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Alteraciones de Aragón

Se denominan las Alteraciones de Aragón a los eventos sucedidos en Aragón durante el reinado de Felipe II. El Reino de Aragón permaneció tranquilo durante la primera mitad del siglo XVI, mientras se desarrollaba la Guerra de las Comunidades en Castilla y las Germanías en Valencia, pero la segunda mitad del siglo estuvo marcada por una serie de conflictos que convulsionaron el reino y que culminaron con el enfrentamiento directo entre las instituciones aragonesas y el rey. Se distribuyen en dos partes, las Alteraciones de Teruel y Albarracín en 1572 y las Alteraciones de Zaragoza en 1592.

Estatua de Juan V de Lanuza en el monumento al justiciazgo en Zaragoza

Antecedentes

Desde la instauración de la Inquisición en 1478 por los Reyes Católicos, y con el progresivo autoritarismo que se desarrolla en el gobierno de Felipe II, hijo de Carlos I, se producen las Alteraciones de Teruel y Albarracín, por los constantes contrafueros que cometían tanto los representantes del rey Felipe II como los inquisidores de Teruel.

Los constantes pleitos y desacuerdos con el rey desembocan en el asedio de la ciudad de Teruel por un ejército imperial al mando del duque de Segorbe. Finalmente tras varios días de combates, la plaza se rinde la noche del Jueves Santo de 1572, ajusticiando a los cabecillas de la revuelta en la Plaza de San Juan en los días posteriores.

A una situación ya deteriorada en Aragón por los problemas en el condado de Ribagorza,[1]​ el despótico tratamiento de los vasallos por sus señores[2]​ y la represión de las revueltas de estos en las alteraciones de Ariza, Ayerbe y Monclús, las protestas por el abuso del Privilegio de los Veinte por Zaragoza,[3]​ los enfrentamientos violentos entre montañeses y moriscos[4]​ y por el pleito del virrey extranjero, en abril de 1590 y ayudado por su esposa, Antonio Pérez, entró en Aragón. Antonio Pérez había ejercido el cargo de secretario del rey hasta 1579, año en el que fue arrestado por el asesinato de Escobedo —hombre de confianza de don Juan de Austria— y por abusar de la confianza real al conspirar contra el rey.

Tras escapar de su prisión en Madrid, huyó a Zaragoza, donde pidió la protección de los fueros aragoneses y fue acogido al Privilegio de Manifestación -protección de la justicia aragonesa-. En Aragón encontró el apoyo de Fernando de Gurrea y Aragón duque de Villahermosa (al que se expropiarían sus dominios en Ribagorza), y Luis Ximénez de Urrea IV Conde de Aranda, y principalmente Diego de Heredia (de la baja nobleza). Felipe II, desconfiando de que los tribunales aragoneses condenaran a Antonio Pérez, desistió de continuar el pleito ordinario contra él y usó un tribunal contra el que los fueros aragoneses y la Justicia aragonesa no podían oponerse: la Inquisición. Antonio Pérez fue acusado de herejía por haber blasfemado al quejarse a sus allegados por su persecución.[5]

Los sucesos del 24 de mayo de 1591

En el 24 de mayo de 1591, a petición de los inquisidores y por orden del Justicia, se trasladó a Antonio Pérez a la prisión que la Inquisición tenía en la Aljafería. Tras esto Heredia y sus seguidores atacaron e hirieron de muerte al marqués de Almenara, representante del rey en el pleito del virrey extranjero, después de que sus criados fueran desarmados por el Justicia.[6]​ Después se dirigieron a la Aljafería y, tras violencia y amenazas, consiguieron que Pérez fuera devuelto a la cárcel de los manifestados.[7]​ Los inquisidores de Zaragoza publicaron un edicto recordando las graves penas que se podían imponer a aquellos que maltrataran a los ministros Santo Oficio, a lo que los amotinados respondieron con nuevas amenazas.[8]

Cuando Felipe II recibió noticia del motín y de la posterior muerte de Almenara, ordenó que las fuerzas que se estaban preparando para apoyar a la Liga Católica en la Guerra de los tres Enriques en Francia[9]​ se concentraran en la plaza fuerte de Ágreda, cerca de la frontera con Aragón.[10]​ Tras asesorarse por sus consejeros, el rey escribió una misiva a las universidades y pueblos de Aragón, describiéndoles el tumulto de Zaragoza y pidiéndoles sosiego y obediencia a lo que el virrey dispusiera.[11]​ Las ciudades, villas y comunidades respondieron condenando el motín y pidiendo el castigo de sus promovedores, con lo que quedó aislada Zaragoza, donde todos los alborotadores parecían haberse congregado.[12]​ La Diputación consultó a una junta de letrados para dilucidar si había habido contrafuero en la entrega de Pérez a la Inquisición, a lo que la junta respondió que no lo había habido,[13]​ con lo que se preparó la restitución de Pérez a la cárcel del Santo Oficio.[14]​ Los amotinados volvieron a responder con amenazas y violencia, imposibilitando la ejecución de lo dispuesto por la Diputación.[15]​ La Diputación, en vez de imponer su autoridad, envió al inquisidor general un escrito cuestionando la veracidad de los testigos contra Pérez, e insinuando que habían sido sobornados, para deponer falsamente, por el difunto marqués de Almenara y el inquisidor Molina de Medrano.[16]​ Viendo cómo evolucionaba su caso, Pérez intentó fugarse de la cárcel de los manifestados y, descubierto, el justicia ordenó su trasladado a una prisión más segura y mejor guardada.[17]

Los sucesos del 24 de septiembre de 1591

Tras mucha discusión y grandes preparativos, las autoridades aragonesas dispusieron que el traslado de Antonio Pérez a la cárcel de la Inquisición se realizaría el 24 de septiembre, pero dos días antes murió el justicia Juan de Lanuza y Perellós y, de acuerdo con lo dispuesto de antemano por el rey, le sucedió en el cargo su hijo Juan de Lanuza y Urrea, de solo veintiséis años.[18]​ El día planeado, el gobernador mandó cerrar las puertas de la ciudad y distribuyó guardias armados en la ruta entre las dos cárceles.[19]​ La tensión en la ciudad era muy grande, y la decisión de cerrar las puertas dejó ociosos en la ciudad a los labradores que hubieran salido a trabajar en el campo de otra manera. El gobernador amenazó de muerte a cuantos diesen el menor indicio de oponerse a la justicia, y un joven muchacho que gritó Viva la libertad” fue muerto por el disparo de uno de los arcabuceros[20]​, tras lo que los partidarios de Pérez hicieron tañer la campana de la iglesia de San Pablo.[21]

Con gran formalidad, el inquisidor presentó las letras de reclamación de los reos al nuevo justicia, que con sus lugartenientes los estudió y los declaró ajustadas a derecho.[22]​ Los diputados del reino, los jurados de Zaragoza, un lugarteniente del justicia y el gobernador se dirigieron a la posada del Virrey, donde se encontraban un gran número de nobles. El virrey aprobó lo acordado y fueron todos a la cárcel de los manifestados para proceder al traslado. Convocada por las campanadas, una multitud se había acumulado ante la cárcel donde Antonio Pérez estaba preso. Al aproximarse los coches de la Inquisición, partidarios de Pérez atacaron a los guardias, algunos de los cuales se unieron a los sublevados y otros huyeron, huyendo también las autoridades. La multitud, que ya había incendiado la casa en la que se refugió el gobernador, amenazó de hacer lo mismo con la cárcel, y los carceleros dejaron salir a Antonio Pérez. Pérez y alguno de sus partidarios se dirigieron a la puerta de Santa Engracia, que los amotinados abrieron, permitiendo a Pérez y sus acompañantes salir de la ciudad en dirección a Francia. En los disturbios murieron más de treinta personas, con muchos más heridos. Después de que Pérez huyera de la ciudad, y gracias a la mediación de los clérigos, los ánimos se calmaron.[23]

 
Antonio Pérez liberado de la prisión el 24 de septiembre de 1591.

Cuando la noticia de lo sucedido en Zaragoza llegó a la corte real, Felipe II ordenó la reunión de una Junta de Estado que decidió reforzar la frontera con Francia para evitar que los franceses acudieran en apoyo de los sublevados y para tratar de aprehender al fugitivo. También se mandó que las autoridades aragonesas protegieran o destruyeran las armas a su cargo, para que no cayeran en manos de los amotinados.[24]​ Antonio Pérez, cortado su acceso a Francia, decidió volver a Zaragoza en secreto, donde estuvo en contacto con los líderes de los alterados, incitándolos a pensar que el ejército real iba a entrar en Aragón para derogar sus fueros.[25]​ Las autoridades de Aragón desoyeron la orden real y cedieron armas a los amotinados, que se hicieron con el control de Zaragoza.[26]​ El rey decidió entonces hacer entrar a su ejército para restablecer la autoridad de la justicia y el Santo Oficio.[27]​ El 15 de octubre el rey envió a las ciudades, universidades y señores de Aragón una carta anunciándoles la entrada del ejército y el motivo por el que iba a entrar.[28]

Entrada del ejército real en Aragón

La noticia de que el ejército real iba a entrar en Aragón conmocionó a todo el reino.[29]​ Los partidarios de Pérez exigieron a la Diputación que declarara su entrada contrafuero y que ordenara la resistencia armada en su contra.[30]​ Los diputados consultaron a una junta de letrados que dictaminó que la entrada de fuerzas armadas extranjeras para imponer la justicia violaba el fuero segundo del Privilegio General, que decía:

Por quanto algunos oficiales de algunas ciudades, villas o lugares del regno de Valencia, Principado de Catalunya, indebidamente pretienden, que en virtud de privilegios e con color de procesos de defensión e de sonmetient e en otras maneras, pueden con companya de gentes armadas entrar en el dito regno siguiendo malfeytores y aquellos prender e otros actos y ejecuciones facer ... ordenamos que qualesquiere officiales o personas estrangeras ... entraran en el dicto regno ... por ... facer alguno de los actos sobreditos ... que ipso facto encorran en pena de muerte ... E no res menos quel Justicia de Aragon con los diputados del dito regno ... hayan convocar a expensas del regno las gentes de dito regno, que les parecerán necesarias para resistir a las sobreditas cosas mano armada...[31]

La Diputación aprobó el dictamen y lo pasó al justicia para que él estudiara el caso y dictaminara si era o no era contrafuero. El justicia, respaldado por cuatro de sus cinco lugartenientes, confirmó el contrafuero y ordenó la resistencia a las tropas reales, con lo que las autoridades forales del reino declararon formalmente la guerra a su rey.[32]​ La declaración fue publicada el primero de noviembre y fue comunicada a los consistorios y señores de Aragón, que fueron conminados a mandar fuerzas a Zaragoza para participar en la defensa, esperándose una fuerza de unos veinticuatro mil hombres armados, más numerosa que la del ejército real. También se pidió ayuda al principado de Cataluña y al Reino de Valencia[33]​ El rey rechazó los argumentos presentados, diciendo que el ejército no entraba a imponer una jurisdicción extranjera, sino a apoyar a las autoridades civiles y eclesiásticas de Aragón para que pudieran restablecer su autoridad y jurisdicción.[34]​ Los diputados se confirmaron en lo que habían dispuesto,[35]​ con lo que le rey ordenó a su general, Alonso de Vargas, que se preparara a entrar en Aragón con su ejército.[36]

En Zaragoza la opinión parecía unánime a favor de la resistencia, al menos mientras los partidarios de Pérez permanecieron en la ciudad, pero en el resto de Aragón se veía con desconfianza que los mismos que no habían apoyado las decisiones del Justicia de devolver a Pérez a la inquisición ahora pidieran apoyar al Justicia en contra del rey.[37]​ Algunos consistorios enviaron fuerzas a Zaragoza, pero fueron mucho menores de lo que se esperaba. La mayoría de las ciudades y universidades contestaron al Justicia con una carta conjunta diciéndole que no iban a resistir al rey para así proteger a los quebrantadores de sus propias leyes.[38]​ Tampoco los señores de vasallos de fuera de Zaragoza respondieron a la movilización, algunos incluso auxiliaron al ejército real con víveres y gente armada.[39]​ Las Diputaciones de Cataluña y Valencia tampoco mandaron refuerzos. Los catalanes trataron de interceder ante el rey para que no dejase entrar al ejército, pero sin éxito.[40]

 
Las tropas reales entrando en Zaragoza.

El justicia nombró como capitanes de su fuerza a los partidarios de Pérez, los mismos que se habían amotinado antes en contra de las disposiciones del justicia referentes a Pérez. [41]​ El ejército real entró en Aragón el 7 y el 8 de noviembre, y contaba con doce mil hombres de infantería, dos mil de caballería y veinticinco piezas de artillería. La fuerza a la disposición del Justicia, que salió el 8 de noviembre de Zaragoza, era de apenas dos mil hombres, muy inferior en número, experiencia y equipamiento a la fuerza real.[42]​ El ejército real avanzó sin oposición alguna y recibiendo la adhesión y ayuda de los señores locales.[43]​ Alonso de Vargas tuvo cuidado en mantener la disciplina de su ejército y evitar desmanes, de acuerdo con las instrucciones que había recibido del rey.[44]​ El Justicia había ordenado la destrucción del puente de Alagón sobre el Jalón, para entorpecer el avance de las fuerzas reales, pero sus órdenes fueron ignoradas y el ejército real encontró el puente indefenso e intacto.[45]​ El justicia y sus fuerzas se hallaban en Utebo y al saber el justicia que las tropas reales se dirigían ya sin impedimentos a Zaragoza, sabiendo que su fuerza era muy inferior y además muy indisciplinada, decidió abandonar a sus tropas y huir a Épila[46]​, donde se encontraba el duque de Villahermosa y el conde de Aranda.[47]​ Al saberse la noticia en el campamento de Utebo, las tropas se dispersaron en todas las direcciones,[48]​ huyendo Antonio Pérez y sus principales partidarios a Bearn (Francia).[49]​ Alonso de Vargas, el virrey y el gobernador de Aragón y el ejército real entraron sin oposición en Zaragoza el 12 de noviembre de 1591.[50]

La represión

Los seguidores de Pérez intentaron pasar de nuevo a Aragón con el apoyo de Enrique de Navarra, pero fueron rechazados y algunos de sus caudillos, incluido Heredia, capturados y ejecutados. Juan V de Lanuza volvió a Zaragoza, donde fue capturado y decapitado de un día para otro por orden personal de Felipe II en la plaza del mercado sin juicio previo, la misma suerte que corrieron muchos de los que lideraron la revuelta. Villahermosa y el conde de Aranda fueron apresados en Épila y enviados a Castilla, donde murieron misteriosamente en prisión. Pérez escapó a Francia y más tarde a Inglaterra, lugares en donde estimuló la leyenda negra contra el monarca y murió en 1611.

Acuerdo con las Cortes aragonesas

En 1592 Felipe II convocó a las Cortes de Aragón en Tarazona. No se suprimió ninguna institución aragonesa, pero fueron reformadas: el rey tenía ahora el derecho a nombrar a un virrey no aragonés; la Diputación del Reyno (comité de las Cortes) perdió parte del control sobre los ingresos aragoneses y vigilancia regional, quitándole además el poder de llamar a representantes de las ciudades; la Corona podía retirar de su puesto al justicia de Aragón y la Corte de Justicia se puso bajo control del rey; y finalmente se modificaron aspectos del sistema legal aragonés. En diciembre de 1593, tras concluir las Cortes, se retiraron las tropas de Felipe II de Aragón.

La mayoría de historiadores coincide en que el acuerdo en las Cortes de Tarazona fue un compromiso entre los nobles y el rey. Los nobles preferían aceptar la autoridad del rey como garante de sus privilegios, aun cediendo poder en los fueros. Se coincide también en que Felipe II estaba en posición de haber acabado con los fueros y crear una estructura centralizada (tenía un ejército y los sublevados estaban solos con apoyo limitado en Aragón y sin el apoyo deseado de Cataluña ni de Valencia). Pero no fue así, y las causas son varias: Felipe II, a pesar de ser un monarca absoluto no se encontraba totalmente a disgusto reinando a través de virreyes y Consejos. Un intento centralizador hubiera requerido abolir los fueros en Cataluña y Valencia, las cuales no le dieron razón para ello, pues fueron leales al rey durante la revuelta. Los componentes de la corona de Aragón pasaban por un momento de ya larga depresión económica y sus Cortes normalmente le concedían los créditos solicitados, además conservaba el mayor poder en las partes más ricas del reino: Castilla y América. Pero no perdió la oportunidad para erosionar algunos poderes de la nobleza aragonesa a su favor limitando los fueros.

Véase también

Notas

  1. Argensola, 1604, pp. 36-50.
  2. Pidal, 1863, T. I, pp. 80-85.
  3. Argensola, 1604, pp. 57-60.
  4. Argensola, 1604, pp. 61-65.
  5. Pidal, 1863, T. I, pp. 482-485.
  6. Pidal, 1863, T. II, pp. 19-21.
  7. Pidal, 1863, T. II, pp. 21-28.
  8. Pidal, 1863, T. II, pp. 61-64.
  9. Argensola, 1604, pp. 109-110.
  10. Pidal, 1863, T. II, p. 43.
  11. Pidal, 1863, T. II, p. 58.
  12. Pidal, 1863, T. II, pp. 59-60.
  13. Pidal, 1863, T. II, pp. 79-81.
  14. Pidal, 1863, T. II, p. 85.
  15. Pidal, 1863, T. II, pp. 90-93.
  16. Pidal, 1863, T. II, pp. 117-118.
  17. Pidal, 1863, T. II, pp. 133-134.
  18. Pidal, 1863, T. II, p. 153.
  19. Pidal, 1863, T. II, p. 155.
  20. Pidal, 1863, T. II, p. 156.
  21. Argensola, 1604, p. 103.
  22. Pidal, 1863, T. II, pp. 157-158.
  23. Pidal, 1863, T. II, pp. 160-172.
  24. Pidal, 1863, T. II, pp. 179-180.
  25. Pidal, 1863, T. II, pp. 184-187.
  26. Pidal, 1863, T. II, p. 191.
  27. Pidal, 1863, T. II, p. 194.
  28. Pidal, 1863, T. II, pp. 200-201.
  29. Pidal, 1863, T. II, pp. 201-202.
  30. Pidal, 1863, T. II, pp. 205-210.
  31. Pidal, 1863, T. II, pp. 223-224.
  32. Pidal, 1863, T. II, pp. 211-220.
  33. Pidal, 1863, T. II, pp. 228-232.
  34. Pidal, 1863, T. II, p. 233.
  35. Pidal, 1863, T. II, pp. 235-236.
  36. Pidal, 1863, T. II, p. 243.
  37. Pidal, 1863, T. II, pp. 249-250.
  38. Pidal, 1863, T. II, p. 258.
  39. Pidal, 1863, T. II, pp. 260-261.
  40. Pidal, 1863, T. II, pp. 267-276.
  41. Pidal, 1863, T. II, pp. 263-264.
  42. Pidal, 1863, T. II, pp. 286-291.
  43. Pidal, 1863, T. II, p. 292.
  44. Pidal, 1863, T. II, p. 293.
  45. Pidal, 1863, T. II, p. 300.
  46. Pidal, 1863, T. II, pp. 300-302.
  47. Argensola, 1604, p. 124.
  48. Pidal, 1863, T. II, p. 303.
  49. Argensola, 1604, p. 125.
  50. Pidal, 1863, T. II, p. 305.

Referencias

  • Argensola, Lupercio Leonardo (1604). Imprenta Real, ed. Información de los sucesos del reino de Aragón en los años de 1590 y 1591. 
  • Pidal, Pedro José; J. Martín Alegría, Juan Francisco Camacho, Fernando de Castro (1863). Historia de las alteraciones de Aragón en el reinado de Felipe II. Imp. de J. Martín Alegría.  (Tomo I, Tomo II, Tomo III)
  • La ciudad de Huesca ante los sucesos de 1591 y 1592
  • Gascón Pérez, Jesús, Bibliografía crítica para el estudio de la rebelión aragonesa de 1591, Zaragoza: Centro de documentación bibliográfica aragonesa, 1995.
  • Gascón Pérez, Jesús (ed.), La rebelión de las palabras. Sátiras y oposición política en Aragón (1590-1626), Zaragoza: Prensas Universitarias de Zaragoza, 2004 (prólogo de Teófanes Egido).
  • Gascón Pérez, Jesús, Alzar banderas contra su rey. La rebelión aragonesa de 1591 contra Felipe II, Zaragoza: Prensas Universitarias de Zaragoza - Institución Fernando el Católico, 2010.
  •   Datos: Q3572847

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Se denominan las Alteraciones de Aragon a los eventos sucedidos en Aragon durante el reinado de Felipe II El Reino de Aragon permanecio tranquilo durante la primera mitad del siglo XVI mientras se desarrollaba la Guerra de las Comunidades en Castilla y las Germanias en Valencia pero la segunda mitad del siglo estuvo marcada por una serie de conflictos que convulsionaron el reino y que culminaron con el enfrentamiento directo entre las instituciones aragonesas y el rey Se distribuyen en dos partes las Alteraciones de Teruel y Albarracin en 1572 y las Alteraciones de Zaragoza en 1592 Estatua de Juan V de Lanuza en el monumento al justiciazgo en Zaragoza Indice 1 Antecedentes 2 Los sucesos del 24 de mayo de 1591 3 Los sucesos del 24 de septiembre de 1591 4 Entrada del ejercito real en Aragon 5 La represion 6 Acuerdo con las Cortes aragonesas 7 Vease tambien 8 Notas 9 ReferenciasAntecedentes EditarDesde la instauracion de la Inquisicion en 1478 por los Reyes Catolicos y con el progresivo autoritarismo que se desarrolla en el gobierno de Felipe II hijo de Carlos I se producen las Alteraciones de Teruel y Albarracin por los constantes contrafueros que cometian tanto los representantes del rey Felipe II como los inquisidores de Teruel Los constantes pleitos y desacuerdos con el rey desembocan en el asedio de la ciudad de Teruel por un ejercito imperial al mando del duque de Segorbe Finalmente tras varios dias de combates la plaza se rinde la noche del Jueves Santo de 1572 ajusticiando a los cabecillas de la revuelta en la Plaza de San Juan en los dias posteriores A una situacion ya deteriorada en Aragon por los problemas en el condado de Ribagorza 1 el despotico tratamiento de los vasallos por sus senores 2 y la represion de las revueltas de estos en las alteraciones de Ariza Ayerbe y Monclus las protestas por el abuso del Privilegio de los Veinte por Zaragoza 3 los enfrentamientos violentos entre montaneses y moriscos 4 y por el pleito del virrey extranjero en abril de 1590 y ayudado por su esposa Antonio Perez entro en Aragon Antonio Perez habia ejercido el cargo de secretario del rey hasta 1579 ano en el que fue arrestado por el asesinato de Escobedo hombre de confianza de don Juan de Austria y por abusar de la confianza real al conspirar contra el rey Tras escapar de su prision en Madrid huyo a Zaragoza donde pidio la proteccion de los fueros aragoneses y fue acogido al Privilegio de Manifestacion proteccion de la justicia aragonesa En Aragon encontro el apoyo de Fernando de Gurrea y Aragon duque de Villahermosa al que se expropiarian sus dominios en Ribagorza y Luis Ximenez de Urrea IV Conde de Aranda y principalmente Diego de Heredia de la baja nobleza Felipe II desconfiando de que los tribunales aragoneses condenaran a Antonio Perez desistio de continuar el pleito ordinario contra el y uso un tribunal contra el que los fueros aragoneses y la Justicia aragonesa no podian oponerse la Inquisicion Antonio Perez fue acusado de herejia por haber blasfemado al quejarse a sus allegados por su persecucion 5 Los sucesos del 24 de mayo de 1591 EditarEn el 24 de mayo de 1591 a peticion de los inquisidores y por orden del Justicia se traslado a Antonio Perez a la prision que la Inquisicion tenia en la Aljaferia Tras esto Heredia y sus seguidores atacaron e hirieron de muerte al marques de Almenara representante del rey en el pleito del virrey extranjero despues de que sus criados fueran desarmados por el Justicia 6 Despues se dirigieron a la Aljaferia y tras violencia y amenazas consiguieron que Perez fuera devuelto a la carcel de los manifestados 7 Los inquisidores de Zaragoza publicaron un edicto recordando las graves penas que se podian imponer a aquellos que maltrataran a los ministros Santo Oficio a lo que los amotinados respondieron con nuevas amenazas 8 Cuando Felipe II recibio noticia del motin y de la posterior muerte de Almenara ordeno que las fuerzas que se estaban preparando para apoyar a la Liga Catolica en la Guerra de los tres Enriques en Francia 9 se concentraran en la plaza fuerte de Agreda cerca de la frontera con Aragon 10 Tras asesorarse por sus consejeros el rey escribio una misiva a las universidades y pueblos de Aragon describiendoles el tumulto de Zaragoza y pidiendoles sosiego y obediencia a lo que el virrey dispusiera 11 Las ciudades villas y comunidades respondieron condenando el motin y pidiendo el castigo de sus promovedores con lo que quedo aislada Zaragoza donde todos los alborotadores parecian haberse congregado 12 La Diputacion consulto a una junta de letrados para dilucidar si habia habido contrafuero en la entrega de Perez a la Inquisicion a lo que la junta respondio que no lo habia habido 13 con lo que se preparo la restitucion de Perez a la carcel del Santo Oficio 14 Los amotinados volvieron a responder con amenazas y violencia imposibilitando la ejecucion de lo dispuesto por la Diputacion 15 La Diputacion en vez de imponer su autoridad envio al inquisidor general un escrito cuestionando la veracidad de los testigos contra Perez e insinuando que habian sido sobornados para deponer falsamente por el difunto marques de Almenara y el inquisidor Molina de Medrano 16 Viendo como evolucionaba su caso Perez intento fugarse de la carcel de los manifestados y descubierto el justicia ordeno su trasladado a una prision mas segura y mejor guardada 17 Los sucesos del 24 de septiembre de 1591 EditarTras mucha discusion y grandes preparativos las autoridades aragonesas dispusieron que el traslado de Antonio Perez a la carcel de la Inquisicion se realizaria el 24 de septiembre pero dos dias antes murio el justicia Juan de Lanuza y Perellos y de acuerdo con lo dispuesto de antemano por el rey le sucedio en el cargo su hijo Juan de Lanuza y Urrea de solo veintiseis anos 18 El dia planeado el gobernador mando cerrar las puertas de la ciudad y distribuyo guardias armados en la ruta entre las dos carceles 19 La tension en la ciudad era muy grande y la decision de cerrar las puertas dejo ociosos en la ciudad a los labradores que hubieran salido a trabajar en el campo de otra manera El gobernador amenazo de muerte a cuantos diesen el menor indicio de oponerse a la justicia y un joven muchacho que grito Viva la libertad fue muerto por el disparo de uno de los arcabuceros 20 tras lo que los partidarios de Perez hicieron taner la campana de la iglesia de San Pablo 21 Con gran formalidad el inquisidor presento las letras de reclamacion de los reos al nuevo justicia que con sus lugartenientes los estudio y los declaro ajustadas a derecho 22 Los diputados del reino los jurados de Zaragoza un lugarteniente del justicia y el gobernador se dirigieron a la posada del Virrey donde se encontraban un gran numero de nobles El virrey aprobo lo acordado y fueron todos a la carcel de los manifestados para proceder al traslado Convocada por las campanadas una multitud se habia acumulado ante la carcel donde Antonio Perez estaba preso Al aproximarse los coches de la Inquisicion partidarios de Perez atacaron a los guardias algunos de los cuales se unieron a los sublevados y otros huyeron huyendo tambien las autoridades La multitud que ya habia incendiado la casa en la que se refugio el gobernador amenazo de hacer lo mismo con la carcel y los carceleros dejaron salir a Antonio Perez Perez y alguno de sus partidarios se dirigieron a la puerta de Santa Engracia que los amotinados abrieron permitiendo a Perez y sus acompanantes salir de la ciudad en direccion a Francia En los disturbios murieron mas de treinta personas con muchos mas heridos Despues de que Perez huyera de la ciudad y gracias a la mediacion de los clerigos los animos se calmaron 23 Antonio Perez liberado de la prision el 24 de septiembre de 1591 Cuando la noticia de lo sucedido en Zaragoza llego a la corte real Felipe II ordeno la reunion de una Junta de Estado que decidio reforzar la frontera con Francia para evitar que los franceses acudieran en apoyo de los sublevados y para tratar de aprehender al fugitivo Tambien se mando que las autoridades aragonesas protegieran o destruyeran las armas a su cargo para que no cayeran en manos de los amotinados 24 Antonio Perez cortado su acceso a Francia decidio volver a Zaragoza en secreto donde estuvo en contacto con los lideres de los alterados incitandolos a pensar que el ejercito real iba a entrar en Aragon para derogar sus fueros 25 Las autoridades de Aragon desoyeron la orden real y cedieron armas a los amotinados que se hicieron con el control de Zaragoza 26 El rey decidio entonces hacer entrar a su ejercito para restablecer la autoridad de la justicia y el Santo Oficio 27 El 15 de octubre el rey envio a las ciudades universidades y senores de Aragon una carta anunciandoles la entrada del ejercito y el motivo por el que iba a entrar 28 Entrada del ejercito real en Aragon EditarLa noticia de que el ejercito real iba a entrar en Aragon conmociono a todo el reino 29 Los partidarios de Perez exigieron a la Diputacion que declarara su entrada contrafuero y que ordenara la resistencia armada en su contra 30 Los diputados consultaron a una junta de letrados que dictamino que la entrada de fuerzas armadas extranjeras para imponer la justicia violaba el fuero segundo del Privilegio General que decia Por quanto algunos oficiales de algunas ciudades villas o lugares del regno de Valencia Principado de Catalunya indebidamente pretienden que en virtud de privilegios e con color de procesos de defension e de sonmetient e en otras maneras pueden con companya de gentes armadas entrar en el dito regno siguiendo malfeytores y aquellos prender e otros actos y ejecuciones facer ordenamos que qualesquiere officiales o personas estrangeras entraran en el dicto regno por facer alguno de los actos sobreditos que ipso facto encorran en pena de muerte E no res menos quel Justicia de Aragon con los diputados del dito regno hayan convocar a expensas del regno las gentes de dito regno que les pareceran necesarias para resistir a las sobreditas cosas mano armada 31 La Diputacion aprobo el dictamen y lo paso al justicia para que el estudiara el caso y dictaminara si era o no era contrafuero El justicia respaldado por cuatro de sus cinco lugartenientes confirmo el contrafuero y ordeno la resistencia a las tropas reales con lo que las autoridades forales del reino declararon formalmente la guerra a su rey 32 La declaracion fue publicada el primero de noviembre y fue comunicada a los consistorios y senores de Aragon que fueron conminados a mandar fuerzas a Zaragoza para participar en la defensa esperandose una fuerza de unos veinticuatro mil hombres armados mas numerosa que la del ejercito real Tambien se pidio ayuda al principado de Cataluna y al Reino de Valencia 33 El rey rechazo los argumentos presentados diciendo que el ejercito no entraba a imponer una jurisdiccion extranjera sino a apoyar a las autoridades civiles y eclesiasticas de Aragon para que pudieran restablecer su autoridad y jurisdiccion 34 Los diputados se confirmaron en lo que habian dispuesto 35 con lo que le rey ordeno a su general Alonso de Vargas que se preparara a entrar en Aragon con su ejercito 36 En Zaragoza la opinion parecia unanime a favor de la resistencia al menos mientras los partidarios de Perez permanecieron en la ciudad pero en el resto de Aragon se veia con desconfianza que los mismos que no habian apoyado las decisiones del Justicia de devolver a Perez a la inquisicion ahora pidieran apoyar al Justicia en contra del rey 37 Algunos consistorios enviaron fuerzas a Zaragoza pero fueron mucho menores de lo que se esperaba La mayoria de las ciudades y universidades contestaron al Justicia con una carta conjunta diciendole que no iban a resistir al rey para asi proteger a los quebrantadores de sus propias leyes 38 Tampoco los senores de vasallos de fuera de Zaragoza respondieron a la movilizacion algunos incluso auxiliaron al ejercito real con viveres y gente armada 39 Las Diputaciones de Cataluna y Valencia tampoco mandaron refuerzos Los catalanes trataron de interceder ante el rey para que no dejase entrar al ejercito pero sin exito 40 Las tropas reales entrando en Zaragoza El justicia nombro como capitanes de su fuerza a los partidarios de Perez los mismos que se habian amotinado antes en contra de las disposiciones del justicia referentes a Perez 41 El ejercito real entro en Aragon el 7 y el 8 de noviembre y contaba con doce mil hombres de infanteria dos mil de caballeria y veinticinco piezas de artilleria La fuerza a la disposicion del Justicia que salio el 8 de noviembre de Zaragoza era de apenas dos mil hombres muy inferior en numero experiencia y equipamiento a la fuerza real 42 El ejercito real avanzo sin oposicion alguna y recibiendo la adhesion y ayuda de los senores locales 43 Alonso de Vargas tuvo cuidado en mantener la disciplina de su ejercito y evitar desmanes de acuerdo con las instrucciones que habia recibido del rey 44 El Justicia habia ordenado la destruccion del puente de Alagon sobre el Jalon para entorpecer el avance de las fuerzas reales pero sus ordenes fueron ignoradas y el ejercito real encontro el puente indefenso e intacto 45 El justicia y sus fuerzas se hallaban en Utebo y al saber el justicia que las tropas reales se dirigian ya sin impedimentos a Zaragoza sabiendo que su fuerza era muy inferior y ademas muy indisciplinada decidio abandonar a sus tropas y huir a Epila 46 donde se encontraba el duque de Villahermosa y el conde de Aranda 47 Al saberse la noticia en el campamento de Utebo las tropas se dispersaron en todas las direcciones 48 huyendo Antonio Perez y sus principales partidarios a Bearn Francia 49 Alonso de Vargas el virrey y el gobernador de Aragon y el ejercito real entraron sin oposicion en Zaragoza el 12 de noviembre de 1591 50 La represion EditarLos seguidores de Perez intentaron pasar de nuevo a Aragon con el apoyo de Enrique de Navarra pero fueron rechazados y algunos de sus caudillos incluido Heredia capturados y ejecutados Juan V de Lanuza volvio a Zaragoza donde fue capturado y decapitado de un dia para otro por orden personal de Felipe II en la plaza del mercado sin juicio previo la misma suerte que corrieron muchos de los que lideraron la revuelta Villahermosa y el conde de Aranda fueron apresados en Epila y enviados a Castilla donde murieron misteriosamente en prision Perez escapo a Francia y mas tarde a Inglaterra lugares en donde estimulo la leyenda negra contra el monarca y murio en 1611 Acuerdo con las Cortes aragonesas EditarEn 1592 Felipe II convoco a las Cortes de Aragon en Tarazona No se suprimio ninguna institucion aragonesa pero fueron reformadas el rey tenia ahora el derecho a nombrar a un virrey no aragones la Diputacion del Reyno comite de las Cortes perdio parte del control sobre los ingresos aragoneses y vigilancia regional quitandole ademas el poder de llamar a representantes de las ciudades la Corona podia retirar de su puesto al justicia de Aragon y la Corte de Justicia se puso bajo control del rey y finalmente se modificaron aspectos del sistema legal aragones En diciembre de 1593 tras concluir las Cortes se retiraron las tropas de Felipe II de Aragon La mayoria de historiadores coincide en que el acuerdo en las Cortes de Tarazona fue un compromiso entre los nobles y el rey Los nobles preferian aceptar la autoridad del rey como garante de sus privilegios aun cediendo poder en los fueros Se coincide tambien en que Felipe II estaba en posicion de haber acabado con los fueros y crear una estructura centralizada tenia un ejercito y los sublevados estaban solos con apoyo limitado en Aragon y sin el apoyo deseado de Cataluna ni de Valencia Pero no fue asi y las causas son varias Felipe II a pesar de ser un monarca absoluto no se encontraba totalmente a disgusto reinando a traves de virreyes y Consejos Un intento centralizador hubiera requerido abolir los fueros en Cataluna y Valencia las cuales no le dieron razon para ello pues fueron leales al rey durante la revuelta Los componentes de la corona de Aragon pasaban por un momento de ya larga depresion economica y sus Cortes normalmente le concedian los creditos solicitados ademas conservaba el mayor poder en las partes mas ricas del reino Castilla y America Pero no perdio la oportunidad para erosionar algunos poderes de la nobleza aragonesa a su favor limitando los fueros Vease tambien EditarDiputacion del General del Reino de Aragon Pleito del virrey extranjero Justicia de AragonNotas Editar Argensola 1604 pp 36 50 Pidal 1863 T I pp 80 85 Argensola 1604 pp 57 60 Argensola 1604 pp 61 65 Pidal 1863 T I pp 482 485 Pidal 1863 T II pp 19 21 Pidal 1863 T II pp 21 28 Pidal 1863 T II pp 61 64 Argensola 1604 pp 109 110 Pidal 1863 T II p 43 Pidal 1863 T II p 58 Pidal 1863 T II pp 59 60 Pidal 1863 T II pp 79 81 Pidal 1863 T II p 85 Pidal 1863 T II pp 90 93 Pidal 1863 T II pp 117 118 Pidal 1863 T II pp 133 134 Pidal 1863 T II p 153 Pidal 1863 T II p 155 Pidal 1863 T II p 156 Argensola 1604 p 103 Pidal 1863 T II pp 157 158 Pidal 1863 T II pp 160 172 Pidal 1863 T II pp 179 180 Pidal 1863 T II pp 184 187 Pidal 1863 T II p 191 Pidal 1863 T II p 194 Pidal 1863 T II pp 200 201 Pidal 1863 T II pp 201 202 Pidal 1863 T II pp 205 210 Pidal 1863 T II pp 223 224 Pidal 1863 T II pp 211 220 Pidal 1863 T II pp 228 232 Pidal 1863 T II p 233 Pidal 1863 T II pp 235 236 Pidal 1863 T II p 243 Pidal 1863 T II pp 249 250 Pidal 1863 T II p 258 Pidal 1863 T II pp 260 261 Pidal 1863 T II pp 267 276 Pidal 1863 T II pp 263 264 Pidal 1863 T II pp 286 291 Pidal 1863 T II p 292 Pidal 1863 T II p 293 Pidal 1863 T II p 300 Pidal 1863 T II pp 300 302 Argensola 1604 p 124 Pidal 1863 T II p 303 Argensola 1604 p 125 Pidal 1863 T II p 305 Referencias EditarArgensola Lupercio Leonardo 1604 Imprenta Real ed Informacion de los sucesos del reino de Aragon en los anos de 1590 y 1591 Pidal Pedro Jose J Martin Alegria Juan Francisco Camacho Fernando de Castro 1863 Historia de las alteraciones de Aragon en el reinado de Felipe II Imp de J Martin Alegria La referencia utiliza el parametro obsoleto coautores ayuda Tomo I Tomo II Tomo III La ciudad de Huesca ante los sucesos de 1591 y 1592 Gascon Perez Jesus Bibliografia critica para el estudio de la rebelion aragonesa de 1591 Zaragoza Centro de documentacion bibliografica aragonesa 1995 Gascon Perez Jesus ed La rebelion de las palabras Satiras y oposicion politica en Aragon 1590 1626 Zaragoza Prensas Universitarias de Zaragoza 2004 prologo de Teofanes Egido Gascon Perez Jesus Alzar banderas contra su rey La rebelion aragonesa de 1591 contra Felipe II Zaragoza Prensas Universitarias de Zaragoza Institucion Fernando el Catolico 2010 Datos Q3572847Obtenido de https es wikipedia org w index php title Alteraciones de Aragon amp oldid 135004336, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

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