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Campaña de Rivera a las Misiones Orientales

El general Fructuoso Rivera conquistó las Misiones Orientales para las Provincias Unidas del Río de la Plata en una rápida campaña durante el año 1828, como parte de la llamada Guerra del Brasil. Ese territorio, ubicado en el oeste del actual Estado de Río Grande del Sur y habitado hasta entonces por indígenas guaraníes, había sido colonizado por jesuitas, pero permanecía en manos del Imperio del Brasil como herencia de su metrópoli colonial, Portugal, desde su ocupación en 1801.

No obstante, debió evacuar ese territorio a fines de ese mismo año, como resultado de las negociaciones que condujeron al Tratado de Paz que suscribieron el Imperio del Brasil y las Provincias Unidas, y que otorgó la independencia al Estado Oriental del Uruguay, país del cual el mismo Rivera sería el primer presidente.

Antecedentes

 
Los siete pueblos de las Misiones Orientales.

En el siglo XVII la Compañía de Jesús llegó a la zona, e instalaron las treinta misiones jesuíticas guaraníes. Allí los guaraníes, que hasta entonces practicaban una agricultura itinerante, terminaron por adoptar el sedentarismo. La "Provincia de las Misiones", dependiente tanto de la Gobernación de Buenos Aires[1]​ como de las autoridades de la Compañía de Jesús, se ubicaban en ambas márgenes de los ríos Paraná y Uruguay, y se extendían hacia el este hasta la Sierra General y por el sur hasta el río Ibicuy. También pertenecían a las Misiones varias estancias que se extendían a través de un gran territorio hasta el río Negro.[2]

Por el Tratado de Madrid, en 1750 las siete Misiones Orientales, ubicadas al este del río Uruguay, pasaron a pertenecer a Portugal, que las anexó a sus colonias del Brasil. Los guaraníes se negaron a ser trasladados, pero fueron derrotados en la Guerra Guaranítica y forzados al exilio. No obstante, el Tratado de San Ildefonso, del año 1777, devolvió ese territorio a España. Los guaraníes regresaron a sus pueblos; estos eran: San Francisco de Borja, San Luis Gonzaga, San Nicolás, San Miguel Arcángel, San Lorenzo Mártir, San Juan Bautista y Santo Ángel Custodio, llamado también Santo Ángel Guardián de las Misiones.

Una nueva crisis se produjo con la expulsión de los jesuitas de todas las posesiones españolas, hecho ocurrido en el año 1767. Las Misiones fueron reorganizadas en la Gobernación de las Misiones Guaraníes, dependientes directamente del Virreinato del Río de la Plata, fundado en 1776. Si bien los pueblos se desorganizaron gradualmente – y aparentemente perdieron parte de su población – lograron mantener parte de su organización interna.[3]

En 1801, en el marco de la Guerra de las Naranjas, se produjo la Conquista portuguesa de las Misiones Orientales. Si bien el Tratado de Badajoz (1801) ordenó a España y Portugal volver a sus límites anteriores, Portugal nunca devolvió las Misiones Orientales. La población de los pueblos siguió siendo predominantemente de etnia guaraní, pero desde ese territorio se produjo la gradual ocupación por población criolla brasileña de los territorios ubicados al sur del río Ibicuí.[4]

Durante la Revolución Oriental, el general José Artigas, jefe militar y político de los independentistas orientales, reclamaba la incorporación de las Misiones Orientales a la Provincia Oriental.[5]

En el año 1816 comenzó la Invasión Luso-Brasileña de la Banda Oriental, es decir, de los territorios ubicados al norte del Río de la Plata. Durante la larga guerra defensiva de los orientales – comandados por el caudillo federal José Artigas – se produjo el ataque portugués a la provincia de Misiones. En respuesta, milicias indígenas comandadas por Andresito Guazurarí contraatacaron y lograron reocupar brevemente las Misiones Orientales. Pero, en definitiva, los portugueses lograron vencer a Artigas y a Guazurarí y pacificar el territorio. La Banda Oriental fue incorporada como Provincia Cisplatina al Reino Unido de Portugal, Brasil y Algarve y posteriormente al Imperio del Brasil, cuando este se independizó. Las Misiones Orientales fueron incorporadas a la Provincia de Río Grande de San Pedro.[6]

La Guerra del Brasil

 
El general Juan Antonio Lavalleja inició la Guerra del Brasil al frente de los Treinta y Tres Orientales..

La dominación portuguesa de la Cisplatina desagradaba a la mayor parte de la población oriental, que en 1825 se adhirió rápidamente a la incursión desde Buenos Aires de la expedición llamada de los Treinta y Tres Orientales. Su comandante, el general Juan Antonio Lavalleja, incorporó a su ejército – de buen grado o, más presumiblemente, a la fuerza[7]​ – a las milicias que respondían al general Fructuoso Rivera. Este había sido un destacado oficial de Artigas, pero con la definitiva derrota del caudillo oriental se había pasado a los invasores portugueses, quienes lo nombraron Comandante de Campaña de la Provincia Cisplatina.

Lavalleja reunió el Congreso de La Florida, que proclamó la incorporación de la Provincia Oriental a las Provincias Unidas del Río de la Plata y nombró gobernador al mismo Lavalleja. Cuando el Congreso Rioplatense aceptó la reincorporación de esa provincia, el Imperio del Brasil respondió con la declaración de guerra a las Provincias Unidas. Se iniciaba así la Guerra del Brasil.

El Congreso incorporó a los diputados orientales, respondió la declaración de guerra, nombró presidente de las Provincias Unidas a Bernardino Rivadavia y finalmente sancionó una Constitución para la República Argentina, que adquiría oficialmente ese nombre. No obstante, esta sería rechazada por la mayor parte de las provincias argentinas por su carácter unitario.

Si bien en un principio Rivera siguió el partido independentista con lealtad, consiguiendo la victoria en Rincón y secundando a Lavalleja en Sarandí, posteriormente comenzó a tener actitudes que lo hicieron sospechoso de connivencia con los brasileños a los ojos de Lavalleja y de su segundo, Manuel Oribe, pero también para muchos jefes porteños. Cuando Rivadavia ordenó su arresto, huyó a refugiarse bajo la protección del gobernador de Santa Fe, Estanislao López, que era también el más veterano y uno de los más influyentes caudillos federales. Allí permaneció casi olvidado más de un año.

La guerra terrestre benefició ampliamente a las tropas argentinas, que casi lograron destruir al ejército imperial en cinco grandes batallas, la más importante de las cuales fue la batalla de Ituzaingó. Pero no lograron capturar las ciudades de Montevideo y Colonia.[8]

La guerra naval estuvo signada por el casi completo bloqueo naval del Río de la Plata por la poderosa escuadra brasileña. Pese a varias notables victorias del comandante argentino Guillermo Brown, el bloqueo continuó y puso en muy delicada situación al gobierno argentino.[9]

De modo que el presidente Rivadavia envió a Manuel José García a Río de Janeiro, donde este — contrariando sus instrucciones — firmó una Convención Preliminar de Paz que entregaba toda la Banda Oriental al Brasil. La Convención fue repudiada por el Congreso y la opinión pública, y causó la caída del presidente Rivadavia en junio de 1827.

El gobierno central argentino volvió a ser disuelto – no había existido entre 1820 y 1826 – y cada provincia se gobernó a sí misma. La de Buenos Aires eligió gobernador al federal Manuel Dorrego, que se propuso continuar la guerra hasta obligar al Imperio a abandonar la Banda Oriental.[10]

Preparativos de la campaña a las Misiones Orientales

 
General Estanislao López, primer comandante de la proyectada campaña.

Lo primero que hizo Dorrego fue firmar una serie de tratados con las provincias, a través de los cuales todas ellas delegaron el manejo de las relaciones exteriores del conjunto en el gobernador de Buenos Aires. Un caso especial fue el tratado firmado con Estanislao López, de Santa Fe, el 27 de octubre; en este, la provincia de Santa Fe se comprometía a

"...levantar una fuerza militar que ocupe los pueblos de las Misiones Orientales, que existen en poder del tirano del Brasil."[11]

Dorrego nombró comandante del Ejército en operaciones en la Provincia Oriental al general Lavalleja. No obstante la confianza de que gozaba entre sus comprovincianos, Lavalleja se encontró con una carencia casi absoluta de recursos bélicos y con la desconfianza de sus subalternos de origen porteño o de las provincias del interior.

Tampoco demostraba demasiada voluntad de retomar la ofensiva y, tranquilo por la similar pasividad del ejército imperial, utilizó buena parte de sus hombres en arreos de ganado riograndense, lo que se consideraba una justa compensación por los saqueos de ganado oriental efectuados tras la invasión.[12]

Lavalleja poco quiso o pudo hacer, salvo algunas pequeñas operaciones ofensivas hacia Río Grande, que fracasaron por completo. La iniciativa consistía en un desembarco sobre la boca de la Laguna de los Patos en combinación con un avance de las mejores tropas argentinas al mando de José María Paz e Isidoro Suárez por la angosta franja de tierra que la separa del mar. La organización de la operación fue tan deficiente que el desembarco no llegó a producirse y la movilización infructuosa de los regimientos involucrados estuvo a punto de provocar un descalabro general en la batalla de Las Cañas.[13]

Fructuoso Rivera, adversario de Lavalleja, proyectaba efectuar una ofensiva sobre las Misiones Orientales, lo que le permitiría recuperar el mando autónomo de tropas. Marchó a ver a Dorrego portando oficios del gobernador de Santa Fe Estanislao López, en los que adhería al plan de expedicionar a las Misiones y proponía a Rivera para comandar el llamado Ejército del Norte. Iba acompañado del coronel Evaristo Carriego, nativo de Yapeyú y conocedor de las Misiones, comisionado a similares efectos por el gobernador de Entre Ríos Vicente Zapata.

En diciembre de 1827 se reunieron con Dorrego y su ministro de guerra, general Juan Ramón Balcarce. Dorrego adoptó con entusiasmo el plan, que permitiría recuperar las Misiones, abrir un frente en la retaguardia del ejército imperial y fortalecer su posición en las negociaciones de paz. El 9 de diciembre, Rivera y Carriego informaban a Zapata tener luz verde para la operación.

Informado por Dorrego,[14]​ Lavalleja se opuso decididamente, desaconsejando la ofensiva y acumulando informes que apuntaban a que Rivera actuaba en connivencia con los brasileños y planeaba en realidad una traición.

Dorrego no podía arriesgarse a una ruptura y enfrentamiento en el seno del ejército de operaciones, y por otro lado sabía que las buenas relaciones de Rivera con muchos brasileños eran ciertas, de modo que suspendió el nombramiento de Rivera. Pero mantuvo el proyecto y comisionó al mismo gobernador López para la liberación de las Misiones Orientales; el plan era ahora más ambicioso: atacar a los brasileños por la retaguardia, y de ser posible continuar su camino hasta Porto Alegre.

López inició la preparación de la división santafesina que participaría en la campaña a sus órdenes directamente y logró la ayuda del gobernador de la provincia de Corrientes, Pedro Ferré, que puso a su disposición una división de 500 hombres, al mando de un indígena guaraní, el comandante José López (alias "López Chico").

Rivera inicia la campaña

Para apresurar la reunión de las tropas entrerrianas, López autorizó a Rivera a trasladarse a Entre Ríos, donde se encontró con una situación interna inestable; por otro lado, la población local continuaba acusándolo de alianzas con el Brasil. Además, gran parte de la población apta para llevar armas estaba enrolada en el ejército a órdenes de Lavalleja. De modo que decidió actuar por su cuenta: concentró a sus escasos seguidores — 83 hombres — en Gualeguaychú, en la costa entrerriana del río Uruguay. Sus principales oficiales eran Bernabé Rivera, Felipe Caballero, Augusto Possolo, Antonio Iglesias y Gregorio Salado, y su baqueano el guaraní Lorenzo Napuré.

Sin autorización de López ni del gobernador titular Lavalleja, en la madrugada del 25 de febrero de 1828 cruzaron el río Uruguay, las fuerzas de Rivera - divididas en tres grupos - cruzaron a la Provincia Oriental. Allí reunieron grupos adictos y varias unidades que habían servido a sus órdenes se pasaron a sus fuerzas. Rivera se dirigió a Durazno, sede del gobierno provincial, para reunirse con el gobernador delegado de la Provincia Oriental, Luis Eduardo Pérez. Si bien fue recibido, Pérez se negó a reconocerlo oficialmente para no contrariar a Lavalleja.

Rivera envió también un oficio a Lavalleja, en tanto comandante de las fuerzas de operaciones, justificando su ingreso en el territorio con una división armada y comunicándole su objetivo de combatir a los brasileños. Si bien cumplía con las formalidades, no se engañaba respecto del resultado.

En efecto, apenas recibido el oficio, Lavalleja ordenó a su hermano Manuel Lavalleja, a cargo de la guarnición de Paysandú, y a Manuel Oribe, quien permanecía a cargo del sitio de Montevideo, que persiguieran y aniquilaran a Rivera. Cumplido el objetivo, contradiciendo su política inicial que descalificaba el proyecto y desconociendo el mandato de Estanislao López, debían ellos invadir las Misiones Orientales.

Por su parte, el 29 de febrero Dorrego tuvo noticias de que Rivera operaba en la Banda Oriental. Lavalleja ordenó a Manuel Oribe que dejara con parte de sus fuerzas el sitio de Montevideo y sumando al Escuadrón de Defensores, asignado al sitio de Colonia del Sacramento, persiguiera a Rivera para aniquilarlo en razón de que "según todas las noticias está vendido a los enemigos". Oribe se puso en marcha, pero reenvió a Buenos Aires las órdenes de Lavalleja.

Balcarce respondió con urgencia: Oribe debía abstenerse de cumplir lo dispuesto por su comandante. El gobierno le aclaraba que las Misiones eran objetivo del Ejército del Norte y que, de hecho, debía regresar al sitio, dejando que Manuel Lavalleja persiguiera a Rivera con la guarnición de Paysandú. En efecto, los brasileños habían aprovechado la partida de Oribe para reabastecerse en la campaña.

Oribe continuó, no obstante, en persecución de Rivera. En Mburicayupí su vanguardia se enfrentó con la retaguardia de Rivera y en el enfrentamiento Rivera tuvo dos muertos y tres prisioneros. La marcha dispersa y en guerrilla de Rivera le hizo suponer erróneamente a Oribe que había sufrido una gran deserción. Por el contrario, sus fuerzas se habían incrementado sobre la marcha.

El 13 de marzo se le incorporó un grupo de guaraníes misioneros que habían desertado de la columna del gobernador de Misiones Félix de Aguirre, cuando este marchaba a incorporarse al Ejército Nacional acantonado en Cerro Largo.

El 20 de marzo, los cien hombres del Escuadrón de Defensores se amotinaron para pasarse a Rivera. Manuel Lavalleja los atacó con sus tropas de Paysandú y les hizo 20 muertos y 50 prisioneros, pero 30 hombres consiguieron reunirse con Rivera. Reconociendo la situación real, Manuel Lavalleja y Oribe solicitaron caballadas al gobernador de Corrientes, Ferré.

Invasión a las Misiones Orientales

 
El general Fructuoso Rivera.

Las noticias del avance de Rivera llegaron al coronel brasilero Álvaro de Alencastre, Jefe de la Frontera, con sede en San Borja.[15]​ Alencastre no sabía si Rivera pretendía invadir o pasarse: los rumores que difundía eran a sabiendas en extremo engañosos, y Alencastre sabía que había sido proscripto y era perseguido por sus camaradas.

Alencastre contaba con 400 hombres, en su mayoría soldados guaraníes misioneros del Regimiento 24 de Sao Borja, muchos de los cuales habían combatido junto a Artigas. El frente era demasiado extenso para tan pocos hombres, y su fidelidad al imperio era dudosa. El regimiento 25, también de guaraníes misioneros, había sido trasladado meses antes al frente del Yaguarón. Secundaban a Alencastre los tenientes coroneles Manoel da Silva Pereira do Lago y Joao José Palmeiro.

Para asegurarse de las intenciones de Rivera envió al alférez José Silveyra al mando de una patrulla de 24 soldados, que al encontrar a las avanzadas de Rivera se pasó en masa.

Rivera continuó su avance al norte para ocupar un paso sobre el río Ibicuí, a unos 50 km de su desembocadura en el río Uruguay. El puesto estaba guarnecido por tropas brasileras — 40 hombres al mando del oficial Mariano Pintos — que ocupaban una barranca en la margen norte y disponían de un bote. Haciéndose pasar por brasileños, en la noche del 20 de abril apresaron el bote y lo tripularon con algunos fusileros al mando del cabo Manuel Gallegos, mientras 80 hombres al mando del capitán Felipe Caballero, llevando pistolas atadas a la cabeza, iniciaron a nado el cruce del río.

Cubiertos por el fuego desde el bote, Caballero y sus hombres consiguieron llegar a la costa, trepar la barranca y tomar la guardia por asalto. Durante el combate murió el comandante Pintos y 19 de sus hombres, dispersándose el resto.[16]

Dominado el paso, Rivera cruzó con la caballería, tomó la caballada enemiga y algunos prisioneros y continuó su avance, ya en territorio de las Misiones Orientales. Dividió sus fuerzas en tres columnas: la primera, al mando de Caballero, marchó hacia San Francisco; la segunda, al mando de Bernabé Rivera, a San Borja, donde se encontraba Alencastre; y la tercera, al mando del mismo Fructuoso Rivera, hacia la Sierra General.[17]​ Durante su avance se les sumaron dos bandas de indios charrúas-minuanes al mando de los caciques Juan Pedro y Polidoro, y pronto las tropas enemigas del regimiento 24 empezaron a pasarse en masa: el comandante guaraní Francisco Javier Sití, exoficial de Andresito Guazurarí, antiguo comandante de Misiones en tiempos de Artigas, se pasó con 52 hombres. El 25 de abril hizo lo propio el teniente Pavão con 35 y el siguiente día el capitán Fabiano con 7. Ese día Bernabé Margariños informaba a Rivera que Alencastre huía hacia San Lorenzo. El 27 se pasó el oficial brasilero Boaventura Soares con 122 hombres, con lo que Alencastre quedó solo con seis soldados.[18]

Para el 17 de mayo de 1828, cuando notificó a Lavalleja del resultado feliz de la campaña, Rivera controlaba ya el territorio de los 7 pueblos de las Misiones Orientales y contaba con más de 500 efectivos, bien montados aunque indisciplinados y mal armados.

Mientras, Oribe y Manuel Lavalleja habían reunido sus tropas, 700 hombres, y esperaban en las márgenes del Ibicuí la incorporación de los 500 correntinos del comandante López Chico.

Rivera, quien había establecido su campamento en las márgenes del arroyo Itú, envió también una comisión de cinco hombres conduciendo sus partes al gobierno argentino, pero fueron interceptados por Oribe, quien — pese al contenido, que coincidía con las noticias recabadas en la región — los hizo fusilar, decisión que causó malestar entre sus propios hombres.

López Chico se reunió con Bernabé Rivera y marchó al campamento para discutir los términos de un arreglo. Al regresar, López comunicó a Oribe que se retiraba con sus hombres y enviaba por decisión propia a su segundo el teniente coronel José Antonio Berdún para informar a su gobierno en razón de "que el perseguido Rivera con la fuerza de su mando ha batido y destruido a las fuerzas imperiales que ocupaban dichos pueblos desmintiendo con sus hechos lo que le acumulaban (sic) por traidor a la patria y unido al Imperio".

Oribe decidió entonces retirarse. El 18 de junio respondió finalmente a Balcarce, intentando justificar su desobediencia e indicando que "en los momentos de tocar al exterminio del faccioso Rivera en la parte occidental del Ibicuy he sido pérfidamente traicionado por el Gefe de las fuerzas auxiliares de la provincia de Corrientes".

Pero las noticias de la victoria llegaron a Buenos Aires con el capitán Augusto Pozzolo, quien conducía la bandera imperial capturada en el equipaje de Alencastre. En Buenos Aires se festejó la recuperación de las Misiones y Dorrego reivindicó a Rivera. Su proyecto consistía en efectuar una operación de pinzas sobre el Ejército Imperial del Sur: Rivera, reforzado con el ejército del Norte, avanzaría sobre la fortaleza de Río Pardo — establecida por los portugueses desde 1753, que tenía una escasa guarnición desde que el grueso de sus efectivos se habían trasladado al río Yaguarón — tomando la retaguardia del enemigo, mientras que el Ejército de Operaciones avanzaría sobre el frente del Yaguarón.

En Porto Alegre la noticia causó pánico, especialmente porque las implicaciones de la falta de defensa de las fuerzas imperiales y la pasividad de los pobladores brasileños: era conocida la fuerza del sentimiento republicano e independentista en buena parte de la dirigencia de Río Grande, y Rivera en sus comunicaciones y en las disposiciones adoptadas en el territorio recuperado cuidaba de fomentar ese espíritu. El presidente de la provincia, brigadier Salvador Maciel consideraba que si Rivera avanzaba, "la entrada del enemigo traería como consecuencia la pérdida completa de Río Grande del Sur".[cita requerida]

Gobernación de Rivera

Al llegar a La Cruz, frente a Itaquí, López anunció que asumía el mando del Ejército del Norte que formalmente le fuera encargado por Rivera. Este se negó a ponerse a sus órdenes, por lo que el gobernador santafesino hizo formalmente la renuncia del mando militar y regresó con las tropas santafesinas a su provincia. Los correntinos de López Chico, en cambio, quedaron en las fuerzas de Rivera.

Rivera hizo reunir a delegados de los siete pueblos en una asamblea sin demasiadas formalidades, y declaró que esa provincia siempre había pertenecido a las Provincias Unidas, y eligió gobernador de la Provincia de las Misiones Orientales al mismo general Rivera.[19]

El gobernador correntino Ferré, cuya política durante cinco años había sido absorber la provincia de Misiones dentro de Corrientes, objetó la representación de esa asamblea de las Misiones Orientales. Pero finalmente, tras un intercambio de notas con Rivera, en que este le aseguró que sus pretensiones eran exclusivamente para las misiones al este del río Uruguay, felicitó a Rivera por su campaña y lo invitó a enviar sus representantes a la Convención Nacional reunida en Santa Fe.

Durante su gobierno, varios de los acompañantes de Rivera decidieron por su cuenta arrear todo el ganado vacuno existente en el territorio hacia la Provincia Oriental, donde reforzarían las estancias locales; esto era considerado una compensación por los arreos de ganado realizado anteriormente por brasileños desde la Banda Oriental. Pero varios de los acompañantes de Rivera, que habían financiado parte de la campaña, especialmente Mariano Escalada, se apoderaron de esas vacas a título personal, no en nombre de la provincia.[20]​ Rivera permitió esos manejos, dando una muestra de su generosidad con recursos propios y ajenos, que lo haría famoso y muy popular en la Banda Oriental.[21]​ También ofreció unas 4.000 cabezas de ganado a López, que se rehusó a aceptarlas.

El gobernador porteño también envió algunos refuerzos a Rivera, y especialmente oficiales capacitados. Entre ellos se contaron los coroneles Manuel de Escalada — el que había abandonado el ejército en repulsa de Alvear — el cual ejerció como jefe de estado mayor, y el coronel Eduardo Trolé, que había sido jefe de ingenieros del ejército republicano, y que en las Misiones ejerció como jefe de la artillería.[22]​ También nombró a Rivera comandante del Ejército del Norte por renuncia de López, pero también Rivera lo renunció, para no quedar sometido a la autoridad de Lavalleja.[23]

El breve gobierno de Rivera apenas logró organizar algunas fuerzas locales y prepararse precariamente para la defensa.

Tratado de paz

 
El gobernador Manuel Dorrego, que promovió la reincorporación a la Argentina de las Misiones Orientales pero que por presiones conjuntas del Reino Unido y del Imperio del Brasil se vio obligado a la paz con el Brasil.

El gobernador Dorrego pretendía continuar la guerra contra el Brasil hasta obligar a su enemigo a devolver la Provincia Oriental. No obstante, el estancamiento de la Guerra del Brasil (Cisplatina) fue causado en parte por estas circunstancias: la destrucción de gran parte de la pequeña flota argentina de Buenos Aires, la incapacidad de las fuerzas de tierra argentina de capturar las dos ciudades de la Banda Oriental aún bajo los imperiales[24]​ las graves consecuencias económicas impuestas por el bloqueo naval brasileño a Buenos Aires,[25]​ así como la temporal falta de mano de obra para una ofensiva terrestre brasileña a gran escala contra las fuerzas argentinas que habían invadido su territorio. Además, la presión económica de los comerciantes porteños — mayoritariamente británicos o muy relacionados con los británicos — gradualmente se fue convenciendo de que no tenía posibilidades de forzar una solución como esa. Por otro lado, la diplomacia británica, en particular la misión del plenipotenciario John Ponsonby, presionaba activamente para que ambas partes admitieran una solución: la independencia de la Banda Oriental como estado separado.

Finalmente, en junio, Dorrego envió a Río de Janeiro a los generales Tomás Guido y Juan Ramón Balcarce a negociar la paz con el Brasil; en sus instrucciones les indicaba proponer la independencia de la Banda Oriental. Pero, apenas llegados a destino, recibieron orden del gobernador de exigir la entrega de la Provincia Oriental. Este cambio de frente se debía a las noticias favorables de la invasión de Rivera a las Misiones Orientales y el recibimiento exultante de esa noticia en Buenos Aires: nuevamente la opinión pública se inclinaba a favor de continuar la guerra. Si bien en algún momento Dorrego pensó en exigir también la soberanía sobre el territorio ocupado por Rivera, finalmente lo ofreció como moneda de canje para recuperar la Banda Oriental.[26]

El éxito de la campaña forzó al Imperio a reiniciar negociaciones, pese al juramento que había hecho el Emperador de expulsar a las "fuerzas invasoras" tras la derrota de Ituzaingó. Pero el emperador Pedro I rechazó completamente estas nuevas exigencias. Sin embargo, presionado por la situación militar y por el peligro de que las ideas republicanas se extendieran por el sur del Brasil, finalmente aceptó reconocer la independencia de la Banda Oriental. Pero previamente exigió como condición excluyente para cualquier acuerdo la evacuación de las Misiones Orientales por Rivera.

Dorrego pidió a Rivera que evacuara el territorio que ocupaba. La situación de las Misiones Orientales no fue considerada en absoluto en la Convención Preliminar de Paz, firmada el 27 de agosto, que declaraba la independencia de la Provincia de Montevideo, llamada hoy Cisplatina. Posiblemente eso se debió a que el Emperador consideró que no le convenía dar a la campaña de Rivera la categoría de reivindicación de un territorio ocupado, sino solamente la de una invasión a territorio brasileño.

Dorrego ofreció a Rivera una misión no contemplada hasta ese momento: considerando la audacia del jefe oriental, y para evitar un nuevo conflicto entre este y el gobernador Lavalleja, le propuso invadir el Paraguay, antigua provincia del Virreinato del Río de la Plata, que se mantenía como estado independiente, pero sin formalizar esa situación y sin reconocimiento por parte argentina. El argumento para convencer a Rivera era liberar ese territorio del opresor gobierno del dictador Gaspar Rodríguez de Francia. Rivera nunca contestó oficialmente ese ofrecimiento, y lo rechazó en cartas privadas.[27]

La evacuación

Fructuoso Rivera ordenó iniciar la evacuación a principios de noviembre. Los guaraníes y los brasileños que habían colaborado con los rioplatenses decidieron llevarse todo lo que tuviera algún valor: ganado, documentos, ornamentos sagrados de los templos, etc. En muchos casos, destruyó también lo que quedaba en los pueblos, de modo que los guaraníes se vieron obligados a acompañar al ejército en retirada. Acompañado por gran cantidad de indígenas guaraníes, y llevando un gran arreo de ganado vacuno, Rivera cruzó el Ibicuí el 22 de diciembre de 1828, dirigiéndose al sur.

El único pueblo de las Misiones Orientales que quedó en pie fue São Borja.

Fuerzas del mariscal Sebastiao Barreto Pereira Pinto vigilaban sus movimientos de cerca, de modo que Rivera no pudo detenerse al sur del Ibicuí, que los rioplatenses consideraban la frontera norte de la Banda Oriental.[28]​ El jefe brasileño esperaba forzar a los misioneros a retirarse hasta el río Daymán, que los brasileños consideraban su límite sur.[29]

Rivera inició negociaciones con el brasileño mariscal Barreto, que no confiaba lo suficiente en sus tropas como para iniciar una batalla. El coronel Trolé, primer enviado de Rivera, fue arrestado; pero finalmente Barreto se avino a firmar el 25 de diciembre el acuerdo de Irere-Ambá, por el cual Rivera quedaba autorizado a instalar a la población y milicias que lo acompañaban al sur del río Cuareim.

Más tarde, Ponsonby aseguraría al gabinete inglés que la ambición de Rivera era formar un gran estado con Río Grande del Sur, el Uruguay , Entre Ríos, Corrientes, y tal vez el Paraguay.[30]

La Colonia de Bella Unión

 
El río Uruguay a la altura de Bella Unión.

A principios de 1829, Rivera fundó con los misioneros y con indígenas guaycurúes y charrúas la villa de Bella Unión, oficialmente llamada Santa Rosa del Cuareim, en la margen sur del río de ese nombre, sometida a la autoridad militar y civil del que pronto se llamaría Estado Oriental del Uruguay. A largo plazo, esta fundación resultaría un antecedente determinante para la fijación del límite entre el Uruguay y el Brasil sobre este río, que recién serían fijados en 1851.[31]

La población no logró adaptarse al régimen militar y económico al que quedó sometida .Los jefes militares de origen guaraní se retiraron hacia Entre Ríos, o se diseminaron por el interior del Uruguay, llevándose parte de las familias. Por su parte, los charrúas volvieron a su tradicional modo de vida nómade, que fue considerado una amenaza por las autoridades uruguayas.

Rivera regresó al Uruguay y su prestigio le valió ser nombrado Comandante de Campaña. Dejando a Lavalleja a cargo de la presidencia provisional, se dedicó a recorrer el interior del nuevo Estado y a reunir adhesiones. Tanto en Montevideo como en el interior, el prestigio de Rivera, que no había reunido más enemigos en su país que algunos seguidores de Lavalleja y Oribe, superó al del héroe de los Treinta y Tres, que había enfrentado conflictos internos durante su gobierno.[32]​ De modo que Rivera terminó por ganar las elecciones, aliado de los caudillos locales del interior uruguayo y de los "doctores" que habían colaborado con los ocupantes portugueses o con el gobierno argentino de Rivadavia.

En abril de 1831, hay una versión de historiadores que mencionan, que el presidente Rivera invitó a varios caciques charrúas y algunos guaraníes a parlamentar con él, pero los hizo masacrar por su hermano Bernabé Rivera en la llamada matanza del Salsipuedes; a esta siguió otra matanza en Mataojo. La represión causó una sublevación de la población de Bella Unión, ocurrida a principios de 1832, que Bernabé Rivera reprimió también con crueldad, pero terminaría muerto por los indígenas del cacique Polidoro el 20 de junio de ese año.[33]​ Hay otros historiadores, que explican la reacción de Rivera, como presidente de una novel república, que debió atender los derechos de seguridad de los habitantes de la campaña y la necesidad del cuidado, de quienes contribuían al tesoro del país recién creado. Sostienen, también, que eran unos pocos indios, que vivían en tolderías con campamentos ambulantes, que causaban robos y violencia, en el habitante sedentario de la campaña, que trabajaba la tierra y cuidaba de su familia.

Todos estos hechos terminaron por causar el casi completo despoblamiento de la villa; algunos brasileños regresaron a su país, donde participaron en la rebelión de los farrapos y en la formación de la República Riograndense. La mayor parte de los guaraníes pasaron a Entre Ríos, dirigidos por el después coronel Gaspar Tacuabé. El resto de la población de la villa se trasladó a Salto, cuya población comenzó a crecer significativamente justamente en la década de 1830.

El territorio de las Misiones Orientales y la franja entre los ríos Ibicuí y Cuareim forman parte en la actualidad del Estado de Río Grande del Sur, y — excepto por los restos arqueológicos y algunos toponímicos — no guarda continuidad alguna con la población original de las Misiones Orientales.

Referencias

  1. Trelles, Manuel Ricardo (1867). [= http://www.biblioteca.org.ar/libros/1891.pdf «Cuestión de Límites entre la República Argentina y el Paraguay»]. Buenos Aires: Imp. del Comercio del Plata. Consultado el 2 de septiembre de 2010. 
  2. Levinton, Norberto (2005). . Madrideditorial = Revista Complutense de Historia de América: Universidad Complutense de Madrid. ISSN 1132-8312. Archivado desde el original el 8 de noviembre de 2011. 
  3. «La decadencia de los pueblos guaraníes posjesuíticos» (Diario El Territorio edición). 1999 – 2005. Consultado el 2 de septiembre de 2010. 
  4. «La Herencia Misionera» (Diario El Territorio edición). 1999 – 2005. Consultado el 2 de septiembre de 2010. 
  5. Las Instrucciones del Año XIII, en Cultura e Identidad uruguaya. Consultado el 2 de septiembre de 2010.
  6. «Andrés Guazurarí y Artigas y el intento de recuperación de los siete pueblos» (Diario El Territorio edición). 1999 – 2005. Consultado el 2 de septiembre de 2010. 
  7. Actos por el 185º aniversario del Abrazo del Monzón, en el Diario La República del 3 de mayo de 2010.
  8. Isidoro J. Ruiz Moreno, Campañas militares argentinas, Tomo I, Ed. Emecé, Bs. As., 2004, pág. 372-429. ISBN 950-04-2675-7
  9. Ángel Justiniano Carranza, Campañas Navales de la República Argentina, Volumen IV, 2° Edición, Secretaria de Estado de Marina, Bs. As., 1962.
  10. La segunda etapa de la misión Ponsonby, en Historia de las Relaciones Exteriores Argentinas, página del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de la República Argentina. Consultado el 2 de septiembre de 2010.
  11. Alberto Palomeque, El general Rivera y la campaña de Misiones (1828), Ed. Arturo E. López, Bs. As., 1914.
  12. Larguía, Alejandro, Misiones jesuíticas del Uruguay: la provincia perdida, Corregidor, Buenos Aires, 2007.
  13. Tomás de Iriarte, La Campaña del Brasil, fragmentos seleccionados de sus Memorias, Ed. Hyspamérica, Bs. As., 1988, pág. 73-77. ISBN 950-614-728-0. También Larguía, Alejandro, Misiones jesuíticas del Uruguay: la provincia perdida, Corregidor, Buenos Aires, 2007.
  14. En su comunicación a Lavalleja, Dorrego quiso evitar suspicacias de éste, informando que, según sus órdenes,
    "...no se admitirá en la expedición ninguna gente de la Banda Oriental, aun cuando voluntariamente quisieran incorporarse."
    Véase Palomeque, El general Rivera y la campaña de Misiones, pág. 43.
  15. Alencastre era un jefe valiente y respetado. Tomado prisionero en la batalla de Sarandí, al ser trasladado de Paraná a Santa Fe junto a otros 30 oficiales y suboficiales prisioneros coparon la embarcación y perseguidos por el resto del convoy consiguieron transponer las baterías costeras en Rosario y llegar a incorporarse a su flota en las proximidades de Martín García.
  16. El paso recibió el nombre Mariano Pintos en honor del comandante brasilero que lo defendió con valor.
  17. Palomeque, La campaña de Rivera a las Misiones, pág. 71.
  18. El 24 tenía un largo historial de deserción: tras la batalla de Rincón de las Gallinas en 1825, parte del regimiento al mando del comandante guaraní Pedro Cuty, exoficial de Artigas, se pasó al mismo Rivera. En 1827 durante la batalla de Ituzaingó los restos del 24 que formaban en la 1° brigada de caballería imperial al mando del mariscal Abreu, al derrumbarse el frente ante la carga del 4° de Caballería al mando de Juan Lavalle, se lanzaron sobre el parque de su propio ejército para saquearlo junto a los Lanceros do Uruguay, también guaraníes, que debía custodiarlo.
  19. Albarenque, El general Rivera y la campaña de Misiones, pág. 265-266.
  20. Palomeque, La campaña de Rivera a las Misiones Orientales, pág. 79-82.
  21. Castello, Antonio E., El "pardejón" Rivera, Revista Todo es Historia, nro. 82.
  22. Isidoro Ruiz Moreno, Campañas militares argentinas, tomo I, Ed. Emecé, Bs. As., 2004, pág. 429. ISBN 950-04-2675-7
  23. Albarenque, El general Rivera y la campaña de Misiones, pág. 113-117.
  24. SCHEINA, Robert Latin America's Wars: the age of the caudillo, 1791-1899, Brassey's, 2003.
  25. http://www.ucema.edu.ar/ceieg/arg-rree/3/3-029.htm
  26. Palomeque, El general Rivera y la campaña de Misiones, pág. 93-111.
  27. Albarenque, El general Rivera y la campaña de Misiones, pág. 149-155.
  28. Ana Frega, La "campaña militar" de las Misiones en una perspectiva regional, en Frega, Historia regional e independencia del Uruguay, Ed. de la Banda Oriental, Montevideo, 2009, pág. 157-159. ISBN 978-9974-1-0629-1
  29. El "tratado de la Farola", firmado en 1819 entre las fuerzas de ocupación portuguesas y el Cabildo de Montevideo, fijaba el límite norte de la Provincia Cisplatina en el río Daymán. No obstante, las autoridades rioplatenses siempre rechazaron la pretensión brasileña de utilizar ese tratado en favor de sus pretensiones, ya que el cabildo montevideano jamás había tenido jurisdicción más allá de los límites de la ciudad. Véase Ariadna Islas, Límites para un estado, en Frega, Historia regional e independencia del Uruguay, pág. 158-160.
  30. Ariadna Islas, Límites para un estado, en Frega, Historia regional e independencia del Uruguay, pág. 159-161.
  31. Ariadna Islas, Límites para un estado, en Frega, Historia regional e independencia del Uruguay, pág. 162-167.
  32. Especialmente por haber depuesto al gobernador delegado y al congreso provincial, demasiado leales al recientemente caído gobierno de Rivadavia, en el golpe de estado del 12 de octubre de 1827.
  33. La matanza del Salsipuedes vista por el antropólogo Daniel Vidart. el 15 de septiembre de 2006 en Wayback Machine. Consultado el 3 de septiembre de 2010.

Véase también

  •   Datos: Q5742669

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El general Fructuoso Rivera conquisto las Misiones Orientales para las Provincias Unidas del Rio de la Plata en una rapida campana durante el ano 1828 como parte de la llamada Guerra del Brasil Ese territorio ubicado en el oeste del actual Estado de Rio Grande del Sur y habitado hasta entonces por indigenas guaranies habia sido colonizado por jesuitas pero permanecia en manos del Imperio del Brasil como herencia de su metropoli colonial Portugal desde su ocupacion en 1801 No obstante debio evacuar ese territorio a fines de ese mismo ano como resultado de las negociaciones que condujeron al Tratado de Paz que suscribieron el Imperio del Brasil y las Provincias Unidas y que otorgo la independencia al Estado Oriental del Uruguay pais del cual el mismo Rivera seria el primer presidente Indice 1 Antecedentes 2 La Guerra del Brasil 3 Preparativos de la campana a las Misiones Orientales 4 Rivera inicia la campana 5 Invasion a las Misiones Orientales 6 Gobernacion de Rivera 7 Tratado de paz 8 La evacuacion 9 La Colonia de Bella Union 10 Referencias 11 Vease tambienAntecedentes Editar Los siete pueblos de las Misiones Orientales En el siglo XVII la Compania de Jesus llego a la zona e instalaron las treinta misiones jesuiticas guaranies Alli los guaranies que hasta entonces practicaban una agricultura itinerante terminaron por adoptar el sedentarismo La Provincia de las Misiones dependiente tanto de la Gobernacion de Buenos Aires 1 como de las autoridades de la Compania de Jesus se ubicaban en ambas margenes de los rios Parana y Uruguay y se extendian hacia el este hasta la Sierra General y por el sur hasta el rio Ibicuy Tambien pertenecian a las Misiones varias estancias que se extendian a traves de un gran territorio hasta el rio Negro 2 Por el Tratado de Madrid en 1750 las siete Misiones Orientales ubicadas al este del rio Uruguay pasaron a pertenecer a Portugal que las anexo a sus colonias del Brasil Los guaranies se negaron a ser trasladados pero fueron derrotados en la Guerra Guaranitica y forzados al exilio No obstante el Tratado de San Ildefonso del ano 1777 devolvio ese territorio a Espana Los guaranies regresaron a sus pueblos estos eran San Francisco de Borja San Luis Gonzaga San Nicolas San Miguel Arcangel San Lorenzo Martir San Juan Bautista y Santo Angel Custodio llamado tambien Santo Angel Guardian de las Misiones Una nueva crisis se produjo con la expulsion de los jesuitas de todas las posesiones espanolas hecho ocurrido en el ano 1767 Las Misiones fueron reorganizadas en la Gobernacion de las Misiones Guaranies dependientes directamente del Virreinato del Rio de la Plata fundado en 1776 Si bien los pueblos se desorganizaron gradualmente y aparentemente perdieron parte de su poblacion lograron mantener parte de su organizacion interna 3 En 1801 en el marco de la Guerra de las Naranjas se produjo la Conquista portuguesa de las Misiones Orientales Si bien el Tratado de Badajoz 1801 ordeno a Espana y Portugal volver a sus limites anteriores Portugal nunca devolvio las Misiones Orientales La poblacion de los pueblos siguio siendo predominantemente de etnia guarani pero desde ese territorio se produjo la gradual ocupacion por poblacion criolla brasilena de los territorios ubicados al sur del rio Ibicui 4 Durante la Revolucion Oriental el general Jose Artigas jefe militar y politico de los independentistas orientales reclamaba la incorporacion de las Misiones Orientales a la Provincia Oriental 5 En el ano 1816 comenzo la Invasion Luso Brasilena de la Banda Oriental es decir de los territorios ubicados al norte del Rio de la Plata Durante la larga guerra defensiva de los orientales comandados por el caudillo federal Jose Artigas se produjo el ataque portugues a la provincia de Misiones En respuesta milicias indigenas comandadas por Andresito Guazurari contraatacaron y lograron reocupar brevemente las Misiones Orientales Pero en definitiva los portugueses lograron vencer a Artigas y a Guazurari y pacificar el territorio La Banda Oriental fue incorporada como Provincia Cisplatina al Reino Unido de Portugal Brasil y Algarve y posteriormente al Imperio del Brasil cuando este se independizo Las Misiones Orientales fueron incorporadas a la Provincia de Rio Grande de San Pedro 6 La Guerra del Brasil Editar El general Juan Antonio Lavalleja inicio la Guerra del Brasil al frente de los Treinta y Tres Orientales La dominacion portuguesa de la Cisplatina desagradaba a la mayor parte de la poblacion oriental que en 1825 se adhirio rapidamente a la incursion desde Buenos Aires de la expedicion llamada de los Treinta y Tres Orientales Su comandante el general Juan Antonio Lavalleja incorporo a su ejercito de buen grado o mas presumiblemente a la fuerza 7 a las milicias que respondian al general Fructuoso Rivera Este habia sido un destacado oficial de Artigas pero con la definitiva derrota del caudillo oriental se habia pasado a los invasores portugueses quienes lo nombraron Comandante de Campana de la Provincia Cisplatina Lavalleja reunio el Congreso de La Florida que proclamo la incorporacion de la Provincia Oriental a las Provincias Unidas del Rio de la Plata y nombro gobernador al mismo Lavalleja Cuando el Congreso Rioplatense acepto la reincorporacion de esa provincia el Imperio del Brasil respondio con la declaracion de guerra a las Provincias Unidas Se iniciaba asi la Guerra del Brasil El Congreso incorporo a los diputados orientales respondio la declaracion de guerra nombro presidente de las Provincias Unidas a Bernardino Rivadavia y finalmente sanciono una Constitucion para la Republica Argentina que adquiria oficialmente ese nombre No obstante esta seria rechazada por la mayor parte de las provincias argentinas por su caracter unitario Si bien en un principio Rivera siguio el partido independentista con lealtad consiguiendo la victoria en Rincon y secundando a Lavalleja en Sarandi posteriormente comenzo a tener actitudes que lo hicieron sospechoso de connivencia con los brasilenos a los ojos de Lavalleja y de su segundo Manuel Oribe pero tambien para muchos jefes portenos Cuando Rivadavia ordeno su arresto huyo a refugiarse bajo la proteccion del gobernador de Santa Fe Estanislao Lopez que era tambien el mas veterano y uno de los mas influyentes caudillos federales Alli permanecio casi olvidado mas de un ano La guerra terrestre beneficio ampliamente a las tropas argentinas que casi lograron destruir al ejercito imperial en cinco grandes batallas la mas importante de las cuales fue la batalla de Ituzaingo Pero no lograron capturar las ciudades de Montevideo y Colonia 8 La guerra naval estuvo signada por el casi completo bloqueo naval del Rio de la Plata por la poderosa escuadra brasilena Pese a varias notables victorias del comandante argentino Guillermo Brown el bloqueo continuo y puso en muy delicada situacion al gobierno argentino 9 De modo que el presidente Rivadavia envio a Manuel Jose Garcia a Rio de Janeiro donde este contrariando sus instrucciones firmo una Convencion Preliminar de Paz que entregaba toda la Banda Oriental al Brasil La Convencion fue repudiada por el Congreso y la opinion publica y causo la caida del presidente Rivadavia en junio de 1827 El gobierno central argentino volvio a ser disuelto no habia existido entre 1820 y 1826 y cada provincia se goberno a si misma La de Buenos Aires eligio gobernador al federal Manuel Dorrego que se propuso continuar la guerra hasta obligar al Imperio a abandonar la Banda Oriental 10 Preparativos de la campana a las Misiones Orientales Editar General Estanislao Lopez primer comandante de la proyectada campana Lo primero que hizo Dorrego fue firmar una serie de tratados con las provincias a traves de los cuales todas ellas delegaron el manejo de las relaciones exteriores del conjunto en el gobernador de Buenos Aires Un caso especial fue el tratado firmado con Estanislao Lopez de Santa Fe el 27 de octubre en este la provincia de Santa Fe se comprometia a levantar una fuerza militar que ocupe los pueblos de las Misiones Orientales que existen en poder del tirano del Brasil 11 Dorrego nombro comandante del Ejercito en operaciones en la Provincia Oriental al general Lavalleja No obstante la confianza de que gozaba entre sus comprovincianos Lavalleja se encontro con una carencia casi absoluta de recursos belicos y con la desconfianza de sus subalternos de origen porteno o de las provincias del interior Tampoco demostraba demasiada voluntad de retomar la ofensiva y tranquilo por la similar pasividad del ejercito imperial utilizo buena parte de sus hombres en arreos de ganado riograndense lo que se consideraba una justa compensacion por los saqueos de ganado oriental efectuados tras la invasion 12 Lavalleja poco quiso o pudo hacer salvo algunas pequenas operaciones ofensivas hacia Rio Grande que fracasaron por completo La iniciativa consistia en un desembarco sobre la boca de la Laguna de los Patos en combinacion con un avance de las mejores tropas argentinas al mando de Jose Maria Paz e Isidoro Suarez por la angosta franja de tierra que la separa del mar La organizacion de la operacion fue tan deficiente que el desembarco no llego a producirse y la movilizacion infructuosa de los regimientos involucrados estuvo a punto de provocar un descalabro general en la batalla de Las Canas 13 Fructuoso Rivera adversario de Lavalleja proyectaba efectuar una ofensiva sobre las Misiones Orientales lo que le permitiria recuperar el mando autonomo de tropas Marcho a ver a Dorrego portando oficios del gobernador de Santa Fe Estanislao Lopez en los que adheria al plan de expedicionar a las Misiones y proponia a Rivera para comandar el llamado Ejercito del Norte Iba acompanado del coronel Evaristo Carriego nativo de Yapeyu y conocedor de las Misiones comisionado a similares efectos por el gobernador de Entre Rios Vicente Zapata En diciembre de 1827 se reunieron con Dorrego y su ministro de guerra general Juan Ramon Balcarce Dorrego adopto con entusiasmo el plan que permitiria recuperar las Misiones abrir un frente en la retaguardia del ejercito imperial y fortalecer su posicion en las negociaciones de paz El 9 de diciembre Rivera y Carriego informaban a Zapata tener luz verde para la operacion Informado por Dorrego 14 Lavalleja se opuso decididamente desaconsejando la ofensiva y acumulando informes que apuntaban a que Rivera actuaba en connivencia con los brasilenos y planeaba en realidad una traicion Dorrego no podia arriesgarse a una ruptura y enfrentamiento en el seno del ejercito de operaciones y por otro lado sabia que las buenas relaciones de Rivera con muchos brasilenos eran ciertas de modo que suspendio el nombramiento de Rivera Pero mantuvo el proyecto y comisiono al mismo gobernador Lopez para la liberacion de las Misiones Orientales el plan era ahora mas ambicioso atacar a los brasilenos por la retaguardia y de ser posible continuar su camino hasta Porto Alegre Lopez inicio la preparacion de la division santafesina que participaria en la campana a sus ordenes directamente y logro la ayuda del gobernador de la provincia de Corrientes Pedro Ferre que puso a su disposicion una division de 500 hombres al mando de un indigena guarani el comandante Jose Lopez alias Lopez Chico Rivera inicia la campana EditarPara apresurar la reunion de las tropas entrerrianas Lopez autorizo a Rivera a trasladarse a Entre Rios donde se encontro con una situacion interna inestable por otro lado la poblacion local continuaba acusandolo de alianzas con el Brasil Ademas gran parte de la poblacion apta para llevar armas estaba enrolada en el ejercito a ordenes de Lavalleja De modo que decidio actuar por su cuenta concentro a sus escasos seguidores 83 hombres en Gualeguaychu en la costa entrerriana del rio Uruguay Sus principales oficiales eran Bernabe Rivera Felipe Caballero Augusto Possolo Antonio Iglesias y Gregorio Salado y su baqueano el guarani Lorenzo Napure Sin autorizacion de Lopez ni del gobernador titular Lavalleja en la madrugada del 25 de febrero de 1828 cruzaron el rio Uruguay las fuerzas de Rivera divididas en tres grupos cruzaron a la Provincia Oriental Alli reunieron grupos adictos y varias unidades que habian servido a sus ordenes se pasaron a sus fuerzas Rivera se dirigio a Durazno sede del gobierno provincial para reunirse con el gobernador delegado de la Provincia Oriental Luis Eduardo Perez Si bien fue recibido Perez se nego a reconocerlo oficialmente para no contrariar a Lavalleja Rivera envio tambien un oficio a Lavalleja en tanto comandante de las fuerzas de operaciones justificando su ingreso en el territorio con una division armada y comunicandole su objetivo de combatir a los brasilenos Si bien cumplia con las formalidades no se enganaba respecto del resultado En efecto apenas recibido el oficio Lavalleja ordeno a su hermano Manuel Lavalleja a cargo de la guarnicion de Paysandu y a Manuel Oribe quien permanecia a cargo del sitio de Montevideo que persiguieran y aniquilaran a Rivera Cumplido el objetivo contradiciendo su politica inicial que descalificaba el proyecto y desconociendo el mandato de Estanislao Lopez debian ellos invadir las Misiones Orientales Por su parte el 29 de febrero Dorrego tuvo noticias de que Rivera operaba en la Banda Oriental Lavalleja ordeno a Manuel Oribe que dejara con parte de sus fuerzas el sitio de Montevideo y sumando al Escuadron de Defensores asignado al sitio de Colonia del Sacramento persiguiera a Rivera para aniquilarlo en razon de que segun todas las noticias esta vendido a los enemigos Oribe se puso en marcha pero reenvio a Buenos Aires las ordenes de Lavalleja Balcarce respondio con urgencia Oribe debia abstenerse de cumplir lo dispuesto por su comandante El gobierno le aclaraba que las Misiones eran objetivo del Ejercito del Norte y que de hecho debia regresar al sitio dejando que Manuel Lavalleja persiguiera a Rivera con la guarnicion de Paysandu En efecto los brasilenos habian aprovechado la partida de Oribe para reabastecerse en la campana Oribe continuo no obstante en persecucion de Rivera En Mburicayupi su vanguardia se enfrento con la retaguardia de Rivera y en el enfrentamiento Rivera tuvo dos muertos y tres prisioneros La marcha dispersa y en guerrilla de Rivera le hizo suponer erroneamente a Oribe que habia sufrido una gran desercion Por el contrario sus fuerzas se habian incrementado sobre la marcha El 13 de marzo se le incorporo un grupo de guaranies misioneros que habian desertado de la columna del gobernador de Misiones Felix de Aguirre cuando este marchaba a incorporarse al Ejercito Nacional acantonado en Cerro Largo El 20 de marzo los cien hombres del Escuadron de Defensores se amotinaron para pasarse a Rivera Manuel Lavalleja los ataco con sus tropas de Paysandu y les hizo 20 muertos y 50 prisioneros pero 30 hombres consiguieron reunirse con Rivera Reconociendo la situacion real Manuel Lavalleja y Oribe solicitaron caballadas al gobernador de Corrientes Ferre Invasion a las Misiones Orientales Editar El general Fructuoso Rivera Las noticias del avance de Rivera llegaron al coronel brasilero Alvaro de Alencastre Jefe de la Frontera con sede en San Borja 15 Alencastre no sabia si Rivera pretendia invadir o pasarse los rumores que difundia eran a sabiendas en extremo enganosos y Alencastre sabia que habia sido proscripto y era perseguido por sus camaradas Alencastre contaba con 400 hombres en su mayoria soldados guaranies misioneros del Regimiento 24 de Sao Borja muchos de los cuales habian combatido junto a Artigas El frente era demasiado extenso para tan pocos hombres y su fidelidad al imperio era dudosa El regimiento 25 tambien de guaranies misioneros habia sido trasladado meses antes al frente del Yaguaron Secundaban a Alencastre los tenientes coroneles Manoel da Silva Pereira do Lago y Joao Jose Palmeiro Para asegurarse de las intenciones de Rivera envio al alferez Jose Silveyra al mando de una patrulla de 24 soldados que al encontrar a las avanzadas de Rivera se paso en masa Rivera continuo su avance al norte para ocupar un paso sobre el rio Ibicui a unos 50 km de su desembocadura en el rio Uruguay El puesto estaba guarnecido por tropas brasileras 40 hombres al mando del oficial Mariano Pintos que ocupaban una barranca en la margen norte y disponian de un bote Haciendose pasar por brasilenos en la noche del 20 de abril apresaron el bote y lo tripularon con algunos fusileros al mando del cabo Manuel Gallegos mientras 80 hombres al mando del capitan Felipe Caballero llevando pistolas atadas a la cabeza iniciaron a nado el cruce del rio Cubiertos por el fuego desde el bote Caballero y sus hombres consiguieron llegar a la costa trepar la barranca y tomar la guardia por asalto Durante el combate murio el comandante Pintos y 19 de sus hombres dispersandose el resto 16 Dominado el paso Rivera cruzo con la caballeria tomo la caballada enemiga y algunos prisioneros y continuo su avance ya en territorio de las Misiones Orientales Dividio sus fuerzas en tres columnas la primera al mando de Caballero marcho hacia San Francisco la segunda al mando de Bernabe Rivera a San Borja donde se encontraba Alencastre y la tercera al mando del mismo Fructuoso Rivera hacia la Sierra General 17 Durante su avance se les sumaron dos bandas de indios charruas minuanes al mando de los caciques Juan Pedro y Polidoro y pronto las tropas enemigas del regimiento 24 empezaron a pasarse en masa el comandante guarani Francisco Javier Siti exoficial de Andresito Guazurari antiguo comandante de Misiones en tiempos de Artigas se paso con 52 hombres El 25 de abril hizo lo propio el teniente Pavao con 35 y el siguiente dia el capitan Fabiano con 7 Ese dia Bernabe Margarinos informaba a Rivera que Alencastre huia hacia San Lorenzo El 27 se paso el oficial brasilero Boaventura Soares con 122 hombres con lo que Alencastre quedo solo con seis soldados 18 Para el 17 de mayo de 1828 cuando notifico a Lavalleja del resultado feliz de la campana Rivera controlaba ya el territorio de los 7 pueblos de las Misiones Orientales y contaba con mas de 500 efectivos bien montados aunque indisciplinados y mal armados Mientras Oribe y Manuel Lavalleja habian reunido sus tropas 700 hombres y esperaban en las margenes del Ibicui la incorporacion de los 500 correntinos del comandante Lopez Chico Rivera quien habia establecido su campamento en las margenes del arroyo Itu envio tambien una comision de cinco hombres conduciendo sus partes al gobierno argentino pero fueron interceptados por Oribe quien pese al contenido que coincidia con las noticias recabadas en la region los hizo fusilar decision que causo malestar entre sus propios hombres Lopez Chico se reunio con Bernabe Rivera y marcho al campamento para discutir los terminos de un arreglo Al regresar Lopez comunico a Oribe que se retiraba con sus hombres y enviaba por decision propia a su segundo el teniente coronel Jose Antonio Berdun para informar a su gobierno en razon de que el perseguido Rivera con la fuerza de su mando ha batido y destruido a las fuerzas imperiales que ocupaban dichos pueblos desmintiendo con sus hechos lo que le acumulaban sic por traidor a la patria y unido al Imperio Oribe decidio entonces retirarse El 18 de junio respondio finalmente a Balcarce intentando justificar su desobediencia e indicando que en los momentos de tocar al exterminio del faccioso Rivera en la parte occidental del Ibicuy he sido perfidamente traicionado por el Gefe de las fuerzas auxiliares de la provincia de Corrientes Pero las noticias de la victoria llegaron a Buenos Aires con el capitan Augusto Pozzolo quien conducia la bandera imperial capturada en el equipaje de Alencastre En Buenos Aires se festejo la recuperacion de las Misiones y Dorrego reivindico a Rivera Su proyecto consistia en efectuar una operacion de pinzas sobre el Ejercito Imperial del Sur Rivera reforzado con el ejercito del Norte avanzaria sobre la fortaleza de Rio Pardo establecida por los portugueses desde 1753 que tenia una escasa guarnicion desde que el grueso de sus efectivos se habian trasladado al rio Yaguaron tomando la retaguardia del enemigo mientras que el Ejercito de Operaciones avanzaria sobre el frente del Yaguaron En Porto Alegre la noticia causo panico especialmente porque las implicaciones de la falta de defensa de las fuerzas imperiales y la pasividad de los pobladores brasilenos era conocida la fuerza del sentimiento republicano e independentista en buena parte de la dirigencia de Rio Grande y Rivera en sus comunicaciones y en las disposiciones adoptadas en el territorio recuperado cuidaba de fomentar ese espiritu El presidente de la provincia brigadier Salvador Maciel consideraba que si Rivera avanzaba la entrada del enemigo traeria como consecuencia la perdida completa de Rio Grande del Sur cita requerida Gobernacion de Rivera EditarAl llegar a La Cruz frente a Itaqui Lopez anuncio que asumia el mando del Ejercito del Norte que formalmente le fuera encargado por Rivera Este se nego a ponerse a sus ordenes por lo que el gobernador santafesino hizo formalmente la renuncia del mando militar y regreso con las tropas santafesinas a su provincia Los correntinos de Lopez Chico en cambio quedaron en las fuerzas de Rivera Rivera hizo reunir a delegados de los siete pueblos en una asamblea sin demasiadas formalidades y declaro que esa provincia siempre habia pertenecido a las Provincias Unidas y eligio gobernador de la Provincia de las Misiones Orientales al mismo general Rivera 19 El gobernador correntino Ferre cuya politica durante cinco anos habia sido absorber la provincia de Misiones dentro de Corrientes objeto la representacion de esa asamblea de las Misiones Orientales Pero finalmente tras un intercambio de notas con Rivera en que este le aseguro que sus pretensiones eran exclusivamente para las misiones al este del rio Uruguay felicito a Rivera por su campana y lo invito a enviar sus representantes a la Convencion Nacional reunida en Santa Fe Durante su gobierno varios de los acompanantes de Rivera decidieron por su cuenta arrear todo el ganado vacuno existente en el territorio hacia la Provincia Oriental donde reforzarian las estancias locales esto era considerado una compensacion por los arreos de ganado realizado anteriormente por brasilenos desde la Banda Oriental Pero varios de los acompanantes de Rivera que habian financiado parte de la campana especialmente Mariano Escalada se apoderaron de esas vacas a titulo personal no en nombre de la provincia 20 Rivera permitio esos manejos dando una muestra de su generosidad con recursos propios y ajenos que lo haria famoso y muy popular en la Banda Oriental 21 Tambien ofrecio unas 4 000 cabezas de ganado a Lopez que se rehuso a aceptarlas El gobernador porteno tambien envio algunos refuerzos a Rivera y especialmente oficiales capacitados Entre ellos se contaron los coroneles Manuel de Escalada el que habia abandonado el ejercito en repulsa de Alvear el cual ejercio como jefe de estado mayor y el coronel Eduardo Trole que habia sido jefe de ingenieros del ejercito republicano y que en las Misiones ejercio como jefe de la artilleria 22 Tambien nombro a Rivera comandante del Ejercito del Norte por renuncia de Lopez pero tambien Rivera lo renuncio para no quedar sometido a la autoridad de Lavalleja 23 El breve gobierno de Rivera apenas logro organizar algunas fuerzas locales y prepararse precariamente para la defensa Tratado de paz Editar El gobernador Manuel Dorrego que promovio la reincorporacion a la Argentina de las Misiones Orientales pero que por presiones conjuntas del Reino Unido y del Imperio del Brasil se vio obligado a la paz con el Brasil El gobernador Dorrego pretendia continuar la guerra contra el Brasil hasta obligar a su enemigo a devolver la Provincia Oriental No obstante el estancamiento de la Guerra del Brasil Cisplatina fue causado en parte por estas circunstancias la destruccion de gran parte de la pequena flota argentina de Buenos Aires la incapacidad de las fuerzas de tierra argentina de capturar las dos ciudades de la Banda Oriental aun bajo los imperiales 24 las graves consecuencias economicas impuestas por el bloqueo naval brasileno a Buenos Aires 25 asi como la temporal falta de mano de obra para una ofensiva terrestre brasilena a gran escala contra las fuerzas argentinas que habian invadido su territorio Ademas la presion economica de los comerciantes portenos mayoritariamente britanicos o muy relacionados con los britanicos gradualmente se fue convenciendo de que no tenia posibilidades de forzar una solucion como esa Por otro lado la diplomacia britanica en particular la mision del plenipotenciario John Ponsonby presionaba activamente para que ambas partes admitieran una solucion la independencia de la Banda Oriental como estado separado Finalmente en junio Dorrego envio a Rio de Janeiro a los generales Tomas Guido y Juan Ramon Balcarce a negociar la paz con el Brasil en sus instrucciones les indicaba proponer la independencia de la Banda Oriental Pero apenas llegados a destino recibieron orden del gobernador de exigir la entrega de la Provincia Oriental Este cambio de frente se debia a las noticias favorables de la invasion de Rivera a las Misiones Orientales y el recibimiento exultante de esa noticia en Buenos Aires nuevamente la opinion publica se inclinaba a favor de continuar la guerra Si bien en algun momento Dorrego penso en exigir tambien la soberania sobre el territorio ocupado por Rivera finalmente lo ofrecio como moneda de canje para recuperar la Banda Oriental 26 El exito de la campana forzo al Imperio a reiniciar negociaciones pese al juramento que habia hecho el Emperador de expulsar a las fuerzas invasoras tras la derrota de Ituzaingo Pero el emperador Pedro I rechazo completamente estas nuevas exigencias Sin embargo presionado por la situacion militar y por el peligro de que las ideas republicanas se extendieran por el sur del Brasil finalmente acepto reconocer la independencia de la Banda Oriental Pero previamente exigio como condicion excluyente para cualquier acuerdo la evacuacion de las Misiones Orientales por Rivera Dorrego pidio a Rivera que evacuara el territorio que ocupaba La situacion de las Misiones Orientales no fue considerada en absoluto en la Convencion Preliminar de Paz firmada el 27 de agosto que declaraba la independencia de la Provincia de Montevideo llamada hoy Cisplatina Posiblemente eso se debio a que el Emperador considero que no le convenia dar a la campana de Rivera la categoria de reivindicacion de un territorio ocupado sino solamente la de una invasion a territorio brasileno Dorrego ofrecio a Rivera una mision no contemplada hasta ese momento considerando la audacia del jefe oriental y para evitar un nuevo conflicto entre este y el gobernador Lavalleja le propuso invadir el Paraguay antigua provincia del Virreinato del Rio de la Plata que se mantenia como estado independiente pero sin formalizar esa situacion y sin reconocimiento por parte argentina El argumento para convencer a Rivera era liberar ese territorio del opresor gobierno del dictador Gaspar Rodriguez de Francia Rivera nunca contesto oficialmente ese ofrecimiento y lo rechazo en cartas privadas 27 La evacuacion EditarFructuoso Rivera ordeno iniciar la evacuacion a principios de noviembre Los guaranies y los brasilenos que habian colaborado con los rioplatenses decidieron llevarse todo lo que tuviera algun valor ganado documentos ornamentos sagrados de los templos etc En muchos casos destruyo tambien lo que quedaba en los pueblos de modo que los guaranies se vieron obligados a acompanar al ejercito en retirada Acompanado por gran cantidad de indigenas guaranies y llevando un gran arreo de ganado vacuno Rivera cruzo el Ibicui el 22 de diciembre de 1828 dirigiendose al sur El unico pueblo de las Misiones Orientales que quedo en pie fue Sao Borja Fuerzas del mariscal Sebastiao Barreto Pereira Pinto vigilaban sus movimientos de cerca de modo que Rivera no pudo detenerse al sur del Ibicui que los rioplatenses consideraban la frontera norte de la Banda Oriental 28 El jefe brasileno esperaba forzar a los misioneros a retirarse hasta el rio Dayman que los brasilenos consideraban su limite sur 29 Rivera inicio negociaciones con el brasileno mariscal Barreto que no confiaba lo suficiente en sus tropas como para iniciar una batalla El coronel Trole primer enviado de Rivera fue arrestado pero finalmente Barreto se avino a firmar el 25 de diciembre el acuerdo de Irere Amba por el cual Rivera quedaba autorizado a instalar a la poblacion y milicias que lo acompanaban al sur del rio Cuareim Mas tarde Ponsonby aseguraria al gabinete ingles que la ambicion de Rivera era formar un gran estado con Rio Grande del Sur el Uruguay Entre Rios Corrientes y tal vez el Paraguay 30 La Colonia de Bella Union Editar El rio Uruguay a la altura de Bella Union A principios de 1829 Rivera fundo con los misioneros y con indigenas guaycurues y charruas la villa de Bella Union oficialmente llamada Santa Rosa del Cuareim en la margen sur del rio de ese nombre sometida a la autoridad militar y civil del que pronto se llamaria Estado Oriental del Uruguay A largo plazo esta fundacion resultaria un antecedente determinante para la fijacion del limite entre el Uruguay y el Brasil sobre este rio que recien serian fijados en 1851 31 La poblacion no logro adaptarse al regimen militar y economico al que quedo sometida Los jefes militares de origen guarani se retiraron hacia Entre Rios o se diseminaron por el interior del Uruguay llevandose parte de las familias Por su parte los charruas volvieron a su tradicional modo de vida nomade que fue considerado una amenaza por las autoridades uruguayas Rivera regreso al Uruguay y su prestigio le valio ser nombrado Comandante de Campana Dejando a Lavalleja a cargo de la presidencia provisional se dedico a recorrer el interior del nuevo Estado y a reunir adhesiones Tanto en Montevideo como en el interior el prestigio de Rivera que no habia reunido mas enemigos en su pais que algunos seguidores de Lavalleja y Oribe supero al del heroe de los Treinta y Tres que habia enfrentado conflictos internos durante su gobierno 32 De modo que Rivera termino por ganar las elecciones aliado de los caudillos locales del interior uruguayo y de los doctores que habian colaborado con los ocupantes portugueses o con el gobierno argentino de Rivadavia En abril de 1831 hay una version de historiadores que mencionan que el presidente Rivera invito a varios caciques charruas y algunos guaranies a parlamentar con el pero los hizo masacrar por su hermano Bernabe Rivera en la llamada matanza del Salsipuedes a esta siguio otra matanza en Mataojo La represion causo una sublevacion de la poblacion de Bella Union ocurrida a principios de 1832 que Bernabe Rivera reprimio tambien con crueldad pero terminaria muerto por los indigenas del cacique Polidoro el 20 de junio de ese ano 33 Hay otros historiadores que explican la reaccion de Rivera como presidente de una novel republica que debio atender los derechos de seguridad de los habitantes de la campana y la necesidad del cuidado de quienes contribuian al tesoro del pais recien creado Sostienen tambien que eran unos pocos indios que vivian en tolderias con campamentos ambulantes que causaban robos y violencia en el habitante sedentario de la campana que trabajaba la tierra y cuidaba de su familia Todos estos hechos terminaron por causar el casi completo despoblamiento de la villa algunos brasilenos regresaron a su pais donde participaron en la rebelion de los farrapos y en la formacion de la Republica Riograndense La mayor parte de los guaranies pasaron a Entre Rios dirigidos por el despues coronel Gaspar Tacuabe El resto de la poblacion de la villa se traslado a Salto cuya poblacion comenzo a crecer significativamente justamente en la decada de 1830 El territorio de las Misiones Orientales y la franja entre los rios Ibicui y Cuareim forman parte en la actualidad del Estado de Rio Grande del Sur y excepto por los restos arqueologicos y algunos toponimicos no guarda continuidad alguna con la poblacion original de las Misiones Orientales Referencias Editar Trelles Manuel Ricardo 1867 http www biblioteca org ar libros 1891 pdf Cuestion de Limites entre la Republica Argentina y el Paraguay Buenos Aires Imp del Comercio del Plata Consultado el 2 de septiembre de 2010 Levinton Norberto 2005 Las estancias de Nuestra Senora de los Reyes de Yapeyu Madrideditorial Revista Complutense de Historia de America Universidad Complutense de Madrid ISSN 1132 8312 Archivado desde el original el 8 de noviembre de 2011 La decadencia de los pueblos guaranies posjesuiticos Diario El Territorio edicion 1999 2005 Consultado el 2 de septiembre de 2010 La Herencia Misionera Diario El Territorio edicion 1999 2005 Consultado el 2 de septiembre de 2010 Las Instrucciones del Ano XIII en Cultura e Identidad uruguaya Consultado el 2 de septiembre de 2010 Andres Guazurari y Artigas y el intento de recuperacion de los siete pueblos Diario El Territorio edicion 1999 2005 Consultado el 2 de septiembre de 2010 Actos por el 185º aniversario del Abrazo del Monzon en el Diario La Republica del 3 de mayo de 2010 Isidoro J Ruiz Moreno Campanas militares argentinas Tomo I Ed Emece Bs As 2004 pag 372 429 ISBN 950 04 2675 7 Angel Justiniano Carranza Campanas Navales de la Republica Argentina Volumen IV 2 Edicion Secretaria de Estado de Marina Bs As 1962 La segunda etapa de la mision Ponsonby en Historia de las Relaciones Exteriores Argentinas pagina del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de la Republica Argentina Consultado el 2 de septiembre de 2010 Alberto Palomeque El general Rivera y la campana de Misiones 1828 Ed Arturo E Lopez Bs As 1914 Larguia Alejandro Misiones jesuiticas del Uruguay la provincia perdida Corregidor Buenos Aires 2007 Tomas de Iriarte La Campana del Brasil fragmentos seleccionados de sus Memorias Ed Hyspamerica Bs As 1988 pag 73 77 ISBN 950 614 728 0 Tambien Larguia Alejandro Misiones jesuiticas del Uruguay la provincia perdida Corregidor Buenos Aires 2007 En su comunicacion a Lavalleja Dorrego quiso evitar suspicacias de este informando que segun sus ordenes no se admitira en la expedicion ninguna gente de la Banda Oriental aun cuando voluntariamente quisieran incorporarse Vease Palomeque El general Rivera y la campana de Misiones pag 43 Alencastre era un jefe valiente y respetado Tomado prisionero en la batalla de Sarandi al ser trasladado de Parana a Santa Fe junto a otros 30 oficiales y suboficiales prisioneros coparon la embarcacion y perseguidos por el resto del convoy consiguieron transponer las baterias costeras en Rosario y llegar a incorporarse a su flota en las proximidades de Martin Garcia El paso recibio el nombre Mariano Pintos en honor del comandante brasilero que lo defendio con valor Palomeque La campana de Rivera a las Misiones pag 71 El 24 tenia un largo historial de desercion tras la batalla de Rincon de las Gallinas en 1825 parte del regimiento al mando del comandante guarani Pedro Cuty exoficial de Artigas se paso al mismo Rivera En 1827 durante la batalla de Ituzaingo los restos del 24 que formaban en la 1 brigada de caballeria imperial al mando del mariscal Abreu al derrumbarse el frente ante la carga del 4 de Caballeria al mando de Juan Lavalle se lanzaron sobre el parque de su propio ejercito para saquearlo junto a los Lanceros do Uruguay tambien guaranies que debia custodiarlo Albarenque El general Rivera y la campana de Misiones pag 265 266 Palomeque La campana de Rivera a las Misiones Orientales pag 79 82 Castello Antonio E El pardejon Rivera Revista Todo es Historia nro 82 Isidoro Ruiz Moreno Campanas militares argentinas tomo I Ed Emece Bs As 2004 pag 429 ISBN 950 04 2675 7 Albarenque El general Rivera y la campana de Misiones pag 113 117 SCHEINA Robert Latin America s Wars the age of the caudillo 1791 1899 Brassey s 2003 http www ucema edu ar ceieg arg rree 3 3 029 htm Palomeque El general Rivera y la campana de Misiones pag 93 111 Albarenque El general Rivera y la campana de Misiones pag 149 155 Ana Frega La campana militar de las Misiones en una perspectiva regional en Frega Historia regional e independencia del Uruguay Ed de la Banda Oriental Montevideo 2009 pag 157 159 ISBN 978 9974 1 0629 1 El tratado de la Farola firmado en 1819 entre las fuerzas de ocupacion portuguesas y el Cabildo de Montevideo fijaba el limite norte de la Provincia Cisplatina en el rio Dayman No obstante las autoridades rioplatenses siempre rechazaron la pretension brasilena de utilizar ese tratado en favor de sus pretensiones ya que el cabildo montevideano jamas habia tenido jurisdiccion mas alla de los limites de la ciudad Vease Ariadna Islas Limites para un estado en Frega Historia regional e independencia del Uruguay pag 158 160 Ariadna Islas Limites para un estado en Frega Historia regional e independencia del Uruguay pag 159 161 Ariadna Islas Limites para un estado en Frega Historia regional e independencia del Uruguay pag 162 167 Especialmente por haber depuesto al gobernador delegado y al congreso provincial demasiado leales al recientemente caido gobierno de Rivadavia en el golpe de estado del 12 de octubre de 1827 La matanza del Salsipuedes vista por el antropologo Daniel Vidart Archivado el 15 de septiembre de 2006 en Wayback Machine Consultado el 3 de septiembre de 2010 Vease tambien EditarProvincia de Misiones Misiones jesuiticas Guerra Grande Datos Q5742669 Obtenido de https es wikipedia org w index php title Campana de Rivera a las Misiones Orientales amp oldid 138419856, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

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