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Sueños y discursos

Sueños y discursos de verdades descubridoras de abusos, vicios y engaños en todos los oficios y estados del mundo es la obra filosófica más famosa de Francisco de Quevedo. Fue publicada en Barcelona por Esteban Liberós, a costa de Juan Sapera en 1627. Junto con La vida del Buscón, es la obra más conocida y compleja de Quevedo.[1]

Portada de la primera edición de los Sueños (1627).

Considerada una de las obras maestras de la prosa española del Barroco, está compuesta por cinco partes: Sueño del Juicio Final, El alguacil endemoniado, Sueño del Infierno, El mundo por de dentro y Sueño de la muerte.[2]​ Todos destacan por sus juegos conceptistas, sus alegorías y el riquísimo léxico del autor. Quevedo adapta la tradición humanista a su época, a través de breves anécdotas, para lograr ejercer una crítica social hacia todos los estamentos de la España de los Austrias.[3]

Debido a la férrea censura de la época, que ya había ocasionado problemas a Quevedo, en 1631 se publicaron versiones expurgadas de los Sueños con el nombre de Juguetes de la niñez.[4]​ A partir de esta edición Sueño del Juicio Final fue llamado Sueño de las calaveras; El alguacil endemoniado, El alguacil alguacilado; Sueño del Infierno, Zahúrdas de Plutón; El mundo por de dentro mantuvo su nombre siempre y Sueño de la Muerte fue conocido como Visita de los chistes.[5]

El pesimismo de Quevedo, como corresponde al barroco, plantea una justicia divina más cercana al castigo que a la gracia. Los relatos oscilan entre disquisiciones filosóficas y moralistas. Explica los tipos de hombres, cómo se condena la raza humana y la naturaleza de los demonios, y ataca los vicios de sus contemporáneos.

Contexto

 
Firma de Francisco de Quevedo.[6]

Es la obra más popular de Quevedo, y fue escrita por partes entre 1605 y 1621. Según George Haley,[7]​ el primero en componerse fue El sueño del juicio final, en 1605, seguido por El alguacil endemoniado en 1607.[8]​ En 1608 se compuso el Sueño del infierno y en 1612 El mundo por de dentro. Finalmente, el último de los Sueños quevedianos data de 1621, el Sueño de la muerte.

La datación cronológica permite establecer dos grandes bloques de obras: el primero (1606-1608) y el segundo, que abarca un mayor período de tiempo y comprende los dos últimos opúsculos, escritos en 1612 y 1621 respectivamente. En 1610 la censura inquisitorial frustró el intento de Quevedo por publicar sus tres primeros Sueños.[9]​ De hecho, los únicos considerados como sueños eran el Juicio y el Infierno. El título de «discursos» le fue aplicado por las sátiras a las costumbres y críticas de la época, además, por «discurso» se entienden únicamente los textos más largos de la obra publicada en 1627.[10]

El hecho de que la visión soñada no constituya un elemento común a los cinco textos da una idea de que Quevedo no empleó ningún plan para escribir su obra. El madrileño elaboró los Sueños a base de temas utilizados por él mismo y que retomará después, también empleó ideas prestadas de la Antigüedad clásica.[11]

Estilo y lenguaje

 
Retrato de Francisco de Quevedo.[12]

Se ha debatido la unidad de los Sueños de Quevedo como conjunto orgánico o como piezas independientes. En el prólogo del Alguacil endemoniado ya se perfila la posibilidad de una serie de sátiras, teoría que se refuerza con las numerosas dedicatorias y alegorías que se encuentran en los prólogos a cada uno de los cinco sueños.[13]​ Cada uno constituye una unidad subrayada por la misma temática, fantasía moral y burlas ultraterrenas.

De ninguna manera Quevedo utilizó un plan para estructurar su obra. En los tres primeros Sueños se percibe una línea organizativa central, ya que se corresponden con las postrimerías del ser humano catalogadas por la Iglesia católica: muerte, infierno y juicio. El Juicio sería una especie de prólogo, y la Muerte el final de la serie.[14]​ En sí, cada uno de los Sueños posee una intertexualidad única, además de figuras retóricas y sátiras con leves intentos de agrupación en torno al resto.[15]

Aunque la mayoría de las fuentes de Quevedo son humanistas, el autor las adapta de acuerdo a personajes y situaciones coetáneas a él.[16]​ Algunas de las fuentes que utiliza y manipula intertextualmente son Juvenal, Virgilio, Erasmo y Luciano. Al ser la sátira de oficios y estados el tema más recurrente en Quevedo, se halla más o menos el mismo repertorio en las sátiras. De bajos oficios y figuras ridículas, como los hidalgos, se sirve Quevedo para atacar los vicios de la corrupta, hipócrita y vanidosa sociedad del Siglo de Oro.[17]

También critica a los médicos, «el mayor enemigo de la vida», y a los boticarios, a quienes acusa de enfermar a sus clientes vendiéndoles porquerías.[18]​ El conservadurismo ideológico de Quevedo resalta los rasgos ridiculizadores de cada estrato social en la España de Felipe IV, para poner de relieve la general corrupción de las costumbres y de la naturaleza humana que se vivía en la sociedad española del Siglo de Oro.[19]

En su época, los Sueños fueron clasificados como «obra de ingenio» y es probable que haya sido leída como obra de entretenimiento y no como sátira social.[20]​ Es una de las obras más audaces del barroco español, tanto por su temática como por su lenguaje. Quevedo emplea temas archidifundidos por la Iglesia para luego reinterpretarlos, a fin de combinar las temáticas cultas con la tradición popular.[21]​ La intención moralizadora de Quevedo tiene como objetivo la sociedad urbana, pues rara vez muestran sus personajes a los miembros de la clase rural. Al autor le interesan esos sectores porque son con los que más se relaciona y, como fiel escribano, guarda una devoción casi religiosa por sus superiores, lo que no los exenta de ser blanco de sus críticas, como al Conde-Duque de Olivares o al mismo Felipe IV en El chitón de las tarabillas.[22]

 
La captura de Cristo, de Michelangelo Merisi da Caravaggio (c. 1602). Judas Iscariote es una constante en la obra de Quevedo y una de sus obsesiones personales.

Los sueños no representan, como algunos estudiosos han querido ver, una coherencia y profundidad satírica, como sí se encuentra en El Criticón de Baltasar Gracián.[23]​ El hilo conductor de los ataques a razas, vicios, nacionalidades e incluso defectos físicos obedece solo a las particulares obsesiones de Quevedo, quien repite las mismas fórmulas estilísticas que en otras de sus obras. También puede considerarse su obra como un fiel reflejo de su ideología política,[24]​ que muchos autores consideran conservadora, casi fanática.[25]​ Por ejemplo, el personaje de Judas Iscariote —que siempre fascinó a Quevedo—, es representado por el madrileño como judío, comerciante, pelirrojo y homosexual. Encarna así todos los vicios de los grupos humanos a los que Quevedo ataca con sorna en sus obras, sobre la base de sus ideas morales y sociales.[26]

A lo largo de su obra Quevedo muestra un carácter marcadamente misógino, al atribuir a la mujer cualidades negativas como codicia, venalidad, deshonestidad, belleza artificial, hipocresía y mentira, de lo que tacha especialmente a las mujeres hermosas. Este es un motivo bastante recurrente por el autor, que desarrolló en algunos de sus sonetos.[27]​ Al poder corruptor del dinero y a la obsesión por obtenerlo a como dé lugar atribuye Quevedo la ruina de España, a través de un talante satírico y burlesco. Aunque muchos autores suponen que Quevedo mantiene una actitud reformista, la conclusión generalmente aceptada pone en primer plano la dimensión puramente literaria, disminuyendo el alcance social de los Sueños.[28]

Ignacio Arellano considera a Los sueños como «el más afilado ataque contra todo el sistema político social que jamás se escribiera en el período de declinación de la monarquía española».[29]​ Otros autores, como James O. Crosby, matizan esta hipótesis al señalar que el ataque no es contra el sistema en sí, sino contra la monstruosa corrupción que amenazaba incluso la propia vigencia del aparato monárquico.[30]

Análisis

Sueño del Juicio Final

 
Ilustración del Juicio Final en una edición de 1699 (Amberes, Henrico y Cornelio Verdussen).

Es el primer Sueño, y se caracteriza por ser el más escueto, jocoso y desenfadado, a diferencia de otras obras quevedescas del mismo período como La vida del Buscón. El tema del Juicio Final —uno de los preferidos de la Contrarreforma— es solo un pretexto para hilvanar escenas sueltas sobre los distintos oficios del mundo y emitir graciosos juegos de palabras.[31]​ Crosby conjetura que esta obra nunca se publicó en su forma original, debido a las poderosas críticas contra elementos de la España de los Felipes.[32]

La justicia y su aplicación en la época de Quevedo constituye uno de los tópicos sobre los que se cimenta este sueño. Otro de los elementos importantes es la degradación física, mutilación casi grotesca, de los condenados, que se repite a lo largo del texto.[33]

Esta narración comienza al insertar siete textos clásicos, entre ellos uno de Homero. El narrador, que se compara con varios reyes y profetas del Antiguo Testamento, señala que su sueño es de inspiración divina.[34]

En la primera parte, Quevedo satiriza algunos pasajes del Apocalipsis de san Juan, en forma de visiones irónicas sobre el cielo y el infierno. Toda la acción se realiza en un valle, de acuerdo a lo narrado en el Libro de Joel.[35]​ El narrador observa el espectáculo desde una cuesta y señala varias dificultades para percibir los sucesos, lo que brinda de un inusitado dramatismo a la escena.[36]

Las referencias al transcurso del tiempo son bastante abstractas, al punto de que no se puede reconstruir o calcular la duración del juicio. Destaca la condenación de los escribanos y fariseos, que ocurre antes de la presentación de Judas, Mahoma y Martín Lutero como los máximos pecadores de la humanidad.[37]

Por último, el desorden estructural y la carencia de lógica permiten a Quevedo representar el azoro de los seres humanos desprevenidos ante la llegada del Juicio.[38]​ Una escena que podría considerarse majestuosa y soberana se convierte en una parodia plagada de ironías e irreverencias. Al final del Sueño, el narrador despierta y concluye diciendo que su objetivo es la meditación y la reflexión.[39]

El alguacil endemoniado

A diferencia del Juicio, esta sátira es la primera presentada en forma de discurso o coloquio entre un interlocutor y el Diablo.[40]​ El licenciado Calabrés, sacerdote hipócrita y realizador de exorcismos, es el otro personaje del Alguacil.[41]​ Intenta repetidamente exorcizar al demonio que ha poseído al alguacil, aunque no tiene mucho éxito. Para Crosby, Calabrés representa a todos aquellos que callan la verdad,[42]​ ora por miedo, ora por velar sus intereses. El mismo Quevedo, por temor a la represión ideológica, se negó a publicar tal cual muchos de sus escritos.[43]

 
El alguacil endemoniado.

El sacerdote Calabrés, clérigo de alto rango en la España de los Felipes, personaliza la sátira burlona y ácida que Quevedo realiza contra el enorme poder de la Iglesia española.[44]​ La sátira es muy atrevida, ya que durante la parodia del exorcismo Calabrés mantiene una conversación personal y directa con el espíritu maligno, cosa prohibida específicamente por el Rituale romanum.[45]

En la parroquia de san Pedro Mártir de Madrid Quevedo sitúa la acción del Alguacil. En este contexto físico se traslucen varias implicaciones socioculturales de la obra, como la crítica a las supersticiones populares que atribuían a los demonios todos los males de la sociedad. Quevedo conocía bien este fenómeno y a lo largo de su obra lo ridiculiza y hace ver obsoleto y pasado de moda.[46]​ La elección de la iglesia de san Pedro Mártir como vehículo para narrar la obra no es casualidad: desde mediados del siglo XVI circulaba una leyenda popular que otorgaba facultades sobrenaturales a una campana que estuvo en la torre mudéjar de San Pedro hasta 1567.[47]​ Situar un exorcismo en dicho lugar es una alusión encubierta al poder de la campana, que protegía contra los rayos y los demonios.[48]​ Calabrés representa una realidad muy común en la España de Quevedo: religión y creencias supersticiosas como elemento fundamental de una sociedad regida por la Iglesia. La Inquisición, representada por su santo patrono —san Pedro Mártir—, era omnipresente en todos los aspectos del país, ejercía una influencia demasiado poderosa que Quevedo intenta retratar en su discurso.[49]

Calabrés acusa al diablo de mentir y pone en tela de juicio la veracidad de sus palabras, escudándose en las numerosas condenas que la Iglesia ha lanzado contra él a lo largo de los siglos.[50]​ El sacerdote se ha colocado a sí mismo en una especie de antagonista de la verdad,[51]​ por lo que el diablo le recuerda algunas leyendas grecorromanas sobre la Verdad y la Justicia. Al final, Quevedo pide a sus lectores que lean con atención el Alguacil, porque algo de cierto encierran las palabras del demonio, injustamente tratado por el ensalmador Calabrés.[52]

El último párrafo del texto contiene cuatro citas sobre sujetos que tradicionalmente han sido tenidos por malos, como Herodes Antipas o Caifás,[53]​ a quienes Quevedo intenta analizar imparcialmente para descubrir la verdad de sus acciones. Son citas complicadas y enigmáticas, que sin embargo ofrecen gran relación con los exorcismos.[54]

Sueño del Infierno

 
El sueño del Infierno.

Para diferenciarse del estilo jocoso y desenfadado propio del Alguacil, Quevedo ocupa aquí un lenguaje más brusco y hostil hacia sus lectores, que puede notarse desde las primeras líneas del prólogo.[55]​ La razón más poderosa que se ha supuesto para este cambio podría ser la animadversión de sus contemporáneos a Quevedo, quien había satirizado a la represiva sociedad española en sus dos obras anteriores, también mencionadas por el madrileño en la introducción en un intento de afirmar su propiedad literaria sobre su serie.[56]

El autor afirma la verdad suprema contenida en el Infierno con elegancia y majestuosidad, aunque nada más entrar en él su estilo se torna grosero y alaba a los demonios que habitan allí. A través del relato se constata el horror que el narrador experimenta en el infierno, donde se encuentra a «gente peor que Judas».[57]​ Al final del discurso sale espantado, aunque no experimenta la paz sino que conserva el espanto de haber conocido a Lucifer.

La narración se centra en una persona de nombre desconocido que no puede obtener la paz, similar a Dante en El Infierno.[58]​ Quevedo no muestra un propósito piadoso; al contrario, parodia varios pasajes de la Biblia relativos al infierno, para disfrutar de manera frívola los placeres carnales del infierno,[59]​ solo a través de su experiencia y dejando de lado el dogma católico. Es uno de los narradores más complejos de todo el corpus quevediano.[60]

Al final, el narrador visita el camarín de Lucifer, escena considerada la cumbre de esta obra por su ironía y deshumanización.[61]​ El espectáculo es macabro y Quevedo se burla del demonio por colocar a reyes y emperadores del mundo como ornato de su sala.[62]​ También satiriza Quevedo a las mujeres y hombres adúlteros.[63]​ Para ello, se sirve de sarcasmos, desfiguraciones y falsificaciones, recursos comunes en su obra.[64]

A través de la figura del diablo, Quevedo se permite transgredir muchos de los límites literarios y verbales de la moral de la época. El paradigma del mundo al revés permite al autor satirizar las convenciones de la nobleza, la honra, la castidad, la conquista de América e incluso los zurdos.[65]

El mundo por de dentro

 
El mundo por de dentro.

Es el discurso menos humorístico y más moralizador de Quevedo, quien deja muchos pasajes de la obra al juicio interpretativo de sus lectores. Desde el título se anuncia la voluntad de analizar el «mundo interior», ya que el madrileño hace unas aclaraciones importantes con respecto al mundo «por de fuera» y «por de dentro».[66]​ Sin embargo, ello no exime a Quevedo de rechazar los modelos moralistas más próximos a su época para privilegiar los de la antigüedad pagana, como los socráticos.[67]

En las primeras líneas de discurso se menciona la condición humana de acuerdo al ascetismo contrarreformista, mientras que ya el segundo párrafo se convierte en una confesión personal sobre los errores mundanos del narrador. Todo este conjunto guarda gran similitud con el poema Heráclito cristiano, escrito por Quevedo años después.[68]​ La narración toma, a partir de aquí, un sesgo alegórico y onírico matizado por dos personajes centrales: el joven, narrador ingenuo, y el viejo, guía y pastor de su pupilo.[69]​ El viejo representa la antiquísima tradición clásica de la Verdad, como Virgilio durante las escenas cumbres de la Divina Comedia dantesca.[69]

La dinámica de todo el discurso plantea el conflicto, por momentos sin resolución, entre la ingenuidad y nobleza del joven que prefiere los placeres humanos frente al desengaño del viejo, que basa su experiencia en la vida y en la doctrina cristiana.[70]​ La acción se ubica en una ciudad donde la universalidad de la hipocresía es uno de los temas fundamentales.[71]​ El viejo critica muchos aspectos del comportamiento social de los personajes, discurso fuertemente enraizado con la tradición judeocristiana. Quevedo satiriza especialmente las frustraciones sexuales y el machismo, asunto que ocupa casi la mitad de la obra.[72]

Sueño de la muerte

 
Sueño de la muerte.

El narrador, deprimido, comienza un viaje por el inframundo donde la Muerte le sirve de guía. A lo largo del trayecto va encontrando a muchos personajes muertos de la historia de España, entre ellos al marqués de Villena, quien protagoniza una áspera crítica del estado de la sociedad peninsular.[73]

De todos los Sueños, el de la Muerte es el más sombrío y el más preciso. También es donde se pueden encontrar el mayor número de alusiones ideológicas quevedianas, sobre todo a los médicos, particularísima obsesión personal de Quevedo.[74]​ Quevedo se mofa de la imagen tradicional de la muerte e incluso distorsiona su aspecto físico para alejarse de las supersticiones de su época.[75]

La figura del tribunal de la Muerte constituye una de las innovaciones más conocidas de todos los Sueños. Directamente, es una parodia del tribunal de Dios que aparece en el Sueño del Juicio.[76]​ Aquí la Muerte está rodeada de los elementos más negativos del carácter humano, como la Envidia y la Avaricia, en contraposición otra vez a los integrantes del tribunal de Dios. Es un elemento moralizante, a pesar de su carácter sumamente profano.[77]

Es también la obra más sexual de toda la serie.[78]​ A lo largo de sus páginas, se encuentra tal cantidad de personajes y situaciones que aluden directamente a la rígida moral sexual de la época de Quevedo. Una escena, por ejemplo, parodia El jardín de las delicias de El Bosco.[79]

Ediciones

Antiguas

  • Sueños y discursos de verdades descubridoras de abusos, vicios y engaños, en todos los oficios y estados del mundo, Barcelona, Esteban Liberos, 1627.
  • Sueños y discursos de verdades descubridoras de abusos, vicios y engaños, en todos los oficios y estados del mundo, Valencia, Juan Bautista Marzal, 1627.
  • Sueños y discursos de verdades descubridoras de abusos, vicios y engaños, en todos los oficios y estados del mundo, Zaragoza, Pedro Cabarte, 1627.
  • Desvelos soñolientos y verdades soñadas, Zaragoza, Pedro Vergés, 1627.
  • Sueños y discursos o desvelos soñolientos, Barcelona, Pedro Lacavalleria, 1628.
  • Juguetes de la niñez y travesuras del ingenio, Madrid, viuda de Alonso Martín, 1631.

Modernas

En obras completas

  • Obras completas de don Francisco de Quevedo, edición de Aureliano Fernández-Guerra, dos volúmenes, Madrid, BAE, 1845-1849.
  • Obras completas: obras en prosa, edición de Luis Astrana Marín, Madrid, M. Aguilar, 1916.
  • Obras completas: obras en prosa, edición de Felicidad Buendía, Madrid, M. Aguilar, 1958. Reimpresa en 1961 y 1972.
  • Francisco de Quevedo. Parte de obra completa, Madrid, Espasa Calpe, 1997.
  • Obras festivas y jocosas, Barcelona, MRA, 1997.
  • Prosa completa: obras satíricas y festivas, Madrid, Ediciones Ibéricas, 1997.
  • Obras jocosas, Arganda del Rey, Edimat, 1998.
  • Poesía moral: (Polimnia), edición de Alfonso Rey, Madrid, Támesis, 1998.
  • Prosa festiva y satírica, Madrid, Aguilar, 2002.
  • Antología de Quevedo, edición de Gabriel Maldonado, Boadilla del Monte, Acento Editorial, 2003.
  • Obras completas en prosa, dos volúmenes, edición de Alfonso Rey, Madrid, Castalia, 2003.
  • Prosa satírica, edición de Ignacio Arellano, Madrid, Ollero-Ramos, 2003.

Sueltas

  • Las zahúrdas de Plutón, Poitiers, Mas, 1955.
  • Sueños y discursos, edición de Felipe Maldonado, Madrid, Castalia, 1973.
  • Los sueños, edición de José Antonio Álvarez Vázquez, Madrid, Alianza, 1983.
  • Los sueños, edición de Henry Ettinghausen, Barcelona, Planeta, 1984.
  • Los sueños, edición de Mercedes Etreros, Barcelona, Plaza y Janés, 1984.
  • Sueños y discursos, edición de James O. Crosby, Madrid, Castalia, 1993.
  • Los sueños, Madrid, Alianza, 1998.
  • Los sueños, edición de Ignacio Arellano y Carmen Pinillos, Madrid, Espasa Calpe, 1998, reedición en 2001.
  • Sueños, Madrid, Ediciones Libertarias-Prodhufi, 1998.
  • Los sueños, edición de Ignacio Arellano, Madrid, Cátedra, 1999.
  • Los sueños, Barcelona, Edicomunicación, 1999.
  • Sueños y discursos, Barcelona, Bibliotex, 1999.
  • Los sueños, edición de Àlex Broch, Barcelona, Océano Grupo, 2000.
  • Los sueños, Arganda del Rey, Edimat Libros, 2000.
  • Los sueños, Barcelona, Planeta, 2002.

Notas

  1. Estruch, pág. 3.
  2. Estruch, pág. 4.
  3. Estruch, pág. 5.
  4. Henry Ettinghausen, «Enemigos e inquisidores: los Sueños de Quevedo ante la crítica de su tiempo», Literatura, sociedad y política en el Siglo de Oro, Barcelona, Universitat Autònoma de Barcelona, 2010, págs. 297-318. ISBN 84-4902-6492.
  5. Estruch, pág. 6.
  6. El chitón de las tarabillas, edición crítica y notas de Manuel Urí Martín, Madrid, Castalia, 1998 (Clásicos Castalia, 243). ISBN 84-7039-799-0.
  7. George Haley, «The earliest dated manuscript of Quevedo’s Sueño del Juicio Final», Modern Philology, 67 (1970), págs. 238-262.
  8. Crosby, pág.114.
  9. García de la Concha, pág. 84.
  10. Estruch, pág. 7.
  11. Estruch, pág. 8.
  12. Atribuido a Juan van der Hamen, pero considerado tradicionalmente copia de un retrato de Diego Velázquez.
  13. Arellano, pág. 21.
  14. Arellano, pág. 22.
  15. Arellano, pág. 23.
  16. Arellano, pág. 24.
  17. Arellano, pág. 25.
  18. Arellano, pág. 26.
  19. Arellano, pág. 27.
  20. Estruch, pág. 9.
  21. Estruch, pág. 10.
  22. Estruch, pág. 11.
  23. Crosby, loc. cit.
  24. García de la Concha, pág. 83.
  25. Estruch, pág. 12.
  26. Estruch, pág. 13.
  27. Arellano, pág. 32.
  28. Arellano, pág. 35.
  29. Arellano, op. cit.
  30. Crosby, op. cit.
  31. Estruch, pág. 13 y ss.
  32. Crosby, loc. cit.
  33. Arellano, pág. 45.
  34. Crosby, pág. 20.
  35. Crosby, pág. 21.
  36. Crosby, pág. 22.
  37. Crosby, pág. 23.
  38. Crosby, pág. 24.
  39. Crosby, pág. 25.
  40. Crosby, pág. 26.
  41. Crosby, pág. 27.
  42. Crosby, pág. 28.
  43. Crosby, pág. 29.
  44. Crosby, pág. 30.
  45. Crosby, pág. 31.
  46. Crosby, pág. 32.
  47. Crosby, pág. 33.
  48. Crosby, págs. 34-36.
  49. Crosby, pág. 37.
  50. Crosby, pág. 38.
  51. Crosby, pág. 39.
  52. Crosby, pág. 40.
  53. Crosby, pág. 41.
  54. Crosby, pág. 42.
  55. Crosby, pág. 43.
  56. Crosby, pág. 44.
  57. Crosby, pág. 45.
  58. Crosby, pág. 46.
  59. Crosby, pág. 47.
  60. Crosby, pág. 48.
  61. Crosby, pág. 49.
  62. Crosby, pág. 50.
  63. Crosby, pág. 51.
  64. Crosby, pág. 52.
  65. Crosby, págs. 53-59.
  66. Crosby, pág. 61.
  67. Crosby, pág. 67-70.
  68. Crosby, pág. 62.
  69. Crosby, pág. 63.
  70. Crosby, pág. 64.
  71. Crosby, pág. 65.
  72. Crosby, pág. 66.
  73. Crosby, pág. 71.
  74. Crosby, pág. 72.
  75. Crosby, pág. 73.
  76. Crosby, pág. 76.
  77. Crosby, pág. 78.
  78. Crosby, pág. 80.
  79. Crosby, pág. 86.

Bibliografía

Enlaces externos

  •   Wikimedia Commons alberga una galería multimedia sobre Sueños y discursos.
  • Los sueños, de Francisco de Quevedo
  • Edición digital de Sueños y discursos de verdades descubridoras de abusos, vicios y engaños en todos los oficios y estados del mundo
  •   Datos: Q6683272
  •   Multimedia: Sueños y discursos

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Suenos y discursos de verdades descubridoras de abusos vicios y enganos en todos los oficios y estados del mundo es la obra filosofica mas famosa de Francisco de Quevedo Fue publicada en Barcelona por Esteban Liberos a costa de Juan Sapera en 1627 Junto con La vida del Buscon es la obra mas conocida y compleja de Quevedo 1 Portada de la primera edicion de los Suenos 1627 Considerada una de las obras maestras de la prosa espanola del Barroco esta compuesta por cinco partes Sueno del Juicio Final El alguacil endemoniado Sueno del Infierno El mundo por de dentro y Sueno de la muerte 2 Todos destacan por sus juegos conceptistas sus alegorias y el riquisimo lexico del autor Quevedo adapta la tradicion humanista a su epoca a traves de breves anecdotas para lograr ejercer una critica social hacia todos los estamentos de la Espana de los Austrias 3 Debido a la ferrea censura de la epoca que ya habia ocasionado problemas a Quevedo en 1631 se publicaron versiones expurgadas de los Suenos con el nombre de Juguetes de la ninez 4 A partir de esta edicion Sueno del Juicio Final fue llamado Sueno de las calaveras El alguacil endemoniado El alguacil alguacilado Sueno del Infierno Zahurdas de Pluton El mundo por de dentro mantuvo su nombre siempre y Sueno de la Muerte fue conocido como Visita de los chistes 5 El pesimismo de Quevedo como corresponde al barroco plantea una justicia divina mas cercana al castigo que a la gracia Los relatos oscilan entre disquisiciones filosoficas y moralistas Explica los tipos de hombres como se condena la raza humana y la naturaleza de los demonios y ataca los vicios de sus contemporaneos Indice 1 Contexto 2 Estilo y lenguaje 3 Analisis 3 1 Sueno del Juicio Final 3 2 El alguacil endemoniado 3 3 Sueno del Infierno 3 4 El mundo por de dentro 3 5 Sueno de la muerte 4 Ediciones 4 1 Antiguas 4 2 Modernas 4 2 1 En obras completas 4 2 2 Sueltas 5 Notas 6 Bibliografia 7 Enlaces externosContexto Editar Firma de Francisco de Quevedo 6 Es la obra mas popular de Quevedo y fue escrita por partes entre 1605 y 1621 Segun George Haley 7 el primero en componerse fue El sueno del juicio final en 1605 seguido por El alguacil endemoniado en 1607 8 En 1608 se compuso el Sueno del infierno y en 1612 El mundo por de dentro Finalmente el ultimo de los Suenos quevedianos data de 1621 el Sueno de la muerte La datacion cronologica permite establecer dos grandes bloques de obras el primero 1606 1608 y el segundo que abarca un mayor periodo de tiempo y comprende los dos ultimos opusculos escritos en 1612 y 1621 respectivamente En 1610 la censura inquisitorial frustro el intento de Quevedo por publicar sus tres primeros Suenos 9 De hecho los unicos considerados como suenos eran el Juicio y el Infierno El titulo de discursos le fue aplicado por las satiras a las costumbres y criticas de la epoca ademas por discurso se entienden unicamente los textos mas largos de la obra publicada en 1627 10 El hecho de que la vision sonada no constituya un elemento comun a los cinco textos da una idea de que Quevedo no empleo ningun plan para escribir su obra El madrileno elaboro los Suenos a base de temas utilizados por el mismo y que retomara despues tambien empleo ideas prestadas de la Antiguedad clasica 11 Estilo y lenguaje Editar Retrato de Francisco de Quevedo 12 Se ha debatido la unidad de los Suenos de Quevedo como conjunto organico o como piezas independientes En el prologo del Alguacil endemoniado ya se perfila la posibilidad de una serie de satiras teoria que se refuerza con las numerosas dedicatorias y alegorias que se encuentran en los prologos a cada uno de los cinco suenos 13 Cada uno constituye una unidad subrayada por la misma tematica fantasia moral y burlas ultraterrenas De ninguna manera Quevedo utilizo un plan para estructurar su obra En los tres primeros Suenos se percibe una linea organizativa central ya que se corresponden con las postrimerias del ser humano catalogadas por la Iglesia catolica muerte infierno y juicio El Juicio seria una especie de prologo y la Muerte el final de la serie 14 En si cada uno de los Suenos posee una intertexualidad unica ademas de figuras retoricas y satiras con leves intentos de agrupacion en torno al resto 15 Aunque la mayoria de las fuentes de Quevedo son humanistas el autor las adapta de acuerdo a personajes y situaciones coetaneas a el 16 Algunas de las fuentes que utiliza y manipula intertextualmente son Juvenal Virgilio Erasmo y Luciano Al ser la satira de oficios y estados el tema mas recurrente en Quevedo se halla mas o menos el mismo repertorio en las satiras De bajos oficios y figuras ridiculas como los hidalgos se sirve Quevedo para atacar los vicios de la corrupta hipocrita y vanidosa sociedad del Siglo de Oro 17 Tambien critica a los medicos el mayor enemigo de la vida y a los boticarios a quienes acusa de enfermar a sus clientes vendiendoles porquerias 18 El conservadurismo ideologico de Quevedo resalta los rasgos ridiculizadores de cada estrato social en la Espana de Felipe IV para poner de relieve la general corrupcion de las costumbres y de la naturaleza humana que se vivia en la sociedad espanola del Siglo de Oro 19 En su epoca los Suenos fueron clasificados como obra de ingenio y es probable que haya sido leida como obra de entretenimiento y no como satira social 20 Es una de las obras mas audaces del barroco espanol tanto por su tematica como por su lenguaje Quevedo emplea temas archidifundidos por la Iglesia para luego reinterpretarlos a fin de combinar las tematicas cultas con la tradicion popular 21 La intencion moralizadora de Quevedo tiene como objetivo la sociedad urbana pues rara vez muestran sus personajes a los miembros de la clase rural Al autor le interesan esos sectores porque son con los que mas se relaciona y como fiel escribano guarda una devocion casi religiosa por sus superiores lo que no los exenta de ser blanco de sus criticas como al Conde Duque de Olivares o al mismo Felipe IV en El chiton de las tarabillas 22 La captura de Cristo de Michelangelo Merisi da Caravaggio c 1602 Judas Iscariote es una constante en la obra de Quevedo y una de sus obsesiones personales Los suenos no representan como algunos estudiosos han querido ver una coherencia y profundidad satirica como si se encuentra en El Criticon de Baltasar Gracian 23 El hilo conductor de los ataques a razas vicios nacionalidades e incluso defectos fisicos obedece solo a las particulares obsesiones de Quevedo quien repite las mismas formulas estilisticas que en otras de sus obras Tambien puede considerarse su obra como un fiel reflejo de su ideologia politica 24 que muchos autores consideran conservadora casi fanatica 25 Por ejemplo el personaje de Judas Iscariote que siempre fascino a Quevedo es representado por el madrileno como judio comerciante pelirrojo y homosexual Encarna asi todos los vicios de los grupos humanos a los que Quevedo ataca con sorna en sus obras sobre la base de sus ideas morales y sociales 26 A lo largo de su obra Quevedo muestra un caracter marcadamente misogino al atribuir a la mujer cualidades negativas como codicia venalidad deshonestidad belleza artificial hipocresia y mentira de lo que tacha especialmente a las mujeres hermosas Este es un motivo bastante recurrente por el autor que desarrollo en algunos de sus sonetos 27 Al poder corruptor del dinero y a la obsesion por obtenerlo a como de lugar atribuye Quevedo la ruina de Espana a traves de un talante satirico y burlesco Aunque muchos autores suponen que Quevedo mantiene una actitud reformista la conclusion generalmente aceptada pone en primer plano la dimension puramente literaria disminuyendo el alcance social de los Suenos 28 Ignacio Arellano considera a Los suenos como el mas afilado ataque contra todo el sistema politico social que jamas se escribiera en el periodo de declinacion de la monarquia espanola 29 Otros autores como James O Crosby matizan esta hipotesis al senalar que el ataque no es contra el sistema en si sino contra la monstruosa corrupcion que amenazaba incluso la propia vigencia del aparato monarquico 30 Analisis EditarSueno del Juicio Final Editar Articulo principal Sueno del Juicio Final Ilustracion del Juicio Final en una edicion de 1699 Amberes Henrico y Cornelio Verdussen Es el primer Sueno y se caracteriza por ser el mas escueto jocoso y desenfadado a diferencia de otras obras quevedescas del mismo periodo como La vida del Buscon El tema del Juicio Final uno de los preferidos de la Contrarreforma es solo un pretexto para hilvanar escenas sueltas sobre los distintos oficios del mundo y emitir graciosos juegos de palabras 31 Crosby conjetura que esta obra nunca se publico en su forma original debido a las poderosas criticas contra elementos de la Espana de los Felipes 32 La justicia y su aplicacion en la epoca de Quevedo constituye uno de los topicos sobre los que se cimenta este sueno Otro de los elementos importantes es la degradacion fisica mutilacion casi grotesca de los condenados que se repite a lo largo del texto 33 Esta narracion comienza al insertar siete textos clasicos entre ellos uno de Homero El narrador que se compara con varios reyes y profetas del Antiguo Testamento senala que su sueno es de inspiracion divina 34 En la primera parte Quevedo satiriza algunos pasajes del Apocalipsis de san Juan en forma de visiones ironicas sobre el cielo y el infierno Toda la accion se realiza en un valle de acuerdo a lo narrado en el Libro de Joel 35 El narrador observa el espectaculo desde una cuesta y senala varias dificultades para percibir los sucesos lo que brinda de un inusitado dramatismo a la escena 36 Las referencias al transcurso del tiempo son bastante abstractas al punto de que no se puede reconstruir o calcular la duracion del juicio Destaca la condenacion de los escribanos y fariseos que ocurre antes de la presentacion de Judas Mahoma y Martin Lutero como los maximos pecadores de la humanidad 37 Por ultimo el desorden estructural y la carencia de logica permiten a Quevedo representar el azoro de los seres humanos desprevenidos ante la llegada del Juicio 38 Una escena que podria considerarse majestuosa y soberana se convierte en una parodia plagada de ironias e irreverencias Al final del Sueno el narrador despierta y concluye diciendo que su objetivo es la meditacion y la reflexion 39 El alguacil endemoniado Editar Articulo principal El alguacil endemoniado A diferencia del Juicio esta satira es la primera presentada en forma de discurso o coloquio entre un interlocutor y el Diablo 40 El licenciado Calabres sacerdote hipocrita y realizador de exorcismos es el otro personaje del Alguacil 41 Intenta repetidamente exorcizar al demonio que ha poseido al alguacil aunque no tiene mucho exito Para Crosby Calabres representa a todos aquellos que callan la verdad 42 ora por miedo ora por velar sus intereses El mismo Quevedo por temor a la represion ideologica se nego a publicar tal cual muchos de sus escritos 43 El alguacil endemoniado El sacerdote Calabres clerigo de alto rango en la Espana de los Felipes personaliza la satira burlona y acida que Quevedo realiza contra el enorme poder de la Iglesia espanola 44 La satira es muy atrevida ya que durante la parodia del exorcismo Calabres mantiene una conversacion personal y directa con el espiritu maligno cosa prohibida especificamente por el Rituale romanum 45 En la parroquia de san Pedro Martir de Madrid Quevedo situa la accion del Alguacil En este contexto fisico se traslucen varias implicaciones socioculturales de la obra como la critica a las supersticiones populares que atribuian a los demonios todos los males de la sociedad Quevedo conocia bien este fenomeno y a lo largo de su obra lo ridiculiza y hace ver obsoleto y pasado de moda 46 La eleccion de la iglesia de san Pedro Martir como vehiculo para narrar la obra no es casualidad desde mediados del siglo XVI circulaba una leyenda popular que otorgaba facultades sobrenaturales a una campana que estuvo en la torre mudejar de San Pedro hasta 1567 47 Situar un exorcismo en dicho lugar es una alusion encubierta al poder de la campana que protegia contra los rayos y los demonios 48 Calabres representa una realidad muy comun en la Espana de Quevedo religion y creencias supersticiosas como elemento fundamental de una sociedad regida por la Iglesia La Inquisicion representada por su santo patrono san Pedro Martir era omnipresente en todos los aspectos del pais ejercia una influencia demasiado poderosa que Quevedo intenta retratar en su discurso 49 Calabres acusa al diablo de mentir y pone en tela de juicio la veracidad de sus palabras escudandose en las numerosas condenas que la Iglesia ha lanzado contra el a lo largo de los siglos 50 El sacerdote se ha colocado a si mismo en una especie de antagonista de la verdad 51 por lo que el diablo le recuerda algunas leyendas grecorromanas sobre la Verdad y la Justicia Al final Quevedo pide a sus lectores que lean con atencion el Alguacil porque algo de cierto encierran las palabras del demonio injustamente tratado por el ensalmador Calabres 52 El ultimo parrafo del texto contiene cuatro citas sobre sujetos que tradicionalmente han sido tenidos por malos como Herodes Antipas o Caifas 53 a quienes Quevedo intenta analizar imparcialmente para descubrir la verdad de sus acciones Son citas complicadas y enigmaticas que sin embargo ofrecen gran relacion con los exorcismos 54 Sueno del Infierno Editar Articulo principal Sueno del Infierno El sueno del Infierno Para diferenciarse del estilo jocoso y desenfadado propio del Alguacil Quevedo ocupa aqui un lenguaje mas brusco y hostil hacia sus lectores que puede notarse desde las primeras lineas del prologo 55 La razon mas poderosa que se ha supuesto para este cambio podria ser la animadversion de sus contemporaneos a Quevedo quien habia satirizado a la represiva sociedad espanola en sus dos obras anteriores tambien mencionadas por el madrileno en la introduccion en un intento de afirmar su propiedad literaria sobre su serie 56 El autor afirma la verdad suprema contenida en el Infierno con elegancia y majestuosidad aunque nada mas entrar en el su estilo se torna grosero y alaba a los demonios que habitan alli A traves del relato se constata el horror que el narrador experimenta en el infierno donde se encuentra a gente peor que Judas 57 Al final del discurso sale espantado aunque no experimenta la paz sino que conserva el espanto de haber conocido a Lucifer La narracion se centra en una persona de nombre desconocido que no puede obtener la paz similar a Dante en El Infierno 58 Quevedo no muestra un proposito piadoso al contrario parodia varios pasajes de la Biblia relativos al infierno para disfrutar de manera frivola los placeres carnales del infierno 59 solo a traves de su experiencia y dejando de lado el dogma catolico Es uno de los narradores mas complejos de todo el corpus quevediano 60 Al final el narrador visita el camarin de Lucifer escena considerada la cumbre de esta obra por su ironia y deshumanizacion 61 El espectaculo es macabro y Quevedo se burla del demonio por colocar a reyes y emperadores del mundo como ornato de su sala 62 Tambien satiriza Quevedo a las mujeres y hombres adulteros 63 Para ello se sirve de sarcasmos desfiguraciones y falsificaciones recursos comunes en su obra 64 A traves de la figura del diablo Quevedo se permite transgredir muchos de los limites literarios y verbales de la moral de la epoca El paradigma del mundo al reves permite al autor satirizar las convenciones de la nobleza la honra la castidad la conquista de America e incluso los zurdos 65 El mundo por de dentro Editar Articulo principal El mundo por de dentro El mundo por de dentro Es el discurso menos humoristico y mas moralizador de Quevedo quien deja muchos pasajes de la obra al juicio interpretativo de sus lectores Desde el titulo se anuncia la voluntad de analizar el mundo interior ya que el madrileno hace unas aclaraciones importantes con respecto al mundo por de fuera y por de dentro 66 Sin embargo ello no exime a Quevedo de rechazar los modelos moralistas mas proximos a su epoca para privilegiar los de la antiguedad pagana como los socraticos 67 En las primeras lineas de discurso se menciona la condicion humana de acuerdo al ascetismo contrarreformista mientras que ya el segundo parrafo se convierte en una confesion personal sobre los errores mundanos del narrador Todo este conjunto guarda gran similitud con el poema Heraclito cristiano escrito por Quevedo anos despues 68 La narracion toma a partir de aqui un sesgo alegorico y onirico matizado por dos personajes centrales el joven narrador ingenuo y el viejo guia y pastor de su pupilo 69 El viejo representa la antiquisima tradicion clasica de la Verdad como Virgilio durante las escenas cumbres de la Divina Comedia dantesca 69 La dinamica de todo el discurso plantea el conflicto por momentos sin resolucion entre la ingenuidad y nobleza del joven que prefiere los placeres humanos frente al desengano del viejo que basa su experiencia en la vida y en la doctrina cristiana 70 La accion se ubica en una ciudad donde la universalidad de la hipocresia es uno de los temas fundamentales 71 El viejo critica muchos aspectos del comportamiento social de los personajes discurso fuertemente enraizado con la tradicion judeocristiana Quevedo satiriza especialmente las frustraciones sexuales y el machismo asunto que ocupa casi la mitad de la obra 72 Sueno de la muerte Editar Articulo principal Sueno de la muerte Sueno de la muerte El narrador deprimido comienza un viaje por el inframundo donde la Muerte le sirve de guia A lo largo del trayecto va encontrando a muchos personajes muertos de la historia de Espana entre ellos al marques de Villena quien protagoniza una aspera critica del estado de la sociedad peninsular 73 De todos los Suenos el de la Muerte es el mas sombrio y el mas preciso Tambien es donde se pueden encontrar el mayor numero de alusiones ideologicas quevedianas sobre todo a los medicos particularisima obsesion personal de Quevedo 74 Quevedo se mofa de la imagen tradicional de la muerte e incluso distorsiona su aspecto fisico para alejarse de las supersticiones de su epoca 75 La figura del tribunal de la Muerte constituye una de las innovaciones mas conocidas de todos los Suenos Directamente es una parodia del tribunal de Dios que aparece en el Sueno del Juicio 76 Aqui la Muerte esta rodeada de los elementos mas negativos del caracter humano como la Envidia y la Avaricia en contraposicion otra vez a los integrantes del tribunal de Dios Es un elemento moralizante a pesar de su caracter sumamente profano 77 Es tambien la obra mas sexual de toda la serie 78 A lo largo de sus paginas se encuentra tal cantidad de personajes y situaciones que aluden directamente a la rigida moral sexual de la epoca de Quevedo Una escena por ejemplo parodia El jardin de las delicias de El Bosco 79 Ediciones EditarAntiguas Editar Suenos y discursos de verdades descubridoras de abusos vicios y enganos en todos los oficios y estados del mundo Barcelona Esteban Liberos 1627 Suenos y discursos de verdades descubridoras de abusos vicios y enganos en todos los oficios y estados del mundo Valencia Juan Bautista Marzal 1627 Suenos y discursos de verdades descubridoras de abusos vicios y enganos en todos los oficios y estados del mundo Zaragoza Pedro Cabarte 1627 Desvelos sonolientos y verdades sonadas Zaragoza Pedro Verges 1627 Suenos y discursos o desvelos sonolientos Barcelona Pedro Lacavalleria 1628 Juguetes de la ninez y travesuras del ingenio Madrid viuda de Alonso Martin 1631 Modernas Editar En obras completas Editar Obras completas de don Francisco de Quevedo edicion de Aureliano Fernandez Guerra dos volumenes Madrid BAE 1845 1849 Obras completas obras en prosa edicion de Luis Astrana Marin Madrid M Aguilar 1916 Obras completas obras en prosa edicion de Felicidad Buendia Madrid M Aguilar 1958 Reimpresa en 1961 y 1972 Francisco de Quevedo Parte de obra completa Madrid Espasa Calpe 1997 Obras festivas y jocosas Barcelona MRA 1997 Prosa completa obras satiricas y festivas Madrid Ediciones Ibericas 1997 Obras jocosas Arganda del Rey Edimat 1998 Poesia moral Polimnia edicion de Alfonso Rey Madrid Tamesis 1998 Prosa festiva y satirica Madrid Aguilar 2002 Antologia de Quevedo edicion de Gabriel Maldonado Boadilla del Monte Acento Editorial 2003 Obras completas en prosa dos volumenes edicion de Alfonso Rey Madrid Castalia 2003 Prosa satirica edicion de Ignacio Arellano Madrid Ollero Ramos 2003 Sueltas Editar Las zahurdas de Pluton Poitiers Mas 1955 Suenos y discursos edicion de Felipe Maldonado Madrid Castalia 1973 Los suenos edicion de Jose Antonio Alvarez Vazquez Madrid Alianza 1983 Los suenos edicion de Henry Ettinghausen Barcelona Planeta 1984 Los suenos edicion de Mercedes Etreros Barcelona Plaza y Janes 1984 Suenos y discursos edicion de James O Crosby Madrid Castalia 1993 Los suenos Madrid Alianza 1998 Los suenos edicion de Ignacio Arellano y Carmen Pinillos Madrid Espasa Calpe 1998 reedicion en 2001 Suenos Madrid Ediciones Libertarias Prodhufi 1998 Los suenos edicion de Ignacio Arellano Madrid Catedra 1999 Los suenos Barcelona Edicomunicacion 1999 Suenos y discursos Barcelona Bibliotex 1999 Los suenos edicion de Alex Broch Barcelona Oceano Grupo 2000 Los suenos Arganda del Rey Edimat Libros 2000 Los suenos Barcelona Planeta 2002 Notas Editar Estruch pag 3 Estruch pag 4 Estruch pag 5 Henry Ettinghausen Enemigos e inquisidores los Suenos de Quevedo ante la critica de su tiempo Literatura sociedad y politica en el Siglo de Oro Barcelona Universitat Autonoma de Barcelona 2010 pags 297 318 ISBN 84 4902 6492 Estruch pag 6 El chiton de las tarabillas edicion critica y notas de Manuel Uri Martin Madrid Castalia 1998 Clasicos Castalia 243 ISBN 84 7039 799 0 George Haley The earliest dated manuscript of Quevedo s Sueno del Juicio Final Modern Philology 67 1970 pags 238 262 Crosby pag 114 Garcia de la Concha pag 84 Estruch pag 7 Estruch pag 8 Atribuido a Juan van der Hamen pero considerado tradicionalmente copia de un retrato de Diego Velazquez Arellano pag 21 Arellano pag 22 Arellano pag 23 Arellano pag 24 Arellano pag 25 Arellano pag 26 Arellano pag 27 Estruch pag 9 Estruch pag 10 Estruch pag 11 Crosby loc cit Garcia de la Concha pag 83 Estruch pag 12 Estruch pag 13 Arellano pag 32 Arellano pag 35 Arellano op cit Crosby op cit Estruch pag 13 y ss Crosby loc cit Arellano pag 45 Crosby pag 20 Crosby pag 21 Crosby pag 22 Crosby pag 23 Crosby pag 24 Crosby pag 25 Crosby pag 26 Crosby pag 27 Crosby pag 28 Crosby pag 29 Crosby pag 30 Crosby pag 31 Crosby pag 32 Crosby pag 33 Crosby pags 34 36 Crosby pag 37 Crosby pag 38 Crosby pag 39 Crosby pag 40 Crosby pag 41 Crosby pag 42 Crosby pag 43 Crosby pag 44 Crosby pag 45 Crosby pag 46 Crosby pag 47 Crosby pag 48 Crosby pag 49 Crosby pag 50 Crosby pag 51 Crosby pag 52 Crosby pags 53 59 Crosby pag 61 Crosby pag 67 70 Crosby pag 62 a b Crosby pag 63 Crosby pag 64 Crosby pag 65 Crosby pag 66 Crosby pag 71 Crosby pag 72 Crosby pag 73 Crosby pag 76 Crosby pag 78 Crosby pag 80 Crosby pag 86 Bibliografia EditarARELLANO Ignacio Introduccion Los suenos Madrid Catedra 1999 Letras Hispanicas 335 pags 9 46 ISBN 84 376 1007 9 ESTRUCH TOBELLA Joan Estudio preliminar Suenos Madrid Akal 1991 Nuestros Clasicos 2 pags 7 33 ISBN 84 7600 73 10 GARCIA DE LA CONCHA Victor coord Homenaje a Quevedo actas de la II Academia Literaria Renacentista Universidad de Salamanca 1982 Biblioteca Academica 2 ISBN 84 7481 19 53 JAURALDE POU Pablo Francisco de Quevedo Madrid Castalia 1999 ISBN 84 7039 812 1 O CROSBY James Introduccion Suenos y discursos Madrid Castalia 1993 Clasicos Castalia 199 pags 17 87 ISBN REY Alfonso Quevedo y la poesia moral espanola Madrid Castalia 1995 ISBN 84 7039 726 5 Enlaces externos Editar Wikimedia Commons alberga una galeria multimedia sobre Suenos y discursos Los suenos de Francisco de Quevedo Edicion digital de Suenos y discursos de verdades descubridoras de abusos vicios y enganos en todos los oficios y estados del mundo Algunas ediciones recientes de obras de Quevedo en ISBN 1997 2002 Algunas ediciones recientes de obras de Quevedo en ISBN 2002 2003 Datos Q6683272 Multimedia Suenos y discursos Obtenido de https es wikipedia org w index php title Suenos y discursos amp oldid 121404313, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

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