fbpx
Wikipedia

Captura de Atahualpa

La captura de Atahualpa,[8]batalla de Cajamarca,[9][10]matanza de Cajamarca,[11][12]​ o masacre de Cajamarca[13][14]​ fue una ataque sorpresa realizado por el contingente de Francisco Pizarro sobre la comitiva del Inca Atahualpa. Ocurrió en la tarde del 16 de noviembre de 1532, en la Plaza de Armas de Cajamarca, con los españoles habiendo logrado el objetivo de apresar al Inca. La captura de Atahualpa marcó el inicio de la conquista del Tahuantinsuyo.[15]

Captura de Atahualpa
Parte de Conquista del Tahuantinsuyo

Óleo de Juan Lepiani que representa la captura de Atahualpa en Cajamarca.
Fecha 16 de noviembre, 1532
Lugar Cajamarca, Imperio Incaico (actualmente Perú).
Coordenadas 7°09′52″S 76°31′17″O / -7.1644444444444, -76.521388888889
Resultado Captura de Atahualpa. Victoria española estratégica y decisiva para la conquista del Imperio Inca.[1]
Beligerantes
Comandantes
Fuerzas en combate
106 soldados, 62 caballeros, 4 cañones y 12 arcabuces[2]
Probablemente una cantidad significativa de Indios auxiliares y un grupo de Esclavos africanos
Estimación antigua:
30 000-40 000[3]
Estimación moderna:
3000–8000 asistentes personales desarmados/guardias ligeramente armados[4]
6000-10 000[3]
(probablemente 7000)[5]
Bajas
1 esclavo muerto y 1 español herido[6] Estimación antigua:
6000-7000 muertos[7]
Estimación moderna:
2000 muertos y 5000 prisioneros

La emboscada tuvo una duración breve de 30 minutos. La acción derivó en una avalancha humana que produjo una estampida de enorme mortandad entre los guerreros presentes dentro del recinto.[16]

Antecedentes

El Imperio incaico se encontraba en la última fase de una larga guerra civil por la sucesión al trono, en la cual uno de los pretendientes, Atahualpa, se hospedaba en las alturas de Cajamarca con una gran fuerza de casi 80.000 guerreros, recién salidos de las exitosas campañas contra su medio hermano Huáscar. Mientras, por su parte, el español Francisco Pizarro encabezaba una expedición de conquista compuesta por 168 hombres y 62 caballos, la cual había partido de Panamá en diciembre de 1531.[17]

Durante el viaje de la expedición española, Atahualpa envió varios mensajeros con regalos para los españoles, algunos de ellos de oro, lo que aumentó las esperanzas de Pizarro de hallar grandes tesoros.[17]​ Sin embargo, cuando Pizarro llegó a Cajamarca esta se encontraba desierta y se le informó que el ejército de Atahualpa de alrededor de 30 000 hombres se encontraba acampado en las afueras de la ciudad,[18]​ en Pultumarca (hoy llamado Baños del Inca), preparándose para viajar al Cuzco, donde sus generales acababan de capturar a Huáscar y derrotar a su ejército.

Atahualpa, a diferencia de Moctezuma en México, sabía muy bien que estos hombres no eran dioses ni sus representantes en absoluto (la información le había llegado de sus espías). Según fuentes españolas, planeaba reclutar a algunos de los conquistadores para robar armas y caballos. Luego ejecutaría a otros a voluntad.

Francisco Pizarro encomendó a Hernando de Soto la misión de ir donde el Inca para invitarle a que viniera a cenar con él en Cajamarca. Pizarro fue muy insistente en el sentido de que la invitación debía ser transmitida de manera cortés y pacífica, para evitar malentendidos. Soto partió acompañado de veinte jinetes, entre los que se encontraba Diego García de Paredes. Cuando la avanzadilla se hallaba ya a medio camino, Pizarro viendo desde lo alto de una de las «torres» de Cajamarca las numerosas tiendas de campaña que conformaban el campamento del Inca, temió que sus hombres pudieran sufrir una emboscada, y envió a su hermano Hernando Pizarro con otros veinte encabalgados más.[19]

La visita a Pultumarca

 
Retrato que se personifica la entrevista de Pultumarca.

Soto y sus hombres llegaron a Pultumarca, a través de una calzada de piedra que corría entre dos canales de agua y terminaba en un río, a partir del cual comenzaba el campamento del Inca. Mientras que Hernando Pizarro y su grupo iban ya casi al alcance de Soto, este llevaba al intérprete Felipillo de Tumbes, mientras que Hernando Pizarro llevaba al intérprete Martinillo, el sobrino del curaca Maizavilca de Poechos.

El Inca descansaba en un palacete situado en medio de un pradillo cultivado, situado un poco más atrás del campamento inca. Unos cuatrocientos guerreros incas, desplegado en el pradillo, custodiaban la residencia de Atahualpa. Soto y sus hombres, después de cruzar el campamento, llegaron ante la puerta del palacete y, sin bajar de sus caballos, enviaron a Felipillo para que solicitase la presencia del Inca. Un «orejón», un noble inca, fue donde su señor con el mensaje y los españoles quedaron a la espera de alguna respuesta. Sin embargo, transcurría el tiempo, sin que nadie saliera dando una respuesta y en eso llegó Hernando Pizarro, junto con cuatro españoles, todos a caballo (el resto de los jinetes se había quedado a las puertas del campamento, a la expectativa de lo que sucediera). Sin bajarse del animal, Pizarro se dirigió a Soto preguntándole por el motivo de su demora, a lo que este respondió «aquí me tienen diciendo ya sale Atahualpa... y no sale». Hernando Pizarro, muy molesto, le ordenó a Martinillo que llamara al Inca, pero como nadie salía, se encolerizó aún más y dijo: «¡Decidle al perro que salga...!»[19]

Tras el agravio de Hernando Pizarro, el orejón Ciquinchara salió del palacete a observar la situación y luego volvió al interior, informando a Atahualpa que se hallaba afuera el mismo español que lo había descalabrado en Poechos (sede del curacazgo de Maizavilca, en Piura), cuando se hallaba espiando el campamento español. Fue entonces cuando Atahualpa se animó a salir, caminando hacia la puerta del palacete y procediendo a sentarse sobre un banco colorado, siempre tras una cortina que únicamente dejaba ver su silueta. De este modo, podía observar al enemigo sin ser visto.[19]

De inmediato, Soto se acercó a la cortina, aún encabalgado, y le presentó la invitación a Atahualpa, aunque este ni siquiera lo miró. Más bien, se dirigió a uno de sus orejones y le susurró algunas cosas. Hernando Pizarro se molestó nuevamente y comenzó a vociferar una serie de cosas que acabaron por llamar la atención del Inca, quien ordenó que le retirasen la cortina. Su mirada se dirigió muy particularmente al osado que lo había llamado «perro». Sin embargo, optó por responder a Soto, diciéndole que avisara a su jefe que al día siguiente iría a verlo donde ellos estaban y que ahí deberían pagarle todo lo que habían tomado durante su estancia en sus tierras.[19]

Hernando Pizarro, sintiéndose desplazado, le dijo a Martinillo que le comunicara al Inca que entre él y el capitán Soto no había diferencia, porque ambos eran capitanes de Su Majestad. Pero Atahualpa no se inmutó, mientras cogía dos vasos de oro, llenos de licor de maíz, que le alcanzaron dos mujeres. Sin embargo, Soto le comentó al Inca que su compañero era hermano del gobernador. El Inca siguió mostrándose indiferente ante Hernando Pizarro, pero finalmente se dirigió a él, entablándose un diálogo, durante el cual el español se jactó de la superioridad bélica de sus hombres.[19]

Luego, Atahualpa ofreció a los españoles los vasos de licor, pero aquellos, temerosos de que la bebida estuviera envenenada, se excusaron de tomarla, diciendo que estaban en ayuno. A lo que el Inca replicó diciendo que él también estaba ayunando y que el licor de ningún modo hacía romper el ayuno. Para que se disipara cualquier temor, el Inca probó un sorbo de cada uno de los vasos, lo que tranquilizó a los españoles, que bebieron entonces el licor. Soto, montado en su caballo, quiso enseguida lucirse y comenzó a galopar, haciendo cabriolas ante el Inca; de repente avanzó sobre el monarca como queriendo atropellarle, pero paró en seco. Soto quedó asombrado al ver que el Inca había permanecido inmutable, sin hacer el menor gesto de miedo. Atahualpa ordenó luego traer más bebida y todos bebieron. Finalizó la entrevista con la promesa de Atahualpa de ir al día siguiente a encontrarse con Francisco Pizarro.[19]

Los españoles convencieron al Inca de solo llevar sirvientes y no soldados al encuentro como gesto de buena voluntad, aunque de igual modo Atahualpa llevó a su lado a algunos cientos de soldados de su guardia imperial. Le seguían de 30 000 a 40 000[20]​ sirvientes y guerreros desarmados por orden suya (porque pensaba capturar a los españoles como a animales: solo con las manos, y de ser necesario, usando boleadoras). Pizarro los esperaba con 180 españoles y 37 caballos, más indios auxiliares.[21]

El Inca, una vez que se fueron los españoles, ordenó que ocho mil soldados dirigidos por Rumiñahui se apostasen en las afueras de Cajamarca, para capturar a los españoles: estaba seguro que al ver tanta gente, los españoles se rendirían.[22]

Desarrollo

 
Dibujo de Guamán Poma de Ayala que representa a Atahualpa en Cajamarca, sentado en su trono o usno y acompañado de sus guerreros. Delante de él están Francisco Pizarro y el padre Vicente de Valverde.

Atahualpa aceptó la invitación y presidió una lenta y ceremoniosa marcha de miles de sus súbditos, mayormente bailarines, músicos y cargadores de servicio. El desplazamiento le tomó buena parte del día, causando desesperación en Francisco Pizarro y sus soldados, porque no querían pelear de noche. Esto es notable porque a estas alturas de la campaña de conquista, los españoles ignoraban que los incas no combatían de noche por motivos rituales.

Dentro de Cajamarca, los españoles habían hecho ya los preparativos para tender la celada al Inca. Pizarro dividió a sus jinetes en dos grupos, uno al mando de Hernando Pizarro y otro al mando de Hernando de Soto. A los caballos se les colocó cascabeles para que hicieran más ruido al momento de galopar. Los infantes fueron también divididos en dos grupos, uno al mando del mismo Francisco Pizarro y otro al mando de Juan Pizarro. Todas estas tropas fueron desplegadas de manera estratégica. En la cima de una torre situada en la plaza, se instaló el artillero Pedro de Candía, acompañado por tres soldados y dos trompetas, junto con la artillería, compuesta por dos falconetes o cañones pequeños, dispuestos para disparar cuando se diese la señal convenida.[23]

Antes de entrar en combate, Pizarro en forma de arenga alentó a sus hombres:

Tened todos ánimo y valor para hacer lo que espero de vosotros y lo que deben hacer todos los buenos españoles y no os alarméis por la multitud que dicen tiene el enemigo, ni por el número reducido en que estamos los cristianos. Que aunque fuésemos menos y el enemigo contrario fuese más numeroso, la ayuda de Dios es mayor todavía, y en la hora de la necesidad Él ayuda y favorece a los suyos para desconcertar y humillar el orgullo de los infieles y atraerles al conocimiento de nuestra Santa Fe.[24]

Escondidos dentro de la ciudad, las tropas españolas presenciaron el ingreso del Inca a la plaza mayor, ya cerca de la hora del crepúsculo. Atahualpa cometió el error de subestimar el peligro que el pequeño grupo de españoles representaba, por más exóticos que fueran sus vestimentas y armamentos, y acudió escoltado únicamente por un grupo de entre 3000 y 6000 servidores,[17][25]​ mientras que el resto de su ejército quedó fuera de la muralla de la ciudad, delante de la portada de levante.[26]

Los asistentes de Atahualpa estaban lujosamente vestidos con lo que aparentemente eran vestimentas ceremoniales. Muchos llevaban discos de oro o plata en la cabeza y la fiesta principal estaba precedida por un grupo con librea de colores a cuadros, que cantaba mientras barría la calzada frente a Atahualpa. El Inca mismo fue transportado en una litera forrada con plumas de loro y parcialmente cubierta de plata, transportada por ochenta cortesanos incas de alto rango vestidos de azul vivo. Detrás de Atahualpa venían otras dos literas, donde iban dos personajes importantes del Imperio: uno de ellos era el Chinchay Cápac, el gran señor de Chincha, y el otro probablemente era el Chimú Cápac o gran señor de los chimúes (otros dicen que era el señor de Cajamarca). La intención de Atahualpa parece haber sido impresionar a la pequeña fuerza española con esta exhibición de esplendor y no tenía anticipación de un ataque.[27]

El Inca, cargado en andas, se condujo hasta el centro de la plaza, donde ordenó a sus portadores que se detuvieran. Se sorprendió al no ver a ningún español y preguntó a su espía Ciquinchara dónde estaban todos ellos. Algunos de sus capitanes le respondieron que los españoles estaban escondidos de miedo. De pronto, avanzó hacia Atahualpa un hombre barbado y vestido con un hábito blanquinegro: era el fraile Vicente de Valverde, acompañado de un intérprete indígena (Felipillo, según cronistas como Cieza y Garcilaso, o Martinillo, según los soldados-cronistas Pedro Pizarro y Miguel de Estete, testigos de los hechos) y del soldado español Hernando de Aldana, el único de la hueste hispana que entendía ligeramente el idioma de los incas.[28][29][30][31][32]​ Valverde, portando una cruz y un breviario, inició el llamado Requerimiento, ordenando a Atahualpa que renunciara a su religión pagana y que aceptara en cambio al catolicismo como su fe y a Carlos I de España, como su soberano. Atahualpa se sintió insultado y confundido por estas demandas de los españoles. Si bien seguramente Atahualpa no tenía intenciones de acceder a las demandas de los españoles, según las crónicas del Inca Garcilaso de la Vega, el Inca intentó algún tipo de discusión sobre la fe de los españoles y su rey, pero los hombres de Pizarro se comenzaron a poner impacientes.[33]

Captura

 
Pintura que representa a Francisco Pizarro en el momento en que captura a Atahualpa, evitando su muerte a manos de un soldado español.

El Inca notó que Valverde miraba su breviario antes de pronunciar las frases del Requerimiento y con curiosidad se la pidió. Algunas representaciones decoran aún más esta escena y describen que el fraile Valverde comenzó su discurso con las palabras: "Escucha la palabra de Dios..." Cuando Atahualpa interrumpió al cura y le preguntó irritado de dónde venía la palabra de Dios, Valverde le entregó su breviario. Como Atahualpa desconocía la escritura, cogió el libro, lo revisó y se lo acercó al oído, indignándose porque no oía la "palabra" anunciada ni sentía que ese objeto fuera así de poderoso, por lo que lo lanzó muy lejos con furia, gritando que él no se sometería ante nadie por ser el hijo del sol, y que no conocía la religión de la que el cura le hablaba; asimismo exigió que los españoles pagaran por los desmanes que habían cometido desde su llegada a suelo de su reino.

El cronista y testigo presencial Pedro Pizarro narra la escena de la siguiente manera:[34]

«El sacerdote tenía en sus manos un breviario del cual leía lo que predicaba. Atabalipa lo quiso y se lo dio cerrado. Cuando lo tuvo en sus manos y no supo cómo abrirlo, lo tiró al suelo. Llamó a [Hernando de] Aldana para que viniera y le diera su espada. Aldana lo sacó y lo mostró, pero no quiso renunciar a él. Atabalipa entonces dijo que eran ladrones y que los mataría a todos. Cuando el cura oyó esto, se dio la vuelta e informó al marqués [Francisco Pizarro] de lo sucedido.»

Martinillo recogió el libro y lo alcanzó a Valverde, quien corrió hacia donde Pizarro, gritándole: «¡Qué hace vuestra merced, que Atabalipa está hecho un Lucifer!», para luego dirigirse hacia los soldados españoles, contándoles que el Inca había arrojado los Evangelios por tierra y rechazado el Requerimiento, por lo que les incitó a que salieran a combatir al “idólatra”, que tendrían la absolución. Fue así que Pizarro ordenó a sus hombres a que entraran en acción; sonaron las trompetas y simultáneamente, el artillero Pedro de Candía disparó uno de los falconetes que estaban en la cima de la torre (el otro se averió), impactando el disparo en medio de la masa humana, matando y mutilando a los que en su línea de fuego encontró. Y antes de que los sorprendidos indios se recuperasen, los jinetes españoles, al grito de «¡Santiago, Santiago!», salieron estrepitosamente barriendo todo lo que tenían delante, seguidos de una tropilla de negros y nativos con corazas, estoques y lanzas. Simultáneamente, el otro escuadrón de españoles abría fuego con sus mosquetes desde larga distancia. Se produjo un gran caos, pues los pocos guerreros armados no tuvieron tiempo de sacar sus porras, las cuales tampoco eran de mucha ayuda contra los tiros lejanos españoles y los caballos. La mayoría de la masa espectadora trató de salir del complejo para alejarse de la masacre, y como la única puerta principal estaba abarrotada cargaron contra uno de los muros, haciendo un forado en este, y salieron del complejo.[35]

Los españoles arremetieron especialmente contra los nobles y curacas, que se distinguían por sus libreas (uniformes) con escaques de color morado. «Otros capitanes murieron, que por ser gran número no se hace caso de ellos, porque todos los que venían en guarda de Atahualpa eran grandes señores.» (Jerez). Entre esos capitanes del Inca que cayeron ese día figuraba Ciquinchara, el mismo que había oficiado de embajador ante los españoles durante el trayecto entre Piura y Cajamarca.[36]

El principal blanco del ataque español era Atahualpa y sus comandantes. Pizarro se dirigió a caballo hacia donde estaba Atahualpa, pero el Inca no se movió. Los españoles cortaron las manos o brazos de los asistentes que portaban la litera de Atahualpa para obligarlos a dejarla caer y poder alcanzarlo. Los españoles estaban sorprendidos porque los asistentes ignorando sus heridas, y con sus miembros todavía sanos, sostuvieron la litera hasta que varios de ellos fueron matados y la litera volcó. Atahualpa permaneció sentado en la litera mientras que un gran número de asistentes se apresuraron a colocarse entre la litera y los españoles, dejando que los infantes los mataran. Mientras Juan Pizarro y los suyos cercaban al Señor de Chincha y lo mataban en su litera, Francisco Pizarro cabalgó entre ellos hasta donde un soldado español de a pie había extraído a Atahualpa de la litera. Mientras que sucedía esto, otros soldados también alcanzaron la litera y uno de ellos intentó matar a Atahualpa. Reconociendo el valor del Inca como prisionero, Pizarro se interpuso a tiempo, gritando que «nadie hiera al indio so pena de la vida... »; se dice que en ese forcejeo, el mismo Pizarro sufrió una herida en la mano.[37][38]

La fuerza principal de Atahualpa al mando de Rumiñahui, que había conservado sus armas pero permanecía "alrededor de un cuarto de legua" fuera de Cajamarca, se dispersó en confusión cuando los sobrevivientes de los que habían acompañado al Inca huyeron de la plaza, derribando los muros de la ciudad. Los guerreros de Atahualpa eran veteranos de sus recientes campañas contra Huáscar y constituían el núcleo profesional del ejército inca, guerreros experimentados que superaban en número a los españoles en más de 45 a 1 (8.000 a 168). Sin embargo, el impacto del ataque español, junto con el significado espiritual de perder al Inca y a la mayoría de sus comandantes de un solo golpe, aparentemente destrozó la moral del ejército, aterrorizando a sus filas e iniciando una derrota masiva. No hay evidencia de que alguna de las principales fuerzas incas intentara enfrentarse a los españoles en Cajamarca después del éxito de la emboscada inicial.[39]

Como resultado del encuentro, entre 4000 a 5000 personas murieron (entre sirvientes y guardias atahualpistas, junto a terceros que allí se encontraban, como los pobladores de Cajamarca y varios orejones huascaristas enviados con ofrecimientos de parte del Inca cautivo), otros 7000 fueron heridos o capturados, según los cronistas los españoles tuvieron solo un muerto (un esclavo negro)[6]​ y varios heridos.

La esposa de Atahualpa, Cuxirimay Ocllo (que por entonces tendría entre 13 y 15 años de edad), estaba con el ejército y acompañó a Atahualpa mientras estuvo prisionero. Después de su ejecución fue llevada al Cuzco y adoptó el nombre de doña Angelina. Hacia 1538 era la concubina de Francisco Pizarro, con quien tuvo dos hijos, Juan y Francisco. Después de que Pizarro fuera asesinado en 1541, ella se casó con el intérprete Juan de Betanzos quien escribió posteriormente Suma y narración de los incas, cuya parte primera cubre la historia de los incas hasta la llegada de los españoles, y la segunda parte abarca la conquista hasta 1557, principalmente desde el punto de vista de los incas e incluye menciones a entrevistas con guardias del Inca que se encontraban cerca de la litera de Atahualpa cuando fue capturado. Hasta 1987 solo se conocían los primeros 18 capítulos de la parte primera, hasta que en 1987 se encontró y publicó el manuscrito completo.[40]

Véase también

Referencias

  1. Armas, gérmenes y acero. 2020. 
  2. Kim MacQuarrie (2007). The Last Days of The Incas, pág 70. 
  3. Spencer C. Tucker (2010). Battles That Changed History: An Encyclopedia of World Conflict. Santa Bárbara: ABC CLIO, pp. 171. ISBN 978-1-59884-429-0.
  4. Jared Diamond Guns, Germs And Steel, Random House 2013 (p76), states that the Inca personnel were purely Atahualpa's personal attendants and nobles, whereas John Michael Francis (2006, Iberia and the Americas: Culture, Politics, and History: a Multidisciplinary Encyclopedia, v1, Santa Barbara, Ca.; ABC-CLIO, p322) states that they were "ceremonially armed guards".
  5. Samuel Willard Crompton (1997). 100 Battles That Shaped World History. San Mateo, California: Bluewood Books, pp. 47. ISBN 978-0-91251-727-8. Sirvientes y guardias con armamento ceremonial.
  6. Kim MacQuarrie (2007). The Last Days of The Incas, pág 84. 
  7. Gonzalo Portocarrero Maisch (1993). Racismo y mestizaje. Lima: Sur Casa de Estudios del Socialismo, pp. 47
  8. Lavallé, Bernard (2005). Francisco Pizarro: Biografía de una conquista. Instituto de Estudios Peruanos. p. 116. ISBN 9789972623363. 
  9. Varios (1957). Seminario Sudamericano de Informacion de Extension Agricola Y Economia Comestica. p. 85. 
  10. José María González-Ochoa. Breve historia de los conquistadores. ISBN 978-8499675619. 
  11. Con la espada y con la pluma: comentarios al Inca Garcilaso de la Vega. Editorial Letras Cubanas. 1984. 
  12. Sucre, vida del gran mariscal. Presidencia de la República. 1995. 
  13. Tandeter, Enrique (1 de septiembre de 2014). La sociedad colonial: Nueva Historia Argentina. Penguin Random House Grupo Editorial Argentina. ISBN 978-950-07-4895-7. Consultado el 2 de marzo de 2020. 
  14. Ospina, William (17 de junio de 2014). El país de la canela. Knopf Doubleday Publishing Group. ISBN 978-0-8041-7115-1. Consultado el 3 de marzo de 2020. 
  15. MacQuarrie, Kim (2012). The Last Days of The Incas. Hachette. p. 70. ISBN 9781405526074. 
  16. Grandes tesoros ocultos. Nowtilus. 2015. 
  17. Spencer Tucker. Battles That Changed History: An Encyclopedia of World Conflict. Pentagon Press. ISBN 978-8182745506. 
  18. Hemming, John (1987). The Conquest of the Incas (en inglés). Penguin Books. p. 31. 
  19. Busto Duthurburu, Jose Antonio del (2001). «Capítulo I.- La embajada». Pizarro, tomo II. Lima: Ediciones COPÉ, Petróleos del Perú. p. 17 a 33. ISBN 9972-606-22-8. 
  20. Historia de América. Juan Bosco Amores Carredano, pp. 245, Editorial Ariel, 2006.
    Ya en la plaza de la ciudad, Pizarro envió 15 hombres -entre ellos, Soto y Hernando Pizarro- a saludar a Atahualpa. Tras el telón, un minúsculo grupo de expedicionarios (175 hombres) aislado tierra adentro, incomunicado de sus compatriotas e imposibilitado de recibir su apoyo y Atahualpa, ya Inca, con un poderoso y entrenado ejército de más de 40.000 hombres.
  21. Eduardo Galeano (2006). Las Venas Abiertas de América Latina. Buenos Aires; Ciudad de México: Siglo XXI, pp. 33. ISBN 978-9-68232-557-1.
  22. . 28 de enero de 2021. Consultado el 14 de junio de 2021. 
  23. Busto, 2001, tomo 2, p. 37-38.
  24. Sánchez Galera, op. cit., p. 176
  25. Michael Lanning. Battle 100: The Stories Behind History's Most Influential Battles. Sourcebooks. ISBN 978-1402202636. 
  26. Busto, 2001, tomo 2, p. 51. Este historiador, siguiendo los informes de Miguel de Estete, calcula de entre 6000 a 7000 los indios de guerra que rodeaban al Inca.
  27. Hemming, John. The Conquest of the Incas. Penguin Books 1987. pp. 38-39. 
  28. Busto, 2001, tomo 2, pp. 53-54.
  29. de Cieza de Leon, Pedro. El Descubrimiento y Conquista del Perú. 
  30. Herrera y Tordesillas, Antonio. Historia General de los Hechos de de los Castellanos en las Islas y Tierra Firme del Océano. 
  31. de Solano, Francisco (1991). Documentos sobre política lingüística en Hispanoamérica. 
  32. Ferreiro Vázquez, Óscar (2013). «El destino del Tahuantinsuyo en manos de un intérprete». Mutatis Mutandis 6 (1). 
  33. Inca Garcilaso de la Vega: Historia General del Perú. Segunda parte de los Comentarios Reales. Libro Primero, caps. XXII a XIV. Imprenta de la viuda de Andrés Barrera. Córdoba, España, primera edición, 1617. En Formato PDF.
  34. Spanischer Text: Pedro Pizarro: Relación del descubrimiento y conquista de los reinos del Perú. In: Martín Fernández de Navarrete u. a. (Hrsg.): Documentos inéditos para la Historia de España, Band V, gedruckt in Madrid 1844, S. 228 (Plantilla:Google Buch).
  35. Busto, 2001, tomo 2, pp. 53-61.
  36. Busto Duthurburu, 2001, p. 60.
  37. Cook, Alexandra and Noble (1999). Discovery and Conquest of Peru (Translation of book 3 of a 4 book compilation of interviews with Pizarro's men and Indians by Pedro Cieza de León). Duke University Press ISBN 0-8223-2146-7. 
  38. Juan de Betanzos Narratives of the Incas University of Texas Press, 1996 Pg 265 ISBN 0-292-75559-7
  39. Hemming, John. The Conquest of the Incas. Penguin Books 1987. pp. 42-43. 
  40. Juan de Betanzos: "Narratives of the Incas", pp. 9-12

Bibliografía

  • Busto Duthurburu, José Antonio del: Pizarro. Tomos I y II. Ediciones COPÉ, Petróleos del Perú, Lima, 2001. ISBN 9972-606-20-1 (O.C.)
  • William H. Prescott (2006). History Of The Conquest Of Peru. Tomo II. Nueva York: BiblioBazaar. ISBN 1-4264-0042-X. 
  • Jared Diamond: Guns, Germs, and Steel: The Fates of Human Societies. W.W. Norton & Company, March 1997. ISBN 0-393-03891-2.
  • Felipe Guamán Poma de Ayala: El primer nueva crónica y buen gobierno. Det Kongelige Bibliotek.
  • Kim MacQuarrie (2007). The Last Days of the Incas. Nueva York: Simon & Schuster. ISBN 978-0-7432-6049-7. 
  • Vega, Juan José: "Incas contra españoles" (1980) Editorial Milla Batres. Lima, primera edición.
  • Dejo Bendezú, Juan: "Atahualpa" (1993). Editorial Brasa S.A., Lima.
  • Lockhart, James: "Los de Cajamarca" (1972) Editorial Milla Batres, Lima. Traducción de Mariana Mould.
  • Betanzos, Juan de: "Relación de Inca Atahualpa y de don Francisco Pizarro", manuscrito de 1534-1551, en el Perú. Copia del año 1943 de Lorenzo Pastor. Piscobamba, Áncash, Perú.
  • Varios Autores: «Gran Historia del Perú» (1998). Ediciones «El Comercio» y Grupo Carsa. Lima
  • Reportes del Descubrimiento del Perú: Hakluyst Society, 1.º Serie, vol 47. New York, 1872;
  • Relaciones del Descubrimiento y Conquista de los Reinos del Perú, New York, Sociedad Cortez, 1921
  • La Conquista del Perú, tal y como fue grabada por un miembro de la Expedición de Pizarro, J. Sinclair, NY 1929.
  • Armas y Acero, Jared Diamond, Jonathan Cape Ltd. 1997).
  • Elmer Robles Ortiz. Los textos escolares de historia del Perú: hechos iniciales de la Invasión y Conquista, (2011). Universidad Privada Antenor Orrego. Nova et Vetera 20(64): 55-78.

Enlaces externos

  • José Antonio del Busto - Entrevista Parte I - YouTube
  • Sucedió en el Perú - José Antonio del Busto - Bloque 1-5 - YouTube
  •   Datos: Q1425362

captura, atahualpa, captura, atahualpa, batalla, cajamarca, matanza, cajamarca, masacre, cajamarca, ataque, sorpresa, realizado, contingente, francisco, pizarro, sobre, comitiva, inca, atahualpa, ocurrió, tarde, noviembre, 1532, plaza, armas, cajamarca, españo. La captura de Atahualpa 8 batalla de Cajamarca 9 10 matanza de Cajamarca 11 12 o masacre de Cajamarca 13 14 fue una ataque sorpresa realizado por el contingente de Francisco Pizarro sobre la comitiva del Inca Atahualpa Ocurrio en la tarde del 16 de noviembre de 1532 en la Plaza de Armas de Cajamarca con los espanoles habiendo logrado el objetivo de apresar al Inca La captura de Atahualpa marco el inicio de la conquista del Tahuantinsuyo 15 Captura de AtahualpaParte de Conquista del Tahuantinsuyooleo de Juan Lepiani que representa la captura de Atahualpa en Cajamarca Fecha16 de noviembre 1532LugarCajamarca Imperio Incaico actualmente Peru Coordenadas7 09 52 S 76 31 17 O 7 1644444444444 76 521388888889ResultadoCaptura de Atahualpa Victoria espanola estrategica y decisiva para la conquista del Imperio Inca 1 BeligerantesImperio espanol Conquistadores espanoles Imperio incaicoComandantesFrancisco PizarroHernando PizarroGonzalo PizarroJuan PizarroHernando de Soto Atahualpa P D G Senor de Chincha Senor de Cajamarca Fuerzas en combate106 soldados 62 caballeros 4 canones y 12 arcabuces 2 Probablemente una cantidad significativa de Indios auxiliares y un grupo de Esclavos africanos Estimacion antigua 30 000 40 000 3 Estimacion moderna 3000 8000 asistentes personales desarmados guardias ligeramente armados 4 6000 10 000 3 probablemente 7000 5 Bajas1 esclavo muerto y 1 espanol herido 6 Estimacion antigua 6000 7000 muertos 7 Estimacion moderna 2000 muertos y 5000 prisioneros editar datos en Wikidata La emboscada tuvo una duracion breve de 30 minutos La accion derivo en una avalancha humana que produjo una estampida de enorme mortandad entre los guerreros presentes dentro del recinto 16 Indice 1 Antecedentes 2 La visita a Pultumarca 3 Desarrollo 4 Captura 5 Vease tambien 6 Referencias 7 Bibliografia 8 Enlaces externosAntecedentes EditarVease tambien Guerra civil incaica El Imperio incaico se encontraba en la ultima fase de una larga guerra civil por la sucesion al trono en la cual uno de los pretendientes Atahualpa se hospedaba en las alturas de Cajamarca con una gran fuerza de casi 80 000 guerreros recien salidos de las exitosas campanas contra su medio hermano Huascar Mientras por su parte el espanol Francisco Pizarro encabezaba una expedicion de conquista compuesta por 168 hombres y 62 caballos la cual habia partido de Panama en diciembre de 1531 17 Durante el viaje de la expedicion espanola Atahualpa envio varios mensajeros con regalos para los espanoles algunos de ellos de oro lo que aumento las esperanzas de Pizarro de hallar grandes tesoros 17 Sin embargo cuando Pizarro llego a Cajamarca esta se encontraba desierta y se le informo que el ejercito de Atahualpa de alrededor de 30 000 hombres se encontraba acampado en las afueras de la ciudad 18 en Pultumarca hoy llamado Banos del Inca preparandose para viajar al Cuzco donde sus generales acababan de capturar a Huascar y derrotar a su ejercito Atahualpa a diferencia de Moctezuma en Mexico sabia muy bien que estos hombres no eran dioses ni sus representantes en absoluto la informacion le habia llegado de sus espias Segun fuentes espanolas planeaba reclutar a algunos de los conquistadores para robar armas y caballos Luego ejecutaria a otros a voluntad Francisco Pizarro encomendo a Hernando de Soto la mision de ir donde el Inca para invitarle a que viniera a cenar con el en Cajamarca Pizarro fue muy insistente en el sentido de que la invitacion debia ser transmitida de manera cortes y pacifica para evitar malentendidos Soto partio acompanado de veinte jinetes entre los que se encontraba Diego Garcia de Paredes Cuando la avanzadilla se hallaba ya a medio camino Pizarro viendo desde lo alto de una de las torres de Cajamarca las numerosas tiendas de campana que conformaban el campamento del Inca temio que sus hombres pudieran sufrir una emboscada y envio a su hermano Hernando Pizarro con otros veinte encabalgados mas 19 La visita a Pultumarca EditarArticulo principal Entrevista de Pultumarca Retrato que se personifica la entrevista de Pultumarca Soto y sus hombres llegaron a Pultumarca a traves de una calzada de piedra que corria entre dos canales de agua y terminaba en un rio a partir del cual comenzaba el campamento del Inca Mientras que Hernando Pizarro y su grupo iban ya casi al alcance de Soto este llevaba al interprete Felipillo de Tumbes mientras que Hernando Pizarro llevaba al interprete Martinillo el sobrino del curaca Maizavilca de Poechos El Inca descansaba en un palacete situado en medio de un pradillo cultivado situado un poco mas atras del campamento inca Unos cuatrocientos guerreros incas desplegado en el pradillo custodiaban la residencia de Atahualpa Soto y sus hombres despues de cruzar el campamento llegaron ante la puerta del palacete y sin bajar de sus caballos enviaron a Felipillo para que solicitase la presencia del Inca Un orejon un noble inca fue donde su senor con el mensaje y los espanoles quedaron a la espera de alguna respuesta Sin embargo transcurria el tiempo sin que nadie saliera dando una respuesta y en eso llego Hernando Pizarro junto con cuatro espanoles todos a caballo el resto de los jinetes se habia quedado a las puertas del campamento a la expectativa de lo que sucediera Sin bajarse del animal Pizarro se dirigio a Soto preguntandole por el motivo de su demora a lo que este respondio aqui me tienen diciendo ya sale Atahualpa y no sale Hernando Pizarro muy molesto le ordeno a Martinillo que llamara al Inca pero como nadie salia se encolerizo aun mas y dijo Decidle al perro que salga 19 Tras el agravio de Hernando Pizarro el orejon Ciquinchara salio del palacete a observar la situacion y luego volvio al interior informando a Atahualpa que se hallaba afuera el mismo espanol que lo habia descalabrado en Poechos sede del curacazgo de Maizavilca en Piura cuando se hallaba espiando el campamento espanol Fue entonces cuando Atahualpa se animo a salir caminando hacia la puerta del palacete y procediendo a sentarse sobre un banco colorado siempre tras una cortina que unicamente dejaba ver su silueta De este modo podia observar al enemigo sin ser visto 19 De inmediato Soto se acerco a la cortina aun encabalgado y le presento la invitacion a Atahualpa aunque este ni siquiera lo miro Mas bien se dirigio a uno de sus orejones y le susurro algunas cosas Hernando Pizarro se molesto nuevamente y comenzo a vociferar una serie de cosas que acabaron por llamar la atencion del Inca quien ordeno que le retirasen la cortina Su mirada se dirigio muy particularmente al osado que lo habia llamado perro Sin embargo opto por responder a Soto diciendole que avisara a su jefe que al dia siguiente iria a verlo donde ellos estaban y que ahi deberian pagarle todo lo que habian tomado durante su estancia en sus tierras 19 Hernando Pizarro sintiendose desplazado le dijo a Martinillo que le comunicara al Inca que entre el y el capitan Soto no habia diferencia porque ambos eran capitanes de Su Majestad Pero Atahualpa no se inmuto mientras cogia dos vasos de oro llenos de licor de maiz que le alcanzaron dos mujeres Sin embargo Soto le comento al Inca que su companero era hermano del gobernador El Inca siguio mostrandose indiferente ante Hernando Pizarro pero finalmente se dirigio a el entablandose un dialogo durante el cual el espanol se jacto de la superioridad belica de sus hombres 19 Luego Atahualpa ofrecio a los espanoles los vasos de licor pero aquellos temerosos de que la bebida estuviera envenenada se excusaron de tomarla diciendo que estaban en ayuno A lo que el Inca replico diciendo que el tambien estaba ayunando y que el licor de ningun modo hacia romper el ayuno Para que se disipara cualquier temor el Inca probo un sorbo de cada uno de los vasos lo que tranquilizo a los espanoles que bebieron entonces el licor Soto montado en su caballo quiso enseguida lucirse y comenzo a galopar haciendo cabriolas ante el Inca de repente avanzo sobre el monarca como queriendo atropellarle pero paro en seco Soto quedo asombrado al ver que el Inca habia permanecido inmutable sin hacer el menor gesto de miedo Atahualpa ordeno luego traer mas bebida y todos bebieron Finalizo la entrevista con la promesa de Atahualpa de ir al dia siguiente a encontrarse con Francisco Pizarro 19 Los espanoles convencieron al Inca de solo llevar sirvientes y no soldados al encuentro como gesto de buena voluntad aunque de igual modo Atahualpa llevo a su lado a algunos cientos de soldados de su guardia imperial Le seguian de 30 000 a 40 000 20 sirvientes y guerreros desarmados por orden suya porque pensaba capturar a los espanoles como a animales solo con las manos y de ser necesario usando boleadoras Pizarro los esperaba con 180 espanoles y 37 caballos mas indios auxiliares 21 El Inca una vez que se fueron los espanoles ordeno que ocho mil soldados dirigidos por Ruminahui se apostasen en las afueras de Cajamarca para capturar a los espanoles estaba seguro que al ver tanta gente los espanoles se rendirian 22 Desarrollo Editar Dibujo de Guaman Poma de Ayala que representa a Atahualpa en Cajamarca sentado en su trono o usno y acompanado de sus guerreros Delante de el estan Francisco Pizarro y el padre Vicente de Valverde Atahualpa acepto la invitacion y presidio una lenta y ceremoniosa marcha de miles de sus subditos mayormente bailarines musicos y cargadores de servicio El desplazamiento le tomo buena parte del dia causando desesperacion en Francisco Pizarro y sus soldados porque no querian pelear de noche Esto es notable porque a estas alturas de la campana de conquista los espanoles ignoraban que los incas no combatian de noche por motivos rituales Dentro de Cajamarca los espanoles habian hecho ya los preparativos para tender la celada al Inca Pizarro dividio a sus jinetes en dos grupos uno al mando de Hernando Pizarro y otro al mando de Hernando de Soto A los caballos se les coloco cascabeles para que hicieran mas ruido al momento de galopar Los infantes fueron tambien divididos en dos grupos uno al mando del mismo Francisco Pizarro y otro al mando de Juan Pizarro Todas estas tropas fueron desplegadas de manera estrategica En la cima de una torre situada en la plaza se instalo el artillero Pedro de Candia acompanado por tres soldados y dos trompetas junto con la artilleria compuesta por dos falconetes o canones pequenos dispuestos para disparar cuando se diese la senal convenida 23 Antes de entrar en combate Pizarro en forma de arenga alento a sus hombres Tened todos animo y valor para hacer lo que espero de vosotros y lo que deben hacer todos los buenos espanoles y no os alarmeis por la multitud que dicen tiene el enemigo ni por el numero reducido en que estamos los cristianos Que aunque fuesemos menos y el enemigo contrario fuese mas numeroso la ayuda de Dios es mayor todavia y en la hora de la necesidad El ayuda y favorece a los suyos para desconcertar y humillar el orgullo de los infieles y atraerles al conocimiento de nuestra Santa Fe 24 Escondidos dentro de la ciudad las tropas espanolas presenciaron el ingreso del Inca a la plaza mayor ya cerca de la hora del crepusculo Atahualpa cometio el error de subestimar el peligro que el pequeno grupo de espanoles representaba por mas exoticos que fueran sus vestimentas y armamentos y acudio escoltado unicamente por un grupo de entre 3000 y 6000 servidores 17 25 mientras que el resto de su ejercito quedo fuera de la muralla de la ciudad delante de la portada de levante 26 Los asistentes de Atahualpa estaban lujosamente vestidos con lo que aparentemente eran vestimentas ceremoniales Muchos llevaban discos de oro o plata en la cabeza y la fiesta principal estaba precedida por un grupo con librea de colores a cuadros que cantaba mientras barria la calzada frente a Atahualpa El Inca mismo fue transportado en una litera forrada con plumas de loro y parcialmente cubierta de plata transportada por ochenta cortesanos incas de alto rango vestidos de azul vivo Detras de Atahualpa venian otras dos literas donde iban dos personajes importantes del Imperio uno de ellos era el Chinchay Capac el gran senor de Chincha y el otro probablemente era el Chimu Capac o gran senor de los chimues otros dicen que era el senor de Cajamarca La intencion de Atahualpa parece haber sido impresionar a la pequena fuerza espanola con esta exhibicion de esplendor y no tenia anticipacion de un ataque 27 El Inca cargado en andas se condujo hasta el centro de la plaza donde ordeno a sus portadores que se detuvieran Se sorprendio al no ver a ningun espanol y pregunto a su espia Ciquinchara donde estaban todos ellos Algunos de sus capitanes le respondieron que los espanoles estaban escondidos de miedo De pronto avanzo hacia Atahualpa un hombre barbado y vestido con un habito blanquinegro era el fraile Vicente de Valverde acompanado de un interprete indigena Felipillo segun cronistas como Cieza y Garcilaso o Martinillo segun los soldados cronistas Pedro Pizarro y Miguel de Estete testigos de los hechos y del soldado espanol Hernando de Aldana el unico de la hueste hispana que entendia ligeramente el idioma de los incas 28 29 30 31 32 Valverde portando una cruz y un breviario inicio el llamado Requerimiento ordenando a Atahualpa que renunciara a su religion pagana y que aceptara en cambio al catolicismo como su fe y a Carlos I de Espana como su soberano Atahualpa se sintio insultado y confundido por estas demandas de los espanoles Si bien seguramente Atahualpa no tenia intenciones de acceder a las demandas de los espanoles segun las cronicas del Inca Garcilaso de la Vega el Inca intento algun tipo de discusion sobre la fe de los espanoles y su rey pero los hombres de Pizarro se comenzaron a poner impacientes 33 Captura Editar Pintura que representa a Francisco Pizarro en el momento en que captura a Atahualpa evitando su muerte a manos de un soldado espanol El Inca noto que Valverde miraba su breviario antes de pronunciar las frases del Requerimiento y con curiosidad se la pidio Algunas representaciones decoran aun mas esta escena y describen que el fraile Valverde comenzo su discurso con las palabras Escucha la palabra de Dios Cuando Atahualpa interrumpio al cura y le pregunto irritado de donde venia la palabra de Dios Valverde le entrego su breviario Como Atahualpa desconocia la escritura cogio el libro lo reviso y se lo acerco al oido indignandose porque no oia la palabra anunciada ni sentia que ese objeto fuera asi de poderoso por lo que lo lanzo muy lejos con furia gritando que el no se someteria ante nadie por ser el hijo del sol y que no conocia la religion de la que el cura le hablaba asimismo exigio que los espanoles pagaran por los desmanes que habian cometido desde su llegada a suelo de su reino El cronista y testigo presencial Pedro Pizarro narra la escena de la siguiente manera 34 El sacerdote tenia en sus manos un breviario del cual leia lo que predicaba Atabalipa lo quiso y se lo dio cerrado Cuando lo tuvo en sus manos y no supo como abrirlo lo tiro al suelo Llamo a Hernando de Aldana para que viniera y le diera su espada Aldana lo saco y lo mostro pero no quiso renunciar a el Atabalipa entonces dijo que eran ladrones y que los mataria a todos Cuando el cura oyo esto se dio la vuelta e informo al marques Francisco Pizarro de lo sucedido Martinillo recogio el libro y lo alcanzo a Valverde quien corrio hacia donde Pizarro gritandole Que hace vuestra merced que Atabalipa esta hecho un Lucifer para luego dirigirse hacia los soldados espanoles contandoles que el Inca habia arrojado los Evangelios por tierra y rechazado el Requerimiento por lo que les incito a que salieran a combatir al idolatra que tendrian la absolucion Fue asi que Pizarro ordeno a sus hombres a que entraran en accion sonaron las trompetas y simultaneamente el artillero Pedro de Candia disparo uno de los falconetes que estaban en la cima de la torre el otro se averio impactando el disparo en medio de la masa humana matando y mutilando a los que en su linea de fuego encontro Y antes de que los sorprendidos indios se recuperasen los jinetes espanoles al grito de Santiago Santiago salieron estrepitosamente barriendo todo lo que tenian delante seguidos de una tropilla de negros y nativos con corazas estoques y lanzas Simultaneamente el otro escuadron de espanoles abria fuego con sus mosquetes desde larga distancia Se produjo un gran caos pues los pocos guerreros armados no tuvieron tiempo de sacar sus porras las cuales tampoco eran de mucha ayuda contra los tiros lejanos espanoles y los caballos La mayoria de la masa espectadora trato de salir del complejo para alejarse de la masacre y como la unica puerta principal estaba abarrotada cargaron contra uno de los muros haciendo un forado en este y salieron del complejo 35 Los espanoles arremetieron especialmente contra los nobles y curacas que se distinguian por sus libreas uniformes con escaques de color morado Otros capitanes murieron que por ser gran numero no se hace caso de ellos porque todos los que venian en guarda de Atahualpa eran grandes senores Jerez Entre esos capitanes del Inca que cayeron ese dia figuraba Ciquinchara el mismo que habia oficiado de embajador ante los espanoles durante el trayecto entre Piura y Cajamarca 36 El principal blanco del ataque espanol era Atahualpa y sus comandantes Pizarro se dirigio a caballo hacia donde estaba Atahualpa pero el Inca no se movio Los espanoles cortaron las manos o brazos de los asistentes que portaban la litera de Atahualpa para obligarlos a dejarla caer y poder alcanzarlo Los espanoles estaban sorprendidos porque los asistentes ignorando sus heridas y con sus miembros todavia sanos sostuvieron la litera hasta que varios de ellos fueron matados y la litera volco Atahualpa permanecio sentado en la litera mientras que un gran numero de asistentes se apresuraron a colocarse entre la litera y los espanoles dejando que los infantes los mataran Mientras Juan Pizarro y los suyos cercaban al Senor de Chincha y lo mataban en su litera Francisco Pizarro cabalgo entre ellos hasta donde un soldado espanol de a pie habia extraido a Atahualpa de la litera Mientras que sucedia esto otros soldados tambien alcanzaron la litera y uno de ellos intento matar a Atahualpa Reconociendo el valor del Inca como prisionero Pizarro se interpuso a tiempo gritando que nadie hiera al indio so pena de la vida se dice que en ese forcejeo el mismo Pizarro sufrio una herida en la mano 37 38 La fuerza principal de Atahualpa al mando de Ruminahui que habia conservado sus armas pero permanecia alrededor de un cuarto de legua fuera de Cajamarca se disperso en confusion cuando los sobrevivientes de los que habian acompanado al Inca huyeron de la plaza derribando los muros de la ciudad Los guerreros de Atahualpa eran veteranos de sus recientes campanas contra Huascar y constituian el nucleo profesional del ejercito inca guerreros experimentados que superaban en numero a los espanoles en mas de 45 a 1 8 000 a 168 Sin embargo el impacto del ataque espanol junto con el significado espiritual de perder al Inca y a la mayoria de sus comandantes de un solo golpe aparentemente destrozo la moral del ejercito aterrorizando a sus filas e iniciando una derrota masiva No hay evidencia de que alguna de las principales fuerzas incas intentara enfrentarse a los espanoles en Cajamarca despues del exito de la emboscada inicial 39 Como resultado del encuentro entre 4000 a 5000 personas murieron entre sirvientes y guardias atahualpistas junto a terceros que alli se encontraban como los pobladores de Cajamarca y varios orejones huascaristas enviados con ofrecimientos de parte del Inca cautivo otros 7000 fueron heridos o capturados segun los cronistas los espanoles tuvieron solo un muerto un esclavo negro 6 y varios heridos La esposa de Atahualpa Cuxirimay Ocllo que por entonces tendria entre 13 y 15 anos de edad estaba con el ejercito y acompano a Atahualpa mientras estuvo prisionero Despues de su ejecucion fue llevada al Cuzco y adopto el nombre de dona Angelina Hacia 1538 era la concubina de Francisco Pizarro con quien tuvo dos hijos Juan y Francisco Despues de que Pizarro fuera asesinado en 1541 ella se caso con el interprete Juan de Betanzos quien escribio posteriormente Suma y narracion de los incas cuya parte primera cubre la historia de los incas hasta la llegada de los espanoles y la segunda parte abarca la conquista hasta 1557 principalmente desde el punto de vista de los incas e incluye menciones a entrevistas con guardias del Inca que se encontraban cerca de la litera de Atahualpa cuando fue capturado Hasta 1987 solo se conocian los primeros 18 capitulos de la parte primera hasta que en 1987 se encontro y publico el manuscrito completo 40 Vease tambien EditarConquista del Tahuantinsuyo Historia del Peru Cuarto del Rescate The Royal Hunt of the SunReferencias Editar Armas germenes y acero 2020 Kim MacQuarrie 2007 The Last Days of The Incas pag 70 a b Spencer C Tucker 2010 Battles That Changed History An Encyclopedia of World Conflict Santa Barbara ABC CLIO pp 171 ISBN 978 1 59884 429 0 Jared Diamond Guns Germs And Steel Random House 2013 p76 states that the Inca personnel were purely Atahualpa s personal attendants and nobles whereas John Michael Francis 2006 Iberia and the Americas Culture Politics and History a Multidisciplinary Encyclopedia v1 Santa Barbara Ca ABC CLIO p322 states that they were ceremonially armed guards Samuel Willard Crompton 1997 100 Battles That Shaped World History San Mateo California Bluewood Books pp 47 ISBN 978 0 91251 727 8 Sirvientes y guardias con armamento ceremonial a b Kim MacQuarrie 2007 The Last Days of The Incas pag 84 Gonzalo Portocarrero Maisch 1993 Racismo y mestizaje Lima Sur Casa de Estudios del Socialismo pp 47 Lavalle Bernard 2005 Francisco Pizarro Biografia de una conquista Instituto de Estudios Peruanos p 116 ISBN 9789972623363 Varios 1957 Seminario Sudamericano de Informacion de Extension Agricola Y Economia Comestica p 85 Jose Maria Gonzalez Ochoa Breve historia de los conquistadores ISBN 978 8499675619 Con la espada y con la pluma comentarios al Inca Garcilaso de la Vega Editorial Letras Cubanas 1984 Sucre vida del gran mariscal Presidencia de la Republica 1995 Tandeter Enrique 1 de septiembre de 2014 La sociedad colonial Nueva Historia Argentina Penguin Random House Grupo Editorial Argentina ISBN 978 950 07 4895 7 Consultado el 2 de marzo de 2020 Ospina William 17 de junio de 2014 El pais de la canela Knopf Doubleday Publishing Group ISBN 978 0 8041 7115 1 Consultado el 3 de marzo de 2020 MacQuarrie Kim 2012 The Last Days of The Incas Hachette p 70 ISBN 9781405526074 Grandes tesoros ocultos Nowtilus 2015 a b c Spencer Tucker Battles That Changed History An Encyclopedia of World Conflict Pentagon Press ISBN 978 8182745506 Hemming John 1987 The Conquest of the Incas en ingles Penguin Books p 31 a b c d e f Busto Duthurburu Jose Antonio del 2001 Capitulo I La embajada Pizarro tomo II Lima Ediciones COPE Petroleos del Peru p 17 a 33 ISBN 9972 606 22 8 Historia de America Juan Bosco Amores Carredano pp 245 Editorial Ariel 2006 Ya en la plaza de la ciudad Pizarro envio 15 hombres entre ellos Soto y Hernando Pizarro a saludar a Atahualpa Tras el telon un minusculo grupo de expedicionarios 175 hombres aislado tierra adentro incomunicado de sus compatriotas e imposibilitado de recibir su apoyo y Atahualpa ya Inca con un poderoso y entrenado ejercito de mas de 40 000 hombres Eduardo Galeano 2006 Las Venas Abiertas de America Latina Buenos Aires Ciudad de Mexico Siglo XXI pp 33 ISBN 978 9 68232 557 1 Ruminahui Historia Peruana 28 de enero de 2021 Consultado el 14 de junio de 2021 Busto 2001 tomo 2 p 37 38 Sanchez Galera op cit p 176 Michael Lanning Battle 100 The Stories Behind History s Most Influential Battles Sourcebooks ISBN 978 1402202636 Busto 2001 tomo 2 p 51 Este historiador siguiendo los informes de Miguel de Estete calcula de entre 6000 a 7000 los indios de guerra que rodeaban al Inca Hemming John The Conquest of the Incas Penguin Books 1987 pp 38 39 Busto 2001 tomo 2 pp 53 54 de Cieza de Leon Pedro El Descubrimiento y Conquista del Peru Herrera y Tordesillas Antonio Historia General de los Hechos de de los Castellanos en las Islas y Tierra Firme del Oceano de Solano Francisco 1991 Documentos sobre politica linguistica en Hispanoamerica Ferreiro Vazquez oscar 2013 El destino del Tahuantinsuyo en manos de un interprete Mutatis Mutandis 6 1 Inca Garcilaso de la Vega Historia General del Peru Segunda parte de los Comentarios Reales Libro Primero caps XXII a XIV Imprenta de la viuda de Andres Barrera Cordoba Espana primera edicion 1617 En Formato PDF Spanischer Text Pedro Pizarro Relacion del descubrimiento y conquista de los reinos del Peru In Martin Fernandez de Navarrete u a Hrsg Documentos ineditos para la Historia de Espana Band V gedruckt in Madrid 1844 S 228 Plantilla Google Buch Busto 2001 tomo 2 pp 53 61 Busto Duthurburu 2001 p 60 Cook Alexandra and Noble 1999 Discovery and Conquest of Peru Translation of book 3 of a 4 book compilation of interviews with Pizarro s men and Indians by Pedro Cieza de Leon Duke University Press ISBN 0 8223 2146 7 Juan de Betanzos Narratives of the Incas University of Texas Press 1996 Pg 265 ISBN 0 292 75559 7 Hemming John The Conquest of the Incas Penguin Books 1987 pp 42 43 Juan de Betanzos Narratives of the Incas pp 9 12Bibliografia EditarBusto Duthurburu Jose Antonio del Pizarro Tomos I y II Ediciones COPE Petroleos del Peru Lima 2001 ISBN 9972 606 20 1 O C William H Prescott 2006 History Of The Conquest Of Peru Tomo II Nueva York BiblioBazaar ISBN 1 4264 0042 X Jared Diamond Guns Germs and Steel The Fates of Human Societies W W Norton amp Company March 1997 ISBN 0 393 03891 2 Felipe Guaman Poma de Ayala El primer nueva cronica y buen gobierno Det Kongelige Bibliotek Kim MacQuarrie 2007 The Last Days of the Incas Nueva York Simon amp Schuster ISBN 978 0 7432 6049 7 Vega Juan Jose Incas contra espanoles 1980 Editorial Milla Batres Lima primera edicion Dejo Bendezu Juan Atahualpa 1993 Editorial Brasa S A Lima Lockhart James Los de Cajamarca 1972 Editorial Milla Batres Lima Traduccion de Mariana Mould Betanzos Juan de Relacion de Inca Atahualpa y de don Francisco Pizarro manuscrito de 1534 1551 en el Peru Copia del ano 1943 de Lorenzo Pastor Piscobamba Ancash Peru Varios Autores Gran Historia del Peru 1998 Ediciones El Comercio y Grupo Carsa Lima Reportes del Descubrimiento del Peru Hakluyst Society 1 º Serie vol 47 New York 1872 Relaciones del Descubrimiento y Conquista de los Reinos del Peru New York Sociedad Cortez 1921 La Conquista del Peru tal y como fue grabada por un miembro de la Expedicion de Pizarro J Sinclair NY 1929 Armas y Acero Jared Diamond Jonathan Cape Ltd 1997 Elmer Robles Ortiz Los textos escolares de historia del Peru hechos iniciales de la Invasion y Conquista 2011 Universidad Privada Antenor Orrego Nova et Vetera 20 64 55 78 Enlaces externos EditarCodicia oro y Dios La Batalla de Cajamarca Jose Antonio del Busto Entrevista Parte I YouTube Sucedio en el Peru Jose Antonio del Busto Bloque 1 5 YouTube Datos Q1425362 Obtenido de https es wikipedia org w index php title Captura de Atahualpa amp oldid 140887043, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

español

, española, descargar, gratis, descargar gratis, mp3, video, mp4, 3gp, jpg, jpeg, gif, png, imagen, música, canción, película, libro, juego, juegos