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Ataque del USS Lexington a Puerto Soledad

El ataque del USS Lexington a Puerto Soledad, o incidente de la Lexington, tuvo lugar el 31 de diciembre de 1831, cuando Silas Duncan, capitán de la Armada de Estados Unidos, desembarcó en el establecimiento de Puerto Soledad, en las islas Malvinas, bajo administración de las Provincias Unidas del Río de la Plata, actual República Argentina. Luego de reducir a las autoridades, saqueó las dependencias oficiales y las viviendas particulares destruyendo de forma irreparable la colonia de Luis Vernet,[1][2][3]​ violando la soberanía argentina al aplicar por primera vez la Doctrina Monroe.[4]​ El incidente de la Lexington cobró gran importancia histórica porque el proceso culminó con la ocupación británica de las islas.[5][6]

Ataque a Puerto Soledad
Disputa territorial de las Islas Malvinas

Puerto Soledad hacia 1830
Fecha 31 de diciembre de 1831
Lugar Puerto Soledad, islas Malvinas, Provincias Unidas del Río de la Plata
Conflicto Ataque de  Estados Unidos
Resultado Destrucción y saqueo de Puerto Soledad. Ruptura de relaciones diplomáticas con Estados Unidos.
Bajas
7 colonos prisioneros[1] Desconocida

Luego del ataque, desde 1832 hasta 1843, ambas naciones no mantendrían embajadores formales ni relaciones diplomáticas oficiales.[7][8]

Regulación de la actividad pesquera

 
Luis Vernet

Durante finales del siglo XVIII y comienzos del XIX las islas fueron el centro de un comercio lucrativo, pero a la vez ilegal,[9]​ de caza de ballenas y focas llevado a cabo por marineros de Nueva Inglaterra, Gran Bretaña y Francia. Los cazadores de ballenas acampaban en las islas adyacentes, particularmente en la Isla de Goicoechea, donde carneaban gansos y otros aves para tener provisiones, y a veces mataban ganado en la isla Soledad, reparaban sus barcos y trataban las carcasas de focas, lobos marinos, ballenas y pingüinos para obtener aceite.

El 10 de junio de 1829 el gobierno de la provincia de Buenos Aires, que ejercía la soberanía sobre las islas Malvinas,[10][11]​ dictó un decreto que nombraba «Comandante Político y Militar» a Luis Vernet y lo facultó, como gobernador de las islas, a poner en vigencia las leyes de la república, en particular lo concerniente a la regulación de la pesca y la caza de animales.[12][13][14]

Vernet ejerció el cargo de comandante político y militar aplicándose a la tarea de hacer cumplir los reglamentos sobre pesca de anfibios, que era realizada de forma indiscriminada por parte de los loberos y balleneros extranjeros, constituyendo un grave problema. El pago por derecho de anclaje fue sistemáticamente eludido por los balleneros y los cazadores clandestinos de guarás, especialmente ingleses y estadounidenses. Buscaba frenar el raqueo de los animales hechos por extranjeros para conservar la población de focas para sus propias actividades. Este acto fue disputado por los cónsules británicos y estadounidenses en Buenos Aires, que afirmaban su derecho a seguir explotando los recursos naturales en las islas. En agosto de 1829, a dos semanas de llegar a la colonia, Vernet proclamó públicamente la prohibición de cazar, pescar o faenar en la isla Soledad «bajo apercibimiento de sanciones».[15]​ Los barcos extranjeros que tocaban puerto en la colonia se les hacía entrega de una circular impresa con la prohibición. También se les cobraba una tasa. Dos años después redactó un plan para organizar la caza de focas y ballenas que implicaba establecer grupos de pescadores en las costas del archipiélago.[16]

Vernet solicitaba constantemente al gobierno de Buenos Aires refuerzos navales y militares para hacer valer su autoridad, ya que los pescadores, foqueros, loberos y balleneros realizaban sus actividades en las costas de las islas, con efectos destructivos evidentes.[17]

 
Explotación de lobos marinos en la isla Beauchene en 1833.

A cada embarcación de la que se tuviera noticia o que recalaba en Puerto Soledad la comandancia le hacía llegar una circular donde se advertía de las consecuencias legales de actuar clandestinamente:[17]

(...) a todos los capitanes de los buques ocupados en la pesquera en cualquier parte de la costa perteneciente a su jurisdicción les ha de inducir a desistir, pues la resistencia los expondrá a ser presa legal de cualquier buque de guerra perteneciente a la República de Buenos Ayres; o de cualquier otro buque que en concepto de infrascripto se preste para armar, haciendo uso de su autoridad para ejecutar las leyes de la República. El suscripto también previene contra la práctica de matar ganado en la isla del Este (...)

Poco tiempo después de instrumentarse esta política un empresario estadounidense afectado por las leyes argentinas elevó una queja ante el gobierno de Washington. El secretario de Estado Martin Van Buren envió una nota al cónsul de ese país en Buenos Aires, John Murray Forbes. En el escrito y sin dar fundamento alguno, Van Buren afirmaba que las Provincias Unidas «ciertamente no podían deducir un título firme a las islas» e instruía a Forbes para que presentara una protesta.[18]​ La muerte de Forbes en junio de 1831[19]​ le impidió efectivizar la orden de su superior.[18]

Advertencia y captura de la Harriet

En 1829 la goleta estadounidense Harriet, capitaneada por Gilbert Davison, fue advertida sobre las normas que regulaban la pesca en las islas. Pese a las advertencias, la goleta volvió en 1831 y fue capturada por Brisbane, un marinero que hacía como segundo de Vernet, el 30 de julio del mismo año junto a otros dos barcos pesqueros y foqueros estadounidenses, el Superior, capitaneada por Stephen Congar, y el Breakwater, capitaneada por Daniel Careu. Las tres naves venían operando en el área desde hacía varios meses, faneando lobos marinos, y habían desoído todos los avisos y advertencias de la comandancia. Tras ser apresadas y decomisadas, sus oficiales fueron arrestados y acusados de contravenir la nueva normativa emanada del Estado argentino.[20][17]

El testimonio de un desertor de la Harriet y el secuestro de la bitácora del Superior probaron que los marinos estadounidenses habían realizado matanzas de lobos en numerosos puntos de las islas.[21]​ Vernet decidió liberar al Superior luego de que su capitán aceptara por escrito la validez de la soberanía argentina, su derecho de regular la actividad pesquera y se comprometiera a presentarse en Puerto Soledad luego de un plazo prudencial para someterse a juicio.[22]​ La Superior prosiguió, así entonces, con sus actividades.[15]

A mediados de 1831, Vernet se encontraba en una situación compleja, ya que tenía dos naves capturadas fondeadas en Puerto Soledad y sin elementos suficientes para custodiarlas. También se temía que las tripulaciones de las naves realizaran un ataque contra las autoridades malvinenses para dominar la colonia. Los marinos de la Harriet fueron recluidos por las noches en la casa destinada al secado del pescado y se mantuvo hacia ellos un trato afable.[21]​ En medio de la actividad de arrestos y relevos de guardias, el Breakwater consiguió escapar y dio aviso en Estados Unidos de lo acontecido.[21][22]

La Harriet con su cargamento incautado fue conducida a Buenos Aires, con Vernet a bordo junto con su familia, para ser sometida a juicio en el Tribunal de Pesas por la violación de los decretos vigentes. Llegó a destino el 19 de noviembre de 1831, llevando los documentos probatorios necesarios para el debido juicio.[23][22]​ Vernet había a cargo a su segundo Enrique Meteaf.[24]

Incidente diplomático

Debido al fallecimiento del diplomático Forbes en Buenos Aires, por propia voluntad y sin que mediara un nombramiento de Washington había asumido la función el hasta entonces encargado de negocios, George W. Slacum.[25]​ Se trataba de un diplomático inepto: en opinión de Goebel, era «un individuo carente en absoluto de experiencia diplomática y tan falto de tacto como de buen juicio».[26]​ El mismo Forbes tenía un muy mal concepto de Slacum y se había quejado repetidas veces a Van Buren sobre la incapacidad e inaceptable comportamiento de su subordinado.[27]

Informado por el capitán Davidson, el 21 de noviembre Slacum presentó una queja al gobierno argentino por la captura y detención de los barcos norteamericanos, y calificó las acciones de las autoridades rioplatenses como «actos de piratería»,[28]​ exigiendo reparaciones económicas para las naves afectadas.[21]​ El ministro de relaciones exteriores de las Provincias Unidas, Tomás Manuel de Anchorena, le replicó que el incidente estaba siendo estudiado por el Ministerio de Guerra y Marina y que el estado argentino no reconocía la incumbencia de un autoproclamado cónsul sin nombramiento legal para tratar asuntos de tal naturaleza.[26]​ En una nota posterior Slacum adujo el derecho del pueblo estadounidense de pescar «donde le diera gana», y desconoció los pactos preexistentes entre España y el Reino Unido, entre otras naciones europeas, por el control exclusivo de la pesca en el Atlántico Sur.[29]

Gran parte de los historiadores adjudican a la impericia, agresividad e incapacidad negociadora de Slacum la rápida escalada de las hostilidades, que llevaron un incidente pesquero menor a la suspensión por once años de las relaciones diplomáticas entre el Plata y los Estados Unidos, y a la apropiación británica del archipiélago de las Malvinas y territorios circundantes.[26][7][30]

Slacum tomó contacto con Silas Duncan, capitán de la corbeta de guerra USS Lexington, estacionada en el puerto de Buenos Aires en misión del escuadrón del Atlántico Sur con sede en São Paulo, Brasil. Luego, en lo que Goebel califica como «el pico de la indiscreción y desmesura»,[31]​ entregó al gobierno argentino un ultimátum: si el Harriet y su capitán no eran liberados inmediatamente, ordenaría a la nave estadounidense ejecutar una represalia sobre las instalaciones argentinas en las islas Malvinas.[32]​ Por su parte el capitán del buque, pasando por alto los usos y costumbres del decoro y de la diplomacia habitual, instó «a la rendición inmediata de Vernet para [que fuera] enjuiciado como ladrón y pirata».[33][34]​ Anchorena respondió a Slacum diciéndole que «no inferfiera en un asunto privado». Ese mismo día, el presidente estadounidense ordenó el envío de una flota naval al Atlántico Sur para «proteger los derechos de los norteamericanos que pesquen y comercien».[17]

El Reino Unido vio en la situación la oportunidad de allanar el camino a sus ambiciones sobre el territorio insular. En una reunión concertada con Woodbine Parish y Henry S. Fox, embajador y cónsul británico respectivamente, éstos aseguraron a Slacum que Argentina no tenía derechos sobre el archipiélago, a cuya soberanía Su Majestad «no había renunciado».[35]​ Las conversaciones entre los diplomáticos de ambos países formaron un arreglo para alcanzar una situación que satisficiera las ambiciones de ambos en el territorio insular. También hay pruebas de que Slacum estaba al tanto de la manipulación de la que era objeto y de sus propias intenciones de impedir que el Reino Unido obtuviera la posesión del archipiélago. Esto dio a Slacum el argumento de aspecto legal que necesitaba; rehusándose a aceptar la validez del decreto de nombramiento de Vernet, sugirió a sus superiores «aumentar inmediatamente nuestras fuerzas navales en este Río [de la Plata]», y ordenó a Duncan que procediera con lo previsto y los hechos se aceleraron.[36]

Anchorena le respondió a Slacum que tales decisiones estaban fuera de sus atribuciones como cónsul y que protestaría y haría valer los derechos soberanos argentinos en caso de eventuales perjuicios al personal e instalaciones malvinenses. Ignorando las advertencias del gobierno de Buenos Aires, el 9 de diciembre de 1831 la Lexington zarpó rumbo a las Malvinas.[36]

Ataque a Puerto Soledad

 
Ubicación de Puerto Soledad y sus alrededores en las costas de la Bahía de la Anunciación.

Entre el 27 y 28 de diciembre la Lexington entró en la Bahía de la Anunciación, de manera irregular, bajo pabellón francés y una «señal al tope de proa», una estratagema de origen filibustero. Una tormenta había impedido un primer contacto,[37]​ demorando esto hasta el 31 de diciembre.[1]​ El capitán Duncan invitó al segundo de Vernet y quién tenía más autoridad en la colonia en ese momento, Matthew Brisbane y a Enrique Metealf, de forma de visita de cortesía oficial. La invitación la entregó un teniente que se había acercado en un bote, mientras ellos se paseaban por la playa. Luego se enteraron que se trataba de un buque de guerra de los Estados Unidos que llegaba para exigir reparaciones por las goletas capturadas.[38][37]​ A bordo también se encontraba el capitán Davison de la Harriet.[1]

Cuando abordaron fueron arrestados. Luego, capturó la pequeña goleta Águila, desembarcó sus fuerzas y detuvo a quienes fueron considerados como captores de los navíos estadounidenses, saqueó las instalaciones y los almacenes, ocupó los edificios principales, robó los cueros, herramientas y pertenencias personales de los habitantes (incluyendo vallijas y ropas), inutilizó las fortificaciones y defensas de artillería, clavó los cañones, destruyó las armas y quemó la pólvora.[38][37][39]​ También arrió la bandera de Argentina.[40]

La nave buscaba recuperar las goletas secuestradas. El acto fue apoyado por el embajador estadounidense en Buenos Aires, que declaró unilateralmente que las Malvinas eran un «área libre de cualquier poder administrativo» (res nullius). En las islas, Duncan las declaró así el 21 de enero de 1832, como última medida previa a abandonar Puerto Soledad. Cuarenta colonos vieron la oportunidad de salir a bordo de la Lexington, dejando veinticuatro atrás, en su mayoría gauchos.[38][41]​ Todos los que se marcharon lo hicieron por el temor a nuevos episodios.[9]​ Ducan también declaró que le había dado fin al gobierno argentino de las islas.[42]​ Tras el ataque, los que habían permanecido quedaron desamparados, mientras Vernet continuaba en Buenos Aires.[17]​ Además de los habitantes que huyeron, otros siete fueron tomados prisioneros por Duncan, mientras que los esclavos de origen africano fueron encadenados. Como nadie pudo resistir, los estadounidenses actuaron con total impunidad.[21]

Al momento del ataque, la colonia de Puerto Luis o Puerto Soledad contaba con unos 124 habitantes, de los cuales había 30 negros, 34 porteños, 28 rioplatenses angloparlantes y 7 alemanes, a los que se le sumaba una guarnición de aproximadamente 25 hombres.[43]​ Según el informe de la Lexington, las condiciones en las islas en ese momento eran «bastante miserables».[44][45]

Fitz Roy contó en su libro su asombro al ver la colonia de Vernet en ruinas tras el ataque:[17]

Fui a Port Louis. En lugar de la alegre aldehuela que esperaba encontrar, solo hallé unas casuchas de piedra semiarruinadas, uno que otro aislado rancho de turba; dos o tres botes despanzurrados, algún terreno removido, donde había habido huerta y crecían aún unas pocas papas o repollos, algunas ovejas y vacas y uno que otro ser humano de aspecto miserable formaba todo esto el primer plano de un paisaje que se completaba hasta el fondo con negras nubes, colinas desgarradas y un brezal áspero y desierto.
¿Qué es esto? -pregunté asombrado a Mr. Brisbane-; creía que el establecimiento de Mr. Vernet era una colonia próspera y feliz. ¿Dónde están los habitantes? El lugar parece tan desierto como arruinado.

El 8 de febrero el buque estadounidense arribó al puerto de Montevideo con siete de los prisioneros engrillados, entre los que se encontraba el propio Brisbane. Duncan escribió a Buenos Aires comentando lo realizado en Malvinas y supeditando la liberación de los cautivos a que el gobierno argentino asegurara que éstos habían actuado bajo sus órdenes. El nuevo ministro de relaciones exteriores, Manuel J. García, respondió asegurando que habían cumplido las instrucciones del comandante Vernet, nombrado legalmente por el gobierno argentino, y que por consiguiente sólo podían ser juzgados por las Provincias Unidas. Duncan liberó a los prisioneros allí mismo.[38]​ El Comodoro estadounidense Rogers no otorgó cargos a los colonos prisioneros.[46]​ Antes de ser liberados, entre febrero y abril, los prisioneros estuvieron a bordo del USS Warren.[47]

Duncan nunca registró el ataque en el diario de navegación de la Lexington.[21]​ Aunque otra fuente reporta que registro de la Lexington solo informa de la destrucción de las armas y un almacén de pólvora.[48]

Sumario del Gobierno de Buenos Aires

 
Documento de la exposición Malvinas, relatos de una usurpación del Archivo Histórico de la Provincia de Buenos Aires sobre el reclamo de la Provincia de Buenos Aires por el ataque de la nave Lexington en Puerto Soledad. (formato PDF).

En Buenos Aires, el 10 de febrero el gobierno argentino escribió un sumario formado para esclarecer el incidente protagonizado por la Lexington, tomando declaraciones de algunos de sus protagonistas y registrando los nombres de los argentinos mantenidos presos por la nave estadounidense. Allí la acción de Duncan es calificada de «atentado».[1]​ Allí Enrique Metealf presta su declaración a las autoridades porteñas:

Preguntado: ¿Cómo es que se halla en este puerto [Buenos Aires], y en qué buque ha venido?
Dijo: Que a este puerto [Buenos Aires] se ha trasladado en la goleta paquete oriental Flor del Río que de las Islas Malvinas salió en la corbeta de guerra norteamericana Lexington; lo que verificó por cuanto el comandante de la indicada corbeta tomó posesión del establecimiento de las Malvinas, procediendo a clavar los caños, quemar la pólvora, y hacer fijar una proclama por el capitán Davison de la goleta americana Harriet, la cual era demasiado alarmante, y puso a todos los vecinos en conflicto; razón porque creyeron que en lo sucesivo no podrían tener seguridad en aquel destino; que por tal principio y con el objeto de traer al Sr. Vernet los documentos y papeles de su pertenencia, que no creyó seguros en el destino en vista de los actos de hostilidad que ha anunciado. Que no fueron estos solos, sino que también hizo pedazos las armas que allí había y las arrojó al agua, excediéndose igualmente a permitir al capitán Davison que embarcarse a bordo de la goleta Dash, capitán Keating, todos los cueros de lobo que estaban embargados a disposición del juzgado de presas de esta capital, creyó indispensable su venida para dar cuenta de lo ocurrido.[1]
Preguntado: ¿Qué día llegó a las islas Malvinas la corbeta de guerra americana Lexington, cómo verificó su entrada en el puerto [Soledad], y si a más de los actos de hostilidad que ha expresado hizo algunos otros?
Dijo: Que el 28 de diciembre próximo pasado se fondeó la corbeta como a distancia de dos leguas del puerto por causa del viento; que el 31 se acercó y fondeó frente al bacín de colonia, y de allí mandó una goletita perteneciente al establecimiento, que había tomado afuera, con marineros y un oficial de la corbeta con el convite que se hacía el declarante, a D. Mateo Brisbane encargado de la pesca, para que fuesen a bordo, y que habiendo identificado, luego que llegaron puso en prisión a Brisbane, permitiendo el declarante viniese a tierra después de dos horas, y en seguida el capitán de la corbeta Lexington hizo su desembarque en la isla, donde practicó los actos que antes he dicho, e hizo poner centinelas en varias casas con objeto, según decía, de impedir se cometieran robos.[1]
Preguntado: ¿Si, cuando el comandante de la Lexington desembarcó en la Isla de Malvinas con fuerza armada, saqueó alguna otra cosa a más de los cueros de lobo que ha declarado, y si alguna de las personas que desembarcaron con él contribuyeron al mismo objeto.?
Dijo: Que luego de haber hecho el desembarco, previno al capitán Davison tomase todo lo que creyese ser suyo, y que en su virtud este sacó un bote con remos, y algunas otras cosas del almacén de D. Guillermo Dickson, y de la casa de D. Luis Vernet unos fusiles, todo lo que se llevaron a bordo del buque donde llevaron los cueros.

Preguntado: ¿Con qué pabellón se presentó la corbeta Lexington a la vista del Puerto de la Soledad en las Islas Malvinas?
Dijo: Que con el pabellón francés, y una señal al tope de proa, como para pedir práctico.[1]
Preguntado: ¿Si puede dar alguna otra idea sobre aquel desagradable suceso?
Dijo: Que el capitán Davison había propagado especies alarmantes, cuales fueron que el Gobierno superior de esta provincia y todo el pueblo se habían desagarrado en extremo por el embargo de los buques americanos; que se le había ofrecido por la Superiodidad el desembargo y devolución de su buque, lo que no había querido aceptar, sin que primero se le indemnizasen todos los prejuicios que había sufrido y reclamaba. Que el capitán de la corbeta Lexington había exparsido públicamente la voz de que en adelante el establecimiento podría sufrir prejuicios, en razón de que las fragatas balleneras de Nueva York se reunirían para castigar por sí mismas cualesquiera impedimiento que quisiera ponerseles en la pesca: que tal aserción causó mucho desaliento entre la población, por cuya razón, y la franqueza que les presentó el comandante de la corbeta Lexington para recibir a su bordo todo el que quisiese embarcarse, salieron todas las familias y esclavos, quedando solo unos pocos paisanos con un documento de resguardo que les dió el comandante de la Lexington, para que ningún buque americano les hiciese daño, con el objeto de que les supliesen de carne cuando necesitasen los que arribasen a la isla.[1]
Preguntado: ¿Si tiene algo que añadir a esta declaración de que ha sido impuesto?
Dijo: Que advierte no haber contestado la pregunta que se le hizo en orden a ni algunas otras personas habían contribuido al saqueo de la isla, en cuyo caso debe decir que Sperl, Schmidt y Feurer mataron unas vacas que no eran suyas, para vender la carne y los cueros al comandante de la corbeta Lexington, que había dicho que no eran suyas, porque, según los libros del Sr. Vernet, no las habían pagado, y porque cree que el primero de estos hombres no las ha tenido nunca. Que también debe agregar que D. Julio Grossy pasó un letrero sobre la puerta de su casa en descrédito del establecimiento, el que no quiso borrar, a pesar de las insinuaciones del declarante y de D. Mateo Brisbane que, por lo que pueda conducir, debe agregar también que, a pesar de habérsele dicho posteriormente que el comandante de la Lexington salió con urgencia de este puerto [Buenos Aires] para ir a buscar a siete marineros americanos que habían quedado en la Isla de Statenland [¿Isla de los Estados?], que permaneció quince días después de su llegada a las islas Malvinas, hasta que mandó a buscar estos individuos en la goleta Dash que fletó al objeto, y debía tocar antes en dos o tres puntos de las islas Malvinas.[1]

Metealf también declaró que desconocía si el Lexington cambió de pabellón o atacó con el francés y que Duncan tomó presos y se llevó a bordo a todos los hombres que encontró, de los cuales había 25 vecinos y el resto eran esclavos contratados por Vernet. Después los hizo volver a todos a tierra, excepto a siete que dejó a bordo. Todos los prisioneros eran naturales argentinos, y se llamaban: Silvestre Núñez, Domingo Balleja, Dionisio Heredia, Jacinto Correa, Juan Plácido, Manuel (un indio charrúa) y Joaquín Acuña. A excepción de este último que fue liberado dos días después, el resto permaneció esposado a bordo desde que el capitán salió de Malvinas rumbo a Montevideo. Metealf los volvió a ver, aún prisioneros en el puerto de la última ciudad, aunque no tuvo contacto porque la centinela de la corbeta se lo prohibió.[1]

Consecuencias

 
Ventura Pasos sobre el ataque de la Lexington en la segunda página del diario porteño La Gaceta Mercantil del 1 de febrero de 1833.

La acción cometida por Duncan causó conmoción e indignación en Buenos Aires. El diario porteño La Gaceta Mercantil calificó el atentado de «infracción al derecho de gentes» y «ultraje al pabellón argentino». El gobierno se negó a mantener cualquier tipo de contacto con Slacum, y exigió a los Estados Unidos su reemplazo inmediato.[49]​ En febrero de 1832 el ministro García retiró el exequatur al cónsul Slacun y emitió una proclama acerca del atentado.[4]

Según la versión del Reino Unido, el presidente estadounidense Andrew Jackson alabó al capitán Duncan por sus acciones. Levi Woodbury, el Secretario de la Armada estadounidense, le escribió a Duncan: «el Presidente de los Estados Unidos aprueba el curso que usted siguió, y se encuentra muy satisfecho con la prontitud, la firmeza y la eficiencia de sus medidas».[50][38]​ En su mensaje anual al congreso de los Estados Unidos repitió sus elogios al marino, calificó la captura argentina del Harriet como «piratería», e instó a preparar una expedición naval a fin de proteger los intereses estadounidenses en el Atlántico Sur.[51][52]

Entretanto Francis Baylies llegó a Buenos Aires para reemplazar a Slacum como representante estadounidense en Buenos Aires. Tenía instrucciones del secretario de Estado, Edward Livingston, de continuar la estrategia de su predecesor de ignorar la validez del decreto de nombramiento del comandante político y militar de Malvinas. Argumentaría erróneamente que el texto nunca había sido publicado,[38]​ aunque en una carta privada a Livingston la admite de plano.[53]​ Además haría hincapié en el hecho de que los buques norteamericanos habían mantenido actividad en la zona por los últimos cincuenta años, e intentaría negociar la firma de un acuerdo por el que las Provincias Unidas asegurarían a Washington un permiso para continuar con la actividad pesquera.[38]​ No obstante, al enterarse del accionar de la Lexington, Livingston envió nuevas instrucciones para que Baylies endureciera su postura y apoyara al capitán Duncan en todo lo actuado. Una de las primeras gestiones de Baylies fue presionar al ministro Manuel Vicente Maza para que admitiera que el comandante Vernet no era más que un «pirata».[7]

En junio de 1832, el Encargado de Negocios estadounidense, Baylies, siguiendo instrucciones de su gobierno, exigió la desautorización de Vernet, la devolución de los bienes incautados por él, y el pago de una indemnización. A su vez, negó rotundamente la legitimidad de los derechos y títulos de soberanía argentina, a favor de la del Reino Unido.[21]​ Ante tales circunstancias, el gobernador, Juan Manuel de Rosas, lo declaró persona non grata y le extendió los pasaportes correspondientes.

Maza contestó el 25 de junio, asegurándole a Baylies que sus cargos contra Vernet debían ser tratados con especial consideración y cuidado, y que el gobierno argentino, como parte de la investigación en curso, había solicitado al comandante una respuesta ante los cargos del consulado norteamericano. Como resultado, Vernet había comenzado la redacción de un largo reporte de su manejo de la cuestión de las pesqueras estadounidenses.[38]​ Rehusándose a esperar dicho reporte, el cónsul estadounidense respondió el 26 de junio que no aceptaría ninguna explicación de lo acontecido, pues Estados Unidos no sólo refutaba el derecho de Vernet a capturar y detener la propiedad de estadounidenses, sino que también negaba la autoridad misma del gobierno de Buenos Aires sobre esas tierras. El 4 de julio recibió una carta de Fox, en la que le comunicaba las ambiciones del Reino Unido sobre el archipiélago. Esto extremó aún más la postura de Baylies, quien envió el 10 de julio una nota a Maza en la que, repitiendo punto por punto los argumentos británicos, afirmaba que Estados Unidos no reconocía la potestad argentina sobre Malvinas.[38]

En contraste con su correspondencia pública, en carta privada y confidencial del 24 de julio de 1832 a Livingston, el cónsul admite de plano la validez del decreto de creación de la comandancia.[53]

Maza, aparentemente consciente de que la discusión con el enviado estadounidense era inconducente, escribió una larga carta a Livingston, fechada el 8 de agosto, en la que protestaba por los actos de Slacum y Duncan, defendía el derecho argentino a las islas y la decisión de Vernet de apresar a los infractores reincidentes. El 14 del mismo mes envió a Baylies el reporte de Vernet, adjuntándole una nota en la que reclamaba urgente y completa satisfacción por las ofensas de Slacum y Duncan, y la inmediata reparación e indemnización por sus estragos en el asentamiento argentino. Baylies devolvió a Masa el reporte, negándose a considerarlo; luego solicitó su pasaporte para dejar el país. Luego de una reunión en la que ambas partes mantuvieron sus afirmaciones, el 3 de septiembre Maza envió a Baylies su pasaporte, insistiendo en que Washington se disculpara por lo sucedido e indemnizara al Estado argentino por las pérdidas causadas.[38]

El entendimiento estadounidense y británico dio un paso adelante: mientras se preparaba para dejar Buenos Aires, Baylies se entrevistó con el ahora nuevo embajador británico Fox, a quien le comunicó que Washington estaba dispuesto a reconocer la soberanía británica a cambio del otorgamiento de derechos de libre pesca en las aguas inmediatas.[7][54]​ Ignorando las reservas del propio Slacum, Baylies incluso animó a Fox para que su gobierno se apoderara de las islas por la fuerza. El embajador británico lo reportó inmediatamente a sus superiores:

Hallé que el embajador de los Estados Unidos y su gobierno estaban completamente informados y listos para reconocer los derechos soberanos de Su Majestad Británica [sobre las Islas Malvinas].

(...)

Pero es mi deber añadir (...) que los norteamericanos parecen reclamar también un derecho original para pescar libremente sobre todas las aguas adyacentes a las Islas Malvinas; e incluso basar esta reclamación (...) en que el derecho de soberanía sobre esas islas sea atribuido interesadamente [being vested in] a la corona británica.[38]

Vernet regresó a Puerto Soledad, sin recursos para reconstruir la colonia y para dotarla de las defensas necesarias. Sin embargo continuó la planificación de la reconstrucción. Regularmente solicitaba que el gobierno de Buenos Aires le asignara recursos humanos y armamento, pero no obtuvo ninguna respuesta formal. El 10 de septiembre de 1832, el Ministerio de Guerra y Marina nombró por decreto al Sargento Mayor de Artillería José Francisco Mestivier como Comandante Civil y Militar interino de las Malvinas y sus adyacentes.[55]​ El 19 de noviembre, Vernet y su familia abandonaron las islas para siempre en la goleta lobera Harriet que había sido apresada a los estadounidenses.[56]​ Juan Manuel de Rosas también había ordenado el envío de una fuerza militar, al mando de José María Pinedo con la goleta Sarandí.[57]

Cuando Baylies tomó conocimiento de este hecho, y a punto de retornar a Estados Unidos, calificó el nombramiento del nuevo comandante de Malvinas como un acto «ineficaz» y una «negación directa» de los reclamos británicos, y afirmó que el Reino Unido:

(...) no podrá renunciar a un derecho de carácter tan elevado y tan bien fundado como el suyo en favor de esta insignificante nación [Argentina] para que sea utilizada con fines de piratería.[58]

El gobierno argentino decidió emplazar a Baylies a que abandonara el territorio de las Provincias Unidas. De aquí en más y por los siguientes once años, ambas naciones no mantendrían embajadores formales ni relaciones diplomáticas oficiales.[7][8]​ De regreso en su tierra natal, Baylies vaticinó que «cualquier colonia que emanare de Buenos Aires y se establezca en las Malvinas, se convertirá inevitablemente en pirata».[59]

Un testimonio de un británico habla sobre Vernet y su colonia tras el ataque estadounidense:

... Mr. Vernet no era ni un ladrón ni pirata, como lo calificó el capitán Duncan, por haber tratado de sostener su situación y evitar que su establecimiento fuese defraudado por gentes que ningún derecho tenían sobre estas islas. Por malos que hubiesen sido los procederes de Vernet, él sólo debía dar cuenta de ellos a su gobierno, y los que obraban a sus órdenes, teniendo él un nombramiento legal, no merecían por cierto haber sido apresados como piratas engrillados y llevados al Plata en esa forma. Ni tampoco era justo (prescindiendo enteramente de consideraciones humanitarias), destruir la naciente colonia, forzar o despedazar las puertas y ventanas, registrar las casas, armarios y cajones, pisotear las huertas, romper los cercos y maltratar en tal forma a inofensivos pobladores que muchos meses después, cada vez que éstos veían aproximarse un buque de guerra, huían amedrentados hacia el interior, ignorando cómo serían tratados...[15]

Debido a una gran cantidad de acusaciones y supuestas malas interpretaciones en su contra, Vernet dirigió un oficio en diciembre de 1831 a Duncan en un intento de «desvanecer calumnias», ofreciendo someterse ante él y los testigos que designase, a un careo con el capitán Davison de la Harriet. Duncan lo rechazó argumentando que «el comandante de la Lexington tiene prueba y bajo juramento que la goleta Harriet fue saqueada de casi todos los artículos que tenía a bordo por orden de Luis Vernet, llamándose Gobernador y propietario de las islas Malvinas». En ese contexto, Robert Fitz Roy se expresó a favor de Vernet:[15]

He oído mucho Mr. Vernet y sus procedimientos, de muchas fuentes, así de enemigos como de amigos, y aún cuando nunca me vi con él y por lo tanto no puedo ser parcial por amistad, lamento sinceramente su desgracia y creo que ha sido muy calumniado.

Tras la ocupación británica, Vernet intentó obtener una indemnización del Gobierno de los Estados Unidos por las pérdidas de la incursión del Lexington, pero fracasó. El indicaba que todo el asentamiento fue destruido, pese a que los estadounidenses lo negaban.[48]Matilde Vernet y Sáez, hija de Vernet y primera persona en nacer en las Malvinas, se casó con Greenleaf Cilley, un capitán estadounidense. El la apoyó en su defensa de los derechos argentinos en las islas y, ante el consulado de Estados Unidos en Buenos Aires, protocolizó de puño y letra su desagravio personal ante el ataque de la Lexington.[15]​ En 1884, la familia de Vernet (ya fallecido) recibió el apoyo del Gobierno del presidente Julio Argentino Roca, que reabrió tanto la reclamación sobre la Lexington con los Estados Unidos y la soberanía de las Malvinas con Gran Bretaña. El Gobierno del Presidente estadounidense Grover Cleveland rechazó el reclamo argentino en 1885.

John Belohlavek, consideró que el ataque era «solo uno de los engranajes de una política exterior» que, orquestada por el presidente Jackson, reemplazaba con acciones armadas, generalmente navales, los lazos de cooperación que sus antecesores habían procurado establecer con las nuevas naciones sudamericanas.[60]​ Julius Goebel critica lo que llama:

(...) la tradición de la diplomacia del insulto hacia Sudamérica iniciada por su administración... Más que ninguna otra persona, fue, quizás, Jackson responsable de sustituir por una atmósfera de sospecha e inquina los sentimientos previos de amistad y buena voluntad fomentada por el gobierno norteamericano.[51]

En efecto, la visión predominante en la administración Jackson, proveniente de un sistema de valores generalizado en los Estados Unidos de la época, mantenía que los argentinos eran «bárbaros ignorantes» y «corruptos incapaces de mantener la observación de la ley» y mucho menos de honrar los principios del Estado de Derecho.[8]

Estados Unidos nunca quisieron reconocer su error pese a la renovación de las protestas argentinas en 1841 y 1884, nunca se dieron las debidas satisfacciones ni la indemnización correspondiente a los daños ocasionados. Pese a ello, la Corte Federal de Massachusetts resolvió que los actos de Silas Duncan eran ilegítimos. En un litigio en el cual se había invocado el incidente de la Lexington, esa corte resolvió «que dicho funcionario no tenía derecho, sin la dirección expresa de su Gobierno, para entrar en la territorialidad de un país en paz con los Estados Unidos y embargar los bienes encontrados allí, reclamado por los ciudadanos de los Estados Unidos».[61][39]

En 1839 Carlos María de Alvear, ministro plenipotenciario en Washington DC, mantuvo «en misión amistosa», una entrevista con el secretario de Estado, John Forsyth. Entre ambos se trató el tema del ataque en las Malvinas. Según el informe de Alvear al gobierno sobre la conversación, se le dijo que el gobierno de Washington había aprobado la acción de Duncan, «sin que ello hubiera tenido la menor intención ni el deseo de hacer el más mínimo ultraje al gobierno ni a la Nación Argentina». Alvear también fue informado que a los Estados Unidos «no les toca juzgar sobre el derecho de las Malvinas: es decir, si pertenecen a la Inglaterra o a ustedes [Argentina] (...)».[62][63]

Véase también

Referencias

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  5. Cisneros y Escudé, 2000, p. ?.
  6. Según algunos, como el español Barcia Trelles, este evento fue crucial para que «Inglaterra, con la garantía, aún más que de la abstención, de la complacencia norteamericana, se decidiese a realizar los actos que habían de plantear el pleito malvino» (p. 84).
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  61. Groussac, Paul: Les iles Malouines, 33, quien cita a Francis Wharton, A Digest of the International Law, 2° ed., I, 444.
    ...that such officer had no right, without express direction from his Government, to enter the territoriality of a country in peace with the United States and seize property found there, claimed by citizens of the United States.
  62. Pereyra, Ezequiel Federico (1968). Las Islas Malvinas. Soberanía Argentina. Buenos Aires. p. 19. 
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Bibliografía

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  •   Datos: Q5431979

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El ataque del USS Lexington a Puerto Soledad o incidente de la Lexington tuvo lugar el 31 de diciembre de 1831 cuando Silas Duncan capitan de la Armada de Estados Unidos desembarco en el establecimiento de Puerto Soledad en las islas Malvinas bajo administracion de las Provincias Unidas del Rio de la Plata actual Republica Argentina Luego de reducir a las autoridades saqueo las dependencias oficiales y las viviendas particulares destruyendo de forma irreparable la colonia de Luis Vernet 1 2 3 violando la soberania argentina al aplicar por primera vez la Doctrina Monroe 4 El incidente de la Lexington cobro gran importancia historica porque el proceso culmino con la ocupacion britanica de las islas 5 6 Ataque a Puerto SoledadDisputa territorial de las Islas MalvinasPuerto Soledad hacia 1830Fecha31 de diciembre de 1831LugarPuerto Soledad islas Malvinas Provincias Unidas del Rio de la PlataConflictoAtaque de Estados UnidosResultadoDestruccion y saqueo de Puerto Soledad Ruptura de relaciones diplomaticas con Estados Unidos Bajas7 colonos prisioneros 1 Desconocida editar datos en Wikidata Luego del ataque desde 1832 hasta 1843 ambas naciones no mantendrian embajadores formales ni relaciones diplomaticas oficiales 7 8 Indice 1 Regulacion de la actividad pesquera 1 1 Advertencia y captura de la Harriet 1 2 Incidente diplomatico 2 Ataque a Puerto Soledad 2 1 Sumario del Gobierno de Buenos Aires 2 2 Consecuencias 3 Vease tambien 4 Referencias 4 1 BibliografiaRegulacion de la actividad pesquera Editar Luis Vernet Durante finales del siglo XVIII y comienzos del XIX las islas fueron el centro de un comercio lucrativo pero a la vez ilegal 9 de caza de ballenas y focas llevado a cabo por marineros de Nueva Inglaterra Gran Bretana y Francia Los cazadores de ballenas acampaban en las islas adyacentes particularmente en la Isla de Goicoechea donde carneaban gansos y otros aves para tener provisiones y a veces mataban ganado en la isla Soledad reparaban sus barcos y trataban las carcasas de focas lobos marinos ballenas y pinguinos para obtener aceite El 10 de junio de 1829 el gobierno de la provincia de Buenos Aires que ejercia la soberania sobre las islas Malvinas 10 11 dicto un decreto que nombraba Comandante Politico y Militar a Luis Vernet y lo faculto como gobernador de las islas a poner en vigencia las leyes de la republica en particular lo concerniente a la regulacion de la pesca y la caza de animales 12 13 14 Vernet ejercio el cargo de comandante politico y militar aplicandose a la tarea de hacer cumplir los reglamentos sobre pesca de anfibios que era realizada de forma indiscriminada por parte de los loberos y balleneros extranjeros constituyendo un grave problema El pago por derecho de anclaje fue sistematicamente eludido por los balleneros y los cazadores clandestinos de guaras especialmente ingleses y estadounidenses Buscaba frenar el raqueo de los animales hechos por extranjeros para conservar la poblacion de focas para sus propias actividades Este acto fue disputado por los consules britanicos y estadounidenses en Buenos Aires que afirmaban su derecho a seguir explotando los recursos naturales en las islas En agosto de 1829 a dos semanas de llegar a la colonia Vernet proclamo publicamente la prohibicion de cazar pescar o faenar en la isla Soledad bajo apercibimiento de sanciones 15 Los barcos extranjeros que tocaban puerto en la colonia se les hacia entrega de una circular impresa con la prohibicion Tambien se les cobraba una tasa Dos anos despues redacto un plan para organizar la caza de focas y ballenas que implicaba establecer grupos de pescadores en las costas del archipielago 16 Vernet solicitaba constantemente al gobierno de Buenos Aires refuerzos navales y militares para hacer valer su autoridad ya que los pescadores foqueros loberos y balleneros realizaban sus actividades en las costas de las islas con efectos destructivos evidentes 17 Explotacion de lobos marinos en la isla Beauchene en 1833 A cada embarcacion de la que se tuviera noticia o que recalaba en Puerto Soledad la comandancia le hacia llegar una circular donde se advertia de las consecuencias legales de actuar clandestinamente 17 a todos los capitanes de los buques ocupados en la pesquera en cualquier parte de la costa perteneciente a su jurisdiccion les ha de inducir a desistir pues la resistencia los expondra a ser presa legal de cualquier buque de guerra perteneciente a la Republica de Buenos Ayres o de cualquier otro buque que en concepto de infrascripto se preste para armar haciendo uso de su autoridad para ejecutar las leyes de la Republica El suscripto tambien previene contra la practica de matar ganado en la isla del Este Poco tiempo despues de instrumentarse esta politica un empresario estadounidense afectado por las leyes argentinas elevo una queja ante el gobierno de Washington El secretario de Estado Martin Van Buren envio una nota al consul de ese pais en Buenos Aires John Murray Forbes En el escrito y sin dar fundamento alguno Van Buren afirmaba que las Provincias Unidas ciertamente no podian deducir un titulo firme a las islas e instruia a Forbes para que presentara una protesta 18 La muerte de Forbes en junio de 1831 19 le impidio efectivizar la orden de su superior 18 Advertencia y captura de la Harriet Editar En 1829 la goleta estadounidense Harriet capitaneada por Gilbert Davison fue advertida sobre las normas que regulaban la pesca en las islas Pese a las advertencias la goleta volvio en 1831 y fue capturada por Brisbane un marinero que hacia como segundo de Vernet el 30 de julio del mismo ano junto a otros dos barcos pesqueros y foqueros estadounidenses el Superior capitaneada por Stephen Congar y el Breakwater capitaneada por Daniel Careu Las tres naves venian operando en el area desde hacia varios meses faneando lobos marinos y habian desoido todos los avisos y advertencias de la comandancia Tras ser apresadas y decomisadas sus oficiales fueron arrestados y acusados de contravenir la nueva normativa emanada del Estado argentino 20 17 El testimonio de un desertor de la Harriet y el secuestro de la bitacora del Superior probaron que los marinos estadounidenses habian realizado matanzas de lobos en numerosos puntos de las islas 21 Vernet decidio liberar al Superior luego de que su capitan aceptara por escrito la validez de la soberania argentina su derecho de regular la actividad pesquera y se comprometiera a presentarse en Puerto Soledad luego de un plazo prudencial para someterse a juicio 22 La Superior prosiguio asi entonces con sus actividades 15 A mediados de 1831 Vernet se encontraba en una situacion compleja ya que tenia dos naves capturadas fondeadas en Puerto Soledad y sin elementos suficientes para custodiarlas Tambien se temia que las tripulaciones de las naves realizaran un ataque contra las autoridades malvinenses para dominar la colonia Los marinos de la Harriet fueron recluidos por las noches en la casa destinada al secado del pescado y se mantuvo hacia ellos un trato afable 21 En medio de la actividad de arrestos y relevos de guardias el Breakwater consiguio escapar y dio aviso en Estados Unidos de lo acontecido 21 22 La Harriet con su cargamento incautado fue conducida a Buenos Aires con Vernet a bordo junto con su familia para ser sometida a juicio en el Tribunal de Pesas por la violacion de los decretos vigentes Llego a destino el 19 de noviembre de 1831 llevando los documentos probatorios necesarios para el debido juicio 23 22 Vernet habia a cargo a su segundo Enrique Meteaf 24 Incidente diplomatico Editar Debido al fallecimiento del diplomatico Forbes en Buenos Aires por propia voluntad y sin que mediara un nombramiento de Washington habia asumido la funcion el hasta entonces encargado de negocios George W Slacum 25 Se trataba de un diplomatico inepto en opinion de Goebel era un individuo carente en absoluto de experiencia diplomatica y tan falto de tacto como de buen juicio 26 El mismo Forbes tenia un muy mal concepto de Slacum y se habia quejado repetidas veces a Van Buren sobre la incapacidad e inaceptable comportamiento de su subordinado 27 Informado por el capitan Davidson el 21 de noviembre Slacum presento una queja al gobierno argentino por la captura y detencion de los barcos norteamericanos y califico las acciones de las autoridades rioplatenses como actos de pirateria 28 exigiendo reparaciones economicas para las naves afectadas 21 El ministro de relaciones exteriores de las Provincias Unidas Tomas Manuel de Anchorena le replico que el incidente estaba siendo estudiado por el Ministerio de Guerra y Marina y que el estado argentino no reconocia la incumbencia de un autoproclamado consul sin nombramiento legal para tratar asuntos de tal naturaleza 26 En una nota posterior Slacum adujo el derecho del pueblo estadounidense de pescar donde le diera gana y desconocio los pactos preexistentes entre Espana y el Reino Unido entre otras naciones europeas por el control exclusivo de la pesca en el Atlantico Sur 29 Gran parte de los historiadores adjudican a la impericia agresividad e incapacidad negociadora de Slacum la rapida escalada de las hostilidades que llevaron un incidente pesquero menor a la suspension por once anos de las relaciones diplomaticas entre el Plata y los Estados Unidos y a la apropiacion britanica del archipielago de las Malvinas y territorios circundantes 26 7 30 Slacum tomo contacto con Silas Duncan capitan de la corbeta de guerra USS Lexington estacionada en el puerto de Buenos Aires en mision del escuadron del Atlantico Sur con sede en Sao Paulo Brasil Luego en lo que Goebel califica como el pico de la indiscrecion y desmesura 31 entrego al gobierno argentino un ultimatum si el Harriet y su capitan no eran liberados inmediatamente ordenaria a la nave estadounidense ejecutar una represalia sobre las instalaciones argentinas en las islas Malvinas 32 Por su parte el capitan del buque pasando por alto los usos y costumbres del decoro y de la diplomacia habitual insto a la rendicion inmediata de Vernet para que fuera enjuiciado como ladron y pirata 33 34 Anchorena respondio a Slacum diciendole que no inferfiera en un asunto privado Ese mismo dia el presidente estadounidense ordeno el envio de una flota naval al Atlantico Sur para proteger los derechos de los norteamericanos que pesquen y comercien 17 El Reino Unido vio en la situacion la oportunidad de allanar el camino a sus ambiciones sobre el territorio insular En una reunion concertada con Woodbine Parish y Henry S Fox embajador y consul britanico respectivamente estos aseguraron a Slacum que Argentina no tenia derechos sobre el archipielago a cuya soberania Su Majestad no habia renunciado 35 Las conversaciones entre los diplomaticos de ambos paises formaron un arreglo para alcanzar una situacion que satisficiera las ambiciones de ambos en el territorio insular Tambien hay pruebas de que Slacum estaba al tanto de la manipulacion de la que era objeto y de sus propias intenciones de impedir que el Reino Unido obtuviera la posesion del archipielago Esto dio a Slacum el argumento de aspecto legal que necesitaba rehusandose a aceptar la validez del decreto de nombramiento de Vernet sugirio a sus superiores aumentar inmediatamente nuestras fuerzas navales en este Rio de la Plata y ordeno a Duncan que procediera con lo previsto y los hechos se aceleraron 36 Anchorena le respondio a Slacum que tales decisiones estaban fuera de sus atribuciones como consul y que protestaria y haria valer los derechos soberanos argentinos en caso de eventuales perjuicios al personal e instalaciones malvinenses Ignorando las advertencias del gobierno de Buenos Aires el 9 de diciembre de 1831 la Lexington zarpo rumbo a las Malvinas 36 Ataque a Puerto Soledad Editar Ubicacion de Puerto Soledad y sus alrededores en las costas de la Bahia de la Anunciacion Entre el 27 y 28 de diciembre la Lexington entro en la Bahia de la Anunciacion de manera irregular bajo pabellon frances y una senal al tope de proa una estratagema de origen filibustero Una tormenta habia impedido un primer contacto 37 demorando esto hasta el 31 de diciembre 1 El capitan Duncan invito al segundo de Vernet y quien tenia mas autoridad en la colonia en ese momento Matthew Brisbane y a Enrique Metealf de forma de visita de cortesia oficial La invitacion la entrego un teniente que se habia acercado en un bote mientras ellos se paseaban por la playa Luego se enteraron que se trataba de un buque de guerra de los Estados Unidos que llegaba para exigir reparaciones por las goletas capturadas 38 37 A bordo tambien se encontraba el capitan Davison de la Harriet 1 Cuando abordaron fueron arrestados Luego capturo la pequena goleta Aguila desembarco sus fuerzas y detuvo a quienes fueron considerados como captores de los navios estadounidenses saqueo las instalaciones y los almacenes ocupo los edificios principales robo los cueros herramientas y pertenencias personales de los habitantes incluyendo vallijas y ropas inutilizo las fortificaciones y defensas de artilleria clavo los canones destruyo las armas y quemo la polvora 38 37 39 Tambien arrio la bandera de Argentina 40 La nave buscaba recuperar las goletas secuestradas El acto fue apoyado por el embajador estadounidense en Buenos Aires que declaro unilateralmente que las Malvinas eran un area libre de cualquier poder administrativo res nullius En las islas Duncan las declaro asi el 21 de enero de 1832 como ultima medida previa a abandonar Puerto Soledad Cuarenta colonos vieron la oportunidad de salir a bordo de la Lexington dejando veinticuatro atras en su mayoria gauchos 38 41 Todos los que se marcharon lo hicieron por el temor a nuevos episodios 9 Ducan tambien declaro que le habia dado fin al gobierno argentino de las islas 42 Tras el ataque los que habian permanecido quedaron desamparados mientras Vernet continuaba en Buenos Aires 17 Ademas de los habitantes que huyeron otros siete fueron tomados prisioneros por Duncan mientras que los esclavos de origen africano fueron encadenados Como nadie pudo resistir los estadounidenses actuaron con total impunidad 21 Al momento del ataque la colonia de Puerto Luis o Puerto Soledad contaba con unos 124 habitantes de los cuales habia 30 negros 34 portenos 28 rioplatenses angloparlantes y 7 alemanes a los que se le sumaba una guarnicion de aproximadamente 25 hombres 43 Segun el informe de la Lexington las condiciones en las islas en ese momento eran bastante miserables 44 45 Fitz Roy conto en su libro su asombro al ver la colonia de Vernet en ruinas tras el ataque 17 Fui a Port Louis En lugar de la alegre aldehuela que esperaba encontrar solo halle unas casuchas de piedra semiarruinadas uno que otro aislado rancho de turba dos o tres botes despanzurrados algun terreno removido donde habia habido huerta y crecian aun unas pocas papas o repollos algunas ovejas y vacas y uno que otro ser humano de aspecto miserable formaba todo esto el primer plano de un paisaje que se completaba hasta el fondo con negras nubes colinas desgarradas y un brezal aspero y desierto Que es esto pregunte asombrado a Mr Brisbane creia que el establecimiento de Mr Vernet era una colonia prospera y feliz Donde estan los habitantes El lugar parece tan desierto como arruinado El 8 de febrero el buque estadounidense arribo al puerto de Montevideo con siete de los prisioneros engrillados entre los que se encontraba el propio Brisbane Duncan escribio a Buenos Aires comentando lo realizado en Malvinas y supeditando la liberacion de los cautivos a que el gobierno argentino asegurara que estos habian actuado bajo sus ordenes El nuevo ministro de relaciones exteriores Manuel J Garcia respondio asegurando que habian cumplido las instrucciones del comandante Vernet nombrado legalmente por el gobierno argentino y que por consiguiente solo podian ser juzgados por las Provincias Unidas Duncan libero a los prisioneros alli mismo 38 El Comodoro estadounidense Rogers no otorgo cargos a los colonos prisioneros 46 Antes de ser liberados entre febrero y abril los prisioneros estuvieron a bordo del USS Warren 47 Duncan nunca registro el ataque en el diario de navegacion de la Lexington 21 Aunque otra fuente reporta que registro de la Lexington solo informa de la destruccion de las armas y un almacen de polvora 48 Sumario del Gobierno de Buenos Aires Editar Documento de la exposicion Malvinas relatos de una usurpacion del Archivo Historico de la Provincia de Buenos Aires sobre el reclamo de la Provincia de Buenos Aires por el ataque de la nave Lexington en Puerto Soledad formato PDF En Buenos Aires el 10 de febrero el gobierno argentino escribio un sumario formado para esclarecer el incidente protagonizado por la Lexington tomando declaraciones de algunos de sus protagonistas y registrando los nombres de los argentinos mantenidos presos por la nave estadounidense Alli la accion de Duncan es calificada de atentado 1 Alli Enrique Metealf presta su declaracion a las autoridades portenas Preguntado Como es que se halla en este puerto Buenos Aires y en que buque ha venido Dijo Que a este puerto Buenos Aires se ha trasladado en la goleta paquete oriental Flor del Rio que de las Islas Malvinas salio en la corbeta de guerra norteamericana Lexington lo que verifico por cuanto el comandante de la indicada corbeta tomo posesion del establecimiento de las Malvinas procediendo a clavar los canos quemar la polvora y hacer fijar una proclama por el capitan Davison de la goleta americana Harriet la cual era demasiado alarmante y puso a todos los vecinos en conflicto razon porque creyeron que en lo sucesivo no podrian tener seguridad en aquel destino que por tal principio y con el objeto de traer al Sr Vernet los documentos y papeles de su pertenencia que no creyo seguros en el destino en vista de los actos de hostilidad que ha anunciado Que no fueron estos solos sino que tambien hizo pedazos las armas que alli habia y las arrojo al agua excediendose igualmente a permitir al capitan Davison que embarcarse a bordo de la goleta Dash capitan Keating todos los cueros de lobo que estaban embargados a disposicion del juzgado de presas de esta capital creyo indispensable su venida para dar cuenta de lo ocurrido 1 Preguntado Que dia llego a las islas Malvinas la corbeta de guerra americana Lexington como verifico su entrada en el puerto Soledad y si a mas de los actos de hostilidad que ha expresado hizo algunos otros Dijo Que el 28 de diciembre proximo pasado se fondeo la corbeta como a distancia de dos leguas del puerto por causa del viento que el 31 se acerco y fondeo frente al bacin de colonia y de alli mando una goletita perteneciente al establecimiento que habia tomado afuera con marineros y un oficial de la corbeta con el convite que se hacia el declarante a D Mateo Brisbane encargado de la pesca para que fuesen a bordo y que habiendo identificado luego que llegaron puso en prision a Brisbane permitiendo el declarante viniese a tierra despues de dos horas y en seguida el capitan de la corbeta Lexington hizo su desembarque en la isla donde practico los actos que antes he dicho e hizo poner centinelas en varias casas con objeto segun decia de impedir se cometieran robos 1 Preguntado Si cuando el comandante de la Lexington desembarco en la Isla de Malvinas con fuerza armada saqueo alguna otra cosa a mas de los cueros de lobo que ha declarado y si alguna de las personas que desembarcaron con el contribuyeron al mismo objeto Dijo Que luego de haber hecho el desembarco previno al capitan Davison tomase todo lo que creyese ser suyo y que en su virtud este saco un bote con remos y algunas otras cosas del almacen de D Guillermo Dickson y de la casa de D Luis Vernet unos fusiles todo lo que se llevaron a bordo del buque donde llevaron los cueros Preguntado Con que pabellon se presento la corbeta Lexington a la vista del Puerto de la Soledad en las Islas Malvinas Dijo Que con el pabellon frances y una senal al tope de proa como para pedir practico 1 Preguntado Si puede dar alguna otra idea sobre aquel desagradable suceso Dijo Que el capitan Davison habia propagado especies alarmantes cuales fueron que el Gobierno superior de esta provincia y todo el pueblo se habian desagarrado en extremo por el embargo de los buques americanos que se le habia ofrecido por la Superiodidad el desembargo y devolucion de su buque lo que no habia querido aceptar sin que primero se le indemnizasen todos los prejuicios que habia sufrido y reclamaba Que el capitan de la corbeta Lexington habia exparsido publicamente la voz de que en adelante el establecimiento podria sufrir prejuicios en razon de que las fragatas balleneras de Nueva York se reunirian para castigar por si mismas cualesquiera impedimiento que quisiera ponerseles en la pesca que tal asercion causo mucho desaliento entre la poblacion por cuya razon y la franqueza que les presento el comandante de la corbeta Lexington para recibir a su bordo todo el que quisiese embarcarse salieron todas las familias y esclavos quedando solo unos pocos paisanos con un documento de resguardo que les dio el comandante de la Lexington para que ningun buque americano les hiciese dano con el objeto de que les supliesen de carne cuando necesitasen los que arribasen a la isla 1 Preguntado Si tiene algo que anadir a esta declaracion de que ha sido impuesto Dijo Que advierte no haber contestado la pregunta que se le hizo en orden a ni algunas otras personas habian contribuido al saqueo de la isla en cuyo caso debe decir que Sperl Schmidt y Feurer mataron unas vacas que no eran suyas para vender la carne y los cueros al comandante de la corbeta Lexington que habia dicho que no eran suyas porque segun los libros del Sr Vernet no las habian pagado y porque cree que el primero de estos hombres no las ha tenido nunca Que tambien debe agregar que D Julio Grossy paso un letrero sobre la puerta de su casa en descredito del establecimiento el que no quiso borrar a pesar de las insinuaciones del declarante y de D Mateo Brisbane que por lo que pueda conducir debe agregar tambien que a pesar de habersele dicho posteriormente que el comandante de la Lexington salio con urgencia de este puerto Buenos Aires para ir a buscar a siete marineros americanos que habian quedado en la Isla de Statenland Isla de los Estados que permanecio quince dias despues de su llegada a las islas Malvinas hasta que mando a buscar estos individuos en la goleta Dash que fleto al objeto y debia tocar antes en dos o tres puntos de las islas Malvinas 1 Metealf tambien declaro que desconocia si el Lexington cambio de pabellon o ataco con el frances y que Duncan tomo presos y se llevo a bordo a todos los hombres que encontro de los cuales habia 25 vecinos y el resto eran esclavos contratados por Vernet Despues los hizo volver a todos a tierra excepto a siete que dejo a bordo Todos los prisioneros eran naturales argentinos y se llamaban Silvestre Nunez Domingo Balleja Dionisio Heredia Jacinto Correa Juan Placido Manuel un indio charrua y Joaquin Acuna A excepcion de este ultimo que fue liberado dos dias despues el resto permanecio esposado a bordo desde que el capitan salio de Malvinas rumbo a Montevideo Metealf los volvio a ver aun prisioneros en el puerto de la ultima ciudad aunque no tuvo contacto porque la centinela de la corbeta se lo prohibio 1 Consecuencias Editar Ventura Pasos sobre el ataque de la Lexington en la segunda pagina del diario porteno La Gaceta Mercantil del 1 de febrero de 1833 La accion cometida por Duncan causo conmocion e indignacion en Buenos Aires El diario porteno La Gaceta Mercantil califico el atentado de infraccion al derecho de gentes y ultraje al pabellon argentino El gobierno se nego a mantener cualquier tipo de contacto con Slacum y exigio a los Estados Unidos su reemplazo inmediato 49 En febrero de 1832 el ministro Garcia retiro el exequatur al consul Slacun y emitio una proclama acerca del atentado 4 Segun la version del Reino Unido el presidente estadounidense Andrew Jackson alabo al capitan Duncan por sus acciones Levi Woodbury el Secretario de la Armada estadounidense le escribio a Duncan el Presidente de los Estados Unidos aprueba el curso que usted siguio y se encuentra muy satisfecho con la prontitud la firmeza y la eficiencia de sus medidas 50 38 En su mensaje anual al congreso de los Estados Unidos repitio sus elogios al marino califico la captura argentina del Harriet como pirateria e insto a preparar una expedicion naval a fin de proteger los intereses estadounidenses en el Atlantico Sur 51 52 Entretanto Francis Baylies llego a Buenos Aires para reemplazar a Slacum como representante estadounidense en Buenos Aires Tenia instrucciones del secretario de Estado Edward Livingston de continuar la estrategia de su predecesor de ignorar la validez del decreto de nombramiento del comandante politico y militar de Malvinas Argumentaria erroneamente que el texto nunca habia sido publicado 38 aunque en una carta privada a Livingston la admite de plano 53 Ademas haria hincapie en el hecho de que los buques norteamericanos habian mantenido actividad en la zona por los ultimos cincuenta anos e intentaria negociar la firma de un acuerdo por el que las Provincias Unidas asegurarian a Washington un permiso para continuar con la actividad pesquera 38 No obstante al enterarse del accionar de la Lexington Livingston envio nuevas instrucciones para que Baylies endureciera su postura y apoyara al capitan Duncan en todo lo actuado Una de las primeras gestiones de Baylies fue presionar al ministro Manuel Vicente Maza para que admitiera que el comandante Vernet no era mas que un pirata 7 En junio de 1832 el Encargado de Negocios estadounidense Baylies siguiendo instrucciones de su gobierno exigio la desautorizacion de Vernet la devolucion de los bienes incautados por el y el pago de una indemnizacion A su vez nego rotundamente la legitimidad de los derechos y titulos de soberania argentina a favor de la del Reino Unido 21 Ante tales circunstancias el gobernador Juan Manuel de Rosas lo declaro persona non grata y le extendio los pasaportes correspondientes Maza contesto el 25 de junio asegurandole a Baylies que sus cargos contra Vernet debian ser tratados con especial consideracion y cuidado y que el gobierno argentino como parte de la investigacion en curso habia solicitado al comandante una respuesta ante los cargos del consulado norteamericano Como resultado Vernet habia comenzado la redaccion de un largo reporte de su manejo de la cuestion de las pesqueras estadounidenses 38 Rehusandose a esperar dicho reporte el consul estadounidense respondio el 26 de junio que no aceptaria ninguna explicacion de lo acontecido pues Estados Unidos no solo refutaba el derecho de Vernet a capturar y detener la propiedad de estadounidenses sino que tambien negaba la autoridad misma del gobierno de Buenos Aires sobre esas tierras El 4 de julio recibio una carta de Fox en la que le comunicaba las ambiciones del Reino Unido sobre el archipielago Esto extremo aun mas la postura de Baylies quien envio el 10 de julio una nota a Maza en la que repitiendo punto por punto los argumentos britanicos afirmaba que Estados Unidos no reconocia la potestad argentina sobre Malvinas 38 En contraste con su correspondencia publica en carta privada y confidencial del 24 de julio de 1832 a Livingston el consul admite de plano la validez del decreto de creacion de la comandancia 53 Maza aparentemente consciente de que la discusion con el enviado estadounidense era inconducente escribio una larga carta a Livingston fechada el 8 de agosto en la que protestaba por los actos de Slacum y Duncan defendia el derecho argentino a las islas y la decision de Vernet de apresar a los infractores reincidentes El 14 del mismo mes envio a Baylies el reporte de Vernet adjuntandole una nota en la que reclamaba urgente y completa satisfaccion por las ofensas de Slacum y Duncan y la inmediata reparacion e indemnizacion por sus estragos en el asentamiento argentino Baylies devolvio a Masa el reporte negandose a considerarlo luego solicito su pasaporte para dejar el pais Luego de una reunion en la que ambas partes mantuvieron sus afirmaciones el 3 de septiembre Maza envio a Baylies su pasaporte insistiendo en que Washington se disculpara por lo sucedido e indemnizara al Estado argentino por las perdidas causadas 38 El entendimiento estadounidense y britanico dio un paso adelante mientras se preparaba para dejar Buenos Aires Baylies se entrevisto con el ahora nuevo embajador britanico Fox a quien le comunico que Washington estaba dispuesto a reconocer la soberania britanica a cambio del otorgamiento de derechos de libre pesca en las aguas inmediatas 7 54 Ignorando las reservas del propio Slacum Baylies incluso animo a Fox para que su gobierno se apoderara de las islas por la fuerza El embajador britanico lo reporto inmediatamente a sus superiores Halle que el embajador de los Estados Unidos y su gobierno estaban completamente informados y listos para reconocer los derechos soberanos de Su Majestad Britanica sobre las Islas Malvinas Pero es mi deber anadir que los norteamericanos parecen reclamar tambien un derecho original para pescar libremente sobre todas las aguas adyacentes a las Islas Malvinas e incluso basar esta reclamacion en que el derecho de soberania sobre esas islas sea atribuido interesadamente being vested in a la corona britanica 38 Vernet regreso a Puerto Soledad sin recursos para reconstruir la colonia y para dotarla de las defensas necesarias Sin embargo continuo la planificacion de la reconstruccion Regularmente solicitaba que el gobierno de Buenos Aires le asignara recursos humanos y armamento pero no obtuvo ninguna respuesta formal El 10 de septiembre de 1832 el Ministerio de Guerra y Marina nombro por decreto al Sargento Mayor de Artilleria Jose Francisco Mestivier como Comandante Civil y Militar interino de las Malvinas y sus adyacentes 55 El 19 de noviembre Vernet y su familia abandonaron las islas para siempre en la goleta lobera Harriet que habia sido apresada a los estadounidenses 56 Juan Manuel de Rosas tambien habia ordenado el envio de una fuerza militar al mando de Jose Maria Pinedo con la goleta Sarandi 57 Cuando Baylies tomo conocimiento de este hecho y a punto de retornar a Estados Unidos califico el nombramiento del nuevo comandante de Malvinas como un acto ineficaz y una negacion directa de los reclamos britanicos y afirmo que el Reino Unido no podra renunciar a un derecho de caracter tan elevado y tan bien fundado como el suyo en favor de esta insignificante nacion Argentina para que sea utilizada con fines de pirateria 58 El gobierno argentino decidio emplazar a Baylies a que abandonara el territorio de las Provincias Unidas De aqui en mas y por los siguientes once anos ambas naciones no mantendrian embajadores formales ni relaciones diplomaticas oficiales 7 8 De regreso en su tierra natal Baylies vaticino que cualquier colonia que emanare de Buenos Aires y se establezca en las Malvinas se convertira inevitablemente en pirata 59 Un testimonio de un britanico habla sobre Vernet y su colonia tras el ataque estadounidense Mr Vernet no era ni un ladron ni pirata como lo califico el capitan Duncan por haber tratado de sostener su situacion y evitar que su establecimiento fuese defraudado por gentes que ningun derecho tenian sobre estas islas Por malos que hubiesen sido los procederes de Vernet el solo debia dar cuenta de ellos a su gobierno y los que obraban a sus ordenes teniendo el un nombramiento legal no merecian por cierto haber sido apresados como piratas engrillados y llevados al Plata en esa forma Ni tampoco era justo prescindiendo enteramente de consideraciones humanitarias destruir la naciente colonia forzar o despedazar las puertas y ventanas registrar las casas armarios y cajones pisotear las huertas romper los cercos y maltratar en tal forma a inofensivos pobladores que muchos meses despues cada vez que estos veian aproximarse un buque de guerra huian amedrentados hacia el interior ignorando como serian tratados 15 Debido a una gran cantidad de acusaciones y supuestas malas interpretaciones en su contra Vernet dirigio un oficio en diciembre de 1831 a Duncan en un intento de desvanecer calumnias ofreciendo someterse ante el y los testigos que designase a un careo con el capitan Davison de la Harriet Duncan lo rechazo argumentando que el comandante de la Lexington tiene prueba y bajo juramento que la goleta Harriet fue saqueada de casi todos los articulos que tenia a bordo por orden de Luis Vernet llamandose Gobernador y propietario de las islas Malvinas En ese contexto Robert Fitz Roy se expreso a favor de Vernet 15 He oido mucho Mr Vernet y sus procedimientos de muchas fuentes asi de enemigos como de amigos y aun cuando nunca me vi con el y por lo tanto no puedo ser parcial por amistad lamento sinceramente su desgracia y creo que ha sido muy calumniado Tras la ocupacion britanica Vernet intento obtener una indemnizacion del Gobierno de los Estados Unidos por las perdidas de la incursion del Lexington pero fracaso El indicaba que todo el asentamiento fue destruido pese a que los estadounidenses lo negaban 48 Matilde Vernet y Saez hija de Vernet y primera persona en nacer en las Malvinas se caso con Greenleaf Cilley un capitan estadounidense El la apoyo en su defensa de los derechos argentinos en las islas y ante el consulado de Estados Unidos en Buenos Aires protocolizo de puno y letra su desagravio personal ante el ataque de la Lexington 15 En 1884 la familia de Vernet ya fallecido recibio el apoyo del Gobierno del presidente Julio Argentino Roca que reabrio tanto la reclamacion sobre la Lexington con los Estados Unidos y la soberania de las Malvinas con Gran Bretana El Gobierno del Presidente estadounidense Grover Cleveland rechazo el reclamo argentino en 1885 John Belohlavek considero que el ataque era solo uno de los engranajes de una politica exterior que orquestada por el presidente Jackson reemplazaba con acciones armadas generalmente navales los lazos de cooperacion que sus antecesores habian procurado establecer con las nuevas naciones sudamericanas 60 Julius Goebel critica lo que llama la tradicion de la diplomacia del insulto hacia Sudamerica iniciada por su administracion Mas que ninguna otra persona fue quizas Jackson responsable de sustituir por una atmosfera de sospecha e inquina los sentimientos previos de amistad y buena voluntad fomentada por el gobierno norteamericano 51 En efecto la vision predominante en la administracion Jackson proveniente de un sistema de valores generalizado en los Estados Unidos de la epoca mantenia que los argentinos eran barbaros ignorantes y corruptos incapaces de mantener la observacion de la ley y mucho menos de honrar los principios del Estado de Derecho 8 Estados Unidos nunca quisieron reconocer su error pese a la renovacion de las protestas argentinas en 1841 y 1884 nunca se dieron las debidas satisfacciones ni la indemnizacion correspondiente a los danos ocasionados Pese a ello la Corte Federal de Massachusetts resolvio que los actos de Silas Duncan eran ilegitimos En un litigio en el cual se habia invocado el incidente de la Lexington esa corte resolvio que dicho funcionario no tenia derecho sin la direccion expresa de su Gobierno para entrar en la territorialidad de un pais en paz con los Estados Unidos y embargar los bienes encontrados alli reclamado por los ciudadanos de los Estados Unidos 61 39 En 1839 Carlos Maria de Alvear ministro plenipotenciario en Washington DC mantuvo en mision amistosa una entrevista con el secretario de Estado John Forsyth Entre ambos se trato el tema del ataque en las Malvinas Segun el informe de Alvear al gobierno sobre la conversacion se le dijo que el gobierno de Washington habia aprobado la accion de Duncan sin que ello hubiera tenido la menor intencion ni el deseo de hacer el mas minimo ultraje al gobierno ni a la Nacion Argentina Alvear tambien fue informado que a los Estados Unidos no les toca juzgar sobre el derecho de las Malvinas es decir si pertenecen a la Inglaterra o a ustedes Argentina 62 63 Vease tambien EditarComandancia politica y militar de las Islas Malvinas Ocupacion britanica de las islas Malvinas 1833 Cuestion de las Islas Malvinas Doctrina Monroe Anexo Intervenciones militares de los Estados UnidosReferencias Editar a b c d e f g h i j k Coleccion de documentos oficiales con que el gobierno instruye al cuerpo legislativo de la provincia del origen y Estado de las cuestiones pendientes con la Republica de los E U de Norte America sobre las islas Malvinas Buenos Aires Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de la Republica Argentina Google eBook 1832 Apendice a los documentos oficiales publicados sobre el asunto de Malvinas etc Buenos Aires Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de la Republica Argentina 1832 Caillet Bois Ricardo R 1982 Una tierra argentina Las Islas Malvinas Buenos Aires 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