fbpx
Wikipedia

Historiografía de la decadencia del Imperio romano

La decadencia y caída del Imperio romano es un concepto historiográfico que hace referencia a las transformaciones operadas durante la Crisis del siglo III y el Bajo Imperio romano, que a partir de 395 condujeron a un rápido deterioro del poder romano, y al hundimiento del Imperio de Occidente, cuyo último emperador efectivo, Rómulo Augústulo, fue depuesto por el caudillo hérulo Odoacro, empleado al servicio de Roma.

La decadencia y caída del Imperio romano es una de las cuestiones más debatidas y estudiadas de la Historia. Es considerada por algunos como "el mayor enigma de todos", y ha sido uno de los ejes del discurso histórico clásico desde san Agustín de Hipona. La ruina de la “Roma eterna” ha perdurado como el paradigma por excelencia del agotamiento y muerte de las civilizaciones, una caducidad mundana interpretada como el precedente y anuncio del fin del mundo o, al menos, de la civilización occidental. Los siglos XX y XXI han visto multiplicarse el interés por este problema histórico, debido probablemente al hecho de que la civilización contemporánea tiene muchos rasgos comunes con la de la Antigüedad Tardía, y a que la cultura occidental está en un período de transición, como la Roma de los siglos III y IV.[1]

La historiografía ha oscilado entre una interpretación minimalista (la interrupción de la serie de emperadores en la parte occidental del Imperio) y una maximalista (el hundimiento de una civilización y el quiebro de una historia del mundo dividida en dos etapas: una antigua-pagana y otra moderna-cristiana). De igual modo, de un extremo al otro del espectro de teorías propuestas, se ha considerado el proceso como una larga transformación debida a fenómenos endógenos (la "decadencia") o un derrumbamiento repentino por causas fundamentalmente exógenas (la "caída"). En concreto, el término decadencia y caída hace referencia a la obra maestra del historiador inglés Edward Gibbon, quien, sin ser el primero en abordar el tema, en el siglo XVIII renovó la ciencia historiográfica por medio de su análisis del período tardo-romano, asumiendo una postura a medio camino entre las endógenas y las exógenas.

En la actualidad predominan las teorías exógenas menos dramáticas, aunque sin restar importancia a los problemas internos y las consecuencias que produjo la irrupción de los germanos en el Imperio. Esta concepción continuista defiende la pervivencia hasta época carolingia -a pesar de las invasiones y violencias- de las estructuras político-económicas fundamentales y de la concepción del poder del mundo tardorromano. Ya sugerida por el célebre historiador belga Henri Pirenne, esta corriente continuista tendría su mayor exponente en Walter Goffart, de la Universidad de Toronto, hasta cierto punto en autores como el británico Peter Heather, y en su caso más extremo en la muy criticada corriente fiscalista del francés Jean Durliat. Un ejemplo serían las palabras del profesor Gonzalo Fernández Hernández, de la Universidad de Zaragoza:

El Imperio Romano de Occidente se enfrenta a unos problemas entre 454 y 476 que desembocan en una reunificación del Imperio (...) 476 no supone el fin de Imperio alguno (...) los soberanos bárbaros federados al Imperio romano reconocen la soberanía nominal de un único emperador con sede en Constantinopla (...) en teoría esta situación perdura hasta la coronación imperial de Carlomagno...
[2]

Por otra parte, sigue habiendo quienes defienden una visión más "catastrofista" y acorde a la concepción tradicional de este problema histórico, tal es el caso del arqueólogo británico Bryan Ward-Perkins. De igual modo, hay diferencias entre quienes ponen el acento en el carácter romanista endógeno de las transformaciones (como Goffart), y quienes por el contrario apuntan hacia el carácter germanista exógeno (como el austriaco Walter Pohl).

Fuentes

El historiador francés Marc Bloch, miembro de la Escuela de los Annales, defendía que «todo libro de historia digno de este nombre debería incluir un capítulo o, si se prefiere, insertar en los puntos esenciales del desarrollo, una serie de párrafos titulados “¿Cómo puedo saber lo que voy a decir?”».[3]​ En este sentido, y dado que la Historia se redacta basándose en fuentes susceptibles de interpretación, la veracidad y fiabilidad de éstas han de ser analizadas previamente. En este sentido, los historiadores actuales consideran que el fallo metodológico más grave de las sucesivas corrientes historiográficas ha radicado precisamente en esta falta de análisis de las fuentes históricas.

Fuentes literarias

En abierta contraposición respecto al siglo III, las fuentes disponibles para el período del siglo IV en adelante son extremadamente ricas y variadas, tal que sobrepasan incluso a la época de Cicerón, y hace de este uno de los períodos mejor documentados de la historia romana, a pesar de la pérdida de algunos textos como, por ejemplo, la Enmannsche Kaisergeschichte. Desgraciadamente, la historia romana es ante todo una historiografía limitada a lo político y lo militar, una historia fundamentalmente narrativa. Es decir, composiciones integradas por afirmaciones factuales, sosteniéndose cada hecho enunciado en otro, y el conjunto aparece como una red de unidades enunciativas cohesionadas entre sí.

Además de las obras de estricto carácter historiográfico (Amiano Marcelino, Aurelio Víctor, Zósimo, Hidacio, Jordanes, etc.), lírico (Panegíricos latinos, Rutilio Namaciano), epistolar (Símaco, Sidonio Apolinar) o biográfico (hagiografías varias), por añadidura, es esta la época de los grandes autores cristianos, tanto latinos (Jerónimo, Ambrosio, Agustín, Salviano de Marsella) como griegos (Basilio de Cesárea, Gregorio de Nisa, Gregorio Nacianceno y Juan Crisóstomo). Todos ellos son continuadores de la tradición clásica, y por lo general también son de igual modo tendenciosos. Las obras tanto de paganos como de cristianos tienen intencionalidades manifiestas, y dan lugar a interpretaciones muy variadas.

La Historia de Occidente ha sido construida y redactada con documentos. El redactar una historia crítica supone la existencia de documentos neutros, cuya meta primitiva no haya sido la información histórica. Con respecto al período republicano, el Bajo Imperio presenta una inmensa cantidad de material, aunque la epigrafía sea mucho menor que la altoimperial.

El panorama administrativo puede seguirse a través de los pocos documentos conservados de la alta administración imperial: el Laterculus Veronensis y el Laterculus de Polemio Silvio, ambos listas de provincias del Imperio ordenadas por diócesis; las inscripciones honoríficas ordenadas por los gobernadores provinciales, que recogen nombres, títulos, cargos y fechas; y la Notitia Dignitatum, un registro de cargos, oficiales, subalternos y unidades militares a disposición de la administración central y provincial distribuidos por ambas partes del Imperio.

El Codex Theodosianus y el Corpus Iuris Civilis, las recopilaciones legislativas de los emperadores Teodosio II (408-50) y Justiniano (518-65) representan un sumario precioso del material jurídico de la época imperial, al igual que la epigrafía que contienen leyes imperiales, edictos, decretos, cartas, diplomas militares (decretos de baja), decretos senatoriales, inscripciones de municipios, de colegios, inscripciones privadas, etc.

Un importante material documental se puede encontrar también en los papiros egipcios de la época imperial, en especial los procedentes de Oxirrinco; aunque la inmensa mayoría se refieren solo a su zona de localización y no son extrapolables, entre ellos se ha hallado documentos de gran importancia, como por ejemplo una copia de la Constitutio Antoniniana de Caracalla.

Las monedas constituyen otra fuente original muy importante.[4]

Fuentes arqueológicas

La reciente incorporación de la arqueología ha permitido desterrar varios mitos asentados en la historiografía tardorromana. La gran crisis del siglo III se superó con una rapidez asombrosa en el siglo IV, que fue un período no de decadencia, sino de recuperación generalizada e incluso de gran prosperidad en algunas zonas, a pesar de los problemas del latifundismo, la presión fiscal, la inflación o la polarización social. Las invasiones germánicas, sin dejar de ser violentas y traumáticas, no lo fueron tanto como para destruir la civilización romana. Y si bien se puede decir que iniciaron un proceso de decadencia del Mundo Antiguo, éste no se inició realmente hasta el siglo VI.

La arqueología demuestra además que los pueblos germánicos eran completamente sedentarios:

"La principal impresión que suscitan las excavaciones es la de comunidades estables y duraderas, algunas de las cuales ocupaban los mismos lugares durante décadas o incluso siglos, otras trasladaban sus viviendas sin alejarse demasiado de los confines de su territorio original [...] Parece claro [...] que la primitiva economía germana [...] era, en esencia, semejante a la agricultura campesina de las provincias occidentales del Imperio romano"
[5]

Otro aspecto de capital importancia evidenciado por el registro arqueológico es que la "Decadencia y caída" no fue un fenómeno homogéneo y común a todo el Imperio. Algunas regiones efectivamente declinaron, pero otras no. Hispania, la Galia, Iliria, Grecia y las zonas del limes danubiano, escenario de numerosos conflictos, fueron los territorios más afectados por las guerras entre romanos y por las invasiones bárbaras. En Italia, tras los saqueos de Alarico y Atila, hay una continuidad hasta el siglo VI, alcanzando la cúspide de su prosperidad con Teodorico, para decaer y no recuperarse hasta la Plena Edad Media, a causa de la Guerra Gótica y las invasiones lombardas.

Un hito de gran importancia es que las excavaciones patrocinadas por la Unesco en el norte de África han revelado la pervivencia de la prosperidad africana durante la ocupación vándala, y un verdadero "renacimiento bizantino" tras las dificultades del reinado de Justiniano, alcanzando un nivel de prosperidad comparable al de comienzos del siglo V, para ser definitivamente arrasado por la invasión musulmana, que fue extremadamente cruenta en la zona y que en el transcurso de cuarenta años de luchas destruyó todas las grandes ciudades (Cartago, Susa, Hadrumeto, Hipona, Leptis, etc.).

Otro tanto ocurriría en las islas mediterráneas, en especial Sicilia, que a pesar de la irrupción de los vándalos se mantuvo prácticamente al margen de toda invasión hasta la llegada de los musulmanes. Las excavaciones revelan por último que Siria y Palestina alcanzaron probablemente su máxima prosperidad en los siglos V y VI, pese a los terremotos y a las devastaciones de Cosroes I en el reinado de Justiniano; esta prosperidad se mantuvo hasta el siglo VII, decayendo con rapidez a causa de las invasiones persas.

Decadencia frente a transformación

 
Genserico saqueando Roma, por Karl Briullov (1836).

Tesis de la decadencia y caída

La versión tradicional del final del mundo antiguo fue que la desintegración política y militar del poder romano en Occidente acarreó la ruina de su civilización. Desde San Agustín hasta el siglo XXI ha predominado la idea de que las culturas ofrecen una evolución similar a la de los seres vivos, y que la decadencia es su fase final. Esta visión tuvo su origen en el siglo XVIII. Hasta entonces el absolutismo político y el Cristianismo del Bajo Imperio habían sido valorados positivamente, pero con los nuevos vientos ilustrados, comenzó a valorarse de manera peyorativa, surgiendo la idea de la decadencia.

Edward Gibbon y su monumental History of the decline and fall of the Roman Empire recibieron de la historiografía anterior un legado muy mediatizado por la religión, puesta en tela de juicio por los filósofos ilustrados. En este panorama de profunda revisión, Gibbon hizo suya la exposición de principios de Tácito, y desarrolló su monumental obra partiendo de la idea de moda en ese momento, ya adelantada por Montesquieu en sus Considérations sur les causes de la grandeur des Romains et de leur décadence (París, 1734): que la pérdida de la "virtud republicana" fue causa fundamental de la decadencia del Imperio. Gibbon plantea que tras la Edad de Oro racionalista de los Ulpio-Aelios (para él "los Antoninos") se inicia la decadencia, el inicio del triunfo de lo bárbaro y lo cristiano, el momento en el que la irracionalidad ocupa el poder. El historiador italiano Arnaldo Momigliano[6]​ indicaba que lo novedoso de Gibbon no fueron sus ideas políticas, morales o religiosas, que son las mismas de Voltaire, sino que supo comprender el importante papel de los hechos en la Historia y supo ordenarlos y valorarlos, realizando la primera historia moderna, y en eso radica su importancia y la fuerza con que ha calado en toda la historiografía posterior.

La visión de Gibbon, probablemente el historiador más influyente de todos los tiempos.[7][8]​ fue compartida por los grandes historiadores positivistas del siglo XIX como Jacob Burckhardt u Otto Seeck. Entre las obras del primero se destaca Die Zeit Constantins des Großen (Basilea, 1853), donde abundaba en la idea de la decadencia como un envejecimiento social reflejado en la creencia en la inmortalidad y la vida ultraterrena, que desintegró la civilización clásica.

En general, hasta los últimos decenios del siglo XX se mantuvo la visión que de este periodo había establecido Gibbon, principalmente de la mano de Mikhail Rostovtzeff, y su influyente Social and Economic History of the Roman Empire (Oxford, 1926). Este historiador ruso realizó la primera explicación sistemática de la crisis bajoimperial, con una metodología concreta pero muy condicionada por sus experiencias personales (la Primera Guerra Mundial y la Revolución rusa). Rostovtzeff mantuvo el mismo esquema establecido por Gibbon, pero cambiando las religiosas por las económicas.

De la mano de Rostovzeff se retomó a Max Weber, estudiándose los fenómenos económicos que serán seguidos fundamentalmente por la historiografía marxista. Siguiendo esta tendencia, a lo largo del siglo se ahondó en aspectos más concretos, pero sin cuestionar la tesis "decadentista".

Otros importantes historiadores retomarán las ideas de la "barbarización del imperio", como Franz Altheim, con su obra Die Soldatenkaiser. Todos ellos mantienen el mismo concepto de fondo iniciado por Gibbon que llevaría a otro importante historiador como André Piganiol a decir que "la civilización romana no ha muerto de muerte natural. Ha sido asesinada". En general, los rasgos más importantes de la teoría tradicional de la "decadencia del Imperio romano" pueden resumirse en 7 puntos:

  1. Ruina económica: depreciación monetaria, carestía y contracción de la actividad, en especial de la comercial, lo que conduce a la autarquía.
  2. Guerras civiles e intensificación de las rapiñas de una soldadesca cada vez más barbarizada.
  3. Plagas pestíferas y despoblación.
  4. Desórdenes internos, revueltas sociales (bagaudas), bandidaje terrestre y marítimo (piratería sajona).
  5. Abandono de tierras y expansión de la vinculación personal (colonato).
  6. Luchas de poder entre el ejército bárbaro y los funcionarios civiles romanos por la dirección del Estado, con victoria de los militares: surgen diversos caudillajes (Estilicón, Aecio, Ricimero).
  7. Destrucción de las clases privilegiadas e imposición del dominio del campo sobre la ciudad.

En 1956 el arqueólogo, epigrafista e historiador del arte Henri Marrou publicó un artículo de capital importancia titulado «La décadence de l’Antiquité classique». En él consideraba que los historiadores, él mismo incluido, habían subestimado la Antigüedad Tardía al considerarla mero periodo intermedio entre el clasicismo antiguo y su recuperación renacentista. El error habría sido de partida y metodológico, ya que humanistas e ilustrados habían utilizado con parcialidad el concepto de decadencia en defensa de sus opiniones e intereses. El concepto de "decadencia" implica necesariamente un juicio de valor que sustenta toda una filosofía de la historia: humanistas e ilustrados pretendían "disipar las tinieblas de la Edad Oscura", para redescubrir una antigüedad pretendidamente luminosa, la existente hasta la muerte de Marco Aurelio. El Bajo Imperio, con el triunfo del cristianismo y el absolutismo, era desdeñado por los prejuicios ilustrados como un período de «barbarie», «tiranía» y «superstición».

Marrou consideraba que los historiadores debían evitar caer en esos prejuicios y renovar su metodología. El Imperio Tardío no era en nada inferior al de Augusto o los Antoninos. Su cultura y modelo de civilización no eran decadentes ni reproducían, sin comprenderlos, los esquemas del Alto Imperio. Además, estaban produciendo nuevos modelos, es decir, que la época mostraba originalidad.

A la luz de los nuevos estudios, la historiografía piensa actualmente que existió una crisis importante, pero matizada y condicionada a zonas geográficas concretas, de las cuales todavía queda mucho por determinar.

Tesis del continuismo y la transición

Ya desde el siglo XIX, algunos historiadores pensaron que el término "caída" no era el término apropiado para el período que posteriormente sería bautizado como Antigüedad tardía, predominando actualmente la idea de cambio y evolución desde el modelo de sociedad de la Roma altoimperial a la plenamente medieval.

El pionero del moderno continuismo fue Fustel de Coulanges (Institutions politiques de l'ancienne France. I-VI vols; París, 1874), que consideraba que los bárbaros no serían destructores del mundo antiguo, sino que dieron un nuevo rumbo a un proceso de transformación del mundo romano que ya estaba en marcha. Encontró una gran variedad de pervivencias posteriores, observando que las instituciones tardorromanas estaban muy cerca de las similares de merovingios y carlovingios, y que las fuerzas de integración social actuaban de igual forma antes y después (creencias, estructura económica, etc.).

Henri Pirenne continuó en la línea de su maestro Coulange, planteando su célebre teoría (Mahomet et Charlemagne; Bruselas, 1937), según la cual las invasiones germánicas no destruyeron la unidad mediterránea del mundo antiguo, ni tampoco eliminaron los rasgos que suelen considerarse esenciales de la cultura romana tal como aún existía en el siglo V. La verdadera causa de la ruptura con la tradición de la Antigüedad la habría producido el rápido e inesperado avance del Islam, que interrumpió las rutas comerciales del Mediterráneo y llevó al declive de la economía europea, provocando un largo período de autarquía. Sin embargo, a pesar de su fama, Pirenne no convenció a la historiografía dominante en aquel momento, muy influenciada por el marxismo.

Tesis del colapso

De origen antropológico y sociológico, sus principales representantes son Arnold Toynbee, James Burke y Joseph Tainter (The Collapse of Complex Societies; Cambridge, 1988).

En ellas se suele aceptar que la caída del Imperio romano era inevitable, equiparándola con la de otras grandes culturas de la historia universal, de acuerdo a una teoría del derrumbe de las sociedades complejas. Simplificando mucho, esta visión considera que, a medida que una sociedad se desarrolla, se diferencia cada vez más socialmente y se hace más compleja, de modo que para poder seguir existiendo necesita de un crecimiento correspondiente.

Causas

A grandes rasgos, se pueden ordenar en siete categorías o clases las diferentes teorías sobre las causas del hundimiento del poder imperial romano en Occidente. Es difícil citar nombres concretos, ya que muchos de los que figuran en cada categoría podrían también aparecer en otros apartados. Los nombres que siguen, aun siendo representativos, no engloban a la extraordinaria cantidad de obras, autores y tendencias que se han pronunciado sobre el tema. Así por ejemplo, el profesor alemán Alexander Demandt, de la Universidad Libre de Berlín, publicó una obra en que repasaba 210 teorías diferentes sobre la caída de Roma titulada Der Fall Röms. Die Auflösung des romischen Reiches im Urteil der Nachwelt (Múnich, 1984).

Teorías religiosas y morales

La "culpa del cristianismo" fue uno de los factores a los que más se ha achacado la crisis del siglo V. Actualmente es una teoría sin peso y sin defensores, al menos en estricta puridad. Unir bajo un mismo punto de vista metodológico la progresiva crisis del mundo romano y la victoria del cristianismo, haciendo culpable a este último de la primera es un planteamiento voluntarista, excesivamente radical, que no responde a la realidad. La Iglesia no volvió la espalda al Imperio y, si algunos cristianos contribuyeron a debilitar la resistencia imperial, otros apelaron al patriotismo romano; durante el Bajo Imperio, el cristianismo triunfante sirvió de aglutinante a la sociedad romana. Además, en Occidente (Galia, Germania, Britania e Hispania), donde la crisis fue más aguda, el cristianismo tuvo una implantación limitada hasta entrado el s. V, mientras que fue precisamente el Oriente más cristianizado el que mejor sobrellevó la crisis.

Historiadores tardoantiguos

Ya en la Antigüedad Tardía hubo intelectuales, como el historiador pagano del s. V Zósimo y su maestro Eunapio de Sardes, que echaron la culpa al cristianismo de los males que afligían del Imperio. Los paganos creían que la crisis se debía a que los dioses les negaban su protección por culpa de la expansión cristiana en el Imperio, lo que impulsó a gentes como Cipriano de Cartago, Agustín de Hipona, Salviano de Marsella o Paulo Orosio a defender lo contrario en obras como De civitate dei o Historiarum adversum paganos.

Edward Gibbon

La apologética pagana potenció su influencia con la Ilustración; la “Edad de la Razón”, señalada por su negación del pasado, su escepticismo religioso, y su crítica violenta al poder monárquico y la autoridad religiosa, no podía aceptar como algo positivo el absolutismo y la profunda influencia del clero y la religión en el Imperio romano tardío. Edward Gibbon en su clásico History of the decline and fall of the Roman Empire, aparecido entre 1776 y 1788, se planteó las causas de la decadencia del Mundo Antiguo desde estos presupuestos racionalistas, agnósticos, e incluso neopaganos, pero su mérito estuvo en hacerlo de una manera totalmente novedosa. Adaptando las ideas de Tácito, el sabio inglés atribuyó la decadencia del Imperio a la pérdida de las virtudes cívicas, y echó la culpa al cristianismo, que predicaba un estilo de vida que influyó negativamente en la marcha de la gravísima crisis que padecía el Imperio desde la época de Marco Aurelio:

"En tanto en cuanto la felicidad en una vida futura es el gran objetivo de esta religión, podemos aceptar sin sorpresa ni escándalo que la introducción -o al menos el abuso- del Cristianismo tuvo una cierta influencia en la decadencia y caída del Imperio romano. El clero predicó con éxito doctrinas que ensalzaban la paciencia y la pusilanimidad; las antiguas virtudes activas [virtudes republicanas de los romanos] de la sociedad fueron desalentadas; los últimos restos del espíritu militar fueron enterrados en los claustros: una gran proporción de los caudales públicos y privados se consagraron a las engañosas demandas de caridad y devoción; y la soldada de los ejércitos era malgastada en una inútil multitud de ambos sexos [frailes y monjas, esta opinión sobre ellos era habitual en el público inglés del s.XVIII] capaz sólo de alabar los méritos de la abstinencia y la castidad. La fe, el celo, la curiosidad, y pasiones más terrenales como la malicia y la ambición, encendieron la llama de la discordia teológica. La Iglesia -e incluso el estado- fueron distraídas por facciones religiosas cuyos conflictos eran muchas veces sangrientos, y siempre implacables; la atención de los emperadores fue desviada de los campos de batalla a los sínodos. El mundo romano comenzó, pues, a ser oprimido por una nueva especie de tiranía, y las sectas perseguidas se convirtieron en enemigos secretos del estado.
Y sin embargo, un espíritu partidista, no importa cuán absurdo o pernicioso, puede ser tanto un principio de unión como de desunión. Los obispos, desde ochocientos púlpitos, inculcaban al pueblo los deberes de la obediencia pasiva buscada por el legítimo y ortodoxo emperador; sus frecuentes asambleas y su perpetua correspondencia los mantenían en comunión con las más distantes iglesias; y el temperamento benevolente de los Evangelios fue endurecido, aunque confirmado, por la alianza espiritual de los católicos. La sagrada indolencia de los monjes era con frecuencia abrazada en unos tiempos a la vez serviles y afeminados; pero si la superstición no había supuesto el fin de los principios de la República, estos mismos vicios [la servilidad y el afeminamiento] habrían llevado a los indignos romanos a desertar de ellos. Los preceptos religiosos son fácilmente obedecidos por aquellos cuyas inclinaciones naturales les llevan a la indulgencia y la santidad; pero la pura y genuina influencia del Cristianismo puede hallarse, si bien de forma imperfecta, en los efectos que el proselitismo cristiano tuvo sobre los bárbaros del norte. Si la decadencia del Imperio Romano se había acelerado con la conversión de Constantino, al menos su religión victoriosa redujo en algo el estrépito de la caída, y rebajó el feroz temperamento de los conquistadores."
(Capítulo XXXIX)

Teorías raciales y culturales

En buena medida, casi todas ellas han sido resultado de la identificación de cultura, raza y nación propias de la sociología y antropología darwinista.

Karl Julius Beloch

En Die Bevölkerung der griechisch-römischen Welt (Leipzig, 1886) ofrecía una explicación culturalista: la creación de un estado panmediterráneo impidió el desarrollo y consolidación de la vida civilizada. La Roma imperial habría ahogado los impulsos innovadores de la Grecia plural. Es preciso señalar que Beloch hizo tales conclusiones tras la unificación alemana, en pleno auge del militarismo, el nacionalismo y la socialpolitica de Bismarck, que en pocos años acabaron con la tradición liberal alemana.

Tenney Frank

Este profesor norteamericano de la Universidad Johns Hopkins, publicó en 1916 un estudio titulado "Race Mixture in the Roman Empire"[9]​ en el que defendía que la decadencia de Roma se debía a la diversidad cultural y la mezcla de razas: al emanciparse todos los griegos y orientales esclavos, cambiaron el carácter del Imperio, convirtiéndolo en una monarquía helenística, motivando el absolutismo, la expansión de las religiones orientales, la decadencia de la literatura latina y la desaparición de la vieja clase gobernante, ruda y viril, que construyó el Imperio romano.

Otto Seeck

En Geschichte des Untergangs des antiken Welt (Stuttgart, 1920-1921) planteó que la decadencia de Roma se debió al hecho de que a partir del s. III hubo una especie de "selección al revés" que provocó la desaparición de la élite que dirigía el Estado romano. Esta desaparición se explicaría por el desinterés de las clases dirigentes en reproducirse y por su debilitamiento, desgastadas por mezclas continuas, provocada por la manumisión de esclavos, el matrimonio de libres y libertos, la prohibición del matrimonio a los soldados, las continuas guerras, etc. Asimismo, los emperadores se habrían dedicado a exterminar la capacidad y el mérito personal, y a extender la mentalidad servil, a lo que contribuyó el triunfo del cristianismo. El resultado obvio de todo ello habría sido la decadencia y el hundimiento del poder imperial.

Es importante señalar que Seeck planteó su teoría tras la derrota de la Alemania imperial en la Primera Guerra Mundial, en pleno proceso democratizador de la República de Weimar. Ferdinand Lot objetó a esta tesis que, muy al contrario, el Bajo Imperio fue una época de grandes personalidades.

Franz Altheim

En sus obras Die Soldatenkaiser (Fráncfort del Meno, 1939) y Die Krise der alten Welt im 3. Jahrhundert n. Zw. und ihre Ursachen (Berlín, 1943), este prestigioso historiador alemán explicaba la caída de Roma en la preponderancia de las "razas jóvenes" germanas, con mayor agresividad e iniciativa, sobre las "razas viejas" y decadentes del Mundo Mediterráneo, sumidas en la desidia. En su momento, sus explicaciones entraron dentro de la historiografía oficial del III Reich.

Martin Nilsson

Para este profesor sueco, una autoridad en religión griega, la decadencia de Roma vendría motivada por un cambio racial. Según su planteamiento, la “raza romana” estaría cada vez más diluida y barbarizada. No obstante, pasó poco tiempo antes de que autores como N.H. Baynes señalaran en la región donde la mezcla de razas fue mayor, Asia Menor, en el Bajo Imperio no hubo decadencia alguna, ni en lo intelectual, ni en lo social, ni en lo económico, ni el cristianismo tuvo ningún resultado funesto (antes al contrario).

Joseph Vogt

Su obra The decline of Rome: The metamorphosis of Ancient Civilization (Londres, 1967) insistía en la metamorfosis cultural, pero ajena a planteamientos biológicos, defendiendo una noción de continuidad sobre la base de un cambio. Consideraba que la mal llamada "decadencia" fue un proceso lento de cambio, que comenzó con Cómodo (180-193) y que dio como resultado un tipo nuevo de cultura, muy parecida al Mundo Medieval. En esta idea de cambio cultural, Vogt remarcaba la importancia de tener presente que las invasiones germánicas eran "una migración de gentes, no meramente una invasión de bárbaros".

Teorías militares y hostilistas

Entran en el grupo los que explican el fin del Imperio romano en Occidente por el impacto que sobre el mismo tuvieron los germanos, de cualquier modo que ello se entienda, ya sea desde el punto de vista puramente militar o de las causas internas que obraron con ocasión de la coyuntura de la presión de los germanos. Esta presión fue causada por los hunos pueblo del centro de Asia, de origen mongol.

Flavio Vegecio Renato

En su Epitoma rei militaris (c. 430), este historiador militar contemporáneo de los hechos afirmó que la decadencia de las armas romanas se debía al abandono de las antiguas formas de organización de las legiones y la incorporación de mercenarios bárbaros al ejército romano.

Teorías naturales

Un cuarto grupo de autores han formulado explicaciones fundadas en las ciencias naturales, haciendo hincapié en la población, el clima y el suelo. Es importante señalar que el enfriamiento del clima a partir del siglo II tendría su influencia en malas cosechas, plagas de peste y la mayor movilidad de los pueblos bárbaros.

A.E.R. Boak

Este profesor de Historia Antigua en la Universidad de Míchigan, especialista en Historia Bizantina, publicó un estudio, que ha tenido gran aceptación en América del Norte, titulado Manpower Shortage and the Fall of the Roman in the West (Londres, 1956). Opinaba que la causa de la caída de Roma se debe al déficit de la mano de obra que sufrió el Imperio, que tuvo efectos desastrosos en la agricultura, en la industria y en los servicios públicos; los decenios comprendidos entre los años 235 y 284, lo que se conoce con el nombre de la Anarquía Militar debido a las continuas luchas y a la peste, que asoló todo el Imperio durante 15 años y vació, al decir de los contemporáneos, ciudades enteras (ya a mediados del s. II, en época de Marco Aurelio, hubo otra pertinaz peste), fueron desastrosos para la población rural. La falta de mano de obra esclava se sintió en Occidente, pero no en Oriente.

El ejército, falto de nuevos reclutas desde mediados del s. II, alistó bárbaros, lo que produjo la barbarización del ejército ya en el s. III. La falta de mano de obra se agravó en el s. IV por la valoración cristiana de la castidad, y por el control de la natalidad, ya que las mujeres no querían tener más que un hijo. Sin negar que hubo períodos en que el déficit de mano de obra fuera grande, los historiadores actuales no consideran que fuera una causa determinante de la decadencia del Imperio.

Teorías políticas

Muchos historiadores consideran que los problemas políticos internos debilitaron económica y militarmente a Roma, y que ello permitió a sus enemigos externos derribar "un edificio podrido".

Ramsay Macmullen

Su obra Corruption and the Decline of Rome (Binghampton, 1988) es novedosa por el análisis cuantificado de algunos aspectos de la decadencia de Roma y la incorporación crítica de nuevos materiales. Hace una gran labor de sociología histórica, analizando las relaciones entre los distintos grupos sociales, concluyendo que algunos grupos sociales llegarían a constituirse en enemigos internos del Imperio: desertores, rebeldes, bandidos, etc.

Considera que el factor clave del fracaso del Bajo Imperio es que, a medida que se iba volviendo más burocrático (la alta administración pasó de unos 200 cargos a 6000 desde Trajano a Teodosio) y totalitario, el poder absoluto iba escapando de manos del Emperador en favor de los funcionarios civiles y militares. Estos solo velaban por sus intereses personales, lo que llevó a la corrupción, los abusos de poder y la creciente incapacidad para enfrentarse adecuadamente a los problemas administrativos y militares. Los factores favorecedores de esta corrupción serían los siguientes:

  • Empleo de favores y violencia coercitiva por parte del Gobierno.
  • Ambigüedad de las leyes.
  • Totalitarismo.
  • Aislamiento del Emperador.

El efecto más notable sería el deterioro del ejército, con la barbarización de la tropa y la oficialidad, la falta de equipo militar y la corrupción de la clase dirigente. Bajo el mando de emperadores fuertes, la nave del Estado se mantenía firme, pero con el ascenso al poder de personajes débiles como Honorio, declinó rápidamente, lo que llevaría al caudillismo, encarnado en grandes espadones como Estilicón o Aecio.

Teorías económico-sociales

Ludwig von Mises

Para este economista austriaco la caída del Imperio fue causada por la manipulación de la moneda realizada con objeto de enriquecer al Estado y una legislación creciente que regulaba el mercado. En su tratado La acción humana Mises sostiene que:

Apelar a la coacción y compulsión para invertir la tendencia hacia la desintegración social era contraproducente ya que la descomposición [del Imperio] precisamente tenía sus orígenes en el recurso a la fuerza y la coacción. Ningún romano fue capaz de comprender que la decadencia del Imperio era consecuencia de la injerencia estatal en los precios y del envilecimiento de la moneda.
Consideraciones en torno a la decadencia de la civilización clásica

Entre las medidas regulatorias que habían tomado los emperadores romanos estarían el castigo a quien osara abandonar la ciudad, la nacionalización del comercio de grano, la regulación de los precios agrícolas y del sector naviero (generando escasez) el aumento y la creación de nuevos impuestos especialmente desde el siglo III d. C. (sobre herencias y bienes para sufragar los gastos militares, la creación de espectáculos y obras públicas, para la pensión de soldados veteranos). A esto se sumaría un constante envilecimiento de la moneda para adquirir mayores beneficios de "señoreaje" (diferencia entre el valor nominal de la moneda y sus costes de fabricación).

Moses Finley

En The Ancient Economy (Londres, 1985) plantea la importancia del desinterés. La polarización social y la acumulación de inmensos patrimonios en unas pocas manos aristocráticas provocaría que el dinero permaneciera ocioso por falta de incentivo. Además, los nuevos ricos no tendrían un verdadero afán de crear capital y producir riqueza, sino de adquirirla e imitar el modo de vida de la clase dominante. Los objetivos económicos no serían fines en sí mismos, sino medios de promoción política y social. Una vez alcanzados, se trataría de mantener el nivel de vida. Asimismo, al ser la tierra la base de la riqueza y no producirse progreso técnico alguno, el crecimiento económico, la productividad y aún la eficiencia se habrían estancado.

Referencias

Notas

  1. (Blázquez 1973: 113).
  2. La crisis del Imperio Romano de Occidente (454-476 d. C.). En: Revista de arqueología, año 28, n.º 344, pp. 55-63.
  3. Apologie pour l'histoire ou métier d'historien. París, 1949, p. 30.
  4. Burnett, Andrew (1987): Coinage in the Roman World. Londres: B. A. Seaby Ltd ISBN 0 900652 85 3
  5. Todd; Malcolm (1975): The Northern Barbarians 100 BC - Ad 300. Londres: Hutchinson. ISBN 0 091222 20 6
  6. "Gibbon’s Contribution to historical Method", en: Historia, 1954, 458-460.
  7. «Edward Gibbon (British historian) - Britannica Online Encyclopedia». Consultado el 2009. 
  8. Sir Leslie Stephen: Dictionary of National Biography, vol. 21, p. 255 (Londres, 1890), calificó la obra de Gibbon como "insuperable".
  9. En The American Historical Review, Vol. 21, N.º 4, 689-708.

Bibliografía

  • Arce, Javier (1997): El último siglo de la España romana (284-409). Madrid: Alianza. ISBN 84-206-2347-4.
  • Blázquez Martínez, José M.ª (1990): Aportaciones al estudio de la España romana en el Bajo Imperio. Madrid: Istmo. ISBN 84-7090-216-4.
    • - (1973) Causas de la decadencia y hundimiento del Mundo Antiguo. En: Jano n.º 98, pp. 113-123.
  • Bock, Susan (1992): Los hunos: tradición e historia. En: Antigüedad y cristianismo: Monografías históricas sobre la Antigüedad tardía, N.º 9, pp. 1-463. Murcia: Universidad de Murcia. ISSN 0214-7165.
  • Bravo, Gonzalo (1994). Historia del Mundo Antiguo. Una introducción crítica. Madrid: Alianza. ISBN 84-206-8185-7.
  • Bury, J.B (1958): History of the Later Roman Empire. Londres: Dover. ISBN 0-486-20398-0.
  • Cameron, Averil (2001): El Bajo Imperio Romano. Madrid: Encuentro. ISBN 84-7490-620-2.
  • Ermatinger, James W. (2004): The decline and fall of the Roman Empire. Westport: Greenwood. ISBN 0-313-32692-4.
  • Ferrill, Arther (1989): La caída del Imperio Romano: la explicación militar. Madrid: EDAF. ISBN 84-7640-293-7.
  • García Moreno, Luis Agustín (1998): El Bajo Imperio Romano. Madrid: Síntesis. ISBN 84-7738-620-X.
  • Gibbon, Edward (2007): Historia de la decadencia y caída del Imperio romano. Madrid: Turner. ISBN 84-7506-752-2.
  • Heather, Peter (2006): La caída del Imperio Romano. Barcelona: Crítica. ISBN 84-8432-710-8.
  • Helal Ouriachen, El Housin (2009): La ciudad bética durante la Antigüedad Tardía. Persistencias y mutaciones locales en relación con la realidad urbana del Mediterráneo y del Atlántico, Tesis doctoral, Universidad de Granada, Granada.
  • Kovaliov, Sergei I. (1973): Historia de Roma. Madrid: Akal. ISBN 84-7339-016-4.
  • Liebeschuetz, JHWG (2006): Decline and Change in Late Antiquity: Religion, Barbarians and Their Historiography. Aldershot: Ashgate. ISBN 0-86078-990-X.
  • Little, Lester K., y Rosenwein, Bárbara H. (eds; 2003): La Edad Media a debate. Madrid: Akal. ISBN 84-460-1288-X.
  • MacMullen, Ramsay (1988): Corruption and the Decline of Rome. Binghampton: Yale University Press. ISBN 0-300-04799-1.
  • Pirenne, Henri (2005). Mahoma y Carlomagno. Madrid: Alianza. ISBN 84-206-2214-1.
  • Spengler, Oswald (1922-3): Der Untergang des Abendlandes.
  • Vasiliev, Alexander (1946): Historia del Imperio Bizantino. Barcelona: Iberia. ISBN 84-7082-095-8.
  • Ward-Perkins, Bryan (2006): La caída de Roma y el fin de la civilización. Madrid: Espasa. ISBN 84-6702-363-5.

Enlaces externos

  • .
  • José Bueno: La caída del Imperio Romano.
    • , con índice electrónico.
  •   Datos: Q62072405

historiografía, decadencia, imperio, romano, decadencia, caída, imperio, romano, concepto, historiográfico, hace, referencia, transformaciones, operadas, durante, crisis, siglo, bajo, imperio, romano, partir, condujeron, rápido, deterioro, poder, romano, hundi. La decadencia y caida del Imperio romano es un concepto historiografico que hace referencia a las transformaciones operadas durante la Crisis del siglo III y el Bajo Imperio romano que a partir de 395 condujeron a un rapido deterioro del poder romano y al hundimiento del Imperio de Occidente cuyo ultimo emperador efectivo Romulo Augustulo fue depuesto por el caudillo herulo Odoacro empleado al servicio de Roma La Porta Maggiore de Roma Grabado de Giovanni Battista Piranesi 1780 La decadencia y caida del Imperio romano es una de las cuestiones mas debatidas y estudiadas de la Historia Es considerada por algunos como el mayor enigma de todos y ha sido uno de los ejes del discurso historico clasico desde san Agustin de Hipona La ruina de la Roma eterna ha perdurado como el paradigma por excelencia del agotamiento y muerte de las civilizaciones una caducidad mundana interpretada como el precedente y anuncio del fin del mundo o al menos de la civilizacion occidental Los siglos XX y XXI han visto multiplicarse el interes por este problema historico debido probablemente al hecho de que la civilizacion contemporanea tiene muchos rasgos comunes con la de la Antiguedad Tardia y a que la cultura occidental esta en un periodo de transicion como la Roma de los siglos III y IV 1 La historiografia ha oscilado entre una interpretacion minimalista la interrupcion de la serie de emperadores en la parte occidental del Imperio y una maximalista el hundimiento de una civilizacion y el quiebro de una historia del mundo dividida en dos etapas una antigua pagana y otra moderna cristiana De igual modo de un extremo al otro del espectro de teorias propuestas se ha considerado el proceso como una larga transformacion debida a fenomenos endogenos la decadencia o un derrumbamiento repentino por causas fundamentalmente exogenas la caida En concreto el termino decadencia y caida hace referencia a la obra maestra del historiador ingles Edward Gibbon quien sin ser el primero en abordar el tema en el siglo XVIII renovo la ciencia historiografica por medio de su analisis del periodo tardo romano asumiendo una postura a medio camino entre las endogenas y las exogenas En la actualidad predominan las teorias exogenas menos dramaticas aunque sin restar importancia a los problemas internos y las consecuencias que produjo la irrupcion de los germanos en el Imperio Esta concepcion continuista defiende la pervivencia hasta epoca carolingia a pesar de las invasiones y violencias de las estructuras politico economicas fundamentales y de la concepcion del poder del mundo tardorromano Ya sugerida por el celebre historiador belga Henri Pirenne esta corriente continuista tendria su mayor exponente en Walter Goffart de la Universidad de Toronto hasta cierto punto en autores como el britanico Peter Heather y en su caso mas extremo en la muy criticada corriente fiscalista del frances Jean Durliat Un ejemplo serian las palabras del profesor Gonzalo Fernandez Hernandez de la Universidad de Zaragoza El Imperio Romano de Occidente se enfrenta a unos problemas entre 454 y 476 que desembocan en una reunificacion del Imperio 476 no supone el fin de Imperio alguno los soberanos barbaros federados al Imperio romano reconocen la soberania nominal de un unico emperador con sede en Constantinopla en teoria esta situacion perdura hasta la coronacion imperial de Carlomagno 2 Por otra parte sigue habiendo quienes defienden una vision mas catastrofista y acorde a la concepcion tradicional de este problema historico tal es el caso del arqueologo britanico Bryan Ward Perkins De igual modo hay diferencias entre quienes ponen el acento en el caracter romanista endogeno de las transformaciones como Goffart y quienes por el contrario apuntan hacia el caracter germanista exogeno como el austriaco Walter Pohl Indice 1 Fuentes 1 1 Fuentes literarias 1 2 Fuentes arqueologicas 2 Decadencia frente a transformacion 2 1 Tesis de la decadencia y caida 2 2 Tesis del continuismo y la transicion 2 3 Tesis del colapso 3 Causas 3 1 Teorias religiosas y morales 3 1 1 Historiadores tardoantiguos 3 1 2 Edward Gibbon 3 2 Teorias raciales y culturales 3 2 1 Karl Julius Beloch 3 2 2 Tenney Frank 3 2 3 Otto Seeck 3 2 4 Franz Altheim 3 2 5 Martin Nilsson 3 2 6 Joseph Vogt 3 3 Teorias militares y hostilistas 3 3 1 Flavio Vegecio Renato 3 4 Teorias naturales 3 4 1 A E R Boak 3 5 Teorias politicas 3 5 1 Ramsay Macmullen 3 6 Teorias economico sociales 3 6 1 Ludwig von Mises 3 6 2 Moses Finley 4 Referencias 4 1 Notas 4 2 Bibliografia 5 Enlaces externosFuentes EditarEl historiador frances Marc Bloch miembro de la Escuela de los Annales defendia que todo libro de historia digno de este nombre deberia incluir un capitulo o si se prefiere insertar en los puntos esenciales del desarrollo una serie de parrafos titulados Como puedo saber lo que voy a decir 3 En este sentido y dado que la Historia se redacta basandose en fuentes susceptibles de interpretacion la veracidad y fiabilidad de estas han de ser analizadas previamente En este sentido los historiadores actuales consideran que el fallo metodologico mas grave de las sucesivas corrientes historiograficas ha radicado precisamente en esta falta de analisis de las fuentes historicas Fuentes literarias Editar En abierta contraposicion respecto al siglo III las fuentes disponibles para el periodo del siglo IV en adelante son extremadamente ricas y variadas tal que sobrepasan incluso a la epoca de Ciceron y hace de este uno de los periodos mejor documentados de la historia romana a pesar de la perdida de algunos textos como por ejemplo la Enmannsche Kaisergeschichte Desgraciadamente la historia romana es ante todo una historiografia limitada a lo politico y lo militar una historia fundamentalmente narrativa Es decir composiciones integradas por afirmaciones factuales sosteniendose cada hecho enunciado en otro y el conjunto aparece como una red de unidades enunciativas cohesionadas entre si Ademas de las obras de estricto caracter historiografico Amiano Marcelino Aurelio Victor Zosimo Hidacio Jordanes etc lirico Panegiricos latinos Rutilio Namaciano epistolar Simaco Sidonio Apolinar o biografico hagiografias varias por anadidura es esta la epoca de los grandes autores cristianos tanto latinos Jeronimo Ambrosio Agustin Salviano de Marsella como griegos Basilio de Cesarea Gregorio de Nisa Gregorio Nacianceno y Juan Crisostomo Todos ellos son continuadores de la tradicion clasica y por lo general tambien son de igual modo tendenciosos Las obras tanto de paganos como de cristianos tienen intencionalidades manifiestas y dan lugar a interpretaciones muy variadas La Historia de Occidente ha sido construida y redactada con documentos El redactar una historia critica supone la existencia de documentos neutros cuya meta primitiva no haya sido la informacion historica Con respecto al periodo republicano el Bajo Imperio presenta una inmensa cantidad de material aunque la epigrafia sea mucho menor que la altoimperial El panorama administrativo puede seguirse a traves de los pocos documentos conservados de la alta administracion imperial el Laterculus Veronensis y el Laterculus de Polemio Silvio ambos listas de provincias del Imperio ordenadas por diocesis las inscripciones honorificas ordenadas por los gobernadores provinciales que recogen nombres titulos cargos y fechas y la Notitia Dignitatum un registro de cargos oficiales subalternos y unidades militares a disposicion de la administracion central y provincial distribuidos por ambas partes del Imperio El Codex Theodosianus y el Corpus Iuris Civilis las recopilaciones legislativas de los emperadores Teodosio II 408 50 y Justiniano 518 65 representan un sumario precioso del material juridico de la epoca imperial al igual que la epigrafia que contienen leyes imperiales edictos decretos cartas diplomas militares decretos de baja decretos senatoriales inscripciones de municipios de colegios inscripciones privadas etc Un importante material documental se puede encontrar tambien en los papiros egipcios de la epoca imperial en especial los procedentes de Oxirrinco aunque la inmensa mayoria se refieren solo a su zona de localizacion y no son extrapolables entre ellos se ha hallado documentos de gran importancia como por ejemplo una copia de la Constitutio Antoniniana de Caracalla Las monedas constituyen otra fuente original muy importante 4 Fuentes arqueologicas Editar La reciente incorporacion de la arqueologia ha permitido desterrar varios mitos asentados en la historiografia tardorromana La gran crisis del siglo III se supero con una rapidez asombrosa en el siglo IV que fue un periodo no de decadencia sino de recuperacion generalizada e incluso de gran prosperidad en algunas zonas a pesar de los problemas del latifundismo la presion fiscal la inflacion o la polarizacion social Las invasiones germanicas sin dejar de ser violentas y traumaticas no lo fueron tanto como para destruir la civilizacion romana Y si bien se puede decir que iniciaron un proceso de decadencia del Mundo Antiguo este no se inicio realmente hasta el siglo VI La arqueologia demuestra ademas que los pueblos germanicos eran completamente sedentarios La principal impresion que suscitan las excavaciones es la de comunidades estables y duraderas algunas de las cuales ocupaban los mismos lugares durante decadas o incluso siglos otras trasladaban sus viviendas sin alejarse demasiado de los confines de su territorio original Parece claro que la primitiva economia germana era en esencia semejante a la agricultura campesina de las provincias occidentales del Imperio romano 5 Otro aspecto de capital importancia evidenciado por el registro arqueologico es que la Decadencia y caida no fue un fenomeno homogeneo y comun a todo el Imperio Algunas regiones efectivamente declinaron pero otras no Hispania la Galia Iliria Grecia y las zonas del limes danubiano escenario de numerosos conflictos fueron los territorios mas afectados por las guerras entre romanos y por las invasiones barbaras En Italia tras los saqueos de Alarico y Atila hay una continuidad hasta el siglo VI alcanzando la cuspide de su prosperidad con Teodorico para decaer y no recuperarse hasta la Plena Edad Media a causa de la Guerra Gotica y las invasiones lombardas Un hito de gran importancia es que las excavaciones patrocinadas por la Unesco en el norte de Africa han revelado la pervivencia de la prosperidad africana durante la ocupacion vandala y un verdadero renacimiento bizantino tras las dificultades del reinado de Justiniano alcanzando un nivel de prosperidad comparable al de comienzos del siglo V para ser definitivamente arrasado por la invasion musulmana que fue extremadamente cruenta en la zona y que en el transcurso de cuarenta anos de luchas destruyo todas las grandes ciudades Cartago Susa Hadrumeto Hipona Leptis etc Otro tanto ocurriria en las islas mediterraneas en especial Sicilia que a pesar de la irrupcion de los vandalos se mantuvo practicamente al margen de toda invasion hasta la llegada de los musulmanes Las excavaciones revelan por ultimo que Siria y Palestina alcanzaron probablemente su maxima prosperidad en los siglos V y VI pese a los terremotos y a las devastaciones de Cosroes I en el reinado de Justiniano esta prosperidad se mantuvo hasta el siglo VII decayendo con rapidez a causa de las invasiones persas Decadencia frente a transformacion Editar Genserico saqueando Roma por Karl Briullov 1836 Tesis de la decadencia y caida Editar La version tradicional del final del mundo antiguo fue que la desintegracion politica y militar del poder romano en Occidente acarreo la ruina de su civilizacion Desde San Agustin hasta el siglo XXI ha predominado la idea de que las culturas ofrecen una evolucion similar a la de los seres vivos y que la decadencia es su fase final Esta vision tuvo su origen en el siglo XVIII Hasta entonces el absolutismo politico y el Cristianismo del Bajo Imperio habian sido valorados positivamente pero con los nuevos vientos ilustrados comenzo a valorarse de manera peyorativa surgiendo la idea de la decadencia Edward Gibbon y su monumental History of the decline and fall of the Roman Empire recibieron de la historiografia anterior un legado muy mediatizado por la religion puesta en tela de juicio por los filosofos ilustrados En este panorama de profunda revision Gibbon hizo suya la exposicion de principios de Tacito y desarrollo su monumental obra partiendo de la idea de moda en ese momento ya adelantada por Montesquieu en sus Considerations sur les causes de la grandeur des Romains et de leur decadence Paris 1734 que la perdida de la virtud republicana fue causa fundamental de la decadencia del Imperio Gibbon plantea que tras la Edad de Oro racionalista de los Ulpio Aelios para el los Antoninos se inicia la decadencia el inicio del triunfo de lo barbaro y lo cristiano el momento en el que la irracionalidad ocupa el poder El historiador italiano Arnaldo Momigliano 6 indicaba que lo novedoso de Gibbon no fueron sus ideas politicas morales o religiosas que son las mismas de Voltaire sino que supo comprender el importante papel de los hechos en la Historia y supo ordenarlos y valorarlos realizando la primera historia moderna y en eso radica su importancia y la fuerza con que ha calado en toda la historiografia posterior La vision de Gibbon probablemente el historiador mas influyente de todos los tiempos 7 8 fue compartida por los grandes historiadores positivistas del siglo XIX como Jacob Burckhardt u Otto Seeck Entre las obras del primero se destaca Die Zeit Constantins des Grossen Basilea 1853 donde abundaba en la idea de la decadencia como un envejecimiento social reflejado en la creencia en la inmortalidad y la vida ultraterrena que desintegro la civilizacion clasica En general hasta los ultimos decenios del siglo XX se mantuvo la vision que de este periodo habia establecido Gibbon principalmente de la mano de Mikhail Rostovtzeff y su influyente Social and Economic History of the Roman Empire Oxford 1926 Este historiador ruso realizo la primera explicacion sistematica de la crisis bajoimperial con una metodologia concreta pero muy condicionada por sus experiencias personales la Primera Guerra Mundial y la Revolucion rusa Rostovtzeff mantuvo el mismo esquema establecido por Gibbon pero cambiando las religiosas por las economicas De la mano de Rostovzeff se retomo a Max Weber estudiandose los fenomenos economicos que seran seguidos fundamentalmente por la historiografia marxista Siguiendo esta tendencia a lo largo del siglo se ahondo en aspectos mas concretos pero sin cuestionar la tesis decadentista Otros importantes historiadores retomaran las ideas de la barbarizacion del imperio como Franz Altheim con su obra Die Soldatenkaiser Todos ellos mantienen el mismo concepto de fondo iniciado por Gibbon que llevaria a otro importante historiador como Andre Piganiol a decir que la civilizacion romana no ha muerto de muerte natural Ha sido asesinada En general los rasgos mas importantes de la teoria tradicional de la decadencia del Imperio romano pueden resumirse en 7 puntos Ruina economica depreciacion monetaria carestia y contraccion de la actividad en especial de la comercial lo que conduce a la autarquia Guerras civiles e intensificacion de las rapinas de una soldadesca cada vez mas barbarizada Plagas pestiferas y despoblacion Desordenes internos revueltas sociales bagaudas bandidaje terrestre y maritimo pirateria sajona Abandono de tierras y expansion de la vinculacion personal colonato Luchas de poder entre el ejercito barbaro y los funcionarios civiles romanos por la direccion del Estado con victoria de los militares surgen diversos caudillajes Estilicon Aecio Ricimero Destruccion de las clases privilegiadas e imposicion del dominio del campo sobre la ciudad En 1956 el arqueologo epigrafista e historiador del arte Henri Marrou publico un articulo de capital importancia titulado La decadence de l Antiquite classique En el consideraba que los historiadores el mismo incluido habian subestimado la Antiguedad Tardia al considerarla mero periodo intermedio entre el clasicismo antiguo y su recuperacion renacentista El error habria sido de partida y metodologico ya que humanistas e ilustrados habian utilizado con parcialidad el concepto de decadencia en defensa de sus opiniones e intereses El concepto de decadencia implica necesariamente un juicio de valor que sustenta toda una filosofia de la historia humanistas e ilustrados pretendian disipar las tinieblas de la Edad Oscura para redescubrir una antiguedad pretendidamente luminosa la existente hasta la muerte de Marco Aurelio El Bajo Imperio con el triunfo del cristianismo y el absolutismo era desdenado por los prejuicios ilustrados como un periodo de barbarie tirania y supersticion Marrou consideraba que los historiadores debian evitar caer en esos prejuicios y renovar su metodologia El Imperio Tardio no era en nada inferior al de Augusto o los Antoninos Su cultura y modelo de civilizacion no eran decadentes ni reproducian sin comprenderlos los esquemas del Alto Imperio Ademas estaban produciendo nuevos modelos es decir que la epoca mostraba originalidad A la luz de los nuevos estudios la historiografia piensa actualmente que existio una crisis importante pero matizada y condicionada a zonas geograficas concretas de las cuales todavia queda mucho por determinar Tesis del continuismo y la transicion Editar Ya desde el siglo XIX algunos historiadores pensaron que el termino caida no era el termino apropiado para el periodo que posteriormente seria bautizado como Antiguedad tardia predominando actualmente la idea de cambio y evolucion desde el modelo de sociedad de la Roma altoimperial a la plenamente medieval El pionero del moderno continuismo fue Fustel de Coulanges Institutions politiques de l ancienne France I VI vols Paris 1874 que consideraba que los barbaros no serian destructores del mundo antiguo sino que dieron un nuevo rumbo a un proceso de transformacion del mundo romano que ya estaba en marcha Encontro una gran variedad de pervivencias posteriores observando que las instituciones tardorromanas estaban muy cerca de las similares de merovingios y carlovingios y que las fuerzas de integracion social actuaban de igual forma antes y despues creencias estructura economica etc Henri Pirenne continuo en la linea de su maestro Coulange planteando su celebre teoria Mahomet et Charlemagne Bruselas 1937 segun la cual las invasiones germanicas no destruyeron la unidad mediterranea del mundo antiguo ni tampoco eliminaron los rasgos que suelen considerarse esenciales de la cultura romana tal como aun existia en el siglo V La verdadera causa de la ruptura con la tradicion de la Antiguedad la habria producido el rapido e inesperado avance del Islam que interrumpio las rutas comerciales del Mediterraneo y llevo al declive de la economia europea provocando un largo periodo de autarquia Sin embargo a pesar de su fama Pirenne no convencio a la historiografia dominante en aquel momento muy influenciada por el marxismo Tesis del colapso Editar De origen antropologico y sociologico sus principales representantes son Arnold Toynbee James Burke y Joseph Tainter The Collapse of Complex Societies Cambridge 1988 En ellas se suele aceptar que la caida del Imperio romano era inevitable equiparandola con la de otras grandes culturas de la historia universal de acuerdo a una teoria del derrumbe de las sociedades complejas Simplificando mucho esta vision considera que a medida que una sociedad se desarrolla se diferencia cada vez mas socialmente y se hace mas compleja de modo que para poder seguir existiendo necesita de un crecimiento correspondiente Causas EditarA grandes rasgos se pueden ordenar en siete categorias o clases las diferentes teorias sobre las causas del hundimiento del poder imperial romano en Occidente Es dificil citar nombres concretos ya que muchos de los que figuran en cada categoria podrian tambien aparecer en otros apartados Los nombres que siguen aun siendo representativos no engloban a la extraordinaria cantidad de obras autores y tendencias que se han pronunciado sobre el tema Asi por ejemplo el profesor aleman Alexander Demandt de la Universidad Libre de Berlin publico una obra en que repasaba 210 teorias diferentes sobre la caida de Roma titulada Der Fall Roms Die Auflosung des romischen Reiches im Urteil der Nachwelt Munich 1984 Teorias religiosas y morales Editar La culpa del cristianismo fue uno de los factores a los que mas se ha achacado la crisis del siglo V Actualmente es una teoria sin peso y sin defensores al menos en estricta puridad Unir bajo un mismo punto de vista metodologico la progresiva crisis del mundo romano y la victoria del cristianismo haciendo culpable a este ultimo de la primera es un planteamiento voluntarista excesivamente radical que no responde a la realidad La Iglesia no volvio la espalda al Imperio y si algunos cristianos contribuyeron a debilitar la resistencia imperial otros apelaron al patriotismo romano durante el Bajo Imperio el cristianismo triunfante sirvio de aglutinante a la sociedad romana Ademas en Occidente Galia Germania Britania e Hispania donde la crisis fue mas aguda el cristianismo tuvo una implantacion limitada hasta entrado el s V mientras que fue precisamente el Oriente mas cristianizado el que mejor sobrellevo la crisis Historiadores tardoantiguos Editar Ya en la Antiguedad Tardia hubo intelectuales como el historiador pagano del s V Zosimo y su maestro Eunapio de Sardes que echaron la culpa al cristianismo de los males que afligian del Imperio Los paganos creian que la crisis se debia a que los dioses les negaban su proteccion por culpa de la expansion cristiana en el Imperio lo que impulso a gentes como Cipriano de Cartago Agustin de Hipona Salviano de Marsella o Paulo Orosio a defender lo contrario en obras como De civitate dei o Historiarum adversum paganos Edward Gibbon Editar Articulos principales Edward Gibbone Historia de la decadencia y caida del Imperio romano La apologetica pagana potencio su influencia con la Ilustracion la Edad de la Razon senalada por su negacion del pasado su escepticismo religioso y su critica violenta al poder monarquico y la autoridad religiosa no podia aceptar como algo positivo el absolutismo y la profunda influencia del clero y la religion en el Imperio romano tardio Edward Gibbon en su clasico History of the decline and fall of the Roman Empire aparecido entre 1776 y 1788 se planteo las causas de la decadencia del Mundo Antiguo desde estos presupuestos racionalistas agnosticos e incluso neopaganos pero su merito estuvo en hacerlo de una manera totalmente novedosa Adaptando las ideas de Tacito el sabio ingles atribuyo la decadencia del Imperio a la perdida de las virtudes civicas y echo la culpa al cristianismo que predicaba un estilo de vida que influyo negativamente en la marcha de la gravisima crisis que padecia el Imperio desde la epoca de Marco Aurelio En tanto en cuanto la felicidad en una vida futura es el gran objetivo de esta religion podemos aceptar sin sorpresa ni escandalo que la introduccion o al menos el abuso del Cristianismo tuvo una cierta influencia en la decadencia y caida del Imperio romano El clero predico con exito doctrinas que ensalzaban la paciencia y la pusilanimidad las antiguas virtudes activas virtudes republicanas de los romanos de la sociedad fueron desalentadas los ultimos restos del espiritu militar fueron enterrados en los claustros una gran proporcion de los caudales publicos y privados se consagraron a las enganosas demandas de caridad y devocion y la soldada de los ejercitos era malgastada en una inutil multitud de ambos sexos frailes y monjas esta opinion sobre ellos era habitual en el publico ingles del s XVIII capaz solo de alabar los meritos de la abstinencia y la castidad La fe el celo la curiosidad y pasiones mas terrenales como la malicia y la ambicion encendieron la llama de la discordia teologica La Iglesia e incluso el estado fueron distraidas por facciones religiosas cuyos conflictos eran muchas veces sangrientos y siempre implacables la atencion de los emperadores fue desviada de los campos de batalla a los sinodos El mundo romano comenzo pues a ser oprimido por una nueva especie de tirania y las sectas perseguidas se convirtieron en enemigos secretos del estado Y sin embargo un espiritu partidista no importa cuan absurdo o pernicioso puede ser tanto un principio de union como de desunion Los obispos desde ochocientos pulpitos inculcaban al pueblo los deberes de la obediencia pasiva buscada por el legitimo y ortodoxo emperador sus frecuentes asambleas y su perpetua correspondencia los mantenian en comunion con las mas distantes iglesias y el temperamento benevolente de los Evangelios fue endurecido aunque confirmado por la alianza espiritual de los catolicos La sagrada indolencia de los monjes era con frecuencia abrazada en unos tiempos a la vez serviles y afeminados pero si la supersticion no habia supuesto el fin de los principios de la Republica estos mismos vicios la servilidad y el afeminamiento habrian llevado a los indignos romanos a desertar de ellos Los preceptos religiosos son facilmente obedecidos por aquellos cuyas inclinaciones naturales les llevan a la indulgencia y la santidad pero la pura y genuina influencia del Cristianismo puede hallarse si bien de forma imperfecta en los efectos que el proselitismo cristiano tuvo sobre los barbaros del norte Si la decadencia del Imperio Romano se habia acelerado con la conversion de Constantino al menos su religion victoriosa redujo en algo el estrepito de la caida y rebajo el feroz temperamento de los conquistadores Capitulo XXXIX Teorias raciales y culturales Editar En buena medida casi todas ellas han sido resultado de la identificacion de cultura raza y nacion propias de la sociologia y antropologia darwinista Karl Julius Beloch Editar Articulo principal Karl Julius Beloch En Die Bevolkerung der griechisch romischen Welt Leipzig 1886 ofrecia una explicacion culturalista la creacion de un estado panmediterraneo impidio el desarrollo y consolidacion de la vida civilizada La Roma imperial habria ahogado los impulsos innovadores de la Grecia plural Es preciso senalar que Beloch hizo tales conclusiones tras la unificacion alemana en pleno auge del militarismo el nacionalismo y la socialpolitica de Bismarck que en pocos anos acabaron con la tradicion liberal alemana Tenney Frank Editar Articulo principal Tenney Frank Este profesor norteamericano de la Universidad Johns Hopkins publico en 1916 un estudio titulado Race Mixture in the Roman Empire 9 en el que defendia que la decadencia de Roma se debia a la diversidad cultural y la mezcla de razas al emanciparse todos los griegos y orientales esclavos cambiaron el caracter del Imperio convirtiendolo en una monarquia helenistica motivando el absolutismo la expansion de las religiones orientales la decadencia de la literatura latina y la desaparicion de la vieja clase gobernante ruda y viril que construyo el Imperio romano Otto Seeck Editar Articulo principal Otto Seeck En Geschichte des Untergangs des antiken Welt Stuttgart 1920 1921 planteo que la decadencia de Roma se debio al hecho de que a partir del s III hubo una especie de seleccion al reves que provoco la desaparicion de la elite que dirigia el Estado romano Esta desaparicion se explicaria por el desinteres de las clases dirigentes en reproducirse y por su debilitamiento desgastadas por mezclas continuas provocada por la manumision de esclavos el matrimonio de libres y libertos la prohibicion del matrimonio a los soldados las continuas guerras etc Asimismo los emperadores se habrian dedicado a exterminar la capacidad y el merito personal y a extender la mentalidad servil a lo que contribuyo el triunfo del cristianismo El resultado obvio de todo ello habria sido la decadencia y el hundimiento del poder imperial Es importante senalar que Seeck planteo su teoria tras la derrota de la Alemania imperial en la Primera Guerra Mundial en pleno proceso democratizador de la Republica de Weimar Ferdinand Lot objeto a esta tesis que muy al contrario el Bajo Imperio fue una epoca de grandes personalidades Franz Altheim Editar Articulo principal Franz Altheim En sus obras Die Soldatenkaiser Francfort del Meno 1939 y Die Krise der alten Welt im 3 Jahrhundert n Zw und ihre Ursachen Berlin 1943 este prestigioso historiador aleman explicaba la caida de Roma en la preponderancia de las razas jovenes germanas con mayor agresividad e iniciativa sobre las razas viejas y decadentes del Mundo Mediterraneo sumidas en la desidia En su momento sus explicaciones entraron dentro de la historiografia oficial del III Reich Martin Nilsson Editar Articulo principal Martin Nilsson Para este profesor sueco una autoridad en religion griega la decadencia de Roma vendria motivada por un cambio racial Segun su planteamiento la raza romana estaria cada vez mas diluida y barbarizada No obstante paso poco tiempo antes de que autores como N H Baynes senalaran en la region donde la mezcla de razas fue mayor Asia Menor en el Bajo Imperio no hubo decadencia alguna ni en lo intelectual ni en lo social ni en lo economico ni el cristianismo tuvo ningun resultado funesto antes al contrario Joseph Vogt Editar Articulo principal Joseph Vogt Su obra The decline of Rome The metamorphosis of Ancient Civilization Londres 1967 insistia en la metamorfosis cultural pero ajena a planteamientos biologicos defendiendo una nocion de continuidad sobre la base de un cambio Consideraba que la mal llamada decadencia fue un proceso lento de cambio que comenzo con Comodo 180 193 y que dio como resultado un tipo nuevo de cultura muy parecida al Mundo Medieval En esta idea de cambio cultural Vogt remarcaba la importancia de tener presente que las invasiones germanicas eran una migracion de gentes no meramente una invasion de barbaros Teorias militares y hostilistas Editar Entran en el grupo los que explican el fin del Imperio romano en Occidente por el impacto que sobre el mismo tuvieron los germanos de cualquier modo que ello se entienda ya sea desde el punto de vista puramente militar o de las causas internas que obraron con ocasion de la coyuntura de la presion de los germanos Esta presion fue causada por los hunos pueblo del centro de Asia de origen mongol Flavio Vegecio Renato Editar Articulo principal Flavio Vegecio Renato En su Epitoma rei militaris c 430 este historiador militar contemporaneo de los hechos afirmo que la decadencia de las armas romanas se debia al abandono de las antiguas formas de organizacion de las legiones y la incorporacion de mercenarios barbaros al ejercito romano Teorias naturales Editar Un cuarto grupo de autores han formulado explicaciones fundadas en las ciencias naturales haciendo hincapie en la poblacion el clima y el suelo Es importante senalar que el enfriamiento del clima a partir del siglo II tendria su influencia en malas cosechas plagas de peste y la mayor movilidad de los pueblos barbaros A E R Boak Editar Este profesor de Historia Antigua en la Universidad de Michigan especialista en Historia Bizantina publico un estudio que ha tenido gran aceptacion en America del Norte titulado Manpower Shortage and the Fall of the Roman in the West Londres 1956 Opinaba que la causa de la caida de Roma se debe al deficit de la mano de obra que sufrio el Imperio que tuvo efectos desastrosos en la agricultura en la industria y en los servicios publicos los decenios comprendidos entre los anos 235 y 284 lo que se conoce con el nombre de la Anarquia Militar debido a las continuas luchas y a la peste que asolo todo el Imperio durante 15 anos y vacio al decir de los contemporaneos ciudades enteras ya a mediados del s II en epoca de Marco Aurelio hubo otra pertinaz peste fueron desastrosos para la poblacion rural La falta de mano de obra esclava se sintio en Occidente pero no en Oriente El ejercito falto de nuevos reclutas desde mediados del s II alisto barbaros lo que produjo la barbarizacion del ejercito ya en el s III La falta de mano de obra se agravo en el s IV por la valoracion cristiana de la castidad y por el control de la natalidad ya que las mujeres no querian tener mas que un hijo Sin negar que hubo periodos en que el deficit de mano de obra fuera grande los historiadores actuales no consideran que fuera una causa determinante de la decadencia del Imperio Teorias politicas Editar Muchos historiadores consideran que los problemas politicos internos debilitaron economica y militarmente a Roma y que ello permitio a sus enemigos externos derribar un edificio podrido Ramsay Macmullen Editar Articulo principal Ramsay Macmullen Su obra Corruption and the Decline of Rome Binghampton 1988 es novedosa por el analisis cuantificado de algunos aspectos de la decadencia de Roma y la incorporacion critica de nuevos materiales Hace una gran labor de sociologia historica analizando las relaciones entre los distintos grupos sociales concluyendo que algunos grupos sociales llegarian a constituirse en enemigos internos del Imperio desertores rebeldes bandidos etc Considera que el factor clave del fracaso del Bajo Imperio es que a medida que se iba volviendo mas burocratico la alta administracion paso de unos 200 cargos a 6000 desde Trajano a Teodosio y totalitario el poder absoluto iba escapando de manos del Emperador en favor de los funcionarios civiles y militares Estos solo velaban por sus intereses personales lo que llevo a la corrupcion los abusos de poder y la creciente incapacidad para enfrentarse adecuadamente a los problemas administrativos y militares Los factores favorecedores de esta corrupcion serian los siguientes Empleo de favores y violencia coercitiva por parte del Gobierno Ambiguedad de las leyes Totalitarismo Aislamiento del Emperador El efecto mas notable seria el deterioro del ejercito con la barbarizacion de la tropa y la oficialidad la falta de equipo militar y la corrupcion de la clase dirigente Bajo el mando de emperadores fuertes la nave del Estado se mantenia firme pero con el ascenso al poder de personajes debiles como Honorio declino rapidamente lo que llevaria al caudillismo encarnado en grandes espadones como Estilicon o Aecio Teorias economico sociales Editar Ludwig von Mises Editar Articulo principal Ludwig von Mises Para este economista austriaco la caida del Imperio fue causada por la manipulacion de la moneda realizada con objeto de enriquecer al Estado y una legislacion creciente que regulaba el mercado En su tratado La accion humana Mises sostiene que Apelar a la coaccion y compulsion para invertir la tendencia hacia la desintegracion social era contraproducente ya que la descomposicion del Imperio precisamente tenia sus origenes en el recurso a la fuerza y la coaccion Ningun romano fue capaz de comprender que la decadencia del Imperio era consecuencia de la injerencia estatal en los precios y del envilecimiento de la moneda Consideraciones en torno a la decadencia de la civilizacion clasica Entre las medidas regulatorias que habian tomado los emperadores romanos estarian el castigo a quien osara abandonar la ciudad la nacionalizacion del comercio de grano la regulacion de los precios agricolas y del sector naviero generando escasez el aumento y la creacion de nuevos impuestos especialmente desde el siglo III d C sobre herencias y bienes para sufragar los gastos militares la creacion de espectaculos y obras publicas para la pension de soldados veteranos A esto se sumaria un constante envilecimiento de la moneda para adquirir mayores beneficios de senoreaje diferencia entre el valor nominal de la moneda y sus costes de fabricacion Moses Finley Editar Articulo principal Moses Finley En The Ancient Economy Londres 1985 plantea la importancia del desinteres La polarizacion social y la acumulacion de inmensos patrimonios en unas pocas manos aristocraticas provocaria que el dinero permaneciera ocioso por falta de incentivo Ademas los nuevos ricos no tendrian un verdadero afan de crear capital y producir riqueza sino de adquirirla e imitar el modo de vida de la clase dominante Los objetivos economicos no serian fines en si mismos sino medios de promocion politica y social Una vez alcanzados se trataria de mantener el nivel de vida Asimismo al ser la tierra la base de la riqueza y no producirse progreso tecnico alguno el crecimiento economico la productividad y aun la eficiencia se habrian estancado Referencias EditarNotas Editar Blazquez 1973 113 La crisis del Imperio Romano de Occidente 454 476 d C En Revista de arqueologia ano 28 n º 344 pp 55 63 Apologie pour l histoire ou metier d historien Paris 1949 p 30 Burnett Andrew 1987 Coinage in the Roman World Londres B A Seaby Ltd ISBN 0 900652 85 3 Todd Malcolm 1975 The Northern Barbarians 100 BC Ad 300 Londres Hutchinson ISBN 0 091222 20 6 Gibbon s Contribution to historical Method en Historia 1954 458 460 Edward Gibbon British historian Britannica Online Encyclopedia Consultado el 2009 Sir Leslie Stephen Dictionary of National Biography vol 21 p 255 Londres 1890 califico la obra de Gibbon como insuperable En The American Historical Review Vol 21 N º 4 689 708 Bibliografia Editar Arce Javier 1997 El ultimo siglo de la Espana romana 284 409 Madrid Alianza ISBN 84 206 2347 4 Blazquez Martinez Jose M ª 1990 Aportaciones al estudio de la Espana romana en el Bajo Imperio Madrid Istmo ISBN 84 7090 216 4 1973 Causas de la decadencia y hundimiento del Mundo Antiguo En Jano n º 98 pp 113 123 Bock Susan 1992 Los hunos tradicion e historia En Antiguedad y cristianismo Monografias historicas sobre la Antiguedad tardia N º 9 pp 1 463 Murcia Universidad de Murcia ISSN 0214 7165 Bravo Gonzalo 1994 Historia del Mundo Antiguo Una introduccion critica Madrid Alianza ISBN 84 206 8185 7 Bury J B 1958 History of the Later Roman Empire Londres Dover ISBN 0 486 20398 0 Cameron Averil 2001 El Bajo Imperio Romano Madrid Encuentro ISBN 84 7490 620 2 Ermatinger James W 2004 The decline and fall of the Roman Empire Westport Greenwood ISBN 0 313 32692 4 Ferrill Arther 1989 La caida del Imperio Romano la explicacion militar Madrid EDAF ISBN 84 7640 293 7 Garcia Moreno Luis Agustin 1998 El Bajo Imperio Romano Madrid Sintesis ISBN 84 7738 620 X Gibbon Edward 2007 Historia de la decadencia y caida del Imperio romano Madrid Turner ISBN 84 7506 752 2 Heather Peter 2006 La caida del Imperio Romano Barcelona Critica ISBN 84 8432 710 8 Helal Ouriachen El Housin 2009 La ciudad betica durante la Antiguedad Tardia Persistencias y mutaciones locales en relacion con la realidad urbana del Mediterraneo y del Atlantico Tesis doctoral Universidad de Granada Granada Kovaliov Sergei I 1973 Historia de Roma Madrid Akal ISBN 84 7339 016 4 Liebeschuetz JHWG 2006 Decline and Change in Late Antiquity Religion Barbarians and Their Historiography Aldershot Ashgate ISBN 0 86078 990 X Little Lester K y Rosenwein Barbara H eds 2003 La Edad Media a debate Madrid Akal ISBN 84 460 1288 X MacMullen Ramsay 1988 Corruption and the Decline of Rome Binghampton Yale University Press ISBN 0 300 04799 1 Pirenne Henri 2005 Mahoma y Carlomagno Madrid Alianza ISBN 84 206 2214 1 Spengler Oswald 1922 3 Der Untergang des Abendlandes Vasiliev Alexander 1946 Historia del Imperio Bizantino Barcelona Iberia ISBN 84 7082 095 8 Ward Perkins Bryan 2006 La caida de Roma y el fin de la civilizacion Madrid Espasa ISBN 84 6702 363 5 Enlaces externos EditarDecadencia y fin de Roma Jose Bueno La caida del Imperio Romano Texto espanol con indice electronico Datos Q62072405 Obtenido de https es wikipedia org w index php title Historiografia de la decadencia del Imperio romano amp oldid 141861607, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

español

, española, descargar, gratis, descargar gratis, mp3, video, mp4, 3gp, jpg, jpeg, gif, png, imagen, música, canción, película, libro, juego, juegos