Hermandad de Caballeros de la Santísima Trinidad
La Hermandad de Caballeros y Damas de la Santísima Trinidad es una fraternidad católica internacional integrada por caballeros y damas, que pueden ser asociados en calidad de miembros efectivos o agregados, y cuya finalidad principal es extender y custodiar el Reino de Dios en el mundo, utilizando para ello todos los medios lícitos y posibles. Para lograr estos fines, la Hermandad exhorta a cada uno de sus miembros a la excelencia y a la santificación personal en su propio estado de vida, para que viviendo en el espíritu caballeresco y conformando un verdadero ejército espiritual, militen por el Reinado de Cristo entre los hombres, bajo los principios de caridad, verdad y mística. Siguiendo esta divisa, la Hermandad se compromete en distintas obras de apostolado, al servicio de la Iglesia y de los más necesitados de la sociedad. La fraternidad nació el día 23 de octubre del año 2014,[1] en La Habana, donde hasta hoy mantiene su sede principal. Sus miembros agregados en calidad de Caballeros y Damas a distancia se encuentran esparcidos en más de una veintena de países.
Hermandad de Caballeros de la Santísima Trinidad | ||
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Siglas | OMSST | |
Nombre común | Hermandad de Caballeros de la Santísima Trinidad | |
Gentilicio | Caballeros Trinitarios / Caballeros de la Trinidad | |
Regla | Estatutos de la Hermandad de Caballeros y Damas de la Santísima Trinidad | |
Hábito | Insignias de la Hermandad | |
Fundación | 23 de octubre de 2014 | |
Lugar de fundación | La Habana. | |
Presencia | Cuba, Guatemala (Encomiendas establecidas). Miembros agregados en alrededor de 20 países. | |
Sitio web | https://omsst.wordpress.com/ | |
Naturaleza
La Hermandad de Caballeros y Damas de la Santísima Trinidad (OMSST),[2] cuyos miembros también son conocidos como Caballeros Trinitarios[3] o de la Santísima Trinidad, es una fraternidad internacional de fieles católicos a la que además pueden ser asociados, en calidad de miembros agregados, fieles de las Iglesias Ortodoxas y Anglicana. Nació en La Habana, en el Santuario de Nuestra Señora de la Merced, en el mes de octubre del año 2014 y se rige por estatutos propios. La Fraternidad o “Hermandad” como se hizo llamar en un principio, se caracteriza por dos notas principales: la contemplativa y la combativa (o caballeresca), ya que sus miembros son animados a unir el espíritu contemplativo al espíritu de la “Caballería Cristiana”.
En la actualidad, la Fraternidad se ha extendido a varios sitios del mundo mediante la agregación de Caballeros y Damas a distancia, que se van agregando mediante un pequeño compromiso de oración y fraternidad. La Hermandad orienta a sus miembros a la búsqueda de una excelencia de vida bajo tres principios propios: la “caridad”, la “verdad” y la “mística”; a lo anterior se suma el espíritu caballeresco. Su finalidad principal es extender y custodiar el Reino de Dios en todos los ámbitos y espacios posibles. Los Caballeros de la Trinidad profesan adhesión y fidelidad al Romano Pontífice, al Magisterio auténtico de la Iglesia Católica y se ponen al servicio de los más pobres y necesitados. Aquellos miembros agregados que pertenecen a las confesiones ortodoxa o anglicana han de cumplir con los requisitos previstos en la solicitud de agregación, entre las que se encuentran rezar por las intenciones del Papa.
Finalidad de la Hermandad
La Hermandad está consagrada a la Santísima Trinidad para la extensión de su Reino entre los hombres. El carácter “militante” de esta fraternidad le hace no sólo procurar la extensión del Reinado de Dios, sino además, defender sus valores en caso necesario. Por esta razón, los Caballeros Trinitarios se ponen al servicio de la Iglesia Católica y se declaran hijos fieles de la misma, sin que esto haga disminuir su carácter ecuménico. Antes bien, buscan agregar igualmente a cristianos ortodoxos y anglicanos con el objeto de “luchar en fraternidad” por el Evangelio y la extensión del Reino de Cristo. Esta "lucha" es más que una acción espiritual como la oración. Implica el compromiso social y una incidencia concreta en las realidades temporales a fin de impregnarlas con los valores evangélicos.
La finalidad de extender el Reino de Dios entre los hombres comporta una doble realización del Reino: hacer que Cristo reine en la propia persona y hacer que reine en la sociedad humana.
El Reinado de Cristo en cada persona
Para que Cristo reine en el mundo, es necesario primero que reine en cada individuo. Todo caballero o dama de la fraternidad ha de procurar que Cristo reine en su propia vida mediante la propia conversión, procurando una vida de santidad, que es entendida como una vida de “excelencia”. El acto de “donación”[4] que se realiza el día de la investidura,[5] quiere significar una entrega y sumisión de la propia persona al Señorío y Reinado de Jesucristo.
El Reinado de Cristo en la sociedad
Teniendo como presupuesto que Cristo mismo ha querido venir a enseñar y sembrar el Reino de Dios, y que este “reinado” es causa de felicidad (bienaventuranza) para el género humano, la Hermandad se empeña en que la instauración de este Reinado de la Trinidad no sólo se quede en el ámbito personal y privado, sino que arraigue y se manifieste en la vida pública y civil, en todos los ámbitos posibles de la sociedad.
Membrecía y grados de pertenencia
En la fraternidad existen dos grados de pertenencia: los miembros efectivos y los miembros agregados. Los aspirantes a la membrecía efectiva de la Hermandad, durante su tiempo de “probación”,[6] son llamados “escuderos”.
Miembros efectivos
Son admitidos a la membrecía como miembros efectivos, solamente hombres y mujeres católicos practicantes, que hayan recibido el sacramento de la Confirmación o estén próximos a recibirlo. Estos gozan de plenitud de derechos dentro de la fraternidad, tienen voz y voto y contraen un compromiso más estrecho de deberes y obligaciones. Sólo los candidatos que han sido admitidos a la membrecía efectiva pueden recibir la investidura y realizan sus promesas de servicio en la Hermandad para toda la vida.
Miembros agregados
También pueden ser asociados a la fraternidad hombres y mujeres que no aspiren a un compromiso total con ésta, en calidad de miembros agregados. A los miembros agregados de la Hermandad no solamente pueden sumarse fieles de la Iglesia Católica, sino también de las Iglesias Ortodoxas y Anglicana, siempre que cumplan con los requisitos establecidos para este grado de membrecía. La posibilidad de agregar a la Hermandad a fieles de otras denominaciones cristianas menos tradicionales aún es un tema de discusión.
Los miembros agregados no contraen obligaciones, ni adquieren los derechos propios de los efectivos. Solamente se les exige el compromiso mínimo de la oración por las intenciones del Santo Padre, las necesidades más apremiantes de la Iglesia y por toda la Hermandad, sus obras y sus miembros.
Escuderos
Aquellos que aspiren a formar parte de la Hermandad de Caballeros y Damas Trinitarios o que hayan sido invitados libremente a ser parte de ella, deben solicitar su admisión a la misma por escrito o mediante el formulario requerido. El Cabildo de la Encomienda correspondiente puede aceptar o rechazar dicha solicitud. Todos los aspirantes, durante su tiempo de probación, son llamados escuderos.
Capellanes, Amigos y Benefactores
Existen en la fraternidad, también en calidad de miembros agregados, aquellos que simpatizan con el espíritu de la Hermandad y quieren asociarse o colaborar de alguna forma con sus actividades y obras de apostolado. Estos pueden ser agregados como capellanes, amigos y benefactores. La Hermandad siempre se reserva el derecho de admisión.
Caballeros y Damas a distancia
Dentro de los miembros agregados, se encuentran también los caballeros y damas a distancia. Estos simpatizan con la fraternidad, desean vivir el espíritu de la Caballería Trinitaria[7] y por razones de lejanía no pueden asistir regularmente a ninguna Encomienda. Los requisitos que se les exige son: ser bautizados en las confesiones católica, ortodoxa o anglicana, cumplir con un compromiso de oración por el Papa y sus intenciones, por las necesidades más apremiantes de la Iglesia y por toda la Hermandad, sus obras y todos sus miembros; también se espera que los asociados amen el espíritu y los valores de la Caballería Cristiana.
Los caballeros a distancia, por lo regular, son alistados como miembros agregados, aunque en algunos casos pueden ser asociados como efectivos, siempre que cumplan con los requerimientos propios de este grado de membrecía. En cualquiera de los casos, éstos son “reclutados” por el Cabildo Supremo y responden solamente a él. No obstante, pueden ser invitados a participar en las obras de su Encomienda o Priorato más cercanos.
Utilizando las redes sociales y los medios actuales de comunicación, aquellos que lo deseen, pueden ponerse en contacto con la Hermandad[8]. De hecho, uno de los principales “campos de batalla” para la nueva evangelización que los Caballeros Trinitarios tienen muy en cuenta son los medios de comunicación, las redes sociales y los espacios virtuales.[9]
Los tres principios
La Hermandad de Caballeros de la Santísima Trinidad milita bajo tres principios que se yerguen como una bandera; son como líneas conductoras o actitudes que deben distinguir y sazonar la actividad de la fraternidad y la vida de cada uno de sus caballeros y damas. Estos principios son: Caridad, Verdad y Mística, y deben ser un sello que marque el énfasis de sus obras e ilumine la vida de la Hermandad. A continuación se explican más ampliamente los tres principios:
Caridad
Por “caridad” se entiende la praxis adecuada de la vida cristiana, implicando la vida moral. Este principio se pone de manifiesto mediante la guarda de los Mandamientos, las Bienaventuranzas, la Ley de Cristo. El principio de la caridad se realiza cuando se vive plenamente la Nueva Alianza, que se resume en el doble mandamiento del amor: “Amar a Dios sobre todas las cosas y amar al prójimo como a uno mismo”.[10] Los Caballeros y Damas de la Trinidad están llamados a vivir en un “estado de caridad” y a impregnar de Caridad su cotidianidad.
Verdad
Se entiende la “verdad” como el mensaje, la palabra o el Evangelio traído por el Verbo de Dios, mediante el cual Dios Padre ha querido decir su Palabra definitiva a la humanidad. Una verdad que es recibida, guardada y entregada con fidelidad. Este principio implica el amor por el estudio asiduo y permanente de la Teología, asida al Magisterio de la Iglesia. Y no sólo se refiere al estudio de las verdades de la fe, sino de todo aquello que sea útil para la vida del hombre, lo saludable, lo bueno, lo excelente (formación cristiana y humana). Más que entenderla como una acción, hay que entenderla como una actitud de vida y una pasión: vivir en la verdad, amarla, buscarla con vehemencia, conservarla con celo y proclamarla con audacia y firmeza. Los Caballeros de la Trinidad están llamados a dar testimonio público del Evangelio, que debe animar sus propias vidas y es capaz de iluminar toda la actividad humana.
Mística
Se entiende la "mística" como el principio que conduce a la vida de contemplación y oración. Si las notas de la Hermandad son la caballeresca y la contemplativa, es porque sus miembros han de unir en una espiritualidad madura, la contemplación y la acción, la participación en la liturgia y la fortaleza en el buen combate de la fe.[11] El hombre de oración, el “místico”, hace de toda su vida una liturgia. La finalidad de la mística (vida de unión con Dios) es el crecimiento en la perfección de vida, la propia santificación. Unirse a Dios es “participar” en su propia esencia,[12] o sea, la “deificación” del hombre nuevo.
Los cuatro pilares
La Hermandad prevé en sus estatutos cuatro prácticas que tienen su origen en las primeras comunidades apostólicas. Éstas son llamadas “pilares”, pues son como cuatro columnas sobre las que se asienta el funcionamiento habitual de las comunidades locales o encomiendas y son: Catecumenado, Ágape, Eucaristía y Oración comunitaria.
Según narra el Nuevo Testamento, los creyentes de la primera comunidad perseveraban en:
- la doctrina de los Apóstoles,
- tenían comunión entre hermanos,
- celebraban la “fracción del pan”
- y se reunían para hacer sus oraciones (Cfr. Hechos de los Apóstoles 2, 42).
La fraternidad intenta guardar estos mismos “pilares”, adaptándolos a las circunstancias actuales. A continuación se explican siguiendo el mismo orden:
Catecumenado y formación permanente
Los miembros efectivos de la fraternidad deben seguir una formación intelectual permanente. Los aspirantes a la membrecía efectiva necesitan haber recibido el sacramento de la Confirmación o hallarse en preparación para recibirla. La Hermandad procura que sus miembros reciban una buena formación teológica, espiritual, humana y profesional.
Ágape y fraternidad
Los Caballeros Trinitarios cuentan con una celebración comunitaria llamada “Ágape”, que consiste en un espacio de convivencia fraterna en un ambiente familiar. El objetivo de este encuentro fraterno es crear lazos de amistad entre los miembros de la Hermandad.
Eucaristía
Cada domingo todos los caballeros y damas efectivos de la fraternidad tienen obligación de participar en la Santa Misa. Esta obligación, de hecho, es para todo católico bautizado. La Hermandad exhorta a sus miembros a participar asidua y activamente en la celebración eucarística, recomendando a todos la comunión diaria.
Oración comunitaria y personal
Los Caballeros y Damas Trinitarios celebran su encuentro de oración por lo regular semanalmente, al que están invitados todos los fieles. En este “oficio divino” se une a la oración universal de la Iglesia con el rezo de la Liturgia de las Horas. En la oración comunitaria se alternan salmos, alabanzas, súplicas y se proclama la Palabra de Dios. Los miembros efectivos son exhortados a rezar personalmente, al menos una parte de la Liturgia de las Horas, cada día;[13] y siempre que no puedan participar en el Oficio Divino que se celebre en su comunidad de fe.[14]
Organización internacional
La Hermandad de Caballeros de la Santísima Trinidad se organiza a tres niveles: local, nacional e internacional.[15]
Encomiendas
Cada comunidad o hermandad local es llamada “Encomienda”. La Encomienda es la representación más pequeña de la Hermandad. Puede ser cualquier fraternidad local que se reúna periódicamente en alguna parroquia o misión. Una obra de cualquier otra índole, bajo la custodia de los Caballeros, puede ser llamada igualmente Encomienda. El responsable encargado de presidir la Encomienda se llama Caballero Comendador o Dama Comendadora. El órgano de gobierno de cada encomienda es el Cabildo de Encomienda, y está presidido por el Caballero Comendador. La reunión del Cabildo de Encomienda se llama Junta de gobierno; cuando se reúne toda la Encomienda se llama Junta general.
Prioratos
Las Encomiendas pertenecientes a una misma nación son agrupadas en un Priorato. A causa de la gran extensión de algunos países o el gran número de Encomiendas, puede haber más de un Priorato en un mismo país. El encargado de gobernar el Priorato es llamado Caballero Prior o Dama Priora. Los Prioratos también pueden estar organizados en atención a los grupos lingüísticos. El órgano de gobierno que preside cada priorato se llama Cabildo Prioral y el Caballero Prior está a la cabeza del mismo. Allí donde aún no esté plenamente establecida la Hermandad o donde la gran mayoría de sus miembros no son efectivos, sino agregados, pueden establecerse encomiendas y prioratos “titulares”. Y quienes sean nombrados para regirlos serán llamados igualmente Comendadores titulares y Priores titulares.
Maestrazgo
A nivel internacional, la instancia que preside y regula la vida y actividad de toda la Hermandad es el Cabildo Supremo con el Caballero Maestro (o Maestre) a la cabeza. Solo pueden ser elegidos Maestres aquellos caballeros o damas que hayan sido Priores o lo sean en el momento de su elección. El Cabildo Supremo tiene su sede en la Encomienda de La Habana.
Breve reseña histórica de la Hermandad
La Hermandad de Caballeros y Damas de la Santísima Trinidad nació como un “encuentro de oración” en el Santuario de Nuestra Señora de la Merced, en La Habana, Cuba. La iniciativa vino de parte de algunos catecúmenos que deseaban tener una experiencia de fraternidad más profunda y que abarcara más allá de los espacios de la Celebración Eucarística y el Catecumenado. Así, el jueves 23 de octubre de 2014 acordaron establecer una fraternidad que cubriera estas expectativas. El domingo siguiente, después de la Eucaristía, un grupo de laicos, presidido por Rubén Leyva, entonces seminarista de la Congregación de la Misión, tuvieron un encuentro de oración, de donde surgiría la “Hermandad de la Santísima Trinidad”, como se llamó desde los orígenes. Con el tiempo, a esta iniciativa de dichos laicos, también se sumó como colaborador otro seminarista de la misma Congregación, Darel Fernández, quien más adelante estaría a cargo de esta primera Encomienda. Para el año 2018, la Hermandad se encontraba presente en Cuba, con una Encomienda en La Habana; y en Guatemala, con una Encomienda en Mixco. Además, contaba con caballeros y damas a distancia, esparcidos en más de veinte naciones.
Domicilio
Desde el inicio, la Hermandad tiene su Sede en el Santuario de Nuestra Señora de la Merced, a cargo de los Padres Paúles o Lazaristas. Dicho Santuario se encuentra en la jurisdicción de la Parroquia del Espíritu Santo, en la Habana Vieja. Esta Encomienda de La Habana es la Sede del Cabildo Supremo de la Hermandad hasta el día de hoy.[16]
Armas o insignias
Escudo
La Hermandad de Caballeros de la Santísima Trinidad usa blasón tricolor en honor de la Trinidad. Los tres colores primarios quieren significar las Tres Divinas Personas. Así como todos los colores tienen su origen en los tres colores primarios, igualmente el universo entero tiene su origen en la Trinidad Santa. Una cruz plena de San Jorge representa a Cristo redentor. Es la misma cruz que porta siempre el Resucitado en las representaciones artísticas tradicionales. Ésta descansa en campo azul, que representa la cúpula celeste, y por tanto a Dios Padre que todo lo gobierna y sostiene con su providencia. La flor de lis dorada (o amarilla) al centro mismo de la cruz es la representación del Espíritu Santo que unge a Cristo (el Ungido). La flor de lis en sí misma es ya un signo trinitario y fraternal. Los tres pétalos unidos por un aro inquebrantable hablan de la unidad Trinitaria como el mejor modelo para la unión fraterna. También hace referencia a los tres principios de la fraternidad, que ya han sido tratados: caridad, verdad y mística, unidos en el espíritu de la Caballería. En ocasiones sobre este escudo suele colocarse una corona. Esta habla de la excelencia con la que deben ser coronadas todas las obras de la Hermandad, y por ende, la excelencia misma en la vida de los caballeros y damas. También hace una directa alusión al Reinado de Cristo por el que militan sus caballeros y damas.
Bandera y Estandarte
La bandera y el Estandarte propios de los Caballeros Trinitarios siguen los mismos atributos de su escudo. De forma rectangular y están compuestos por una cruz roja de San Jorge sobre paño azul, y una flor de lis amarilla al centro de la cruz. Con frecuencia, la Hermandad, junto a su propio estandarte tricolor, ostenta el estandarte de San Jorge. Con ello se quiere significar que la fraternidad entronca con toda la tradición militante de la caballería cristiana y se suma a las “huestes” que luchan bajo la bandera de Cristo.
Cruz recruzada
La Hermandad también ostenta la Cruz recruzada[17] como insignia distintiva propia. La Cruz recruzada, también llamada recrucetada,[18] es aquella cuyos cuatro brazos forman otras tantas cruces. Su significación es que la Cruz de Cristo[19] se extiende a los cuatro puntos cardinales, tal como ha de extenderse su Reino a toda la humanidad. La Hermandad asume esta Cruz como representativa, no solo por su significado, sino además por su impronta caballeresca y el hecho de que no es patrimonio exclusivo de ninguna de las caballerías existentes. Esta Cruz puede ser acolada[20] al Escudo de armas válidamente. No se confunda la Cruz recruzada con la de los Caballeros del Santo Sepulcro, también llamada “de Jerusalén”.
Lema de la Hermandad: “Quis ut Deus”
La Hermandad usa como lema el mismo nombre de su Proctector, San Miguel Arcángel: “Quis ut Deus?”, que traducido es “¿Quién como Dios?”. Según la tradición, cuando los ángeles seguidores de Lucifer, se rebelaron contra Dios, bajo la consigna de “non serviam”,[21] San Miguel Arcángel hizo frente a la rebelión con las palabras “Mi-Kha-El”, que en hebreo significan “Quién como Dios”. En este lema se funden tanto el espíritu combativo del Príncipe de la Milicia Celeste (San Miguel), como el contemplativo que tiende a penetrar en el Misterio Divino: “¿Quién como Dios?” Más que una descripción de la Trinidad, es una proclamación del misterio abismal del “Innombrable”, que mientras más se revela, más velado queda a la razón y los sentidos.
Líneas de acción de la Hermandad
La Fraternidad funciona sobre los cuatro pilares mencionados y los distintos apostolados y obras que nacen en función de sus tres principios. Según las necesidades de cada comunidad, el modus operandi que la Hermandad intenta seguir en sus distintas Encomiendas es el siguiente:
Formación de los fieles
Establecer espacios de catecumenado y formación permanente para los fieles, en las comunidades donde no los haya o donde se vea la necesidad de establecerlos. La Hermandad no tiene métodos de formación exclusivos. Usa los recomendados por la Iglesia universal y se pone al servicio de la Iglesia local.
Liturgia y Eucaristía
Si no existe un espacio de para la Oración en común, se convocará a los fieles a la oración comunitaria usando la Liturgia de las Horas, con la frecuencia más adecuada. Se procura que el Oficio Divino sea celebrado "digne, attente ac devote".[22] La Hermandad garantizará con el mayor empeño que la celebración Eucarística, los demás sacramentos y celebraciones litúrgicas guarden su dignidad y decoro. Los Caballeros Trinitarios no participan en una “Misa aparte”, lo hace con la comunidad cristiana local, en su parroquia.
Ágape y fraternidad
Creará, en la medida de las posibilidades, un espacio para el Ágape. Los ágapes son tan variados como las personas con las que se celebra y sus distintas culturas. En ellos debe cuidarse el orden y el respeto. Promoverá el espíritu de fraternidad y solidaridad cristiana.
Apostolado de la misericordia y misión evangelizadora
En la medida de sus posibilidades, los Caballeros y Damas Trinitarios se comprometen con el servicio a los más necesitados, mediante el apostolado de la misericordia. Todos los proyectos e iniciativas que busquen socorrer a los pobres son bienvenidos en la Hermandad. Del mismo modo, apoyarán y promoverán toda obra de evangelización donde sea necesaria.
En el espíritu de la Caballería Cristiana
La Hermandad promoverá los altos ideales de la Caballería Cristiana. Procurará la extensión del Reino de Dios, por medio de la búsqueda de la perfección personal de sus miembros, el testimonio de vida, la práctica de la caridad e impregnando el siglo presente con los valores del Evangelio por medio de la acción e incidencia social.
Santos Patronos
Los Caballeros y Damas se consagran al servicio de la Santísima Trinidad. No obstante, la Hermandad tiene una predilección especial por la Madre de Dios y se enorgullece de celebrar su Inmaculada Concepción. La Virgen Inmaculada es llamada “Reina de nuestra Milicia”; a ella también se consagran formalmente los Caballeros y Damas de la Trinidad en el acto de donación, el día de su investidura.
Además, se tienen por Patronos y Protectores de la Caballería Trinitaria a San Miguel Arcángel, Príncipe de las huestes celestes, y a San Jorge, Patrono universal de todos los caballeros. La misma cruz de san Jorge figura como símbolo de Cristo en las armas de la Hermandad.[23]
Relación de la Hermandad con otros institutos y carismas
Cada uno de los caballeros y damas de la Hermandad ha de discernir hasta qué punto el derecho propio de su instituto o el estado de vida propio le permite comprometerse y en qué grado de pertenencia le conviene situarse.
La Hermandad de Caballeros y Damas de la Santísima Trinidad no excluye de su membrecía ni se opone a quienes vivan algún carisma válido dentro de los múltiples que han nacido en el seno de la Iglesia, movidos por el Espíritu Santo.
Su finalidad principal es la expansión del Reino y la excelencia de vida, bajo los principios de caridad, verdad y mística, en un espíritu de caballería. Los laicos, por lo general, no tienen ningún impedimento canónico para pertenecer a una o varias asociaciones. Los miembros de algunas órdenes religiosas o institutos de vida consagrada pueden, no obstante, estar más limitados en este sentido a causa de su voto de obediencia, etc. A aquellos sacerdotes, religiosos y religiosas que deseen formar parte de la Hermandad y se vean impedidos para un compromiso más estrecho con la misma, se les exhorta a la membrecía de “agregados”, pudiendo fungir como capellanes, amigos, benefactores, etc. Sin embargo, el estado clerical no les distingue en cuanto a derechos entre los demás miembros efectivos, fuera del trato honorífico que se les debe a causa de su dignidad sacerdotal y los privilegios propios de los clérigos.
Véase también
Referencias
- En la fiesta de San Juan de Capistrano, 23 de octubre.
- Por sus siglas en lengua latina, en sus nuevos estatutos se asume el nombre de Ordo Militum Sanctissimae Trinitatis para la asociación, aunque en español se sigue usando el término Hermandad. Se entiende "Orden" por su significado en el lenguaje caballeresco, en el que "Orden de Caballería" puede significar instituto, sociedad o fraternidad formada por Caballeros, y no propiamente en el sentido canónico de una Orden religiosa.
- Cuando se emplea el término "Caballeros", entiéndase que se incluyen igualmente las "Damas". Por razones prácticas se evita utilizar la expresión "caballeros y damas" a cada momento.
- Donación es el acto en el que el "escudero" o "escudera", emitiendo sus promesas, se entrega o "dona" al servicio de la Hermandad.
- La Investidura, ceremonia también llamada "cruzamiento e investidura", y que incluye el acto de donación, es la celebración ritual en la que el candidato o escudero entra a formar parte de la fraternidad como miembro efectivo.
- Se llama Probación a la etapa de prueba del candidato, que va desde que se recibe su solicitud hasta su donación en el acto de investidura. No debe durar menos de nueve meses y puede extenderse a discreción del Cabildo.
- Entiéndase la Hermandad (OMSST)
- Aquí sus señas oficiales: E-mail: omsstrinitatis@gmail.com secretariageneral.omsst@gmail.com Web site: https://omsst.wordpress.com/ Instagram: https://www.instagram.com/hermandad_omsst/ Facebook: https://www.facebook.com/CaballerosTrinitarios/ Canal Telegram: https://t.me/omsst YouTube: https://www.youtube.com/channel/UCzQrSxiC845AyNXJkw50uMg?view_as=subscriber
- La primera comunidad propiamente virtual de Caballeros y Damas a distancia de la OMSST nació un 24 de junio de 2018, abriéndose así la posibilidad de asociados a distancia.
- Cfr. Evangelio de San Mateo 22, 36-40.
- Cfr. 1 Timoteo 6,12; 2 Timoteo 4,7.
- Cfr. 2 Pedro 1,4.
- San Pablo VI, Constitución Apostólica Laudis Canticum: "Cuando la oración del Oficio se convierte en verdadera oración personal, entonces se manifiestan mejor los lazos que unen entre sí a la liturgia y a toda la vida cristiana. La vida entera de los fieles, durante cada una de las horas del día y de la noche, constituye como una leitourgia, mediante la cual ellos se ofrecen en servicio de amor a Dios y a los hombres, adhiriéndose a la acción de Cristo, que con su vida entre nosotros y el ofrecimiento de sí mismo ha santificado la vida de todos los hombres. La Liturgia de las Horas expresa con claridad y confirma con eficacia esta profunda verdad inherente a la vida cristiana. Por esto, el rezo de las Horas es propuesto a todos los fíeles, incluso a aquellos que legalmente no están obligados a él."
- «Sobre la participación del Pueblo de Dios en el Culto público y la Liturgia de las Horas (últimos párrafos).».
- Cfr. Estatutos de la Hermandad de Caballeros y Damas de la Santísima Trinidad, Cap. XI: Estructura organizativa y sus distintas instancias de gobierno. art. 120-130.
- Hermandad de Caballeros y Damas de la Santísima Trinidad: Calle Cuba # 806, e/ Merced y Leonor Pérez (Paula), Habana Vieja. La Habana, Cuba. Código postal: 10100
- También llamada “recrucetada” o germana o sagrada.
- Inglés: Cross crosslet; francés: Croix recroisetté; italiano: Croce ricrocetatto; portugués: Cruz recruzetada.
- Cristo está representado por la cruz central o principal.
- Los caballeros de cualquier caballería suelen “acolar” al escudo de armas la cruz que representa a dicha orden o fraternidad. Se utiliza “acolar” en heráldica para especificar que un objeto va por detrás del escudo, mostrando sus extremos. Los objetos acolados suelen ser cruces, espadas, báculos y collares.
- "No serviremos"
- De manera digna, atenta y devota.
- Los Caballeros y Damas Trinitarios, siguiendo la antiquísima tradición caballeresca, sienten una gran admiración y devoción por San Jorge, patrono universal de los caballeros cristianos. De ahí la razón por la que su cruz haya sido asumida por la bandera de la Hermandad. Esta cruz roja es la misma que ostenta el Señor Resucitado en su pendón pascual, y en ocasiones también puede hallarse en las representaciones de San Miguel Arcángel.
Enlaces externos
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