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Alonso del Castillo (morisco)

Alonso del Castillo, fallecido de edad avanzada en Granada en la primera década del siglo XVII,[1]​ fue un médico y traductor morisco —«romanceador de letras arábigas»— implicado en el caso de los llamados libros plúmbeos del Sacromonte como uno de sus traductores principales y posiblemente también como autor material de la falsificación.

Primera subida del arzobispo Pedro de Castro al Sacromonte y apertura del arca. Grabado a buril de Francisco Heylan por dibujo de Girolamo Lucenti. Diego Nicolás Heredia Barnuevo, Mystico ramillete historico, chronologyco, panegyrico, texido de las tres fragrantes flores del nobilissimo antiguo origen, exemplarissima vida, y meritissima fama posthuma del Ambrosio de Granada ... el Illmo. y V.Sr. Don Pedro de Castro, Vaca y Quiñones. Impreso en Granada en la Imprenta Real, 1741, aprovechando las planchas creadas para la Historia eclesiástica de Granada de Justino Antolínez que quedó sin publicar.

Hijo de un «Castillo el Viejo», morisco, hacia 1540 realizó estudios de medicina, valiéndose en su estudio de obras árabes como indica su diario conservado en la Biblioteca Nacional de España. El mismo manuscrito, con la signatura 7453,[2]​ incluye la traslación de las inscripciones árabes de la Alhambra, traducidas por él de 1555 a 1564 por encargo del municipio granadino,[3]​ y cincuenta y una cartas del sultán de Marruecos a Felipe II fechadas entre 1579 y 1587, con sus traducciones bien completas o fragmentarias y acompañadas de aclaraciones de algún término difícil, en las que entre otras cuestiones se trataba del rescate o cuando menos de la recuperación del cadáver del rey don Sebastián de Portugal.[4]

Al estallar en 1568 la rebelión de los moriscos granadinos, teniendo cargo de traductor del Santo Oficio, se puso al servicio de la corona y trató de convencer a los sublevados de la inutilidad de su esfuerzo al defender una causa perdida, así como de lo equivocados que estaban poniendo sus esperanzas en la ayuda de los turcos y en pronósticos mal interpretados. Siguiendo las instrucciones de los agentes del Gobierno fingía para ello proclamas de los alfaquíes y morabitos, o dirigía cartas confidenciales a los responsables y personas influyentes de entre los insurrectos a los que insinuaba promesas de perdón para los inocentes que entre ellos se encontrasen.[5][6]

En El Escorial, a donde se trasladó en 1573 por mandato de Felipe II, realizó un catálogo de los manuscritos y libros árabes, varios de ellos de medicina, que no dejó de practicar durante su estancia en el monasterio.[7]​ A comienzos de 1575 estaba ya de vuelta en Granada, pues el 8 de enero fechó allí una carta dirigida a Pedro de Deza, en la que se ocupaba de la sublevación de los moriscos granadinos y del modo de reducirlos, tarea a la que se iba a dedicar a continuación.[8]

En septiembre de ese año, en reconocimiento de sus servicios a la corona, se le concedió salvoconducto para que pudiera residir con su familia sin ser molestado en la casa con patio que le había sido otorgada en el Albaicín, tras las primeras expulsiones, «atento a lo que nos avia servido en la rebelión y lebantamiento de los moriscos». Además, el salvoconducto se hacía extensible a su hermano, García del Castillo, a condición de que aprendiese con él el oficio de romanceador de la lengua arábiga.[9]​ Aun después de volver a Granada no dejó de trabajar al servicio de Felipe II como intérprete de su correspondencia con el sultán de Marruecos Ahmad al-Mansur, primero a las órdenes de Pedro de Castro y Quiñones, presidente de la Real Chancillería de Granada, y desde 1582 como traductor oficial.[10]​ Al mismo tiempo se le encomendó la catalogación de los libros arábigos de la iglesia mayor de Córdoba. El traslado de Felipe II a Lisboa retrasó su viaje a Madrid, que finalmente emprendió en mayo de 1583.[11]​ En noviembre hizo el viaje a Córdoba, donde no encontró ningún libro en árabe y, escribía en su diario, «solo declaré unos rétulos y losas que hay en la iglesia de Córdova, que son sepulturas de alcaydes moros, e otras cosas de poco momento, salbo que los señores canónigos me mostraron un estandarte antiguo que estaba guardado del tiempo del rey Almanzor, que fue el que edificó a Córdoba».[12]​ De Córdoba regresó a Granada para reencontrarse con su familia. Allí permaneció hasta agosto de 1584 en que hizo un nuevo viaje a Madrid, donde residió hasta enero de 1585 para volver, ya definitivamente, a Granada. En esta última estancia en Madrid se alojó en Barajas, población cercana a la corte que contaba con una colonia de moriscos.[13]

Al derribarse en 1588 la torre Turpiana fue hallada una caja pequeña de plomo con una imagen de la Virgen en tabla, un hueso, cenizas y un pergamino escrito en árabe, latín y castellano en el que se contenía lo que decía ser una profecía de san Juan Evangelista llevada allí por san Cecilio, quien la habría obtenido de Dionisio el Areopagita a su paso por Atenas y la había hecho enterrar con el hueso del protomártir san Esteban, las «lágrimas de la Virgen» y lo demás que contenía la caja para que no cayera en manos de los moros.[14][15]​ El texto árabe se mandó traducir a José Fajardo, beneficiado de la catedral, que alegó alguna dificultad, por lo que acabó encomendándose la tarea a los moriscos Miguel de Luna y Castillo. En 1593, siendo ya arzobispo Pedro de Castro, el pergamino se envió a Sevilla para su examen por Benito Arias Montano, que informó al arzobispo por carta muy desfavorablemente. Arias Montano advertía que el pergamino carecía de antigüedad y había sido fabricado «como saben hacer los que descubren cosas nuevas que nunca fueron antiguas», además de estar escrito con pluma y no con caña en una letra latina muy moderna,[16]​ a lo que habían de añadirse multitud de anacronismos e incongruencias del texto.

Plancha de plomo dedicada a san Hiscio, mártir en el 56 d. C. Grabado a buril de Mystico ramillete..., reaprovechado de las planchas creadas para la Historia eclesiástica de Granada.
Plancha de plomo con información de san Tesifón, llamado Abenathar antes de su conversión. Grabado a buril de Mystico ramillete..., reaprovechado de las planchas creadas para la Historia eclesiástica de Granada.

En febrero de 1595 buscadores de tesoros hallaron una lámina de plomo con extraños caracteres en una cueva del Sacromonte, llamado entonces monte Valparaíso. Se dio a leer a Luna y Castillo, que no supieron interpretarla. Isidoro García, jesuita, logró descifrar algunas palabras en las que se hacía mención a un Mesitón, mártir.[17][18]​ Tal lectura animó al arzobispo a tomar la iniciativa, por ver si se podían hallar más reliquias semejantes, y pocos días más tarde se localizó una nueva lámina que hablaba de san Hiscio, discípulo de Santiago el Mayor, martirizado con sus compañeros en aquel sitio el segundo año del imperio de Nerón, cuyas cenizas también se encontrarían allí. Una tercera plancha, encontrada el 10 de abril, hablaba de san Tesifón, también martirizado en aquel lugar, del que la plancha informaba que antes de ser convertido al cristianismo por Santiago se llamaba Abenathar, árabe, y que había escrito un libro titulado Fundamento de la Iglesia, libro que también sería descubierto poco más tarde con toda otra serie de hallazgos encadenados ininterrumpidamente y con un contenido doctrinal progresivamente más desarrollado conforme iban apareciendo las planchas, hasta llegar a 1597.[19][20]

De nuevo se les encargaron las traducciones a Luna y Castillo, aunque por no ser teólogos y ofrecer alguna dificultad su interpretación se pidieron también otras traducciones y exámenes. Arias Montano, a quien consultó directamente el arzobispo, manifestó ya en mayo de 1595 las serias objeciones que le planteaban las informaciones que se le habían hecho llegar.[21]​ Del mismo modo Juan Bautista Pérez obispo de Segorbe, fallecido en 1597, emitió un detallado informe contrario a su autenticidad y el jesuita Ignacio de las Casas, morisco también él, escribió denunciando la impostura al nuncio en España y al papa Clemente VIII,[22]​ pero el arzobispo, devoto de la Inmaculada Concepción, cuyo dogma proclamaban los libros, y halagado con la antigüedad y santidad de su diócesis, que los hallazgos retrotraían a tiempos apostólicos, se erigió en el gran defensor de los plomos, promoviendo para la preservación de las reliquias la fundación de una abadía y la convocatoria de una junta de teólogos que el 29 de abril de 1600 declaró su autenticidad.[23]

El primero en señalar a Castillo y Luna como autores del fraude, en lo que habrían contado con la colaboración de otros moriscos como El Meriní, fue el cronista Luis del Mármol Carvajal en carta dirigida al obispo Pedro Castro, ya en 1594.[24]​ Poco más tarde, otro traductor, Marcos Dobelio, envió un informe a la Inquisición romana en el que acusaba taxativamente a Castillo y Luna de ser «los autores de esta novedad».[25]José Godoy Alcántara llegó también a la conclusión de que los autores del engaño habían de ser los mismos traductores, que a la vez que eran conocedores de la lengua arábiga con algunas nociones de teología, compartían «las amarguras, desesperaciones y esperanzas de sus secretos sectarios».[26]​ Godoy agrupó el pergamino de la torre Turpiana y los diecinueve libros del monte Valparaíso en dos conjuntos, uno de carácter más legendario y menor contenido doctrinal, con más vulgar expresión, que atribuía a Luna, y otro más didáctico, con más profundos estudios teológicos, que tenía por obra de Castillo.[27]​ Sin desmentirlo, Cabanelas y Caro Baroja apuntan a una participación más amplia y compleja, recuperando el papel de El Merini, respetado morisco, que algunos años antes de la rebelión de 1568, fecha en la que ya debía de haber muerto, anunció el hallazgo de grandes pronósticos cuando se derribase la torre de la iglesia mayor de Granada. Con él estaba en relación Castillo el Viejo, abuelo de Alonso del Castillo, y una parte de los papeles de El Merini, por mediación de su hija, pasaron a Luna.[28]​ Otro morisco granadino llamado al-Haŷari parece haber tenido relación con los hallazgos antes de huir a Marruecos y en su relato mencionó a otros tres implicados, a dos de los cuales llamaba al-Ŷabbis, «el santo jeque», y al-Ukayhil, «intérprete oficial», a los que se ha querido relacionar con Castillo y Luna.[29]

Menéndez Pelayo resume así las que habrían sido intenciones de los falsarios:

El doble propósito de la ficción es evidente. Querían, por una parte, deslumbrar a los cristianos con las tradiciones de Santiago y de los varones apostólicos, largamente exornadas y dramatizadas, y con la creencia de la Inmaculada, cuestión de batalla por entonces en las escuelas y hasta en las plazas de Sevilla. Querían, por otra parte, buscar una transacción o avenencia entre cristianos y moriscos y hacer entrar a estos en la ley común, pasando ligeramente por los puntos de controversia o esquivándolos en absoluto, salvando todo lo salvable del Islam y lisonjeando el orgullo semítico con ponderaciones de su raza y esperanza de futuras grandezas.[30]

Desde otros puntos de vista, sin embargo, se ha defendido que las cuestiones religiosas y el criptomahometanismo apuntado por Menéndez Pelayo se situarían en un segundo plano en las intenciones de los urdidores de la trama, que, dejando a un lado la religión islámica, cuya causa tendrían por perdida, al reescribir la historia de los orígenes del cristianismo en la península estarían buscando que la población árabe fuese reconocida como nativa y que su adhesión al cristianismo, al que habrían proporcionado los primeros mártires granadinos, era tan antigua como el cristianismo peninsular mismo, para salvar con ello algunas de sus señas de identidad, como la lengua o los conocimientos médicos.[31]​ La ortodoxia de Castillo, y la sinceridad de su fe —como la de Miguel Luna— fue defendida por el arzobispo Pedro de Castro en una carta fechada en 1618, en la que aseguraba que había muerto tras recibir los sacramentos y cantando el credo, dejando en su testamento, en el que pedía ser enterrado en la parroquia de San Miguel del Albaicín, todas las mandas y misas preceptivas.[32]

Notas

  1. La muerte quedó fijada por Cabanelas (1965) entre 1607, año en que se le documenta trabajando en la traducción de los libros plúmbeos, y 1610, fecha en que se abre el libro de entierros de la parroquia de San Miguel, en el que no aparece registrado su enterramiento, por lo que se entiende ha de ser anterior. Posteriormente se ha dado noticia de su testamento, fechado el 25 de mayo de 1607, en el que dejaba como único heredero a su nieto, Alonso Jiménez, hijo de Miguel Jiménez y de Escolástica del Castillo, su hija legítima fallecida ya en esa fecha: Collado, p. 478.
  2. Papeles varios de Alonso del Castillo, Biblioteca Digital Hispánica, Biblioteca Nacional de España.
  3. Caro Baroja, p. 126.
  4. Cabanelas (1956), pp. 20 y 24, nota 11.
  5. Godoy, pp. 103-104
  6. Caro Baroja, pp. 126-127.
  7. García Arenal y Rodríguez Mediano, p. 195.
  8. Cabanelas (1965), p. 128.
  9. Collado, pp. 476-477.
  10. Cabanelas (1965), p. 132.
  11. Cabanelas (1956), p. 30.
  12. Cabanelas (1956), p. 33.
  13. Cabanelas (1956), p. 39 y nota 47.
  14. Godoy, pp. 4-7.
  15. Caro Baroja, pp. 118-119.
  16. Cabanelas (1969), p. 18.
  17. Godoy, p. 46.
  18. Caro Baroja, p. 120.
  19. Godoy, pp. 46-48.
  20. Caro Baroja, pp. 120-121.
  21. Cabanelas (1969). Las cartas de Arias Montano al arzobispo sobre estas materias, fechadas el 3 y el 26 de mayo, el 27 de agosto y el 1 de septiembre de 1595, y el 5 de marzo de 1596, ocupan las páginas 27 a 32.
  22. Caro Baroja, pp. 131-132.
  23. Caro Baroja, p. 131.
  24. García Arenal y Rodríguez Mediano, p. 189.
  25. García Arenal y Rodríguez Mediano, p. 190.
  26. Godoy, p. 96.
  27. Godoy, pp. 96 y 104.
  28. Caro Baroja, p. 127.
  29. García Arenal y Rodríguez Mediano, pp. 190-191. Allí mismo y en las páginas siguientes los autores detallan las dificultades que existen para aceptar tanto esta identificación como para sostener el grado de parentesco entre Castillo y Luna, que Cabanelas creyó podría haber estado casado con una hija de Castillo, o que un Álvaro de Luna, procesado en Murcia por la Inquisición en 1618 y condenado a cárcel perpetua, fuese realmente hijo de Luna y por tanto nieto de Castillo.
  30. Menéndez Pelayo, t. II, p. 249.
  31. García Arenal y Rodríguez Mediano, p. 188.
  32. Cabanelas (1965), pp. 14-15.

Bibliografía

  • Álvarez de Morales, Camilo, «Los libros plúmbeos, las historias eclesiásticas y la abadía del Sacromonte de Granada la luz de estudios recientes», Chronica Nova, 30 (2003-2004), pp. 729-748.
  • Barrios Aguilera, «Los moriscos Alonso del Castillo y Miguel de Luna ¿autores de los "libros plúmbeos" de Granada? », Andalucía en la historia, 34 (2011), pp. 44-49
  • Cabanelas, Darío, «El morisco granadino Alonso del Castillo, intérprete de Felipe II», Miscelánea de estudios árabes y hebraicos. Sección Árabe-Islam. Vol. 5 (1956), pp. 19-42
  • Cabanelas Rodríguez, Darío, El morisco granadino Alonso del Castillo, Granada, 1965.
  • Cabanelas, Darío, «Arias Montano y los libros plúmbeos de Granada», Miscelánea de estudios árabes y hebraicos. Sección Árabe-Islam. Vol. 18 (1969), pp. 7-41.
  • Caro Baroja, Julio, Las falsificaciones de la Historia (en relación con la de España), Barcelona, Seix Barral, 1992, ISBN 84-322-0663-6.
  • Collado Ruiz, María José, «El médico romanceador Alonso del Castillo. Nuevos datos a partir de la capellanía fundada por el presbítero Luis de la Cueva», Sharq al-Andalus, 20 (2011-2013), pp. 469-482.
  • García-Arenal, Mercedes y Rodríguez Mediano, Fernando, «Médico, traductor, inventor: Miguel de Luna, cristiano arábigo de Granada», Chronica Nova, 32 (2006), pp. 187-231.
  • Godoy Alcántara, José, Historia crítica de los falsos cronicones, Madrid, ed. Tres catorce diecisiete, 1981, ISBN 84-85208-16-1 (facsímil de la primera edición, Real Academia de la Historia, 1868)
  • Menéndez Pelayo, Marcelino, Historia de los heterodoxos españoles, Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos, 1986, ISBN 84-220-0568-9

Enlaces externos

  • Rubiera Mata, María Jesús, «Alonso del Castillo», Diccionario biográfico español, Real Academia de la Historia.
  •   Datos: Q5670435

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Alonso del Castillo fallecido de edad avanzada en Granada en la primera decada del siglo XVII 1 fue un medico y traductor morisco romanceador de letras arabigas implicado en el caso de los llamados libros plumbeos del Sacromonte como uno de sus traductores principales y posiblemente tambien como autor material de la falsificacion Primera subida del arzobispo Pedro de Castro al Sacromonte y apertura del arca Grabado a buril de Francisco Heylan por dibujo de Girolamo Lucenti Diego Nicolas Heredia Barnuevo Mystico ramillete historico chronologyco panegyrico texido de las tres fragrantes flores del nobilissimo antiguo origen exemplarissima vida y meritissima fama posthuma del Ambrosio de Granada el Illmo y V Sr Don Pedro de Castro Vaca y Quinones Impreso en Granada en la Imprenta Real 1741 aprovechando las planchas creadas para la Historia eclesiastica de Granada de Justino Antolinez que quedo sin publicar Hijo de un Castillo el Viejo morisco hacia 1540 realizo estudios de medicina valiendose en su estudio de obras arabes como indica su diario conservado en la Biblioteca Nacional de Espana El mismo manuscrito con la signatura 7453 2 incluye la traslacion de las inscripciones arabes de la Alhambra traducidas por el de 1555 a 1564 por encargo del municipio granadino 3 y cincuenta y una cartas del sultan de Marruecos a Felipe II fechadas entre 1579 y 1587 con sus traducciones bien completas o fragmentarias y acompanadas de aclaraciones de algun termino dificil en las que entre otras cuestiones se trataba del rescate o cuando menos de la recuperacion del cadaver del rey don Sebastian de Portugal 4 Al estallar en 1568 la rebelion de los moriscos granadinos teniendo cargo de traductor del Santo Oficio se puso al servicio de la corona y trato de convencer a los sublevados de la inutilidad de su esfuerzo al defender una causa perdida asi como de lo equivocados que estaban poniendo sus esperanzas en la ayuda de los turcos y en pronosticos mal interpretados Siguiendo las instrucciones de los agentes del Gobierno fingia para ello proclamas de los alfaquies y morabitos o dirigia cartas confidenciales a los responsables y personas influyentes de entre los insurrectos a los que insinuaba promesas de perdon para los inocentes que entre ellos se encontrasen 5 6 En El Escorial a donde se traslado en 1573 por mandato de Felipe II realizo un catalogo de los manuscritos y libros arabes varios de ellos de medicina que no dejo de practicar durante su estancia en el monasterio 7 A comienzos de 1575 estaba ya de vuelta en Granada pues el 8 de enero fecho alli una carta dirigida a Pedro de Deza en la que se ocupaba de la sublevacion de los moriscos granadinos y del modo de reducirlos tarea a la que se iba a dedicar a continuacion 8 En septiembre de ese ano en reconocimiento de sus servicios a la corona se le concedio salvoconducto para que pudiera residir con su familia sin ser molestado en la casa con patio que le habia sido otorgada en el Albaicin tras las primeras expulsiones atento a lo que nos avia servido en la rebelion y lebantamiento de los moriscos Ademas el salvoconducto se hacia extensible a su hermano Garcia del Castillo a condicion de que aprendiese con el el oficio de romanceador de la lengua arabiga 9 Aun despues de volver a Granada no dejo de trabajar al servicio de Felipe II como interprete de su correspondencia con el sultan de Marruecos Ahmad al Mansur primero a las ordenes de Pedro de Castro y Quinones presidente de la Real Chancilleria de Granada y desde 1582 como traductor oficial 10 Al mismo tiempo se le encomendo la catalogacion de los libros arabigos de la iglesia mayor de Cordoba El traslado de Felipe II a Lisboa retraso su viaje a Madrid que finalmente emprendio en mayo de 1583 11 En noviembre hizo el viaje a Cordoba donde no encontro ningun libro en arabe y escribia en su diario solo declare unos retulos y losas que hay en la iglesia de Cordova que son sepulturas de alcaydes moros e otras cosas de poco momento salbo que los senores canonigos me mostraron un estandarte antiguo que estaba guardado del tiempo del rey Almanzor que fue el que edifico a Cordoba 12 De Cordoba regreso a Granada para reencontrarse con su familia Alli permanecio hasta agosto de 1584 en que hizo un nuevo viaje a Madrid donde residio hasta enero de 1585 para volver ya definitivamente a Granada En esta ultima estancia en Madrid se alojo en Barajas poblacion cercana a la corte que contaba con una colonia de moriscos 13 Al derribarse en 1588 la torre Turpiana fue hallada una caja pequena de plomo con una imagen de la Virgen en tabla un hueso cenizas y un pergamino escrito en arabe latin y castellano en el que se contenia lo que decia ser una profecia de san Juan Evangelista llevada alli por san Cecilio quien la habria obtenido de Dionisio el Areopagita a su paso por Atenas y la habia hecho enterrar con el hueso del protomartir san Esteban las lagrimas de la Virgen y lo demas que contenia la caja para que no cayera en manos de los moros 14 15 El texto arabe se mando traducir a Jose Fajardo beneficiado de la catedral que alego alguna dificultad por lo que acabo encomendandose la tarea a los moriscos Miguel de Luna y Castillo En 1593 siendo ya arzobispo Pedro de Castro el pergamino se envio a Sevilla para su examen por Benito Arias Montano que informo al arzobispo por carta muy desfavorablemente Arias Montano advertia que el pergamino carecia de antiguedad y habia sido fabricado como saben hacer los que descubren cosas nuevas que nunca fueron antiguas ademas de estar escrito con pluma y no con cana en una letra latina muy moderna 16 a lo que habian de anadirse multitud de anacronismos e incongruencias del texto Plancha de plomo dedicada a san Hiscio martir en el 56 d C Grabado a buril de Mystico ramillete reaprovechado de las planchas creadas para la Historia eclesiastica de Granada Plancha de plomo con informacion de san Tesifon llamado Abenathar antes de su conversion Grabado a buril de Mystico ramillete reaprovechado de las planchas creadas para la Historia eclesiastica de Granada En febrero de 1595 buscadores de tesoros hallaron una lamina de plomo con extranos caracteres en una cueva del Sacromonte llamado entonces monte Valparaiso Se dio a leer a Luna y Castillo que no supieron interpretarla Isidoro Garcia jesuita logro descifrar algunas palabras en las que se hacia mencion a un Mesiton martir 17 18 Tal lectura animo al arzobispo a tomar la iniciativa por ver si se podian hallar mas reliquias semejantes y pocos dias mas tarde se localizo una nueva lamina que hablaba de san Hiscio discipulo de Santiago el Mayor martirizado con sus companeros en aquel sitio el segundo ano del imperio de Neron cuyas cenizas tambien se encontrarian alli Una tercera plancha encontrada el 10 de abril hablaba de san Tesifon tambien martirizado en aquel lugar del que la plancha informaba que antes de ser convertido al cristianismo por Santiago se llamaba Abenathar arabe y que habia escrito un libro titulado Fundamento de la Iglesia libro que tambien seria descubierto poco mas tarde con toda otra serie de hallazgos encadenados ininterrumpidamente y con un contenido doctrinal progresivamente mas desarrollado conforme iban apareciendo las planchas hasta llegar a 1597 19 20 De nuevo se les encargaron las traducciones a Luna y Castillo aunque por no ser teologos y ofrecer alguna dificultad su interpretacion se pidieron tambien otras traducciones y examenes Arias Montano a quien consulto directamente el arzobispo manifesto ya en mayo de 1595 las serias objeciones que le planteaban las informaciones que se le habian hecho llegar 21 Del mismo modo Juan Bautista Perez obispo de Segorbe fallecido en 1597 emitio un detallado informe contrario a su autenticidad y el jesuita Ignacio de las Casas morisco tambien el escribio denunciando la impostura al nuncio en Espana y al papa Clemente VIII 22 pero el arzobispo devoto de la Inmaculada Concepcion cuyo dogma proclamaban los libros y halagado con la antiguedad y santidad de su diocesis que los hallazgos retrotraian a tiempos apostolicos se erigio en el gran defensor de los plomos promoviendo para la preservacion de las reliquias la fundacion de una abadia y la convocatoria de una junta de teologos que el 29 de abril de 1600 declaro su autenticidad 23 El primero en senalar a Castillo y Luna como autores del fraude en lo que habrian contado con la colaboracion de otros moriscos como El Merini fue el cronista Luis del Marmol Carvajal en carta dirigida al obispo Pedro Castro ya en 1594 24 Poco mas tarde otro traductor Marcos Dobelio envio un informe a la Inquisicion romana en el que acusaba taxativamente a Castillo y Luna de ser los autores de esta novedad 25 Jose Godoy Alcantara llego tambien a la conclusion de que los autores del engano habian de ser los mismos traductores que a la vez que eran conocedores de la lengua arabiga con algunas nociones de teologia compartian las amarguras desesperaciones y esperanzas de sus secretos sectarios 26 Godoy agrupo el pergamino de la torre Turpiana y los diecinueve libros del monte Valparaiso en dos conjuntos uno de caracter mas legendario y menor contenido doctrinal con mas vulgar expresion que atribuia a Luna y otro mas didactico con mas profundos estudios teologicos que tenia por obra de Castillo 27 Sin desmentirlo Cabanelas y Caro Baroja apuntan a una participacion mas amplia y compleja recuperando el papel de El Merini respetado morisco que algunos anos antes de la rebelion de 1568 fecha en la que ya debia de haber muerto anuncio el hallazgo de grandes pronosticos cuando se derribase la torre de la iglesia mayor de Granada Con el estaba en relacion Castillo el Viejo abuelo de Alonso del Castillo y una parte de los papeles de El Merini por mediacion de su hija pasaron a Luna 28 Otro morisco granadino llamado al Haŷari parece haber tenido relacion con los hallazgos antes de huir a Marruecos y en su relato menciono a otros tres implicados a dos de los cuales llamaba al Ŷabbis el santo jeque y al Ukayhil interprete oficial a los que se ha querido relacionar con Castillo y Luna 29 Menendez Pelayo resume asi las que habrian sido intenciones de los falsarios El doble proposito de la ficcion es evidente Querian por una parte deslumbrar a los cristianos con las tradiciones de Santiago y de los varones apostolicos largamente exornadas y dramatizadas y con la creencia de la Inmaculada cuestion de batalla por entonces en las escuelas y hasta en las plazas de Sevilla Querian por otra parte buscar una transaccion o avenencia entre cristianos y moriscos y hacer entrar a estos en la ley comun pasando ligeramente por los puntos de controversia o esquivandolos en absoluto salvando todo lo salvable del Islam y lisonjeando el orgullo semitico con ponderaciones de su raza y esperanza de futuras grandezas 30 Desde otros puntos de vista sin embargo se ha defendido que las cuestiones religiosas y el criptomahometanismo apuntado por Menendez Pelayo se situarian en un segundo plano en las intenciones de los urdidores de la trama que dejando a un lado la religion islamica cuya causa tendrian por perdida al reescribir la historia de los origenes del cristianismo en la peninsula estarian buscando que la poblacion arabe fuese reconocida como nativa y que su adhesion al cristianismo al que habrian proporcionado los primeros martires granadinos era tan antigua como el cristianismo peninsular mismo para salvar con ello algunas de sus senas de identidad como la lengua o los conocimientos medicos 31 La ortodoxia de Castillo y la sinceridad de su fe como la de Miguel Luna fue defendida por el arzobispo Pedro de Castro en una carta fechada en 1618 en la que aseguraba que habia muerto tras recibir los sacramentos y cantando el credo dejando en su testamento en el que pedia ser enterrado en la parroquia de San Miguel del Albaicin todas las mandas y misas preceptivas 32 Notas Editar La muerte quedo fijada por Cabanelas 1965 entre 1607 ano en que se le documenta trabajando en la traduccion de los libros plumbeos y 1610 fecha en que se abre el libro de entierros de la parroquia de San Miguel en el que no aparece registrado su enterramiento por lo que se entiende ha de ser anterior Posteriormente se ha dado noticia de su testamento fechado el 25 de mayo de 1607 en el que dejaba como unico heredero a su nieto Alonso Jimenez hijo de Miguel Jimenez y de Escolastica del Castillo su hija legitima fallecida ya en esa fecha Collado p 478 Papeles varios de Alonso del Castillo Biblioteca Digital Hispanica Biblioteca Nacional de Espana Caro Baroja p 126 Cabanelas 1956 pp 20 y 24 nota 11 Godoy pp 103 104 Caro Baroja pp 126 127 Garcia Arenal y Rodriguez Mediano p 195 Cabanelas 1965 p 128 Collado pp 476 477 Cabanelas 1965 p 132 Cabanelas 1956 p 30 Cabanelas 1956 p 33 Cabanelas 1956 p 39 y nota 47 Godoy pp 4 7 Caro Baroja pp 118 119 Cabanelas 1969 p 18 Godoy p 46 Caro Baroja p 120 Godoy pp 46 48 Caro Baroja pp 120 121 Cabanelas 1969 Las cartas de Arias Montano al arzobispo sobre estas materias fechadas el 3 y el 26 de mayo el 27 de agosto y el 1 de septiembre de 1595 y el 5 de marzo de 1596 ocupan las paginas 27 a 32 Caro Baroja pp 131 132 Caro Baroja p 131 Garcia Arenal y Rodriguez Mediano p 189 Garcia Arenal y Rodriguez Mediano p 190 Godoy p 96 Godoy pp 96 y 104 Caro Baroja p 127 Garcia Arenal y Rodriguez Mediano pp 190 191 Alli mismo y en las paginas siguientes los autores detallan las dificultades que existen para aceptar tanto esta identificacion como para sostener el grado de parentesco entre Castillo y Luna que Cabanelas creyo podria haber estado casado con una hija de Castillo o que un Alvaro de Luna procesado en Murcia por la Inquisicion en 1618 y condenado a carcel perpetua fuese realmente hijo de Luna y por tanto nieto de Castillo Menendez Pelayo t II p 249 Garcia Arenal y Rodriguez Mediano p 188 Cabanelas 1965 pp 14 15 Bibliografia EditarAlvarez de Morales Camilo Los libros plumbeos las historias eclesiasticas y la abadia del Sacromonte de Granada la luz de estudios recientes Chronica Nova 30 2003 2004 pp 729 748 Barrios Aguilera Los moriscos Alonso del Castillo y Miguel de Luna autores de los libros plumbeos de Granada Andalucia en la historia 34 2011 pp 44 49 Cabanelas Dario El morisco granadino Alonso del Castillo interprete de Felipe II Miscelanea de estudios arabes y hebraicos Seccion Arabe Islam Vol 5 1956 pp 19 42 Cabanelas Rodriguez Dario El morisco granadino Alonso del Castillo Granada 1965 Cabanelas Dario Arias Montano y los libros plumbeos de Granada Miscelanea de estudios arabes y hebraicos Seccion Arabe Islam Vol 18 1969 pp 7 41 Caro Baroja Julio Las falsificaciones de la Historia en relacion con la de Espana Barcelona Seix Barral 1992 ISBN 84 322 0663 6 Collado Ruiz Maria Jose El medico romanceador Alonso del Castillo Nuevos datos a partir de la capellania fundada por el presbitero Luis de la Cueva Sharq al Andalus 20 2011 2013 pp 469 482 Garcia Arenal Mercedes y Rodriguez Mediano Fernando Medico traductor inventor Miguel de Luna cristiano arabigo de Granada Chronica Nova 32 2006 pp 187 231 Godoy Alcantara Jose Historia critica de los falsos cronicones Madrid ed Tres catorce diecisiete 1981 ISBN 84 85208 16 1 facsimil de la primera edicion Real Academia de la Historia 1868 Menendez Pelayo Marcelino Historia de los heterodoxos espanoles Madrid Biblioteca de Autores Cristianos 1986 ISBN 84 220 0568 9Enlaces externos EditarRubiera Mata Maria Jesus Alonso del Castillo Diccionario biografico espanol Real Academia de la Historia Datos Q5670435 Obtenido de https es wikipedia org w index php title Alonso del Castillo morisco amp oldid 137808014, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

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