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Primer bombardeo de Buenos Aires

El Primer bombardeo de Buenos Aires fue ordenado por el gobierno realista de Montevideo y efectuado por una escuadrilla al mando del capitán de navío Juan Ángel de Michelena el 15 y 16 de julio de 1811. Tuvo por objeto combatir a la Junta revolucionaria que gobernaba el proceso iniciado el 25 de mayo de 1810 en aquella ciudad, capital entonces del Virreinato del Río de la Plata, forzándola al retiro de sus fuerzas de la Banda Oriental y a suspender todo apoyo a los rebeldes en la campaña hasta tanto el Consejo de Regencia de España e Indias resolviera respecto de la cuestión de fondo, la representación de los intereses de Fernando VII en el Río de la Plata.

Primer bombardeo de Buenos Aires
Guerra de Independencia de la Argentina

Pueblo y rada de Buenos Aires
Fecha 15 y 16 de julio de 1811
Lugar Buenos Aires, Argentina
Coordenadas 34°36′13″S 58°22′54″O / -34.60361111, -58.38166667Coordenadas: 34°36′13″S 58°22′54″O / -34.60361111, -58.38166667
Resultado Victoria de las Provincias Unidas del Río de la Plata
Beligerantes
Comandantes
Fuerzas en combate
1 cañonera. 2 Bergantínes, 1 Sumaca
2 Balandras bombarderas
2 Faluchos, 1 Lancha.
Bajas
2 civiles heridos

Antecedentes

 

El 25 de mayo de 1810 un movimiento revolucionario en Buenos Aires depuso al virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros y formó gobierno, la denominada Primera Junta. Montevideo, dependiente de aquella, desconoció su autoridad y decidió reconocer al Consejo de Regencia establecido en Cádiz. Tras sublevarse la campaña de la Banda Oriental ("Grito de Asencio") la ciudad de Montevideo fue sitiada por tierra por las milicias bajo el mando de José Gervasio Artigas y el ejército de Buenos Aires al mando de José Rondeau.

Sin embargo, el control del Río de la Plata y los ríos Uruguay y Paraná permanecieron bajo el control de la escuadra realista. La primera flotilla patriota, en su primera misión destinada a llevar refuerzos por el Paraná al ejército de Manuel Belgrano que se encontraba en campaña contra la rebelde Intendencia del Paraguay, fue destruida el 2 de marzo de 1811 por la de Montevideo al mando de Jacinto de Romarate en el combate naval de San Nicolás.

Montevideo estuvo así en condiciones de bloquear a su vez por mar al puerto de Buenos Aires, efectuar incursiones de hostigamiento y abastecimiento en los ríos interiores y consiguientemente impedir la caída de la plaza.

Cuando Francisco Javier Elío regresó de España con el nombramiento de Virrey se planteó como objetivo general de su política retrotraer la situación en el Plata a la existente a mediados de 1810: Buenos Aires retiraría sus fuerzas de la Banda Oriental (incluso de los territorios antes sujetos a su jurisdicción administrativa directa) y negaría todo apoyo a los insurgentes orientales, Montevideo retiraría a cambio su bloqueo a Buenos Aires y los ríos interiores y la cuestión de fondo sería puesta a consideración del Consejo de Regencia. La respuesta de los gobiernos porteños a esa iniciativa estaría sujeta al vaivén de la orientación política de sus integrantes y fundamentalmente a la suerte de las armas y el estado del tesoro.

Ofensiva sobre Buenos Aires

 
Puerto de Buenos Aires.

Acciones previas

El 9 de junio el ejército sitiador bombardeó la plaza utilizando cuatro granadas capturas en Las Piedras. Si bien el ataque no causó daños, los empecinados solicitaron a Elío el bombardeo de Buenos Aires como represalia.[2]

Elío deseaba presionar fuertemente al gobierno de las Provincias Unidas e hizo suya la idea. Convocó de inmediato al comandante del Apostadero José María Salazar y le comunicó que era «forzoso ir a bombear a Buenos Aires y que se dispongan los buques que vuestra merced crea necesarios». Salazar, quien tenía pésima relación con Elío, no quiso exponerse a que se cuestionara su lealtad y comprometió el ataque pese a sus reservas.[2]

Esa misma noche, Elío le envió un oficio poniendo al frente de la expedición al capitán de fragata Juan Ángel Michelena, quien acababa de llegar a la ciudad tras evacuar Colonia. La decisión, que por ordenanzas correspondía a Salazar, fue aceptada por el comandante de marina, no sin elevar su reclamo al secretario Vázquez de Figueroa.[2]

Pese a la misión dispuesta se desprendieron algunas de las unidades de la escuadra: el 16 el bergantín Cisne partió a Santa Fe para relevar a la Aranzazu y escoltar a los buques de la carrera a Asunción, y el 19 la sumaca Carlota y los faluchos Fama y San Martín fueron despachados al mando del teniente de navío Juan de Latre para operar en el río Uruguay, con la misión de tomar contacto y auxiliar a las fuerzas portuguesas y de atacar Mercedes.[2]

Soslayando nuevamente a Salazar, Elío convocó a los capitanes de fragata Miguel de Sierra y José Primo de Rivera y les informó que asumiría personalmente el mando de la expedición y que ambos lo secundarían como ayudantes. Su plan consistía en «bombear al fuerte de la ciudad, y luego que lo abandonasen, desembarcar 200 hombres que llevará de transporte y tomarlo». Sierra objetó el plan considerando difícil asegurar un bombardeo eficaz e imposible sostener la posición, objeciones que Elío simplemente desechó, diciendo que en el peor de los casos se reembarcaría con sus hombres. Enterado Salazar por el mismo Sierra, informó a sus superiores. Coincidía con Sierra en que el plan era impracticable y que de llegarse a tener que reembarcar, se haría bajo el fuego de «3000 hombres de tropa y 10 0 12000 paisanos». Cerraba su reclamo afirmando que «si Dios no nos trae un nuevo jefe, los males serán irremediables y la América del Sur se perderá para siempre»[2]

Elío, en su nuevo papel, continuó usurpando atribuciones del comandante del Apostadero. Así, ordenó colocar en una de las balandras dos piezas cónicas que por su gran retroceso causaron graves daños. Seguidamente, ordenó cambios en la arboladura e incluso modificar el calibre de los morteros. Considerando suficientes los preparativos, Elío confirmó la operación, pese a las objeciones de Salazar, del Cabildo y del gobernador Gaspar de Vigodet.[2]

Finalmente la fuerza naval al mando del capitán de fragata Juan Ángel Michelena, estaría compuesta por los bergantines Ligero y bergantín Belén, dos balandras bombarderas, la sumaca Gálvez, dos faluchos y una lancha. A ellos se sumaría Elío a bordo del bergantín Casilda.

Las instrucciones consistían en que a medianoche se situase en paraje y sonda bien conocidos desde donde "bombear y balear dos o tres horas y para el amanecer, retirarse fuera de tiro, parlamentar y presentar el convenio, no para discutir, sino para aceptar, y en caso de repulsa o proposición de variación alguna, volverse a situar a cualquier hora y seguir su bombardeo; pues que ya veían la posibilidad y facilidad de ejecutarlo."[3]

Mientras los vientos desfavorables impedían que Elío se les reuniese, Michelena zarpó el 7 de julio de Montevideo, y tras repostar en la Isla Martín García, se presentó en balizas exteriores[4]​ del puerto de Buenos Aires el día 15 de ese mes.

Michelena, nativo de Maracaibo, Venezuela, tenía en la ciudad a su familia, su esposa María del Carmen del Pino[5]​ y sus hijos, lo que no fue obstáculo para completar su misión.

La Junta había tenido aviso del plan, así como de la presencia de la escuadra en Martín García, por lo que había tomado los escasos recaudos que estaban a su alcance. El cabildo convocó el 13 a los alcaldes de barrio y los instruyó formalmente para que dispusieran patrullas de vigilancia en prevención de eventuales desembarcos y puestos de observación para seguir los movimientos de la flota incursora, mientras resolvía que los mismos cabildantes recorrerían permanentemente la ciudad para garantizar el cumplimiento de las medidas y arbitrar los medios para hostilizar al enemigo.[6]

 
Río de la Plata.

La noche del 13 el depósito de pólvora que existía en El Retiro, en la "casa de mixtos", frente al Convento de las Catalinas (donde estaban también los almacenes y efectos del Real Cuerpo de Artillería), a siete cuadras de la Plaza Mayor, se trasladó a la iglesia de San Nicolás de Bari (donde hoy se levanta el Obelisco), menos expuesta al alcance de las bombas enemigas.[7]​ El sagrario y la pila bautismal se llevaron a la iglesia de San Miguel Arcángel,[8]​ que sirvió como parroquia hasta que el 29 de julio se retiraron los pertrechos.[9]

Más de 100 cajones y barriles fueron trasladados rápidamente en carretillas con el auxilio de los 300 hombres (doscientos infantes y cien dragones de la Frontera)[10]​ que componían la Expedición Auxiliar de Chile que al mando del teniente coronel Pedro Andrés del Alcázar desde el 14 de junio se encontraba en la ciudad y se alojaba en el mismo cuartel frente a las Catalinas.

El bombardeo

 
Cañón naval de principios del Siglo XIX.

La noche del 15 a las 20:00, aprovechando el viento y marea favorables, las cañoneras fueron adelantadas a posición de tiro en balizas interiores y entre las 21 y 22:00 horas se inició el bombardeo que duró hasta la una de la mañana del 16.[11]​ Tras salir de servicio las cañoneras, el fuego fue sostenido principalmente por los dos obuses de 9 pulgadas del bergantín Belén. Fueron disparados en total 34 bombas y tres cañonazos a bala rasa.[12]

Solo respondió el fuego el único barco disponible, una lancha cañonera armada con un cañón de a 18, desde el 1° de junio al mando de Hipólito Bouchard, hasta que salió de servicio por la rotura del eje de cureña, no sin haber causado importantes daños al Belén.[2]

El daño que experimentó la ciudad no fue de consideración en sus edificios y sólo dos personas fueron heridas por las bombas.[13]

La reacción

El escocés Juan Parish Robertson, testigo presencial del bombardeo, relata la reacción de la población mientras se producía el ataque:

"Las bombas con su espoleta prendida describían hermosos arcos sobre la ciudad, alumbrada todavía por los faroles. La mayor parte de las familias estaban en sus tertulias, y aunque esos proyectiles estallaban aquí y allí, las señoras no tenían temor de subir a las azoteas con el objeto de presenciar el espectáculo. Quienes han visto alguna vez como las bombas van describiendo en el aire magníficas curvas, saben que este mensajero destructor por más que caiga a un cuarto de milla de distancia, siempre da la impresión de hacerlo en el punto ocupado por el observador. Así sucedió aquella noche. El señor Juan Pedro Robertson se hallaba en la azotea de la casa de madame O'Gorman[14]​ como un miembro más de una gran tertulia que se había congregado a contemplar la escena. Las porteñas se estremecían un poco al acercarse las bombas y fingían chillar cuando caían. Sólo uno se asustó, un inglés, que convencido de que iba a ser víctima de una granada se arrojó desde la azotea al patio y su caída fue felizmente interrumpida por una puerta abierta, mientras que la bomba cayó a sólo dos cuadras de donde se encontraba... Cuan distante estaría Michelena de pensar que mientras hacía fuego, las porteñas cantaban, bailaban o se asomaban a verlo tranquilamente"
Robertson, John Parish, Letters on South America, Letter XXXIII, páginas 159 y 160.

Pastor Obligado escribía en 1910 acerca de otra tertulia, en lo de los Escalada,[15]​ reflejando un escenario de menos tranquilidad y sangre fría:

"El rigodón no había llegado a su última figura, cuando a un ¡cataplum! estrepitoso, si no cayó cada dama en brazos de su pareja, sin duda porque el bien parecer sobrepuso al terror, sí se estremecieron fuertemente todos los cristales y hasta las bujías de cera temblaron en la araña por el estruendo espantoso al que siguieron otros cuarenta...

Al tercer estampido no faltó timorata que exclamando “¡Jesús María!” corrió a hincarse en oración ferviente al pie del gran cuadro de al virgen de Belén, que adornaba el dormitorio de madre señora... Y como los cañonazos seguían, refugio fue este al que acudieron agrupándose danzantes, arrodilladas alrededor de la tarima de la cuja, cuyas anchas cortinas recogidas dejaban ver abrigos y tapados revueltos y amontonados sobre el amplísimo lecho... Cuando la mayor zozobra y tribulación acrecía, entró el negro del farolito para la retirada, a aumentarla todo azorado, gritando. -¡No es nada, mi amita, son los godos que están desembarcando! Militares y ciudadanos salieron apresuradamente al Fuerte y cuarteles inmediatos.

Los dueños de la casa, San Martín, hoy número 195, mandaron apagar luces y trancar puertas y ventanas, no fuera a filtrarse algún godo exaltado de los que habría puesto señales a la escuadrilla de la otra banda, y las empiringotadas a quienes no indigestó el chocolate del baile que acabó a cañonazos, siguieron rezando trisagios, Pater Noster y Ave Marías, haciendo coro a la devota patricia, que fue sin duda la que más pronto se repuso en época de sobresaltos continuos."
Pastor Obligado, El baile que acabó a cañonazos, artículo publicado en Caras y Caretas, mayo de 1910.

En el mismo artículo, cita a un cronista contemporáneo:

"En la noche del 15 de julio de 1811, los vecinos de esta capital sufrieron los estragos de un bombardeo, dirigido desde el canal interior por cinco barquichuelos a órdenes del comandante Michelena, arrojando cuarenta bombas y algunas balas rasas, que ocasionaron desgracias y estragos consiguientes. Algunos vecinos, asustados por tan furibundo ataque salieron con sus familias a medio vestir o con lo puesto, buscando la salvación en los campos vecinos. En las calles todo era confusión y alboroto, hasta que cesó el fuego, bombardeando abierta ciudad indefensa, sin proceder intimación, contrario a todos los procedimientos de la guerra"
Pastor Obligado, obra citada.

La opinión pública afín a la revolución reaccionó no sólo con la estudiada tranquilidad retratada por Robertson sino con desprecio y furia por la decisión de atacar con artillería a una ciudad abierta[16]​ y desprovista de obras defensivas y las formas, hacerlo sin intimación o negociación alguna. Pero esta fue también la reacción de los vecinos de opinión independiente e incluso con toda probabilidad de la mayoría de los realistas, en Buenos Aires y Montevideo, habida cuenta de que los posteriores ataques cambiarían en varios aspectos el proceder.

 
La Gazeta de Buenos Aires

Haciéndose eco de esa opinión, la Gazeta, órgano de prensa oficial de la ciudad, expresaba:

"Buenos Aires no tiene más muralla que nuestros pechos; y para acometer hombres que no tienen parapetos que los defiendan, excusadas son las bombas y las granadas: el fusil y la espada son los únicos auxiliares del valor- lo demás, no es pelear, sino hacer daño... y este no es modo de castigar a los insurgentes, sino bajando a tierra y batiéndolos en persona... los enemigos realmente poderosos, así pelean."
Gazeta de Buenos Aires, Julio de 1811 en Carranza, obra citada, página 106.

Pero la opinión general del vecindario puede verse también en el relato del hecho por un cronista:

"Solamente los bárbaros marinos españoles de Montevideo pudieron cometer tal absurdo de bombardear una ciudad como esta, sin intimación antecedente, sin estar sitiada con ejército, ni amurallada, faltando en todo a las leyes de la guerra y con sus propios hermanos, sabiendo muy bien que con bombas no se rinden plazas, pues lo más que sucede es arruinar edificios y matar uno que otro incauto, por lo que merecen la execración de los hombres de bien. Esta capital, en 300 años de su descubrimiento y más de 200 de fundación, no ha sido bombardeada por nación alguna; sin embargo que fue atacada por los ingleses en 5 de julio de 1807 no nos echaron bombas, y sólo estos marinos españoles desesperados lo han hecho."
Beruti, Juan Manuel, obra citada, página 172.
 
Vistas del pueblo y radas de Buenos Aires en 1813.

Parlamento

En la mañana del 16, la flotilla que permanecía bajo vela en la rada interior, desprendió un bote con bandera blanca que se dirigió al desembarcadero. Un oficial de la guarnición recibió el pliego cerrado, dictado por Michelena el día 15 a bordo de la nave capitana, el bergantín Ligero.[7]

El pliego anunciaba «Que con la mecha encendida y por el término preciso de 2 horas esperaba la decisión de la Junta, de la que dependía la paz entre ambas ciudades o la más terrible destrucción. Si se optaba por lo primero, Buenos Aires no seria embestida ni bloqueados sus puertos, siempre que fueran retiradas las tropas enviadas a la Banda Oriental y que los vecinos volviesen a sus hogares quedando todo en la situación que estaba a la llegada del Virrey. Tampoco se perseguiría, arrestaría ni encausaría a nadie por sus opiniones o partido que hubiese tomado en pro o en contra de la causa del trono o de la Junta de Buenos Aires, pudiendo ir a esta ciudad el que lo deseara –dejando a todos en pacífica posesión de sus bienes- siendo entendido que en el caso posible de que la madre patria resultara dominada por el francés, el Virrey se apresuraría a emplear su influjo para la unión estrecha de uno y otro pueblo, con el objeto de resistir, sin proceder contra la Junta antes de tener una decisión absoluta del gobierno español sobre los sucesos.» Y finalizaba «Me hallo autorizado por el Excmo Sr.Virrey para hacer las presentes proposiciones y operar según el efecto que hagan. La Junta será responsable a Dios y a la humanidad de los daños que padezca la benemérita ciudad de Buenos Aires.»[17]

Así, a la estrategia general de retrotraer la situación al estado previo a la ofensiva revolucionaria, Elío agregaba el ofrecimiento de una amnistía general y mutua, así como garantizar la conservación y disponibilidad de los bienes, todo lo que podía ser considerable por la Junta, pero agregaba la condición de desmovilizar a las tropas destacadas en el territorio oriental a su regreso a Buenos Aires y la libertad de circular sólo en el sentido de Montevideo a Buenos Aires. Lo primero dejaba en indefensión a la ciudad, habida cuenta del control del mar por los realistas, quienes por otra contra podrían recuperarse al finalizar el bloqueo, y le impediría asimismo aprovechar la tregua en su frente oriental para fortalecer su frente norte. Lo segundo, habiendo aún un fuerte partido español en Buenos Aires como se pondría de manifiesto en julio del año siguiente con la conspiración de Álzaga, representaba un riesgo cierto y ninguna ventaja ya que Montevideo permanecería cerrada a la propaganda e influjo de la revolución.

Por otra parte si bien en lo que respecta al pronunciamiento revolucionario se respetaba el statu quo, Elío se reservaba el derecho de alterarlo, tanto si España caía por completo y de manera definitiva en manos de Napoleón Bonaparte, como si Fernando VII recobraba el trono o el Consejo de Regencia condenaba formalmente el movimiento de la Junta (hecho previsible, habida cuenta de que ya había de hecho tomado partido al nombrar Virrey a Elío y enviar refuerzos).

Finalmente las formas del oficio, la imposibilidad de discusión alguna y el bombardeo previo sin aviso impedían cualquier consideración de la posibilidad de aceptar la intimación, lo que aunque hubiera estado en el ánimo de parte del gobierno (pocos meses después, en octubre, se acordó un armisticio sobre bases similares), hubiera sido violentamente rechazado por la población.

Así, la respuesta de la Junta no se demoró, y fue consecuentemente agresiva. Afirmaba que «ni el tono valentón con que insultaba el comandante de la escuadra sutil, ni el amago de su ferocidad por medios solamente capaces de ejercitar su encono sobre imbéciles e impotentes, serán bastantes para desviar al gobierno y pueblo de Buenos Aires de las medidas de una justa resistencia a las tentativas osadas del agresor -quien sería el único responsable ante el juicio y la censura de los imparciales, que jamás aprobarían conducta semejante tan digna de la execración de los hombres como de las naciones civilizadas, para no atropellar la causa de la humanidad por razones bélicas, sin motivo ni objeto ulterior que pudiese justificarlas- probando únicamente el genio violento del jefe imprudente que miraba con frío semblante los males a que era precipitado por el empeño en sostenerse en una autoridad que no le habían dado los pueblos.»[18]

Y finalizaba: «Bajo esta inteligencia obre Ud. por sus principios, y en el cuadro de la desolación con que amenaza, leerá Ud. al fin lecciones prácticas de la energía de un pueblo cuyos esfuerzos no ha sabido calcular el gobierno de quien ha recibido Ud. su misión.»

Firmaban los entonces miembros de la Junta Grande Cornelio Saavedra, Domingo Matheu, Atanasio Gutiérrez, Juan Alagón, Juan Francisco Tarragona, José Antonio Olmos de Aguilera, Dr.Manuel Felipe Molina, Manuel Ignacio Molina, Francisco de Gurruchaga, Dr.Juan Ignacio Gorriti, Dr.José Julián Pérez, Marcelino Poblet, José Ignacio Fernández Maradona, Francisco Ortiz de Ocampo, Dr.José Simón García de Cossio y el Dr.Joaquín Campana, secretario.[19]

Fin del ataque

Tras la respuesta negativa de la Junta, Michelena de acuerdo a sus órdenes ordenó retomar las posiciones y a esos efectos hizo remolcar las bombarderas, las que al anochecer del 16 estaban ya ubicadas en posición favorable para con la ayuda de la marea aproximarse a la playa.[19]

Ante los aprestos que hacían suponer la reanudación e intensificación del bombardeo, la Junta resolvió evacuar al vecindario concentrándolo en la parroquia de Monserrat, en ese entonces un suburbio del sudoeste de la ciudad que abarcaba parte del barrio actual comenzando en las actuales calles Piedras y Avenida de Mayo, a pocas cuadras de la Plaza Mayor. En el barrio, habitado principalmente por esclavos negros, los vecinos pasaron la noche, que transcurrió no obstante sin novedad. Al amanecer del 17 el enemigo había desaparecido del horizonte.[20]

En la Gazeta del 18 de julio, el Dr. Pedro José Agrelo escribía:

"...esta ciudad ha sido bombardeada por los militares españoles refugiados en Montevideo, debe disculpársenos que anunciemos, que lo ha sido por orden del loco desertor, del infame e indigno español Xavier Elío; y que los despreciables ministros de este proyecto han sido los bárbaros, los indecentes e ignorantes marinos españoles, que ha traído a sus órdenes el cobarde Michelena, de cuya sola prostitución y abandono podía esperarse que arrostrase tan ignorante comisión."

Consecuencias

El 15 de agosto de 1811, aún en curso las negociaciones solicitadas por Elío, este ordenó a Michelena un nuevo ataque para forzar la aceptación de la intimación del 15 de julio. El 19 de agosto la escuadrilla española, esta vez previa intimación, disparó desde balizas exteriores por cinco horas concentrando el fuego sobre los cuatro pequeños lanchones revolucionarios que salieron a defender el canal de acceso al puerto interior.[21]​ Debido a la distancia la acción fue por completo intrascendente y motivo de burla del vecindario.

 
José Primo de rivera.

Tras la ruptura de hecho del armisticio pactado posteriormente (octubre de 1811) por Elío, Gaspar de Vigodet (quien lo reemplazara en noviembre con el cargo de Gobernador de Montevideo) instruyó al capitán de fragata José Primo de Rivera y Ortiz de Pinedo para reiniciar las operaciones sobre Buenos Aires. El 4 de marzo de 1812 la escuadra bombardeó por cincuenta minutos el muelle así como el queche Hiena y una cañonera patriota. Como en las anteriores ocasiones el entusiasmo del vecindario fue evidente y las consecuencias materiales para la ciudad atacada irrelevantes.

Los tres bombardeos fueron así un rotundo fracaso. El primero tuvo por objeto fundamental atemorizar a la población y obligar a su gobierno a someterse a las condiciones de Elío, mientras que los restantes sumaron como objetivo aniquilar las mínimas fuerzas navales patriotas que aunque exiguas resultaban una molestia para los bloqueadores.[22]​ Las fuerzas patriotas resultaron ilesas, la opinión pública acrecentó su patriotismo y el agresor se mostró contrario a las normas de guerra cuando mínimo en el primer ataque, al bombardear, y sin aviso, una ciudad indefensa.

Ante la falta de recursos de todo tipo y sin posibilidades de obtenerlos de la metrópoli, el 23 de marzo Vigodet se vio forzado a solicitarlos al Virrey del Perú, José Fernando de Abascal y Sousa, Marqués de la Concordia. Siendo evidente la falta de resultados de las campañas de bombardeo, o aún, por contraproducentes a los objetivos propuestos de aniquilar las fuerzas navales revolucionarias, atemorizar a la población y someter a su gobierno, las autoridades realistas optaron por concentrar sus esfuerzos en campañas de hostigamiento y aprovisionamiento por las riberas de los ríos interiores.

Contrariamente, el gobierno de Buenos Aires se consolidaba y el 20 de mayo estaba ya en condiciones de adquirir suficiente armamento. Esto y el armisticio acordado el 24 de ese mes con el enviado plenipotenciario de la corte portuguesa Juan Rademaker que estipuló el retiro efectivo de las fuerzas de ocupación de la Banda Oriental, posibilitaron el avance de las fuerzas revolucionarias y el inicio del segundo sitio de Montevideo.

Referencias

Notas

  1. Es difícil hablar de un comando centralizado: Bouchard comandaba la "fuerza naval", sólo un barco, única respuesta al fuego realista. El cabildo organizó la defensa de la ciudad, el gobierno de las Provincias Unidas estaba en manos de la Junta Grande y algunas de las decisiones (como trasladar al vecindario) fueron adoptadas por esta.
  2. De Marco, Miguel Ángel (2000). Departamento de Estudios Históricos Navales, ed. José María de Salazar y la marina contrarrevolucionaria en el Plata. Buenos Aires. p. 282-288. 
  3. Sómbula, José Antonio, Manifiesto póstumo del General Elío, Valencia, 1823.
  4. Por "Balizas Interiores" se conocía al fondeadero interior del puerto, abierto por el norte y cerrado por el sur, el más cercano a la costa anegadiza ("el Bajo") tras las que se alzaban la barranca y la ciudad. Al frente de balizas interiores se hallaba un gran banco de arena, llamado "Banco de la Ciudad", de unas tres millas de ancho y tras él las llamadas "Balizas Exteriores". El acceso del fondeadero exterior al interior debía hacerse por canales estrechos y de escasa profundidad que rodeaban o atravesaban el banco y enlazaban los "pozos" existentes, utilizados para fondear los buques.
  5. Hija del ex virrey Joaquín del Pino y Rozas. Michelena era asimismo concuñado de Bernardino Rivadavia, casado con Juana, otra de las hijas de del Pino. Tras el primer ataque y en la espera del siguiente, Rivadavia fue deportado a causa de su parentesco al pueblo de Salto, en la frontera con el indio, con su mujer y su hijo de meses.
  6. Carranza, Ángel Justiniano, Campañas Navales de la República Argentina, página 104.
  7. Carranza, obra citada, página 104
  8. Sita en la actual calle Bartolomé Mitre Nº 886.
  9. Beruti, Juan Manuel, Memorias Curiosas, página 173
  10. Según Beruti, 340 hombres.
  11. Beruti, obra citada, página 171
  12. Estos datos son los que refleja Carranza, basados en dichos del coronel Toll a bordo del Belén. Beruti en sus Memorias habla de 31 bombas y 3 cañonazos a bala rasa, Robertson en las suyas de 50 bombas, y el Almirante Pavía, en cita de Carranza, de 80 bombas y 36 granadas.
  13. Beruti, obra citada, página 172
  14. Madame O´Gorman era la famosa Ana Perichon. La casa estaba en la Calle de La Merced N° 77, hoy Reconquista entre Sarmiento y Corrientes.
  15. Familia de gran prestigio social y solvencia económica, reunía en sus habituales tertulias familias de la alta sociedad, también comprometidas con la independencia pero con un perfil diferente. A la casa de Antonio de Escalada, futuro suegro del General José de San Martín, adyacente a la Plaza de la Victoria, concurrían los Soler, Sarratea, Rondeau, Riglos, Irigoyen, Igarzábal, Pueyrredón, Sáenz Valiente, Lasala, Ibarrola, del Pino, Castelli, Tellechea, Sánchez, de la Quintana, Azcuénaga, Larrazábal, Casamayor, Luca, Aguirre, Olazábal, Rubio, Rezával, Necochea, Oromí, Barquin, Balbastro, etc..
  16. Ciudad abierta, no en el sentido estricto del derecho de guerra actual, por el cual declarar una ciudad abierta implica que rendirá sin combate, sino en la justificación última de aquél, esto es evitar daños innecesarios a una población que no tiene los medios o la voluntad de responder a un ataque. Así, en la época, el bombardeo de una población civil sin muros y sin ser por añadidura acompañamiento útil de una operación principal de desembarco era considerado una falta a las normas de la guerra. Similar reacción generó, por ejemplo y en otro orden de magnitud por la devastación causada, el bombardeo de Copenhague en septiembre de 1807 por la flota inglesa al mando de Horatio Nelson.
  17. Carranza, obra citada, página 105
  18. Carranza, obra citada, páginas 105 y 106
  19. Carranza, obra citada, página 106
  20. Carranza, obra citada, página 106.
  21. La indignación popular impulsó a formar rápidamente un fondo para armar la mínima fuerza que recibiera el esperado regreso de Michelena.
  22. No hay evidencias que la expedición de Primo de Rivera tuviera por objeto actuar como apoyo a la conjura de Álzaga, que tendría lugar recién meses después.

Bibliografía

  • Carranza, Ángel Justiniano, Campañas Navales de la República Argentina, Volumen I y III- (Tomos 1 y 2 y notas), Secretaria de Estado de Marina, 1962.
  • Beruti, Juan Manuel, Memorias Curiosas, Buenos Aires, Emecé, 2001, ISBN 950-04-2208-5.
  • Robertson, John Parish, Letters on South America, Londres, John Murray-Albemarle Street, 1843.
  • Balmaceda, Daniel, Brunet, Constanza, Ruano, Virginia, Espadas y corazones: Pequeñas Delicias de Héroes y villanos de la historia Argentina, Marea Editorial, 2004, ISBN 987-21109-7-2, 9789872110970

Enlaces externos

  • Artículos acerca de historia naval (Histarmar).
  • Sitio Oficial de la Armada Argentina.
  •   Datos: Q6085893

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El Primer bombardeo de Buenos Aires fue ordenado por el gobierno realista de Montevideo y efectuado por una escuadrilla al mando del capitan de navio Juan Angel de Michelena el 15 y 16 de julio de 1811 Tuvo por objeto combatir a la Junta revolucionaria que gobernaba el proceso iniciado el 25 de mayo de 1810 en aquella ciudad capital entonces del Virreinato del Rio de la Plata forzandola al retiro de sus fuerzas de la Banda Oriental y a suspender todo apoyo a los rebeldes en la campana hasta tanto el Consejo de Regencia de Espana e Indias resolviera respecto de la cuestion de fondo la representacion de los intereses de Fernando VII en el Rio de la Plata Primer bombardeo de Buenos AiresGuerra de Independencia de la ArgentinaPueblo y rada de Buenos AiresFecha15 y 16 de julio de 1811LugarBuenos Aires ArgentinaCoordenadas34 36 13 S 58 22 54 O 34 60361111 58 38166667 Coordenadas 34 36 13 S 58 22 54 O 34 60361111 58 38166667ResultadoVictoria de las Provincias Unidas del Rio de la PlataBeligerantesProvincias Unidas del Rio de la Plata Expedicion Auxiliar de Chile EspanaComandantesHipolito Bouchard 1 Juan Angel MichelenaFuerzas en combate1 canonera 2 Bergantines 1 Sumaca2 Balandras bombarderas2 Faluchos 1 Lancha Bajas2 civiles heridos editar datos en Wikidata Indice 1 Antecedentes 2 Ofensiva sobre Buenos Aires 2 1 Acciones previas 2 2 El bombardeo 2 3 La reaccion 2 4 Parlamento 2 5 Fin del ataque 3 Consecuencias 4 Referencias 4 1 Notas 4 2 Bibliografia 4 3 Enlaces externosAntecedentes EditarArticulos principales Revolucion de Mayo Revolucion Oriental Expediciones Libertadoras a la Banda Orientaly Primer bloqueo de Buenos Aires El 25 de mayo de 1810 un movimiento revolucionario en Buenos Aires depuso al virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros y formo gobierno la denominada Primera Junta Montevideo dependiente de aquella desconocio su autoridad y decidio reconocer al Consejo de Regencia establecido en Cadiz Tras sublevarse la campana de la Banda Oriental Grito de Asencio la ciudad de Montevideo fue sitiada por tierra por las milicias bajo el mando de Jose Gervasio Artigas y el ejercito de Buenos Aires al mando de Jose Rondeau Sin embargo el control del Rio de la Plata y los rios Uruguay y Parana permanecieron bajo el control de la escuadra realista La primera flotilla patriota en su primera mision destinada a llevar refuerzos por el Parana al ejercito de Manuel Belgrano que se encontraba en campana contra la rebelde Intendencia del Paraguay fue destruida el 2 de marzo de 1811 por la de Montevideo al mando de Jacinto de Romarate en el combate naval de San Nicolas Montevideo estuvo asi en condiciones de bloquear a su vez por mar al puerto de Buenos Aires efectuar incursiones de hostigamiento y abastecimiento en los rios interiores y consiguientemente impedir la caida de la plaza Cuando Francisco Javier Elio regreso de Espana con el nombramiento de Virrey se planteo como objetivo general de su politica retrotraer la situacion en el Plata a la existente a mediados de 1810 Buenos Aires retiraria sus fuerzas de la Banda Oriental incluso de los territorios antes sujetos a su jurisdiccion administrativa directa y negaria todo apoyo a los insurgentes orientales Montevideo retiraria a cambio su bloqueo a Buenos Aires y los rios interiores y la cuestion de fondo seria puesta a consideracion del Consejo de Regencia La respuesta de los gobiernos portenos a esa iniciativa estaria sujeta al vaiven de la orientacion politica de sus integrantes y fundamentalmente a la suerte de las armas y el estado del tesoro Ofensiva sobre Buenos Aires Editar Puerto de Buenos Aires Acciones previas Editar El 9 de junio el ejercito sitiador bombardeo la plaza utilizando cuatro granadas capturas en Las Piedras Si bien el ataque no causo danos los empecinados solicitaron a Elio el bombardeo de Buenos Aires como represalia 2 Elio deseaba presionar fuertemente al gobierno de las Provincias Unidas e hizo suya la idea Convoco de inmediato al comandante del Apostadero Jose Maria Salazar y le comunico que era forzoso ir a bombear a Buenos Aires y que se dispongan los buques que vuestra merced crea necesarios Salazar quien tenia pesima relacion con Elio no quiso exponerse a que se cuestionara su lealtad y comprometio el ataque pese a sus reservas 2 Esa misma noche Elio le envio un oficio poniendo al frente de la expedicion al capitan de fragata Juan Angel Michelena quien acababa de llegar a la ciudad tras evacuar Colonia La decision que por ordenanzas correspondia a Salazar fue aceptada por el comandante de marina no sin elevar su reclamo al secretario Vazquez de Figueroa 2 Pese a la mision dispuesta se desprendieron algunas de las unidades de la escuadra el 16 el bergantin Cisne partio a Santa Fe para relevar a la Aranzazu y escoltar a los buques de la carrera a Asuncion y el 19 la sumaca Carlota y los faluchos Fama y San Martin fueron despachados al mando del teniente de navio Juan de Latre para operar en el rio Uruguay con la mision de tomar contacto y auxiliar a las fuerzas portuguesas y de atacar Mercedes 2 Soslayando nuevamente a Salazar Elio convoco a los capitanes de fragata Miguel de Sierra y Jose Primo de Rivera y les informo que asumiria personalmente el mando de la expedicion y que ambos lo secundarian como ayudantes Su plan consistia en bombear al fuerte de la ciudad y luego que lo abandonasen desembarcar 200 hombres que llevara de transporte y tomarlo Sierra objeto el plan considerando dificil asegurar un bombardeo eficaz e imposible sostener la posicion objeciones que Elio simplemente desecho diciendo que en el peor de los casos se reembarcaria con sus hombres Enterado Salazar por el mismo Sierra informo a sus superiores Coincidia con Sierra en que el plan era impracticable y que de llegarse a tener que reembarcar se haria bajo el fuego de 3000 hombres de tropa y 10 0 12000 paisanos Cerraba su reclamo afirmando que si Dios no nos trae un nuevo jefe los males seran irremediables y la America del Sur se perdera para siempre 2 Elio en su nuevo papel continuo usurpando atribuciones del comandante del Apostadero Asi ordeno colocar en una de las balandras dos piezas conicas que por su gran retroceso causaron graves danos Seguidamente ordeno cambios en la arboladura e incluso modificar el calibre de los morteros Considerando suficientes los preparativos Elio confirmo la operacion pese a las objeciones de Salazar del Cabildo y del gobernador Gaspar de Vigodet 2 Finalmente la fuerza naval al mando del capitan de fragata Juan Angel Michelena estaria compuesta por los bergantines Ligero y bergantin Belen dos balandras bombarderas la sumaca Galvez dos faluchos y una lancha A ellos se sumaria Elio a bordo del bergantin Casilda Las instrucciones consistian en que a medianoche se situase en paraje y sonda bien conocidos desde donde bombear y balear dos o tres horas y para el amanecer retirarse fuera de tiro parlamentar y presentar el convenio no para discutir sino para aceptar y en caso de repulsa o proposicion de variacion alguna volverse a situar a cualquier hora y seguir su bombardeo pues que ya veian la posibilidad y facilidad de ejecutarlo 3 Mientras los vientos desfavorables impedian que Elio se les reuniese Michelena zarpo el 7 de julio de Montevideo y tras repostar en la Isla Martin Garcia se presento en balizas exteriores 4 del puerto de Buenos Aires el dia 15 de ese mes Michelena nativo de Maracaibo Venezuela tenia en la ciudad a su familia su esposa Maria del Carmen del Pino 5 y sus hijos lo que no fue obstaculo para completar su mision La Junta habia tenido aviso del plan asi como de la presencia de la escuadra en Martin Garcia por lo que habia tomado los escasos recaudos que estaban a su alcance El cabildo convoco el 13 a los alcaldes de barrio y los instruyo formalmente para que dispusieran patrullas de vigilancia en prevencion de eventuales desembarcos y puestos de observacion para seguir los movimientos de la flota incursora mientras resolvia que los mismos cabildantes recorrerian permanentemente la ciudad para garantizar el cumplimiento de las medidas y arbitrar los medios para hostilizar al enemigo 6 Rio de la Plata La noche del 13 el deposito de polvora que existia en El Retiro en la casa de mixtos frente al Convento de las Catalinas donde estaban tambien los almacenes y efectos del Real Cuerpo de Artilleria a siete cuadras de la Plaza Mayor se traslado a la iglesia de San Nicolas de Bari donde hoy se levanta el Obelisco menos expuesta al alcance de las bombas enemigas 7 El sagrario y la pila bautismal se llevaron a la iglesia de San Miguel Arcangel 8 que sirvio como parroquia hasta que el 29 de julio se retiraron los pertrechos 9 Mas de 100 cajones y barriles fueron trasladados rapidamente en carretillas con el auxilio de los 300 hombres doscientos infantes y cien dragones de la Frontera 10 que componian la Expedicion Auxiliar de Chile que al mando del teniente coronel Pedro Andres del Alcazar desde el 14 de junio se encontraba en la ciudad y se alojaba en el mismo cuartel frente a las Catalinas El bombardeo Editar Canon naval de principios del Siglo XIX La noche del 15 a las 20 00 aprovechando el viento y marea favorables las canoneras fueron adelantadas a posicion de tiro en balizas interiores y entre las 21 y 22 00 horas se inicio el bombardeo que duro hasta la una de la manana del 16 11 Tras salir de servicio las canoneras el fuego fue sostenido principalmente por los dos obuses de 9 pulgadas del bergantin Belen Fueron disparados en total 34 bombas y tres canonazos a bala rasa 12 Solo respondio el fuego el unico barco disponible una lancha canonera armada con un canon de a 18 desde el 1 de junio al mando de Hipolito Bouchard hasta que salio de servicio por la rotura del eje de curena no sin haber causado importantes danos al Belen 2 El dano que experimento la ciudad no fue de consideracion en sus edificios y solo dos personas fueron heridas por las bombas 13 La reaccion Editar El escoces Juan Parish Robertson testigo presencial del bombardeo relata la reaccion de la poblacion mientras se producia el ataque Las bombas con su espoleta prendida describian hermosos arcos sobre la ciudad alumbrada todavia por los faroles La mayor parte de las familias estaban en sus tertulias y aunque esos proyectiles estallaban aqui y alli las senoras no tenian temor de subir a las azoteas con el objeto de presenciar el espectaculo Quienes han visto alguna vez como las bombas van describiendo en el aire magnificas curvas saben que este mensajero destructor por mas que caiga a un cuarto de milla de distancia siempre da la impresion de hacerlo en el punto ocupado por el observador Asi sucedio aquella noche El senor Juan Pedro Robertson se hallaba en la azotea de la casa de madame O Gorman 14 como un miembro mas de una gran tertulia que se habia congregado a contemplar la escena Las portenas se estremecian un poco al acercarse las bombas y fingian chillar cuando caian Solo uno se asusto un ingles que convencido de que iba a ser victima de una granada se arrojo desde la azotea al patio y su caida fue felizmente interrumpida por una puerta abierta mientras que la bomba cayo a solo dos cuadras de donde se encontraba Cuan distante estaria Michelena de pensar que mientras hacia fuego las portenas cantaban bailaban o se asomaban a verlo tranquilamente Robertson John Parish Letters on South America Letter XXXIII paginas 159 y 160 Pastor Obligado escribia en 1910 acerca de otra tertulia en lo de los Escalada 15 reflejando un escenario de menos tranquilidad y sangre fria El rigodon no habia llegado a su ultima figura cuando a un cataplum estrepitoso si no cayo cada dama en brazos de su pareja sin duda porque el bien parecer sobrepuso al terror si se estremecieron fuertemente todos los cristales y hasta las bujias de cera temblaron en la arana por el estruendo espantoso al que siguieron otros cuarenta Al tercer estampido no falto timorata que exclamando Jesus Maria corrio a hincarse en oracion ferviente al pie del gran cuadro de al virgen de Belen que adornaba el dormitorio de madre senora Y como los canonazos seguian refugio fue este al que acudieron agrupandose danzantes arrodilladas alrededor de la tarima de la cuja cuyas anchas cortinas recogidas dejaban ver abrigos y tapados revueltos y amontonados sobre el amplisimo lecho Cuando la mayor zozobra y tribulacion acrecia entro el negro del farolito para la retirada a aumentarla todo azorado gritando No es nada mi amita son los godos que estan desembarcando Militares y ciudadanos salieron apresuradamente al Fuerte y cuarteles inmediatos Los duenos de la casa San Martin hoy numero 195 mandaron apagar luces y trancar puertas y ventanas no fuera a filtrarse algun godo exaltado de los que habria puesto senales a la escuadrilla de la otra banda y las empiringotadas a quienes no indigesto el chocolate del baile que acabo a canonazos siguieron rezando trisagios Pater Noster y Ave Marias haciendo coro a la devota patricia que fue sin duda la que mas pronto se repuso en epoca de sobresaltos continuos Pastor Obligado El baile que acabo a canonazos articulo publicado en Caras y Caretas mayo de 1910 En el mismo articulo cita a un cronista contemporaneo En la noche del 15 de julio de 1811 los vecinos de esta capital sufrieron los estragos de un bombardeo dirigido desde el canal interior por cinco barquichuelos a ordenes del comandante Michelena arrojando cuarenta bombas y algunas balas rasas que ocasionaron desgracias y estragos consiguientes Algunos vecinos asustados por tan furibundo ataque salieron con sus familias a medio vestir o con lo puesto buscando la salvacion en los campos vecinos En las calles todo era confusion y alboroto hasta que ceso el fuego bombardeando abierta ciudad indefensa sin proceder intimacion contrario a todos los procedimientos de la guerra Pastor Obligado obra citada La opinion publica afin a la revolucion reacciono no solo con la estudiada tranquilidad retratada por Robertson sino con desprecio y furia por la decision de atacar con artilleria a una ciudad abierta 16 y desprovista de obras defensivas y las formas hacerlo sin intimacion o negociacion alguna Pero esta fue tambien la reaccion de los vecinos de opinion independiente e incluso con toda probabilidad de la mayoria de los realistas en Buenos Aires y Montevideo habida cuenta de que los posteriores ataques cambiarian en varios aspectos el proceder La Gazeta de Buenos Aires Haciendose eco de esa opinion la Gazeta organo de prensa oficial de la ciudad expresaba Buenos Aires no tiene mas muralla que nuestros pechos y para acometer hombres que no tienen parapetos que los defiendan excusadas son las bombas y las granadas el fusil y la espada son los unicos auxiliares del valor lo demas no es pelear sino hacer dano y este no es modo de castigar a los insurgentes sino bajando a tierra y batiendolos en persona los enemigos realmente poderosos asi pelean Gazeta de Buenos Aires Julio de 1811 en Carranza obra citada pagina 106 Pero la opinion general del vecindario puede verse tambien en el relato del hecho por un cronista Solamente los barbaros marinos espanoles de Montevideo pudieron cometer tal absurdo de bombardear una ciudad como esta sin intimacion antecedente sin estar sitiada con ejercito ni amurallada faltando en todo a las leyes de la guerra y con sus propios hermanos sabiendo muy bien que con bombas no se rinden plazas pues lo mas que sucede es arruinar edificios y matar uno que otro incauto por lo que merecen la execracion de los hombres de bien Esta capital en 300 anos de su descubrimiento y mas de 200 de fundacion no ha sido bombardeada por nacion alguna sin embargo que fue atacada por los ingleses en 5 de julio de 1807 no nos echaron bombas y solo estos marinos espanoles desesperados lo han hecho Beruti Juan Manuel obra citada pagina 172 Vistas del pueblo y radas de Buenos Aires en 1813 Parlamento Editar General Francisco Javier de Elio Atribuido a Miguel Parra Museo del Prado En la manana del 16 la flotilla que permanecia bajo vela en la rada interior desprendio un bote con bandera blanca que se dirigio al desembarcadero Un oficial de la guarnicion recibio el pliego cerrado dictado por Michelena el dia 15 a bordo de la nave capitana el bergantin Ligero 7 El pliego anunciaba Que con la mecha encendida y por el termino preciso de 2 horas esperaba la decision de la Junta de la que dependia la paz entre ambas ciudades o la mas terrible destruccion Si se optaba por lo primero Buenos Aires no seria embestida ni bloqueados sus puertos siempre que fueran retiradas las tropas enviadas a la Banda Oriental y que los vecinos volviesen a sus hogares quedando todo en la situacion que estaba a la llegada del Virrey Tampoco se perseguiria arrestaria ni encausaria a nadie por sus opiniones o partido que hubiese tomado en pro o en contra de la causa del trono o de la Junta de Buenos Aires pudiendo ir a esta ciudad el que lo deseara dejando a todos en pacifica posesion de sus bienes siendo entendido que en el caso posible de que la madre patria resultara dominada por el frances el Virrey se apresuraria a emplear su influjo para la union estrecha de uno y otro pueblo con el objeto de resistir sin proceder contra la Junta antes de tener una decision absoluta del gobierno espanol sobre los sucesos Y finalizaba Me hallo autorizado por el Excmo Sr Virrey para hacer las presentes proposiciones y operar segun el efecto que hagan La Junta sera responsable a Dios y a la humanidad de los danos que padezca la benemerita ciudad de Buenos Aires 17 Asi a la estrategia general de retrotraer la situacion al estado previo a la ofensiva revolucionaria Elio agregaba el ofrecimiento de una amnistia general y mutua asi como garantizar la conservacion y disponibilidad de los bienes todo lo que podia ser considerable por la Junta pero agregaba la condicion de desmovilizar a las tropas destacadas en el territorio oriental a su regreso a Buenos Aires y la libertad de circular solo en el sentido de Montevideo a Buenos Aires Lo primero dejaba en indefension a la ciudad habida cuenta del control del mar por los realistas quienes por otra contra podrian recuperarse al finalizar el bloqueo y le impediria asimismo aprovechar la tregua en su frente oriental para fortalecer su frente norte Lo segundo habiendo aun un fuerte partido espanol en Buenos Aires como se pondria de manifiesto en julio del ano siguiente con la conspiracion de Alzaga representaba un riesgo cierto y ninguna ventaja ya que Montevideo permaneceria cerrada a la propaganda e influjo de la revolucion Por otra parte si bien en lo que respecta al pronunciamiento revolucionario se respetaba el statu quo Elio se reservaba el derecho de alterarlo tanto si Espana caia por completo y de manera definitiva en manos de Napoleon Bonaparte como si Fernando VII recobraba el trono o el Consejo de Regencia condenaba formalmente el movimiento de la Junta hecho previsible habida cuenta de que ya habia de hecho tomado partido al nombrar Virrey a Elio y enviar refuerzos Cornelio Saavedra Finalmente las formas del oficio la imposibilidad de discusion alguna y el bombardeo previo sin aviso impedian cualquier consideracion de la posibilidad de aceptar la intimacion lo que aunque hubiera estado en el animo de parte del gobierno pocos meses despues en octubre se acordo un armisticio sobre bases similares hubiera sido violentamente rechazado por la poblacion Asi la respuesta de la Junta no se demoro y fue consecuentemente agresiva Afirmaba que ni el tono valenton con que insultaba el comandante de la escuadra sutil ni el amago de su ferocidad por medios solamente capaces de ejercitar su encono sobre imbeciles e impotentes seran bastantes para desviar al gobierno y pueblo de Buenos Aires de las medidas de una justa resistencia a las tentativas osadas del agresor quien seria el unico responsable ante el juicio y la censura de los imparciales que jamas aprobarian conducta semejante tan digna de la execracion de los hombres como de las naciones civilizadas para no atropellar la causa de la humanidad por razones belicas sin motivo ni objeto ulterior que pudiese justificarlas probando unicamente el genio violento del jefe imprudente que miraba con frio semblante los males a que era precipitado por el empeno en sostenerse en una autoridad que no le habian dado los pueblos 18 Y finalizaba Bajo esta inteligencia obre Ud por sus principios y en el cuadro de la desolacion con que amenaza leera Ud al fin lecciones practicas de la energia de un pueblo cuyos esfuerzos no ha sabido calcular el gobierno de quien ha recibido Ud su mision Firmaban los entonces miembros de la Junta Grande Cornelio Saavedra Domingo Matheu Atanasio Gutierrez Juan Alagon Juan Francisco Tarragona Jose Antonio Olmos de Aguilera Dr Manuel Felipe Molina Manuel Ignacio Molina Francisco de Gurruchaga Dr Juan Ignacio Gorriti Dr Jose Julian Perez Marcelino Poblet Jose Ignacio Fernandez Maradona Francisco Ortiz de Ocampo Dr Jose Simon Garcia de Cossio y el Dr Joaquin Campana secretario 19 Fin del ataque Editar Tras la respuesta negativa de la Junta Michelena de acuerdo a sus ordenes ordeno retomar las posiciones y a esos efectos hizo remolcar las bombarderas las que al anochecer del 16 estaban ya ubicadas en posicion favorable para con la ayuda de la marea aproximarse a la playa 19 Ante los aprestos que hacian suponer la reanudacion e intensificacion del bombardeo la Junta resolvio evacuar al vecindario concentrandolo en la parroquia de Monserrat en ese entonces un suburbio del sudoeste de la ciudad que abarcaba parte del barrio actual comenzando en las actuales calles Piedras y Avenida de Mayo a pocas cuadras de la Plaza Mayor En el barrio habitado principalmente por esclavos negros los vecinos pasaron la noche que transcurrio no obstante sin novedad Al amanecer del 17 el enemigo habia desaparecido del horizonte 20 En la Gazeta del 18 de julio el Dr Pedro Jose Agrelo escribia esta ciudad ha sido bombardeada por los militares espanoles refugiados en Montevideo debe disculparsenos que anunciemos que lo ha sido por orden del loco desertor del infame e indigno espanol Xavier Elio y que los despreciables ministros de este proyecto han sido los barbaros los indecentes e ignorantes marinos espanoles que ha traido a sus ordenes el cobarde Michelena de cuya sola prostitucion y abandono podia esperarse que arrostrase tan ignorante comision Consecuencias EditarArticulos principales Segundo bombardeo de Buenos Aires 1811 y Tercer bombardeo de Buenos Aires 1812 El 15 de agosto de 1811 aun en curso las negociaciones solicitadas por Elio este ordeno a Michelena un nuevo ataque para forzar la aceptacion de la intimacion del 15 de julio El 19 de agosto la escuadrilla espanola esta vez previa intimacion disparo desde balizas exteriores por cinco horas concentrando el fuego sobre los cuatro pequenos lanchones revolucionarios que salieron a defender el canal de acceso al puerto interior 21 Debido a la distancia la accion fue por completo intrascendente y motivo de burla del vecindario Jose Primo de rivera Tras la ruptura de hecho del armisticio pactado posteriormente octubre de 1811 por Elio Gaspar de Vigodet quien lo reemplazara en noviembre con el cargo de Gobernador de Montevideo instruyo al capitan de fragata Jose Primo de Rivera y Ortiz de Pinedo para reiniciar las operaciones sobre Buenos Aires El 4 de marzo de 1812 la escuadra bombardeo por cincuenta minutos el muelle asi como el queche Hiena y una canonera patriota Como en las anteriores ocasiones el entusiasmo del vecindario fue evidente y las consecuencias materiales para la ciudad atacada irrelevantes Los tres bombardeos fueron asi un rotundo fracaso El primero tuvo por objeto fundamental atemorizar a la poblacion y obligar a su gobierno a someterse a las condiciones de Elio mientras que los restantes sumaron como objetivo aniquilar las minimas fuerzas navales patriotas que aunque exiguas resultaban una molestia para los bloqueadores 22 Las fuerzas patriotas resultaron ilesas la opinion publica acrecento su patriotismo y el agresor se mostro contrario a las normas de guerra cuando minimo en el primer ataque al bombardear y sin aviso una ciudad indefensa Ante la falta de recursos de todo tipo y sin posibilidades de obtenerlos de la metropoli el 23 de marzo Vigodet se vio forzado a solicitarlos al Virrey del Peru Jose Fernando de Abascal y Sousa Marques de la Concordia Siendo evidente la falta de resultados de las campanas de bombardeo o aun por contraproducentes a los objetivos propuestos de aniquilar las fuerzas navales revolucionarias atemorizar a la poblacion y someter a su gobierno las autoridades realistas optaron por concentrar sus esfuerzos en campanas de hostigamiento y aprovisionamiento por las riberas de los rios interiores Contrariamente el gobierno de Buenos Aires se consolidaba y el 20 de mayo estaba ya en condiciones de adquirir suficiente armamento Esto y el armisticio acordado el 24 de ese mes con el enviado plenipotenciario de la corte portuguesa Juan Rademaker que estipulo el retiro efectivo de las fuerzas de ocupacion de la Banda Oriental posibilitaron el avance de las fuerzas revolucionarias y el inicio del segundo sitio de Montevideo Referencias EditarNotas Editar Es dificil hablar de un comando centralizado Bouchard comandaba la fuerza naval solo un barco unica respuesta al fuego realista El cabildo organizo la defensa de la ciudad el gobierno de las Provincias Unidas estaba en manos de la Junta Grande y algunas de las decisiones como trasladar al vecindario fueron adoptadas por esta a b c d e f g De Marco Miguel Angel 2000 Departamento de Estudios Historicos Navales ed Jose Maria de Salazar y la marina contrarrevolucionaria en el Plata Buenos Aires p 282 288 Sombula Jose Antonio Manifiesto postumo del General Elio Valencia 1823 Por Balizas Interiores se conocia al fondeadero interior del puerto abierto por el norte y cerrado por el sur el mas cercano a la costa anegadiza el Bajo tras las que se alzaban la barranca y la ciudad Al frente de balizas interiores se hallaba un gran banco de arena llamado Banco de la Ciudad de unas tres millas de ancho y tras el las llamadas Balizas Exteriores El acceso del fondeadero exterior al interior debia hacerse por canales estrechos y de escasa profundidad que rodeaban o atravesaban el banco y enlazaban los pozos existentes utilizados para fondear los buques Hija del ex virrey Joaquin del Pino y Rozas Michelena era asimismo concunado de Bernardino Rivadavia casado con Juana otra de las hijas de del Pino Tras el primer ataque y en la espera del siguiente Rivadavia fue deportado a causa de su parentesco al pueblo de Salto en la frontera con el indio con su mujer y su hijo de meses Carranza Angel Justiniano Campanas Navales de la Republica Argentina pagina 104 a b Carranza obra citada pagina 104 Sita en la actual calle Bartolome Mitre Nº 886 Beruti Juan Manuel Memorias Curiosas pagina 173 Segun Beruti 340 hombres Beruti obra citada pagina 171 Estos datos son los que refleja Carranza basados en dichos del coronel Toll a bordo del Belen Beruti en sus Memorias habla de 31 bombas y 3 canonazos a bala rasa Robertson en las suyas de 50 bombas y el Almirante Pavia en cita de Carranza de 80 bombas y 36 granadas Beruti obra citada pagina 172 Madame O Gorman era la famosa Ana Perichon La casa estaba en la Calle de La Merced N 77 hoy Reconquista entre Sarmiento y Corrientes Familia de gran prestigio social y solvencia economica reunia en sus habituales tertulias familias de la alta sociedad tambien comprometidas con la independencia pero con un perfil diferente A la casa de Antonio de Escalada futuro suegro del General Jose de San Martin adyacente a la Plaza de la Victoria concurrian los Soler Sarratea Rondeau Riglos Irigoyen Igarzabal Pueyrredon Saenz Valiente Lasala Ibarrola del Pino Castelli Tellechea Sanchez de la Quintana Azcuenaga Larrazabal Casamayor Luca Aguirre Olazabal Rubio Rezaval Necochea Oromi Barquin Balbastro etc Ciudad abierta no en el sentido estricto del derecho de guerra actual por el cual declarar una ciudad abierta implica que rendira sin combate sino en la justificacion ultima de aquel esto es evitar danos innecesarios a una poblacion que no tiene los medios o la voluntad de responder a un ataque Asi en la epoca el bombardeo de una poblacion civil sin muros y sin ser por anadidura acompanamiento util de una operacion principal de desembarco era considerado una falta a las normas de la guerra Similar reaccion genero por ejemplo y en otro orden de magnitud por la devastacion causada el bombardeo de Copenhague en septiembre de 1807 por la flota inglesa al mando de Horatio Nelson Carranza obra citada pagina 105 Carranza obra citada paginas 105 y 106 a b Carranza obra citada pagina 106 Carranza obra citada pagina 106 La indignacion popular impulso a formar rapidamente un fondo para armar la minima fuerza que recibiera el esperado regreso de Michelena No hay evidencias que la expedicion de Primo de Rivera tuviera por objeto actuar como apoyo a la conjura de Alzaga que tendria lugar recien meses despues Bibliografia Editar Carranza Angel Justiniano Campanas Navales de la Republica Argentina Volumen I y III Tomos 1 y 2 y notas Secretaria de Estado de Marina 1962 Beruti Juan Manuel Memorias Curiosas Buenos Aires Emece 2001 ISBN 950 04 2208 5 Robertson John Parish Letters on South America Londres John Murray Albemarle Street 1843 Balmaceda Daniel Brunet Constanza Ruano Virginia Espadas y corazones Pequenas Delicias de Heroes y villanos de la historia Argentina Marea Editorial 2004 ISBN 987 21109 7 2 9789872110970Enlaces externos Editar Articulos acerca de historia naval Histarmar Sitio Oficial de la Armada Argentina Datos Q6085893Obtenido de https es wikipedia org w index php title Primer bombardeo de Buenos Aires amp oldid 130585164, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

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