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Crisis de 1640

La Crisis de 1640 fue la crisis política más grave que vivió la Monarquía Hispánica de los Austrias ya que a punto estuvo de acabar con ella —de hecho se produjo la secesión del reino de Portugal—. Tuvo lugar durante el reinado de Felipe IV de España y entre sus causas principales se encuentra el proyecto de Unión de Armas propuesto por su poderoso valido el Conde-Duque de Olivares.[1]​ Todo ello dentro del contexto de la Guerra de los Treinta Años y de la reanudación de la Guerra de los Ochenta Años contra los rebeldes de las Provincias Unidas de Holanda y Zelanda.

Retrato de Felipe IV de España por Velázquez (1644)

La crisis de 1640 se enmarca en la que se conoce como crisis del siglo XVII, que afectó particularmente al sur y centro de Europa.[2]​ La Monarquía Católica de Felipe IV, como otras monarquías compuestas europeas, tuvo que hacer frente a importantes desafíos internos y externos que cuestionaban su estructura política y social. La monarquía francesa era la que estaba en mejor posición para evolucionar, no sin dificultades, al absolutismo, mientras que la inglesa, en momentos no menos terribles (Guerra civil inglesa), terminó encontrando una solución más avanzada: la monarquía limitada.[3]

Antecedentes

En 1580 la Monarquía Hispánica, nacida con los Reyes Católicos en 1479, había incorporado al reino de Portugal, con lo que toda España —en el sentido geográfico que tenía este término entonces— quedó bajo la soberanía de un único monarca, Felipe II. Como advirtió Francisco de Quevedo en España defendida, obra publicada en 1609, «propiamente España se compone de tres coronas: de Castilla, Aragón y Portugal».[4]​ En cuanto a su estructura interna la Monarquía Hispánica era una monarquía compuesta en la que los «Reinos, Estados y Señoríos» que la integraban estaban unidos según la fórmula aeque principaliter, bajo la cual los reinos constituyentes continuaban después de su unión siendo tratados como entidades distintas, de modo que conservaban sus propias leyes, fueros y privilegios,[5]​ lo que implicaba que el rey católico no tenía los mismos poderes en sus Estados. Así, mientras en la Corona de Castilla gozaba de una amplia libertad de acción, en los estados de la Corona de Aragón y en Portugal su autoridad estaba considerablemente limitada por las leyes e instituciones de cada uno de ellos. Esto explica que Castilla soportara la mayor carga de los gastos de la Monarquía, pero que también gozara del beneficio de constituir el núcleo central de la misma —por ejemplo, la inmensa mayoría de los cargos eran ocupados por la nobleza castellana y por juristas castellanos— y que quedara adscrita a su Corona el Imperio de las Indias.[6]

La "decadencia" de Castilla, las necesidades de la guerra y las dificultades de la Hacienda real

 
Retrato de Felipe IV de España pintado por Rubens en 1628

A principios del siglo XVII, la situación de Castilla —de donde hasta entonces habían salido los hombres y los impuestos que necesitaron Carlos I y Felipe II para su política hegemónica en Europa— ya no era la misma que la del siglo anterior. Como ha señalado Joseph Pérez, Castilla «se hallaba exhausta, arruinada, agobiada después de un siglo de guerras casi continuas. Su población había mermado en proporción alarmante; su economía se venía abajo; las flotas de Indias que llevaban la plata a España llegaban muchas veces tarde, cuando llegaban, y las remesas tampoco eran las de antes. En comparación con Castilla, las coronas de Aragón y Portugal habían conservado su autonomía interna, protegida por sus fueros y leyes, que limitaban el poder del rey».[7]

La difícil situación de Castilla y la caída de las remesas de metales preciosos de las Indias tuvo una repercusión inmediata en los ingresos de la Hacienda real,[8]​ cuya crisis se vio agravada en 1618 cuando comenzó la que sería llamada Guerra de los Treinta Años y cuando en 1621 expiró la Tregua de los Doce Años con las Provincias Unidas —reanundándose así la Guerra de los Ochenta Años—. Esa compleja situación es la que tuvieron que afrontar el nuevo rey Felipe IV y su valido el conde-duque de Olivares.[8]

Durante la Guerra de los Treinta Años (1618-1648) la Monarquía de Felipe IV tuvo que realizar campañas militares en toda Europa para mantener unido un conjunto territorial disperso y poco cohesionado, de valor estratégico muy dispar (península ibérica, sur de Flandes, media Italia, enclaves entre Francia y Alemania), sin descuidar el Imperio ultramarino, a la vez que se seguía una política de prestigio o de reputación, en defensa de la religión católica y de la rama austriaca de los Habsburgo, lo que explica que no se renovara la Tregua de los doce años con Holanda y que se interviniera en la guerra europea en contra de las potencias protestantes y la Francia de Richelieu. Todo ello había que hacerlo en medio del aislamiento internacional que no se conseguía romper a pesar de los intentos de conseguir una alianza con Inglaterra. Tampoco el Papa exhibía ninguna simpatía a la Monarquía Católica. Aun así se habían conseguido éxitos notables, como mantener accesible la ruta de los Tercios o camino español entre Italia y Flandes (luchas por el enclave estratégico de la Valtellina, 1620-1639).

Pero el esfuerzo bélico que requería la guerra era imposible de mantener para una hacienda sin recursos:

  • los ingresos americanos (extracción de metales preciosos estancada o en declive desde finales del siglo XVI, y dependientes del sistema de la flota de Indias, sometido al azar de las tempestades y la presión de piratas y corsarios de las potencias navales emergentes Inglaterra y Holanda;
  • los impuestos de la Corona de Castilla (también disminuyendo por la coyuntura de crisis y despoblación y dependientes de unas Cortes que aunque nunca se negaron a conceder fondos, complicaban su concesión y forma de cobro),y que se quejaban de que los demás territorios de la Monarquía no contribuían significativamente;
  • la venta de jurisdicciones (señoríos), que disminuía el realengo y provocaba la refeudalización y la disminución efectiva del poder real;
  • la política monetaria (devaluación de la moneda de vellón);
  • la deuda pública (juros), creciente y muy problemática, que condujeron a las sucesivas Quiebras de Felipe IV.

El proyecto de Olivares: el memorial secreto de 1624 y la Unión de Armas

 
El Conde Duque de Olivares, por Velázquez, 1632. Aparece un valido de gesto decidido en la cúspide de su poder y del de la Monarquía Hispánica, con el bastón de mando militar, en un cuadro que es pendant con uno de composición simétrica del propio rey, ambos en el Museo del Prado.

El proyecto de Olivares, resumido en su aforismo Multa regna, sed una lex, «Muchos reinos, pero una ley»,[9]​ que era sin duda la ley de Castilla, donde el poder del rey era más efectivo que en cualquier «provincia» que mantuviese sus tradicionales «libertades», implicaba modificar el modelo político de monarquía compuesta de los Austrias en el sentido de uniformizar las leyes e instituciones de sus reinos. Esta política fue plasmada en el famoso memorial secreto preparado por Olivares para Felipe IV, fechado el 25 de diciembre de 1624, cuyo párrafo clave decía:[10]

Tenga Vuestra Majestad por el negocio más importante de su Monarquía, el hacerse Rey de España: quiero decir, Señor, que no se contente Vuestra Majestad con ser Rey de Portugal, de Aragón, de Valencia, Conde de Barcelona, sino que trabaje y piense, con consejo mudado y secreto, por reducir estos reinos de que se compone España al estilo y leyes de Castilla, sin ninguna diferencia, que si Vuestra Majestad lo alcanza será el Príncipe más poderoso del mundo.

Como este proyecto requería tiempo y las necesidades de la Hacienda eran acuciantes, el Conde-Duque presentó oficialmente en 1626 un proyecto menos ambicioso pero igualmente innovador, la Unión de Armas, según el cual todos los «Reinos, Estados y Señoríos» de la Monarquía Hispánica contribuirían en hombres y en dinero a su defensa, en proporción a su población y a su riqueza. Así la Corona de Castilla y su Imperio de las Indias aportarían 44.000 soldados; el Principado de Cataluña, el Reino de Portugal y el Reino de Nápoles, 16.000 cada uno; los Países Bajos del sur, 12.000; el Reino de Aragón, 10.000; el Ducado de Milán, 8.000; y el Reino de Valencia y el Reino de Sicilia, 6.000 cada uno, hasta totalizar un ejército de 140.000 hombres. El Conde-Duque pretendía hacer frente así a las obligaciones militares que la Monarquía de la Casa de Austria había contraído. Sin embargo, el conde-duque era consciente de la dificultad del proyecto ya que tendría que conseguir la aceptación del mismo por las instituciones propias de cada Estado —singularmente de sus Cortes—, y éstas eran muy celosas de sus fueros y privilegios.

Con la Unión de Armas Olivares retomaba las ideas de los arbitristas castellanos que desde principios del siglo XVII, cuando se hizo evidente la «decadencia» de Castilla, habían propuesto que las cargas de la Monarquía fueran compartidas por el resto de los reinos no castellanos, aunque nada dijeron de compartir también los beneficios.[nota 1]​ Unas ideas que cuando empezó la Guerra de los Treinta Años fueron también asumidas por el Consejo de Hacienda y el Consejo de Castilla. Este último en una «consulta» del 1 de febrero de 1619 afirmó que las otras «provincias», «fuera justo que se ofrecieran, y aun se les pidiera ayudaran con algún socorro, y que no cayera todo el peso y carga sobre un sujeto tan flaco y tan desuntanciado», en referencia a la Corona de Castilla.[11]​ Sin embargo, la opinión que tenían los arbitristas y los consejos castellanos sobre la escasa contribución de los estados de la Corona de Aragón a los gastos de la Monarquía no se ajustaba completamente a la realidad, además de que los castellanos sobrestimaban la población y la riqueza de los reinos y estados no castellanos, una idea que también compartía el Conde-Duque de Olivares.[12]

La oposición de los reinos y estados no castellanos a la Unión de Armas

Mientras en la corte de Madrid la Unión de Armas fue recibida con grandes elogios —«único medio para la sustentación y restauración de la monarquía»—, en los estados no castellanos ocurrió exactamente lo contrario, conscientes de que si se aprobaba tendrían que contribuir regularmente con tropas y dinero, y de que supondría una violación de sus fueros, ya que en todos ellos, como ha señalado Elliott, «reglas muy estrictas disponían el reclutamiento y la utilización de las tropas».[13]

Según Joseph Pérez, la oposición de los estados no castellanos a la Unión de Armas se debió, en primer lugar, a que el cambio que se proponía «era demasiado fuerte como para ser aceptado sin resistencia» por unos «reinos y señoríos que habían disfrutado desde siglo y medio de una autonomía casi total»; y, en segundo lugar, porque «el propósito de crear un nación unida y solidaria venía demasiado tarde: se proponía a las provincias no castellanas participar en una política que estaba hundiendo a Castilla cuando no se le había dado parte ni en los provechos ni en el prestigio que aquella política reportó a los castellanos, si los hubo».[14]

Para la aprobación de la Unión de Armas el rey Felipe IV convocó para principios de 1626 Cortes del Reino de Aragón, que se celebrarían en Barbastro; Cortes del Reino de Valencia, a celebrar en Monzón, y Cortes catalanas, que se reunirían en Barcelona. En las del Reino de Valencia Olivares tuvo que cambiar sus planes y aceptar un subsidio, que las Cortes concedieron de mala gana, de un millón de ducados que serviría para mantener a 1.000 soldados —lejos, pues, de los 6.000 previstos— que se pagaría en quince plazos anuales —72.000 ducados cada año—. De las Cortes del reino de Aragón obtuvo dos mil voluntarios durante quince años, o los 144.000 ducados anuales con los que se pagaría esa cantidad de hombres —muy lejos también de la cifra de 10.000 soldados prevista por Olivares para el reino de Aragón—.[15]​ Y en cuanto a las del Principado de Cataluña no se consiguió vencer la oposición de los tres braços y como las sesiones se alargaban sin que se llegara a tratar la Unión de Armas, el rey Felipe IV abandonó precipitadamente Barcelona el 4 de mayo de 1626 sin clausurarlas.[16]

En 1632 Olivares volvió a intentar que las cortes catalanas aprobaran la Unión de Armas o un «servicio» en dinero equivalente y se reunieron de nuevo. Pero éstas aún duraron menos que las de 1626 ya que cuestiones de protocolo —como la reivindicación de los representantes de Barcelona del privilegio de ir cubiertos con sombrero en presencia del rey— y los interminables greuges agotaron la paciencia del rey y de nuevo se marchó sin clausurarlas. Como ha señalado Xavier Torres, el fracaso de estas nuevas cortes sancionó «de hecho, el divorcio entre el monarca —o su valido— y las instituciones del Principado».[17]

La crisis de 1640

En 1636 la declaración de guerra de Luis XIII de Francia a Felipe IV llevó la guerra a Cataluña dada su situación fronteriza, por lo que, como afirma Xavier Torres, «los catalanes se encontraron, como aquel que dice, con la Unión de Armas en casa».[18]

El Conde-Duque de Olivares se propuso concentrar en Cataluña un ejército de 40.000 hombres para atacar Francia por el sur y al que el Principado tendría que aportar 6.000 hombres. Pronto surgen los conflictos entre el ejército real —compuesto por mercenarios de diversas regiones incluidos los castellanos— con la población local a propósito del alojamiento y manutención de las tropas. Se extienden las quejas sobre su comportamiento —se les acusa de cometer robos, exacciones y todo tipo de abusos—, culminando con el saqueo de Palafrugell por el ejército estacionado allí, lo que desencadena las protestas de la Diputació del General y del Consell de Cent de Barcelona ante Olivares.[19]

El Conde-Duque de Olivares, necesitado de dinero y de hombres, confiesa estar harto de los catalanes: «Si las Constituciones embarazan, que lleve el diablo las Constituciones».[20]​ Así a lo largo de 1640 el nuevo virrey de Cataluña, conde de Santa Coloma, siguiendo las instrucciones de Olivares, adopta medidas cada vez más duras contra los que niegan el alojamiento a las tropas o se quejan de sus abusos. Incluso toma represalias contra los pueblos donde las tropas no han sido bien recibidas y algunos son saqueados e incendiados. El diputado Tamarit es detenido. Los enfrentamientos entre campesinos y soldados menudean hasta que se produce una insurrección general en la región de Gerona que pronto se extiende a la mayor parte del Principado. El 7 de junio de 1640, fiesta del Corpus, rebeldes mezclados con segadores que habían acudido a la ciudad para ser contratados para la cosecha, entran en Barcelona y estalla la rebelión. «Los insurrectos se ensañan contra los funcionarios reales y los castellanos; el propio virrey procura salvar la vida huyendo, pero ya es tarde. Muere asesinado. Los rebeldes son dueños de Barcelona». Fue el Corpus de Sangre que dio inicio a la Sublevación de Cataluña. En diciembre se sublevaba el reino de Portugal y en el verano de 1641 se descubría la conspiración del duque de Medina Sidonia en Andalucía. Más tarde surgieron nuevas amenazas en Aragón, Sicilia y Nápoles.[21]

La sublevación de Cataluña

La idea de la Unión de Armas propuesta por el conde-duque de Olivares fue inaplicable por la oposición de las Cortes catalanas. A partir de 1636 la guerra llegó a sus propias fronteras, en la que no tendrían más remedio que colaborar las clases dirigentes catalanas (nobleza, clero y patriciado urbano), muy celosas de sus fueros y privilegios y que ya habían sufrido algunos agravios simbólicos por el rey y su valido. Los abusos del ejército sobre la población civil, tan habituales en todas las guerras de la época sin mirar si se efectuaban sobre la propia población o sobre el enemigo, despertaron en el campesinado una conciencia de opresión que originó la Guerra de los Segadores tras el Corpus de Sangre. La Generalidad acabó por ofrecer su fidelidad al rey de Francia.

La secesión de Portugal

La concentración de los escasos esfuerzos de la monarquía en sofocar la revuelta catalana provocó la intensificación de los movimientos conspirativos que en Portugal pretendían la vuelta a una situación de independencia de la que no gozaba desde 1580. La imprudente pero necesaria petición de más impuestos y de apoyo a la nobleza portuguesa para sofocar la revuelta catalana (27 de octubre de 1640) precipitó los hechos y el 1 de diciembre los descontentos proclaman como rey Juan IV de Portugal al duque de Braganza, sostenido por Inglaterra. Conseguirá con poco esfuerzo imponerse a los pocos apoyos de Felipe IV, tanto en el Portugal peninsular como en las colonias (con pocas excepciones, como Ceuta), y consolidarse en el poder.

La conspiración del Duque de Medina Sidonia en Andalucía

Con poca diferencia de fechas, se detectó y reprimió con eficacia la conspiración del Duque de Medina Sidonia en Andalucía (1641), donde el Duque de Medina Sidonia pretendía establecer un reino separado, sin prácticamente ningún apoyo interior, y con un apoyo exterior que, si es que existió (una posible conexión con Portugal), fue irrelevante. Medina-Sidonia es encarcelado y Ayamonte ejecutado.

La conspiración del Duque de Híjar en el reino de Aragón

El Duque de Híjar protagonizó, junto con un personaje llamado Carlos Padilla (identificado como francófilo convencido), un intento similar en Aragón, unos años más tarde, en 1648.[22]​ Ambas (la de Medina Sidonia y la de Híjar) han sido caracterizadas como una muestra de oportunismo de los aristócratas, similar al de la nobleza francesa de la época (La Fronda).[23]

Rumores de secesión del Reino de Navarra

A raíz de estos rumores secesionistas en el verano de 1648 encarcelan en Madrid a Miguel de Iturbide, político baztanés muerto en la cárcel de Santorcaz por considerarle el cabecilla de una conjuración separatista en Navarra.[24]

Traición de D. Pedro Velaz de Medrano

También en 1648 este marino que había dirigido la Armada de Barlovento se pasa a los franceses y amenaza con una flota corsaria las naves españolas en el Caribe en los años siguientes. El origen navarro de su linaje también hizo circular rumores de que podía pretender sublevar Navarra.[25]

Las revueltas de Nápoles y Sicilia

Más graves consecuencias podría haber tenido la revuelta llamada antiespañola de Nápoles (1647), movimiento popular con características de motín de subsistencia liderado por el pescador Masaniello. El apoyo inicial de algunos sectores de la nobleza y patriciado urbano duró poco al quedar claro que la mejor defensa de su situación privilegiada era el propio Felipe IV y las tropas españolas que, al mando de don Juan José de Austria, hijo natural del rey, entraron en la ciudad de Nápoles en febrero de 1648. En Sicilia, donde había estallado una revuelta similar, sucederá lo mismo en septiembre de 1648.

Consecuencias

La guerra en Europa no fue bien: ya se había perdido la batalla naval de las Dunas (1639) y se perderá la batalla de Rocroi (1643). El Tratado de Westfalia (1648) puso fin a la guerra en Centroeuropa y modernizó la diplomacia europea, haciéndola más realista y menos dependiente de la religión. Los Habsburgo de Viena sobreviven. La monarquía católica tiene que resignarse a todo. Se reconoce la independencia de Holanda (tras ochenta años de guerra con el paréntesis de la tregua de los doce años concedida por Felipe III), como más tarde se reconocerá la de Portugal (1668). La guerra con Francia continuó, pero la situación en Cataluña evolucionó favorablemente a los intereses de los Austrias, aunque la paz de los Pirineos (1659) significó la partición del territorio catalán, mientras su parte principal volvía a la situación anterior a 1640, pues se respetaron los fueros tradicionales.

A pesar de que podía haber sido aún peor, los más de cien años de hegemonía española en Europa pasaban a la historia. Quedaba patente la Decadencia española que muchos contemporáneos (incluso el mismo Olivares) denunciaban desde principios del XVII. Escaso consuelo eran para un pueblo exhausto los artificiosos lujos barrocos que simultáneamente triunfaban en el arte y la literatura del Siglo de Oro. Eso sí, quedó a salvo la pureza de la fe en toda la Monarquía católica.

A principios de 1643 Felipe IV autorizaba al Conde-Duque de Olivares a que se retirara a sus tierras.[26]​ Se constataba así el fracaso de «una política audaz de integración hispánica que acabó en un desastre casi total» y que «estuvo casi a punto de hundir la monarquía [de Felipe IV]».[27]

Notas

  1. "Cuando los castellanos se quejaban del intolerable peso que tenían que soportar, tendían a olvidar que su historia imperial no había sido exclusivamente una saga de autosacrificios. Si soportaban el peso de la Monarquía, en forma de provisión de tropas y dinero para la defensa de sus posesiones, también era cierto que habían conseguido casi el monopolio de los cargos en la Corte y en la administración imperial. Pero estos beneficios de la Monarquía, nada menospreciables, eran fácilmente pasados por alto; tan fácilmente como el hecho de que si las riquezas de las Indias habían supuesto a la larga sólo una pequeña ventaja para Castilla, sólo a Castilla podía imputársele el hecho" (Elliot, 1982, pág. 166).

Referencias

  1. Elliot, op. cit; también otras obras posteriores de John H. Elliot, como Elliott, J.H. et al., 1640: La Monarquía Hispánica en crisis, Barcelona, 1991. El origen intelectual del concepto puede remontarse a autores anteriores, como Francisco Tomás y Valiente: Tomás y Valiente F., et al., La España de Felipe IV. El gobierno de la Monarquía. La crisis de 1640 y el fracaso de la hegemonía española, Madrid, 1982 (tomo XXV de la Historia de España de Espasa-Calpe).
  2. Aston, op. cit.
  3. Perry Anderson El estado absoluto
  4. Pérez, 1980, pp. 230-231
  5. Elliott, 2009, pp. 34-35
  6. Elliott, 2009, pp. 36-42
  7. Pérez, 1980, p. 231
  8. Pérez, 1980, p. 229
  9. Elliott, 2009, pp. 45-46
  10. Elliott, 1982, pp. 179
  11. Elliott, 1982, pp. 170-171
  12. Casey, 1988, pp. 458-459
  13. Elliott, 1982, pp. 185
  14. Pérez, 1980, p. 232
  15. Elliott, 1982, pp. 191-195
  16. Torres, 2006
  17. Torres, 2006, pp. 48-49
  18. Torres, 2006, p. 49
  19. Pérez, 1980, pp. 233-234
  20. Pérez, 1980, pp. 234-235
  21. Pérez, 1980, pp. 235-237
  22. [1][2]
  23. Ramón Menéndez Pidal, José María Jover Zamora (eds.) (1990) Historia de España, Volumen 25, Madrid: Espasa-Calpe, ISBN 8423948331, pg. 509
  24. Jesús María Usunáriz Garayoa (2006). Historia breve de Navarra. Madrid: Silex. p. 176-177. ISBN 13: 978-84-7737-147-2. 
  25. TÉLLEZ ALARCIA, Diego (2015). Jaque al Rey: la conspiración del marqués de Tabuérniga. Endymion. p. 235. ISBN 978-84-7731-563-6. 
  26. Pérez, 1980, pp. 240-241
  27. Pérez, 1980, pp. 230;228

Bibliografía

  • ELLIOT, J. H. (1990). El Conde Duque de Olivares. Barcelona, Crítica. ISBN 84-397-0248-5. 
  • ASTON, TREVOR (ed.) (1983). Crisis en Europa (1560-1660). Madrid, Alianza. ISBN 84-206-2359-8. 
  • Casey, James (1988). «De reino a provincia: de la Valencia foral a la absolutista (1609-1707)». En Manuel Cerdá (dir.), ed. Historia del pueblo valenciano. Valencia: Levante. ISBN 84-404-3763-3. 
  • Elliott, John H. (1982) [1963]. La rebelión de los catalanes. Un estudio sobre la decadencia de España (1598-1640) [The Revolt of the Catlanas-A study in the Decline of Spain (1598-1640)] (2ª edición). Madrid: Siglo XXI. ISBN 84-323-0269-04 |isbn= incorrecto (ayuda). 
  • Elliott, John H. (2009). «Una Europa de monarquías compuestas». España, Europa y el mundo de ultramar (1500-1800). Madrid: Taurus. ISBN 978-84-306-0780-8. 
  • Pérez, Joseph (1980). «España moderna (1474-1700). Aspectos políticos y sociales». En Jean-Paul Le Flem; Joseph Pérez; Jean-Marc Perlorson; José Mª López Piñero y Janine Fayard, ed. La frustración de un Imperio. Vol. V de la Historia de España, dirigida por Manuel Tuñón de Lara. Barcelona: Labor. ISBN 84-335-9425-7. 
  • Torres, Xavier (2006). La Guerra dels Segadors (en catalán). Lérida-Vic: Pagès Editors-Eumo Editorial. ISBN 84-9779-443-5. 
  •   Datos: Q5791062

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La Crisis de 1640 fue la crisis politica mas grave que vivio la Monarquia Hispanica de los Austrias ya que a punto estuvo de acabar con ella de hecho se produjo la secesion del reino de Portugal Tuvo lugar durante el reinado de Felipe IV de Espana y entre sus causas principales se encuentra el proyecto de Union de Armas propuesto por su poderoso valido el Conde Duque de Olivares 1 Todo ello dentro del contexto de la Guerra de los Treinta Anos y de la reanudacion de la Guerra de los Ochenta Anos contra los rebeldes de las Provincias Unidas de Holanda y Zelanda Retrato de Felipe IV de Espana por Velazquez 1644 La crisis de 1640 se enmarca en la que se conoce como crisis del siglo XVII que afecto particularmente al sur y centro de Europa 2 La Monarquia Catolica de Felipe IV como otras monarquias compuestas europeas tuvo que hacer frente a importantes desafios internos y externos que cuestionaban su estructura politica y social La monarquia francesa era la que estaba en mejor posicion para evolucionar no sin dificultades al absolutismo mientras que la inglesa en momentos no menos terribles Guerra civil inglesa termino encontrando una solucion mas avanzada la monarquia limitada 3 Indice 1 Antecedentes 1 1 La decadencia de Castilla las necesidades de la guerra y las dificultades de la Hacienda real 1 2 El proyecto de Olivares el memorial secreto de 1624 y la Union de Armas 1 3 La oposicion de los reinos y estados no castellanos a la Union de Armas 2 La crisis de 1640 2 1 La sublevacion de Cataluna 2 2 La secesion de Portugal 2 3 La conspiracion del Duque de Medina Sidonia en Andalucia 2 4 La conspiracion del Duque de Hijar en el reino de Aragon 2 5 Rumores de secesion del Reino de Navarra 2 6 Traicion de D Pedro Velaz de Medrano 2 7 Las revueltas de Napoles y Sicilia 3 Consecuencias 4 Notas 5 Referencias 6 BibliografiaAntecedentes EditarArticulo principal Union de Armas En 1580 la Monarquia Hispanica nacida con los Reyes Catolicos en 1479 habia incorporado al reino de Portugal con lo que toda Espana en el sentido geografico que tenia este termino entonces quedo bajo la soberania de un unico monarca Felipe II Como advirtio Francisco de Quevedo en Espana defendida obra publicada en 1609 propiamente Espana se compone de tres coronas de Castilla Aragon y Portugal 4 En cuanto a su estructura interna la Monarquia Hispanica era una monarquia compuesta en la que los Reinos Estados y Senorios que la integraban estaban unidos segun la formula aeque principaliter bajo la cual los reinos constituyentes continuaban despues de su union siendo tratados como entidades distintas de modo que conservaban sus propias leyes fueros y privilegios 5 lo que implicaba que el rey catolico no tenia los mismos poderes en sus Estados Asi mientras en la Corona de Castilla gozaba de una amplia libertad de accion en los estados de la Corona de Aragon y en Portugal su autoridad estaba considerablemente limitada por las leyes e instituciones de cada uno de ellos Esto explica que Castilla soportara la mayor carga de los gastos de la Monarquia pero que tambien gozara del beneficio de constituir el nucleo central de la misma por ejemplo la inmensa mayoria de los cargos eran ocupados por la nobleza castellana y por juristas castellanos y que quedara adscrita a su Corona el Imperio de las Indias 6 La decadencia de Castilla las necesidades de la guerra y las dificultades de la Hacienda real Editar Retrato de Felipe IV de Espana pintado por Rubens en 1628 A principios del siglo XVII la situacion de Castilla de donde hasta entonces habian salido los hombres y los impuestos que necesitaron Carlos I y Felipe II para su politica hegemonica en Europa ya no era la misma que la del siglo anterior Como ha senalado Joseph Perez Castilla se hallaba exhausta arruinada agobiada despues de un siglo de guerras casi continuas Su poblacion habia mermado en proporcion alarmante su economia se venia abajo las flotas de Indias que llevaban la plata a Espana llegaban muchas veces tarde cuando llegaban y las remesas tampoco eran las de antes En comparacion con Castilla las coronas de Aragon y Portugal habian conservado su autonomia interna protegida por sus fueros y leyes que limitaban el poder del rey 7 La dificil situacion de Castilla y la caida de las remesas de metales preciosos de las Indias tuvo una repercusion inmediata en los ingresos de la Hacienda real 8 cuya crisis se vio agravada en 1618 cuando comenzo la que seria llamada Guerra de los Treinta Anos y cuando en 1621 expiro la Tregua de los Doce Anos con las Provincias Unidas reanundandose asi la Guerra de los Ochenta Anos Esa compleja situacion es la que tuvieron que afrontar el nuevo rey Felipe IV y su valido el conde duque de Olivares 8 Durante la Guerra de los Treinta Anos 1618 1648 la Monarquia de Felipe IV tuvo que realizar campanas militares en toda Europa para mantener unido un conjunto territorial disperso y poco cohesionado de valor estrategico muy dispar peninsula iberica sur de Flandes media Italia enclaves entre Francia y Alemania sin descuidar el Imperio ultramarino a la vez que se seguia una politica de prestigio o de reputacion en defensa de la religion catolica y de la rama austriaca de los Habsburgo lo que explica que no se renovara la Tregua de los doce anos con Holanda y que se interviniera en la guerra europea en contra de las potencias protestantes y la Francia de Richelieu Todo ello habia que hacerlo en medio del aislamiento internacional que no se conseguia romper a pesar de los intentos de conseguir una alianza con Inglaterra Tampoco el Papa exhibia ninguna simpatia a la Monarquia Catolica Aun asi se habian conseguido exitos notables como mantener accesible la ruta de los Tercios o camino espanol entre Italia y Flandes luchas por el enclave estrategico de la Valtellina 1620 1639 Pero el esfuerzo belico que requeria la guerra era imposible de mantener para una hacienda sin recursos los ingresos americanos extraccion de metales preciosos estancada o en declive desde finales del siglo XVI y dependientes del sistema de la flota de Indias sometido al azar de las tempestades y la presion de piratas y corsarios de las potencias navales emergentes Inglaterra y Holanda los impuestos de la Corona de Castilla tambien disminuyendo por la coyuntura de crisis y despoblacion y dependientes de unas Cortes que aunque nunca se negaron a conceder fondos complicaban su concesion y forma de cobro y que se quejaban de que los demas territorios de la Monarquia no contribuian significativamente la venta de jurisdicciones senorios que disminuia el realengo y provocaba la refeudalizacion y la disminucion efectiva del poder real la politica monetaria devaluacion de la moneda de vellon la deuda publica juros creciente y muy problematica que condujeron a las sucesivas Quiebras de Felipe IV El proyecto de Olivares el memorial secreto de 1624 y la Union de Armas Editar Articulo principal Memorial secreto del Conde Duque de Olivares El Conde Duque de Olivares por Velazquez 1632 Aparece un valido de gesto decidido en la cuspide de su poder y del de la Monarquia Hispanica con el baston de mando militar en un cuadro que es pendant con uno de composicion simetrica del propio rey ambos en el Museo del Prado El proyecto de Olivares resumido en su aforismo Multa regna sed una lex Muchos reinos pero una ley 9 que era sin duda la ley de Castilla donde el poder del rey era mas efectivo que en cualquier provincia que mantuviese sus tradicionales libertades implicaba modificar el modelo politico de monarquia compuesta de los Austrias en el sentido de uniformizar las leyes e instituciones de sus reinos Esta politica fue plasmada en el famoso memorial secreto preparado por Olivares para Felipe IV fechado el 25 de diciembre de 1624 cuyo parrafo clave decia 10 Tenga Vuestra Majestad por el negocio mas importante de su Monarquia el hacerse Rey de Espana quiero decir Senor que no se contente Vuestra Majestad con ser Rey de Portugal de Aragon de Valencia Conde de Barcelona sino que trabaje y piense con consejo mudado y secreto por reducir estos reinos de que se compone Espana al estilo y leyes de Castilla sin ninguna diferencia que si Vuestra Majestad lo alcanza sera el Principe mas poderoso del mundo Como este proyecto requeria tiempo y las necesidades de la Hacienda eran acuciantes el Conde Duque presento oficialmente en 1626 un proyecto menos ambicioso pero igualmente innovador la Union de Armas segun el cual todos los Reinos Estados y Senorios de la Monarquia Hispanica contribuirian en hombres y en dinero a su defensa en proporcion a su poblacion y a su riqueza Asi la Corona de Castilla y su Imperio de las Indias aportarian 44 000 soldados el Principado de Cataluna el Reino de Portugal y el Reino de Napoles 16 000 cada uno los Paises Bajos del sur 12 000 el Reino de Aragon 10 000 el Ducado de Milan 8 000 y el Reino de Valencia y el Reino de Sicilia 6 000 cada uno hasta totalizar un ejercito de 140 000 hombres El Conde Duque pretendia hacer frente asi a las obligaciones militares que la Monarquia de la Casa de Austria habia contraido Sin embargo el conde duque era consciente de la dificultad del proyecto ya que tendria que conseguir la aceptacion del mismo por las instituciones propias de cada Estado singularmente de sus Cortes y estas eran muy celosas de sus fueros y privilegios Con la Union de Armas Olivares retomaba las ideas de los arbitristas castellanos que desde principios del siglo XVII cuando se hizo evidente la decadencia de Castilla habian propuesto que las cargas de la Monarquia fueran compartidas por el resto de los reinos no castellanos aunque nada dijeron de compartir tambien los beneficios nota 1 Unas ideas que cuando empezo la Guerra de los Treinta Anos fueron tambien asumidas por el Consejo de Hacienda y el Consejo de Castilla Este ultimo en una consulta del 1 de febrero de 1619 afirmo que las otras provincias fuera justo que se ofrecieran y aun se les pidiera ayudaran con algun socorro y que no cayera todo el peso y carga sobre un sujeto tan flaco y tan desuntanciado en referencia a la Corona de Castilla 11 Sin embargo la opinion que tenian los arbitristas y los consejos castellanos sobre la escasa contribucion de los estados de la Corona de Aragon a los gastos de la Monarquia no se ajustaba completamente a la realidad ademas de que los castellanos sobrestimaban la poblacion y la riqueza de los reinos y estados no castellanos una idea que tambien compartia el Conde Duque de Olivares 12 La oposicion de los reinos y estados no castellanos a la Union de Armas Editar Mientras en la corte de Madrid la Union de Armas fue recibida con grandes elogios unico medio para la sustentacion y restauracion de la monarquia en los estados no castellanos ocurrio exactamente lo contrario conscientes de que si se aprobaba tendrian que contribuir regularmente con tropas y dinero y de que supondria una violacion de sus fueros ya que en todos ellos como ha senalado Elliott reglas muy estrictas disponian el reclutamiento y la utilizacion de las tropas 13 Segun Joseph Perez la oposicion de los estados no castellanos a la Union de Armas se debio en primer lugar a que el cambio que se proponia era demasiado fuerte como para ser aceptado sin resistencia por unos reinos y senorios que habian disfrutado desde siglo y medio de una autonomia casi total y en segundo lugar porque el proposito de crear un nacion unida y solidaria venia demasiado tarde se proponia a las provincias no castellanas participar en una politica que estaba hundiendo a Castilla cuando no se le habia dado parte ni en los provechos ni en el prestigio que aquella politica reporto a los castellanos si los hubo 14 Para la aprobacion de la Union de Armas el rey Felipe IV convoco para principios de 1626 Cortes del Reino de Aragon que se celebrarian en Barbastro Cortes del Reino de Valencia a celebrar en Monzon y Cortes catalanas que se reunirian en Barcelona En las del Reino de Valencia Olivares tuvo que cambiar sus planes y aceptar un subsidio que las Cortes concedieron de mala gana de un millon de ducados que serviria para mantener a 1 000 soldados lejos pues de los 6 000 previstos que se pagaria en quince plazos anuales 72 000 ducados cada ano De las Cortes del reino de Aragon obtuvo dos mil voluntarios durante quince anos o los 144 000 ducados anuales con los que se pagaria esa cantidad de hombres muy lejos tambien de la cifra de 10 000 soldados prevista por Olivares para el reino de Aragon 15 Y en cuanto a las del Principado de Cataluna no se consiguio vencer la oposicion de los tres bracos y como las sesiones se alargaban sin que se llegara a tratar la Union de Armas el rey Felipe IV abandono precipitadamente Barcelona el 4 de mayo de 1626 sin clausurarlas 16 En 1632 Olivares volvio a intentar que las cortes catalanas aprobaran la Union de Armas o un servicio en dinero equivalente y se reunieron de nuevo Pero estas aun duraron menos que las de 1626 ya que cuestiones de protocolo como la reivindicacion de los representantes de Barcelona del privilegio de ir cubiertos con sombrero en presencia del rey y los interminables greuges agotaron la paciencia del rey y de nuevo se marcho sin clausurarlas Como ha senalado Xavier Torres el fracaso de estas nuevas cortes sanciono de hecho el divorcio entre el monarca o su valido y las instituciones del Principado 17 La crisis de 1640 EditarEn 1636 la declaracion de guerra de Luis XIII de Francia a Felipe IV llevo la guerra a Cataluna dada su situacion fronteriza por lo que como afirma Xavier Torres los catalanes se encontraron como aquel que dice con la Union de Armas en casa 18 El Conde Duque de Olivares se propuso concentrar en Cataluna un ejercito de 40 000 hombres para atacar Francia por el sur y al que el Principado tendria que aportar 6 000 hombres Pronto surgen los conflictos entre el ejercito real compuesto por mercenarios de diversas regiones incluidos los castellanos con la poblacion local a proposito del alojamiento y manutencion de las tropas Se extienden las quejas sobre su comportamiento se les acusa de cometer robos exacciones y todo tipo de abusos culminando con el saqueo de Palafrugell por el ejercito estacionado alli lo que desencadena las protestas de la Diputacio del General y del Consell de Cent de Barcelona ante Olivares 19 El Conde Duque de Olivares necesitado de dinero y de hombres confiesa estar harto de los catalanes Si las Constituciones embarazan que lleve el diablo las Constituciones 20 Asi a lo largo de 1640 el nuevo virrey de Cataluna conde de Santa Coloma siguiendo las instrucciones de Olivares adopta medidas cada vez mas duras contra los que niegan el alojamiento a las tropas o se quejan de sus abusos Incluso toma represalias contra los pueblos donde las tropas no han sido bien recibidas y algunos son saqueados e incendiados El diputado Tamarit es detenido Los enfrentamientos entre campesinos y soldados menudean hasta que se produce una insurreccion general en la region de Gerona que pronto se extiende a la mayor parte del Principado El 7 de junio de 1640 fiesta del Corpus rebeldes mezclados con segadores que habian acudido a la ciudad para ser contratados para la cosecha entran en Barcelona y estalla la rebelion Los insurrectos se ensanan contra los funcionarios reales y los castellanos el propio virrey procura salvar la vida huyendo pero ya es tarde Muere asesinado Los rebeldes son duenos de Barcelona Fue el Corpus de Sangre que dio inicio a la Sublevacion de Cataluna En diciembre se sublevaba el reino de Portugal y en el verano de 1641 se descubria la conspiracion del duque de Medina Sidonia en Andalucia Mas tarde surgieron nuevas amenazas en Aragon Sicilia y Napoles 21 La sublevacion de Cataluna Editar Articulo principal Sublevacion de Cataluna 1640 La idea de la Union de Armas propuesta por el conde duque de Olivares fue inaplicable por la oposicion de las Cortes catalanas A partir de 1636 la guerra llego a sus propias fronteras en la que no tendrian mas remedio que colaborar las clases dirigentes catalanas nobleza clero y patriciado urbano muy celosas de sus fueros y privilegios y que ya habian sufrido algunos agravios simbolicos por el rey y su valido Los abusos del ejercito sobre la poblacion civil tan habituales en todas las guerras de la epoca sin mirar si se efectuaban sobre la propia poblacion o sobre el enemigo despertaron en el campesinado una conciencia de opresion que origino la Guerra de los Segadores tras el Corpus de Sangre La Generalidad acabo por ofrecer su fidelidad al rey de Francia La secesion de Portugal Editar Articulo principal Guerra de Restauracion portuguesa La concentracion de los escasos esfuerzos de la monarquia en sofocar la revuelta catalana provoco la intensificacion de los movimientos conspirativos que en Portugal pretendian la vuelta a una situacion de independencia de la que no gozaba desde 1580 La imprudente pero necesaria peticion de mas impuestos y de apoyo a la nobleza portuguesa para sofocar la revuelta catalana 27 de octubre de 1640 precipito los hechos y el 1 de diciembre los descontentos proclaman como rey Juan IV de Portugal al duque de Braganza sostenido por Inglaterra Conseguira con poco esfuerzo imponerse a los pocos apoyos de Felipe IV tanto en el Portugal peninsular como en las colonias con pocas excepciones como Ceuta y consolidarse en el poder La conspiracion del Duque de Medina Sidonia en Andalucia Editar Articulo principal Conspiracion de Medina Sidonia Con poca diferencia de fechas se detecto y reprimio con eficacia la conspiracion del Duque de Medina Sidonia en Andalucia 1641 donde el Duque de Medina Sidonia pretendia establecer un reino separado sin practicamente ningun apoyo interior y con un apoyo exterior que si es que existio una posible conexion con Portugal fue irrelevante Medina Sidonia es encarcelado y Ayamonte ejecutado La conspiracion del Duque de Hijar en el reino de Aragon Editar Articulo principal Conspiracion del Duque de Hijar El Duque de Hijar protagonizo junto con un personaje llamado Carlos Padilla identificado como francofilo convencido un intento similar en Aragon unos anos mas tarde en 1648 22 Ambas la de Medina Sidonia y la de Hijar han sido caracterizadas como una muestra de oportunismo de los aristocratas similar al de la nobleza francesa de la epoca La Fronda 23 Rumores de secesion del Reino de Navarra Editar A raiz de estos rumores secesionistas en el verano de 1648 encarcelan en Madrid a Miguel de Iturbide politico baztanes muerto en la carcel de Santorcaz por considerarle el cabecilla de una conjuracion separatista en Navarra 24 Traicion de D Pedro Velaz de Medrano Editar Articulo principal D Pedro Velaz de Medrano Tambien en 1648 este marino que habia dirigido la Armada de Barlovento se pasa a los franceses y amenaza con una flota corsaria las naves espanolas en el Caribe en los anos siguientes El origen navarro de su linaje tambien hizo circular rumores de que podia pretender sublevar Navarra 25 Las revueltas de Napoles y Sicilia Editar Articulo principal Republica Napolitana 1647 Mas graves consecuencias podria haber tenido la revuelta llamada antiespanola de Napoles 1647 movimiento popular con caracteristicas de motin de subsistencia liderado por el pescador Masaniello El apoyo inicial de algunos sectores de la nobleza y patriciado urbano duro poco al quedar claro que la mejor defensa de su situacion privilegiada era el propio Felipe IV y las tropas espanolas que al mando de don Juan Jose de Austria hijo natural del rey entraron en la ciudad de Napoles en febrero de 1648 En Sicilia donde habia estallado una revuelta similar sucedera lo mismo en septiembre de 1648 Consecuencias EditarLa guerra en Europa no fue bien ya se habia perdido la batalla naval de las Dunas 1639 y se perdera la batalla de Rocroi 1643 El Tratado de Westfalia 1648 puso fin a la guerra en Centroeuropa y modernizo la diplomacia europea haciendola mas realista y menos dependiente de la religion Los Habsburgo de Viena sobreviven La monarquia catolica tiene que resignarse a todo Se reconoce la independencia de Holanda tras ochenta anos de guerra con el parentesis de la tregua de los doce anos concedida por Felipe III como mas tarde se reconocera la de Portugal 1668 La guerra con Francia continuo pero la situacion en Cataluna evoluciono favorablemente a los intereses de los Austrias aunque la paz de los Pirineos 1659 significo la particion del territorio catalan mientras su parte principal volvia a la situacion anterior a 1640 pues se respetaron los fueros tradicionales A pesar de que podia haber sido aun peor los mas de cien anos de hegemonia espanola en Europa pasaban a la historia Quedaba patente la Decadencia espanola que muchos contemporaneos incluso el mismo Olivares denunciaban desde principios del XVII Escaso consuelo eran para un pueblo exhausto los artificiosos lujos barrocos que simultaneamente triunfaban en el arte y la literatura del Siglo de Oro Eso si quedo a salvo la pureza de la fe en toda la Monarquia catolica A principios de 1643 Felipe IV autorizaba al Conde Duque de Olivares a que se retirara a sus tierras 26 Se constataba asi el fracaso de una politica audaz de integracion hispanica que acabo en un desastre casi total y que estuvo casi a punto de hundir la monarquia de Felipe IV 27 Notas Editar Cuando los castellanos se quejaban del intolerable peso que tenian que soportar tendian a olvidar que su historia imperial no habia sido exclusivamente una saga de autosacrificios Si soportaban el peso de la Monarquia en forma de provision de tropas y dinero para la defensa de sus posesiones tambien era cierto que habian conseguido casi el monopolio de los cargos en la Corte y en la administracion imperial Pero estos beneficios de la Monarquia nada menospreciables eran facilmente pasados por alto tan facilmente como el hecho de que si las riquezas de las Indias habian supuesto a la larga solo una pequena ventaja para Castilla solo a Castilla podia imputarsele el hecho Elliot 1982 pag 166 Referencias Editar Elliot op cit tambien otras obras posteriores de John H Elliot como Elliott J H et al 1640 La Monarquia Hispanica en crisis Barcelona 1991 El origen intelectual del concepto puede remontarse a autores anteriores como Francisco Tomas y Valiente Tomas y Valiente F et al La Espana de Felipe IV El gobierno de la Monarquia La crisis de 1640 y el fracaso de la hegemonia espanola Madrid 1982 tomo XXV de la Historia de Espana de Espasa Calpe Aston op cit Perry Anderson El estado absoluto Perez 1980 pp 230 231 Elliott 2009 pp 34 35 Elliott 2009 pp 36 42 Perez 1980 p 231 a b Perez 1980 p 229 Elliott 2009 pp 45 46 Elliott 1982 pp 179 Elliott 1982 pp 170 171 Casey 1988 pp 458 459 Elliott 1982 pp 185 Perez 1980 p 232 Elliott 1982 pp 191 195 Torres 2006 Torres 2006 pp 48 49 Torres 2006 p 49 Perez 1980 pp 233 234 Perez 1980 pp 234 235 Perez 1980 pp 235 237 1 2 Ramon Menendez Pidal Jose Maria Jover Zamora eds 1990 Historia de Espana Volumen 25 Madrid Espasa Calpe ISBN 8423948331 pg 509 Jesus Maria Usunariz Garayoa 2006 Historia breve de Navarra Madrid Silex p 176 177 ISBN 13 978 84 7737 147 2 TELLEZ ALARCIA Diego 2015 Jaque al Rey la conspiracion del marques de Tabuerniga Endymion p 235 ISBN 978 84 7731 563 6 Perez 1980 pp 240 241 Perez 1980 pp 230 228Bibliografia EditarELLIOT J H 1990 El Conde Duque de Olivares Barcelona Critica ISBN 84 397 0248 5 ASTON TREVOR ed 1983 Crisis en Europa 1560 1660 Madrid Alianza ISBN 84 206 2359 8 Casey James 1988 De reino a provincia de la Valencia foral a la absolutista 1609 1707 En Manuel Cerda dir ed Historia del pueblo valenciano Valencia Levante ISBN 84 404 3763 3 Elliott John H 1982 1963 La rebelion de los catalanes Un estudio sobre la decadencia de Espana 1598 1640 The Revolt of the Catlanas A study in the Decline of Spain 1598 1640 2ª edicion Madrid Siglo XXI ISBN 84 323 0269 04 isbn incorrecto ayuda Elliott John H 2009 Una Europa de monarquias compuestas Espana Europa y el mundo de ultramar 1500 1800 Madrid Taurus ISBN 978 84 306 0780 8 Perez Joseph 1980 Espana moderna 1474 1700 Aspectos politicos y sociales En Jean Paul Le Flem Joseph Perez Jean Marc Perlorson Jose Mª Lopez Pinero y Janine Fayard ed La frustracion de un Imperio Vol V de la Historia de Espana dirigida por Manuel Tunon de Lara Barcelona Labor ISBN 84 335 9425 7 Torres Xavier 2006 La Guerra dels Segadors en catalan Lerida Vic Pages Editors Eumo Editorial ISBN 84 9779 443 5 Datos Q5791062 Obtenido de https es wikipedia org w index php title Crisis de 1640 amp oldid 134392810, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

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