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Transporte por jangadas en la cuenca del Plata

El transporte por jangadas en la cuenca del Plata refiere a un primitivo método que se empleó por más de un siglo para trasladar productos de la explotación de las más valiosas esencias forestales silvestres desde los montes y selvas de esa región de América del Sur hacia las industrias y mercados ubicados en las ciudades aguas abajo de los más importantes cursos fluviales de la cuenca del Plata, haciéndolo por medio de la flotación de conjuntos de grandes troncos sobre el descenso natural de las aguas de sus ríos, en especial en los de mayor porte (Paraguay, Paraná, Uruguay y Bermejo). Este método es denominado regionalmente “jangada”, mientras que en España procedimientos similares eran conocidos como almadías y maderadas,[1]​ aunque por la primigenia condición de sus forestas, la enorme diversidad de sus especies y la mucho mayor amplitud, volumen y extensión de los cursos acuáticos en los cuales se llevaba a cabo —amén de sus diametralmente opuestos rasgos hidrográficos—, la faena del transporte de esas enormes masas de leños cohesionados, en dicha región subtropical sudamericana, adquirió características propias.[2]

Historia

El término “jangada” en la región del Plata al parecer posee un origen en el idioma portugués. Al pronunciarse con la jota castellana y no con sonido como consonante fricativa postalveolar sorda (el aplicado a la “ye” en esa palabra en Brasil y buena parte de la población de habla hispana de esa región), se cree que podría haber llegado por vía escrita o poseer en realidad otro origen.[3]

Durante el siglo XIX y gran parte del siglo XX la jangada fue la única manera de poder explotar las regiones selváticas del Paraguay, el nordeste de la Argentina y el sur del Brasil,[4]​ paliando de este modo la carencia absoluta de buenos caminos y de puentes que permitiesen unir la zona de explotación maderera con las situadas aguas abajo, en donde se encontraban las industrias y centros de consumo de materiales madereros.[5]

Si bien en otras partes de los países del Cono Sur sudamericano se empleaba un método similar —por ejemplo en la región boscosa de la Patagonia[6][7]​ es en la zona de la cuenca del Plata donde adquiere una importancia comercial y cultural destacada, desarrollándose con características propias, adaptadas a los rasgos de la región.

En el Plata, para formar una jangada, primero los árboles eran apeados en los montes y selvas de los obrajes madereros (hasta una distancia de unos 20 kilómetros del río Alto Paraná del lado paraguayo[8]​ y 25 km del lado misionero) y,[9]​ mediante alzaprimas y yuntas de bueyes o mulas, sus troncos eran transportados a las barrancas de los grandes ríos, donde luego eran arrojados a las aguas. Allí, personal entrenado los iba reuniendo en un recodo o bahía tranquila, atándolos de manera rústica a troncos transversales más finos, empleando sogas, alambres y hasta lianas[10]​ y, a su vez, manteniendo siempre al conjunto asido al fuste de algún gran árbol de la ribera.

Se confeccionaban las jangadas exclusivamente con madera rolliza de las especies de mayor valor comercial, que en el caso misionero eran primero unas 4 o 5[11]​ a las que luego se les sumaron una veintena de especies más. En toda jangada formada en la selva paranaense era infaltable el cedro misionero (Cedrela fissilis), no solo por la calidad del producto sino también por ser usado como flotador de las jangadas,[12]​ colocando atravesados sobre ellos los de especies con maderas más pesadas que el agua. Con la misma función de flotador se empleaba a troncos de timbó colorado (Enterolobium contortisiliquum), de madera valiosa pero con menor valor comercial que la del cedro, el cual pasó a ser sobrexplotado, lo cual ponía en peligro todo el sistema de transporte de los productos forestales en jangadas ante la falta de una buena especie flotadora que lo supliera.[13]

El viaje final solo se emprendía cuando el número de troncos llegaba a una cierta cantidad; entonces se liberaba la atadura costera, y al conjunto se lo alejaba de las márgenes ribereñas mediante largas cañas tacuaras o varas de madera llamadas “botadores”, a modo de pértigas.[14]​ La misma corriente fluvial era la encargada de movilizar la gigantesca carga de madera, por lo que el movimiento acompañaba el natural deslizamiento de las aguas buscando la desembocadura. Por esta razón el viaje insumía hasta semanas,[15]​ para transitar los cerca de 2000 kilómetros que comprendían los recorridos más extensos.

Durante las noches se ataba la jangada a alguna isla, para evitar que pueda ser embestida por una embarcación.[16]​ Esto prolongaba aún más el viaje. De allí que sobre la estructura los encargados de llevar el envío, denominados “jangaderos”, levantaban un rancho donde dormían y cocinaban. Debían estar atentos para evitar que la jangada se enganche en alguna punta costera o en las abundantes islas de su cauce, ya que de ocurrir el incidente el liberarla era una faena extenuante.[17]

Esto se agravaba en los sectores de meandros y en bajante, por lo que si el río no presentaba cierto nivel, se mantenía la jangada en espero el tiempo necesario,[9]​ período que podía superar un mes.[14]​Cuando las aguas volvían a un nivel adecuado, se liberaban las jangadas, las que podían pasar las poblaciones ribereñas en elevados números, llegando al medio centenar de formación en el Alto río Uruguay.[14]

Otro peligro eran las tormentas de viento, ya que el embate de las olas lograba desarmar la unidad de los troncos, haciendo que cada uno flote a la deriva en solitario. Además de la pérdida económica que eso significaba, estos se tornaban en un serio peligro para la navegación convencional, ya que en razón del elevado peso específico de muchas de las especies explotadas, sobresalían muy poco sobre la superficie de las aguas, haciendo muy dificultoso el avistarlos a tiempo para poder eludirlos e impedir el impacto.

Igual daño a la jangada podían infligir en épocas de bajantes del nivel del río, los rápidos y correderas, es decir, anfractuosidades de piedras duras que afloraban interponiéndose en la corriente, generando borbollones y correntadas que aflojaban las ataduras de las jangadas.[14]​ En el Alto río Paraná el más peligroso era el de los saltos del Apipé (hoy sumergidos por la represa hidroeléctrica de Yacyretá); para superarlos se dividía la gran jangada en jangadas más pequeñas con las cuales se intentaba sobrepasarlos de a una por vez. Luego de haber superado el obstáculo, se volvía a formar la unidad original y se proseguía el viaje.[16]​ Cuando el salto era mayor, directamente debía desarmarse la jangada y trasladarse por tierra hasta el primer punto tranquilo aguas abajo. Esto era lo que ocurría en la línea de jangadas que bajaba por el curso del río Uruguay con maderas de la selva misionera. Al no poder atravesar las temidas cascadas de Salto Grande (hoy sumergidas al erigirse sobre ellas la represa homónima, se retiraban los troncos del río y se los llevaba hacia la ciudad de Federación (una de las de mayor historia maderera de la región); allí recibían un primer aserrado, antes de rearmarlos y continuar el descenso acuático rumbo a Buenos Aires.[18]

En una primera época era solo la acción de la corriente de las aguas que bajaban la que ejercía la fuerza para movilizar las jangadas. Con el tiempo se prefirió acelerar el transporte haciendo que la planchada de troncos sea arrastrada por una lancha remolcadora.[16]​ Una segunda embarcación se situaba por detrás de la jangada, la cual tenía la función de dirigirla y enderezarla para evitar que las aguas la arrojen contra la costa.[14]

El ocaso de las jangadas

Con el transcurrir del siglo XX fueron construyéndose rutas que comunicaron la región explotada con las ciudades del sur, al principio fueron de carpeta de tierra, posteriormente enripiada y finalmente asfáltica, lo que, junto a la erección de puentes que salvaban todos los cursos fluviales interpuestos, incluso los grandes ríos, a los que se los podía transponer incluso por medio de un túnel subfluvial, permitía el viaje en camión desde el mismo establecimiento hasta el lejano aserradero en el transcurso de pocas horas.

Con el aumento del transporte por buques, las jangadas resultaban un obstáculo para estos, por lo que se cambió los reglamentos de navegación para que el descenso de las mismas no pueda superar la altura de la ciudad de Corrientes, debiendo en la misma desarmarse cada jangada y los troncos ser transbordados a vagones para continuar su viaje por tren. Frente a tales circunstancias, el empleo de las jangadas para cubrir solo una parte del trayecto fue perdiendo su razón económica.[16]

En la provincia de Misiones otro factor que coadyuvó al abandono del transporte por jangadas fue que como tanto el río Alto Paraná como el Alto Uruguay constituyen límites internacionales, por lo que aun cuando la madera provenga de territorio argentino y se trasladase a puertos del mismo país, al embarcar y desembarcarla debían realizarse trámites aduaneros en los principales destinos de la madera transportada (las ciudades de Buenos Aires y Rosario), formalidades de las cuales estaban eximidos los transportes de troncos que utilizaban las vías terrestres.[19]

Las jangadas en la cultura popular

La pieza musical folklórica argentina “Canción del Jangadero”, de Jaime Dávalos y Eduardo Falú,[20]​ hace referencia a este antiguo medio de transporte fluvial del litoral y la dureza del trabajo de los jangaderos.[21]​ La misma fue muy popular en las décadas de 1960 y 70, precisamente cuando las jangadas comenzaban a desaparecer.

El escritor uruguayo Horacio Quiroga escribió dos guiones cinematográficos que no llegaron a filmarse, uno de ellos era el denominado “La jangada”, el cual estaba basado en dos de sus cuentos: “Los mensú” y “Una bofetada”.[22]​ Fue un antecedente destacado a otros films que narrarían el trasfondo de injusticias sociales que vivían los mensús, es decir, los trabajadores del monte misionero-paraguayo, en ambos casos sobre la explotación de los cosechadores de la yerba mate: “Prisioneros de la tierra” —de Mario Soffici, del año 1939 (basado en cuentos del propio Quiroga adaptados al relato cinematográfico por su propio hijo Darío)—[23]​ y “Las aguas bajan turbias” —de Hugo del Carril, del año 1952—, hitos del cine político-social de las primeras décadas del cine argentino.[24]

Véase también

Referencias

  1. Piqueras-Haba, Juan & Carmen Sanchís Deusa “El transporte fluvial de madera en España”. pdf.
  2. Zarrilli, A. (2008). Bosques y agricultura: una mirada a los límites históricos de sustentabilidad de los bosques argentinos en un contexto de la explotación capitalista en el siglo XX. Revista Luna Azul, 26, 87-106.
  3. Rona, J. P. (1963). Sobre algunas etimologías rioplatenses. Anuario de Letras, 3.
  4. Onghero, A. L., & Franceschi, L. A. Rio Uruguai, usos e recursos: memórias de moradores do Oeste de Santa Catarina e Noroeste do Rio Grande do Sul.
  5. Gallero, M. C., & Pini, C. M. H. (2014). Colonización, inmigración y etnicidad en la provincia de Misiones, Argentina. Etapa II. Cartografia etnografica de la plurietnicidad en Misiones. Argentina. 16H237.
  6. de la Orden, Claudia (2010). Una mirada al pasado para comprender nuestro presente. Boletín de Interpretación, número 8.
  7. Rey, H. D. (2004). El destino de tres actividades económicas en el Nahuel Huapi a principios del siglo XX: forestal-maderera; cerealera-derivados; turística. Revista Pilquen, (6).
  8. Otero, Delia del Pilar (2002). Articulación estado-región de frontera en el área de Misiones o Palmas. Cuadernos de Historia. Serie Economía y Sociedad Número 5, ISSN 1514-5816. Centro de Investigaciones María Saleme de Burnichon, Universidad Nacional de Córdoba.
  9. Mastrangelo, A. (2012). De enemigo vencido a tesoro cercado: un estudio etnohistórico sobre el ambiente en la producción forestal del Alto Paraná de Misiones (Arg.). Avá, (20), 09-32.
  10. Luz, Aujor Ávila da (1952). Os Fanáticos – Crimes e aberrações da religiosidade dos nossos caboclos. Florianópolis: Imprensa Oficial.
  11. Vallejos, J. E. (2014). Selva, tierra y agua: 80 años del Parque Nacional Iguazú (1934-2014). Historia y Frontera, (3).
  12. Devoto, Franco Enrique (1934). Los bosques y la economía forestal argentina.
  13. Koutché, Vsevolod (1938). Los bosques y las maderas de Misiones. Buenos Aires: Dirección General de Tierras, Ministerio de Agricultura.
  14. Boher, Julio (1987). Alba Posse: avanzada colonizadora del Alto Uruguay. Artes Gráficas Panorama, Brock. S.E. Posadas. 92 páginas.
  15. Mercanti, J. A. (1983). Economía forestal de Misiones. Ediciones Montoya.
  16. Devoto, Franco E. y Rothkugel, Máximo. Informe sobre los bosques del Parque Nacional Iguazú. Tomo XXXVII Nro. 1-4. Extracto del Boletín del Ministerio de Agricultura de la Nación. Enero – Diciembre 1935. Buenos Aires.
  17. Bellani, Eli Maria (1995). Balsas e balseiros no rio Uruguai (1930-1950). In: Para uma história do Oeste catarinense: 10 anos de CEOM. Chapecó: UNOESC. pp.111-139.
  18. Wallingre, N. (2010). Contribuição do turismo ao desenvolvimento local: evolução experimentada na cidade de Federação, Argentina. Revista Turismo em Análise, 21(3), 539-566.
  19. Scalerandi, Verónica (2011). Cabure-í. Tesis de maestría. Posadas: Programa de Postgrado en Antropología Social de la UNaM. Mimeo.
  20. Liberali, A. M. (2011). Geografía sin toga y sin pizarrón. GeoGraphos: Revista Digital para Estudiantes de Geografía y Ciencias Sociales., 2(5), 1-19.
  21. Gassmann, C. E. (2014). Estrofas en las luchas por las significaciones: La canción comprometida en la Argentina. Humania del Sur, 9(16).
  22. Clarasó, M. (1979). Horacio Quiroga y el cine. Revista Iberoamericana, 45(108), 613-622.
  23. Abraham, Tomás. "Prisioneros de la tierra (1939). Polémica entre el arte social y el arte por el arte" el 15 de mayo de 2009 en Wayback Machine., Sitio oficial de Tomás Abraham.
  24. Stephanis, R. M. (2009). From resurrection to recognition: Argentina's Misiones Province and the national imaginary. Princeton University.

Enlaces externos

  • “Los mensú”. (pdf) Cuento de Horacio Quiroga. Biblioteca Virtual Universal.
  •   Datos: Q21483956

transporte, jangadas, cuenca, plata, para, otros, usos, este, término, véase, jangada, desambiguación, transporte, jangadas, cuenca, plata, refiere, primitivo, método, empleó, más, siglo, para, trasladar, productos, explotación, más, valiosas, esencias, forest. Para otros usos de este termino vease Jangada desambiguacion El transporte por jangadas en la cuenca del Plata refiere a un primitivo metodo que se empleo por mas de un siglo para trasladar productos de la explotacion de las mas valiosas esencias forestales silvestres desde los montes y selvas de esa region de America del Sur hacia las industrias y mercados ubicados en las ciudades aguas abajo de los mas importantes cursos fluviales de la cuenca del Plata haciendolo por medio de la flotacion de conjuntos de grandes troncos sobre el descenso natural de las aguas de sus rios en especial en los de mayor porte Paraguay Parana Uruguay y Bermejo Este metodo es denominado regionalmente jangada mientras que en Espana procedimientos similares eran conocidos como almadias y maderadas 1 aunque por la primigenia condicion de sus forestas la enorme diversidad de sus especies y la mucho mayor amplitud volumen y extension de los cursos acuaticos en los cuales se llevaba a cabo amen de sus diametralmente opuestos rasgos hidrograficos la faena del transporte de esas enormes masas de lenos cohesionados en dicha region subtropical sudamericana adquirio caracteristicas propias 2 Indice 1 Historia 2 El ocaso de las jangadas 3 Las jangadas en la cultura popular 4 Vease tambien 5 Referencias 6 Enlaces externosHistoria EditarEl termino jangada en la region del Plata al parecer posee un origen en el idioma portugues Al pronunciarse con la jota castellana y no con sonido como consonante fricativa postalveolar sorda el aplicado a la ye en esa palabra en Brasil y buena parte de la poblacion de habla hispana de esa region se cree que podria haber llegado por via escrita o poseer en realidad otro origen 3 Durante el siglo XIX y gran parte del siglo XX la jangada fue la unica manera de poder explotar las regiones selvaticas del Paraguay el nordeste de la Argentina y el sur del Brasil 4 paliando de este modo la carencia absoluta de buenos caminos y de puentes que permitiesen unir la zona de explotacion maderera con las situadas aguas abajo en donde se encontraban las industrias y centros de consumo de materiales madereros 5 Si bien en otras partes de los paises del Cono Sur sudamericano se empleaba un metodo similar por ejemplo en la region boscosa de la Patagonia 6 7 es en la zona de la cuenca del Plata donde adquiere una importancia comercial y cultural destacada desarrollandose con caracteristicas propias adaptadas a los rasgos de la region En el Plata para formar una jangada primero los arboles eran apeados en los montes y selvas de los obrajes madereros hasta una distancia de unos 20 kilometros del rio Alto Parana del lado paraguayo 8 y 25 km del lado misionero y 9 mediante alzaprimas y yuntas de bueyes o mulas sus troncos eran transportados a las barrancas de los grandes rios donde luego eran arrojados a las aguas Alli personal entrenado los iba reuniendo en un recodo o bahia tranquila atandolos de manera rustica a troncos transversales mas finos empleando sogas alambres y hasta lianas 10 y a su vez manteniendo siempre al conjunto asido al fuste de algun gran arbol de la ribera Se confeccionaban las jangadas exclusivamente con madera rolliza de las especies de mayor valor comercial que en el caso misionero eran primero unas 4 o 5 11 a las que luego se les sumaron una veintena de especies mas En toda jangada formada en la selva paranaense era infaltable el cedro misionero Cedrela fissilis no solo por la calidad del producto sino tambien por ser usado como flotador de las jangadas 12 colocando atravesados sobre ellos los de especies con maderas mas pesadas que el agua Con la misma funcion de flotador se empleaba a troncos de timbo colorado Enterolobium contortisiliquum de madera valiosa pero con menor valor comercial que la del cedro el cual paso a ser sobrexplotado lo cual ponia en peligro todo el sistema de transporte de los productos forestales en jangadas ante la falta de una buena especie flotadora que lo supliera 13 El viaje final solo se emprendia cuando el numero de troncos llegaba a una cierta cantidad entonces se liberaba la atadura costera y al conjunto se lo alejaba de las margenes riberenas mediante largas canas tacuaras o varas de madera llamadas botadores a modo de pertigas 14 La misma corriente fluvial era la encargada de movilizar la gigantesca carga de madera por lo que el movimiento acompanaba el natural deslizamiento de las aguas buscando la desembocadura Por esta razon el viaje insumia hasta semanas 15 para transitar los cerca de 2000 kilometros que comprendian los recorridos mas extensos Durante las noches se ataba la jangada a alguna isla para evitar que pueda ser embestida por una embarcacion 16 Esto prolongaba aun mas el viaje De alli que sobre la estructura los encargados de llevar el envio denominados jangaderos levantaban un rancho donde dormian y cocinaban Debian estar atentos para evitar que la jangada se enganche en alguna punta costera o en las abundantes islas de su cauce ya que de ocurrir el incidente el liberarla era una faena extenuante 17 Esto se agravaba en los sectores de meandros y en bajante por lo que si el rio no presentaba cierto nivel se mantenia la jangada en espero el tiempo necesario 9 periodo que podia superar un mes 14 Cuando las aguas volvian a un nivel adecuado se liberaban las jangadas las que podian pasar las poblaciones riberenas en elevados numeros llegando al medio centenar de formacion en el Alto rio Uruguay 14 Otro peligro eran las tormentas de viento ya que el embate de las olas lograba desarmar la unidad de los troncos haciendo que cada uno flote a la deriva en solitario Ademas de la perdida economica que eso significaba estos se tornaban en un serio peligro para la navegacion convencional ya que en razon del elevado peso especifico de muchas de las especies explotadas sobresalian muy poco sobre la superficie de las aguas haciendo muy dificultoso el avistarlos a tiempo para poder eludirlos e impedir el impacto Igual dano a la jangada podian infligir en epocas de bajantes del nivel del rio los rapidos y correderas es decir anfractuosidades de piedras duras que afloraban interponiendose en la corriente generando borbollones y correntadas que aflojaban las ataduras de las jangadas 14 En el Alto rio Parana el mas peligroso era el de los saltos del Apipe hoy sumergidos por la represa hidroelectrica de Yacyreta para superarlos se dividia la gran jangada en jangadas mas pequenas con las cuales se intentaba sobrepasarlos de a una por vez Luego de haber superado el obstaculo se volvia a formar la unidad original y se proseguia el viaje 16 Cuando el salto era mayor directamente debia desarmarse la jangada y trasladarse por tierra hasta el primer punto tranquilo aguas abajo Esto era lo que ocurria en la linea de jangadas que bajaba por el curso del rio Uruguay con maderas de la selva misionera Al no poder atravesar las temidas cascadas de Salto Grande hoy sumergidas al erigirse sobre ellas la represa homonima se retiraban los troncos del rio y se los llevaba hacia la ciudad de Federacion una de las de mayor historia maderera de la region alli recibian un primer aserrado antes de rearmarlos y continuar el descenso acuatico rumbo a Buenos Aires 18 En una primera epoca era solo la accion de la corriente de las aguas que bajaban la que ejercia la fuerza para movilizar las jangadas Con el tiempo se prefirio acelerar el transporte haciendo que la planchada de troncos sea arrastrada por una lancha remolcadora 16 Una segunda embarcacion se situaba por detras de la jangada la cual tenia la funcion de dirigirla y enderezarla para evitar que las aguas la arrojen contra la costa 14 El ocaso de las jangadas EditarCon el transcurrir del siglo XX fueron construyendose rutas que comunicaron la region explotada con las ciudades del sur al principio fueron de carpeta de tierra posteriormente enripiada y finalmente asfaltica lo que junto a la ereccion de puentes que salvaban todos los cursos fluviales interpuestos incluso los grandes rios a los que se los podia transponer incluso por medio de un tunel subfluvial permitia el viaje en camion desde el mismo establecimiento hasta el lejano aserradero en el transcurso de pocas horas Con el aumento del transporte por buques las jangadas resultaban un obstaculo para estos por lo que se cambio los reglamentos de navegacion para que el descenso de las mismas no pueda superar la altura de la ciudad de Corrientes debiendo en la misma desarmarse cada jangada y los troncos ser transbordados a vagones para continuar su viaje por tren Frente a tales circunstancias el empleo de las jangadas para cubrir solo una parte del trayecto fue perdiendo su razon economica 16 En la provincia de Misiones otro factor que coadyuvo al abandono del transporte por jangadas fue que como tanto el rio Alto Parana como el Alto Uruguay constituyen limites internacionales por lo que aun cuando la madera provenga de territorio argentino y se trasladase a puertos del mismo pais al embarcar y desembarcarla debian realizarse tramites aduaneros en los principales destinos de la madera transportada las ciudades de Buenos Aires y Rosario formalidades de las cuales estaban eximidos los transportes de troncos que utilizaban las vias terrestres 19 Las jangadas en la cultura popular EditarLa pieza musical folklorica argentina Cancion del Jangadero de Jaime Davalos y Eduardo Falu 20 hace referencia a este antiguo medio de transporte fluvial del litoral y la dureza del trabajo de los jangaderos 21 La misma fue muy popular en las decadas de 1960 y 70 precisamente cuando las jangadas comenzaban a desaparecer El escritor uruguayo Horacio Quiroga escribio dos guiones cinematograficos que no llegaron a filmarse uno de ellos era el denominado La jangada el cual estaba basado en dos de sus cuentos Los mensu y Una bofetada 22 Fue un antecedente destacado a otros films que narrarian el trasfondo de injusticias sociales que vivian los mensus es decir los trabajadores del monte misionero paraguayo en ambos casos sobre la explotacion de los cosechadores de la yerba mate Prisioneros de la tierra de Mario Soffici del ano 1939 basado en cuentos del propio Quiroga adaptados al relato cinematografico por su propio hijo Dario 23 y Las aguas bajan turbias de Hugo del Carril del ano 1952 hitos del cine politico social de las primeras decadas del cine argentino 24 Vease tambien EditarDeforestacion Hidrovia Parana Paraguay Transporte en ArgentinaReferencias Editar Piqueras Haba Juan amp Carmen Sanchis Deusa El transporte fluvial de madera en Espana pdf Zarrilli A 2008 Bosques y agricultura una mirada a los limites historicos de sustentabilidad de los bosques argentinos en un contexto de la explotacion capitalista en el siglo XX Revista Luna Azul 26 87 106 Rona J P 1963 Sobre algunas etimologias rioplatenses Anuario de Letras 3 Onghero A L amp Franceschi L A Rio Uruguai usos e recursos memorias de moradores do Oeste de Santa Catarina e Noroeste do Rio Grande do Sul Gallero M C amp Pini C M H 2014 Colonizacion inmigracion y etnicidad en la provincia de Misiones Argentina Etapa II Cartografia etnografica de la plurietnicidad en Misiones Argentina 16H237 de la Orden Claudia 2010 Una mirada al pasado para comprender nuestro presente Boletin de Interpretacion numero 8 Rey H D 2004 El destino de tres actividades economicas en el Nahuel Huapi a principios del siglo XX forestal maderera cerealera derivados turistica Revista Pilquen 6 Otero Delia del Pilar 2002 Articulacion estado region de frontera en el area de Misiones o Palmas Cuadernos de Historia Serie Economia y Sociedad Numero 5 ISSN 1514 5816 Centro de Investigaciones Maria Saleme de Burnichon Universidad Nacional de Cordoba a b Mastrangelo A 2012 De enemigo vencido a tesoro cercado un estudio etnohistorico sobre el ambiente en la produccion forestal del Alto Parana de Misiones Arg Ava 20 09 32 Luz Aujor Avila da 1952 Os Fanaticos Crimes e aberracoes da religiosidade dos nossos caboclos Florianopolis Imprensa 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Revista Turismo em Analise 21 3 539 566 Scalerandi Veronica 2011 Cabure i Tesis de maestria Posadas Programa de Postgrado en Antropologia Social de la UNaM Mimeo Liberali A M 2011 Geografia sin toga y sin pizarron GeoGraphos Revista Digital para Estudiantes de Geografia y Ciencias Sociales 2 5 1 19 Gassmann C E 2014 Estrofas en las luchas por las significaciones La cancion comprometida en la Argentina Humania del Sur 9 16 Claraso M 1979 Horacio Quiroga y el cine Revista Iberoamericana 45 108 613 622 Abraham Tomas Prisioneros de la tierra 1939 Polemica entre el arte social y el arte por el arte Archivado el 15 de mayo de 2009 en Wayback Machine Sitio oficial de Tomas Abraham Stephanis R M 2009 From resurrection to recognition Argentina s Misiones Province and the national imaginary Princeton University Enlaces externos Editar Los mensu pdf Cuento de Horacio Quiroga Biblioteca Virtual Universal Datos Q21483956 Obtenido de https es wikipedia org w index php title Transporte por jangadas 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