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Palacio de la Aljafería

El palacio de la Aljafería (en árabe, قصر الجعفرية‎, tr. Qaṣr al-Jaʿfariyah, por derivación de uno de los nombres del rey que lo mandó construir, Abú Yaáfar al-Muqtádir)[1]​ es un palacio fortificado construido en Zaragoza en la segunda mitad del siglo XI por iniciativa de al-Muqtadir como residencia de los reyes hudíes de Saraqusta. Este palacio de recreo (llamado entonces Qasr al-Surur o 'palacio de la Alegría') refleja el esplendor alcanzado por el reino taifa en el periodo de su máximo apogeo político y cultural.

Palacio de la Aljafería
Monumento histórico artístico (1931)
 Patrimonio de la Humanidad (parte de «Arquitectura mudéjar de Aragón», n.º ref. 378ter)

Vista del exterior
Localización
País España España
Comunidad Aragón Aragón
Provincia Zaragoza Zaragoza
Municipio Zaragoza
Coordenadas 41°39′23″N 0°53′49″O / 41.65649, -0.89708
Información general
Uso • Sede de las Cortes de Aragón (desde 1987)
• Palacio real (de los reyes de la taifa de Saraqusta, s. XI, y luego de los de Aragón)
•1487-1706, sede del Tribunal del Santo Oficio y cárcel
• Cuartel
Historia
Construcción Siglo XI
Reconstrucciones • 1488-1495, palacio para los Reyes Católicos
• Desde 1593, como palacio-fortaleza
• 1772, como cuartel
• 1985-1998, como sede de las Cortes aragonesas y recuperación del monumento.
Características
Tipo Palacio fortificado
Estilo Mudéjar aragonés
Planta y mapa
Planta de la Aljafería restaurada (marrón oscuro: hemiciclo y dependencias de las Cortes de Aragón; gris, foso)
Mapa de localización
Palacio de la Aljafería
Localización en la provincia de Zaragoza.

Su importancia radica en que es el único testimonio conservado de un gran edificio del arte hispanomusulmán de la época de las taifas. De modo que, si se conserva un magnífico ejemplo del califato de Córdoba, su mezquita (siglo X), y otro del canto de cisne de la cultura islámica en al-Ándalus, del siglo XIV, la Alhambra de Granada, se debe incluir en la tríada de la arquitectura hispanomusulmana el palacio de la Aljafería de Zaragoza (siglo XI) como muestra de las realizaciones del arte taifa, época intermedia de reinos independientes anterior a la llegada de los almorávides. Los «restos mudéjares del palacio de la Aljafería» fueron declarados individualmente Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1986 como parte del conjunto «Arquitectura mudéjar de Aragón».[2]

Las soluciones adoptadas en la ornamentación del palacio de la Aljafería, como la utilización de arcos mixtilíneos y de los salmeres en «S», la extensión del ataurique calado en grandes superficies o la esquematización y abstracción progresiva de las yeserías de carácter vegetal, influyeron decisivamente en el arte almorávide y almohade tanto del Magreb como de la península ibérica. Asimismo, la transición de la decoración hacia motivos más geométricos está en la base del arte nazarí.

Tras la reconquista de Zaragoza en 1118 por Alfonso I el Batallador pasó a ser residencia de los reyes cristianos de Aragón, con lo que la Aljafería se convirtió en el principal foco difusor del mudéjar aragonés. Fue utilizada como residencia regia por Pedro IV el Ceremonioso (1319-1387) y posteriormente, en la planta principal, se llevó a cabo la reforma que convirtió estas estancias en palacio de los Reyes Católicos en 1492. En 1593 experimentó otra reforma que la convertiría en fortaleza militar, primero según diseños renacentistas (que hoy se pueden observar en su entorno, foso y jardines) y más tarde como acuartelamiento de regimientos militares. Sufrió reformas continuas y grandes desperfectos, sobre todo con los Sitios de Zaragoza de la Guerra de la Independencia hasta que finalmente fue restaurada en la segunda mitad del siglo XX y actualmente acoge las Cortes de Aragón.

En su origen la construcción se hizo extramuros de la muralla romana, en el llano de la saría o lugar donde los musulmanes desarrollaban los alardes militares conocido como La Almozara. Con la expansión urbana a través de los años, el edificio ha quedado dentro de la ciudad. Se ha podido respetar a su alrededor un pequeño entorno ajardinado.

La torre del Trovador

 
Torre del Trovador.
 
Primera planta. Se aprecian los arcos de herradura del siglo IX o X.

La edificación más antigua de la Aljafería es la llamada «torre del Trovador», que recibió este nombre a partir del drama romántico de Antonio García Gutiérrez, El trovador, de 1836. Este drama fue convertido en libreto para la ópera de Giuseppe Verdi Il trovatore, de 1853.

Se trata de una torre defensiva, de planta cuadrangular y cinco pisos que data de finales del siglo IX (según Bernabé Cabañero Subiza, de la segunda mitad del siglo X),[3]​ en el periodo gobernado por el primer Tuyibí, Muhammad Alanqar, que fue nombrado por Muhammad I, emir independiente de Córdoba. La torre mantiene vestigios del arranque de los gruesos muros de aparejo de sillería de alabastro en su parte inferior, y continuaba con otros de encofrado de hormigón simple de yeso y cal, algo más delgados al ganar en altura.

El exterior no refleja la división en cinco pisos interna y aparece como un enorme prisma macizo apenas roto por vanos en aspillera. El ingreso al interior se efectuaba a través de una pequeña puerta en altura a la que solo se podría acceder mediante una escala portátil. Su función inicial, era, por todos estos indicios, eminentemente militar.

La primera planta conserva la estructura constructiva del siglo IX, que alberga dos naves y seis tramos separados mediante dos pilares cruciformes de los que parten arcos de herradura rebajados. A pesar de su sencillez, conforman una estancia equilibrada, que ritma el techo al modo de las mezquitas califales y que pudo ser utilizada como baños.

La segunda planta repite el mismo esquema espacial de la anterior, y se observan restos de fábrica musulmana del siglo XI en los lienzos de ladrillo, lo que indica que ya la segunda planta fue reconstruida posiblemente a la vez que el palacio en época de Al-Muqtadir. En el piso tercero, cuya estructura también sería del siglo XI, con arcos también de herradura, aparecen pintados en el techo motivos geométricos mudéjares donde se pueden leer los nombres de Eneas, Amor y Venus, y que datan, posiblemente, del siglo XIV.

Algo similar ocurre con el aspecto de las dos últimas plantas, de factura mudéjar, y cuya construcción se debería a la edificación del palacio de Pedro IV anexo, que está comunicado con la torre del trovador gracias a un corredor, y se configuraría así como torre del homenaje. Los arcos de estas plantas ya reflejan su estructura cristiana, pues son arcos ligeramente apuntados, y soportan techumbres no abovedadas, sino estructuras planas en madera.

Su función en los siglos IX y X era la de torre vigía y bastión defensivo. Estaba rodeada por un foso. Fue integrada después por los Banu Hud en la construcción del castillo-palacio de la Aljafería, constituyéndose en una de las torres del entramado defensivo del lienzo norte exterior. A partir de la reconquista española, siguió usándose como torre del homenaje y en 1486 se convirtió en calabozo de la Inquisición. Como torre-prisión se usó también en los siglos XVIII y XIX, como demuestran los numerosos graffiti inscritos allí por los reos.

El palacio taifa

 
Portada de acceso al Palacio de la Aljafería.

La construcción del palacio —en su mayor parte realizada entre 1065 y 1081—[4]​ fue ordenada por Abú Ya'far Ahmad ibn Sulaymán al-Muqtadir Billah, conocido por su título honorífico de Al-Muqtadir ('el Poderoso'), segundo monarca de la dinastía de los Banu Hud, como símbolo del poder alcanzado por la Taifa de Zaragoza en la segunda mitad del siglo XI. El rey en persona llamó a su palacio Qasr al-Surur ('Palacio de la Alegría') y a la sala del trono que él presidía en recepciones y embajadas, Maylis al-Dahab ('Salón Dorado') como se atestigua en los siguientes versos del propio monarca:

¡Oh Palacio de la Alegría!, ¡Oh Salón Dorado!

Gracias a vosotros llegué al colmo de mis deseos.

Y aunque en mi reino no tuviera otra cosa,

para mí sois todo lo que pudiera anhelar.

El nombre de Aljafería se documenta por primera vez en un texto de Al-Yazzar as-Saraqusti (activo entre 1085 y 1100) —que transmite además el nombre del arquitecto del palacio taifal, el eslavo Al-Halifa Zuhayr—[4]​ y otro de Ibn Idari de 1109, como derivación del prenombre de Al-Muqtadir, Abu Ya'far, y de «Ya'far», «Al-Yafariyya», que evolucionó a «Aliafaria» y de ahí a «Aljafería».

La disposición general del conjunto del palacio adopta el arquetipo de los castillos omeyas del desierto de Siria y Jordania de la primera mitad del siglo VIII, (como el de Qasr al-Hayr al-Sharqi,[5]Qusair Mushatta, Jirbat al-Mafyar y, ya de la primera etapa abbasí, el palacio de Ujaidir) que eran de planta cuadrada y torreones ultrasemicirculares en los paños, con un espacio central tripartito, que deja tres espacios rectangulares de los que el central aloja un patio con albercas y, en los extremos septentrional y meridional del mismo, los salones palaciegos y las dependencias de la vida cotidiana.

 
Friso del Salón Dorado de la Aljafería, que conserva restos de policromía. Siglo XI.

En la Aljafería se rinde homenaje a este modelo de castillo-palacio, cuya zona noble está situada en el segmento central de su planta cuadrada, si bien el alineamiento de los lados de esa planta es irregular. Es el rectángulo central el que acoge las dependencias palaciegas, organizado en torno a un patio con aljibes frente a los pórticos norte y sur al que vierten las estancias y salones reales.

En los extremos norte y sur se sitúan los pórticos y dependencias de habitación, y en el caso de la Aljafería, el más importante de estos sectores es el norte, que en origen estaba dotado de una segunda planta y poseía mayor profundidad, además de ser antecedido por un testero de columnas abierto y profusamente decorado, que se extendía en dos brazos mediante dos pabellones a sus flancos y que servía de pórtico teatral al salón del trono (el salón dorado de los versos de Al-Muqtadir) situado al fondo. Se producía con ello un juego de alturas y de diversos volúmenes cúbicos que comenzaban por los corredores perpendiculares de los extremos, se resaltaba con la presencia de la altura de la segunda planta y finalizaba con la torre del trovador que ofrecía su volumen al fondo a la mirada de un espectador situado en el patio. Todo ello, reflejado además en el aljibe, realzaba la zona regia, lo que se corrobora por la presencia en el extremo oriental del testero norte de una pequeña mezquita privada con mihrab.

En el centro del muro norte del interior del Salón Dorado había un arco ciego —donde se situaba el rey— en cuya rosca se disponía una trama geométrica muy tradicional imitando la celosía de la fachada del mihrab de la Mezquita de Córdoba, edificio al que se buscaba emular. De este modo, desde el patio, aparecía semioculto por las tramas de columnas tanto de la arquería de acceso al Salón Dorado, como de las del pórtico inmediato, que daban un aspecto de celosía, una ilusión de profundidad, que admiraba al visitante y prestaba esplendor a la figura del monarca.

 
Reconstrucción de la policromía de un panel de decoración geométrica de yeserías.

Para recordar el aspecto del palacio a fines del siglo XI hay que imaginarse que todos los relieves vegetales, geométricos y epigráficos estaban policromados en tonos en los que predominaba el rojo y el azul para los fondos y el dorado para los relieves, que, junto con los zócalos en alabastro con decoración epigráfica y las solerías de mármol blanco, daba al conjunto un aspecto de gran magnificencia.

Los diversos avatares sufridos por la Aljafería, han hecho desaparecer de esta disposición del siglo XI gran parte de los estucos que componían la decoración y, con la construcción del palacio de los Reyes Católicos en 1492, toda la segunda planta, que rompió los remates de los arcos taifales. En la restauración actual, se observan en color más oscuro los atauriques originales y en acabados blancos y lisos la reconstrucción de enlucido de la decoración los arcos, cuya estructura, eso sí, permanece indemne.

La decoración de las paredes del Salón Dorado ha desaparecido en su mayor parte, aunque se conservan restos de su ornato en el Museo de Zaragoza y en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid. Francisco Íñiguez inició su restauración, reponiendo las decoraciones que existían en sus lugares de origen y extrayendo vaciados completos de las arquerías del pórtico sur.

Estas fueron las funciones y aspecto del palacio hudí del siglo XI. A continuación se detallan las partes más importantes del edificio tal y como se encuentran en la actualidad.

Estancias del lado norte

 
Estancias del testero norte, con el triple acceso al Salón Dorado.

En el testero norte se edifica el conjunto más importante de dependencias del palacio de época hudí, pues incluye el Salón del Trono o Salón Dorado y la pequeña mezquita privada, situada en el costado oriental del pórtico de acceso que sirve de antesala al oratorio. En su interior aloja un mihrab en el ángulo suroriental, cuyo nicho, por tanto, se orienta en dirección a la Meca, como ocurre en todas las mezquitas excepto en la de Córdoba.

Los suelos de las estancias regias eran de mármol y las recorría un zócalo de alabastro. Los capiteles eran de alabastro, excepto algunos de mármol reaprovechados de época califal. Circundaba estas salas una banda de decoración epigráfica con caracteres cúficos que reproducían suras coránicas que aludían al significado simbólico de la ornamentación. Las suras que corresponden a estas inscripciones han podido ser deducidas de los fragmentos supervivientes.

En dos de estos relieves caligráficos puede encontrarse el nombre de Al-Muqtadir, por lo que se ha datado la construcción del palacio, al menos en una primera fase, entre 1065 y 1080. Uno de ellos dice textualmente «Esto [la Aljafería] lo mandó hacer Ahmed al-Muqtadir Billáh».

El Salón Dorado

 
Vista de la techumbre del Salón Dorado desde la puerta de la alcoba oriental. Se aprecia el intradós del arco decorado con yeserías.

El Salón Dorado tenía en sus extremos este y oeste dos aposentos que fueron alcobas privadas posiblemente de uso regio. Hoy se ha perdido la alcoba del flanco occidental, que se usó como dormitorio real y utilizaron también los reyes aragoneses hasta el siglo XIV.

La mayoría de las yeserías de atauriques, que tapizaban con paneles decorativos labrados en yeso las paredes de estas estancias, así como un zócalo de alabastro de dos metros y medio de altura y los suelos de mármol blanco del palacio original, se han perdido. Los restos que se han conservado, tanto en museos como los escasos que se hallan en este salón regio, permiten, sin embargo, reconstruir el aspecto de esta decoración polícroma, que, en su día, debió ser espléndida.

Los techos, alfarjes en madera, reproducían el firmamento, y todo el salón era una imagen del cosmos, cuajada de símbolos del poder que sobre el universo celeste ejercía el monarca de Zaragoza, que aparecía así como heredero de los califas.

El acceso al Salón Dorado se efectúa a través de un lienzo con tres vanos. Uno central muy amplio, que conforman cinco columnas dobles de mármol con capiteles de alabastro islámicos muy estilizados que soportan cuatro arcos entrecruzados mixtilíneos, entre los cuales, en altura, se sitúan otros de herradura más simples.

El pórtico de entrada al Salón Dorado

 
Arco del pórtico de entrada.

Hacia el sur, se encuentra otra dependencia de parecido tamaño que vierte al patio por un pórtico de grandes arquerías polilobuladas. De nuevo hay un espacio tripartito, y sus extremos este y oeste se prolongan perpendicularmente con dos galerías laterales a las que se accede mediante amplios arcos polilobulados y que rematan en el extremo de sus brazos en sendos arcos apuntados también polilobulados cuyo alfiz está decorado por complejas lacerías y relieves de atauriques.

Es de señalar que toda esta estructura busca una apariencia de solemnidad y majestad que la escasa profundidad de estas estancias no daría a un espectador que accediera al salón del rey. Además hay que tener en cuenta que toda la ornamentación de yeserías del palacio estaba policromada en tonos azules y rojos en los fondos y de oro en los atauriques. Entre las filigranas se advierte la representación de un ave, insólita figuración zoomorfa en el arte islámico que podría representar una paloma, un faisán o un símbolo del rey como ser alado.

Las trazas de arcos mixtilíneos entrecruzados son características de este palacio y se da por primera vez en La Aljafería, desde donde se difundirán a las futuras edificaciones islámicas.

Al costado oriental del pórtico se sitúa un espacio sagrado, la mezquita, a la que se accede a través de una portada inspirada en el arte califal y que se describe a continuación.

La mezquita y el oratorio

 
Portada de la mezquita.

En el extremo oriental del pórtico de entrada al Salón Dorado, se encuentra una pequeña mezquita u oratorio privado para uso del monarca y sus cortesanos. A ella se accede a través de una portada que acaba en un arco de herradura inspirado en la Mezquita de Córdoba pero con salmeres en forma de S, una novedad que imitará el arte almorávide y nazarí. Este arco se apoya en dos columnas con capiteles de hojas muy geometrizantes, en la línea de las realizaciones arte granadino de soluciones en mocárabe. Su alfiz está profusamente ornamentado con decoración vegetal y sobre él se dispone un friso de arcos de medio punto entrecruzados.

Ya en el interior del oratorio hay un espacio reducido de planta cuadrada pero con esquinas achaflanadas, que lo convierte en una falsa planta octogonal. En el sector sureste, orientado hacia la Meca, se sitúa el nicho del mihrab. El frontal del mihrab se conforma mediante un arco de herradura muy tradicional, de formas cordobesas y rosca de dovelas alternadas, unas decoradas con relieves vegetales y otras lisas (aunque en origen estuvieron adornadas con decoración pictórica), que recuerdan la rosca del mihrab de la Mezquita de Córdoba, si bien lo que allí fueron materiales ricos (azulejería de mosaicos al estilo bizantino), en Zaragoza -con menos fasto y presupuesto que la Córdoba califal- son estucos en yeso y policromía típica del alarifazgo morisco, decoración que se ha perdido casi en su totalidad en el Palacio. Siguiendo con el arco de la portada, un alfiz enmarca su trasdós, en cuyas albanegas aparecen rehundidas dos rosetas gallonadas, como también lo es la cúpula del interior del mihrab.

 
Interior del Oratorio. Frontal del mihrab.

El resto de los muros de la mezquita están decorados con arcos ciegos mixtilíneos enlazados y decorados en toda la superficie con atauriques vegetales de inspiración califal. Estos arcos se apoyan en columnas rematadas en capiteles de esbelto canastillo. Un zócalo de losas cuadradas de mármol recubre la parte inferior de los muros de la mezquita.

Todo ello se remata en alzado con una espléndida teoría de arquillos polilobulados entrecruzados, que, en este caso, no son ciegos en su totalidad, pues los de las esquinas en chaflán dejan ahora ver los ángulos de la estructura de planta cuadrada. Esta galería es la única que conserva restos de la decoración pictórica del siglo XI, cuyos motivos fueron rescatados por Francisco Íñiguez Almech tras retirar el encalado con que fueron cubiertos tras el paso de la Aljafería a capilla. Desgraciadamente, este restaurador, loable por haber salvado de la ruina al monumento, trabajó en una época de distintos criterios a los actuales, pues se proponía restituir todos los elementos a su aspecto original. Para ello repintó con pintura acrílica las huellas de restos islámicos, lo que hace a esta actuación irreversible y, por consiguiente, nunca veremos el, aunque muy desvaído, pigmento original.

La cúpula de la mezquita no se conservó, pues esa es la altura en la que se construyó el palacio de los Reyes Católicos; sin embargo, la característica planta octogonal hace pensar en que la solución siguiera al pie de la letra las existentes en la macsura de la mezquita de Córdoba, es decir, una cúpula de arcos de medio punto que se entrelazan formando un octógono en el centro. La propuesta de cubrimiento de Francisco Íñiguez es, sin embargo, en este caso, reversible, pues se trata de una cúpula desmontable de escayola. En 2006, Bernabé Cabañero Subiza, C. Lasa Gracia y J. L. Mateo Lázaro postularon que «los nervios de la bóveda [...] debían de tener la sección de arcos de herradura conformando un esquema de estrella de ocho puntas con una cúpula agallonada en el centro, como las existentes en las dos cúpulas laterales del transepto de la mezquita de Córdoba».[6]

El Patio de Santa Isabel

 
Patio de Santa Isabel.

Se trata del espacio abierto y ajardinado que unificaba todo el palacio taifal. A él vertían los pórticos norte y sur, y probablemente, habitaciones y dependencias situadas al este y oeste de este patio central.

Su nombre procede del nacimiento en la Aljafería de la infanta Isabel de Aragón, que fue en 1282 reina de Portugal. Se ha conservado la alberca original del sur, mientras que la del frente septentrional, del siglo XIV, se ha cubierto con un suelo de madera. La restauración intentó dar al patio el esplendor original, y para ello se dispuso una solería de placas de mármol en los pasillos que rodean al jardín de naranjos y flores.

La arcada que se contempla mirando hacia el pórtico sur está restaurada mediante el vaciado de los arcos originales que están depositados en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid y en el Museo de Zaragoza. Suponen el mayor atrevimiento y distancia por su innovación con respecto a los modelos califales de las arquerías del lado norte.

Según Christian Ewert, quien ha estudiado durante quince años los arcos de la Aljafería, cuanto más relacionados con zonas nobles (Salón Dorado y Mezquita) están las ornamentaciones de las arcadas, más respeto tienen a la tradición cordobesa de la que parten.

 
Detalle de los arcos del pórtico sur.

Estancias del lado sur

Completando el recorrido por el palacio del siglo XI, se llega al pórtico sur, que consta de una arquería en su flanco meridional que da acceso a un pórtico con dos estancias laterales.

Este pórtico era la antesala de un gran salón sur que tendría la misma disposición tripartita del existente en el lado norte, y del cual solo queda la arquería de acceso de arcos mixtilíneos de decoración geométrica. Quizá en este sector meridional se den los mayores atrevimientos en cuanto a las arquerías, mediante el entrecruzamiento de formas lobuladas, mixtilíneas, e inclusión de pequeños relieves de fustes y capiteles con función exclusivamente ornamental.

La complejidad de lacerías, atauriques y labrados lleva a una estética barroquizante, que constituye un preludio de la filigrana del arte de la Alhambra y que son unas de las más bellas de todo el arte andalusí.

El palacio de Pedro IV el Ceremonioso

Tras la toma de Zaragoza por Alfonso I el Batallador en 1118, la Aljafería fue habilitada como palacio de los reyes de Aragón y como iglesia, no siendo modificado sustancialmente hasta el siglo XIV con la actuación de Pedro IV el Ceremonioso.

Este rey amplió las dependencias palaciegas en 1336 y mandó construir la iglesia de San Martín en el patio de ingreso al alcázar. En esta época está documentado el uso de la Aljafería como lugar de partida del recorrido que llevaba a la Seo, donde los monarcas aragoneses eran solemnemente coronados y juraban los fueros.

La iglesia de San Martín

La iglesia de San Martín aprovecha los lienzos del ángulo noroeste de la muralla, hasta el punto de que se usó uno de sus torreones como sacristía y dio nombre al patio que da acceso al recinto taifal.

La fábrica, de estilo gótico-mudéjar, consta de dos naves de tres tramos cada una, en origen orientadas al este y apoyadas en dos pilares con semicolumnas adosadas en la mitad de las caras del pilar, cuya sección se recuerda en los cuadrilóbulos que albergan el escudo de armas del rey de Aragón en las albanegas de la portada, que es ya de la primera década del siglo XV y en la que nos detendremos más adelante.

 
Portada de época de Martín I el Humano (1399-1410).

Las bóvedas de estas naves, de crucería simple, se alojan sobre arcos formeros y perpiaños apuntados, en tanto que los diagonales son de medio punto. En los vértices de las bóvedas aparecen florones con los escudos de armas de la monarquía aragonesa. De su decoración solo se conservan fragmentos del recubrimiento pictórico y unos arcos agramilados mixtilíneos directamente inspirados en el palacio musulmán.

Resalta en el exterior la portada mudéjar de ladrillo referida con anterioridad, construida en tiempo de Martín I el Humano y abierta en el último tramo de la nave sur.

Esta portada se articula mediante un arco carpanel muy rebajado, cobijado por otro apuntado de mayores dimensiones. Enmarcando ambos, un doble alfiz decorado con motivos taqueados formando paños de rombos.

En las albanegas aparecen dos medallones cuadrilobulados que albergan escudos con la imagen de la insignia del rey de Aragón. En el tímpano resultante entre los arcos se dispone una banda de arquillos ciegos mixtilíneos entrecruzados, que de nuevo remiten a las series del palacio hudí. Esta franja se ve interrumpida por un recuadro que aloja un relieve incorporado recientemente.

La iglesia fue remodelada en el siglo XVIII, anteponiéndole una nave y cubriendo por tanto la portada mudéjar antes descrita. Los pilares y muros se remozaron y enlucieron al estilo neoclásico. Toda la reforma fue eliminada durante las restauraciones de Francisco Íñiguez, aunque por la documentación fotográfica existente, se sabe que había una esbelta torre que ahora aparece con remate almenado inspirándose en el aspecto de la iglesia mudéjar, y en el siglo XVIII culminaba con un curioso chapitel bulboso.

 
Alfiz y enjuta mudéjares del s. XIV. Palacio de Pedro IV.

El palacio mudéjar

No se trata de un palacio independiente, sino de la ampliación del palacio musulmán que todavía estaba en uso. Pedro IV trataba de dotar de salas más amplias, comedores y dormitorios a la Aljafería, pues las alcobas taifales se habían quedado pequeñas para el uso del Ceremonioso.

Estas nuevas salas se agrupan sobre el sector norte del palacio andalusí, a distintos niveles de altura. Esta nueva fábrica mudéjar fue extraordinariamente respetuosa con la construcción preexistente, tanto en planta como en alzado, y la integran tres amplios salones de planta rectangular cubiertos por extraordinarios aljarfes o techos mudéjares de madera.

También de esta época es la arquería occidental de arcos apuntados del Patio de Santa Isabel, intradosados en arcos lobulados, y una pequeña alcoba de planta cuadrada y cubierta con una cúpula octogonal de madera y una curiosa puertecilla de entrada en arco apuntado de intradós lobulado circunscrita en un finísimo alfiz, cuya enjuta se engalana de ataurique. Esta puerta conduce hacia una triple logia de arquillos de medio punto. La alcoba está ubicada en el bloque constructivo situado encima de la mezquita.

El palacio de los Reyes Católicos

 
Escalera.

En los últimos años del siglo XV los Reyes Católicos ordenan construir un palacio para uso real sobre el ala norte del recinto andalusí, configurando una segunda planta superpuesta a la del palacio existente. La edificación rompía las partes altas de las estancias taifales, donde se insertaron las vigas que sustentarían el nuevo palacio.

Las obras están fechadas entre 1488 y 1495 y en ellas siguieron participando maestros de obras moriscos, como Faraig y Mahoma de Gali, que, al igual que sucedió con Pedro IV (Yucef y Mohamat Bellito) mantuvieron la tradición de los alarifes del mudéjar en la Aljafería.

Al palacio se accede subiendo la escalera noble, una monumental construcción integrada por dos amplios tramos con pretiles de yeserías geométricas caladas iluminada por ventanales de medio punto angrelados de menuda decoración de hojas y tallos de raigambre gótica e influencias mudéjares, rematados en croché sobre la clave de los arcos.

El techo, grandioso, como en el resto de las dependencias palaciegas, se cubre con soberbias bovedillas de revoltón transversales dispuestas entre las jácenas, y están decoradas con pintura al temple con motivos iconográficos relativos a los Reyes Católicos: el yugo y las flechas alternan con recuadros de decoración en grisalla de grutescos y candelieri, que anuncia la decoración típica del Renacimiento.

 
Corredor de acceso a las salas nobles del Palacio de los Reyes Católicos. A la derecha, portada de la entrada principal.

La escalera da acceso a un corredor en la planta primera que comunica con las dependencias palaciegas propiamente dichas. Se abre a una galería de columnas de fuste torso que descansan sobre zapatas con relieves antropomorfos en sus extremos. Para apoyar este mirador y el resto de las nuevas dependencias fue necesario seccionar las zonas altas de los salones taifales del siglo XI y disponer ante el pórtico norte cinco potentes pilares octogonales que, junto a unas arquerías apuntadas tras ellos, forman un nuevo antepórtico que une los dos pabellones perpendiculares andalusíes antedichos.

Destaca la portada principal de acceso al salón del trono: de arco rebajado trilobulado, guarnecido con un tímpano de cinco lóbulos, en cuyo centro aparece representado el escudo de la monarquía de los Reyes Católicos, en el que figuran los blasones de los reinos de Castilla, León, Aragón, Sicilia y Granada, sostenido por dos leones tenentes. El resto del campo decorativo se acaba con una delicada ornamentación vegetal de factura calada, que reaparece en los capiteles corridos de las jambas. Toda la portada está trabajada en yeso endurecido, que es el material predominante a cara vista en los interiores de la Aljafería, pues los artesanos mudéjares perpetúan los materiales y técnicas habituales en el islam.

En el mismo paramento escoltan el ingreso dos amplios ventanales de triple arco mixtilíneo con celosías caladas sobre sus claves, gracias a los cuales se ilumina el espacio interior de las salas regias.

Una vez recorrido el espacio de la galería, se disponen varias salas que anteceden al gran Salón del Trono, que son denominadas «salas de los pasos perdidos». Se trata de tres pequeñas habitaciones de planta cuadrada comunicadas entre sí por grandes ventanales calados con celosías que dan al patio de San Martín, y que servían de antesalas de espera para quienes iban a ser recibidos en audiencia por los reyes.

 
Arco de la portada principal.

En nuestros días solo dos son visibles, pues la tercera se vio clausurada al reponer la cúpula de la mezquita. Su techumbre se trasladó a una dependencia contigua al salón del trono.

Uno de los elementos más estimables de estas salas son sus solerías, que en origen eran azulejos cuadrados y alfardones hexagonales de cerámica vidriada en colores, formando caprichosas cenefas. Fueron elaborados en los históricos alfares de Muel (Zaragoza) a fines del siglo XV. De los fragmentos conservados se ha partido para restaurar el suelo en su totalidad con cerámica que imita la forma y disposición de la antigua solería, aunque no su calidad de reflejos vidriados.

El otro elemento destacable son sus excelsas techumbres estilo mudéjar-reyes católicos, constituidas por tres magníficos taujeles de carpinteros mudéjares aragoneses. Estos techos presentan retículas geométricas de madera posteriormente tallada, pintada y sobredorada con pan de oro, entre cuyas molduras ostentan los conocidos motivos heráldicos de los Reyes Católicos: el yugo, las flechas y el nudo gordiano unido al clásico lema «Tanto monta» (para deshacer el nudo gordiano, tanto monta cortarlo como desatarlo, según la conocida anécdota atribuida a Alejandro Magno), así como un buen número de florones de hojarasca rematados con piñas pinjantes.

El salón del trono

Más complejo y difícil de describir es la magnificencia y suntuosidad del techo que cubre el Salón del Trono. Sus dimensiones son muy considerables (20 metros de longitud por 8 de anchura) y su artesonado está sustentado por gruesas vigas y traviesas que se decoran con lacerías que en las intersecciones forman estrellas de ocho puntas, al tiempo que generan treinta grandes y profundos casetones cuadrados.

En el interior de estos casetones se inscriben octógonos con un florón central de hojarasca rizada que rematan en grandes piñas colgantes que simbolizan la fertilidad y la inmortalidad. Este techo se reflejaba en el suelo, que reproduce los treinta cuadrados con sus respectivos octógonos inscritos.

 
Techumbre del Salón del Trono.

Bajo el artesonado discurre una airosa galería de arcos conopiales transitable y con antepechos calados desde la que los invitados podían contemplar las ceremonias regias. Para terminar, toda esta estructura se apoya en un arrocabe con molduras en nacela labradas con temas vegetales y zoomorfos (cardina, pámpanos, frutos de vid, dragones alados, animales fantásticos...), y, en el friso que rodea todo el perímetro del salón, aparece una leyenda de caligrafía gótica que reza:

Ferdinandus, Hispaniarum, Siciliae, Sardiniae, Corsicae, Balearumque rex, principum optimus, prudens, strenuus, pius, constans, iustus, felix, et Helisabeth regina, religione et animi magnitudine supra mulierem, insigni coniuges, auxiliante Christo, victoriosissimi, post liberatam a mauris Bethycam, pulso veteri feroque hoste, hoc opus construendum curarunt, anno salutis MCCCCLXXXXII.

La traducción de esta inscripción es:

Fernando, rey de las Españas, Sicilia, Córcega y Baleares, el mejor de los príncipes, prudente, valeroso, piadoso, constante, justo, feliz, e Isabel, reina, superior a toda mujer por su piedad y grandeza de espíritu, insignes esposos victoriosísimos con la ayuda de Cristo, tras liberar Andalucía de moros, expulsado el antiguo y fiero enemigo, ordenaron construir esta obra el año de la Salvación de 1492.

Época moderna y contemporánea

A comienzos de 1486 la zona del Patio de San Martín se destina a sede del Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición y se habilitan dependencias aledañas al patio para alojar a los oficiales de este organismo. Es probable que sea este el origen del uso como prisión de la Torre del Trovador.

La nueva función (que se prolongaría hasta los años iniciales del siglo XVIII) desencadenó un suceso que culminaría con un proyecto de reforma emprendido bajo el mandato de Felipe II por el que se convertiría de aquí en adelante en una base militar. En 1591, en los acontecimientos conocidos como Alteraciones de Zaragoza, el perseguido secretario del rey Felipe II, Antonio Pérez se acogió al Privilegio de Manifestación contemplado por el fuero de Aragón con el fin de eludir a las tropas imperiales. Sin embargo, el Tribunal de la Inquisición tenía jurisdicción sobre todos los fueros de los reinos, y, por esa causa, fue recluido en calabozos de la sede inquisitorial de la Aljafería, lo que provocó un levantamiento del pueblo ante lo que consideraron una violación del derecho foral, y acudieron al asalto de la Aljafería para rescatarlo. Tras la contundente actuación del ejército real, la revuelta fue sofocada, y Felipe II decidió consolidar la Aljafería como una ciudadela fortificada bajo su autoridad en prevención de revueltas similares.

El diseño de la obra, que consistió en una edificación militar «a la moderna», fue encargado al ingeniero militar sienés, Tiburzio Spannocchi. Este construyó un conjunto de habitáculos adosados a los muros sur y este que ocultaban los torreones ultrasemicirculares en su interior, aunque en la fachada este no afectó a los que flanqueaban la puerta de entrada y de estos en adelante. Rodeando todo el edificio, se levantó un muro almenado que dejaba en el interior un espacio de camino de ronda y que remataba en sus cuatro esquinas en cuatro baluartes de traza pentagonal, cuyos arranques se pueden contemplar en la actualidad. Todo el conjunto estaba circundado por un foso de veinte metros de anchura, reexcavado en 1982 por iniciativa del arquitecto Ángel Peropadre Muniesa, que se salvaba mediante dos puentes levadizos en los flancos este y norte. El aspecto de esta nueva planta se refleja en el plano de la Aljafería tal y como lo conocemos tras la última restauración finalizada en 1998.

La Aljafería de Spannocchi se mantuvo sin cambios sustanciales hasta 1705, en que debido a la Guerra de Sucesión Española fue alojamiento de dos compañías de tropas francesas que llevó a un recrecimiento de los parapetos de la muralla baja del foso efectuado por el ingeniero militar Dezveheforz.[¿quién?]

Pero la transformación decisiva como acuartelamiento se produjo en 1772 por iniciativa de Carlos III, en la que se remodelaron todas las fachadas al modo en que se presenta actualmente la occidental, y que convirtió los espacios interiores en dependencias para los soldados y oficiales que se alojaban en el edificio. En el tercio oeste del palacio se configuró un amplio patio de armas al que vierten las habitaciones de las distintas compañías, realizadas con sencillez y funcionalidad, siguiendo el espíritu racionalista de la segunda mitad del XVIII y el fin práctico a que se destinaron las zonas construidas entonces. Solo quedó pendiente la adición en 1862 de cuatro torreones neogóticos, de los que han llegado a nuestros días los situados en la esquina noroccidental y suroccidental.

Fue precisamente a mediados del siglo XIX cuando Mariano Nougués Secall dio la voz de alarma por el deterioro que presentaban los restos andalusíes y mudéjares del palacio en su informe de 1845 titulado Descripción e historia del castillo de la Aljafería, un riguroso estudio en el que se instaba a preservar este valioso conjunto histórico-artístico. Incluso la reina Isabel II aportó fondos para la restauración, y se creó una comisión en 1848 para emprenderla; pero en 1862 la Aljafería pasó de propiedad del Patrimonio Real a manos del Ministerio de la Guerra, lo que abortó su restauración y agravaría los daños producidos.

El deterioro continuó hasta que en 1947 el arquitecto Francisco Íñiguez Almech emprendiera, prácticamente en solitario, la tarea de su restauración integral, en la que estuvo ocupado hasta su muerte en 1982.

En los años 1960 se usó como cuartel militar, y se cubrió de yeso el decorado.

En 1984, la comisión parlamentaria creada para buscar una sede definitiva a las Cortes de Aragón recomendó ubicar el parlamento autonómico en el palacio de la Aljafería y el Ayuntamiento de Zaragoza (propietario del edificio) acordó ceder gratuitamente parte del complejo para ello por un plazo de 99 años.[7]​ De esta manera las operaciones de restauración tomaron un nuevo impulso con las actuaciones de Ángel Peropadre, Juan Antonio Souto (en labores arqueológicas), y, a partir de 1985, de Luis Franco Lahoz y Mariano Pemán Gavín, que llevaron a cabo el proyecto final de restauración de la Aljafería para la ubicación en él de la sede de las Cortes de Aragón. Acabadas las obras, la Aljafería fue inaugurada como monumento histórico artístico en 1998 por el príncipe Felipe de Borbón.

Véase también

Notas

  1. Véase la voz dedicada a «La Aljafería» en la Gran Enciclopedia Aragonesa, 2011.
  2. «Mudejar Architecture of Aragon». UNESCO World Heritage Center. Consultado el 29 de septiembre de 2014. 
  3. Cfr. Bernabé Cabañero Subiza, descripción artística en el cap. «El palacio musulmán», en aut. cit. et alt., La Aljafería (vol. I), Zaragoza, Cortes de Aragón, 1998. pág. 84.
  4. Bernabé Cabañero Subiza, op. cit., 1998, pág. 87.
  5. Imagen del palacio de Qasr al-Hayr al-Sharqi de Siria.
  6. Bernabé Cabañero Subiza, C. Lasa Gracia y J. L. Mateo Lázaro, «La Aljafería de Zaragoza como imitación y culminación del esquema arquitectónico y decorativo de la mezquita aljama de Córdoba», Artigrama, n.º 21, 2006, pág. 275. Apud. María Pilar Biel Ibáñez, «Nuevas noticias sobre el palacio de la Aljafería», en Guillermo Fatás (dir.), Guía histórico-artística de Zaragoza, 4ª ed. revisada y ampliada, Ayto. de Zaragoza, 2008, pág. 717. ISBN 978-84-7820-948-4.
  7. Sobradiel, Pedro I. (1998). Institución Fernando el Católico, ed. La Aljafería entra en el siglo veintiuno totalmente renovada tras cinco décadas de restauración. Grafimar·ca. p. 84. ISBN 84-7820-386-9. 

Bibliografía utilizada

  • Borrás Gualis, Gonzalo, «La ciudad islámica», en Guillermo Fatás (dir.), Guía histórico-artística de Zaragoza (3ª ed. rev. y amp.), Zaragoza, Ayto. de Zaragoza, 1991, págs. 71-100. ISBN 978-84-86807-76-4 Cfr. también el capítulo de Biel Ibáñez, María Pilar, «Nuevas noticias sobre el palacio de la Aljafería» con las novedades aparecidas y los datos actualizados hasta 2008, en Guillermo Fatás (dir.), Guía histórico-artística de Zaragoza, 4ª ed. revisada y ampliada, Zaragoza, Ayto. de Zaragoza, 2008, págs. 711-727. ISBN 978-84-7820-948-4
  • Cabañero Subiza, Bernabé (dir.) et al., La Aljafería, vol. I, Zaragoza, Cortes de Aragón, 1998. ISBN 978-84-86794-93-4
  • Cabañero Subiza, Bernabé y Carmelo de Lasa, El Salón Dorado de La Aljafería: ensayo de reconstitución formal e interpretación simbólica, Zaragoza, Instituto de Estudios Islámicos y del Oriente Próximo, 2004. ISBN 978-84-95736-34-5
  • Expósito Sebastián, Manuel, José Luis Pano Gracia y M.ª Isabel Sepúlveda Sauras, La Aljafería de Zaragoza, Zaragoza, Cortes de Aragón, 2006 (6.ª ed.). ISBN 978-84-86794-13-2

Enlaces externos

  •   Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobre el Palacio de la Aljafería.
  • Palacio de la Aljafería en el Catálogo de monumentos de Zaragoza • Ayuntamiento de Zaragoza.
  • Almagro, Antonio, «La imagen de la Aljafería a través del tiempo. Evolución morfológica», en Bernabé Cabañero Subiza (dir.), La Aljafería, vol. II, Zaragoza, Cortes de Aragón, 1998, págs. 407-421. ISBN 978-84-86794-94-1.
  • Borrás Gualis, Gonzalo M. y Bernabé Cabañero Subiza (coords.), La Aljafería y el Arte del Islam Occidental en el siglo XI. Actas del Seminario Internacional celebrado en Zaragoza los días 1, 2 y 3 de diciembre de 2004, Zaragoza, Institución «Fernando el Católico», 2012. ISBN 978-84-9911-207-7.
  • Cabañero Subiza, Bernabé, «La Aljafería de Zaragoza», Artigrama, n.º 22, 2007, págs. 103-129. ISSN 0213-1498. URL <http://hdl.handle.net/10261/5329>.
  • Ewert, Christian, Spanisch-Islamische Systeme sich Kreuzender Bögen, primera parte, Berlín, Walter de Gruyter, 1978. Segunda parte, 1980.
  • Nougués Secall, Mariano, Descripción e historia del Castillo de la Aljaferia, Zaragoza, Antonio Gallifa, 1846.
  • La Aljafería de Zaragoza en Google Maps.
  • en el Museo sin fronteras.
  • La Aljaferia filipina.
  • Visita virtual a la Aljafería.
  •   Datos: Q1354033
  •   Multimedia: Palacio de la Aljafería (Zaragoza)

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El palacio de la Aljaferia en arabe قصر الجعفرية tr Qaṣr al Jaʿfariyah por derivacion de uno de los nombres del rey que lo mando construir Abu Yaafar al Muqtadir 1 es un palacio fortificado construido en Zaragoza en la segunda mitad del siglo XI por iniciativa de al Muqtadir como residencia de los reyes hudies de Saraqusta Este palacio de recreo llamado entonces Qasr al Surur o palacio de la Alegria refleja el esplendor alcanzado por el reino taifa en el periodo de su maximo apogeo politico y cultural Palacio de la AljaferiaMonumento historico artistico 1931 Patrimonio de la Humanidad parte de Arquitectura mudejar de Aragon n º ref 378ter Vista del exteriorLocalizacionPaisEspana EspanaComunidadAragon AragonProvinciaZaragoza ZaragozaMunicipioZaragozaCoordenadas41 39 23 N 0 53 49 O 41 65649 0 89708Informacion generalUso Sede de las Cortes de Aragon desde 1987 Palacio real de los reyes de la taifa de Saraqusta s XI y luego de los de Aragon 1487 1706 sede del Tribunal del Santo Oficio y carcel CuartelHistoriaConstruccionSiglo XIReconstrucciones 1488 1495 palacio para los Reyes Catolicos Desde 1593 como palacio fortaleza 1772 como cuartel 1985 1998 como sede de las Cortes aragonesas y recuperacion del monumento CaracteristicasTipoPalacio fortificadoEstiloMudejar aragonesPlanta y mapaPlanta de la Aljaferia restaurada marron oscuro hemiciclo y dependencias de las Cortes de Aragon gris foso Mapa de localizacionPalacio de la Aljaferia Localizacion en la provincia de Zaragoza editar datos en Wikidata Su importancia radica en que es el unico testimonio conservado de un gran edificio del arte hispanomusulman de la epoca de las taifas De modo que si se conserva un magnifico ejemplo del califato de Cordoba su mezquita siglo X y otro del canto de cisne de la cultura islamica en al Andalus del siglo XIV la Alhambra de Granada se debe incluir en la triada de la arquitectura hispanomusulmana el palacio de la Aljaferia de Zaragoza siglo XI como muestra de las realizaciones del arte taifa epoca intermedia de reinos independientes anterior a la llegada de los almoravides Los restos mudejares del palacio de la Aljaferia fueron declarados individualmente Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1986 como parte del conjunto Arquitectura mudejar de Aragon 2 Las soluciones adoptadas en la ornamentacion del palacio de la Aljaferia como la utilizacion de arcos mixtilineos y de los salmeres en S la extension del ataurique calado en grandes superficies o la esquematizacion y abstraccion progresiva de las yeserias de caracter vegetal influyeron decisivamente en el arte almoravide y almohade tanto del Magreb como de la peninsula iberica Asimismo la transicion de la decoracion hacia motivos mas geometricos esta en la base del arte nazari Tras la reconquista de Zaragoza en 1118 por Alfonso I el Batallador paso a ser residencia de los reyes cristianos de Aragon con lo que la Aljaferia se convirtio en el principal foco difusor del mudejar aragones Fue utilizada como residencia regia por Pedro IV el Ceremonioso 1319 1387 y posteriormente en la planta principal se llevo a cabo la reforma que convirtio estas estancias en palacio de los Reyes Catolicos en 1492 En 1593 experimento otra reforma que la convertiria en fortaleza militar primero segun disenos renacentistas que hoy se pueden observar en su entorno foso y jardines y mas tarde como acuartelamiento de regimientos militares Sufrio reformas continuas y grandes desperfectos sobre todo con los Sitios de Zaragoza de la Guerra de la Independencia hasta que finalmente fue restaurada en la segunda mitad del siglo XX y actualmente acoge las Cortes de Aragon En su origen la construccion se hizo extramuros de la muralla romana en el llano de la saria o lugar donde los musulmanes desarrollaban los alardes militares conocido como La Almozara Con la expansion urbana a traves de los anos el edificio ha quedado dentro de la ciudad Se ha podido respetar a su alrededor un pequeno entorno ajardinado Indice 1 La torre del Trovador 2 El palacio taifa 2 1 Estancias del lado norte 2 1 1 El Salon Dorado 2 1 2 El portico de entrada al Salon Dorado 2 1 3 La mezquita y el oratorio 2 2 El Patio de Santa Isabel 2 3 Estancias del lado sur 3 El palacio de Pedro IV el Ceremonioso 3 1 La iglesia de San Martin 3 2 El palacio mudejar 4 El palacio de los Reyes Catolicos 4 1 El salon del trono 5 Epoca moderna y contemporanea 6 Vease tambien 7 Notas 8 Bibliografia utilizada 9 Enlaces externosLa torre del Trovador Editar Torre del Trovador Primera planta Se aprecian los arcos de herradura del siglo IX o X Articulo principal Torre del Trovador La edificacion mas antigua de la Aljaferia es la llamada torre del Trovador que recibio este nombre a partir del drama romantico de Antonio Garcia Gutierrez El trovador de 1836 Este drama fue convertido en libreto para la opera de Giuseppe Verdi Il trovatore de 1853 Se trata de una torre defensiva de planta cuadrangular y cinco pisos que data de finales del siglo IX segun Bernabe Cabanero Subiza de la segunda mitad del siglo X 3 en el periodo gobernado por el primer Tuyibi Muhammad Alanqar que fue nombrado por Muhammad I emir independiente de Cordoba La torre mantiene vestigios del arranque de los gruesos muros de aparejo de silleria de alabastro en su parte inferior y continuaba con otros de encofrado de hormigon simple de yeso y cal algo mas delgados al ganar en altura El exterior no refleja la division en cinco pisos interna y aparece como un enorme prisma macizo apenas roto por vanos en aspillera El ingreso al interior se efectuaba a traves de una pequena puerta en altura a la que solo se podria acceder mediante una escala portatil Su funcion inicial era por todos estos indicios eminentemente militar La primera planta conserva la estructura constructiva del siglo IX que alberga dos naves y seis tramos separados mediante dos pilares cruciformes de los que parten arcos de herradura rebajados A pesar de su sencillez conforman una estancia equilibrada que ritma el techo al modo de las mezquitas califales y que pudo ser utilizada como banos La segunda planta repite el mismo esquema espacial de la anterior y se observan restos de fabrica musulmana del siglo XI en los lienzos de ladrillo lo que indica que ya la segunda planta fue reconstruida posiblemente a la vez que el palacio en epoca de Al Muqtadir En el piso tercero cuya estructura tambien seria del siglo XI con arcos tambien de herradura aparecen pintados en el techo motivos geometricos mudejares donde se pueden leer los nombres de Eneas Amor y Venus y que datan posiblemente del siglo XIV Algo similar ocurre con el aspecto de las dos ultimas plantas de factura mudejar y cuya construccion se deberia a la edificacion del palacio de Pedro IV anexo que esta comunicado con la torre del trovador gracias a un corredor y se configuraria asi como torre del homenaje Los arcos de estas plantas ya reflejan su estructura cristiana pues son arcos ligeramente apuntados y soportan techumbres no abovedadas sino estructuras planas en madera Su funcion en los siglos IX y X era la de torre vigia y bastion defensivo Estaba rodeada por un foso Fue integrada despues por los Banu Hud en la construccion del castillo palacio de la Aljaferia constituyendose en una de las torres del entramado defensivo del lienzo norte exterior A partir de la reconquista espanola siguio usandose como torre del homenaje y en 1486 se convirtio en calabozo de la Inquisicion Como torre prision se uso tambien en los siglos XVIII y XIX como demuestran los numerosos graffiti inscritos alli por los reos El palacio taifa Editar Portada de acceso al Palacio de la Aljaferia La construccion del palacio en su mayor parte realizada entre 1065 y 1081 4 fue ordenada por Abu Ya far Ahmad ibn Sulayman al Muqtadir Billah conocido por su titulo honorifico de Al Muqtadir el Poderoso segundo monarca de la dinastia de los Banu Hud como simbolo del poder alcanzado por la Taifa de Zaragoza en la segunda mitad del siglo XI El rey en persona llamo a su palacio Qasr al Surur Palacio de la Alegria y a la sala del trono que el presidia en recepciones y embajadas Maylis al Dahab Salon Dorado como se atestigua en los siguientes versos del propio monarca Oh Palacio de la Alegria Oh Salon Dorado Gracias a vosotros llegue al colmo de mis deseos Y aunque en mi reino no tuviera otra cosa para mi sois todo lo que pudiera anhelar El nombre de Aljaferia se documenta por primera vez en un texto de Al Yazzar as Saraqusti activo entre 1085 y 1100 que transmite ademas el nombre del arquitecto del palacio taifal el eslavo Al Halifa Zuhayr 4 y otro de Ibn Idari de 1109 como derivacion del prenombre de Al Muqtadir Abu Ya far y de Ya far Al Yafariyya que evoluciono a Aliafaria y de ahi a Aljaferia La disposicion general del conjunto del palacio adopta el arquetipo de los castillos omeyas del desierto de Siria y Jordania de la primera mitad del siglo VIII como el de Qasr al Hayr al Sharqi 5 Qusair Mushatta Jirbat al Mafyar y ya de la primera etapa abbasi el palacio de Ujaidir que eran de planta cuadrada y torreones ultrasemicirculares en los panos con un espacio central tripartito que deja tres espacios rectangulares de los que el central aloja un patio con albercas y en los extremos septentrional y meridional del mismo los salones palaciegos y las dependencias de la vida cotidiana Friso del Salon Dorado de la Aljaferia que conserva restos de policromia Siglo XI En la Aljaferia se rinde homenaje a este modelo de castillo palacio cuya zona noble esta situada en el segmento central de su planta cuadrada si bien el alineamiento de los lados de esa planta es irregular Es el rectangulo central el que acoge las dependencias palaciegas organizado en torno a un patio con aljibes frente a los porticos norte y sur al que vierten las estancias y salones reales En los extremos norte y sur se situan los porticos y dependencias de habitacion y en el caso de la Aljaferia el mas importante de estos sectores es el norte que en origen estaba dotado de una segunda planta y poseia mayor profundidad ademas de ser antecedido por un testero de columnas abierto y profusamente decorado que se extendia en dos brazos mediante dos pabellones a sus flancos y que servia de portico teatral al salon del trono el salon dorado de los versos de Al Muqtadir situado al fondo Se producia con ello un juego de alturas y de diversos volumenes cubicos que comenzaban por los corredores perpendiculares de los extremos se resaltaba con la presencia de la altura de la segunda planta y finalizaba con la torre del trovador que ofrecia su volumen al fondo a la mirada de un espectador situado en el patio Todo ello reflejado ademas en el aljibe realzaba la zona regia lo que se corrobora por la presencia en el extremo oriental del testero norte de una pequena mezquita privada con mihrab En el centro del muro norte del interior del Salon Dorado habia un arco ciego donde se situaba el rey en cuya rosca se disponia una trama geometrica muy tradicional imitando la celosia de la fachada del mihrab de la Mezquita de Cordoba edificio al que se buscaba emular De este modo desde el patio aparecia semioculto por las tramas de columnas tanto de la arqueria de acceso al Salon Dorado como de las del portico inmediato que daban un aspecto de celosia una ilusion de profundidad que admiraba al visitante y prestaba esplendor a la figura del monarca Reconstruccion de la policromia de un panel de decoracion geometrica de yeserias Para recordar el aspecto del palacio a fines del siglo XI hay que imaginarse que todos los relieves vegetales geometricos y epigraficos estaban policromados en tonos en los que predominaba el rojo y el azul para los fondos y el dorado para los relieves que junto con los zocalos en alabastro con decoracion epigrafica y las solerias de marmol blanco daba al conjunto un aspecto de gran magnificencia Los diversos avatares sufridos por la Aljaferia han hecho desaparecer de esta disposicion del siglo XI gran parte de los estucos que componian la decoracion y con la construccion del palacio de los Reyes Catolicos en 1492 toda la segunda planta que rompio los remates de los arcos taifales En la restauracion actual se observan en color mas oscuro los atauriques originales y en acabados blancos y lisos la reconstruccion de enlucido de la decoracion los arcos cuya estructura eso si permanece indemne La decoracion de las paredes del Salon Dorado ha desaparecido en su mayor parte aunque se conservan restos de su ornato en el Museo de Zaragoza y en el Museo Arqueologico Nacional de Madrid Francisco Iniguez inicio su restauracion reponiendo las decoraciones que existian en sus lugares de origen y extrayendo vaciados completos de las arquerias del portico sur Estas fueron las funciones y aspecto del palacio hudi del siglo XI A continuacion se detallan las partes mas importantes del edificio tal y como se encuentran en la actualidad Estancias del lado norte Editar Estancias del testero norte con el triple acceso al Salon Dorado En el testero norte se edifica el conjunto mas importante de dependencias del palacio de epoca hudi pues incluye el Salon del Trono o Salon Dorado y la pequena mezquita privada situada en el costado oriental del portico de acceso que sirve de antesala al oratorio En su interior aloja un mihrab en el angulo suroriental cuyo nicho por tanto se orienta en direccion a la Meca como ocurre en todas las mezquitas excepto en la de Cordoba Los suelos de las estancias regias eran de marmol y las recorria un zocalo de alabastro Los capiteles eran de alabastro excepto algunos de marmol reaprovechados de epoca califal Circundaba estas salas una banda de decoracion epigrafica con caracteres cuficos que reproducian suras coranicas que aludian al significado simbolico de la ornamentacion Las suras que corresponden a estas inscripciones han podido ser deducidas de los fragmentos supervivientes En dos de estos relieves caligraficos puede encontrarse el nombre de Al Muqtadir por lo que se ha datado la construccion del palacio al menos en una primera fase entre 1065 y 1080 Uno de ellos dice textualmente Esto la Aljaferia lo mando hacer Ahmed al Muqtadir Billah El Salon Dorado Editar Vista de la techumbre del Salon Dorado desde la puerta de la alcoba oriental Se aprecia el intrados del arco decorado con yeserias El Salon Dorado tenia en sus extremos este y oeste dos aposentos que fueron alcobas privadas posiblemente de uso regio Hoy se ha perdido la alcoba del flanco occidental que se uso como dormitorio real y utilizaron tambien los reyes aragoneses hasta el siglo XIV La mayoria de las yeserias de atauriques que tapizaban con paneles decorativos labrados en yeso las paredes de estas estancias asi como un zocalo de alabastro de dos metros y medio de altura y los suelos de marmol blanco del palacio original se han perdido Los restos que se han conservado tanto en museos como los escasos que se hallan en este salon regio permiten sin embargo reconstruir el aspecto de esta decoracion policroma que en su dia debio ser esplendida Los techos alfarjes en madera reproducian el firmamento y todo el salon era una imagen del cosmos cuajada de simbolos del poder que sobre el universo celeste ejercia el monarca de Zaragoza que aparecia asi como heredero de los califas El acceso al Salon Dorado se efectua a traves de un lienzo con tres vanos Uno central muy amplio que conforman cinco columnas dobles de marmol con capiteles de alabastro islamicos muy estilizados que soportan cuatro arcos entrecruzados mixtilineos entre los cuales en altura se situan otros de herradura mas simples El portico de entrada al Salon Dorado Editar Arco del portico de entrada Hacia el sur se encuentra otra dependencia de parecido tamano que vierte al patio por un portico de grandes arquerias polilobuladas De nuevo hay un espacio tripartito y sus extremos este y oeste se prolongan perpendicularmente con dos galerias laterales a las que se accede mediante amplios arcos polilobulados y que rematan en el extremo de sus brazos en sendos arcos apuntados tambien polilobulados cuyo alfiz esta decorado por complejas lacerias y relieves de atauriques Es de senalar que toda esta estructura busca una apariencia de solemnidad y majestad que la escasa profundidad de estas estancias no daria a un espectador que accediera al salon del rey Ademas hay que tener en cuenta que toda la ornamentacion de yeserias del palacio estaba policromada en tonos azules y rojos en los fondos y de oro en los atauriques Entre las filigranas se advierte la representacion de un ave insolita figuracion zoomorfa en el arte islamico que podria representar una paloma un faisan o un simbolo del rey como ser alado Las trazas de arcos mixtilineos entrecruzados son caracteristicas de este palacio y se da por primera vez en La Aljaferia desde donde se difundiran a las futuras edificaciones islamicas Al costado oriental del portico se situa un espacio sagrado la mezquita a la que se accede a traves de una portada inspirada en el arte califal y que se describe a continuacion La mezquita y el oratorio Editar Portada de la mezquita En el extremo oriental del portico de entrada al Salon Dorado se encuentra una pequena mezquita u oratorio privado para uso del monarca y sus cortesanos A ella se accede a traves de una portada que acaba en un arco de herradura inspirado en la Mezquita de Cordoba pero con salmeres en forma de S una novedad que imitara el arte almoravide y nazari Este arco se apoya en dos columnas con capiteles de hojas muy geometrizantes en la linea de las realizaciones arte granadino de soluciones en mocarabe Su alfiz esta profusamente ornamentado con decoracion vegetal y sobre el se dispone un friso de arcos de medio punto entrecruzados Ya en el interior del oratorio hay un espacio reducido de planta cuadrada pero con esquinas achaflanadas que lo convierte en una falsa planta octogonal En el sector sureste orientado hacia la Meca se situa el nicho del mihrab El frontal del mihrab se conforma mediante un arco de herradura muy tradicional de formas cordobesas y rosca de dovelas alternadas unas decoradas con relieves vegetales y otras lisas aunque en origen estuvieron adornadas con decoracion pictorica que recuerdan la rosca del mihrab de la Mezquita de Cordoba si bien lo que alli fueron materiales ricos azulejeria de mosaicos al estilo bizantino en Zaragoza con menos fasto y presupuesto que la Cordoba califal son estucos en yeso y policromia tipica del alarifazgo morisco decoracion que se ha perdido casi en su totalidad en el Palacio Siguiendo con el arco de la portada un alfiz enmarca su trasdos en cuyas albanegas aparecen rehundidas dos rosetas gallonadas como tambien lo es la cupula del interior del mihrab Interior del Oratorio Frontal del mihrab El resto de los muros de la mezquita estan decorados con arcos ciegos mixtilineos enlazados y decorados en toda la superficie con atauriques vegetales de inspiracion califal Estos arcos se apoyan en columnas rematadas en capiteles de esbelto canastillo Un zocalo de losas cuadradas de marmol recubre la parte inferior de los muros de la mezquita Todo ello se remata en alzado con una esplendida teoria de arquillos polilobulados entrecruzados que en este caso no son ciegos en su totalidad pues los de las esquinas en chaflan dejan ahora ver los angulos de la estructura de planta cuadrada Esta galeria es la unica que conserva restos de la decoracion pictorica del siglo XI cuyos motivos fueron rescatados por Francisco Iniguez Almech tras retirar el encalado con que fueron cubiertos tras el paso de la Aljaferia a capilla Desgraciadamente este restaurador loable por haber salvado de la ruina al monumento trabajo en una epoca de distintos criterios a los actuales pues se proponia restituir todos los elementos a su aspecto original Para ello repinto con pintura acrilica las huellas de restos islamicos lo que hace a esta actuacion irreversible y por consiguiente nunca veremos el aunque muy desvaido pigmento original La cupula de la mezquita no se conservo pues esa es la altura en la que se construyo el palacio de los Reyes Catolicos sin embargo la caracteristica planta octogonal hace pensar en que la solucion siguiera al pie de la letra las existentes en la macsura de la mezquita de Cordoba es decir una cupula de arcos de medio punto que se entrelazan formando un octogono en el centro La propuesta de cubrimiento de Francisco Iniguez es sin embargo en este caso reversible pues se trata de una cupula desmontable de escayola En 2006 Bernabe Cabanero Subiza C Lasa Gracia y J L Mateo Lazaro postularon que los nervios de la boveda debian de tener la seccion de arcos de herradura conformando un esquema de estrella de ocho puntas con una cupula agallonada en el centro como las existentes en las dos cupulas laterales del transepto de la mezquita de Cordoba 6 El Patio de Santa Isabel Editar Articulo principal Patio de Santa Isabel del Palacio de la Aljaferia Patio de Santa Isabel Se trata del espacio abierto y ajardinado que unificaba todo el palacio taifal A el vertian los porticos norte y sur y probablemente habitaciones y dependencias situadas al este y oeste de este patio central Su nombre procede del nacimiento en la Aljaferia de la infanta Isabel de Aragon que fue en 1282 reina de Portugal Se ha conservado la alberca original del sur mientras que la del frente septentrional del siglo XIV se ha cubierto con un suelo de madera La restauracion intento dar al patio el esplendor original y para ello se dispuso una soleria de placas de marmol en los pasillos que rodean al jardin de naranjos y flores La arcada que se contempla mirando hacia el portico sur esta restaurada mediante el vaciado de los arcos originales que estan depositados en el Museo Arqueologico Nacional de Madrid y en el Museo de Zaragoza Suponen el mayor atrevimiento y distancia por su innovacion con respecto a los modelos califales de las arquerias del lado norte Segun Christian Ewert quien ha estudiado durante quince anos los arcos de la Aljaferia cuanto mas relacionados con zonas nobles Salon Dorado y Mezquita estan las ornamentaciones de las arcadas mas respeto tienen a la tradicion cordobesa de la que parten Detalle de los arcos del portico sur Estancias del lado sur Editar Completando el recorrido por el palacio del siglo XI se llega al portico sur que consta de una arqueria en su flanco meridional que da acceso a un portico con dos estancias laterales Este portico era la antesala de un gran salon sur que tendria la misma disposicion tripartita del existente en el lado norte y del cual solo queda la arqueria de acceso de arcos mixtilineos de decoracion geometrica Quiza en este sector meridional se den los mayores atrevimientos en cuanto a las arquerias mediante el entrecruzamiento de formas lobuladas mixtilineas e inclusion de pequenos relieves de fustes y capiteles con funcion exclusivamente ornamental La complejidad de lacerias atauriques y labrados lleva a una estetica barroquizante que constituye un preludio de la filigrana del arte de la Alhambra y que son unas de las mas bellas de todo el arte andalusi El palacio de Pedro IV el Ceremonioso EditarTras la toma de Zaragoza por Alfonso I el Batallador en 1118 la Aljaferia fue habilitada como palacio de los reyes de Aragon y como iglesia no siendo modificado sustancialmente hasta el siglo XIV con la actuacion de Pedro IV el Ceremonioso Este rey amplio las dependencias palaciegas en 1336 y mando construir la iglesia de San Martin en el patio de ingreso al alcazar En esta epoca esta documentado el uso de la Aljaferia como lugar de partida del recorrido que llevaba a la Seo donde los monarcas aragoneses eran solemnemente coronados y juraban los fueros La iglesia de San Martin Editar La iglesia de San Martin aprovecha los lienzos del angulo noroeste de la muralla hasta el punto de que se uso uno de sus torreones como sacristia y dio nombre al patio que da acceso al recinto taifal La fabrica de estilo gotico mudejar consta de dos naves de tres tramos cada una en origen orientadas al este y apoyadas en dos pilares con semicolumnas adosadas en la mitad de las caras del pilar cuya seccion se recuerda en los cuadrilobulos que albergan el escudo de armas del rey de Aragon en las albanegas de la portada que es ya de la primera decada del siglo XV y en la que nos detendremos mas adelante Portada de epoca de Martin I el Humano 1399 1410 Las bovedas de estas naves de cruceria simple se alojan sobre arcos formeros y perpianos apuntados en tanto que los diagonales son de medio punto En los vertices de las bovedas aparecen florones con los escudos de armas de la monarquia aragonesa De su decoracion solo se conservan fragmentos del recubrimiento pictorico y unos arcos agramilados mixtilineos directamente inspirados en el palacio musulman Resalta en el exterior la portada mudejar de ladrillo referida con anterioridad construida en tiempo de Martin I el Humano y abierta en el ultimo tramo de la nave sur Esta portada se articula mediante un arco carpanel muy rebajado cobijado por otro apuntado de mayores dimensiones Enmarcando ambos un doble alfiz decorado con motivos taqueados formando panos de rombos En las albanegas aparecen dos medallones cuadrilobulados que albergan escudos con la imagen de la insignia del rey de Aragon En el timpano resultante entre los arcos se dispone una banda de arquillos ciegos mixtilineos entrecruzados que de nuevo remiten a las series del palacio hudi Esta franja se ve interrumpida por un recuadro que aloja un relieve incorporado recientemente La iglesia fue remodelada en el siglo XVIII anteponiendole una nave y cubriendo por tanto la portada mudejar antes descrita Los pilares y muros se remozaron y enlucieron al estilo neoclasico Toda la reforma fue eliminada durante las restauraciones de Francisco Iniguez aunque por la documentacion fotografica existente se sabe que habia una esbelta torre que ahora aparece con remate almenado inspirandose en el aspecto de la iglesia mudejar y en el siglo XVIII culminaba con un curioso chapitel bulboso Alfiz y enjuta mudejares del s XIV Palacio de Pedro IV El palacio mudejar Editar No se trata de un palacio independiente sino de la ampliacion del palacio musulman que todavia estaba en uso Pedro IV trataba de dotar de salas mas amplias comedores y dormitorios a la Aljaferia pues las alcobas taifales se habian quedado pequenas para el uso del Ceremonioso Estas nuevas salas se agrupan sobre el sector norte del palacio andalusi a distintos niveles de altura Esta nueva fabrica mudejar fue extraordinariamente respetuosa con la construccion preexistente tanto en planta como en alzado y la integran tres amplios salones de planta rectangular cubiertos por extraordinarios aljarfes o techos mudejares de madera Tambien de esta epoca es la arqueria occidental de arcos apuntados del Patio de Santa Isabel intradosados en arcos lobulados y una pequena alcoba de planta cuadrada y cubierta con una cupula octogonal de madera y una curiosa puertecilla de entrada en arco apuntado de intrados lobulado circunscrita en un finisimo alfiz cuya enjuta se engalana de ataurique Esta puerta conduce hacia una triple logia de arquillos de medio punto La alcoba esta ubicada en el bloque constructivo situado encima de la mezquita El palacio de los Reyes Catolicos Editar Escalera En los ultimos anos del siglo XV los Reyes Catolicos ordenan construir un palacio para uso real sobre el ala norte del recinto andalusi configurando una segunda planta superpuesta a la del palacio existente La edificacion rompia las partes altas de las estancias taifales donde se insertaron las vigas que sustentarian el nuevo palacio Las obras estan fechadas entre 1488 y 1495 y en ellas siguieron participando maestros de obras moriscos como Faraig y Mahoma de Gali que al igual que sucedio con Pedro IV Yucef y Mohamat Bellito mantuvieron la tradicion de los alarifes del mudejar en la Aljaferia Al palacio se accede subiendo la escalera noble una monumental construccion integrada por dos amplios tramos con pretiles de yeserias geometricas caladas iluminada por ventanales de medio punto angrelados de menuda decoracion de hojas y tallos de raigambre gotica e influencias mudejares rematados en croche sobre la clave de los arcos El techo grandioso como en el resto de las dependencias palaciegas se cubre con soberbias bovedillas de revolton transversales dispuestas entre las jacenas y estan decoradas con pintura al temple con motivos iconograficos relativos a los Reyes Catolicos el yugo y las flechas alternan con recuadros de decoracion en grisalla de grutescos y candelieri que anuncia la decoracion tipica del Renacimiento Corredor de acceso a las salas nobles del Palacio de los Reyes Catolicos A la derecha portada de la entrada principal La escalera da acceso a un corredor en la planta primera que comunica con las dependencias palaciegas propiamente dichas Se abre a una galeria de columnas de fuste torso que descansan sobre zapatas con relieves antropomorfos en sus extremos Para apoyar este mirador y el resto de las nuevas dependencias fue necesario seccionar las zonas altas de los salones taifales del siglo XI y disponer ante el portico norte cinco potentes pilares octogonales que junto a unas arquerias apuntadas tras ellos forman un nuevo anteportico que une los dos pabellones perpendiculares andalusies antedichos Destaca la portada principal de acceso al salon del trono de arco rebajado trilobulado guarnecido con un timpano de cinco lobulos en cuyo centro aparece representado el escudo de la monarquia de los Reyes Catolicos en el que figuran los blasones de los reinos de Castilla Leon Aragon Sicilia y Granada sostenido por dos leones tenentes El resto del campo decorativo se acaba con una delicada ornamentacion vegetal de factura calada que reaparece en los capiteles corridos de las jambas Toda la portada esta trabajada en yeso endurecido que es el material predominante a cara vista en los interiores de la Aljaferia pues los artesanos mudejares perpetuan los materiales y tecnicas habituales en el islam En el mismo paramento escoltan el ingreso dos amplios ventanales de triple arco mixtilineo con celosias caladas sobre sus claves gracias a los cuales se ilumina el espacio interior de las salas regias Una vez recorrido el espacio de la galeria se disponen varias salas que anteceden al gran Salon del Trono que son denominadas salas de los pasos perdidos Se trata de tres pequenas habitaciones de planta cuadrada comunicadas entre si por grandes ventanales calados con celosias que dan al patio de San Martin y que servian de antesalas de espera para quienes iban a ser recibidos en audiencia por los reyes Arco de la portada principal En nuestros dias solo dos son visibles pues la tercera se vio clausurada al reponer la cupula de la mezquita Su techumbre se traslado a una dependencia contigua al salon del trono Uno de los elementos mas estimables de estas salas son sus solerias que en origen eran azulejos cuadrados y alfardones hexagonales de ceramica vidriada en colores formando caprichosas cenefas Fueron elaborados en los historicos alfares de Muel Zaragoza a fines del siglo XV De los fragmentos conservados se ha partido para restaurar el suelo en su totalidad con ceramica que imita la forma y disposicion de la antigua soleria aunque no su calidad de reflejos vidriados El otro elemento destacable son sus excelsas techumbres estilo mudejar reyes catolicos constituidas por tres magnificos taujeles de carpinteros mudejares aragoneses Estos techos presentan reticulas geometricas de madera posteriormente tallada pintada y sobredorada con pan de oro entre cuyas molduras ostentan los conocidos motivos heraldicos de los Reyes Catolicos el yugo las flechas y el nudo gordiano unido al clasico lema Tanto monta para deshacer el nudo gordiano tanto monta cortarlo como desatarlo segun la conocida anecdota atribuida a Alejandro Magno asi como un buen numero de florones de hojarasca rematados con pinas pinjantes El salon del trono Editar Mas complejo y dificil de describir es la magnificencia y suntuosidad del techo que cubre el Salon del Trono Sus dimensiones son muy considerables 20 metros de longitud por 8 de anchura y su artesonado esta sustentado por gruesas vigas y traviesas que se decoran con lacerias que en las intersecciones forman estrellas de ocho puntas al tiempo que generan treinta grandes y profundos casetones cuadrados En el interior de estos casetones se inscriben octogonos con un floron central de hojarasca rizada que rematan en grandes pinas colgantes que simbolizan la fertilidad y la inmortalidad Este techo se reflejaba en el suelo que reproduce los treinta cuadrados con sus respectivos octogonos inscritos Techumbre del Salon del Trono Bajo el artesonado discurre una airosa galeria de arcos conopiales transitable y con antepechos calados desde la que los invitados podian contemplar las ceremonias regias Para terminar toda esta estructura se apoya en un arrocabe con molduras en nacela labradas con temas vegetales y zoomorfos cardina pampanos frutos de vid dragones alados animales fantasticos y en el friso que rodea todo el perimetro del salon aparece una leyenda de caligrafia gotica que reza Ferdinandus Hispaniarum Siciliae Sardiniae Corsicae Balearumque rex principum optimus prudens strenuus pius constans iustus felix et Helisabeth regina religione et animi magnitudine supra mulierem insigni coniuges auxiliante Christo victoriosissimi post liberatam a mauris Bethycam pulso veteri feroque hoste hoc opus construendum curarunt anno salutis MCCCCLXXXXII La traduccion de esta inscripcion es Fernando rey de las Espanas Sicilia Corcega y Baleares el mejor de los principes prudente valeroso piadoso constante justo feliz e Isabel reina superior a toda mujer por su piedad y grandeza de espiritu insignes esposos victoriosisimos con la ayuda de Cristo tras liberar Andalucia de moros expulsado el antiguo y fiero enemigo ordenaron construir esta obra el ano de la Salvacion de 1492 Epoca moderna y contemporanea EditarA comienzos de 1486 la zona del Patio de San Martin se destina a sede del Tribunal del Santo Oficio de la Inquisicion y se habilitan dependencias aledanas al patio para alojar a los oficiales de este organismo Es probable que sea este el origen del uso como prision de la Torre del Trovador La nueva funcion que se prolongaria hasta los anos iniciales del siglo XVIII desencadeno un suceso que culminaria con un proyecto de reforma emprendido bajo el mandato de Felipe II por el que se convertiria de aqui en adelante en una base militar En 1591 en los acontecimientos conocidos como Alteraciones de Zaragoza el perseguido secretario del rey Felipe II Antonio Perez se acogio al Privilegio de Manifestacion contemplado por el fuero de Aragon con el fin de eludir a las tropas imperiales Sin embargo el Tribunal de la Inquisicion tenia jurisdiccion sobre todos los fueros de los reinos y por esa causa fue recluido en calabozos de la sede inquisitorial de la Aljaferia lo que provoco un levantamiento del pueblo ante lo que consideraron una violacion del derecho foral y acudieron al asalto de la Aljaferia para rescatarlo Tras la contundente actuacion del ejercito real la revuelta fue sofocada y Felipe II decidio consolidar la Aljaferia como una ciudadela fortificada bajo su autoridad en prevencion de revueltas similares El diseno de la obra que consistio en una edificacion militar a la moderna fue encargado al ingeniero militar sienes Tiburzio Spannocchi Este construyo un conjunto de habitaculos adosados a los muros sur y este que ocultaban los torreones ultrasemicirculares en su interior aunque en la fachada este no afecto a los que flanqueaban la puerta de entrada y de estos en adelante Rodeando todo el edificio se levanto un muro almenado que dejaba en el interior un espacio de camino de ronda y que remataba en sus cuatro esquinas en cuatro baluartes de traza pentagonal cuyos arranques se pueden contemplar en la actualidad Todo el conjunto estaba circundado por un foso de veinte metros de anchura reexcavado en 1982 por iniciativa del arquitecto Angel Peropadre Muniesa que se salvaba mediante dos puentes levadizos en los flancos este y norte El aspecto de esta nueva planta se refleja en el plano de la Aljaferia tal y como lo conocemos tras la ultima restauracion finalizada en 1998 La Aljaferia de Spannocchi se mantuvo sin cambios sustanciales hasta 1705 en que debido a la Guerra de Sucesion Espanola fue alojamiento de dos companias de tropas francesas que llevo a un recrecimiento de los parapetos de la muralla baja del foso efectuado por el ingeniero militar Dezveheforz quien Pero la transformacion decisiva como acuartelamiento se produjo en 1772 por iniciativa de Carlos III en la que se remodelaron todas las fachadas al modo en que se presenta actualmente la occidental y que convirtio los espacios interiores en dependencias para los soldados y oficiales que se alojaban en el edificio En el tercio oeste del palacio se configuro un amplio patio de armas al que vierten las habitaciones de las distintas companias realizadas con sencillez y funcionalidad siguiendo el espiritu racionalista de la segunda mitad del XVIII y el fin practico a que se destinaron las zonas construidas entonces Solo quedo pendiente la adicion en 1862 de cuatro torreones neogoticos de los que han llegado a nuestros dias los situados en la esquina noroccidental y suroccidental Fue precisamente a mediados del siglo XIX cuando Mariano Nougues Secall dio la voz de alarma por el deterioro que presentaban los restos andalusies y mudejares del palacio en su informe de 1845 titulado Descripcion e historia del castillo de la Aljaferia un riguroso estudio en el que se instaba a preservar este valioso conjunto historico artistico Incluso la reina Isabel II aporto fondos para la restauracion y se creo una comision en 1848 para emprenderla pero en 1862 la Aljaferia paso de propiedad del Patrimonio Real a manos del Ministerio de la Guerra lo que aborto su restauracion y agravaria los danos producidos El deterioro continuo hasta que en 1947 el arquitecto Francisco Iniguez Almech emprendiera practicamente en solitario la tarea de su restauracion integral en la que estuvo ocupado hasta su muerte en 1982 En los anos 1960 se uso como cuartel militar y se cubrio de yeso el decorado En 1984 la comision parlamentaria creada para buscar una sede definitiva a las Cortes de Aragon recomendo ubicar el parlamento autonomico en el palacio de la Aljaferia y el Ayuntamiento de Zaragoza propietario del edificio acordo ceder gratuitamente parte del complejo para ello por un plazo de 99 anos 7 De esta manera las operaciones de restauracion tomaron un nuevo impulso con las actuaciones de Angel Peropadre Juan Antonio Souto en labores arqueologicas y a partir de 1985 de Luis Franco Lahoz y Mariano Peman Gavin que llevaron a cabo el proyecto final de restauracion de la Aljaferia para la ubicacion en el de la sede de las Cortes de Aragon Acabadas las obras la Aljaferia fue inaugurada como monumento historico artistico en 1998 por el principe Felipe de Borbon Vease tambien EditarAnexo Bienes de interes cultural de la provincia de Zaragoza Anexo Bienes catalogados de la provincia de ZaragozaNotas Editar Vease la voz dedicada a La Aljaferia en la Gran Enciclopedia Aragonesa 2011 Mudejar Architecture of Aragon UNESCO World Heritage Center Consultado el 29 de septiembre de 2014 Cfr Bernabe Cabanero Subiza descripcion artistica en el cap El palacio musulman en aut cit et alt La Aljaferia vol I Zaragoza Cortes de Aragon 1998 pag 84 a b Bernabe Cabanero Subiza op cit 1998 pag 87 Imagen del palacio de Qasr al Hayr al Sharqi de Siria Bernabe Cabanero Subiza C Lasa Gracia y J L Mateo Lazaro La Aljaferia de Zaragoza como imitacion y culminacion del esquema arquitectonico y decorativo de la mezquita aljama de Cordoba Artigrama n º 21 2006 pag 275 Apud Maria Pilar Biel Ibanez Nuevas noticias sobre el palacio de la Aljaferia en Guillermo Fatas dir Guia historico artistica de Zaragoza 4ª ed revisada y ampliada Ayto de Zaragoza 2008 pag 717 ISBN 978 84 7820 948 4 Sobradiel Pedro I 1998 Institucion Fernando el Catolico ed La Aljaferia entra en el siglo veintiuno totalmente renovada tras cinco decadas de restauracion Grafimar ca p 84 ISBN 84 7820 386 9 Bibliografia utilizada EditarBorras Gualis Gonzalo La ciudad islamica en Guillermo Fatas dir Guia historico artistica de Zaragoza 3ª ed rev y amp Zaragoza Ayto de Zaragoza 1991 pags 71 100 ISBN 978 84 86807 76 4 Cfr tambien el capitulo de Biel Ibanez Maria Pilar Nuevas noticias sobre el palacio de la Aljaferia con las novedades aparecidas y los datos actualizados hasta 2008 en Guillermo Fatas dir Guia historico artistica de Zaragoza 4ª ed revisada y ampliada Zaragoza Ayto de Zaragoza 2008 pags 711 727 ISBN 978 84 7820 948 4 Cabanero Subiza Bernabe dir et al La Aljaferia vol I Zaragoza Cortes de Aragon 1998 ISBN 978 84 86794 93 4 Cabanero Subiza Bernabe y Carmelo de Lasa El Salon Dorado de La Aljaferia ensayo de reconstitucion formal e interpretacion simbolica Zaragoza Instituto de Estudios Islamicos y del Oriente Proximo 2004 ISBN 978 84 95736 34 5 Exposito Sebastian Manuel Jose Luis Pano Gracia y M ª Isabel Sepulveda Sauras La Aljaferia de Zaragoza Zaragoza Cortes de Aragon 2006 6 ª ed ISBN 978 84 86794 13 2Enlaces externos Editar Wikimedia Commons alberga una categoria multimedia sobre el Palacio de la Aljaferia Palacio de la Aljaferia en el Catalogo de monumentos de Zaragoza Ayuntamiento de Zaragoza Almagro Antonio La imagen de la Aljaferia a traves del tiempo Evolucion morfologica en Bernabe Cabanero Subiza dir La Aljaferia vol II Zaragoza Cortes de Aragon 1998 pags 407 421 ISBN 978 84 86794 94 1 Borras Gualis Gonzalo M y Bernabe Cabanero Subiza coords La Aljaferia y el Arte del Islam Occidental en el siglo XI Actas del Seminario Internacional celebrado en Zaragoza los dias 1 2 y 3 de diciembre de 2004 Zaragoza Institucion Fernando el Catolico 2012 ISBN 978 84 9911 207 7 Cabanero Subiza Bernabe La Aljaferia de Zaragoza Artigrama n º 22 2007 pags 103 129 ISSN 0213 1498 URL lt http hdl handle net 10261 5329 gt Ewert Christian Spanisch Islamische Systeme sich Kreuzender Bogen primera parte Berlin Walter de Gruyter 1978 Segunda parte 1980 Nougues Secall Mariano Descripcion e historia del Castillo de la Aljaferia Zaragoza Antonio Gallifa 1846 La Aljaferia de Zaragoza en Google Maps La Aljaferia en el Museo sin fronteras La Aljaferia filipina Plano de la Aljaferia Visita virtual a la Aljaferia Datos Q1354033 Multimedia Palacio de la Aljaferia Zaragoza Obtenido de https es wikipedia org w index php title Palacio de la Aljaferia amp oldid 140824082, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

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