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Neurosis

El término neurosis fue propuesto por el médico escocés William Cullen en 1769 en referencia a los trastornos sensoriales y motores causados por enfermedades del sistema nervioso. En psicología clínica, se usa para designar trastornos mentales que distorsionan el pensamiento racional y el funcionamiento social, familiar y laboral adecuado de las personas. Existe una confusión generalizada sobre la utilización del término: por un lado, se aplica, como síntoma, a un conjunto heterogéneo de trastornos mentales que participan de mecanismos inadaptativos ligados a la ansiedad. Por otra parte, su uso popular (como sinónimo de obsesión, excentricidad o nerviosismo) ha provocado su extensión a terrenos no estrictamente ligados a la enfermedad mental. El término “neurosis” fue abandonado por la psicología científica y la psiquiatría, sustituyéndose por el de “trastornos”.

Neurosis

El bebedor de ajenjo, de Viktor Oliva. El arte está lleno de referencias a la neurosis. El máximo exponente moderno tal vez sea Edvard Munch, aunque desde Carl Gustav Jung se viene estableciendo una intensa relación entre el genio creativo y el simbolismo que acecha tras el desequilibrio neurótico.
Especialidad psiquiatría
psicología
 Aviso médico 

El término clásico hace referencia a un trastorno mental sin evidencia de lesión orgánica que se caracteriza por la presencia de un nivel elevado de angustia y una hipertrofia disruptiva de los mecanismos compensadores de la misma. El sujeto mantiene un adecuado nivel de introspección y conexión con la realidad, pero presenta la necesidad de desarrollar conductas repetitivas y en muchos casos inadaptativas con objeto de disminuir el nivel de estrés. Se trata, en realidad, de un rasgo caracterial que acompaña al sujeto durante toda su vida, de gravedad muy variable, desde grados leves y controlables hasta situaciones gravemente incapacitantes que pueden llegar a precisar hospitalización.

La teoría psicoanalítica afirma que la neurosis es una afección psicógena cuyos síntomas cumplen una función simbólica que pretende volver a poner en escena un viejo conflicto infantil, siendo la manifestación neurótica el resultado del compromiso posible entre el deseo y la defensa.[1]

Para protegerse de la angustia, las personas recurren a mecanismos de defensa como la represión, la proyección, la negación, la intelectualización y el desplazamiento, entre otros.

Origen del término

El origen del término neurosis se encuentra a finales del siglo XVIII, aunque su máximo uso se circunscribe al XIX, en plena eclosión de la especialidad psiquiátrica, siendo empleado originalmente para describir cualquier trastorno del sistema nervioso. El médico escocés William Cullen publica en 1769 su obra Synopsis nosologiae methodicae, refiriéndose con el término neurosis a un trastorno general del sistema nervioso, sin fiebre ni otras lesiones orgánicas demostrables, y capaz de alterar las capacidades sensitivas y motoras del individuo, mezclándose en este concepto patologías tan dispares como mareos y desmayos, el tétanos, la rabia, las crisis histéricas, la melancolía (posteriormente denominada depresión) o la manía.[cita requerida]

Concepciones psicoanalíticas

La teoría psicoanalítica afirma que la neurosis es una afección psicógena cuyos síntomas cumplen una función simbólica que pretende volver a poner en escena un viejo conflicto infantil, siendo la manifestación neurótica el resultado del compromiso posible entre el deseo y la defensa.[1]

Sigmund Freud

En su escrito 'La moral sexual "cultural" y la nerviosidad moderna', el neurólogo y psicoanalista austríaco Sigmund Freud define así a la persona neurótica:

Los neuróticos son aquella clase de seres humanos que en virtud de una organización refractaria sólo han conseguido, bajo el influjo de los reclamos culturales, una sofocación aparente, y en progresivo fracaso, de sus pulsiones, y que por eso sólo con un gran gasto de fuerzas, con un empobrecimiento interior, pueden costear su trabajo de colaboración en las obras de la cultura, o aun de tiempo en tiempo se ven precisados a suspenderlo en calidad de enfermos.[2]

El yo neurótico se revelaría incapaz de llevar a buen término las obligaciones impuestas por la sociedad en particular y el mundo exterior en su conjunto. Una considerable porción de sus propias vivencias no se encuentra dentro de sus dominios por obra de la represión. Su actividad se ve cercenada por las restricciones superyoicas y sus esfuerzos se dilapidan en interminables luchas contra el ello, cuyas constantes intrusiones menoscaban su organización y lo escinden intestinamente, escisión que fue objeto de su propio artículo por parte de Freud. Está imposibilitado para producir síntesis alguna y se encuentra “desgarrado por aspiraciones que se contrarían unas a otras, por conflictos no tramitados, dudas no resueltas”.[3]​ Para Freud, no muy lejos de los psicóticos se sitúan los neuróticos graves. Lo que diferenciaría a unos y a otros sería la mayor resistencia a la desorganización por parte del yo neurótico, el cual, en muchos casos y a pesar de la multiplicidad de sus síntomas, lograría hacer pie en la realidad objetiva, contribuyendo esto quizá a que el individuo esté mejor predispuesto a recibir tratamiento.[4]

Neurosis y normalidad

En Esquema del psicoanálisis (1940 [1938]), Freud afirma que las neurosis y las psicosis son manifestaciones de las alteraciones funcionales del aparato anímico y que, si se decantó por las primeras como objeto de trabajo, fue porque únicamente ellas eran permeables al influjo de la terapia que había desarrollado. Las perturbaciones neuróticas no tendrían causas patógenas específicas, lo que las distinguiría de patologías somáticas tales como las infecciones. Forman un continuum terso con los estados definidos como “normales”, encontrándose difuminados los límites entre unas y otros, al punto que parece improbable que se pueda hallarse uno de estos últimos en el que no se descubra ni la más mínima traza de neurosis.[5]

Hemos discernido que el deslinde de la norma psíquica respecto de la anormalidad no se puede trazar científicamente, de suerte que a ese distingo debe adjudicársele sólo un valor convencional, a despecho de su importancia práctica. Con ello hemos fundado el derecho a comprender la vida anímica normal desde sus perturbaciones, lo cual no sería lícito si esos estados patológicos, neurosis y psicosis, tuvieran causas específicas que obraran al modo de unos cuerpos extraños.[6]

Freud se pregunta por qué la vida de los neuróticos es más penosa, más sufriente que la del resto si ni su constitución congénita ni las experiencias que atraviesan se distinguen en gran medida de las de otras personas, y responde que ello ha de cargarse en la cuenta de “unas disarmonías cuantitativas”. Cada particular configuración de la vida humana encontraría su causa en la conjugación entre propensiones innatas e impresiones de carácter contingente. Así, puede existir cierta predisposición a que determinado componente pulsional se desarrolle con excesivo vigor o a que no tenga la fuerza necesaria; y, a su vez, las vivencias accidentales impondrán requerimientos particulares a cada individuo e incluso puede darse el caso de que, cuando impongan los mismos reclamos a dos personas distintas, la constitución de una de ellas le permita sobrellevar mucho mejor lo que la de la otra apenas puede afrontar.[7]

Sin embargo, tal etiología, que Freud tilda de insatisfactoria y de demasiado general, es tan válida para los estados neuróticos como para cualquier otra perturbación anímica. Por otro lado, él confía en que, si la organización neurótica del yo se distingue tan escasamente de la “normal”, las indagaciones sobre la primera podrían echar luz sobre la constitución y las endebleces de la segunda. En la neurosis se constataría tanto la existencia de un reclamo del ello que el yo es incapaz de subyugar por completo, como la de una fase en el curso del desarrollo individual de importancia incomparablemente mayor a la del resto por lo que refiere a su peso en la causación de aquella perturbación.[8]

La importancia de la endeblez del yo infantil

 
Wilhelm Roux, padre de la embriología experimental. Freud homologa el impacto diferencial que tendría determinada excitación en uno u otro momento del desarrollo del yo al que, según los trabajos de Roux, podría provocar cierto estímulo potencialmente patógeno si se lo dejara influir sobre células germinales o sobre un animal ya desarrollado.

Según Freud, aparentemente solo hasta la edad de los seis años podría instalarse una neurosis, por más que sus síntomas se volvieran evidentes mucho más adelante. La neurosis infantil bien puede pasar completamente desapercibida o exteriorizarse durante un corto período. La que se desarrolla en la adultez ―con la posible excepción de la neurosis traumática― sería en realidad continuación de aquella. Freud es de la opinión de que no es digno de sorpresa el hecho de que el yo, en tanto sea frágil y no se haya desarrollado aún cabalmente, no tenga éxito en su intento de domeñar exigencias que más adelante el juego le permitirá elaborar. Tanto los reclamos del ello como las excitaciones procedentes del exterior pueden provocar un efecto traumático. El yo inerme procura protegerse de ambos a través de unos intentos de huida ―precisamente en ello radican las represiones― que más adelante serán desventajosos y terminarán restringiendo el desarrollo duraderamente. Para dar cuenta de por qué las primeras experiencias traumáticas provocan en el yo menoscabos que dan la impresión de ser desmesuradamente profundos, Freud se vale de una analogía y recuerda los trabajos de Wilhelm Roux, embriólogo alemán que había demostrado experimentalmente que introducir un alfiler en el cuerpo de un animal ya desarrollado no tenía las mismas consecuencias que hacerlo en un grupo de células germinales en el transcurso de la mitosis.[9]

Las represiones que emprende el yo tal vez resulten imprescindibles para el cumplimiento de otros propósitos en aquellos momentos inaugurales. Freud sostiene que, en su tarea de convertirse en un individuo civilizado en pocos años, el niño recorrerá, de manera sumamente compendiada, un vasto trecho del desarrollo cultural de la humanidad. Para ello, no puede privársele de la guía de la educación dado que los padres oficiarán de precursores del superyó y, en su calidad de tales, orientarán al yo del infantil sujeto mediante restricciones y sanciones, induciéndolo así a reprimir determinados impulsos. Los requerimientos culturales han de contarse, pues, entre los factores predisponentes a la neurosis. Freud llega a afirmar incluso que “la añoranza de un yo fuerte, desinhibido […] es enemiga de la cultura en el más profundo sentido”. La prolongada etapa de dependencia infantil, rasgo biológico de nuestra especie, viene a sumarse entre las condiciones propicias a la causación de la neurosis en tanto la educación familiar, ejercida primariamente en ese período, toma a su cargo la transmisión de las imposiciones culturales.[10]

El psicoanálisis sostiene la idea de que las tempranas experiencias infantiles tendrán un impacto incomparable en el ulterior desarrollo del individuo. Cobran entonces gran significatividad contingencias tales como el abuso sexual perpetrado en esos años por adultos, una seducción por un niño algo mayor, como pudiera ser un hermano, y el tomar conocimiento, sea visual o auditivamente, de relaciones sexuales entre los padres. Estas experiencias a menudo atizan la sensibilidad sexual del niño, de cuyas propias apetencias concupiscentes ya no podrá sustraerse. Tales vivencias se entregan a la represión y contribuyen así a la causación de una compulsión neurótica que más adelante obstaculizará al yo el gobierno sobre la función sexual, induciéndolo incluso a una perdurable enajenación respecto de ella.[11]​ El olvido en el que cae la vasta mayoría de los acontecimientos correspondientes al primer florecimiento de la vida sexual (amnesia infantil) guarda, pues, estrecha relación con las hipótesis psicoanalíticas sobre la etiología de las neurosis, así como también con aspectos técnicos del trabajo terapéutico.[12]​ Mientras que este extrañamiento de la sexualidad daría ocasión a una neurosis, la ausencia de él propendería a las perversiones y al trastocamiento no solo de la vida sexual sino también de otros aspectos de la existencia.[11]

El papel de las pulsiones parciales

Aunque la teoría psicoanalítica pudiera admitir que aspiraciones pulsionales de cualquier índole incitasen las mismas represiones, la clínica había demostrado que los influjos patógenos provienen regularmente de las pulsiones sexuales parciales. Los síntomas neuróticos constituyen, para Freud, “una satisfacción sustitutiva de algún querer-alcanzar sexual o bien unas medidas para estorbarlas, por lo general unos compromisos entre ambas cosas”. Si bien Freud encuentra en las pulsiones sexuales los más destacados agentes etiológicos de las neurosis, concede que aún no ha quedado zanjada la cuestión de si es esa una prerrogativa que les corresponde exclusivamente a ellas. Por lo pronto, la sexual es la función que ha sido más decidida y ampliamente censurada en pos del progreso cultural. Freud sugiere que el punto débil de la organización yoica tal vez se encuentre en la forma en que el individuo se conduce ante la sexualidad, como si el psiquismo tuviera registro de la discordancia entre autoconservación y perpetuación de la especie.[13]

En la obra de Pierre Janet

En 1909 Pierre Janet publica Las neurosis, obra en la que establece el concepto de "enfermedad funcional" frente al modelo anatómico-fisiológico. Desarrolla así el paradigma médico que basa el daño no en la alteración física del órgano, sino en su función. Las funciones superiores, adaptativas, provocan cuando se ven alteradas o disminuidas, un estado "neurasténico" (o de "nerviosismo") en el que se sobreexpresan otros estados inferiores como la agitación o la histeria.[cita requerida]

En la obra de Henri Ey

Para los psiquiatras franceses Henri Ey, P. Bernard y Ch. Brisset (1978), el yo neurótico se caracteriza por no haber resuelto los problemas de su identificación y por encontrarse en conflicto consigo mismo.[14]​ Le reconocen a Freud y a sus seguidores el haber descubierto que “la patología de esta autoconstrucción del personaje” se arraiga en las primeras relaciones de objeto y en las identificaciones facilitadas o inhibidas por las mismas.[15]​ Es solo a través de la identificación a un personaje elevado a la categoría de ideal del yo que se llega a ser uno mismo, pero “esta búsqueda de sí, esta dialéctica del ser y del parecer […] puede ser profundamente trastornada”, lo cual ocurriría en tres casos: cuando la identificación a alguien y en particular a la figura parental del mismo sexo no puede efectuarse (aquello que algunos psicoanalistas denominan trastornos de las relaciones objetales); cuando la identificación provoca una angustia profunda y una existencia desgraciada, y cuando se responde al problema recurriendo a mecanismos de defensa o de compensación imaginarios. El irresuelto conflicto interno del yo termina por afectar las relaciones del individuo con los demás: la coexistencia con el otro le presenta dificultades que no puede resolver.[14]​ La existencia del neurótico se encuentra perturbada, en especial por lo que refiere al entorno familiar.[15]

Ey et al. (1978) critican a los psicoanalistas que sostienen que el yo del neurótico no está alterado: si los síntomas neuróticos son producidos por las defensas del yo y si este aparece, pues, como “demasiado fuerte” en su función represiva, esto se debe a que el yo no es normal y es en realidad demasiado débil. Tal anomalía yoica posibilitaría la manifestación de los síntomas. El neurótico es definido como un ser de carácter patológico, lo que supone que su manera de ser está “fijada y estereotipada (compulsión de repetición) en forma de disposición fundamental a la angustia, a la introversión, a los escrúpulos o, por el contrario, a la exaltación imaginativa y apasionada”. La existencia neurótica haría pie sobre este trastorno caracterológico y en el yo neurótico se descubriría “un desequilibrio afectivo esencial”.[14]​ Considera que el que un paciente haya sido diagnosticado como psicótico o neurótico no exime del deber de investigar de manera sistemática la posibilidad de que se trate de una manifestación de una afección general o nerviosa, sea esta genética o adquirida.[16]

Aspectos clínicos generales según Ey

Respecto de los aspectos clínicos típicamente neuróticos, cabrían mencionarse “una angustia en la que se mezclan los sentimientos de vergüenza, de culpabilidad, el deseo de castigarse, la decepción de las frustraciones, los complejos de inferioridad, etc.”. Ey et al. (1978) atribuyen la fascinante incoercibilidad de la angustia neurótica al hecho de que, pese a las apariencias, esta no se encuentra supeditada a condiciones situacionales, sino que su punto de partida es inconsciente e interno al individuo, dado que el neurótico no logra asumir el papel de su personaje, identificarse consigo mismo y autentificar su persona.[15]

Ey et al. (1978) retoman la clásica tripartición freudiana de las neurosis de defensa: histeria, obsesión y fobia. En la primera, la angustia es transferida al plano somático: “el sujeto, incapaz de asumir la verdad de su personaje, utiliza todos los medios de expresión somática para representar a sí mismo y a los demás la comedia de una formación artificial de síntomas”. En la obsesión, proliferan las dificultades para la efectuación del “programa vital” a través de una serie de conductas mágicas, prohibiciones, rituales y tabúes. En la fobia, la angustia toma la forma del pánico frente a un objeto, una acción o una situación simbólica.[15]

Los síntomas neuróticos se remplazan, se renuevan y se complican sin cesar como si el yo, prisionero de su inconsciente, no pudiera desempeñar su verdadero papel, el de propia y auténtica identificación. De ahí los caracteres artificiales de esta semiología (exageración, teatralismo, ficciones, refugio en la enfermedad, etc.), tan característica de la existencia neurótica.[15]

Dos aspectos clínicos serían los fundamentales de la semiología de la personalidad neurótica. En algunos casos, se producirían reacciones ansiosas o depresivas como resultado del malestar interior de un yo que, pese a buscar su unidad y su identidad, no logra encontrarlas. En tales oportunidades, el neurótico se presenta como “un ser débil, inhibido, escrupuloso, inseguro, como si el temperamento nervioso, como muy bien vio Adler, estuviera sometido a un paralizante complejo de inferioridad”. Por otro lado, también puede ocurrir que se muestre como “un personaje complicado, que se define a sí mismo por medio de todo tipo de ideas o de conductas paradójicas (autopunición, torturas morales, bravuconerías, reacciones repetitivas o estereotipadas, etc.)”.[15]

Ey et al. (1978) consideran a la “oposición larvada” (consistente en respuestas del tipo de “¿Para qué? Yo no puedo curar. Dejadme”) “un rasgo característico de la resistencia neurótica a toda tentativa médica o psicoterápica”.[17]​ Aunque especialmente difícil de contrarrestar en las crisis maníacas y melancólicas, también en los neuróticos el insomnio sería habitual. La catexia de las zonas erógenas anales y uretrales podría provocar en determinados neuróticos y perversos “singulares aberraciones de las conductas excrementicias (coprofilia, urolagnia)”.[18]​ Por otro lado, el “apragmatismo sexual” (la impotencia o el rechazo de las relaciones amorosas) sería típico de la inhibición neurótica y de los estados preesquizofrénicos. Ciertos neuróticos y esquizofrénicos revelan una excesiva fijación al grupo familiar, de suerte que viven en las “faldas de su madre” o bien manifiestan una temerosa sumisión a la autoridad del padre.[19]​ La actividad socioprofesional resulta afectada como consecuencia de “su impotencia angustiada para adaptarse”. Los neuróticos también pueden incurrir en “fugas reactivas” que se producen cuando el individuo huye de su hogar “por motivos patológicos derivados de una angustiosa situación conflictiva”.[20]​ Los estados alterados de conciencia, si bien son típicos de las psicosis agudas, también pueden observarse en la neurosis, particularmente en la histeria.[21]

En cuanto a los afectos depresivos, Ey distingue tres niveles de regresión. En el más profundo de ellos, se constata la existencia de trastornos del humor o de los sentimientos vitales (disgusto, abatimiento, inquietud) y emociones paroxísticas (rabia, desespero, miedo, cólera), característicos de la depresión melancólica y del “fondo depresivo” de muchas neurosis y que, siguiendo la terminología de Kurt Schneider, son más bien endógenos por cuanto se trata de “afectos cuyo determinismo profundo depende de anomalías de la organización interna de las pulsiones instintivas primitivas, sin relación o por lo menos con un mínimo de relación con los acontecimientos o las motivaciones psicológicas”. En un nivel de regresión intermedio, se encuentran los sentimientos vitales y las emociones relacionados con situaciones imaginarias, que, bajo la forma de sentimientos vitales vinculados con la vida fantasmática inconsciente, se presentan principalmente en las neurosis (neurosis de angustia, fobias, etc.). Finalmente, en el nivel más superficial de regresión, se ubican los afectos reactivos a circunstancias reales que solo podrían resultar patológicos desde el punto de vista de su intensidad cuantitativa: “se trata de reacciones afectivas excesivas o desencadenadas por débiles estímulos, en razón del descenso del umbral de reacción. Estos trastornos se encuentran constantemente en la clínica de las «reacciones» neuróticas”.[22]

Con respecto a lo que denomina “síndrome psicomotor neurótico”, Ey et al. (1978) afirman:

Sobre todo en los neuróticos, es posible observar un conjunto de pequeños trastornos (tics, tartamudeo, espasmos, paratonía, onicofagia, enuresis), que manifiestan el desorden o la fragilidad de integración de las funciones psicomotoras. Sobre este fondo neuropático (síndrome de debilidad motriz de Dupré), no es raro observar la presentación de crisis emocionales (angustia, enervamiento, exasperación), de crisis psicolépticas (lipotimias) o de accidentes psicosomáticos (vómitos, vértigos, crisis sudorales), que ponen de manifiesto su “hiperemotividad”.[23]

La neurosis y el arte

A partir de los trabajos de Freud y Jung sobre la utilidad del simbolismo en la revelación del inconsciente se han desarrollado múltiples tesis sobre la influencia de la psicopatología (y especialmente las neurosis) en la actividad creativa o artística. Para Jung el artista "desvelaba" arquetipos ayudando al observador del fenómeno artístico a comprender el universo.[24]​ Y a través de esa propiedad elaboró toda una estrategia terapéutica basada en el valor simbólico del proceso artístico (capaz de revelar los procesos psíquicos del paciente y de ayudar al terapeuta). La escuela psicoanalítica posterior ha seguido ahondando en esta línea terapéutica.

Referencias

  1. Laplanche y Pontalis, 1996, p. 236.
  2. Freud, Sigmund (2011) [Artículo escrito en 1908]. «La moral sexual 'cultural' y la nerviosidad moderna». Ensayos sobre sexualidad. Globus. ISBN 8482233475. 
  3. Freud, 2013a, p. 181.
  4. Freud, 2013, p. 174.
  5. Freud, 2013, p. 183.
  6. Freud, 2013, p. 197.
  7. Freud, 2013, pp. 183-184.
  8. Freud, 2013, p. 184.
  9. Freud, 2013, pp. 184-185.
  10. Freud, 2013, p. 185.
  11. Freud, 2013, p. 187.
  12. Freud, 2013, p. 151.
  13. Freud, 2013, p. 186.
  14. Ey, Bernard y Brisset, 1978, p. 110.
  15. Ey, Bernard y Brisset, 1978, p. 111.
  16. Ey, Bernard y Brisset, 1978, p. 76.
  17. Ey, Bernard y Brisset, 1978, p. 80.
  18. Ey, Bernard y Brisset, 1978, p. 82.
  19. Ey, Bernard y Brisset, 1978, p. 83.
  20. Ey, Bernard y Brisset, 1978, p. 84.
  21. Ey, Bernard y Brisset, 1978, p. 89.
  22. Ey, Bernard y Brisset, 1978, p. 93.
  23. Ey, Bernard y Brisset, 1978, pp. 100-101.
  24. Carl Gustav Jung. Recuerdos, sueños, pensamientos. Seix Barrall, 2005.

Bibliografía

  • Ey, Henri; Bernard, P.; Brisset, Ch. (1978). «Semiología». Tratado de psiquiatría (Carlos Ruiz Ogara, trad.). Barcelona: Masson. pp. 73-118. 

Enlaces externos

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neurosis, para, otros, usos, este, término, véase, desambiguación, término, neurosis, propuesto, médico, escocés, william, cullen, 1769, referencia, trastornos, sensoriales, motores, causados, enfermedades, sistema, nervioso, psicología, clínica, para, designa. Para otros usos de este termino vease Neurosis desambiguacion El termino neurosis fue propuesto por el medico escoces William Cullen en 1769 en referencia a los trastornos sensoriales y motores causados por enfermedades del sistema nervioso En psicologia clinica se usa para designar trastornos mentales que distorsionan el pensamiento racional y el funcionamiento social familiar y laboral adecuado de las personas Existe una confusion generalizada sobre la utilizacion del termino por un lado se aplica como sintoma a un conjunto heterogeneo de trastornos mentales que participan de mecanismos inadaptativos ligados a la ansiedad Por otra parte su uso popular como sinonimo de obsesion excentricidad o nerviosismo ha provocado su extension a terrenos no estrictamente ligados a la enfermedad mental El termino neurosis fue abandonado por la psicologia cientifica y la psiquiatria sustituyendose por el de trastornos NeurosisEl bebedor de ajenjo de Viktor Oliva El arte esta lleno de referencias a la neurosis El maximo exponente moderno tal vez sea Edvard Munch aunque desde Carl Gustav Jung se viene estableciendo una intensa relacion entre el genio creativo y el simbolismo que acecha tras el desequilibrio neurotico Especialidadpsiquiatriapsicologia Aviso medico editar datos en Wikidata El termino clasico hace referencia a un trastorno mental sin evidencia de lesion organica que se caracteriza por la presencia de un nivel elevado de angustia y una hipertrofia disruptiva de los mecanismos compensadores de la misma El sujeto mantiene un adecuado nivel de introspeccion y conexion con la realidad pero presenta la necesidad de desarrollar conductas repetitivas y en muchos casos inadaptativas con objeto de disminuir el nivel de estres Se trata en realidad de un rasgo caracterial que acompana al sujeto durante toda su vida de gravedad muy variable desde grados leves y controlables hasta situaciones gravemente incapacitantes que pueden llegar a precisar hospitalizacion La teoria psicoanalitica afirma que la neurosis es una afeccion psicogena cuyos sintomas cumplen una funcion simbolica que pretende volver a poner en escena un viejo conflicto infantil siendo la manifestacion neurotica el resultado del compromiso posible entre el deseo y la defensa 1 Para protegerse de la angustia las personas recurren a mecanismos de defensa como la represion la proyeccion la negacion la intelectualizacion y el desplazamiento entre otros Indice 1 Origen del termino 2 Concepciones psicoanaliticas 2 1 Sigmund Freud 2 1 1 Neurosis y normalidad 2 1 2 La importancia de la endeblez del yo infantil 2 1 3 El papel de las pulsiones parciales 3 En la obra de Pierre Janet 4 En la obra de Henri Ey 4 1 Aspectos clinicos generales segun Ey 5 La neurosis y el arte 6 Referencias 7 Bibliografia 8 Enlaces externosOrigen del termino EditarEl origen del termino neurosis se encuentra a finales del siglo XVIII aunque su maximo uso se circunscribe al XIX en plena eclosion de la especialidad psiquiatrica siendo empleado originalmente para describir cualquier trastorno del sistema nervioso El medico escoces William Cullen publica en 1769 su obra Synopsis nosologiae methodicae refiriendose con el termino neurosis a un trastorno general del sistema nervioso sin fiebre ni otras lesiones organicas demostrables y capaz de alterar las capacidades sensitivas y motoras del individuo mezclandose en este concepto patologias tan dispares como mareos y desmayos el tetanos la rabia las crisis histericas la melancolia posteriormente denominada depresion o la mania cita requerida Concepciones psicoanaliticas EditarLa teoria psicoanalitica afirma que la neurosis es una afeccion psicogena cuyos sintomas cumplen una funcion simbolica que pretende volver a poner en escena un viejo conflicto infantil siendo la manifestacion neurotica el resultado del compromiso posible entre el deseo y la defensa 1 Sigmund Freud Editar En su escrito La moral sexual cultural y la nerviosidad moderna el neurologo y psicoanalista austriaco Sigmund Freud define asi a la persona neurotica Los neuroticos son aquella clase de seres humanos que en virtud de una organizacion refractaria solo han conseguido bajo el influjo de los reclamos culturales una sofocacion aparente y en progresivo fracaso de sus pulsiones y que por eso solo con un gran gasto de fuerzas con un empobrecimiento interior pueden costear su trabajo de colaboracion en las obras de la cultura o aun de tiempo en tiempo se ven precisados a suspenderlo en calidad de enfermos 2 El yo neurotico se revelaria incapaz de llevar a buen termino las obligaciones impuestas por la sociedad en particular y el mundo exterior en su conjunto Una considerable porcion de sus propias vivencias no se encuentra dentro de sus dominios por obra de la represion Su actividad se ve cercenada por las restricciones superyoicas y sus esfuerzos se dilapidan en interminables luchas contra el ello cuyas constantes intrusiones menoscaban su organizacion y lo escinden intestinamente escision que fue objeto de su propio articulo por parte de Freud Esta imposibilitado para producir sintesis alguna y se encuentra desgarrado por aspiraciones que se contrarian unas a otras por conflictos no tramitados dudas no resueltas 3 Para Freud no muy lejos de los psicoticos se situan los neuroticos graves Lo que diferenciaria a unos y a otros seria la mayor resistencia a la desorganizacion por parte del yo neurotico el cual en muchos casos y a pesar de la multiplicidad de sus sintomas lograria hacer pie en la realidad objetiva contribuyendo esto quiza a que el individuo este mejor predispuesto a recibir tratamiento 4 Neurosis y normalidad Editar En Esquema del psicoanalisis 1940 1938 Freud afirma que las neurosis y las psicosis son manifestaciones de las alteraciones funcionales del aparato animico y que si se decanto por las primeras como objeto de trabajo fue porque unicamente ellas eran permeables al influjo de la terapia que habia desarrollado Las perturbaciones neuroticas no tendrian causas patogenas especificas lo que las distinguiria de patologias somaticas tales como las infecciones Forman un continuum terso con los estados definidos como normales encontrandose difuminados los limites entre unas y otros al punto que parece improbable que se pueda hallarse uno de estos ultimos en el que no se descubra ni la mas minima traza de neurosis 5 Hemos discernido que el deslinde de la norma psiquica respecto de la anormalidad no se puede trazar cientificamente de suerte que a ese distingo debe adjudicarsele solo un valor convencional a despecho de su importancia practica Con ello hemos fundado el derecho a comprender la vida animica normal desde sus perturbaciones lo cual no seria licito si esos estados patologicos neurosis y psicosis tuvieran causas especificas que obraran al modo de unos cuerpos extranos 6 Freud se pregunta por que la vida de los neuroticos es mas penosa mas sufriente que la del resto si ni su constitucion congenita ni las experiencias que atraviesan se distinguen en gran medida de las de otras personas y responde que ello ha de cargarse en la cuenta de unas disarmonias cuantitativas Cada particular configuracion de la vida humana encontraria su causa en la conjugacion entre propensiones innatas e impresiones de caracter contingente Asi puede existir cierta predisposicion a que determinado componente pulsional se desarrolle con excesivo vigor o a que no tenga la fuerza necesaria y a su vez las vivencias accidentales impondran requerimientos particulares a cada individuo e incluso puede darse el caso de que cuando impongan los mismos reclamos a dos personas distintas la constitucion de una de ellas le permita sobrellevar mucho mejor lo que la de la otra apenas puede afrontar 7 Sin embargo tal etiologia que Freud tilda de insatisfactoria y de demasiado general es tan valida para los estados neuroticos como para cualquier otra perturbacion animica Por otro lado el confia en que si la organizacion neurotica del yo se distingue tan escasamente de la normal las indagaciones sobre la primera podrian echar luz sobre la constitucion y las endebleces de la segunda En la neurosis se constataria tanto la existencia de un reclamo del ello que el yo es incapaz de subyugar por completo como la de una fase en el curso del desarrollo individual de importancia incomparablemente mayor a la del resto por lo que refiere a su peso en la causacion de aquella perturbacion 8 La importancia de la endeblez del yo infantil Editar Wilhelm Roux padre de la embriologia experimental Freud homologa el impacto diferencial que tendria determinada excitacion en uno u otro momento del desarrollo del yo al que segun los trabajos de Roux podria provocar cierto estimulo potencialmente patogeno si se lo dejara influir sobre celulas germinales o sobre un animal ya desarrollado Segun Freud aparentemente solo hasta la edad de los seis anos podria instalarse una neurosis por mas que sus sintomas se volvieran evidentes mucho mas adelante La neurosis infantil bien puede pasar completamente desapercibida o exteriorizarse durante un corto periodo La que se desarrolla en la adultez con la posible excepcion de la neurosis traumatica seria en realidad continuacion de aquella Freud es de la opinion de que no es digno de sorpresa el hecho de que el yo en tanto sea fragil y no se haya desarrollado aun cabalmente no tenga exito en su intento de domenar exigencias que mas adelante el juego le permitira elaborar Tanto los reclamos del ello como las excitaciones procedentes del exterior pueden provocar un efecto traumatico El yo inerme procura protegerse de ambos a traves de unos intentos de huida precisamente en ello radican las represiones que mas adelante seran desventajosos y terminaran restringiendo el desarrollo duraderamente Para dar cuenta de por que las primeras experiencias traumaticas provocan en el yo menoscabos que dan la impresion de ser desmesuradamente profundos Freud se vale de una analogia y recuerda los trabajos de Wilhelm Roux embriologo aleman que habia demostrado experimentalmente que introducir un alfiler en el cuerpo de un animal ya desarrollado no tenia las mismas consecuencias que hacerlo en un grupo de celulas germinales en el transcurso de la mitosis 9 Las represiones que emprende el yo tal vez resulten imprescindibles para el cumplimiento de otros propositos en aquellos momentos inaugurales Freud sostiene que en su tarea de convertirse en un individuo civilizado en pocos anos el nino recorrera de manera sumamente compendiada un vasto trecho del desarrollo cultural de la humanidad Para ello no puede privarsele de la guia de la educacion dado que los padres oficiaran de precursores del superyo y en su calidad de tales orientaran al yo del infantil sujeto mediante restricciones y sanciones induciendolo asi a reprimir determinados impulsos Los requerimientos culturales han de contarse pues entre los factores predisponentes a la neurosis Freud llega a afirmar incluso que la anoranza de un yo fuerte desinhibido es enemiga de la cultura en el mas profundo sentido La prolongada etapa de dependencia infantil rasgo biologico de nuestra especie viene a sumarse entre las condiciones propicias a la causacion de la neurosis en tanto la educacion familiar ejercida primariamente en ese periodo toma a su cargo la transmision de las imposiciones culturales 10 El psicoanalisis sostiene la idea de que las tempranas experiencias infantiles tendran un impacto incomparable en el ulterior desarrollo del individuo Cobran entonces gran significatividad contingencias tales como el abuso sexual perpetrado en esos anos por adultos una seduccion por un nino algo mayor como pudiera ser un hermano y el tomar conocimiento sea visual o auditivamente de relaciones sexuales entre los padres Estas experiencias a menudo atizan la sensibilidad sexual del nino de cuyas propias apetencias concupiscentes ya no podra sustraerse Tales vivencias se entregan a la represion y contribuyen asi a la causacion de una compulsion neurotica que mas adelante obstaculizara al yo el gobierno sobre la funcion sexual induciendolo incluso a una perdurable enajenacion respecto de ella 11 El olvido en el que cae la vasta mayoria de los acontecimientos correspondientes al primer florecimiento de la vida sexual amnesia infantil guarda pues estrecha relacion con las hipotesis psicoanaliticas sobre la etiologia de las neurosis asi como tambien con aspectos tecnicos del trabajo terapeutico 12 Mientras que este extranamiento de la sexualidad daria ocasion a una neurosis la ausencia de el propenderia a las perversiones y al trastocamiento no solo de la vida sexual sino tambien de otros aspectos de la existencia 11 El papel de las pulsiones parciales Editar Aunque la teoria psicoanalitica pudiera admitir que aspiraciones pulsionales de cualquier indole incitasen las mismas represiones la clinica habia demostrado que los influjos patogenos provienen regularmente de las pulsiones sexuales parciales Los sintomas neuroticos constituyen para Freud una satisfaccion sustitutiva de algun querer alcanzar sexual o bien unas medidas para estorbarlas por lo general unos compromisos entre ambas cosas Si bien Freud encuentra en las pulsiones sexuales los mas destacados agentes etiologicos de las neurosis concede que aun no ha quedado zanjada la cuestion de si es esa una prerrogativa que les corresponde exclusivamente a ellas Por lo pronto la sexual es la funcion que ha sido mas decidida y ampliamente censurada en pos del progreso cultural Freud sugiere que el punto debil de la organizacion yoica tal vez se encuentre en la forma en que el individuo se conduce ante la sexualidad como si el psiquismo tuviera registro de la discordancia entre autoconservacion y perpetuacion de la especie 13 En la obra de Pierre Janet EditarEn 1909 Pierre Janet publica Las neurosis obra en la que establece el concepto de enfermedad funcional frente al modelo anatomico fisiologico Desarrolla asi el paradigma medico que basa el dano no en la alteracion fisica del organo sino en su funcion Las funciones superiores adaptativas provocan cuando se ven alteradas o disminuidas un estado neurastenico o de nerviosismo en el que se sobreexpresan otros estados inferiores como la agitacion o la histeria cita requerida En la obra de Henri Ey EditarPara los psiquiatras franceses Henri Ey P Bernard y Ch Brisset 1978 el yo neurotico se caracteriza por no haber resuelto los problemas de su identificacion y por encontrarse en conflicto consigo mismo 14 Le reconocen a Freud y a sus seguidores el haber descubierto que la patologia de esta autoconstruccion del personaje se arraiga en las primeras relaciones de objeto y en las identificaciones facilitadas o inhibidas por las mismas 15 Es solo a traves de la identificacion a un personaje elevado a la categoria de ideal del yo que se llega a ser uno mismo pero esta busqueda de si esta dialectica del ser y del parecer puede ser profundamente trastornada lo cual ocurriria en tres casos cuando la identificacion a alguien y en particular a la figura parental del mismo sexo no puede efectuarse aquello que algunos psicoanalistas denominan trastornos de las relaciones objetales cuando la identificacion provoca una angustia profunda y una existencia desgraciada y cuando se responde al problema recurriendo a mecanismos de defensa o de compensacion imaginarios El irresuelto conflicto interno del yo termina por afectar las relaciones del individuo con los demas la coexistencia con el otro le presenta dificultades que no puede resolver 14 La existencia del neurotico se encuentra perturbada en especial por lo que refiere al entorno familiar 15 Ey et al 1978 critican a los psicoanalistas que sostienen que el yo del neurotico no esta alterado si los sintomas neuroticos son producidos por las defensas del yo y si este aparece pues como demasiado fuerte en su funcion represiva esto se debe a que el yo no es normal y es en realidad demasiado debil Tal anomalia yoica posibilitaria la manifestacion de los sintomas El neurotico es definido como un ser de caracter patologico lo que supone que su manera de ser esta fijada y estereotipada compulsion de repeticion en forma de disposicion fundamental a la angustia a la introversion a los escrupulos o por el contrario a la exaltacion imaginativa y apasionada La existencia neurotica haria pie sobre este trastorno caracterologico y en el yo neurotico se descubriria un desequilibrio afectivo esencial 14 Considera que el que un paciente haya sido diagnosticado como psicotico o neurotico no exime del deber de investigar de manera sistematica la posibilidad de que se trate de una manifestacion de una afeccion general o nerviosa sea esta genetica o adquirida 16 Aspectos clinicos generales segun Ey Editar Respecto de los aspectos clinicos tipicamente neuroticos cabrian mencionarse una angustia en la que se mezclan los sentimientos de verguenza de culpabilidad el deseo de castigarse la decepcion de las frustraciones los complejos de inferioridad etc Ey et al 1978 atribuyen la fascinante incoercibilidad de la angustia neurotica al hecho de que pese a las apariencias esta no se encuentra supeditada a condiciones situacionales sino que su punto de partida es inconsciente e interno al individuo dado que el neurotico no logra asumir el papel de su personaje identificarse consigo mismo y autentificar su persona 15 Ey et al 1978 retoman la clasica triparticion freudiana de las neurosis de defensa histeria obsesion y fobia En la primera la angustia es transferida al plano somatico el sujeto incapaz de asumir la verdad de su personaje utiliza todos los medios de expresion somatica para representar a si mismo y a los demas la comedia de una formacion artificial de sintomas En la obsesion proliferan las dificultades para la efectuacion del programa vital a traves de una serie de conductas magicas prohibiciones rituales y tabues En la fobia la angustia toma la forma del panico frente a un objeto una accion o una situacion simbolica 15 Los sintomas neuroticos se remplazan se renuevan y se complican sin cesar como si el yo prisionero de su inconsciente no pudiera desempenar su verdadero papel el de propia y autentica identificacion De ahi los caracteres artificiales de esta semiologia exageracion teatralismo ficciones refugio en la enfermedad etc tan caracteristica de la existencia neurotica 15 Dos aspectos clinicos serian los fundamentales de la semiologia de la personalidad neurotica En algunos casos se producirian reacciones ansiosas o depresivas como resultado del malestar interior de un yo que pese a buscar su unidad y su identidad no logra encontrarlas En tales oportunidades el neurotico se presenta como un ser debil inhibido escrupuloso inseguro como si el temperamento nervioso como muy bien vio Adler estuviera sometido a un paralizante complejo de inferioridad Por otro lado tambien puede ocurrir que se muestre como un personaje complicado que se define a si mismo por medio de todo tipo de ideas o de conductas paradojicas autopunicion torturas morales bravuconerias reacciones repetitivas o estereotipadas etc 15 Ey et al 1978 consideran a la oposicion larvada consistente en respuestas del tipo de Para que Yo no puedo curar Dejadme un rasgo caracteristico de la resistencia neurotica a toda tentativa medica o psicoterapica 17 Aunque especialmente dificil de contrarrestar en las crisis maniacas y melancolicas tambien en los neuroticos el insomnio seria habitual La catexia de las zonas erogenas anales y uretrales podria provocar en determinados neuroticos y perversos singulares aberraciones de las conductas excrementicias coprofilia urolagnia 18 Por otro lado el apragmatismo sexual la impotencia o el rechazo de las relaciones amorosas seria tipico de la inhibicion neurotica y de los estados preesquizofrenicos Ciertos neuroticos y esquizofrenicos revelan una excesiva fijacion al grupo familiar de suerte que viven en las faldas de su madre o bien manifiestan una temerosa sumision a la autoridad del padre 19 La actividad socioprofesional resulta afectada como consecuencia de su impotencia angustiada para adaptarse Los neuroticos tambien pueden incurrir en fugas reactivas que se producen cuando el individuo huye de su hogar por motivos patologicos derivados de una angustiosa situacion conflictiva 20 Los estados alterados de conciencia si bien son tipicos de las psicosis agudas tambien pueden observarse en la neurosis particularmente en la histeria 21 En cuanto a los afectos depresivos Ey distingue tres niveles de regresion En el mas profundo de ellos se constata la existencia de trastornos del humor o de los sentimientos vitales disgusto abatimiento inquietud y emociones paroxisticas rabia desespero miedo colera caracteristicos de la depresion melancolica y del fondo depresivo de muchas neurosis y que siguiendo la terminologia de Kurt Schneider son mas bien endogenos por cuanto se trata de afectos cuyo determinismo profundo depende de anomalias de la organizacion interna de las pulsiones instintivas primitivas sin relacion o por lo menos con un minimo de relacion con los acontecimientos o las motivaciones psicologicas En un nivel de regresion intermedio se encuentran los sentimientos vitales y las emociones relacionados con situaciones imaginarias que bajo la forma de sentimientos vitales vinculados con la vida fantasmatica inconsciente se presentan principalmente en las neurosis neurosis de angustia fobias etc Finalmente en el nivel mas superficial de regresion se ubican los afectos reactivos a circunstancias reales que solo podrian resultar patologicos desde el punto de vista de su intensidad cuantitativa se trata de reacciones afectivas excesivas o desencadenadas por debiles estimulos en razon del descenso del umbral de reaccion Estos trastornos se encuentran constantemente en la clinica de las reacciones neuroticas 22 Con respecto a lo que denomina sindrome psicomotor neurotico Ey et al 1978 afirman Sobre todo en los neuroticos es posible observar un conjunto de pequenos trastornos tics tartamudeo espasmos paratonia onicofagia enuresis que manifiestan el desorden o la fragilidad de integracion de las funciones psicomotoras Sobre este fondo neuropatico sindrome de debilidad motriz de Dupre no es raro observar la presentacion de crisis emocionales angustia enervamiento exasperacion de crisis psicolepticas lipotimias o de accidentes psicosomaticos vomitos vertigos crisis sudorales que ponen de manifiesto su hiperemotividad 23 La neurosis y el arte EditarA partir de los trabajos de Freud y Jung sobre la utilidad del simbolismo en la revelacion del inconsciente se han desarrollado multiples tesis sobre la influencia de la psicopatologia y especialmente las neurosis en la actividad creativa o artistica Para Jung el artista desvelaba arquetipos ayudando al observador del fenomeno artistico a comprender el universo 24 Y a traves de esa propiedad elaboro toda una estrategia terapeutica basada en el valor simbolico del proceso artistico capaz de revelar los procesos psiquicos del paciente y de ayudar al terapeuta La escuela psicoanalitica posterior ha seguido ahondando en esta linea terapeutica Referencias Editar a b Laplanche y Pontalis 1996 p 236 Freud Sigmund 2011 Articulo escrito en 1908 La moral sexual cultural y la nerviosidad moderna Ensayos sobre sexualidad Globus ISBN 8482233475 Freud 2013a p 181 Freud 2013 p 174 Freud 2013 p 183 Freud 2013 p 197 Freud 2013 pp 183 184 Freud 2013 p 184 Freud 2013 pp 184 185 Freud 2013 p 185 a b Freud 2013 p 187 Freud 2013 p 151 Freud 2013 p 186 a b c Ey Bernard y Brisset 1978 p 110 a b c d e f Ey Bernard y Brisset 1978 p 111 Ey Bernard y Brisset 1978 p 76 Ey Bernard y Brisset 1978 p 80 Ey Bernard y Brisset 1978 p 82 Ey Bernard y Brisset 1978 p 83 Ey Bernard y Brisset 1978 p 84 Ey Bernard y Brisset 1978 p 89 Ey Bernard y Brisset 1978 p 93 Ey Bernard y Brisset 1978 pp 100 101 Carl Gustav Jung Recuerdos suenos pensamientos Seix Barrall 2005 Bibliografia EditarEy Henri Bernard P Brisset Ch 1978 Semiologia Tratado de psiquiatria Carlos Ruiz Ogara trad Barcelona Masson pp 73 118 Freud Sigmund 2013 Esquema del psicoanalisis Obras completas Jose Luis Etcheverry trad XXIII Moises y la religion monoteista Esquema del psicoanalisis y otras obras 1937 1939 Buenos Aires Amorrortu Editores pp 133 209 ISBN 978 950 518 599 3 Laplanche Jean Pontalis Jean Bertrand 1996 Diccionario de psicoanalisis Fernando Gimeno Cervantes trad Vocabulaire de la Psychanalyse Bajo la direccion de Daniel Lagache Buenos Aires Paidos ISBN 978 950 12 7321 2 Enlaces externos Editar Wikiquote alberga frases celebres de o sobre Neurosis Datos Q181032 Multimedia Neurosis Citas celebres Neurosis Obtenido de https es wikipedia org w index php title Neurosis amp oldid 134974272, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

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