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Tortura en la dictadura franquista

La tortura en la dictadura franquista ocupó «un lugar central dentro de los procedimientos policiales y carcelarios», respondiendo al entramado penal que fue «a la vez vengativo y redentorista, militarista y con claras pulsiones totalitarias».[1]​ Como ha destacado César Lorenzo Rubio, durante la dictadura franquista la práctica de la tortura no solo continuó como había ocurrido en otros periodos de la historia contemporánea de España, «sino que se llevó a extremos nunca conocidos en cuanto a extensión e intensidad». «La tortura a manos de funcionarios del Estado fue una realidad incontestable, sistemática», aunque su extensión y tipología fue cambiando a lo largo del tiempo, «pero nunca desapareció del todo».[2]Francisco Moreno Gómez ha llegado a afirmar que el franquismo creó un «estado general de tortura».[3]​ Una valoración compartida por César Lorenzo Rubio: «La práctica de la tortura y los malos tratos no fue la excepción, sino la norma. No fue obra de unos pocos agentes del orden, sino de los diferentes cuerpos policiales, militares, de vigilancia penitenciaria… Sus autores no actuaron a su libre albedrío, sino dentro de un sistema que les daba amparo y cobertura. La Brigada Político Social, epítome de la represión política, contó con la colaboración de médicos forenses, secretarios, jueces y fiscales; quienes, a su vez, aplicaron leyes y normativas dictadas por unos gobiernos conscientes y responsables del uso que se les dio».[4]

Escudo de la policía franquista.

La tortura en la zona rebelde de la Guerra Civil Española (1936-1939)

 
Milicianos republicanos caídos prisioneros de los sublevados durante la Batalla de Guadarrama.

En la zona sublevada de la guerra civil española la tortura tuvo «un uso endémico y firmemente enraizado en la práctica policial ―especialmente en la policía política― y, por extensión, en el funcionamiento de la maquinaria de enjuiciamiento criminal».[5]​ Se ha llegado a afirmar que en la zona rebelde se practicó la tortura judicial, ya que en ocasiones se recurría a ella durante el proceso de instrucción y por indicación del juez militar. Las torturas más frecuentes fueron los golpes a los detenidos en distintas partes del cuerpo y el empleo de diversas formas de humillación. También se recurrió a colocar astillas bajo las uñas o a arrancarlas o el uso de electrodos en las partes más sensibles del cuerpo como los genitales ―este último tipo de tortura fue introducido al parecer por los agentes de la Gestapo que asesoraron a la policía franquista―. Las mujeres por su parte sufrieron formas específicas de tortura, que incluían la mutilación del clítoris o la violación, y de humillación como las rapaduras de pelo.[6]

Las torturas y los malos tratos se fueron extendiendo conforme el bando rebelde fue ocupando territorios de la zona leal a la República y se realizaban no solo en comisarías, en cuarteles y en cuartelillos de la Guardia Civil ―estos últimos especialmente en las zonas rurales― y en centros de detención provisionales sino en los locales de Falange. Los verdugos eran los miembros de los distintos organismos policiales y parapoliciales bajo la autoridad suprema del Ejército, entre los que se encontraba el Servicio de Información y Policía Militar (SIPM). Todo ello fue posible porque desde el golpe de Estado en la zona rebelde «se suspendieron las garantías procesales y se impuso un régimen arbitrario de detenciones».[7]

Las torturas y los malos tratos también se produjeron en las prisiones, en los centros de retención provisionales y en los campos de concentración donde los internos ―muchos de ellos sin haber sido acusados formalmente de ningún delito― soportaron unas condiciones de vida deplorables marcadas por «la carestía, la enfermedad, el hacinamiento y la corrupción». No era infrecuente que los que propinaban las palizas a los presos fueran falangistas o familiares de víctimas a los que se dejaba entrar en el establecimiento. Las mujeres por su parte eran objeto de humillaciones y de agresiones sexuales ―en algunas prisiones eran sacadas del recinto por falangistas para violarlas―. Los internos eran objeto de brutales castigos propinados por los funcionarios, muchos de ellos excombatientes, excautivos o familiares de víctimas de la represión en la retaguardia republicana, o por los cabos de vara que reaparecieron en el mundo penitenciario y que también actuaron en los campos de concentración. Los prisioneros de los campos de concentración calificados como «desafectos» también fueron obligados a realizar trabajos forzados en batallones formados al efecto.[8]

Primer franquismo (1939-1959)

Desde su inicio «la dictadura franquista estaba marcada por el signo de la violencia represiva, dentro de la cual la tortura, como forma extrema de aniquilación del enemigo… fue un elemento fundamental».[9]​ Nada más acabar la guerra civil el cónsul británico en Barcelona ya advertía de lo extendido de su uso. En su informe del 24 de agosto de 1939 exponía lo siguiente:[10]

La mayoría de los presos son maltratados. Esto siempre parece tener lugar durante el interrogatorio cuando se sospecha que han cometido crímenes de sangre durante la revolución. Ha habido muchos suicidios: algunos hombres saltan por las ventanas en la comisaría de Policía y otros en la propia prisión.
 
Sede de la Dirección General de Seguridad en la Puerta del Sol en Madrid. Fue el centro de torturas más importante del franquismo.

El 5 de enero de 1939, en plena ofensiva de Cataluña, el gobierno franquista reunido en Burgos había creado el Servicio Nacional de Seguridad ―posterior Dirección General de Seguridad (DGS)―, que ocuparía el lugar del Servicio de Información y Policía Militar (SIPM) que había actuado durante la mayor parte de la guerra. Al principio su jefe fue el coronel José Ungría Jiménez, director del SIPM, y después del 23 de septiembre, fecha en que se aprobó la organización de la DGS en cuatro grandes comisarías (Fronteras, Información, Orden Público e Identificación), fue José Finat y Escrivá de Romaní, conde de Mayalde. Partiendo de la información recabada durante la guerra por diversos organismos franquistas, la DGS comenzó a elaborar un enorme fichero de antecedentes político-sociales que en 1944 ya abarcaba unos tres millones de personas fichadas. Y creó el Cuerpo de Policía Armada, formado inicialmente por excautivos y excombatientes. La reorganización del aparato policial franquista se completó con la Ley de Policía de marzo de 1941, que creó el Cuerpo General de Policía. En el preámbulo de la ley se decía que la «nueva policía» no debía regirse por el «apoliticismo» y que debía tener como objetivo «la vigilancia permanente y total indispensable para la vida de la Nación, que en los estados totalitarios se logra merced a una acertada combinación de técnica perfecta y lealtad». En el preámbulo también se hacía referencia a la «policía política, como órgano más eficiente para la defensa del Estado».[11]

 
José Finat y Escrivá de Romaní, jefe de la DGS, junto al líder nazi Himmler en San Sebastián, junto con Gerardo Caballero.

De la función específica de perseguir los «delitos sociales y políticos» se ocuparía la Brigada Político-Social (BPS), que sería conocida simplemente como «la Social» y que desde un principio recibió el asesoramiento de agentes de la Gestapo, dirigidos por Paul Winzer destinado en la embajada alemana en Madrid, especialmente en cuanto al uso de diversos métodos de tortura para obtener información o confesiones de los detenidos (latigazos; ahogamientos mediante «la bañera»; corrientes eléctricas; aplastamiento de testículos y dedos; colgamiento con las manos atadas a la espalda; quemaduras en las plantas de los pies y en otras partes del cuerpo) y en técnicas de espionaje e infiltración en grupos de oposición ―el propio José Finat, director general de Seguridad, viajó a la capital alemana para reunirse con Himmler―. La colaboración entre la policía franquista y la Gestapo se remontaba a la guerra civil cuando en noviembre de 1937 se firmó un protocolo secreto por el cual policías del bando sublevado irían a Berlín para ser adiestrados ―ese protocolo secreto fue ampliado por un nuevo acuerdo de colaboración firmado el 31 de julio de 1938―.[12]

En Madrid las torturas tenían lugar en la sede la DGS en la Puerta del Sol, donde entre otros destacó el comisario Roberto Conesa, y en las comisarías, una de ellas, la de Buenavista, también sede del SIPM, cuyos agentes también participaron en las torturas a los detenidos. En Barcelona el centro principal de torturas fue la sede de la Jefatura Superior de Policía de la Vía Layetana, donde destacaron como torturadores los inspectores de la Brigada Político-Social Pedro Polo Borreguero y los hermanos Antonio Juan Creix y Vicente Juan Creix, a las órdenes del comisario Eduardo Quintela Bóveda. Tanto en Madrid como en Barcelona, como en otras capitales, los policías, singularmente los miembros de la Brigada Político-Social, se ensañaron especialmente con los miembros de partidos políticos de izquierda (PCE, PSOE) y de organizaciones obreras (CNT, FAI, UGT, Juventudes Libertarias) que intentaban reorganizarse en la clandestinidad. Fue el caso, entre muchos otros, de los anarquistas Esteban Pallarols Xirgu o Enrique Marco Nadal, que intentaron reorganizar la CNT ―hasta once de los catorce comités nacionales de la CNT que se formaron en la década de 1940 fueron detenidos por la policía ―, o los miembros de las Juventudes Libertarias Fausto González Alonso y José Martínez Guerricabeitia, o los comunistas Gregorio López Raimundo, Heriberto Quiñones, Pedro Vicente, Antonio Palomares, Bonifacio Fernández, Eduardo Sánchez Biedma o Casto García Roza ―muertos estos tres últimos a causa de las torturas―, que intentaron reorganizar el PCE o el PSUC, o el socialista Tomás Centeno.[13]​ La policía actuaba con total impunidad pues gozaba de la complicidad de los jueces que no solo nunca imputaron a ningún agente, aunque las pruebas de las torturas fueran evidentes, sino que procesaban por desacato o por desobediencia a la autoridad a los detenidos que osaban denunciarlas. La falta de garantías procesales durante la detención y el interrogatorio ―los detenidos carecían de asistencia legal; no existía límite ‘’de facto’’ para presentar una acusación formal; se menospreciaba la presunción de inocencia, etc.― hacían el resto.[14]

 
Sede de la Jefatura Superior de Policía en la Vía Layetana de Barcelona. Fue el centro de torturas más importante en Cataluña durante la dictadura franquista.

Un informe de la embajada de Gran Bretaña en España de 1949 remitido al Foreign Office decía lo siguiente:[15]

Los archivos de la DGS están basados en el modelo nazi. Están cabal y extremadamente bien organizados, asegurando una vigilancia sistemática sobre todos los enemigos sospechosos del Estado. Debe ser resaltado que los puntos negros de la Justicia española son por norma las comisarías, más que las propias prisiones. Todos los casos políticos caen dentro de la Brigada Político-Social que actúan por orden del jefe superior de Policía. El interrogatorio de un prisionero puede incluir el uso de crueles artefactos, tendentes a forzar las declaraciones posteriormente llamadas “confesiones”. Como reciben un extra, los mal pagados policías tienden a usar métodos cada vez más violentos y a prolongar cuanto sea posible el aislamiento de los prisioneros para obtener una confesión. Tanto las mujeres como los hombres reciben este trato. Pueden estar detenidos durante semanas antes de que se formule formalmente cualquier cargo contra ellos. Cuando el ‘’dosier’’ es terminado, el prisionero es trasladado a una de las prisiones del Estado y pasa a la jurisdicción militar.

También recurrieron a la tortura y a otros métodos de «guerra sucia» la Guardia Civil y el Ejército en su lucha contra la guerrilla antifranquista, especialmente durante el denominado «trienio del terror» (1947-1949). No sólo fueron torturados los guerrilleros apresados ―que en muchas ocasiones acabaron siendo fusilados sin juicio o aplicándoles la «ley de fugas»―, sino también sus familias y los presuntos «colaboradores» de las montañas y zonas rurales. La actuación de la Guardia Civil y el Ejército fue revalidada por el Decreto Ley para la Represión del Bandidaje y el Terrorismo, de 18 de abril de 1947. De hecho poco después el general Franco proclamó el estado de guerra en la provincia de Teruel donde actuaba la Agrupación guerrillera de Levante y Aragón.[16]

En las prisiones también hubo torturas y malos tratos a los reclusos ―especialmente en los centros de retención provisionales que se habilitaron en la inmediata posguerra a los que tenían fácil acceso falangistas y otros grupos paramilitares que sacaban a los presos para darles palizas, como le ocurrió al poeta Miguel Hernández―, pero en menor medida que en las comisarías y cuartelillos por lo que cuando ingresaban en la cárcel muchos detenidos lo consideraban un alivio. Sin embargo, las condiciones de vida en las prisiones eran extremas. «La masificación, la miseria, la insalubridad, el hambre, el terror, el trabajo forzado y el adoctrinamiento religioso y político fueron los rasgos distintivos de un sistema que más allá de ‘’vigilar y castigar’’, pretendía “la transformación existencial completa de los capturados y, por extensión, de sus familias”». Los principales responsables de las torturas y los malos tratos a los reclusos fueron los cabos de vara y los nuevos funcionarios de prisiones muchos de ellos excautivos, excombatientes o familiares de víctimas de la represión en la «zona roja», movidos muchos de ellos por un afán de venganza y por «la rabia y los resentimientos», como se reconoce en un informe oficial de la Dirección General de Prisiones de 1951. «Continúan viendo un enemigo en cada preso; creen que el cargo es para vengar agravios», se dice también en el informe. Cuando un preso se atrevía a denunciar el caso se cerraba generalmente con el sobreseimiento y el archivo del mismo. Por otro lado, los malos tratos y la torturas en las cárceles comenzaron a remitir a partir de 1943 ―el año en que se inauguró la cárcel de Carabanchel que sustituyó a la vieja prisión de Porlier― con el objetivo de mejorar la imagen exterior del régimen franquista en un momento en que las potencias fascistas empezaban a perder la Segunda Guerra Mundial. Este remisión también se explica por la actitud más solidaria y contestataria (plantes y huelgas de hambre; denuncias que canalizaban los exiliados fuera de España) entre los colectivos de presos políticos.[17]

Las mujeres detenidas y presas sufrieron formas específicas de torturas y malos tratos que tenían como objetivo negarles la condición de ciudadanas que les había reconocido la República y humillarlas y anularlas por su condición femenina (lo que Irene Abad ha definido como “represión sexuada”).[18]​ Recibieron las mismas torturas que los hombres (corrientes eléctricas, quemaduras…) pero, obligadas a desnudarse, iban dirigidas especialmente a los genitales y a los pechos. Sin embargo, el elemento diferencial más importante fue la violación ―«ya fuese como amenaza o consumada, la violación representó el máximo nivel de humillación de las perdedoras y de demostración del poder masculino de los vencedores»―[19]​, junto con las ceremonias públicas en las que se les rapaba el pelo, se les obligaba a tomar aceite de ricino o se las fusilaba. Muchas de las mujeres violadas cuando ingresaban en prisión estaban embarazadas y allí tenían a sus hijos en unas condiciones espantosas hasta los tres años de edad en que se los quitaban. Estos hechos son conocidos por los cientos de testimonios recogidos por Tomasa Cuevas, ella también torturada en la sede de la Jefatura Superior de Policía de la Vía Layetana de Barcelona.[20]​ Esto es lo que recordaba, por ejemplo, María Valdés:[21]

A mí me pegaron con esas porras que tienen filo de hierro y me abrieron las carnes, toda la parte del culo abierta. Como yo ponía los brazos para taparme los pechos, los tenía llenos de sangre; y no se conformaron con eso, luego me pusieron en una silla con los pechos colgando.

Tras la firma del acuerdo de las bases con Estados Unidos de 1953 varios policías de la Brigada Político-Social viajaron a ese país para seguir cursos del FBI y de la CIA sobre contraespionaje y nuevos métodos de interrogatorio. Fue el caso del inspector Antonio Juan Creix, que utilizó en abril de 1958 lo que había aprendido en Nueva York del FBI en el interrogatorio y tortura del dirigente comunista Miguel Núñez González, aunque nunca estuvo del todo satisfecho. «Aquí vienen los americanos, que si las corrientes eléctricas… Como el palo no hay nada», dijo Creix, según recordaba el propio Miguel Núñez ―que resistió las torturas a los que fue sometido durante un mes en la comisaría de Vía Layetana y no delató a nadie, por lo que se convirtió en un símbolo de la lucha antifranquista―. Otro policía que viajó a Estados Unidos, junto con un alto cargo de la DGS, fue el propio jefe de la BPS Vicente Reguengo que recibió formación de la CIA sobre «métodos, material y técnicas de investigación policial». También asistió a cursos de formación de la CIA sobre «sabotaje y anticomunismo» el comisario Roberto Conesa.[22]

Segundo franquismo (1959-1975)

Durante este periodo se produjo un cambio en la oposición al franquismo que dejó de estar protagonizada por las organizaciones políticas clandestinas para pasar a serlo por los movimientos sociales, como el movimiento obrero ―columna vertebral de la oposición, y por tanto el más represaliado y el que más sufrió la violencia gubernativa―, el movimiento estudiantil, el movimiento vecinal, etc., «cuyos activistas actuaban ―en la medida de lo posible― públicamente, forzando los límites de la legalidad y esgrimiendo reivindicaciones concretas que podían conectar con una amplia parte de la población. A raíz de este cambio se produjo también la aparición de nuevos perfiles de detenidos, con obreros y estudiantes a la cabeza, pero también los acompañarían profesionales liberales, intelectuales y sacerdotes de base».[23]

Para estos años contamos con un estudio documentado sobre las torturas, aunque referido a un único territorio: el País Vasco. Se trata de un trabajo encargado por el gobierno autonómico y publicado por primera vez en 2016, en el que se relatan 770 casos de torturas entre 1960 y 1977 con picos destacados en 1968 (103 casos) y 1975 (268 casos), aunque otros estudios sitúan a 1969 como el año donde se produjeron más casos de malos tratos (890 casos) como respuesta al asesinato por ETA del jefe de la Brigada Político Social en San Sebastián, el comisario Melitón Manzanas.[24]

La denuncia de la tortura por Francisco Tomás y Valiente.
El 24 de marzo de 1971, poco después de haber concluido el Proceso de Burgos, Francisco Tomás y Valiente impartió una conferencia en la Universidad de Salamanca bajo el título "La tortura judicial y sus posibles supervivencias" cuyo texto fue incluido en su libro "La tortura judicial en España" publicado en 1974, cuyo título fue cambiado por imposición de la censura franquista por el de "La tortura en España. Estudios históricos" –el libro fue reeditado con su título original en 1994 con un prólogo de Tomás y Valiente con una segunda "introducción al cuadrado" en la que explicaba los problemas que tuvo con la censura franquista-.[25]
En la conferencia Tomás y Valiente analizó dos sentencias del Tribunal Supremo del 15 y 23 de marzo de 1965 relacionadas con un mismo presunto caso de «brutal mal trato» cometido por la policía en la Comisaría de San Sebastián sobre una persona detenida el 21 de agosto de 1962 acusada de «actividades subversivas como Secretario de una organización ilícita denominada Frente de Liberación Popular». En las sentencias la sala de lo contencioso-administrativo suspendió la multa impuesta al supuesto torturado por haber denunciado los malos tratos, pero confirmó las multas de 25.000 pesetas impuestas por el gobierno a los dos firmantes del escrito del Consejo Diocesano de hombres de Acción Católica en el que se pedía al Ministerio de la Gobernación que se abriera información sobre los presuntos malos tratos.[26]
Después de analizar las sentencias Tomás y Valiente propuso cinco medidas para asegurar que no se produjeran casos de tortura extrajudicial en España. La primera era que fuera la autoridad judicial, y no un funcionario del Ministerio de la Gobernación como había sucedido en el caso referido por él, quien se encargara de investigar desde el primer momento las denuncias por malos tratos. En segundo lugar, que quedaran sometidos al control judicial las decisiones del gobierno, pues según la legislación de entonces los "actos políticos del Gobierno" quedaban juera del ámbito de actuación de los tribunales y esa había sido una de las razones esgrimidas por el Tribunal Supremo para no revocar la multa impuesta a los denunciantes del presunto caso de tortura. En tercer lugar, proponía reintroducir la figura de la "manifestación de personas" del derecho aragonés, semejante al habeas corpus, por lo que un detenido debería ser entregado –manifestado- inmediatamente a la autoridad judicial a petición del interesado, incurriendo en responsabilidad el funcionario que no lo hiciera. La cuarta era la creación de una verdadera Policía Judicial dependiente sólo de los jueces. La quinta y última medida, era que se garantizara la asistencia de un abogado desde el mismo momento de la detención, "sin que pudieran llevarse adelante diligencias que afectaran al detenido sin la presencia de su abogado", una petición que acababa de ser formulada también por el Colegio de Abogados de Madrid y que había sido refrendada por el Congreso de la Abogacía de León.[27]
Tomás y Valiente acabó su conferencia afirmando que "en último término el problema de la tortura es… el del límite del poder político". "Para renunciar a la tortura, dondequiera que ésta se dé, si es que se da y en la medida en que se dé, es preciso que el propio Estado reconozca que por encima de la eficacia represiva hay otros valores, que es preferible no averiguar quién fue el autor de un delito que torturar a un inocente, o incluso a quien luego resulte culpable. […] Pero ¿estará el Estado decidido a renunciar para siempre a la tortura en relación con posibles delitos de marcado cariz o contenido políticos? La historia nos enseña que justamente ha sido en estos casos cuando más intensa y arbitrariamente se ha aplicado la tortura. ¿Habrá de ser siempre así?".[28]

Desde el punto de vista de la represión franquista, el periodo se inicia con la promulgación por el general Franco de la Ley de Orden Público de 1959 que vino a sustituir a la Ley de Orden Público de la República. La ley ―que mantenía la jurisdicción militar para todos los delitos que afectaran al orden público―[29]​ sirvió para legalizar los estados de excepción que se decretarían en los años 1960 y 1970, seis veces en determinados territorios y tres veces en la totalidad del país. En todos ellos, excepto en una ocasión, se suspendió el artículo 18 del Fuero de los Españoles que fijaba el límite de 72 horas en que una persona podía estar detenida antes de ser llevada ante el juez. Así durante los estados de excepción la policía podía actuar aún con mayor impunidad para acabar con las «actividades extremistas». Se trataba «de una dictadura dentro de otra».[30]

Durante el estado de excepción de 1971 fueron detenidos muchos activistas antifranquistas, como Carlos Vallejo, militante de las clandestinas Comisiones Obreras de la fábrica SEAT de Barcelona, acusado de «propaganda ilegal» y que estuvo retenido diecisiete días en la comisaría de Vía Layetana hasta que ingresó en la Cárcel Modelo de Barcelona; al poco tiempo perdió su trabajo por sus «faltas de asistencia» al mismo «desde el día 17 de los corrientes», que era la fecha de su detención. Otros lo pasaron aún peor pues fueron detenidos de nuevo por «razones o motivos de Orden Público» tras ser puestos en libertad por el juez.[31]

Este es el testimonio de Carlos Vallejo de su estancia en la comisaría de Vía Layetana: [32]

En celdas aisladas, te llamaban a deshoras, continuamente. No te dejaban dormir. Te amenazaban haciendo ver con la pistola que te iban a disparar. Todo esto negro [se señala la barriga] de pegar así [se golpea repetidamente la barriga con la punta de los dedos] que te hace un dolor terrible. Bueno, aguantas, pero te causa un dolor terrible. Después, bueno, todo tipo de vejaciones, patadas, ruedas, el bueno y el malo… en fin, la escuela de la tortura
 
Protesta en París en 1963 contra los asesinatos de Julián Grimau, Manuel Moreno Barranco, Francisco Granados Gata y Joaquín Delgado Martínez.

A finales de 1963 se creó el Tribunal de Orden Público (TOP) para intentar «blanquear» la imagen exterior del régimen franquista en un momento en el general Franco había presentado la candidatura de España al ingreso en la Comunidad Económica Europea ―un año antes un informe de la Comisión Internacional de Juristas había denunciado la inexistencia del estado de derecho y de libertades en España―. Hasta entonces la jurisdicción militar era la que se había encargado de juzgar los delitos ‘’políticos’’. Es lo que le sucedió, por ejemplo, al dirigente comunista Julián Grimau, detenido en noviembre de 1962 y sometido a terribles torturas en la sede de la DGS en Madrid que los agentes de la Brigada Político Social intentaron encubrir tirándolo al patio interior del edificio, un hecho que fue presentado como un intento de suicidio. Grimau sobrevivió y malherido fue juzgado en un consejo de guerra que lo condenó a muerte y fue fusilado. Por esas mismas fechas fue detenido el anarquista catalán Jordi Conill, que tras ser torturado y juzgado en consejo de guerra fue condenado a la pena de muerte, conmutada por 30 años de prisión debido a la campaña internacional que se organizó en su favor. Los también anarquistas Francisco Granados Gata y Joaquín Delgado Martínez, detenidos poco después, fueron salvajemente torturados en la sede de la DGS de Madrid y en un consejo de guerra sumarísimo condenados a muerte y ejecutados por garrote vil el 17 de agosto de 1963.[33]

Los delitos de «asociación ilícita», «propaganda ilegal», «reunión ilegal», «manifestación ilegal» o «desórdenes públicos» pasaron a ser competencia del TOP, pero los más graves como los de «terrorismo» o los que afectasen al Ejército y a la Guardia Civil continuaron bajo la jurisdicción militar, por lo que el TOP no acabó con ella sino que la complementó. Así entre 1964 y 1976 el TOP instruyó un total de 22.660 procedimientos que afectaron a unas 9.000 personas, de las que fueron condenadas cerca de 3.000, mientras que la justicia militar entre 1960 y 1977 condenó a 5.600 civiles. [34]

Con el TOP continuó la práctica de la tortura pues la Brigada Político Social siguió encargada de los delitos competencia del tribunal y el TOP nunca se ocupó de investigar las denuncias de malos tratos o de torturas a los detenidos, como subrayó el abogado Josep Solé Barberà en un escrito de 1977: «Yo no conozco ni un solo sumario en el cual la denuncia de malos tratos se haya admitido como suficiente para que se abriera una investigación sobre unos hechos que podían alterar todo el contenido sumarial y que, de no ser ciertos, era a la autoridad misma a quien le convenía descubrirlo». La abogada Ascensión Solé recordaba algo similar: «cuando se le preguntaba abiertamente [al acusado] si había sido presionado moral o físicamente por los funcionarios o maltratado de obra o de palabra, la campana del presidente, de Mateu, tocaba frenéticamente rompiendo el acostumbrado tono educado y amable con que nos trataba».[35]

Por otro lado, en algunos casos los malos tratos y las torturas ―como ‘’la bañera’’ (ahogamientos), ‘’la cigüeña’’ (caminar agachado con las manos esposadas por debajo de las piernas), ‘’el quirófano’’ (permanecer tumbado en una camilla con la cabeza en el aire) o “el tostadero” (tumbarse en un somier metálico conectado a cables eléctricos)― acababan con la muerte del detenido al ser arrojado desde una ventana desde gran altura como fue el caso de los estudiantes Rafael Guijarro Moreno, cuya muerte inspiró la canción de Maria del Mar Bonet ‘’Què volen aquesta gent’’ (1968) convertida en un himno antifranquista, o de Enrique Ruano, cuya muerte causó una ola de protestas que llevaron al régimen franquista a decretar el estado de excepción el 24 de enero de 1969. Más suerte tuvieron el estudiante vallisoletano José Luis Cancho y el albañil militante del PCE(i) Miguel Jiménez Hinojosa que sobrevivieron a la caída. Este último había recibido un tiro a bocajarro disparado por el policía de la BPS Atilano del Valle Oller que en 1975 fue condecorado con la Cruz al Mérito Policial ―Jiménez por su parte pasó cinco años y medio en prisión tras ser condenado en un consejo de guerra por insulto a las fuerzas armadas y «asociación ilícita»―.[36]

Ante el uso continuado e indiscriminado de la tortura algunas organizaciones antifranquistas clandestinas instruyeron a sus militantes sobre qué hacer cuando eran detenidos y juzgados. Así el PSUC en 1963 hizo circular un opúsculo mecanografiado titulado “No quiero hablar. El deber de los comunistas frente a la policía y los tribunales franquistas” en el que se conminaba a los militantes detenidos a no hablar, incluso con riesgo de su vida. «Para un comunista, el honor personal, el honor revolucionario, es más importante que la vida misma», se decía.[37]

Otra novedad de la década de 1960 fue la aparición de escritos dirigidos a las autoridades franquistas en los que se denunciaban las torturas y que estaban promovidos por destacados intelectuales. El primero data de septiembre de 1963 en forma de carta dirigida a Manuel Fraga, ministro de Información y Turismo, con motivo de la huelga minera de Asturias de 1962. Estaba firmado por 102 intelectuales encabezados por José Bergamín.[38]​ Una segunda carta fue enviada con más firmas, 188, pero la respuesta furibunda del ministro Fraga fue la misma: negar las denuncias de abusos, vejaciones y malos tratos que aparecían en ellas.[38]​ En los años siguientes hubo más cartas colectivas. Destaca la de finales de 1968 que iba firmada por 1.120 intelectuales, profesionales liberales e incluso eclesiásticos y que denunciaba los malos tratos infligidos a los detenidos durante el estado de excepción decretado en Vizcaya y Guipúzcoa. La respuesta del régimen franquista fue de nuevo negar las acusaciones y atemorizar y desprestigiar a sus firmantes. Por otro lado, ciertos sectores de base de la Iglesia católica también denunciaron las torturas, siendo los pioneros más de 300 sacerdotes vascos que escribieron a sus obispos una carta en la que decían: «en las comisarías de Policía de nuestro país se emplea el tormento como método de exploración». Otra iniciativa fue la de varias decenas de curas catalanes que se manifestaron frente a la sede de la Jefatura Superior de Policía de Barcelona en Vía Layetana el 11 de mayo de 1966 para protestar por los malos tratos de que había sido objeto el delegado de la Escuela de Ingenieros en el clandestino Sindicato Democrático de Estudiantes de la Universidad de Barcelona Joaquim Boix ―participante en La Capuchinada―. Su propósito era entregar una carta al comisario Creix pero fueron disueltos violentamente por los agentes de la Policía Armada que custodiaban el edificio ―tres años después cuatro de ellos fueron juzgados y condenados por el TOP, aunque fueron indultados por el Consejo de Ministros; por su parte la madre de Boix presentó una querella por malos tratos pero fue archivada―. En enero de 1969 se creó la Comisión de Solidaridad de Barcelona, una organización de ayuda a las personas represaliadas por el régimen y de denuncia de la represión, cuyas primeras reuniones tuvieron lugar en iglesias. El 14 de abril de 1971 el diario francés Le Monde publicaba una carta firmada por 180 sacerdotes navarros en la que denunciaban las torturas que habían sufrido los detenidos durante el vigente estado de excepción.[39]

 
Manuel Moreno Barranco muerto en prisión en 1963 presuntamente a causa de los malos tratos recibidos.

Como en la posguerra el ingreso en prisión tras haber pasado por comisaría era vivido como una especie de liberación. «Un día en la comisaría es peor que cien días en la cárcel», escribió más tarde un preso. Pero esto no quiere decir que los malos tratos a los encarcelados hubieran desaparecido, hasta el punto que algunos murieron en prisión como el donostiarra Vicente Lertxundi, el escritor andaluz Manuel Moreno Barranco ―la versión oficial fue que se había suicidado pero un grupo de intelectuales encabezados por José Manuel Caballero Bonald enviaron una carta al ministro de Información y Turismo Manuel Fraga en la que relacionaban la muerte de Moreno Barranco con el reciente caso Grimau; la respuesta de Fraga fue furibunda y sin pretenderlo sembró más dudas de las que pretendió despejar― o el preso común Rafael Sánchez Milla, ‘’El Habichuela’’ ―cuya muerte provocó un violento motín en la Cárcel Modelo de Barcelona en la que también participaron presos políticos―. Por otro lado, hay que destacar que los funcionarios de prisiones en cuanto al trato tenían más cuidado con los presos políticos que con los comunes. «Se nos controlaba muchísimo, pero al mismo tiempo se nos respetaba más… El desprecio que mostraban hacia el preso común no lo tenían hacia nosotros», recuerda un preso político.[40]

La Brigada Político-Social fue la principal unidad policial que actuó contra la oposición antifranquista. «Sus agentes, los Creix, Conesa, Yagüe, Navales, Manzanas, Ballesteros, Solsona, González Pacheco, etc., ocupan un lugar de honor en el panteón de los torturadores del franquismo. Sus comisarías ―la DGS de la Puerta del Sol de Madrid, la Vía Layetana en Barcelona, las de las calles Samaniego y Gran Vía en Valencia, o la del paseo María Agustín en Zaragoza―, y sus métodos, de siniestras connotaciones, remiten a una particular geografía del terror». Pero también la Guardia Civil practicó las torturas, con métodos «más rudimentarios que los de los agentes de la BPS», pero «las torturas que infligían no tenían nada que envidiar las unas a las otras». Como en el caso del miembro del FRAP Cipriano Martos que ingresó en el hospital de Reus en agosto de 1973 al haber sido obligado a ingerir ácido sulfúrico y falleció poco después ―aunque en la versión oficial se dijo que se había tratado de un suicidio―.[41]

En los últimos años de la dictadura franquista se produjeron denuncias del uso generalizado e indiscriminado de la tortura por parte de los cuerpos policiales. En su informe de 1973 de Justicia Democrática, el clandestino colectivo de miembros de la judicatura favorables a la democracia, se denunciaba que «la tortura se sigue empleando, aunque es difícil determinar su frecuencia y hay muchos interesados en que no se determine. En particular en la llamada lucha contra la subversión». En el mismo informe Justicia Democrática señalaba los obstáculos prácticamente insalvables a los que se enfrentaban los jueces y fiscales que querían detener a sus responsables, como le ocurrió al fiscal de Barcelona y miembro de Justicia Democrática Carlos Jiménez Villarejo que no pudo procesar al jefe de la BPS de Manresa y pagó su osadía con su traslado a Huesca.[42]​ Los gobiernos extranjeros también eran conocedores de la práctica de la tortura en España como el de Estados Unidos que en un informe de la Secretaría de Estado del 3 de mayo de 1975, desclasificado posteriormente, se decía: «[en España se dan] diversos grados de torturas, tratos inhumanos o degradantes; denegación de revisión judicial de juicios injustos por tribunales militares a civiles, arresto arbitrario y exilio, restricciones de movimiento y residencia». En otro informe el embajador de Estados Unidos en España Wells Stabler exponía que había comunicado al gobierno español las continuas violaciones de los derechos humanos y en el mismo destacaba la dificultad de obtener información especialmente de la jurisdicción militar, «donde previsiblemente se encuentran las mayores áreas de abuso».[43]

Referencias

  1. Oliver Olmo y Gargallo Vaamonde, 2020, p. 84.
  2. Lorenzo Rubio, 2020, p. 131.
  3. Moreno Gómez, 2014, p. 246.
  4. Lorenzo Rubio, 2020, p. 194.
  5. Oviedo Silva, 2020, p. 107.
  6. Oviedo Silva, 2020, p. 107-113.
  7. Oviedo Silva, 2020, p. 114-117.
  8. Oviedo Silva, 2020, p. 117-123.
  9. Lorenzo Rubio, 2020, p. 132-133.
  10. Lorenzo Rubio, 2020, p. 133.
  11. Lorenzo Rubio, 2020, p. 133-135.
  12. Lorenzo Rubio, 2020, p. 136-138.
  13. Lorenzo Rubio, 2020, p. 139-143; 154-155.
  14. Lorenzo Rubio, 2020, p. 154.
  15. Lorenzo Rubio, 2020, p. 144-145.
  16. Lorenzo Rubio, 2020, p. 144.
  17. Lorenzo Rubio, 2020, p. 145-149.
  18. Abad, Irene (2009). «Las dimensiones de la ‘represión sexuada’ durante la dictadura franquista». Revista de historia Jerónimo Zurita (84): 65-86. 
  19. Lorenzo Rubio, 2020, p. 152. ”Se violaba a la ‘roja’ como método directo de castigo y se violaba también a la ‘mujer del rojo’ en un intento por demostrar el desposeimiento al que se quería someter al preso político” (Irene Abad)
  20. Lorenzo Rubio, 2020, p. 150-151.
  21. Lorenzo Rubio, 2020, p. 151-153.
  22. Lorenzo Rubio, 2020, p. 156-156.
  23. Lorenzo Rubio, 2020, p. 175.
  24. Lorenzo Rubio, 2020, p. 193.
  25. Tomás y Valiente, 2000, pp. 5-10; 205.
  26. Tomás y Valiente, 2000, pp. 227-229.
  27. Tomás y Valiente, 2000, p. 224.
  28. Tomás y Valiente, 2000, pp. 234-235.
  29. De Riquer, 2010, p. 131.
  30. Lorenzo Rubio, 2020, p. 158-160.
  31. Lorenzo Rubio, 2020, p. 161-162.
  32. Lorenzo Rubio, 2020, p. 161.
  33. Lorenzo Rubio, 2020, p. 163-165.
  34. Lorenzo Rubio, 2020, p. 165.
  35. Lorenzo Rubio, 2020, p. 166-168.
  36. Lorenzo Rubio, 2020, p. 179-181.
  37. Lorenzo Rubio, 2020, p. 168-169.
  38. “Los intelectuales contra la tortura y por las libertades democráticas”
  39. Lorenzo Rubio, 2020, p. 172-174; 177.
  40. Lorenzo Rubio, 2020, p. 184-188.
  41. Lorenzo Rubio, 2020, p. 189-191. ”La brutalidad de la Guardia Civil en el caso de Martos pudo deberse a la presunta peligrosidad de la organización a la que pertenecía el detenido”
  42. Lorenzo Rubio, 2020.
  43. Lorenzo Rubio, 2020, p. 197.

Bibliografía

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  • Moreno Gómez, Francisco (2014). La victoria sangrienta, 1939-1945: un estudio de la gran represión franquista, para el Memorial Democrático de España. Madrid: Alpuerto. ISBN 9788438104811. 
  • Oliver Olmo, Pedro; Gargallo Vaamonde, Luis (2020). «Tortura gubernativa y Estado liberal». En Pedro Oliver Olmo, ed. La tortura en la España contemporánea. Madrid: Los Libros de la Catarata. pp. 23-84. ISBN 978-84-1352-077-3. 
  • Oviedo Silva, Daniel (2020). «Violencia masiva y tortura en la guerra civil». En Pedro Oliver Olmo, ed. La tortura en la España contemporánea. Madrid: Los Libros de la Catarata. pp. 85-130. ISBN 978-84-1352-077-3. 
  • Tomás y Valiente, Francisco (2000) [1976-1994]. La tortura judicial en España (2ª edición). Barcelona: Crítica. ISBN 84-8432-029-4. 

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La tortura en la dictadura franquista ocupo un lugar central dentro de los procedimientos policiales y carcelarios respondiendo al entramado penal que fue a la vez vengativo y redentorista militarista y con claras pulsiones totalitarias 1 Como ha destacado Cesar Lorenzo Rubio durante la dictadura franquista la practica de la tortura no solo continuo como habia ocurrido en otros periodos de la historia contemporanea de Espana sino que se llevo a extremos nunca conocidos en cuanto a extension e intensidad La tortura a manos de funcionarios del Estado fue una realidad incontestable sistematica aunque su extension y tipologia fue cambiando a lo largo del tiempo pero nunca desaparecio del todo 2 Francisco Moreno Gomez ha llegado a afirmar que el franquismo creo un estado general de tortura 3 Una valoracion compartida por Cesar Lorenzo Rubio La practica de la tortura y los malos tratos no fue la excepcion sino la norma No fue obra de unos pocos agentes del orden sino de los diferentes cuerpos policiales militares de vigilancia penitenciaria Sus autores no actuaron a su libre albedrio sino dentro de un sistema que les daba amparo y cobertura La Brigada Politico Social epitome de la represion politica conto con la colaboracion de medicos forenses secretarios jueces y fiscales quienes a su vez aplicaron leyes y normativas dictadas por unos gobiernos conscientes y responsables del uso que se les dio 4 Escudo de la policia franquista Indice 1 La tortura en la zona rebelde de la Guerra Civil Espanola 1936 1939 2 Primer franquismo 1939 1959 3 Segundo franquismo 1959 1975 4 Referencias 5 BibliografiaLa tortura en la zona rebelde de la Guerra Civil Espanola 1936 1939 Editar Milicianos republicanos caidos prisioneros de los sublevados durante la Batalla de Guadarrama En la zona sublevada de la guerra civil espanola la tortura tuvo un uso endemico y firmemente enraizado en la practica policial especialmente en la policia politica y por extension en el funcionamiento de la maquinaria de enjuiciamiento criminal 5 Se ha llegado a afirmar que en la zona rebelde se practico la tortura judicial ya que en ocasiones se recurria a ella durante el proceso de instruccion y por indicacion del juez militar Las torturas mas frecuentes fueron los golpes a los detenidos en distintas partes del cuerpo y el empleo de diversas formas de humillacion Tambien se recurrio a colocar astillas bajo las unas o a arrancarlas o el uso de electrodos en las partes mas sensibles del cuerpo como los genitales este ultimo tipo de tortura fue introducido al parecer por los agentes de la Gestapo que asesoraron a la policia franquista Las mujeres por su parte sufrieron formas especificas de tortura que incluian la mutilacion del clitoris o la violacion y de humillacion como las rapaduras de pelo 6 Las torturas y los malos tratos se fueron extendiendo conforme el bando rebelde fue ocupando territorios de la zona leal a la Republica y se realizaban no solo en comisarias en cuarteles y en cuartelillos de la Guardia Civil estos ultimos especialmente en las zonas rurales y en centros de detencion provisionales sino en los locales de Falange Los verdugos eran los miembros de los distintos organismos policiales y parapoliciales bajo la autoridad suprema del Ejercito entre los que se encontraba el Servicio de Informacion y Policia Militar SIPM Todo ello fue posible porque desde el golpe de Estado en la zona rebelde se suspendieron las garantias procesales y se impuso un regimen arbitrario de detenciones 7 Las torturas y los malos tratos tambien se produjeron en las prisiones en los centros de retencion provisionales y en los campos de concentracion donde los internos muchos de ellos sin haber sido acusados formalmente de ningun delito soportaron unas condiciones de vida deplorables marcadas por la carestia la enfermedad el hacinamiento y la corrupcion No era infrecuente que los que propinaban las palizas a los presos fueran falangistas o familiares de victimas a los que se dejaba entrar en el establecimiento Las mujeres por su parte eran objeto de humillaciones y de agresiones sexuales en algunas prisiones eran sacadas del recinto por falangistas para violarlas Los internos eran objeto de brutales castigos propinados por los funcionarios muchos de ellos excombatientes excautivos o familiares de victimas de la represion en la retaguardia republicana o por los cabos de vara que reaparecieron en el mundo penitenciario y que tambien actuaron en los campos de concentracion Los prisioneros de los campos de concentracion calificados como desafectos tambien fueron obligados a realizar trabajos forzados en batallones formados al efecto 8 Primer franquismo 1939 1959 EditarDesde su inicio la dictadura franquista estaba marcada por el signo de la violencia represiva dentro de la cual la tortura como forma extrema de aniquilacion del enemigo fue un elemento fundamental 9 Nada mas acabar la guerra civil el consul britanico en Barcelona ya advertia de lo extendido de su uso En su informe del 24 de agosto de 1939 exponia lo siguiente 10 La mayoria de los presos son maltratados Esto siempre parece tener lugar durante el interrogatorio cuando se sospecha que han cometido crimenes de sangre durante la revolucion Ha habido muchos suicidios algunos hombres saltan por las ventanas en la comisaria de Policia y otros en la propia prision Sede de la Direccion General de Seguridad en la Puerta del Sol en Madrid Fue el centro de torturas mas importante del franquismo El 5 de enero de 1939 en plena ofensiva de Cataluna el gobierno franquista reunido en Burgos habia creado el Servicio Nacional de Seguridad posterior Direccion General de Seguridad DGS que ocuparia el lugar del Servicio de Informacion y Policia Militar SIPM que habia actuado durante la mayor parte de la guerra Al principio su jefe fue el coronel Jose Ungria Jimenez director del SIPM y despues del 23 de septiembre fecha en que se aprobo la organizacion de la DGS en cuatro grandes comisarias Fronteras Informacion Orden Publico e Identificacion fue Jose Finat y Escriva de Romani conde de Mayalde Partiendo de la informacion recabada durante la guerra por diversos organismos franquistas la DGS comenzo a elaborar un enorme fichero de antecedentes politico sociales que en 1944 ya abarcaba unos tres millones de personas fichadas Y creo el Cuerpo de Policia Armada formado inicialmente por excautivos y excombatientes La reorganizacion del aparato policial franquista se completo con la Ley de Policia de marzo de 1941 que creo el Cuerpo General de Policia En el preambulo de la ley se decia que la nueva policia no debia regirse por el apoliticismo y que debia tener como objetivo la vigilancia permanente y total indispensable para la vida de la Nacion que en los estados totalitarios se logra merced a una acertada combinacion de tecnica perfecta y lealtad En el preambulo tambien se hacia referencia a la policia politica como organo mas eficiente para la defensa del Estado 11 Jose Finat y Escriva de Romani jefe de la DGS junto al lider nazi Himmler en San Sebastian junto con Gerardo Caballero De la funcion especifica de perseguir los delitos sociales y politicos se ocuparia la Brigada Politico Social BPS que seria conocida simplemente como la Social y que desde un principio recibio el asesoramiento de agentes de la Gestapo dirigidos por Paul Winzer destinado en la embajada alemana en Madrid especialmente en cuanto al uso de diversos metodos de tortura para obtener informacion o confesiones de los detenidos latigazos ahogamientos mediante la banera corrientes electricas aplastamiento de testiculos y dedos colgamiento con las manos atadas a la espalda quemaduras en las plantas de los pies y en otras partes del cuerpo y en tecnicas de espionaje e infiltracion en grupos de oposicion el propio Jose Finat director general de Seguridad viajo a la capital alemana para reunirse con Himmler La colaboracion entre la policia franquista y la Gestapo se remontaba a la guerra civil cuando en noviembre de 1937 se firmo un protocolo secreto por el cual policias del bando sublevado irian a Berlin para ser adiestrados ese protocolo secreto fue ampliado por un nuevo acuerdo de colaboracion firmado el 31 de julio de 1938 12 En Madrid las torturas tenian lugar en la sede la DGS en la Puerta del Sol donde entre otros destaco el comisario Roberto Conesa y en las comisarias una de ellas la de Buenavista tambien sede del SIPM cuyos agentes tambien participaron en las torturas a los detenidos En Barcelona el centro principal de torturas fue la sede de la Jefatura Superior de Policia de la Via Layetana donde destacaron como torturadores los inspectores de la Brigada Politico Social Pedro Polo Borreguero y los hermanos Antonio Juan Creix y Vicente Juan Creix a las ordenes del comisario Eduardo Quintela Boveda Tanto en Madrid como en Barcelona como en otras capitales los policias singularmente los miembros de la Brigada Politico Social se ensanaron especialmente con los miembros de partidos politicos de izquierda PCE PSOE y de organizaciones obreras CNT FAI UGT Juventudes Libertarias que intentaban reorganizarse en la clandestinidad Fue el caso entre muchos otros de los anarquistas Esteban Pallarols Xirgu o Enrique Marco Nadal que intentaron reorganizar la CNT hasta once de los catorce comites nacionales de la CNT que se formaron en la decada de 1940 fueron detenidos por la policia o los miembros de las Juventudes Libertarias Fausto Gonzalez Alonso y Jose Martinez Guerricabeitia o los comunistas Gregorio Lopez Raimundo Heriberto Quinones Pedro Vicente Antonio Palomares Bonifacio Fernandez Eduardo Sanchez Biedma o Casto Garcia Roza muertos estos tres ultimos a causa de las torturas que intentaron reorganizar el PCE o el PSUC o el socialista Tomas Centeno 13 La policia actuaba con total impunidad pues gozaba de la complicidad de los jueces que no solo nunca imputaron a ningun agente aunque las pruebas de las torturas fueran evidentes sino que procesaban por desacato o por desobediencia a la autoridad a los detenidos que osaban denunciarlas La falta de garantias procesales durante la detencion y el interrogatorio los detenidos carecian de asistencia legal no existia limite de facto para presentar una acusacion formal se menospreciaba la presuncion de inocencia etc hacian el resto 14 Sede de la Jefatura Superior de Policia en la Via Layetana de Barcelona Fue el centro de torturas mas importante en Cataluna durante la dictadura franquista Un informe de la embajada de Gran Bretana en Espana de 1949 remitido al Foreign Office decia lo siguiente 15 Los archivos de la DGS estan basados en el modelo nazi Estan cabal y extremadamente bien organizados asegurando una vigilancia sistematica sobre todos los enemigos sospechosos del Estado Debe ser resaltado que los puntos negros de la Justicia espanola son por norma las comisarias mas que las propias prisiones Todos los casos politicos caen dentro de la Brigada Politico Social que actuan por orden del jefe superior de Policia El interrogatorio de un prisionero puede incluir el uso de crueles artefactos tendentes a forzar las declaraciones posteriormente llamadas confesiones Como reciben un extra los mal pagados policias tienden a usar metodos cada vez mas violentos y a prolongar cuanto sea posible el aislamiento de los prisioneros para obtener una confesion Tanto las mujeres como los hombres reciben este trato Pueden estar detenidos durante semanas antes de que se formule formalmente cualquier cargo contra ellos Cuando el dosier es terminado el prisionero es trasladado a una de las prisiones del Estado y pasa a la jurisdiccion militar Tambien recurrieron a la tortura y a otros metodos de guerra sucia la Guardia Civil y el Ejercito en su lucha contra la guerrilla antifranquista especialmente durante el denominado trienio del terror 1947 1949 No solo fueron torturados los guerrilleros apresados que en muchas ocasiones acabaron siendo fusilados sin juicio o aplicandoles la ley de fugas sino tambien sus familias y los presuntos colaboradores de las montanas y zonas rurales La actuacion de la Guardia Civil y el Ejercito fue revalidada por el Decreto Ley para la Represion del Bandidaje y el Terrorismo de 18 de abril de 1947 De hecho poco despues el general Franco proclamo el estado de guerra en la provincia de Teruel donde actuaba la Agrupacion guerrillera de Levante y Aragon 16 En las prisiones tambien hubo torturas y malos tratos a los reclusos especialmente en los centros de retencion provisionales que se habilitaron en la inmediata posguerra a los que tenian facil acceso falangistas y otros grupos paramilitares que sacaban a los presos para darles palizas como le ocurrio al poeta Miguel Hernandez pero en menor medida que en las comisarias y cuartelillos por lo que cuando ingresaban en la carcel muchos detenidos lo consideraban un alivio Sin embargo las condiciones de vida en las prisiones eran extremas La masificacion la miseria la insalubridad el hambre el terror el trabajo forzado y el adoctrinamiento religioso y politico fueron los rasgos distintivos de un sistema que mas alla de vigilar y castigar pretendia la transformacion existencial completa de los capturados y por extension de sus familias Los principales responsables de las torturas y los malos tratos a los reclusos fueron los cabos de vara y los nuevos funcionarios de prisiones muchos de ellos excautivos excombatientes o familiares de victimas de la represion en la zona roja movidos muchos de ellos por un afan de venganza y por la rabia y los resentimientos como se reconoce en un informe oficial de la Direccion General de Prisiones de 1951 Continuan viendo un enemigo en cada preso creen que el cargo es para vengar agravios se dice tambien en el informe Cuando un preso se atrevia a denunciar el caso se cerraba generalmente con el sobreseimiento y el archivo del mismo Por otro lado los malos tratos y la torturas en las carceles comenzaron a remitir a partir de 1943 el ano en que se inauguro la carcel de Carabanchel que sustituyo a la vieja prision de Porlier con el objetivo de mejorar la imagen exterior del regimen franquista en un momento en que las potencias fascistas empezaban a perder la Segunda Guerra Mundial Este remision tambien se explica por la actitud mas solidaria y contestataria plantes y huelgas de hambre denuncias que canalizaban los exiliados fuera de Espana entre los colectivos de presos politicos 17 Las mujeres detenidas y presas sufrieron formas especificas de torturas y malos tratos que tenian como objetivo negarles la condicion de ciudadanas que les habia reconocido la Republica y humillarlas y anularlas por su condicion femenina lo que Irene Abad ha definido como represion sexuada 18 Recibieron las mismas torturas que los hombres corrientes electricas quemaduras pero obligadas a desnudarse iban dirigidas especialmente a los genitales y a los pechos Sin embargo el elemento diferencial mas importante fue la violacion ya fuese como amenaza o consumada la violacion represento el maximo nivel de humillacion de las perdedoras y de demostracion del poder masculino de los vencedores 19 junto con las ceremonias publicas en las que se les rapaba el pelo se les obligaba a tomar aceite de ricino o se las fusilaba Muchas de las mujeres violadas cuando ingresaban en prision estaban embarazadas y alli tenian a sus hijos en unas condiciones espantosas hasta los tres anos de edad en que se los quitaban Estos hechos son conocidos por los cientos de testimonios recogidos por Tomasa Cuevas ella tambien torturada en la sede de la Jefatura Superior de Policia de la Via Layetana de Barcelona 20 Esto es lo que recordaba por ejemplo Maria Valdes 21 A mi me pegaron con esas porras que tienen filo de hierro y me abrieron las carnes toda la parte del culo abierta Como yo ponia los brazos para taparme los pechos los tenia llenos de sangre y no se conformaron con eso luego me pusieron en una silla con los pechos colgando Tras la firma del acuerdo de las bases con Estados Unidos de 1953 varios policias de la Brigada Politico Social viajaron a ese pais para seguir cursos del FBI y de la CIA sobre contraespionaje y nuevos metodos de interrogatorio Fue el caso del inspector Antonio Juan Creix que utilizo en abril de 1958 lo que habia aprendido en Nueva York del FBI en el interrogatorio y tortura del dirigente comunista Miguel Nunez Gonzalez aunque nunca estuvo del todo satisfecho Aqui vienen los americanos que si las corrientes electricas Como el palo no hay nada dijo Creix segun recordaba el propio Miguel Nunez que resistio las torturas a los que fue sometido durante un mes en la comisaria de Via Layetana y no delato a nadie por lo que se convirtio en un simbolo de la lucha antifranquista Otro policia que viajo a Estados Unidos junto con un alto cargo de la DGS fue el propio jefe de la BPS Vicente Reguengo que recibio formacion de la CIA sobre metodos material y tecnicas de investigacion policial Tambien asistio a cursos de formacion de la CIA sobre sabotaje y anticomunismo el comisario Roberto Conesa 22 Segundo franquismo 1959 1975 EditarDurante este periodo se produjo un cambio en la oposicion al franquismo que dejo de estar protagonizada por las organizaciones politicas clandestinas para pasar a serlo por los movimientos sociales como el movimiento obrero columna vertebral de la oposicion y por tanto el mas represaliado y el que mas sufrio la violencia gubernativa el movimiento estudiantil el movimiento vecinal etc cuyos activistas actuaban en la medida de lo posible publicamente forzando los limites de la legalidad y esgrimiendo reivindicaciones concretas que podian conectar con una amplia parte de la poblacion A raiz de este cambio se produjo tambien la aparicion de nuevos perfiles de detenidos con obreros y estudiantes a la cabeza pero tambien los acompanarian profesionales liberales intelectuales y sacerdotes de base 23 Para estos anos contamos con un estudio documentado sobre las torturas aunque referido a un unico territorio el Pais Vasco Se trata de un trabajo encargado por el gobierno autonomico y publicado por primera vez en 2016 en el que se relatan 770 casos de torturas entre 1960 y 1977 con picos destacados en 1968 103 casos y 1975 268 casos aunque otros estudios situan a 1969 como el ano donde se produjeron mas casos de malos tratos 890 casos como respuesta al asesinato por ETA del jefe de la Brigada Politico Social en San Sebastian el comisario Meliton Manzanas 24 La denuncia de la tortura por Francisco Tomas y Valiente El 24 de marzo de 1971 poco despues de haber concluido el Proceso de Burgos Francisco Tomas y Valiente impartio una conferencia en la Universidad de Salamanca bajo el titulo La tortura judicial y sus posibles supervivencias cuyo texto fue incluido en su libro La tortura judicial en Espana publicado en 1974 cuyo titulo fue cambiado por imposicion de la censura franquista por el de La tortura en Espana Estudios historicos el libro fue reeditado con su titulo original en 1994 con un prologo de Tomas y Valiente con una segunda introduccion al cuadrado en la que explicaba los problemas que tuvo con la censura franquista 25 En la conferencia Tomas y Valiente analizo dos sentencias del Tribunal Supremo del 15 y 23 de marzo de 1965 relacionadas con un mismo presunto caso de brutal mal trato cometido por la policia en la Comisaria de San Sebastian sobre una persona detenida el 21 de agosto de 1962 acusada de actividades subversivas como Secretario de una organizacion ilicita denominada Frente de Liberacion Popular En las sentencias la sala de lo contencioso administrativo suspendio la multa impuesta al supuesto torturado por haber denunciado los malos tratos pero confirmo las multas de 25 000 pesetas impuestas por el gobierno a los dos firmantes del escrito del Consejo Diocesano de hombres de Accion Catolica en el que se pedia al Ministerio de la Gobernacion que se abriera informacion sobre los presuntos malos tratos 26 Despues de analizar las sentencias Tomas y Valiente propuso cinco medidas para asegurar que no se produjeran casos de tortura extrajudicial en Espana La primera era que fuera la autoridad judicial y no un funcionario del Ministerio de la Gobernacion como habia sucedido en el caso referido por el quien se encargara de investigar desde el primer momento las denuncias por malos tratos En segundo lugar que quedaran sometidos al control judicial las decisiones del gobierno pues segun la legislacion de entonces los actos politicos del Gobierno quedaban juera del ambito de actuacion de los tribunales y esa habia sido una de las razones esgrimidas por el Tribunal Supremo para no revocar la multa impuesta a los denunciantes del presunto caso de tortura En tercer lugar proponia reintroducir la figura de la manifestacion de personas del derecho aragones semejante al habeas corpus por lo que un detenido deberia ser entregado manifestado inmediatamente a la autoridad judicial a peticion del interesado incurriendo en responsabilidad el funcionario que no lo hiciera La cuarta era la creacion de una verdadera Policia Judicial dependiente solo de los jueces La quinta y ultima medida era que se garantizara la asistencia de un abogado desde el mismo momento de la detencion sin que pudieran llevarse adelante diligencias que afectaran al detenido sin la presencia de su abogado una peticion que acababa de ser formulada tambien por el Colegio de Abogados de Madrid y que habia sido refrendada por el Congreso de la Abogacia de Leon 27 Tomas y Valiente acabo su conferencia afirmando que en ultimo termino el problema de la tortura es el del limite del poder politico Para renunciar a la tortura dondequiera que esta se de si es que se da y en la medida en que se de es preciso que el propio Estado reconozca que por encima de la eficacia represiva hay otros valores que es preferible no averiguar quien fue el autor de un delito que torturar a un inocente o incluso a quien luego resulte culpable Pero estara el Estado decidido a renunciar para siempre a la tortura en relacion con posibles delitos de marcado cariz o contenido politicos La historia nos ensena que justamente ha sido en estos casos cuando mas intensa y arbitrariamente se ha aplicado la tortura Habra de ser siempre asi 28 Desde el punto de vista de la represion franquista el periodo se inicia con la promulgacion por el general Franco de la Ley de Orden Publico de 1959 que vino a sustituir a la Ley de Orden Publico de la Republica La ley que mantenia la jurisdiccion militar para todos los delitos que afectaran al orden publico 29 sirvio para legalizar los estados de excepcion que se decretarian en los anos 1960 y 1970 seis veces en determinados territorios y tres veces en la totalidad del pais En todos ellos excepto en una ocasion se suspendio el articulo 18 del Fuero de los Espanoles que fijaba el limite de 72 horas en que una persona podia estar detenida antes de ser llevada ante el juez Asi durante los estados de excepcion la policia podia actuar aun con mayor impunidad para acabar con las actividades extremistas Se trataba de una dictadura dentro de otra 30 Durante el estado de excepcion de 1971 fueron detenidos muchos activistas antifranquistas como Carlos Vallejo militante de las clandestinas Comisiones Obreras de la fabrica SEAT de Barcelona acusado de propaganda ilegal y que estuvo retenido diecisiete dias en la comisaria de Via Layetana hasta que ingreso en la Carcel Modelo de Barcelona al poco tiempo perdio su trabajo por sus faltas de asistencia al mismo desde el dia 17 de los corrientes que era la fecha de su detencion Otros lo pasaron aun peor pues fueron detenidos de nuevo por razones o motivos de Orden Publico tras ser puestos en libertad por el juez 31 Este es el testimonio de Carlos Vallejo de su estancia en la comisaria de Via Layetana 32 En celdas aisladas te llamaban a deshoras continuamente No te dejaban dormir Te amenazaban haciendo ver con la pistola que te iban a disparar Todo esto negro se senala la barriga de pegar asi se golpea repetidamente la barriga con la punta de los dedos que te hace un dolor terrible Bueno aguantas pero te causa un dolor terrible Despues bueno todo tipo de vejaciones patadas ruedas el bueno y el malo en fin la escuela de la tortura Protesta en Paris en 1963 contra los asesinatos de Julian Grimau Manuel Moreno Barranco Francisco Granados Gata y Joaquin Delgado Martinez A finales de 1963 se creo el Tribunal de Orden Publico TOP para intentar blanquear la imagen exterior del regimen franquista en un momento en el general Franco habia presentado la candidatura de Espana al ingreso en la Comunidad Economica Europea un ano antes un informe de la Comision Internacional de Juristas habia denunciado la inexistencia del estado de derecho y de libertades en Espana Hasta entonces la jurisdiccion militar era la que se habia encargado de juzgar los delitos politicos Es lo que le sucedio por ejemplo al dirigente comunista Julian Grimau detenido en noviembre de 1962 y sometido a terribles torturas en la sede de la DGS en Madrid que los agentes de la Brigada Politico Social intentaron encubrir tirandolo al patio interior del edificio un hecho que fue presentado como un intento de suicidio Grimau sobrevivio y malherido fue juzgado en un consejo de guerra que lo condeno a muerte y fue fusilado Por esas mismas fechas fue detenido el anarquista catalan Jordi Conill que tras ser torturado y juzgado en consejo de guerra fue condenado a la pena de muerte conmutada por 30 anos de prision debido a la campana internacional que se organizo en su favor Los tambien anarquistas Francisco Granados Gata y Joaquin Delgado Martinez detenidos poco despues fueron salvajemente torturados en la sede de la DGS de Madrid y en un consejo de guerra sumarisimo condenados a muerte y ejecutados por garrote vil el 17 de agosto de 1963 33 Los delitos de asociacion ilicita propaganda ilegal reunion ilegal manifestacion ilegal o desordenes publicos pasaron a ser competencia del TOP pero los mas graves como los de terrorismo o los que afectasen al Ejercito y a la Guardia Civil continuaron bajo la jurisdiccion militar por lo que el TOP no acabo con ella sino que la complemento Asi entre 1964 y 1976 el TOP instruyo un total de 22 660 procedimientos que afectaron a unas 9 000 personas de las que fueron condenadas cerca de 3 000 mientras que la justicia militar entre 1960 y 1977 condeno a 5 600 civiles 34 Con el TOP continuo la practica de la tortura pues la Brigada Politico Social siguio encargada de los delitos competencia del tribunal y el TOP nunca se ocupo de investigar las denuncias de malos tratos o de torturas a los detenidos como subrayo el abogado Josep Sole Barbera en un escrito de 1977 Yo no conozco ni un solo sumario en el cual la denuncia de malos tratos se haya admitido como suficiente para que se abriera una investigacion sobre unos hechos que podian alterar todo el contenido sumarial y que de no ser ciertos era a la autoridad misma a quien le convenia descubrirlo La abogada Ascension Sole recordaba algo similar cuando se le preguntaba abiertamente al acusado si habia sido presionado moral o fisicamente por los funcionarios o maltratado de obra o de palabra la campana del presidente de Mateu tocaba freneticamente rompiendo el acostumbrado tono educado y amable con que nos trataba 35 Por otro lado en algunos casos los malos tratos y las torturas como la banera ahogamientos la ciguena caminar agachado con las manos esposadas por debajo de las piernas el quirofano permanecer tumbado en una camilla con la cabeza en el aire o el tostadero tumbarse en un somier metalico conectado a cables electricos acababan con la muerte del detenido al ser arrojado desde una ventana desde gran altura como fue el caso de los estudiantes Rafael Guijarro Moreno cuya muerte inspiro la cancion de Maria del Mar Bonet Que volen aquesta gent 1968 convertida en un himno antifranquista o de Enrique Ruano cuya muerte causo una ola de protestas que llevaron al regimen franquista a decretar el estado de excepcion el 24 de enero de 1969 Mas suerte tuvieron el estudiante vallisoletano Jose Luis Cancho y el albanil militante del PCE i Miguel Jimenez Hinojosa que sobrevivieron a la caida Este ultimo habia recibido un tiro a bocajarro disparado por el policia de la BPS Atilano del Valle Oller que en 1975 fue condecorado con la Cruz al Merito Policial Jimenez por su parte paso cinco anos y medio en prision tras ser condenado en un consejo de guerra por insulto a las fuerzas armadas y asociacion ilicita 36 Ante el uso continuado e indiscriminado de la tortura algunas organizaciones antifranquistas clandestinas instruyeron a sus militantes sobre que hacer cuando eran detenidos y juzgados Asi el PSUC en 1963 hizo circular un opusculo mecanografiado titulado No quiero hablar El deber de los comunistas frente a la policia y los tribunales franquistas en el que se conminaba a los militantes detenidos a no hablar incluso con riesgo de su vida Para un comunista el honor personal el honor revolucionario es mas importante que la vida misma se decia 37 Otra novedad de la decada de 1960 fue la aparicion de escritos dirigidos a las autoridades franquistas en los que se denunciaban las torturas y que estaban promovidos por destacados intelectuales El primero data de septiembre de 1963 en forma de carta dirigida a Manuel Fraga ministro de Informacion y Turismo con motivo de la huelga minera de Asturias de 1962 Estaba firmado por 102 intelectuales encabezados por Jose Bergamin 38 Una segunda carta fue enviada con mas firmas 188 pero la respuesta furibunda del ministro Fraga fue la misma negar las denuncias de abusos vejaciones y malos tratos que aparecian en ellas 38 En los anos siguientes hubo mas cartas colectivas Destaca la de finales de 1968 que iba firmada por 1 120 intelectuales profesionales liberales e incluso eclesiasticos y que denunciaba los malos tratos infligidos a los detenidos durante el estado de excepcion decretado en Vizcaya y Guipuzcoa La respuesta del regimen franquista fue de nuevo negar las acusaciones y atemorizar y desprestigiar a sus firmantes Por otro lado ciertos sectores de base de la Iglesia catolica tambien denunciaron las torturas siendo los pioneros mas de 300 sacerdotes vascos que escribieron a sus obispos una carta en la que decian en las comisarias de Policia de nuestro pais se emplea el tormento como metodo de exploracion Otra iniciativa fue la de varias decenas de curas catalanes que se manifestaron frente a la sede de la Jefatura Superior de Policia de Barcelona en Via Layetana el 11 de mayo de 1966 para protestar por los malos tratos de que habia sido objeto el delegado de la Escuela de Ingenieros en el clandestino Sindicato Democratico de Estudiantes de la Universidad de Barcelona Joaquim Boix participante en La Capuchinada Su proposito era entregar una carta al comisario Creix pero fueron disueltos violentamente por los agentes de la Policia Armada que custodiaban el edificio tres anos despues cuatro de ellos fueron juzgados y condenados por el TOP aunque fueron indultados por el Consejo de Ministros por su parte la madre de Boix presento una querella por malos tratos pero fue archivada En enero de 1969 se creo la Comision de Solidaridad de Barcelona una organizacion de ayuda a las personas represaliadas por el regimen y de denuncia de la represion cuyas primeras reuniones tuvieron lugar en iglesias El 14 de abril de 1971 el diario frances Le Monde publicaba una carta firmada por 180 sacerdotes navarros en la que denunciaban las torturas que habian sufrido los detenidos durante el vigente estado de excepcion 39 Manuel Moreno Barranco muerto en prision en 1963 presuntamente a causa de los malos tratos recibidos Como en la posguerra el ingreso en prision tras haber pasado por comisaria era vivido como una especie de liberacion Un dia en la comisaria es peor que cien dias en la carcel escribio mas tarde un preso Pero esto no quiere decir que los malos tratos a los encarcelados hubieran desaparecido hasta el punto que algunos murieron en prision como el donostiarra Vicente Lertxundi el escritor andaluz Manuel Moreno Barranco la version oficial fue que se habia suicidado pero un grupo de intelectuales encabezados por Jose Manuel Caballero Bonald enviaron una carta al ministro de Informacion y Turismo Manuel Fraga en la que relacionaban la muerte de Moreno Barranco con el reciente caso Grimau la respuesta de Fraga fue furibunda y sin pretenderlo sembro mas dudas de las que pretendio despejar o el preso comun Rafael Sanchez Milla El Habichuela cuya muerte provoco un violento motin en la Carcel Modelo de Barcelona en la que tambien participaron presos politicos Por otro lado hay que destacar que los funcionarios de prisiones en cuanto al trato tenian mas cuidado con los presos politicos que con los comunes Se nos controlaba muchisimo pero al mismo tiempo se nos respetaba mas El desprecio que mostraban hacia el preso comun no lo tenian hacia nosotros recuerda un preso politico 40 La Brigada Politico Social fue la principal unidad policial que actuo contra la oposicion antifranquista Sus agentes los Creix Conesa Yague Navales Manzanas Ballesteros Solsona Gonzalez Pacheco etc ocupan un lugar de honor en el panteon de los torturadores del franquismo Sus comisarias la DGS de la Puerta del Sol de Madrid la Via Layetana en Barcelona las de las calles Samaniego y Gran Via en Valencia o la del paseo Maria Agustin en Zaragoza y sus metodos de siniestras connotaciones remiten a una particular geografia del terror Pero tambien la Guardia Civil practico las torturas con metodos mas rudimentarios que los de los agentes de la BPS pero las torturas que infligian no tenian nada que envidiar las unas a las otras Como en el caso del miembro del FRAP Cipriano Martos que ingreso en el hospital de Reus en agosto de 1973 al haber sido obligado a ingerir acido sulfurico y fallecio poco despues aunque en la version oficial se dijo que se habia tratado de un suicidio 41 En los ultimos anos de la dictadura franquista se produjeron denuncias del uso generalizado e indiscriminado de la tortura por parte de los cuerpos policiales En su informe de 1973 de Justicia Democratica el clandestino colectivo de miembros de la judicatura favorables a la democracia se denunciaba que la tortura se sigue empleando aunque es dificil determinar su frecuencia y hay muchos interesados en que no se determine En particular en la llamada lucha contra la subversion En el mismo informe Justicia Democratica senalaba los obstaculos practicamente insalvables a los que se enfrentaban los jueces y fiscales que querian detener a sus responsables como le ocurrio al fiscal de Barcelona y miembro de Justicia Democratica Carlos Jimenez Villarejo que no pudo procesar al jefe de la BPS de Manresa y pago su osadia con su traslado a Huesca 42 Los gobiernos extranjeros tambien eran conocedores de la practica de la tortura en Espana como el de Estados Unidos que en un informe de la Secretaria de Estado del 3 de mayo de 1975 desclasificado posteriormente se decia en Espana se dan diversos grados de torturas tratos inhumanos o degradantes denegacion de revision judicial de juicios injustos por tribunales militares a civiles arresto arbitrario y exilio restricciones de movimiento y residencia En otro informe el embajador de Estados Unidos en Espana Wells Stabler exponia que habia comunicado al gobierno espanol las continuas violaciones de los derechos humanos y en el mismo destacaba la dificultad de obtener informacion especialmente de la jurisdiccion militar donde previsiblemente se encuentran las mayores areas de abuso 43 Referencias Editar Oliver Olmo y Gargallo Vaamonde 2020 p 84 Lorenzo Rubio 2020 p 131 Moreno Gomez 2014 p 246 Lorenzo Rubio 2020 p 194 Oviedo Silva 2020 p 107 Oviedo Silva 2020 p 107 113 Oviedo Silva 2020 p 114 117 Oviedo Silva 2020 p 117 123 Lorenzo Rubio 2020 p 132 133 Lorenzo Rubio 2020 p 133 Lorenzo Rubio 2020 p 133 135 Lorenzo Rubio 2020 p 136 138 Lorenzo Rubio 2020 p 139 143 154 155 Lorenzo Rubio 2020 p 154 Lorenzo Rubio 2020 p 144 145 Lorenzo Rubio 2020 p 144 Lorenzo Rubio 2020 p 145 149 Abad Irene 2009 Las dimensiones de la represion sexuada durante la dictadura franquista Revista de historia Jeronimo Zurita 84 65 86 Lorenzo Rubio 2020 p 152 Se violaba a la roja como metodo directo de castigo y se violaba tambien a la mujer del rojo en un intento por demostrar el desposeimiento al que se queria someter al preso politico Irene Abad Lorenzo Rubio 2020 p 150 151 Lorenzo Rubio 2020 p 151 153 Lorenzo Rubio 2020 p 156 156 Lorenzo Rubio 2020 p 175 Lorenzo Rubio 2020 p 193 Tomas y Valiente 2000 pp 5 10 205 Tomas y Valiente 2000 pp 227 229 Tomas y Valiente 2000 p 224 Tomas y Valiente 2000 pp 234 235 De Riquer 2010 p 131 Lorenzo Rubio 2020 p 158 160 Lorenzo Rubio 2020 p 161 162 Lorenzo Rubio 2020 p 161 Lorenzo Rubio 2020 p 163 165 Lorenzo Rubio 2020 p 165 Lorenzo Rubio 2020 p 166 168 Lorenzo Rubio 2020 p 179 181 Lorenzo Rubio 2020 p 168 169 a b Los intelectuales contra la tortura y por las libertades democraticas Lorenzo Rubio 2020 p 172 174 177 Lorenzo Rubio 2020 p 184 188 Lorenzo Rubio 2020 p 189 191 La brutalidad de la Guardia Civil en el caso de Martos pudo deberse a la presunta peligrosidad de la organizacion a la que pertenecia el detenido Lorenzo Rubio 2020 Lorenzo Rubio 2020 p 197 Bibliografia EditarLorenzo Rubio Cesar 2020 La maquina represiva la tortura en el franquismo En Pedro Oliver Olmo ed La tortura en la Espana contemporanea Madrid Los Libros de la Catarata pp 131 198 ISBN 978 84 1352 077 3 Moreno Gomez Francisco 2014 La victoria sangrienta 1939 1945 un estudio de la gran represion franquista para el Memorial Democratico de Espana Madrid Alpuerto ISBN 9788438104811 Oliver Olmo Pedro Gargallo Vaamonde Luis 2020 Tortura gubernativa y Estado liberal En Pedro Oliver Olmo ed La tortura en la Espana contemporanea Madrid Los Libros de la Catarata pp 23 84 ISBN 978 84 1352 077 3 Oviedo Silva Daniel 2020 Violencia masiva y tortura en la guerra civil En Pedro Oliver Olmo ed La tortura en la Espana contemporanea Madrid Los Libros de la Catarata pp 85 130 ISBN 978 84 1352 077 3 Tomas y Valiente Francisco 2000 1976 1994 La tortura judicial en Espana 2ª edicion Barcelona Critica ISBN 84 8432 029 4 Obtenido de https es wikipedia org w index php title Tortura en la dictadura franquista amp oldid 132870239, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

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