Música profana
La música profana (también llamada secular, seglar o mundana) es la música concebida para ser interpretada fuera de los contextos litúrgicos y religiosos.[1] Es por lo tanto una categoría musical que se define negativamente, en el sentido de que se define como la categoría musical contraria a aquella a la que pertenece la música sacra, que es la categoría musical propiamente litúrgica y religiosa. Esto hace que una extensa variedad de géneros musicales hagan parte de la música llamada «profana»: todas las músicas folclóricas, las marchas militares, las suites, la música de cámara, las sinfonías, los villancicos y muchos otros géneros de música, como las músicas destinadas a la danza (ballet, tango, pasacalle, fandango, zarabanda, chacona...) o al espectáculo (ópera, zarzuela, opéra-comique, singspiel, opereta, comedia musical, música de escena...) son ejemplos
Historia
La división entre «música sacra» y «música secular» (o «seglar», también llamada «música profana») se remonta a la Alta Edad Media. El término «secular» significa «que vive en el siglo», en el sentido de ser propio a lo cotidiano, al orden cosmológico y terrenal de las cosas,[2] mientras que el término «sacro» se refiere a todo lo que es sagrado y destinado a ser eterno, sin ataduras temporales con el mundo terrenal. El mismo sentido se aplica a los conceptos de clero secular y clero regular. El clero secular, por ejemplo, es el del sacerdocio, destinado a ejercer un ministerio entre los laicos, quienes viven «en el siglo», es decir en su época, en su contexto terrenal etc. El clero regular es el que vive lo más apartado posible del mundo y siguiendo una regla de ascetismo que le permita alcanzar lo divino, lo eterno, es decir lo contrario a lo secular.
En este contexto, cuando se nombra la música profana del medievo, o música profana medieval, se habla de una categoría de música que se demarcó como tal para distinguirse de la música religiosa, y esto sucedió a finales del siglo IX, después de la aparición del canto gregoriano y casi al mismo tiempo que la polifonía. La música profana medieval surgió para divertir a las masas populares mediante la narración cantada de romances, historias de amor etc. Con este tipo de música surgen los famosos juglares, cantantes que se desplazaban de pueblo en pueblo y de ciudad en ciudad.
Instrumentos
En la Edad Media encontramos gran cantidad de instrumentos, algunos provendrán de la Antigüedad y otros vendrán de Oriente, introducidos a raíz de las Cruzadas. Vamos a citar algunos de los más importantes.
Cordófonos
- Laúd: instrumento de cuerda con clavijero hacia atrás y caja de resonancia en forma abombada. Se tocaba con los dedos. Es de origen árabe.
- Vihuela de arco o fídula: instrumento de arco. Será el prototipo del violín moderno.
- Organistrum o zanfona: es un instrumento de tres cuerdas que se toca girando una manivela.
- Arpa: de forma triangular y pequeño tamaño. Se toca con las dos manos, una pulsa las cuerdas y la otra acorta su longitud.
- Salterio
- Rabel
Viento
- Platerspiel es una especie de gaita con forma de cuerno. Está hecho de madera y tiene seis agujeros.
- Chirimía: especie de oboe pero de mayores dimensiones, muy usado en los desfiles y actos relevantes.
- Cornamusa: parecida a las gaitas actuales.
- Añafil
- Órgano portativo
- Flauta
- Corneta
Percusión
- Címbalos: compuesto por un arco de madera y una o cuatro membranas tensas. Se percutía con la mano.
- Tejoletas: rudimentarias castañuelas hechas con trozos de teja que se entrechocan.
- Darbuka: tambor con forma de copa y una membrana tensa en la parte superior. Normalmente está hecho de cerámica y se golpea con las manos.
- Carrillón:
Referencias
- Blanco, Alicia Rodríguez (2015-06). Música I ESO (LOMCE). Editex. ISBN 9788490785973. Consultado el 18 de enero de 2018.
- Cruz, Antonio (26 de agosto de 2008). . Editorial Clie. ISBN 9788482673493. Archivado desde el original el 18 de enero de 2018. Consultado el 18 de enero de 2018.