fbpx
Wikipedia

Bienio Progresista

Bienio Progresista es el nombre con el que se conoce el breve período de la historia de España transcurrido entre julio de 1854 y julio de 1856, durante el cual el Partido Progresista pretendió reformar el sistema político del reinado de Isabel II, dominado por el Partido Moderado desde 1843, al profundizar en las características propias del régimen liberal, tras el fracaso de los Gobiernos moderados en la década anterior. El bienio se abrió con la revolución de 1854, encabezada por el general moderado «puritano» Leopoldo O'Donnell, y se cerró con el abandono del Gobierno del general progresista Baldomero Espartero.

Antecedentes: la Revolución de 1854 y el fin de la década moderada

A partir de la dimisión de Juan Bravo Murillo a finales de 1852, los tres Ejecutivos que le sucedieron gobernaron por decreto, lo que vulneraba la Constitución de 1845. Las principales figuras moderadas, descontentas con esos gabinetes, habían sido apartadas por la madre de la reina, María Cristina de Borbón, quien ejercía de hecho el control sobre las filas moderadas. Así, Francisco Martínez de la Rosa, Alejandro Mon y Menéndez, y Leopoldo O'Donnell, hombres de gran peso y deseosos de formar un Gobierno que restaurase la confianza en la Corona sin quedar en manos del Partido Progresista, quedaban excluidos de cualquier iniciativa política.

En febrero de 1854 se produjeron las primeras protestas callejeras en Zaragoza, que se extendieron hasta julio por toda España. El 28 de junio de 1854, el general Leopoldo O'Donnell, que se había ocultado en Madrid durante las persecuciones contra liberales y diferentes sectores moderados en toda España, se unió a diversas fuerzas y se enfrentó con las tropas leales al Gobierno en Vicálvaro. Este pronunciamiento militar, que exigía un gobierno nuevo y que se acabase con la corrupción, recibió por ello el nombre de «La Vicalvarada». Para realizarlo, el general O'Donnell contó con el apoyo de Francia y Gran Bretaña, a través de sus respectivas embajadas.[1][2][3]

El origen del pronunciamiento de O'Donnell hay que buscarlo en el rechazo a la violación de los usos parlamentarios por parte de la Corona. Esto provocó el acercamiento entre los moderados del general Ramón María Narváez y los moderados «puritanos» con los progresistas, que llegaron a formar un comité electoral para presentar candidaturas conjuntas en las elecciones, cuyo objetivo era la conservación del régimen representativo que veían en peligro. Asimismo los puritanos Antonio de los Ríos Rosas y Joaquín Francisco Pacheco entraron en contacto con varios militares adeptos —como O'Donnell— y progresistas —caso de los generales Domingo Dulce y Antonio Ros de Olano— para organizar un pronunciamiento y obligar así a la reina Isabel II a sustituir el Gobierno del conde de San Luis por otro de «unión liberal».[4]

El pronunciamiento lo inició el general O'Donell el 28 de junio de 1854, pero el enfrentamiento con las tropas fieles al Gobierno en la localidad de Vicálvaro resultó indeciso, por lo que las fuerzas de O'Donell se retiraron hacia el sur, vagando por La Mancha y encaminándose a Portugal, mientras aguardaban a que otras unidades militares se sumaran al movimiento. Como esto no se producía, los conjurados concretaron «su programa liberal con el ánimo de agrupar a la oposición al Gobierno [del conde de San Luis] y conseguir más elementos de presión sobre la reina». Así fue como surgió el Manifiesto de Manzanares, escrito por Antonio Cánovas del Castillo aconsejado por el general Serrano, hecho público el 7 de julio, en el que se prometía la «regeneración liberal» mediante la aprobación de nuevas leyes de imprenta y electoral, la convocatoria de Cortes, la descentralización administrativa y el restablecimiento de la milicia nacional; todas ellas propuestas clásicas del Partido Progresista.[5]

En la retirada hacia el sur, el general O'Donnell y sus tropas conectaron con el general Serrano, y juntos lanzaron el 7 de julio de 1854 el Manifiesto de Manzanares al país para movilizar a la población civil:

Nosotros queremos la conservación del Trono, pero sin la camarilla que lo deshonra, queremos la práctica rigurosa de las leyes fundamentales mejorándolas, sobre todo, la electoral y la de imprenta (...), queremos que se respeten en los empleos militares y civiles la antigüedad y el merecimiento (...), queremos arrancar a los pueblos de la centralización que les devora, dándoles la independencia local necesaria para que se conserven y aumenten sus intereses propios, y como garantía de todo esto queremos y plantearemos bajo sólidas bases la Milicia Nacional. Tales son nuestros intentos, que expresamos francamente sin imponerlos por eso a la Nación. Las Juntas de gobierno que deben irse constituyendo en las Provincias libres, las Cortes generales que luego se reúnan, la misma Nación, en fin, fijará las bases definitivas de la regeneración liberal a que aspiramos. Nosotros tenemos consagradas a la voluntad nacional nuestras espadas y no las envainaremos hasta que ella esté cumplida.

Fue entonces cuando empezó la segunda fase de la que se llamaría «revolución de 1854». El protagonismo correspondió a los progresistas y a los demócratas que iniciaron la insurrección el 14 de julio en Barcelona y el 17 de julio en Madrid, luego secundada en otros lugares donde también se formaron juntas, como en Alcira, Cuenca, Logroño, Valencia o Zaragoza. En Madrid estuvo en peligro la vida misma de María Cristina, madre de la reina, que debió buscar refugio.[6]

Ante el empeoramiento de la situación, Isabel II destituyó el día 17 de julio al conde de San Luis, sustituyéndolo por el general Fernando Fernández de Córdova. Este formó un Gobierno en el que había moderados puritanos y progresistas, pero a los dos días cedió la presidencia al duque de Rivas, quien solo duró dos días más. La revuelta popular, con un Madrid lleno de barricadas el 18 de julio, hizo imposible que los militares pronunciados O'Donnell y Serrano pudieran aceptar el arreglo de compromiso que ofrecía el Gobierno. El duque de Rivas intentó reprimir la sublevación popular —lo que le valió el nombre de «ministerio metralla»—, mientras esperaba la vuelta de las tropas que habían salido de la capital.[7]

Finalmente, la reina, tal vez aconsejada por su madre, se decidió a llamar al general Baldomero Espartero, retirado en Logroño, para que formara Gobierno, a la vez que pedía a O'Donnell que regresara a la Corte. Para aceptar el cargo, Espartero exigió la convocatoria de Cortes Constituyentes, que la reina madre María Cristina respondiese de las acusaciones de corrupción y que Isabel publicase un manifiesto reconociendo los errores cometidos. La reina aceptó todas las condiciones y el 26 de julio publicó el manifiesto dirigido al país, en el que decía:[8]

El nombramiento del esforzado duque de la Victoria [Espartero] para presidente del consejo de ministros y mi completa adhesión a sus ideas, dirigidas a la felicidad común, serán la prenda más segura del cumplimiento de vuestras aspiraciones.

El 28 de julio, Espartero hacía su entrada triunfal en Madrid, aclamado por la multitud, abrazándose con su antiguo enemigo, el general O'Donnell. Así dio comienzo el Bienio Progresista.[9]

Desarrollo

El nuevo Gobierno y las primeras medidas

Solo dos días después de su entrada triunfal en Madrid, el general Espartero formó Gobierno, en el que el general O'Donnell exigió para sí el Ministerio de la Guerra. El moderado puritano Joaquín Francisco Pacheco se hizo cargo de la cartera de Estado, y el resto de ministerios los ocuparon figuras menores de los moderados puritanos y de los progresistas «templados».[10]

La primera medida que tomó el nuevo Gobierno supuso el primer desengaño para los que habían participado en la insurrección popular, pues las juntas revolucionarias provinciales fueron convertidas en organismos consultivos y las medidas que hubieran aprobado quedaron suspendidas, sobre todo la abolición de los odiados consumos, que fueron repuestos ante la imposibilidad de reemplazarlos con otros impuestos. La segunda decepción se produjo el 14 de agosto, cuando las manifestaciones de obreros de las obras públicas que pedían aumento de salario «y que no se permitiesen las obras a destajo» fue reprimida por la restaurada milicia nacional, cuya misión era ahora —según el Gobierno— defender el «nuevo orden». La tercera decepción llegó el 25 de agosto, cuando el Gobierno no cumplió su compromiso de juzgar a la reina madre María Cristina de Borbón y la dejó marchar «expulsada» junto a su marido Agustín Fernando Muñoz y Sánchez hacia Portugal. Cuando los demócratas intentaron sublevarse en señal de protesta, la milicia nacional intervino de nuevo, los desarmó y los envió a prisión.[11]

Las Cortes Constituyentes y el debate de la nueva Constitución

El Gobierno cumplió su promesa de convocar elecciones a Cortes Constituyentes, y se realizaron según la ley electoral de 1837, que aumentaba el número de 100 000 votantes —los que tenían derecho al sufragio durante la Década Moderada— a cerca de 500 000. Además, los distritos uninominales de la ley de 1846 fueron sustituidos por los distritos provinciales. Las elecciones tuvieron lugar en octubre, con victoria para los candidatos gubernamentales —obtuvieron unos 240 escaños— integrados en una llamada «unión liberal», que estaba formada por los moderados puritanos, entre los que ya destacaba un joven Antonio Cánovas del Castillo, y por los progresistas templados, encabezados por Manuel Cortina. Los grupos de oposición los formaban, por la derecha, los moderados, que obtuvieron una veintena de diputados; y, por la izquierda, los demócratas, con un número similar de escaños. En el centro izquierda se situaban los setenta diputados progresistas puros, que no se habían integrado en la unión liberal y que estaban encabezados por Salustiano de Olózaga, Pedro Calvo Asensio y un joven Práxedes Mateo Sagasta.[12]

Las Cortes Constituyentes abrieron sus sesiones el 8 de noviembre de 1854, y en seguida comenzó el debate de la nueva Constitución que debía reemplazar a la 1845. La aprobación de una tímida tolerancia religiosa —la base segunda del proyecto, después de establecer que la nación se obligaba a sostener «el culto y los ministros de la religión católica que profesan los españoles», decía que nadie sería perseguido «por sus opiniones y creencias religiosas, mientras no las manifieste por actos públicos contrarios contra la religión»— provocó las protestas de los obispos españoles y la ruptura de relaciones con el Vaticano, que se agravaron todavía más cuando se aprobó la ley de desamortización general civil y eclesiástica, más conocida como la «desamortización de Madoz», por el nombre del ministro que la promovió. Las presiones de la jerarquía católica llegaron hasta la reina, a quien se le dijo que, si sancionaba la «ley general desamortizadora», iría al infierno. Finalmente, Isabel II se resignó a hacerlo ante el temor de perder la Corona, y la ley fue promulgada el 1 de mayo de 1855. Fue entonces cuando aparecieron algunas partidas carlistas, alentadas por las protestas clericales. Sin embargo, la propuesta de los demócratas de que se aprobase una auténtica «libertad de cultos» fue rechazada por el resto de grupos de la Cámara. Tampoco fueron aceptadas sus propuestas de establecer la educación primaria gratuita o el sufragio universal (masculino).[13]

La huelga general en Cataluña de 1855

Uno de los problemas a los que tuvo que enfrentarse el Gobierno de Espartero fue la creciente conflictividad obrera en Cataluña y, más concretamente, en Barcelona, como puso de manifiesto el conflicto de las selfactinas. Allí, a diferencia del resto de España, la Revolución de 1854 había tenido una importante participación obrera, y la noticia de la subida al poder del general Espartero fue recibida con gran regocijo entre las clases populares. Gracias a las nuevas libertades adquiridas y a la relativa tolerancia del Gobierno, proliferaron las asociaciones obreras, de las que treinta llegaron a constituir una Junta Central. Pero el nuevo capitán general de Cataluña, Juan Zapatero y Navas, conocido como «General Cuatro Tiros», acabó con la tolerancia e inició una política de represión del movimiento obrero que incluyó la condena a muerte y ejecución del dirigente obrero José Barceló, acusado de un supuesto delito de robo con asesinato. El 21 de junio de 1855 prohibió las asociaciones obreras y anuló los convenios colectivos entre patronos y trabajadores, que habían venido regulando la vida laboral desde que los obreros del sector textil comenzaron su lucha contra el uso de las máquinas de hilar selfactinas. Asimismo, encarceló y deportó a muchos dirigentes obreros y republicanos para «acabar con las huelgas y con el problema obrero».[14]

La respuesta obrera a las medidas represivas del capitán general Zapatero fue la declaración de una huelga general que se inició el 2 de julio de 1855, la primera de la historia de España. La huelga general de 1855 se extendió por todas las zonas industriales de Cataluña, donde aparecieron banderas rojas con el lema «Viva Espartero. Asociación o muerte. Pan y trabajo». Los huelguistas solo volvieron al trabajo cuando el general Espartero envió a Barcelona a un representante personal suyo en el que les pedía que confiasen en él, que era «un hijo del pueblo que nunca ha engañado al pueblo». Entonces las asociaciones obreras elaboraron y enviaron a Madrid un escrito titulado «Exposición de la clase jornalera a las Cortes», en el que pedían una ley de asociaciones obreras que regulase las relaciones laborales. Para apoyar el escrito, recogieron 33 000 firmas a través del periódico obrerista que fundaron en Madrid: El Eco de la Clase Obrera.[15]

La crisis de subsistencias

Otro de los problemas a los que tuvo que enfrentarse el Gobierno fue la crisis de subsistencias, uno de los motivos de la movilización popular durante la Revolución de 1854 y que agravó de manera indirecta al permitir que continuasen las exportaciones de trigo a Europa, donde la demanda crecía por causa de la guerra de Crimea, que había paralizado las exportaciones de grano de Rusia. A esto se sumó una epidemia de cólera que se extendió por todo el país en el verano de 1854, y que rebrotaría durante los dos años siguientes. Esta situación provocó revueltas como la acaecida en Burgos en el otoño de 1854, cuando se impidió la salida de los carros que transportaban trigo para ser embarcado en el puerto de Santander. La respuesta del Gobierno fue rebajar los impuestos de los consumos durante un tiempo y recurrir a la milicia para reprimirlos. A principios de 1856, cuando restableció los consumos a causa de los graves problemas que atravesaba la Hacienda pública, los motines de subsistencias proliferaron.[16]

La región más afectada por las revueltas de subsistencias de los primeros meses de 1856 fue Castilla, donde los sublevados protestaban por la carestía del pan. En algunos lugares quemaron fábricas de harinas, y en otros, como Valladolid, Palencia o Medina de Rioseco, almacenes de grano. En el informe que el ministro de la Gobernación, Patricio de la Escosura, presentó ante las Cortes el 24 de junio de 1856, negaba que los motines fueran provocados por la miseria, sino que había que atribuirlos a instigadores desconocidos. El Ayuntamiento de Valladolid, por su parte, señalaba como causa la influencia de los obreros industriales de Barcelona, Valencia y Aragón, «imbuidos en ideas y costumbres nuevas y perniciosas que habían infiltrado en los obreros de Castilla, más ignorantes y desmoralizados».[17]

La obra económica del bienio

En medio de esta la inestabilidad política y social, el Gobierno llevó a cabo una importante reforma económica. Por una parte, la desamortización de Madoz permitió poner en venta después de ser expropiados los bienes de los municipios, órdenes militares, hospitales, hospicios y casas de misericordia, con objeto de obtener fondos para el Estado. Las consecuencias negativas no solo las sufrieron los agentes de estas instituciones, sino también los aldeanos de bajas rentas, ya que utilizaban las tierras comunales de los municipios para subsistir y, al quedar esas tierras en propiedad privada, no las podrían utilizar. Por otra parte, llevó a cabo la ley de ferrocarriles, por la que se daban grandes beneficios y privilegios a quienes invirtieran en la construcción del ferrocarril, medio de transporte imprescindible a la industrialización que se estaba desarrollando en España. Con esa ley, los inversores extranjeros, especialmente franceses y británicos, emplearon capitales en la construcción de vías férreas que relanzaron, además, actividad de los bancos. Finalmente, reguló las leyes liberalizadoras de las Sociedades Anónimas y de los bancos que permitieran la expansión del sistema financiero para el desarrollo industrial.

El fin del bienio: la contrarrevolución de 1856

La conflictividad social que se vivió en los primeros meses de 1856 —motines de subsistencias en Castilla, huelgas en Cataluña, motines de quintas en Valencia— fue aprovechada por el general O'Donnell, alentado por el general Serrano, para hacer un discurso catastrofista en las Cortes destinado a acabar con el Gobierno progresista de Espartero, en el poder desde el inicio del bienio progresista (1854-1856) y en el que el propio O'Donnell era ministro de la Guerra. Aseguró que los movimientos reivindicativos estaban inspirados por «el principio del socialismo», motivados por unas ideas que «desconocidas hasta ahora en España, se filtran hoy en nuestras masas» y que se resumían en el lema «¡Guerra al que tiene!». Así, afirmó que el Gobierno debía acabar con unos «crímenes» que eran «los mayores que se pueden cometer, porque aquí no se levantan banderas políticas; se trata sólo del ataque contra la familia, contra la propiedad, contra lo más sagrado que en la sociedad existe».[18]

Como en los desórdenes habían participado miembros de la Milicia Nacional, O'Donnell planteó en el seno del Gobierno su desarme y que la represión corriera a cargo del Ejército. A principios de julio de 1856, el ministro de la Gobernación, Patricio de la Escosura, viajó a Valladolid para juzgar sobre el terreno la situación de crisis social que allí se vivía y la actuación de las autoridades para reprimir el descontento. Cuando volvió a Madrid, el 9 de julio, informó al presidente Espartero de que los militares estaban recurriendo a medidas extremas en la represión, sometiendo a civiles a consejos de guerra y ejecutándolos de forma sumarísima al momento, por lo que le propuso que destituyera a O'Donnell que, como ministro de la Guerra, era el responsable último —si no el instigador—.[19]​ Escosura también le advirtió a Espartero, sin que este le hiciera caso, de que O'Donnell y Serrano conspiraban contra él, y de que estaba convencido de que detrás de los motines de subsistencias de Castilla estaban los moderados.[20]

Entonces, O'Donnell forzó la situación en el seno del Gobierno al enfrentarse con el ministro de la Gobernación, Patricio de la Escosura. El conflicto se le planteó a la reina, quien respaldó a O'Donnell y aceptó la dimisión de Escosura, así como la de Espartero; este había presentado la suya a continuación, al sentirse desautorizado por Isabel II, alegando problemas de salud. A continuación, la reina nombró nuevo presidente del Gobierno al general O'Donnell, que así logró su objetivo de acabar con el bienio progresista. Su nombramiento, publicado el 14 de julio de 1856, fue acompañado de la declaración del estado de guerra en toda España, en previsión de las revueltas de los progresistas y de los demócratas, y de la reacción del propio Baldomero Espartero. Además, el «golpe contrarrevolucionario» —como lo llama Josep Fontana— se había producido cuando las Cortes habían iniciado las vacaciones de verano desde el 1 de julio, habiendo dejado pendiente de la sanción real la nueva Constitución española de 1856, ya terminada.[20]

La primera reacción se produjo el mismo día 14 de julio por la tarde, cuando un grupo 83 diputados (o de 91 según otras fuentes) de 350 totales se reunieron en el hemiciclo del Congreso de Diputados para votar de forma casi unánime la censura al nuevo Gobierno, propuesta por el diputado progresista y exministro de Hacienda, Pascual Madoz, porque significaba la introducción de «una política diametralmente opuesta» a lo que las Cortes habían manifestado hasta entonces. Al no conseguir ser recibidos por la reina, se encerraron en el Congreso donde pasaron la noche del 14 al 15 de julio. Entonces, O'Donnell ordenó bombardear el edificio, y un casco de granada entró en el salón de sesiones. Los milicianos que defendían los accesos al palacio de las Cortes fueron abandonando sus posiciones y, a las 11:30 de la mañana, los 43 diputados que habían resistido hasta el último momento —37 progresistas y 6 demócratas— abandonaron el edificio y se marcharon a sus casas.[21][22]

En aquel momento, todos estaban pendientes de la actitud que tomara el general Espartero, de lo que dependía el éxito o el fracaso de la contrarrevolución orquestada por O'Donnell. Así lo vio también la milicia nacional de Madrid, que estaba dispuesta a resistir y a que fuera Espartero quien les dirigiera. Pero el general se negó a asumir la dirección del movimiento de oposición —justificándolo porque eso pondría en peligro a la propia monarquía de Isabel II— y, tras dar el grito «¡Viva la independencia nacional!», se retiró de la escena política —se «fugó», dijeron algunos de sus desencantados partidarios—. Esto facilitó la victoria del ejército, que tomó las calles de Madrid y recurrió incluso a la artillería para aplastar a la milicia.[23]​ En la mañana de 16 de julio, la resistencia se había desvanecido, y el Gobierno decretaba la disolución del Ayuntamiento y de la Diputación provincial madrileña, y ordenaba a los milicianos nacionales la entrega de sus armas.[22]​ Espartero, que había permanecido escondido en Madrid, se despidió de la reina el 3 de agosto y se marchó a su residencia de Logroño.[23]

La resistencia más encarnizada la ofrecieron las clases populares de Barcelona al grito de «¡Viva Espartero!», desconociendo que este no iba a intervenir. El 18 de julio, una manifestación fue ametrallada por orden del capitán general Zapatero. Al día siguiente se levantaron barricadas y el domingo 20 de julio se combatió calle por calle; la ciudad fue bombardeada desde el castillo de Montjuïc. A la jornada siguiente, los soldados asaltaron las barricadas a la bayoneta, apoyados por la artillería, con lo que el día 22 se puso fin a la rebelión. El resultado final fueron 63 muertos del ejército y más de cuatrocientos de la población civil, sin contar las víctimas posteriores de unas «represalias salvajes». El cónsul francés en Barcelona dijo que los insurrectos en las barricadas habían dado gritos de «¡Muera la reina p..., los generales O'Donnell y Zapatero! ¡Guerra total y de exterminio a los ricos, los fabricantes y los propietarios!», mezclados con «Viva el general Espartero» y «Viva la república democrática y social».[23]​ La magnitud de la represión desatada en Barcelona por el capitán general Zapatero motivó que el periódico El Centro Parlamentario pidiera poner fin a aquel baño de sangre «en nombre de lo más sagrado, en nombre de la religión y de la honra nacional», además de confirmar el lugar común de que «en ningún país civilizado se fusila tanto como en España». El 31 de julio se rendía en Zaragoza el último foco de resistencia al golpe contrarrevolucionario.[22]

Una vez reprimidos todos los movimientos de resistencia y retirado Espartero de la escena, el Gobierno de O'Donnell decretó la supresión de la Milicia Nacional, destituyó ayuntamientos y diputaciones, y reprimió la prensa.[24]​ El 2 de septiembre de 1856 declaraba cerradas definitivamente por real decreto las Cortes Constituyentes, cuando aún no se había proclamado la Constitución. Finalmente, por otro real decreto, se restablecía la Constitución de 1845 modificada con un Acta Adicional que liberalizaba su contenido. Fue el final del bienio progresista.[24]

Véase también

Referencias

  1. Conflictividad social y revuelta política en Zaragoza, 1854-1856, Vicente Pinilla Navarro, Diputación General de Aragón, 1985, pág. 206
  2. La financiación exterior del capitalismo español en el siglo XIX, María Teresa Costa, Editions de la Universitat de Barcelona, 1982, ISBN 84-7528-051-X, pág. 43
  3. La financiación exterior del capitalismo español en el siglo XIX, María Teresa Costa
  4. Vilches, Jorge (2001). pp. 47-49.  Falta el |título= (ayuda)
  5. Vilches, Jorge (2001). p. 49.  Falta el |título= (ayuda)
  6. Vilches, Jorge (2001). pp. 49-50.  Falta el |título= (ayuda)
  7. Fontana, Josep (2007). p. 269.  Falta el |título= (ayuda)
  8. Fontana, Josep (2007). pp. 269-270.  Falta el |título= (ayuda)
  9. Fontana, Josep (2007). p. 270.  Falta el |título= (ayuda)
  10. Fontana, Josep (2007). pp. 271-272. «Los ministros... iban a tener escasa influencia en una vida política dominada por los dos espadones».  Falta el |título= (ayuda)
  11. Fontana, Josep (2007). pp. 270-271.  Falta el |título= (ayuda)
  12. Fontana, Josep (2007). pp. 272-273.  Falta el |título= (ayuda)
  13. Fontana, Josep (2007). pp. 273-274.  Falta el |título= (ayuda)
  14. Fontana, Josep (2007). pp. 275-276.  Falta el |título= (ayuda)
  15. Fontana, Josep (2007). pp. 276-277.  Falta el |título= (ayuda)
  16. Fontana, Josep (2007). pp. 274-275.  Falta el |título= (ayuda)
  17. Fontana, Josep (2007). pp. 282-283.  Falta el |título= (ayuda)
  18. Fontana, Josep (2007). pp. 283-284.  Falta el |título= (ayuda)
  19. Fuentes, Juan Francisco (2007). pp. 191-192.  Falta el |título= (ayuda)
  20. Fontana, Josep (2007). p. 284.  Falta el |título= (ayuda)
  21. Fontana, Josep (2007). pp. 284-285.  Falta el |título= (ayuda)
  22. Fuentes, Juan Francisco (2007). p. 193.  Falta el |título= (ayuda)
  23. Fontana, Josep (2007). «285-286».  Falta el |título= (ayuda)
  24. Fontana, Josep (2007). «287».  Falta el |título= (ayuda)

Bibliografía

Artículos
  • El bienio progresista (1854-56): Historia de un intento de modernización institucional. Isabel Casanova Aguilar. Anales de Derecho, ISSN 0210-539X, N.º 6, 1984, pp. 131-132
  • La "Vicalvarada" 140 años después: Aproximación al significado jurídico-constitucional del bienio progresista (1854-1856). Oscar Ignacio Mateos y de Cabo, José Fernando Merino Merchán. Revista de las Cortes Generales, ISSN 0214-0519, N.º 32, 1994, pp. 121-176
  • Las contradicciones políticas del bienio progresista, José Ramón de Urquijo y Goitia, Hispania. Revista Española de Historia, ISSN 0018-2141, Vol. 57, N.º 195, 1997, pp. 267-302
  • Derecho e ideología en el bienio progresista. Braulio Díaz Sampedro. Anuario de la Facultad de Derecho, ISSN 0213-988X, N.º 24, 2006, pp. 159-175 (enlace para su descarga)
Libros
  • El bienio progresista (1854-1856) y la ruptura de relaciones de Roma con España según los documentos vaticanos. María Fe Núñez Muñoz, Franco Díaz de Cerio. Universidad de La Laguna, 1993. ISBN 84-7756-381-0
  • El Bienio Progresista, 1854-1856, en Sagasta y el liberalismo español, José Luis Ollero Vallés, 2000, pp. 246-255, ISBN 84-8140-071-8
  • La desamortización civil en Cádiz en el bienio progresista. Alberto Ramos Santana Cádiz, Excma. Diputación Provincial, D.L. 1982. ISBN 84-500-5279-3
  • Fontana, Josep (2007). La época del liberalismo. Vol. 6 de la Historia de España, dirigida por Josep Fontana y Ramón Villares. Barcelona: Crítica/Marcial Pons. ISBN 978-84-8432-876-6. 
  • Fuentes, Juan Francisco (2007). El fin del Antiguo Régimen (1808-1868). Política y sociedad. Madrid: Síntesis. ISBN 978-84-975651-5-8. 
  • Vilches, Jorge (2001). Progreso y Libertad. El Partido Progresista en la Revolución Liberal Española. Madrid: Alianza Editorial. ISBN 84-206-6768-4. 


  •   Datos: Q3326964

bienio, progresista, para, bienio, reformista, transformador, véase, primer, bienio, segunda, república, española, nombre, conoce, breve, período, historia, españa, transcurrido, entre, julio, 1854, julio, 1856, durante, cual, partido, progresista, pretendió, . Para el bienio reformista o transformador vease Primer bienio de la Segunda Republica Espanola Bienio Progresista es el nombre con el que se conoce el breve periodo de la historia de Espana transcurrido entre julio de 1854 y julio de 1856 durante el cual el Partido Progresista pretendio reformar el sistema politico del reinado de Isabel II dominado por el Partido Moderado desde 1843 al profundizar en las caracteristicas propias del regimen liberal tras el fracaso de los Gobiernos moderados en la decada anterior El bienio se abrio con la revolucion de 1854 encabezada por el general moderado puritano Leopoldo O Donnell y se cerro con el abandono del Gobierno del general progresista Baldomero Espartero Indice 1 Antecedentes la Revolucion de 1854 y el fin de la decada moderada 2 Desarrollo 2 1 El nuevo Gobierno y las primeras medidas 2 2 Las Cortes Constituyentes y el debate de la nueva Constitucion 2 3 La huelga general en Cataluna de 1855 2 4 La crisis de subsistencias 2 5 La obra economica del bienio 3 El fin del bienio la contrarrevolucion de 1856 4 Vease tambien 5 Referencias 6 BibliografiaAntecedentes la Revolucion de 1854 y el fin de la decada moderada EditarArticulos principales Decada moderaday Revolucion de 1854 en Espana A partir de la dimision de Juan Bravo Murillo a finales de 1852 los tres Ejecutivos que le sucedieron gobernaron por decreto lo que vulneraba la Constitucion de 1845 Las principales figuras moderadas descontentas con esos gabinetes habian sido apartadas por la madre de la reina Maria Cristina de Borbon quien ejercia de hecho el control sobre las filas moderadas Asi Francisco Martinez de la Rosa Alejandro Mon y Menendez y Leopoldo O Donnell hombres de gran peso y deseosos de formar un Gobierno que restaurase la confianza en la Corona sin quedar en manos del Partido Progresista quedaban excluidos de cualquier iniciativa politica En febrero de 1854 se produjeron las primeras protestas callejeras en Zaragoza que se extendieron hasta julio por toda Espana El 28 de junio de 1854 el general Leopoldo O Donnell que se habia ocultado en Madrid durante las persecuciones contra liberales y diferentes sectores moderados en toda Espana se unio a diversas fuerzas y se enfrento con las tropas leales al Gobierno en Vicalvaro Este pronunciamiento militar que exigia un gobierno nuevo y que se acabase con la corrupcion recibio por ello el nombre de La Vicalvarada Para realizarlo el general O Donnell conto con el apoyo de Francia y Gran Bretana a traves de sus respectivas embajadas 1 2 3 El origen del pronunciamiento de O Donnell hay que buscarlo en el rechazo a la violacion de los usos parlamentarios por parte de la Corona Esto provoco el acercamiento entre los moderados del general Ramon Maria Narvaez y los moderados puritanos con los progresistas que llegaron a formar un comite electoral para presentar candidaturas conjuntas en las elecciones cuyo objetivo era la conservacion del regimen representativo que veian en peligro Asimismo los puritanos Antonio de los Rios Rosas y Joaquin Francisco Pacheco entraron en contacto con varios militares adeptos como O Donnell y progresistas caso de los generales Domingo Dulce y Antonio Ros de Olano para organizar un pronunciamiento y obligar asi a la reina Isabel II a sustituir el Gobierno del conde de San Luis por otro de union liberal 4 Luis Jose Sartorius conde de San Luis El pronunciamiento lo inicio el general O Donell el 28 de junio de 1854 pero el enfrentamiento con las tropas fieles al Gobierno en la localidad de Vicalvaro resulto indeciso por lo que las fuerzas de O Donell se retiraron hacia el sur vagando por La Mancha y encaminandose a Portugal mientras aguardaban a que otras unidades militares se sumaran al movimiento Como esto no se producia los conjurados concretaron su programa liberal con el animo de agrupar a la oposicion al Gobierno del conde de San Luis y conseguir mas elementos de presion sobre la reina Asi fue como surgio el Manifiesto de Manzanares escrito por Antonio Canovas del Castillo aconsejado por el general Serrano hecho publico el 7 de julio en el que se prometia la regeneracion liberal mediante la aprobacion de nuevas leyes de imprenta y electoral la convocatoria de Cortes la descentralizacion administrativa y el restablecimiento de la milicia nacional todas ellas propuestas clasicas del Partido Progresista 5 En la retirada hacia el sur el general O Donnell y sus tropas conectaron con el general Serrano y juntos lanzaron el 7 de julio de 1854 el Manifiesto de Manzanares al pais para movilizar a la poblacion civil Nosotros queremos la conservacion del Trono pero sin la camarilla que lo deshonra queremos la practica rigurosa de las leyes fundamentales mejorandolas sobre todo la electoral y la de imprenta queremos que se respeten en los empleos militares y civiles la antiguedad y el merecimiento queremos arrancar a los pueblos de la centralizacion que les devora dandoles la independencia local necesaria para que se conserven y aumenten sus intereses propios y como garantia de todo esto queremos y plantearemos bajo solidas bases la Milicia Nacional Tales son nuestros intentos que expresamos francamente sin imponerlos por eso a la Nacion Las Juntas de gobierno que deben irse constituyendo en las Provincias libres las Cortes generales que luego se reunan la misma Nacion en fin fijara las bases definitivas de la regeneracion liberal a que aspiramos Nosotros tenemos consagradas a la voluntad nacional nuestras espadas y no las envainaremos hasta que ella este cumplida Fue entonces cuando empezo la segunda fase de la que se llamaria revolucion de 1854 El protagonismo correspondio a los progresistas y a los democratas que iniciaron la insurreccion el 14 de julio en Barcelona y el 17 de julio en Madrid luego secundada en otros lugares donde tambien se formaron juntas como en Alcira Cuenca Logrono Valencia o Zaragoza En Madrid estuvo en peligro la vida misma de Maria Cristina madre de la reina que debio buscar refugio 6 General Baldomero Espartero Ante el empeoramiento de la situacion Isabel II destituyo el dia 17 de julio al conde de San Luis sustituyendolo por el general Fernando Fernandez de Cordova Este formo un Gobierno en el que habia moderados puritanos y progresistas pero a los dos dias cedio la presidencia al duque de Rivas quien solo duro dos dias mas La revuelta popular con un Madrid lleno de barricadas el 18 de julio hizo imposible que los militares pronunciados O Donnell y Serrano pudieran aceptar el arreglo de compromiso que ofrecia el Gobierno El duque de Rivas intento reprimir la sublevacion popular lo que le valio el nombre de ministerio metralla mientras esperaba la vuelta de las tropas que habian salido de la capital 7 Finalmente la reina tal vez aconsejada por su madre se decidio a llamar al general Baldomero Espartero retirado en Logrono para que formara Gobierno a la vez que pedia a O Donnell que regresara a la Corte Para aceptar el cargo Espartero exigio la convocatoria de Cortes Constituyentes que la reina madre Maria Cristina respondiese de las acusaciones de corrupcion y que Isabel publicase un manifiesto reconociendo los errores cometidos La reina acepto todas las condiciones y el 26 de julio publico el manifiesto dirigido al pais en el que decia 8 El nombramiento del esforzado duque de la Victoria Espartero para presidente del consejo de ministros y mi completa adhesion a sus ideas dirigidas a la felicidad comun seran la prenda mas segura del cumplimiento de vuestras aspiraciones El 28 de julio Espartero hacia su entrada triunfal en Madrid aclamado por la multitud abrazandose con su antiguo enemigo el general O Donnell Asi dio comienzo el Bienio Progresista 9 Desarrollo EditarEl nuevo Gobierno y las primeras medidas Editar Solo dos dias despues de su entrada triunfal en Madrid el general Espartero formo Gobierno en el que el general O Donnell exigio para si el Ministerio de la Guerra El moderado puritano Joaquin Francisco Pacheco se hizo cargo de la cartera de Estado y el resto de ministerios los ocuparon figuras menores de los moderados puritanos y de los progresistas templados 10 La primera medida que tomo el nuevo Gobierno supuso el primer desengano para los que habian participado en la insurreccion popular pues las juntas revolucionarias provinciales fueron convertidas en organismos consultivos y las medidas que hubieran aprobado quedaron suspendidas sobre todo la abolicion de los odiados consumos que fueron repuestos ante la imposibilidad de reemplazarlos con otros impuestos La segunda decepcion se produjo el 14 de agosto cuando las manifestaciones de obreros de las obras publicas que pedian aumento de salario y que no se permitiesen las obras a destajo fue reprimida por la restaurada milicia nacional cuya mision era ahora segun el Gobierno defender el nuevo orden La tercera decepcion llego el 25 de agosto cuando el Gobierno no cumplio su compromiso de juzgar a la reina madre Maria Cristina de Borbon y la dejo marchar expulsada junto a su marido Agustin Fernando Munoz y Sanchez hacia Portugal Cuando los democratas intentaron sublevarse en senal de protesta la milicia nacional intervino de nuevo los desarmo y los envio a prision 11 Las Cortes Constituyentes y el debate de la nueva Constitucion Editar Articulo principal Constitucion espanola de 1856 El Gobierno cumplio su promesa de convocar elecciones a Cortes Constituyentes y se realizaron segun la ley electoral de 1837 que aumentaba el numero de 100 000 votantes los que tenian derecho al sufragio durante la Decada Moderada a cerca de 500 000 Ademas los distritos uninominales de la ley de 1846 fueron sustituidos por los distritos provinciales Las elecciones tuvieron lugar en octubre con victoria para los candidatos gubernamentales obtuvieron unos 240 escanos integrados en una llamada union liberal que estaba formada por los moderados puritanos entre los que ya destacaba un joven Antonio Canovas del Castillo y por los progresistas templados encabezados por Manuel Cortina Los grupos de oposicion los formaban por la derecha los moderados que obtuvieron una veintena de diputados y por la izquierda los democratas con un numero similar de escanos En el centro izquierda se situaban los setenta diputados progresistas puros que no se habian integrado en la union liberal y que estaban encabezados por Salustiano de Olozaga Pedro Calvo Asensio y un joven Praxedes Mateo Sagasta 12 Las Cortes Constituyentes abrieron sus sesiones el 8 de noviembre de 1854 y en seguida comenzo el debate de la nueva Constitucion que debia reemplazar a la 1845 La aprobacion de una timida tolerancia religiosa la base segunda del proyecto despues de establecer que la nacion se obligaba a sostener el culto y los ministros de la religion catolica que profesan los espanoles decia que nadie seria perseguido por sus opiniones y creencias religiosas mientras no las manifieste por actos publicos contrarios contra la religion provoco las protestas de los obispos espanoles y la ruptura de relaciones con el Vaticano que se agravaron todavia mas cuando se aprobo la ley de desamortizacion general civil y eclesiastica mas conocida como la desamortizacion de Madoz por el nombre del ministro que la promovio Las presiones de la jerarquia catolica llegaron hasta la reina a quien se le dijo que si sancionaba la ley general desamortizadora iria al infierno Finalmente Isabel II se resigno a hacerlo ante el temor de perder la Corona y la ley fue promulgada el 1 de mayo de 1855 Fue entonces cuando aparecieron algunas partidas carlistas alentadas por las protestas clericales Sin embargo la propuesta de los democratas de que se aprobase una autentica libertad de cultos fue rechazada por el resto de grupos de la Camara Tampoco fueron aceptadas sus propuestas de establecer la educacion primaria gratuita o el sufragio universal masculino 13 La huelga general en Cataluna de 1855 Editar Articulo principal Huelga general en Espana de 1855 Uno de los problemas a los que tuvo que enfrentarse el Gobierno de Espartero fue la creciente conflictividad obrera en Cataluna y mas concretamente en Barcelona como puso de manifiesto el conflicto de las selfactinas Alli a diferencia del resto de Espana la Revolucion de 1854 habia tenido una importante participacion obrera y la noticia de la subida al poder del general Espartero fue recibida con gran regocijo entre las clases populares Gracias a las nuevas libertades adquiridas y a la relativa tolerancia del Gobierno proliferaron las asociaciones obreras de las que treinta llegaron a constituir una Junta Central Pero el nuevo capitan general de Cataluna Juan Zapatero y Navas conocido como General Cuatro Tiros acabo con la tolerancia e inicio una politica de represion del movimiento obrero que incluyo la condena a muerte y ejecucion del dirigente obrero Jose Barcelo acusado de un supuesto delito de robo con asesinato El 21 de junio de 1855 prohibio las asociaciones obreras y anulo los convenios colectivos entre patronos y trabajadores que habian venido regulando la vida laboral desde que los obreros del sector textil comenzaron su lucha contra el uso de las maquinas de hilar selfactinas Asimismo encarcelo y deporto a muchos dirigentes obreros y republicanos para acabar con las huelgas y con el problema obrero 14 La respuesta obrera a las medidas represivas del capitan general Zapatero fue la declaracion de una huelga general que se inicio el 2 de julio de 1855 la primera de la historia de Espana La huelga general de 1855 se extendio por todas las zonas industriales de Cataluna donde aparecieron banderas rojas con el lema Viva Espartero Asociacion o muerte Pan y trabajo Los huelguistas solo volvieron al trabajo cuando el general Espartero envio a Barcelona a un representante personal suyo en el que les pedia que confiasen en el que era un hijo del pueblo que nunca ha enganado al pueblo Entonces las asociaciones obreras elaboraron y enviaron a Madrid un escrito titulado Exposicion de la clase jornalera a las Cortes en el que pedian una ley de asociaciones obreras que regulase las relaciones laborales Para apoyar el escrito recogieron 33 000 firmas a traves del periodico obrerista que fundaron en Madrid El Eco de la Clase Obrera 15 La crisis de subsistencias Editar Otro de los problemas a los que tuvo que enfrentarse el Gobierno fue la crisis de subsistencias uno de los motivos de la movilizacion popular durante la Revolucion de 1854 y que agravo de manera indirecta al permitir que continuasen las exportaciones de trigo a Europa donde la demanda crecia por causa de la guerra de Crimea que habia paralizado las exportaciones de grano de Rusia A esto se sumo una epidemia de colera que se extendio por todo el pais en el verano de 1854 y que rebrotaria durante los dos anos siguientes Esta situacion provoco revueltas como la acaecida en Burgos en el otono de 1854 cuando se impidio la salida de los carros que transportaban trigo para ser embarcado en el puerto de Santander La respuesta del Gobierno fue rebajar los impuestos de los consumos durante un tiempo y recurrir a la milicia para reprimirlos A principios de 1856 cuando restablecio los consumos a causa de los graves problemas que atravesaba la Hacienda publica los motines de subsistencias proliferaron 16 La region mas afectada por las revueltas de subsistencias de los primeros meses de 1856 fue Castilla donde los sublevados protestaban por la carestia del pan En algunos lugares quemaron fabricas de harinas y en otros como Valladolid Palencia o Medina de Rioseco almacenes de grano En el informe que el ministro de la Gobernacion Patricio de la Escosura presento ante las Cortes el 24 de junio de 1856 negaba que los motines fueran provocados por la miseria sino que habia que atribuirlos a instigadores desconocidos El Ayuntamiento de Valladolid por su parte senalaba como causa la influencia de los obreros industriales de Barcelona Valencia y Aragon imbuidos en ideas y costumbres nuevas y perniciosas que habian infiltrado en los obreros de Castilla mas ignorantes y desmoralizados 17 La obra economica del bienio Editar En medio de esta la inestabilidad politica y social el Gobierno llevo a cabo una importante reforma economica Por una parte la desamortizacion de Madoz permitio poner en venta despues de ser expropiados los bienes de los municipios ordenes militares hospitales hospicios y casas de misericordia con objeto de obtener fondos para el Estado Las consecuencias negativas no solo las sufrieron los agentes de estas instituciones sino tambien los aldeanos de bajas rentas ya que utilizaban las tierras comunales de los municipios para subsistir y al quedar esas tierras en propiedad privada no las podrian utilizar Por otra parte llevo a cabo la ley de ferrocarriles por la que se daban grandes beneficios y privilegios a quienes invirtieran en la construccion del ferrocarril medio de transporte imprescindible a la industrializacion que se estaba desarrollando en Espana Con esa ley los inversores extranjeros especialmente franceses y britanicos emplearon capitales en la construccion de vias ferreas que relanzaron ademas actividad de los bancos Finalmente regulo las leyes liberalizadoras de las Sociedades Anonimas y de los bancos que permitieran la expansion del sistema financiero para el desarrollo industrial El fin del bienio la contrarrevolucion de 1856 EditarLa conflictividad social que se vivio en los primeros meses de 1856 motines de subsistencias en Castilla huelgas en Cataluna motines de quintas en Valencia fue aprovechada por el general O Donnell alentado por el general Serrano para hacer un discurso catastrofista en las Cortes destinado a acabar con el Gobierno progresista de Espartero en el poder desde el inicio del bienio progresista 1854 1856 y en el que el propio O Donnell era ministro de la Guerra Aseguro que los movimientos reivindicativos estaban inspirados por el principio del socialismo motivados por unas ideas que desconocidas hasta ahora en Espana se filtran hoy en nuestras masas y que se resumian en el lema Guerra al que tiene Asi afirmo que el Gobierno debia acabar con unos crimenes que eran los mayores que se pueden cometer porque aqui no se levantan banderas politicas se trata solo del ataque contra la familia contra la propiedad contra lo mas sagrado que en la sociedad existe 18 Como en los desordenes habian participado miembros de la Milicia Nacional O Donnell planteo en el seno del Gobierno su desarme y que la represion corriera a cargo del Ejercito A principios de julio de 1856 el ministro de la Gobernacion Patricio de la Escosura viajo a Valladolid para juzgar sobre el terreno la situacion de crisis social que alli se vivia y la actuacion de las autoridades para reprimir el descontento Cuando volvio a Madrid el 9 de julio informo al presidente Espartero de que los militares estaban recurriendo a medidas extremas en la represion sometiendo a civiles a consejos de guerra y ejecutandolos de forma sumarisima al momento por lo que le propuso que destituyera a O Donnell que como ministro de la Guerra era el responsable ultimo si no el instigador 19 Escosura tambien le advirtio a Espartero sin que este le hiciera caso de que O Donnell y Serrano conspiraban contra el y de que estaba convencido de que detras de los motines de subsistencias de Castilla estaban los moderados 20 Entonces O Donnell forzo la situacion en el seno del Gobierno al enfrentarse con el ministro de la Gobernacion Patricio de la Escosura El conflicto se le planteo a la reina quien respaldo a O Donnell y acepto la dimision de Escosura asi como la de Espartero este habia presentado la suya a continuacion al sentirse desautorizado por Isabel II alegando problemas de salud A continuacion la reina nombro nuevo presidente del Gobierno al general O Donnell que asi logro su objetivo de acabar con el bienio progresista Su nombramiento publicado el 14 de julio de 1856 fue acompanado de la declaracion del estado de guerra en toda Espana en prevision de las revueltas de los progresistas y de los democratas y de la reaccion del propio Baldomero Espartero Ademas el golpe contrarrevolucionario como lo llama Josep Fontana se habia producido cuando las Cortes habian iniciado las vacaciones de verano desde el 1 de julio habiendo dejado pendiente de la sancion real la nueva Constitucion espanola de 1856 ya terminada 20 La primera reaccion se produjo el mismo dia 14 de julio por la tarde cuando un grupo 83 diputados o de 91 segun otras fuentes de 350 totales se reunieron en el hemiciclo del Congreso de Diputados para votar de forma casi unanime la censura al nuevo Gobierno propuesta por el diputado progresista y exministro de Hacienda Pascual Madoz porque significaba la introduccion de una politica diametralmente opuesta a lo que las Cortes habian manifestado hasta entonces Al no conseguir ser recibidos por la reina se encerraron en el Congreso donde pasaron la noche del 14 al 15 de julio Entonces O Donnell ordeno bombardear el edificio y un casco de granada entro en el salon de sesiones Los milicianos que defendian los accesos al palacio de las Cortes fueron abandonando sus posiciones y a las 11 30 de la manana los 43 diputados que habian resistido hasta el ultimo momento 37 progresistas y 6 democratas abandonaron el edificio y se marcharon a sus casas 21 22 En aquel momento todos estaban pendientes de la actitud que tomara el general Espartero de lo que dependia el exito o el fracaso de la contrarrevolucion orquestada por O Donnell Asi lo vio tambien la milicia nacional de Madrid que estaba dispuesta a resistir y a que fuera Espartero quien les dirigiera Pero el general se nego a asumir la direccion del movimiento de oposicion justificandolo porque eso pondria en peligro a la propia monarquia de Isabel II y tras dar el grito Viva la independencia nacional se retiro de la escena politica se fugo dijeron algunos de sus desencantados partidarios Esto facilito la victoria del ejercito que tomo las calles de Madrid y recurrio incluso a la artilleria para aplastar a la milicia 23 En la manana de 16 de julio la resistencia se habia desvanecido y el Gobierno decretaba la disolucion del Ayuntamiento y de la Diputacion provincial madrilena y ordenaba a los milicianos nacionales la entrega de sus armas 22 Espartero que habia permanecido escondido en Madrid se despidio de la reina el 3 de agosto y se marcho a su residencia de Logrono 23 La resistencia mas encarnizada la ofrecieron las clases populares de Barcelona al grito de Viva Espartero desconociendo que este no iba a intervenir El 18 de julio una manifestacion fue ametrallada por orden del capitan general Zapatero Al dia siguiente se levantaron barricadas y el domingo 20 de julio se combatio calle por calle la ciudad fue bombardeada desde el castillo de Montjuic A la jornada siguiente los soldados asaltaron las barricadas a la bayoneta apoyados por la artilleria con lo que el dia 22 se puso fin a la rebelion El resultado final fueron 63 muertos del ejercito y mas de cuatrocientos de la poblacion civil sin contar las victimas posteriores de unas represalias salvajes El consul frances en Barcelona dijo que los insurrectos en las barricadas habian dado gritos de Muera la reina p los generales O Donnell y Zapatero Guerra total y de exterminio a los ricos los fabricantes y los propietarios mezclados con Viva el general Espartero y Viva la republica democratica y social 23 La magnitud de la represion desatada en Barcelona por el capitan general Zapatero motivo que el periodico El Centro Parlamentario pidiera poner fin a aquel bano de sangre en nombre de lo mas sagrado en nombre de la religion y de la honra nacional ademas de confirmar el lugar comun de que en ningun pais civilizado se fusila tanto como en Espana El 31 de julio se rendia en Zaragoza el ultimo foco de resistencia al golpe contrarrevolucionario 22 Una vez reprimidos todos los movimientos de resistencia y retirado Espartero de la escena el Gobierno de O Donnell decreto la supresion de la Milicia Nacional destituyo ayuntamientos y diputaciones y reprimio la prensa 24 El 2 de septiembre de 1856 declaraba cerradas definitivamente por real decreto las Cortes Constituyentes cuando aun no se habia proclamado la Constitucion Finalmente por otro real decreto se restablecia la Constitucion de 1845 modificada con un Acta Adicional que liberalizaba su contenido Fue el final del bienio progresista 24 Vease tambien EditarDecada moderada para la fase anterior al bienio progresista Revolucion de 1854 en Espana Manifiesto de Manzanares Huelga general de 1855 en Espana Constitucion espanola de 1856 Desamortizacion de Madoz Partido ProgresistaReferencias Editar Conflictividad social y revuelta politica en Zaragoza 1854 1856 Vicente Pinilla Navarro Diputacion General de Aragon 1985 pag 206 La financiacion exterior del capitalismo espanol en el siglo XIX Maria Teresa Costa Editions de la Universitat de Barcelona 1982 ISBN 84 7528 051 X pag 43 La financiacion exterior del capitalismo espanol en el siglo XIX Maria Teresa Costa Vilches Jorge 2001 pp 47 49 Falta el titulo ayuda Vilches Jorge 2001 p 49 Falta el titulo ayuda Vilches Jorge 2001 pp 49 50 Falta el titulo ayuda Fontana Josep 2007 p 269 Falta el titulo ayuda Fontana Josep 2007 pp 269 270 Falta el titulo ayuda Fontana Josep 2007 p 270 Falta el titulo ayuda Fontana Josep 2007 pp 271 272 Los ministros iban a tener escasa influencia en una vida politica dominada por los dos espadones Falta el titulo ayuda Fontana Josep 2007 pp 270 271 Falta el titulo ayuda Fontana Josep 2007 pp 272 273 Falta el titulo ayuda Fontana Josep 2007 pp 273 274 Falta el titulo ayuda Fontana Josep 2007 pp 275 276 Falta el titulo ayuda Fontana Josep 2007 pp 276 277 Falta el titulo ayuda Fontana Josep 2007 pp 274 275 Falta el titulo ayuda Fontana Josep 2007 pp 282 283 Falta el titulo ayuda Fontana Josep 2007 pp 283 284 Falta el titulo ayuda Fuentes Juan Francisco 2007 pp 191 192 Falta el titulo ayuda a b Fontana Josep 2007 p 284 Falta el titulo ayuda Fontana Josep 2007 pp 284 285 Falta el titulo ayuda a b c Fuentes Juan Francisco 2007 p 193 Falta el titulo ayuda a b c Fontana Josep 2007 285 286 Falta el titulo ayuda a b Fontana Josep 2007 287 Falta el titulo ayuda Bibliografia EditarArticulosEl bienio progresista 1854 56 Historia de un intento de modernizacion institucional Isabel Casanova Aguilar Anales de Derecho ISSN 0210 539X N º 6 1984 pp 131 132 La Vicalvarada 140 anos despues Aproximacion al significado juridico constitucional del bienio progresista 1854 1856 Oscar Ignacio Mateos y de Cabo Jose Fernando Merino Merchan Revista de las Cortes Generales ISSN 0214 0519 N º 32 1994 pp 121 176 Las contradicciones politicas del bienio progresista Jose Ramon de Urquijo y Goitia Hispania Revista Espanola de Historia ISSN 0018 2141 Vol 57 N º 195 1997 pp 267 302 Derecho e ideologia en el bienio progresista Braulio Diaz Sampedro Anuario de la Facultad de Derecho ISSN 0213 988X N º 24 2006 pp 159 175 enlace para su descarga LibrosEl bienio progresista 1854 1856 y la ruptura de relaciones de Roma con Espana segun los documentos vaticanos Maria Fe Nunez Munoz Franco Diaz de Cerio Universidad de La Laguna 1993 ISBN 84 7756 381 0 El Bienio Progresista 1854 1856 en Sagasta y el liberalismo espanol Jose Luis Ollero Valles 2000 pp 246 255 ISBN 84 8140 071 8 La desamortizacion civil en Cadiz en el bienio progresista Alberto Ramos Santana Cadiz Excma Diputacion Provincial D L 1982 ISBN 84 500 5279 3 Fontana Josep 2007 La epoca del liberalismo Vol 6 de la Historia de Espana dirigida por Josep Fontana y Ramon Villares Barcelona Critica Marcial Pons ISBN 978 84 8432 876 6 Fuentes Juan Francisco 2007 El fin del Antiguo Regimen 1808 1868 Politica y sociedad Madrid Sintesis ISBN 978 84 975651 5 8 Vilches Jorge 2001 Progreso y Libertad El Partido Progresista en la Revolucion Liberal Espanola Madrid Alianza Editorial ISBN 84 206 6768 4 Predecesor Decada moderada Periodos de la Historia de EspanaBienio Progresista Sucesor Gobiernos de la Union Liberal Datos Q3326964 Obtenido de https es wikipedia org w index php title Bienio Progresista amp oldid 138599776, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

español

, española, descargar, gratis, descargar gratis, mp3, video, mp4, 3gp, jpg, jpeg, gif, png, imagen, música, canción, película, libro, juego, juegos