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Segundo bombardeo de Buenos Aires

El segundo bombardeo de Buenos Aires fue dispuesto por el gobierno realista de Montevideo y efectuado por una escuadra sutil comandada por el capitán de navío Juan Ángel de Michelena el 19 de agosto de 1811.

Segundo bombardeo de Buenos Aires
Guerra de Independencia de la Argentina

Pueblo y rada de Buenos Aires
Fecha 19 de agosto de 1811
Lugar Buenos Aires, Argentina
34°36′13″S 58°22′54″O / -34.60361, -58.38167
Coordenadas 34°36′13″S 58°22′54″O / -34.60361111, -58.38166667
Resultado Victoria de las Provincias Unidas del Río de la Plata
Beligerantes
Comandantes
Fuerzas en combate
4 cañoneras. 2 Bergantínes, 1 Sumaca
2 Balandras bombarderas
2 Faluchos, 1 Lancha.
Bajas
3 heridos Sin datos

Tuvo por objeto forzar a la Junta revolucionaria, que gobernaba el proceso iniciado el 25 de mayo de 1810 en aquella ciudad, al retiro de sus tropas de la Banda Oriental y a restar todo apoyo a las milicias rebeldes de la campaña, hasta que el Consejo de Regencia se pronunciara respecto a la cuestión de fondo, la representación de los intereses de Fernando VII en el Río de la Plata.

Estas condiciones habían sido propuestas y rechazadas en julio de ese año tras el bombardeo de la ciudad.

El ataque fue efectuado aun cuando en ese momento se efectuaban negociaciones en Montevideo a requerimiento del mismo Elío.

Antecedentes

 

Desde el 25 de mayo de 1810, en que un movimiento revolucionario depuso al virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros y formó gobierno en Buenos Aires, la Primera Junta, Montevideo, que dependía formalmente de aquella ciudad, resolvió no adherirse al pronunciamiento y reconocer en cambio al Consejo de Regencia de España e Indias establecido en Cádiz.

Tras el Grito de Asencio, se sublevó la campaña de la Banda Oriental y la ciudad de Montevideo fue sitiada por tierra por las milicias comandadas por José Gervasio Artigas y las tropas de Buenos Aires, al mando de José Rondeau.

No obstante el bloqueo era incompleto, por cuanto que la escuadra realista mantenía el control del Río de la Plata y los ríos Uruguay y Paraná. La primera escuadrilla patriota fue destruida el 2 de marzo de 1811 por la de Montevideo, al mando de Jacinto de Romarate, mientras cumplía su primera misión en el combate naval de San Nicolás.

Así, Montevideo estuvo en condiciones de impedir la caída de la plaza y bloquear a su vez por mar al puerto de Buenos Aires, mientras efectuaba incursiones en los ríos interiores para hostigar a las poblaciones ribereñas, crear o acentuar disensiones y asegurar el abastecimiento mínimo de la ciudad.

Francisco Javier Elío, al regresar de España convertido en Virrey, persiguió la estrategia de retrotraer la situación en el Plata a la existente a mediados de 1810: Buenos Aires se retiraría de la Banda Oriental y negaría todo apoyo a los insurgentes; a cambio Montevideo levantaría su bloqueo naval, a la espera de la resolución del Consejo de Regencia.

El primer bombardeo

 
Puerto de Buenos Aires.

En julio de 1811 envió una fuerza naval de cinco naves ligeras, dos bombarderas y una lancha al mando del capitán de fragata Juan Ángel Michelena con órdenes de bombardear la ciudad sin previo aviso y tras hacerlo, "presentar el convenio, no para discutir, sino para aceptar".[1]

El 15 de julio Michelena se presentó en balizas exteriores[2]​ del puerto de Buenos Aires y tras tomar posiciones en balizas interiores, entre las 21 y 22:00 horas se inició el bombardeo que duró hasta la una de la mañana del 16,[3]​ sostenido principalmente por el bergantín Belén.

Solo respondió el fuego el único barco disponible, una lancha cañonera armada con un cañón de a 18, desde el 1° de junio al mando de Hipólito Bouchard, hasta que salió de servicio por la rotura del eje de cureña. El daño que experimentó la ciudad no fue de consideración en sus edificios y sólo dos personas fueron heridas por las bombas.[4]

En la mañana del 16 Michelena envió la intimación: retiro de tropas y levantamiento de los bloqueos, amnistía, libre posesión y disponibilidad de bienes, libre circulación de Montevideo a Buenos Aires (no a la inversa), tras su regreso disponer la desmovilización de las tropas destacadas en la Banda Oriental, statu quo que se mantendría hasta que cayera España, fuera restaurado Fernando VII o se pronunciara formalmente el Consejo de Regencia.

 
Cornelio Saavedra.

Las formas del oficio, la imposibilidad de plantear discusión alguna a sus términos y el bombardeo sin aviso previo impedían aceptar la intimación, lo que aunque hubiera estado en el ánimo de parte del gobierno (pocos meses después, en octubre, se acordó un armisticio sobre bases similares), hubiera sido violentamente rechazado por la población, la que no sólo no había sido intimidada sino que había reaccionado con desprecio y furia por la decisión de atacar con artillería a una ciudad abierta,[5]​ desprovista de obras defensivas y sin intimación o negociación alguna.

Tras la respuesta negativa de la Junta, Michelena de acuerdo a sus órdenes ordenó retomar las posiciones, lo que se verificó para el anochecer del 16. No obstante aprovechando la noche, contra lo que especificaban sus órdenes, la flota realista se retiró a su base en la Isla Martín García.

Segundo bombardeo de Buenos Aires

Mientras la indignación popular impulsó a formar rápidamente un fondo para armar la mínima fuerza que recibiera el esperado regreso de Michelena, Elío invitó inmediatamente a la Junta a entablar negociaciones en territorio neutral, para lo que se proponía utilizar un navío británico frente a Montevideo, lo que fue aceptado por el gobierno revolucionario y el 12 de agosto se envió a Montevideo una misión diplomática compuesta por el Deán Gregorio Funes, el Dr.José Julián Pérez y el Dr. Juan José Paso. No obstante ese mismo día se presentó en balizas la escuadra de Michelena para nuevamente bombardear la ciudad, lo que suspendió a instancias del comandante británico y en razón de las tratativas iniciadas.[6]

El 15 de agosto, aún en curso las negociaciones Elío envío a Michelena un oficio ordenándole que "continúe operando hostilmente sobre Buenos Aires, advirtiéndolo antes a la Junta por medio de un parlamento, sin que deba suspenderlas porque se halla pendiente la comisión de sus diputados, a menos que no se conforme con las proposiciones de la intimación que hice en 15 del próximo pasado [15 de julio]".

El día 18 Michelena recibió sus órdenes, las que transmitió por parlamento directamente a la Junta. Esta, desde su sede en la Real Fortaleza, respondió que estando pendientes aún las negociaciones, la exigencia de aceptar las condiciones del 15 de julio era no solo indigna sino injusta e irracional y no dejaba otra opción que ratificar la respuesta dada el 16 de aquel mes.

En la madrugada del 19 de agosto, a las 00:45, la escuadrilla española inició una lenta aproximación. A las 7 de la mañana se ubicó en línea de combate pero con tan exagerada prudencia que recién seis horas después inició un fuego sostenido, siempre sin traspasar el banco frente a balizas, por lo que dada la distancia era por completo inútil.

Desde los cuatro pequeños lanchones que al mando de Bouchard[7]​ protegían las balizas exteriores "como por burla y menosprecio...se les contestó a los tiros suyos con tiros de pistolas.".[8]

Finalmente, los lanchones abrieron fuego con su único cañón y respondieron esporádicamente para conservar munición y demostrar capacidad de fuego. El único avance realista fue el de uno de los faluchos que apoyado por una cañonera se desprendió de la línea, se aproximó algo y luego de intercambiar disparos retorno a su posición inicial. A las 17:30 los realistas se retiraron río adentro. Los únicos heridos entre los patriotas fueron tres hombres y a causa de un cañón que mal ajustado los hirió en su retroceso.[8]

El cronista afirmaba:

"Todas esta horas que hubo de tiroteo fue diversión para el vecindario, que lo más de él estuvieron sobre la barranca pasando el tiempo en reírse de los enemigos, que tan sólo de lejos hacían ruido y no se aproximaban de temor, sin poner en ejecución el bombardeo amenazado"
Beruti, Juan Manuel, Memorias Curiosas.

Otro testigo, el escocés Juan Parish Robertson, relataba:

"las negras lavanderas de la playa se burlaban a gritos, golpeándose la boca con las manos y haciendo toda clase de ademanes, tan extravagantes como ridículos".
Robertson, John Parish, Letters on South America, Letter XXXIII, página 160.

En la Gazeta, el Dr. Pedro José Agrelo escribía:

"Aún se hallaba a la una del día a una distancia considerable fuera del tiro de nuestros buques, y ya principió un cañoneo desesperado contra el río, donde inmensidad de gentes estaban siendo espectadores de su ridículo combate. Nuestros marineros en los palos les contestaban con tiros de pistola con pólvora, acompañando una griteria que cubría de vergüenza a cuantos españoles sensatos presenciaban aquella escena, la más humillante que habrá tenido la marina española en todas las repetidas veces, que su cobardía le ha acarreado la pifia hasta de las mujeres.[9]​ El bergantín Belén y demás buques grandes, donde probablemente vendrían los delicados oficiales de marina, se colocaron a una distancia en que no pudiesen alcanzarles nuestros fuegos, pero ni ofender ellos a nuestros buques. Sólo un falucho y una cañonera se aproximaron algo más, como para explorar el calibre de nuestra artillería, y si podría la suya ofender sin que les alcanzasen. Mas luego que recibieron uno o dos balazos, por lo que se observó, se retiraron a acompañar y seguir el fuego de la capitana contra los surubíes y pejerreyes del río."

Y cerraba con similar ironía: "Es una verdad innegable que el fuego fue incesante y sostenido por cinco horas consecutivas contra estos pacíficos animales".

Consecuencias

 
José Primo de Rivera.

Tras quebrarse de hecho el armisticio pactado en octubre de 1811 por Elío, su reemplazante Gaspar de Vigodet (quien se había hecho cargo del poder en noviembre con el cargo de Gobernador de Montevideo) dio órdenes al capitán de fragata José Primo de Rivera y Ortiz de Pinedo para reiniciar las hostilidades sobre Buenos Aires.

El 4 de marzo de 1812 la escuadra bombardeó por cincuenta minutos el muelle así como el queche Hiena y una cañonera patriota. Como en las anteriores ocasiones el entusiasmo del vecindario fue evidente y las consecuencias materiales para la ciudad atacada irrelevantes.

Sería el último. Los bombardeos se habían revelado en todo aspecto como un auténtico fracaso. Tanto el primero, destinado a atemorizar a la población para que forzara a su gobierno a someterse a las condiciones de Elío, como los restantes que se focalizaban también en aniquilar las escasas fuerzas navales patriotas que aunque exiguas resultaban una molestia para la escuadra bloqueadora[10]​ no lograron sus objetivos e incluso fueron contraproducentes: los daños fueron mínimos, se fortaleció el patriotismo de los ciudadanos y los realistas se mostraron faltando a las normas de guerra cuando menos en el primer ataque, al bombardear sin aviso una ciudad indefensa.

Careciendo de recursos y sin posibilidades de requerirlos con suceso a la metrópoli invadida, Vigodet debió solicitarlos en marzo al Virrey del Perú, José Fernando de Abascal y Sousa. Las autoridades realistas optaron entonces por concentrar sus esfuerzos en incursiones de hostigamiento y aprovisionamiento recorriendo las riberas de los ríos interiores.

Por el contrario, el gobierno de Buenos Aires se consolidó lo suficiente para que ya el 20 de mayo estuviera en condiciones de adquirir suficiente armamento para, aprovechando el armisticio acordado el 24 de ese mes con el enviado plenipotenciario de la corte portuguesa Juan Rademaker que estipuló el retiro efectivo de las fuerzas de ocupación de la Banda Oriental, reiniciar el avance de las fuerzas revolucionarias y emprender el segundo sitio de Montevideo.

Referencias

  1. Sómbula, José Antonio, Manifiesto póstumo del General Elío, Valencia, 1823.
  2. Por "Balizas Interiores" se conocía al fondeadero interior del puerto, abierto por el norte y cerrado por el sur, el más cercano a la costa anegadiza ("el Bajo") tras las que se alzaban la barranca y la ciudad. Al frente de balizas interiores se hallaba un gran banco de arena, llamado "Banco de la Ciudad", de unas tres millas de ancho y tras él las llamadas "Balizas Exteriores". El acceso del fondeadero exterior al interior debía hacerse por estrechos y bajos canales que rodeaban o atravesaban el banco y enlazaban los "pozos" existentes, utilizados para fondear los buques.
  3. Beruti, Juan Manuel, Memorias Curiosas, página 171.
  4. Beruti, obra citada, página 172
  5. Ciudad abierta, no en el sentido estricto del derecho de guerra actual, por el cual declarar una ciudad abierta implica que rendirá sin combate, sino en la justificación última de aquél, esto es evitar daños innecesarios a una población que no tiene los medios o la voluntad de responder a un ataque. Así, en la época, el bombardeo de una población civil sin muros y sin ser por añadidura acompañamiento útil de una operación principal de desembarco era considerado una falta a las normas de la guerra. Similar reacción generó, por ejemplo y en otro orden de magnitud por la devastación causada, el bombardeo de Copenhague en septiembre de 1807 por la flota inglesa al mando de Horatio Nelson.
  6. Beruti, obra citada, página 173.
  7. El comandante Taylor, jefe de la fuerza del río, se encontraba ausente.
  8. Beruti, obra citada, página 174.
  9. Más allá de la evidente parcialidad y saña del cronista, en general, la opinión acerca del valor y eficacia de la oficialidad naval española con actuación en el Río de la Plata era sumamente negativa y se correspondía (y correspondería en los años por venir) en buena medida con los hechos. Hubo una clara y significativa excepción: Jacinto de Romarate, vencedor de San Nicolás y que se convertiría en el mayor y más respetado contrincante del futuro comandante de la escuadra argentina, Guillermo Brown, quien lo vencería finalmente en el Combate de Martín García.
  10. No hay evidencias que la expedición de Primo de Rivera tuviera por objeto actuar como apoyo a la conjura de Álzaga, que tendría lugar recién meses después.

Bibliografía

  • Carranza, Ángel Justiniano, Campañas Navales de la República Argentina, Volumen I y III- (Tomos 1 y 2 y notas), Secretaria de Estado de Marina, 1962.
  • Beruti, Juan Manuel, Memorias Curiosas, Buenos Aires, Emecé, 2001, ISBN 950-04-2208-5.
  • Robertson, John Parish, Letters on South America, Londres, John Murray-Albemarle Street, 1843.
  • Balmaceda, Daniel, Brunet, Constanza, Ruano, Virginia, Espadas y corazones: Pequeñas Delicias de Héroes y villanos de la historia Argentina, Marea Editorial, 2004, ISBN 987-21109-7-2, 9789872110970

Enlaces externos

  • Artículos acerca de historia naval (Histarmar)
  • Sitio Oficial de la Armada Argentina.
  •   Datos: Q6123879

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El segundo bombardeo de Buenos Aires fue dispuesto por el gobierno realista de Montevideo y efectuado por una escuadra sutil comandada por el capitan de navio Juan Angel de Michelena el 19 de agosto de 1811 Segundo bombardeo de Buenos AiresGuerra de Independencia de la ArgentinaPueblo y rada de Buenos AiresFecha19 de agosto de 1811LugarBuenos Aires Argentina34 36 13 S 58 22 54 O 34 60361 58 38167Coordenadas34 36 13 S 58 22 54 O 34 60361111 58 38166667ResultadoVictoria de las Provincias Unidas del Rio de la PlataBeligerantesProvincias Unidas del Rio de la Plata EspanaComandantesHipolito Bouchard Juan Angel MichelenaFuerzas en combate4 canoneras 2 Bergantines 1 Sumaca2 Balandras bombarderas2 Faluchos 1 Lancha Bajas3 heridos Sin datos editar datos en Wikidata Tuvo por objeto forzar a la Junta revolucionaria que gobernaba el proceso iniciado el 25 de mayo de 1810 en aquella ciudad al retiro de sus tropas de la Banda Oriental y a restar todo apoyo a las milicias rebeldes de la campana hasta que el Consejo de Regencia se pronunciara respecto a la cuestion de fondo la representacion de los intereses de Fernando VII en el Rio de la Plata Estas condiciones habian sido propuestas y rechazadas en julio de ese ano tras el bombardeo de la ciudad El ataque fue efectuado aun cuando en ese momento se efectuaban negociaciones en Montevideo a requerimiento del mismo Elio Indice 1 Antecedentes 2 El primer bombardeo 3 Segundo bombardeo de Buenos Aires 4 Consecuencias 5 Referencias 5 1 Bibliografia 5 2 Enlaces externosAntecedentes EditarArticulos principales Revolucion de Mayo Revolucion Oriental Expediciones Libertadoras a la Banda Orientaly Primer bloqueo de Buenos Aires Desde el 25 de mayo de 1810 en que un movimiento revolucionario depuso al virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros y formo gobierno en Buenos Aires la Primera Junta Montevideo que dependia formalmente de aquella ciudad resolvio no adherirse al pronunciamiento y reconocer en cambio al Consejo de Regencia de Espana e Indias establecido en Cadiz Tras el Grito de Asencio se sublevo la campana de la Banda Oriental y la ciudad de Montevideo fue sitiada por tierra por las milicias comandadas por Jose Gervasio Artigas y las tropas de Buenos Aires al mando de Jose Rondeau No obstante el bloqueo era incompleto por cuanto que la escuadra realista mantenia el control del Rio de la Plata y los rios Uruguay y Parana La primera escuadrilla patriota fue destruida el 2 de marzo de 1811 por la de Montevideo al mando de Jacinto de Romarate mientras cumplia su primera mision en el combate naval de San Nicolas Asi Montevideo estuvo en condiciones de impedir la caida de la plaza y bloquear a su vez por mar al puerto de Buenos Aires mientras efectuaba incursiones en los rios interiores para hostigar a las poblaciones riberenas crear o acentuar disensiones y asegurar el abastecimiento minimo de la ciudad Francisco Javier Elio al regresar de Espana convertido en Virrey persiguio la estrategia de retrotraer la situacion en el Plata a la existente a mediados de 1810 Buenos Aires se retiraria de la Banda Oriental y negaria todo apoyo a los insurgentes a cambio Montevideo levantaria su bloqueo naval a la espera de la resolucion del Consejo de Regencia El primer bombardeo EditarArticulo principal Primer Bombardeo de Buenos Aires 1811 Puerto de Buenos Aires En julio de 1811 envio una fuerza naval de cinco naves ligeras dos bombarderas y una lancha al mando del capitan de fragata Juan Angel Michelena con ordenes de bombardear la ciudad sin previo aviso y tras hacerlo presentar el convenio no para discutir sino para aceptar 1 El 15 de julio Michelena se presento en balizas exteriores 2 del puerto de Buenos Aires y tras tomar posiciones en balizas interiores entre las 21 y 22 00 horas se inicio el bombardeo que duro hasta la una de la manana del 16 3 sostenido principalmente por el bergantin Belen Solo respondio el fuego el unico barco disponible una lancha canonera armada con un canon de a 18 desde el 1 de junio al mando de Hipolito Bouchard hasta que salio de servicio por la rotura del eje de curena El dano que experimento la ciudad no fue de consideracion en sus edificios y solo dos personas fueron heridas por las bombas 4 En la manana del 16 Michelena envio la intimacion retiro de tropas y levantamiento de los bloqueos amnistia libre posesion y disponibilidad de bienes libre circulacion de Montevideo a Buenos Aires no a la inversa tras su regreso disponer la desmovilizacion de las tropas destacadas en la Banda Oriental statu quo que se mantendria hasta que cayera Espana fuera restaurado Fernando VII o se pronunciara formalmente el Consejo de Regencia Cornelio Saavedra Las formas del oficio la imposibilidad de plantear discusion alguna a sus terminos y el bombardeo sin aviso previo impedian aceptar la intimacion lo que aunque hubiera estado en el animo de parte del gobierno pocos meses despues en octubre se acordo un armisticio sobre bases similares hubiera sido violentamente rechazado por la poblacion la que no solo no habia sido intimidada sino que habia reaccionado con desprecio y furia por la decision de atacar con artilleria a una ciudad abierta 5 desprovista de obras defensivas y sin intimacion o negociacion alguna Tras la respuesta negativa de la Junta Michelena de acuerdo a sus ordenes ordeno retomar las posiciones lo que se verifico para el anochecer del 16 No obstante aprovechando la noche contra lo que especificaban sus ordenes la flota realista se retiro a su base en la Isla Martin Garcia Segundo bombardeo de Buenos Aires EditarMientras la indignacion popular impulso a formar rapidamente un fondo para armar la minima fuerza que recibiera el esperado regreso de Michelena Elio invito inmediatamente a la Junta a entablar negociaciones en territorio neutral para lo que se proponia utilizar un navio britanico frente a Montevideo lo que fue aceptado por el gobierno revolucionario y el 12 de agosto se envio a Montevideo una mision diplomatica compuesta por el Dean Gregorio Funes el Dr Jose Julian Perez y el Dr Juan Jose Paso No obstante ese mismo dia se presento en balizas la escuadra de Michelena para nuevamente bombardear la ciudad lo que suspendio a instancias del comandante britanico y en razon de las tratativas iniciadas 6 El 15 de agosto aun en curso las negociaciones Elio envio a Michelena un oficio ordenandole que continue operando hostilmente sobre Buenos Aires advirtiendolo antes a la Junta por medio de un parlamento sin que deba suspenderlas porque se halla pendiente la comision de sus diputados a menos que no se conforme con las proposiciones de la intimacion que hice en 15 del proximo pasado 15 de julio El dia 18 Michelena recibio sus ordenes las que transmitio por parlamento directamente a la Junta Esta desde su sede en la Real Fortaleza respondio que estando pendientes aun las negociaciones la exigencia de aceptar las condiciones del 15 de julio era no solo indigna sino injusta e irracional y no dejaba otra opcion que ratificar la respuesta dada el 16 de aquel mes En la madrugada del 19 de agosto a las 00 45 la escuadrilla espanola inicio una lenta aproximacion A las 7 de la manana se ubico en linea de combate pero con tan exagerada prudencia que recien seis horas despues inicio un fuego sostenido siempre sin traspasar el banco frente a balizas por lo que dada la distancia era por completo inutil Desde los cuatro pequenos lanchones que al mando de Bouchard 7 protegian las balizas exteriores como por burla y menosprecio se les contesto a los tiros suyos con tiros de pistolas 8 Finalmente los lanchones abrieron fuego con su unico canon y respondieron esporadicamente para conservar municion y demostrar capacidad de fuego El unico avance realista fue el de uno de los faluchos que apoyado por una canonera se desprendio de la linea se aproximo algo y luego de intercambiar disparos retorno a su posicion inicial A las 17 30 los realistas se retiraron rio adentro Los unicos heridos entre los patriotas fueron tres hombres y a causa de un canon que mal ajustado los hirio en su retroceso 8 El cronista afirmaba Todas esta horas que hubo de tiroteo fue diversion para el vecindario que lo mas de el estuvieron sobre la barranca pasando el tiempo en reirse de los enemigos que tan solo de lejos hacian ruido y no se aproximaban de temor sin poner en ejecucion el bombardeo amenazado Beruti Juan Manuel Memorias Curiosas General Francisco Javier de Elio Atribuido a Miguel Parra Museo del Prado Otro testigo el escoces Juan Parish Robertson relataba las negras lavanderas de la playa se burlaban a gritos golpeandose la boca con las manos y haciendo toda clase de ademanes tan extravagantes como ridiculos Robertson John Parish Letters on South America Letter XXXIII pagina 160 En la Gazeta el Dr Pedro Jose Agrelo escribia Aun se hallaba a la una del dia a una distancia considerable fuera del tiro de nuestros buques y ya principio un canoneo desesperado contra el rio donde inmensidad de gentes estaban siendo espectadores de su ridiculo combate Nuestros marineros en los palos les contestaban con tiros de pistola con polvora acompanando una griteria que cubria de verguenza a cuantos espanoles sensatos presenciaban aquella escena la mas humillante que habra tenido la marina espanola en todas las repetidas veces que su cobardia le ha acarreado la pifia hasta de las mujeres 9 El bergantinBeleny demas buques grandes donde probablemente vendrian los delicados oficiales de marina se colocaron a una distancia en que no pudiesen alcanzarles nuestros fuegos pero ni ofender ellos a nuestros buques Solo un falucho y una canonera se aproximaron algo mas como para explorar el calibre de nuestra artilleria y si podria la suya ofender sin que les alcanzasen Mas luego que recibieron uno o dos balazos por lo que se observo se retiraron a acompanar y seguir el fuego de la capitana contra los surubies y pejerreyes del rio Y cerraba con similar ironia Es una verdad innegable que el fuego fue incesante y sostenido por cinco horas consecutivas contra estos pacificos animales Consecuencias EditarArticulo principal Tercer bombardeo de Buenos Aires 1812 Jose Primo de Rivera Tras quebrarse de hecho el armisticio pactado en octubre de 1811 por Elio su reemplazante Gaspar de Vigodet quien se habia hecho cargo del poder en noviembre con el cargo de Gobernador de Montevideo dio ordenes al capitan de fragata Jose Primo de Rivera y Ortiz de Pinedo para reiniciar las hostilidades sobre Buenos Aires El 4 de marzo de 1812 la escuadra bombardeo por cincuenta minutos el muelle asi como el queche Hiena y una canonera patriota Como en las anteriores ocasiones el entusiasmo del vecindario fue evidente y las consecuencias materiales para la ciudad atacada irrelevantes Seria el ultimo Los bombardeos se habian revelado en todo aspecto como un autentico fracaso Tanto el primero destinado a atemorizar a la poblacion para que forzara a su gobierno a someterse a las condiciones de Elio como los restantes que se focalizaban tambien en aniquilar las escasas fuerzas navales patriotas que aunque exiguas resultaban una molestia para la escuadra bloqueadora 10 no lograron sus objetivos e incluso fueron contraproducentes los danos fueron minimos se fortalecio el patriotismo de los ciudadanos y los realistas se mostraron faltando a las normas de guerra cuando menos en el primer ataque al bombardear sin aviso una ciudad indefensa Careciendo de recursos y sin posibilidades de requerirlos con suceso a la metropoli invadida Vigodet debio solicitarlos en marzo al Virrey del Peru Jose Fernando de Abascal y Sousa Las autoridades realistas optaron entonces por concentrar sus esfuerzos en incursiones de hostigamiento y aprovisionamiento recorriendo las riberas de los rios interiores Por el contrario el gobierno de Buenos Aires se consolido lo suficiente para que ya el 20 de mayo estuviera en condiciones de adquirir suficiente armamento para aprovechando el armisticio acordado el 24 de ese mes con el enviado plenipotenciario de la corte portuguesa Juan Rademaker que estipulo el retiro efectivo de las fuerzas de ocupacion de la Banda Oriental reiniciar el avance de las fuerzas revolucionarias y emprender el segundo sitio de Montevideo Referencias Editar Sombula Jose Antonio Manifiesto postumo del General Elio Valencia 1823 Por Balizas Interiores se conocia al fondeadero interior del puerto abierto por el norte y cerrado por el sur el mas cercano a la costa anegadiza el Bajo tras las que se alzaban la barranca y la ciudad Al frente de balizas interiores se hallaba un gran banco de arena llamado Banco de la Ciudad de unas tres millas de ancho y tras el las llamadas Balizas Exteriores El acceso del fondeadero exterior al interior debia hacerse por estrechos y bajos canales que rodeaban o atravesaban el banco y enlazaban los pozos existentes utilizados para fondear los buques Beruti Juan Manuel Memorias Curiosas pagina 171 Beruti obra citada pagina 172 Ciudad abierta no en el sentido estricto del derecho de guerra actual por el cual declarar una ciudad abierta implica que rendira sin combate sino en la justificacion ultima de aquel esto es evitar danos innecesarios a una poblacion que no tiene los medios o la voluntad de responder a un ataque Asi en la epoca el bombardeo de una poblacion civil sin muros y sin ser por anadidura acompanamiento util de una operacion principal de desembarco era considerado una falta a las normas de la guerra Similar reaccion genero por ejemplo y en otro orden de magnitud por la devastacion causada el bombardeo de Copenhague en septiembre de 1807 por la flota inglesa al mando de Horatio Nelson Beruti obra citada pagina 173 El comandante Taylor jefe de la fuerza del rio se encontraba ausente a b Beruti obra citada pagina 174 Mas alla de la evidente parcialidad y sana del cronista en general la opinion acerca del valor y eficacia de la oficialidad naval espanola con actuacion en el Rio de la Plata era sumamente negativa y se correspondia y corresponderia en los anos por venir en buena medida con los hechos Hubo una clara y significativa excepcion Jacinto de Romarate vencedor de San Nicolas y que se convertiria en el mayor y mas respetado contrincante del futuro comandante de la escuadra argentina Guillermo Brown quien lo venceria finalmente en el Combate de Martin Garcia No hay evidencias que la expedicion de Primo de Rivera tuviera por objeto actuar como apoyo a la conjura de Alzaga que tendria lugar recien meses despues Bibliografia Editar Carranza Angel Justiniano Campanas Navales de la Republica Argentina Volumen I y III Tomos 1 y 2 y notas Secretaria de Estado de Marina 1962 Beruti Juan Manuel Memorias Curiosas Buenos Aires Emece 2001 ISBN 950 04 2208 5 Robertson John Parish Letters on South America Londres John Murray Albemarle Street 1843 Balmaceda Daniel Brunet Constanza Ruano Virginia Espadas y corazones Pequenas Delicias de Heroes y villanos de la historia Argentina Marea Editorial 2004 ISBN 987 21109 7 2 9789872110970Enlaces externos Editar Articulos acerca de historia naval Histarmar Sitio Oficial de la Armada Argentina Datos Q6123879 Obtenido de https es wikipedia org w index php title Segundo bombardeo de Buenos Aires amp oldid 130585242, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

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