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De bello Gallico

Los Comentarios sobre la guerra de las Galias (en latín, Commentarii de bello Gallico o, abreviadamente, De bello Gallico) es una obra de Julio César redactada en tercera persona. En ella César describe las batallas e intrigas que tuvieron lugar en los ocho años (del 58 al 50 a. C.) que pasó luchando contra ejércitos locales que se oponían a la dominación romana en la Galia.

De bello Gallico
de Aulo Hircio y Julio César

Portada de una edición del s. XVIII.
Género Libro de historia
Tema(s) Guerra de las Galias
Idioma Latín
Título original De Bello Gallico
Editorial Julio César
País República romana
Fecha de publicación 58 a. C. y 49 a. C.
Obras de Julio César
De bello Gallico

Título

El título en latín, literalmente Comentarios a la guerra de las Galias, a menudo se conserva en las traducciones del libro, y el título también se traduce como Sobre la guerra de las Galias, De la guerra de las Galias, La conquista de las Galias y La guerra de las Galias.

Contenido

 
La Galia en tiempos de Julio César (58 a. C.).
Los libros

El libro primero recoge las campañas del año 58 contra los helvecios y los germanos. El propósito central de César era la justificación para ambos conflictos, que no era otra que la defensa de la Narbonense y de otros aliados. Aparentemente, César no tenía previsto el conflicto contra los helvecios, pero supo aprovechar la oportunidad. Afirmaba que no se podía tolerar que estos se establecieran en un territorio tan próximo a la Narbonense, el de los sántonos, por más que habitasen a más de doscientos kilómetros de la provincia, pues para la mentalidad romana aquel era un motivo más que suficiente. Dos rápidas acciones le bastaron para destrozar su ejército y obligarles a rendirse. César los devolvió a su territorio original para que siguieran actuando como dique de contención frente a la presión germana.

Una llamada de auxilio del heduo Diviciaco, amigo fiel de Roma, permitió enlazar una campaña con otra. Las luchas por la supremacía en la Galia habían aupado al mayor escalafón al germano Ariovisto, que rápidamente había sometido a aliados (arvernos y sécuanos) y a enemigos (heduos), y ahora amenazaba con desestabilizar toda la Galia. Seguramente existió entonces un exceso de dramatismo, pero lo cierto es que César reconoció como grave el problema de Ariovisto, a quien un año antes no había tenido problema de nombrar con el título de amigo y aliado del Pueblo Romano. Sea como fuere, César respondió presto a la llamada de Diviciaco y, en una batalla memorable, obligó a los germanos a cruzar de nuevo el Rin.

Antes de la batalla final, César hubo de hacer frente a una grave crisis: su ejército se encontraba atenazado por el miedo que provocaban aquellos bárbaros. Sus habilidades oratorias le sirvieron para salir airoso del paso. No obstante, en el relato, cargó contundentemente contra los jóvenes aristócratas que formaban su séquito y, en contraposición, alabó a oficiales y soldados, perfilando la imagen de ejército que quería.

El libro segundo está consagrado a la campaña contra los belgas (57 a. C.). En cierto modo, forma una unidad con el tercero, toda vez que ambos relatan la generalización de la guerra hasta la pacificación aparente. No obstante, hay diferencias sustanciales: este libro se encuentra centrado por completo en la figura de César, en tanto que en el tercero el general comparte el protagonismo con sus lugartenientes, debido a la multiplicación de los frentes.

Al disponer que sus tropas invernasen en mitad de la Galia, el procónsul estaba dando a entender que había llegado para quedarse. La formación de una coalición belga contra él se hizo inevitable, y una vez más César precipitó los acontecimientos: penetró en territorio belga e hizo que cundiera el pánico. Sólo hubo de vencer la resistencia tenaz de los nervios, a los que diezmó, y de los atuátucos, que pagaron muy caro su intento de engañarle. Entretanto, el hijo menor de Craso se encargaba de la costa oeste. Concluida la campaña contra los belovacos, César envió a Roma un despacho triunfalista y exagerado: la Galia estaba pacificada. Esto le valió una supplicatio de quince días, un honor nunca concedido hasta entonces. Sabía que la información podría ser precipitada, pero se aseguraba su continuación en el campo de batalla galo, pues cada nuevo estallido de violencia sería considerado como un acto de rebelión contra Roma que debería ser castigado.

La situación en Roma no era menos importante. En el curso de este año se había producido un acercamiento de Pompeyo y sus adversarios políticos, que habían recrudecido sus ataques contra la legislación cesariana. César maniobró con presteza, entrevistándose primero con Craso en Rávena e, inmediatamente después, concertando una reunión con ambos y Pompeyo en Luca. De resultas de esta, se reforzó la coalición: Pompeyo y Craso serían cónsules en el 55, tras lo cual el primero recibiría las dos provincias hispanas por cinco años y el segundo obtendría Siria, en tanto que a César se le renovaba su mandato en la Galia por otros cinco años (con la cláusula adicional de que no se podría plantear la asignación de sus provincias hasta el 1 de marzo del año 50).

El libro tercero desplaza el teatro de operaciones al oeste, donde se desarrollaban las luchas contra los vénetos y otros pueblos del noroeste, al tiempo que se consolidaba la Aquitania. Fue un año denso en acontecimientos, pero parece que César, obsesionado con brillar en solitario, escatimó méritos a sus legados debido a la excepcional brevedad del texto. Incluso se llega a producir en el lector la impresión de que era él, desde la lejanía, quien ganaba las batallas. Una vez pacificada la Galia, las miras estaban puestas en Britania. Con este fin, César dispuso que sus tropas invernasen en el oeste.

El libro cuarto se ocupa de la guerra contra los usípetes y los téncteros, y de dos breves incursiones: una al otro lado del Rin y la segunda al sur de Britania (55 a. C.). El conflicto con los dos pueblos transrenanos se debió a un efecto en cadena: cuando César expulsa de la Galia a los suevos de Arivisto, estos desplazaron a su vez a usípetes y téncteros, que hicieron el camino inverso, aprovechando la debilidad de los pueblos galos.

La alarma de César estaba justificada: los invasores disponían de un nutrido ejército, con una formidable caballería de asalto, y además podrían provocar la insurrección de toda la Galia. César sofocó primero los conatos de sublevación y después marchó contra los dos pueblos, a los que infligió una severísima derrota. Hubo tal masacre que Catón no dudó en aprovechar la ocasión para solicitar que César fuese entregado a los germanos por haber violado el derecho de gentes, impidiendo que estos pueblos solicitasen asilo en la Galia.

Sin dilación, César decidió cruzar el Rin. Quizá quiso emular a Pompeyo adentrándose en terra incognita, pero la expedición resultó poco gloriosa: dieciocho días merodeando por tierras de los sugambros, saqueando y destruyendo, pero sin entrar en combate con el grueso de las tropas germanas. Concluido esto, César dispuso una nueva expedición a Britania. Según él, de suelo britano llegaban refuerzos a los galos, así que utilizó su «derecho de persecución». Sin embargo, la expedición estaba mal preparada (pese a sus esfuerzos por disimularlo) y apenas hubo logros militares que reseñar; las riquezas que se esperaban encontrar en la isla no aparecieron. A pesar de la desilusión, César consiguió una nueva supplicatio: no en vano, era el primer romano en cruzar dos fronteras míticas, el Rin y el Canal de la Mancha.

El libro quinto presenta dos partes contrapuestas: los veintitrés capítulos iniciales están dedicados a la segunda expedición a Britania; los treinta y tres restantes se ocupan de las revueltas en el nordeste de la Galia. A decir verdad, el segundo grupo corresponde al invierno del 54–53, con lo que el libro V, correspondiente a los hechos del 54, hubiera debido acabar en el capítulo veinticuatro.

En Britania, el plan de César consistía en conquistar la parte más cercana a la Galia (Kent y, posiblemente, Cornualles). Sin embargo, la expedición se saldó con un nuevo fracaso. Las razones eran variadas: la campaña se había iniciado con mucho retraso, sobre su ejército se había abatido una serie de calamidades y, lo más importante, la estrategia de hostigamiento del jefe enemigo Casivelono acabó por dejarle en una situación comprometida. En los primeros días de septiembre, apenas tres semanas de su llegada, las tropas volvieron a embarcar.

Por si no fuera suficiente este fracaso, durante el invierno estalló una revuelta en torno a los campamentos que César había ubicado en el centro y nordeste de la Galia. El levantamiento obedecía a varios factores: las élites locales impuestas por César estaban pasándose al bando enemigo, muchos pueblos sentían amenazada su propia existencia con la agresiva política de César y, en último lugar aunque no menos importante, los druidas se habían decidido a intervenir, quizá en respuesta a la intromisión de César en suelo britano, centro del culto druídico. El plan estaba bien pensado y podía poner en graves aprietos a las legiones, aisladas unas de otras.

César no permite apreciar en su relato con claridad la secuencia cronológica, ya que se ha centrado en la suerte dispar de dos de sus legiones: una legión y media, acampada en territorio de los eburones, fue totalmente exterminada por estos, bajo el mando de Ambíorix; en cambio, la legión estacionada en territorio de los nervios, mandada por Quinto Cicerón, logró resistir hasta su llegada. Tras esto, el libro se cierra con la victoria de Labieno sobre los tréveros, un broche optimista para concluir un libro plagado de malas noticias. De hecho, tras declararla pacificada, César pasó el invierno en la Galia y se vio en la necesidad de reclutar dos nuevas legiones en el norte de Italia, además de pedir una a Pompeyo, lo que elevó la suma a un total de diez, en torno a cincuenta mil hombres.

El libro sexto recoge las intensas actividades del año 53: operaciones de sometimiento a diversas tribus galas, segunda expedición al otro lado del Rin, persecución de Ambíorix y exterminio de los eburones. Sin embargo, es uno de los más breves. Ello se debe a que César no estaba dispuesto a ofrecer como único logro de este año una larga y monótona lista de pueblos pacificados que nunca terminaban de someterse. En consecuencia, optó por una larga digresión que ocupa el cuarenta por ciento del libro: este tipo de descripciones etnográficas llamaban poderosamente la atención de los lectores de la época.

El segundo paso del Rin no tenía, en palabras de César, otro propósito que el de hacer una demostración de fuerza a los suevos y a los ubios, aunque algunos autores modernos sospechan que aquel había concebido grandes planes de conquista para Germania. Sea como fuere, al retirarse los suevos dio por concluida, acertadamente, la aventura germana. De vuelta a la Galia, concentró sus esfuerzos en la figura de Ambíorix, e intentando poner a su propio pueblo en contra desató una campaña de exterminio que prácticamente hizo desaparecer a los eburones de la Historia.

César «inventó» el Rin como frontera natural entre galos y germanos o, lo que era lo mismo a sus ojos, entre pueblos en vías de civilización y simples bárbaros. En realidad, a ambos lados del río se estaba desarrollando una cultura única, la de los celtas de La Tène. Se trataba de justificar la conquista de la Galia como algo necesario: allí había una cultura en formación que debía ser incorporada al mundo romano, salvándola de la agresión germana. Para una parte de la sociedad romana, los bárbaros no podían ser asimilados y, por tanto, se desaconsejaba su conquista.

Durante el invierno, en el norte de Italia, César se vio obligado a reconducir la situación en Roma: las muertes de Julia y Craso y el asesinato de Clodio habían resquebrajado su alianza con Pompeyo, ahora más cercano a sus oponentes políticos. Mientras en la Galia la rebelión parecía más que evidente, la ruptura con Pompeyo fue total.

El libro séptimo narra el enfrentamiento casi épico entre César y Vercingétorix (52 a. C.). La nueva y definitiva revuelta se inició en Cénabo, con la matanza de los comerciantes romanos afincados en la plaza. Al frente de la rebelión, posiblemente organizada por los druidas, se encontraba Vercingétorix, un líder con grandes dotes diplomáticas y militares. César tuvo que asegurar primero la defensa de la Narbonense, amenazada a lo largo de toda la frontera pero, al mismo tiempo, debía impedir que sus legiones fueran aniquiladas. Existía una buena estrategia por parte gala, pero fracasó y César se apresuró hacia Agedinco, dando un rodeo por el este que no esperaban sus enemigos. De esta manera, reunió en la plaza a dos legiones y esperó a las restantes. Todo ocurrió tan deprisa que Vercingétorix tuvo que recurrir a la estrategia de tierra quemada, pero aun así no evitó que César tomara la ciudad de Avárico, lo que le procuró una ingente cantidad de provisiones. El asedio de la plaza exasperó a sus soldados: tal es, al menos, la justificación esgrimida por César por la matanza de sus habitantes.

Ya a la ofensiva, el siguiente paso lo dio César en Gergovia y constituyó el primer gran fracaso en suelo galo, aunque su relato apenas lo deje traslucir: todas las culpas recaen en la indisciplina y presunción de sus soldados. Las consecuencias de la derrota fueron importantes: César emprendió el camino de vuelta a la Narbonense perseguido por la gran coalición gala y sus antiguos socios, los heduos. Vercingétorix cayó sobre el ejército pero sufrió una destacable derrota, propiciada principalmente por la caballería y la infantería ligera que César había hecho que se trajera desde el otro lado del Rin. Ahora eran los galos los que se veían obligados a huir. Vercingétorix se dirigió a Alesia, donde tendría lugar la batalla final.

Se ha pensado que Alesia era en realidad una trampa tendida a César que tenía como objetivo atraparle entre el ejército de Vercingétorix en la plaza y el proveniente del exterior. Si falló fue por la tardanza de este último. Por el contrario, algunos creen que fue todo al revés: César simuló su retirada a la Narbonense para después obligar a los galos a retroceder hasta Alesia, donde les atraparía en una ratonera. Y así fue: César rodeó la plaza con un doble sistema de fortificaciones que le permitió mantener el asedio y rechazar al tiempo cualquier agresión del exterior. Hasta tres ataques lanzaron los galos a ambos lados de la empalizada, pero los romanos, con sufridísimos apuros, salieron ilesos de todos. Las tropas de refuerzo galas se dispersaron y dejaron a su suerte a Vercingétorix. Este evitó una nueva masacre entregándose en persona a finales del 52.

El relato de César acaba bruscamente en este punto, sin ninguna conclusión final y tampoco insertando el contrapunto adecuado a la breve introducción del libro I. Hay, de hecho, un libro octavo, que se ocupa de las campañas del 51 contra los carnutes y los belóvacos. Su autor, Hircio, disponía como «jefe de la secretaría» de César de suficiente documentación para llevar a cabo la tarea, además de informes remitidos por César y de otros más. Se afirma en su comienzo que toda la Galia estaba sometida y en su final que César lo había conseguido combinando rigor y benevolencia, premios y castigos. Persistían, no obstante, algunos focos de resistencia. El más importante de ellos, Uxeloduno, sufrió un castigo terrible por retardar la pacificación total hasta el año 50, momento en que César podía verse desposeído de sus poderes.

Al cabo de aquellos ocho años de guerras, César había logrado, en palabras de Jehne: «su consagración como fenómeno excepcional». «Como tantas otras veces en su vida, también ahora se encaminaba hacia una decisión en la que se jugaba el todo por el todo: o se convertía en cónsul y, previsiblemente, en el hombre más poderoso del Imperio Romano, o sería ignominiosamente expulsado de la clase dirigente y tendría que esperar el fin de sus días en cualquier rincón del Imperio. La lucha entre César y sus adversarios estaba llegando al punto decisivo». La guerra civil estaba a punto de estallar.

El relato

Los Comentarios a la guerra de las Galias no son una obra de carácter autobiográfico, ni tampoco unas memorias. César se presenta como el procónsul capaz de cumplir con su deber, respetuoso con el Senado y la legalidad republicana. Necesitaba demostrar que había actuado en todo momento conforme a la voluntad del Senado. Así, oculto tras la aparente objetividad de un memorándum militar, César forja su leyenda: su resistencia física, su capacidad para adaptarse a los rigores de la guerra, su camaradería, sus dotes conjugando a la perfección audacia y reflexión, sus habilidades diplomáticas, le permiten, en definitiva, conformar la imagen de un líder carismático e irresistible. ¿Ahora bien, quiere decir esto que la obra de César es poco menos que un folleto propagandístico, una sarta de falsedades? Algunos autores, así lo creen, pero el magistral estudio de Rambaud sobre los procedimientos de deformación histórica empleados por César ha puesto las cosas en su sitio: deformar la verdad no es mentir, sino presentar los hechos de una forma ventajosa. Es lo que hacen los abogados y lo que enseña la retórica: la narratio debe operar según el principio de lo verisimilis, presentando los hechos «tal y como han pasado o tal como han podido pasar». En Roma, la historia no era más que un opus oratorium maxime, en palabras de Cicerón.

César ha recurrido a una gran variedad de expedientes que Rambaud recoge: opera una cuidadosa selección de las cuestiones que va a tratar; silencia u omite elementos desfavorables; utiliza técnicas de exageración y de atenuación; recurre a las causas psicológicas y morales para justificar derrotas y fracasos; se muestra especialmente generoso en elogios hacia ciertos adversarios para poner de relieve sus propios éxitos; utiliza las digresiones para dar apariencia de objetividad, so capa de satisfacer la curiosidad de los lectores por lo exótico; manipula la concepción del tiempo y del espacio; deniega ciertas responsabilidades y se atribuye otras que no le corresponden… Otros procedimientos son más técnicos: el nombre «César» se repite constantemente, hasta el punto de hacer de él un deus ex machina; cuando las cosas salen mal, el uso recurrente del pronombre le permite evadir toda responsabilidad; las subordinadas, especialmente las concesivas, sirven, por el contrario, para poner de relieve su constancia y perseverancia; coloca los elementos en las oraciones de tal forma que el lector llegue convencido al final de la frase; las repeticiones hacen que pasen por evidentes afirmaciones no probadas (como la celeritas de César).

Para Martin: «De estas razones largamente explicadas en sus informes periódicos al Senado ha nacido la idea y la base del Bellum Gallicum, compendio justificativo de la acción de César en el momento en que éste pensaba volver finalmente a las actividades cívicas, a su carrera política».

Redacción y publicación

Hay dos líneas de pensamiento contrapuestas en este punto. Por un lado, están los autores que sostienen que la obra ha sido redactada en varias fases, bien al final de cada campaña (Reinach, Étienne), bien en diferentes momentos durante la guerra (Radin, Carcopino). Por otro lado, los que piensan que César ha compuesto la totalidad de la obra de una vez (Mommsen, Jullian, Rambaud, Martin, Cizek). Argumentan los segundos que César pudo adelantar de manera notable este trabajo gracias a su rica documentación. Así, lo único que habría precisado una redacción de última hora serían las partes literarias.

En cuanto al momento de la redacción, si se acepta que esta es única, parece que la fecha más aceptable es el invierno del 52–51 a. C. Según Rambaud, César ha compuesto la obra en Bibracte, poco antes de bajar a la Cisalpina para preparar su regreso: «Hay que imaginarse a César en el largo, gris y frío invierno nórdico, en Bibracte, dictando los Comentarios a sus escribas, inclinados sobre la luz amarillenta de las lámparas de aceite, con voz firme y nerviosa, a medida que se le iban pasando los informes que previamente había hecho ajustar a un modelo, ordenados según su plan de conjunto».

La obra habría sido publicada en los primeros meses del año 51. En la guerra que se avecinaba, César sabía que era muy importante ganarse a la opinión pública, sobre todo a la que tiene influencia, peso político y cultura suficiente para leer y apreciar lo que lee: los senadores, los caballeros, los ciudadanos de las clases censitarias superiores… los que tienen voto, en suma, los boni viri de Cicerón.

Queda pendiente, por otro lado, la cuestión del libro octavo. Queda claro que César no tuvo tiempo material de elaborarlo y, aunque recientemente un investigador de la talla de Canfora ha negado enfáticamente que Hircio fuese su autor, la mayoría de los estudiosos se inclinan por atribuirle a él su composición. A instancias de su amigo Balbo, Hircio ha acometido la redacción de este libro, insertándolo a modo de eslabón entre el séptimo de los dedicados a la guerra de las Galias y el primero del Bellum Civili.

El género

Es muy posible que César haya intentado conformar una serie única de commentarii, que llevaría por título general el de C. Iulii Caesaris commentarii rerum gestarum, con un subtítulo Bellum Gallicum para la obra que nos ocupa. La elección del término commentarii es reveladora: nos dice que nuestro autor no ha pretendido, en modo alguno, componer una obra de historiografía, por más que presente no pocos puntos de contacto con esta.

El commentarius, en términos literarios, es una recopilación de material en la que su autor pone de relieve los hechos y acciones más importantes de su vida a fin de ofrecer a eventuales y posteriores historiadores los elementos sobre los cuales se podrán apoyar para componer una obra propiamente histórica. Dicho de otro modo, el autor de commentarii se propone prevenir cualquier interpretación despectiva de su obra aleccionando a los historiadores futuros sobre «su» verdad.

Que César no pretende escribir una obra histórica lo prueban evidencias tales como la ausencia de un prefacio y de una conclusión, la renuncia a proporcionar información retrospectiva que permita contextualizar el relato, la desaparición del autor o la nula presencia de los ornamentos del discurso. Es posible que con el paso del tiempo, conforme avanzaba la redacción, César se haya vuelto más ambicioso, intentado embellecer su relato, en la medida de lo posible, con estos otros elementos que toma prestados de las obras de historia.

Lengua y estilo

Los Comentarios a la guerra de las Galias fueron reconocidos como obra maestra ya en la Antigüedad. Su estilo es simple, elegante, como corresponde a un autor para el que escribir bien era algo natural. El resultado es un relato preciso, sobrio y claro. El estilo de César es más demostrativo que dramático. Está más interesado en instruir (docere) que en conmover o seducir a los lectores (movere). En general sus preferencias estilísticas se decantan por el aticismo más puro, caracterizado, según Quintiliano, por su concisión, sencillez y elegancia. En busca del purismo, se evitan los arcaísmos, los neologismos, las palabras con connotaciones poéticas, el lenguaje técnico y los términos inusuales. Se trata de utilizar la palabra justa (verbum proprium). No obstante, César emplea aliteraciones, repeticiones de ciertas palabras, anáforas, gradaciones, incluso una cierta variación léxica por medio de los sinónimos.

César usa abundantes participios, una innovación que le sirve para ganar en concisión a la hora de expresarse. También son frecuentes los ablativos absolutos que aportan claridad y precisión al relato. Por categorías, priman los verbos y los sustantivos: lo que importa es atenerse a lo esencial del mensaje. Los adjetivos, menos frecuentes, se emplean sobre todo para expresar ciertos matices particulares, como la reprobación y la admiración. En el nivel sintáctico, César alterna períodos largos para dar explicaciones o reflexionar y los períodos breves para acontecimientos precipitados y acciones rápidas.

Críticas

Tras el segundo año de campaña, muchas de las tribus hostiles habían sido derrotadas y gran parte de la Galia estaba de una u otra forma bajo control romano. Llegado este momento, cualquier amenaza a la provincia, o a la propia Roma, era como mínimo bastante dudosa. El libro también pudo haber pretendido dar una respuesta a los oponentes políticos de César, quienes cuestionaban la necesidad real de esta guerra tan costosa, en aquella época una de las más caras de la historia romana. Muchas de las razones proporcionadas claramente abusaban de la credulidad de sus lectores. Por ejemplo, sus razones para invadir Britania se resumían en señalar que mientras luchaba en el noroeste de la Galia, mercenarios procedentes de la isla de Gran Bretaña solían ayudar a los ejércitos locales.

Influencia

Uso educativo

El libro recibe frecuentemente elogios por la claridad y pureza del latín. Tradicionalmente era el primer libro auténtico que los estudiantes de latín debían estudiar, así como la Anábasis de Jenofonte lo era para los estudiantes de griego. Ambos eran relatos autobiográficos de aventura militar relatada en tercera persona. El estilo es simple y elegante, esencial y no retórico, seco como una crónica pero con muchos detalles y emplea numerosos recursos estilísticos para promover los intereses políticos de César.[1]

Los libros también son valiosos por los muchos hechos históricos y geográficos (Gallia est omnis divisa in partes tres...) que se detallan en la obra. Capítulos destacados son aquellos que describen los trajes de los galos (VI, 13), su religión (VI, 17), una comparación entre los galos y los pueblos germanos (VI, 24) y otras notas curiosas, como la falta de interés de los germanos por la agricultura (VI, 22).

Asimismo, por esta obra se considera a Julio César el inventor del libro encuadernado, formato que supuso un cambio radical, haciendo que leer fuera considerablemente más cómodo.

Astérix

Puesto que Julio César es uno de los personajes en los álbumes de Astérix y Obélix, René Goscinny incluía chistes para los escolares franceses que tenían los Comentarios como libro de texto. Un ejemplo es que César habla de sí mismo en tercera persona en estos libros.

Voreno y Pulón

En el Libro V, capítulo 44 de los Comentarios, se menciona a Lucio Voreno y Tito Pulón, dos centuriones romanos de la Legión XI.[2]​ La serie de televisión de 2005 Roma ofrece un relato novelado del auge y caída de César, con Kevin McKidd como Lucio Voreno y Ray Stevenson como Tito Pulón, llamado en la serie Tito Pullo.

Bibliografía

 
C. Iulii Caesaris quae extant, 1678
  1. Volumen I: libros I–II–III. 2.ª ed. revisada. 2ª reimpresión, 1996. ISBN 978-84-249-3547-4. 
  2. Volumen II: libros IV–V–VI. 2ª edición, 1996. ISBN 978-84-249-1020-4. 
  3. Volumen III: libro VII. 2ª edición, 1989. ISBN 978-84-249-1021-1. 
  • –. Guerra de las Galias. Obra completa. Traducción a cargo de Valentín García Yebra, 2 volúmenes anotados, edición bilingüe. Madrid: Editorial Gredos. 
  1. Volumen I: libros I–II–III–IV. 9ª edición revisada, 1999. ISBN 978-84-249-3388-3. 
  2. Volumen II: libros V–VI–VII. 9ª edición, 1997. ISBN 978-84-249-3389-0. 

Notas

  1. Cf. Albrecht, Michael v.: Geschichte der römischen Literatur Band 1. Múnich 1994 2.ª ed., pp. 332–334.
  2. Antes de su desmovilización y posterior removilización por Augusto — véase también la lista de legiones. Julio César, Comentarios sobre la guerra de las Galias 5.44.

Véase también

Enlaces externos

  •   Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobre los Comentarios de la Guerra de las Galias.
  • Aulo Hircio: Prólogos al Libro VIII de los Comentarios.
    • Texto español en Wikisource.
      • Texto latino en Wikisource.
  •   Wikisource contiene una copia de los De bello Gallico.
  • en el de la Biblioteca de Clásicos Grecolatinos; con comentarios de Napoleón Bonaparte.
  • , también con los comentarios de Napoleón, en el sitio Imperivm.
    • Texto bilingüe español - latín, con índice electrónico.
      • Texto inglés, con índice electrónico, en el Proyecto Perseus. En la parte superior derecha se encuentran los rótulos activos "focus" (para cambiar a las anotaciones o al texto latino) y "load" (para el texto bilingüe). El texto latino es el de la edición de 1914 de Thomas Rice Edward Holmes (1855 – 1933).
  •   Wikisource en latín contiene el texto original de De bello Gallico.
    • Texto latino de la edición de 1829, con comentarios en inglés; en Google Books.
    • , en el sitio The Latin Library.
    • Texto latino en el sitio de la Bibliotheca Augustana (Augsburgo).
  • Vocabulario de la obra; archivo en PDF.
  • Comentarios del texto de la obra: en inglés, con introducción, en el Proyecto Perseus.
  •   Datos: Q106199
  •   Multimedia: De Bello Gallico

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Este articulo trata sobre la obra de Julio Cesar Para el conflicto militar vease Guerra de las Galias Los Comentarios sobre la guerra de las Galias en latin Commentarii de bello Gallico o abreviadamente De bello Gallico es una obra de Julio Cesar redactada en tercera persona En ella Cesar describe las batallas e intrigas que tuvieron lugar en los ocho anos del 58 al 50 a C que paso luchando contra ejercitos locales que se oponian a la dominacion romana en la Galia De bello Gallicode Aulo Hircio y Julio CesarPortada de una edicion del s XVIII GeneroLibro de historiaTema s Guerra de las GaliasIdiomaLatinTitulo originalDe Bello GallicoEditorialJulio CesarPaisRepublica romanaFecha de publicacion58 a C y 49 a C Obras de Julio CesarDe bello GallicoDe bello civili editar datos en Wikidata Indice 1 Titulo 2 Contenido 3 El relato 4 Redaccion y publicacion 5 El genero 6 Lengua y estilo 7 Criticas 8 Influencia 8 1 Uso educativo 8 2 Asterix 8 3 Voreno y Pulon 9 Bibliografia 10 Notas 11 Vease 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bastaron para destrozar su ejercito y obligarles a rendirse Cesar los devolvio a su territorio original para que siguieran actuando como dique de contencion frente a la presion germana Una llamada de auxilio del heduo Diviciaco amigo fiel de Roma permitio enlazar una campana con otra Las luchas por la supremacia en la Galia habian aupado al mayor escalafon al germano Ariovisto que rapidamente habia sometido a aliados arvernos y secuanos y a enemigos heduos y ahora amenazaba con desestabilizar toda la Galia Seguramente existio entonces un exceso de dramatismo pero lo cierto es que Cesar reconocio como grave el problema de Ariovisto a quien un ano antes no habia tenido problema de nombrar con el titulo de amigo y aliado del Pueblo Romano Sea como fuere Cesar respondio presto a la llamada de Diviciaco y en una batalla memorable obligo a los germanos a cruzar de nuevo el Rin Antes de la batalla final Cesar hubo de hacer frente a una grave crisis su ejercito se encontraba atenazado por el miedo que provocaban aquellos barbaros Sus habilidades oratorias le sirvieron para salir airoso del paso No obstante en el relato cargo contundentemente contra los jovenes aristocratas que formaban su sequito y en contraposicion alabo a oficiales y soldados perfilando la imagen de ejercito que queria El libro segundo esta consagrado a la campana contra los belgas 57 a C En cierto modo forma una unidad con el tercero toda vez que ambos relatan la generalizacion de la guerra hasta la pacificacion aparente No obstante hay diferencias sustanciales este libro se encuentra centrado por completo en la figura de Cesar en tanto que en el tercero el general comparte el protagonismo con sus lugartenientes debido a la multiplicacion de los frentes Al disponer que sus tropas invernasen en mitad de la Galia el proconsul estaba dando a entender que habia llegado para quedarse La formacion de una coalicion belga contra el se hizo inevitable y una vez mas Cesar precipito los acontecimientos penetro en territorio belga e hizo que cundiera el panico Solo hubo de vencer la resistencia tenaz de los nervios a los que diezmo y de los atuatucos que pagaron muy caro su intento de enganarle Entretanto el hijo menor de Craso se encargaba de la costa oeste Concluida la campana contra los belovacos Cesar envio a Roma un despacho triunfalista y exagerado la Galia estaba pacificada Esto le valio una supplicatio de quince dias un honor nunca concedido hasta entonces Sabia que la informacion podria ser precipitada pero se aseguraba su continuacion en el campo de batalla galo pues cada nuevo estallido de violencia seria considerado como un acto de rebelion contra Roma que deberia ser castigado La situacion en Roma no era menos importante En el curso de este ano se habia producido un acercamiento de Pompeyo y sus adversarios politicos que habian recrudecido sus ataques contra la legislacion cesariana Cesar maniobro con presteza entrevistandose primero con Craso en Ravena e inmediatamente despues concertando una reunion con ambos y Pompeyo en Luca De resultas de esta se reforzo la coalicion Pompeyo y Craso serian consules en el 55 tras lo cual el primero recibiria las dos provincias hispanas por cinco anos y el segundo obtendria Siria en tanto que a Cesar se le renovaba su mandato en la Galia por otros cinco anos con la clausula adicional de que no se podria plantear la asignacion de sus provincias hasta el 1 de marzo del ano 50 El libro tercero desplaza el teatro de operaciones al oeste donde se desarrollaban las luchas contra los venetos y otros pueblos del noroeste al tiempo que se consolidaba la Aquitania Fue un ano denso en acontecimientos pero parece que Cesar obsesionado con brillar en solitario escatimo meritos a sus legados debido a la excepcional brevedad del texto Incluso se llega a producir en el lector la impresion de que era el desde la lejania quien ganaba las batallas Una vez pacificada la Galia las miras estaban puestas en Britania Con este fin Cesar dispuso que sus tropas invernasen en el oeste El libro cuarto se ocupa de la guerra contra los usipetes y los tencteros y de dos breves incursiones una al otro lado del Rin y la segunda al sur de Britania 55 a C El conflicto con los dos pueblos transrenanos se debio a un efecto en cadena cuando Cesar expulsa de la Galia a los suevos de Arivisto estos desplazaron a su vez a usipetes y tencteros que hicieron el camino inverso aprovechando la debilidad de los pueblos galos La alarma de Cesar estaba justificada los invasores disponian de un nutrido ejercito con una formidable caballeria de asalto y ademas podrian provocar la insurreccion de toda la Galia Cesar sofoco primero los conatos de sublevacion y despues marcho contra los dos pueblos a los que infligio una severisima derrota Hubo tal masacre que Caton no dudo en aprovechar la ocasion para solicitar que Cesar fuese entregado a los germanos por haber violado el derecho de gentes impidiendo que estos pueblos solicitasen asilo en la Galia Sin dilacion Cesar decidio cruzar el Rin Quiza quiso emular a Pompeyo adentrandose en terra incognita pero la expedicion resulto poco gloriosa dieciocho dias merodeando por tierras de los sugambros saqueando y destruyendo pero sin entrar en combate con el grueso de las tropas germanas Concluido esto Cesar dispuso una nueva expedicion a Britania Segun el de suelo britano llegaban refuerzos a los galos asi que utilizo su derecho de persecucion Sin embargo la expedicion estaba mal preparada pese a sus esfuerzos por disimularlo y apenas hubo logros militares que resenar las riquezas que se esperaban encontrar en la isla no aparecieron A pesar de la desilusion Cesar consiguio una nueva supplicatio no en vano era el primer romano en cruzar dos fronteras miticas el Rin y el Canal de la Mancha El libro quinto presenta dos partes contrapuestas los veintitres capitulos iniciales estan dedicados a la segunda expedicion a Britania los treinta y tres restantes se ocupan de las revueltas en el nordeste de la Galia A decir verdad el segundo grupo corresponde al invierno del 54 53 con lo que el libro V correspondiente a los hechos del 54 hubiera debido acabar en el capitulo veinticuatro En Britania el plan de Cesar consistia en conquistar la parte mas cercana a la Galia Kent y posiblemente Cornualles Sin embargo la expedicion se saldo con un nuevo fracaso Las razones eran variadas la campana se habia iniciado con mucho retraso sobre su ejercito se habia abatido una serie de calamidades y lo mas importante la estrategia de hostigamiento del jefe enemigo Casivelono acabo por dejarle en una situacion comprometida En los primeros dias de septiembre apenas tres semanas de su llegada las tropas volvieron a embarcar Por si no fuera suficiente este fracaso durante el invierno estallo una revuelta en torno a los campamentos que Cesar habia ubicado en el centro y nordeste de la Galia El levantamiento obedecia a varios factores las elites locales impuestas por Cesar estaban pasandose al bando enemigo muchos pueblos sentian amenazada su propia existencia con la agresiva politica de Cesar y en ultimo lugar aunque no menos importante los druidas se habian decidido a intervenir quiza en respuesta a la intromision de Cesar en suelo britano centro del culto druidico El plan estaba bien pensado y podia poner en graves aprietos a las legiones aisladas unas de otras Cesar no permite apreciar en su relato con claridad la secuencia cronologica ya que se ha centrado en la suerte dispar de dos de sus legiones una legion y media acampada en territorio de los eburones fue totalmente exterminada por estos bajo el mando de Ambiorix en cambio la legion estacionada en territorio de los nervios mandada por Quinto Ciceron logro resistir hasta su llegada Tras esto el libro se cierra con la victoria de Labieno sobre los treveros un broche optimista para concluir un libro plagado de malas noticias De hecho tras declararla pacificada Cesar paso el invierno en la Galia y se vio en la necesidad de reclutar dos nuevas legiones en el norte de Italia ademas de pedir una a Pompeyo lo que elevo la suma a un total de diez en torno a cincuenta mil hombres El libro sexto recoge las intensas actividades del ano 53 operaciones de sometimiento a diversas tribus galas segunda expedicion al otro lado del Rin persecucion de Ambiorix y exterminio de los eburones Sin embargo es uno de los mas breves Ello se debe a que Cesar no estaba dispuesto a ofrecer como unico logro de este ano una larga y monotona lista de pueblos pacificados que nunca terminaban de someterse En consecuencia opto por una larga digresion que ocupa el cuarenta por ciento del libro este tipo de descripciones etnograficas llamaban poderosamente la atencion de los lectores de la epoca El segundo paso del Rin no tenia en palabras de Cesar otro proposito que el de hacer una demostracion de fuerza a los suevos y a los ubios aunque algunos autores modernos sospechan que aquel habia concebido grandes planes de conquista para Germania Sea como fuere al retirarse los suevos dio por concluida acertadamente la aventura germana De vuelta a la Galia concentro sus esfuerzos en la figura de Ambiorix e intentando poner a su propio pueblo en contra desato una campana de exterminio que practicamente hizo desaparecer a los eburones de la Historia Cesar invento el Rin como frontera natural entre galos y germanos o lo que era lo mismo a sus ojos entre pueblos en vias de civilizacion y simples barbaros En realidad a ambos lados del rio se estaba desarrollando una cultura unica la de los celtas de La Tene Se trataba de justificar la conquista de la Galia como algo necesario alli habia una cultura en formacion que debia ser incorporada al mundo romano salvandola de la agresion germana Para una parte de la sociedad romana los barbaros no podian ser asimilados y por tanto se desaconsejaba su conquista Durante el invierno en el norte de Italia Cesar se vio obligado a reconducir la situacion en Roma las muertes de Julia y Craso y el asesinato de Clodio habian resquebrajado su alianza con Pompeyo ahora mas cercano a sus oponentes politicos Mientras en la Galia la rebelion parecia mas que evidente la ruptura con Pompeyo fue total El libro septimo narra el enfrentamiento casi epico entre Cesar y Vercingetorix 52 a C La nueva y definitiva revuelta se inicio en Cenabo con la matanza de los comerciantes romanos afincados en la plaza Al frente de la rebelion posiblemente organizada por los druidas se encontraba Vercingetorix un lider con grandes dotes diplomaticas y militares Cesar tuvo que asegurar primero la defensa de la Narbonense amenazada a lo largo de toda la frontera pero al mismo tiempo debia impedir que sus legiones fueran aniquiladas Existia una buena estrategia por parte gala pero fracaso y Cesar se apresuro hacia Agedinco dando un rodeo por el este que no esperaban sus enemigos De esta manera reunio en la plaza a dos legiones y espero a las restantes Todo ocurrio tan deprisa que Vercingetorix tuvo que recurrir a la estrategia de tierra quemada pero aun asi no evito que Cesar tomara la ciudad de Avarico lo que le procuro una ingente cantidad de provisiones El asedio de la plaza exaspero a sus soldados tal es al menos la justificacion esgrimida por Cesar por la matanza de sus habitantes Ya a la ofensiva el siguiente paso lo dio Cesar en Gergovia y constituyo el primer gran fracaso en suelo galo aunque su relato apenas lo deje traslucir todas las culpas recaen en la indisciplina y presuncion de sus soldados Las consecuencias de la derrota fueron importantes Cesar emprendio el camino de vuelta a la Narbonense perseguido por la gran coalicion gala y sus antiguos socios los heduos Vercingetorix cayo sobre el ejercito pero sufrio una destacable derrota propiciada principalmente por la caballeria y la infanteria ligera que Cesar habia hecho que se trajera desde el otro lado del Rin Ahora eran los galos los que se veian obligados a huir Vercingetorix se dirigio a Alesia donde tendria lugar la batalla final Se ha pensado que Alesia era en realidad una trampa tendida a Cesar que tenia como objetivo atraparle entre el ejercito de Vercingetorix en la plaza y el proveniente del exterior Si fallo fue por la tardanza de este ultimo Por el contrario algunos creen que fue todo al reves Cesar simulo su retirada a la Narbonense para despues obligar a los galos a retroceder hasta Alesia donde les atraparia en una ratonera Y asi fue Cesar rodeo la plaza con un doble sistema de fortificaciones que le permitio mantener el asedio y rechazar al tiempo cualquier agresion del exterior Hasta tres ataques lanzaron los galos a ambos lados de la empalizada pero los romanos con sufridisimos apuros salieron ilesos de todos Las tropas de refuerzo galas se dispersaron y dejaron a su suerte a Vercingetorix Este evito una nueva masacre entregandose en persona a finales del 52 El relato de Cesar acaba bruscamente en este punto sin ninguna conclusion final y tampoco insertando el contrapunto adecuado a la breve introduccion del libro I Hay de hecho un libro octavo que se ocupa de las campanas del 51 contra los carnutes y los belovacos Su autor Hircio disponia como jefe de la secretaria de Cesar de suficiente documentacion para llevar a cabo la tarea ademas de informes remitidos por Cesar y de otros mas Se afirma en su comienzo que toda la Galia estaba sometida y en su final que Cesar lo habia conseguido combinando rigor y benevolencia premios y castigos Persistian no obstante algunos focos de resistencia El mas importante de ellos Uxeloduno sufrio un castigo terrible por retardar la pacificacion total hasta el ano 50 momento en que Cesar podia verse desposeido de sus poderes Al cabo de aquellos ocho anos de guerras Cesar habia logrado en palabras de Jehne su consagracion como fenomeno excepcional Como tantas otras veces en su vida tambien ahora se encaminaba hacia una decision en la que se jugaba el todo por el todo o se convertia en consul y previsiblemente en el hombre mas poderoso del Imperio Romano o seria ignominiosamente expulsado de la clase dirigente y tendria que esperar el fin de sus dias en cualquier rincon del Imperio La lucha entre Cesar y sus adversarios estaba llegando al punto decisivo La guerra civil estaba a punto de estallar El relato EditarLos Comentarios a la guerra de las Galias no son una obra de caracter autobiografico ni tampoco unas memorias Cesar se presenta como el proconsul capaz de cumplir con su deber respetuoso con el Senado y la legalidad republicana Necesitaba demostrar que habia actuado en todo momento conforme a la voluntad del Senado Asi oculto tras la aparente objetividad de un memorandum militar Cesar forja su leyenda su resistencia fisica su capacidad para adaptarse a los rigores de la guerra su camaraderia sus dotes conjugando a la perfeccion audacia y reflexion sus habilidades diplomaticas le permiten en definitiva conformar la imagen de un lider carismatico e irresistible Ahora bien quiere decir esto que la obra de Cesar es poco menos que un folleto propagandistico una sarta de falsedades Algunos autores asi lo creen pero el magistral estudio de Rambaud sobre los procedimientos de deformacion historica empleados por Cesar ha puesto las cosas en su sitio deformar la verdad no es mentir sino presentar los hechos de una forma ventajosa Es lo que hacen los abogados y lo que ensena la retorica la narratio debe operar segun el principio de lo verisimilis presentando los hechos tal y como han pasado o tal como han podido pasar En Roma la historia no era mas que un opus oratorium maxime en palabras de Ciceron Cesar ha recurrido a una gran variedad de expedientes que Rambaud recoge opera una cuidadosa seleccion de las cuestiones que va a tratar silencia u omite elementos desfavorables utiliza tecnicas de exageracion y de atenuacion recurre a las causas psicologicas y morales para justificar derrotas y fracasos se muestra especialmente generoso en elogios hacia ciertos adversarios para poner de relieve sus propios exitos utiliza las digresiones para dar apariencia de objetividad so capa de satisfacer la curiosidad de los lectores por lo exotico manipula la concepcion del tiempo y del espacio deniega ciertas responsabilidades y se atribuye otras que no le corresponden Otros procedimientos son mas tecnicos el nombre Cesar se repite constantemente hasta el punto de hacer de el un deus ex machina cuando las cosas salen mal el uso recurrente del pronombre le permite evadir toda responsabilidad las subordinadas especialmente las concesivas sirven por el contrario para poner de relieve su constancia y perseverancia coloca los elementos en las oraciones de tal forma que el lector llegue convencido al final de la frase las repeticiones hacen que pasen por evidentes afirmaciones no probadas como la celeritas de Cesar Para Martin De estas razones largamente explicadas en sus informes periodicos al Senado ha nacido la idea y la base del Bellum Gallicum compendio justificativo de la accion de Cesar en el momento en que este pensaba volver finalmente a las actividades civicas a su carrera politica Redaccion y publicacion EditarHay dos lineas de pensamiento contrapuestas en este punto Por un lado estan los autores que sostienen que la obra ha sido redactada en varias fases bien al final de cada campana Reinach Etienne bien en diferentes momentos durante la guerra Radin Carcopino Por otro lado los que piensan que Cesar ha compuesto la totalidad de la obra de una vez Mommsen Jullian Rambaud Martin Cizek Argumentan los segundos que Cesar pudo adelantar de manera notable este trabajo gracias a su rica documentacion Asi lo unico que habria precisado una redaccion de ultima hora serian las partes literarias En cuanto al momento de la redaccion si se acepta que esta es unica parece que la fecha mas aceptable es el invierno del 52 51 a C Segun Rambaud Cesar ha compuesto la obra en Bibracte poco antes de bajar a la Cisalpina para preparar su regreso Hay que imaginarse a Cesar en el largo gris y frio invierno nordico en Bibracte dictando los Comentarios a sus escribas inclinados sobre la luz amarillenta de las lamparas de aceite con voz firme y nerviosa a medida que se le iban pasando los informes que previamente habia hecho ajustar a un modelo ordenados segun su plan de conjunto La obra habria sido publicada en los primeros meses del ano 51 En la guerra que se avecinaba Cesar sabia que era muy importante ganarse a la opinion publica sobre todo a la que tiene influencia peso politico y cultura suficiente para leer y apreciar lo que lee los senadores los caballeros los ciudadanos de las clases censitarias superiores los que tienen voto en suma los boni viri de Ciceron Queda pendiente por otro lado la cuestion del libro octavo Queda claro que Cesar no tuvo tiempo material de elaborarlo y aunque recientemente un investigador de la talla de Canfora ha negado enfaticamente que Hircio fuese su autor la mayoria de los estudiosos se inclinan por atribuirle a el su composicion A instancias de su amigo Balbo Hircio ha acometido la redaccion de este libro insertandolo a modo de eslabon entre el septimo de los dedicados a la guerra de las Galias y el primero del Bellum Civili El genero EditarEs muy posible que Cesar haya intentado conformar una serie unica de commentarii que llevaria por titulo general el de C Iulii Caesaris commentarii rerum gestarum con un subtitulo Bellum Gallicum para la obra que nos ocupa La eleccion del termino commentarii es reveladora nos dice que nuestro autor no ha pretendido en modo alguno componer una obra de historiografia por mas que presente no pocos puntos de contacto con esta El commentarius en terminos literarios es una recopilacion de material en la que su autor pone de relieve los hechos y acciones mas importantes de su vida a fin de ofrecer a eventuales y posteriores historiadores los elementos sobre los cuales se podran apoyar para componer una obra propiamente historica Dicho de otro modo el autor de commentarii se propone prevenir cualquier interpretacion despectiva de su obra aleccionando a los historiadores futuros sobre su verdad Que Cesar no pretende escribir una obra historica lo prueban evidencias tales como la ausencia de un prefacio y de una conclusion la renuncia a proporcionar informacion retrospectiva que permita contextualizar el relato la desaparicion del autor o la nula presencia de los ornamentos del discurso Es posible que con el paso del tiempo conforme avanzaba la redaccion Cesar se haya vuelto mas ambicioso intentado embellecer su relato en la medida de lo posible con estos otros elementos que toma prestados de las obras de historia Lengua y estilo EditarLos Comentarios a la guerra de las Galias fueron reconocidos como obra maestra ya en la Antiguedad Su estilo es simple elegante como corresponde a un autor para el que escribir bien era algo natural El resultado es un relato preciso sobrio y claro El estilo de Cesar es mas demostrativo que dramatico Esta mas interesado en instruir docere que en conmover o seducir a los lectores movere En general sus preferencias estilisticas se decantan por el aticismo mas puro caracterizado segun Quintiliano por su concision sencillez y elegancia En busca del purismo se evitan los arcaismos los neologismos las palabras con connotaciones poeticas el lenguaje tecnico y los terminos inusuales Se trata de utilizar la palabra justa verbum proprium No obstante Cesar emplea aliteraciones repeticiones de ciertas palabras anaforas gradaciones incluso una cierta variacion lexica por medio de los sinonimos Cesar usa abundantes participios una innovacion que le sirve para ganar en concision a la hora de expresarse Tambien son frecuentes los ablativos absolutos que aportan claridad y precision al relato Por categorias priman los verbos y los sustantivos lo que importa es atenerse a lo esencial del mensaje Los adjetivos menos frecuentes se emplean sobre todo para expresar ciertos matices particulares como la reprobacion y la admiracion En el nivel sintactico Cesar alterna periodos largos para dar explicaciones o reflexionar y los periodos breves para acontecimientos precipitados y acciones rapidas Criticas EditarTras el segundo ano de campana muchas de las tribus hostiles habian sido derrotadas y gran parte de la Galia estaba de una u otra forma bajo control romano Llegado este momento cualquier amenaza a la provincia o a la propia Roma era como minimo bastante dudosa El libro tambien pudo haber pretendido dar una respuesta a los oponentes politicos de Cesar quienes cuestionaban la necesidad real de esta guerra tan costosa en aquella epoca una de las mas caras de la historia romana Muchas de las razones proporcionadas claramente abusaban de la credulidad de sus lectores Por ejemplo sus razones para invadir Britania se resumian en senalar que mientras luchaba en el noroeste de la Galia mercenarios procedentes de la isla de Gran Bretana solian ayudar a los ejercitos locales Influencia EditarUso educativo Editar El libro recibe frecuentemente elogios por la claridad y pureza del latin Tradicionalmente era el primer libro autentico que los estudiantes de latin debian estudiar asi como la Anabasis de Jenofonte lo era para los estudiantes de griego Ambos eran relatos autobiograficos de aventura militar relatada en tercera persona El estilo es simple y elegante esencial y no retorico seco como una cronica pero con muchos detalles y emplea numerosos recursos estilisticos para promover los intereses politicos de Cesar 1 Los libros tambien son valiosos por los muchos hechos historicos y geograficos Gallia est omnis divisa in partes tres que se detallan en la obra Capitulos destacados son aquellos que describen los trajes de los galos VI 13 su religion VI 17 una comparacion entre los galos y los pueblos germanos VI 24 y otras notas curiosas como la falta de interes de los germanos por la agricultura VI 22 Asimismo por esta obra se considera a Julio Cesar el inventor del libro encuadernado formato que supuso un cambio radical haciendo que leer fuera considerablemente mas comodo Asterix Editar Puesto que Julio Cesar es uno de los personajes en los albumes de Asterix y Obelix Rene Goscinny incluia chistes para los escolares franceses que tenian los Comentarios como libro de texto Un ejemplo es que Cesar habla de si mismo en tercera persona en estos libros Voreno y Pulon Editar En el Libro V capitulo 44 de los Comentarios se menciona a Lucio Voreno y Tito Pulon dos centuriones romanos de la Legion XI 2 La serie de television de 2005 Roma ofrece un relato novelado del auge y caida de Cesar con Kevin McKidd como Lucio Voreno y Ray Stevenson como Tito Pulon llamado en la serie Tito Pullo Bibliografia Editar C Iulii Caesaris quae extant 1678 Cesar Cayo Julio Guerra de las Galias Obra completa Traduccion a cargo de Valentin Garcia Yebra 3 volumenes edicion bilingue Madrid Editorial Gredos Volumen I libros I II III 2 ª ed revisada 2ª reimpresion 1996 ISBN 978 84 249 3547 4 Volumen II libros IV V VI 2ª edicion 1996 ISBN 978 84 249 1020 4 Volumen III libro VII 2ª edicion 1989 ISBN 978 84 249 1021 1 Guerra de las Galias Obra completa Traduccion a cargo de Valentin Garcia Yebra 2 volumenes anotados edicion bilingue Madrid Editorial Gredos Volumen I libros I II III IV 9ª edicion revisada 1999 ISBN 978 84 249 3388 3 Volumen II libros V VI VII 9ª edicion 1997 ISBN 978 84 249 3389 0 Notas Editar Cf Albrecht Michael v Geschichte der romischen Literatur Band 1 Munich 1994 2 ª ed pp 332 334 Antes de su desmovilizacion y posterior removilizacion por Augusto vease tambien la lista de legiones Julio Cesar Comentarios sobre la guerra de las Galias 5 44 Vease tambien EditarGuerra de las Galias De bello civili Ejercito romano Segunda guerra civil de la Republica romanaEnlaces externos Editar Wikimedia Commons alberga una categoria multimedia sobre los Comentarios de la Guerra de las Galias Aulo Hircio Prologos al Libro VIII de los Comentarios Texto espanol 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