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Sublevación de Cataluña

La sublevación de Cataluña, revuelta de los catalanes, guerra de Cataluña o guerra de los Segadores (guerra dels Segadors, en catalán) afectó a gran parte de Cataluña entre los años 1640 y 1652. Tuvo como efecto más duradero la firma de la Paz de los Pirineos entre la monarquía española y la francesa, pasando el condado del Rosellón y la mitad del condado de Cerdaña, hasta aquel momento partes integrantes del principado de Cataluña, uno de los territorios de la monarquía hispánica, a soberanía francesa.

Sublevación de Cataluña
Parte de guerra franco-española

Batalla de Montjuïc (1641) por Pandolfo Reschi
Fecha 7 de junio de 1640-7 de noviembre de 1659
Lugar Cataluña (Corona de Aragón)
Resultado La rebelión catalana es sofocada. Mediante el tratado de los Pirineos España cede a Francia el territorio catalán situado al norte de los Pirineos (el Rosellón)
Cambios territoriales Felipe IV cede a Francia el Rosellón, el Conflent, el Vallespir y una parte de la Cerdaña.
Beligerantes
Comandantes

La sublevación comienza con el Corpus de Sangre del 7 de junio de 1640, explosión de violencia en Barcelona (cuyo hecho más trascendente es el asesinato del conde de Santa Coloma, noble catalán y virrey de Cataluña) protagonizada por campesinos y segadores que se sublevaron debido a los abusos cometidos por el ejército real, compuesto por mercenarios de diversas procedencias, desplegado en el Principado a causa de la guerra con la Monarquía de Francia, enmarcada dentro de la guerra de los Treinta Años (1618-1648).

Los sublevados justificaron la rebelión principalmente con argumentos religiosos, acusando al Ejército real de haber cometido de manera impune sacrilegios contra el Santísimo Sacramento al incendiar diversas iglesias,[1]​ además de haber realizado violaciones de mujeres.

Antecedentes

La «decadencia» de Castilla y la crisis de la hacienda real

A principios del siglo XVII, la situación de Castilla —de donde hasta entonces habían salido los hombres y los impuestos que necesitaron Carlos I y Felipe II para su política hegemónica en Europa— ya no era la misma que la del siglo anterior. Como ha señalado Joseph Pérez, Castilla "se hallaba exhausta, arruinada, agobiada después de un siglo de guerras casi continuas. Su población había mermado en proporción alarmante; su economía se venía abajo; las flotas de Indias que llevaban la plata a España llegaban muchas veces tarde y las remesas tampoco eran las de antes".[2]

La difícil situación de Castilla y la caída de las remesas de metales preciosos de las Indias tuvo una repercusión inmediata en los ingresos de la Hacienda real, cuya crisis se vio agravada en 1618 cuando comenzó la que sería llamada guerra de los Treinta Años y cuando en 1621 expiró la Tregua de los Doce Años con las Provincias Unidas de los Países Bajos —reanudándose así la guerra de los Ochenta Años—. Esa compleja situación es la que tuvieron que afrontar el nuevo rey Felipe IV y su valido el conde-duque de Olivares.[3]

El proyecto de Olivares: el memorial secreto de 1624 y la Unión de Armas

 
El Conde Duque de Olivares, por Velázquez, 1632. Aparece un valido de gesto decidido en la cúspide de su poder y del de la Monarquía Hispánica, con el bastón de mando militar, en un cuadro que cuelga inclinado con uno de composición simétrica del propio rey, ambos en el Museo del Prado.

El proyecto de Olivares, resumido en su aforismo Multa regna, sed una lex («Muchos reinos, pero una ley»),[4]​ que era sin duda la ley de Castilla, donde el poder del rey era más efectivo que en cualquier "provincia" que mantuviese sus tradicionales "libertades", implicaba modificar el modelo político de monarquía compuesta de los Austrias en el sentido de uniformizar las leyes e instituciones de sus reinos. Esta política fue plasmada en el famoso memorial secreto preparado por Olivares para Felipe IV, fechado el 25 de diciembre de 1624, cuyo párrafo clave decía:[5]

Tenga Vuestra Majestad por el negocio más importante de su Monarquía, el hacerse Rey de España: quiero decir, Señor, que no se contente Vuestra Majestad con ser Rey de Portugal, de Aragón, de Valencia, Conde de Barcelona, sino que trabaje y piense, con consejo mudado y secreto, por reducir estos reinos de que se compone España al estilo y leyes de Castilla, sin ninguna diferencia, que si Vuestra Majestad lo alcanza será el Príncipe más poderoso del mundo.

Como este proyecto requería tiempo y las necesidades de la Hacienda eran acuciantes, el Conde-Duque presentó oficialmente en 1626 un proyecto menos ambicioso pero igualmente innovador, la Unión de Armas, según el cual todos los "Reinos, Estados y Señoríos" de la Monarquía Hispánica contribuirían en hombres y en dinero a su defensa, en proporción a su población y a su riqueza. Así la Corona de Castilla y su Imperio de las Indias aportarían 44 000 soldados; el Principado de Cataluña, el Reino de Portugal y el Reino de Nápoles, 16 000 cada uno; los Países Bajos del sur, 12 000; el Reino de Aragón, 10 000; el Ducado de Milán, 8000; y el Reino de Valencia y el Reino de Sicilia, 6000 cada uno, hasta totalizar un ejército de 140 000 hombres. El conde-duque pretendía hacer frente así a las obligaciones militares que la Monarquía de la Casa de Austria había contraído. Sin embargo, el conde-duque era consciente de la dificultad del proyecto ya que tendría que conseguir la aceptación del mismo por las instituciones propias de cada Estado —singularmente de sus Cortes—, y estas eran muy celosas de sus fueros y privilegios.

Con la Unión de Armas Olivares retomaba las ideas de los arbitristas castellanos que desde principios del siglo XVII, cuando se hizo evidente la «decadencia» de Castilla, habían propuesto que las cargas de la Monarquía fueran compartidas por el resto de los reinos no castellanos.[nota 1]​ Unas ideas que cuando empezó la Guerra de los Treinta Años fueron también asumidas por el Consejo de Hacienda y el Consejo de Castilla. Este último en una «consulta» del 1 de febrero de 1619 afirmó que las otras "provincias", «fuera justo que se ofrecieran, y aun se les pidiera ayudaran con algún socorro, y que no cayera todo el peso y carga sobre un sujeto tan flaco y tan desuntanciado», en referencia a la Corona de Castilla.[6]​ Sin embargo, la opinión que tenían los arbitristas y los consejos castellanos sobre la escasa contribución de los estados de la Corona de Aragón a los gastos de la Monarquía no se ajustaba completamente a la realidad, además de que los castellanos sobrestimaban la población y la riqueza de los reinos y estados no castellanos, una idea que también compartía el Conde-Duque de Olivares.[7]

La oposición de Cataluña a la Unión de Armas: las Cortes inacabadas de 1626 y 1632

Mientras en la corte de Madrid la Unión de Armas fue recibida con grandes elogios —«único medio para la sustentación y restauración de la monarquía»—, en los estados no castellanos ocurrió lo contrario, conscientes de que si se aprobaba tendrían que contribuir regularmente con tropas y dinero, y de que supondría una violación de sus fueros, ya que en todos ellos, como ha señalado Elliott, «reglas muy estrictas disponían el reclutamiento y la utilización de las tropas».[8]

Según Joseph Pérez, la oposición de los estados no castellanos a la Unión de Armas se debió, en primer lugar, a que el cambio que se proponía «era demasiado fuerte como para ser aceptado sin resistencia» por unos "reinos y señoríos que habían disfrutado desde siglo y medio de una autonomía casi total"; y, en segundo lugar, porque "el propósito de crear una nación unida y solidaria venía demasiado tarde: se proponía a las provincias no castellanas participar en una política que estaba hundiendo a Castilla cuando no se le había dado parte ni en los provechos ni en el prestigio que aquella política reportó a los castellanos, si los hubo".[9]

Para la aprobación de la Unión de Armas el rey Felipe IV convocó Cortes del Reino de Aragón para principios de 1626, que se celebrarían en Barbastro; Cortes del Reino de Valencia, a celebrar en Monzón (Huesca), y Cortes catalanas, que se reunirían en Barcelona.[nota 2]​ En las del Reino de Valencia Olivares tuvo que cambiar sus planes y aceptar un subsidio, que las Cortes concedieron de mala gana, de un millón de ducados que serviría para mantener a 1000 soldados —lejos, pues, de los 6000 previstos— que se pagaría en quince plazos anuales —72 000 ducados cada año—. De las Cortes del reino de Aragón obtuvo 2000 voluntarios durante quince años, o los 144 000 ducados anuales con los que se pagaría esa cantidad de hombres —muy lejos también de la cifra de 10 000 soldados prevista por Olivares para el reino de Aragón—.[10]

El 26 de marzo de 1626 Felipe IV hizo su entrada triunfal en Barcelona y al día siguiente juró las Constituciones catalanas. Poco después se inauguraron las cortes catalanas con la lectura de la proposición real preparada por Salvador Fontanet y que fue leída por el protonotario Jerónimo de Villanueva:[11]

Catalanes míos, vuestro conde llega a vuestras puertas acometido e irritado de sus enemigos, no a proponeros que le deis hacienda para gastar en dádivas vanas [...] Hijos, una y mil veces os digo y os repito que no solo [no] quiero quitaros vuestros fueros, favores e inmunidades [...] os propongo el resucitar la gloria de vuestra nación y el nombre que tantos años ha está en olvido y que tanto fue el terror y la opinión común de Europa.

Sin embargo, estas palabras no ablandaron la oposición de los tres braços a la Unión de Armas, ni siquiera cuando Olivares propuso cambiar los soldados por un "servicio" de 250 000 ducados anuales durante quince años, o por un "servicio" único de más de tres millones de ducados. Los braços estaban más interesados en que se aprobaran sus propuestas de nuevas "Constituciones" y que se atendieran los "greuges" ('quejas') contra los oficiales reales que se habían acumulado desde la celebración de las últimas cortes catalanas en 1599. Como las sesiones se alargaban sin que se llegara a tratar el tema que le había llevado allí —la Unión de Armas—, el rey Felipe IV abandonó precipitadamente Barcelona el 4 de mayo de 1626 sin clausurar las Cortes.[12]

Olivares creyó que podría llegar a un acuerdo concediendo ciertas ventajas en cooperación militar por el Mediterráneo, pero no contó con la lentitud de las Cortes para sopesar su propuesta. Para colmo, un desaire protocolario a un principal noble catalán también influyó en aumentar el resentimiento de la facción más opuesta a Olivares (una disputa por la prelación a la hora de establecer los puestos en la comitiva del rey terminó sentando al almirante de Castilla en vez del duque de Cardona, hasta entonces principal valedor del rey en Cataluña, que incluso había llegado al extremo de cruzar su espada en una sesión de las cortes con el conde de Santa Coloma). Al desentendimiento entre la élite catalana y el propio rey también había contribuido la muerte de un consejero real de origen catalán, el marqués de Aytona, que no llegó a Barcelona (murió durante la estancia previa en Barbastro, el 24 de enero de 1626).[13]

Sin embargo, Olivares, "ignorando el hecho desagradable de que ninguno de los reinos [de Aragón y de Valencia] había votado tropas para el servicio más acá de sus propias fronteras, y de que los catalanes no habían votado siquiera una suma de dinero", proclamó el 25 de julio de 1626 el nacimiento oficial de la Unión de Armas.[14]

En 1632 Olivares volvió a intentar que las cortes catalanas aprobaran la Unión de Armas o un "servicio" en dinero equivalente y se reunieron de nuevo. Pero estas aún duraron menos que las de 1626 ya que cuestiones de protocolo —como la reivindicación de los representantes de Barcelona del privilegio de ir cubiertos con sombrero en presencia del rey— y los interminables greuges agotaron la paciencia del rey y de nuevo se marchó sin clausurarlas. Como ha señalado Xavier Torres, el fracaso de estas nuevas cortes sancionó "de hecho, el divorcio entre el monarca —o su valido— y las instituciones del Principado".[15]

Por otro lado, los virreyes que se encargaban de la seguridad de los caminos y las rutas comerciales a duras penas podían contener los embates del bandolerismo al servicio de clanes o facciones nobiliarias que controlaban o estimulaban la actividad de bandas rivales de malhechores (en su mayoría campesinos y pastores afectados por la crisis económica de la zona, como Serrallonga). Además de responder a una secular dinámica interna, tampoco desaprovecharon la oportunidad de intensificarla para desestabilizar el sistema de gobierno. Durante el mandato del duque de Lerma el orden público en el Principado estaba en situación muy precaria; entre 1611 y 1615, ya actuando como virrey el marqués de Almazán, incluso empeoró. Sin embargo, una acción más decidida de los dos siguientes virreyes (el duque de Alburquerque y el duque de Alcalá) mantuvo el orden a partir de 1616 por encima de una Generalidad que ni dominaba ni tenía capacidad de dominar la situación. La firme voluntad de estos virreyes de acabar con el bandolerismo (incluso prohibiendo la posesión de determinadas armas) levantó las susceptibilidades de las instituciones catalanas, que creían ver en ello una violación de sus prerrogativas en materia de gobierno autónomo.

Otros puntos de fricción frente a la Generalidad fueron: los intentos de cobrar el quinto de los ingresos municipales, que habían quedado en suspenso en 1599 y se reanudaron en 1611, afectando a Barcelona desde 1620 (aunque la Diputación del General amparaba la resistencia de los ayuntamientos contra el impuesto); y el apresamiento en 1623 por los corsarios argelinos de las dos galeras armadas por la institución catalana para la defensa de las costas (desde 1599) y que se empleaban en el transporte de tropas a Italia (de forma irregular según la interpretación de la Generalidad).[16]

La guerra llega a Cataluña (1635-1640)

En 1635 la declaración de guerra de Luis XIII de Francia a Felipe IV llevó la guerra a Cataluña, dada su situación fronteriza con la monarquía de Francia, y con ello, con la ejecución de la Unión de Armas.[17]

El Conde-Duque de Olivares se propuso concentrar en Cataluña un ejército de 40 000 hombres para atacar Francia por el sur y al que el Principado tendría que aportar 6000 hombres. Para poner en marcha su proyecto en 1638 nombra como nuevo virrey de Cataluña al conde de Santa Coloma, mientras que ese mismo año se renueva la Diputación General de Cataluña de la que entran a formar parte dos firmes defensores de las leyes e instituciones catalanas, el canónigo de Urgel Pau Claris y Francesc de Tamarit. Pronto surgen los conflictos entre el ejército real —compuesto por mercenarios de diversas "naciones" incluidos los castellanos— con la población local a propósito del alojamiento y manutención de las tropas. Se extienden las quejas sobre su comportamiento —se les acusa de cometer robos, exacciones y todo tipo de abusos—, culminando con el saqueo de Palafrugell por el ejército estacionado allí, lo que desencadena las protestas de la Diputación del General y del Consejo de Ciento de Barcelona ante Olivares.[18]

El Conde-Duque de Olivares, necesitado de dinero y de hombres, confiesa estar harto de los catalanes: «Si las Constituciones embarazan esto, que lleve el diablo las Constituciones»[19]​. En febrero de 1640, cuando ya hace un año que la guerra ha llegado a Cataluña, Olivares le escribe al virrey Santa Coloma:[20]

Cataluña es una provincia que no hay rey en el mundo que tenga otra igual a ella... Si la acometen los enemigos, la ha de defender su rey sin obrar ellos de su parte lo que deben ni exponer su gente a los peligros. Ha de traer ejército de fuera, le ha de sustentar, ha de cobrar las plazas que se perdieren, y este ejército, ni echado el enemigo ni antes de echarle el tiempo que no se puede campear, no le ha de alojar la provincia... Que se ha de mirar si la constitución dijo esto o aquello, y el usaje, cuando se trata de la suprema ley, que es la propia conservación de la provincia

Así a lo largo de 1640 el virrey Santa Coloma, siguiendo las instrucciones de Olivares, adopta medidas cada vez más duras contra los que niegan el alojamiento a las tropas o se quejan de sus abusos. Incluso toma represalias contra los pueblos donde las tropas no han sido bien recibidas y algunos son saqueados e incendiados. El diputado Tamarit es detenido. Los enfrentamientos entre campesinos y soldados menudean hasta que se produce una insurrección general en la región de Gerona que pronto se extiende a la mayor parte del Principado.[21]

Otro hecho que condujo a un mayor deterioro de la ya enrarecida relación entre Cataluña y la Corona, fue la negativa en 1638 de la Diputación del General a que tropas catalanas acudieran a levantar el Sitio de Fuenterrabía (Guipúzcoa), a donde sí habían acudido tropas desde Castilla, las provincias vascas, Aragón y Valencia. En fin, la nobleza y la burguesía catalanas odiaban por motivos personales al virrey, conde de Santa Coloma, por no haber defendido sus intereses de estamento por encima de la obediencia al gobierno de Madrid. Los campesinos odiaban a la soldadesca de los tercios por las requisas de animales y los destrozos ocasionados a sus cosechas, amén de otros incidentes y afrentas derivadas del alojamiento forzoso de la soldadesca en sus casas, algunas de las cuales llegaron a quemar. El clero también lanzaba prédicas contra los soldados de los tercios, a los que llegaron a excomulgar.

La Guerra dels Segadors

El inicio de la sublevación: el Corpus de Sangre

 
El Corpus de Sang, de H.Miralles (1910). «¡Viva la fe de Cristo!», «¡Viva el Rey de España nuestro Señor!», «¡Muera el mal gobierno!» [22]​ fueron los lemas de los segadores que originaron la revuelta popular del 7 de junio de 1640, día conocido como el Corpus de Sangre.

En mayo de 1640, campesinos gerundenses atacaron a los tercios que acogían. A finales de ese mismo mes, los campesinos llegaban a Barcelona, y a ellos se unieron los segadores en junio.

El 7 de junio de 1640, fiesta del Corpus Christi, rebeldes mezclados con segadores que habían acudido a la ciudad para ser contratados para la cosecha, entran en Barcelona y estalla la rebelión. "Los insurrectos se ensañan contra los funcionarios reales y los castellanos; el propio virrey procura salvar la vida huyendo, pero ya es tarde. Muere asesinado. Los rebeldes son dueños de Barcelona". Fue el Corpus de Sangre que dio inicio a la sublevación de Cataluña.[23]​ El virrey de Cataluña Dalmau de Queralt, conde de Santa Coloma fue asesinado en una playa barcelonesa cuando intentaba huir por mar.

La situación cogió por sorpresa a Olivares, ya que la mayoría de sus ejércitos estaban localizados en otros frentes y no podían acudir a Cataluña. El odio a los tercios y a los funcionarios reales pasó a generalizarse contra todos los hacendados y nobles situados cerca de la administración. Ni siquiera la Generalidad controlaba ya a los rebeldes, que lograron apoderarse del puerto de Tortosa.

De 1640 a 1652

Pau Claris, al frente de la Generalidad de Cataluña impulsó la decisión de poner el territorio catalán bajo la protección y soberanía francesa. Pero la revuelta también escapó a este primer y efímero control de la oligarquía catalana. La sublevación derivó en una revuelta de empobrecidos campesinos contra la nobleza y los ricos de las ciudades que también fueron atacados. La oligarquía catalana se encontró en medio de una auténtica revolución social entre la autoridad del rey y el radicalismo de sus súbditos más pobres.

Conscientes de su incapacidad de reducir la revuelta, los gobernantes catalanes se aliaron con el enemigo de Felipe IV: Luis XIII (pacto de Ceret). Richelieu no perdió una oportunidad tan buena para debilitar a la corona española. Olivares comienza a preparar un ejército para recuperar Cataluña con grandes dificultades ese mismo año de 1640 y, en septiembre, la Diputación catalana pide a Francia apoyo armamentístico.

En octubre de 1640 se permitió a los navíos franceses usar los puertos catalanes y Cataluña accedió a pagar un ejército francés inicial de tres mil hombres que Francia enviaría al condado. En noviembre, un ejército de unos veinte mil soldados recuperó Tortosa para Felipe IV, en su camino hacia Barcelona; dicho ejército provocó sobre los prisioneros unos abusos que determinaron a los catalanes a oponer una mayor resistencia. Cuando el ejército del marqués de los Vélez se acercaba a Barcelona, estalló una revuelta popular el 24 de diciembre, con una intensidad superior a la del Corpus, por lo que Claris tuvo que decidirse por pactar la alianza con Francia en contra de Felipe IV.

El 16 de enero de 1641, la Junta de Brazos (Las Cortes sin el rey) aceptaron la propuesta de Claris de poner a Cataluña bajo protección del rey de Francia en un gobierno republicano, y el Consejo de Ciento lo hizo al día siguiente. Pero en esta situación, la república catalana fue tan solo una solución transitoria para forzar un acuerdo con el gobierno de Madrid ante la amenaza de intervención francesa. Sin embargo, el enviado plenipotenciario del rey de Francia Bernard Du Plessis-Besançon logró influir en las autoridades catalanas en el sentido de que la implicación e intervención francesa solo podía realizarse si era reconocido como soberano el rey francés. Así pues, el 23 de enero Pau Claris transmitió esta proposición a la Junta de Brazos, que fue aceptada, el Consejo de Ciento lo hizo al día siguiente, y el rey de Francia Luis XIII pasó a ser el nuevo conde de Barcelona. Tanto la Junta de Brazos como el Consejo de Ciento acordaron establecer una Junta de Guerra, que no fuera responsable ante ambos organismos y presidida por el conseller en cap Joan Pere Fontanella.[24][25][26]​ Días después, el 26 de enero, un ejército franco-catalán defendió Barcelona con éxito. El ejército de Felipe IV se retiró y no volvería hasta diez años más tarde. Poco tiempo después de esta defensa victoriosa moriría Pau Claris.

Cataluña se encontró siendo el campo de batalla de la guerra entre Francia y España e, irónicamente, los catalanes padecieron la situación que durante tantas décadas habían intentado evitar: sufragar el pago de un ejército y ceder parcialmente su administración a un poder extranjero, es decir, el francés. La política francesa respecto a Cataluña estaba dominada por la táctica militar y el propósito de atacar, además de la propia Cataluña, los territorios de Aragón y Valencia.

Luis XIII nombró entonces un virrey francés y llenó la administración catalana de conocidos profranceses. El coste del ejército francés para Cataluña era cada vez mayor, y mostrándose cada vez más como un ejército de ocupación. Mercaderes franceses comenzaron a competir con los locales, favorecidos aquellos por el gobierno francés, que convirtió a Cataluña en un nuevo mercado para Francia. Todo esto, junto a la situación de guerra, la consecuente inflación, plagas y enfermedades llevó a un descontento que iría a más en la población, consciente de que su situación había empeorado con Luis XIII respecto a la que soportaban con Felipe IV.

En 1642, el ejército francés de Luis XIII conquista el Rosellón, Monzón (en Aragón) y Lérida. Un año después Felipe IV recupera Monzón y el año siguiente Lérida, donde el rey juró obediencia a las leyes catalanas. En 1648, con el Tratado de Westfalia y la retirada de la guerra de sus aliados, los Países Bajos, Francia comienza a perder interés por Cataluña. Conocedor del descontento de la población catalana por la ocupación francesa, Felipe IV considera que es el momento de atacar y en 1651 un ejército dirigido por Juan José de Austria comienza un asedio a Barcelona. El ejército francocatalán de Barcelona se rinde en 1652 y se reconoce a Felipe IV como soberano y a Juan José de Austria como virrey en Cataluña, si bien Francia conserva el control del Rosellón. Felipe IV por su parte firmó obediencia a las leyes catalanas. Esto da paso a la firma del Tratado de los Pirineos en 1659.

Esta inestabilidad interna y su resultado final fue dañino para España, pero mucho más para Cataluña. Por otra parte, Francia aprovechó la oportunidad para explotar una situación que le rindió grandes beneficios a un coste prácticamente nulo.

Como resultado final, Francia tomó posesión definitiva del principal territorio transpirenaico de España.

Interpretaciones historiográficas

Los historiografía catalana del siglo XIX y principios del siglo XX presentó la Guerra dels Segadors como un «alzamiento de Cataluña» contra la política «desnacionalizadora» de la Monarquía de los Austrias encarnada en la figura del Conde-Duque de Olivares. Así lo explicaba, por ejemplo, Ferran Soldevila para quien el proyecto «centralizador» de Olivares, acompañado de las violencias cometidas por los tercios en el Principado, habrían suscitado una «protesta compacta» de «toda la tierra catalana».[27]

Una corriente historiográfica posterior auspiciada por Jaume Vicens Vives y basada en los estudios de John H. Elliott hizo hincapié en el carácter «social» de la revuelta más que en su carácter «nacional». Así el «alzamiento de Cataluña» pasó a ser un especie de revuelta dual: por una parte la lucha de «los pobres contra los ricos» y por otra la reacción de unas oligarquías que veían amenazados sus privilegios por las tentativas de «modernización» de la Monarquía Católica de Felipe IV.[28]

Por su parte Xavier Torres ha formulado una tercera interpretación a medio camino entre la hipótesis «nacional» y la «social». Según este historiador, «hubo ciertamente, un genuino patriotismo catalán en el curso de la Guerra de los Segadores; no solo retórico o meramente ornamental, tal como suponen a menudo los seguidores de una hipótesis "social", sino inmanente e inseparable de los propios acontecimientos (por no decir de los "intereses" en juego inclusive). Ahora bien, este patriotismo no debería confundirse en ningún caso con el nacionalismo, ni siquiera en términos de "precocidad" o como "antecedentes", tal como imaginan, a su vez, los cultivadores de una interpretación nacionalista o "protonacionalista" de los hechos: porque se trataba, en suma, de un patriotismo sin nación».[29]

Notas

  1. "Cuando los castellanos se quejaban del intolerable peso que tenían que soportar, tendían a olvidar que su historia imperial no había sido exclusivamente una saga de autosacrificios. Si soportaban el peso de la Monarquía, en forma de provisión de tropas y dinero para la defensa de sus posesiones, también era cierto que habían conseguido casi el monopolio de los cargos en la Corte y en la administración imperial. Pero estos beneficios de la Monarquía, nada menospreciables, eran fácilmente pasados por alto; tan fácilmente como el hecho de que si las riquezas de las Indias habían supuesto a la larga sólo una pequeña ventaja para Castilla, sólo a Castilla podía imputársele el hecho" (Elliot, 1982, pág. 166).
  2. Como cualquier otra institución parlamentaria del Antiguo Régimen (incluyendo la de mayor entidad competencial, como era el Parlamento de Inglaterra), las Cortes catalanas no representaban a la totalidad de la población del Principado; ni eran democráticas ni soberanas según los conceptos liberales de representación del pueblo (soberanía popular) o de la nación (soberanía nacional). Jugaban un papel importante en la elaboración de leyes, pero su poder principal residía en la negociación pactista de subsidios con su soberano, el conde de Barcelona, título que estaba unido al de rey de Aragón desde el siglo XII. Después de la unión dinástica de Isabel y Fernando, ambos títulos correspondían a sus herederos, a los que la historiografía suele llamar Rey de España (o de la Monarquía Católica o de la Monarquía Hispánica o del Imperio español); era común en numismática el apelativo Rey de las Españas o de las Españas y las Indias (Hispaniarum Rex o Hispaniarum et Indiarum Rex, que aparecen en las monedas de la época), aunque la forma oficial de firmar cartas y decretos era una prolongada lista nominal de títulos de soberanía: ... Por la gracia de Dios, Rey de Castilla, de León, de Aragón, de las dos Sicilias, de Jerusalén, de Navarra, de Granada, de Toledo, de Valencia, de Galicia, de Mallorca, de Menorca, de Sevilla, de Cerdeña, de Córcega, de Murcia, de Córdoba, de Jaén, del Algarve, de Algeciras, de Gibraltar, de las Islas Canarias, de las Indias Orientales y Occidentales, de las Islas y Terrafirme del Continente Oceánico, Archiduque de Austria, Duque de Borgoña, de Brabante, de Atenas y Neopatria y de Milán, Conde de Absburg, de Flandes, del Tirol y de Barcelona, Señor de Vizcaya y de Molina, etc.. Las fórmulas variaron en cada reinado o fase de éste, pero se mantuvo el orden de prelatura de los reinos (). Así pues, como todas las Cortes del Antiguo Régimen, estaban compuestas estamentalmente, mediante sistemas de representación que se limitaban a las familias más poderosas de la nobleza, al alto clero y a un número limitado de ciudades (a través de representantes del patriciado urbano de nobles y caballeros y —en el caso catalán— ciutadans honrats o alta burguesía urbana).

Véase también

Referencias

  1. Arredondo, María Soledad (2008). Transmitir y proclamar la religión: una cuestión de propaganda en las crisis de 1635 y 1640. «La transmisión de una convicción o un saber religioso». Criticón: 94-95. 
  2. Pérez, 1980, p. 231.
  3. Pérez, 1980, p. 229.
  4. La diversidad legal e institucional de los reinos de la monarquía española representaba un impedimento intolerable para sus planes de potenciar al máximo los recursos y conseguir la cooperación militar entre aquellos que era esencial para la supervivencia.
    (Elliott, 2009, pp. 45-46)
  5. Elliott, 1982, p. 179.
  6. Elliott, 1982, pp. 170-171.
  7. Casey, 1988, pp. 458-459.
  8. Elliott, 1982, p. 185.
  9. Pérez, 1980, p. 232.
  10. Elliott, 1982, pp. 191-195.
  11. Torres, 2006, p. 47.
  12. Torres, 2006.
  13. J. H. Elliot (1986) El Conde Duque de Olivares, edición de 1990, Barcelona: Crítica, ISBN 84-397-0284-5 pgs. 293 y 302
  14. Elliott, 1982, pp. 219-220.
  15. Torres, 2006, pp. 48-49.
  16. . Web oficial de la Generalitat actual, Antecedentes históricos. Consultado el 7 de enero de 2008.
  17. Torres, 2006, p. 49.
  18. Pérez, 1980, pp. 233-234.
  19. Elliott, 1982, p. 381.
  20. Pérez, 1980, pp. 234-235.
  21. Pérez, 1980, pp. 235-236.
  22. Minguez Cornelles, Víctor (2004). «Rey patria en el mundo hispánico». El Imperio sublevado. Monarquia y naciones en Espana e Hispanoamerica (Spanish Edition). Consejo Superior de Investigaciones Cientificas. p. 22. ISBN 8400082478. 
  23. Pérez, 1980, pp. 235-237.
  24. [1]
  25. [2]
  26. . Archivado desde el original el 22 de octubre de 2016. Consultado el 21 de octubre de 2016. 
  27. Torres, 2008, p. 20.
  28. Torres, 2008, p. 20-21.
  29. Torres, 2008, p. 21-22. "Su razón de ser [del patriotismo catalán de los siglos XVI y XVII] no estribaba en una lengua o una cultura distintivas, ni mucho menos en la reivindicación de cualquier género de concordancia entre el estado y la nación, a la manera del nacionalismo contemporáneo; sino en la defensa de unos privilegios o derechos colectivos, forzosamente estamentales o desigualmente adjudicados, pero que fijaban, a su vez, el estatuto, por no decir el lugar, de la provincia catalana en el seno de aquella Monarquía hispánica o 'multiprovincial' de la Casa de Austria"

Bibliografía

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Crónica de la época

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Enlaces externos

  • Historia de los movimientos, separación y guerra de Cataluña en tiempo de Felipe IVFrancisco Manuel de Melo (1608-1666)
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  • Armas de papel. Quevedo y sus contemporáneos ante la guerra de Cataluña — Estudio detallado
  •   Datos: Q1348955

sublevación, cataluña, sublevación, cataluña, revuelta, catalanes, guerra, cataluña, guerra, segadores, guerra, dels, segadors, catalán, afectó, gran, parte, cataluña, entre, años, 1640, 1652, tuvo, como, efecto, más, duradero, firma, pirineos, entre, monarquí. La sublevacion de Cataluna revuelta de los catalanes guerra de Cataluna o guerra de los Segadores guerra dels Segadors en catalan afecto a gran parte de Cataluna entre los anos 1640 y 1652 Tuvo como efecto mas duradero la firma de la Paz de los Pirineos entre la monarquia espanola y la francesa pasando el condado del Rosellon y la mitad del condado de Cerdana hasta aquel momento partes integrantes del principado de Cataluna uno de los territorios de la monarquia hispanica a soberania francesa Sublevacion de CatalunaParte de guerra franco espanolaBatalla de Montjuic 1641 por Pandolfo ReschiFecha7 de junio de 1640 7 de noviembre de 1659LugarCataluna Corona de Aragon ResultadoLa rebelion catalana es sofocada Mediante el tratado de los Pirineos Espana cede a Francia el territorio catalan situado al norte de los Pirineos el Rosellon Cambios territorialesFelipe IV cede a Francia el Rosellon el Conflent el Vallespir y una parte de la Cerdana BeligerantesMonarquia Hispanica Reino de FranciaDiputacion del General del Principado de Cataluna Generalidad ComandantesFelipe IV de Espana conde duque de Olivares Luis de Haro Luis XIII de Francia Pau Claris editar datos en Wikidata La sublevacion comienza con el Corpus de Sangre del 7 de junio de 1640 explosion de violencia en Barcelona cuyo hecho mas trascendente es el asesinato del conde de Santa Coloma noble catalan y virrey de Cataluna protagonizada por campesinos y segadores que se sublevaron debido a los abusos cometidos por el ejercito real compuesto por mercenarios de diversas procedencias desplegado en el Principado a causa de la guerra con la Monarquia de Francia enmarcada dentro de la guerra de los Treinta Anos 1618 1648 Los sublevados justificaron la rebelion principalmente con argumentos religiosos acusando al Ejercito real de haber cometido de manera impune sacrilegios contra el Santisimo Sacramento al incendiar diversas iglesias 1 ademas de haber realizado violaciones de mujeres Indice 1 Antecedentes 1 1 La decadencia de Castilla y la crisis de la hacienda real 1 2 El proyecto de Olivares el memorial secreto de 1624 y la Union de Armas 1 3 La oposicion de Cataluna a la Union de Armas las Cortes inacabadas de 1626 y 1632 1 4 La guerra llega a Cataluna 1635 1640 2 La Guerra dels Segadors 2 1 El inicio de la sublevacion el Corpus de Sangre 2 2 De 1640 a 1652 3 Interpretaciones historiograficas 4 Notas 5 Vease tambien 6 Referencias 7 Bibliografia 7 1 Cronica de la epoca 8 Enlaces externosAntecedentes EditarArticulo principal Union de Armas La decadencia de Castilla y la crisis de la hacienda real Editar A principios del siglo XVII la situacion de Castilla de donde hasta entonces habian salido los hombres y los impuestos que necesitaron Carlos I y Felipe II para su politica hegemonica en Europa ya no era la misma que la del siglo anterior Como ha senalado Joseph Perez Castilla se hallaba exhausta arruinada agobiada despues de un siglo de guerras casi continuas Su poblacion habia mermado en proporcion alarmante su economia se venia abajo las flotas de Indias que llevaban la plata a Espana llegaban muchas veces tarde y las remesas tampoco eran las de antes 2 La dificil situacion de Castilla y la caida de las remesas de metales preciosos de las Indias tuvo una repercusion inmediata en los ingresos de la Hacienda real cuya crisis se vio agravada en 1618 cuando comenzo la que seria llamada guerra de los Treinta Anos y cuando en 1621 expiro la Tregua de los Doce Anos con las Provincias Unidas de los Paises Bajos reanudandose asi la guerra de los Ochenta Anos Esa compleja situacion es la que tuvieron que afrontar el nuevo rey Felipe IV y su valido el conde duque de Olivares 3 El proyecto de Olivares el memorial secreto de 1624 y la Union de Armas Editar Vease tambien Memorial secreto del Conde Duque de Olivares El Conde Duque de Olivares por Velazquez 1632 Aparece un valido de gesto decidido en la cuspide de su poder y del de la Monarquia Hispanica con el baston de mando militar en un cuadro que cuelga inclinado con uno de composicion simetrica del propio rey ambos en el Museo del Prado El proyecto de Olivares resumido en su aforismo Multa regna sed una lex Muchos reinos pero una ley 4 que era sin duda la ley de Castilla donde el poder del rey era mas efectivo que en cualquier provincia que mantuviese sus tradicionales libertades implicaba modificar el modelo politico de monarquia compuesta de los Austrias en el sentido de uniformizar las leyes e instituciones de sus reinos Esta politica fue plasmada en el famoso memorial secreto preparado por Olivares para Felipe IV fechado el 25 de diciembre de 1624 cuyo parrafo clave decia 5 Tenga Vuestra Majestad por el negocio mas importante de su Monarquia el hacerse Rey de Espana quiero decir Senor que no se contente Vuestra Majestad con ser Rey de Portugal de Aragon de Valencia Conde de Barcelona sino que trabaje y piense con consejo mudado y secreto por reducir estos reinos de que se compone Espana al estilo y leyes de Castilla sin ninguna diferencia que si Vuestra Majestad lo alcanza sera el Principe mas poderoso del mundo Como este proyecto requeria tiempo y las necesidades de la Hacienda eran acuciantes el Conde Duque presento oficialmente en 1626 un proyecto menos ambicioso pero igualmente innovador la Union de Armas segun el cual todos los Reinos Estados y Senorios de la Monarquia Hispanica contribuirian en hombres y en dinero a su defensa en proporcion a su poblacion y a su riqueza Asi la Corona de Castilla y su Imperio de las Indias aportarian 44 000 soldados el Principado de Cataluna el Reino de Portugal y el Reino de Napoles 16 000 cada uno los Paises Bajos del sur 12 000 el Reino de Aragon 10 000 el Ducado de Milan 8000 y el Reino de Valencia y el Reino de Sicilia 6000 cada uno hasta totalizar un ejercito de 140 000 hombres El conde duque pretendia hacer frente asi a las obligaciones militares que la Monarquia de la Casa de Austria habia contraido Sin embargo el conde duque era consciente de la dificultad del proyecto ya que tendria que conseguir la aceptacion del mismo por las instituciones propias de cada Estado singularmente de sus Cortes y estas eran muy celosas de sus fueros y privilegios Con la Union de Armas Olivares retomaba las ideas de los arbitristas castellanos que desde principios del siglo XVII cuando se hizo evidente la decadencia de Castilla habian propuesto que las cargas de la Monarquia fueran compartidas por el resto de los reinos no castellanos nota 1 Unas ideas que cuando empezo la Guerra de los Treinta Anos fueron tambien asumidas por el Consejo de Hacienda y el Consejo de Castilla Este ultimo en una consulta del 1 de febrero de 1619 afirmo que las otras provincias fuera justo que se ofrecieran y aun se les pidiera ayudaran con algun socorro y que no cayera todo el peso y carga sobre un sujeto tan flaco y tan desuntanciado en referencia a la Corona de Castilla 6 Sin embargo la opinion que tenian los arbitristas y los consejos castellanos sobre la escasa contribucion de los estados de la Corona de Aragon a los gastos de la Monarquia no se ajustaba completamente a la realidad ademas de que los castellanos sobrestimaban la poblacion y la riqueza de los reinos y estados no castellanos una idea que tambien compartia el Conde Duque de Olivares 7 La oposicion de Cataluna a la Union de Armas las Cortes inacabadas de 1626 y 1632 Editar Mientras en la corte de Madrid la Union de Armas fue recibida con grandes elogios unico medio para la sustentacion y restauracion de la monarquia en los estados no castellanos ocurrio lo contrario conscientes de que si se aprobaba tendrian que contribuir regularmente con tropas y dinero y de que supondria una violacion de sus fueros ya que en todos ellos como ha senalado Elliott reglas muy estrictas disponian el reclutamiento y la utilizacion de las tropas 8 Segun Joseph Perez la oposicion de los estados no castellanos a la Union de Armas se debio en primer lugar a que el cambio que se proponia era demasiado fuerte como para ser aceptado sin resistencia por unos reinos y senorios que habian disfrutado desde siglo y medio de una autonomia casi total y en segundo lugar porque el proposito de crear una nacion unida y solidaria venia demasiado tarde se proponia a las provincias no castellanas participar en una politica que estaba hundiendo a Castilla cuando no se le habia dado parte ni en los provechos ni en el prestigio que aquella politica reporto a los castellanos si los hubo 9 Vease tambien Corona de Aragon y colonizacion de las Indias Para la aprobacion de la Union de Armas el rey Felipe IV convoco Cortes del Reino de Aragon para principios de 1626 que se celebrarian en Barbastro Cortes del Reino de Valencia a celebrar en Monzon Huesca y Cortes catalanas que se reunirian en Barcelona nota 2 En las del Reino de Valencia Olivares tuvo que cambiar sus planes y aceptar un subsidio que las Cortes concedieron de mala gana de un millon de ducados que serviria para mantener a 1000 soldados lejos pues de los 6000 previstos que se pagaria en quince plazos anuales 72 000 ducados cada ano De las Cortes del reino de Aragon obtuvo 2000 voluntarios durante quince anos o los 144 000 ducados anuales con los que se pagaria esa cantidad de hombres muy lejos tambien de la cifra de 10 000 soldados prevista por Olivares para el reino de Aragon 10 El 26 de marzo de 1626 Felipe IV hizo su entrada triunfal en Barcelona y al dia siguiente juro las Constituciones catalanas Poco despues se inauguraron las cortes catalanas con la lectura de la proposicion real preparada por Salvador Fontanet y que fue leida por el protonotario Jeronimo de Villanueva 11 Catalanes mios vuestro conde llega a vuestras puertas acometido e irritado de sus enemigos no a proponeros que le deis hacienda para gastar en dadivas vanas Hijos una y mil veces os digo y os repito que no solo no quiero quitaros vuestros fueros favores e inmunidades os propongo el resucitar la gloria de vuestra nacion y el nombre que tantos anos ha esta en olvido y que tanto fue el terror y la opinion comun de Europa Sin embargo estas palabras no ablandaron la oposicion de los tres bracos a la Union de Armas ni siquiera cuando Olivares propuso cambiar los soldados por un servicio de 250 000 ducados anuales durante quince anos o por un servicio unico de mas de tres millones de ducados Los bracos estaban mas interesados en que se aprobaran sus propuestas de nuevas Constituciones y que se atendieran los greuges quejas contra los oficiales reales que se habian acumulado desde la celebracion de las ultimas cortes catalanas en 1599 Como las sesiones se alargaban sin que se llegara a tratar el tema que le habia llevado alli la Union de Armas el rey Felipe IV abandono precipitadamente Barcelona el 4 de mayo de 1626 sin clausurar las Cortes 12 Olivares creyo que podria llegar a un acuerdo concediendo ciertas ventajas en cooperacion militar por el Mediterraneo pero no conto con la lentitud de las Cortes para sopesar su propuesta Para colmo un desaire protocolario a un principal noble catalan tambien influyo en aumentar el resentimiento de la faccion mas opuesta a Olivares una disputa por la prelacion a la hora de establecer los puestos en la comitiva del rey termino sentando al almirante de Castilla en vez del duque de Cardona hasta entonces principal valedor del rey en Cataluna que incluso habia llegado al extremo de cruzar su espada en una sesion de las cortes con el conde de Santa Coloma Al desentendimiento entre la elite catalana y el propio rey tambien habia contribuido la muerte de un consejero real de origen catalan el marques de Aytona que no llego a Barcelona murio durante la estancia previa en Barbastro el 24 de enero de 1626 13 Sin embargo Olivares ignorando el hecho desagradable de que ninguno de los reinos de Aragon y de Valencia habia votado tropas para el servicio mas aca de sus propias fronteras y de que los catalanes no habian votado siquiera una suma de dinero proclamo el 25 de julio de 1626 el nacimiento oficial de la Union de Armas 14 En 1632 Olivares volvio a intentar que las cortes catalanas aprobaran la Union de Armas o un servicio en dinero equivalente y se reunieron de nuevo Pero estas aun duraron menos que las de 1626 ya que cuestiones de protocolo como la reivindicacion de los representantes de Barcelona del privilegio de ir cubiertos con sombrero en presencia del rey y los interminables greuges agotaron la paciencia del rey y de nuevo se marcho sin clausurarlas Como ha senalado Xavier Torres el fracaso de estas nuevas cortes sanciono de hecho el divorcio entre el monarca o su valido y las instituciones del Principado 15 Por otro lado los virreyes que se encargaban de la seguridad de los caminos y las rutas comerciales a duras penas podian contener los embates del bandolerismo al servicio de clanes o facciones nobiliarias que controlaban o estimulaban la actividad de bandas rivales de malhechores en su mayoria campesinos y pastores afectados por la crisis economica de la zona como Serrallonga Ademas de responder a una secular dinamica interna tampoco desaprovecharon la oportunidad de intensificarla para desestabilizar el sistema de gobierno Durante el mandato del duque de Lerma el orden publico en el Principado estaba en situacion muy precaria entre 1611 y 1615 ya actuando como virrey el marques de Almazan incluso empeoro Sin embargo una accion mas decidida de los dos siguientes virreyes el duque de Alburquerque y el duque de Alcala mantuvo el orden a partir de 1616 por encima de una Generalidad que ni dominaba ni tenia capacidad de dominar la situacion La firme voluntad de estos virreyes de acabar con el bandolerismo incluso prohibiendo la posesion de determinadas armas levanto las susceptibilidades de las instituciones catalanas que creian ver en ello una violacion de sus prerrogativas en materia de gobierno autonomo Otros puntos de friccion frente a la Generalidad fueron los intentos de cobrar el quinto de los ingresos municipales que habian quedado en suspenso en 1599 y se reanudaron en 1611 afectando a Barcelona desde 1620 aunque la Diputacion del General amparaba la resistencia de los ayuntamientos contra el impuesto y el apresamiento en 1623 por los corsarios argelinos de las dos galeras armadas por la institucion catalana para la defensa de las costas desde 1599 y que se empleaban en el transporte de tropas a Italia de forma irregular segun la interpretacion de la Generalidad 16 La guerra llega a Cataluna 1635 1640 Editar En 1635 la declaracion de guerra de Luis XIII de Francia a Felipe IV llevo la guerra a Cataluna dada su situacion fronteriza con la monarquia de Francia y con ello con la ejecucion de la Union de Armas 17 El Conde Duque de Olivares se propuso concentrar en Cataluna un ejercito de 40 000 hombres para atacar Francia por el sur y al que el Principado tendria que aportar 6000 hombres Para poner en marcha su proyecto en 1638 nombra como nuevo virrey de Cataluna al conde de Santa Coloma mientras que ese mismo ano se renueva la Diputacion General de Cataluna de la que entran a formar parte dos firmes defensores de las leyes e instituciones catalanas el canonigo de Urgel Pau Claris y Francesc de Tamarit Pronto surgen los conflictos entre el ejercito real compuesto por mercenarios de diversas naciones incluidos los castellanos con la poblacion local a proposito del alojamiento y manutencion de las tropas Se extienden las quejas sobre su comportamiento se les acusa de cometer robos exacciones y todo tipo de abusos culminando con el saqueo de Palafrugell por el ejercito estacionado alli lo que desencadena las protestas de la Diputacion del General y del Consejo de Ciento de Barcelona ante Olivares 18 El Conde Duque de Olivares necesitado de dinero y de hombres confiesa estar harto de los catalanes Si las Constituciones embarazan esto que lleve el diablo las Constituciones 19 En febrero de 1640 cuando ya hace un ano que la guerra ha llegado a Cataluna Olivares le escribe al virrey Santa Coloma 20 Cataluna es una provincia que no hay rey en el mundo que tenga otra igual a ella Si la acometen los enemigos la ha de defender su rey sin obrar ellos de su parte lo que deben ni exponer su gente a los peligros Ha de traer ejercito de fuera le ha de sustentar ha de cobrar las plazas que se perdieren y este ejercito ni echado el enemigo ni antes de echarle el tiempo que no se puede campear no le ha de alojar la provincia Que se ha de mirar si la constitucion dijo esto o aquello y el usaje cuando se trata de la suprema ley que es la propia conservacion de la provincia Asi a lo largo de 1640 el virrey Santa Coloma siguiendo las instrucciones de Olivares adopta medidas cada vez mas duras contra los que niegan el alojamiento a las tropas o se quejan de sus abusos Incluso toma represalias contra los pueblos donde las tropas no han sido bien recibidas y algunos son saqueados e incendiados El diputado Tamarit es detenido Los enfrentamientos entre campesinos y soldados menudean hasta que se produce una insurreccion general en la region de Gerona que pronto se extiende a la mayor parte del Principado 21 Otro hecho que condujo a un mayor deterioro de la ya enrarecida relacion entre Cataluna y la Corona fue la negativa en 1638 de la Diputacion del General a que tropas catalanas acudieran a levantar el Sitio de Fuenterrabia Guipuzcoa a donde si habian acudido tropas desde Castilla las provincias vascas Aragon y Valencia En fin la nobleza y la burguesia catalanas odiaban por motivos personales al virrey conde de Santa Coloma por no haber defendido sus intereses de estamento por encima de la obediencia al gobierno de Madrid Los campesinos odiaban a la soldadesca de los tercios por las requisas de animales y los destrozos ocasionados a sus cosechas amen de otros incidentes y afrentas derivadas del alojamiento forzoso de la soldadesca en sus casas algunas de las cuales llegaron a quemar El clero tambien lanzaba predicas contra los soldados de los tercios a los que llegaron a excomulgar La Guerra dels Segadors EditarEl inicio de la sublevacion el Corpus de Sangre Editar El Corpus de Sang de H Miralles 1910 Viva la fe de Cristo Viva el Rey de Espana nuestro Senor Muera el mal gobierno 22 fueron los lemas de los segadores que originaron la revuelta popular del 7 de junio de 1640 dia conocido como el Corpus de Sangre Articulo principal Corpus de Sangre En mayo de 1640 campesinos gerundenses atacaron a los tercios que acogian A finales de ese mismo mes los campesinos llegaban a Barcelona y a ellos se unieron los segadores en junio El 7 de junio de 1640 fiesta del Corpus Christi rebeldes mezclados con segadores que habian acudido a la ciudad para ser contratados para la cosecha entran en Barcelona y estalla la rebelion Los insurrectos se ensanan contra los funcionarios reales y los castellanos el propio virrey procura salvar la vida huyendo pero ya es tarde Muere asesinado Los rebeldes son duenos de Barcelona Fue el Corpus de Sangre que dio inicio a la sublevacion de Cataluna 23 El virrey de Cataluna Dalmau de Queralt conde de Santa Coloma fue asesinado en una playa barcelonesa cuando intentaba huir por mar La situacion cogio por sorpresa a Olivares ya que la mayoria de sus ejercitos estaban localizados en otros frentes y no podian acudir a Cataluna El odio a los tercios y a los funcionarios reales paso a generalizarse contra todos los hacendados y nobles situados cerca de la administracion Ni siquiera la Generalidad controlaba ya a los rebeldes que lograron apoderarse del puerto de Tortosa De 1640 a 1652 Editar Pau Claris al frente de la Generalidad de Cataluna impulso la decision de poner el territorio catalan bajo la proteccion y soberania francesa Pero la revuelta tambien escapo a este primer y efimero control de la oligarquia catalana La sublevacion derivo en una revuelta de empobrecidos campesinos contra la nobleza y los ricos de las ciudades que tambien fueron atacados La oligarquia catalana se encontro en medio de una autentica revolucion social entre la autoridad del rey y el radicalismo de sus subditos mas pobres Conscientes de su incapacidad de reducir la revuelta los gobernantes catalanes se aliaron con el enemigo de Felipe IV Luis XIII pacto de Ceret Richelieu no perdio una oportunidad tan buena para debilitar a la corona espanola Olivares comienza a preparar un ejercito para recuperar Cataluna con grandes dificultades ese mismo ano de 1640 y en septiembre la Diputacion catalana pide a Francia apoyo armamentistico En octubre de 1640 se permitio a los navios franceses usar los puertos catalanes y Cataluna accedio a pagar un ejercito frances inicial de tres mil hombres que Francia enviaria al condado En noviembre un ejercito de unos veinte mil soldados recupero Tortosa para Felipe IV en su camino hacia Barcelona dicho ejercito provoco sobre los prisioneros unos abusos que determinaron a los catalanes a oponer una mayor resistencia Cuando el ejercito del marques de los Velez se acercaba a Barcelona estallo una revuelta popular el 24 de diciembre con una intensidad superior a la del Corpus por lo que Claris tuvo que decidirse por pactar la alianza con Francia en contra de Felipe IV El 16 de enero de 1641 la Junta de Brazos Las Cortes sin el rey aceptaron la propuesta de Claris de poner a Cataluna bajo proteccion del rey de Francia en un gobierno republicano y el Consejo de Ciento lo hizo al dia siguiente Pero en esta situacion la republica catalana fue tan solo una solucion transitoria para forzar un acuerdo con el gobierno de Madrid ante la amenaza de intervencion francesa Sin embargo el enviado plenipotenciario del rey de Francia Bernard Du Plessis Besancon logro influir en las autoridades catalanas en el sentido de que la implicacion e intervencion francesa solo podia realizarse si era reconocido como soberano el rey frances Asi pues el 23 de enero Pau Claris transmitio esta proposicion a la Junta de Brazos que fue aceptada el Consejo de Ciento lo hizo al dia siguiente y el rey de Francia Luis XIII paso a ser el nuevo conde de Barcelona Tanto la Junta de Brazos como el Consejo de Ciento acordaron establecer una Junta de Guerra que no fuera responsable ante ambos organismos y presidida por el conseller en cap Joan Pere Fontanella 24 25 26 Dias despues el 26 de enero un ejercito franco catalan defendio Barcelona con exito El ejercito de Felipe IV se retiro y no volveria hasta diez anos mas tarde Poco tiempo despues de esta defensa victoriosa moriria Pau Claris Cataluna se encontro siendo el campo de batalla de la guerra entre Francia y Espana e ironicamente los catalanes padecieron la situacion que durante tantas decadas habian intentado evitar sufragar el pago de un ejercito y ceder parcialmente su administracion a un poder extranjero es decir el frances La politica francesa respecto a Cataluna estaba dominada por la tactica militar y el proposito de atacar ademas de la propia Cataluna los territorios de Aragon y Valencia Tratado de los Pirineos Luis XIII nombro entonces un virrey frances y lleno la administracion catalana de conocidos profranceses El coste del ejercito frances para Cataluna era cada vez mayor y mostrandose cada vez mas como un ejercito de ocupacion Mercaderes franceses comenzaron a competir con los locales favorecidos aquellos por el gobierno frances que convirtio a Cataluna en un nuevo mercado para Francia Todo esto junto a la situacion de guerra la consecuente inflacion plagas y enfermedades llevo a un descontento que iria a mas en la poblacion consciente de que su situacion habia empeorado con Luis XIII respecto a la que soportaban con Felipe IV En 1642 el ejercito frances de Luis XIII conquista el Rosellon Monzon en Aragon y Lerida Un ano despues Felipe IV recupera Monzon y el ano siguiente Lerida donde el rey juro obediencia a las leyes catalanas En 1648 con el Tratado de Westfalia y la retirada de la guerra de sus aliados los Paises Bajos Francia comienza a perder interes por Cataluna Conocedor del descontento de la poblacion catalana por la ocupacion francesa Felipe IV considera que es el momento de atacar y en 1651 un ejercito dirigido por Juan Jose de Austria comienza un asedio a Barcelona El ejercito francocatalan de Barcelona se rinde en 1652 y se reconoce a Felipe IV como soberano y a Juan Jose de Austria como virrey en Cataluna si bien Francia conserva el control del Rosellon Felipe IV por su parte firmo obediencia a las leyes catalanas Esto da paso a la firma del Tratado de los Pirineos en 1659 Esta inestabilidad interna y su resultado final fue danino para Espana pero mucho mas para Cataluna Por otra parte Francia aprovecho la oportunidad para explotar una situacion que le rindio grandes beneficios a un coste practicamente nulo Como resultado final Francia tomo posesion definitiva del principal territorio transpirenaico de Espana Interpretaciones historiograficas EditarLos historiografia catalana del siglo XIX y principios del siglo XX presento la Guerra dels Segadors como un alzamiento de Cataluna contra la politica desnacionalizadora de la Monarquia de los Austrias encarnada en la figura del Conde Duque de Olivares Asi lo explicaba por ejemplo Ferran Soldevila para quien el proyecto centralizador de Olivares acompanado de las violencias cometidas por los tercios en el Principado habrian suscitado una protesta compacta de toda la tierra catalana 27 Una corriente historiografica posterior auspiciada por Jaume Vicens Vives y basada en los estudios de John H Elliott hizo hincapie en el caracter social de la revuelta mas que en su caracter nacional Asi el alzamiento de Cataluna paso a ser un especie de revuelta dual por una parte la lucha de los pobres contra los ricos y por otra la reaccion de unas oligarquias que veian amenazados sus privilegios por las tentativas de modernizacion de la Monarquia Catolica de Felipe IV 28 Por su parte Xavier Torres ha formulado una tercera interpretacion a medio camino entre la hipotesis nacional y la social Segun este historiador hubo ciertamente un genuino patriotismo catalan en el curso de la Guerra de los Segadores no solo retorico o meramente ornamental tal como suponen a menudo los seguidores de una hipotesis social sino inmanente e inseparable de los propios acontecimientos por no decir de los intereses en juego inclusive Ahora bien este patriotismo no deberia confundirse en ningun caso con el nacionalismo ni siquiera en terminos de precocidad o como antecedentes tal como imaginan a su vez los cultivadores de una interpretacion nacionalista o protonacionalista de los hechos porque se trataba en suma de un patriotismo sin nacion 29 Notas Editar Cuando los castellanos se quejaban del intolerable peso que tenian que soportar tendian a olvidar que su historia imperial no habia sido exclusivamente una saga de autosacrificios Si soportaban el peso de la Monarquia en forma de provision de tropas y dinero para la defensa de sus posesiones tambien era cierto que habian conseguido casi el monopolio de los cargos en la Corte y en la administracion imperial Pero estos beneficios de la Monarquia nada menospreciables eran facilmente pasados por alto tan facilmente como el hecho de que si las riquezas de las Indias habian supuesto a la larga solo una pequena ventaja para Castilla solo a Castilla podia imputarsele el hecho Elliot 1982 pag 166 Como cualquier otra institucion parlamentaria del Antiguo Regimen incluyendo la de mayor entidad competencial como era el Parlamento de Inglaterra las Cortes catalanas no representaban a la totalidad de la poblacion del Principado ni eran democraticas ni soberanas segun los conceptos liberales de representacion del pueblo soberania popular o de la nacion soberania nacional Jugaban un papel importante en la elaboracion de leyes pero su poder principal residia en la negociacion pactista de subsidios con su soberano el conde de Barcelona titulo que estaba unido al de rey de Aragon desde el siglo XII Despues de la union dinastica de Isabel y Fernando ambos titulos correspondian a sus herederos a los que la historiografia suele llamar Rey de Espana o de la Monarquia Catolica o de la Monarquia Hispanica o del Imperio espanol era comun en numismatica el apelativo Rey de las Espanas o de las Espanas y las Indias Hispaniarum Rex o Hispaniarum et Indiarum Rex que aparecen en las monedas de la epoca aunque la forma oficial de firmar cartas y decretos era una prolongada lista nominal de titulos de soberania Por la gracia de Dios Rey de Castilla de Leon de Aragon de las dos Sicilias de Jerusalen de Navarra de Granada de Toledo de Valencia de Galicia de Mallorca de Menorca de Sevilla de Cerdena de Corcega de Murcia de Cordoba de Jaen del Algarve de Algeciras de Gibraltar de las Islas Canarias de las Indias Orientales y Occidentales de las Islas y Terrafirme del Continente Oceanico Archiduque de Austria Duque de Borgona de Brabante de Atenas y Neopatria y de Milan Conde de Absburg de Flandes del Tirol y de Barcelona Senor de Vizcaya y de Molina etc Las formulas variaron en cada reinado o fase de este pero se mantuvo el orden de prelatura de los reinos vease esta coleccion documental Asi pues como todas las Cortes del Antiguo Regimen estaban compuestas estamentalmente mediante sistemas de representacion que se limitaban a las familias mas poderosas de la nobleza al alto clero y a un numero limitado de ciudades a traves de representantes del patriciado urbano de nobles y caballeros y en el caso catalan ciutadans honrats o alta burguesia urbana Vease tambien EditarGeorge Stuart Tratado de los PirineosReferencias Editar Arredondo Maria Soledad 2008 Transmitir y proclamar la religion una cuestion de propaganda en las crisis de 1635 y 1640 La transmision de una conviccion o un saber religioso Criticon 94 95 Perez 1980 p 231 Perez 1980 p 229 La diversidad legal e institucional de los reinos de la monarquia espanola representaba un impedimento intolerable para sus planes de potenciar al maximo los recursos y conseguir la cooperacion militar entre aquellos que era esencial para la supervivencia Elliott 2009 pp 45 46 Elliott 1982 p 179 Elliott 1982 pp 170 171 Casey 1988 pp 458 459 Elliott 1982 p 185 Perez 1980 p 232 Elliott 1982 pp 191 195 Torres 2006 p 47 Torres 2006 J H Elliot 1986 El Conde Duque de Olivares edicion de 1990 Barcelona Critica ISBN 84 397 0284 5 pgs 293 y 302 Elliott 1982 pp 219 220 Torres 2006 pp 48 49 El conflicto con la monarquia hispanica 1593 1652 Web oficial de la Generalitat actual Antecedentes historicos Consultado el 7 de enero de 2008 Torres 2006 p 49 Perez 1980 pp 233 234 Elliott 1982 p 381 Perez 1980 pp 234 235 Perez 1980 pp 235 236 Minguez Cornelles Victor 2004 Rey patria en el mundo hispanico El Imperio sublevado Monarquia y naciones en Espana e Hispanoamerica Spanish Edition Consejo Superior de Investigaciones Cientificas p 22 ISBN 8400082478 Perez 1980 pp 235 237 1 2 Copia archivada Archivado desde el original el 22 de octubre de 2016 Consultado el 21 de octubre de 2016 Torres 2008 p 20 Torres 2008 p 20 21 Torres 2008 p 21 22 Su razon de ser del patriotismo catalan de los siglos XVI y XVII no estribaba en una lengua o una cultura distintivas ni mucho menos en la reivindicacion de cualquier genero de concordancia entre el estado y la nacion a la manera del nacionalismo contemporaneo sino en la defensa de unos privilegios o derechos colectivos forzosamente estamentales o desigualmente adjudicados pero que fijaban a su vez el estatuto por no decir el lugar de la provincia catalana en el seno de aquella Monarquia hispanica o multiprovincial de la Casa de Austria Bibliografia EditarElliott John H 1982 1963 La rebelion de los catalanes Un estudio sobre la decadencia de Espana 1598 1640 The Revolt of the Catalans A Study in the Decline of Spain 1598 1640 2ª edicion Madrid Siglo XXI ISBN 8432302694 Elliott John H 2009 Una Europa de monarquias compuestas Espana Europa y el mundo de ultramar 1500 1800 Madrid Taurus ISBN 978 84 306 0780 8 Garcia Carcel Ricardo Felipe V y los espanoles Perez Joseph 1980 Espana moderna 1474 1700 Aspectos politicos y sociales En Jean Paul Le Flem Joseph Perez Jean Marc Perlorson Jose Mª Lopez Pinero y Janine Fayard ed La frustracion de un Imperio Vol V de la Historia de Espana dirigida por Manuel Tunon de Lara Barcelona Labor ISBN 84 335 9425 7 Torres Xavier 2006 La Guerra dels Segadors en catalan Lerida Vic Pages Editors Eumo Editorial ISBN 84 9779 443 5 Torres Xavier 2008 Naciones sin nacionalismo Cataluna en la Monarquia Hispanica siglos XVI XVII Valencia Publicacions de la Universitat de Valencia ISBN 978 84 370 72630 Cronica de la epoca Editar Francisco Manuel de Melo Historia de los movimientos y separacion de Cataluna y de la Guerra entre la Magestad Catolica de Don Felipe el cuarto Rey de Castilla y de Aragon y la Deputacion General de aquel Principado 1645Enlaces externos EditarHistoria de los movimientos separacion y guerra de Cataluna en tiempo de Felipe IV Francisco Manuel de Melo 1608 1666 La rebelion de Barcelona ni es por el guevo ni es por el fuero 1641 Panfleto de Francisco de Quevedo contra la rebelion catalana de 1640 Armas de papel Quevedo y sus contemporaneos ante la guerra de Cataluna Estudio detallado Datos Q1348955 Obtenido de https es wikipedia org w index php title Sublevacion de Cataluna amp oldid 140824651, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

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