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Batalla de Qadesh

La batalla de Qadesh tuvo lugar entre las fuerzas del Imperio Nuevo de Egipto, gobernado por Ramsés II, y el Imperio hitita, gobernado por Muwatalli II, en la ciudad de Qadesh, en el río Orontes, en las proximidades del lago de Homs, cerca de la frontera de Siria con el Líbano.[10]

Batalla de Qadesh
Guerra siria de Ramsés II
Parte de Antiguo Egipto

Ramsés II en la batalla de Qadesh, bajorrelieve en el templo de Abu Simbel.
Fecha Finales de mayo del 1274 a. C.[1]
Lugar Valle del río Orontes, cerca de Qadesh (actual Kinza, Siria)
Coordenadas 34°33′20″N 36°29′53″E / 34.555487, 36.498028
Resultado Ambos bandos reclaman la victoria[2]
Táctico: victoria pírrica egipcia
Estratégico: victoria hitita (fin de la campaña de Ramsés II y de la invasión del Imperio hitita)[3]
Beligerantes
Comandantes
Ramsés II, faraón egipcio Muwatalli II, rey hitita
Fuerzas en combate
16 000 infantes[4]
4000 tripulantes[4]​ de 2000 carros de guerra[4][5]
37 000[4]​-40 000[6]​ infantes
9000-11 100[7]​ tripulantes de 2500[6]​-3500 carros de guerra[4]
Bajas
Desconocidas[Nota 1] Desconocidas, pero unos 2000 carros destruidos o capturados[9]

La batalla está datada generalmente hacia el 1274 a. C. por la cronología egipcia.[Nota 2]​ Es la primera batalla de la que se conservan registros históricos detallados de las formaciones y de las tácticas. Se cree que fue la mayor batalla de carros jamás librada, habiendo participado entre 5000 y 6000 carros.[11][12][13]

Como resultado de las múltiples inscripciones de Qadesh, es la batalla mejor documentada de la Antigüedad.[14]

Los hititas atacaron primero y estuvieron a punto de derrotar a los egipcios, aunque gracias al mando de Ramsés II los egipcios lograron contrarrestar el ataque y la batalla acabó en un empate.[15]​ Tras esto, Ramsés II y Hattusili III firmaron el primer tratado de paz de la historia.[16]

Fue el último gran acontecimiento militar de la Edad del Bronce.[17]

Las fuentes antiguas

Egipcias

Poco después de la batalla, Ramsés II ordenó su conmemoración en las paredes de varios de sus templos, atestiguando la importancia del evento para su reinado. La batalla de Qadesh se describe en cinco templos: algunos fragmentos en dos paredes del templo de Abydos, probablemente los más antiguos; en tres lugares del templo de Amón de Luxor; dos en cada uno de los grandes patios del Ramesseum, que fue el templo funerario de Ramsés II en Tebas-Oeste; y, finalmente, una representación más breve en la primera sala hipóstila del templo principal de Abu Simbel en Nubia.[18][19]​ También hay dos copias de estos textos en papiros escritos en hierático.[20]

Tres textos patrocinados por Ramsés II y de los cuales existen muchas copias explican la batalla.[21][22]

  • El Poema de Pentaur es un relato de la batalla que Ramsés II encargó al escriba Pentaour. Es un texto extenso, del cual hay ocho copias en diferentes templos y otras en papiros. Es la descripción más detallada y más poética del combate y se describen la cualidades más destacadas del faraón, destacando su relación con el dios Amón.[23][24]
  • El Boletín de guerra es un texto más breve. Hay siete copias en bajorrelieve junto a las copias del Poema.[25][26]
  • Los relatos de los bajorrelieves constituyen una tercera fuente escrita. Estos comentarios de las representaciones figurativas de la batalla a veces proporcionan información que no se encuentra en los otros dos textos.[27]

Hititas

No se conoce ningún texto hitita que describa la batalla de Qadesh. Muwatalli II no dejó ningún texto oficial en conmemoración de sus campañas militares, pero se menciona el conflicto con Ramsés II en textos de sus sucesores: la Apología de Hattusili III (CTH 81) y un decreto de Hattusili III (CTH 86), que fue el hermano de Muwatalli II y que estuvo presente en el campo de batalla, así como la historia que aparece en el prólogo del tratado firmado por su hijo, Tudhaliya IV, y el rey de Amurru, Shaushgamuwa (CTH 105).[28]​ La batalla de Qadesh parece ser evocada en cartas enviadas por Ramses II a Hattusili III, aunque hay poca información sobre eso.[29]

El Tratado de Qadesh

 
Tabla de arcilla conteniendo el Tratado de Qadesh, Museo de Arqueología de Estambul.

El documento que formalizó la tregua entre Egipto y el Imperio hitita, conocido como Tratado de Qadesh, es el primer texto de la historia que documenta un tratado de paz. Fue copiado en numerosos ejemplares escritos en caldeo babilonio (lengua franca de la diplomacia de la época) sobre preciosas hojas de plata. Varios ejemplares se han encontrado en Hattusa, capital hitita, mientras que otras copias se hallaron en Egipto.

Otros ejemplares escritos sobre materiales más viles, conteniendo el mismo texto, también han llegado hasta nosotros, como por ejemplo el conjunto de tablas de arcilla conservado en el Museo de Arqueología de Estambul, correspondiente a la versión hitita del tratado.

Contexto histórico

La importancia de Siria

 
Restos de Ugarit.

Punto de encuentro, cruce y negociación del tráfico y comercio de su tiempo, y área dotada de inconmensurables recursos naturales, Siria era la encrucijada mercantil, cultural y militar del mundo antiguo. No sólo producía ingentes cantidades de trigo, sino que por allí pasaban las mercancías provenientes de los buques que cruzaban el Egeo y los de lugares más lejanos, que llegaban al Asia Menor por el puerto de Ugarit, especie de Venecia antigua que dominaba el comercio del Mediterráneo oriental, y se encontraba, precisamente, ubicada en Siria. Los derechos aduaneros que percibiría quien dominase la región eran enormes; sumados a su estratégica posición militar, la producción agropecuaria y los derechos de tráfico y exportación, convertían a la zona en una de las de mayor importancia estratégica del mundo antiguo.

Por la zona viajaban vidrio, cobre, estaño, maderas preciosas, joyas, textiles, alimentos, artículos de lujo, productos químicos, loza y porcelana, herramientas y metales preciosos. A través de una telaraña de rutas comerciales que comenzaban y terminaban en Siria, esas mercancías se distribuían por todo el Medio Oriente, mientras que otros productos llegaban allí desde sitios tan apartados como Irán y Afganistán.

Entre dos potencias

Pero Siria sufría la desventaja de encontrarse en medio de las dos grandes potencias políticas y militares de su época: el imperio egipcio y Hatti, el inmenso Imperio hitita. Como es obvio, ambos ambicionaban dominar Siria para explotarla en su propio provecho. De hecho, hoy se considera que, hace 3300 años, el mero hecho de controlar la tierra siria significaba el automático ascenso de cualquier nación a la exclusiva élite de quienes merecían llamarse "potencia mundial". Así parecieron entenderlo Mittani primero, Hatti y Egipto más tarde, y Asiria y Nabucodonosor al final.

Es comprensible, por tanto, que Mittani, Hatti y Egipto derramaran, durante los siglos anteriores a Qadesh, verdaderos océanos de sangre en sus desesperadas tentativas de dominar la región, proporcionando así un violento escenario general donde se moverían los factores concretos que desembocarían en la batalla.

Antecedentes

Tras las campañas del monarca hitita Suppiluliuma I contra el reino de Mittani, en el norte de la actual Siria, entre los años 1340 y 1330 a.C., Mittani se desintegró y los hititas llegaron a dominar la mayor parte de Siria. Varios lugares vasallos de los egipcios cayeron en la campaña hitita, como el reino de Amurru y Qadesh, pero no parece que el faraón Akenatón considerase la opción de luchar para recuperarlos. Hubo un conflicto entre Egipto y el Imperio hitita cuando, según fuentes hititas, la reina egipcia Anjesenamón, viuda de Tutankamón, pidió a Suppiluliuma I uno de sus hijos en matrimonio para hacerlo rey de Egipto. El rey hitita aceptó la propuesta y envió a su hijo Zannanza como prometido a la reina, pero fue asesinado por el camino. El rey hitita optó por enfrentarse con Egipto a pesar del tratado de amistad que habían firmado los dos países hacía mucho tiempo.[30][31]

A comienzos del siglo XIII a. C. los egipcios y los hititas tuvieron más de veinte años de relación conflictiva.[32]

Los conflictos, encabezados por los hijos del anciano rey hitita, no dieron resultados significativos. La respuesta egipcia al progreso hitita vino solo con Horemheb, considerado el último faraón de la dinastía XVIII. Él apoyó una revuelta de varios vasallos hititas, entre los que estaban Qadesh y Nuhasse, que fueron difíciles de someter por las tropas hititas dirigidas por aquellos príncipes, incluida de la de Karkemish. El rey Mursili II intervino más tarde en persona para restablecer la cohesión entre sus vasallos, firmando con ellos varios tratados de paz.[33]

Pero la situación cambió, y los hititas se pusieron a la defensiva frente a los egipcios. Seti I, el segundo faraón de la dinastía XIX, capitaneó un contraataque egipcio para recuperar a los vasallos perdidos. Conmemoró su victoria contra los hititas con una inscripción y un relieve en un templo de Karnak. Se apoderó de Qadesh y el rey Benteshina de Amurru se unió a su campaña.[34][35][36]​ Las tropas hititas estaban dirigidas por el virrey de Karkemish, que supervisaba la dominación hitita en Siria. El rey Muwatalli II estaba en el oeste de Anatolia encargándose de una rebelión más grave que la situación en Siria, a pesar del hecho de que los otros adversarios de la región, los asirios, también avanzaban. La reacción hitita es lenta. Qadesh volvió al control hitita en los años siguientes por causas desconocidas, ya que las fuentes hititas no mencionan este hecho.[37][38]

A finales de la dinastía XVIII de Egipto, las cartas de Amarna cuentan la historia del declive de la influencia egipcia en la región. Los egipcios mostraron poco interés en la región a finales de la XVIII dinastía.[39]

Esto continuó en la dinastía XIX. Al igual que su padre, Ramsés I, Seti I fue un jefe militar que se propuso que el Imperio egipcio fuese como en los tiempos de los reyes Tutmosis I, Tutmosis II y Tutmosis III, un siglo antes. Las inscripciones en los muros de Karnak registran detalles de las campañas de Seti I en Canaán y en la antigua Siria.[40]​ Ocupó de nuevo las posiciones egipcias abandonadas y las ciudades fortificadas. No obstante, esas regiones volvieron posteriormente a control hitita.[41]

Con la llegada de Ramsés II, alrededor del 1279 a. C., solo Amurru permanecía como aliado en la campaña egipcia, pero Muwatalli intentó que se unieran a él. Los primeros tres años del reinado del nuevo faraón estuvieron dedicados a los asuntos internos. En el cuarto año de su reinado, el 1275 a. C., realizó una primera campaña a Amurru, probablemente pasando por mar. Dejó una estela en Nahr el-Kelb, en la costa central del Líbano.[42]​ Esta expedición se hizo para mostrar el apoyo a su vasallo contra los hititas.[43][41][44]

En mayo del 1274 a. C., el quinto año de su reinado, Ramsés II comenzó una campaña desde su capital, Pi-Ramsés (el moderno Qantir). El ejército se trasladó a la fortaleza de Tjel y fue por la costa hasta Gaza.[45]

El statu quo: Hatti y Mittani

Dos generaciones antes de Ramsés, el decorado había sido diferente: las potencias dominantes en la región no eran Egipto y Hatti sino Egipto y el gran reino de Mittani. Tutmosis IV (1425-1417 a. C.) había logrado formalizar una paz duradera, consciente de que, habiendo dos reinos grandes y muchos pequeños en la zona, los dos poderosos sólo podrían dominar a los demás si no guerreaban entre sí.

 
El Creciente fértil en esta época: Egipto (verde claro), zonas de influencia egipcia (verde oscuro), Hatti (amarillo) y Mittani (rojo). Asiria (gris) comenzaba a expandirse.

Conocedor de este hecho, el poderoso rey hitita Suppiluliuma I comprendió que, para llegar a ser uno de los dos grandes, debía destruir al más débil de ellos y reemplazarlo. Inició así un proyecto a largo plazo de destrucción completa y sistemática de Mittani, prestando particular atención al proyecto de erradicarlo de sus posiciones militares, comerciales e industriales del norte de Siria.

Los faraones Tutmosis III y su hijo Amenofis II no reaccionaron ante este hecho, porque Mittani llevaba dos siglos quitándoles territorios sirios, y pueden haber creído que todo lo que fuese malo para su enemigo sería bueno para ellos.

Así las cosas, el rey de Mittani, Shaushtatar, decidió acercarse a Egipto para ver si la agresividad de los hititas se detenía. No quería verse obligado a luchar una guerra en dos frentes, contra los egipcios al sur y contra los hititas al este. Ofreció a los egipcios un tratado de "hermandad" que fue aceptado, y sus emisarios llegaron a Egipto en el año décimo del reinado de Amenofis (1418 a. C.?) con tributos y saludos para el faraón.

Alianza entre Egipto y Mittani

Los sucesores de Amenofis II y Shaushatar —Amenofis III y Artatama I— formalizaron por fin el pacto, añadiendo una unión de sangre a la amistad política entre Mittani y Egipto: el emperador egipcio se casó con la hija del rey mittano, Taduhepa.

Logrados todos los objetivos de unidad, no agresión y libre comercio, llegó el momento de delimitar minuciosamente las fronteras entre ambos imperios, que consistían, precisamente, en la Siria Central, en territorios ambicionados por ambos y también por los hititas.

Por medio de un tratado de límites —que nunca ha sido hallado—, Artatama reconocía los derechos egipcios sobre el reino de Amurru, el valle del río Eleuteros y las ciudades de Qadesh (la nueva, sobre un promontorio estratégico, y la vieja a su lado, en el llano).

Para compensar estas cesiones, Amenofis renunciaba para siempre a los territorios entonces mittanos pero que habían sido egipcios por virtud de las conquistas de los grandes faraones guerreros de la XVIII Dinastía: Tutmosis I y Tutmosis III.

El tratado fue tan satisfactorio para ambas partes, que a partir de su formalización siguieron más de dos siglos de paz y prosperidad, de respeto y de amistad mutua. La estabilidad de esas fronteras duró tanto que quedaron impresas en las mentes de todos los que habitaban la región como límites estáticos e imposibles de modificar.

Paz

La fructífera diplomacia de Amenofis III eliminó a los hititas de la ecuación: Hatti había vuelto a ser un "pequeño reino" entre las grandes potencias. Los dividendos de la paz fueron tan grandes, y tan poderosos se hicieron Mittani y Egipto, que nadie en Hatti podía soñar en desbancar a ninguno de los dos. Sumado esto a la amenaza de una tercera potencia que se alzaba a sus espaldas, en oriente —la Asiria kasita—, los hititas se vieron forzados a aceptar su papel de figurantes en la gran obra de crecimiento que protagonizaban las tres potencias que dominaron el mundo durante los dos siglos siguientes: asirios, egipcios y mitanos.

La estratégica región de Amurru y Qadesh

Amurru era el nombre con que los egipcios llamaban coloquialmente al estratégico valle del Eleuteros (gr.; "Río de los Hombres Libres"), especie de pasillo terrestre que les permitía alcanzar desde la costa y sus puertos las posiciones avanzadas en la Siria Central, localizadas en las riberas del río Orontes. Amurru era, pues, vital para los faraones.

Pero Amurru no era importante solo para el comercio y la paz: los reyes anteriores habían debido mantener el paso abierto para poder enviar a sus ejércitos al norte para hacer la guerra a Mittani. Y sucedía que, para mantener el paso de Amurru a su disposición, Egipto debía dominar la ciudad de Qadesh, sobre el Orontes. Caída Qadesh, caería Amurru y el comercio y las comunicaciones egipcias se verían anuladas por entero. Este solo hecho es la justificación de toda la guerra siria de Ramsés, y de los esfuerzos de sus predecesores para mantener la zona en sus manos.

Los estados satélites

La muy precisa demarcación de los límites entre Mittani y Egipto, consecuencia del tratado de dos siglos antes, y la paz subsiguiente, posibilitaron el establecimiento de numerosos reinos o estados "intermedios", vasallos de uno u otro de los poderosos imperios, que se comportaban como los modernos "países satélites" que poblaron Europa y Asia en el siglo XX.

Estos satélites suavizaban las posibles tensiones entre ambos, convirtiéndose en "lubricantes" o intermediarios que, por interés propio, hacían lo que estaba en sus manos para mantener la paz y la concordia. Al ser estados fronterizos, débiles militarmente pero ricos y ubicados en posiciones estratégicas, sus gobernantes tenían claro que serían los primeros en desaparecer si estallaba un conflicto. Sin ambiciones territoriales aparte de las relativas a su propia supervivencia, los estados satélites tenían mucho que perder y nada que ganar en caso de una confrontación militar en la región.

Los reinos amorreos

Sin embargo, el reinado de Amenofis III vio el nacimiento de un nuevo poder emergente: una extraña unidad política que se autodenominó "reino de los Amurru" (o Amorreos) y que comenzó de inmediato a causar problemas.

Este reino no existía en el momento de la delimitación de las fronteras, pero caía del lado egipcio, por lo que los hititas no le reconocieron soberanía ni entidad jurídica de país independiente. Un dirigente llamado Abdi-Ashirta, y más tarde su hijo Aziru, comenzaron a organizar la heterogénea constelación de tribus que poblaban el lugar, y, con cierta pericia, lograron cohesionarlos en una estructura política que dominó, a fines del siglo XIV a. C., todo el territorio crítico, es decir, el ubicado entre la playa mediterránea y el río Orontes.

No conformes con esto, Abdi-Ashirta y Aziru lograron expandir las fronteras de su pequeño reino, explotando la indiferencia que la corte egipcia manifestaba respecto de la región. Los estados vecinos, que veían menguar sus fronteras a expensas de las ambiciones expansionistas amorreas, recurrieron al faraón para solicitarle que, mediante el envío de tropas, impusiera disciplina a su vasallo, a lo que el emperador se negó.

Finalmente, fue Mittani el que se vio afectado por los despojos territoriales, y este reino no tenía por costumbre permanecer impávido ante las invasiones. Mittani envió una expedición para destruir el poder amorreo —se cree que Abdi-Ashirta murió en este conflicto— y logró su objetivo, pero el daño ya estaba hecho. Como era de esperar, las tropas mittanas no se retiraron tras la destrucción de Amurru, y el faraón, que no podía tolerar que uno de sus poderosos vecinos tuviese tropas estacionadas en su territorio, se vio forzado a emprender, también él, acciones militares.

Amenofis envió al ejército para desalojar a los mittanos, y este movimiento representó el fin de dos siglos de paz y la licuefacción de las fronteras dibujadas con tanto trabajo y mantenidas con semejante esfuerzo. Fue, también, el inicio de la controversia que culminaría en el campo de batalla de Qadeš.

Suppiluliuma I el Grande

Suppiluliuma I el Grande fue coronado rey de Hatti alrededor de 1380 a. C., y desde el mismo día de su ascensión demostró que su principal interés era obtener y conservar el control hitita de la Siria Norte y Central. De inmediato atacó a Mittani y le arrebató los reinos de Alepo, Nuhashshe, Tunip y Alalakh. Este conflicto se conoce como primera guerra siria.

Diez años más tarde, Mittani intentó recuperarlos por la fuerza. Suppiluliuma consideró que esta iniciativa lo habilitaba a volver a atacar, y así la segunda guerra siria llevó destrucción y caos al reino vecino. Waššukanni, capital y principal ciudad del reino de Mitanni, fue saqueada e incendiada. Los hititas cruzaron el Éufrates y, virando al oeste, capturaron Siria, algo que hoy se cree fue siempre su verdadero objetivo.

Hatti formalizó tratados con los reinos ex-mitanios capturados, los declaró vasallos suyos y ocupó el sur, llegando hasta Carchemish y haciéndose dueña —además de los nombrados— de los estados vasallos de Mukish, Niya, Arakhtu y Qatna.

Akenatón

 
Amenofis IV Akenatón.

Mientras tanto, en su palacio de Aketatón, el joven faraón Amenofis IV, que pasaría a la posteridad con el nombre de Akenatón, miraba el imparable avance hitita con aparente desinterés. Muchos historiadores le imputan el hecho de haber tolerado la caída de la importante ciudad comercial de Ugarit y del baluarte estratégico de Qadesh sin haber intervenido para evitarlo ni para recuperarlas más tarde.

La teoría moderna explica, en parte, la actitud de Akenatón: vistas desde Amarna, Qadesh y Ugarit quedaban fuera de las nuevas fronteras establecidas para el territorio egipcio, lo que convertía su conquista o pérdida en un asunto exclusivo del conflicto mittano-hitita, en el que Egipto no intervendría mientras pudiese evitarlo. El faraón tenía ya suficientes problemas con su resistida reforma al sistema de creencias y la conversión de Egipto a una religión monoteísta como para preocuparse por lo que para él eran pequeñas aldeas situadas a más de 800 km de distancia. Además, Suppiluliuma le había dejado en claro que Hatti no traspondría las fronteras, y que la paz entre egipcios e hititas estaría asegurada mientras él viviese.

De hecho, la conquista hitita de Qadesh había sido consecuencia no deseada de un imponderable: nunca había estado en la mente de Suppiluliuma atacar a un estado vasallo de Akenatón. Lo que sucedió fue lo siguiente: el rey de Qadesh, obrando por cuenta propia y sin consultar a Amarna, había obstruido el paso a las tropas hititas por el valle del Orontes, obligando a Suppiluliuma a atacarlo y capturar su ciudad. El rey y su hijo Aitakama fueron llevados como prisioneros a la capital hitita de Hattusa pero Suppiluliuma, hábilmente, pronto los devolvió sanos y salvos para no dar una excusa que hiciese a Akenatón poner en marcha la temible maquinaria de guerra nilótica.

Qadesh contra Egipto

Suppiluliuma restauró, tras la guerra, el estatus de vasallo egipcio al reino de Qadesh y, durante un tiempo, todo pareció regresar a la normalidad.

Pero a la muerte de su padre y una vez coronado rey, el joven Aitakama comenzó a comportarse como si en realidad fuese un agente hitita. Algunos reyes vasallos vecinos notificaron a Akenatón sobre su conducta, que consistió básicamente en adelantarles que atacaría a la ciudad de Upe (otro importante vasallo egipcio y, por lo tanto, su igual), "sugiriéndoles" que lo apoyaran en esa campaña.

Una vez más, Egipto decidió no intervenir. En lugar de enviar al ejército e imponer el orden por la fuerza, Akenatón se comunicó con Aziru, rey de Amurru, y le ordenó proteger los intereses egipcios en la región, defendiéndolos de la voracidad de Aitakama.

Fiel al estilo de su padre, Aziru aceptó el oro y los suministros del faraón pero, en lugar de usarlos según le había sido mandado, los invirtió en comenzar su propio proceso expansionista a expensas de sus vecinos.

Akenatón fracasa

Enterado de que Aziru de Amurru tenía en su corte una misión diplomática de Hatti, Akenatón comprendió que el tiempo de las palabras había pasado por fin: con Qadesh en el bando hitita y Amurru negociando con el enemigo estratégico de Egipto, era el momento de adoptar una solución militar.

Aunque no se encuentran documentos que lo prueben, hoy se cree que el faraón envió un ejército que fue derrotado. A partir de entonces la recuperación de Amurru, Qadesh y el valle del Orontes se convirtió en un objetivo prioritario para los restantes faraones de la XVIII Dinastía y comienzos de la XIX.

De tal forma, la estratégica zona quedó bajo el dominio hitita hasta que Ramsés se decidió a recuperarla.

Seti I

 
Seti I.

Tras las muertes de Akenatón y de su hijo Tutankamon, Egipto se vio envuelto en una sucesión de tres dictaduras militares conducidas por jefes del ejército. Esta situación, que se prolongó durante treinta y dos años, fue consecuencia del caos institucional heredado tras la tentativa de reforma social y religiosa de Akenatón. Cualquier ambición de estos tres generales de recuperar Siria debió ser postergada por causa de la más terrible y urgente necesidad de apaciguar el ámbito interno de la nación, amenazado por la guerra civil.

Sin embargo, el último de los tres, Horemheb, dejó bien establecida cuál sería la postura egipcia en relación con Amurru de ahí en adelante: se abandonaría la política de gobierno indirecto a través de los reyezuelos vasallos de la región, y se implementaría una ocupación militar en toda regla.

Al iniciarse tras él la XIX Dinastía, su sucesor, Ramsés I y más tarde el hijo de este, Seti I, quisieron recuperar las zonas disputadas. Seti I emprendió de inmediato (en el año 2 de su reinado) una campaña que era una imitación de las de Tutmosis III. Se puso a la cabeza de un ejército que se dirigió al norte, con el objetivo de "destruir las tierras de Qadesh y Amurru", como explica con crudeza su monumento militar en Karnak.

Seti logró recapturar Qadesh, pero Amurru se mantuvo del lado hitita. El faraón siguió al norte y se enfrentó a un ejército de leva hitita, que fue fácilmente destruido. Hatti no le opuso fuerzas más conspicuas porque en ese momento su ejército profesional se hallaba empeñado contra los asirios en la frontera oriental.

La solución fue temporal, no obstante: a la fecha de la muerte de Seti I (1279 a. C.), Qadesh estaba nuevamente en manos hititas, y la situación se mantendría en equilibrio inestable durante cuatro años más. Para ese entonces, había ya dos nuevos reyes sentados en los tronos de los reinos enfrentados.

Último intento

En 1301 a. C., Ramsés II, hijo de Seti I, tomó una decisión drástica: para mantener Siria necesitaba Qadesh, y ésta no se sometería a un mero mensajero. Se dirigió al norte, por lo tanto, con un gran ejército, para recibir personalmente el juramento de lealtad del rey amorreo, Benteshina, "motivado", tal vez, por la sombría visión de miles de soldados escoltando al faraón. Está bastante claro que la intención de Ramsés II era someter a Qadesh, de grado o por la fuerza[46]

Hatti tenía un nuevo rey, el inteligente y astuto Muwatalli II. Muwatalli no ignoraba las intenciones del joven Ramsés, y tampoco olvidaba que para Egipto era imperioso dominar Qadesh si quería recuperar alguna vez el control sobre Siria. En tales circunstancias, comprendía que estaba obligado a actuar. Si Benteshina era secuestrado o dominado por Egipto y si Amurru caía en manos del emperador del Nilo, los hititas se exponían a perder todo el centro y norte de Siria, incluyendo puntos neurálgicos de su estrategia como Alepo y Carchemish.

Sin embargo, los hititas podían ahora concentrarse en un solo frente, porque tratados recientes habían eliminado la amenaza asiria a sus espaldas. De modo que en el verano de 1301 a. C., Muwatalli comenzó a organizar un gran ejército que, esperaba, pondría fin a la campaña egipcia. El campo de batalla estaba muy claro para ambos comandantes: lucharían bajo las murallas de Qadesh. Egipto y Hatti se enfrentarían de una vez por todas en un combate definitivo, una enorme batalla que, por fin, definiría si Siria quedaría bajo el dominio faraónico o hitita.

Mandos de ambos ejércitos

Ramsés II

 
Ramsés II.

Príncipe heredero de la XIX Dinastía, nieto de su fundador Ramsés I e hijo de Seti I, Ramsés fue educado como todos los futuros faraones de su época. Se le enseñó a montar carros de guerra al mismo tiempo que a caminar, a domar y montar caballos y camellos, a combatir con lanza y —lo más importante de todo— a disparar con arco con impresionante precisión desde la plataforma de un carro lanzado a la carrera.

Los príncipes con posibilidades de alcanzar el trono eran separados de sus madres a muy temprana edad —tal vez a los cuatro o cinco años— y enviados a pasar el resto de su infancia y adolescencia a los campamentos militares, quedando a cargo de uno o varios generales que los criarían y educarían en las artes de la guerra, como correspondía a quienes, probablemente, debiesen desempeñarse en el futuro como poderosos reyes guerreros.

Entre los dieciséis y los veinte años, Ramsés acompañó a su padre en las campañas de Libia y Siria. Ante la inesperada muerte de Seti, la doble corona fue colocada sobre su cabeza cuando Ramsés contaba entre veinticuatro o veintiséis años. Era ya un guerrero experto, y estaba perfectamente convencido de la vital importancia de Qadesh y Amurru para el futuro de su imperio.

Desde muy joven se preparó para este conflicto, despreciando en aras del interés nacional los términos del tratado que su padre había firmado con los hititas. Tres años antes del comienzo de la campaña, Ramsés realizó grandes y profundos cambios en la organización del ejército y reconstruyó la antigua capital hicsa de Avaris (rebautizándola Pi-Ramsés) para utilizarla como gran base militar en la futura campaña asiática.

Muwatalli

Sabemos muy poco del soberano hitita: fue coronado cuatro años antes que Ramsés, y era el segundo de los cuatro hijos varones del rey Mursili II, oponente de Seti I en la guerra siria anterior.

A la muerte de Mursili II, heredó el trono su hijo primogénito, pero su prematura muerte ubicó a Muwatalli en la posición de predominio que necesitaba para intentar conservar la zona en disputa. Se trataba de un gobernante competente y fuerte, bastante honesto y muy buen administrador: reorganizó toda la administración de su imperio para lograr reunir el ingente ejército que se enfrentaría con los egipcios en Qadesh. Nunca, ni antes ni después, ningún otro monarca hitita lograría juntar una fuerza semejante en número y poder.

Los ejércitos enfrentados

Ejército hitita

Lo que actualmente se conoce como ejército hitita era, en realidad, la fuerza armada de una enorme confederación reclutada en todos los rincones del gran imperio. Estaba compuesta por tropas de Hatti y de otros diecisiete estados vecinos o vasallos. En la tabla siguiente se muestran los mismos con sus comandantes (cuando se conocen sus nombres) y las tropas aportadas por cada uno de ellos.

Reino
Comandante
Aporte al ejército
Hatti Muwatalli I 500 carros y 5000 infantes
Hakpis Hattushillish 500 carros y 5000 infantes
Pitassa Mittanamuwash 500 carros y 5000 infantes
Wilusa, Mira y Hapalla Piyama-Inarash? 500 carros y 5000 infantes
Masa, Karkisa y Arawanna Desconocido 200 carros y 4000 infantes
Kizzuwadna Desconocido 200 carros y 2000 infantes
Carchemish Sahurunuwash 200 carros y 2000 infantes
Mitanni Sattuara 200 carros y 2000 infantes
Ugarit Niqmepa 200 carros y 2000 infantes
Alepo Talmi-Sarruma 200 carros y 2000 infantes
Qadesh Niqmaddu 200 carros y 2000 infantes
Lukka Desconocido 100 carros y 2000 infantes
País del río Seha Masturish 100 carros y 1000 infantes
Nuhashshe Desconocido 100 carros y 1000 infantes
Total 3700 carros y 40 000 infantes

Organización

 
Carro de combate hitita. El artista egipcio —que obviamente no ha estado en combate— ha representado el eje en la posición que ocupaba en los carros egipcios. En los hititas se ubicaba más adelante.

Como la mayoría de los ejércitos de la Edad del Bronce, el ejército hitita estaba organizado en torno a su eficiente fuerza de carros de combate y su poderosa infantería.

Los carros constituían un pequeño y aguerrido núcleo en tiempos de paz, que era rápidamente aumentado cuando se avecinaba una guerra, reclutando a numerosos hombres de las reservas. Estos ricos campesinos combatientes cumplían al enrolarse sus obligaciones feudales para con el rey. Al revés que muchos soldados de levas feudales de la época, los carristas hititas cumplían sesiones periódicas de entrenamiento, lo que los convertía en unidades temibles y temidas.

El arma de carros, antecesor de las caballerías posteriores, estaba constituida por soldados de la pequeña aristocracia rural y la baja nobleza, de alto poder económico —que era, evidentemente, imprescindible para poder atender al mantenimiento de los carros, sus caballos y tripulaciones—. Los gastos que ocasionaban los carros eran también parte de la obligación feudal para con la corona. Así y todo, para alcanzar las grandes cifras de carros que Muwatalli consideraba necesarias para el éxito en Qadesh, es indudable que debió recurrir a muchos aurigas mercenarios.

El gasto que significó para el estado hitita la organización de sus unidades de carros obligó a los dirigentes a ordenar a sus tropas que donasen sus soldadas a la corona. Esto sólo fue aceptado a cambio de que se les otorgara la totalidad del botín. El apetito de los soldados hititas por el saqueo del campamento egipcio explica los sucesos ocurridos en la primera fase de la batalla.

Los tres tripulantes del carro hitita —a los que Ramsés llamaba peyorativamente "afeminados" o "mujeres-soldados" por su costumbre de llevar los cabellos largos— eran el conductor —desarmado, ya que necesitaba ambas manos para conducir el carro—, el lancero y un escudero, encargado de la protección de los otros dos.

Sin embargo, estos carros de tres (a los que P´Ra debió enfrentarse en la marcha de aproximación) constituían solamente la fuerza nacional hitita. Sus demás aliados sirios concurrieron al combate en carros de dos tripulantes denominados mariyannu, copiados de la tradición bélica hurrita, más ligeros y de usos similares a los de sus equivalente egipcios.

 
Guerrero hitita.

La infantería era, para los comandantes hititas, un arma subsidiaria y secundaria con respecto a los carros. Sus uniformes eran muy variados, reflejando las diversas condiciones físicas y meteorológicas en que combatía. En Qadesh utilizaron un largo guardapolvos blanco, poco común en las otras campañas.

El infante solía llevar una espada de bronce en forma de hoz y un hacha de combate también de bronce, aunque las armas de hierro ya comenzaban a hacer su aparición en tiempos de Qadesh. Asimismo, la guardia personal de Muwatalli (llamada thr) llevaba lanzas largas como las de los aurigas y las mismas dagas que ellos.

Si bien se sabe que los soldados hititas solían llevar cascos y cotas de láminas de bronce, son muy escasos los relieves egipcios que los muestran con ellos. Respecto de las armaduras de láminas, se ha sugerido que las utilizaron en Qadesh, pero que quedaban ocultas por los guardapolvos.

Utilización táctica

Al revés que el ejército egipcio, los hititas utilizaban a los carros como arma ofensiva primaria. Esta actitud se evidencia desde el propio diseño del carro en sí. Se la consideraba un arma de asalto básica, creada para atravesar las filas de la infantería enemiga y abrir en ella brechas que la propia infantería pudiese penetrar. Es por ello que, aunque las tripulaciones estaban equipadas con potentes arcos recurvados, el arma que utilizaban en toda ocasión era la lanza larga arrojadiza.

El carro hitita, a diferencia del egipcio, tenía el eje ubicado en el centro del chasis y era más pesado, puesto que su dotación era de tres. Estas dos características lo hacían más lento y menos maniobrable que el de su oponente, teniendo además una clara tendencia a volcar si se pretendía que virase en ángulos cerrados. Por ello, necesitaba amplísimos espacios vacíos para maniobrar. Su ventaja consistía en su mayor masa e inercia, lo que lo hacía temible al lanzarse en velocidad. Cuando el impulso y la inercia se disipaban (por ejemplo, al atravesar lomadas u obstáculos), la ventaja del carro hitita se diluía.

La infantería, como se ha dicho, debía penetrar en las brechas abiertas por los carros en la infantería enemiga, y por esto se la consideraba solo una fuerza secundaria. Siempre que era posible, los generales hititas intentaban sorprender a su enemigo en campos abiertos de dimensiones tales que les permitieran aprovechar la ventaja que les otorgaban sus carros pesados, teniendo a la vez espacio suficiente para virar con sus grandes ángulos de giro.

Ejército egipcio

 
Infantería egipcia.

El ejército de Ramsés II con sus incontables carros, infantes, arqueros, portaestandartes y bandas de música, era el más numeroso reunido por un faraón egipcio para una operación ofensiva, hasta ese momento.

Aunque la presencia militar egipcia en Siria había sido casi constante durante los imperios Antiguo y Medio, la estructura del que fue a Qadesh es típica del Imperio Nuevo y se diseñó a mediados del siglo XVI a. C.

La organización del ejército imitaba a la del estado, y fue consecuencia directa de la victoria egipcia sobre los hicsos, que de improviso puso a los faraones a cargo de un territorio que llegaba hasta el Éufrates. Para controlar semejante extensión de tierra era necesaria la creación de un ejército profesional permanente, equipado con todas las armas que la tecnología de fines de la Edad del Bronce pudiese procurar. Egipto se había convertido, pues, en un estado militar. El hecho de que los príncipes fuesen criados por generales y no por nodrizas es la prueba más lapidaria de este extremo.

La estrecha unión entre ejército y estado permitió, por ejemplo, que a la muerte de Tutankhamón y su sucesor Ay, se estableciese en el gobierno una serie de dictadores militares, tres generales que se autoproclamaron faraones y marcaron el fin de la XVIII Dinastía. Al morir el último de estos —Horemheb—, el poder pasó a Ramsés I, Seti I y Ramsés II, gobernantes legítimos, pero el concepto de que un general podía erigirse en faraón había ya penetrado en la mente de todos los súbditos, y principalmente de los militares. Dejando a un lado el golpe militar, era claramente posible que un soldado creciera económica y socialmente a través de su participación en el ejército, y muy bien podía ascender hasta la nobleza y aún llegar a la corte. Normalmente, además, los oficiales que pasaban a retiro efectivo eran nombrados asistentes personales de los nobles, administradores del estado o ayos de los hijos del rey.

El ejército era visto, pues, como una importante herramienta de progreso social. Particularmente para los pobres, presentaba oportunidades jamás vistas por el campesino que se quedaba en sus tierras. Como no había distinción entre tropa, suboficiales y oficiales —un soldado raso podía llegar a general de ejército si su capacidad se lo permitía— y se les otorgaba una importante cuota de los ricos botines obtenidos, la ambición de muchísimos trabajadores era pasar a las filas de la milicia real tan pronto como fuese posible.

Los papiros de la época prueban que a todos los veteranos se les escrituraban grandes extensiones de tierra que quedaban legalmente en sus manos para siempre. El soldado recibía, además, rebaños y personal del cuerpo de servicios de la casa real para poder trabajar las tierras recién obtenidas de inmediato. La única condición que se le exigía era que reservase a uno de sus hijos varones para ingresar a su vez en el ejército. Un papiro relativo a impuestos, fechado hacia 1315 (bajo Seti I), enumera estas ventajas otorgadas a un teniente general, un capitán y numerosos jefes de batallón, infantes de marina, portaestandartes, carristas y escribas administrativos del ejército.

Cada soldado debía "luchar por su buen nombre" y defender al faraón como un hijo a su padre, otorgándosele si combatía bien un título o condecoración llamado "El Oro del Coraje". Si mostraba cobardía o huía del combate, se lo denigraba, degradaba y, en ciertos casos, como Qadesh, podía incluso ser ejecutado en forma sumarísima y sin juicio, al solo albedrío del rey.

Organización

 
El Dios Ra, patrono del Segundo Cuerpo de Ejército.

El ejército egipcio estaba organizado tradicionalmente en grandes cuerpos de ejército (o divisiones, según la terminología empleada) organizados a nivel local, que contaban cada uno con unos 5000 hombres (4.000 infantes y 1000 aurigas que tripulaban los 500 carros de guerra agregados a cada cuerpo o división).

Si bien se cree que en tiempos de Tutmosis III existieron cuatro de estos cuerpos (en la batalla de Megido, como parece indicar un pasaje en un único papiro), un decreto de Horemheb ratificaba la estructura ancestral de dos cuerpos de ejército. Consciente de la necesidad de amasar una gran fuerza para combatir a los hititas, Ramsés II amplió y reorganizó el ejército de dos cuerpos que Seti había llevado a Siria, restituyendo el esquema de cuatro cuerpos (o creándolo, como queda dicho). Es posible que el Tercer Cuerpo existiese ya en tiempos de Ramsés I o Seti I, pero no existe duda alguna de que el Cuarto fue fundado por Ramsés II. Esta estructura, sumada a la alta movilidad de las unidades, proporcionaba a Ramsés una gran flexibilidad táctica.

Cada cuerpo de ejército recibía como emblema la efigie del dios tutelar de la ciudad donde había sido creado, residía normalmente y le servía de base, y cada uno poseía también sus propias unidades de abastecimiento, servicios para apoyo de combate, logística e inteligencia.

La estructura del ejército en tiempos de Qadesh era la siguiente:

Cuerpo de Ejército
Nombre
Emblema - Dios Tutelar
Basado en
Fundado por
Primer Cuerpo "Poder de los Arcos" Amón Tebas Tradicional
Segundo Cuerpo "Abundancia de Valor" P´Ra Heliópolis Tradicional
Tercer Cuerpo "Fuerza de los Arcos" Sutekh (Seth) Pi-Ramsés Ramsés I o Seti I
Cuarto Cuerpo Desconocido Ptah Menfis Ramsés II

Los 4.000 infantes de cada cuerpo de ejército estaban organizados en 20 compañías o sa de entre 200 y 250 hombres cada una. Estas compañías llevaban nombres sonoros y pintorescos, muchos de los cuales han llegado hasta nosotros, como "León al acecho", "Toro de Nubia", "Destructores de Siria", "Resplandores de Atón" o "Justicia Manifestada".

Las compañías, a su vez, se dividían en unidades de 50 hombres. En combate, las compañías y unidades adoptaban una estructura de falange: los soldados veteranos (menfyt) se ubicaban en la vanguardia, y los bisoños, reclutas y reservistas (llamados nefru) en la retaguardia.

Las numerosas unidades extranjeras que combatieron junto a Ramsés (mercenarios y también prisioneros de guerra a los que se ofrecía la vida, la libertad, parte del botín y tierras si luchaban por Egipto) mantenían su identidad ordenándose en unidades separadas por nacionalidad y adscritas a uno u otro cuerpo de ejército, o bien como unidades auxiliares, de apoyo o de servicios. Tal era el caso de los cananeos, nubios, sherden (guardia de corps del faraón, posiblemente habitantes primitivos de la isla de Cerdeña), etc.

Los nakhtu-aa, conocidos como "Los del fuerte brazo" constituían unidades especiales entrenadas para el combate cuerpo a cuerpo. Estaban muy bien armados, pero sus escudos y armaduras eran rudimentarios.

El arma principal del ejército egipcio, utilizada en grandes números tanto por la infantería como por las tripulaciones de los carros, era el temible arco mixto egipcio. Estos arcos disparaban largas flechas capaces de atravesar cualquier armadura de la época, por lo cual, en manos de un buen tirador, se convertían en el arma más letal del campo de batalla.

 
Espada khopesh egipcia de bronce (Museo del Louvre).

Además del arco, los soldados egipcios llevaban khopesh, espadas de bronce parecidas a guadañas, en forma de pata de caballo, dagas cortas y hachas de combate con cabeza de bronce.

Las unidades de carros no estaban organizadas como cuerpos propios, sino al modo de la artillería regimental actual: eran agregadas a los cuerpos de ejército, de quienes dependían, en una proporción de 25 carros por cada compañía. A las versiones de combate se sumaban dos variantes más ligeras y veloces: un tipo dedicado a las comunicaciones y otro para exploración y observación avanzada.

Diez carros de guerra formaban una escuadra, cincuenta (cinco escuadras) un escuadrón, y cinco escuadrones una unidad mayor llamada pedjet (batallón), compuesto por 250 vehículos y comandada por un "Jefe de Huestes" que obedecía directamente al jefe del cuerpo de ejército.

Por consiguiente, cada cuerpo de ejército tenía asignados no menos de dos pedjet (500 carros) que, entre los cuatro cuerpos, hacían los 2000 vehículos que indican las fuentes contemporáneas a los hechos.

Aunque deben sumarse a ellas las unidades amorreas de carros llamadas ne´arin —que, al igual que las unidades extranjeras de infantería, no pertenecían a los cuerpos de ejército— es necesario decir que muchos de los carros egipcios estaban aún de camino cuando comenzó la batalla y jamás llegaron a entrar en combate. Esto es probablemente lo que sucedió con los carros de las divisiones Ptah y Seth. Si este es el caso, y arribaron cuando todo había concluido, esos 1000 carros con sus tripulaciones sanas y descansadas debieron disuadir a los hititas de intentar presentar batalla otra vez.

Los carros egipcios tenían el eje en el extremo posterior y su trocha era mucho mayor que el ancho del vehículo, lo que los hacía casi involcables y capaces de girar prácticamente sobre sí mismos, cambiando de dirección en un tiempo brevísimo. Por ello eran más maniobrables que los de los hititas, aunque su inercia no era tan grande debido a su menor peso.

Estaban tripulados por solo dos hombres y no tres como sus enemigos: las tripulaciones estaban compuestas por un seneny (arquero) y el conductor, kedjen, que además debía proteger a aquel con un escudo. La falta de un tercer tripulante se compensaba con un infante a pie que corría a la par del vehículo, armado con escudo y una o dos lanzas. Este soldado cumplía la función de proteger a los seneny si era necesario, pero principalmente estaba allí para rematar a los heridos que el carro arrollaba a su paso —lo peor que podía pasarle a los carristas era dejar enemigos vivos a sus espaldas, ángulo desde el cual quedaban completamente indefensos—.

Utilización táctica

Al contrario que sus enemigos, que basaban sus tácticas en el uso de carros pesados, el ejército egipcio estaba centrado, ya desde el Imperio Antiguo, en la coordinación de numerosas unidades de infantería organizadas en sus respectivos cuerpos de ejército. La asimilación entre sociedad y estado y este y el ejército permitió desde tiempos remotos que los generales aprovecharan para sus tropas la capacidad de coordinación, organización y precisión que los faraones antiguos habían logrado para las grandes masas de trabajadores de sus notables proyectos arquitectónicos. También la administración y la intendencia habían sido copiadas de los equipos de trabajadores que habían trabajado en las pirámides de Guiza.

Los jefes confiaban en los altamente móviles grupos de carros, pero, hasta el final de su civilización, el arma primaria y núcleo del ejército siguió siendo la infantería.

La función de los carros egipcios era atravesar las líneas enemigas, previamente obligadas a abrirse mediante los potentes arcos de la infantería, arrollando todo lo que encontraban a su paso. Aparte de su capacidad de choque, hacían las veces de poderosas plataformas de fuego móviles, intentando evitar, en lo posible, trabarse en combates de orden cerrado, donde los más pesados carros enemigos llevaban ventaja. Esta táctica de "golpear y correr" fue implementada con éxito durante más de tres siglos de guerra egipcia, y su versatilidad se vio colmada cuando la infantería desarrolló la táctica del corredor de a pie que apoyaba a cada carro y sacrificaba a los heridos. La seguridad a bordo del carro era tan buena que la mayoría de ellos podían entrar y salir de las filas enemigas dos o tres veces por batalla con sus seneny ilesos, multiplicando el número aparente de carros en el campo de batalla.

Prolegómenos

La declaración de guerra

Existen argumentos atendibles que indican que el campo de batalla de Qadesh se eligió de común acuerdo entre ambos mandos enfrentados. La deserción de Amurru en el invierno de 1302 a. C. fue considerada por los hititas como una violación al tratado Seti-Mursilis, y así se manifestó a la corte de Ramsés en misión diplomática al año siguiente.

Aunque no existe prueba documental, fuentes indirectas señalan que Muwatalli dio todos los pasos legales necesarios, como acusar formalmente a Ramsés de haber instigado la traición de su vasallo Amurru, planteando un juicio contencioso a través de un mensajero que arribó a Pi-Ramsés a principios del invierno de 1301 a. C. Ese mensaje, prácticamente copia textual del que su padre Mursilis había enviado años antes, concluía que, ya que las partes no podían ponerse de acuerdo acerca de los territorios en disputa, la contienda legal debía ser resuelta por el juicio de los dioses, es decir, en el campo de batalla.

Marcha de aproximación egipcia

 
El dios Ptah, emblema del Cuarto Cuerpo de Ejército.

Habiéndose agotado todas las instancias de negociación pacífica, Ramsés II reunió a su ejército en las dos grandes bases militares de Delta y Pi-Ramsés. En el noveno día del segundo mes del verano de 1300 a. C. (ver la cuestión de las fechas), sus tropas rebasaron la ciudad-fortaleza fronteriza de Tjel y se internaron en Gaza por el camino de la costa mediterránea. Desde allí, tardaron un mes en llegar hasta el campo de batalla previsto, bajo las murallas de la ciudadela de Qadesh. El faraón iba a la cabeza de sus fuerzas, montado en su carro de guerra y empuñando su arco. [cita requerida]

Los cuatro cuerpos de ejército marcharon por rutas distintas: el Poema tallado en las paredes del templo de Karnak dice que el Primer Cuerpo fue hacia Hamath, el Segundo hacia Beth Shan y el Tercero por Yenoam. Ciertos historiadores modernos han utilizado esta circunstancia para imputar a Ramsés la culpa de la sorpresa sufrida por los dos primeros en la primera fase de la batalla, pero otros autores, como Mark Healy, aseguran que enviar los ejércitos por diversos caminos era una práctica normal y ajustada a las doctrinas militares de su época (ver controversia al respecto).

El Primero y el Segundo Cuerpos avanzaron a lo largo de la orilla oriental del Orontes, mientras que los dos restantes lo hicieron en rutas paralelas por la orilla oeste, entre el río y el mar. El Poema apoya esta teoría en su verso que dice que Ptah "...estaba al sur de Aronama". Esta ciudad se encontraba, en efecto, en la orilla occidental. Ello permitió al Cuerpo de Ptah acudir de inmediato en apoyo de Amón y Sutekh, sin necesidad de perder un tiempo precioso en vadear el ancho río.

Víspera de la batalla

El arqueólogo y egiptólogo estadounidense Henry Breasted identificó hace más de 100 años el lugar donde Ramsés estableció su campamento inicial, la colina de 150 m llamada Kamuat el-Harmel, ubicada en la orilla derecha del Orontes. Allí amaneció el rey, acompañado de sus generales y sus hijos, en la mañana del día 9 del tercer mes del verano de 1300 a. C.

Poco después de la salida del sol, el Cuerpo de Amón desmontó el campamento y se dirigió, por terreno considerado "propio", hacia el norte, para llegar al campo de batalla pactado (la planicie bajo Qadesh). La marcha, aunque difícil, contó con la ventaja de que muchos de los veteranos conocían el camino, pues lo habían hecho anteriormente bajo el mando de Seti I (como el mismo rey, que había acompañado a su padre en la operación) o en la campaña anterior de Ramsés.

Los Cuerpos de Ejército de Ptah, Sutekh y P´Ra venían detrás, aproximadamente a un día de distancia, y los ne´arin amorreos con sus carros tampoco habían llegado todavía. Es lícito suponer que el faraón pretendía acampar frente a Qadesh y esperar algunos días al resto de sus fuerzas.

El cuerpo de ejército, comandado por el monarca, ocupó toda la mañana en descender de la montaña en la que se encontraba, atravesar el bosque de Robawi y comenzar el vadeo del ancho y profundo Orontes unos 6 km aguas abajo de la aldea de Shabtuna, identificada hoy con la colina de Tell Ma´ayan. Cerca quedaba también el villorrio de Ribla, donde Nabucodonosor II ubicaría, siglos más tarde, su puesto de mando para sitiar a Jerusalén.

El Cuerpo de Amón y su tren de suministros eran mayores que cualquiera de los otros tres, por lo que el cruce del Orontes tiene que haber durado desde media mañana hasta media tarde. Poco después de cruzar el río, las tropas faraónicas capturaron a dos beduinos shasu, los que fueron conducidos ante Ramsés para que los interrogara.

Para contento del rey-dios, los prisioneros aseguraron que Muwatalli y el ejército hitita no estaban en la llanura de Qadesh como se temía, sino que se encontraban en Khaleb, una localidad situada al norte de Tunip. El Boletín de guerra que acompaña al Poema afirma que los dos hombres fueron instruidos por los hititas para suministrar a los egipcios información de inteligencia falsa, haciéndoles creer que habían llegado primero y tenían, por tanto, la ventaja. Sin embargo, es bastante ingenuo pensar que los egipcios realmente creyeron a dichos informantes o que siquiera dichos informantes existieran.

Llegar antes al lugar de la batalla tenía una importancia táctica enorme en la Edad del Bronce, a tal punto que una diferencia de algunas horas podía definir el curso de una guerra. Las enormes dificultades logísticas de la época hacían muy difícil la preparación de un enorme ejército para combatir, con más razón cuando, como en este caso, hombres y animales necesitaban tener oportunidad de comer y descansar luego de una marcha forzada de 800 km que les había llevado más de un mes. Al enterarse de que los hititas no se encontraban allí, Ramsés vio la oportunidad de esperar un día a los otros tres cuerpos para enfrentar al enemigo con sus fuerzas al completo, dándoles incluso dos o tres días para que se preparasen.

Increíblemente, ni siquiera las fuentes egipcias mencionan que el faraón hubiera intentado comprobar la información que se le ofrecía, demostrando así su juventud y falta de experiencia. Contradiciendo la opinión de sus generales y eunucos más antiguos, Ramsés dio orden de que Amón se dirigiera de inmediato hacia Qadesh.

Arribo al campo de batalla

 
Detalle de un anillo de oro de Ramsés II, mostrando los dos caballos que tiraban del carro real en la batalla de Qadesh (Museo del Louvre).

No se ha podido determinar con precisión la ubicación exacta del campamento egipcio en el campo de batalla, pero había un solo lugar con agua potable y fácil de defender, por lo que es posible que Ramsés lo haya establecido allí. Se trata del mismo lugar donde Seti había edificado el suyo años atrás.

El campamento se organizó a la manera de un campamento romano, ordenándose a la tropa cavar un perímetro defensivo que más tarde se fortificó con miles de escudos solapados entre sí y clavados en tierra.

Previendo tener que pasar en ella muchos días, la base fue acondicionada para ofrecer cierta comodidad durante un lapso: se construyó en el centro el templo de Amón, se erigió una gran tienda para Ramsés, sus hijos y su séquito, e incluso se descargó de un carro el gran trono de oro del faraón que lo había acompañado todo el trayecto.

Los dos prisioneros shasu fueron apaleados y sometidos a otras graves torturas antes de ser conducidos de nuevo ante el rey, quien les volvió a preguntar dónde se encontraba Muwatalli. Ellos se mantuvieron firmes en su versión. Sin embargo, los castigos los ablandaron un tanto, hasta hacerles reconocer más tarde que "pertenecían" al rey de Hatti. De este modo, las preocupaciones reemplazaron la clara confianza del faraón. Más palos y más tormentos, y los beduinos confesaron lo que nadie en el campamento habría querido escuchar: "Muwatalli no está en Khaleb, sino detrás de la Ciudad Vieja de Qadesh. Está la infantería, están los carros, están sus armas de guerra, y todos juntos son más numerosos que las arenas del río, todos prontos, preparados y listos para combatir". La Qadesh vieja se encontraba muy cerca, unos pocos cientos de metros al noreste del promontorio sobre el que se encontraba la ciudad.

Ramsés comprendió que había sido engañado y que, con toda probabilidad, un desastre total era inminente: había que avisar a Ptah, Sutekh y P´Ra de la situación, para reunirlos con Amón lo antes posible. La iniciativa había quedado ahora para los hititas, por lo que el soberano envió a su visir al sur, al encuentro de P´Re, para exigirle que redoblara la marcha. Aunque no ha quedado registrado, parece razonable que enviara otro mensajero al norte para apurar la llegada de las unidades de ne´arin amorreos.

El escondite hitita

El ejército hitita en efecto se encontraba tras los muros de Qadesh la Vieja, pero Muwatalli había establecido su puesto de comando en la ladera noreste del tell (colina o promontorio) en que se levantaba Qadesh, puesto elevado que, si bien no le permitía observar el campamento enemigo, si le daba una clara ventaja de inteligencia.

Por motivos que se desconocen, Ramsés liberó a los dos beduinos espías en lugar de retenerlos o ejecutarlos, y estos —como es lógico— corrieron a suministrar información a su señor. El rey hitita había enviado también otros exploradores avanzados para determinar dónde se encontraba exactamente el ejército enemigo, y se puede establecer que a la caída de la noche del día 9 del tercer mes (no antes) el monarca de Hatti había conseguido reunir toda la información necesaria.

Se dice en el Boletín que los hititas atacaron en medio de la última reunión de Ramsés con su estado mayor. Si esto es cierto, tenemos que creer que lo que se describe es un asalto nocturno. Si bien los ataques nocturnos existían, eran rarísimos, por varios motivos: si se atacaba a ciegas se corría el riesgo de caer en una emboscada, y si se llevaban antorchas para no perderse, las tropas atacantes se convertían en blancos fáciles para los arqueros enemigos.

Más aún: Muwatalli no pudo atacar antes de disponer de su información de inteligencia, y está demostrado que no pudo poseerla antes de que cayera la noche. Para colmo, su ejército se encontraba en Qadesh Vieja, por lo que para atacar a Ramsés en la oscuridad sus más de 40.000 infantes y 3.500 carros debieron tener que vadear el río sin poder ver nada, lo que hubiese representado un seguro suicidio colectivo. De esta manera, las fuentes modernas se sienten autorizadas a afirmar que la batalla no se produjo ese mismo día 9, sino al día siguiente.

El Segundo Cuerpo de Ejército

El visir de Ramsés llegó al vivac del Cuerpo de P´Re, junto al vado de Ribla, al amanecer del día 10. Como es lógico, nada estaba preparado aún: los soldados dormían y los caballos, maneados, se encontraban desenganchados de los carros.

Ante la perentoria orden de acudir de inmediato al campo de batalla, las tropas desmontaron las carpas, dieron de comer a los animales y cargaron los convoyes con la impedimenta. Esta labor tuvo que durar varias horas.

El visir cambió los caballos de su carro de guerra y, en vez de acompañar al Segundo Cuerpo al norte, se dirigió aún más al sur para dar la misma orden al Cuerpo de Ptah, que se encontraba al sur de la ciudad de Aronama.

El Segundo Cuerpo tardó un tiempo considerable en vadear el río, ya que las orillas estaban revueltas y pisoteadas por el paso del Cuerpo de Amón el día anterior y, en apariencia, la cautela militar fue dejada de lado por culpa de la urgencia. La cohesión de las formaciones se perdió en la orilla opuesta, y el ejército marchó hacia Qadesh a paso redoblado, posiblemente enviando los carros por delante.

Primera fase

Ataque hitita

Mientras el Segundo Cuerpo apretaba el paso en dirección norte, apurándose hacia el campamento de Ramsés en cumplimiento de las instrucciones llevadas por el visir, se aproximó a la ribera del río Al-Mukadiyah, un afluente del Orontes que rodeaba la base del monte donde se hallaba edificada Qadesh y luego discurría hacia el sur.

La visibilidad era muy mala, porque el tiempo había estado seco durante meses y el polvo levantado por miles de pies y las ruedas de los carros flotaba en el aire y tardaba mucho en asentarse.

Las márgenes del río estaban cubiertas de vegetación, llenas de matorrales, arbustos y aún árboles que no permitían a los egipcios ver el agua ni lo que se encontraba más allá.

 
Ataque al cuerpo de Ra.

Cuando P´Ra estuvo a 500 metros del río, sobrevino la sorpresa: de la línea de vegetación de Al-Mukadiyah —a la derecha de los egipcios en marcha— emergió una enorme masa de carros de guerra hititas, que se arrojaron sobre la columna. Los carros egipcios que custodiaban la derecha de la fila fueron arrollados y destruidos por la marea de vehículos, caballos y hombres que seguían surgiendo de entre los árboles y no daban muestras de terminar. Lanzados al galope, los carristas hititas supieron que debían aprovechar la enorme inercia de sus carros, y azuzaron aún más a las bestias, que en loca carrera aplastaron la derecha egipcia. Atravesando las filas de infantes como un fuego, los hititas siguieron hacia el oeste, destrozaron los carros de la izquierda y dispersaron a los enemigos, alanceándolos desde los vehículos. Las dos filas de carros egipcios se derrumbaron, su formación de marcha —totalmente inadecuada para sobrevivir a un asalto lateral— se desintegró, y los pocos infantes sobrevivientes se dispersaron para ponerse fuera del alcance de las picas enemigas.

La disciplina egipcia desapareció ante este ataque sorpresa (ver controversia), y antes de que los últimos carros hititas acabaran de salir de entre los árboles, el Segundo Cuerpo de Ejército ya no existía. De los sobrevivientes, los que iban en cabeza se apuraron hacia el campamento de Ramsés, mientras que la retaguardia debe haber corrido al sur en busca de la protección del Cuerpo de Ptah que venía aproximándose en la lejanía.

Todo lo que quedaba de la formación egipcia era una senda sangrienta pulverizada por las ruedas de los carros y los cascos de sus caballos, y varios miles de cadáveres tendidos en las arenas del desierto.

Los carros egipcios de la vanguardia soltaron riendas y galoparon al norte hacia el campamento para avisar a Ramsés del ataque inminente. Mientras tanto, los carros hititas habían alcanzado la gran planicie al oeste, de un tamaño tal que les hubiese permitido girar en ángulo abierto y regresar para cazar a los sobrevivientes. Pero en lugar de hacer eso, viraron hacia el norte y se dirigieron a atacar el campamento de Ramsés II.

Asalto al campamento egipcio

Ramsés había dispuesto que varias unidades de carros y compañías de infantería permanecieran de guardia, listas para la acción, en el interior del recinto cercado por escudos. A pesar de la confianza en que P´Ra y Ptah, en cumplimiento de las urgentes órdenes del visir, llegarían más tarde ese día, y Sutekh al día siguiente, y tal vez el 12 los ne´arin que venían del norte desde Amurru atravesando el valle del Eleuteros, muchos vigías se hallaban apostados en los cuatro lados del campamento observando la lejanía. Su tarea se veía dificultada por el aire caliente del desierto que distorsionaba las formas y por el polvo suspendido que refractaba la luz.

Los vigías del frente sur gritaron sus alarmas al mismo tiempo que los del lado oeste: mientras que los primeros anunciaban la frenética carrera de los carros sobrevivientes de P´Ra, los segundos acababan de ver la enorme formación de vehículos hititas que se lanzaba hacia ellos.

Aún antes de que los senenys de P´Ra entraran al campamento y comenzaran a explicar lo sucedido, todas las tropas se hallaban ya en zafarrancho de combate: en pocos minutos, los carros hititas se abalanzaron sobre el ángulo noroeste de la pared de escudos, la demolieron y penetraron en el campamento. La fila de escudos, el foso y las numerosas tiendas, carros y caballos trabados que encontraron a su paso comenzaron a detenerlos y a hacerles perder su inercia inicial, mientras que los defensores trataban de atacarlos con sus espadas khopesh en forma de guadaña. El asalto degeneró rápidamente en una salvaje melée lucha cuerpo a cuerpo. Los carros hititas se empujaban unos a otros porque el espacio interior no era suficiente para todos, de modo que muchos de ellos no pudieron ingresar y debieron luchar desde el exterior de la muralla de escudos y el foso defensivo.

Muchos egipcios murieron, y también numerosos hititas que, derribados de sus carros por las colisiones contra sus compañeros u obstáculos fijos, eran rápidamente sacrificados en tierra con un golpe de khopesh.

La guardia personal del faraón (los sherden) rodeó su tienda, dispuesta a defender al rey con sus vidas. Ramsés II, por su parte —según nos informa el Poema—, "se colocó su armadura y tomó sus arreos de batalla", organizando la defensa con los sherden (que disponían de carros e infantería) y varios otros escuadrones de carros de guerra que se hallaban estacionados al fondo del campamento (esto es, en su lado oriental).

La guardia del rey puso a los hijos de Ramsés —entre los que se encontraba el mayor de los varones, Prahiwenamef, que en ese entonces era el heredero al trono ya que sus dos hermanos habían muerto en la infancia— a buen recaudo en el extremo oriental, que no había sido atacado.

El faraón se colocó la khepresh (corona) azul y, gritando órdenes a su conductor (kedjen) personal, llamado Menna, montó en su carro de batalla.

Ramsés organiza la defensa

 
Bajorrelieve del templo de Abu Simbel que representa a Ramsés II derrotando a sus enemigos

Empuñando su arco y poniéndose a la cabeza de los carros sobrevivientes, Ramsés II salió del campamento por la puerta este y, girando al norte, lo rodeó hasta llegar a la esquina noroeste, donde los carros hititas se hallaban embotellados en incómoda confusión y, por lo mismo, casi indefensos. La atención de los invasores no se dirigió a los carros egipcios que los atacaban por retaguardia y el flanco izquierdo: estaban absortos tratando de ingresar al campamento. Recuérdese que Muwatalli les había quitado su paga, prometiéndoles solamente la parte del botín que pudiesen capturar. Por lo tanto, la primera prioridad de los hititas era tomar los bienes posibles del campamento egipcio, especialmente el enorme y pesado trono de oro del faraón.

Su ambición los perdió: el superior alcance de los arcos egipcios provocó una gran masacre sobre las tripulaciones hititas que aún no habían conseguido entrar, blancos fijos que se convirtieron en presa fácil para los experimentados tiradores egipcios. Tan amontonados se encontraban los hititas, que los disciplinados arqueros egipcios no necesitaban apuntar para hacer blanco en un hombre o un caballo.

Lentamente los hititas reaccionaron: espoleando a sus animales intentaron abandonar el combate y darse a la fuga por la llanura del oeste, en sentido opuesto al que habían venido. Pero sus caballos, al revés que los del enemigo, estaban fatigados, y sus carros eran más lentos y pesados. Los que ganaron la planicie trataron de dispersarse para no ofrecer un blanco tan obvio, pero los carros egipcios se lanzaron en su persecución.

Muchos murieron bajo las khopesh de los menfyt al caer de sus carros, que chocaban contra otros o se volcaban al tropezar con caballos muertos, y muchos otros cayeron bajo la temible precisión de los arqueros enemigos.

Al cabo de escasos momentos, el desierto al sur y al oeste del campamento estaba cubierto de cadáveres, a tal punto que Ramsés exclama en el Poema: "Hice que el campo se tiñera de blanco [en referencia a los largos delantales que llevaban los hititas] con los cuerpos de los Hijos de Hatti".

Derrotados completamente los hititas, con unos pocos sobrevivientes dispersos y en fuga, los menfyt se dedicaron a recorrer metódicamente el campo de batalla, rematando a los heridos y amputándoles las manos derechas. Este método, mostrado muchas veces como un ejemplo de la crueldad de los egipcios, era en realidad un recurso administrativo. Las manos cortadas se entregaban a los escribas, quienes, contándolas meticulosamente, podían hacer una estadística fidedigna de las bajas enemigas.

Segunda fase

Maniobra hitita de distracción

De acuerdo con la visión moderna sobre la batalla, el combate no estaba desarrollándose como Muwatalli había previsto. Además de la precipitada acción de abalanzarse sobre el cuerpo de ejército en marcha, la decidida reacción de Ramsés y sus carros había puesto en fuga a los vehículos hititas y ahora los egipcios perseguían a los carros atacantes.

Muwatalli debía aliviar la presión sobre ellos a como diese lugar: sabía perfectamente que el grueso de la fuerza egipcia ni siquiera había llegado (Sutekh y Ptah estaban aún de camino hacia Qadesh) y todo su plan se enfrentaba al desastre.

En consecuencia, eligió pasar a la acción con una maniobra de distracción que le permitiese recuperar la iniciativa perdida, haciendo regresar a parte de las tropas que perseguían a las suyas y obligando a Ramsés a regresar a su campamento.

En el puesto avanzado en el que se encontraba el rey hitita había muy pocas tropas: aparte de su cortejo personal, lo acompañaban solo unos pocos nobles de su confianza. En consecuencia, les ordenó que organizaran una fuerza de carros, que cruzaran el río y que atacaran el campamento egipcio desde el lado oriental.

La respuesta fue poco entusiasta (la nobleza no acostumbraba entrar en combate), pero las tajantes órdenes de su emperador dejaron poco lugar para la inacción. Así, los hombres más importantes de la jerarquía política hitita —incluyendo a los hijos, hermanos y amigos personales de Muwatalli— y de los comandos de sus aliados se reunieron en una escuadra ad hoc y, con dificultades, cruzaron el Orontes hacia poniente.

Llegan los ne´arin

 
Llegada de los ne´arin.

Apenas asaltado el campamento por esta escasa fuerza, los carros hititas fueron arrollados por una gran fuerza de carros que llegaba desde el norte. Se trataba de los carros amorreos, los ne´arin, que aparecían providencialmente en ese momento de zozobra egipcia. Más atrás venía la infantería pesada de Amurru. El reporte escrito en las paredes del templo funerario de Ramsés, en Tebas, dice textualmente a este respecto: "Los Ne´arin irrumpieron entre los odiados Hijos de Hatti. Fue en el momento en que estos atacaban el campamento del faraón y conseguían penetrarlo. Los Ne´arin los mataron a todos".

Como un dejà vu de la primera parte del combate, todo se repitió: los amorreos asaetearon con sus flechas a los carros hititas que luchaban por ingresar a través de una brecha en el muro de escudos. Al intentar retroceder para salir de allí y huir nuevamente a la relativa seguridad de la orilla oriental del Orontes, ocurrió otro hecho que selló la suerte hitita: mientras comenzaban a vadear las aguas, hicieron su aparición desde el sur algunas unidades de carros que volvían de la caza y persecución de la otra fuerza, acompañadas por los elementos avanzados de carros e infantería pertenecientes al Cuerpo de Ptah que se hacía presente en el momento preciso.

La muerte llovió sobre los hititas en el camino hasta el río, en las orillas y aún en el centro del agua: muchos fueron asaetados, otros aplastados por los carros y los más murieron ahogados al ser arrojados fuera de sus vehículos, agobiados y arrastrados al fondo por el peso de sus armaduras.

Ramsés castiga a los suyos

Mientras los últimos carros hititas se ponían a salvo en su orilla del río y los infantes egipcios amputaban las diestras de los caídos y las guardaban en sacos, Ramsés reocupó los restos de su campamento para esperar la llegada de Ptah y el retorno de los sobrevivientes de Amón y P´Ra.

Los prisioneros hititas, entre los cuales había oficiales de alta graduación, nobles e incluso realeza, fueron conducidos también allí, y debieron esperar en silencio la decisión que el faraón tomara sobre sus vidas.

El Poema dice que Ramsés recibió las felicitaciones de todos por su coraje y arrojo personal en la batalla, y que luego se retiró a su tienda y se sentó en su trono a "meditar lúgubremente".

Por la mañana del día 11, Ramsés hizo formar a las tropas de los Cuerpos de Amón y P´Ra en una fila frente a sí. Haciendo comparecer a los dignatarios hititas capturados para que presenciaran los acontecimientos, el faraón —tal vez personalmente— llevó a cabo el primer antecedente histórico del castigo que más tarde los romanos llamarían "diezmo": contando de diez en diez a sus soldados, ejecutó a cada décimo hombre para escarmiento y ejemplo de los demás. El Poema lo describe en primera persona: "Mi Majestad se puso ante ellos, los conté y los maté uno a uno, frente a mis caballos se derrumbaron y quedaron cada uno donde había caído, ahogándose en su propia sangre...".

Si bien no puede decirse que las tropas de Amón y P´Ra hayan combatido con cobardía —recuérdense que las columnas en marcha fueron sorprendidas por una fuerza de carros que, según la inteligencia del propio Ramsés no debía estar allí, y que, además, salió de un lugar fuera de la vista—, hoy se cree que se los castigó por haber violado la relación paterno-filial que se suponía debían mantener con su señor.

Además, es muy posible que tal escarmiento sirviera a los fines tácticos del faraón. Los amigos y parientes de Muwatalli fueron, como se dijo, obligados a presenciar la carnicería, y luego, liberados, corrieron a llevar a su señor las noticias del salvajismo de los egipcios para con sus propias tropas. Este fue, sin dudas, uno de los factores que impulsó a los hititas a firmar el armisticio más tarde ese mismo día.

Final de la batalla

Liberados los prisioneros hititas de alto rango, la línea de acción de Muwatalli quedó muy clara. La principal fuerza ofensiva de su ejército —los carros— había sido destruida, y, asimismo, muchos jefes y dignatarios habían muerto en el ataque de los ne´arin.

No había podido explotar la ventaja táctica de haber llegado primero al campo de batalla al ser obligado a combatir prematuramente tras el encuentro fortuito de sus carros con la columna egipcia, por lo que estaba claro que la batalla se había perdido.

Ramsés tenía, en cambio, dos cuerpos de ejército frescos y completos, y los sobrevivientes de los otros dos fuertemente motivados por las ejecuciones sumarias que acababan de presenciar.

Sin embargo, las fuerzas egipcias de Ptah, Sutekh y ne´arin no eran suficientes para mantener la hegemonía egipcia en la región, y el rey hitita se dio cuenta de ello. Los deseos de Ramsés de sostenerse como potencia reteniendo Qadesh acababan de esfumarse y, en esas condiciones de derrota táctica y posible empate técnico estratégico, lo mejor era solicitar un armisticio. Qadesh quedaba en manos egipcias, pero era imposible que Ramsés pudiera quedarse allí para cuidarla. Debería regresar a Egipto para lamerse las heridas de sus grandes pérdidas y ello representaría la restauración del dominio hitita sobre Siria.

Por lo tanto, Muwatalli envió una embajada a solicitar la tregua y Ramsés, al aceptarla, reveló a los egipcios una debilidad que se confirmaría por los hechos posteriores.

Consecuencias

 
Tablilla de barro con el tratado firmado entre Hattusili y Ramsés. Versión encontrada en Bogazköy (Museo de Estambúl).

Al proponer el inmediato cese del fuego, Muwatalli demostró su gran inteligencia. El armisticio le permitió ahorrar pérdidas, ya que poco después de Qadesh debió enviar los restos remanentes de su ejército a sofocar diversas rebeliones en otras partes de su imperio.

Ramsés y su ejército retornaron cabizbajos a Egipto, abucheados y silbados despreciativamente por cada poblado que atravesaban. Para mayor humillación, las tropas hititas siguieron a los egipcios hasta el Nilo a pocas millas de distancia, dando toda la impresión de que escoltaban a un ejército derrotado y cautivo.

La humillación de los supuestamente "victoriosos" soldados egipcios fue tan grande que todas las partes de Siria que quedaron bajo su dominio tras Qadesh se rebelaron contra el faraón (algunas de ellas incluso antes de que el ejército pasara por allí en su marcha hacia Pi-Ramsés). Todas ellas buscaron el cobijo hitita y quedaron bajo su órbita durante muchos años.

Si bien Egipto recuperó estas regiones más tarde, necesitó varias décadas para conseguirlo.

Inmediatamente tras Qadesh, siguió una larguísima guerra fría entre las dos potencias, una especie de equilibrio inestable que concluyó dieciséis años después con la firma del célebre Tratado de Qadesh.

El Tratado de Qadesh —primer convenio de paz de la historia y que se encuentra perfectamente conservado, ya que una de sus versiones se escribió en la lengua diplomática de la época, el acadio (la otra en jeroglífico egipcio), sobre láminas de plata—, describe minuciosamente las nuevas fronteras entre ambos imperios. Sigue con el juramento de ambos reyes de no volver a luchar entre sí, y culmina con la definitiva y perpetua renuncia de Ramsés a Qadesh, Amurru, el valle del Eleuteros y todas las tierras circundantes al río Orontes y sus tributarios.

A pesar de las graves pérdidas humanas sufridas en Qadesh, por lo tanto, la victoria final fue para los hititas.

Más tarde, concretamente en el año 34 del reinado de Ramsés, el faraón y el rey hitita sellaron y consolidaron el estado de cosas establecido en el Tratado mediante lazos de sangre: el hermano de Muwatalli y nuevo rey Hattusili III envió a su hija para que se casara con el faraón. Ramsés II tenía 50 años de edad cuando recibió a su jovencísima esposa, y tan contento quedó con el obsequio que la nombró reina, bajo el nombre egipcio de Maat-Hor-Nefru-Re. De esta forma, algunos de los hijos y nietos de Ramsés II fueron nietos y bisnietos de su gran enemigo, el rey Muwatalli de Hatti, aunque, según se cree, ninguno de ellos llegó al trono real.

A partir de Qadesh, Egipto y Hatti permanecieron en paz durante aproximadamente 110 años, hasta que en 1190 a. C. Hatti fue completamente destruido por los llamados "Pueblos del Mar".

Visita al campo de batalla

El campo de batalla se puede visitar hoy. El promontorio sobre el que se encontraba la ciudadela de Qadesh se llama hoy Tell Nebi Mend y se puede visitar. El estado de conservación de las ruinas y la recreación del ambiente son bastante malos, aunque no es difícil llegar a él desde Damasco.

Sin embargo, la visita no está, hoy en día, justificada. Aunque se han desenterrado varios artefactos asirios, las excavaciones arqueológicas están prohibidas debido a la existencia de una tumba de un santo musulmán y una mezquita precisamente sobre la cima del promontorio y varios otros sepulcros árabes en el campo de batalla.

Controversias y puntos oscuros

Sobre la fecha de la batalla

Todas las fuentes coinciden en afirmar que la batalla comenzó "en el día noveno del tercer mes del verano del año quinto del reinado de Ramsés". Esto sitúa el combate alrededor del 27 de mayo de 1274 a. C. si el año de coronación de Ramses II acaeció en 1279 a. C.

Aunque se ha afirmado que el conflicto ocurrió entre 1274 y 1275 a. C., hay estudiosos que estiman que ocurrió en 1270 a. C. o incluso en 1265 a. C., aunque algunas fuentes modernas, por ejemplo, Healy (1995), datan la batalla en 1300 a. C., pero muchos egiptólogos y estudiosos, tales como Helck, von Beckerath, Ian Shaw, Kenneth Kitchen, Krauss y Málek, estiman que Ramsés II gobernó unos 66 años, de ca. 1279 a 1213 a. C., situando la fecha en torno al año 1274 a. C.

Sobre las trayectorias de los ejércitos egipcios

Mucho se ha escrito acerca del supuesto "error" de Ramsés II al enviar los cuatro ejércitos por distintos caminos, y se ha imputado a esta decisión el cuasidesastre sufrido por los dos primeros al ser sorprendidos por los carros hititas en el primer día de la batalla.

Sin embargo, existen fuertes razones militares para que el faraón lo hiciera de esta forma, y las principales consisten en el tamaño de sus ejércitos y la aridez del terreno a recorrer. Estas dos circunstancias convertían en un gran problema la logística de suministros para las tropas. Se trataba de recorrer desde Egipto unos 800 km al norte, atravesando Canaán, hasta llegar a la Siria Central.

Si bien "la estación en que los reyes van a la guerra" (época en que se pactaban las guerras) estaba claramente circunscrita al período posterior a las cosechas de trigo y cebada para dar tiempo a los estados vasallos a que acopiaran grandes cantidades de alimentos para el ejército que llegaría luego, una vez abandonado el territorio amigo los cuerpos de ejército hubiesen quedado librados a sus propios medios. La única forma de transportar los suministros hubiese sido la formación de enormes convoyes de carretas de bueyes, de una lentitud tal que hubiesen retrasado a la fuerza entera durante meses y meses.

Cada ejército debía, pues, una vez traspuestos los límites del imperio, abastecerse a sí mismo mediante la requisa de alimentos de los vasallos del enemigo. Solo de esa forma pudieron los egipcios llegar al campo de batalla en buenas condiciones físicas y morales.

Si Ramsés hubiese enviado los cuatro cuerpos por la misma ruta, el Segundo hubiese encontrado, en un punto dado, solo la devastación producida por las necesidades del Primero. Tras él vendría el Tercero, hallando aún menos alimentos, y es muy probable que los soldados del Cuarto se hubiesen muerto de hambre. Ramsés no deseaba luchar solo con un cuerpo de ejército bien alimentado y otros tres débiles y al borde de la inanición, por lo que diseñó cuatro rutas de aproximación paralelas de modo que cada cuerpo nunca encontrase a su frente la gran carestía producida por el que lo precediera.

Sobre la duración de la batalla

La única referencia a fechas concretas mencionada en fuentes antiguas es la del Poema, que ubica el campamento de Ramsés al sur de Qadesh en la mañana del día 9. Después no hay ninguna otra indicación cronológica, lo que ha llevado a los historiadores clásicos a suponer que todo ocurrió ese mismo día 9.

Esto es altamente improbable, y el principal obstáculo consiste en que las fuentes mencionan los vadeos del río como si se tratase de algo que se pudo realizar en lapsos bastante breves.

La geología y la hidrología han demostrado que el ancho, la profundidad y el caudal del Orontes no han cambiado sustancialmente en los últimos miles de años, por lo que las dificultades que se encuentran hoy para vadearlo no tienen por qué haber sido menores en tiempos de la batalla.

Se han hecho experiencias para reproducir el cruce del río por los lugares por donde lo vadearon Amón primero y los hititas más tarde. Se utilizaron carros árabes modernos tirados por asnos, que tienen ruedas de más o menos el mismo tamaño que los vehículos que nos ocupan, y se ha visto que, apenas abandonada la orilla, el agua llega hasta más arriba de los ejes. De esta observación surge la afirmación de que el ejército egipcio (4.000 infantes y más de 500 carros de guerra, sin contar los de suministros) tuvieron que tardar hasta la caída de la tarde del día 9. Los espías fueron capturados después, torturados, interrogados y liberados aún más tarde, por lo que, si se quiere justificar el ataque hitita una vez que su rey tuvo los datos, toda la batalla de Qadesh ocurrió en noche cerrada.

Pero ni siquiera esta suposición considera que los hititas también tuvieron que cruzar el río en sentido opuesto. Ya no se trata de un solo cuerpo de ejército, sino de la fuerza completa, compuesta por más de 3.500 carros y 40.000 hombres. Aparte de la circunstancia imposible de que esa enorme masa de gente esperara pacientemente todo el día, bajo el tremendo sol del verano sirio, a que los egipcios llegaran, sólo para tener que cruzar un ancho río en la oscuridad de la noche. Los que opinan así no tienen en cuenta que el cruce hubiese llevado toda la noche y más de la mitad de la mañana. Aparte de los muertos, ahogados y carros perdidos durante el cruce, los egipcios los hubieran sorprendido aún cruzando al amanecer, y posiblemente los hubiesen masacrado a pesar de la superioridad numérica hitita.

Es por ello que la teoría actual afirma que el ataque hitita se produjo durante el día siguiente, 10, y no por la noche del 9.

Disputa sobre la sorpresa del ataque hitita

Es razonable suponer que por la noche del día 9, Muwatalli conocía la situación del campamento de Ramsés pero no cuántos soldados albergaba, e indudablemente no tenía forma de saber que el Cuerpo de P´Ra se aproximaba desde el sur, porque incluso la columna de polvo que levantaba este en su marcha quedaba oculta por la colina de Qadesh a los ojos de su propio puesto de mando y por supuesto a los de los vigías apostados en las murallas de Qadesh la Vieja.

Si bien su ejército estaba fresco y alerta, existen muy buenas razones para suponer que ni el hitita ni el faraón tenían previsto comenzar una batalla total al amanecer del día siguiente. No habían concluido el estricto protocolo que gobernaba las batallas de aquel tiempo, procedimiento ineludible que debía llevarse a cabo antes de entrar en combate y que incluía intercambio de delegaciones diplomáticas, parlamentos, toma de declaraciones por los escribas, etc.

Si bien ésta era la primera vez que el joven Ramsés entraba en batalla, y por lo tanto no sabemos cómo se hubiese conducido con anterioridad, sí consta que Muwatalli siempre había cumplido con una legalidad extrema los protocolos de la guerra. En todas sus intervenciones anteriores había acampado primero, parlamentado y atacado luego de común acuerdo con su enemigo. De hecho, los hititas nunca utilizaban el factor sorpresa, lo que consideraban deshonroso y digno de cobardes. Veían el ataque sorpresivo contra un enemigo desprevenido como una ventaja ilegítima. Las fuentes hititas consideran a Muwatalli como un gran jefe y un preclaro estratega, lauros que no hubiese obtenido de haber atacado por sorpresa al Cuerpo de P´Ra.

Los que afirman que la intención del rey hitita fue destruir a P´Ra olvidan que no lo logró, porque gran parte de las tropas sobrevivientes lograron llegar al campamento de Ramsés y es posible que muchas otras (las de retaguardia) hayan retrocedido para buscar la protección de Ptah. Para destruir a P´Ra necesariamente debió enviar a la infantería junto con los carros —cosa que no hizo— y por cierto que, al atravesar la columna egipcia, los tripulantes debieron haber girado en redondo y volver a atacar a los sobrevivientes. No hicieron tal cosa. Girando en una amplia curva hacia el norte, se dirigieron al campamento de Ramsés.

La teoría actual indica que Muwatalli no envió a sus carros a atacar a P´Ra porque, como primera consideración, ni siquiera sabía que el ejército pasaba por allí. Los envió a reconocer el terreno y el campamento de Ramsés, que era la verdadera utilización táctica que se daba a una fuerza de carros carente de infantería. Es por ello que, hoy en día, se piensa que egipcios e hititas no deseaban entablar combate ese día. Los carros de Hatti cruzaron en efecto el río Al Mukadiyah y, al salir de la línea de árboles, se dieron de manos a boca con las columnas de P´Ra que marchaban frente a ellos. Ante esta sorpresa, no tuvieron más remedio que avasallarlas y, sin volver para destruir completamente a su enemigo, se dirigieron, una vez atravesado el obstáculo, al campamento del faraón que, como queda dicho, siempre había sido su verdadero objetivo.

El inicio de las hostilidades el día 10 se considera hoy, pues, fruto de una casualidad imponderable y no decisión de los mandos enfrentados. Así, puede afirmarse que una simple expedición hitita de reconocimiento forzó a los egipcios a presentar una batalla para la cual ninguno de los contendientes estaba preparado.

Identidad de los ne´arin

El hecho de que tanto el Poema como el Boletín hablen sólo vagamente sobre la posición del Cuerpo de Sutekh y las controversias sobre el significado exacto del término ne´arin ha llevado a los especialistas a preguntarse dónde estaba exactamente uno y quiénes eran los otros.

Más allá de los innegables hechos de que el rey hitita lanzó el ataque de su séquito personal para descongestionar la situación de sus carros en el llano y que esto tomó completamente por sorpresa a los egipcios, también fue un impensado golpe de mala suerte que los ne´arin llegaran desde el norte en ese preciso momento y lo destruyeran.

Lo que sí es claro es que Muwatalli ignoraba completamente su existencia. La llegada de tropas frescas desde el norte le tomó completamente por sorpresa.

El significado de la palabra ne´arin no está clara ni siquiera hoy: si bien las fuentes creen que se trataba de unidades amorreas, también es posible que fueran cananeas, que se tratase de un cuerpo de élite formado por los mejores soldados de los cuatro cuerpos o que simplemente fuera un nombre, título o apodo para el Cuerpo de Sutekh, al que Ramsés habría enviado cautelosamente al norte previendo una situación similar a la que ocurrió.

Otra hipótesis más moderna nombra a dicha unidad como Naharina, curiosamente el nombre que los egipcios daban a Mitanni.

¿Batalla o ejecución masiva?

Hasta hace pocos años, la ejecución masiva del 10% de los sobrevivientes egipcios de los cuerpos de P´Ra y Amón (aproximadamente un 5% del total del ejército) fue interpretada como una reanudación del combate el día 11. Ello no fue así.

La clave se encuentra en la terminología del Poema y del Boletín: durante toda la extensión de los textos se llama a los hititas "el Venido de Hatti", mientras que a las víctimas de los sucesos del día 11 se las nombra simplemente como "rebeldes", utilizando el mismo término que se usaba para designar a un niño escapado de su hogar. Es por ello que sabemos que el escriba se refiere en realidad a los soldados sobrevivientes que, con su supuesta cobardía y falta de moral, habían destruido la relación amorosa que su divino padre siempre había tenido con ellos.

Cronología

NOTA: Como se ha explicado arriba, este artículo utiliza la cronología de la teoría moderna, liderada por la Universidad de Cambridge. Fuentes más clásicas fechan la batalla en años más recientes, llegando incluso a 1275 a. C.

  • Hacia 1674 a. C.: Los hicsos invaden y capturan el Bajo Egipto y someten a vasallaje al resto del país, haciendo de Avaris su capital.
  • 1570 a. C.: Amosis I es nombrado faraón, establece la Dinastía Tebana (XVIII) y lucha con los hicsos en la llamada "Guerra de Liberación Egipcia".
  • Aproximadamente 1565 a. C.: Egipto expulsa y destruye a los hicsos, convirtiéndose de facto en propietario de Canaán y todo el Oriente Medio hasta el río Éufrates.
  • Entre 1546 y 1526 a. C.: Guerra Siria de Amenofis I.
  • Hacia 1525-1512 a. C.: Primer ataque de Tutmosis I contra las fuerzas mittanas en Siria. Su ejército coloca un mojón o estela a orillas del Éufrates para indicar la frontera extrema septentrional del Imperio Nuevo.
  • 1482-1450 a. C.: Campaña de Amenofis II contra el norte de Siria y Canaán, en un intento de imponer las leyes egipcias en la región. Le cuesta diecisiete expediciones e innumerables bajas, hasta invadir en el año 33 de su reinado el propio Mittani. La derrota mittana le granjea honores y prestigio, pero el vencido renace incluso en vida del faraón, que no puede sino esperar que, a su muerte, sus sucesores sean capaces de recuperarlo.
  • Hacia 1450-1425 a. C.: Amenofis II pretende recuperar el dominio egipcio sobre Mittani, pero es humillado. Un renacimiento del poderío militar hitita provoca conversaciones entre las dos potencias, ya que tanto el faraón como el rey de Hatti pretenden subyugar a la díscola región.
  • 1425-1417 a. C.: Tutmosis IV firma un tratado con Mittani, que permite, por primera vez, una delimitación topográficamente exacta de las fronteras entre los imperios en el norte de Siria. Egipto modifica sus leyes para considerar a estos límites sus verdaderas fronteras asiáticas. Siguen a la firma del acuerdo dos generaciones completas de paz, las primeras en dos siglos y medio.

Notas

  1. Aproximadamente el 5 % de los supervivientes egipcios fueron ejecutados después por orden de Ramsés II[8]
  2. Hacia el día 9 del año 5 del reinado de Ramesses II, III Shemu (BAR III, p. 317) o más concretamente: el 12 de mayo de 1274 a. C. en base a la fecha comúnmente aceptada de acceso al trono de Ramsés II, en el 1279 a. C.

Referencias

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Enlaces externos

  •   Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobre la batalla de Qadesh.
  • (en inglés)
  •   Datos: Q203729
  •   Multimedia: Battle of Kadesh

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La batalla de Qadesh tuvo lugar entre las fuerzas del Imperio Nuevo de Egipto gobernado por Ramses II y el Imperio hitita gobernado por Muwatalli II en la ciudad de Qadesh en el rio Orontes en las proximidades del lago de Homs cerca de la frontera de Siria con el Libano 10 Batalla de QadeshGuerra siria de Ramses IIParte de Antiguo EgiptoRamses II en la batalla de Qadesh bajorrelieve en el templo de Abu Simbel FechaFinales de mayo del 1274 a C 1 LugarValle del rio Orontes cerca de Qadesh actual Kinza Siria Coordenadas34 33 20 N 36 29 53 E 34 555487 36 498028ResultadoAmbos bandos reclaman la victoria 2 Tactico victoria pirrica egipciaEstrategico victoria hitita fin de la campana de Ramses II y de la invasion del Imperio hitita 3 BeligerantesImperio Nuevo Egipcio Imperio hititaComandantesRamses II faraon egipcio Muwatalli II rey hititaFuerzas en combate16 000 infantes 4 4000 tripulantes 4 de 2000 carros de guerra 4 5 37 000 4 40 000 6 infantes 9000 11 100 7 tripulantes de 2500 6 3500 carros de guerra 4 BajasDesconocidas Nota 1 Desconocidas pero unos 2000 carros destruidos o capturados 9 editar datos en Wikidata La batalla esta datada generalmente hacia el 1274 a C por la cronologia egipcia Nota 2 Es la primera batalla de la que se conservan registros historicos detallados de las formaciones y de las tacticas Se cree que fue la mayor batalla de carros jamas librada habiendo participado entre 5000 y 6000 carros 11 12 13 Como resultado de las multiples inscripciones de Qadesh es la batalla mejor documentada de la Antiguedad 14 Los hititas atacaron primero y estuvieron a punto de derrotar a los egipcios aunque gracias al mando de Ramses II los egipcios lograron contrarrestar el ataque y la batalla acabo en un empate 15 Tras esto Ramses II y Hattusili III firmaron el primer tratado de paz de la historia 16 Fue el ultimo gran acontecimiento militar de la Edad del Bronce 17 Indice 1 Las fuentes antiguas 1 1 Egipcias 1 2 Hititas 2 El Tratado de Qadesh 3 Contexto historico 3 1 La importancia de Siria 3 2 Entre dos potencias 4 Antecedentes 4 1 El statu quo Hatti y Mittani 4 2 Alianza entre Egipto y Mittani 4 3 Paz 4 4 La estrategica region de Amurru y Qadesh 4 5 Los estados satelites 4 6 Los reinos amorreos 4 7 Suppiluliuma I el Grande 4 8 Akenaton 4 9 Qadesh contra Egipto 4 10 Akenaton fracasa 4 11 Seti I 4 12 Ultimo intento 5 Mandos de ambos ejercitos 5 1 Ramses II 5 2 Muwatalli 6 Los ejercitos enfrentados 6 1 Ejercito hitita 6 1 1 Organizacion 6 1 2 Utilizacion tactica 6 2 Ejercito egipcio 6 2 1 Organizacion 6 2 2 Utilizacion tactica 7 Prolegomenos 7 1 La declaracion de guerra 7 2 Marcha de aproximacion egipcia 7 3 Vispera de la batalla 7 4 Arribo al campo de batalla 7 5 El escondite hitita 7 6 El Segundo Cuerpo de Ejercito 8 Primera fase 8 1 Ataque hitita 8 2 Asalto al campamento egipcio 8 3 Ramses organiza la defensa 9 Segunda fase 9 1 Maniobra hitita de distraccion 9 2 Llegan los ne arin 9 3 Ramses castiga a los suyos 9 4 Final de la batalla 10 Consecuencias 11 Visita al campo de batalla 12 Controversias y puntos oscuros 12 1 Sobre la fecha de la batalla 12 2 Sobre las trayectorias de los ejercitos egipcios 12 3 Sobre la duracion de la batalla 12 4 Disputa sobre la sorpresa del ataque hitita 12 5 Identidad de los ne arin 12 6 Batalla o ejecucion masiva 13 Cronologia 14 Notas 15 Referencias 16 Bibliografia 17 Enlaces externosLas fuentes antiguas EditarEgipcias Editar Poco despues de la batalla Ramses II ordeno su conmemoracion en las paredes de varios de sus templos atestiguando la importancia del evento para su reinado La batalla de Qadesh se describe en cinco templos algunos fragmentos en dos paredes del templo de Abydos probablemente los mas antiguos en tres lugares del templo de Amon de Luxor dos en cada uno de los grandes patios del Ramesseum que fue el templo funerario de Ramses II en Tebas Oeste y finalmente una representacion mas breve en la primera sala hipostila del templo principal de Abu Simbel en Nubia 18 19 Tambien hay dos copias de estos textos en papiros escritos en hieratico 20 Tres textos patrocinados por Ramses II y de los cuales existen muchas copias explican la batalla 21 22 El Poema de Pentaur es un relato de la batalla que Ramses II encargo al escriba Pentaour Es un texto extenso del cual hay ocho copias en diferentes templos y otras en papiros Es la descripcion mas detallada y mas poetica del combate y se describen la cualidades mas destacadas del faraon destacando su relacion con el dios Amon 23 24 El Boletin de guerra es un texto mas breve Hay siete copias en bajorrelieve junto a las copias del Poema 25 26 Los relatos de los bajorrelieves constituyen una tercera fuente escrita Estos comentarios de las representaciones figurativas de la batalla a veces proporcionan informacion que no se encuentra en los otros dos textos 27 Hititas Editar No se conoce ningun texto hitita que describa la batalla de Qadesh Muwatalli II no dejo ningun texto oficial en conmemoracion de sus campanas militares pero se menciona el conflicto con Ramses II en textos de sus sucesores la Apologia de Hattusili III CTH 81 y un decreto de Hattusili III CTH 86 que fue el hermano de Muwatalli II y que estuvo presente en el campo de batalla asi como la historia que aparece en el prologo del tratado firmado por su hijo Tudhaliya IV y el rey de Amurru Shaushgamuwa CTH 105 28 La batalla de Qadesh parece ser evocada en cartas enviadas por Ramses II a Hattusili III aunque hay poca informacion sobre eso 29 El Tratado de Qadesh Editar Tabla de arcilla conteniendo el Tratado de Qadesh Museo de Arqueologia de Estambul El documento que formalizo la tregua entre Egipto y el Imperio hitita conocido como Tratado de Qadesh es el primer texto de la historia que documenta un tratado de paz Fue copiado en numerosos ejemplares escritos en caldeo babilonio lengua franca de la diplomacia de la epoca sobre preciosas hojas de plata Varios ejemplares se han encontrado en Hattusa capital hitita mientras que otras copias se hallaron en Egipto Otros ejemplares escritos sobre materiales mas viles conteniendo el mismo texto tambien han llegado hasta nosotros como por ejemplo el conjunto de tablas de arcilla conservado en el Museo de Arqueologia de Estambul correspondiente a la version hitita del tratado Contexto historico EditarLa importancia de Siria Editar Restos de Ugarit Punto de encuentro cruce y negociacion del trafico y comercio de su tiempo y area dotada de inconmensurables recursos naturales Siria era la encrucijada mercantil cultural y militar del mundo antiguo No solo producia ingentes cantidades de trigo sino que por alli pasaban las mercancias provenientes de los buques que cruzaban el Egeo y los de lugares mas lejanos que llegaban al Asia Menor por el puerto de Ugarit especie de Venecia antigua que dominaba el comercio del Mediterraneo oriental y se encontraba precisamente ubicada en Siria Los derechos aduaneros que percibiria quien dominase la region eran enormes sumados a su estrategica posicion militar la produccion agropecuaria y los derechos de trafico y exportacion convertian a la zona en una de las de mayor importancia estrategica del mundo antiguo Por la zona viajaban vidrio cobre estano maderas preciosas joyas textiles alimentos articulos de lujo productos quimicos loza y porcelana herramientas y metales preciosos A traves de una telarana de rutas comerciales que comenzaban y terminaban en Siria esas mercancias se distribuian por todo el Medio Oriente mientras que otros productos llegaban alli desde sitios tan apartados como Iran y Afganistan Vease tambien Ugarit Entre dos potencias Editar Pero Siria sufria la desventaja de encontrarse en medio de las dos grandes potencias politicas y militares de su epoca el imperio egipcio y Hatti el inmenso Imperio hitita Como es obvio ambos ambicionaban dominar Siria para explotarla en su propio provecho De hecho hoy se considera que hace 3300 anos el mero hecho de controlar la tierra siria significaba el automatico ascenso de cualquier nacion a la exclusiva elite de quienes merecian llamarse potencia mundial Asi parecieron entenderlo Mittani primero Hatti y Egipto mas tarde y Asiria y Nabucodonosor al final Es comprensible por tanto que Mittani Hatti y Egipto derramaran durante los siglos anteriores a Qadesh verdaderos oceanos de sangre en sus desesperadas tentativas de dominar la region proporcionando asi un violento escenario general donde se moverian los factores concretos que desembocarian en la batalla Vease tambien HititasAntecedentes EditarTras las campanas del monarca hitita Suppiluliuma I contra el reino de Mittani en el norte de la actual Siria entre los anos 1340 y 1330 a C Mittani se desintegro y los hititas llegaron a dominar la mayor parte de Siria Varios lugares vasallos de los egipcios cayeron en la campana hitita como el reino de Amurru y Qadesh pero no parece que el faraon Akenaton considerase la opcion de luchar para recuperarlos Hubo un conflicto entre Egipto y el Imperio hitita cuando segun fuentes hititas la reina egipcia Anjesenamon viuda de Tutankamon pidio a Suppiluliuma I uno de sus hijos en matrimonio para hacerlo rey de Egipto El rey hitita acepto la propuesta y envio a su hijo Zannanza como prometido a la reina pero fue asesinado por el camino El rey hitita opto por enfrentarse con Egipto a pesar del tratado de amistad que habian firmado los dos paises hacia mucho tiempo 30 31 A comienzos del siglo XIII a C los egipcios y los hititas tuvieron mas de veinte anos de relacion conflictiva 32 Los conflictos encabezados por los hijos del anciano rey hitita no dieron resultados significativos La respuesta egipcia al progreso hitita vino solo con Horemheb considerado el ultimo faraon de la dinastia XVIII El apoyo una revuelta de varios vasallos hititas entre los que estaban Qadesh y Nuhasse que fueron dificiles de someter por las tropas hititas dirigidas por aquellos principes incluida de la de Karkemish El rey Mursili II intervino mas tarde en persona para restablecer la cohesion entre sus vasallos firmando con ellos varios tratados de paz 33 Pero la situacion cambio y los hititas se pusieron a la defensiva frente a los egipcios Seti I el segundo faraon de la dinastia XIX capitaneo un contraataque egipcio para recuperar a los vasallos perdidos Conmemoro su victoria contra los hititas con una inscripcion y un relieve en un templo de Karnak Se apodero de Qadesh y el rey Benteshina de Amurru se unio a su campana 34 35 36 Las tropas hititas estaban dirigidas por el virrey de Karkemish que supervisaba la dominacion hitita en Siria El rey Muwatalli II estaba en el oeste de Anatolia encargandose de una rebelion mas grave que la situacion en Siria a pesar del hecho de que los otros adversarios de la region los asirios tambien avanzaban La reaccion hitita es lenta Qadesh volvio al control hitita en los anos siguientes por causas desconocidas ya que las fuentes hititas no mencionan este hecho 37 38 A finales de la dinastia XVIII de Egipto las cartas de Amarna cuentan la historia del declive de la influencia egipcia en la region Los egipcios mostraron poco interes en la region a finales de la XVIII dinastia 39 Esto continuo en la dinastia XIX Al igual que su padre Ramses I Seti I fue un jefe militar que se propuso que el Imperio egipcio fuese como en los tiempos de los reyes Tutmosis I Tutmosis II y Tutmosis III un siglo antes Las inscripciones en los muros de Karnak registran detalles de las campanas de Seti I en Canaan y en la antigua Siria 40 Ocupo de nuevo las posiciones egipcias abandonadas y las ciudades fortificadas No obstante esas regiones volvieron posteriormente a control hitita 41 Con la llegada de Ramses II alrededor del 1279 a C solo Amurru permanecia como aliado en la campana egipcia pero Muwatalli intento que se unieran a el Los primeros tres anos del reinado del nuevo faraon estuvieron dedicados a los asuntos internos En el cuarto ano de su reinado el 1275 a C realizo una primera campana a Amurru probablemente pasando por mar Dejo una estela en Nahr el Kelb en la costa central del Libano 42 Esta expedicion se hizo para mostrar el apoyo a su vasallo contra los hititas 43 41 44 En mayo del 1274 a C el quinto ano de su reinado Ramses II comenzo una campana desde su capital Pi Ramses el moderno Qantir El ejercito se traslado a la fortaleza de Tjel y fue por la costa hasta Gaza 45 El statu quo Hatti y Mittani Editar Dos generaciones antes de Ramses el decorado habia sido diferente las potencias dominantes en la region no eran Egipto y Hatti sino Egipto y el gran reino de Mittani Tutmosis IV 1425 1417 a C habia logrado formalizar una paz duradera consciente de que habiendo dos reinos grandes y muchos pequenos en la zona los dos poderosos solo podrian dominar a los demas si no guerreaban entre si El Creciente fertil en esta epoca Egipto verde claro zonas de influencia egipcia verde oscuro Hatti amarillo y Mittani rojo Asiria gris comenzaba a expandirse Conocedor de este hecho el poderoso rey hitita Suppiluliuma I comprendio que para llegar a ser uno de los dos grandes debia destruir al mas debil de ellos y reemplazarlo Inicio asi un proyecto a largo plazo de destruccion completa y sistematica de Mittani prestando particular atencion al proyecto de erradicarlo de sus posiciones militares comerciales e industriales del norte de Siria Los faraones Tutmosis III y su hijo Amenofis II no reaccionaron ante este hecho porque Mittani llevaba dos siglos quitandoles territorios sirios y pueden haber creido que todo lo que fuese malo para su enemigo seria bueno para ellos Asi las cosas el rey de Mittani Shaushtatar decidio acercarse a Egipto para ver si la agresividad de los hititas se detenia No queria verse obligado a luchar una guerra en dos frentes contra los egipcios al sur y contra los hititas al este Ofrecio a los egipcios un tratado de hermandad que fue aceptado y sus emisarios llegaron a Egipto en el ano decimo del reinado de Amenofis 1418 a C con tributos y saludos para el faraon Vease tambien Mitani Alianza entre Egipto y Mittani Editar Los sucesores de Amenofis II y Shaushatar Amenofis III y Artatama I formalizaron por fin el pacto anadiendo una union de sangre a la amistad politica entre Mittani y Egipto el emperador egipcio se caso con la hija del rey mittano Taduhepa Logrados todos los objetivos de unidad no agresion y libre comercio llego el momento de delimitar minuciosamente las fronteras entre ambos imperios que consistian precisamente en la Siria Central en territorios ambicionados por ambos y tambien por los hititas Por medio de un tratado de limites que nunca ha sido hallado Artatama reconocia los derechos egipcios sobre el reino de Amurru el valle del rio Eleuteros y las ciudades de Qadesh la nueva sobre un promontorio estrategico y la vieja a su lado en el llano Para compensar estas cesiones Amenofis renunciaba para siempre a los territorios entonces mittanos pero que habian sido egipcios por virtud de las conquistas de los grandes faraones guerreros de la XVIII Dinastia Tutmosis I y Tutmosis III El tratado fue tan satisfactorio para ambas partes que a partir de su formalizacion siguieron mas de dos siglos de paz y prosperidad de respeto y de amistad mutua La estabilidad de esas fronteras duro tanto que quedaron impresas en las mentes de todos los que habitaban la region como limites estaticos e imposibles de modificar Vease tambien Antiguo Egipto Paz Editar La fructifera diplomacia de Amenofis III elimino a los hititas de la ecuacion Hatti habia vuelto a ser un pequeno reino entre las grandes potencias Los dividendos de la paz fueron tan grandes y tan poderosos se hicieron Mittani y Egipto que nadie en Hatti podia sonar en desbancar a ninguno de los dos Sumado esto a la amenaza de una tercera potencia que se alzaba a sus espaldas en oriente la Asiria kasita los hititas se vieron forzados a aceptar su papel de figurantes en la gran obra de crecimiento que protagonizaban las tres potencias que dominaron el mundo durante los dos siglos siguientes asirios egipcios y mitanos La estrategica region de Amurru y Qadesh Editar Amurru era el nombre con que los egipcios llamaban coloquialmente al estrategico valle del Eleuteros gr Rio de los Hombres Libres especie de pasillo terrestre que les permitia alcanzar desde la costa y sus puertos las posiciones avanzadas en la Siria Central localizadas en las riberas del rio Orontes Amurru era pues vital para los faraones Pero Amurru no era importante solo para el comercio y la paz los reyes anteriores habian debido mantener el paso abierto para poder enviar a sus ejercitos al norte para hacer la guerra a Mittani Y sucedia que para mantener el paso de Amurru a su disposicion Egipto debia dominar la ciudad de Qadesh sobre el Orontes Caida Qadesh caeria Amurru y el comercio y las comunicaciones egipcias se verian anuladas por entero Este solo hecho es la justificacion de toda la guerra siria de Ramses y de los esfuerzos de sus predecesores para mantener la zona en sus manos Vease tambien Amorreos Los estados satelites Editar La muy precisa demarcacion de los limites entre Mittani y Egipto consecuencia del tratado de dos siglos antes y la paz subsiguiente posibilitaron el establecimiento de numerosos reinos o estados intermedios vasallos de uno u otro de los poderosos imperios que se comportaban como los modernos paises satelites que poblaron Europa y Asia en el siglo XX Estos satelites suavizaban las posibles tensiones entre ambos convirtiendose en lubricantes o intermediarios que por interes propio hacian lo que estaba en sus manos para mantener la paz y la concordia Al ser estados fronterizos debiles militarmente pero ricos y ubicados en posiciones estrategicas sus gobernantes tenian claro que serian los primeros en desaparecer si estallaba un conflicto Sin ambiciones territoriales aparte de las relativas a su propia supervivencia los estados satelites tenian mucho que perder y nada que ganar en caso de una confrontacion militar en la region Los reinos amorreos Editar Sin embargo el reinado de Amenofis III vio el nacimiento de un nuevo poder emergente una extrana unidad politica que se autodenomino reino de los Amurru o Amorreos y que comenzo de inmediato a causar problemas Este reino no existia en el momento de la delimitacion de las fronteras pero caia del lado egipcio por lo que los hititas no le reconocieron soberania ni entidad juridica de pais independiente Un dirigente llamado Abdi Ashirta y mas tarde su hijo Aziru comenzaron a organizar la heterogenea constelacion de tribus que poblaban el lugar y con cierta pericia lograron cohesionarlos en una estructura politica que domino a fines del siglo XIV a C todo el territorio critico es decir el ubicado entre la playa mediterranea y el rio Orontes No conformes con esto Abdi Ashirta y Aziru lograron expandir las fronteras de su pequeno reino explotando la indiferencia que la corte egipcia manifestaba respecto de la region Los estados vecinos que veian menguar sus fronteras a expensas de las ambiciones expansionistas amorreas recurrieron al faraon para solicitarle que mediante el envio de tropas impusiera disciplina a su vasallo a lo que el emperador se nego Finalmente fue Mittani el que se vio afectado por los despojos territoriales y este reino no tenia por costumbre permanecer impavido ante las invasiones Mittani envio una expedicion para destruir el poder amorreo se cree que Abdi Ashirta murio en este conflicto y logro su objetivo pero el dano ya estaba hecho Como era de esperar las tropas mittanas no se retiraron tras la destruccion de Amurru y el faraon que no podia tolerar que uno de sus poderosos vecinos tuviese tropas estacionadas en su territorio se vio forzado a emprender tambien el acciones militares Amenofis envio al ejercito para desalojar a los mittanos y este movimiento represento el fin de dos siglos de paz y la licuefaccion de las fronteras dibujadas con tanto trabajo y mantenidas con semejante esfuerzo Fue tambien el inicio de la controversia que culminaria en el campo de batalla de Qades Suppiluliuma I el Grande Editar Articulo principal Suppiluliuma I Suppiluliuma I el Grande fue coronado rey de Hatti alrededor de 1380 a C y desde el mismo dia de su ascension demostro que su principal interes era obtener y conservar el control hitita de la Siria Norte y Central De inmediato ataco a Mittani y le arrebato los reinos de Alepo Nuhashshe Tunip y Alalakh Este conflicto se conoce como primera guerra siria Diez anos mas tarde Mittani intento recuperarlos por la fuerza Suppiluliuma considero que esta iniciativa lo habilitaba a volver a atacar y asi la segunda guerra siria llevo destruccion y caos al reino vecino Wassukanni capital y principal ciudad del reino de Mitanni fue saqueada e incendiada Los hititas cruzaron el Eufrates y virando al oeste capturaron Siria algo que hoy se cree fue siempre su verdadero objetivo Hatti formalizo tratados con los reinos ex mitanios capturados los declaro vasallos suyos y ocupo el sur llegando hasta Carchemish y haciendose duena ademas de los nombrados de los estados vasallos de Mukish Niya Arakhtu y Qatna Akenaton Editar Articulo principal Akenaton Amenofis IV Akenaton Mientras tanto en su palacio de Aketaton el joven faraon Amenofis IV que pasaria a la posteridad con el nombre de Akenaton miraba el imparable avance hitita con aparente desinteres Muchos historiadores le imputan el hecho de haber tolerado la caida de la importante ciudad comercial de Ugarit y del baluarte estrategico de Qadesh sin haber intervenido para evitarlo ni para recuperarlas mas tarde La teoria moderna explica en parte la actitud de Akenaton vistas desde Amarna Qadesh y Ugarit quedaban fuera de las nuevas fronteras establecidas para el territorio egipcio lo que convertia su conquista o perdida en un asunto exclusivo del conflicto mittano hitita en el que Egipto no intervendria mientras pudiese evitarlo El faraon tenia ya suficientes problemas con su resistida reforma al sistema de creencias y la conversion de Egipto a una religion monoteista como para preocuparse por lo que para el eran pequenas aldeas situadas a mas de 800 km de distancia Ademas Suppiluliuma le habia dejado en claro que Hatti no traspondria las fronteras y que la paz entre egipcios e hititas estaria asegurada mientras el viviese De hecho la conquista hitita de Qadesh habia sido consecuencia no deseada de un imponderable nunca habia estado en la mente de Suppiluliuma atacar a un estado vasallo de Akenaton Lo que sucedio fue lo siguiente el rey de Qadesh obrando por cuenta propia y sin consultar a Amarna habia obstruido el paso a las tropas hititas por el valle del Orontes obligando a Suppiluliuma a atacarlo y capturar su ciudad El rey y su hijo Aitakama fueron llevados como prisioneros a la capital hitita de Hattusa pero Suppiluliuma habilmente pronto los devolvio sanos y salvos para no dar una excusa que hiciese a Akenaton poner en marcha la temible maquinaria de guerra nilotica Qadesh contra Egipto Editar Suppiluliuma restauro tras la guerra el estatus de vasallo egipcio al reino de Qadesh y durante un tiempo todo parecio regresar a la normalidad Pero a la muerte de su padre y una vez coronado rey el joven Aitakama comenzo a comportarse como si en realidad fuese un agente hitita Algunos reyes vasallos vecinos notificaron a Akenaton sobre su conducta que consistio basicamente en adelantarles que atacaria a la ciudad de Upe otro importante vasallo egipcio y por lo tanto su igual sugiriendoles que lo apoyaran en esa campana Una vez mas Egipto decidio no intervenir En lugar de enviar al ejercito e imponer el orden por la fuerza Akenaton se comunico con Aziru rey de Amurru y le ordeno proteger los intereses egipcios en la region defendiendolos de la voracidad de Aitakama Fiel al estilo de su padre Aziru acepto el oro y los suministros del faraon pero en lugar de usarlos segun le habia sido mandado los invirtio en comenzar su propio proceso expansionista a expensas de sus vecinos Akenaton fracasa Editar Enterado de que Aziru de Amurru tenia en su corte una mision diplomatica de Hatti Akenaton comprendio que el tiempo de las palabras habia pasado por fin con Qadesh en el bando hitita y Amurru negociando con el enemigo estrategico de Egipto era el momento de adoptar una solucion militar Aunque no se encuentran documentos que lo prueben hoy se cree que el faraon envio un ejercito que fue derrotado A partir de entonces la recuperacion de Amurru Qadesh y el valle del Orontes se convirtio en un objetivo prioritario para los restantes faraones de la XVIII Dinastia y comienzos de la XIX De tal forma la estrategica zona quedo bajo el dominio hitita hasta que Ramses se decidio a recuperarla Vease tambien Dahamunzu Seti I Editar Articulo principal Seti I Seti I Tras las muertes de Akenaton y de su hijo Tutankamon Egipto se vio envuelto en una sucesion de tres dictaduras militares conducidas por jefes del ejercito Esta situacion que se prolongo durante treinta y dos anos fue consecuencia del caos institucional heredado tras la tentativa de reforma social y religiosa de Akenaton Cualquier ambicion de estos tres generales de recuperar Siria debio ser postergada por causa de la mas terrible y urgente necesidad de apaciguar el ambito interno de la nacion amenazado por la guerra civil Sin embargo el ultimo de los tres Horemheb dejo bien establecida cual seria la postura egipcia en relacion con Amurru de ahi en adelante se abandonaria la politica de gobierno indirecto a traves de los reyezuelos vasallos de la region y se implementaria una ocupacion militar en toda regla Al iniciarse tras el la XIX Dinastia su sucesor Ramses I y mas tarde el hijo de este Seti I quisieron recuperar las zonas disputadas Seti I emprendio de inmediato en el ano 2 de su reinado una campana que era una imitacion de las de Tutmosis III Se puso a la cabeza de un ejercito que se dirigio al norte con el objetivo de destruir las tierras de Qadesh y Amurru como explica con crudeza su monumento militar en Karnak Seti logro recapturar Qadesh pero Amurru se mantuvo del lado hitita El faraon siguio al norte y se enfrento a un ejercito de leva hitita que fue facilmente destruido Hatti no le opuso fuerzas mas conspicuas porque en ese momento su ejercito profesional se hallaba empenado contra los asirios en la frontera oriental La solucion fue temporal no obstante a la fecha de la muerte de Seti I 1279 a C Qadesh estaba nuevamente en manos hititas y la situacion se mantendria en equilibrio inestable durante cuatro anos mas Para ese entonces habia ya dos nuevos reyes sentados en los tronos de los reinos enfrentados Ultimo intento Editar En 1301 a C Ramses II hijo de Seti I tomo una decision drastica para mantener Siria necesitaba Qadesh y esta no se someteria a un mero mensajero Se dirigio al norte por lo tanto con un gran ejercito para recibir personalmente el juramento de lealtad del rey amorreo Benteshina motivado tal vez por la sombria vision de miles de soldados escoltando al faraon Esta bastante claro que la intencion de Ramses II era someter a Qadesh de grado o por la fuerza 46 Hatti tenia un nuevo rey el inteligente y astuto Muwatalli II Muwatalli no ignoraba las intenciones del joven Ramses y tampoco olvidaba que para Egipto era imperioso dominar Qadesh si queria recuperar alguna vez el control sobre Siria En tales circunstancias comprendia que estaba obligado a actuar Si Benteshina era secuestrado o dominado por Egipto y si Amurru caia en manos del emperador del Nilo los hititas se exponian a perder todo el centro y norte de Siria incluyendo puntos neuralgicos de su estrategia como Alepo y Carchemish Sin embargo los hititas podian ahora concentrarse en un solo frente porque tratados recientes habian eliminado la amenaza asiria a sus espaldas De modo que en el verano de 1301 a C Muwatalli comenzo a organizar un gran ejercito que esperaba pondria fin a la campana egipcia El campo de batalla estaba muy claro para ambos comandantes lucharian bajo las murallas de Qadesh Egipto y Hatti se enfrentarian de una vez por todas en un combate definitivo una enorme batalla que por fin definiria si Siria quedaria bajo el dominio faraonico o hitita Mandos de ambos ejercitos EditarRamses II Editar Articulo principal Ramses II Ramses II Principe heredero de la XIX Dinastia nieto de su fundador Ramses I e hijo de Seti I Ramses fue educado como todos los futuros faraones de su epoca Se le enseno a montar carros de guerra al mismo tiempo que a caminar a domar y montar caballos y camellos a combatir con lanza y lo mas importante de todo a disparar con arco con impresionante precision desde la plataforma de un carro lanzado a la carrera Los principes con posibilidades de alcanzar el trono eran separados de sus madres a muy temprana edad tal vez a los cuatro o cinco anos y enviados a pasar el resto de su infancia y adolescencia a los campamentos militares quedando a cargo de uno o varios generales que los criarian y educarian en las artes de la guerra como correspondia a quienes probablemente debiesen desempenarse en el futuro como poderosos reyes guerreros Entre los dieciseis y los veinte anos Ramses acompano a su padre en las campanas de Libia y Siria Ante la inesperada muerte de Seti la doble corona fue colocada sobre su cabeza cuando Ramses contaba entre veinticuatro o veintiseis anos Era ya un guerrero experto y estaba perfectamente convencido de la vital importancia de Qadesh y Amurru para el futuro de su imperio Desde muy joven se preparo para este conflicto despreciando en aras del interes nacional los terminos del tratado que su padre habia firmado con los hititas Tres anos antes del comienzo de la campana Ramses realizo grandes y profundos cambios en la organizacion del ejercito y reconstruyo la antigua capital hicsa de Avaris rebautizandola Pi Ramses para utilizarla como gran base militar en la futura campana asiatica Muwatalli Editar Articulo principal Muwatalli II Sabemos muy poco del soberano hitita fue coronado cuatro anos antes que Ramses y era el segundo de los cuatro hijos varones del rey Mursili II oponente de Seti I en la guerra siria anterior A la muerte de Mursili II heredo el trono su hijo primogenito pero su prematura muerte ubico a Muwatalli en la posicion de predominio que necesitaba para intentar conservar la zona en disputa Se trataba de un gobernante competente y fuerte bastante honesto y muy buen administrador reorganizo toda la administracion de su imperio para lograr reunir el ingente ejercito que se enfrentaria con los egipcios en Qadesh Nunca ni antes ni despues ningun otro monarca hitita lograria juntar una fuerza semejante en numero y poder Los ejercitos enfrentados EditarEjercito hitita Editar Lo que actualmente se conoce como ejercito hitita era en realidad la fuerza armada de una enorme confederacion reclutada en todos los rincones del gran imperio Estaba compuesta por tropas de Hatti y de otros diecisiete estados vecinos o vasallos En la tabla siguiente se muestran los mismos con sus comandantes cuando se conocen sus nombres y las tropas aportadas por cada uno de ellos Reino Comandante Aporte al ejercitoHatti Muwatalli I 500 carros y 5000 infantesHakpis Hattushillish 500 carros y 5000 infantesPitassa Mittanamuwash 500 carros y 5000 infantesWilusa Mira y Hapalla Piyama Inarash 500 carros y 5000 infantesMasa Karkisa y Arawanna Desconocido 200 carros y 4000 infantesKizzuwadna Desconocido 200 carros y 2000 infantesCarchemish Sahurunuwash 200 carros y 2000 infantesMitanni Sattuara 200 carros y 2000 infantesUgarit Niqmepa 200 carros y 2000 infantesAlepo Talmi Sarruma 200 carros y 2000 infantesQadesh Niqmaddu 200 carros y 2000 infantesLukka Desconocido 100 carros y 2000 infantesPais del rio Seha Masturish 100 carros y 1000 infantesNuhashshe Desconocido 100 carros y 1000 infantesTotal 3700 carros y 40 000 infantes dd Organizacion Editar Carro de combate hitita El artista egipcio que obviamente no ha estado en combate ha representado el eje en la posicion que ocupaba en los carros egipcios En los hititas se ubicaba mas adelante Como la mayoria de los ejercitos de la Edad del Bronce el ejercito hitita estaba organizado en torno a su eficiente fuerza de carros de combate y su poderosa infanteria Los carros constituian un pequeno y aguerrido nucleo en tiempos de paz que era rapidamente aumentado cuando se avecinaba una guerra reclutando a numerosos hombres de las reservas Estos ricos campesinos combatientes cumplian al enrolarse sus obligaciones feudales para con el rey Al reves que muchos soldados de levas feudales de la epoca los carristas hititas cumplian sesiones periodicas de entrenamiento lo que los convertia en unidades temibles y temidas El arma de carros antecesor de las caballerias posteriores estaba constituida por soldados de la pequena aristocracia rural y la baja nobleza de alto poder economico que era evidentemente imprescindible para poder atender al mantenimiento de los carros sus caballos y tripulaciones Los gastos que ocasionaban los carros eran tambien parte de la obligacion feudal para con la corona Asi y todo para alcanzar las grandes cifras de carros que Muwatalli consideraba necesarias para el exito en Qadesh es indudable que debio recurrir a muchos aurigas mercenarios El gasto que significo para el estado hitita la organizacion de sus unidades de carros obligo a los dirigentes a ordenar a sus tropas que donasen sus soldadas a la corona Esto solo fue aceptado a cambio de que se les otorgara la totalidad del botin El apetito de los soldados hititas por el saqueo del campamento egipcio explica los sucesos ocurridos en la primera fase de la batalla Los tres tripulantes del carro hitita a los que Ramses llamaba peyorativamente afeminados o mujeres soldados por su costumbre de llevar los cabellos largos eran el conductor desarmado ya que necesitaba ambas manos para conducir el carro el lancero y un escudero encargado de la proteccion de los otros dos Sin embargo estos carros de tres a los que P Ra debio enfrentarse en la marcha de aproximacion constituian solamente la fuerza nacional hitita Sus demas aliados sirios concurrieron al combate en carros de dos tripulantes denominados mariyannu copiados de la tradicion belica hurrita mas ligeros y de usos similares a los de sus equivalente egipcios Guerrero hitita La infanteria era para los comandantes hititas un arma subsidiaria y secundaria con respecto a los carros Sus uniformes eran muy variados reflejando las diversas condiciones fisicas y meteorologicas en que combatia En Qadesh utilizaron un largo guardapolvos blanco poco comun en las otras campanas El infante solia llevar una espada de bronce en forma de hoz y un hacha de combate tambien de bronce aunque las armas de hierro ya comenzaban a hacer su aparicion en tiempos de Qadesh Asimismo la guardia personal de Muwatalli llamada thr llevaba lanzas largas como las de los aurigas y las mismas dagas que ellos Si bien se sabe que los soldados hititas solian llevar cascos y cotas de laminas de bronce son muy escasos los relieves egipcios que los muestran con ellos Respecto de las armaduras de laminas se ha sugerido que las utilizaron en Qadesh pero que quedaban ocultas por los guardapolvos Utilizacion tactica Editar Al reves que el ejercito egipcio los hititas utilizaban a los carros como arma ofensiva primaria Esta actitud se evidencia desde el propio diseno del carro en si Se la consideraba un arma de asalto basica creada para atravesar las filas de la infanteria enemiga y abrir en ella brechas que la propia infanteria pudiese penetrar Es por ello que aunque las tripulaciones estaban equipadas con potentes arcos recurvados el arma que utilizaban en toda ocasion era la lanza larga arrojadiza El carro hitita a diferencia del egipcio tenia el eje ubicado en el centro del chasis y era mas pesado puesto que su dotacion era de tres Estas dos caracteristicas lo hacian mas lento y menos maniobrable que el de su oponente teniendo ademas una clara tendencia a volcar si se pretendia que virase en angulos cerrados Por ello necesitaba amplisimos espacios vacios para maniobrar Su ventaja consistia en su mayor masa e inercia lo que lo hacia temible al lanzarse en velocidad Cuando el impulso y la inercia se disipaban por ejemplo al atravesar lomadas u obstaculos la ventaja del carro hitita se diluia La infanteria como se ha dicho debia penetrar en las brechas abiertas por los carros en la infanteria enemiga y por esto se la consideraba solo una fuerza secundaria Siempre que era posible los generales hititas intentaban sorprender a su enemigo en campos abiertos de dimensiones tales que les permitieran aprovechar la ventaja que les otorgaban sus carros pesados teniendo a la vez espacio suficiente para virar con sus grandes angulos de giro Ejercito egipcio Editar Articulo principal El ejercito en el Antiguo Egipto Infanteria egipcia El ejercito de Ramses II con sus incontables carros infantes arqueros portaestandartes y bandas de musica era el mas numeroso reunido por un faraon egipcio para una operacion ofensiva hasta ese momento Aunque la presencia militar egipcia en Siria habia sido casi constante durante los imperios Antiguo y Medio la estructura del que fue a Qadesh es tipica del Imperio Nuevo y se diseno a mediados del siglo XVI a C La organizacion del ejercito imitaba a la del estado y fue consecuencia directa de la victoria egipcia sobre los hicsos que de improviso puso a los faraones a cargo de un territorio que llegaba hasta el Eufrates Para controlar semejante extension de tierra era necesaria la creacion de un ejercito profesional permanente equipado con todas las armas que la tecnologia de fines de la Edad del Bronce pudiese procurar Egipto se habia convertido pues en un estado militar El hecho de que los principes fuesen criados por generales y no por nodrizas es la prueba mas lapidaria de este extremo La estrecha union entre ejercito y estado permitio por ejemplo que a la muerte de Tutankhamon y su sucesor Ay se estableciese en el gobierno una serie de dictadores militares tres generales que se autoproclamaron faraones y marcaron el fin de la XVIII Dinastia Al morir el ultimo de estos Horemheb el poder paso a Ramses I Seti I y Ramses II gobernantes legitimos pero el concepto de que un general podia erigirse en faraon habia ya penetrado en la mente de todos los subditos y principalmente de los militares Dejando a un lado el golpe militar era claramente posible que un soldado creciera economica y socialmente a traves de su participacion en el ejercito y muy bien podia ascender hasta la nobleza y aun llegar a la corte Normalmente ademas los oficiales que pasaban a retiro efectivo eran nombrados asistentes personales de los nobles administradores del estado o ayos de los hijos del rey El ejercito era visto pues como una importante herramienta de progreso social Particularmente para los pobres presentaba oportunidades jamas vistas por el campesino que se quedaba en sus tierras Como no habia distincion entre tropa suboficiales y oficiales un soldado raso podia llegar a general de ejercito si su capacidad se lo permitia y se les otorgaba una importante cuota de los ricos botines obtenidos la ambicion de muchisimos trabajadores era pasar a las filas de la milicia real tan pronto como fuese posible Los papiros de la epoca prueban que a todos los veteranos se les escrituraban grandes extensiones de tierra que quedaban legalmente en sus manos para siempre El soldado recibia ademas rebanos y personal del cuerpo de servicios de la casa real para poder trabajar las tierras recien obtenidas de inmediato La unica condicion que se le exigia era que reservase a uno de sus hijos varones para ingresar a su vez en el ejercito Un papiro relativo a impuestos fechado hacia 1315 bajo Seti I enumera estas ventajas otorgadas a un teniente general un capitan y numerosos jefes de batallon infantes de marina portaestandartes carristas y escribas administrativos del ejercito Cada soldado debia luchar por su buen nombre y defender al faraon como un hijo a su padre otorgandosele si combatia bien un titulo o condecoracion llamado El Oro del Coraje Si mostraba cobardia o huia del combate se lo denigraba degradaba y en ciertos casos como Qadesh podia incluso ser ejecutado en forma sumarisima y sin juicio al solo albedrio del rey Organizacion Editar El Dios Ra patrono del Segundo Cuerpo de Ejercito El ejercito egipcio estaba organizado tradicionalmente en grandes cuerpos de ejercito o divisiones segun la terminologia empleada organizados a nivel local que contaban cada uno con unos 5000 hombres 4 000 infantes y 1000 aurigas que tripulaban los 500 carros de guerra agregados a cada cuerpo o division Si bien se cree que en tiempos de Tutmosis III existieron cuatro de estos cuerpos en la batalla de Megido como parece indicar un pasaje en un unico papiro un decreto de Horemheb ratificaba la estructura ancestral de dos cuerpos de ejercito Consciente de la necesidad de amasar una gran fuerza para combatir a los hititas Ramses II amplio y reorganizo el ejercito de dos cuerpos que Seti habia llevado a Siria restituyendo el esquema de cuatro cuerpos o creandolo como queda dicho Es posible que el Tercer Cuerpo existiese ya en tiempos de Ramses I o Seti I pero no existe duda alguna de que el Cuarto fue fundado por Ramses II Esta estructura sumada a la alta movilidad de las unidades proporcionaba a Ramses una gran flexibilidad tactica Cada cuerpo de ejercito recibia como emblema la efigie del dios tutelar de la ciudad donde habia sido creado residia normalmente y le servia de base y cada uno poseia tambien sus propias unidades de abastecimiento servicios para apoyo de combate logistica e inteligencia La estructura del ejercito en tiempos de Qadesh era la siguiente Cuerpo de Ejercito Nombre Emblema Dios Tutelar Basado en Fundado porPrimer Cuerpo Poder de los Arcos Amon Tebas TradicionalSegundo Cuerpo Abundancia de Valor P Ra Heliopolis TradicionalTercer Cuerpo Fuerza de los Arcos Sutekh Seth Pi Ramses Ramses I o Seti ICuarto Cuerpo Desconocido Ptah Menfis Ramses IILos 4 000 infantes de cada cuerpo de ejercito estaban organizados en 20 companias o sa de entre 200 y 250 hombres cada una Estas companias llevaban nombres sonoros y pintorescos muchos de los cuales han llegado hasta nosotros como Leon al acecho Toro de Nubia Destructores de Siria Resplandores de Aton o Justicia Manifestada Las companias a su vez se dividian en unidades de 50 hombres En combate las companias y unidades adoptaban una estructura de falange los soldados veteranos menfyt se ubicaban en la vanguardia y los bisonos reclutas y reservistas llamados nefru en la retaguardia Las numerosas unidades extranjeras que combatieron junto a Ramses mercenarios y tambien prisioneros de guerra a los que se ofrecia la vida la libertad parte del botin y tierras si luchaban por Egipto mantenian su identidad ordenandose en unidades separadas por nacionalidad y adscritas a uno u otro cuerpo de ejercito o bien como unidades auxiliares de apoyo o de servicios Tal era el caso de los cananeos nubios sherden guardia de corps del faraon posiblemente habitantes primitivos de la isla de Cerdena etc Los nakhtu aa conocidos como Los del fuerte brazo constituian unidades especiales entrenadas para el combate cuerpo a cuerpo Estaban muy bien armados pero sus escudos y armaduras eran rudimentarios El arma principal del ejercito egipcio utilizada en grandes numeros tanto por la infanteria como por las tripulaciones de los carros era el temible arco mixto egipcio Estos arcos disparaban largas flechas capaces de atravesar cualquier armadura de la epoca por lo cual en manos de un buen tirador se convertian en el arma mas letal del campo de batalla Espada khopesh egipcia de bronce Museo del Louvre Ademas del arco los soldados egipcios llevaban khopesh espadas de bronce parecidas a guadanas en forma de pata de caballo dagas cortas y hachas de combate con cabeza de bronce Las unidades de carros no estaban organizadas como cuerpos propios sino al modo de la artilleria regimental actual eran agregadas a los cuerpos de ejercito de quienes dependian en una proporcion de 25 carros por cada compania A las versiones de combate se sumaban dos variantes mas ligeras y veloces un tipo dedicado a las comunicaciones y otro para exploracion y observacion avanzada Diez carros de guerra formaban una escuadra cincuenta cinco escuadras un escuadron y cinco escuadrones una unidad mayor llamada pedjet batallon compuesto por 250 vehiculos y comandada por un Jefe de Huestes que obedecia directamente al jefe del cuerpo de ejercito Por consiguiente cada cuerpo de ejercito tenia asignados no menos de dos pedjet 500 carros que entre los cuatro cuerpos hacian los 2000 vehiculos que indican las fuentes contemporaneas a los hechos Aunque deben sumarse a ellas las unidades amorreas de carros llamadas ne arin que al igual que las unidades extranjeras de infanteria no pertenecian a los cuerpos de ejercito es necesario decir que muchos de los carros egipcios estaban aun de camino cuando comenzo la batalla y jamas llegaron a entrar en combate Esto es probablemente lo que sucedio con los carros de las divisiones Ptah y Seth Si este es el caso y arribaron cuando todo habia concluido esos 1000 carros con sus tripulaciones sanas y descansadas debieron disuadir a los hititas de intentar presentar batalla otra vez Los carros egipcios tenian el eje en el extremo posterior y su trocha era mucho mayor que el ancho del vehiculo lo que los hacia casi involcables y capaces de girar practicamente sobre si mismos cambiando de direccion en un tiempo brevisimo Por ello eran mas maniobrables que los de los hititas aunque su inercia no era tan grande debido a su menor peso Estaban tripulados por solo dos hombres y no tres como sus enemigos las tripulaciones estaban compuestas por un seneny arquero y el conductor kedjen que ademas debia proteger a aquel con un escudo La falta de un tercer tripulante se compensaba con un infante a pie que corria a la par del vehiculo armado con escudo y una o dos lanzas Este soldado cumplia la funcion de proteger a los seneny si era necesario pero principalmente estaba alli para rematar a los heridos que el carro arrollaba a su paso lo peor que podia pasarle a los carristas era dejar enemigos vivos a sus espaldas angulo desde el cual quedaban completamente indefensos Utilizacion tactica Editar Al contrario que sus enemigos que basaban sus tacticas en el uso de carros pesados el ejercito egipcio estaba centrado ya desde el Imperio Antiguo en la coordinacion de numerosas unidades de infanteria organizadas en sus respectivos cuerpos de ejercito La asimilacion entre sociedad y estado y este y el ejercito permitio desde tiempos remotos que los generales aprovecharan para sus tropas la capacidad de coordinacion organizacion y precision que los faraones antiguos habian logrado para las grandes masas de trabajadores de sus notables proyectos arquitectonicos Tambien la administracion y la intendencia habian sido copiadas de los equipos de trabajadores que habian trabajado en las piramides de Guiza Los jefes confiaban en los altamente moviles grupos de carros pero hasta el final de su civilizacion el arma primaria y nucleo del ejercito siguio siendo la infanteria La funcion de los carros egipcios era atravesar las lineas enemigas previamente obligadas a abrirse mediante los potentes arcos de la infanteria arrollando todo lo que encontraban a su paso Aparte de su capacidad de choque hacian las veces de poderosas plataformas de fuego moviles intentando evitar en lo posible trabarse en combates de orden cerrado donde los mas pesados carros enemigos llevaban ventaja Esta tactica de golpear y correr fue implementada con exito durante mas de tres siglos de guerra egipcia y su versatilidad se vio colmada cuando la infanteria desarrollo la tactica del corredor de a pie que apoyaba a cada carro y sacrificaba a los heridos La seguridad a bordo del carro era tan buena que la mayoria de ellos podian entrar y salir de las filas enemigas dos o tres veces por batalla con sus seneny ilesos multiplicando el numero aparente de carros en el campo de batalla Prolegomenos EditarLa declaracion de guerra Editar Existen argumentos atendibles que indican que el campo de batalla de Qadesh se eligio de comun acuerdo entre ambos mandos enfrentados La desercion de Amurru en el invierno de 1302 a C fue considerada por los hititas como una violacion al tratado Seti Mursilis y asi se manifesto a la corte de Ramses en mision diplomatica al ano siguiente Aunque no existe prueba documental fuentes indirectas senalan que Muwatalli dio todos los pasos legales necesarios como acusar formalmente a Ramses de haber instigado la traicion de su vasallo Amurru planteando un juicio contencioso a traves de un mensajero que arribo a Pi Ramses a principios del invierno de 1301 a C Ese mensaje practicamente copia textual del que su padre Mursilis habia enviado anos antes concluia que ya que las partes no podian ponerse de acuerdo acerca de los territorios en disputa la contienda legal debia ser resuelta por el juicio de los dioses es decir en el campo de batalla Marcha de aproximacion egipcia Editar El dios Ptah emblema del Cuarto Cuerpo de Ejercito Habiendose agotado todas las instancias de negociacion pacifica Ramses II reunio a su ejercito en las dos grandes bases militares de Delta y Pi Ramses En el noveno dia del segundo mes del verano de 1300 a C ver la cuestion de las fechas sus tropas rebasaron la ciudad fortaleza fronteriza de Tjel y se internaron en Gaza por el camino de la costa mediterranea Desde alli tardaron un mes en llegar hasta el campo de batalla previsto bajo las murallas de la ciudadela de Qadesh El faraon iba a la cabeza de sus fuerzas montado en su carro de guerra y empunando su arco cita requerida Los cuatro cuerpos de ejercito marcharon por rutas distintas el Poema tallado en las paredes del templo de Karnak dice que el Primer Cuerpo fue hacia Hamath el Segundo hacia Beth Shan y el Tercero por Yenoam Ciertos historiadores modernos han utilizado esta circunstancia para imputar a Ramses la culpa de la sorpresa sufrida por los dos primeros en la primera fase de la batalla pero otros autores como Mark Healy aseguran que enviar los ejercitos por diversos caminos era una practica normal y ajustada a las doctrinas militares de su epoca ver controversia al respecto El Primero y el Segundo Cuerpos avanzaron a lo largo de la orilla oriental del Orontes mientras que los dos restantes lo hicieron en rutas paralelas por la orilla oeste entre el rio y el mar El Poema apoya esta teoria en su verso que dice que Ptah estaba al sur de Aronama Esta ciudad se encontraba en efecto en la orilla occidental Ello permitio al Cuerpo de Ptah acudir de inmediato en apoyo de Amon y Sutekh sin necesidad de perder un tiempo precioso en vadear el ancho rio Vispera de la batalla Editar El arqueologo y egiptologo estadounidense Henry Breasted identifico hace mas de 100 anos el lugar donde Ramses establecio su campamento inicial la colina de 150 m llamada Kamuat el Harmel ubicada en la orilla derecha del Orontes Alli amanecio el rey acompanado de sus generales y sus hijos en la manana del dia 9 del tercer mes del verano de 1300 a C Poco despues de la salida del sol el Cuerpo de Amon desmonto el campamento y se dirigio por terreno considerado propio hacia el norte para llegar al campo de batalla pactado la planicie bajo Qadesh La marcha aunque dificil conto con la ventaja de que muchos de los veteranos conocian el camino pues lo habian hecho anteriormente bajo el mando de Seti I como el mismo rey que habia acompanado a su padre en la operacion o en la campana anterior de Ramses Los Cuerpos de Ejercito de Ptah Sutekh y P Ra venian detras aproximadamente a un dia de distancia y los ne arin amorreos con sus carros tampoco habian llegado todavia Es licito suponer que el faraon pretendia acampar frente a Qadesh y esperar algunos dias al resto de sus fuerzas El cuerpo de ejercito comandado por el monarca ocupo toda la manana en descender de la montana en la que se encontraba atravesar el bosque de Robawi y comenzar el vadeo del ancho y profundo Orontes unos 6 km aguas abajo de la aldea de Shabtuna identificada hoy con la colina de Tell Ma ayan Cerca quedaba tambien el villorrio de Ribla donde Nabucodonosor II ubicaria siglos mas tarde su puesto de mando para sitiar a Jerusalen El Cuerpo de Amon y su tren de suministros eran mayores que cualquiera de los otros tres por lo que el cruce del Orontes tiene que haber durado desde media manana hasta media tarde Poco despues de cruzar el rio las tropas faraonicas capturaron a dos beduinos shasu los que fueron conducidos ante Ramses para que los interrogara Para contento del rey dios los prisioneros aseguraron que Muwatalli y el ejercito hitita no estaban en la llanura de Qadesh como se temia sino que se encontraban en Khaleb una localidad situada al norte de Tunip El Boletin de guerra que acompana al Poema afirma que los dos hombres fueron instruidos por los hititas para suministrar a los egipcios informacion de inteligencia falsa haciendoles creer que habian llegado primero y tenian por tanto la ventaja Sin embargo es bastante ingenuo pensar que los egipcios realmente creyeron a dichos informantes o que siquiera dichos informantes existieran Llegar antes al lugar de la batalla tenia una importancia tactica enorme en la Edad del Bronce a tal punto que una diferencia de algunas horas podia definir el curso de una guerra Las enormes dificultades logisticas de la epoca hacian muy dificil la preparacion de un enorme ejercito para combatir con mas razon cuando como en este caso hombres y animales necesitaban tener oportunidad de comer y descansar luego de una marcha forzada de 800 km que les habia llevado mas de un mes Al enterarse de que los hititas no se encontraban alli Ramses vio la oportunidad de esperar un dia a los otros tres cuerpos para enfrentar al enemigo con sus fuerzas al completo dandoles incluso dos o tres dias para que se preparasen Increiblemente ni siquiera las fuentes egipcias mencionan que el faraon hubiera intentado comprobar la informacion que se le ofrecia demostrando asi su juventud y falta de experiencia Contradiciendo la opinion de sus generales y eunucos mas antiguos Ramses dio orden de que Amon se dirigiera de inmediato hacia Qadesh Arribo al campo de batalla Editar Detalle de un anillo de oro de Ramses II mostrando los dos caballos que tiraban del carro real en la batalla de Qadesh Museo del Louvre No se ha podido determinar con precision la ubicacion exacta del campamento egipcio en el campo de batalla pero habia un solo lugar con agua potable y facil de defender por lo que es posible que Ramses lo haya establecido alli Se trata del mismo lugar donde Seti habia edificado el suyo anos atras El campamento se organizo a la manera de un campamento romano ordenandose a la tropa cavar un perimetro defensivo que mas tarde se fortifico con miles de escudos solapados entre si y clavados en tierra Previendo tener que pasar en ella muchos dias la base fue acondicionada para ofrecer cierta comodidad durante un lapso se construyo en el centro el templo de Amon se erigio una gran tienda para Ramses sus hijos y su sequito e incluso se descargo de un carro el gran trono de oro del faraon que lo habia acompanado todo el trayecto Los dos prisioneros shasu fueron apaleados y sometidos a otras graves torturas antes de ser conducidos de nuevo ante el rey quien les volvio a preguntar donde se encontraba Muwatalli Ellos se mantuvieron firmes en su version Sin embargo los castigos los ablandaron un tanto hasta hacerles reconocer mas tarde que pertenecian al rey de Hatti De este modo las preocupaciones reemplazaron la clara confianza del faraon Mas palos y mas tormentos y los beduinos confesaron lo que nadie en el campamento habria querido escuchar Muwatalli no esta en Khaleb sino detras de la Ciudad Vieja de Qadesh Esta la infanteria estan los carros estan sus armas de guerra y todos juntos son mas numerosos que las arenas del rio todos prontos preparados y listos para combatir La Qadesh vieja se encontraba muy cerca unos pocos cientos de metros al noreste del promontorio sobre el que se encontraba la ciudad Ramses comprendio que habia sido enganado y que con toda probabilidad un desastre total era inminente habia que avisar a Ptah Sutekh y P Ra de la situacion para reunirlos con Amon lo antes posible La iniciativa habia quedado ahora para los hititas por lo que el soberano envio a su visir al sur al encuentro de P Re para exigirle que redoblara la marcha Aunque no ha quedado registrado parece razonable que enviara otro mensajero al norte para apurar la llegada de las unidades de ne arin amorreos El escondite hitita Editar El ejercito hitita en efecto se encontraba tras los muros de Qadesh la Vieja pero Muwatalli habia establecido su puesto de comando en la ladera noreste del tell colina o promontorio en que se levantaba Qadesh puesto elevado que si bien no le permitia observar el campamento enemigo si le daba una clara ventaja de inteligencia Por motivos que se desconocen Ramses libero a los dos beduinos espias en lugar de retenerlos o ejecutarlos y estos como es logico corrieron a suministrar informacion a su senor El rey hitita habia enviado tambien otros exploradores avanzados para determinar donde se encontraba exactamente el ejercito enemigo y se puede establecer que a la caida de la noche del dia 9 del tercer mes no antes el monarca de Hatti habia conseguido reunir toda la informacion necesaria Se dice en el Boletin que los hititas atacaron en medio de la ultima reunion de Ramses con su estado mayor Si esto es cierto tenemos que creer que lo que se describe es un asalto nocturno Si bien los ataques nocturnos existian eran rarisimos por varios motivos si se atacaba a ciegas se corria el riesgo de caer en una emboscada y si se llevaban antorchas para no perderse las tropas atacantes se convertian en blancos faciles para los arqueros enemigos Mas aun Muwatalli no pudo atacar antes de disponer de su informacion de inteligencia y esta demostrado que no pudo poseerla antes de que cayera la noche Para colmo su ejercito se encontraba en Qadesh Vieja por lo que para atacar a Ramses en la oscuridad sus mas de 40 000 infantes y 3 500 carros debieron tener que vadear el rio sin poder ver nada lo que hubiese representado un seguro suicidio colectivo De esta manera las fuentes modernas se sienten autorizadas a afirmar que la batalla no se produjo ese mismo dia 9 sino al dia siguiente El Segundo Cuerpo de Ejercito Editar El visir de Ramses llego al vivac del Cuerpo de P Re junto al vado de Ribla al amanecer del dia 10 Como es logico nada estaba preparado aun los soldados dormian y los caballos maneados se encontraban desenganchados de los carros Ante la perentoria orden de acudir de inmediato al campo de batalla las tropas desmontaron las carpas dieron de comer a los animales y cargaron los convoyes con la impedimenta Esta labor tuvo que durar varias horas El visir cambio los caballos de su carro de guerra y en vez de acompanar al Segundo Cuerpo al norte se dirigio aun mas al sur para dar la misma orden al Cuerpo de Ptah que se encontraba al sur de la ciudad de Aronama El Segundo Cuerpo tardo un tiempo considerable en vadear el rio ya que las orillas estaban revueltas y pisoteadas por el paso del Cuerpo de Amon el dia anterior y en apariencia la cautela militar fue dejada de lado por culpa de la urgencia La cohesion de las formaciones se perdio en la orilla opuesta y el ejercito marcho hacia Qadesh a paso redoblado posiblemente enviando los carros por delante Primera fase EditarAtaque hitita Editar Mientras el Segundo Cuerpo apretaba el paso en direccion norte apurandose hacia el campamento de Ramses en cumplimiento de las instrucciones llevadas por el visir se aproximo a la ribera del rio Al Mukadiyah un afluente del Orontes que rodeaba la base del monte donde se hallaba edificada Qadesh y luego discurria hacia el sur La visibilidad era muy mala porque el tiempo habia estado seco durante meses y el polvo levantado por miles de pies y las ruedas de los carros flotaba en el aire y tardaba mucho en asentarse Las margenes del rio estaban cubiertas de vegetacion llenas de matorrales arbustos y aun arboles que no permitian a los egipcios ver el agua ni lo que se encontraba mas alla Ataque al cuerpo de Ra Cuando P Ra estuvo a 500 metros del rio sobrevino la sorpresa de la linea de vegetacion de Al Mukadiyah a la derecha de los egipcios en marcha emergio una enorme masa de carros de guerra hititas que se arrojaron sobre la columna Los carros egipcios que custodiaban la derecha de la fila fueron arrollados y destruidos por la marea de vehiculos caballos y hombres que seguian surgiendo de entre los arboles y no daban muestras de terminar Lanzados al galope los carristas hititas supieron que debian aprovechar la enorme inercia de sus carros y azuzaron aun mas a las bestias que en loca carrera aplastaron la derecha egipcia Atravesando las filas de infantes como un fuego los hititas siguieron hacia el oeste destrozaron los carros de la izquierda y dispersaron a los enemigos alanceandolos desde los vehiculos Las dos filas de carros egipcios se derrumbaron su formacion de marcha totalmente inadecuada para sobrevivir a un asalto lateral se desintegro y los pocos infantes sobrevivientes se dispersaron para ponerse fuera del alcance de las picas enemigas La disciplina egipcia desaparecio ante este ataque sorpresa ver controversia y antes de que los ultimos carros hititas acabaran de salir de entre los arboles el Segundo Cuerpo de Ejercito ya no existia De los sobrevivientes los que iban en cabeza se apuraron hacia el campamento de Ramses mientras que la retaguardia debe haber corrido al sur en busca de la proteccion del Cuerpo de Ptah que venia aproximandose en la lejania Todo lo que quedaba de la formacion egipcia era una senda sangrienta pulverizada por las ruedas de los carros y los cascos de sus caballos y varios miles de cadaveres tendidos en las arenas del desierto Los carros egipcios de la vanguardia soltaron riendas y galoparon al norte hacia el campamento para avisar a Ramses del ataque inminente Mientras tanto los carros hititas habian alcanzado la gran planicie al oeste de un tamano tal que les hubiese permitido girar en angulo abierto y regresar para cazar a los sobrevivientes Pero en lugar de hacer eso viraron hacia el norte y se dirigieron a atacar el campamento de Ramses II Asalto al campamento egipcio Editar Ramses habia dispuesto que varias unidades de carros y companias de infanteria permanecieran de guardia listas para la accion en el interior del recinto cercado por escudos A pesar de la confianza en que P Ra y Ptah en cumplimiento de las urgentes ordenes del visir llegarian mas tarde ese dia y Sutekh al dia siguiente y tal vez el 12 los ne arin que venian del norte desde Amurru atravesando el valle del Eleuteros muchos vigias se hallaban apostados en los cuatro lados del campamento observando la lejania Su tarea se veia dificultada por el aire caliente del desierto que distorsionaba las formas y por el polvo suspendido que refractaba la luz Los vigias del frente sur gritaron sus alarmas al mismo tiempo que los del lado oeste mientras que los primeros anunciaban la frenetica carrera de los carros sobrevivientes de P Ra los segundos acababan de ver la enorme formacion de vehiculos hititas que se lanzaba hacia ellos Aun antes de que los senenys de P Ra entraran al campamento y comenzaran a explicar lo sucedido todas las tropas se hallaban ya en zafarrancho de combate en pocos minutos los carros hititas se abalanzaron sobre el angulo noroeste de la pared de escudos la demolieron y penetraron en el campamento La fila de escudos el foso y las numerosas tiendas carros y caballos trabados que encontraron a su paso comenzaron a detenerlos y a hacerles perder su inercia inicial mientras que los defensores trataban de atacarlos con sus espadas khopesh en forma de guadana El asalto degenero rapidamente en una salvaje melee lucha cuerpo a cuerpo Los carros hititas se empujaban unos a otros porque el espacio interior no era suficiente para todos de modo que muchos de ellos no pudieron ingresar y debieron luchar desde el exterior de la muralla de escudos y el foso defensivo Muchos egipcios murieron y tambien numerosos hititas que derribados de sus carros por las colisiones contra sus companeros u obstaculos fijos eran rapidamente sacrificados en tierra con un golpe de khopesh La guardia personal del faraon los sherden rodeo su tienda dispuesta a defender al rey con sus vidas Ramses II por su parte segun nos informa el Poema se coloco su armadura y tomo sus arreos de batalla organizando la defensa con los sherden que disponian de carros e infanteria y varios otros escuadrones de carros de guerra que se hallaban estacionados al fondo del campamento esto es en su lado oriental La guardia del rey puso a los hijos de Ramses entre los que se encontraba el mayor de los varones Prahiwenamef que en ese entonces era el heredero al trono ya que sus dos hermanos habian muerto en la infancia a buen recaudo en el extremo oriental que no habia sido atacado El faraon se coloco la khepresh corona azul y gritando ordenes a su conductor kedjen personal llamado Menna monto en su carro de batalla Ramses organiza la defensa Editar Bajorrelieve del templo de Abu Simbel que representa a Ramses II derrotando a sus enemigos Empunando su arco y poniendose a la cabeza de los carros sobrevivientes Ramses II salio del campamento por la puerta este y girando al norte lo rodeo hasta llegar a la esquina noroeste donde los carros hititas se hallaban embotellados en incomoda confusion y por lo mismo casi indefensos La atencion de los invasores no se dirigio a los carros egipcios que los atacaban por retaguardia y el flanco izquierdo estaban absortos tratando de ingresar al campamento Recuerdese que Muwatalli les habia quitado su paga prometiendoles solamente la parte del botin que pudiesen capturar Por lo tanto la primera prioridad de los hititas era tomar los bienes posibles del campamento egipcio especialmente el enorme y pesado trono de oro del faraon Su ambicion los perdio el superior alcance de los arcos egipcios provoco una gran masacre sobre las tripulaciones hititas que aun no habian conseguido entrar blancos fijos que se convirtieron en presa facil para los experimentados tiradores egipcios Tan amontonados se encontraban los hititas que los disciplinados arqueros egipcios no necesitaban apuntar para hacer blanco en un hombre o un caballo Lentamente los hititas reaccionaron espoleando a sus animales intentaron abandonar el combate y darse a la fuga por la llanura del oeste en sentido opuesto al que habian venido Pero sus caballos al reves que los del enemigo estaban fatigados y sus carros eran mas lentos y pesados Los que ganaron la planicie trataron de dispersarse para no ofrecer un blanco tan obvio pero los carros egipcios se lanzaron en su persecucion Muchos murieron bajo las khopesh de los menfyt al caer de sus carros que chocaban contra otros o se volcaban al tropezar con caballos muertos y muchos otros cayeron bajo la temible precision de los arqueros enemigos Al cabo de escasos momentos el desierto al sur y al oeste del campamento estaba cubierto de cadaveres a tal punto que Ramses exclama en el Poema Hice que el campo se tinera de blanco en referencia a los largos delantales que llevaban los hititas con los cuerpos de los Hijos de Hatti Derrotados completamente los hititas con unos pocos sobrevivientes dispersos y en fuga los menfyt se dedicaron a recorrer metodicamente el campo de batalla rematando a los heridos y amputandoles las manos derechas Este metodo mostrado muchas veces como un ejemplo de la crueldad de los egipcios era en realidad un recurso administrativo Las manos cortadas se entregaban a los escribas quienes contandolas meticulosamente podian hacer una estadistica fidedigna de las bajas enemigas Segunda fase EditarManiobra hitita de distraccion Editar De acuerdo con la vision moderna sobre la batalla el combate no estaba desarrollandose como Muwatalli habia previsto Ademas de la precipitada accion de abalanzarse sobre el cuerpo de ejercito en marcha la decidida reaccion de Ramses y sus carros habia puesto en fuga a los vehiculos hititas y ahora los egipcios perseguian a los carros atacantes Muwatalli debia aliviar la presion sobre ellos a como diese lugar sabia perfectamente que el grueso de la fuerza egipcia ni siquiera habia llegado Sutekh y Ptah estaban aun de camino hacia Qadesh y todo su plan se enfrentaba al desastre En consecuencia eligio pasar a la accion con una maniobra de distraccion que le permitiese recuperar la iniciativa perdida haciendo regresar a parte de las tropas que perseguian a las suyas y obligando a Ramses a regresar a su campamento En el puesto avanzado en el que se encontraba el rey hitita habia muy pocas tropas aparte de su cortejo personal lo acompanaban solo unos pocos nobles de su confianza En consecuencia les ordeno que organizaran una fuerza de carros que cruzaran el rio y que atacaran el campamento egipcio desde el lado oriental La respuesta fue poco entusiasta la nobleza no acostumbraba entrar en combate pero las tajantes ordenes de su emperador dejaron poco lugar para la inaccion Asi los hombres mas importantes de la jerarquia politica hitita incluyendo a los hijos hermanos y amigos personales de Muwatalli y de los comandos de sus aliados se reunieron en una escuadra ad hoc y con dificultades cruzaron el Orontes hacia poniente Llegan los ne arin Editar Llegada de los ne arin Apenas asaltado el campamento por esta escasa fuerza los carros hititas fueron arrollados por una gran fuerza de carros que llegaba desde el norte Se trataba de los carros amorreos los ne arin que aparecian providencialmente en ese momento de zozobra egipcia Mas atras venia la infanteria pesada de Amurru El reporte escrito en las paredes del templo funerario de Ramses en Tebas dice textualmente a este respecto Los Ne arin irrumpieron entre los odiados Hijos de Hatti Fue en el momento en que estos atacaban el campamento del faraon y conseguian penetrarlo Los Ne arin los mataron a todos Como un deja vu de la primera parte del combate todo se repitio los amorreos asaetearon con sus flechas a los carros hititas que luchaban por ingresar a traves de una brecha en el muro de escudos Al intentar retroceder para salir de alli y huir nuevamente a la relativa seguridad de la orilla oriental del Orontes ocurrio otro hecho que sello la suerte hitita mientras comenzaban a vadear las aguas hicieron su aparicion desde el sur algunas unidades de carros que volvian de la caza y persecucion de la otra fuerza acompanadas por los elementos avanzados de carros e infanteria pertenecientes al Cuerpo de Ptah que se hacia presente en el momento preciso La muerte llovio sobre los hititas en el camino hasta el rio en las orillas y aun en el centro del agua muchos fueron asaetados otros aplastados por los carros y los mas murieron ahogados al ser arrojados fuera de sus vehiculos agobiados y arrastrados al fondo por el peso de sus armaduras Ramses castiga a los suyos Editar Mientras los ultimos carros hititas se ponian a salvo en su orilla del rio y los infantes egipcios amputaban las diestras de los caidos y las guardaban en sacos Ramses reocupo los restos de su campamento para esperar la llegada de Ptah y el retorno de los sobrevivientes de Amon y P Ra Los prisioneros hititas entre los cuales habia oficiales de alta graduacion nobles e incluso realeza fueron conducidos tambien alli y debieron esperar en silencio la decision que el faraon tomara sobre sus vidas El Poema dice que Ramses recibio las felicitaciones de todos por su coraje y arrojo personal en la batalla y que luego se retiro a su tienda y se sento en su trono a meditar lugubremente Por la manana del dia 11 Ramses hizo formar a las tropas de los Cuerpos de Amon y P Ra en una fila frente a si Haciendo comparecer a los dignatarios hititas capturados para que presenciaran los acontecimientos el faraon tal vez personalmente llevo a cabo el primer antecedente historico del castigo que mas tarde los romanos llamarian diezmo contando de diez en diez a sus soldados ejecuto a cada decimo hombre para escarmiento y ejemplo de los demas El Poema lo describe en primera persona Mi Majestad se puso ante ellos los conte y los mate uno a uno frente a mis caballos se derrumbaron y quedaron cada uno donde habia caido ahogandose en su propia sangre Si bien no puede decirse que las tropas de Amon y P Ra hayan combatido con cobardia recuerdense que las columnas en marcha fueron sorprendidas por una fuerza de carros que segun la inteligencia del propio Ramses no debia estar alli y que ademas salio de un lugar fuera de la vista hoy se cree que se los castigo por haber violado la relacion paterno filial que se suponia debian mantener con su senor Ademas es muy posible que tal escarmiento sirviera a los fines tacticos del faraon Los amigos y parientes de Muwatalli fueron como se dijo obligados a presenciar la carniceria y luego liberados corrieron a llevar a su senor las noticias del salvajismo de los egipcios para con sus propias tropas Este fue sin dudas uno de los factores que impulso a los hititas a firmar el armisticio mas tarde ese mismo dia Final de la batalla Editar Liberados los prisioneros hititas de alto rango la linea de accion de Muwatalli quedo muy clara La principal fuerza ofensiva de su ejercito los carros habia sido destruida y asimismo muchos jefes y dignatarios habian muerto en el ataque de los ne arin No habia podido explotar la ventaja tactica de haber llegado primero al campo de batalla al ser obligado a combatir prematuramente tras el encuentro fortuito de sus carros con la columna egipcia por lo que estaba claro que la batalla se habia perdido Ramses tenia en cambio dos cuerpos de ejercito frescos y completos y los sobrevivientes de los otros dos fuertemente motivados por las ejecuciones sumarias que acababan de presenciar Sin embargo las fuerzas egipcias de Ptah Sutekh y ne arin no eran suficientes para mantener la hegemonia egipcia en la region y el rey hitita se dio cuenta de ello Los deseos de Ramses de sostenerse como potencia reteniendo Qadesh acababan de esfumarse y en esas condiciones de derrota tactica y posible empate tecnico estrategico lo mejor era solicitar un armisticio Qadesh quedaba en manos egipcias pero era imposible que Ramses pudiera quedarse alli para cuidarla Deberia regresar a Egipto para lamerse las heridas de sus grandes perdidas y ello representaria la restauracion del dominio hitita sobre Siria Por lo tanto Muwatalli envio una embajada a solicitar la tregua y Ramses al aceptarla revelo a los egipcios una debilidad que se confirmaria por los hechos posteriores Consecuencias Editar Tablilla de barro con el tratado firmado entre Hattusili y Ramses Version encontrada en Bogazkoy Museo de Estambul Al proponer el inmediato cese del fuego Muwatalli demostro su gran inteligencia El armisticio le permitio ahorrar perdidas ya que poco despues de Qadesh debio enviar los restos remanentes de su ejercito a sofocar diversas rebeliones en otras partes de su imperio Ramses y su ejercito retornaron cabizbajos a Egipto abucheados y silbados despreciativamente por cada poblado que atravesaban Para mayor humillacion las tropas hititas siguieron a los egipcios hasta el Nilo a pocas millas de distancia dando toda la impresion de que escoltaban a un ejercito derrotado y cautivo La humillacion de los supuestamente victoriosos soldados egipcios fue tan grande que todas las partes de Siria que quedaron bajo su dominio tras Qadesh se rebelaron contra el faraon algunas de ellas incluso antes de que el ejercito pasara por alli en su marcha hacia Pi Ramses Todas ellas buscaron el cobijo hitita y quedaron bajo su orbita durante muchos anos Si bien Egipto recupero estas regiones mas tarde necesito varias decadas para conseguirlo Inmediatamente tras Qadesh siguio una larguisima guerra fria entre las dos potencias una especie de equilibrio inestable que concluyo dieciseis anos despues con la firma del celebre Tratado de Qadesh El Tratado de Qadesh primer convenio de paz de la historia y que se encuentra perfectamente conservado ya que una de sus versiones se escribio en la lengua diplomatica de la epoca el acadio la otra en jeroglifico egipcio sobre laminas de plata describe minuciosamente las nuevas fronteras entre ambos imperios Sigue con el juramento de ambos reyes de no volver a luchar entre si y culmina con la definitiva y perpetua renuncia de Ramses a Qadesh Amurru el valle del Eleuteros y todas las tierras circundantes al rio Orontes y sus tributarios A pesar de las graves perdidas humanas sufridas en Qadesh por lo tanto la victoria final fue para los hititas Mas tarde concretamente en el ano 34 del reinado de Ramses el faraon y el rey hitita sellaron y consolidaron el estado de cosas establecido en el Tratado mediante lazos de sangre el hermano de Muwatalli y nuevo rey Hattusili III envio a su hija para que se casara con el faraon Ramses II tenia 50 anos de edad cuando recibio a su jovencisima esposa y tan contento quedo con el obsequio que la nombro reina bajo el nombre egipcio de Maat Hor Nefru Re De esta forma algunos de los hijos y nietos de Ramses II fueron nietos y bisnietos de su gran enemigo el rey Muwatalli de Hatti aunque segun se cree ninguno de ellos llego al trono real A partir de Qadesh Egipto y Hatti permanecieron en paz durante aproximadamente 110 anos hasta que en 1190 a C Hatti fue completamente destruido por los llamados Pueblos del Mar Visita al campo de batalla EditarEl campo de batalla se puede visitar hoy El promontorio sobre el que se encontraba la ciudadela de Qadesh se llama hoy Tell Nebi Mend y se puede visitar El estado de conservacion de las ruinas y la recreacion del ambiente son bastante malos aunque no es dificil llegar a el desde Damasco Sin embargo la visita no esta hoy en dia justificada Aunque se han desenterrado varios artefactos asirios las excavaciones arqueologicas estan prohibidas debido a la existencia de una tumba de un santo musulman y una mezquita precisamente sobre la cima del promontorio y varios otros sepulcros arabes en el campo de batalla Controversias y puntos oscuros EditarSobre la fecha de la batalla Editar Todas las fuentes coinciden en afirmar que la batalla comenzo en el dia noveno del tercer mes del verano del ano quinto del reinado de Ramses Esto situa el combate alrededor del 27 de mayo de 1274 a C si el ano de coronacion de Ramses II acaecio en 1279 a C Aunque se ha afirmado que el conflicto ocurrio entre 1274 y 1275 a C hay estudiosos que estiman que ocurrio en 1270 a C o incluso en 1265 a C aunque algunas fuentes modernas por ejemplo Healy 1995 datan la batalla en 1300 a C pero muchos egiptologos y estudiosos tales como Helck von Beckerath Ian Shaw Kenneth Kitchen Krauss y Malek estiman que Ramses II goberno unos 66 anos de ca 1279 a 1213 a C situando la fecha en torno al ano 1274 a C Sobre las trayectorias de los ejercitos egipcios Editar Mucho se ha escrito acerca del supuesto error de Ramses II al enviar los cuatro ejercitos por distintos caminos y se ha imputado a esta decision el cuasidesastre sufrido por los dos primeros al ser sorprendidos por los carros hititas en el primer dia de la batalla Sin embargo existen fuertes razones militares para que el faraon lo hiciera de esta forma y las principales consisten en el tamano de sus ejercitos y la aridez del terreno a recorrer Estas dos circunstancias convertian en un gran problema la logistica de suministros para las tropas Se trataba de recorrer desde Egipto unos 800 km al norte atravesando Canaan hasta llegar a la Siria Central Si bien la estacion en que los reyes van a la guerra epoca en que se pactaban las guerras estaba claramente circunscrita al periodo posterior a las cosechas de trigo y cebada para dar tiempo a los estados vasallos a que acopiaran grandes cantidades de alimentos para el ejercito que llegaria luego una vez abandonado el territorio amigo los cuerpos de ejercito hubiesen quedado librados a sus propios medios La unica forma de transportar los suministros hubiese sido la formacion de enormes convoyes de carretas de bueyes de una lentitud tal que hubiesen retrasado a la fuerza entera durante meses y meses Cada ejercito debia pues una vez traspuestos los limites del imperio abastecerse a si mismo mediante la requisa de alimentos de los vasallos del enemigo Solo de esa forma pudieron los egipcios llegar al campo de batalla en buenas condiciones fisicas y morales Si Ramses hubiese enviado los cuatro cuerpos por la misma ruta el Segundo hubiese encontrado en un punto dado solo la devastacion producida por las necesidades del Primero Tras el vendria el Tercero hallando aun menos alimentos y es muy probable que los soldados del Cuarto se hubiesen muerto de hambre Ramses no deseaba luchar solo con un cuerpo de ejercito bien alimentado y otros tres debiles y al borde de la inanicion por lo que diseno cuatro rutas de aproximacion paralelas de modo que cada cuerpo nunca encontrase a su frente la gran carestia producida por el que lo precediera Sobre la duracion de la batalla Editar La unica referencia a fechas concretas mencionada en fuentes antiguas es la del Poema que ubica el campamento de Ramses al sur de Qadesh en la manana del dia 9 Despues no hay ninguna otra indicacion cronologica lo que ha llevado a los historiadores clasicos a suponer que todo ocurrio ese mismo dia 9 Esto es altamente improbable y el principal obstaculo consiste en que las fuentes mencionan los vadeos del rio como si se tratase de algo que se pudo realizar en lapsos bastante breves La geologia y la hidrologia han demostrado que el ancho la profundidad y el caudal del Orontes no han cambiado sustancialmente en los ultimos miles de anos por lo que las dificultades que se encuentran hoy para vadearlo no tienen por que haber sido menores en tiempos de la batalla Se han hecho experiencias para reproducir el cruce del rio por los lugares por donde lo vadearon Amon primero y los hititas mas tarde Se utilizaron carros arabes modernos tirados por asnos que tienen ruedas de mas o menos el mismo tamano que los vehiculos que nos ocupan y se ha visto que apenas abandonada la orilla el agua llega hasta mas arriba de los ejes De esta observacion surge la afirmacion de que el ejercito egipcio 4 000 infantes y mas de 500 carros de guerra sin contar los de suministros tuvieron que tardar hasta la caida de la tarde del dia 9 Los espias fueron capturados despues torturados interrogados y liberados aun mas tarde por lo que si se quiere justificar el ataque hitita una vez que su rey tuvo los datos toda la batalla de Qadesh ocurrio en noche cerrada Pero ni siquiera esta suposicion considera que los hititas tambien tuvieron que cruzar el rio en sentido opuesto Ya no se trata de un solo cuerpo de ejercito sino de la fuerza completa compuesta por mas de 3 500 carros y 40 000 hombres Aparte de la circunstancia imposible de que esa enorme masa de gente esperara pacientemente todo el dia bajo el tremendo sol del verano sirio a que los egipcios llegaran solo para tener que cruzar un ancho rio en la oscuridad de la noche Los que opinan asi no tienen en cuenta que el cruce hubiese llevado toda la noche y mas de la mitad de la manana Aparte de los muertos ahogados y carros perdidos durante el cruce los egipcios los hubieran sorprendido aun cruzando al amanecer y posiblemente los hubiesen masacrado a pesar de la superioridad numerica hitita Es por ello que la teoria actual afirma que el ataque hitita se produjo durante el dia siguiente 10 y no por la noche del 9 Disputa sobre la sorpresa del ataque hitita Editar Es razonable suponer que por la noche del dia 9 Muwatalli conocia la situacion del campamento de Ramses pero no cuantos soldados albergaba e indudablemente no tenia forma de saber que el Cuerpo de P Ra se aproximaba desde el sur porque incluso la columna de polvo que levantaba este en su marcha quedaba oculta por la colina de Qadesh a los ojos de su propio puesto de mando y por supuesto a los de los vigias apostados en las murallas de Qadesh la Vieja Si bien su ejercito estaba fresco y alerta existen muy buenas razones para suponer que ni el hitita ni el faraon tenian previsto comenzar una batalla total al amanecer del dia siguiente No habian concluido el estricto protocolo que gobernaba las batallas de aquel tiempo procedimiento ineludible que debia llevarse a cabo antes de entrar en combate y que incluia intercambio de delegaciones diplomaticas parlamentos toma de declaraciones por los escribas etc Si bien esta era la primera vez que el joven Ramses entraba en batalla y por lo tanto no sabemos como se hubiese conducido con anterioridad si consta que Muwatalli siempre habia cumplido con una legalidad extrema los protocolos de la guerra En todas sus intervenciones anteriores habia acampado primero parlamentado y atacado luego de comun acuerdo con su enemigo De hecho los hititas nunca utilizaban el factor sorpresa lo que consideraban deshonroso y digno de cobardes Veian el ataque sorpresivo contra un enemigo desprevenido como una ventaja ilegitima Las fuentes hititas consideran a Muwatalli como un gran jefe y un preclaro estratega lauros que no hubiese obtenido de haber atacado por sorpresa al Cuerpo de P Ra Los que afirman que la intencion del rey hitita fue destruir a P Ra olvidan que no lo logro porque gran parte de las tropas sobrevivientes lograron llegar al campamento de Ramses y es posible que muchas otras las de retaguardia hayan retrocedido para buscar la proteccion de Ptah Para destruir a P Ra necesariamente debio enviar a la infanteria junto con los carros cosa que no hizo y por cierto que al atravesar la columna egipcia los tripulantes debieron haber girado en redondo y volver a atacar a los sobrevivientes No hicieron tal cosa Girando en una amplia curva hacia el norte se dirigieron al campamento de Ramses La teoria actual indica que Muwatalli no envio a sus carros a atacar a P Ra porque como primera consideracion ni siquiera sabia que el ejercito pasaba por alli Los envio a reconocer el terreno y el campamento de Ramses que era la verdadera utilizacion tactica que se daba a una fuerza de carros carente de infanteria Es por ello que hoy en dia se piensa que egipcios e hititas no deseaban entablar combate ese dia Los carros de Hatti cruzaron en efecto el rio Al Mukadiyah y al salir de la linea de arboles se dieron de manos a boca con las columnas de P Ra que marchaban frente a ellos Ante esta sorpresa no tuvieron mas remedio que avasallarlas y sin volver para destruir completamente a su enemigo se dirigieron una vez atravesado el obstaculo al campamento del faraon que como queda dicho siempre habia sido su verdadero objetivo El inicio de las hostilidades el dia 10 se considera hoy pues fruto de una casualidad imponderable y no decision de los mandos enfrentados Asi puede afirmarse que una simple expedicion hitita de reconocimiento forzo a los egipcios a presentar una batalla para la cual ninguno de los contendientes estaba preparado Identidad de los ne arin Editar El hecho de que tanto el Poema como el Boletin hablen solo vagamente sobre la posicion del Cuerpo de Sutekh y las controversias sobre el significado exacto del termino ne arin ha llevado a los especialistas a preguntarse donde estaba exactamente uno y quienes eran los otros Mas alla de los innegables hechos de que el rey hitita lanzo el ataque de su sequito personal para descongestionar la situacion de sus carros en el llano y que esto tomo completamente por sorpresa a los egipcios tambien fue un impensado golpe de mala suerte que los ne arin llegaran desde el norte en ese preciso momento y lo destruyeran Lo que si es claro es que Muwatalli ignoraba completamente su existencia La llegada de tropas frescas desde el norte le tomo completamente por sorpresa El significado de la palabra ne arin no esta clara ni siquiera hoy si bien las fuentes creen que se trataba de unidades amorreas tambien es posible que fueran cananeas que se tratase de un cuerpo de elite formado por los mejores soldados de los cuatro cuerpos o que simplemente fuera un nombre titulo o apodo para el Cuerpo de Sutekh al que Ramses habria enviado cautelosamente al norte previendo una situacion similar a la que ocurrio Otra hipotesis mas moderna nombra a dicha unidad como Naharina curiosamente el nombre que los egipcios daban a Mitanni Batalla o ejecucion masiva Editar Hasta hace pocos anos la ejecucion masiva del 10 de los sobrevivientes egipcios de los cuerpos de P Ra y Amon aproximadamente un 5 del total del ejercito fue interpretada como una reanudacion del combate el dia 11 Ello no fue asi La clave se encuentra en la terminologia del Poema y del Boletin durante toda la extension de los textos se llama a los hititas el Venido de Hatti mientras que a las victimas de los sucesos del dia 11 se las nombra simplemente como rebeldes utilizando el mismo termino que se usaba para designar a un nino escapado de su hogar Es por ello que sabemos que el escriba se refiere en realidad a los soldados sobrevivientes que con su supuesta cobardia y falta de moral habian destruido la relacion amorosa que su divino padre siempre habia tenido con ellos Cronologia EditarNOTA Como se ha explicado arriba este articulo utiliza la cronologia de la teoria moderna liderada por la Universidad de Cambridge Fuentes mas clasicas fechan la batalla en anos mas recientes llegando incluso a 1275 a C Hacia 1674 a C Los hicsos invaden y capturan el Bajo Egipto y someten a vasallaje al resto del pais haciendo de Avaris su capital 1570 a C Amosis I es nombrado faraon establece la Dinastia Tebana XVIII y lucha con los hicsos en la llamada Guerra de Liberacion Egipcia Aproximadamente 1565 a C Egipto expulsa y destruye a los hicsos convirtiendose de facto en propietario de Canaan y todo el Oriente Medio hasta el rio Eufrates Entre 1546 y 1526 a C Guerra Siria de Amenofis I Hacia 1525 1512 a C Primer ataque de Tutmosis I contra las fuerzas mittanas en Siria Su ejercito coloca un mojon o estela a orillas del Eufrates para indicar la frontera extrema septentrional del Imperio Nuevo 1482 1450 a C Campana de Amenofis II contra el norte de Siria y Canaan en un intento de imponer las leyes egipcias en la region Le cuesta diecisiete expediciones e innumerables bajas hasta invadir en el ano 33 de su reinado el propio Mittani La derrota mittana le granjea honores y prestigio pero el vencido renace incluso en vida del faraon que no puede sino esperar que a su muerte sus sucesores sean capaces de recuperarlo Hacia 1450 1425 a C Amenofis II pretende recuperar el dominio egipcio sobre Mittani pero es humillado Un renacimiento del poderio militar hitita provoca conversaciones entre las dos potencias ya que tanto el faraon como el rey de Hatti pretenden subyugar a la discola region 1425 1417 a C Tutmosis IV firma un tratado con Mittani que permite por primera vez una delimitacion topograficamente exacta de las fronteras entre los imperios en el norte de Siria Egipto modifica sus leyes para considerar a estos limites sus verdaderas fronteras asiaticas Siguen a la firma del acuerdo dos generaciones completas de paz las primeras en dos siglos y medio Notas Editar Aproximadamente el 5 de los supervivientes egipcios fueron ejecutados despues por orden de Ramses II 8 Hacia el dia 9 del ano 5 del reinado de Ramesses II III Shemu BAR III p 317 o mas concretamente el 12 de mayo de 1274 a C en base a la fecha comunmente aceptada de acceso al trono de Ramses II en el 1279 a C Referencias Editar Oakes 2003 p 142 Nicholas Grimal A History of Ancient Egypt Blackwell 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