de octubre, "en un ambiente de declarada hostilidad por parte de los catalanes", según Joaquín Albareda. Poco después también se retiraron las tropas neerlandesas y portuguesas, por lo que sólo quedaron en Cataluña las tropas imperiales al mando del conde Guido von Starhemberg.[41]

La retirada imperial (1713)

 
Publicación traducida al español del .

Una vez que Felipe V renunció formalmente en noviembre de 1712 a sus derechos a la Corona de Francia, lo que hacía que se pudieran formalizar rápidamente en Utrecht los acuerdos de paz, Gran Bretaña presionó al emperador Carlos VI para que retirara sus tropas de Cataluña. Aunque el general Starnhemberg, siguiendo las instrucciones de la corte de Viena, intentó que Felipe V se comprometiera a promulgar una amnistía general para los austracistas y a mantener las instituciones y leyes propias de Cataluña antes de proceder a la evacuación —a lo que Felipe ya se había negado cuando el embajador británico en Madrid le planteó el caso de los catalanes—, la realpolitik de Utrecht se impuso, y el 2 de marzo se firmaba en esa ciudad holandesa el Convenio para la evacuación de Cataluña por los plenipotenciarios de Gran Bretaña y de Austria.[42]

 
La emperatriz Isabel Cristina de Brunswick en 1712, cuando era regente y capitana general de Cataluña en nombre de su esposo Carlos VI de Austria y III de España.

El 19 de marzo de 1713 abandonaba Barcelona con toda solemnidad la emperatriz Isabel Cristina de Brunswick habiendo nombrado cuatro días antes capitán general de Cataluña a Starhenberg. En una de las cartas que envió al marqués de Rialp, que se había quedado en Barcelona, la emperatriz le confesaba: «jamás pudo yo querer más a otra nación, que yo quiero a los catalanes, y lo haré toda mi vida». En cuanto a la evacuación de las tropas imperiales los detalles del embarque en los buques británicos fueron acordados por Starhenberg con el almirante Jennings el 17 de mayo —un mes después de que se firmara el primer tratado de Utrecht entre Gran Bretaña y Francia, y otros estados aliados—.[43]​ El 10 de junio el propio Carlos VI justificaba así la evacuación:[44]

Si yo creyese que con el sacrificio de mis tropas pudiera aliviar vuestro desconsuelo, no tiene la menor duda de que lo haría, pero perderlas, para perderos más, no creo que sea medio que aconseja vuestra prudencia

El 21 de junio se firmaba el convenio del Hospitalet en el que se concretaba la evacuación de las tropas imperiales y la entrega de Barcelona o Tarragona a los borbónicos como garantía, según los términos establecidos en el Convenio para la evacuación de Cataluña. Durante las conversaciones Starnhemberg intentó, de nuevo sin éxito, que el representante de Felipe V, el marqués de Grimaldi, se comprometiera en nombre de su rey a mantener las Constituciones catalanas. Finalmente el 9 de julio de 1713 Starnhemberg embarcaba junto con los 20.000 soldados que formaban las tropas imperiales. Según cuenta el cronista Francesc de Castellví tras la firma del convenio de Hospitalet un clima derrotista se apoderó de Barcelona y por las noches se oían cantos que decían en catalán: «Carlos e Isabel, necesitados, al fin nos han dejado» o «Ingleses han faltado, portugueses han firmado, holandeses firmarán y al fin nos colgarán».[45]

Cataluña sigue resistiendo (julio de 1713-septiembre de 1714)

 
Cruz de San Jordi, insignia del Ejército de Cataluña.
 
Antonio de Villarroel, nombrado comandante general del Ejército de Cataluña.

El 30 de junio de 1713 se reunía la Junta de Brazos —la institución que reunía a los diputados de los tres estamentos o braços de las Cortes catalanas que vivían en Barcelona o que se encontraban en la ciudad en el momento de la convocatoria— para decidir si se entregaban a Felipe V, tal como habían pactado una semana antes los representantes imperiales y borbónicos en el convenio del Hospitalet. En la reunión el único que defendió desde el principio la resistencia fue el braç reial —que representaba a las ciudades—, pero el braç militar —la nobleza— acabó siguiendo su ejemplo.[46]​ Así el 9 de julio, el mismo día en que las tropas imperiales abandonaron Cataluña, la Diputación del General de Cataluña proclamó la resistencia:[47]

por la conservación de las libertades, privilegios y prerrogativas de los catalanes que nuestros antecesores a costa de su sangre gloriosamente alcanzaron y nosotros debemos, así mismo, mantener, las cuales no han sido tomadas en consideración ni en Utrecht ni en L'Hospitalet.
 
Lealtad Cathalana (1714)

Tras la decisión de la Junta de Brazos de continuar combatiendo, algunos nobles, burgueses y canónigos abandonaron Barcelona para dirigirse la mayoría a Mataró, ciudad controlada por borbónicos. Allí unos cuarenta nobles constituyeron el "Cuerpo de Nobleza" que prestó obediencia a Felipe V, considerando «abominable» la resistencia, una decisión que era «reservada a los monarcas». Lo mismo hicieron los canónigos de la catedral de Barcelona. Al mismo tiempo destacadas ciudades austracistas, como Vich y Valls, se pasaban al campo borbónico.[48]

Con la decisión de proseguir la guerra, ante la ausencia de la figura del rey, Cataluña se convertía en una república de facto. En noviembre de 1713 se publicaba a instancias de la Junta de Brazos un folleto titulado Despertador de Cataluña en el que se justificaba la decisión de seguir resistiendo y en el que no se defendía la secesión de Cataluña sino el mantenimiento del modelo "federal" de la monarquía compuesta por lo que apelaba a la preservación de las «Leyes federales y fundamentales de la monarquía» o «leyes federadas de los reinos» y a la lucha por «la libertad de España» y contra el «despótico poder que la gobernaba». Al año siguiente en otro impreso, titulado Lealtad catalana, se reprochaba a los castellanos su apoyo a Felipe V y se afirmaba que «después de la defensa de la honra de Dios, no hay causa más justa que la de la Patria y sus Libertades»[49]​ Tras proclamar de nuevo que la lucha de Cataluña era por la «libertad de España», concluía:[50]

Viva la patria inmortal en sus glorias, Cataluña en su libertad, vosotros con honra, vuestros sucesores con aprecio, la Corona de Aragón con sus antiguos lustres y toda España con crédito bajo el legítimo dominio del emperador.

En el momento en que las tropas imperiales abandonaron Cataluña y la Junta de Brazos decidió continuar combatiendo la situación militar era desesperada puesto que los únicos núcleos estables de resistencia eran la ciudad de Barcelona —que contaba con unos 5.000 hombres para su defensa— y el castillo de Cardona —además del apoyo que se pudiera recibir desde Mallorca todavía en manos austracistas—. El resto del territorio catalán estaba ocupado por las tropas borbónicas —unos 25.000 soldados, incrementados en enero de 1714 hasta 55.000 al mando del duque de Popoli, y que desplegaron una política de terror sistemático sobre las poblaciones catalanas—, aunque su dominio no era estable pues padecían el hostigamiento de las partidas austracistas.[51]

Tras la firma del Tratado de Rastatt el 6 de marzo de 1714, por el que Carlos VI firmaba la paz con el rey de Francia y se incorporaba formalmente a la Paz de Utrecht, lo que suponía un duro golpe para las posibilidades de resistencia de Cataluña, el emperador escribió una carta a los diputados catalanes el 28 de marzo en la que les comunicaba que el tratado lo había firmado «sobre la indisputable condición de conservar mi justicia, derechos, acción y títulos, que como legítimo Rey de España me pertenecen» y a continuación les aseguraba que les dispensaría «las asistencias que se hagan arbitrales en la posibilidad». La Conferencia de los Tres Comunes entendió el mensaje como que en Rastatt Carlos VI había sido reconocido como rey de España, aunque en realidad el emperador sólo había retenido el título puramente nominal. Lo cierto era que el duque de Berwick, que se incorporó al asedio de Barcelona el 7 de julio de 1714, había recibido unas instrucciones tajantes por parte de Felipe V sobre el durísimo trato que se debía dispensar a «este pueblo rebelde que, además de resistirse a entrar bajo mi obediencia, presenta las más vivas solicitaciones en todas las cortes extranjeras para acarrearme nuevos problemas y, si pudieran, incitar a la guerra a toda Europa».[52]

El sitio borbónico de la ciudad de Barcelona se inició a finales del mes de julio de 1713, el mismo mes en que la Diputación del General de Cataluña proclamó seguir combatiendo. En el castillo de Montjuic se izó un estandarte negro con la inscripción «Muerte o nuestros privilegios conservados», mientras en el otro núcleo de resistencia, el castillo de Cardona, las banderas también negras llevaban la frase «Viviremos libres o moriremos». Mientras tanto diversos regimientos del Ejército de Cataluña intentaban recuperar las zonas del interior e iban proclamando a su paso que Felipe V quería convertirlos en esclavos.[51]​ En agosto de 1713 se produjo un intento de romper el cerco por el general Nebot que embarcó a 1.500 soldados hacia Arenys de Mar y desde allí recorrió varias comarcas catalanas, pero no logró su objetivo y además desencadenó una nueva ola de terror borbónico contra las poblaciones que acogieron a los resistentes. Así Vilassar, Tarrasa, Teià y otras poblaciones fueron incendiadas. En el caso de Manresa el propio marqués de Populi admitía que el castigo «había sido mayor de lo que se había resuelto, que era la que quemasen sólo veintiuna casas de los rebeldes ausentes y más culpados», ya que el fuego consumió «casi la mitad de la ciudad».[53]

En enero de 1714 se produjo un alzamiento popular en diversas comarcas al grito de Visca la pàtria! y Via fora lladres! ('¡Fuera los ladrones!'), uno de cuyos motivos eran las contribuciones extraordinarias impuestas por los borbónicos, llamadas las quincenadas, y que al ejército del duque de Popoli le costó dominar. Como represalia los borbónicos desplegaron una nueva oleada de "terror militar" con ejecuciones masivas —como la de Sant Quintí de Mediona donde fueron ajusticiadas 800 personas— e incendios de poblaciones. El propio duque de Popoli alardeaba de que Arbucias «se quemó tan enteramente que sólo la iglesia se reservó del universal incendio, para que sirviese de castigo de padrón memorable a la posteridad y al escarmiento». Estas atrocidades fueron respondidas por revanchas brutales por parte de las partidas austracistas —en Oristá 700 soldados borbónicos fueron degollados y en Balsareny 500—.[54]

Conforme se fue estrechando el cerco borbónico sobre la Barcelona la situación de penuria dentro de la ciudad se fue deteriorando y para mantener el orden se formó una «Compañía de la quietud». Asimismo fue creciendo el fanatismo religioso impulsado por el vicario Josep Rifós, por lo que proliferaron las procesiones, los sermones en lugares públicos y los grupos de penitentes que recorrían las calles.[55]

El 26 de febrero de 1714 la Diputación General de Cataluña cedió el mando al Consejo de Ciento, formalizándose así el hecho de que el peso de la guerra lo estaba llevando la ciudad de Barcelona cuya Coronela era la fuerza fundamental en su defensa. Según Joaquim Albareda, "la renuncia de la Diputación reflejaba, al mismo tiempo, la composición social marcadamente popular de la Barcelona resistente ya que buena parte de la nobleza y de la jerarquía eclesiástica, así como algunos comerciantes, habían abandonado la ciudad, facilitando que la opción radical se adueñara de ella". Dos meses después comenzó el bombardeo de Barcelona por la artillería borbónica que no pararía hasta su rendición.[56]

El «caso de los catalanes»

 
Retrato de la reina Ana de Inglaterra, hacia 1705

Una vez iniciadas las negociaciones en Utrecht la reina Ana de Inglaterra —quien, según Joaquim Albareda, "por motivos de honor y de conciencia, se sentía obligada a reclamar todos los derechos de que gozaban los catalanes cuando les incitaron a ponerse bajo el dominio de la Casa de Austria"— hizo gestiones a través de su embajador en la corte de Madrid —cuando aún no se había firmado ningún tratado— para que Felipe V concediera una amnistía general a los austracistas españoles, y singularmente a los catalanes, que además debían conservar sus Constituciones. Pero la respuesta de Felipe fue negativa y le comunicó al embajador británico «que la paz os es tan necesaria como a nosotros y no la querréis romper por una bagatela».[57]

Finalmente el secretario de estado británico vizconde de Bolingbroke, deseoso de acabar con la guerra, claudicó ante la obstinación de Felipe V y renunció a que éste se comprometiera a mantener las "libertades" catalanas. Cuando el embajador de los Tres Comunes de Cataluña en Londres Pablo Ignacio de Dalmases tuvo conocimiento de este cambio de actitud del gobierno británico consiguió que la reina Ana le recibiera a título individual el 28 de junio de 1713, pero esta le respondió que «había hecho lo que había podido por Cataluña».[58]

El abandono de los catalanes por Gran Bretaña quedó plasmado dos semanas después en el artículo 13 del tratado de paz entre Gran Bretaña y España firmado el 13 de julio de 1713. En él Felipe V garantizaba vidas y bienes a los catalanes, pero en cuanto a sus leyes e instituciones propias sólo se comprometía a que tuvieran «todos aquellos privilegios que poseen los habitantes de las dos Castillas».[59]​ El conde de la Corzana, uno de los embajadores de Carlos VI en Utrecht, consideró el acuerdo tan «indecoroso que el tiempo no borrará el sacrificio que el ministerio inglés hace de la España y singularmente de la Corona de Aragón, y más en particular de la Cataluña, a quienes la Inglaterra ha dado tantas seguridades de sostenerles y ampararles».[60]

En las siguientes negociaciones llevadas a cabo en Rastatt el «caso de los catalanes» pronto se convirtió en la cuestión más difícil a resolver, porque Felipe V estaba deseoso de aplicar en Cataluña y en Mallorca la "Nueva Planta" que había promulgado en 1707 para los "reinos rebeldes" de Valencia y de Aragón y que había supuesto su desaparición como Estados.[61]​ Así el 6 de marzo de 1714 se firmaba el tratado de Rastatt por el que el Imperio Austríaco se incorporaba a la paz de Utrecht, sin conseguir el compromiso de Felipe V sobre el mantenimiento de las leyes e instituciones propias del Principado de Cataluña y para el reino de Mallorca que seguían sin ser sometidos a su autoridad. La negativa a hacer ningún tipo de concesión la argumentaba así Felipe V en una carta remitida a su abuelo Luis XIV:[62]

No es por odio ni por sentimiento de venganza por lo que siempre me he negado a esta restitución, sino porque significaría anular mi autoridad y exponerme a revueltas continuas, hacer revivir lo que su rebelión ha extinguido y que tantas veces experimentaron los reyes, mis predecesores, que quedaron debilitados a causa de semejantes rebeliones que habían usurpado su autoridad. [...] Si [Carlos VI] se ha comprometido en favor de los catalanes y los mallorquines, ha hecho mal y, en todo caso, debe conformarse del mismo modo que lo ha hecho la reina de Inglaterra, juzgando que sus compromisos ya se veían satisfechos con la promesa que he hecho de conservarles los mismos privilegios que a mis fieles castellanos
 
Los manifiestos Deplorable History of the Catalans y The Case of the Catalans recordaban a Inglaterra su tratado de alianza militar con Cataluña y la traición de Utrecht

En julio de 1714 Bolingbroke también rechazó una última propuesta del representante de los Tres Comunes de Cataluña en Londres Pablo Ignacio de Dalmases para que la reina Ana «tome en depósito a Cataluña o por lo menos Barcelona y Mallorca hasta la paz general sin soltarlas a nadie hasta que mediante tratado se adjudiquen y se asegure la observancia de sus privilegios» —en referencia a las negociaciones que tenían lugar en Baden—, porque eso podría suponer la reanudación de la guerra.[63]​ La corriente crítica hacia la política británica respecto de los aliados catalanes y mallorquines se plasmó además de en los debates parlamentarios en dos publicaciones aparecidas entre marzo y septiembre de 1714. En The Case of the Catalans Considered, después de aludir repetidamente a la responsabilidad contraída por los británicos al haber alentado a los catalenes a la rebelión y a la falta de apoyo que tuvieron después cuando lucharon solos, se decía:[64]

Sus antepasados les legaron los privilegios de que gozan hace siglos ¿Ahora deben renunciar a ellos sin honor y han de dejar, tras de sí, una raza de esclavos? No; prefieren morir todos; o la muerte o la libertad, esta es su decidida elección.
[...]
Todas estas cuestiones tocan el corazón de cualquier ciudadano británico generoso cuando considera el caso de los catalanes... ¿La palabra catalanes no será sinónimo de nuestra deshonra?

Por su parte, The Deplorable History of the Catalans, tras narrar lo sucedido durante la guerra, elogiaba el heroísmo de los catalanes: «ahora el mundo ya cuenta con un nuevo ejemplo de la influencia que puede ejercer la libertad en mentes generosas».[65]

La caída de Barcelona (11-12 de septiembre de 1714)

 
Castillo de Cardona, el último reducto de la Cataluña resistente.

En julio de 1714 se incorporó al cerco de Barcelona un ejército francés al mando del Duque de Berwick, con lo que la desproporción de fuerzas entre los contendientes se acentuó aún más. Se estima que unos 47.000 soldados borbónicos ocupaban Cataluña y unos 39.000 cercaban Barcelona. Frente a ellos unos 5.400 resistentes defendían la ciudad, al mando del general Antonio de Villarroel y del conseller en cap Rafael Casanova, y las partidas austracistas que acosaban a los borbónicos en el interior de Cataluña no superarían los 13.000 hombres. El cerco por mar impuesto por Berwick hizo que la situación en Barcelona fuera insostenible ya que el abastecimiento que hasta entonces había recibido desde Mallorca, Génova, Cerdeña y el norte de África se interrumpió con lo que el trigo y los productos básicos empezaron a escasear, incluida la munición. A esto se unió el bombardeo continuo iniciado en abril que tuvo efectos devastadores: cayeron alrededor de 40.000 proyectiles que destruyeron la tercera parte de las edificios.[66]

La única esperanza que le quedaba a Barcelona era que llegara la ayuda exterior y esa posibilidad se abrió cuando falleció la reina Ana de Inglaterra el 1 de agosto y su sucesor Jorge I de Hannover parecía dispuesto a dar un viraje a la política británica sobre el "caso de los catalanes". Así el 18 de septiembre el nuevo rey recibió en La Haya, donde se encontraba camino de Londres para ser coronado, al embajador catalán Felip Ferran de Sacirera, a quien le prometió que haría lo posible por Cataluña, pero temía que fuera demasiado tarde. En efecto, cuando llegó a Londres a finales de mes ya se conocía la noticia de que el 12 de septiembre de 1714 Barcelona había capitulado.[67]

El 3 de septiembre de 1714 Berwick dio un ultimátum a Barcelona para que se rindiera pero los resistentes decidieron proseguir la lucha, por lo que en la madrugada del 10 al 11 de septiembre se produjo el asalto final a la ciudad por una brecha de la muralla —que había sido abierta hacía dos meses y que los resistentes habían conseguido defender hasta entonces—, combatiéndose cuerpo a cuerpo en las calles y casas. Los dos máximos dirigentes Rafael Casanova y Antonio Villarroel cayeron heridos y a las dos de la tarde del 12 de septiembre Barcelona capituló. Se calcula que durante los catorce meses de asedio los defensores de la ciudad tuvieron unas 7.000 bajas entre muertos y heridos, mientras los asaltantes perdieron más de 10.000 hombres. El 13 de septiembre las tropas borbónicas entraban en Barcelona y cinco días después, el 18, capitulaba el último reducto de la Cataluña resistente, el castillo de Cardona defendido por el gobernador Manuel Desvalls.[68]

Véase también

Referencias

  1. Albareda Salvadó, 2010, pp. 77-78.
  2. Albareda Salvadó, 2010, p. 78.
  3. Albareda Salvadó, 2010, pp. 79-81.
  4. Albareda Salvadó, 2010, pp. 82-83.
  5. Pérez Samper, María de los Ángeles (2000). «Felipe V en Barcelona: un futuro sin futuro». Cuadernos Dieciochistas (1): 57-106. ISSN 1576-7914. 
  6. Albareda Salvadó, 2010.
  7. Albareda Salvadó, 2010, pp. 85-86.
  8. Albareda Salvadó, 2010, p. 142.
  9. Albareda Salvadó, 2010, p. 139.
  10. Albareda Salvadó, 2010, pp. 138-139.
  11. Albareda Salvadó, 2010, p. 140.
  12. Albareda Salvadó, 2010, pp. 142-143.
  13. Albareda Salvadó, 2010, p. 143.
  14. Albareda Salvadó, 2010, pp. 143-148.
  15. Albareda Salvadó, 2010, p. 175.
  16. Albareda Salvadó, 2010, pp. 174-175.
  17. Albareda Salvadó, 2010, p. 119.
  18. Albareda Salvadó, 2010, pp. 124-126.
  19. Lynch, John. Historia de España. Barcelona: Editorial Crítica. p. 337. ISBN 84-8432-704-3. 
  20. Albareda Salvadó, 2010, pp. 176-177.
  21. Albareda Salvadó, 2010, p. 177.
  22. Alcoberro, Agustí. Història de la Generalitat de Catalunya i dels seus presidents. Vol. II (en catalán). Enciclopèdia Catalana. p. 314. 
  23. Albareda Salvadó, 2010, p. 178.
  24. Albareda Salvadó, 2010, p. 181.
  25. Albareda Salvadó, 2010, pp. 183-184.
  26. Albareda Salvadó, 2010, p. 183.
  27. Albareda Salvadó, 2010, p. 182.
  28. Albareda Salvadó, 2010, pp. 182-183.
  29. Albareda Salvadó, 2010, p. 184.
  30. Albareda Salvadó, 2010, pp. 223-224.
  31. Albareda Salvadó, 2010, pp. 292-293.
  32. Albareda Salvadó, 2010, pp. 302-303.
  33. Albareda Salvadó, 2010, p. 303.
  34. Albareda Salvadó, 2010, pp. 303-304.
  35. Albareda Salvadó, 2010, p. 304.
  36. Albareda Salvadó, 2010, p. 359.
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  38. Albareda Salvadó, 2010, p. 305.
  39. Albareda Salvadó, 2010, pp. 316-317.
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  41. Albareda Salvadó, 2010, p. 362.
  42. Albareda Salvadó, 2010, pp. 362-364.
  43. Albareda Salvadó, 2010, pp. 364-365.
  44. Albareda Salvadó, 2010, p. 365.
  45. Albareda Salvadó, 2010, pp. 366-367.
  46. Albareda Salvadó, 2010, pp. 367-368.
  47. Albareda Salvadó, 2010, p. 368.
  48. Albareda Salvadó, 2010, pp. 378-379.
  49. Albareda Salvadó, 2010, pp. 368-369.
  50. Albareda Salvadó, 2010, p. 369.
  51. Albareda Salvadó, 2010, p. 377.
  52. Albareda Salvadó, 2010, pp. 374-375.
  53. Albareda Salvadó, 2010, p. 379.
  54. Albareda Salvadó, 2010, p. 380.
  55. Albareda Salvadó, 2010, p. 378.
  56. Albareda Salvadó, 2010, p. 381.
  57. Albareda Salvadó, 2010, pp. 387-388.
  58. Albareda Salvadó, 2010, p. 396.
  59. Albareda Salvadó, 2010, pp. 391-392.
  60. Albareda Salvadó, 2010, p. 394.
  61. Albareda Salvadó, 2010, pp. 345-351.
  62. Albareda Salvadó, 2010, pp. 351-352.
  63. Albareda Salvadó, 2010, p. 403.
  64. Albareda Salvadó, 2010, pp. 413-414.
  65. Albareda Salvadó, 2010, p. 414.
  66. Albareda Salvadó, 2010, p. 382.
  67. Albareda Salvadó, 2010, pp. 404-408.
  68. Albareda Salvadó, 2010, pp. 382-383.

Bibliografía

  •   Datos: Q14974184

guerra, sucesión, española, cataluña, guerra, sucesión, española, cataluña, relato, sucedido, principado, cataluña, durante, guerra, sucesión, española, cataluña, como, resto, territorios, corona, aragón, decantó, favor, archiduque, carlos, quien, reconocido, . La guerra de sucesion espanola en Cataluna es el relato de lo sucedido en el Principado de Cataluna durante la guerra de sucesion espanola en la que Cataluna como el resto de territorios de la Corona de Aragon se decanto en favor del Archiduque Carlos quien fue reconocido en Barcelona en 1705 como rey de la Espana con el titulo de Carlos III y alli situo su corte La fidelidad de Cataluna a la causa austracista la convertira en el ultimo reducto junto con el reino de Mallorca de la resistencia al avance de Felipe V incluso despues de que se hubieran firmado los tratados de Utrecht Rastatt 1713 1714 que pusieron fin a la guerra en Europa Tras la capitulacion de Barcelona el 12 de septiembre de 1714 el rey promulgo el Decreto de Nueva Planta que abrio una nueva etapa en la historia de Cataluna Asalto final de las tropas borbonicas sobre Barcelona el 11 de septiembre de 1714 Indice 1 Felipe V en Cataluna las Cortes de Barcelona de 1701 1702 y el inicio de la guerra 2 El triunfo del austracismo en Cataluna 1702 1705 2 1 El nacimiento del partido austracista 2 2 El fracasado desembarco austracista de 1704 2 3 La escalada represiva del virrey felipista Velasco 2 4 El Pacto de Genova de junio de 1705 y el proyecto austracista 2 5 Barcelona proclama a Carlos III el Archiduque octubre de 1705 3 La Cataluna austracista 3 1 Las Cortes de 1705 1706 y el gobierno de Carlos III 3 2 Ofensivas y contraofensivas borbonicas y austracistas 1707 1711 4 La derrota de Cataluna 1712 1714 4 1 La retirada britanica 1712 4 2 La retirada imperial 1713 4 3 Cataluna sigue resistiendo julio de 1713 septiembre de 1714 4 4 El caso de los catalanes 4 5 La caida de Barcelona 11 12 de septiembre de 1714 5 Vease tambien 6 Referencias 7 BibliografiaFelipe V en Cataluna las Cortes de Barcelona de 1701 1702 y el inicio de la guerra Editar Felipe de Borbon duque de Anjou en 1701 Articulo principal Cortes de Barcelona 1701 En su testamento Carlos II nombro a Felipe de Borbon duque de Anjou y nieto del rey de Francia Luis XIV como su sucesor En enero de 1701 un mes antes de llegar a Madrid para ocupar el trono Felipe anuncio la celebracion de Cortes en Cataluna que iria acompanada de la jura de las Constituciones catalanas Parece que fue su abuelo el rey de Francia Luis XIV quien le aconsejo que lo hiciera para hacer ver a aquellos pueblos de naturaleza inquieta y celosos de sus privilegios que no tenia intencion de suprimirlos 1 Nada mas llegar a Barcelona Felipe juro las Constituciones catalanas el 4 de octubre de 1701 y pocos dias despues abrio las sesiones de las Cortes catalanas 2 Durante las mismas los diputados y las instituciones catalanas defendieron el pactismo y el constitucionalismo que caracterizaban las relaciones entre el rey y sus vasallos en el Principado afirmando que en Cataluna quien hace las leyes es el rey con la corte y que en las Cortes se disponen justisimas leyes con las cuales se asegura la justicia de los reyes y la obediencia de los vasallos 3 Constituciones Capitulos de corte y Actos de corte aprobados por las Cortes catalanas de 1701 1702 Las Cortes se clausuraron a principios de enero de 1702 con la aprobacion previa de un donativo al rey de un millon y medio de libras que al virrey conde de Palma le parecio demasiado reducido El rey hizo importantes concesiones la creacion del Tribunal de Contrafacciones el envio a America de dos barcos al ano sin pasar por el monopolio castellano la libre exportacion de vino aguardiente y productos agricolas a los puertos peninsulares sin recargo el establecimiento de aranceles para los vinos los aguardientes y los tejidos extranjeros y segun Joaquim Albareda el pactismo salio claramente fortalecido aunque el monarca no cedio en los dos temas mas importantes ni en la cuestion de los alojamientos ni en el del control de la insaculacion de los miembros de la Diputacion del General de Cataluna y del Consejo de Ciento Un destacado austracista como Feliu de la Pena reconocio que las Constituciones y capitulos de corte aprobados eran las mas favorables que habia conseguido la Provincia lo que fue muy criticado por un felipista castellano todo fue confirmar privilegios y anadir otros que alentaban a la insolencia porque los catalanes creen que todo va bien gobernado gozando ellos de muchos fueros ofreciendo a cambio un regular donativo no muy largo 4 No hubo demasiados problemas para fijar la cantidad el conflicto se produjo a la hora de establecer los medios que se habian de aplicar a la recaudacion Finalmente se establecieron diversos recursos como el estanco del tabaco el repartimiento entre los fogatges y el catastro una imposicion sobre la riqueza pero de pago municipal no personal Sin embargo el donativo quedo limitado pues el rey debia satisfacer una importante cantidad en concepto de greuges No se sabe lo que verdaderamente llego a percibir Felipe V De todos modos aunque las necesidades economicas eran muchas y urgentes el donativo no era lo mas importante para el rey por encima del dinero otorgado estaba el entendimiento politico el haber logrado evitar algunas de las concesiones solicitadas como la constitucion de las desinsaculaciones y el exito de haber conseguido concluir las cortes 5 Mientras se celebraban las Cortes comenzo la guerra de sucesion espanola por lo que tras su clausura Felipe V IV de Aragon embarco en Barcelona el 8 de abril de 1702 hacia el reino de Napoles El triunfo del austracismo en Cataluna 1702 1705 EditarEl nacimiento del partido austracista Editar Tras la marcha de Felipe V se produjeron los primeros conflictos entre las instituciones catalanas y los oficiales reales encabezados por el virrey El que tuvo mayor resonancia fue el que se produjo en octubre de 1702 con motivo de la orden de expulsion del comerciante y ciudadano honrado Arnold de Jager junto con su familia por ser de origen holandes Holanda formaba parte de la Gran Alianza antiborbonica aunque residia en Barcelona desde 1661 lo que fue respondido por la Conferencia de los Tres Comunes con la peticion de la reunion del recien creado Tribunal de Contrafacciones porque consideraba que la orden violaba las Constituciones de Cataluna Finalmente el rey desde Italia revoco el destierro a pesar de que el Consejo de Estado se opuso porque no quedara V Magd obedecido en nada 6 Este conflicto coincidio con el crecimiento de los apoyos al partido austracista y del sentimiento antifrances el consul protesto porque los franceses eran insultados con gritos como oin oin gabacho puerco y apedreados en las calles Un general frances afirmo que la mayoria de la gente especialmente en Barcelona era contraria a Felipe V y los realistas eran senalados con el dedo y la gente rehuia su compania El propio Luis XIV se quejo de que no habia orden ni gobierno en Cataluna se ha llegado a tal extremo que en Barcelona se habla publicamente a favor del emperador y lo achaco a las leyes obtenidas en las ultimas Cortes gracias a las cuales la gente de dicha provincia es cada vez mas insolente y no reconocen la autoridad real Este ambiente cada vez mas hostil a Felipe V tambien se debio a la represion ejercida por el nuevo virrey Velasco contra las personas sospechosas de ser favorables a la causa del Archiduque Carlos 7 Como Barcelona estaba estrechamente vigilada por los oficiales del virrey el primer nucleo activo austracista surgio en el interior de Cataluna en la Plana de Vich de ahi el nombre que recibieron sus miembros de vigatans apodo que luego se extenderia al conjunto de los partidarios del Archiduque Carlos Los vigatans prepararon el ambiente para realizar un movimiento armado persiguiendo a los felipistas motejandolos de botiflers o gabachos y llegando incluso a retirar el retrato de Felipe V de la casa de la vila de Vich 8 El fracasado desembarco austracista de 1704 Editar Articulo principal Desembarco de Barcelona El principe Jorge de Darmstadt Felipe V lo destituyo como virrey de Cataluna por su vinculacion con la Casa de Austria que no lo habia reconocido como rey y en abril de 1701 lo expulso de sus dominios 9 Durante los tres anos en que habia desempenado el cargo de virrey de Cataluna el principe de Darmstadt habia alcanzado una gran popularidad gracias al apoyo que habia dado a las reivindicaciones de las instituciones catalanas como la de recuperar el control de la insaculacion para la designacion de los miembros de la Diputacion del General y del Consejo de Ciento dos de los Tres Comunes de Cataluna o intentar resolver el controvertido tema de los alojamientos de tropas en el Principado Tambien le habia granjeado muchos apoyos la reclamacion de mas medios para defender Cataluna de los ataques franceses y la decision de aumentar los aranceles de los tejidos de lana y de seda franceses para proteger la manufactura catalana Llego a asistir incluso a una de las reuniones de la Academia de los Desconfiados que agrupaba a los miembros de la elite catalana mas firmes partidarios de la Casa de Austria en un momento en que en la corte de Madrid se dilucidaba quien seria el sucesor de Carlos II 10 El principe Jorge de Damstadt antiguo virrey de Cataluna durante cuyo mandato se habia ganado las simpatia de las instituciones y de las elites catalanas tras su destitucion por Felipe V se habia convertido en uno de los principales valedores de la causa austracista por lo que acompano al archiduque Carlos a Lisboa en marzo de 1704 y alli fue nombrado vicario de la Corona de Aragon siendo destinado junto con el almirante George Rooke a bordo de la flota angloholandesa del Mediterraneo En aquel momento Darmstadt mantenia contactos con el partido austracista de Cataluna que iba ganando cada vez mas adeptos 11 El 27 de mayo de 1704 la escuadra de 30 barcos ingleses y 18 holandeses comandados por el almirante George Rooke y con Jorge de Darmstadt al frente se presento ante Barcelona a la espera de que se produjera el alzamiento austracista de la ciudad Pero los implicados en la sublevacion fallaron y tampoco las instituciones catalanas actuaron a pesar de sus simpatias por la causa del Archiduque adoptando en cambio una actitud temerosa y servil ante el virrey 12 Harto de esperar una respuesta y molesto por la ambiguedad de las instituciones catalanas que se debatian entre una admiracion incuestionable hacia Darmstadt y la fidelidad debida a Felipe V maxime cuando la amenaza de represion por parte del virrey Velasco era incontrovertible Darmstadt bombardeo la ciudad desconcertando a sus partidarios Tambien ordeno que desembarcara un contingente de 2 600 soldados en la desembocadura del rio Besos pero esto tampoco logro disipar los temores de los austracistas y el alzamiento de la ciudad nunca se produjo por lo que los soldados reembarcaron y la flota aliada abandono las aguas de Barcelona 13 La escalada represiva del virrey felipista Velasco Editar El virrey Velasco dedujo de unos documentos encontrados al austracista Josep Duran que habia sido uno de los enlaces del principe de Darmstadt que era la Conferencia de los Tres Comunes presidida por el dean y canonigo de Tarragona Buenaventura de Lanuca la oficina donde se formo la conspiracion antecedente y senalaba al brazo militar de Cataluna como la parte mas poderosa y dominante de aquella Procedio entonces a encarcelar a muchos sospechosos la mayoria de ellos miembros de la Conferencia de los Tres Comunes entre los cuales se encontraban uno de los lideres del austracismo catalan Narcis Feliu de la Penya el jefe de los vigatans Jaume Puig de Perafita y miembros de las principales familias de la nobleza catalana lo que hizo que muchos indecisos se decantaran ya claramente a favor del Archiduque incrementandose asi los miembros del partido austracista todo lo contrario de lo que pretendia el virrey No pudo detener a una parte de los conjurados porque habian embarcado con Darmstadt rumbo a Lisboa participando en la toma de Gibraltar donde se reunieron con el Archiduque Velasco tambien ordeno requisar las estampas efigies cuadros e imagenes de Jorge de Darmstadt La espiral represiva continuo al ano siguiente durante el cual fueron detenidos jueces de la Audiencia de Cataluna y miembros del Consejo de Ciento asi como el obispo de Barcelona Benet Sala Caramany Finalmente el virrey Velasco ordeno la supresion de la Conferencia de los Tres Comunes 14 El Pacto de Genova de junio de 1705 y el proyecto austracista Editar Articulo principal Pacto de Genova En ese contexto de persecucion del austracismo catalan fue en el que se produjo la firma el 20 de junio de 1705 del pacto de Genova entre el Reino de Inglaterra y Cataluna con el objetivo de derrocar a Felipe V y hacer rey al Archiduque Carlos a cambio de mantener las leyes e instituciones catalanas En marzo de 1705 la reina Ana de Inglaterra habia nombrado como comisionado suyo a Mitford Crowe un comerciante de aguardiente afincado en el Principado de Cataluna para contratar una alianza entre nosotros y el mencionado Principado o cualquier otra provincia de Espana y le dio instrucciones para que negociara con algun representante de las instituciones catalanas habiendo sido informada de que la gente de Cataluna se sentia inclinada a liberarse del yugo que Francia le ha impuesto y sustraerse al poder del duque de Anjou para volver a la obediencia de la Casa de Austria 15 Crowe como no pudo entrevistarse con ningun representante de las instituciones catalanas a causa de la campana represiva del virrey felipista Velasco contacto con el grupo de los vigatans para que firmaran la alianza anglocatalana en nombre del Principado 16 Los vigatans se reunieran el 17 de mayo de 1705 en Vich donde acordaron otorgar plenos poderes al joven noble Antonio Peguera Antoni de Peguera i d Aimeric y al abogado Domingo Perera Domenec Perera para que firmaran el tratado con Inglaterra en nombre de los catalanes 15 Segun el acuerdo rubricado en Genova el 20 de junio de 1705 por Peguera y Parera en nombre del Principado de Cataluna y por Crowe como comisionado de la reina Inglaterra se comprometia a hacer desembarcar en la costa espanola 8 000 soldados de infanteria y 2 000 de caballeria de las fuerzas de la Gran Alianza y a entregar 12 000 fusiles con su correspondiente municion para armar a las fuerzas catalanas A cambio Cataluna reconoceria a Carlos de Austria como legitimo rey de Espana y el nuevo rey deberia jurar y mantener las leyes catalanas 15 En el texto del tratado se puede apreciar el ideario del austracismo catalan y en general del resto de estados de la Corona de Aragon que estaba basado en la defensa del modelo pactista y constitucionalista de las relaciones entre el soberano y sus subditos que anteponia la fidelidad a la patria la defensa de las libertades leyes y derechos de la patria a la fidelidad al rey si este violaba las leyes e instituciones propias que la caracterizaban y definian 17 Asi en el tratado se alude 17 veces a las Constituciones catalanas y a su defensa lo que contrasta con la politica represiva de los virreyes nombrados por Felipe V que por otro lado se quejaban de lo que estrechan sus Constituciones refiriendose al poder efectivo que tenian en el Principado 18 La rebelion catalana de 1705 no fue espontanea ni popular en su origen sino que expresaba los objetivos politicos de la clase dirigente Barcelona albergaba una elite urbana cohesionada producto de la mezcla de la oligarquia de Barcelona con la aristocracia tradicional y consolidada gracias al renacimiento de la economia catalana a partir del decenio de 1680 A su vez esto genero los ambiciosos proyectos del abogado Narcis Feliu de la Penya cuyo llamamiento a una reorientacion del comercio catalan que tenia que apartarse de los mercados tradicionales del Mediterraneo para dirigirse hacia America reflejaba la participacion creciente en el comercio colonial y se basaba fundamentalmente no en la industria de Barcelona dominada por el regimen gremial sino en los productos exportables del sector rural y en las pequenas ciudades de la costa Para la elite catalana la Guerra de Sucesion era la oportunidad de explotar la posicion de Cataluna y de vender su alianza al mejor postorJohn Lynch 19 La guerra de 1705 no fue una mera defensa de los fueros sino que estaba dirigida a servir a los intereses de la elite comerciante catalana deseosa de promover a Barcelona como la capital de los negocios de Espana un centro de comercio libre una nueva metropoli de comercio colonial y de iniciativas economicas No trataban de conseguir la secesion de Cataluna ni el desmembramiento de Espana al contrario luchaban por incorporar el modelo catalan en una Espana unida y liberada del dominio de FranciaJohn Lynch 19 Barcelona proclama a Carlos III el Archiduque octubre de 1705 Editar Articulo principal Sitio de Barcelona 1705 Sitio de Barcelona de septiembre de 1705 por las tropas aliadas al mando del conde de Peterborough Los vigatans cumplieron su parte del pacto de Genova y desde la Plana de Vich que ya controlaban desde la primavera de 1705 fueron extendiendo la rebelion en favor del Archiduque por las comarcas vecinas del interior del Principado Lo mismo hizo la familia Nebot de Riudoms desde el Campo de Tarragona asi como Antoni Desvalls Marques de Poal desde las comarcas de Lerida y Joan Esteve y el doctor Francesc Carreu desde Seo de Urgel Los sublevados iban vestidos con distintivos imperiales y a principios de octubre de 1705 se habian aduenado practicamente de todo el Principado excepto de Barcelona donde seguia dominando la situacion el virrey felipista Francisco Antonio Fernandez de Velasco y Tovar 20 Por su parte el archiduque Carlos en cumplimiento de lo acordado en Genova embarco en Lisboa rumbo a Cataluna La flota aliada estaba compuesta por 180 barcos 9 000 soldados ingleses neerlandeses y austriacos y 800 caballos bajo las ordenes del conde de Peterborough el neerlandes Shrattenbach y Jorge de Darmstadt El 17 de agosto la escuadra se detenia en Altea donde el archiduque fue proclamado Rey extendiendose la revuelta austracista valenciana de los maulets liderada por el general Juan Bautista Basset y Ramos La flota llego a Barcelona el 22 de agosto de 1705 cuando estaba en pleno apogeo la revuelta austracista Pocos dias despues desembarcaban unos 17 000 soldados aliados y comenzaba el sitio de Barcelona al que se sumaron los vigatans que por otro lado tomaron represalias contra felipistas que vivian fuera de la ciudad y contra casas de jesuitas que apoyaban a Felipe V El ataque a Barcelona se inicio con la batalla de Montjuic en la que perdio la vida el principe de Darmstadt y nada mas capturar el castillo de Montjuic los aliados comenzaron el 15 de septiembre el bombardeo de la ciudad desde alli 21 Barcelona rodeada de las tropas aliadas capitulo el 9 de octubre a causa tambien de la revuelta popular iniciada en el barrio de la Ribera ante el temor de que el virrey Velasco se llevara a los prisioneros acusados de conspiracion Cuando entraron las tropas de Peterborough hubo vivas a la patria y a la libertad y a Carlos III Gracias a la intervencion del Consejo de Ciento el virrey Velasco y algunos felipistas destacados lograron salvar la vida Cuando el Archiduque Carlos Carlos III entro en Barcelona el 22 de octubre se le hizo entrega de las capitulaciones de la rendicion en las que se insistia en que fueran respetadas las Constituciones catalanas y las disposiciones de las ultimas Cortes catalanas reunidas por Felipe V en 1701 1702 en clara referencia a lo acordado en el Pacto de Genova 21 Carlos III el Archiduque el 7 de noviembre de 1705 juro las constituciones catalanas y a continuacion convoco las Cortes 22 La Cataluna austracista EditarLas Cortes de 1705 1706 y el gobierno de Carlos III Editar Articulo principal Cortes de Barcelona 1705 Actos de las Cortes de 1705 El ambiente en el que desarrollaron las Cortes de 1705 1706 fue completamente diferente al de las Cortes anteriores presididas por Felipe V Carlos III el Archiduque recibio a los Tres Comunes de Cataluna y nombro en los puestos clave de la nueva Real Audiencia a austracistas reconocidos y como secretario personal suyo a Ramon de Vilana Perlas y como mediador con los tres brazos de las Cortes a Narcis Feliu de la Penya dos de los miembros mas prominentes del austracismo catalan 23 En el terreno economico se aprobaron importantes medidas algunas de las cuales desarrollaron lo acordado en las Cortes de 1701 y que estaban a medio camino entre el libero comercio y el proteccionismo de la produccion agraria y manufacturera catalanas singularmente ante Francia el rival comercial del Principado aunque muchos de los logros alcanzados no llegaron a ponerse en practica a causa de la guerra y de la derrota final del austracismo No menos importantes fueron los acuerdos en el terreno politico en su mayoria dirigidos a lograr un mayor control sobre las autoridades reales y senoriales 24 En cuanto a los dos temas mas controvertidos en las Cortes de 1701 1702 sobre los que Felipe V se nego a hacer ningun tipo de concesion se acordo que las tropas vivieran en cuarteles y no en casas particulares y en cuanto a las insaculaciones la Corona dejaria de elaborar las listas aunque se reservaba algunas prerrogativas 24 Por otro lado se reconocio juridicamente a la Conferencia de los Tres Comunes prohibida por el virrey felipista Velasco que se convirtio en un organo asesor 25 El campo mas innovador de los acuerdos de las Cortes fue el referido a la proteccion de los derechos individuales y al imperio de la ley produciendose segun el historiador Joaquim Albareda un avance notable en el ambito de las garantias de la libertad civil se prohibio a los oficiales reales abrir investigaciones o procesar a los integrantes de la Diputacion del General del brazo militar y de los consejos municipales se consagro el principio del secreto de la correspondencia se prohibio que los oficiales reales pudieran detener a los habitantes del Principado sin causa legitima y se establecio ademas que despues de quince dias pudieran recuperar la libertad si no eran juzgados asi como se reconocio el derecho del inculpado a la defensa por ultimo se delimitaron las atribuciones de la Real Audiencia para frenar los abusos de jueces abogados escribanos o notarios 26 A cambio de las concesiones hechas por Carlos III el Archiduque las Cortes aprobaron un donativo de dos millones de libras a pagar en diez anos una cantidad muy debajo de las expectativas del rey Ademas tanto la Diputacion del General como el Consejo de Ciento tenian que crear y sufragar cada uno un regimiento de 500 hombres 27 Segun el historiador Joaquim Albareda las Cortes de 1705 1706 junto las anteriores de 1701 1702 supusieron una autentica puesta al dia del constitucionalismo tras el recorte experimentado tras la Guerra de los Segadores Las Constituciones se revelaban de este modo como un mecanismo eficaz para regir la sociedad catalana adaptandose a sus demandas lejos de haberse convertido en un marco juridico anquilosado y marchito por el paso del tiempo afirma Albareda 28 Sin embargo las constituciones politicas como las economicas no fueron respetadas por Carlos III el Archiduque Debido a la falta endemica de recursos para mantener su ejercito no aplico lo aprobado sobre alojamientos de tropas y contribuciones de guerra y siguio controlando la insaculacion de la Diputacion del General y del Consejo de Ciento a lo que se sumo la persecucion implacable que sufrieron los partidarios de la causa borbonica Estos problemas sumados a los rigores de la guerra a la penuria economica y a los abusos cometidos por los ejercitos de uno y otro bando sumieron a los catalanes en el desencanto y la desesperacion afirma Joaquim Albareda 29 Ofensivas y contraofensivas borbonicas y austracistas 1707 1711 Editar El Archiduque Carlos hacia 1707 Tras la victoria borbonica en la batalla de Almansa del 25 de abril de 1707 las tropas aliadas se retiraron hacia Cataluna por lo que Felipe V puso someter sin apenas resistencia al Reino de Valencia y al Reino de Aragon que perdieron sus fueros e instituciones propias por el Decreto de Nueva Planta de finales de junio de 1707 Mientras las tropas borbonicas del duque de Berwick ocupaban Valencia las comandadas por el duque de Orleans se apoderaban de Zaragoza el 25 de mayo y desde alli se dirigieron hacia Lerida que fue tomada a principios de noviembre ciudad en la que los borbonicos como ya habia sucedido en otras localidades valencianas y aragonesas emprendieron una terrible represion contra los austracistas incluidos los simples sospechosos A partir de aquel momento se agravaron los problemas de manutencion de los soldados aliados y se multiplicaron los conflictos a raiz de los abusos que estos cometian sobre una poblacion exhausta y desmoralizada 30 A principios de 1708 Carlos III recibio el refuerzo de 6 000 soldados imperiales que desembarcaron en Barcelona pero no pudo impedir que los borbonicos tomaran Tortosa el 10 de julio casi al mismo tiempo que caian Denia y Alicante los ultimos reductos de la resistencia austracista en el reino de Valencia 30 La batalla de Zaragoza En 1709 la ofensiva borbonica sobre Cataluna no pudo continuar porque Luis XIV que habia comenzado a negociar con los aliados el final de la guerra Preliminares de La Haya ordeno la retirada del ejercito frances que combatia en la peninsula iberica en apoyo de su nieto Felipe V Esta situacion intento ser aprovechada por Carlos III el Archiduque para iniciar una ofensiva desde Cataluna en la primavera de 1710 con la finalidad de ocupar Madrid por segunda vez la primera habia tenido lugar en 1706 El 27 de julio el ejercito aliado al mando de Guido von Starhemberg y James Stanhope derrotaban a los borbonicos en la batalla de Almenar y casi un mes despues el 20 de agosto al ejercito del marques de Bay en la batalla de Zaragoza Tras esta victoria el reino de Aragon volvio a manos de los austracistas y Carlos III cumplio su promesa de restablecer sus fueros Carlos III hizo su segunda entrada en Madrid el 28 de septiembre pero un mes despues la abandonaba debido a la falta de apoyos y a la hostilidad con que se encontro 31 Durante la retirada del ejercito aliado de Madrid llego la noticia de que un ejercito frances de quince mil hombres al mando del duque de Noailles habia llegado a Perpinan y se disponia a cruzar la frontera Carlos III se adelanto para llegar cuanto antes a Barcelona y se dice que cuando llego a tierras aragonesas exclamo Ya estoy en mi reino 32 Mientras tanto el 3 de diciembre Felipe V entraba de nuevo en Madrid y sus tropas al mando del duque de Vendome emprendian la persecucion de los ejercitos aliados de Stanhope y de Starhemberg que se retiraban hacia Aragon faltas de recursos y libradas al pillaje El primero fue derrotado el 6 de diciembre en la batalla de Brihuega y el segundo al dia siguiente en la batalla de Villaviciosa Con estas dos victorias borbonicas la guerra en la peninsula iberica dio un vuelco decisivo a favor de Felipe V 33 Asi describio Luis XIV la nueva situacion creada por las victorias felipistas 34 Mi alegria ha sido inmensa Las victorias de Felipe V suponen el giro decisivo de toda la guerra de Sucesion el trono de mi nieto al fin asegurado el archiduque desanimado el partido moderado de Londres confirmado en su deseo de paz A principios de enero de 1711 Felipe V volvia a ocupar el reino de Aragon 35 mientras Carlos III no llegaba a tiempo a Cataluna para impedir que las tropas francesas del duque de Noailles cruzaran los Pirineos en direccion a Gerona ciudad que indefensa tuvo que capitular el 23 de enero de 1711 36 A partir de esa conquista las tropas borbonicas ejercieron sobre los territorios que ocupaban lo que un historiador ha llamado autentico terrorismo militar represion intimidaciones represalias exigencias de contribuciones de guerra etc aunque las tropas de voluntarios catalanes tambien cometieron todo tipo de abusos lo que dio lugar a las protestas de la Conferencia de los Tres Comunes Finalmente el reconstruido ejercito imperial de Starhemberg pudo contener el avance borbonico en la batalla de Prats del Rei estabilizandose asi el frente 37 La derrota de Cataluna 1712 1714 EditarArticulo principal Campana de Cataluna 1713 1714 La retirada britanica 1712 Editar Henry St John 1 er Vizconde de Bolingbroke Atribuido a Alexis Simon Belle c 1712 National Portrait Gallery Londres NPG 593 Las victorias borbonicas de Brihuega y de Villaviciosa de diciembre de 1710 dieron argumentos al nuevo gobierno britanico tory que habia salido de las elecciones celebradas en otono de ese ano para defender su politica de poner fin a la guerra lo mas rapidamente posible Asi ese mismo mes el secretario de estado Henry St John vizconde de Bolingbroke ofrecio un acuerdo de paz a Luis XIV en base al reconocimiento de Felipe V como rey de Espana si este renunciaba a la Corona de Francia y a cambio de Gibraltar de Menorca y de importantes concesiones territoriales y comerciales en America y del reconocimiento por el rey de Francia de la linea sucesoria protestante de la Corona britanica en la persona de Jorge de Hannover 34 El argumento definitivo para el giro respecto de la guerra lo encontro el gobierno britanico el 17 de abril de 1711 cuando la muerte del emperador Jose I de Austria hizo que la Corona Imperial pasara al pretendiente Carlos III el Archiduque Segun el gobierno tory la prioridad ahora era evitar la constitucion de una monarquia universal de los Habsburgo 38 Asi se aceleraron las negociaciones secretas entre britanicos y franceses que en pocos meses llegaban a buen puerto quedando plasmado el acuerdo en tres documentos que prefiguraron los tratados posteriores de Utrecht de 1713 39 El 27 de septiembre de 1711 Carlos abandonaba Barcelona para ser coronado emperador con el nombre de Carlos VI la ceremonia tuvo lugar el 22 de diciembre en Francfort del Meno dejando a su esposa Isabel Cristina de Brunswick como su lugarteniente y capitan general de Cataluna y gobernadora de los demas reinos de Espana para demostrar su paternal amor hacia sus fieles vasallos de la monarquia hispanica 40 En enero de 1712 se iniciaron en la ciudad holandesa de Utrecht las negociaciones que debian poner punto final a la guerra de sucesion espanola Enseguida los plenipotenciarios de las monarquias y estados presentes fueron conscientes de la perfecta sintonia que existia entre las delegaciones de Luis XIV y de la reina Ana de Inglaterra Esto se hizo patente mucho antes de que se firmara el primer tratado cuando el 17 de julio de 1712 Gran Bretana y Francia proclamaron la suspension de las hostilidades en la guerra En consecuencia las tropas britanicas desplegadas de Cataluna embarcaron a finales de octubre en un ambiente de declarada hostilidad por parte de los catalanes segun Joaquin Albareda Poco despues tambien se retiraron las tropas neerlandesas y portuguesas por lo que solo quedaron en Cataluna las tropas imperiales al mando del conde Guido von Starhemberg 41 La retirada imperial 1713 Editar Publicacion traducida al espanol del Convenio de evacuacion de Cataluna y el armisticio de Italia Una vez que Felipe V renuncio formalmente en noviembre de 1712 a sus derechos a la Corona de Francia lo que hacia que se pudieran formalizar rapidamente en Utrecht los acuerdos de paz Gran Bretana presiono al emperador Carlos VI para que retirara sus tropas de Cataluna Aunque el general Starnhemberg siguiendo las instrucciones de la corte de Viena intento que Felipe V se comprometiera a promulgar una amnistia general para los austracistas y a mantener las instituciones y leyes propias de Cataluna antes de proceder a la evacuacion a lo que Felipe ya se habia negado cuando el embajador britanico en Madrid le planteo el caso de los catalanes la realpolitik de Utrecht se impuso y el 2 de marzo se firmaba en esa ciudad holandesa el Convenio para la evacuacion de Cataluna por los plenipotenciarios de Gran Bretana y de Austria 42 La emperatriz Isabel Cristina de Brunswick en 1712 cuando era regente y capitana general de Cataluna en nombre de su esposo Carlos VI de Austria y III de Espana El 19 de marzo de 1713 abandonaba Barcelona con toda solemnidad la emperatriz Isabel Cristina de Brunswick habiendo nombrado cuatro dias antes capitan general de Cataluna a Starhenberg En una de las cartas que envio al marques de Rialp que se habia quedado en Barcelona la emperatriz le confesaba jamas pudo yo querer mas a otra nacion que yo quiero a los catalanes y lo hare toda mi vida En cuanto a la evacuacion de las tropas imperiales los detalles del embarque en los buques britanicos fueron acordados por Starhenberg con el almirante Jennings el 17 de mayo un mes despues de que se firmara el primer tratado de Utrecht entre Gran Bretana y Francia y otros estados aliados 43 El 10 de junio el propio Carlos VI justificaba asi la evacuacion 44 Si yo creyese que con el sacrificio de mis tropas pudiera aliviar vuestro desconsuelo no tiene la menor duda de que lo haria pero perderlas para perderos mas no creo que sea medio que aconseja vuestra prudencia El 21 de junio se firmaba el convenio del Hospitalet en el que se concretaba la evacuacion de las tropas imperiales y la entrega de Barcelona o Tarragona a los borbonicos como garantia segun los terminos establecidos en el Convenio para la evacuacion de Cataluna Durante las conversaciones Starnhemberg intento de nuevo sin exito que el representante de Felipe V el marques de Grimaldi se comprometiera en nombre de su rey a mantener las Constituciones catalanas Finalmente el 9 de julio de 1713 Starnhemberg embarcaba junto con los 20 000 soldados que formaban las tropas imperiales Segun cuenta el cronista Francesc de Castellvi tras la firma del convenio de Hospitalet un clima derrotista se apodero de Barcelona y por las noches se oian cantos que decian en catalan Carlos e Isabel necesitados al fin nos han dejado o Ingleses han faltado portugueses han firmado holandeses firmaran y al fin nos colgaran 45 Cataluna sigue resistiendo julio de 1713 septiembre de 1714 Editar Vease tambien Ejercito de Cataluna Cruz de San Jordi insignia del Ejercito de Cataluna Antonio de Villarroel nombrado comandante general del Ejercito de Cataluna El 30 de junio de 1713 se reunia la Junta de Brazos la institucion que reunia a los diputados de los tres estamentos o bracos de las Cortes catalanas que vivian en Barcelona o que se encontraban en la ciudad en el momento de la convocatoria para decidir si se entregaban a Felipe V tal como habian pactado una semana antes los representantes imperiales y borbonicos en el convenio del Hospitalet En la reunion el unico que defendio desde el principio la resistencia fue el brac reial que representaba a las ciudades pero el brac militar la nobleza acabo siguiendo su ejemplo 46 Asi el 9 de julio el mismo dia en que las tropas imperiales abandonaron Cataluna la Diputacion del General de Cataluna proclamo la resistencia 47 por la conservacion de las libertades privilegios y prerrogativas de los catalanes que nuestros antecesores a costa de su sangre gloriosamente alcanzaron y nosotros debemos asi mismo mantener las cuales no han sido tomadas en consideracion ni en Utrecht ni en L Hospitalet Lealtad Cathalana 1714 Tras la decision de la Junta de Brazos de continuar combatiendo algunos nobles burgueses y canonigos abandonaron Barcelona para dirigirse la mayoria a Mataro ciudad controlada por borbonicos Alli unos cuarenta nobles constituyeron el Cuerpo de Nobleza que presto obediencia a Felipe V considerando abominable la resistencia una decision que era reservada a los monarcas Lo mismo hicieron los canonigos de la catedral de Barcelona Al mismo tiempo destacadas ciudades austracistas como Vich y Valls se pasaban al campo borbonico 48 Con la decision de proseguir la guerra ante la ausencia de la figura del rey Cataluna se convertia en una republica de facto En noviembre de 1713 se publicaba a instancias de la Junta de Brazos un folleto titulado Despertador de Cataluna en el que se justificaba la decision de seguir resistiendo y en el que no se defendia la secesion de Cataluna sino el mantenimiento del modelo federal de la monarquia compuesta por lo que apelaba a la preservacion de las Leyes federales y fundamentales de la monarquia o leyes federadas de los reinos y a la lucha por la libertad de Espana y contra el despotico poder que la gobernaba Al ano siguiente en otro impreso titulado Lealtad catalana se reprochaba a los castellanos su apoyo a Felipe V y se afirmaba que despues de la defensa de la honra de Dios no hay causa mas justa que la de la Patria y sus Libertades 49 Tras proclamar de nuevo que la lucha de Cataluna era por la libertad de Espana concluia 50 Viva la patria inmortal en sus glorias Cataluna en su libertad vosotros con honra vuestros sucesores con aprecio la Corona de Aragon con sus antiguos lustres y toda Espana con credito bajo el legitimo dominio del emperador En el momento en que las tropas imperiales abandonaron Cataluna y la Junta de Brazos decidio continuar combatiendo la situacion militar era desesperada puesto que los unicos nucleos estables de resistencia eran la ciudad de Barcelona que contaba con unos 5 000 hombres para su defensa y el castillo de Cardona ademas del apoyo que se pudiera recibir desde Mallorca todavia en manos austracistas El resto del territorio catalan estaba ocupado por las tropas borbonicas unos 25 000 soldados incrementados en enero de 1714 hasta 55 000 al mando del duque de Popoli y que desplegaron una politica de terror sistematico sobre las poblaciones catalanas aunque su dominio no era estable pues padecian el hostigamiento de las partidas austracistas 51 Tras la firma del Tratado de Rastatt el 6 de marzo de 1714 por el que Carlos VI firmaba la paz con el rey de Francia y se incorporaba formalmente a la Paz de Utrecht lo que suponia un duro golpe para las posibilidades de resistencia de Cataluna el emperador escribio una carta a los diputados catalanes el 28 de marzo en la que les comunicaba que el tratado lo habia firmado sobre la indisputable condicion de conservar mi justicia derechos accion y titulos que como legitimo Rey de Espana me pertenecen y a continuacion les aseguraba que les dispensaria las asistencias que se hagan arbitrales en la posibilidad La Conferencia de los Tres Comunes entendio el mensaje como que en Rastatt Carlos VI habia sido reconocido como rey de Espana aunque en realidad el emperador solo habia retenido el titulo puramente nominal Lo cierto era que el duque de Berwick que se incorporo al asedio de Barcelona el 7 de julio de 1714 habia recibido unas instrucciones tajantes por parte de Felipe V sobre el durisimo trato que se debia dispensar a este pueblo rebelde que ademas de resistirse a entrar bajo mi obediencia presenta las mas vivas solicitaciones en todas las cortes extranjeras para acarrearme nuevos problemas y si pudieran incitar a la guerra a toda Europa 52 El sitio borbonico de la ciudad de Barcelona se inicio a finales del mes de julio de 1713 el mismo mes en que la Diputacion del General de Cataluna proclamo seguir combatiendo En el castillo de Montjuic se izo un estandarte negro con la inscripcion Muerte o nuestros privilegios conservados mientras en el otro nucleo de resistencia el castillo de Cardona las banderas tambien negras llevaban la frase Viviremos libres o moriremos Mientras tanto diversos regimientos del Ejercito de Cataluna intentaban recuperar las zonas del interior e iban proclamando a su paso que Felipe V queria convertirlos en esclavos 51 En agosto de 1713 se produjo un intento de romper el cerco por el general Nebot que embarco a 1 500 soldados hacia Arenys de Mar y desde alli recorrio varias comarcas catalanas pero no logro su objetivo y ademas desencadeno una nueva ola de terror borbonico contra las poblaciones que acogieron a los resistentes Asi Vilassar Tarrasa Teia y otras poblaciones fueron incendiadas En el caso de Manresa el propio marques de Populi admitia que el castigo habia sido mayor de lo que se habia resuelto que era la que quemasen solo veintiuna casas de los rebeldes ausentes y mas culpados ya que el fuego consumio casi la mitad de la ciudad 53 En enero de 1714 se produjo un alzamiento popular en diversas comarcas al grito de Visca la patria y Via fora lladres Fuera los ladrones uno de cuyos motivos eran las contribuciones extraordinarias impuestas por los borbonicos llamadas las quincenadas y que al ejercito del duque de Popoli le costo dominar Como represalia los borbonicos desplegaron una nueva oleada de terror militar con ejecuciones masivas como la de Sant Quinti de Mediona donde fueron ajusticiadas 800 personas e incendios de poblaciones El propio duque de Popoli alardeaba de que Arbucias se quemo tan enteramente que solo la iglesia se reservo del universal incendio para que sirviese de castigo de padron memorable a la posteridad y al escarmiento Estas atrocidades fueron respondidas por revanchas brutales por parte de las partidas austracistas en Orista 700 soldados borbonicos fueron degollados y en Balsareny 500 54 Conforme se fue estrechando el cerco borbonico sobre la Barcelona la situacion de penuria dentro de la ciudad se fue deteriorando y para mantener el orden se formo una Compania de la quietud Asimismo fue creciendo el fanatismo religioso impulsado por el vicario Josep Rifos por lo que proliferaron las procesiones los sermones en lugares publicos y los grupos de penitentes que recorrian las calles 55 El 26 de febrero de 1714 la Diputacion General de Cataluna cedio el mando al Consejo de Ciento formalizandose asi el hecho de que el peso de la guerra lo estaba llevando la ciudad de Barcelona cuya Coronela era la fuerza fundamental en su defensa Segun Joaquim Albareda la renuncia de la Diputacion reflejaba al mismo tiempo la composicion social marcadamente popular de la Barcelona resistente ya que buena parte de la nobleza y de la jerarquia eclesiastica asi como algunos comerciantes habian abandonado la ciudad facilitando que la opcion radical se aduenara de ella Dos meses despues comenzo el bombardeo de Barcelona por la artilleria borbonica que no pararia hasta su rendicion 56 El caso de los catalanes Editar Articulo principal Caso de los catalanes Retrato de la reina Ana de Inglaterra hacia 1705 Una vez iniciadas las negociaciones en Utrecht la reina Ana de Inglaterra quien segun Joaquim Albareda por motivos de honor y de conciencia se sentia obligada a reclamar todos los derechos de que gozaban los catalanes cuando les incitaron a ponerse bajo el dominio de la Casa de Austria hizo gestiones a traves de su embajador en la corte de Madrid cuando aun no se habia firmado ningun tratado para que Felipe V concediera una amnistia general a los austracistas espanoles y singularmente a los catalanes que ademas debian conservar sus Constituciones Pero la respuesta de Felipe fue negativa y le comunico al embajador britanico que la paz os es tan necesaria como a nosotros y no la querreis romper por una bagatela 57 Finalmente el secretario de estado britanico vizconde de Bolingbroke deseoso de acabar con la guerra claudico ante la obstinacion de Felipe V y renuncio a que este se comprometiera a mantener las libertades catalanas Cuando el embajador de los Tres Comunes de Cataluna en Londres Pablo Ignacio de Dalmases tuvo conocimiento de este cambio de actitud del gobierno britanico consiguio que la reina Ana le recibiera a titulo individual el 28 de junio de 1713 pero esta le respondio que habia hecho lo que habia podido por Cataluna 58 El abandono de los catalanes por Gran Bretana quedo plasmado dos semanas despues en el articulo 13 del tratado de paz entre Gran Bretana y Espana firmado el 13 de julio de 1713 En el Felipe V garantizaba vidas y bienes a los catalanes pero en cuanto a sus leyes e instituciones propias solo se comprometia a que tuvieran todos aquellos privilegios que poseen los habitantes de las dos Castillas 59 El conde de la Corzana uno de los embajadores de Carlos VI en Utrecht considero el acuerdo tan indecoroso que el tiempo no borrara el sacrificio que el ministerio ingles hace de la Espana y singularmente de la Corona de Aragon y mas en particular de la Cataluna a quienes la Inglaterra ha dado tantas seguridades de sostenerles y ampararles 60 En las siguientes negociaciones llevadas a cabo en Rastatt el caso de los catalanes pronto se convirtio en la cuestion mas dificil a resolver porque Felipe V estaba deseoso de aplicar en Cataluna y en Mallorca la Nueva Planta que habia promulgado en 1707 para los reinos rebeldes de Valencia y de Aragon y que habia supuesto su desaparicion como Estados 61 Asi el 6 de marzo de 1714 se firmaba el tratado de Rastatt por el que el Imperio Austriaco se incorporaba a la paz de Utrecht sin conseguir el compromiso de Felipe V sobre el mantenimiento de las leyes e instituciones propias del Principado de Cataluna y para el reino de Mallorca que seguian sin ser sometidos a su autoridad La negativa a hacer ningun tipo de concesion la argumentaba asi Felipe V en una carta remitida a su abuelo Luis XIV 62 No es por odio ni por sentimiento de venganza por lo que siempre me he negado a esta restitucion sino porque significaria anular mi autoridad y exponerme a revueltas continuas hacer revivir lo que su rebelion ha extinguido y que tantas veces experimentaron los reyes mis predecesores que quedaron debilitados a causa de semejantes rebeliones que habian usurpado su autoridad Si Carlos VI se ha comprometido en favor de los catalanes y los mallorquines ha hecho mal y en todo caso debe conformarse del mismo modo que lo ha hecho la reina de Inglaterra juzgando que sus compromisos ya se veian satisfechos con la promesa que he hecho de conservarles los mismos privilegios que a mis fieles castellanos Los manifiestos Deplorable History of the Catalans y The Case of the Catalans recordaban a Inglaterra su tratado de alianza militar con Cataluna y la traicion de Utrecht En julio de 1714 Bolingbroke tambien rechazo una ultima propuesta del representante de los Tres Comunes de Cataluna en Londres Pablo Ignacio de Dalmases para que la reina Ana tome en deposito a Cataluna o por lo menos Barcelona y Mallorca hasta la paz general sin soltarlas a nadie hasta que mediante tratado se adjudiquen y se asegure la observancia de sus privilegios en referencia a las negociaciones que tenian lugar en Baden porque eso podria suponer la reanudacion de la guerra 63 La corriente critica hacia la politica britanica respecto de los aliados catalanes y mallorquines se plasmo ademas de en los debates parlamentarios en dos publicaciones aparecidas entre marzo y septiembre de 1714 En The Case of the Catalans Considered despues de aludir repetidamente a la responsabilidad contraida por los britanicos al haber alentado a los catalenes a la rebelion y a la falta de apoyo que tuvieron despues cuando lucharon solos se decia 64 Sus antepasados les legaron los privilegios de que gozan hace siglos Ahora deben renunciar a ellos sin honor y han de dejar tras de si una raza de esclavos No prefieren morir todos o la muerte o la libertad esta es su decidida eleccion Todas estas cuestiones tocan el corazon de cualquier ciudadano britanico generoso cuando considera el caso de los catalanes La palabra catalanes no sera sinonimo de nuestra deshonra Por su parte The Deplorable History of the Catalans tras narrar lo sucedido durante la guerra elogiaba el heroismo de los catalanes ahora el mundo ya cuenta con un nuevo ejemplo de la influencia que puede ejercer la libertad en mentes generosas 65 La caida de Barcelona 11 12 de septiembre de 1714 Editar Articulo principal Sitio de Barcelona 1713 1714 Castillo de Cardona el ultimo reducto de la Cataluna resistente En julio de 1714 se incorporo al cerco de Barcelona un ejercito frances al mando del Duque de Berwick con lo que la desproporcion de fuerzas entre los contendientes se acentuo aun mas Se estima que unos 47 000 soldados borbonicos ocupaban Cataluna y unos 39 000 cercaban Barcelona Frente a ellos unos 5 400 resistentes defendian la ciudad al mando del general Antonio de Villarroel y del conseller en cap Rafael Casanova y las partidas austracistas que acosaban a los borbonicos en el interior de Cataluna no superarian los 13 000 hombres El cerco por mar impuesto por Berwick hizo que la situacion en Barcelona fuera insostenible ya que el abastecimiento que hasta entonces habia recibido desde Mallorca Genova Cerdena y el norte de Africa se interrumpio con lo que el trigo y los productos basicos empezaron a escasear incluida la municion A esto se unio el bombardeo continuo iniciado en abril que tuvo efectos devastadores cayeron alrededor de 40 000 proyectiles que destruyeron la tercera parte de las edificios 66 La unica esperanza que le quedaba a Barcelona era que llegara la ayuda exterior y esa posibilidad se abrio cuando fallecio la reina Ana de Inglaterra el 1 de agosto y su sucesor Jorge I de Hannover parecia dispuesto a dar un viraje a la politica britanica sobre el caso de los catalanes Asi el 18 de septiembre el nuevo rey recibio en La Haya donde se encontraba camino de Londres para ser coronado al embajador catalan Felip Ferran de Sacirera a quien le prometio que haria lo posible por Cataluna pero temia que fuera demasiado tarde En efecto cuando llego a Londres a finales de mes ya se conocia la noticia de que el 12 de septiembre de 1714 Barcelona habia capitulado 67 El 3 de septiembre de 1714 Berwick dio un ultimatum a Barcelona para que se rindiera pero los resistentes decidieron proseguir la lucha por lo que en la madrugada del 10 al 11 de septiembre se produjo el asalto final a la ciudad por una brecha de la muralla que habia sido abierta hacia dos meses y que los resistentes habian conseguido defender hasta entonces combatiendose cuerpo a cuerpo en las calles y casas Los dos maximos dirigentes Rafael Casanova y Antonio Villarroel cayeron heridos y a las dos de la tarde del 12 de septiembre Barcelona capitulo Se calcula que durante los catorce meses de asedio los defensores de la ciudad tuvieron unas 7 000 bajas entre muertos y heridos mientras los asaltantes perdieron mas de 10 000 hombres El 13 de septiembre las tropas borbonicas entraban en Barcelona y cinco dias despues el 18 capitulaba el ultimo reducto de la Cataluna resistente el castillo de Cardona defendido por el gobernador Manuel Desvalls 68 Vease tambien EditarCaso de los catalanes Constituciones de Cataluna Tratado de Utrecht Decreto de Nueva Planta de Cataluna Represion borbonica en la Guerra de Sucesion Espanola Exilio austracistaReferencias Editar Albareda Salvado 2010 pp 77 78 Albareda Salvado 2010 p 78 Albareda Salvado 2010 pp 79 81 Albareda Salvado 2010 pp 82 83 Perez Samper Maria de los Angeles 2000 Felipe V en Barcelona un futuro sin futuro Cuadernos Dieciochistas 1 57 106 ISSN 1576 7914 Albareda Salvado 2010 Albareda Salvado 2010 pp 85 86 Albareda Salvado 2010 p 142 Albareda Salvado 2010 p 139 Albareda Salvado 2010 pp 138 139 Albareda Salvado 2010 p 140 Albareda Salvado 2010 pp 142 143 Albareda Salvado 2010 p 143 Albareda Salvado 2010 pp 143 148 a b c Albareda Salvado 2010 p 175 Albareda Salvado 2010 pp 174 175 Albareda Salvado 2010 p 119 Albareda Salvado 2010 pp 124 126 a b Lynch John Historia de Espana Barcelona Editorial Critica p 337 ISBN 84 8432 704 3 Albareda Salvado 2010 pp 176 177 a b Albareda Salvado 2010 p 177 Alcoberro Agusti Historia de la Generalitat de Catalunya i dels seus presidents Vol II en catalan Enciclopedia Catalana p 314 Albareda Salvado 2010 p 178 a b Albareda Salvado 2010 p 181 Albareda Salvado 2010 pp 183 184 Albareda Salvado 2010 p 183 Albareda Salvado 2010 p 182 Albareda Salvado 2010 pp 182 183 Albareda Salvado 2010 p 184 a b Albareda Salvado 2010 pp 223 224 Albareda Salvado 2010 pp 292 293 Albareda Salvado 2010 pp 302 303 Albareda Salvado 2010 p 303 a b Albareda Salvado 2010 pp 303 304 Albareda 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Albareda Salvado 2010 pp 382 383 Bibliografia EditarAlbareda Salvado Joaquim 2010 La Guerra de Sucesion de Espana 1700 1714 Barcelona Critica ISBN 978 84 9892 060 4 Elliott John H 2009 Una Europa de monarquias compuestas Espana Europa y el mundo de ultramar 1500 1800 Madrid Taurus ISBN 978 84 306 0780 8 Ruiz Torres Pedro 2008 Reformismo e Ilustracion Vol 5 de la Historia de Espana dirigida por Josep Fontana y Ramon Villares Barcelona Critica Marcial Pons ISBN 978 84 8432 297 7 isbn incorrecto ayuda Vilar Pierre 1979 1962 Catalunya dins l Espanya Moderna en catalan Barcelona Curial Edicions 62 ISBN 84 7256 169 0 Datos Q14974184 Obtenido de https es wikipedia org w index php title Guerra de sucesion espanola en Cataluna amp oldid 135282865, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

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