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Fatalismo

El término fatalismo está formado a partir de la raíz latina fatum, que significa «destino». Por tanto el «fatalista» cree en una necesidad que, negando la libertad, se impondría irremediablemente al ser humano. En sentido corriente el fatalismo se refiere a la creencia en el determinismo de los acontecimientos, dirigidos por causas independientes de la voluntad humana, sea este determinismo procedente de fuerzas sobrenaturales como los dioses, de las leyes naturales, del ambiente o de las experiencias adquiridas en el pasado.

El movimiento implacable de los fenómenos naturales se interpreta a veces como un modelo de fatalidad.

Esta noción de fatalismo conlleva una connotación negativa, tanto en el lenguaje corriente como en el filosófico. En cambio, ha prevalecido la postura del determinismo que postula la concatenación de eventos según el principio lógico de la causalidad.

El fatum stoicum, expresión de la razón divina

 
Crisipo.

La doctrina fatalista por excelencia es la estoica:

Todo tiene lugar según el destino, así hablaban Crisipo de Soli en el tratado Del destino, Posidonio en el décimo libro Del destino, Zenón y Boethus en el primer libro Del destino.

El fatum stoicum no es un impulso irracional, sino la expresión del orden impreso por la razón divina (el logos) al universo:

El destino es la causa secuencial de los seres o bien la razón que preside la administración del mundo.

No es tanto un principio religioso como científico y filosófico, teniendo en cuenta que el dios estoico no es otro que la razón.

El destino no es otro que la cadena causal de los acontecimientos: lejos de excluir el principio de causalidad, supone su misma esencia (véase: causalidad física y filosófica). Cicerón lo aclara en su tratado De la adivinación:

Llamo destino (fatum) a lo que los griegos llaman heimarmene, es decir, el orden de la serie de causas, cuando una causa ligada a otra produce de ella misma un efecto. [...] Se comprende entonces que el destino no es entendido como superstición, sino lo que dice la ciencia, a saber, la causa eterna de las cosas, en virtud de la cual llegaron a ser los hechos del pasado, son los hechos del presente y serán los del futuro.

Argumentos antifatalistas

La existencia del destino en tanto que orden causal, racional o necesario del devenir no fue contestado, con la excepción de los filósofos epicúreos. La originalidad del fatalismo estoico reside no tanto en la afirmación del fatum sino en su carácter universal: «todo ocurre según el destino».

El argumento perezoso

Las escuelas opuestas al estoicismo intentaron una refutación del fatum stoicum por oponerse a los principios fundamentales de la moral antigua y afirmadas por todas las escuelas filosóficas: «algunas cosas dependen de nosotros». ¿Cómo podrían «depender todas las cosas del destino» desde el momento en que algunas de ellas están en nuestro poder? La universalidad del fatum ¿no implica la imposibilidad del ser humano para elegir? ¿No conduce acaso a la pereza y la inmoralidad? La pereza, tal es el sentido del famoso argumento perezoso (argos logos en griego, o ignaua ratio en latín), que Cicerón resume enérgicamente:

Si tu destino es curar esta enfermedad, curarás tengas o no un médico; de la misma manera, si tu destino es no curarla, no la curarás, llames o no al médico; tu destino es, o bien uno, o bien otro; por tanto, no conviene llamar al médico.
Cicéron, Tratado del destino, XIII

El argumento moral

El fatalismo estoico se inclinaba hacia la inmoralidad y negaba la responsabilidad humana. Si el destino es causa de los actos, ¿cómo podría yo ser tenido por responsable? «Si todo ocurre por el destino, [...] ni los elogios ni las sanciones, ni los honores ni los suplicios son justos» (ibid, XVII). En el sistema estoico ¿no podría el asesino exclamar, a imitación de algunos héroes de Homero o de la tragedia griega: «El culpable no soy yo, sino Zeus y el destino, que me ha determinado a actuar así»? Esa es la argumentación de David Amand, llamada 1945 «el argumento moral antifatalista», objeción constantemente lanzada contra el estoicismo.

Respuestas de Crisipo a los argumentos antifatalistas

Uno de los más importantes representantes de la escuela estoica, Crisipo, se esforzó en responder a estos argumentos para establecer la validez de su fatalismo. Estos argumentos se encuentran resumidos en el Tratado del destino de Cicerón.

La distinción entre causas externas y causas internas

La universalidad del destino no excluye la acción humana, sino que la integra en el seno de sus causalidades. Entrelazamiento universal de las causas, el fatum stoicum coordina en efecto dos tipos de causas en una unidad de sistema: procatárticas, «auxiliares y próximas»; y sinécticas, «perfectas y principales».

Las causas procatárticas designan el conjunto de factores extrínsecos, las circunstancias y acontecimientos que afectan al ser humano: representan la determinación fatal de la existencia, la parte de necesidad a la que se debe resignar. Pero si estas causas externas obligan al ser humano a reaccionar y tomar postura, ellas no determinan la naturaleza de su reacción, que depende de factores intrínsecos: la espontaneidad de su carácter actuaría a título de su causa sinéctica.

En el Tratado del destino de Cicerón, Crisipo ilustra esta distinción mediante un ejemplo tomado de la física: el cono y el cilindro. Estos sólidos, al ser impulsados por una misma fuerza describirán trayectorias diferentes, uno haciendo remolinos, el otro rodando. El golpe externo determina al cuerpo a ponerse en movimiento, pero no la naturaleza de su movimiento, que depende de la forma constitutiva de su esencia.

El punto esencial de esta teoría es que el movimiento de los cuerpos encuentra su razón determinante en su interior, y no en el impulso que reciben. Ahora bien, el devenir existencial es comparable al movimiento físico. Individuos diferentes reaccionan de forma distinta ante los mismos acontecimientos, prueba de que son la causa principal o sinéctica de su devenir. Las representaciones sensibles no determinan su reacción, que son resultado sólo de los juicios, acertados o equivocados, que hacen sobre los acontecimientos que les afectan. Es decir, que el individuo escapa de la necesidad en tanto que reacciona al impulso del destino en función de su propia naturaleza. El fatum stoicum es personalizado por la individualidad de cada uno. Lejos de violentar a los seres humanos, supone su espontaneidad: no determina el destino con independencia de su naturaleza. Encontrando la causa principal de sus actos en el interior de ellos mismos pueden legítimamente ser considerados responsables: no podrían así imputar al destino aquello de lo que ellos mismos son principio.

La libertad en el seno del fatum

El estoicismo mantiene así la libertad del ser humano en tanto que ser racional. Si uno mismo no puede modificar el curso de los acontecimientos que le afectan, puede en cambio ser el dueño de la manera en que los acoge y cómo reacciona ante ellos. Dios le ha dejado el disfrute de lo esencial: el buen uso de la razón. El cilindro no se desplaza como el cono, y el necio no reacciona como el sabio: es la práctica de la filosofía lo que permite perfeccionar mi razón para emplear el sano juicio ante el mundo que me rodea.

Si bien Crisipo se esfuerza en conciliar el fatum stoicum con la acción y la moralidad, su respuesta no fue suficientemente comprendida por sus adversarios, que hasta el final de la antigüedad no cesarán de esgrimir las mismas objeciones contra esta escuela.

Fatalismo y religión

Se habla a menudo del fatalismo musulmán, en el sentido de que el Islam afirma la determinación incondicional del devenir por la voluntad de Dios todopoderoso. En la tercera sura del Corán, Mahoma exhorta a sus fieles a la guerra santa tras un revés militar difícil pero pasajero, sufrido tras la batalla de Uhud en el año tercero de la Hégira (625) y que sembró la desmoralización entre sus partidarios. A los derrotistas que afirmaban que «los nuestros no habrían sido muertos si nos hubieran obedecido» (Sura 3, v. 162), el Coran responde que la hora de la muerte está incondicionalmente fijada por Dios, de manera que morimos a la hora por Él decidida: «Lo que os ha sucedido el día del encuentro de las dos tropas ha ocurrido con permiso de Dios» (sura 3, v 160).[1]

Diderot resumía el dogma del fatalismo musulmán en una carta a Sophie Volland en 1759: «[Mahoma] predica el dogma de la fatalidad, que inspira la audacia y el desprecio a la muerte; el peligro es, a ojos del fatalista, el mismo para el que empuña el hierro en el campo de batalla que para aquel que descansa en una cama; el momento de peligro es irrevocable, y toda prudencia humana es vana ante el Eterno, que ha encadenado todas las cosas con un lazo que incluso su misma voluntad no puede aflojar ni apretar».

Esta visión del islam como una religión determinista no es, empero, unánime.

Por su parte, la reforma luterana propugnada por Martín Lutero introdujo el determinismo en el mundo cristiano, negando el libre albedrío, como lo haría también el calvinismo o el jansenismo. Este último profesa la imposibilidad para el ser humano de liberarse de la tentación del pecado por sus propias fuerzas, del cual sólo la gracia divina puede liberarle.

Estas posturas dentro del cristianismo polemizarán con la ortodoxia católica, que reconoce la existencia del libre albedrío, inclinándose hacia una visión opuesta conocida como voluntarismo.

El fatalismo moderno: Diderot

El fatalismo de los materialistas franceses

 
Paul Henri Dietrich, barón D´Holbach.

El fatalismo conoció un nuevo auge durante la Ilustración gracias a los filósofos materialistas inspirados en el determinismo espinozista cuyos máximos representantes son Pablo Tellería, La Mettrie, d'Holbach y Diderot.

Los contemporáneos, como el abad Pluquet, Le Guay de Prémontval o Lelarge de Lignac, le llamaron «fatalismo moderno» a esta corriente para distinguirla del «fatalismo antiguo» de los estoicos. Una diferencia fundamental entre las dos corrientes estriba en la radicalidad del necesitarismo de los modernos: para La Mettrie, d’Holbach y Diderot, el sujeto no es dueño de su voluntad ni de su juicio, que están determinados por el carácter innato y las modificaciones sufridas por la educación. Como dirá Diderot en los Elementos de fisiología, «la voluntad no es menos mecánica que el entendimiento; la volición precede a la acción (motilidad) de las fibras musculares; pero la volición sigue a la sensación; son dos funciones del cerebro; son corporales». Ya en la Carta a Landois, escribía en 1756:

Obsérvelo de cerca, y verá que la palabra libertad es una palabra vacía de significado; que no puede haber seres libres; que no somos otra cosa que aquello que conviene al orden general, a la organización, a la educación y a la cadena de acontecimientos. He ahí lo que dispone de nosotros invenciblemente. No se concibe un ser que actúe sin la atadura o bien de una naturaleza o de una causa cualquiera que no está en nosotros.

Si el fatalismo excluye toda libertad, ¿cómo fundamentar conceptualmente la responsabilidad penal y moral del ser humano?

La ley, elemento de determinación del comportamiento

Herencia de las controversias de la antigüedad, el argumento antifatalista fue objetado por los fatalistas modernos. Diderot replica que no solamente el fatalismo es compatible con la responsabilidad, sino que es fuente de virtudes morales.

Esta doctrina afirma que el hombre está determinado por toda suerte de causas, y entre ellas figuran los castigos y recompensas, que modificando al ser humano le hace respetar las leyes y el orden social. Este extremo queda bien claro en la Carta a Landois: «aunque el hombre, bueno o malo, no sea libre, no por ello es menos modificable; es por eso que debe destruirse al dañino en la plaza pública». El castigo no deja de ser útil desde la perspectiva de la absoluta fatalidad, y en ese sentido es uno de los determinantes de la conducta humana. La sociedad debe entonces continuar castigando a los criminales aun no siendo estos libres: su castigo disuade a los demás de seguir su ejemplo.

Pero, ¿no es criminal ejecutar a un pobre diablo empujado al crimen por herencia o por mala educación? La respuesta de los fatalistas modernos es que el castigo es la legítima defensa de la sociedad, medio necesario para mantener el orden público. Forzoso es ejecutar a aquel a quien el castigo no ha disuadido del crimen. El barón d’Holbach lo afirma en su Sistema de la naturaleza, en el capítulo titulado «Examen de la opinión que pretende que el sistema del fatalismo es peligroso»:

Si la sociedad tiene derecho a conservarse a sí misma, tiene el derecho de emplear los medios para hacerlo; tales medios son las leyes, que presentan a los hombres los motivos para disuadirles de las acciones dañinas. ¿Que estos motivos no son suficientes? La sociedad, por su propio bien, está obligada a quitarles el poder de dañar.

El fatalismo fundamenta así el castigo tanto por su valor disuasorio como defensivo, e incluso va a darle la vuelta a la cuestión para oponerse a los partidarios del libre arbitrio: si el ser humano fuera radicalmente libre entonces no tendría la capacidad de ser modificado por la ley, los castigos o las recompensas. La tesis del libre arbitrio tendría como consecuencia la anulación de toda ley: sólo el fatalismo permite el mantenimiento del orden social.

Fatalismo y virtud

El fatalismo es presentado por Diderot como fuente de virtudes como la modestia o la clemencia. El sabio es consciente de que toma sus virtudes de la naturaleza y la necesidad, y no de su libertad. De manera que no se enorgullece, al contrario que el librearbitrista que cree, sin razón, haberse dado a sí mismo sus cualidades morales. Inversamente, no se mortifica por ser quien es, sabiendo que su vicio es producto de una educación incorrecta o una herencia dañina.

En el sistema fatalista de Diderot no hay sitio para la virtud o el vicio, sino para el hecho de haber sido «feliz o infelizmente nacido». Diderot pondrá en práctica estas tesis en su novela Jacques el fatalista.

La aparición del concepto de determinismo a principios del siglo XIX tendrá como consecuencia la extinción del uso de la palabra «fatalismo» para designar este sistema filosófico, y con ello se perderá parte de su connotación negativa.

Crítica filosófica: fatalismo vs. determinismo

En el siglo XIX la noción de fatalismo adquirió una connotación peyorativa en la cultura filosófica, y se opondrá al determinismo, que verá en el fatalismo una creencia supersticiosa ajena a la ciencia.

El determinismo se refiere a la determinación condicional de los acontecimientos en virtud del principio de causalidad que hace que una consecuencia se derive necesariamente en cuanto el antecedente es efectivo: si A (la causa) se realiza, entonces B (el efecto) tendrá lugar. El determinismo permite la subsistencia de la razón (en tanto que el devenir está gobernado por un principio inteligible) y de la acción (pues la consecuencia solamente es necesaria en la medida en que lo sea el antecedente).

El fatalismo, en cambio, establece la determinación incondicional del suceso, sea cual sea la determinación del antecedente, tesis que excluye la razón (en la medida en que la relación causal no es comprensible) y la acción (¿para qué molestarse en forzar lo inevitable?)

Sartre, que no era determinista, escribió en El ser y la nada:

Se puede afirmar que el determinismo, si se tiene la precaución de no confundirlo con el fatalismo, resulta más humano que la teoría libre albedrío: si, en efecto, pone de relieve los condicionantes de nuestros actos, al menos da razón de cada uno de ellos, si se limita estrictamente a la física y renuncia a buscar un condicionante en el conjunto del universo, muestra que la atadura de nuestros actos está en nosotros mismos: actuamos tal y como somos y nuestros actos contribuyen a hacernos.

Si bien esta noción tiene hoy connotaciones negativas, no siempre fue así, como muestra el fatalismo antiguo de los estoicos o el materialismo de los filósofos franceses de la Ilustración.

Véase también

Referencias

  1. Corán. Trad,. de Juan Vernet, Plaza & Janés, 1990, ISBN 978-84-01-37054-0

Bibliografía

  • Bréhier, Émile (1951). Chrysippe et l'ancien stoïcisme. París: P.U.F.
  • Cicerón (1983 [1962]). Traité du destin, trad. É. Bréhier revisada por P. Aubenque, en Les Stoïciens. París: Gallimard, Bibliothèque de la Pléiade.
  • Cicerón (1923). Traité du destin, trad. A. Yon. París: Les Belles Lettres.
  • Cicerón (1992). De la divination, trad. G. Freyburger et J. Scheid. París: Les Belles Lettres.
  • Thiry baron d'Holbach, Paul (1998). La Politique naturelle. París: Fayard.
  • Thiry baron d'Holbach, Paul (1766). Le Christianisme dévoilé, ou Examen des principes et des effets de la religion chrétienne, par feu M. Boulanger. Londres.
  • Thiry baron d'Holbach, Paul (1770). Le Militaire Filosophe, ou Difficultés sur la religion proposée au R. P. Malebranche, prêtre de l'Oratoire, par un ancien officier. Londres.
  • Thiry baron d'Holbach, Paul (1821). Système de la nature ou des lois du monde physique et du monde moral. París.
  • Thiry baron d'Holbach, Paul (1770). Théologie portative ou dictionnaire abrégé de la Religion chrétienne. Londres.
  • Diderot, Denis (1973). Jacques le Fataliste et son Maître. París: Gallimard.
  • Diderot, Denis (1955). Supplément au Voyage de Bougainville. Ginebra: Droz.
  • Epícteto. Entretiens y Manuel.
  • Lucrecio (1998). De la nature. De natura rerum, trad. J. Kany-Turpin. París: Garnier-Flammarion.
  • Spinoza, Baruch (1984). Œuvres complètes, trad. R. Caillois, M. Francès et R. Misrahi. París: Gallimard.
  • Spinoza, Baruch (1987). Traité politique, trad. S. Zac. París: Vrin.
  • Bibliografía completa, en francés.

Enlaces externos

En español
  • Del destino de Cicerón - De fato Ciceronis Edición bilingüe español-latín
  • PÉREZ LÓPEZ, Pablo Javier, «Historia y Destino: el fatalismo como identidad nacional lusa», Diacronie. Studi di Storia Contemporanea, N. 8, 4|2011
En francés
  • Cicerón, Traité du destin
  • Fatum stoicum : destin et liberté dans le fatalisme stoïcien
  • Destin et responsabilité morale dans le stoïcisme
  • Le concept d’argumentation morale antifataliste
  • Diderot : Lettre à Landois el 6 de marzo de 2007 en Wayback Machine.
  • Liberté dans la nécessité et distinction entre fatalisme et déterminisme d'un point de vue spinoziste
  • Le problème du fatalisme au siècle des Lumières
  •   Datos: Q29253
  •   Citas célebres: Fatalidad

fatalismo, este, artículo, sección, necesita, referencias, aparezcan, publicación, acreditada, este, aviso, puesto, junio, 2015, término, fatalismo, está, formado, partir, raíz, latina, fatum, significa, destino, tanto, fatalista, cree, necesidad, negando, lib. Este articulo o seccion necesita referencias que aparezcan en una publicacion acreditada Este aviso fue puesto el 28 de junio de 2015 El termino fatalismo esta formado a partir de la raiz latina fatum que significa destino Por tanto el fatalista cree en una necesidad que negando la libertad se impondria irremediablemente al ser humano En sentido corriente el fatalismo se refiere a la creencia en el determinismo de los acontecimientos dirigidos por causas independientes de la voluntad humana sea este determinismo procedente de fuerzas sobrenaturales como los dioses de las leyes naturales del ambiente o de las experiencias adquiridas en el pasado El movimiento implacable de los fenomenos naturales se interpreta a veces como un modelo de fatalidad Esta nocion de fatalismo conlleva una connotacion negativa tanto en el lenguaje corriente como en el filosofico En cambio ha prevalecido la postura del determinismo que postula la concatenacion de eventos segun el principio logico de la causalidad Indice 1 El fatum stoicum expresion de la razon divina 2 Argumentos antifatalistas 2 1 El argumento perezoso 2 2 El argumento moral 2 3 Respuestas de Crisipo a los argumentos antifatalistas 2 3 1 La distincion entre causas externas y causas internas 2 3 2 La libertad en el seno del fatum 3 Fatalismo y religion 4 El fatalismo moderno Diderot 4 1 El fatalismo de los materialistas franceses 4 2 La ley elemento de determinacion del comportamiento 4 3 Fatalismo y virtud 5 Critica filosofica fatalismo vs determinismo 6 Vease tambien 7 Referencias 8 Bibliografia 9 Enlaces externosEl fatum stoicum expresion de la razon divina Editar Crisipo La doctrina fatalista por excelencia es la estoica Todo tiene lugar segun el destino asi hablaban Crisipo de Soli en el tratado Del destino Posidonio en el decimo libro Del destino Zenon y Boethus en el primer libro Del destino Diogenes Laercio Vidas opiniones y sentencias de los filosofos mas ilustres VII 149 El fatum stoicum no es un impulso irracional sino la expresion del orden impreso por la razon divina el logos al universo El destino es la causa secuencial de los seres o bien la razon que preside la administracion del mundo ibidem No es tanto un principio religioso como cientifico y filosofico teniendo en cuenta que el dios estoico no es otro que la razon El destino no es otro que la cadena causal de los acontecimientos lejos de excluir el principio de causalidad supone su misma esencia vease causalidad fisica y filosofica Ciceron lo aclara en su tratado De la adivinacion Llamo destino fatum a lo que los griegos llaman heimarmene es decir el orden de la serie de causas cuando una causa ligada a otra produce de ella misma un efecto Se comprende entonces que el destino no es entendido como supersticion sino lo que dice la ciencia a saber la causa eterna de las cosas en virtud de la cual llegaron a ser los hechos del pasado son los hechos del presente y seran los del futuro Argumentos antifatalistas EditarLa existencia del destino en tanto que orden causal racional o necesario del devenir no fue contestado con la excepcion de los filosofos epicureos La originalidad del fatalismo estoico reside no tanto en la afirmacion del fatum sino en su caracter universal todo ocurre segun el destino El argumento perezoso Editar Las escuelas opuestas al estoicismo intentaron una refutacion del fatum stoicum por oponerse a los principios fundamentales de la moral antigua y afirmadas por todas las escuelas filosoficas algunas cosas dependen de nosotros Como podrian depender todas las cosas del destino desde el momento en que algunas de ellas estan en nuestro poder La universalidad del fatum no implica la imposibilidad del ser humano para elegir No conduce acaso a la pereza y la inmoralidad La pereza tal es el sentido del famoso argumento perezoso argos logos en griego o ignaua ratio en latin que Ciceron resume energicamente Si tu destino es curar esta enfermedad curaras tengas o no un medico de la misma manera si tu destino es no curarla no la curaras llames o no al medico tu destino es o bien uno o bien otro por tanto no conviene llamar al medico Ciceron Tratado del destino XIII El argumento moral Editar El fatalismo estoico se inclinaba hacia la inmoralidad y negaba la responsabilidad humana Si el destino es causa de los actos como podria yo ser tenido por responsable Si todo ocurre por el destino ni los elogios ni las sanciones ni los honores ni los suplicios son justos ibid XVII En el sistema estoico no podria el asesino exclamar a imitacion de algunos heroes de Homero o de la tragedia griega El culpable no soy yo sino Zeus y el destino que me ha determinado a actuar asi Esa es la argumentacion de David Amand llamada 1945 el argumento moral antifatalista objecion constantemente lanzada contra el estoicismo Respuestas de Crisipo a los argumentos antifatalistas Editar Uno de los mas importantes representantes de la escuela estoica Crisipo se esforzo en responder a estos argumentos para establecer la validez de su fatalismo Estos argumentos se encuentran resumidos en el Tratado del destino de Ciceron La distincion entre causas externas y causas internas Editar La universalidad del destino no excluye la accion humana sino que la integra en el seno de sus causalidades Entrelazamiento universal de las causas el fatum stoicum coordina en efecto dos tipos de causas en una unidad de sistema procatarticas auxiliares y proximas y sinecticas perfectas y principales Las causas procatarticas designan el conjunto de factores extrinsecos las circunstancias y acontecimientos que afectan al ser humano representan la determinacion fatal de la existencia la parte de necesidad a la que se debe resignar Pero si estas causas externas obligan al ser humano a reaccionar y tomar postura ellas no determinan la naturaleza de su reaccion que depende de factores intrinsecos la espontaneidad de su caracter actuaria a titulo de su causa sinectica En el Tratado del destino de Ciceron Crisipo ilustra esta distincion mediante un ejemplo tomado de la fisica el cono y el cilindro Estos solidos al ser impulsados por una misma fuerza describiran trayectorias diferentes uno haciendo remolinos el otro rodando El golpe externo determina al cuerpo a ponerse en movimiento pero no la naturaleza de su movimiento que depende de la forma constitutiva de su esencia El punto esencial de esta teoria es que el movimiento de los cuerpos encuentra su razon determinante en su interior y no en el impulso que reciben Ahora bien el devenir existencial es comparable al movimiento fisico Individuos diferentes reaccionan de forma distinta ante los mismos acontecimientos prueba de que son la causa principal o sinectica de su devenir Las representaciones sensibles no determinan su reaccion que son resultado solo de los juicios acertados o equivocados que hacen sobre los acontecimientos que les afectan Es decir que el individuo escapa de la necesidad en tanto que reacciona al impulso del destino en funcion de su propia naturaleza El fatum stoicum es personalizado por la individualidad de cada uno Lejos de violentar a los seres humanos supone su espontaneidad no determina el destino con independencia de su naturaleza Encontrando la causa principal de sus actos en el interior de ellos mismos pueden legitimamente ser considerados responsables no podrian asi imputar al destino aquello de lo que ellos mismos son principio La libertad en el seno del fatum Editar El estoicismo mantiene asi la libertad del ser humano en tanto que ser racional Si uno mismo no puede modificar el curso de los acontecimientos que le afectan puede en cambio ser el dueno de la manera en que los acoge y como reacciona ante ellos Dios le ha dejado el disfrute de lo esencial el buen uso de la razon El cilindro no se desplaza como el cono y el necio no reacciona como el sabio es la practica de la filosofia lo que permite perfeccionar mi razon para emplear el sano juicio ante el mundo que me rodea Si bien Crisipo se esfuerza en conciliar el fatum stoicum con la accion y la moralidad su respuesta no fue suficientemente comprendida por sus adversarios que hasta el final de la antiguedad no cesaran de esgrimir las mismas objeciones contra esta escuela Fatalismo y religion EditarArticulo principal Libre albedrio Se habla a menudo del fatalismo musulman en el sentido de que el Islam afirma la determinacion incondicional del devenir por la voluntad de Dios todopoderoso En la tercera sura del Coran Mahoma exhorta a sus fieles a la guerra santa tras un reves militar dificil pero pasajero sufrido tras la batalla de Uhud en el ano tercero de la Hegira 625 y que sembro la desmoralizacion entre sus partidarios A los derrotistas que afirmaban que los nuestros no habrian sido muertos si nos hubieran obedecido Sura 3 v 162 el Coran responde que la hora de la muerte esta incondicionalmente fijada por Dios de manera que morimos a la hora por El decidida Lo que os ha sucedido el dia del encuentro de las dos tropas ha ocurrido con permiso de Dios sura 3 v 160 1 Diderot resumia el dogma del fatalismo musulman en una carta a Sophie Volland en 1759 Mahoma predica el dogma de la fatalidad que inspira la audacia y el desprecio a la muerte el peligro es a ojos del fatalista el mismo para el que empuna el hierro en el campo de batalla que para aquel que descansa en una cama el momento de peligro es irrevocable y toda prudencia humana es vana ante el Eterno que ha encadenado todas las cosas con un lazo que incluso su misma voluntad no puede aflojar ni apretar Esta vision del islam como una religion determinista no es empero unanime Por su parte la reforma luterana propugnada por Martin Lutero introdujo el determinismo en el mundo cristiano negando el libre albedrio como lo haria tambien el calvinismo o el jansenismo Este ultimo profesa la imposibilidad para el ser humano de liberarse de la tentacion del pecado por sus propias fuerzas del cual solo la gracia divina puede liberarle Estas posturas dentro del cristianismo polemizaran con la ortodoxia catolica que reconoce la existencia del libre albedrio inclinandose hacia una vision opuesta conocida como voluntarismo El fatalismo moderno Diderot EditarEl fatalismo de los materialistas franceses Editar Paul Henri Dietrich baron D Holbach El fatalismo conocio un nuevo auge durante la Ilustracion gracias a los filosofos materialistas inspirados en el determinismo espinozista cuyos maximos representantes son Pablo Telleria La Mettrie d Holbach y Diderot Los contemporaneos como el abad Pluquet Le Guay de Premontval o Lelarge de Lignac le llamaron fatalismo moderno a esta corriente para distinguirla del fatalismo antiguo de los estoicos Una diferencia fundamental entre las dos corrientes estriba en la radicalidad del necesitarismo de los modernos para La Mettrie d Holbach y Diderot el sujeto no es dueno de su voluntad ni de su juicio que estan determinados por el caracter innato y las modificaciones sufridas por la educacion Como dira Diderot en los Elementos de fisiologia la voluntad no es menos mecanica que el entendimiento la volicion precede a la accion motilidad de las fibras musculares pero la volicion sigue a la sensacion son dos funciones del cerebro son corporales Ya en la Carta a Landois escribia en 1756 Observelo de cerca y vera que la palabra libertad es una palabra vacia de significado que no puede haber seres libres que no somos otra cosa que aquello que conviene al orden general a la organizacion a la educacion y a la cadena de acontecimientos He ahi lo que dispone de nosotros invenciblemente No se concibe un ser que actue sin la atadura o bien de una naturaleza o de una causa cualquiera que no esta en nosotros Si el fatalismo excluye toda libertad como fundamentar conceptualmente la responsabilidad penal y moral del ser humano La ley elemento de determinacion del comportamiento Editar Herencia de las controversias de la antiguedad el argumento antifatalista fue objetado por los fatalistas modernos Diderot replica que no solamente el fatalismo es compatible con la responsabilidad sino que es fuente de virtudes morales Esta doctrina afirma que el hombre esta determinado por toda suerte de causas y entre ellas figuran los castigos y recompensas que modificando al ser humano le hace respetar las leyes y el orden social Este extremo queda bien claro en la Carta a Landois aunque el hombre bueno o malo no sea libre no por ello es menos modificable es por eso que debe destruirse al danino en la plaza publica El castigo no deja de ser util desde la perspectiva de la absoluta fatalidad y en ese sentido es uno de los determinantes de la conducta humana La sociedad debe entonces continuar castigando a los criminales aun no siendo estos libres su castigo disuade a los demas de seguir su ejemplo Pero no es criminal ejecutar a un pobre diablo empujado al crimen por herencia o por mala educacion La respuesta de los fatalistas modernos es que el castigo es la legitima defensa de la sociedad medio necesario para mantener el orden publico Forzoso es ejecutar a aquel a quien el castigo no ha disuadido del crimen El baron d Holbach lo afirma en su Sistema de la naturaleza en el capitulo titulado Examen de la opinion que pretende que el sistema del fatalismo es peligroso Si la sociedad tiene derecho a conservarse a si misma tiene el derecho de emplear los medios para hacerlo tales medios son las leyes que presentan a los hombres los motivos para disuadirles de las acciones daninas Que estos motivos no son suficientes La sociedad por su propio bien esta obligada a quitarles el poder de danar El fatalismo fundamenta asi el castigo tanto por su valor disuasorio como defensivo e incluso va a darle la vuelta a la cuestion para oponerse a los partidarios del libre arbitrio si el ser humano fuera radicalmente libre entonces no tendria la capacidad de ser modificado por la ley los castigos o las recompensas La tesis del libre arbitrio tendria como consecuencia la anulacion de toda ley solo el fatalismo permite el mantenimiento del orden social Fatalismo y virtud Editar El fatalismo es presentado por Diderot como fuente de virtudes como la modestia o la clemencia El sabio es consciente de que toma sus virtudes de la naturaleza y la necesidad y no de su libertad De manera que no se enorgullece al contrario que el librearbitrista que cree sin razon haberse dado a si mismo sus cualidades morales Inversamente no se mortifica por ser quien es sabiendo que su vicio es producto de una educacion incorrecta o una herencia danina En el sistema fatalista de Diderot no hay sitio para la virtud o el vicio sino para el hecho de haber sido feliz o infelizmente nacido Diderot pondra en practica estas tesis en su novela Jacques el fatalista La aparicion del concepto de determinismo a principios del siglo XIX tendra como consecuencia la extincion del uso de la palabra fatalismo para designar este sistema filosofico y con ello se perdera parte de su connotacion negativa Critica filosofica fatalismo vs determinismo EditarArticulo principal Determinismo En el siglo XIX la nocion de fatalismo adquirio una connotacion peyorativa en la cultura filosofica y se opondra al determinismo que vera en el fatalismo una creencia supersticiosa ajena a la ciencia El determinismo se refiere a la determinacion condicional de los acontecimientos en virtud del principio de causalidad que hace que una consecuencia se derive necesariamente en cuanto el antecedente es efectivo si A la causa se realiza entonces B el efecto tendra lugar El determinismo permite la subsistencia de la razon en tanto que el devenir esta gobernado por un principio inteligible y de la accion pues la consecuencia solamente es necesaria en la medida en que lo sea el antecedente El fatalismo en cambio establece la determinacion incondicional del suceso sea cual sea la determinacion del antecedente tesis que excluye la razon en la medida en que la relacion causal no es comprensible y la accion para que molestarse en forzar lo inevitable Sartre que no era determinista escribio en El ser y la nada Se puede afirmar que el determinismo si se tiene la precaucion de no confundirlo con el fatalismo resulta mas humano que la teoria libre albedrio si en efecto pone de relieve los condicionantes de nuestros actos al menos da razon de cada uno de ellos si se limita estrictamente a la fisica y renuncia a buscar un condicionante en el conjunto del universo muestra que la atadura de nuestros actos esta en nosotros mismos actuamos tal y como somos y nuestros actos contribuyen a hacernos Si bien esta nocion tiene hoy connotaciones negativas no siempre fue asi como muestra el fatalismo antiguo de los estoicos o el materialismo de los filosofos franceses de la Ilustracion Vease tambien EditarLibre albedrio Determinismo Determinismo cientifico Diderot D Holbach Libertad PesimismoReferencias Editar Coran Trad de Juan Vernet Plaza amp Janes 1990 ISBN 978 84 01 37054 0Bibliografia EditarBrehier Emile 1951 Chrysippe et l ancien stoicisme Paris P U F Ciceron 1983 1962 Traite du destin trad E Brehier revisada por P Aubenque en Les Stoiciens Paris Gallimard Bibliotheque de la Pleiade Ciceron 1923 Traite du destin trad A Yon Paris Les Belles Lettres Ciceron 1992 De la divination trad G Freyburger et J Scheid Paris Les Belles Lettres Thiry baron d Holbach Paul 1998 La Politique naturelle Paris Fayard Thiry baron d Holbach Paul 1766 Le Christianisme devoile ou Examen des principes et des effets de la religion chretienne par feu M Boulanger Londres Thiry baron d Holbach Paul 1770 Le Militaire Filosophe ou Difficultes sur la religion proposee au R P Malebranche pretre de l Oratoire par un ancien officier Londres Thiry baron d Holbach Paul 1821 Systeme de la nature ou des lois du monde physique et du monde moral Paris Thiry baron d Holbach Paul 1770 Theologie portative ou dictionnaire abrege de la Religion chretienne Londres Diderot Denis 1973 Jacques le Fataliste et son Maitre Paris Gallimard Diderot Denis 1955 Supplement au Voyage de Bougainville Ginebra Droz Epicteto Entretiens y Manuel Lucrecio 1998 De la nature De natura rerum trad J Kany Turpin Paris Garnier Flammarion Spinoza Baruch 1984 Œuvres completes trad R Caillois M Frances et R Misrahi Paris Gallimard Spinoza Baruch 1987 Traite politique trad S Zac Paris Vrin Bibliografia completa en frances Enlaces externos EditarEn espanolDel destino de Ciceron De fato Ciceronis Edicion bilingue espanol latin PEREZ LoPEZ Pablo Javier Historia y Destino el fatalismo como identidad nacional lusa Diacronie Studi di Storia Contemporanea N 8 4 2011En francesCiceron Traite du destin Fatum stoicum destin et liberte dans le fatalisme stoicien Destin et responsabilite morale dans le stoicisme Le concept d argumentation morale antifataliste Une etude de Jacques le fataliste de Diderot Diderot Lettre a Landois Archivado el 6 de marzo de 2007 en Wayback Machine Liberte dans la necessite et distinction entre fatalisme et determinisme d un point de vue spinoziste Le probleme du fatalisme au siecle des Lumieres Articles Destin Destinee et Fatalite de l Encyclopedie Diderot et d Alembert Datos Q29253 Citas celebres Fatalidad Obtenido de https es wikipedia org w index php title Fatalismo amp oldid 143217386, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

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