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María de Molina presenta a su hijo Fernando IV en las Cortes de Valladolid de 1295

María de Molina presenta a su hijo Fernando IV en las Cortes de Valladolid de 1295 o Jura de Fernando IV en las Cortes de Valladolid es un óleo sobre lienzo pintado por Antonio Gisbert Pérez en 1863 que recrea el momento en que la reina María de Molina presenta a su hijo, Fernando IV, en las Cortes de Valladolid de 1295, en las que el joven monarca fue reconocido como rey, aunque ya había sido proclamado como tal en la catedral de Toledo.

María de Molina presenta a su hijo Fernando IV en las Cortes de Valladolid de 1295
Año 1863
Autor Antonio Gisbert Pérez
Técnica Óleo sobre lienzo
Estilo Romanticismo
Tamaño 377 cm × 311 cm
Localización Palacio de las Cortes, Madrid, España España

El lienzo, que fue adquirido por el Estado español en 1863,[1]​ fue pintado para ser colocado en la cabecera del Salón de Sesiones del Congreso de los Diputados de España, donde se expone en la actualidad.

Historia del cuadro

El cuadro le fue encargado a Antonio Gisbert a finales de diciembre de 1860 o principios de 1861 por el gobierno español para decorar la cabecera del Salón de Sesiones del Congreso de los Diputados,[2]​ al tiempo que encargaban a José Casado del Alisal el lienzo titulado El juramento de las Cortes de Cádiz de 1810, destinado a decorar el mismo lugar.[3]​ Ambos cuadros habían sido encargados previamente al pintor Federico de Madrazo, pero sus demoras al ejecutarlos, debido a sus otros encargos, hicieron que los cuadros fueran encargados a los artistas antes mencionados.[3]

En 1863 el Estado español adquirió el lienzo de Antonio Gisbert, y para recompensarle por su trabajo fue nombrado comendador de número de la Orden de Isabel la Católica por Real Orden de 13 de noviembre de 1863, al igual que Casado del Alisal, que también lo fue dos días antes que Gisbert,[3]​ y el cuadro de este último está expuesto en la actualidad en el Salón de Sesiones del Congreso de los Diputados de España y fue reproducido en grabado en el siglo XIX por El Museo Literario (1863-1864), por El Museo Universal (1864), por La Ilustración de España (1886) y por La Ilustración Católica (1886).[4]

Contexto histórico

Las Cortes de Valladolid de 1295

Esta reunión de Cortes tuvo lugar durante la minoría de edad del rey Fernando IV, que había accedido al trono ese mismo año tras la muerte de su padre, Sancho IV de Castilla, y el 26 de abril de 1295, un día después de la muerte de éste, Fernando IV, que tenía nueve años de edad, fue proclamado rey en la catedral de Toledo y juró, según consta en la Crónica de Fernando IV,[5]​ respetar y guardar los fueros de los nobles y plebeyos de su reino,[6]​ que lo acataron acto seguido como a «rey y señor».[7]

Fernando IV y su madre, la reina María de Molina, se enfrentaban en esos momentos al infante Juan de Castilla el de Tarifa, hijo de Alfonso X, que aspiraba a convertirse en rey de León, Sevilla y Galicia, a Alfonso de la Cerda, nieto de Alfonso X, que actuaba movido por el mismo propósito, al reino de Portugal, que apoyaba al infante Juan, y a los reinos de Aragón y de Francia, que apoyaban a Alfonso de la Cerda. Y al mismo tiempo, la reina María de Molina y el infante Enrique de Castilla el Senador, único hijo superviviente de Fernando III de Castilla, se disputaban la tutoría de Fernando IV, cuyo control supondría ejercer el gobierno efectivo del reino de Castilla, por lo que ambos buscaron el apoyo de los nobles y de los concejos de las ciudades castellanas. El infante Enrique trató de evitar, inútilmente, la reunión de las Cortes mientras acusaba a la reina María de Molina de querer aumentar las cargas fiscales de sus súbditos,[8]​ a pesar de que poco antes la reina había abolido el impuesto de la Sisa, que gravaba el consumo y había sido establecido por Sancho IV en 1293.[6]

Antes de que comenzaran las Cortes, la reina se vio obligada a aceptar la ocupación del señorío de Vizcaya, a excepción de los municipios de Orduña y Valmaseda, por Diego López V de Haro, que luchaba por la posesión de dicho señorío con María Díaz de Haro, esposa del infante Juan de Castilla, que a su vez lo reclamaba en nombre de su esposa.[9]​ Y la reina también hubo de aceptar, antes de que dieran comienzo las sesiones de Cortes, que la tutoría del rey y la guarda de los reinos quedaran en manos del infante Enrique, aunque la crianza y la custodia del rey quedaron en manos de la propia reina.[9]

Las sesiones de Cortes comenzaron a finales del mes de julio o principios de agosto de 1295, y a la ciudad de Valladolid acudieron los representantes de los concejos de Castilla, León, Galicia, Asturias, las Extremaduras, Andalucía, y los del arzobispado de Toledo,[9]​ aunque el obispado de Jaén no envió representantes a las Cortes por encontrarse en guerra con el reino de Granada.[9]​ Y al empezar las Cortes, un amplio sector de los procuradores del reino, entre los que se contaban los del arzobispado de Toledo, los del obispado de Cuenca, y los de las ciudades de Segovia y Ávila, se negaron a reconocer al infante Enrique como tutor del rey y estuvieron a punto de abandonar la asamblea, lo que impidió la reina María de Molina, que consiguió que todos los procuradores rindieran homenaje a Fernando IV y que reconocieran al infante Enrique como tutor del rey.[9]

De las Cortes de Valladolid de 1295, que fueron las primeras del reinado de Fernando IV, surgieron dos ordenamientos, siendo uno de ellos de carácter general, y otro dirigido sobre todo al estamento eclesiástico,[9]​ y según consta en el ordenamiento, Fernando IV juró:[10]

 
Sepulcro de Fernando IV de Castilla en la iglesia de San Hipólito de Córdoba.
E nos el sobredicho rei don Fernando...prometemos é otorgamos de tener é guardar todas estas cosas que sobredichas son, é de non venir contra ellas en ningunt tiempo. E por mayor firmedumbre de todo esto don Enrique nuestro tio é nuestro tutor juró por nos como tutor sobre los santos evangelios é sobre la cruz é fizo pleito homenage que lo mantuviésemos é lo guardásemos en todo tiempo como dicho es.

Al final, la reina y el infante Enrique consiguieron, mediante múltiples concesiones en forma de señoríos, soldadas o privilegios, que los nobles presentes en las Cortes y los representantes de los concejos y de la Iglesia se sometieran a la autoridad de Fernando IV, aunque momentáneamente.[11]​ Y la mayoría de los historiadores coinciden en que los más beneficiados en estas Cortes, cuyo ordenamiento fue publicado por Antonio Benavides Fernández de Navarrete en el tomo II de sus Memorias de Fernando IV de Castilla,[12]​ fueron los concejos de las villas y ciudades del reino y el estado llano, aunque el estamento eclesiástico no resultó muy perjudicado.[13]​ Durante su reinado, Fernando IV hubo de enfrentarse a la insubordinación de la nobleza, capitaneada en numerosas ocasiones por su tío, el infante Juan, y por Juan Núñez II de Lara, señor de la casa de Lara, que fueron apoyados en algunas ocasiones por el magnate Don Juan Manuel, nieto de Fernando III.

Y al igual que sus predecesores en el trono, Fernando IV prosiguió la empresa de la Reconquista y, aunque fracasó en su intento de conquistar Algeciras en 1309, conquistó Gibraltar ese mismo año, y en 1312 el municipio jienense de Alcaudete. Y durante las Cortes de Valladolid de 1312, celebradas en el año de su muerte, el rey impulsó la reforma de la administración de justicia, y la de todos los ámbitos de la administración, al tiempo que intentaba reforzar la autoridad de la Corona en detrimento de la autoridad nobiliaria, aunque falleció en Jaén el 7 de septiembre de 1312, a los veintiséis años de edad, sin que nadie le viera morir, estando su muerte vinculada con la leyenda de los hermanos Carvajal.[14]

Descripción de la obra

 
Detalle del cuadro. La reina María de Molina y su hijo, Fernando IV de Castilla.

A la izquierda del cuadro aparecen representados la reina María de Molina y su hijo, Fernando IV. Ambos personajes están cobijados por un dosel y subidos a un estrado, y detrás de ellos aparecen dos obispos, portando uno de ellos un báculo pastoral. La reina María de Molina está cubierta con un manto rojo y lleva en la cabeza un velo blanco y una corona, y Fernando IV, que tenía diez años de edad en el momento de los hechos, aparece vistiendo una corta túnica blanca que le cubre hasta las rodillas y que está adornada con el escudo de Castilla y León. El rey porta un largo cetro dorado en su mano derecha, que le llega casi hasta la cabeza, y una pequeña corona en su cabeza, y la reina tiene los brazos parcialmente extendidos hacia adelante, en un gesto que parece indicar, como señalan diversos autores, que está velando por el destino de su hijo.[15]

En primer plano, y a la derecha del estrado, aparece el infante Enrique de Castilla el Senador,[16]​ con la cabeza girada hacia el dosel que cubre a los monarcas. El infante Enrique, que lleva una larga barba blanca, tiene su cabeza cubierta con un birrete rojo, viste una larga túnica dorada con bordados en color marrón, y en la mano izquierda lleva un pergamino enrollado, y a su derecha está situado un pequeño mueble sobre el que está extendido su manto azul.

A la izquierda del estrado aparece representado el infante Juan de Castilla el de Tarifa,[16]​ que porta una corona en la cabeza, barba negra y mira a los monarcas. El brazo derecho del infante le cubre el pecho en actitud defensiva, viste una cota de malla que le cubre todo el cuerpo, y sobre ella lleva puesta una túnica blanca que le llega a las rodillas. Además, lleva ceñido un cinturón del que cuelga su espada, con empuñadura dorada, y un crítico de arte comentó en 1864 las figuras de los infantes Enrique y Juan del siguiente modo:[16]

A ambos lados del trono los dos rebeldes infantes, bien caracterizados en edad, figura y trage, si bien se sorprenden de lo que pasa, revelan su cauteloso amaño y la protesta interior que les subleva para conseguir después un resultado favorable a sus intentos.

Frente al estrado donde se encuentran los reyes, un personaje vestido con una túnica de color marrón aparece sujetando su espada con su mano izquierda y con su brazo derecho extendido hacia arriba, en actitud de avanzar hacia los monarcas, y a la izquierda del estrado aparecen sentados una serie de individuos, entre los que figura un prelado que lleva un largo manto rojo, y detrás de ellos, y al fondo del cuadro, otros personajes están en pie, ataviados con vestiduras propias de la época.

Análisis y críticas de la obra

 
El juramento de las Cortes de Cádiz de 1810. José Casado del Alisal. (1863). Congreso de los Diputados de España.

Los críticos de la época comentaron negativamente las semejanzas existentes entre El juramento de las Cortes de Cádiz de 1810, de Casado del Alisal, y este lienzo y, por ello, ambos artistas enviaron desde París una carta común al periódico La Correspondencia, en la que afirmaban que Casado del Alisal había realizado el boceto de su cuadro mientras estaba en París, y que Gisbert había ejecutado su boceto en Toledo, por lo que ninguno de ellos habría podido imitar la composición del otro.[17]

No obstante, diversos autores afirman que el lienzo de Gisbert muestra un notable paralelismo con el cuadro de Casado del Alisal,[18]​ ya que en los dos hay una idéntica distribución de elementos y personajes, pues en ambos hay un estrado cubierto por una alfombra, al que se accede por tres escalones, en el que están situados los protagonistas de los respectivos cuadros. El cuadro de Gisbert lo presiden Fernando IV y su madre, la reina María de Molina, mientras que el cuadro de Casado del Alisal está presidido por el cardenal Luis María de Borbón, y el resto de los personajes están dispuestos de modo similar en ambas obras.[18]

Y en opinión de diversos historiadores, Antonio Gisbert no solo representó en esta obra la presentación o el juramento de Fernando IV en las Cortes de Valladolid de 1295, sino que intentó poner de relieve la legitimidad dinástica de la reina Isabel II, que reinaba en España en esos momentos. Y de ese modo, la reina María de Molina representaría a la reina María Cristina de Borbón, madre de Isabel II, que durante las Guerras Carlistas hubo de enfrentarse a los que cuestionaban la legitimidad de su hija, Isabel II, al igual que en su día la reina María de Molina se enfrentó a los que cuestionaban la legitimidad de Fernando IV.[19]

Y otros historiadores destacan, centrándose en el aspecto de representar a una mujer como reina y madre, que María de Molina representaría a la reina Isabel II, mientras que el rey Fernando IV representaría al príncipe Alfonso, hijo de Isabel II y heredero del trono en la época en que Gisbert pintó el cuadro.[20]​ Y en 1864, un año después de que Antonio Gisbert finalizase la obra, J. Vallejo se refirió a la misma del siguiente modo:[1]

Para nosotros, como para todo el mundo, por muy bien compuestas, dibujadas y coloridas que estén las figuras de un cuadro, si le faltan la conveniencia, filosofía y verdad histórica que necesariamente se exige, si por el sitio a que está destinado se desea la representación clara de un determinado suceso, una página pintada, y carece el lienzo de estas condiciones, por muy bien pintado que esté no sirve.

No obstante, el cuadro también fue alabado en la época de su realización por diversos escritores, como en un artículo aparecido en 1864 en El Museo Universal, en el que se refieren así al mismo:[21]

Inútil por lo tanto será decir que en el nuevo cuadro de la Jura de don Fernando IV, pintado para el Salón del Congreso, vemos a Gisbert con todas sus dotes materiales; vemos en primer lugar un gran suceso nacional hábilmente interpretado, con la animación del drama, la gracia del poeta, la profundidad del filósofo, y el rigorismo y propiedad de la historia; vemos en otro concepto una bellísima composición que cautiva la mirada por su armonioso conjunto, la esplendidez de tono y color, la verdad de los pormenores y la cabal perfección de sus partes.

Véase también

Referencias

Bibliografía

  • Benavides, Antonio (1860a). Memorias de Don Fernando IV de Castilla. Tomo I (1ª edición). Madrid: Imprenta de Don José Rodríguez. OCLC 3852430. 
  • —— (1860b). Memorias de Don Fernando IV de Castilla. Tomo II (1ª edición). Madrid: Imprenta de Don José Rodríguez. OCLC 253723961. 
  • ——; Urcelay Gaona, Hegoi; (2005). «La crisis bajomedieval en Castilla durante el reinado de Fernando IV a través de las reuniones de Cortes (1295-1312)». Acta historica et archaeologica mediaevalia (Barcelona: Universitat de Barcelona: Servicio de Publicaciones y Facultad de Geografía e Historia) (26): 285-306. ISSN 0212-2960. 
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  • Nieto Cumplido, Manuel (1991). Historia de la Iglesia en Córdoba: Reconquista y Restauración (1146-1326). Tomo II (1ª edición). Córdoba: Publicaciones del Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Córdoba. ISBN 8479590092. 
  • Parreño Arenas, Etelvina (2010). «La imagen de la mujer en la pintura española del siglo XX». Asociación de Amigos del Archivo Histórico Diocesano de Jaén. Congreso virtual sobre Historia de las Mujeres (Jaén: Asociación de Amigos del Archivo Histórico Diocesano de Jaén): 1-39. Consultado el 26 de agosto de 2011. 
  • Portela Sandoval, Francisco José (1986). Casado del Alisal (1831-1886) (1ª edición). Palencia: Excma. Diputación Provincial de Palencia. ISBN 84-505-4582-X. 
  • Preckler, Ana María (2003). Historia del arte universal de los siglos XIX y XX. Tomo I. Madrid: Universidad Complutense. ISBN 84-7491-706-9. 
  • Reyero, Carlos (2005). «La ambigüedad de Clío. Pintura de historia y cambios ideológicos en la España del siglo XIX». Anales del Instituto de Investigaciones Estéticas (México: Universidad Nacional Autónoma de México: Instituto de Investigaciones Estéticas) (87): 37-64. ISSN 0185-1276. Consultado el 26 de agosto de 2011. 
  • Vázquez Campos, Braulio (2006). Los adelantados mayores de la frontera o Andalucía (Siglos XIII-XIV) (1ª edición). Camas: Diputación de Sevilla. ISBN 84-7798-230-9. 
  • VV.AA. (1864). El Museo Universal. Año octavo (1ª edición). Madrid: Imprenta y librería de Gaspar y Roig. 

Enlaces externos

  • Patrimonio Históríco-Artístico del Congreso de los Diputados de España


  •   Datos: Q6004832
  •   Multimedia: María de Molina presenta a su hijo Fernando IV en las Cortes de Valladolid de 1295

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Maria de Molina presenta a su hijo Fernando IV en las Cortes de Valladolid de 1295 o Jura de Fernando IV en las Cortes de Valladolid es un oleo sobre lienzo pintado por Antonio Gisbert Perez en 1863 que recrea el momento en que la reina Maria de Molina presenta a su hijo Fernando IV en las Cortes de Valladolid de 1295 en las que el joven monarca fue reconocido como rey aunque ya habia sido proclamado como tal en la catedral de Toledo Maria de Molina presenta a su hijo Fernando IV en las Cortes de Valladolid de 1295Ano1863AutorAntonio Gisbert PerezTecnicaoleo sobre lienzoEstiloRomanticismoTamano377 cm 311 cmLocalizacionPalacio de las Cortes Madrid Espana Espana editar datos en Wikidata El lienzo que fue adquirido por el Estado espanol en 1863 1 fue pintado para ser colocado en la cabecera del Salon de Sesiones del Congreso de los Diputados de Espana donde se expone en la actualidad Indice 1 Historia del cuadro 2 Contexto historico 2 1 Las Cortes de Valladolid de 1295 3 Descripcion de la obra 4 Analisis y criticas de la obra 5 Vease tambien 6 Referencias 7 Bibliografia 8 Enlaces externosHistoria del cuadro EditarEl cuadro le fue encargado a Antonio Gisbert a finales de diciembre de 1860 o principios de 1861 por el gobierno espanol para decorar la cabecera del Salon de Sesiones del Congreso de los Diputados 2 al tiempo que encargaban a Jose Casado del Alisal el lienzo titulado El juramento de las Cortes de Cadiz de 1810 destinado a decorar el mismo lugar 3 Ambos cuadros habian sido encargados previamente al pintor Federico de Madrazo pero sus demoras al ejecutarlos debido a sus otros encargos hicieron que los cuadros fueran encargados a los artistas antes mencionados 3 En 1863 el Estado espanol adquirio el lienzo de Antonio Gisbert y para recompensarle por su trabajo fue nombrado comendador de numero de la Orden de Isabel la Catolica por Real Orden de 13 de noviembre de 1863 al igual que Casado del Alisal que tambien lo fue dos dias antes que Gisbert 3 y el cuadro de este ultimo esta expuesto en la actualidad en el Salon de Sesiones del Congreso de los Diputados de Espana y fue reproducido en grabado en el siglo XIX por El Museo Literario 1863 1864 por El Museo Universal 1864 por La Ilustracion de Espana 1886 y por La Ilustracion Catolica 1886 4 Contexto historico EditarLas Cortes de Valladolid de 1295 Editar Articulo principal Cortes de Valladolid de 1295 Ultimos momentos de Fernando IV el Emplazado oleo sobre lienzo de Jose Casado del Alisal 1860 Palacio del Senado de Espana Esta reunion de Cortes tuvo lugar durante la minoria de edad del rey Fernando IV que habia accedido al trono ese mismo ano tras la muerte de su padre Sancho IV de Castilla y el 26 de abril de 1295 un dia despues de la muerte de este Fernando IV que tenia nueve anos de edad fue proclamado rey en la catedral de Toledo y juro segun consta en la Cronica de Fernando IV 5 respetar y guardar los fueros de los nobles y plebeyos de su reino 6 que lo acataron acto seguido como a rey y senor 7 Fernando IV y su madre la reina Maria de Molina se enfrentaban en esos momentos al infante Juan de Castilla el de Tarifa hijo de Alfonso X que aspiraba a convertirse en rey de Leon Sevilla y Galicia a Alfonso de la Cerda nieto de Alfonso X que actuaba movido por el mismo proposito al reino de Portugal que apoyaba al infante Juan y a los reinos de Aragon y de Francia que apoyaban a Alfonso de la Cerda Y al mismo tiempo la reina Maria de Molina y el infante Enrique de Castilla el Senador unico hijo superviviente de Fernando III de Castilla se disputaban la tutoria de Fernando IV cuyo control supondria ejercer el gobierno efectivo del reino de Castilla por lo que ambos buscaron el apoyo de los nobles y de los concejos de las ciudades castellanas El infante Enrique trato de evitar inutilmente la reunion de las Cortes mientras acusaba a la reina Maria de Molina de querer aumentar las cargas fiscales de sus subditos 8 a pesar de que poco antes la reina habia abolido el impuesto de la Sisa que gravaba el consumo y habia sido establecido por Sancho IV en 1293 6 Antes de que comenzaran las Cortes la reina se vio obligada a aceptar la ocupacion del senorio de Vizcaya a excepcion de los municipios de Orduna y Valmaseda por Diego Lopez V de Haro que luchaba por la posesion de dicho senorio con Maria Diaz de Haro esposa del infante Juan de Castilla que a su vez lo reclamaba en nombre de su esposa 9 Y la reina tambien hubo de aceptar antes de que dieran comienzo las sesiones de Cortes que la tutoria del rey y la guarda de los reinos quedaran en manos del infante Enrique aunque la crianza y la custodia del rey quedaron en manos de la propia reina 9 Las sesiones de Cortes comenzaron a finales del mes de julio o principios de agosto de 1295 y a la ciudad de Valladolid acudieron los representantes de los concejos de Castilla Leon Galicia Asturias las Extremaduras Andalucia y los del arzobispado de Toledo 9 aunque el obispado de Jaen no envio representantes a las Cortes por encontrarse en guerra con el reino de Granada 9 Y al empezar las Cortes un amplio sector de los procuradores del reino entre los que se contaban los del arzobispado de Toledo los del obispado de Cuenca y los de las ciudades de Segovia y Avila se negaron a reconocer al infante Enrique como tutor del rey y estuvieron a punto de abandonar la asamblea lo que impidio la reina Maria de Molina que consiguio que todos los procuradores rindieran homenaje a Fernando IV y que reconocieran al infante Enrique como tutor del rey 9 De las Cortes de Valladolid de 1295 que fueron las primeras del reinado de Fernando IV surgieron dos ordenamientos siendo uno de ellos de caracter general y otro dirigido sobre todo al estamento eclesiastico 9 y segun consta en el ordenamiento Fernando IV juro 10 Sepulcro de Fernando IV de Castilla en la iglesia de San Hipolito de Cordoba E nos el sobredicho rei don Fernando prometemos e otorgamos de tener e guardar todas estas cosas que sobredichas son e de non venir contra ellas en ningunt tiempo E por mayor firmedumbre de todo esto don Enrique nuestro tio e nuestro tutor juro por nos como tutor sobre los santos evangelios e sobre la cruz e fizo pleito homenage que lo mantuviesemos e lo guardasemos en todo tiempo como dicho es Al final la reina y el infante Enrique consiguieron mediante multiples concesiones en forma de senorios soldadas o privilegios que los nobles presentes en las Cortes y los representantes de los concejos y de la Iglesia se sometieran a la autoridad de Fernando IV aunque momentaneamente 11 Y la mayoria de los historiadores coinciden en que los mas beneficiados en estas Cortes cuyo ordenamiento fue publicado por Antonio Benavides Fernandez de Navarrete en el tomo II de sus Memorias de Fernando IV de Castilla 12 fueron los concejos de las villas y ciudades del reino y el estado llano aunque el estamento eclesiastico no resulto muy perjudicado 13 Durante su reinado Fernando IV hubo de enfrentarse a la insubordinacion de la nobleza capitaneada en numerosas ocasiones por su tio el infante Juan y por Juan Nunez II de Lara senor de la casa de Lara que fueron apoyados en algunas ocasiones por el magnate Don Juan Manuel nieto de Fernando III Y al igual que sus predecesores en el trono Fernando IV prosiguio la empresa de la Reconquista y aunque fracaso en su intento de conquistar Algeciras en 1309 conquisto Gibraltar ese mismo ano y en 1312 el municipio jienense de Alcaudete Y durante las Cortes de Valladolid de 1312 celebradas en el ano de su muerte el rey impulso la reforma de la administracion de justicia y la de todos los ambitos de la administracion al tiempo que intentaba reforzar la autoridad de la Corona en detrimento de la autoridad nobiliaria aunque fallecio en Jaen el 7 de septiembre de 1312 a los veintiseis anos de edad sin que nadie le viera morir estando su muerte vinculada con la leyenda de los hermanos Carvajal 14 Descripcion de la obra Editar Detalle del cuadro La reina Maria de Molina y su hijo Fernando IV de Castilla A la izquierda del cuadro aparecen representados la reina Maria de Molina y su hijo Fernando IV Ambos personajes estan cobijados por un dosel y subidos a un estrado y detras de ellos aparecen dos obispos portando uno de ellos un baculo pastoral La reina Maria de Molina esta cubierta con un manto rojo y lleva en la cabeza un velo blanco y una corona y Fernando IV que tenia diez anos de edad en el momento de los hechos aparece vistiendo una corta tunica blanca que le cubre hasta las rodillas y que esta adornada con el escudo de Castilla y Leon El rey porta un largo cetro dorado en su mano derecha que le llega casi hasta la cabeza y una pequena corona en su cabeza y la reina tiene los brazos parcialmente extendidos hacia adelante en un gesto que parece indicar como senalan diversos autores que esta velando por el destino de su hijo 15 En primer plano y a la derecha del estrado aparece el infante Enrique de Castilla el Senador 16 con la cabeza girada hacia el dosel que cubre a los monarcas El infante Enrique que lleva una larga barba blanca tiene su cabeza cubierta con un birrete rojo viste una larga tunica dorada con bordados en color marron y en la mano izquierda lleva un pergamino enrollado y a su derecha esta situado un pequeno mueble sobre el que esta extendido su manto azul A la izquierda del estrado aparece representado el infante Juan de Castilla el de Tarifa 16 que porta una corona en la cabeza barba negra y mira a los monarcas El brazo derecho del infante le cubre el pecho en actitud defensiva viste una cota de malla que le cubre todo el cuerpo y sobre ella lleva puesta una tunica blanca que le llega a las rodillas Ademas lleva cenido un cinturon del que cuelga su espada con empunadura dorada y un critico de arte comento en 1864 las figuras de los infantes Enrique y Juan del siguiente modo 16 A ambos lados del trono los dos rebeldes infantes bien caracterizados en edad figura y trage si bien se sorprenden de lo que pasa revelan su cauteloso amano y la protesta interior que les subleva para conseguir despues un resultado favorable a sus intentos Frente al estrado donde se encuentran los reyes un personaje vestido con una tunica de color marron aparece sujetando su espada con su mano izquierda y con su brazo derecho extendido hacia arriba en actitud de avanzar hacia los monarcas y a la izquierda del estrado aparecen sentados una serie de individuos entre los que figura un prelado que lleva un largo manto rojo y detras de ellos y al fondo del cuadro otros personajes estan en pie ataviados con vestiduras propias de la epoca Analisis y criticas de la obra Editar El juramento de las Cortes de Cadiz de 1810 Jose Casado del Alisal 1863 Congreso de los Diputados de Espana Los criticos de la epoca comentaron negativamente las semejanzas existentes entre El juramento de las Cortes de Cadiz de 1810 de Casado del Alisal y este lienzo y por ello ambos artistas enviaron desde Paris una carta comun al periodico La Correspondencia en la que afirmaban que Casado del Alisal habia realizado el boceto de su cuadro mientras estaba en Paris y que Gisbert habia ejecutado su boceto en Toledo por lo que ninguno de ellos habria podido imitar la composicion del otro 17 No obstante diversos autores afirman que el lienzo de Gisbert muestra un notable paralelismo con el cuadro de Casado del Alisal 18 ya que en los dos hay una identica distribucion de elementos y personajes pues en ambos hay un estrado cubierto por una alfombra al que se accede por tres escalones en el que estan situados los protagonistas de los respectivos cuadros El cuadro de Gisbert lo presiden Fernando IV y su madre la reina Maria de Molina mientras que el cuadro de Casado del Alisal esta presidido por el cardenal Luis Maria de Borbon y el resto de los personajes estan dispuestos de modo similar en ambas obras 18 Y en opinion de diversos historiadores Antonio Gisbert no solo represento en esta obra la presentacion o el juramento de Fernando IV en las Cortes de Valladolid de 1295 sino que intento poner de relieve la legitimidad dinastica de la reina Isabel II que reinaba en Espana en esos momentos Y de ese modo la reina Maria de Molina representaria a la reina Maria Cristina de Borbon madre de Isabel II que durante las Guerras Carlistas hubo de enfrentarse a los que cuestionaban la legitimidad de su hija Isabel II al igual que en su dia la reina Maria de Molina se enfrento a los que cuestionaban la legitimidad de Fernando IV 19 Y otros historiadores destacan centrandose en el aspecto de representar a una mujer como reina y madre que Maria de Molina representaria a la reina Isabel II mientras que el rey Fernando IV representaria al principe Alfonso hijo de Isabel II y heredero del trono en la epoca en que Gisbert pinto el cuadro 20 Y en 1864 un ano despues de que Antonio Gisbert finalizase la obra J Vallejo se refirio a la misma del siguiente modo 1 Para nosotros como para todo el mundo por muy bien compuestas dibujadas y coloridas que esten las figuras de un cuadro si le faltan la conveniencia filosofia y verdad historica que necesariamente se exige si por el sitio a que esta destinado se desea la representacion clara de un determinado suceso una pagina pintada y carece el lienzo de estas condiciones por muy bien pintado que este no sirve No obstante el cuadro tambien fue alabado en la epoca de su realizacion por diversos escritores como en un articulo aparecido en 1864 en El Museo Universal en el que se refieren asi al mismo 21 Inutil por lo tanto sera decir que en el nuevo cuadro de la Jura de don Fernando IV pintado para el Salon del Congreso vemos a Gisbert con todas sus dotes materiales vemos en primer lugar un gran suceso nacional habilmente interpretado con la animacion del drama la gracia del poeta la profundidad del filosofo y el rigorismo y propiedad de la historia vemos en otro concepto una bellisima composicion que cautiva la mirada por su armonioso conjunto la esplendidez de tono y color la verdad de los pormenores y la cabal perfeccion de sus partes Vease tambien EditarPintura de historia Ultimos momentos de Fernando IV el EmplazadoReferencias Editar a b Perez Viejo 1996 p 59 Portela Sandoval 1986 pp 38 y 86 a b c Portela Sandoval 1986 p 38 Perez Viejo 1996 p 100 Benavides 1860a p 2 a b Gonzalez Minguez 1995 p 25 Nieto Cumplido 1991 p 170 Gonzalez Minguez 1995 p 26 a b c d e f Gonzalez Minguez 1995 p 27 Martinez Marina 1813 p 305 Vazquez Campos 2006 p 202 Benavides 1860b pp 22 23 y 36 38 Nieto Cumplido 1991 p 171 Gonzalez Minguez 1995 p 247 Reyero 2005 p 42 a b c VV AA 1864 p 179 Portela Sandoval 1986 p 86 a b Preckler 2003 p 259 Parreno Arenas 2010 pp 9 10 Parreno Arenas 2010 p 10 VV AA 1864 p 178 Bibliografia EditarBenavides Antonio 1860a Memorias de Don Fernando IV de Castilla Tomo I 1ª edicion Madrid Imprenta de Don Jose Rodriguez OCLC 3852430 1860b Memorias de Don Fernando IV de Castilla Tomo II 1ª edicion Madrid Imprenta de Don Jose Rodriguez OCLC 253723961 Gonzalez Minguez Cesar 1995 Fernando IV 1295 1312 1ª edicion Palencia La Olmeda ISBN 84 8173 027 0 Urcelay Gaona Hegoi 2005 La crisis bajomedieval en Castilla durante el reinado de Fernando IV a traves de las reuniones de Cortes 1295 1312 Acta historica et archaeologica mediaevalia Barcelona Universitat de Barcelona Servicio de Publicaciones y Facultad de Geografia e Historia 26 285 306 ISSN 0212 2960 La referencia utiliza el parametro obsoleto coautores ayuda Martinez Marina Francisco 1813 Teoria de las Cortes o grandes Juntas Nacionales de los Reinos de Leon y Castilla Tomo I 1ª edicion Madrid Imprenta de Don Fermin Villalpando OCLC 9443572 Nieto Cumplido Manuel 1991 Historia de la Iglesia en Cordoba Reconquista y Restauracion 1146 1326 Tomo II 1ª edicion Cordoba Publicaciones del Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Cordoba ISBN 8479590092 Parreno Arenas Etelvina 2010 La imagen de la mujer en la pintura espanola del siglo XX Asociacion de Amigos del Archivo Historico Diocesano de Jaen Congreso virtual sobre Historia de las Mujeres Jaen Asociacion de Amigos del Archivo Historico Diocesano de Jaen 1 39 Consultado el 26 de agosto de 2011 Perez Viejo Tomas 2001 Pintura de historia e identidad nacional en Espana Tesis doctoral dirigida por Angel Lorenzo Gonzalez Garcia 1ª edicion Madrid Universidad Complutense de Madrid UCM ISBN 84 8466 113 X Portela Sandoval Francisco Jose 1986 Casado del Alisal 1831 1886 1ª edicion Palencia Excma Diputacion Provincial de Palencia ISBN 84 505 4582 X Preckler Ana Maria 2003 Historia del arte universal de los siglos XIX y XX Tomo I Madrid Universidad Complutense ISBN 84 7491 706 9 Reyero Carlos 2005 La ambiguedad de Clio Pintura de historia y cambios ideologicos en la Espana del siglo XIX Anales del Instituto de Investigaciones Esteticas Mexico Universidad Nacional Autonoma de Mexico Instituto de Investigaciones Esteticas 87 37 64 ISSN 0185 1276 Consultado el 26 de agosto de 2011 Vazquez Campos Braulio 2006 Los adelantados mayores de la frontera o Andalucia Siglos XIII XIV 1ª edicion Camas Diputacion de Sevilla ISBN 84 7798 230 9 VV AA 1864 El Museo Universal Ano octavo 1ª edicion Madrid Imprenta y libreria de Gaspar y Roig Enlaces externos EditarPatrimonio Historico Artistico del Congreso de los Diputados de Espana Ficha del cuadro en Fotografos Oronoz Datos Q6004832 Multimedia Maria de Molina presenta a su hijo Fernando IV en las Cortes de Valladolid de 1295Obtenido de https es wikipedia org w index php title Maria de Molina presenta a su hijo Fernando IV en las Cortes de Valladolid de 1295 amp oldid 128771877, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

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