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Guerra civil catalana

La guerra civil catalana (1462-1472) fue el conflicto que se produjo en el Principado de Cataluña entre los partidarios del rey Juan II de Aragón, conde de Barcelona, y los de las instituciones catalanas rebeldes al rey encabezadas por la Diputación del General del Principado de Cataluña y el Consell del Principat.

Para el bando realista los «rebeldes» lo eran por haber traicionado la fidelidad que habían jurado a su rey, mientras que los antijuanistas consideraban «traidores» a los realistas por no ser fieles a las leyes de la «tierra», por ser «enemigos de la cosa pública» o simplemente por ser «malos catalanes». Así el bando antijuanista desarrolló un nueva concepción de la sociedad política en la que, según Santiago Sobrequés y Jaume Sobrequés, «la solidaridad entre los hombres de un país se producía por tener unas leyes comunes y habitar una misma tierra, no como hasta entonces, por el hecho de ser vasallos de un mismo soberano». Había surgido, pues, el concepto moderno de patria que iba más allá de la mera adscripción territorial para revestir un carácter jurídico, por lo que la rebelión catalana sería, como ya señaló el historiador francés Joseph Calmette, nacido en Perpiñán, «la primera de las revoluciones modernas», cien años anterior a la rebelión de los Países Bajos.[1]

Según Francesc Xavier Hernández Cardona, «desde el punto de vista técnico y tecnológico, la Guerra Civil catalana fue la última guerra medieval, pero también la primera guerra moderna. (…) Los nobles tienen un papel secundario; son los dirigentes militares, pero ya no mandan mesnadas feudales, sino ejércitos desiguales de ciudadanos y mercenarios. Las tropas de caballería ya no están compuestas por la flor y nata de la nobleza sino por hombres de armas más o menos a jornal. La pirobalística adquiere protagonismo; aunque el uso de armas cortas de fuego parece todavía muy limitado, se generalizó el uso de bombardas, hasta prefigurar lo que podría calificarse como una artillería de campaña —los ejércitos arrastraban piezas, a utilizar principalmente en los asedios—».[2]

Sobre las causas de la guerra, Santiago Sobrequés y Jaume Sobrequés han señalado: «la rivalidad que existía entre las ramas nobiliarias principales del país; la lucha entre la Biga, partido que agrupaba a la oligarquía, y la Busca, de tendencia popular y socializante, para conseguir el gobierno de la municipalidad barcelonesa; la agitación en el campo, donde la oposición de los señores a las aspiraciones legítimas de los campesinos de remensa habían atizado la lucha, y la profunda crisis económica que padecía Cataluña». Y como causas inmediatas: «el desheredamiento del Príncipe de Viana por parte de su padre Juan II y la oposición entre el sentido absolutista del rey y el espíritu pactista catalán».[3]

Antecedentes: el enfrentamiento entre la oligarquía nobiliaria y urbana y la monarquía

Empieza el siglo XV en medio de una profunda crisis que afectaba a toda Europa occidental y, especialmente, al Condado de Barcelona. Las causas fueron diversas: la crisis de subsistencia de la población; la demográfica que afectó especialmente al campo debido a las grandes epidemias; la financiera, con el endeudamiento excesivo de las instituciones públicas; la reducción del volumen y de las ganancias del comercio internacional...

El enfrentamiento entre la monarquía y la oligarquía nobiliaria y urbana catalana se remontaba al reinado de Alfonso el Magnánimo (1416-1458) cuando su gobernador en Cataluña bajo la lugartenencia de la reina María, Galcerán de Requesens, miembro de la pequeña nobleza catalana ―señor de Molins de Rei―, apoyó en su lucha por el gobierno de la ciudad de Barcelona a la «Busca», que reunía a los mercaderes y a los artesanos, frente a la «Biga», que agrupaba al rico patriciado urbano barcelonés que dominaba el Consejo de Ciento de la ciudad y que, junto con la nobleza, también controlaba las Cortes Catalanas y la Diputación del General. Así Requesens permitió la creación del Sindicat dels Tres estaments i poble de Barcelona e intervino en el municipio de Barcelona arrebatando a la «Biga» el gobierno de la ciudad y poniendo en su lugar a hombres de su confianza y a miembros moderados de la «Busca». En palabras de Carme Batlle, «fue un auténtico golpe de estado contra los privilegios municipales y el tradicional poder de las familias patricias (los ciudadanos honrados, es decir, rentistas…)».[4]

El segundo motivo del conflicto fue el apoyo que la monarquía dio a los campesinos remensas enfrentados a sus señores por la cuestión de los «malos usos». El rey también permitió la formación de un sindicato, el Gran Sindicato Remensa fundado en 1448, para que los campesinos pudieran reunirse y luego negociar con sus señores, tanto laicos como eclesiásticos, y en 1455 dictó una sentencia interlocutoria por la que suspendía temporalmente el pago de los malos usos, aunque sin llegar a resolver el fondo del asunto. Así, como ha destacado Carme Batlle, «los dos sindicatos, el rural y el urbano, serían utilizados por la monarquía y sus representantes como arma contra la oligarquía catalana poco antes de la guerra civil y durante la misma».[5]

En 1454 Alfonso el Magnánimo nombró nuevo lugarteniente de Cataluña a su hermano Juan, rey de Navarra, después de que la oligarquía nobiliaria y urbana hubiera rechazado el nombramiento de Requesens para ese puesto. Con el fin de hallar una salida a la complicada situación que se vivía en Cataluña, Juan convocó las Cortes Catalanas que estarían reunidas por espacio de cuatro años (1454-1458). En estas agitadas Cortes no se resolvió el conflicto que enfrentaba a la oligarquía y la monarquía. Desde el primer momento se hizo patente el enfrentamiento cuando los síndicos del resto de ciudades catalanas en apoyo de la «Biga» consideraron ilegales a los síndicos que había enviado la ciudad de Barcelona que pertenecían a la «Busca», lo que obligó al lugarteniente a intervenir para dar cobertura legal a estos. Asimismo Juan continuó con la política filoremensa, lo que le enfrentó con los señores laicos y eclesiásticos de la Cataluña vieja también representados en las Cortes. Así pues, el resultado de las mismas fue que tras ellas se creó un movimiento contrario al rey por parte de la nobleza, el clero y el patriciado urbano, cuya fuerza Juan, ya convertido desde 1458 —a la avanzada edad para la época de sesenta años—[6]​ en monarca de la Corona de Aragón tras la muerte de su hermano, no valoró en su justa medida.[7]

El prólogo: la revolución catalana de 1460-1461

El impacto en Cataluña del conflicto sucesorio del reino de Navarra

En diciembre de 1459 se firmó la Concordia de Barcelona por la que el rey Juan II de Aragón y su hijo el príncipe Carlos de Viana se reconciliaron en su disputa por la corona del reino de Navarra. Sin embargo, de la otra cuestión que los enfrentaba ―el reconocimiento de la «primogenitura» aragonesa―[8]​ nada se decía en la Concordia, aunque el título de «primogénito de Aragón, de Navarra y de Sicilia» lo venía utilizando Carlos de Viana desde la muerte del rey Alfonso el Magnánimo el año anterior.[9][10]

A finales de marzo de 1460 Carlos de Viana abandonó Mallorca, a donde había llegado procedente de Sicilia, y el día 31 hizo su entrada triunfal en Barcelona. En esta se utilizó la fórmula de primer fill nat (‘primer hijo nacido’) para no entrar en la vidriosa cuestión de la primogenitura. El 14 de mayo se encontraron padre e hijo en Igualada y al día siguiente hicieron su entrada conjunta en Barcelona. Sin embargo, la reconciliación era solo superficial, pues Carlos de Viana, al no haber sido reconocida su primogenitura, entró en contacto con el rey de Castilla Enrique IV para concertar una alianza con él mediante el matrimonio con su hermana la infanta Isabel, que entonces contaba nueve años de edad.[11][10]

En septiembre de 1460 Juan II convocó las Cortes catalanas en Lérida y le pidió a su hijo Carlos de Viana que se reuniera con él en esa localidad para concretar su boda con la princesa Catalina de Portugal y evitar así el matrimonio de Carlos con la infanta castellana Isabel, proyecto del que había tenido conocimiento gracias a un emisario de los magnates castellanos que se oponían a Enrique IV.[12]​ Una vez allí, el rey ordenó el 2 de diciembre de 1460 la detención de Carlos de Viana acusado de traición, una decisión que Jaume Vicens Vives califica como «insigne torpeza» y Carmen Batlle como un «acto erróneo», en la que tuvo un papel determinante la reina Juana Enríquez quien, tras suplicarle que lo detuviera, le mostró al rey dos supuestas cartas incriminatorias de Carlos que Juan II no pudo comprobar que eran ciertamente suyas, pues en aquel momento estaba casi completamente ciego ―contaba 62 años de edad y padecía de cataratas, que años más tarde le curaría un cirujano judío―.[13][14]

El levantamiento

 
Interior del Palau de la Generalitat de Cataluña donde el 8 de diciembre de 1460 se constituyó el Consell del Principat.

La detención del príncipe de Viana causó una honda conmoción en toda Cataluña y originó una inesperada ola de protestas.[15]​ Las Cortes, bajo la dirección de los nobles y los patricios de la «Biga», decidieron el 5 de diciembre, antes de ser disueltas por el rey, formar una «comisión de las Cortes» que adoptara las medidas necesarias para conseguir la liberación del príncipe y la reparación de los agravios y que estaría integrada por la Diputación del General del Principado de Cataluña y por las personas que designara para que le asesoraran, incluida una representación de la ciudad de Barcelona. Así fue como se constituyó tres días después en la Casa de la Diputación en Barcelona el llamado Consell representant lo Principat de Catalunya, que ostentaba «un título que jamás se había atribuido ningún organismo catalán» y que «reflejaba el ideal “pactista” propio del jusconstitucionalismo» que defendían la nobleza y el patriciado urbano catalanes.[16][17]​ Según Carme Batlle, era una «auténtica revuelta contra el monarca», ya que la nueva institución se atribuía «funciones de soberanía popular».[18][19]

Un grupo de jurisconsultos, encabezados por Joan Dusay, dictaminó que con la orden de detención de Carlos de Viana el rey había quebrantado las constituciones catalanas. Así la Diputación del General envió el 17 de enero un ultimátum al rey, de forma que a partir de ese momento, como ha destacado Jaume Vicens Vives, «se soldó definitivamente la causa del príncipe con la de las libertades de Cataluña».[20]​ Dos semanas después, el 31 de enero, la Diputación del General y el Consell representant lo Principat de Catalunya acordaron añadir una nueva acusación al rey: la de haber quebrantado la ley sucesoria de la Corona de Aragón al no haber reconocido a Carlos de Viana como su «primogénito».[21]​ Y el 7 de febrero se produjo el golpe de fuerza definitivo: los diputados y su Consejo decidieron proclamar a Carlos de Viana «primogénito» y formar un ejército para enfrentarse al rey Juan II, además de emprender la construcción de veinticuatro galeras. El 19 de febrero la Diputación del General culminaba el golpe al proclamarse poder supremo de Cataluña y ordenar a todos los oficiales reales que la obedecieran. «Así se consumó la revolución catalana del 7-8 de febrero de 1461», afirma Jaume Vicens Vives.[22]

El triunfo de los sublevados: la liberación de Carlos de Viana y la Capitulación de Villafranca

 
Palacio Real de Villafranca del Panadés, restaurado en 2012, donde probablemente se firmó la Capitulación de Vilafranca el 21 de junio de 1461.

El 23 de febrero de 1461 Juan II ordenó la puesta en libertad de Carlos de Viana, encarcelado en Morella, ante la amenaza que suponía el ejército reclutado por la Diputación del General del Principado de Cataluña que había salido de Barcelona en dirección a Fraga camino de Zaragoza, donde se encontraba el rey. También influyó en su decisión el temor a que se produjera una ofensiva castellana a favor de los beaumonteses, que estaban ganando posiciones en Navarra.[19]​ «La monarquía capitula, en desastrosas condiciones, ante el levantamiento de Cataluña», sentencia Vicens Vives. La claudicación quedará rubricada cuatro meses después con la firma de la Capitulación de Vilafranca, «pieza capital en la historia del “pactismo” catalán y del derecho constitucional moderno», según Vicens Vives.[23]​ Carmen Batlle ha señalado que con la Capitulación de Vilafranca «la oligarquía instauraba un sistema constitucional: el rey no podía entrar en Cataluña sin permiso de la Diputación del General y el príncipe se convertía en su lugarteniente aquí, con todo el poder ejecutivo en sus manos».[18]

El 24 de junio, sólo tres días después de la firma de la Concordia de Villafranca, se celebró en la catedral de Barcelona la solemne proclamación de Carlos de Viana como lugarteniente general de Cataluña y el 31 de julio fue reconocida su primogenitura como heredero de la Corona de Aragón. Sin embargo, dos meses después, el 23 de septiembre de 1461, fallecía en Barcelona el príncipe de Viana.[24][25]​ La noticia de su muerte causó una honda conmoción en toda Cataluña, convirtiéndolo en un mito dotado de poderes casi milagrosos ―«sant Karles de Catalunya», en el decir popular―.[26][27]

La lugartenencia de la reina Juana Enríquez tras la muerte de Carlos de Viana y la tensión con la oligarquía

Según lo dispuesto en la Capitulación de Vilafranca, al morir el príncipe de Viana la lugartenencia de Cataluña pasaba al infante Fernando, su medio hermano, que contaba nueve años de edad y que un mes después de la muerte de aquel ya había sido reconocido como «primogénito». Pero dada su incapacidad para gobernar debido a su edad, la reina Juana Enríquez sería quien ejercería la lugartenencia de Cataluña en su nombre en calidad de tutora ―«tudriu»―. Así que el 29 de octubre madre e hijo partieron para el Principado, lo que causó un «vivo desasosiego» ―en palabras de Vicens Vives― entre las autoridades catalanas, pues hacía solo seis meses que habían impedido que la reina entrara en Barcelona. La reina y el príncipe llegaron a Barcelona el 21 de noviembre y al día siguiente Juana acudió a la sede de la Diputación del General, donde juró cumplir lo estipulado en la Capitulación de Vilafranca. El principal cometido de la reina a partir de entonces sería conseguir de las autoridades catalanas que autorizaran la entrada del rey en el Principado, cuestión que planteó el 10 de diciembre, pero no consiguió su propósito.[28]​ Con ese objetivo pidió ayuda al Sindicat dels Tres Estaments i poble de Barcelona de la «Busca», lo que suscitó los temores de la oligarquía de la «Biga» a que se produjera un levantamiento realista.[25]

La tensión entre la reina y las autoridades catalanas fue creciendo a lo largo del mes de diciembre,[29]​ atizada entre otros motivos por el rumor de que el añorado príncipe de Viana, considerado cada vez más por la población un santo con poderes milagrosos, había sido envenenado por la reina. Además, en las comarcas de Gerona acababa de estallar la rebelión de los campesinos remensas encabezada por Francesc de Verntallat ―un campesino acomodado― porque sus señores, aprovechando la recuperación de su posición de fuerza tras la firma de la Capitulación de Vilafranca, intentaban cobrar de nuevo los malos usos dejados en suspenso por la sentencia interlocutoria de Alfonso el Magnánimo de 1455 y la oligarquía temía que los remensas pudieran aliarse con el rey ―lo que efectivamente acabaría ocurriendo―.[30]

La tensión entre la oligarquía y la reina se recrudeció en febrero de 1462 cuando esta ordenó la detención de Joan de Copons, un destacado miembro de la facción antirrealista acusado de asesinato, y cuando por su parte el Consejo de Ciento dispuso una serie de medidas en contra de los miembros del «movimiento de los síndicos» de la Busca que el 24 de febrero se había presentado ante la reina, junto con «muchos menestrales envalentonados», para pedir la vuelta del rey a Cataluña ―como consecuencia del llamado «complot de San Matías» fueron detenidos cuarenta y dos miembros del Consejo de Ciento presuntamente implicados en la conspiración, al considerarse que habían violado la Capitulación de Vilafranca―.[25]​ Al mismo tiempo la facción antijuanista encabezada por el conde de Pallars Hugo Roger se iba haciendo con el control del Consell del Principat, frente al grupo realista encabezado por el arzobispo de Tarragona Pedro de Urrea.[31]

Desarrollo de la guerra

Los primeros meses: mayo-septiembre de 1462

Ante el clima cada vez más hostil que se encontró en una Barcelona dominada por la Biga y temiendo por la seguridad de su hijo,[26]​ la reina Juana Enríquez comunicó el 23 de febrero de 1462 que partía para Gerona. Ante este anuncio y la noticia de que los remensas se preparaban para enviar una embajada a la corte para pedir la entrada del rey en Cataluña, el Consell del Principat, dominado ya por la facción antijuanista, decidió el 5 de marzo formar un ejército para acabar con la rebelión remensa ―decisión que fue ratificada tres días después por los diputados de la Generalitat―. Como ha destacado Vicens Vives, «tamaña medida era un verdadero reto de los elementos revolucionarios a la monarquía, una usurpación de preeminencias soberanas». La respuesta de la reina fue partir para Gerona, adonde llegó hacia el 15 de marzo. Allí ratificó su orden de disolución de los grupos armados remensas; envió dos oficiales reales a la Montaña gerundense para hacer que se cumpliera. Pero, como estas disposiciones no acabaron con la rebelión, la reina se decidió por intentar alcanzar una tregua; con este propósito se puso en contacto con el dirigente remensa Francesc de Verntallat.[32][25][33]

 
Plaza del Rey de Barcelona donde a finales de mayo de 1462 fueron expuestos los cadáveres de varios miembros de la Busca ejecutados al haber sido condenados sumariamente por encabezar una supuesta conjura realista. Este hecho se suele considerar como el inicio de la guerra civil catalana.

Mientras tanto, en Barcelona ―donde los enfrentamientos entre juanistas y antijuanistas eran cada vez más frecuentes― comenzó la recluta del ejército que debía acabar con la rebelión remensa y que también estaba dirigido contra todos los que «tratan contra la Capitulación», a lo que la reina desde Gerona manifestó su más firme oposición por ser un acto ilegal al haber usurpado una prerrogativa del lugarteniente de Cataluña, cargo que ostentaba ella misma en nombre de su hijo el príncipe Fernando.[34]​ El Consell del Principat, a propuesta del obispo de Vic, le contestó declarando nulas sus decisiones, alegando que estaba mal informada y aconsejada.[35]

Asimismo, mientras destacados realistas eran encarcelados, era puesto en libertad Juan de Copons, convertido así en uno de los jefes del movimiento revolucionario. También fue confiscada una carta del correo de la reina ―«un hecho gravísimo», según Vicens Vives― y el veguer de Barcelona fue detenido, sus bienes confiscados y su casa demolida por haber puesto en libertad por orden de Juana a algunos realistas presos. La escalada antijuanista en Barcelona culminó el 19 y el 21 de mayo, cuando seis destacados buscaires fueron ejecutados tras haber sido condenados sumariamente por encabezar una supuesta conjura que pretendía favorecer la entrada del rey en el Principado y entregar la ciudad de Barcelona a la reina ―se les condenó por «fer e tractar concitació, sedició, tumults e conspiració» (‘hacer y tratar concitación, sedición, tumultos y conspiración’)―.[36]​ Los cadáveres de las personas más importantes de entre los seis ajusticiados fueron expuestos en la Plaça del Rei con vestidos negros y a la luz de varios cirios, para que sirvieran de escarmiento a futuros conspiradores.[37]​ Como ha afirmado Jaume Vicens Vives, «la revolución y la guerra civil se iniciaban, a la par, con la sangre de aquellas víctimas barcelonesas».[38]​ Para Carme Batlle, «estas sentencias del mes de mayo de 1462 consumaron la división entre la monarquía y la Generalitat en manos de una oligarquía nobiliaria y urbana decidida a separarse de un monarca que no respetaba sus privilegios, identificados con los de Cataluña. La guerra había empezado».[37]​ Según F. Xavier Hernández Cardona, «la oleada de terror reaccionaria fue lo que precipitó la Guerra Civil e impidió una solución negociada».[39]

El 23 de mayo de 1462 salió de Barcelona el grueso del ejército reclutado por la Diputación del General, a cuyo frente había nombrado a Hug Roger III de Pallars Sobirá, conde de Pallars, para dirigirse hacia Gerona con el propósito de acabar con la revuelta remensa, pero también con la finalidad de apoderarse de la reina y del «primogénito», el príncipe Fernando. Ante esta amenaza, Juana había tomado diversas medidas, entre las que destacó la de coligarse con los remensas, que formaron un ejército a cuyo frente se situó Verntallat. Este fue derrotado cerca de Hostalrich, plaza estratégica situada entre Barcelona y Gerona que había sido tomada el 23 de mayo por una avanzadilla del ejército de la Diputación. En consecuencia, el conde de Pallars ya no encontró ningún obstáculo para plantarse a las puertas de Gerona.[40]

Ante la noticia de la inminente llegada del ejército de la Diputación del General al mando del conde, la reina, el príncipe Fernando y su séquito formado por nobles y funcionarios fieles a Juan II se encerraron en la Força Vella, la ciudadela de Gerona, donde establecieron un sistema defensivo propio diferenciado del de la «ciudad baja» y mucho mejor pertrechado.[41]

A primera hora de la tarde del 6 de junio, domingo de Pentecostés, el ejército de la Diputación del General al mando de conde de Pallars llegó a las murallas de la ciudad y poco después consiguió irrumpir en la ciudad prendiendo fuego a una de sus puertas.[42]​ El 17 de junio, día del Corpus Christi, tuvo lugar el intento del asalto a la Força Vella, pero los asediados consiguieron rechazar los ataques.[43]​ Tras este fracaso, el conde de Pallars recurrió a otras formas de hacerse con la Força, pero ninguna funcionó. Sin embargo, dentro de la Força ―bombardeada diariamente― empezaron a faltar los alimentos y las municiones, por lo que la situación era cada vez más angustiosa.[44]

 
Castillo Real de Colliure que según el Tratado de Bayona pasaría a manos del rey Luis XI de Francia como garantía del pago de la ayuda a Juan II de Aragón en la guerra que mantenía contra la instituciones catalanas rebeldes.

Mientras tanto, Juan II de Aragón y Luis XI de Francia, que se habían entrevistado en Sauveterre, en la frontera navarra, habían alcanzado un acuerdo en Bayona, gracias a la mediación de Gastón IV de Foix, yerno de rey aragonés, que puso fin momentáneamente a la tradicional rivalidad entre las coronas de Aragón y de Francia. Según el tratado de Bayona, que Juan II firmó el 21 de mayo, el rey de Francia se comprometía a enviar un ejército a Cataluña para someter a los rebeldes. A cambio el de Aragón le pagaría en dos o tres años doscientos mil escudos (trescientos mil en caso de que los combates se extendieran a los reinos de Aragón o de Valencia), pero hasta que no se hubiera completado la entrega de esa cantidad, el monarca francés ejercería la jurisdicción y percibiría los derechos y rentas de la Corona de los condados de Rosellón y de Cerdaña. Además, los castillos de Perpiñán y de Colliure pasarían a manos del soberano francés desde el comienzo de la campaña. Eran unas duras condiciones para Juan II, pero, como ha destacado Jaume Vicens Vives, «la situación desesperada de su esposa e hijo en Gerona, el desencadenamiento de la revolución en Cataluña, no le dejaban abierta otra puerta. Tenía que claudicar y lo hizo con resentimiento, prometiendo vengarse».[45][46][2]​ Por su parte, el Consell del Principat, en cuanto tuvo conocimiento del acuerdo, difundió la falsa noticia de que el rey Juan II había cometido la traición de entregar al rey francés los condados de Rosellón y de Cerdaña, lo que acrecentó los ánimos antijuanistas por toda Cataluña.[47]

Poco después de la firma del acuerdo de Bayona y a la espera de que las tropas de Luis XI penetraran en Cataluña por el norte, Juan II decidió el 5 de junio entrar con un ejército en Cataluña ―se apoderó el 7 de junio de Balaguer―, lo que contravenía lo estipulado en la Capitulación de Vilafranca. Este fue el principal argumento utilizado por el Consell del Principat, junto con su liga con el rey francés, para declarar a Juan II «enemigo de la cosa pública» y «enemigo de la tierra» cuatro días después, condena que el día 11 de junio se extendió a la reina Juana Enríquez. El día 16 una hueste ―la Bandera de Barcelona― al mando del capitán Joan de Marimón partió de Barcelona para dirigirse a las tierras de Lérida para hacer frente a Juan II.[48][49][2]

De acuerdo con lo estipulado en Bayona, a principios de julio un ejército compuesto por unos diez mil soldados al mando de Gastón IV de Foix ―«una fuerza poco menos que irresistible para los catalanes adversarios de Juan II, los cuales ni reuniendo todos los hombres movilizados… podrían llegar a alcanzar diez mil hombres»―[47]​ penetró en el Rosellón; ocupó el día 10 Salses, la «llave de España», ―ese mismo día Juan II ocupaba Castelldánsens en el frente de poniente―[50]​ y el día 21 el castillo de El Voló, dejando atrás Perpiñán, Elna y Colliure. En El Voló Gastón de Foix recibió una carta de la reina Juana Enríquez que consiguió atravesar las líneas de los asediadores en la que le pedía que acudiera rápidamente a levantar el cerco, pues en la Força solo estaban en condiciones de aguantar una semana más.[51]

 
Vista de la antigua Força Vella de Gerona con el campanario de la catedral al fondo y a la izquierda la torre Rufina que defendía la puerta de la muralla de la Força por donde intentaron penetrar en la fortaleza las huestes del conde de Pallars el 17 de junio de 1462.

Gastón de Foix hizo caso a la angustiosa carta de la reina y dirigió una parte de su ejército ―entre cuatro mil quinientos y seis mil hombres― hacia Gerona; en tan solo dos días se plantó a las puertas de la ciudad y entró en ella sin combatir, ya que las fuerzas del conde de Pallars, muy inferiores en número ―el ejército de la Diputación del General se había reducido a unos setecientos hombres a causa de la desbandada general―, se habían retirado a Hostalrich ante la noticia de la inminente llegada de los «piteus» ―junto con el de «gavatxos», nombre despectivo con el que nombran a los franceses los documentos catalanes de la época―. Así, el 23 de julio fue levantado el asedio de La Força y fueron liberados el príncipe Fernando y la reina Juana Enríquez.[52][2]​ Por otro lado, en el frente de poniente, ese mismo día 23 de julio las huestes del rey Juan II derrotaban a la Bandera de Barcelona en la batalla de Rubinat[53][54]​ y una semana después cayó en poder de Juan II Tárrega, mientras la Bandera de Barcelona se replegaba hacia Cervera.[55]

Un mes después del levantamiento del asedio de la Força Vella, el ejército de Gastón de Foix se dirigió a Barcelona para emprender su asedio, aun a costa de dejar desguarnecido el Rosellón y el Ampurdán. Como ha señalado Jaume Vicens Vives, «el campo realista consideraba que una vez sometida la capital catalana el resto del país caería en sus manos como breva madura».[56]​ El ejército de Gastón de Foix salió de Gerona en dirección a Barcelona el 1 de septiembre y el día 4 pasó junto a Hostalric sin detenerse en asediar la villa. En su avance hacia el sur, fue hostigado desde la costa por el ejército del conde de Pallars, que evitó un choque frontal dada su notable inferioridad y su intención de alcanzar Barcelona intacto para participar en su defensa. El 9 de septiembre el ejército francés arribaba a Montcada, la llave de entrada del Llano de Barcelona, después de haber pasado por Sant Celoni, Granollers y Montmeló. Tras expugnar el castillo de Montcada, instaló su campamento en Sant Andreu; el día 12 llegó allí el rey Juan II procedente de Martorell y Sant Cugat del Vallés y se reunió con su esposa y su hijo después de casi un año de separación.[57][58]

El «reinado» de Enrique IV de Castilla (1462-1463)

 
Miniatura que representa al rey Enrique IV de Castilla, proclamado por las instituciones catalanas rebeldes a Juan II de Aragón soberano del Principado de Cataluña el 12 de septiembre de 1462.

El mismo 12 de septiembre de 1462 en que Juan II se unió a las tropas de Gastón de Foix y volvió a reunirse con su esposa y con su hijo, tuvo lugar en Barcelona la solemne proclamación por las instituciones catalanas rebeldes de Enrique IV de Castilla como nuevo soberano del Principado de Cataluña. Previamente, en el mes de agosto, el Consell del Principat había tomado una decisión de enorme trascendencia: deponer al rey Juan II, a su esposa y a su hijo ―siguiendo, entre otras, las ideas del dominico Joan Cristófor de Gualbes, que defendía la tesis de que la “res publica” estaba por encima del príncipe y que por tanto podía ser depuesto en caso de tiranía― y ofrecer la corona al rey Enrique IV de Castilla, como jefe de la rama principal de los Trastámara que desde el compromiso de Caspe también reinaba en la Corona de Aragón.[56]​ Como ha señalado Carme Batlle, Enrique IV era «el único aliado posible» tras el pacto sellado entre Juan II de Aragón y Luis XI de Francia.[58]

Sin embargo, la intención inicial del Consell del Principat, de acuerdo con las autoridades municipales de Barcelona, no fue ofrecer la corona a Enrique, sino pedirle ayuda militar ―«socors» (‘socorros’)― para expulsar al ejército francés de Cataluña, y para ello se decidió enviar una embajada a Castilla encabezada por Joan de Copons con el encargo de que solicitara al rey castellano el envío de dos mil hombres a caballo. Pero, al conocerse la salida del conde de Foix de Gerona, las autoridades catalanas consideraron que conseguir la ayuda militar no era suficiente y dieron el paso de ofrecer a Enrique IV la corona, pensando que de esta forma ligarían más firmemente al rey castellano a su causa. Así el 11 de agosto se reunieron el Consell de Cent del municipio de Barcelona y el Consell del Principat; ambos acordaron nombrar a Enrique IV «señor del Principado de Cataluña» ―«para la salvación y restauración del dicho Principado y de la cosa pública de aquél y de las personas y bienes de los poblados en aquél, debe ser proclamado y tomado en y por señor del Principado el serenísimo Enrique, rey de Castilla», se decía en el documento aprobado por las dos instituciones―, quien se debía comprometer a cambio a respetar las leyes catalanas y la Concordia de Vilafranca de 1461. Inmediatamente fueron informadas de la decisión las principales ciudades catalanas y al día siguiente, como Joan Copons ya había salido para Castilla, se le envió una carta en la que le comunicaban el cambio en el objetivo de su misión, acompañada de otra dirigida al rey de Castilla en la que se decía que, «apartados los dichos rey, reina y descendencia», «os ofrecemos e presentamos este Principado, como vacante y destituido de señor».[59]

El 15 o 16 de agosto se produjo en Atienza la entrevista de Joan Copons con el rey Enrique de Castilla, en la que aquel le manifestó, según un cronista castellano, que «todos los de aquel Principadgo e sus ciudades e villas muy conformes, e sin discrepación alguna de los tres estados, avemos elegido a vuestra Real celsitud por nuestro Rey legítimo e verdadero señor natural, a quien segund derecho divino e humano por recta descendencia la casa de Aragón e Principadgo de Cataluña pertenece». El rey le contestó que antes de aceptar debía consultar al Consejo real, aunque él era favorable a la propuesta porque «yerro manifiesto sería e cobardía de corazón dexallos de rescebir» a los «vasallos que se me dan sin ellos conquistar». Ocho días después la corte se trasladó a Segovia, donde se había convocado la reunión del Consejo; este dio su parecer, proponiendo al monarca que aceptara el ofrecimiento, aunque una parte de él se opuso «porque era contra su tío» (Juan II de Aragón). Durante la reunión se solicitó la presencia del embajador catalán Joan Copons para que explicara la propuesta y este pidió «que el rey los aceptase por vasallos, pues ya le tenían elegido por su rey, y el señorío de Aragón e Cataluña le pertenecía». Copons volvió a insistir en la necesidad de enviar inmediatamente hombres de armas para la defensa del Principado. Tras la aceptación ―«esta alianza le interesaba no sólo para combatir al partido nobiliario castellano en el que militaba el rey aragonés, sino también para deshacer el poder de este en Navarra y Cataluña en espera de conseguir convencer a Aragón y Valencia para sumarse al dominio castellano», afirma Carme Batlle―[58]​ el rey decidió enviar a Cataluña dos mil quinientos hombres a caballo al mando de Juan de Beaumont, prior de la orden de San Juan de Jerusalén del reino de Navarra, y de Juan Torres, caballero de Soria. El día 1 de septiembre llegó a Barcelona la noticia de la aceptación y al día siguiente se celebró un solemne tedeum en la catedral. El día 11 Enrique IV otorgó poderes a Juan de Beaumont y a Juan Ximénez de Arévalo para que actuaran como sus lugartenientes en Cataluña.[60][61]

 
Altar mayor de la catedral de Barcelona donde el 11 de noviembre de 1462 los dos lugartenientes enviados por Enrique IV de Castilla juraron en su nombre las leyes catalanas.

El 13 o el 14 de septiembre el bando realista inició el asedio de Barcelona,[62]​ pero el 3 de octubre tuvo que levantarlo ante el fracaso de los sucesivos intentos de tomar la ciudad y ante la inminente llegada de los refuerzos castellanos que, de continuar, lo atraparían entre dos fuegos. Las tropas realistas entonces se dirigieron por San Cugat del Vallés y Martorell ―que no pudieron tomar― a Villafranca del Panadés, que ocuparon y saquearon el 9 de octubre tras fuertes combates, y después a Tarragona, que fue ocupada el 31. Esta se convirtió a partir de entonces en «una importante base de operaciones militares y políticas realistas». Allí establecerá Juan II su corte y allí tendrá su sede la Diputación del General del Principado de Cataluña realista.[63]

El 24 de octubre, poco antes de la toma de Tarragona por los realistas,[64]​ habían llegado a Barcelona Juan de Beaumont y Ximénez de Arévalo como lugartenientes generales del Principado en nombre de Enrique IV —en la carta de Enrique IV que llevaban se decía que sus lugartenientes, que actuarían «ambos conjuntamente», prometerían en su nombre que «nos tendremos e guardaremos sus fueros e usos e costumbres e privilegios e libertades del dicho Principado»—.[60]​ En aquel momento los realistas solo controlaban Gerona y Tarragona y algunas plazas fuertes, mientras que la mayor parte Cataluña se mantenía fiel a la Diputación del General y al Consejo del Principado.[65][66]​ Por esta razón, el rey y el conde de Foix decidieron buscar refugio en el reino de Aragón, que permanecía fiel a Juan II; el día 12 de noviembre llegaron a Balaguer después de pasar por Montblanch. [67]

El 11 de noviembre Juan de Beaumont y Juan Ximénez de Arévalo juraron en nombre de Enrique IV las leyes catalanas ante el altar mayor de la catedral. Dos días después una comisión muy numerosa de las instituciones catalanas juró fidelidad al rey de Castilla (Enrique I de Cataluña)[68]​ con la siguiente fórmula: «promitiums esse fideles et legales eidem domino regi ut nostri et eorum domino naturali».[67]

Un mes después el ejército de Gastón de Foix llegó a Zaragoza, cuya población lo aclamó, pero se negó a enfrentarse al ejército castellano que, al mando de Juan de Híjar, cuñado de Juan de Beaumont, había ocupado Belchite. Tras negociar con él una tregua, en enero de 1463 se retiró a Navarra, donde acabó disolviéndose; Gastón de Foix regresó al Bearne.[69]

En enero de 1463 otro ejército de Luis XI al mando del duque de Nemours ocupó el condado del Rosellón, tomando el día 8 Perpiñán y el 13 Colliure ―la ocupación del condado de Cerdaña tendría lugar meses después: Puigcerdá fue tomada el 16 de junio―. Y al mismo tiempo el rey francés envió un embajador a Castilla, aliada tradicional del reino de Francia, para que se entrevistara con Enrique IV, quien en aquellos momentos dudaba en asumir el título de rey de la Corona de Aragón, dado que los reinos de Aragón y de Valencia se mantenían fieles a Juan II y no se habían sumado a la rebelión catalana. De las gestiones del embajador de Luis XI surgió la idea de que el rey francés, como aliado de ambos contendientes, actuara como árbitro en el conflicto que enfrentaba a Enrique IV con Juan II de Aragón. Así a principios de abril comenzaron las negociaciones entre los representantes del rey de Castilla y del de Aragón junto con los delegados del soberano de Francia y el día 23 Luis XI hizo pública la sentencia arbitral de Bayona.[70]

En ella se proponía que Enrique IV renunciara al Principado de Cataluña y a todas las localidades y castillos que había ocupado en los reinos de Aragón, de Valencia y de Navarra a cambio de recibir la merindad de Estella en el reino de Navarra ―lo que Juan II nunca cumplió―[71]​ y que por su parte Juan II concediese una amnistía general y reconociese la Capitulación de Vilafranca, con la condición de que los catalanes se sometieran a su autoridad en un plazo de tres meses. El 13 de junio de 1463 se conoció oficialmente en Barcelona la renuncia de Enrique IV como señor del Principado gracias a una carta de los embajadores catalanes en Castilla.[72][73][58][74]

El «reinado» del condestable Pedro de Portugal (1464-1466)

 
Supuesto retrato de Pedro de Portugal que aparece en el Retablo del Condestable pintado por Jaume Huguet. Pedro se lo encargó nada más llegar a Barcelona en enero de 1464 como nuevo soberano del Principado de Cataluña.

El 27 de octubre de 1463 la Generalitat de Cataluña ofreció la corona de Aragón al condestable Pedro de Portugal. Este ya se había brindado a las autoridades catalanas en noviembre de 1462 para recibir el señorío del Principado, siendo rechazada cortésmente su propuesta.[75]​ Pero volvió a reiterarla en una carta que fue leída en Barcelona el 13 de octubre y en la que de nuevo alegó sus derechos sucesorios a la Corona como nieto de Jaime II de Urgel, el pretendiente al trono desbancado por Fernando de Antequera en el compromiso de Caspe. Sin embargo, en la elección del condestable de Portugal (Pedro IV de Cataluña)[74]​ las autoridades revolucionarias catalanas no sólo valoraron estos derechos sucesorios, sino que también consideraron, según Vicens Vives, «su acreditado valor militar, el apoyo que podría recibir de Portugal y las excelentes relaciones familiares que le anudaban con la corte de Felipe el Bueno de Borgoña. Sobre todo, se lo imaginaron como un ‘’condottiero’’ que llevaría a buen puerto la guerra contra Juan II». Como tal fue recibido con gran solemnidad cuando desembarcó en Barcelona el 21 de enero de 1464, según Vicens Vives, o el 27 de enero, según Santiago y Jaume Sobrequés, traído por dos galeras catalanas que habían zarpado el 1 de noviembre. No es casualidad que la Generalidad al nombrarlo antepusiera el título de ‘’duc’’ (jefe militar) al ‘’cap de la cosa pública’’ (cabeza del Estado). Unos días antes Juan de Beaumont había renunciado a la lugartenencia de Cataluña en nombre de Enrique IV.[76][77][78]

Una vez descartada la amenaza castellana en aplicación de la sentencia arbitral de Bayona, Juan II desplegó una ofensiva para ocupar la parte oriental de Cataluña. Así en marzo de 1464 comenzó el sitio de Lérida dirigido por él personalmente y el 6 de julio consiguió que la ciudad capitulara.[79][74]​ Este descalabro para la causa rebelde obligó a Pedro de Portugal a abandonar su forma autoritaria de detentar poder y restablecer en agosto el Consell del Principat, el principal organismo revolucionario, que había disuelto cinco meses antes.[80]

En ese mismo mes de agosto, Pedro de Portugal sufrió un nuevo revés cuando el día 25 Juan de Beaumont se pasó al bando realista y entregó Villafranca del Panadés, población que el condestable había confiado a su custodia.[74]​ La noticia causó una enorme conmoción en el bando rebelde por la significación del personaje ―era el jefe del partido beaumontés que luchaba contra Juan II en la guerra civil de Navarra y había sido el lugarteniente de Enrique IV de Castilla cuando este asumió la soberanía del Principado de Cataluña― y por la posición estratégica de la plaza. Pedro Portugal lo tildó de «traidor, ladrón y perjuro», mientras que Juan II se reconcilió con él y firmó en Tarragona el 22 de noviembre la paz con los beaumonteses que puso fin a la guerra civil de Navarra.[81]

En cuanto a las razones que impulsaron a Juan de Beaumont a cambiar de bando, se ha señalado su progresivo distanciamiento del nuevo soberano de Cataluña a causa de la detención, y en ciertos casos tortura, de algunos dirigentes revolucionarios ―entre los que se encontraban el abad de Montserrat Antoni Pere Ferrer, su sobrino Joan Pere Ferrer, el antiguo capitán de la Bandera de Barcelona Joan Bernat de Marimon y el noble Francesc de Pinós― acusados de haber participado en una conspiración contra él ―por lo que tal vez Juan de Beaumont también temía por su propia seguridad―, a lo que habría que añadir el acuerdo firmado en Pamplona el 9 de junio entre Juan II y Enrique IV de Castilla que suponía la pacificación de Navarra y la retirada definitiva del apoyo del rey castellano a los rebeldes catalanes.[82]

Tras la pérdida de la estratégica plaza de Villafranca del Panadés, Pedro de Portugal reunió en Barcelona un nutrido contingente de tropas para hacer frente a la previsible ofensiva de las fuerzas realistas fieles a Juan II. En efecto, estas abordaron el asedio de Cervera a principios de enero de 1465. Cuando Pedro de Portugal tuvo noticia de que las fuerzas sitiadoras al mando del conde de Prades iban a recibir el refuerzo de un nuevo contingente mandado por el jovencísimo príncipe heredero Fernando, que entonces solo contaba trece años de edad, partió de Vich, donde había establecido su cuartel general, para Cervera.[83]​ A su encuentro salió el ejército realista y el choque entre ambos se produjo en campo abierto el 28 de febrero entre Prats del Rei y Calaf.[84]

 
Calaf en la actualidad. Entre esta localidad y Prats del Rei se libró la batalla de Calaf el 28 de febrero de 1465.

La victoria en la batalla de Calaf —también denominada batalla de Prats del Rei[74]​ fue para el bando realista y, aunque Pedro de Portugal logró escapar disfrazado, los capitanes rebeldes fueron hechos prisioneros, entre los que se encontraba el conde de Pallars. Juan II decidió perdonarles la vida, pues, como ha señalado Jaume Vicens Vives, «por sentimiento o cálculo, se propuso ser rey de todos los catalanes» y actuó de la misma forma que tras la toma de Lérida.[84]​ Según este mismo historiador, «el triunfo de Calaf señaló un punto decisivo en la guerra revolucionaria. Aragón, Valencia, Mallorca y Sicilia, hasta entonces más o menos expectantes, se entregaron decididamente a la causa real».[85]

Pedro de Portugal, para compensar el desastre de Calaf, dirigió un ejército para conquistar La Bisbal, punto estratégico de las comunicaciones entre Gerona y la costa y que estaba defendido por el obispo de Gerona, Joan Margarit. La plaza capituló el 7 de junio de 1465. «Éxito que fue coreado como un triunfo extraordinario, pero que no disimulaba la gravedad de la situación», comenta Jaume Vicens Vives, como lo demostró la caída en poder de los realistas de Igualada el 17 de julio y de Cervera el 14 de agosto, tras ocho meses de asedio, y el inicio del sitio de Amposta el 2 de octubre.[86]

Como consecuencia de estas derrotas y de la crisis económica y financiera que padecía Barcelona, las discrepancias entre Pedro de Portugal y las instituciones catalanas con la Generalitat al frente fueron acentuándose, especialmente cuando aquel intentó llevar a cabo una reorganización militar poniendo a portugueses en los puestos clave. En consecuencia, a principios de 1466, la Generalitat se negó a pagar los sueldos de estos capitanes portugueses, mientras que Pedro fracasaba de nuevo en la búsqueda del apoyo de algún soberano europeo. La situación se agravó cuando en marzo Pedro cayó enfermo y a partir del 29 de mayo ya no pudo abandonar el lecho. Murió el 29 de junio en Granollers. Una semana antes, el 21 de junio, Juan II había logrado una gran victoria: la rendición de Amposta sitiada desde hacía casi nueve meses, una campaña que, según Vicens Vives, fue «sin disputa, la más reñida de la guerra civil». Y a las tres semanas, el 15 de julio, se rindió Tortosa, con lo que todo el sur de Cataluña pasó ya a manos realistas. Los generosos términos de la capitulación fueron similares a los impuestos a Lérida.[87][74]

En conclusión, durante el periodo en que Pedro de Portugal ocupó el trono con el título de Pedro IV de Cataluña, los sublevados sufrieron nuevos desastres bélicos como las pérdidas de Lérida y de Villafranca del Panadés o la derrota de Calaf.[88]​ Jaume Vicens Vives lo explica así: «Si Juan II requirió dos años para aprestar sus fuerzas y organizar un ejército coherente y eficaz, ¿cómo podría haber logrado el Condestable el milagro de galvanizar alrededor de su persona a un bando cada día más escéptico sobre el resultado de la lucha, sin contar con una fuerte tradición en el país y, lo que es más, con individuos fieles en las palancas vitales de los resortes de la administración y de la guerra?».[89]​ Y en el plano internacional el condestable también fracasó, pues en su búsqueda de apoyo de otras monarquías e incluso el del papa, obtuvo escasos resultados ―solo el ducado de Borgoña le concedió algunos subsidios en dinero y tropas― y ni siquiera consiguió el respaldo del reino de Portugal pues, según Vicens Vives, «la corte portuguesa no había visto con gran simpatía el romántico gesto del Condestable, excepto, quizá, en el extremo de verle alejado del país, en el otro lado de la Península».[90]

Según Carmen Batlle, a su muerte en junio de 1466 la guerra ya estaba perdida.[88]​ Así pues, como destaca esta misma historiadora, el llamado «Pedro IV de Cataluña no cumplió las esperanzas puestas en él en el marco internacional (ayuda de Portugal y de Borgoña) ni en el aspecto militar con la caída de Lérida, Cervera, Tortosa, etc., y la derrota de Calaf, donde fueron hechos prisioneros por Juan II el conde de Pallars y los vizcondes de Rocabertí y de Roda. La situación repercutió negativamente en Barcelona donde las deserciones de los dirigentes moderados (Dusay, Marquet, Boscà) se intensificaron con la inesperada muerte de Pedro de Portugal».[78]

El «reinado» de Renato de Anjou (1466-1472)

 
Retrato de Renato de Anjou. Las instituciones catalanas rebeldes a Juan II de Aragón lo proclamaron nuevo soberano del Principado de Cataluña el 30 de julio de 1466.

Tras la muerte del Condestable, como ha señalado Carme Batlle, «era el momento propicio para la paz»,[78]​ como lo prueba que en Barcelona habían aumentado considerablemente los partidarios de poner fin a la guerra. Un espía del rey de Francia Luis XI informaba que «muchos que antes no se atrevían a hablar a favor del rey, la reina o el primogénito, lo hacían ahora con la mayor libertad» y por eso el 2 de julio se publicó un decreto por el que se castigaría con la pena de muerte a los que lo hicieran. Aprovechando este clima Juan II, por medio de una embajada de las Cortes de Aragón, hizo una oferta de paz del mismo tenor que la que acababa de hacer a Tortosa, que se había rendido el día 15 de julio. Pero el ofrecimiento fue rechazado por las instituciones barcelonesas, dominadas por el sector revolucionario más radical[78]​ encabezado por Cosme de Montserrat, obispo de Vic, porque esperaba la ayuda del reino de Francia. Por eso el 30 de julio acordaron ofrecer la corona a Renato de Anjou ―y se nombró una embajada formada por tres miembros en representación de los tres estamentos del Principado para que fuera a Angers para rendirle vasallaje―. Este aceptó solo cuando el rey de Francia Luis XI le hizo saber en secreto que contaba con su apoyo. Ante esta sucesión de acontecimientos, Jaume Vicens Vives concluye que en 1466 no se pusiera fin a la guerra «no se explica por el empeñado propósito del pueblo barcelonés de perseverar en la lucha sino por la interferencia en el problema catalán de los intereses del rey de Francia». Así pues, continúa Vicens Vives, lo que hicieron el obispo de Vic y sus partidarios fue «entregar el país a Francia, a los grandes rivales mediterráneos».[91]​ Lo mismo afirma F. Xavier Hernández Cardona: «tal decisión suponía un acto contranatura, en el sentido de que los angevinos habían sido los enemigos históricos de Cataluña desde hacía casi doscientos años».[92]

Consciente de que detrás de la proclamación de Renato de Anjou (Renato I de Cataluña)[92]​ se encontraba Luis XI, Juan II requirió a este para que mantuviera la alianza que habían suscrito en el Tratado de Bayona de 1462 y no recibió respuesta. El viraje en su política respecto de Cataluña, que según Vicens Vives para Juan II fue «un puñetazo en pleno rostro», fue comunicado por Luis XI a las autoridades catalanas, a las que aseguró que había abandonado su anterior «alianza y confederación» con el rey Juan de Aragón y que se disponía a prestar toda su ayuda y consejo a Renato de Anjou. En el plano internacional la respuesta de Juan II fue concertar una liga con dos enemigos del monarca francés: el rey Eduardo IV de Inglaterra y el duque de Borgoña, Carlos el Temerario.[93]

Renato de Anjou, que nunca llegó a estar en Cataluña, envió como su lugarteniente a su hijo Juan de Anjou, duque de Lorena.[88]​ Este tardó en reunir el ejército con el que iba a actuar en Cataluña, oportunidad que Juan II ―entonces ya completamente ciego debido a las cataratas― intentó aprovechar para ocupar el Ampurdán con el objetivo de impedir el avance del ejército angevino hacia Barcelona una vez cruzara los Pirineos. La clave era tomar la fortaleza de Rosas, en la costa ampurdanesa. Así a fines de septiembre de 1466 el ejército real, al mando de la reina Juana Enríquez, se dirigió hacia allí desde Manresa, pasando por Olot, Besalú y Bañolas; el 22 de octubre comenzó el asalto, pero Rosas resistió.[92]​ Este fracaso posibilitó el avance del ejército angevino, cuya vanguardia penetró en el Principado en enero de 1467 y alcanzó Barcelona a mediados de febrero ―previamente había tomado Castelló d’Empúries el 1 de febrero ―. Fue aclamada por sus desmoralizados habitantes, que en aquellos momentos padecían graves penurias económicas. A mediados de abril fue cuando cruzó los Pirineos el grueso del ejército angevino con Juan de Anjou, el nuevo «primogénito», al frente, y a quien Luis XI hacía poco que había renovado su promesa de respaldo. Sin embargo, no se dirigió directamente a Barcelona, sino que antes intentó tomar Gerona, el principal núcleo realista en el norte de Cataluña. A mediados de agosto tuvo que desistir del asedio emprendido el 7 de julio ―tras haberse apoderado de la mayor parte del Alto Ampurdán― ante el anuncio de la llegada de un ejército realista de socorro al mando del jovencísimo príncipe Fernando. Por temor a verse atrapado entre dos fuegos, levantó su campamento y el 3 de septiembre entró en Barcelona.[94]

 
Puerta y restos de la muralla de Viladamat (provincia de Gerona), localidad en cuyas inmediaciones tuvo lugar la batalla que lleva su nombre.

La retirada del ejército de Juan de Anjou de las comarcas de Gerona permitió la contraofensiva realista con el príncipe Fernando al mando que se apoderó de varias plazas del Alto Ampurdán. En su apoyo zarpó desde Tarragona al frente de una flota Juan II, que desembarcó en Sant Martí d’Empúries el 2 de octubre y entró en Gerona el 27. Pero cuando Juan II se disponía a volver a embarcarse rumbo a Tarragona, se produjo el desastre de Viladamat, que fue el reverso de la medalla de la victoria realista en la batalla de Calaf.[95]​ Fueron hechos prisioneros varios destacados jefes militares realistas. El príncipe Fernando logró escapar milagrosamente y junto a su padre regresó a Tarragona en la escuadra que lo había traído el mes anterior.[96][92]

Según Jaume Vicens Vives, para Juan II y el príncipe Fernando la derrota de Viladamat fue el fin de sus esperanzas de alcanzar una rápida victoria en la guerra. «El Ampurdán estaba perdido, y con él, el considerable esfuerzo realizado durante el último año para dominarlo».[97]​ Por el contrario, para Juan de Anjou, duque de Lorena, la victoria de Viladamat supuso un reforzamiento de su autoridad frente a las instituciones catalanas con las que ya había chocado nada más llegar a Barcelona y, por otro lado, la noticia de la resonante victoria sobre los realistas redujo considerablemente la intranquilidad pública que se vivía en la ciudad a causa de la crisis económica y financiera ―los pagos de la Taula de Canvi habían sido suspendidos― y a causa del florecimiento de las conjuras realistas por parte de los derrotistas, llamados mascarats (‘enmascarados’), algunos de los cuales fueron ajusticiados por el método del descuartizamiento.[97]

A mediados de diciembre de 1467 el propio Juan de Anjou partió para el Ampurdán para completar la victoria de Viladamat. Una vez allí, inició el asedio del castillo de Sant Martí d’Empuries, que acabó rindiéndose cuatro meses después, el 15 de abril de 1468. Al poco tiempo también cayó en su poder el castillo de Bagur; las dos fortalezas fueron derruidas. De esta forma, señala Vicens Vives, «las llaves marítimas del Ampurdán quedaron firmemente en poder de los angevinos». Poco después, a mediados de junio, Juan de Anjou cruzó los Pirineos para reclutar un ejército de refuerzo que le permitiera apoderarse de Gerona, el último bastión realista en la zona.[98]

 
Vista de Cervera en la actualidad. Allí en 1469 se firmaron las capitulaciones de Cervera que establecieron términos del matrimonio entre el príncipe Fernando y la princesa castellana Isabel.

Las victorias de Juan de Anjou que habían empezado en la batalla de Viladamat, sumadas a la amenaza angevina que se cernía sobre Gerona, supusieron un duro revés para los realistas, que la victoria sobre el conde de Vaudemont cerca de San Juan de las Abadesas el 23 de mayo y la toma de Berga el 12 de septiembre no pudieron compensar al carecer de importancia estratégica. En estas circunstancias a Juan II no le quedaba más opción que buscar apoyos en la Corona de Castilla, donde el 19 de septiembre de 1468 se acababa de proclamar en los Toros de Guisando a la princesa Isabel, de diecisiete años de edad, heredera de su hermanastro el rey Enrique IV de Castilla en detrimento de la hija de este Juana, de seis años de edad. Así Juan II envió a Castilla a unos embajadores que entablaron negociaciones con el bando aristocrático partidario de la princesa Isabel para concertar el matrimonio de esta con el príncipe Fernando ―quien desde el 10 de junio era rey de Sicilia al haberle cedido su padre la corona de este reino―[99]​, lo que iba en contra de la pretensión del rey Enrique IV de casarla con el rey Alfonso V de Portugal. Las negociaciones fructificaron y el 5 de marzo de 1469 se firmaron las capitulaciones de Cervera en las que se establecieron unas duras condiciones para el príncipe Fernando, que quedó supeditado a su esposa y al bando nobiliario que la apoyaba y que su padre no tuvo más remedio que aceptar porque necesitaba desesperadamente la ayuda de la Corona de Castilla.[100]​ La boda se celebró en Valladolid el 18 de octubre después de que, merced a la ayuda del arzobispo de Toledo y del almirante de Castilla, la princesa Isabel se fugara de Ocaña ―donde estaba retenida por su hermano en virtud del Tratado de los Toros de Guisando― y de que el príncipe Fernando atravesara la frontera castellana disfrazado de arriero para evitar ser reconocido y caer en manos de los partidarios del rey Enrique IV.[101][92]

En abril de 1469, al mes siguiente de la firma de las capitulaciones de Cervera, el poderoso ejército de unos dieciocho mil hombres —la mitad según Hernández Cardona—[92]​ que Juan de Anjou había reunido en el Rosellón avanzó hacia Gerona y estableció su campo en Castelló d’Empúries. Pero los angevinos no tuvieron que tomar la ciudad, porque esta se entregó sin luchar el 1 de junio de 1469 a causa de la defección de la mayoría de sus defensores, entre los que se encontraba el obispo Joan Margarit, que se impusieron a los que querían resistir el asedio. En los meses siguientes cayeron otras localidades del interior como Camprodón, Olot, San Juan de las Abadesas y Besalú y por esas mismas fechas el somatén de Barcelona tomó el castillo de Aramprunyá en la comarca del Panadés. Sin embargo, la ofensiva de los «rebeldes» se detuvo a finales de 1469 por la escasez de fondos de los Anjou ―de hecho Juan de Anjou marchó a Provenza para obtener allí el dinero que necesitaba― y por la falta de colaboración de Luis XI, ocupado en sofocar el alzamiento del conde de Armagnac, alentado por Juan II.[102]

Ante la previsible reanudación de la ofensiva de Juan de Anjou en la primavera del año siguiente, Juan II convocó Cortes Generales de Aragón en Monzón para recabar los fondos necesarios para continuar la guerra. En la sesión de apertura que tuvo lugar el 10 de abril de 1470, el rey pronunció un memorable discurso que conmovió tanto a los representantes catalanes juanistas, aragoneses y valencianos que tuvo pocas dificultades para obtener importantes donativos. Según Jaume Vicens Vives, fue «uno de los más hábiles discursos que jamás ha pronunciado un político».[103][88][104]​ Y al mismo tiempo reactivó su alianza con Eduardo IV de Inglaterra, firmada simultáneamente en Zaragoza y Londres el 20 de octubre de 1468, y con el duque de Borgoña Carlos el Temerario, rubricada el 22 de febrero de 1469 ―y que sería renovada en el tratado de Abbeville del 7 de agosto de 1471―, y además envió una embajada a varios estados italianos ―resultado de la cual fue la alianza de la Serenísima República de Venecia con el reino de Nápoles― para constituir una «gran alianza occidental» que aislara a Luis XI de Francia, su gran enemigo y sostén de los Anjou en Cataluña.[105][88][104]

 
Juan de Anjou, duque de Lorena, que ejerció la lugartenencia de Cataluña en nombre de su padre Renato de Anjou entre 1466 y 1470. A su muerte le sucedió en el cargo su hijo natural Juan de Calabria.

A principios de agosto de 1470, Juan de Anjou volvió a Barcelona y cayó enfermo. Murió pocos meses después, el 16 de diciembre. Las autoridades barcelonesas le rindieron un sentido homenaje. «Señor primogénito, ¡qué haremos nosotros mezquinos! ¿Adónde te iremos a buscar?», dijeron en la ceremonia.[106][107]​ Juan de Anjou había llegado con un ejército que logró mejorar la situación bélica de los «rebeldes», pero no había conseguido que los partidarios de poner fin a la guerra, no por razones políticas sino por agotamiento, no dejaran de crecer, a pesar de las medidas que se decretaron contra ellos, como la confiscación de sus bienes o el encarcelamiento.[88]

Juan de Anjou fue sustituido en la lugartenencia de Cataluña por un hijo natural suyo, Juan de Calabria; con él principia la etapa final, marcada por los desastres para los antijuanistas, la defección de importantes personajes, la falta de recursos por el empobrecimiento general y el aislamiento internacional.[88]​ Como ha señalado Jaume Vicens Vives, «la demora en trasladarse al lugar donde tantas cosas estaban a punto de desplomarse ―no llegó a Barcelona hasta el 12 de junio de 1471― indica la escasez de medios y la indecisión de la corte angevina».[106]

Sin embargo, la desaparición de Juan de Anjou inicialmente no supuso un duro revés militar para la causa «rebelde», pues pocos días después de su fallecimiento el ejército de la Generalitat tomaba Cadaqués y en los meses siguientes Berga, el 23 de abril, y Tamarit, el 10 de septiembre de 1471. Pero esta fue su última victoria, pues a finales del verano de ese año Juan II organizó una gran ofensiva con el objetivo de tomar Barcelona. Y conforme esta avanzaba, el clima de derrota se iba extendiendo entre las filas «rebeldes». La primera muestra fue el paso al bando realista de los defensores de Gerona, espoleados también por los sobornos que recibieron. Así el 18 de octubre entraron en la ciudad sin combatir las huestes de Juan II al mando de su nuevo lugarteniente en Cataluña, el maestre de la Orden de Montesa. Inmediatamente después cayó en manos realistas casi todo el Bajo Ampurdán, mientras que en la comarca del Vallés las tropas al mando de Alfonso de Aragón y del conde de Prades tomaban Sant Cugat del Vallés, Sabadell y Granollers, culminando su ofensiva con la gran victoria de la batalla de Santa Coloma de Gramanet del 26 de noviembre de 1471 en la que fue derrotado el ejército de la Generalitat al mando de Dionisio de Portugal y Jaime Galiotto. Como ha señalado Jaume Vicens Vives, con la victoria de Santa Coloma de Gramanet, «el cerco de Barcelona era un hecho inevitable».[108][109][107]

Las victorias realistas acentuaron la crisis del bando «rebelde» y las discrepancias en su seno. Así el 19 de noviembre fueron desterrados a Provenza por orden del lugarteniente Juan de Calabria seis importantes personajes, entre los que se incluían el abad de Montserrat y el del monasterio de Sant Cugat del Vallés. Según Jaume Vicens Vives, «el barco de la revolución iba a la deriva, y ya nadie tenía autoridad para imponer una decisión concreta a los males de que padecían». La única esperanza que les quedaba era la ayuda de Francia, pero esta no llegaría, porque Luis XI estaba envuelto en la guerra que le había declarado el duque de Borgoña Carlos el Temerario, aliado de Juan II de Aragón. Tampoco ayudó a la causa angevina la muerte del papa Paulo II y su sustitución por Sixto IV en agosto de 1471, un papa más favorable a Juan II de Aragón, probablemente gracias a los consejos del cardenal valenciano Rodrigo de Borja.[110]

En enero de 1472 el ejército de Juan II emprendió la conquista del Alto Ampurdán. Sucesivamente fueron cayendo en sus manos Figueras, el 12 de enero; Torroella de Montgrí, el 19 de marzo; Rosas, el 28 de marzo. Sin embargo, el 4 de abril sufrió una severa derrota en las cercanías de Perelada a manos del ejército angevino apoyado por unas fuerzas francesas al mando de Antoine de Lau; el rey Juan II estuvo a punto de ser hecho prisionero. Pero el ejército realista se rehízo rápidamente y el 19 de abril se apoderó de Perelada, con lo cual cerró el paso de Panissars que permitía el acceso desde el Rosellón al resto de Cataluña. El cerrojo pirenaico fue completado con la rendición de Castelló d’Empúries el 20 de junio.[111]

El final de la guerra: el sitio de Barcelona y la Capitulación de Pedralbes

La forma tan generosa en que Juan II trató a las poblaciones que iban cayendo en su poder desde finales de 1471 ―«perdón general de los crímenes cometidos, incluso los de lesa majestad; confirmación de los privilegios anteriores a la guerra; promesa de restituir los bienes; exención de pago de censos y tributos por un tiempo prudencial con el fin de rehacerse de las penalidades sufridas; libertad de prisioneros y rehenes»―[112]​ animó a otras localidades hasta entonces fieles a las instituciones catalanas «rebeldes», a rendirse al bando realista ―«esta prudente política hizo más por la causa del rey que cuatro ejércitos bien adiestrados», comenta Vicens Vives―. Así fueron entregándose Sarriá (24 de abril de 1472), Badalona (11 de mayo), Vich (14 de junio), Manresa (17 de junio), La Roca del Vallés, Montbuy y Canovellas (24 de junio), entre otras. Sin embargo, Barcelona, sitiada por mar y por tierra —la flota de Bernat de Vilamarí bloqueaba el puerto con dieciséis naos y veinte galeras[107]​, continuó resistiendo, a pesar de las duras condiciones económicas en que vivían sus habitantes y de las crecientes disputas internas, a la espera del hipotético auxilio que pudiera recibir del propio Renato de Anjou desde Provenza o del rey Luis XI de Francia.[113]

La situación en Barcelona se volvió desesperada a finales de septiembre, cuando llegó la noticia de que el duque de Milán había suspendido el envío desde Génova de barcos cargados de provisiones. En ese momento, con una Barcelona sometida al racionamiento y que solo tenía víveres para una semana, las autoridades de la ciudad decidieron confiar en la magnanimidad de Juan II y el 8 de octubre el Consejo de Ciento aprobó el reconocimiento de su autoridad, lo que aceleró las negociaciones que se estaban manteniendo desde principios de mes.[114]​ El 16 de octubre se llegó al acuerdo y los generosos términos de la rendición fueron recogidos en la Capitulación de Pedralbes.[115][116][107]

En la capitulación se daba un plazo de un mes para adherirse a ella y uno de quince días para que los pocos castillos y fortalezas que todavía eran fieles a Renato de Anjou se pusieran bajo la obediencia de Juan II.[117]​ En la misma no constaba ningún perdón del rey a sus súbditos, porque fue concebida como un tratado de paz[88]​ sin vencedores ni vencidos,[118]​ por lo que no hubo represión ni depuraciones, con la única excepción del conde de Pallars Hugo Roger III de Pallars Sobirá.[115][107]​ Así pues, según lo establecido en la capitulación, no se había producido ninguna rebelión, por lo que su propósito era volver a la situación anterior a la guerra civil ―más concretamente, al momento anterior a la muerte de Carlos de Viana―, aunque con la importante salvedad de la derogación de la Capitulación de Vilafranca.[119][120][121]

En cuanto al cambio de obediencia del Principado de Cataluña de Renato de Anjou a Juan II, se resolvió de una forma muy simple. Se le dieron garantías a Juan de Calabria, lugarteniente en Cataluña de su abuelo Renato de Anjou, para que él y su séquito pudieran abandonar el Principado, añadiendo a continuación que todos aquellos que no quisieran obedecer a Juan II podrían también marcharse; se les daba un año de plazo para que pudieran vender todos sus bienes muebles e inmuebles. Respecto a la existencia de dos Diputaciones del General, una realista con sede en Tarragona y la otra «rebelde» con sede en Barcelona, se tomó la decisión salomónica de fusionarlas, aunque esto no tenía demasiada importancia, ya que faltaban pocos meses para que se cumplieran los tres años de mandato y entonces la Diputación del General volvería a estar integrada por tres diputados y tres oidores.[120]​ Establecido lo anterior, la capitulación se ocupaba ―y a ello dedicaba la mayor parte de su contenido― de la restitución de los bienes confiscados y de aquellos que habían cambiado de manos durante la guerra para que fueran devueltos a sus dueños anteriores.[122][123]​ Sin embargo, como ha destacado Jaume Vicens Vives, la restitución general de bienes era un problema «tan vidrioso, imponía tales sacrificios a quienes acababan de triunfar con el monarca, que Juan II no se decidió a resolverlo ni en Pedralbes ni durante el resto de su existencia. Legado de la guerra civil, fue arrastrándose penosamente durante diez años, hasta su resolución por Fernando el Católico en las Cortes de Barcelona de 1481».[124]

La capitulación de Pedralbes puso fin a la guerra civil catalana. El 17 de octubre Juan II —«aquel anciano de setenta años, incombustible, medio ciego, que a menudo había dirigido personalmente las tropas»—[107]​ entraba en Barcelona siendo recibido, según Jaume Vicens Vives, con «verdadero alborozo» por los barceloneses, los mismos que diez años antes se habían levantado contra él. Los festejos por el fin de la guerra se prolongaron durante los dos días siguientes, «olvidando por unas horas, la riqueza perdida, la industria arruinada, las víctimas sacrificadas, los odios creados…», concluye Vicens Vives.[115][116]

Consecuencias

 
Palacio de los Reyes de Mallorca de Perpiñán. A esta ciudadela se retiraron las tropas de Luis XI de Francia cuando la ciudad se rebeló contra él reconociendo como su único señor a Juan II de Aragón, que entró en la ciudad el 1 de febrero de 1473.

Nada más entrar en Barcelona, el rey Juan II de Aragón ordenó a su ejército que se dirigiera al Ampurdán para desde allí intentar recuperar los condados de Rosellón y de Cerdaña, que estaban en poder de Luis XI de Francia.[125]​ Inmediatamente después convocó a las Cortes de Cataluña para que, además de afrontar los graves problemas económicos del principado tras diez años de guerra civil, aportaran los recursos necesarios para la campaña del Rosellón. En la convocatoria se había establecido que la inauguración de las Cortes tendría lugar en Barcelona el 15 de enero de 1473, pero se tuvo que retrasar porque el rey acudió en ayuda de Perpiñán, que se había sublevado contra el soberano francés.[126]​ A finales de enero franqueó los Pirineos y el 1 de febrero hizo su entrada en Perpiñán, mientras la guarnición francesa se refugiaba en la ciudadela de la villa. El resto de localidades rosellonesas siguieron el ejemplo de la capital, por lo que solo quedaron en manos de Luis XI, además de la ciudadela perpiñanesa, los castillos de Salses, Colliure y Bellaguarda.[127][128]

Juan II decidió entonces trasladar las Cortes a Perpiñán y la inauguración definitiva tuvo lugar en esa ciudad, aunque a causa del asedio de las tropas francesas al mando de Felipe II de Saboya, señor de Bresse, que había comenzado el 21 de abril, tuvieron que trasladarse nuevamente a Barcelona.[129][127]​ El 19 de junio los sitiadores intentaron el asalto de la ciudad, pero fracasaron; cinco días después levantaron el cerco ante la inminente llegada de un ejército de socorro al mando del príncipe Fernando, que se había desplazado desde Castilla nada más conocer la angustiosa situación de su padre sitiado en Perpiñán. El 14 de julio se firmó una tregua de dos meses y medio entre Felipe de Saboya y Juan Ramón Folch III de Cardona, conde de Prades, en nombre de Juan II quien, como no se fiaba del Luis XI, decidió permanecer en Perpiñán mientras su hijo Fernando regresaba a Castilla. En efecto, el rey aragonés no se equivocaba, porque Luis XI envió un ejército de refuerzo al mando de Louis de Crussol que junto con el de Felipe de Saboya intentó tomar Argelés, el puerto de abastecimiento de Perpiñán. Los dos ejércitos franceses fueron rechazados por el de Juan II al mando de Beltrán de Armendáriz en Palau-del-Vidre. Como consecuencia de este revés, se puso fin a las hostilidades con la firma del Tratado de Perpiñán el 17 de septiembre de 1473, que restableció los términos acordados en el Tratado de Bayona de 1462 ―se reconocía la soberanía de Juan II sobre los condados, pero no podría ejercer su autoridad sobre ellos hasta que no satisficiera el pago a Luis XI de trescientos mil escudos por la ayuda militar que este le había prestado en los inicios de la guerra civil catalana, especialmente la liberación del asedio de la Força Vella de Gerona―.[130]

A principios de 1474, Luis XI empezó a concentrar un ejército en el Languedoc para apoderarse de los condados de Rosellón y de Cerdaña y se negó a recibir personalmente a los embajadores del rey Juan II que habían sido enviados a la corte francesa precisamente para que renunciara definitivamente a sus pretensiones sobre los condados sin esperar a cambio el pago de los trescientos escudos acordados en el Tratado de Perpiñán de septiembre de 1473. El 14 de junio de 1474, tres meses antes de que se cumpliera el plazo de un año establecido en el tratado, las tropas del monarca francés cruzaron la frontera y se adentraron en el Rosellón.[131]​ La invasión no pilló a Juan II desprevenido, ya que desde finales de febrero de 1474 había empezado a preparar la defensa de los condados desde el vecino Ampurdán y en mayo había obtenido de las Cortes catalanas, que habían reanudado sus sesiones en Barcelona el 21 octubre del año anterior, un fondo de trescientas cincuenta mil libras.[132][133]

El plan de ataque del ejército invasor era apoderarse de todos los puertos roselloneses, para impedir el abastecimiento de Perpiñán, y de los pasos pirenaicos, para evitar la llegada de un ejército de socorro desde el resto de Cataluña. Así, en las dos primeras semanas, los franceses tomaron Argelés y Canet de Roselló, en la costa mediterránea, y Ceret en los Pirineos. Ante la gravedad de la situación, Juan II, muy enfermo en aquellos momentos, promulgó el 19 de junio el usatge Princeps namque, que suponía la movilización de todos los hombres de armas del principado. [134]

El 1 de noviembre penetró en el Rosellón un nuevo ejército francés que se encaminó inmediatamente a Elna para reforzar el ataque al que ya estaba siendo sometida. La ciudad capituló el 5 de diciembre.[132]​ Sus defensores, encabezados por Bernat d’Olms, fueron llevados prisioneros a la ciudadela de Perpiñán, donde fueron ejecutados acusados de traición. Y poco después los ejércitos de Luis XI emprendieron el asedio de Perpiñán, acometida también desde la ciudadela. La última esperanza que le quedaba a Juan II era que su hijo Fernando, que acababa de ser proclamado rey de Castilla el 2 de enero de 1475 tras la muerte del rey Enrique IV de Castilla tres semanas antes, pudiera acudir con un ejército, pero el estallido de la guerra de Sucesión castellana se lo impidió. Perpiñán, que resistió de forma heroica encabezada por su cónsul Joan Blanca, acabó rindiéndose el 10 de marzo de 1475.[128][135][129]​ Poco después, el 2 de abril, se firmó una tregua de seis meses.[136]​ Vencida la tregua, el ejército de Luis XI en febrero de 1476 se apoderó del castillo de Salses, la última fortaleza rosellonesa que todavía estaba en poder de Juan II.[137]​ Este, falto de recursos, no pudo recuperar los condados de Rosellón y Cerdaña. Tuvo que ser su hijo Fernando II el Católico el que lo consiguiera mucho tiempo después, mediante el Tratado de Barcelona de 1493.[129]

También fue el rey Fernando II quien resolvió definitivamente el asunto de las restituciones establecidas en la Capitulación de Pedralbes. El primer paso fue ordenar la devolución de los bienes del patrimonio regio en septiembre de 1479 y luego convocar las Cortes para que abordaran el tema. Estas se reunieron en Barcelona a partir del 4 de noviembre de 1480 y además de aprobar la constitución Poch valdria (‘Poco valdría’), más conocida como la «Constitución de la Observancia», en la que se reafirmó el pactismo como sistema de gobierno para Cataluña que perduraría hasta el Decreto de Nueva Planta de Cataluña de 1714, las Cortes consiguieron alcanzar un acuerdo en el que se basó la Sentencia del 5 de noviembre de 1481 ―según la fórmula “que es compli’’ (‘que se cumpla’) en la que se liquidaba la cuestión de las restituciones. En ella, a diferencia de la Capitulación de Pedralbes, se aceptó que había habido vencedores y vencidos en la guerra y que unos y otros debían renunciar a conseguir todo lo que pretendían para beneficiarse de una parte. Para hacerla efectiva las Cortes habían votado un crédito de cien mil libras con el que el rey podría indemnizar por las pérdidas que sufrieran los que habían combatido junto a Juan II al reintegrar los bienes inmuebles que hubieran obtenido como consecuencia de la contienda. En cuanto a las rentas de los censales, tanto ‘’afectos’’ como ‘’desafectos’’ a Juan II, tendrían que pagarlas, pero con unas diferencias que pudieran contentar a los primeros sin perjudicar demasiado a los segundos. De esta forma, como ha destacado Santiago Sobrequés i Vidal, se «ponía fin al más grave de los problemas originados por la guerra. Los bienes inmuebles, con sus derechos anexos, fueron, pues, retornados casi en su totalidad a sus poseedores de 1461, fueren ‘’adictos’’ de la primera o de la última hora. Y las rentas dinerarias fueron cobradas en el peor de los casos en el 60 por 100 de su importe, pero corrientemente en el 70 o el 80 por 100. (…) Todo el mundo tuvo que perder, pues, algo (es cierto que unos más que otros, pero eso era inevitable), y era justo que todo el mundo perdiera porque de hecho era el país entero el que había perdido la guerra. La Sentencia era un conjunto de concesiones mutuas (de otra forma las Cortes no la habría aprobado nunca); en síntesis, un triunfo del espíritu pactista y también del constitucionalismo de los catalanes».[138]

En cuanto a la cuestión remensa, Juan II recompensó al principal líder remensa Francesc de Verntallat por su apoyo con el título de vizconde de Hostoles, pero no entró a resolver el problema y tanto los campesinos como los señores quedaron a la expectativa.[139]​ De nuevo el asunto pasó a su hijo Fernando II, quien mantuvo inicialmente una política que determinó que los señores recuperan derechos perdidos; como respuesta se produjo la segunda guerra remensa (1484), dirigida por Pere Joan Sala y que alcanzó grandes proporciones. Fernando II, finalmente, adoptó una solución de compromiso que se plasmó en la Sentencia Arbitral de Guadalupe (1486), en virtud de la cual los malos usos eran redimidos mediante el pago de sesenta sueldos por mas y los campesinos conseguían una serie de libertades. Con este dinero, los señores fueron indemnizados y al monarca se le pagó una multa de cincuenta mil libras. Los señores continuaron teniendo derechos sobre los campesinos cultivadores, pero no de la forma humillante que había prevalecido hasta aquel momento.

Referencias

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  13. Vicens Vives, 2003, pp. 231-232.
  14. Batlle, 2007, pp. 764-765.
  15. Batlle, 1999, p. 202.
  16. Vicens Vives, 2003, pp. 232-234. ”[Juan II] creía que Cataluña se erguía para solicitar la libertad del príncipe de Viana, como al mismo tiempo lo hacían los aragoneses. Pero aquel sólo era una bandera para los embajadores, el Consejo de la Diputación y los diputados; lo que pretendían obtener era mucho más: la plenitud del régimen jusconstitucionalista entrevisto después de Caspe
  17. Batlle, 2007, p. 765.
  18. Batlle, 1999, p. 203.
  19. Batlle, 2007, p. 766.
  20. Vicens Vives, 2003, pp. 234-235.
  21. Vicens Vives, 2003, pp. 235-237.
  22. Vicens Vives, 2003, pp. 237-238.
  23. Vicens Vives, 2003, p. 238.
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  25. Batlle, 2007, p. 767.
  26. Batlle, 1999, p. 204.
  27. Vicens Vives, 2003, p. 244.
  28. Vicens Vives, 2003, pp. 256-259.
  29. Batlle, 2007, p. 767. ”La acción de la reina acabó siendo calificada de conspiración por sus actos impulsivos e irreflexivos: la reiterada petición de la entrada de su esposo en el país, sus contactos con los despechados ‘buscaires’ y con los campesinos remensas. Como quería el regreso del rey ante todo, le era difícil estar a la altura de tan difíciles circunstancias, que exigían un gran talento diplomático; entonces, las posiciones se radicalizaron y se inició la marcha hacia la guerra civil”
  30. Batlle, 2007, p. 767. ”Los grandes propietarios nobles y eclesiásticos ―uno de los más importantes era la mitra gerundense― se atrevieron a ello [a intentar volver a cobrar los malos usos] por sentirse amparados por el gobierno oligárquico, o sea, de los suyos, el de la Generalitat”
  31. Vicens Vives, 2003, pp. 260-263.
  32. Vicens Vives, 2003, pp. 267-269.
  33. Hernández Cardona, 2003, p. 30.
  34. Sobrequés i Vidal y Sobrequés i Callicó, 1973, p. 161.
  35. Vicens Vives, 2003, p. 270.
  36. Batlle, 2007, p. 768. ”Por su categoría social, Francesc Pallarès y Pere Deztorrent junior, relacionado con Requesens, murieron estrangulados, mientras otros tres eran ahogados y uno de inferior categoría, un zapatero, era ahorcado”
  37. Batlle, 2007, p. 768.
  38. Vicens Vives, 2003, pp. 270-271.
  39. Hernández Cardona, 2003, p. 29.
  40. Vicens Vives, 2003, pp. 271-272.
  41. Sobrequés i Vidal y Sobrequés i Callicó, 1973, p. 184.
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  53. Vicens Vives, 2003, pp. 280-281.
  54. Hernández Cardona, 2003, p. 32. "Las fuerzas enfrentadas son estimadas en poco más de 2000 combatientes por parte de los realistas y unos 1800 por parte pactista. Los realistas infligieron una derrota total a las fuerzas pactistas, y parece que allí murieron numerosos combatientes. Varios dirigentes pactistas capturados en la batalla fueron ejecutados al año siguiente"
  55. Sobrequés i Vidal y Sobrequés i Callicó, 1973, p. 270.
  56. Vicens Vives, 2003, p. 281.
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  90. Vicens Vives, 2003, pp. 294.
  91. Vicens Vives, 2003, pp. 307-310. ”Luis XI actuó en el Principado aun antes de la muerte del Condestable a través del bando francés existente en Barcelona, y fue este quien se adueñó de la situación a partir del 29 de junio”
  92. Hernández Cardona, 2003, p. 36.
  93. Vicens Vives, 2003, pp. 311-314.
  94. Vicens Vives, 2003, pp. 315-317.
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  97. Vicens Vives, 2003, p. 319.
  98. Vicens Vives, 2003, pp. 319-320.
  99. Hernández Cardona, 2003, p. 36. "Con esta maniobra, [Juan II] equiparaba a Fernando con Renato en el terreno internacional; contentaba y al mismo tiempo aplacaba a los sicilianos; marcaba una raya respecto a las ambiciones angevinas en el Mediterráneo; y, en definitiva, convertía al rey Fernando de Sicilia en una pieza de primer orden en la política internacional"
  100. Vicens Vives, 2003, pp. 321-328.
  101. Vicens Vives, 2003, pp. 333-335.
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  133. Vicens Vives, 2003, pp. 363-364.
  134. Vicens Vives, 2003, pp. 364-365.
  135. Vicens Vives, 2003, pp. 366-368. ”El valor de los perpiñaneses rebasó las medidas normales en una época caracterizada ya por tesoneros e increíbles sacrificios. Murieron de hambre cerca de un millar de personas, y las demás debieron su subsistencia a las ratas y al cuero de animales. Y con todo, nadie profirió el grito de rendición. ‘Hasta su último suspiro ―escribe el dietarista de la Diputación con fecha 13 de marzo de 1475― los hombres de Perpiñán exclamaban: ¡Aragón! ¡Aragón!’. Pero la resistencia humana tiene sus límites, y ante la creciente adversidad de las circunstancias y la imposibilidad de recibir refuerzos, el capitán de Perpiñán, Galcerán de Requesens, gobernador general de Cataluña, a quien estaba confiada la defensa de la plaza, aconsejó a los cónsules que capitularan”
  136. Vicens Vives, 2003, pp. 368-369. ”Fracasada la iniciativa castellana de enero de 1475, Juan II no había podido resistir por más tiempo… El 11 de marzo había escrito a los concelleres de Barcelona que si no se proveía inmediatamente a sus necesidades, lo abandonaría todo. Y esto era lo que había hecho. Es muy probable que contribuyera a su decisión no sólo la fatiga personal y el mal cariz que presentaban los asuntos castellanos, sino la defección del duque de Borgoña…”
  137. Vicens Vives, 2003, p. 373.
  138. Sobrequés i Vidal y Sobrequés i Callicó, 1973, pp. 339-341; 347.
  139. Hernández Cardona, 2003, pp. 39-40.

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  •   Datos: Q2476062

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La guerra civil catalana 1462 1472 fue el conflicto que se produjo en el Principado de Cataluna entre los partidarios del rey Juan II de Aragon conde de Barcelona y los de las instituciones catalanas rebeldes al rey encabezadas por la Diputacion del General del Principado de Cataluna y el Consell del Principat Guerra civil catalanaFecha1462 1472LugarPrincipado de CatalunaCasus belliDecision unilateral de la Generalidad de Cataluna de levantar un ejercito contra los campesinos remensasResultadoVictoria de la monarquia Juan II de Aragon BeligerantesDiputacion del General Consell del Principatla Biga Corona de Aragon Sindicato remensa la BuscaComandantesJuan de BeaumontPedro de PortugalJuan II de LorenaHug Roger III de Pallars Sobira Juan II de AragonFernando de AragonFrancesc de Verntallat editar datos en Wikidata Para el bando realista los rebeldes lo eran por haber traicionado la fidelidad que habian jurado a su rey mientras que los antijuanistas consideraban traidores a los realistas por no ser fieles a las leyes de la tierra por ser enemigos de la cosa publica o simplemente por ser malos catalanes Asi el bando antijuanista desarrollo un nueva concepcion de la sociedad politica en la que segun Santiago Sobreques y Jaume Sobreques la solidaridad entre los hombres de un pais se producia por tener unas leyes comunes y habitar una misma tierra no como hasta entonces por el hecho de ser vasallos de un mismo soberano Habia surgido pues el concepto moderno de patria que iba mas alla de la mera adscripcion territorial para revestir un caracter juridico por lo que la rebelion catalana seria como ya senalo el historiador frances Joseph Calmette nacido en Perpinan la primera de las revoluciones modernas cien anos anterior a la rebelion de los Paises Bajos 1 Segun Francesc Xavier Hernandez Cardona desde el punto de vista tecnico y tecnologico la Guerra Civil catalana fue la ultima guerra medieval pero tambien la primera guerra moderna Los nobles tienen un papel secundario son los dirigentes militares pero ya no mandan mesnadas feudales sino ejercitos desiguales de ciudadanos y mercenarios Las tropas de caballeria ya no estan compuestas por la flor y nata de la nobleza sino por hombres de armas mas o menos a jornal La pirobalistica adquiere protagonismo aunque el uso de armas cortas de fuego parece todavia muy limitado se generalizo el uso de bombardas hasta prefigurar lo que podria calificarse como una artilleria de campana los ejercitos arrastraban piezas a utilizar principalmente en los asedios 2 Sobre las causas de la guerra Santiago Sobreques y Jaume Sobreques han senalado la rivalidad que existia entre las ramas nobiliarias principales del pais la lucha entre la Biga partido que agrupaba a la oligarquia y la Busca de tendencia popular y socializante para conseguir el gobierno de la municipalidad barcelonesa la agitacion en el campo donde la oposicion de los senores a las aspiraciones legitimas de los campesinos de remensa habian atizado la lucha y la profunda crisis economica que padecia Cataluna Y como causas inmediatas el desheredamiento del Principe de Viana por parte de su padre Juan II y la oposicion entre el sentido absolutista del rey y el espiritu pactista catalan 3 Indice 1 Antecedentes el enfrentamiento entre la oligarquia nobiliaria y urbana y la monarquia 2 El prologo la revolucion catalana de 1460 1461 2 1 El impacto en Cataluna del conflicto sucesorio del reino de Navarra 2 2 El levantamiento 2 3 El triunfo de los sublevados la liberacion de Carlos de Viana y la Capitulacion de Villafranca 2 4 La lugartenencia de la reina Juana Enriquez tras la muerte de Carlos de Viana y la tension con la oligarquia 3 Desarrollo de la guerra 3 1 Los primeros meses mayo septiembre de 1462 3 2 El reinado de Enrique IV de Castilla 1462 1463 3 3 El reinado del condestable Pedro de Portugal 1464 1466 3 4 El reinado de Renato de Anjou 1466 1472 3 5 El final de la guerra el sitio de Barcelona y la Capitulacion de Pedralbes 4 Consecuencias 5 Referencias 6 BibliografiaAntecedentes el enfrentamiento entre la oligarquia nobiliaria y urbana y la monarquia EditarVeanse tambien Guerra remensay La Biga y la Busca Empieza el siglo XV en medio de una profunda crisis que afectaba a toda Europa occidental y especialmente al Condado de Barcelona Las causas fueron diversas la crisis de subsistencia de la poblacion la demografica que afecto especialmente al campo debido a las grandes epidemias la financiera con el endeudamiento excesivo de las instituciones publicas la reduccion del volumen y de las ganancias del comercio internacional El enfrentamiento entre la monarquia y la oligarquia nobiliaria y urbana catalana se remontaba al reinado de Alfonso el Magnanimo 1416 1458 cuando su gobernador en Cataluna bajo la lugartenencia de la reina Maria Galceran de Requesens miembro de la pequena nobleza catalana senor de Molins de Rei apoyo en su lucha por el gobierno de la ciudad de Barcelona a la Busca que reunia a los mercaderes y a los artesanos frente a la Biga que agrupaba al rico patriciado urbano barcelones que dominaba el Consejo de Ciento de la ciudad y que junto con la nobleza tambien controlaba las Cortes Catalanas y la Diputacion del General Asi Requesens permitio la creacion del Sindicat dels Tres estaments i poble de Barcelona e intervino en el municipio de Barcelona arrebatando a la Biga el gobierno de la ciudad y poniendo en su lugar a hombres de su confianza y a miembros moderados de la Busca En palabras de Carme Batlle fue un autentico golpe de estado contra los privilegios municipales y el tradicional poder de las familias patricias los ciudadanos honrados es decir rentistas 4 El segundo motivo del conflicto fue el apoyo que la monarquia dio a los campesinos remensas enfrentados a sus senores por la cuestion de los malos usos El rey tambien permitio la formacion de un sindicato el Gran Sindicato Remensa fundado en 1448 para que los campesinos pudieran reunirse y luego negociar con sus senores tanto laicos como eclesiasticos y en 1455 dicto una sentencia interlocutoria por la que suspendia temporalmente el pago de los malos usos aunque sin llegar a resolver el fondo del asunto Asi como ha destacado Carme Batlle los dos sindicatos el rural y el urbano serian utilizados por la monarquia y sus representantes como arma contra la oligarquia catalana poco antes de la guerra civil y durante la misma 5 En 1454 Alfonso el Magnanimo nombro nuevo lugarteniente de Cataluna a su hermano Juan rey de Navarra despues de que la oligarquia nobiliaria y urbana hubiera rechazado el nombramiento de Requesens para ese puesto Con el fin de hallar una salida a la complicada situacion que se vivia en Cataluna Juan convoco las Cortes Catalanas que estarian reunidas por espacio de cuatro anos 1454 1458 En estas agitadas Cortes no se resolvio el conflicto que enfrentaba a la oligarquia y la monarquia Desde el primer momento se hizo patente el enfrentamiento cuando los sindicos del resto de ciudades catalanas en apoyo de la Biga consideraron ilegales a los sindicos que habia enviado la ciudad de Barcelona que pertenecian a la Busca lo que obligo al lugarteniente a intervenir para dar cobertura legal a estos Asimismo Juan continuo con la politica filoremensa lo que le enfrento con los senores laicos y eclesiasticos de la Cataluna vieja tambien representados en las Cortes Asi pues el resultado de las mismas fue que tras ellas se creo un movimiento contrario al rey por parte de la nobleza el clero y el patriciado urbano cuya fuerza Juan ya convertido desde 1458 a la avanzada edad para la epoca de sesenta anos 6 en monarca de la Corona de Aragon tras la muerte de su hermano no valoro en su justa medida 7 El prologo la revolucion catalana de 1460 1461 EditarArticulo principal Revolucion catalana de 1460 1461 El impacto en Cataluna del conflicto sucesorio del reino de Navarra Editar Vease tambien Guerra civil de Navarra En diciembre de 1459 se firmo la Concordia de Barcelona por la que el rey Juan II de Aragon y su hijo el principe Carlos de Viana se reconciliaron en su disputa por la corona del reino de Navarra Sin embargo de la otra cuestion que los enfrentaba el reconocimiento de la primogenitura aragonesa 8 nada se decia en la Concordia aunque el titulo de primogenito de Aragon de Navarra y de Sicilia lo venia utilizando Carlos de Viana desde la muerte del rey Alfonso el Magnanimo el ano anterior 9 10 A finales de marzo de 1460 Carlos de Viana abandono Mallorca a donde habia llegado procedente de Sicilia y el dia 31 hizo su entrada triunfal en Barcelona En esta se utilizo la formula de primer fill nat primer hijo nacido para no entrar en la vidriosa cuestion de la primogenitura El 14 de mayo se encontraron padre e hijo en Igualada y al dia siguiente hicieron su entrada conjunta en Barcelona Sin embargo la reconciliacion era solo superficial pues Carlos de Viana al no haber sido reconocida su primogenitura entro en contacto con el rey de Castilla Enrique IV para concertar una alianza con el mediante el matrimonio con su hermana la infanta Isabel que entonces contaba nueve anos de edad 11 10 En septiembre de 1460 Juan II convoco las Cortes catalanas en Lerida y le pidio a su hijo Carlos de Viana que se reuniera con el en esa localidad para concretar su boda con la princesa Catalina de Portugal y evitar asi el matrimonio de Carlos con la infanta castellana Isabel proyecto del que habia tenido conocimiento gracias a un emisario de los magnates castellanos que se oponian a Enrique IV 12 Una vez alli el rey ordeno el 2 de diciembre de 1460 la detencion de Carlos de Viana acusado de traicion una decision que Jaume Vicens Vives califica como insigne torpeza y Carmen Batlle como un acto erroneo en la que tuvo un papel determinante la reina Juana Enriquez quien tras suplicarle que lo detuviera le mostro al rey dos supuestas cartas incriminatorias de Carlos que Juan II no pudo comprobar que eran ciertamente suyas pues en aquel momento estaba casi completamente ciego contaba 62 anos de edad y padecia de cataratas que anos mas tarde le curaria un cirujano judio 13 14 El levantamiento Editar Interior del Palau de la Generalitat de Cataluna donde el 8 de diciembre de 1460 se constituyo el Consell del Principat La detencion del principe de Viana causo una honda conmocion en toda Cataluna y origino una inesperada ola de protestas 15 Las Cortes bajo la direccion de los nobles y los patricios de la Biga decidieron el 5 de diciembre antes de ser disueltas por el rey formar una comision de las Cortes que adoptara las medidas necesarias para conseguir la liberacion del principe y la reparacion de los agravios y que estaria integrada por la Diputacion del General del Principado de Cataluna y por las personas que designara para que le asesoraran incluida una representacion de la ciudad de Barcelona Asi fue como se constituyo tres dias despues en la Casa de la Diputacion en Barcelona el llamado Consell representant lo Principat de Catalunya que ostentaba un titulo que jamas se habia atribuido ningun organismo catalan y que reflejaba el ideal pactista propio del jusconstitucionalismo que defendian la nobleza y el patriciado urbano catalanes 16 17 Segun Carme Batlle era una autentica revuelta contra el monarca ya que la nueva institucion se atribuia funciones de soberania popular 18 19 Un grupo de jurisconsultos encabezados por Joan Dusay dictamino que con la orden de detencion de Carlos de Viana el rey habia quebrantado las constituciones catalanas Asi la Diputacion del General envio el 17 de enero un ultimatum al rey de forma que a partir de ese momento como ha destacado Jaume Vicens Vives se soldo definitivamente la causa del principe con la de las libertades de Cataluna 20 Dos semanas despues el 31 de enero la Diputacion del General y el Consell representant lo Principat de Catalunya acordaron anadir una nueva acusacion al rey la de haber quebrantado la ley sucesoria de la Corona de Aragon al no haber reconocido a Carlos de Viana como su primogenito 21 Y el 7 de febrero se produjo el golpe de fuerza definitivo los diputados y su Consejo decidieron proclamar a Carlos de Viana primogenito y formar un ejercito para enfrentarse al rey Juan II ademas de emprender la construccion de veinticuatro galeras El 19 de febrero la Diputacion del General culminaba el golpe al proclamarse poder supremo de Cataluna y ordenar a todos los oficiales reales que la obedecieran Asi se consumo la revolucion catalana del 7 8 de febrero de 1461 afirma Jaume Vicens Vives 22 El triunfo de los sublevados la liberacion de Carlos de Viana y la Capitulacion de Villafranca Editar Palacio Real de Villafranca del Panades restaurado en 2012 donde probablemente se firmo la Capitulacion de Vilafranca el 21 de junio de 1461 El 23 de febrero de 1461 Juan II ordeno la puesta en libertad de Carlos de Viana encarcelado en Morella ante la amenaza que suponia el ejercito reclutado por la Diputacion del General del Principado de Cataluna que habia salido de Barcelona en direccion a Fraga camino de Zaragoza donde se encontraba el rey Tambien influyo en su decision el temor a que se produjera una ofensiva castellana a favor de los beaumonteses que estaban ganando posiciones en Navarra 19 La monarquia capitula en desastrosas condiciones ante el levantamiento de Cataluna sentencia Vicens Vives La claudicacion quedara rubricada cuatro meses despues con la firma de la Capitulacion de Vilafranca pieza capital en la historia del pactismo catalan y del derecho constitucional moderno segun Vicens Vives 23 Carmen Batlle ha senalado que con la Capitulacion de Vilafranca la oligarquia instauraba un sistema constitucional el rey no podia entrar en Cataluna sin permiso de la Diputacion del General y el principe se convertia en su lugarteniente aqui con todo el poder ejecutivo en sus manos 18 El 24 de junio solo tres dias despues de la firma de la Concordia de Villafranca se celebro en la catedral de Barcelona la solemne proclamacion de Carlos de Viana como lugarteniente general de Cataluna y el 31 de julio fue reconocida su primogenitura como heredero de la Corona de Aragon Sin embargo dos meses despues el 23 de septiembre de 1461 fallecia en Barcelona el principe de Viana 24 25 La noticia de su muerte causo una honda conmocion en toda Cataluna convirtiendolo en un mito dotado de poderes casi milagrosos sant Karles de Catalunya en el decir popular 26 27 La lugartenencia de la reina Juana Enriquez tras la muerte de Carlos de Viana y la tension con la oligarquia Editar Segun lo dispuesto en la Capitulacion de Vilafranca al morir el principe de Viana la lugartenencia de Cataluna pasaba al infante Fernando su medio hermano que contaba nueve anos de edad y que un mes despues de la muerte de aquel ya habia sido reconocido como primogenito Pero dada su incapacidad para gobernar debido a su edad la reina Juana Enriquez seria quien ejerceria la lugartenencia de Cataluna en su nombre en calidad de tutora tudriu Asi que el 29 de octubre madre e hijo partieron para el Principado lo que causo un vivo desasosiego en palabras de Vicens Vives entre las autoridades catalanas pues hacia solo seis meses que habian impedido que la reina entrara en Barcelona La reina y el principe llegaron a Barcelona el 21 de noviembre y al dia siguiente Juana acudio a la sede de la Diputacion del General donde juro cumplir lo estipulado en la Capitulacion de Vilafranca El principal cometido de la reina a partir de entonces seria conseguir de las autoridades catalanas que autorizaran la entrada del rey en el Principado cuestion que planteo el 10 de diciembre pero no consiguio su proposito 28 Con ese objetivo pidio ayuda al Sindicat dels Tres Estaments i poble de Barcelona de la Busca lo que suscito los temores de la oligarquia de la Biga a que se produjera un levantamiento realista 25 La tension entre la reina y las autoridades catalanas fue creciendo a lo largo del mes de diciembre 29 atizada entre otros motivos por el rumor de que el anorado principe de Viana considerado cada vez mas por la poblacion un santo con poderes milagrosos habia sido envenenado por la reina Ademas en las comarcas de Gerona acababa de estallar la rebelion de los campesinos remensas encabezada por Francesc de Verntallat un campesino acomodado porque sus senores aprovechando la recuperacion de su posicion de fuerza tras la firma de la Capitulacion de Vilafranca intentaban cobrar de nuevo los malos usos dejados en suspenso por la sentencia interlocutoria de Alfonso el Magnanimo de 1455 y la oligarquia temia que los remensas pudieran aliarse con el rey lo que efectivamente acabaria ocurriendo 30 La tension entre la oligarquia y la reina se recrudecio en febrero de 1462 cuando esta ordeno la detencion de Joan de Copons un destacado miembro de la faccion antirrealista acusado de asesinato y cuando por su parte el Consejo de Ciento dispuso una serie de medidas en contra de los miembros del movimiento de los sindicos de la Busca que el 24 de febrero se habia presentado ante la reina junto con muchos menestrales envalentonados para pedir la vuelta del rey a Cataluna como consecuencia del llamado complot de San Matias fueron detenidos cuarenta y dos miembros del Consejo de Ciento presuntamente implicados en la conspiracion al considerarse que habian violado la Capitulacion de Vilafranca 25 Al mismo tiempo la faccion antijuanista encabezada por el conde de Pallars Hugo Roger se iba haciendo con el control del Consell del Principat frente al grupo realista encabezado por el arzobispo de Tarragona Pedro de Urrea 31 Desarrollo de la guerra EditarLos primeros meses mayo septiembre de 1462 Editar Veanse tambien Asedio de la Forca Vella Batalla de Rubinaty Sitio de Barcelona 1462 Ante el clima cada vez mas hostil que se encontro en una Barcelona dominada por la Biga y temiendo por la seguridad de su hijo 26 la reina Juana Enriquez comunico el 23 de febrero de 1462 que partia para Gerona Ante este anuncio y la noticia de que los remensas se preparaban para enviar una embajada a la corte para pedir la entrada del rey en Cataluna el Consell del Principat dominado ya por la faccion antijuanista decidio el 5 de marzo formar un ejercito para acabar con la rebelion remensa decision que fue ratificada tres dias despues por los diputados de la Generalitat Como ha destacado Vicens Vives tamana medida era un verdadero reto de los elementos revolucionarios a la monarquia una usurpacion de preeminencias soberanas La respuesta de la reina fue partir para Gerona adonde llego hacia el 15 de marzo Alli ratifico su orden de disolucion de los grupos armados remensas envio dos oficiales reales a la Montana gerundense para hacer que se cumpliera Pero como estas disposiciones no acabaron con la rebelion la reina se decidio por intentar alcanzar una tregua con este proposito se puso en contacto con el dirigente remensa Francesc de Verntallat 32 25 33 Plaza del Rey de Barcelona donde a finales de mayo de 1462 fueron expuestos los cadaveres de varios miembros de la Busca ejecutados al haber sido condenados sumariamente por encabezar una supuesta conjura realista Este hecho se suele considerar como el inicio de la guerra civil catalana Mientras tanto en Barcelona donde los enfrentamientos entre juanistas y antijuanistas eran cada vez mas frecuentes comenzo la recluta del ejercito que debia acabar con la rebelion remensa y que tambien estaba dirigido contra todos los que tratan contra la Capitulacion a lo que la reina desde Gerona manifesto su mas firme oposicion por ser un acto ilegal al haber usurpado una prerrogativa del lugarteniente de Cataluna cargo que ostentaba ella misma en nombre de su hijo el principe Fernando 34 El Consell del Principat a propuesta del obispo de Vic le contesto declarando nulas sus decisiones alegando que estaba mal informada y aconsejada 35 Asimismo mientras destacados realistas eran encarcelados era puesto en libertad Juan de Copons convertido asi en uno de los jefes del movimiento revolucionario Tambien fue confiscada una carta del correo de la reina un hecho gravisimo segun Vicens Vives y el veguer de Barcelona fue detenido sus bienes confiscados y su casa demolida por haber puesto en libertad por orden de Juana a algunos realistas presos La escalada antijuanista en Barcelona culmino el 19 y el 21 de mayo cuando seis destacados buscaires fueron ejecutados tras haber sido condenados sumariamente por encabezar una supuesta conjura que pretendia favorecer la entrada del rey en el Principado y entregar la ciudad de Barcelona a la reina se les condeno por fer e tractar concitacio sedicio tumults e conspiracio hacer y tratar concitacion sedicion tumultos y conspiracion 36 Los cadaveres de las personas mas importantes de entre los seis ajusticiados fueron expuestos en la Placa del Rei con vestidos negros y a la luz de varios cirios para que sirvieran de escarmiento a futuros conspiradores 37 Como ha afirmado Jaume Vicens Vives la revolucion y la guerra civil se iniciaban a la par con la sangre de aquellas victimas barcelonesas 38 Para Carme Batlle estas sentencias del mes de mayo de 1462 consumaron la division entre la monarquia y la Generalitat en manos de una oligarquia nobiliaria y urbana decidida a separarse de un monarca que no respetaba sus privilegios identificados con los de Cataluna La guerra habia empezado 37 Segun F Xavier Hernandez Cardona la oleada de terror reaccionaria fue lo que precipito la Guerra Civil e impidio una solucion negociada 39 El 23 de mayo de 1462 salio de Barcelona el grueso del ejercito reclutado por la Diputacion del General a cuyo frente habia nombrado a Hug Roger III de Pallars Sobira conde de Pallars para dirigirse hacia Gerona con el proposito de acabar con la revuelta remensa pero tambien con la finalidad de apoderarse de la reina y del primogenito el principe Fernando Ante esta amenaza Juana habia tomado diversas medidas entre las que destaco la de coligarse con los remensas que formaron un ejercito a cuyo frente se situo Verntallat Este fue derrotado cerca de Hostalrich plaza estrategica situada entre Barcelona y Gerona que habia sido tomada el 23 de mayo por una avanzadilla del ejercito de la Diputacion En consecuencia el conde de Pallars ya no encontro ningun obstaculo para plantarse a las puertas de Gerona 40 Ante la noticia de la inminente llegada del ejercito de la Diputacion del General al mando del conde la reina el principe Fernando y su sequito formado por nobles y funcionarios fieles a Juan II se encerraron en la Forca Vella la ciudadela de Gerona donde establecieron un sistema defensivo propio diferenciado del de la ciudad baja y mucho mejor pertrechado 41 A primera hora de la tarde del 6 de junio domingo de Pentecostes el ejercito de la Diputacion del General al mando de conde de Pallars llego a las murallas de la ciudad y poco despues consiguio irrumpir en la ciudad prendiendo fuego a una de sus puertas 42 El 17 de junio dia del Corpus Christi tuvo lugar el intento del asalto a la Forca Vella pero los asediados consiguieron rechazar los ataques 43 Tras este fracaso el conde de Pallars recurrio a otras formas de hacerse con la Forca pero ninguna funciono Sin embargo dentro de la Forca bombardeada diariamente empezaron a faltar los alimentos y las municiones por lo que la situacion era cada vez mas angustiosa 44 Castillo Real de Colliure que segun el Tratado de Bayona pasaria a manos del rey Luis XI de Francia como garantia del pago de la ayuda a Juan II de Aragon en la guerra que mantenia contra la instituciones catalanas rebeldes Mientras tanto Juan II de Aragon y Luis XI de Francia que se habian entrevistado en Sauveterre en la frontera navarra habian alcanzado un acuerdo en Bayona gracias a la mediacion de Gaston IV de Foix yerno de rey aragones que puso fin momentaneamente a la tradicional rivalidad entre las coronas de Aragon y de Francia Segun el tratado de Bayona que Juan II firmo el 21 de mayo el rey de Francia se comprometia a enviar un ejercito a Cataluna para someter a los rebeldes A cambio el de Aragon le pagaria en dos o tres anos doscientos mil escudos trescientos mil en caso de que los combates se extendieran a los reinos de Aragon o de Valencia pero hasta que no se hubiera completado la entrega de esa cantidad el monarca frances ejerceria la jurisdiccion y percibiria los derechos y rentas de la Corona de los condados de Rosellon y de Cerdana Ademas los castillos de Perpinan y de Colliure pasarian a manos del soberano frances desde el comienzo de la campana Eran unas duras condiciones para Juan II pero como ha destacado Jaume Vicens Vives la situacion desesperada de su esposa e hijo en Gerona el desencadenamiento de la revolucion en Cataluna no le dejaban abierta otra puerta Tenia que claudicar y lo hizo con resentimiento prometiendo vengarse 45 46 2 Por su parte el Consell del Principat en cuanto tuvo conocimiento del acuerdo difundio la falsa noticia de que el rey Juan II habia cometido la traicion de entregar al rey frances los condados de Rosellon y de Cerdana lo que acrecento los animos antijuanistas por toda Cataluna 47 Poco despues de la firma del acuerdo de Bayona y a la espera de que las tropas de Luis XI penetraran en Cataluna por el norte Juan II decidio el 5 de junio entrar con un ejercito en Cataluna se apodero el 7 de junio de Balaguer lo que contravenia lo estipulado en la Capitulacion de Vilafranca Este fue el principal argumento utilizado por el Consell del Principat junto con su liga con el rey frances para declarar a Juan II enemigo de la cosa publica y enemigo de la tierra cuatro dias despues condena que el dia 11 de junio se extendio a la reina Juana Enriquez El dia 16 una hueste la Bandera de Barcelona al mando del capitan Joan de Marimon partio de Barcelona para dirigirse a las tierras de Lerida para hacer frente a Juan II 48 49 2 De acuerdo con lo estipulado en Bayona a principios de julio un ejercito compuesto por unos diez mil soldados al mando de Gaston IV de Foix una fuerza poco menos que irresistible para los catalanes adversarios de Juan II los cuales ni reuniendo todos los hombres movilizados podrian llegar a alcanzar diez mil hombres 47 penetro en el Rosellon ocupo el dia 10 Salses la llave de Espana ese mismo dia Juan II ocupaba Castelldansens en el frente de poniente 50 y el dia 21 el castillo de El Volo dejando atras Perpinan Elna y Colliure En El Volo Gaston de Foix recibio una carta de la reina Juana Enriquez que consiguio atravesar las lineas de los asediadores en la que le pedia que acudiera rapidamente a levantar el cerco pues en la Forca solo estaban en condiciones de aguantar una semana mas 51 Vista de la antigua Forca Vella de Gerona con el campanario de la catedral al fondo y a la izquierda la torre Rufina que defendia la puerta de la muralla de la Forca por donde intentaron penetrar en la fortaleza las huestes del conde de Pallars el 17 de junio de 1462 Gaston de Foix hizo caso a la angustiosa carta de la reina y dirigio una parte de su ejercito entre cuatro mil quinientos y seis mil hombres hacia Gerona en tan solo dos dias se planto a las puertas de la ciudad y entro en ella sin combatir ya que las fuerzas del conde de Pallars muy inferiores en numero el ejercito de la Diputacion del General se habia reducido a unos setecientos hombres a causa de la desbandada general se habian retirado a Hostalrich ante la noticia de la inminente llegada de los piteus junto con el de gavatxos nombre despectivo con el que nombran a los franceses los documentos catalanes de la epoca Asi el 23 de julio fue levantado el asedio de La Forca y fueron liberados el principe Fernando y la reina Juana Enriquez 52 2 Por otro lado en el frente de poniente ese mismo dia 23 de julio las huestes del rey Juan II derrotaban a la Bandera de Barcelona en la batalla de Rubinat 53 54 y una semana despues cayo en poder de Juan II Tarrega mientras la Bandera de Barcelona se replegaba hacia Cervera 55 Un mes despues del levantamiento del asedio de la Forca Vella el ejercito de Gaston de Foix se dirigio a Barcelona para emprender su asedio aun a costa de dejar desguarnecido el Rosellon y el Ampurdan Como ha senalado Jaume Vicens Vives el campo realista consideraba que una vez sometida la capital catalana el resto del pais caeria en sus manos como breva madura 56 El ejercito de Gaston de Foix salio de Gerona en direccion a Barcelona el 1 de septiembre y el dia 4 paso junto a Hostalric sin detenerse en asediar la villa En su avance hacia el sur fue hostigado desde la costa por el ejercito del conde de Pallars que evito un choque frontal dada su notable inferioridad y su intencion de alcanzar Barcelona intacto para participar en su defensa El 9 de septiembre el ejercito frances arribaba a Montcada la llave de entrada del Llano de Barcelona despues de haber pasado por Sant Celoni Granollers y Montmelo Tras expugnar el castillo de Montcada instalo su campamento en Sant Andreu el dia 12 llego alli el rey Juan II procedente de Martorell y Sant Cugat del Valles y se reunio con su esposa y su hijo despues de casi un ano de separacion 57 58 El reinado de Enrique IV de Castilla 1462 1463 Editar Miniatura que representa al rey Enrique IV de Castilla proclamado por las instituciones catalanas rebeldes a Juan II de Aragon soberano del Principado de Cataluna el 12 de septiembre de 1462 El mismo 12 de septiembre de 1462 en que Juan II se unio a las tropas de Gaston de Foix y volvio a reunirse con su esposa y con su hijo tuvo lugar en Barcelona la solemne proclamacion por las instituciones catalanas rebeldes de Enrique IV de Castilla como nuevo soberano del Principado de Cataluna Previamente en el mes de agosto el Consell del Principat habia tomado una decision de enorme trascendencia deponer al rey Juan II a su esposa y a su hijo siguiendo entre otras las ideas del dominico Joan Cristofor de Gualbes que defendia la tesis de que la res publica estaba por encima del principe y que por tanto podia ser depuesto en caso de tirania y ofrecer la corona al rey Enrique IV de Castilla como jefe de la rama principal de los Trastamara que desde el compromiso de Caspe tambien reinaba en la Corona de Aragon 56 Como ha senalado Carme Batlle Enrique IV era el unico aliado posible tras el pacto sellado entre Juan II de Aragon y Luis XI de Francia 58 Sin embargo la intencion inicial del Consell del Principat de acuerdo con las autoridades municipales de Barcelona no fue ofrecer la corona a Enrique sino pedirle ayuda militar socors socorros para expulsar al ejercito frances de Cataluna y para ello se decidio enviar una embajada a Castilla encabezada por Joan de Copons con el encargo de que solicitara al rey castellano el envio de dos mil hombres a caballo Pero al conocerse la salida del conde de Foix de Gerona las autoridades catalanas consideraron que conseguir la ayuda militar no era suficiente y dieron el paso de ofrecer a Enrique IV la corona pensando que de esta forma ligarian mas firmemente al rey castellano a su causa Asi el 11 de agosto se reunieron el Consell de Cent del municipio de Barcelona y el Consell del Principat ambos acordaron nombrar a Enrique IV senor del Principado de Cataluna para la salvacion y restauracion del dicho Principado y de la cosa publica de aquel y de las personas y bienes de los poblados en aquel debe ser proclamado y tomado en y por senor del Principado el serenisimo Enrique rey de Castilla se decia en el documento aprobado por las dos instituciones quien se debia comprometer a cambio a respetar las leyes catalanas y la Concordia de Vilafranca de 1461 Inmediatamente fueron informadas de la decision las principales ciudades catalanas y al dia siguiente como Joan Copons ya habia salido para Castilla se le envio una carta en la que le comunicaban el cambio en el objetivo de su mision acompanada de otra dirigida al rey de Castilla en la que se decia que apartados los dichos rey reina y descendencia os ofrecemos e presentamos este Principado como vacante y destituido de senor 59 El 15 o 16 de agosto se produjo en Atienza la entrevista de Joan Copons con el rey Enrique de Castilla en la que aquel le manifesto segun un cronista castellano que todos los de aquel Principadgo e sus ciudades e villas muy conformes e sin discrepacion alguna de los tres estados avemos elegido a vuestra Real celsitud por nuestro Rey legitimo e verdadero senor natural a quien segund derecho divino e humano por recta descendencia la casa de Aragon e Principadgo de Cataluna pertenece El rey le contesto que antes de aceptar debia consultar al Consejo real aunque el era favorable a la propuesta porque yerro manifiesto seria e cobardia de corazon dexallos de rescebir a los vasallos que se me dan sin ellos conquistar Ocho dias despues la corte se traslado a Segovia donde se habia convocado la reunion del Consejo este dio su parecer proponiendo al monarca que aceptara el ofrecimiento aunque una parte de el se opuso porque era contra su tio Juan II de Aragon Durante la reunion se solicito la presencia del embajador catalan Joan Copons para que explicara la propuesta y este pidio que el rey los aceptase por vasallos pues ya le tenian elegido por su rey y el senorio de Aragon e Cataluna le pertenecia Copons volvio a insistir en la necesidad de enviar inmediatamente hombres de armas para la defensa del Principado Tras la aceptacion esta alianza le interesaba no solo para combatir al partido nobiliario castellano en el que militaba el rey aragones sino tambien para deshacer el poder de este en Navarra y Cataluna en espera de conseguir convencer a Aragon y Valencia para sumarse al dominio castellano afirma Carme Batlle 58 el rey decidio enviar a Cataluna dos mil quinientos hombres a caballo al mando de Juan de Beaumont prior de la orden de San Juan de Jerusalen del reino de Navarra y de Juan Torres caballero de Soria El dia 1 de septiembre llego a Barcelona la noticia de la aceptacion y al dia siguiente se celebro un solemne tedeum en la catedral El dia 11 Enrique IV otorgo poderes a Juan de Beaumont y a Juan Ximenez de Arevalo para que actuaran como sus lugartenientes en Cataluna 60 61 Altar mayor de la catedral de Barcelona donde el 11 de noviembre de 1462 los dos lugartenientes enviados por Enrique IV de Castilla juraron en su nombre las leyes catalanas El 13 o el 14 de septiembre el bando realista inicio el asedio de Barcelona 62 pero el 3 de octubre tuvo que levantarlo ante el fracaso de los sucesivos intentos de tomar la ciudad y ante la inminente llegada de los refuerzos castellanos que de continuar lo atraparian entre dos fuegos Las tropas realistas entonces se dirigieron por San Cugat del Valles y Martorell que no pudieron tomar a Villafranca del Panades que ocuparon y saquearon el 9 de octubre tras fuertes combates y despues a Tarragona que fue ocupada el 31 Esta se convirtio a partir de entonces en una importante base de operaciones militares y politicas realistas Alli establecera Juan II su corte y alli tendra su sede la Diputacion del General del Principado de Cataluna realista 63 El 24 de octubre poco antes de la toma de Tarragona por los realistas 64 habian llegado a Barcelona Juan de Beaumont y Ximenez de Arevalo como lugartenientes generales del Principado en nombre de Enrique IV en la carta de Enrique IV que llevaban se decia que sus lugartenientes que actuarian ambos conjuntamente prometerian en su nombre que nos tendremos e guardaremos sus fueros e usos e costumbres e privilegios e libertades del dicho Principado 60 En aquel momento los realistas solo controlaban Gerona y Tarragona y algunas plazas fuertes mientras que la mayor parte Cataluna se mantenia fiel a la Diputacion del General y al Consejo del Principado 65 66 Por esta razon el rey y el conde de Foix decidieron buscar refugio en el reino de Aragon que permanecia fiel a Juan II el dia 12 de noviembre llegaron a Balaguer despues de pasar por Montblanch 67 El 11 de noviembre Juan de Beaumont y Juan Ximenez de Arevalo juraron en nombre de Enrique IV las leyes catalanas ante el altar mayor de la catedral Dos dias despues una comision muy numerosa de las instituciones catalanas juro fidelidad al rey de Castilla Enrique I de Cataluna 68 con la siguiente formula promitiums esse fideles et legales eidem domino regi ut nostri et eorum domino naturali 67 Un mes despues el ejercito de Gaston de Foix llego a Zaragoza cuya poblacion lo aclamo pero se nego a enfrentarse al ejercito castellano que al mando de Juan de Hijar cunado de Juan de Beaumont habia ocupado Belchite Tras negociar con el una tregua en enero de 1463 se retiro a Navarra donde acabo disolviendose Gaston de Foix regreso al Bearne 69 En enero de 1463 otro ejercito de Luis XI al mando del duque de Nemours ocupo el condado del Rosellon tomando el dia 8 Perpinan y el 13 Colliure la ocupacion del condado de Cerdana tendria lugar meses despues Puigcerda fue tomada el 16 de junio Y al mismo tiempo el rey frances envio un embajador a Castilla aliada tradicional del reino de Francia para que se entrevistara con Enrique IV quien en aquellos momentos dudaba en asumir el titulo de rey de la Corona de Aragon dado que los reinos de Aragon y de Valencia se mantenian fieles a Juan II y no se habian sumado a la rebelion catalana De las gestiones del embajador de Luis XI surgio la idea de que el rey frances como aliado de ambos contendientes actuara como arbitro en el conflicto que enfrentaba a Enrique IV con Juan II de Aragon Asi a principios de abril comenzaron las negociaciones entre los representantes del rey de Castilla y del de Aragon junto con los delegados del soberano de Francia y el dia 23 Luis XI hizo publica la sentencia arbitral de Bayona 70 En ella se proponia que Enrique IV renunciara al Principado de Cataluna y a todas las localidades y castillos que habia ocupado en los reinos de Aragon de Valencia y de Navarra a cambio de recibir la merindad de Estella en el reino de Navarra lo que Juan II nunca cumplio 71 y que por su parte Juan II concediese una amnistia general y reconociese la Capitulacion de Vilafranca con la condicion de que los catalanes se sometieran a su autoridad en un plazo de tres meses El 13 de junio de 1463 se conocio oficialmente en Barcelona la renuncia de Enrique IV como senor del Principado gracias a una carta de los embajadores catalanes en Castilla 72 73 58 74 El reinado del condestable Pedro de Portugal 1464 1466 Editar Veanse tambien Sitio de Lerida 1464 y Batalla de Calaf Supuesto retrato de Pedro de Portugal que aparece en el Retablo del Condestable pintado por Jaume Huguet Pedro se lo encargo nada mas llegar a Barcelona en enero de 1464 como nuevo soberano del Principado de Cataluna El 27 de octubre de 1463 la Generalitat de Cataluna ofrecio la corona de Aragon al condestable Pedro de Portugal Este ya se habia brindado a las autoridades catalanas en noviembre de 1462 para recibir el senorio del Principado siendo rechazada cortesmente su propuesta 75 Pero volvio a reiterarla en una carta que fue leida en Barcelona el 13 de octubre y en la que de nuevo alego sus derechos sucesorios a la Corona como nieto de Jaime II de Urgel el pretendiente al trono desbancado por Fernando de Antequera en el compromiso de Caspe Sin embargo en la eleccion del condestable de Portugal Pedro IV de Cataluna 74 las autoridades revolucionarias catalanas no solo valoraron estos derechos sucesorios sino que tambien consideraron segun Vicens Vives su acreditado valor militar el apoyo que podria recibir de Portugal y las excelentes relaciones familiares que le anudaban con la corte de Felipe el Bueno de Borgona Sobre todo se lo imaginaron como un condottiero que llevaria a buen puerto la guerra contra Juan II Como tal fue recibido con gran solemnidad cuando desembarco en Barcelona el 21 de enero de 1464 segun Vicens Vives o el 27 de enero segun Santiago y Jaume Sobreques traido por dos galeras catalanas que habian zarpado el 1 de noviembre No es casualidad que la Generalidad al nombrarlo antepusiera el titulo de duc jefe militar al cap de la cosa publica cabeza del Estado Unos dias antes Juan de Beaumont habia renunciado a la lugartenencia de Cataluna en nombre de Enrique IV 76 77 78 Una vez descartada la amenaza castellana en aplicacion de la sentencia arbitral de Bayona Juan II desplego una ofensiva para ocupar la parte oriental de Cataluna Asi en marzo de 1464 comenzo el sitio de Lerida dirigido por el personalmente y el 6 de julio consiguio que la ciudad capitulara 79 74 Este descalabro para la causa rebelde obligo a Pedro de Portugal a abandonar su forma autoritaria de detentar poder y restablecer en agosto el Consell del Principat el principal organismo revolucionario que habia disuelto cinco meses antes 80 En ese mismo mes de agosto Pedro de Portugal sufrio un nuevo reves cuando el dia 25 Juan de Beaumont se paso al bando realista y entrego Villafranca del Panades poblacion que el condestable habia confiado a su custodia 74 La noticia causo una enorme conmocion en el bando rebelde por la significacion del personaje era el jefe del partido beaumontes que luchaba contra Juan II en la guerra civil de Navarra y habia sido el lugarteniente de Enrique IV de Castilla cuando este asumio la soberania del Principado de Cataluna y por la posicion estrategica de la plaza Pedro Portugal lo tildo de traidor ladron y perjuro mientras que Juan II se reconcilio con el y firmo en Tarragona el 22 de noviembre la paz con los beaumonteses que puso fin a la guerra civil de Navarra 81 En cuanto a las razones que impulsaron a Juan de Beaumont a cambiar de bando se ha senalado su progresivo distanciamiento del nuevo soberano de Cataluna a causa de la detencion y en ciertos casos tortura de algunos dirigentes revolucionarios entre los que se encontraban el abad de Montserrat Antoni Pere Ferrer su sobrino Joan Pere Ferrer el antiguo capitan de la Bandera de Barcelona Joan Bernat de Marimon y el noble Francesc de Pinos acusados de haber participado en una conspiracion contra el por lo que tal vez Juan de Beaumont tambien temia por su propia seguridad a lo que habria que anadir el acuerdo firmado en Pamplona el 9 de junio entre Juan II y Enrique IV de Castilla que suponia la pacificacion de Navarra y la retirada definitiva del apoyo del rey castellano a los rebeldes catalanes 82 Tras la perdida de la estrategica plaza de Villafranca del Panades Pedro de Portugal reunio en Barcelona un nutrido contingente de tropas para hacer frente a la previsible ofensiva de las fuerzas realistas fieles a Juan II En efecto estas abordaron el asedio de Cervera a principios de enero de 1465 Cuando Pedro de Portugal tuvo noticia de que las fuerzas sitiadoras al mando del conde de Prades iban a recibir el refuerzo de un nuevo contingente mandado por el jovencisimo principe heredero Fernando que entonces solo contaba trece anos de edad partio de Vich donde habia establecido su cuartel general para Cervera 83 A su encuentro salio el ejercito realista y el choque entre ambos se produjo en campo abierto el 28 de febrero entre Prats del Rei y Calaf 84 Calaf en la actualidad Entre esta localidad y Prats del Rei se libro la batalla de Calaf el 28 de febrero de 1465 La victoria en la batalla de Calaf tambien denominada batalla de Prats del Rei 74 fue para el bando realista y aunque Pedro de Portugal logro escapar disfrazado los capitanes rebeldes fueron hechos prisioneros entre los que se encontraba el conde de Pallars Juan II decidio perdonarles la vida pues como ha senalado Jaume Vicens Vives por sentimiento o calculo se propuso ser rey de todos los catalanes y actuo de la misma forma que tras la toma de Lerida 84 Segun este mismo historiador el triunfo de Calaf senalo un punto decisivo en la guerra revolucionaria Aragon Valencia Mallorca y Sicilia hasta entonces mas o menos expectantes se entregaron decididamente a la causa real 85 Pedro de Portugal para compensar el desastre de Calaf dirigio un ejercito para conquistar La Bisbal punto estrategico de las comunicaciones entre Gerona y la costa y que estaba defendido por el obispo de Gerona Joan Margarit La plaza capitulo el 7 de junio de 1465 Exito que fue coreado como un triunfo extraordinario pero que no disimulaba la gravedad de la situacion comenta Jaume Vicens Vives como lo demostro la caida en poder de los realistas de Igualada el 17 de julio y de Cervera el 14 de agosto tras ocho meses de asedio y el inicio del sitio de Amposta el 2 de octubre 86 Como consecuencia de estas derrotas y de la crisis economica y financiera que padecia Barcelona las discrepancias entre Pedro de Portugal y las instituciones catalanas con la Generalitat al frente fueron acentuandose especialmente cuando aquel intento llevar a cabo una reorganizacion militar poniendo a portugueses en los puestos clave En consecuencia a principios de 1466 la Generalitat se nego a pagar los sueldos de estos capitanes portugueses mientras que Pedro fracasaba de nuevo en la busqueda del apoyo de algun soberano europeo La situacion se agravo cuando en marzo Pedro cayo enfermo y a partir del 29 de mayo ya no pudo abandonar el lecho Murio el 29 de junio en Granollers Una semana antes el 21 de junio Juan II habia logrado una gran victoria la rendicion de Amposta sitiada desde hacia casi nueve meses una campana que segun Vicens Vives fue sin disputa la mas renida de la guerra civil Y a las tres semanas el 15 de julio se rindio Tortosa con lo que todo el sur de Cataluna paso ya a manos realistas Los generosos terminos de la capitulacion fueron similares a los impuestos a Lerida 87 74 En conclusion durante el periodo en que Pedro de Portugal ocupo el trono con el titulo de Pedro IV de Cataluna los sublevados sufrieron nuevos desastres belicos como las perdidas de Lerida y de Villafranca del Panades o la derrota de Calaf 88 Jaume Vicens Vives lo explica asi Si Juan II requirio dos anos para aprestar sus fuerzas y organizar un ejercito coherente y eficaz como podria haber logrado el Condestable el milagro de galvanizar alrededor de su persona a un bando cada dia mas esceptico sobre el resultado de la lucha sin contar con una fuerte tradicion en el pais y lo que es mas con individuos fieles en las palancas vitales de los resortes de la administracion y de la guerra 89 Y en el plano internacional el condestable tambien fracaso pues en su busqueda de apoyo de otras monarquias e incluso el del papa obtuvo escasos resultados solo el ducado de Borgona le concedio algunos subsidios en dinero y tropas y ni siquiera consiguio el respaldo del reino de Portugal pues segun Vicens Vives la corte portuguesa no habia visto con gran simpatia el romantico gesto del Condestable excepto quiza en el extremo de verle alejado del pais en el otro lado de la Peninsula 90 Segun Carmen Batlle a su muerte en junio de 1466 la guerra ya estaba perdida 88 Asi pues como destaca esta misma historiadora el llamado Pedro IV de Cataluna no cumplio las esperanzas puestas en el en el marco internacional ayuda de Portugal y de Borgona ni en el aspecto militar con la caida de Lerida Cervera Tortosa etc y la derrota de Calaf donde fueron hechos prisioneros por Juan II el conde de Pallars y los vizcondes de Rocaberti y de Roda La situacion repercutio negativamente en Barcelona donde las deserciones de los dirigentes moderados Dusay Marquet Bosca se intensificaron con la inesperada muerte de Pedro de Portugal 78 El reinado de Renato de Anjou 1466 1472 Editar Veanse tambien Batalla de Viladamaty Batalla de Santa Coloma de Gramanet Retrato de Renato de Anjou Las instituciones catalanas rebeldes a Juan II de Aragon lo proclamaron nuevo soberano del Principado de Cataluna el 30 de julio de 1466 Tras la muerte del Condestable como ha senalado Carme Batlle era el momento propicio para la paz 78 como lo prueba que en Barcelona habian aumentado considerablemente los partidarios de poner fin a la guerra Un espia del rey de Francia Luis XI informaba que muchos que antes no se atrevian a hablar a favor del rey la reina o el primogenito lo hacian ahora con la mayor libertad y por eso el 2 de julio se publico un decreto por el que se castigaria con la pena de muerte a los que lo hicieran Aprovechando este clima Juan II por medio de una embajada de las Cortes de Aragon hizo una oferta de paz del mismo tenor que la que acababa de hacer a Tortosa que se habia rendido el dia 15 de julio Pero el ofrecimiento fue rechazado por las instituciones barcelonesas dominadas por el sector revolucionario mas radical 78 encabezado por Cosme de Montserrat obispo de Vic porque esperaba la ayuda del reino de Francia Por eso el 30 de julio acordaron ofrecer la corona a Renato de Anjou y se nombro una embajada formada por tres miembros en representacion de los tres estamentos del Principado para que fuera a Angers para rendirle vasallaje Este acepto solo cuando el rey de Francia Luis XI le hizo saber en secreto que contaba con su apoyo Ante esta sucesion de acontecimientos Jaume Vicens Vives concluye que en 1466 no se pusiera fin a la guerra no se explica por el empenado proposito del pueblo barcelones de perseverar en la lucha sino por la interferencia en el problema catalan de los intereses del rey de Francia Asi pues continua Vicens Vives lo que hicieron el obispo de Vic y sus partidarios fue entregar el pais a Francia a los grandes rivales mediterraneos 91 Lo mismo afirma F Xavier Hernandez Cardona tal decision suponia un acto contranatura en el sentido de que los angevinos habian sido los enemigos historicos de Cataluna desde hacia casi doscientos anos 92 Consciente de que detras de la proclamacion de Renato de Anjou Renato I de Cataluna 92 se encontraba Luis XI Juan II requirio a este para que mantuviera la alianza que habian suscrito en el Tratado de Bayona de 1462 y no recibio respuesta El viraje en su politica respecto de Cataluna que segun Vicens Vives para Juan II fue un punetazo en pleno rostro fue comunicado por Luis XI a las autoridades catalanas a las que aseguro que habia abandonado su anterior alianza y confederacion con el rey Juan de Aragon y que se disponia a prestar toda su ayuda y consejo a Renato de Anjou En el plano internacional la respuesta de Juan II fue concertar una liga con dos enemigos del monarca frances el rey Eduardo IV de Inglaterra y el duque de Borgona Carlos el Temerario 93 Renato de Anjou que nunca llego a estar en Cataluna envio como su lugarteniente a su hijo Juan de Anjou duque de Lorena 88 Este tardo en reunir el ejercito con el que iba a actuar en Cataluna oportunidad que Juan II entonces ya completamente ciego debido a las cataratas intento aprovechar para ocupar el Ampurdan con el objetivo de impedir el avance del ejercito angevino hacia Barcelona una vez cruzara los Pirineos La clave era tomar la fortaleza de Rosas en la costa ampurdanesa Asi a fines de septiembre de 1466 el ejercito real al mando de la reina Juana Enriquez se dirigio hacia alli desde Manresa pasando por Olot Besalu y Banolas el 22 de octubre comenzo el asalto pero Rosas resistio 92 Este fracaso posibilito el avance del ejercito angevino cuya vanguardia penetro en el Principado en enero de 1467 y alcanzo Barcelona a mediados de febrero previamente habia tomado Castello d Empuries el 1 de febrero Fue aclamada por sus desmoralizados habitantes que en aquellos momentos padecian graves penurias economicas A mediados de abril fue cuando cruzo los Pirineos el grueso del ejercito angevino con Juan de Anjou el nuevo primogenito al frente y a quien Luis XI hacia poco que habia renovado su promesa de respaldo Sin embargo no se dirigio directamente a Barcelona sino que antes intento tomar Gerona el principal nucleo realista en el norte de Cataluna A mediados de agosto tuvo que desistir del asedio emprendido el 7 de julio tras haberse apoderado de la mayor parte del Alto Ampurdan ante el anuncio de la llegada de un ejercito realista de socorro al mando del jovencisimo principe Fernando Por temor a verse atrapado entre dos fuegos levanto su campamento y el 3 de septiembre entro en Barcelona 94 Puerta y restos de la muralla de Viladamat provincia de Gerona localidad en cuyas inmediaciones tuvo lugar la batalla que lleva su nombre La retirada del ejercito de Juan de Anjou de las comarcas de Gerona permitio la contraofensiva realista con el principe Fernando al mando que se apodero de varias plazas del Alto Ampurdan En su apoyo zarpo desde Tarragona al frente de una flota Juan II que desembarco en Sant Marti d Empuries el 2 de octubre y entro en Gerona el 27 Pero cuando Juan II se disponia a volver a embarcarse rumbo a Tarragona se produjo el desastre de Viladamat que fue el reverso de la medalla de la victoria realista en la batalla de Calaf 95 Fueron hechos prisioneros varios destacados jefes militares realistas El principe Fernando logro escapar milagrosamente y junto a su padre regreso a Tarragona en la escuadra que lo habia traido el mes anterior 96 92 Segun Jaume Vicens Vives para Juan II y el principe Fernando la derrota de Viladamat fue el fin de sus esperanzas de alcanzar una rapida victoria en la guerra El Ampurdan estaba perdido y con el el considerable esfuerzo realizado durante el ultimo ano para dominarlo 97 Por el contrario para Juan de Anjou duque de Lorena la victoria de Viladamat supuso un reforzamiento de su autoridad frente a las instituciones catalanas con las que ya habia chocado nada mas llegar a Barcelona y por otro lado la noticia de la resonante victoria sobre los realistas redujo considerablemente la intranquilidad publica que se vivia en la ciudad a causa de la crisis economica y financiera los pagos de la Taula de Canvi habian sido suspendidos y a causa del florecimiento de las conjuras realistas por parte de los derrotistas llamados mascarats enmascarados algunos de los cuales fueron ajusticiados por el metodo del descuartizamiento 97 A mediados de diciembre de 1467 el propio Juan de Anjou partio para el Ampurdan para completar la victoria de Viladamat Una vez alli inicio el asedio del castillo de Sant Marti d Empuries que acabo rindiendose cuatro meses despues el 15 de abril de 1468 Al poco tiempo tambien cayo en su poder el castillo de Bagur las dos fortalezas fueron derruidas De esta forma senala Vicens Vives las llaves maritimas del Ampurdan quedaron firmemente en poder de los angevinos Poco despues a mediados de junio Juan de Anjou cruzo los Pirineos para reclutar un ejercito de refuerzo que le permitiera apoderarse de Gerona el ultimo bastion realista en la zona 98 Vista de Cervera en la actualidad Alli en 1469 se firmaron las capitulaciones de Cervera que establecieron terminos del matrimonio entre el principe Fernando y la princesa castellana Isabel Las victorias de Juan de Anjou que habian empezado en la batalla de Viladamat sumadas a la amenaza angevina que se cernia sobre Gerona supusieron un duro reves para los realistas que la victoria sobre el conde de Vaudemont cerca de San Juan de las Abadesas el 23 de mayo y la toma de Berga el 12 de septiembre no pudieron compensar al carecer de importancia estrategica En estas circunstancias a Juan II no le quedaba mas opcion que buscar apoyos en la Corona de Castilla donde el 19 de septiembre de 1468 se acababa de proclamar en los Toros de Guisando a la princesa Isabel de diecisiete anos de edad heredera de su hermanastro el rey Enrique IV de Castilla en detrimento de la hija de este Juana de seis anos de edad Asi Juan II envio a Castilla a unos embajadores que entablaron negociaciones con el bando aristocratico partidario de la princesa Isabel para concertar el matrimonio de esta con el principe Fernando quien desde el 10 de junio era rey de Sicilia al haberle cedido su padre la corona de este reino 99 lo que iba en contra de la pretension del rey Enrique IV de casarla con el rey Alfonso V de Portugal Las negociaciones fructificaron y el 5 de marzo de 1469 se firmaron las capitulaciones de Cervera en las que se establecieron unas duras condiciones para el principe Fernando que quedo supeditado a su esposa y al bando nobiliario que la apoyaba y que su padre no tuvo mas remedio que aceptar porque necesitaba desesperadamente la ayuda de la Corona de Castilla 100 La boda se celebro en Valladolid el 18 de octubre despues de que merced a la ayuda del arzobispo de Toledo y del almirante de Castilla la princesa Isabel se fugara de Ocana donde estaba retenida por su hermano en virtud del Tratado de los Toros de Guisando y de que el principe Fernando atravesara la frontera castellana disfrazado de arriero para evitar ser reconocido y caer en manos de los partidarios del rey Enrique IV 101 92 En abril de 1469 al mes siguiente de la firma de las capitulaciones de Cervera el poderoso ejercito de unos dieciocho mil hombres la mitad segun Hernandez Cardona 92 que Juan de Anjou habia reunido en el Rosellon avanzo hacia Gerona y establecio su campo en Castello d Empuries Pero los angevinos no tuvieron que tomar la ciudad porque esta se entrego sin luchar el 1 de junio de 1469 a causa de la defeccion de la mayoria de sus defensores entre los que se encontraba el obispo Joan Margarit que se impusieron a los que querian resistir el asedio En los meses siguientes cayeron otras localidades del interior como Camprodon Olot San Juan de las Abadesas y Besalu y por esas mismas fechas el somaten de Barcelona tomo el castillo de Aramprunya en la comarca del Panades Sin embargo la ofensiva de los rebeldes se detuvo a finales de 1469 por la escasez de fondos de los Anjou de hecho Juan de Anjou marcho a Provenza para obtener alli el dinero que necesitaba y por la falta de colaboracion de Luis XI ocupado en sofocar el alzamiento del conde de Armagnac alentado por Juan II 102 Ante la previsible reanudacion de la ofensiva de Juan de Anjou en la primavera del ano siguiente Juan II convoco Cortes Generales de Aragon en Monzon para recabar los fondos necesarios para continuar la guerra En la sesion de apertura que tuvo lugar el 10 de abril de 1470 el rey pronuncio un memorable discurso que conmovio tanto a los representantes catalanes juanistas aragoneses y valencianos que tuvo pocas dificultades para obtener importantes donativos Segun Jaume Vicens Vives fue uno de los mas habiles discursos que jamas ha pronunciado un politico 103 88 104 Y al mismo tiempo reactivo su alianza con Eduardo IV de Inglaterra firmada simultaneamente en Zaragoza y Londres el 20 de octubre de 1468 y con el duque de Borgona Carlos el Temerario rubricada el 22 de febrero de 1469 y que seria renovada en el tratado de Abbeville del 7 de agosto de 1471 y ademas envio una embajada a varios estados italianos resultado de la cual fue la alianza de la Serenisima Republica de Venecia con el reino de Napoles para constituir una gran alianza occidental que aislara a Luis XI de Francia su gran enemigo y sosten de los Anjou en Cataluna 105 88 104 Juan de Anjou duque de Lorena que ejercio la lugartenencia de Cataluna en nombre de su padre Renato de Anjou entre 1466 y 1470 A su muerte le sucedio en el cargo su hijo natural Juan de Calabria A principios de agosto de 1470 Juan de Anjou volvio a Barcelona y cayo enfermo Murio pocos meses despues el 16 de diciembre Las autoridades barcelonesas le rindieron un sentido homenaje Senor primogenito que haremos nosotros mezquinos Adonde te iremos a buscar dijeron en la ceremonia 106 107 Juan de Anjou habia llegado con un ejercito que logro mejorar la situacion belica de los rebeldes pero no habia conseguido que los partidarios de poner fin a la guerra no por razones politicas sino por agotamiento no dejaran de crecer a pesar de las medidas que se decretaron contra ellos como la confiscacion de sus bienes o el encarcelamiento 88 Juan de Anjou fue sustituido en la lugartenencia de Cataluna por un hijo natural suyo Juan de Calabria con el principia la etapa final marcada por los desastres para los antijuanistas la defeccion de importantes personajes la falta de recursos por el empobrecimiento general y el aislamiento internacional 88 Como ha senalado Jaume Vicens Vives la demora en trasladarse al lugar donde tantas cosas estaban a punto de desplomarse no llego a Barcelona hasta el 12 de junio de 1471 indica la escasez de medios y la indecision de la corte angevina 106 Sin embargo la desaparicion de Juan de Anjou inicialmente no supuso un duro reves militar para la causa rebelde pues pocos dias despues de su fallecimiento el ejercito de la Generalitat tomaba Cadaques y en los meses siguientes Berga el 23 de abril y Tamarit el 10 de septiembre de 1471 Pero esta fue su ultima victoria pues a finales del verano de ese ano Juan II organizo una gran ofensiva con el objetivo de tomar Barcelona Y conforme esta avanzaba el clima de derrota se iba extendiendo entre las filas rebeldes La primera muestra fue el paso al bando realista de los defensores de Gerona espoleados tambien por los sobornos que recibieron Asi el 18 de octubre entraron en la ciudad sin combatir las huestes de Juan II al mando de su nuevo lugarteniente en Cataluna el maestre de la Orden de Montesa Inmediatamente despues cayo en manos realistas casi todo el Bajo Ampurdan mientras que en la comarca del Valles las tropas al mando de Alfonso de Aragon y del conde de Prades tomaban Sant Cugat del Valles Sabadell y Granollers culminando su ofensiva con la gran victoria de la batalla de Santa Coloma de Gramanet del 26 de noviembre de 1471 en la que fue derrotado el ejercito de la Generalitat al mando de Dionisio de Portugal y Jaime Galiotto Como ha senalado Jaume Vicens Vives con la victoria de Santa Coloma de Gramanet el cerco de Barcelona era un hecho inevitable 108 109 107 Las victorias realistas acentuaron la crisis del bando rebelde y las discrepancias en su seno Asi el 19 de noviembre fueron desterrados a Provenza por orden del lugarteniente Juan de Calabria seis importantes personajes entre los que se incluian el abad de Montserrat y el del monasterio de Sant Cugat del Valles Segun Jaume Vicens Vives el barco de la revolucion iba a la deriva y ya nadie tenia autoridad para imponer una decision concreta a los males de que padecian La unica esperanza que les quedaba era la ayuda de Francia pero esta no llegaria porque Luis XI estaba envuelto en la guerra que le habia declarado el duque de Borgona Carlos el Temerario aliado de Juan II de Aragon Tampoco ayudo a la causa angevina la muerte del papa Paulo II y su sustitucion por Sixto IV en agosto de 1471 un papa mas favorable a Juan II de Aragon probablemente gracias a los consejos del cardenal valenciano Rodrigo de Borja 110 En enero de 1472 el ejercito de Juan II emprendio la conquista del Alto Ampurdan Sucesivamente fueron cayendo en sus manos Figueras el 12 de enero Torroella de Montgri el 19 de marzo Rosas el 28 de marzo Sin embargo el 4 de abril sufrio una severa derrota en las cercanias de Perelada a manos del ejercito angevino apoyado por unas fuerzas francesas al mando de Antoine de Lau el rey Juan II estuvo a punto de ser hecho prisionero Pero el ejercito realista se rehizo rapidamente y el 19 de abril se apodero de Perelada con lo cual cerro el paso de Panissars que permitia el acceso desde el Rosellon al resto de Cataluna El cerrojo pirenaico fue completado con la rendicion de Castello d Empuries el 20 de junio 111 El final de la guerra el sitio de Barcelona y la Capitulacion de Pedralbes Editar Veanse tambien Sitio de Barcelona 1472 y Capitulacion de Pedralbes Monasterio de Pedralbes en torno del cual el rey Juan II de Aragon establecio su campamento en el sitio de Barcelona de 1472 y donde tuvieron lugar las negociaciones que condujeron a su rendicion el 16 de octubre de ese ano La forma tan generosa en que Juan II trato a las poblaciones que iban cayendo en su poder desde finales de 1471 perdon general de los crimenes cometidos incluso los de lesa majestad confirmacion de los privilegios anteriores a la guerra promesa de restituir los bienes exencion de pago de censos y tributos por un tiempo prudencial con el fin de rehacerse de las penalidades sufridas libertad de prisioneros y rehenes 112 animo a otras localidades hasta entonces fieles a las instituciones catalanas rebeldes a rendirse al bando realista esta prudente politica hizo mas por la causa del rey que cuatro ejercitos bien adiestrados comenta Vicens Vives Asi fueron entregandose Sarria 24 de abril de 1472 Badalona 11 de mayo Vich 14 de junio Manresa 17 de junio La Roca del Valles Montbuy y Canovellas 24 de junio entre otras Sin embargo Barcelona sitiada por mar y por tierra la flota de Bernat de Vilamari bloqueaba el puerto con dieciseis naos y veinte galeras 107 continuo resistiendo a pesar de las duras condiciones economicas en que vivian sus habitantes y de las crecientes disputas internas a la espera del hipotetico auxilio que pudiera recibir del propio Renato de Anjou desde Provenza o del rey Luis XI de Francia 113 La situacion en Barcelona se volvio desesperada a finales de septiembre cuando llego la noticia de que el duque de Milan habia suspendido el envio desde Genova de barcos cargados de provisiones En ese momento con una Barcelona sometida al racionamiento y que solo tenia viveres para una semana las autoridades de la ciudad decidieron confiar en la magnanimidad de Juan II y el 8 de octubre el Consejo de Ciento aprobo el reconocimiento de su autoridad lo que acelero las negociaciones que se estaban manteniendo desde principios de mes 114 El 16 de octubre se llego al acuerdo y los generosos terminos de la rendicion fueron recogidos en la Capitulacion de Pedralbes 115 116 107 En la capitulacion se daba un plazo de un mes para adherirse a ella y uno de quince dias para que los pocos castillos y fortalezas que todavia eran fieles a Renato de Anjou se pusieran bajo la obediencia de Juan II 117 En la misma no constaba ningun perdon del rey a sus subditos porque fue concebida como un tratado de paz 88 sin vencedores ni vencidos 118 por lo que no hubo represion ni depuraciones con la unica excepcion del conde de Pallars Hugo Roger III de Pallars Sobira 115 107 Asi pues segun lo establecido en la capitulacion no se habia producido ninguna rebelion por lo que su proposito era volver a la situacion anterior a la guerra civil mas concretamente al momento anterior a la muerte de Carlos de Viana aunque con la importante salvedad de la derogacion de la Capitulacion de Vilafranca 119 120 121 En cuanto al cambio de obediencia del Principado de Cataluna de Renato de Anjou a Juan II se resolvio de una forma muy simple Se le dieron garantias a Juan de Calabria lugarteniente en Cataluna de su abuelo Renato de Anjou para que el y su sequito pudieran abandonar el Principado anadiendo a continuacion que todos aquellos que no quisieran obedecer a Juan II podrian tambien marcharse se les daba un ano de plazo para que pudieran vender todos sus bienes muebles e inmuebles Respecto a la existencia de dos Diputaciones del General una realista con sede en Tarragona y la otra rebelde con sede en Barcelona se tomo la decision salomonica de fusionarlas aunque esto no tenia demasiada importancia ya que faltaban pocos meses para que se cumplieran los tres anos de mandato y entonces la Diputacion del General volveria a estar integrada por tres diputados y tres oidores 120 Establecido lo anterior la capitulacion se ocupaba y a ello dedicaba la mayor parte de su contenido de la restitucion de los bienes confiscados y de aquellos que habian cambiado de manos durante la guerra para que fueran devueltos a sus duenos anteriores 122 123 Sin embargo como ha destacado Jaume Vicens Vives la restitucion general de bienes era un problema tan vidrioso imponia tales sacrificios a quienes acababan de triunfar con el monarca que Juan II no se decidio a resolverlo ni en Pedralbes ni durante el resto de su existencia Legado de la guerra civil fue arrastrandose penosamente durante diez anos hasta su resolucion por Fernando el Catolico en las Cortes de Barcelona de 1481 124 La capitulacion de Pedralbes puso fin a la guerra civil catalana El 17 de octubre Juan II aquel anciano de setenta anos incombustible medio ciego que a menudo habia dirigido personalmente las tropas 107 entraba en Barcelona siendo recibido segun Jaume Vicens Vives con verdadero alborozo por los barceloneses los mismos que diez anos antes se habian levantado contra el Los festejos por el fin de la guerra se prolongaron durante los dos dias siguientes olvidando por unas horas la riqueza perdida la industria arruinada las victimas sacrificadas los odios creados concluye Vicens Vives 115 116 Consecuencias EditarVeanse tambien Sitio de Perpinan 1473 y Tratado de Perpinan 1473 Palacio de los Reyes de Mallorca de Perpinan A esta ciudadela se retiraron las tropas de Luis XI de Francia cuando la ciudad se rebelo contra el reconociendo como su unico senor a Juan II de Aragon que entro en la ciudad el 1 de febrero de 1473 Nada mas entrar en Barcelona el rey Juan II de Aragon ordeno a su ejercito que se dirigiera al Ampurdan para desde alli intentar recuperar los condados de Rosellon y de Cerdana que estaban en poder de Luis XI de Francia 125 Inmediatamente despues convoco a las Cortes de Cataluna para que ademas de afrontar los graves problemas economicos del principado tras diez anos de guerra civil aportaran los recursos necesarios para la campana del Rosellon En la convocatoria se habia establecido que la inauguracion de las Cortes tendria lugar en Barcelona el 15 de enero de 1473 pero se tuvo que retrasar porque el rey acudio en ayuda de Perpinan que se habia sublevado contra el soberano frances 126 A finales de enero franqueo los Pirineos y el 1 de febrero hizo su entrada en Perpinan mientras la guarnicion francesa se refugiaba en la ciudadela de la villa El resto de localidades rosellonesas siguieron el ejemplo de la capital por lo que solo quedaron en manos de Luis XI ademas de la ciudadela perpinanesa los castillos de Salses Colliure y Bellaguarda 127 128 Juan II decidio entonces trasladar las Cortes a Perpinan y la inauguracion definitiva tuvo lugar en esa ciudad aunque a causa del asedio de las tropas francesas al mando de Felipe II de Saboya senor de Bresse que habia comenzado el 21 de abril tuvieron que trasladarse nuevamente a Barcelona 129 127 El 19 de junio los sitiadores intentaron el asalto de la ciudad pero fracasaron cinco dias despues levantaron el cerco ante la inminente llegada de un ejercito de socorro al mando del principe Fernando que se habia desplazado desde Castilla nada mas conocer la angustiosa situacion de su padre sitiado en Perpinan El 14 de julio se firmo una tregua de dos meses y medio entre Felipe de Saboya y Juan Ramon Folch III de Cardona conde de Prades en nombre de Juan II quien como no se fiaba del Luis XI decidio permanecer en Perpinan mientras su hijo Fernando regresaba a Castilla En efecto el rey aragones no se equivocaba porque Luis XI envio un ejercito de refuerzo al mando de Louis de Crussol que junto con el de Felipe de Saboya intento tomar Argeles el puerto de abastecimiento de Perpinan Los dos ejercitos franceses fueron rechazados por el de Juan II al mando de Beltran de Armendariz en Palau del Vidre Como consecuencia de este reves se puso fin a las hostilidades con la firma del Tratado de Perpinan el 17 de septiembre de 1473 que restablecio los terminos acordados en el Tratado de Bayona de 1462 se reconocia la soberania de Juan II sobre los condados pero no podria ejercer su autoridad sobre ellos hasta que no satisficiera el pago a Luis XI de trescientos mil escudos por la ayuda militar que este le habia prestado en los inicios de la guerra civil catalana especialmente la liberacion del asedio de la Forca Vella de Gerona 130 A principios de 1474 Luis XI empezo a concentrar un ejercito en el Languedoc para apoderarse de los condados de Rosellon y de Cerdana y se nego a recibir personalmente a los embajadores del rey Juan II que habian sido enviados a la corte francesa precisamente para que renunciara definitivamente a sus pretensiones sobre los condados sin esperar a cambio el pago de los trescientos escudos acordados en el Tratado de Perpinan de septiembre de 1473 El 14 de junio de 1474 tres meses antes de que se cumpliera el plazo de un ano establecido en el tratado las tropas del monarca frances cruzaron la frontera y se adentraron en el Rosellon 131 La invasion no pillo a Juan II desprevenido ya que desde finales de febrero de 1474 habia empezado a preparar la defensa de los condados desde el vecino Ampurdan y en mayo habia obtenido de las Cortes catalanas que habian reanudado sus sesiones en Barcelona el 21 octubre del ano anterior un fondo de trescientas cincuenta mil libras 132 133 El plan de ataque del ejercito invasor era apoderarse de todos los puertos roselloneses para impedir el abastecimiento de Perpinan y de los pasos pirenaicos para evitar la llegada de un ejercito de socorro desde el resto de Cataluna Asi en las dos primeras semanas los franceses tomaron Argeles y Canet de Rosello en la costa mediterranea y Ceret en los Pirineos Ante la gravedad de la situacion Juan II muy enfermo en aquellos momentos promulgo el 19 de junio el usatge Princeps namque que suponia la movilizacion de todos los hombres de armas del principado 134 El 1 de noviembre penetro en el Rosellon un nuevo ejercito frances que se encamino inmediatamente a Elna para reforzar el ataque al que ya estaba siendo sometida La ciudad capitulo el 5 de diciembre 132 Sus defensores encabezados por Bernat d Olms fueron llevados prisioneros a la ciudadela de Perpinan donde fueron ejecutados acusados de traicion Y poco despues los ejercitos de Luis XI emprendieron el asedio de Perpinan acometida tambien desde la ciudadela La ultima esperanza que le quedaba a Juan II era que su hijo Fernando que acababa de ser proclamado rey de Castilla el 2 de enero de 1475 tras la muerte del rey Enrique IV de Castilla tres semanas antes pudiera acudir con un ejercito pero el estallido de la guerra de Sucesion castellana se lo impidio Perpinan que resistio de forma heroica encabezada por su consul Joan Blanca acabo rindiendose el 10 de marzo de 1475 128 135 129 Poco despues el 2 de abril se firmo una tregua de seis meses 136 Vencida la tregua el ejercito de Luis XI en febrero de 1476 se apodero del castillo de Salses la ultima fortaleza rosellonesa que todavia estaba en poder de Juan II 137 Este falto de recursos no pudo recuperar los condados de Rosellon y Cerdana Tuvo que ser su hijo Fernando II el Catolico el que lo consiguiera mucho tiempo despues mediante el Tratado de Barcelona de 1493 129 Tambien fue el rey Fernando II quien resolvio definitivamente el asunto de las restituciones establecidas en la Capitulacion de Pedralbes El primer paso fue ordenar la devolucion de los bienes del patrimonio regio en septiembre de 1479 y luego convocar las Cortes para que abordaran el tema Estas se reunieron en Barcelona a partir del 4 de noviembre de 1480 y ademas de aprobar la constitucion Poch valdria Poco valdria mas conocida como la Constitucion de la Observancia en la que se reafirmo el pactismo como sistema de gobierno para Cataluna que perduraria hasta el Decreto de Nueva Planta de Cataluna de 1714 las Cortes consiguieron alcanzar un acuerdo en el que se baso la Sentencia del 5 de noviembre de 1481 segun la formula que es compli que se cumpla en la que se liquidaba la cuestion de las restituciones En ella a diferencia de la Capitulacion de Pedralbes se acepto que habia habido vencedores y vencidos en la guerra y que unos y otros debian renunciar a conseguir todo lo que pretendian para beneficiarse de una parte Para hacerla efectiva las Cortes habian votado un credito de cien mil libras con el que el rey podria indemnizar por las perdidas que sufrieran los que habian combatido junto a Juan II al reintegrar los bienes inmuebles que hubieran obtenido como consecuencia de la contienda En cuanto a las rentas de los censales tanto afectos como desafectos a Juan II tendrian que pagarlas pero con unas diferencias que pudieran contentar a los primeros sin perjudicar demasiado a los segundos De esta forma como ha destacado Santiago Sobreques i Vidal se ponia fin al mas grave de los problemas originados por la guerra Los bienes inmuebles con sus derechos anexos fueron pues retornados casi en su totalidad a sus poseedores de 1461 fueren adictos de la primera o de la ultima hora Y las rentas dinerarias fueron cobradas en el peor de los casos en el 60 por 100 de su importe pero corrientemente en el 70 o el 80 por 100 Todo el mundo tuvo que perder pues algo es cierto que unos mas que otros pero eso era inevitable y era justo que todo el mundo perdiera porque de hecho era el pais entero el que habia perdido la guerra La Sentencia era un conjunto de concesiones mutuas de otra forma las Cortes no la habria aprobado nunca en sintesis un triunfo del espiritu pactista y tambien del constitucionalismo de los catalanes 138 En cuanto a la cuestion remensa Juan II recompenso al principal lider remensa Francesc de Verntallat por su apoyo con el titulo de vizconde de Hostoles pero no entro a resolver el problema y tanto los campesinos como los senores quedaron a la expectativa 139 De nuevo el asunto paso a su hijo Fernando II quien mantuvo inicialmente una politica que determino que los senores recuperan derechos perdidos como respuesta se produjo la segunda guerra remensa 1484 dirigida por Pere Joan Sala y que alcanzo grandes proporciones Fernando II finalmente adopto una solucion de compromiso que se plasmo en la Sentencia Arbitral de Guadalupe 1486 en virtud de la cual los malos usos eran redimidos mediante el pago de sesenta sueldos por mas y los campesinos conseguian una serie de libertades Con este dinero los senores fueron indemnizados y al monarca se le pago una multa de cincuenta mil libras Los senores continuaron teniendo derechos sobre los campesinos cultivadores pero no de la forma humillante que habia prevalecido hasta aquel momento Referencias Editar Sobreques i Vidal y Sobreques i Callico 1973 p 260 a b c d Hernandez Cardona 2003 p 31 Sobreques i Vidal y Sobreques i Callico 1973 p 129 Batlle 2007 pp 746 747 760 Batlle 2007 pp 746 747 Hernandez Cardona 2003 p 25 Batlle 2007 pp 760 761 764 Vicens Vives 2003 p 225 Vicens Vives 2003 pp 215 222 226 a b Batlle 2007 p 764 Vicens Vives 2003 pp 224 228 229 Vicens Vives 2003 pp 229 231 Vicens Vives 2003 pp 231 232 Batlle 2007 pp 764 765 Batlle 1999 p 202 Vicens Vives 2003 pp 232 234 Juan II creia que Cataluna se erguia para solicitar la libertad del principe de Viana como al mismo tiempo lo hacian los aragoneses Pero aquel solo era una bandera para los embajadores el Consejo de la Diputacion y los diputados lo que pretendian obtener era mucho mas la plenitud del regimen jusconstitucionalista entrevisto despues de Caspe Batlle 2007 p 765 a b Batlle 1999 p 203 a b Batlle 2007 p 766 Vicens Vives 2003 pp 234 235 Vicens Vives 2003 pp 235 237 Vicens Vives 2003 pp 237 238 Vicens Vives 2003 p 238 Vicens Vives 2003 pp 243 244 a b c d Batlle 2007 p 767 a b Batlle 1999 p 204 Vicens Vives 2003 p 244 Vicens Vives 2003 pp 256 259 Batlle 2007 p 767 La accion de la reina acabo siendo calificada de conspiracion por sus actos impulsivos e irreflexivos la reiterada peticion de la entrada de su esposo en el pais sus contactos con los despechados buscaires y con los campesinos remensas Como queria el regreso del rey ante todo le era dificil estar a la altura de tan dificiles circunstancias que exigian un gran talento diplomatico entonces las posiciones se radicalizaron y se inicio la marcha hacia la guerra civil Batlle 2007 p 767 Los grandes propietarios nobles y eclesiasticos uno de los mas importantes era la mitra gerundense se atrevieron a ello a intentar volver a cobrar los malos usos por sentirse amparados por el gobierno oligarquico o sea de los suyos el de la Generalitat Vicens Vives 2003 pp 260 263 Vicens Vives 2003 pp 267 269 Hernandez Cardona 2003 p 30 Sobreques i Vidal y Sobreques i Callico 1973 p 161 Vicens Vives 2003 p 270 Batlle 2007 p 768 Por su categoria social Francesc Pallares y Pere Deztorrent junior relacionado con Requesens murieron estrangulados mientras otros tres eran ahogados y uno de inferior categoria un zapatero era ahorcado a b Batlle 2007 p 768 Vicens Vives 2003 pp 270 271 Hernandez Cardona 2003 p 29 Vicens Vives 2003 pp 271 272 Sobreques i Vidal y Sobreques i Callico 1973 p 184 Sobreques i Vidal y Sobreques i Callico 1973 pp 184 187 Sobreques i Vidal y Sobreques i Callico 1973 pp 210 212 Sobreques i Vidal y Sobreques i Callico 1973 pp 214 217 Vicens Vives 2003 pp 274 277 Sobreques i Vidal y Sobreques i Callico 1973 p 212 a b Sobreques i Vidal y Sobreques i Callico 1973 p 213 Vicens Vives 2003 pp 279 Sobreques i Vidal y Sobreques i Callico 1973 p 268 Sobreques i Vidal y Sobreques i Callico 1973 pp 218 219 Sobreques i Vidal y Sobreques i Callico 1973 p 220 Sobreques i Vidal y Sobreques i Callico 1973 pp 209 221 222 321 Vicens Vives 2003 pp 280 281 Hernandez Cardona 2003 p 32 Las fuerzas enfrentadas son estimadas en poco mas de 2000 combatientes por parte de los realistas y unos 1800 por parte pactista Los realistas infligieron una derrota total a las fuerzas pactistas y parece que alli murieron numerosos combatientes Varios dirigentes pactistas capturados en la batalla fueron ejecutados al ano siguiente Sobreques i Vidal y Sobreques i Callico 1973 p 270 a b Vicens Vives 2003 p 281 Sobreques i Vidal y Sobreques i Callico 1973 pp 239 241 378 379 a b c d Batlle 2007 p 769 Sobreques i Vidal y Sobreques i Callico 1973 pp 329 332 353 358 a b Sobreques i Vidal y Sobreques i Callico 1973 pp 360 363 400 Vicens Vives 2003 pp 281 282 Sobreques i Vidal y Sobreques i Callico 1973 pp 380 386 393 Hernandez Cardona 2003 pp 33 35 Sobreques i Vidal y Sobreques i Callico 1973 p 364 Vicens Vives 2003 pp 282 283 Sobreques i Vidal y Sobreques i Callico 1973 pp 242 400 a b Sobreques i Vidal y Sobreques i Callico 1973 p 401 Hernandez Cardona 2003 p 34 Lacarra 1973 p 309 Vicens Vives 2003 pp 283 285 Batlle 2007 p 770 Vicens Vives 2003 pp 284 287 Sobreques i Vidal y Sobreques i Callico 1973 pp 454 464 a b c d e f Hernandez Cardona 2003 p 35 Sobreques i Vidal y Sobreques i Callico 1973 p 211 Vicens Vives 2003 pp 290 292 Sobreques i Vidal y Sobreques i Callico 1973 pp 261 266 464 a b c d Batlle 2007 p 772 Vicens Vives 2003 pp 295 296 Vicens Vives 2003 pp 292 293 Vicens Vives 2003 pp 296 297 Vicens Vives 2003 pp 296 Vicens Vives 2003 pp 300 301 a b Vicens Vives 2003 pp 300 Vicens Vives 2003 pp 301 Vicens Vives 2003 pp 301 303 Vicens Vives 2003 pp 303 305 a b c d e f g h Batlle 1999 p 206 Vicens Vives 2003 pp 293 294 Vicens Vives 2003 pp 294 Vicens Vives 2003 pp 307 310 Luis XI actuo en el Principado aun antes de la muerte del Condestable a traves del bando frances existente en Barcelona y fue este quien se adueno de la situacion a partir del 29 de junio a b c d e f Hernandez Cardona 2003 p 36 Vicens Vives 2003 pp 311 314 Vicens Vives 2003 pp 315 317 Vicens Vives 2003 pp 318 Vicens Vives 2003 pp 318 319 a b Vicens Vives 2003 p 319 Vicens Vives 2003 pp 319 320 Hernandez Cardona 2003 p 36 Con esta maniobra Juan II equiparaba a Fernando con Renato en el terreno internacional contentaba y al mismo tiempo aplacaba a los sicilianos marcaba una raya respecto a las ambiciones angevinas en el Mediterraneo y en definitiva convertia al rey Fernando de Sicilia en una pieza de primer orden en la politica internacional Vicens Vives 2003 pp 321 328 Vicens Vives 2003 pp 333 335 Vicens Vives 2003 pp 331 332 341 Vicens Vives 2003 p 336 a b Batlle 2007 pp 772 773 Vicens Vives 2003 pp 336 340 a b Vicens Vives 2003 p 343 a b c d e f Hernandez Cardona 2003 p 37 Vicens Vives 2003 pp 343 345 Batlle 2007 pp 765 767 Vicens Vives 2003 pp 345 346 Vicens Vives 2003 pp 346 347 Vicens Vives 2003 p 347 Vicens Vives 2003 pp 347 348 Vicens Vives 2003 pp 348 350 a b c Vicens Vives 2003 pp 350 351 a b Batlle 2007 pp 766 767 Sobreques i Vidal y Sobreques i Callico 1973 p 333 Sobreques i Vidal y Sobreques i Callico 1973 p 334 Batlle 1999 p 207 a b Sobreques i Vidal y Sobreques i Callico 1973 pp 334 335 Vicens Vives 2003 p 350 Sobreques i Vidal y Sobreques i Callico 1973 pp 334 337 Batlle 2007 p 773 Vicens Vives 2003 p 351 Vicens Vives 2003 p 353 Sobreques i Vidal y Sobreques i Callico 1973 p 339 340 a b Vicens Vives 2003 p 355 a b Hernandez Cardona 2003 p 39 a b c Sobreques i Vidal y Sobreques i Callico 1973 pp 340 341 Vicens Vives 2003 pp 356 358 Vicens Vives 2003 pp 361 363 a b Sobreques i Vidal y Sobreques i Callico 1973 p 340 Vicens Vives 2003 pp 363 364 Vicens Vives 2003 pp 364 365 Vicens Vives 2003 pp 366 368 El valor de los perpinaneses rebaso las medidas normales en una epoca caracterizada ya por tesoneros e increibles sacrificios Murieron de hambre cerca de un millar de personas y las demas debieron su subsistencia a las ratas y al cuero de animales Y con todo nadie profirio el grito de rendicion Hasta su ultimo suspiro escribe el dietarista de la Diputacion con fecha 13 de marzo de 1475 los hombres de Perpinan exclamaban Aragon Aragon Pero la resistencia humana tiene sus limites y ante la creciente adversidad de las circunstancias y la imposibilidad de recibir refuerzos el capitan de Perpinan Galceran de Requesens gobernador general de Cataluna a quien estaba confiada la defensa de la plaza aconsejo a los consules que capitularan Vicens Vives 2003 pp 368 369 Fracasada la iniciativa castellana de enero de 1475 Juan II no habia podido resistir por mas tiempo El 11 de marzo habia escrito a los concelleres de Barcelona que si no se proveia inmediatamente a sus necesidades lo abandonaria todo Y esto era lo que habia hecho Es muy probable que contribuyera a su decision no solo la fatiga personal y el mal cariz que presentaban los asuntos castellanos sino la defeccion del duque de Borgona Vicens Vives 2003 p 373 Sobreques i Vidal y Sobreques i Callico 1973 pp 339 341 347 Hernandez Cardona 2003 pp 39 40 Bibliografia EditarBatlle Carmen 2007 2002 Triunfo nobiliario en Castilla y revolucion en Cataluna En Vicente Angel Alvarez Palenzuela coord ed Historia de Espana de la Edad Media Barcelona Ariel pp 745 774 ISBN 978 84 344 6668 5 Batlle Carme 1999 1988 L expansio baixmedieval segles XIII XV Vol 3 de la Historia de Catalunya dirigida per Pierre Vilar en catalan Barcelona Edicions 62 ISBN 84 297 4594 7 Hernandez Cardona F Xavier 2003 Historia militar de Catalunya Vol III La defensa de la Terra en catalan Barcelona Rafael Dalmau Editor ISBN 84 232 0664 5 Lacarra Jose Maria 1973 Historia politica del Reino de Navarra Desde sus origenes hasta su incorporacion a Castilla Vol 3 Pamplona Aranzadi ISBN 84 500 5700 0 RIERA MEILS Antoni 1359 1518 volumen primero de Historia de la Generalidad de Barcelona y sus presidentes Enciclopedia Catalana S A editorial Barcelona 2004 ISBN 84 412 0884 0 Sobreques i Vidal Santiago Sobreques i Callico Jaume 1973 La guerra civil catalana del segle XV Estudis sobre la crisi social i economica de la Baixa Edat Mitjana en catalan 2 volumenes Barcelona Edicions 62 ISBN 84 297 0838 3 Vicens Vives Jaume 2003 1953 Paul Freedman y Josep Mª Munoz i Lloret ed Juan II de Aragon 1398 1479 monarquia y revolucion en la Espana del siglo XV Pamplona Urgoiti editores ISBN 84 932479 8 7 Datos Q2476062Obtenido de https es wikipedia org w index php title Guerra civil catalana amp oldid 137192524, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

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