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Invasión abasí de Asia Menor (806)

La invasión abasí de Asia Menor del 806 fue la mayor ofensiva del califato abasí contra el Imperio bizantino. El califa Harún al-Rashid mandó en persona el ejército invasor, que penetró en territorio enemigo para vengar las incursiones bizantinas del año anterior en la marcas fronterizas abasíes y amedrentar al emperador Nicéforo I. El enorme ejército califal, que según las fuentes árabes reunía más de ciento treinta mil soldados, atravesó Capadocia sin encontrar oposición, conquistó varias ciudades y castillos, entre los que destaca Heraclea Cybistra, y con su presencia obligó al emperador bizantino a solicitar la paz a cambio del pago de tributos. Tras la retirada del califa, Nicéforo infringió el pacto suscrito y recuperó las fortalezas fronterizas que había tenido que evacuar a causa de la invasión abasí. Harún, enfrascado en el aplastamiento de una rebelión en el Jorasán, no pudo reaccionar antes de morir tres años después. El estallido de la guerra civil a abasí en el 809 y las guerras de los bizantinos con los búlgaros hicieron que durante las dos décadas siguientes menguasen los combates en la frontera árabo-bizantina.

Antecedentes

Tras el derrocamiento de la emperatriz Irene en octubre del 802 y la entronización de Nicéforo I, empezó una etapa más violenta del largo enfrentamiento entre bizantinos y árabes musulmanes. Tras una serie de devastadoras campañas anuales de los musulmanes en Asia Menor, Irene parece que firmó una tregua con el califa Harún al-Rashid en el 798 a cambio del pago de un tributo anual, en condiciones parecidas a la anterior de tres años firmada con los abasíes en el 782 tras otra incursión del califa.[1][2][3]​ Nicéforo, por el contrario, resultó un soberano más belicoso —según una fuente siríaca, un renegado bizantino, Elpidio, aconsejó al gobernador de la Alta Mesopotamia que «mudase sus sedas por la coraza» al tener noticia del advenimiento de Nicéforo al trono bizantino—. Por añadidura, el nuevo emperador tenía el propósito de mejorar las situación del erario mediante diversas medidas, entre ellas, el dejar de pagar el tributo a los abasíes.[4]​ Harún reaccionó de inmediato al cese de los pagos, y encomendó una campaña contra el imperio a su hijo al-Qasim que se llevó a cabo en la primavera del 803. Nicéforo no pudo enfrentarse al ejército árabe, pues el ejército de Asia Menor se había amotinado, acaudillado por su general en jefe, Bardanes el Turco. Tras aplastar la revuelta de este, sin embargo, Nicéforo se aprestó a frenar una segunda incursión árabe, mayor que la anterior y con el mismísimo califa al frente. Después de que el ejército musulmán corriese la zona fronteriza, los dos ejércitos se persiguieron durante dos meses en el centro de Anatolia, pero sin librar batalla; los dos soberanos trataron hasta acordar una corta tregua por lo que quedaba de año: los bizantinos accedieron a realizar un único pago del tributo anual a cambio de la retirada del ejército musulmán.[1][5]

En el 804, un ejército abasí, al mando de Ibrahim ibn Jibril, atravesó los montes Tauro y penetró en Asia Menor. Nicéforo salió a su encuentro y fue duramente derrotado en la batalla de Krasos, en la que el enemigo lo sorprendió y en la que casi pierde la vida. El califa, sin embargo, tenía problemas en el Jorasán, por lo que se avino a firmar una tregua a cambio de un nuevo pago de los bizantinos. Los dos bandos pactaron además un intercambio de cautivos, que se verificó en el invierno a orillas del Lamos en Cilicia, el río que marcaba la frontera entre los dos Estados: los musulmanes liberaron a los bizantinos apresados en las campañas de los años anteriores, y recibieron a su vez a tres mil setecientos correligionarios de manos de estos.[1][3][6]​ Seguidamente el califa partió hacia el Jorasán, dejando a al-Qasim a cargo de la frontera bizantina. Nicéforo lo aprovechó para reconstruir las murallas de Safsaf, Tebasa y Ancira en la primavera y en el verano acometió la primera expedición bizantina en territorio del califato en veinte años, que corrió las marcas fronterizas enemigas (thughur) en Cilicia. El ejército bizantino taló los alrededores de Mopsuestia y Anazarba, haciendo cautivos a lo largo de la marcha. La guarnición de Mopsuestia lo atacó, liberó a la mayoría de los cautivos y recuperó gran parte del botín que hasta entonces habían hecho los bizantinos, pero no pudo impedir que el ejército enemigo marchase hacia Tarso, que el califa había mandado reforzar y repoblar en el 786 para afianzar la autoridad abasí en Cilicia. Pese a las precauciones de Harún, los bizantinos se apoderaron de la ciudad y apresaron a su guarnición. Otro ejército bizantino corría por entonces la marca fronteriza de la Alta Mesopotamia y conquistó mediante asedio Melitene y en Chipre estalló una rebelión contra las fuerzas árabes acuarteladas en la isla, instigada por los bizantinos.[1][7][8]

La inusitada actividad bizantina alarmó al califa. Recibió noticia de que Nicéforo preparaba una expedición similar para el año siguiente, con la que pretendía recuperar los territorios fronterizos que había talado en la de ese año. Si lo hubiese logrado, guarneciendo Tarso y Melitene, habría impedido a los árabes acceder a Anatolia. No obstante, el emperador era plenamente consciente de la superioridad del enemigo en hombres y recursos y es más probable que el objetivo de la nueva campaña fuese simplemente demostrar el poderío de sus propias armas y tantear la reacción musulmana a las nuevas expediciones.[9]

La campaña del 806

Tras solventar los problemas del Jorasán, el califa regresó al oeste en noviembre del 805 y organizó una gran expedición de castigo para el 806, reuniendo para ello hombres del Levante, Persia y Egipto. Según al-Tabari, el ejército que juntó contaba con treinta y cinco mil soldados, además de los voluntarios. Esta cifra —o la de Teófanes el Confesor, que afirma que el ejército contaba con trescientos mil hombres– es la mayor mencionaba por las crónicas para un ejército abasí, y superaba al tamaño total del ejército bizantino. Aunque exagerados, estos números indican la magnitud del ejército califal. Al mismo tiempo, los musulmanes prepararon una escuadra, cuyo mando se entregó al almirante Humayd ibn Ma'yuf al-Hajuri, para atacar Chipre.[10][11][12][13]

 
Mapa de la frontera árabo-bizantina en el sureste de Asia Menor, zona en la que se verificó la expedición abasí del 806.

El enorme ejército musulmán partió de Raqqa, al norte de Siria y donde residía el califa, el 11 de junio del 806; el propio califa se hallaba al frente y las crónicas afirman que lucía un bonete con una inscripción bordada en la que se proclamaba «guerrero de la fe y peregrino» (en árabe ghazi, hach). La hueste abasí cruzó Cilicia, en la que Harún ordenó reconstruir la saqueada Tarso y penetró en Capadocia, territorio ya enemigo, por las Puertas Cilicias. El ejército se dirigió a Tiana, que a la sazón se hallaba abandonada. Allí asentó sus reales y el califa ordenó a 'Uqbah ibn Ja'far al-Juza'i que reparase sus defensas y edificase en ella una mezquita.[14][15][16]​ El lugarteniente del califa Abdallah ibn Malik al-Juza'i conquistó luego Sideropalos, desde donde partió seguidamente el primo del califa Dawud ibn 'Isa ibn Musa con la mitad de las fuerzas disponibles —setenta mil soldados según al-Tabari— para correr Capadocia. Otro de los generales abasíes, Sharahil ibn Ma'n ibn Za'ida, se apoderó de la llamada «fortaleza de los eslavos» (Hisn al-Saqalibah) y de la recién reconstruida Thebasa, mientras que Yazid ibn Majlad tomaba el «castillo del sauce» (al-Safsaf) y Malakopea. Los musulmanes se apoderaron igualmente de Andrasos, cercaron Kyzistra y enviaron un destacamento incluso a Ancira que, sin embargo, no pudieron conquistar. El califa dirigió la otra mitad de sus fuerzas hacia el oeste y ocupó Heraclea Cybistra tras un mes de asedio, en agosto o septiembre. La ciudad fue entregada al saqueo y luego arrasada y sus habitantes fueron hechos esclavos y enviados al territorio abasí. En Chipre, Humayd devastó la isla e hizo dieciséis mil cautivos, entre los que se contó el arzobispo; los cautivos fueron vendidos como esclavos en Siria.[10][17][18]

Nicéforo no pudo hacer frente a la vez al enorme ejército abasí y a la amenaza búlgara en los Balcanes. Aunque tomó el mando del ejército y venció a algunos destacamentos menores de los musulmanes, se cuidó de no presentar batalla a las principales columnas enemigas. Para evitar que el ejército enemigo invernara en Tiana, envió una embajada compuesta por tres eclesiásticos al califa: Miguel, obispo de Sinnada; Pedro, abad del monasterio de Goulaion; y Gregorio, ayudante del metropolitano de Amastris. Harún negoció con ellos la paz, que incluyó el pago de un tributo anual de treinta mil o cincuenta mil sólidos,[nota 1]​ además de un tributo personal (yizia) de tres sólidos[nota 2]​ que tanto el emperador como su hijo y heredero Estauracio se comprometían a entregar al califa en calidad de vasallos. Asimismo, Nicéforo se comprometió a no reconstruir las fortalezas desmanteladas por los musulmanes. A consecuencia del pacto, el califa ordenó poner fin a los asedios, reunió sus huestes, y retornó a sus tierras.[16][19][20][21]

Consecuencias

La situación se distendió tras la conclusión de la paz. Al-Tabari cuenta que el emperador solicitó al califa que liberase a una muchacha de Heraclea, apresada durante la conquista de la ciudad, que era una de las candidatas a desposar a su hijo Estauracio, y que le enviase además perfume. Según al-Tabari, al-Rashid ordenó que se buscase a la mujer, que fue engalanada e instalada en la propia tienda del califa. Esta, con todos sus adornos y muebles, fue entregada, junto con la cautiva, al enviado imperial. El califa también le envió al emperador el perfume que le había pedido, junto con dátiles, platos de dulces de gelatina, uvas y medicinas. Por su parte, Nicéforo le envió un caballo cargado con cincuenta mil monedas de plata, cien prendas de satén, doscientas de fino brocado, doce halcones, cuatro perros de caza y tres corceles.[22][23]​ Pese al intercambio, tan pronto como los musulmanes se retiraron, el emperador emprendió la reconstrucción de las fortalezas fronterizas y dejó de pagar el prometido tributo. Teófanes afirma que al-Rashid reaccionó regresando y apoderándose de Thebasa, pero ninguna otra fuente confirma esta acción del califa.[24][21][23]

Lo que sí hicieron los musulmanes fue emprender una serie de incursiones de castigo al año siguiente; la de la primavera, encabezada por Yazid ibn Majlad al-Hubayri al-Fazari, fue desbaratada por los bizantinos, que le infligieron a este una contundente derrota en la que perdió la vida. La del verano, mayor y al mando de Harthama ibn A'yan, acabó con la retirada de los dos ejércitos tras una batalla sin claro vencedor en la que el propio Nicéforo mandó las huestes bizantinas. Por su parte, los bizantinos corrieron la comarca de Marash; a finales del verano, Humayd realizó una serie de ataques por mar en los que asaltó Rodas y alcanzó el Peloponeso, en el que azuzó a la población eslava a rebelarse contra la autoridad bizantina. De regreso, una tormenta hundió varios de los bajeles de Humayd y la rebelión eslava fue sofocada por los bizantinos después del fallido asedio eslavo a Patras.[25][26][27]​ Al fracaso de las incursiones abasíes de ese año se sumó el estallido de una nueva rebelión en el Jorasán, que obligó al califa a marchar de nuevo al este para lidiar con ella. Antes de hacerlo, firmó una nueva tregua con los bizantinos y llevó a cabo un nuevo canje de cautivos en Lamos (808). Nicéforo pudo así mantener en su poder los castillos fronterizos que había restaurado y librarse del pago del prometido tributo al califa.[28]

Trascendencia

 
La extensión del islam a finales del califato omeya y principios del abasí. Aparecen también los territorios del Imperio bizantino y otros Estados colindantes con el califato.

La gran expedición de al-Rashid tuvo escasas consecuencias materiales. Pese al saqueo de Heraclea, destacado en las fuentes árabes, la invasión no tuvo consecuencias permanentes, ya que Nicéforo se apresuró a infringir el acuerdo de paz con el califa. Si este hubiese seguido el consejo de algunos de sus lugartenientes, que le sugirieron marchar más hacia el oeste y saquear algunas otras ciudades principales del imperio, podría haber infligido a este serios daños. Al no hacerlo, al-Rashid optó por tratar de intimidar al emperador con su poder militar para que desistiese de abordar campañas por territorio abasí como la del 805.[nota 3]​ El califa alcanzó este objetivo: a partir del 806, el soberano bizantino abandonó toda expansión en la frontera oriental del imperio y se concentró en aplicar su plan de reforma fiscal, recuperar los Balcanes y combatir a los búlgaros.[32][33]​ Sus esfuerzos en este sentido resultaron infructuosos, pues resultó contundentemente vencido en la batalla de Pliska del 811, pero los abasíes, sumidos en una guerra civil a la muerte de al-Rashid (24 de marzo del 809) que enfrentó a sus hijos al-Amin (califa del 809 al 813) y al-Ma'mun (del 813 al 833) no pudieron aprovechar el descalabro bizantino. En realidad, la campaña del 806 y las estériles incursiones del año siguiente supusieron la última campaña abasí contra los bizantinos en veinte años. Los grandes choques entre los dos imperios únicamente se retomaron mucho después, en tiempos del emperador Teófilo (que reinó en el periodo 829-842) y de los califas al-Ma'mun y Al-Mutásim (833-842).[34][35]

El impacto más duradero de la campaña fue literario. En la literatura árabe, existen diversas leyendas, que menciona al-Masudi, relativas a la campaña del 806. Los otomanos también concedieron gran importancia a las guerras de al-Rashid con los bizantinos. En su obra y motivado por la campaña del 782, Evliya Çelebi hizo que el califa asediase en dos ocasiones Constantinopla: el primer sitio lo abandonó tras obtener la tierra que pudiese cubrir con una piel de buey, en la que construyó un castillo (reminiscencia del cuento de la reina Dido); en el segundo, el califa ahorca a Nicéforo en la catedral de Santa Sofía.[36]

Para conmemorar el éxito de la campaña, el califa ordenó erigir un monumento a unos ocho kilómetros al oeste de Raqqa, su principal lugar de residencia. Se lo conoce como Hiraqla (probablemente un derivado de Heraclea), y está formado por un cuadrado de cien metros de longitud, inscrito en una muralla circular de quinientos metros de diámetro en la que se abren cuatro puertas, cada una en un punto cardinal. El edificio principal, construido con piedras de iglesias derruidas por orden del califa en 806-807, tiene cuatro cámaras abovedadas en el piso inferior y rampas de ascenso a otro superior, que quedó inconcluso debido a la marcha del califa al Jorasán y su posterior muerte.[37]

Notas

  1. La primera cifra es la de Teófanes; la segunda, la de al-Tabari.
  2. Según al-Tabari, de cuatro para el emperador y dos para su hijo.
  3. A diferencia de los califas omeyas, los abasíes adoptaron una política exterior prudente. En general, se contentaron con conservar los territorios obtenidos hasta entonces, y sus principales campañas militares se limitaron a defenderlos, bien mediante incursiones preventivas o de castigo de las agresiones enemigas.[29]​ Al mismo tiempo, sin embargo, las campañas contra los bizantinos tenían un importante papel para el mantenimiento del prestigio de la dinastía: eran un símbolo de que los califas mantenían el espíritu de yihad y solían dirigirlas personalmente los monarcas o sus hijos. En la propaganda oficial, aparecían mencionadas junto con la dirección califal de las peregrinaciones a La Meca; ambas actividades mostraban el papel señalado de la dinastía en la vida de la comunidad musulmana.[30][31]

Referencias

  1. Brooks, 1923, p. 126.
  2. Treadgold, 1988, p. 113.
  3. Kiapidou, 2002, «1».
  4. Treadgold, 1988, pp. 127, 130.
  5. Treadgold, 1988, pp. 131-133.
  6. Treadgold, 1988, p. 135.
  7. Treadgold, 1988, pp. 135, 138-139.
  8. Bosworth, 1989, pp. 261-262.
  9. Treadgold, 1988, p. 139.
  10. Bosworth, 1989, p. 262.
  11. Mango y Scott, 1997, p. 661.
  12. Kennedy, 2001, pp. 99, 106.
  13. Treadgold, 1988, p. 144.
  14. Treadgold, 1988, pp. 144-145.
  15. Bosworth, 1989, pp. 262-263.
  16. Kiapidou, 2002, «2».
  17. Mango y Scott, 1997, pp. 661-662.
  18. Treadgold, 1988, p. 145.
  19. Bosworth, 1989, p. 263.
  20. Treadgold, 1988, pp. 145, 408.
  21. Mango y Scott, 1997, p. 662.
  22. Bosworth, 1989, p. 264.
  23. Treadgold, 1988, p. 146.
  24. Bosworth, 1989, p. 126.
  25. Brooks, 1923, p. 127.
  26. Treadgold, 1988, pp. 147-148.
  27. Bosworth, 1989, pp. 267-268.
  28. Treadgold, 1988, p. 155.
  29. El Hibri, 2011, p. 302.
  30. El Hibri, 2011, pp. 278-279.
  31. Kennedy, 2001, pp. 105-106.
  32. Treadgold, 1988, pp. 146, 157 y ss..
  33. Kiapidou, 2002, «3».
  34. Brooks, 1923, pp. 127 y ss..
  35. Treadgold, 1988, pp. 144-152, 157 y ss..
  36. Canard, 1926, pp. 103-104.
  37. Meinecke, 1995, p. 412.

Bibliografía

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Enlaces externos

  •   Datos: Q3153818

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La invasion abasi de Asia Menor del 806 fue la mayor ofensiva del califato abasi contra el Imperio bizantino El califa Harun al Rashid mando en persona el ejercito invasor que penetro en territorio enemigo para vengar las incursiones bizantinas del ano anterior en la marcas fronterizas abasies y amedrentar al emperador Niceforo I El enorme ejercito califal que segun las fuentes arabes reunia mas de ciento treinta mil soldados atraveso Capadocia sin encontrar oposicion conquisto varias ciudades y castillos entre los que destaca Heraclea Cybistra y con su presencia obligo al emperador bizantino a solicitar la paz a cambio del pago de tributos Tras la retirada del califa Niceforo infringio el pacto suscrito y recupero las fortalezas fronterizas que habia tenido que evacuar a causa de la invasion abasi Harun enfrascado en el aplastamiento de una rebelion en el Jorasan no pudo reaccionar antes de morir tres anos despues El estallido de la guerra civil a abasi en el 809 y las guerras de los bizantinos con los bulgaros hicieron que durante las dos decadas siguientes menguasen los combates en la frontera arabo bizantina Indice 1 Antecedentes 2 La campana del 806 3 Consecuencias 4 Trascendencia 5 Notas 6 Referencias 7 Bibliografia 8 Enlaces externosAntecedentes EditarTras el derrocamiento de la emperatriz Irene en octubre del 802 y la entronizacion de Niceforo I empezo una etapa mas violenta del largo enfrentamiento entre bizantinos y arabes musulmanes Tras una serie de devastadoras campanas anuales de los musulmanes en Asia Menor Irene parece que firmo una tregua con el califa Harun al Rashid en el 798 a cambio del pago de un tributo anual en condiciones parecidas a la anterior de tres anos firmada con los abasies en el 782 tras otra incursion del califa 1 2 3 Niceforo por el contrario resulto un soberano mas belicoso segun una fuente siriaca un renegado bizantino Elpidio aconsejo al gobernador de la Alta Mesopotamia que mudase sus sedas por la coraza al tener noticia del advenimiento de Niceforo al trono bizantino Por anadidura el nuevo emperador tenia el proposito de mejorar las situacion del erario mediante diversas medidas entre ellas el dejar de pagar el tributo a los abasies 4 Harun reacciono de inmediato al cese de los pagos y encomendo una campana contra el imperio a su hijo al Qasim que se llevo a cabo en la primavera del 803 Niceforo no pudo enfrentarse al ejercito arabe pues el ejercito de Asia Menor se habia amotinado acaudillado por su general en jefe Bardanes el Turco Tras aplastar la revuelta de este sin embargo Niceforo se apresto a frenar una segunda incursion arabe mayor que la anterior y con el mismisimo califa al frente Despues de que el ejercito musulman corriese la zona fronteriza los dos ejercitos se persiguieron durante dos meses en el centro de Anatolia pero sin librar batalla los dos soberanos trataron hasta acordar una corta tregua por lo que quedaba de ano los bizantinos accedieron a realizar un unico pago del tributo anual a cambio de la retirada del ejercito musulman 1 5 En el 804 un ejercito abasi al mando de Ibrahim ibn Jibril atraveso los montes Tauro y penetro en Asia Menor Niceforo salio a su encuentro y fue duramente derrotado en la batalla de Krasos en la que el enemigo lo sorprendio y en la que casi pierde la vida El califa sin embargo tenia problemas en el Jorasan por lo que se avino a firmar una tregua a cambio de un nuevo pago de los bizantinos Los dos bandos pactaron ademas un intercambio de cautivos que se verifico en el invierno a orillas del Lamos en Cilicia el rio que marcaba la frontera entre los dos Estados los musulmanes liberaron a los bizantinos apresados en las campanas de los anos anteriores y recibieron a su vez a tres mil setecientos correligionarios de manos de estos 1 3 6 Seguidamente el califa partio hacia el Jorasan dejando a al Qasim a cargo de la frontera bizantina Niceforo lo aprovecho para reconstruir las murallas de Safsaf Tebasa y Ancira en la primavera y en el verano acometio la primera expedicion bizantina en territorio del califato en veinte anos que corrio las marcas fronterizas enemigas thughur en Cilicia El ejercito bizantino talo los alrededores de Mopsuestia y Anazarba haciendo cautivos a lo largo de la marcha La guarnicion de Mopsuestia lo ataco libero a la mayoria de los cautivos y recupero gran parte del botin que hasta entonces habian hecho los bizantinos pero no pudo impedir que el ejercito enemigo marchase hacia Tarso que el califa habia mandado reforzar y repoblar en el 786 para afianzar la autoridad abasi en Cilicia Pese a las precauciones de Harun los bizantinos se apoderaron de la ciudad y apresaron a su guarnicion Otro ejercito bizantino corria por entonces la marca fronteriza de la Alta Mesopotamia y conquisto mediante asedio Melitene y en Chipre estallo una rebelion contra las fuerzas arabes acuarteladas en la isla instigada por los bizantinos 1 7 8 La inusitada actividad bizantina alarmo al califa Recibio noticia de que Niceforo preparaba una expedicion similar para el ano siguiente con la que pretendia recuperar los territorios fronterizos que habia talado en la de ese ano Si lo hubiese logrado guarneciendo Tarso y Melitene habria impedido a los arabes acceder a Anatolia No obstante el emperador era plenamente consciente de la superioridad del enemigo en hombres y recursos y es mas probable que el objetivo de la nueva campana fuese simplemente demostrar el poderio de sus propias armas y tantear la reaccion musulmana a las nuevas expediciones 9 La campana del 806 EditarTras solventar los problemas del Jorasan el califa regreso al oeste en noviembre del 805 y organizo una gran expedicion de castigo para el 806 reuniendo para ello hombres del Levante Persia y Egipto Segun al Tabari el ejercito que junto contaba con treinta y cinco mil soldados ademas de los voluntarios Esta cifra o la de Teofanes el Confesor que afirma que el ejercito contaba con trescientos mil hombres es la mayor mencionaba por las cronicas para un ejercito abasi y superaba al tamano total del ejercito bizantino Aunque exagerados estos numeros indican la magnitud del ejercito califal Al mismo tiempo los musulmanes prepararon una escuadra cuyo mando se entrego al almirante Humayd ibn Ma yuf al Hajuri para atacar Chipre 10 11 12 13 Mapa de la frontera arabo bizantina en el sureste de Asia Menor zona en la que se verifico la expedicion abasi del 806 El enorme ejercito musulman partio de Raqqa al norte de Siria y donde residia el califa el 11 de junio del 806 el propio califa se hallaba al frente y las cronicas afirman que lucia un bonete con una inscripcion bordada en la que se proclamaba guerrero de la fe y peregrino en arabe ghazi hach La hueste abasi cruzo Cilicia en la que Harun ordeno reconstruir la saqueada Tarso y penetro en Capadocia territorio ya enemigo por las Puertas Cilicias El ejercito se dirigio a Tiana que a la sazon se hallaba abandonada Alli asento sus reales y el califa ordeno a Uqbah ibn Ja far al Juza i que reparase sus defensas y edificase en ella una mezquita 14 15 16 El lugarteniente del califa Abdallah ibn Malik al Juza i conquisto luego Sideropalos desde donde partio seguidamente el primo del califa Dawud ibn Isa ibn Musa con la mitad de las fuerzas disponibles setenta mil soldados segun al Tabari para correr Capadocia Otro de los generales abasies Sharahil ibn Ma n ibn Za ida se apodero de la llamada fortaleza de los eslavos Hisn al Saqalibah y de la recien reconstruida Thebasa mientras que Yazid ibn Majlad tomaba el castillo del sauce al Safsaf y Malakopea Los musulmanes se apoderaron igualmente de Andrasos cercaron Kyzistra y enviaron un destacamento incluso a Ancira que sin embargo no pudieron conquistar El califa dirigio la otra mitad de sus fuerzas hacia el oeste y ocupo Heraclea Cybistra tras un mes de asedio en agosto o septiembre La ciudad fue entregada al saqueo y luego arrasada y sus habitantes fueron hechos esclavos y enviados al territorio abasi En Chipre Humayd devasto la isla e hizo dieciseis mil cautivos entre los que se conto el arzobispo los cautivos fueron vendidos como esclavos en Siria 10 17 18 Niceforo no pudo hacer frente a la vez al enorme ejercito abasi y a la amenaza bulgara en los Balcanes Aunque tomo el mando del ejercito y vencio a algunos destacamentos menores de los musulmanes se cuido de no presentar batalla a las principales columnas enemigas Para evitar que el ejercito enemigo invernara en Tiana envio una embajada compuesta por tres eclesiasticos al califa Miguel obispo de Sinnada Pedro abad del monasterio de Goulaion y Gregorio ayudante del metropolitano de Amastris Harun negocio con ellos la paz que incluyo el pago de un tributo anual de treinta mil o cincuenta mil solidos nota 1 ademas de un tributo personal yizia de tres solidos nota 2 que tanto el emperador como su hijo y heredero Estauracio se comprometian a entregar al califa en calidad de vasallos Asimismo Niceforo se comprometio a no reconstruir las fortalezas desmanteladas por los musulmanes A consecuencia del pacto el califa ordeno poner fin a los asedios reunio sus huestes y retorno a sus tierras 16 19 20 21 Consecuencias EditarLa situacion se distendio tras la conclusion de la paz Al Tabari cuenta que el emperador solicito al califa que liberase a una muchacha de Heraclea apresada durante la conquista de la ciudad que era una de las candidatas a desposar a su hijo Estauracio y que le enviase ademas perfume Segun al Tabari al Rashid ordeno que se buscase a la mujer que fue engalanada e instalada en la propia tienda del califa Esta con todos sus adornos y muebles fue entregada junto con la cautiva al enviado imperial El califa tambien le envio al emperador el perfume que le habia pedido junto con datiles platos de dulces de gelatina uvas y medicinas Por su parte Niceforo le envio un caballo cargado con cincuenta mil monedas de plata cien prendas de saten doscientas de fino brocado doce halcones cuatro perros de caza y tres corceles 22 23 Pese al intercambio tan pronto como los musulmanes se retiraron el emperador emprendio la reconstruccion de las fortalezas fronterizas y dejo de pagar el prometido tributo Teofanes afirma que al Rashid reacciono regresando y apoderandose de Thebasa pero ninguna otra fuente confirma esta accion del califa 24 21 23 Lo que si hicieron los musulmanes fue emprender una serie de incursiones de castigo al ano siguiente la de la primavera encabezada por Yazid ibn Majlad al Hubayri al Fazari fue desbaratada por los bizantinos que le infligieron a este una contundente derrota en la que perdio la vida La del verano mayor y al mando de Harthama ibn A yan acabo con la retirada de los dos ejercitos tras una batalla sin claro vencedor en la que el propio Niceforo mando las huestes bizantinas Por su parte los bizantinos corrieron la comarca de Marash a finales del verano Humayd realizo una serie de ataques por mar en los que asalto Rodas y alcanzo el Peloponeso en el que azuzo a la poblacion eslava a rebelarse contra la autoridad bizantina De regreso una tormenta hundio varios de los bajeles de Humayd y la rebelion eslava fue sofocada por los bizantinos despues del fallido asedio eslavo a Patras 25 26 27 Al fracaso de las incursiones abasies de ese ano se sumo el estallido de una nueva rebelion en el Jorasan que obligo al califa a marchar de nuevo al este para lidiar con ella Antes de hacerlo firmo una nueva tregua con los bizantinos y llevo a cabo un nuevo canje de cautivos en Lamos 808 Niceforo pudo asi mantener en su poder los castillos fronterizos que habia restaurado y librarse del pago del prometido tributo al califa 28 Trascendencia Editar La extension del islam a finales del califato omeya y principios del abasi Aparecen tambien los territorios del Imperio bizantino y otros Estados colindantes con el califato La gran expedicion de al Rashid tuvo escasas consecuencias materiales Pese al saqueo de Heraclea destacado en las fuentes arabes la invasion no tuvo consecuencias permanentes ya que Niceforo se apresuro a infringir el acuerdo de paz con el califa Si este hubiese seguido el consejo de algunos de sus lugartenientes que le sugirieron marchar mas hacia el oeste y saquear algunas otras ciudades principales del imperio podria haber infligido a este serios danos Al no hacerlo al Rashid opto por tratar de intimidar al emperador con su poder militar para que desistiese de abordar campanas por territorio abasi como la del 805 nota 3 El califa alcanzo este objetivo a partir del 806 el soberano bizantino abandono toda expansion en la frontera oriental del imperio y se concentro en aplicar su plan de reforma fiscal recuperar los Balcanes y combatir a los bulgaros 32 33 Sus esfuerzos en este sentido resultaron infructuosos pues resulto contundentemente vencido en la batalla de Pliska del 811 pero los abasies sumidos en una guerra civil a la muerte de al Rashid 24 de marzo del 809 que enfrento a sus hijos al Amin califa del 809 al 813 y al Ma mun del 813 al 833 no pudieron aprovechar el descalabro bizantino En realidad la campana del 806 y las esteriles incursiones del ano siguiente supusieron la ultima campana abasi contra los bizantinos en veinte anos Los grandes choques entre los dos imperios unicamente se retomaron mucho despues en tiempos del emperador Teofilo que reino en el periodo 829 842 y de los califas al Ma mun y Al Mutasim 833 842 34 35 El impacto mas duradero de la campana fue literario En la literatura arabe existen diversas leyendas que menciona al Masudi relativas a la campana del 806 Los otomanos tambien concedieron gran importancia a las guerras de al Rashid con los bizantinos En su obra y motivado por la campana del 782 Evliya Celebi hizo que el califa asediase en dos ocasiones Constantinopla el primer sitio lo abandono tras obtener la tierra que pudiese cubrir con una piel de buey en la que construyo un castillo reminiscencia del cuento de la reina Dido en el segundo el califa ahorca a Niceforo en la catedral de Santa Sofia 36 Para conmemorar el exito de la campana el califa ordeno erigir un monumento a unos ocho kilometros al oeste de Raqqa su principal lugar de residencia Se lo conoce como Hiraqla probablemente un derivado de Heraclea y esta formado por un cuadrado de cien metros de longitud inscrito en una muralla circular de quinientos metros de diametro en la que se abren cuatro puertas cada una en un punto cardinal El edificio principal construido con piedras de iglesias derruidas por orden del califa en 806 807 tiene cuatro camaras abovedadas en el piso inferior y rampas de ascenso a otro superior que quedo inconcluso debido a la marcha del califa al Jorasan y su posterior muerte 37 Notas Editar La primera cifra es la de Teofanes la segunda la de al Tabari Segun al Tabari de cuatro para el emperador y dos para su hijo A diferencia de los califas omeyas los abasies adoptaron una politica exterior prudente En general se contentaron con conservar los territorios obtenidos hasta entonces y sus principales campanas militares se limitaron a defenderlos bien mediante incursiones preventivas o de castigo de las agresiones enemigas 29 Al mismo tiempo sin embargo las campanas contra los bizantinos tenian un importante papel para el mantenimiento del prestigio de la dinastia eran un simbolo de que los califas mantenian el espiritu de yihad y solian dirigirlas personalmente los monarcas o sus hijos En la propaganda oficial aparecian mencionadas junto con la direccion califal de las peregrinaciones a La Meca ambas actividades mostraban el papel senalado de la dinastia en la vida de la comunidad musulmana 30 31 Referencias Editar a b c d Brooks 1923 p 126 Treadgold 1988 p 113 a b Kiapidou 2002 1 Treadgold 1988 pp 127 130 Treadgold 1988 pp 131 133 Treadgold 1988 p 135 Treadgold 1988 pp 135 138 139 Bosworth 1989 pp 261 262 Treadgold 1988 p 139 a b Bosworth 1989 p 262 Mango y Scott 1997 p 661 Kennedy 2001 pp 99 106 Treadgold 1988 p 144 Treadgold 1988 pp 144 145 Bosworth 1989 pp 262 263 a b Kiapidou 2002 2 Mango y Scott 1997 pp 661 662 Treadgold 1988 p 145 Bosworth 1989 p 263 Treadgold 1988 pp 145 408 a b Mango y Scott 1997 p 662 Bosworth 1989 p 264 a b Treadgold 1988 p 146 Bosworth 1989 p 126 Brooks 1923 p 127 Treadgold 1988 pp 147 148 Bosworth 1989 pp 267 268 Treadgold 1988 p 155 El Hibri 2011 p 302 El Hibri 2011 pp 278 279 Kennedy 2001 pp 105 106 Treadgold 1988 pp 146 157 y ss Kiapidou 2002 3 Brooks 1923 pp 127 y ss Treadgold 1988 pp 144 152 157 y ss Canard 1926 pp 103 104 Meinecke 1995 p 412 Bibliografia EditarBosworth C E ed 1989 The History of al Ṭabari Volume 30 The ʿAbbasid Caliphate in Equilibrium The Caliphates of Musa al Hadi and Harun al Rashid A D 785 809 A H 169 192 Albany State University of New York Press ISBN 978 0 88706 564 4 Brooks E W 1923 Chapter V A The Struggle with the Saracens 717 867 The Cambridge Medieval History Vol IV The Eastern Roman Empire 717 1453 Cambridge Cambridge University Press pp 119 138 Canard Marius 1926 Les expeditions des Arabes contre Constantinople dans l histoire et dans la legende Journal Asiatique 208 61 121 ISSN 0021 762X El Cheikh Nadia Maria 2004 Byzantium Viewed by the Arabs Cambridge Massachusetts Harvard Center of Middle Eastern Studies ISBN 978 0 932885 30 2 El Hibri Tayeb 2011 The Empire in Iraq 763 861 En Robinson Chase F ed The New Cambridge History of Islam Volume 1 The Formation of the Islamic World Sixth to Eleventh Centuries Cambridge United Kingdom Cambridge University Press pp 269 304 ISBN 978 0 521 83823 8 Kennedy Hugh N 2001 The Armies of the Caliphs Military and Society in the Early Islamic State London Routledge ISBN 978 0 203 45853 2 Kiapidou Irini Sofia 2002 Campaign of the Arabs in Asia Minor 806 Encyclopedia of the Hellenic World Asia Minor Athens Foundation of the Hellenic World Mango Cyril Scott Roger 1997 The Chronicle of Theophanes Confessor Byzantine and Near Eastern History AD 284 813 Oxford Oxford University Press ISBN 0 19 822568 7 Meinecke Michael 1960 2005 al Raḳḳa The Encyclopaedia of Islam 8 2 edicion Brill pp 410 414 Treadgold Warren T 1988 The Byzantine Revival 780 842 Stanford California Stanford University Press ISBN 0 8047 1462 2 Enlaces externos EditarEsta obra contiene una traduccion parcial derivada de Abbasid invasion of Asia Minor 806 de Wikipedia en ingles concretamente de esta version publicada por sus editores bajo la Licencia de documentacion libre de GNU y la Licencia Creative Commons Atribucion CompartirIgual 3 0 Unported Datos Q3153818 Obtenido de https es wikipedia org w index php title Invasion abasi de Asia Menor 806 amp oldid 145231748, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

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