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José Antolínez

José Antolínez (Madrid, 1635-1675), pintor barroco español, fue uno de los más originales artistas de la escuela madrileña del pleno barroco. «Enamorado de los celajes azules venecianos, las carnes nacaradas rubenianas y los ropajes barrocos revueltos por el viento», según lo definió Angulo Íñiguez,[1]​ su pintura, conservada en cantidad relativamente abundante, a pesar de su prematura muerte, abarcó muy diversos géneros, tanto religiosos como profanos, de los que se ocupó siempre con un punto de vista personal y un rico sentido del color, que tomó tanto de Tiziano como de Rubens y de Van Dyck, aplicado con una técnica de pincelada ligera y vibrante con la que conseguirá hacerse afortunado intérprete de la atmósfera velazqueña.

El tránsito de la Magdalena, óleo sobre lienzo (205 x 163 cm.), Museo del Prado, Madrid.

Biografía

Hijo de Ana de Sarabia y de Juan Antolín, un artesano carpintero fabricante de cofres, pero con casa solariega en Espinosa de los Monteros y una holgada posición económica, fue bautizado en la iglesia de los Santos Justo y Pastor de Madrid el 7 de noviembre de 1635. En el bautismo recibió el nombre de Claudio José Vicente. Como su hermano Francisco, siempre tuvo pretensiones nobiliarias, llegando a entablar pleito en 1662 por el reconocimiento de su hidalguía. Uno de sus hijos, capitán de caballos, obtuvo dispensa papal para ingresar en la Orden de Calatrava, obteniendo de este modo el reconocimiento que había perseguido la familia.[2]

Su formación como pintor debió de comenzar al lado de Julián González de Benavides, un modesto «pintor de tienda», que en 1653 se convertiría en su suegro, completándola, como indica Antonio Palomino, asistiendo algún tiempo a la escuela de Francisco Rizi, con quien no tardaría en enemistarse, y frecuentando las academias abiertas por entonces en Madrid. En su biografía Palomino lo describe como hombre de carácter altivo y vanidoso, diestro en el manejo de la espada, de agudos dichos y genio mordaz. Su prematura muerte, ocurrida en Madrid el 30 de mayo de 1675, habría sido provocada, según el biógrafo cordobés, por ese desmedido orgullo y por su afición a la espada negra, pues le llegó tras sostener un «ajuste» con otros aficionados del que salió molido a golpes, y «o bien fuese del molimiento, o bien de no haber quedado tan airoso, como quisiera, se fue a su casa, y se encendió luego en calentura tan maligna, que en pocos días acabó con él».[3]​ Su abundante obra conservada, pese a la brevedad de su vida, y su testamento indican, no obstante, que se trató de una persona laboriosa, de vida ordenada y amante de su familia.[4]​ Tuvo como discípulo, según Palomino, a Alonso del Barco, pintor de paisajes.[5]

Obra

 
El embajador danés en Madrid, Cornelius Pedersen, y su séquito, firmado «España año 1662. Joseph Antolín. F», óleo sobre lienzo, 186,5 x 215,8 cm, Copenhague, Statens Museum for Kunst.

Conocido principalmente por su pintura religiosa y muy especialmente por sus numerosas versiones del tema de la Inmaculada, Antolínez cultivó todos los géneros, a excepción quizá del bodegón, y consta que fue muy estimado por sus retratos y paisajes, para los que según Palomino tuvo «gran genio», haciéndolos con «extremado primor». Más elocuente, José García Hidalgo en sus Principios para estudiar el nobilísimo y real arte de la pintura, le llamó «segundo Tiziano en los países y en los retratos».[6]​ Únicamente practicó la pintura al óleo y sobre lienzo, tratando con desdén a los pintores de «paramentos», como Palomino asegura que llamaba a quienes pintaban al fresco y al temple. Según una conocida anécdota narrada por el cordobés, su antiguo maestro, Francisco Rizi, con el fin de bajarle los humos, le ordenó en una ocasión acudir a trabajar en los decorados para las comedias que se celebraban en el palacio del Buen Retiro, saliendo desairado del lance al comprobarse su impericia.

Pintura religiosa

 
Inmaculada Concepción, óleo sobre lienzo (213 x 170 cm.) Ashmolean Museum, University of Oxford.

Antonio Palomino dejó escrito que Antolínez «llegó a ser uno de los primeros de su tiempo; como lo acreditan repetidas obras públicas, y particulares suyas, que se ven en esta Corte; en que particularmente se descubre un gran gusto, y tinta aticianada».[7]​ Pero al hacer recuento de sus «obras públicas» solo pudo citar el altar de la Virgen del Pilar en la parroquia de San Andrés de Madrid, actualmente desaparecido, las tres pinturas de los sagrarios de la iglesia de la Magdalena de Alcalá de Henares y las de la capilla mayor de la iglesia parroquial de la Asunción de Navalcarnero, donde en el cuerpo alto del retablo se conservan tres pinturas de su mano representando la Presentación de la Virgen en el templo, la Coronación de la Virgen y la Inmaculada Concepción. Por el contrario, son muy abundantes las pinturas conservadas de mediano tamaño y con pocas figuras, destinadas a la devoción particular en capillas y oratorios privados, en las que según Alfonso E. Pérez Sánchez, parece haberse desenvuelto con mayor soltura que en las grandes pinturas de altar cultivadas por sus contemporáneos.[8]

En este orden destacan sus múltiples versiones del tema de la Inmaculada, de las que se conocen una veintena larga de ejemplares autógrafos, número solo igualado por Murillo.[9]​ Las Inmaculadas de Antolínez, de aire elegante y cortesano, se caracterizan por el tratamiento pormenorizado de la corona de doce estrellas, la inclusión frecuente de la paloma del Espíritu Santo, el gesto ensimismado de la Virgen con las manos unidas y el revuelo de ángeles niños que le sirven de peana. Sus lujosas vestimentas, con destellos plateados, parecen agitadas por un fuerte viento ascensional. La más antigua de las conservadas, la de la Colección March de Palma de Mallorca, está fechada en 1658 y en su composición se advierten aún influjos de Alonso Cano que desaparecen en las versiones posteriores, en las que introdujo sutiles variaciones en el movimiento de los paños para no repetirse nunca. Entre ellas pueden destacarse las versiones del Museo del Prado, fechada en 1665, la del Museo Lázaro Galdiano, de 1666, Museo Nacional de Arte de Cataluña, muy semejante a la conservada en la Hermandad del Refugio de Madrid, fechada esta en 1667, Museos de Bellas Artes de Sevilla y Bilbao, Pinacoteca de Múnich, de 1668, y Ashmolean Museum de Oxford.También destaca la Inmaculada que se encuentra en la catedral de Almería , fechada en el tercer tercio del siglo XVII firmada por el autor.

Otro motivo religioso que Antolínez abordó con frecuencia es el de la Magdalena en éxtasis. Como penitente en el desierto y cubierta con ricas capas de tonos malva y plateados en los lienzos del Museo de Bellas Artes de Sevilla y Fundación Santamarca de Madrid, en este, de hacia 1673, acompañada por un ángel adolescente tañendo un instrumento de cuerda con el que conforta a la santa,[10]​ o trasportada al cielo por ángeles para asistir en ellos a los oficios divinos celebrados por los bienaventurados, conforme al relato de La leyenda dorada de Jacobo de Vorágine. De este modo se representa en las versiones conocidas indistintamente como Éxtasis de la Magdalena del Museo Nacional de Arte de Rumania (Bucarest), o Tránsito de la Magdalena del Museo del Prado, donde la ascensión de la santa muestra un acusado sentido de lo triunfal característicamente barroco, realzado por la riqueza de su gama cromática de entonación predominantemente fría, armonizando el color azul intenso de las telas con el luminoso celaje.

En obras de composición más compleja, como son el lienzo de Esther y Asuero del Castillo de Helsingor (Dinamarca) o la Pentecostés del Museo de Bellas Artes de Bilbao, se pone de manifiesto su admiración por Veronés y las tintas aticianadas de que hablaba Palomino. Otro ejemplo de ello se encuentra en el Martirio de San Sebastián (1673) del Museo Cerralbo, con un bello paisaje veneciano de fondo. Pero la manera de los maestros venecianos, que pudo conocer en las colecciones reales o en la de su protector el Almirante de Castilla, fue reinterpretada por Antolínez, del mismo modo que los pintores del pleno barroco, en clave apoteósica deudora de los maestros flamencos. Ese sentido barroco de lo triunfal se puede apreciar, además de en las versiones citadas del tránsito de la Magdalena, en la Santa Rosa de Lima ante la Virgen del Museo de Bellas Artes de Budapest (Hungría). Obra tardía (la santa fue canonizada en 1671), permite apreciar en toda su riqueza el esplendor de su pincelada suelta y ligera y el característico colorido azulado, pardo y violeta de su paleta, aplicado a una visión mística, con la santa elevada en triunfo sobre un trono de nubes.[11]

Otros géneros

 
Una niña, óleo sobre lienzo (58 x 46 cm.), Museo del Prado, Madrid. Retrato de una niña desconocida, atribuido a Velázquez en el pasado.
 
Suicidio de Cleopatra, óleo sobre lienzo (137,5 x 115,5 cm.), colección privada . Siendo escasos los desnudos femeninos en la pintura española, el cuadro se creyó de Andrea Vaccaro hasta la aparición del anagrama del pintor en su pareja, la Muerte de Lucrecia.

Uno de los aspecto más sobresalientes de la producción de Antolínez es su dedicación a géneros pictóricos menos tratados por sus contemporáneos. No se ha conservado ninguno de los paisajes elogiados por Palomino, aunque en sus composiciones religiosas afloran en ocasiones hermosas «lejanías», y son escasos los retratos, en los que al decir del biógrafo cordobés alcanzaba «gran parecido». En este género deben ser recordados los dos Retratos de niñas del Museo del Prado, atribuidos en el pasado a Velázquez, evocadores, pese a su sencillez, de la pincelada y gama cromática velazqueñas. Aún más notable, pues se trata de un retrato de grupo a la manera holandesa, que se ignora cómo pudo llegar a conocer, es el Retrato del embajador danés Cornelio Pedersen Lerche y sus amigos, firmado «España año 1662. Joseph Antolín. F» y conservado en el Museo de Copenhague, en el que se autorretrató.[12][13]​ La fugaz presencia en España, hacia 1640, de Gerard ter Borch, pintor holandés de interiores, pese a lo que se ha dicho, no pudo ser en modo alguno determinante para la composición de este lienzo, debiéndose sin duda la composición original, del todo insólita en la pintura española del momento, a un encargo personal del propio embajador, resuelto con maestría por Antolínez.

Igualmente singulares son sus retratos aislados de pequeños perros de compañía, como la Perrita con lazo rojo de la colección Stirling-Maxwel o el Perrito con lazo rojo guardando el cesto de labor, que se le atribuye en el Museo Lázaro Galdiano, y que se pueden encontrar también incorporados en otras obras suyas, como es el propio retrato del embajador Lerche o el Suicidio de Cleopatra, para lo que se han observado igualmente influencias venecianas. El Pintor pobre o Vendedor de cuadros de la Pinacoteca de Múnich, excepcional interpretación de una estampa de Agostino Carracci, es otra obra singular tanto por lo infrecuente de su tema, cercano a la pintura costumbrista, como por la lograda atmósfera velazqueña de su concepción espacial.

Antolínez fue también pintor de mitologías y de algunas alegorías en las que la fábula pagana puede interpretarse en clave de moralidad cristiana. Su interés por el desnudo femenino, fundamentado en temas históricos o mitológicos, documentado ya por la presencia en la antigua colección Scotti de Piacenza de un lienzo «in cui son depinte le tre Grazie nude per mano dell’Antolines pittore famosissimo Spagnuolo», ha podido ser corroborado por la aparición del anagrama del pintor en una Muerte de Lucrecia de colección privada madrileña, que había estado atribuida en el pasado a Andrea Vaccaro junto con su pareja, el Suicidio de Cleopatra. Se trata de dos obras tempranas dentro de la producción de Antolínez, en las que todavía no han tenido entrada los intensos azules ticianescos, pero en las que se manifiesta ya su admiración por el pintor veneciano, del que tomó la postura de Lucrecia.[14]​ La influencia de las «poesías» de Tiziano es aún más evidente en dos cuadros de colecciones privadas relacionados con la historia de la educación de Baco, uno de ellos firmado en 1667, en los que el pequeño dios es iniciado en los placeres del vino por amorcillos juguetones. En El alma entre el Amor divino y el humano, óleo del Museo de Bellas Artes de Murcia cuyo asunto, protagonizado nuevamente por niños de aspecto risueño, se ha relacionado con el tema de Hércules entre el vicio y la virtud, la alegoría pagana, desarrollada en las obras citadas anterioremente, enlaza con la moralidad cristiana, al modo como se encuentra, por ejemplo, en los emblemas del Pia desideria de Herman Hugo.

Referencias

Notas

  1. Angulo Íñiguez, pág. 7.
  2. Pérez Sánchez, pág. 310.
  3. Palomino, pág. 340.
  4. Angulo, p. 8.
  5. Palomino, p. 392.
  6. García Hidalgo, Principios para estudiar el nobilísimo y real arte de la pintura, ed. facsimilar, Madrid, Instituto de España, 1965, prólogo, pág. 7 v.
  7. Palomino, pág. 338.
  8. Pérez Sánchez, pág. 312.
  9. Stratton, pág. 91.
  10. Colección Santamarca, p. 34.
  11. Obras maestras del arte español. Museo de Bellas Artes de Budapest, Madrid, 1996, ISBN 84-86022-88-6, pp. 154-156.
  12. de la Fuente Pedersen, Eva (2 de enero de 2017). «Ambassador C. Pedersen Lerche with his Staff, 1661 - 1662 : Antolínez, José». SMK (en inglés). Consultado el 17 de enero de 2021. 
  13. «Antolínez, José». Museo del Prado. Consultado el 17 de enero de 2021. 
  14. Buendía, pág. 46.

Bibliografía

  • Angulo Iñíguez, Diego, José Antolínez. Madrid: Instituto Diego Velázquez del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1957.
  • Buendía, José Rogelio, «José Antolínez, pintor de mitologías», Boletín del Museo e Instituto Camón Aznar, nº 1 (1980), págs. 45-57.
  • Colección Santamarca. Pinturas restauradas en 1983 por la Fundación Banco Exterior, catálogo de la exposición celebrada en Madrid, febrero/marzo de 1984, sala de exposiciones del Banco Exterior. ISBN 84-500-9659-6
  • Gutiérrez Pastor, Ismael, «Novedades de pintura madrileña del siglo XVII: obras de José Antolínez y de Francisco Solís», Anuario del Departamento de Historia y Teoría del Arte (UAM), vol. XII (2000), págs. 75-92.
  • Palomino, Antonio (1988). El museo pictórico y escala óptica III. El parnaso español pintoresco laureado. Madrid : Aguilar S.A. de Ediciones. ISBN 84-03-88005-7. 
  • Pérez Sánchez, Alfonso E. (1992). Pintura barroca en España 1600-1750. Madrid : Ediciones Cátedra. ISBN 84-376-0994-1. 
  • Stratton, Suzanne, «La Inmaculada Concepción en el arte español», Cuadernos de Arte e Iconografía (FUE), tomo I, vol. 2, (1988), págs. 1-127.

Enlaces externos

  • José Antolínez en el Museo del Prado.
  •   Datos: Q2470815
  •   Multimedia: José Antolínez

josé, antolínez, madrid, 1635, 1675, pintor, barroco, español, más, originales, artistas, escuela, madrileña, pleno, barroco, enamorado, celajes, azules, venecianos, carnes, nacaradas, rubenianas, ropajes, barrocos, revueltos, viento, según, definió, angulo, Í. Jose Antolinez Madrid 1635 1675 pintor barroco espanol fue uno de los mas originales artistas de la escuela madrilena del pleno barroco Enamorado de los celajes azules venecianos las carnes nacaradas rubenianas y los ropajes barrocos revueltos por el viento segun lo definio Angulo Iniguez 1 su pintura conservada en cantidad relativamente abundante a pesar de su prematura muerte abarco muy diversos generos tanto religiosos como profanos de los que se ocupo siempre con un punto de vista personal y un rico sentido del color que tomo tanto de Tiziano como de Rubens y de Van Dyck aplicado con una tecnica de pincelada ligera y vibrante con la que conseguira hacerse afortunado interprete de la atmosfera velazquena El transito de la Magdalena oleo sobre lienzo 205 x 163 cm Museo del Prado Madrid Indice 1 Biografia 2 Obra 2 1 Pintura religiosa 2 2 Otros generos 3 Referencias 3 1 Notas 3 2 Bibliografia 4 Enlaces externosBiografia EditarHijo de Ana de Sarabia y de Juan Antolin un artesano carpintero fabricante de cofres pero con casa solariega en Espinosa de los Monteros y una holgada posicion economica fue bautizado en la iglesia de los Santos Justo y Pastor de Madrid el 7 de noviembre de 1635 En el bautismo recibio el nombre de Claudio Jose Vicente Como su hermano Francisco siempre tuvo pretensiones nobiliarias llegando a entablar pleito en 1662 por el reconocimiento de su hidalguia Uno de sus hijos capitan de caballos obtuvo dispensa papal para ingresar en la Orden de Calatrava obteniendo de este modo el reconocimiento que habia perseguido la familia 2 Su formacion como pintor debio de comenzar al lado de Julian Gonzalez de Benavides un modesto pintor de tienda que en 1653 se convertiria en su suegro completandola como indica Antonio Palomino asistiendo algun tiempo a la escuela de Francisco Rizi con quien no tardaria en enemistarse y frecuentando las academias abiertas por entonces en Madrid En su biografia Palomino lo describe como hombre de caracter altivo y vanidoso diestro en el manejo de la espada de agudos dichos y genio mordaz Su prematura muerte ocurrida en Madrid el 30 de mayo de 1675 habria sido provocada segun el biografo cordobes por ese desmedido orgullo y por su aficion a la espada negra pues le llego tras sostener un ajuste con otros aficionados del que salio molido a golpes y o bien fuese del molimiento o bien de no haber quedado tan airoso como quisiera se fue a su casa y se encendio luego en calentura tan maligna que en pocos dias acabo con el 3 Su abundante obra conservada pese a la brevedad de su vida y su testamento indican no obstante que se trato de una persona laboriosa de vida ordenada y amante de su familia 4 Tuvo como discipulo segun Palomino a Alonso del Barco pintor de paisajes 5 Obra Editar El embajador danes en Madrid Cornelius Pedersen y su sequito firmado Espana ano 1662 Joseph Antolin F oleo sobre lienzo 186 5 x 215 8 cm Copenhague Statens Museum for Kunst Conocido principalmente por su pintura religiosa y muy especialmente por sus numerosas versiones del tema de la Inmaculada Antolinez cultivo todos los generos a excepcion quiza del bodegon y consta que fue muy estimado por sus retratos y paisajes para los que segun Palomino tuvo gran genio haciendolos con extremado primor Mas elocuente Jose Garcia Hidalgo en sus Principios para estudiar el nobilisimo y real arte de la pintura le llamo segundo Tiziano en los paises y en los retratos 6 Unicamente practico la pintura al oleo y sobre lienzo tratando con desden a los pintores de paramentos como Palomino asegura que llamaba a quienes pintaban al fresco y al temple Segun una conocida anecdota narrada por el cordobes su antiguo maestro Francisco Rizi con el fin de bajarle los humos le ordeno en una ocasion acudir a trabajar en los decorados para las comedias que se celebraban en el palacio del Buen Retiro saliendo desairado del lance al comprobarse su impericia Pintura religiosa Editar Inmaculada Concepcion oleo sobre lienzo 213 x 170 cm Ashmolean Museum University of Oxford Antonio Palomino dejo escrito que Antolinez llego a ser uno de los primeros de su tiempo como lo acreditan repetidas obras publicas y particulares suyas que se ven en esta Corte en que particularmente se descubre un gran gusto y tinta aticianada 7 Pero al hacer recuento de sus obras publicas solo pudo citar el altar de la Virgen del Pilar en la parroquia de San Andres de Madrid actualmente desaparecido las tres pinturas de los sagrarios de la iglesia de la Magdalena de Alcala de Henares y las de la capilla mayor de la iglesia parroquial de la Asuncion de Navalcarnero donde en el cuerpo alto del retablo se conservan tres pinturas de su mano representando la Presentacion de la Virgen en el templo la Coronacion de la Virgen y la Inmaculada Concepcion Por el contrario son muy abundantes las pinturas conservadas de mediano tamano y con pocas figuras destinadas a la devocion particular en capillas y oratorios privados en las que segun Alfonso E Perez Sanchez parece haberse desenvuelto con mayor soltura que en las grandes pinturas de altar cultivadas por sus contemporaneos 8 En este orden destacan sus multiples versiones del tema de la Inmaculada de las que se conocen una veintena larga de ejemplares autografos numero solo igualado por Murillo 9 Las Inmaculadas de Antolinez de aire elegante y cortesano se caracterizan por el tratamiento pormenorizado de la corona de doce estrellas la inclusion frecuente de la paloma del Espiritu Santo el gesto ensimismado de la Virgen con las manos unidas y el revuelo de angeles ninos que le sirven de peana Sus lujosas vestimentas con destellos plateados parecen agitadas por un fuerte viento ascensional La mas antigua de las conservadas la de la Coleccion March de Palma de Mallorca esta fechada en 1658 y en su composicion se advierten aun influjos de Alonso Cano que desaparecen en las versiones posteriores en las que introdujo sutiles variaciones en el movimiento de los panos para no repetirse nunca Entre ellas pueden destacarse las versiones del Museo del Prado fechada en 1665 la del Museo Lazaro Galdiano de 1666 Museo Nacional de Arte de Cataluna muy semejante a la conservada en la Hermandad del Refugio de Madrid fechada esta en 1667 Museos de Bellas Artes de Sevilla y Bilbao Pinacoteca de Munich de 1668 y Ashmolean Museum de Oxford Tambien destaca la Inmaculada que se encuentra en la catedral de Almeria fechada en el tercer tercio del siglo XVII firmada por el autor Otro motivo religioso que Antolinez abordo con frecuencia es el de la Magdalena en extasis Como penitente en el desierto y cubierta con ricas capas de tonos malva y plateados en los lienzos del Museo de Bellas Artes de Sevilla y Fundacion Santamarca de Madrid en este de hacia 1673 acompanada por un angel adolescente tanendo un instrumento de cuerda con el que conforta a la santa 10 o trasportada al cielo por angeles para asistir en ellos a los oficios divinos celebrados por los bienaventurados conforme al relato de La leyenda dorada de Jacobo de Voragine De este modo se representa en las versiones conocidas indistintamente como Extasis de la Magdalena del Museo Nacional de Arte de Rumania Bucarest o Transito de la Magdalena del Museo del Prado donde la ascension de la santa muestra un acusado sentido de lo triunfal caracteristicamente barroco realzado por la riqueza de su gama cromatica de entonacion predominantemente fria armonizando el color azul intenso de las telas con el luminoso celaje En obras de composicion mas compleja como son el lienzo de Esther y Asuero del Castillo de Helsingor Dinamarca o la Pentecostes del Museo de Bellas Artes de Bilbao se pone de manifiesto su admiracion por Verones y las tintas aticianadas de que hablaba Palomino Otro ejemplo de ello se encuentra en el Martirio de San Sebastian 1673 del Museo Cerralbo con un bello paisaje veneciano de fondo Pero la manera de los maestros venecianos que pudo conocer en las colecciones reales o en la de su protector el Almirante de Castilla fue reinterpretada por Antolinez del mismo modo que los pintores del pleno barroco en clave apoteosica deudora de los maestros flamencos Ese sentido barroco de lo triunfal se puede apreciar ademas de en las versiones citadas del transito de la Magdalena en la Santa Rosa de Lima ante la Virgen del Museo de Bellas Artes de Budapest Hungria Obra tardia la santa fue canonizada en 1671 permite apreciar en toda su riqueza el esplendor de su pincelada suelta y ligera y el caracteristico colorido azulado pardo y violeta de su paleta aplicado a una vision mistica con la santa elevada en triunfo sobre un trono de nubes 11 Otros generos Editar Una nina oleo sobre lienzo 58 x 46 cm Museo del Prado Madrid Retrato de una nina desconocida atribuido a Velazquez en el pasado Suicidio de Cleopatra oleo sobre lienzo 137 5 x 115 5 cm coleccion privada Siendo escasos los desnudos femeninos en la pintura espanola el cuadro se creyo de Andrea Vaccaro hasta la aparicion del anagrama del pintor en su pareja la Muerte de Lucrecia Uno de los aspecto mas sobresalientes de la produccion de Antolinez es su dedicacion a generos pictoricos menos tratados por sus contemporaneos No se ha conservado ninguno de los paisajes elogiados por Palomino aunque en sus composiciones religiosas afloran en ocasiones hermosas lejanias y son escasos los retratos en los que al decir del biografo cordobes alcanzaba gran parecido En este genero deben ser recordados los dos Retratos de ninas del Museo del Prado atribuidos en el pasado a Velazquez evocadores pese a su sencillez de la pincelada y gama cromatica velazquenas Aun mas notable pues se trata de un retrato de grupo a la manera holandesa que se ignora como pudo llegar a conocer es el Retrato del embajador danes Cornelio Pedersen Lerche y sus amigos firmado Espana ano 1662 Joseph Antolin F y conservado en el Museo de Copenhague en el que se autorretrato 12 13 La fugaz presencia en Espana hacia 1640 de Gerard ter Borch pintor holandes de interiores pese a lo que se ha dicho no pudo ser en modo alguno determinante para la composicion de este lienzo debiendose sin duda la composicion original del todo insolita en la pintura espanola del momento a un encargo personal del propio embajador resuelto con maestria por Antolinez Igualmente singulares son sus retratos aislados de pequenos perros de compania como la Perrita con lazo rojo de la coleccion Stirling Maxwel o el Perrito con lazo rojo guardando el cesto de labor que se le atribuye en el Museo Lazaro Galdiano y que se pueden encontrar tambien incorporados en otras obras suyas como es el propio retrato del embajador Lerche o el Suicidio de Cleopatra para lo que se han observado igualmente influencias venecianas El Pintor pobre o Vendedor de cuadros de la Pinacoteca de Munich excepcional interpretacion de una estampa de Agostino Carracci es otra obra singular tanto por lo infrecuente de su tema cercano a la pintura costumbrista como por la lograda atmosfera velazquena de su concepcion espacial Antolinez fue tambien pintor de mitologias y de algunas alegorias en las que la fabula pagana puede interpretarse en clave de moralidad cristiana Su interes por el desnudo femenino fundamentado en temas historicos o mitologicos documentado ya por la presencia en la antigua coleccion Scotti de Piacenza de un lienzo in cui son depinte le tre Grazie nude per mano dell Antolines pittore famosissimo Spagnuolo ha podido ser corroborado por la aparicion del anagrama del pintor en una Muerte de Lucrecia de coleccion privada madrilena que habia estado atribuida en el pasado a Andrea Vaccaro junto con su pareja el Suicidio de Cleopatra Se trata de dos obras tempranas dentro de la produccion de Antolinez en las que todavia no han tenido entrada los intensos azules ticianescos pero en las que se manifiesta ya su admiracion por el pintor veneciano del que tomo la postura de Lucrecia 14 La influencia de las poesias de Tiziano es aun mas evidente en dos cuadros de colecciones privadas relacionados con la historia de la educacion de Baco uno de ellos firmado en 1667 en los que el pequeno dios es iniciado en los placeres del vino por amorcillos juguetones En El alma entre el Amor divino y el humano oleo del Museo de Bellas Artes de Murcia cuyo asunto protagonizado nuevamente por ninos de aspecto risueno se ha relacionado con el tema de Hercules entre el vicio y la virtud la alegoria pagana desarrollada en las obras citadas anterioremente enlaza con la moralidad cristiana al modo como se encuentra por ejemplo en los emblemas del Pia desideria de Herman Hugo Referencias EditarNotas Editar Angulo Iniguez pag 7 Perez Sanchez pag 310 Palomino pag 340 Angulo p 8 Palomino p 392 Garcia Hidalgo Principios para estudiar el nobilisimo y real arte de la pintura ed facsimilar Madrid Instituto de Espana 1965 prologo pag 7 v Palomino pag 338 Perez Sanchez pag 312 Stratton pag 91 Coleccion Santamarca p 34 Obras maestras del arte espanol Museo de Bellas Artes de Budapest Madrid 1996 ISBN 84 86022 88 6 pp 154 156 de la Fuente Pedersen Eva 2 de enero de 2017 Ambassador C Pedersen Lerche with his Staff 1661 1662 Antolinez Jose SMK en ingles Consultado el 17 de enero de 2021 Antolinez Jose Museo del Prado Consultado el 17 de enero de 2021 Buendia pag 46 Bibliografia Editar Angulo Iniguez Diego Jose Antolinez Madrid Instituto Diego Velazquez del Consejo Superior de Investigaciones Cientificas 1957 Buendia Jose Rogelio Jose Antolinez pintor de mitologias Boletin del Museo e Instituto Camon Aznar nº 1 1980 pags 45 57 Coleccion Santamarca Pinturas restauradas en 1983 por la Fundacion Banco Exterior catalogo de la exposicion celebrada en Madrid febrero marzo de 1984 sala de exposiciones del Banco Exterior ISBN 84 500 9659 6 Gutierrez Pastor Ismael Novedades de pintura madrilena del siglo XVII obras de Jose Antolinez y de Francisco Solis Anuario del Departamento de Historia y Teoria del Arte UAM vol XII 2000 pags 75 92 Palomino Antonio 1988 El museo pictorico y escala optica III El parnaso espanol pintoresco laureado Madrid Aguilar S A de Ediciones ISBN 84 03 88005 7 Perez Sanchez Alfonso E 1992 Pintura barroca en Espana 1600 1750 Madrid Ediciones Catedra ISBN 84 376 0994 1 Stratton Suzanne La Inmaculada Concepcion en el arte espanol Cuadernos de Arte e Iconografia FUE tomo I vol 2 1988 pags 1 127 Enlaces externos Editar Wikimedia Commons alberga una categoria multimedia sobre Jose Antolinez Jose Antolinez en el Museo del Prado Datos Q2470815 Multimedia Jose AntolinezObtenido de https es wikipedia org w index php title Jose Antolinez amp oldid 132470522, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

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