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Juan Sánchez Cotán

Juan Sánchez Cotán (Orgaz, Toledo, 1560-Granada, 1627) fue un pintor español, discípulo de Blas de Prado e influido por algunos artistas que trabajaron en El Escorial, como Luca Cambiaso o Juan Fernández Navarrete. Sánchez Cotán trabajó en Toledo, donde contó con una importante clientela, hasta que en 1603 decidió ingresar como hermano lego en la Cartuja, una de las órdenes religiosas de más estricta observancia, estableciéndose en Granada hasta su fallecimiento el 8 de septiembre de 1627, fiesta de la Natividad de la Virgen, el mismo día que, según subrayaba Antonio Palomino, había profesado como cartujo en 1604.

Bodegón de caza, hortalizas y frutas, firmado «Ju. Sanchez cotan f./1602», óleo sobre lienzo, 69 x 89 cm, Madrid, Museo del Prado.

El grueso de su obra lo constituyen las pinturas de asunto religioso, destacando las muy numerosas que realizó para su cartuja de Granada. Cultivó también el retrato y el paisaje, pero es célebre por sus bodegones, especialmente desde la celebración en Madrid, en 1935, de la exposición Floreros y bodegones en la pintura española, que resultó clave para la revalorización crítica del bodegón español.[1]​ Entre las obras expuestas en aquella ocasión figuraban dos pinturas de Sánchez Cotán que llamaron la atención: el Bodegón de caza, hortalizas y frutas (ahora en el Museo del Prado) y el Bodegón del cardo (Museo de Bellas Artes de Granada), que se iban a convertir en una de las piedras angulares de la historia de la naturaleza muerta en España.[2]

Por el sentido austero de su composición y la sobriedad de sus manjares, sus bodegones, como los posteriores de Zurbarán, se interpretaron en clave mística por críticos como Emilio Orozco o Cavestany, al tiempo que se insistía en distanciarlos de los «opulentos» bodegones flamencos, recalcando su carácter «singular» dentro del contexto europeo y lo que se estimaban paralelismos con la literatura ascética española del Siglo de Oro.[3]​ Por el contrario, Julián Gállego,[4]​ años más tarde, al tiempo que recuperaba el lenguaje alegórico de las flores y los frutos, opuso a la supuesta sobriedad de estos bodegones el valor que tales viandas tenían en su época, donde podían ser consideradas como auténticas golosinas y recordaba cómo a Guzmán de Alfarache se le hacía la boca agua ante el arcón de Monseñor Ilustrísimo Cardenal, su amo romano:

Allí estaba la pera bergamota de Aranjuez, la ciruela ginovisca, melón de Granada, cidra sevillana, naranja y toronja de Plasencia, limón de Murcia, pepino de Valencia, tallos de las Islas, berenjena de Toledo, orejones de Aragón, patata de Málaga. Tenía camuesa, zanahoria, calabaza, confituras de mil maneras y otro infinito número de diferencias que me traían el espíritu inquieto y el alma desasosegada.[5]

Biografía

 
Aparición de la Virgen del Rosario a los cartujos, Museo de Bellas Artes de Granada (333 x 231 cm) Antonio Palomino afirma que el pintor se retrató en él, suponiéndose por tal motivo que el monje que aparece en primer término a la derecha sea su autorretrato.

Sánchez Cotán fue bautizado el 25 de junio de 1560 en Orgaz (Toledo), siendo sus padres Bartolomé Sánchez de Plasencia y Catalina Ramos. La partida de bautismo, dada a conocer por Emilio Orozco Díaz, ha suscitado algunas dudas al no coincidir en ella el nombre de la madre con el que dio el pintor en su testamento de 1603, donde se decía hijo de Ana Quiñones, nombre que también llevaba una hermana. Este era igualmente el nombre que le daba Palomino y el que figuraba en la información de limpieza de sangre para el ingreso en la cartuja de 1604. Por este último documento se conocen también los nombres de los abuelos, todos residentes en Orgaz, habiendo tomado el pintor su segundo apellido del abuelo materno, Alonso Cotán.[6][7]

Se desconoce la profesión del padre y, por consiguiente, si pudo tener alguna influencia en la inclinación a la pintura de Juan, pero consta que un hermano, Alonso Sánchez Cotán, fue escultor con residencia en Alcázar de San Juan (Ciudad Real), profesión que heredaron sus hijos, Alonso y Damián, aunque este último es posible que se dedicara únicamente a las labores de dorado y estofado en el taller de escultura familiar.[8]

Pintor en Toledo

Antonio Palomino afirma que fue discípulo de Blas de Prado en Toledo, con quien «se aventajó en pintar frutas».[9]​ Aunque no se haya podido confirmar documentalmente, esta relación de aprendizaje resulta verosímil. Prado, que realizó frecuentes viajes a El Escorial asimilando las tendencias manieristas que allí se practicaban, habría sido, según las fuentes literarias, el creador del bodegón español, aunque ninguno de su mano se haya conservado.[10]​ Por otra parte, su relación amistosa y profesional con Sánchez Cotán está acreditada hasta el mismo año de su muerte en 1599.

El testamento que redactó Sánchez Cotán en 1603, cuando se disponía a tomar el hábito cartujo, junto con el inventario de sus bienes llevado a cabo por sus albaceas, son la mejor fuente de información disponible para el conocimiento de su trayectoria humana y profesional hasta ese año.[11]​ De ellos se deduce que el pintor había llevado una vida desahogada, contando con una clientela amplia formada por algunos miembros de la nobleza local y muchos eclesiásticos, sin desdeñar la realización de tareas poco cualificadas para clientes de menor rango, como puede ser el escudo de armas del arzobispo de Toledo pintado para un zapatero. La relación de sus deudores era también numerosa, figurando entre ellos los herederos de su antiguo maestro. En su casa, que a la vez servía de taller, disponía de algunos objetos de valor e instrumentos musicales, pero pocos libros, entre los que se contaba uno de pintura de Blas de Prado y un «librillo de dibujos» del mismo, junto con un libro de perspectiva de Vignola. Otro era el Flos sanctorum de Alonso de Villegas, que podía servir tanto de libro de devoción como de herramienta útil para un pintor cuya dedicación principal era, precisamente, la pintura de santos. De su religiosidad, antes de ingresar cartujo, únicamente dan testimonio un hábito franciscano, un rosario y algunas reliquias que hizo enviar a la cartuja de Granada junto con unos anteojos y algunos pinceles.

En el inventario se recogían también cerca de sesenta pinturas, la mitad de asunto religioso, trece retratos, entre ellos un autorretrato esbozado, y nueve bodegones. No todas eran de su mano. Sánchez Cotán contaba con dos obras del Greco, una Verónica y un Crucifijo vivo.[12]​ El arte singular del cretense, quien figuraba además entre sus deudores, no dejó, sin embargo, huella perceptible en el pintor de Orgaz. Su inclinación se dirigía con preferencia hacia la pintura escurialense, contando también con un Cristo del Mudo y una Oración del huerto de Luca Cambiaso «no acabada» y quizá copia. Tras Blas de Prado el pintor con el que aparece más estrechamente relacionado es con Juan de Salazar, a quien nombró albacea testamentario. Propietario del Bodegón de caza, hortalizas y frutas, Salazar había trabajado en El Escorial como iluminador de los libros de coro y continuaba en esa labor al servicio del arzobispado de Toledo.[13]​ Influido por Jacopo Bassano, abundaban en su pintura los detalles naturalistas, afición que debió de transmitir a Sánchez Cotán quien, aunque de forma ocasional, no dudaría en recurrir a detalles de ese género en sus pinturas.

 
La barbuda de Peñaranda, inscripción en letras capitales: «BRÍGIDA DEL RÍO DE/ PEÑA ARANDA DE E/DAD DE L AÑOS/MDXC». Museo del Prado, Madrid, Óleo sobre lienzo (102 x 61 cm). El interés, compartido en la época, por los casos extraordinarios se pone de manifiesto en este único retrato de Sánchez Cotán que se ha conservado.

Algunas de las pinturas autógrafas de Sánchez Cotán citadas en los documentos tienen rasgos inequívocamente bassanescos, entre las que se podrían destacar dos paisajes dedicados a las estaciones del año, en tanto otras se describen directamente como copias, así «un lienzo de Bassano grande empezado a bosquejar» y otro «donde están bosquejadas unas cabezas de viejos y otras cosas del Vasan». También se mencionan copias de Tiziano, que podrían responder a los gustos de la clientela más que al interés del propio artista por la pintura veneciana, cuya influencia queda muy diluida al no incorporar Sánchez Cotán en su pintura la técnica suelta ni el sentido del color de los maestros venecianos.[14]

Una de esas copias de Tiziano era la del Rapto de Europa, actualmente en Boston. No se trataba, además, de la única pintura de tema mitológico con resonancias eróticas guardada en el obrador, donde se encontraba también un Juicio de Paris quizá de su mano.[15]

En cuanto a los bodegones que le darían fama, el inventario de 1603, en el que se mencionan ya buena parte de los seis actualmente conocidos, deja ver inequívocamente cómo, a partir de un número reducido de originales, eran objeto de copias hechas por el mismo Sánchez Cotán a demanda de la clientela. Al bodegón conservado en el Museo del Prado, propiedad de Juan de Salazar, alude probablemente una entrada del inventario donde se menciona «un lienzo del cardo adonde están las perdices que es el original de los demás», en tanto otro se describe como «lienzo de frutas que es como el de Juan de Salazar».[16]

Más numerosos son los retratos, en los que se incluyen los que hizo de personajes toledanos, miembros de su nutrida clientela, junto con otros, que han de ser copias de pinturas ajenas, de miembros de la familia real, entre los que figuraba uno «de la reina inglesa». A juzgar por el número de los retratos que guardaba en el taller, algunos solo bosquejados, y los que menciona en el testamento por debérsele aún parte del pago, debió de ser esta su principal ocupación tras la pintura religiosa y por delante de la «pintura de frutas» en la que, según Palomino, habría destacado antes de abandonar Toledo. De su labor en este orden, sin embargo, únicamente se ha conservado el retrato de Brígida del Río, La barbuda de Peñaranda (1590) guardado en el Museo del Prado tras su paso por la colección real. Del interés que despertó el caso de esta desdichada mujer se encuentra otra prueba en el emblema que le dedicó en fecha próxima el toledano Sebastián de Covarrubias, quien se ocupaba de ella como de un caso de hermafroditismo y calificaba su retrato de monstruo horrendo y raro tenido por presagio de mal agüero.[17]

Hermano lego en la Cartuja de Granada

 
San José con el Niño Jesús, óleo sobre lienzo, 221 x 156,2 cm, Barnard Castle, Bowes Museum.

Sánchez Cotán firmó su testamento el 10 de agosto de 1603 con intención de ingresar cartujo en Granada, a donde se desplazaría poco más tarde. Es posible, sin embargo, que no se dirigiese inmediatamente a la cartuja y que pasase antes unos meses en el convento de los Agustinos calzados de aquella ciudad, hasta que, superado el examen de limpieza de sangre, profesase en la cartuja granadina el 8 de septiembre de 1604. Más tarde, quizá al cumplirse los dos primeros años de noviciado, se trasladó a la cartuja de El Paular, donde consta que se encontraba en 1610, cuando concertó con su sobrino Juan Sánchez Cotán la pintura de un retablo para la iglesia de San Pablo de los Montes (Toledo). En la propia cartuja de El Paular dejó algunas pinturas descritas por Antonio Palomino, al parecer todas perdidas, aunque podrían ser de esa procedencia la Muerte de San Bruno actualmente en la iglesia de la plaza Carnot en Montignac (Francia) y el monumental San José con el Niño de Barnard Castle, Bowes Museum.[18]

Dos años más tarde se encontraba de nuevo en Granada, pues se sabe que desde allí marchó a Alcázar de San Juan para mediar en disputas familiares ocasionadas por las andanzas de su sobrina.[8]​ Establecido definitivamente en la cartuja granadina enriqueció con sus pinceles las dependencias del monasterio, del que proceden gran parte de sus obras conservadas, actualmente repartidas entre la propia cartuja y el Museo de Bellas Artes de Granada. Pero sus habilidades manuales, según cuenta Palomino, fueron aprovechadas también en otros menesteres, convirtiendo su celda en «remedio de todas las calamidades de la casa; ya fuese para reparar los ornamentos; ya para las cañerías; ya para los relojes y despertadores». Y al decir del propio Palomino, que visitó la cartuja y estudió en ella sus pinturas, llevó una vida en extremo virtuosa, al punto «que es tradición en aquella santa casa, que se le apareció la Virgen, para que la retratase», muriendo «con crédito de venerable» en 1627.[19]

Estilo

 
Altar fingido de San Pedro y San Pablo, Cartuja de Granada. El cuadro con los dos santos se enmarca en un retablo fingido en grisalla a modo de trampantojo, en un alarde de dominio de la perspectiva.
(Para ver el falso retablo en detalle, cliquee con el ratón sobre la imagen y vuelva a hacerlo sucesivamente sobre las nuevas imágenes que aparecerán. Si revierte y no aumenta la imagen, vuelva a cliquear. Para desplazar la imagen emplee el cursor en los bordes de la pantalla.)

El contacto en Toledo con artistas que habían trabajado en El Escorial, y su conocimiento directo de algunas obras de aquella procedencia, resultarán determinantes en la gestación de un estilo personal que apenas experimentará cambios con los años. El recuerdo de lo escurialense está muy presente todavía en las obras que realizó para la cartuja de Granada. De allí proceden tanto la monumentalidad de algunas de sus figuras, como las de San Pedro y San Pablo en un retablo fingido, recuerdo obvio de los altares con parejas de santos de la basílica escurialense, como en el riguroso sentido geométrico de sus composiciones, tomado de Luca Cambiaso, de quien tomó también el claroscurismo del que hará gala en pinturas como La Virgen despertando al Niño, ahora perteneciente al Museo de Bellas Artes de Granada, típico estudio de iluminación artificial al modo como se encuentra en otros pintores manieristas.[20]

La misma procedencia tienen algunos detalles naturalistas, como la lucha entre el perro y el gato que situó en primer término en la Última Cena pintada para el refectorio de la cartuja granadina, imagen anecdótica imitada del cuadro de la Sagrada Familia de Fernández Navarrete. Pero la solemnidad de lo escurialense será reinterpretada por Sánchez Cotán con un muy personal y «candoroso primitivismo», recuperando modelos flamencos de comienzos del siglo XVI aunque tratados con técnica diversa.[21]

Contrario a las exageraciones anatómicas manieristas, aún lo será más al incipiente barroquismo.[22]​ En el tono apacible y ordenado de buena parte de su pintura se ha visto, desde Ceán Bermúdez, un reflejo del temperamento contemplativo del monje y de su personal carácter bondadoso. Con esa tranquilidad de espíritu abordará, por ejemplo, los temas cruentos de los martirios de los monjes cartujos de Inglaterra. Sus equilibradas composiciones y los momentos elegidos, siempre más interesado en mostrar los instantes previos al martirio, dedicados a la oración, antes que la muerte misma, marcan las distancias con lo que pocos años más tarde, y al tratar los mismos temas pero con un mayor dramatismo y en un lenguaje ya plenamente barroco, iba a hacer Vicente Carducho, quien, según cuenta Palomino, visitó al Sánchez Cotán en Granada, a donde habría viajado únicamente con intención de conocerle, antes de ponerse a trabajar en su propia serie de escenas cartujanas para El Paular.[23]

Obras

Sánchez Cotán raramente fechó sus obras por lo que resulta difícil establecer una cronología, dificultad que se ve agravada por el hecho de que su estilo parece haber evolucionado poco. Solo conjeturalmente, por tanto, cabe asignar a la etapa toledana el reducido número de pinturas de asunto religioso que se encuentran fuera del ámbito cartujano, además de los bodegones citados en el inventario de 1603, con excepción, quizá, del Bodegón del cardo del Museo de Bellas Artes de Granada.

Etapa toledana

De este primer momento, aparte de los bodegones y la ya citada Barbuda de Peñaranda (1590), la obra más importante de las conservadas es Cristo y la samaritana del convento de Santo Domingo el Antiguo de Toledo. El lienzo, de medianas dimensiones (112 x 142 cm) y firmado, presenta ya los modelos humanos que empleará el pintor en sus obras granadinas así como la severa composición geométrica característica de toda su pintura, situando la escena en un paisaje blando tomado de lo flamenco.[21]

Al Museo de Santa Cruz (Toledo) pertenecen dos versiones de San Juan Evangelista en Patmos, retratado con aspecto juvenil en contradicción con la edad que debía de tener cuando recibió las revelaciones. Uno de ellos, firmado, fue adquirido en el comercio, ignorándose su procedencia; el segundo ha de ser, como observó Orozco, el que se describe en el testamento de 1603 como pintura de la Magdalena transformada en San Juan Evangelista a petición de su dueña, la condesa de Montalbán, que aún le debía 33 reales por su trabajo.[24]​ En la iglesia de San Ildefonso de la misma ciudad se conserva un Niño Jesús con la cruz, del que existen algunas réplicas, que podría ser otro de los mencionados en el testamento, donde declaraba haber pintado un cuadro de ese motivo para Juan Sánchez Coello, capellán en San Juan de los Reyes y familiar del pintor Alonso Sánchez Coello.[25]

Bodegones

 
Bodegón del cardo, Museo de Bellas Artes de Granada (62 x 82 cm), pudiera proceder de la Cartuja de Granada y en tal caso sería el más tardío de los bodegones de Sánchez Cotán conocidos en la actualidad. Se ha llamado bodegón de cuaresma, pues en su composición, deudora del bodegón del Prado, las piezas se han reducido drásticamente quedando únicamente las verduras.
 
Bodegón del Museo de San Diego (California), firmado «Ju Sánchez Cotán F.» (60 x 81 cm). La ordenación geométrica de sus componentes, membrillo, repollo, melón y pepino, en movimiento curvilíneo decreciente, forma una hipérbola que el pintor podría haber tomado de Arquímedes.
 
Bodegón, Chicago, Art Institute (68 x 88 cm). Semejante al bodegón de San Diego, del que se repiten las piezas vegetales con el añadido de un pimiento sobre el antepecho, Sánchez Cotán agrega en este cuatro aves colgadas del techo: ánade real, sisón, tórtola y carraca.

Buena parte de la fama actual de Sánchez Cotán se apoya en sus bodegones, a pesar de su reducido número (actualmente se conocen seis), revalorizados a la par que se producía el redescubrimiento del bodegón seiscentista español. Considerado por los tratadistas como un género menor, según el orden establecido en el «árbol de Porfirio» que colocaba al hombre en la cima de la creación, el bodegón, con sus antecedentes en los grutescos y la pintura mural, solo se independizó en la pintura de caballete a finales del siglo XVI, como una aplicación práctica de las teorías de la imitación y buscando unos efectos ilusionistas que encontraban siempre su modelo ejemplar en Zeuxis y la anécdota, narrada por Plinio el Viejo, de los pájaros que acudieron a picotear en unas uvas pintadas por aquel.[26]​ Sánchez Cotán y, sobre todo, su probable maestro, Blas de Prado, se sitúan, por tanto, en los orígenes mismos del género, con amplias repercusiones sobre la posterior evolución del bodegón español.

Sánchez Cotán, a petición de la clientela, copiaba total o parcialmente sus bodegones a partir de un número reducido de originales, como se comprueba en el inventario de 1603. Cabezas de serie podrían ser el bodegón del Prado que, firmado en 1602, muestra ya plenamente formado su estilo, y el del Museo de Bellas Artes de San Diego. Sus bodegones se sitúan en el interior de una fresquera o cantarera de la que solo se dibuja la parte inferior, con la que se justifica el fondo densamente negro. Sobre ese fondo, con luz dirigida que puede calificarse de tenebrista, se destacan las piezas de caza, frutas y hortalizas fuertemente iluminadas y tratadas con un dibujo preciso, muy diferente del modelado que emplea en sus cuadros religiosos.[27]

En el bodegón del Museo del Prado, probablemente aquel que en el inventario de 1603 se dice que es de Juan de Salazar y original de los demás, el protagonismo corresponde al cardo, apoyado sobre uno de los lados de la fresquera, cuyo movimiento curvo continúan las zanahorias sobre la repisa. A esto se reduce el bodegón del Museo de Bellas Artes de Granada, pintado quizá tras su ingreso en la cartuja, en el que prescindirá de los restantes elementos —racimo de limones con sus hojas de esmeralda, cinco peros o manzanas, perdices y otras aves que penden de la parte superior y una caña en la que se enristran algunos pajaritos— que hacían del bodegón ahora en el Museo del Prado el retrato de una bien surtida despensa en la casa de un miembro cualquiera de la burguesía toledana. Buena prueba de su éxito es la copia literal del cardo en el Bodegón con cardo y francolín que fue de la colección Barbara Piasecka Johnson, subastado en Christie's en 2004,[28]​ así como en el más tardío Bodegón del desconocido Felipe Ramírez, fechado en 1628 y conservado también en el Museo del Prado.[29]​ Por otro lado, la inclusión de un cardo semejante en un cuadro de la Virgen con el Niño que se conservaba en la parroquia de Santiago en Guadix (destruido en 1936),[30]​ podría hacer pensar en algún tipo de simbolismo en el cardo, con un significado que se nos escapa.

El bodegón del Museo de Bellas Artes de San Diego, sin el cardo, repite su movimiento decreciente curvilíneo por la disposición de sus cinco elementos a distinta altura, progresivamente separados del fondo, comenzando con un membrillo y un voluminoso repollo colgados del techo, continuando con el melón o cidra abierto en el centro de la composición, mostrando toda la luminosa blancura de su interior, y terminando con una raja del mismo melón y un pepino de piel rugosa a la derecha. Su armoniosa composición, que parece describir una hipérbola, ha hecho pensar que Sánchez Cotán se inspirase en algún grabado de Arquímedes o en la disposición de las notas musicales sobre una partitura, recordándose que entre los escasos libros que guardaba uno era de perspectiva de Vignola y otro un «libro de Música», a la que era aficionado.[31]

En el inventario de 1603 este bodegón se describe como «un lienzo donde están un membrillo, melón, pepino y repollo». El de Chicago Art Institute, probablemente el que se recoge en el mismo inventario como «un cuadro con frutas donde están un ánade y otros tres pájaros», que fue del platero Diego de Valdivieso, no es sino una variación del anterior, con el añadido de las aves que, en cierta forma, rompen la rigurosa geometría del primero. Otra versión, más tosca, de mano de un imitador, agrega además los limones del Museo del Prado y un gato agazapado.[16]

Independiente de estos modelos es el Bodegón de frutas y hortalizas de la colección Abelló y antes de la colección Várez Fisa. El cardo, que aquí aparece tendido sobre el antepecho, prolonga su curva en la escarola a la que se enlaza con una rodaja de limón, enriqueciendo el color. Por el número de sus elementos, aunque exclusivamente vegetales, está más próximo al de Madrid que al de Granada, y debió de pintarse antes de su ingreso en la cartuja.

Recientemente Peter Cherry ha incorporado a la producción cotanesca un nuevo bodegón, Bodegón con flores, hortalizas y un cesto de cerezas de colección particular francesa.[32]​ El cuadro, que ya había sido relacionado con Sánchez Cotán por Enrique Lafuente Ferrari, estuvo expuesto en 1936 a nombre de Zurbarán, cuando pertenecía a la colección de Juan Martínez de la Vega, y debió de salir de España con ocasión de la guerra civil. La presencia de las flores —azucenas blancas y rosadas, claveles, rosas y alhelíes— es excepcional en la obra conocida del pintor, y su semejanza con las empleadas por Zurbarán permite explicar la anterior atribución a este. También son excepcionales las frutas y hortalizas representadas —espárragos, judías verdes y cerezas— y la presencia de objetos de ajuar, como el jarrón de barro rojizo y el cestillo de mimbre que pende del techo, aunque en este caso se dispone de la noticia, recogida en el inventario de 1603, de «un lienzo de un zenacho de zerezas y cestillo de albarcoques», pintado por Sánchez Cotán y perdido.[33]​ Del mismo modo es inédito el punto de vista bajo adoptado en esta ocasión, de tal modo que a diferencia de lo que se encuentra en los seis restantes bodegones conocidos, no es la base de la alacena sobre la que reposan los objetos lo que se observa sino el marco superior, elidido en las restantes obras, desapareciendo aquí las sombras proyectadas sobre el marco.

 
Bodegón con flores, hortalizas y un cesto de cerezas, óleo sobre lienzo, 89 x 109 cm, colección particular francesa, última obra atribuida al pintor.

Existe la posibilidad, apuntada por William B. Jordan, de que algunos de estos bodegones fuesen adquiridos en la almoneda del pintor por el arzobispo de Toledo, Bernardo de Sandoval y Rojas, en cuyo poder se encontraban a su muerte cinco bodegones adquiridos para Felipe III por Juan Gómez de Mora para el remodelado Palacio del Pardo, en cuyo inventario de 1653 se citaba «un frutero pequeño con su marco de oro y negro y un Melón abierto en medio» como el bodegón de San Diego.[34]

Los bodegones de Juan Sánchez Cotán han sido «objeto de interpretaciones simbólicas y teológicas, a todas luces excesivas».[35]​ Para una parte de la crítica esas interpretaciones se apoyan en alusiones genéricas a contenidos místicos o ascéticos. Así Schneider, calificando de «festiva» la representación de los alimentos que integran sus bodegones, supone a Sánchez Cotán inspirado «en el pensamiento místico que giraba alrededor de Santa Teresa de Ávila o de San Juan de la Cruz quienes, —cercanos al pueblo— opusieron al despilfarro de las cortes la santidad de la vida sencilla y del ascetismo».[36]

Emilio Orozco, quien más ha profundizado en este tema, centró su explicación particularmente en los escritos de fray Luis de Granada, a quien el pintor habría leído con seguridad, según defendía. El mismo amor a las más humildes criaturas, a las que se acercan con espíritu trascendente, habría inspirado la obra de ambos:

Recuerda tanto a fray Luis que, como decíamos, es necesario pensar lo leería más de una vez; y no solo en la Cartuja —donde tanto se leyó al dominico—, sino incluso antes de su ingreso en ella durante su virtuosa vida de pintor en Toledo. En el hecho de esta influencia nos demuestra no solo cuán general y profundamente penetraron los escritos de nuestros místicos en el sentimiento de los españoles, sino, además, cómo la sensibilidad de algunos artistas descubrían en ellos un sentido expresivo, acorde o idéntico al que sentían como impulso y determinante de su arte».[37]

Debe advertirse, con todo, que los libros que tenía Sánchez Cotán en Toledo no indican lecturas de esa naturaleza y, por otro lado, que similar sobriedad compositiva se encuentra en pintores holandeses o flamencos como Osias Beert y Clara Peeters, o italianos como Fede Galizia, estrictamente contemporáneos e igualmente interesados en la iluminación tenebrista, a algunos de los cuales debió de conocer y en particular a los italianos de los que ya Pantoja de la Cruz declaraba en su testamento de 1599 haber copiado algunos bodegones.[38]

Francisco Pacheco decía al tratar de la pintura de frutas que de ella no se pueden dar reglas, «más de que se use de finos colores y de puntual imitación».[39]​ La extraordinariamente compleja mezcla de pigmentos empleada por Sánchez Cotán para obtener los colores propios de las verduras representadas —albayalde, bermellón, laca orgánica roja y esmalte azul de cobalto y pardo orgánico en pequeñas cantidades para el cardo del bodegón de la colección Abelló— responde a ese afán de objetividad.[40]​ Es precisamente esa capacidad de crear una ilusión de realidad, mediante el ejercicio de la mímesis, lo que ponderan en los bodegones escritores contemporáneos como Lope de Vega o Luis de Góngora, según han recordado Alfonso E. Pérez Sánchez[41]​ y Fernando Marías.[42]​ También Pedro Soto de Rojas elogiaba los bodegones de un contemporáneo de Cotán, el granadino Blas de Ledesma, justamente por esa capacidad de engañar a la naturaleza con su pintura:

viendo de Zeusis el pincel facundo/ que, aplaudido en los términos del mundo,/ por mano de Ledesma en sus fruteros/ vuelve a engañar los pájaros ligeros.[43]

Los inventarios indican, además, que de los bodegones se hacía un uso exclusivamente decorativo, sin que de la forma en que se describen puedan extraerse interpretaciones morales o alegóricas. Así, al hacer su inventario, los albaceas de Sánchez Cotán se limitaron a enumerar de forma sumaria las piezas que integraban cada uno. Pero también el propio pintor aludía en su testamento a uno de ellos simplemente como lienzo «que le hice de una caza», pintura que aún le debía pagar un canónigo toledano.[44]​ Según ha observado Fernando Marías, partiendo del análisis de las sombras, que son independientes en cada una de las piezas que forman sus bodegones, lo que principalmente interesó a Sánchez Cotán fue la representación artística de cada una de ellas aisladamente, su volumen y relieve, para luego integrarlas en «artificiosos ejercicios compositivos, basados en el juego rítmico de sus piezas».[45]​ Por lo demás, el interés del pintor por estos ejercicios de emulación y entretenimiento, meramente pictóricos, no ofrece dudas y se puede observar, también, en algunos trampantojos que realizó en su cartuja granadina, muy elogiados por Palomino justamente por aquella capacidad que los poetas ponderaban en los bodegones, la de emular, aventajándola, a la naturaleza.[46]

Pinturas para la Cartuja

 
Visión de San Hugo, Museo de Bellas Artes de Granada (328 x 254 cm), pintado para una capilla del claustro pequeño de la cartuja, representa una visión del santo obispo en la que se le anunciaba la fundación de la primitiva cartuja.
 
La Virgen despertando al Niño, Museo de Bellas Artes de Granada (110 x 81 cm), estudio de iluminación artificial a la manera de Cambiaso y los pintores manieristas.

Establecido en Granada realizó para la decoración de su cartuja un número importante de obras por fortuna conservadas en su mayor parte. Sus temas, siempre de carácter religioso, comprenden motivos evangélicos, para los que se sirvió básicamente de modelos flamencos, e historias de la propia orden narradas de forma más personal y con ingenuo primitivismo, consecuencia, quizá, de la ausencia de modelos previos en los que inspirarse.[21]

Entre las primeras, la serie de historias de la Pasión que pintó para los ángulos del claustro (Museo de Bellas Artes de Granada), de hondo patetismo y estrecha dependencia de estampas nórdicas, pueden contarse entre las obras menos logradas de su producción y quizá correspondan a una fecha tardía.[47]​ Más interés ofrecen la Huida a Egipto y el Bautismo de Cristo que ocuparon los retablos del coro de legos. En la huida la composición piramidal cerrada del grupo de la Virgen con el Niño, a la manera renacentista, y el delicado estudio de las sombras proyectadas por los árboles bajo los que se cobija la sagrada familia, crean una atmósfera sosegada en la que parece advertirse el silencio monacal. Al pie de la Virgen, media hogaza de pan y un trozo de queso hacen recordar todavía al pintor de bodegones.

Muy notable es la Última Cena del refectorio. Frente a la tradición, establecida en el quattrocento, de disponer a los apóstoles en hilera a los lados de Cristo, dejando libre el espacio anterior de la mesa, Sánchez Cotán sitúa a tres de ellos rigurosamente de espaldas, de tal modo que la agrupación en torno a la mesa —servida únicamente con dos peces— resulta más natural. Pero además, ese buscado naturalismo aún se verá reforzado por la presencia de un perro y un gato peleándose en el centro de la composición, recordando la pintura del Mudo. Muy bello es el efecto de luz que producen las dos ventanas del fondo, pintadas con técnica de trampantojo y por las que «parece, que realmente se introducen las luces».[46]

Ese interés por la perspectiva, con su capacidad de engañar a la vista, se vuelve a poner de manifiesto en la cruz de madera fingida pintada sobre este lienzo, en la que, recurriendo al tópico, Palomino decía que se había visto repetidamente a los pájaros intentando posarse en sus clavos. En el retablo fingido en blanco y negro que sirve de marco a la pintura de San Pedro y San Pablo en la capilla De Profundis, se encuentra la manifestación más lograda de ese dominio de la perspectiva, elogiado por Palomino como «cosa maravillosa, y lo sumo a lo que puede llegar el arte de la Perspectiva, no solo de cuerpos, sino de luces y sombras».[48]

Para el claustro pequeño pintó cuatro lienzos de la vida de san Bruno y su fundación de la Orden y otros tantos dedicados a los martirios de cartujos en Inglaterra. La rigurosa simetría y sencillez de sus composiciones, junto con la simplificación de los volúmenes, evitan el dramatismo barroco. Las luces, cuidadosamente estudiadas, tampoco son las propias del tenebrismo, ni siquiera en el cuadro del Sueño de san Hugo iluminado por una luz artificial. En todo ello, la huella de Luca Cambiaso y lo escurialense sigue muy presente. Los desnudos, obligados en el lienzo de los Mártires descuartizados, muestran las limitaciones del pintor en este orden.[49]

De muy curiosa iconografía es la Visión de San Hugo, obispo de Grenoble, que pintó para su capilla en el claustro pequeño, traspasado al Museo de Bellas Artes. En un rompimiento de gloria Jesús construye el muro de la cartuja ayudado por la Virgen, que sostiene la regla, san Juan Bautista, santos y ángeles. La forma ingenua con que se resuelve esta parte del lienzo contrasta con el estatismo de las figuras de san Hugo y sus compañeros de la parte inferior, figuras monumentales que acusan una vez más su aprendizaje en la pintura de El Escorial. Muy cercana a lo escurialense está también la Asunción que ocupaba el retablo del Capítulo (Museo de Bellas Artes de Granada), con su rigurosa disposición frontal y el coro de ángeles simétricamente dispuestos. De una forma semejante trató el tema de la Inmaculada, aunque la autografía de las versiones que se le han asignado es discutida. Lo flamenco, en cambio, se advierte particularmente en otra serie de cuatro lienzos apaisados destinados a conmemorar la fundación de la primitiva cartuja, tratados como auténticos paisajes con figuras, o en los repetidos cuadros de la Virgen con el Niño, alguno de los cuales evoca todavía directamente a Gérard David.[50]

Referencias

Notas

  1. Portús, Javier, «La colección de bodegones españoles del Museo del Prado. Notas para una historia sin final», en Lo fingido verdadero (2006), p. 41.
  2. Portús (2006), p. 43.
  3. Portús (2006), p. 44.
  4. Gállego (1984), pp. 196 y ss.
  5. Mateo Alemán, Guzmán de Alfarache, primera parte, libro III, cap. VII.
  6. Emilio Orozco Díaz, «La partida de bautismo de Sánchez Cotán», en Cuadernos de Arte y Literatura, 1966, p. 137
  7. Angulo-Pérez Sánchez (1972), pp. 40, 65-66.
  8. Angulo-Pérez Sánchez (1972), p. 42.
  9. Palomino, p. 138.
  10. Pérez Sánchez (1992), p. 122.
  11. Orozco (1993). Ambos documentos fueron utilizados ya por Cavestany (1936-1940), pp. 134-136.
  12. Angulo-Pérez Sánchez (1972), p. 48.
  13. Angulo-Pérez Sánchez (1972), pp. 41-42.
  14. Angulo-Pérez Sánchez (1972), p. 50.
  15. Cavestany (1936-1940), p. 137.
  16. Angulo-Pérez Sánchez (1972), p. 62.
  17. Emblemas Morales de don Sebastián de Covarrubias Orozco, Madrid, 1610, Centuria II, emblema 64; ed. facsímil, Madrid, 1978, Fundación Universitaria Española.
  18. Una relación de los cuadros que existieron en esta cartuja, elaborada a partir de las informaciones de Antonio Ponz y Juan Agustín Ceán Bermúdez, puede verse en Angulo-Pérez Sánchez (1972), pp. 71-90. Para la Muerte de San Hugo, p. 80. El San José con el Niño, citado por Ceán, no se conocía aún en 1972 cuando Angulo-Pérez Sánchez publicaron su estudio. La atribución es del propio museo: [1].
  19. Palomino, pp. 141-142.
  20. Angulo-Pérez Sánchez (1972), p. 46.
  21. Pérez Sánchez (1992), p. 124.
  22. Angulo-Pérez Sánchez (1972), p. 45.
  23. Palomino, p. 141.
  24. Angulo-Pérez Sánchez (1972), pp. 90-91.
  25. Angulo-Pérez Sánchez (1972), pp. 80.
  26. Puede verse, entre la abundante literatura al respecto, Schneider (1992), pp. 7-11.
  27. Angulo-Pérez Sánchez (1972), pp. 59-60.
  28. «Juan Sánchez Cotán (Orgaz 1560-1627 Granada) Bodegón with a cardoon and francolin». Christie's, lot 94, sale 6967.
  29. Pérez Sánchez (1983), p. 35.
  30. Angulo-Pérez Sánchez (1972), p. 77.
  31. Pérez Sánchez (1983), p. 34.
  32. El País, 16 de septiembre de 2010, «El último Sánchez Cotán».
  33. Jordan (1992), p. 42.
  34. Jordan, pág. 58.
  35. Pérez Sánchez (1992), p. 123.
  36. Schneider (1992), p. 123.
  37. Orozco (1981), pp. 100-101.
  38. Pérez Sánchez (1983), p. 24.
  39. Pacheco, p. 512.
  40. Ripollés (2018), p. 37.
  41. Pérez Sánchez (1983), pp. 13-14.
  42. Marías (1989), pp. 580-584.
  43. Soto de Rojas, Paraíso cerrado para muchos, jardines abiertos para pocos, ed. Aurora Egido, Madrid, Cátedra, 1981, vv. 765-769.
  44. Pérez Sánchez (1983), pp. 18.
  45. Marías (1989), p. 581.
  46. Palomino, p. 140.
  47. Angulo-Pérez Sánchez (1972), p. 55.
  48. Palomino, p 140.
  49. Angulo-Pérez Sánchez (1972), p. 54.
  50. Angulo-Pérez Sánchez (1972), p. 57.

Bibliografía

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  • Schneider, Norbert (1992). Naturaleza muerta. Colonia, Benedikt Taschen. ISBN 3-8228-0670-6. 

Enlaces externos

  •   Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobre Juan Sánchez Cotán.
  • Biografía en la web del Museo del Prado
  • Peter Cherry, Bodegón de caza, hortalizas y frutas. Museo del Prado
  • Ficha del
  •   Datos: Q919806
  •   Multimedia: Juan Sánchez Cotán

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Juan Sanchez Cotan Orgaz Toledo 1560 Granada 1627 fue un pintor espanol discipulo de Blas de Prado e influido por algunos artistas que trabajaron en El Escorial como Luca Cambiaso o Juan Fernandez Navarrete Sanchez Cotan trabajo en Toledo donde conto con una importante clientela hasta que en 1603 decidio ingresar como hermano lego en la Cartuja una de las ordenes religiosas de mas estricta observancia estableciendose en Granada hasta su fallecimiento el 8 de septiembre de 1627 fiesta de la Natividad de la Virgen el mismo dia que segun subrayaba Antonio Palomino habia profesado como cartujo en 1604 Bodegon de caza hortalizas y frutas firmado Ju Sanchez cotan f 1602 oleo sobre lienzo 69 x 89 cm Madrid Museo del Prado El grueso de su obra lo constituyen las pinturas de asunto religioso destacando las muy numerosas que realizo para su cartuja de Granada Cultivo tambien el retrato y el paisaje pero es celebre por sus bodegones especialmente desde la celebracion en Madrid en 1935 de la exposicion Floreros y bodegones en la pintura espanola que resulto clave para la revalorizacion critica del bodegon espanol 1 Entre las obras expuestas en aquella ocasion figuraban dos pinturas de Sanchez Cotan que llamaron la atencion el Bodegon de caza hortalizas y frutas ahora en el Museo del Prado y el Bodegon del cardo Museo de Bellas Artes de Granada que se iban a convertir en una de las piedras angulares de la historia de la naturaleza muerta en Espana 2 Por el sentido austero de su composicion y la sobriedad de sus manjares sus bodegones como los posteriores de Zurbaran se interpretaron en clave mistica por criticos como Emilio Orozco o Cavestany al tiempo que se insistia en distanciarlos de los opulentos bodegones flamencos recalcando su caracter singular dentro del contexto europeo y lo que se estimaban paralelismos con la literatura ascetica espanola del Siglo de Oro 3 Por el contrario Julian Gallego 4 anos mas tarde al tiempo que recuperaba el lenguaje alegorico de las flores y los frutos opuso a la supuesta sobriedad de estos bodegones el valor que tales viandas tenian en su epoca donde podian ser consideradas como autenticas golosinas y recordaba como a Guzman de Alfarache se le hacia la boca agua ante el arcon de Monsenor Ilustrisimo Cardenal su amo romano Alli estaba la pera bergamota de Aranjuez la ciruela ginovisca melon de Granada cidra sevillana naranja y toronja de Plasencia limon de Murcia pepino de Valencia tallos de las Islas berenjena de Toledo orejones de Aragon patata de Malaga Tenia camuesa zanahoria calabaza confituras de mil maneras y otro infinito numero de diferencias que me traian el espiritu inquieto y el alma desasosegada 5 Indice 1 Biografia 1 1 Pintor en Toledo 1 2 Hermano lego en la Cartuja de Granada 2 Estilo 3 Obras 3 1 Etapa toledana 3 2 Bodegones 3 3 Pinturas para la Cartuja 4 Referencias 4 1 Notas 4 2 Bibliografia 5 Enlaces externosBiografia Editar Aparicion de la Virgen del Rosario a los cartujos Museo de Bellas Artes de Granada 333 x 231 cm Antonio Palomino afirma que el pintor se retrato en el suponiendose por tal motivo que el monje que aparece en primer termino a la derecha sea su autorretrato Sanchez Cotan fue bautizado el 25 de junio de 1560 en Orgaz Toledo siendo sus padres Bartolome Sanchez de Plasencia y Catalina Ramos La partida de bautismo dada a conocer por Emilio Orozco Diaz ha suscitado algunas dudas al no coincidir en ella el nombre de la madre con el que dio el pintor en su testamento de 1603 donde se decia hijo de Ana Quinones nombre que tambien llevaba una hermana Este era igualmente el nombre que le daba Palomino y el que figuraba en la informacion de limpieza de sangre para el ingreso en la cartuja de 1604 Por este ultimo documento se conocen tambien los nombres de los abuelos todos residentes en Orgaz habiendo tomado el pintor su segundo apellido del abuelo materno Alonso Cotan 6 7 Se desconoce la profesion del padre y por consiguiente si pudo tener alguna influencia en la inclinacion a la pintura de Juan pero consta que un hermano Alonso Sanchez Cotan fue escultor con residencia en Alcazar de San Juan Ciudad Real profesion que heredaron sus hijos Alonso y Damian aunque este ultimo es posible que se dedicara unicamente a las labores de dorado y estofado en el taller de escultura familiar 8 Pintor en Toledo Editar Antonio Palomino afirma que fue discipulo de Blas de Prado en Toledo con quien se aventajo en pintar frutas 9 Aunque no se haya podido confirmar documentalmente esta relacion de aprendizaje resulta verosimil Prado que realizo frecuentes viajes a El Escorial asimilando las tendencias manieristas que alli se practicaban habria sido segun las fuentes literarias el creador del bodegon espanol aunque ninguno de su mano se haya conservado 10 Por otra parte su relacion amistosa y profesional con Sanchez Cotan esta acreditada hasta el mismo ano de su muerte en 1599 El testamento que redacto Sanchez Cotan en 1603 cuando se disponia a tomar el habito cartujo junto con el inventario de sus bienes llevado a cabo por sus albaceas son la mejor fuente de informacion disponible para el conocimiento de su trayectoria humana y profesional hasta ese ano 11 De ellos se deduce que el pintor habia llevado una vida desahogada contando con una clientela amplia formada por algunos miembros de la nobleza local y muchos eclesiasticos sin desdenar la realizacion de tareas poco cualificadas para clientes de menor rango como puede ser el escudo de armas del arzobispo de Toledo pintado para un zapatero La relacion de sus deudores era tambien numerosa figurando entre ellos los herederos de su antiguo maestro En su casa que a la vez servia de taller disponia de algunos objetos de valor e instrumentos musicales pero pocos libros entre los que se contaba uno de pintura de Blas de Prado y un librillo de dibujos del mismo junto con un libro de perspectiva de Vignola Otro era el Flos sanctorum de Alonso de Villegas que podia servir tanto de libro de devocion como de herramienta util para un pintor cuya dedicacion principal era precisamente la pintura de santos De su religiosidad antes de ingresar cartujo unicamente dan testimonio un habito franciscano un rosario y algunas reliquias que hizo enviar a la cartuja de Granada junto con unos anteojos y algunos pinceles En el inventario se recogian tambien cerca de sesenta pinturas la mitad de asunto religioso trece retratos entre ellos un autorretrato esbozado y nueve bodegones No todas eran de su mano Sanchez Cotan contaba con dos obras del Greco una Veronica y un Crucifijo vivo 12 El arte singular del cretense quien figuraba ademas entre sus deudores no dejo sin embargo huella perceptible en el pintor de Orgaz Su inclinacion se dirigia con preferencia hacia la pintura escurialense contando tambien con un Cristo del Mudo y una Oracion del huerto de Luca Cambiaso no acabada y quiza copia Tras Blas de Prado el pintor con el que aparece mas estrechamente relacionado es con Juan de Salazar a quien nombro albacea testamentario Propietario del Bodegon de caza hortalizas y frutas Salazar habia trabajado en El Escorial como iluminador de los libros de coro y continuaba en esa labor al servicio del arzobispado de Toledo 13 Influido por Jacopo Bassano abundaban en su pintura los detalles naturalistas aficion que debio de transmitir a Sanchez Cotan quien aunque de forma ocasional no dudaria en recurrir a detalles de ese genero en sus pinturas La barbuda de Penaranda inscripcion en letras capitales BRIGIDA DEL RIO DE PENA ARANDA DE E DAD DE L ANOS MDXC Museo del Prado Madrid oleo sobre lienzo 102 x 61 cm El interes compartido en la epoca por los casos extraordinarios se pone de manifiesto en este unico retrato de Sanchez Cotan que se ha conservado Algunas de las pinturas autografas de Sanchez Cotan citadas en los documentos tienen rasgos inequivocamente bassanescos entre las que se podrian destacar dos paisajes dedicados a las estaciones del ano en tanto otras se describen directamente como copias asi un lienzo de Bassano grande empezado a bosquejar y otro donde estan bosquejadas unas cabezas de viejos y otras cosas del Vasan Tambien se mencionan copias de Tiziano que podrian responder a los gustos de la clientela mas que al interes del propio artista por la pintura veneciana cuya influencia queda muy diluida al no incorporar Sanchez Cotan en su pintura la tecnica suelta ni el sentido del color de los maestros venecianos 14 Una de esas copias de Tiziano era la del Rapto de Europa actualmente en Boston No se trataba ademas de la unica pintura de tema mitologico con resonancias eroticas guardada en el obrador donde se encontraba tambien un Juicio de Paris quiza de su mano 15 En cuanto a los bodegones que le darian fama el inventario de 1603 en el que se mencionan ya buena parte de los seis actualmente conocidos deja ver inequivocamente como a partir de un numero reducido de originales eran objeto de copias hechas por el mismo Sanchez Cotan a demanda de la clientela Al bodegon conservado en el Museo del Prado propiedad de Juan de Salazar alude probablemente una entrada del inventario donde se menciona un lienzo del cardo adonde estan las perdices que es el original de los demas en tanto otro se describe como lienzo de frutas que es como el de Juan de Salazar 16 Mas numerosos son los retratos en los que se incluyen los que hizo de personajes toledanos miembros de su nutrida clientela junto con otros que han de ser copias de pinturas ajenas de miembros de la familia real entre los que figuraba uno de la reina inglesa A juzgar por el numero de los retratos que guardaba en el taller algunos solo bosquejados y los que menciona en el testamento por debersele aun parte del pago debio de ser esta su principal ocupacion tras la pintura religiosa y por delante de la pintura de frutas en la que segun Palomino habria destacado antes de abandonar Toledo De su labor en este orden sin embargo unicamente se ha conservado el retrato de Brigida del Rio La barbuda de Penaranda 1590 guardado en el Museo del Prado tras su paso por la coleccion real Del interes que desperto el caso de esta desdichada mujer se encuentra otra prueba en el emblema que le dedico en fecha proxima el toledano Sebastian de Covarrubias quien se ocupaba de ella como de un caso de hermafroditismo y calificaba su retrato de monstruo horrendo y raro tenido por presagio de mal aguero 17 Hermano lego en la Cartuja de Granada Editar San Jose con el Nino Jesus oleo sobre lienzo 221 x 156 2 cm Barnard Castle Bowes Museum Sanchez Cotan firmo su testamento el 10 de agosto de 1603 con intencion de ingresar cartujo en Granada a donde se desplazaria poco mas tarde Es posible sin embargo que no se dirigiese inmediatamente a la cartuja y que pasase antes unos meses en el convento de los Agustinos calzados de aquella ciudad hasta que superado el examen de limpieza de sangre profesase en la cartuja granadina el 8 de septiembre de 1604 Mas tarde quiza al cumplirse los dos primeros anos de noviciado se traslado a la cartuja de El Paular donde consta que se encontraba en 1610 cuando concerto con su sobrino Juan Sanchez Cotan la pintura de un retablo para la iglesia de San Pablo de los Montes Toledo En la propia cartuja de El Paular dejo algunas pinturas descritas por Antonio Palomino al parecer todas perdidas aunque podrian ser de esa procedencia la Muerte de San Bruno actualmente en la iglesia de la plaza Carnot en Montignac Francia y el monumental San Jose con el Nino de Barnard Castle Bowes Museum 18 Dos anos mas tarde se encontraba de nuevo en Granada pues se sabe que desde alli marcho a Alcazar de San Juan para mediar en disputas familiares ocasionadas por las andanzas de su sobrina 8 Establecido definitivamente en la cartuja granadina enriquecio con sus pinceles las dependencias del monasterio del que proceden gran parte de sus obras conservadas actualmente repartidas entre la propia cartuja y el Museo de Bellas Artes de Granada Pero sus habilidades manuales segun cuenta Palomino fueron aprovechadas tambien en otros menesteres convirtiendo su celda en remedio de todas las calamidades de la casa ya fuese para reparar los ornamentos ya para las canerias ya para los relojes y despertadores Y al decir del propio Palomino que visito la cartuja y estudio en ella sus pinturas llevo una vida en extremo virtuosa al punto que es tradicion en aquella santa casa que se le aparecio la Virgen para que la retratase muriendo con credito de venerable en 1627 19 Estilo Editar Altar fingido de San Pedro y San Pablo Cartuja de Granada El cuadro con los dos santos se enmarca en un retablo fingido en grisalla a modo de trampantojo en un alarde de dominio de la perspectiva Para ver el falso retablo en detalle cliquee con el raton sobre la imagen y vuelva a hacerlo sucesivamente sobre las nuevas imagenes que apareceran Si revierte y no aumenta la imagen vuelva a cliquear Para desplazar la imagen emplee el cursor en los bordes de la pantalla El contacto en Toledo con artistas que habian trabajado en El Escorial y su conocimiento directo de algunas obras de aquella procedencia resultaran determinantes en la gestacion de un estilo personal que apenas experimentara cambios con los anos El recuerdo de lo escurialense esta muy presente todavia en las obras que realizo para la cartuja de Granada De alli proceden tanto la monumentalidad de algunas de sus figuras como las de San Pedro y San Pablo en un retablo fingido recuerdo obvio de los altares con parejas de santos de la basilica escurialense como en el riguroso sentido geometrico de sus composiciones tomado de Luca Cambiaso de quien tomo tambien el claroscurismo del que hara gala en pinturas como La Virgen despertando al Nino ahora perteneciente al Museo de Bellas Artes de Granada tipico estudio de iluminacion artificial al modo como se encuentra en otros pintores manieristas 20 La misma procedencia tienen algunos detalles naturalistas como la lucha entre el perro y el gato que situo en primer termino en la Ultima Cena pintada para el refectorio de la cartuja granadina imagen anecdotica imitada del cuadro de la Sagrada Familia de Fernandez Navarrete Pero la solemnidad de lo escurialense sera reinterpretada por Sanchez Cotan con un muy personal y candoroso primitivismo recuperando modelos flamencos de comienzos del siglo XVI aunque tratados con tecnica diversa 21 Contrario a las exageraciones anatomicas manieristas aun lo sera mas al incipiente barroquismo 22 En el tono apacible y ordenado de buena parte de su pintura se ha visto desde Cean Bermudez un reflejo del temperamento contemplativo del monje y de su personal caracter bondadoso Con esa tranquilidad de espiritu abordara por ejemplo los temas cruentos de los martirios de los monjes cartujos de Inglaterra Sus equilibradas composiciones y los momentos elegidos siempre mas interesado en mostrar los instantes previos al martirio dedicados a la oracion antes que la muerte misma marcan las distancias con lo que pocos anos mas tarde y al tratar los mismos temas pero con un mayor dramatismo y en un lenguaje ya plenamente barroco iba a hacer Vicente Carducho quien segun cuenta Palomino visito al Sanchez Cotan en Granada a donde habria viajado unicamente con intencion de conocerle antes de ponerse a trabajar en su propia serie de escenas cartujanas para El Paular 23 Obras EditarSanchez Cotan raramente fecho sus obras por lo que resulta dificil establecer una cronologia dificultad que se ve agravada por el hecho de que su estilo parece haber evolucionado poco Solo conjeturalmente por tanto cabe asignar a la etapa toledana el reducido numero de pinturas de asunto religioso que se encuentran fuera del ambito cartujano ademas de los bodegones citados en el inventario de 1603 con excepcion quiza del Bodegon del cardo del Museo de Bellas Artes de Granada Etapa toledana Editar De este primer momento aparte de los bodegones y la ya citada Barbuda de Penaranda 1590 la obra mas importante de las conservadas es Cristo y la samaritana del convento de Santo Domingo el Antiguo de Toledo El lienzo de medianas dimensiones 112 x 142 cm y firmado presenta ya los modelos humanos que empleara el pintor en sus obras granadinas asi como la severa composicion geometrica caracteristica de toda su pintura situando la escena en un paisaje blando tomado de lo flamenco 21 Al Museo de Santa Cruz Toledo pertenecen dos versiones de San Juan Evangelista en Patmos retratado con aspecto juvenil en contradiccion con la edad que debia de tener cuando recibio las revelaciones Uno de ellos firmado fue adquirido en el comercio ignorandose su procedencia el segundo ha de ser como observo Orozco el que se describe en el testamento de 1603 como pintura de la Magdalena transformada en San Juan Evangelista a peticion de su duena la condesa de Montalban que aun le debia 33 reales por su trabajo 24 En la iglesia de San Ildefonso de la misma ciudad se conserva un Nino Jesus con la cruz del que existen algunas replicas que podria ser otro de los mencionados en el testamento donde declaraba haber pintado un cuadro de ese motivo para Juan Sanchez Coello capellan en San Juan de los Reyes y familiar del pintor Alonso Sanchez Coello 25 Bodegones Editar Bodegon del cardo Museo de Bellas Artes de Granada 62 x 82 cm pudiera proceder de la Cartuja de Granada y en tal caso seria el mas tardio de los bodegones de Sanchez Cotan conocidos en la actualidad Se ha llamado bodegon de cuaresma pues en su composicion deudora del bodegon del Prado las piezas se han reducido drasticamente quedando unicamente las verduras Bodegon del Museo de San Diego California firmado Ju Sanchez Cotan F 60 x 81 cm La ordenacion geometrica de sus componentes membrillo repollo melon y pepino en movimiento curvilineo decreciente forma una hiperbola que el pintor podria haber tomado de Arquimedes Bodegon Chicago Art Institute 68 x 88 cm Semejante al bodegon de San Diego del que se repiten las piezas vegetales con el anadido de un pimiento sobre el antepecho Sanchez Cotan agrega en este cuatro aves colgadas del techo anade real sison tortola y carraca Buena parte de la fama actual de Sanchez Cotan se apoya en sus bodegones a pesar de su reducido numero actualmente se conocen seis revalorizados a la par que se producia el redescubrimiento del bodegon seiscentista espanol Considerado por los tratadistas como un genero menor segun el orden establecido en el arbol de Porfirio que colocaba al hombre en la cima de la creacion el bodegon con sus antecedentes en los grutescos y la pintura mural solo se independizo en la pintura de caballete a finales del siglo XVI como una aplicacion practica de las teorias de la imitacion y buscando unos efectos ilusionistas que encontraban siempre su modelo ejemplar en Zeuxis y la anecdota narrada por Plinio el Viejo de los pajaros que acudieron a picotear en unas uvas pintadas por aquel 26 Sanchez Cotan y sobre todo su probable maestro Blas de Prado se situan por tanto en los origenes mismos del genero con amplias repercusiones sobre la posterior evolucion del bodegon espanol Sanchez Cotan a peticion de la clientela copiaba total o parcialmente sus bodegones a partir de un numero reducido de originales como se comprueba en el inventario de 1603 Cabezas de serie podrian ser el bodegon del Prado que firmado en 1602 muestra ya plenamente formado su estilo y el del Museo de Bellas Artes de San Diego Sus bodegones se situan en el interior de una fresquera o cantarera de la que solo se dibuja la parte inferior con la que se justifica el fondo densamente negro Sobre ese fondo con luz dirigida que puede calificarse de tenebrista se destacan las piezas de caza frutas y hortalizas fuertemente iluminadas y tratadas con un dibujo preciso muy diferente del modelado que emplea en sus cuadros religiosos 27 En el bodegon del Museo del Prado probablemente aquel que en el inventario de 1603 se dice que es de Juan de Salazar y original de los demas el protagonismo corresponde al cardo apoyado sobre uno de los lados de la fresquera cuyo movimiento curvo continuan las zanahorias sobre la repisa A esto se reduce el bodegon del Museo de Bellas Artes de Granada pintado quiza tras su ingreso en la cartuja en el que prescindira de los restantes elementos racimo de limones con sus hojas de esmeralda cinco peros o manzanas perdices y otras aves que penden de la parte superior y una cana en la que se enristran algunos pajaritos que hacian del bodegon ahora en el Museo del Prado el retrato de una bien surtida despensa en la casa de un miembro cualquiera de la burguesia toledana Buena prueba de su exito es la copia literal del cardo en el Bodegon con cardo y francolin que fue de la coleccion Barbara Piasecka Johnson subastado en Christie s en 2004 28 asi como en el mas tardio Bodegon del desconocido Felipe Ramirez fechado en 1628 y conservado tambien en el Museo del Prado 29 Por otro lado la inclusion de un cardo semejante en un cuadro de la Virgen con el Nino que se conservaba en la parroquia de Santiago en Guadix destruido en 1936 30 podria hacer pensar en algun tipo de simbolismo en el cardo con un significado que se nos escapa El bodegon del Museo de Bellas Artes de San Diego sin el cardo repite su movimiento decreciente curvilineo por la disposicion de sus cinco elementos a distinta altura progresivamente separados del fondo comenzando con un membrillo y un voluminoso repollo colgados del techo continuando con el melon o cidra abierto en el centro de la composicion mostrando toda la luminosa blancura de su interior y terminando con una raja del mismo melon y un pepino de piel rugosa a la derecha Su armoniosa composicion que parece describir una hiperbola ha hecho pensar que Sanchez Cotan se inspirase en algun grabado de Arquimedes o en la disposicion de las notas musicales sobre una partitura recordandose que entre los escasos libros que guardaba uno era de perspectiva de Vignola y otro un libro de Musica a la que era aficionado 31 En el inventario de 1603 este bodegon se describe como un lienzo donde estan un membrillo melon pepino y repollo El de Chicago Art Institute probablemente el que se recoge en el mismo inventario como un cuadro con frutas donde estan un anade y otros tres pajaros que fue del platero Diego de Valdivieso no es sino una variacion del anterior con el anadido de las aves que en cierta forma rompen la rigurosa geometria del primero Otra version mas tosca de mano de un imitador agrega ademas los limones del Museo del Prado y un gato agazapado 16 Independiente de estos modelos es el Bodegon de frutas y hortalizas de la coleccion Abello y antes de la coleccion Varez Fisa El cardo que aqui aparece tendido sobre el antepecho prolonga su curva en la escarola a la que se enlaza con una rodaja de limon enriqueciendo el color Por el numero de sus elementos aunque exclusivamente vegetales esta mas proximo al de Madrid que al de Granada y debio de pintarse antes de su ingreso en la cartuja Recientemente Peter Cherry ha incorporado a la produccion cotanesca un nuevo bodegon Bodegon con flores hortalizas y un cesto de cerezas de coleccion particular francesa 32 El cuadro que ya habia sido relacionado con Sanchez Cotan por Enrique Lafuente Ferrari estuvo expuesto en 1936 a nombre de Zurbaran cuando pertenecia a la coleccion de Juan Martinez de la Vega y debio de salir de Espana con ocasion de la guerra civil La presencia de las flores azucenas blancas y rosadas claveles rosas y alhelies es excepcional en la obra conocida del pintor y su semejanza con las empleadas por Zurbaran permite explicar la anterior atribucion a este Tambien son excepcionales las frutas y hortalizas representadas esparragos judias verdes y cerezas y la presencia de objetos de ajuar como el jarron de barro rojizo y el cestillo de mimbre que pende del techo aunque en este caso se dispone de la noticia recogida en el inventario de 1603 de un lienzo de un zenacho de zerezas y cestillo de albarcoques pintado por Sanchez Cotan y perdido 33 Del mismo modo es inedito el punto de vista bajo adoptado en esta ocasion de tal modo que a diferencia de lo que se encuentra en los seis restantes bodegones conocidos no es la base de la alacena sobre la que reposan los objetos lo que se observa sino el marco superior elidido en las restantes obras desapareciendo aqui las sombras proyectadas sobre el marco Bodegon con flores hortalizas y un cesto de cerezas oleo sobre lienzo 89 x 109 cm coleccion particular francesa ultima obra atribuida al pintor Existe la posibilidad apuntada por William B Jordan de que algunos de estos bodegones fuesen adquiridos en la almoneda del pintor por el arzobispo de Toledo Bernardo de Sandoval y Rojas en cuyo poder se encontraban a su muerte cinco bodegones adquiridos para Felipe III por Juan Gomez de Mora para el remodelado Palacio del Pardo en cuyo inventario de 1653 se citaba un frutero pequeno con su marco de oro y negro y un Melon abierto en medio como el bodegon de San Diego 34 Los bodegones de Juan Sanchez Cotan han sido objeto de interpretaciones simbolicas y teologicas a todas luces excesivas 35 Para una parte de la critica esas interpretaciones se apoyan en alusiones genericas a contenidos misticos o asceticos Asi Schneider calificando de festiva la representacion de los alimentos que integran sus bodegones supone a Sanchez Cotan inspirado en el pensamiento mistico que giraba alrededor de Santa Teresa de Avila o de San Juan de la Cruz quienes cercanos al pueblo opusieron al despilfarro de las cortes la santidad de la vida sencilla y del ascetismo 36 Emilio Orozco quien mas ha profundizado en este tema centro su explicacion particularmente en los escritos de fray Luis de Granada a quien el pintor habria leido con seguridad segun defendia El mismo amor a las mas humildes criaturas a las que se acercan con espiritu trascendente habria inspirado la obra de ambos Recuerda tanto a fray Luis que como deciamos es necesario pensar lo leeria mas de una vez y no solo en la Cartuja donde tanto se leyo al dominico sino incluso antes de su ingreso en ella durante su virtuosa vida de pintor en Toledo En el hecho de esta influencia nos demuestra no solo cuan general y profundamente penetraron los escritos de nuestros misticos en el sentimiento de los espanoles sino ademas como la sensibilidad de algunos artistas descubrian en ellos un sentido expresivo acorde o identico al que sentian como impulso y determinante de su arte 37 Debe advertirse con todo que los libros que tenia Sanchez Cotan en Toledo no indican lecturas de esa naturaleza y por otro lado que similar sobriedad compositiva se encuentra en pintores holandeses o flamencos como Osias Beert y Clara Peeters o italianos como Fede Galizia estrictamente contemporaneos e igualmente interesados en la iluminacion tenebrista a algunos de los cuales debio de conocer y en particular a los italianos de los que ya Pantoja de la Cruz declaraba en su testamento de 1599 haber copiado algunos bodegones 38 Francisco Pacheco decia al tratar de la pintura de frutas que de ella no se pueden dar reglas mas de que se use de finos colores y de puntual imitacion 39 La extraordinariamente compleja mezcla de pigmentos empleada por Sanchez Cotan para obtener los colores propios de las verduras representadas albayalde bermellon laca organica roja y esmalte azul de cobalto y pardo organico en pequenas cantidades para el cardo del bodegon de la coleccion Abello responde a ese afan de objetividad 40 Es precisamente esa capacidad de crear una ilusion de realidad mediante el ejercicio de la mimesis lo que ponderan en los bodegones escritores contemporaneos como Lope de Vega o Luis de Gongora segun han recordado Alfonso E Perez Sanchez 41 y Fernando Marias 42 Tambien Pedro Soto de Rojas elogiaba los bodegones de un contemporaneo de Cotan el granadino Blas de Ledesma justamente por esa capacidad de enganar a la naturaleza con su pintura viendo de Zeusis el pincel facundo que aplaudido en los terminos del mundo por mano de Ledesma en sus fruteros vuelve a enganar los pajaros ligeros 43 Los inventarios indican ademas que de los bodegones se hacia un uso exclusivamente decorativo sin que de la forma en que se describen puedan extraerse interpretaciones morales o alegoricas Asi al hacer su inventario los albaceas de Sanchez Cotan se limitaron a enumerar de forma sumaria las piezas que integraban cada uno Pero tambien el propio pintor aludia en su testamento a uno de ellos simplemente como lienzo que le hice de una caza pintura que aun le debia pagar un canonigo toledano 44 Segun ha observado Fernando Marias partiendo del analisis de las sombras que son independientes en cada una de las piezas que forman sus bodegones lo que principalmente intereso a Sanchez Cotan fue la representacion artistica de cada una de ellas aisladamente su volumen y relieve para luego integrarlas en artificiosos ejercicios compositivos basados en el juego ritmico de sus piezas 45 Por lo demas el interes del pintor por estos ejercicios de emulacion y entretenimiento meramente pictoricos no ofrece dudas y se puede observar tambien en algunos trampantojos que realizo en su cartuja granadina muy elogiados por Palomino justamente por aquella capacidad que los poetas ponderaban en los bodegones la de emular aventajandola a la naturaleza 46 Pinturas para la Cartuja Editar Vision de San Hugo Museo de Bellas Artes de Granada 328 x 254 cm pintado para una capilla del claustro pequeno de la cartuja representa una vision del santo obispo en la que se le anunciaba la fundacion de la primitiva cartuja La Virgen despertando al Nino Museo de Bellas Artes de Granada 110 x 81 cm estudio de iluminacion artificial a la manera de Cambiaso y los pintores manieristas Establecido en Granada realizo para la decoracion de su cartuja un numero importante de obras por fortuna conservadas en su mayor parte Sus temas siempre de caracter religioso comprenden motivos evangelicos para los que se sirvio basicamente de modelos flamencos e historias de la propia orden narradas de forma mas personal y con ingenuo primitivismo consecuencia quiza de la ausencia de modelos previos en los que inspirarse 21 Entre las primeras la serie de historias de la Pasion que pinto para los angulos del claustro Museo de Bellas Artes de Granada de hondo patetismo y estrecha dependencia de estampas nordicas pueden contarse entre las obras menos logradas de su produccion y quiza correspondan a una fecha tardia 47 Mas interes ofrecen la Huida a Egipto y el Bautismo de Cristo que ocuparon los retablos del coro de legos En la huida la composicion piramidal cerrada del grupo de la Virgen con el Nino a la manera renacentista y el delicado estudio de las sombras proyectadas por los arboles bajo los que se cobija la sagrada familia crean una atmosfera sosegada en la que parece advertirse el silencio monacal Al pie de la Virgen media hogaza de pan y un trozo de queso hacen recordar todavia al pintor de bodegones Muy notable es la Ultima Cena del refectorio Frente a la tradicion establecida en el quattrocento de disponer a los apostoles en hilera a los lados de Cristo dejando libre el espacio anterior de la mesa Sanchez Cotan situa a tres de ellos rigurosamente de espaldas de tal modo que la agrupacion en torno a la mesa servida unicamente con dos peces resulta mas natural Pero ademas ese buscado naturalismo aun se vera reforzado por la presencia de un perro y un gato peleandose en el centro de la composicion recordando la pintura del Mudo Muy bello es el efecto de luz que producen las dos ventanas del fondo pintadas con tecnica de trampantojo y por las que parece que realmente se introducen las luces 46 Ese interes por la perspectiva con su capacidad de enganar a la vista se vuelve a poner de manifiesto en la cruz de madera fingida pintada sobre este lienzo en la que recurriendo al topico Palomino decia que se habia visto repetidamente a los pajaros intentando posarse en sus clavos En el retablo fingido en blanco y negro que sirve de marco a la pintura de San Pedro y San Pablo en la capilla De Profundis se encuentra la manifestacion mas lograda de ese dominio de la perspectiva elogiado por Palomino como cosa maravillosa y lo sumo a lo que puede llegar el arte de la Perspectiva no solo de cuerpos sino de luces y sombras 48 Para el claustro pequeno pinto cuatro lienzos de la vida de san Bruno y su fundacion de la Orden y otros tantos dedicados a los martirios de cartujos en Inglaterra La rigurosa simetria y sencillez de sus composiciones junto con la simplificacion de los volumenes evitan el dramatismo barroco Las luces cuidadosamente estudiadas tampoco son las propias del tenebrismo ni siquiera en el cuadro del Sueno de san Hugo iluminado por una luz artificial En todo ello la huella de Luca Cambiaso y lo escurialense sigue muy presente Los desnudos obligados en el lienzo de los Martires descuartizados muestran las limitaciones del pintor en este orden 49 De muy curiosa iconografia es la Vision de San Hugo obispo de Grenoble que pinto para su capilla en el claustro pequeno traspasado al Museo de Bellas Artes En un rompimiento de gloria Jesus construye el muro de la cartuja ayudado por la Virgen que sostiene la regla san Juan Bautista santos y angeles La forma ingenua con que se resuelve esta parte del lienzo contrasta con el estatismo de las figuras de san Hugo y sus companeros de la parte inferior figuras monumentales que acusan una vez mas su aprendizaje en la pintura de El Escorial Muy cercana a lo escurialense esta tambien la Asuncion que ocupaba el retablo del Capitulo Museo de Bellas Artes de Granada con su rigurosa disposicion frontal y el coro de angeles simetricamente dispuestos De una forma semejante trato el tema de la Inmaculada aunque la autografia de las versiones que se le han asignado es discutida Lo flamenco en cambio se advierte particularmente en otra serie de cuatro lienzos apaisados destinados a conmemorar la fundacion de la primitiva cartuja tratados como autenticos paisajes con figuras o en los repetidos cuadros de la Virgen con el Nino alguno de los cuales evoca todavia directamente a Gerard David 50 Referencias EditarNotas Editar Portus Javier La coleccion de bodegones espanoles del Museo del Prado Notas para una historia sin final en Lo fingido verdadero 2006 p 41 Portus 2006 p 43 Portus 2006 p 44 Gallego 1984 pp 196 y ss Mateo Aleman Guzman de Alfarache primera parte libro III cap VII Emilio Orozco Diaz La partida de bautismo de Sanchez Cotan en Cuadernos de Arte y Literatura 1966 p 137 Angulo Perez Sanchez 1972 pp 40 65 66 a b Angulo Perez Sanchez 1972 p 42 Palomino p 138 Perez Sanchez 1992 p 122 Orozco 1993 Ambos documentos fueron utilizados ya por Cavestany 1936 1940 pp 134 136 Angulo Perez Sanchez 1972 p 48 Angulo Perez Sanchez 1972 pp 41 42 Angulo Perez Sanchez 1972 p 50 Cavestany 1936 1940 p 137 a b Angulo Perez Sanchez 1972 p 62 Emblemas Morales de don Sebastian de Covarrubias Orozco Madrid 1610 Centuria II emblema 64 ed facsimil Madrid 1978 Fundacion Universitaria Espanola Una relacion de los cuadros que existieron en esta cartuja elaborada a partir de las informaciones de Antonio Ponz y Juan Agustin Cean Bermudez puede verse en Angulo Perez Sanchez 1972 pp 71 90 Para la Muerte de San Hugo p 80 El San Jose con el Nino citado por Cean no se conocia aun en 1972 cuando Angulo Perez Sanchez publicaron su estudio La atribucion es del propio museo 1 Palomino pp 141 142 Angulo Perez Sanchez 1972 p 46 a b c Perez Sanchez 1992 p 124 Angulo Perez Sanchez 1972 p 45 Palomino p 141 Angulo Perez Sanchez 1972 pp 90 91 Angulo Perez Sanchez 1972 pp 80 Puede verse entre la abundante literatura al respecto Schneider 1992 pp 7 11 Angulo Perez Sanchez 1972 pp 59 60 Juan Sanchez Cotan Orgaz 1560 1627 Granada Bodegon with a cardoon and francolin Christie s lot 94 sale 6967 Perez Sanchez 1983 p 35 Angulo Perez Sanchez 1972 p 77 Perez Sanchez 1983 p 34 El Pais 16 de septiembre de 2010 El ultimo Sanchez Cotan Jordan 1992 p 42 Jordan pag 58 Perez Sanchez 1992 p 123 Schneider 1992 p 123 Orozco 1981 pp 100 101 Perez Sanchez 1983 p 24 Pacheco p 512 Ripolles 2018 p 37 Perez Sanchez 1983 pp 13 14 Marias 1989 pp 580 584 Soto de Rojas Paraiso cerrado para muchos jardines abiertos para pocos ed Aurora Egido Madrid Catedra 1981 vv 765 769 Perez Sanchez 1983 pp 18 Marias 1989 p 581 a b Palomino p 140 Angulo Perez Sanchez 1972 p 55 Palomino p 140 Angulo Perez Sanchez 1972 p 54 Angulo Perez Sanchez 1972 p 57 Bibliografia Editar Angulo Iniguez Diego Perez Sanchez Alfonso E 1972 Pintura toledana de la primera mitad del siglo XVII Madrid Instituto Diego Velazquez CSIC ISBN 84 00 03829 0 La referencia utiliza el parametro obsoleto coautores ayuda Cavestany Julio 1936 1940 Floreros y bodegones en la pintura espanola Catalogo ilustrado de la exposicion Madrid Sociedad espanola de amigos del arte Gallego Julian 1984 Vision y simbolos en la pintura espanola del Siglo de Oro Madrid Catedra ISBN 84 376 0461 3 Jordan William B 1992 La imitacion de la naturaleza los bodegones de Sanchez Cotan Madrid Museo Nacional del Prado ISBN 84 87317 20 0 Jordan William B 2006 Juan van der Hamen y Leon y la corte de Madrid Madrid Patrimonio Nacional ISBN 84 7120 387 1 Marias Fernando 1989 El largo siglo XVI Madrid Taurus ISBN 84 306 0102 3 Orozco Diaz Emilio 1981 Manierismo y barroco Madrid Ediciones Catedra S A ISBN 84 376 0044 8 Orozco Diaz Emilio 1993 El pintor fray Juan Sanchez Cotan Universidad de Granada ISBN 9788433817600 Pacheco Francisco Bassegoda i Hugas Bonaventura ed 1990 Arte de la pintura Madrid Catedra ISBN 84 376 0871 6 La referencia utiliza el parametro obsoleto coautores ayuda Palomino Antonio 1988 El museo pictorico y escala optica III El parnaso espanol pintoresco laureado Madrid Aguilar S A de Ediciones ISBN 84 03 88005 7 Perez Sanchez Alfonso E 1983 Pintura espanola de bodegones y floreros de 1600 a Goya Madrid Ministerio de Cultura catalogo de la exposicion ISBN 84 500 9335 X Perez Sanchez Alfonso E 1992 Pintura barroca en Espana 1600 1750 Madrid Ediciones Catedra ISBN 84 376 0994 1 Portus Javier Javier Perez Sanchez Alfonso E 2006 Lo fingido verdadero Bodegones espanoles de la coleccion Naseiro adquiridos para el Prado Catalogo de la exposicion Madrid Museo del Prado ISBN 84 8480 097 0 La referencia utiliza el parametro obsoleto coautores ayuda Ripolles Carmen 2018 Los bodegones de Juan Sanchez Cotan y el ingenio artistico en el Toledo moderno temprano Boletin del Museo del Prado XXXVI 54 34 47 Schneider Norbert 1992 Naturaleza muerta Colonia Benedikt Taschen ISBN 3 8228 0670 6 Enlaces externos Editar Wikimedia Commons alberga una categoria multimedia sobre Juan Sanchez Cotan Biografia en la web del Museo del Prado Peter Cherry Bodegon de caza hortalizas y frutas Museo del Prado Analisis y comentarios sobre el Bodegon ca 1602 de Sanchez Cotan en el Museo de Bellas Artes de San Diego SDMART por el exconservador de arte europeo Dr John Marciari video Ficha del Bodegon ca 1602 de Sanchez Cotan en el Museo de Bellas Artes de San Diego SDMART Datos Q919806 Multimedia Juan Sanchez Cotan Obtenido de https es wikipedia org w index php title Juan Sanchez Cotan amp oldid 134398285, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

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