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Historia de la pintura en Perú

La historia de la pintura en el Perú se remonta a la época prehispánica, en donde se empleaban herramientas sencillas y tintes de origen natural. En esa época, la pintura se limitaba a la decoración de objetos ornamentales y utilitarios hechos de cerámica. Con la llegada de los conquistadores españoles, la pintura pasa a ser principalmente una expresión de la religiosidad católica.

Durante la época republicana, la pintura peruana pasa por cuatro grandes periodos o estilos: el costumbrismo, la pintura académica, el indigenismo y la pintura contemporánea o modernista.[1]

Época prehispánica

 
Friso restaurado de la Huaca de la Luna.

La pintura peruana tiene su origen más remoto en el arte rupestre, destacando Toquepala y Lauricocha, cuya antigüedad se fechaba en unos 10 000 años.

 
Cerámica de la Cultura Nazca.

En las civilizaciones andinas, el poblador peruano plasmó su arte principalmente en la cerámica, distinguiéndose en ello las culturas nazca, mochica, chimú, tiahuanaco y wari. Sin embargo, el Imperio incaico, se limitó a copiar los queros tiahuanaco. En la cultura mochica, los artistas creaban altorrelieves en los murales de los templos, como el friso ubicado en las Huacas del Sol y de la Luna , a 5 km de la ciudad de Trujillo.

Pintura durante el Virreinato

Las primeras expresiones (1532-1620)

La pintura, como representación artística sobre lienzo o fresco, se inició durante la época virreinal. Ya en 1533, mientras el capitán español Diego de Mora retrataba al inca Atahualpa prisionero en Cajamarca, empezaban a circular por el vasto territorio andino lienzos, tablas e imágenes con representaciones de la nueva religión.

La pintura colonial, tuvo tres grandes influencias: la italiana, muy intensa durante el siglo XVI y principios del XVII, que después se diluyó para recuperar su hegemonía a fines del siglo XVIII con la introducción del neoclasicismo; la influencia flamenca, que se dio desde el principio y su importancia fue creciendo hasta ser muy fuerte en el siglo XVII, pero, sobre todo fue constante por medio de los grabados; y la española que se manifestó con mayor fuerza durante el período barroco de los siglos XVII y XVIII, especialmente a través de la Escuela Sevillana. Más adelante y luego de que indígenas y mestizos al que hacer artístico se inició el barroco americano, con la introducción y recuperación de nuevos factores en el panorama artístico. La incorporación de lo indígena no derivó sólo en un estilo, sino que supuso un concepto distinto del universo y de su expresión, con validez genuina, manifestándose en un arte distinto y propio.

Los artistas indígenas interpretaron los temas religiosos y estilos de los trabajos del arte occidental dados por los curas católicos. Las pinturas coloniales muestran temas de santos y figuras religiosas combinadas con elementos indígenas, tales como vestidos andinos o expresiones faciales andinas.

Etapa barroca

A finales del siglo XVI la pintura manierista cede el paso hacia un mayor naturalismo en las obras de arte dando a un nuevo estilo conocido como Barroco. En Italia el mayor exponente del barroco es la Escuela boloñesa caracterizada por tener grandes luces, utilizar temas mitológicos. Exponentes: Carracci, Tiepolo. Por otro lado, en España el Barroco está más ligado al estilo tenebrista y utilizó el claroscuro para modelar la forma y respetando la escala. No embellece la forma ni en lo formal ni en lo temático. Su mayor antecedente lo encontramos incluso antes de Zurbarán, con El Greco (pre-barroco siglo XVI)

Podemos distinguir dos etapas del Estilo Barroco, la primera llamada de la plenitud del realismo, tuvo entre sus mayores exponentes en España a Velázquez, Zurbarán y José de Ribera llamado el españoleto. De este último se presume la autoría de los lienzos en el Convento de los Descalzos San Lorenzo y la Lapidación de San Esteban.

La segunda etapa llamada del desarrollo pleno del Barroco, se ubica en el último tercio del siglo XVII en España. Se caracteriza por ser una pintura de características mayormente italianas, innova en las composiciones, dándole un mayor dinamismo con ayuda de las perspectivas arquitectónicas (abre puertas y pasadizos). Entre sus mayores exponentes en españoles distinguimos a Valdés Leal y Murillo.

Son obra del primero la serie de la vida de San Ignacio de Loyola ubicado en los lunetos de la nave del evangelio de la Iglesia de San Pedro de Lima mientras que al segundo se le atribuye el San José con el niño del Convento de los Descalzos de Lima. Asimismo, destaca la obra de Bartolomé Román, quien pintó la Serie de Arcángeles de San Pedro de Lima.

Escuela de Zurbarán en Lima

Zurbarán es la figura más influyente en el Barroco hispanoamericano y Lima es la ciudad con mayor número de obras relacionadas con su taller. Se pueden hablar hasta de seis series enviadas a Lima pero de ellas, cuatro son las que han sido mayor objeto de estudio:

  • Serie del Apostolado de San Francisco el Grande (1638-1640)
    Esta serie fue inventariada en 1758 por el padre Marimón (1758) y esta directamente vinculada con Zurbarán pues se considera que era él quien daba el toque final a los lienzos. En 1940, llega a Lima el marqués de Lozoya, quien certifica la autenticidad de los cuadros y da fe de ello en su libro Arte en Hispanoamérica. La serie compuesta por trece cuadros podemos observar a los doce apóstoles quienes llevan un atributo que los identifica, correspondiendo el último lienzo de la serie a Cristo Redentor.
  • Serie de Santos Fundadores de Órdenes
    Esta serie sale de Cádiz en 1752 rumbo a Lima. Según el marqués de Lozoya, fue un obsequio de Gertrudis de Vargas al padre Francisco Laguna, prior del Convento de la Buena Muerte. Originalmente estaba compuesta por 30 lienzos de los cuales hoy tan solo podemos apreciar trece. Según el historiador Paul Guinard, sólo San Bernardo es del pincel de Zurbarán, mientras que según el historiador Antonio Gaya Nuño, Zurbarán es responsable únicamente de los rostros y de las manos, el resto es obra del taller. Se encuentra en el convento de la Buena Muerte.
  • Serie de Arcángeles del Monasterio de La Concepción
    La serie de los Siete Arcángeles de la Concepción se atribuye a Bernabé de Ayala, discípulo de Zurbarán, y están inspirados en grabados flamencos, principalmente en los de Pieter de Jode I. Si bien esta serie no es reconocida en los catálogos de Soria y Gudiol, las semejanzas con otras series del taller del maestro indican su cercanía.
  • Serie de los hijos de Jacob
    Serie atribuida a la pintora limeña del siglo XVII Juana de Valera, pues en el inventario de su taller se encontró una serie titulada lasDoce tribus de Israel que presenta similitudes con la existente en Londres y firmada por Zurbarán la cual está inspirada en grabados como los de Durero. Se encuentra en el refectorio de la tercera orden franciscana de Lima. Finalmente, el historiador peruano Guillermo Lohmann Villena menciona, en su Inventario Colonial Peruano de 1999, otras series de Zurbarán como La vida de la Virgen (10 lienzos),Vírgenes latinas (24 lienzos), Los Cesares a caballo (12 lienzos, sobre esta serie en particular se han encontrado documentos que indican que en 1647 Zurbarán gestionó su cobro), todos estos cuadros pertenecientes al Monasterio de la Encarnación.[2]

Escuela Cusqueña

 
Arcángel Eliel con arcabús, pintura anónima (circa 1690 - 1720).

Durante la primera mitad del siglo XVII la pintura cuzqueña recibe la influencia del maestro italiano Bernardo Bitti quien dejó allí varios discípulos como Pedro de Vargas y Gregorio Gamarra. Estos fueron continuadores del estilo manierista. Sin embargo, la segunda mitad de este siglo presenta características totalmente diferentes debido en parte a la influencia de los dibujos y grabados flamencos como los de Martín de Vos y Halbeck respectivamente, así como de la pintura de Zurbarán. Igualmente, durante este periodo a algunos de los pintores eran de origen indio y mestizo. Entres estos artistas podemos destacar a Juan de Calderón, Martín de Loayza, Marcos Rivera, Juan Espinoza de los Monteros, Basilio Santa Cruz Puma Callao y Diego Quispe Tito.

La célebre escuela de pintura cuzqueña o pintura colonial cusqueña, quizá la más importante de la América colonial española, se caracteriza por su originalidad y su gran valor artístico, los que pueden ser vistos como resultado de la confluencia de dos corrientes poderosas: la tradición artística occidental, por un lado, y el afán de los pintores indios y mestizos de expresar su realidad y su visión del mundo, por el otro.

El aporte español y, en general europeo, a la Escuela cuzqueña de pintura, se da desde época muy temprana, cuando se inicia la construcción de la gran catedral de Cusco. Es la llegada del pintor italiano Bernardo Bitti en 1583, sin embargo, la que marca un primer momento del desarrollo del arte cusqueño. Este jesuita introduce en el Cusco una de las corrientes en boga en Europa de entonces, el manierismo, cuyas principales características eran el tratamiento de las figuras de manera un tanto alargada, con la luz focalizada en ellas y un acento en los primeros planos en desmedro del paisaje y, en general, los detalles.

La creciente actividad de pintores indios y mestizos hacia fines del siglo XVII, hace que el término de Escuela Cuzqueña se ajuste más estrictamente a esta producción artística. Esta pintura es "cuzqueña", por lo demás, no solo porque sale de manos de artistas locales, sino sobre todo porque se aleja de la influencia de las corrientes predominantes en el arte europeo y sigue su propio camino.

Escuela limeña (siglo XVII)

La pintura de caballete en Lima estaba fuertemente influenciada por la pintura flamenca, más cerca hacia lo académico y con intencionalidad dinámica, motivo por el cual no tuvo mucha acogida el claroscurismo. De esta etapa destacan cuatro pintores Francisco Escobar, Diego de Aguilera, Andrés de Liebana y Pedro Fernández de Noriega. Estos artistas recibieron el encargo de realizar la denominada Serie de la vida de San Francisco compuesta por 12 pinturas que se encuentran en el claustro mayor del convento limeño.

Pintura limeña (siglo XVIII)

  • Fray Miguel Adame, Retrato de Benedicto XIII, Rey Felipe V.
  • Cristóbal de Aguilar, en el Museo de Arte de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos podemos apreciar parte de la obra retratística de Aguilar. En ella observamos la innegable calidad de este pintor no solo para representar el aspecto físico sino y principalmente el carácter del modelo. Entre sus obras destacan el retrato del Doctor Pedro Peralta Barnuevo, el Virrey Amat y el Virrey Antonio de Mendoza.
  • José Joaquín Bermejo, al igual que Aguilar, la obra de Bermejo se caracteriza principalmente por los retratos. Entre los más importantes tenemos el de Pedro José Bravo de Lagunas y Castillo, del Conde de Superunda y los retratos del Conde de Premio Real José Antonio de Lavalle y su esposa Mariana Zuasti Ortiz de Foronda. Sin embargo, su obra no se limitó a este género sino que recibió encargos de órdenes religiosa como los mercedarios para realizar las series de la Vida

La paleta de colores

Los colores utilizados en la pintura virreinal tenían su origen en pigmentos minerales y en colorantes orgánicos, provenientes de plantas e insectos. Los primeros artistas llegados de España traían consigo los manuales de Francisco Pacheco y Vicente Carducho, con instrucciones muy claras sobre como preparar, y que cuidados tener, con los diferentes pigmentos a utilizar. Pero también existía una cultura prehispánica del uso del color, la con el tiempo se fue integrando con la española. Es así, como en el siglo XVIII, el quiteño Manuel de Samaniego y Jaramillo publica el Tratado de Pintura, en que recopila trabajos anteriores, pero a su vez, incorpora nuevos conocimientos basados en su propia experiencia.

Hoy es posible conocer la forma en que los artistas preparaban y combinaban los diferentes pigmentos para obtener los colores deseados para sus obras. La autora Gabriela Siracusano ha hecho un meticuloso estudio sobre varias obras de arte andino, de las cuales ha extraído minúsculas muestras de la pintura, y a través de un estudio estratigráfico, ha podido determinar la composición de las mismas.

Sin que sea exhaustiva, la paleta de colores andinos incluía para los rojos y anaranjados, el almagre, conocido también como hematita (óxido de hierro), el bermellón, (sulfuro de mercurio, muy tóxico), el minio (óxido de plomo calcinado) y el carmín, que se obtenía de un insecto llamado cochinilla, que crecía en México, Guatemala y Honduras.

Los verdes se obtenían a partir del cardenillo (un acetato de cobre) y la malaquita (carbonato básico de cobre). Los azules, de la azurita (otro carbonato de cobre), del esmalte (un pigmento vítreo coloreado debido a la presencia de óxido de cobalto) y el añil, pigmento vegetal conocido también como índigo, y muy común en la zona Centroamericana. Como amarillo, se utilizó casi exclusivamente el oropimente (un sulfuro de arsénico), muy tóxico. El pigmento utilizado para el color blanco era el albayalde (un carbonato básico de plomo), conocido desde la Antigüedad.

Pintura republicana del siglo XIX

La pintura durante la guerra de la Independencia (1821-1825)

Las batallas por la independencia no fueron libradas solo en los campos de batalla. Hubo también una guerra de imágenes, centrada en los emblemas del poder político, que buscó imponer una ruptura simbólica con el pasado colonial. Los ejércitos libertadores, en efecto, intentaron, borrar toda huella que recordara el dominio español. La destrucción de los viejos símbolos implicaba, a su vez, la creación de nuevas imágenes para sustituirlos. Al declarar la Independencia, José de San Martín enarboló un estandarte con el primer escudo republicano, que presentaba «un sol saliendo por detrás de unas sierras escarpadas que se elevan sobre un mar tranquilo». La adopción del sol como figura emblemática en la primera bandera, pudo haber respondido a la necesidad de legitimar el nuevo poder político por medio de alusiones al pasado inca. El diseño de este escudo, como también de la versión definitiva aprobada por el Congreso Constituyente de 1825, fue encargada al pintor quiteño Francisco Javier Cortés (Quito, 1775-Lima, 1839), profesor de dibujo en el Colegio Médico de San Fernando y de la Academia de Dibujo, quien se había adherido tempranamente a la causa de la independencia. La vicuña, la quina y la cornucopia, fueron elementos finalmente escogidos para representar a la nación. La elección de estos símbolos es significativa en el contexto de los debates sobre la degeneración de la naturaleza americana, que habían ocupado a los ilustrados locales desde fines del siglo XVIII y habían catalizado la definición de una conciencia criolla frente a Europa. Los símbolos patrios empezaron pronto a ocupar un lugar dominante en objetos de uso cotidiano y en espacios públicos. Las artes decorativas no tardaron en incorporarlos también a su repertorio tradicional: como la piedra de Huamanga, tejidos, «tupus» de platas, monedas, papel sellado, ornamentación de los muebles, etc. Pero no se trataron de intervenciones impuestas desde las esferas oficiales, sino de la progresiva y espontánea asimilación de los nuevos símbolos al imaginario colectivo.

 
"José de Orbegoso y Moncada" por José Gil de Castro.

Por su carácter efímero, una gran parte de estas imágenes patrióticas no ha llegado hasta nuestros días. Un caso excepcional es la estampa ejecutada por el grabador limeño Marcelo Cabello, que reproduce una pintura hecha para la entrada de Simón Bolívar a la capital en 1825. Encargada por la Municipalidad de Lima al pintor Pablo Rojas. La imagen revela la función representativa que tuvo la figura de Bolívar en el proceso de la independencia; ninguna otra personalidad política, incluyendo a San Martín, ocupó un lugar equivalente. Bolívar se convirtió en el héroe símbolo de la independencia. Su retrato se paseaba por las calles y plazas antes de que el propio Libertador llegara a las ciudades. Al igual que tantos otros gestores republicanos, el paseo del retrato tenía un sólido antecedente colonial. La estrategia aseguraba así el reconocimiento del héroe entre la población, pero sobre todo, expresaba el reemplazo imaginario del rey. De esta forma, la necesidad de formular respuesta a las imágenes coloniales condicione la personalización de un vasto proceso político en la figura del militar venezolano.

En este juego de equivalencias, las formas del retrato colonial se impusieron también en la elaboración de la imagen pública de los próceres. De hecho, el principal retratista de la era de la independencia, el pintor mulato José Gil de Castro (1780-1840) se había formado en los talleres limeños del último periodo colonial. Su capacidad para transformar a los héroes de la Independencia en iconos republicanos señala la diferencia entre la obra de Gil de Castro y la de los otros retratistas locales como, Mariano Carrillo, Pablo Rojas, o José del Pozo, y aún más la de los pintores europeos llegados al Perú en la misma época. Uno de los primeros en venir fue el austriaco Francis Martin Drexel (1792-1863), quien recorrió Bolivia, Chile, Ecuador y Perú entre 1826 y 1839. Drexel introdujo nuevos estilos que ejercieron influencia en los artistas locales, incluso en Gil de Castro, y que anunciaban los cambios que se operarían pronto en la pintura peruana.

El ocaso del arte colonial (1825-1840)

Los años que siguieron a la independencia vieron el lento pero definitivo ocaso de los talleres coloniales. Al cerrar la década de 1830, mientras José Gil de Castro pintaba sus últimos retratos, fallecían en Lima, Matías Maestro y Francisco Javier Cortés. Y aunque se sabe poco del destino final y de la obra última de artistas como Cabello, del Pozo y Rojas, sus nombres habían dejado de aparecer en la escena artística hacía mucho tiempo.El reducido mercado local para el retrato en miniatura, era disputado por algunos pintores extranjeros que mantenían residencia en Lima por cortos periodos, como el italiano Antonio Meucci o el ecuatoriano José Anselmo Yáñez. Pero pronto ellos se encontrarían desplazados por la competencia que supuso la aparición de la fotografía, introducida en la sociedad limeña en mayo de 1842 por Maximiliano Danti.

La debilidad del Estado en la Iglesia, limitaron las comisiones. Los artistas se volcaron al emergente mercado para retratos, favorecido por el auge de nuevas clases dirigentes. A diferencia de la pintura religiosa, la práctica del retrato exigía la presencia del pintor en el lugar del retratado. Todo ello explica el surgimiento de artistas trashumantes de diversa procedencia, que recorren la región en esta época, y en particular, del gran número de pintores ecuatorianos que pasan por entonces al Perú. Desde fines de la Colonia, Quito había cobrado importancia como centro pictórico regional. Los artistas ecuatorianos, que habían asentado su actividad sobre el comercio de exportación, se encontraron ante un género, como el retrato, que no podía ser exportado y una capacidad productiva que excedía ampliamente las posibilidades del mercado local. En las décadas que siguieron a la Independencia, numerosos artistas ecuatorianos como Antonio Santos, José Anselmo Yáñez, Idelfonso Páez, Manuel Ugalde, Miguel Vallejos y los hermanos Elías, Ignacio y Nicolás Palas, emprenden el viaje hacia el sur. La mayoría seguirían su camino de la itinerancia, pasando de ciudad en ciudad, ofreciendo en cada punto sus servicios en los periódicos locales. El predominio del retrato se explica no solo por ser un género favorecido por las necesidades sociales de una clase media en ascenso, sino también por la debilidad de otras tradiciones pictóricas. Un ejemplo es la pintura de historia, un género que por entonces cobraba nuevo impulso en Europa, y que no tuvo paralelo en la pintura sudamericana de la época.

La falta de una formación en los artistas de la región se pondrá en evidencia con la llegada de nuevos modelos artísticos. Se introducen así, en simultáneo, y muchas veces a destiempo, modelos derivados de las más diversas escuelas y estilos. Mientras todavía regía el gusto neoclásico en Lima, un pintor como Raymond Monvoisin (1790-1870), residente en la capital entre 1845 y 1847, introducía el más reciente romanticismo francés. Esta brecha será parcialmente cerrada solo con la formación de una nueva generación de pintores peruanos en la década siguiente. Pero la fragilidad de instituciones republicanas, como la Academia de Dibujo, y la ausencia de centros de enseñanza artística comparables en el resto del país, marcará el desarrollo de las artes plásticas durante todo el siglo XIX.

Costumbrismo y paisaje

La pintura colonial casi no dejó testimonios visuales de las costumbres o del paisaje local. Su estrecha vinculación con la devoción religiosa favoreció más bien la representación de un mundo de figuras ideales y escenas imaginarias. Pero hacia fines del siglo XVIII, cuando el pensamiento empirista de la Ilustración se difundió en la región andina, se consolidó rápidamente un creciente interés por fijar en imágenes el entorno inmediato, dejando un registro minucioso de la naturaleza y la sociedad. El Mercurio Peruano (1791-1795) fue el principal portavoz de las nuevas ideas. Las expediciones botánicas promovidas en la misma época por la Corona española también contribuyeron a consolidar esta vocación descriptiva.

Uno de los repertorios de imágenes más ambiciosos de esta época es sin duda la serie de acuarelas comisionadas por el obispo Baltasar Jaime Martínez Compañón , reunidas en su obra Truxillo del Perú, durante su visita a la diócesis de Trujillo entre 1780 y 1785. Los anónimos dibujantes locales, cuya escasa formación en el dibujo se revela claramente, lograron sin embargo construir un vasto catálogo visual que casi no tiene paralelos en la tradición peruana.

El costumbrismo limeño

 
La jarana por Ignacio Merino.

La vocación descriptiva de la ilustración buscaba sistematizar el conocimiento; su voluntad clasificatoria impulsó la catalogación del mundo en series y grupos. La Independencia prestó un nuevo dinamismo a este desarrollo, en el cual las descripción de las costumbres y de los trajes típicos empezó a servir para construir una noción de la especificidad local, y diferenciar, a cada país de las demás naciones de la región y del resto del mundo. Empieza si la gradual transición entre la ilustración científica y el género conocido como costumbrismo. El caso de pintor quiteño Francisco Javier Cortés ilustra bien esta transformación, quien vinculado a los principales pensadores peruanos de la Ilustración, empezó a desarrollar hacia 1818 las imágenes iniciales del costumbrismo peruano. La representación sistemáticas de las costumbres del país se consolida recién a fines de la década de 1830, cuando Ignacio Merino (1817-1876) y Pancho Fierro (1807-1879) se unen para producir una serie de litografías de tipos y escenas de Lima. Dicha serie litográfica, así como otras imágenes que cada cual emprendería después independientemente, define el tránsito hacia una nueva función de los tipos locales, que dejan atrás el ámbito científico para internarse en los espacios públicos de la ciudad. La mayor parte de esta imágenes fueron creadas a través de la acuarela y la litografía, medios que señalan su carácter popular, un género que, significativamente no tuvo manifestaciones mayores en la pintura al óleo, salvo excepciones como La jarana de Merino.

Además, las descripciones detalladas que inundan la literatura de viajes encontraron entonces un paralelo en la obra de algunos artistas viajeros como Léonce Angrand, dibujante y diplomático francés que estuvo en el Perú como cónsul de su país entre 1836 y 1838, y del pintor romántico Juan Mauricio Rugendas (Augsburgo, 1802-1858). Ambos dejaron un amplio registro visual de diferentes ciudades del país, pero sobre todo Lima, donde entablaron relación con Merino y Fierro. Las miradas de los artistas locales y sus contrapartes extranjeras no parecen diferenciarse del todo: ambas buscaron las señas que pudieran definir una identidad local.

Merino dejaría el país para establecerse en Francia en 1850. A partir de ese momento abandona la temática limeña y desaparece del registro local. Fierro, en cambio, permanece como el principal representante del costumbrismo peruano hasta su muerte. Si bien Pancho Fierro recogió algunos de los tipos populares desarrollados inicialmente por Cortés, los transformó significativamente a través de su estilo característico. Pero las imágenes de Fierro sirvieron igualmente a la "invención" de una tradición local, en el momento preciso en que la apertura internacional y la modernización iban desplazando las antiguas costumbres. El criollismo costumbrista permitió a las élites limeñas diferenciarse del pasado, abrazar las modas europeas y, al mismo tiempo, preservar una cultura criolla en textos e imágenes.

La reiteración de los tipos a través del tiempo contribuyó a forjar una memoria colectiva, que se mantuvo durante todo el siglo XIX. La inmovilidad del género permitió fijar una imagen estereotípica del la ciudad, crear elementos reconocibles y puntos de identificación. Los fotógrafos limeños también posaron sus modelos en actitudes y trajes que recordaban las imágenes creadas por Fierro. Los editores como A. A. Bonnaffé, Manuel Atanasio Fuentes y Carlos Prince, no fueron ajenos a la influencia de dichas imágenes, y sus publicaciones fueron de gran éxito. En las últimas décadas del siglo, en la obra de pintores como José Effio y Carlos Jiménez, surge también un corto auge de escenas costumbristas en la pintura al óleo. Para entonces el costumbrismo, se había asociado casi exclusivamente a Lima, la única ciudad que logró desarrollar una tradición sostenida de imágenes de este tipo.

El paisaje del progreso

El paisaje fue también un género que contribuyó significativamente a definir los contornos de una especificidad nacional. En la región andina, sin embargo la ausencia de una tradición local y de un marco estético para la contemplación de la naturaleza impidió el desarrollo de una paisajismo pictórico. Por todo ello, la fotografía se convirtió, a partir de la década de 1850, en uno de los principales medios para la representación del paisaje. Al igual que en Estados Unidos, la fotografía recibió un gran impulso de los grandes proyectos de expansión industrial, ya que su mirada instrumental y utilitaria hacia la geografía local determinó el surgimiento de la fotografía paisajista entre 1860 y 1880, que acompañó el esfuerzo de empresarios, exploradores, viajeros y científicos, en su intento por definir una nueva cartografía de la región. La fotografía fue gran aliada de las nuevas empresas constructivas; registró el trabajo minero, el ascenso a los Andes y la apertura a nuevas vías. El motor del crecimiento económico en esos años fue el guano. Los fotógrafos norteamericanos Villroy Richardson y Henry de Witt Moulton realizaron hacia 1863 un registro impactante de los tajos que sistemáticamente iban minando las enormes montañas guaneras en las islas de Chincha.

En 1875, el estudio de Eugenio Courret fue contratado para registrar el nuevo ferrocarril central. Las visitas de Courret muestran las dificultades por los obstáculos encontrados en el camino. Son vistas neutrales y desapasionadas, que centran su interés en los caminos abiertos entre las montañas por los rieles, omiten detalles menores, y rara vez registran el paisaje natural. Por su espíritu objetivo y directo, parecen trazar una equivalencia entre el ferrocarril como proeza tecnológica y la fotografía como medio moderno de representación. El registro del ferrocarril del sur, encargado por las mismas fechas al fotógrafo boliviano Ricardo Villaalba, forma una contraparte significativa a las imágenes de Courret. Villaalba propone una visión distinta, en composiciones complejas que logran imponer un cierto dramatismo a sus escenas del ferrocarril, pero también dirige su mirada al entorno inmediato a los monumentos de la zona y a sus sitios arqueológicos. En su interés por el paisaje histórico, las vistas de Villalba inauguran otra forma de encarar el entorno, que empezará a cobrar mayor importancia en los años posteriores a la guerra con Chile. Esta mirada se forjó inicialmente en la década de 1860, en las imágenes sobre diversas regiones del país realizadas por fotógrafos pioneros como Emilio Garreaud y otros que han permanecido en el anonimato. Estas vistas iniciales de pueblos y sitios alejados, definen un período heroico de la fotografía, que debe superar las dificultades técnicas de traslado a través de caminos difíciles. Ellas también dejan traslucir los inicios de una mirada topográfica, que se define en la búsqueda de una imagen nítida, neutral y abarcadora, que elaboran cartografías antes que paisajes.

Muchos fotógrafos se alistaron también en las expediciones de viajeros y científicos que realizaban recorridos por el país: como la de William Nystrom, acompañado por el fotógrafo Bernardo Puente de la Vega en 1869 y Luis Alviña en 1873. Es el caso de las primeras visitas de la selva, esa última frontera que permanecía como espacio irreductible para el Estado y su empresa civilizadora. Será solo hacia finales de siglo cuando se abre la colonización de la selva por inmigrantes alemanes-, en que surgirá un repertorio de imágenes de la región, creadas por fotógrafos como George Huebner, Carlos Meyer y Charles Kroehle.

De todos los intentos por representar visualmente el país, ninguno tuvo la ambición del proyecto iniciado por Fernando Garreaud en 1898. Los cientos de visitas que produjo como resultado de su extenso recorrido por todo el país, sirvieron para perfilar una representación sistemática a través de cerca 500 visitas que compiló en el álbum «República peruana», y que presentó luego con éxito en la Exposición Universal de París en 1900. Su esfuerzo reflejó el surgimiento de una nueva mirada hacia el paisaje cultural e histórico del país, que ahora privilegiaba por primera vez los monumentos arqueológicos y coloniales. Sus imágenes también sirvieron como base para las primeras y tarjetas postales ilustradas con fotografías que, a partir de 1899, empezaron a inundar el mercado. Se abría así una etapa en la representación visual del país, que ahora tendría una nueva función: satisfacer las demandas crecientes de una emergente industria turística.

El otro costumbrismo: El aporte regional

La acuarela costumbrista y la fotografía de paisaje forjaron las primeras representaciones oficiales del Perú. El costumbrismo se gestó en estrecha relación con la capital. Pero existió una pintura de costumbres y un paisajismo paralelos, creados desde enclaves regionales, que fueron en gran parte ignorados y cuya historia resulta difícil reconstruir aún hoy. Fue una producción diversa, creada muchas veces sobre soportes poco convencionales, como los mates burilados o la talla de piedra de Huamanga. Imágenes de la vida campesina empezaron a aparecer en la pintura del sur andino y especialmente del Cuzco desde fines del periodo colonial. No se trataba de representaciones autosuficientes, sino más bien de escenas accesorias, aparecida generalmente en los márgenes de pinturas de devociones populares, como la Virgen de Cocharcas o de San Isidro Labrador. Este tipo de pintura devocional, originalmente desarrollada para las clases medias del sur andino, es pronto transformada para el uso campesino en los pueblos más apartados. Es el caso de dos tradiciones estrechamente relacionadas entre sí, la pintura de sobre yeso y el cajón de sanmarcos, donde se desarrolla un austero repertorio de escenas de la vida campesina que pronto empiezan a rivalizar en protagonismo con los tradicionales santos patronos del ciclo agrícola. Como ha señalado Francisco Stastny, evaden la mera función descriptiva o devocional y adquieren un carácter mágico-religioso, como elementos propiciatorios relacionados con los ciclos agrícolas y ganaderos.

Algo marcadamente distinto opera en la pintura vinculada a los centros urbanos, donde se desarrollan varias tradiciones costumbristas, toas aún poco estudiadas. En el sur, en la zona de Tacna y el circuito que vincula a esa ciudad con Bolivia, estuvo activo Encarnación Mirones, un artista que se conocen algunas grandes pinturas realizadas en un estilo que parece derivar de otras tradiciones artísticas regionales. Muy distinta es la tradición desarrollada en e norte, especialmente en la zona de Cajamarca y de Piura hacia la segunda mitad del siglo, y que mantiene una clara afinidad con la pintura costumbrista ecuatoriana. En esa zona actuó Arce Naveda, un pintor originario de Huancabamba sobre el cual se sabe muy poco, pero que ha dejado algunos lienzos que describen fiestas y costumbres regionales. Otros artistas sin embargo, permanecen anónimos. Aunque se sabe poco de sus comitentes, es posible imaginar que fueron creados para satisfacer la demanda de hacendados locales o de pequeños comerciantes y profesionales urbanos.

Lo mismo parece ser cierto en el caso de los murales costumbristas que decoraron casas, haciendas, restaurantes y chicherías populares en todo el país a lo largo del siglo XIX. Por su carácter popular y por haber sido realizados muchas veces para ocasiones específicas, pocos han sobrevivido. Pero la pintura no fue el medio exclusivo para el desarrollo de este costumbrismo regional. La talla en piedra de Huamanga fue probablemente uno de los géneros que más tempranamente incorporó escenas costumbristas. Algunas aparecieron como piezas para acompañar los pesebres, mientras otras sirvieron como objetos de decoración en los interiores de las clases medias urbanas. El impulsó para la creación de este tipo de imágenes derivó de las figuras cortesanas difundidas a través de la porcelana ay los grabados europeos. Hacia mediados del siglo XIX, personajes galantes vestidos según la moda francesa del XVIII aparecen masivamente en las huamangas y en los dibujos incisivos sobre vasos de cuerno y los mates de la sierra central. Estas figuras gradualmente van cediendo paso a otras derivadas del entorno local. Los mates burilados, por ejemplo, abandonan progresivamente las decoraciones ornamentales para pasar a representar narrativas, de gran detallismo descriptivo.. Incorporados a la cotidianidad a través de la función utilitaria de los mates -tazones o azucareros-, estas imágenes expresan otras formas de relación con la naturaleza y otros usos para la imagen costumbrista. Este costumbrismo alternativo confirma así la autonomía de la producción de la producción regional frente a las formas desarrolladas en la capital, pero también hablan de ciertos procesos comunes, como una secularización que gana terreno en todos los sectores sociales y en todas las regiones.

Hoy es difícil reconstruir las formas en que estas imágenes se integraron a las sociedades que las crearon, o la manera en que pudieron afectar las identidades comunales o regionales. Pero es evidente que permanecieron en gran medida relegadas del poder central; desde los márgenes no era posible forjar formas de representación que pudieran trascender el ámbito local para imponen en un escenario nacional. Fueron finalmente las imágenes producidas desde la capital las que inevitablemente terminaron por definir una representación oficial del país. La imagen de la nación se fue construyendo así, gradual y parcialmente, desde una mirada centralizada en Lima.

El resurgir de la pintura

En las décadas que siguieron a la Independencia, mientras nuevos medios de representación como la litografía, la acuarela o la fotografía empezaban a ocupar un lugar decisivo en la representación del país, la pintura quedó relegada a un lugar marginal. Limitada principalmente a la reproducción de retratos y obras destinadas al ámbito privado, sin encargos públicos y espacios de exhibición ante una sociedad sin base definida.

Pero esto cambiaría a partir de 1840, siendo el único espacio establecido para la formación artística la antigua Academia de Dibujo, empezó a ocupar un lugar decisivo para la pintura. Tras la muerte de Cortés, su aprendiz Ignacio Merino impuso un nuevo dinamismo al asumir la dirección de la escuela. Gracias a su labor surgió una nueva generación de pintores que incluía a Francisco Laso (1828-1894), Juan de Dios Ingunza (1824-1867), Luis Montero (1826-1869), Francisco Masías (1828-1894) y Federico Torrico (1830-1879). A diferencia de los artistas que los precedieron, esta nueva generación surgía de familias acomodadas y contaban con una educación privilegiada. Su concepción sobre el arte era como la de un campo diferenciado y autónomo, o como expresión de un temperamento individual, que no tuvo precedentes en la época Colonial. Aunque todos realizaban retratos, su ambición académica los orientó hacia géneros de mayor jerarquía, como la pintura de tema histórico o bíblico. Esto contribuyó a construir distancias cada vez más grandes entre la pintura "culta" y la obra de artistas que continuaron trabajando imágenes y técnicas derivadas de la Colonia. Apostaron por el desarrollo internacional, y los dos principales centres de formación artística eran Francia e Italia. La pintura de Montero reflejó la influencia del academicismo italiano, pero el resto de los pintores optaron por la escuela francesa.

A pesar de haber dejado un legado de obras significativas, esta primera generación de pintores republicanos encontró grandes dificultades para consolidar una institución local y un campo artístico moderno. En 1861, el pintor italiano Leonardo Barbieri organiza en Lima la "Exposición Nacional de Pintura"; fue la primera muestra colectiva de arte en el Perú. Pero tras un segundo intento, Barbieri desiste ante las limitaciones extremas y la falta de una producción consistente. En 1879, la muerte de Federico Torrico, su último y principal promotor, dejó en mayor incertidumbre el escenario. De hecho, fue una generación marcada por la fatalidad , que le impidió perpetuarse en el tiempo y consolidar nuevas generaciones: cuando Ignacio Merino muere en París en 1876, la mayor parte de sus discípulos peruanos habían fallecido prematuramente.

El rostro de la modernización (Lima, 1845-1879)

Al igual que en la pintura, los grandes cambios en el campo de la escultura (además de la arquitectura) comenzaron a manifestarse al promediar el siglo, en coincidencia con el auge del Estado guanero. Este período de monumentos dedicados a héroes civiles y militares dentro de las obras públicas, señaló la abrupta y desigual ruptura cultural que trajo la modernización del país: ya que solo en la capital se empezaba a marcar el ritmo de la innovación y el cambio, convirtiéndose en el principal punto de referencia para el desarrollo de las demás ciudades del país.

El proyecto del Parque de la Exposición había concentrado esfuerzos significativos en el ornato de Lima. La más evidente manifestación de este impulso fueron los monumentos y esculturas que empezaron por entonces a transformar el rostro de la ciudad. En 1859, se instalaron doce esculturas italianas de los signos del zodiaco en la Alameda de los Descalzos. El mismo año se inauguró el monumento ecuestre a Simón Bolívar en la Plaza de la Inquisición, por el italiano Adamo Tadolini (1788-1868), y poco después se erigió la estatua de Salvatore Revelli dedicado a Cristóbal Colón en el Paseo Colón. El gran proyecto escultórico de la siguiente década es el monumento en la Plaza Dos de Mayo, cuyo diseño, gracias al arquitecto Edmond Guillaume y al escultor Louis-Léon Cugnot (1835-1894), fue seleccionado mediante un concurso internacional llevado a cabo en París de 1866. La gran columna y figuras de bronce que se fabricaron en Europa, fueron instaladas en Lima en 1874 para componer una de las obras escultóricas más ambiciosas del período.

 
Cementerio Museo General "Presbítero Matías Maestro".

La modernización también se puso en evidencia en el Cementerio Presbítero Matías Maestro, que acogió una selección representativa de escultura europea, gracias a la consolidación de una burguesía comercial. Es justamente a partir de 1859 que se erigieron monumentos funerarios por algunos de escultores más importantes del momento: Rinaldo Rinaldi (1793-1873), Pietro Costa, Vicenzo Bonanni, Santo Varni (1807-1885) y el francés Louis-Ernest Barrias (1841-1905). Los grandes mausoleos importados impusieron su distancia con el pasado colonial, pero también con las formas de expresión de las clases medias y populares. Las piedras tradicionales labradas por artesanos locales fueron desplazadas por grandes esculturas de mármol. Es la época de oro para los marmolistas italianos establecidos en Lima, como Ulderico Tenderino y Francisco Pietrosanti.

Es así que las dos principales tradiciones locales de talla no pudieron acomodarse a las nuevas exigencias artísticas y monumentales. De un lado se encontraban los especializados en la escultura policromada sobre madera -una técnica dedicada esencialmente a la representación de imágenes religiosas-, que difícilmente podía adaptarse a la ejecución de obras a gran escala. Del otro lado se hallaban los talladores en piedra de Huamanga, preparados para trabajar en volumen, pero que, por la fragilidad del material estuvieron limitados a producción de figuras de tamaño reducido. Los primeros continuaron produciendo imágenes religiosas que casi no podían distinguirse de sus precedentes coloniales; los segundos, en cambio, intentaron renovarse adoptando modelos clásicos, temas mitológicos y figuras desnudas, al tiempo que eliminaron progresivamente la aplicación de color para imitar la sensación del mármol. La destreza de estos artistas llevó incluso a pensar que Ayacucho podría ser la cantera de donde surgían los futuros escultores nacionales. Luis Medina fue uno de los que intentaron el difícil tránsito de las técnicas tradicionales a la escultura moderna, quien probablemente quiso imitar el precedente de su paisano Garpar Ricardo Suárez.

Pintura durante la Reconstrucción Nacional (1883-1919)

La Guerra del Pacífico (1879-1883) prolongó y agravó el vacío que había dejado la muerte prematura de los artistas de la generación del anterior como la partida a Europa de quienes se iniciaban entonces en las artes visuales. El limitado escenario para las artes quedó en manos de artistas menores como el español Julián Oñate y Juárez (Burgos, España 1843-1900). Sin embargo, la organización de grandes exposiciones en el Palacio de la Exposición en 1885 y 1892 abrió espacio a una joven generación de pintores, pero a la vez a todo una legión de artistas aficionados, producto de la popularización de las lecciones de dibujo y pintura que ofrecían los artistas establecidos como Ramón Muñiz, Gaspar Ricardo Suárez, o la italiana Valentina Pagani de Cassorati.

Pero entre los años 1887 y 1891, la presencia de Carlos Baca-Flor y la aparición del Premio Adelinda Concha de Concha, contribuyeron a fortalecer el ambiente artístico en Lima.

Aunque la Literatura fue más crítica planteando cuestionamientos a la sociedad peruana de la postguerra; la pintura y la escultura, en cambio, ligadas a las expectativas del mecenazgo oficial, tuvieron un papel más celebratorio en la representación de las hazañas heroicas. Dejando de lado el tema histórico en la pintura, Juan B. Lepiani (1864-1933) fue el pintor destacado por sus escenas sobre batallas heroicas.

La afirmación nacionalista de la posguerra también favoreció la construcción de monumentos. Es en 1898, que surge la iniciativa de erigir un monumento a Francisco Bolognesi, y su diseño se convoca en 1902 a un concurso internacional, en le que resulta ganador el escultor español Agustín Querol (1860-1909).

Pintura durante el siglo XX

El siglo XX se inició como una prolongación de las tendencias anteriores. A diferencia de la generación anterior, en muchos casos en viaje de estudio se convirtió en largas residencias en el exterior, e incluso de migración definitiva. Dichos casos son el de los pintores Federico del Campo (1837-1927), Albert Lynch (1855-1951) y Carlos Baca-Flor (1869-1941), quien no volvió tras su partida en 1890. En cambio, Abelardo Álvarez-Calderón (1847-1911) y Herminio Arias de Solís (1881-1926) solo regresaron luego de muchas décadas de ausencia. Probablemente Daniel Hernández (1956-1936) hubiese sido uno ellos, de no haberse creado la Escuela Nacional de Bellas Artes en 1918. Pero los artistas emigrados dejaron un definida influencia en el medio local, por medio de las reproducciones de sus obras en revistas ilustradas o adquiridas por coleccionistas peruanos.

Por todo ello, el retorno de Teófilo Castillo Guas (1857-1922) en 1905, tras una ausencia de más de veinte años, había coincidido con el surgimiento de un verdadero auge editorial. El pintor daba preferencia al paisaje urbano y la pintura al aire libre, asociado a un renovado criollismo conservador y nostalgia colonial inspiradas en autores como José Antonio de Lavalle y Ricardo Palma. Diferenciándose así, del emergente paisajismo intimista que empezaban a consolidarse en las obras de pintores como Carlos Jiménez (1872-1911) o Luis Astete y Concha (1867-1914). Pero si bien la pintura de Castillo tuvo escasos seguidores, mayor impacto generó su intenso trabajo como crítico de arte, promoviendo además, la crítica al desarrollo de temas nacionales y a la precariedad institucional que caracterizó la escena artística hasta la fundación de la ya mencionada, Escuela de Bellas Artes.

Principios del siglo XX

En el tránsito hacia el s. XX, las definiciones políticas de la nación fueron cediendo rápidamente paso a nuevas teorías etnolingüísticas que fijaban los ejes esenciales de las nacionalidad en la raza y en la lengua. El auge de los nacionalismo en todo el mundo estuvo determinado, fundamentalmente, por la sociología racialista de Gustave Le Bon y por el determinismo geográfico de críticos como Hyppolite Taine. Dichas ideas tuvieron un eco profundo en América Latina. El americanismo emergente de autores como José Enrique Rodó se proponía como el eje de la renovación espiritual y humanista que haría frente al materialismo norteamericano. Las influyentes teorías del argentino Ricardo Rojas también proyectaban la imagen de una América vigorosa, que tomaba la posta de Occidente en decadencia. La nación era, para Rojas, un organismo vivo alimentado por la geografía, el idioma, la raza, historia y una misteriosa fuerza cósmica que daba forma a un espíritu colectivo, a una "emoción territorial".

Este vitalismo se conjugaba con el surgimiento del nacionalismo romántico, que definió la orientación de las artes tanto en Europa, como América. Desde Finlandia hasta Argentina, el ideal nacionalista contribuyó a la búsqueda de fuentes vernáculas para el arte y el diseño moderno. El renacimiento céltico en Irlanda o el desarrollo del neoazteca en México formaban parte del mismo impulso, que otorgaba a las artes plásticas un papel determinante para las constitución de identidades nacionales. Todo ello tuvo una inmediata influencia en el Perú. Gradualmente, el nacionalismo político basado en los monumentos a los héroes recientes de la guerra con Chile, serían desplazados por nuevas imágenes de la nación. Las exigencias de autenticidad que proponían los nuevos nacionalismos obligaba a pensar el país desde sus tradiciones artísticas y culturales Hacia 1922, Luis E. Valcárcel podía afirmar que , a diferencia de los griegos y romanos, " los peruanos pueden resistir el más severo análisis sin que el químico encuentre elementos básicos ajenos a nuestro medio geoétnico". Lo indio y su cultura aparecían así como el eje constitutivo de la nación, como su esencia originaria y original.

La idea de lo indio se insertaba en una concepción dualista del país, definida por un juego que oponía sistemáticamente la costa a la sierra y lo criollo a lo indígena. Se forjó una dicotomía flexible e inestable, en que lo indio, sin embargo, ocupó siempre un lugar predominante. La idea del mestizaje cultural que entonces empezaba a difundirse, no encontró por mucho tiempo un lugar en el discurso nacionalista.Para intelectuales influyentes como José Carlos Mariátegui y Luis E. Valcárcel, el mestizaje era todavía un término negativo, un híbrido en que lo mejor de cada raza se perdía en la imprecisión.

Mario Urteaga Alvarado (Cajamarca, 1 de abril de 1875 - ibídem 12 de junio de 1957) fue un pintor peruano. Primero trabajó como periodista, administrador y profesor. Sin embargo, pasó a la pintura al óleo casi a la edad de 30 años. Se le descubre muy tardíamente, en Lima, hacia 1934. Pero su obra era apreciada por los habitantes de Cajamarca desde los umbrales de ese siglo.A diferencia de sus colegas indigenistas, formados en la Escuela Nacional de Bellas Artes de Lima, Urteaga fue un artista autodidacta y desarrolló la labor central de sus pinturas en Cajamarca. Esta circunstancia contribuyó a dar forma a la imagen del artista como producto tópico espontáneo de su entorno y proyectar una percepción ambivalente de su trabajo, a veces clasificado como no-académico y como una manifestación del indigenismo independiente. Con una mezcla de clasicismo y naturalidad, era fascinante para el espectador de su tiempo, escenas campesinas cuidadosamente compuestas por el artista que parecían encarnar el extremo periférico de las aspiraciones nacionalistas de toda una generación que Urteaga logró mostrar al mundo "los indios más indios que jamás se han pintado", según concluye de Teodoro Núñez Ureta. La realidad de su obra y su vida, sin embargo, es mucho más contradictoria y compleja.

El impulso inicial para la revalorización de las tradiciones autóctonas surgió en el Cuzco en las primeras décadas del siglo. Una reivindicación regional , impulsada por la modernización universitaria de 1909, buscó en el pasado los elementos que pudieran definir una originalidad local. Los intelectuales cusqueños creyeron encontrar en un idealizado pasado inca los fundamentos que podían renovar la vitalidad perdida tras la postergación económica y política que la región sufrió a partir de la Independencia. El auge del teatro (de tema incaísta) a partir de la década de 1890, fue una de las principales manifestaciones de este fenómeno, que César Itier denominó "indigenismo lingüístico". De esta conexión surgieron algunos de los primeros artistas, como Juan Manuel Figueroa Aznar, Francisco Gonzáles Gamarra (Cusco, 1890 - Lima, 1972) y Benjamín Mendizábal. La presentación en Lima de compañías cusqueñas de teatro, a partir de 1917, contribuyó a difundir este indigenismo en la capital. De igual forma, la obra de artistas cusqueños como el escultor Mendizábal, autor de ambiciosas esculturas de tema incaico inspiradas en la antigüedad clásica, o del pintor González Gamarra, motivaron lagunas de las primeras discusiones sobre el nacionalismo en las artes plásticas. Sus propuestas permitieron que Teófilo Castillo formulara algunas de sus ideas en torno a obras concretas. Ya en 1918, al exaltar la obra de Gonzáles Gamarra, Castillo la describió como un "arte verdadero de energía racial, arte fuerte, sincero, varonil, arte ennoblecedor a base de la propia historia".

El oncenio de Leguía vio extenderse este fenómeno que, a lo largo de la década de 1920, fue asumido como parte de la política oficial. De hecho, el nacionalismo cultural de esos años formó parte de un proceso más amplio: el indigenismo se extendió a la gráfica, la música y al teatro. Prácticamente no hubo aspecto en la vida nacional que no estuviera marcado por la mirada indigenista.

Diversos factores confluyeron en la formación de este vasto proceso cultural. Junto a la orientación de este vasto proceso cultural. Junto a la orientación política del régimen de Leguía y el fortalecimiento institucional de entidades culturales del Estado, sin duda el hecho fundamental fue la fundación de la Escuela Nacional de Bellas Artes (ENBA) en 1918. En varios sentidos, la Escuela marcó un hito en el desarrollo del arte peruano.Tras décadas de intentos fallidos, se consolidaba finalmente en un espacio para la enseñanza de las artes plásticas. La ENBA permitió el surgimiento de una primera generación de pintores y escultores formados en el país, y revirtió definitivamente la larga historia de emigración de artistas hacia el extranjero. Las exhibiciones anuales de los alumnos y egresados se constituyeron pronto en el eje de una amplia discusión crítica. Por primera vez, las artes plásticas encontraron una ubicación definida en la esfera pública..

El plan de estudios diseñados por Daniel Hernández, se inspiró en los principios tradicionales de las academias europeas. Pero finalmente, no fue el academismo renovado de los salones franceses que Hernández había traído el que impuso en la escuela. sino la influencia decisiva de Manuel Piqueras Cotolí (Lucena, Córdoba 1885 - Lima 1937) y de José Sabogal (Cajabamba 1888 - Lima, 1956), los dos jóvenes profesores que asumieron la enseñanza en la nueva institución. De formas diversas ambos intentaron esbozar propuestas que pudieran imprimir un carácter local al arte creado desde la ENBA. La nueva institución se constituyó así e el lugar de confluencia de las diversas opciones nacionalistas, todas ellas apoyadas con decisión por el gobierno de Leguía.

Véase también

Referencias

  1. Lavarello de Velaochaga, Gabriela (Mayo de 2009). «Historia de la Pintura Peruana». PINTORES PERÚ. Consultado el 11 de agosto de 2020. 
  2. «Al rescate del legado judío de Zurbarán en Inglaterra». El Correo (Vizcaya). 

Enlaces externos

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Este articulo o seccion tiene referencias pero necesita mas para complementar su verificabilidad Este aviso fue puesto el 12 de agosto de 2020 La historia de la pintura en el Peru se remonta a la epoca prehispanica en donde se empleaban herramientas sencillas y tintes de origen natural En esa epoca la pintura se limitaba a la decoracion de objetos ornamentales y utilitarios hechos de ceramica Con la llegada de los conquistadores espanoles la pintura pasa a ser principalmente una expresion de la religiosidad catolica Durante la epoca republicana la pintura peruana pasa por cuatro grandes periodos o estilos el costumbrismo la pintura academica el indigenismo y la pintura contemporanea o modernista 1 Indice 1 Epoca prehispanica 2 Pintura durante el Virreinato 2 1 Las primeras expresiones 1532 1620 2 1 1 Etapa barroca 2 1 2 Escuela de Zurbaran en Lima 2 1 3 Escuela Cusquena 2 1 4 Escuela limena siglo XVII 2 1 5 Pintura limena siglo XVIII 2 2 La paleta de colores 3 Pintura republicana del siglo XIX 3 1 La pintura durante la guerra de la Independencia 1821 1825 3 2 El ocaso del arte colonial 1825 1840 3 3 Costumbrismo y paisaje 3 4 El costumbrismo limeno 3 5 El paisaje del progreso 3 6 El otro costumbrismo El aporte regional 3 7 El resurgir de la pintura 3 8 El rostro de la modernizacion Lima 1845 1879 3 9 Pintura durante la Reconstruccion Nacional 1883 1919 4 Pintura durante el siglo XX 4 1 Principios del siglo XX 5 Vease tambien 6 Referencias 7 Enlaces externosEpoca prehispanica Editar Friso restaurado de la Huaca de la Luna La pintura peruana tiene su origen mas remoto en el arte rupestre destacando Toquepala y Lauricocha cuya antiguedad se fechaba en unos 10 000 anos Ceramica de la Cultura Nazca En las civilizaciones andinas el poblador peruano plasmo su arte principalmente en la ceramica distinguiendose en ello las culturas nazca mochica chimu tiahuanaco y wari Sin embargo el Imperio incaico se limito a copiar los queros tiahuanaco En la cultura mochica los artistas creaban altorrelieves en los murales de los templos como el friso ubicado en las Huacas del Sol y de la Luna a 5 km de la ciudad de Trujillo Pintura durante el Virreinato EditarLas primeras expresiones 1532 1620 Editar La pintura como representacion artistica sobre lienzo o fresco se inicio durante la epoca virreinal Ya en 1533 mientras el capitan espanol Diego de Mora retrataba al inca Atahualpa prisionero en Cajamarca empezaban a circular por el vasto territorio andino lienzos tablas e imagenes con representaciones de la nueva religion La pintura colonial tuvo tres grandes influencias la italiana muy intensa durante el siglo XVI y principios del XVII que despues se diluyo para recuperar su hegemonia a fines del siglo XVIII con la introduccion del neoclasicismo la influencia flamenca que se dio desde el principio y su importancia fue creciendo hasta ser muy fuerte en el siglo XVII pero sobre todo fue constante por medio de los grabados y la espanola que se manifesto con mayor fuerza durante el periodo barroco de los siglos XVII y XVIII especialmente a traves de la Escuela Sevillana Mas adelante y luego de que indigenas y mestizos al que hacer artistico se inicio el barroco americano con la introduccion y recuperacion de nuevos factores en el panorama artistico La incorporacion de lo indigena no derivo solo en un estilo sino que supuso un concepto distinto del universo y de su expresion con validez genuina manifestandose en un arte distinto y propio Los artistas indigenas interpretaron los temas religiosos y estilos de los trabajos del arte occidental dados por los curas catolicos Las pinturas coloniales muestran temas de santos y figuras religiosas combinadas con elementos indigenas tales como vestidos andinos o expresiones faciales andinas Etapa barroca Editar A finales del siglo XVI la pintura manierista cede el paso hacia un mayor naturalismo en las obras de arte dando a un nuevo estilo conocido como Barroco En Italia el mayor exponente del barroco es la Escuela bolonesa caracterizada por tener grandes luces utilizar temas mitologicos Exponentes Carracci Tiepolo Por otro lado en Espana el Barroco esta mas ligado al estilo tenebrista y utilizo el claroscuro para modelar la forma y respetando la escala No embellece la forma ni en lo formal ni en lo tematico Su mayor antecedente lo encontramos incluso antes de Zurbaran con El Greco pre barroco siglo XVI Podemos distinguir dos etapas del Estilo Barroco la primera llamada de la plenitud del realismo tuvo entre sus mayores exponentes en Espana a Velazquez Zurbaran y Jose de Ribera llamado el espanoleto De este ultimo se presume la autoria de los lienzos en el Convento de los Descalzos San Lorenzo y la Lapidacion de San Esteban La segunda etapa llamada del desarrollo pleno del Barroco se ubica en el ultimo tercio del siglo XVII en Espana Se caracteriza por ser una pintura de caracteristicas mayormente italianas innova en las composiciones dandole un mayor dinamismo con ayuda de las perspectivas arquitectonicas abre puertas y pasadizos Entre sus mayores exponentes en espanoles distinguimos a Valdes Leal y Murillo Son obra del primero la serie de la vida de San Ignacio de Loyola ubicado en los lunetos de la nave del evangelio de la Iglesia de San Pedro de Lima mientras que al segundo se le atribuye el San Jose con el nino del Convento de los Descalzos de Lima Asimismo destaca la obra de Bartolome Roman quien pinto la Serie de Arcangeles de San Pedro de Lima Escuela de Zurbaran en Lima Editar Zurbaran es la figura mas influyente en el Barroco hispanoamericano y Lima es la ciudad con mayor numero de obras relacionadas con su taller Se pueden hablar hasta de seis series enviadas a Lima pero de ellas cuatro son las que han sido mayor objeto de estudio Serie del Apostolado de San Francisco el Grande 1638 1640 Esta serie fue inventariada en 1758 por el padre Marimon 1758 y esta directamente vinculada con Zurbaran pues se considera que era el quien daba el toque final a los lienzos En 1940 llega a Lima el marques de Lozoya quien certifica la autenticidad de los cuadros y da fe de ello en su libro Arte en Hispanoamerica La serie compuesta por trece cuadros podemos observar a los doce apostoles quienes llevan un atributo que los identifica correspondiendo el ultimo lienzo de la serie a Cristo Redentor Serie de Santos Fundadores de ordenesEsta serie sale de Cadiz en 1752 rumbo a Lima Segun el marques de Lozoya fue un obsequio de Gertrudis de Vargas al padre Francisco Laguna prior del Convento de la Buena Muerte Originalmente estaba compuesta por 30 lienzos de los cuales hoy tan solo podemos apreciar trece Segun el historiador Paul Guinard solo San Bernardo es del pincel de Zurbaran mientras que segun el historiador Antonio Gaya Nuno Zurbaran es responsable unicamente de los rostros y de las manos el resto es obra del taller Se encuentra en el convento de la Buena Muerte Serie de Arcangeles del Monasterio de La ConcepcionLa serie de los Siete Arcangeles de la Concepcion se atribuye a Bernabe de Ayala discipulo de Zurbaran y estan inspirados en grabados flamencos principalmente en los de Pieter de Jode I Si bien esta serie no es reconocida en los catalogos de Soria y Gudiol las semejanzas con otras series del taller del maestro indican su cercania Serie de los hijos de JacobSerie atribuida a la pintora limena del siglo XVII Juana de Valera pues en el inventario de su taller se encontro una serie titulada lasDoce tribus de Israel que presenta similitudes con la existente en Londres y firmada por Zurbaran la cual esta inspirada en grabados como los de Durero Se encuentra en el refectorio de la tercera orden franciscana de Lima Finalmente el historiador peruano Guillermo Lohmann Villena menciona en su Inventario Colonial Peruano de 1999 otras series de Zurbaran como La vida de la Virgen 10 lienzos Virgenes latinas 24 lienzos Los Cesares a caballo 12 lienzos sobre esta serie en particular se han encontrado documentos que indican que en 1647 Zurbaran gestiono su cobro todos estos cuadros pertenecientes al Monasterio de la Encarnacion 2 Escuela Cusquena Editar Articulo principal Escuela cuzquena de pintura Arcangel Eliel con arcabus pintura anonima circa 1690 1720 Durante la primera mitad del siglo XVII la pintura cuzquena recibe la influencia del maestro italiano Bernardo Bitti quien dejo alli varios discipulos como Pedro de Vargas y Gregorio Gamarra Estos fueron continuadores del estilo manierista Sin embargo la segunda mitad de este siglo presenta caracteristicas totalmente diferentes debido en parte a la influencia de los dibujos y grabados flamencos como los de Martin de Vos y Halbeck respectivamente asi como de la pintura de Zurbaran Igualmente durante este periodo a algunos de los pintores eran de origen indio y mestizo Entres estos artistas podemos destacar a Juan de Calderon Martin de Loayza Marcos Rivera Juan Espinoza de los Monteros Basilio Santa Cruz Puma Callao y Diego Quispe Tito La celebre escuela de pintura cuzquena o pintura colonial cusquena quiza la mas importante de la America colonial espanola se caracteriza por su originalidad y su gran valor artistico los que pueden ser vistos como resultado de la confluencia de dos corrientes poderosas la tradicion artistica occidental por un lado y el afan de los pintores indios y mestizos de expresar su realidad y su vision del mundo por el otro El aporte espanol y en general europeo a la Escuela cuzquena de pintura se da desde epoca muy temprana cuando se inicia la construccion de la gran catedral de Cusco Es la llegada del pintor italiano Bernardo Bitti en 1583 sin embargo la que marca un primer momento del desarrollo del arte cusqueno Este jesuita introduce en el Cusco una de las corrientes en boga en Europa de entonces el manierismo cuyas principales caracteristicas eran el tratamiento de las figuras de manera un tanto alargada con la luz focalizada en ellas y un acento en los primeros planos en desmedro del paisaje y en general los detalles La creciente actividad de pintores indios y mestizos hacia fines del siglo XVII hace que el termino de Escuela Cuzquena se ajuste mas estrictamente a esta produccion artistica Esta pintura es cuzquena por lo demas no solo porque sale de manos de artistas locales sino sobre todo porque se aleja de la influencia de las corrientes predominantes en el arte europeo y sigue su propio camino Escuela limena siglo XVII Editar La pintura de caballete en Lima estaba fuertemente influenciada por la pintura flamenca mas cerca hacia lo academico y con intencionalidad dinamica motivo por el cual no tuvo mucha acogida el claroscurismo De esta etapa destacan cuatro pintores Francisco Escobar Diego de Aguilera Andres de Liebana y Pedro Fernandez de Noriega Estos artistas recibieron el encargo de realizar la denominada Serie de la vida de San Francisco compuesta por 12 pinturas que se encuentran en el claustro mayor del convento limeno Pintura limena siglo XVIII Editar Fray Miguel Adame Retrato de Benedicto XIII Rey Felipe V Cristobal de Aguilar en el Museo de Arte de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos podemos apreciar parte de la obra retratistica de Aguilar En ella observamos la innegable calidad de este pintor no solo para representar el aspecto fisico sino y principalmente el caracter del modelo Entre sus obras destacan el retrato del Doctor Pedro Peralta Barnuevo el Virrey Amat y el Virrey Antonio de Mendoza Jose Joaquin Bermejo al igual que Aguilar la obra de Bermejo se caracteriza principalmente por los retratos Entre los mas importantes tenemos el de Pedro Jose Bravo de Lagunas y Castillo del Conde de Superunda y los retratos del Conde de Premio Real Jose Antonio de Lavalle y su esposa Mariana Zuasti Ortiz de Foronda Sin embargo su obra no se limito a este genero sino que recibio encargos de ordenes religiosa como los mercedarios para realizar las series de la VidaLa paleta de colores Editar Los colores utilizados en la pintura virreinal tenian su origen en pigmentos minerales y en colorantes organicos provenientes de plantas e insectos Los primeros artistas llegados de Espana traian consigo los manuales de Francisco Pacheco y Vicente Carducho con instrucciones muy claras sobre como preparar y que cuidados tener con los diferentes pigmentos a utilizar Pero tambien existia una cultura prehispanica del uso del color la con el tiempo se fue integrando con la espanola Es asi como en el siglo XVIII el quiteno Manuel de Samaniego y Jaramillo publica el Tratado de Pintura en que recopila trabajos anteriores pero a su vez incorpora nuevos conocimientos basados en su propia experiencia Hoy es posible conocer la forma en que los artistas preparaban y combinaban los diferentes pigmentos para obtener los colores deseados para sus obras La autora Gabriela Siracusano ha hecho un meticuloso estudio sobre varias obras de arte andino de las cuales ha extraido minusculas muestras de la pintura y a traves de un estudio estratigrafico ha podido determinar la composicion de las mismas Sin que sea exhaustiva la paleta de colores andinos incluia para los rojos y anaranjados el almagre conocido tambien como hematita oxido de hierro el bermellon sulfuro de mercurio muy toxico el minio oxido de plomo calcinado y el carmin que se obtenia de un insecto llamado cochinilla que crecia en Mexico Guatemala y Honduras Los verdes se obtenian a partir del cardenillo un acetato de cobre y la malaquita carbonato basico de cobre Los azules de la azurita otro carbonato de cobre del esmalte un pigmento vitreo coloreado debido a la presencia de oxido de cobalto y el anil pigmento vegetal conocido tambien como indigo y muy comun en la zona Centroamericana Como amarillo se utilizo casi exclusivamente el oropimente un sulfuro de arsenico muy toxico El pigmento utilizado para el color blanco era el albayalde un carbonato basico de plomo conocido desde la Antiguedad Pintura republicana del siglo XIX EditarLa pintura durante la guerra de la Independencia 1821 1825 Editar Las batallas por la independencia no fueron libradas solo en los campos de batalla Hubo tambien una guerra de imagenes centrada en los emblemas del poder politico que busco imponer una ruptura simbolica con el pasado colonial Los ejercitos libertadores en efecto intentaron borrar toda huella que recordara el dominio espanol La destruccion de los viejos simbolos implicaba a su vez la creacion de nuevas imagenes para sustituirlos Al declarar la Independencia Jose de San Martin enarbolo un estandarte con el primer escudo republicano que presentaba un sol saliendo por detras de unas sierras escarpadas que se elevan sobre un mar tranquilo La adopcion del sol como figura emblematica en la primera bandera pudo haber respondido a la necesidad de legitimar el nuevo poder politico por medio de alusiones al pasado inca El diseno de este escudo como tambien de la version definitiva aprobada por el Congreso Constituyente de 1825 fue encargada al pintor quiteno Francisco Javier Cortes Quito 1775 Lima 1839 profesor de dibujo en el Colegio Medico de San Fernando y de la Academia de Dibujo quien se habia adherido tempranamente a la causa de la independencia La vicuna la quina y la cornucopia fueron elementos finalmente escogidos para representar a la nacion La eleccion de estos simbolos es significativa en el contexto de los debates sobre la degeneracion de la naturaleza americana que habian ocupado a los ilustrados locales desde fines del siglo XVIII y habian catalizado la definicion de una conciencia criolla frente a Europa Los simbolos patrios empezaron pronto a ocupar un lugar dominante en objetos de uso cotidiano y en espacios publicos Las artes decorativas no tardaron en incorporarlos tambien a su repertorio tradicional como la piedra de Huamanga tejidos tupus de platas monedas papel sellado ornamentacion de los muebles etc Pero no se trataron de intervenciones impuestas desde las esferas oficiales sino de la progresiva y espontanea asimilacion de los nuevos simbolos al imaginario colectivo Jose de Orbegoso y Moncada por Jose Gil de Castro Por su caracter efimero una gran parte de estas imagenes patrioticas no ha llegado hasta nuestros dias Un caso excepcional es la estampa ejecutada por el grabador limeno Marcelo Cabello que reproduce una pintura hecha para la entrada de Simon Bolivar a la capital en 1825 Encargada por la Municipalidad de Lima al pintor Pablo Rojas La imagen revela la funcion representativa que tuvo la figura de Bolivar en el proceso de la independencia ninguna otra personalidad politica incluyendo a San Martin ocupo un lugar equivalente Bolivar se convirtio en el heroe simbolo de la independencia Su retrato se paseaba por las calles y plazas antes de que el propio Libertador llegara a las ciudades Al igual que tantos otros gestores republicanos el paseo del retrato tenia un solido antecedente colonial La estrategia aseguraba asi el reconocimiento del heroe entre la poblacion pero sobre todo expresaba el reemplazo imaginario del rey De esta forma la necesidad de formular respuesta a las imagenes coloniales condicione la personalizacion de un vasto proceso politico en la figura del militar venezolano En este juego de equivalencias las formas del retrato colonial se impusieron tambien en la elaboracion de la imagen publica de los proceres De hecho el principal retratista de la era de la independencia el pintor mulato Jose Gil de Castro 1780 1840 se habia formado en los talleres limenos del ultimo periodo colonial Su capacidad para transformar a los heroes de la Independencia en iconos republicanos senala la diferencia entre la obra de Gil de Castro y la de los otros retratistas locales como Mariano Carrillo Pablo Rojas o Jose del Pozo y aun mas la de los pintores europeos llegados al Peru en la misma epoca Uno de los primeros en venir fue el austriaco Francis Martin Drexel 1792 1863 quien recorrio Bolivia Chile Ecuador y Peru entre 1826 y 1839 Drexel introdujo nuevos estilos que ejercieron influencia en los artistas locales incluso en Gil de Castro y que anunciaban los cambios que se operarian pronto en la pintura peruana El ocaso del arte colonial 1825 1840 Editar Los anos que siguieron a la independencia vieron el lento pero definitivo ocaso de los talleres coloniales Al cerrar la decada de 1830 mientras Jose Gil de Castro pintaba sus ultimos retratos fallecian en Lima Matias Maestro y Francisco Javier Cortes Y aunque se sabe poco del destino final y de la obra ultima de artistas como Cabello del Pozo y Rojas sus nombres habian dejado de aparecer en la escena artistica hacia mucho tiempo El reducido mercado local para el retrato en miniatura era disputado por algunos pintores extranjeros que mantenian residencia en Lima por cortos periodos como el italiano Antonio Meucci o el ecuatoriano Jose Anselmo Yanez Pero pronto ellos se encontrarian desplazados por la competencia que supuso la aparicion de la fotografia introducida en la sociedad limena en mayo de 1842 por Maximiliano Danti La debilidad del Estado en la Iglesia limitaron las comisiones Los artistas se volcaron al emergente mercado para retratos favorecido por el auge de nuevas clases dirigentes A diferencia de la pintura religiosa la practica del retrato exigia la presencia del pintor en el lugar del retratado Todo ello explica el surgimiento de artistas trashumantes de diversa procedencia que recorren la region en esta epoca y en particular del gran numero de pintores ecuatorianos que pasan por entonces al Peru Desde fines de la Colonia Quito habia cobrado importancia como centro pictorico regional Los artistas ecuatorianos que habian asentado su actividad sobre el comercio de exportacion se encontraron ante un genero como el retrato que no podia ser exportado y una capacidad productiva que excedia ampliamente las posibilidades del mercado local En las decadas que siguieron a la Independencia numerosos artistas ecuatorianos como Antonio Santos Jose Anselmo Yanez Idelfonso Paez Manuel Ugalde Miguel Vallejos y los hermanos Elias Ignacio y Nicolas Palas emprenden el viaje hacia el sur La mayoria seguirian su camino de la itinerancia pasando de ciudad en ciudad ofreciendo en cada punto sus servicios en los periodicos locales El predominio del retrato se explica no solo por ser un genero favorecido por las necesidades sociales de una clase media en ascenso sino tambien por la debilidad de otras tradiciones pictoricas Un ejemplo es la pintura de historia un genero que por entonces cobraba nuevo impulso en Europa y que no tuvo paralelo en la pintura sudamericana de la epoca La falta de una formacion en los artistas de la region se pondra en evidencia con la llegada de nuevos modelos artisticos Se introducen asi en simultaneo y muchas veces a destiempo modelos derivados de las mas diversas escuelas y estilos Mientras todavia regia el gusto neoclasico en Lima un pintor como Raymond Monvoisin 1790 1870 residente en la capital entre 1845 y 1847 introducia el mas reciente romanticismo frances Esta brecha sera parcialmente cerrada solo con la formacion de una nueva generacion de pintores peruanos en la decada siguiente Pero la fragilidad de instituciones republicanas como la Academia de Dibujo y la ausencia de centros de ensenanza artistica comparables en el resto del pais marcara el desarrollo de las artes plasticas durante todo el siglo XIX Costumbrismo y paisaje Editar La pintura colonial casi no dejo testimonios visuales de las costumbres o del paisaje local Su estrecha vinculacion con la devocion religiosa favorecio mas bien la representacion de un mundo de figuras ideales y escenas imaginarias Pero hacia fines del siglo XVIII cuando el pensamiento empirista de la Ilustracion se difundio en la region andina se consolido rapidamente un creciente interes por fijar en imagenes el entorno inmediato dejando un registro minucioso de la naturaleza y la sociedad El Mercurio Peruano 1791 1795 fue el principal portavoz de las nuevas ideas Las expediciones botanicas promovidas en la misma epoca por la Corona espanola tambien contribuyeron a consolidar esta vocacion descriptiva Uno de los repertorios de imagenes mas ambiciosos de esta epoca es sin duda la serie de acuarelas comisionadas por el obispo Baltasar Jaime Martinez Companon reunidas en su obra Truxillo del Peru durante su visita a la diocesis de Trujillo entre 1780 y 1785 Los anonimos dibujantes locales cuya escasa formacion en el dibujo se revela claramente lograron sin embargo construir un vasto catalogo visual que casi no tiene paralelos en la tradicion peruana El costumbrismo limeno Editar La jarana por Ignacio Merino La vocacion descriptiva de la ilustracion buscaba sistematizar el conocimiento su voluntad clasificatoria impulso la catalogacion del mundo en series y grupos La Independencia presto un nuevo dinamismo a este desarrollo en el cual las descripcion de las costumbres y de los trajes tipicos empezo a servir para construir una nocion de la especificidad local y diferenciar a cada pais de las demas naciones de la region y del resto del mundo Empieza si la gradual transicion entre la ilustracion cientifica y el genero conocido como costumbrismo El caso de pintor quiteno Francisco Javier Cortes ilustra bien esta transformacion quien vinculado a los principales pensadores peruanos de la Ilustracion empezo a desarrollar hacia 1818 las imagenes iniciales del costumbrismo peruano La representacion sistematicas de las costumbres del pais se consolida recien a fines de la decada de 1830 cuando Ignacio Merino 1817 1876 y Pancho Fierro 1807 1879 se unen para producir una serie de litografias de tipos y escenas de Lima Dicha serie litografica asi como otras imagenes que cada cual emprenderia despues independientemente define el transito hacia una nueva funcion de los tipos locales que dejan atras el ambito cientifico para internarse en los espacios publicos de la ciudad La mayor parte de esta imagenes fueron creadas a traves de la acuarela y la litografia medios que senalan su caracter popular un genero que significativamente no tuvo manifestaciones mayores en la pintura al oleo salvo excepciones como La jarana de Merino Tapada limena segun acuarela de Pancho Fierro Museo de Arte de Lima Ademas las descripciones detalladas que inundan la literatura de viajes encontraron entonces un paralelo en la obra de algunos artistas viajeros como Leonce Angrand dibujante y diplomatico frances que estuvo en el Peru como consul de su pais entre 1836 y 1838 y del pintor romantico Juan Mauricio Rugendas Augsburgo 1802 1858 Ambos dejaron un amplio registro visual de diferentes ciudades del pais pero sobre todo Lima donde entablaron relacion con Merino y Fierro Las miradas de los artistas locales y sus contrapartes extranjeras no parecen diferenciarse del todo ambas buscaron las senas que pudieran definir una identidad local Merino dejaria el pais para establecerse en Francia en 1850 A partir de ese momento abandona la tematica limena y desaparece del registro local Fierro en cambio permanece como el principal representante del costumbrismo peruano hasta su muerte Si bien Pancho Fierro recogio algunos de los tipos populares desarrollados inicialmente por Cortes los transformo significativamente a traves de su estilo caracteristico Pero las imagenes de Fierro sirvieron igualmente a la invencion de una tradicion local en el momento preciso en que la apertura internacional y la modernizacion iban desplazando las antiguas costumbres El criollismo costumbrista permitio a las elites limenas diferenciarse del pasado abrazar las modas europeas y al mismo tiempo preservar una cultura criolla en textos e imagenes La reiteracion de los tipos a traves del tiempo contribuyo a forjar una memoria colectiva que se mantuvo durante todo el siglo XIX La inmovilidad del genero permitio fijar una imagen estereotipica del la ciudad crear elementos reconocibles y puntos de identificacion Los fotografos limenos tambien posaron sus modelos en actitudes y trajes que recordaban las imagenes creadas por Fierro Los editores como A A Bonnaffe Manuel Atanasio Fuentes y Carlos Prince no fueron ajenos a la influencia de dichas imagenes y sus publicaciones fueron de gran exito En las ultimas decadas del siglo en la obra de pintores como Jose Effio y Carlos Jimenez surge tambien un corto auge de escenas costumbristas en la pintura al oleo Para entonces el costumbrismo se habia asociado casi exclusivamente a Lima la unica ciudad que logro desarrollar una tradicion sostenida de imagenes de este tipo El paisaje del progreso Editar El paisaje fue tambien un genero que contribuyo significativamente a definir los contornos de una especificidad nacional En la region andina sin embargo la ausencia de una tradicion local y de un marco estetico para la contemplacion de la naturaleza impidio el desarrollo de una paisajismo pictorico Por todo ello la fotografia se convirtio a partir de la decada de 1850 en uno de los principales medios para la representacion del paisaje Al igual que en Estados Unidos la fotografia recibio un gran impulso de los grandes proyectos de expansion industrial ya que su mirada instrumental y utilitaria hacia la geografia local determino el surgimiento de la fotografia paisajista entre 1860 y 1880 que acompano el esfuerzo de empresarios exploradores viajeros y cientificos en su intento por definir una nueva cartografia de la region La fotografia fue gran aliada de las nuevas empresas constructivas registro el trabajo minero el ascenso a los Andes y la apertura a nuevas vias El motor del crecimiento economico en esos anos fue el guano Los fotografos norteamericanos Villroy Richardson y Henry de Witt Moulton realizaron hacia 1863 un registro impactante de los tajos que sistematicamente iban minando las enormes montanas guaneras en las islas de Chincha En 1875 el estudio de Eugenio Courret fue contratado para registrar el nuevo ferrocarril central Las visitas de Courret muestran las dificultades por los obstaculos encontrados en el camino Son vistas neutrales y desapasionadas que centran su interes en los caminos abiertos entre las montanas por los rieles omiten detalles menores y rara vez registran el paisaje natural Por su espiritu objetivo y directo parecen trazar una equivalencia entre el ferrocarril como proeza tecnologica y la fotografia como medio moderno de representacion El registro del ferrocarril del sur encargado por las mismas fechas al fotografo boliviano Ricardo Villaalba forma una contraparte significativa a las imagenes de Courret Villaalba propone una vision distinta en composiciones complejas que logran imponer un cierto dramatismo a sus escenas del ferrocarril pero tambien dirige su mirada al entorno inmediato a los monumentos de la zona y a sus sitios arqueologicos En su interes por el paisaje historico las vistas de Villalba inauguran otra forma de encarar el entorno que empezara a cobrar mayor importancia en los anos posteriores a la guerra con Chile Esta mirada se forjo inicialmente en la decada de 1860 en las imagenes sobre diversas regiones del pais realizadas por fotografos pioneros como Emilio Garreaud y otros que han permanecido en el anonimato Estas vistas iniciales de pueblos y sitios alejados definen un periodo heroico de la fotografia que debe superar las dificultades tecnicas de traslado a traves de caminos dificiles Ellas tambien dejan traslucir los inicios de una mirada topografica que se define en la busqueda de una imagen nitida neutral y abarcadora que elaboran cartografias antes que paisajes Muchos fotografos se alistaron tambien en las expediciones de viajeros y cientificos que realizaban recorridos por el pais como la de William Nystrom acompanado por el fotografo Bernardo Puente de la Vega en 1869 y Luis Alvina en 1873 Es el caso de las primeras visitas de la selva esa ultima frontera que permanecia como espacio irreductible para el Estado y su empresa civilizadora Sera solo hacia finales de siglo cuando se abre la colonizacion de la selva por inmigrantes alemanes en que surgira un repertorio de imagenes de la region creadas por fotografos como George Huebner Carlos Meyer y Charles Kroehle De todos los intentos por representar visualmente el pais ninguno tuvo la ambicion del proyecto iniciado por Fernando Garreaud en 1898 Los cientos de visitas que produjo como resultado de su extenso recorrido por todo el pais sirvieron para perfilar una representacion sistematica a traves de cerca 500 visitas que compilo en el album Republica peruana y que presento luego con exito en la Exposicion Universal de Paris en 1900 Su esfuerzo reflejo el surgimiento de una nueva mirada hacia el paisaje cultural e historico del pais que ahora privilegiaba por primera vez los monumentos arqueologicos y coloniales Sus imagenes tambien sirvieron como base para las primeras y tarjetas postales ilustradas con fotografias que a partir de 1899 empezaron a inundar el mercado Se abria asi una etapa en la representacion visual del pais que ahora tendria una nueva funcion satisfacer las demandas crecientes de una emergente industria turistica El otro costumbrismo El aporte regional Editar La acuarela costumbrista y la fotografia de paisaje forjaron las primeras representaciones oficiales del Peru El costumbrismo se gesto en estrecha relacion con la capital Pero existio una pintura de costumbres y un paisajismo paralelos creados desde enclaves regionales que fueron en gran parte ignorados y cuya historia resulta dificil reconstruir aun hoy Fue una produccion diversa creada muchas veces sobre soportes poco convencionales como los mates burilados o la talla de piedra de Huamanga Imagenes de la vida campesina empezaron a aparecer en la pintura del sur andino y especialmente del Cuzco desde fines del periodo colonial No se trataba de representaciones autosuficientes sino mas bien de escenas accesorias aparecida generalmente en los margenes de pinturas de devociones populares como la Virgen de Cocharcas o de San Isidro Labrador Este tipo de pintura devocional originalmente desarrollada para las clases medias del sur andino es pronto transformada para el uso campesino en los pueblos mas apartados Es el caso de dos tradiciones estrechamente relacionadas entre si la pintura de sobre yeso y el cajon de sanmarcos donde se desarrolla un austero repertorio de escenas de la vida campesina que pronto empiezan a rivalizar en protagonismo con los tradicionales santos patronos del ciclo agricola Como ha senalado Francisco Stastny evaden la mera funcion descriptiva o devocional y adquieren un caracter magico religioso como elementos propiciatorios relacionados con los ciclos agricolas y ganaderos Algo marcadamente distinto opera en la pintura vinculada a los centros urbanos donde se desarrollan varias tradiciones costumbristas toas aun poco estudiadas En el sur en la zona de Tacna y el circuito que vincula a esa ciudad con Bolivia estuvo activo Encarnacion Mirones un artista que se conocen algunas grandes pinturas realizadas en un estilo que parece derivar de otras tradiciones artisticas regionales Muy distinta es la tradicion desarrollada en e norte especialmente en la zona de Cajamarca y de Piura hacia la segunda mitad del siglo y que mantiene una clara afinidad con la pintura costumbrista ecuatoriana En esa zona actuo Arce Naveda un pintor originario de Huancabamba sobre el cual se sabe muy poco pero que ha dejado algunos lienzos que describen fiestas y costumbres regionales Otros artistas sin embargo permanecen anonimos Aunque se sabe poco de sus comitentes es posible imaginar que fueron creados para satisfacer la demanda de hacendados locales o de pequenos comerciantes y profesionales urbanos Lo mismo parece ser cierto en el caso de los murales costumbristas que decoraron casas haciendas restaurantes y chicherias populares en todo el pais a lo largo del siglo XIX Por su caracter popular y por haber sido realizados muchas veces para ocasiones especificas pocos han sobrevivido Pero la pintura no fue el medio exclusivo para el desarrollo de este costumbrismo regional La talla en piedra de Huamanga fue probablemente uno de los generos que mas tempranamente incorporo escenas costumbristas Algunas aparecieron como piezas para acompanar los pesebres mientras otras sirvieron como objetos de decoracion en los interiores de las clases medias urbanas El impulso para la creacion de este tipo de imagenes derivo de las figuras cortesanas difundidas a traves de la porcelana ay los grabados europeos Hacia mediados del siglo XIX personajes galantes vestidos segun la moda francesa del XVIII aparecen masivamente en las huamangas y en los dibujos incisivos sobre vasos de cuerno y los mates de la sierra central Estas figuras gradualmente van cediendo paso a otras derivadas del entorno local Los mates burilados por ejemplo abandonan progresivamente las decoraciones ornamentales para pasar a representar narrativas de gran detallismo descriptivo Incorporados a la cotidianidad a traves de la funcion utilitaria de los mates tazones o azucareros estas imagenes expresan otras formas de relacion con la naturaleza y otros usos para la imagen costumbrista Este costumbrismo alternativo confirma asi la autonomia de la produccion de la produccion regional frente a las formas desarrolladas en la capital pero tambien hablan de ciertos procesos comunes como una secularizacion que gana terreno en todos los sectores sociales y en todas las regiones Hoy es dificil reconstruir las formas en que estas imagenes se integraron a las sociedades que las crearon o la manera en que pudieron afectar las identidades comunales o regionales Pero es evidente que permanecieron en gran medida relegadas del poder central desde los margenes no era posible forjar formas de representacion que pudieran trascender el ambito local para imponen en un escenario nacional Fueron finalmente las imagenes producidas desde la capital las que inevitablemente terminaron por definir una representacion oficial del pais La imagen de la nacion se fue construyendo asi gradual y parcialmente desde una mirada centralizada en Lima El resurgir de la pintura Editar En las decadas que siguieron a la Independencia mientras nuevos medios de representacion como la litografia la acuarela o la fotografia empezaban a ocupar un lugar decisivo en la representacion del pais la pintura quedo relegada a un lugar marginal Limitada principalmente a la reproduccion de retratos y obras destinadas al ambito privado sin encargos publicos y espacios de exhibicion ante una sociedad sin base definida Pero esto cambiaria a partir de 1840 siendo el unico espacio establecido para la formacion artistica la antigua Academia de Dibujo empezo a ocupar un lugar decisivo para la pintura Tras la muerte de Cortes su aprendiz Ignacio Merino impuso un nuevo dinamismo al asumir la direccion de la escuela Gracias a su labor surgio una nueva generacion de pintores que incluia a Francisco Laso 1828 1894 Juan de Dios Ingunza 1824 1867 Luis Montero 1826 1869 Francisco Masias 1828 1894 y Federico Torrico 1830 1879 A diferencia de los artistas que los precedieron esta nueva generacion surgia de familias acomodadas y contaban con una educacion privilegiada Su concepcion sobre el arte era como la de un campo diferenciado y autonomo o como expresion de un temperamento individual que no tuvo precedentes en la epoca Colonial Aunque todos realizaban retratos su ambicion academica los oriento hacia generos de mayor jerarquia como la pintura de tema historico o biblico Esto contribuyo a construir distancias cada vez mas grandes entre la pintura culta y la obra de artistas que continuaron trabajando imagenes y tecnicas derivadas de la Colonia Apostaron por el desarrollo internacional y los dos principales centres de formacion artistica eran Francia e Italia La pintura de Montero reflejo la influencia del academicismo italiano pero el resto de los pintores optaron por la escuela francesa A pesar de haber dejado un legado de obras significativas esta primera generacion de pintores republicanos encontro grandes dificultades para consolidar una institucion local y un campo artistico moderno En 1861 el pintor italiano Leonardo Barbieri organiza en Lima la Exposicion Nacional de Pintura fue la primera muestra colectiva de arte en el Peru Pero tras un segundo intento Barbieri desiste ante las limitaciones extremas y la falta de una produccion consistente En 1879 la muerte de Federico Torrico su ultimo y principal promotor dejo en mayor incertidumbre el escenario De hecho fue una generacion marcada por la fatalidad que le impidio perpetuarse en el tiempo y consolidar nuevas generaciones cuando Ignacio Merino muere en Paris en 1876 la mayor parte de sus discipulos peruanos habian fallecido prematuramente El rostro de la modernizacion Lima 1845 1879 Editar Al igual que en la pintura los grandes cambios en el campo de la escultura ademas de la arquitectura comenzaron a manifestarse al promediar el siglo en coincidencia con el auge del Estado guanero Este periodo de monumentos dedicados a heroes civiles y militares dentro de las obras publicas senalo la abrupta y desigual ruptura cultural que trajo la modernizacion del pais ya que solo en la capital se empezaba a marcar el ritmo de la innovacion y el cambio convirtiendose en el principal punto de referencia para el desarrollo de las demas ciudades del pais El proyecto del Parque de la Exposicion habia concentrado esfuerzos significativos en el ornato de Lima La mas evidente manifestacion de este impulso fueron los monumentos y esculturas que empezaron por entonces a transformar el rostro de la ciudad En 1859 se instalaron doce esculturas italianas de los signos del zodiaco en la Alameda de los Descalzos El mismo ano se inauguro el monumento ecuestre a Simon Bolivar en la Plaza de la Inquisicion por el italiano Adamo Tadolini 1788 1868 y poco despues se erigio la estatua de Salvatore Revelli dedicado a Cristobal Colon en el Paseo Colon El gran proyecto escultorico de la siguiente decada es el monumento en la Plaza Dos de Mayo cuyo diseno gracias al arquitecto Edmond Guillaume y al escultor Louis Leon Cugnot 1835 1894 fue seleccionado mediante un concurso internacional llevado a cabo en Paris de 1866 La gran columna y figuras de bronce que se fabricaron en Europa fueron instaladas en Lima en 1874 para componer una de las obras escultoricas mas ambiciosas del periodo Cementerio Museo General Presbitero Matias Maestro La modernizacion tambien se puso en evidencia en el Cementerio Presbitero Matias Maestro que acogio una seleccion representativa de escultura europea gracias a la consolidacion de una burguesia comercial Es justamente a partir de 1859 que se erigieron monumentos funerarios por algunos de escultores mas importantes del momento Rinaldo Rinaldi 1793 1873 Pietro Costa Vicenzo Bonanni Santo Varni 1807 1885 y el frances Louis Ernest Barrias 1841 1905 Los grandes mausoleos importados impusieron su distancia con el pasado colonial pero tambien con las formas de expresion de las clases medias y populares Las piedras tradicionales labradas por artesanos locales fueron desplazadas por grandes esculturas de marmol Es la epoca de oro para los marmolistas italianos establecidos en Lima como Ulderico Tenderino y Francisco Pietrosanti Es asi que las dos principales tradiciones locales de talla no pudieron acomodarse a las nuevas exigencias artisticas y monumentales De un lado se encontraban los especializados en la escultura policromada sobre madera una tecnica dedicada esencialmente a la representacion de imagenes religiosas que dificilmente podia adaptarse a la ejecucion de obras a gran escala Del otro lado se hallaban los talladores en piedra de Huamanga preparados para trabajar en volumen pero que por la fragilidad del material estuvieron limitados a produccion de figuras de tamano reducido Los primeros continuaron produciendo imagenes religiosas que casi no podian distinguirse de sus precedentes coloniales los segundos en cambio intentaron renovarse adoptando modelos clasicos temas mitologicos y figuras desnudas al tiempo que eliminaron progresivamente la aplicacion de color para imitar la sensacion del marmol La destreza de estos artistas llevo incluso a pensar que Ayacucho podria ser la cantera de donde surgian los futuros escultores nacionales Luis Medina fue uno de los que intentaron el dificil transito de las tecnicas tradicionales a la escultura moderna quien probablemente quiso imitar el precedente de su paisano Garpar Ricardo Suarez Pintura durante la Reconstruccion Nacional 1883 1919 Editar La Guerra del Pacifico 1879 1883 prolongo y agravo el vacio que habia dejado la muerte prematura de los artistas de la generacion del anterior como la partida a Europa de quienes se iniciaban entonces en las artes visuales El limitado escenario para las artes quedo en manos de artistas menores como el espanol Julian Onate y Juarez Burgos Espana 1843 1900 Sin embargo la organizacion de grandes exposiciones en el Palacio de la Exposicion en 1885 y 1892 abrio espacio a una joven generacion de pintores pero a la vez a todo una legion de artistas aficionados producto de la popularizacion de las lecciones de dibujo y pintura que ofrecian los artistas establecidos como Ramon Muniz Gaspar Ricardo Suarez o la italiana Valentina Pagani de Cassorati Pero entre los anos 1887 y 1891 la presencia de Carlos Baca Flor y la aparicion del Premio Adelinda Concha de Concha contribuyeron a fortalecer el ambiente artistico en Lima Aunque la Literatura fue mas critica planteando cuestionamientos a la sociedad peruana de la postguerra la pintura y la escultura en cambio ligadas a las expectativas del mecenazgo oficial tuvieron un papel mas celebratorio en la representacion de las hazanas heroicas Dejando de lado el tema historico en la pintura Juan B Lepiani 1864 1933 fue el pintor destacado por sus escenas sobre batallas heroicas La afirmacion nacionalista de la posguerra tambien favorecio la construccion de monumentos Es en 1898 que surge la iniciativa de erigir un monumento a Francisco Bolognesi y su diseno se convoca en 1902 a un concurso internacional en le que resulta ganador el escultor espanol Agustin Querol 1860 1909 Pintura durante el siglo XX EditarEl siglo XX se inicio como una prolongacion de las tendencias anteriores A diferencia de la generacion anterior en muchos casos en viaje de estudio se convirtio en largas residencias en el exterior e incluso de migracion definitiva Dichos casos son el de los pintores Federico del Campo 1837 1927 Albert Lynch 1855 1951 y Carlos Baca Flor 1869 1941 quien no volvio tras su partida en 1890 En cambio Abelardo Alvarez Calderon 1847 1911 y Herminio Arias de Solis 1881 1926 solo regresaron luego de muchas decadas de ausencia Probablemente Daniel Hernandez 1956 1936 hubiese sido uno ellos de no haberse creado la Escuela Nacional de Bellas Artes en 1918 Pero los artistas emigrados dejaron un definida influencia en el medio local por medio de las reproducciones de sus obras en revistas ilustradas o adquiridas por coleccionistas peruanos Por todo ello el retorno de Teofilo Castillo Guas 1857 1922 en 1905 tras una ausencia de mas de veinte anos habia coincidido con el surgimiento de un verdadero auge editorial El pintor daba preferencia al paisaje urbano y la pintura al aire libre asociado a un renovado criollismo conservador y nostalgia colonial inspiradas en autores como Jose Antonio de Lavalle y Ricardo Palma Diferenciandose asi del emergente paisajismo intimista que empezaban a consolidarse en las obras de pintores como Carlos Jimenez 1872 1911 o Luis Astete y Concha 1867 1914 Pero si bien la pintura de Castillo tuvo escasos seguidores mayor impacto genero su intenso trabajo como critico de arte promoviendo ademas la critica al desarrollo de temas nacionales y a la precariedad institucional que caracterizo la escena artistica hasta la fundacion de la ya mencionada Escuela de Bellas Artes Principios del siglo XX Editar En el transito hacia el s XX las definiciones politicas de la nacion fueron cediendo rapidamente paso a nuevas teorias etnolinguisticas que fijaban los ejes esenciales de las nacionalidad en la raza y en la lengua El auge de los nacionalismo en todo el mundo estuvo determinado fundamentalmente por la sociologia racialista de Gustave Le Bon y por el determinismo geografico de criticos como Hyppolite Taine Dichas ideas tuvieron un eco profundo en America Latina El americanismo emergente de autores como Jose Enrique Rodo se proponia como el eje de la renovacion espiritual y humanista que haria frente al materialismo norteamericano Las influyentes teorias del argentino Ricardo Rojas tambien proyectaban la imagen de una America vigorosa que tomaba la posta de Occidente en decadencia La nacion era para Rojas un organismo vivo alimentado por la geografia el idioma la raza historia y una misteriosa fuerza cosmica que daba forma a un espiritu colectivo a una emocion territorial Este vitalismo se conjugaba con el surgimiento del nacionalismo romantico que definio la orientacion de las artes tanto en Europa como America Desde Finlandia hasta Argentina el ideal nacionalista contribuyo a la busqueda de fuentes vernaculas para el arte y el diseno moderno El renacimiento celtico en Irlanda o el desarrollo del neoazteca en Mexico formaban parte del mismo impulso que otorgaba a las artes plasticas un papel determinante para las constitucion de identidades nacionales Todo ello tuvo una inmediata influencia en el Peru Gradualmente el nacionalismo politico basado en los monumentos a los heroes recientes de la guerra con Chile serian desplazados por nuevas imagenes de la nacion Las exigencias de autenticidad que proponian los nuevos nacionalismos obligaba a pensar el pais desde sus tradiciones artisticas y culturales Hacia 1922 Luis E Valcarcel podia afirmar que a diferencia de los griegos y romanos los peruanos pueden resistir el mas severo analisis sin que el quimico encuentre elementos basicos ajenos a nuestro medio geoetnico Lo indio y su cultura aparecian asi como el eje constitutivo de la nacion como su esencia originaria y original La idea de lo indio se insertaba en una concepcion dualista del pais definida por un juego que oponia sistematicamente la costa a la sierra y lo criollo a lo indigena Se forjo una dicotomia flexible e inestable en que lo indio sin embargo ocupo siempre un lugar predominante La idea del mestizaje cultural que entonces empezaba a difundirse no encontro por mucho tiempo un lugar en el discurso nacionalista Para intelectuales influyentes como Jose Carlos Mariategui y Luis E Valcarcel el mestizaje era todavia un termino negativo un hibrido en que lo mejor de cada raza se perdia en la imprecision Mario Urteaga Alvarado Cajamarca 1 de abril de 1875 ibidem 12 de junio de 1957 fue un pintor peruano Primero trabajo como periodista administrador y profesor Sin embargo paso a la pintura al oleo casi a la edad de 30 anos Se le descubre muy tardiamente en Lima hacia 1934 Pero su obra era apreciada por los habitantes de Cajamarca desde los umbrales de ese siglo A diferencia de sus colegas indigenistas formados en la Escuela Nacional de Bellas Artes de Lima Urteaga fue un artista autodidacta y desarrollo la labor central de sus pinturas en Cajamarca Esta circunstancia contribuyo a dar forma a la imagen del artista como producto topico espontaneo de su entorno y proyectar una percepcion ambivalente de su trabajo a veces clasificado como no academico y como una manifestacion del indigenismo independiente Con una mezcla de clasicismo y naturalidad era fascinante para el espectador de su tiempo escenas campesinas cuidadosamente compuestas por el artista que parecian encarnar el extremo periferico de las aspiraciones nacionalistas de toda una generacion que Urteaga logro mostrar al mundo los indios mas indios que jamas se han pintado segun concluye de Teodoro Nunez Ureta La realidad de su obra y su vida sin embargo es mucho mas contradictoria y compleja El impulso inicial para la revalorizacion de las tradiciones autoctonas surgio en el Cuzco en las primeras decadas del siglo Una reivindicacion regional impulsada por la modernizacion universitaria de 1909 busco en el pasado los elementos que pudieran definir una originalidad local Los intelectuales cusquenos creyeron encontrar en un idealizado pasado inca los fundamentos que podian renovar la vitalidad perdida tras la postergacion economica y politica que la region sufrio a partir de la Independencia El auge del teatro de tema incaista a partir de la decada de 1890 fue una de las principales manifestaciones de este fenomeno que Cesar Itier denomino indigenismo linguistico De esta conexion surgieron algunos de los primeros artistas como Juan Manuel Figueroa Aznar Francisco Gonzales Gamarra Cusco 1890 Lima 1972 y Benjamin Mendizabal La presentacion en Lima de companias cusquenas de teatro a partir de 1917 contribuyo a difundir este indigenismo en la capital De igual forma la obra de artistas cusquenos como el escultor Mendizabal autor de ambiciosas esculturas de tema incaico inspiradas en la antiguedad clasica o del pintor Gonzalez Gamarra motivaron lagunas de las primeras discusiones sobre el nacionalismo en las artes plasticas Sus propuestas permitieron que Teofilo Castillo formulara algunas de sus ideas en torno a obras concretas Ya en 1918 al exaltar la obra de Gonzales Gamarra Castillo la describio como un arte verdadero de energia racial arte fuerte sincero varonil arte ennoblecedor a base de la propia historia El oncenio de Leguia vio extenderse este fenomeno que a lo largo de la decada de 1920 fue asumido como parte de la politica oficial De hecho el nacionalismo cultural de esos anos formo parte de un proceso mas amplio el indigenismo se extendio a la grafica la musica y al teatro Practicamente no hubo aspecto en la vida nacional que no estuviera marcado por la mirada indigenista Perezosa de Daniel Hernandez Morillo Diversos factores confluyeron en la formacion de este vasto proceso cultural Junto a la orientacion de este vasto proceso cultural Junto a la orientacion politica del regimen de Leguia y el fortalecimiento institucional de entidades culturales del Estado sin duda el hecho fundamental fue la fundacion de la Escuela Nacional de Bellas Artes ENBA en 1918 En varios sentidos la Escuela marco un hito en el desarrollo del arte peruano Tras decadas de intentos fallidos se consolidaba finalmente en un espacio para la ensenanza de las artes plasticas La ENBA permitio el surgimiento de una primera generacion de pintores y escultores formados en el pais y revirtio definitivamente la larga historia de emigracion de artistas hacia el extranjero Las exhibiciones anuales de los alumnos y egresados se constituyeron pronto en el eje de una amplia discusion critica Por primera vez las artes plasticas encontraron una ubicacion definida en la esfera publica El plan de estudios disenados por Daniel Hernandez se inspiro en los principios tradicionales de las academias europeas Pero finalmente no fue el academismo renovado de los salones franceses que Hernandez habia traido el que impuso en la escuela sino la influencia decisiva de Manuel Piqueras Cotoli Lucena Cordoba 1885 Lima 1937 y de Jose Sabogal Cajabamba 1888 Lima 1956 los dos jovenes profesores que asumieron la ensenanza en la nueva institucion De formas diversas ambos intentaron esbozar propuestas que pudieran imprimir un caracter local al arte creado desde la ENBA La nueva institucion se constituyo asi e el lugar de confluencia de las diversas opciones nacionalistas todas ellas apoyadas con decision por el gobierno de Leguia Vease tambien EditarArte del Peru Francisco de Zurbaran Escuela cuzquena de pinturaReferencias Editar Lavarello de Velaochaga Gabriela Mayo de 2009 Historia de la Pintura Peruana PINTORES PERU Consultado el 11 de agosto de 2020 Al rescate del legado judio de Zurbaran en Inglaterra El Correo Vizcaya Enlaces externos EditarLa Generacion del 68 Entre la agonia y la fiesta de la modernidad de Alfonso Castrillon Vizcarra Datos Q11097034 Obtenido de https es wikipedia org w index php title Historia de la pintura en Peru amp oldid 139809190, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

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