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Batalla de Mícala

La batalla de Mícala (en griego antiguo: Μάχη τῆς Μυκάλης; Machē tēs Mykalēs) fue una de las grandes batallas que pusieron fin a la segunda invasión persa de Grecia durante las guerras Médicas. Tuvo lugar hacia finales de agosto del año 479 a. C. en la costa de Jonia junto al pie del monte Mícala, muy cerca de la isla de Samos. En el enfrentamiento intervinieron una alianza de polis griegas, entre ellas Esparta, Atenas y Corinto, contra el imperio Aqueménida de Jerjes I.

Batalla de Mícala
Segunda Guerra Médica
Parte de Segunda Guerra Médica y Guerras médicas

El monte Mícala observado desde las ruinas de Priene. La batalla se libró cerca de este enclave y de la costa.
Fecha 27 de agosto de 479 a. C.
Lugar Mícala, Jonia
Coordenadas 37°41′27″N 27°09′27″E / 37.6909, 27.1574
Resultado Victoria griega
Cambios territoriales Persia pierde las islas del mar Egeo, Jonia comienza su segunda revuelta contra el gobierno persa.
Beligerantes
Comandantes
Leotíquidas II
Jantipo
Perilao  
Artaíntes
Itanitres
Mardontes  
Tigranes  
Fuerzas en combate
~40 000 hombres
110-250 barcos
~60 000 hombres
300 barcos
Bajas
Indeterminadas Indeterminadas

El año anterior una fuerza invasora persa liderada por Jerjes en persona había logrado vencer a los helenos en las batallas de las Termópilas y Artemisio, conquistando así Tesalia, Beocia y el Ática. Sin embargo, en la siguiente batalla de Salamina una alianza de armadas griegas consiguió una sorprendente victoria que logró impedir la conquista persa del Peloponeso. Jerjes tuvo que retirarse y dejó en Grecia a su general Mardonio al frente de un poderoso ejército con el que intentar someter al año siguiente a los griegos.

En el verano del 479 a. C. los griegos reunieron un enorme ejército y marcharon a enfrentar a los persas de Mardonio en la batalla de Platea. Al mismo tiempo, una flota aliada helena navegó hasta Samos, donde fondeaba lo que quedaba de la desmoralizada flota persa. Los asiáticos trataron de evitar la confrontación y vararon sus barcos en las faldas del monte Mícala, tras lo que se reunieron con un grupo del ejército persa y construyeron un campamento rodeado por una empalizada. El comandante de los griegos, el rey espartano Leotíquidas II, decidió atacar de todos modos con la totalidad de sus hombres, marinos incluidos.

Aunque los persas ofrecieron una estoica resistencia, los poderosos hoplitas griegos se mostraron nuevamente superiores en combate y consiguieron derrotarlos. Los persas huyeron a su campamento, pero allí desertó el contingente de griegos jónicos, circunstancia que facilitó el asalto y toma de la empalizada por parte de los helenos, que masacraron en su interior a muchos persas. Los barcos medos fueron capturados y quemados, lo que sumado a la derrota de Mardonio en Platea (al parecer ambos enfrentamientos ocurrieron en el mismo día), puso fin definitivo a la invasión persa de Grecia. Tras Platea y Mícala los aliados helenos pudieron tomar la iniciativa en la guerra contra el imperio persa, marcando así una nueva fase en las guerras Médicas. Aunque Mícala fue una batalla decisiva en todos los aspectos, no goza de la misma fama (ni en su momento siquiera) que por ejemplo la victoria ateniense en Maratón o la derrota griega en las Termópilas.

Fuentes

 
Busto de Heródoto.

La fuente principal de información para las Guerras Médicas es el historiador griego Heródoto. Llamado «El padre de la Historia»,[1]​ Heródoto nació el 484 a. C. en la ciudad de Halicarnaso, Asia Menor, entonces bajo dominio persa. Escribió las Historias entre el 440-430 a. C. con la intención de averiguar los orígenes de las guerras greco-persas, que entonces eran historia reciente (el conflicto finalizó en el 449 a. C.).[2]​ Su enfoque fue tan novedoso que, en lo que a Occidente se refiere, fundó la Historiografía tal como la conocemos.[2]​ Como el historiador Tom Holland ha dicho: «Por primera vez un cronista se dedicó a rastrear los orígenes de un conflicto, pero no en un pasado lejano plagado de fábulas, caprichos y deseos de dioses, por petición del pueblo o por un destino manifiesto, sino con explicaciones que podía verificar él mismo».[2]

Algunos historiadores posteriores, a pesar de seguir sus pasos, criticaron a Heródoto. El primero fue Tucídides,[3][4]​ a pesar de lo cual decidió comenzar su Historia donde la dejó Heródoto, en el asedio de Sestos, por lo que parece evidente que estaba de acuerdo con lo que había escrito Heródoto y no necesitaba ser rescrito.[4]Plutarco criticó a Heródoto en su ensayo «Sobre la malicia de Heródoto», en el que lo describía como «Philobarbaros» («amante de los bárbaros») por no ser lo suficientemente progriego. Sin embargo, esta crítica sugiere que Heródoto pudo hacer un trabajo razonablemente imparcial.[5]​ La visión negativa de Heródoto llegó hasta el Renacimiento europeo, aunque siguió siendo muy leído.[6]​ Fue a partir del siglo XIX cuando su reputación fue plenamente restablecida por diversos hallazgos arqueológicos que confirmaron repetidamente la veracidad de sus datos.[7]​ En la actualidad se considera que Heródoto hizo un gran trabajo en sus Historias, pero que algunos detalles específicos, como número de tropas y fechas, deben ser contemplados con escepticismo.[7]

El historiador siciliano Diodoro Sículo escribió en el siglo I d. C. su Biblioteca histórica, donde también se narra la batalla de Mícala por influencia de los escritos de Éforo de Cime. Este relato es bastante congruente con el de Heródoto.[8]​ Las evidencias arqueológicas, como la Columna de las Serpientes, también confirman algunas de las afirmaciones de Heródoto.[9]

Contexto histórico

Las ciudades griegas de Atenas y Eretria habían apoyado sin éxito una revuelta en Jonia contra el Imperio persa de Darío I entre el 499 y el 494 a. C. El imperio persa era todavía relativamente joven y sufría frecuentes levantamientos de los pueblos que había sometido.[10][11]​ Por otra parte, Darío era un usurpador y había pasado mucho tiempo sofocando revueltas contra su gobierno.[10]​ La revuelta jónica amenazó la integridad de su imperio, por lo que Darío prometió castigar a los involucrados, especialmente los poderes extranjeros que la apoyaron,[12][13]​ aprovechando la ocasión para expandir sus dominios por el fragmentado mundo de la antigua Grecia.[13]​ Se envió una primera expedición bajo mando de Mardonio en el 492 a. C. para asegurar territorios cercanos a Grecia que acabó con la reconquista de Tracia y forzó a Macedonia a convertirse en un reino subyugado de Persia.[14]​ En el 490 a. C. partió una fuerza anfibia meda comandada por Datis y Artafernes que consiguió saquear Naxos y Eretria[15]​ antes de moverse a atacar Atenas. Sin embargo, en la batalla de Maratón los atenienses lograron una sonada victoria que obligó a la retirada del ejército aqueménida hacia Asia.[16]

 
El mundo griego durante las Guerras Médicas. Pincha aquí para ver el mapa en mayor tamaño

Darío comenzó a crear un gran ejército con el que pretendía someter toda Grecia, pero murió antes de que la invasión diera comienzo.[17]​ El trono de Persia pasó a su hijo Jerjes I, que enseguida retomó los preparativos para la invasión del mundo heleno, preparativos que incluyeron la construcción de dos puentes de pontones para cruzar el Helesponto.[18]​ En el 481 a. C. Jerjes envió embajadores por toda Grecia exigiendo «la tierra y el agua» como gesto de sumisión, pero dejando de lado deliberadamente a Atenas y a Esparta, pues ambas polis estaban en guerra abierta contra Persia.[19]​ Estas dos ciudades comenzaron a recibir apoyos y, en un congreso de ciudades-estado reunido en Corinto a fines del otoño del 481 a. C., se creó una alianza confederada (de ahora en adelante referida como «los aliados»).[20]​ Este acuerdo era excepcional en el desunido mundo griego, y más teniendo en cuenta que muchas de las ciudades que estuvieron presentes estaban técnicamente en guerra entre ellas.[21]

Inicialmente los aliados adoptaron la estrategia de bloquear los accesos terrestres y marítimos al sur de Grecia, al Peloponeso.[22]​ Así, en agosto del 480 a. C., tras tener noticia del avance de Jerjes, un pequeño ejército aliado liderado por el Leónidas I, rey de Esparta, bloqueó el paso de las Termópilas mientras una armada esencialmente ateniense navegaba a los estrechos de Artemisio. En una batalla legendaria, una reducida fuerza griega detuvo en las Termópilas el avance del numerosísimo ejército persa durante tres días, hasta que fueron traicionados y los medos los rodearon por un paso de montaña.[23]​ Aunque la mayor parte del ejército griego se retiró, la retaguardia formada por soldados espartanos y tespios fue rodeada y aniquilada.[24]​ En la simultánea batalla naval de Artemisio se llegó a un punto muerto,[25]​ pero cuando los helenos tuvieron noticia de la derrota en las Termópilas, se retiraron porque ya no tenía sentido defender Artemisio.[26]

Tras la batalla en las Termópilas el ejército persa saqueó e incendió las ciudades de Beocia que no se habían rendido, Platea y Tespias, antes de tomar posesión de la entonces evacuada ciudad de Atenas. Mientras, el ejército aliado preparó la defensa del istmo de Corinto.[27]​ Jerjes deseaba aplastar definitivamente a los aliados para tomar posesión de toda Grecia en esa campaña; por el contrario los helenos buscaban una victoria decisiva sobre la armada persa que garantizara la seguridad del Peloponeso.[28]​ La batalla naval de Salamina resultó una victoria decisiva de los aliados y marcó un punto de inflexión en el conflicto.[29]

 
Movimientos de los ejércitos persa y griego en los años 480 y 479 a. C.

Después de la derrota de su armada en Salamina, Jerjes se retiró a Asia con el grueso de su ejército. Según Heródoto, lo hizo porque temía que los griegos navegaran al Helesponto y destruyeran los pontones, atrapando así a su ejército en Europa.[30]​ Dejó a su general Mardonio al mando de las mejoras tropas para completar la conquista de Grecia al año siguiente.[31]​ Mardonio evacuó el Ática y pasó el invierno en Tesalia,[32]​ con lo que los atenienses pudieron reocupar su ciudad destruida.[29]​ Durante el invierno surgieron algunas tensiones entre los aliados, en particular con los atenienses, que no estaban protegidos por el istmo pero cuya flota era clave para la seguridad del Peloponeso y habían hecho duras contribuciones, razones por las que querían que un ejército aliado marchara al norte al año siguiente.[29]​ Los aliados lo rechazaron y la armada ateniense se negó a unirse a los aliados en primavera. La armada aliada, ahora bajo mando del rey de Esparta Leotíquidas II, fondeó frente a la isla de Delos, mientras que los restos de la flota persa hizo lo mismo frente a la isla de Samos. Ambos bandos querían evitar la confrontación.[33]​ Del mismo modo, Mardonio permaneció en Tesalia a sabiendas de que un ataque en el istmo no tenía sentido, mientras que los griegos rehusaron marchar con un ejército fuera del Peloponeso.[29]

Mardonio se movió para romper el punto muerto y trató de ganarse el apoyo de los atenienses y su flota a través de la mediación de Alejandro I de Macedonia, ofreciéndoles paz, autogobierno y expansión territorial.[33]​ Los atenienses se aseguraron de que una delegación espartana estuviera también presente para escuchar la oferta, y la rechazaron. Tras esto, los persas marcharon otra vez al sur y Atenas fue evacuada de nuevo. Mardonio entonces repitió su oferta de paz a los atenienses refugiados en Salamina. Atenas, junto con Megara y Platea, enviaron emisarios a Esparta para pedir su ayuda y amenazaron con aceptar la oferta persa si no lo hacían.[34]​ Según Heródoto, los espartanos, que estaban celebrando entonces el festival de Jacinto, retrasaron la toma de una decisión hasta que fueron persuadidos por un invitado, Chileos de Tegea, quien señaló el peligro que corría toda Grecia si los atenienses se rendían.[35]​ Cuando los emisarios atenienses mandaron un ultimátum a los espartanos, al día siguiente, se sorprendieron al escuchar que una fuerza espartana ya estaba en camino para enfrentarse a los persas.[36]

En respuesta, la armada ateniense bajo mando de Jantipo se unió a la flota aliada frente a Delos. Después se les sumó una delegación de la isla de Samos, que sugirió que las ciudades jónicas se rebelarían si la flota aliada derrotaba a la persa.[37]​ Además, señalaron que en la flota aqueménida la moral era baja y su navegabilidad estaba muy mermada,[37]​ por lo que Leotíquidas II decidió intentarlo y zarpó rumbo a Samos.[38]

Preludio

 
Posición del monte Mícala en relación con la isla de Lade, Samos y Mileto.

Cuando los persas supieron que la flota griega se acercaba, zarparon desde Samos en dirección a la costa jónica.[39]​ Según Heródoto, lo hicieron tras decidir en consejo que no serían capaces de vencer a los aliados en una batalla naval.[39]​ Ordenaron a los barcos fenicios que se marcharan (Heródoto no explica por qué) y entonces desembarcaron cerca de las faldas del monte Mícala,[39]​ donde Jerjes había dejado un ejército al mando de Tigranes con la finalidad de proteger Jonia.[39]​ Los persas vararon sus barcos, construyeron una empalizada de madera cerca de la costa y se prepararon para defenderla.[40]

Al encontrarse con que los persas se habían marchado de Samos, los griegos dudaron sobre cómo proceder. Finalmente decidieron navegar al continente, preparados para una batalla naval,[41]​ pero cuando se acercaban a la costa Jonia los persas no salieron a su encuentro y permanecieron en su fuerte. Leotíquidas ordenó navegar lo más cerca posible de su campamento y ordenó a un heraldo que dijera lo siguiente a los jonios que se hallaban entre las tropas persas:

Jonios, prestad atención a mis palabras todos los que podáis llegar a escucharme, pues los persas no van a entender nada de lo que quiero encomendaros: cuando nos enfrentemos a ellos en batalla, todo el mundo debe tener presente, ante todo, su libertad y la de todos los griegos y, en segundo lugar, nuestra contraseña: Hera. Y quien no me haya oído, que se entere por los demás.[41]

Heródoto sugiere que el propósito de este mensaje era doble: primero dar coraje y aliento a los jonios, a espaldas de los persas, para que lucharan junto a los aliados (o que al menos no lucharan contra ellos), y si el mensaje era entendido por los persas, hacer que estos desconfiaran de los jonios.[41]​ Tras estas palabras, los griegos también vararon sus barcos y comenzaron a prepararse para asaltar el campamento.[42]​ Los persas, suponiendo que su contingente de Samos apoyaría a los aliados, les retiraron sus armaduras. Además enviaron a los milesios a guardar los pasos a través del monte Mícala, sospechando que estos también podían desertar.[42]​ Tras deshacerse de estas dos amenazas potenciales, los persas salieron de su fortín y se prepararon para plantar batalla.[41][42]​ Es posible que el relativamente pequeño número de marineros de los aliados también desembarcara y se preparara para la batalla, lo que hizo que los persas se confiaran y abandonaran la seguridad de su empalizada.[43]

Heródoto relata que los aliados se aproximaron al campamento persa y entonces se extendió entre ellos el rumor de una victoria griega en Platea.[44]Diodoro Sículo también dice que Leotíquidas informó a los aliados de la victoria en Platea antes de entrar en combate,[45]​ noticia que les infundió moral y confianza en conseguir ellos su propia victoria.[44]​ Se ha intentado explicar esto de varias maneras, así como el supuesto hecho de que ambas batallas se libraron el mismo día. El historiador Green sugiere que después de la victoria en Platea el general aliado Pausanias se hizo con el control del sistema de señales luminosas que Jerjes había empleado para comunicarse con Asia y lo utilizó para informar de su victoria a la flota aliada.[46]​ Esto podría explicar el rumor de victoria y el ataque casi simultáneo, pero es solo una teoría.[43]

Las fuerzas enfrentadas

Los persas

 
Un hoplita griego y un guerrero persa combatiendo. Escena de un kílix del siglo V a. C..

El número de barcos y hombres persas implicados en la batalla es, como en todas las guerras Médicas, algo problemático de establecer. Es evidente que la flota persa no se atrevió a llevar a cabo operaciones contra los griegos, por lo que debía tener un tamaño aproximado, o incluso inferior.[47][48]​ Heródoto afirma que la flota persa estaba compuesta por 300 barcos.[48]​ Los griegos presentaron en la batalla de Salamina 378 barcos, pero no todos hubieron de componer la flota aliada del 479 a. C.[47]​ y quizá su número se hubiera visto reducido para entonces a unas 300 naves. Los barcos fenicios fueron despedidos de la flota persa antes de la batalla, lo que redujo todavía más su fuerza.[39]

Diodoro cuenta que los persas reunieron 100.000 hombres para defender su campamento y sus naves,[49]​ mientras que Heródoto sostiene que eran 60 000 los soldados que estaban bajo el mando de Tigranes.[39]​ La cuadratura de estas cifras sugiere que el número de persas debía rondar los 40 000. Teniendo en cuenta que tras Salamina los barcos persas podían estar faltos de tripulantes, los 200-300 barcos podrían estar tripulados por este número de personal naval (aceptando el estándar de Heródoto de unos doscientos hombres por barco).[37]​ Sin embargo, el total de 100 000 es demasiado alto, pues para dar acomodo a tal número de hombres y a sus 200 barcos el campamento persa debía ser enorme. Las estimaciones actuales arrojan que el campamento de Mardonio en Platea, que fue levantado sin prisas, debía contener entre 70 000 y 120 000 hombres,[50][51][52]​ por lo que es improbable que en Mícala se construyera un campamento de una magnitud similar en tan breve lapso de tiempo. Por lo tanto, es posible que los 60 000 citados por Heródoto fueran en realidad la cifra total de persas presentes en Mícala, un número que efectivamente superaba al de griegos, razón por la que abandonaron su fuerte para combatirlos.[43][53]

Los griegos

Los números de hombres y naves aliadas son igualmente problemáticos. Heródoto defiende que Leotíquidas mandaba 110 trirremes.[54]​ Sin embargo, el año anterior los aliados habían desplegado 271 trirremes en la batalla de Artemisio y poco después 378 en Salamina.[55][56]​ También dice que los aliados tenían el «dominio del mar» después del combate de Salamina, lo que significa que el tamaño de la flota aliada era como mínimo similar al de la persa.[47]​ Por otro lado, Diodoro menciona 250 naves griegas, más consecuente con los números que se manejan para las batallas del año anterior.[49]​ Estas dos cifras se pueden conciliar asumiendo que Leotíquidas mandaba 110 trirremes y que se le unieron los barcos atenienses de Jantipo después de que la infantería aliada hubiera salido del Peloponeso. Esta es la explicación que da el historiador Holland, que sostiene que los griegos tenían una flota de tamaño similar a lo que restaba de la flota persa.[43]

A pesar de que los atenienses habían enviado 8000 hoplitas a Platea,[57]​ todavía tenían un amplio capital humano para tripular una gran flota de trirremes, especialmente si tenemos en cuenta que los remeros procedían de las clases bajas, las que no podían permitirse el completo equipamiento de un hoplita.[58]​ La tripulación estándar de un trirreme era de unos doscientos hombres, incluidos catorce infantes de marina.[59]​ En la Segunda Guerra Médica cada barco persa portaba treinta infantes extras,[60]​ y por otra parte en la batalla naval de Lade cada trirreme de la isla de Quíos embarcó cuarenta infantes de marina. Ello sugiere que cada nave podía transportar un máximo de 40-45 soldados, pues los trirremes se podían desestabilizar fácilmente con peso extra.[61]​ La combinación de estos números arroja una cifra de entre 22 000 y 58 000 hombres en el bando aliado, más entre 3300 y 11 250 infantes de marina fuertemente armados.[60]​ Algunas fuentes estiman unos 40.000 hombres, que es la media aproximada del rango mencionado y un número bastante apropiado.[62]​ Sin embargo, ya que se esperaba que solo los soldados lucharan cuerpo a cuerpo, los remeros de la flota aliada probablemente no iban equipados para un combate en tierra y por ello seguramente solo combatieron en Mícala los infantes de marina.[43]

Consideraciones estratégicas y tácticas

Desde un punto de vista estratégico, la batalla no era necesaria para ninguno de los bandos, pues el principal teatro estratégico era la propia Grecia continental. Aunque destruir la armada del enemigo daba una clara ventaja a cualquiera de los contendientes, intentarlo suponía arriesgar la flota propia. Las acciones tanto de persas como de griegos reflejaron más su situación anímica que cualquier consideración estratégica. Los persas, viendo que no tenían casi nada que ganar en la batalla, desmoralizados y divididos con la disidencia dentro de sus filas, trataron de evitar la confrontación naval.[39][47][48][49]​ Por el contrario, los aliados griegos, que estuvieron en principio nerviosos por el inminente combate contra los medos,[63]​ trataron de aprovechar su ventaja moral una vez que supieron de la delicada situación de la flota persa.[38]

Tácticamente la flota asiática debería haber tenido ventaja en el mar, pues la parte ateniense de la flota griega era todavía, a pesar de sus esfuerzos en las batallas de Artemisio y Salamina, novata en asuntos marinos.[64]​ Sin embargo, ya sea por su desmoralización o porque estaban de hecho en inferioridad numérica, los persas buscaron cierta ventaja táctica uniéndose a los efectivos terrestres bajo mando de Tigranes y fortificando su posición.[38][39]​ A pesar de todo, cuando los aliados desembarcaron para combatir en tierra, los persas desaprovecharon su buena situación saliendo de su empalizada para combatirlos a campo abierto.[49]​ Además, como las batallas de Maratón y las Termópilas habían demostrado, la superioridad numérica no era suficiente contra los fuertemente acorazados hoplitas. Así, una vez comenzado el combate, fueron los griegos los que se hicieron con el mando táctico.[65]

La batalla

Al parecer los griegos formaron en dos alas, en la derecha los atenienses, corintios y los soldados de Sición y Trecén, en la izquierda los espartanos y otros contingentes.[66]​ El ala derecha marchó en línea recta por el terreno llano costero hacia el campamento persa, mientras la izquierda intentó flanquear a los asiáticos atravesando por un terreno más quebrado.[66]​ Así, el ala derecha inició el combate contra los persas mientras la izquierda griega continuaba avanzando para rodearlos.[66]​ Heródoto afirma que los persas comenzaron luchando dignamente, pero que los atenienses y el resto de contingentes que estaban con ellos deseaban derrotarlos antes de la llegada de los espartanos y por ello los atacaron cada vez con más fiereza.[66]

Los persas se mantuvieron en su terreno durante un tiempo, pero finalmente rompieron su formación y huyeron hacia la empalizada[66]​ seguidos por el ala derecha de los griegos. Muchos soldados del ejército asiático huyeron entonces del campamento, excepto el contingente de tropas de etnia persa, que se agruparon y combatieron a los aliados cuando estos entraron en el campamento.[66]​ En ese momento hizo su aparición el ala izquierda griega, que rodeó la empalizada, tomó por la retaguardia a los persas y puso fin a la batalla.[43][67]​ Heródoto relata que, viendo que el desenlace de la batalla pendía de un hilo, los desarmados soldados de la isla de Samos se unieron a los aliados e hicieron lo que pudieron.[67]​ Esto inspiró a los jonios, que también se volvieron contra los medos.[67]​ Se ignora en qué momento de la batalla sucedió todo esto, pero los de Samos no debieron estar presentes en el combate principal porque estaban desarmados y su intervención hubo de producirse ya en el campamento. Mientras tanto, los de Mileto, que habían sido enviados a guardar los pasos del monte Mícala, también se rebelaron contra los persas. En principio se confundieron entre los soldados persas que huían, pero al ver el claro desenlace de la confrontación comenzaron a matar a los medos que escapaban.[68]

El historiador Heródoto no menciona cifras concretas de muertos y se limita a decir que hubo numerosas bajas en ambos bandos.[67]​ Los de Sición resultaron especialmente castigados, pues también perdieron a su general Perilao.[67]​ En el bando persa cayeron el almirante Mardontes y el general Tigranes, aunque Artaíntes e Itanitres consiguieron escapar.[67]​ Heródoto afirma que huyeron algunas tropas persas hacia Sardes.[69]​ Diodoro sostiene que murieron 40 000 persas y también detalla que los supervivientes huyeron a Sardes.[53]

Repercusiones

Cuando los espartanos llegaron, el campamento persa fue saqueado y sus barcos quemados.[70]​ Durante el retorno a Samos, los aliados discutieron sus próximos movimientos.[70]​ Leotíquidas propuso evacuar las ciudades jónicas y llevar a sus habitantes a Grecia, pues sería difícil defenderlas de nuevos ataques persas.[70]​ Sin embargo, Jantipo se opuso vehementemente a esto esgrimiendo que las ciudades jónicas eran originalmente colonias griegas.[70]​ Más tarde, los griegos jónicos se unirían a Atenas en la Liga de Delos contra Persia.[70]

Con las victorias en Platea y Mícala acabó la Segunda Guerra Médica. Además, se puso fin a la amenaza de una futura invasión persa, pues aunque los helenos siguieron temiendo que Jerjes lo intentara de nuevo, con el tiempo les quedó claro que eso no iba a suceder y que el interés del imperio Aqueménida por invadir Grecia había disminuido.[71]

 
Jenofonte (431-355 a. C.), comandante mercenario griego al servicio persa e historiador.

Después de la victoria en las faldas del monte Mícala la flota aliada navegó al Helesponto para destruir los pontones persas, pero se encontraron con que eso ya se había hecho.[72]​ Así, los peloponesios navegaron de vuelta a casa mientras que los atenienses se quedaron a atacar el Quersoneso tracio, todavía en manos persas.[72]​ Los medos que restaban se agruparon en Sesto, la mayor ciudad de la región, donde fueron sitiados por los atenienses. La ciudad cayó tras un largo asedio, iniciándose así una nueva fase en las Guerras Médicas, la del contraataque griego.[73]​ Las Historias de Heródoto finalizan con el asedio de Sestos. En los siguientes treinta años los helenos, principalmente los de la Liga de Delos dominada por Atenas, expulsaron (o ayudaron a expulsar) a los persas de Macedonia, Tracia, las islas del Egeo y Jonia.[73]​ La paz con Persia llegó en el 449 a. C. con la firma de la Paz de Calias, que ponía fin a medio siglo de guerras.[73]

Significación

Mícala y Platea fueron acontecimientos muy importantes de la historia antigua por ser las batallas que pusieron final a la Segunda Guerra Médica y dieron inicio a la hegemonía helena en el conjunto de las Guerras Médicas. Aunque impidieron el avance del imperio aqueménida por Europa, los griegos pagaron un alto precio en vidas.[73]​ La batalla de Maratón demostró que los persas podían ser vencidos y la batalla naval de Salamina salvó a Grecia de la conquista inmediata, pero fueron Platea y Mícala las victorias que alejaron definitivamente la amenaza oriental.[73]​ Sin embargo, ninguna de estas dos batallas es tan recordada como Maratón, Salamina o las Termópilas, algo que es difícil de aclarar aunque sin duda se debe a las circunstancias en que se desarrollaron. La fama de las Termópilas se debe a la valentía griega ante un enemigo muy superior en número,[2]​ y las de Maratón y Salamina a que ambas fueron libradas y vencidas por los griegos a pesar de su delicada situación estratégica. Por el contrario, Platea y Mícala se lucharon cuando los griegos habían conseguido cierta seguridad estratégica y tenían más posibilidades de victoria. De hecho, en ambas ocasiones fueron los helenos los que buscaron la confrontación.[33][73]

Militarmente la mayor lección de las batallas de Platea y Mícala es volver a insistir en la clara superioridad de los hoplitas y las falanges griegas sobre la más ligeramente armada infantería persa, algo que fue demostrado por primera vez en Maratón.[74]​ Teniendo en cuenta esta primera lección, en el resto de las guerras médicas el imperio persa comenzó a reclutar y confiar en mercenarios helenos.[75]​ Una acción de esos mercenarios, la Expedición de los Diez Mil que narra Jenofonte en su Anábasis, demostró además a los griegos que los persas eran militarmente vulnerables incluso en su propio territorio y allanó el camino para la invasión de todo el imperio persa por parte de Alejandro Magno algunas décadas después.

Referencias

  1. Cicerón, De legibus I, 5
  2. Holland, pp xvi–xxii
  3. Tucídides, Historia de la guerra del Peloponeso, e.g. I, 22
  4. Finley, p. 15.
  5. Holland, p. xxiv.
  6. David Pipes. (en inglés). Archivado desde el original el 27 de enero de 2008. Consultado el 29 de marzo de 2012. 
  7. Holland, p. 377.
  8. Diodoro Sículo Bibliotheca Historica, XI, 28–34
  9. Nota a Heródoto IX, 81
  10. Holland, pp. 47–55
  11. Holland, p. 203
  12. Heródoto V, 105
  13. Holland, 171–178
  14. Heródoto VI, 44
  15. Heródoto VI, 101
  16. Heródoto VI, 113
  17. Holland, pp. 206–208
  18. Holland, pp. 208–211
  19. Heródoto VII, 32
  20. Heródoto VII, 145
  21. Holland, p. 226
  22. Holland, pp. 255–257
  23. Heródoto VII, 210-7; 233
  24. Holland, pp. 292–294
  25. Heródoto VIII, 18
  26. Heródoto VIII, 21
  27. Heródoto VIII, 71
  28. Holland, p. 303
  29. Holland, pp. 333–335
  30. Heródoto VIII, 97
  31. Holland, pp. 327–329
  32. Holland, p. 330
  33. Holland, pp. 336–338
  34. Heródoto IX, 7
  35. Heródoto IX, 6–9
  36. Heródoto IX, 10
  37. Heródoto IX, 90
  38. Heródoto IX, 91
  39. Heródoto IX, 96
  40. Heródoto IX, 97
  41. Heródoto IX, 98
  42. Heródoto IX, 99
  43. Holland, pp. 357–358
  44. Heródoto IX, 100
  45. Diodoro XI, 35
  46. Green, p281
  47. Diodoro XI, 19
  48. Heródoto VIII, 130
  49. Diodoro XI, 34
  50. Holland, p. 343
  51. Connolly, p. 29
  52. Lazenby, p. 227–228
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Enlaces externos

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  •   Datos: Q503982
  •   Multimedia: Battle of Mycale

batalla, mícala, batalla, mícala, griego, antiguo, Μάχη, τῆς, Μυκάλης, machē, tēs, mykalēs, grandes, batallas, pusieron, segunda, invasión, persa, grecia, durante, guerras, médicas, tuvo, lugar, hacia, finales, agosto, año, costa, jonia, junto, monte, mícala, . La batalla de Micala en griego antiguo Maxh tῆs Mykalhs Mache tes Mykales fue una de las grandes batallas que pusieron fin a la segunda invasion persa de Grecia durante las guerras Medicas Tuvo lugar hacia finales de agosto del ano 479 a C en la costa de Jonia junto al pie del monte Micala muy cerca de la isla de Samos En el enfrentamiento intervinieron una alianza de polis griegas entre ellas Esparta Atenas y Corinto contra el imperio Aquemenida de Jerjes I Batalla de MicalaSegunda Guerra MedicaParte de Segunda Guerra Medica y Guerras medicasEl monte Micala observado desde las ruinas de Priene La batalla se libro cerca de este enclave y de la costa Fecha27 de agosto de 479 a C LugarMicala JoniaCoordenadas37 41 27 N 27 09 27 E 37 6909 27 1574ResultadoVictoria griegaCambios territorialesPersia pierde las islas del mar Egeo Jonia comienza su segunda revuelta contra el gobierno persa BeligerantesPolis griegas Imperio aquemenidaComandantesLeotiquidas IIJantipo Perilao ArtaintesItanitresMardontes Tigranes Fuerzas en combate 40 000 hombres110 250 barcos 60 000 hombres300 barcosBajasIndeterminadas Indeterminadas editar datos en Wikidata El ano anterior una fuerza invasora persa liderada por Jerjes en persona habia logrado vencer a los helenos en las batallas de las Termopilas y Artemisio conquistando asi Tesalia Beocia y el Atica Sin embargo en la siguiente batalla de Salamina una alianza de armadas griegas consiguio una sorprendente victoria que logro impedir la conquista persa del Peloponeso Jerjes tuvo que retirarse y dejo en Grecia a su general Mardonio al frente de un poderoso ejercito con el que intentar someter al ano siguiente a los griegos En el verano del 479 a C los griegos reunieron un enorme ejercito y marcharon a enfrentar a los persas de Mardonio en la batalla de Platea Al mismo tiempo una flota aliada helena navego hasta Samos donde fondeaba lo que quedaba de la desmoralizada flota persa Los asiaticos trataron de evitar la confrontacion y vararon sus barcos en las faldas del monte Micala tras lo que se reunieron con un grupo del ejercito persa y construyeron un campamento rodeado por una empalizada El comandante de los griegos el rey espartano Leotiquidas II decidio atacar de todos modos con la totalidad de sus hombres marinos incluidos Aunque los persas ofrecieron una estoica resistencia los poderosos hoplitas griegos se mostraron nuevamente superiores en combate y consiguieron derrotarlos Los persas huyeron a su campamento pero alli deserto el contingente de griegos jonicos circunstancia que facilito el asalto y toma de la empalizada por parte de los helenos que masacraron en su interior a muchos persas Los barcos medos fueron capturados y quemados lo que sumado a la derrota de Mardonio en Platea al parecer ambos enfrentamientos ocurrieron en el mismo dia puso fin definitivo a la invasion persa de Grecia Tras Platea y Micala los aliados helenos pudieron tomar la iniciativa en la guerra contra el imperio persa marcando asi una nueva fase en las guerras Medicas Aunque Micala fue una batalla decisiva en todos los aspectos no goza de la misma fama ni en su momento siquiera que por ejemplo la victoria ateniense en Maraton o la derrota griega en las Termopilas Indice 1 Fuentes 2 Contexto historico 3 Preludio 4 Las fuerzas enfrentadas 4 1 Los persas 4 2 Los griegos 5 Consideraciones estrategicas y tacticas 6 La batalla 7 Repercusiones 8 Significacion 9 Referencias 10 Bibliografia 10 1 Fuentes antiguas 10 2 Fuentes modernas 11 Enlaces externosFuentes EditarVease tambien Herodoto Busto de Herodoto La fuente principal de informacion para las Guerras Medicas es el historiador griego Herodoto Llamado El padre de la Historia 1 Herodoto nacio el 484 a C en la ciudad de Halicarnaso Asia Menor entonces bajo dominio persa Escribio las Historias entre el 440 430 a C con la intencion de averiguar los origenes de las guerras greco persas que entonces eran historia reciente el conflicto finalizo en el 449 a C 2 Su enfoque fue tan novedoso que en lo que a Occidente se refiere fundo la Historiografia tal como la conocemos 2 Como el historiador Tom Holland ha dicho Por primera vez un cronista se dedico a rastrear los origenes de un conflicto pero no en un pasado lejano plagado de fabulas caprichos y deseos de dioses por peticion del pueblo o por un destino manifiesto sino con explicaciones que podia verificar el mismo 2 Algunos historiadores posteriores a pesar de seguir sus pasos criticaron a Herodoto El primero fue Tucidides 3 4 a pesar de lo cual decidio comenzar su Historia donde la dejo Herodoto en el asedio de Sestos por lo que parece evidente que estaba de acuerdo con lo que habia escrito Herodoto y no necesitaba ser rescrito 4 Plutarco critico a Herodoto en su ensayo Sobre la malicia de Herodoto en el que lo describia como Philobarbaros amante de los barbaros por no ser lo suficientemente progriego Sin embargo esta critica sugiere que Herodoto pudo hacer un trabajo razonablemente imparcial 5 La vision negativa de Herodoto llego hasta el Renacimiento europeo aunque siguio siendo muy leido 6 Fue a partir del siglo XIX cuando su reputacion fue plenamente restablecida por diversos hallazgos arqueologicos que confirmaron repetidamente la veracidad de sus datos 7 En la actualidad se considera que Herodoto hizo un gran trabajo en sus Historias pero que algunos detalles especificos como numero de tropas y fechas deben ser contemplados con escepticismo 7 El historiador siciliano Diodoro Siculo escribio en el siglo I d C su Biblioteca historica donde tambien se narra la batalla de Micala por influencia de los escritos de Eforo de Cime Este relato es bastante congruente con el de Herodoto 8 Las evidencias arqueologicas como la Columna de las Serpientes tambien confirman algunas de las afirmaciones de Herodoto 9 Contexto historico EditarArticulos principales Guerras Medicas Primera Guerra Medicay Segunda Guerra Medica Las ciudades griegas de Atenas y Eretria habian apoyado sin exito una revuelta en Jonia contra el Imperio persa de Dario I entre el 499 y el 494 a C El imperio persa era todavia relativamente joven y sufria frecuentes levantamientos de los pueblos que habia sometido 10 11 Por otra parte Dario era un usurpador y habia pasado mucho tiempo sofocando revueltas contra su gobierno 10 La revuelta jonica amenazo la integridad de su imperio por lo que Dario prometio castigar a los involucrados especialmente los poderes extranjeros que la apoyaron 12 13 aprovechando la ocasion para expandir sus dominios por el fragmentado mundo de la antigua Grecia 13 Se envio una primera expedicion bajo mando de Mardonio en el 492 a C para asegurar territorios cercanos a Grecia que acabo con la reconquista de Tracia y forzo a Macedonia a convertirse en un reino subyugado de Persia 14 En el 490 a C partio una fuerza anfibia meda comandada por Datis y Artafernes que consiguio saquear Naxos y Eretria 15 antes de moverse a atacar Atenas Sin embargo en la batalla de Maraton los atenienses lograron una sonada victoria que obligo a la retirada del ejercito aquemenida hacia Asia 16 El mundo griego durante las Guerras Medicas Pincha aqui para ver el mapa en mayor tamano Dario comenzo a crear un gran ejercito con el que pretendia someter toda Grecia pero murio antes de que la invasion diera comienzo 17 El trono de Persia paso a su hijo Jerjes I que enseguida retomo los preparativos para la invasion del mundo heleno preparativos que incluyeron la construccion de dos puentes de pontones para cruzar el Helesponto 18 En el 481 a C Jerjes envio embajadores por toda Grecia exigiendo la tierra y el agua como gesto de sumision pero dejando de lado deliberadamente a Atenas y a Esparta pues ambas polis estaban en guerra abierta contra Persia 19 Estas dos ciudades comenzaron a recibir apoyos y en un congreso de ciudades estado reunido en Corinto a fines del otono del 481 a C se creo una alianza confederada de ahora en adelante referida como los aliados 20 Este acuerdo era excepcional en el desunido mundo griego y mas teniendo en cuenta que muchas de las ciudades que estuvieron presentes estaban tecnicamente en guerra entre ellas 21 Inicialmente los aliados adoptaron la estrategia de bloquear los accesos terrestres y maritimos al sur de Grecia al Peloponeso 22 Asi en agosto del 480 a C tras tener noticia del avance de Jerjes un pequeno ejercito aliado liderado por el Leonidas I rey de Esparta bloqueo el paso de las Termopilas mientras una armada esencialmente ateniense navegaba a los estrechos de Artemisio En una batalla legendaria una reducida fuerza griega detuvo en las Termopilas el avance del numerosisimo ejercito persa durante tres dias hasta que fueron traicionados y los medos los rodearon por un paso de montana 23 Aunque la mayor parte del ejercito griego se retiro la retaguardia formada por soldados espartanos y tespios fue rodeada y aniquilada 24 En la simultanea batalla naval de Artemisio se llego a un punto muerto 25 pero cuando los helenos tuvieron noticia de la derrota en las Termopilas se retiraron porque ya no tenia sentido defender Artemisio 26 Tras la batalla en las Termopilas el ejercito persa saqueo e incendio las ciudades de Beocia que no se habian rendido Platea y Tespias antes de tomar posesion de la entonces evacuada ciudad de Atenas Mientras el ejercito aliado preparo la defensa del istmo de Corinto 27 Jerjes deseaba aplastar definitivamente a los aliados para tomar posesion de toda Grecia en esa campana por el contrario los helenos buscaban una victoria decisiva sobre la armada persa que garantizara la seguridad del Peloponeso 28 La batalla naval de Salamina resulto una victoria decisiva de los aliados y marco un punto de inflexion en el conflicto 29 Movimientos de los ejercitos persa y griego en los anos 480 y 479 a C Despues de la derrota de su armada en Salamina Jerjes se retiro a Asia con el grueso de su ejercito Segun Herodoto lo hizo porque temia que los griegos navegaran al Helesponto y destruyeran los pontones atrapando asi a su ejercito en Europa 30 Dejo a su general Mardonio al mando de las mejoras tropas para completar la conquista de Grecia al ano siguiente 31 Mardonio evacuo el Atica y paso el invierno en Tesalia 32 con lo que los atenienses pudieron reocupar su ciudad destruida 29 Durante el invierno surgieron algunas tensiones entre los aliados en particular con los atenienses que no estaban protegidos por el istmo pero cuya flota era clave para la seguridad del Peloponeso y habian hecho duras contribuciones razones por las que querian que un ejercito aliado marchara al norte al ano siguiente 29 Los aliados lo rechazaron y la armada ateniense se nego a unirse a los aliados en primavera La armada aliada ahora bajo mando del rey de Esparta Leotiquidas II fondeo frente a la isla de Delos mientras que los restos de la flota persa hizo lo mismo frente a la isla de Samos Ambos bandos querian evitar la confrontacion 33 Del mismo modo Mardonio permanecio en Tesalia a sabiendas de que un ataque en el istmo no tenia sentido mientras que los griegos rehusaron marchar con un ejercito fuera del Peloponeso 29 Mardonio se movio para romper el punto muerto y trato de ganarse el apoyo de los atenienses y su flota a traves de la mediacion de Alejandro I de Macedonia ofreciendoles paz autogobierno y expansion territorial 33 Los atenienses se aseguraron de que una delegacion espartana estuviera tambien presente para escuchar la oferta y la rechazaron Tras esto los persas marcharon otra vez al sur y Atenas fue evacuada de nuevo Mardonio entonces repitio su oferta de paz a los atenienses refugiados en Salamina Atenas junto con Megara y Platea enviaron emisarios a Esparta para pedir su ayuda y amenazaron con aceptar la oferta persa si no lo hacian 34 Segun Herodoto los espartanos que estaban celebrando entonces el festival de Jacinto retrasaron la toma de una decision hasta que fueron persuadidos por un invitado Chileos de Tegea quien senalo el peligro que corria toda Grecia si los atenienses se rendian 35 Cuando los emisarios atenienses mandaron un ultimatum a los espartanos al dia siguiente se sorprendieron al escuchar que una fuerza espartana ya estaba en camino para enfrentarse a los persas 36 En respuesta la armada ateniense bajo mando de Jantipo se unio a la flota aliada frente a Delos Despues se les sumo una delegacion de la isla de Samos que sugirio que las ciudades jonicas se rebelarian si la flota aliada derrotaba a la persa 37 Ademas senalaron que en la flota aquemenida la moral era baja y su navegabilidad estaba muy mermada 37 por lo que Leotiquidas II decidio intentarlo y zarpo rumbo a Samos 38 Preludio Editar Posicion del monte Micala en relacion con la isla de Lade Samos y Mileto Cuando los persas supieron que la flota griega se acercaba zarparon desde Samos en direccion a la costa jonica 39 Segun Herodoto lo hicieron tras decidir en consejo que no serian capaces de vencer a los aliados en una batalla naval 39 Ordenaron a los barcos fenicios que se marcharan Herodoto no explica por que y entonces desembarcaron cerca de las faldas del monte Micala 39 donde Jerjes habia dejado un ejercito al mando de Tigranes con la finalidad de proteger Jonia 39 Los persas vararon sus barcos construyeron una empalizada de madera cerca de la costa y se prepararon para defenderla 40 Al encontrarse con que los persas se habian marchado de Samos los griegos dudaron sobre como proceder Finalmente decidieron navegar al continente preparados para una batalla naval 41 pero cuando se acercaban a la costa Jonia los persas no salieron a su encuentro y permanecieron en su fuerte Leotiquidas ordeno navegar lo mas cerca posible de su campamento y ordeno a un heraldo que dijera lo siguiente a los jonios que se hallaban entre las tropas persas Jonios prestad atencion a mis palabras todos los que podais llegar a escucharme pues los persas no van a entender nada de lo que quiero encomendaros cuando nos enfrentemos a ellos en batalla todo el mundo debe tener presente ante todo su libertad y la de todos los griegos y en segundo lugar nuestra contrasena Hera Y quien no me haya oido que se entere por los demas 41 Herodoto sugiere que el proposito de este mensaje era doble primero dar coraje y aliento a los jonios a espaldas de los persas para que lucharan junto a los aliados o que al menos no lucharan contra ellos y si el mensaje era entendido por los persas hacer que estos desconfiaran de los jonios 41 Tras estas palabras los griegos tambien vararon sus barcos y comenzaron a prepararse para asaltar el campamento 42 Los persas suponiendo que su contingente de Samos apoyaria a los aliados les retiraron sus armaduras Ademas enviaron a los milesios a guardar los pasos a traves del monte Micala sospechando que estos tambien podian desertar 42 Tras deshacerse de estas dos amenazas potenciales los persas salieron de su fortin y se prepararon para plantar batalla 41 42 Es posible que el relativamente pequeno numero de marineros de los aliados tambien desembarcara y se preparara para la batalla lo que hizo que los persas se confiaran y abandonaran la seguridad de su empalizada 43 Herodoto relata que los aliados se aproximaron al campamento persa y entonces se extendio entre ellos el rumor de una victoria griega en Platea 44 Diodoro Siculo tambien dice que Leotiquidas informo a los aliados de la victoria en Platea antes de entrar en combate 45 noticia que les infundio moral y confianza en conseguir ellos su propia victoria 44 Se ha intentado explicar esto de varias maneras asi como el supuesto hecho de que ambas batallas se libraron el mismo dia El historiador Green sugiere que despues de la victoria en Platea el general aliado Pausanias se hizo con el control del sistema de senales luminosas que Jerjes habia empleado para comunicarse con Asia y lo utilizo para informar de su victoria a la flota aliada 46 Esto podria explicar el rumor de victoria y el ataque casi simultaneo pero es solo una teoria 43 Las fuerzas enfrentadas EditarLos persas Editar Un hoplita griego y un guerrero persa combatiendo Escena de un kilix del siglo V a C El numero de barcos y hombres persas implicados en la batalla es como en todas las guerras Medicas algo problematico de establecer Es evidente que la flota persa no se atrevio a llevar a cabo operaciones contra los griegos por lo que debia tener un tamano aproximado o incluso inferior 47 48 Herodoto afirma que la flota persa estaba compuesta por 300 barcos 48 Los griegos presentaron en la batalla de Salamina 378 barcos pero no todos hubieron de componer la flota aliada del 479 a C 47 y quiza su numero se hubiera visto reducido para entonces a unas 300 naves Los barcos fenicios fueron despedidos de la flota persa antes de la batalla lo que redujo todavia mas su fuerza 39 Diodoro cuenta que los persas reunieron 100 000 hombres para defender su campamento y sus naves 49 mientras que Herodoto sostiene que eran 60 000 los soldados que estaban bajo el mando de Tigranes 39 La cuadratura de estas cifras sugiere que el numero de persas debia rondar los 40 000 Teniendo en cuenta que tras Salamina los barcos persas podian estar faltos de tripulantes los 200 300 barcos podrian estar tripulados por este numero de personal naval aceptando el estandar de Herodoto de unos doscientos hombres por barco 37 Sin embargo el total de 100 000 es demasiado alto pues para dar acomodo a tal numero de hombres y a sus 200 barcos el campamento persa debia ser enorme Las estimaciones actuales arrojan que el campamento de Mardonio en Platea que fue levantado sin prisas debia contener entre 70 000 y 120 000 hombres 50 51 52 por lo que es improbable que en Micala se construyera un campamento de una magnitud similar en tan breve lapso de tiempo Por lo tanto es posible que los 60 000 citados por Herodoto fueran en realidad la cifra total de persas presentes en Micala un numero que efectivamente superaba al de griegos razon por la que abandonaron su fuerte para combatirlos 43 53 Los griegos Editar Los numeros de hombres y naves aliadas son igualmente problematicos Herodoto defiende que Leotiquidas mandaba 110 trirremes 54 Sin embargo el ano anterior los aliados habian desplegado 271 trirremes en la batalla de Artemisio y poco despues 378 en Salamina 55 56 Tambien dice que los aliados tenian el dominio del mar despues del combate de Salamina lo que significa que el tamano de la flota aliada era como minimo similar al de la persa 47 Por otro lado Diodoro menciona 250 naves griegas mas consecuente con los numeros que se manejan para las batallas del ano anterior 49 Estas dos cifras se pueden conciliar asumiendo que Leotiquidas mandaba 110 trirremes y que se le unieron los barcos atenienses de Jantipo despues de que la infanteria aliada hubiera salido del Peloponeso Esta es la explicacion que da el historiador Holland que sostiene que los griegos tenian una flota de tamano similar a lo que restaba de la flota persa 43 A pesar de que los atenienses habian enviado 8000 hoplitas a Platea 57 todavia tenian un amplio capital humano para tripular una gran flota de trirremes especialmente si tenemos en cuenta que los remeros procedian de las clases bajas las que no podian permitirse el completo equipamiento de un hoplita 58 La tripulacion estandar de un trirreme era de unos doscientos hombres incluidos catorce infantes de marina 59 En la Segunda Guerra Medica cada barco persa portaba treinta infantes extras 60 y por otra parte en la batalla naval de Lade cada trirreme de la isla de Quios embarco cuarenta infantes de marina Ello sugiere que cada nave podia transportar un maximo de 40 45 soldados pues los trirremes se podian desestabilizar facilmente con peso extra 61 La combinacion de estos numeros arroja una cifra de entre 22 000 y 58 000 hombres en el bando aliado mas entre 3300 y 11 250 infantes de marina fuertemente armados 60 Algunas fuentes estiman unos 40 000 hombres que es la media aproximada del rango mencionado y un numero bastante apropiado 62 Sin embargo ya que se esperaba que solo los soldados lucharan cuerpo a cuerpo los remeros de la flota aliada probablemente no iban equipados para un combate en tierra y por ello seguramente solo combatieron en Micala los infantes de marina 43 Consideraciones estrategicas y tacticas EditarDesde un punto de vista estrategico la batalla no era necesaria para ninguno de los bandos pues el principal teatro estrategico era la propia Grecia continental Aunque destruir la armada del enemigo daba una clara ventaja a cualquiera de los contendientes intentarlo suponia arriesgar la flota propia Las acciones tanto de persas como de griegos reflejaron mas su situacion animica que cualquier consideracion estrategica Los persas viendo que no tenian casi nada que ganar en la batalla desmoralizados y divididos con la disidencia dentro de sus filas trataron de evitar la confrontacion naval 39 47 48 49 Por el contrario los aliados griegos que estuvieron en principio nerviosos por el inminente combate contra los medos 63 trataron de aprovechar su ventaja moral una vez que supieron de la delicada situacion de la flota persa 38 Tacticamente la flota asiatica deberia haber tenido ventaja en el mar pues la parte ateniense de la flota griega era todavia a pesar de sus esfuerzos en las batallas de Artemisio y Salamina novata en asuntos marinos 64 Sin embargo ya sea por su desmoralizacion o porque estaban de hecho en inferioridad numerica los persas buscaron cierta ventaja tactica uniendose a los efectivos terrestres bajo mando de Tigranes y fortificando su posicion 38 39 A pesar de todo cuando los aliados desembarcaron para combatir en tierra los persas desaprovecharon su buena situacion saliendo de su empalizada para combatirlos a campo abierto 49 Ademas como las batallas de Maraton y las Termopilas habian demostrado la superioridad numerica no era suficiente contra los fuertemente acorazados hoplitas Asi una vez comenzado el combate fueron los griegos los que se hicieron con el mando tactico 65 La batalla EditarAl parecer los griegos formaron en dos alas en la derecha los atenienses corintios y los soldados de Sicion y Trecen en la izquierda los espartanos y otros contingentes 66 El ala derecha marcho en linea recta por el terreno llano costero hacia el campamento persa mientras la izquierda intento flanquear a los asiaticos atravesando por un terreno mas quebrado 66 Asi el ala derecha inicio el combate contra los persas mientras la izquierda griega continuaba avanzando para rodearlos 66 Herodoto afirma que los persas comenzaron luchando dignamente pero que los atenienses y el resto de contingentes que estaban con ellos deseaban derrotarlos antes de la llegada de los espartanos y por ello los atacaron cada vez con mas fiereza 66 Los persas se mantuvieron en su terreno durante un tiempo pero finalmente rompieron su formacion y huyeron hacia la empalizada 66 seguidos por el ala derecha de los griegos Muchos soldados del ejercito asiatico huyeron entonces del campamento excepto el contingente de tropas de etnia persa que se agruparon y combatieron a los aliados cuando estos entraron en el campamento 66 En ese momento hizo su aparicion el ala izquierda griega que rodeo la empalizada tomo por la retaguardia a los persas y puso fin a la batalla 43 67 Herodoto relata que viendo que el desenlace de la batalla pendia de un hilo los desarmados soldados de la isla de Samos se unieron a los aliados e hicieron lo que pudieron 67 Esto inspiro a los jonios que tambien se volvieron contra los medos 67 Se ignora en que momento de la batalla sucedio todo esto pero los de Samos no debieron estar presentes en el combate principal porque estaban desarmados y su intervencion hubo de producirse ya en el campamento Mientras tanto los de Mileto que habian sido enviados a guardar los pasos del monte Micala tambien se rebelaron contra los persas En principio se confundieron entre los soldados persas que huian pero al ver el claro desenlace de la confrontacion comenzaron a matar a los medos que escapaban 68 El historiador Herodoto no menciona cifras concretas de muertos y se limita a decir que hubo numerosas bajas en ambos bandos 67 Los de Sicion resultaron especialmente castigados pues tambien perdieron a su general Perilao 67 En el bando persa cayeron el almirante Mardontes y el general Tigranes aunque Artaintes e Itanitres consiguieron escapar 67 Herodoto afirma que huyeron algunas tropas persas hacia Sardes 69 Diodoro sostiene que murieron 40 000 persas y tambien detalla que los supervivientes huyeron a Sardes 53 Repercusiones EditarArticulos principales Batalla de Plateay Guerras Medicas Cuando los espartanos llegaron el campamento persa fue saqueado y sus barcos quemados 70 Durante el retorno a Samos los aliados discutieron sus proximos movimientos 70 Leotiquidas propuso evacuar las ciudades jonicas y llevar a sus habitantes a Grecia pues seria dificil defenderlas de nuevos ataques persas 70 Sin embargo Jantipo se opuso vehementemente a esto esgrimiendo que las ciudades jonicas eran originalmente colonias griegas 70 Mas tarde los griegos jonicos se unirian a Atenas en la Liga de Delos contra Persia 70 Con las victorias en Platea y Micala acabo la Segunda Guerra Medica Ademas se puso fin a la amenaza de una futura invasion persa pues aunque los helenos siguieron temiendo que Jerjes lo intentara de nuevo con el tiempo les quedo claro que eso no iba a suceder y que el interes del imperio Aquemenida por invadir Grecia habia disminuido 71 Jenofonte 431 355 a C comandante mercenario griego al servicio persa e historiador Despues de la victoria en las faldas del monte Micala la flota aliada navego al Helesponto para destruir los pontones persas pero se encontraron con que eso ya se habia hecho 72 Asi los peloponesios navegaron de vuelta a casa mientras que los atenienses se quedaron a atacar el Quersoneso tracio todavia en manos persas 72 Los medos que restaban se agruparon en Sesto la mayor ciudad de la region donde fueron sitiados por los atenienses La ciudad cayo tras un largo asedio iniciandose asi una nueva fase en las Guerras Medicas la del contraataque griego 73 Las Historias de Herodoto finalizan con el asedio de Sestos En los siguientes treinta anos los helenos principalmente los de la Liga de Delos dominada por Atenas expulsaron o ayudaron a expulsar a los persas de Macedonia Tracia las islas del Egeo y Jonia 73 La paz con Persia llego en el 449 a C con la firma de la Paz de Calias que ponia fin a medio siglo de guerras 73 Significacion EditarMicala y Platea fueron acontecimientos muy importantes de la historia antigua por ser las batallas que pusieron final a la Segunda Guerra Medica y dieron inicio a la hegemonia helena en el conjunto de las Guerras Medicas Aunque impidieron el avance del imperio aquemenida por Europa los griegos pagaron un alto precio en vidas 73 La batalla de Maraton demostro que los persas podian ser vencidos y la batalla naval de Salamina salvo a Grecia de la conquista inmediata pero fueron Platea y Micala las victorias que alejaron definitivamente la amenaza oriental 73 Sin embargo ninguna de estas dos batallas es tan recordada como Maraton Salamina o las Termopilas algo que es dificil de aclarar aunque sin duda se debe a las circunstancias en que se desarrollaron La fama de las Termopilas se debe a la valentia griega ante un enemigo muy superior en numero 2 y las de Maraton y Salamina a que ambas fueron libradas y vencidas por los griegos a pesar de su delicada situacion estrategica Por el contrario Platea y Micala se lucharon cuando los griegos habian conseguido cierta seguridad estrategica y tenian mas posibilidades de victoria De hecho en ambas ocasiones fueron los helenos los que buscaron la confrontacion 33 73 Militarmente la mayor leccion de las batallas de Platea y Micala es volver a insistir en la clara superioridad de los hoplitas y las falanges griegas sobre la mas ligeramente armada infanteria persa algo que fue demostrado por primera vez en Maraton 74 Teniendo en cuenta esta primera leccion en el resto de las guerras medicas el imperio persa comenzo a reclutar y confiar en mercenarios helenos 75 Una accion de esos mercenarios la Expedicion de los Diez Mil que narra Jenofonte en su Anabasis demostro ademas a los griegos que los persas eran militarmente vulnerables incluso en su propio territorio y allano el camino para la invasion de todo el imperio persa por parte de Alejandro Magno algunas decadas despues Referencias Editar Ciceron De legibus I 5 a b c d Holland pp xvi xxii Tucidides Historia de la guerra del Peloponeso e g I 22 a b Finley p 15 Holland p xxiv David Pipes Herodotus Father of History Father of Lies en ingles Archivado desde el original el 27 de enero de 2008 Consultado el 29 de marzo de 2012 a b Holland p 377 Diodoro Siculo Bibliotheca Historica XI 28 34 Nota a Herodoto IX 81 a b Holland pp 47 55 Holland p 203 Herodoto V 105 a b Holland 171 178 Herodoto VI 44 Herodoto VI 101 Herodoto VI 113 Holland pp 206 208 Holland pp 208 211 Herodoto VII 32 Herodoto VII 145 Holland p 226 Holland pp 255 257 Herodoto VII 210 7 233 Holland pp 292 294 Herodoto VIII 18 Herodoto VIII 21 Herodoto VIII 71 Holland p 303 a b c d Holland pp 333 335 Herodoto VIII 97 Holland pp 327 329 Holland p 330 a b c Holland pp 336 338 Herodoto IX 7 Herodoto IX 6 9 Herodoto IX 10 a b c Herodoto IX 90 a b c Herodoto IX 91 a b c d e f g h Herodoto IX 96 Herodoto IX 97 a b c d Herodoto IX 98 a b c Herodoto IX 99 a b c d e f Holland pp 357 358 a b Herodoto IX 100 Diodoro XI 35 Green p281 a b c d Diodoro XI 19 a b c Herodoto VIII 130 a b c d Diodoro XI 34 Holland p 343 Connolly p 29 Lazenby p 227 228 a b Diodoro XI 36 Herodoto VIII 131 Herodoto VIII 2 Herodoto VIII 48 Herodoto IX 28 Holland p217 Lazenby p 46 a b Herodoto VII 184 Goldsworthy p 103 BBC h2g2 website en ingles Herodoto VIII 32 Holland p 278 Holland pp194 197 a b c d e f Herodoto IX 102 a b c d e f Herodoto IX 103 Herodoto IX 104 Herodoto IX 107 a b c d 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