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Progreso

El progreso es un concepto que indica la existencia de un sentido de mejora en la condición humana.

La consideración de tal posibilidad fue fundamental para la superación de la ideología feudal medieval, basada en el teocentrismo cristiano (o musulmán) y expresada en la escolástica. Desde ese punto de vista (que no es el único posible en teología) el progreso no tiene sentido cuando la historia humana proviene de la caída del hombre (el pecado original) y el futuro tiende a Cristo. La historia misma, interpretada de forma providencialista, es un paréntesis en la eternidad, y el hombre no puede aspirar más que a participar de lo que la divinidad le concede mediante la Revelación. La crisis bajomedieval y el Renacimiento, con el antropocentrismo, resuelven el debate de los antiguos y los modernos, superando el argumento de autoridad y Revelación como fuente principal de conocimiento. Desde la crisis de la conciencia europea de finales del siglo XVII y la Ilustración[1]​ del XVIII pasa a ser un lugar común que expresa la ideología dominante del capitalismo y la ciencia moderna. La segunda mitad del siglo XIX es el momento optimista de su triunfo, con los avances técnicos de la Revolución industrial, el imperialismo europeo extendiendo su idea de civilización a todos los rincones del mundo. Su expresión más clara es el positivismo de Auguste Comte. Aunque pueden hallarse precursores, hasta después de la Primera Guerra Mundial no empezará el verdadero cuestionamiento de la idea de progreso, incluyendo el cambio de paradigma científico, las vanguardias en el arte, y el replanteamiento total del orden económico social y político que suponen la Revolución Soviética, la Crisis de 1929 y el Fascismo.

Alegoría del progreso, por Miguel Ángel Trilles, en Madrid (1922).

Progreso desde el aspecto filosófico y sociológico

En filosofía y sociología, los conceptos de progreso y su contrario, regresión, están sujetos a diferentes interpretaciones. Los científicos del período en que el capitalismo se desarrollaba progresivamente (Vico, Turgot, D'Alembert, Herder, Hegel y otros) reconocían el progreso y trataban de darle una interpretación racional. Los científicos del período de crisis del capitalismo, o circunscriben el concepto de progreso a los límites de culturas y civilizaciones aisladas (Oswald Spengler, Arnold J. Toynbee) o no admiten la posibilidad misma de estudiar el progreso de la historia. Intentan explicar la regresión por la acción de factores puramente subjetivos: explican, por ejemplo, la regresión de la Alemania nazi por las características de la personalidad de Hitler y por la actividad del Partido Nacional Socialista. El materialismo dialéctico marxista intenta la elucidación científica del progreso, según el cual el progreso como desarrollo ascendente, sin recidivas, solo será posible en una futura sociedad comunista.

La idea del progreso

Una idea distintiva de la cultura occidental

La idea del progreso es considerada como uno de los pilares de la visión histórica occidental. Su origen y evolución han sido temas de amplio debate. Según Robert Nisbet, uno de los más destacados estudiosos del tema: “… la idea de progreso es característica del mundo occidental. Otras civilizaciones más antiguas han conocido sin duda los ideales de perfeccionamiento moral, espiritual y material, así como la búsqueda, en mayor o menor grado, de la virtud, la espiritualidad y la salvación. Pero sólo en la civilización occidental existe explícitamente la idea de que toda la historia puede concebirse como el avance de la humanidad en su lucha por perfeccionarse, paso a paso, a través de fuerzas inmanentes, hasta alcanzar en un futuro remoto una condición cercana a la perfección para todos los hombres.”[2]​ Otro de los mayores estudiosos de la materia, John B. Bury, dijo en su obra clásica sobre la idea del progreso lo siguiente: “Podemos creer o no creer en la doctrina del progreso, pero en cualquier caso no deja de ser interesante estudiar los orígenes y trazar la historia de lo que es hoy por hoy la idea que inspira y domina la civilización occidental.”[3]

El desarrollo de la idea del progreso ha conocido diversas fases.[4]​ Sus primeros antecedentes se encuentran en las tradiciones griegas y judías que darán luego origen a la síntesis cristiana, sobre la cual se edifica toda la cultura occidental posterior. Sin embargo, no será hasta la irrupción de la modernidad que la idea del progreso cobra una presencia decisiva en el imaginario occidental y se transforma en la base de una concepción marcadamente optimista de la historia entendida como superación constante del ser humano y acercamiento a formas de vida social cada vez más plenas. Como afirma Hannah Arendt: “la noción de que existe algo semejante a un Progreso de la humanidad como conjunto y que el mismo forma la ley que rige todos los procesos de la especie humana fue desconocida con anterioridad al siglo XVIII”.[5]

Antecedentes en la Antigüedad clásica

El pensamiento griego clásico y su derivado romano tienen una gran variedad de expresiones y encierran corrientes de pensamiento altamente disímiles. Sin embargo, sobre el tema que aquí nos ocupa puede distinguirse una “visión el mundo” común que impide la formulación de una idea del progreso como sustrato unificador de las historias o acontecimientos que forman el devenir humano. Entre los antiguos hay historias y progresos, pero ni se encadenan unas a otras ni forman aquello que en la modernidad se llamará una “historia universal” del género humano. Cada pueblo, ciudad-estado o individuo recorre ciclos de desarrollo, grandeza y declive, siguiendo en su versión mítica un destino que se le impone y en su versión filosófico-racionalista una necesidad que está inscrita en su propio origen o naturaleza. Sin embargo, algunas nociones fundamentales del pensamiento griego clásico serán vitales para la elaboración posterior de la idea del progreso. Esto es especialmente cierto respecto del aporte de Aristóteles sobre el concepto de desarrollo, sin el cual la idea moderna del progreso es inconcebible.

El pensamiento aristotélico tiene como su piedra angular el concepto de “naturaleza”, que es la base misma de su ontología o doctrina del ser. Es por ello que Aristóteles repite constantemente que todo aquello que postula se sigue de la naturaleza de las cosas, “ya se trate de un hombre, de un caballo o de una familia”.[6]​ Esta naturaleza define tanto los destinos individuales como aquel colectivo. Se trata por tanto de una teoría “naturalista” del hombre y de la sociedad. La perfección de cada cosa está en realizar su naturaleza ya que “la naturaleza de una cosa es precisamente su fin”. Así por ejemplo, el destino subordinado del esclavo o de la mujer está determinado por su naturaleza. Pero además hay una idea muy importante de la perfección del ser humano como especie que, sin embargo, no todos los pueblos pueden alcanzar “por su naturaleza”. Esto es lo que le da a los griegos su posición superior (y su derecho a mandar sobre los “bárbaros”) y la posibilidad de llegar a desarrollar plenamente la forma más alta de “socialidad”: la polis o el “Estado completo”, es decir, una ciudad-Estado que puede “bastarse absolutamente a sí misma” y alcanza la “autarquía” ya que dentro de sí contiene un conjunto de individuos que, cada uno de acuerdo a su naturaleza, se han desarrollado plenamente completando unos a otros y formando así un todo completo y por ello autosuficiente.

Esta forma de pensar al ser humano y a la sociedad no es más que una aplicación rigurosa de la filosofía más amplia de Aristóteles, tal como por ejemplo se desarrolla en su obra más fundamental, la Metafísica. En la misma Aristóteles presenta la idea de una physis o naturaleza de las cosas, es decir, una esencia que se despliega y que en sí contiene tanto la necesidad como las leyes básicas del desarrollo. Se trata de la idea de una potencialidad (potentia) que a través de su propio proceso natural de desarrollo (“fisis”) o progreso llega a hacerse realidad o actualidad (“actus”). De esta manera se alcanza la entelequia o finalidad (y fin) del desarrollo.

De esta manera el desarrollo de las cosas tiene una lógica, basada en un logos o razón que rige su evolución. Lo mismo hace comprensible y permite elaborar un conocimiento exacto de las “leyes del desarrollo”. La noción clásica del desarrollo incluía también, tal como lo dictaba su origen en la observación de los procesos orgánicos, dos elementos vitales e interdependientes que la separan definitivamente de la idea moderna del progreso: la concepción de un límite insuperable del desarrollo y la necesaria decadencia de las cosas, y la de la eterna repetición del ciclo vital. El desarrollo tiene un límite, que al ser alcanzado y superado da paso al momento de “crisis” o reversión del desarrollo que implica, a su vez, el recomenzar del ciclo de la vida. Una nueva semilla dará origen a un nuevo árbol, el hombre maduro irá hacia su muerte viendo en sus hijos la continuación del ciclo vital y las sociedades, incluso las más excelsas, envejecerán y serán desplazadas por nuevos Estados. Nada escapa a la rueda del destino, que gira eternamente sobre su eje inmóvil.

El aporte judío

Es justamente en este punto donde se operará una verdadera revolución en el pensamiento histórico a partir de la influencia de la concepción judía de la historia como una historia plena de sentido, única e irrepetible, con un comienzo, un “progreso” y un fin definitivos. Por medio de la síntesis cristiana se conjugarán las ideas griegas con las judías conduciendo, con el tiempo, a la formulación de la idea del progreso como esencia de la marcha de una historia que será concebida como historia universal.

La concepción judía de la historia es no solo inseparable sino una consecuencia lógica del monoteísmo desarrollado por los judíos en cuyo núcleo está, además, la concepción del pueblo elegido por el Dios único para llevar a cabo una misión única en el plan de redención de la humanidad. Es ello lo que vincula la historia humana con la divinidad, dándole sentido y finalidad, a la vez que dota a la vida humana, por medio del pueblo de Israel, de un sentido moral directamente dado por su alianza con Jehová. Esta concepción se desarrolló bajo la influencia de y en conflicto con la cultura egipcia durante el largo período de permanencia del pueblo judío en Egipto. Con Moisés se cierra este ciclo y el monoteísmo judío aparece con toda su fuerza. En el mundo egipcio, tal como en el mesopotámico, indostaní o griego, no solo no existen ideas semejantes sino que no se hace ninguna diferencia radical, como ya lo vimos en el caso de Aristóteles, entre el mundo de la naturaleza y el del ser humano. La concepción judía rompe de manera tajante esta unidad y abre con ello la posibilidad de pensar la historia como historia, es decir, como un proceso único que trata de un ser único, el ser humano. Es por ello que los judíos pueden independizar la historia humana del carácter cíclico de la historia natural. La línea puede así reemplazar al círculo y la progresión o progreso a la repetición.[7]

La síntesis cristiana

El cristianismo es tanto el artífice como el resultado de la fusión de la tradición judía con las concepciones helenísticas imperantes en el mundo mediterráneo de los primeros siglos de nuestra era. El judeocristianismo original no podía transformarse en cristianismo sin dejar de ser una religión judía para pasar a pensarse como una religión universal, frente a la cual, para decirlo con San Pablo, no hay judíos ni gentiles. Con ello se abría no solo la posibilidad sino la necesidad de pensar una Historia Universal, es decir una historia que unificase las historias de distintos pueblos, ciudades, acontecimientos o héroes en una sola historia regida por una misma causa: la voluntad del Dios único actuando en la historia única del género humano. Esta es una consecuencia necesaria de lo que R. G. Collingwood ha llamado “el universalismo de la actitud cristiana”, que posibilita “una historia mundial, una historia universal cuyo tema sea el desarrollo general de la realización de los propósitos de Dios respecto al hombre.”[8]

La tarea de conciliar el pensamiento griego con el judío era monumental, ya que se trataba de conjugar dos tradiciones de pensamiento muy distintas en todo sentido: la judía, profundamente voluntarista, y la griega, de raigambre racionalista. San Pablo lo advirtió con toda claridad y lo resumió en una notable frase de su primera Epístola a los corintios (1:22): “Así, mientras los judíos piden señales y los griegos buscan sabiduría.” El gran trabajo intelectual de la cristiandad temprana consistió por ello en el intento de conciliar a Atenas con Jerusalén, para decirlo de una manera metafórica. Este intento encontró su figura más destacada en San Agustín (354-430), obispo de Hipona en el norte de África. Según Robert Nisbet, es San Agustín quien consecuentemente eleva la physis aristotélica a una “fisis divina”, donde tanto el mundo como el hombre encuentran su lugar necesario y en la cual la intervención divina es, esencialmente, despojada del voluntarismo hebreo: “Para San Agustín, el progreso entraña un origen preestablecido en el cual existen las potencialidades para todo el futuro desarrollo del hombre: un único orden lineal del tiempo; la unidad de la humanidad; una serie de etapas fijas de desarrollo; la presunción de que todo lo que ha sucedido y sucederá es necesario; y, por último, aunque no lo menos importante, la visión de un futuro estado de beatitud. Gran parte de la historia ulterior de la idea de progreso equivale a poco más que al desplazamiento de Dios, aunque dejando intacta la estructura del pensamiento.”[9]

San Agustín deja así una herencia sin duda “imponente y decisiva para el desarrollo del pensamiento político occidental y para la teología cristiana de la historia", como Benedicto XVI lo dijese hace no mucho,[10]​ pero no hay por ello que perder de vista que su síntesis está no solo lejos de aquella idea del progreso que será tan decisiva en la modernidad sino que es su opuesto cabal. Su tiempo fue un tiempo apocalíptico y la Ciudad de Dios (la gran obra escrita entre 413 y 426 donde San Agustín expone su visión de la historia) es una gran respuesta a la ansiedad y tremenda perplejidad que la caída de Roma en 410 provocó en todo aquel mundo romano del cual San Agustín era una parte integrante y un representante excelso. Roma, que a sí misma se veía como “la ciudad eterna”, no lo era y para explicarlo San Agustín elabora su teoría de las dos ciudades, la mundana, civitas terrena, y la de Dios, civitas Dei: una perecible y la otra eterna; una cuyo destino era parte del ciclo de auges y caídas propios de todo lo humano y la otra marcada por su historia progresiva, coherente y lineal, que la lleva a ese fin apoteósico de los tiempos establecido desde siempre en el logos divino; una frente a la cual no se puede ser sino pesimista dada su condenación intrínseca, la otra iluminada por el optimismo de la promesa de una salvación dada por la gracia divina. Se trata de una dualidad que se basa en una división profunda, y profundamente antimoderna, del género o “linaje humano” en dos especies con destinos muy diversos: “el pueblo de Dios”, es decir los elegidos por la gracia divina, y el resto.

El surgimiento de la idea moderna del progreso

El surgimiento de aquello que llamamos modernidad puede ser definido de muchas formas y también ubicado en el tiempo de diferentes maneras. En nuestro contexto lo asociaremos a una concepción del hombre y de su historia que definitivamente revierte dos postulados esenciales de épocas anteriores: por una parte, la idea del hombre como un ser insignificante y limitado y, por otra, la idea de su historia como una historia subordinada a fuerzas que están fuera de él mismo y le imponen un cierto destino. Frente a ello surge la idea del hombre sin límites en su progreso y creador de su historia. Este cambio trascendental en la forma de concebir al ser humano se volcará, paulatinamente, en una concepción articulada de la historia como progresión hacia la perfección terrenal. Es solo a partir del siglo XVII que la fisis de la historia definitivamente se irá desprendiendo de su carácter trascendente y su fin se hará cada vez más mundano. La Providencia sería finalmente reemplazada por diversas fuerzas inmanentes en la historia del hombre y con el tiempo ya no se hablará de una voluntad divina que rige los destinos del mundo sino de las “leyes de la historia”, que con la certeza de las leyes de la naturaleza llevan al ser humano hacia un futuro luminoso inscrito desde un comienzo en la propia esencia o naturaleza humana. El progreso será visto como una acumulación de conocimientos, virtudes, fuerzas productivas o riquezas, que paulatinamente van desarrollando al hombre y acercándose a un estado de armonía y perfección. “Más” pasará a ser equivalente a “mejor” y el fin de la historia ya no estará en el más allá sino en este mundo, en aquellas utopías que pronto movilizarán tanto la fantasía como el frenesí del hombre moderno.

Un paso decisivo hacia la idea moderna del progreso se da con la polémica desatada a fines del siglo XVII entre lo que ya por entonces se denominó los “antiguos” y los “modernos”. Auguste Comte fue uno de los primeros en resaltar la importancia de “esta discusión solemne que marca un hito en la historia de la razón humana, que por primera vez se atrevía a proclamar así su progreso.”[11]​ Este es el resumen de Robert Nisbet sobre esta controversia histórica: “Por un lado, estaban en el siglo XVII aquellos que creían que nada de lo que se había escrito o realizado intelectualmente en los tiempos modernos igualaba la calidad de las obras de la antigüedad clásica (...) Los partidarios de los modernos sostenían precisamente lo contrario (...) No existe ninguna prueba que atestigüe la degeneración de la razón humana desde la época de los griegos. Y si los hombres de nuestro tiempo están tan bien constituidos física y mentalmente como lo estaban los hombres de la antigüedad, se desprende que ha habido y seguirá habiendo un definido avance tanto de las artes como de las ciencias, simplemente porque cada era tiene la posibilidad de desarrollar lo que le han legado las eras precedentes.”[12]​ Este argumento había recibido su expresión paradigmática varios siglos antes en las palabras del obispo Juan de Salisbury: “Somos como enanos montados sobre las espaldas de gigantes; nosotros vemos mejor y más lejos que ellos, no porque nuestra vista sea más aguda o nuestra talla más alta, sino porque ellos nos elevan en el aire y nos levantan sobre su gigantesca altura.” Aquí está ya captado lo que sería el núcleo central de la idea moderna del progreso: la de la acumulación sucesiva de conocimientos, artes o riquezas que nos permite ir desarrollándonos, progresando y siendo mejores no porque en sí seamos superiores sino porque tenemos a nuestra disposición esa herencia de los tiempos que le da continuidad a la historia y la convierte en una historia del progreso. De esta manera se rompía el hechizo propio del Renacimiento que veía a la Antigüedad como el logro insuperable del progreso humano y que por ello mismo lo negaba condenándonos, en el mejor de los casos, a imitarlo. La misma palabra “moderno”, cuyo sentido original no es otro que el de “actual”, recibirá de allí en adelante un sentido que en sí incluye una visión del progreso donde lo moderno es más avanzado y mejor que lo precedente. Se iba preparando así la irrupción definitiva de la idea moderna del progreso que encontrará en Francia y en Alemania algunos de sus exponentes más destacados e influyentes.

La madurez de la idea del progreso: el aporte francés

Entre los estudiosos del desarrollo de la idea del progreso hay bastante acuerdo en atribuirle a un joven de 23 años el lanzamiento de la primera versión plenamente articulada de la idea del progreso. Se trata del célebre discurso que A. R. J. Turgot pronunció el 11 de diciembre de 1750 en la Sorbona. Aquí aparece una historia conjunta y progresiva de la humanidad que se diferencia esencialmente de la historia meramente repetitiva de la naturaleza. El hombre acumula porque recuerda y por ello mismo avanza, la naturaleza no hace sino repetirse. Así comienza ese gran discurso: “Los fenómenos de la naturaleza, sometidos a leyes constantes, están encerrados en un círculo de revoluciones siempre iguales. En las sucesivas generaciones, por las que los vegetales o los animales se reproducen, el tiempo no hace sino restablecer a cada instante la imagen de lo que ha hecho desaparecer. La sucesión de los hombres, al contrario, ofrece de siglo en siglo un espectáculo siempre variado. La razón, las pasiones, la libertad producen sin cesar nuevos acontecimientos. Todas las edades están encadenadas las unas a las otras por una serie de causas y efectos, que enlazan el estado presente del mundo a todos los que le han precedido. Los signos arbitrarios del lenguaje y de la escritura, al dar a los hombres el medio de asegurar la posesión de sus ideas y de comunicarlas a los otros, han formado con todos los conocimiento particulares un tesoro común que una generación transmite a la otra, constituyendo así la herencia, siempre aumentada, de descubrimientos de cada siglo. El género humano, considerado desde su origen, parece a los ojos de un filósofo un todo inmenso que tiene, como cada individuo, su infancia y sus progresos (...) La masa total del género humano, con alternativas de calma y agitación, de bienes y males, marcha siempre –aunque a paso lento– hacia una perfección mayor.”[13]

Estas ideas del joven Turgot se desarrollarían luego en otras obras de quien llegase a ser uno de los ministros de finanzas y economistas más célebres del siglo XVIII. En sus Reflexiones sobre la formación y la distribución de la riqueza, escrita en 1766 y publicada en 1769, elabora una concepción económica liberal que en gran medida anticipa lo que Adam Smith diría unos años más tarde, pero ya antes de ello había propuesto uno de los primeros esbozos “materialistas” de síntesis histórica, donde la humanidad va progresando de acuerdo a la expansión de lo que Marx llamaría fuerzas productivas, pasando por tres etapas fundamentales: el estadio de cazador-pastor, el agrícola, y el comercial, manufacturero y urbano, caracterizado por una creciente libertad económica y que no es otro que la naciente sociedad liberal-capitalista de sus tiempos. Este es un paso trascendental hacia las formulaciones posteriores del desarrollo y el progreso como acumulación ilimitada de potencias productivas o económicas.

Pocos años después de la muerte de Turgot Francia se vería conmovida por aquella gran revolución que cambiaría para siempre el mundo. El viejo orden fue no solo derrocado sino llevado literalmente al patíbulo. Será condenado por muchas cosas, pero finalmente sucumbirá ante el Progreso encarnado por la Revolución. El Progreso, con mayúscula y sin complejos frente al pasado, se realizará con la instauración del Reino de la Virtud y la virtud no es otra que la razón hecha sociedad, la salida definitiva de la ignorancia, la superstición y el engaño que han impedido la aplicación de aquellas formas racionales de gobierno y convivencia que han estado desde siempre, como potencia o posibilidad, inscritas en la naturaleza humana. Finalmente llegó el Terror y los sumos sacerdotes de la virtud condenarían primero y serían condenados después en nombre de la razón-virtud. Entre las víctimas estaría un ferviente partidario de la revolución y uno de los más brillantes exponentes de la fe en el progreso y la razón como motores de la historia: Marie-Jean-Antoine Nicolas de Caritat, Conde de Condorcet, quien, mientras se escondía de sus perseguidores jacobinos, escribiría su famoso Bosquejo de un cuadro histórico de los progresos del espíritu humano. Para Condorcet, el progreso humano recorrería diez etapas, que elevarían sucesivamente a la especie de la oscuridad de la ignorancia a las luces del porvenir. La décima etapa, donde la razón se realizaría plenamente, estaba ya a las puertas de la Europa conmovida por la misma revolución que ahora lo perseguía.

El aporte francés a la idea moderna del progreso culmina durante el siglo XIX con las obras de Saint-Simon y Auguste Comte y el surgimiento de las doctrinas positivistas. En esta perspectiva, el progreso de la humanidad recorre tres grandes etapas: la teológica, la metafísica y la positiva, que corresponden al paso de lo que Comte ve como una evolución de la teocracia y la “teolatría” a la “sociocrácia” y la “sociolatría”. Como es característico de muchos entusiastas del progreso, Comte y sus seguidores positivistas profetizan el paso inminente a la última fase del progreso humano, aquella dominada por la ciencia y la industria, donde los “científicos” guiarán las sociedad mientras que los “industriales” planificarán la organización productiva y ejecutarán sus portentosas obras. Esta es la llamada “sociedad positiva”, basada sistemáticamente en la sociología y en la que surge una nueva religión, la “religión de la humanidad” en la que se venerara al “Gran Ser”, que no es otra cosa que la representación mística de la humanidad. En la cúspide de la sociedad positiva estarán el “gran sacerdote” y sus “sabios positivistas”: “El gobierno de la sociedad positiva se ejerce por el gran sacerdote de la humanidad, con su corporación de sacerdotes y sabios positivistas.”[14]

La madurez de la idea del progreso: el aporte alemán

Por su parte, diversos pensadores alemanes juegan un papel excepcional en el desarrollo de algunos de los sistemas de pensamiento o “visiones del mundo” más influyentes de la modernidad. Sin embargo, esa Alemania que vivía y se vivía como punta de lanza cultural-filosófica de Europa era un país que estaba lejos de liderar el desarrollo en términos económicos, sociales, políticos o militares. El país ni siquiera existía como un Estado unificado y estaba por ello marginado de la carrera colonialista emprendida por otras potencias europeas. Entre muchos intelectuales alemanes cundía por ello una mezcla de frustración y desesperación originada del sentimiento de vivir en una nación atrasada. Tal vez es esta condición, de testigos de la modernidad y los éxitos de otros más que de los propios, la que le da al pensamiento alemán su impulso a compensar, a fuerza de radicalismo y excelencia intelectual, el retraso muy real de su nación en muchos planos. Es por ello que la idea del progreso alcanzará en Alemania una profundidad, coherencia y sofisticación del todo ausentes previamente. Son muchos los intelectuales descollantes que Alemania produce en los cien años que van de la mitad del siglo XVIII a la mitad del XIX pero son tres de ellos, Kant, Hegel y Marx, los más relevantes.

Kant planteó su filosofía de la historia y del progreso en su Idea para una historia universal con propósito cosmopolita de 1784. Se trata de una obra plenamente inspirada por las ideas aristotélicas, pero transformadas en una teoría total de la evolución humana absolutamente ajena al pensamiento griego clásico. Una ley inmanente del progreso, dada por la necesidad de la naturaleza de alcanzar sus fines, rige la historia aparentemente absurda y antojadiza de la especie humana, elevándola sucesivamente “desde el nivel inferior de la animalidad hasta el nivel supremo de la humanidad.”[15]​ La tarea del filósofo es, justamente, “descubrir en ese absurdo decurso de las cosas humanas una intención de la Naturaleza, a partir de la cual sea posible una historia de criaturas tales que, sin conducirse con arreglo a un plan propio, sí lo hagan conforme a un determinado plan de la Naturaleza.” El hombre comparte, como especie, el destino teleológico o determinado por su fin (telos) que Aristóteles vio como la ley de desarrollo de todo lo natural: “Todas las disposiciones naturales de una criatura están destinadas a desarrollarse alguna vez completamente y con arreglo a un fin […] En el hombre aquellas disposiciones naturales, que tienden al uso de la razón, deben desarrollarse por completo en la especie, mas no en el individuo.” Esta es la fuerza que actúa entre bastidores con el fin de desplegar todas las potencialidades humanas y los individuos o los pueblos no son más que sus instrumentos inconscientes: “Poco imaginan los hombres (en tanto que individuos e incluso como pueblos) que, al perseguir cada cual su propia intención según su parecer y a menudo en contra de los otros, siguen sin advertirlo, como un hilo conductor, la intención de la Naturaleza, que les es desconocida, y trabajan en pro de la misma.”[16]

Esta idea de una fuerza oculta que actúa como motor e “hilo conductor” de una historia cuyo verdadero sentido no es comprendido por sus protagonistas directos no es sino una “naturalización aristotélica” de la idea de la Providencia y será central tanto en la teoría de la historia de Hegel como en la de Marx. Hegel reemplazará las leyes de la naturaleza de Kant por las de la lógica o la razón y Marx pondrá a las fuerzas productivas en su lugar, pero la estructura mental diseñada por Kant permanecerá intacta.

Hegel llevará más adelante la concepción histórica kantiana dándole una formulación mucho más radical. Para Hegel la esencia de la historia humana es realizar toda su potencialidad contenida en la estructura lógica de la razón o el logos, como Hegel lo dice. La razón de que habla Hegel es, siguiendo a Aristóteles, la estructura lógica de todo lo potencialmente existente. Es por ello la suma de las posibilidades totales del desarrollo y de lo existente, cuya culminación en la especie humana está –como diríamos hoy– programada para alcanzar la realización plena de esas posibilidades. Estas posibilidades existen en forma latente desde un comienzo y no hacen sino manifestarse o realizarse en el curso de la historia. En la evolución del progreso humano cada forma estatal de significación histórica ha encarnado una figura del desarrollo de la razón llegándose, al final de la historia, a la forma superior de Estado que según Hegel estaría representado por el Estado prusiano de su tiempo.

Esta evolución preparó el terreno para el surgimiento del pensador que llevaría la idea del progreso más lejos que ningún otro: Karl Marx. Con su gran visión histórica y su anuncio de una culminación inminente del progreso humano con el paso a la sociedad comunista se cierra un largo ciclo intelectual. La filosofía de la historia de Marx es una continuación radical de la de Hegel. Se trata de una visión profundamente secularizada en la cual lo divino como tal desaparece completamente, pero en donde, y aquí reside uno de sus rasgos más singulares e importantes, el proceso histórico sigue siendo comprendido de una manera que estructuralmente y en cuanto a su mensaje esencial retoma tanto la dialéctica de Hegel como la matriz histórica cristiana compuesta por el paraíso originario, la caída y la futura redención. La historia para Marx es, en lo fundamental, una realización progresiva y dialéctica de las potencialidades de la humanidad, una larga preparación de una época venidera de perfección, armonía y reconciliación. Se trata, en suma, de la versión terrenalizada de la idea del fin de este mundo y del paso a “otro mundo”, donde al fin la humanidad se ve liberada de todo aquello que ha marcado negativamente su existencia. Esto estaría ya a punto de ocurrir. En un famoso artículo sobre la dominación británica en la India de 1853 nos dice, repitiendo sus célebres formulaciones del Manifiesto Comunista, que “el período burgués de la historia está llamado a crear las bases materiales de un nuevo mundo”.[17]​ Para Marx, sin embargo, no es la razón ni la Providencia lo que actúa como la fuerza motora de la marcha progresiva de la historia. Marx pone, a tono con el creciente optimismo tecnológico e industrial de su época, las fuerzas productivas de la humanidad en primer plano de una manera hasta entonces desconocida. Es el desarrollo de éstas que ahora pasa a ser concebido como el núcleo secreto de la historia, como aquel factor que, a fin de cuentas, explica los avances y las conmociones sociales, políticas o ideológicas que forman la superficie más visible y evidente del movimiento histórico. En Hegel, las diferentes formaciones sociales de importancia “histórico-universal” correspondían a las diversas fases de desarrollo del Espíritu, que no es otra cosa que la razón actuando en la historia. En Marx, esas formaciones sociales, que él llamará “modos de producción”, corresponden al grado de expansión alcanzado por las fuerzas productivas materiales, apareciendo formas sociales nuevas y superiores cuando así lo exige el incremento de esas capacidades productivas. Se trata, por lo tanto, del mismo tipo de dialéctica que Hegel le había atribuido a la lógica pero en la cual la marcha de la lógica es reemplazada por la de la tecnología.

Desarrollo contemporáneo de la idea de progreso

A fines del siglo XIX la fe en el progreso alcanzaba sus momentos culminantes en el mundo occidental. Su hegemonía global era incontestada, los portentosos avances de la ciencia y varios decenios de paz entre las grandes potencias auguraban el advenimiento de un “brave new world”, para usar el título del famoso libro de Aldous Huxley. Las celebraciones del paso al siglo XX fueron apoteósicas en las capitales occidentales y el siglo XIX fue resumido en rúbricas como las siguientes: “el siglo del pueblo”, “el siglo maravilloso”, “el siglo científico”, “un siglo titánico”, “un punto de inversión en la historia del mundo”.[18]​ El filósofo, sociólogo y biólogo inglés Herbert Spencer (1820-1903) le había dado a las ideas gemelas de progreso y desarrollo su expresión más acabada en obras que tendrían una enorme influencia durante la segunda mitad del siglo XIX.

Nadie se hubiese atrevido en esos momentos de auge del desarrollo occidental y de la idea-fuerza de su cultura moderna: la idea de progreso, a augurar que pronto todo se desmoronaría de la forma más espectacular y lamentable que pueda imaginarse. En agosto de 1914 estallaba, sin embargo, la demencial violencia que con dos guerras mundiales y el surgimiento de los totalitarismos fascistas y comunistas asolaría, como nunca antes, la faz de la tierra. Como Gregor Samsa en La Metamorfosis de Kafka, el luminoso progreso despertó, de pronto, convertido en una horripilante cucaracha sangrienta. El impacto sobre el pensamiento occidental fue el paso, durante varios decenios, del optimismo ilimitado a un pesimismo profundo, que llegaba incluso a renegar de sus mejores logros. Lo que en todo caso resultaba evidente era la no correspondencia entre desarrollo técnico-material y desarrollo humano, en el sentido de un desarrollo de las virtudes morales y cívicas de los individuos. El progreso parecía generar, tal como Rousseau lo había planteado, seres materialmente ricos y técnicamente poderosos pero moralmente deleznables.

Este brusco cambio de escena mental engarzó y potenció una vertiente de reflexión crítica sobre la modernidad y el progreso que se había manifestado ya hacia finales del siglo XIX en las obras de los padres de la naciente sociología científica en Alemania (Ferdinand Tönnies y Max Weber) y Francia (Émile Durkheim). Lo que estos pensadores destacaron fue el carácter contradictorio de la modernización con sus procesos centrales de industrialización, urbanización y economía de mercado o capitalista. La “sociedad tradicional”, con sus fuertes lazos económicos, sociales y mentales, estaba dando paso a una multitudinaria sociedad urbana formada por entes que no estaban cohesionados por una historia, identidad, pertenencia, solidaridad y creencias compartidas. Se trata de la “masa solitaria” o “masa de extraños” (la expresión es de Tönnies) y la alienación de unos respecto de otros. Los individuos comparten así espacios sociales sin comunidad, que los aíslan y los convierten en potenciales seguidores de utopías colectivistas que prometen la restauración, por la fuerza, de la comunidad (de raza, de clase, de religión, de nación etc.). En su tesis doctoral de 1887, Ferdinand Tönnies articuló esta problemática en sus célebres categorías opuestas de Gemeinschaft (comunidad) y Gesellschaft (sociedad). La primera forma de asociación, la comunidad, está articulada por una voluntad natural o esencial (“Wesenwille”), espontáneamente anclada en el parentesco y la cercanía, es decir, lazos y solidaridades sociales que no son utilitaristas sino “innatos”. La segunda forma de asociación, la sociedad, está fundada en una voluntad instrumental (“Kürwille”), cuya base no es otra que la utilidad mutua que permite (y de faltar, destruye) el intercambio y la convivencia entre extraños. Se trata de lazos frágiles y variables por definición, que definen los cimientos fácilmente quebradizos de las sociedades modernas de gran importancia. Primero, que el “progreso” no es un puro “mejorar” o “progresar”, sino que implica pérdidas, potenciales retrocesos y el surgimiento de problemas difíciles de resolver. Segundo, que el progreso, entendido como modernización, reposa sobre unas bases inestables y que, bajo condiciones adversas, puede dar origen a conductas y desarrollos de alta destructividad. Esta visión del carácter contradictorio del progreso, en que todo avance o solución puede dar origen a retrocesos y nuevos problemas, es profundamente ajena a la idea de progreso tal como aquí la hemos estudiado. Los costos y la sostenibilidad del progreso y el desarrollo son hoy los temas centrales de un mundo globalizado en el cual se están viviendo, con suma intensidad, las tensiones desgarradoras que Europa vivió, hacia fines del siglo XIX y comienzos del XX, con la irrupción de la modernidad a escala de toda la región.

Progreso desde el aspecto político

En política, la idea de progreso se identifica desde la Revolución francesa con la izquierda y la transformación, siendo los defensores del Antiguo Régimen monárquico la derecha y la reacción (ver reaccionario). Los términos progresista y progresismo también se oponen a conservador y conservadurismo. El surgimiento del movimiento obrero organizado desde mediados del siglo XIX produce un cambio en la ubicación política que convierte a las izquierdas en derechas y a los revolucionarios (la burguesía ahora en el poder social y político) en conservadores. El lema que figura en la bandera de Brasil Ordem e Progresso, que en toda América Latina se aplicó a las llamadas dictaduras de orden y progreso, simboliza perfectamente el vaciamiento semántico del concepto.

Referencias

  1. A-R-J. Turgot. Discursos sobre el progreso humano, edición, estudio preliminar, traducción y notas de G. Mayos, Tecnos, 1991.
  2. R. Nisbet (1986), “La idea de progreso”, Revista Libertas:5, ESEADE. Accesible en Internet en: . Archivado desde el original el 5 de octubre de 2011. Consultado el 14 de marzo de 2011. . Estas ideas han sido más ampliamente elaboradas por Nisbet (1991) en su Historia de la idea del progreso, Barcelona: Gedisa.
  3. John B. Bury, The Idea of Progress, publicada ya en los años 20 del siglo pasado. Está disponible en inglés en Internet en: http://www.gutenberg.org/files/4557/4557-h/4557-h.htm. En español: La idea de progreso, Madrid: Alianza Editorial 1986.
  4. Véase Mauricio Rojas Mullor (2011), La idea de progreso y el concepto de desarrollo, Madrid: EPIC/Universidad Rey Juan Carlos ()
  5. H. Arendt (1969), “Reflections on violence”, The New York Review of Books, 12:4. Internet: http://www.nybooks.com/articles/11395
  6. Aristóteles, La Política, capítulo I, libro I. Esta y otras citas provienen de la edición virtual realizada por el Instituto Cervantes: http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/13561630989134941976613/p0000001.htm#I_2_
  7. Al respecto consúltese Paul Johnson (2006), Historia de los judíos, Barcelona: Zeta.
  8. R. G. Collingwood (1977), Idea de la historia, México: FCE, pág. 56.
  9. R. Nisbet, La idea del progreso, obra citada, pág. 7.
  10. Palabras de la Audiencia General del 20 de febrero de 2008.
  11. A. Comte (2006), “Curso de filosofía positiva”, en La filosofía positiva, México: Ed. Porrúa, pág. 67.
  12. R. Nisbet, La idea del progreso, obra citada, p. 10.
  13. A. R. J. Turgot, Cuadro filosófico sobre los progresos sucesivos del espíritu humano. Accesible en Internet en: http://www.ub.edu/histofilosofia/gmayos_old/PDF/TurgotCuadrosFilos%F3ficosProgreso.pdf, págs. 35-36.
  14. A. Comte (2006), Sistema de política positiva o tratado de sociología que instituye la religión de la humanidad, en obra citada, p. 127.
  15. I. Kant, Ideas para una historia universal en clave cosmopolita y otros escritos sobre Filosofía de la Historia, Madrid: Tecnos 2006, pág. 15.
  16. Las citas son todas de Kant, obra citada, págs. 4-6.
  17. Cita del artículo de 1853, Futuros resultados de la dominación británica en la India, de acuerdo a la versión de Marxist Internet Archive: http://www.marxists.org/espanol/m-e/1850s/1853-india.htm
  18. Véase al respecto el artículo de ABC News/US, “1900’s New Century Hype Was Millennial”, 31 de diciembre de 2000 en http://abcnews.go.com/US/1900s-century-hype-millennial/story?id=89978

Véase también

Bibliografía

  • John Bury, La idea de progreso, Madrid, Alianza, 1971.
  • B. Delgauff, La historia como progreso. Buenos Aires, 1968.
  • Cirilo Florez Miguel, Dialéctica, historia y progreso. Salamanca, 1968
  • Robert Nisbet, Historia de la idea del progreso, Barcelona: Gedisa, 1991.
  • Vidal Peña, "Algunas preguntas sobre la idea de progreso". Revista El Basilisco, N.º 15 de la segunda época. Oviedo. Invierno de 1993.

Enlaces externos

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  •   Wikiquote alberga frases célebres de o sobre Progreso.

José María Laso Prieto, curso de la Universidad de Oviedo: [1]

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progreso, para, otros, usos, este, término, véase, desambiguación, progreso, concepto, indica, existencia, sentido, mejora, condición, humana, consideración, posibilidad, fundamental, para, superación, ideología, feudal, medieval, basada, teocentrismo, cristia. Para otros usos de este termino vease Progreso desambiguacion El progreso es un concepto que indica la existencia de un sentido de mejora en la condicion humana La consideracion de tal posibilidad fue fundamental para la superacion de la ideologia feudal medieval basada en el teocentrismo cristiano o musulman y expresada en la escolastica Desde ese punto de vista que no es el unico posible en teologia el progreso no tiene sentido cuando la historia humana proviene de la caida del hombre el pecado original y el futuro tiende a Cristo La historia misma interpretada de forma providencialista es un parentesis en la eternidad y el hombre no puede aspirar mas que a participar de lo que la divinidad le concede mediante la Revelacion La crisis bajomedieval y el Renacimiento con el antropocentrismo resuelven el debate de los antiguos y los modernos superando el argumento de autoridad y Revelacion como fuente principal de conocimiento Desde la crisis de la conciencia europea de finales del siglo XVII y la Ilustracion 1 del XVIII pasa a ser un lugar comun que expresa la ideologia dominante del capitalismo y la ciencia moderna La segunda mitad del siglo XIX es el momento optimista de su triunfo con los avances tecnicos de la Revolucion industrial el imperialismo europeo extendiendo su idea de civilizacion a todos los rincones del mundo Su expresion mas clara es el positivismo de Auguste Comte Aunque pueden hallarse precursores hasta despues de la Primera Guerra Mundial no empezara el verdadero cuestionamiento de la idea de progreso incluyendo el cambio de paradigma cientifico las vanguardias en el arte y el replanteamiento total del orden economico social y politico que suponen la Revolucion Sovietica la Crisis de 1929 y el Fascismo Alegoria del progreso por Miguel Angel Trilles en Madrid 1922 Indice 1 Progreso desde el aspecto filosofico y sociologico 2 La idea del progreso 2 1 Una idea distintiva de la cultura occidental 2 2 Antecedentes en la Antiguedad clasica 2 3 El aporte judio 2 4 La sintesis cristiana 2 5 El surgimiento de la idea moderna del progreso 2 6 La madurez de la idea del progreso el aporte frances 2 7 La madurez de la idea del progreso el aporte aleman 2 8 Desarrollo contemporaneo de la idea de progreso 3 Progreso desde el aspecto politico 4 Referencias 5 Vease tambien 6 Bibliografia 7 Enlaces externosProgreso desde el aspecto filosofico y sociologico EditarEn filosofia y sociologia los conceptos de progreso y su contrario regresion estan sujetos a diferentes interpretaciones Los cientificos del periodo en que el capitalismo se desarrollaba progresivamente Vico Turgot D Alembert Herder Hegel y otros reconocian el progreso y trataban de darle una interpretacion racional Los cientificos del periodo de crisis del capitalismo o circunscriben el concepto de progreso a los limites de culturas y civilizaciones aisladas Oswald Spengler Arnold J Toynbee o no admiten la posibilidad misma de estudiar el progreso de la historia Intentan explicar la regresion por la accion de factores puramente subjetivos explican por ejemplo la regresion de la Alemania nazi por las caracteristicas de la personalidad de Hitler y por la actividad del Partido Nacional Socialista El materialismo dialectico marxista intenta la elucidacion cientifica del progreso segun el cual el progreso como desarrollo ascendente sin recidivas solo sera posible en una futura sociedad comunista La idea del progreso EditarUna idea distintiva de la cultura occidental Editar La idea del progreso es considerada como uno de los pilares de la vision historica occidental Su origen y evolucion han sido temas de amplio debate Segun Robert Nisbet uno de los mas destacados estudiosos del tema la idea de progreso es caracteristica del mundo occidental Otras civilizaciones mas antiguas han conocido sin duda los ideales de perfeccionamiento moral espiritual y material asi como la busqueda en mayor o menor grado de la virtud la espiritualidad y la salvacion Pero solo en la civilizacion occidental existe explicitamente la idea de que toda la historia puede concebirse como el avance de la humanidad en su lucha por perfeccionarse paso a paso a traves de fuerzas inmanentes hasta alcanzar en un futuro remoto una condicion cercana a la perfeccion para todos los hombres 2 Otro de los mayores estudiosos de la materia John B Bury dijo en su obra clasica sobre la idea del progreso lo siguiente Podemos creer o no creer en la doctrina del progreso pero en cualquier caso no deja de ser interesante estudiar los origenes y trazar la historia de lo que es hoy por hoy la idea que inspira y domina la civilizacion occidental 3 El desarrollo de la idea del progreso ha conocido diversas fases 4 Sus primeros antecedentes se encuentran en las tradiciones griegas y judias que daran luego origen a la sintesis cristiana sobre la cual se edifica toda la cultura occidental posterior Sin embargo no sera hasta la irrupcion de la modernidad que la idea del progreso cobra una presencia decisiva en el imaginario occidental y se transforma en la base de una concepcion marcadamente optimista de la historia entendida como superacion constante del ser humano y acercamiento a formas de vida social cada vez mas plenas Como afirma Hannah Arendt la nocion de que existe algo semejante a un Progreso de la humanidad como conjunto y que el mismo forma la ley que rige todos los procesos de la especie humana fue desconocida con anterioridad al siglo XVIII 5 Antecedentes en la Antiguedad clasica Editar El pensamiento griego clasico y su derivado romano tienen una gran variedad de expresiones y encierran corrientes de pensamiento altamente disimiles Sin embargo sobre el tema que aqui nos ocupa puede distinguirse una vision el mundo comun que impide la formulacion de una idea del progreso como sustrato unificador de las historias o acontecimientos que forman el devenir humano Entre los antiguos hay historias y progresos pero ni se encadenan unas a otras ni forman aquello que en la modernidad se llamara una historia universal del genero humano Cada pueblo ciudad estado o individuo recorre ciclos de desarrollo grandeza y declive siguiendo en su version mitica un destino que se le impone y en su version filosofico racionalista una necesidad que esta inscrita en su propio origen o naturaleza Sin embargo algunas nociones fundamentales del pensamiento griego clasico seran vitales para la elaboracion posterior de la idea del progreso Esto es especialmente cierto respecto del aporte de Aristoteles sobre el concepto de desarrollo sin el cual la idea moderna del progreso es inconcebible El pensamiento aristotelico tiene como su piedra angular el concepto de naturaleza que es la base misma de su ontologia o doctrina del ser Es por ello que Aristoteles repite constantemente que todo aquello que postula se sigue de la naturaleza de las cosas ya se trate de un hombre de un caballo o de una familia 6 Esta naturaleza define tanto los destinos individuales como aquel colectivo Se trata por tanto de una teoria naturalista del hombre y de la sociedad La perfeccion de cada cosa esta en realizar su naturaleza ya que la naturaleza de una cosa es precisamente su fin Asi por ejemplo el destino subordinado del esclavo o de la mujer esta determinado por su naturaleza Pero ademas hay una idea muy importante de la perfeccion del ser humano como especie que sin embargo no todos los pueblos pueden alcanzar por su naturaleza Esto es lo que le da a los griegos su posicion superior y su derecho a mandar sobre los barbaros y la posibilidad de llegar a desarrollar plenamente la forma mas alta de socialidad la polis o el Estado completo es decir una ciudad Estado que puede bastarse absolutamente a si misma y alcanza la autarquia ya que dentro de si contiene un conjunto de individuos que cada uno de acuerdo a su naturaleza se han desarrollado plenamente completando unos a otros y formando asi un todo completo y por ello autosuficiente Esta forma de pensar al ser humano y a la sociedad no es mas que una aplicacion rigurosa de la filosofia mas amplia de Aristoteles tal como por ejemplo se desarrolla en su obra mas fundamental la Metafisica En la misma Aristoteles presenta la idea de una physis o naturaleza de las cosas es decir una esencia que se despliega y que en si contiene tanto la necesidad como las leyes basicas del desarrollo Se trata de la idea de una potencialidad potentia que a traves de su propio proceso natural de desarrollo fisis o progreso llega a hacerse realidad o actualidad actus De esta manera se alcanza la entelequia o finalidad y fin del desarrollo De esta manera el desarrollo de las cosas tiene una logica basada en un logos o razon que rige su evolucion Lo mismo hace comprensible y permite elaborar un conocimiento exacto de las leyes del desarrollo La nocion clasica del desarrollo incluia tambien tal como lo dictaba su origen en la observacion de los procesos organicos dos elementos vitales e interdependientes que la separan definitivamente de la idea moderna del progreso la concepcion de un limite insuperable del desarrollo y la necesaria decadencia de las cosas y la de la eterna repeticion del ciclo vital El desarrollo tiene un limite que al ser alcanzado y superado da paso al momento de crisis o reversion del desarrollo que implica a su vez el recomenzar del ciclo de la vida Una nueva semilla dara origen a un nuevo arbol el hombre maduro ira hacia su muerte viendo en sus hijos la continuacion del ciclo vital y las sociedades incluso las mas excelsas envejeceran y seran desplazadas por nuevos Estados Nada escapa a la rueda del destino que gira eternamente sobre su eje inmovil El aporte judio Editar Es justamente en este punto donde se operara una verdadera revolucion en el pensamiento historico a partir de la influencia de la concepcion judia de la historia como una historia plena de sentido unica e irrepetible con un comienzo un progreso y un fin definitivos Por medio de la sintesis cristiana se conjugaran las ideas griegas con las judias conduciendo con el tiempo a la formulacion de la idea del progreso como esencia de la marcha de una historia que sera concebida como historia universal La concepcion judia de la historia es no solo inseparable sino una consecuencia logica del monoteismo desarrollado por los judios en cuyo nucleo esta ademas la concepcion del pueblo elegido por el Dios unico para llevar a cabo una mision unica en el plan de redencion de la humanidad Es ello lo que vincula la historia humana con la divinidad dandole sentido y finalidad a la vez que dota a la vida humana por medio del pueblo de Israel de un sentido moral directamente dado por su alianza con Jehova Esta concepcion se desarrollo bajo la influencia de y en conflicto con la cultura egipcia durante el largo periodo de permanencia del pueblo judio en Egipto Con Moises se cierra este ciclo y el monoteismo judio aparece con toda su fuerza En el mundo egipcio tal como en el mesopotamico indostani o griego no solo no existen ideas semejantes sino que no se hace ninguna diferencia radical como ya lo vimos en el caso de Aristoteles entre el mundo de la naturaleza y el del ser humano La concepcion judia rompe de manera tajante esta unidad y abre con ello la posibilidad de pensar la historia como historia es decir como un proceso unico que trata de un ser unico el ser humano Es por ello que los judios pueden independizar la historia humana del caracter ciclico de la historia natural La linea puede asi reemplazar al circulo y la progresion o progreso a la repeticion 7 La sintesis cristiana Editar El cristianismo es tanto el artifice como el resultado de la fusion de la tradicion judia con las concepciones helenisticas imperantes en el mundo mediterraneo de los primeros siglos de nuestra era El judeocristianismo original no podia transformarse en cristianismo sin dejar de ser una religion judia para pasar a pensarse como una religion universal frente a la cual para decirlo con San Pablo no hay judios ni gentiles Con ello se abria no solo la posibilidad sino la necesidad de pensar una Historia Universal es decir una historia que unificase las historias de distintos pueblos ciudades acontecimientos o heroes en una sola historia regida por una misma causa la voluntad del Dios unico actuando en la historia unica del genero humano Esta es una consecuencia necesaria de lo que R G Collingwood ha llamado el universalismo de la actitud cristiana que posibilita una historia mundial una historia universal cuyo tema sea el desarrollo general de la realizacion de los propositos de Dios respecto al hombre 8 La tarea de conciliar el pensamiento griego con el judio era monumental ya que se trataba de conjugar dos tradiciones de pensamiento muy distintas en todo sentido la judia profundamente voluntarista y la griega de raigambre racionalista San Pablo lo advirtio con toda claridad y lo resumio en una notable frase de su primera Epistola a los corintios 1 22 Asi mientras los judios piden senales y los griegos buscan sabiduria El gran trabajo intelectual de la cristiandad temprana consistio por ello en el intento de conciliar a Atenas con Jerusalen para decirlo de una manera metaforica Este intento encontro su figura mas destacada en San Agustin 354 430 obispo de Hipona en el norte de Africa Segun Robert Nisbet es San Agustin quien consecuentemente eleva la physis aristotelica a una fisis divina donde tanto el mundo como el hombre encuentran su lugar necesario y en la cual la intervencion divina es esencialmente despojada del voluntarismo hebreo Para San Agustin el progreso entrana un origen preestablecido en el cual existen las potencialidades para todo el futuro desarrollo del hombre un unico orden lineal del tiempo la unidad de la humanidad una serie de etapas fijas de desarrollo la presuncion de que todo lo que ha sucedido y sucedera es necesario y por ultimo aunque no lo menos importante la vision de un futuro estado de beatitud Gran parte de la historia ulterior de la idea de progreso equivale a poco mas que al desplazamiento de Dios aunque dejando intacta la estructura del pensamiento 9 San Agustin deja asi una herencia sin duda imponente y decisiva para el desarrollo del pensamiento politico occidental y para la teologia cristiana de la historia como Benedicto XVI lo dijese hace no mucho 10 pero no hay por ello que perder de vista que su sintesis esta no solo lejos de aquella idea del progreso que sera tan decisiva en la modernidad sino que es su opuesto cabal Su tiempo fue un tiempo apocaliptico y la Ciudad de Dios la gran obra escrita entre 413 y 426 donde San Agustin expone su vision de la historia es una gran respuesta a la ansiedad y tremenda perplejidad que la caida de Roma en 410 provoco en todo aquel mundo romano del cual San Agustin era una parte integrante y un representante excelso Roma que a si misma se veia como la ciudad eterna no lo era y para explicarlo San Agustin elabora su teoria de las dos ciudades la mundana civitas terrena y la de Dios civitas Dei una perecible y la otra eterna una cuyo destino era parte del ciclo de auges y caidas propios de todo lo humano y la otra marcada por su historia progresiva coherente y lineal que la lleva a ese fin apoteosico de los tiempos establecido desde siempre en el logos divino una frente a la cual no se puede ser sino pesimista dada su condenacion intrinseca la otra iluminada por el optimismo de la promesa de una salvacion dada por la gracia divina Se trata de una dualidad que se basa en una division profunda y profundamente antimoderna del genero o linaje humano en dos especies con destinos muy diversos el pueblo de Dios es decir los elegidos por la gracia divina y el resto El surgimiento de la idea moderna del progreso Editar El surgimiento de aquello que llamamos modernidad puede ser definido de muchas formas y tambien ubicado en el tiempo de diferentes maneras En nuestro contexto lo asociaremos a una concepcion del hombre y de su historia que definitivamente revierte dos postulados esenciales de epocas anteriores por una parte la idea del hombre como un ser insignificante y limitado y por otra la idea de su historia como una historia subordinada a fuerzas que estan fuera de el mismo y le imponen un cierto destino Frente a ello surge la idea del hombre sin limites en su progreso y creador de su historia Este cambio trascendental en la forma de concebir al ser humano se volcara paulatinamente en una concepcion articulada de la historia como progresion hacia la perfeccion terrenal Es solo a partir del siglo XVII que la fisis de la historia definitivamente se ira desprendiendo de su caracter trascendente y su fin se hara cada vez mas mundano La Providencia seria finalmente reemplazada por diversas fuerzas inmanentes en la historia del hombre y con el tiempo ya no se hablara de una voluntad divina que rige los destinos del mundo sino de las leyes de la historia que con la certeza de las leyes de la naturaleza llevan al ser humano hacia un futuro luminoso inscrito desde un comienzo en la propia esencia o naturaleza humana El progreso sera visto como una acumulacion de conocimientos virtudes fuerzas productivas o riquezas que paulatinamente van desarrollando al hombre y acercandose a un estado de armonia y perfeccion Mas pasara a ser equivalente a mejor y el fin de la historia ya no estara en el mas alla sino en este mundo en aquellas utopias que pronto movilizaran tanto la fantasia como el frenesi del hombre moderno Un paso decisivo hacia la idea moderna del progreso se da con la polemica desatada a fines del siglo XVII entre lo que ya por entonces se denomino los antiguos y los modernos Auguste Comte fue uno de los primeros en resaltar la importancia de esta discusion solemne que marca un hito en la historia de la razon humana que por primera vez se atrevia a proclamar asi su progreso 11 Este es el resumen de Robert Nisbet sobre esta controversia historica Por un lado estaban en el siglo XVII aquellos que creian que nada de lo que se habia escrito o realizado intelectualmente en los tiempos modernos igualaba la calidad de las obras de la antiguedad clasica Los partidarios de los modernos sostenian precisamente lo contrario No existe ninguna prueba que atestigue la degeneracion de la razon humana desde la epoca de los griegos Y si los hombres de nuestro tiempo estan tan bien constituidos fisica y mentalmente como lo estaban los hombres de la antiguedad se desprende que ha habido y seguira habiendo un definido avance tanto de las artes como de las ciencias simplemente porque cada era tiene la posibilidad de desarrollar lo que le han legado las eras precedentes 12 Este argumento habia recibido su expresion paradigmatica varios siglos antes en las palabras del obispo Juan de Salisbury Somos como enanos montados sobre las espaldas de gigantes nosotros vemos mejor y mas lejos que ellos no porque nuestra vista sea mas aguda o nuestra talla mas alta sino porque ellos nos elevan en el aire y nos levantan sobre su gigantesca altura Aqui esta ya captado lo que seria el nucleo central de la idea moderna del progreso la de la acumulacion sucesiva de conocimientos artes o riquezas que nos permite ir desarrollandonos progresando y siendo mejores no porque en si seamos superiores sino porque tenemos a nuestra disposicion esa herencia de los tiempos que le da continuidad a la historia y la convierte en una historia del progreso De esta manera se rompia el hechizo propio del Renacimiento que veia a la Antiguedad como el logro insuperable del progreso humano y que por ello mismo lo negaba condenandonos en el mejor de los casos a imitarlo La misma palabra moderno cuyo sentido original no es otro que el de actual recibira de alli en adelante un sentido que en si incluye una vision del progreso donde lo moderno es mas avanzado y mejor que lo precedente Se iba preparando asi la irrupcion definitiva de la idea moderna del progreso que encontrara en Francia y en Alemania algunos de sus exponentes mas destacados e influyentes La madurez de la idea del progreso el aporte frances Editar Entre los estudiosos del desarrollo de la idea del progreso hay bastante acuerdo en atribuirle a un joven de 23 anos el lanzamiento de la primera version plenamente articulada de la idea del progreso Se trata del celebre discurso que A R J Turgot pronuncio el 11 de diciembre de 1750 en la Sorbona Aqui aparece una historia conjunta y progresiva de la humanidad que se diferencia esencialmente de la historia meramente repetitiva de la naturaleza El hombre acumula porque recuerda y por ello mismo avanza la naturaleza no hace sino repetirse Asi comienza ese gran discurso Los fenomenos de la naturaleza sometidos a leyes constantes estan encerrados en un circulo de revoluciones siempre iguales En las sucesivas generaciones por las que los vegetales o los animales se reproducen el tiempo no hace sino restablecer a cada instante la imagen de lo que ha hecho desaparecer La sucesion de los hombres al contrario ofrece de siglo en siglo un espectaculo siempre variado La razon las pasiones la libertad producen sin cesar nuevos acontecimientos Todas las edades estan encadenadas las unas a las otras por una serie de causas y efectos que enlazan el estado presente del mundo a todos los que le han precedido Los signos arbitrarios del lenguaje y de la escritura al dar a los hombres el medio de asegurar la posesion de sus ideas y de comunicarlas a los otros han formado con todos los conocimiento particulares un tesoro comun que una generacion transmite a la otra constituyendo asi la herencia siempre aumentada de descubrimientos de cada siglo El genero humano considerado desde su origen parece a los ojos de un filosofo un todo inmenso que tiene como cada individuo su infancia y sus progresos La masa total del genero humano con alternativas de calma y agitacion de bienes y males marcha siempre aunque a paso lento hacia una perfeccion mayor 13 Estas ideas del joven Turgot se desarrollarian luego en otras obras de quien llegase a ser uno de los ministros de finanzas y economistas mas celebres del siglo XVIII En sus Reflexiones sobre la formacion y la distribucion de la riqueza escrita en 1766 y publicada en 1769 elabora una concepcion economica liberal que en gran medida anticipa lo que Adam Smith diria unos anos mas tarde pero ya antes de ello habia propuesto uno de los primeros esbozos materialistas de sintesis historica donde la humanidad va progresando de acuerdo a la expansion de lo que Marx llamaria fuerzas productivas pasando por tres etapas fundamentales el estadio de cazador pastor el agricola y el comercial manufacturero y urbano caracterizado por una creciente libertad economica y que no es otro que la naciente sociedad liberal capitalista de sus tiempos Este es un paso trascendental hacia las formulaciones posteriores del desarrollo y el progreso como acumulacion ilimitada de potencias productivas o economicas Pocos anos despues de la muerte de Turgot Francia se veria conmovida por aquella gran revolucion que cambiaria para siempre el mundo El viejo orden fue no solo derrocado sino llevado literalmente al patibulo Sera condenado por muchas cosas pero finalmente sucumbira ante el Progreso encarnado por la Revolucion El Progreso con mayuscula y sin complejos frente al pasado se realizara con la instauracion del Reino de la Virtud y la virtud no es otra que la razon hecha sociedad la salida definitiva de la ignorancia la supersticion y el engano que han impedido la aplicacion de aquellas formas racionales de gobierno y convivencia que han estado desde siempre como potencia o posibilidad inscritas en la naturaleza humana Finalmente llego el Terror y los sumos sacerdotes de la virtud condenarian primero y serian condenados despues en nombre de la razon virtud Entre las victimas estaria un ferviente partidario de la revolucion y uno de los mas brillantes exponentes de la fe en el progreso y la razon como motores de la historia Marie Jean Antoine Nicolas de Caritat Conde de Condorcet quien mientras se escondia de sus perseguidores jacobinos escribiria su famoso Bosquejo de un cuadro historico de los progresos del espiritu humano Para Condorcet el progreso humano recorreria diez etapas que elevarian sucesivamente a la especie de la oscuridad de la ignorancia a las luces del porvenir La decima etapa donde la razon se realizaria plenamente estaba ya a las puertas de la Europa conmovida por la misma revolucion que ahora lo perseguia El aporte frances a la idea moderna del progreso culmina durante el siglo XIX con las obras de Saint Simon y Auguste Comte y el surgimiento de las doctrinas positivistas En esta perspectiva el progreso de la humanidad recorre tres grandes etapas la teologica la metafisica y la positiva que corresponden al paso de lo que Comte ve como una evolucion de la teocracia y la teolatria a la sociocracia y la sociolatria Como es caracteristico de muchos entusiastas del progreso Comte y sus seguidores positivistas profetizan el paso inminente a la ultima fase del progreso humano aquella dominada por la ciencia y la industria donde los cientificos guiaran las sociedad mientras que los industriales planificaran la organizacion productiva y ejecutaran sus portentosas obras Esta es la llamada sociedad positiva basada sistematicamente en la sociologia y en la que surge una nueva religion la religion de la humanidad en la que se venerara al Gran Ser que no es otra cosa que la representacion mistica de la humanidad En la cuspide de la sociedad positiva estaran el gran sacerdote y sus sabios positivistas El gobierno de la sociedad positiva se ejerce por el gran sacerdote de la humanidad con su corporacion de sacerdotes y sabios positivistas 14 La madurez de la idea del progreso el aporte aleman Editar Por su parte diversos pensadores alemanes juegan un papel excepcional en el desarrollo de algunos de los sistemas de pensamiento o visiones del mundo mas influyentes de la modernidad Sin embargo esa Alemania que vivia y se vivia como punta de lanza cultural filosofica de Europa era un pais que estaba lejos de liderar el desarrollo en terminos economicos sociales politicos o militares El pais ni siquiera existia como un Estado unificado y estaba por ello marginado de la carrera colonialista emprendida por otras potencias europeas Entre muchos intelectuales alemanes cundia por ello una mezcla de frustracion y desesperacion originada del sentimiento de vivir en una nacion atrasada Tal vez es esta condicion de testigos de la modernidad y los exitos de otros mas que de los propios la que le da al pensamiento aleman su impulso a compensar a fuerza de radicalismo y excelencia intelectual el retraso muy real de su nacion en muchos planos Es por ello que la idea del progreso alcanzara en Alemania una profundidad coherencia y sofisticacion del todo ausentes previamente Son muchos los intelectuales descollantes que Alemania produce en los cien anos que van de la mitad del siglo XVIII a la mitad del XIX pero son tres de ellos Kant Hegel y Marx los mas relevantes Kant planteo su filosofia de la historia y del progreso en su Idea para una historia universal con proposito cosmopolita de 1784 Se trata de una obra plenamente inspirada por las ideas aristotelicas pero transformadas en una teoria total de la evolucion humana absolutamente ajena al pensamiento griego clasico Una ley inmanente del progreso dada por la necesidad de la naturaleza de alcanzar sus fines rige la historia aparentemente absurda y antojadiza de la especie humana elevandola sucesivamente desde el nivel inferior de la animalidad hasta el nivel supremo de la humanidad 15 La tarea del filosofo es justamente descubrir en ese absurdo decurso de las cosas humanas una intencion de la Naturaleza a partir de la cual sea posible una historia de criaturas tales que sin conducirse con arreglo a un plan propio si lo hagan conforme a un determinado plan de la Naturaleza El hombre comparte como especie el destino teleologico o determinado por su fin telos que Aristoteles vio como la ley de desarrollo de todo lo natural Todas las disposiciones naturales de una criatura estan destinadas a desarrollarse alguna vez completamente y con arreglo a un fin En el hombre aquellas disposiciones naturales que tienden al uso de la razon deben desarrollarse por completo en la especie mas no en el individuo Esta es la fuerza que actua entre bastidores con el fin de desplegar todas las potencialidades humanas y los individuos o los pueblos no son mas que sus instrumentos inconscientes Poco imaginan los hombres en tanto que individuos e incluso como pueblos que al perseguir cada cual su propia intencion segun su parecer y a menudo en contra de los otros siguen sin advertirlo como un hilo conductor la intencion de la Naturaleza que les es desconocida y trabajan en pro de la misma 16 Esta idea de una fuerza oculta que actua como motor e hilo conductor de una historia cuyo verdadero sentido no es comprendido por sus protagonistas directos no es sino una naturalizacion aristotelica de la idea de la Providencia y sera central tanto en la teoria de la historia de Hegel como en la de Marx Hegel reemplazara las leyes de la naturaleza de Kant por las de la logica o la razon y Marx pondra a las fuerzas productivas en su lugar pero la estructura mental disenada por Kant permanecera intacta Hegel llevara mas adelante la concepcion historica kantiana dandole una formulacion mucho mas radical Para Hegel la esencia de la historia humana es realizar toda su potencialidad contenida en la estructura logica de la razon o el logos como Hegel lo dice La razon de que habla Hegel es siguiendo a Aristoteles la estructura logica de todo lo potencialmente existente Es por ello la suma de las posibilidades totales del desarrollo y de lo existente cuya culminacion en la especie humana esta como diriamos hoy programada para alcanzar la realizacion plena de esas posibilidades Estas posibilidades existen en forma latente desde un comienzo y no hacen sino manifestarse o realizarse en el curso de la historia En la evolucion del progreso humano cada forma estatal de significacion historica ha encarnado una figura del desarrollo de la razon llegandose al final de la historia a la forma superior de Estado que segun Hegel estaria representado por el Estado prusiano de su tiempo Esta evolucion preparo el terreno para el surgimiento del pensador que llevaria la idea del progreso mas lejos que ningun otro Karl Marx Con su gran vision historica y su anuncio de una culminacion inminente del progreso humano con el paso a la sociedad comunista se cierra un largo ciclo intelectual La filosofia de la historia de Marx es una continuacion radical de la de Hegel Se trata de una vision profundamente secularizada en la cual lo divino como tal desaparece completamente pero en donde y aqui reside uno de sus rasgos mas singulares e importantes el proceso historico sigue siendo comprendido de una manera que estructuralmente y en cuanto a su mensaje esencial retoma tanto la dialectica de Hegel como la matriz historica cristiana compuesta por el paraiso originario la caida y la futura redencion La historia para Marx es en lo fundamental una realizacion progresiva y dialectica de las potencialidades de la humanidad una larga preparacion de una epoca venidera de perfeccion armonia y reconciliacion Se trata en suma de la version terrenalizada de la idea del fin de este mundo y del paso a otro mundo donde al fin la humanidad se ve liberada de todo aquello que ha marcado negativamente su existencia Esto estaria ya a punto de ocurrir En un famoso articulo sobre la dominacion britanica en la India de 1853 nos dice repitiendo sus celebres formulaciones del Manifiesto Comunista que el periodo burgues de la historia esta llamado a crear las bases materiales de un nuevo mundo 17 Para Marx sin embargo no es la razon ni la Providencia lo que actua como la fuerza motora de la marcha progresiva de la historia Marx pone a tono con el creciente optimismo tecnologico e industrial de su epoca las fuerzas productivas de la humanidad en primer plano de una manera hasta entonces desconocida Es el desarrollo de estas que ahora pasa a ser concebido como el nucleo secreto de la historia como aquel factor que a fin de cuentas explica los avances y las conmociones sociales politicas o ideologicas que forman la superficie mas visible y evidente del movimiento historico En Hegel las diferentes formaciones sociales de importancia historico universal correspondian a las diversas fases de desarrollo del Espiritu que no es otra cosa que la razon actuando en la historia En Marx esas formaciones sociales que el llamara modos de produccion corresponden al grado de expansion alcanzado por las fuerzas productivas materiales apareciendo formas sociales nuevas y superiores cuando asi lo exige el incremento de esas capacidades productivas Se trata por lo tanto del mismo tipo de dialectica que Hegel le habia atribuido a la logica pero en la cual la marcha de la logica es reemplazada por la de la tecnologia Desarrollo contemporaneo de la idea de progreso Editar A fines del siglo XIX la fe en el progreso alcanzaba sus momentos culminantes en el mundo occidental Su hegemonia global era incontestada los portentosos avances de la ciencia y varios decenios de paz entre las grandes potencias auguraban el advenimiento de un brave new world para usar el titulo del famoso libro de Aldous Huxley Las celebraciones del paso al siglo XX fueron apoteosicas en las capitales occidentales y el siglo XIX fue resumido en rubricas como las siguientes el siglo del pueblo el siglo maravilloso el siglo cientifico un siglo titanico un punto de inversion en la historia del mundo 18 El filosofo sociologo y biologo ingles Herbert Spencer 1820 1903 le habia dado a las ideas gemelas de progreso y desarrollo su expresion mas acabada en obras que tendrian una enorme influencia durante la segunda mitad del siglo XIX Nadie se hubiese atrevido en esos momentos de auge del desarrollo occidental y de la idea fuerza de su cultura moderna la idea de progreso a augurar que pronto todo se desmoronaria de la forma mas espectacular y lamentable que pueda imaginarse En agosto de 1914 estallaba sin embargo la demencial violencia que con dos guerras mundiales y el surgimiento de los totalitarismos fascistas y comunistas asolaria como nunca antes la faz de la tierra Como Gregor Samsa en La Metamorfosis de Kafka el luminoso progreso desperto de pronto convertido en una horripilante cucaracha sangrienta El impacto sobre el pensamiento occidental fue el paso durante varios decenios del optimismo ilimitado a un pesimismo profundo que llegaba incluso a renegar de sus mejores logros Lo que en todo caso resultaba evidente era la no correspondencia entre desarrollo tecnico material y desarrollo humano en el sentido de un desarrollo de las virtudes morales y civicas de los individuos El progreso parecia generar tal como Rousseau lo habia planteado seres materialmente ricos y tecnicamente poderosos pero moralmente deleznables Este brusco cambio de escena mental engarzo y potencio una vertiente de reflexion critica sobre la modernidad y el progreso que se habia manifestado ya hacia finales del siglo XIX en las obras de los padres de la naciente sociologia cientifica en Alemania Ferdinand Tonnies y Max Weber y Francia Emile Durkheim Lo que estos pensadores destacaron fue el caracter contradictorio de la modernizacion con sus procesos centrales de industrializacion urbanizacion y economia de mercado o capitalista La sociedad tradicional con sus fuertes lazos economicos sociales y mentales estaba dando paso a una multitudinaria sociedad urbana formada por entes que no estaban cohesionados por una historia identidad pertenencia solidaridad y creencias compartidas Se trata de la masa solitaria o masa de extranos la expresion es de Tonnies y la alienacion de unos respecto de otros Los individuos comparten asi espacios sociales sin comunidad que los aislan y los convierten en potenciales seguidores de utopias colectivistas que prometen la restauracion por la fuerza de la comunidad de raza de clase de religion de nacion etc En su tesis doctoral de 1887 Ferdinand Tonnies articulo esta problematica en sus celebres categorias opuestas de Gemeinschaft comunidad y Gesellschaft sociedad La primera forma de asociacion la comunidad esta articulada por una voluntad natural o esencial Wesenwille espontaneamente anclada en el parentesco y la cercania es decir lazos y solidaridades sociales que no son utilitaristas sino innatos La segunda forma de asociacion la sociedad esta fundada en una voluntad instrumental Kurwille cuya base no es otra que la utilidad mutua que permite y de faltar destruye el intercambio y la convivencia entre extranos Se trata de lazos fragiles y variables por definicion que definen los cimientos facilmente quebradizos de las sociedades modernas de gran importancia Primero que el progreso no es un puro mejorar o progresar sino que implica perdidas potenciales retrocesos y el surgimiento de problemas dificiles de resolver Segundo que el progreso entendido como modernizacion reposa sobre unas bases inestables y que bajo condiciones adversas puede dar origen a conductas y desarrollos de alta destructividad Esta vision del caracter contradictorio del progreso en que todo avance o solucion puede dar origen a retrocesos y nuevos problemas es profundamente ajena a la idea de progreso tal como aqui la hemos estudiado Los costos y la sostenibilidad del progreso y el desarrollo son hoy los temas centrales de un mundo globalizado en el cual se estan viviendo con suma intensidad las tensiones desgarradoras que Europa vivio hacia fines del siglo XIX y comienzos del XX con la irrupcion de la modernidad a escala de toda la region Progreso desde el aspecto politico EditarEn politica la idea de progreso se identifica desde la Revolucion francesa con la izquierda y la transformacion siendo los defensores del Antiguo Regimen monarquico la derecha y la reaccion ver reaccionario Los terminos progresista y progresismo tambien se oponen a conservador y conservadurismo El surgimiento del movimiento obrero organizado desde mediados del siglo XIX produce un cambio en la ubicacion politica que convierte a las izquierdas en derechas y a los revolucionarios la burguesia ahora en el poder social y politico en conservadores El lema que figura en la bandera de Brasil Ordem e Progresso que en toda America Latina se aplico a las llamadas dictaduras de orden y progreso simboliza perfectamente el vaciamiento semantico del concepto Referencias Editar A R J Turgot Discursos sobre el progreso humano edicion estudio preliminar traduccion y notas de G Mayos Tecnos 1991 R Nisbet 1986 La idea de progreso Revista Libertas 5 ESEADE Accesible en Internet en Copia archivada Archivado desde el original el 5 de octubre de 2011 Consultado el 14 de marzo de 2011 Estas ideas han sido mas ampliamente elaboradas por Nisbet 1991 en su Historia de la idea del progreso Barcelona Gedisa John B Bury The Idea of Progress publicada ya en los anos 20 del siglo pasado Esta disponible en ingles en Internet en http www gutenberg org files 4557 4557 h 4557 h htm En espanol La idea de progreso Madrid Alianza Editorial 1986 Vease Mauricio Rojas Mullor 2011 La idea de progreso y el concepto de desarrollo Madrid EPIC Universidad Rey Juan Carlos https web archive org web 20120113052114 http www campusepic org file php 1 Idea de progreso pdf H Arendt 1969 Reflections on violence The New York Review of Books 12 4 Internet http www nybooks com articles 11395 Aristoteles La Politica capitulo I libro I Esta y otras citas provienen de la edicion virtual realizada por el Instituto Cervantes http www cervantesvirtual com servlet SirveObras 13561630989134941976613 p0000001 htm I 2 Al respecto consultese Paul Johnson 2006 Historia de los judios Barcelona Zeta R G Collingwood 1977 Idea de la historia Mexico FCE pag 56 R Nisbet La idea del progreso obra citada pag 7 Palabras de la Audiencia General del 20 de febrero de 2008 A Comte 2006 Curso de filosofia positiva en La filosofia positiva Mexico Ed Porrua pag 67 R Nisbet La idea del progreso obra citada p 10 A R J Turgot Cuadro filosofico sobre los progresos sucesivos del espiritu humano Accesible en Internet en http www ub edu histofilosofia gmayos old PDF TurgotCuadrosFilos F3ficosProgreso pdf pags 35 36 A Comte 2006 Sistema de politica positiva o tratado de sociologia que instituye la religion de la humanidad en obra citada p 127 I Kant Ideas para una historia universal en clave cosmopolita y otros escritos sobre Filosofia de la Historia Madrid Tecnos 2006 pag 15 Las citas son todas de Kant obra citada pags 4 6 Cita del articulo de 1853 Futuros resultados de la dominacion britanica en la India de acuerdo a la version de Marxist Internet Archive http www marxists org espanol m e 1850s 1853 india htm Vease al respecto el articulo de ABC News US 1900 s New Century Hype Was Millennial 31 de diciembre de 2000 en http abcnews go com US 1900s century hype millennial story id 89978Vease tambien EditarProgreso social Filosofia de la historia Progresismo Politica Dinamica de sistemas sociales Mito del progresoBibliografia EditarJohn Bury La idea de progreso Madrid Alianza 1971 B Delgauff La historia como progreso Buenos Aires 1968 Cirilo Florez Miguel Dialectica historia y progreso Salamanca 1968 Robert Nisbet La idea de progreso Revista Libertas 5 1986 ESEADE Robert Nisbet Historia de la idea del progreso Barcelona Gedisa 1991 Vidal Pena Algunas preguntas sobre la idea de progreso Revista El Basilisco N º 15 de la segunda epoca Oviedo Invierno de 1993 Mauricio Rojas Mullor 2011 La idea de progreso y el concepto de desarrollo Madrid EPIC Universidad Rey Juan Carlos Enlaces externos Editar Wikcionario tiene definiciones y otra informacion sobre progreso Wikiquote alberga frases celebres de o sobre Progreso Jose Maria Laso Prieto curso de la Universidad de Oviedo 1 Datos Q247792 Multimedia Progress history Diccionario progreso Citas celebres Progreso Obtenido de https es wikipedia org w index php title Progreso amp oldid 139981775, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

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