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Cargar la suerte (tauromaquia)

Cargar la suerte es una expresión taurómaca tan compleja como debatida,[1]​ que requiere una exposición detenida de aclaraciones conceptuales para poder ofrecer una definición coherente, y entre ellas destaca la relación de este concepto, cargar la suerte, con reglas de muy estrecha conexión en el toreo, como muchos teóricos o críticos, y los mismos toreros, han hecho con frecuencia, del tipo “parar, templar y mandar” que acuñó Juan Belmonte.

Naturalmente, habrá que aludir también al antónimo, descargar la suerte, como se verá a lo largo del artículo.

El propósito objetivo y enciclopedista de este artículo, por la complejidad anunciada, obliga a una ampliación del concepto tradicional, aunando diversas fuentes con el detalle pertinente. En los diversos epígrafes se encontrará el origen de lo que se va a definir en esta entrada, y al mismo tiempo su desarrollo.

Se debe partir del sentido de las dos palabras de la locución: cargar y suerte. La primera conserva un significado léxico bastante habitual en la lengua estándar: poner peso. La segunda procede de la jerga taurina especializada: las suertes del toreo, sean con el capote, la muleta, u otras. Quien carga, o pone el peso, es el torero, el banderillero, el picador, y por lo tanto son de naturaleza muy distinta las formas de cargar la suerte.

Pero la definición que se ha buscado siempre y debatido es la que hace el torero, usando la capa en los dos primeros tercios de la faena, o bien (y sobre todo) la muleta en el último tercio. Se expone a continuación la idea tradicional:

Cargar la suerte, después de citar de frente al toro (un pie apuntando a su testuz y ofreciendo el medio pecho del lado del cite), y justamente al llegar el animal a la jurisdicción del torero, consiste en adelantar la pierna de salida (o pierna contraria) e inclinar el torero el cuerpo sobre ella (cargar el peso), adelantando al mismo tiempo el engaño para embarcar al astado en el embroque y provocar que el animal desvíe su inicial trayectoria rectilínea, siguiendo el engaño en una curva alrededor del eje del torero, que, a pies quietos, va girando su cintura en el centro de la suerte, hasta rematar el lance de capa o el pase de muleta atrás, en el lado contrario al que venía el toro, y, sin perder su sitio el torero (o ganándoselo al toro). Tras pasar la cornamenta, el diestro girará las piernas, quedando el animal enfrentado de nuevo en derechura al torero, ya colocado para poder ligar el siguiente pase (verónica, natural...) cargando de nuevo la suerte, y así sucesivamente hasta rematar la tanda, normalmente con otro tipo de pase (media verónica, de pecho, trinchera...), que también exige, coherentemente, la suerte cargada.

Verónica de Ginés Marín
Natural de Talavante
Derechazo de Ferrera
Pase de pecho de Ginés Marín
Verónica de Antonio Ferrera

El hecho de cargar la suerte se reconoce fundamentalmente asociado al valor del torero, porque supone una exposición mayor que la de los lances que no obligan a desviarse al cornúpeta. En efecto, adelantar la pierna hacia el terreno por el que se obliga a pasar al toro, y más, cargando el peso en ella, obviamente expone esa pierna a una cornada. Esta exposición se justifica porque la desviación forzada del animal implica un mando del torero sobre el toro, un toreo profundo; recuérdese el último término de la trilogía de Belmonte: mandar. Si el embroque pasa sin incidente, triunfa el poder del torero en el sometimiento del toro (torear), y el peligro que supone la carga de la suerte implica también entonces un factor comunicativo emocional con el público. Mando con profundidad y emoción comunicativa son dos consecuencias fundamentales.

Se aporta aquí ahora una explicación al parecer inédita del motivo de ese mayor peligro, inédita, seguramente, por haberse dado como sobreentendida, por obvia. Ya Paquiro, en 1836, consideraba que la “ligereza” era una cualidad indispensable en el torero, particularmente ante el amago de un derrote del toro hacia su cuerpo.[2]​ Si el peso del cuerpo está repartido entre las dos piernas, con el compás abierto, la retirada ligera del mismo ante el hachazo es mucho más fácil y ágil que si gran parte del peso del cuerpo está cargado sobre la pierna amenazada (Vid infra acepciones de la Real Academia Española y de María Moliner, especialmente).

Ligar los pases cargando siempre la suerte requiere gran dominio técnico, con un temple y una armonía dinámica muy difíciles, y es faena por tanto muy meritoria, lo que genera una última consecuencia fundamental: la estética.[3]​ En conclusión, en torno a cargar la suerte se genera una tetralogía de valores taurinos: mando, técnica, emoción y estética.

Los lances de capa más propicios para cargar la suerte son la verónica, la media verónica y el delantal. En algunos otros el torero puede poner voluntad de cargar inclinando algo el cuerpo (no necesariamente la pierna) hacia el toro, como la gaonera, la lopecina, la revolera, o el farol, pero no es lo común. Y entre los pases de muleta destacan el natural (que deriva del llamado pase regular dieciochesco, y es el fundamental por excelencia) el derechazo, el de pecho (por alto), y todos los de por bajo: el doblón, cualquier tipo de trinchera, de desprecio, de la firma, los ayudados, tanto por bajo como por alto, y el natural cruzado para matar.

Hasta aquí se ha sintetizado la visión que críticos, ensayistas y toreros han expuesto sobre cargar la suerte, ejemplicando el concepto básicamente sobre el pase natural, y evocando la verónica. Es decir, el punto de vista clásico o tradicional del mismo, que equivale a fijar su paradigma o valor modélico. Pero en el toreo, junto a valores y reglas permanentes, se van produciendo cambios en la forma de torear: Pedro Romero, Hillo, Cúchares, Paquiro, Chiclanero, Lagartijo, Frascuelo, Guerrita, Joselito y Belmonte (los dos grandes iniciadores del toreo moderno), Marcial, Manolete, Pepe Luis Vázquez, Bienvenida, Antoñete, José Tomás… y muchos otros han ido introduciendo, con su singular torería, algunas variantes en la tauromaquia, que a veces van más allá del concepto estilo personal. Por eso, la forma de torear va cambiando.

A finales del siglo XX surge la figura arrolladora de José Tomás, cuya principal fuente de inspiración está en Manolete. Ambos toreros son estudiados es sus respectivos epígrafes, infra. Manolete, con su verticalidad y estoica quietud, no cargaba la suerte. José Tomás escinde su toreo entre la carga tradicional de la suerte y una semejante verticalidad estoica, pero llevando la ya emotiva colocación de Manolete a un sitio, a un terreno tan evidentemente peligroso, que obliga a una reconsideración ampliadora del concepto de cargar la suerte, es decir, ensanchar su paradigma. Es, sin embargo, la tauromaquia, en general, reacia a cambios en los conceptos que ya considera fijados como dogmas, cuando en el toreo, precisamente por su vinculación con el arte, se debe sopesar el uso del dogmatismo, tentación frecuente entre aficionados y críticos.[4]

Natural de José Tomás
Trincherazo de José Tomás

La idea nueva tiene un solo precedente textual explícito, precisamente aludiendo al toreo de José Tomás,[5]​ pero cuenta con numerosos comentarios del tipo “nueva tauromaquia”,[6]​ “teoría de los terrenos”,[7]​ antecedentes muy significativos sobre cargar la suerte “sin adelantar la pierna”,[8]​ y enfoques analíticos diversos, que se exponen particularmente en el epígrafe 5. 11. de José Tomás. Esta idea nueva, prácticamente también inédita, trata sobre una forma distinta de cargar la suerte sin adelantar la pierna del embroque. Es el cuerpo entero el que está cargado, en razón de estar ocupando el terreno del toro, y desde la quieta verticalidad, forzarle también con el engaño, fundamentalmente con la muleta, a desviar la trayectoria y seguir las características regladas: parar, templar, mandar, rematar, ligar con un fuerte sentido comunicativo de la emoción y de la estética. Esta nueva visión de la carga de la suerte no queda referida a solo un primer lance o pase,[9]​ sino a las tandas ligadas, dando la ventaja al toro y reconduciendo su embestida, hasta el remate del último, que, curiosamente, con cierta frecuencia, adopta la variante clásica de la carga.

Debe asimismo considerarse que el toreo a pies juntos, con verticalidad, también dificulta la ligereza en el sentido expresado por Paquiro de librarse ágilmente del derrote del toro.

Ampliar la costumbre léxica de la definición clásica de cargar la suerte con esta nueva visión es difícil, pero no hay inconveniente desde el punto de vista de los diccionarios, como podría parecer, respecto al verbo cargar: puede verse infra.

Esta nueva manera de ver la carga de la suerte no se queda en el valor personal de un torero concreto, José Tomás, aunque en su epígrafe, a falta de un vocablo ya en uso, se haya denominado así: junto al modo tradicional, el modo personal. La idea trasciende al hombre, aunque sea quien la haya desarrollado en la práctica. Pues, de igual manera que Marcial Lalanda siguió la línea clásica y armonizadora de Joselito,[10]​ y Domingo Ortega la revolucionaria y estilista de Belmonte,[11]​ al final unos y otros se terminan considerando clásicos (que en puridad significa dignos de ser modelo). Por tanto, el concepto de cargar la suerte con el cuerpo entero puede seguir su trayectoria histórica, a la espera de aplicárselo a todos los toreros que opten por pisar esos terrenos del toro y hacerle faena. De hecho, ya hay algunos diestros que han mostrado la influencia de esa línea, o hilo del toreo, como dijo José Alameda (vid infra).

Un banderillero clava en todo lo alto

El artículo, que a esta novedad dedica realmente el espacio acotado, aunque extenso, del epígrafe 5.11., se subdivide analíticamente en epígrafes provenientes de académicos, lexicógrafos, tratadistas, críticos o teóricos prestigiosos, y por supuesto, toreros muy relevantes de diversas épocas.

Se reproducirán en un punto específico referencias distintivas a banderilleros y picadores, porque la tauromaquia también recoge en ellos, aunque en pequeñas dosis léxicas, el concepto de cargar la suerte, y asimismo, por ser también distintiva, a la llamada suerte suprema, es decir, la estocada.

No se entrará, en cambio, en el concepto de cargar, ni de recargar, cuando el sujeto de la acción es el toro, por su acometividad al entrar al caballo, expresión empleada desde muy antiguo y que siguen registrando los diccionarios especializados, pero con muy poco uso periodístico ni popular. Debe, al menos, hacerse constar esa coincidencia de término.

Definiciones de la RAE

Conforme al criterio lexicográfico habitual, la Real Academia Española atiende a locuciones y frases hechas en el término sustantivo, si lo tienen (aquí, “suerte”). Pero si también se observa el verbo, “cargar”, distingue entre 46 acepciones distintas. Y tienen interés en nuestra frase taurina tanto la primera acepción, que comienza diciendo: “Poner o echar peso sobre…”, como la número 8: “Aumentar, agravar el peso de algo”, porque su propia indefinición con ese “algo” nos permite acoplarla perfectamente al hecho de cargar la suerte un torero, pues, en efecto, “aumenta” y “agrava” el peso del riesgo en el lance, en el pase. La acepción 39, aunque la RAE la conciba de uso pronominal (cargarse), también es de interés: “Echar el cuerpo hacia alguna parte”. Todo ello hace pensar que la frase taurina, al utilizar este verbo, se llena de contenido lógico. Esto, respecto a la idea clásica de la frase. Y, respecto a la nueva idea, aplicada en función de los terrenos, se puede considerar muy adecuada la acepción 34: “Tomar o tener sobre sí alguna obligación o cuidado”.[12]

En cuanto a la palabra “suerte”, la RAE, dedica a la tauromaquia dos acepciones, la 12 y la 13. Interesa aquí la 12, que define: “En la lidia taurina, cada uno de los lances”. Posteriormente, en los usos de locuciones y frases hechas, aparece el concepto buscado, “cargar la suerte”, aunque no resulta muy afortunado, por su desfase: “Desviar al toro, facilitándole la salida, para que no atropelle al diestro”.[13]​ Solamente la primera oración (“desviar al toro”) se adecúa, como se irá viendo, al concepto comúnmente aceptado de cargar la suerte desde hace siglo y medio, pero con antecedentes aislados muy anteriores, desde “las últimas décadas del siglo XVII”.[14]

Lexicografía generalista de prestigio

El primer diccionario de nuestra lengua, del año 1611, en la entrada “Suerte”, da como primera acepción: “Algunas veces significa ventura buena y mala”.[15]​ Es innegable que ese es el concepto que da sentido desde la tauromaquia primitiva a las diversas suertes del toreo, ligadas a la buena o mala ventura en la lidia, y la frase cargar la suerte apunta, en efecto, a cierta opción de riesgo en ese azar, con el efecto positivo de disminuir la mala ventura, de dominar la situación.

Algunos miembros de la RAE han publicado diccionarios de forma independiente. En uno de ellos (de 75.000 entradas y más de 4.600 páginas) se puede encontrar, respecto al sentido ampliado de cargar la suerte, la correspondencia semántica de la acepción 15 B del verbo cargar: “Tomar o llevar sobre sí algo que pesa o es difícil de soportar”. Respecto a la entrada “suerte”, presenta una definición muy adecuada en la locución verbal “cargar la suerte”, reducida, pero muy precisa: “Ejecutar el diestro un lance adelantando un pie e inclinando el cuerpo hacia el toro”. Y facilita el siguiente ejemplo (ABC, 2 de mayo de 1958, pg. 51): “El toro, abanto, quedó en los medios, y allá fue Rafael Ortega a hacerse aplaudir en unas verónicas cargando la suerte y rematadas por una vistosa chicuelina”.[16]

En cuanto a María Moliner, cuyo Diccionario de uso del español es un trabajo lexicográfico peculiar de prestigio internacional, no registra la frase estudiada, ni en la edición original en dos volúmenes, ni en la abreviada,[17]​ pero merece la pena la transcripción de sus definiciones, respecto a cargar y suerte. La acepción n.º 11 de cargar es: “Aumentar, reforzar o intensificar una cosa por cierto lado”. Atendiendo a una de las especializaciones de este diccionario, es un verbo transitivo donde la “cosa”, en este caso “la suerte”, es el complemento directo. La acepción 23 propone un uso intransitivo, introducido por la preposición "sobre": "Ser una cosa soportada por otra que se expresa, ≈ apoyarse, descansar, descargar, gravitar, pesar". La acepción 24, de uso pronominal, define "Inclinar el cuerpo en la dirección que se expresa". Para la nueva consideración de cargar la suerte con el cuerpo entero, se adecúan dos valores semánticos: la acepción 15: “Poner mucho o demasiado de una cosa en cierto sitio”; y la subacepción 30: “Soportar alguien voluntariamente o por necesidad algo como «culpa, responsabilidad, trabajo»”, que enlaza directamente con las propias declaraciones del torero José Tomás ("compromiso", vid infra) y de Paco Camino sobre Tomás ("más responsable que los demás", vid infra, epígrafe de José Tomás). Y respecto a suerte, aporta con nitidez los dos posibles significados en tauromaquia: el que equivale a “tercio”, como “suerte de varas”; y el que equivale a “lance”, como episodio más concreto, como en su ejemplo “en una de las suertes estuvo el toro a punto de empitonarle”.[18]

Definiciones en lexicografía especializada

Sánchez de Neira[19]​ define con una precisión loable en el primer párrafo, pero introduce a continuación un verdadero enigma: “Cargar (la suerte) [sic] es, en todas ellas, consentir al toro en el bulto o engaño y marcarla mucho en el centro de la misma y muy en corto, o sea, antes de que salga de jurisdicción. Para marcarla bien como va dicho, es indispensable hacer, sin parar, una pausa que, aunque sea brevísima, se vea señalarla”. El enigma, de resolución difícil, es, naturalmente, la contradicción de esa “indispensable pausa brevísima sin parar”, pero si aceptamos que Neira[20]​ gozó y goza de enorme prestigio, podemos interpretar su textualidad paradójica con una visión elástica de la palabra “pausa”, haciéndola equivaler a ralentización conforme al viejo y usadísimo concepto taurino de “parar el tiempo”, que nadie toma en sentido estricto, sino como sensación y sugerencia de extremada cadencia y lentitud. Lo sugerido, pues, relaciona el momento clave de cargar la suerte, tal cual se explicita cuidadosamente en su primer párrafo, con el temple del mando sobre la embestida. Parece fundamental profundizar en varias ideas de la primera parte de la definición: es clave, por ejemplo, “consentir al toro en el bulto o engaño”, porque ese “consentir” (expresión ya usada por Pedro Romero: vid infra, epígrafe de Pepe Alameda) es sinónimo de aguantar la acometividad del toro contra “el bulto”, es decir, el cuerpo del torero, “o el engaño”, o ambos, encargados de “marcar mucho la carga”. Y es también de notar que esa carga se realiza en el momento cumbre de un ajustado embroque: “en el centro de la suerte y muy en corto”. Vemos pues el gran poder conceptual de la definición de Neira, y su valor actual.

José María de Cossío, en el “Vocabulario” con el que inicia su Tratado, conocido como El Cossío, aporta dos entradas para el verbo “Cargar”. En la primera reproduce entre comillas, pero readaptándola, la definición de Pepe Hillo en su Tauromaquia,[21]​ que ya adelantaremos aquí, pero conforme al texto original de Hillo: “Cargar la suerte es aquella acción que hace el diestro con la capa, cuando, sin menear los pies, tuerce el cuerpo de perfil y alarga los brazos cuanto pueda”. Cossío suprime “capa”, pues quiere dar una definición que resulte ya válida también para la muleta, poco usada en tiempos de Pepe Hillo (que la incluye en su definición de “engaño”). Suprime también la ubicación “cuanto pueda” de los brazos, y añade por su cuenta “para llamar al toro y hacerle pasar a un lado”. Esta cita y sus correcciones nos deben familiarizar con los cambios de la forma de torear y con la dificultad desde antiguo de definir el concepto cargar la suerte. Torero y tratadista hablan de un “toreo de perfil”, que hoy resulta impropio, en general, si se habla de cargar la suerte, pero también es cierto que destacan la característica fundamental de la quietud de los pies. Cossío, en su consabido ejemplo de autoridad, recurre al gran crítico Federico Alcázar (años 40), que lo emplea como reproche a un torero de nombre Juan: “sin jugar los brazos y cargar la suerte”.[22]​ En su segunda entrada del verbo, Cossío define cargar como una acción del picador que interesará considerar en la suerte de varas, que también trataremos.

Nieto Manjón refunde definiciones de Pepe Hillo y de Cossío, manteniendo las ideas del “perfil” y la “quietud”, pero añadiendo por su parte la noción de las piernas “abriendo el compás”. Su diccionario[23]​tiene la virtud de reproducir la definición de Amós Salvador, que estudiaremos entre los teóricos o ensayistas.

José Carlos de Torres trata el concepto “cargar la suerte”. Reproduce las definiciones de Pepe-Hillo (que ya hemos visto) y de Gregorio Corrochano (que veremos). Y sigue: “Es principio teórico del toreo clásico. En cambio, cuando carga la cintura con exceso, la dobla, se dice toreo de cintura, frente a echar la pierna hacia adelante para cargar la suerte”.[24]​ También alude a Pepe-Hillo en la acepción del picador que se esfuerza en echar fuera el toro.

Un libro de ensayo especializado

El escritor colombiano Nicolás Sampedro Arrubla (Bogotá, 1970), que fue novillero de adolescente y siempre ha estado vinculado a actividades culturales de la tauromaquia, residiendo en España desde 2003, publicó en 2014 un libro titulado Cargar la Suerte. Interpretación de un misterio taurómaco (vid “Bibliografía”, con noticia biográfica en solapa de portada). Sus 178 páginas tratan por extenso lo que su título y subtítulo expresan, con profusos análisis que parten de las definiciones básicas sobre qué y cómo es el toreo, a través de los llamados “los tiempos del toreo”,[25]​ aportadas por eminentes teóricos y los propios toreros, siempre en relación con el concepto cargar la suerte. Previamente ha estudiado la “colocación” del cuerpo, brazos y piernas sobre esta cuestión.[26]​ Y dedica después un capítulo esclarecedor distinguiendo entre “pierna de salida y pierna contraria”, porque numerosas veces, críticos, aficionados y muchos toreros han hecho referencia realmente a la primera, la de salida, que es en la que básicamente se carga la suerte, con el nombre de “contraria”.[27]​ La aclaración es fundamental, pero pretender cambiar la terminología tradicional es muy difícil.

Como todo ensayo, por definición, adopta enfoques y llega a conclusiones subjetivas, aunque se sustenten en un esfuerzo objetivo evidente por la aclaración de términos y conceptos en su contexto diacrónico y evolutivo, y presenta un extenso corpus de citas textuales entrecomilladas, aunque insuficientemente referenciadas para su cotejo. Todo lector reflexionará ampliamente con estas páginas, y dispondrá de pistas nuevas para acometer sus propias líneas de investigación, si lo desea. Así, el análisis directo de esas fuentes y de sus autores, ha dado lugar en el presente artículo a precisiones y ampliaciones. Se ha prescindido de las citas menos significativas o poco claras, y de todas las interpretaciones, glosas, e hilos argumentales del autor.

Ahora bien, es de rigor que, en el epígrafe sobre teóricos y ensayistas, donde aparecen los puntos de vista subjetivos de cada uno (objetivamente expuestos aquí), se incluyan también, en último lugar (por cronología), las aportaciones básicas conclusivas de Nicolás Sampedro.

Interpretación del concepto por los propios toreros

Precisamente por respetar la cronología y el orden natural, se debe empezar por los toreros, y ya después, se fijará la atención en quienes juzgan y valoran el arte, la técnica y el mérito de los protagonistas de la lidia.

Aunque son muchos los toreros que han tratado el concepto cargar y cargar la suerte (que ya figura así en Pepe Hillo, 1796) se propone el análisis de una serie de toreros históricos de primerísima importancia, o que, siendo también notables figuras del toreo, han tratado con particular profundidad y agudeza este tema. Con secuencia en muchos casos generacional, son los siguientes: Pepe Hillo, Paquiro, Guerrita, Bombita, Juan Belmonte, Marcial Lalanda, Domingo Ortega, Manolete, Rafael Ortega, Antoñete y José Tomás (que, hasta ahora, no ha expuesto sus ideas de esto). La evolución, los contrastes entre ellos, los matices, alguna discrepancia con la línea dominante y el largo análisis sobre una forma distinta de cargar la suerte en el último torero citado resultarán enriquecedores. Razones de proporcionalidad en el espacio dejan fuera a otros muchos toreros que han cargado la suerte con maestría y con los encastes más duros, como, por ejemplo, Pepe Luis Vázquez, Antonio Bienvenida (al natural y con sus pases cambiados) , El Viti, Paco Camino, Andrés Vázquez, Francisco Ruiz Miguel, César Rincón, Luis Francisco Esplá, Uceda Leal, El Cid…, o a diestros inconstantes pero exquisitos (Curro Romero, Rafael de Paula, Morante de la Puebla...), o a otros de segundo nivel que se ejercitaron cumplidamente en cargar la suerte (como José Luis Palomar, que manifestó su idea sobre el tema), y pasar ya a aludir a los fueron viniendo después y sí han dado también muestra de ello con regularidad, como Diego Urdiales, Paco Ureña, Alejandro Talavante, Antonio Ferrera en su madurez… Respecto a los más jóvenes, siempre conviene esperar.

José Delgado, Pepe Hillo (o Illo, o Yllo)

Es bien conocido por su Tauromaquia o Arte de torear, que, desde 1796, ha tenido numerosas ediciones. Ya hemos visto que define así “Cargar la suerte”: “Es aquella acción que hace el diestro con la capa cuando, sin menear los pies, tuerce el cuerpo de perfil hacia fuera y alarga los brazos cuanto pueda”.[28]​ Y después aporta otra definición de matiz: “Tender la suerte”: “Es lo mismo que cargar la suerte, con la diferencia que se lleva más tiempo tendido el engaño”.[29]​ Interesa reunir las dos por su complementariedad. Van llamando la atención todas las frases, o semas, de las definiciones. La primera de ellas es la que nos transporta al toreo del siglo XVIII, basado en la capa, o capote, aunque Hillo ya usaba también la muleta.[30]​ El siguiente sema sigue siendo fundamental en el toreo moderno: la fijeza de pies en el embroque.

 
Fortes recortando con la capa

A continuación habla de “torcer el cuerpo de perfil hacia fuera”. Pero, si no ha movido los pies, es necesario pensar en un giro corporal sobre el eje de la cadera o cintura, por un lado, y en un adelantamiento del cuerpo hacia el toro por otro: esa es la carga. Además, conforme nos define complementariamente “tender la suerte”, el sema “hacia fuera”, referido siempre al cuerpo del torero, hace entender que, en esa posición, el diestro embarca menos tiempo o “más tiempo” al toro en el vuelo del engaño, sin “menear” los pies, es decir, girando en menor o mayor grado la cintura, y siempre cargando el cuerpo hacia el paso exterior del toro. Igual ocurre con el sema “alargar los brazos cuanto pueda”, que, sobre todo en el acompañamiento largo de “tender la suerte”, exige la idea de hacer girar al toro en torno al diestro, otra máxima fundamental del toreo hasta hoy.

Por otro lado, se debe aceptar, sin que entre en contradicción con todo lo anterior, que “alargar los brazos cuanto pueda” nos traslada de nuevo a las imágenes del toreo defensivo en los orígenes de la tauromaquia moderna a pie, ya profesional mucho antes de Pepe Hillo, basada en el uso de los engaños (capa, capotillos y muleta fundamentalmente) para someter y cuadrar adecuadamente al toro y así poder estoquearlo.

Francisco Montes, Paquiro

Paquiro ha sido siempre considerado un torero emblemático. Hasta el escritor francés Próspero Merimée le tituló "César de la tauromachie".[31]​ Escribió su Tauromaquia completa en 1836. Define “cargar la suerte” así: “Es el movimiento que hace el diestro en el centro de ella de bajar los brazos y meter el engaño en el terreno de afuera para echar del suyo al toro”.[32]​ Quizá lo primero que observamos, respecto a la definición de Pepe-Hillo, es que ha desaparecido la referencia a la capa, que es sustituida por el término ambivalente de engaño. La cita necesita aclaraciones respecto a dos pronombres referenciales, porque nos aportarán toda la claridad de la definición: “en el centro de ella” es evidentemente en el centro de la suerte, conocido también como eje de la misma, encuentro de toro y torero, o culmen del embroque. Esto implica que el torero carga la suerte en el mismo momento en que entran en máxima proximidad lo que en el toreo se conoce como jurisdicciones de toro y torero.

El otro pronombre es el posesivo “suyo”, alusivo a “terreno”, que resulta ambiguo en su referencia objetiva: podría entenderse el terreno del torero o el terreno del toro. Muchas interpretaciones que posteriormente veremos sobre el concepto de cargar la suerte apuntarán a la desviación de la trayectoria del toro, y con toda seguridad eso quería decir Paquiro, en relación con “meter el engaño en el terreno de afuera”. Pero, de hecho, podría entenderse como perfectamente compatible con la idea de que el torero se crece dentro de su jurisdicción, de su terreno, y “echa” del mismo al toro, obligándole igualmente a una desviación de su embestida. El resultado es el mismo: cargar la suerte implica el dominio, el mando, del torero, que permanece a pie quieto, sobre el poder del toro.

En el Capítulo XI de su Tauromaquia completa, sobre los pases de muleta y la estocada, se puede observar la suma importancia que da el experimentado autor-torero a la necesidad de cargar la suerte, expresión que surge reiteradamente. Así, empieza: “Para pasar al toro con la muleta se situará el diestro como para la suerte de capa, esto es, en la rectitud de él, […] lo dejará que llegue a jurisdicción y que tome el engaño, en cuyo momento le cargará la suerte y le dará el remate por alto o por bajo, del mismo modo que con la capa”.[33]​ Si tenemos en cuenta que esa es la descripción de lo que Paquiro (con los antiguos) llama el pase regular (más modernamente llamado pase natural), y que solo describe para la muleta ese pase y el de pecho, como remate del primero, solo nos falta comprobar, sobre el de pecho, que también requiere cargar: “… se le hará un quiebro y se le cargará bien la suerte para que pase bastante humillado por el terreno del diestro”.[34]​ Sugiere más enroscarlo en su torno, en su terreno, que no expulsarlo.

Luego distingue matices en la forma de dar estos pases con los diversos tipos de toro, y engloba una idea para todos los que “se tapan” o “tiran derrotes y cornadas sobre alto para desarmar”: “los deberá pasar muchas veces, dejándolos llegar bien a la muleta y bajándola mucho al cargar la suerte, para que humillen bastante, lo cual es importantísimo, pues si no se hace, y van a la muerte con ese resabio, lo desarmarán, quedándose parados en el centro, donde será un milagro que no le den una cogida”.[35]

Rafael Guerra, Guerrita

Guerrita, conocido como Califa cordobés, y también como El Guerra, particularmente atribuyéndole frases sentenciosas y humorísticas. En 1895, teniendo Guerrita 33 años, tres autores, de conjunto, escriben una Tauromaquia en la que reproducen ideas de este torero, según se deduce de las transcripciones de las mismas que hace Nicolás Sampedro,[36]​ y que, por su interés, trasladamos aquí.

Vemos la evolución: ahora ya se habla de pase natural,[37]​ y además se da con ambas manos, no solo con la izquierda, y también se dan series de naturales: “Cuando el animal llegue a jurisdicción y tome el engaño, se cargará la suerte, que se remata girando y estirando el brazo hacia atrás con sosiego, describiendo con los vuelos de la muleta un cuarto de círculo, a la vez que se imprime a los pies el movimiento preciso para que, una vez terminado el pase, quede el diestro en disposición de repetirlo”. Y sigue: “se repite el giro las veces que sea preciso, conservando el espada el terreno con la quietud necesaria”.

Y el efecto de cargar la suerte: “debiendo el lidiador adelantar el cuerpo lo necesario hacia el terreno en que haya de cargarse la suerte, para que una vez consumada esta, pase a ocupar el torero el centro que va dejando la res”. Es decir, que el dominio aportado por la carga conlleva la conservación central de la jurisdicción del torero. También se debe destacar su idea, pues, de rematar muy cuidadosamente, para poder ligar los pases.

Ricardo Torres, Bombita

Ricardo Torres Reina, Bombita, facilita en 1910 una serie de entrevistas a Miguel A. Ródenas, que este convierte en libro, aunque figura como autor el torero.[38]​ Figura en esta selección porque ya Cossío le consideró un impulsor de la técnica de cargar la suerte. En efecto, encontraremos abundantes referencias sobre el tema aquí tratado en el capítulo de “El arte de torear”, de las que escogemos las siguientes: “Para mí, todo el arte de torear bien con la muleta, es decir, de llenar los dos fines para que fue inventada, castigar y adornarse, es indispensable cargar la suerte y estirar bien los brazos. Para ello, sin llegar a exageraciones, la muleta debe tener bastante vuelo, y las piernas deben estar algo separadas”.[39]​ “A mí muchos aficionados me han criticado el que toree sin juntar los pies, y otros aplauden como el primero de mis méritos que sepa cargar la suerte”.[40]

Por lo mucho que insiste en ello, se puede deducir que Bombita coincidió con una época que apreciaba mucho el toreo a pies juntos (como volvería a ocurrir en tiempos de la verticalidad de Manolete y los seguidores de su línea), pero el matador opinaba que “Los pases estirados, con los pies juntos, no los da el torero, los toma el toro [sic], que es cosa muy distinta”.[41]​ Y con la capa insiste en el contraste: “Yo no he visto a nadie que haya podido dar cuatro o cinco verónicas sin moverse y con los pies juntos, y en cambio he visto a muchos torear con suma elegancia y sin perder una línea de terreno, porque solían cargar la suerte como es debido”.[42]

Y vuelve a ponderar la carga con la muleta, para beneficio de la estética y la ligazón: “Yo creo más artístico, y desde luego más eficaz en las faenas, que los pases sean seguidos, que el espada recoja siempre al toro con los vuelos de la muleta, aunque para ello tenga que abrir algo el compás, que lo que va en separar los pies para cargar la suerte, va en beneficio de la quietud y continuidad de la faena”. Y añade algo que refuerza, con su fuerza de tradición, el desarrollo, en la entrada de este artículo, de una nueva forma de entender la carga de la suerte: “Yo, aficionado, me fijaría más […] en el terreno que pisase el diestro”.[43]

Juan Belmonte

Belmonte es masivamente considerado como el gran revolucionario que cambió la forma de torear, en técnica y estética, entre 1913 (alternativa) y 1936 (retirada definitiva). A Belmonte corresponde la acuñación de sintetizar el toreo en el canon de tres ideas clave: parar, templar y mandar. Algunos teóricos han hablado de que son “tiempos” del toreo, dada la secuencia temporal inexorable (aunque en parte agrupable). Domingo Ortega preferirá el término de “normas”.

Se ha teorizado frecuentemente, incluso por parte de toreros, como veremos, sobre que la idea de cargar la suerte está subsumida en la de mandar. Pero también la idea de templar, cuya prolongación sistemática asimismo se le atribuye a Belmonte, en cuanto que sus lances y pases eran más largos que nunca, invadiendo el terreno del toro,[44]​ conduce directamente a la definición de Pepe-Hillo de tender la suerte, que ya hemos visto como acentuación de cargarla.

Sin embargo, el propio Belmonte manifiesta su desacuerdo en la concepción de un “terreno del toro”, derivada del “pintoresco axioma” de Lagartijo, que afirmaba esa propiedad del terreno del toro con la máxima: “O te quitas tú o te quita el toro”, a lo que Belmonte replica: “Te pones aquí, y no te quitas tú ni te quita el toro si sabes torear”. Y enseguida: “El toro no tiene terrenos… Todos los terrenos son del torero, el único ser inteligente que entra en el juego, y que, como es natural, se queda con todo”.[45]​ Por supuesto, como se ha ido viendo y en ello se profundizará, ese dominio del terreno tiene mucho que ver con cargar la suerte. En cuanto a la propia idea, ejemplificada por el torero, se puede registrar, paradójicamente, refiriéndose a su gran rival, y sin embargo amigo, Joselito el Gallo, al rememorar “un tercio de quites” con él y con Rodolfo Gaona en la corrida del Montepío de 1917 en Madrid: “Tras él [Gaona], Joselito enganchó al toro con su capa maravillosa, y despacito, muy suavemente, le atrajo, y al llegar al instante del embroque, cargó la suerte con el cuerpo y produjo una emoción indescriptible. La muchedumbre hervía de entusiasmo”.[46]​ Pero sí se puede recurrir a un gran torero, Antonio Márquez, que recibió la alternativa de Belmonte en 1920, para imaginar la técnica de este: “Los toreros adelantaban la pierna contraria, la de salida, pero la quitaban en cuanto el toro llegaba al embroque. Juan la deja. No pierde de vista el viaje de la res, se recrea en llevarla muy templada”.[47]

Hasta aquí los saltos generacionales han sido muy claros. Desde este punto serán frecuentes largos solapamientos biográficos y profesionales entre los toreros que siguen, hasta principios del siglo XXI. Se podría seguir el orden biográfico, coincidente siempre en estos toreros con las fechas de alternativa, que vienen a separarse en torno a diez años, y sería: Marcial Lalanda, Domingo Ortega, Manolete, Rafael Ortega, Antoñete y José Tomás. Sin embargo se opta aquí por el orden que aportan las informaciones, o publicaciones, que estos toreros dan sobre sus propias tauromaquias, porque las ideas vertidas en ellas generan citas de unos sobre otros, que, de este modo aparecerán ante el lector más claramente expuestas. Por poner un ejemplo, la aparición muy tardía de La tauromaquia de Marcial Lalanda aporta referencias desde Domingo Ortega (al que solo lleva tres años) a Antoñete (al que lleva 30), porque se la expone o “dicta” o "graba" a Andrés Amorós con 85 años.

Domingo Ortega

Dio este torero una conferencia en el Ateneo de Madrid en 1950 (se retiró cuatro años después, en plenitud, con 48 años). La tituló “El arte del toreo”.[48]​ Desde el principio hasta el final subrayó la importancia capital de cargar la suerte, hasta el punto que la identifica con el verdadero toreo. Así, su paradigma de torero, y en ello insiste, es Pedro Romero, “titán del toreo”; y de su gran seguidor reciente, al que llama X (evidentemente es Juan Belmonte) afirma: “Era este un torero de normas clásicas, de formación rondeña, con templanza, con cargazón de la suerte, con lentitud”.[49]​ Y aporta enseguida una ampliación de la célebre trilogía de Belmonte, aunque tampoco le nombre: “A mi modo de ver, estos términos debieron completarse de esta forma: Parar, Templar, CARGAR [sic], y Mandar, pues posiblemente, si la palabra cargar hubiese ido unida a las otras tres desde el momento que nacieron como normas, no se hubiese desviado tanto el toreo. Claro que también creo que el autor de esta fórmula no pensó que fuese necesaria, porque debía saber muy bien que sin cargar la suerte no se puede mandar, y por lo tanto en este último término iban incluidas las dos".[50]

Pasemos a matices sobre qué es y qué no es cargar la suerte para D. Ortega, por su mismo orden de exposición: “Bien entendido que cargar la suerte no es abrir el compás, porque, con el compás abierto el torero alarga, pero no profundiza; la profundidad la toma el torero cuando la pierna avanza hacia el frente, no hacia el costado”.[51]​ Y antes de aclarar, aunque sea obvio, a qué pierna se refiere, dejemos que exprese su visión de la suerte cargada desde su mismo comienzo: “Como consecuencia de haberse abandonado estas normas [ahora se refiere a las normas clásicas de Pedro Romero], se ha reducido el toreo a la mitad, es decir, le han quitado la parte más bella, la de delante, la que yo llamaría la enjundia del toreo; aquella en que el torero se enfrenta con el toro echándole el capote o la muleta adelante, para, a medida que el toro va entrando en la jurisdicción del torero, ir templándole, ir inclinándose sobre la pierna contraria al mismo tiempo que esta avanza hacia el frente, es decir, alargando el toro al mismo tiempo que por sí se va profundizando”.[52]

Así que la pierna que avanzaba, la que llama “contraria”, en la que se carga la suerte, es la pierna del embroque, es decir, la pierna de salida, la más expuesta al paso del toro. Ahí radican el poder, el mando, la profundidad del toreo. De todo el toreo: “Yo creo que la grandiosidad del arte de torear radica en la cargazón de la suerte: grande es el lance a la verónica cargando lentamente sobre la pierna contraria; bella es la suerte de banderillas cargando sobre la pierna; bellos son los pases de muleta cargando sobre la pierna; más bella es la suerte de matar cargando el cuerpo sobre la pierna”.[53]​ Y esta es su sentencia final: “Y para terminar, porque temo cansarles a ustedes con mi insistencia sobre las normas, el toreo es: parar, templar, cargar y mandar, a un toro, naturalmente. Ayer, hoy y mañana, ha sido, es y será un gran torero todo el que sea capaz de realizar esto bellamente, que aquí es donde la personalidad reclama su parte”.[54]

Manuel Rodríguez, Manolete

Manolete, apodo de cartel del cordobés Manuel Rodríguez, fue una de esas figuras del toreo que revolucionan estilísticamente la lidia, mereciendo el sobrenombre de Califa del toreo, como sus paisanos anteriores Lagartijo, Guerrita y Machaquito. El punto de vista de este torero, tanto por las imágenes más características suyas (estatismo, verticalidad, perfil…) como por sus propias declaraciones sobre cargar la suerte, se desvia claramente de la corriente general. He aquí su reflexión al describir el pase natural: “La pierna izquierda [es decir, la de embroque y salida] tiene que quedarse completamente inmóvil, y cuando el pase llega a su terminación, es entonces cuando hay que girar con la pierna derecha hasta quedar en posición de dar el siguiente muletazo, en el mismo terreno en que se inició el primero, y así sucesivamente. Todo eso que se dice de cargar la suerte en el natural viene a ser lo que es cargar la suerte en otras fases del toreo. Esto es simplemente una ventaja para el torero, puesto que se desvía más fácilmente el camino que trae el toro. Cargar la suerte, yo lo creo así, es tan solo una ventaja”.[55]​ Solo coincide aparentemente en la idea general de la quietud y en la cuestión de quedarse en el mismo terreno al ligar los pases, aunque con unos movimientos de piernas diferentes.

Bien es cierto, no obstante, que Manolete podía en parte estarse refiriendo a formas espurias, muy generalizadas, de desviar la trayectoria del toro sin exposición para el torero,[56]​ pero su rotundidad de juicio no parece realmente limitada a formas falseadas de cargar la suerte. Lo que sí ciertamente constatable es que algún crítico de prestigio de su época, como "Don Justo",[57]​ contradice el criterio de que Manolete no cargaba la suerte: “El toro, «embarcado» en la roja tela, avanza por su viaje natural. El torero, quieta la planta, con los talones embutidos en el albero, y los pies, ni juntos ni exageradamente separados, va suavemente cargando la suerte, girando el brazo para describir un medio punto, en el que la flexibilidad de la cintura desempeña un importante papel […] Ese es el pase natural que con exquisito gusto artístico ejecutaba el singular torero […], pase único, excepcional”.[58]

El valor histórico indiscutible de este torero es expresamente reconocido por algunos de los propios toreros que en este artículo opinan de forma muy distinta respecto a cargar la suerte. Así, como a continuación veremos, Rafael Ortega: “Sentí gran admiración por Manolete, que a su manera hacía un toreo puro”;[59]​ o, después, Antoñete: “El torero que más me ha impresionado ha sido Manolete”.[60]​ Y el propio José Tomás será un torero muy inspirado por la línea artística y personalidad de Manolete.

Solo esos ejemplos, más el fervor popular masivo del que gozó este torero a ambos lados del Atlántico, y el generalizado aplauso de la crítica, fuerzan necesariamente a hacer alguna matización sobre la identificación entre cargar la suerte y mandar, identificación que han propuesto varios toreros (ya se ha visto a Domingo Ortega) y prestigiosos teóricos (como veremos a Gregorio Corrochano, que, por cierto, reunía a Belmonte y Manolete como “los dos toreros de más acusada personalidad que yo he conocido”,[61]​ por citar a dos apasionados defensores de tal identificación. Porque, como dejó dicho Pepe Alameda, “por donde quiera que se le vea, el toreo de perfil de Manolete era un riguroso sistema, no una pícara estratagema”.[62]​ El Dr. Venancio González describe ese sistema desde una perspectiva médico-anatómica: “Manolete consigue la perfección en su forma de torear inmovilizando, hasta un grado inigualable de quietud absoluta, las articulaciones de tobillo, rodilla y cadera (lo que algunos cronistas llamaron su verticalidad) y sigue fiel a la flexión dorsal de la cintura y ventral de la nuca […]; edifica sobre el escorzo detallado toda la estética de su forma de torear”.[63]

Hay otra cuestión de la personalidad torera de Manolete que va a ser asumida, en buena parte de su toreo, por José Tomás, que es el aguante, asociado precisamente al mando, como fue señalado por críticos de su época: “Aguanta y manda con la capa de una manera indescriptible […], no cede cuando los toros se quedan, y les insiste en ese momento peligroso, y les saca el remate imposible, como aquella media verónica…”.[64]​ Fotografías y vídeos muestran esa técnica y ese aguante (valor) de Manolete con la muleta igual que se describió con su capote, y parece evidente que el factor emocional derivado de ese tipo de toreo llegaba perfectamente al público, sin la carga de la suerte en el sentido tradicional de echar la pierna de salida adelante. Así pues, ya desde los tiempos de este "califa del toreo" habría sido conveniente una revisión teórica que ensanchara el concepto de cargar la suerte.

Por otro lado, como dice Juan Posada, “Manolete no cargaba la suerte nada más que a la hora de entrar a matar”,[65]​ pero esa cuestión se trata en el epígrafe correspondiente infra.

Rafael Ortega

Rafael Ortega Domínguez publicó en 1986, teniendo 65 años, un libro titulado El toreo puro, redactado y prologado por Ángel-Fernando Mayo. Encabeza su prólogo una cita de Antonio Chenel, Antoñete, en que manifiesta que Rafael Ortega es el torero “que más me ha gustado […], el más completo y el que ha toreado con mayor pureza”.[66]​ La admiración era mutua, pero R. Ortega enumera a bastantes otros, destacando a Domingo Ortega.[67]​ Pues bien, tras aludir a su conocimiento de la trilogía de Belmonte, y de la puntualización posterior de Domingo Ortega, ya expuestas, Rafael opta por una nueva matización: “Para mí es importante algo previo, citar, o sea, echarle el trapo para adelante al toro […] Así que lo que yo veo, para hacer el toreo puro, es esta continuidad: citar, parar, templar y mandar, y a ser posible cargando la suerte”.[68]

 
Cite para pase natural de Talavante
 
Cite para derechazo de Antonio Ferrera

Pero ese “a ser posible” terminará afirmándose como un requerimiento básico: entrando en detalles, no le convencen la chicuelina ni el toreo a pies juntos, “porque no se carga la suerte. Por el contrario, sí he sentido el echarme el capote a la espalda […] citaba, echaba la pierna para adelante y cargaba la suerte, así que era un toreo de más exposición, pues tiraba del toro con medio capote como si estuviera toreando con la muleta”.[69]​ “Pero el toreo fundamental se hace a la verónica […] La verónica pura, la que rompe y domina al toro, es la que se da con las manos bajas, cargando la suerte y ganándole terreno al toro”. También la llama, por eso, “honda”.[70]

Más de treinta años después, siguen siendo muy actuales las siguientes críticas, que afectan ya al uso de la muleta: “Dar los pases totalmente en redondo, eso no es el toreo; eso les gusta hoy a los públicos, pero a mí no. El pase debe darse cuanto más largo mejor, pero con el cite y con remate, quedándose uno colocado para el siguiente. El toro tiene que venir humillado, metido en la panza de la muleta y con la suerte cargada. La mayor parte de los toreros lo que hacen es descargar: tú citas por un lado o por otro, y en vez de echar adelante la pierna contraria lo que haces es echar la otra para atrás; y eso no es cargar, es descargar. El toreo bueno es aquel en que cargas la suerte y apoyas el peso sobre la pierna contraria; y la última parte del pase ha de permitir que el toro te deje colocarte de nuevo sin modificar el terreno, pues lo más clásico y lo más puro es que, en la faena, cuanto menos andes, mejor”.[71]

Y un párrafo específico para el pase natural, dado con la mano izquierda, que, además, por su precisión, no deja lugar a dudas sobre cuál es la pierna “contraria”, la que carga la suerte: “Me gusta tanto el natural por su sencillez. El natural no es puro si no se carga la suerte. Yo lo he dado así siempre que he podido. Ahí está la pureza y el riesgo. Así me cogió el toro de Barcelona que era cinqueño y estaba corraleado, y me vio la pierna izquierda al cargarle la suerte”.[72]

Y para finalizar: “Otro pase importante con la izquierda, que ya he dicho que es la mano que más me gusta, es el ayudado por bajo […] Hay que darlo despacio, sin pegar trallazos, y evitando que el toro te enganche la muleta. Así es conveniente darlo a mitad de la faena o, aún mejor, al final, como pase de castigo para afirmar el dominio y cuadrar al toro”. Y al respecto cuenta el caso de un día que, entrando a matar, pinchó. Y entonces: “Le di dos ayudados por bajo, uno por cada lado, llevando la muleta por debajo de los pitones del toro, cargando la suerte, templando y arrematando los pases. Ahora el toro me pidió la muerte, le cogí perfectamente los blandos y me dieron la oreja […] Y Gregorio Corrochano escribió en Blanco y Negro que esos dos pases habían sido lo más torero de esa tarde y de muchas tardes”.[73]

Marcial Lalanda

Marcial Lalanda, torero de época, largos años figura del toreo, se valió del polifacético catedrático universitario Andrés Amorós , para exponer su biografía y tauromaquia (como Luis Miguel Dominguín y Enrique Ponce), uno de cuyos capítulos es “La lidia”,[74]​ y sus aportaciones sobre cargar la suerte son numerosas y se presentan rodeadas de detalles muy precisos (justo lo contrario que Ponce, que ni siquiera nombra el concepto en su capítulo “Arte y técnica del toreo”). Así, Lalanda: “El toro viene con fuerza y hay que embarcarlo, embrocarse, cargar la suerte… De este modo la suerte dura, más o menos, desde dos metros antes de que llegue el toro hasta un metro después. Basta con volver a cargar la suerte para ligar, sin tapar la vista del animal”.[75]

“Al cargar la suerte habrá que inclinarse algo, oblicuamente, acompañando al toro [...] Absolutamente fundamental es cargar la suerte. Comparto plenamente en esto el criterio de mi amigo Domingo Ortega: a la trilogía clásica (parar, templar y mandar) debería añadirse este nuevo precepto, cargar la suerte. Como dicen los taurinos, echar «la pata p’alante» […] Hoy, por desgracia, lo habitual es lo contrario: descargar la suerte, echar la pierna atrás. Son dos mundos opuestos”.[76]

Dentro de ese otro “mundo opuesto” destaca dos ideas: “El toreo a pies juntos es airoso, bonito, pero se hace con el toro que viene y va, se domina menos”.[77]​ Y: “Con el toreo paralelo no puede cargarse la suerte”.[78]​ Se debe entender “paralelo” como perfilero.

Continúa la exposición técnica: “El diestro ha de recibir al toro estando parado y, en el momento de «enganchar», cargar la suerte, adelantar la pierna contraria hasta el embroque y acompañándolo con todo el cuerpo: cintura, brazos, muñecas. El ideal es no enmendarse con los pies”.[79]​). Es decir, no moverlos, como ya estableciera Pepe-Hillo. “Cargar la suerte puede desembocar en ir ganándole terreno al toro, un paso en cada lance, hasta acabar en el centro de la plaza, o cerca. Eso es lo que nos enseñó Belmonte: una verdadera preciosidad. Las escasas veces que lo ve, el público no puede permanecer indiferente”.[80]​ Al respecto es poco significativo que toreros prebelmontinos ya lo practicaran. El hecho es que Lalanda lo vio y lo aprendió del trianero, aunque él confiese haber seguido más la línea del otro gran maestro: Joselito. Y de hecho, bien sabido es que ambos genios del toreo, José y Juan, se contagiaron mutuamente sus técnicas y estilos.

Veamos ahora, para finalizar con él, una referencia autobiográfica concreta de Marcial: “Con el capote, yo toreaba mejor de rodillas que de pie, por raro que pueda parecer. Lo hacía cargando la suerte hasta el embroque. Lo solía hacer con una, pero también con las dos rodillas”.[81]​ Presenta aquí el libro dos magníficas fotografías con una rodilla en tierra, y la otra, generosamente ofrecida al embroque, muy cargada, al modo del doblón que somete, pero con la capa: un recorte.

Antonio Chenel, Antoñete

Antoñete, se mantuvo en los ruedos hasta los 65 años (y algunas excepciones más), aunque previamente tuvo que optar varias veces por la retirada. Triunfó ya desde novillero, pero alcanzó su mayor gloria en torno a los cincuenta años. El periodista taurino Manuel Molés recoge lo más notable de su biografía y su tauromaquia.[82]​ Encabezando cada uno de sus capítulos se destacan unas “Gotas de Chenel”, en que va destilándose su tauromaquia. Una de las primeras es su definición de cargar la suerte: “Es cambiar el toreo lineal por la hondura y la profundidad, al cargar el cuerpo sobre la pierna contraria”.[83]

Luego, en muchas ocasiones, los recuerdos del veterano torero incidirán en la importancia que este concepto ha tenido en su estilo de torear, desde novillero, como en Barcelona, en 1951: “No me enteré de nada hasta el quinto novillo. No sabía ni donde estaba. Pero en el quinto, el segundo mío, desperté y hasta hice dos quites: uno por verónicas con la pata p’alante y otro de frente por detrás cargando la suerte. Y corté una oreja”.[84]​). Como vemos, están los dos conceptos complementarios, tantas veces equivalentes en su significado. Y se repetirán, alternados o agrupados: “A un toro suyo [de Antonio Ordóñez] le hice el quite, me eché el capote a la espalda y daba lances como si fueran derechazos y naturales, echando la pata delante, cargando la suerte”.[85]​ Algo muy semejante a lo rememorado por Rafael Ortega (supra).

Analiza luego, concretamente, el fundamental pase natural, en lo que respecta al juego de piernas y sus cargas: “Respecto a la apertura del compás, las piernas deben estar más o menos abiertas (ni mucho, ni poco), y con el medio pecho por delante. No haría falta decir que al echar la pierna adelante te obligas a cargar el peso del cuerpo en el muslo izquierdo, produciéndose en ese momento un cambio, ya que antes en el cite todo el peso se había cargado sobre la pierna derecha. Lógicamente, por obligación, o por el juego del peso del cuerpo, tienes que meter los riñones […] La suerte se carga… en el momento justo, cuando se embarca al toro, y el torero, girando su cintura, cambia la pierna de apoyo”.[86]​ Dedúzcase que meter los riñones es adelantar, inclinado, el cuerpo entero, y que la parte más adelantada del torero será su cabeza. Sobre esto pueden observarse muchas fotografías de diversos toreros. En esa posición pasará por delante el toro y se creará la situación de mando, de dominio.

Y en definitiva, una conclusión del torero madrileño: “En el toreo la mano izquierda es la verdad. Es lo más limpio y lo más difícil. Con la izquierda se torea sin ventajas y todo es más puro. Para torear con la derecha hace falta echar mano de una espada. No es lo mismo. Con la izquierda basta con sujetar un trapillo rojo, dar el pecho y echar la pata p’alante”.[87]

José Tomás

José Tomás es el único torero vivo, y en activo, de esta selección (los últimos ocho años ha toreado en contadas ocasiones y se desconocen sus proyectos para la temporada 2020). Es la última gran figura revolucionaria del toreo, con sus mayores triunfos a finales del siglo pasado y a comienzos de este, y sus sonadas reapariciones. Público, críticos, artistas e intelectuales diversos le han envuelto en la aureola de mito.

Por su conocido hermetismo no hay muchas declaraciones suyas, y las que han aparecido quedan referidas a ciertos contextos o a faenas concretas, sin mención a cargar la suerte. No obstante, por su interés, veamos alguna. Tras su retirada en 2002, y su anuncio de reaparición cinco años después, la escritora Almudena Grandes publica un reportaje bajo el titular de una frase suya lapidaria: “Vivir sin torear no es vivir” (El País semanal, 27 de mayo de 2007). Antes de la cogida casi mortal en Aguascalientes, estando ya en Méjico afirma: “El toro tiene que pasar por donde tú quieres y quedarte quieto aunque te lleves la cornada” (Entrevista de Jacobo García, El Mundo, 10 de octubre de 2007, pg. 58). Y cuando años después escribe el breve libro “Diálogo con Navegante” [nombre del toro de Aguascalientes] declara: “En el ruedo no valen las medias tintas, vale el compromiso, la muerte está presente […] A más compromiso, más riesgo; y a más riesgo, más arte” (I. del Prado. La Razón, 24 de mayo de 2013, pg. 67).

Es preciso adelantar esas visiones personales del torero en vista del extraño vacío que los numerosos libros sobre José Tomás presentan respecto al tema de este artículo, cargar la suerte. Esos libros se recrean en alto grado sobre la interpretación del éxito de Tomás, la pasión popular, su distanciamiento respecto a la prensa y al sistema empresarial (en parte por su negativa a ser televisado), los vetos que soporta por entreverados intereses, que generarán controversias; y se caracterizan sobre todo por una visión sociológica e incluso política, metafórica y mágica, muy literaria, del torero, mitificándolo (y también desmitificándolo).[88]​ Salen a relucir, por supuesto, sus grandes méritos: el valor, básicamente devenido del sitio donde se pone; su estatismo o quietud, el temple (un punto sin embargo débil para sus detractores, que numeran sus enganches y desarmes), la ligazón, la profundidad, y paradójicamente, en principio, la verticalidad; el toreo a pies juntos, el cite de frente (desde las gaoneras, pasando por el natural, las manoletinas...); el dejarse coger antes que rectificar (que algunos han interpretado como deseo de morir, idea negada rotundamente por el torero),[89]​ su muñeca, su cintura… y su conexión emocional con el público. Pero no aparece la característica fundamental de cargar la suerte.

Ni siquiera los grandes toreros consagrados, al opinar sobre él, emplean el término directamente, aunque ya ponen algo sobre la pista en la cuestión. Así, Diego Puerta: “No se parece a nadie. Tiene mucha casta, pero también esa mano izquierda, cómo espera al toro y lo lleva… Es muy fuerte al natural, tiene mucha personalidad”. Antoñete: “Hay dos Tomás. Uno torea limpio, como los ángeles. Con la mano por bajo, da el pecho a los toros y da gusto verle. Pero está el otro, el de las trincheras, el de tocan arrebato, el que atropella la razón”. Paco Camino: “Lo que pasa es que es más responsable que los demás y se pasa el toro más cerca que el resto […] Se pone en un sitio donde no nos poníamos ni nosotros. Ese valor, esa cabeza fría no la he tenido yo” (Todos ellos en El País, 23 de julio de 2008, pgs. 2 y 3 de la “Revista de verano”, en artículo de Quino Petit).

Hay pues que recurrir a crónicas sobre sus faenas y forma de torear, comprobando que José Tomás es un caso singularísimo en la historia del toreo, precisamente en cuanto a cargar la suerte. Porque tiene dos formas muy distintas de hacerlo: la clásica y la personal (llamémosla todavía así). El contraste entre ellas ha producido, como hemos visto, una considerable neutralización del concepto. Pero no absoluta. Debe aclararse primero que no se trata de distinguir entre compás abierto o cerrado, cuestión que ya vimos debatida en tiempos de Bombita, por lo que ambas formas podrían considerarse clásicas. Por eso dice Carlos Abella de Tomás: “su capote ha tenido una verónica clásica de manos bajas a pies juntos, o de inspiración rondeña con el compás abierto y cargando la suerte”.[90]​ Aunque lo cierto es, tras el análisis realizado hasta ahora (y el que seguirán haciendo, infra, los críticos y ensayistas), que modernamente se entiende como la verdaderamente clásica, y en general más auténtica, la posición del compás abierto y la pata p’alante, precisamente porque permite marcar mejor la carga de la suerte, o lo que es lo mismo, la situación de mando o dominio. Respecto a esta, no se puede dudar (inmediatamente se referenciará) que José Tomás, sobre todo toreando a la verónica y más aún al natural, es un consumado especialista en lucir la carga de la suerte tal como la hemos visto descrita de forma tradicional, clásica, por muchos de los toreros precedentes, y veremos más tarde por los teóricos aún con mayor detalle. Respondería al canon: citar, parar, templar, cargar y rematar. Históricamente, el primer tiempo provendría verbalmente del ideario de Rafael Ortega, y el último, de Guerrita.

 
Trincherilla de José Tomás
 
Natural a muleta cambiada de José Tomás

Pero es otro el punto de vista que se debe exponer aquí sobre el tema, porque afecta a un concepto muy amplio de la tauromaquia de José Tomás. De este torero se ha subrayado su frecuente verticalidad como influencia estilística de Manolete, muy admirado por Tomás (sobre todo por su personalidad, en general).[91]​ Y ya vimos qué opinaba Manolete sobre cargar la suerte: era una ventaja para el torero. Y por otro lado se ha insistido en que gran parte de la emoción que contagiaba José Tomás al público provenía de los terrenos que pisaba. Esta es la cuestión clave, su forma personal de cargar desde la verticalidad y la quietud, pero en unos terrenos de alto riesgo: esa posición, ese sitio, es otra manera de cargar la suerte, con el cuerpo entero. Repásese la última cita que se hacía en el epígrafe de Bombita. Y así lo ve ahora, cierto es que singularísimamente, Pablo G. Mancha respecto a José Tomás y El Cid: “Pisar un terreno donde el toro, o [sic] obedece la muleta o coge al torero. Es decir: cargar la suerte; es decir, situarse en ese sitio fatídico […] cuando el toro tiene donde elegir: la carne del matador o el trapo”.[92]

Es el sitio de las cornadas, que jalonarán la carrera de Tomás desde sus primeros triunfos: “El de Los Bayones era un zambombo de 700 kilos […] El toro trataba de achicar terrenos en una guerra de avance y movimientos, mientras José Tomás establecía una guerra de posiciones, es decir, no ceder ni un centímetro […] y al final de una tanda soberana, tanto se juntaron los terrenos del torero y toro que el pitón derecho sí hizo sitio en la carne de José Tomás” (Javier Villán, El Mundo, 3 de junio de 1997. Pg. 58). En esa tarde de Las Ventas, el periodista y ensayista Rubén Amón y el propio apoderado del torero apuntaban que fue una racha de viento la causa de la cornada (Ibídem). En efecto, fueron estos dos críticos, junto con Zabala de la Serna, los que mejor apuntaron en la dirección que aquí se sostiene: “Este José Tomás explica cual es la teoría de los terrenos, la teoría de pasarse el toro por la faja […] una lección torerísima de cómo torear a un manso, de sentido de los terrenos […] Otra lección magistral, esta vez con un toro encastado […] verónicas ceñidísimas, estatuarios de escalofrío, naturales de clamor” (Javier Villán, El Mundo, 29 de mayo de 1998. Pg. 62). Y Rubén Amón, en esa misma tarde, de Puerta Grande en Las Ventas: “Nadie pisa el terreno de José Tomás, es decir, que ningún otro matador puede asentarse en el espacio natural del toro con parecida suficiencia, seguridad y aplomo” (Ibídem).

Aunque no son los únicos. El maestro de la crítica taurina Joaquín Vidal ya había apuntado a dos formas distintas de toreo emocional, aunque solo aplicaba el concepto carga, léxicamente, en el sentido tradicional: “El toreo no ha muerto. El toreo es tal cual lo realizó José Tomás […] Se cruzó con el toro, cargó la suerte, ligó los pases y tal como lo hacía iba provocando una conmoción que acabó en delirio […] Volvió a ceñir naturales, ahora desde la verticalidad, la quietud, la majeza y el temple” (El País, 28 de mayo de 1997. Pg. 46). Y asimismo Vidal: “Y el artista se complació en torear despacio, ligar naturales ora cargando la suerte ora juntas las zapatillas” (El País, 19 de mayo de 1999. Pg. 51).

Porque la tauromaquia de José Tomás, en sus mejores momentos (ninguna tauromaquia de los grandes toreros se basa en sus malas faenas), es siempre así: una ecléctica combinación de clasicismos, aportando un nuevo contenido al tradicional concepto de cargar la suerte, en virtud de unos terrenos muy comprometidos, desde la verticalidad inspirada en Manolete, pero con las demás características habituales de la carga (quietud, temple, mando, desviación de la trayectoria del toro, ligazón) y muy particularmente aportando “tanta hondura y tan estremecido sentimiento” (Joaquín Vidal, El País, 29 de mayo de 1998. Pg. 51). Desde sus comienzos lo supo ver así Rubén Amón, en su artículo “Revelación prodigiosa”: “Tauromaquia ortodoxa, pura y sobria, cuya esencia descansa en el esplendor del toreo natural […], la hondura que subraya el desenlace de las suertes […], la seguridad con que pisa los terrenos” (El Mundo, 28 de mayo de 1997. Pg. 56). Dos años después escribía Juan Soto Viñolo en Aplausos: “José Tomás volvió a desplegar su tauromaquia vertical y mágica, llena de temple y seriedad, ejecutando lo que Dominguín llamó la difícil facilidad”.[93]

O Antonio Lorca en El País, cuando Tomás sale por primera vez por la Puerta del Príncipe sevillana, en el año 2001: “El sitio que pisa Tomás y la forma de interpretar el toreo pertenecen a otro mundo […] es pura ortodoxia que combina a la perfección el arte y el valor […] toreó por naturales de frente y dejó en el ambiente el gusto eterno del toreo auténtico, profundo, templado”.[94]​ No hay necesidad de aclarar que las verónicas a pies juntos, los estatuarios, las manoletinas, ya citados, o esos “naturales de frente” no pueden cargar la suerte al modo tradicional. Son profundos y emocionantes por su composición general, pero sobre todo por el sitio, por el terreno escogido para ejecutarlos. Quince días después vuelve a salir José Tomás por la Puerta Grande de la Maestranza. Y dice Joaquín Vidal: “paradigma de la quietud”.[95]​ Y el buen torero que fue Juan Posada, tras retirarse, periodista, ensayista y cronista taurino en La Razón: “Un toreo estético y estático, aliñado por su gran personalidad […] labor de escalofrío por la impavidez del torero, que, sin enmendarse en ninguna ocasión, salvó tarascadas simplemente con la muleta, que para eso está”.[96]​ Posada, que ya había escrito: “Se cruzó con sus toros, dio el paso adelante, colocó la muleta en su sitio y dejó llegar a los toros casi hasta las ingles” (La razón, 18 de junio de 1999. Pg. 64). Tanto con estas como con aquellas palabras parece evocar el tercer elemento de la trilogía de Belmonte: mandar, que ya hemos visto asimilada a cargar la suerte, y la veremos disimilada también, por el propio Posada y por otros.

Después de aquella Feria de Abril sevillana, Alberto Fernández-Salido (La Razón, “Reporter”, 20 de mayo de 2001. Pgs. 40-42), interroga sobre Tomás a cuatro grandes críticos taurinos. Veamos algunas respuestas. Ignacio Álvarez Vara, Barquerito: “Pisa unos terrenos que dan pánico […] siempre le ves al borde del abismo […] se pasa los toros más cerca que nadie”; Juan Posada: “Cuando se torea en los terrenos donde lo hace José Tomás yo no paro en el tendido”; Joaquín Vidal: “Se necesita mucho valor para hacer el toreo puro […] se apropia de un espacio sagrado que pertenece al toro”; Javier Villán: “Antepone la superación del temor a la muerte”.

Y esto terminó muchas veces bien, pero otras no pudo evitar la cornada. De ahí las declaraciones del propio torero en Televisa, Méjico, cuando le pregunta el periodista si prefiere la cornada o dar un paso atrás: “Prefiero que me den la cornada. Bueno, es difícil esa elección. Tú cuando piensas que un toro puede pasar por donde tú quieres que pase, pero para ello te tienes que quedar quieto, asumes el riesgo de la cornada”.[97]​ También deben destacarse estas palabras del torero, interpelado en 6Toros6 por José Luis Ramón sobre si su verticalidad es un fin o un medio en su toreo: “Un medio, sin duda. Yo nunca la busco como culminación de mi toreo, y si tengo que sacrificarla para llevar a un toro más largo, lo hago”.[98]

El sitio, el terreno, la quietud, la verticalidad (a veces también con el compás abierto), el valor, tantas veces caracterizadores de la tauromaquia de José Tomás, implican un nuevo matiz en el concepto de la carga de la suerte con el cuerpo entero, que ya hemos visto también que conlleva frecuentemente la desviación in extremis de la trayectoria del toro, mandando, dominando con enorme riesgo y transmitiendo por tanto gran emoción al público. Como, por cierto, también transmitía Manolete, aun renunciando a la “ventaja” de cargar la suerte, porque llevaba la proximidad al toro a extremos desconocidos. Y en Tomás, con mayor motivo que en Manolete, sería impensable hablar de “ventajas” en ninguna de sus dos formas de cargar. Leamos al empresario y ex torero Simón Casas sobre la encerrona de seis toros en Nimes: con el sexto toro (habiendo ya triunfado apoteósicamente en los cinco anteriores), “lleno de vicios […] el único objetivo del torero era ganar, pase tras pase, algunos centímetros de terreno, hasta poder pegar sus muslos a la punta de los cuernos de un animal obligado a rendirse poco a poco”.[99]

Finalicemos ejemplificando con dos grandes cronistas que supieron reconocerle todos sus méritos y también criticarle con dureza sus malos momentos. Escribe Javier Villán sobre una faena de Puerta Grande en Madrid: “José Tomás se dio cuenta de que no hay que ponerse en el camino del toro a topacarnero, sino descarrilarlo […] Luego, la teoría del tancredismo: citó José Tomás, rectificó el toro, se paró, se quedó fijo en la pechera del torero y este no se quitó. Aguantó, y un soplo mágico desvió la embestida del bicho, que le pasó cerca, cerquísima” (El Mundo, 19 de mayo de 1999. Pg. 72). Sobre esta faena comenta uno de sus compañeros de terna, José Miguel Arroyo, Joselito: “Se ha jugado la vida de verdad, sin aspavientos ni concesiones a la galería”, palabras de rivalidad honesta que sitúan el toreo de José Tomás muy ajeno al tremendismo.

Y por último, la visión de Zabala de la Serna, entusiasta de Tomás durante lo que él llama “el trienio cabal” (1997-99), pero luego más crítico, aunque también objetivo, o de nuevo entusiasta, censurando a los que “no habían percibido la hondura ni la flexibilidad de su cintura, los terrenos minados que pisaba, la muleta adelante, generosos los muslos […] Y con la verdad en la izquierda y el valor en la montera jugó sobre el borde del precipicio, en el filo del abismo”, con un astifino toro de Alcurrucén (ABC, 29 de mayo de 2002. Pg. 98). Y tras su retirada de cinco años, al reaparecer, Zabala titula: “Y el mito se hizo carne en Barcelona”, y ve así su toreo: “Muñeca mágica, anclada la planta en el fondo del ruedo. Tremendos los naturales. Indescriptibles. Cegadores y hondos […] Otra vez Tomás cautivaba con las armas que irrumpieron a finales de los noventa en la historia de la tauromaquia […] la muleta mecida, los riñones encajados, el cante grande” (ABC, 18 de junio de 2007. Pgs. 75-76). Pasión crítica que se culmina en Madrid: “José Tomás es el toreo. José Tomás es el toreo puro y absoluto […] ¿Qué es torear? Parar, templar, mandar y cargar la suerte. ¡Cargar la suerte! La faena crecía, el público se fundía, se derretía […] Enfrontilado con la izquierda, con todas las ventajas para el toro, el personal se frotaba los ojos… a pies juntos fluyó un caudal de naturales” (ABC, 6 de junio de 2008. Pgs. 100-101).

En fin, ese toreo de dominio con riesgo y emoción en terrenos impensables es lo que se ha llamado, en este análisis, carga de la suerte personal, con el cuerpo entero, sin adelantar la pierna de salida, que debe sumarse a la tradicional, echando la pata p’alante, de forma que la tauromaquia ecléctica de Tomás opta muy frecuentemente por adelantar la carga al primer tiempo del canon: cargar, citar, templar y rematar. Por eso, se amplia adecuadamente el concepto de cargar la suerte, no solo en este torero, sino en cualesquiera otros que consigan el dominio, el mando del animal, con la exposición corpórea en un terreno que transmite una verdad torera que se convierte espontáneamente en comunicación emotiva, como ocurre con la pureza de la carga de la suerte clásica. Es lo que se ha hecho en la entrada de este artículo al exponer anticipadamente matizaciones que, en este epígrafe, ya con más detenido desarrollo, amplían la definición taurómaca de cargar la suerte, una de las normas fundamentales del toreo. Leamos, como cierre, unas palabras de Juan Posada: "Si creyera en la reencarnación, apostaría que [José Tomás] en su otra vida fue torero o vio torear a las grandes figuras que establecieron las normas básicas del arte de torear" (La Razón, 19 de mayo de 1999. Pg. 59).

La visión del concepto por los ensayistas taurinos

El lector dispondrá a continuación, como información, y para su propia valoración del concepto definido en este artículo, de la visión crítica sobre cargar la suerte de los siguientes ensayistas: Amós Salvador, Federico Alcázar, Gregorio Corrochano, Claude Popelin, Guillermo Sureda, Pepe Alameda, Juan Posada, Joaquín Vidal, Salvador Balil y Nicolás Sampedro. Tampoco aquí, como en los toreros, están “todos los que son”. Se hace una brevísima introducción biográfica de cada uno, y en general se puede apreciar una tendencia descriptiva más detallada que en los toreros. Todos hacen aportaciones con detalles que, sumados, enriquecen sumamente el concepto estudiado, sobre todo en su versión clásica, tradicional, pero aportando algunos también bases para la aceptación de una forma distinta de entender la carga de la suerte, en línea con lo expuesto en este artículo.

Amós Salvador

Amós Salvador y Rodrigáñez, Ingeniero de Caminos que ejerció varios ministerios en los gobiernos de Sagasta e ingresó como miembro en varias Academias, escribió su Teoría del toreo en 1908,[100]​ cinco años antes de la alternativa de Juan Belmonte, y por tanto con anterioridad a que este formulara su famosa trilogía del toreo: parar, templar y mandar. Belmonte no podía conocer la trilogía fijada previamente por Amós Salvador, pues la publicación por entregas en el diario “La Voz” de la Teoría del toreo se retrasó varios años y no fue editada en libro, por la Unión de Bibliófilos (210 ejemplares), hasta 1962. Pero Amós Salvador había propuesto esta otra trilogía, aclarando que servía para todas las suertes: citar, cargar la suerte y rematarla. Varios estudiosos posteriores asocian ambas trilogías por la evidencia de la relación entre cargar la suerte y mandar. A. Salvador se explica así: “La primera necesidad es fijar la vista del toro y obligarle a tomar la suerte, que es a lo que se llama citar […] pero apenas inicie el movimiento, se hace forzoso quitarlo del cuerpo, echarlo fuera y señalarle un terreno y una salida, todo lo cual se comprende en la frase «cargar la suerte», y conseguido esto se hace necesario rematarla, que consiste en dejarlo a la distancia que conviene […] y prepararse otro lance”.[101]​ La otra posibilidad que tiene el torero es apartarse, salirse de la suerte y dejar pasar al toro en su “dirección natural”, lo cual supone que “el que resulta toreado es el torero”: anticipa lo que ya hemos visto y veremos llamar “descargar la suerte”.[102]

Sobre Amós Salvador, vid "Enlaces externos".

Federico Alcázar

Federico M. Alcázar,que posteriormente fue cronista taurino del diario Madrid, publica su Tauromaquia moderna en 1936.[103]​ Durante varios años, desde la retirada definitiva de Belmonte en esa misma fecha, Alcázar gozará de un prestigio generalizado. Al definir “cargar la suerte” reproduce la definición de Paquiro, que ya analizamos. Sin embargo, coherentemente con su postbelmontismo, aporta una descripción técnica de los pases cargados que conducen a la ligazón moderna: “el toro pasa en sentido longitudinal paralelo al pecho y se le carga la suerte un poco hacia adentro, dejando en disposición de avanzar la pierna hacia fuera y ligar la suerte. Si se le carga la suerte hacia fuera, como indican las tauromaquias clásicas, se corre el riesgo de que se marche la res y el toreo pierda sus virtudes más relevantes: continuidad, trabazón, coherencia”.[104]

Gregorio Corrochano

Gregorio Corrochano se convierte en un prestigioso cronista taurino de las épocas que él mismo llamó “Edad de oro del toreo” y “Edad de plata”, entre 1914 y 1936. Pone la frontera entre ellas con la muerte de Joselito en 1920. Su gran labor ensayística taurina es bastante posterior. Despliega su tauromaquia a través de un libro, ¿Qué es torear?, de 1953,[105]​ que ampliará sustancialmente con nuevos temas a lo largo de su vida, pero de publicaciones póstumas,[106]​ siempre con gran conocimiento de causa.

Corrochano dedicó mucho espacio e intensidad al tema de cargar la suerte, lo que obliga, por su interés, a profundizar con él. De hecho, toma de Paquiro dos conceptos en los que este insistía reiteradamente para afirmar: “Son, pues, dos normas fundamentales, colocarse de frente y cargar la suerte”.[107]​ En efecto, reniega del toreo de perfil, “medio toreo” sin mando sobre el toro, aunque hace una importante matización: “El paralelismo del toro y el torero –el perfil–, sólo debe darse en el centro de las suertes. Cuando el torero que tomó al toro de frente, va girando y, en el momento en que el toro le pasa, los dos estarán de perfil y en líneas paralelas, para que pueda cargarse la suerte y el toreo adquiera más desarrollo, más mando, más eficacia […] Al toro hay que citarle, hay que empaparle en la muleta, hay que llevarle toreado antes de llegar al terreno que pisa el torero, hay que cargarle la suerte y hay que mandar y rematar”.[108]

 
Natural de Fortes

De la importancia del temple en ese proceso hablará después. Y en concreto al referirse al pase natural realiza una descripción muy precisa, que debemos abreviar: “Le adelanta la pierna contraria, o sea la derecha […] y entonces el torero, adelantando un poco la mano izquierda […] embarca al toro en la muleta […], se lo trae, se lo pasa por delante, mientras va girando la cintura al compás del toro y del pase, acompañando al toro en el viaje […] Una vez que el toro ha llegado al centro del pase, se carga la suerte sobre la pierna izquierda, y se va levantando el pie derecho, que al rematarse el pase, avanza en un paso y se queda en posición, colocado para ligar el pase natural siguiente…”.[109]

Lo dicho hasta aquí por Corrochano está tomado del libro primitivo ¿Qué es torear? Introducción a la tauromaquia de Joselito, de 1953. Cuando lo amplía para añadir una “Aproximación a la tauromaquia de Domingo Ortega”, uno de sus capítulos, “¿Qué es cargar la suerte?”, profundiza en el concepto: “Cargar la suerte es indicarle al toro el camino y obligarle a seguir ese camino. ¿Se puede torear sin cargar la suerte? Aparentemente sí, en puridad, no”. Y sigue: “Torear es mandar en el toro, hacer lo que se quiera del toro, tener el toreo en la mano; si no se manda en el toro, si el toro no va por donde quiere el torero que vaya, no torea el torero, el que torea es el toro. Y no se puede mandar al toro si no se carga de la suerte”.[110]​ O aporta este preciso contraste entre cargar y descargar la suerte: “Para llevarle donde él quiere que vaya tiene que mandarle, y para mandarle tiene que cargar la suerte. ¿Cómo? Adelantándole la pierna por donde ha de pasar y salir el toro, sin mover la otra. ¿Cuánto? Lo que haga falta, según las condiciones y estado del toro. Pero siempre hacia adelante, nunca hacia atrás. Con el paso hacia adelante el torero se acerca más y carga la suerte; con el paso hacia atrás se quita un paso al toreo y se descarga la suerte; hacia adelante se acentúa el toreo; hacia atrás se destorea; hacia adelante se manda en el toro; hacia atrás se pierde el mando […] y el torero tiene que enmendarse y no puede ligar”.[111]​ Y remacha para terminar el capítulo: “Conclusión: torear sin cargar la suerte no es torear”.[112]

Como ha podido comprobarse, Corrochano se alinea con la línea estricta que han apuntado los grandes toreros Marcial Lalanda, el propio Domingo Ortega, Rafael Ortega, Antoñete… o más bien al contrario, porque, menos Domingo, todos ellos se expresaron después del fallecimiento de Corrochano y de toda su obra póstuma, que demuestran conocer, pues le citan con frecuencia. Tal fue su grado de agudeza crítica, y de influencia.

Claude Popelin

Como ensayista taurino francés, Popelin se integra en este artículo por su prestigio de ensanchar el acervo cultural taurómaco. Han sido traducidas sus obras,[113]​ y la que se aprovecha aquí es El toro y su lidia. Tuvo relaciones de amistad con muchos toreros, con Hemingway…

Respecto a cargar la suerte destaca cuestiones que amplían el concepto: “El detalle capital está en que el toro, que venía en línea recta hacia el hombre, se ha desviado, por voluntad de este, hacia una línea oblicua de más o menos grados. Este paso forzado de la recta a la oblicua es lo que se llama cargar la suerte”. De lo que deriva la conclusión de que al forzar el torero ese recorrido oblicuo “impone su voluntad al animal y lo dirige, exponiéndose a una cornada al menor error o distracción por su parte. El torero está a la expectativa en tanto el toro avanza hacia él en línea recta. En realidad no torea auténticamente hasta que le desvía por el camino oblicuo”. Pone como ejemplo de torero fiel a esta “escuela” a Pepe Luis Vázquez, y apunta que quienes cargan la suerte “se ven obligados a cortar su faena de muleta mucho antes”.[114]

Y no es extraño que Popelin destaque a Pepe Luis Vázquez. También lo hace Marcial Lalanda, cuando sostiene que ese torero, “después de Joselito, es el más importante que he visto en mi vida. Fue desde luego el más hondo […], poseía el tesoro de una increíble facilidad para ver los toros”.[115]​ También lo veremos infra, con muy distinta visión, pero también laudatoria, en el epígrafe de Juan Posada. O colaborando en la edición francesa de una Tauromachie de Goya.

Guillermo Sureda

Guillermo Sureda Molina, que escribió sobre diversas disciplinas (literatura, historia, mitología), hizo amplia labor crítica, ensayística y biográfica en tauromaquia. Opinaba que “en el toro casi todas las normas son, por lo menos, discutibles, porque son contingentes y mutables”.[116]​ Por mantener esa actitud, Paco Aguado le sitúa, junto a Pepe Alameda (siguiente escritor), como “crítico heterodoxo” (vid infra, pg. 13 del prólogo).

De su último ensayo, Tauromagia, (Capítulo I, VII) salen estas palabras: “La suerte debe cargarse cuando el toro, ya arrancado, ya en plena carrera, va a meter la cara en los vuelos de la muleta, en la panza de la franela. Es entonces cuando morosamente, recreándose en la suerte –y no dando un zapatillazo, ni abriendo el compás exageradamente para goce de los ignorantes–, el torero debe avanzar la pierna de salida para que el toro tenga que cambiar la trayectoria en plena galopada, en su momento central, quebrándola”. Y matiza: “La suerte no se carga si la pierna de salida se adelanta cuando el toro está todavía parado o acaba de iniciar la embestida. De esta manera lo único que consigue el torero es descuadrarse de la cara del toro, descentrarse de ella, sin que el animal cambie su viaje”.[117]

Después reproduce y contrasta las ideas opuestas de Domingo Ortega y de Manolete, y apunta que “precisamente por radicales, ninguna de ellas está en posesión de la verdad”. Y lo razona tajante: “Ni siquiera la cargaba, por lo menos en su segunda época, el mismo Domingo Ortega, ya que lo que hacía era tener ya adelantada discretamente la pierna de salida cuando citaba al toro. Y hay muchos toreros –por ejemplo, Paco Camino– que como mejor torean es con el compás abierto, pero sin cargar la suerte. No creo, pues, que sin cargar la suerte no se pueda mandar, ni por tanto torear; se puede torear, y muy bien. Por otra parte, tampoco creo que cargar la suerte sea, como dice Manolete, una ventaja. Ya hemos dicho que la suerte se debe cargar sin avanzar mucho la pierna de salida […] Si se hace así, la cercanía del toro no sólo no se altera, sino que toro y torero se centran más, se reúnen más”. Y aporta, finalmente, un apunte: “Con el capote, por motivos puramente estéticos, puede cargarse más”.[118]

Pepe Alameda

Pepe Alameda, pseudónimo de Carlos Fernández y López-Valdemoro, es un polifacético escritor, poeta, locutor y ensayista taurino, que desarrolló gran parte de su obra en Méjico, tras su exilio en 1939. Por original y brillante tenía dificultades de integración sociocultural, aunque obtuvo gran prestigio retransmitiendo corridas en Televisa, y consiguió dejar bastante obra. Aquí interesa principalmente su capítulo 42 de El hilo del toreo.[119]​ Pero en el prólogo, el escritor taurino Paco Aguado ya nos prepara: “Alameda es un heterodoxo porque entra a saco en el campo de los cánones, para arrasarlos”.[120]

Muchas de sus páginas ciertamente sorprenden y atraen. Así, cuando cita dos máximas conservadas de Pedro Romero, una de ellas parece aludir al toreo posterior de José Tomás descrito profusamente supra: “Parar los pies y dejarse coger, este es el modo de que el toro se consienta y descubra”.[121]​ Entendemos por “dejarse coger” (disintiendo de Alameda) una sinonimia metafórica de “aguantar y embarcar” (que puede llegar al extremo, como tantas veces ha ocurrido con las cogidas de José Tomás), porque no hay que olvidar que Pedro Romero es un caso extraordinario de torero muy longevo y nunca herido por un toro, de los cinco mil que mató [5.600 decía Domingo Ortega], y además en la suerte de recibir, como él hacía…[122]​ Y también parece haber una anticipación de ciertos pases de José Tomás cuando dice Alameda de Pedro Romero: “Preconiza un toreo de aguante, en que el diestro no abandona su terreno, ni expulsa al toro del suyo: toreo de reunión, de línea natural”[123]

En cuanto al capítulo 42, se titula “Sobre el concepto de cargar la suerte”. Expone las opiniones o definiciones, al respecto, de siete toreros y teóricos, y va analizando paralelismos y contradicciones: “Casi todos consideran la posición perfilada como consustancial al movimiento de cargar la suerte”.[124]​ En su tendencia dialéctica, polemista, destaca a Corrochano (ya ha quedado expresado su predicamento) respecto a su desprecio del pase de perfil (“rígido, sin flexibilidad, sin cargar la suerte”) y la inclusión de “perfilarse”, precisamente, “en el centro de las suertes… para que pueda cargarse la suerte”.[125]​ O pone un ejemplo de Peña y Goñi sobre la suerte de matar del especialista Frascuelo, porque, en vez de separar las piernas, conforme al canon, “une los dos pies en el instante de cargar la suerte”. Así que Alameda considera que “el concepto de cargar la suerte es una abstracción que puede tener diversos contenidos materiales, según las diferentes suertes en concreto, e incluso según los distintos modos de interpretarlas”.[126]​ Esta opinión impulsa el sentido de la parte novedosa de este artículo sobre otra forma de cargar.

Otra idea muy expresiva suya es la comparación entre las descripciones de Pepe-Hillo y Corrochano: “Aunque con lenguaje muy distinto, expresan lo mismo… El torero cita de frente primero, o sea, «se pone», y luego va girando hasta colocarse de perfil, es decir, «se quita»”.[127]

Observando pues el conjunto de ideas abstractas, relativas, interpretativas, Pepe Alameda propone la suya: “Podríamos decir que cargar la suerte es llevarla al punto de conjunción de toro y torero, en que la suerte se precisa, se define y toma estructura. El punto de apoyo de la suerte, el gozne desde el cual se desarrolla”. Para ejemplificar pone el caso de una verónica. Si el torero se sale hacia un lado antes de que llegue el toro a jurisdicción y torea a la res por delante, no habrá realmente verónica. Pero si deja “que el toro meta la cabeza, al par que él se afirma sobre su eje, entrando ambos en conjunción, aquello ya es verónica y no dejará de serlo porque resulte más corta o más larga, más rápida o más lenta, más alta o más baja, pues ello afectará a la calidad de la suerte, pero no a su esencia”.[128]​ Porque, en definitiva, «cargar la suerte» es “darle su gravitación […] cuando el diestro se afirma sobre la pierna que le sirve de eje, esté separada de la otra o estén juntas. Es un problema de coordinación […] Ahí, la suerte toca a su cenit”.[129]

Juan Posada

Juan Barranco Posada, de larga dinastía de toreros, fue un notable diestro de corta carrera (1947-1956), pero va a figurar aquí, entre los teóricos, porque tras su retirada dedicó su vida al periodismo taurino en la prensa y en televisión. Y particularmente por ser autor de un ensayo muy singular sobre los toreros de su tierra: De Paquiro a Paula...,[130]​ del que se nutre el presente artículo de forma breve, aunque muy significativa.

Cuando desarrolla “la nueva era”, es decir, el tiempo de Manolete, recala particularmente en el análisis de Pepe Luis Vázquez, “que conjuntó arte y eficacia, técnica y sapiencia, clasicismo y vanguardia”. Le considera heredero de los toreros que Posada denomina eclécticos, Paquiro y El Chiclanero, y afirma: “Revitalizó el toreo a pies juntos, hasta el punto de ser capaz de cargar la suerte (como hicieron y preconizaron los eclécticos) sin utilizar la ventaja de adelantar la pierna, que es lo que equivocadamente se entiende como tal. Trajo siempre al toro toreado desde lejos, indicándole el camino (cargando la suerte) [sic] con leve observación del engaño; acentuando ligeramente el lance para desviar al animal de su camino natural. Además, alternó la posición a pies juntos con la de adelantar y separar las piernas, cuando la situación lo aconsejaba”.[131]

Tras ese juicio no es de extrañar que Juan Posada se entusiasmara, años después, como hemos visto supra, con el toreo de José Tomás, y facilita la comprensión de la teoría de poder “adelantar la carga al primer tiempo del canon: cargar, citar, templar y rematar”, que quedaba descrita al final del epígrafe de José Tomás, teoría que Posada ya había propuesto implícitamente, como acabamos de leer, con Pepe Luis Vázquez, que, según él, cargaba la suerte sin adelantar la pierna, aunque con una primera inversión : citar, cargar... Matices de una misma idea fundamental, base y sustento de una parte de la propuesta ampliadora sobre el concepto de cargar la suerte aquí desarrollada.

Joaquín Vidal

Joaquín Vidal fue crítico taurino en varios periódicos hasta recalar en El País al fundarse este periódico en 1976, hasta el 2000, en que se retira por enfermedad cancerígena. Acusado de derrotista por sus detractores, debido a la dureza analítica que le caracterizó ante todo tipo de fraude, tuvo una categoría inigualable como escritor de variados registros lingüísticos[132]​ y como crítico (irónico) de todo lo vulgar y, lo que es más importante, como anotador (entusiasta) de todo lo excelente que ocurría en el ruedo.

Respecto al tema de este artículo se alineó apasionadamente con el concepto que Domingo Ortega como torero y Gregorio Corrochano como teórico abanderaron. Y no dejó de añadir en su libro El toreo es grandeza (1994) detalles descriptivos sobre cargar la suerte que enriquecen el concepto: “La acción de cargar la suerte es la piedra angular de la técnica del toreo. Cualquier toreo que se ejercite suprimiendo la cargazón de la suerte no es toreo […] Cargar la suerte se produce en el segundo tiempo del lance de capa o del pase de muleta. He aquí su planteamiento: el torero se sitúa frente al toro. Literalmente, frente al toro. No vencido hacia atrás, orillando su rectitud; lo que en la jerga llaman “fuera de cacho”. Situado de frente, se colocará «dando el medio pecho». Es decir, no necesariamente encarado de frente, pero nunca de perfil: terciado. El toro estará a la distancia que dicten su bravura, su codicia y sus pies. Así colocado, el torero presenta el engaño […] la actitud del diestro habrá de ser natural, relajada […] Cuando [el toro] cree que está a su alcance, humilla, para tirar el derrote […] el diestro mueve el señuelo, imprimiéndole el ritmo que demanda la embestida. En el preciso instante en que el toro iba a entrar en jurisdicción, el torero, dejando en su sitio el pie que le da lado, adelanta suavemente el otro, y esta es la acción de cargar la suerte. ¿Qué efectos produce? Pues que el torero ha ganado terreno al toro, desde luego acentuando el peligro […] A partir de aquí, el lance o el pase tienen una trayectoria en círculo, hasta el remate de la suerte, que será detrás de la cadera. El torero habrá mandado de tal guisa que dejará colocado al toro allá donde vaya a embestir, sin que se vea obligado a rectificar su posición. Que vuelve a ser la del principio, solo que ahora los pases se suceden apenas sin solución de continuidad –es lo que llaman «ligar»– y el torero continuará ejercitando la cargazón de la suerte en cada uno de ellos, con lo cual habrá estado ganándole terreno al toro a lo largo de toda la tanda”.[133]

Ya se comentó en la entrada de este artículo la maestría que esta ligazón de la suerte cargada requiere. Y también que no todos los lances o pases, ni todas las suertes, aceptan esa descripción. Por eso la premisa casi inicial, en el párrafo anterior, de la cita: “Cualquier toreo que se ejercite…” no solo es hiperbólica, sino contradictoria con las propias crónicas de J. Vidal, que pueden reflejar excelencia torera sin cargar la suerte tal cual la acaba de describir. Así, ya se apuntaron supra sus comentarios sobre dos faenas distintas de José Tomás, a quien no conocía aún al redactar eso. Pero se puede aquí añadir otro, muy anterior, sobre un gran triunfo de Andrés Vázquez en Las Ventas: “Hasta entonces había hecho lo más torero de la tarde: unas verónicas primorosas de pies juntos, otras hondas, con la suerte cargada […] Redondeó un todo antológico […] hacía a la fiera trenzar arabescos en torno a su figura, la obligaba a pasar, a humillar, al solo imperativo de su muñeca […] Era el delirio”. Nadie como Joaquín Vidal pudo contarlo con más detalle y mejor: “consumaba la faena de su vida, seguramente sin saberlo, seguramente sin pretenderlo, porque el toreo, como todo en arte, alcanza el grado de lo sublime cuando el genio desborda los límites de la voluntad”.[134]

En esa expresión del “todo antológico” muestra Vidal que no es un dogmático ante la "cargazón de la suerte", sino que está abierto a la autenticidad y belleza del toreo en su rica variedad, como cuando hace las crónicas más recientes aludidas.

Salvador Balil

Salvador Balil Forgas es un aficionado catalán que ha escrito tres libros sobre toros. El último, Viaje por la Barcelona taurina, que ha sido premiado, tiene mucho de memorias, y manifiesta la esperanza de recobrar la Fiesta en su tierra. Pero donde alude al tema que nos ocupa es en los otros dos, que se citan a través del ensayo de Nicolás Sampedro.

Define primero el tipo clásico o tradicional de cargar la suerte, ya bien conocido: “Después de haber iniciado el toro la embestida, el diestro echa la pierna «pa’lante», obligándole a cambiar su trayectoria natural, recta, por otra curva. Un cambio que solo puede lograrse adelantando la muleta en el cite”.

Y a continuación explica otro procedimiento en una segunda fase, referida a la serie de pases, de gran interés para aficionados muy observadores: “Pero también se carga la suerte traspasando el peso del cuerpo de la pierna contraria a la de salida –sin adelantar esta, para no tropezarse con el toro cuando ya se están ligando los pases–, lo que permite acompañarle con el cuerpo en su viaje, para –quebrando la cintura y rematando la suerte detrás de la cadera– dejarlo bien colocado y no romper así la ligazón”.[135]​ Es inevitable rememorar, tras esas palabras, a Manolete, a Pepe Luis Vázquez, a José Tomás.

También es muy interesante la siguiente matización: “Cuando se avanza desmesuradamente la pierna de salida para cargar la suerte, el toro sale despedido hacia afuera, malográndose, precisamente lo que se pretendía: la hondura del pase, con remate atrás, para ligar con el siguiente. Por tanto, tan nocivo puede resultar «cargar en exceso» como descargar la suerte”.[136]

Nicolás Sampedro

Ya dimos noticia de Nicolás Sampedro Arrubla en el epígrafe 4: “Un libro de ensayo especializado”, que se ha utilizado como referente repetidas veces. Ahora se trata de exponer su propia idea sobre cargar la suerte, que, en su caso, es compleja, porque se termina revistiendo de aliento casi metafórico, pero en definitiva sigue las líneas marcadas por Corrochano y los dos Ortegas (Domingo y su admirado Rafael).

Defiende con firmeza la carga de la suerte. Para empezar, porque modifica el tiempo de la suerte, “haciendo que en el mismo espacio o terreno ocurran más cosas de las que pueden ocurrir cuando en la dirección de embestida manda el toro”.[137]​ Reclama el mantenimiento de la carga en la serie de pases: “Es mentira que no se pueda cargar la suerte en la ligazón, lo que sí es posible es quedar fuera de la suerte para simplemente hacer pasar en línea recta”.[138]​ Y exige la integridad de toro y torero, cuestión de evidente necesidad, y dentro de ellas “cargar la suerte es el toreo mismo, es mando y dominio sobre el animal”.[139]

Recordando las matizaciones técnicas de las tauromaquias y algunos toreros, Sampedro aporta: “Los brazos hacen que la suerte sea por alto o por bajo, pero como un elemento más de un conjunto que es el cuerpo. Los brazos se convierten en la extensión del cuerpo para cambiar a la res de dirección […] Pero es posible cargar la suerte con el cuerpo para desviar la embestida”.[140]

Páginas atrás ha tratado el concepto de “energía ligera” (he aquí el matiz cuasi poético). Partiendo del concepto “ligereza”, clásico desde Paquiro, y recordando la frase de Belmonte “para torear es necesario olvidarse del cuerpo”, alude a Bergamín,[141]​ y a Azorín, quien, a su vez, había recuperado para la tauromaquia la idea fijada por Nietzsche para su concepto de la vida y el arte: “Energía ligera”. De lo que Sampedro deducía: “ La «energía ligera» es el esfuerzo que no se ve, la implosión, la transmisión, la naturalidad, la pureza, es reventar por dentro, romperse […] la piedra angular a la hora de cargar la suerte”.[142]

Pues bien, tal concepto lo usa como concentración necesaria cuando “en la rectitud se sitúen el toro y el torero para citar, parar, templar, cargar la suerte, rematar y recoger. Se carga la suerte en corto después de citar, cuando el diestro engancha a la res en el embroque y esta entra en jurisdicción, convirtiendo la línea recta de la rectitud de la embestida en una línea oblicua o curva según las condiciones”. Y entrecomilla, de seguido, para cerrar su libro, una glosa o variante de una frase muy conocida de Gregorio Corrochano: “«Cargar la suerte es conducir con el cuerpo la embestida de la res y obligarle a seguir el camino»”.[143]​ Y eso se hace con energía ligera.

Cargar la suerte el picador, el banderillero, el estoqueador

Ni los toreros ni los tratadistas teóricos se han preocupado mucho de describir el arte de cargar en las suertes de picar, banderillear ni entrar a matar, aunque hayan mencionado el concepto en alguna ocasión, muy aislada.

Pueden aquí enfrentarse dos puntos de vista opuestos hasta el extremo. Por un lado, Nicolás Sampedro, al escribir: “El acto de cargar la suerte […] está presente en todas las acciones que se puedan hacer delante de la cara de un toro o una vaca brava”, incluyendo “las faenas del campo”.[144]​ Lo argumenta recurriendo a la ya conocida idea de Corrochano sobre indicar el camino al toro y obligarle a seguirlo (vid supra).Pero no se debe sacar de contexto tal idea: la conducción del ganado, o rellenar a pie sus comederos, por ejemplo, no implican carga, sino más bien lo contrario, o sutiles sugerencias silbando, hablando... al animal, de tácita conveniencia. Y en la propia lidia, hay varias suertes prácticamente incompatibles con la carga de la suerte (chicuelinas, estatuarios, manoletinas…) a no ser que se considere la noción estudiada de realizar tales suertes en los terrenos del toro.

Por otro lado, la consideración relativista en el concepto de cargar la suerte que sostiene, tajante, Pepe Alameda: “muchas suertes fundamentales del toreo quedan totalmente excluidas de esas definiciones parciales que se refieren a ciertos pases y a ciertos lances, aisladamente considerados. Por ejemplo, la suerte de picar, la suerte de banderillas, la suerte de matar”.[145]​ Justamente las suertes que estudiamos ahora.

Y siguiendo la línea de este artículo, se encuentran, frente al aserto de Alameda, suficientes puntos de equivalencia en las tres suertes específicas de este epígrafe con algunos de los momentos, o tiempos, de las suertes tratadas previamente por extenso en la carga de la suerte (la verónica, el natural…). La línea seguida es la relación del concepto tratado con las reglas generales del toreo, y podemos observar en las tres suertes, primero, una colocación a la distancia correcta frente al toro, afrontándole en línea; y después, ya en la ejecución, detectar la presencia de varias de esas reglas: piquero, banderillero y estoqueador deben, en efecto, parar (por delegación los dos primeros) y citar; después, lo que es solo propio de ellos, clavar, y para su más correcta y meritoria ejecución cargando la suerte; y por último, rematar. Este rematar, que emplearon, al menos, Guerrita, Amós Salvador y Juan Posada (supra), tendría aquí el sentido de salirse de la suerte el ejecutor. Así pues: parar, citar, clavar, cargar y salirse, aunque sobre todo el banderillero, si es que carga, tiene que invertir o al menos simultanear el orden: cargar y clavar; y el matador también, si opta por la suerte de recibir, o asimismo simultanear los tiempos.

La cuestión es que el acto mismo de cargar la suerte tiene ahora una naturaleza totalmente distinta, y no solo en los movimientos del cuerpo a los que parece aludir Pepe Alameda: es que, además, ni piquero ni banderillero presentan un engaño o señuelo al toro; y el estoqueador sí usa su muleta, pero con un movimiento corporal absolutamente singular.

Dicho esto de forma englobadora, se pasa a tratar cada una de las suertes, en lo referente a cargar, con sus respectivas singularidades.

Carga de la suerte por el picador

La Tauromaquia de Pepe Hillo propone, a continuación del concepto “Cargar la suerte”, otra frase léxica: “Cargarse sobre el palo”, y define así la idea: “Es la acción que hace el picador cuando coge el toro con la púa, y se esfuerza a echarlo fuera en el encontronazo”.[146]​ El concepto de “carga” se explicita con toda claridad a lo largo del capítulo “En que se trata de picar a caballo…”, en que describe la suerte completa y se dan varios consejos para su mejor resolución posible. Así, el picador debe centrarse en “el espíritu de verlos llegar, recibirlos en suerte, cargarse con el palo reunido con el caballo y hacer el mayor esfuerzo al encontronazo”.[147]​ Y poco después: “cargándose sobre el toro”.[148]​ La fuerza expresiva de estas palabras, con la sinergia entre caballo y piquero, está clara, y su validez actual trasciende el cambio de la aparición del peto hace casi un siglo, precisamente porque se compensa con el cambio de la edad y la fuerza del toro. Aunque, naturalmente, esa fuerza se da por supuesta e imprescindible en el plano de la teorización. La realidad es con frecuencia bien distinta.

Francisco Montes, Paquiro, sigue a Hillo, pero le amplia en aclaraciones y detalles, por ejemplo cuando incide en la fuerza “competente” que debe tener el picador, aunque “a los toros pegajosos que reúnen mucho poder en la cabeza y que sean secos metiendo[la], no habrá hombre en el mundo que con la vara de detener los mantenga desviados y les dé salida”. En su definición global del puyazo introduce el concepto estudiado: “Así es que cualquiera que sea la suerte que se esté ejecutando, debe el diestro conducirse así: citar al toro, dejarlo llegar a la vara sin mover el caballo y, conforme llegue a jurisdicción y humille, ponerle la puya, cargarse sobre el palo, y despedirlo, si puede, en el encontronazo, por la cabeza del caballo, que hasta ahora no debe haberse movido”.[149]​ Destaca la suerte de picar “a caballo levantado, único medio de evitar la cogida”, exclusiva de grandes jinetes, que harán ponerse de manos al caballo en el encuentro y picar desde lo alto. Y después, la suerte “en su rectitud”, en que el picador “deberá ponérsele delante y enteramente en su rectitud […] difícil de rematarla bien […]: así que haya hecho la humillación y la haya tomado, se cargará sobre el palo para que no llegue el toro a besar al caballo en el encontronazo”. De ella dice ser problemática para toros aplomados, o pegajosos, o que recargan. Paradójico resulta el eufemismo del beso.[150]

En la perspectiva de hoy se ha estilizado mucho la anatomía de los picadores, pero no dejan de necesitar un brazo derecho brioso y dominio de la monta. De aquellas viejas tauromaquias que intentaban velar por la salvaguarda de los caballos, a base de fuerza, cargando, y buena montura (aunque con malos jacos), ha quedado un sobrenombre para la púa o puya: vara de detener.

El gran tratadista Sánchez de Neira, también previo al uso del peto, emplea varias veces el concepto de “cargar la suerte” al picar, y apunta que debe hacerse “fuertemente”, sobre todo con los toros “pegajosos”, o con los que “recargan”, aunque después haya que “meter espuelas […] y salirse, a no ser que no den tiempo para escapar, en cuyo caso el picador debe también recargar la suerte con la pica, unirse bien al caballo y herir, o sea picar, lo más perpendicular que pueda, echando el cuerpo sobre la vara”.[151]​ Aquí se entiende que cuando el piquero daba ya por cogido y malherido al caballo, en vez de salirse, en vano, debe aprovechar el sacrificio de su cabalgadura para corresponder con el mayor daño y desgaste posible: cargando la suerte.

Ya se anunció que Cossío daba una segunda entrada al vocablo “cargar”, pero recurre a un Vocabulario taurino, de Leopoldo Vázquez, que a su vez copia textualmente la definición de Hillo, cambiando “púa” por “garrocha”. El correspondiente ejemplo de uso lo toma Cossío del Manual de tauromaquia de J. Sánchez Lozano: “Cuando llegue a jurisdicción y a la vara, se cargará sobre el palo, sesgará el caballo y mostrará su terreno al toro”.[152]​ Es decir, su terreno de salida. Hay cosas en la tauromaquia que permanecen siempre de actualidad. Ya se vio también, en el epígrafe n.º 3, que el lexicógrafo José Carlos de Torres apoyaba el concepto de Pepe Hillo.

Recientemente se ha publicado un libro que merece aquí detenido estudio, porque al lector le es más evidente y cercano que la visión de las tauromaquias hasta aquí citadas: La Suerte de Varas, escrita por un picador, Raimundo Rodríguez, al que se atribuye ser “el más laureado de todos los tiempos”.[153]​ Escrito (o más bien grabado) como autobiografía, supone una verdadera tauromaquia especializada, y magistral, pese a su sencillez expresiva. Raimundo estuvo en la cuadrilla de los matadores Serranito, Andrés Vázquez (sus preferidos, sobre todo Vázquez, por la libertad que le daban y la compenetración con su labor), José María Manzanares, Ortega Cano (tres años con cada uno de los cuatro), y otros, terminando su labor en la Escuela de Tauromaquia de Madrid y ejerciendo como asesor presidencial.

Expone reiteradamente la técnica de picar (entrenamiento, preparación del caballo, colocación ante el toro, cite, salida de la suerte, relación con los matadores…), pero la presente información se ciñe a la carga de la suerte, a pesar de que la palabra “carga” no la utiliza nunca: se verá la expresión personal por la que la sustituye. La secuencia lógicamente ordenada queda así:

Momentos previos: “En el momento de arrancar el toro usted tiene tiempo suficiente para echar el palo […]; el toro cuando se arranca baja la cara, y en ese momento es cuando tú tienes que aprovechar para poner la puya en su sitio”.[154]​ “Cuando sale la puya, al lanzarse hacia delante va resbalando por la palma de la mano, pero cuando se encuentra con el novillo o con el toro, el señor picador tiene la obligación de girar una cuarta parte de su mano derecha para agarrarse con el palo y al mismo tiempo sujetar con su antebrazo derecho el palo para restar fuerzas al animal y retenerle un poco su fuerza y pegarle el puyazo”.[155]​ La vara, bien apretada con la mano, quedará presionada entre el “sobaco”, el brazo flexionado y el pecho.

Posición de piernas y manos: “Pierna derecha fuera del estribo y hacia atrás para hacer posible que el picador pueda echarse encima del palo [casi idéntico a "cargarse sobre el palo" de Pepe Hillo]; mano izquierda… echando la cara del caballo a la derecha para soportar el apretón del toro… pierna izquierda más alta que la derecha, pues como ya les he dicho el estribo izquierdo debe estar más alto para que el picador al echarse hacia el lado derecho no pierda el estribo y, al mismo tiempo, el estribo izquierdo es donde finaliza la fuerza que hace el picador. La fuerza nace en la puya, pasa por el pecho del picador y termina en el punto de apoyo del estribo izquierdo”.[156]​ Y un poco más adelante: “pierna izquierda amparando al caballo para que luche contra el toro”.[157]​ Esta idea la pueden entender mejor los jinetes: al presionar esa pierna el costado del caballo, actúa a modo de impulso hacia el lado contrario, es decir, de contrafuerte a la presión del toro por el otro lado, con lo que “le ampara”, y al mismo tiempo evoca la idea de Hillo de “reunirse con el caballo”, o de Sánchez de Neira “unirse bien al caballo”.

Carga propiamente de la suerte: “Yo me he agarrado con el toro antes que el toro llegue al peto”.[158]​ Habla de alrededor de un metro antes. “Ya está cogido con el toro,… ya ha soltado el estribo derecho; ya puede el picador echar pecho, alma y corazón con el palo”.[159]​ Esa es la expresión personal de Raimundo, su transmisión reiterada una y otra vez de la idea de cargar la suerte, que implica, como se lee en el párrafo anterior, “echarse encima del palo”. Como decían, también, Hillo, “cargándose sobre el toro”; Paquiro, “cargarse sobre el palo”; y Neira, “echando el cuerpo sobre la vara”. Raimundo parece no conocer el tecnicismo, o es que más bien prefiere sustituirlo una vez y otra por un decidido voluntarismo: “con el cuerpo, con el alma y con el corazón”.[160]

El respeto al toro que todo el libro de Raimundo desprende (empezando por aplaudir al “señor toro” cuando se destaca su actitud de acometida y empuje) demuestra que nada tiene que ver la carga de la suerte, o el cargar sobre el palo cuando el toro tiene fuerza, con esos recursos abusivos tan frecuentes en la suerte de varas (tenga o no tenga fuerza el toro), como el sistemático puyazo trasero por detrás de la cruz, o la costumbre de barrenar, bien al modo clásico del taladro metisaca, o bien con la actual variante de la oscilación de la vara en varias direcciones, o en círculo, generando, por ley de palanca, un verdadero barreno bajo la piel del animal. Están fuera de lugar estas praxis cuando se carga correctamente sobre la vara, que simplemente debe apretar, cargar, en la misma dirección oblicua desde que entra hasta que sale. Lo otro son ensañamientos sin "vergüenza torera", cuya responsabilidad comparten los piqueros y sus matadores. Raimundo Rodríguez, por cierto, alude a esa corresponsabilidad discretamente unas veces, y alguna, muy clara.[161]​ Quien lo dice bien tajante, sin ataduras biográficas, es el ensayista Felipe Pedraza: “No podemos olvidar que estos jinetes no son mas que subalternos de sus respectivos matadores y que se ensañan más o menos en función de las órdenes que reciben […] Algunos diestros tienen el feo hábito de gesticular o vociferar indicando a su picador que cese en el castigo. Es una pantomima dirigida a los espectadores poco entendidos”.[162]

Carga de la suerte por el banderillero

Eugenio García Baragaña publicó en 1750 su Noche Phantástica, Ideático divertimiento que demuestra el Méthodo de torear a pie. Y allí se lee que la acción de banderillas “mejor vista, por lo muy arriesgada, es cuando se le pone la banderilla al toro frente a frente […] haciendo un compás quebrado…”. No se puede deducir que implique carga, pero sí “deja primero dar el golpe” al toro, con evidente exposición. Muestra los orígenes de colocar las banderillas una a una.[163]

Define Pepe Hillo el concepto “Meterse con los toros” como, cualquiera que sea la suerte, “esperarlos demasiado”, y en concreto, en las banderillas, “el que se deja caer con más proximidad al tiempo de la humillación”.[164]​ “Dejarse caer”, para clavarlas, parece implicar la inclinación propia de la carga. Así, describiendo los tipos de suertes en banderillas, dice Hillo que en los toros claros y sencillos “se banderilleará a cuarteo […] a manera del de los recortes, con la distinción que cuando llegue al centro de los quiebros, y el toro humilla, se cuadra con él y le mete los brazos para ponerle las banderillas en el cerviguillo hasta los rubios”. Esta suerte también se puede hacer con toros “celosos”, pero entonces “el diestro procurará salir con pies”.[165]​ En tiempos de Hillo ya era lo más frecuente parear, “poner dos banderillas a un tiempo”,[166]​ y no una sola como anteriormente: el pareo facilitaba la posible posición de carga de la suerte.

Tampoco Paquiro nombra la palabra “carga” en banderillas, pero, en la suerte que parece de su predilección, al cuarteo, la insinúa. En realidad sigue a Hillo: “cuyo remate será el centro mismo del cuarteo, en donde, cuadrándose con el toro, le meterá los brazos para clavarle las banderillas”. La insinúa con claridad, porque, precisamente habla enseguida de “una variación sumamente importante” que sugiere justo lo contrario: “porque como ya cuadrado está el diestro fuera del embroque y puede, por consiguiente, aguardar sin riesgo el hachazo, no necesita meterse con el toro…”. Es decir, a toro pasado. Y también la anteposición, con un peligro mayor pero sin cargar tampoco: “poner los rehiletes antes de cuadrarse y de que el toro tire el hachazo, esto es, embrocado el diestro, para lo cual necesita meterse mucho con el toro para alcanzarle en la humillación […]; tiene el riesgo de que, en marrando al toro, se echa el torero sobre su cabeza, por lo que es necesario meter los palos sin dejar caer el cuerpo”.[167]

Llama la atención que Paquiro, en la suerte “a topa carnero” (o “de pecho”, o “a pie firme”) diga que “es acaso la más difícil de ejecutar, pero también aventaja en lucimiento a cuantas van explicadas”, y la describa así: “El diestro, a larga distancia del toro y de cara a él […] le obliga a que le parta […]; estando en esta disposición, tendrá parados los pies hasta que el toro llegue a jurisdicción y humille, en cuyo momento, con gran ligereza, hará un quiebro, con el que saldrá del embroque, y cuadrándose con él, le meterá los brazos estando ya fuera de jurisdicción, con lo que el remate es seguro”.[168]​ Esta imagen evoca en parte a lo que hoy se entiende por la suerte “al quiebro”, que supone aguantar mucho la posición, y es precisamente la propia inclinación corporal del quiebro que desvía el derrote del toro una verdadera carga. Realizada con pureza y ajustado embroque, debe considerarse carga de la suerte (si no se está ya "fuera de jurisdicción").

Pero aún le falta a Paquiro explicar “al recorte”. Según él se puede decir que es el modo “más difícil, más expuesto […] el «non plus ultra»”. En vez de esperar al toro, acude a su encuentro, y le hará un recorte o quiebro con técnica hoy en desuso: “en el momento de meter los brazos, que es el de la humillación del toro y del quiebro del diestro, está aquél casi embrocado a este por el lado, y cuando tira la cabezada, está ya fuera a beneficio del quiebro; pero ha de tener aún metidos los brazos, pues hasta este momento no ha podido clavar las banderillas, lo cual lo hace el toro con el mismo hachazo […] está el diestro haciendo el quiebro de espaldas al toro […] y tiene la cara vuelta hacia él”.[169]​ La compleja descripción deja dudas acerca de si este añejo tipo de recorte en banderillas suponía carga de la suerte, aunque Montes lo destacara como “el más expuesto”.

Por su parte, Sánchez de Neira, al tratar el vocablo “parear”, habla de “muchos modos más” de los que conocieron Pepe Hillo y Paquiro, y los describe con precisión, sin expresar tampoco el verbo “cargar”. La descripción que, teóricamente, más parece implicar la carga de la suerte es la del cuarteo, en la que sigue muy de cerca las palabras de Montes.[170]

Poco antes que Neira, escribió Peña y Goñi su estudio sobre Lagartijo y Frascuelo, en que destaca la magistral capacidad que tuvo el primero de ellos en la suerte de banderillas. Uno de sus ejemplos sirve para la exposición elaborada aquí de cargar la suerte con todo el cuerpo, a pies juntos y quietos: “Lagartijo, sin inmutarse, volvió al toro, colocó de nuevo el pañuelo en el suelo, clavó en él los pies y citó. El bicho arrancó como una bala, y Rafael, sin moverse absolutamente nada, quebró de cintura y colocó un asombroso par en las péndolas”.[171]​ Un suceso parecido, sin pañuelo y animando la embestida con arrojo de montera, lo llama “par histórico”, insistiendo en su quietud pese al quiebro: “inmóvil, sin perder un milímetro de terreno… y quedando Lagartijo en el mismo sitio desde donde había arrojado la montera […] todo ello con “arrojo, maestría y elegancia”.[172]​ En efecto, entre sus muchas virtudes como torero, destaca su dominio de todos los registros en la suerte de banderillas.

El quiebro en banderillas, del que ha hablado Paquiro en la suerte de topa-carnero y en la del recorte, es uno de los ejemplos más llamativos o explícitos del engaño al toro que hizo a José Bergamín considerar el toreo, en general, como “la inteligente burla y birla que es el arte de birlibirloque verdadero de torear”.[173]​ Esta apropiación peculiar de la popular expresión la define el ensayista de la Generación del 27 también así (conveniente al caso): “El arte de birlibirloque es el arte de poner y quitar”, y también, en global: “En el arte de torear es donde mejor se evidencian las verdades birlibirloquescas, porque entran por los ojos”.[174]​ Y para terminar con este escritor, aclarar que, para él, “en la suerte de banderillas el toreo se define puro, abstracto, absoluto, perfecto”, y que, entre las suertes de banderillas, solo hay una que considera “perfecta”: “el topa-carnero o a pie firme, en que se espera al toro”.[175]​ Esta predilección por la suerte de banderillas le puede venir a Bergamín de su admiración extrema por Joselito el Gallo, maestro también con los rehiletes, y por su gran amistad con Ignacio Sánchez Mejías, otro banderillero espectacular.[176]

Nicolás Sampedro analiza las reflexiones y descripciones de “Hache”, pseudónimo de Fernández de Heredia,[177]​ que tampoco emplea propiamente la palabra cargar, y llega a la conclusión siguiente: “Podemos afirmar que se carga la suerte cuando el banderillero es capaz de desviar al toro de su dirección natural, y esto lo podría lograr en un pase de poder a poder, de dentro afuera o con cualquier par que no implique expulsar al toro de la suerte, sino que, al contrario, el torero logre reunir un par en el eje de la suerte, en todo lo alto y en la cara del animal, habiendo previamente dado todas las ventajas al toro con los terrenos”.[178]

 
Javier Ambel se "asoma al balcón"

Se puede, en fin, confirmar la idea de que no existe tradición en el uso verbal de cargar la suerte aplicado a la colocación de las banderillas, pero que sí existe realmente una exposición del banderillero inclinado ante la cara del toro, y con los pies quietos y reunidos, para parearlo cuando precisamente este humilla ante el “bulto”, ante el cuerpo del torero, para tirar su derrote. En un periódico leemos, como pie de foto de un par de Antonio Bienvenida (cuyo hermano Pepote destacó en este tercio) que también reproducen el Cossío y la biografía del torero de Filiberto Mira: “Sacaba a relucir su gran escuela en algunos pares como este.

 
Javier Ambel clava en lo alto "asomado al balcón" entre los brazos

Adviertan la elegancia con la que junta las manos, también las zapatillas, y mira entre los brazos, que es lo ortodoxo en tan difícil suerte”.[179]​ El toro está humillando para el derrote; el torero frente a los pitones, los brazos en alto; las propias banderillas, clavadas entre el morrillo y la cruz, en todo lo alto, están ya permitiéndole el impulso (las puntas de los pies ya no rozan el albero) para hacer el quiebro o cuarteo, es decir, el giro corporal que le permita salirse del inminente derrote.

La afición viene a reconocer que un banderillero (vista de oro o de plata) ha cargado la suerte cuando la hace de poder a poder en el encuentro, en el embroque, y entonces emplea la expresión “se asoma al balcón”, recogida como frase hecha en algún diccionario especializado: “Asomarse al balcón: Frase que indica la ejecución en la que el banderillero coloca el par metiendo totalmente los brazos entre la cuna del toro, arriesgándose grandemente”, siendo “cuna”, figuradamente, “el espacio que existe entre los cuernos del toro”. En estas definiciones el lexicógrafo aporta ejemplos de la crítica y la poesía taurina.[180]

Ensayistas y escritores de crónicas han hecho suya tal expresión popular. Por ejemplo, reuniendo ambas condiciones, Guillermo Sureda: “¡Asomarse al balcón! Asomarse al balcón es, casi, como sacar un pasaporte para el más allá…”.[181]​ O Joaquín Vidal, en un capítulo reivindicativo del tercio “imprescindible” de banderillas: “El público de Las Ventas disfrutaba, pues uno de los banderilleros, conjugando su arte con la nobleza del toro –que se arrancaba pronto, largo y alegre–, reunía en la cara, «asomándose al balcón». Tanto le aplaudieron que hubo de saludar montera en mano. El par fue de poder a poder”.[182]​ Obsérvese, por desmonterarse, que este último es un peón banderillero, hombre “de plata”, o de azabache. Los tiempos de los grandes toreros que banderilleaban (como los ejemplos que han salido) quedan atrás. Hoy banderillean pocos toreros, pero los que verdaderamente cargan la suerte, asomándose al balcón, son unos pocos pero extraordinarios peones que, paradójicamente, no siempre acompañan en sus cuadrillas a toreros de postín.

Carga de la suerte por el estoqueador

El estoqueador, el espada (por metonimia), o matador, sea novillero o torero, cuenta finalmente con un estoque o espada especial de acero para terminar con la vida del toro una vez realizada la lidia, que, en sus orígenes, básicamente se realizaba con el fin de fatigar suficientemente al toro como para cuadrarle y poderlo matar a estoque. El toro, pues, debe estar cuadrado (o igualado), es decir, parado y con las pezuñas delanteras y traseras reunidas, ni muy abiertas ni muy cerradas. Desde hace al menos siglo y medio, la lidia se ha ido convirtiendo, además, en una faena con finalidad artística en sí misma, pero el momento de entrar a matar no ha dejado nunca de considerarse la suerte suprema, sin cuya buena ejecución no se puede redondear ortodoxamente el éxito (se aplica el adverbio por el crecimiento considerable de públicos poco exigentes en la concesión de orejas pese a deficientes estocadas).

Rastrear el uso léxico de cargar la suerte para matar al toro es algo más fructífero que en las suertes de picar y de banderillas, aunque de nuevo son las posiciones y movimientos descritos los que comúnmente aportarán equivalencias evidentes.

Aunque se hablará más tarde, infra, del maestro de Hillo, Pedro Romero, acudamos a la primera Tauromaquia para empezar. Dice Pepe Hillo, en la entrada “Meterse con los toros”: “en el [momento] de la muerte, el que se mete bien en el centro y da la estocada dentro o muy ceñido”.[183]​ Y es el propio Hillo quien encuentra apropiado, necesario, usar el concepto que aquí se estudia para dar otra de sus definiciones: “Dar la estocada dentro: Denota esta expresión que en el mismo centro se ha de meter la estocada, no porque el diestro se quede en él, sino porque su brazo ha de entrar por la rectitud, y al cargue de la suerte se ha de dejar caer con la estocada”.[184]​ Entre los tipos de suerte que expone, el que más se acerca a la carga es la llamada a volapié, cuya innovación atribuye (correctamente) a Costillares: “luego que al cite con la muleta humilla, y se descubre, corre hacia él, poniéndosela en el centro, y dejándose caer sobre el toro mete la espada y sale con pies”.[185]​ Y este “dejarse caer” con la espada también lo matiza: “para que [la estocada] sea buena es necesario que el diestro empuje con sus fuerzas, ayudándose con dejar caer el cuerpo al tiempo que sale del centro”.[186]​ Coherentemente, lo ha dicho él mismo, es con “cargue de la suerte”.

Pepe Hillo murió al entrar a matar. Se le ha atribuido ser “discípulo predilecto” de Costillares, y de su técnica del volapié, frente a la escuela rondeña de Pedro Romero, que mataba recibiendo.[187]Peña y Goñi matiza que “en todo gran torero hay fusión de las dos escuelas [sevillana y rondeña]”, y que “las tremendas cogidas” de Pepe Hillo, “sin exceptuar la de su muerte, fueron producidas por parar demasiado”, es decir, por recrearse y profundizar en la suerte, por cargarla.[188]

El propio Peña y Goñi incluye a Francisco Montes, Paquiro, como seguidor de la escuela de Pedro Romero, pero lo hace en el sentido general de su toreo.[189]​ En cuanto a la suerte de matar, en su Tauromaquia completa, Montes no alude expresamente, como Hillo, a cargar la suerte, pese a las muchas páginas que dedica a la “estocada de muerte”, y esa ausencia es significativa. Sí es verdad que empieza rotundo: “es evidente que el acto mismo de dar muerte al toro se debe considerar como un verdadero pase de pecho”.[190]​ Sería, naturalmente, un pase por bajo,[191]​), y no por alto, porque el engaño de la muleta no conduce en torno al pecho, sino a la rodilla. Lo que quiere decir es que es un movimiento de muleta semejante: con la mano izquierda y forzoso pase cambiado. Y si se tratara de “verdadero” pase de pecho es obligado cargarle la suerte, mandando la desviación de la trayectoria de la embestida en el embroque.

También cuando describe la suerte de recibir se sugiere la carga: “El brazo de la muleta […] cita al toro para el lance fatal, lo deja llegar por su terreno a jurisdicción, y sin mover los pies, luego que esté bien humillado, meterá el brazo de la espada, que hasta este tiempo estuvo reservado, con lo cual marca la estocada dentro”.[192]​ En la suerte que llama “a vuela pies” pretende “con prontitud” que “humille bien y se descubra, hecho lo cual se mete la espada, saliendo del centro con todos los pies”. No se ven aquí las expresiones tan sugerentes de Pepe Hillo, al que curiosamente tanto sigue (y amplia con precisiones técnicas) Paquiro en su Tauromaquia. Y en los otros tres tipos de suerte que aún distingue se sugiere con claridad descargar: “fuera del centro” (“a la carrera o a toro levantado”), “igual al de banderillas de esta clase” (“a media vuelta”), “haciendo una especie de cuarteo” (“a paso de banderillas”).[193]

Esta peculiaridad de no incidir en la carga de la suerte puede relacionarse con que varios recopiladores, ensayistas o toreros dejen apuntado que era frecuente que Paquiro estoqueara “atravesando”, como señala Posada.[194]​ Por su parte, Domingo Ortega, que ha afirmado que “más bella es la suerte de matar cargando el cuerpo sobre la pierna”, como ya hacía Pedro Romero, añade que “El gran Paquiro, con las normas recibidas de Pedro, llega a dominar todas las suertes del toreo […] En lo que falla, y le lleva a atravesar a los toros, es en lo que él quiere añadir por su cuenta tomándolo de otros ambientes”.[195]​ Para Posada, en cambio, en el eclecticismo (y en el valor) está la gran virtud de Paquiro, y ello le lleva a “abrir la espita de la inspiración torera” para la historia.[196]​ También es interesante un apunte que propone Pepe Alameda, tras observar alguna contradicción entre los testimonios del toreo de Paquiro y su propia Tauromaquia completa, al seguir y ampliar la de Pepe Hillo: “Arrastra muchas cosas que no caracterizan a Paquiro y que vienen a ser como los «primeros lugares comunes del toreo»”.[197]

Pero regresemos al maestro por antonomasia, y por antigüedad, respecto a los grandes autores de las Tauromaquias, a Pedro Romero, de la dinastía de los Romero, de Ronda. Se lamenta Pepe Alameda de “El silencio de Pedro Romero”: “Pedro Romero torea y calla. El silencio de Pedro Romero ha hecho daño, sin duda, a la teoría y a la historia del toreo”.[198]​ Cita máximas suyas fundamentales: ya se vieron en el epígrafe 6.6. de Alameda, que quizá no conoció cartas que se conservan del torero. Aparte, además, de la tradición oral, son los dibujos, litografías y grabados decimonónicos sobre él (alguno de Goya, que también le retrató al óleo), los que mejor han ayudado a que otros toreros captaran y transmitieran sus conceptos taurómacos. Por ejemplo, Domingo Ortega, que lee en su conferencia del Ateneo: “Pedro Romero, con sesenta años, véase un grabado de la época, matando un toro está sobre la pierna contraria” (ya sabemos que para Domingo Ortega eso significa cargar la suerte). Y sigue con otros toreros en otras suertes, cargando.[199]​). Pedro Romero también quedó representado, pero con aspecto juvenil, en una escultura policromada que asimismo muestra con claridad la carga de la suerte: ya hablamos, en una de las referencias del punto 7.1. (Carga de la suerte del picador), del libro de Jesús Urrea sobre el Museo de Escultura de Valladolid, y su colección taurina.[200]

Cuando Pascual Millán, en 1890, escribe su Estudio histórico sobre los toros, empieza haciendo una encendida defensa de la tauromaquia, y para ello recurre al apoyo de algunos escritores franceses, como Théophile Gautier, que sostiene que la suerte de matar un toro “vale por todos los dramas de Shakespeare”, y la describe así: “La muleta se desvió dejando al descubierto el busto del matador; el asta del toro no estaba a más de una pulgada de su pecho; ¡yo le creí perdido! Un relámpago de plata pasó con la rapidez del pensamiento entre los dos cuernos; el toro cayó de rodillas… Una tempestad de aplausos estalló en toda la plaza”. Evidentemente, presenció Gautier una ejemplar estocada cargando la suerte, “un relámpago entre los dos cuernos”.[201]​ Millán no concreta al matador, pero era Juan Pastor. El artículo de Gautier, “Une corrida en 1840” llegó a formar parte de la publicación francesa de una Tauromachie de Goya.[202]

De Frascuelo tenemos muy interesante información gracias, entre otros, pero de forma destacada, a Peña y Goñi. Llamará siempre la atención la que el escritor llama “Hazaña en Tolosa”, con solo 21 años (dato corrector de erratas en página final), siendo novillero (novillos entonces cuatreños). Estaba toreando al quinto cuando un error en chiqueros da lugar a la salida simultánea al ruedo del sexto: “Frascuelo lo esperó a pie firme; lo dejó llegar a jurisdicción, le marcó la salida como se marca en banderillas al quiebro; enmendó con velocidad asombrosa el terreno, al cargar la suerte, y metió y sacó instantáneamente el estoque. La velocidad adquirida por el toro hizo su muerte tan repentina que, hundir el estoque Salvador, levantar las manos el animal, y caer descompasadamente a los pies del matador, fue obra de un segundo”[203]​ Un metisaca inteligente (pues se reservaba su arma) y afortunado (debió herir la ahorta o el corazón) del que el cronista no concreta la zona de penetración, pero sí, como se ha visto, que cargó la suerte.

Pero también es lo cierto que Peña y Goñi, que en este libro describe o define el tipo de más de un centenar de estocadas (normalmente soberbias en Frascuelo e incorrectas en Lagartijo), apenas usa la expresión “cargar la suerte”, aunque evidentemente tiene la idea muy presente cuando Frascuelo cita recibiendo, a la vieja usanza de Pedro Romero y El Chiclanero, o cuando embarca al lector en la comprensión de un “tranquillo” que introdujo Lagartijo al entrar a matar. Se exponen ambos casos a continuación.

Peña, que dice cobijarse de la sociedad, la literatura, el teatro (sobre los que escribió diversos ensayos que mantienen hoy su prestigio referencial) “en las corridas de toros y en los hechos de los toreros, porque me enseñan la verdad”,[204]​ vivió desde joven la trayectoria de estos dos grandes rivales,[205]​) pero respecto a sus más tempranas actuaciones no tiene inconveniente en apoyar sus datos biográfico-taurinos en un revistero de su aprecio, más veterano, de apellido Carmona, para detalles complementarios, como este: “Frascuelo estuvo ayer acertadísimo, y recibió dos de sus toros sin mover los pies”. Por esta última precisión averiguamos la obligada carga de la suerte en ambas “magníficas” estocadas, “viéndose el redondel lleno de sombreros y de cigarros”.[206]​ Y si se opta por consideraciones generales: “Nadie se colocaba tan corto como él ni arrancaba tan derecho a la hora de matar”[207]​ cuando se decidía por el volapié. O bien: “En la suerte de recibir, Salvador cita siempre desde un terreno casi imposible, porque haciéndolo tan en corto como él lo hace, no hay manera de ver venir a los toros levantados y marcarles con holgura la salida. Y a pesar de eso, es tal el poder de su mano izquierda, que no ha sufrido cogida alguna en la ejecución de la suerte más difícil”.[208]

También explica detenidamente su técnica de colocación y movimientos, de la que conviene seleccionar aquí: “Si Salvador ve que el toro hace por él, adelanta rápidamente el pie izquierdo a par que baja la muleta hasta la arena; y como la vista no se aparta del morrillo y esto permite apreciar perfectamente el momento de descubrirse el toro y de «comerse» la muleta, he aquí que Frascuelo puede unir los dos pies en el instante de cargar la suerte y dar lugar a que la reunión y el embroque se verifiquen en poquísimo terreno y se destaquen con precisión y claridad de todo punto admirable”. Aunque Peña y Goñi emplea muy poco en sus crónicas comunes la expresión cargar la suerte, se ve aquí, en el lugar más oportuno, su voluntad de concretarla.[209]

Y en esto parecen estar todos de acuerdo: en 1896 afirma Sánchez de Neira que “la suerte de matar los toros recibiendo es la suerte suprema del toreo”. No emplea el verbo cargar, pero lo implica sintéticamente: “Recibir, pues, es la suerte de matar toros frente a frente y a pie quieto hasta después de meter el brazo”. El gran tratadista evoca el procedimiento de El Chiclanero (José Redondo), que se ceñía o “embraguetaba” más que Montes.[210]​ Si el embroque era tan ajustado era porque estaba cargando la suerte: lo obliga el cruce de los brazos.

Pasemos a Lagartijo, “modelo de finura, reposo y elegancia […], el que pisa a plomo y se mueve apenas, el que posee todos los tesoros de una belleza plástica inconsciente, y por eso mismo quizá, más seductora; ese hombre no tiene en toda la corrida más que un momento en que pierde todas las fascinaciones de su figura ideal: el momento de la muerte”.[211]​ Ya vimos supra, también, que como banderillero era extraordinario, y precisamente por su experiencia como tal encontrará cierta solución al problema de la estocada.

La deficiencia citada no era tan evidente en su juventud. En 1873 registra Peña que en una reaparición tras larga convalecencia por cogida, “Lagartijo despachó a su primer toro de una colosal estocada arrancando”.[212]​ O en 1874, cuando el toro Perdigón corneó a su hermano Juan en el último par de banderillas. Rafael, tras brindar, lo “igualó con solo cuatro pases de muleta, dejándose caer en seguida con una estocada asombrosa a volapié que echó a rodar inmediatamente al toro […] con un valor, con una fiereza y con un arte en los cuales parecía adivinarse el amor fraternal”. Dejándose caer implica carga de la suerte. Al domingo siguiente, “Lagartijo estuvo también hecho un héroe, y mató sus dos toros de dos admirables estocadas en todo lo alto y acostándose en el morrillo”. Esta última expresión implica también carga.[213]

Pero fue ya en ese mismo año cuando empezó a ensayar “tímidamente el paso atrás […], enmienda que le permitía cuartear con comodidad […], tranquillo que le permitió estoquear lucidísimamente en la mayoría de las ocasiones, sin arrancar corto ni derecho […], trasformado ahora el volapié en paso de banderillas, mixtificada la suerte inmortal de Costillares”.[214]​ En definitiva, como ya vimos al exponer la suerte de matar en la Tauromaquia de Paquiro, un procedimiento de descargar la suerte. Y Lagartijo se acogió a ello como una “meisina”. Tomar una “medicina” era consejo de su colega “Antonio Sánchez, er Tato”, pero no se sabe si le detalló la composición de la misma, o la fue formulando él mismo. Fue llamada en su tiempo “el paso atrás” pero eso puede desconcertar, porque no es solo un paso, es retroceder lo conveniente para tirarse a matar: "Arrancar corto y cuartear es enseñar el cuarteo a los espectadores más miopes […] por la sencilla razón de que hay que tomar ese terreno de una vez y echarse fuera antes de arrancar. Arrancando largo, esto es, tomando el terreno conveniente y midiendo este a voluntad del matador, el cuarteo se engendra desde un principio y se ejecuta paulatinamente, pero con rapidez de ejecución que no pueden apreciar sino los que miran en todo a los pies del matador, que son los menos. Lagartijo tenía pues que encontrar la medicina ambicionada en un término medio entre el volapié y el paso de banderillas”. Ese paso (o más bien pasos) atrás, “permitía a Lagartijo […] librar el embroque sin reunión y fuera de cacho”.[215]Fuera de cacho, otra expresión popular y técnica, que indica que el torero no está frente al toro, sino al hilo del pitón, terreno desde donde no se puede cargar la suerte, porque la suerte está de antemano descargada.

El contraste entre estos dos colosos del toreo a la hora de matar viene a certificar la idea de que la suerte suprema es muy compleja, y que los más grandes y valientes toreros pueden encontrar en ella un constante problema. Así, Bombita, sin entrar en el detalle de la carga, dice certeramente sobre la suerte de matar: “Es un don especial […] No sirven cálculos, ni sirven ensayos, no sirven buenos propósitos […] Aquí se acaban todas las sabidurías, hay algo especial que se sale de todos los cálculos, hay algo imprevisto, hay mucho de suerte, de acierto inconsciente para unos y desaciertos para otros”.[216]

 
Estocada de Fortes

Después vinieron bastantes toreros que fueron reconocidos como magníficos estoqueadores. Por ejemplo, el propio Manolete, que, como se apuntó al final de su epígrafe, supra, cargaba la suerte a la hora de matar: “Ejecutó el volapié a la perfección, pues aunque no le imprimiera vistosidad, sí lo hizo con sobria elegancia. Atraía al toro prendido en la muleta a las inmediaciones de su costado derecho, perfectamente toreado y mandado. Colocado en la rectitud del toro, como no se desviaba de su trayectoria, no tenía más remedio que adelantar la muleta para que fuera el toro el que enmendara su camino al ir tras ella. Por tanto, cargaba la suerte ortodoxamente, pero sólo en el momento de entrar a matar […], suerte que interpretó como el que mejor lo hubiese hecho hasta entonces…”.[217]

Otro indiscutido es Rafael Ortega (vid supra), que, en su revelador ensayo El toreo puro también nos acerca el punto de vista de los protagonistas: “La mano izquierda es la que hace la suerte, porque es la que manda en la embestida”. La idea recoge el tópico persistente de una media verdad: se mata con la izquierda. Es el comienzo de su explicación del volapié. “La estocada recibiendo es lo más difícil que hay en todas las suertes del toreo porque […] ahora tienes que hacer el cite con la pierna izquierda y esa pierna tiene que volver después al sitio de donde ha salido al tiempo que se hace el cruce trayendo el toro con la mano izquierda”. Recordamos el grabado y la escultura de Pedro Romero enfilando su estoque con la pierna izquierda medio paso adelantada. No podemos saber si la retornaba hacia atrás, pero la propuesta de Ortega parece tener relación con reunir la fuerza de todo el cuerpo (para cargar) en el momento de clavar. Véase la apostilla: “Otros toreros sí citan como digo, pero luego, en el cruce, se quitan, esto es, no vacían al toro, y entonces tienen que quitarse ellos y apartarse al lado”.[218]​). Es decir, descargan.

Y sigue: “La suerte de matar es la más arriesgada de todas porque es la única en que tienes que perderle la cara al toro. Si al toro le miras la cara, lo pinchas […] Por eso es tan difícil hacer bien la suerte, porque sabes que tienes que ir a meter la estocada allí, y si miras a otro sitio que no sea el morrillo, si tienes miedo o dudas y le miras la cara al toro, entonces ya está, te quedas por delante y ya no puede ser”. Considérese que dice “mirar el morrillo” porque lo que es el hoyo de las agujas (objetivo exacto de penetración de la estocada) no lo podrá ver el torero hasta que humille el toro su testuz hacia la muleta. El instante crucial.[219]

Dice Claude Popelin que el hoyo de las agujas, la cruz, se sitúa “entre la tercera y la cuarta, o la cuarta y la quinta vértebras dorsales, hasta alcanzar la región muy rica en vasos sanguíneos, cercana al corazón”.[220]

Para terminar, veamos la información de un ensayista, Guillermo Sureda (vid supra), por ser complementaria: “La mano derecha va hundiendo la espada en el llamado «hoyo de las agujas» del animal. Los clásicos decían que en la estocada «quien no hace la cruz se lo lleva el diablo», es decir, lo coge el toro”.[221]​ La máxima es una sugerente dilogía cristiano-taurina. Ya hemos visto que cabe el aliviarse, salirse, cuartear, descargar, y de resultas, sin hacer la cruz ni medianamente, estoquear atravesado o pinchar en hueso, por instinto de supervivencia o miedo a la cogida (que viene a ser lo mismo). Deben tenerse en cuenta otras circunstancias sobre el ingenioso dicho de los clásicos, pues también se cumplirá cuando se haya cargado la suerte, si el torero, al hacer la cruz irregular, no ha sometido bien al toro con la izquierda por su sitio. Y también puede ocurrir que haya hecho bien la cruz y la condición resabiada del toro tire el derrote hacia el bulto, que está muy próximo, y empitone al buen matador.

Después de esto, aún cabe una posibilidad espectacular de cargar la suerte entrando a matar, aunque con un bajísimo porcentaje de ejecuciones. Excepcionalmente, algunos toreros, en efecto, optan por prescindir de la muleta (o de otros exóticos engaños, más excepcionales aún, como un sombrero, una montera...), y con la mano izquierda libre echan el brazo de la espada por delante y se tiran a matar metiendo su cuerpo (cargándolo en toda regla) entre los cuernos del toro. Es lo que se llama encunarse.[222]​ Debe tenerse en cuenta que el verbo "encunar" se emplea también (pues se basa en la misma metáfora de llamar cuna a los cuernos) cuando el toro topa al lidiador con la testuz, entre las astas, en algún lance, fallando en su propósito de empitonarle. Pero al entrar a matar, es una opción libre del matador, generando un revuelo emocional en la expectación del público por su elevado riesgo. Porque el torero ha renunciado a la salida tradicional a cuerpo limpio, a salirse, cambiándola por la incertidumbre de una suerte que lo primero que implica es el encontronazo, si todo va bien. Suele apoyarse en su brazo libre sobre la testuz, tras los cuernos, para, después de clavar, poder impulsarse hacia afuera con cierto control, intentando caer de pie para poder huir con ligereza, pues el toro al notarlo encima levantará la cabeza para lanzarlo al aire, y luego le buscará. De ahí derivan varios posibles resultados: de haber pinchado en hueso, el toro, muy entero, puede buscar ágilmente a su agresor, que, si ha caído al albero, dependerá de los quites de la cuadrilla. Solo si le ha alcanzado con la espada muy certeramente en sitio vital caerá el toro fulminado, pero eso es algo muy improbable. El albur, en fin, es el único pronóstico que tiene esta suerte (tal y como definía esta palabra el diccionario más antiguo[223]​ de nuestra lengua). En los años 70 del siglo pasado frecuentó esta forma de entrar a matar el torero Antonio José Galán.[224]​ Más cercano en el tiempo lo ensayó algunas veces el recientemente fallecido (2017) Iván Fandiño, corneado al torear por chicuelinas en Francia.

Apunte poético

El gran poeta Rainer Maria Rilke, nacido en Praga (Bohemia austrohúngara entonces), escribió en Ronda, donde vio torear, parte de su obra cumbre Las elegías de Duino, 1923 (Duineser Elegien, en alemán). En ellas se incluye una oda a Paquiro (al que obviamente no pudo conocer sino por referencias culturales, escritas o icónicas) publicada mucho antes, en París, el 3 de agosto de 1907,[225]​ cuyos últimos cinco versos, traducidos, recogen la estocada:

… hasta que apuesto, impasible, y sin odio

apoyado en sí mismo, sereno, sosegado,

hunde casi blandamente el estoque

en la gran ola que rueda y retorna,

y su ímpetu se ahoga en el vacío.

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Enlaces externos

  • Real Academia de la Historia. Diccionario Biográfico español. DB~e. Vid José Sánchez de Neira y Álvarez de Toledo.
  • WikiRioja, con amplia referencia concreta a Amós Salvador Rodrigañez. Vid sobre su libro Teoría del toreo.

Consultas referenciadas de prensa y hemerotecas

  • Diario ABC, ed. de Madrid.
  • Diario ABC, eds. de Madrid y Sevilla microfilmadas o digitalizadas de la Hemeroteca Municipal de Madrid y de la Biblioteca Nacional.
  • Diario El Mundo, ed. de Madrid.
  • Diario El Mundo, eds. microfilmadas o digitalizadas de la Hemeroteca Municipal de Madrid y de la Biblioteca Nacional.
  • Diario El País, ed. de Madrid. Incluye revistas El País semanal y Revista de verano.
  • Diario El País, eds. microfilmadas o digitalizadas de la Hemeroteca Municipal de Madrid y de la Biblioteca Nacional.
  • Diario La Razón, ed. de Madrid. Incluye revista Reporter.
  • Diario La Razón, eds. microfilmadas o digitalizadas de la Hemeroteca Municipal de Madrid y de la Biblioteca Nacional.
  • Diario La Vanguardia, ed. digitalizada de Barcelona.
  • Aplausos, revista de toros y portal taurino.
  • Cuadernos Taurinos. Diputación Provincial de Valencia.
  • El Ruedo, Semanario gráfico de los toros.
  • 6Toros6, ed. digital de Madrid.

Referencias

  1. Pepe Alameda. El hilo del toreo… Ibídem (Véase, en adelante, punto 8.- Bibliografía, por apellidos, con la referencia completa). Pg. 215: “un tema particularmente delicado y controvertido”. Asimismo: Guillermo Sureda. Tauromagia. Ibídem… Pg. 39: “Tema discutido y discutible; en todo caso apasionante”. Y pg. 44: “En el toreo casi todas las normas […] son contingentes y mutables”.
  2. Francisco Montes, Paquiro. Tauromaquia completa. Ibídem. Pg. 12: “donde más se conoce su ligereza es en todos los movimientos que en los embroques sobre corto es necesario hacer para librar la cabezada”.
  3. Andrés Amorós. La lidia… Ibídem. Pg. 57: “Hay que insistir en que cargar la suerte es más expuesto y más puro, produce mayor mando y mayor belleza”.
  4. Paco Aguado, “Introducción” a José Alameda. El hilo del toreo… Ibídem. Pg. 13.
  5. Pablo García Mancha: vid infra, epígrafe sobre José Tomás, con cita expresa y referencia facilitando noticia de este crítico taurino.
  6. Expresión de Zabala de la Serna, que también lo dice de otra manera: “reinventó el toreo clásico y eterno”. ABC, 18 de junio de 1999. Pg. 96.
  7. Vid infra, Javier Villán. El Mundo, 29 de mayo de 1998. Pg. 62.
  8. Vid infra epígrafes del propio Manolete, o de Juan Posada, hablando de Pepe Luis Vázquez.
  9. Por ejemplo el pase de inicio de faena, desde lejos y de perfil, cambiado finalmente atrás, a la espalda del torero, suele ser un pase aislado que después continúa con muletazos diferentes. Por cierto, ese emocionante pase cambiado tendrá carga de la suerte si el torero es capaz de mantener la verticalidad, pero si se ve obligado a adelantar la cadera para asegurar el paso del toro a sus espaldas sin incidentes, como es muy común, entonces lo que presenta es descarga
  10. Marcial Lalanda. La tauromaquia… Ibídem. Pg. 92: “Unos siguieron en la línea de Belmonte, en el estilismo. Otros, y entre ellos yo, entramos en la liza en la línea de José”.
  11. José Alameda. El hilo del toreo… Ibídem. Pg. 233: “De un lado, Paquiro, Belmonte, Ortega”. O bien: Domingo Ortega. El arte del toreo… Ibídem. Pg. 21: tras recordar la fórmula de Belmonte de “parar, templar y mandar” parece puntualizarle añadiendo “cargar”, pero asegurando que Belmonte daba por sobreentendido que “en el último término iban los dos”. Vid epígrafe de Domingo Ortega.
  12. Real Academia Española. . Diccionario de la Lengua Española. Ibídem. Pg. 307.
  13. RAE. Ibídem. Pgs. 1.429-30.
  14. Nicolás Sampedro Arrubla. Cargar la suerte. Interpretación de un misterio taurómaco. Ibídem. Pg. 16.
  15. Sebastián de Covarrubias Orozco. Tesoro de la lengua castellana o española. Ibídem. Pg. 947. Covarrubias facilitaba la etimología de la palabra: “Latine sors”.
  16. Manuel Seco, y otros. Diccionario del español actual. Ibídem. Pgs. 888 del Vol. I, y 4.202 del Vol. II, respectivamente.
  17. Es frecuente en lexicología que las ediciones abreviadas, más modernas, incluyan más entradas que la edición original, aunque sea todo el conjunto más escueto. En este caso conviene la edición original, por presentar más acepciones de interés.
  18. María Moliner. Diccionario de uso del español. Ibídem. Pg. 550 del Vol. 1, y 2872-3 del Vol. 2, respectivamente.
  19. José Sánchez de Neira. Gran diccionario taurómaco. Ibídem. Pgs. 181-182.
  20. Real Academia de la Historia. Diccionario Biográfico español. DB~e.: José Sánchez de Neira y Álvarez de Toledo. Vid "Enlaces externos".
  21. José Delgado (Pepe Illo) [sic]). Tauromaquia o Arte de torear [Cádiz, 1796]. Pg. II, y pg. 86.
  22. José María de Cossío. Los toros. Tratado Técnico e Histórico. Tomo I. 1943. 12ª ed. Madrid. 1989. “Vocabulario taurino autorizado”. Pgs. 5-127. Vid pg. 38. ISBN: 84-239-6009-9.
  23. Luis Nieto Manjón. Diccionario Ilustrado de Términos Taurinos. Ibídem. Pgs. 104-5.
  24. Jose Carlos de Torres. Diccionario del arte de los toros. Ibídem. Pg. 93.
  25. Nicolás Sampedro Arrubla. Cargar la suerte. Interpretación de un misterio taurómaco. Ibídem. Pgs. 33-48.
  26. Ibídem. Pgs. 17-32.
  27. Ibídem. Pgs. 49-58.
  28. Pepe-Hillo. La Tauromaquia. [1796]. E.A.R. [Editoriales Andaluzas Reunidas] S.A. Folclore. Ibídem. Pg. 99. Nota: Se utiliza aquí esta editorial por presentar un lapsus de elisión, en esta definición, la editorial ya citada en nota anterior (Egartorre). Pero en general es evitada, pues obliga a actualizar grafías y ortografía.
  29. Ibídem. E.A.R.S.A. Folclore. Pg. 113.
  30. José Delgado (Pepe Illo). Tauromaquia o Arte de torear. Ibídem. Por ejemplo, en definición sobre “Rematar el toro”. Pg. 94.
  31. Claude Popelin. La tauromachie [de Goya]. Ibídem. Popelin, por su parte, le define así: "Courage, sang-froid, adresse merveillese, il réunit tout". Pg. 48.
  32. Nicolás Sampedro Arrubla. Cargar la suerte... Ibídem. Pg. 65.
  33. Francisco Montes, Paquiro. Tauromaquia completa. [1836]. Ibídem. Pg. 81.
  34. Ibídem. Pg. 82.
  35. Ibídem. Pg. 89.
  36. Nicolás Sampedro Arrubla. Cargar la suerte... Ibídem. Pgs. 65-66.
  37. Gregorio Corrochano. Tauromaquia. Obra completa I... Ibídem. Pg. 11. En el prólogo, Pedro Laín Entralgo dice de Corrochano: "Recuerda con precisión como en 1872 inventó Cayetano Sanz el pase natural moderno, cómo se convirtió en él la suerte que antes llamaban «pase regular», para mejor entender la genial novedad que en su ejecución introdujo Belmonte".
  38. Ricardo Torres, Bombita. Intimidades taurinas y el arte de torear. [1910]. Ibídem. Vid Portadas exterior e interior.
  39. Ibídem. Pg. 107.
  40. Ibídem. Pg. 92.
  41. Ibídem. Pg. 108.
  42. Ibídem. Pg. 108.
  43. Ibídem. Pgs. 108-9.
  44. José María de Cossío. Los toros. Tratado Técnico e Histórico. Tomo IV. 1961. 8ª ed. Madrid. 1989. “Sobre el toreo de Belmonte”. Pgs. 963-8, principalmente. Vid pgs. 966-8. ISBN: 84-239-6012-9.
  45. Manuel Chaves Nogales. Juan Belmonte, matador de toros. Ibídem. Pg. 180.
  46. Ibídem. Pg. 217.
  47. Juan Posada. Belmonte. El sueño de Joselito (1892-1992). Ibídem. Pg. 233, citando un artículo de “ABC” del 7 de abril de 1987.
  48. Domingo Ortega. El arte del toreo y La bravura del toro. Ibídem.
  49. Ibídem. Pgs. 19-20.
  50. Ibídem. Pgs. 20-21.
  51. Ibídem. Pg. 21.
  52. Ibídem. Pg. 25.
  53. Ibídem. Pg. 30.
  54. Ibídem. Pg. 35.
  55. Nicolás Sampedro Arrubla. Cargar la suerte... Ibídem. Pg. 108. La cita proviene, a su vez, de un libro de Guillermo Sureda, Tauromagia (vid Bibliografía).
  56. Ibídem. Sampedro apoya este razonamiento, principalmente, en los propios de Guillermo Sureda (pgs. 106-110).
  57. Don Justo era el pseudónimo de Isidro Amorós, que “llevó a cabo una ingente labor en pro de la fiesta, sobre la base de innumerables crónicas, artículos, conferencias y deliciosos libros todavía vigentes en la tauromaquia de hoy”. Vicente Zabala, ABC, 17 de febrero de 1989. Pg. 76.
  58. Don Justo. “El Ruedo”. Ibídem. Ejemplar monográfico por la muerte del torero, sin paginación numerada. Artículo “Manolete, el purificador del pase natural”. Madrid, 4 de septiembre de 1947. Hay que aclarar que las tres fotografías adjuntas a su artículo no muestran la carga de la suerte tal como se concebía antes -Juan Belmonte-, durante, y después de Manolete -los dos Ortega, Antoñete-, aunque haya que reconocer una gran estética de composición del pase, e incluso la carga con el cuerpo entero ligeramente inclinado sobre el animal.
  59. Rafael Ortega [y Ángel-Fernando Mayo]. El toreo puro. Ibídem. Pg. 38.
  60. Ibídem. Cita introductoria al libro de R. Ortega. Pg. 7.
  61. Gregorio Corrochano. ¿Qué es torear? Introducción a la tauromaquia de Joselito. Ibídem. Y a esa tajante opinión añade una consecuencia clarividente, pero que, con el paso del tiempo se puede y se debe replantear: "Belmonte y Manolete, los dos toreros [...] que han tenido más imitadores, han sido los peor imitados, y los que han traído más confusión al toreo, porque lo que había en ellos de torero, eso, ni lo vieron, ni lo pudieron sospechar sus imitadores". Pg. 207. El único problema es matizar, en numerosos casos, sobre todo con Belmonte, qué se entiende por "imitador", adjetivo que lleva en sí mismo una carga connotativa de menosprecio, que en el toreo puede ser improcedente, como por ejemplo la media verónica de inspiración belmontina en toreros de gran personalidad a su vez. Aquí y ahora, pasaría otro tanto con la inspiración que haya podido producir Manolete en José Tomás. Eso no es ser "imitador".
  62. José Alameda. El hilo del toreo. Los heterodoxos del toreo. Pg. 212. La cita pertenece al libro El hilo del toreo, editado en 1989.
  63. Dr. Venancio González. La estética anatómica en la historia del toreo. Ibídem. Pgs. 53-55.
  64. Julio Fuertes. “El Ruedo”. Ejemplar monográfico... Ibídem. Artículo “La estocada de Manolete”, con tres fotografías de volapiés en la misma cruz cargando la suerte con entregada ortodoxia.
  65. Juan Posada. De Paquiro a Paula… Ibídem. Pg.223.
  66. Rafael Ortega. El toreo puro. Ibídem. Pg. 7. En cuanto al prólogo, Mayo destaca las alabanzas a Rafael Ortega de dos grandes críticos. Así, Díaz Cañabate: "su estilo es uno de los mejores de la época" (pg. 13). Y Gregorio Corrochano: "¿Quién le aventaja hoy en sus pases de pecho de cabeza a rabo? Sus faenas son sobrias, ponderadas, formales; su toreo es clásico" (pgs. 12-13).
  67. Ibídem. Pg. 38. Aunque, entre líneas, al ofrecer contrastes entre el toreo de Domingo y el suyo propio, se sugiera la supremacía del toreo propio: dominio de la mano izquierda, mayor quietud...
  68. Ibídem. Pg. 40.
  69. Ibídem. Pg. 43.
  70. Ibídem. Pgs. 43-44.
  71. Ibídem. Pg. 47.
  72. Ibídem. Pg. 51.
  73. Ibídem. Pgs. 53-54.
  74. Marcial Lalanda y Andrés Amorós. La tauromaquia de Marcial Lalanda. Ibídem. Cap. “La lidia”, pgs. 67-92.
  75. Ibídem. Pgs. 75-76. Compárese con la idea de Enrique Ponce: “Yo creo sinceramente que se le exige más al toro, incluso se expone más, estando al hilo, pero ¡ojo!, más con la muleta por delante, que estando cruzado con él” (Vid Bibliografía, “Amorós, Andrés”. Enrique Ponce. Un torero para la historia. Ibídem. Pg. 337. Este capítulo lo toma Amorós del discurso leído por el torero en el acto de toma de posesión en la Real Academia de Bellas Ciencias y Nobles Artes de Córdoba).
  76. Ibídem. Pg. 76.
  77. Ibídem. Pg. 76.
  78. Ibídem. Pg. 81.
  79. Ibídem. Pg. 82.
  80. Ibídem. Pg. 86.
  81. Ibídem. Pg. 87.
  82. Manuel Molés. Antoñete. El Maestro. Vid Bibliografía.
  83. Ibídem. Pg. 23.
  84. Ibídem. Pg. 51.
  85. Ibídem. Pg. 92.
  86. Ibídem. Pgs. 104-5.
  87. Ibídem. Pg. 146.
  88. Ejemplos: Nuria Amat y otros. Reflexiones sobre José Tomás. Ed. Espasa Calpe. Madrid. 2002. Javier Villán. José Tomás. Luces y sombras. Sangre y triunfo. Ed. La Esfera de los Libros – Rizzoli. Madrid. 2008. Carlos Abella. José Tomás. Un torero de leyenda. Alianza Editorial. Madrid. 2008. Javier Villán. Liturgia del dolor y feria de la política. José Tomás, una hipótesis republicana. Ediciones Akal. Madrid. 2009. Simón Casas. La tarde perfecta de José Tomás. Ed. Demipage. Madrid. 2013. En cuanto a artículos del mismo tono son frecuentes también, y aquí se han evitado, en general, pero valga esta muestra de Fernando Sánchez Dragó (El Mundo, 19 de septiembre de 2011. Pg. 35): "Tomás levita, es cuerpo glorioso, metafísico, y lo suyo, más que toreo, es mística, sacramento y ascética".
  89. "Se ha llegado a decir que salgo a la plaza para que me mate un toro y esta es una de las barbaridades más grandes que he escuchado. Yo toreo para vivir, no para morir [...] pero está claro que si me dan a elegir prefiero morir en la plaza que en un coche". Entrevista de Jacobo García en Méjico. El Mundo. 10 de octubre de 2007. Pg. 58.
  90. Carlos Abella. José Tomás. Un torero de leyenda. Ibídem. Pg. 13. Conviene insistir en que, salvo al pie de algunas fotografías, esta mención a cargar la suerte no reaparece en toda la redacción del texto del propio Abella en el libro, aunque sí en autores citados por él.
  91. Véase un segmento del reportaje de Alberto Fernández Salido (La Razón, Reporter. 20 de mayo de 2001. pg. 42): "Su amigo José Ramón de la Morena [...] desmitifica también la obsesión [de alguna prensa] con Manolete, porque «tiene muchas otras influencias de viejos toreros a los que ha visto en vídeos antiguos, como Ordóñez, Belmonte o El Viti». Esto sustenta su sentido del eclecticismo, aquí expuesto.
  92. Ibídem. Pg. 28. Pablo García Mancha es un periodista logroñés que publica en diarios de La Rioja, Navarra, Madrid (El país, ABC)… y dirige el programa “Sol y Sombra” de TVR (Rioja) y su página web toroprensa.com. Es conveniente aportar esta escueta noticia biográfica de la única fuente que de forma expresa, taxativa, expone la misma idea que en este artículo se desarrolla con amplitud.
  93. Ibídem. Pg. 160.
  94. Ibídem. Pg. 177.
  95. Ibídem. Pg. 178.
  96. Ibídem. Pgs. 178-179.
  97. Ibídem. Pg. 256.
  98. Ibídem. Pg. 123.
  99. Simón Casas. La tarde perfecta de José Tomás. Vid Bibliografía. Recrea la encerrona matutina en Nimes (once orejas, un rabo, cinco estocadas y un indulto) el 16 de septiembre de 2012, siendo Casas el empresario que le contrató.
  100. Amós Salvador [y Rodrigáñez]. Teoría del toreo, con las apostillas del Duque de Veragua. Vid Bibliografía.
  101. Nicolás Sampedro Arrubla. Cargar la suerte… Ibídem. Pgs. 76-7.
  102. Ibídem. Pgs. 77-8.
  103. Federico M. Alcázar. Tauromaquia Moderna. Vid Bibliografía.
  104. Nicolás Sampedro Arrubla. Cargar la suerte. Ibídem. Pgs. 84-85.
  105. Gregorio Corrochano. ¿Qué es torear? Introducción a la tauromaquia de Joselito. Vid Bibliografía.
  106. Gregorio Corrochano. ¿Qué es torear? Introducción a las tauromaquias de Joselito y de Domingo Ortega. Ed. Revista de Occidente. Madrid. 1966. Corrochano había fallecido cinco años antes. Y asimismo: Tauromaquia. Obra completa I. ¿Qué es torear? Teoría de las corridas de toros. Cuando suena el clarín. Espasa-Calpe. Madrid. 1989.
  107. Gregorio Corrochano. ¿Qué es torear? Introducción a la tauromaquia de Joselito. Ibídem. Pg. 206
  108. Ibídem.- Pg. 205.
  109. Ibídem.- Pgs. 234-235.
  110. Gregorio Corrochano. ¿Qué es torear? Introducción a las tauromaquias de Joselito y de Domingo Ortega. Ibídem. Pg. 219.
  111. Ibídem.- Pg. 220.
  112. Ibídem. Pg. 222.
  113. Claude Popelin. El toro y su lidia. Ed. Calleja. 1956 [original francés, Le taureau et son combat, de 1952]. Los toros desde la barrera (1964). La lidia en las corridas de toros (1969). La tauromachie, que es algo más que un diccionario enciclopédico, en francés (1970). En él, la entrada “Cargar la suerte” remite a “Corne contraire” (Pgs. 68-69). Escribió Popelin diversas colaboraciones con otros autores y en la prensa.
  114. Se cita por Nicolás Sampedro Arrubla. Cargar la suerte. Ibídem. Pgs. 98-100.
  115. Vicente Zabala. Hablan los viejos colosos del toreo. Ibídem. Pg. 61.
  116. Guillermo Sureda Molina. Tauromagia. Ibídem. Pg. 44. En la contraportada se citan otras obras suyas: El toreo contemporáneo (1954), El toreo gitano (1960), La suerte consumada (1960), y libros sobre Antonio Ordóñez, El Viti y Paco Camino.
  117. Ibídem. Pgs. 40-41.
  118. Ibídem. Pgs. 43-44.
  119. José Alameda. El hilo del toreo. Los heterodoxos del toreo. Vid Bibliografía.
  120. Ibídem. [Prólogo de Paco Aguado]. Pg. 10.
  121. Ibídem. Pgs. 76-77. La otra máxima de Pedro Romero es que se debe torear más con las manos (brazos) que con las piernas.
  122. José María de Cossío. Los toros. Tratado Técnico e Histórico. Tomo III. 1943. 12ª ed. Madrid. 1989. Pg. 833. ISBN: 84-239-6011-0.
  123. José Alameda. El hilo del toreo... Ibídem. Pg. 77.
  124. Ibídem. Pg. 216.
  125. Ibídem. Pgs. 217 y 219.
  126. Ibídem. Pg. 218.
  127. Ibídem. Pgs. 219-220.
  128. Ibídem. Pg. 220.
  129. Ibídem. Pg. 221.
  130. Juan Posada. De Paquiro a Paula. En el rincón del sur… Ibídem. Vid solapa de contraportada.
  131. Ibídem. Pgs. 210-211.
  132. Joaquín Vidal. Con su permiso, don Joaquín. Ibídem. Artículo de José Antonio Pascual, de la Real Academia Española: “Del magisterio de Joaquín Vidal en las varias suertes de la lengua”. Pgs. 19-28.
  133. Joaquín Vidal. El toreo es grandeza. Ibídem. Pgs. 36-39.
  134. Joaquín Vidal. Con su permiso, don Joaquín. Ibídem. Crónica de El País, 26 de octubre de 1976, titulada: “Andrés Vázquez: hilo directo con la gloria”. Pgs. 51-53.
  135. Nicolás Sampedro Arrubla. Cargar la suerte... Ibídem. Pgs. 124-125. Es cita del ensayo: Salvador Balil Forgas. Juan Belmonte, en la soledad de dos atardeceres. Ed. Almuzara Estudios. 2010. ISBN: 978-84-92924-40-0.
  136. Nicolás Sampedro Arrubla. Cargar la suerte… Ibídem. Pg.125. Es cita del ensayo: Salvador Balil Forgas. Los sueños de Pedro Romero. Ediciones B. 2004. ISBN: 978-84-666-1839-7.
  137. Nicolás Sampedro Arrubla. Cargar la suerte… Ibídem. Pg. 160.
  138. Ibídem. Pg. 162.
  139. 'Ibídem'. Pg. 168.
  140. Ibídem. Pgs. 172-174.
  141. Ibídem. Pg. 154. Sampedro cita a José Bergamín por su ensayo taurino El arte de birlibirloque, de 1930. El prosista de la Generación de 1927 presenta una visión intelectual (por medio de aforismos) e idealizada de la tauromaquia, sin referencias concretas a cargar la suerte. Vid Bergamín en Bibliografía. La misma ausencia encontramos en otro famoso ensayo suyo, más poético aún, medio siglo después: La música callada del toreo. Vid Bergamín en Bibliografía. Es muy llamativa su evolución crítica respecto al toreo de Juan Belmonte, finalmente muy favorable.
  142. Ibídem. Pgs. 154-156.
  143. Ibídem. Pg. 174. La frase textual de Corrochano puede leerse en este artículo, supra: “Cargar la suerte es indicarle al toro el camino y obligarle a seguir ese camino”.
  144. Nicolás Sampedro Arrubla. Cargar la suerte… Ibídem. Pg. 127
  145. José Alameda. El hilo del toreo... Ibídem. Pg. 217.
  146. José Delgado (Pepe Illo) [sic]). Tauromaquia o Arte de torear. Ibídem. Pg. 86.
  147. Ibídem. Pg. 50.
  148. Ibídem. Pg. 51.
  149. Francisco Montes, Paquiro. Tauromaquia completa. Pgs. 148-149.
  150. Ibídem. Pgs. 148, 155 y 161. En la pg. 161 cita como grandes especialistas de picar “a caballo levantado” a Luis Corchado y a Pablo de la Cruz. En el Museo Nacional de Escultura de Valladolid existe el testimonio del picador Laureano Ortega de Isla, a caballo levantado, como muestra el libro de Jesús Urrea [Fernández] La Colección de toros y toreros… Pgs. 14-15 y lámina sin paginar (vid Bibliografía), colección policromada que proviene del Palacio de la Alameda (“Parque del Capricho”, Madrid) del Duque de Osuna. Urrea fue Director de ese Museo y otros varios, además de Adjunto del Prado.
  151. José Sánchez de Neira. Gran diccionario taurómaco. Ibídem. Pgs. 613-614.
  152. José María de Cossío. Los toros. Tratado Técnico e Histórico. Tomo I. Ibídem. Pg. 38.
  153. Raimundo Rodríguez Sánchez. La suerte de varas hecha y dicha por... [el mismo]. Ibídem. Pg. 6. El dato lo ofrece el autor de la “Presentación”, José Mª Moreno Bermejo. Asimismo en la pg. 149, el periodista Jorge Fajardo le atribuye ser “el picador más galardonado en la Feria de San Isidro”. En varios lugares del libro se concretan esos premios, así como los principales en la solapa de la contraportada.
  154. Ibídem. Pg. 86.
  155. Ibídem. Pg. 57.
  156. Ibídem. Pgs. 81-82, con fotografía.
  157. Ibídem. Pg. 86.
  158. Ibídem. Pg. 112, con fotografía.
  159. Ibídem. Pg. 86.
  160. Ibídem. Pg. 101.
  161. Ibídem. Verano de 1970: “… le eché palo, alma y corazón, como yo digo; le metí el encordelado de la puya y le levanté el palo. Se levanta el público y me aplaude […] Le echo el palo acompañado con mi cuerpo y mi decisión, cae la puya en su sitio, deshago el encontronazo y le quito el palo. La ovación fue unánime […] Cuatro picadores que estaban en el patio, lo primero que me dicen es que mi matador [Andrés Vázquez] y yo estamos locos […] Para mí faltan ganas de que lo hagamos, que no somos capaces de hacerlo casi casi ningún matador, ni ningún picador. Uno de estos cuatro hombres me dice que se lo ponemos muy difícil a los demás […] Otro picador, y no quiero decir su nombre, me dice que el día que yo marre, un toro me va a lanzar al tendido…”. Pgs. 110-111.
  162. Felipe Pedraza. Iniciación a la fiesta de los toros. Ibídem. Pg. 144.
  163. Pascual Millán.- Los toros en Madrid. Estudio histórico. Ibídem. Incluye la Noche Phantástica… en su Apéndice nº 3, pgs. 233-238. La referencia citada, en pg. 237.
  164. José Delgado (Pepe Illo) [sic]). Tauromaquia o Arte de torear. Ed. Egartorre. Ibídem. Pgs. 91-92.
  165. Ibídem. Pgs. 25-26. Al marcar Hillo la superficie corporal del toro donde deben clavarse las banderillas, la extiende por el “cerviguillo”, más comúnmente llamado hoy morrillo, que es la parte abultada del cuello, hasta “los rubios”, que es la cruz del toro, donde se reúnen la verticalidad de los brazuelos con la horizontal línea de vértebras, punto también conocido como hoyo de las agujas, o yema, o "blandos", objetivo ideal del espadazo. Es un punto crítico, pues por detrás de él no deben caer ni los puyazos, ni las banderillas, ni la espada.
  166. Ibídem. Pg. 92.
  167. Francisco Montes, Paquiro. Ibídem. Pgs. 63-64.
  168. Ibídem. Pgs. 71-72.
  169. Ibídem. Pgs. 74-75.
  170. José Sánchez de Neira. Gran diccionario taurómaco. Ibídem. Pg. 576.
  171. Antonio Peña y Goñi. Lagartijo y Frascuelo y su tiempo. Ibídem. Pg. 94.
  172. Ibídem. Pgs. 139-140.
  173. José Bergamín. El arte de birlibirloque. Ibídem. Pg. 19.
  174. Ibídem. Pgs. 23-24.
  175. Ibídem. Pg. 61.
  176. José Bergamín. La música callada del toreo. Ibídem. Pgs. 71-81. Esas páginas ocupan el capítulo titulado “Muerte perezosa y larga”, narrando poética y dramáticamente la visión personal, desde barrera, de la cogida del torero, reconocido como gran banderillero desde sus tiempos como tal en la cuadrilla de Joselito el Gallo, así como el acompañamiento de toda la larga agonía de Sánchez Mejías: “casi cuarenta horas” (pg. 74). Ignacio Sánchez Mejías había tenido una fuerte relación de amistad y mecenazgo con los escritores del 27. Su muerte toreando les supuso una gran conmoción. De ahí, también, la célebre elegía de Lorca.
  177. Nicolás Sampedro Arrubla. Cargar la suerte… Ibídem. Pg. 139, nota al pie: Antonio Fernández de Heredia. Doctrinal Taurómaco de “Hache”. 1904.
  178. Nicolás Sampedro Arrubla. Cargar la suerte… Ibídem. Pg. 140.
  179. El periódico con el pie de foto es ABC; 3 de diciembre de 1992. Con motivo del “50 años de la alternativa de Antonio Bienvenida”, publica con paginación propia en números romanos (I-XII), una serie de artículos y fotografías. Foto en Pg. IX. La misma foto, con calidad de fotocopia antigua, aparece en el libro de Filiberto Mira: Antonio Bienvenida. Historia de un torero. Ibídem. Pg. 185. A su vez da la referencia de ser una faena de la Feria de San Isidro de Madrid de 1956, y remite al Cossío. En efecto: José María de Cossío. Los toros. Tratado Técnico e Histórico. Tomo IV. 8ª ed. Madrid.1989. Pg. 577 completa; pie de foto: “Un gran par de Antonio Bienvenida”. Foto Gyenes. ISBN: 84-239-6012-9. En la pg. 578 Cossío le define como “banderillero largo y entendido”.
  180. Nieto Manjón. Diccionario Ilustrado de Términos Taurinos. Ibídem. Pgs. 67 y 155 respectivamente.
  181. Guillermo Sureda. Tauromagia. Ibídem. Pg. 108.
  182. Joaquín Vidal. El toreo es grandeza. Ibídem. Pg. 87.
  183. José Delgado (Pepe Illo). Tauromaquia o Arte de torear. Ibídem. Pgs. 91-92.
  184. Ibídem. Pgs. 88-89.
  185. Ibídem. Pg. 30.
  186. Ibídem. Pg. 89.
  187. Antonio Peña y Goñi. Lagartijo y Frascuelo y su tiempo. Ibídem. Pg, 53: “Romero recibía los toros”. Se volverá sobre esta afirmación ampliándola a la carga de la suerte.
  188. Antonio Peña y Goñi. Ibídem. Pg, 38. Este agudo crítico, culto ensayista, mantenía que el volapié implicaba para el toro una “muerte por sorpresa”, y reivindicaba el mérito sereno de la escuela de matar recibiendo, dándola por desaparecida desde el El Chiclanero y Domínguez. Respecto a esa afirmación, 1º: se contradice a sí mismo, pues decenas de veces describe después a Frascuelo “recibiendo”, aunque hacia el final del libro reconozca cierta mixtura con la suerte del volapié. Y 2º, se equivocaba, porque de vez en cuando surgen toreros que prueban a practicarla, hasta hoy. Y añadía: “la escuela de matar de Costillares subsiste completamente en la actualidad [1887]” (Ibídem. Pg.56). Con esta exposición se puede apreciar la evolución técnica de la suerte suprema, pues también el volapié es hoy infrecuente, pero no tanto como citar para recibir (técnica en la que ha destacado Jose María Manzanares, hijo). Lo más habitual en estos tiempos es citar “al encuentro”, o, sinónimamente, "a un tiempo", en que los dos protagonistas se encuentran a medio camino.
  189. Ibídem. Pg. 55.
  190. Francisco Montes, Paquiro. Tauromaquia completa. [1836]. Ibídem. Pg. 90.
  191. Guillermo Sureda. Tauromagia. Ibídem. Pg.70: “con la mano izquierda sigue esa especie de pase de pecho por bajo en que consiste el juego de muleta en la suerte de matar”.
  192. Francisco Montes, Paquiro. Tauromaquia completa. Ibídem. Pg. 91.
  193. Ibídem. Pgs. 101, 106, 107 y 108 respectivamente.
  194. Juan Posada. De Paquiro a Paula… Ibídem. Pg. 141.
  195. Domingo Ortega. El arte del toreo y La bravura del toro. Ibídem. Pgs. 30 y 34. Pepe Alameda se muestra también en esa línea.
  196. Juan Posada. De Paquiro a Paula. En el rincón del sur… Ibídem. Pg. 137. Posada, como gaditano, hace un elogio general del eclecticismo de los toreros de ese “rincón del sur”, e intenta explicar positivamente la descripción de Paquiro sobre el volapié “saliendo del centro con los pies”, pero aceptando que “puede dar lugar a confusionismo” (Ibídem. Pg. 125).
  197. José Alameda. El hilo del toreo… Ibídem. Pgs. 229-230.
  198. José Alameda. El hilo del toreo… Ibídem. Pgs. 76-77.
  199. Domingo Ortega. El arte del toreo y La bravura del toro. Ibídem. Pg. 23. Los otros toreros que cita son “Martincho dando un pase con un sombrero, en que también está sobre la pierna; y no digamos Cara Ancha con el capote, y Montes…”
  200. Jesús Urrea [Fernández] La Colección de toros y toreros… Pgs. 14-15 y lámina sin paginar (vid Bibliografía).
  201. Pascual Millán.- Los toros en Madrid. Estudio histórico. Ibídem. Pgs. 12-13. Las traducciones del francés son correctas: "L´attention frénétique qu´excite cette situation que vaut tous les drames de Shakespeare", y después: "Un éclair d´argent passa avec la rapidité de la pensée au milieu des deus croissants" (Vid referencia siguiente). En cuanto a la hiperbólica frase sobre Shakespeare, indudablemente retórica, se atribuyó después, erróneamente, a Marcelino Menéndez Pelayo. Gautier se ha considerado siempre un polifacético escritor, precursor del simbolismo y otros movimientos innovadores de la literatura francesa.
  202. Existe un ejemplar de este libro en la Biblioteca Nacional de Madrid. Théophile Gautier et Claude Popelin La Tauromachie. Ibídem. Citas de la referencia anterior en pgs. 24-26.
  203. Antonio Peña y Goñi. Lagartijo y Frascuelo y su tiempo. Ibídem. Pg. 180.
  204. Peña y Goñi. Ibídem. Pg. XV de su “Prefacio”. Añade: “son el último resto de lo único español que vamos conservando”.
  205. Peña y Goñi. Ibídem. Formaron una pareja de rivalidad exacerbada en los públicos, por su forma tan distinta de torear, su físico y su personalidad, pero, al igual que más tarde pasaría con Joselito y Belmonte, se apreciaban extraordinariamente entre sí. Véanse declaraciones textuales de ellos mismos en pg. 297, siendo ya veteranos. Y esa “fraternidad” empezó enseguida: en 1873 Frascuelo brindó un toro a Lagartijo, que estaba en un palco, convaleciente de una cogida, y al final de la faena, Rafael, “entusiasmado […] se despojó de su magnífico reloj de oro, y envuelto en un pañuelo, lo arrojó a Frascuelo” (pg.116).
  206. Peña y Goñi. Ibídem. Pg. 117.
  207. Peña y Goñi. Ibídem. Pg. 242.
  208. Peña y Goñi. Ibídem. Pg. 290. Esta información no debe tomarse como definitiva, pues la retirada final de Frascuelo es posterior a la publicación de este libro.
  209. Se cita por el libro de Gregorio Corrochano: ¿Qué es torear? Introducción a la tauromaquia de Joselito. Ibídem. Pgs. 253-254.
  210. José Sánchez de Neira. Gran diccionario taurómaco. Ibídem. Pgs. 674-675.
  211. Peña y Goñi. Ibídem. Pg. 276.
  212. Peña y Goñi. Ibídem. Pg. 117.
  213. Peña y Goñi. Ibídem. Pgs. 150-151.
  214. Peña y Goñi. Ibídem. Pgs. 240-241.
  215. Peña y Goñi. Ibídem. Pgs. 271-274.
  216. Ricardo Torres, Bombita. Intimidades taurinas y el arte de torear. Ibídem. Pg. 111.
  217. Juan Posada. De Paquiro a Paula… Ibídem. Pg. 223.
  218. Rafael Ortega. El toreo puro. Ibídem. Pgs. 66-69.
  219. Rafael Ortega Ibídem. Pgs. 71-72. En la pg. 73 hay una fotografía matando a un Miura en 1959, en Sevilla. El pie de foto dice: “A muchos toros los he matado sin concederme yo una sola ventaja”. Está volcado sobre el morrillo, cargada la suerte, y el puño en el hoyo de las agujas.
  220. Claude Popelin. El toro y su lidia. Ibídem. Pg, 63.
  221. Guillermo Sureda Molina. Tauromagia. Ibídem. Pg. 70.
  222. "Encunarse: Al entrar a matar el diestro lanzarse a la misma cuna, o entre los cuernos del toro, sin prevenir la salida". Luis Nieto Manjón. Diccionario ilustrado... Ibídem. Pg. 185. Que es suerte antigua lo prueba el propio ejemplo que cita el lexicógrafo: "En la segunda magnífica que dio Reverte a su segundo, entró a matar encunándose", según narra Eduardo del Palacio, "Sentimientos", Sol y Sombra (1898).
  223. Sebastián de Covarrubias. Tesoro de la lengua... Ibídem. Pg. 947.
  224. José Mª de Cossío. Los toros. Tratado... Ibídem. Tomo V. 1997. Biografías de toreros por Juan José de Bonifaz: "Ha practicado reiteradamente el entrar a matar sin emplear engaño alguno, lo que, si bien no es ortodoxo, demuestra una valentía extrema al tener que encunarse y, en consecuencia, salir del lance al menos revolcado". Aporta expresiva fotografía. Pg. 939.
  225. Amanda Isla. Artículo “Paquiro, Walter Benjamín y la crítica taurina”. Ciudad de México, 8 de octubre de 2015 (sin más referencia en la web). Publica el poema completo. Nada concreta de la traducción.
  •   Datos: Q97182155

cargar, suerte, tauromaquia, cargar, suerte, expresión, taurómaca, compleja, como, debatida, requiere, exposición, detenida, aclaraciones, conceptuales, para, poder, ofrecer, definición, coherente, entre, ellas, destaca, relación, este, concepto, cargar, suert. Cargar la suerte es una expresion tauromaca tan compleja como debatida 1 que requiere una exposicion detenida de aclaraciones conceptuales para poder ofrecer una definicion coherente y entre ellas destaca la relacion de este concepto cargar la suerte con reglas de muy estrecha conexion en el toreo como muchos teoricos o criticos y los mismos toreros han hecho con frecuencia del tipo parar templar y mandar que acuno Juan Belmonte Naturalmente habra que aludir tambien al antonimo descargar la suerte como se vera a lo largo del articulo El proposito objetivo y enciclopedista de este articulo por la complejidad anunciada obliga a una ampliacion del concepto tradicional aunando diversas fuentes con el detalle pertinente En los diversos epigrafes se encontrara el origen de lo que se va a definir en esta entrada y al mismo tiempo su desarrollo Se debe partir del sentido de las dos palabras de la locucion cargar y suerte La primera conserva un significado lexico bastante habitual en la lengua estandar poner peso La segunda procede de la jerga taurina especializada las suertes del toreo sean con el capote la muleta u otras Quien carga o pone el peso es el torero el banderillero el picador y por lo tanto son de naturaleza muy distinta las formas de cargar la suerte Pero la definicion que se ha buscado siempre y debatido es la que hace el torero usando la capa en los dos primeros tercios de la faena o bien y sobre todo la muleta en el ultimo tercio Se expone a continuacion la idea tradicional Cargar la suerte despues de citar de frente al toro un pie apuntando a su testuz y ofreciendo el medio pecho del lado del cite y justamente al llegar el animal a la jurisdiccion del torero consiste en adelantar la pierna de salida o pierna contraria e inclinar el torero el cuerpo sobre ella cargar el peso adelantando al mismo tiempo el engano para embarcar al astado en el embroque y provocar que el animal desvie su inicial trayectoria rectilinea siguiendo el engano en una curva alrededor del eje del torero que a pies quietos va girando su cintura en el centro de la suerte hasta rematar el lance de capa o el pase de muleta atras en el lado contrario al que venia el toro y sin perder su sitio el torero o ganandoselo al toro Tras pasar la cornamenta el diestro girara las piernas quedando el animal enfrentado de nuevo en derechura al torero ya colocado para poder ligar el siguiente pase veronica natural cargando de nuevo la suerte y asi sucesivamente hasta rematar la tanda normalmente con otro tipo de pase media veronica de pecho trinchera que tambien exige coherentemente la suerte cargada Veronica de Gines Marin Natural de Talavante Derechazo de Ferrera Pase de pecho de Gines Marin Veronica de Antonio Ferrera El hecho de cargar la suerte se reconoce fundamentalmente asociado al valor del torero porque supone una exposicion mayor que la de los lances que no obligan a desviarse al cornupeta En efecto adelantar la pierna hacia el terreno por el que se obliga a pasar al toro y mas cargando el peso en ella obviamente expone esa pierna a una cornada Esta exposicion se justifica porque la desviacion forzada del animal implica un mando del torero sobre el toro un toreo profundo recuerdese el ultimo termino de la trilogia de Belmonte mandar Si el embroque pasa sin incidente triunfa el poder del torero en el sometimiento del toro torear y el peligro que supone la carga de la suerte implica tambien entonces un factor comunicativo emocional con el publico Mando con profundidad y emocion comunicativa son dos consecuencias fundamentales Se aporta aqui ahora una explicacion al parecer inedita del motivo de ese mayor peligro inedita seguramente por haberse dado como sobreentendida por obvia Ya Paquiro en 1836 consideraba que la ligereza era una cualidad indispensable en el torero particularmente ante el amago de un derrote del toro hacia su cuerpo 2 Si el peso del cuerpo esta repartido entre las dos piernas con el compas abierto la retirada ligera del mismo ante el hachazo es mucho mas facil y agil que si gran parte del peso del cuerpo esta cargado sobre la pierna amenazada Vid infra acepciones de la Real Academia Espanola y de Maria Moliner especialmente Ligar los pases cargando siempre la suerte requiere gran dominio tecnico con un temple y una armonia dinamica muy dificiles y es faena por tanto muy meritoria lo que genera una ultima consecuencia fundamental la estetica 3 En conclusion en torno a cargar la suerte se genera una tetralogia de valores taurinos mando tecnica emocion y estetica Los lances de capa mas propicios para cargar la suerte son la veronica la media veronica y el delantal En algunos otros el torero puede poner voluntad de cargar inclinando algo el cuerpo no necesariamente la pierna hacia el toro como la gaonera la lopecina la revolera o el farol pero no es lo comun Y entre los pases de muleta destacan el natural que deriva del llamado pase regular dieciochesco y es el fundamental por excelencia el derechazo el de pecho por alto y todos los de por bajo el doblon cualquier tipo de trinchera de desprecio de la firma los ayudados tanto por bajo como por alto y el natural cruzado para matar Hasta aqui se ha sintetizado la vision que criticos ensayistas y toreros han expuesto sobre cargar la suerte ejemplicando el concepto basicamente sobre el pase natural y evocando la veronica Es decir el punto de vista clasico o tradicional del mismo que equivale a fijar su paradigma o valor modelico Pero en el toreo junto a valores y reglas permanentes se van produciendo cambios en la forma de torear Pedro Romero Hillo Cuchares Paquiro Chiclanero Lagartijo Frascuelo Guerrita Joselito y Belmonte los dos grandes iniciadores del toreo moderno Marcial Manolete Pepe Luis Vazquez Bienvenida Antonete Jose Tomas y muchos otros han ido introduciendo con su singular toreria algunas variantes en la tauromaquia que a veces van mas alla del concepto estilo personal Por eso la forma de torear va cambiando A finales del siglo XX surge la figura arrolladora de Jose Tomas cuya principal fuente de inspiracion esta en Manolete Ambos toreros son estudiados es sus respectivos epigrafes infra Manolete con su verticalidad y estoica quietud no cargaba la suerte Jose Tomas escinde su toreo entre la carga tradicional de la suerte y una semejante verticalidad estoica pero llevando la ya emotiva colocacion de Manolete a un sitio a un terreno tan evidentemente peligroso que obliga a una reconsideracion ampliadora del concepto de cargar la suerte es decir ensanchar su paradigma Es sin embargo la tauromaquia en general reacia a cambios en los conceptos que ya considera fijados como dogmas cuando en el toreo precisamente por su vinculacion con el arte se debe sopesar el uso del dogmatismo tentacion frecuente entre aficionados y criticos 4 Natural de Jose Tomas Trincherazo de Jose Tomas La idea nueva tiene un solo precedente textual explicito precisamente aludiendo al toreo de Jose Tomas 5 pero cuenta con numerosos comentarios del tipo nueva tauromaquia 6 teoria de los terrenos 7 antecedentes muy significativos sobre cargar la suerte sin adelantar la pierna 8 y enfoques analiticos diversos que se exponen particularmente en el epigrafe 5 11 de Jose Tomas Esta idea nueva practicamente tambien inedita trata sobre una forma distinta de cargar la suerte sin adelantar la pierna del embroque Es el cuerpo entero el que esta cargado en razon de estar ocupando el terreno del toro y desde la quieta verticalidad forzarle tambien con el engano fundamentalmente con la muleta a desviar la trayectoria y seguir las caracteristicas regladas parar templar mandar rematar ligar con un fuerte sentido comunicativo de la emocion y de la estetica Esta nueva vision de la carga de la suerte no queda referida a solo un primer lance o pase 9 sino a las tandas ligadas dando la ventaja al toro y reconduciendo su embestida hasta el remate del ultimo que curiosamente con cierta frecuencia adopta la variante clasica de la carga Debe asimismo considerarse que el toreo a pies juntos con verticalidad tambien dificulta la ligereza en el sentido expresado por Paquiro de librarse agilmente del derrote del toro Ampliar la costumbre lexica de la definicion clasica de cargar la suerte con esta nueva vision es dificil pero no hay inconveniente desde el punto de vista de los diccionarios como podria parecer respecto al verbo cargar puede verse infra Esta nueva manera de ver la carga de la suerte no se queda en el valor personal de un torero concreto Jose Tomas aunque en su epigrafe a falta de un vocablo ya en uso se haya denominado asi junto al modo tradicional el modo personal La idea trasciende al hombre aunque sea quien la haya desarrollado en la practica Pues de igual manera que Marcial Lalanda siguio la linea clasica y armonizadora de Joselito 10 y Domingo Ortega la revolucionaria y estilista de Belmonte 11 al final unos y otros se terminan considerando clasicos que en puridad significa dignos de ser modelo Por tanto el concepto de cargar la suerte con el cuerpo entero puede seguir su trayectoria historica a la espera de aplicarselo a todos los toreros que opten por pisar esos terrenos del toro y hacerle faena De hecho ya hay algunos diestros que han mostrado la influencia de esa linea o hilo del toreo como dijo Jose Alameda vid infra Un banderillero clava en todo lo alto El articulo que a esta novedad dedica realmente el espacio acotado aunque extenso del epigrafe 5 11 se subdivide analiticamente en epigrafes provenientes de academicos lexicografos tratadistas criticos o teoricos prestigiosos y por supuesto toreros muy relevantes de diversas epocas Se reproduciran en un punto especifico referencias distintivas a banderilleros y picadores porque la tauromaquia tambien recoge en ellos aunque en pequenas dosis lexicas el concepto de cargar la suerte y asimismo por ser tambien distintiva a la llamada suerte suprema es decir la estocada No se entrara en cambio en el concepto de cargar ni de recargar cuando el sujeto de la accion es el toro por su acometividad al entrar al caballo expresion empleada desde muy antiguo y que siguen registrando los diccionarios especializados pero con muy poco uso periodistico ni popular Debe al menos hacerse constar esa coincidencia de termino Indice 1 Definiciones de la RAE 2 Lexicografia generalista de prestigio 3 Definiciones en lexicografia especializada 4 Un libro de ensayo especializado 5 Interpretacion del concepto por los propios toreros 5 1 Jose Delgado Pepe Hillo o Illo o Yllo 5 2 Francisco Montes Paquiro 5 3 Rafael Guerra Guerrita 5 4 Ricardo Torres Bombita 5 5 Juan Belmonte 5 6 Domingo Ortega 5 7 Manuel Rodriguez Manolete 5 8 Rafael Ortega 5 9 Marcial Lalanda 5 10 Antonio Chenel Antonete 5 11 Jose Tomas 6 La vision del concepto por los ensayistas taurinos 6 1 Amos Salvador 6 2 Federico Alcazar 6 3 Gregorio Corrochano 6 4 Claude Popelin 6 5 Guillermo Sureda 6 6 Pepe Alameda 6 7 Juan Posada 6 8 Joaquin Vidal 6 9 Salvador Balil 6 10 Nicolas Sampedro 7 Cargar la suerte el picador el banderillero el estoqueador 7 1 Carga de la suerte por el picador 7 2 Carga de la suerte por el banderillero 7 3 Carga de la suerte por el estoqueador 7 3 1 Apunte poetico 8 Bibliografia 9 Bibliografia complementaria 10 Enlaces externos 11 Consultas referenciadas de prensa y hemerotecas 12 ReferenciasDefiniciones de la RAE EditarConforme al criterio lexicografico habitual la Real Academia Espanola atiende a locuciones y frases hechas en el termino sustantivo si lo tienen aqui suerte Pero si tambien se observa el verbo cargar distingue entre 46 acepciones distintas Y tienen interes en nuestra frase taurina tanto la primera acepcion que comienza diciendo Poner o echar peso sobre como la numero 8 Aumentar agravar el peso de algo porque su propia indefinicion con ese algo nos permite acoplarla perfectamente al hecho de cargar la suerte un torero pues en efecto aumenta y agrava el peso del riesgo en el lance en el pase La acepcion 39 aunque la RAE la conciba de uso pronominal cargarse tambien es de interes Echar el cuerpo hacia alguna parte Todo ello hace pensar que la frase taurina al utilizar este verbo se llena de contenido logico Esto respecto a la idea clasica de la frase Y respecto a la nueva idea aplicada en funcion de los terrenos se puede considerar muy adecuada la acepcion 34 Tomar o tener sobre si alguna obligacion o cuidado 12 En cuanto a la palabra suerte la RAE dedica a la tauromaquia dos acepciones la 12 y la 13 Interesa aqui la 12 que define En la lidia taurina cada uno de los lances Posteriormente en los usos de locuciones y frases hechas aparece el concepto buscado cargar la suerte aunque no resulta muy afortunado por su desfase Desviar al toro facilitandole la salida para que no atropelle al diestro 13 Solamente la primera oracion desviar al toro se adecua como se ira viendo al concepto comunmente aceptado de cargar la suerte desde hace siglo y medio pero con antecedentes aislados muy anteriores desde las ultimas decadas del siglo XVII 14 Lexicografia generalista de prestigio EditarEl primer diccionario de nuestra lengua del ano 1611 en la entrada Suerte da como primera acepcion Algunas veces significa ventura buena y mala 15 Es innegable que ese es el concepto que da sentido desde la tauromaquia primitiva a las diversas suertes del toreo ligadas a la buena o mala ventura en la lidia y la frase cargar la suerte apunta en efecto a cierta opcion de riesgo en ese azar con el efecto positivo de disminuir la mala ventura de dominar la situacion Algunos miembros de la RAE han publicado diccionarios de forma independiente En uno de ellos de 75 000 entradas y mas de 4 600 paginas se puede encontrar respecto al sentido ampliado de cargar la suerte la correspondencia semantica de la acepcion 15 B del verbo cargar Tomar o llevar sobre si algo que pesa o es dificil de soportar Respecto a la entrada suerte presenta una definicion muy adecuada en la locucion verbal cargar la suerte reducida pero muy precisa Ejecutar el diestro un lance adelantando un pie e inclinando el cuerpo hacia el toro Y facilita el siguiente ejemplo ABC 2 de mayo de 1958 pg 51 El toro abanto quedo en los medios y alla fue Rafael Ortega a hacerse aplaudir en unas veronicas cargando la suerte y rematadas por una vistosa chicuelina 16 En cuanto a Maria Moliner cuyo Diccionario de uso del espanol es un trabajo lexicografico peculiar de prestigio internacional no registra la frase estudiada ni en la edicion original en dos volumenes ni en la abreviada 17 pero merece la pena la transcripcion de sus definiciones respecto a cargar y suerte La acepcion n º 11 de cargar es Aumentar reforzar o intensificar una cosa por cierto lado Atendiendo a una de las especializaciones de este diccionario es un verbo transitivo donde la cosa en este caso la suerte es el complemento directo La acepcion 23 propone un uso intransitivo introducido por la preposicion sobre Ser una cosa soportada por otra que se expresa apoyarse descansar descargar gravitar pesar La acepcion 24 de uso pronominal define Inclinar el cuerpo en la direccion que se expresa Para la nueva consideracion de cargar la suerte con el cuerpo entero se adecuan dos valores semanticos la acepcion 15 Poner mucho o demasiado de una cosa en cierto sitio y la subacepcion 30 Soportar alguien voluntariamente o por necesidad algo como culpa responsabilidad trabajo que enlaza directamente con las propias declaraciones del torero Jose Tomas compromiso vid infra y de Paco Camino sobre Tomas mas responsable que los demas vid infra epigrafe de Jose Tomas Y respecto a suerte aporta con nitidez los dos posibles significados en tauromaquia el que equivale a tercio como suerte de varas y el que equivale a lance como episodio mas concreto como en su ejemplo en una de las suertes estuvo el toro a punto de empitonarle 18 Definiciones en lexicografia especializada EditarSanchez de Neira 19 define con una precision loable en el primer parrafo pero introduce a continuacion un verdadero enigma Cargar la suerte sic es en todas ellas consentir al toro en el bulto o engano y marcarla mucho en el centro de la misma y muy en corto o sea antes de que salga de jurisdiccion Para marcarla bien como va dicho es indispensable hacer sin parar una pausa que aunque sea brevisima se vea senalarla El enigma de resolucion dificil es naturalmente la contradiccion de esa indispensable pausa brevisima sin parar pero si aceptamos que Neira 20 gozo y goza de enorme prestigio podemos interpretar su textualidad paradojica con una vision elastica de la palabra pausa haciendola equivaler a ralentizacion conforme al viejo y usadisimo concepto taurino de parar el tiempo que nadie toma en sentido estricto sino como sensacion y sugerencia de extremada cadencia y lentitud Lo sugerido pues relaciona el momento clave de cargar la suerte tal cual se explicita cuidadosamente en su primer parrafo con el temple del mando sobre la embestida Parece fundamental profundizar en varias ideas de la primera parte de la definicion es clave por ejemplo consentir al toro en el bulto o engano porque ese consentir expresion ya usada por Pedro Romero vid infra epigrafe de Pepe Alameda es sinonimo de aguantar la acometividad del toro contra el bulto es decir el cuerpo del torero o el engano o ambos encargados de marcar mucho la carga Y es tambien de notar que esa carga se realiza en el momento cumbre de un ajustado embroque en el centro de la suerte y muy en corto Vemos pues el gran poder conceptual de la definicion de Neira y su valor actual Jose Maria de Cossio en el Vocabulario con el que inicia su Tratado conocido como El Cossio aporta dos entradas para el verbo Cargar En la primera reproduce entre comillas pero readaptandola la definicion de Pepe Hillo en su Tauromaquia 21 que ya adelantaremos aqui pero conforme al texto original de Hillo Cargar la suerte es aquella accion que hace el diestro con la capa cuando sin menear los pies tuerce el cuerpo de perfil y alarga los brazos cuanto pueda Cossio suprime capa pues quiere dar una definicion que resulte ya valida tambien para la muleta poco usada en tiempos de Pepe Hillo que la incluye en su definicion de engano Suprime tambien la ubicacion cuanto pueda de los brazos y anade por su cuenta para llamar al toro y hacerle pasar a un lado Esta cita y sus correcciones nos deben familiarizar con los cambios de la forma de torear y con la dificultad desde antiguo de definir el concepto cargar la suerte Torero y tratadista hablan de un toreo de perfil que hoy resulta impropio en general si se habla de cargar la suerte pero tambien es cierto que destacan la caracteristica fundamental de la quietud de los pies Cossio en su consabido ejemplo de autoridad recurre al gran critico Federico Alcazar anos 40 que lo emplea como reproche a un torero de nombre Juan sin jugar los brazos y cargar la suerte 22 En su segunda entrada del verbo Cossio define cargar como una accion del picador que interesara considerar en la suerte de varas que tambien trataremos Nieto Manjon refunde definiciones de Pepe Hillo y de Cossio manteniendo las ideas del perfil y la quietud pero anadiendo por su parte la nocion de las piernas abriendo el compas Su diccionario 23 tiene la virtud de reproducir la definicion de Amos Salvador que estudiaremos entre los teoricos o ensayistas Jose Carlos de Torres trata el concepto cargar la suerte Reproduce las definiciones de Pepe Hillo que ya hemos visto y de Gregorio Corrochano que veremos Y sigue Es principio teorico del toreo clasico En cambio cuando carga la cintura con exceso la dobla se dice toreo de cintura frente a echar la pierna hacia adelante para cargar la suerte 24 Tambien alude a Pepe Hillo en la acepcion del picador que se esfuerza en echar fuera el toro Un libro de ensayo especializado EditarEl escritor colombiano Nicolas Sampedro Arrubla Bogota 1970 que fue novillero de adolescente y siempre ha estado vinculado a actividades culturales de la tauromaquia residiendo en Espana desde 2003 publico en 2014 un libro titulado Cargar la Suerte Interpretacion de un misterio tauromaco vid Bibliografia con noticia biografica en solapa de portada Sus 178 paginas tratan por extenso lo que su titulo y subtitulo expresan con profusos analisis que parten de las definiciones basicas sobre que y como es el toreo a traves de los llamados los tiempos del toreo 25 aportadas por eminentes teoricos y los propios toreros siempre en relacion con el concepto cargar la suerte Previamente ha estudiado la colocacion del cuerpo brazos y piernas sobre esta cuestion 26 Y dedica despues un capitulo esclarecedor distinguiendo entre pierna de salida y pierna contraria porque numerosas veces criticos aficionados y muchos toreros han hecho referencia realmente a la primera la de salida que es en la que basicamente se carga la suerte con el nombre de contraria 27 La aclaracion es fundamental pero pretender cambiar la terminologia tradicional es muy dificil Como todo ensayo por definicion adopta enfoques y llega a conclusiones subjetivas aunque se sustenten en un esfuerzo objetivo evidente por la aclaracion de terminos y conceptos en su contexto diacronico y evolutivo y presenta un extenso corpus de citas textuales entrecomilladas aunque insuficientemente referenciadas para su cotejo Todo lector reflexionara ampliamente con estas paginas y dispondra de pistas nuevas para acometer sus propias lineas de investigacion si lo desea Asi el analisis directo de esas fuentes y de sus autores ha dado lugar en el presente articulo a precisiones y ampliaciones Se ha prescindido de las citas menos significativas o poco claras y de todas las interpretaciones glosas e hilos argumentales del autor Ahora bien es de rigor que en el epigrafe sobre teoricos y ensayistas donde aparecen los puntos de vista subjetivos de cada uno objetivamente expuestos aqui se incluyan tambien en ultimo lugar por cronologia las aportaciones basicas conclusivas de Nicolas Sampedro Interpretacion del concepto por los propios toreros EditarPrecisamente por respetar la cronologia y el orden natural se debe empezar por los toreros y ya despues se fijara la atencion en quienes juzgan y valoran el arte la tecnica y el merito de los protagonistas de la lidia Aunque son muchos los toreros que han tratado el concepto cargar y cargar la suerte que ya figura asi en Pepe Hillo 1796 se propone el analisis de una serie de toreros historicos de primerisima importancia o que siendo tambien notables figuras del toreo han tratado con particular profundidad y agudeza este tema Con secuencia en muchos casos generacional son los siguientes Pepe Hillo Paquiro Guerrita Bombita Juan Belmonte Marcial Lalanda Domingo Ortega Manolete Rafael Ortega Antonete y Jose Tomas que hasta ahora no ha expuesto sus ideas de esto La evolucion los contrastes entre ellos los matices alguna discrepancia con la linea dominante y el largo analisis sobre una forma distinta de cargar la suerte en el ultimo torero citado resultaran enriquecedores Razones de proporcionalidad en el espacio dejan fuera a otros muchos toreros que han cargado la suerte con maestria y con los encastes mas duros como por ejemplo Pepe Luis Vazquez Antonio Bienvenida al natural y con sus pases cambiados El Viti Paco Camino Andres Vazquez Francisco Ruiz Miguel Cesar Rincon Luis Francisco Espla Uceda Leal El Cid o a diestros inconstantes pero exquisitos Curro Romero Rafael de Paula Morante de la Puebla o a otros de segundo nivel que se ejercitaron cumplidamente en cargar la suerte como Jose Luis Palomar que manifesto su idea sobre el tema y pasar ya a aludir a los fueron viniendo despues y si han dado tambien muestra de ello con regularidad como Diego Urdiales Paco Urena Alejandro Talavante Antonio Ferrera en su madurez Respecto a los mas jovenes siempre conviene esperar Jose Delgado Pepe Hillo o Illo o Yllo EditarEs bien conocido por su Tauromaquia o Arte de torear que desde 1796 ha tenido numerosas ediciones Ya hemos visto que define asi Cargar la suerte Es aquella accion que hace el diestro con la capa cuando sin menear los pies tuerce el cuerpo de perfil hacia fuera y alarga los brazos cuanto pueda 28 Y despues aporta otra definicion de matiz Tender la suerte Es lo mismo que cargar la suerte con la diferencia que se lleva mas tiempo tendido el engano 29 Interesa reunir las dos por su complementariedad Van llamando la atencion todas las frases o semas de las definiciones La primera de ellas es la que nos transporta al toreo del siglo XVIII basado en la capa o capote aunque Hillo ya usaba tambien la muleta 30 El siguiente sema sigue siendo fundamental en el toreo moderno la fijeza de pies en el embroque Fortes recortando con la capaA continuacion habla de torcer el cuerpo de perfil hacia fuera Pero si no ha movido los pies es necesario pensar en un giro corporal sobre el eje de la cadera o cintura por un lado y en un adelantamiento del cuerpo hacia el toro por otro esa es la carga Ademas conforme nos define complementariamente tender la suerte el sema hacia fuera referido siempre al cuerpo del torero hace entender que en esa posicion el diestro embarca menos tiempo o mas tiempo al toro en el vuelo del engano sin menear los pies es decir girando en menor o mayor grado la cintura y siempre cargando el cuerpo hacia el paso exterior del toro Igual ocurre con el sema alargar los brazos cuanto pueda que sobre todo en el acompanamiento largo de tender la suerte exige la idea de hacer girar al toro en torno al diestro otra maxima fundamental del toreo hasta hoy Por otro lado se debe aceptar sin que entre en contradiccion con todo lo anterior que alargar los brazos cuanto pueda nos traslada de nuevo a las imagenes del toreo defensivo en los origenes de la tauromaquia moderna a pie ya profesional mucho antes de Pepe Hillo basada en el uso de los enganos capa capotillos y muleta fundamentalmente para someter y cuadrar adecuadamente al toro y asi poder estoquearlo Francisco Montes Paquiro Editar Paquiro ha sido siempre considerado un torero emblematico Hasta el escritor frances Prospero Merimee le titulo Cesar de la tauromachie 31 Escribio su Tauromaquia completa en 1836 Define cargar la suerte asi Es el movimiento que hace el diestro en el centro de ella de bajar los brazos y meter el engano en el terreno de afuera para echar del suyo al toro 32 Quiza lo primero que observamos respecto a la definicion de Pepe Hillo es que ha desaparecido la referencia a la capa que es sustituida por el termino ambivalente de engano La cita necesita aclaraciones respecto a dos pronombres referenciales porque nos aportaran toda la claridad de la definicion en el centro de ella es evidentemente en el centro de la suerte conocido tambien como eje de la misma encuentro de toro y torero o culmen del embroque Esto implica que el torero carga la suerte en el mismo momento en que entran en maxima proximidad lo que en el toreo se conoce como jurisdicciones de toro y torero El otro pronombre es el posesivo suyo alusivo a terreno que resulta ambiguo en su referencia objetiva podria entenderse el terreno del torero o el terreno del toro Muchas interpretaciones que posteriormente veremos sobre el concepto de cargar la suerte apuntaran a la desviacion de la trayectoria del toro y con toda seguridad eso queria decir Paquiro en relacion con meter el engano en el terreno de afuera Pero de hecho podria entenderse como perfectamente compatible con la idea de que el torero se crece dentro de su jurisdiccion de su terreno y echa del mismo al toro obligandole igualmente a una desviacion de su embestida El resultado es el mismo cargar la suerte implica el dominio el mando del torero que permanece a pie quieto sobre el poder del toro En el Capitulo XI de su Tauromaquia completa sobre los pases de muleta y la estocada se puede observar la suma importancia que da el experimentado autor torero a la necesidad de cargar la suerte expresion que surge reiteradamente Asi empieza Para pasar al toro con la muleta se situara el diestro como para la suerte de capa esto es en la rectitud de el lo dejara que llegue a jurisdiccion y que tome el engano en cuyo momento le cargara la suerte y le dara el remate por alto o por bajo del mismo modo que con la capa 33 Si tenemos en cuenta que esa es la descripcion de lo que Paquiro con los antiguos llama el pase regular mas modernamente llamado pase natural y que solo describe para la muleta ese pase y el de pecho como remate del primero solo nos falta comprobar sobre el de pecho que tambien requiere cargar se le hara un quiebro y se le cargara bien la suerte para que pase bastante humillado por el terreno del diestro 34 Sugiere mas enroscarlo en su torno en su terreno que no expulsarlo Luego distingue matices en la forma de dar estos pases con los diversos tipos de toro y engloba una idea para todos los que se tapan o tiran derrotes y cornadas sobre alto para desarmar los debera pasar muchas veces dejandolos llegar bien a la muleta y bajandola mucho al cargar la suerte para que humillen bastante lo cual es importantisimo pues si no se hace y van a la muerte con ese resabio lo desarmaran quedandose parados en el centro donde sera un milagro que no le den una cogida 35 Rafael Guerra Guerrita Editar Guerrita conocido como Califa cordobes y tambien como El Guerra particularmente atribuyendole frases sentenciosas y humoristicas En 1895 teniendo Guerrita 33 anos tres autores de conjunto escriben una Tauromaquia en la que reproducen ideas de este torero segun se deduce de las transcripciones de las mismas que hace Nicolas Sampedro 36 y que por su interes trasladamos aqui Vemos la evolucion ahora ya se habla de pase natural 37 y ademas se da con ambas manos no solo con la izquierda y tambien se dan series de naturales Cuando el animal llegue a jurisdiccion y tome el engano se cargara la suerte que se remata girando y estirando el brazo hacia atras con sosiego describiendo con los vuelos de la muleta un cuarto de circulo a la vez que se imprime a los pies el movimiento preciso para que una vez terminado el pase quede el diestro en disposicion de repetirlo Y sigue se repite el giro las veces que sea preciso conservando el espada el terreno con la quietud necesaria Y el efecto de cargar la suerte debiendo el lidiador adelantar el cuerpo lo necesario hacia el terreno en que haya de cargarse la suerte para que una vez consumada esta pase a ocupar el torero el centro que va dejando la res Es decir que el dominio aportado por la carga conlleva la conservacion central de la jurisdiccion del torero Tambien se debe destacar su idea pues de rematar muy cuidadosamente para poder ligar los pases Ricardo Torres Bombita Editar Ricardo Torres Reina Bombita facilita en 1910 una serie de entrevistas a Miguel A Rodenas que este convierte en libro aunque figura como autor el torero 38 Figura en esta seleccion porque ya Cossio le considero un impulsor de la tecnica de cargar la suerte En efecto encontraremos abundantes referencias sobre el tema aqui tratado en el capitulo de El arte de torear de las que escogemos las siguientes Para mi todo el arte de torear bien con la muleta es decir de llenar los dos fines para que fue inventada castigar y adornarse es indispensable cargar la suerte y estirar bien los brazos Para ello sin llegar a exageraciones la muleta debe tener bastante vuelo y las piernas deben estar algo separadas 39 A mi muchos aficionados me han criticado el que toree sin juntar los pies y otros aplauden como el primero de mis meritos que sepa cargar la suerte 40 Por lo mucho que insiste en ello se puede deducir que Bombita coincidio con una epoca que apreciaba mucho el toreo a pies juntos como volveria a ocurrir en tiempos de la verticalidad de Manolete y los seguidores de su linea pero el matador opinaba que Los pases estirados con los pies juntos no los da el torero los toma el toro sic que es cosa muy distinta 41 Y con la capa insiste en el contraste Yo no he visto a nadie que haya podido dar cuatro o cinco veronicas sin moverse y con los pies juntos y en cambio he visto a muchos torear con suma elegancia y sin perder una linea de terreno porque solian cargar la suerte como es debido 42 Y vuelve a ponderar la carga con la muleta para beneficio de la estetica y la ligazon Yo creo mas artistico y desde luego mas eficaz en las faenas que los pases sean seguidos que el espada recoja siempre al toro con los vuelos de la muleta aunque para ello tenga que abrir algo el compas que lo que va en separar los pies para cargar la suerte va en beneficio de la quietud y continuidad de la faena Y anade algo que refuerza con su fuerza de tradicion el desarrollo en la entrada de este articulo de una nueva forma de entender la carga de la suerte Yo aficionado me fijaria mas en el terreno que pisase el diestro 43 Juan Belmonte Editar Belmonte es masivamente considerado como el gran revolucionario que cambio la forma de torear en tecnica y estetica entre 1913 alternativa y 1936 retirada definitiva A Belmonte corresponde la acunacion de sintetizar el toreo en el canon de tres ideas clave parar templar y mandar Algunos teoricos han hablado de que son tiempos del toreo dada la secuencia temporal inexorable aunque en parte agrupable Domingo Ortega preferira el termino de normas Se ha teorizado frecuentemente incluso por parte de toreros como veremos sobre que la idea de cargar la suerte esta subsumida en la de mandar Pero tambien la idea de templar cuya prolongacion sistematica asimismo se le atribuye a Belmonte en cuanto que sus lances y pases eran mas largos que nunca invadiendo el terreno del toro 44 conduce directamente a la definicion de Pepe Hillo de tender la suerte que ya hemos visto como acentuacion de cargarla Sin embargo el propio Belmonte manifiesta su desacuerdo en la concepcion de un terreno del toro derivada del pintoresco axioma de Lagartijo que afirmaba esa propiedad del terreno del toro con la maxima O te quitas tu o te quita el toro a lo que Belmonte replica Te pones aqui y no te quitas tu ni te quita el toro si sabes torear Y enseguida El toro no tiene terrenos Todos los terrenos son del torero el unico ser inteligente que entra en el juego y que como es natural se queda con todo 45 Por supuesto como se ha ido viendo y en ello se profundizara ese dominio del terreno tiene mucho que ver con cargar la suerte En cuanto a la propia idea ejemplificada por el torero se puede registrar paradojicamente refiriendose a su gran rival y sin embargo amigo Joselito el Gallo al rememorar un tercio de quites con el y con Rodolfo Gaona en la corrida del Montepio de 1917 en Madrid Tras el Gaona Joselito engancho al toro con su capa maravillosa y despacito muy suavemente le atrajo y al llegar al instante del embroque cargo la suerte con el cuerpo y produjo una emocion indescriptible La muchedumbre hervia de entusiasmo 46 Pero si se puede recurrir a un gran torero Antonio Marquez que recibio la alternativa de Belmonte en 1920 para imaginar la tecnica de este Los toreros adelantaban la pierna contraria la de salida pero la quitaban en cuanto el toro llegaba al embroque Juan la deja No pierde de vista el viaje de la res se recrea en llevarla muy templada 47 Hasta aqui los saltos generacionales han sido muy claros Desde este punto seran frecuentes largos solapamientos biograficos y profesionales entre los toreros que siguen hasta principios del siglo XXI Se podria seguir el orden biografico coincidente siempre en estos toreros con las fechas de alternativa que vienen a separarse en torno a diez anos y seria Marcial Lalanda Domingo Ortega Manolete Rafael Ortega Antonete y Jose Tomas Sin embargo se opta aqui por el orden que aportan las informaciones o publicaciones que estos toreros dan sobre sus propias tauromaquias porque las ideas vertidas en ellas generan citas de unos sobre otros que de este modo apareceran ante el lector mas claramente expuestas Por poner un ejemplo la aparicion muy tardia de La tauromaquia de Marcial Lalanda aporta referencias desde Domingo Ortega al que solo lleva tres anos a Antonete al que lleva 30 porque se la expone o dicta o graba a Andres Amoros con 85 anos Domingo Ortega Editar Dio este torero una conferencia en el Ateneo de Madrid en 1950 se retiro cuatro anos despues en plenitud con 48 anos La titulo El arte del toreo 48 Desde el principio hasta el final subrayo la importancia capital de cargar la suerte hasta el punto que la identifica con el verdadero toreo Asi su paradigma de torero y en ello insiste es Pedro Romero titan del toreo y de su gran seguidor reciente al que llama X evidentemente es Juan Belmonte afirma Era este un torero de normas clasicas de formacion rondena con templanza con cargazon de la suerte con lentitud 49 Y aporta enseguida una ampliacion de la celebre trilogia de Belmonte aunque tampoco le nombre A mi modo de ver estos terminos debieron completarse de esta forma Parar Templar CARGAR sic y Mandar pues posiblemente si la palabra cargar hubiese ido unida a las otras tres desde el momento que nacieron como normas no se hubiese desviado tanto el toreo Claro que tambien creo que el autor de esta formula no penso que fuese necesaria porque debia saber muy bien que sin cargar la suerte no se puede mandar y por lo tanto en este ultimo termino iban incluidas las dos 50 Pasemos a matices sobre que es y que no es cargar la suerte para D Ortega por su mismo orden de exposicion Bien entendido que cargar la suerte no es abrir el compas porque con el compas abierto el torero alarga pero no profundiza la profundidad la toma el torero cuando la pierna avanza hacia el frente no hacia el costado 51 Y antes de aclarar aunque sea obvio a que pierna se refiere dejemos que exprese su vision de la suerte cargada desde su mismo comienzo Como consecuencia de haberse abandonado estas normas ahora se refiere a las normas clasicas de Pedro Romero se ha reducido el toreo a la mitad es decir le han quitado la parte mas bella la de delante la que yo llamaria la enjundia del toreo aquella en que el torero se enfrenta con el toro echandole el capote o la muleta adelante para a medida que el toro va entrando en la jurisdiccion del torero ir templandole ir inclinandose sobre la pierna contraria al mismo tiempo que esta avanza hacia el frente es decir alargando el toro al mismo tiempo que por si se va profundizando 52 Asi que la pierna que avanzaba la que llama contraria en la que se carga la suerte es la pierna del embroque es decir la pierna de salida la mas expuesta al paso del toro Ahi radican el poder el mando la profundidad del toreo De todo el toreo Yo creo que la grandiosidad del arte de torear radica en la cargazon de la suerte grande es el lance a la veronica cargando lentamente sobre la pierna contraria bella es la suerte de banderillas cargando sobre la pierna bellos son los pases de muleta cargando sobre la pierna mas bella es la suerte de matar cargando el cuerpo sobre la pierna 53 Y esta es su sentencia final Y para terminar porque temo cansarles a ustedes con mi insistencia sobre las normas el toreo es parar templar cargar y mandar a un toro naturalmente Ayer hoy y manana ha sido es y sera un gran torero todo el que sea capaz de realizar esto bellamente que aqui es donde la personalidad reclama su parte 54 Manuel Rodriguez Manolete Editar Manolete apodo de cartel del cordobes Manuel Rodriguez fue una de esas figuras del toreo que revolucionan estilisticamente la lidia mereciendo el sobrenombre de Califa del toreo como sus paisanos anteriores Lagartijo Guerrita y Machaquito El punto de vista de este torero tanto por las imagenes mas caracteristicas suyas estatismo verticalidad perfil como por sus propias declaraciones sobre cargar la suerte se desvia claramente de la corriente general He aqui su reflexion al describir el pase natural La pierna izquierda es decir la de embroque y salida tiene que quedarse completamente inmovil y cuando el pase llega a su terminacion es entonces cuando hay que girar con la pierna derecha hasta quedar en posicion de dar el siguiente muletazo en el mismo terreno en que se inicio el primero y asi sucesivamente Todo eso que se dice de cargar la suerte en el natural viene a ser lo que es cargar la suerte en otras fases del toreo Esto es simplemente una ventaja para el torero puesto que se desvia mas facilmente el camino que trae el toro Cargar la suerte yo lo creo asi es tan solo una ventaja 55 Solo coincide aparentemente en la idea general de la quietud y en la cuestion de quedarse en el mismo terreno al ligar los pases aunque con unos movimientos de piernas diferentes Bien es cierto no obstante que Manolete podia en parte estarse refiriendo a formas espurias muy generalizadas de desviar la trayectoria del toro sin exposicion para el torero 56 pero su rotundidad de juicio no parece realmente limitada a formas falseadas de cargar la suerte Lo que si ciertamente constatable es que algun critico de prestigio de su epoca como Don Justo 57 contradice el criterio de que Manolete no cargaba la suerte El toro embarcado en la roja tela avanza por su viaje natural El torero quieta la planta con los talones embutidos en el albero y los pies ni juntos ni exageradamente separados va suavemente cargando la suerte girando el brazo para describir un medio punto en el que la flexibilidad de la cintura desempena un importante papel Ese es el pase natural que con exquisito gusto artistico ejecutaba el singular torero pase unico excepcional 58 El valor historico indiscutible de este torero es expresamente reconocido por algunos de los propios toreros que en este articulo opinan de forma muy distinta respecto a cargar la suerte Asi como a continuacion veremos Rafael Ortega Senti gran admiracion por Manolete que a su manera hacia un toreo puro 59 o despues Antonete El torero que mas me ha impresionado ha sido Manolete 60 Y el propio Jose Tomas sera un torero muy inspirado por la linea artistica y personalidad de Manolete Solo esos ejemplos mas el fervor popular masivo del que gozo este torero a ambos lados del Atlantico y el generalizado aplauso de la critica fuerzan necesariamente a hacer alguna matizacion sobre la identificacion entre cargar la suerte y mandar identificacion que han propuesto varios toreros ya se ha visto a Domingo Ortega y prestigiosos teoricos como veremos a Gregorio Corrochano que por cierto reunia a Belmonte y Manolete como los dos toreros de mas acusada personalidad que yo he conocido 61 por citar a dos apasionados defensores de tal identificacion Porque como dejo dicho Pepe Alameda por donde quiera que se le vea el toreo de perfil de Manolete era un riguroso sistema no una picara estratagema 62 El Dr Venancio Gonzalez describe ese sistema desde una perspectiva medico anatomica Manolete consigue la perfeccion en su forma de torear inmovilizando hasta un grado inigualable de quietud absoluta las articulaciones de tobillo rodilla y cadera lo que algunos cronistas llamaron su verticalidad y sigue fiel a la flexion dorsal de la cintura y ventral de la nuca edifica sobre el escorzo detallado toda la estetica de su forma de torear 63 Hay otra cuestion de la personalidad torera de Manolete que va a ser asumida en buena parte de su toreo por Jose Tomas que es el aguante asociado precisamente al mando como fue senalado por criticos de su epoca Aguanta y manda con la capa de una manera indescriptible no cede cuando los toros se quedan y les insiste en ese momento peligroso y les saca el remate imposible como aquella media veronica 64 Fotografias y videos muestran esa tecnica y ese aguante valor de Manolete con la muleta igual que se describio con su capote y parece evidente que el factor emocional derivado de ese tipo de toreo llegaba perfectamente al publico sin la carga de la suerte en el sentido tradicional de echar la pierna de salida adelante Asi pues ya desde los tiempos de este califa del toreo habria sido conveniente una revision teorica que ensanchara el concepto de cargar la suerte Por otro lado como dice Juan Posada Manolete no cargaba la suerte nada mas que a la hora de entrar a matar 65 pero esa cuestion se trata en el epigrafe correspondiente infra Rafael Ortega Editar Rafael Ortega Dominguez publico en 1986 teniendo 65 anos un libro titulado El toreo puro redactado y prologado por Angel Fernando Mayo Encabeza su prologo una cita de Antonio Chenel Antonete en que manifiesta que Rafael Ortega es el torero que mas me ha gustado el mas completo y el que ha toreado con mayor pureza 66 La admiracion era mutua pero R Ortega enumera a bastantes otros destacando a Domingo Ortega 67 Pues bien tras aludir a su conocimiento de la trilogia de Belmonte y de la puntualizacion posterior de Domingo Ortega ya expuestas Rafael opta por una nueva matizacion Para mi es importante algo previo citar o sea echarle el trapo para adelante al toro Asi que lo que yo veo para hacer el toreo puro es esta continuidad citar parar templar y mandar y a ser posible cargando la suerte 68 Cite para pase natural de Talavante Cite para derechazo de Antonio Ferrera Pero ese a ser posible terminara afirmandose como un requerimiento basico entrando en detalles no le convencen la chicuelina ni el toreo a pies juntos porque no se carga la suerte Por el contrario si he sentido el echarme el capote a la espalda citaba echaba la pierna para adelante y cargaba la suerte asi que era un toreo de mas exposicion pues tiraba del toro con medio capote como si estuviera toreando con la muleta 69 Pero el toreo fundamental se hace a la veronica La veronica pura la que rompe y domina al toro es la que se da con las manos bajas cargando la suerte y ganandole terreno al toro Tambien la llama por eso honda 70 Mas de treinta anos despues siguen siendo muy actuales las siguientes criticas que afectan ya al uso de la muleta Dar los pases totalmente en redondo eso no es el toreo eso les gusta hoy a los publicos pero a mi no El pase debe darse cuanto mas largo mejor pero con el cite y con remate quedandose uno colocado para el siguiente El toro tiene que venir humillado metido en la panza de la muleta y con la suerte cargada La mayor parte de los toreros lo que hacen es descargar tu citas por un lado o por otro y en vez de echar adelante la pierna contraria lo que haces es echar la otra para atras y eso no es cargar es descargar El toreo bueno es aquel en que cargas la suerte y apoyas el peso sobre la pierna contraria y la ultima parte del pase ha de permitir que el toro te deje colocarte de nuevo sin modificar el terreno pues lo mas clasico y lo mas puro es que en la faena cuanto menos andes mejor 71 Y un parrafo especifico para el pase natural dado con la mano izquierda que ademas por su precision no deja lugar a dudas sobre cual es la pierna contraria la que carga la suerte Me gusta tanto el natural por su sencillez El natural no es puro si no se carga la suerte Yo lo he dado asi siempre que he podido Ahi esta la pureza y el riesgo Asi me cogio el toro de Barcelona que era cinqueno y estaba corraleado y me vio la pierna izquierda al cargarle la suerte 72 Y para finalizar Otro pase importante con la izquierda que ya he dicho que es la mano que mas me gusta es el ayudado por bajo Hay que darlo despacio sin pegar trallazos y evitando que el toro te enganche la muleta Asi es conveniente darlo a mitad de la faena o aun mejor al final como pase de castigo para afirmar el dominio y cuadrar al toro Y al respecto cuenta el caso de un dia que entrando a matar pincho Y entonces Le di dos ayudados por bajo uno por cada lado llevando la muleta por debajo de los pitones del toro cargando la suerte templando y arrematando los pases Ahora el toro me pidio la muerte le cogi perfectamente los blandos y me dieron la oreja Y Gregorio Corrochano escribio en Blanco y Negro que esos dos pases habian sido lo mas torero de esa tarde y de muchas tardes 73 Marcial Lalanda Editar Marcial Lalanda torero de epoca largos anos figura del toreo se valio del polifacetico catedratico universitario Andres Amoros para exponer su biografia y tauromaquia como Luis Miguel Dominguin y Enrique Ponce uno de cuyos capitulos es La lidia 74 y sus aportaciones sobre cargar la suerte son numerosas y se presentan rodeadas de detalles muy precisos justo lo contrario que Ponce que ni siquiera nombra el concepto en su capitulo Arte y tecnica del toreo Asi Lalanda El toro viene con fuerza y hay que embarcarlo embrocarse cargar la suerte De este modo la suerte dura mas o menos desde dos metros antes de que llegue el toro hasta un metro despues Basta con volver a cargar la suerte para ligar sin tapar la vista del animal 75 Al cargar la suerte habra que inclinarse algo oblicuamente acompanando al toro Absolutamente fundamental es cargar la suerte Comparto plenamente en esto el criterio de mi amigo Domingo Ortega a la trilogia clasica parar templar y mandar deberia anadirse este nuevo precepto cargar la suerte Como dicen los taurinos echar la pata p alante Hoy por desgracia lo habitual es lo contrario descargar la suerte echar la pierna atras Son dos mundos opuestos 76 Dentro de ese otro mundo opuesto destaca dos ideas El toreo a pies juntos es airoso bonito pero se hace con el toro que viene y va se domina menos 77 Y Con el toreo paralelo no puede cargarse la suerte 78 Se debe entender paralelo como perfilero Continua la exposicion tecnica El diestro ha de recibir al toro estando parado y en el momento de enganchar cargar la suerte adelantar la pierna contraria hasta el embroque y acompanandolo con todo el cuerpo cintura brazos munecas El ideal es no enmendarse con los pies 79 Es decir no moverlos como ya estableciera Pepe Hillo Cargar la suerte puede desembocar en ir ganandole terreno al toro un paso en cada lance hasta acabar en el centro de la plaza o cerca Eso es lo que nos enseno Belmonte una verdadera preciosidad Las escasas veces que lo ve el publico no puede permanecer indiferente 80 Al respecto es poco significativo que toreros prebelmontinos ya lo practicaran El hecho es que Lalanda lo vio y lo aprendio del trianero aunque el confiese haber seguido mas la linea del otro gran maestro Joselito Y de hecho bien sabido es que ambos genios del toreo Jose y Juan se contagiaron mutuamente sus tecnicas y estilos Veamos ahora para finalizar con el una referencia autobiografica concreta de Marcial Con el capote yo toreaba mejor de rodillas que de pie por raro que pueda parecer Lo hacia cargando la suerte hasta el embroque Lo solia hacer con una pero tambien con las dos rodillas 81 Presenta aqui el libro dos magnificas fotografias con una rodilla en tierra y la otra generosamente ofrecida al embroque muy cargada al modo del doblon que somete pero con la capa un recorte Antonio Chenel Antonete Editar Antonete se mantuvo en los ruedos hasta los 65 anos y algunas excepciones mas aunque previamente tuvo que optar varias veces por la retirada Triunfo ya desde novillero pero alcanzo su mayor gloria en torno a los cincuenta anos El periodista taurino Manuel Moles recoge lo mas notable de su biografia y su tauromaquia 82 Encabezando cada uno de sus capitulos se destacan unas Gotas de Chenel en que va destilandose su tauromaquia Una de las primeras es su definicion de cargar la suerte Es cambiar el toreo lineal por la hondura y la profundidad al cargar el cuerpo sobre la pierna contraria 83 Luego en muchas ocasiones los recuerdos del veterano torero incidiran en la importancia que este concepto ha tenido en su estilo de torear desde novillero como en Barcelona en 1951 No me entere de nada hasta el quinto novillo No sabia ni donde estaba Pero en el quinto el segundo mio desperte y hasta hice dos quites uno por veronicas con la pata p alante y otro de frente por detras cargando la suerte Y corte una oreja 84 Como vemos estan los dos conceptos complementarios tantas veces equivalentes en su significado Y se repetiran alternados o agrupados A un toro suyo de Antonio Ordonez le hice el quite me eche el capote a la espalda y daba lances como si fueran derechazos y naturales echando la pata delante cargando la suerte 85 Algo muy semejante a lo rememorado por Rafael Ortega supra Analiza luego concretamente el fundamental pase natural en lo que respecta al juego de piernas y sus cargas Respecto a la apertura del compas las piernas deben estar mas o menos abiertas ni mucho ni poco y con el medio pecho por delante No haria falta decir que al echar la pierna adelante te obligas a cargar el peso del cuerpo en el muslo izquierdo produciendose en ese momento un cambio ya que antes en el cite todo el peso se habia cargado sobre la pierna derecha Logicamente por obligacion o por el juego del peso del cuerpo tienes que meter los rinones La suerte se carga en el momento justo cuando se embarca al toro y el torero girando su cintura cambia la pierna de apoyo 86 Deduzcase que meter los rinones es adelantar inclinado el cuerpo entero y que la parte mas adelantada del torero sera su cabeza Sobre esto pueden observarse muchas fotografias de diversos toreros En esa posicion pasara por delante el toro y se creara la situacion de mando de dominio Y en definitiva una conclusion del torero madrileno En el toreo la mano izquierda es la verdad Es lo mas limpio y lo mas dificil Con la izquierda se torea sin ventajas y todo es mas puro Para torear con la derecha hace falta echar mano de una espada No es lo mismo Con la izquierda basta con sujetar un trapillo rojo dar el pecho y echar la pata p alante 87 Jose Tomas Editar Jose Tomas es el unico torero vivo y en activo de esta seleccion los ultimos ocho anos ha toreado en contadas ocasiones y se desconocen sus proyectos para la temporada 2020 Es la ultima gran figura revolucionaria del toreo con sus mayores triunfos a finales del siglo pasado y a comienzos de este y sus sonadas reapariciones Publico criticos artistas e intelectuales diversos le han envuelto en la aureola de mito Por su conocido hermetismo no hay muchas declaraciones suyas y las que han aparecido quedan referidas a ciertos contextos o a faenas concretas sin mencion a cargar la suerte No obstante por su interes veamos alguna Tras su retirada en 2002 y su anuncio de reaparicion cinco anos despues la escritora Almudena Grandes publica un reportaje bajo el titular de una frase suya lapidaria Vivir sin torear no es vivir El Pais semanal 27 de mayo de 2007 Antes de la cogida casi mortal en Aguascalientes estando ya en Mejico afirma El toro tiene que pasar por donde tu quieres y quedarte quieto aunque te lleves la cornada Entrevista de Jacobo Garcia El Mundo 10 de octubre de 2007 pg 58 Y cuando anos despues escribe el breve libro Dialogo con Navegante nombre del toro de Aguascalientes declara En el ruedo no valen las medias tintas vale el compromiso la muerte esta presente A mas compromiso mas riesgo y a mas riesgo mas arte I del Prado La Razon 24 de mayo de 2013 pg 67 Es preciso adelantar esas visiones personales del torero en vista del extrano vacio que los numerosos libros sobre Jose Tomas presentan respecto al tema de este articulo cargar la suerte Esos libros se recrean en alto grado sobre la interpretacion del exito de Tomas la pasion popular su distanciamiento respecto a la prensa y al sistema empresarial en parte por su negativa a ser televisado los vetos que soporta por entreverados intereses que generaran controversias y se caracterizan sobre todo por una vision sociologica e incluso politica metaforica y magica muy literaria del torero mitificandolo y tambien desmitificandolo 88 Salen a relucir por supuesto sus grandes meritos el valor basicamente devenido del sitio donde se pone su estatismo o quietud el temple un punto sin embargo debil para sus detractores que numeran sus enganches y desarmes la ligazon la profundidad y paradojicamente en principio la verticalidad el toreo a pies juntos el cite de frente desde las gaoneras pasando por el natural las manoletinas el dejarse coger antes que rectificar que algunos han interpretado como deseo de morir idea negada rotundamente por el torero 89 su muneca su cintura y su conexion emocional con el publico Pero no aparece la caracteristica fundamental de cargar la suerte Ni siquiera los grandes toreros consagrados al opinar sobre el emplean el termino directamente aunque ya ponen algo sobre la pista en la cuestion Asi Diego Puerta No se parece a nadie Tiene mucha casta pero tambien esa mano izquierda como espera al toro y lo lleva Es muy fuerte al natural tiene mucha personalidad Antonete Hay dos Tomas Uno torea limpio como los angeles Con la mano por bajo da el pecho a los toros y da gusto verle Pero esta el otro el de las trincheras el de tocan arrebato el que atropella la razon Paco Camino Lo que pasa es que es mas responsable que los demas y se pasa el toro mas cerca que el resto Se pone en un sitio donde no nos poniamos ni nosotros Ese valor esa cabeza fria no la he tenido yo Todos ellos en El Pais 23 de julio de 2008 pgs 2 y 3 de la Revista de verano en articulo de Quino Petit Hay pues que recurrir a cronicas sobre sus faenas y forma de torear comprobando que Jose Tomas es un caso singularisimo en la historia del toreo precisamente en cuanto a cargar la suerte Porque tiene dos formas muy distintas de hacerlo la clasica y la personal llamemosla todavia asi El contraste entre ellas ha producido como hemos visto una considerable neutralizacion del concepto Pero no absoluta Debe aclararse primero que no se trata de distinguir entre compas abierto o cerrado cuestion que ya vimos debatida en tiempos de Bombita por lo que ambas formas podrian considerarse clasicas Por eso dice Carlos Abella de Tomas su capote ha tenido una veronica clasica de manos bajas a pies juntos o de inspiracion rondena con el compas abierto y cargando la suerte 90 Aunque lo cierto es tras el analisis realizado hasta ahora y el que seguiran haciendo infra los criticos y ensayistas que modernamente se entiende como la verdaderamente clasica y en general mas autentica la posicion del compas abierto y la pata p alante precisamente porque permite marcar mejor la carga de la suerte o lo que es lo mismo la situacion de mando o dominio Respecto a esta no se puede dudar inmediatamente se referenciara que Jose Tomas sobre todo toreando a la veronica y mas aun al natural es un consumado especialista en lucir la carga de la suerte tal como la hemos visto descrita de forma tradicional clasica por muchos de los toreros precedentes y veremos mas tarde por los teoricos aun con mayor detalle Responderia al canon citar parar templar cargar y rematar Historicamente el primer tiempo provendria verbalmente del ideario de Rafael Ortega y el ultimo de Guerrita Trincherilla de Jose Tomas Natural a muleta cambiada de Jose Tomas Pero es otro el punto de vista que se debe exponer aqui sobre el tema porque afecta a un concepto muy amplio de la tauromaquia de Jose Tomas De este torero se ha subrayado su frecuente verticalidad como influencia estilistica de Manolete muy admirado por Tomas sobre todo por su personalidad en general 91 Y ya vimos que opinaba Manolete sobre cargar la suerte era una ventaja para el torero Y por otro lado se ha insistido en que gran parte de la emocion que contagiaba Jose Tomas al publico provenia de los terrenos que pisaba Esta es la cuestion clave su forma personal de cargar desde la verticalidad y la quietud pero en unos terrenos de alto riesgo esa posicion ese sitio es otra manera de cargar la suerte con el cuerpo entero Repasese la ultima cita que se hacia en el epigrafe de Bombita Y asi lo ve ahora cierto es que singularisimamente Pablo G Mancha respecto a Jose Tomas y El Cid Pisar un terreno donde el toro o sic obedece la muleta o coge al torero Es decir cargar la suerte es decir situarse en ese sitio fatidico cuando el toro tiene donde elegir la carne del matador o el trapo 92 Es el sitio de las cornadas que jalonaran la carrera de Tomas desde sus primeros triunfos El de Los Bayones era un zambombo de 700 kilos El toro trataba de achicar terrenos en una guerra de avance y movimientos mientras Jose Tomas establecia una guerra de posiciones es decir no ceder ni un centimetro y al final de una tanda soberana tanto se juntaron los terrenos del torero y toro que el piton derecho si hizo sitio en la carne de Jose Tomas Javier Villan El Mundo 3 de junio de 1997 Pg 58 En esa tarde de Las Ventas el periodista y ensayista Ruben Amon y el propio apoderado del torero apuntaban que fue una racha de viento la causa de la cornada Ibidem En efecto fueron estos dos criticos junto con Zabala de la Serna los que mejor apuntaron en la direccion que aqui se sostiene Este Jose Tomas explica cual es la teoria de los terrenos la teoria de pasarse el toro por la faja una leccion torerisima de como torear a un manso de sentido de los terrenos Otra leccion magistral esta vez con un toro encastado veronicas cenidisimas estatuarios de escalofrio naturales de clamor Javier Villan El Mundo 29 de mayo de 1998 Pg 62 Y Ruben Amon en esa misma tarde de Puerta Grande en Las Ventas Nadie pisa el terreno de Jose Tomas es decir que ningun otro matador puede asentarse en el espacio natural del toro con parecida suficiencia seguridad y aplomo Ibidem Aunque no son los unicos El maestro de la critica taurina Joaquin Vidal ya habia apuntado a dos formas distintas de toreo emocional aunque solo aplicaba el concepto carga lexicamente en el sentido tradicional El toreo no ha muerto El toreo es tal cual lo realizo Jose Tomas Se cruzo con el toro cargo la suerte ligo los pases y tal como lo hacia iba provocando una conmocion que acabo en delirio Volvio a cenir naturales ahora desde la verticalidad la quietud la majeza y el temple El Pais 28 de mayo de 1997 Pg 46 Y asimismo Vidal Y el artista se complacio en torear despacio ligar naturales ora cargando la suerte ora juntas las zapatillas El Pais 19 de mayo de 1999 Pg 51 Porque la tauromaquia de Jose Tomas en sus mejores momentos ninguna tauromaquia de los grandes toreros se basa en sus malas faenas es siempre asi una eclectica combinacion de clasicismos aportando un nuevo contenido al tradicional concepto de cargar la suerte en virtud de unos terrenos muy comprometidos desde la verticalidad inspirada en Manolete pero con las demas caracteristicas habituales de la carga quietud temple mando desviacion de la trayectoria del toro ligazon y muy particularmente aportando tanta hondura y tan estremecido sentimiento Joaquin Vidal El Pais 29 de mayo de 1998 Pg 51 Desde sus comienzos lo supo ver asi Ruben Amon en su articulo Revelacion prodigiosa Tauromaquia ortodoxa pura y sobria cuya esencia descansa en el esplendor del toreo natural la hondura que subraya el desenlace de las suertes la seguridad con que pisa los terrenos El Mundo 28 de mayo de 1997 Pg 56 Dos anos despues escribia Juan Soto Vinolo en Aplausos Jose Tomas volvio a desplegar su tauromaquia vertical y magica llena de temple y seriedad ejecutando lo que Dominguin llamo la dificil facilidad 93 O Antonio Lorca en El Pais cuando Tomas sale por primera vez por la Puerta del Principe sevillana en el ano 2001 El sitio que pisa Tomas y la forma de interpretar el toreo pertenecen a otro mundo es pura ortodoxia que combina a la perfeccion el arte y el valor toreo por naturales de frente y dejo en el ambiente el gusto eterno del toreo autentico profundo templado 94 No hay necesidad de aclarar que las veronicas a pies juntos los estatuarios las manoletinas ya citados o esos naturales de frente no pueden cargar la suerte al modo tradicional Son profundos y emocionantes por su composicion general pero sobre todo por el sitio por el terreno escogido para ejecutarlos Quince dias despues vuelve a salir Jose Tomas por la Puerta Grande de la Maestranza Y dice Joaquin Vidal paradigma de la quietud 95 Y el buen torero que fue Juan Posada tras retirarse periodista ensayista y cronista taurino en La Razon Un toreo estetico y estatico alinado por su gran personalidad labor de escalofrio por la impavidez del torero que sin enmendarse en ninguna ocasion salvo tarascadas simplemente con la muleta que para eso esta 96 Posada que ya habia escrito Se cruzo con sus toros dio el paso adelante coloco la muleta en su sitio y dejo llegar a los toros casi hasta las ingles La razon 18 de junio de 1999 Pg 64 Tanto con estas como con aquellas palabras parece evocar el tercer elemento de la trilogia de Belmonte mandar que ya hemos visto asimilada a cargar la suerte y la veremos disimilada tambien por el propio Posada y por otros Despues de aquella Feria de Abril sevillana Alberto Fernandez Salido La Razon Reporter 20 de mayo de 2001 Pgs 40 42 interroga sobre Tomas a cuatro grandes criticos taurinos Veamos algunas respuestas Ignacio Alvarez Vara Barquerito Pisa unos terrenos que dan panico siempre le ves al borde del abismo se pasa los toros mas cerca que nadie Juan Posada Cuando se torea en los terrenos donde lo hace Jose Tomas yo no paro en el tendido Joaquin Vidal Se necesita mucho valor para hacer el toreo puro se apropia de un espacio sagrado que pertenece al toro Javier Villan Antepone la superacion del temor a la muerte Y esto termino muchas veces bien pero otras no pudo evitar la cornada De ahi las declaraciones del propio torero en Televisa Mejico cuando le pregunta el periodista si prefiere la cornada o dar un paso atras Prefiero que me den la cornada Bueno es dificil esa eleccion Tu cuando piensas que un toro puede pasar por donde tu quieres que pase pero para ello te tienes que quedar quieto asumes el riesgo de la cornada 97 Tambien deben destacarse estas palabras del torero interpelado en 6Toros6 por Jose Luis Ramon sobre si su verticalidad es un fin o un medio en su toreo Un medio sin duda Yo nunca la busco como culminacion de mi toreo y si tengo que sacrificarla para llevar a un toro mas largo lo hago 98 El sitio el terreno la quietud la verticalidad a veces tambien con el compas abierto el valor tantas veces caracterizadores de la tauromaquia de Jose Tomas implican un nuevo matiz en el concepto de la carga de la suerte con el cuerpo entero que ya hemos visto tambien que conlleva frecuentemente la desviacion in extremis de la trayectoria del toro mandando dominando con enorme riesgo y transmitiendo por tanto gran emocion al publico Como por cierto tambien transmitia Manolete aun renunciando a la ventaja de cargar la suerte porque llevaba la proximidad al toro a extremos desconocidos Y en Tomas con mayor motivo que en Manolete seria impensable hablar de ventajas en ninguna de sus dos formas de cargar Leamos al empresario y ex torero Simon Casas sobre la encerrona de seis toros en Nimes con el sexto toro habiendo ya triunfado apoteosicamente en los cinco anteriores lleno de vicios el unico objetivo del torero era ganar pase tras pase algunos centimetros de terreno hasta poder pegar sus muslos a la punta de los cuernos de un animal obligado a rendirse poco a poco 99 Finalicemos ejemplificando con dos grandes cronistas que supieron reconocerle todos sus meritos y tambien criticarle con dureza sus malos momentos Escribe Javier Villan sobre una faena de Puerta Grande en Madrid Jose Tomas se dio cuenta de que no hay que ponerse en el camino del toro a topacarnero sino descarrilarlo Luego la teoria del tancredismo cito Jose Tomas rectifico el toro se paro se quedo fijo en la pechera del torero y este no se quito Aguanto y un soplo magico desvio la embestida del bicho que le paso cerca cerquisima El Mundo 19 de mayo de 1999 Pg 72 Sobre esta faena comenta uno de sus companeros de terna Jose Miguel Arroyo Joselito Se ha jugado la vida de verdad sin aspavientos ni concesiones a la galeria palabras de rivalidad honesta que situan el toreo de Jose Tomas muy ajeno al tremendismo Y por ultimo la vision de Zabala de la Serna entusiasta de Tomas durante lo que el llama el trienio cabal 1997 99 pero luego mas critico aunque tambien objetivo o de nuevo entusiasta censurando a los que no habian percibido la hondura ni la flexibilidad de su cintura los terrenos minados que pisaba la muleta adelante generosos los muslos Y con la verdad en la izquierda y el valor en la montera jugo sobre el borde del precipicio en el filo del abismo con un astifino toro de Alcurrucen ABC 29 de mayo de 2002 Pg 98 Y tras su retirada de cinco anos al reaparecer Zabala titula Y el mito se hizo carne en Barcelona y ve asi su toreo Muneca magica anclada la planta en el fondo del ruedo Tremendos los naturales Indescriptibles Cegadores y hondos Otra vez Tomas cautivaba con las armas que irrumpieron a finales de los noventa en la historia de la tauromaquia la muleta mecida los rinones encajados el cante grande ABC 18 de junio de 2007 Pgs 75 76 Pasion critica que se culmina en Madrid Jose Tomas es el toreo Jose Tomas es el toreo puro y absoluto Que es torear Parar templar mandar y cargar la suerte Cargar la suerte La faena crecia el publico se fundia se derretia Enfrontilado con la izquierda con todas las ventajas para el toro el personal se frotaba los ojos a pies juntos fluyo un caudal de naturales ABC 6 de junio de 2008 Pgs 100 101 En fin ese toreo de dominio con riesgo y emocion en terrenos impensables es lo que se ha llamado en este analisis carga de la suerte personal con el cuerpo entero sin adelantar la pierna de salida que debe sumarse a la tradicional echando la pata p alante de forma que la tauromaquia eclectica de Tomas opta muy frecuentemente por adelantar la carga al primer tiempo del canon cargar citar templar y rematar Por eso se amplia adecuadamente el concepto de cargar la suerte no solo en este torero sino en cualesquiera otros que consigan el dominio el mando del animal con la exposicion corporea en un terreno que transmite una verdad torera que se convierte espontaneamente en comunicacion emotiva como ocurre con la pureza de la carga de la suerte clasica Es lo que se ha hecho en la entrada de este articulo al exponer anticipadamente matizaciones que en este epigrafe ya con mas detenido desarrollo amplian la definicion tauromaca de cargar la suerte una de las normas fundamentales del toreo Leamos como cierre unas palabras de Juan Posada Si creyera en la reencarnacion apostaria que Jose Tomas en su otra vida fue torero o vio torear a las grandes figuras que establecieron las normas basicas del arte de torear La Razon 19 de mayo de 1999 Pg 59 La vision del concepto por los ensayistas taurinos EditarEl lector dispondra a continuacion como informacion y para su propia valoracion del concepto definido en este articulo de la vision critica sobre cargar la suerte de los siguientes ensayistas Amos Salvador Federico Alcazar Gregorio Corrochano Claude Popelin Guillermo Sureda Pepe Alameda Juan Posada Joaquin Vidal Salvador Balil y Nicolas Sampedro Tampoco aqui como en los toreros estan todos los que son Se hace una brevisima introduccion biografica de cada uno y en general se puede apreciar una tendencia descriptiva mas detallada que en los toreros Todos hacen aportaciones con detalles que sumados enriquecen sumamente el concepto estudiado sobre todo en su version clasica tradicional pero aportando algunos tambien bases para la aceptacion de una forma distinta de entender la carga de la suerte en linea con lo expuesto en este articulo Amos Salvador Editar Amos Salvador y Rodriganez Ingeniero de Caminos que ejercio varios ministerios en los gobiernos de Sagasta e ingreso como miembro en varias Academias escribio su Teoria del toreo en 1908 100 cinco anos antes de la alternativa de Juan Belmonte y por tanto con anterioridad a que este formulara su famosa trilogia del toreo parar templar y mandar Belmonte no podia conocer la trilogia fijada previamente por Amos Salvador pues la publicacion por entregas en el diario La Voz de la Teoria del toreo se retraso varios anos y no fue editada en libro por la Union de Bibliofilos 210 ejemplares hasta 1962 Pero Amos Salvador habia propuesto esta otra trilogia aclarando que servia para todas las suertes citar cargar la suerte y rematarla Varios estudiosos posteriores asocian ambas trilogias por la evidencia de la relacion entre cargar la suerte y mandar A Salvador se explica asi La primera necesidad es fijar la vista del toro y obligarle a tomar la suerte que es a lo que se llama citar pero apenas inicie el movimiento se hace forzoso quitarlo del cuerpo echarlo fuera y senalarle un terreno y una salida todo lo cual se comprende en la frase cargar la suerte y conseguido esto se hace necesario rematarla que consiste en dejarlo a la distancia que conviene y prepararse otro lance 101 La otra posibilidad que tiene el torero es apartarse salirse de la suerte y dejar pasar al toro en su direccion natural lo cual supone que el que resulta toreado es el torero anticipa lo que ya hemos visto y veremos llamar descargar la suerte 102 Sobre Amos Salvador vid Enlaces externos Federico Alcazar Editar Federico M Alcazar que posteriormente fue cronista taurino del diario Madrid publica su Tauromaquia moderna en 1936 103 Durante varios anos desde la retirada definitiva de Belmonte en esa misma fecha Alcazar gozara de un prestigio generalizado Al definir cargar la suerte reproduce la definicion de Paquiro que ya analizamos Sin embargo coherentemente con su postbelmontismo aporta una descripcion tecnica de los pases cargados que conducen a la ligazon moderna el toro pasa en sentido longitudinal paralelo al pecho y se le carga la suerte un poco hacia adentro dejando en disposicion de avanzar la pierna hacia fuera y ligar la suerte Si se le carga la suerte hacia fuera como indican las tauromaquias clasicas se corre el riesgo de que se marche la res y el toreo pierda sus virtudes mas relevantes continuidad trabazon coherencia 104 Gregorio Corrochano Editar Gregorio Corrochano se convierte en un prestigioso cronista taurino de las epocas que el mismo llamo Edad de oro del toreo y Edad de plata entre 1914 y 1936 Pone la frontera entre ellas con la muerte de Joselito en 1920 Su gran labor ensayistica taurina es bastante posterior Despliega su tauromaquia a traves de un libro Que es torear de 1953 105 que ampliara sustancialmente con nuevos temas a lo largo de su vida pero de publicaciones postumas 106 siempre con gran conocimiento de causa Corrochano dedico mucho espacio e intensidad al tema de cargar la suerte lo que obliga por su interes a profundizar con el De hecho toma de Paquiro dos conceptos en los que este insistia reiteradamente para afirmar Son pues dos normas fundamentales colocarse de frente y cargar la suerte 107 En efecto reniega del toreo de perfil medio toreo sin mando sobre el toro aunque hace una importante matizacion El paralelismo del toro y el torero el perfil solo debe darse en el centro de las suertes Cuando el torero que tomo al toro de frente va girando y en el momento en que el toro le pasa los dos estaran de perfil y en lineas paralelas para que pueda cargarse la suerte y el toreo adquiera mas desarrollo mas mando mas eficacia Al toro hay que citarle hay que empaparle en la muleta hay que llevarle toreado antes de llegar al terreno que pisa el torero hay que cargarle la suerte y hay que mandar y rematar 108 Natural de Fortes De la importancia del temple en ese proceso hablara despues Y en concreto al referirse al pase natural realiza una descripcion muy precisa que debemos abreviar Le adelanta la pierna contraria o sea la derecha y entonces el torero adelantando un poco la mano izquierda embarca al toro en la muleta se lo trae se lo pasa por delante mientras va girando la cintura al compas del toro y del pase acompanando al toro en el viaje Una vez que el toro ha llegado al centro del pase se carga la suerte sobre la pierna izquierda y se va levantando el pie derecho que al rematarse el pase avanza en un paso y se queda en posicion colocado para ligar el pase natural siguiente 109 Lo dicho hasta aqui por Corrochano esta tomado del libro primitivo Que es torear Introduccion a la tauromaquia de Joselito de 1953 Cuando lo amplia para anadir una Aproximacion a la tauromaquia de Domingo Ortega uno de sus capitulos Que es cargar la suerte profundiza en el concepto Cargar la suerte es indicarle al toro el camino y obligarle a seguir ese camino Se puede torear sin cargar la suerte Aparentemente si en puridad no Y sigue Torear es mandar en el toro hacer lo que se quiera del toro tener el toreo en la mano si no se manda en el toro si el toro no va por donde quiere el torero que vaya no torea el torero el que torea es el toro Y no se puede mandar al toro si no se carga de la suerte 110 O aporta este preciso contraste entre cargar y descargar la suerte Para llevarle donde el quiere que vaya tiene que mandarle y para mandarle tiene que cargar la suerte Como Adelantandole la pierna por donde ha de pasar y salir el toro sin mover la otra Cuanto Lo que haga falta segun las condiciones y estado del toro Pero siempre hacia adelante nunca hacia atras Con el paso hacia adelante el torero se acerca mas y carga la suerte con el paso hacia atras se quita un paso al toreo y se descarga la suerte hacia adelante se acentua el toreo hacia atras se destorea hacia adelante se manda en el toro hacia atras se pierde el mando y el torero tiene que enmendarse y no puede ligar 111 Y remacha para terminar el capitulo Conclusion torear sin cargar la suerte no es torear 112 Como ha podido comprobarse Corrochano se alinea con la linea estricta que han apuntado los grandes toreros Marcial Lalanda el propio Domingo Ortega Rafael Ortega Antonete o mas bien al contrario porque menos Domingo todos ellos se expresaron despues del fallecimiento de Corrochano y de toda su obra postuma que demuestran conocer pues le citan con frecuencia Tal fue su grado de agudeza critica y de influencia Claude Popelin Editar Como ensayista taurino frances Popelin se integra en este articulo por su prestigio de ensanchar el acervo cultural tauromaco Han sido traducidas sus obras 113 y la que se aprovecha aqui es El toro y su lidia Tuvo relaciones de amistad con muchos toreros con Hemingway Respecto a cargar la suerte destaca cuestiones que amplian el concepto El detalle capital esta en que el toro que venia en linea recta hacia el hombre se ha desviado por voluntad de este hacia una linea oblicua de mas o menos grados Este paso forzado de la recta a la oblicua es lo que se llama cargar la suerte De lo que deriva la conclusion de que al forzar el torero ese recorrido oblicuo impone su voluntad al animal y lo dirige exponiendose a una cornada al menor error o distraccion por su parte El torero esta a la expectativa en tanto el toro avanza hacia el en linea recta En realidad no torea autenticamente hasta que le desvia por el camino oblicuo Pone como ejemplo de torero fiel a esta escuela a Pepe Luis Vazquez y apunta que quienes cargan la suerte se ven obligados a cortar su faena de muleta mucho antes 114 Y no es extrano que Popelin destaque a Pepe Luis Vazquez Tambien lo hace Marcial Lalanda cuando sostiene que ese torero despues de Joselito es el mas importante que he visto en mi vida Fue desde luego el mas hondo poseia el tesoro de una increible facilidad para ver los toros 115 Tambien lo veremos infra con muy distinta vision pero tambien laudatoria en el epigrafe de Juan Posada O colaborando en la edicion francesa de una Tauromachie de Goya Guillermo Sureda Editar Guillermo Sureda Molina que escribio sobre diversas disciplinas literatura historia mitologia hizo amplia labor critica ensayistica y biografica en tauromaquia Opinaba que en el toro casi todas las normas son por lo menos discutibles porque son contingentes y mutables 116 Por mantener esa actitud Paco Aguado le situa junto a Pepe Alameda siguiente escritor como critico heterodoxo vid infra pg 13 del prologo De su ultimo ensayo Tauromagia Capitulo I VII salen estas palabras La suerte debe cargarse cuando el toro ya arrancado ya en plena carrera va a meter la cara en los vuelos de la muleta en la panza de la franela Es entonces cuando morosamente recreandose en la suerte y no dando un zapatillazo ni abriendo el compas exageradamente para goce de los ignorantes el torero debe avanzar la pierna de salida para que el toro tenga que cambiar la trayectoria en plena galopada en su momento central quebrandola Y matiza La suerte no se carga si la pierna de salida se adelanta cuando el toro esta todavia parado o acaba de iniciar la embestida De esta manera lo unico que consigue el torero es descuadrarse de la cara del toro descentrarse de ella sin que el animal cambie su viaje 117 Despues reproduce y contrasta las ideas opuestas de Domingo Ortega y de Manolete y apunta que precisamente por radicales ninguna de ellas esta en posesion de la verdad Y lo razona tajante Ni siquiera la cargaba por lo menos en su segunda epoca el mismo Domingo Ortega ya que lo que hacia era tener ya adelantada discretamente la pierna de salida cuando citaba al toro Y hay muchos toreros por ejemplo Paco Camino que como mejor torean es con el compas abierto pero sin cargar la suerte No creo pues que sin cargar la suerte no se pueda mandar ni por tanto torear se puede torear y muy bien Por otra parte tampoco creo que cargar la suerte sea como dice Manolete una ventaja Ya hemos dicho que la suerte se debe cargar sin avanzar mucho la pierna de salida Si se hace asi la cercania del toro no solo no se altera sino que toro y torero se centran mas se reunen mas Y aporta finalmente un apunte Con el capote por motivos puramente esteticos puede cargarse mas 118 Pepe Alameda Editar Pepe Alameda pseudonimo de Carlos Fernandez y Lopez Valdemoro es un polifacetico escritor poeta locutor y ensayista taurino que desarrollo gran parte de su obra en Mejico tras su exilio en 1939 Por original y brillante tenia dificultades de integracion sociocultural aunque obtuvo gran prestigio retransmitiendo corridas en Televisa y consiguio dejar bastante obra Aqui interesa principalmente su capitulo 42 de El hilo del toreo 119 Pero en el prologo el escritor taurino Paco Aguado ya nos prepara Alameda es un heterodoxo porque entra a saco en el campo de los canones para arrasarlos 120 Muchas de sus paginas ciertamente sorprenden y atraen Asi cuando cita dos maximas conservadas de Pedro Romero una de ellas parece aludir al toreo posterior de Jose Tomas descrito profusamente supra Parar los pies y dejarse coger este es el modo de que el toro se consienta y descubra 121 Entendemos por dejarse coger disintiendo de Alameda una sinonimia metaforica de aguantar y embarcar que puede llegar al extremo como tantas veces ha ocurrido con las cogidas de Jose Tomas porque no hay que olvidar que Pedro Romero es un caso extraordinario de torero muy longevo y nunca herido por un toro de los cinco mil que mato 5 600 decia Domingo Ortega y ademas en la suerte de recibir como el hacia 122 Y tambien parece haber una anticipacion de ciertos pases de Jose Tomas cuando dice Alameda de Pedro Romero Preconiza un toreo de aguante en que el diestro no abandona su terreno ni expulsa al toro del suyo toreo de reunion de linea natural 123 En cuanto al capitulo 42 se titula Sobre el concepto de cargar la suerte Expone las opiniones o definiciones al respecto de siete toreros y teoricos y va analizando paralelismos y contradicciones Casi todos consideran la posicion perfilada como consustancial al movimiento de cargar la suerte 124 En su tendencia dialectica polemista destaca a Corrochano ya ha quedado expresado su predicamento respecto a su desprecio del pase de perfil rigido sin flexibilidad sin cargar la suerte y la inclusion de perfilarse precisamente en el centro de las suertes para que pueda cargarse la suerte 125 O pone un ejemplo de Pena y Goni sobre la suerte de matar del especialista Frascuelo porque en vez de separar las piernas conforme al canon une los dos pies en el instante de cargar la suerte Asi que Alameda considera que el concepto de cargar la suerte es una abstraccion que puede tener diversos contenidos materiales segun las diferentes suertes en concreto e incluso segun los distintos modos de interpretarlas 126 Esta opinion impulsa el sentido de la parte novedosa de este articulo sobre otra forma de cargar Otra idea muy expresiva suya es la comparacion entre las descripciones de Pepe Hillo y Corrochano Aunque con lenguaje muy distinto expresan lo mismo El torero cita de frente primero o sea se pone y luego va girando hasta colocarse de perfil es decir se quita 127 Observando pues el conjunto de ideas abstractas relativas interpretativas Pepe Alameda propone la suya Podriamos decir que cargar la suerte es llevarla al punto de conjuncion de toro y torero en que la suerte se precisa se define y toma estructura El punto de apoyo de la suerte el gozne desde el cual se desarrolla Para ejemplificar pone el caso de una veronica Si el torero se sale hacia un lado antes de que llegue el toro a jurisdiccion y torea a la res por delante no habra realmente veronica Pero si deja que el toro meta la cabeza al par que el se afirma sobre su eje entrando ambos en conjuncion aquello ya es veronica y no dejara de serlo porque resulte mas corta o mas larga mas rapida o mas lenta mas alta o mas baja pues ello afectara a la calidad de la suerte pero no a su esencia 128 Porque en definitiva cargar la suerte es darle su gravitacion cuando el diestro se afirma sobre la pierna que le sirve de eje este separada de la otra o esten juntas Es un problema de coordinacion Ahi la suerte toca a su cenit 129 Juan Posada Editar Juan Barranco Posada de larga dinastia de toreros fue un notable diestro de corta carrera 1947 1956 pero va a figurar aqui entre los teoricos porque tras su retirada dedico su vida al periodismo taurino en la prensa y en television Y particularmente por ser autor de un ensayo muy singular sobre los toreros de su tierra De Paquiro a Paula 130 del que se nutre el presente articulo de forma breve aunque muy significativa Cuando desarrolla la nueva era es decir el tiempo de Manolete recala particularmente en el analisis de Pepe Luis Vazquez que conjunto arte y eficacia tecnica y sapiencia clasicismo y vanguardia Le considera heredero de los toreros que Posada denomina eclecticos Paquiro y El Chiclanero y afirma Revitalizo el toreo a pies juntos hasta el punto de ser capaz de cargar la suerte como hicieron y preconizaron los eclecticos sin utilizar la ventaja de adelantar la pierna que es lo que equivocadamente se entiende como tal Trajo siempre al toro toreado desde lejos indicandole el camino cargando la suerte sic con leve observacion del engano acentuando ligeramente el lance para desviar al animal de su camino natural Ademas alterno la posicion a pies juntos con la de adelantar y separar las piernas cuando la situacion lo aconsejaba 131 Tras ese juicio no es de extranar que Juan Posada se entusiasmara anos despues como hemos visto supra con el toreo de Jose Tomas y facilita la comprension de la teoria de poder adelantar la carga al primer tiempo del canon cargar citar templar y rematar que quedaba descrita al final del epigrafe de Jose Tomas teoria que Posada ya habia propuesto implicitamente como acabamos de leer con Pepe Luis Vazquez que segun el cargaba la suerte sin adelantar la pierna aunque con una primera inversion citar cargar Matices de una misma idea fundamental base y sustento de una parte de la propuesta ampliadora sobre el concepto de cargar la suerte aqui desarrollada Joaquin Vidal Editar Joaquin Vidal fue critico taurino en varios periodicos hasta recalar en El Pais al fundarse este periodico en 1976 hasta el 2000 en que se retira por enfermedad cancerigena Acusado de derrotista por sus detractores debido a la dureza analitica que le caracterizo ante todo tipo de fraude tuvo una categoria inigualable como escritor de variados registros linguisticos 132 y como critico ironico de todo lo vulgar y lo que es mas importante como anotador entusiasta de todo lo excelente que ocurria en el ruedo Respecto al tema de este articulo se alineo apasionadamente con el concepto que Domingo Ortega como torero y Gregorio Corrochano como teorico abanderaron Y no dejo de anadir en su libro El toreo es grandeza 1994 detalles descriptivos sobre cargar la suerte que enriquecen el concepto La accion de cargar la suerte es la piedra angular de la tecnica del toreo Cualquier toreo que se ejercite suprimiendo la cargazon de la suerte no es toreo Cargar la suerte se produce en el segundo tiempo del lance de capa o del pase de muleta He aqui su planteamiento el torero se situa frente al toro Literalmente frente al toro No vencido hacia atras orillando su rectitud lo que en la jerga llaman fuera de cacho Situado de frente se colocara dando el medio pecho Es decir no necesariamente encarado de frente pero nunca de perfil terciado El toro estara a la distancia que dicten su bravura su codicia y sus pies Asi colocado el torero presenta el engano la actitud del diestro habra de ser natural relajada Cuando el toro cree que esta a su alcance humilla para tirar el derrote el diestro mueve el senuelo imprimiendole el ritmo que demanda la embestida En el preciso instante en que el toro iba a entrar en jurisdiccion el torero dejando en su sitio el pie que le da lado adelanta suavemente el otro y esta es la accion de cargar la suerte Que efectos produce Pues que el torero ha ganado terreno al toro desde luego acentuando el peligro A partir de aqui el lance o el pase tienen una trayectoria en circulo hasta el remate de la suerte que sera detras de la cadera El torero habra mandado de tal guisa que dejara colocado al toro alla donde vaya a embestir sin que se vea obligado a rectificar su posicion Que vuelve a ser la del principio solo que ahora los pases se suceden apenas sin solucion de continuidad es lo que llaman ligar y el torero continuara ejercitando la cargazon de la suerte en cada uno de ellos con lo cual habra estado ganandole terreno al toro a lo largo de toda la tanda 133 Ya se comento en la entrada de este articulo la maestria que esta ligazon de la suerte cargada requiere Y tambien que no todos los lances o pases ni todas las suertes aceptan esa descripcion Por eso la premisa casi inicial en el parrafo anterior de la cita Cualquier toreo que se ejercite no solo es hiperbolica sino contradictoria con las propias cronicas de J Vidal que pueden reflejar excelencia torera sin cargar la suerte tal cual la acaba de describir Asi ya se apuntaron supra sus comentarios sobre dos faenas distintas de Jose Tomas a quien no conocia aun al redactar eso Pero se puede aqui anadir otro muy anterior sobre un gran triunfo de Andres Vazquez en Las Ventas Hasta entonces habia hecho lo mas torero de la tarde unas veronicas primorosas de pies juntos otras hondas con la suerte cargada Redondeo un todo antologico hacia a la fiera trenzar arabescos en torno a su figura la obligaba a pasar a humillar al solo imperativo de su muneca Era el delirio Nadie como Joaquin Vidal pudo contarlo con mas detalle y mejor consumaba la faena de su vida seguramente sin saberlo seguramente sin pretenderlo porque el toreo como todo en arte alcanza el grado de lo sublime cuando el genio desborda los limites de la voluntad 134 En esa expresion del todo antologico muestra Vidal que no es un dogmatico ante la cargazon de la suerte sino que esta abierto a la autenticidad y belleza del toreo en su rica variedad como cuando hace las cronicas mas recientes aludidas Salvador Balil Editar Salvador Balil Forgas es un aficionado catalan que ha escrito tres libros sobre toros El ultimo Viaje por la Barcelona taurina que ha sido premiado tiene mucho de memorias y manifiesta la esperanza de recobrar la Fiesta en su tierra Pero donde alude al tema que nos ocupa es en los otros dos que se citan a traves del ensayo de Nicolas Sampedro Define primero el tipo clasico o tradicional de cargar la suerte ya bien conocido Despues de haber iniciado el toro la embestida el diestro echa la pierna pa lante obligandole a cambiar su trayectoria natural recta por otra curva Un cambio que solo puede lograrse adelantando la muleta en el cite Y a continuacion explica otro procedimiento en una segunda fase referida a la serie de pases de gran interes para aficionados muy observadores Pero tambien se carga la suerte traspasando el peso del cuerpo de la pierna contraria a la de salida sin adelantar esta para no tropezarse con el toro cuando ya se estan ligando los pases lo que permite acompanarle con el cuerpo en su viaje para quebrando la cintura y rematando la suerte detras de la cadera dejarlo bien colocado y no romper asi la ligazon 135 Es inevitable rememorar tras esas palabras a Manolete a Pepe Luis Vazquez a Jose Tomas Tambien es muy interesante la siguiente matizacion Cuando se avanza desmesuradamente la pierna de salida para cargar la suerte el toro sale despedido hacia afuera malograndose precisamente lo que se pretendia la hondura del pase con remate atras para ligar con el siguiente Por tanto tan nocivo puede resultar cargar en exceso como descargar la suerte 136 Nicolas Sampedro Editar Ya dimos noticia de Nicolas Sampedro Arrubla en el epigrafe 4 Un libro de ensayo especializado que se ha utilizado como referente repetidas veces Ahora se trata de exponer su propia idea sobre cargar la suerte que en su caso es compleja porque se termina revistiendo de aliento casi metaforico pero en definitiva sigue las lineas marcadas por Corrochano y los dos Ortegas Domingo y su admirado Rafael Defiende con firmeza la carga de la suerte Para empezar porque modifica el tiempo de la suerte haciendo que en el mismo espacio o terreno ocurran mas cosas de las que pueden ocurrir cuando en la direccion de embestida manda el toro 137 Reclama el mantenimiento de la carga en la serie de pases Es mentira que no se pueda cargar la suerte en la ligazon lo que si es posible es quedar fuera de la suerte para simplemente hacer pasar en linea recta 138 Y exige la integridad de toro y torero cuestion de evidente necesidad y dentro de ellas cargar la suerte es el toreo mismo es mando y dominio sobre el animal 139 Recordando las matizaciones tecnicas de las tauromaquias y algunos toreros Sampedro aporta Los brazos hacen que la suerte sea por alto o por bajo pero como un elemento mas de un conjunto que es el cuerpo Los brazos se convierten en la extension del cuerpo para cambiar a la res de direccion Pero es posible cargar la suerte con el cuerpo para desviar la embestida 140 Paginas atras ha tratado el concepto de energia ligera he aqui el matiz cuasi poetico Partiendo del concepto ligereza clasico desde Paquiro y recordando la frase de Belmonte para torear es necesario olvidarse del cuerpo alude a Bergamin 141 y a Azorin quien a su vez habia recuperado para la tauromaquia la idea fijada por Nietzsche para su concepto de la vida y el arte Energia ligera De lo que Sampedro deducia La energia ligera es el esfuerzo que no se ve la implosion la transmision la naturalidad la pureza es reventar por dentro romperse la piedra angular a la hora de cargar la suerte 142 Pues bien tal concepto lo usa como concentracion necesaria cuando en la rectitud se situen el toro y el torero para citar parar templar cargar la suerte rematar y recoger Se carga la suerte en corto despues de citar cuando el diestro engancha a la res en el embroque y esta entra en jurisdiccion convirtiendo la linea recta de la rectitud de la embestida en una linea oblicua o curva segun las condiciones Y entrecomilla de seguido para cerrar su libro una glosa o variante de una frase muy conocida de Gregorio Corrochano Cargar la suerte es conducir con el cuerpo la embestida de la res y obligarle a seguir el camino 143 Y eso se hace con energia ligera Cargar la suerte el picador el banderillero el estoqueador EditarNi los toreros ni los tratadistas teoricos se han preocupado mucho de describir el arte de cargar en las suertes de picar banderillear ni entrar a matar aunque hayan mencionado el concepto en alguna ocasion muy aislada Pueden aqui enfrentarse dos puntos de vista opuestos hasta el extremo Por un lado Nicolas Sampedro al escribir El acto de cargar la suerte esta presente en todas las acciones que se puedan hacer delante de la cara de un toro o una vaca brava incluyendo las faenas del campo 144 Lo argumenta recurriendo a la ya conocida idea de Corrochano sobre indicar el camino al toro y obligarle a seguirlo vid supra Pero no se debe sacar de contexto tal idea la conduccion del ganado o rellenar a pie sus comederos por ejemplo no implican carga sino mas bien lo contrario o sutiles sugerencias silbando hablando al animal de tacita conveniencia Y en la propia lidia hay varias suertes practicamente incompatibles con la carga de la suerte chicuelinas estatuarios manoletinas a no ser que se considere la nocion estudiada de realizar tales suertes en los terrenos del toro Por otro lado la consideracion relativista en el concepto de cargar la suerte que sostiene tajante Pepe Alameda muchas suertes fundamentales del toreo quedan totalmente excluidas de esas definiciones parciales que se refieren a ciertos pases y a ciertos lances aisladamente considerados Por ejemplo la suerte de picar la suerte de banderillas la suerte de matar 145 Justamente las suertes que estudiamos ahora Y siguiendo la linea de este articulo se encuentran frente al aserto de Alameda suficientes puntos de equivalencia en las tres suertes especificas de este epigrafe con algunos de los momentos o tiempos de las suertes tratadas previamente por extenso en la carga de la suerte la veronica el natural La linea seguida es la relacion del concepto tratado con las reglas generales del toreo y podemos observar en las tres suertes primero una colocacion a la distancia correcta frente al toro afrontandole en linea y despues ya en la ejecucion detectar la presencia de varias de esas reglas piquero banderillero y estoqueador deben en efecto parar por delegacion los dos primeros y citar despues lo que es solo propio de ellos clavar y para su mas correcta y meritoria ejecucion cargando la suerte y por ultimo rematar Este rematar que emplearon al menos Guerrita Amos Salvador y Juan Posada supra tendria aqui el sentido de salirse de la suerte el ejecutor Asi pues parar citar clavar cargar y salirse aunque sobre todo el banderillero si es que carga tiene que invertir o al menos simultanear el orden cargar y clavar y el matador tambien si opta por la suerte de recibir o asimismo simultanear los tiempos La cuestion es que el acto mismo de cargar la suerte tiene ahora una naturaleza totalmente distinta y no solo en los movimientos del cuerpo a los que parece aludir Pepe Alameda es que ademas ni piquero ni banderillero presentan un engano o senuelo al toro y el estoqueador si usa su muleta pero con un movimiento corporal absolutamente singular Dicho esto de forma englobadora se pasa a tratar cada una de las suertes en lo referente a cargar con sus respectivas singularidades Carga de la suerte por el picador Editar La Tauromaquia de Pepe Hillo propone a continuacion del concepto Cargar la suerte otra frase lexica Cargarse sobre el palo y define asi la idea Es la accion que hace el picador cuando coge el toro con la pua y se esfuerza a echarlo fuera en el encontronazo 146 El concepto de carga se explicita con toda claridad a lo largo del capitulo En que se trata de picar a caballo en que describe la suerte completa y se dan varios consejos para su mejor resolucion posible Asi el picador debe centrarse en el espiritu de verlos llegar recibirlos en suerte cargarse con el palo reunido con el caballo y hacer el mayor esfuerzo al encontronazo 147 Y poco despues cargandose sobre el toro 148 La fuerza expresiva de estas palabras con la sinergia entre caballo y piquero esta clara y su validez actual trasciende el cambio de la aparicion del peto hace casi un siglo precisamente porque se compensa con el cambio de la edad y la fuerza del toro Aunque naturalmente esa fuerza se da por supuesta e imprescindible en el plano de la teorizacion La realidad es con frecuencia bien distinta Francisco Montes Paquiro sigue a Hillo pero le amplia en aclaraciones y detalles por ejemplo cuando incide en la fuerza competente que debe tener el picador aunque a los toros pegajosos que reunen mucho poder en la cabeza y que sean secos metiendo la no habra hombre en el mundo que con la vara de detener los mantenga desviados y les de salida En su definicion global del puyazo introduce el concepto estudiado Asi es que cualquiera que sea la suerte que se este ejecutando debe el diestro conducirse asi citar al toro dejarlo llegar a la vara sin mover el caballo y conforme llegue a jurisdiccion y humille ponerle la puya cargarse sobre el palo y despedirlo si puede en el encontronazo por la cabeza del caballo que hasta ahora no debe haberse movido 149 Destaca la suerte de picar a caballo levantado unico medio de evitar la cogida exclusiva de grandes jinetes que haran ponerse de manos al caballo en el encuentro y picar desde lo alto Y despues la suerte en su rectitud en que el picador debera ponersele delante y enteramente en su rectitud dificil de rematarla bien asi que haya hecho la humillacion y la haya tomado se cargara sobre el palo para que no llegue el toro a besar al caballo en el encontronazo De ella dice ser problematica para toros aplomados o pegajosos o que recargan Paradojico resulta el eufemismo del beso 150 En la perspectiva de hoy se ha estilizado mucho la anatomia de los picadores pero no dejan de necesitar un brazo derecho brioso y dominio de la monta De aquellas viejas tauromaquias que intentaban velar por la salvaguarda de los caballos a base de fuerza cargando y buena montura aunque con malos jacos ha quedado un sobrenombre para la pua o puya vara de detener El gran tratadista Sanchez de Neira tambien previo al uso del peto emplea varias veces el concepto de cargar la suerte al picar y apunta que debe hacerse fuertemente sobre todo con los toros pegajosos o con los que recargan aunque despues haya que meter espuelas y salirse a no ser que no den tiempo para escapar en cuyo caso el picador debe tambien recargar la suerte con la pica unirse bien al caballo y herir o sea picar lo mas perpendicular que pueda echando el cuerpo sobre la vara 151 Aqui se entiende que cuando el piquero daba ya por cogido y malherido al caballo en vez de salirse en vano debe aprovechar el sacrificio de su cabalgadura para corresponder con el mayor dano y desgaste posible cargando la suerte Ya se anuncio que Cossio daba una segunda entrada al vocablo cargar pero recurre a un Vocabulario taurino de Leopoldo Vazquez que a su vez copia textualmente la definicion de Hillo cambiando pua por garrocha El correspondiente ejemplo de uso lo toma Cossio del Manual de tauromaquia de J Sanchez Lozano Cuando llegue a jurisdiccion y a la vara se cargara sobre el palo sesgara el caballo y mostrara su terreno al toro 152 Es decir su terreno de salida Hay cosas en la tauromaquia que permanecen siempre de actualidad Ya se vio tambien en el epigrafe n º 3 que el lexicografo Jose Carlos de Torres apoyaba el concepto de Pepe Hillo Recientemente se ha publicado un libro que merece aqui detenido estudio porque al lector le es mas evidente y cercano que la vision de las tauromaquias hasta aqui citadas La Suerte de Varas escrita por un picador Raimundo Rodriguez al que se atribuye ser el mas laureado de todos los tiempos 153 Escrito o mas bien grabado como autobiografia supone una verdadera tauromaquia especializada y magistral pese a su sencillez expresiva Raimundo estuvo en la cuadrilla de los matadores Serranito Andres Vazquez sus preferidos sobre todo Vazquez por la libertad que le daban y la compenetracion con su labor Jose Maria Manzanares Ortega Cano tres anos con cada uno de los cuatro y otros terminando su labor en la Escuela de Tauromaquia de Madrid y ejerciendo como asesor presidencial Expone reiteradamente la tecnica de picar entrenamiento preparacion del caballo colocacion ante el toro cite salida de la suerte relacion con los matadores pero la presente informacion se cine a la carga de la suerte a pesar de que la palabra carga no la utiliza nunca se vera la expresion personal por la que la sustituye La secuencia logicamente ordenada queda asi Momentos previos En el momento de arrancar el toro usted tiene tiempo suficiente para echar el palo el toro cuando se arranca baja la cara y en ese momento es cuando tu tienes que aprovechar para poner la puya en su sitio 154 Cuando sale la puya al lanzarse hacia delante va resbalando por la palma de la mano pero cuando se encuentra con el novillo o con el toro el senor picador tiene la obligacion de girar una cuarta parte de su mano derecha para agarrarse con el palo y al mismo tiempo sujetar con su antebrazo derecho el palo para restar fuerzas al animal y retenerle un poco su fuerza y pegarle el puyazo 155 La vara bien apretada con la mano quedara presionada entre el sobaco el brazo flexionado y el pecho Posicion de piernas y manos Pierna derecha fuera del estribo y hacia atras para hacer posible que el picador pueda echarse encima del palo casi identico a cargarse sobre el palo de Pepe Hillo mano izquierda echando la cara del caballo a la derecha para soportar el apreton del toro pierna izquierda mas alta que la derecha pues como ya les he dicho el estribo izquierdo debe estar mas alto para que el picador al echarse hacia el lado derecho no pierda el estribo y al mismo tiempo el estribo izquierdo es donde finaliza la fuerza que hace el picador La fuerza nace en la puya pasa por el pecho del picador y termina en el punto de apoyo del estribo izquierdo 156 Y un poco mas adelante pierna izquierda amparando al caballo para que luche contra el toro 157 Esta idea la pueden entender mejor los jinetes al presionar esa pierna el costado del caballo actua a modo de impulso hacia el lado contrario es decir de contrafuerte a la presion del toro por el otro lado con lo que le ampara y al mismo tiempo evoca la idea de Hillo de reunirse con el caballo o de Sanchez de Neira unirse bien al caballo Carga propiamente de la suerte Yo me he agarrado con el toro antes que el toro llegue al peto 158 Habla de alrededor de un metro antes Ya esta cogido con el toro ya ha soltado el estribo derecho ya puede el picador echar pecho alma y corazon con el palo 159 Esa es la expresion personal de Raimundo su transmision reiterada una y otra vez de la idea de cargar la suerte que implica como se lee en el parrafo anterior echarse encima del palo Como decian tambien Hillo cargandose sobre el toro Paquiro cargarse sobre el palo y Neira echando el cuerpo sobre la vara Raimundo parece no conocer el tecnicismo o es que mas bien prefiere sustituirlo una vez y otra por un decidido voluntarismo con el cuerpo con el alma y con el corazon 160 El respeto al toro que todo el libro de Raimundo desprende empezando por aplaudir al senor toro cuando se destaca su actitud de acometida y empuje demuestra que nada tiene que ver la carga de la suerte o el cargar sobre el palo cuando el toro tiene fuerza con esos recursos abusivos tan frecuentes en la suerte de varas tenga o no tenga fuerza el toro como el sistematico puyazo trasero por detras de la cruz o la costumbre de barrenar bien al modo clasico del taladro metisaca o bien con la actual variante de la oscilacion de la vara en varias direcciones o en circulo generando por ley de palanca un verdadero barreno bajo la piel del animal Estan fuera de lugar estas praxis cuando se carga correctamente sobre la vara que simplemente debe apretar cargar en la misma direccion oblicua desde que entra hasta que sale Lo otro son ensanamientos sin verguenza torera cuya responsabilidad comparten los piqueros y sus matadores Raimundo Rodriguez por cierto alude a esa corresponsabilidad discretamente unas veces y alguna muy clara 161 Quien lo dice bien tajante sin ataduras biograficas es el ensayista Felipe Pedraza No podemos olvidar que estos jinetes no son mas que subalternos de sus respectivos matadores y que se ensanan mas o menos en funcion de las ordenes que reciben Algunos diestros tienen el feo habito de gesticular o vociferar indicando a su picador que cese en el castigo Es una pantomima dirigida a los espectadores poco entendidos 162 Carga de la suerte por el banderillero Editar Eugenio Garcia Baragana publico en 1750 su Noche Phantastica Ideatico divertimiento que demuestra el Methodo de torear a pie Y alli se lee que la accion de banderillas mejor vista por lo muy arriesgada es cuando se le pone la banderilla al toro frente a frente haciendo un compas quebrado No se puede deducir que implique carga pero si deja primero dar el golpe al toro con evidente exposicion Muestra los origenes de colocar las banderillas una a una 163 Define Pepe Hillo el concepto Meterse con los toros como cualquiera que sea la suerte esperarlos demasiado y en concreto en las banderillas el que se deja caer con mas proximidad al tiempo de la humillacion 164 Dejarse caer para clavarlas parece implicar la inclinacion propia de la carga Asi describiendo los tipos de suertes en banderillas dice Hillo que en los toros claros y sencillos se banderilleara a cuarteo a manera del de los recortes con la distincion que cuando llegue al centro de los quiebros y el toro humilla se cuadra con el y le mete los brazos para ponerle las banderillas en el cerviguillo hasta los rubios Esta suerte tambien se puede hacer con toros celosos pero entonces el diestro procurara salir con pies 165 En tiempos de Hillo ya era lo mas frecuente parear poner dos banderillas a un tiempo 166 y no una sola como anteriormente el pareo facilitaba la posible posicion de carga de la suerte Tampoco Paquiro nombra la palabra carga en banderillas pero en la suerte que parece de su predileccion al cuarteo la insinua En realidad sigue a Hillo cuyo remate sera el centro mismo del cuarteo en donde cuadrandose con el toro le metera los brazos para clavarle las banderillas La insinua con claridad porque precisamente habla enseguida de una variacion sumamente importante que sugiere justo lo contrario porque como ya cuadrado esta el diestro fuera del embroque y puede por consiguiente aguardar sin riesgo el hachazo no necesita meterse con el toro Es decir a toro pasado Y tambien la anteposicion con un peligro mayor pero sin cargar tampoco poner los rehiletes antes de cuadrarse y de que el toro tire el hachazo esto es embrocado el diestro para lo cual necesita meterse mucho con el toro para alcanzarle en la humillacion tiene el riesgo de que en marrando al toro se echa el torero sobre su cabeza por lo que es necesario meter los palos sin dejar caer el cuerpo 167 Llama la atencion que Paquiro en la suerte a topa carnero o de pecho o a pie firme diga que es acaso la mas dificil de ejecutar pero tambien aventaja en lucimiento a cuantas van explicadas y la describa asi El diestro a larga distancia del toro y de cara a el le obliga a que le parta estando en esta disposicion tendra parados los pies hasta que el toro llegue a jurisdiccion y humille en cuyo momento con gran ligereza hara un quiebro con el que saldra del embroque y cuadrandose con el le metera los brazos estando ya fuera de jurisdiccion con lo que el remate es seguro 168 Esta imagen evoca en parte a lo que hoy se entiende por la suerte al quiebro que supone aguantar mucho la posicion y es precisamente la propia inclinacion corporal del quiebro que desvia el derrote del toro una verdadera carga Realizada con pureza y ajustado embroque debe considerarse carga de la suerte si no se esta ya fuera de jurisdiccion Pero aun le falta a Paquiro explicar al recorte Segun el se puede decir que es el modo mas dificil mas expuesto el non plus ultra En vez de esperar al toro acude a su encuentro y le hara un recorte o quiebro con tecnica hoy en desuso en el momento de meter los brazos que es el de la humillacion del toro y del quiebro del diestro esta aquel casi embrocado a este por el lado y cuando tira la cabezada esta ya fuera a beneficio del quiebro pero ha de tener aun metidos los brazos pues hasta este momento no ha podido clavar las banderillas lo cual lo hace el toro con el mismo hachazo esta el diestro haciendo el quiebro de espaldas al toro y tiene la cara vuelta hacia el 169 La compleja descripcion deja dudas acerca de si este anejo tipo de recorte en banderillas suponia carga de la suerte aunque Montes lo destacara como el mas expuesto Por su parte Sanchez de Neira al tratar el vocablo parear habla de muchos modos mas de los que conocieron Pepe Hillo y Paquiro y los describe con precision sin expresar tampoco el verbo cargar La descripcion que teoricamente mas parece implicar la carga de la suerte es la del cuarteo en la que sigue muy de cerca las palabras de Montes 170 Poco antes que Neira escribio Pena y Goni su estudio sobre Lagartijo y Frascuelo en que destaca la magistral capacidad que tuvo el primero de ellos en la suerte de banderillas Uno de sus ejemplos sirve para la exposicion elaborada aqui de cargar la suerte con todo el cuerpo a pies juntos y quietos Lagartijo sin inmutarse volvio al toro coloco de nuevo el panuelo en el suelo clavo en el los pies y cito El bicho arranco como una bala y Rafael sin moverse absolutamente nada quebro de cintura y coloco un asombroso par en las pendolas 171 Un suceso parecido sin panuelo y animando la embestida con arrojo de montera lo llama par historico insistiendo en su quietud pese al quiebro inmovil sin perder un milimetro de terreno y quedando Lagartijo en el mismo sitio desde donde habia arrojado la montera todo ello con arrojo maestria y elegancia 172 En efecto entre sus muchas virtudes como torero destaca su dominio de todos los registros en la suerte de banderillas El quiebro en banderillas del que ha hablado Paquiro en la suerte de topa carnero y en la del recorte es uno de los ejemplos mas llamativos o explicitos del engano al toro que hizo a Jose Bergamin considerar el toreo en general como la inteligente burla y birla que es el arte de birlibirloque verdadero de torear 173 Esta apropiacion peculiar de la popular expresion la define el ensayista de la Generacion del 27 tambien asi conveniente al caso El arte de birlibirloque es el arte de poner y quitar y tambien en global En el arte de torear es donde mejor se evidencian las verdades birlibirloquescas porque entran por los ojos 174 Y para terminar con este escritor aclarar que para el en la suerte de banderillas el toreo se define puro abstracto absoluto perfecto y que entre las suertes de banderillas solo hay una que considera perfecta el topa carnero o a pie firme en que se espera al toro 175 Esta predileccion por la suerte de banderillas le puede venir a Bergamin de su admiracion extrema por Joselito el Gallo maestro tambien con los rehiletes y por su gran amistad con Ignacio Sanchez Mejias otro banderillero espectacular 176 Nicolas Sampedro analiza las reflexiones y descripciones de Hache pseudonimo de Fernandez de Heredia 177 que tampoco emplea propiamente la palabra cargar y llega a la conclusion siguiente Podemos afirmar que se carga la suerte cuando el banderillero es capaz de desviar al toro de su direccion natural y esto lo podria lograr en un pase de poder a poder de dentro afuera o con cualquier par que no implique expulsar al toro de la suerte sino que al contrario el torero logre reunir un par en el eje de la suerte en todo lo alto y en la cara del animal habiendo previamente dado todas las ventajas al toro con los terrenos 178 Javier Ambel se asoma al balcon Se puede en fin confirmar la idea de que no existe tradicion en el uso verbal de cargar la suerte aplicado a la colocacion de las banderillas pero que si existe realmente una exposicion del banderillero inclinado ante la cara del toro y con los pies quietos y reunidos para parearlo cuando precisamente este humilla ante el bulto ante el cuerpo del torero para tirar su derrote En un periodico leemos como pie de foto de un par de Antonio Bienvenida cuyo hermano Pepote destaco en este tercio que tambien reproducen el Cossio y la biografia del torero de Filiberto Mira Sacaba a relucir su gran escuela en algunos pares como este Javier Ambel clava en lo alto asomado al balcon entre los brazosAdviertan la elegancia con la que junta las manos tambien las zapatillas y mira entre los brazos que es lo ortodoxo en tan dificil suerte 179 El toro esta humillando para el derrote el torero frente a los pitones los brazos en alto las propias banderillas clavadas entre el morrillo y la cruz en todo lo alto estan ya permitiendole el impulso las puntas de los pies ya no rozan el albero para hacer el quiebro o cuarteo es decir el giro corporal que le permita salirse del inminente derrote La aficion viene a reconocer que un banderillero vista de oro o de plata ha cargado la suerte cuando la hace de poder a poder en el encuentro en el embroque y entonces emplea la expresion se asoma al balcon recogida como frase hecha en algun diccionario especializado Asomarse al balcon Frase que indica la ejecucion en la que el banderillero coloca el par metiendo totalmente los brazos entre la cuna del toro arriesgandose grandemente siendo cuna figuradamente el espacio que existe entre los cuernos del toro En estas definiciones el lexicografo aporta ejemplos de la critica y la poesia taurina 180 Ensayistas y escritores de cronicas han hecho suya tal expresion popular Por ejemplo reuniendo ambas condiciones Guillermo Sureda Asomarse al balcon Asomarse al balcon es casi como sacar un pasaporte para el mas alla 181 O Joaquin Vidal en un capitulo reivindicativo del tercio imprescindible de banderillas El publico de Las Ventas disfrutaba pues uno de los banderilleros conjugando su arte con la nobleza del toro que se arrancaba pronto largo y alegre reunia en la cara asomandose al balcon Tanto le aplaudieron que hubo de saludar montera en mano El par fue de poder a poder 182 Observese por desmonterarse que este ultimo es un peon banderillero hombre de plata o de azabache Los tiempos de los grandes toreros que banderilleaban como los ejemplos que han salido quedan atras Hoy banderillean pocos toreros pero los que verdaderamente cargan la suerte asomandose al balcon son unos pocos pero extraordinarios peones que paradojicamente no siempre acompanan en sus cuadrillas a toreros de postin Carga de la suerte por el estoqueador Editar El estoqueador el espada por metonimia o matador sea novillero o torero cuenta finalmente con un estoque o espada especial de acero para terminar con la vida del toro una vez realizada la lidia que en sus origenes basicamente se realizaba con el fin de fatigar suficientemente al toro como para cuadrarle y poderlo matar a estoque El toro pues debe estar cuadrado o igualado es decir parado y con las pezunas delanteras y traseras reunidas ni muy abiertas ni muy cerradas Desde hace al menos siglo y medio la lidia se ha ido convirtiendo ademas en una faena con finalidad artistica en si misma pero el momento de entrar a matar no ha dejado nunca de considerarse la suerte suprema sin cuya buena ejecucion no se puede redondear ortodoxamente el exito se aplica el adverbio por el crecimiento considerable de publicos poco exigentes en la concesion de orejas pese a deficientes estocadas Rastrear el uso lexico de cargar la suerte para matar al toro es algo mas fructifero que en las suertes de picar y de banderillas aunque de nuevo son las posiciones y movimientos descritos los que comunmente aportaran equivalencias evidentes Aunque se hablara mas tarde infra del maestro de Hillo Pedro Romero acudamos a la primera Tauromaquia para empezar Dice Pepe Hillo en la entrada Meterse con los toros en el momento de la muerte el que se mete bien en el centro y da la estocada dentro o muy cenido 183 Y es el propio Hillo quien encuentra apropiado necesario usar el concepto que aqui se estudia para dar otra de sus definiciones Dar la estocada dentro Denota esta expresion que en el mismo centro se ha de meter la estocada no porque el diestro se quede en el sino porque su brazo ha de entrar por la rectitud y al cargue de la suerte se ha de dejar caer con la estocada 184 Entre los tipos de suerte que expone el que mas se acerca a la carga es la llamada a volapie cuya innovacion atribuye correctamente a Costillares luego que al cite con la muleta humilla y se descubre corre hacia el poniendosela en el centro y dejandose caer sobre el toro mete la espada y sale con pies 185 Y este dejarse caer con la espada tambien lo matiza para que la estocada sea buena es necesario que el diestro empuje con sus fuerzas ayudandose con dejar caer el cuerpo al tiempo que sale del centro 186 Coherentemente lo ha dicho el mismo es con cargue de la suerte Pepe Hillo murio al entrar a matar Se le ha atribuido ser discipulo predilecto de Costillares y de su tecnica del volapie frente a la escuela rondena de Pedro Romero que mataba recibiendo 187 Pena y Goni matiza que en todo gran torero hay fusion de las dos escuelas sevillana y rondena y que las tremendas cogidas de Pepe Hillo sin exceptuar la de su muerte fueron producidas por parar demasiado es decir por recrearse y profundizar en la suerte por cargarla 188 El propio Pena y Goni incluye a Francisco Montes Paquiro como seguidor de la escuela de Pedro Romero pero lo hace en el sentido general de su toreo 189 En cuanto a la suerte de matar en su Tauromaquia completa Montes no alude expresamente como Hillo a cargar la suerte pese a las muchas paginas que dedica a la estocada de muerte y esa ausencia es significativa Si es verdad que empieza rotundo es evidente que el acto mismo de dar muerte al toro se debe considerar como un verdadero pase de pecho 190 Seria naturalmente un pase por bajo 191 y no por alto porque el engano de la muleta no conduce en torno al pecho sino a la rodilla Lo que quiere decir es que es un movimiento de muleta semejante con la mano izquierda y forzoso pase cambiado Y si se tratara de verdadero pase de pecho es obligado cargarle la suerte mandando la desviacion de la trayectoria de la embestida en el embroque Tambien cuando describe la suerte de recibir se sugiere la carga El brazo de la muleta cita al toro para el lance fatal lo deja llegar por su terreno a jurisdiccion y sin mover los pies luego que este bien humillado metera el brazo de la espada que hasta este tiempo estuvo reservado con lo cual marca la estocada dentro 192 En la suerte que llama a vuela pies pretende con prontitud que humille bien y se descubra hecho lo cual se mete la espada saliendo del centro con todos los pies No se ven aqui las expresiones tan sugerentes de Pepe Hillo al que curiosamente tanto sigue y amplia con precisiones tecnicas Paquiro en su Tauromaquia Y en los otros tres tipos de suerte que aun distingue se sugiere con claridad descargar fuera del centro a la carrera o a toro levantado igual al de banderillas de esta clase a media vuelta haciendo una especie de cuarteo a paso de banderillas 193 Esta peculiaridad de no incidir en la carga de la suerte puede relacionarse con que varios recopiladores ensayistas o toreros dejen apuntado que era frecuente que Paquiro estoqueara atravesando como senala Posada 194 Por su parte Domingo Ortega que ha afirmado que mas bella es la suerte de matar cargando el cuerpo sobre la pierna como ya hacia Pedro Romero anade que El gran Paquiro con las normas recibidas de Pedro llega a dominar todas las suertes del toreo En lo que falla y le lleva a atravesar a los toros es en lo que el quiere anadir por su cuenta tomandolo de otros ambientes 195 Para Posada en cambio en el eclecticismo y en el valor esta la gran virtud de Paquiro y ello le lleva a abrir la espita de la inspiracion torera para la historia 196 Tambien es interesante un apunte que propone Pepe Alameda tras observar alguna contradiccion entre los testimonios del toreo de Paquiro y su propia Tauromaquia completa al seguir y ampliar la de Pepe Hillo Arrastra muchas cosas que no caracterizan a Paquiro y que vienen a ser como los primeros lugares comunes del toreo 197 Pero regresemos al maestro por antonomasia y por antiguedad respecto a los grandes autores de las Tauromaquias a Pedro Romero de la dinastia de los Romero de Ronda Se lamenta Pepe Alameda de El silencio de Pedro Romero Pedro Romero torea y calla El silencio de Pedro Romero ha hecho dano sin duda a la teoria y a la historia del toreo 198 Cita maximas suyas fundamentales ya se vieron en el epigrafe 6 6 de Alameda que quiza no conocio cartas que se conservan del torero Aparte ademas de la tradicion oral son los dibujos litografias y grabados decimononicos sobre el alguno de Goya que tambien le retrato al oleo los que mejor han ayudado a que otros toreros captaran y transmitieran sus conceptos tauromacos Por ejemplo Domingo Ortega que lee en su conferencia del Ateneo Pedro Romero con sesenta anos vease un grabado de la epoca matando un toro esta sobre la pierna contraria ya sabemos que para Domingo Ortega eso significa cargar la suerte Y sigue con otros toreros en otras suertes cargando 199 Pedro Romero tambien quedo representado pero con aspecto juvenil en una escultura policromada que asimismo muestra con claridad la carga de la suerte ya hablamos en una de las referencias del punto 7 1 Carga de la suerte del picador del libro de Jesus Urrea sobre el Museo de Escultura de Valladolid y su coleccion taurina 200 Cuando Pascual Millan en 1890 escribe su Estudio historico sobre los toros empieza haciendo una encendida defensa de la tauromaquia y para ello recurre al apoyo de algunos escritores franceses como Theophile Gautier que sostiene que la suerte de matar un toro vale por todos los dramas de Shakespeare y la describe asi La muleta se desvio dejando al descubierto el busto del matador el asta del toro no estaba a mas de una pulgada de su pecho yo le crei perdido Un relampago de plata paso con la rapidez del pensamiento entre los dos cuernos el toro cayo de rodillas Una tempestad de aplausos estallo en toda la plaza Evidentemente presencio Gautier una ejemplar estocada cargando la suerte un relampago entre los dos cuernos 201 Millan no concreta al matador pero era Juan Pastor El articulo de Gautier Une corrida en 1840 llego a formar parte de la publicacion francesa de una Tauromachie de Goya 202 De Frascuelo tenemos muy interesante informacion gracias entre otros pero de forma destacada a Pena y Goni Llamara siempre la atencion la que el escritor llama Hazana en Tolosa con solo 21 anos dato corrector de erratas en pagina final siendo novillero novillos entonces cuatrenos Estaba toreando al quinto cuando un error en chiqueros da lugar a la salida simultanea al ruedo del sexto Frascuelo lo espero a pie firme lo dejo llegar a jurisdiccion le marco la salida como se marca en banderillas al quiebro enmendo con velocidad asombrosa el terreno al cargar la suerte y metio y saco instantaneamente el estoque La velocidad adquirida por el toro hizo su muerte tan repentina que hundir el estoque Salvador levantar las manos el animal y caer descompasadamente a los pies del matador fue obra de un segundo 203 Un metisaca inteligente pues se reservaba su arma y afortunado debio herir la ahorta o el corazon del que el cronista no concreta la zona de penetracion pero si como se ha visto que cargo la suerte Pero tambien es lo cierto que Pena y Goni que en este libro describe o define el tipo de mas de un centenar de estocadas normalmente soberbias en Frascuelo e incorrectas en Lagartijo apenas usa la expresion cargar la suerte aunque evidentemente tiene la idea muy presente cuando Frascuelo cita recibiendo a la vieja usanza de Pedro Romero y El Chiclanero o cuando embarca al lector en la comprension de un tranquillo que introdujo Lagartijo al entrar a matar Se exponen ambos casos a continuacion Pena que dice cobijarse de la sociedad la literatura el teatro sobre los que escribio diversos ensayos que mantienen hoy su prestigio referencial en las corridas de toros y en los hechos de los toreros porque me ensenan la verdad 204 vivio desde joven la trayectoria de estos dos grandes rivales 205 pero respecto a sus mas tempranas actuaciones no tiene inconveniente en apoyar sus datos biografico taurinos en un revistero de su aprecio mas veterano de apellido Carmona para detalles complementarios como este Frascuelo estuvo ayer acertadisimo y recibio dos de sus toros sin mover los pies Por esta ultima precision averiguamos la obligada carga de la suerte en ambas magnificas estocadas viendose el redondel lleno de sombreros y de cigarros 206 Y si se opta por consideraciones generales Nadie se colocaba tan corto como el ni arrancaba tan derecho a la hora de matar 207 cuando se decidia por el volapie O bien En la suerte de recibir Salvador cita siempre desde un terreno casi imposible porque haciendolo tan en corto como el lo hace no hay manera de ver venir a los toros levantados y marcarles con holgura la salida Y a pesar de eso es tal el poder de su mano izquierda que no ha sufrido cogida alguna en la ejecucion de la suerte mas dificil 208 Tambien explica detenidamente su tecnica de colocacion y movimientos de la que conviene seleccionar aqui Si Salvador ve que el toro hace por el adelanta rapidamente el pie izquierdo a par que baja la muleta hasta la arena y como la vista no se aparta del morrillo y esto permite apreciar perfectamente el momento de descubrirse el toro y de comerse la muleta he aqui que Frascuelo puede unir los dos pies en el instante de cargar la suerte y dar lugar a que la reunion y el embroque se verifiquen en poquisimo terreno y se destaquen con precision y claridad de todo punto admirable Aunque Pena y Goni emplea muy poco en sus cronicas comunes la expresion cargar la suerte se ve aqui en el lugar mas oportuno su voluntad de concretarla 209 Y en esto parecen estar todos de acuerdo en 1896 afirma Sanchez de Neira que la suerte de matar los toros recibiendo es la suerte suprema del toreo No emplea el verbo cargar pero lo implica sinteticamente Recibir pues es la suerte de matar toros frente a frente y a pie quieto hasta despues de meter el brazo El gran tratadista evoca el procedimiento de El Chiclanero Jose Redondo que se cenia o embraguetaba mas que Montes 210 Si el embroque era tan ajustado era porque estaba cargando la suerte lo obliga el cruce de los brazos Pasemos a Lagartijo modelo de finura reposo y elegancia el que pisa a plomo y se mueve apenas el que posee todos los tesoros de una belleza plastica inconsciente y por eso mismo quiza mas seductora ese hombre no tiene en toda la corrida mas que un momento en que pierde todas las fascinaciones de su figura ideal el momento de la muerte 211 Ya vimos supra tambien que como banderillero era extraordinario y precisamente por su experiencia como tal encontrara cierta solucion al problema de la estocada La deficiencia citada no era tan evidente en su juventud En 1873 registra Pena que en una reaparicion tras larga convalecencia por cogida Lagartijo despacho a su primer toro de una colosal estocada arrancando 212 O en 1874 cuando el toro Perdigon corneo a su hermano Juan en el ultimo par de banderillas Rafael tras brindar lo igualo con solo cuatro pases de muleta dejandose caer en seguida con una estocada asombrosa a volapie que echo a rodar inmediatamente al toro con un valor con una fiereza y con un arte en los cuales parecia adivinarse el amor fraternal Dejandose caer implica carga de la suerte Al domingo siguiente Lagartijo estuvo tambien hecho un heroe y mato sus dos toros de dos admirables estocadas en todo lo alto y acostandose en el morrillo Esta ultima expresion implica tambien carga 213 Pero fue ya en ese mismo ano cuando empezo a ensayar timidamente el paso atras enmienda que le permitia cuartear con comodidad tranquillo que le permitio estoquear lucidisimamente en la mayoria de las ocasiones sin arrancar corto ni derecho trasformado ahora el volapie en paso de banderillas mixtificada la suerte inmortal de Costillares 214 En definitiva como ya vimos al exponer la suerte de matar en la Tauromaquia de Paquiro un procedimiento de descargar la suerte Y Lagartijo se acogio a ello como una meisina Tomar una medicina era consejo de su colega Antonio Sanchez er Tato pero no se sabe si le detallo la composicion de la misma o la fue formulando el mismo Fue llamada en su tiempo el paso atras pero eso puede desconcertar porque no es solo un paso es retroceder lo conveniente para tirarse a matar Arrancar corto y cuartear es ensenar el cuarteo a los espectadores mas miopes por la sencilla razon de que hay que tomar ese terreno de una vez y echarse fuera antes de arrancar Arrancando largo esto es tomando el terreno conveniente y midiendo este a voluntad del matador el cuarteo se engendra desde un principio y se ejecuta paulatinamente pero con rapidez de ejecucion que no pueden apreciar sino los que miran en todo a los pies del matador que son los menos Lagartijo tenia pues que encontrar la medicina ambicionada en un termino medio entre el volapie y el paso de banderillas Ese paso o mas bien pasos atras permitia a Lagartijo librar el embroque sin reunion y fuera de cacho 215 Fuera de cacho otra expresion popular y tecnica que indica que el torero no esta frente al toro sino al hilo del piton terreno desde donde no se puede cargar la suerte porque la suerte esta de antemano descargada El contraste entre estos dos colosos del toreo a la hora de matar viene a certificar la idea de que la suerte suprema es muy compleja y que los mas grandes y valientes toreros pueden encontrar en ella un constante problema Asi Bombita sin entrar en el detalle de la carga dice certeramente sobre la suerte de matar Es un don especial No sirven calculos ni sirven ensayos no sirven buenos propositos Aqui se acaban todas las sabidurias hay algo especial que se sale de todos los calculos hay algo imprevisto hay mucho de suerte de acierto inconsciente para unos y desaciertos para otros 216 Estocada de Fortes Despues vinieron bastantes toreros que fueron reconocidos como magnificos estoqueadores Por ejemplo el propio Manolete que como se apunto al final de su epigrafe supra cargaba la suerte a la hora de matar Ejecuto el volapie a la perfeccion pues aunque no le imprimiera vistosidad si lo hizo con sobria elegancia Atraia al toro prendido en la muleta a las inmediaciones de su costado derecho perfectamente toreado y mandado Colocado en la rectitud del toro como no se desviaba de su trayectoria no tenia mas remedio que adelantar la muleta para que fuera el toro el que enmendara su camino al ir tras ella Por tanto cargaba la suerte ortodoxamente pero solo en el momento de entrar a matar suerte que interpreto como el que mejor lo hubiese hecho hasta entonces 217 Otro indiscutido es Rafael Ortega vid supra que en su revelador ensayo El toreo puro tambien nos acerca el punto de vista de los protagonistas La mano izquierda es la que hace la suerte porque es la que manda en la embestida La idea recoge el topico persistente de una media verdad se mata con la izquierda Es el comienzo de su explicacion del volapie La estocada recibiendo es lo mas dificil que hay en todas las suertes del toreo porque ahora tienes que hacer el cite con la pierna izquierda y esa pierna tiene que volver despues al sitio de donde ha salido al tiempo que se hace el cruce trayendo el toro con la mano izquierda Recordamos el grabado y la escultura de Pedro Romero enfilando su estoque con la pierna izquierda medio paso adelantada No podemos saber si la retornaba hacia atras pero la propuesta de Ortega parece tener relacion con reunir la fuerza de todo el cuerpo para cargar en el momento de clavar Vease la apostilla Otros toreros si citan como digo pero luego en el cruce se quitan esto es no vacian al toro y entonces tienen que quitarse ellos y apartarse al lado 218 Es decir descargan Y sigue La suerte de matar es la mas arriesgada de todas porque es la unica en que tienes que perderle la cara al toro Si al toro le miras la cara lo pinchas Por eso es tan dificil hacer bien la suerte porque sabes que tienes que ir a meter la estocada alli y si miras a otro sitio que no sea el morrillo si tienes miedo o dudas y le miras la cara al toro entonces ya esta te quedas por delante y ya no puede ser Considerese que dice mirar el morrillo porque lo que es el hoyo de las agujas objetivo exacto de penetracion de la estocada no lo podra ver el torero hasta que humille el toro su testuz hacia la muleta El instante crucial 219 Dice Claude Popelin que el hoyo de las agujas la cruz se situa entre la tercera y la cuarta o la cuarta y la quinta vertebras dorsales hasta alcanzar la region muy rica en vasos sanguineos cercana al corazon 220 Para terminar veamos la informacion de un ensayista Guillermo Sureda vid supra por ser complementaria La mano derecha va hundiendo la espada en el llamado hoyo de las agujas del animal Los clasicos decian que en la estocada quien no hace la cruz se lo lleva el diablo es decir lo coge el toro 221 La maxima es una sugerente dilogia cristiano taurina Ya hemos visto que cabe el aliviarse salirse cuartear descargar y de resultas sin hacer la cruz ni medianamente estoquear atravesado o pinchar en hueso por instinto de supervivencia o miedo a la cogida que viene a ser lo mismo Deben tenerse en cuenta otras circunstancias sobre el ingenioso dicho de los clasicos pues tambien se cumplira cuando se haya cargado la suerte si el torero al hacer la cruz irregular no ha sometido bien al toro con la izquierda por su sitio Y tambien puede ocurrir que haya hecho bien la cruz y la condicion resabiada del toro tire el derrote hacia el bulto que esta muy proximo y empitone al buen matador Despues de esto aun cabe una posibilidad espectacular de cargar la suerte entrando a matar aunque con un bajisimo porcentaje de ejecuciones Excepcionalmente algunos toreros en efecto optan por prescindir de la muleta o de otros exoticos enganos mas excepcionales aun como un sombrero una montera y con la mano izquierda libre echan el brazo de la espada por delante y se tiran a matar metiendo su cuerpo cargandolo en toda regla entre los cuernos del toro Es lo que se llama encunarse 222 Debe tenerse en cuenta que el verbo encunar se emplea tambien pues se basa en la misma metafora de llamar cuna a los cuernos cuando el toro topa al lidiador con la testuz entre las astas en algun lance fallando en su proposito de empitonarle Pero al entrar a matar es una opcion libre del matador generando un revuelo emocional en la expectacion del publico por su elevado riesgo Porque el torero ha renunciado a la salida tradicional a cuerpo limpio a salirse cambiandola por la incertidumbre de una suerte que lo primero que implica es el encontronazo si todo va bien Suele apoyarse en su brazo libre sobre la testuz tras los cuernos para despues de clavar poder impulsarse hacia afuera con cierto control intentando caer de pie para poder huir con ligereza pues el toro al notarlo encima levantara la cabeza para lanzarlo al aire y luego le buscara De ahi derivan varios posibles resultados de haber pinchado en hueso el toro muy entero puede buscar agilmente a su agresor que si ha caido al albero dependera de los quites de la cuadrilla Solo si le ha alcanzado con la espada muy certeramente en sitio vital caera el toro fulminado pero eso es algo muy improbable El albur en fin es el unico pronostico que tiene esta suerte tal y como definia esta palabra el diccionario mas antiguo 223 de nuestra lengua En los anos 70 del siglo pasado frecuento esta forma de entrar a matar el torero Antonio Jose Galan 224 Mas cercano en el tiempo lo ensayo algunas veces el recientemente fallecido 2017 Ivan Fandino corneado al torear por chicuelinas en Francia Apunte poetico Editar El gran poeta Rainer Maria Rilke nacido en Praga Bohemia austrohungara entonces escribio en Ronda donde vio torear parte de su obra cumbre Las elegias de Duino 1923 Duineser Elegien en aleman En ellas se incluye una oda a Paquiro al que obviamente no pudo conocer sino por referencias culturales escritas o iconicas publicada mucho antes en Paris el 3 de agosto de 1907 225 cuyos ultimos cinco versos traducidos recogen la estocada hasta que apuesto impasible y sin odioapoyado en si mismo sereno sosegado hunde casi blandamente el estoqueen la gran ola que rueda y retorna y su impetu se ahoga en el vacio Bibliografia EditarAbella Carlos Jose Tomas Un torero de leyenda Alianza Editorial Madrid 2008 ISBN 978 84 206 6279 4 Alameda Jose Pepe El hilo del toreo 1989 Los heterodoxos del toreo 1979 Reedicion de Ed Espasa Calpe Madrid 2002 ISBN 84 670 0252 2 Alcazar Federico M Tauromaquia Moderna Ed Sucesores de Ribadeneira Madrid 1936 ASIN B00I12S14AM Amoros Andres La lidia Diccionario de la tauromaquia Ed Temas de hoy Col Diccionarios de hoy Madrid 1996 ISBN 84 7880 663 4 Amoros Andres y Enrique Ponce Enrique Ponce Un torero para la historia Ed La esfera de los libros Madrid 2013 ISBN 978 84 9970 676 4 Amoros Andres Vid Lalanda Marcial Bergamin Jose El arte de birlibirloque 1930 Ed Turner Madrid 1985 ISBN 84 7506 140 0 Bergamin Jose La musica callada del toreo Ed Turner Madrid 1ª ed 1981 1985 ISBN 84 7506 026 9 Casas Simon La tarde perfecta de Jose Tomas Ed Demipage Madrid 2013 ISBN 978 84 941089 3 8 Chaves Nogales Manuel Juan Belmonte matador de toros Alianza Editorial El libro de bolsillo Madrid 2018 ISBN 978 84 206 0975 1 Corrochano Gregorio Que es torear Introduccion a la tauromaquia de Joselito Sin editorial parece tratarse de una edicion particular Imprenta Gongora Madrid 1953 Sin Deposito legal Corrochano Gregorio Que es torear Introduccion a las tauromaquias de Joselito y de Domingo Ortega Ed Revista de Occidente Madrid 1966 Deposito legal M 717 1966 N º Rgtro 8 674 65 Corrochano Gregorio Tauromaquia Obra completa I Que es torear Teoria de las corridas de toros Cuando suena el clarin Ed Espasa Calpe Col La Tauromaquia n º 19 2ª ed Madrid 1991 ISBN 84 239 5419 6 Cossio Jose Maria de Los toros Tratado Tecnico e Historico 11 Tomos Madrid 1943 1988 ISBN de obra completa 84 239 6008 0 Covarrubias Orozco Sebastian de Tesoro de la lengua castellana o espanola Cuenca 1611 Edicion de Martin de Riquer con las adiciones de Benito Remigio Noydens de 1674 Ed Joaquin Horta I E Barcelona 1943 Reedicion facsimil Ed Alta Fulla Barcelona 1987 2ª ed 1989 ISBN 84 86556 35 X Delgado Jose Pepe Illo sic Tauromaquia o Arte de torear Cadiz 1796 Ed Egartorre Madrid 1994 ISBN 84 87325 10 6 Delgado Jose Pepe Hillo La Tauromaquia 1796 E A R Editoriales Andaluzas Reunidas S A Folclore Biblioteca de la cultura andaluza Granada 1984 ISBN 84 7587 007 4 Garcia Patier Carlos Diccionario taurino ilustrado Ed Cometa Madrid 1981 ISBN 84 85951 00 X Gautier Theophile et Claude Popelin La Tauromachie Textes de Theophile Gautier et Claude Popelin Illustrations quarante estampes inventees et gravees a l eau forte a Madrid par don Francisco de Goya y Lucientes Collection Les preintres du livre L C L Paris 1968 Sgnª Biblioteca Nacional Sala Goya BA 12408 Gonzalez Garcia Venancio Dr La estetica anatomica en la historia del toreo Cadiz 1958 Deposito legal CA 108 1958 Lalanda Marcial y Andres Amoros La tauromaquia de Marcial Lalanda Ed Espasa Calpe Col La Tauromaquia n º 11 Madrid 1987 ISBN 84 239 5411 0 Millan Pascual Los toros en Madrid Estudio historico Imprenta de Julian Palacios Madrid 1890 Ed Asociacion de Libreros de Lance de Madrid Madrid 1987 ISBN 84 3989227 6 Mira Filiberto Antonio Bienvenida Historia de un torero Ed I G Seix Barral Hnos Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Madrid Barcelona 1977 ISBN 84 400 2763 X Moles Manuel Antonete El Maestro Ed El Pais Aguilar Madrid 1996 ISBN 84 03 59721 5 Moliner Maria Diccionario del uso del espanol Ed Gredos 2 Vols 3ª ed Madrid 2007 ISBN 978 84 249 2886 5 Montes Francisco Paquiro Tauromaquia completa 1836 Ed Egartorre Madrid 1994 ISBN 84 87325 11 4 Nieto Manjon Luis Diccionario Ilustrado de Terminos Taurinos Espasa Calpe Col La Tauromaquia n º 4 Madrid 1987 ISBN 84 239 5404 8 Ortega Domingo El arte del toreo y La bravura del toro Ed Pena taurina El Trapio Toledo 1999 1ª ed 1950 Dep Legal TO 328 1999 Ortega Rafael y Angel Fernando Mayo El toreo puro Ed Diputacion Provincial de Valencia Col Quites Valencia 1986 ISBN 84 505 4678 8 Pedraza Felipe Iniciacion a la fiesta de los toros Biblioteca Edaf 4ª ed Madrid 2008 ISBN 84 414 0293 0 Pena y Goni Antonio Lagartijo y Frascuelo y su tiempo Biblioteca de La Lidia Madrid 1887 Ed Librerias Paris Valencia S L Valencia 2001 ISBN 84 8339 190 2 Ponce Enrique Vid Amoros Andres Popelin Claude El toro y su lidia Ed Calleja Madrid 1956 Prologos de Jose Maria de Cossio y de K Hito Sin Deposito legal Popelin Claude Vid Gautier Theophile La Tauromachie Posada Juan Belmonte El sueno de Joselito 1892 1992 Ed Espasa Calpe Col La Tauromaquia n º 44 Madrid 1992 ISBN 84 239 5444 7 Posada Juan De Paquiro a Paula En el rincon del sur Interpretacion historica de una tauromaquia esencial Ed Espasa Calpe Col La Tauromaquia n º 5 Madrid 1987 ISBN 84 239 5405 6 Real Academia Espanola Diccionario de la Lengua Espanola Edicion del Tricentenario digital Actualizacion de 2018 22 ª edicion impresa 2001 Madrid ISBN 84 239 6813 8 Rodriguez Sanchez Raimundo La suerte de varas hecha y dicha por Raimundo Rodriguez Sanchez Ed Temple Madrid 2012 ISBN 978 84 96018 14 3 Salvador y Rodriganez Amos Teoria del toreo con las apostillas del Duque de Veragua Ed Biblioteca Nueva Madrid 2 000 ISBN 978 84 70307 75 1 Sampedro Arrubla Nicolas Cargar la suerte Interpretacion de un misterio tauromaco Ed Biblioteca Nueva Madrid 2014 ISBN 978 84 16170 70 8 Sanchez de Neira Jose Gran diccionario tauromaco Nueva edicion corregida y notablemente aumentada por su autor 1896 2 volumenes Ediciones Giner Madrid 1985 ISBN del Tomo I 84 7273 130 6 ISBN de obra completa 84 7273 129 4 Seco Manuel Olimpia Andres y Gabino Ramos Diccionario del espanol actual Ed Aguilar Madrid 1999 2 Volumenes ISBN de obra completa 84 294 6472 7 Sureda Molina Guillermo Tauromagia Ed Espasa Calpe Col Austral n º 1632 Madrid 1978 ISBN 84 339 1632 4 Torres Jose Carlos de Diccionario del arte de los toros Alianza Editorial Madrid 1996 ISBN 84 206 9439 8 Torres Ricardo Bombita Intimidades taurinas y el arte de torear Prologo de Felipe Trigo Introduccion de Miguel A Rodenas V Prieto y Cª Editores Biblioteca Renacimiento Madrid 1910 Sin Deposito legal Urrea Jesus La coleccion de toros y toreros del Museo Nacional de Escultura Valladolid 1999 N I P O 176 99 020 2 Deposito legal VA 827 1999 Vidal Joaquin El toreo es grandeza Ed Turner Madrid 1994 Escrito en 1986 ISBN 84 7506 197 4 Vidal Joaquin Con su permiso don Joaquin Homenaje a Joaquin Vidal Varios autores y Antologia de articulos de J Vidal Ed Asociacion El Toro Edicion no venal y numerada Madrid 2003 Dep Legal M 12161 2003 Zabala Vicente Hablan los viejos colosos del toreo Sedmay Ediciones Madrid 1976 ISBN 84 7380 176 8 Bibliografia complementaria EditarAparece en las referencias como consultada pero no utilizada para citas textuales en el texto del articulo Amat Nuria y otros Reflexiones sobre Jose Tomas Ed Espasa Calpe Madrid 2002 ISBN 84 670 0133 5 Villan Javier Jose Tomas Luces y sombras Sangre y triunfo Ed La Esfera de los Libros Rizzoli Madrid 2008 ISBN 978 84 9734 735 8 Villan Javier Liturgia del dolor y feria de la politica Jose Tomas una hipotesis republicana Ediciones Akal Madrid 2009 ISBN 978 84 9679 731 4 Enlaces externos EditarReal Academia de la Historia Diccionario Biografico espanol DB e Vid Jose Sanchez de Neira y Alvarez de Toledo WikiRioja con amplia referencia concreta a Amos Salvador Rodriganez Vid sobre su libro Teoria del toreo Consultas referenciadas de prensa y hemerotecas EditarDiario ABC ed de Madrid Diario ABC eds de Madrid y Sevilla microfilmadas o digitalizadas de la Hemeroteca Municipal de Madrid y de la Biblioteca Nacional Diario El Mundo ed de Madrid Diario El Mundo eds microfilmadas o digitalizadas de la Hemeroteca Municipal de Madrid y de la Biblioteca Nacional Diario El Pais ed de Madrid Incluye revistas El Pais semanal y Revista de verano Diario El Pais eds microfilmadas o digitalizadas de la Hemeroteca Municipal de Madrid y de la Biblioteca Nacional Diario La Razon ed de Madrid Incluye revista Reporter Diario La Razon eds microfilmadas o digitalizadas de la Hemeroteca Municipal de Madrid y de la Biblioteca Nacional Diario La Vanguardia ed digitalizada de Barcelona Aplausos revista de toros y portal taurino Cuadernos Taurinos Diputacion Provincial de Valencia El Ruedo Semanario grafico de los toros 6Toros6 ed digital de Madrid Referencias Editar Pepe Alameda El hilo del toreo Ibidem Vease en adelante punto 8 Bibliografia por apellidos con la referencia completa Pg 215 un tema particularmente delicado y controvertido Asimismo Guillermo Sureda Tauromagia Ibidem Pg 39 Tema discutido y discutible en todo caso apasionante Y pg 44 En el toreo casi todas las normas son contingentes y mutables Francisco Montes Paquiro Tauromaquia completa Ibidem Pg 12 donde mas se conoce su ligereza es en todos los movimientos que en los embroques sobre corto es necesario hacer para librar la cabezada Andres Amoros La lidia Ibidem Pg 57 Hay que insistir en que cargar la suerte es mas expuesto y mas puro produce mayor mando y mayor belleza Paco Aguado Introduccion a Jose Alameda El hilo del toreo Ibidem Pg 13 Pablo Garcia Mancha vid infra epigrafe sobre Jose Tomas con cita expresa y referencia facilitando noticia de este critico taurino Expresion de Zabala de la Serna que tambien lo dice de otra manera reinvento el toreo clasico y eterno ABC 18 de junio de 1999 Pg 96 Vid infra Javier Villan El Mundo 29 de mayo de 1998 Pg 62 Vid infra epigrafes del propio Manolete o de Juan Posada hablando de Pepe Luis Vazquez Por ejemplo el pase de inicio de faena desde lejos y de perfil cambiado finalmente atras a la espalda del torero suele ser un pase aislado que despues continua con muletazos diferentes Por cierto ese emocionante pase cambiado tendra carga de la suerte si el torero es capaz de mantener la verticalidad pero si se ve obligado a adelantar la cadera para asegurar el paso del toro a sus espaldas sin incidentes como es muy comun entonces lo que presenta es descarga Marcial Lalanda La tauromaquia Ibidem Pg 92 Unos siguieron en la linea de Belmonte en el estilismo Otros y entre ellos yo entramos en la liza en la linea de Jose Jose Alameda El hilo del toreo Ibidem Pg 233 De un lado Paquiro Belmonte Ortega O bien Domingo Ortega El arte del toreo Ibidem Pg 21 tras recordar la formula de Belmonte de parar templar y mandar parece puntualizarle anadiendo cargar pero asegurando que Belmonte daba por sobreentendido que en el ultimo termino iban los dos Vid epigrafe de Domingo Ortega Real Academia Espanola Diccionario de la Lengua Espanola Ibidem Pg 307 RAE Ibidem Pgs 1 429 30 Nicolas Sampedro Arrubla Cargar la suerte Interpretacion de un misterio tauromaco Ibidem Pg 16 Sebastian de Covarrubias Orozco Tesoro de la lengua castellana o espanola Ibidem Pg 947 Covarrubias facilitaba la etimologia de la palabra Latine sors Manuel Seco y otros Diccionario del espanol actual Ibidem Pgs 888 del Vol I y 4 202 del Vol II respectivamente Es frecuente en lexicologia que las ediciones abreviadas mas modernas incluyan mas entradas que la edicion original aunque sea todo el conjunto mas escueto En este caso conviene la edicion original por presentar mas acepciones de interes Maria Moliner Diccionario de uso del espanol Ibidem Pg 550 del Vol 1 y 2872 3 del Vol 2 respectivamente Jose Sanchez de Neira Gran diccionario tauromaco Ibidem Pgs 181 182 Real Academia de la Historia Diccionario Biografico espanol DB e Jose Sanchez de Neira y Alvarez de Toledo Vid Enlaces externos Jose Delgado Pepe Illo sic Tauromaquia o Arte de torear Cadiz 1796 Pg II y pg 86 Jose Maria de Cossio Los toros Tratado Tecnico e Historico Tomo I 1943 12ª ed Madrid 1989 Vocabulario taurino autorizado Pgs 5 127 Vid pg 38 ISBN 84 239 6009 9 Luis Nieto Manjon Diccionario Ilustrado de Terminos Taurinos Ibidem Pgs 104 5 Jose Carlos de Torres Diccionario del arte de los toros Ibidem Pg 93 Nicolas Sampedro Arrubla Cargar la suerte Interpretacion de un misterio tauromaco Ibidem Pgs 33 48 Ibidem Pgs 17 32 Ibidem Pgs 49 58 Pepe Hillo La Tauromaquia 1796 E A R Editoriales Andaluzas Reunidas S A Folclore Ibidem Pg 99 Nota Se utiliza aqui esta editorial por presentar un lapsus de elision en esta definicion la editorial ya citada en nota anterior Egartorre Pero en general es evitada pues obliga a actualizar grafias y ortografia Ibidem E A R S A Folclore Pg 113 Jose Delgado Pepe Illo Tauromaquia o Arte de torear Ibidem Por ejemplo en definicion sobre Rematar el toro Pg 94 Claude Popelin La tauromachie de Goya Ibidem Popelin por su parte le define asi Courage sang froid adresse merveillese il reunit tout Pg 48 Nicolas Sampedro Arrubla Cargar la suerte Ibidem Pg 65 Francisco Montes Paquiro Tauromaquia completa 1836 Ibidem Pg 81 Ibidem Pg 82 Ibidem Pg 89 Nicolas Sampedro Arrubla Cargar la suerte Ibidem Pgs 65 66 Gregorio Corrochano Tauromaquia Obra completa I Ibidem Pg 11 En el prologo Pedro Lain Entralgo dice de Corrochano Recuerda con precision como en 1872 invento Cayetano Sanz el pase natural moderno como se convirtio en el la suerte que antes llamaban pase regular para mejor entender la genial novedad que en su ejecucion introdujo Belmonte Ricardo Torres Bombita Intimidades taurinas y el arte de torear 1910 Ibidem Vid Portadas exterior e interior Ibidem Pg 107 Ibidem Pg 92 Ibidem Pg 108 Ibidem Pg 108 Ibidem Pgs 108 9 Jose Maria de Cossio Los toros Tratado Tecnico e Historico Tomo IV 1961 8ª ed Madrid 1989 Sobre el toreo de Belmonte Pgs 963 8 principalmente Vid pgs 966 8 ISBN 84 239 6012 9 Manuel Chaves Nogales Juan Belmonte matador de toros Ibidem Pg 180 Ibidem Pg 217 Juan Posada Belmonte El sueno de Joselito 1892 1992 Ibidem Pg 233 citando un articulo de ABC del 7 de abril de 1987 Domingo Ortega El arte del toreo y La bravura del toro Ibidem Ibidem Pgs 19 20 Ibidem Pgs 20 21 Ibidem Pg 21 Ibidem Pg 25 Ibidem Pg 30 Ibidem Pg 35 Nicolas Sampedro Arrubla Cargar la suerte Ibidem Pg 108 La cita proviene a su vez de un libro de Guillermo Sureda Tauromagia vid Bibliografia Ibidem Sampedro apoya este razonamiento principalmente en los propios de Guillermo Sureda pgs 106 110 Don Justo era el pseudonimo de Isidro Amoros que llevo a cabo una ingente labor en pro de la fiesta sobre la base de innumerables cronicas articulos conferencias y deliciosos libros todavia vigentes en la tauromaquia de hoy Vicente Zabala ABC 17 de febrero de 1989 Pg 76 Don Justo El Ruedo Ibidem Ejemplar monografico por la muerte del torero sin paginacion numerada Articulo Manolete el purificador del pase natural Madrid 4 de septiembre de 1947 Hay que aclarar que las tres fotografias adjuntas a su articulo no muestran la carga de la suerte tal como se concebia antes Juan Belmonte durante y despues de Manolete los dos Ortega Antonete aunque haya que reconocer una gran estetica de composicion del pase e incluso la carga con el cuerpo entero ligeramente inclinado sobre el animal Rafael Ortega y Angel Fernando Mayo El toreo puro Ibidem Pg 38 Ibidem Cita introductoria al libro de R Ortega Pg 7 Gregorio Corrochano Que es torear Introduccion a la tauromaquia de Joselito Ibidem Y a esa tajante opinion anade una consecuencia clarividente pero que con el paso del tiempo se puede y se debe replantear Belmonte y Manolete los dos toreros que han tenido mas imitadores han sido los peor imitados y los que han traido mas confusion al toreo porque lo que habia en ellos de torero eso ni lo vieron ni lo pudieron sospechar sus imitadores Pg 207 El unico problema es matizar en numerosos casos sobre todo con Belmonte que se entiende por imitador adjetivo que lleva en si mismo una carga connotativa de menosprecio que en el toreo puede ser improcedente como por ejemplo la media veronica de inspiracion belmontina en toreros de gran personalidad a su vez Aqui y ahora pasaria otro tanto con la inspiracion que haya podido producir Manolete en Jose Tomas Eso no es ser imitador Jose Alameda El hilo del toreo Los heterodoxos del toreo Pg 212 La cita pertenece al libro El hilo del toreo editado en 1989 Dr Venancio Gonzalez La estetica anatomica en la historia del toreo Ibidem Pgs 53 55 Julio Fuertes El Ruedo Ejemplar monografico Ibidem Articulo La estocada de Manolete con tres fotografias de volapies en la misma cruz cargando la suerte con entregada ortodoxia Juan Posada De Paquiro a Paula Ibidem Pg 223 Rafael Ortega El toreo puro Ibidem Pg 7 En cuanto al prologo Mayo destaca las alabanzas a Rafael Ortega de dos grandes criticos Asi Diaz Canabate su estilo es uno de los mejores de la epoca pg 13 Y Gregorio Corrochano Quien le aventaja hoy en sus pases de pecho de cabeza a rabo Sus faenas son sobrias ponderadas formales su toreo es clasico pgs 12 13 Ibidem Pg 38 Aunque entre lineas al ofrecer contrastes entre el toreo de Domingo y el suyo propio se sugiera la supremacia del toreo propio dominio de la mano izquierda mayor quietud Ibidem Pg 40 Ibidem Pg 43 Ibidem Pgs 43 44 Ibidem Pg 47 Ibidem Pg 51 Ibidem Pgs 53 54 Marcial Lalanda y Andres Amoros La tauromaquia de Marcial Lalanda Ibidem Cap La lidia pgs 67 92 Ibidem Pgs 75 76 Comparese con la idea de Enrique Ponce Yo creo sinceramente que se le exige mas al toro incluso se expone mas estando al hilo pero ojo mas con la muleta por delante que estando cruzado con el Vid Bibliografia Amoros Andres Enrique Ponce Un torero para la historia Ibidem Pg 337 Este capitulo lo toma Amoros del discurso leido por el torero en el acto de toma de posesion en la Real Academia de Bellas Ciencias y Nobles Artes de Cordoba Ibidem Pg 76 Ibidem Pg 76 Ibidem Pg 81 Ibidem Pg 82 Ibidem Pg 86 Ibidem Pg 87 Manuel Moles Antonete El Maestro Vid Bibliografia Ibidem Pg 23 Ibidem Pg 51 Ibidem Pg 92 Ibidem Pgs 104 5 Ibidem Pg 146 Ejemplos Nuria Amat y otros Reflexiones sobre Jose Tomas Ed Espasa Calpe Madrid 2002 Javier Villan Jose Tomas Luces y sombras Sangre y triunfo Ed La Esfera de los Libros Rizzoli Madrid 2008 Carlos Abella Jose Tomas Un torero de leyenda Alianza Editorial Madrid 2008 Javier Villan Liturgia del dolor y feria de la politica Jose Tomas una hipotesis republicana Ediciones Akal Madrid 2009 Simon Casas La tarde perfecta de Jose Tomas Ed Demipage Madrid 2013 En cuanto a articulos del mismo tono son frecuentes tambien y aqui se han evitado en general pero valga esta muestra de Fernando Sanchez Drago El Mundo 19 de septiembre de 2011 Pg 35 Tomas levita es cuerpo glorioso metafisico y lo suyo mas que toreo es mistica sacramento y ascetica Se ha llegado a decir que salgo a la plaza para que me mate un toro y esta es una de las barbaridades mas grandes que he escuchado Yo toreo para vivir no para morir pero esta claro que si me dan a elegir prefiero morir en la plaza que en un coche Entrevista de Jacobo Garcia en Mejico El Mundo 10 de octubre de 2007 Pg 58 Carlos Abella Jose Tomas Un torero de leyenda Ibidem Pg 13 Conviene insistir en que salvo al pie de algunas fotografias esta mencion a cargar la suerte no reaparece en toda la redaccion del texto del propio Abella en el libro aunque si en autores citados por el Vease un segmento del reportaje de Alberto Fernandez Salido La Razon Reporter 20 de mayo de 2001 pg 42 Su amigo Jose Ramon de la Morena desmitifica tambien la obsesion de alguna prensa con Manolete porque tiene muchas otras influencias de viejos toreros a los que ha visto en videos antiguos como Ordonez Belmonte o El Viti Esto sustenta su sentido del eclecticismo aqui expuesto Ibidem Pg 28 Pablo Garcia Mancha es un periodista logrones que publica en diarios de La Rioja Navarra Madrid El pais ABC y dirige el programa Sol y Sombra de TVR Rioja y su pagina web toroprensa com Es conveniente aportar esta escueta noticia biografica de la unica fuente que de forma expresa taxativa expone la misma idea que en este articulo se desarrolla con amplitud Ibidem Pg 160 Ibidem Pg 177 Ibidem Pg 178 Ibidem Pgs 178 179 Ibidem Pg 256 Ibidem Pg 123 Simon Casas La tarde perfecta de Jose Tomas Vid Bibliografia Recrea la encerrona matutina en Nimes once orejas un rabo cinco estocadas y un indulto el 16 de septiembre de 2012 siendo Casas el empresario que le contrato Amos Salvador y Rodriganez Teoria del toreo con las apostillas del Duque de Veragua Vid Bibliografia Nicolas Sampedro Arrubla Cargar la suerte Ibidem Pgs 76 7 Ibidem Pgs 77 8 Federico M Alcazar Tauromaquia Moderna Vid Bibliografia Nicolas Sampedro Arrubla Cargar la suerte Ibidem Pgs 84 85 Gregorio Corrochano Que es torear Introduccion a la tauromaquia de Joselito Vid Bibliografia Gregorio Corrochano Que es torear Introduccion a las tauromaquias de Joselito y de Domingo Ortega Ed Revista de Occidente Madrid 1966 Corrochano habia fallecido cinco anos antes Y asimismo Tauromaquia Obra completa I Que es torear Teoria de las corridas de toros Cuando suena el clarin Espasa Calpe Madrid 1989 Gregorio Corrochano Que es torear Introduccion a la tauromaquia de Joselito Ibidem Pg 206 Ibidem Pg 205 Ibidem Pgs 234 235 Gregorio Corrochano Que es torear Introduccion a las tauromaquias de Joselito y de Domingo Ortega Ibidem Pg 219 Ibidem Pg 220 Ibidem Pg 222 Claude Popelin El toro y su lidia Ed Calleja 1956 original frances Le taureau et son combat de 1952 Los toros desde la barrera 1964 La lidia en las corridas de toros 1969 La tauromachie que es algo mas que un diccionario enciclopedico en frances 1970 En el la entrada Cargar la suerte remite a Corne contraire Pgs 68 69 Escribio Popelin diversas colaboraciones con otros autores y en la prensa Se cita por Nicolas Sampedro Arrubla Cargar la suerte Ibidem Pgs 98 100 Vicente Zabala Hablan los viejos colosos del toreo Ibidem Pg 61 Guillermo Sureda Molina Tauromagia Ibidem Pg 44 En la contraportada se citan otras obras suyas El toreo contemporaneo 1954 El toreo gitano 1960 La suerte consumada 1960 y libros sobre Antonio Ordonez El Viti y Paco Camino Ibidem Pgs 40 41 Ibidem Pgs 43 44 Jose Alameda El hilo del toreo Los heterodoxos del toreo Vid Bibliografia Ibidem Prologo de Paco Aguado Pg 10 Ibidem Pgs 76 77 La otra maxima de Pedro Romero es que se debe torear mas con las manos brazos que con las piernas Jose Maria de Cossio Los toros Tratado Tecnico e Historico Tomo III 1943 12ª ed Madrid 1989 Pg 833 ISBN 84 239 6011 0 Jose Alameda El hilo del toreo Ibidem Pg 77 Ibidem Pg 216 Ibidem Pgs 217 y 219 Ibidem Pg 218 Ibidem Pgs 219 220 Ibidem Pg 220 Ibidem Pg 221 Juan Posada De Paquiro a Paula En el rincon del sur Ibidem Vid solapa de contraportada Ibidem Pgs 210 211 Joaquin Vidal Con su permiso don Joaquin Ibidem Articulo de Jose Antonio Pascual de la Real Academia Espanola Del magisterio de Joaquin Vidal en las varias suertes de la lengua Pgs 19 28 Joaquin Vidal El toreo es grandeza Ibidem Pgs 36 39 Joaquin Vidal Con su permiso don Joaquin Ibidem Cronica de El Pais 26 de octubre de 1976 titulada Andres Vazquez hilo directo con la gloria Pgs 51 53 Nicolas Sampedro Arrubla Cargar la suerte Ibidem Pgs 124 125 Es cita del ensayo Salvador Balil Forgas Juan Belmonte en la soledad de dos atardeceres Ed Almuzara Estudios 2010 ISBN 978 84 92924 40 0 Nicolas Sampedro Arrubla Cargar la suerte Ibidem Pg 125 Es cita del ensayo Salvador Balil Forgas Los suenos de Pedro Romero Ediciones B 2004 ISBN 978 84 666 1839 7 Nicolas Sampedro Arrubla Cargar la suerte Ibidem Pg 160 Ibidem Pg 162 Ibidem Pg 168 Ibidem Pgs 172 174 Ibidem Pg 154 Sampedro cita a Jose Bergamin por su ensayo taurino El arte de birlibirloque de 1930 El prosista de la Generacion de 1927 presenta una vision intelectual por medio de aforismos e idealizada de la tauromaquia sin referencias concretas a cargar la suerte Vid Bergamin en Bibliografia La misma ausencia encontramos en otro famoso ensayo suyo mas poetico aun medio siglo despues La musica callada del toreo Vid Bergamin en Bibliografia Es muy llamativa su evolucion critica respecto al toreo de Juan Belmonte finalmente muy favorable Ibidem Pgs 154 156 Ibidem Pg 174 La frase textual de Corrochano puede leerse en este articulo supra Cargar la suerte es indicarle al toro el camino y obligarle a seguir ese camino Nicolas Sampedro Arrubla Cargar la suerte Ibidem Pg 127 Jose Alameda El hilo del toreo Ibidem Pg 217 Jose Delgado Pepe Illo sic Tauromaquia o Arte de torear Ibidem Pg 86 Ibidem Pg 50 Ibidem Pg 51 Francisco Montes Paquiro Tauromaquia completa Pgs 148 149 Ibidem Pgs 148 155 y 161 En la pg 161 cita como grandes especialistas de picar a caballo levantado a Luis Corchado y a Pablo de la Cruz En el Museo Nacional de Escultura de Valladolid existe el testimonio del picador Laureano Ortega de Isla a caballo levantado como muestra el libro de Jesus Urrea Fernandez La Coleccion de toros y toreros Pgs 14 15 y lamina sin paginar vid Bibliografia coleccion policromada que proviene del Palacio de la Alameda Parque del Capricho Madrid del Duque de Osuna Urrea fue Director de ese Museo y otros varios ademas de Adjunto del Prado Jose Sanchez de Neira Gran diccionario tauromaco Ibidem Pgs 613 614 Jose Maria de Cossio Los toros Tratado Tecnico e Historico Tomo I Ibidem Pg 38 Raimundo Rodriguez Sanchez La suerte de varas hecha y dicha por el mismo Ibidem Pg 6 El dato lo ofrece el autor de la Presentacion Jose Mª Moreno Bermejo Asimismo en la pg 149 el periodista Jorge Fajardo le atribuye ser el picador mas galardonado en la Feria de San Isidro En varios lugares del libro se concretan esos premios asi como los principales en la solapa de la contraportada Ibidem Pg 86 Ibidem Pg 57 Ibidem Pgs 81 82 con fotografia Ibidem Pg 86 Ibidem Pg 112 con fotografia Ibidem Pg 86 Ibidem Pg 101 Ibidem Verano de 1970 le eche palo alma y corazon como yo digo le meti el encordelado de la puya y le levante el palo Se levanta el publico y me aplaude Le echo el palo acompanado con mi cuerpo y mi decision cae la puya en su sitio deshago el encontronazo y le quito el palo La ovacion fue unanime Cuatro picadores que estaban en el patio lo primero que me dicen es que mi matador Andres Vazquez y yo estamos locos Para mi faltan ganas de que lo hagamos que no somos capaces de hacerlo casi casi ningun matador ni ningun picador Uno de estos cuatro hombres me dice que se lo ponemos muy dificil a los demas Otro picador y no quiero decir su nombre me dice que el dia que yo marre un toro me va a lanzar al tendido Pgs 110 111 Felipe Pedraza Iniciacion a la fiesta de los toros Ibidem Pg 144 Pascual Millan Los toros en Madrid Estudio historico Ibidem Incluye la Noche Phantastica en su Apendice nº 3 pgs 233 238 La referencia citada en pg 237 Jose Delgado Pepe Illo sic Tauromaquia o Arte de torear Ed Egartorre Ibidem Pgs 91 92 Ibidem Pgs 25 26 Al marcar Hillo la superficie corporal del toro donde deben clavarse las banderillas la extiende por el cerviguillo mas comunmente llamado hoy morrillo que es la parte abultada del cuello hasta los rubios que es la cruz del toro donde se reunen la verticalidad de los brazuelos con la horizontal linea de vertebras punto tambien conocido como hoyo de las agujas o yema o blandos objetivo ideal del espadazo Es un punto critico pues por detras de el no deben caer ni los puyazos ni las banderillas ni la espada Ibidem Pg 92 Francisco Montes Paquiro Ibidem Pgs 63 64 Ibidem Pgs 71 72 Ibidem Pgs 74 75 Jose Sanchez de Neira Gran diccionario tauromaco Ibidem Pg 576 Antonio Pena y Goni Lagartijo y Frascuelo y su tiempo Ibidem Pg 94 Ibidem Pgs 139 140 Jose Bergamin El arte de birlibirloque Ibidem Pg 19 Ibidem Pgs 23 24 Ibidem Pg 61 Jose Bergamin La musica callada del toreo Ibidem Pgs 71 81 Esas paginas ocupan el capitulo titulado Muerte perezosa y larga narrando poetica y dramaticamente la vision personal desde barrera de la cogida del torero reconocido como gran banderillero desde sus tiempos como tal en la cuadrilla de Joselito el Gallo asi como el acompanamiento de toda la larga agonia de Sanchez Mejias casi cuarenta horas pg 74 Ignacio Sanchez Mejias habia tenido una fuerte relacion de amistad y mecenazgo con los escritores del 27 Su muerte toreando les supuso una gran conmocion De ahi tambien la celebre elegia de Lorca Nicolas Sampedro Arrubla Cargar la suerte Ibidem Pg 139 nota al pie Antonio Fernandez de Heredia Doctrinal Tauromaco de Hache 1904 Nicolas Sampedro Arrubla Cargar la suerte Ibidem Pg 140 El periodico con el pie de foto es ABC 3 de diciembre de 1992 Con motivo del 50 anos de la alternativa de Antonio Bienvenida publica con paginacion propia en numeros romanos I XII una serie de articulos y fotografias Foto en Pg IX La misma foto con calidad de fotocopia antigua aparece en el libro de Filiberto Mira Antonio Bienvenida Historia de un torero Ibidem Pg 185 A su vez da la referencia de ser una faena de la Feria de San Isidro de Madrid de 1956 y remite al Cossio En efecto Jose Maria de Cossio Los toros Tratado Tecnico e Historico Tomo IV 8ª ed Madrid 1989 Pg 577 completa pie de foto Un gran par de Antonio Bienvenida Foto Gyenes ISBN 84 239 6012 9 En la pg 578 Cossio le define como banderillero largo y entendido Nieto Manjon Diccionario Ilustrado de Terminos Taurinos Ibidem Pgs 67 y 155 respectivamente Guillermo Sureda Tauromagia Ibidem Pg 108 Joaquin Vidal El toreo es grandeza Ibidem Pg 87 Jose Delgado Pepe Illo Tauromaquia o Arte de torear Ibidem Pgs 91 92 Ibidem Pgs 88 89 Ibidem Pg 30 Ibidem Pg 89 Antonio Pena y Goni Lagartijo y Frascuelo y su tiempo Ibidem Pg 53 Romero recibia los toros Se volvera sobre esta afirmacion ampliandola a la carga de la suerte Antonio Pena y Goni Ibidem Pg 38 Este agudo critico culto ensayista mantenia que el volapie implicaba para el toro una muerte por sorpresa y reivindicaba el merito sereno de la escuela de matar recibiendo dandola por desaparecida desde el El Chiclanero y Dominguez Respecto a esa afirmacion 1º se contradice a si mismo pues decenas de veces describe despues a Frascuelo recibiendo aunque hacia el final del libro reconozca cierta mixtura con la suerte del volapie Y 2º se equivocaba porque de vez en cuando surgen toreros que prueban a practicarla hasta hoy Y anadia la escuela de matar de Costillares subsiste completamente en la actualidad 1887 Ibidem Pg 56 Con esta exposicion se puede apreciar la evolucion tecnica de la suerte suprema pues tambien el volapie es hoy infrecuente pero no tanto como citar para recibir tecnica en la que ha destacado Jose Maria Manzanares hijo Lo mas habitual en estos tiempos es citar al encuentro o sinonimamente a un tiempo en que los dos protagonistas se encuentran a medio camino Ibidem Pg 55 Francisco Montes Paquiro Tauromaquia completa 1836 Ibidem Pg 90 Guillermo Sureda Tauromagia Ibidem Pg 70 con la mano izquierda sigue esa especie de pase de pecho por bajo en que consiste el juego de muleta en la suerte de matar Francisco Montes Paquiro Tauromaquia completa Ibidem Pg 91 Ibidem Pgs 101 106 107 y 108 respectivamente Juan Posada De Paquiro a Paula Ibidem Pg 141 Domingo Ortega El arte del toreo y La bravura del toro Ibidem Pgs 30 y 34 Pepe Alameda se muestra tambien en esa linea Juan Posada De Paquiro a Paula En el rincon del sur Ibidem Pg 137 Posada como gaditano hace un elogio general del eclecticismo de los toreros de ese rincon del sur e intenta explicar positivamente la descripcion de Paquiro sobre el volapie saliendo del centro con los pies pero aceptando que puede dar lugar a confusionismo Ibidem Pg 125 Jose Alameda El hilo del toreo Ibidem Pgs 229 230 Jose Alameda El hilo del toreo Ibidem Pgs 76 77 Domingo Ortega El arte del toreo y La bravura del toro Ibidem Pg 23 Los otros toreros que cita son Martincho dando un pase con un sombrero en que tambien esta sobre la pierna y no digamos Cara Ancha con el capote y Montes Jesus Urrea Fernandez La Coleccion de toros y toreros Pgs 14 15 y lamina sin paginar vid Bibliografia Pascual Millan Los toros en Madrid Estudio historico Ibidem Pgs 12 13 Las traducciones del frances son correctas L attention frenetique qu excite cette situation que vaut tous les drames de Shakespeare y despues Un eclair d argent passa avec la rapidite de la pensee au milieu des deus croissants Vid referencia siguiente En cuanto a la hiperbolica frase sobre Shakespeare indudablemente retorica se atribuyo despues erroneamente a Marcelino Menendez Pelayo Gautier se ha considerado siempre un polifacetico escritor precursor del simbolismo y otros movimientos innovadores de la literatura francesa Existe un ejemplar de este libro en la Biblioteca Nacional de Madrid Theophile Gautier et Claude Popelin La Tauromachie Ibidem Citas de la referencia anterior en pgs 24 26 Antonio Pena y Goni Lagartijo y Frascuelo y su tiempo Ibidem Pg 180 Pena y Goni Ibidem Pg XV de su Prefacio Anade son el ultimo resto de lo unico espanol que vamos conservando Pena y Goni Ibidem Formaron una pareja de rivalidad exacerbada en los publicos por su forma tan distinta de torear su fisico y su personalidad pero al igual que mas tarde pasaria con Joselito y Belmonte se apreciaban extraordinariamente entre si Veanse declaraciones textuales de ellos mismos en pg 297 siendo ya veteranos Y esa fraternidad empezo enseguida en 1873 Frascuelo brindo un toro a Lagartijo que estaba en un palco convaleciente de una cogida y al final de la faena Rafael entusiasmado se despojo de su magnifico reloj de oro y envuelto en un panuelo lo arrojo a Frascuelo pg 116 Pena y Goni Ibidem Pg 117 Pena y Goni Ibidem Pg 242 Pena y Goni Ibidem Pg 290 Esta informacion no debe tomarse como definitiva pues la retirada final de Frascuelo es posterior a la publicacion de este libro Se cita por el libro de Gregorio Corrochano Que es torear Introduccion a la tauromaquia de Joselito Ibidem Pgs 253 254 Jose Sanchez de Neira Gran diccionario tauromaco Ibidem Pgs 674 675 Pena y Goni Ibidem Pg 276 Pena y Goni Ibidem Pg 117 Pena y Goni Ibidem Pgs 150 151 Pena y Goni Ibidem Pgs 240 241 Pena y Goni Ibidem Pgs 271 274 Ricardo Torres Bombita Intimidades taurinas y el arte de torear Ibidem Pg 111 Juan Posada De Paquiro a Paula Ibidem Pg 223 Rafael Ortega El toreo puro Ibidem Pgs 66 69 Rafael Ortega Ibidem Pgs 71 72 En la pg 73 hay una fotografia matando a un Miura en 1959 en Sevilla El pie de foto dice A muchos toros los he matado sin concederme yo una sola ventaja Esta volcado sobre el morrillo cargada la suerte y el puno en el hoyo de las agujas Claude Popelin El toro y su lidia Ibidem Pg 63 Guillermo Sureda Molina Tauromagia Ibidem Pg 70 Encunarse Al entrar a matar el diestro lanzarse a la misma cuna o entre los cuernos del toro sin prevenir la salida Luis Nieto Manjon Diccionario ilustrado Ibidem Pg 185 Que es suerte antigua lo prueba el propio ejemplo que cita el lexicografo En la segunda magnifica que dio Reverte a su segundo entro a matar encunandose segun narra Eduardo del Palacio Sentimientos Sol y Sombra 1898 Sebastian de Covarrubias Tesoro de la lengua Ibidem Pg 947 Jose Mª de Cossio Los toros Tratado Ibidem Tomo V 1997 Biografias de toreros por Juan Jose de Bonifaz Ha practicado reiteradamente el entrar a matar sin emplear engano alguno lo que si bien no es ortodoxo demuestra una valentia extrema al tener que encunarse y en consecuencia salir del lance al menos revolcado Aporta expresiva fotografia Pg 939 Amanda Isla Articulo Paquiro Walter Benjamin y la critica taurina Ciudad de Mexico 8 de octubre de 2015 sin mas referencia en la web Publica el poema completo Nada concreta de la traduccion Datos Q97182155Obtenido de https es wikipedia org w index php title Cargar la suerte tauromaquia amp oldid 133956438, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

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